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Personal
Con Él podemos hablar acerca de cualquier tema, a cualquier hora del día. Él siempre está
ahí, en la dicha y en la adversidad y siempre con la capacidad para ayudarnos. Jesús es
alguien a quien podemos acudir y decir “Ayúdame, estoy en apuros, estoy pecando, no sé
qué hacer.” Y Jesús nos responde: “Lo sé; he sido tentado en lo mismo, pero tuve victoria
sobre eso. Déjame mostrarte cómo. Déjame darte la fuerza.”
Social
El Espíritu Santo es enviado desde el cielo para ser una presencia guiadora y un poder en
nuestra vida. Él nos guía en todas las cosas; un ayudador independiente de lo que suceda. Él
nos muestra nuestros pecados, y lo que debemos hacer para vencerlos, ¡y entonces nos da
poder para hacerlo! Él es una fuerza impulsora, un motor que nos lleva hacia delante y nos
da fortaleza cuando sentimos que no la tenemos.
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.” Romanos 8:26.
Familiar
¡Recibimos una vida eterna en el cielo, en paz y felicidad como la Esposa de Jesús! Jesús
dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y
todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” Juan 11:25-26.
“Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el
Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de
vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.” Apocalipsis 7:16-17.
Una vida eterna en el cielo sin hambre o sed, sin lágrimas; ¿qué podría ser mejor que esto?
¡Nadie podría decir no a una tal vida! ¿No es esto lo que todos quieren, en el fondo? Una
vida alegre por la eternidad, sin sufrimiento. El precio es que debemos renunciar a nuestra
vida aquí en la tierra para hacer morir el pecado, del mismo modo que Jesús lo hizo, y vivir
solamente según la voluntad de Dios.
Cuando el premio es tan grande, el precio a pagar es totalmente insignificante. Dios nos da
todo lo que pudiésemos querer o necesitar. Él ve claramente cómo debemos vivir nuestras
vidas. Ha preparado la vida perfecta delante de nosotros y si estamos al cien por ciento
obedientes a todo lo que pone en nuestros corazones, entonces esta vida nos llevará a la
alegría perfecta. Tendremos fuerza y poder para ir por la vida sin ser una sola vez infelices,
¡y esta vida feliz en libertad continuará en la eternidad!
Celebrar la vida
Personas conviviendo