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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

PIURA
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

TEMA:

GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS


FUERZAS ARMADAS 1968-1980

CURSO:

VISIÓN CONTEMPORANEA DEL PERÙ Y EL


MUNDO

DOCENTE:

Lic. EDWIN TOMAS MICHUE YAMO

INTEGRANTES:

MOGOLLÓN VILLENA BILLY

SAUCEDO CASTILLO GABRIELA

ALVAREZ ANASTACIO ANGIE

OROZCO MANTILLA SAMIR

CICLO:

II

FECHA DE ENTREGA:

17/01/2018

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..…3

GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS 1968-1980...4

 PERÚ ANTES DE 1968………………………………………………………..4


 LAS FUERZAS ARMADAS EN EL GOBIERNO…………………………..6
1. PRIMERA FASE……………………………………………………………….….6
 GOBIERNO DE JUAN VELASCO ALVARADO……………………….…..7
 EL ESCÁNDALO DEL ACTA DE TALARA Y LA PÁGINA 11…………..7
 REFORMISMO RADICAL DE JUAN VELASCO ALVARADO…………8
1.1. LA NACIONALIZACIÓN DEL PETROLEO…………………………….10
1.2. LA REFORMA AGRARIA…………………………………………………10
1.3. LA REFORMA INDUSTRIAL……………………………………………..14
1.4. REFORMA PESQUERA……………………………………………………14
1.5. REFORMA EDUCATIVA………………………………………………….15
1.6. REFORMA MINERA……………………………………………………….16
1.7. CONTROL DE LAS TELECOMUNICACIONES………………………..16
1.8. CONFISCACIÓN DE LOS DIARIOS……………………………………..17
1.9. MOVILIZACIÓN SOCIAL: SINAMOS…………………………………..17

 CAÍDA DE VELASCO……………………………………………………….18
2. SEGUNDA FASE: GOBIERNO DE FRANCISCO MORALES
BERMUDEZ……………………………………………………………………...20
2.1. BIOGRAFÍA…………………………………………………………………20
2.2. SEGUNDA FASE DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO…………….20
2.3. PRINCIPALES HECHOS…………………………………………………..21
2.4. ASPECTOS SOCIOPOLÍTICOS…………………………………………..21
 EL TACNAZO…………………………………………………………..21
 GOBIERNO……………………………………………………………..22
 PARO DEL 19 DE JULIO……………………………………………...24
 PROCESO DE TRANSICIÓN…………………………………………25
 ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 1978…………………………..26
 ELECCIONES DE 1980………………………………………………..28

2.5. ASPECTO ECONÓMICO………………………………………………….29


 PLAN TÚPAC AMARU………………………………………………..29
 PRINCIPALES OBRAS………………………………………………..29

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………...30

2
INTRODUCCIÓN

En este presente trabajo vamos a informarles sobre el gobierno revolucionario de


las fuerzas armadas. Desde los inicios del Perú republicano, los militares han sido uno
de los principales protagonistas de la vida política del país. De todos los regímenes
militares, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas es uno de los más
recordados y, también, de los más polémicos. En efecto, entre los años 1968 y 1975, bajo
la dirección del general Juan Velasco Alvarado, el Perú vivió una serie de reformas que
alteraron su realidad política, social y económica. Pese a que durante la segunda fase del
gobierno (1975-1980), el general Francisco Morales Bermúdez paralizó la revolución
iniciada por Velasco, los cambios ya habían tenido lugar.

Este trabajo está constituido en dos partes. La primera trata sobre el gobierno y el
golpe de estado de Juan Velasco Alvarado, que gobernó desde 1968 hasta 1975, y la otra
del gobierno de Francisco Morales Bermúdez, pero antes daremos un breve antecedente
de cómo era Peru antes del 1968, es decir, antes del golpe de estado.

Al respecto, los investigadores han discutido extensamente sobre las consecuencias


y el impacto de las reformas en la sociedad peruana de las últimas décadas del siglo XX,
motivo por el cual la información disponible sobre el tema es abundante y variada. Por
ese motivo, hemos realizado una recopilación y un resumen sobre todo lo que hemos
encontrado sobre estos gobiernos

3
GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS ENTRE 1968
Y 1980
 EL PERÚ ANTES DE 1968
Es en esta década que, el Perú registra un intenso proceso de industrialización
gracias a la implantación de la llamada “sustitución de importadores”. Con esta medida
se pretendía cambiar el modelo económico primario- exportador por otro de carácter
industrializador, que enfrentara y resolviera la problemática de su atraso y dependencia;
que le permitiera alcanzar una mayor homogeneidad en la estructura económica, para
resolver los problemas ocupacionales y de distribución del ingreso. Sin embargo, el
proceso industrializador no concluye en el dorado sueño de alcanzar un capitalismo
independiente y auto sostenido. Esto se debe, principalmente, a la dependencia de
insumos importados que prácticamente se mantiene, para el conjunto de la economía y se
acrecienta para el sector de Bien de Capital, y a la penetración y financiamiento del
imperialismo –sobre todo el estadounidense-, que en el Perú se expresaba mediante un
creciente predominio del capital monopolista internacional, sobre las actividades
productivas como la minería, el petróleo y la industria.

Esta situación interna de inestabilidad económica y social, al inicio de los años


sesenta, abonada por los efectos de la crisis general del capitalismo, llevaron al Perú a
una crisis que se agudiza aún más en los años de 1966 y 1967.

De esta forma, la crisis económica, política y social se fue agudizando hasta


desembocar en el golpe de estado de 1968: la caída de la inversión casi conjuntamente
con la declinación del PIB; el paso de la inflación “normal” a la inflación de recesión; las
pugnas intercapitalistas por la distribución de ganancias; el creciente desempleo; la mayor
concentración en la distribución del ingreso; la deformación en las pautas de consumo y
la mayor acentuación del desarrollo desigual, acrecentaron aún más ésta.
Estos hechos, a costa de una mayor explotación de los trabajadores, restablecieron
las condiciones para la reanimación económica que fue acelerada por los conflictos
sociales que precipitaron la caída de Belaúnde.

Por otra parte, antes del golpe militar de 1968, la “burguesía oligárquica”, fracción
hegemónica del bloque en el poder, tenía su base material en la producción agrícola para
la exportación (algodón y azúcar de caña). Sus intereses más importantes se encontraban
en la agricultura de exportación, con diversificaciones en la propiedad inmobiliaria
urbana, bancos, seguros, comercio, transporte, y en una extensión menor en la
manufactura. Estaba estrechamente ligada al capital extranjero y era capaz de encontrar
aperturas para la expresión política de sus intereses entre los militares y los partidos
políticos. Así también, en la sierra existía una burguesía correspondiente a la fracción
oligárquica, basada en la agricultura comercial cuya base material se encontraba en la
ganadería y en la producción agrícola, especialmente para el mercado interno.

En lo referente al sector industria, después de la posguerra se había desarrollado


también una considerable burguesía industrial equipada para la producción para el

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mercado interno: la existencia de un capital industrial “independiente” era fuerte en
aquellas actividades en las que tenía larga historia, por ejemplo en la industria maderera,
de alimentos y bebidas; existía también un sector de capital foráneo que estaba
asociándose cada vez más con la economía urbano-industrial; y estaba emergiendo,
también, un nuevo sector de capital peruano estrechamente ligado a las nuevas actividades
del capital extranjero, a menudo dependiente de financiamiento y tecnología externa. Este
grupo producía insumos para los sectores de bienes durables (tales como repuestos de
automóviles) o productos manufacturados bajo licencia de compañías extranjeras. En
vísperas del golpe de estado, las contracciones dinámicas de la acumulación de capital en
la formación social peruana habían alcanzado un nivel de intensidad que requería una
nueva forma de intervención del Estado: la contradicción entre trabajo asalariado y capital
se manifestaba en una creciente y aguda incidencia de acciones huelguísticas, asociadas
con la expansión de los campamentos de invasores de tierras con el brote de
contradicciones sociales en la esfera de la reproducción de la fuerza de trabajo; los
conflictos y contradicciones entre las fracciones del capital aerocomercial e industriales
habían alcanzado un punto de serio embate que los partidos políticos convencionales eran
incapaces de resolver efectivamente o de mediarlo; la heterogeneidad de la estructura de
clases, la limitada ausencia de las relaciones de producción capitalista en todo el territorio
del país y, más crucialmente, el continuo atraso de la economía agraria tradicional definía
un contexto socio-económico en el cual los movimientos campesinos y la lucha de clases
sobre la cuestión agraria estaba adquiriendo un carácter crecientemente explosivo.

Fue a causa de la gravedad de estas contradicciones, y de su aparente situación


intratable dentro de la armazón tradicional del sistema político, que se da el golpe de
estado el 3 de octubre de 1968, asumiendo el poder el Gobierno Revolucionario de las
Fuerzas Armadas (GRFA). Al respecto, Julio Cotler expresará lo siguiente:

El primer rasgo de la militarización del estado es que su composición,


representación y legitimidad se funda en el aparato castrense, el segundo es hacer
adaptado las prácticas y procedimientos organizacionales del mismo. La racionalización
tecnocrática de los problemas y el procedimiento burocrático de los actos de gobierno,
así como el estricto control que consuma la práctica del secreto y de la “razón de estado”.

Así, los problemas de la nación pasaron a ser considerados como estrictamente


técnicos. De esta forma, la política se convierte en un acto burocrático que debe de
resolverse por vía administrativa, sin considerar el planteo ni la participación autónoma
de los diferentes sectores de la sociedad en la solución de sus problemas.

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 LAS FUERZAS ARMADAS EN EL GOBIERNO

El régimen de las fuerzas armadas iniciadas por el general Juan Velasco Alvarado
y culminado por el general Francisco Morales Bermúdez, fue declarado dictatorial y
represivo contra la población, al recortar sus derechos y libertades; además, desplazó,
desarticulando las bases políticas y económicas de la oligarquía (agroexportadoras) para
favorecer a la burguesía “industrial”.
El golpe de estado fue justificado con el estatuo revolucionario y el manifiesto de
la junta revolucionaria, los cuales justifican el golpe de estado con los siguientes
pretextos:
 Caos en la economía.
 Inmoralidad administrativa.
 Entreguismo de recursos naturales.
 Perdida del principio de autoridad.
 Incapacidad para realizar reformas.

El 3 de octubre del 1968 se ejecutó el golpe de Estado, que ya se había planificado


meses atrás. Este hecho favoreció los intereses norteamericanos puesto que permitía el
control de la revolución latinoamericana, específicamente el del caso peruano.

1. PRIMERA FASE:

Corresponde al periodo de transformaciones de carácter reformistas. La fuerza


armada se encargó de estatizar los medios de producción (minas, yacimientos, tierras,
petroleras, etc) que estaban en propiedad de capitalistas extranjeros; pero se trataba de
expropiación negociada, ya que se indemnizó a los propietarios con fuertes desembolsos
del erario nacional. Por otro lado, el gobierno pretendía robustecer la “industria” nacional,
y para ello favoreció a la burguesía con diversos mecanismos, principalmente, con el
denominado proteccionismo económico y sustitución de importaciones.
No puede soslayarse, el contexto internacional que servía de marco coyuntural al
proceso llamado “Velasquismo”. El capitalismo mundial se reordenaba formando
conglomerados (fusión de empresas de sectores diversos), las industrias se trasladaban al
tercer mundo, las compañías entraban a un camino de evopolizacion. El “Velasquismo”,
entonces, reestructura el estado peruano para acomodarlo a la exigencia mundial, además,
para conseguir defensa y seguridad ante los países vecinos, todo este programa de
medidas de conversión económica, mencionado líneas arriba, fue plasmado en el plan
inca, cuyo lema era: “Ni capitalismo, ni socialismo, sino nacionalismo humanista”.

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 GOBIERNO DE JUAN VELASCO ALVARADO

Juan Francisco Velasco Alvarado (Piura, 16 de junio de 1910 - Lima, 24 de


diciembre de 1977), fue un militar y político peruano. Siendo jefe del Comando
Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, dirigió y ejecutó el golpe de Estado del 3 de
octubre de 1968 que derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry, ganador de las
elecciones generales de 1963. Ejerció la presidencia del Perú desde octubre 1968 y hasta
agosto de 1975 de la llamada Revolución de la Fuerza Armada. Su gobierno dictatorial
es conocido también como la Primera Fase del Gobierno Militar, (1968-1975), que duró
hasta su destitución por el también militar Francisco Morales Bermúdez.

 EL ESCÁNDALO DEL ACTA DE TALARA Y LA PÁGINA 11


Juan Velasco Alvarado accedió al poder tras el escándalo del "Acta de Talara" y
la "Página 11".

El pretexto usado para perpetrar el golpe fue el arreglo que el gobierno de Belaúnde
dio al añejo problema de La Brea y Pariñas. Este era el nombre de unos yacimientos
petrolíferos situados en el norte y explotados entonces por una compañía estadounidense,
la International Petroleum Company (IPC). Durante décadas esta compañía (y su
antecesora británica), se habían negado a pagar al Estado el monto real de los impuestos
por explotación, usando descaradamente a su favor un error inicial de parte del Estado en
la medición de las pertenencias que explotaban. Este viejo litigio tuvo su término el 13
de agosto de 1968 con la suscripción del Acta de Talara, por la cual todos los campos
petrolíferos que explotaba la IPC retornaban al Estado peruano, mientras que dicha
compañía solo conservaba la vieja refinería de Talara. Pronto se habló de manejos ocultos
en la operación, que supuestamente beneficiaban a la IPC, y se acusó de “entreguismo”
al gobierno de Belaunde. El escándalo estalló cuando se denunció que faltaba una página
en el contrato de precios de petróleo crudo entre la estatal Empresa Petrolera Fiscal (EPF)
y la IPC (10 de septiembre de 1968). Esa fue la famosa "Página Once", que sirvió de
excusa para el golpe de estado que Velasco encabezó en menos de un mes.

Se ha discutido sobre las verdaderas razones del golpe de estado de 1968. Mientras
que unos sostienen que a los militares golpistas les inspiraba un sincero deseo de

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implantar la justicia social en el Perú, otros (como el mismo Belaúnde) han hecho notar
que los militares se adelantaron a impedir la realización de las elecciones generales de
1969, en las que se presagiaba el triunfo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Y es que los
militares, desde la década de 1930, habían hecho cuerpo único para impedir el ascenso al
poder de Haya y los apristas, animadversión que se remontaba a la revolución de Trujillo
de 1932, en donde fueron masacrados oficiales del Ejército a manos de apristas exaltados,
en respuesta de lo cual, un número indeterminado de apristas fueron fusilados.

 EL REFORMISMO RADICAL DE VELASCO ALVARADO


Durante este régimen se llevaron a cabo reformas tan radicales que modificaron
sustantivamente la estructura productiva y social del país. ¿Y qué lo diferenciaba delos
golpes de Estado de épocas anteriores? Diversos los rasgos que, de modo esquemático,
se pueden sintetizar en los siguientes enunciados:

 El régimen militar de 1968 de ninguna manera fue, en el pasado, un simple


levantamiento de tinte caudillista o una insurrección aislada salida de los
cuarteles. Su dimensión, semejante al golpe militar de 1962, era
institucional, antes que personal; es decir, involucró en su conjunto a la
Fuerza Armada como ente corporativo. El propio régimen se definió en
1968 como “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada”. Con el correr
del tiempo, infortunadamente, el liderazgo, con evidentes signos de
personalismo, fue asumido por Velasco, muchas veces con prescindencia de
sus colegas de la Junta de Gobierno.

 El régimen castrense asumió el poder, por un lado, con una clara visión de
la realidad nacional y, por otro, con una firme decisión de transformarla en
su totalidad. Política, económica, social, cultural e internacionalmente
inauguró una etapa de radical transformación que removió las estructuras de
nuestra sociedad. Esa era su meta, a fin de cuentas. En ese sentido, 1968 se
constituye en un punto de inflexión, algo así como una línea de separación
entre un antes y un después en la historia del Perú del siglo XX.
 Desde un principio y hasta casi el final del “septenato” (1968-1975), el
gobierno de Velasco emprendió, como no lo hizo ningún régimen militar o
civil antes o después de él, reformas realmente drásticas y veloces en casi
todos los ámbitos del quehacer nacional, su ímpetu de transformación llegó,
inclusive hasta el deporte y las comunicaciones.

 Políticamente, el levantamiento del 3 de octubre no fue llevado a cabo para


aplastar una sedición en particular o para poner término a un gobierno de
corte populista, como fue el golpe de estado de Benavides a Billinghurts en
febrero de 1914, sino que más bien fue en contra del reformismo moderado
de Belaunde que en su opinión no había cumplido con sus promesas de
reformas estructurales, progresistas y antioligárquicas.

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 En su concepción e intención ideológica, el gobierno de Velasco no se
presentó como una solución pasajera o transitoria a una crisis coyuntural;
todo lo contrario. Su propósito, enunciado así desde el comienzo, era
permanecer en el poder todo el tiempo necesario para llevar a cabo los
cambios urgentes que la sociedad demandaba. En otras palabras buscaba
solucionar los viejos problemas estructurales que los gobiernos anteriores
no habían afrontado con éxito por desidia, falta de voluntad política o,
sencillamente, por la presión delos sectores afectados.

 El gobierno militar de 1968 orientó su quehacer, en gran medida, en función


del denominado “Estatuto Revolucionario”, documento primigenio que,
junto con las “Bases Ideológicas”, constituyó de algún modo el referente
ideopolítico del régimen. En esto, el gobierno de Velasco, desde un
comienzo, se diferenció de manera sustancial de los añosos caudillos
militares que se caracterizaban por su exagerado pragmatismo. Carentes de
un programa o de un ideario de gran formato, aquellos gobernaban a partir
de la realidad que encontraban al momento de dar el golpe de Estado. el
gobierno de Velasco en cambio, estuvo amparado de un ropaje doctrinario
e ideológico que, mal que bien, sustentaba su cotidiano accionar.
 Los miembros del régimen velasquista no pertenecían, como si en algunos
casos en el pasado, la aristocracia, sino a la clase media, a la pequeña
burguesía o a los sectores pobres (como ya se dijo, el propio Velasco
procedía de un sector socioeconómico humilde de Piura). No existían, pues,
vínculos entre esos oficiales y las grandes empresas (nacionales o
extranjeras) ni tampoco con los terratenientes costeños o los gamonales
andinos.

 Finalmente, el golpe de Estado del 3 de octubre de 1968 fue el último del


Perú del siglo XX; con este se cerró un capitulo venturoso par algunos o
tenebroso para otros, de acuerdo con el prisma que se le mire. A partir de
entonces, el poder militar quedó supeditado al poder civil, aunque en
algunos momentos, solo formal y aparentemente; al final de siglo, en la
década fujimorista, prácticamente fue copado y envilecido por la cúpula
gobernante.

Este fue, en síntesis, el perfil del golpe de Estado en 1968 pero, ¿Cuál fue la
reacción de la ciudadanía frente al estallido? Los testimonios de la época señalan que el
golpe militar fue gestado (o deseado) mucho antes del 3 de octubre. Incluso, un año atrás
ya se comentaba en los corrillos periodísticos la existencia de un grupo de coroneles
“nasesristas” que reclamaban y apostaban por un cambio revolucionario en el país, con la
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intervención de la fuerza armada, solo les faltaba el líder que, finalmente, encontraron el
general Velasco, un militar de 58 años que no disimulaba su simpatía por la Revolución
Cubana y por el propio Gamal Abdel Nasser.

Por otro lado, hoy se sabe que en su calidad de presidente del comando conjunto de
la Fuerza Armada, Velasco organizó un miniequipo formado por cuatro generales y cuatro
coroneles de su entera confianza, con un triple objetivo: a) realizar un diagnóstico de la
situación del país; b) elaborar un plan alternativo e inmediato de solución a los problemas
existentes; y c) diseñar los mecanismos conducentes a la destitución del presidente
Belaunde. Por supuesto que todo ello se hizo con la mayor reserva del caso. Al vaivén de
estas acciones, se fue preparando sigilosa y cuidadosamente el golpe.

A continuación ofrecemos un esquema preferencial de aquellas medidas más


trascendentales puestas en marcha durante la llamada “primera fase” (1968-1975) y que
revelan el ímpetu desenfrenado de sus autores.

1.1. LA NACIONALIZACION DEL PETROLEO

El primer acto revolucionario del régimen militar fue no solo declarar nulo el
contrato con la International Petroleum Company, firmado por el derrocado gobierno de
Belaunde, sino también tomar posesión de los yacimientos de La Brea y Pariña, así como
de todas las instalaciones y la propia refinería. En efecto, a solo seis días de la toma del
poder, el 9 de octubre, las tropas de la primera región militar de Piura ocuparon el
complejo petrolero de Talara en una operación relámpago que diversos sectores del país
saludaron con patriótico entusiasmo, entre ellos el diario El Comercio que desde años
atrás y de manera tesonera habían bregado por la recuperación de nuestro valioso recurso
natural. La IPC tuvo que abandonar el país.

1.2. LA REFORMA AGRARIA


La Reforma Agraria desarrollada por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado,
constituyó el último capítulo de un proceso que se vino desencadenando a lo largo del
siglo veinte. En efecto, desde inicios del siglo veinte, se venía planteando la necesidad de
una transformación profunda de la situación económica y social del campo, generándose
una nueva estructura agraria.

En 1963, el gobierno de los generales Ricardo Pérez Godoy y Nicolás Lindley


López, promulgó la denominada Ley de bases para la Reforma Agraria; por otro lado,
Fernando Belaunde promulgó el 21 de mayo de 1964, una Ley de Reforma Agraria, que
como característica principal tuvo el exceptuar a los complejos agroindustriales
azucareros y en general a la gran propiedad.

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El 24 de junio de 1969, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas
promulgó el Decreto Ley Nº 17716, contemplándose entre sus objetivos principales los
siguientes:
En términos generales, la ley de Reforma Agraria 17716 busca principalmente:

a) Incrementar el ingreso del sector campesino y asegurar, al mismo tiempo,


estabilidad laboral en el sector. Este objetivo se logra a través de la participación
de las utilidades de las nuevas empresas entre los socios. En caso de que se trate
de personas jurídicas, es decir, de sociedades de personas, los trabajadores
tendrán una participación del 50% de la renta anual de la empresa. Si se trata de
personas naturales, la participación no podrá ser menor al 20% del mismo tipo
de renta. Se busca igualmente la estabilidad laboral de la mano de obra de los
predios en los que hay personas naturales al frente de su conducción.

b) Garantizar justicia social en el sector menos favorecido del campesinado,


regulando el derecho a la propiedad, señalando las limitaciones de la misma en
base al interés social. Para el efecto, se desterraba toda forma de explotación
como el yanaconaje, colonato, mediero, etc., sistemas que aún estaban presentes
en el agro peruano a pesar de existir leyes aboliendo, algunos de estos sistemas,
de regímenes anteriores. El planteamiento subyacente en relación a este punto
de justicia social es que "todo derecho sobre el producto de la tierra se origina
en el trabajo". Hay expresa abolición en la Ley, de toda relación interpersonal
en la que se plantee la oferta de un trabajo gratuito por el uso de un terreno. Así
mismo, la tierra no será símbolo de status ni materia de acaparamiento.

c) Incrementar la producción y productividad del sector, asegurando además la


comercialización de los productos obtenidos. La situación de crisis de la
agricultura en Perú y América Latina, movía a los grupos en el poder a tratar de
ver que la producción del sector aumentara para librarnos de la dependencia en
la compra de alimentos del exterior. Esta preocupación de por lo menos
mantener la producción, se hace evidente al controlar directamente por parte del
gobierno en un inicio del proceso, aquellas unidades de producción que, como
las haciendas azucareras, tenían una productividad alta, lo que permitía no
solamente poder cubrir el mercado interno, sino también poder hacer ingresar
divisas al país. En este caso, sin embargo, hubo además un interés también
evidente de poder controlar políticamente el proceso de transferencia en los
complejos azucareros, donde tradicionalmente el Partido Aprista Peruano tenía
su bastión más sólido. La preocupación por la producción de los fundos
afectados se reflejaba además en las disposiciones dadas en la Ley en lo que
concierne a la forma de afectación. No sólo era materia de afectación la tierra,
sino también el ganado existente, las maquinarias, así como las instalaciones y
plantaciones de cultivos perennes. Esta disposición trataba de garantizar a los

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campesinos contar con los mismos elementos de producción con los que se
contaba antes de la expropiación.
Por último, si bien se señalaba claramente que las formas asociativas, ya sea
Cooperativas Agrarias de Producción (CAP) o las Sociedades Agrícolas de
Interés Social (SAIS), eran prioritarias en este proceso de cambio, sin embargo,
se decía expresamente en la Ley y así lo afirmaron los dirigentes de la
Revolución, que tanto la mediana propiedad, como la pequeña propiedad serían
no solamente respetadas, sino también apoyadas.

d) Uno de los principales objetivos del Proceso de Reforma Agraria es la de


favorecer la movilización campesina. El sistema autogestionario implantado
para el sector rural, tiene como finalidad primordial garantizar no solamente un
salario acorde con las necesidades de los trabajadores, sino también la
posibilidad de tomar decisiones en la marcha de la empresa, así como la toma
de responsabilidad en la implementación de las políticas a seguir. La idea de
participación y no de manipulación es uno de los pilares no sólo para las nuevas
empresas en el sector rural, sino también en el resto de los sectores de la
economía del Perú. Este es, a nuestro entender, la decisión más importante para
el planteamiento de una nueva sociedad y también, lógicamente, la más
riesgosa. Teniendo este esquema en mente es que se alienta la difusión y
consolidación de las cooperativas de producción y de las SAIS, como los
modelos más acordes a los principios de participación. Así mismo, en la misma
Ley, se norman los sistemas comunitarios de explotación de la tierra.
En concordancia con esta política, los predios afectados se otorgan de acuerdo
a prioridades fijadas, donde las nuevas empresas autogestionarias planteadas
tienen preferencia. En este sentido, en orden descendente de prioridad, las
afectaciones son dadas a las Cooperativas Agrarias de Producción, a las
Comunidades Campesinas, a las Sociedades Agrícolas de Interés Social, a los
Grupos PreCooperativos y, por último, a las personas naturales.

e) Como se ha señalado anteriormente, en la elaboración de la Ley se vio


claramente que el problema del sector agropecuario no podía verse ni
solucionarse en forma aislada. Su vinculación con el sector urbano-industrial se
ve como fundamental.

f) Se garantiza con la Ley de Reforma Agraria el derecho de las antiguas


comunidades de indígenas (llamadas a partir de la Ley Comunidades
Campesinas), el derecho de propiedad sobre sus tierras, dándoles además,
cuando forman parte de una SAIS, la posibilidad de recibir excedentes de las
unidades de producción eficientemente organizadas, las cuales habían
conformado las antiguas haciendas en el orden tradicional, como se ha señalado
anteriormente. La permanencia de estas unidades garantizaría la eficiencia en la

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producción, siendo el excedente canalizado hacia las antiguas comunidades de
indígenas. Al mismo tiempo, se propugna el habilitar tierras, allí donde sea
posible, a las comunidades para atender sus problemas de población.
Históricamente, estas comunidades habían perdido sus tierras a expensas de los
latifundios en expansión.

g) Por último, como se señaló anteriormente, la ley claramente señala que se tiene
la intención de consolidar la pequeña y mediana propiedad. La consolidación
de la pequeña propiedad centra su principal problema en la existencia de una
dispersión de minifundios, cuya agrupación es un trabajo extremadamente
complicado. La solución del minifundio está planteada principalmente en
términos de consolidación parcelaria, cuyo objetivo es el de reunir a los
pequeños minifundios en unidades de producción mucho más rentables
económicamente y mucho más factible de manejar desde el punto de vista
tecnológico. Esta intención de mantener la pequeña y mediana propiedad está,
por supuesto, supeditada a una explotación directa por parte de los propietarios.

La Reforma Agraria en el Perú fue un conjunto de medidas políticas, económicas y


sociales cuyo objetivo era modificar la propiedad que existía en aquel entonces sobre la
tierra. En otras palabras, buscaba que las pocas personas con grandes cantidades de
terreno agrícola entreguen parte de su propiedad a sus empleados, que no eran dueños del
terreno que trabajaban a diario, y en algunos casos, desde hace generaciones. Cabe
resaltar que en casi todo Sudamérica se llevaron a cabo reformas agrarias como en Chile,
Guatemala y Uruguay.

Si bien la reforma agraria tuvo sus inicios en Cuzco durante 1963, no fue hasta el 4
de junio de 1969, durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado, que se inició el proceso
de adjudicación de tierras. El propósito era generar más igualdad entre los peruanos sobre
las tierras agrícolas. Lo común era que pocos ricos sean dueños de grande parcelas,
mientras que los pobres solo trabajaban para los ricos sin ser propietarios de nada. Casi
11 millones de hectáreas fueron entregadas a cooperativas y comunidades campesinas
para su uso y gerencia. No existe un cálculo exacto que determine cuantas cabezas de
ganado vacuno y ovino fueron expropiadas de los terratenientes en este proceso.

Tras esta acción, el Perú no logró el desarrollo esperado. Se esperaba que al otorgar
su propia tierra de cultivo a los campesinos, estos trabajarán más, porque trabajarían para
sí mismos e incrementarían su productividad. Lo que en realidad sucedió fue que los
campesinos terminaron con terrenos del tamaño de un jardín de casa pequeño, en donde
no se podían hacer cultivos comerciales, sino cultivos para subsistir. Como se tenía una
gran diferencia de educación entre grandes terratenientes y sus trabajadores, los
campesinos no podían administrar adecuadamente sus chacras. La gran consecuencia de
la reforma agraria fue el estancamiento de la producción agraria debido a la muy baja
producción que podían generar los nuevos propietarios.
No todo fue pérdidas. Antes de la reforma la población campesina era parte de la
tierra y no se les reconocían derechos de ciudadanos, eran algo muy parecidos a esclavos

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que se podían adquirir cuando se compraba el pedazo de tierra en donde vivían. Es a partir
de la reforma, y gracias a otras medidas implementadas por Juan Velasco Alvarado, que
la población campesina deja de ser parte de la tierra y se convierten en ciudadanos libres.

1.3. LA REFORMA INDUSTRIAL

Casi al año siguiente de decretarse la reforma agraria, el 28 de julio de 1970, el


propio Velasco, en un mensaje a raíz del aniversario patrio, anuncio la promulgación de
la Ley General de Industrias. Con esta ley se declaró de preferente interés nacional el
desarrollo industrial permanente y autosostenido, considerado primordial para la
transformación socioeconómica y esencial para garantizar la efectiva independencia
económica del país. Las actividades dela industria fueron clasificadas en prioritarias y no
prioritarias. Además, quedó establecida la creación de las “comunidades laborales” que
representaban a los trabajadores y que contemplaban una participación cada vez mayor
de estos en la propiedad, gestión y utilidades de la empresa. La ley también estipulaba
que el capital extranjero en las industrias manufactureras debía reducirse progresivamente
hasta un nivel de propiedad minoritario y anunciaba el establecimiento de un nuevo tipo
de empresa mixta entre el gobierno y las cooperativas de trabajadores, que sería conocido
como de “propiedad social”. Legislaciones posteriores extendieron el concepto de
“comunidades laborales” a los sectores pesquero y minero.

1.4. LA REFORMA PESQUERA


En el Perú, por nuestra gran riqueza ictiológica, se había alcanzado un crecimiento
desmesurado, dando lugar a una pesca desordenada, irracional y depredadora para la
producción de harina de pescado, llegando a ser los primeros productores del mundo. No
obstante, la pesca extranjera por concesiones y las inversiones también foráneas
succionaban nuestra riqueza marina, sin que los peruanos alcanzáramos los suficientes
beneficios de ella. Se creó el ministerio de pesquería para dirigir y orientar al sector y
crear los organismos necesarios para la producción y comercialización, tanto de la harina
de pescado como de la pesca de consumo humano, que a pesar de nuestra riqueza, era
desaprovechada.

Se estatizó las empresas pesqueras, formando la gran empresa estatal Pesca Perú.
Pero la pesquería peruana ya había bajado su productividad y rentabilidad, posiblemente
por una extracción depredadora. Hizo respetar el mar territorial dentro de las 200 millas,
autorizando y regulando la pesca de naves extranjeras.

Impulsó la pesca para el consumo humano e invirtió en la infraestructura de puertos


y frigoríficas, además de cámaras y fábricas de conservas. Se creó la EPSEP (Empresa
Pública de Servicios Pesqueros), que entre otras actividades producía enlatados. Además,
promovió la investigación pesquera realizada por el IMARPE, Instituto del Mar.

14
1.5. LA REFORMA EDUCATIVA
La reforma educativa fue dirigida por el general Alfredo Carpio Becerra. La
educación fue considerada como un factor decisivo para la consolidación de las reformas
estructurales, para una verdadera transformación de la sociedad era necesaria una reforma
educativa. En tanto la reforma educativa obedecía a las transformaciones sociales que
quería llevar a cabo del régimen, las metas de la reforma educativa estuvieron ligadas a
la política nacional de desarrollo y la orientación política estatal. Es así que se promulga
la Ley General de Educación en 1972.

Desde el gobierno se hizo una crítica a los métodos tradicionales de enseñanza que
reproducían las relaciones de poder al poner énfasis en la superioridad cultural de grupos
dominantes. Como una transformación en la educación debía estar seguida por una
transformación en la sociedad, uno de los pilares de la reforma fue la democratización de
la educación, orientado al beneficio de la población indígena, al buscar mayor igualdad
en el acceso a las oportunidades educativas.

Esta reforma creó en el Perú la educación inicial y especial, así como también el
bachillerato público y la enseñanza bilingüe para los quechua-hablantes, promoviendo la
construcción de escuelas en varias zonas del país. Los planteamientos de la reforma
educativa fueron premiados en su oportunidad por la Unesco El debate sobre la situación
de la educación en el país se expandió a la sociedad donde hubo una toma de conciencia
sobre la ineficacia de las instituciones educacionales.

La visión de la educación que se tenía en el gobierno incluía no solo al trabajo


realizado en los centros educativos, sino que se extendía a todo lo que influyera en la
formación de individuos. Así, hubo un énfasis en la necesidad de incorporar a la
comunidad al proceso educativo, lo que se vio reflejado en la creación organismos como
los Núcleos Educativos Comunales, cuyo principal motor era incentivar la movilización
y participación popular en la educación. La integración de la comunidad en los esfuerzos
educativos iba más allá de la escuela, se veía la obra educativa como una responsabilidad
colectiva.
Aunque la reforma puso por primera vez a la educación como parte importante del
discurso político, no hubo una correspondencia entre la participación social planteada y
la naturaleza de la reforma educativa en cuanto no lograron consolidarse canales de
participación fuertes. Además, las medidas planteadas por la reforma tuvieron oposición
tanto técnica como política. Sin embargo, el legado dejado por la nuclearización educativa
y los programas de educación formal logró redefinir el papel de la educación en la
sociedad.

15
1.6. REFORMA MINERA

La reforma minera logró que el estado controlara la producción, refinado y


comercialización de los minerales, que cuando eran explotados por empresas extranjeras
por el sistema de concesiones, no representaban mayores utilidades para el pueblo
peruano.
Expropió y nacionalizó explotaciones mineras manejadas por empresas
transnacionales como la de Cerro de Pasco Corporation y la Compañía Minera Marcona
Minig. Y creó una gran empresa estatal que llamó Minero Perú, la que asumió la gestión
minera nacional, manejando importantes explotaciones mineras del país.

Su política petrolera, con la construcción del Oleoducto Peruano, que trajo el "oro
negro" de la selva hasta la costa, no sólo superó nuestra condición de importadores de
hidrocarburos, sino que pasamos a ser exportadores.

Creó la sólida empresa estatal Petróleos del Perú (Petroperú), que asumió la
refinación petrolera, la distribución y comercialización de combustibles y lubricantes,
fomentando la producción nacional y dando ganancias al estado. Incentivó y financió la
prospección minera y petrolera, especialmente en la selva peruana. Inclusive otorgando
concesiones a empresas extranjeras, pero dentro de nuevas condiciones, que no sólo
velaban por la soberanía nacional, sino por sus ganancias económicas, ya que en algunos
casos la actividad minera debía ser mixta, con la participación obligada de las empresas
estatales, para mantener el control de la actividad, además de obtener ganancias de los
recursos nacionales agotables.

1.7. EL CONTROL DE LAS TELECOMUNICACIONES

En octubre de 1973 la Junta Militar soltó otra de sus bombas: la ley general de las
telecomunicaciones. A partir de entonces, el Estado pasó a controlar los canales de
televisión y parte de las radioemisoras del país, adquirió el 51% de las acciones delos
medios de comunicación y creó Telecentro, un organismo que a la larga vino a frenar el
desarrollo de la televisión.

16
1.8. CONFISCACIÓN DE LOS DIARIOS
Fue en la madrugada del 27 de julio de 1974 cuando los militares irrumpieron en
las redacciones de los diarios El Comercio, La Prensa, Última Hora, El Correo y
Ojo. Aunque muchos de ellos ya no existan en la actualidad, los periodistas peruanos
recuerdan ese episodio.

No solo esos medios fueron intervenidos. Días antes, otros periódicos así como
revistas, emisoras de radio, canales de televisión también habían pasado por lo mismo.
Con este hecho, se concretaba una de las etapas más nefastas de la historia del Perú: el
control sobre la prensa.

Haciendo uso de una malinterpretada ley de prensa que buscaba que los diarios
apunten al servicio social, confiscó los medios con la promesa de entregárselos a sectores
organizados de la población, pero lejos de hacer eso, los empleó para su denominada
“revolución”.

La población limeña hizo oír su voz, y los días 28, 29 y 30 de julio fueron los más
agitados. Cuando el régimen denominó a Héctor Cornejo Chávez como director de El
Comercio, se desató una ola de violentas protestas que terminó con alrededor de 400
detenidos.

1.9 Movilización Social: El SINAMOS


En junio de 1971 el gobierno da el Decreto de Ley 18896 que crea el Sistema
Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS). El SINAMOS fue un
organismo transitorio que tenía como misión estimular el surgimiento de organizaciones
populares a las que progresivamente debería transferirse poder de decisión en todas las
esferas de la vida de país. Se quería lograr una participación consciente y activa de la
población nacional en las tareas que demande el desarrollo económico y social. El
SINAMOS era una identidad canalizaba las demandas de los sectores mayoritarios “de
abajo hacia arriba” por lo que tuvo una relación de competencia y conflicto con los
partidos.
Fue un organismo descentralizado que poseía oficinas a nivel nacional, regional y
local. Dada la enorme dimensión de la organización, la diversidad de sus tareas y la
heterogeneidad del personal, fue muy difícil construir un organismo ágil y mejor
dispuesto para cumplir con su objetivo
Hubo además disparidad entre el SINAMOS y los sectores de la administración que
se resistían al cambio, así como entre quienes promovían una autentica participación de
la población y jefes miliares que buscaban encuadrar a las organizaciones populares para
subordinarlas y volverlas herramientas del gobierno. Aunque el gobierno iniciara la
implementación de una política participativa, la mayoría de los sectores aliados al
régimen no estaban de acuerdo con el proyecto. Solo una minoría con poder lo apoyaba,
por lo que la presencia de Velasco tuvo un carácter decisivo. Asimismo, el SINAMOS,
al cumplir un rol catalizador, buscó apoyo en las bases populares de partidos, pero fue
atacado por el Partido Comunista, el Partido Demócrata Cristiano y el resto de partidos

17
de derecha e izquierda, ya que fue visto como una forma de reemplazo sindical. Cuando
Velasco sale del poder el SINAMOS es desactivado, siendo la institución eliminada en
1978
El legado más importante del SINAMOS fue probablemente su crítica a los
planteamientos convencionales sobre la participación. Demostró que es posible desde el
gobierno desarrollar una acción de promoción de la participación en gran escala,
respetando a las organizaciones de base. Esta institución jugó un papel fundamental para
que las organizaciones populares nacidas entre el 68 y el 75 no fueran ni parte del aparato
estatal, ni objeto del encuadramiento del gobierno
 CAÍDA DE VELASCO
Los problemas en el gobierno se dieron progresivamente, si bien se empezó a notar
con el incremento de la represión y autoritarismo, expresado en decisiones como la toma
de los medios o el control excesivo de la participación social, también tuvo que ver con
las tensiones entre el gobierno, las fracciones oligárquicas y la burguesía industrial, así
como con el poco apoyo por parte de su propio interior hacia el estilo de las reformas
llevadas a cabo. Contreras y Cueto mencionan que la Marina, el sector más conservador
de las Fuerzas Armadas, representado por el Almirante Vargas Caballero, hubiera
preferido que el rol del gobierno fuera más moderado, ya que defendían dentro de la
cúpula militar, el reformismo liberal, lo cual generó constante tensión puesto que tenían
el apoyo de industriales, empresarios y ciertos diarios. De esta manera, según Pease, el
hermetismo militar se rompe, ocasionando contradicciones y enfrentamientos entre
ministros y consecuentemente una crisis institucional.

Posteriormente, inició la crisis económica, la cual, según Pease, no fue originada


por las reformas, sino por su “insuficiencia”, debido principalmente a la aplicación de una
política económica poco coherente. Sin bien sus reformas estaban dirigidas a las
propiedades y a su poder intervencionista, siguió dependiente de la inversión privada y
del crédito extranjero. De esta forma, su deuda externa fue creciendo a medida que
utilizaba aquella financiación en proyectos de largo plazo. Por otra parte, gracias a una
ampliación del mercado por la recuperación de los salarios, la demanda de alimentos y
bienes de consumo creció, generando una escasez debido a la ineficaz respuesta del sector
agrícola hacia la reforma. Esto tuvo como consecuencia el inicio de la dependencia de la
importación de alimentos. De la misma manera, la industria también se había vuelto
dependiente de los insumos y maquinaria importados, lo cual ocasionó presión en las
divisas.

La pobreza de los campesinos fue otro efecto no solo de la crisis económica, sino
de la reforma misma, generando para los últimos años de gobierno de Velasco invasiones
de tierras para poder “acelerar” la reforma y obtener finalmente mejores condiciones de
vida.

Por otro lado, casi al final de lo que fue el gobierno de Velasco, sucedió un hecho
caótico que involucró a las fuerzas policiales. El 5 de febrero de 1975, el mismo año en
el que Velasco tuvo que dejar el cargo, la policía entró en huelga y se atrincheró en el

18
local donde funcionaba la radio “Radio Patrulla”, dejando desprotegida a la ciudad. Esto
generó violentos disturbios, destrozos, saqueos y motines de manifestantes que incluye
desde estudiantes, hasta miembros de nuevos y antiguos partidos políticos. Ante esto, el
ejército intervino represivamente, recuperando el orden con tanques y dejando heridos y
muertos.

La enfermedad de Velasco aceleró su derrota, luego de la amputación de su pierna,


la dificultad para realizar los viajes que lo mantenían en contacto con los jefes del interior
permitió que el general Morales Bermúdez, ministro de Economía de Velasco como de
Belaunde, y quien ya se encontraba planeando su reemplazo, los contactara y mantuviera
de su lado al momento de tomar el poder en 1975.

Las correlaciones de poder van fluctuando en función a la oportunidad que cada


actor tiene para aprovechar la coyuntura. Sin embargo, hay un claro alejamiento del
presidente Velasco, a medida que observan que su poder es limitado y su base política es
estrecha. El 29 de agosto el general Francisco Morales Bermúdez, Ministro de Guerra y
Comandante General del Ejército que pertenecía al sector institucionalista junto con
militares de la tendencia “progresista”, se pronuncia desde Tacna para dar el contragolpe
y los comandantes de las 5 regiones militares lo secundan. El golpe es contra Velasco,
pero también contra la tendencia representada por la “Misión” donde estaban los vínculos
con la burguesía liberal industrial y agro exportadora. Si bien existía gran hermetismo al
interior de la cúpula de gobierno por lo que fue difícil determinar los grupos y divisiones
de poder, durante el golpe fue más complicado debido a que los que participaron estaban
en los cuarteles. Se trataba más bien de una corriente silenciosa al interior de gobierno
que con el golpe quería expresar el desgaste de la lucha interna y del ejercicio de poder
de las Fuerzas Amadas. Existían muchas preocupaciones de parte de esta corriente
individual que estaba influida por discusiones ideológicos dentro del gobierno como los
problemas geopolíticos al Sur, el aislamiento del Perú, las relaciones del gobierno con
tiranos del Continente, los problemas de abastecimiento, la presencia de oficiales activos
en cargos civiles de la administración y la necesidad de una conducción del gobierno más
institucional haciendo hincapié en el ejercicio del poder.

19
2. SEGUNDA FASE: GOBIERNO DE FRANCISCO MORALES BERMUDEZ
(1975-1980)

2.1. BIOGRAFÍA

Francisco Morales Bermúdez Cerruti nació en Lima el 4 de


octubre de 1921.Tuvo una estricta formación militar iniciada a los 18 años (al final de su
carrera llegó a ostentar el grado de General de División, fue presidente de la República
del Perú desde 1975 hasta 1980.

2.2. SEGUNDA ETAPA DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS


FUERZAS ARMADAS

El gobierno de Francisco Morales Bermúdez, conocido también como segunda fase


del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del Perú, inició el 29 de
agosto de 1975 con el llamado Tacnazo, este se vio precisado a reconocer que la
economía peruana estaba en crisis por razones de orden interno y externo. El modelo
económico adoptado desde un principio por el nuevo gobierno consistió en una drástica
reducción del gasto fiscal, en la eliminación de los subsidios, en un reajuste de precios
del mercado interno, en la devaluación progresiva de la moneda y en una apertura
ilimitada hacia el capital privado nacional y extranjero. Estas medidas iban encaminadas
a restablecer la salud económica del país, además de procurar distanciarse del proyecto
nacionalista implantado por el gobierno anterior. Su gobierno culminó el 28 de
julio de 1980. El gobierno convocó a elecciones generales para la conformación de una
Asamblea Constituyente no solo por la presión de las marchas y huelgas de la población,
sino porque el plan Túpac Amaru, elaborado por él fijaba un fin del Gobierno
Revolucionario de las F.F.A.A, a diferencia del anterior plan Inca.

20
2.3. PRINCIPALES HECHOS EN EL GOB. DE FRANCISCO MORALES B.

 Puso en práctica el Plan Túpac Amaru, que tuvo como objetivo consolidar el
proceso revolucionario iniciado en 1968. Dicho plan de gobierno señaló el
restablecimiento posterior de la democracia, no sin antes establecer una nueva
Constitución Política.
 Para la elaboración de la carta magna se convocó a una Asamblea Constituyente,
en donde Víctor Raúl Haya de la Torre sería el más votado y ocuparía la
presidencia de la Asamblea.
 Los antecedentes para la materialización de aquella asamblea se dieron a partir
del Paro Nacional del 19 de julio de 1977, en donde la medida fue casi total.
 Así, la Asamblea se instala el 15 de julio de 1978, y el 12 de julio de 1979 a las 7
de la noche se promulgó la Constitución, en ese documento fundamental estampó
su firma por última vez Víctor Raúl Haya de la Torre.
 Se convocó a elecciones y saldría elegido el mismo personaje que fuera depuesto
por estos mismos militares en 1968: Fernando Belaunde Terry.
 Algo interesante a destacar es que en estas elecciones de 1980, pudieron votar por
primera vez los analfabetos, además que se presentaron 15 partidos políticos.
 Estableció la ciudadanía a los 18 años (antes era a los 21).
 Creó el Departamento de Ucayali el 18 de junio de 1980.
 En el aspecto diplomático e intelectual se produce en 1979 el centenario de la
Guerra con Chile.
 Falleció Víctor Raúl Haya de la Torre en agosto de 1979.
 Surgió el Movimiento subversivo Sendero Luminoso en Chuschi (Ayacucho), el
18 de mayo de 1980.

2.4. ASPECTO SOCIO POLÍTICO

 EL TACNAZO
El 28 de agosto de 1975 se celebró en Tacna el aniversario de la reincorporación
al Perú, en la ceremonia se encontraba el Presidente del Consejo de Ministros y Ministro
de Guerra, Francisco Morales Bermúdez, y altos mandos militares. Luego de los actos de
celebración, el Premier y los jefes de la III y IV regiones militares se reunieron y
acordaron encabezar el movimiento contra Velasco. A la mañana siguiente los jefes de
las demás regiones militares se unieron al golpe.
En la mañana, la población fue informada del pronunciamiento revolucionario que
se acababa de producir era para eliminar los personalismos y las desviaciones del proceso
de la revolución de la Fuerza Armada, que se venía sufriendo por quienes en forma
errónea no habían valorado el exacto sentir revolucionario de todos los peruanos y el
nuevo gobierno peruano el general de división Francisco Morales Bermúdez, se

21
concretarían las justas aspiraciones del Pueblo, de la Fuerza Armada y Fuerzas Policiales
del Perú.
1975 fue un año marcado por una crisis económica que afectaba el poder adquisitivo
de la gente, haciendo que el gobierno de Velasco fuera perdiendo apoyo. Las protestas y,
sobre todo, la huelga policial de ese año en donde hubo alrededor de 100 muertos y que
causó que hubiera muchísimos disturbios. A esto se le suma el repliegue de Velasco a
raíz de su enfermedad. Fue cuando cae enfermo que se plantea el problema de quién iba
a sucederlo. Morales Bermúdez, que aseguraba que Velasco lo reconocía como su
sucesor, aprovechó esas circunstancias para el 29 de agosto de 1975 dar un golpe
institucional. Fue la sensación de que había problemas en la conducción del gobierno a
raíz de todos esos problemas, lo que llevó al derrocamiento de Velasco.
Juan Velasco Alvarado se reunió con algunos miembros de su gabinete y aceptó el
golpe mediante un breve mensaje, en él se pidió que la población apoye la continuidad
del proceso de revolución.
En la mañana del día 30 llegó a Lima el general Morales Bermúdez en compañía
de su esposa Rosa Pedraglio y de algunos ministros de estado. El mismo día se promulgó
el Decreto Ley N° 21268, mediante el cual la junta revolucionaria, conformada por
comandantes generales del Ejército, Marina y Aviación, designa como Presidente de la
República al General de División Francisco Morales Bermúdez.
No obstante, entre setiembre y octubre hubo una recomposición de las fuerzas,
seguido de críticas por parte del nuevo gobierno hacia la política industrial-nacional, que
marcaba ya una tendencia del norte económico que la nueva gestión quería seguir: anti
nacionalista.
El año 75 se caracterizó por ser el periodo en el que se evidencia la lucha política
que existía dentro del gobierno que tuvo como desenlace el golpe.
 GOBIERNO
Con el avance de las reformas revolucionarias de Velasco Alvarado, el gobierno
institucional de las fuerzas armadas fue adquiriendo un carácter socialista, que el gobierno
de Morales Bermúdez había dicho que seguiría, pero con cambios que ayudarían a
afrontar la crisis económica y la crisis política que habían sido la justificación para el
golpe a Velasco.
No obstante, en 1976, fue un “año de redefinición del proyecto político militar” que
alejó totalmente a Morales Bermúdez del proyecto inicial de Velasco. El comienzo de
este giro se da con la salida de altos mandos militares como Fernández Maldonado, La
Vera, Gallegos y De la Flor del gobierno. Con este gesto se inicia también el abandono al
socialismo. Para agosto, se declaraba como inadecuado el proyecto socialista y se
abandona el programa ideológico que primó durante los 8 años de Velasco.
Hasta ese momento, había habido un ambiente de confusión por la incoherencia
entre el discurso y la política económica llevada a la práctica, pero con el deslinde después
de agosto, el gobierno asumió el verdadero carácter de sus acciones y se llevan adelante

22
más políticas que deshacían las reformas anteriores. Algunas de estas fueron la
privatización de sectores de la economía, las políticas de flexibilización laboral (supresión
en la práctica de algunos de derechos laborales), mayor apertura al capital extranjero,
cambios en la política exterior, etc. El cambio en la política se vio reflejada en todos los
sectores, generando reacciones a favor y en contra.
El año 76, en el que se define, por fin, el carácter antisocialista del gobierno, fue
bastante conflictivo, especialmente por las medidas represivas, tales como el Estado de
emergencia y los toque de queda, que, si bien regían para toda la población, los sectores
populares eran quienes se veían más afectados. Estos sectores protestaron frente a algún
reclamo como huelga de sindicatos y se veían particularmente afectada con los toques de
queda los obreros que debían levantarse bastante temprano para llegar temprano a sus
centros laborales.
La criminalización del derecho a huelga hizo que toda huelga se convirtiera en un
conflicto con el gobierno y no sólo con la empresa; y afectó severamente a dirigentes
sociales y trabajadores.
Con respecto a la existente crisis política, la salida llevada a cabo por el gobierno
fue abrir el espacio político a partidos políticos, pero sólo a los conservadores y
capitalistas.
Se reestablecen las relaciones con Estados Unidos. En 1976 se recibe al secretario
de estado norteamericano Henry Kissinger.
En julio de este año todas las revistas son cerradas, pero las conservadoras están
satisfechas porque al final sus intereses están prevaleciendo. En diciembre vuelven a salir
las revistas, pero ninguna de izquierda es autorizada.
Comienzan las huelgas sindicales. El SUTEP manifiesta su rechazo a las medidas
económicas del gobierno y se solidariza con los sindicatos en pie de lucha (EXPRESO).
A pesar de las limitaciones impuestas por la dictadura ante cualquier tipo de
movimiento popular y partidos de izquierda, éstos actores que mantenían estrechas
relaciones entre sí, pudieron asumir un rol protagónico en la lucha contra el régimen
militar y, especialmente, contra la contrarreforma que dirigió Morales Bermúdez,
permitiendo el surgimiento de una nueva representación política.
Las primeras expresiones de la agudización de las contradicciones del regimen
comienzan en este año con los paquetes de medidas de flexibilización laboral y
privatización de la economía. La aguda crisis económica y dichas medidas causaron el
crecimiento de la movilización social, tanto a nivel gremial como en los frentes de defensa
de los intereses del pueblo en las regiones.

23
 EL PARO DEL 19 DE JULIO
El paro de julio fue la respuesta de los gremios de trabajadores y de la sociedad civil
organizada y los partidos de izquierda en respuesta a los “paquetazos” económicos y de
la represión policial-militar contra el pueblo y sus dirigentes. Las bases de la CGTP ante
la negativa de la dirigencia de convocar al paro, decide forma el Comando Unitario de
Lucha (CUL). Ante esa situación, la Central de Trabajadores, no tuvo otra opción que
sumarse, acertadamente, al paro que se iba a dar con o sin ellos.
El 19 de julio de 1977, se dio un paro nacional impulsado por la CGTP, central
sindical, que reclamaba un aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza
del costo de vida debido a la devaluación de la moneda. Se esperaba tener ante la crisis
una respuesta de unidad y apoyo, algo que no sucedió. Para la mañana del 19 de julio el
paro era inminente y exitoso.
En zonas fabriles empiezan movilizaciones obreras que se enfrentan con efectivos
de los Servicios Especiales de la Guardia Civil, mientras que los efectivos de la Fuerza
Armada patrullaban la ciudad.
Sin duda el paro nacional del 9 de julio de 1977 es el hecho más significativo del
periodo. El paro constituyó un desafío al gobierno en tanto este legisló y actuó en cada
momento del periodo para impedir la movilización de los trabajadores y amenazó hasta
el día previo a través del Ministro Cisneros, jugándose el todo por el todo. Este paro y
protesta popular en mucha espontánea en todo el país marcaron junio y julio de 1977
como un momento clave en insurgencia de un movimiento popular organizado, capaz de
impactar en el sistema político. El país entra en estado de emergencia y se implantaron
los toques de queda y realizaron una serie de deportaciones.
Es en agosto que el gobierno se ve aislado y desgastado. Se levanta el estado de
emergencia y se proclama el fin del régimen. Morales Bermúdez anuncia un cronograma
político que llevará a entregar el poder en 1980..
La respuesta del gobierno fue el Decreto Supremo 10-77-TR que generó el despido
de más de 5mil trabajadores en su mayoría dirigentes sindicales que habían organizado el
paro. Esto debilitó fuertemente el movimiento gremial, pero las protestas se mantuvieron
en alza y eso generó un retroceso por parte de la dictadura al convocar a la Asamblea
Constituyente de 1978.
En efecto el Plan Túpac Amaru no puede ser visto como un plan de gobierno. Es
formulado por un gobierno deteriorado que sólo puede desmontar el proyecto anterior. El
plan carece de algo que sustancial para cualquier plan de gobierno: la definición de una
estrategia de desarrollo económico y la explicitación de una política de corto y mediano
plazo. El Ministro Barúa – Ministro del Interior- de mano con su política de estabilización
del Estado incentiva la ganancia de las empresas, mantiene las exoneraciones tributarias
y amplias los incentivos a la inversión extranjera, incluso en el campo petrolero; pero no
logra sacar al país de la recesión. Falla entonces terminando con la caída del Ministro
Barúa tras no poderse imponer sobre las Fuerzas Armadas y la burocracia civil. Su

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reemplazo es Walter Piazza quien sigue más o menos el mismo modelo de Barúa y
demuestra que el gobierno no tiene ni idea de cómo beneficiar al pueblo.
Al finalizar el año 1977 muere el General Velasco y el pueblo le brinda un entierro
impresionante como signo para toda la década.
Durante el año 1978 se expresarán las continuas luchas de las organizaciones
sindicales.
Comienza el año con la paralización de SIDER PERU en Chimbote, que lleva a la
paralización general de esa ciudad y con el paro Nacional decretado por la CGTP, luego
suspendido y finalmente concretado en el mes de febrero de 1978, pero sin lograr la
unanimidad del año anterior.
El año 1978 marca el nacimiento de la Unión de Empresarios Privados del Perú
(UEPP), entidad que inaugura su presencia en la escena política acusando de traidores a
las patria a los dirigentes sindicales que convocaban el paro de Enero de 1978. Cuando
después de una huelga de hambre de más de dos meses de duración, el Presidente dispuso
la reposición de 71 trabajadores despedidos en 1977, la campaña orquestada de estos
gremios llegará al punto del desacato, sin que el gobierno tenga la fuerza suficiente para
imponer su voluntad.
 PROCESO DE TRANSICION
El año 1979 fue un año tenso, lleno de acontecimientos políticos, a lo largo del cual
el gobierno de la Fuerzas Armadas, encabezado por el Gral. Morales Bermúdez. Además,
también es el año del Centenario de la Guerra del Pacífico, lo cual genera tensión en las
relaciones peruano-chilenas.
El gobierno de la Fuerza Armada buscaba tres objetivos políticos que definen el
curso de la transferencia del poder a la civilidad:
1. Superar el punto más bajo de la crisis económica, conducida por el Ministro
Silva Ruete desde mayo de 1978.

2. Lograr la renegociación de las alianzas burguesas mediante la creación del


espacio preciso para que los partidos del orden (APRA, ACCIÓN POPULAR
Y PPC) remocen la fachada y asuman la representación de la civilidad,
entendida en su límite burgués, compatible con el orden establecido en los
centros de poder. Lograr este objetivo después de diez años de los mismos
cuadros políticos tradicionales.

3. La derrota del movimiento popular; movimiento que se había expresado en las


elecciones constituyentes de 1978 y que se había fortalecido año a año. Los
resultados fueron fruto de la conducción de la visión política presente en la
política de gobierno.

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Este año, además, fue el año en que mueren tres personajes que marcaron con su
presencia política peruana este siglo. Victor Raúl Haya de la Torre, fundador y jefe
máximo del partido aprista. Tras su muerte se abrió un proceso de pugna interna en el
partido que tiene sus primeras expresiones en la designación de candidatos ese mismo
año. También en 1979 murieron Eudocio Ravines, máximo dirigente del Partido
Comunista y Pedro Beltrán, hacedor de la política económica agro-exportadora que
enmarca las últimas décadas del poder oligárquico y el pensamiento económico por varias
décadas.
Tras los primeros éxitos en la refinanciación de la deuda externa, se encauza la
política de estabilización garantizando al gobierno una mejor relación con los
empresarios. Mejorará la balanza comercial y la balanza de pagos, gracias a los incentivos
otorgados a la exportación de bienes tradicionales y al aumento de las divisas disponibles.
Existió durante el gobierno un claro desvinculo entre las satisfacciones básicas de la
población y entre el capital financiero e industrial.
La alianza del APRA y el PPC refleja la voluntad política que condenó a la
Asamblea Constituyente a un aislamiento del conjunto de demandas populares, a no ser
centro de la escena política y a servir a la vez de válvula de escape a la fuerte tensión
social canalizada hacia las expectativas de las próximas elecciones generales.

 ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 1978


Desde enero de 1977, el ministro del Interior, general Luis Cisneros Vizquerra,
había iniciado conversaciones con los partidos políticos que existían al momento de la
deposición de Belaúnde; fue así como se realizaron contactos con el APRA, con Acción
Popular, Partido Popular Cristiano y Partido Comunista del Perú. El 4 de octubre de 1977
se convocaron a elecciones para representantes a una Asamblea Constituyente.
Indudablemente el centro de la escena política de 1978 está constituido por el
proceso electoral que dio origen a la Asamblea Constituyente y la instalación de la misma.
Con la abstención de uno de los partidos grandes, Acción Popular. Se produce la primera
elección de la década del 70.
Dentro del año 1978 se define la necesidad de definir una asamblea Constituyente
dado que su presencia significa un dato sustantivo en la escena política. Concluida al
finalizar julio la huelga del Magisterio, marcarán el segundo semestre la huelga nacional
de los mineros, las movilizaciones amplias de los empleados públicos despedidos,
huelgas regionales en Cuzco y en Pucallpa, así como diversas protestas callejeras de
estudiantes secundarios. Estas movilizaciones no son las únicas del movimiento popular
en el segundo semestre de 1978, pero en todas ellas se va notando la dificultad que supone
no contar con una dirección política centralizada.
La Asamblea constituyente instalada el 28 de julio de 1978, tendrá ante sí este
panorama enmarcado por amplias movilizaciones populares, al mismo tiempo que recibe
las presiones del gobierno para restringir su rol al simple trámite de redactar una nueva
carta política.

26
En octubre se denuncian torturas a ciudadanos peruanos en las fronteras del norte y
el sur, la alta tensión provocada por el conflicto del sur pesó también significativamente
en la escena política. Las informaciones fueron notoriamente difundidas por los órganos
de prensa del gobierno e incluso la Asamblea Constituyente realizó una sesión secreta
que terminó aprobando una moción que reclamaba la paz en el Continente.
Las elecciones se programaron inicialmente para el domingo 4 de junio, pero se
postergaron para el 18 y se realizaron en un ambiente de tensión pero de orden. En ellas,
el APRA con Víctor Raúl Haya de la Torre a la cabeza, obtuvo 1 241 194 votos, por ello
presidió en las Juntas Preparatorias de la Asamblea y posteriormente fue elegido por
mayoría como presidente de ese organismo.
Desde 1976 Haya de la Torre se había sentido mal de salud, por lo cual viajó
a Alemania. Estando ya de presidente de la Asamblea, las dolencias se le acentuaron, por
lo cual viajó a Estados Unidos, en donde no le pudieron diagnosticar el mal que tenía. De
regreso al Perú, los médicos le hacen saber que tenía un cáncer avanzado, viajó
nuevamente a Estados Unidos . En diciembre dejó de concurrir a la Asamblea, debiendo
asumir el control el vicepresidente Luis Alberto Sánchez.
Las principales innovaciones de esta Constitución, al comparársela con su
antecesora, fueron las siguientes:

 El Presidente de la República, los dos vicepresidentes y los miembros del


Congreso (diputados y senadores) serían elegidos conjuntamente cada cinco
años en elecciones generales (se abolieron las anteriores renovaciones
parlamentarias por tercios o mitades).
 Instauró la segunda vuelta en las elecciones para presidente de la República,
en caso de no alcanzar más de la mitad (el 50% más uno) de los votos
válidamente emitidos.
 Reforzó la autoridad del Presidente de la República. Este podía observar «en
todo o en parte» los proyectos de ley aprobados en el Congreso y podía disolver
la Cámara de Diputados si ésta censuraba a tres consejos de ministros. Podía
también conceder indultos y conmutar penas. Se le otorgó también mayor
poder en materia presupuestal, lo cual le permitió una mayor capacidad de
implementar sus políticas.
 Corrigió los excesivos poderes parlamentaristas contemplados en la
Constitución de 1933.
 Limitó la pena de muerte solo para casos de traición a la patria en guerra
exterior. Quedó así abolida para delitos de homicidio calificado y otros
contemplados en la ley.
 Estableció la ciudadanía para todos los peruanos a partir de los 18 años (antes,
la edad mínima era de 21 años).
 Se derogó la restricción al voto de los analfabetos.
 Contempló el derecho de insurgencia (obviamente, para defender el orden
constitucional y no para alterarlo o quebrantarlo).

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 Creó el Tribunal de Garantías Constitucionales, como órgano de control de la
Constitución.
 En el aspecto económico, las reglas básicas serían la economía social de
mercado, el pluralismo empresarial y la libertad de comercio e industria.

 ELECCIONES DE 1980
El 30 de julio de 1979, se convocaban a Elecciones Generales de Presidente y
Vicepresidentes de la República, Senadores y Diputados para el 18 de mayo de 1980.
En el año 1980, se inicia el proceso de transferencia de las Fuerzas Armadas hacia
un gobierno democrática que puede ser elegido en base al voto popular. De esta manera,
es posible observar el cambios en los partidos políticos y un reacomodos provenientes del
gobierno militar ad portas del cambio de élite política. En el primer semestre de 1980, la
transferencia del poder estatal es concluida con el triunfo de Fernando Belaunde Terry
para un segundo período luego del golpe de estado militar. Siendo Belaunde ganador de
las elecciones, algunas voces como las de Velazco Alvarado sienten que se está dando un
pasado atrás con un retorno al pasado.
El triunfo de Belaunde Terry se puede explicar en tanto muestra una contraposición
a todo lo que conlleva el gobierno militar, que sufría un desgaste en sus políticas. La
incapacidad de la izquierda para poder participar en conjunto, la crisis en la dirección del
gobierno y la crisis del APRA se convierten en caldo de cultivo para el voto popular a
favor de Belaunde. La campaña electoral permitió la apertura al debate político y a la
polinización y politización de distintas problemáticas que afectaban al Perú en ese
momento. Nuevos partidos presentaron mayor preponderancia en relación a las viejas
fuerzas que se presentaban en el espacio público. De esta forma, es posible ver el uso de
medios masivos de comunicación para la expresión de las propuestas electorales con
apoyo del gobierno y sin ningún veto. El uso de mensajes desgastados por parte del
APRA, AP y el PPC no compitió con los calificativos usados por la izquierda peruana.
Así, estas elecciones no fomentaron la reflexión sino que buscaron generar un sentimiento
en el elector.
Sin embargo, el futuro político aún permanecía incierto con procesos distintos como
la liberalización de la economía tras el manejo estatista utilizado por Morales Bermúdez.
La apertura a la democracia permitió un cambio en el manejo político de aquellos
tiempos. Con una Fuerza Armada que brindó las garantías para el pleno desarrollo del
nuevo gobierno, la nueva democracia continuará con un aparato estatal modernizado tras
la cancelación de los sectores oligárquicos, para poder llevar a cabo las reformas
necesarias para el país.

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2.5. ASPECTO ECONÓMICO
Durante la época del gobierno de Morales Bermúdez se vivió una gran crisis
económica debido a la devaluación de la moneda haciendo que la calidad de vida
disminuyera provocando que sea más difícil mantenerse y costearse las necesidades
básicas para vivir.

 EL PLAN TÚPAC AMARU

El Plan Túpac Amaru fue un intento llevado a cabo por el presidente de acabar con
la crisis económica. Este plan sostiene ideas neo-liberalistas que lo llevan a tomar
medidas drásticas y capitalistas. Se desmontaron las reformas implantadas por la primera
etapa del Gobierno Revolucionario de las F.F.A.A. modificando la comunidad industrial
que tantos conflictos habría producido con los empresarios industriales. Estas medidas
económico-políticas fueron acompañadas por las limitaciones a la movilización popular
y a las demandas de los trabajadores. Se impusieron toques de queda en las principales
ciudades, se suspendieron las garantías constitucionales y las publicaciones periódicas.
En intento de conciliarse con los otros partidos políticos se autorizó a los exiliados a
volver al Perú.

Todas estas medidas fueron respondidas con un paro nacional en julio de 1977,
como respuesta, el gobierno dispuso mediante un decreto el despido de los dirigentes
sindicales que organizaron el paro en cada empresa los sectores mas radicales como
maestros y mineros.

 PRINCIPALES OBRAS

 Se renovó todo el material obsoleto de las fuerzas armadas colocándole


como uno de los mejores de sud americana.
 Se dio el plan inca en donde se señala los objetivos y metas de gobierno
revolucionario de las fuerzas armadas.
 Se asumió el control de la moneda (Dólar).
 Mediante decreto ley Nº 19338 se creó el sistema de la defensa.
 Se restablecieron diplomáticas con Cuba.
 Mediante decreto ley Nº 21156 de fecha 27 de mayo de 1975 se
estableció el Quechua como idioma oficial de la república.

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BIBLIOGRAFÍA

 VALDIZAN, J., ARMAS, F., PALACIOS, R. (2013). El Perú Republicano 1821-


2011. Universidad de Lima. Fondo Editorial, Primera Edición.

 Instituto de Ciencias y Humanidades (2008) Historia del Perú, proceso


económico, social y cultural. Lima-Perú. Editoriales Lumbreras.

 CHIRINOS SOTO, E. Historia de la República 1821-1978. Lima-Perú. Editorial


Andina S.A.

 QUIROZ, A. W.(2013) Historia de la corrupción en el Perú.

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