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DUDAS EN DERECHO

PROCESAL PENAL. FASE DE


INSTRUCCIÓN.

INTRODUCCIÓN.
Las fases del proceso judicial penal está muy bien señaladas en la ley. En la
fase de instrucción no hay una u otra manera de realizar los trámites
procesales. Sólo se realizarán según señala el derecho procesal penal
mediante la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Cuando algo está mal tramitado la obligación del Letrado es la de recurrir.
No es negociable la forma de realizar un trámite, ni tampoco la forma de
resolverlo. Hay instrumentos suficientes como para poder echar para atrás una
resolución judicial. De hecho, en el derecho procesal penal, bajo nuestro
punto de vista hay demasiadas resoluciones recurribles.
Todas estas resoluciones o proveídos que son recurribles en su mayoría, lo
único que hacen es paralizar los procedimientos, pasando de proteger el
derecho de defensa del investigado a demorar en el tiempo el proceso
infinitamente.
Las diferentes interpretaciones que se le pueden dar a una norma o a una
Ley afecta al modo de resolver el hecho punible o su responsabilidad civil,
pero no debe afectar al contenido del trámite judicial a realizar.
La redacción de este post, se va limitar a casos reales y que, por su reiteración,
vengo a resumir. Intentando aclarar conceptos procesales del derecho penal,
sobre todo en su fase de instrucción.

DUDAS Y ERRORES DURANTE LA INSTRUCCIÓN EN EL


DERECHO PROCESAL PENAL.
Veamos ejemplos de dudas y errores recurrentes durante la tramitación de
una causa penal en su fase de instrucción:

PLAZOS PARA PRESENTAR RECURSOS EN LA FASE DE INSTRUCCIÓN.


Día tras día surge la misma cuestión, ¿los plazos para recurrir, durante la
fase de instrucción en un procedimiento penal, hay que contarlos por días
naturales o hábiles? Esta duda ya se resolvió en su día mediante el post
titulado “Días hábiles para los recursos del derecho penal”. Quien instruye es
el Juez de Instrucción, no instruyen las partes, con lo que, los plazos para
interponer recursos se cuentan en días hábiles no en días naturales. A su
vez la LOPJ en sus arts. 182 y siguientes y la LECiv en el 132 y siguientes, así
como el art. 201 de la LECrim, dejan bastante claro cómo se deben computar
los plazos.
PERSONACIÓN COMO ACUSACIÓN PARTICULAR O QUERELLANTE.
La personación del perjudicado u ofendido en el procedimiento, durante la
fase de instrucción, debe realizarse señalando en el escrito, en qué condición
se persona y de la forma contemplada en los arts. 109, 110 y 761 de la
LECrim.
Para personarse como querellante (acusador privado) nos debemos ir a
los arts. 270 y siguientes de la LECrim. Dicho esto, la forma más común de
personación del perjudicado es la de “acusación particular”. Por mucho que se
empeñen algunos Letrados, Procuradores y Jueces, señala el derecho penal
que la personación como acusación particular ha de realizarse con Abogado
y Procurador. La acusación no queda personada con la simple designación de
Abogado.
La designación de estos profesionales es necesaria para personarse como
acusación particular en un momento preciso de la fase de instrucción y no
digamos en cualquier otras fases del derecho penal.
A fin de quien le guste verificar la jurisprudencia, dejo el enlace siguiente
comentado: Personación.

REALIZACIÓN DE ACUERDOS EXTRAPROCESALES.


Otro error muy común, y que, viene de lo que vemos en televisión del proceso
penal americano, es considerar que si durante la instrucción de un proceso
en el derecho procesal penal se llega a un acuerdo extraprocesal entre las
partes, el procedimiento se archivará.
Recordemos que en el derecho penal español no existe el acuerdo
extraprocesal en la fase de instrucción, al menos de forma contractual. Por
tanto, el proceso va a continuar, a no ser que sea un proceso que
exclusivamente deba continuar a instancia de parte, básicamente por el
delito de “injurias y calumnias”.
No se puede retirar una denuncia, lo que se puede hacer si uno no está seguro
es no interponerla. Sólo se puede renunciar a las acciones civiles y penales,
pero la instrucción seguirá por los trámites del derecho penal.
El Ministerio Fiscal podrá seguir acusando aunque el perjudicado
renuncie. Los acuerdos extrajudiciales tampoco se pueden dar en juicio, al
menos de manera formal. Si el Fiscal y la acusación realizarán una petición de
pena menor y el acusado está conforme con ella, se dictará sentencia en
función de lo solicitado. Pero el pacto no queda firmado en ningún sitio.
Concluyendo, no existe el acuerdo extraprocesal en el derecho penal y no
existe la retirada de una denuncia.

MODIFICACIÓN DE ESCRITOS DE ACUSACIÓN Y DEFENSA.


Otros casos menos recurrentes que se dan en más de una ocasión, es querer
modificar el escrito de acusación una vez acordado el auto de apertura de
juicio oral. Parece ilógico, pero se da y no es normal ni siquiera solicitarlo y
menos, que el Juzgado llegue a realizar tal modificación.
El derecho procesal penal no permite modificar ni ampliar el escrito de
acusación durante la fase de instrucción.
Por último, la falta de experiencia en derecho penal lleva a realizar escritos de
acusación, con graves errores de fundamentación y calificación.
Se nota mucho cuando un Letrado es especialista en derecho penal y cuando
no lo es. La redacción de los escritos de acusación y defensa, sobre todo el de
acusación es donde más se puede apreciar. En este último es donde se
producen más errores a la hora de realizar la fundamentar y calificar el delito.
El tenor del auto de apertura de juicio oral va a ser literal al del escrito de
acusación. No se puede obviar libremente el nombre del acusado y mucho
menos la calificación del delito o delitos. Tampoco se deben omitir los
artículos del Código Penal donde están tipificados dichos delitos.
Es importante la realización concienzuda del escrito de acusación porque
no se va a subsanar mediante el auto de apertura del juicio oral.
Otro error común, es solicitar el enjuiciamiento en el Juzgado de lo Penal
cuando por la pena en abstracto señala que deber realizarse en la Audiencia
Provincial. Aunque este último error sí es subsanable por el Juzgado de
Instrucción.

CONCLUSIONES.
A modo de ejemplo y como práctica judicial de derecho penal, creo que estas
acciones, dudas, errores, preguntas que se producen de forma habitual en un
Juzgado de Instrucción quedan, de momento resueltas.
Aunque siempre habrá alguien que tenga otra interpretación, bajo el punto de
vista de quien suscribe este artículo, creo que los argumentos son
suficientemente sólidos para disipar las dudas que hubiese sobre lo redactado.

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