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INTRODUCCIÓN

Los linfomas son enfermedades malignas, consecuencia de la proliferación neoplásica de


las células linfoides. A diferencia de lo que ocurre con las leucemias, el proceso de
malignización en los linfomas ocurre cuando la célula hematopoyética ya ha abandonado
la médula ósea (MO). Los linfomas suponen el tercer grupo de neoplasias por incidencia
en la edad infantil, por detrás de las leucemias y de los tumores del sistema nervioso
central. Existen dos tipos de linfomas, de Hodgkin y no Hodgkin.

La enfermedad de Hodgkin, es uno de los muchos tipos de cáncer que se desarrolla en el


sistema linfático. El linfoma se origina cuando las células sanas del sistema linfático
cambian y crecen sin control. Este crecimiento descontrolado puede formar un tumor,
comprometer muchas partes del sistema linfático o diseminarse a otras partes del cuerpo.
Esta enfermedad, afecta con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos del cuello o el área
entre los pulmones y detrás del esternón. Este cáncer también se puede originar en grupos
de ganglios linfáticos en las axilas, la ingle, o en el abdomen o la pelvis.

Según la OPS (2015), menciona que el Linfoma Hodgkin (LH) del niño representa
alrededor del 5% de los tumores malignos del infante, siendo la segunda causa de cáncer
infantil en América Latina.

La Organización Mundial de la Salud indica que no se conoce la causa en sí de la


enfermedad, solo se ha determinado los factores que están relacionados a la aparición de
esta enfermedad. Asimismo menciona que el 80% de los casos de LH en menores de 5
años de edad son niños; a los 12 años de edad, esta proporción se iguala y, entre los 15 y
los 19 años de edad, la tendencia se invierte, el 80% de los casos son niñas.

El linfoma no hodgkin se trata de un grupo heterogéneo de enfermedades que incluye a


todos los linfomas excepto el LH. El único factor etiológico favorecedor del desarrollo
de un LNH conocido actualmente es la inmunodeficiencia, primaria o adquirida. Es más
frecuentes que los LH por debajo de los 10 años de edad, entre los 15 y los 19 años de
edad, la incidencia de LH es del doble de la de LNH. Además cuenta con una clasificación
según la OMS, los cuales muestran su propio cuadro clínico característico y por ende su
tratamiento, aspectos que se detallaran más adelante.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL
1. Investigar, analizar y explicar la enfermedad de Hodgkin y no Hodgkin.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Definir la enfermedad de Hodgkin y no Hodgkin, además de clasificarlas.


2. Enumerar y describir los factores de riesgo y etiología de la enfermedad de
Hodgkin y no Hodgkin.
3. Describir y explicar la fisiopatología de la enfermedad de Hodgkin y no Hodgkin.
4. Detallar el cuadro clínico del la enfermedad de Hodgkin y no Hodgkin.
5. Mencionar y describir el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Hodgkin
y no Hodgkin.
6. Proponer y analizar las intervenciones de Enfermería en pacientes pediátricos con
la enfermedad de Hodgkin y no Hodgkin.
ENFERMEDAD DE HODGKIN

1. DEFINICIÓN
La enfermedad de Hodgkin (EH) debe su nombre al médico inglés Thomas Hodgkin. Esta
enfermedad es una neoplasia o cáncer que se origina en el tejido linfático, parte en los
ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo, siendo el tórax, el cuello y las axilas
las áreas más comunes en afectarse, se propaga a través de los vasos linfáticos o ganglios
linfáticos y más adelante puede diseminarse a los órganos vecinos.

2. CLASIFICACIÓN
Hay dos tipos de linfoma de Hodgkin infantil.

A. Linfoma de Hodgkin clásico: Se caracteriza por la apariencia que tengan las


células cancerosas al microscopio:

B. Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico: Este tipo afecta usualmente a


los ganglios linfáticos en el cuello y la axila. Contiene células grandes, llamadas
a menudo células popcorn (ya que lucen como palomitas de maíz), las cuales son
variantes de las células de la células Reed- Sternberg.

3. FACTORES DE RIESGO
 Infección por el virus de Epstein-Barr: está demostrado que el 45-60 % de
los pacientes con linfoma de hodgkin han estado en contacto con el virus
 Enfermedades autoinmunes.
 Más frecuentes en varones
 En raza blanca.
4. FISIOPATOLOGÍA

Se acepta ya ampliamente que el Linfoma de Hodgkin es un proceso neoplásico,


y que las células de Reed Sternberg (RS) y sus variedades son células malignas.
Con toda probabilidad, la acumulación de células reactivas se producen en
respuesta a las citocinas secretadas por las células RS. Muchas de estas citocinas,
tales como IL – 4, IL – 5, TNF – α, y el factor de crecimiento β, ya han sido
detectadas en el linfoma de Hodgkin (LH). De ellas, la síntesis de la IL – 5 por las
células de RS guarda correlación con la acumulación de eosinófilos (un rasgo
propio de las formas de celularidad mixta y esclerosis nodular).
En el caso concreto el origen de las células RS sigue siendo un enigma. En las
formas de Esclerosis nodular y de celularidad mixta puede resumirse así:
 Las células de RS expresan marcadores de superficie, como los antígenos
del MHC de la clase II y el B7, que son característicos de las células
presentadores de los antígenos, como los macrófagos o los linfocitos B.
Estudios indican que las células de RS de las formas de celularidad mixta
y de esclerosis nodular suelen tener rasgos, moleculares pertenecientes a
los linfocitos B, aunque algunos atributos fenotípicos son propios de los
monocitos/macrófagos.

Suponiendo que las células linfoideas B sean las que sufren la trasformación
maligna, al menos en algunos casos de celularidad mixta y de esclerosis
nodular, ¿Cuál es el agente que produce la transformación neoplásica?
Durante años se ha sospechado que el VEB era un agente etiológico. Los
pacientes con antecedentes de mononucleosis infecciosa o con títulos de
anticuerpos elevados contra los antígenos del VEB tienen un mayor riesgo de
Linfoma de Hodgkin. La configuración del DNA del VEB es la misma en
todas las células tumorales de un determinado caso, indicando que la infección
se produjo antes de la transformación maligna de las células.

Sigue existiendo la posibilidad de que otros agentes infecciosos todavía


desconocidos estén involucrados en el LH, especialmente en caos VEB
negativos.

El resultado son las células de Reed Sternberg, célula tumoral grande (15 a 45
u de diámetro), bien diferenciada, binucleadas o bilobuladas, donde cada
mitad parece una imagen especular de la otra.
5. ESTADÍOS
Según la clasificación de Cotswold, son:

 Estadio I: afectación de una región ganglionar aislada(I) o afectación


localizada de un órgano o sitio extralinfático (IE).
 Estadio II: afectación de dos o más regiones ganglionares al mismo lado
de diafragma (II) o afectación localizada de un órgano o sitio extralinfático
asociado a sus ganglios regionales con o sin afectación de otras regiones
ganglionares en el mismo lado del diafragma (IIE).
 Estadio III: afectación de ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma
(III), lo cual puede estar acompañado por la afectación localizada de un
órgano o sitio extralinfático asociado (IIIE) o del bazo (IIIS) o de
ambos(IIIE+S).

6. CUADRO CLÍNICO

Los síntomas y signos se relacionan principalmente con la localización, el número


y la extensión de las masas ganglionares implicadas. La mayoría de los pacientes
pediátricos se presentan con adenopatías cervicales y mediastínicas, pero sin
síntomas sistémicos. A medida que la enfermedad se disemina por el sistema
mononuclear fagocítico, generalmente a localizaciones contiguas, se desarrollan
otras manifestaciones. La velocidad de progresión varía según el subtipo
histopatológico. Puede aparecer precozmente un prurito intenso; a menudo hay
fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso cuando están afectados ganglios
internos (retroperitoneal o mediastínicos voluminosos), vísceras (hígado) o
médula ósea. En ocasiones se observa fiebre de PelEbstein (algunos días de fiebre
elevada que alternan regularmente con días o semanas de temperatura normal o
inferior a la normal). La afección ósea suele ser asintomática, pero puede producir
dolor con lesiones osteblásticas vertebrales (vértebras de «marfil») y, raras veces,
lesiones osteolíticas con fracturas por compresión. La pancitopenia se debe en
ocasiones a la invasión de la médula ósea, en general en la variedad de depleción
linfocítica. La invasión epidural que comprime la médula espinal puede ocasionar
paraplejía. La mayoría de los pacientes presenta un trastorno lentamente
progresivo de la inmunidad retardada o celular (función de la célula T), que
contribuye en la enfermedad avanzada a la aparición de infecciones bacterianas
frecuentes y, más raramente, de infecciones por hongos, virus y protozoos. La
inmunidad humoral (producción de anticuerpos) o función de las células B
también está deprimida en la enfermedad avanzada. La caquexia es habitual y los
pacientes fallecen frecuentemente por sepsis.
7. DIAGNÓSTICO

 Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para revisar los signos
generales de salud, incluso verificar si hay signos de enfermedad, como
masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se toman los
antecedentes médicos de las enfermedades y los tratamientos anteriores
del paciente.
 Exploración por TC (exploración por TAC). Radiografía del tórax.
Tomografía con emisión de positrones. : Mediante los cuales se pueden
determinar el crecimiento anormal de los ganglios.

 Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento que se realiza para


verificar cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
 Biopsia de los ganglios linfáticos: Para detectar las células de Reed
Sternberg.

8. TRATAMIENTO

- Buscar atención en un centro oncológico para niños.


- El tratamiento dependerá del grupo de riesgo en el que se encuentre el paciente
pediátrico. Otros factores que se deben considerar incluyen:

 Edad del niño


 Género
 Efectos colaterales del tratamiento
- El linfoma del paciente será clasificado ya sea de bajo riesgo, riesgo intermedio o
alto riesgo, basado en:
 El tipo de linfoma de Hodgkin (existen diferentes formas de
linfoma de Hodgkin)
 El estadío (hacia dónde se ha diseminado la afección)
 Si el tumor principal es grande y es clasificado como una "afección
de bulto"
 Si es su primer cáncer o ha vuelto a ocurrir (repetirse)
 La presencia de fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos

- La quimioterapia es con frecuencia el primer tratamiento.

 Al principio el paciente puede necesitar quedarse en el hospital.


Pero los medicamentos de quimioterapia normalmente se
suministran en una clínica y el paciente seguirá viviendo en casa.
 La quimioterapia se suministra a través de las venas (IV) y algunas
veces por vía oral.
- El paciente también puede recibir radioterapia dirigiendo rayos x de alta potencia
hacia las zonas afectadas por el cáncer.

- Otros tratamientos pueden incluir:


 Terapias dirigidas, utilizan medicamentos o anticuerpos para matar
las células cancerosas
 Altas dosis de quimioterapia pueden ser seguidas por un trasplante
de células madres (usando las células madre del propio paciente)
 Algunas veces es necesaria la cirugía para extirpar el cáncer
 Tener un paciente pediátrico con cáncer es una de las cosas más
difíciles que un padre deba enfrentar.

INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA:
Las intervenciones de enfermería para la enfermedad de Hodgkin se dirigen
fundamentalmente al control de la pancitopenia (disminución de los elementos celulares
de la sangre) y de otros efectos secundarios del tratamiento.

1. Valoración:
 Valorar la presencia de fiebre en el paciente. Los pacientes con
linfoma suelen presentar fiebre más alta por la tarde y con
frecuencia se dan dos veces al día temperaturas de 38,2 °C
 Valorar la presencia de sudoración nocturna. En el linfoma de
Hodgkin aparece un cuadro importante de sudoración por la noche.
 Valorar el estado de la piel. En los linfomas suele aparecer prurito,
que se hace más intenso por la noche, empeora con los años y puede
provocar excoriaciones en la piel cuando el paciente se rasca.
 Valorar la presencia de fatiga
 Valorar la presencia de dolor e hinchazón de los nódulos linfáticos,
sobre todo en vértebras cervicales.
 Valorar la pérdida de apetito (anorexia) y la pérdida de peso.
 Valorar la presencia de miedo o temor del paciente con respecto al
pronóstico y evolución de la enfermedad.
 Valorar la presencia de anemia mediante la observación del
hemograma.
 Valorar el grado de dificultad que tiene el paciente para adaptarse
a los cambios de vida.
 Valorar la presencia de una disminución de la autoestima.
 Valorar el grado de ansiedad que tiene el paciente.
2. Cuidados:
 Organizar las actividades en forma que el gasto de energía sea
mínimo, proporcionando periodos de descanso, baños en cama y
ayuda para su alimentación.
 Administrar los analgésicos indicados.
 Proporcionar una buena hidratación
 Mantener las uñas del paciente cortas
 Controlar funciones vitales

En el contexto de una enfermedad de Hodgkin serán múltiples las veces que se tendrán
que realizar determinaciones de sangre. Los cuidados de enfermería son los siguientes:

 Flebotomía: muestra de sangre venosa


 Interpretación de datos de laboratorio

LINFOMA NO HODGKIN
1. DEFINICIÓN
El linfoma no Hodgkin infantil es una enfermedad por la que se forman células
malignas (cancerosas) en el sistema linfático. El linfoma no Hodgkin infantil es
un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático, el cual forma parte
del sistema inmunitario. El sistema inmunitario protege al cuerpo de sustancias
extrañas, infecciones y enfermedades.
El linfoma no Hodgkin puede comenzar en los linfocitos B, los linfocitos T. Los
linfocitos también se pueden encontrar en la sangre y se acumulan en los ganglios
linfáticos, baso y timo.
2. TIPOS DEL LINFOMA NO HODGKIN

2.1 Linfoma de Burkit (LB)

El Linfoma de Burkit esporádico se presenta como una masa abdominal,


causante de un cuadro de abdomen agudo, invaginación intestinal u ocupación
abdominal masiva, o bien en forma de masa adenopática en la región
parafaríngea.
El Linfoma de Burkit esporádico se presenta, en la mayoría de los casos, como
una masa abdominal en un niño de entre 5 y 10 años de edad, localizada en la
pared del intestino en la región ileocecal, simulando la forma de presentación
de la apendicitis aguda.

2.2 Linfoma difuso de células grandes B

Es un cáncer de las células B, un tipo de glóbulo blanco responsable de la


producción de anticuerpos.
El Linfoma difuso de células grandes B tiene tendencia a afectar la piel y el
hueso. Predominan en los pacientes con afectación cutánea y ósea.

2.3 Linfoma anaplásico de células grandes

El Linfoma anaplásico de células grandes es un tipo de linfoma que afecta


principalmente a los linfocitos de células T. Por lo general, se forma en los
ganglios linfáticos, la piel o los huesos, y algunas veces se forma en el tubo
gastrointestinal, el pulmón, el tejido que cubre los pulmones y los músculos.
Se presenta en dos formas clínicas, una cutánea exclusiva, de evolución
benigna; y otra forma invasiva o sistémica, que requiere tratamiento
quirúrgico agresivo.
Suele afectar a la piel con mayor frecuencia que cualquier otro linfoma de la
infancia; también, puede extenderse al hueso, partes blandas y ganglios
periférico, se acompaña de síntomas y signos sistémicos, como: fiebre,
cansancio y anorexia

3. FACTORES DE RIESGO

Los investigadores han encontrado algunos factores que pueden aumentar el


riesgo de que los niños padezcan linfoma no Hodgkin.

3.1 Edad, sexo y raza


En general, el linfoma no Hodgkin se presenta en pocas ocasiones en niños, pero
es más común en niños de mayor edad que en los más pequeños. Además, es más
común en niños que en niñas y en niños blancos que en los de la raza negra. No
se conocen las razones para estas diferencias de sexo y raza.

3.2 Tener un sistema inmunológico debilitado


Algunos tipos de problemas con el sistema inmunológico se han vinculado a un
riesgo mayor de linfoma no Hodgkin en niños.

3.3 Síndromes congénitos de deficiencia inmune (presentes al momento del


nacimiento)
Algunos síndromes genéticos (hereditarios) pueden causar que los niños nazcan
con un sistema inmunológico deficiente. Junto con un riesgo aumentado de
infecciones graves, estos niños también tienen un mayor riesgo de padecer linfoma
no Hodgkin (y algunas veces otros cánceres también).
Estos síndromes incluyen:
o Síndrome de Wiskott-Aldrich.: - Es una inmunodeficiencia primaria que
afecta tanto a los linfocitos B como T. Además, las plaquetas, también se
ven afectadas

o Síndrome de inmunodeficiencia combinada severa (SCID): -Se debe a un


trastorno autosómico recesivo que origina una disfunción intensa en las
células T y B

o Ataxia-telangiectasia:- Es una enfermedad de inmunodeficiencia primaria


que afecta a diferentes órganos del cuerpo. Una enfermedad de
inmunodeficiencia es la que causa que falle el sistema inmunitario y que el
cuerpo sea susceptible de enfermedades.

3.4 Trasplante de órganos


Los niños que han recibido trasplantes de órganos son tratados con medicamentos
que debilitan sus sistemas inmunológicos para prevenir que ataquen los nuevos
órganos. Estos niños tienen un riesgo aumentado de desarrollar linfoma no Hodgkin
que casi siempre es causado por infección con el virus Epstein-Barr. El riesgo
depende de los medicamentos y las dosis que se utilicen.

3.5 VIH/Sida
La infección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), también
conocido como el virus del sida, puede debilitar el sistema inmunológico de los
niños. Por lo general, los niños con VIH contraen la infección a través del contacto
con la sangre de sus madres, usualmente antes o durante el nacimiento. La
infección con el VIH es un factor de riesgo para el linfoma no Hodgkin. Por lo
tanto, los médicos pueden recomendar que los niños con linfoma no Hodgkin se
hagan la prueba de VIH.

3.6 Exposición a la radiación


La exposición a la radiación puede ser un factor de riesgo menor en el linfoma no
Hodgkin en niños.

Los pacientes pediátricos que han recibido radioterapia contra otros cánceres
tienen un riesgo ligeramente aumentado de padecer un linfoma no Hodgkin en
etapas posteriores de sus vidas.

Los posibles riesgos de la exposición fetal o infantil a niveles menores de


radiación, como la exposición a estudios de rayos X no se conocen con seguridad
que provoque linfoma de no Hodgkin. Cualquier aumento en el riesgo de linfoma
no Hodgkin o de otros cánceres probablemente es pequeño, pero por cuestión de
seguridad, la mayoría de los médicos no recomienda estas pruebas para las
mujeres embarazadas y los niños a menos que sea absolutamente necesario.

4. ETIOLOGÍA
Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los casos de linfoma no Hodgkin
en niños.
Los científicos han encontrado que ciertos cambios en el ADN del interior de los
linfocitos normales pueden causar que se conviertan en células de linfoma. Las
células humanas normales crecen y funcionan basándose principalmente en la
información contenida en los cromosomas de cada célula. El ADN humano está
empacado en 23 pares de cromosomas, los cuales son grandes moléculas de ADN
contenidas en cada célula. El ADN es la sustancia química que porta nuestros
genes, las instrucciones sobre el funcionamiento de nuestras células. Nos
parecemos a nuestros padres porque ellos son la fuente de nuestro ADN. Pero
nuestros genes afectan algo más que nuestra apariencia.
Generalmente, los cambios de los ADN relacionados con el linfoma no Hodgkin
ocurren durante la vida de la persona y no se heredan de los padres.

5. FISIOPATOLOGÍA

El linfoma no Hodgkin ocurre cuando un linfocito se vuelve anormal y se


reproduce descontroladamente. Los linfocitos son glóbulos blancos que combaten
infecciones u otras enfermedades y, además, están presentes en el tejido linfático
que comprende los ganglios linfáticos, otros órganos del sistema inmune del
organismo y del sistema productor de sangre.
El linfoma no Hodgkin puede aparecer en casi cualquier zona del organismo,
desde los ganglios linfáticos en el cuello o a lo interno del tórax, pelvis y abdomen,
hasta en el estómago e intestinos, el bazo, la médula ósea, las adenoides y
amígdalas, las regiones inguinales y las axilas predominantemente; explicó el Dr.
Ricardo Montenegro, director médico de Roche Centroamérica y Caribe.

6. EPIDEMIOLOGÍA

Los linfomas representan aproximadamente el 15% de las neoplasias pediátricas


y se ubican en el tercer lugar en frecuencia luego de las leucemias y los tumores
cerebrales malignos. En EEUU la frecuencia de linfoma es 3% en niños menores
de 5 años y 24% en edades entre 15 y 19 años, mientras que en España la
incidencia de linfoma es 15%.

Los linfomas no Hodgkin son más frecuentes que los linfomas Hodgkin por
debajo de los 10 años de edad. Existe un gran predominio de los niños respecto a
las niñas, sobre todo por debajo de los 10 años de edad, cuando la incidencia es el
triple en niños que en niñas.

Su distribución geográfica depende de las condiciones climáticas, se ha observado


con una frecuencia elevada en África tropical dentro de una región húmeda y
calurosa. Su incidencia es menor cuando la altitud rebasa los 1500 metros y en las
regiones áridas o semiáridas.

7. CUADRO CLÍNICO

El linfoma no Hodgkin en niños puede causar diferentes signos y síntomas


dependiendo de su localización en el cuerpo. En algunos casos, puede que no
cause ningún síntoma sino hasta que crece bastante. Los síntomas comunes
incluyen:

o Ganglios linfáticos agrandados: se observan o se sienten como masas


debajo de la piel (a los lados del cuello, en las áreas de las axilas, encima
de la clavícula o en el área de la ingle).
o Inflamación del abdomen.
o Sensación de llenura después de comer sólo una pequeña cantidad de
comida.
o Tos o dificultad para respirar.
o Fiebre.
o Pérdida de peso.
o Sudores nocturnos.
o Cansancio (agotamiento extremo).
Si el linfoma crece en el abdomen, éste se puede tornar inflamado o causar dolor.
También puede presentarse una acumulación de líquidos, lo que causa incluso
más inflamación. El linfoma a veces puede agrandar el bazo y ocasionar presión
al estómago. Esto puede causar que un niño tenga sensación de llenura después
de comer sólo una pequeña cantidad de comida.

Cuando el linfoma causa inflamación cerca de los intestinos, puede bloquearse el


paso del excremento, lo que pudiera causar dolor abdominal, náuseas o vómitos.
El linfoma también puede impedir que la orina salga de los riñones causando
problemas renales, lo que puede ocasionar disminución en la cantidad de orina,
cansancio, pérdida de apetito o inflamación de las manos y los pies.
Cuando el linfoma se origina en el timo o en los ganglios linfáticos del pecho,
puede comprimir el área cercana a la tráquea. Esto puede ocasionar tos, falta de
respiración y dificultad para respirar.

La vena cava superior es una vena grande que lleva sangre desde la cabeza y
brazos de vuelta al corazón. Esta vena pasa cerca del timo y de los ganglios
linfáticos dentro del tórax. Los linfomas en esta área pueden hacer presión en la
vena cava superior, lo que puede causar que la sangre no fluya bien en las venas.
Esto puede causar inflamación en el rostro, cuello, brazos y la parte superior del
tórax (algunas veces con una coloración roja azulada de la piel). También puede
causar dificultad para respirar, así como dolores de cabeza, mareos y, si afecta el
cerebro, un cambio en el conocimiento.

Algunos tipos de linfoma pueden propagarse al área que rodea el cerebro y la


médula espinal. Esto puede causar problemas como dolor de cabeza, cambios en
la visión, adormecimiento facial y dificultad para hablar. Algunos linfomas
pueden afectar la piel en sí, ya que pueden causar protuberancias (masas) de color
rojizas a púrpura debajo de la piel que causan picor.

8. DIAGNÓSTICO

Por lo general, el linfoma no Hodgkin se detecta cuando se lleva un niño al médico


debido a que presenta signos o síntomas. Además se acompaña de exámenes y
pruebas que se usan para diagnosticar la enfermedad, determinar el tipo de linfoma
y para saber cuán avanzado es el linfoma.

a) Antecedentes médicos y exámen físico

El médico realizará un historial clínico exhaustivo para estudiar los síntomas


y cuánto tiempo hace que están presentes. También se consultará si hay
antecedentes de posibles factores de riesgo, como problemas con el sistema
inmunológico.
Durante el examen físico, el médico se concentrará en cualquier ganglio
linfático agrandado u otras áreas que causen preocupación. Por ejemplo, se
palpará el abdomen para detectar signos de un bazo o hígado agrandado. Por
lo general, las infecciones son la causa de los ganglios linfáticos agrandados
en los niños. Por lo tanto, el médico determinará si hay infección en la parte
del cuerpo cercana a cualquier ganglio linfático inflamado.
Normalmente la presencia de ganglios linfáticos agrandados en niños es causa
de poca preocupación a menos que sean demasiado grandes (más de una
pulgada de ancho). Incluso en estos casos, usualmente al niño se le mantiene
en observación minuciosa por un tiempo o se le administra un curso de
antibióticos primero para ver si el tamaño de los ganglios se reducirá.

b) Biopsia

La mayoría de los síntomas del linfoma no Hodgkin pueden ser causados con
más frecuencia por otros problemas no relacionados con el cáncer, como las
infecciones. Si un niño tiene linfoma no Hodgkin, resulta importante
determinar el tipo, ya que cada tipo requiere de tratamientos que son un poco
diferentes.
Se necesita de un diagnóstico preciso, y la única manera de hacerlo es
mediante la extracción de una parte o todo el ganglio linfático anormal (o
tumor) para examinarlo con un microscopio y hacer otras pruebas de
laboratorio. Esto se conoce como biopsia.

b.1 Biopsia por escisión o incisión:

En estos procedimientos, un cirujano corta a través de la piel para extirpar el


ganglio linfático entero (biopsia por escisión) o una pequeña parte de un
tumor grande (biopsia por incisión).
Si el ganglio se encuentra cerca de la superficie de la piel, es una operación
que se podría hacer con anestesia local (se usa para adormecer solo el sitio de
la biopsia) y sedación o con anestesia general (en la que el niño duerme
profundamente). Si el ganglio se encuentra dentro del tórax o del abdomen,
entonces usualmente se utiliza anestesia general.
b.2 Biopsia por aspiración con aguja fina o biopsia por punción con aguja
gruesa:

En la biopsia por aspiración con aguja fina (FNA), el médico utiliza una aguja
hueca muy fina adherida a una jeringa para extraer (aspirar) una pequeña
cantidad de tejido de un ganglio linfático agrandado o de una masa tumoral.
Para la biopsia por punción se usa una aguja más gruesa para extraer un
fragmento de tejido ligeramente más grande.
Si un ganglio agrandado está cerca de la superficie, el médico puede dirigir la
aguja mientras palpa el ganglio. Si el nódulo agrandado o tumor se encuentra
profundo dentro del cuerpo (como en el tórax o el abdomen), el médico puede
guiar la aguja mientras la ve en una tomografía computarizada o ecografía.

La principal ventaja de la FNA es que no requiere cirugía. Esto puede ser


especialmente importante en caso de tumores en el tórax, ya que la anestesia
general a veces puede ser peligrosa para los niños.

En niños, las biopsias con aguja pueden a menudo realizarse usando anestesia
local para adormecer el área, junto con la sedación para hacer que el niño se
sienta soñoliento. Con menos frecuencia, se necesita usar anestesia general.

La desventaja principal de las biopsias con aguja (especialmente FNA)


consiste en que en algunos casos la aguja puede que no extraiga suficiente
cantidad de muestra para hacer un diagnóstico definido.

Una vez que se diagnostica el linfoma, a veces se utilizan biopsias con agujas
para examinar áreas en otras partes del cuerpo que pudieran indicar una
propagación del linfoma o que éste haya regresado después del tratamiento.

c) Pruebas de laboratorio

El médico examina el tamaño y la forma de las células, así como la forma en


que están agrupadas.

d) Inmunohistoquímica

En esta prueba, una parte de la muestra de biopsia se trata con anticuerpos


especiales que se adhieren a moléculas específicas en la superficie celular.
Estos anticuerpos causan cambios de color que pueden observarse bajo un
microscopio. Esta prueba puede ayudar a distinguir los diferentes tipos de
linfoma no Hodgkin entre sí y de otras enfermedades.

e) Citometría de flujo

Analiza ciertas sustancias en la superficie exterior de las células, lo cual ayuda


a identificar el tipo de células que son. Sin embargo, esta prueba analiza
muchas más células que la inmunohistoquímica.
Para esta prueba, una muestra de las células se trata con anticuerpos
especiales que se pegan a las células sólo si estas sustancias están en su
superficie. Las células son luego pasadas por delante de un rayo láser.

Si se han adherido anticuerpos a las células, el rayo láser causa que reflejen
luz, y esto se puede medir y analizar por medio de una computadora. Los
grupos de células se pueden separar y contar mediante estos métodos.

Esta es la prueba usada con más frecuencia para hacer el inmunofenotipo


(clasificación de las células del linfoma según las sustancias [antígenos] sobre
sus superficies). La citometría de flujo puede ayudar a determinar si la
inflamación de un ganglio linfático se debe a un linfoma, a algún otro tipo de
cáncer o a una enfermedad no cancerosa.

f) Citogenética

Los médicos usan esta técnica para evaluar los cromosomas (hebras largas de
ADN) en las células del linfoma. Ellos examinan las células con un
microscopio para ver si los cromosomas tienen alguna translocación (parte de
un cromosoma se ha desprendido y ahora está unida a otro cromosoma), como
sucede en ciertos tipos de linfomas. Algunas células de linfoma también
pueden tener demasiados cromosomas, muy pocos cromosomas, u otros
cambios cromosómicos. Estos cambios se pueden utilizar para ayudar a
identificar el tipo de linfoma.

g) Análisis de sangre

El recuento sanguíneo completo es una prueba que mide los niveles de las
diferentes células en la sangre, tal como los glóbulos rojos, los glóbulos
blancos y las plaquetas. En niños que se sabe tienen linfoma, los bajos
recuentos de células sanguíneas podrían indicar que el linfoma está creciendo
en la médula ósea y está afectando la producción de nuevas células
sanguíneas.

h) Radiografía de tórax

Una radiografía del tórax se puede hacer para detectar ganglios linfáticos
agrandados dentro del tórax.

i) Tomografía computarizada

La tomografía computarizada es un procedimiento radiológico que produce


imágenes transversales detalladas del cuerpo. A diferencia de una radiografía
regular, las CT pueden mostrar el detalle en tejidos blandos (tal como órganos
internos). Esta prueba puede ayudar a indicar si algún ganglio linfático u
órgano en el cuerpo están agrandados. La CT se puede usar para identificar
ganglios linfáticos agrandados u otras masas en el tórax, abdomen, pelvis,
cabeza y cuello.

Antes del estudio, puede que le pidan a su hijo que tome una solución de
contraste y/o reciba una inyección intravenosa (IV) de un tinte de contraste
que ayuda a delinear mejor las áreas anormales en el cuerpo.

j) Biopsia con aguja guiada por CT

Las tomografías computarizadas se usan para guiar con precisión una aguja
de biopsia en un área en las que se sospecha hay un tumor o en un ganglios
linfático agrandado. Para este procedimiento, el niño permanece dormido en
la mesa de la CT, mientras un radiólogo introduce una aguja de biopsia a
través de la piel hacia la masa. Las tomografías computarizadas se repiten
hasta que la aguja esté dentro de la masa. Entonces, se obtiene una muestra
de biopsia y se examina con el microscopio.

k) Ecografía (sonograma)

La ecografía usa ondas sonoras y sus ecos para producir una imagen de los
órganos internos o masas. Se puede usar para observar los ganglios linfáticos
cercanos a la superficie del cuerpo o para observar ganglios linfáticos
agrandados dentro de su abdomen u órganos como el hígado, el bazo y los
riñones. No se puede usar para observar el interior del tórax debido a que las
costillas bloquean las ondas sonoras. Algunas veces también se usa para
ayudar a guiar una aguja de biopsia hacia un ganglio linfático agrandado.

l) Imágenes por resonancia magnética

Las imágenes por resonancia magnética (MRI), proveen imágenes detalladas


de los tejidos blandos del cuerpo. Este estudio no se usa con tanta frecuencia
como la CT para linfomas, pero la MRI es muy útil para examinar el cerebro
y la médula espinal si un niño tiene síntomas que podrían ser causados por
problemas en el sistema nervioso.
La MRI utiliza ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. Por lo
tanto, no conllevan el uso de radiación. Se absorbe la energía de las ondas
radiales y luego se libera en un patrón formado por el tipo de tejido corporal
y por ciertas enfermedades. Una computadora traduce el patrón en una
imagen muy detallada de las partes del cuerpo.
El gadolinio, un material de contraste, a menudo se inyecta en una vena antes
de realizar el estudio para mostrar mejor los detalles. El material de contraste
usualmente no causa reacciones alérgicas.

Las MRI toman más tiempo que las tomografías computarizadas, a menudo
hasta una hora. Es posible que su hijo necesite acostarse en el interior de un
tubo estrecho, que puede ser angustioso, por lo cual algunas veces es
necesario sedar al niño. Las nuevas máquinas de MRI más abiertas pueden
ser otra opción, aunque aún requieren que su hijo permanezca acostado. El
equipo de MRI emite zumbidos de alto volumen y ruidos de chasquido que
posiblemente parezcan molestos a su hijo. En algunos lugares se ofrecen
audífonos o tapones para los oídos con el fin de ayudar a bloquear este ruido.

m) Tomografía por emisión de positrones

Para la tomografía por emisión de positrones (PET) se inyecta una forma de


azúcar radiactiva (fluordesoxiglucosa o FDG) en la sangre. Debido a que las
células del linfoma crecen rápidamente, éstas absorben grandes cantidades de
azúcar. Después de aproximadamente una hora, su hijo será colocado en la
camilla de la máquina de la PET. La imagen no es tan detallada como una CT
o las MRI, pero proporciona información útil sobre todo el cuerpo. Puede
ayudar a determinar si un ganglio linfático agrandado contiene linfoma o si
es benigno. También puede ayudar a localizar áreas pequeñas en el cuerpo
que pudieran ser linfoma, incluso si el área parece normal en una CT.

n) Gammagrafía ósea

Por lo general, este estudio no es necesario a menos que el niño esté


presentando dolor de huesos o los resultados de una prueba de laboratorio
sugieran que el linfoma podría haber alcanzado los huesos. Para una
gammagrafía ósea, se inyecta en la sangre una sustancia radiactiva llamada
tecnecio.

En el transcurso de un par de horas, la sustancia se desplaza a las áreas


afectadas de los huesos. Una gammagrafía ósea puede detectar daño óseo
causado por el linfoma. Sin embargo, una gammagrafía ósea también puede
identificar problemas no relacionados con el cáncer de modo que otros
estudios podrían ser necesarios para asegurarse.
9. TRATAMIENTO

En general, todos los niños con linfoma no Hodgkin son tratados


con quimioterapia, pero los tratamientos difieren dependiendo del tipo y
la etapa del linfoma. Este tratamiento es intenso y podría causar graves efectos
secundarios. Por lo tanto, es muy importante que se administre en un centro de
cáncer para niños, especialmente cuando se inicia el tratamiento.

Los linfomas en niños (especialmente los linfomas Burkitt) suelen crecer muy
rápidamente y podrían ser bastante grandes para cuando se hace el diagnóstico.
Por lo tanto, resulta importante comenzar el tratamiento lo antes posible. Por lo
general, estos linfomas responden bien a quimioterapia, lo que puede destruir un
gran número de células de linfoma en un corto periodo de tiempo. Una
preocupación consiste en que esto puede causar síndrome de lisis tumoral, un
efecto secundario en el cual los contenidos del interior de las células muertas
entran a la sangre y pueden causar problemas con los riñones y otros órganos. Los
médicos tratan de prevenir esto al asegurarse de que el niño tome muchos líquidos
antes y durante el tratamiento, y administrando ciertos medicamentos para ayudar
al cuerpo a eliminar estas sustancias.
Se asume que incluso los niños con linfomas en etapas iniciales (etapa I o II)
tienen una enfermedad más extendida de lo que se puede detectar con exámenes
o estudios por imágenes. Debido a esto, resulta poco probable que los tratamientos
locales, tal como la cirugía o la radioterapia sola, curen a estos niños. Por lo tanto,
la quimioterapia es una parte importante del tratamiento para todos estos niños.

9.1 Tratamiento del Linfoma Linfoblástico

Etapas I y II: en general, el tratamiento para estos linfomas en etapas


tempranas es similar al tratamiento para la leucemia linfoblástica
aguda (ALL). La quimioterapia se administra en tres fases (inducción,
consolidación y mantenimiento) usando muchos medicamentos. Por ejemplo,
una combinación llamada régimen BFM utiliza combinaciones de muchos
medicamentos diferentes por los primeros meses, seguidos de un tratamiento
menos intenso con metotrexato y 6-mercaptopurina como tabletas por un total
de alrededor de 2 años.
También se han usado tratamientos de menor duración e intensidad, tal como
combinaciones de quimioterapia llamadas CHOP (ciclofosfamida,
doxorrubicina, vincristina, y prednisona) y COMP (ciclofosfamida,
vincristina, metotrexato, y prednisona).
Además se administra quimioterapia, usualmente con metotrexato, en el
líquido cefalorraquídeo (conocida como quimio intratecal) con al menos
cuatro dosis, cada una separada por una semana. Esto ayuda a destruir
cualquier célula de linfoma en el cerebro o en la médula espinal. La duración
total del tratamiento puede ser de hasta 2 años.
Etapas III y IV: el tratamiento para los niños con linfoma linfoblástico
avanzado dura alrededor de 2 años. El tratamiento usualmente es más
intensivo que para los linfomas en etapas más tempranas. El tratamiento se
administra en tres fases de quimioterapia (inducción, consolidación y
mantenimiento) usando muchos medicamentos. Esto es muy similar al
tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda (ALL) de alto riesgo.

Además, se administra quimioterapia intratecal en el líquido cefalorraquídeo


para destruir cualquier célula de linfoma que pudiera haber alcanzado el
cerebro o la médula espinal. En algunos casos, también se puede administrar
la radioterapia al cerebro y la médula espinal.

9.2 Tratamiento para el linfoma de Burkitt y el linfoma difuso de células


grandes B:

La quimioterapia es la forma principal de tratamiento para estos linfomas.


Actualmente se están realizando estudios para determinar si agregar
un anticuerpo monoclonal, como el rituximab, a la quimioterapia mejorará la
eficacia del tratamiento.

Etapas I y II: el tratamiento de estos linfomas puede incluir cirugía antes de


la quimioterapia si el tumor se encuentra en solo un área. Si hay un tumor
grande en el abdomen, es importante que se extirpe la mayor parte posible del
tumor.
Después de esto, se administra quimioterapia. Para la quimioterapia se usan
varios medicamentos diferentes. La duración del tratamiento varía
aproximadamente de nueve semanas a seis meses. La mayoría de los
oncólogos pediátricos cree que el tratamiento de 9 semanas es adecuado si el
tumor se extirpa completamente al principio con cirugía.
Sólo se necesita quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo si el linfoma está
creciendo alrededor de la cabeza o el cuello.

Etapas III y IV: los niños con linfoma Burkitt avanzado necesitan
quimioterapia más intensiva. Debido a que estos linfomas tienden a crecer
rápidamente, los ciclos de quimioterapia son cortos, con poco descanso entre
cursos de tratamiento.
Por ejemplo, un plan de tratamiento, conocido como el régimen de protocolo
francés LMB, alterna entre diferentes combinaciones de medicamentos cada
3 a 4 semanas por un total de 6 a 8 meses. También se tiene que administrar
quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo.

9.3 Tratamiento para el linfoma de células grandes (incluyendo el


Anaplásico)
La quimioterapia es la forma principal de tratamiento para estos linfomas. Se
están realizando estudios para determinar si agregar otros medicamentos de
quimioterapia podría mejorar la eficacia del tratamiento.

Etapas I y II: el tratamiento para estos linfomas usualmente consiste en


quimioterapia con cuatro o más medicamentos administrados por alrededor de
3 a 6 meses. Para el linfoma difuso de células B grandes, el tratamiento puede
incluir cirugía más quimioterapia. El régimen de quimioterapia usual contiene
una combinación de cuatro medicamentos: ciclofosfamida, vincristina,
prednisona y doxorrubicina o metotrexato (estos se conocen como regímenes
CHOP o COMP).
Se administra quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo sólo si el linfoma
está cerca de la cabeza o el cuello.

Etapas III y IV: los linfomas de células grandes a menudo no afectan la


médula ósea o el líquido cefalorraquídeo, pero de hacerlo, estos linfomas
requieren un tratamiento más intensivo.
La quimioterapia incluye varios medicamentos administrados durante 9 a 12
meses. Muchos médicos tratan los linfomas avanzados de células B grandes
como si fueran linfomas de Burkitt. También se administra quimioterapia
intratecal en el líquido cefalorraquídeo.
Los estudios clínicos actuales se están enfocando en la duración de la
quimioterapia, cuáles medicamentos son importantes en el tratamiento del
linfoma de células grandes y si los tipos diferentes de linfoma de células
grandes se pueden tratar de forma similar. También se están estudiando
medicamentos más recientes que podrían ayudar a tratar el linfoma anaplásico
de células grandes, tal como brentuximab vedotin (Adcetris) y crizotinib
(Xalkori).

9.4 Tratamiento del linfoma recurrente

Por lo general, es mucho más difícil tratar el linfoma si regresa después de la


terapia inicial. Cuando es posible, se recomienda más quimioterapia intensiva,
usualmente incluyendo un trasplante de células madre. Esto a menudo se hace
en un estudio clínico. Los estudios clínicos de formas más nuevas de
tratamiento también son una opción.

10. CUIDADOS DE ENFERMERIA

ANTES DE LA ADMINSTRACIÓN
1. Confirmar los datos de identificación del paciente pediátrico, corroborar el
diagnóstico y el régimen de tratamiento correspondiente.

2. Evaluar que la indicación médica esté claramente escrita y completa (nombre


del citostático, dosis, vía de administración, n° días de aplicación e intervalo).

3. Revisar y evaluar el conteo sanguíneo (hemograma), perfil bioquímico,


además de otros exámenes relevantes y que los resultados de los mismos se
encuentren dentro de los parámetros aceptables.

4. Confirmar que los padres y/o familiares hayan leído, entendido y firmado la
hoja de consentimiento informado.

5. Revisar el peso y la talla actual del paciente pediátrico, si es necesario vuelva


a calcular el área de superficie corporal y la dosis del citostático.

6. Realizar la programación de la administración de Quimioterapias, días y


horas.

DURANTE EL TRATAMIENTO

1. Recepcionar al paciente pediátrico en el área de Quimioterapia Ambulatoria.

2. Verificar la identificación del paciente pediátrico.

3. Explicar al paciente pediátrico el procedimiento a seguir.

4. Verificar con el paciente si tiene antecedentes de alergias a fármacos.

5. Valorar e identificar presencia de tumores cervicales, axilares, mediastinales,


etc.

6. Valorar el patrón de eliminación intestinal y urinario.

7. Valorar antecedentes cardiacos del paciente pediátrico.

8. Verificar antecedentes de Diabetes, HTA, fiebre.


DESPUES DEL TRATAMIENTO

1. Verificar que el catéter venoso, este correctamente ubicado.


2. Antes y durante la administración del medicamento, educar al paciente
principalmente a los padres y/o familiares sobre la importancia de la ingesta
de líquidos; para reducir al mínimo la cistitis hemorrágica.
3. Administrar en forma lenta para evitar irritación de mucosa nasal.
4. Antes y durante la administración de los medicamentos, verificar el retorno
venoso.
5. Indicar al paciente que avise de inmediato ante la presencia de ardor, dolor
y/o visualización de pápula en la zona de venopunción.
6. Observar continuamente la zona de venopunción durante la administración de
los medicamentos en busca de extravasación y/o infiltración.
7. Educar a los padres y/o familiares sobre el tratamiento en casa.

CONCLUSIONES

 El linfoma es una neoplasia cuya frecuencia se encuentra en incremento en todo


el mundo. Debido a que se origina a partir del tejido linfoide se puede presentar
en cualquier sitio anatómico del organismo.

 El manejo óptimo de los pacientes con LH requiere un diagnóstico preciso y la


categorización de la enfermedad mediante estudios para poder recomendar el
mejor tratamiento.

 El uso de anticuerpos monoclonales, en conjunto con la quimioterapia, ha llegado


a ser pilar fundamental en el tratamiento de los linfomas, ya que, en general,
mejora la supervivencia libre de eventos en pacientes con linfoma no Hodgkin.

 Los pacientes que se benefician más con el tratamiento intensivo y los pacientes
con recaídas son tratados con el trasplante autólogo de células madre. Sin
embargo, es probable que en el futuro se incluyan nuevos agentes con actividad
en las recaídas de la enfermedad, como el brentuximab vedotina y los bloqueantes
o de la PD-1 para las terapias de rescate de primera línea.

 El cuidado de Enfermería no puede ser un cuidado improvisado, este debe ser


planificado de acuerdo con modelos que permitan reconocer la individualidad de
los pacientes, modelos que tengan en cuenta el bienestar físico y psíquico del niño,
pero también el de su entorno familiar más inmediato. Es fundamental introducir
en la práctica el concepto de cuidado centrado en la familia.
 El linfoma no Hodgkin infantil es un tipo de cáncer que se forma en el sistema
linfático, el cual forma parte del sistema inmunitario. El sistema inmunitario
protege al cuerpo de sustancias extrañas, infecciones y enfermedades. Su causa es
desconocida se relaciona con un daño en el ADN, pero no se le atribuye causa
exacta.

 El linfoma no Hodgkin se divide en diversos tipos: Linfoma de Burkit (LB): Masa


abdominal en un niño de entre 5 y 10 años. Linfoma difuso de células grandes B:
Tiene tendencia a afectar la piel y el hueso. y el Linfoma anaplásico de células
grandes: afecta principalmente a los linfocitos de células

 El linfoma de no Hodgkin es más común en niños que en niñas y en niños blancos


que en los de la raza negra, también se presenta en mayor porcentaje en aquellos
niños que tiene un sistema inmunológico débil.

 Para establecer el diagnóstico se realiza el examen físico y los exámenes de


laboratorio correspondientes. Por otro lado, para confirmar el diagnóstico de
linfoma no Hodgkin se realiza una biopsia de los ganglios linfáticos y luego se
realizan otras pruebas como la tomografía computarizada para determinar cuánto
se ha extendido el cáncer.

 En general, todos los niños con linfoma no Hodgkin son tratados


con quimioterapia, pero los tratamientos difieren dependiendo del tipo y
la etapa del linfoma. Este tratamiento es intenso y podría causar graves efectos
secundarios.

 Los cuidados de enfermería son indespensables para todo paciente pediátrico, ya


nos permitirán contribuir a la mejora en su tratamiento y calidad de vida.
REFERENCIAS BIBLIÓGRAFICAS

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[Citado el 19 de mayo de 2017]. Disponible en:
https://www.cancer.org/es/cancer/linfoma-no-hodgkin-en-ninos/acerca/linfoma-
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linfoma no Hodgkin. [Internet]. 2017. [Citado el 19 de mayo de 2017]. Disponible
en: https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2016/xx06/04/n6-390-
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3. Factores de riesgo para el linfoma no Hodgkin en niños. [Internet]. 2017. [Citado
el 19 de mayo de 2017]. Disponible en:
https://www.cancer.org/es/cancer/linfoma-no-hodgkin-en-ninos/causas-riesgos-
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4. Montenegro R. director médico de Roche Centroamérica y Caribe: Linfoma no
Hodgkin, un tipo de cáncer. [Internet]. Octubre 2014. [Citado el 20 de mayo de
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5. J. Sánchez de Toledo Codina y C. Sábado Álvarez. 2012. Linfomas de Hodgkin y
no Hodgkin. [Internet] citado el 19 de mayo de 2017. Disponible en:
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2016/xx06/04/n6-390-
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6. Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. 2014. Intervención y
Procedimientos De Enfermería, en la Aplicación de Esquemas de Quimioterapia,
en Pacientes con Linfoma. [Internet] citado el 19 de mayo de 2017. Disponible en:
http://www.inen.sld.pe/portal/documentos/pdf/escuela_excelencia/mayo2014/060
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7. Aster J, Kumar V. Leucocitos, ganglios linfáticos, bazo y timo. Cap 15, linfoma
Hodgkin: 702 – 710.

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