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Traumatismo craneoencefálico
del niño
G. Orliaguet, L. Uhrig
EMC - Anestesia-Reanimación 1
Volume 42 > n◦ 4 > noviembre 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1280-4703(16)80724-0
E – 36-910-C-10 Traumatismo craneoencefálico del niño
Fisiopatología
Mecanismos lesionales Los datos neurofisiopatológicos de los niños, en particu-
Los mecanismos más frecuentes de los TCE son las caí- lar los recién nacidos y los lactantes, son escasos y han sido
das de poca altura [8] , las caídas de altura elevada y los ampliamente extrapolados a partir de datos obtenidos en
accidentes de tráfico [3] . Las caídas de poca y gran altura adultos.
predominan en los menores de 6 años y representan alre-
dedor del 30% de la patología traumática infantil [3] . Las Lesiones cerebrales primarias
caídas de baja altura (por ejemplo, de un cambiador para
bebé) son más comunes en los lactantes y los accidentes y secundarias
de tráfico predominan en los mayores de 6 años. Los cho- Después de un TCE se distinguen las lesiones cere-
ques con una energía cinética muy alta entre peatones brales primarias y secundarias. Las lesiones primarias,
y vehículos livianos son responsables, en medio urbano, provocadas por el impacto, aparecen de inmediato y son
de alrededor del 60% de los TCE graves en niños de 6- irreversibles e inaccesibles al tratamiento.
12 años [6] . En estos casos, las lesiones son muy graves y Las lesiones cerebrales secundarias son el resultado de
predominan por lo general en un contexto de politrau- una cascada de procesos celulares y metabólicos: lesión de
matismos. la barrera hematoencefálica (BHE), pérdida de la autorre-
gulación cerebral, mayor inadecuación entre suministro
(hipoperfusión) y requerimiento metabólico, liberación
Caso particular: síndrome del «bebé de neurotransmisores excitadores (glutamato, aspartato,
acetilcolina, etc.) [18, 19] .
sacudido» Las lesiones secundarias de origen sistémico, también
El síndrome del «bebé sacudido» predomina en el lac- denominadas agresiones cerebrales secundarias de origen
tante y el niño de corta edad. Así, más del 40% de sistémico (ACSOS), son lesiones de autoagravación que
los fallecimientos por maltrato ocurren en menores de pueden aumentar la hipertensión intracraneal (HIC) vin-
1 año [9] . Una discordancia entre las circunstancias des- culada al TCE, perturbar la perfusión cerebral y agravar
critas del accidente y las lesiones observadas, lesiones la isquemia cerebral. El resultado puede ser un aumento
cutáneas múltiples, lesiones óseas de larga data y que a del edema cerebral y, en consecuencia, la herniación cere-
menudo corresponden a épocas distintas deben alertar bral y la muerte. Las ACSOS pueden aparecer en los
al médico y conducir a la hospitalización del niño [10] . minutos siguientes al accidente [20] y son una fuente
El objetivo es proteger al niño, y a sus hermanos si los principal de mortalidad y morbilidad [20, 21] . Algunas lesio-
tuviera, y permitir una atención médica multidiscipli- nes cerebrales secundarias pueden constituir indicaciones
nar basada en datos clínicos, pruebas complementarias y quirúrgicas (hematomas intracraneales), pero la mayoría
datos sociales. necesita tratamiento médico (hipotensión arterial, hipo-
Aunque pueden encontrarse todos los tipos de lesio- xia, hipercapnia, anemia, HIC). Debido a que las ACSOS
nes cerebrales, los hematomas subdurales son las lesiones pueden prevenirse y tratarse, el objetivo principal consiste
más frecuentes y deben hacer considerar de forma siste- en evitar su aparición o reducir su intensidad y así mejorar
mática el diagnóstico de maltrato, sobre todo si además el pronóstico [22] .
del hematoma se observan hemorragias retinianas (bila-
terales) en el fondo de ojo [10, 11] . La incidencia exacta Distensibilidad cerebral
es difícil de valorar debido a las dificultades para for-
mular el diagnóstico con certeza. En el Reino Unido, la Las suturas craneales, incompletamente osificadas antes
incidencia de los hematomas subdurales en 2005 fue de de la adolescencia, pueden distenderse por efecto de una
12,5/100.000 niños menores de 2 años, y en el 57% la presión progresiva. En cambio, en caso de distensión
causa era un TCE no accidental [12] . El pronóstico de estas aguda, la duramadre y el cráneo osteofibroso oponen una
lesiones es sumamente grave, con una mortalidad cercana resistencia comparable a la de un bolso de cuero, con una
al 30% y secuelas neurológicas serias en el 50% de los distensibilidad casi nula [23] . Más en el niño que en el
niños supervivientes [13] . El médico no debe ignorar el sín- adulto, un aumento rápido del volumen de uno de los
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Traumatismo craneoencefálico del niño E – 36-910-C-10
ΔP
ΔV
Volumen
intracraneal (ml)
Fase compensada
PPC
40 150 (mmHg)
PAM ↓ PAM ↑
PIC ↑ PIC ↓
tres sectores de la bóveda craneal (cerebro, líquido cefa- los 7 meses de vida y después aumenta de forma progre-
lorraquídeo [LCR] y sector sanguíneo) genera un aumento siva hasta alcanzar los valores del adulto (10-18 mmHg)
rápido de la presión intracraneal (PIC). La relación entre al comienzo de la adolescencia [25] .
la PIC y el volumen intracraneal (VIC) está representada
en la curva de distensibilidad cerebral (Fig. 1). Más de
allá de un cierto límite, después del agotamiento de los Autorregulación vascular cerebral
mecanismos compensadores, un leve aumento del VIC
provoca una gran elevación de la PIC, responsable de la En condiciones normales, el FSC se autorregula (Fig. 2),
reducción del flujo sanguíneo cerebral (FSC) y, por tanto, es decir, se adapta al requerimiento metabólico del cerebro
de isquemia cerebral. Por el contrario, una intervención (CMRO2 ) y se mantiene independiente de las variaciones
terapéutica que reduce el VIC puede disminuir de forma de presión de perfusión cerebral (PPC = presión arterial
considerable la PIC. Algunas particularidades fisiológicas media [PAM] – PIC) en una amplia escala de PPC. En el
hacen que el niño sea todavía más vulnerable a las varia- niño (Fig. 2), los límites de autorregulación están despla-
ciones de VIC y, en consecuencia, al TCE. Así, el VIC zados hacia la izquierda, pues su presión arterial normal
total es claramente menor en el recién nacido (335 ml) es inferior a la del adulto y el área de autorregulación
que en el adulto (1.300 ml) y también lo es la capacidad es menos amplia. Estas particularidades hacen más difícil
para compensar variaciones de volumen [3, 23] . El índice que en el adulto el mantenimiento de la PPC dentro de los
presión-volumen está en su valor más bajo en el lactante límites fisiológicos. La PPC depende de la edad: alrededor
(< 8 antes del primer año de vida), aumenta a 20 a partir de 25 mmHg en el recién nacido, 40 mmHg en el niño de
de los 2 años y llega a 26 en el adulto. Estas cifras expre- corta edad y 70-90 mmHg (valores del adulto) en la ado-
san la poca distensibilidad del cerebro del niño de corta lescencia [25] . Después de un TCE grave, en el 40% de los
edad (Fig. 1). Así, a pesar de un cráneo todavía plástico, casos hay una pérdida de la autorregulación cerebral [26]
la distensibilidad cerebral del recién nacido y del lactante y el FSC depende de forma directa de las variaciones de
es inferior a la del adulto, y el aumento de la PIC es regu- PPC (Fig. 2). Por lo tanto, mantener una PPC óptima es
larmente paralelo al de un VIC sin presentar meseta. En fundamental para preservar el FSC y evitar la isquemia
resumen, la HIC es más frecuente en el niño que en el cerebral. Sin embargo, después de un TCE en el niño, el
adulto, en particular en caso de ECD. Éste produce un FSC a menudo se eleva en la fase inicial y provocar hipe-
aumento del volumen sanguíneo del cerebro que, debido remia cerebral, mientras que en al adulto es habitual un
a la escasa distensibilidad del órgano, provoca una rápida descenso bastante precoz del FSC (isquemia) [27] . Este con-
elevación de la PIC. cepto de hiperemia cerebral preponderante tras un TCE
Durante la primera semana de vida, y a raíz de una en el niño es cuestionado en algunos estudios, en los que
reducción del volumen extracelular del orden del 10% en los autores sólo han encontrado un FSC elevado en un
la que el cerebro participa, la PIC es muy baja y hasta número reducido de casos [28, 29] . Hay que señalar también
puede alcanzar valores negativos [24] . En el lactante, el que las variaciones de PPC no siempre reflejan la adapta-
valor medio de la PIC es de 3 mmHg (0-6 mmHg) hasta ción del FSC a la CMRO2 . Esto es particularmente cierto en
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Cuadro 1.
Escala de Glasgow y su adaptación pediátrica. La estimulación dolorosa debe generarse aplicando presión sobre el lecho ungueal. En
algunas circunstancias, la estimulación debe ser supraorbitaria. Si las respuestas del lado derecho y del lado izquierdo son asimétricas,
debe registrarse la mejor respuesta motora.
Puntuación Abertura ocular Respuesta verbal Respuesta motora
algunas zonas lesionadas del cerebro, debido a una posible de algún modo una «ventana temporal», durante la cual
inhomogeneidad de perfusión y/o de oxigenación de estas las posibilidades de neuroplasticidad son máximas [32] . El
zonas. Sin embargo, la monitorización de la PIC y la PPC seguimiento prolongado revela que las consecuencias de
para guiar la neurorreanimación es la norma que se reco- los TCE pueden manifestarse a distancia por trastornos
mienda [30] . También hay que considerar el efecto de las de atención, de conducta o de memoria al comenzar la
variaciones de presión parcial de oxígeno (PaO2 ) y, sobre escolaridad [33] .
todo, de presión parcial de dióxido de carbono (PaCO2 )
en el FSC. La hipoxemia reduce el suministro de oxígeno
al cerebro, pero también puede (PaO2 < 50 mmHg) elevar
el FSC por vasodilatación refleja y, por tanto, aumentar Evaluación neurológica
la HIC. El CO2 es el vasodilatador cerebral más potente,
y las variaciones de PaCO2 provocan variaciones de FSC El análisis de las circunstancias precisas del accidente
casi lineales y de igual sentido. Por lo tanto, la hipercapnia permite establecer una primera clasificación de gravedad.
debe evitarse de forma constante por ser responsable de El tipo de golpe (choque peatón/vehículo liviano a gran
vasodilatación cerebral e HIC. La hiperventilación debe velocidad, caída de gran altura, etc.) y la violencia del
ser moderada, pues la hipocapnia demasiado profunda impacto deben hacer sospechar de entrada la posibilidad
puede causar una reducción peligrosa del FSC. Por último, de una lesión grave. Ya se ha señalado la importancia
conviene señalar que la reactividad vascular cerebral a las del concepto de «mecanismo lesional capaz de provocar
variaciones de PaO2 y PaCO2 cambia con la edad. Así, en un TCE grave» [34] . En este sentido, la escala de coma de
el niño menor de 3 meses de vida la vasodilatación hipó- Glasgow (GCS) inicial (Cuadro 1) puede ser falsamente
xica es intensa, pero la vasoconstricción hipocápnica es tranquilizadora y llevar a subestimar la gravedad poten-
menos marcada que en el adulto y se produce con PaCO2 cial de un TCE. Esta subestimación de la gravedad puede
muy bajas. Después de los 3 meses de vida, la reactividad acabar en el síndrome «de los pacientes que hablan y
cerebrovascular al CO2 es comparable a la del adulto [23] . mueren», inicialmente descrito en el adulto, pero que
también se observa en el niño [34] . Por esta razón, numero-
sos autores recomiendan la hospitalización y la práctica de
Consecuencias clínicas de los datos una tomografía computarizada (TC) cerebral a cualquier
fisiopatológicos niño que haya sufrido un traumatismo de alta energía,
sea cual sea el GCS inicial. Se deben reconocer de inme-
El área de autorregulación vascular cerebral es estrecha diato los signos de herniación cerebral: modificación de
y está desplazada hacia arriba, por lo que incluso una las pupilas (anisocoria, midriasis) y la tríada de Cushing
pequeña variación de PAM (5-10 mmHg) provoca una (bradicardia, hipertensión arterial y respiración lenta irre-
considerable variación del FSC. En comparación con el gular).
adulto, hace falta una hiperventilación a menudo más La evolución clínica inmediata después del accidente
acentuada para obtener el mismo grado de vasocons- permite definir tres categorías de TCE: leve, moderado y
tricción y, por tanto, una reducción de PIC debido a la grave (Cuadro 2). Esta clasificación, aún muy imperfecta,
disminución de la reactividad vascular cerebral al CO2 . permite establecer una estrategia de atención médica
Además, en caso de hipoxia el FSC aumenta más en el niño (Cuadro 3). Las formas graves (GCS ≤ 8) sólo representan
que en el adulto, lo que garantiza una protección relativa alrededor del 10% de los TCE, mientras que las formas
si la PIC es normal, pero puede provocar un acceso de HIC leves y moderadas son los principales motivos de con-
si la PIC ya se encuentra elevada. sulta hospitalaria y necesitan una evaluación exhaustiva.
La sobreestimación los convierte en una fuente principal
de hospitalización excesiva. Por el contrario, la subesti-
Concepto de plasticidad cerebral mación conduce a errores de atención responsables del
en el niño 30% de los fallecimientos precoces y en principio evi-
tables [7, 35] . La evaluación del nivel de conciencia, que
El concepto de neuroplasticidad se ha propuesto para representa el principal determinante del tipo de atención
tratar de explicar las mayores capacidades de recupera- médica, se basa esencialmente en el cálculo de la GCS
ción postraumáticas observadas en los niños. La hipótesis (Cuadro 1). Se ha propuesto una adaptación de la res-
es que el cerebro del niño, menos especializado que el del puesta verbal de la GCS a los niños menores de 2 años
adulto [31] , podría reorganizarse con más facilidad después (Cuadro 1). Fácil de usar, la GCS es la escala más cono-
de un TCE. Sin embargo, este concepto dependería de la cida y empleada a escala mundial. La escala de respuesta
edad, y las publicaciones señalan que los niños menores motora del GCS correlaciona particularmente bien con la
de 4 años tienen el peor pronóstico, mientras que en los gravedad de las lesiones y el riesgo de muerte [13] . Este
de 5-10 años el pronóstico es mejor que en los adolescen- riesgo se ha estimado en alrededor del 20-30% para los
tes y los adultos. Todo sucede entonces como si hubiera TCE graves, del 0,4-4% para los TCE moderados y del 0-2%
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Traumatismo craneoencefálico del niño E – 36-910-C-10
Cuadro 2.
Clasificación de gravedad de los traumatismos craneoencefálicos (TCE).
TCE leve TCE moderado TCE grave
GCS = 15 9 ≤ GCS ≤ 14 GCS ≤ 8 o descenso de 2
Impacto débil o moderado Impacto violento Agitación no coordinada
PC < 5 min PC > 5 min Signos de localización
Asintomático Somnolencia progresiva Accesos comiciales reiterados
Fractura simple Amnesia Fractura con hundimiento o lesión craneoencefálica
Cefaleas moderadas, aisladas Cefaleas de agravación progresiva Trastornos precoces de la hemostasia
Vómitos < 3/24 h Vómitos ≥ 3 o en chorro
Sospecha de síndrome del bebé sacudido
Traumatismo facial grave
Fractura de la base del cráneo o conminuta
Cuadro 3.
Conducta práctica ante un traumatismo craneoencefálico (TCE) en el niño.
TCE leve TCE moderado TCE grave
TCE cerrado sin PC ni fractura: regreso al domicilio, TC cerebral sistemática Intubación-ventilación mecánica
consignas de vigilancia a los padres TC normal: vigilancia las 24 h en TC cerebral sistemática
Otros casos: ingreso en urgencias pediátricas, servicio de pediatría Pruebas complementarias para un
pruebas complementarias en función de la TC anormal: traslado a neurocirugía politraumatismo potencial
exploración física pediátrica Hospitalización en cuidados intensivos
para los TCE leves. Aunque la GCS permite una definición Pruebas de imagen
muy precisa del coma, en el sentido de una GCS inferior o
igual a 8 en un paciente con los ojos cerrados, no basta por Las pruebas de imagen, en particular mediante TC
sí sola para evaluar con precisión la profundidad del coma. cerebral, son un elemento fundamental porque permite
En este sentido, el análisis de la respuesta verbal es impo- identificar lesiones cerebrales que necesitan un trata-
sible en el paciente intubado y a menudo resulta difícil miento neuroquirúrgico de urgencia. Sin embargo, es
en los niños de corta edad. Además, no se tiene en cuenta preciso conocer sus límites: una TC demasiado precoz
el sufrimiento axial. La evaluación del estado de concien- puede ser falsamente tranquilizadora al subestimar la
cia por el GCS es también difícil, cuando no imposible, extensión de las lesiones, sobre todo el ECD o las lesio-
en circunstancias de observación frecuente en traumato- nes axonales difusas [38] . No resulta interesante repetir la
logía craneal: estado de shock (hipotensión arterial, sobre TC cerebral de forma sistemática en las primeras 24 horas.
todo), sedación o curarización. Para que la escala pueda Es preferible aplicar una estrategia de pruebas de imagen
interpretarse de manera correcta, siempre deben preci- basadas en la detección de las modificaciones de la vigi-
sarse las condiciones en las que se ha efectuado la GCS. lancia clínica y mediante pruebas complementarias, sobre
Sin embargo, cabe señalar que en un estudio reciente se todo en los aumentos de la PIC [39] . En este caso, la TC
ha demostrado que la escala motora de la GCS permite cerebral es útil porque puede revelar una lesión que nece-
por sí sola identificar a los niños con un TCE grave tan sita una intervención quirúrgica o una modificación del
bien como una GCS completa [36] . tratamiento. La resonancia magnética (RM) de urgencia,
Por último, en caso de TCE grave deben recogerse otros que es un método particularmente sensible de diagnóstico
elementos clínicos siempre que sea posible: mecanismo de estas lesiones, incluso en la fase precoz [40, 41] , no suele
del traumatismo, edad, signos neurológicos, funciones ser posible debido a las dificultades para efectuarla en un
vitales, lesiones extracraneales asociadas y tratamientos paciente intubado-ventilado y a la poca disponibilidad de
efectuados (instauración de una sedación). los equipos 24 horas. Sin embargo, en la RM cerebral a
distancia de la fase aguda se pueden detectar lesiones cere-
brales muy heterogéneas y sobre todo del cuerpo calloso,
que parecen predecir un futuro cognitivo desfavorable [42] .
Monitorización y vigilancia
Vigilancia clínica Monitorización de la presión
de perfusión cerebral
La implementación de técnicas de vigilancia comple-
jas necesita un entorno pediátrico. La vigilancia clínica es La monitorización de la PIC se usa ampliamente en el
un elemento fundamental, sobre todo en los niños que niño afectado por un TCE grave. Las indicaciones formales
presentan un TCE moderado. En ellos, una agravación son: una GCS inferior o igual a 8, la necesidad de practicar,
neurológica debe hacer practicar una TC cerebral de con- después de un TCE moderado (9 < GCS ≤ 12), una ciru-
trol lo antes posible y solicitar una opinión especializada. gía extracraneal prolongada y/o con riesgo hemorrágico
Las escalas clínicas (sobre todo la GCS), reproducibles y y la vigilancia de los niños con insuficiencia circulatoria.
aptas para ser aplicadas por el personal paramédico, son El método de referencia consta de un sensor intraventri-
particularmente útiles. Para los pacientes que tienen los cular y permite una sustracción de LCR, pero expone a
TCE más graves, la administración frecuente de sedación los riesgos de infección, hemorragia, obstrucción y migra-
dificulta aún más esta vigilancia, aunque sigue siendo ción del catéter [43] . Estos riesgos explican el desarrollo
indispensable. Debe completarse entonces con una vigi- de otros métodos de medición de la PIC. Los sensores
lancia compleja mediante pruebas complementarias. La intraparenquimatosos proporcionan mediciones fiables,
estandarización de los protocolos de atención médica de no necesitan recalibración, pueden colocarse a la cabecera
los pacientes con TCE grave reduce la mortalidad [37] . del paciente y tienen un bajo índice de complicaciones
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en buscar y tratar las dificultades vitales inmediatas: res- férico, es posible recurrir a la vía venosa femoral o a
piratoria, circulatoria y neurológica, lo que contribuye a una vía intraósea. También se dispone de tablas de valo-
evitar la aparición y/o a tratar las ACSOS [21, 59] . En particu- res normales de presión arterial para la edad [62] . Existe
lar, hay que luchar de forma activa contra los dos factores una relación entre el pronóstico neurológico y la presión
principales de pronóstico desfavorable, que son la hipo- arterial sistólica apropiada para la edad (PASAE). En un
tensión arterial y la hipoxemia (PaO2 < 60-65 mmHg o estudio, una PASAE inferior al percentil 75 se asociaba
una saturación inferior al 90%), cuya asociación cuadru- a un pronóstico desfavorable en caso de TCE grave del
plica el riesgo de mortalidad [20] . En caso de TCE grave niño, incluso con una presión arterial sistólica superior o
con una escala de Glasgow inferior a 8, la intubación y la igual a 90 mmHg [63] . En ausencia de signos claros de HIC,
ventilación mecánica son sistemáticas [5, 43] . La intubación se recomienda normoventilar a los niños (CO2 teleespi-
(orotraqueal) se efectúa con sedación, excepto en caso ratorio de 35-38 mmHg). Ante signos evidentes de HIC
de paro cardíaco, inestabilidad hemodinámica mayor o y/o de herniación cerebral, es posible hiperventilar más
intubación difícil previsible. El uso de hipnóticos se deja profundamente al niño e iniciar una osmoterapia.
a criterio del médico, porque hay pocos datos pediátri-
cos [30] . Las recomendaciones francesas para la intubación
de urgencia consideran la ketamina en el niño menor de
2 años y el etomidato en el mayor de esta edad como el
Atención hospitalaria
hipnótico de elección, asociado a la succinilcolina como y neurorreanimación
curare [60] .
Podría asociarse un morfínico de acción rápida para La atención ideal de un niño con un TCE grave debe
atenuar la elevación de la PIC inducida por la laringo- efectuarse en un centro especializado en traumatología
scopia [61] . Tras la inducción se administra una sedación pediátrica (Fig. 6). Este tipo de atención permite mejorar
continua, por lo general asociando un hipnótico y un el pronóstico [64–66] . Una neurorreanimación hospitalaria
morfínico [30] . Siempre hay que pensar en la posibilidad intensa y precoz también permite reducir la mortalidad
de una lesión de la columna cervical y tomar medidas después de un TCE grave, en comparación con un trata-
que imponen la estabilización axial durante la laringo- miento más conservador [59, 67] . Un niño afectado por un
scopia, mover al paciente manteniendo recto el eje entre TCE grave debe ser tratado como si tuviera politraumatis-
la cabeza, el cuello y el tronco e inmovilizar la columna mos y, por tanto, hay que hacer la evaluación radiológica
cervical con una minerva [30] . También se recomienda usual en estos casos. En particular, de forma sistemática
usar una sonda orogástrica para vaciar el estómago. La se sospecha una lesión de la columna cervical. Cualquier
distensión gástrica, muy frecuente en el niño, puede lesión asociada agrava el pronóstico [68] , sobre todo las
actuar sobre el diafragma y exponer al riesgo de regur- contusiones pulmonares [69] . La neurorreanimación repre-
gitaciones, vómitos y aspiración del contenido gástrico. senta el único tratamiento necesario en el 85% de los casos
En caso de hipotensión, siempre conviene buscar lesio- de TCE graves y, si se efectúa de forma precoz, permite
nes extracraneales, ya que después del primer año de vida limitar la aparición de lesiones secundarias [5, 53, 59] .
un hematoma intracraneal no suele provocar un shock
hemorrágico, salvo en caso de lesión del tronco cere-
bral o de los centros de regulación cardiovascular. Las Objetivos de presión intracraneal
heridas del cuero cabelludo deben tratarse rápido por su y presión de perfusión cerebral
potencial hemorrágico. La reanimación de la dificultad
circulatoria debe conducir a colocar al menos una vía En numerosos estudios se ha demostrado que la mor-
venosa periférica de buen calibre (20 G en el niño) con talidad aumenta en caso de PIC elevada y PPC baja [70] .
el fin de administrar expansores de volumen e incluso Se aceptaría por consenso un umbral de 20 mmHg de PIC
vasoconstrictores. El objetivo es restaurar con rapidez una para iniciar las medidas terapéuticas destinadas a comba-
PAM óptima. En caso de problema de acceso venoso peri- tir la HIC [71] . Algunos autores consideran que este umbral
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Monitorización:
PIC, PPC, PVC, diuresis
Analgesia-sedación
Neurorreanimación
debe ajustarse a la edad: 20 mmHg para los niños mayores hay que tener en cuenta las características específicas
de 8 años, 18 mmHg entre 1-8 años y 15 mmHg para los de la BHE. El gradiente de osmolalidad transcapilar es
menores de 1 año [72] . Aunque los objetivos de PPC en el una fuerza motriz para los movimientos de agua mucho
niño son controvertidos, se admite que una PPC inferior más importante que el gradiente de presión coloidoon-
a 40 mmHg se asocia a un aumento de la mortalidad [73] . cótica. Si la BHE está intacta, una pequeña reducción
Las recomendaciones consisten en mantener una PPC de de osmolalidad plasmática puede causar una elevación
40-50 mmHg para prevenir la isquemia cerebral secun- más marcada del contenido hídrico del cerebro que
daria [56] . Sin embargo, al igual que en la PIC, algunos una reducción más intensa de la presión oncótica. Los
autores prefieren considerar la edad para definir la PPC coloides se pueden usar en la fase aguda, siguiendo los
óptima: 50-60 mmHg en el adulto, superior a 50 mmHg mismos principios que para la expansión en caso de
entre 6-17 años y superior a 40 mmHg entre 0-5 años [74] . hipovolemia [75] .
El tratamiento de la HIC tiene varios aspectos. Debe adap- Las soluciones hipoosmolares (Ringer lactato, solucio-
tarse a cada paciente, así como a los objetivos fijados en nes glucosadas) están contraindicadas porque pueden
términos de PIC y de PPC. Además, debe jerarquizarse en agravar el edema cerebral [76] . Las soluciones glucosadas
función de la gravedad de la HIC y de la respuesta a los están contraindicadas con mayor razón cuando la hiper-
tratamientos anteriores (Fig. 7). En un estudio reciente glucemia inicial se asocia a un deterioro de los pronósticos
se demuestra que la monitorización de PIC hace descen- neurológico y vital [32, 76] . En este sentido, al igual que
der la mortalidad intrahospitalaria de pacientes con TCE en el adulto, después de un TCE en el niño se observa
grave [46] , pero los datos deben confirmarse. una relación directa entre hiperglucemia y mal pronós-
tico [77] . Por lo tanto, no se recomienda la administración
de glucosa en el período postraumático inmediato. Sin
Medidas generales embargo, en los niños de corta edad, las reservas glucídi-
Las técnicas clásicas de reanimación son indispensables cas son reducidas y hay que estar atento (medición regular
en la atención médica de los niños afectados por un TCE de la glucemia capilar y búsqueda de la cetonuria en ayu-
grave: reanimación hidroelectrolítica, sedación/analgesia nas) para evitar una hipoglucemia, tan deletérea como la
adecuada, ventilación con vigilancia continua del dió- hiperglucemia. Por otra parte, el tiempo de restricción de
xido de carbono teleespiratorio (EtCO2 ) y discontinua los suministros de glucosa no está claramente definido y,
de los gases de la sangre arterial con objetivo de nor- en la práctica, suelen ampliarse a partir de las 24 horas.
mocapnia, vigilancia hemodinámica y lucha contra la Además, como después de un TCE grave el metabolismo
hipertermia [56] . Resulta provechoso elevar la cabecera de está aumentado, conviene añadir un soporte nutricional
la cama 30◦ para mejorar el retorno venoso yugular y así que cubra el 130-160% del gasto energético basal referido
disminuir la PIC. La compresión yugular puede evitarse al peso. Este soporte se administra, en general, a partir
manteniendo recta la cabeza del paciente. Estas medidas de las 72 horas posteriores al TCE, de ser posible por vía
simples, asociadas a una restricción de las estimulaciones, enteral o, si no, por vía parenteral.
permiten limitar las elevaciones de la PIC.
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Traumatismo craneoencefálico del niño E – 36-910-C-10
Hipertensión intracraneal
PIC > 15 mmHg durante > 10 min
TC cerebral → Medidas
¿indicación quirúrgica? generales
Figura 7. Árbol de decisiones. Algoritmo de atención médica de la hipertensión intracraneal del niño con TCE grave. TC: tomografía com-
putarizada; PIC: presión intracraneal; DVE: derivación ventricular externa; PPC: presión de perfusión cerebral; LCR: líquido cefalorraquídeo;
SSH: solución salina hipertónica; PaCO2 : presión parcial de dióxido de carbono en la sangre arterial; SyO2 : saturación venosa de oxígeno
en el bulbo de la yugular.
• permitir que el niño tolere las intervenciones y pro- comercialización del propofol contraindica su uso para
porcionarle el bienestar necesario en el contexto de la la sedación prolongada del niño menor de 15 años. Las
reanimación; indicaciones de la curarización son reducidas: incluyen
• obtener un efecto neuroprotector, aunque de momento las dificultades de control de una HIC, debidas a una
dicho efecto ha sido señalado sólo en estudios experi- mala adaptación al ventilador a pesar de una sedación
mentales [78] . óptima, y la prevención de los escalofríos en caso de
El medicamento ideal para la sedación también debería: hipotermia.
• tener pocos efectos secundarios, sobre todo hemodiná-
micos;
• ser de acción breve para permitir una evaluación neu- Mantenimiento de la presión arterial media
rológica fiable y tener una eliminación que no dependa Todos los niños afectados por un TCE grave deben
de un órgano; recibir una monitorización invasiva de la presión arte-
• reducir la PIC y el consumo cerebral de oxígeno rial a efectos de calcular la PPC de forma continuada.
(CMRO2 ), sin afectar a la relación FSC/CMRO2 ; La hipotensión arterial es uno de los factores de pronós-
• mantener la autorregulación cerebral y la vasorreactivi- tico desfavorable que es fundamental prevenir [81] . Para la
dad al CO2 ; restauración de una PAM óptima se usan la expansión vas-
• tener un coste razonable que permita su uso a largo cular y los vasopresores. Siempre es necesario compensar
plazo. con precisión las pérdidas sanguíneas y mantener la nor-
De momento no existe un medicamento que responda movolemia. La dopamina, asociada o no a otros agentes
a todas estas condiciones. Por lo tanto, es necesario que vasoconstrictores, se usaba ampliamente para mantener
la sedación incluya una asociación medicamentosa. La una PPC óptima [43, 53, 59] . De los datos del adulto surge el
sedación continua suele asociar un morfinomimético y interés de la noradrenalina, que permitiría obtener una
una benzodiazepina. En el niño, la sedación prolongada respuesta más previsible que con la dopamina para elevar
con propofol está contraindicada debido al riesgo de la PPC [82] . Lo mismo sucedería en el niño [83] , por lo que
acidosis metabólica en relación con el síndrome de per- la noradrenalina se usa cada vez más en el TCE grave en
fusión del propofol [79, 80] . Además, la autorización de la infancia.
EMC - Anestesia-Reanimación 9
E – 36-910-C-10 Traumatismo craneoencefálico del niño
Tratamiento de la hipertensión
Tratamiento de los accesos de PIC intracraneal refractaria
Si aun con las medidas generales resulta difícil contro- Si a pesar de los tratamientos de primera línea no se
lar la PIC, habrá que iniciar entonces los tratamientos de consigue tratar la HIC, hay que iniciar los tratamientos de
primera línea contra la HIC. segunda línea.
10 EMC - Anestesia-Reanimación
Traumatismo craneoencefálico del niño E – 36-910-C-10
A B
2
2
C D
Figura 8. Estudio de imagen cerebral en un traumatismo craneoencefálico (TCE) grave. La craniectomía descompresiva es necesaria
debido a una hipertensión intracraneal refractaria y a la evolución clínica hacia un estado vegetativo.
A. Tomografía computarizada (TC) cerebral 1 hora después del TCE grave. Edema cerebral difuso. Hematoma subdural frontotemporal
izquierdo. Alteración parenquimatosa (edema) en la región frontotemporal izquierda. HSD agudo (1), contusión con edema hemorrágico
(2).
B. TC cerebral a las 5 horas de una craniectomía descompresiva frontoparietal izquierda (1) por HIC refractaria.
C. TC cerebral a las 24 horas del TCE. Hematoma subdural frontoparietal derecho (9 mm) (1). Hematoma subdural frontal izquierdo y
de la hoz del cerebro. Foco de contusión con edema hemorrágico frontotemporal izquierdo. Foco de contusión con edema hemorrágico
derecho. Craniectomía frontoparietal izquierda. Contusión con edema hemorrágico (2).
D. Resonancia magnética cerebral a los 12 días del TCE grave. Secuencia axial T2. Presencia de líquido subdural en la región frontoparietal
izquierda (1) y modificaciones estructurales en la región frontotemporal izquierda. Contusión con edema hemorrágico (2).
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Traumatismo craneoencefálico del niño E – 36-910-C-10
EMC - Anestesia-Reanimación 13
E – 36-910-C-10 Traumatismo craneoencefálico del niño
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Orliaguet G, Uhrig L. Traumatismo craneoencefálico del niño.
EMC - Anestesia-Reanimación 2016;42(4):1-15 [Artículo E – 36-910-C-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico
EMC - Anestesia-Reanimación 15