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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

"LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO DE GUATEMALA"


TESIS DE GRADO

FLOR DE MARIA ELENA MORALES SANTIZO


CARNET 4602-02

QUETZALTENANGO, JULIO DE 2014


CAMPUS DE QUETZALTENANGO
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

"LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO DE GUATEMALA"


TESIS DE GRADO

TRABAJO PRESENTADO AL CONSEJO DE LA FACULTAD DE


CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

POR
FLOR DE MARIA ELENA MORALES SANTIZO

PREVIO A CONFERÍRSELE

EL GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

QUETZALTENANGO, JULIO DE 2014


CAMPUS DE QUETZALTENANGO
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

RECTOR: P. EDUARDO VALDES BARRIA, S. J.


VICERRECTORA ACADÉMICA: DRA. MARTA LUCRECIA MÉNDEZ GONZÁLEZ DE PENEDO
VICERRECTOR DE DR. CARLOS RAFAEL CABARRÚS PELLECER, S. J.
INVESTIGACIÓN Y
PROYECCIÓN:
VICERRECTOR DE MGTR. LUIS ESTUARDO QUAN MACK
INTEGRACIÓN UNIVERSITARIA:
VICERRECTOR LIC. ARIEL RIVERA IRÍAS
ADMINISTRATIVO:
SECRETARIA GENERAL: LIC. FABIOLA DE LA LUZ PADILLA BELTRANENA DE
LORENZANA

AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

DECANO: DR. ROLANDO ESCOBAR MENALDO

VICEDECANO: MGTR. PABLO GERARDO HURTADO GARCÍA

SECRETARIO: MGTR. ALAN ALFREDO GONZÁLEZ DE LEÓN

NOMBRE DEL ASESOR DE TRABAJO DE GRADUACIÓN


LIC. LUIS PEDRO APARICIO GORDILLO

TERNA QUE PRACTICÓ LA EVALUACIÓN


LICDA. KARIN VANESSA SAENZ DIAZ DE EHLERT
AUTORIDADES DEL CAMPUS DE QUETZALTENANGO

DIRECTOR DE CAMPUS: ARQ. MANRIQUE SÁENZ CALDERÓN

SUBDIRECTOR DE INTEGRACIÓN
P. JOSÉ MARÍA FERRERO MUÑIZ, S.J.
UNIVERSITARIA:

SUBDIRECTOR DE GESTIÓN
P. MYNOR RODOLFO PINTO SOLÍS, S.J.
GENERAL:

SUBDIRECTOR ACADÉMICO: ING. JORGE DERIK LIMA PAR

SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO: MGTR. ALBERTO AXT RODRÍGUEZ


Agradecimientos

Le agradezco a Dios, por guiarme por el buen camino, darme fuerzas para seguir
adelante y no desmayar en los problemas que se presentaban, enseñándome a
encarar las adversidades y jamás me permitió desfallecer en el intento.

A la Virgen María Auxiliadora, por ser un pilar importante en mi vida.

A mi familia por su apoyo incondicional.

A la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar,


Facultades de Quetzaltenango, y a sus catedráticos, por haberme brindado en todos
los momentos de mi carrera los conocimientos y aprendizajes que ahora están
conmigo.

A mi asesor Lic. Luis Pedro Aparicio Gordillo, por su especial ayuda en la presente
investigación.

A mis abuelos, tías, tíos, sobrinas, a Miriam de Dávila, por sus consejos y apoyo.

Gracias por su comprensión, paciencia y ánimo.


Dedicatoria

Esta tesis la dedico con todo mi cariño y amor para las personas que me alentaron,
para que yo pudiera lograr mis sueños, por motivarme y darme la mano cuando
sentía que el camino se terminaba, a ustedes por siempre mi corazón y mi
agradecimiento:

Dios: Por ser la luz en mi camino.

Mi Familia: Mi esposo Guillermo y mis hijos Alejandra y André, por


ser mi motivación, inspiración y felicidad.

Mis Padres: Flor de María Santizo González y Tony Humberto Morales


Díaz, por haberme obsequiado el don de la vida.

Mis Hermanas: María Consuelo, Wendy del Rosario y Mishell Claudia


María, por estar siempre presentes y unidas.

Mi Quetzaltenango: Lugar que me ha visto crecer.


Índice
Pág.
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………… 1
CAPITULO I. LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO…………………………………… 3
1. Antecedentes………………………………………………………………… 3
2. El Notario……………………………………………………………………. 3
2.1 Definiciones…………………………………………………………………. 3
3. Función Notarial……………………………………………………………… 6
3.1 Teoría de la Fe Pública en la Función Notarial…………………………… 7
4. La Fe………………………………………………………………………….. 9
4.1 Concepto Genérico de Fe…………………………………………………. 9
4.2 Fundamento de la Fe………………………………………………………. 9
4.3 Diferentes Connotaciones del Vocablo Fe………………………………… 10
5. Fe Pública……………………………………………………………………. 12
5.1 Concepto de Fe Pública…………………………………………………….. 12
5.2 Definición de Fe Pública……………………………………………………. 13
5.3 Fundamento de la Fe Pública………………………………………………. 13
5.4 Requisitos de la Fe Pública…………………………………………………. 14
5.5 Notas de la Fe Pública………………………………………………………. 15
5.6 Tipos de Fe Pública………………………………………………………….. 15
5.7 Clases de Fe Pública………………………………………………………… 16
5.8 La Fe Pública como potestad otorgada por el Estado……………………. 18
5.9 Necesidad de investir a una persona de Fe Pública……………………… 19
5.10 Necesidad de la Fe Pública en la Sociedad………………………………. 19
5.11 El Funcionario Público conforme a la Constitución………………………. 20
6. La Fe Pública Notarial………………………………………………………. 21
6.1 Características de la Fe Pública Notarial………………………………… 22
6.2 Fundamento de la Fe Pública Notarial……………………………………. 22
7. Evolución Histórica de la Fe Pública Notarial…………………………….. 23
7.1 Origen…………………………………………………………………………. 23
7.2 Época Antigua………………………………………………………………… 24
7.3 Pueblo Hebreo………………………………………………………………. 26
7.4 Egipto………………………………………………………………………….. 26
7.5 Grecia…………………………………………………………………………. 27
7.6 Roma………………………………………………………………………….. 28
7.7 Época Medieval……………………………………………………………… 29
7.8 Época Colonial………………………………………………………………. 33
7.9 Época Moderna……………………………………………………………… 34
7.9.1 Aplicación de la Fe Pública Notarial en Diversos Países………………… 35
7.9.1.1 Notariado Latino………………………………………………………………. 36
7.9.1.2 Notariado Anglosajón o Sajón……………………………………………… 37
8. Evolución Histórica de la Fe Pública Notarial en Guatemala…………… 40
8.1 Antecedentes…………………………………………………………………. 40
8.2 Época Colonial……………………………………………………………….. 40
8.3 El Notario después de la Reforma Liberal…………………………………. 44
8.4 El Notariado después de la Revolución del……………………………….. 44

CAPÍTULO II. SITUACIÓN ACTUAL DE LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO EN


GUATEMALA………………………………………………………………………….. 47
1. Antecedentes…………………………………………………………………. 47
2. Aplicación de la Fe Pública del Notario en Guatemala…………………… 47
2.1 Garantía de Autenticidad y Legalidad de la Fe Pública…………………. 48
2.2 Seguridad Jurídica en la Fe Pública del Notario Valor de las Escrituras,
Actas y Testimonios………………………………………………………….. 49
2.2.1 Actuaciones Documentales…………………………………………………. 51
2.2.1.1 Documento Notarial…………………………………………………………... 53
2.2.1.2 Requisitos del Documento Notarial…………………………………………. 54
2.2.1.3 Autenticidad del Documento Notarial………………………………………. 54
2.2.1.4 Perfección, conservación, reproducción y fehacencia del Documento
Notarial………………………………………………………………………… 55
2.2.2 Actuaciones No Documentales……………………………………………… 56
2.3 Sobre la Fe Pública: Nulidad y Falsedad…………………………………. 57
2.4 Deberes del Notario, en su ejercicio profesional…………………………. 58
2.4.1 Obligación de ser buen funcionario de la fe pública…………………….. 59
2.4.2 Obligación de orden profesional…………………………………………… 60
2.4.3 Obligación de actuar…………………………………………………………. 60
2.4.4 Secreto Profesional………………………………………………………….. 61
2.4.5 Moralidad………………………………………………………………………. 61
2.4.6 Ética……………………………………………………………………………. 62
2.5 Responsabilidades del Notario en su ejercicio profesional………………. 63
2.5.1 Responsabilidad Notarial……………………………………………………. 63
2.6 Gobierno Disciplinario del Notario…………………………………………. 65
2.6.1 Órganos que pueden decretar la inhabilitación del Notario……………… 66
2.6.2 Rehabilitación y su Procedimiento…………………………………………. 66
2.6.3 Impugnaciones o Recursos………………………………………………… 66

CAPÍTULO III. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………… 68


1. Antecedentes…………………………………………………………………. 68
2. Análisis de Entrevistas……………………………………………………….. 68

CONCLUSIONES……………………………………………………………………… 73
RECOMENDACIONES………………………………………………………………… 75
REFERENCIAS………………………………………………………………………… 77
ANEXOS…………………………………………………………………………………. 79
1. MODELO DE ENTREVISTA……………………………………………………….. 79
Resumen

La presente investigación es un estudio bibliográfico minucioso de la Fe Pública del


Notario en Guatemala, en donde se tiene como objetivo primordial transmitir la
investigación realizada tanto en el ámbito doctrinal como en el ámbito legal
guatemalteco y extranjero, a fin de dar a conocer el papel que juega la fe pública
notarial en el profesional del derecho de éste país, la evolución histórica jurídica que
ha tenido la misma en los países con mayor auge, y culminar en el país de
Guatemala, para determinar cuáles son las ventajas y desventajas de su buen y mal
uso actualmente, y así dar un impacto beneficioso en los profesionales del derecho
de Guatemala y especialmente de la ciudad de Quetzaltenango, que ejerzan el
Notariado, al reafirmar la certeza jurídica y autenticidad de la fe pública del Notario,
como lo fue desde sus inicios, y dar así un aporte especial a la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, y a otras Universidades, pues
servirá como fuente de consulta para futuras investigaciones sobre el tema tratado.
INTRODUCCIÓN

El Notario en sus inicios, no se consideraba como figura jurídica, de tal modo que
tampoco contaba con fe pública ya que esta la adquirió a través del tiempo y por la
necesidad de poder constatar y perpetuar los hechos que se originaban en las
relaciones privadas. En Guatemala, cada día la fe pública del Notario adquiere
mayor importancia, sin embargo es poco el conocimiento que se tiene sobre su
origen y su evolución a lo largo de la historia, por tal motivo, es necesario conocer
¿Cuál ha sido la evolución histórica de la Fe Pública del Notario en Guatemala?, para
lo cual se tiene como sujetos a los Notarios de la ciudad de Quetzaltenango.

El trabajo de tesis que a continuación se presenta se titula: “La Fe Pública del


Notario en Guatemala”, es una investigación monográfica jurídica histórica en el área
privada notarial, tiene como elementos de estudio: La Fe Pública del Notario, historia
de la Fe Pública del Notario y su situación actual en Guatemala, con énfasis en todos
aquellos países en los cuales ha evolucionado la Fe Pública del Notario, y se culmina
en el país de Guatemala, ya que es de mayor importancia conocer y averiguar el
desarrollo de esta investidura legal del Notario, en nuestro país.

Es conveniente investigar y estudiar el tema referido, debido a que el Notario


actualmente no le ha dado una aplicación correcta a la Fe Pública que posee, en los
actos y contratos que autoriza, y por lo tanto es importante enfatizar los grandes
cambios que ha tenido la Fe Pública Notarial históricamente.

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo general, determinar la


evolución histórica de la Fe Pública del Notario en Guatemala, y como objetivos
específicos: realizar un estudio y una investigación concreta sobre la Fe Pública del
Notario, analizar su evolución histórica y conocer los cambios que ha sufrido a través
del tiempo, para lo cual se indagará en legislaciones antiguas y actuales, nacionales
y extranjeras y de ese modo detectar si es correcta su aplicación actualmente.

1
Para llevar a cabo la presente investigación, se utilizaron como instrumentos:
a)Revisión bibliográfica, por medio de libros, diccionarios, obras, diarios, páginas
electrónicas, legislación nacional como internacional y otras que se estimó
pertinentes para una mejor y amplia investigación del tema, b) Entrevistas, dirigidas a
Notarios de la ciudad de Quetzaltenango e informantes claves que conozcan del
tema. En dicha investigación se tuvieron las siguientes limitantes: la falta de
conocimiento en la evolución histórica de la Fe Pública del Notario, poca bibliografía
específica sobre el tema y poca información en cuanto a la Fe Pública, como
investidura legal del Notario.

Para analizar y tratar el tema mencionado, se considera importante describir en


forma genérica los diversos pasos que se llevaron a cabo, para poder desarrollarlo,
son ellos: la elección del tema, elaboración y presentación del Perfil Preliminar de
Tesis y su aprobación, realización de la investigación de campo y discusión de
resultados, conclusiones y recomendaciones, obteniéndose por último la propuesta.

Al finalizar el procedimiento descrito, por medio de la presente investigación se


pretende dar a conocer todo lo que se refiere en cuanto al tema, así como motivar el
interés de los lectores, con el objetivo de que los profesionales y estudiosos del
Derecho, reciban un aporte, para el estudio de una de las principales instituciones del
Derecho Notarial, como lo es La Fe Pública Notarial.

2
CAPITULO I. LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO

1. Antecedentes:
El tema de la Fe Pública del Notario, es de gran importancia, debido a que la mayoría
de los trabajos de investigación realizados o por realizarse, se enfocan mas en otras
áreas del derecho y no en el ámbito notarial, que es un tema que se aplica a todos
los actos que realizan las personas individuales o jurídicas en todo momento.

Es necesario resaltar, que en la actualidad no existe una investigación especifica y


concreta que explique la Fe Pública del Notario, sin embargo en casi todos los
estudios o investigaciones realizadas por diversos autores nacionales como
internacionales, referente al Notario, siempre hay una parte codificada para la Fe
Pública que posee el Notario, se demuestra así que la Fe Pública del Notario es una
característica relevante y propia de su profesión.

Por tal motivo es conveniente, investigar y estudiar el tema referido, debido a que el
Notario actualmente, no conoce el origen y los antecedentes de la fe pública, por lo
tanto es importante enfatizar los grandes cambios que ha tenido la fe pública notarial
históricamente.

2. El Notario

2.1 Definiciones:
Según el XV Congreso Internacional del Notariado Latino en Lima, Perú del año
1,982, el Notario es “el profesional del derecho, encargado de una función pública
consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes,
redactar los instrumentos adecuados a este fin confiriéndoles autenticidad, conservar
los originales de éstos y expedir copias que den fe de su contenido, en su función

3
está comprendida la autenticación de hechos”.1 No cabe duda que esta definición es
bastante acertada y encierra el contenido de la fe pública, como función notarial.

“Notario es el funcionario público investido de fe pública, facultado para autenticar y


dar forma en los términos de ley, a los instrumentos en que se consignen los actos y
hechos jurídicos”.2

De esta definición se pueden desglosar y analizar, los siguientes elementos:

 El Notario como Funcionario Público: En la doctrina, ha sido ampliamente


debatido si el Notario es o no funcionario público. Las teorías sobre la naturaleza
jurídica de la actuación notarial, unas afirman que es un funcionario público, otras
lo consideran un profesional liberal y las eclécticas o mixtas, piensan que es una
función pública desarrollada por un profesional liberal. El problema de la
condición del escribano público no es un problema de definición legal. Podrá el
legislador, en sus definiciones, denominarlo así; pero bien se sabe que no es
misión del legislador dar definiciones sino instituir normas, es decir proposiciones
hipotéticas de una conducta futura. El escribano público será funcionario público,
si la ley le asigna, el conjunto de las interrelaciones humanas, la condición jurídica
que corresponde a los demás funcionarios públicos: su estatuto jurídico. No será
funcionario público, aunque la ley lo denomine así, si en el cúmulo de sus
derechos y deberes no tiene la condición de tal.

 El Notario como Profesional: La función notarial se encomienda para su


desempeño a particulares, licenciados en derecho. La ley considera a un
profesional del derecho en el Notariado Latino, sistema al que pertenece el
notariado guatemalteco, el cual indica que el Notario es una persona que ha

1
Barrios de León Blanca Patricia. El Notario Guatemalteco y la Tramitación Notarial de Asunto de Jurisdicción
Voluntaria. Guatemala 1,993. Tesis, Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rafael Landívar.
Página 25.
2
Pérez Fernández Del Castillo, Bernardo. Derecho Notarial, Tercera Edición. México, Distrito Federal, Editorial
Porrúa, Sociedad Anónima, 1,986. Página 145.

4
demostrado tener los conocimientos necesarios para actuar como profesional del
derecho, que conoce la ciencia jurídica; en cambio, conforme al sistema
anglosajón, no es necesario que el Notario sea perito en derecho y profesional del
derecho, puesto que su función no es redactar el contrato y revisar la legalidad de
los actos que ante él se celebren, sino únicamente dar fe de conocimiento y del
otorgamiento de las firmas, el cargo del Notario es temporal y no vitalicio, puede
recaer en cualquier persona mayor de edad, independientemente de su profesión
u ocupación.

 El Notario, persona investida de fe pública: La fe pública es un atributo del


Estado que tiene en virtud del ius imperium (poder o autoridad del Estado), y es
ejercida a través de los órganos estatales y del Notario. Esta fe pública se refiere
a la exactitud de lo que el Notario ve, oye y percibe por sus sentidos.

 El Notario está facultado para autenticar y dar forma: Se dice que el Notario
está facultado para autenticar y dar forma en los términos de la ley guatemalteca,
a los instrumentos en que se consignen los actos y hechos jurídicos. Como
consecuencia, los hechos y actos contenidos en los instrumentos que certifica el
Notario, tienen el carácter de auténticos, y valen erga omnes (contra todos).

 El Notario actúa a petición de parte: Al determinar quien es Notario, se dispone


que la formulación de los instrumentos se hará a petición de parte. Este es el
principio de rogación. El Notario actúa porque se lo solicitan, sólo presta sus
servicios cuando una persona física o moral interesada en el otorgamiento de una
escritura o en hacer constar un hecho o un acto jurídico, se lo pide.

El concepto legal se encuentra regulado en el artículo 1º. Del Código de Notariado y


dice: “El Notario tiene fe pública para hacer constar y autorizar actos y contratos en

5
que intervenga por disposición de la ley o requerimiento de parte”.3 El Notario
guatemalteco pertenece al sistema de Notariado Latino.

3. Función Notarial:
En términos generales se puede decir que: La función notarial es la tarea propia que
realiza el Notario, caracterizada por sus notas de: juricidad, por ser propia de un
profesional perito en Derecho; privada y calificada, por no tener una valor similar a la
de una función pública; autónoma, dado que el Notario cumple y aplica la ley del
Estado, al tutelar los intereses de los particulares; y legal, porque su existencia y
atributos se deben a la ley.

En definitiva, resulta que el notario es un funcionario que, por delegación del Estado,
ejerce una función cuya finalidad es contribuir a la normal realización del derecho.
Pero no basta esta afirmación, que es, sin duda, ambigua o imprecisa. Hay que
profundizar más para determinar qué hace el Notario y para qué lo hace.

Hablar del Notario equivale a hablar de la función notarial, así como de la labor que
desarrolla el Notario. Con respecto a dicha labor se han vertido varios criterios, pero
para el desarrollo de la presente investigación, es suficiente y explícita la tripartición
de la función notarial en las facultades siguientes:

a) Función Directiva o Asesora: Esta función tiene por objeto fijar el hecho o la
operación jurídica que el Notario hace constar dentro del ámbito de la ley, es decir
que el Notario tiene como uno de sus oficios instruir, asesorar, aconsejar a las
partes como perito del Derecho.

b) Función Modeladora o Formativa: Esta es la que realiza el notario cuando


califica la naturaleza de los actos de las partes para darles forma legal, a fin de
hacer viable la voluntad particular dentro del marco legal, (se califica, se admite y
se redacta o se formula el acto).

3
Congreso de la República de Guatemala, Decreto Número 314 Código de Notariado. Enero de 1,947.

6
c) Función Autenticadora o Constatadora: Es la que inviste al acto de las partes
de veracidad. Es la de mayor trascendencia pública. Consiste en investir los
actos notariales de una presunción de veracidad que los hace aptos para
imponerse por sí mismos en las relaciones jurídicas, para ser impuestos por el
poder coactivo del Estado.

3.1 Teoría de la Fe Pública en la Función Notarial:


Es esta la más añeja de las concepciones de la función notarial. La misión del
Notario es dar fe de los actos en que interviene, autentificarlos y establecer una
presunción de veracidad sobre su autorización y una prueba de la existencia del acto
documentado, prueba que en los casos y circunstancias normales no puede
discutirse.

Esta concepción tradicional ha sido sostenida desde Gregorio López (a través de su


estudio del instrumento público en sus comentarios a las Partidas) hasta Fernández
Casado, y se atiene al fin inmediato y al desarrollo histórico de la intervención
notarial. Es la teoría de la prueba preconstituida. El formar esta prueba y situar en
postura favorable para el caso de contienda judicial, es el motivo y la razón de ser de
la institución notarial. En ese sentido, en tiempos actuales, autores tan prestigiosos
como Navarro, aunque no limiten el ámbito de la actuación notarial a esta tarea de
preconstituir la prueba, no vacilan en afirmar que entre las funciones encomendadas
al Notario, la de más trascendencia pública, la que determina su existencia y es
causa u origen de todas las demás, es aquella que consiste en investir todos los
actos en que interviene de una presunción de veracidad que les hace aptos para
imponerse por sí mismos en las relaciones jurídicas y para ser impuestos, por su
propia virtualidad, por el poder coactivo del Estado.

El Nuevo Reglamento Notarial de España del 2 de junio de 1,944, rechaza la fórmula


de Antonio Monasterio, que se enfocaba a la función notarial vinculada a la
necesidad que el Estado tenía que disponer de un funcionario especial y de un
órgano determinado para atender la seguridad y la garantía del Derecho en su

7
estado de normalidad, en contraposición a la función jurisdiccional, y da a dicho
funcionario, por representación instrumental, la corporalidad necesaria para su eficaz
evolución natural y normal, algo que habían recogido en España desde el año 1,935.
La Teoría de Monasterio tuvo gran influencia en la evolución doctrinal del notariado
en España, otros autores, buscaron elementos sistematizadores, al recurrir a otras
ramas jurídicas y aplicaban al campo del Notario principios analógicos que sirvieron
de plataforma a su intento, al extraer ya de la función jurisdiccional genérica del
Estado, la función notarial con esfera de competencia dirigida a la actuación
voluntaria del Derecho.

Al rehuir, de una concepción demasiado doctrinal y volver a una idea más conforme
con la tradición y el origen histórico del Notariado, ello no quiere decir, sin embargo,
que conciba la función limitada al solo ámbito de la fe pública; pues reconoce
expresamente, el carácter de profesional del derecho que tiene el Notario, además
de su cualidad de funcionario: con la misión, como profesional del derecho, de
asesorar a quienes reclaman su ministerio y aconsejarles los medios jurídicos más
adecuados para el logro de los fines lícitos que aquéllos se proponen alcanzar.

La función de la fe pública se refiere al aspecto Notario funcionario y según el mismo


ampara un doble contenido:
a) En la esfera de los hechos, la exactitud de lo que el Notario ve, oye, o percibe por
los sentidos.
b) En la esfera del Derecho, la autenticidad y fuerza probatoria de las declaraciones
de voluntad de las partes en el instrumento público redactado conforme a las
leyes.4

4
Giménez Arnau, Enrique. Derecho Notarial, Segunda Edición. España, Ediciones Universidad de Navarra,
Sociedad Anónima, Pamplona 1,976, Página 67.

8
4. La Fe:

4.1 Concepto Genérico de Fe:


Se puede decir que es igual a creencia. Fe es la creencia o confianza de algo que se
ha percibido por los propios sentidos y se acepta por la autoridad de quien lo dice.

La palabra fe proviene del latín fides, que significa creer. Fe es aceptar la palabra de
otro, al entender y confiar que es honesto y por lo tanto que su palabra es veraz. El
motivo básico de toda fe es la autoridad (el derecho de ser creído) de aquel a quien
se cree. Este reconocimiento de autoridad ocurre cuando se acepta que el o ella
tiene conocimiento sobre lo que dice y posee integridad de manera que no engaña.

El concepto de fe, referido al hombre individual, tiene su primera manifestación en el


testimonio de la conciencia y del conocimiento. Pero además, por la natural
inclinación de la propia naturaleza humana que desea inquirir el por qué de lo
existente, se presta asentimiento a cuanto por mediación de los sentidos o por
dictamen de la razón se comprende que ha de tener efectividad real. 5

Según San Agustín “A la fe nadie puede ser obligado”. Casi todo lo que se ha dicho
sobre la fe, hace referencia a la fe en su acepción de simple creencia en lo que no se
ve. A eso alude San Agustín cuando afirma que nadie puede ser obligado a la fe, y
lo mismo quiere significar Schopenhauer cuando dice que la fe, como el amor, no
puede ser forzada.6

4.2 Fundamento de la Fe:


Todo acto de asentimiento tiene dos fuentes: la evidencia y la fe. En cuanto a la
Evidencia, un hecho es evidente cuando está presente el conocer directo, por la
vista (videntia). Como se tiene la videncia de la realidad percibida, se puede formular

5
Viteri E., Ernesto. Derecho, Monografías. Guatemala, Talleres Gráficos de EDIART, 1,986, Página 48.
6
Carral y De Teresa, Luis. Derecho Notarial y Derecho Registral, Séptima Edición. México, Distrito Federal,
Editorial Porrúa, Sociedad Anónima, 1,983, Página 51.

9
un juicio de razón, por su evidencia. Ante el hecho presente, evidente, el
asentimiento es acto de conocimiento, porque el hecho u objeto cognoscible, se
revela a sí mismo, por lo que no tiene que intervenir la voluntad.

En cuanto a la Fe, a veces se asiente a un objeto o un hecho, a pesar de no ser


evidente. Este es el caso de acto de fe. Como aquí el hecho o el objeto cognoscible
no se revela a sí mismo por su presencia, sino que está alejado sea por el espacio o
por el tiempo, el asentimiento ya no se impone por un acto de conocimiento; ha de
ser, ante todo, acto de voluntad, pues no revelándose directa y necesariamente el
objeto mismo por su presencia, algo ajeno por completo al objeto y al sujeto, debe
inclinar y vencer la voluntad a verificar necesariamente el acto de asentimiento.

Ese algo, extrínseco, al margen del objeto cognoscible y del sujeto que ha de
conocerlo; ese algo que arranca el asentimiento a un objeto o hecho no evidente (no
presente), se llama autoridad. La clase y origen de esa autoridad dará el grado de
poder persuasivo o imperativo de su declaración o de su narración.

4.3 Diferentes Connotaciones del Vocablo Fe:


Según el origen de la autoridad, la fe es religiosa o humana. La religiosa es la que
proviene de la autoridad de Dios, que ha revelado algo a los hombres. La humana
proviene de afirmaciones hechas por el hombre.

Si la fe humana proviene de una autoridad privada, es decir, común, se llama fe


privada. A esa clase pertenecen los documentos privados, o sea, firmados por
particulares y que no tienen nada de fe pública si no son reconocidos legalmente
ante alguna autoridad. Si el documento, por el contrario proviene de o es emitido por
una autoridad pública, se está en presencia de un documento público y por lo tanto
puede tener aparejada la fe pública si el emisor de la misma está investido de dicha
autoridad como en los casos de fe pública judicial, administrativa, registral y notarial.

10
Como se puede ver, el acto de fe religiosa es subjetivo, pero en el caso de la fe
pública no es así, es objetiva, es una acto de fe objetiva ya que se está obligado a
aceptar como verdadera (en principio) todos los miembros de la sociedad, en
acatamiento de una serie de preceptos legales que así lo señalan, dado el número y
complejidad de las relaciones jurídicas, que la mayoría de ciudadanos no puede
presenciar, actos que necesitan ser creídos para ser aceptados. En virtud de lo cual,
ciertos actos o negocios jurídicos deben ser investidos de fe pública, la cual se
impone por el otorgamiento de un poder jurídico.

Así fue creado el sistema de investir a una persona de una función autenticadora, de
modo que al expedir o emitir un documento, pudiera decirse o afirmarse que dicho
documento, acto o negocio jurídico es confiable en su plenitud por estar investida
dicha persona de fe pública, persona que actúa por una facultad delegada por el
Estado mismo. De tal suerte que el concepto de fe pública se convirtió en una
necesidad de carácter jurídico que obliga a estimar como auténticos los hechos o
actos a ella sometidos; es una verdad oficial que todos están obligados a creer.

No obstante lo expuesto anteriormente, la expresión fe pública ha sido entendida en


dos sentidos en cierto modo opuestos que son el vulgar y el jurídico. Dar fe
jurídicamente equivale a atestiguar solemnemente: es un acto positivo; en cambio
dar fe en sentido vulgar o meramente gramatical es prestar crédito a lo que otra
persona o autoridad manifiesta, es una actitud pasiva. Así pues, el concepto de la fe
pública no será la convicción o creencia del espíritu en lo que no se ve, sino la
necesidad de carácter jurídico que obliga a estimar como auténticos e indiscutibles
los hechos o actos sometidos a su amparo, se quiera o no se quiera creer en ellos.
La potestad de atestiguar solemnemente no puede encomendarse de modo habitual
a cualquier persona privada, sin una especial investidura previa; debe ser exclusiva
de los funcionarios o autoridades a quien el Estado la encomienda.7

7
Viteri E., Ernesto. Op.cit., página 49.

11
5. Fe Pública:
La doctrina plantea qué debe entenderse por fe pública. Jiménez Arnau, por ejemplo
dice que la acepción vulgar de la idea de fe pública no coincide con el sentimiento
jurídico que la expresión tiene: “jurídicamente la fe pública supone la existencia de
una verdad oficial, cuya creencia se impone en el sentido de que no se llega a ella
por un proceso espontáneo cuya resolución queda al albedrío, sino por virtud de un
imperativo jurídico o coacción que obliga a tener por ciertos determinados hechos o
acontecimientos, sin que se pueda decidir autóctonamente sobre su objetiva verdad
8
cada uno de los que forman el ente social”.

5.1 Concepto de Fe Pública:


La expresión fe pública no es más que una especificación adjetiva del sustantivo fe, y
por tanto, tiene muy diversos sentidos que corresponden a los diversos sentidos en
que pueden entenderse la fe. El que tiene fe, tiene una creencia, una convicción,
una persuasión, una certeza, una seguridad o una confianza.

Como se dijo anteriormente dar fe jurídicamente, equivale a atestiguar


solemnemente y dar fe en sentido vulgar es prestar crédito a lo que otra persona o
autoridad manifiesta. Por eso en su aceptación técnica puede definirse la fe pública
como la función específica, de carácter público, cuya misión es robustecer con una
presunción de verdad los hechos o actos sometidos a su amparo.

Dice Tornell que el individuo es el sujeto de la fe. Fe Pública es fe del Estado. La


imposición de autenticidad se confunde con la fe pública. Mas es evidente, que ésta
última es algo anterior. La convicción del Estado se ha producido antes que la
suposición. En consecuencia considera que fe pública es la convicción del Estado,
de la certeza de un hecho o de una relación jurídica que se impone a los particulares,
abstracción hecha de su creencia individual.9

8
Pérez Fernández del Castillo, Bernardo. Op.cit., Página 154.
9
Giménez Arnau, Enrique. Op.cit., página 36.

12
5.2 Definición de Fe Pública:
Así pues dice el concepto jurídico de la fe pública es: “La necesidad de carácter
público, cuya misión es robustecer con una presunción de verdad los hechos o actos
sometidos a su amparo, se quiera o no se quiera creer en ellos”.10

Para otros autores la fe pública es la garantía que da el Estado de que son ciertos
determinados hechos que interesan al derecho.

5.3 Fundamento de la Fe Pública:


La fe pública, al igual que todas las instituciones que integran la publicidad jurídica o
satisfacen sus necesidades, se producen involuntariamente en la sociedad para la
realización normal del Derecho que es uno de los fines del Estado. Si es axiomático
del mismo modo puede afirmarse que donde exista una sociedad regida por una
serie de normas, hace falta un conjunto de organismos que contribuyan al
cumplimiento de esas normas y faciliten su eficacia.

Por otra parte se afirma con acierto que el fundamento de la fe pública se halla en la
necesidad que tiene la sociedad para su estabilidad y armonía, de dotar a las
relaciones jurídicas de fijeza, certeza y autoridad, a fin de que las manifestaciones
externas de estas relaciones sean garantía para la vida social y jurídica de los
ciudadanos y hagan prueba plena ante todos y contra todos, cuando aquellas
relaciones jurídicas entran en la vida del derecho en su estado normal.
Al observar la evolución histórica de la institución se comprueba la dificultad de
separar las manifestaciones embrionarias de la fe pública, imposición de creencia de
aquellas otras manifestaciones que son el germen de la publicidad en su sentido
Registral y cuya finalidad no es imponer o justificar hechos, sino garantizar facultades
de los titulares.11

10
Loc. cit.
11
Ibid,, página 39.

13
Finalmente, pueden mencionarse dos fundamentos primordiales de la Fe Pública,
los cuales son:

 La realización normal del derecho; y


 La necesidad que tiene la sociedad de dotar a las relaciones jurídicas de certeza.

5.4 Requisitos de la Fe Pública:


La fe pública, para serlo exige los siguientes requisitos:

a) Fase de evidencia: De este aspecto hay que distinguir entre el autor del
documento y el destinatario. Si se refiere a su autor, se requiere: Que sea persona
pública y que vea el hecho ajeno, o que narre el hecho propio. Por eso,
antiguamente, se decía que el autor “recibe el acto” y “da fe de él”. “No recibe la fe”,
sino que la “da”. El caso es completamente contrario cuando se trata del destinatario
que “no recibe el acto”, sino que “recibe la fe”.

b) El acto de evidencia puede producirse llanamente o bien revestido de


solemnidad: En el primer caso el acto no tiene fe pública, y en el segundo sí, por
haber sido producido dentro de un procedimiento ritual fijado por la ley. Por eso se
dice que los Notarios hacen constar los actos y hechos jurídicos, a los que les dan
autenticidad conforme a las leyes, revistiéndolos de solemnidad y forma legales.
Esto es lo que se llama el “rigor formal” de la fe pública.

c) Fase de objetivación: Si el funcionario que ha de autenticar el hecho histórico no


lo fija en la “dimensión papel”, de nada serviría, pues su memoria es tan frágil como
la de cualquier otro ser humano. Por eso el hecho percibido debe convertirse en
“cosa corporal”. El hecho histórico, ha de convertirse en “hecho narrado”, mediante
una grafía sobre el papel, sin lo cual no habría documento, el cual exige
corporeidad, o sea, una objetivación física.

14
d) Fase de coetaneidad: Los requisitos de evidencia, de solemnidad y de
objetivación, deben producirse al mismo tiempo (coetáneamente), pero la
coincidencia tiene que darse de acuerdo con ciertas normas de formas previstas por
la ley y obligatorias para el funcionario que interviene.12

5.5 Notas de la Fe Pública:


a) Exactitud: Se refiere al hecho histórico presente, y exige la fidelidad o sea, la
adecuación de la narración al hecho; puede ser: Natural, cuando la narración es
completa, de un hecho confinado entre determinados límites de tiempo; y Funcional
cuando debe ceñirse sólo a lo que del hecho interesa a un asunto o a la ley.

En cuanto a la exactitud de la fe pública tiene eficacia “erga omnes”, es decir tiene


fuerza de probar frente a terceros, pero no fuerza de obligar a terceros.

b) Integridad: La integridad, es la que proyecta la exactitud, pero hacia el futuro. Es


“la estatua inmóvil de la fe pública, estático con su extensión espacial entre paredes
formales de fe pública”. La integridad es la exactitud, pero no como verdad del
espejo o fotografía instantánea, sino la verdad hecha piedra inmóvil en la escultura. 13

5.6 Tipos de Fe Pública:


a) Fe Pública Originaria: Que se da cuando el hecho se traslada al papel en forma
de narración captado directa y coetáneamente por la vista y el oído del funcionario
“de visu et auditu suis sensibus”. Se trata de un documento directo (percibido por los
sentidos del funcionario) e inmediato (narrado en el mismo momento).

b) Fe Pública Derivada: Es aquella en que el funcionario no actúa sobre hechos,


cosas o personas, sino únicamente obre otros documentos. El hecho sometido a la
evidencia del funcionario es otro documento preexistente. Se está en presencia de

12
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., páginas 53, 54 y 55.
13
Ibid., páginas 56, 57 y 58.

15
fe pública derivada, cuando se ve que la fórmula concuerda con su original u otra
semejante.14

5.7 Clases de Fe Pública:


Por ser la realización de derecho uno de los fines fundamentales del Estado, es al
Estado a quien compete la reglamentación de las diversas funciones que pueden
distinguirse en el amplio concepto de la fe pública. Como el Estado es sociedad de
fines totales y como los hechos humanos fácilmente entran en el campo de los
hechos jurídicos, puede asegurarse que la mayor parte de las actividades humanas,
lo mismo cuando se desenvuelven en los cauces normales del negocio jurídico que
cuando actúan normalmente en la realización de hechos ilícitos, tienen contacto o
relación con los órganos de la fe pública y provocan o pueden provocar la
intervención y el amparo de ésta. Existen diversas clases de fe pública entre las
cuales las más importantes son las siguientes:

a) Fe Pública Judicial: Es la que tienen los documentos autenticados por los


tribunales de justicia, o sea las resoluciones y certificaciones que expiden. La fe
pública judicial compete esencialmente al Secretario de los Tribunales, cuya función
autenticadora es muy parecida a la del Notario y se diferencia únicamente en los
modos de intervención. Legalmente así lo establecen la Ley del Organismo Judicial
en los artículos 171 y 173 es este último un artículo muy importante, por su relación
15
con lo anteriormente expuesto, y el mismo dice: “Si el Secretario del tribunal fuere
Notario podrá dar fe plena de las actuaciones judiciales de que conozca el tribunal al
cual sirve, sin precisar la intervención de ningún otro funcionario, bajo su
responsabilidad, al dejar una razón en autos”.16

b) Fe Pública Registral: Es la que poseen los registradores, para certificar la


inscripción de un acto que consta en un registro público, el cual tiene autenticidad y

14
Ibid., página 58.
15
Barrios de León, Blanca Patricia. Op.cit., página 29.
16
Organismo Legislativo de Guatemala, Decreto Número 2-89. Ley del Organismo Judicial. Enero de 1,989.

16
fuerza probatoria desde que fue inscrito.17 El documento auténtico se hace público
por medio de otro que lo copia para desplegar la autenticidad, su fuerza probante del
acto a favor o en contra de cualquier interesado, desde la fecha de su inscripción.18

c) Fe Pública Administrativa: Es la que tiene por objeto dar notoriedad y valor de


hechos auténticos a los actos realizados por el Estado o las personas de derecho
público dotadas de soberanía de autonomía o de jurisdicción. Esta fe pública
administrativa se ejerce a través de los documentos expedidos por las propias
autoridades que ejercen la gestión administrativa en los que se consignan órdenes,
comunicaciones y resoluciones de la administración. De ahí la necesidad de la
intervención notarial en la contratación administrativa en la que el Notario, aun es
funcionario, actúa con plena y total independencia y constituye eficaz garantía de los
derechos de los administrados. Es ésta la postura tradicional, defendida, según la
cual con la escritura pública se otorga a la relación del derecho una firmeza,
estabilidad y autenticidad que sin ella no tiene.

d) Fe Pública Legislativa: Es la que posee el organismo legislativo y en donde se


cree en las disposiciones emanadas del mismo, las cuales pasan a ser generalmente
leyes de la república. Esta es de tipo corporativa ya que la tiene el Congreso como
órgano, y no sus representantes en lo individual.19

d) Fe Pública Notarial: Es la facultad del estado otorgada por la ley al Notario. La


fe del Notario es pública porque proviene del Estado y porque tiene
consecuencias que repercuten en la sociedad.20

17
Baquiax, Josué Felipe. Apuntes de Derecho Notarial. Guatemala. Año 2,005, página 30.
18
Giménez Arnau, Enrique. Op.cit., página 43.
19
Muñoz, Nery Roberto. Introducción al Estudio del Derecho Notarial, Décima Edición. Guatemala, Infoconsult
Editores, Sociedad Anónima, 2,004, página 82.
20
Ibid,, página 83.

17
5.8 La Fe Pública como potestad otorgada por el Estado:
Es evidente que no existe uniformidad en el campo doctrinal respecto de si debe
considerarse o no al Notario como funcionario público, o bien, si es sólo un
"delegado" de la fe pública del Estado; sin embargo, de manera genérica, al tomar en
cuenta la actual redacción del artículo primero del Código de Notariado de
Guatemala, puede válidamente sostenerse que, el Notario público es una persona
que con sujeción a normas jurídicas realiza, de manera autónoma, una función
pública que originalmente corresponde al Estado y que se traduce,
fundamentalmente, en autenticar hechos o actos jurídicos con fuerza de fe pública.
La función notarial es de orden público. En Guatemala corresponde al Ejecutivo,
ejercerla por conducto de su administración. Y al ser el titular de la fe pública el
Ejecutivo, la puede delegar en forma parcial, a los funcionarios y empleados que
forman parte de su administración.

De igual manera la exposición de motivos de la Ley de 1,901 de México reitera esta


posición al expresar: “La fe pública no es, no puede ser más que un atributo del
Estado, supuesto que es una manifestación de derecho aplicada a la validez y
credibilidad de actos concernientes a la vida civil; por esta razón, el individuo que
conforme a la ley hace constar esos actos, que lo reviste de solemnidad y les da fe
pública, no hace otra cosa que obrar, en nombre del Estado, ejercer una función de
éste, y es, por tanto, un funcionario público”21

Los anteriores argumentos legislativos, proporcionan seguridad jurídica, uno de los


fines primordiales del Estado, así el Notario coadyuva en la realización de estos
fines, con la redacción y autorización de los instrumentos públicos. La fuerza
probatoria que otorga el Estado al instrumento notarial, es actualmente
circunstancial, fortalece al instrumento dándole las características de prueba
documental pública indubitable, mientras no se apruebe judicialmente lo contrario.

21
Pérez Fernández Del Castillo, Bernardo. Op.cit., página 200.

18
5.9 Necesidad de investir a una persona de Fe Pública:
Nació entonces, por la necesidad de lograr un fin, y como un medio para lograrlo, la
idea de investir a una persona de fe pública. Para que el acto sea autorizado por un
determinado funcionario y no por cualquiera, se exige que éste, a quien se inviste del
poder de dar fe, reúna determinados requisitos de honorabilidad, preparación y
competencia indispensables para que el acto jurídico sea lo más perfecto
humanamente posible, desde su nacimiento hasta su autorización y a un registro
definitivo. Aquí, los fundamentos del notariado se confunden con los de la fe pública.

Sin embargo, es obvio que el hecho de que existieran funcionarios especiales para
redactar y autenticar ciertos actos jurídicos, no implica la desaparición de los otros
actos que seguían y siguen celebrándose sin la intervención de tales funcionarios.
Conviven dos tipos de documentos: los que las mismas partes redactan y firman sin
ninguna formalidad, y aquellos otros que ni redactan ni escriben ni firman ellas
solamente, sino en presencia del funcionario público (El Notario). He aquí también,
la diferencia entre un documento privado y un documento público.22

5.10 Necesidad de la Fe Pública en la Sociedad:


La fe pública, al igual que todas las instituciones que integran la gran publicidad
jurídica o satisfacen sus necesidades, se produce en la sociedad para la realización
normal del Derecho que es uno de los fines del Estado. Pudiéndose afirmar que
donde existe una sociedad regida por una serie de normas, hace falta un conjunto de
organismos que contribuyan al cumplimiento de dichas normas y faciliten su eficacia.

Las múltiples relaciones que se producen en el grupo social en que se desenvuelven


los seres humanos, suponen actos de autoridad y de obediencia; actos de libre
comunicación entre los componentes de dicho conglomerado, lógicamente ha de
suponerse que habrán colisiones de derechos o de pretensiones, asimismo se
supone que habrá entidades para la prevención o eliminación de dichos conflictos,
razón por la cual es necesario saber quién es la autoridad y hasta dónde llega su

22
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., página 13 y 14.

19
poder; hay que conocer de modo cierto y concreto los convenios o hechos que dan
lugar al nacimiento o modificación de los derechos; y cuando se susciten dichas
controversias, el organismo competente que las dirima deberá darlas a publicidad, a
conocer al resto del conglomerado social. Semejantes circunstancias no solamente
han de producirse, sino que han de tener notoriedad suficiente y la suficiente
veracidad para que las consecuencias que produzcan no se consideren caprichosas,
arbitrarias o abusos de poder.

En ese orden de ideas, dice Azpeitia, citado por Giménez Arnau, “Ni las leyes, ni las
sentencias judiciales, ni los documentos notariales podrían tener eficacia ante la
sociedad organizada, si a cada momento pudiera ponerse en duda la legitimidad o
autenticidad de su contenido”, asimismo Mengual, afirma con lógica que “El
fundamento de la fe pública se halla en la necesidad que tiene la sociedad para su
estabilidad y armonía de dotar a las relaciones jurídicas de fijeza, certeza y
autoridad, a fin de que las manifestaciones externas de estas relaciones sean
garantía para la vida social y jurídica de los ciudadanos y hagan prueba plena ante
todos y contra todos, cuando aquellas relaciones jurídicas entran en la vida del
derecho en su estado normal”.23

5.11 El Funcionario Público conforme a la Constitución:


La Constitución Política de la República de Guatemala, se refiere a los altos
funcionarios y empleados públicos, pero no los define. El artículo ciento cincuenta y
cuatro denomina:

“Función Pública; sujeción ala ley: Los funcionarios son depositarios de la


autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás
superiores a ella.

Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de partido


político alguno.

23
Viteri E., Ernesto. Op.cit., página 50.

20
La función pública no es delegable, excepto en los casos señalados por la ley, y no
podrá ejercerse sin prestar previamente juramento de fidelidad a la Constitución.”24

Esto significa que al ser la fe pública delegada por el Estado hacia el Notario, éste
debe de ser el principal responsable, de que la misma se preste de manera eficiente
y de conformidad con lo que establece la ley.

6. La Fe Pública Notarial:
Es la facultad del Estado otorgada por la ley al Notario. La fe del Notario es pública
porque proviene del Estado y porque tiene consecuencias que repercuten en la
sociedad.25

La fe pública del Notario significa la capacidad para que aquello que certifica sea
creíble. Esta función del Notario contribuye al orden público, a la tranquilidad de la
sociedad en que actúa, permite que sea la certeza que es una finalidad del derecho.

Los autores A. Ballini y A. Gardey, transcriben la opinión de Couture, quien dice: “El
concepto de fe pública se asocia a la función notarial de una manera más directa que
a cualquier otra actividad humana”.26

El que opere sobre hechos y no sobre el derecho objetivo, distingue la fe pública


notarial de las demás, en cuanto éstas se dirigen a autenticar disposiciones
(legislativa), acuerdos (administrativa) y resoluciones (judicial) de las respectivas
autoridades. Y el hecho de que no opere la fe pública notarial sobre hechos que
engendren sanciones u obligaciones, separa y distingue la prueba judicial y la prueba
(de las operaciones de documentación y registro) de los organismos administrativos,
de la prueba notarial, que es una prueba preconstituida. 27

24
Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala. Constitución Política de la República de Guatemala. Mayo de
1,985.
25
Muñoz, Nery Roberto. Op.cit., página 83.
26
Pérez Fernández del Castillo, Bernardo. Op.cit., página 154.
27
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., página 59, 60 y 61.

21
6.1 Características de la Fe Pública Notarial:
Dice González Palomino que si se considera al Notario como testigo, queda
vulnerable a los ataques que justificadamente se dirigen contra el valor del testimonio
humano, del cual el caso del Notario sería uno cualquiera. Si así fuera, el testimonio
del Notario estaría afecto a todas las tachas, limitaciones, errores, etcétera, de
cualquier otro testimonio. Pero es así que el testimonio del Notario tiene dos
características que lo distinguen de un testimonio vulgar: primero, es un testimonio
rogado; y segundo no tiene otro campo libre que el del instrumento público.28 Como
el Notario no puede ser testigo fuera del instrumento público que autoriza, resulta
que relata los hechos en el momento en que suceden, sin poder alterarlos, ya que
para la formación del instrumento se requiere el asentimiento de las partes, que son
protagonistas. Tampoco puede alterar ni la fecha ni el lugar ya que la inalterabilidad
del protocolo, por su foliación, numeración y fecha progresivas, se lo impide.

De todo lo anterior se deduce que por ser el testimonio del Notario un testimonio
rogado, cuyo campo sólo puede ser el instrumento público, es propio para que la ley
le conceda los efectos de fehacencia que le ha otorgado.

6.2 Fundamento de la Fe Pública Notarial:


El fundamento de la fe pública notarial constituye la necesidad de certidumbre que
deben tener los actos de los particulares, a fin de que el Estado pueda garantizarlos
contra cualquier violación.

Es importante para la seguridad jurídica que la fe pública notarial conste siempre en


forma documental, en el protocolo, pues de este modo se tiene certidumbre y
objetividad del acto o hecho fedatado. La fe pública notarial se materializa en el
protocolo mediante la firma válida y por cierto lo que de esa manera conste y hasta
en tanto no se declare judicialmente su nulidad o falsedad.

28
Ibid., página 61.

22
7. Evolución Histórica de la Fe Pública Notarial:

7.1 Origen:
En Éxodo 18, versículo 13 al 27 se encuentra un relato de gran valor histórico para la
fé pública, el cual dice así:

“Moisés nombra a otros jueces: Al día siguiente Moisés se sentó para resolver los
pleitos de los israelitas, los cuales acudían a él desde la mañana hasta la tarde. Al
ver el trabajo que Moisés se tomaba, su suegro le dijo: ¿Por qué te tomas todo ese
trabajo? La gente acude a ti desde la mañana hasta la tarde. ¿Por qué te dedicas a
atenderlos tú solo? Y Moisés le contestó: Es que el pueblo viene a verme para
consultar a Dios. Cuando tienen dificultades entre ellos, vienen a verme para que yo
decida quién es el que tiene la razón; entonces yo les hago saber las leyes y las
enseñanzas de Dios.

Pero su suegro Jetró le advirtió: No está bien lo que haces, pues te cansas tú y se
cansa la gente que está contigo. La tarea sobrepasa tus fuerzas, y tú solo no vas a
poder realizarla. Escucha bien el consejo que te voy a dar, y que Dios te ayude. Tú
debes presentarte ante Dios en lugar del pueblo, y presentarle esos problemas.

A ellos instrúyelos en las leyes y enseñanzas, y hazles saber cómo deben vivir y qué
deben hacer. Por lo que a ti te toca, escoge entre el pueblo hombres capaces, que
tengan temor a Dios y que sean sinceros, hombres que no busquen ganancias mal
habidas, y a unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre
grupos de diez. Ellos dictarán sentencia entre el pueblo en todo momento; los
problemas grandes te los traerán a ti, y los problemas pequeños los atenderán ellos.

Así te quitarás ese peso de encima, y ellos te ayudarán a llevarlo. Si pones esto en
práctica, y si Dios así te lo ordena, podrás resistir; la gente, por su parte, se irá feliz
a su casa.

23
Moisés le hizo caso a su suegro y puso en práctica todo lo que le había dicho:
escogió a los hombres mas capaces de Israel, y les dio autoridad sobre grupos de
mil personas, de cien, de cincuenta y de diez. Ellos dictaban sentencia entre el
pueblo en todo momento; los problemas difíciles se los llevaban a Moisés, pero
todos los problemas de menor importancia los resolvían ellos mismos. Después
Moisés y su suegro se despidieron, y su suegro regresó a su país”.29

Esta es la historia como arte y ciencia, también de la creación de los Depositarios de


Fe Pública, que le aconseja Jetro a su yerno Moisés, personajes que serían
seleccionados por su virtud y por su comprobado aborrecimiento o rechazo de la
avaricia, o sea llenos de ética.

La Humanidad encontró siempre en los depositarios de fe pública la solución de sus


problemas. La Historia dice que los nombres han cambiado con el paso de los siglos;
pero la función se mantuvo hasta la aparición de los profesionales con fe pública
ligada al ejercicio de sus labores, al dar su fe individual y colectiva para aceptar como
absolutamente ciertos, los dictámenes redactados y firmados por estos "Varones
Virtuosos y de comprobado rechazo por la avaricia", para confiar sus ahorros con fe
ciega.

7.2 Época Antigua:


Las primeras agrupaciones humanas no necesitaron del Notario. Lo reducido del
grupo permitía que los actos jurídicos fueran reconocidos de todos. Ciertos ritos o
solemnidades, a presencia del grupo social, aseguraban la certeza de las
convenciones y de cualesquiera otros actos y la memoria social se encargaba de
perpetuarlos.

El crecimiento de las sociedades humanas hizo cada vez más difícil obtener la
presencia de la comunidad entera en todo acto jurídico, por lo que gradualmente se

29
Sociedades Bíblicas Unidas. Biblia Dios Habla Hoy. Edición Interconfesional de Referencia. Sociedades
Bíblicas Unidas. Página 71.

24
admitió la presencia de un grupo más y más reducido, en representación de los
demás. La invención de la escritura aceleró el proceso, pues con ella se dejaba
exacta memoria de lo sucedido. Esto hizo necesaria la intervención de alguien que
supiera escribir y que conociera también de las formalidades que han sustituido a los
antiguos ritos o solemnidades con el mismo fin de dar, a la expresión de la voluntad,
un sentido inequívoco. Estos, llamados escribas, junto con los testigos requeridos,
ocuparon el lugar del grupo social para dar fe o testimonio de los actos ocurridos en
su presencia.30

Los contratantes siempre necesitaron de un modo de probar sus acuerdos de


voluntades. Así en los tiempos remotos se ha encontrado que según las escrituras
las tablillas de cera, constituyeron los nuevos medios de prueba.

Más tarde, ante la mala fe humana, se hizo necesario que el documento fuera
emitido por medio de funcionarios autorizados al efecto (fedatarios) y que daban fe
del negocio jurídico. Es entonces cuando surge el documento autentico, es decir, que
tiene fe pública y que se basta a sí mismo como medio de prueba y hace plena fe.

El notariado en sus inicios no se consideraba como figura jurídica, de tal modo que
tampoco contaba con fe pública; ésta la adquirió a través del tiempo y por
elementales necesidades. Quienes ejercían esta función eran consideradas como
personas que eran capaces de leer y escribir y que auxiliaban al rey o a algún
funcionario de un pueblo para redactar textos.

Los Notarios en la antigüedad no eran conocidos con ese nombre, sino por el de
escribas. La función del Notario tuvo gran relevancia principalmente en dos pueblos,
el hebreo y el egipcio; que era en donde se les conocía con el nombre de escribas.

30
Salas, Oscar A. Derecho Notarial de Centroamérica y Panamá. Costa Rica. Editorial Costa Rica 1,973,
página 21.

25
Por lo general, los reyes y funcionarios públicos del pueblo hebreo no sabían leer y
escribir, es por esta razón que se auxiliaban de los escribas para realizar sus
funciones.

Esta función fue colocándose paulatinamente dentro de las funciones de la


administración pública de ese pueblo, lo cual es el antecedente más remoto de las
funciones notariales que se conoce actualmente.

7.3 Pueblo Hebreo:


En el pueblo hebreo se conocieron varias clases de escribas, de los que suele
afirmarse que ejercían fe pública, sin embargo, no la ejercían de propia autoridad,
sino que esta dependía de la persona de quien el escriba dependía. Tal parece que
la razón principal por la cual eran requeridos sus servicios era por sus conocimientos
caligráficos, por tal razón no se considera al escriba hebreo como un verdadero
Notario.

En estricto sentido, lo que daba eficacia a los actos era el testimonio que realizaban
los escribas. Lo anterior hace ver que las funciones fundamentales del escriba y el
Notario actual tienen gran parecido, ya que ambos redactan actos jurídicos y les dan
la notoriedad oficial que la organización en que viven les permite.

7.4 Egipto:
En el caso del pueblo egipcio, la función del escriba era similar a la del pueblo
hebreo; sin embargo, el escriba egipcio además de saber leer y escribir se le
denominaba al consejero del Faraón, al sacerdote, al magistrado, al funcionario y al
doctor.

Cabe mencionar que entre los egipcios prevaleció el registrador sobre el escriba, en
cambio con los hebreos, este último fue el que se impuso sobre el primero. Con
relación a los sacerdotes, los escribas tenían un carácter semejante al del Notario
profesional, el cual se encargaba de redactar correctamente los contratos; pero estos

26
se auxiliaban a su vez del magistrado, el cual autenticaba los actos que realizaba el
escriba sacerdote, lo hacía a través de la imposición del sello del magistrado, en
virtud de lo cual el documento que era hasta entonces privado, se le daba el carácter
de público.

El escriba egipcio fue fundamentalmente un funcionario burocrático indispensable en


la organización en que la administración se apoyaba en los textos escritos.

En Egipto, al escriba se le tenia como el posible antecesor del Notario, a este se le


relacionaba con la divinidad, ya que en las procesiones de Isis iba un escriba
superior sagrado con plumas en la cabeza, un libro, una regla, tinta y una caña para
escribir. Necesitaba conocer jeroglífico, monografía, geografía y el ritual de la
ceremonia y estaba destinado a dar fe de lo que ocurría.

En la organización religiosa Thot era el escriba divino y su reino era el intelecto.


El escriba fue fundamentalmente un funcionario de un crédito indispensable en una
organización estatal en que la administración se apoyaba en textos escritos.

La institución del escriba fue de variedad suficiente para atender o cubrir las
diferentes actividades de la población.

Los escribas estuvieron al servicio del faraón o del visir o del director de tesorería y
aún para las tropas del ejército; jerárquicamente obedecía a las autoridades de que
dependía con la denominación: comandante de escriba de campo, director de
escriba de campo.

En las funciones protocolares era el escriba quien introducía a los magistrados ante
los faraones.

27
7.5 Grecia:
En Grecia la función notarial predominó sobre la registradora, a diferencia de lo que
sucedía en Roma. En Grecia los Notarios asumieron directamente la función
registradora, tanto para los contratos celebrados entre particulares, como para las
convenciones internacionales. En este pueblo existieron oficiales públicos
encargados de redactar los documentos de los ciudadanos, estos oficiales públicos
eran los Notarios, los cuales tenían diferentes denominaciones, las cuales eran:
Apógraphos o Singraphos, a veces eran llamados Mnemones o Promnemones, todos
estos nombres eran alusivos a la función escrituraria o a la recordación y constancia
de los hechos que la requerían.

Los Singraphos y los Apógrafos eran considerados como verdaderos Notarios, cuya
principal función consistía en llevar un registro público. Estos sujetos eran muy
comunes en la ciudad de Atenas, en la cual no se otorgaba contrato alguno si no se
inscribía en Registro Público llevado por ellos. Cada tribu contaba con dos de ellos,
los cuales estaban más circunscritos a la familia o gentilicio y gozaban de grandes
consideraciones y honores. Otros autores dicen que ellos eran simples copistas.

Los Mnemon, Promnemon o también conocidos como Sympromnemon, se


consideraban como los representantes de los precedentes griegos del Notario; ya
que se encargaban de formalizar y registrar los tratos públicos y las convenciones y
contratos privados.

7.6 Roma:
En la organización estatal de los Romanos, ciertamente se encuentra un antecesor
del Notario. En Roma, los cuatro antecesores del Notarios eran: El escriba, el Notarii,
el Tabularii, y el Tabelión.

El Scriba, era el custodio de documentos y el pretor utilizaba sus servicios para la


redacción de los decretos y las resoluciones tenían un sueldo y eran hospedados por

28
el Estado, debían ser libres no esclavos y gozaban de un lugar preferente en los
espectáculos públicos.

El Notarii fue técnico en la capacitación de la exposición oral de un tercero para


calcarla por escrito con celeridad valiéndose de signos, abreviaturas, redactaba
conversaciones y actos.

El Tabularii era el oficial encargado de hacer la lista de impuestos. Entre los


romanos tenia carácter de funcionario público, recibía las declaraciones de
nacimiento y todo lo referente con el estado civil de las personas.

El Tabelión era el individuo técnico en aspectos de derecho y todo lo referente con el


estado civil de las personas, que redactaba documentos relacionados con la
actividad privada y que en algunos casos ofrecía su asesoramiento jurídico al
redactar escritos y documentos.

Los romanos llamaban tabulas al documento en razón de que primitivamente estos


eran redactados sobre una tabla cubierta con una sustancia sedosa con la cual con
un púril (tipo de pincel)se grababa el texto del convenio.

Cabe mencionar que el pueblo romano en la antigüedad tuvo un gran desarrollo en lo


que a derecho se refiere, a tal grado, que creó su propio sistema jurídico, en el cual
se basa el derecho actual. Tal es así, que los romanos tuvieron en su conocimiento
conceptos como el de justicia expresado por Ulpiano, que para la materia que se
estudia es de vital importancia, ya que el derecho notarial debe en todo momento dar
a cada quien lo que le corresponde por derecho.

7.7 Época Medieval:


El desmembramiento y disolución del Imperio Romano ocasiona un retroceso en la
evolución de la institución notarial. Los señores feudales se atribuyen el dominio
directo de todas las tierras y todos sus vasallos le deben obediencia, obligándose

29
personalmente con él a una serie de prestaciones de carácter militar y económico.
Como en principio todo le pertenece, el señor interviene por medio de delegados
suyos en todos los contratos y testamentos. Este notariado feudal tiene como fin
primordial el preservar los derechos del señor y no el de servir los intereses de las
partes contratantes u otorgantes. Carece de la independencia de los tabeliones de
las postrimerías de Roma y del Notario latino actual. Pero tiene facultades
fideifacientes, al impartir autenticidad a los actos en que interviene.

Paralelamente se repite el ciclo evolutivo primitivo en algunas partes de Europa. De


manera espontánea surge un notariado eclesiástico que no se limita a los asuntos de
la Iglesia, sino que interviene en forma creciente en asuntos temporales. El ejercicio
del notariado fue prohibido por el Papa Inocencio III en 1,213, a los ordenados in
sacris; prohibición que confirmaron los reyes y extendieron luego a todos los
sacerdotes, se terminó de esa forma con dicha práctica, la cual retrotraía al notariado
a los tiempos primitivos en que tal función estaba reservada a la clase sacerdotal.
Se acude luego a la organización judicial, como en Roma, para darles autenticidad y
ejecutoriedad a los documentos.31

A la caída del Imperio Romano de Occidente, los pueblos bárbaros que la


provocaron, no representaron ningún progreso ni aportaron ideas en el aspecto
jurídico.

En esta época no hay certidumbre sobre la historia del Notariado, pero se sabe que
en la mayoría de los países europeos se produce un ambiente social encaminado a
que los escribanos refuercen su papel en cuanto a la confianza que se les otorgaba.

La carta notarial, así como las facultades del Notario se desarrolla paulatinamente a
través de la historia; de otro modo no sería posible explicar que en el siglo XIII
aparezca como representante de la fe pública y su intervención dé autenticidad a los
documentos.

31
Ibid., página 24.

30
Diversos historiadores comentan que se distinguen seis periodos en España en
donde se da el nacimiento y la evolución del notariado. Según Otero y Valentín el
Primer periodo comprende desde la independencia de Roma hasta el siglo XIII. Se le
atribuye a Casiodoro, quien era senador del Rey Godo Teodorico, una distinción
entre las funciones de los jueces y las de los Notarios; estableció que los jueces
solamente fallaban en las contiendas, es decir, eran quienes decidían a quién le
correspondía el derecho; En tanto que los Notarios tenían por objeto, prevenir dichas
contiendas.

En el año 600 surgen las 46 fórmulas visigóticas, que pertenecían al primer periodo.
Estas fórmulas establecían cuáles eran los órganos necesarios para la formación de
instrumentos públicos: los otorgantes y los testigos presenciales, que podían ser
hasta doce. El escriba presenciaba, confirmaba y juraba en derecho lo cual implicaba
un principio de fe pública, ya que el juramento solo se otorgaba para que la
afirmación fuera creída por aquellos quienes no la escuchaban o no estaban
presentes.

En el año 641 se promulgó el Fuero juzgo "Primer Código General de Nacionalidad


Española", según el cual los escribanos se dividían en escribanos del pueblo y
comunales. En esta época solamente se permitía escribir y leer las leyes a los
escribanos, con el fin de evitar el falseamiento tanto de su promulgación como de su
contenido.

El Segundo periodo comprende desde el siglo XIII al siglo XV. En este periodo se
determinó que la función fuera pública. Es entonces cuando surgen las leyes de don
Alfonso X, El Sabio: el Fuero Real y las Siete Partidas. El Fuero Real nace en 1255;
establecía entre otras cosas la obligación de otorgar testamento ante escribano. Se
consideraba a los escribanos como auxiliares de los intereses de los particulares; se
acostumbraba que tomaran notas de los documentos que redactaran o de aquellos
en que intervenían. Estas notas servían de respaldo en caso de que el documento
original se extraviase o no fuese lo suficientemente fehaciente, de esta manera se

31
podía recurrir a la nota y verificar su veracidad. En el Código de las Siete Partidas se
obligó a los escribanos a inscribir las mencionadas notas en el libro conocido como
registro en donde se hacía remembranza de los hechos de cada año. En este
segundo periodo se afirma que los instrumentos o cartas solamente acreditaban lo
que se celebró, por lo que no son más que actas. Es decir que el escribano solo era
un medio para garantizar una prueba del hecho de celebración del acta y que la
voluntad de los otorgantes era la que imperaba.

Posteriormente en 1,348 surgió el Ordenamiento de Alcalá en Alcalá de Henares


dado por el Rey Don Alfonso XI, con el cual se buscaba coordinar las leyes y
conciliar los sistemas de costumbres jurídicas.

En la alta Edad Media, la fe pública del juez, se delega en el secretario (escribano);


por ello, el federatario, secretario y el posterior destinatario, el juez, eran, si no la
misma persona, por lo menos el mismo órgano. Se producía un fenómeno idéntico al
de la inspección ocular, en que el juez presencia el hecho (dimensión-acto) y la
coetaneidad de narración (dimensión papel, o sea el acta extendida por el
secretario). Pero la inspección en sí misma, no es medio de prueba sino su
narración, que el juez hacía en la diligencia. Sin texto no hay prueba y ningún juez
podría basar su sentencia en lo que vio pero no narró, pues entonces sería como un
vulgar testigo. Pero lo narrado vale no por narrado, sino por lo visto (evidencia). Por
eso hasta época reciente el documento público fue documento judicial y tenía valor
de inspección ocular, o sea, un valor excepcional, pues el juez en la sentencia no
podía negar lo que había visto (su propia evidencia); no podía rectificar lo que había
dicho, dictado o narrado.

Esas funciones judiciales fueron heredadas por el funcionario público competente,


especialmente el Notario; y si bien ha cambiado de órgano, no cambió el fundamento
ni la estructura lógico jurídica, basada en la intervención ocular del juez, entre el
funcionario que ve (juez) y el funcionario que juzga (el mismo) hay una vinculación
subjetiva, en la fe pública extrajudicial, esta vinculación desapareció, porque

32
funcionario autor del documento (Notario) y funcionario destinatario (Juez), son
personas distintas. Aquí, la ley del impuesto una vinculación objetiva, porque las dos
personas pertenecen a la misma organización estatal: las dos son personas de
derecho público: el Notario y el Juez: la unidad subjetiva no se produce en la persona
del Juez, sino en la unidad del Estado. 32

7.8 Época Colonial:


En 1,492 la América descubierta por Cristóbal Colon estaba compuesta por diversos
pueblos cuyos conocimientos astronómicos, agrícolas, comerciales, arquitectónicos,
entre otras habilidades les permitió desarrollarse culturalmente unos más que a
otros.

Cuando Cristóbal Colón descubrió América, trajo en su tripulación a Don Rodrigo de


Escobedo quien era escribano. La venida de Escobedo personifica el trasplante del
instituto del notariado de España a América. Desde ese momento en adelante,
habrían de marchar unidos, y formar una trinidad indisoluble, “la espada del
conquistador, la cruz de la religión y la pluma del escribano, que asentaría la relación
histórica de los hechos que iban produciéndose mientras la conquista y colonización
española en América eran llevadas a cabo.

"El Tlacuilo, era el artesano azteca que dejaba constancia de los acontecimientos
por medio de signos ideográficos y pinturas, con lo que se guardaba memoria de
ellos de una manera creíble". Como se puede dar cuenta, el Tlacuilo se basaba en
signos y dibujos para plasmar de esta manera los acontecimientos que se le
presentaban y de este modo subsistían en el tiempo. El Tlacuilo es por lo tanto el
antecedente en México de lo que actualmente se conoce como la figura del Notario.

Durante la época de la Nueva España el conquistador español Hernán Cortés


encontrándose ya en tierras americanas, solicitó en Santo Domingo una escribanía
del Rey con resultados desfavorables, sin embargo más tarde se le otorgó la

32
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., páginas 55 y 56.

33
Escribanía del Ayuntamiento de Asúa, donde practicó las cuestiones del Notariado
que tanto le atraían, durante un periodo de cinco años. Más tarde en 1,512 Cortés
obtuvo una escribanía durante el gobierno de Diego Velázquez en recompensa a su
valor en el campo de batalla.

Durante la conquista, los escribanos dejaron constancia escrita de la fundación de


ciudades, de la creación de ciudades, entre otros acontecimientos de relevancia para
la historia de esa época.

Los antecedentes de la legislación americana deben buscarse en las leyes


castellanas de entonces. No obstante, se promulgó una legislación especial para
América conocida como Leyes de Indias. En la recopilación de estas últimas, el libro
V, título VIII trata de los escribanos, a quienes se exigía el título académico de
escribano y pasar un examen ante la Real Audiencia. Si lo aprobaban, debían
obtener el nombramiento del Rey de Castilla, mediante el pago de una suma al Fisco
Real. Los escribanos guardaban un registro de escrituras, autos e informaciones y
demás instrumentos públicos, estos registros pasaban a los escribanos sucesores,
consagrándose el principio de que los protocolos son propiedad estatal.

Además de lo antes dicho, llamados del número o numerarios, por haber sólo un
número fijo de ellos en cada ciudad o centro de población importante, y también
escribanos públicos y escribanos de provincias, habían otros que por no tener oficio
propio, se limitaban a realizar ciertas notificaciones, embargos y otras diligencias por
delegación de aquellos, en cuyos oficios se dejaba la debida constancia.33

7.9 Época Moderna:


Sería un grave error, hablar del notariado como de una realidad uniforme. En efecto,
frente a países en los que el Notario es un mero escribiente, porque la ley no exige
que sea Perito en Derecho, se encuentra asistido de instrumentales, como si fuera
incapaz de asumir la responsabilidad, ciertamente grave, que implica la fe pública;

33
Salas, Oscar A. Op.cit., página 28.

34
se le permite dedicarse a cualquiera otra actividad, inclusive la de patrocinar
negocios ante los tribunales por más que a veces, se establecen ciertas limitaciones,
exponiéndolo a dar escasa atención, si no es que a no dar ninguna, a los negocios
en los que debe intervenir. Se hallan otros en los cuales el Notario debe ser
abogado, sujetarse a pruebas especiales para demostrar su aptitud científica,
independientemente de la honorabilidad que invariablemente se le exige; actúa solo,
sin asistencia de testigos, está agremiado en colegios, y no se le permiten otras
actividades, a menos que sean compatibles con su función, considerándose como
tales, la docencia, ciertas intervenciones en los juicios sucesorios y en las
actividades de las sociedades y otras semejantes. Si se usara, para expresar esta
situación, el lenguaje de moda, podría decirse que hay Notarios subdesarrollados y
Notarios desarrollados.

7.9.1 Aplicación de la Fe Pública Notarial en Diversos Países:


Según se atienda a la naturaleza de la función de la fe pública al alcance de la
misma, al modo de realizarla, a la intervención del Estado en ella, o a los efectos del
documento notarial, se puede establecer distintos criterios de clasificación del
Notariado en cuanto a su fe pública en el derecho comparado. Es fundamental el
carácter de la fe pública en la actuación o función notarial, según lo que ella suponga
y según la trascendencia jurídica que tenga, pueden establecerse grupos
perfectamente deslindados.

La composición Notario Público y Notario Privado no deja de ser equívoca, pues


incluso el Notario de los países sajones realiza una cierta función pública al
autenticar firmas. Por eso es por lo que se prefiere usar las denominaciones de
Notariado Latino y Notariado Sajón, que son más expresivas y se prestan a menos
confusiones. Si se habla de profesional y de funcionario, de Notario libre, oficial o
profesional funcionario, se incurre fácilmente en confusiones: en cuanto a la función
notarial, aunque sea pública, va por lo general, acompañada de un carácter
profesional o libre y considerada como profesión no deja de tener un carácter oficial,
en cuanto al Estado regula el ejercicio de la función como el de las demás

35
profesiones liberales, y persigue el intrusismo como en el caso del Médico, Abogado,
Arquitecto o Farmacéutico.

7.9.1.1 Notariado Latino:


En el sistema latino el Notario tiene doble función: dar fe y dar forma, el Notario debe
ser abogado, el notariado se ejerce como profesional liberal, sin ningún grado de
dependencia ni subordinación. El nombramiento del Notario es permanente. Existe
Protocolo Notarial. Los documentos notariales gozan de presunción de validez,
autenticidad, legalidad, fuerza probatoria y ejecutoriedad, que solo podrá ser tachada
de nula o falsa luego de seguido un procedimiento judicial con sentencia firme que
así lo declare. Nuestro sistema notarial pertenece al llamado de los sistemas de
notariado perfecto frente al notarial incompleto o notariado frustrado como suele
llamarse al Notariado Sajón.

Es el grupo más extenso, por la difusión que ha alcanzado en los países de este
origen, no porque su organización provenga del derecho de Roma, sino por la fuerza
de absorción de este sistema, pues incluso países que no se inspiraron de una
manera directa en el patrón latino tratan de acercarse a él.

La Unión Internacional del Notariado Latino tiene ya entre sus miembros a países
que no encajan de manera total en este tipo de organización notarial, así como otros
cuya admisión está pendiente por la dudas que sus sistema legal plantea respecto a
si pueden o no ser encajados en el mismo genérico patrón. Al resumir los caracteres
de este grupo se puede señalar:

 En cuanto al que desempeña la función, actúa como funcionario y a la vez como


profesional del derecho.
 En cuanto a la finalidad, el documento público intervenido por Notario tiene una
triple finalidad: construye jurídicamente al hablar, solemniza y autentica.

36
 En cuanto a la competencia, abarca en el orden teórico, toda la esfera
extrajudicial, al comprender en ella las actuaciones de la llamada jurisdicción
voluntaria.
 En cuanto a la organización aunque apoyada en una base corporativa está
sometida a la autoridad del Estado, a través de órganos administrativos de la
Administración Central.

Con múltiples matices e inevitables variedades en los detalles que no afectan a la


genérica unidad del tipo, siguen el Sistema Latino los siguientes países:

En Europa: Francia, Italia, Portugal (con un marcado sentido funcionarista),


Alemania Federal (en algunos Estados), Austria, Holanda, Estado Vaticano,
Luxemburgo, algunos Cantones de Suiza y Grecia.

En Asia: se pueden señalar a Turquía y Japón.

En América: Guatemala, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá (Provincia Francesas),


Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Haití, Honduras, México, Paraguay,
Perú, Puerto Rico, Uruguay y Luisiana (Estados Unidos).

Venezuela que pertenece a la Unión Interamericana del Notariado Latino,


corresponde sin embargo al tipo Sajón. 34

7.9.1.2 Notariado Anglosajón o Sajón:


En el sistema anglosajón no existe protocolo notarial ni formalidades de documentos.
El Notario redacta y certifica contratos, pero la eficacia de sus documentos es menor
a la del notariado latino. Incluso en Estados Unidos que adopta este sistema, el
nombramiento está sujeto a tiempo determinado. El Notario americano se limita
exclusivamente a certificar firmas, su producto se ofrece como un producto comercial

34
Giménez Arnau, Enrique. Op.cit., página 116.

37
más, en farmacias, autoservicios y otros centros comerciales. Los documentos que
certifican no gozan de ninguna presunción de legalidad ni de licitud. Las personas
que ejercen como preparación no tienen ninguna preparación. No es aspiración de
un abogado ser Notario.

La especial formación del Derecho inglés, su origen consuetudinario, la excepcional


duración del tiempo de sus leyes, la eficacia normativa de la jurisprudencia y el
original sistema de contratación basado, no en criterio formal, sino casualista, ya que
es la existencia de la consideración la da fuerza obligatoria a los contratos, ha dado
lugar a un especial tipo de Notario totalmente distinto del tipo latino.

Por lo que se refiere al Notario, éste no tiene carácter de funcionario. Aunque el


Estado señale las condiciones para el desempeño de la función, no otorga ninguna
delegación de sus poderes. El Notario inglés es exclusivamente profesional;
excepcionalmente presta carácter de autenticidad en los actos en que el Derecho
Internacional exige esa autenticidad. Aunque algunos textos le llamen funcionario y
la función sea, en cierto modo pública, no es un verdadero funcionario.

En cuanto a su actuación, no tiene el triple de carácter que se ha señalado al Notario


Latino, ya que si bien el Notario es un colaborador técnico de la redacción del
contrato, su intervención no lo hace solemne, ni siquiera autentica; la autenticidad o
veracidad se refiere, no al contenido, sino solamente a las firmas del documento.

En cuanto a su competencia. En orden a las relaciones jurídicas anteriores, su


competencia no es de carácter exclusivista, pues los actos en que interviene el
Notario, pueden también ser intervenidos por el Abogado, el Procurador o Escribano.
La intervención notarial no hace sino paralizar la protesta o acción de falsedad de
firma del documento. Sólo tiene jurisdicción exclusiva en materia de protesto de
letras internacionales y en la autentificación o legalización de firma de documentos
que hayan de surtir efectos en el extranjero. Por eso se ha podido afirmar que el
Notario inglés es un funcionario con miras al extranjero.

38
Por lo que hace a la organización, no hay colegiación forzosa, dado el carácter libre
de la profesión aunque existan algunas corporaciones voluntarias de Notarios.

En los países anglosajones la forma instrumental no tiene la ritualidad que en el


latino. El valor formal de un acuerdo jurídico se obtiene: o como consecuencia de un
proceso judicial o de una actuación del Juez, o por la intervención del Notario,
limitada al solo efecto de garantizar la autenticidad de las firmas. En Norteamérica la
eficacia del documento privado está supeditada a su autenticidad, para obtener ésta
se puede recurrir al reconocimiento de la prueba.

El reconocimiento consiste en la declaración hecha por el firmante o los firmantes de


un documento, al afirmar la veracidad de éste y de la firma del que declara si el
documento estuviese firmado por él, esta diligencia de autenticación puede hacerse
ante alguno de los funcionarios autorizados por la ley para estos fines, entre los
cuales se encuentran los Notarios.

En sus líneas generales el tipo de Notario inglés es el observado en la generalidad


de los Estados de la Unión de América del Norte, incluso los de habla española
(California, Tejas, Nuevo México) y los de antigua dominación francesa (Michigan y
Wisconsin). En la mayoría de los Estados, el régimen norteamericano del
instrumento público es semejante al Derecho ingles. La autenticación se refiere a las
firmas de los intervinientes sin que la totalidad del documento tenga valor probatorio
ni siquiera iuris tantum. En algunos Estados los Notarios son a la vez Jueces de
Paz. 35

35
Ibid., página 139.

39
8. Evolución Histórica de la Fe Pública Notarial en Guatemala:

8.1 Antecedentes:
Posiblemente los primeros vestigios de historia escrita, se encuentran en el Popul
Vuh, también conocidos cien los nombres de manuscrito de Chichicastenango, Biblia
Quiché y el Libro Sagrado, demostración de que se tiene un patrimonio cultural
valiosísimo.

8.2 Época Colonial:


El Notariado como función pública se instituyó en España, por el Fuero Real de
Castilla en 1,225 y por las Partidas de 1,265. Tanto en España como en sus
colonias, el notariado existió como dependencia del Real Colegio de Escribanos. Al
emanciparse Guatemala de España, quedó vigente el Derecho Español.

Es casi seguro que en la fundación de la ciudad de Santiago de Guatemala y la


reunión del primer cabildo aparece el primer escribano: Alonso de Reguera, tanto
Reguera, como todos los miembros del cabildo, fueron nombrados por Pedro de
Alvarado en su calidad de Teniente Gobernador y Capitán General de Don Fernando
Cortes. Alonso de Reguera continúo en el cargo hasta enero de 1,529, pero
mientras tanto se sabe que hubo otros escribanos, llamados públicos de la ciudad”.

El escribano de cabildo no ejercía como escribano público en la ciudad, en caso de


ausencia debían nombrar otro y el nombramiento, recepción y admisión del
escribano público lo hacía el cabildo.

El 28 de septiembre de 1,528 se nombró otro escribano, a Antón Morales por Jorge


de Alvarado, quien era Teniente Gobernador y Capitán General. Esto quiere decir
que en 1,529, a escasos tres años de su fundación había en la ciudad de Guatemala
tres escribanos públicos; es decir el número máximo que alcanzaría la ciudad, pues
si bien momentáneamente disminuirían luego y volvería a llegar a tres a fines del
mismo siglo XCI, para mantenerse en ese número hasta que terminó la Colonia.

40
El 16 de agosto de 1,542 se expide la Real Cédula al aprobar el nombramiento del
nuevo escribano de cabildo de Santiago de Guatemala, Juan de León. El siguiente
escribano de cabildo fue Juan Vásquez Farinas, y luego por su ausencia fue
nombrado Juan Méndez de Sorio el 26 de agosto de 1,544. Se expresa entonces la
etapa formativa del Notariado en la ciudad de Guatemala, en donde se repiten las
características básicas con que se dio el inicio de la profesión en otras regiones
indianas. Los nombramientos los hace el cabildo o el gobernador de la provincia,
siempre sujetos a la ulterior decisión real.

A pesar de lo pequeño de la naciente ciudad los escribanos tenían suficiente trabajo


e ingresos. El de cabildo, gracias al registro de vecinos y el otorgamiento de solares
y terrenos; y los públicos con las probanzas, contratos y actuaciones judiciales. Por
otro lado, ya se detecta cierta acumulación de cargos, pues el escribano de cabildo
actúa en algunos casos también como público. Mientras no existió audiencia en
Guatemala, los exámenes de escribanos proveídos por el Rey debieron realizarse en
México.

Con la llegada de los primeros escribanos con merced real, aunque al principio fuese
por medio de diputados o tenientes que ejercían un cargo que se había otorgado a
algún artesano, se afirma la facultad del monarca para proveer estos cargos; lo cual
poco a poco se ratificaba, especialmente luego del establecimiento de la Audiencia
de Confines.

Se considera que el notariado guatemalteco es el más antiguo de Centro América y


el que más exigencias rigurosas ha exigido para el ingreso a tan noble profesión, tal
es el caso que ya se establecía que: sin las formas y los requisitos establecidos
nadie podía recibirse de Escribano, ni ejercer este oficio en el Estado. Ya que en
1,543 aparece el escribano Don Juan De León, quien cartulaba en la ciudad de
Santiago de Guatemala, como entonces se llamaba. Pero además de antiguo le
cabe honor de haber mantenido desde el nacimiento mismo del Estado, las
exigencias más rigurosas para su ingreso, al ser necesario el examen y recibimiento.

41
En primer lugar, el aspirante debía ocurrir a la municipalidad para que se instruyeran
las diligencias correspondientes, tras lo cual pasaba el expediente al jefe
departamental quien, por si mismo, y con citación y audiencia del sindico, debía
seguir una información de siete testigos, entre los vecinos de mejor nota por su
probidad, estos vecinos eran examinados acerca del conocimiento que tenían del
candidato, su moralidad, desinterés, rectitud y otras varias virtudes políticas que lo
hagan acreedor a la confianza pública. El candidato debía probar además ante el
Estado y medios conocidos de subsistir. Concluida esta prueba, regresaba de nuevo
el expediente a la municipalidad en el que daría vista al sindico y con su pedimento y
circunspecto análisis del expediente, acordaba su resolución favorable se pasaba
ésta al Supremo Gobierno para concesión final.

Solamente entonces pasaba a la Corte Superior donde debía el aspirante presentar


certificación de haber estudiado ortografía y gramática castellana, haber sido
examinado por los preceptores de la academia y merecido buena calificación y
certificaciones juradas de haber practicado dos años con un escribano de los
juzgados municipales y otro con escribanos de los de primera instancia. Después de
ello, sufría un examen sobre cartulación, requisitos de los instrumentos públicos,
testamento, cartas totales, donaciones, circunstancia y número de testigos, práctica
de inventario, trámites judiciales, términos probatorios, concursos de acreedores,
valor y uso de papel sellado con todo lo demás que se crea corresponde de oficio. Y
se concluía al establecer que: sin la forma y requisitos exigidos nadie podrá recibirse
de escribano, ni ejercer este oficio en el Estado. (Decreto Legislativo del 27 de
noviembre de 1,834).

Apenas tres meses después, el 24 de febrero de 1,834, un decreto de la Asamblea


Legislativa aclaró que los catedráticos de gramática castellana no estaban obligados
a presentar la certificación de haber estudiado y aprobado esa materia y la de
ortografía. De igual manera los abogados que hubieran sido facultados ampliamente
para ejercer todas las ramas de la abogacía no estaban obligados a presentar a la

42
Corte de Justicia certificaciones de haber practicado con los escribanos que aludía la
ley anterior, ni a someterse al examen exigido en la misma.

Se encuentra también en el Decreto Legislativo del 27 de agosto de 1,835, la


autorización para que los Jueces de circuito pudieran cartular; el derecho en
referencia fue ampliado por el 8 de agosto de 1,837, que prohibía cartular a los
escribanos judiciales, sin embargo los que ya habían cartulado con anterioridad,
podían hacerlo, así como también los secretarios de las cortes de distrito.

Fue hasta el Decreto del 30 de marzo de 1,854, que prohibió cartular a los
escribanos que desempeñaren empleo público, bajo pena de nulidad de los
instrumentos y destitución del cargo.

Con respecto a la Colegiación de los Abogados y Escribanos, fue dispuesta por el


Decreto Legislativo número 81 de Diciembre de 1,851, que encargo su organización
a la Corte Suprema de Justicia. La vigilancia de la actuación notarial no fue
descuidada; ya la ley del 28 de agosto de 1,832 dispuso de que se visitaran
protocolos y conforme a ella, la Corte Suprema por acuerdo del 16 de marzo de
1,852, ordeno a los Jueces de Primera Instancia realizar visitas en los departamentos
donde hubiera estos oficios y hacer que los mismos escribanos remitieran al propio
Tribunal, dentro de los ocho primeros días del mes de enero, un testimonio del índice
de los protocolos que hubieran autorizado el año anterior.

En la historia del Notariado guatemalteco, se puede constatar que desde los inicios
del Notariado, en Guatemala se tomaba muy en cuenta la fe pública que el Notario
poseía, ya hubo notariado de número, y el motivo que lo impulsó fue: Darle la
importancia debida, para que fuera desempeñado con pureza y rectitud. Así lo
establece el Decreto 100 del 30 de marzo de 1,854, que confirió facultades al
Presidente de la República para fijar el número de escribanos nacionales que
reunieran los requisitos legales, el expediente, el título y también podía recogerlo en
caso de abuso.

43
8.3 El Notario después de la Reforma Liberal:
Fue el espíritu liberal, el que trajo a Guatemala una Ley del Notariado, no cabe duda
que el Presidente Justo Rufino Barrios como Notario que era, y quien había ejercido
el Notariado sabía de la necesidad de una Ley que regulara la actividad notarial. La
ley del 7 de abril de 1,877 y la del 21 de mayo del mismo año, hicieron del notariado
una carrera universitaria. Se dispuso que no pudiera pedirse al Rector de la
Universidad de San Carlos, el señalamiento de día para el examen general previo a
la licenciatura de Notario, sin acompañar el expediente en que constara que habían
llenado los requisitos legales, condiciones morales y fianza. Por primera vez se les
denominaba Notarios.

El mismo Justo Rufino Barrios, también emitió el Decreto número 271, de fecha 20
de febrero de 1,882, el cual contenía la Ley del Notariado. Dicha Ley definió el
Notariado como la institución en que las leyes depositan la confianza pública, para
garantía, seguridad y confianza, y perpetua constancia no solamente de los contratos
y disposiciones entre vivos o por causa de muerte, esto es no sólo en la esfera
privada, sino también de los actos oficiales. También declaro incompatible el
ejercicio del Notariado a los que desempeñaren cargos públicos que tuvieran anexa
jurisdicción. Este Decreto fue objeto de varias reformas, entre las cuales fueron la
supervisión del signo notarial por un sello con el nombre y apellido del Notario, que
se registraba en la Secretaría de Gobernación, se reguló que los Notarios no eran
dueños de los Protocolos si no depositarios, sobre la remisión de protocolos al
archivo general, la reposición del mismo y se permitió la protocolación, entre otros.

En el año de 1,936 bajo el régimen del General Jorge Ubico se promulgó el Decreto
Legislativo número 2154 contentivo de una nueva Ley de Notariado, el cual sufrió
también varias reformas.

8.4 El Notariado después de la Revolución del 44:


El Licenciado Fernando José Quezada Toruño, afirma: “Con el advenimiento de la
revolución del 20 de octubre de 1,944, en la que tuvieron decidida participación los

44
estudiantes universitarios, surge un acendrado espíritu renovador, se vislumbran
mejores y más amplios horizontes y los órganos estatales, así como las autoridades
y funcionarios, adoptan una actitud distinta ante lo universitario. El Colegio de
Abogados y Notarios de Guatemala, queda constituido el 10 de noviembre de 1,947.

Antes de la promulgación del actual Código de Notariado se desenvolvía dentro de


un marco jurídico confuso y desconcertante, debido a la proliferación de leyes,
reglamentos, acuerdos y circulares administrativas que conformaban la legislación
notarial. Más de veinte disposiciones legales establecían los derechos y
obligaciones de los Notarios y regulaban su ejercicio profesional. Como se puede
establecer se pretendía con la nueva ley agilizar la contratación y unificar muchas
disposiciones dispersas. Actualmente el Código de Notariado se encuentra
contemplado en el Decreto 314 del Congreso de la República, el cual fue aprobado el
30 de noviembre de 1,946 y sancionado el 10 de diciembre del mismo año, que
también ha sido objeto de varias reformas. El Código de Notariado en vigencia es
una buena ley, la prueba es que ha superado ya cuatro décadas desde su emisión y
las reformas que ha sufrido responden a la necesidad de actualización y
modernización.36

La evolución del Notariado, tiene como eje la Unión Internacional del Notariado
Latino, aunque no se debe olvidar el trabajo realizado hace ya más de cuarenta años
por el Honorable Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, República
de Argentina, con el insigne Adrián Negri, a la cabeza, y quien sembrara la semilla
para que floreciera el Notariado a fin de hacer del mismo una profesión noble, leal y
digna.

Guatemala se organizó en 1,971 y se creó el Instituto Guatemalteco de Derecho


Notarial, comenzado así una nueva etapa para el Notariado Guatemalteco. Instituto
que conjuntamente con el Colegio de Abogados y Notarios trabajan para alcanzar el

36
Muñoz, Nery Roberto. Op.cit. Página 13.

45
sueño del ilustre Adrián Negri “UN NOTARIO CAPAZ, HONORABLE Y DIGNO DE
SU PROFESIÓN”.37

37
Barrios de León, Blanca Patricia. Op.cit., página 24.

46
CAPITULO II. SITUACIÓN ACTUAL DE LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO EN
GUATEMALA.

1. Antecedentes:
Se estima la necesidad de realizar la investigación de este tema, ya que no cuenta
con mucho estudio por parte de los juristas, a pesar de que la fe pública es una de
las esencias del Notariado, y que el Notario la practica día a día.

La situación actual de la fe pública del Notario en Guatemala es crítica, ya que cada


día existen más instituciones y personas que han perdido la confianza en los actos
que realizan los Notarios, debido a su mal actuar. Por tal motivo el objetivo
primordial, que se pretende alcanzar con la presente investigación es la evolución
histórica de la fe pública del Notario, y determinar que tanto desde su origen, hasta
la actualidad, la fe pública del Notario tiene la misma finalidad, que es dar certeza
jurídica.

Todo esto, como consecuencia de que con anterioridad no se ha realizado estudio


alguno que se relacione directamente con este tema, que es de gran impacto en la
sociedad.

2. Aplicación de la Fe Pública del Notario en Guatemala:


Como se sabe en Guatemala, los universitarios al graduarse de Abogados, lo hacen
automáticamente también como Notarios, pero también se sabe que el Notario
requiere de una condición académica y cultural mayor y un constante afinamiento de
sus condiciones intelectuales, y como Notarios deben eludir todo cuanto pueda
afectar su independencia económica, comprometer su decoro o disminuir, aunque
sea en mínima medida, la consideración pública que deben merecer. En pocas
palabras el Notario debe poseer solvencia moral.

47
Esto se debe a que el Notario actúa en un plano muy visible, y lamentablemente en
el medio, ese plano visible sería el control del Colegio de Abogados y del Archivo
General de Protocolos, los cuales bien poco, pueden hacer para controlar los miles
de Notarios que ejercen actualmente, de los cuales un gran porcentaje sale mal
preparado desde el punto de vista académico, cultural y lo mas delicado, con poca
moral. Y el problema se complicará conforme aumente el número de Notarios y los
niveles académicos no sean mejorados, como también mientras no se implementen
mejores sistemas de control sobre el Protocolo.

Es triste saber que en Guatemala, hay tal cantidad de Notarios que no respetan las
disposiciones legales como tampoco las morales o de ética y que la sociedad y las
autoridades en particular, desconfíen de la fe pública del Notario casi por principio,
entonces cabe preguntarse ¿Qué objeto tiene realmente el concepto de Fe, que es
igual a creencia?. Ambos tienen el mismo concepto, sin embargo algunos Notarios
al aplicar su fe pública, la han desvirtuado de su fin original.

2.1 Garantía de Autenticidad y Legalidad de la Fe Pública:


Esta garantía deviene del respaldo de la fe pública, ella hace que el instrumento
público sea autentico y legal.

De cuanto se ha dicho e inferido que la función notarial, no puede radicarse


exclusivamente en la jurisdicción voluntaria, ni en la prueba, ni en la forma. Tiene
esa triple finalidad y además un evidente aspecto de jurisdicción preventiva, asesora
y legitimadora. Los tres fines fundamentales del instrumento público, que constituyen
la esencia y el resultado o efectos del instrumento público en que se manifiesta la
función notarial son: dar forma, probar y dar eficacia legal. Para cumplir estos
propósitos la función notarial debe aspirar a:

a) Asegurar la autenticidad para el futuro.


b) Garantizar la legalidad o legitimidad del acto.

48
c) Constituir un medio de fijación formal que asegure los efectos del mismo, así
entre las partes, como en cuanto a los causahabientes de ellas o los futuros
interesados.

Esta conclusión puede aparecer ambigua o vacilante; y sin embargo, a través de la


variada bibliografía y de opiniones en apariencias dispares, puede verse una cierta
unanimidad. Esa triple función de la actividad notarial está reconocida directa o
indirectamente por todos los autores que se esfuerzan en vano en encontrar una
síntesis que abarque los aspectos varios de la función y del que la desempeña, que
es a la vez juez, funcionario y profesional del derecho. 38

La función del Notario es autorizar escrituras que tienen tres características:


autenticidad, fuerza probatoria y ejecutoriedad. La fuerza probatoria es
consecuencia de la autenticidad y supone, en el terreno procesal, un desplazamiento
de la prueba. La ejecutoriedad deriva de la naturaleza de la función o poder del
Notario, que tiene una delegación del poder público; delegación que en la
jurisdicción voluntaria, es similar a la que se concede a los Jueces de jurisdicción
contenciosa.

En síntesis la garantía de la Fe Pública, son los intereses de los particulares a


quienes el Notario sirve.

2.2 Seguridad Jurídica en la Fe Pública del Notario. Valor de las Escrituras,


Actas y Testimonios:
Por seguridad jurídica se ha entendido, el conocimiento que tienen las personas
respecto de aquellos que puede hacer, exigir, o que están obligadas a evitar o
impedir; esto es, el conocimiento que tienen de las libertades, derechos y
obligaciones que les garantiza o impone el derecho positivo. De ahí que se diga que
la seguridad jurídica es un saber a que atenerse, la conciencia de lo que puede hacer
y de la protección que puede esperar una persona, de acuerdo con el ordenamiento

38
Ibid., página 69.

49
jurídico vigente al cual está sometida; ordenamiento que asegura su observancia
mediante la policía, los tribunales, los procedimientos judiciales y administrativos, los
servicios públicos, las autoridades, y en general, a través de la organización
complejísima de un gobierno y de la fuerza pública. Algunos entienden por
seguridad el saber a qué atenerse, el conocimiento del derecho positivo de su
eficacia, y confunden indudablemente la seguridad con la certeza jurídica.

Juan Vallet de Goytizolo, en conferencia pronunciada en Rosario, Argentina,


respecto de la seguridad jurídica que otorga la función notarial, expuso: “Esta
seguridad jurídica precisa, en primer lugar, que la gente que contrata sea fielmente
informada de las normas de derecho que rigen la materia objeto del negocio que
pretende efectuar, que sepa qué debe hacer para obtener jurídicamente el resultado
práctico que quiere conseguir. Requiere también, que se adopten las medidas que
deban tomarse para que el resultado querido no falle, ni sea defraudado”.39

La fe pública notarial persigue tres finalidades: de seguridad, de valor, y de


permanencia.

 Seguridad: Es la calidad de seguridad y firmeza o certeza, que se da la


documento notarial. Persigue la seguridad: el análisis de su competencia que
hace el Notario, la perfección jurídica de su obra, para lo cual tiene que hacer
juicios de capacidad, de identidad, etcétera; el proceso formal de leyes, que es
axiomático y que persigue un fin de seguridad.

La superioridad del sistema notarial latino es indudable ya que, entre otras cosas,
no sólo da seguridad a las operaciones de inmuebles, sino a todas las demás en
que el Notario puede intervenir que, como se sabe, son casi infinitas.

 Valor: Valor implica utilidad, aptitud, fuerza, eficacia, para producir efectos. El
Notario, además, da a las cosas un valor jurídico. Este valor tiene una amplitud,

39
Pérez Fernández Del Castillo. Op.cit., página 201 y 202.

50
es el valor frente a terceros y un límite que es el territorial, pues su valor se
detiene en los límites de la jurisdicción de igual clase del Notario. No hay que
confundir el valor del que se está hablando como fin de la función notarial, con la
validez del negocio y del documento, pues ésta implica viabilidad y en cambio el
valor es la eficacia y la fuerza que otorga la intervención del Notario entre las
partes y frente a terceros.

En la actualidad internacionalmente se afirma el anhelo de que todos los


instrumentos tengan el mismo valor jurídico en todos los países.

 Permanencia: Se relaciona con el factor tiempo. El documento notarial nace


para proyectarse hacia el futuro. El documento privado es imperecedero, se
deteriora fácilmente, se extravía, se destruye con más facilidad, y por lo tanto es
inseguro. En cambio el documento notarial es permanente e indeleble, o sea,
que tiende a no sufrir mudanza alguna. Hay varios medios adecuados para lograr
esa permanencia: el Notario actúa en el momento, para dar la seguridad, valor y
permanencia; existen procedimientos para que el documento sea indeleble
(papel y tinta). Hay procedimientos para conservar los documentos (archivos); y
40
la permanencia misma, garantiza la reproducción auténtica del acto.

2.2.1 Actuaciones Documentales:


Cuando la Ley orgánica definió al Notario como funcionario público autorizado para
dar fe, conforme a las leyes de los contratos y demás actos extrajudiciales, pareció
limitar la función notarial a la autentificación, es decir, la redujo a un contenido,
acorde con el origen de la institución, de fideifacencia o autentificación.

De las actuaciones documentales propias de la función notarial hay algunas que no


tienen el carácter de instrumentos públicos, entendida la expresión en sentido
estricto. La actuación del Notario comprende la autorización de los siguientes
documentos:

40
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., páginas 99 y 100.

51
 Instrumentos Públicos: Se entienden por iguales el original o matriz y las copias
extendidas con las formalidades legales. Entre ellas están:

a) Escrituras Públicas: La Escritura Pública es un documento público en el que se


hace constar ante Notario público un determinado hecho, o un derecho,
autorizado por dicho fedatario público, que firma con el otorgante u otorgantes, y
da fe sobre la capacidad jurídica, del contenido, y de la fecha en que se realizó.
La escritura pública es un instrumento notarial que contiene una o más
declaraciones de las personas intervinientes en un acto o contrato, emitidas ante
el Notario que lo complementa con los requisitos legales propios y específicos de
cada acto, para su incorporación al protocolo del propio Notario y, en su caso, ser
susceptible de inscripción en los registros públicos que corresponda.

Los Notarios hacen todo tipo de documentos públicos, en los que se recogen los
negocios jurídicos que han sido perfeccionados y suponen desplazamiento
patrimonial entre los sujetos que intervienen (por ejemplo una compra venta de
vivienda, una hipoteca, la adjudicación de una herencia, etc.) es irrevocable y
tiene tanta fuerza jurídica que sólo puede impugnarse por la vía judicial.

b) Actas Notariales: El acta notarial es una declaración escrita hecha


voluntariamente, validada mediante el juramento o afirmación de la persona o
partícipes que la hacen, al ser firmada antes por un Notario autorizado para
administrar tales juramentos.
Comúnmente específica el lugar de realización y certifica que la persona que la
hizo, afirma ciertos hechos y comparece ante el representante en cierta fecha,
firma y se compromete con la declaración.
Las actas notariales recogen meros hechos, o actos jurídicos que supongan
negocios revocables que nunca se inscriben en un registro público. Por tanto, las
escrituras públicas recogen negocios jurídicos irrevocables y muchas se inscriben
en Registros públicos, mientras que las actas notariales se emplean para la
constatación de hechos o de manifestaciones de los sujetos interesados.

52
 Documentos Públicos, que en sentido reglamentario no son instrumentos:
En apariencia ninguno de los documentos de esa segunda categoría son
instrumentos públicos: la interposición del signo notarial da fe o hace auténtico el
documento en su aspecto formal o externo; pero no en cuanto a su contenido
interno. Un documento privado cuyas firmas han sido legitimadas por Notario, es
un documento privado aunque no se pueda comprobar la veracidad de las firmas.
Entre este tipo de documentos se encuentran:

a) Testimonios Notariales: Es la transcripción total o parcial de un documento, de


cuya autenticidad responde un funcionario dotado de fe pública.

b) Legitimidad de firmas, certificados de existencia o vigencia de leyes y


traducciones: En la autenticidad de firmas, lo mismo que en las certificaciones
garantizan la verdad de un hecho, que en un sentido amplio pueden ser
consideradas como instrumentos públicos, desde el momento en que se puede
apreciar en ellas la existencia de actas notariales que no se protocolizan.

En los documentos antes mencionados, todas estas actuaciones que realiza el


Notario, no es sólo un fideifaciente; a la función oficial de dar fe acompaña en todo
caso una intervención técnica y jurídica que obliga al Notario a no ser sujeto pasivo o
un mero relator de hechos o declaraciones de voluntad.

2.2.1.1 Documento Notarial:


La fe pública notarial es documental. Los documentos notariales son aquellos que
constan en forma original en el protocolo: escritura pública y acta. También son los
testimonios, copias certificadas y certificaciones que de éstos se expiden.

Por ser el documento notarial un documento público, tiene pleno valor probatorio,
conserva una apariencia jurídica de validez mientras no sea declarado judicialmente
nulo, así lo reconoce Bernardo en su artículo: “En tanto no se declare judicialmente
la falsedad o nulidad de una escritura, las actas y testimonios serán prueba plena de

53
que los otorgantes manifestaron su voluntad de celebrar el acto consignado en la
escritura; que hicieron las declaraciones y se realizaron los hechos de los que el
Notario dio fe, y de que éste observó las formalidades correspondientes”.41

2.2.1.2 Requisitos del Documento Notarial:


Para que un documento notarial sea valido deben reunir los siguientes requisitos:

a) Que el notario actúe en el ámbito de su competencia material y territorial;


b) Que se observen las disposiciones de capacidad y conocimiento de los
requirentes y testigos del acto;
c) Que el Notario tenga en cuenta la forma establecida por la ley para que el acto
exista, y se respete con las formas de solemnidad;
d) Que el Notario en su calidad de asesor, consejero e intérprete de la voluntad de
los requirentes, la adapte a las normas jurídicas vigentes y valederas, al observar los
requisitos de validez formal y material. 42

2.2.1.3 Autenticidad del Documento Notarial:


Documento escrito, es ya el testimonio escrito que adquiere una valoración especial
en cuanto a la posible exactitud de su contenido y deja la posibilidad de dejar
impreso, con un criterio más exacto, lo que se ha convenido. Es necesario
establecer que primero fue el documento y luego el Notario. El documento es un
hecho producido por el natural vivir de la humanidad.

En sentido jurídico la palabra documento es el papel escrito y por lo general firmado


para hacer constar un hecho o acto. En el sentido estricto es el producto de un acto
humano, perceptible, que sirve de prueba histórica, indirecta o representativa de un
hecho o acto.

41
Ibid., página 111.
42
César Pina, Toribio. Temas Notariales, Primera Edición. Santo Domingo, Editora Universitaria UASD, 1,986.
Página 8.

54
El documento notarial es una subespecie del documento, que se caracteriza y se
diferencia por su autor: el Notario. El Notario en tal caso procede a darle al
documento forma y autenticidad, caracterizándose, además, por su corporalidad,
causalidad, especialidad, y temporalidad.

2.2.1.4 Perfección, conservación, reproducción y fehacencia del Documento


Notarial:
Con la escrupulosa selección de la persona que hubiera de intervenir en la redacción
de los contratos, se logró por lo menos la perfección del documento, al poco tiempo
se notó que ello era insuficiente, pues otro peligro consistía en la posibilidad de
alteración del documento, con la intención de variar los derechos de una u otra parte,
al existir un peligro todavía mayor, de la destrucción total del mismo documento. La
exigencia pues, de que el acto constara por escrito, fue la primordial, que ya le da al
acto una característica de perdurabilidad que es el primer paso hacia la seguridad;
pero resultaba que si el documento quedaba únicamente en mano de una de las
partes, ésta podría alterarlo en su beneficio, o destruirlo. Entonces se pensó en
expedir copias iguales, para que quedaran en poder de cada parte. Más tarde, con
el sistema ABC (método de costos basados en actividades), se expidió una copia
más para que quedara en poder del que había intervenido como escribano; y como
eso todavía era insuficiente para llenar las necesidades de las transacciones, se
pensó en la posible reproducción de las copias.

Quien sino un Notario puede hacer un documento humanamente perfecto,


conservarlo, reproducirlo y garantizar a todas las partes que intervienen en el acto y
de esta forma proteger sus derechos. Hasta aquí se está en la presencia del Notario
productor y conservador del documento.

Si el Estado no hace posible que el particular pueda ejercitar su actividad con medios
de seguridad que le permitan lograr el fin que persigue, no se puede decir que ha
llenado su función. Si pudiera dudarse de la existencia o de la legalidad o bien de la
integridad del contenido de una ley, de una sentencia o de un contrato, no se podría

55
vivir en sociedad. Si alguien es condenado, será porque existe una ley que funda un
fallo y porque este juez ha tenido a la vista un contrato cuya autenticidad no pudo
ponerse en duda. Es pues, la autenticidad de las cosas lo que proporciona la
seguridad a las transacciones. De ahí que se imponga la creación de órganos y de
conceptos como el de fe pública, que permitan que los particulares puedan vivir
tranquilos y confiados; y cuando de las relaciones entre particulares se trata, se
hace indispensable que ese órgano redacte el documento, guíe e instruya a los
particulares, y al mismo tiempo preste autenticidad a los actos por él autorizados.43

2.2.2 Actuaciones No Documentales:


Al lado de estas actividades que tienen una exteriorización formal, el Notario ejerce
una función preventiva de asesoramiento y de magisterio o docencia, señala los
riesgos o dificultades de un acuerdo pretendido, aconseja en defensa de los
intereses jurídicos y alecciona respecto a situaciones preliminares, simultáneas y
posteriores a la autorización del instrumento público, si éste llega a otorgarse.

En éste aspecto del profesional del Derecho, también se ha referido al Notario como
jurista, al considerarse como una actuación notarial extra instrumental, que la
práctica creó.

Además de las funciones aludidas, el Notario puede recibir depósitos. El depósito sin
acta se presenta prima facie (a primera vista) como un negocio en que el depositario,
el Notario es parte, y que se elige por los interesados en razón de la probidad y a los
conocimientos jurídicos que se presume en el funcionario cuyos hábitos
profesionales están fundados no solamente en la honestidad y en la sinceridad, sino
también en su independencia que le hace ser amo de arbiter que al aceptar y
devolver el depósito, actúa, por lo general, ex aequo et bono (de acuerdo con lo
correcto y lo bueno desde la equidad y la conciencia).44

43
Carral y De Teresa, Luis. Op.cit., página 12 y 13.
44
Giménez Arnau, Enrique. Op.cit., página 70 y 71.

56
2.3 Sobre la Fe Pública: Nulidad y Falsedad:
Para bien comprender la autoridad o fuerza probatoria de los instrumentos públicos,
es necesario sentar que el Notario que los autoriza es un testigo privilegiado, a cuyas
declaraciones la ley da fe pública. El Notario recibe de la autoridad pública, la misión
expresa de dar testimonio de todos los actos en que interviene por razón de su oficio
y que caen directamente bajo el dominio de sus sentidos, y respecto de los cuales la
Ley Notarial le suministra el modo de cerciorarse.

El Notario recibe las declaraciones de las partes en presencia de los testigos


instrumentales, ante quienes da lectura de la redacción para que se hagan por los
interesados, antes de aprobar lo escrito, las rectificaciones que se juzguen oportunas
o convenientes; y debe rodear la celebración de ciertas solemnidades impuestas por
la ley, que le imprimen el sello de autenticidad. Por esa razón lo que dice el Notario,
en esa forma, hace plena fe por sí mismo y no necesita ser corroborada por otras
pruebas: Instrumento es probatio probata et non probanda.

Y para negar la fe del documento público en los hechos atestiguados por el Notario,
es indispensable que se produzca la prueba de su falsedad, porque si bien es cierto
que toda prueba puede ser combatida por otra prueba contraria, la ley hace a ese
principio general una grave restricción tratándose de documentos públicos, y
prescribe que no se puede atacar la fe debida a estos instrumentos si no mediante
incidente planteado en procedimiento judicial que se promueve con sujeción a las
normas especiales fijadas expresamente en los artículos 613 al 618 del Código
Procesal Civil y Mercantil Guatemalteco. Ninguna otra prueba es admisible en ese
caso, porque de la verdad de lo que dice el Notario con relación a hechos en que él
interviene por ministerio de sus funciones, no se puede dudar, mientras no se
demuestre que él es un falsario.

Si se demanda la nulidad de una escritura con fundamento en la falsedad de sus


conceptos, es decir, se pretende desvirtuar actos que el Notario afirma haber caído
bajo el imperio de sus sentidos, qué es entonces la prestación del consentimiento de

57
las partes y el señalamiento del precio, el instrumento sólo puede destituirse por la
prueba de la falsedad.45

2.4 Deberes del Notario, en su ejercicio profesional:


Se ha mencionado anteriormente que el Notario debe cumplir estrictamente las
obligaciones que el conjunto de normas jurídicas y administrativas conllevan el que
hacer notarial, ajustado al Código de ética profesional guatemalteco, debido a que
esta profesión se debe cumplir con estricta legalidad todos aquellos deberes
generales que obligan a las demás personas.

No obstante, en algunos aspectos, lo alcanzan con mayor intensidad, debido a su


condición, que supone mayor cultura y afinamiento de sus condiciones intelectuales.
Por otra parte, las obligaciones en derecho notarial no son creaciones artificiosas o
caprichos de imaginación: son realidades impuestas por la condición social del
hombre, nacidas para satisfacer las necesidades humanas, que deberán ejecutarse
con la mayor exactitud posible, pues de no cumplirse no llenarían la misión que
tienen encomendada, y las perturbaciones que ello originaria pondrían en grave
peligro la convivencia social e incluso la paz ciudadana.

Entonces, por ministerio de ley y con el objeto de centrar en mejor forma la


importancia del cumplimiento de las obligaciones del Notario, se ha creído
conveniente subdividirlas, y tomar en cuenta aquellas que inciden directamente en el
profesional como tal, y las que tienen carácter estrictamente personal y su
incumplimiento puede generar responsabilidades para el Notario.

Todos los deberes del Notario examinados en su aspecto general pueden resumirse
en dos: el de ser un buen funcionario y ejercer bien la función. Es muy difícil
sistematizar los deberes que en el ejercicio de su cargo tiene que cumplir el Notario.

45
Martínez Espinosa, Mauricio. Sobre la Fe Pública: Falsedad y Nulidad. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua,
10 de mayo de 1,999. Periódico Número LIII. Página número 5.

58
Por algo se habla siempre de función notarial, y de organización del notariado, ya
que las costumbres y las leyes toman en consideración las características,
finalidades y necesidades del Notario en su ejercicio profesional, para reglamentarlo
y organizarlo como un todo armónico.

2.4.1 Obligación de ser buen funcionario de la fe pública:


Como consecuencia de ser buen funcionario de la fe pública, el Notario está
obligado a:

a) Observar las leyes y reglamentos que específicamente se refieren a su función y


a la forma y requisitos de los actos en que intervenga por razón del cargo.
b) Respetar la jerarquía.
c) Defender el interés público, especialmente negándose a autorizar el instrumento
en los casos ilícitos.
d) Defender el interés de su cliente, al asentar en el ejercicio profesional mayor celo,
cuidado y competencia técnica.
e) Cuidar el protocolo y guardar reserva sobre su contenido.46

En lo que se refiere al deber de observar fielmente las normas legales tanto respecto
a la substancia o esencia del negocio instrumentado o del hecho consignado, como a
las formas y solemnidades externas; en lo que afecta, en una palabra, al ejercicio
cotidiano de la función, no se pueden encasillar los deberes del Notario frente a la
sociedad o frente a su cliente, ni siquiera con una eventualidad minuciosa que sería
muy expuesto a errores y omisiones; porque esa actitud genérica de servicio se
descompone en una multitud de exigencias y abstenciones que derivan del conjunto
de normas sustantivas, adjetivas y típicamente reglamentarias que en su conjunto
forman el sistema jurídico legal.

46
Giménez Arnau, Enrique. Op.cit., página 278.

59
2.4.2 Obligación de orden profesional:
Las obligaciones que el Notario debe cumplir se pueden ubicar, unas dentro del
campo técnico legal, y las otras en la esfera de la ética. Entre las primeras tenemos
aquellas que obligan al estricto cumplimiento de los preceptos legales; como sucede
para el faccionamiento de los instrumentos públicos, es obligación del Notario cumplir
estrictamente con las formalidades generales, y particularmente con las esenciales,
ya que su inobservancia, incumplimiento y omisión, da acción a la parte interesada
para demandar la nulidad del instrumento.

Po ejemplo: en la ciudad de Quetzaltenango, el Notario al autorizar un testamento,


está obligado a comunicárselo al Registrador de la Propiedad, por escrito, en papel
simple, dentro de los quince días siguientes a la fecha de la autorización, con el
propósito de que sea registrado y se le revista con los caracteres legales concedidos,
entre otros su reconocimiento y plena validez. El incumplimiento de esta obligación
hace incurrir al Notario en una pena de veinticinco quetzales de multa, sin perjuicio
de las demás responsabilidades penales y civiles.

2.4.3 Obligación de actuar:


Cuando el Notario es legalmente requerido, está obligado a actuar. Sin embargo
existen casos en que puede rehusar su intervención, como los siguientes:

a) En los días de descanso obligatorio señalados en la Ley (Artículo 127 del Código de
Trabajo Guatemalteco.47), o en horas que no sean de oficina, salvo cuando se trate del
otorgamiento de un testamento o su intervención la disponga alguna ley.
b) Si los interesados no le anticipan las contribuciones, gastos y honorarios, a
excepción que se trate de un testamento urgente. En este caso, sólo podrá rehusar la
expedición del testimonio, mientras no le sea hecho el pago correspondiente.
c) Si su intervención en la autenticación del acto o del hecho, ponen en peligro su vida,
su salud o sus intereses; y
d) Si estuviere ocupado en algún otro acto notarial.

47
Congreso de la República de Guatemala. Decreto Número 1441. Código de Trabajo, Mayo de 1,971.

60
2.4.4 Secreto Profesional:
El artículo cinco, del Código de Ética Profesional del Notario guatemalteco, obliga al
Notario a guardar el secreto profesional sobre las confidencias que recibe de sus
48
clientes. Puede hacerse la distinción que se conoce en la doctrina entre hechos
de confidencia y hechos secretos por naturaleza, que son las convenciones y hechos
constatados por el Notario, junto con sus causas, explicaciones, datos para
prepararlos, cartas, documentos, etcétera, y de cuyos datos el Notario tiene que
enterarse por razón de ser consejero de las partes y guía de sus voluntades. En este
aspecto, el Notario es considerado como un sacerdote y como éste está obligado al
secreto. Los hechos objeto de confidencia, son los confiados secretamente al
Notario. Entre ellos se incluye toda la confidencia, aun no ligada con el acto o hecho
autenticado. Sin embargo, tanto los secretos por naturaleza como los objetos de
confidencia, debe recibirlos el Notario en su calidad de Notario, pues en caso
contrario no habría más que simple indiscreción o difamación, pero no violación del
secreto profesional.

Sin embargo, se dice que el secreto no obliga en actos destinados a la publicidad,


aunque hay autores que dicen que si esto es verdad, también lo es que la publicidad
debe hacerse a través de los conductos legales organizados para ello, o sea, a
través de los registros públicos y no directamente de las notarías. Se cree que esto
es verdad aunque no se cree que pueda hacerse responsable a un Notario por
hacer público un acto destinado a ser publicado.

2.4.5 Moralidad:
El Notario no puede responder a la confianza que la ley y la sociedad depositan en
él, sino con moralidad. El juez falla según lo que ante él se haya alegado y probado
y su fallo puede ser justo, en el sentido de que es la verdad legal, y está obligado a
fallar en ese sentido, no obstante, que moralmente la sentencia pueda ser
completamente injusta.

48
Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, Decreto Número 62-91. Código de Ética Profesional del
Notario. Diciembre de 1,994.

61
El Notario no tiene más norma que la moral, ya que tiene que desentrañar la
intención de las partes a las que debe guiar hacia la moral y hacia el bien. La
jerarquía, la dignidad y el decoro profesional del Notario tienen que basarse primero
en la moral y después en las otras obligaciones que la ley le impone.

2.4.6 Ética:
El Notario está obligado a reconsiderar su posición ética, para poder desenvolverse
no sólo como profesional, sino como ser humano portador de valores que tienen una
orientación político jurídica determinada. En su decisión reproduce una serie de
valores morales con efectos sociales inmediatos de los cuales el profesional debe ser
consciente. El Notario no es sólo experto en códigos, tiene seres humanos al frente
(clientes o comparecientes) con situaciones legales que deben ser resueltos de la
mejor manera posible, pero ¿cuál es esa manera? La respuesta es legal y moral.

El anterior compromiso se agrava más cuando se analiza la función social del


derecho y la función pública del Notario, y en este segundo caso cuando el Estado
ha autorizado el ejercicio de la función, y donde se espera que sea cumplida a
cabalidad: legal y moralmente. En este sentido: Que el ejercicio de la función notarial
delegada por el Estado en el Notario Público debidamente habilitado, exige de éste,
un ejercicio seguro y eficaz, donde convergen una serie de principios éticos y
morales, que el fedatario debe tener presente al brindar el servicio, así de acuerdo a
la ley, el Notario Público, en el ejercicio de la función notarial debe cumplir con
ciertos requisitos, condiciones y deberes y todas las actuaciones notariales, por su
naturaleza, exigen una adecuada asesoría jurídico notarial dentro de un clima
originado y dirigido por principios ético morales.

No es que el Notario deba ser un moralista contemplativo y fundamentalista, sino que


por el contrario, el profesional en general es portador de valores, genera, crea,
reproduce valores, de los cuales se debe ser consciente para poder tener un margen
de acción y de creación del derecho mismo. El ejercicio profesional se debe ejercer
conscientemente en el sentido de verse como objeto de estudio y poder analizar los

62
efectos de la práctica profesional con el fin de poder corregir y modificar, tanto la
49
dirección del instrumento como su efecto en el contexto social.

El Código de Ética Profesional del Notario indica en su artículo 42 la difusión de la


ética profesional, tanto en las aulas como afuera, y así motivar e instruir a tanto
estudiantes como Notarios ya graduados sobre la importancia y la observancia del
Código de Ética Profesional.50

2.5 Responsabilidades del Notario en su ejercicio profesional:


El Notario público frente al honor de estar investido de la fe pública, tiene una gran
responsabilidad que se ve fortalecida conforme sus facultades aumentan. El Notario
de tipo latino, tiene entre otras obligaciones, la de escuchar a las partes, interpretar
su voluntad, aconsejarlas, preparar y revisar la documentación, redactar el
instrumento, explicarlo y autorizarlo, para posteriormente reproducirlo. En el
incumplimiento, negligencia o ilicitud de las anteriores actividades, el Notario puede
incurrir en responsabilidad.

Por otra parte, la responsabilidad del Notario radica en que debe verificar la
veracidad de los hechos jurídicos y materiales. Por el sistema de responsabilidad
que gira alrededor del Notario latino, su actuación es la que da mayor garantía y
seguridad jurídica. Un solo hecho puede dar lugar a una o varias responsabilidades
concurrentes. Por ejemplo en caso de nulidad por vicios en las formalidades de una
escritura, se puede ser responsable civil y administrativamente. Si en dicho ejemplo
hay también falsedad en la narración de hechos, se puede incurrir simultáneamente
en responsabilidad penal.

2.5.1 Responsabilidad Notarial:


El Notario se encuentra en el vértice donde confluye la confianza de aquellos que
acuden en busca de seguridad para sus actos jurídicos y la necesidad que tiene el

49
Latindex. García Aguilar, Rodolfo. La Ética del Notario Público. Costa Rica, 2,006.
www.latindex.ucr.ac.cr/cienciasjuridicas-112/cj-112-06.pdf. Consulta: 4 de Mayo de 2011.
50
Código de Ética Profesional del Notario. Op.cit.

63
Estado de que se dé autenticidad a los mismos. Tanto el Estado, como los que
demandan los servicios de un Notario, necesitan que éste actué en forma diligente,
para lo cual se le imponen mayores responsabilidades que las que puede tener un
ciudadano común. Al considerar que el Notario ejerce una función pública, dice
Sanahuja: “Si en todas las funciones el Poder Público es, pues, la responsabilidad
una garantía de actuación jurídica correcta, ni que decir tiene que su importancia en
la institución de la fe pública ha de ser grande, ya que cada Notario asume
personalmente todas las atribuciones inherentes a la potestad notarial y el acto
notarial se completa con la sola intervención del Notario, sin que ninguna otra
autoridad pueda revisarlo ni modificarlo. Si más que ninguna otra función, tiene la
notarial un carácter personalísimo, puesto que el público acude al Notario por la
confianza que la persona le inspira, se comprende que la ley ha de ser rigurosa en
exigir responsabilidad.”51

En segundo lugar la responsabilidad notarial encuentra suficiente fundamento en el


hecho de que los instrumentos autorizados son de tal eficacia y validez, que debe
tener gran responsabilidad quien ejerce tales atribuciones. Los particulares confían
diariamente en la pericia y buena fe del Notario para la conformación de actos y
negocios patrimoniales muy valiosos, de tal suerte que un consejo imprudente, una
claudicación técnica o un acto malicioso del agente pueden causar grave daño no
sólo a los autorizantes del instrumento público, sino inclusive a terceros al establecer
la obligación, a cargo del Notario, de reparar los daños causados en el ejercicio de su
función.

En síntesis, la responsabilidad de los escribanos encuentra sustento en las raíces


mismas de la institución notarial dado que contribuye al logro de la meta final de la
función notarial que es la seguridad jurídica, dentro del ámbito no contencioso del
Derecho.52

51
Salas, Oscar A. Op.cit., página 182.
52
Loc. cit.

64
Entre las principales responsabilidades del Notario, que falte a su fe pública están:
 Responsabilidad Civil
 Responsabilidad Penal
 Responsabilidad Administrativa
 Responsabilidad Fiscal
 Responsabilidad Disciplinaria
 Responsabilidad Moral

2.6 Gobierno Disciplinario del Notario:


En Guatemala, la Colegiación Profesional es obligatoria y tiene carácter
constitucional, según lo establecido en la Constitución Política de la República de
Guatemala. Como fines de la Colegiación Profesional, es la superación moral,
científica, técnica y material de las profesiones universitarias y el control de su
ejercicio. Según la Ley de Colegiación Profesional de Guatemala es obligatoria, y
sus fines esenciales son:

 Promover, vigilar y defender el ejercicio decoroso de las profesiones


universitarias,
 Promover el mejoramiento cultural y científico de las profesiones universitarias,
 Promover y vigilar el ejercicio ético y eficiente de las profesiones universitarias en
beneficio de la colectividad.
 Defender y proteger el ejercicio profesional universitario y combatir el empirismo.
 Promover el bienestar de sus agremiados,
 Auxiliar a la administración pública.

La Corte Suprema de Justicia puede intervenir en el régimen disciplinario del Notario,


ya que para lo relativo a sanciones, cualquier persona o el Ministerio Público tienen
derecho a denunciar al Notario ante la Corte, los impedimentos de un Notario para
ejercer la profesión. Así también cuando la Corte tuviera conocimiento de que un
Notario ha incurrido en alguna de las causales de impedimento debe proceder a
formalizar denuncia.

65
2.6.1 Órganos que pueden decretar la inhabilitación del Notario:
 Tribunales: Los tribunales de justicia cuando conozcan de cualquiera de los
delitos que conlleva la prohibición de ejercer, deben concretar la inhabilitación en
forma provisional cuando motivan al auto de prisión y en forma definitiva, cuando
pronuncian la sentencia, si esta es condenatoria. En ambos casos
comunicándolo al Colegio Profesional y a la Corte Suprema de Justicia.

 Corte Suprema de Justicia: La Corte tiene la facultad de efectuar las diligencias


que considere necesarias para agotar la investigación y comprobar el o los
hechos que le fueron denunciados y en su caso proceder a la inhabilitación y a
sancionar al Notario denunciado.

 Colegio Profesional: Cuando se ha faltado a la ética o atentado en contra del


decoro y prestigio de la profesión, una vez seguido el trámite correspondiente.

2.6.2 Rehabilitación y su Procedimiento:


La legislación guatemalteca contempla sendos procedimientos de rehabilitación que
se aplican según el órgano que impuso la sanción disciplinaria. Si el mismo fue de
naturaleza jurisdiccional, rehabilitación corresponde a la Corte Suprema de Justicia y
si fue de índole gremial aquella compete al Consejo Superior Universitario de la
Universidad de San Carlos de Guatemala. En el primer caso el procedimiento se
regula por el dispuesto en el Código de Notariado; y el segundo por lo establecido
en la Ley de Colegiación.

2.6.3 Impugnaciones o Recursos:


Se debe de tomar en cuenta lo referente al contenido de los artículos 88, 98, 100,
105 y 107 del Código de Notariado, de lo anterior establece que los recursos
regulados en el Código de Notariado son:

 Recurso de Responsabilidad: El cual puede interponerse en contra de la


resolución que dicte la Corte Suprema de Justicia, por la inspección y revisión del

66
protocolo y contra la resolución de la Corte Suprema de Justicia, en expediente
de rehabilitación.

 Recurso de Reposición: Se interpone en contra de la resolución que se dicte


sancionado un Notario.

 Recurso de Reconsideración: Se interpone ante el Director del Archivo General


de Protocolos, por las sanciones que se impongan por incumplimiento de las
obligaciones del Notario.

 Recurso de Apelación: En contra del auto que apruebe una liquidación de


honorarios.53

53
Baquiax, Josué Felipe. Op.cit. página 22.

67
CAPITULO III. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN

1. Antecedentes:
El presente capitulo tiene como finalidad la presentación de los resultados, de la
investigación de campo realizada, consistente en entrevistas dirigidas a diferentes
Notarios de la ciudad de Quetzaltenango, y lograr con sus diversas respuestas, una
confrontación y comparación de los resultados, con los antecedentes y el marco
teórico de la investigación.

2. Análisis de Entrevistas:
A continuación se enumeran las preguntas de la entrevista realizada, y se detallan
las respuestas obtenidas de la misma.

1. Al contestar que es la fe pública notarial, todos los Notarios coincidieron que, es


una investidura jurídica otorgada por el Estado o por el poder público, que al
ejercitarla le da seguridad jurídica, a los actos en los cuales interviene el Notario y a
los documentos que autoriza.

Otra parte sostuvo que el Estado otorga la fe pública por ley, constituye así una
función pública, con autoridad legitima.

2. En cuanto a la pregunta si conocen los antecedentes históricos de la fe pública


notarial, se puede decir que es la interrogante más importante de esta entrevista, ya
que con su respuesta damos por satisfecha la pregunta de la presente investigación,
la mayoría contestó con duda, si era en Egipto, Grecia ò Roma, algunos incluso
decían que no se recordaban, lo cual es muy lamentable ya que lo que bien se
estudia, es difícil de olvidar, y otros indicaron que al estudiar el curso de Notariado en
la Universidad, no le dieron mayor énfasis, o importancia a esta parte del Derecho
Notarial, debido a que no abarcaba el contenido del curso, ó por la poca bibliografía
que se encuentra al respecto, algo también lamentable ya que la Fe Pública, es sin

68
duda la característica mas importante del Notario, al momento de ejercer, y por lo
tanto debemos saber por lo menos cuáles son sus antecedentes históricos.

3. En cuanto a la pregunta de que si se considera que los Notarios, al momento de


realizar su que hacer Notarial, respetan y cumplen con las funciones propias del
Notario, la mayoría contestó que sí, sin embargo fueron pocos los que manifestaron
que no, y al respaldar su decir manifestaron que, en varias ocasiones los Notarios
dan prioridades a cuestiones familiares o personales, lo cual los aleja bastante de
cumplir con sus funciones.

4. En la pregunta considera usted que los actos y contratos que autorizan los
Notarios, tienen la certeza jurídica que un instrumento público debe tener, por el
hecho de haber sido autorizado por Notario Público, colegiado activo, la mayoría de
los Notarios contestó que un instrumento público va a tener certeza jurídica, no
porque el Notario público esté en el libre ejercicio de sus derechos y sea colegiado
activo, sino por las solemnidades que conlleva realizar el instrumento público, y eso
es lo que le va a dar certeza, valor y seguridad jurídica.

5. Al preguntar cuál es la finalidad de la función notarial, la mayoría de los Notarios


sostuvo, que es la encargada de dar seguridad, valor y permanencia a los
documentos que crea el Notario y también en los actos en los cuales interviene. Y al
llegar a esa finalidad da a lugar a la creación y funcionalidad de la fe pública notarial.

6. Respecto a la pregunta cuáles son las causas que originan la falta de credibilidad
en la fe pública del Notario, gracias a las enriquecidas y diversas respuestas
obtenidas de cada uno de los Notarios entrevistados, se establecieron como grandes
factores los siguientes:

a) La mala práctica que tienen algunos Notarios al no realizar su función notarial


como debieran.

69
b) La mala redacción de algunos Notarios, esto se puede deber a tres razones, una
que el Notario no puede redactar un instrumento público o documento notarial,
debido a la mala organización de sus ideas o falta de experiencia al respecto. La
segunda razón, puede corresponder, por no saber plasmar correctamente lo que
manifiestan los comparecientes o interesados. La tercera razón pertenece
únicamente al Notario, que a sabiendas de que un documento no debe ir redactado
de tal manera, lo realiza con ambigüedades, si tiene algún tipo de interés en el
mismo ó por mala fe.

c) La corrupción, lamentablemente existe en algunos Notarios que prefieren


satisfacer intereses particulares o económicos a servir en una función pública, y esta
es una gran razón por la cual las personas ya no creen en la fe pública que posee el
Notario.

d) Préstamo de Protocolo, varios Notarios prestan el Protocolo para que otros


Notarios o estudiantes de Derecho realicen instrumentos públicos, algo que se puede
catalogar como no ético, ya que el Protocolo es para uso exclusivo del Notario al cual
pertenece y solamente él puede utilizarlo y llevar el control del mismo.

e) Los llamados güizaches o tinterillos, que son aquellos estudiantes de la carrera de


Abogacía y Notariado, o que tienen cierre de pensum de la carrera, pero sin embargo
no se han graduado y ejercen como si ya lo hubieran hecho, al no tener las
facultades que la ley y el Estado otorgan para poder hacerlo, y por lo tanto no poseen
fe pública.

f) Todos los incisos anteriores conllevan la irresponsabilidad y falta de valores que


hay en algunos Notarios, algo que deberían poseer, todos los Notarios, desde que
son estudiantes de la carrera, por la fe pública que van a poner en práctica a la hora
de obtener el titulo de Notario.

70
7. Al preguntar cómo les afecta a los Notarios, la falta de credibilidad en su fe
pública, fueron pocos los que contestaron que no les afecta, otros manifestaron que
les afecta en los siguientes aspectos:

a) Que las personas que conforman la sociedad, ya no creen, en los actos y


documentos que realizan, y por ende prefieren ya no acudir a ellos, a solicitar de sus
servicios.

b) Se da una desconfianza en los propios colegas, al provocar en ocasiones


competencia desleal, y mala fama en algunos Notarios.

c) Todo lo anterior ocasiona que la profesión ya no tenga la importancia que tenía


con anterioridad y se cree un deterioro en la misma.

8. En la interrogante de qué forma afecta a la sociedad, la falta de credibilidad en la


fe pública del Notario, todos ellos coincidieron en que se afectan los derechos de las
personas, al no darles el fin que ellos quieren a sus intereses, ocasionándoles todo
tipo de conflictos, y ya no acuden con ellos por estas razones.

9. Al preguntarle a los Notarios qué repercusiones se crean por la falta de


credibilidad en su fe pública, en las instituciones, a las que acude, para realizar
tramites de su interés, manifestaron lo siguiente:

a) No admisibilidad de documentos en las instituciones.


b) El rechazo de los documentos en las instituciones.
c) Más requisitos en las instituciones, para la admisibilidad de los documentos.
d) Mayor concentración de casos en las instituciones.
e) Trámites más largos y retardados en las instituciones.

10. Respecto a la pregunta si el Notario considera que es necesario aplicar


sanciones más fuertes a los Notarios que falten a su fe pública, todos dijeron que si

71
ya que actualmente las sanciones que son aplicadas son muy leves y por lo mismo
no causan ningún efecto en los Notarios en que se aplican, así que deben ser
actualizadas y mas coercitivas judicialmente, para lograr una mejor respuesta por
parte de los Notarios, y así ya no tener tantas faltas en el ejercicio de su profesión.

11. En la interrogante cuál es el papel que desempeña el Notario, en cuanto a su fe


pública, actualmente en la ciudad de Quetzaltenango, los Notarios contestaron que
es un profesional del derecho, encargado de dar certeza jurídica en todos los actos
en los cuales interviene, sin embargo su finalidad ha sido un poco desvirtuada,
porque existen varios Notarios que le dan mal uso a su fe pública, con lo cual deja
mucho que desear y quedan en deuda con la sociedad y la profesión.

12. En la pregunta de qué forma se puede motivar el buen actuar del Notario, fueron
respuestas compartidas en dos aspectos:

a) La primera, los Notarios que indicaron que si se deben motivar a los Notarios, en
sus valores, pero desde la formación que reciben en los centros universitarios. Otra
forma seria dándoles sanciones más fuertes a los Notarios que falten a su fe pública.

b) La segunda, los Notarios que manifestaron que no se debe motivar a los Notarios,
porque todos deben actuar bien siempre, ya que es propio de la profesión por la fe
pública que poseen.

Se han alcanzado los objetivos trazados al inicio de la presente investigación, porque


en la investigación realizada se ha estudiado y analizado la evolución histórica que
ha tenido la Fe Pública del Notario, se ha determinado cuál es la situación actual de
esta investidura legal del Notario, y cuáles son los cambios que ha sufrido y si es
correcta su aplicación actualmente. Entonces, se puede concluir que la fe pública
del Notario encuentra sustento en las raíces mismas de su historia, dado que
contribuye al logro de la meta final de la función notarial que es dar seguridad y
certeza jurídica.

72
CONCLUSIONES:

a) La fe pública notarial es la potestad que el Estado confiere al Notario, para que a


requerimiento de parte y con sujeción a determinadas formalidades, asegure la
verdad de hechos y actos jurídicos que le consten, con el beneficio legal para sus
afirmaciones, de ser tenidas por auténticas mientras no se impugnen mediante
falsedad.

b) Se ha visto durante el desarrollo de la presente investigación, que la fe pública del


Notario surge desde tiempos remotos con características similares a las que se
conocen ahora, sus antecedentes demuestran que su desarrollo está de acuerdo
con el momento histórico en el que se necesitaba, y que su cambio fue
paulatinamente, hasta como se conoce hoy en día; de manera que todos los
elementos con los que cuenta actualmente es producto de la necesidad que surgió
en el tiempo.

c) El Notario al momento de realizar su que hacer notarial origina la fe pública, la cual


es fundamental en la sociedad para la realización normal del derecho que es uno de
los fines del Estado.

d) Todo acto o documento autorizado por Notario Público tiene certeza jurídica,
solamente por el hecho de poseer la investidura legal de la fe pública.

e) La finalidad de la función notarial es que el Notario de fe de los actos en que


interviene, autenticarlos y establecer una presunción de veracidad sobre su
autorización.

f) Todas las actuaciones notariales inician y finalizan ante el Notario, por tal motivo
las personas han encontrado siempre en ellos la solución a sus problemas, sin
embargo en la última década su función se ha visto duramente cuestionada y hoy se
vive un decaimiento en la fe pública del Notario, como consecuencia del mal actuar

73
de algunos Notarios, y coloca en duda la seguridad jurídica de los documentos y
actos que autoriza.

g) Actualmente en Guatemala, se vive la perdida de confianza en la Fe Pública del


Notario, el primer acto de este drama es la caída del paradigma de la confianza en el
sistema de control y certificación de las firmas de los Notarios autorizados en
Guatemala y es desalentador saber que hay tal cantidad de Notarios que no respetan
las disposiciones legales, como tampoco las morales ni éticas y que además la
sociedad desconfíe de la fe pública del Notario casi por principio.

h) El Estado delega constitucionalmente al Notario la alta investidura de la fe pública,


y por lo tanto tiene una gran responsabilidad que se ve fortalecida conforme a sus
facultades.

i) El papel que desempeña actualmente el Notario en Guatemala en cuanto a su fe


pública, es la de dar garantía de autenticidad y legalidad a los actos en los que
interviene y a los documentos que autoriza.

j) La profesión del Notario exige un ejercicio honorable, ya que el profesional


deshonesto a corto o largo plazo, es desenmascarado y señalado por la sociedad.

k) Actualmente en Guatemala, el estricto cumplimiento de las obligaciones del


Notario, genera la seguridad jurídica que los otorgantes esperan del Notario, por
ende es tiempo de recuperar en los usuarios, la confianza que se debe tener en el
Notario.

74
RECOMENDACIONES:

a) Al ser la fe pública delegada por el Estado hacia el Notario, éste debe de ser el
principal responsable, de que la misma se preste de manera eficiente y de
conformidad con lo que establece la ley.

b) Es importante que todo profesional del Derecho que ejerza el Notariado conozca
los orígenes y la evolución histórica de la Fe Pública ya que no es posible que la
apliquen en su ejercicio profesional y no conozcan sus antecedentes, por tal motivo
es necesario que por interés propio acudan a bibliografía especifica que les pueda
enriquecer sus conocimientos respecto al tema.

c) El Notario antes que Notario es hombre de fe, que tiene que amar y llevar lo bueno
consigo, que está acompañado de un claro concepto de verdad, equidad, justicia y
para ser un buen profesional debe aportar esas virtudes cotidianamente
aplicándolas correctamente siempre conforme la ley y al bien común en el ejercicio
de su función.

d) El Notario no puede ser ajeno a las demandas actuales, por ello es necesario
revisar proyectos modernos que ayuden en su función notarial, tales como las
medidas de seguridad en la expedición de testimonios, el protocolo electrónico y la
firma electrónica, para así ratificar su fe pública.

e) El Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, debe


crear sanciones más fuertes y aplicarlas debidamente a los Notarios que incurran en
anomalías, y así evitar que decaiga mas la fe pública del Notario.
f) Para lograr de nuevo la confianza en la fe pública del Notario, se necesita del
trabajo ético de ciudadanos virtuosos, mujeres y hombres con capacidad para
rechazar una propuesta fuera del marco de la ética, así como lo fue desde sus
inicios.

75
g) Todo profesional del Derecho, tiene que tener una fina sensibilidad para descubrir
lo que la coyuntura histórica pide de su ejercicio profesional, al mismo tiempo debe
saber hallar en la entraña misma de su función los medios jurídicos para satisfacer
esa exigencia, de manera que la sociedad será la primera y más decidida defensora
de la institución notarial, porque verá en ella no un estorbo sino una salvaguardia de
sus legítimos intereses.

h) Otra recomendación, es que para poder ejercer la profesión, los Notarios posean
un grado académico de maestría o doctorado en la materia, incluso debería de
separarse las carreras de Abogado y Notario, ya que cada una de ellas tiene
suficiente independencia y autonomía, además favorecería a los estudiantes de
derecho, a tener un mejor estudio y más completo del ámbito en el cual quieran
ejercer.

i) La actualización del Notario en los temas propios de su función, resulta


fundamental, esto se lograría al promover esquemas de certificación de la función
notarial que acrediten que el Notario ha cursado módulos de actualización validados
por los colegios y alguna institución académica.

j) El Instituto Guatemalteco de Derecho Notarial y un grupo de juristas buscan que el


Congreso apruebe el nuevo Código de Notariado, ya que el actual data de 1,946 y ha
dado pie a excesos por parte de Notarios. Hace tiempo se presentó esa iniciativa y
sigue adormecida en el Congreso, no obstante que es de urgencia para tener un
mejor control del notariado, ya que la iniciativa propone un espacio dirigido a
fortalecer la seguridad de las personas que acuden al Notario y crear un mayor
control sobre su fe pública, con el fin de darle mayor credibilidad. Por lo tanto es
necesario que esta ley sea aprobada, porque permitirá vigilar muy de cerca, el
ejercicio del Notario.

76
REFERENCIAS:

a) Referencia Bibliográficas:

1. Carral y De Teresa, Luis. Derecho Notarial y Derecho Registral, Séptima Edición.


México, Distrito Federal, Editorial Porrua, Sociedad Anónima, 1,983.
2. César Pina, Toribio. Temas Notariales, Primera Edición. Santo Domingo, Editora
Universitaria UASD, 1,986.
3. Giménez Arnau, Enrique. Derecho Notarial, Segunda Edición. España,
Ediciones Universidad de Navarra, Sociedad Anónima, Pamplona 1,976.
4. Muñoz, Nery Roberto. Introducción al Estudio del Derecho Notarial, Decima
Edición. Guatemala, Infoconsult Editores, Sociedad Anónima, 2,004.
5. Pérez Fernández Del Castillo, Bernardo. Derecho Notarial, Tercera Edición.
México, Distrito Federal, Editorial Porrúa, Sociedad Anónima, 1,986.
6. Salas, Oscar A. Derecho Notarial de Centroamérica y Parama. Costa Rica.
Editorial Costa Rica 1,973.
7. Viteri E., Ernesto Derecho, Monografías. Guatemala, Talleres Gráficos de Ediart,
1,986.

b) Referencias Normativas:

1. Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala. Constitución Política de la


República de Guatemala. Mayo de 1,985.
2. Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, Decreto Número 62-91. Código
de Ética Profesional del Notario. Diciembre de 1,994.
3. Congreso de la República de Guatemala, Decreto Número 314 Código de
Notariado. Enero de 1,947.
4. Congreso de la República de Guatemala. Decreto Número 1441. Código de
Trabajo, Mayo de 1,971.
5. Organismo Legislativo de Guatemala, Decreto Número 2-89. Ley del Organismo
Judicial. Enero de 1,989.

77
c) Referencias Electrónicas:

1. Latindex. García Aguilar, Rodolfo. La Ética del Notario Público. Costa Rica, 2,006.
www.latindex.ucr.ac.cr/cienciasjuridicas-112/cj-112-06.pdf.

d) Otras Referencias:

1. Baquiax, Josué Felipe. Apuntes de Derecho Notarial. Guatemala. Año 2,005.


2. Barrios de León Blanca Patricia. El Notario Guatemalteco y la Tramitación
Notarial de Asunto de Jurisdicción Voluntaria. Guatemala 1,993. Tesis,
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rafael Landivar.
3. Martínez Espinosa, Mauricio. Sobre la Fe Pública: Falsedad y Nulidad. El Nuevo
Diario. Managua, Nicaragua, 10 de mayo de 1,999. Periódico Número LIII.
4. Sociedades Bíblicas Unidas. Biblia Dios Habla Hoy. Edición Interconfesional de
Referencia. Sociedades Bíblicas Unidas.

78
ANEXOS
1. Entrevista.

FACULTADES DE QUETZALTENANGO
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
LICENCIATURA EN ABOGACÍA Y NOTARIADO
BOLETA DE ENTREVISTA SOBRE: “LA FE PUBLICA DEL NOTARIO EN
GUATEMALA”
PRESENTADA POR: FLOR DE MARIA MORALES SANTIZO.

Estimado Entrevistado:
De manera atenta me dirijo a usted, agradeciéndole de antemano la atención
prestada a la presente boleta, la veracidad y sinceridad de sus respuestas, servirán
al desarrollo del tema descrito, el cual tiene como única finalidad el estudio de campo
acerca del conocimiento de la Fe Pública del Notario en Guatemala, por lo tanto los
mismo son totalmente confidenciales, lo cual permite que a estos no se les pueda dar
otro uso que no sea puramente de orden académico.

1. ¿Para usted, qué es la fe pública notarial?


2. ¿Conoce usted, cuáles son los antecedentes históricos de la Fe Pública Notarial?
3. ¿Considera usted, que los Notarios, al momento de realizar su quehacer notarial,
respetan y cumplen con las funciones propias del Notario?
4. ¿Considera usted que los actos y contratos que autorizan los notarios, tienen la
certeza jurídica que un instrumento público debe tener, por el hecho de haber
sido autorizado por Notario Público, colegiado activo?
5. ¿Para usted cuál es la finalidad de la función notarial?
6. ¿Cuáles son las causas que originan la falta de credibilidad en la fe pública del
Notario?
7. Cómo le afecta a usted como Notario, la falta de credibilidad en la fe pública del
notario?

79
8. ¿De qué forma, cree usted, que afecta a la sociedad, la falta de credibilidad en la
fe pública del Notario?
9. ¿Qué repercusiones considera usted, que crea la falta de credibilidad de la fe
pública del Notario, en las instituciones, a las que acude, para realizar trámites de
su interés?
10. ¿Considera usted, que es necesario aplicar sanciones más fuertes al notario que
falte a su fe pública?
11. ¿Cuál es el papel que desempeña el Notario, en cuanto a su fe pública,
actualmente, en Guatemala?
12. ¿De qué forma se puede motivar el buen actuar del notario?

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