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Diego Portales

Diego José Pedro Víctor Portales y Palazuelos (Santiago, 16 de


junio de 1793-Quebrada de Cabritería, Valparaíso, 6 de junio de
Diego Portales
1837) fue un político chileno, comerciante y ministro de Estado,
una de las figuras fundamentales de la consolidación del Estado de
Chile.

Lideró políticamente las fuerzas conservadoras en la Guerra Civil


de 1829-1830 y, tras rehusar la presidencia del país, fue ministro
del Interior durante la presidencia interina de José Tomás Ovalle,
impulsó y colaboró con el gobierno de Joaquín Prieto, refundó la
Academia Militar, creo la Academia Naval, devolvió los bienes a
las órdenes religiosas, e influyó decisivamente en la redacción de la
Constitución de 1833. Fue nominalmente Vicepresidente de la
República, hasta que el cargo fue eliminado, en 1833.

Ocupó la Gobernación de Valparaíso y en 1835 volvió al Gobierno


como ministro de Guerra y después nuevamente de Interior.
Aseguró la reelección de Prieto, de quien actuó como auténtico Portales retratado por el italianoCamilo
primer ministro, aplicando una política destinada a afianzar el Domeniconi
orden y el principio de autoridad, rotos durante el proceso de la
Independencia. Algunos historiadores califican su actuación de
dictatorial;1 y otros, lo tienen como el fundador u organizador de la
Ministro del Interior de Chile
República.2 Para establecer el orden, debió tomar duras medidas,
6 de abril de 1830-1 de mayo de 1831
que incluían destierros y algunos fusilamientos de opositores al
régimen. Vio en la creación de la Confederación Perú-Boliviana
Presidente José Tomás Ovalle
Fernando Errázuriz Aldunate
una amenaza para Chile, por lo que impulsó la guerra contra ella, lo
que produjo un alzamiento militar que, aunque fracasado, terminó
Predecesor Mariano Egaña
con su vida. Sucesor Manuel Carvallo

9 de noviembre de 1835-19 de abril de 1837

Índice Presidente José Joaquín Prieto


Predecesor Joaquín Tocornal
Biografía
Primeros años Sucesor Manuel Montt
El comerciante y el estanco
Ideal político
Ministro de Estado
Intervalo Ministro de Relaciones Exteriores de Chile
Regreso al gobierno y Guerra contra la 6 de abril de 1830-1 de mayo de 1831
Confederación Perú-Boliviana
Presidente José Tomás Ovalle
El motín de Quillota y muerte
Fernando Errázuriz Aldunate
Los restos de Portales encontrados
Predecesor Mariano Egaña
Trágica coincidencia
Sucesor Juan Ramón Casanova
Los retratos de Portales
Ancestros
9 de noviembre de 1835-16 de abril de 1837
Epónimo e impacto en la sociedad
Presidente Fernando Errázuriz Aldunate
Véase también José Joaquín Prieto
Referencias Predecesor Joaquín Tocornal
Bibliografía Sucesor Joaquín Tocornal
Enlaces externos

Biografía Ministro de Guerra y Marina de Chile


1830-1832
Presidente José Tomás Ovalle
Primeros años Fernando Errázuriz Aldunate
Nació en el seno de una adinerada familia colonial perteneciente a Predecesor José María de la Cruz Prieto
la aristocracia chilena. Hijo de José Santiago Portales y Larraín, Sucesor José Javier Bustamante
cuyo linaje ostentó los títulos de Conde de Villaminaya y Marqués
de Tejares, y de María Encarnación Fernández de Palazuelos y 21 de septiembre de 1835-19 de abril de 1837
Martínez de Aldunate, se crio en una familia de 23 hijos, de los
Presidente José Joaquín Prieto
cuales él fue el segundo hermano hombre. Sus abuelos paternos
Predecesor José Javier Bustamante
fueron Diego Portales y Andía Yrarrázabal y Teresa de Larraín y
Lecaros. Por línea materna, era nieto de Pedro Fernández de Sucesor Ramón de la Cavareda
Palazuelos y Ruiz de Ceballos y de Josefa Martínez de Aldunate y
Acevedo Borja, descendiente directa del papa Alejandro VI. Gobernador militar deValparaíso
Portales era descendiente decastellanos y vascos.3 1832-1832

José Santiago Portales y Larraín


Información personal
era el superintendente de laReal
Casa de Moneda de Santiago, Nombre en Diego José Pedro Víctor
por lo que decidió ligar la suerte español Portales y Palazuelos
del hijo a la sólida institución Nacimiento 16 de junio de 1793
que dirigía, destinándolo a Santiago de Chile, Capitanía
General de Chile, Imperio
servir de capellán de la ceca
español
santiaguina. Pero el carácter del
Fallecimiento 6 de junio de 1837 (43 años)
niño, sumado a la falta de
Valparaíso, Chile
Escudo de la familia vocación e inquietudes morales
Causa de la
Portales. e intelectuales, frustraron el Arma de fuego
muerte
proyecto paterno.
Lugar de Catedral Metropolitana de
En 1806 tuvo la oportunidad de conocer la institución de las sepultura Santiago
milicias, que él mismo reviviría cuando se convirtió en ministro, al Nacionalidad Chilena
integrarse su hermano José Diego a ellas, producto del ataque Familia
inglés a Buenos Aires.4 También recordará de esta época la
Padre José Santiago Portales
actuación del regente de la Real Audiencia, Juan Rodríguez de
Cónyuge Josefa Portales y Larraín
Ballesteros, y su inflexible aplicación de la justicia contra los
criminales.5
Hijos Rosalía, Ricardo y Juan
Santiago Portales Nordenflycht
En 1808, a los 14 años, ingresó alColegio de San Carlos, durante la Información profesional
época de la independencia, pero el espíritu revolucionario no Ocupación Emprendedor, político y
inflamó su alma, a diferencia de lo que le ocurrió al resto de su diplomático
familia. La causa de la Independencia lo dejó completamente Firma
indiferente, pese, por ejemplo, al exilio de su propio padre al
archipiélago de Juan Fernández.6 En 1813 pasó al Instituto
Nacional de Chile, que al fundarse ese año integró al colegio
carolino junto a los otros establecimiento educacionales de [editar datos en Wikidata]
entonces;7 comenzó estudios de Leyes, pero los abandonó al cabo
de un año para trabajar en la Casa de Moneda con su padre.

Tomó algunas nociones de docimasia (arte de ensayar los minerales), recibiéndose de ensayador en 1817 en la Casa de Moneda, para
poder ganar cierto sustento económico y así casarse con su prima Josefa Portales y Larraín, de la cual estaba profundamente
enamorado. El matrimonio se efectuó el 15 de agosto de 1819; tuvieron dos hijas, muertas a corta edad. Por entonces se inició en el
comercio, conservando su trabajo en la Casa de Moneda.

Se sintió destrozado cuando su esposa falleció en 1821, sumiéndose en una crisis mística que lo llevó a pensar en convertirse en
sacerdote, jurando nunca más contraer matrimonio; dejó su trabajo y se concentró en sus negocios,8 trasladando el asiento de ellos al
Perú, en sociedad con el comerciante José Manuel Cea.

El comerciante y el estanco
La compañía que formó con Cea tuvo mucho éxito, y, dos años después, Portales la
trasladó a Chile con el propósito de expandir los horizontes de sus especulaciones,
logrando que la Casa Portales, Cea y Compañía fuera hacia 1824 una de las más
destacadas en el comercio chileno.

Para desembolsar los gastos del gobierno y de la expedición libertadora del Perú,
Bernardo O'Higgins envió a Antonio José de Irisarri a Inglaterra con el fin de obtener
fondos. Con esta misión, Irisarri firmaba el 26 de agosto de 1819 un contrato con la
Casa Hullet Hnos. y Cía. por el valor de un millón de libras.

Una vez caído O'Higgins, esa deuda se transformó en un terrible dolor de cabeza para
sus sucesores, que decidieron restablecer el estanco del tabaco, incluyendo también en
ese monopolio el té, los licores extranjeros y otros artículos de menos importancia, con
la gracia de quien poseyese el estanco debía contribuir a pagar la deuda.

El único que se presentó para hacerse cargo fue la Sociedad Portales, Cea y Cía., por lo
que en agosto de 1824, durante la presidencia interina de Fernando Errázuriz, se celebró
un contrato entre el Fisco y la Sociedad, en virtud del cual el monopolio fue cedido a
Retrato de Portales basado en el
esta por el término de diez años, con el compromiso de los concesionarios de pagar en
hecho por Narciso Desmadryl
hacia 1854. Londres la cantidad de 355 250 pesos anuales por intereses y amortización del
empréstito, más 5000 pesos por año a la caja de descuentos de Santiago.

El negocio del estanco exigía que su concesionario trabara una fuerte confraternización con funcionarios políticos, judiciales y
policiales. Para asegurar la integridad de las ganancias el estanquero era también encargado, en los hechos, de denunciar a los
traficantes de las especies monopolizadas por él. Recién entonces, y motivado por estos rudos asuntos, Portales se interesó en la cosa
pública. Se integró a la institución gremial de los grandes comerciantes, el Consulado.

El estanco fue un fracaso, el contrabando anuló toda posibilidad de que rindiera frutos y ni siquiera se pudo pagar el primer dividendo
del pago del empréstito.9 Portales se ganó la enemistad de muchos, pero también empezó a hacerse de relaciones económicas y
políticas cada vez más fuertes.

El Congreso Nacional, para revertir la situación, dictó una ley el 2 de octubre de 1826, dando el derecho del estanco al Fisco
mediante la creación de una factoría general, y mandando a verificar en el término de tres meses un juicio de compromiso con la
firma para liquidar el negocio.

Portales ganó el juicio: el Estado quedaba obligado a pagar más de 87 000 pesos a Portales, Cea y Cía., por concepto de
administración, comisiones y pérdidas, pero la Sociedad decidió no cobrar este dinero al Gobierno.
Fue el estanco el que hizo entrar en la política a Portales, lo que ocurrió cuando se
puso en campaña para defenderse de las acusaciones. Él y su círculo, que fueron
bautizados con el apodo deestanqueros, poseían un periódico, elHambriento, que se
autodefinía como sin literatura, impolítico, pero provechoso y chusco. Portales no
escribía en este diario, pero se dedicaba a conspirar para terminar con el Gobierno
liberal, que según opinaba estaba llevando al país al desastre. Portales se convirtió
así en uno de los impulsores de laguerra civil de 1829.

Durante esos años Portales conoció a Constanza de Nordenflycht, con quien tendría
tres hijos, pero con la que jamás se casó. Esta situación era chocante en un país
católico como Chile y contradecía su idea de que los hombres de gobierno debían ser
intachables, por lo que él mismo usó ese argumento como excusa para no ejercer la
presidencia de la República. Constanza falleció en 1837, poco después del asesinato
de Portales. Hay al menos tres novelas que tratan la relación entre ambos: Don
Constanza Nordenflycht.
Diego Portales, de Magdalena Petit (1937); La emperrada (2001), de Marta Blanco
y Constanza de Nordenflycht. La querida de Portales (2005), de Eugenio Rodríguez.
Los dos últimos libros son críticos con el ministro, que dejó embarazada por primera vez a Constanza cuando ella tenía solo 15 años;
10 11
pero que lo siguió a Chile y se mantuvo a su lado hasta su muerte.

Ideal político
El ideal político de Portales es mejor presentado usando sus propias
palabras, sacadas de una de las cartas que le envió a su amigo Cea,
cuando aún era un simple comerciante :

Lima, marzo de 1822. Señor José M. Cea. Mi querido


Cea: Los periódicos traen agradables noticias para la
marcha de la revolución en toda América. Parece algo
confirmado que los Estados Unidos reconocen la
independencia americana. Aunque no he hablado con
nadie sobre este particular, voy a darle mi opinión. El
presidente de la Federación de N. A., Mr. Monroe, ha
dicho: se reconoce que la América es para estos.
¡Cuidado con salir de una dominación para caer en otra!
Hay que desconfiar de estos señores que muy bien
aprueban la obra de nuestros campeones de liberación,
sin habernos ayudado en nada: he aquí la causa de mi
temor. ¿Por qué ese afán de Estados Unidos en acreditar
ministros, delegados y en reconocer la independencia
de América, sin molestarse ellos en nada? ¡Vaya un
sistema curioso, mi amigo! Yo creo que todo esto
obedece a un plan combinado de antemano; y ese sería
Diego Portales en su traje de ministro de Guerra,
así: hacer la conquista de América, no por las armas, óleo de Manuel Tapia, c.1865.
sino por la influencia en toda esfera. Eso sucederá, tal
vez hoy no; pero mañana sí. No conviene dejarse
halagar por estos dulces que los niños suelen comer con gusto, sin cuidarse de un envenenamiento. A mí
las cosas políticas no me interesan, pero como buen ciudadano puedo opinar con toda libertad y aún
censurar los actos del Gobierno. La Democracia, que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en los países
como los americanos, llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario
para establecer una verdadera República. La Monarquía no es tampoco el ideal americano: salimos de una
terrible para volver a otra y ¿qué ganamos? La República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe
cómo yo la entiendo para estos países? Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos
modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes.
Cuando se hayan moralizado, venga el Gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde
tengan parte todos los ciudadanos. Esto es lo que yo pienso y todo hombre de mediano criterio pensará
igual.12

Algunos historiadores y políticos, principalmente conservadores, consideran que el gran valor de Portales es haber reinstaurado en
13
Chile el principio de autoridad, ya que el orden, según sus palabras, se mantenía en Chile por "el peso de la noche".

Ese principio de autoridad había sido completamente anulado por la revolución de la independencia que, recordemos, tuvo el carácter
de una verdadera guerra civil. La falta de una tradición de autogobierno entre los gobernantes y militares, hizo que estos vieran como
algo nornal resolver los asuntos políticos con el peso de sus armas, apoyando a tal o cual bando político. La antigua y sacrosanta
lealtad al Rey, en cuanto encarnación de la comunidad política, despareció cuando la independencia triunfó; y no fue reemplazada
con ningún otro concepto, con ninguna otra entidad a la que guardar lealtad. En esa época aún no nacía lo que pudiéramos llamar
conciencia nacional. Los chilenos se sentían parte de un colectivo americano, y miraban como sus compatriotas a los naturales de
Perú, México, o Argentina. El amor a la tierra natal, aún no cuajaba en un sentimiento de identidad, que diferenciara a los chilenos de
los demás americanos. Y lo mismo ocurría en las demás secciones de la América española. Los gobernantes y militares de la época
no tenían claro por qué debían obediencia a las autoridades; cuál era su legitimidad. En todo ello está el origen del profundo desorden
del período 1823-1830. En las mentes de los patriotas, la figura del Rey ha desaparecido, y nada la ha reemplazado.

Hoy es muy difícil para nosotros representarnos la importancia de esa ausencia. Es como si de improviso, en 3 o 4 años, una parte de
los chilenos dejaran de creer que la bandera, el himno nacional o el escudo, son suyos. Como si la idea de que se obedece al
Presidente de la República porque es elegido por el pueblo, fuera falsa. ¿Cómo se organiza ese grupo, cuáles son las ideas en que
deben apoyarse? Ése fue el gran problema que enfrentaron los gobernantes a partir de 1810.

La labor de Portales tuvo como objetivo central revertir la decadencia del principio de autoridad y a crear una nueva fuente de
legitimidad. Se consagró a obtener que gobernantes y gobernados, militares y civiles, prestaran su obediencia y lealtad a una entidad
abstracta, no a una persona. Esa entidad era el Presidente de la República. A él se debía acatamiento, no porque fuera bueno, un
guerrero victorioso, o se compartiera su ideario político, sino únicamente porque ocupa legalmente el cargo. Esa labor se vio
obstaculizada por la ausencia en 1830, del sentimiento de nacionalidad. ¿Por qué debemos obedecer al Presidente de un país que
podría perfectamente no existir? Presidencia (o autoridad política) y nacionalidad son ideas fuerza que entonces estaban entrelazadas.
Solo cuando surge la identidad nacional, y Chile adquiere para sus naturales los contornos de una nación única, diferente de las
demás de América, su Presidente pudo reclamar para sí la lealtad y legitimidad de que antes gozaba el Rey; pero ahora con unos
motivos distintos.

Ministro de Estado
En 1829 estalló la guerra civil entre grupos pipiolos y pelucones, apoyando el grupo de Portales a estos últimos, que estaban
encabezados por el generalJosé Joaquín Prieto, que se rebeló desde Concepción con sus tropas contra el gobierno.

Cuando todavía se estaba en guerra civil, el recién asumido presidente José Tomás Ovalle necesitaba un hombre para hacerse cargo
del gobierno, responsabilidad que nadie quería aceptar
, excepto Diego Portales, que juró el 6 de abril de 1830 su primer ministerio, en
la carteras del Interior, Relaciones Exteriores, de Guerra y Marina.14 Once días después se libró la batalla de Lircay, que dio el
triunfo a la revolución.

Durante este primer ministerio que dura dieciséis meses, el Portales se dedica a sentar las bases del autoritarismo, empezando por
anular a la oposición. José Antonio Rodríguez Aldea, uno de los aliados de Portales, luchaba en la revolución para traer de regreso a
O’Higgins, en lo que estaba de acuerdo con Prieto. Pero Portales no deseaba la presencia del libertador, porque pensaba que ello
provocaría otro conflicto interno, por lo que convenció a Prieto de la inutilidad de ese propósito y de la necesidad de que el general se
encumbrase a la presidencia de la república.
Con ese obstáculo soslayado, quedaba el del bando vencido, que aún podía realizar
acciones contra el gobierno, por lo que recurrió al uso de las facultades
extraordinarias que le había concedido el Congreso de Plenipotenciarios al gobierno
el 7 de mayo de 1830. Descabezó el movimiento liberal, con el exilio de todos los
jefes que habían participado en la guerra al lado de los pipiolos. Ello impresionó a
los militares, quienes creían que por su participación en la guerra de independencia
15
no podían ser tocados, recayendo antes los castigos siempre en los subordinados.

Para preparar a una nueva oficialidad, decidió restablecer la Academia Militar,


antecedente de la actual Escuela Militar, bajo la dirección de José Luis Pereira.16
Como esto no le pareciese suficiente, y para vigilar estrechamente al ejército
depurado, desarrolló la Guardia Nacional de Chile (que había sido creada
oficialmente en 1825)17 con el doble objetivo de velar que no se preparase ningún
José Tomás Ovalle, presidente
provisional; grabado de Narciso acto que pudiera entorpecer la acción del nuevo gobierno y como medio de
Desmadryl. moralizar e instruir al pueblo, otorgándole una ocupación sana.18 Tuvo tal éxito,
que los cívicos eran a su muerte más de 30 000 y el ejército de línea no llegaba a
3000 hombres.19

Portales tenía capacidad de atraer a las personas de valía, como lo demostró con el
nombramiento del joven comerciante Manuel Rengifo y Cárdenas en el Ministerio
de Hacienda. Al asumir Rengifo, se encontró con un excesivo endeudamiento por
parte del Estado, a lo que se sumaba la decadencia del comercio exterior, y la ruina
de la mitad productiva del país, entre Talca y Concepción, arrasada durante las
campañas de 1812-14 y 1818-20. Peor aún el desorden interno hacía imposible
emprender cualquier labor económica. Rengifo aplicó medidas cautas pero hábiles
para sanear el déficit, entre las que figuraban la reducción del ejército, el
sometimiento a un régimen común a las oficinas públicas, la regulación de los
decretos de pago, la publicación de los balances de la tesorería, el combate contra el
contrabando, etc. Los efectos de esta política, para sorpresa hasta del propio
Rengifo, fueron rápidos y positivos: a lo largo del gobierno de Prieto, el país
recuperó el nivel económico perdido por las guerras.

Portales renunció a recibir el sueldo que le correspondía como ministro, puso fin a
los atrasos en el pago del personal de administración y se regularizó la marcha de las
oficinas públicas. Portales era el primero en llegar a su despacho y el último en irse,
e inspeccionaba, sin previo aviso y a cualquier hora, las oficinas de su José Joaquín Prieto, presidente de la
dependencia.20 República entre 1831 y 1841.

Por vías extraconstitucionales primero, y luego a través de la nueva Constitución,


transformóa los Intendentes en agentes directos del Presidente de la República, que serían nombrados por él, responsables ante él y
19
dedicados a cumplir sus órdenes, tradición que se mantuvo por el resto de la historia de Chile, hasta hoy día.

En las elecciones de 1831, fue elegido sin contendor el general Prieto, y Portales se convirtió en vicepresidente, pero presentó su
renuncia inmediata, alegando que no se consideraba apto para el cargo, y que sus negocios privados requerían su atención;21
renuncia que no fue aceptada por el Congreso. Debió conservar el cargo hasta la abolición del ese puesto en la Constitución de
1833.22

Portales devolvió a la Iglesia católica todos los bienes eclesiásticos que perdieron durante los años de incertidumbre (1823-1829) por
los gobiernos liberales, y se le restableció el diezmo. Combatió la delincuencia y el bandolerismo creando policías, realizando batidas
a los salteadores y una directa vigilancia a los jueces encargados de castigar los delitos. Una de sus ideas, abolida años después de su
muerte por ineficaz y por repugnar a intelectuales como Andrés Bello y Domingo Faustino Sarmiento, fue la de castigar a los
delincuentes en celdas ambulantes enganchadas a yuntas de bueyes, para darles escarmiento público. Esta institución conocidad como
los carros, más la revigorización de la pena de azotes y la prohibición de las tabernas populares (chinganas), constituyeron un
entronque republicano con la tradición colonial de someter con mano dura a las clases populares.

Contrató al francés Claudio Gay para que viajara por Chile con el objeto de investigar su historia natural, geografía, geología,
23
estadística y cuanto contribuyese a dar a conocer las producciones naturales del país, con un aplazo de tres años y medio.

En materia de salud, restableció en 1830 el protomedicato, y ante una epidemia de viruela, organizó una junta de vacuna, con sede en
Santiago, encargada de difundirla por todo el territorio del país.24

Intervalo
Portales renunció a su puesto en julio de 1830, cuando consideró cumplida su labor de restablecer
el orden. José Tomás Ovalle y José Joaquín Prieto se la rechazaron, pero la volvió a presentar a
25
mediados del año siguiente, abandonando esta vez el gobierno.

Dejó Santiago y se instaló en Valparaíso, donde aceptó permanecer como ministro de Guerra y
Marina. Desde el puerto, Portales intervino en la política del Gobierno cuando le pareció que se
cometían errores o que el rumbo se extraviaba; era consultado frecuentemente por los ministros,
los hombres influyentes y el propio presidente Prieto. Antonio Garfias era su mensajero en
Santiago, con el encargo de escribirle a diario las noticias del Gobierno; también le pedía que se
entrevistara con diversas personalidades, incluido el presidente. Sin embargo, el ser titular de
Guerra y Marina le incomodaba y el 7 de junio de 1832, después de varios rechazos, se le aceptó
Manuel Rengifo, el su renuncia. Seis meses más tarde, en diciembre de 1832, asumió como gobernador de Valparaíso,
saneador de la hacienda aunque por pocos meses, destacándose en la creación de una numerosa milicia cívica en la ciudad
chilena.
y sus famosas cárceles ambulantes para castigar a los delincuentes.

Durante su ausencia se redactó la Constitución de 1833, utilizando los conceptos portalianos de


organización republicana, lo que consagró en la ley el autoritarismo presidencial, e instauró en la práctica una dictadura legal, en
donde el presidente era el gran elector, que designaba diputados, senadores, jueces, intendentes, etc. Portales no se interesó en la
redacción del texto, pues era muy escéptico sobre su verdadera utilidad: “No me tomaré la pensión de observar el proyecto de
reforma. Ud. sabe que ninguna obra de esta clase es absolutamente buena ni mala; pero ni la mejor ni ninguna servirá para nada
cuando está descompuesto el resorte principal de la máquina”.26

Rengifo, animado por éxito de su acción como ministro de Hacienda, formó un grupo político propio, los philopolitas, con el fin de
acceder al sillón presidencial y terminar con la influencia de Portales, pero encontró la oposición de Joaquín Tocornal, que se
desempeñaba en Interior y que deseaba reelegir a Prieto y mantener la alianza con Portales.

Estas rivalidades alarmaron al presidente —ambos tuvieron que renunciar—, que llamó el 21 de septiembre de 1834 a Diego Portales
para que enderezara la situación, designándolo ministro de Guerra y Marina. Se hicieron grandes esfuerzos por conservar a Rengifo,
pero fue en vano; Tocornal lo reemplazó en Hacienda, quedando Interior y Relaciones Exterioresnemanos de Portales.

Regreso al gobierno y Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana


De regreso en el Gobierno, Portales se volvió a preocupar de la Iglesia, trabajando para conseguir un obispado en La Serena, además
de encumbrar el de Santiago a arzobispado y crear del ministerio de Culto e Instrucción Pública; además, se esforzó por mejorar la
27
marina mercante y la escuadra, consiguiendo la autorización del congreso para ampliarla.

Portales garantizó en 1836 la reelección de Prieto que obtuvo 143 votos, contra 11 de José Miguel Infante (2 dieron su preferencia a
José Manuel Borgoño y 1 a Portales).
Portales, que deseaba la hegemonía de
Chile en el Pacífico,28 vio con
preocupación el nacimiento de la
confederación Perú-Boliviana bajo el
mando de Andrés de Santa Cruz. La
decisión de declarar la guerra a la
Confederación tenía muchos enemigos,
ni el mismo presidente estaba
convencido, pero para Portales era razón
de supervivencia de Chile. Cuando
Ramón Freire, caudillo liberal exiliado,
intentó realizar una expedición contra el
gobierno, Portales vio la mano de Santa
Cruz que deseaba destruir su obra, y una
justificación para desatar el conflicto Portales ante los notables, óleo de Pedro León Carmona.
armado.

En una misiva que Portales envió al almirante Manuel Blanco Encalada antes del inicio de las negociaciones entre el enviado de su
país Mariano Egaña y Santa Cruz, exponía los motivos por los que, a su juicio, irremediablemente tendría que darse una guerra entre
Chile y la Confederación a menos que esta se disolviera, motivos que eran de índole política, económica, sociológica e incluso racial.

“(...) La posición de Chile frente a la Confederación Perú Boliviana es insostenible. No puede ser tolerada
ni por el pueblo ni por el Gobierno porque ello equivale a su suicidio. No podemos mirar sin inquietud y la
mayor alarma, la existencia de dos pueblos, y que, a la larga, por la comunidad de origen, lengua, hábitos,
religión, ideas, costumbres, formarán, como es natural, un solo núcleo. Unidos estos dos Estados, aún
cuando no más sea que momentáneamente, serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y
circunstancias(...) La confederación debe desaparecer para siempre jamás del escenario de América por su
extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las riquezas conjuntas del Perú y Bolivia, apenas
explotadas ahora; por el dominio que la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico
arrebatándonoslo; por el mayor número también de gente ilustrada de la raza blanca, muy vinculadas a las
familias de influjo de España que se encuentran en Lima; por la mayor inteligencia de sus hombres
públicos, si bien de menos carácter que los chilenos; por todas estas razones, la Confederación ahogaría a
Chile ante de muy poco(...) Las fuerzas navales deben operar antes que las militares, dando golpes
decisivos. Debemos dominar para siempre en el Pacífico: ésta debe ser su máxima ahora, y ojalá fuera la de
Chile para siempre (...)”.

e de 1836.28
Carta de Diego Portales a Blanco Encalada, 10 de septiembr

Portales mandó el 13 de agosto de 1836 a parte de la escuadra al mando de Victorino Garrido a capturar los seis buques con que
contaba la armada peruana, maniobra que buscaba que Santa Cruz declarase la guerra a Chile.

Pero el protector no quería la guerra, antes era necesario afianzar su creación política, aunque no sentiría remordimientos si el
gobierno chileno se hubiese derrumbado con su ayuda subterránea. Por estos motivos, Santa Cruz aceptó todas las condiciones
propuestas por Garrido, que consistían en que no se hostilizarían las naves y que si Freire y sus compañeros regresaban al Perú, se les
juzgara como rebeldes.

Portales no quedó satisfecho, su objetivo era que el protector iniciase la guerra, por lo que ideó una nueva táctica enviando a Egaña
ante Santa Cruz con un paquete de peticiones que, de ser cumplidas, significaría que Perú y Bolivia quedarían como Estados
separados. Ante la natural negativa del protector
, el Congreso chileno declaró la guerra el 28 de sep
tiembre, e invistió al ejecutivo con
la totalidad de los poderes estatales.
Las facultades extraordinarias entregadas por el congreso Portales las usó para castigar los delitos de traición y sedición al
conocimiento de los tribunales ordinarios y someterlos al de un tribunal especial, el Consejo de Guerra Permanente con sede en la
capital de cada provincia, compuesto por el juez de letras de ella y otros dos miembros designados por el Presidente de la República.
Dijo el ministro: “La necesidad que hay de remover las causas que favorecen la impunidad de los delitos políticos, los más
perniciosos para las sociedades y que consisten en los trámites lentos y viciosos a que tienen que ceñirse los tribunales
ordinarios”.29

Dos meses después de la instauración de los tribunales sucedió algo que conmovió a la sociedad. El 7 de abril de 1837 fueron
condenados a muerte por conspiración y ejecutados tres conocidos vecinos de la ciudad de Curicó. Portales había tenido noticia del
proceso porque antes de dictarse sentencia el intendente Antonio José de Irisarri se había anticipado a pedir al gobierno el indulto de
uno de los acusados en el caso de que fuera condenado a muerte. Portales respondió con una rotunda negativa fundada en el estricto
respeto a la legalidad de las actuaciones del gobierno: “Este modo de proceder inusitado e informal sería muy poco honroso a un
gobierno que desea conservar una escrupulosa egularidad
r en todos sus actos”.30

Otra frase famosa de su falta de indulgencia quedó grabada para la posteridad:


“Si mi padre conspirara, a mi padre fusilaría”.

El motín de Quillota y muerte


El ambiente alrededor del ministro se enrareció: sus medidas
extremas le granjearon la animadversión de muchos de los soldados,
que no entendían las razones de la guerra y creían que era sólo para
depurar al ejército de los liberales que aún había en él. En el mismo
mes de los fusilamientos se había acantonado en Quillota el batallón
Maipú, al mando del coronel José Antonio Vidaurre. Portales había
confiado en las capacidades de este militar y le entregó toda su
confianza, pero Vidaurre entró en contacto con los que conspiraban
contra el Gobierno y se decidió a dar un golpe enValparaíso; pensaba
apoderarse de la escuadra y, si no se le plegaba el resto del ejército,
huir con las naves al Perú.

Vidaurre decidió colocarle una trampa al ministro, ante el temor de


que hubiera descubierto su conspiración. Si fracasaba en su plan
sabía que el único en el país que se atrevería a fusilar a un coronel
era Portales. El día 27 de mayo Portales escribió al ministro del
Interior Joaquín Tocornal: “Me llaman a Quillota".

El 2 de junio llegaba al lugar, yendo a saludarlo de inmediato el


coronel Vidaurre. Al día siguiente, empezó a pasar una revista
general. El coronel mandó en ese momento a que parte de su
Estatua de Portales porJean-Joseph Perraud,
plaza de la Constitución. regimiento (que no estaba siendo revisado), se dirigiese al flanco
izquierdo, formando un cuadro en el que encerraron a Portales y su
comitiva. El capitán Narciso Carvallo le dijo con gran arrogancia:
“Dése usted preso, señor ministro, pues así conviene a los intereses de la República”.

Portales y su acompañante Necochea fueron encerrados en el calabozo, exclamando con tristeza el primero: "¡desgraciado país! Hoy
se ha perdido cuanto se ha trabajado por su mejoramiento". El día 4 de junio firmaron los conspiradores un acta, en la que decidían
“suspender por ahora la campaña al Perú, a la que elementos ciegos de la voluntad un hombre, que no ha consultado otros intereses
que los que halagan sus fines particulares y su ambición sin límites”.

La noticia del motín llegó a la capital el mismo día que se firmaba el acta, despachando de inmediato el Gobierno a los cívicos y
soldados, mientras en Valparaíso Manuel Blanco Encaladapreparaba la defensa de esa ciudad.
Alarmado porque la revolución no se propagaba, Vidaurre, como último recurso,
obligó a Portales a escribir una carta a Blanco Encalada para que rindiera la plaza.
“Si no la escribe, se le darán cuatro tiros. Tiempo que debíamos haberlo fusilado”,
le habría dicho el coronel, a lo que contestó el ministro: “En nada estimo mi vida,
sólo he anhelado el bien del país. He sacrificado mi fortuna y mi reposo en aras de
la nación. Como hombre, he podido equivocarme; pero nunca he hecho nada que
pueda perjudicarlo o denigrarlo". A pesar de estas palabras, Portales escribió a
Blanco Encalada pidiendo la capitulación de la plaza, pero con una salvedad: “me
han asegurado todos que este movimiento tiene ramificaciones en provincias... No
haya guerra intestina, capitúlese, sacando ventajas para la patria...”.31 El general
Blanco rechazó terminantemente la petición de la carta.

El batallón Maipú, llevando encadenados a Portales y su amigo Necochea, avanzó


sobre Valparaíso y se dirigió a las posiciones del cerro Barón en la noche del 5 al 6
de junio. En medio de la batalla que se desarrollaba con las fuerzas leales, un oficial
llegó hasta el coronel Santiago Florín, hijastro de Vidaurre, y le habló en voz baja. Recreación de la estatua de la Alameda;
Acto seguido, este reunió a un grupo de 8 soldados e hizo detener el carro en que encargo de la UDP a Juan Sebastián Solar
llevaban al Portales y Necochea. Después de que llegara el mensajero de Vidaurre
con la confirmación del destino de Portales, Florín hizo bajar del carruaje al ministro
32 y ordenó hacer fuego contra él. Después de algunas vacilaciones de los soldados, uno le colocó el fusil frente a la mejilla

izquierda. Portales hizo el ademán de desviar o coger el arma, pero el soldado disparó arrancándole el dedo pulgar y atravesando la
mandíbula. Un segundo balazo le fue disparado por la espalda, cuando Florín ordenó rematarlo a bayonetazos. Portales solo dijo: ¿es
posible soldados, que me tiréis a mí?, y tras un momento de duda de los oficiales, dispararon a quemarropa. Recibió dos balazos,
pero aún seguía con vida, por lo que fue rematado con más de 30 bayonetazos. Eran la tres y media de la madrugada del día 6 de
junio de 1837.33

Los sublevados fueron derrotados por las fuerzas de Blanco Encalada


en el Combate del Cerro Barón. Los soldados del Regimiento
Valdivia encontraron los restos de Portales, que fueron embalsamados
por el doctor francés Cazendre y expuestos para homenajearlo en la
iglesia de la Matriz de Valparaíso, después de 30 días fueron
trasladados a Santiago y enterrados en la Catedral, pero sin su
corazón, que permaneció en el puerto.34

La resolución oficial de dejar el corazón en Valparaíso fue adoptada


Fusilamiento de Portales, por Camilo Domeniconi. por el Ministerio del Interior el 14 de junio de 1837, a petición de una
comisión de vecinos que le solicitó al Gobernador que el órgano vital
de Portales quedara en esa ciudad. La Municipalidad del puerto, por
su parte, aprobó el gasto para erigir un mausoleo en el Cementerio Nº 1 que guardaría el corazón del prócer. Los mármoles fueron
encargados a Italia y la obra fue uno de los lugares más visitados del camposanto, pero el terremoto de 1906 redujo a ruinas el
hermoso sepulcro. Un modesto jardinero del cementerio, Bernardino Castro, rescató el corazón entre los escombros —sentía gran
respeto y casi devoción por esa reliquia que se guardada en una redoma de vidrio y que solía adornarla con algunas flores que recogía
entre las tumbas— y lo entregó al inspector del camposanto, Abel R. del Canto, quien, a su vez lo dio al gerente del antiguo Banco de
A. Edwards, Ricardo H. de Ferrari. Este lo puso en un copón de plata y lo depositó en una caja de seguridad del banco, donde
permaneció hasta 1915, año en que fue trasladado a una columna de mármol en la iglesia del Espíritu Santo. El 6 de junio de 1956,
luego que fuera demolida la anterior iglesia, el corazón fue trasladado catedral
a de Valparaíso, donde se encuentra.34 35

Los oficiales amotinados fueron capturados y ejecutados. En el centro de la Plaza de Armas de Quillota se expuso la cabeza del
coronel Vidaurre, y el brazo de Florín se ubicó enel lugar donde fue ultimado Portales.
Tras la muerte de Portales, el gobierno de Chile entró en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, decisión que tuvo incluso
apoyo popular por considerarse que existió intervención de Andrés de Santa Cruz en la conspiración contra el ministro. La
Confederación fue disuelta después labatalla de Yungay, en enero de 1839.

La guerra contra la Confederación señala un hito crucial en la historia de Chile. El triunfo en la batalla de Yungay, con el himno de
Yungay y la idealización del "roto chileno", surge en plenitud la identidad nacional. Es decir, la conciencia de los chilenos de formar
ya para siempre, una comunidad política única, diferenciada de las demás que puedan existir en la América de habla hispana. Al
interior de la nación, puso fin a las distinciones entre criollos y peninsulares, que venía de la Colonia; o entre patriotas y españoles,
que surgió en la guerra de la independencia. Desde entonces, ser chileno será algo distinto que americano de Chile, o de Perú,
Argentina, o de otro país o nación. Además, consagró la tradición del ejército de obedecer al Presidente, cualquiera que fuera la
persona que ocupe el cargo.

Los restos de Portales encontrados


El 19 de marzo de 2005, mientras se llevaban a cabo excavaciones bajo la
supervisión de la arqueóloga Pilar Rivas Hurtado, unos obreros —que trabajaban en
una de las salas laterales del altar de la Catedral Metropolitana de Santiago—
tropezaron con dos ataúdes que contenían cada uno de ellos un cuerpo: el primero
estaba vestido de militar y el segundo, de civil. Se confirmó que el primero
correspondía a Diego Portales y estaba en relativo buen estado de momificación o
conservación a pesar de los 169 años de olvido.

Los restos fueron objeto de estudios tanatológicos y, posteriormente, el 19 de julio de


2006, fueron conducidos a la cripta cívica de la Catedral en medio de una ceremonia
cívico-religiosa a la que asistieron la presidenta Michelle Bachelet, autoridades
civiles y militares, y descendientes de la familia del Ministro (familias Portales
Navarro, Portales Pardo, Beaumont Portales, Beaumont Herrera, etc.). Cripta cívica de Portales en la
Catedral.

Trágica coincidencia
Se cuenta que al momento de ser fusilado, Diego Portales recibió un disparo en su
pómulo izquierdo dejando un orificio en el cráneo, particularidad que permitió que
este fuese reconocido cuando se encontraron sus restos en lacatedral de Santiago.

La estatua ubicada en la Plaza de la Constitución también recibió un impacto en el


pómulo izquierdo, esta vez por una bala perdida en el contexto del asalto al Palacio
de La Moneda durante el golpe de Estado de 1973 encabezado por el general
Augusto Pinochet contra el gobierno del socialistaSalvador Allende.

Detalle del impacto de bala en la


estatua de Diego Portales. Los retratos de Portales
No existe ningún retrato que se hubiera hecho en vida de Diego Portales, pero sí uno
realizado inmediatamente después de su muerte. Lo hizo el italiano Camilo Domeniconi, uno de los llamados artistas viajeros del
siglo XIX, que fueron precursores de la pintura en Chile y entre los que figuran el alemán Mauricio Rugendas, el francés Raymond
Monvoisin o el inglés Thomas Somerscales, por nombrar solo a tres más. Domeniconi, al que debemos también un óleo con el
fusilamiento de Portales, realizó el esbozo in situ, con el cadáver del ministro desfigurado por las heridas. El cuerpo había sido
trasladado hasta la denominada Quinta de Portales, ubicada en calle Eusebio Lillo con La Palma, donde vivió por varios años; allí se
le practicó la autopsia y se le extrajo el corazón; fue puesto en su mismo dormitorio, sobre una cama, y se dispuso que Domeniconi
hiciera algunos apuntes para un retrato; el pintor solicitaría al hermano de Portales, Miguel, que tenía un gran parecido, que le posara,
para definir la mandíbula que le fuera arrancada de un balazo.34 El óleo pintado por el italiano es el que más se le debe parecer,
porque Domeniconi residía en Chile desde 183036 y seguramente había visto en más de una ocasión al más importante político de la
época. Sea como fuere, los retratos posteriores no podían ignorar la versión de Domeniconi y la mayoría de ellos se basa en este,
incluido el que adornaba el billete de cien peso del año 1975.

El escritor Enrique Bunster describe así a Portales:

Nada tenía que ver su figura con el Hércules de bronce de la plaza de la Constitución. Era de porte mediano,
delgado, de ojos claros y finas manos de señorito. Tampoco hay que fiar de sus retratos, basados todos en el
de Domeniconi, cuyo boceto se hizo después del asesinato de El Barón sobre su cadáver desangrado y
desfigurado por las heridas. Influido por dicho cuadro, Vicuña Mackenna le atribuía una piel pálida, cuando
el carácter y temperamento inducen a pensar que la tenía sanguínea y exuberante. Y nada de su peculiar
manera de ser captaron tampoco el pintor ni el escultor. Era de índole pícara, risueño entre los amigos,
dicharachero, bromista, zumbón y mal hablado: la antítesis del pavo real que ha solido campear en nuestra
arena política. De su persona, sin embargo, emanaba una misteriosa corriente de sugestión; fenómeno
observado por Zapiola, quien refiere que en la famosa tertulia del escaño de piedra de la Alameda los oyentes
imitaban inconscientemente sus gestos y posturas.

Crónicas portalianas, Editorial del Pacífico, 1977.

Ancestros

Epónimo e impacto en la sociedad


La figura de Diego Portales como el gran artífice de la organización de la república ha sido
explotada en los más diversos ámbitos de su país. A nivel educacional, la Universidad Diego
Portales, fundada en 1982, ha realizado importantes contribuciones para mantener el legado de su
personaje inspirador.37 También existen el Instituto Profesional Diego Portales,38 colegios,
39 40 41 liceos42 43 44 y escuelas45 46 47 48 que llevan el nombre de Diego Portales, como el

Liceo Comercial Diego Portales Rancagua, Colegio Portales La Florida, Colegio Diego Portales
Machalí e Instituto Superior de Comercio Diego Portales Ñuñoa
.

En el contexto geográfico, también existen unidades que hacen referencia al político conservador,
como el lago Portales, la isla Diego Portales, caleta Portales y decenas de poblaciones, villas y
Escudo de la
barrios, como la Unidad Vecinal Portales. Además, de una avenida. Universidad Diego
Portales.
En cuanto a infraestructura urbana, no solo numerosas arterias viales del país han sido bautizadas
con el nombre del ministro, sino también un aeródromo,49 estatuas y construcciones como
edificios (el histórico edificio Diego Portales en Santiago, sede de gobierno de la Junta Militar, hoy Centro Cultural Gabriela
Mistral), teatros, bibliotecas, radioemisoras (Radio Portales de Valparaíso, Radio Portales de Santiago, Radio Portales de Talca),
comisarías, estaciones de metro,50 etcétera.

Finalmente, la cultura popular también ha abierto un espacio al héroe nacional, principalmente a partir del sentimiento patrio que
películas, premios51 y medallas.52
despierta su figura, apareciendo el nombre de Portales en clubes de fútbol, billetes,

Véase también
Portal:Chile. Contenido relacionado conChile.
Condado de Villaminaya
Marquesado de Tejares
Diego Portales y Meneses
Tadeo Portales y Borda
Diego Portales y Andía-Irarrázabal
José Santiago Portales y Larraín
Estanislao Portales y Larraín
Manuel Portales y Fernández de Palazuelos
Francisco de Meneses Brito
Francisco de Meneses y Bravo de Saravia
Alonso de Meneses y Bravo de Saravia
José Santiago de Andía-Irarrázabal y Portales

Referencias
1. Diccionario enciclopédico Espasa, tomo X, p. 280; 8.ª edición, Espasa-Calpe, Madrid, 1978
2. Ejemplos: Mario Góngora, "Ensayo sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX", ed. Universitaria,
Santiago de Chile, 1986, pp. 40-41; Julio Heise G., "150 años de evolución institucional", editorial Andrés Bello,
Santiago de Chile, 1979, pp. 38-51; Lusi Galdames, "Historia de Chile", Editorial Zig Zag, Santiago de Chile, 1976,
pp. 161-162; Alberto Edwards, "La Fronda Aristocrática", Editorial del Pacífico, 4.ª edición, Santiago de Chile, 1952,
pp. 50 y ss.; Francisco A. Encina, "Portales", editorial Nascimiento, Santiago de Chile, 1964.
3. http://www.euzkoetxeachile.cl/libros/09-imaginariosvascosdesdechile.pdf
4. Roberto Hernández Ponce.Diego Portales, vida y tiempo, Santiago, Editorial Orbe, 1974, p. 15
5. Portales, Diego, "Administración de Justicia Criminal", enEl Mercurio, 17 de enero de 1832
6. Lira, op. cit., p. 326
7. José Manuel Frontaura. Historia del Convictorio Carolino (Apuntes para la historia de los antiguos colegios de Chile)
(http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-8529.html), Imprenta Nacional, Santiago, 1889
8. Carta de Diego Portales a su Padre
9. Historia General, Tomo XV. Pags 69-79
10. Un fantasma de la historia (http://www.mercuriovalpo.cl/site/edic/20020118201937/pags/20020118224942.html), El
Mercurio de Valparaíso, 19.02.2002; acceso 17.07.2015
11. Artemio Echegoyen. El amante inasible (http://www.lanacion.cl/noticias/cultura-y-entretencion/el-amante-inasible/200
5-12-20/182928.html)

Archivado (http://web.archive.org/web/20150721142159/http://www .lanacion.cl/noticias/cultura-y-entretencion/el-a


mante-inasible/2005-12-20/182928.html)el 21 de julio de 2015 en la Wayback Machine., La Nación, 21.12.2005;
acceso 17.07.2015
12. Carta de Diego Portales a José M. Cea
13. Carta de Diego Portales a Joaquín T ocornal
14. Historia General, Tomo XV. Pags 542-561
15. Lira, op. cit., pp. 334-335
16. Lira, op. cit., p. 339
17. Guardia Nacional (http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-92281.html), portal Memoria Chilena, s/f; acceso
10.01.2016
18. Roberto Hernández Ponce. "La Guardia Nacional de Chile. Apuntes sobre su origen y organización, 1808 - 1848" en
Historia 19, Santiago, 1984, p. 53 ss
19. Lira, op. cit., p. 340
20. Lira, op. cit., p. 344
21. "Portales, Diego, renuncia a la vicepresidencia de la República", 13 de junio de 1831, en Sesiones de los Cuerpos
Legislativos
22. Lira, op. cit., p. pp. 346-347
23. El Araucano, 2 de octubre de 1830
24. Lira, op. cit., p. 354
25. Villalobos, op. cit., pp. 126-130
26. Carta de Diego Portales a Antonio Garfias
27. Villalobos, op. cit., pp. 165-172
28. Sergio Villalobos. Chile y su historia págs. 241-242
29. Decreto del 2 de febrero de 1837
30. En Bernardino Lira. El absolutismo ilustrado en Hispanoamérica: Chile (1760-1860) de Carlos III a Portales y Montt,
1992, Santiago: Impr. i Oficina de la Democracia, p. 272, citando a José Miguel Yrarrázaval "Portales, tirano y
dictador".
31. Última carta de Diego Portales, a Manuel Blanco Encalada y Ramón Cavareda
32. Necochea, Eugenio, Memoria sobre el asesinato del Ministro Portales, 1874, Santiago: Impr. Impr. del ferrocarril, p.
18
33. Villalobos, op. cit., p. 206
34. Alfredo Larreta Lavín. El retrato de don Diego (http://www.mercuriovalpo.cl/prontus4_noticias/site/artic/20050726/pag
s/20050726100638.html), El Mercurio de Valparaíso, 26.07.2005; acceso 17.07.2015
35. Francisco Vargas Avilés. El corazón de don Diego (http://www.temas.cl/?p=22859), Temas, 08.11.2012; acceso
17.07.2015
36. Biografía de Domeniconi (http://www.artistasplasticoschilenos.cl/658/w3-article-39890.html#biografia), Artistas
Plásticos Chilenos, Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, s/f; acceso 17.07.2015
37. «Epistolario de Diego Portales» (http://www.udp.cl/difusion/25/epistolario.html). Universidad Diego Portales.
Consultado el 22 de enero de 2016.
38. «Instituto Profesional Diego Portales»(http://www.dportales.cl). IPDP. Consultado el 22 de enero de 2016.
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41. «Colegio Diego Portales» (http://www.cdportales.cl/). Colegio Diego Portales de Coyhaique. Consultado el 22 de
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44. «Liceo Diego Portales Palazuelos» (http://www.liceocomercial.cl/). Liceo Diego Portales Palazuelos de Los Ángeles.
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45. «Escuela Diego Portales»(http://escueladiegoportales.cl/web/). Escuela Diego Portales de Villa Alemana. Consultado
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47. «Escuela Diego Portales» (http://escueladiegoportales.blogspot.cl). Escuela Diego Portales de San Bernardo.
Consultado el 22 de enero de 2016.
48. «Escuela Diego Portales» (https://web.archive.org/web/20160110201327/http://ediegoportales.cl/) . Escuela Diego
Portales de Concepción. Archivado desde el original (http://www.ediegoportales.cl/) el 10 de enero de 2016.
Consultado el 22 de enero de 2016.
49. «Aeródromo Diego Portales» (http://aerodromo.cl/ad.php?oaci=SCLQ). Aeródromo Diego Portales de La Ligua.
Consultado el 22 de enero de 2016.
50. «Estación Portales». Metro Valparaíso.
51. «CNC anunció los premios Diego Portales Palazuelos 2015» (http://www.cnc.cl/cnc-anuncio-los-premios-diego-portal
es-palazuelos-2015/). Cámara Nacional de Comercio. Consultado el 22 de enero de 2016.
52. «Medallas Diego Portales» (http://www.eldetallista.cl/portal/taxonomy/term/618). El Detallista. Consultado el 22 de
enero de 2016.

Bibliografía
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Millas, Orlando (197?).El antimilitarista Diego Portales. Santiago: Ediciones Colo-Colo.
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Yrarrázabal Larraín, José Miguel (1937).Portales: tirano y dictador. Santiago: Academia chilena de la historia.

Enlaces externos
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Biografías Interpretaciones de su figura histórica

Wikinews, se hallan los supuestos restos de Diego Portales Diego Portales Palazuelos (1793-1837). Interpretaciones
Cronología de la vida de Diego Portales sobre su figura histórica
Iconografía sobre el estadista Diego Portales. Interpretaciones críticas
La vida de Diego Portales. Láminas y libros Don Diego Portales : juicio histórico; Portales y su juicio.
Artículo en PDF.
Biografía de Diego Portales en Icarito
La ideología de Diego Portales. Artículo en PDF
La historia de Diego Portales
Diego Portales. Artículo en PDF Libros
Sobre Portales y el amor. Artículo en PDF
Portales, su vida y su obra El ministro Portales. Libro en PDF
Reseña Biográfica Parlamentaria, Biblioteca del Congreso Memoria sobre el asesinato del Ministro Portales. Libro en
Nacional de Chile PDF.

Genealogía

Genealogía de la familia Portales y Fernández de Palazuelos

Ministro del Interior y Relaciones


Predecesor: Sucesor:
Exteriores
Juan Francisco Meneses Ramón Errázuriz
1830-1831
Predecesor: Ministro de Guerra y Marina Sucesor:
José María Benavente 1830-1832 Ramón de la Cavareda Trucios
Sucesor:
Predecesor: Vicepresidente de Chile
Cargo permanente abolido por
Fernando Errázuriz Aldunate 1831-1833
la Constitución de 1833
Predecesor: Comandante General de Marina Sucesor:
José Matías López Orrego 1833-1834 Ramón de la Cavareda Trucios
Ministro del Interior y Relaciones
Predecesor: Sucesor:
Exteriores
Joaquín Tocornal Joaquín Tocornal
1835-1837
Predecesor: Ministro de Guerra y Marina Sucesor:
Ramón de la Cavareda Trucios 1835-1837 Ramón de la Cavareda Trucios
Ministro de Justicia, Culto e Instrucción
Predecesor: Sucesor:
Pública
Creación del cargo Mariano Egaña
1837

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