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CURSO INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Por: OMAR
OMAR GERARDO MARTINEZ ROA
Comunicador Social

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA –UNAD-


UNAD-
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES
PROGRAMAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y PSICOLOGÍA
2008
2008
TABLA DE CONTENIDO

UNIDAD 1: ANTECEDENTES Y CARACTERÍSTICAS.

CAPÍTULO 1. MARCO HISTÓRICO Y EPISTEMOLÓGICO

Lección 1: ¿Cómo surge la investigación cualitativa?


Lección 2: Una mirada epistemológica de la investigación cualitativa
Lección 3: Conceptos y características de la investigación cualitativa

CAPÍTULO 2: APROXIMACIONES ENTRE LO CUALITATIVO Y LO CUANTITATIVO.

Lección 4: Investigación cuantitativa vrs investigación cualitativa


Lección 5: Interrelaciones entre lo cualitativo y lo cuantitativo.

UNIDAD 2: PARADIGMAS, ENFOQUES Y MÉTODOS.

CAPITULO 3: ENFOQUES CUALITATIVOS

Lección 6: Del paradigma a los métodos.


Lección 7: Tres enfoques: Empírico analítico, histórico-hermenéutico y Crítico-social

CAPÍTULO 4: METODOS CUALITATIVOS Y TÉCNICAS PARTICIPATIVAS

Lección 8: Investigación – Acción I-A


Lección 9: Investigación Participativa I-P
Lección 10: Análisis de contenidos.
Lección 11: Teoría fundada.

UNIDAD 3: PROCESOS Y PRÁCTICAS EN INVESTIGACION CUALITATIVA

CAPÍTULO 5: DISEÑO DE INVESTIGACION Y MANEJO DE INFORMACION.

Lección 12: ¿Qué significa el diseño de una investigación?


Lección 13: Consideraciones éticas en el manejo de la información
Lección 14: Derechos de autor y propiedad del material de investigación.

CAPÍTULO 6: REFERENTES DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN COMUNICACIÓN


SOCIAL Y PSICOLOGIA SOCIAL.

Lección 15: Experiencia de una investigación en historia oral.


Lección 16: Experiencia etnográfica de investigación.
Lección 17: Experiencia de análisis cualitativo de entrevistas
Lección 18: Experiencia investigativa en tecnologías e informática.

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UNIDAD 1
ANTECEDENTES Y CARACTERÍSTICAS

Una de las paradojas del conocimiento es el giro que ha tomado desde sus
orígenes, pues si bien el ámbito científico surge con el mundo moderno, y
específicamente ligado al paradigma positivista, es precisamente la confrontación
con el paradigma interpretativista y los aportes del paradigma critico social, lo que
ha permitido avanzar en una investigación comprometida con la realidad social. De
este recorrido, se reconocen aportes ontológicos, epistemológicos y metodológicos
desde los cuales se perfila el papel de la educación superior en los últimos años
como generadora de conocimientos.

Conocer las matrices históricas y teóricas de la investigación cualitativa permite


dimensionar las características socioculturales y políticas de un proceso donde el
conocimiento se fue convirtiendo, paulatinamente, en el nuevo capital social, pero
bajo una distribución desigual en el acceso a su posesión y a las ganancias que del
mismo se han generado. Aunque este modulo no pretende una mirada exhaustiva
sobre este recorrido, sí pone de relieve puntos de debate que particularmente
provienen de las ciencias sociales, las humanidades, y por supuesto las artes.

En conclusión, esta mirada histórica y epistemológica nos permite ubicarnos sobre


las tres primeras preguntas de este curso: ¿Cuáles son los orígenes de la
investigación cualitativa?, ¿Qué es la investigación cualitativa?, ¿cuál es su relación
con la investigación cuantitativa?.

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CAPÍTULO 1: MARCO HISTÓRICO Y EPISTEMOLÓGICO.

El objetivo de este capítulo es facilitar un acercamiento en la comprensión de los


fundamentos históricos y epistemológicos de la investigación cualitativa, a fin de
identificar autores, posturas y elementos claves de este recorrido histórico.

Lección 1: ¿Cómo surge la investigación cualitativa?

En términos generales no se puede establecer un lugar de origen preciso de


la investigación cualitativa ya que muchos autores en diversos lugares del planeta
han hecho aportes tanto en su génesis como en sus desarrollos posteriores, lo
cierto es que dentro de las ciencias sociales y humanas es donde se determinan
sus orígenes, a finales del XIX con la emergencia del modo de producción
capitalista y el sistema social moderno. En este sentido, muchos autores coinciden
en estas afirmaciones aunque construyen sus propias elaboraciones con base en
un imbricado proceso de interacciones con posturas ligadas a diversas escuelas,
corrientes de pensamiento y disciplinas científicas.
Para observar esta serie de elaboraciones, Miguel S. Valles, hace un
recorrido por los autores más relevantes que han jugado un papel relevante en el
proceso histórico de la investigación cualitativa.

GENEALOGÍA HISTÓRICA Y PLANTEAMIENTOS ACTUALES


ACERCA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.

Miguel S. Valles

“En la perspectiva que traza Hamilton, la génesis de la investigación cualitativa se


remonta a la aparición de las ideas kantianas en la escena de una filosofía dominada
por el cartesianismo. En el relato historiado de este autor se destacan los siguientes
puntos:

1) La obra de Descartes (1596-1650) y, concretamente, su proclamación de la


importancia de las matemáticas y la objetividad en la búsqueda de la verdad se
consideran pilares fundacionales de la investigación cuantitativa. En los siglos XVII y
XVIII, en un contexto de grandes controversias filosóficas entre cartesianos y
escépticos sobresale la “diseminación del absolutismo cartesiano”.

2) El pensamiento filosófico de Kant (1724-1804), especialmente su Crítica a la razón


pura (1781), supone una ruptura con el objetivismo cartesiano y una apuesta por un
modelo de racionalidad humana (conocimiento), en el que adquieren relevancia la
interpretación y la comprensión (en tanto procesos mentales que organizan las
impresiones que registran los sentidos). En otras palabras, se transciende una manera
de indagación empirista, dando paso a epistemologías atentas a los procesos
cognitivos y que se enmarcarían dentro de enfoques caracterizados por su
subjetivismo, idealismo, perspectivismo o relativismo.

4
3) Otro aspecto destacable en el pensamiento kantiano tiene que ver con la distinción
entre “razón científica” (conocimiento teórico o racionalidad aplicable al establecimiento
de las verdades en el ámbito de la naturaleza) y “razón práctica” (conocimiento aplicado
en la toma de decisiones en la acción humana o ámbito de la libertad moral), que ya
hiciera Aristóteles.

4) Mención aparte merece Dilthey (1833-1911) por su énfasis en la distinción entre


ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu o humanas. En el objeto de estudio de
éstas (las realidades sociohistóricas) se incluye la conciencia, como algo conocible por
medio de la comprensión (Verstehen), noción que se contrapone al concepto
prekantíano o cartesiano de explicación (Erklürung). Esto significa que las ciencias
sociales pueden investigar las experiencias vividas (concepto de Erlebnis) por los
individuos, relacionándolas con su contexto sociohistórico y cultural.

5) La revisión del “paradigma cartesiano/newtoniano”, en los años sesenta y setenta,


proviene no sólo de las críticas desde fuera, sino también desde dentro. Buena
ilustración de ello son los escritos de Campbell y Stanley (1963), respecto a los diseños
cuasiexperimentales en la investigación educativa, o las reflexiones de Cronbach
(1975) en el campo de la psicología. Pero los replanteamientos epistemológicos que
tienen lugar a partir de estos años también alcanzan a la investigación cualitativa. Tanto
en los trabajos de los años ochenta y noventa enmarcados en el estilo denominado
investigación-acción, como en los escritos de “un representante de la rama dialéctica
del pensamiento neokantiano” (Habermas), Hamilton (1994: 67) ve “una vuelta a la
preocupación de Kant por la libertad humana y la emancipación social”; y en todo ello la
tradición más duradera de la investigación cualitativa.

La perspectiva histórica de Conde: génesis de lo cualitativo (frente a lo


cuantitativo) en la filosofía griega de Platón y Aristóteles

La perspectiva histórica de Hamilton puede complementarse con otra, de mayor


retrospección en el tiempo, como es la que presenta un autor español por las mismas
fechas (Conde, 1994a). Para este sociólogo, las palabras “cualitativo” y “cuantitativo”
(en alusión a las perspectivas metodológicas correspondientes en las ciencias en
general) encierran una larga historia, filosófica y científica, aún no escrita ni acabada.
Su relato consiste en “seleccionar varios momentos y fechas clave que nos van a servir
tanto para introducir y enmarcar el desarrollo de estas relaciones –entre las
perspectivas cualitativas y cuantitativas– como para resaltar aquellos momentos en los
que se produjeron las transformaciones más importantes entre ambas perspectivas que
han conformado el horizonte social, epistemológico, teórico y metodológico en el que,
en la actualidad, se abordan las relaciones entre las mismas” (Conde, 1994a: 53).

Los momentos y personajes claves elegidos son los siguientes:

1) Las figuras de Platón y Aristóteles en la Grecia clásica, como representantes de


posturas filosóficas procuantitativas y procualitativas respectivamente en el inicio de la
polémica.

2) La preparación en la Baja Edad Media (siglos XII a XIV) del basamento socio-
cultural para la matematización del mundo.

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3) La matematización newtoniana de la naturaleza en la Edad Moderna (hasta el siglo
XIX).

4) La transformación del paradigma cuantitativista anterior a la luz de los desarrollos


científicos del siglo XX (el principio de indeterminación de Heisenberg, la teoría de la
relatividad de Einstein, el principio de complementariedad).

A continuación se anotan algunas de las ideas, señaladas por Conde, sobre cada uno
de estos momentos cruciales de la génesis y desarrollo de lo cualitativo:

1) Si el lector relee algún texto de filosofía del bachillerato le resultará más fácil la
lectura del artículo de Conde. Este escribe: “mientras Aristóteles defiende una
concepción y una aproximación de/a la Naturaleza que podemos denominar más
‘precualitativista’ por lo que tiene de más ‘sustantivista’, ‘sensible’ y ‘empírica’ —en el
sentido primero de empireia como ‘trato directo con las cosas’—; Platón defiende, a su
vez, una aproximación más ‘pre-cuantitativista’ de la Naturaleza por lo que tiene de más
‘formalista’, ‘idealista’, ‘abstracta’ y ‘matematizable” (Conde, 1994a: 54).
Además de señalar la aportación de estas figuras singulares de la filosofía
griega al debate metodológico, Conde no se olvida de mencionar la contribución de otro
filósofo griego, cuyo nombre sonará familiar al estudiante que indague o haya indagado
en las técnicas cuantitativas de análisis multivariable. Nos referimos a las nociones de
espacio o distancia euclídea, que deben su adjetivo a Euclides.
No obstante, se considera que tanto las concepciones de Platón como las de
Euclides se hallan aún dentro de una aproximación sobre todo cualitativista, cuya
transición al enfoque cuantitativo necesitará de las condiciones socioculturales que irán
fraguándose en la Edad Media. Este condicionamiento de lo científico por las
circunstancias de cada época es una de las ideas principales que desarrolla el texto
que comentamos, punto de vista prácticamente ausente en el relato presentado en la
sección anterior.

2) Basándose en algunos historiadores de la ciencia, Conde argumenta (respecto al


segundo momento clave referido más arriba) que “entre los siglos XII y XIV se
desarrollan en el Occidente europeo un conjunto de transformaciones económicas,
sociales, ideológicas, culturales, etc., que van a crear las condiciones sociales y
culturales para el nacimiento de la Ciencia Moderna y del paradigma “científico-positivo”
dominante” (1994a: 55). El acontecimiento cultural que sirvió de desencadenante fue
(siempre según la fuente indicada) la admisión, por parte de la Iglesia, del cero y del
vacío, lo que inicia el camino de la completa matematización de la naturaleza, tarea
emprendida por la ciencia moderna a partir de Newton.
La forma se antepone a la sustancia, lo cuantitativo a lo cualitativo, el
planteamiento platónico al aristotélico. Las nuevas condiciones sociales tienen que ver
con la aparición de la sociedad burguesa y la desaparición de la sociedad feudal. Pero
lo que le interesa transmitir al autor citado, respecto a las consecuencias de este vaivén
de la historia de la ciencia es que: “tras la aceptación del vacío y del cero se generaron
las condiciones para poder invertir la relación y concepción que se había mantenido
hasta ese momento sobre las relaciones entre las perspectivas ‘cualitativo/aristotélicas’
y ‘cuantitativo/platónicas’. En lugar de inscribirse dichas relaciones en un substrato
‘cualitativista’, como había ocurrido hasta entonces, pasan a inscribirse de forma
creciente en uno ‘cuantitativista’...” (Conde, 1994a: 58).

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3) Sin embargo, el contexto cultural de la Edad Media, caracterizado por la primacía de
una cosmovisión religiosa organizada teocráticamente, retrasa la matematización de la
naturaleza hasta los tiempos modernos de Newton (a pesar de los esfuerzos anteriores
de Galileo y otros científicos).
Si Newton convierte en hegemónico un desarrollo teórico que pone en la cima
de lo científico a las aproximaciones puramente matemáticas y cuantitativas, otros
científicos aportarán el desarrollo metodológico (la experimentación de laboratorio,
sobre todo) que romperá con las modalidades anteriores de observación, más o menos
pasivas, de la naturaleza. Conde lo explica claramente en su alusión a los telescopios
de Galileo, utilizados para observar el firmamento, a modo de prolongación del sentido
de la vista. Por ello, se dirá que los datos de las ciencias naturales y de las sociales no
se recogen, sino que se producen por los instrumentos diseñados por los
investigadores (lo cual vale tanto para la metodología cualitativa como para la
cuantitativa, habría que añadir).

4) Finalmente, este autor antes de concluir su relato historiado se refiere a la obra de


Weber, recalando en la sociología, algo que prácticamente no hace a lo largo de su
artículo debido a su decisión de beber de las fuentes de los historiadores de las
ciencias.
Sorprende su hallazgo sobre la “equivalencia total”, de la concepción de Weber
sobre la sociología como ciencia, “con las posiciones de la perspectiva que venimos
denominando ‘cuantitativista’ en la Ciencia Clásica” (Conde, 1994a: 64). Pues la obra
de Weber suele considerarse parte de una tradición que propuso una aproximación
científica al estudio de lo social diferente a la de las ciencias naturales (Bryman, 1988:
56-57). Conde sustenta, concretamente, su afirmación en referencia a la metodología
weberiana de los tipos ideales, de los que afirma son elaborados procedimentalmente
del mismo modo que los hechos lo son mediante los métodos y las técnicas de las
ciencias naturales.
En realidad, la incursión en la sociología weberiana no deja de ser un inciso,
una digresión respecto al esquema trazado en este recorrido por la historia de las
ideas, cuyo final se sintetiza mediante la alusión a los nuevos desarrollos científicos en
la actualidad. La idea más sugerente que se brinda al lector, a mi modo de ver, es que
las ciencias naturales van por delante de las ciencias sociales en la revisión del
“paradigma cuantitativista dominante”, hoy “declinante” en ambas según Conde. Se
refiere a la aparición, en el siglo XX, del principio de Heisenberg (sobre la
incertidumbre) y el de Einstein (acerca de la relatividad); y, en general, a los avances en
biología, química, cibernética y otras disciplinas.
Otra idea central es, sin duda, la de que estamos asistiendo a un momento de
maridaje sin precedentes entre dichos desarrollos en las ciencias naturales y la
investigación social, como lo atestiguan en mi opinión los escritos de Ibáñez
(especialmente, Ibáñez, 1990) y de algunos de sus discípulos en España (Delgado y
Gutiérrez, 1994).
Hasta aquí, las perspectivas históricas de dos autores: Hamilton y Conde. Es
evidente que se trata de dos relatos historiados que se enriquecen mutuamente, pues
ninguno por separado logra transmitir el efecto óptico que proporciona la lectura de
ambos. Sin embargo, se precisa seguir explorando Otros ángulos, otros relatos, sobre
todo porque los referidos pueden resultar un tanto áridos o en exceso específicos o
monográficos. En los próximos apartados se promete al paciente lector una visión más

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panorámica y circunscrita al campo de lo social. Aunque nada comparable al crisol que
cada cual vaya elaborando con estas y otras lecturas.

La cronología de Denzin y Lincoln

Un paso más en la simplificación del continuo histórico que ha envuelto a la


investigación cualitativa se da cuando el cronista insiste en la delimitación de grandes
momentos o períodos. Esto es lo que consiguen Denzin y Lincoln (1994a: 6-11) en una
apretada síntesis de la historia a la que nos referimos. Su relato se circunscribe al siglo
XX, marco temporal en el que distinguen cinco fases de la investigación cualitativa.
Esquemáticamente, los cinco grandes períodos de la investigación cualitativa en este
siglo son los siguientes:

Temporalización histórica de la investigación cualitativa en el siglo XX.

PARÉNTESIS. DENOMINACIÓN - DEL


CARACTERIZACIÓN
CRONOLÓGICO PERIODO HISTÓRICO
(1900-1950) Tradicional Positivismo. Época del etnógrafo solitario
Postpositivismo. Análisis cualitativo riguroso: Boys in
Modernista o “edad
(1959-1970) White (Becker et al, 1961), The Discovery of Grounded
dorada”
Theory (Glaser & Strauss, 1967).
Géneros desdibujados
(1970-1986) Interpretativismo. Geertz (1973; 1983)
(Blurred genres)
Reflexividad, (auto)crítica. Marcus y Fischer (1986)...,
(1986-1990) Crisis de representación
Clifford (1988)
Descubrimiento y redescubrimiento de modos de
(1990- …) Postmoderno
investigar cualitativos
Fuente: Basado en Denzin y Lincoln (1994a: 1-2, 6-11).

Antes de sumergirse en la caracterización de cada uno de estos momentos o


períodos, los autores desgranan dos ideas centrales para el entendimiento de lo
cualitativo desde la óptica actual:

a) “Investigación cualitativa significa cosas diferentes en cada uno de estos


momentos”.
b) “Estos cinco momentos operan simultáneamente en el presente” (Denzin y
Lincoln, 1994a: 2).

Veamos, brevemente, los rasgos que definen cada período:


1) El período tradicional es el momento de la etnografía clásica, “En este período, los
investigadores cualitativistas escribían relatos ‘objetivos’, colonizantes de las
experiencias de campo, que eran reflejo del paradigma científico positivista. Estaban
preocupados por ofrecer en sus escritos interpretaciones válidas, fiables y objetivas. El
‘otro’ al que estudiaban era distinto, extranjero y extraño” (Denzin y Lincoln, 1994a: 7).

Es el período, en antropología sobre todo, del etnógrafo solitario, encarnado en


figuras como Malinowski y Radcliffe-Brown. Sus trabajos se consideran hoy “reliquias

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del pasado colonial”. En el paréntesis cronológico que establecen Denzin y Lincoln,
también es la época de la Escuela de Chicago. Sin embargo, el énfasis de ésta en las
historias de vida permitió una incipiente metodología interpretativa (aunque no exenta
de problemas: realismo social, naturalismo, moralidad secular).

2) El período modernista se distingue por los numerosos esfuerzos de formalización de


los métodos cualitativos (Cicourel, 1964; Glaser y Strauss, 1967; Filstead, 1970;
Lofland y Lofland, 1971; Bogdan y Taylor, 1975; entre otros). El llamado
“postpositivismo” hizo de paraguas o paradigma epistemológico. “Los investigadores
trataron de encajar los argumentos de Campbell y Stanley (1963) sobre la validez
interna y externa en los modelos construccionista e interaccionista del acto de la
investigación” (Denzin y Lincoln, 1994a: 8).

Un ejemplo ilustrativo de esta nueva reflexión metodológica es el trabajo de


Denzin (1970), The Research Act, como él mismo reconoce hoy. Pero las obras que
abren y cierran el paréntesis de esta etapa, conocida también como “la edad dorada del
análisis cualitativo riguroso”, son en sociología: Boys in White, de Becker, Geer,
Hughes y Strauss (1961) y The Discovery of Grounded Theory, de Glaser y Strauss
(1967). En opinión de Denzin y Lincoln (1994a: 9), “esta forma de investigación
cualitativa está todavía presente en el trabajo de personas como Strauss y Corbin
(1990) y Miles y Huberman (1994)”. Opinión que conviene matizar, pues se trata de
estilos diferenciables.
3) La siguiente fase se denomina el momento de los “géneros desdibujados” o
“borrosos” (blurred genres), porque “los límites entre las ciencias sociales y las
humanidades se habían desdibujado”. Los investigadores sociales buscan en la
semiótica o en la hermenéutica nuevas teorías y métodos de análisis. Surge una gran
variedad de nuevos enfoques: “posestructuralismo (Barthes), neo- positivismo (Phillips),
neo-marxismo (Althusser), descriptivismo micro-macro (Geertz), teorías rituales del
drama y la cultura (V Turner), deconstruccionismo (Derrida), etnometodología
(Garfinkel)”.
Las obras que abren y cierran el paréntesis de este momento histórico son
The Interpretation of Cultures (1973) y Local Knowledge (1983), ambas de Geertz. Este
antropólogo invita al replanteamiento de las formas de (re)presentación (escritura) y de
legitimación (criterios de evaluación) de las etnografías, en un período presidido por
perspectivas más pluralistas e interpretativistas (postpositivismo, constructivismo) que
los viejos enfoques funcionalistas, conductivistas, positivistas en general.
4) En realidad, el “Cuarto momento” que distinguen Denzin y Lincoln surge de la fase
anterior, considerándose una maduración de la misma. Esta etapa, de “crisis de
representación” —concretan los autores citados— “apareció con Anthropology as
Cultural Critique (Marcus y Fischer, 1986), The Anthropology of Experience (Turner y
Bruner, 1986), Writing Culture (Clifford y Marcus, 1986), Works and Lifes (Geertz,
1988), y The Predicament of Culture (Clifford, 1988)”. En todos estos libros, se aboga
por unos modos de realización y presentación de la investigación etnográfica más
reflexivos y críticos con cuestiones descuidadas relativas al género, la raza o la clase
social del investigador.

La crisis que enfrentan los investigadores sociales en este momento se explica


desdoblándola en una crisis de representación, por un lado, y de legitimación, por otro.

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La crisis de representación significa que se pone en Cuestión una presunción que era
básica en la investigación cualitativa anterior: la posibilidad misma de que el
investigador haga acopio directo de la experiencia vivida. Dicha experiencia, se
sostiene ahora, “es creada en el texto social escrito por el investigador” (Denzin y
Lincoln, 1994a: 11).
La crisis de legitimación, por su parte, implica la revisión de unos criterios
considerados caducos para evaluar los diseños y los resultados de la investigación
cualitativa. Se trata de los conceptos tradicionales de validez y fiabilidad.
5) La cronología de Denzin y Lincoln culmina con el período que denominan “quinto
momento” o etapa presente, cuyo paréntesis histórico abierto en los inicios de los
noventa está por cerrar. La caracterización de esta nueva fase deja de ser sólo un
ejercicio de historia y exige, también, aventurar lo que se avecina en el próximo futuro.
La lectura de la historia que hacen Denzin y Lincoln (1994a: 11), desde la fase actual,
les lleva a subrayar cuatro tipos de conclusiones:

a) Los momentos históricos anteriores siguen operando en el presente, sea como


legado al que se sigue o contra el que se pugna.
b) La opcionalidad de paradigmas, estrategias de investigación o de métodos de
análisis nunca ha sido tan diversa como hoy.
c) El momento presente se distingue por el descubrimiento y redescubrimiento de
los modos de investigar cualitativos.
d) “El acto de investigación cualitativa no podrá enfocarse nunca más desde una
perspectiva positivista, neutra u objetiva. La clase, la raza, el género y la etnicidad
conforman el proceso de investigación, haciendo de la investigación un proceso
multicultural”

Lección 2: Una mirada epistemológica a la investigación cualitativa.

Los fundamentos epistemológicos ofrecen una mirada importante para los futuros
profesionales de las ciencias sociales y humanas de la UNAD, en el entendido que
su responsabilidad social depende en buena medida de la apropiación de la lógica
del conocimiento y los alcances teóricos y metodológicos desde los cuales se
comprende la realidad. Para esta segunda lección se abordará un texto de Carlos
A. Sandoval Casilimas:

FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Carlos A. Sandoval Casilimas

Para comprender la caracterización metodológica de una opción investigativa,


resulta necesario y conveniente indagar por sus bases epistemológicas, de modo que
se halle el sentido o la razón de ser de sus procedimientos para producir conocimiento
científico.

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Siguiendo con el argumento anterior, el abordaje de los enfoques de investigación
en el terreno de las ciencias sociales busca establecer cuáles son las ópticas que se
han desarrollado para concebir y mirar las distintas realidades que componen el orden
de lo humano, así como también comprender la lógica de los caminos, que se han
construido para producir, intencionada y metódicamente conocimiento sobre ellas.
En relación con esto último, Taylor y Bogdan (1992) señalan que lo que define la
metodología es simultáneamente tanto la manera cómo enfocamos los problemas,
como la forma en que le buscamos las respuestas a los mismos. En un planteamiento
relacionado, Guba (1990) logra una interesante síntesis, que permite diferenciar los
enfoques o paradigmas de investigación social, a partir de la respuesta a tres preguntas
básicas:

- ¿Cómo se concibe la naturaleza tanto del Conocimiento como de la realidad?


- ¿Cómo se concibe la naturaleza de las relaciones entre el investigador y el
conocimiento que genera?
- ¿Cuál es el modo en que construye o desarrolla conocimiento el investigador?

De acuerdo con lo anterior, los paradigmas de investigación se clasifican en


Positivista, Pospositivista, Crítico Social, Constructivista y Dialógico. Los dos primeros
identifican a los llamados enfoques cuantitativos y los tres últimos se asimilan o
corresponden a los enfoques cualitativos, respectivamente.

Las maneras de concebir la naturaleza del conocimiento y de la realidad

La corriente positivista responde la primera pregunta, ¿cómo se concibe la


naturaleza de la realidad? En términos de la aceptación de la existencia de “cosas
independientes del pensamiento”, es decir, de una realidad objetiva, dirigida por leyes y
mecanismos de la naturaleza. Sin embargo, frente al tema de su conocimiento, existe
una diferencia importante entre el positivismo y el pospositivismo, pues mientras, para
el primero, esas entidades o cosas pueden ser conocidas a través de generalizaciones
relativamente libres del tiempo y del contexto bajo la forma de leyes causales de
carácter absoluto, posibles de generalizar; para el segundo, dicha realidad nunca podrá
ser totalmente aprehendida ya que su obediencia a leyes naturales solo podrá ser
entendida de manera incompleta.
Para el segundo grupo, que incluye a las diferentes corrientes cualitativas, existe
una clara diferencia entre lo que puede denominarse realidad empírica, objetiva o
material con respecto al conocimiento que de esta se puede construir y que
correspondería a lo que apropiadamente se puede denominar realidad epistémica. La
primera puede tener una existencia independiente de un sujeto que la conozca;
mientras la segunda necesariamente requiere, para su existencia, de un sujeto
cognoscente, el cual está influido por una cultura y unas relaciones sociales
particulares, que hacen que la realidad epistémico dependa para su definición,
comprensión y análisis, del conocimiento de las formas de percibir, pensar, sentir y
actuar, propias de esos sujetos cognoscentes.
Una discusión actualizada y bien documentada de este tópico puede consultarse en
Putman (1994), en su texto “Las mil caras del realismo”; allí se analiza la evolución que
ha tenido el análisis del tema, desde las llamadas concepciones prekantianas
representadas por el dogmatismo y el escepticismo, hasta la constitución de su propia

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concepción que denomina realismo interno y para la cual se apoya en el análisis del
pensamiento de filósofos contemporáneos como Goodman y Quine.

Las formas de entender la naturaleza de las relaciones entre el investigador y


el conocimiento que éste genera

En relación con la segunda pregunta formulada, esto es, las relaciones entre el
investigador y el conocimiento que él genera, existe también una marcada diferencia en
la respuesta planteada desde los dos grupos de paradigmas investigativos.

Para el grupo en el que se ubican el positivismo y el pospositivismo, es esencial que


el investigador adopte una postura distante y no interactiva como condición de rigor,
que permita excluir los juicios valorativos o cualquier otra influencia derivada de la
visión propia, tanto del investigador como de los sujetos objeto de investigación, de los
análisis e interpretaciones, que dan origen a los resultados y las conclusiones de la
investigación.

Para el grupo, en que se sitúan los paradigmas crítico social, constructivista y


dialógico, en cambio, se asume que el conocimiento es una creación compartida a
partir de la interacción entre el investigador y el investigado, en la cual, los valores
median o influyen la generación del conocimiento; lo que hace necesario “meterse en la
realidad”, objeto de análisis, para poder comprenderla tanto en su lógica interna como
en su especificidad. La subjetividad y la intersubjetividad se conciben, entonces, como
los medios e instrumentos por excelencia para conocer las realidades humanas y no
como un obstáculo para el desarrollo del conocimiento como lo asumen los paradigmas
del primer grupo, esto es, el positivismo y el pospositivismo.

El modo de construir el conocimiento

Ante esta nueva pregunta, otra vez la respuesta que se genera establece entre los
dos tipos de investigación objeto de discusión una frontera bastante clara. Para el
grupo al que pertenecen el positivismo y el pospositivismo; el experimento, y la
estadística constituye las principales (aunque no las únicas) herramientas de las que
dispone el investigador para construir el conocimiento1. El marco de observación y de
análisis está orientado por la formulación previa de hipótesis y preguntas, que
pretenden anticipar el comportamiento de la realidad objeto de estudio. Unas y otras
permanecen invariables a lo largo de toda la investigación. Por su parte, las hipótesis
son sometidas, adicionalmente, a verificación empírica bajo condiciones de control
cuidadoso. Esto tiene lugar aun en el caso de las llamadas investigaciones exposfacto2,
recurriendo, para el efecto, a procedimientos de contraste y verificación, que suplen la

1
No obstante, es bueno recordar esfuerzos como los referenciados por D. Campbell y I. Stanley (1973)
“Diseños experimentales y cuasiexperimentales en la investigación social. Buenos Aires, Amorrortu” y que
muestran otras opciones de tipo preexperimental y cuasiexperimental, y que revelan la necesidad de adecuar la
metodología a una realidad (particularmente la social), que no siempre se deja asir dentro de los dictados
estrictamente experimentales.
2
Este término se aplica a todas aquellas investigaciones en las cuales el análisis se hace posterior a la
ocurrencia de los eventos o situaciones objeto de estudio.

12
imposibilidad de un control directo por parte del investigador de las variables en juego,
pero que sí le posibilitan cumplir la condición de demostrabilidad exigida desde una
visión de la ciencia que se remonta a Aristóteles.
Para el grupo representado por el constructivismo, la teoría crítica y el paradigma
dialógico, la indagación es guiada por lo que algunos llaman un diseño emergente, en
contraposición a un diseño previo. Aquel, a diferencia de este último, se estructura a
partir de los sucesivos hallazgos que se van realizando durante el transcurso de la
investigación, es decir, sobre la plena marcha, de ésta. La validación de las
conclusiones obtenidas se hace aquí a través del diálogo, la interacción y la vivencia;
las que se van concretando mediante consensos nacidos del ejercicio sostenido de los
procesos de observación, reflexión, diálogo, construcción de sentido compartido y
sistematización.
Resueltas estas preguntas genéricas que establecen lindes gruesos, pero bastante
claros entre los dos tipos de investigación discutidos, entramos a plantear otros
aspectos de gran importancia, relativos a la conceptualización de la realidad humana
como objeto de conocimiento.
La discusión sobre la especificidad o no de “lo humano” como objeto de
conocimiento, en efecto, alimenta la separación entre enfoques comprensivos y
enfoques explicativos de investigación, o su equivalente relativo, entre enfoques
cualitativos y enfoques cuantitativos, correspondiendo los primeros a las ciencias
denominadas ideográficas y los segundos a las ciencias llamadas nomotéticas.
Desde la tradición inaugurada por Durkheim, con su archifamoso estudio sobre el
suicidio (versión original de 1897)3 y recogida con antelación en términos
metodológicos en la primera regla de su libro Las reglas del método sociológico
(versión original de 1895), se asume que los hechos o fenómenos sociales han de
considerarse como “cosas” que ejercen una influencia externa sobre las personas.
De esa manera, se configura la perspectiva de corte positivista y se afirma una
concepción de inespecificidad de “lo humano” frente a otras realidades objetos de
conocimiento. Es la legitimación dentro del diseño, de la búsqueda de “causas” o
“hechos”, del empleo de la estadística como recurso lógico y operativo y de la encuesta
y la observación controlada a través del experimento como instrumentos básicos
(aunque no únicos) del trabajo científico. Para más detalles puede consultarse a
Hanson (1977).
En la orilla opuesta, y desde la ventana de la fenomenología, inaugurada por
Husserl y desarrollada por Heiddeger y Merlau Ponty (1985) en el plano filosófico, y por
autores como Schutz (1977, 1973, 1994) y Berger y Luckman (1987) en el plano
sociológico, se traza como eje argumental la defensa del carácter específico de la
realidad humana, que la hace irreductible a las categorías de análisis de la realidad
física cuya esencia son los objetos o cosas materiales.
Discusiones actualizadas sobre el tema pueden consultarse en Benner (1994), Boyd
(1993), Hawthorn (1995), Holstein (1991), Levin (1992), Moustakas (1994) y Van
Mannen (1990). La orientación fenomenológica, común a la mayor parte de las
opciones de investigación cualitativa, propone como alternativas para el análisis las
categorías de sujeto, subjetividad y significación, cuya mutua filiación se irá a encontrar

3
En el estudio referenciado, Durkheim “(...)analizando la variación de los índices de suicidio en poblaciones
diversas, demuestra que estos dependen de variables sociales (no psicológicas), es decir, que la composición
de una determinada población (por sexo, edad, grupo étnico o religioso, etc.) produce efectos estructurales
independientes de la voluntad y de la conciencia de los sujetos, entre los que se encuentra el suicidio (...)”
(Donolo, 1987, p. 37).

13
en los conceptos de interioridad y vivencia4. Desde el punto de vista del conocimiento,
lo que interesará desarrollar es aquello que en las percepciones, sentimientos y
acciones de los actores sociales aparece como pertinente y significativo. Por lo tanto,
los esfuerzos investigativos se orientarán a descubrir dicha realidad, aun para los
propios actores, sujetos de investigación, porque como lo afirmara Hegel: “Lo conocido
por conocido, no es necesariamente reconocido”.
Un punto de mediación entre las dos concepciones es el propuesto por Max Weber,
quien desde una teoría de la acción intenta hacer un planteamiento que, sin rechazar la
búsqueda positivista de las explicaciones causales, sitúa el concepto de la acción
individual significativa en el centro de su teoría de la sociedad. Como lo anota Campbell
(1985), para Weber los rasgos distintivos de las relaciones sociales que constituyen
una sociedad sólo pueden hacerse intelegibles, cuando se logran comprender los
aspectos subjetivos de las actividades interpersonales de los miembros que constituyen
esa sociedad. Es a través del análisis de los diferentes tipos de acción humana, por lo
tanto, que alcanzamos el conocimiento de la naturaleza específica y diversa de las
sociedades humanas.
Es interesante frente a la delimitación del ámbito de la sociología ahondar en la
postura weberiana, particularmente en la tesis según la cual, la sociología es “una
ciencia que aspira a la comprensión interpretativa de la acción social para obtener la
explicación causal de su curso y efectos”.
En la definición planteada por Weber, los antagonismos entre posturas
comprensivas y explicativas se diluyen un tanto; más aun, colocan a la pretensión
explicativa como dependiente de la tarea interpretativa. O como lo diría más tarde
Geertz, desde un horizonte diferente al de Weber, los enfoques comprensivos plantean
un tipo de explicación distinto, pero no por ello deja de ser explicación.
Desde la perspectiva que aquí adoptamos, asumir una óptica de tipo cualitativo
comporta, en definitiva, no solo un esfuerzo de comprensión, entendido como la
captación, del sentido de lo que el otro o los otros quieren decir a través de sus
palabras, sus silencios, sus acciones y sus inmovilidades a través de la interpretación y
el diálogo, si no también, la posibilidad de construir generalizaciones, que permitan
entender los aspectos comunes a muchas personas y grupos humanos en el proceso
de producción y apropiación de la realidad social y cultural en la que desarrollan su
existencia.
Los múltiples sentidos que pueden construirse sobre las diversas facetas de la
realidad humana han de develarse mediante el esfuerzo conjunto de investigador y
actores sociales. En este punto de vista adherimos a pensamientos de teóricos como
Geertz (1989) y Berger y Luckman (1987), entre otros.
Planteadas las consideraciones anteriores sobre las diferencias más significativas
entre las opciones de investigación cualitativas y cuantitativas, pasamos a precisar, los
rasgos epistemológicos, metodológicos y procedimentales comunes a las diversas
modalidades de investigación cualitativa.

4
El término “vivencia” fue acuñado en castellano por Ortega y Gasset para traducir Erlebnis, procede de
Dilthey y connota la experiencia inmediata de la vida. El tipo de conocimiento que aporta es determinable a
partir del modo de conocimiento al que se contrapone: el conocimiento de las ciencias físico-objetivas. Fuente:
Gadamer, H.G. Verdad y método (pp. 96-99), citado por Gomez -Heras, J.M.G. El a priori del mundo de la vida:
fundamentación fenomenológica de una ética de la ciencia y de la técnica. Barcelona: Anthropos, 1989, pp.
274-275.

14
Rasgos epistemológicos comunes a las distintas modalidades de
investigación cualitativas.

Uno de los problemas más críticos que se encuentran en la literatura internacional


sobre investigación social cualitativa, es la agrupación indiscriminada, dentro de un
mismo todo, de tradiciones filosóficas como es el caso de la fenomenología y aun la
hermeneútica; campos disciplinares como la sociología cualitativa, la microsociología,
la pragmática y la etnografía; teorías antropológicas o sociológicas como el
interaccionismo simbólico y la teoría de la acción comunicativa; estrategias
metodológicas como es el caso de las historias de vida, el análisis de textos, el análisis
de conversación y la teoría fundada y, finalmente, enfoques particulares de trabajar las
ciencias sociales, como es el caso de la teoría crítica y la investigación acción
participativa5.
En un sentido análogo al anterior, se pronuncia Clifford Geertz, proclamado dentro
de muchos círculos académicos como uno de los mayores exponentes de la
antropología contemporánea. El mencionado autor, en un artículo titulado “Géneros
confusos: la reconfiguración del pensamiento social”6, presenta algunos elementos de
análisis que permiten comprender el actual proceso de recomposición de las ciencias
sociales. Veamos algunos apartes que hemos transcrito del mencionado artículo:

(...) Ahora bien, la actual confusión de variedades del discurso ha crecido hasta un
punto en que resulta realmente difícil clasificar los autores (¿Quién es Foucault –un
historiador, un filósofo, un teórico político? ¿Quién es Thomas Kuhn –un historiador,
un filósofo, un sociólogo del conocimiento?) o bien clasificar las obras (¿Qué es
After Babel, de George Steiner –lingüística, crítica literaria o historia cultural? ¿Qué
es On Being Blue, de William Gass –un tratado, una simple charla o una apología?)

No obstante esa heterogeneidad manifiesta, se descubren algunas preocupaciones


epistemológicas comunes, tales como intentar la construcción de un tipo de
conocimiento, que permite captar el punto de vista de quienes producen y viven la
realidad social y cultural, y asumir que el acceso al conocimiento de lo específicamente
humano se relaciona con un tipo de realidad epistémica cuya existencia transcurre en
los planos de lo subjetivo y lo intersubjetivo y no solo de lo objetivo.
Todo lo anterior se traduce en la necesidad de adoptar una postura metodológica de
carácter dialógico en la que las creencias, las mentalidades, los mitos, los prejuicios y
los sentimientos, entre otros, son aceptados como elementos de análisis para producir
conocimiento sobre la realidad humana. Por lo dicho, problemas como los de descubrir
el sentido, la lógica y la dinámica de las acciones humanas concretas se convierten en
una constante desde las diversas búsquedas calificadas de cualitativas.
En el mismo orden de ideas anterior y siguiendo a Merlau Ponty (1985), puede
señalarse que el conocimiento (de tipo cualitativo)7, en lugar de ser un cuadro inerte,

5
En el listado planteado corresponden, en la comprensión corriente, a tradiciones filosóficas: la fenomenología, la
hermeneútica, la teoría crítica y el interaccionismo simbólico; a disciplinas científicas: la etnografía, la pragmática y la
semiótica; a tendencias disciplinarias: la sociología cualitativa (entendida en algunos contextos como microsociología), y
finalmente a estrategias metodológicas: el análisis de textos, el análisis de la conversación y aun las historias de vida (que
otros prefieren llamar método biográfico). Con todo, es necesario plantear que la etnografía en su versión original (dentro de
la tradición francesa) fue entendida como una técnica al servicio de una disciplina que era la etnología; qué la fenomenología
en la versión del último Husserl y otros autores posteriores la han desarrollado como método.
6
Este texto está incluido en uno más amplio: Conocimiento local: Ensayos sobre la interpretación de las culturas. pp. 31-50.
7
La nota entre paréntesis es del autor del módulo.

15
constituye una aprehensión dinámica del sentido de ese cuadro. Por lo que, la
distinción entre el mundo objetivo y el mundo de las apariencias subjetivas ya no es la
diferenciación entre dos clases de seres, sino, más bien, entre dos significaciones que
tienen una misma referencia empírica.
Para recapitular y concluir este pasaje, señalemos que son tres las condiciones más
importantes para producir conocimiento, que muestran las alternativas de investigación
cualitativa: a) la recuperación de la subjetividad como espacio de construcción de la
vida humana, b) la reinvindicación de la vida cotidiana como escenario básico para
comprender la realidad socio-cultural y c) la intersubjetividad y el consenso, como
vehículos para acceder al conocimiento válido de la realidad humana.

Lección 3: Conceptos y características de la investigación cualitativa.

Son varios los conceptos y apreciaciones que los autores tienen sobre la
investigación cualitativa y, en resumen podemos decir, que esta es un tipo de
investigación formativa que ofrece técnicas especializadas para obtener respuestas
a fondo a cerca de lo que las personas piensan y cuáles son sus sentimientos.8 En
otras palabras, La investigación cualitativa enfatiza el estudio de los procesos y de
los significados, se interesa por fenómenos y experiencias humanas. Da
importancia a la naturaleza socialmente construida de la realidad, a la relación
estrecha que hay entre el investigador y lo que estudia, además, reconoce que las
limitaciones prácticas moldean la propia indagación.

La investigación cualitativa estudia la calidad de las actividades, relaciones,


asuntos, medios, materiales o instrumentos en una determinada situación o
problema. La misma procura por lograr una descripción holística, esto es, que
intenta analizar exhaustivamente, con sumo detalle, un asunto o actividad en
particular.

A diferencia de los estudios descriptivos, correlaciónales o experimentales, más


que determinar la relación de causa y efectos entre dos o más variables, la
investigación cualitativa se interesa más en saber cómo se da la dinámica o cómo
ocurre el proceso de en que se da el asunto o problema.

En sentido amplio, puede definirse la metodología cualitativa como la investigación


que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o
escritas, y la conducta observable. Taylor, S.J. y Bogdan R. (1986), sintetizan los
criterios definitorios de los estudios cualitativos de la siguiente manera:

1. La investigación cualitativa es inductiva: así, los investigadores:

• Comprenden y desarrollan conceptos partiendo de pautas de los datos, y no


recogiendo datos para evaluar hipótesis o teorías preconcebidas.

8
Debus Mary. Manual para excelencia en la investigación mediante grupos focales. Washington, 1986, Pág. 2

16
• Siguen un diseño de investigación flexible
• Comienzan un estudio con interrogantes vagamente formulados

2. Entiende el contexto y a las personas bajo una perspectiva holística:

• Las personas, los contextos o los grupos no son reducidos a variables, sino
considerados como un todo
• Estudia a las personas en el contexto de su pasado y en las situaciones en
las que se hallan.

3. Es sensible a los efectos que el investigador causa a las personas que son el
objeto de su estudio:

• Interactúan con los informantes de un modo natural. Aunque no pueden


eliminar su influencia en las personas que estudian, tratan de controlarla y
reducirla al mínimo.
• En la observación tratan de no interferir en la estructura; en las entrevistas
en profundidad, siguen el modelo de una conversación normal, y no de un
intercambio formal de preguntas y respuestas.

4. El investigador cualitativo trata de comprender a las personas dentro del marco


de referencia de ellas mismas:

• Trata de identificarse con las personas que estudia para comprender cómo
experimentan la realidad. Busca aprehender el proceso interpretativo
permaneciendo distanciado como un observador objetivo y rechazando el
papel de unidad actuante.

5. El investigador cualitativo suspende o aparta sus propias creencias, perspectivas


y predisposiciones:

• Ha de ver las cosas como si ocurrieran por primera vez, nada se ha de dar
por sobreentendido

6. Todas las perspectivas son valiosas:

• No se busca “la verdad o la moralidad”, sino una comprensión detallada de


las perspectivas de otras personas.

7. Los métodos cualitativos son humanistas:

• Los métodos con los que se estudia a las personas influyen en cómo se las
ve. Si reducimos las palabras y los actos a ecuaciones estadísticas, se
pierde el aspecto humano.

17
• El estudio cualitativo permite conocer el aspecto personal, la vida interior, las
perspectivas, creencias, conceptos, éxitos y fracasos, la lucha moral, los
esfuerzos...

8. Los estudios cualitativos dan énfasis a la validez de la investigación:

• Aseguran un estrecho ajuste entre los datos y lo que realmente la gente


hace y dice. Observando a las personas en su vida cotidiana, escuchándoles
hablar sobre lo que tienen en mente, y viendo los documentos que producen,
el investigador cualitativo obtiene un conocimiento directo, no filtrado por
conceptos, definiciones operacionales y escalas clasificatorias.

• Subrayan la validez, frente a los cuantitativos que hacen hincapié en la


confiabilidad y reproductividad de la investigación. El estudio cualitativo es
una investigación sistemática y rigurosa, no estandarizada, que controla los
datos que registra. No obstante, al pretender producir estudios válidos del
mundo real no es posible lograr una confiabilidad perfecta.

9. Todos los contextos y personas son potenciales ámbitos de estudio:

• Todos los contextos y personas son a la vez similares y únicos.


• Son similares en el sentido que entre cualquier escenario o grupo de
personas se pueden encontrar algunos procesos sociales de tipo general.
• Son únicos por cuanto que en cada escenario o a través de cada informante
se puede estudiar de mejor modo algún aspecto.

10. La investigación cualitativa es un arte:

• La investigación cualitativa es flexible en cuanto al modo de conducir los


estudios.
• Se siguen lineamientos orientadores, pero no reglas.
• Los métodos están al servicio del investigador; el investigador no está
supeditado a un procedimiento o técnica.

Por otra parte, Smith, M. L. (1987) recoge como criterios definitorios de la


investigación cualitativa los siguientes:

• Es un proceso empírico (no una mera especulación, interpretación o


reflexión del investigador)
• Estudia cualidades o entidades cualitativas y pretende entenderlas en un
contexto particular. Se centra en significados, descripciones y definiciones
situándoles en un contexto. Por lo que:

18
• Busca conocer procesos subjetivos (La investigación cualitativa pretende
acceder al significado de las acciones desde la perspectiva del actor,
Erickson, 1986)
• Muestra gran sensibilidad al contexto:
• Los datos se interpretan desde un contexto -no generalizaciones-
• Estudia la forma en que los procesos se desenvuelven en tales contextos
• Relaciona lo que quiere estudiar con los contextos que le influyen como
fenómeno
• Al estudiar el hecho en su escena, entiende el hecho de forma compleja de
manera que no se puede anticipar lo suficiente como para seleccionar uno o
varios significados para elaborar un constructo operativizable de manera
uniforme, por lo que hace poco énfasis en los protocolos estandarizados de
investigación.
• El método, no tiene como función básica garantizar la verdad, sino ser
utilizado de forma creativa y a medida de cada situación, por ello, la
diversidad de técnicas y estrategias que utiliza.

19
CAPÍTULO 2: APROXIMACIONES ENTRE LO CUANTITATIVO Y LO
CUALITATIVO

Uno de los aspectos más sonados cuando se hace referencia a la investigación


cualitativa es el viejo debate que la contrapone a la investigación cuantitativa, la
polaridad cuantitativa/cualitativa tiene sus matrices en los cambios en la lucha por
la legitimidad del status científico a raíz de la aparición de un conjunto de nuevas
disciplinas y campos de conocimiento, especialmente, de las ciencias sociales y las
humanidades. Por un buen tiempo las distancias y los límites entre investigación
cuantitativa y cualitativa se mantuvieron intocables, fue con el desarrollo de las
ciencias sociales en su ejercicio investigativo, que se logró en las dos últimas
décadas del siglo XX, el acercamiento entre estos dos enfoques metodológicos de
investigación. Aunque los reconocimientos mutuos aún no son visibles es
importante comprender que muchos trabajos investigativos en la actualidad dan
cuenta de las virtudes que uno y otro aportan en la construcción de nuevo
conocimiento.

Lección 4: Investigación cuantitativa vrs investigación cualitativa

Uno de los principales debates que han acompañado por mucho tiempo el recorrido
de la investigación científica esta relacionado con aquellos rasgos que permiten
establecer diferencias entre lo cualitativo y lo cuantitativo, si bien existen diversas
aproximaciones que favorecen a uno y otro; lo más relevante de esta lección es
lograr una comprensión de las diversas posturas y, particularmente, plantear
algunos caminos que superen esta irreconciliable dicotomía que en los últimos
tiempos tiende a diluirse con la fuerza inevitable de nuevos puntos de encuentro.

Para una mejor comprensión nos apoyamos en Carlos E. Vasco Uribe, cuya
reflexión busca dar continuidad a las posturas de los autores que se han
mencionado en los capítulos anteriores.

EL DEBATE RECURRENTE SOBRE LA INVESTIGACIÓN


CUANTITATIVA Y LA CUALITATIVA

Carlos E. Vasco Uribe9

Después de plantear la complejidad de los procesos reales, de señalar lo imprescindible de trabajar


con modelos simplificados en investigación y de poner de presente que también en los estilos de
trabajo histórico-hermenéuticos en ciencias humanas existe la dimensión cuantitativa, este artículo

9
Profesor del Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales y CINDE. Estas ideas han
surgido en múltiples conversaciones y documentos escritos con otros profesores de metodología de la investigación,
especialmente Eloísa Vasco y Carlos Rojas. Email: cevasco@impsat.net.co

20
pasa en su segunda parte a mostrar la continuidad existente entre lo cuantitativo y lo cualitativo.
Finaliza dando algunos ejemplos de los aportes que lo cuantitativo le hace a las políticas públicas y
haciendo ciertas recomendaciones a los investigadores sobre la necesidad de conocer algunos
métodos cuantitativos recientes y cierta bibliografía sobre el tema.

The first part of this article covers several topics: the complexity of real processes is presented; how
indispensable it is to work with simplified mode(s in research is pointed out; and also that in the
styles of historical - hermeneutical work in human sciences exists the quantitative dimension. in the
second part the article presents the existing continuity between quantitative and qualitative. It finishes
by giving some examples of the contributions that the quantitative gives to the public policies and by
giving some recommendations to researchers on the necessity to know some recent developments
in quantitative methods and certain bibliography on the subject.

Palabras clave: investigación cualitativa, investigación cuantitativa, métodos,


paradigmas.

Sería de esperar que el debate que empezó hace treinta años entre los
investigadores que preconizaban la investigación cuantitativa rigurosa como la
única manera de hacer ciencia social seria y los que iniciaban en Colombia los
entonces nacientes paradigmas de la investigación cualitativa hubiera desaparecido
ya del panorama de la investigación en las ciencias sociales y humanas. Pero no
parece ser así. En cohorte tras cohorte de las maestrías y los doctorados vuelve a
surgir el mismo debate, con la diferencia de que ahora prácticamente todos los
jóvenes estudiantes de posgrado abrazan apasionadamente algún paradigma
cualitativo y rehúsan tomar siquiera un curso en métodos cuantitativos, así esté
especificado en los requisitos del posgrado respectivo.

Sólo algunos de los estudiantes de mayor trayectoria investigativa aceptan tomar


esos cursos con interés, al menos con el loable propósito de poder leer e interpretar
artículos y libros en los que se utilicen esos métodos, muy pocas veces con el de
utilizarlos ellos mismos en sus investigaciones. Esto no ha cambiado, aunque sí
han cambiado las preferencias por los paradigmas cualitativos: primero la opción
predominante era la investigación Acción Participativa IAP, luego la etnografía y
ahora los estudios culturales.

No puede negarse que los aspectos que se suelen estudiar corno investigación
cuantitativa en muchos pregrados y maestrías10 pueden ayudar en algunas
investigaciones que utilicen descripciones por medio de modelos funcionales de
una sola variable dependiente y una independiente; pero, de suyo, son demasiado
elementales para modelar la complejidad de la gran mayoría.
Pero tanto desde el punto de vista teórico como desde el computacional, se han
desarrollado desde hace mucho tiempo una gran cantidad de herramientas
cuantitativas que ayudan a los investigadores en los distintos trabajos que
emprendan, por cualitativos que sean, algunas de ellas precisamente para los

10
La estadística descriptiva y las pruebas paran di tic as y no pan métricas para poner aprueba hipótesis acerca del cambio
de una variable entre grupos con y sin grupos, por ejemplo la comparación entre medias con una prueba t.

21
cualitativos. ¿Por qué entonces ese rechazo visceral a lo cuantitativo? ¿por qué
sigue apareciendo en cada grupo de estudiantes?

Los procesos reales

Una Primera razón que se aduce en estos debates es que lo cuantitativo es muy
simplificado y reduccionista, mientras que la realidad es muy compleja. La moda del
“paradigma de la complejidad” parece haberse extendido a todos los estudiantes y
a la mayoría de los profesores jóvenes. Por supuesto que desde el punto de vista
de la teoría general de procesos, es verdad que todo proceso real es muy complejo,
inclusive los procesos que involucran sólo dos actores; piénsese por ejemplo una
relación de pareja. Pero el cerebro humano no tiene más remedio que tratar de
sobrevivir entre esta maraña de procesos por medio de modelos muy simplificados.
Si entendemos la investigación como el intento de producir modelos de casos, de
grupos, de procesos, esos modelos mentales (matemáticos o de otros tipos) deben
ser siempre muy simplificados; en ello estriba su poder y, a la vez, su peligro11.

Si el informe de investigación no trata de simplificar muchísimo, no sirve. Es el


famoso caso del mapa de Inglaterra en tamaño natural y con todos los detalles del
país. El mapa sirve si su tamaño es mucho mas reducido que el territorio y si deja
de lado la mayoría de los detalles que no sean de interés para quien quiera utilizar
el mapa para adentrarse en territorio desconocido.

También es verdad que tratar de reducir esos modelos al influjo causal lineal de
una variable en otra, suele ser ya demasiada simplificación. Hasta para pensar en
el área de un rectángulo idealmente plano se requiere pensar en dos variables: las
llamadas “largo” y “ancho”; pero para pensar en el volumen de cualquier placa de
caras rectangulares ya se requiere otra variable más: el espesor; si nos interesa el
peso de la placa (la masa, dirían los puristas), tenemos que incluir una cuarta
variable más sutil (por no ser Habitantes de la capital. extensiva sino intensiva): la
densidad promedio del material con el que se va a hacer la placa.

Por simplificado que sea el modelo mental de cualquier proceso social, el número
potencial de agentes y factores que involucra suele ser muy grande. Cualquier
cambio en los procesos reales en el que el investigador enfoque su mirada es el
resultado de una multicausalidad: se debe a muy diversos factores visibles u
ocultos, a interacciones entre ellos que producen interferencias o sinergias, a
procesos de realimentación, etc. Por eso se requieren fases sucesivas de
intervención (o de observación, la cual, por no-participativa que se considere, es
siempre una intervención) y de teorización.

11
Ver mi propuesta de una Teoría General de Procesos y Sistemas en tos documentos de la Misión de Ciencia, Educación y
Desarrollo: Vasco et.al. (1995).

22
La teorización procede a intentar desglosar esos factores en forma cualitativa y a
configurar modelos que permitan a la mente humana aprender un poco más sobre
esos procesos que se quieren investigar.

En un estilo de ciencias sociales y humanas que pueda caracterizarse corno


histórico-hermenéutico, es posible limitarse a aumentar la comprensión de un
hecho, caso o proceso pasado o presente12. En ese caso, no acabo de entender
por qué las descripciones cuantitativas pueden reñir con las cualitativas. No veo por
qué, por ejemplo, al decir que se visitó una escuela rural con muy pocos niños y
niñas a cargo de una joven maestra bajita de estatura se esté haciendo una
descripción cualitativa aceptable, pero si se dice cuántos alumnos y alumnas había
en la escuela o se menciona la edad de la maestra (si es joven, esto no es
problemático) o su estatura de un metro con cuarenta, ya se ha traicionado la
metodología cualitativa. Al fin y al cabo, se habló de una escuela y de una maestra,
los cuales también son datos numéricos, y al decir “maestra”, se clasificó a esa
persona dentro de la categoría “género femenino”, que puede ser el valor 1 de una
escala nominal en la que el valor o corresponde a los varones. Intentar una
aproximación seria de tipo histórico-hermenéutico sin bases empírico-analíticas es
un autoengaño del investigador.

Pero cuando se trata de avanzar hacia el estilo emancipatorio, más allá de la mera
denuncia verbal, hay que buscar intentar intervenir en esos procesos con el fin de
acelerarlos o retardarlos, de tratar de predecir su probable curso futuro o de decidir
si se invierte tiempo, dinero y energía en encauzarlos o desviarlos. Para ello se
requiere pasar de las apreciaciones meramente cualitativas a algún nivel de
cuantificación, como el de las frecuencias para variables categoriales, la ordenación
de los atributos cualitativos en escalas ordinales o la medición en escalas
numéricas de intervalo o de razón.

Se puede decir que en los paradigmas cualitativos más puros, como un estudio de
caso o un estudio cultural, no hay que generalizar. Pero en alguna manera, pensar
que el proceso descrito va a seguir siendo durante un tiempo, así sea corto, corno
se le ha descrito en el informe de investigación, es una generalización. Además, el
estudio de caso, así se le llame “cultural”, es —por definición— un caso más que el
cerebro del lector del informe única, tipifica, relaciona y almacena con múltiples
índices que le faciliten el recuerdo oportuno. De lo contrario, no le sirve de nada ni
al investigado, ni al investigador, ni al lector del informe.

El paso de lo cualitativo a lo cuantitativo

En el recorrido cíclico de fases de teorización e intervención-observación, partimos


de lo que sabernos sobre el terna a la teorización inicial y a la elaboración de

12
Ver el libro Conocimiento e interés de Hurgen Habermas (1984), y mi comentario sobre el tema Vasco (1 984).

23
categorías de partida, que son esfuerzos claramente cualitativos. El intento de
llegar a sumergirnos en el proceso investigado sin teorías ni categorías previas es
ilusorio y deformador, tanto como lo es la creencia de que las teorías y categorías
iniciales van a ser suficientes para enmarcar todos los casos y todas las
observaciones.

Al emprender sucesivos ciclos de teorización, que a veces llamamos “análisis de


datos” o “interpretación de la información”, pronto llegamos a escalas numéricas,
que son claramente cuantitativas. ¿En dónde está el paso de lo cualitativo a lo
cuantitativo? Supongamos que yo me restrinjo a la utilización de escalas nominales
cualitativas en mi investigación; si descarto todas mis categorías iniciales y obtengo
cuatro nuevas categorías a partir de mis observaciones etnográficas y les asigno
los números 1, 2, 3, 4, ¿ya estoy en investigación cuantitativa?

Si tengo múltiples observaciones que parecen poder clasificarse en esas cuatro


categorías, ya tendría unas frecuencias, así todas las frecuencias sean 1 en cada
una. ¿Es eso más o menos cualitativo o cuantitativo? No acabo de entenderlo.

Pero hay un punto mucho más delicado: ¿Qué confianza le tengo a mi manera de
agrupar todas mis observaciones en sólo cuatro categorías, ni más ni menos? ¿Hay
alguna manera de poner a prueba mi conjetura intuitiva de que esas categorías
están muy relacionadas o de que son relativamente independientes? Para la
penúltima pregunta hay buenos tratamientos cuantitativos de análisis de
conglomerados o agrupaciones (cluster analysis) y para la última hay buenos
métodos cuantitativos, como el chi cuadrado. ¿Demerita o potencia el análisis
cualitativo el uso de esos métodos cuantitativos?

Si distingo cuatro etapas o estadios o fases del desarrollo cognitivo infantil en el


dominio de la lectura, y elijo la numeración “estadio I, II, III y IV”, ya estoy utilizando
una escala ordinal. ¿Es eso cualitativo o cuantitativo? Si pregunto por preferencias
y uso las categorías “totalmente en desacuerdo, en desacuerdo, indiferente, de
acuerdo y totalmente de acuerdo”, estoy usando una escala Likert de cinco puntos,
una escala ordinal para la cual hay buenos tratamientos cuantitativos.

Tornemos el caso de atributos cualitativos como la salud, la belleza, la música o el


color. Al tratar de ordenar a las comunidades como más o menos saludables, a las
reinas como más o menos bellas, a los sonidos como más o menos agudos, o a los
tonos de pintura blanca como más o menos brillantes, ya estamos entrando en las
escalas ordinales. Pero en epidemiología se utilizan índices numéricos muy finos
para los distintos aspectos de la salud; a las reinas de belleza las eligen por
milésimas en los puntajes acumulados que el público conoce pero ellas no; la altura
de los Sonidos se mide por su frecuencia en vibraciones por segundo (herz), o por
su longitud de onda en nanómetros, y la brillantez de una superficie se mide en brils
o lamberts o por su iluminación en luxes o lúmenes por metro cuadrado o por su
reflectividad o albedo en la escala de O a 1 u otras oscuras magnitudes y unidades

24
del Sistema Internacional SI. ¿En dónde se pasó de lo puramente cualitativo a lo
puramente cuantitativo? Por algo Kant decía que toda percepción es cuantitativa,
no sólo porque se refiere a una cantidad o magnitud extensiva en el espacio y el
tiempo, sino también en cuanto a su cualidad o magnitud intensiva a partir del cero;
así, el orden es lo cuantitativo de lo cualitativo13. ¿Qué se hizo la diferencia entre lo
cualitativo y lo cuantitativo?

Los aportes de los métodos cuantitativos

Los métodos cuantitativos se han desarrollado para minimizar el riesgo de tomar


factores aparentes por sustantivos; para ponderar o descartar sus influencias; para
disminuir el peligro de distorsiones por influjo de las ideologías y otros sesgos
emocionales siempre presentes en la subjetividad de los investigadores y para
simplificar, refinar o descartar los modelos producidos por la teorización. A los
lectores más interesados por los procesos de teorización por medio de modelos les
recomiendo la lectura del libro clásico de Hubert M. Blalock La construcción de
teorías (Blalock, 1969).

Los responsables de las políticas públicas se enfrentan con decisiones muy difíciles
sobre el uso de recursos cuantiosos en la salud, la educación, los derechos
humanos o la prevención del abuso infantil, la drogadicción o la delincuencia. Ya
sea que esos recursos vengan de los contribuyentes, o de una donación, o de un
préstamo internacional, hay muchos agentes nacionales e internacionales
(stakeholders) que tienen derecho a que se orienten lo mejor posible esos recursos
y a que se dé cuenta a la ciudadanía de su uso inteligente, oportuno, eficaz y
eficiente. Para ello es necesario poder cuantificar los distintos insumos y los
distintos efectos y poder distinguir aquellos efectos que sí se debieron a los
insumos adicionales, de aquellos que se debieron a otras circunstancias más o
menos fortuitas.

Si se habla de responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas


(accountability) por parte de los funcionarios públicos, no hay otro camino que
desarrollar maneras cuantitativas de ponderar los efectos de una inversión, los
municipios con mayores necesidades, los progresos de los niños y niñas
beneficiados por los programas, la eficiencia (le los mismos, los indicadores de
salud pública, de calidad de vida y otros aspectos inicialmente concebidos en forma
cualitativa (social accounting). Para decirlo en una frase híbrida, sin social
accounting no hay social accountability.

Estos aspectos son cruciales para las personas que están más interesadas en
analizar las políticas públicas, pues esas políticas se deciden muchas veces por
cálculos cuantitativos y las argumentaciones se abren paso por el apoyo que
tengan en modelos formulables en términos que puedan ser contrastados

13
Ver la sección tercera del capítulo segundo de la doctrina trascendental del Juicio en la Crítica de la Razón Pura.

25
empíricamente con los datos económicos, demográficos, educativos y sociales
existentes en las bases de datos nacionales e internacionales.

Para un ejemplo, podría leerse un libro reciente, escrito por Alejandro Gaviria
(2002), subdirector de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo —
Fedesarrollo y luego del Departamento Nacional de Planeación, en el que toca
temas que parecen sólo cualitativos —como la calidad de los planteles, la
vulnerabilidad, la deserción, la movilidad y el embarazo adolescente— con
tratamientos cuantitativos muy finos y de manera muy conciente de sus aportes y
sus limitaciones. Para un ejemplo de los modelos teóricos que propone Hubert
Blalock en el libro citado arriba (Blalock, 1969), puede verse el diagrama que
presenta el mismo Alejandro Gaviria con el propósito de analizar los problemas de
deserción escolar o cambio de plantel presionados por la recesión y el aumento de
desempleo desde 1999.

Conclusión

Para tratar de discernir los efectos de distintos factores sobre características


observables de un proceso, se han ideado métodos de regresión múltiple (múltiple
regression), análisis de varianza (analysis of variance, ANOVA) y de covarianza
(analysis of covariance, ANCOVA). Para contrastar (diversas variables entre sí con
el fin de tratar de detectar categorizaciones y dependencias, se han diseñado
métodos de análisis de conglomerados (cluster analysis), de escalamiento
multidimensional (multidimensional scaling, MDS) y de análisis factorial, entre otros.
Las personas que hayan utilizado estos métodos pueden comprender fácilmente lo
que se les escapa a quienes los desconocen y los temen: que los resultados
requieren un delicado análisis cuantitativo y que ellos, a su vez, refinan y potencian
la intuición cualitativa.
Como una panorámica de esos métodos, los lectores que se sientan menos
cómodos con las fórmulas matemáticas pueden limitarse a leer las dos últimas
partes del libro de Guillermo Briones (1973), texto clásico en Latinoamérica que se
retomó después en algunos módulos de investigación publicados por el Instituto
Colombiano para el Fomento de la Educación Superior -ICFES. Espero que con
esta “muestra representativa”, esos lectores también se sientan motivados a leerlo
todo.
A los lectores que se sientan un poco más temerarios les puedo recomendar,
además, leer las cien últimas páginas de la segunda edición de un clásico de la
década del setenta, que les parecía a los investigadores más críticos provenientes
de la investigación cualitativa demasiado positivista y formalista y, a los defensores
de la cuantificación, demasiado filosófico e hipercrítico: el de Fred N. Kerlinger
(1985). Difícilmente se encuentra en la literatura posterior de los años ochenta y
noventa una finura de análisis y una crítica tan certera a la utilización abusiva de los
métodos cuantitativos como la que hace Kerlinger, al mismo tiempo que un

26
conocimiento de primera mano que le permitía hablar con autoridad y precisión
sobre estos temas difíciles con ejemplos que no requieren utilizar el computador.
Finalmente, hay otro librito clásico que hay que conocer para entender el problema
del diseño de una investigación, así uno no lo vaya a utilizar en las suyas sino sólo
en la interpretación de las de otros investigadores: Campbell y Stanley (1973).
Recomiendo también la búsqueda en internet de introducciones y referencias a la
estadística multivariada para la investigación social. Una página web que mantiene
actualizada el profesor William Trochim de la Escuela de Ciencias Humanas de la
Universidad de Cornell puede ser un buen sitio para empezar:
http://trochim/hunman/cornell.edu.co
Las palabras clave para la búsqueda pueden ser “multivariate statistics”,
“multivariate methods”, “multiple correlation”, “factor analysis”, “cluster analysis”,
“muItidimensional scaling”, “concept mapping”, etcétera.
También es conveniente hacer una lectura diagonal de un manual que acompañe a
un paquete esta dístico profesional. No se trata de que cada uno de los lectores
llegue a dominar la utilización de todos ellos; ni siquiera de que sea capaz de
preparar y analizar datos por sí mismo con la ayuda de un paquete estadística o
como el SPSS, el SAS u otro similar. Pero sí se trata de que cuando encuentre un
informe de investigación que presente los resultados con algún no de es tos
andamiajes matemáticos, entienda al menos las ideas principales de dicho informe
y así pueda tomar la decisión de buscar asesoría para comprender mejor esos
resultados que le interesaron.
También esperaría que si alguno de los lectores encuentra un problema de
investigación para el cual haya teorías y modelos previos que le permitan discernir
su complejidad y conceptualizar algunos de los posibles factores que influyen en el
fenómeno que va a estudiar, pueda apreciar la utilidad potencial que tendrían estos
métodos multivariados para profundizar en su investigación y así pueda tomar la
decisión de buscar asesoría técnica para rediseñar la recolección y el análisis de
sus datos de tal manera que puedan utilizarse esos métodos con algún tipo de
confiabilidad y validez apropiado para los propósitos, los datos y las situaciones.
En cualquier caso, si el lector comienza algún proyecto de investigación, siempre
empezará a decidir algunas posibles categorías que agrupen a las personas,
familias o grupos que se quieren conocer mejor; especificar algunos de los atributos
o propiedades de éstos que se quisieran anal izar; conjeturar los factores que
podrían influir en la presencia, ausencia o magnitud de algunos de esos atributos o
propiedades, y proponer un modelo tentativo de conexiones entre factores
atributos. Con base en esos modelos tentativos, le será posible discutir con sus
colegas la perti1encia o no de medidas cuantitativas para esos atributos, factores y
conexiones; en caso de que sí lo sean, podrá establecer el nivel nominal, ordinal o
de intervalo más apropiado para la situación y buscar el tipo de asesoría que un
buen conocedor de los métodos estadísticos podría prestarle para algunos
aspectos del análisis de los datos recogidos en los trabajos de campo.

27
Después de haber trabajado seriamente en una investigación que combine
métodos y técnicas cuantitativos y cualitativos, el lector habrá superado el debate
entre éstos y empezará a preguntarse con el autor de este artículo por qué,
después de treinta anos, todavía continúa en Colombia el debate entre los que
preconizan los métodos cuantitativos y los que defienden los cualitativos.

Bibliografía
- BLALOCK, H. Jr., Theory construction: From verbal to mathematical formulation, Englewood Cliffs,
NJ, Prentice-F Ial1, 1969.
- BRIONES, O., Métodos y técnicas de investigación para las ciencias sociales, México, Trillas,
1982, pp. l 71-2 58.
- CAMPBELL, R, y STANLEY, J., Diseños experimentales cuasiexperimentales en la investigación
social, Buenos Aires, Arnorrortu, 1973.
- GAVIRlA, A., Los que suben y los que bajan. Educación y movilidad social en Colombia, Bogotá
Alfaomega / Fedesarrollo, 2002.
- HABERMAS, J., conocimiento e interés, Madrid, Taurus, 1982.
- KERLINGER, E, investigación del comportamiento (2a. edición), México, Interamericana, 1985,
- VASCO, C. E., 7res estilos de trabajo en las ciencias sociales. Documentos Ocasionales, 54].
Bogotá, OINFP (Segunda edición: 1990), 1989.
- VASCO, C. E., et al “La teoría general de procesos y sistemas”, en: Misión Ciencia, Educación
Desarrollo, Educación para el Desarrollo (Colección Documentos de la Misión, tomo 2, pp. 377-652),
Santafé de Bogotá, Presidencia de la Republica CPDI - Colciencias, 1995

Lección 5. Interrelaciones entre lo cualitativo y lo cuantitativo

A continuación podemos observar algunos aspectos de complementariedad entre


ambos enfoques:

ENFOQUE CUANTITATIVO ENFOQUE CUALITATIVO


Defiende el uso de los métodos cuantitativos, con el Defiende el uso de los métodos cualitativos, con el
uso de técnicas de contar, de medir y de uso de técnicas de comprensión personal, de
razonamiento abstracto. sentido común y de introspección.
Tiene mayor aplicación a sistemas sociales y medios Es usado esencialmente en el estudio de
globales, y a grupos o categorías de personas dentro pequeños grupos.
de ellos.
Posee una concepción global positivista. Posee una concepción fenomenológica.
Busca las causas de los fenómenos sociales, Está interesado en comprender la conducta
prestando escasa atención a los estados subjetivos de humana desde el propio marco de referencia de
los individuos. quien actúa.
Se refiere a las técnicas experimentales, aleatorias, Considera estudios de casos, etnografía,
cuasi experimentales, “test” objetivos, análisis entrevistas en profundidad y observación
estadísticos multivariados, estudio de muestras, etc. participativa.

28
Luego de una miradas a las diferencias entre la investigación cuantitativa y
cualitativa, existen razones suficientes para arriesgar un acercamiento que permita
encontrar posibles complementos y combinaciones al momento de adelantar un
proceso de investigación científica o formativa. Para ello el artículo de Rebeca
Mejía, nos lleva a una última reflexión dentro de esta unidad que aspira, con creces,
ofrecer al estudiante unadista una mirada sistemática y profunda de los
fundamentos históricos, epistemológicos y teóricos de la investigación cualitativa.
Antes de entrar en el artículo de Rebeca miremos esquemáticamente algunos
elementos importantes entre estos dos enfoques.

COMBINACION ESTRATEGICA: INVESTIGACION


SOCIOCULTURAL CUALITATIVA – CUANTITATIVA.

Rebeca Mejía Arauz

Este artículo inicia reconociendo la complejidad del contraste y combinación entre


los métodos de orientación cualitativa y cuantitativa en la investigación sociocultural
cognoscitiva, especialmente cuando la discusión se sitúa en el nivel de premisas
epistemológicas. Sin embargo, se plantea que en el proceso crítico de
organización, sistematización, análisis e interpretación en la investigación, los
procesos cognitivos del investigador pueden conducirlo a la búsqueda estrategias
analíticas ya sean cualitativas o cuantitativas como un intento de asegurar una
mayor precisión y significación de sus datos e interpretaciones.

Posturas actuales respecto de la combinación de métodos

Al abordar el tema de las divergencias o la compatibilidad entre lo cualitativo y lo


cuantitativo, con frecuencia se confunden en la discusión los niveles filosóficos y
técnicos. Esta confusión deriva en parte de usar el término “cuantitativo” como
sinónimo del método hipotético -deductivo y el término “cualitativo” como sinónimo
del interpretativo. También se ha relacionado lo empírico con lo cuantitativo como si
lo empírico fuera privativo de lo cuantificable, o bien, se han asociado términos
natutalista, de campo constructivista en relación con lo cualitativo (Bryman, 1984),
como si la obtención de datos cuantificables no implicara el trabajo de campo y no
pudiera también seguir una orientación constructivista para un análisis exhaustivo
entre métodos ver Lincoln y Guba, 2000).

Cuando se sitúa la discusión en el ámbito epistemológico, es claro que las


diferencias entre la investigación positivista y la interpretativa son irreconciliables (e.
g. Bryman, 1984; Lincoln y Cuba, 2002).


Doctora en desarrollo sociocultural Congnoscitivo. Profesora del Departamento de Estudios Socioculturales y
del Programa Formal de Investigación en Estudios Socioculturales del ITESO, Guadalajara, México. Email:
rebmejia@iteso.mx

29
Es decir, no pueden considerarse compatibles las ideas de observación objetiva de
la realidad social desde afuera de la problemática estudiada, focalizando y aislando
variables predefinidas operacionalmente con base en hipótesis, en un proceso de
investigación que pretende la generalización, con la perspectiva de investigación en
que se pretende entender la realidad social desde la perspectiva del actor, interesa
lo subjetivo, se prefiere un abordaje situado y contextualizado en los sistemas de
significados ligados a los modos de interacción y prácticas compartidas
socialmente, y no se trata desde el principio de probar teorías y explicaciones sino
de descubrirlas. En la primera concepción se sigue un proceso de investigación fijo
y preestablecido que privilegia la verificación de hipótesis preconcebidas; en la
segunda, se sigue un proceso flexible —pero cuidadoso— que se va determinando
según marcan los datos que se van generando, y donde entonces se privilegia la
exploración y el descubrimiento. Sin embargo, muchos investigadores coinciden en
que dentro del mismo paradigma es congruente considerar la combinación,
especialmente en las estrategias de procesamiento de los datos (e.g. Lincoln y
Cuba, 2000).

De esta manera, en los últimos años ha surgido mayor apoyo a la idea de la


compatibilidad entre lo cualitativo y lo cuantitativo, en donde la discusión se sitúa
desde lo técnico y desde estrategias analíticas. En este caso, la discusión se
enfoca en analizar cuándo es apropiado seguir una u otra forma de combinación o
interacción entre análisis cualitativos y cuantitativos.

Cuando analizamos, no la orientación filosófica de la concepción del mundo o de lo


social que conduce a una cierta forma y método de investigación, ni nos enfocamos
a comparar las técnicas propias de cada método, sino que empezamos por
reconocer que la investigación de la realidad social-cultural-cognoscitiva implica
procesos de indagación de muy largo plazo, entonces se puede reconocer en
ciertos casos la necesidad de incluir tanto datos de naturaleza cuantitativa como
datos de naturaleza cualitativa.

Con esto planteo que es necesario reconocer que el proceso de investigación es un


proceso de años, de la vida misma del investigador dedicada a ahondar en un área
de conocimiento y problemáticas específicas, en donde a través de diversos
proyectos habrá variantes en los niveles de abordaje y en la amplitud del foco de
investigación. Por ello, también las técnicas y estrategias de análisis podrán variar
según las necesidades de cada proyecto, para poder dar acceso al investigador a
diversas perspectivas sobre el mismo foco de investigación.

El investigador que realmente está profundamente adentrado en indagar sobre


cierta problemática centra su interés en las diferentes preguntas que surgen de la
necesidad de saber más sobre ese problema. En este contexto, el proceso real de
investigación, la decisión sobre obtener un tipo u otro de datos, y la búsqueda de
precisión en el tratamiento de los datos para lograr interpretaciones más certeras,
son orientados por la manera en que se formulan esos interrogantes cruciales de
investigación (Clark, 1998; Miles & Huberman, 1994; Plante, Kiernan, & Betts, 1994;

30
Poggenpoel, Myburgh & Linde, 2001; Reese, Kroesen, y Gallimore, 1998; Sogunro,
2002).

En alguna etapa de este largo proceso de investigación, la pregunta puede ser


sumamente focalizada, o bien puede ser una pregunta general que para
responderse requiera de una serie de aproximaciones en el tiempo con
segmentación y focalización en diversos aspectos de la constelación compleja que
conforma una problemática social específica. Pero el abordaje en el análisis de los
datos que permita entender o explicar tal constelación puede requerir tanto de una
visión cualitativa como cuantitativa.

Para algunos investigadores es el modo como se identifique y delimite el problema,


y se formule las preguntas y el objetivo de la investigación lo que determina la
elección del método y la pertinencia de ciertas estrategias de obtención de datos,
de sistematización, análisis e interpretación (Poggenpoel, My burgh & Van der
Linde, 2001; Reese, Kroesen, y Gallimore, N 1998). Pero debemos reconocer que
el problema y el objetivo de la investigación pueden identificarse y formularse de
pendiendo de las concepciones epistemológicas y filosóficas del investigador sobre
la realidad social. Ahí estaría la conexión indirecta entre los niveles epistemológicos
y las decisiones sobre las técnicas de obtención de datos y las de su
sistematización y organización.

Desafortunadamente, con frecuencia ocurre que los investigadores se acostumbran


a formular sus preguntas de investigación no en términos de un verdadero interés
generado a partir de la realidad social misma que se investiga, ni en términos de un
problema específico genuino que surge al abordar teórica o pragmáticamente un
tema de investigación, sino que muchos investigadores empiezan por formular sus
preguntas con base en esquemas cognitivos (y de redacción), ligados a una
práctica mecánica de la investigación, no generados de sus propias creencias y
concepciones epistemológicas, sino de su entrenamiento y educación o de la
influencia de sus mentores y escuelas. Esto crea una especie de hábito de
pensamiento al formular las preguntas de investigación que ha tomado forma desde
un método de investigación en particular. Por ejemplo, preguntarse “¿En qué
medida ocurre esto o aquello?” requiere de una respuesta cuantitativa, mientras
que igualmente se podría preguntar “Cómo ocurre esto o aquello?” así, se
abordaría el mismo asunto pero buscando datos cualitativos. Ciertamente, las
respuestas serían diferentes, pero cada una sería parte del mismo asunto.

Lo importante es que el investigador reflexione y flexibilice sus concepciones para


poder identificar si la información que necesita recabar puede obtenerse y
sistematizarse mejor formulando una pregunta que orienta hacia lo cualitativo o lo
cuantitativo.

En mi caso, la investigación de procesos socioculturales-cognoscitivos que realizo,


está fundamentada en la idea de que la realidad social es co-construida, por lo que
tanto los procesos de intersubjetividad y significados partidos como las formas de

31
participación en procesos sociales y culturales son parte de lo investigable. Sin
embargo, considero también, que en la realidad sociocultural existen relaciones
estables y patrones de acción y significación compartidos por los miembros de
grupos y comunidades culturales, por lo que resulta de mucha ayuda entonces,
recurrir a la cuantificación de ciertos datos corno estrategia de organización e
identificación de parrones y tendencias de los datos centrales a la pregunta o
problema que se investiga.

La tradición comparación

Es frecuente encontrar análisis comparativos de los métodos cualitativo y


cuantitativo para oponerse o apoyar su combinación. Mi postura es que en el
proceso real de investigar, las necesidades de precisión y las dificultades en el
procesamiento de la información pertinente al problema que se investiga, generan
en el investigador la necesidad de búsqueda de estrategias que faciliten llegar a
interpretaciones confiables. El recurrir a estrategias “del otro” enfoque empieza a
ser más convincente al detectar una serie de paralelismos entre ambos enfoques
en el proceso de investigación.

Diversos autores coinciden con la idea de que existen similitudes y paralelos entre
la investigación cualitativa y la cuantitativa (cg. Bericat, 1998; Bryman, 1984; Clark,
1998; Huysamen, 1997; Kumar, 1998; Onwueghuzie, 2002; Plante, Kiecnan, &
Betts, 1994). En varias de estas posturas se explicita claramente la idea de que en
la investigación cuantitativa se requiere de la interpretación tanto como en la
investigación cualitativa se recurre en cierta forma a la cuantificación o uso de
Conceptos cuantitativos en la sistematización de categorías y en la interpretación
de patrones de comportamiento. Por ejemplo, en el análisis de datos cuantificados
se requiere de la interpretación, la inferencia, la elaboración de conclusiones que no
necesariamente se derivan directamente del dato numérico, sino de una serie de
consideraciones que ayudan a relacionar los datos con las hipótesis o preguntas
formuladas. Por su parte, en la investigación cualitativa, la identificación de
categorías y patrones de interacción, de participación y significación de los actores
involucrados en el escenario que se estudia, también implica un esquema de
sistematización e interpretación basado en muchas ocasiones en la frecuencia o en
el grado en que ocurre algún evento.

Bericat (1998), por ejemplo, indica que la cuantificación requiere de la identificación


previa de una cierta cualidad al igual que la cualidad no puede aprehenderse sino
en una cierta cantidad. Bryman (1984) en la misma línea, considera que aún
cuando una investigación se oriente casi exclusivamente en un modo (cualitativo o
cuantitativo) más que en el otro, ésta contiene elementos de ambos. Por ejemplo,
indica este autor, algunos investigadores sociales que usan prioritariamente la
encuesta, parecen alinearse con la epistemología de la investigación cualitativa, al
querer ver desde su encuesta a través de los ojos de los respondientes, mientras
que los investigadores cualitativos frecuentemente hacen uso de afirmaciones
cuasi-cuantitativas, tales como “mucho”, “con frecuencia”, “parte del tiempo”. Según

32
Bryman (1984) “aún cuando el uso de tales frecuencias implícitas está lejos de
acercarse al rigor de las técnicas estadísticas de la metodología cuantitativa, ello
contribuye a borrar las fronteras entre los dos estilos” (p. 88).

Los modos de combinación

Se han aplicado una variedad de términos a las diferentes formas en que se


combinan o relacionan los métodos cualitativo y cuantitativo. Algunos autores
categorizan la combinación de métodos como simultánea o paralela y secuencial o
de fases (e.g. Creswell, 1995; Onwuegbuzie, 2002). La simultánea o paralela refiere
al uso de métodos cualitativos y cuantitativos sin interacción entre los dos tipos
durante la recolección de datos, pero con complementariedad entre ambos durante
la etapa de interpretación. La secuencial o de fases se utiliza cuando los resultados
de un enfoque se usan para planear el uso del otro enfoque. A estas formas
también se les ha llamado combinación de métodos bajo la lógica segregacionista
mientras que se distingue otra forma de combinación llamada integracionista
(Bericat, 1998).

La combinación cualitativa - cuantitativa llamada integracionista se considera una


forma más radical de combinación ya que se basa en la idea de que cualquier dato
identificado implica tanto cualidad como cantidad:

“...no puede postularse una cantidad sino de una predeterminada calidad, y a la


inversa, no se puede postular cualidad sino en una cantidad predeterminada... Toda
cuantificación métrica exige el aislamiento de una cualidad pura... A la inversa, hablar
de calidad implica siempre hablar de cantidad, aunque en formas más o menos
exactas, más o menos implícitas” (Bericat, 1998, p. 34).

En este sentido, no se está hablando de mezcla de métodos, sino dentro de un


mismo método la combinación se da en las estrategias para el tratamiento de los
datos desde la obtención, organización o sistematización y análisis.

En una revisión de planteamientos favorables a la combinación cualitativa-


cuantitativa de diferentes investigadores, Onwuegbuzie (2002) reseña una serie de
ventajas y propósitos identificados por diversos autores, ya sea en los métodos o
las estrategias de tratamiento de los datos: a) facilitar la reducción de la
complejidad de los datos y sus relaciones para lograr el comprenderlos; b) eliminar
posibles sesgos inherentes ya sea en las fuentes de datos, o en los investigadores
o en los métodos; c) obtener convergencia o corroboración de tendencias, o bien,
descubrir inconsistencias, contradicciones o paradojas para profundizar o dar
seguimiento; y d) desarrollar expansión de la investigación o análisis
complementarios haciendo uso de la riqueza y naturaleza de los datos.

33
En el centro de la práctica de la investigación

Aunque los paradigmas que orientan la investigación en sí difieran en la concepción


del mundo y en cómo investigar la dinámica de desarrollo y transformación de la
sociedad y la cultura, es posible considerar que la investigación en uno u otro
enfoque encuentra paralelos en los problemas para organizar, sistematizar, analizar
e interpretar datos (Sogunro, 2002; Bryman, 1984). Es decir, ya cuando el
investigador se encuentra en el centro mismo de su investigación, cuando se
encuentra inmerso en el mundo de datos recolectados y teniendo como eje del
análisis sus preguntas de investigación (ya sean hipótesis preconcebidas o las
preguntas que emergen al ir recolectando datos en la investigación cualitativa), lo
que el investigador busca es que la forma como sistematiza, analiza e interpreta
sus datos sea de la mayor coherencia con la realidad misma.

Es en este punto en donde lo central en ambos métodos es contar con procesos de


investigación que les permitan asegurar la veracidad de las observaciones y el
sustento de sus interpretaciones a partir de los datos. En la tradición cualitativa se
habla de la lógica de justificación o de mostrar la evidencia que respalde un punto
de vista o interpretación. En la tradición cuantitativa, se aseguran mediante ciertos
procedimientos de la validez interna, externa, de constructo, y estadística en la
investigación. Como indican Plante et al. (1994) lo que se valida no es el método
por sí mismo sino el grado en que las conclusiones e interpretaciones tienen
respaldo o apoyo por el método y los resultados. A pesar de que los procedimientos
en ambos enfoques difieren sustancialmente, ambos enfatizan la importancia de la
calidad de la evidencia empírica y de los resultados para sostener sus
interpretaciones y conclusiones.

En este momento crucial de necesidad de respaldo empírico de sus aseveraciones,


el investigador cualitativo puede reconocer la necesidad de recurrir bien a la
cuantificación de un mundo de datos para asegurarse de que existen patrones, o
bien el investigador cuantitativo a realizar un análisis cualitativo (que podrá requerir
de obtener nuevos datos o un acercamiento cualitativo al tema bajo estudio) para
corroborar que sus datos “duros” realmente significan algo. Los investigadores de
orientación cuantitativa no puede evitar interpretar, elucubrar, inferir, recurrir a
explicaciones no tan directamente extraídas de sus resultados estadísticos, e
igualmente, el investigador cualitativo intenta a la vez identificar en sus datos
tendencias y patrones que para tomar forma implican inherentemente y en mayor o
menor grado la cuantificación. En otras palabras, la cognición del investigador en el
proceso investigativo recurre tanto a esquemas cualitativos como cuantitativos.

Los resultados del procesamiento estadístico de los datos no hablan por sí mismos,
requieren de interpretación en el contexto de las limitantes estadísticas y en el
contexto situacional de las variables tomadas en cuenta, ya que por “control” no se
incluyen todas las variables que realmente intervienen en lo que se investiga. Lo
mismo sucede con los estudios cualitativos; aún en estudios etnográficos no es
posible captar y analizar absolutamente todo aquello que interviene en la situación

34
o problemática estudiada, finalmente es necesario ir focalizando para descubrir
patrones e interacciones en los datos.

Bryman (1984) indica que mientras que el debate entre las metodologías
cuantitativa y cualitativa puede tener algún significado a nivel epistemológico (por
ejemplo en términos de lo adecuado del método para establecer relaciones
causales versus lo adecuado del método para establecer significados), en el
contexto práctico de la investigación no hay una relación directa entre estas
concepciones y las técnicas particulares, ya que la investigación típicamente
comprende ambos elementos. Lo que interesa a los investigadores a nivel técnico,
es lograr un cierto grado de congruencia entre un problema de investigación y una
técnica, o grupo de técnicas, para responder al asunto sobre el cual se indaga.
Bryman (1984) incluso plantea que “las técnicas podrían considerarse neutrales
respecto de las cuestiones y debates epistemológicos” (p, 88).

Los investigadores de la realidad social, cultural, cognoscitiva, ya sea que se


ubiquen en una concepción positivista o en una concepción fenomenológica, en el
proceso de investigación finalmente se involucran en un serio intento de encontrar
las evidencias claras y suficientes que respalden sus conclusiones. En este
momento ambos sectores dan mayor relevancia a lo empírico, independientemente
de sus concepciones del mundo social. Aquí es entonces cuando las técnicas de
procesamiento y reducción de datos pierden su adscripción epistemológica y se
podrían considerar, como dice Bryman, “neutrales”. Es cuando el investigador se
aleja de sus propias preconcepciones de la realidad sociocultural/cognoscitiva para
adentrarse en el descubrimiento de esa realidad y cuando puede recurrir por
necesidad derivada de la naturaleza misma de lo que estudia, a intercambiar,
alternar o fusionar estrategias y técnicas para obtener los datos, entenderlos,
sistematizarlos e interpretarlos.

Conclusiones

Una de las razones por las que un investigador empieza a recurrir a la combinación
cualitativa - cuantitativa en sus estrategias de análisis, proviene de querer superar
las desventajas y limitaciones de cada uno de estos modos de abordaje de los
datos. Las técnicas cuantitativas encuadran la perspectiva que se obtiene de la
realidad en un marco preconcebido y muy delimitado, mientras que las cualitativas
generan información en exceso que requiere de muchísimo tiempo para
sistematizar y a la vez crea las condiciones para que se generen una multiplicidad
de marcos de análisis que de todas maneras están limitados por las experiencias y
concepciones del investigador (siempre hay un marco cognoscitivo que influye en la
interpretación aún cuando el investigador pretenda acceder a los datos de manera
intencionalmente ingenua y sin preconcepciones).

Es importante que la formación en investigación proporcione conocimiento y


experiencia en una diversidad de estrategias tanto de recolección de datos como de
su sistematización y análisis más allá de las tradicionalmente relacionadas con un

35
solo paradigma. Esto le puede permitir al futuro investigador tomar una decisión
más reflexionada y consciente acerca de cuál es su concepción de lo social y
cuáles son los procesos de abordaje y de estudio de esa realidad social coherente
con sus concepciones. También le puede proporcionar claridad acerca de cuándo y
de qué forma es congruente combinar estrategias de análisis cualitativo y
cuantitativo.

Desde luego podemos reconocer, como señala Bryman (1984), que aún cuando en
la realización de un proyecto particular de investigación el investigador puede
encontrar útil la contribución de los métodos cualitativo y cuantitativo, “no se puede
derivar de ahí que las cuestiones epistemológicas involucradas en las metodologías
cuantitativa y cualitativa se reconcilien ipso facto” (p. 87).

Si se considera el método de investigación no en cada proyecto aislado de


investigación, sino en una serie relacionada de investigaciones sobre el mismo
problema, es posible comprender cómo los estudios inicialmente cuantitativos
pueden llegar a requerir de fases cualitativas y viceversa, y más aún, puede
entenderse que ciertas formas de abordaje de los datos permiten reconocer su
naturaleza cualitativa-cuantitativa por lo que puede resultar pertinente recurrir a
estrategias combinadas para su procesamiento.

36
UNIDAD 2
PARADIGMAS, ENFOQUES y MÉTODOS

CAPITULO 3: ENFOQUES CUALITATIVOS

Continuando con un acercamiento a las dimensiones ontológicas, epistemológicas


y metodológicas de la investigación cualitativa, es necesaria una mirada a los
conceptos de paradigma, enfoque, perspectiva y método, a fin de ubicar con mayor
claridad sus características en el ámbito científico de la investigación. El objetivo de
esta unidad es lograr en los estudiantes el desarrollo de unas competencias
básicas que les permitan conocer y utilizar los diferentes conceptos, categorías y
características que están en la base de la investigación cualitativa.

37
Lección 6: Del paradigma a los métodos.

En la presente lección partiremos de un concepto macro como es Paradigma, y


dentro de este el de perspectiva, siguiendo así el de enfoque, para finalmente
acotar la comprensión del concepto de método. Para este recorrido se ha tomado
un texto de Esperanza Josefina Agreda, donde en forma sintética y didáctica ilustra
con claridad las relaciones en esta cadena conceptual.

PARADIGMA, PERSPECTIVA Y ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN

Esperanza Josefina Agreda Montenegro

El paradigma. Se entiende como paradigma al acuerdo o consenso de una


comunidad: este acuerdo incluye supuestos filosóficos, epistemológicos y
metodológicos que permanecen generalmente de manera oculta (implícitos) en el
quehacer investigativo. A través del tiempo se han sustituido algunos paradigmas
por otros.

Para Thomas S. Kuhn14, el paradigma tiene que ver con una o más realizaciones
que alguna comunidad científica particular reconoce durante cierto tiempo como
fundamento para su práctica posterior; por otra parte, para Briones15, el paradigma
es una concepción del objeto de estudio de una ciencia, de los problemas a
estudiar, de la naturaleza de los métodos y de la forma de explicar, interpretar o
comprender, según el caso, los resultados de la investigación realizada.

Finalmente, según Muñoz16, los paradigmas epistemológicos ayudan al


investigador a clarificar lo relacionado con los procesos de conocimiento.

Cabe anotar que a través de la historia se han generado tres grandes paradigmas
que se detallan a continuación:

Paradigma positivista. El paradigma positivista, se originó bajo unos principios


bien definidos, a saber: (ver cuadro 2).

14
KUHN, Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica, 1985.
p. 16.
15
BRIONES, Guillermo. Métodos y técnicas avanzadas de investigación aplicadas a la educación y a las
ciencias sociales. Bogotá 1990. p. 10.
16
MUÑOZ, Op. cit. p. 37.

38
Cuadro 2. Principios del paradigma positivista.

- La ciencia natural y social se concibe como una lógica de


PARADIGMA
POSITIVISTA experimento.

- Apoya las leyes universales.

- Se otorga prioridad a los fenómenos que son directamente


observables y comprobables, con énfasis en la estandarización de los
procedimientos

- Se verifican rigurosamente las hipótesis.

- Se fundamenta con un enfoque empírico-analítico y con el método


científico.

- Se trabaja con variables dependientes e independientes, medidas


cuantitativamente, las cuales tienen una determinada probabilidad de
ocurrencia.

Paradigma naturalista. Ante la ineficacia del positivismo para el estudio de


fenómenos sociales, se originó una reacción crítica contra éste y surge una
perspectiva alternativa para la investigación social denominado paradigma
naturalista. De esta forma, de un enfoque cuantitativo se pasa a un enfoque
cualitativo (ver cuadro 3).

Cuadro 3. Principios del paradigma naturalista.

- El mundo social debe ser estudiado en su estado natural, ya que las


PARADIGMA
acciones humanas están basadas e incorporadas por significados
NATURALISTA
sociales; por ejemplo: intenciones, motivos, actitudes y esencias, entre
otros.
- El investigador debe asumir una actitud de “respeto” y “aprecio” hacia
los sujetos investigados.
- El requisito indispensable de la investigación social es ser fiel a los
fenómenos que se están estudiando y no al encasillamiento de los
eventos sociales bajo leyes universales.
- Las preguntas orientadoras y objetivos planteados inicialmente son
susceptibles de replanteamiento, a medida que se profundiza en la
investigación y de acuerdo a los hallazgos.
- Se trabaja con categorías cualitativas.
- Este paradigma se fundamenta con un enfoque histórico
hermenéutico.

4 Paradigma socio-crítico. Como resultado del proceso histórico de la


investigación, a partir de los años 60, surge un movimiento reflexivo de los
paradigmas mencionados anteriormente. Es así como surge el paradigma socio-

39
crítico, que se fundamenta en el naturalista pero que supera el orden establecido
social, económico y político (ver cuadro 4).

Cuadro 4. Principios del paradigma socio-crítico.

- Parte de una dimensión política e ideológica ya que tiene como


PARADIGMA
SOCIO-CRITICO sujetos de estudio a seres humanos, que tienen sus propios puntos
de vista y perspectivas, los cuales a través de procesos históricos
transforman el mundo social.
- Se fundamenta en una teoría crítica de la sociedad.
- Se centra en la emancipación de todo poder o fuerza social que
restrinja la libertad humana
- Propone alternativas prácticas a través de significatividad,
interpretatividad, autorreflexión y autoentendimiento.
- La práctica social del investigador lo comprometen ideológicamente
a largo plazo
- El investigador es un orientador o facilitador de la investigación
acción participativa.

Perspectiva investigativa. La perspectiva se refiere a un cierto modo de mirar la


investigación desde los discursos epistemológicos; es la mirada desde la cual se
piensa. La perspectiva epistemológica se puede originar desde escuelas de
pensamiento como: el Positivismo, Neopositivismo, Estructuralismo, Dialéctica y la
Fenomenología, entre otras (ver figura 1).

Generalmente, la investigación cualitativa interpretativa se inscribe en las escuelas


de pensamiento: Dialéctica y/o Fenomenológica.

Según Araceli de Tezanos17, lo cualitativo, se refiere a las circunstancias o


caracteres, naturales o adquiridos, que distinguen a las personas y a las cosas. En
la investigación cualitativa se da importancia a interacciones de sujetos,
proporcionando explicaciones e interpretaciones de su actuar Las ideologías
culturales, los valores y problemas morales desempeñan un papel importante en la
investigación cualitativa.

17
DE TEZANOS, Araceli. Una etnografía de la etnografía. Santafé de Bogotá Anthropos, 1998. p. 26.

40
Figura 1. Estructura de Paradigma, Perspectiva y Enfoque de la Investigación.

PARADIGMA

POSITIVISMO
EOPOSITIVISMO
ESCUELA DE
PE SAMIE TO ESTRUCTURALISMO PERSPECTIVA
DIALÉCTICA
FE OME OLOGIA

CUA TITATIVO
E FOQUE CUALITATIVO
CRITICO SOCIAL

Enfoques de la investigación. Se entiende por enfoque a la posibilidad de


focalizar, circunscribir la mirada con un énfasis; por lo tanto, toda investigación se
puede focalizar según las propiedades cualitativas, cuantitativas o críticas.

Para ubicar la investigación en un determinado enfoque, se tendrá en cuenta la


clasificación en tres dimensiones, de acuerdo a la función social que cumple cada
uno de ellos LOS enfoques planteados son:

- Enfoque cuantitativo positivista: empírico-analítico

- Enfoque cualitativo: histórico-hermenéutico

- Enfoque cualitativo: crítico-social (ver cuadro 5).

Cuadro 5. Enfoques metodológicos de la investigación.

HISTÓRICO-
DESCRIPCIÓN EMPIRICO-ANALÍTICO CRÍTICO-SOCIAL
HERMENÉUTICO
INTERÉS - Determina reglas para aplicar - Teoría generalizada de la - Emancipatorio:
teorías a la realidad. interpretación del sentido
cambiar el nivel de la
- Busca el dominio y -Trata de ubicar la práctica conciencia no reflexiva.
conocimiento de la naturaleza. personal y social a partir de un
- Liberación.
proceso histórico para orientar
- Interés por la predicción y el
la práctica actual -Descubrir la ideología
control. (ciencias naturales).
que hay detrás de lo que
- Se tiene un intérprete que
- Explicación técnica y causal. se investiga
tiene una inteligencia inherente

41
- Controlar y predecir hechos o a la situación de partida - Descubrir todas aquellas
fenómenos: naturales o sociales ataduras de la realidad
Comprensión:
- conocimiento puro, - Autorreflexión:
- Reflexión de sentido de la
determinante, hipotético.
acción humana reflexión sobre si mismo.
-constatación de leyes
-Distinción entre lo que se dice
invariantes
(sentido común); lo que se ha
- Relaciones de dependencia dicho y lo que se quiere decir.
- Homogeneidad doctrinal en
todas las ciencias.
ESCUELA O Positivismo: Fenomenologia ( Husserl) Dialéctica (Hegel)
CORRIENTE - Empirismo lógico (carnap, Marxismo (Marx,
Existencialismo (Merleau-
EPISTEMO- Neurath, Engels..)
Ponty)
LOGICA EN Wittgenstein, Bacon, Galilei,
Freudismo (Freud)
QUE SE comte) - Racionalismo crítico Personalismo (Ricoeur)
Escuela de Frankfurt
SUSTENTA Y (Popper) Otros: Dilthey, Weber, Schuítz,
(Horkheimer, Adorno,
PRINCIPA LES Geertz, Bruner, Freud,
- Epistemología histórica (Kuhn) Habermas)
REPRESEN Gadamer.
TANTES - Teoría de los sistemas Otros: Gramsci, Adorno,
(Parsons, Merton) Focault, Heller, FaIs
Borda.
- Estructuralismo (Lévi-Strauss)
- Durkheim, Parsons, Nagel,
Skiner, Elster
RELACION Sujeto-objeto: El sujeto Sujeto-sujeto: Relación Sujeto-sujeto:
ACTORES investigador conoce al objeto dialógica o comunicativa. Intersubjetiva, validez
INVESTIGA investigado con independencia lntersubjetividad entre sujeto explicativa y capacidad
ClÓN absoluta investigador e investigado operativa

El enfoque cuantitativo empírico-analítico, es técnico y se basa en la


investigación explicativa; se ubica en el contexto de las ciencias exactas y naturales
cuyo principio es la demostración bajo hipótesis de modelos cuantitativos.

El enfoque cualitativo histórico-hermenéutico, se refiere a la búsqueda de la


comprensión, el sentido y la significación de la acción humana, en un contexto de
las ciencias del espíritu. Para ello se fundamenta en la descripción detallada de las
cualidades de los fenómenos. Existen diversas causas por las cuales se 0pta la
investigación cualitativa, la principal y más importante es que brota de fenómenos
cotidianos o experiencias personales que despiertan la curiosidad de un
investigador

El enfoque cualitativo crítico-social, pretende una emancipación o liberación y es


propio de las ciencias sociales y educativas. El enfoque crítico-social, pretende que
la investigación se encamine al logro de una conciencia auto-reflexiva y crítica para

42
transformar la realidad, bajo un contexto cultural en donde el diálogo, el debate y la
praxis (relación teoría-práctica), sean los ejes del quehacer investigativo.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

Para adentrarse en la metodología de la investigación, es necesario hacer una


distinción entre metódica, método y técnicas o herramientas. La metódica, es la
parte de la lógica que estudia los métodos; por su parte, la metodología es el
estudio y conjunto de métodos. La metodología se compone de métodos, técnicas e
instrumentos.

Figura 2. Estructura de la metodología de investigación.

METÓDICA

METODOLOGÍA

MÉTODO O TÉC ICAS I STRUME TO


MÉTODOS S

La palabra método, proviene de las voces griegas meta = fin y odos = camino; o
sea que el método es el camino para alcanzar un fin; es el modo de hacer algo
ordenadamente; es el modo de obrar y proceder para alcanzar un objeto
determinado. Las técnicas, son los procedimientos de actuación concretos que
deben seguirse para recorrer las diferentes fases del método y los instrumentos son
los medios que sirven de apoyo a las técnicas de investigación.

Los métodos cualitativos tratan de conocer hechos, procesos, estructuras y


personas en su totalidad, y no a través de la medición de algunos de sus
elementos. Particularmente, los resultados cualitativos son análisis e
interpretaciones de conceptos verbales y sus asociaciones; no son,
obligatoriamente, cantidades de algo, frecuencias de aparición o cualquier otro
dato, reducible a números. Busca menos la generalización y se acerca a la
fenomenología específica. Cabe aclarar que, en algunos casos, la investigación
cualitativa le pide prestada a la investigación cuantitativa, la herramienta de la
estadística descriptiva, con el fin de fortalecer la comprensión de la información
analizada cualitativamente (ver cuadro 6).

43
Cuadro 6. Métodos de la investigación según enfoque.

ENFOQUE CUANTITATIVO CUALITATITVO

EMPÍRICO- HISTÓRICO-
DESCRIPCIÓN CRÍTICO - SOCIAL
ANALITICO HERMENEUTICO

MÉTODOS Método científico: - Hermenéutico -Investigación Evaluativa


(Interpretativo)
- Deductivo -Histórico-analítico -Investigación Acción (lA)

- Inductivo - Etnografía* -Investigación Participativa (IP)

- Descriptivo -Investigación Acción


- Estudio de caso.
Participativa (IAP)
Experimental - Naturalístico - Investigación Educativa
- Cuasi- - Naturalista - Investigación Pedagógica.
experimental
- Experiencial
- No experimental
- Dialógico

- Endógeno.

*La etnografía se puede aplicar particularmente a un estudio de caso.

Lección 7: Tres enfoques: Empírico – analítico, histórico – hermenéutico, y


crítico – social.

Existe una serie de trabajos que clasifican los enfoques de investigación con base
en sus fines, en sus intereses, o en las técnicas que emplean en su proceso
investigativo. Para efectos del presente módulo sobre investigación cualitativa se ha
tomado un texto de Alfonso Torres Carrillo –que aún tiene vigencia– donde sintetiza
estos tres enfoques de una manera clara y sencilla, ofreciendo pautas
metodológicas para el diseño los proyectos que opten por alguno de estos
enfoques.

44
MÉTODOS Y DISEÑOS DE INVESTIGACION CUALITATIVA

Diseño cuantitativo

Alfonso Torres Carrillo

Las investigaciones inspiradas en una concepción de ciencia social


positivista o empírico analítica, asumen como finalidad la elaboración de
explicaciones a los fenómenos de la realidad estudiada explicación entendida como
su ubicación lógica en un sistema teórico previo, conformado por conceptos,
relaciones causales y regularidades.

La garantía de tal fin está en función del seguimiento riguroso del llamado
«método científico»; este se asume como una serie lineal de operaciones analíticas
y empíricas que garantizan el control de los fenómenos estudiados, así como la
confiabilidad y validez de sus resultados. «En su forma ideal, parten de cuerpos
teóricos aceptados por la comunidad científica, los cuales permiten formular
hipótesis sobre relaciones operadas entre variables que hacen parte del problema
de estudio».18

En esta concepción, el proceso de investigación se identifica con el


seguimiento de unas etapas claramente delimitadas, dentro de las cuales se
desarrollan unos procedimientos precisos que garanticen confirmar, verificar o
falsear las hipótesis iniciales: asumiendo cada cosa en su lugar y cada cosa a su
tiempo, la posibilidad de equivocarse o desviarse del plan trazado en el proyecto
será mínima.

En cuanto al diseño metodológico, las investigaciones cualitativas pretenden


iniciar el trabajo con las ideas más claras posibles respecto al problema a estudiar,
de los objetivos de conocimiento, de las tareas metodológicas, de las personas de
quienes se recogerá la información, de los instrumentos para recolectarla e
interpretarla.

Es decir, lograr la máxima claridad en el punto de partida es decisivo - se oye


decir con frecuencia «un buen plan es la mitad de la investigación»-. Los demás
momentos corresponden al desarrollo lineal de algunos pasos. El proceso sería el
siguiente:

1. Formulación del o los problemas a investigar en el contexto de un marco


teórico previo.

2. Establecimiento de hipótesis derivadas.

18
Más allá del dilema de los métodos, Op. Cit., pag. 40.

45
3. Especificación de variables.

4. Definición del diseño a seguir para verificar las hipótesis.

5. Delimitar el campo de observación (población y muestra)

6. Elección de técnicas e instrumentos de recolección y tratamiento de datos.

7. Aplicación de instrumentos.

8. Ordenación y análisis de la información recogida.

9. Interpretación de dicha información (confrontación con las hipótesis y


extracción de conclusiones).

10. Exposición de resultados.

Otra manera de ver el proceso es mediante la gráfica No. 1, tomada del


módulo «Enfoques de la investigación en ciencias sociales» del Cinde, (Bogotá,
1992).

46
También es posible analizar el proceso a partir de la identificación de tres
procesos metodológicos básicos: uno teórico, uno empírico y uno sintético. El
primero, de carácter analítico correspondería a los pasos 1, 2 y 3, en los cuales el
marco teórico previo es determinante; el segundo, orientado por la definición y
ejecución de decisiones empíricas, corresponde a los pasos 4, 5, 6 y 7; por último,
un proceso de articulación entre el primero y el segundo a modo de síntesis (pasos
7, 8 y 9)

Con lo señalado anteriormente, confirmamos por qué el Método científico


neopositivista es de carácter «hipotético deductivo». Porque adopta el criterio lógico
de la deducción de implicaciones para un objeto específico de la realidad desde
una teoría previa; tales implicaciones se traducen en unas hipótesis que, a su vez,
son enfrentadas a una información factual ordenada y analizada por medio &
procedimientos estadísticos; como resultado de la confrontación se derivarán las
implicaciones para el marco teórico del que se había partido.

Según las particularidades de las disciplinas y escuelas teóricas que han


asumido la perspectiva cuantitativista, se han institucionalizado diseños de
investigación más específicos. Los de mayor utilización son: los experimentales o
de laboratorio, los cuasi experimentales y los no experimentales o ex post facto.

Los diseños experimentales se caracterizan por buscar el control óptimo de


las variables; el investigador provoca y manipula el fenómeno, generalmente en un
laboratorio. En los diseños cuasi experimentales se tiene un control medio del
fenómeno, pues se manipulan las variables independientes pero no otras extrañas
significativas.

En los diseños no experimentales el control del fenómeno es mínimo; el


investigador sólo puede seleccionar cuáles aspectos va a observar o medir, pero
asume una actitud pasiva frente a su comportamiento. Tomemos como ejemplo los
estudios del comportamiento electoral o de gustos y preferencias frente a un
candidato o producto comercial.

Para finalizar, señalamos que el diseño cuantitativo es asumido en muchos


casos como la aplicación acrítica y rutinaria de un recetario de normas inviolables y
disecadas. En esto han tenido que ver mucho los cursos y maestros «Metodólogos
de la investigación», quienes en su afán de institucionalizar sus recomendaciones,
las simplifican a tal modo, que afianzan esa imagen mecánica de la investigación
científica que hemos cuestionado.

Para el caso de los enfoques cualitativos, toda investigación requiere una


actitud imaginativa y crítica frente a los problemas que estudia así como a las
teorías y procedimientos que emplea. La articulación de los diversos procesos
metodológicos frente al reto de construir conocimientos relevantes sobre un campo
de realidad hacen de una buena investigación -sea del enfoque que sea- una
experiencia vital significativa para quienes la realizan.

47
El diseño de una investigación cualitativa

Bajo la denominación de enfoques cualitativos de investigación social,


entendemos todas aquellas metodologías orientadas a describir e interpretar
determinados contextos y situaciones de la realidad social, buscando la
comprensión de la lógica de sus relaciones, así como las interpretaciones dadas
por sus protagonistas. Los anteriores rasgos corresponden a lo que en la
clasificación hecha por Habermas de las ciencias sociales son las ciencias histórico
hermenéuticas.

Una investigación cualitativa aborda a profundidad experiencias,


interacciones, creencias y pensamientos presentes en una situación específica y la
manera como son expresadas -por vía del lenguaje- por los actores involucrados.
En términos de Bonilla y Rodríguez, «la investigación cualitativa intenta hacer una
aproximación global de las situaciones sociales para explorarlas, describirlas y
comprenderlas de manera inductiva; es decir, a partir de los conocimientos que
tienen las diferentes personas involucradas en ellas y no con base en hipótesis
externas».19

Lo anterior supone que los individuos que comparten un mismo contexto, no


son elementos aislados, sino que interactúan entre sí y con dicho contexto
comparten el significado que tienen de sí mismos y de su realidad de este modo,
cada contexto y experiencia social es particular, así guarde relaciones estructurales
o históricas con conjuntos mas vastos de población.

Una escuela, por ejemplo, comparte muchos elementos con otras, dada su
ubicación en el sistema educativo nacional y el peso de las prácticas culturales
propias de la institución escolar; sin embargo, el conocimiento de tales
determinaciones generales no agota la comprensión de los procesos comunicativos
que se dan en una escuela, en una vereda específica de una región del país.

Diseños abiertos y flexibles

Por la manera de comprender el objeto de las ciencias sociales, los enfoques


cualitativos asumen una estrategia diferente para investigarlo. El reconocimiento de
estar trabajando con realidades tanto objetivas como subjetivas, institucionalizadas
pero cambiantes, hace que los diseños cualitativos posean singularidades, así:

1. Los diseños cualitativos son flexibles y abiertos. La definición del proceso


investigativo no se hace al margen de la exploración de la situación que se
va a investigar. «El diseño cualitativo es abierto, tanto en lo que concierne a
la selección de participantes - actuantes en la producción del contexto

19
Ibid., pág. 68.

48
situacional, así como en lo concerniente a la interpretación y el análisis, ya
que tanto el uno como el otro se conjugan en la investigación».20

2. Se caracteriza por la invención; por dar cabida siempre a lo inesperado,


dado que las técnicas se están aplicando a una realidad siempre cambiante.
Por ello, al igual que en los enfoques participativos y a diferencia de los
enfoques cuantitativos, asume el diseño de pasos, sino como un proceso
donde se toman decisiones relacionadas con los momentos claves de la
investigación.

3. Las ideas generales que se tienen sobre las diferentes etapas del proceso
de investigación se van especificando en el momento oportuno. No hay una
separación tajante, por ejemplo, en la caracterización de la situación, en la
construcción teórica, en la definición del diseño metodológico, la recolección,
la organización y la interpretación de los datos.

El investigador como instrumento de la investigación

El principal instrumento del enfoque cualitativo es el propio investigador, porque


integra lo que dice y quién lo dice; él es el lugar donde la información se convierte
en significación (y en sentido), dado que la unidad del proceso de investigación no
está ni en la teoría ni en la técnica, sino en el propio investigador.

En los estudios cualitativos, el entrenamiento académico, la experiencia, la


imaginación y las capacidades del investigador son decisivos, la posibilidad de
aproximarse creativa y críticamente a una realidad específica depende casi
totalmente de las capacidades del investigador. Si éste no posee una previa
formación teórica sobre el tema a estudiar y una información básica sobre el
contexto, ni un entrenamiento y experiencia en el manejo de las técnicas
cualitativas, será menos probable obtener resultados que permitan comprender
crítica y profundamente las situaciones estudiadas.

No sobra aclarar que en toda investigación entran en juego las dotes y capacidades
personales del investigador (imaginación, creatividad, capacidades analítica y
crítica), así como su capacidad para reconocer y controlar sus pre-juicios con
respecto a los temas y situaciones que estudia. Más aún cuando se trata de
investigaciones en los propios contextos sociales y culturales, como las que
proponemos en este libro; un estudiante investigador, que a la vez forma parte de
una organización comunitaria o una institución educativa que pretende describir e
interpretar, debe reconocer que no es totalmente objetivo y que sus anteriores
opiniones pueden ser un obstáculo o posibilitador que debe manejar.

20
Las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en las ciencias sociales. Debate teórico e
implicaciones praxeológicas, Op. Cit., pág. 77.

49
Los momentos y decisiones de un diseño cualitativo

El carácter abierto de un diseño cualitativo no significa que no tenga un punto de


partida; el comienzo no es visto como el primero de una serie de pasos sucesivos,
sino como una tarea corresponsable con las que le sucederán. El punto de partida
es la elaboración de un plan de trabajo que le posibilite tener una visión de conjunto
(estratégica) de la investigación.

El plan, generalmente se redacta a la manera de un anteproyecto de investigación


que pueda ser compartido con otros colegas o con las instituciones que lo
evaluarán o financiarán. Tal esquema inicial supone, por un lado, un capital de
conocimientos previo frente al tema copio a la situación específica; por otro lado,
que el plan se irá afinando, ampliando y complejizando a lo largo del mismo
proceso investigativo.

En todos los casos, un proceso investigativo de una investigación cualitativa


supone tres grandes momentos que
involucran siete decisiones
investigativas no secuenciales Ver
Gráfica No. 2):

1. La definición del problema objeto


de la investigación:

- Exploración de la situación.

- Diseño.

2. El trabajo de campo, que involucra:

- La recolección de datos.

- La organización de la información.

3. La identificación de patrones
culturales:

- Análisis e interpretación de la
información.

- Conceptualización inductiva.

Otra manera de entender el


carácter no lineal de la investigación
cualitativa es la siguiente gráfica que
resume el proceso de lo que sus
autores llaman investigación histórico

50
hermenéutica, haciendo la salvedad que los momentos involucrados no son lineales
cómo parece indicarlo las flechas, ni siempre se formulan hipótesis para ser
contrastadas en estas investigaciones.

A continuación señalaremos algunos rasgos y recomendaciones para cada


etapa decisional en la investigación cualitativa.

El punto de partida es un tema general; pero tanto el problema, la


elaboración conceptual y la metodología a emplear, se van especificando en la
medida en que se recoge la información a lo largo del proceso investigativo. Para
ello, la exploración inicial de la situación es decisiva para decidir la pertinencia del
tema, la viabilidad de su abordaje, así como sus implicaciones conceptuales y
metodológicas; también aquí se dan los primeros contactos con los espacios,
prácticas e informantes con los cuales se interactuará a lo largo del estudio.

Así mismo, la aproximación sucesivas a la temática o problemática a estudiar


contribuye a diseñar la estrategia preliminar que guiará la exploración posterior de
la situación, la escogencia de las técnicas e instrumentos de recolección y análisis
de datos, así como las hipótesis y conceptualizaciones más apropiadas para
interpretar el objeto de estudio.

Perfilada la problemática a tratar, el diseño direcciona el resto del proceso;


pero dada la naturaleza de la realidad y de los enfoques cualitativos, tal diseño no
se constituye en una rígida camisa de fuerza, sino un punto de referencia que
indica qué se va a explorar (objetivos), cómo debe procederse (estrategia
metodológica) y qué técnicas se van a utilizar en la recolección de información.

En la medida en que el objeto se va concretando, se van delimitando sus


contornos y aspectos axiales, también el diseño va precisándose. Pero siempre hay
que poseer una visión de conjunto de la estrategia y tácticas del estudio, así se esté
dispuesto a adecuarlo a las demandas del proceso.

51
21

La recolección de datos debe corresponder a los objetivos de conocimiento


planteados en el diseño y a las particularidades de las situaciones y protagonistas
involucrados. En las investigaciones cualitativas se privilegian técnicas que aporten
descripciones densas de la situación y que permitan conocer las percepciones,
apreciaciones y reflexiones de los actores; por ello es común el uso de
observaciones participantes, entrevistas y conversaciones abiertas con la gente.22

La información obtenida debe irse registrando y ordenando sistemáticamente


de acuerdo a los temas definidos inicialmente y a las categorías. Una clave para el
éxito de una investigación cualitativa es la organización permanente de toda la
información proveniente del trabajo de campo; ello implica:

- Realizar monitoreos permanentes de la información que se posee, para


evitar saturación o ausencia de información sobre un determinado tema;

- Seguir la pista a aspectos nuevos del fenómeno, como elementos,


relaciones, percepciones o puntos de vista no previstos.

- Definir poco a poco desde la misma recolección, las categorías analíticas.

21
Tomada de ALVARADO, Sara Victoria y otros/ Enfoques de investigación en ciencias sociales. Su
perspectiva epistemológica y metodológica. Módulo 1. Area: investigación. Serie: Posgrado – Bogotá Cinde,
1992, pág 82.
22
Los procesos y técnicas de recolección, análisis e interpretación de información cualitativa son el objeto del
nivel 3 de la serie Aprender a investigar en comunidad. Por ello, no entramos a describirlo.

52
La organización también permite la focalización del problema a partir de la
reformulación permanente de los objetivos y preguntas que lo delimitan, así como la
identificación de las lógicas que definen el trabajo.

En el análisis de los datos involucra aquellas operaciones mentales que el


investigador realiza con la información empírica obtenida. Las operaciones
analíticas más comunes son la categorización y codificación de la información, su
ordenamiento y clasificación, la elaboración de tipologías, jerarquizaciones y
comparaciones entre los conjuntos de información.

Con la interpretación el investigador le atribuye significado, sentido a la información


en el contexto social y teórico conocido. Como el investigador no parte de cero,
juega un papel determinante el previo capital de conocimientos que posee y la
elaboración teórica que haya construido a lo largo del estudio.

Al igual que en la investigación cuantitativa, se parte de «un capital intelectual de


base» (expresión de Briones), pero éste no se asume como referente formalizado
desde el cual se orientará la investigación a la manera de «marco teórico.»

Atraviesa todos los procesos investigativos como la definición de objetivos, la


observación y descripción, así como el análisis e interpretación obtenida.

La conceptualización, parte de reconocer que ningún objeto es descriptible y


comprensible sólo desde la información acumulada sobre él, sino que es necesario
un modelo, una estructura lógica que la articule con sentido. La conceptualización
se apoya en la identificación de los sistemas, procesos sociales y culturales que
definen y organizan las experiencias y actores del problema.

Estas características no pueden encontrarse por un proceso deductivo


proveniente de una teoría previa y ajena, ni tampoco por la inducción empírica de
los datos acumulados tales rasgos sólo pueden ser hallados mediante una
((inducción analítica» o «conceptualización inductiva» (expresiones de Bonilla y
Rodríguez, 1995), que consiste en organizar las relaciones e interacciones que
definen la situación, apoyándose tanto en la información proporcionada por las
fuentes abordadas como por la reflexión teórica acumulada en el proceso.

Para terminar por qué no se prefieren muestras representativas


numéricamente, sino actores significativos social y culturalmente.

La selección de los actores obedece a criterios comprensivos, de


pertenencia y no de representatividad estadística: se refiere a conjuntos, a su
génesis histórica, a su estructura interna y a sus relaciones con el contexto; es
decir, con el diseño se trata de saturar el espacio simbólico, el espacio discursivo
sobre el tema a investigar.

53
Mientras que en los enfoques cuantitativos se hace una construcción externa
y artificial de la muestra a estudiar, en los cualitativos se busca una conformación
natural interna. Un conjunto social es asumido en el primer caso como una serie
«aleatoria» de elementos, dejando a un lado las relaciones sociales específicas que
los ligan al contexto. Por ejemplo los encuestados (no se conocen entre sí,
permanecen anónimos) o los miembros de un grupo de discusión (que cuando se
disuelve, vuelven a diferentes conjuntos sociales).

En la perspectiva cualitativa se privilegian «conjuntos sociales», entendidos


como unidades sociales y culturales vinculadas por su historia, por sus
interacciones específicas y el universo simbólico compartido. Así por ejemplo, los
integrantes de una organización comunitaria, los estudiantes y profesores de una
escuela, los jóvenes de una pandilla, constituyen cuerpos sociales, grupos con
cierta identidad y fronteras (siempre móviles) que permiten al investigador
cualitativo, establecer una relación más estable, volver a sus testimoniantes para
profundizar en sus versiones o para devolverles la información colectada.

No importa tanto la cantidad como la composición relacional adecuada de los


grupos - y por ende el número adecuado de estos, dado que la mayor cantidad de
los mismos no supone más información (en el sentido de más dato), sino que
implica mayor redundancia (entendida como repetición de claves de los discursos
obtenidos).

El método etnográfico

La etnografía como método investigativo

La etnografía puede considerarse ya sea como una técnica para describir una
situación cultural contemporánea específica o como lo hacemos en este libro, un
método de investigación que implica no sólo describir sino también procesos de
interpretación y teorización. La etnografía en términos generales es un enfoque
metodológico de investigación de tipo cualitativo, originalmente utilizado en la
antropología pasa estudiar comunidades étnicas y culturales, pero que desde hace
algún tiempo han acogido otras disciplinas de las ciencias sociales para estudiar
otra clase de agrupaciones sociales en las que se observan distintos tipos de
fenómenos.23

Empleada originariamente por antropólogos y después asumida por sociólogos,


historiadores y psicólogos sociales, el enfoque etnográfico no se presenta
históricamente como un bloque monolítico, sino que ha asumido y asume diversas
tendencias en su manera de entenderla y llevarla a cabo.

23
CASTAÑEDA, Elsa y PARODI, Martha Luz/Hacia una pedagogía de la creatividad. F.E.S. 1992, pág. 52.

54
Desde las estrechas definiciones etimológicas (En el griego etno: otros y grafos:
describir) y las posiciones positivistas que la ven como una simple descripción
detallada de costumbres de comunidades «salvajes» y bárbaras, hasta las
contemporáneas concepciones que la asumen como una disciplina interpretativa de
procesos sociales de las más diversas magnitudes y caracteres, que pueden ir
desde una tienda o una esquina hasta la comunidad misma de antropólogos o
científicos de la cultura occidental.

La etnografía como enfoque cualitativo, «se apoya en la convicción de que


las tradiciones, roles valores y normas del ambiente en que se vive se van
internacionalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la
conducta individual y grupal en forma adecuada».24 En consecuencia, no sólo
busca reconocer y describir las prácticas de un conjunto social o un sistema cultural
específico, sino también ubicar y descifrar las representaciones culturales desde las
cuales sus protagonistas les dan sentido.

Una comprensión más fundamentada sobre cómo la etnografía puede ser


asumida en los términos propuestos, pasa por una reconstrucción de su
constitución histórica como enfoque de investigación social.

Configuración histórica de la etnografía

Los orígenes de la moderna etnografía se remontan a fines del siglo XIX,


cuando pueblos bajo la dominación del imperio británico fueron estudiados por
antropólogos inspirados en las teorías evolucionistas. Tales investigadores
abordaron el estucho del modo de vida de sociedades asiáticas, africanas y
americanas, para justificar su ideologizada mirada de una evolución lineal de las
culturas en la cual, Europa alcanzaba los niveles más avanzados de desarrollo
(civilización), frente al atraso cultural de los demás pueblos, calificados como
bárbaros y salvajes.

Esta manera ideológica de estudiar las culturas en proceso de incorporación


forzada a los circuitos de acumulación capitalista y que justificaba la expansión, fue
cuestionada a comienzos del siglo XX con la influencia del positivismo y
funcionalismo provenientes de la sociología. Ya hemos señalado la enorme
influencia que ejerció sobre su contemporáneos la obra investigativa de Emilio
Durkheim, la cual se convirtió en modelo de investigación científica de lo social: la
observación y conceptualización sistemática de los hechos sociales a partir del uso
de técnicas de recolección y análisis estadístico.

24
MARTINEZ, Miguel/La investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Caracas: Editorial Texto,
1991, pág. 72.

55
Estas recomendaciones metodológicas parecían viables para estudiar
sociedades modernas pero no para las sociedades tradicionales que estudiaban los
antropólogos; las culturas carecían de información escrita y mucho menos de
estadísticas sociales; había que crear las estrategias e instrumentos que
garantizaran su conocimiento objetivo.

Esta búsqueda va a caracterizar a la antropología cultural del primer tercio


de siglo. Aunque el método etnográfico se venía trabajando desde antes de 1920,
fue Branislao Malinowski, antropólogo polaco, quien sistematizó en s.s rasgos
definitorios, antropólogo polaco radicado en Inglaterra, a partir de un trabajo con los
habitantes de las islas Trobiand en el Pacífico occidental. Defendió que la única
manera de comprender la forma de vida de otro pueblo era ir y vivir entre sus
gentes por un período de tiempo, aprender su lengua y llegara a ser aceptado como
miembro.

En la introducción de su libro «Los argonautas del Pacífico occidental» (1922)


resume lo que desde entonces consolidaría como método etnográfico:

«que consiste en un trabajo de campo, durante el cual el investigador observa, comparte y


participa de la vida cotidiana y otros eventos sociales locales; se debe aprender la lengua,
documentar los casos estadísticamente, detallar los imponderables de la vida social y, sobre
todo, tratar de constituir la totalidad y el punto de vista de los actores locales sobre su propia
25
vida social».

Malinowski, al igual que otros contemporáneos suyo como Boas y Radcliffe Brown,
trabajaban desde una perspectiva funcionalista, la cual representaba un avance
frente al evolucionismo; este enfoque decimónico, que había contribuido a
respaldar la imagen de progreso y superioridad europea sobre los pueblos
colonizados, era cuestionado por el relativismo cultural de los nuevos antropólogos
influidos por el funcionalismo.

Más que buscar el grado de evolución de las formas culturales particulares (religión,
arte, leyes, etc.), estos antropólogos buscaron establecerlas interrelaciones
funcionales de las instituciones sociales, así como la relación entre estas y las
«necesidades culturales universales» del hombre»: alimentación, trabajo, cohesión,
etc. Desde esta nueva perspectiva, no habrían sociedades «primitivas», porque
cada una de ellas posee su propia cultura que ha construido para satisfacer sus
comunes necesidades.

Claro está que -como lo señala Rockwell- el funcionalismo antropológico no se


liberaba de la ideología colonialista al desconocer la historicidad de las sociedades
estudiadas y sus relaciones de dominación con respecto a las metrópolis
coloniales; las desigualdades, así como las subordinaciones y conflictos culturales
no quedaban explicados.

25
PINEDA CAMACHO, Roberto. “ El método etnográfico, un enfoque cualitativo de investigación social”
en texto y contexto # 11. Universidad de los Andes. – Bogotá, Mayo – agosto de 1987, pág. 90.

56
De otra parte, estos etnógrafos de la primera mitad de siglo, desconfiaban de
los testimonios orales de los habitantes de las colonias estudiadas, privilegiando
sus propias observaciones, a las que consideraban más objetivas. Por ello,
concentraron sus esfuerzos en afinar sus instrumentos de registro y al
entrenamiento técnico de los nuevos antropólogos.

Un giro muy importante asumió la etnografía cuando empezó a ser aplicada


en las sociedades de los países de los antropólogos, las cuales se consideraban
«complejas», en contraste con las «sociedades simples» de la periferia. Así por
ejemplo, la Escuela de Chicago, desde la sociología empleó técnicas etnográficas
para el estudio del estilo de vida de grupos marginados (bandas juveniles, ganster,
migrantes) en contexto s urbanos.

El asumir investigaciones de los propias sociedades con el enfoque que se


había empleado para estudiar a las lejanas y ajenas, enriqueció las perspectivas
interpretativas de la etnografía. También favoreció el mutuo intercambio con
diversas teorías sociológicas como la fenomenología social, el interaccionismo
simbólico y la etnometodología, e históricas como las mentalidades y del imaginario
colectivo.

De este modo, se encontró que la etnografía aportaba al estucho de


fenómenos sociales no documentados y no reducibles a los procedimientos
cuantitativos (encuestas, diseños experimentales), como es el caso de la relación
escuela comunidad, las normas culturales de un ghetto o la cultura institucional de
una empresa.

En la actualidad, dos tendencias etnográficas de gran influencia son, el


interpretativismo (o etnografía hermenéutica) de Clifford Geertz y la propuesta
analítica sugerida por Elsie Rockwell para estudiar los fenómenos educativos.

En el primer caso, parte del reconocimiento de que los actos sociales tienen
una significación social, que el etnógrafo, por tanto, debe comprender a través de
estrategias interpretativas. En términos Geertz, la «explicación interpretativa se
centra en el estudio de los fenómenos culturales entendidos como sistemas de
símbolos y en la interpretación de significados de las acciones desde el punto de
vista de los propios actores».26

Esto último no significa que el etnógrafo replica o refleja exactamente la


realidad tal como la «ven» los actores, sino que la interpreta en función de los
actores. El análisis etnográfico se asemeja a una lectura de textos: «la cultura de un
pueblo es un conjunto de textos, que a su vez son conjuntos que el antropólogo
trata de leer por sobre el hombro de aquellos a que pertenece realmente».27

26
Citado por CALVO, Beatriz /”Etnografía de la educación” en Nueva antropología # 42 Vol. XII – México,
1992, pág. 10
27
El surgimiento de la antropología posmoderna. Op. cit., pág. 93.

57
Lo que hace el etnógrafo es estar allí, conocer y entender las gentes y sus
vidas, para captar lo normal de lo aparentemente exótico; significa describir la vida
cotidiana y hacer que lo familiar se convierta en extraño, el lugar común se haga
problemático, lo invisible se haga visible, lo no documentado se escriba.

La etnografía analítica pretende ir más allá al plantear la necesidad de


estudiar los fenómenos culturales en el contexto de las relaciones sociales y
políticas de la formación social donde se encuentran. Tal postura, parte de criticar
la tradición etnográfica que privilegia la lógica interna y la dimensión simbólica de
las situaciones estudiadas (generalmente locales); ello puede llevar a perder de
vista sus nexos con otras dimensiones como la histórica y la de los contextos
macrosociales, en un mundo cada vez más internacionalizado y globalizado.

Así, la comprensión de una realidad específica requiere, tanto de la


documentación exhaustiva de sus particularidades, como del contexto estructural e
histórico donde se halla. Ello permitirá develar los procesos y conflictos sociales
que atraviesan las instituciones y prácticas estudiadas, así como su relación con las
dinámicas económicas y de poder.

De este modo, el objeto de la etnografía analítica desborda lo comunitario y


lo simbólico, acudiendo al aporte de otros enfoques como la historia, la sociología,
la economía y la politología, puede ocuparse de fenómenos como la relación entre
la cultura juvenil urbana y la industria cultural.

Características de la etnografía

Considerada como un enfoque cualitativo de investigación social, la


etnografía posee algunas atributos comunes a las señaladas para aquel, como es
su carácter holista, naturalista, inductivo analítico y flexible. A nivel específico,
autores como Knapp,28 señalan como elementos de la investigación etnográfica:

1. Un acceso al escenario inicial, exploratorio y abierto a las contingencias del


objeto de investigación;

2. Intensa implicación del investigador en el entorno social que estudia;

3. Empleo de variedad de métodos y técnicas cualitativas, siendo las más


frecuentes la observación participante, la entrevista abierta y la consulta
documental;

4. Una intención explícita de comprender los acontecimientos en términos de


significados socialmente compartidos;

5. Uso de marcos interpretativos que subrayan la importancia del contexto; y

28
Citado por ARNAL y otros. Op cit. Pág. 200 y ss.

58
6. Uso de los resultados de la investigación en forma escrita descriptiva. Nos
centraremos en algunos de los rasgos anteriores, como es el carácter
interpretativo de la etnografía, su relación con la teoría, la valoración del
concepto de cultura y su estrecha relación con la escritura.

Las corrientes etnográficas contemporáneas renuncian a la pretención


objetivista de reflejar desde la descripción, la verdad de la situación estudiada. Los
trabajos etnográficos son para Geertz, interpretaciones entendidas como
construcciones que involucran diverso niveles de elaboración conceptual:

1. La conceptualización empírica «interna», desde la mirada de sus


protagonistas.

2. La conceptualización contextualizada e históricamente ubicada.

3. La conceptualización teórica que trasciende la particularidad de la realidad


estudiada y orientada a la producción de conocimientos amplios sobre el
tema analizado.

Lo último, nos plantea la relación entre etnografía y teoría. La investigación


etnográfica siempre está mediada por conceptualizaciones e hipótesis, pero su
papel no es el mismo que el que juegan en las investigaciones cuantitativas;
asumen más el carácter de orientadoras permanentes de las miradas y reflexiones
del investigador, que marcos previos a ser verificadas o contrastadas con la
información en el momento de la interpretación.

Sin lugar a dudas, un concepto central en la etnografía ha sido y es, el de


cultura en sus múltiples acepciones. Si los hechos no son independientes de su
representación, ni los discursos por fuera del universo simbólico que les da sentido,
la descripción y análisis etnográfico no pueden prescindir de la dimensión cultural
de la sociedad.

Hoy, la antropología ha renunciado tanto a las acepciones estrechas de


cultura que la identificaban con las elaboraciones refinadas del espíritu como a las
demasiado amplias que la identifican con todo lo producido por la humanidad
también a la formulación de una Teoría General de la Cultura desvinculada de los
conjuntos sociales concretos; para Geertz, «la tarea esencial de la teoría no es
codificar regularidades abstractas, sino hacer posible la descripción densa, no
generalizar a partir de casos particulares, sino generalizar dentro de estos»29

Otra de las características de la etnografía es que la reflexión teórica posee


una intencionalidad específica: comprender lo local en relación -no determinista-
con lo societal; «asumir que para comprender lo particular se necesita relacionarlo
con su medio, con su contexto. Utilizar la teoría social existente sobre el problema o

29
El surgimiento de la antropología posmoderna. Op. cit., pág. 36.

59
fenómeno estudiado para guiar la propia investigación; para el caso de las
etnografías educativas, en la comprensión de la relación existente entre educación
y cultura es quizá donde tiene la etnografía y en general la investigación educativa
su más amplio campo de acción.

Por otra parte, recordemos que la descripción etnográfica busca rescatar y


documentar lo invisible, lo vivido y lo dicho pero no documentado, de tal manera
que pueda ser consultado por otros. En tal sentido, vale la pena recordar que el
etnógrafo es un trabajador de la escritura. Por un lado, su representación de la
realidad está mediada por la escritura (documentos, registros, diarios, informes), lo
que hace esté limitado por el contexto de las estructuras narrativas de una sociedad
en un periodo específico; cada época posee sus formas de narrar y escribir, de las
cuales el etnógrafo no es ajeno: dice lo que puede decir y del modo como puede
hacerlo.

Por otro lado, la etnografía como práctica de creación de sentido tiene una
relación estrecha con los textos donde se expone. Han existido diversas formas de
publicación (historias de vida, autobiografías, estudios de casos), pero ha
predominado la concepción realista propia de las tradicionales «monografías
etnográficas».

Para Van Maanen,30 la relevancia del oficio del etnógrafo no descansa en el


dominio de las técnicas, ni en el uso de determinados esquemas interpretativos,
sino en la producción de un trabajo reconocido por otros como etnografía. Por tal
razón, el texto etnográfico debe ser además de exhaustivo, persuasivo; el etnógrafo
no sólo debe entrenarse en las artes de la observación y el registro, sino en el de
la retórica, para que sus etnografías sean reconocidas como tales.

El diseño etnográfico

Como enfoque cualitativo, las fases de una investigación etnográfica están


menos definidas que las de otros métodos. Danzin - citado por Arnal- considera que
un trabajo etnográfico debe actuar en siete campos de decisión:

1. Definir el foco y la finalidad del estudio;

2. Acordar el modelo o diseño de investigación a emplear y argumentar las


razones de su decisión.

3. Ubicar los participantes o sujetos del estudio, así como sus escenarios y
prácticas a observar;

4. Clarificar sus roles dentro de la investigación;

30
VAN MAANEN, Jhon /”Secretos del oficio: sobre escribir etnografía” en Revista colombiana de
sociología. Vol. 2 # 1. – Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, enero – junio de 1993.

60
5. Definir estrategias para la recolección de datos;

6. Asumir los aportes del estudio: interpretaciones, conceptualizaciones o


derivaciones prácticas.

Para Geertz y Le Compte31 una investigación etnográfica atraviesa por


cuatro momentos- cada uno con sus fases-, casi nunca lineales:

1. La preparación inicial, la cual implica la definición del foco y las cuestiones


de la investigación, del modelo metodológico preliminar y del grupo de estudio.

1.1 La formulación del problema determina las áreas de interés y fija los
parámetros para las demás decisiones investigativas. El foco o propósito de
investigación se refiere al producto final que se espera del estudio: qué vacíos de
conocimiento pretenden ser llenados con respecto al campo temático donde se
ubica.

1.2 Las cuestiones o preguntas en una investigación etnográfica definen las


hipótesis o problemas específicos en torno a los cuales se articulará; se trata de
enunciados referidos a relaciones buscadas, a hechos probables.

Aunque algunos autores (Goetz y Le Compte, 1988, Martínez, 1991) insisten


en su necesaria y explícita formulación, a nuestro juicio ello no debe convertirse en
obligatorio; sin desconocer que siempre al iniciar una investigación se parte de
conjeturas, con interrogantes, en una etnografía debe estar atento a reformularlas o
inventarlas en la medida en que accedemos a la información sobre el fenómeno
estudiado.

1.3 La decisión de la estrategia a seguir es expresada en un plan de trabajo


provisional que sirve de guía de los momentos posteriores.

1.4 La decisión de a quién o a quienes estudiar exige la determinación de las


fuentes que proporcionarán los datos relevantes para los fines del estudio. También
implica decidir por los escenarios y contextos, así como los medios indicados para
obtener la información.

2. El acceso al escenario, la selección de informantes claves y la exploración


inicial de información en el campo; en los casos en los que el etnógrafo es exterior
a la población debe esperar pacientemente hasta ser aceptado por el grupo social y
poder acceder a lo que le interesa.

3. La recolección sistemática de los datos tanto desde la observación


participante como por las entrevistas y consulta a documentos; es lo que se refiere
al trabajo de campo, en el cual las capacidades y habilidades del investigador son

31
GOETZ, J y Le COMPTE, M. /Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa. Morata, Madrid
1988.

61
decisivas para captar y registrar las dinámicas culturales significativas del contexto
estudiado.

4. El análisis e interpretación de la información, las cuales van


estrechamente interrelacionadas; tienen como fin hallarlas estructuras de sentido,
las lógicas culturales que permiten comprender analíticamente la situación en
cuestión; también busca, en lo posible, producir teorizaciones originales al respecto.

El siguiente esquema, resume los cuatro momentos y las decisiones e


implicaciones prácticas que en ellas deben asumirse:

62
CAPITULO 4: METODOS CUALITATIVOS Y TÉCNICAS PARTICIPATIVAS

Este capítulo intenta dar una visión global de algunos métodos y técnica cualitativas
que han servido de soporte a la investigación en ciencias sociales y humanas. Si
bien conservamos algunos que toman fuerza desde el paradigma crítico social,
hemos incluido otras alternativas actuales que están tomando fuerza para el trabajo
interdisciplinario de la psicología social y la comunicación. A propósito dejamos de
lado otros métodos y técnicas, que aunque importantes, son tratados ampliamente
en los cursos de Metodología de la investigación y Técnicas de investigación.

Lección 8: La Investigación - Acción

Con respecto a la Investigación Acción (I-A), se señala como origen de la misma el


trabajo de Lewin en el período inmediato a la Segunda Guerra Mundial. Lewin
identificó cuatro fases en la I-A (planificar, actuar, observar y reflexionar) y la
imaginó basada en los principios que pudieran llevar “gradualmente hacia la
independencia, la igualdad y la cooperación” (Lewin, 1946). A lo largo de estos
años el método de I-A se ha ido configurando a partir de numerosas aportaciones
desde diferentes contextos geográficos e ideológicos.

La gran diversidad de concepciones que existen actualmente en torno a la I-A, tanto


desde una perspectiva teórica como experiencial, hace poco menos que imposible
llegar a una conceptualización unívoca. No obstante, se dan una serie de rasgos
comunes en los que la mayoría de autores son coincidentes.

En primer lugar es de destacar el carácter preponderante de la acción, como


definitorio de este método de investigación. Esta dimensión se concreta en el papel
activo que asumen los sujetos que participan en la investigación, la cual tomo como
inicio los problemas surgidos de la práctica educativa, reflexionando sobre ellos,
rompiendo de esta forma con la dicotomía separatista teoría/práctica. “La
investigación-acción es una forma de investigación llevada a cabo por parte de los
prácticos sobre sus propias prácticas'” (Kemmis, 1988: 42).

Como investigación se concibe desde una perspectiva alternativa a la concepción


positivista, defendiendo la unión de investigador/investigado, forjando un nuevo
modelo de investigador que realiza su trabajo de forma sistemática a través de un
método flexible, ecológico y orientado a los valores.

La I - A implica un talante democrático en el modo de hacer investigación, una


perspectiva comunitaria. No se puede realizar de forma aislada; es necesaria la
implicación grupal. Se considera fundamental llevar a cabo la toma de decisiones
de forma conjunta, orientada hacia la creación de comunidades autocríticas con el
objetivo de transformar el medio social.

63
Básicamente estas son las características comunes de la I-A. No obstante, es
preciso considerar los diferentes métodos de I-A con los que contamos en la
actualidad (Investigación-Acción del profesor, Investigación-Acción Participativa,
Investigación-Acción Cooperativa) dadas las características peculiares de cada uno
de ellos.

Aunque para denominar la I - A realizada por parte del profesor se vienen utilizando
distintos nombres, el más común suele ser el de Investigación-Acción, como es el
caso de Elliot (1990) o Kemmis (1988). Este hecho es, en cierta medida, el
culpable de cuando se habla de I-A desde el terreno educativo se haga desde la
perspectiva de la investigación realizada por parte del profesor en su aula,
olvidando otras modalidades de I-A donde participan agentes diferentes, sobre todo
en contextos de educación no formal, como es el caso de la Investigación-Acción
Participativa o la Investigación-Acción Cooperativa. En definitiva, todas son
modalidades de I-A. No olvidemos, por ejemplo, la definición que plantea Kemmis
de la I-A:

La investigación-acción es una forma de búsqueda auto reflexiva, llevada a cabo


por participantes en situaciones sociales, para perfeccionar la lógica y la equidad de
a) las propias prácticas sociales o educativas en las que se efectúan estas
prácticas, b) comprensión de estas prácticas, y c) las situaciones en las que se
efectúan estas prácticas (Kemmis, 1988: 42).

Reason (1994) llega a establecer que la diferencia fundamental de estas tres


modalidades de I-A puede radicar en que la participativa sirve a la comunidad, la
cooperativa al grupo y la investigación acción al individuo. Claro que esto resulta
una simplificación excesiva, pues cada una se solapa con las demás.

¿Qué es la investigación-Acción?

• Es el método indicado cuando el investigador no sólo quiere conocer una


determinada realidad o un problema específico de un grupo, sino que desea
también resolverlo. En este caso, los sujetos investigados participan como
coinvestigadores en todas las fases del proceso: planteamiento del
problema, recolección de la información, interpretación de la misma,
planeación y ejecución de la acción concreta para la solución del problema,
evaluación posterior sobre lo realizado, etc. El fin principal de estas
investigaciones no es algo exógeno a las mismas, sino que está orientado
hacia la concientización, desarrollo y emancipación de los grupos estudiados
y hacia la solución de sus problemas.32

• El propósito de la investigación-acción es que el investigador profundice en


la comprensión (diagnóstico) de su problema. Por tanto, adopta una postura

32
APORTES 50, Investigación Acción del Profesorado, dimensión educativa, Santafé de Bogotá, abril de 1998

64
exploratoria frente a cualesquiera definiciones iniciales de su propia situación
que el profesor pueda mantener.

• la investigación-acción adopta una postura teórica según la cual la acción


emprendida para cambiar la situación se suspende temporalmente hasta
conseguir una comprensión más profunda del problema práctico en cuestión

• Al explicar 'lo que sucede”, la investigación-acción construye un “guión”


sobre el hecho en cuestión, relacionándolo con un contexto de contingencias
mutuamente interdependiente, o sea, hechos que se agrupan porque la
ocurrencia de uno depende de la aparición de los demás.

• la investigación-acción interpreta “lo que ocurre" desde el punto de vista de


quienes actúan e interactúan en la situación problema, por ejemplo, profe-
sores y alumnos, profesores y director.

• Como la investigación-acción considera la situación desde el punto de vista


de los participantes, describirá y explicará “lo que sucede” con el mismo
lenguaje utilizado por ellos; o sea, con el lenguaje de sentido común que la
gente usa para describir y explicar las acciones humanas y las situaciones
sociales en la vida diaria.

• Como la investigación-acción contempla los problemas desde el punto de


vista de quienes están implicados en ellos, sólo puede ser válida a través del
diálogo libre de trabas con ellos.

• Como la investigación-acción incluye el diálogo libre de trabas entre el


“investigador” (se trate de un extraño o de un profesor/investigador) y los
participantes, debe haber un flujo libre de información entre ellos.

En el momento de llevar a la práctica la I-A se han planteado diferentes modelos,


destacando en este sentido los propuestos por parte de Elliot (1986) y Kemmis y
McTaggart (1988).

Enfoques de la Investigación-Acción

En el análisis comparativo realizado por Reason (1994) se destacan en este sentido


las siguientes tradiciones o enfoques:

• a). Desde una perspectiva ontológica, se posiciona en una perspectiva


relativista, desde la que se considera que aprehendemos la realidad y
nuestro conocimiento sobre la misma individual y colectivamente, y por tanto
se requiere la participación plena para la creación de conocimientos sociales
y personales. Este conocimiento se construye a través de la reflexión sobre
la acción de las personas y comunidades. Como consecuencia de este

65
posicionamiento, el resultado de todos estos métodos es un cambio en la
experiencia vivida de los que se implican en el proceso de investigación. La
articulación de esta nueva forma de conocimiento colectivo a través de
lecturas, artículos y libros es de carácter secundario.

• b). Desde la perspectiva epistemológica se acentúa la importancia


fundamental del conocimiento experiencial y la subjetividad de la
investigación.

• c). A nivel de datos, existe una gran amplitud en cuanto a lo que se


contempla que debe considerarse como tal. Desde el registro de entrevistas,
hasta las canciones, danzas u obras de teatro, pasando por formas más
ortodoxas.

• d). Desde la consideración del liderazgo se produce la paradoja de que, por


un lado, se enfatiza el carácter participativo y de auto dirección de la I-A,
mientras que, por otro, se reclama la presencia de alguien que lidere el
proceso. Se da una tensión entre el ideal de la participación y las demandas
de la práctica que solicitan un liderazgo efectivo. En este sentido juega un
papel fundamental el proceso de entrenamiento de facilitadores, animadores
y participantes.

Lección 9: Investigación Participativa

Para De Miguel (1989) la investigación participativa “se caracteriza por un conjunto


de principios, normas y procedimientos metodológicos que permite obtener
conocimientos colectivos sobre una determinada realidad social”. Como
características diferenciadoras de este método de investigación, este autor se
refiere a su carácter de adquisición colectiva del conocimiento, su sistematización y
su utilidad social.

En un sentido amplio, Hall y Kassam (1988) describen la investigación participativa


como una actividad integral que combina la investigación social, el trabajo
educativo y la acción. Como características fundamentales del proceso señalan las
siguientes:

• El problema que se va a estudiar se origina en la propia comunidad o lugar


de trabajo.

• El objetivo último de la investigación es la transformación estructural y la


mejora de las vidas de los sujetos implicados. Los beneficiarios son los
trabajadores o gente implicada.

66
• La investigación participativa implica a la gente en el lugar de trabajo o la
comunidad que controla todo el proceso global de la investigación.

• El foco de atención de la investigación participativa se sitúa en el trabajo con


un amplio rango de grupos oprimidos o explotados; inmigrantes, trabajadores
manuales, indígenas, mujeres, etc.

• En la investigación participativa es central el papel que se asigna a fortalecer


la toma de conciencia en la gente sobre sus propias habilidades y recursos,
así como su apoyo para movilizarse y organizarse.

• El término “investigador” designa tanto a las personas del lugar de trabajo o


la comunidad, así como a aquellos que cuentan con un entrenamiento
especializado.

Como caracterización de este método de indagación Reason (1994: 328) presenta


tres tareas básicas de cualquier investigación participativa. En primer lugar nos
encontramos con la tarea de la iluminación y el despertar de la gente corriente, para
lo que se comienza con los temas del poder y la impotencia, e intenta enfrentarse a
la forma en que los elementos y el poder establecido de las sociedades a lo largo
de todo el mundo se ven favorecidos debido al monopolio que se tiene sobre el
conocimiento y su utilización. En segundo lugar, un importante punto de partida es
la propia experiencia vivida de la gente, y la idea de que a través de la experiencia
actual sobre algo podemos aprehender su esencia. De esta forma el conocimiento
y la experiencia de la gente se respetan, se honra y valora. Por último, en tercer
lugar, nos encontramos con el compromiso. La investigación participativa valora el
proceso de colaboración, que hunde sus raíces en la tradición cultural de la gente,
convirtiéndose en un acto genuinamente democrático. De esta forma, el diálogo se
constituye en una herramienta fundamental.

Como objetivos que se pretenden con la investigación participativa se destaca, por


una parte, producir conocimiento y acciones útiles para un grupo de personas; por
otra, que la gente se empodere / capacite a través del proceso de construcción y
utilización de su propio conocimiento.

De lo visto podemos decir que la investigación participativa a) se combina la


participación con la investigación, superando de esta forma los procedimientos
tradicionales de conocimiento llegando a la unión de teoría y práctica; b) se acentúa
el compromiso político desde una posición crítica emancipadora; c) se potencia el
carácter educativo de la investigación y la necesidad de devolver lo investigado a la
población, como medio de empoderamiento, y d) todo ello desde una perspectiva
comunitaria.

67
Lección 10: Análisis de contenido

Del lado de los estudios culturales y de comunicación, en los últimos años los
estudios de audiencias y de recepción han tomado gran importancia para los
profesionales de las ciencias sociales y humanas, particularmente para los
comunicadores. No obstante el análisis de contenido y el análisis del discurso son
otras alternativas ligadas a la investigación de los lenguajes, los textos y la
producción de sentido. Para este caso se ha tomado de ejemplo un material de Luis
Porta y Mirian Silva, quienes siguiendo la línea de la investigación cualitativa,
ofrecen un escrito de carácter metodológico para el análisis de contenido.

2.- EL ANÁLISIS DE CONTENIDO

Dr. LUIS PORTA – Universidad Nacional de Mar del Plata.


Mag. MIRIAM SILVA – Universidad Nacional de la Patagonia Austral.

El Análisis de Contenido nos ofrece la posibilidad de investigar sobre la naturaleza


del discurso. Es un procedimiento que permite analizar y cuantificar los materiales
de la comunicación humana. En general, puede analizarse con detalle y
profundidad el contenido de cualquier comunicación: en código lingüístico oral,
icónico, gestual, gestual signado, etc. y sea cual fuere el número de personas
implicadas en la comunicación (una persona, diálogo, grupo restringido,
comunicación de masas...), pudiendo emplear cualquier instrumento de compendio
de datos como, por ejemplo, agendas, diarios, cartas, cuestionarios, encuestas,
tests proyectivos, libros, anuncios, entrevistas, radio, televisión... (HOLSTI: 1968).

“En los últimos años esta técnica ha abandonado los límites de los medios de
comunicación y se utiliza en marcos cada vez más variados, desde el contenido de
las producciones personales como técnica auxiliar al análisis de datos obtenidos, a
través de encuestas, entrevistas, registros de observación, etc.”.(PEREZ
SERRANO, 1993:133). Krippendorff (1980:28), define el Análisis de Contenido
como “la técnica destinada a formular, a partir de ciertos datos, inferencias
reproducibles y válidas que puedan aplicarse a un contexto”.

Esta técnica, según el autor mencionado, sitúa al investigador respecto de la


realidad en una triple perspectiva:

- Los datos tal y como se comunican al analista.


- El contexto de los datos.
- La forma en que el conocimiento del analista obliga a dividir la realidad.

El “Análisis de Contenido” se configura, como una técnica objetiva, sistemática,


cualitativa y cuantitativa que trabaja con materiales representativos, marcada por la
exhaustividad y con posibilidades de generalización. Esto significa:

68
• OBJETIVA: Emplea procedimientos de análisis que pueden ser reproducidos
por otras investigaciones de modo que los resultados obtenidos sean
susceptibles de verificación por otros estudios distintos.
• SISTEMÁTICA: Exige la sujeción del análisis a unas pautas objetivas
determinadas.
• CUANTITATIVA: Mide la frecuencia de aparición de ciertas características
de contenido y obtiene datos descriptivos por medio de un método
estadístico.
• CUALITATIVA: Detecta la presencia y ausencia de una característica del
contenido y hace recuento de datos secundarios referidos a fenómenos a los
que siempre es posible hacer referencia.
• REPRESENTATIVA: Selecciona materiales y la presencia de categorías en
los mismos que aparecen en número suficiente para justificar el recuento.
• EXHAUSTIVA: Una vez definido su objeto no puede olvidarse nada de él.
• GENERALIZACIÓN: Tiene unas hipótesis que debe probar de cara a extraer
conclusiones en una investigación.

Siguiendo a Bartolomé, M.(1981:251), el “Análisis de Contenido” debe evitar caer


desde un principio en tres fuentes de error importantes:

a. Extraer la palabra de su contexto.


b. Arbitrariedad subjetiva en la categorización.
c. Otorgar primacía a lo cuantitativo sobre lo cualitativo en la interpretación
de los resultados.

2.1. Antecedentes históricos

Las indagaciones empíricas sobre el contenido de las comunicaciones se remontan


a los estudios teológicos de fines del siglo XVII, cuando la Iglesia estaba inquieta
por la difusión de los temas de índole no religiosa a través de los periódicos. A
partir de entonces fueron ganando terreno en numerosas esferas.
Krippendorf (1990: 15) en el capítulo primero de su obra organiza un recorrido a
través del cual podemos acercarnos a los principales estudios que,
metodológicamente utilizan el análisis de contenido. El primer caso bien
documentado de análisis cuantitativo de material impreso, tuvo lugar en Suecia en
el siglo XVIII. DOVRING (1954-1955) describió este episodio, incluido en una
colección de noventa himnos de autor desconocido, titulada Los cantos de Sion.
LOEBL (1903) publicó en alemán un elaborado esquema clasificatorio para el
análisis de la “estructura interna del contenido” de acuerdo con las funciones

69
sociales que desempeñan los periódicos. Su libro adquirió celebridad en los
círculos periodísticos, pero no estimuló investigaciones empíricas posteriores33.
En la primera reunión de la Sociedad Sociológica Alemana, en 1910, MAX WEBER
(1911) propuso llevar a cabo un amplio análisis de contenido de los medios de
prensa, pero, por una variedad de razones, el estudio no pudo llevarse a la práctica.
Por esa época MARKOV (1913) trabajaba en una teoría sobre las cadenas de
símbolos, y publicó un análisis estadístico de una muestra extraída de la novela en
verso de Pushkin, Eugenio Onegin. En su mayoría, estas investigaciones fueron
descubiertas sólo muy recientemente, o bien influyeron de manera indirecta en la
bibliografía sobre el análisis de contenido.
En una primera fase, los principales estudios que utilizan el Análisis de Contenido
como metodología de trabajo están ligados al análisis cuantitativo de periódicos y,
en su mayoría, surgen hacia fines del siglo pasado en Estados Unidos cuando
aumenta la producción masiva de material impreso. Así, podemos nombrar los
estudios de SPEED (1893), MATHEWS (1910), STREET (1909), WILCOX (1900),
FENTON (1910), WHITE (1924), ALBIG (1938).

La segunda fase del desarrollo intelectual del análisis de contenido fue la


consecuencia, como mínimo de tres factores. En primer lugar los nuevos y
poderosos medios electrónicos de comunicación ya no podían considerarse una
mera extensión del periódico. En segundo lugar, en el período posterior a la crisis
económica surgieron numerosos problemas sociales y políticos respecto de los
cuales se suponía que los nuevos medios de comunicación de masas habían
desempeñado un papel causal. En tercer lugar, debe mencionarse la aparición de
los métodos empíricos de investigación en las ciencias sociales. Así, fueron
surgiendo distintas investigaciones en el ámbito de la sociología, la psicología, la
ciencia política. Los rasgos que distinguen los primeros análisis de contenido del
análisis cuantitativo de los periódicos son los siguientes:

1) Muchos científicos sociales se incorporaron a esta evolución


proporcionando ricos marcos teóricos;
2) se definieron y reconocieron en los datos correspondientes, conceptos
bastante específicos, como los de actitud, estereotipo, estilo, símbolo, valor,
etc.;
3) se aplicaron al análisis herramientas estadísticas mar perfectas,
especialmente las procedentes de la investigación mediante encuestas; y
4) los datos provenientes del análisis de contenido pasaron a formar parte de
trabajos de investigación de mayor envergadura.

33
Laurence Bardin en su obra Análisis de contenido, desarrolla en la primera parte la Historia del Análisis de
Contenido, organizándolo de la siguiente manera: Los antecedentes y la prehistoria, los principios: la prensa y
la medida; analizando luego la producción por décadas: 1940/1950; 1950/1960; 1960 y siguientes.

70
El análisis de contenido recibió un gran impulso gracias a la que probablemente fue
su primera aplicación práctica de envergadura durante la segunda guerra mundial y
esta fue, el análisis de la propaganda.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el análisis de contenido se amplió a


numerosas disciplinas. Algunos de los mayores proyectos de investigación estaban
relacionados con los medios de comunicación públicos. Posteriormente la
psicología, la historia y educación suman su atención al análisis de contenido como
metodología para las investigaciones.

Es a partir de la década del ’50 cuando se produjo un considerable aumento de las


investigaciones utilizando el análisis de contenido por ordenador. Llegando a la
actualidad, donde podemos afirmar que esta metodología es una herramienta que
muchos investigadores tienen en cuenta para sus investigaciones. Así, podemos
citar que distintas disciplinas han elaborado sus últimos estudios utilizando el
Análisis de Contenido (Investigaciones, Tesis Doctorales, Publicaciones, Ponencias
y Comunicaciones en Congresos son algunos de estos casos).

Se puede afirmar que “el análisis de contenido ha llegado a ser un método científico
capaz de ofrecer inferencias a partir de datos esencialmente verbales, simbólicos o
comunicativos. Más allá de su continuo compromiso con cuestiones psicológicas,
sociológicas y políticas sustanciales, en los últimos ochenta años ha aumentado de
forma exponencial el interés por el uso de esta técnica y se ha procurado
establecer criterios adecuados de validez. Consideramos que esto indica una
madurez cada vez mayor”. (KRIPPENDORF: 1990, 27).

2.2. PROCEDIMIENTO A SEGUIR EN EL ANÁLISIS DE CONTENIDO

Los pasos a seguir en el examen de los datos hasta obtener su interpretación,


siguen los procedimientos analíticos del modelo de investigación elegido:

2.2.1. Objetivos, universo, documentos.

Aquí ubicamos las cuatro primeras fases del procedimiento a seguir en el Análisis
de Contenido:

1º Fase: Determinar los objetivos que se pretenden alcanzar.


2º Fase: Definición del universo que se pretende estudiar.
3º Fase: Elección de documentos: El cuerpo de unidades de contenido seleccionado.
4º Fase: Definición de las finalidades centrales que persigue la investigación.

2.2.2. Unidades de análisis y reglas de recuento

En este apartado explicamos las fases 5° y 6° del “Análisis de Contenido”:

71
5° Fase: Elaboración de indicadores o definición de unidades de análisis:
Constituyen los núcleos de significado propio que serán objeto de estudio para su
clasificación y recuento. Se pueden diferencias las siguientes:

a. UNIDADES GENÉRICAS: son las unidades de observación genérica. A


partir de allí el material debe ser estudiado en una unidad genérica para
medir la frecuencia de los conceptos definidos.

b. UNIDADES DE CONTEXTO: es el mayor cuerpo de contenido y sirve para


captar el significado de la unidad de registro.

c. UNIDADES DE REGISTRO: Es la sección más pequeña del texto que


hace referencia a una categoría. Son unidades base con miras a la
codificación y al recuento frecuencial.

No existen criterios claros de distinción de unidades de registro por lo que éstas


pueden ser muy variadas: el mensaje, el personaje... En cualquier caso se han de
codificar las significaciones interesantes cuyo criterio viene marcado por los
objetivos de análisis.

6° Fase: Reglas de numeración o recuento: Se refiere a la forma de contar las


unidades de registro codificadas, Se conocen las siguientes reglas de enumeración:

- La presencia o ausencia de un determinado código.


- La frecuencia. Es la mas utilizada en investigaciones de este tipo y se refiere al
número de veces que aparece un código determinado o unidad de registro.
- La frecuencia ponderada: Si se supone que la presencia de un código tiene más
importancia que la de otro, se puede proceder a una ponderación que se
establecerá a priori.
- Intensidad. Los grados en la aparición de un código y la afectación de una nota
diferente, según la modalidad de expresión.
- La contingencia. Entendida como la presencia, en el mismo momento de dos o
más códigos en una unidad de contexto.
- El orden de aparición de los códigos.
- Densidad de un texto. Es la suma de frecuencias de todos los códigos hallados
dividido por la suma total de todas las palabras y multiplicado por cien.
- Nivel de concentración. Número de códigos diferentes divididos por la suma de
frecuencias de todos los códigos y multiplicados por cien.

Otras reglas de recuento que se han considerado son:

- La frecuencia valorativa, que se refiere a la suma total de unidades de registro.


- La frecuencia proporcional o porcentajes de frecuencia. Se refiere a la
frecuencia de cada código expresada en porcentajes.

72
- La distribución de frecuencias. Se refiere a como se reparte la frecuencia total
entre todas las categorías.

2.2.3. La Categorización

Desarrollamos aquí el proceso de categorización que corresponde a la Fase 7° del


“Análisis de Contenido”.

7° Fase: La categorización: Consiste en la operación de clasificar los elementos de


un conjunto a partir de ciertos criterios previamente definidos. La categorízación no
es una tarea mecánica, ya que los términos pueden no hacer referencia a los
significados que a primera vista expresan o manifiestan, sino estar fuertemente
matizados por el contexto.

La categorización es un proceso que requiere tres operaciones:

1° OPERACIÓN: La Clasificación de las unidades de significado asignado a cada


unidad de registro para establecer una cierta organización de los mensajes. El
resultado de esta operación es la elaboración de un sistema de categorías.
2° OPERACIÓN: La codificación como tarea de asignación de códigos a cada
categoría del sistema anterior, para poder clasificar las unidades de registro de los
documentos a analizar, clasificando de esta forma el material escrito para su
posterior descripción e interpretación.
3° OPERACIÓN: El inventario en el que se aíslan las unidades de significado
dando contenido empírico a las categorías del sistema.

2.2.4. La clasificación

El primer momento de la categorización consiste en una operación de clasificación


y diferenciación de los elementos de un conjunto a partir de criterios previamente
establecidos en un sistema de categorías.

2.2.4.1. Preanálisis

Como plantea L. BARDIN, se trata de una fase que “corresponde a un período de


intuiciones. Pero tiene como objetivo la operacionalización y la sistematización de
las ideas de partida para poder llegar a un sistema preciso de desarrollo de las
operaciones sucesivas, a un plan de análisis”34

Se trata de realizar una lectura superficial del material (a veces sólo hojearlo,
organizarlo, controlarlo) y llevar a cabo una primera aproximación a los indicadores
en los que se apoyará la investigación. Significará una preparación del propio
investigador frente al material seleccionado. Generalmente esta primera fase tiene

34
16 BARDIN, L. Análisis de contenido..., p. 71 y ss

73
tres misiones: la elección de los documentos que van a someter a análisis, la
formulación de las hipótesis y de los objetivos, la elaboración de los indicadores en
que se apoyará la interpretación terminal. Estas tres actividades no se encuentran
obligatoriamente en sucesión cronológica, sino muy ligadas unas a otras: la
elección de los documentos depende de los objetivos, o a la inversa, el objetivo
sólo será posible en función de los documentos disponibles; los indicadores se
construirán en función de las hipótesis o, por el contrario, las hipótesis se fundarán
en la presencia de ciertos indicios. El análisis se dirige a la organización, pero él
mismo está compuesto de actividades no estructuradas, “abiertas”, por oposición a
la explotación sistemática de los documentos.

a) La lectura superficial. La primera actividad consiste en entrar en contacto


con los documentos de análisis, entablar conocimiento dejando que se
sucedan las impresiones, las orientaciones. Es lo que puede llamarse fase
de lectura “superficial”, por analogía con la actitud del psicoanalista. Poco a
poco, la lectura se hace mas precisa en función de hipótesis emergentes, de
la proyección sobre el material de teorías adoptadas, de la posible aplicación
de técnicas utilizadas con materiales análogos.
b) La elección de los documentos. El universo de los documentos de análisis
puede estar dado a priori. Determinado el universo (el género de
documentos sobre los que se puede efectuar el análisis) a menudo es
necesario proceder a la constitución de un corpus. El corpus es el conjunto
de los documentos tenidos en cuenta para ser sometidos a los
procedimientos analíticos. Su constitución implica a menudo elecciones,
selecciones y reglas. Las reglas principales son las de la exhaustividad,
representatividad, homogeneidad y pertinencia35.
c) La formulación de las hipótesis y de los objetivos. Una hipótesis es una
afirmación provisional que se pretende verificar (confirmar o rechazar)
recurriendo a procedimientos de análisis. Es una suposición cuyo origen está
en la intuición, y que queda en suspenso en tanto que no ha sido sometida a
la prueba de datos seguros. El objetivo es la intención general que se le da
(o que le es dada por una instancia exterior), el cuadro teórico y/o pragmático
en el que serán utilizados los resultados obtenidos.
En el preanálisis, no siempre están establecidas las hipótesis. Por otra parte,
no es necesario tener un corpus de hipótesis para proceder al análisis. En
muchos casos, las hipótesis implícitas orientan insidiosamente el trabajo del
analista. De ahí la necesidad de actualizar y, en la prueba de los hechos, las
tomas de posición latentes susceptibles de introducir sesgos en los
procedimientos y en los resultados. Formular hipótesis consiste muy a
menudo en explicitar y precisar direcciones y dimensiones de análisis que
actúan, pese a todo en el proceso.

35
Se analizan mas adelante

74
d) La señalización de los índices y la elaboración de los indicadores. Si se
considera a los textos como una manifestación portadora de índices que el
análisis va a hacer hablar, el trabajo preparatorio será la elección de éstos y
su organización sistemática en indicadores. Elegidos los índices se procede
a la construcción de indicadores precisos y fiables. En el preanálisis hay que
determinar las operaciones de delimitación del texto en unidades
comparables, de categorización para el análisis temático, de modalidad de
codificación para el registro de los datos.

e) La preparación del material. Antes del análisis propiamente dicho, debe


ser preparado el material reunido. Se trata de una preparación material y,
eventualmente, de una preparación formal.

2.2.4.2. Exploración del material

Las pautas establecidas para el tratamiento de los datos por distintos autores, tales
como WOODS (1977), TAYLOR Y BODGAN (1986), BARDIN (1986) así como
STRAUSS (1988), plantean diferencias poco significativas en el desarrollo del
proceso de inducción analítica. Guiados por las características de los materiales
disponibles, seguiremos los siguientes pasos:

- Desarrollo de categorías de codificación: Consistirá en un proceso de


clasificación de datos en torno a ideas, temas y conceptos que irán emergiendo de
la lectura del propio material de estudio. La identificación de las categorías
emergentes es un proceso relacionado no sólo con el material de análisis sino con
la formación y el propio marco teórico de la investigación.

Tratar el material es codificarlo. La codificación corresponde a una transformación –


efectuada según reglas precisas- de los datos brutos del texto. Transformación que
por descomposición, agregación y enumeración permite desembocar en una
representación del contenido, o de su expresión, susceptible de ilustrar al analista
sobre las características del texto que pueden servir de índices, o como dice
Holsti36 “la codificación es el proceso por el que los datos brutos son transformados
sistemáticamente y agregados en unidades que permiten una descripción precisa
de las características pertinentes del contenido”.
La organización de la codificación comprende tres apartados, en caso de un
análisis cuantitativo y categorial: la descomposición (elección de las unidades), la
enumeración (elección de reglas de recuento) y la clasificación (elección de las
categorías).

Las características básicas que permiten cumplir su función de elementos de


clasificación y organización de la información, son:

36
Recomendamos el texto de O.R. HOLSTI. (1969) Content Analysis for the Social Sciencessand Humanities,
Addison Wesley Publishing Company. Sobre todo dirigido a dar respuesta a cuestiones técnicas.

75
- La exclusión mutua, no siempre posible (a veces un mismo dato puede
pertenecer a más de una categoría y como tal debe ser tenido en cuenta).
- La homogeneidad.
- La pertinencia. (Adecuación a las intenciones de la búsqueda).
- La productividad (posibilidad de proporcionar índices de inferencia).

La cuestión fundamental a resolver en este punto será la de los elementos del texto
que hay que tomar en cuenta y la manera de descomponerlo en elementos
acabados. La elección de unidades de registro y de contexto debe responder de
manera pertinente. De manera que encontramos:

• La unidad de registro: Es la unidad de significación que se ha de


codificar. Corresponde al segmento de contenido que será necesario
considerar como unidad de base con miras a la categorización y al recuento
frecuencial. La unidad de registro puede ser de naturaleza y tamaño muy
variables. Reina una cierta ambigüedad en cuanto a los criterios de distinción
de las unidades de registro. En efecto, ciertas limitaciones se hacen a nivel
semántico, por ejemplo el “tema”, mientras que otras se hacen a nivel
aparentemente lingüístico, por ejemplo, la “palabra” o la “frase”. El criterio de
descomposición en el análisis de contenido es siempre de orden semántico,
si bien existe a veces una correspondencia con la unidades formales
(ejemplos: palabra y palabra tema, frase y unidad significante).

• La unidad de contexto: Sirve de unidad de comprensión para codificar la


unidad de registro. Corresponde al segmento del mensaje cuyo tamaño
(superior a la unidad de registro) es óptimo para captar la significación
exacta de la unidad de registro. Esto es lo que, por ejemplo, puede ser la
frase para la palabra, el párrafo para el tema. En la determinación del
tamaño de la unidad de contexto rigen dos criterios: el coste y la pertinencia.
Es evidente que una unidad de contexto amplia exige una relectura más
larga del medio. Por otra parte, existe un óptimo a nivel del sentido: si es
demasiado pequeña o demasiado grande, la unidad de contexto ya no se
adapta y entonces resultan determinantes el tipo de material y el cuadro
teórico. En cualquier caso, es posible testar las unidades de registro y de
contexto con pequeñas muestras a fin de tener seguridad de estar operando
con los instrumentos más adecuados.

• Enumeración: Realizado el trabajo de codificación de todos los datos y


separados los datos pertenecientes a las distintas categorías, realizaremos
un concienzudo trabajo de cuantificación utilizando cálculos de frecuencia.
Ello aportará información sobre el peso de cada una de las categorías
establecidas, facilitando la detección de los rasgos más sobresalientes.

76
En el marco de las reglas de enumeración, hay que distinguir entre unidad de
registro (lo que se cuenta) y regla de enumeración (la manera de contar).

- Desarrollo de tipologías y categorías centrales: Catalogados y enumerados los


datos, llevaremos a cabo un proceso de comparación sistemática de las categorías
en que han sido integrados. De este modo, se pueden establecer relaciones que
propiciarán el inicio del proceso de comprensión de las mismas. A partir de aquí
surgirán categorías centrales que aglutinarán las categorías de segundo orden y
facilitarán la interpretación en torno a determinados ejes de contenidos.

La categorización es una operación de clasificación de elementos constitutivos de


un conjunto por diferenciación, tras la agrupación por género (analogía), a partir de
criterios previamente definidos. Las categorías son secciones o clases que reúnen
un grupo de elementos (unidades de registro en el caso del análisis de contenido)
bajo un título genérico, reunión efectuada en razón de los caracteres comunes de
estos elementos. El criterio de categorización puede ser semántico (categorías
temáticas), sintáctico, léxico, expresivo.

La categorización es un proceso de tipo estructuralista. Comporta dos etapas:

• El inventario: aislar los elementos.


• La clasificación: distribuir los elementos, y consiguientemente buscar o
imponer a los mensajes una cierta organización.

- Determinación de pautas emergentes: De las relaciones que vinculan esos ejes de


contenidos, irá emergiendo una especie de radiografía de las ideas fundamentales
contenidas en el material investigado. Son esbozos generales del fenómeno que
permitirá una primera aproximación interpretativa.

- Comparación de los resultados obtenidos: Se hace necesaria la comparación de


las principales ideas obtenidas en el análisis teórico y en el práctico. De este modo,
podremos averiguar las analogías y diferencias que aparecen en la descripción y
valoración de la realidad en lugares distintos y a través de diferentes fuentes.

2.2.4.3. La codificación

Se refiere a la asignación de un símbolo o código, a cada una de las categorías. En


un sentido más amplio, codificar para analizar la información cualitativa
(documentos) supone un método de clasificación de la información que posee tres
características fundamentales: (ARROYO, 1998: 285)

a. Un conjunto de dos o más categorías para estudiar un fenómeno de


forma que sea significativo para el problema que se va a resolver. O sea, un
sistema de categorías que ya ha sido presentado.

77
b. Un conjunto de reglas o normas para asignar los fenómenos estudiados
a las diferentes categorías. Es decir, la definición operativa de cada una de
las categorías para poder asignar de forma inequívoca los códigos a las
unidades de registro identificadas en el material escrito. La definición de
criterios para la codificación del material figura en las páginas siguientes
junto al inventario de conceptos de cada modelo a analizar.

c. La última característica de la codificación se refiere a los códigos. En sí


mismos estos serán eficaces en la medida en que las categorías que
representen sean excluyentes y las reglas sirvan para asignar de forma
consistente y sin ambigüedad, un fenómeno a una categoría y sólo a una.

2.2.4.4. El inventario.

Está formado por las unidades de significado que conforman el contenido de las
categorías de valor y antivalor. Son términos y/o expresiones genéricas o concretas
que reflejan el significado de cada una de las categorías de valor y antivalor
en los sujetos del total de las muestras seleccionadas.

2.2.5. EXPLORACIÓN, FIABILIDAD Y VALIDEZ

Este apartado explica cómo se ha realizado la exploración de los documentos y


cuales han sido los controles de validez y fiabilidad del proceso de análisis:

8° Fase: Exploración del material: Luego de haber fijado las categorías y definidas
las unidades es necesario reconocer objetivamente la presencia o ausencia de las
categorías en los documentos seleccionados. En función de los criterios
previamente definidos, codificamos el material escrito. Esta operación requiere el
dominio de las siguientes habilidades (ARROYO: 1998, 293):

- Identificar unidades de registro de acuerdo a los criterios establecidos.


- Asociar el significado de las unidades de registro con las unidades de
significación de valor y antivalor clasificadas a tal efecto en el inventario.
- Asignar el código de la categoría correspondiente a las unidades de registro,
por lo que este proceso o fase, recibe el nombre de codificación del material.

9° Fase: La fiabilidad y validez. Es una característica básica que han de poseer


todos los métodos. En el análisis de contenido, la fiabilidad se estima calculando el
porcentaje de veces que varios codificadores independientes coinciden cuando
codifican el mismo material. En nuestro caso, el material fue codificado dos veces
por el mismo codificador, contrastando sus percepciones y dificultades de
interpretación con expertos y arribando a un porcentaje de acuerdo en la asignación
de códigos e identificación de unidades de registro. En la revisión pretendemos
valorar si las categorías reúnen las siguientes características:

78
1. Exhaustividad: Agotar el contenido de la totalidad de los documentos.
2. Exclusión mutua: Unidad de registro, puesto que, no puede pertenecer a varias
categorías.
3. Homogeneidad: Definición de las categorías que deben estar efectuadas de
acuerdo a un mismo principio de clasificación.
4. Pertinencia: Adaptación al material de análisis seleccionado y perteneciente al
cuadro teórico elegido, y que será considerado pertinente.
5. Objetividad y fidelidad: Sometida a varios analistas, trozos de un mismo
material aplicado a la misma plantilla de categorías, deberán estar codificados
de la misma manera.
6. Productividad: Un conjunto de categorías es productivo si proporciona
resultados ricos, tanto en índices de inferencia como en nuevas hipótesis.

“Una confusión general, en lo referente a la fiabilidad de las observaciones, es la


identificación de este concepto con los coeficientes de concordancia de los
observadores”. (BUENDIA: 1998, 191).

2.2.6. REDUCCIÓN DE LOS DATOS:

Esta es la fase en la cual se llevan a cabo las operaciones estadísticas, la síntesis y


selección de los resultados para realizar, posteriormente las interpretaciones que
den lugar a una serie de conclusiones, teniendo en cuenta siempre el Marco
Teórico que hemos elaborado. Por ello es necesario diferenciar:

- La descripción: Consiste en enumerar las características del documento en


relación a la frecuencia de aparición de las distintas categorías de valor y
antivalor expresadas en porcentajes.

- La inferencia: Es el paso de la descripción, la interpretación y la comparación.


- La interpretación: Significado axiológico de las frecuencias de códigos descritos.
- Los porcentajes de frecuencias de cada categoría de valor y antivalor
ordenados, de mayor a menor, para establecer contrastes y regularidades,
semejanzas y diferencias, entre los valores y antivalores que aparezcan en el
análisis.
- Conclusiones: Para la consecución de los objetivos de la investigación.

79
2.2.7. Interpretación. Consolidación teórica:

Las ideas fundamentales que obtendremos se emplearán para generar las


explicaciones. Se relacionan los datos obtenidos con otros trabajos o estudios y con
marcos analíticos más generales, dentro de los que cobran sentido los datos
estudiados. De esta manera se intenta integrar los hallazgos obtenidos dentro de
áreas de interés más amplias.

De todas formas, el diálogo entre datos y marco teórico está presente durante todo
el proceso. A nuestro entender, es absurdo pretender apartar nuestras propias
creencias hasta el final.

MAR DEL PLATA, octubre de 2003.

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Barcelona.

81
Lección 11: Teoría Fundada

Una de los avances más destacados en los últimos tiempos en relación con la
articulación entre los datos o información y la posibilidad de construir nuevos
conocimientos tiene que ver con la teoría fundada, como una propuesta de trabajo
cualitativo que busca trascender el ejercicio empírico de algunos trabajos, y a
acercar la idea articularlos e interrelacionarlos con una teoría.
Más allá de pensarla como un nuevo método de investigación, la teoría fundada es
una forma de trabajo pertinente para la formación y la investigación en la educación
superior, para ello el texto de Carlos A. Sandoval Casilimas, ofrece importantes
aportes.

LA TEORÍA FUNDADA UNA PROPUESTA METODOLÓGICA GENERAL PARA


CONSTRUIR TEORÍA DESDE UNA PERSPECTIVA CUALITATIVA.

Carlos A. Sandoval Casilimas

La teoría fundada fue presentada inicialmente por Barney Glaser y Anselm


Strauss en “The Discovery of Grounded Theory” en el año de 1967. Entre los
propósitos declarados en este libro, el primero y principal fue, ofrecer la
racionalidad para que la teoría se fundamentara, generara y desarrollara, a través
del interjuego con los datos recolectados durante el desarrollo del proyecto de
investigación. Este tipo de teoría, argumentan sus autores, podría contribuir a cerrar
la brecha entre la teoría y la investigación empírica. Las teorías fundadas y sus
posibilidades emergieron como alternativa a las teorías dominantes de carácter
funcionalista y estructuralista representadas por teóricos de la sociología tales
como Parsons, Merton y Blau.
La teoría fundada es una metodología general para desarrollar teoría a partir
de datos que son sistemáticamente capturados y analizados; es una forma de
pensar acerca de los datos y de poderlos conceptualizar. La teoría se va
desarrollando durante la investigación en curso mediante el continuo interjuego
entre los procesos de análisis y recolección de datos. Su principal fundamento
conceptual es el interaccionismo simbólico, pero se alimenta también de los
desarrollos de algunos otros teóricos de la sociología cualitativa, entre ellos, Erving
Goffman y George Simmel.
Un rasgo básico de esta aproximación analítica representada por la teoría
fundada es, el empleo de un método general denominado “análisis comparativo
constante” (Glaser and Strauss, 1967). Desde su introducción en la segunda mitad
del Siglo XX, se han desarrollado un gran número de principios y procedimientos
que se han alimentado de la experiencia de investigación de quienes la han
empleado. En su versión inicial los autores ya citados buscan establecer un
deslinde del Análisis Comparativo Constante de otras formas de análisis cualitativo
particularmente en lo atinente a sus propósitos de uso lo que podemos recoger en

82
el cuadro siguiente que hemos retomado de una adaptación publicada
recientemente.

Cuadro 2.1 Clasificación de los principales procedimientos analíticos


cualitativos en función de sus propósitos.

PROPÓSITO Prueba Provisional de la Teoría Existente (Formal)


Generación de teoría Si No
nueva (Sustantiva)
Si Inducción analítica Método de comparación
(Znaniecki) constante (Glaser y Strauss)
Teoría Fundada
No Análisis de contenido Descripción etnográfica
clásico (Berelson) (Spradley)

Como se aprecia en el cuadro anterior, si bien son muchos los puntos de


afinidad en los que la teoría fundada se identifica con otras aproximaciones de
investigación cualitativa se diferencia de la mayoría de ellas, por su énfasis en la
construcción y el desarrollo de un tipo de teoría que denomina sustantiva, (³)
mediante los procedimientos antes enunciados de comparación constante. La
teoría sustantiva se edificaría en torno a ámbitos muy delimitados o particulares de
la realidad social o cultural sobre los cuales, la teoría formal no ha desarrollado una
comprensión y una conceptualización específica.
La teoría sustantiva tiene la posibilidad de dar cuenta de realidades humanas
singulares porque se alimenta con los procesos de recolección de datos de la
investigación en curso, de una manera dinámica y abierta, diferente a la de los
procedimientos deductivos de la llamada teoría formal o general cuya preocupación
por la verificación le lleva a mantener una perspectiva relativamente estática y
cerrada por su apego a la generalidad. Se tipifica así un estilo de recolección de
datos y de análisis teórico, con el propósito explícito de hacer posible la verificación
de las hipótesis emergentes (formuladas estas como proposiciones que plantean
relaciones entre conceptos). Esto se realiza de comienzo a fin, del proceso de
investigación.
Además del interés por la construcción de teoría, los procedimientos
empleados para llevar a la práctica el método de comparación constante propio de
esta alternativa de investigación, constituye un rasgo distintivo importante.
Este método, se basa en cuatro estrategias: a) Un interrogatorio sistemático
a través de preguntas generativas, que buscan relacionar conceptos, b) el muestreo
teórico, c) los procedimientos de categorización (codificación) sistemáticos, y d) el
seguimiento de algunos principios dirigidos a conseguir un desarrollo conceptual
sólido (no solamente descriptivo).

83
Para el logro del último propósito anotado (Corbin and Strauss, 1988 y 1990),
han conceptualizado y diagramado una herramienta metodológica denominada,
“matriz condicional”, la cual busca facilitar la especificación de las condiciones y
consecuencias, en una escala que va desde lo más macro hasta lo más micro, y
que permite ir integrando los resultados de la teoría. Esta matriz, en palabras de
Strauss y Corbin (1990) puede visualizarse como “un conjunto de círculos, uno
dentro del otro, cada nivel corresponde a diferentes aspectos del mundo” (...) En los
otros anillos se colocan aquellos rasgos condicionales más distantes a la acción o
la interacción; mientras en los anillos más internos se sitúan aquellos rasgos
catalogados más cercanos a la secuencia de acción o interacción (...)”.
En la herramienta mencionada, las condiciones que incluyen los niveles van
desde lo internacional pasando por lo nacional, comunitario, organizacional e
institucional, suborganizacional y subinstitucional, grupal, individual, y colectivo a la
acción pertenecientes al fenómeno. En determinados estudios, las condiciones de
todos los niveles tienen relevancia, pero justamente como necesidades a ser
rastreadas. “El investigador necesita llenar en los rasgos condicionales específicos
para cada nivel que pertenece al área de investigación escogida”, sin hacer caso de
cual nivel particular es ese. (Strauss and Corbin, 1990, P.161). En cuanto a sus
aplicaciones prácticas, la Teoría Fundada, ha sido empleada a diversos fenómenos
que incluyen entre otros: la socialización profesional (Broadhead, 1983), El
matrimonio después del divorcio (Caupahe, 1983), la interacción entre
constructores de vivienda y posibles propietarios (Glaser, 1992), El regreso a casa
(Hall, 1992), el manejo de los peligros del embarazo (Corbin, 1992), la donación de
ovarios entre hermanas (Lessor, 1993), el abuso conyugal (Lempert, 1992),
Experiencias con enfermedades crónicas (Charmaz, 1980), y el trabajo de los
científicos (Clarke, 1990a y 1990b).
.

84
Ejemplificación comparativa de diferentes estrategias cualitativas para
la conducción de un proyecto hipótetico titulado llegadas y partidas
Patrones del apego humano tomado del texto de Morse (1994) Designing Funded Qualitative Research (p. 225)

Participantes/ Métodos de
Preguntas de Tamaño
Estrategia recolección de Tipo de resultados
investigación/foco informantes muestral
datos
Fenomenología Cuál es el significado Viajeros que arriban Aproximadamente Conversaciones en Reflexiones en
de llegar a casa? a casa; Literatura seis participantes profundidad profundidad,
Fenomenología; descripción de la
Arte: Poesía y otras experiencia “Qué es
descripciones sentire ganas de llegar
a casa
Etnografía Cuál es la puerta de Viajeros, familias Aproximadamente Entrevistas; Descripción de los
arribo probable otras personas que de 30 a 50 observación eventos diarios en la
cuando un vuelo observan el lugar, entrevistas. participante; otros puerta de arribo del
internacional llega? tales como guardias registros tales aeropuerto
de seguridad, como estadísiticas
personal de aeroportuarias
mantenimiento y
aseo
Teoría Venir a casa: volver a Viajeros, miembros Aproximadamente Entrevistas en Descripción del
reunir la familia. de la familia 30 - 50 profundidad; Proceso Psicosocial en
Observaciones la experiencia de
regresar a casa

85
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Profundización metodológica en dos encuadres específicos de investigación


cualitativa: La etnografía y la teoría fundada

Con el propósito de hacer un desarrollo metodológico en profundidad,


hemos elegido dos de las alternativas metodológicas con mas potencial en la
investigación social, en razón al grado de desarrollo del conjunto de su propuesta;
nos referimos a la etnografía y la teoría fundada. Las características generales ya
han sido abordadas en la primera parte de esta unidad, por lo que aquí nos
concentraremos en los elementos más específicos de su propuesta metodológica
y procedimental.

- La propuesta metodológica de la etnografía

Desde la elección misma del tópico de investigación se define ya un


derrotero particular, en el que la etnografía coloca su acento sobre la dimensión
cultural de la realidad social que somete a análisis. En esta perspectiva, el
encuadre metodológico parte de asumir la necesidad de una inmersión en esa
realidad objeto de estudio contando para ello con dos herramientas básicas, la
observación participante y las entrevistas. Para detallar la propuesta de trabajo
más puntual, seguiremos las exposiciones de Spradley (1972) y Hammersley
(1994).
En su tematización analítica de la dimensión cultural de la realidad humana,
Spradley (Op.cit.,), plantea cinco grandes tópicos: La experiencia cultural, las
escenas culturales, los informantes culturales, el significado y la significación
cultural y finalmente, la descripción cultural. Así este antropólogo logra hacer un
cuadro de conjunto, que desagrega de manera muy conveniente, los aspectos
prácticos que un investigador social que pretenda emplear el método etnográfico
ha de tener presentes. La premisa de la que se parte es que la tarea de la
etnografía es la descripción de una cultura particular.
Procedimentalmente este autor define cuatro pasos para acercarse a la
experiencia cultural como tal, ellos son: La adquisición de las herramientas
conceptuales (esto implica entender el concepto de cultura y aprender algunos
métodos de trabajo de campo), la gestión de la entrada al terreno (esto supone
saber seleccionar la escena cultural pertinente y hacer contacto, con los
informantes clave, previa identificación de los mismos), la realización del trabajo
de campo (lo que plantea la captura y el registro de los datos culturales) y
finalmente el desarrollo de la descripción de la cultura (lo que conducirá al análisis
de los datos y a la escritura de la descripción de la cultura).
El concepto de Escena Cultural al que se refiere Spradley (Op. Cit.,)
designa la información compartida por dos o más personas relacionada con algún
aspecto de su experiencia en común como miembros de un grupo humano

86
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

determinado. Las escenas culturales están estrechamente ligadas a situaciones


sociales recurrentes. Estas últimas son escenarios para la acción; las situaciones
sociales se constituyen por personas, sus interacciones, un lugar o localización, y
los objetos allí presentes. Todo lo anterior metodológicamente implica, que para
estudiar las escenas culturales se necesita observar las situaciones sociales,
convirtiéndose estas, entonces, en las unidades básicas del trabajo etnográfico.
Algo interesante de anotar es que pese al planteamiento acentuadamente
descriptivista que podría inferirse de lo expuesto anteriormente, existen enfoques
de uso que se plantean, cómo el conocimiento de la cultura derivado de esta
opción investigativa, se convierte en ciertos casos en una clase importante de
herramienta para la implementación del cambio social con una perspectiva que
podría denominarse como “etnografía estratégica”. Ejemplos de esto son los
estudios sobre las condiciones de algunas cárceles citadinas y los referidos a las
estrategias de poder empleadas por algunas compañías para evitar las demandas,
en contra de ellos por parte de los grupos ecologistas o conservacionistas,
igualmente el componente etnográfico de algunas alternativas de investigación
acción participativa puestas al servicio de proyectos de desarrollo comunitario o de
proyectos de transformación de la cultura organizacional.
En este punto, es muy importante explicitar cuál es el concepto de cultura
que se maneja. Spradley (op. cit.) plantea un concepto relativamente sencillo y es
“(...) (Cultura es...) todo aquello que ha sido aprendido o producido por un grupo
de gente (...). Con esta definición tan amplia pertenecen al orden de lo cultural, por
ejemplo, las actividades y conductas que tienen lugar durante la práctica de algún
deporte competitivo, las reglas de juego y los objetos físicos empleados en dicho
deporte, los patrones de reacción emocional, las prácticas de crianza de los niños,
las leyes, el arte y las instituciones de la sociedad entre otras muchas realidades y
fenómenos.
En un concepto más estricto de cultura, muy influido por los planteamientos
del interaccionismo simbólico, se restringe el mismo, al “(...) conocimiento que las
personas usan para generar e interpretar la conducta social (...). Este
conocimiento es aprendido y gradualmente compartido (...)” (op. cit., p. 8).
Se aclara más adelante, que decir que la cultura se usa para generar e
interpretar la conducta social no significa limitar la cultura solamente a la situación
cuando las personas están en grupo, sino que incluye también las acciones
individuales que otras personas ya tienen aprendidas y comprendidas. Este
conocimiento cultural está codificado en un sistema de símbolos complejo, que
involucra, entre otras cosas, lo que alguien denominara “definiciones de la
situación” y las cuales deben ser aprendidas por cada nueva generación mediante
lo que se conoce como procesos de socialización cuya finalidad es convertir a
cada nueva persona que viene al mundo en alguien “competente” para
desenvolverse en el medio social y cultural en el que nació. Esa competencia tiene
que ver, entonces, con una manera “apropiada y típica” de mirar el mundo, de
actuar en el mundo, de pensar y sentir y hasta de hacer las cosas.

87
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

El sentido práctico de todo lo anterior es que, con esa teoría tácita acerca
del mundo socio-cultural en que nacen y viven, las personas pueden tener éxito en
organizar su conducta, anticipar el comportamiento de otros y establecer un orden
para la comprensión de dicho mundo. La etnografía en este contexto se plantea
entonces, propiciar la reflexión de las personas sobre esas creencias,
sentimientos y prácticas para identificar el significado actual de las mismas.
El trabajo etnográfico contemporáneo para cumplir el propósito antes
enunciado, se rige por un conjunto de principios que abarcan dos ideas
principales. La primera es que el estudio de la conducta humana ha de realizarse
en los escenarios naturales donde ella ocurre; la segunda es que un conocimiento
adecuado de la conducta social solo puede lograrse en la medida que el
investigador entienda el “mundo simbólico” en el cual las personas viven. Se
entiende por “mundo simbólico”, en este contexto, el tejido de significados que las
personas aplican a sus propias experiencias, significados que se desarrollan a
través de patrones definidos de comportamiento.
Adoptada esa perspectiva “interna”, es decir la de los actores involucrados,
es que el etnógrafo puede comenzar a identificar las reglas que gobiernan las
relaciones en el escenario donde ellos se desenvuelven y es a través del
descubrimiento de éstas, que se logran discernir los patrones de conducta de los
actores antes citados. Para alcanzar lo dicho, metodológicamente es posible que
tenga lugar una combinación de técnicas y procedimientos que incluya una cierta
cantidad de interacciones sociales auténticas con los sujetos de estudio, algunas
observaciones directas de eventos relevantes, algunas entrevistas formales y una
gran cantidad de entrevistas informales; así como, la realización de algunos
conteos sistemáticos, la colección y análisis de documentos y artefactos (McCall
and Simmons, 1969).
Entre los instrumentos metodológicos anotados se relieva el papel de las
llamadas notas de campo que es el medio a través del cual el etnógrafo registra
tanto sus observaciones como sus propias impresiones y sentimientos. Sin
embargo, éste resultaría inútil si no se realiza lo que Becker (1971) ha
denominado como “análisis secuencial” y que consiste en un chequeo o revisión
continua de los datos mientras se está aún en el proceso de captura de
información. En los periodos entre observaciones se puede “retroceder” desde los
datos, para así reflexionar sobre su posible significado y redireccionar o completar
el proceso de búsqueda interpretativa.
Según Fielding (1995), tres son las conclusiones que emergen de los
estudios etnográficos. La primera y más exigente es, que el observador ha de ser
capaz de plantear, declaraciones o proposiciones completas, sobre las
condiciones que son necesarias y suficientes, para que un patrón particular de
acción o de actuación, tenga lugar; segunda, el investigador ha de estar en
capacidad de tipificar algunos de los fenómenos observados como “básicos” para
la actividad, evento o situación estudiada; se parte para ello, de la influencia
sostenida que a dichos fenómenos se les puede atribuir que ejercen sobre las

88
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

actividades, eventos o situaciones en cuestión; tercera, el observador debería ser


capaz de identificar situaciones que ejemplifiquen los eventos o fenómenos
descritos teóricamente, esto como una mínima demanda de aplicación de la
conceptualización elaborada.
Establecidos estos lineamientos básicos sobre lo que se espera de los
estudios etnográficos, vale la pena señalar, cómo los hallazgos y conclusiones
que puedan derivarse de este tipo de investigaciones han de acogerse a unas
condiciones de validez y legitimidad, que se reflejan en los planteamientos de
Glaser y Strauss (1967) cuando señalan que el reto del investigador cualitativo (en
este caso etnográfico) es:

El desarrollo de un entendimiento sistemático, el cual es claramente


reconocible y entendible por los miembros del contexto en el cual fue hecho,
tanto como sea posible en sus propios términos; no obstante es más
sistemático y necesariamente más verbal, de lo que ellos generalmente son
capaces de expresar. Usa sus palabras, ideas y métodos de expresión
donde quiera que sea posible, pero que cautelosamente va más allá de esto
(pp.124-125).

Definida la intencionalidad y las condiciones de validez de la investigación


etnográfica, cabe ahora señalar, que su propuesta metodológica gira alrededor de
lo que se ha denominado “trabajo de campo”, pues a través del desarrollo de éste
y con la lógica y la metodología de la observación participante, se accede al
contacto vivencial con la realidad o fenómeno objeto de interés de la investigación.
Es el recurso mediante el cual el investigador puede hacerse a la perspectiva de
quienes experimentan dicha realidad o fenómeno.
Sentado lo anterior, señalemos que el trabajo de campo atraviesa
genéricamente por cuatro etapas. La primera corresponde a la obtención del
acceso al escenario socio-cultural que se pretende estudiar; la segunda se orienta
a la identificación y focalización del fenómeno o situación que se pretende abordar
en el escenario socio-cultural al que se ha accedido; la tercera se encamina a la
definición o elección de los sujetos que servirán de fuente de información, así
como a la concreción de los modos de obtener la visión que estos tienen de la
realidad objeto de estudio de la cual ellos forman parte; la cuarta está referida al
registro, ordenamiento, reducción, validación, análisis e interpretación de los datos
recogidos.
Es necesario advertir que todas las etapas enunciadas, con excepción de la
primera, se vuelven a atravesar varias veces durante el proceso investigativo, en
razón a la naturaleza cíclica de este último. En la práctica, esto se traduce en una
quinta etapa de reformulación y reenfoque basado en el conocimiento y la
comprensión ya obtenidos, lo que conduce a la iniciación de un nuevo ciclo.

89
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Durante la primera etapa, como lo expresan Bogdam y Taylor, “la


recolección de datos es secundaria”, lo que prima es el esfuerzo por establecer
relaciones abiertas con quienes habrán de cumplir el papel de “informantes”. Allí
son útiles aquellas reglas y estrategias cotidianas para la interacción social, que
tiendan a establecer un vínculo de confianza y de receptividad hacia la persona
del investigador.
Durante la segunda, es muy importante la negociación de un rol o una
posición dentro de la dinámica social cotidiana que sea compatible con la tarea de
investigación. Es algo así, como lograr puesto en un “balcón interno” de esa
realidad socio-cultural, que permite captar lo más significativo de dicha realidad,
pero que, simultáneamente, logra evitar que se saquen de escena elementos
básicos de la vida cotidiana de los actores sociales y culturales por mediación de
un proceso de selectividad que separa lo que es “público” (léase para todo el
mundo) de lo que es “privado” (léase interno, íntimo o solamente accesible para
aquellos que pertenecen al mundo simbólico o social de los actores involucrados).
Traspasar lo que Goffman (1959) denomina “la fachada” de esa vida cotidiana es
el cometido de esta segunda etapa.
Alcanzar la meta anterior exige entre otras cosas, que el investigador se
ajuste a las rutinas y modos de hacer las cosas que los sujetos de la investigación
identificados como informantes potenciales o reales, tienen o manejan. Esto en
ocasiones, exige por ejemplo, que dentro del equipo investigador existan personas
de los dos sexos, por cuanto algunas actividades por patrones culturales, son
privativas de uno u otro género y por ende, estarán vedadas o serán inaccesibles
para la persona del sexo opuesto. Bogdam y Taylor (Op.cit.,) sugieren
adicionalmente, otras estrategias para lograr el propósito ya mencionado; estas
son: Establecer lo común que se tiene con las personas involucradas, ayudar
cuando sea necesario y posible a las personas involucradas, observar una actitud
de humildad, y revelar interés por lo que las personas dicen o hacen.
Una herramienta muy poderosa de la investigación etnográfica, es la
participación en la vida cotidiana de las personas involucradas en la situación o
fenómeno cultural y social objeto de análisis. Sin embargo, es bueno advertir que
siempre es útil tener claro el límite de dicha participación tanto por
consideraciones éticas como por razones de tipo práctico. Algunos ejemplos de
esto último son, aquellas situaciones que implican un comportamiento
delincuencial, situaciones en las cuales el investigador de ve llevado a competir
con las personas que son objeto de observación, o situaciones que implican
claramente, modos de actuar y hablar, que no se adecuan a la personalidad del
investigador.
Entre las estrategias para hacer emerger aquello que interesa de la
cotidianidad se pueden mencionar las siguientes: actuar como “ingenuo”, estar en
el lugar adecuado en el momento oportuno, aprender el lenguaje de los
informantes tanto en su léxico como en su significación y oportunidad de uso. No
obstante, el gran número de estrategias disponibles, llevarla a la práctica

90
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

constituye uno de los problemas que hay que resolver, particularmente al atinente
a como realizar lo que Spradley y McCurdy (1972) denominan la selección de la
escena cultural para estudio. Lo más crítico, dicen estos autores, no es tanto
seleccionar una escena cultural como si lo es, decidir con qué criterios eliminar los
otros cientos de escenas disponibles.
La experiencia nos ha enseñado es que al iniciar el proceso de
investigación es conveniente no descartar ninguna situación o escena, como la
denominan los autores ya citados. Por el contrario, la tarea consistirá en hacer un
inventario lo más completo posible de tales situaciones, para que luego y sobre la
marcha del proceso en la medida que se vaya aclarando la comprensión de la
realidad, se avance en la precisión del foco de investigación y por esta vía, en el
proceso de selección de las escenas y situaciones pertinentes.
Resueltos los problemas del muestreo y la selección de las escenas
culturales, las situaciones sociales y los informantes; pasa a un primer plano, los
temas del registro y procesamiento de la información recolectada. Este primer
proceso contempla tres frentes distintos: La reconstrucción lo más fiel posible, de
las escenas y situaciones observadas así como de las declaraciones obtenidas; el
registro de las emociones e impresiones del investigador; el intento de
interpretación que el investigador hace de lo observado y lo conservado a la luz de
la lógica interna del grupo o del informante. En cuanto al análisis, este comienza
en el momento mismo en que termina cada episodio de captura de información y
tiene como su eje principal, la identificación de categorías analíticas que emergen
de la lectura repetida del material disponible.
Agar (1992) ha logrado definir un modelo que conceptualiza el proceso
etnográfico en su etapa de trabajo de campo en tres momentos que el denomina:
de “quiebra”, “resolución” y “coherencia”. Una quiebra dice él, es una disyunción
entre el mundo simbólico del etnógrafo y el del grupo objeto de estudio. Una
resolución es el proceso a través del cual, se pasa desde la quiebra hasta la
comprensión. En el lenguaje de la hermenéutica preconizada por Gadamer es un
proceso que ocurre entre dos tradiciones con horizontes de significación distintos
pero que gracias a la interpretación, se funden en uno solo. Por horizonte de
significación se entiende aquí, la perspectiva desde la cual, tanto el investigador
como el grupo objeto de investigación comprenden e interpretan el mundo de
referencia como y su experiencia en él. El concepto de quiebra lo que reconoce es
la existencia de dos perspectivas distintas la del investigador y los investigados. El
concepto de resolución es el que da cuenta del acercamiento entre esas dos
perspectivas distintas para encontrar una perspectiva común.
La dinámica de ese proceso entre ruptura o quiebra y el de resolución, se
cierra cuando finalmente, se accede a lo que el propio Agar (Op.cit.,) denomina
“coherencia”. Este autor relieva como esa resolución secuencial de esquemas,
lleva el análisis a niveles más altos de abstracción hasta que los patrones
culturales llegan finalmente a ser comprendidos.

91
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

La mayoría de los etnógrafos, dicen Morse y Field (1995), usan citas


directas desde los informantes que resumen o ilustran el concepto o tema que es
descrito. Los análisis involucran la lectura de cada entrevista o conjunto de notas
de campo por temas y se examinan las relaciones entre dichos temas. Los
investigadores identifican los valores y reglas que gobiernan la conducta en el
grupo y examinan su influencia sobre la cohesión y normas del grupo. Conforme la
investigación desarrolla preguntas, se mueve desde la amplitud de las preguntas
generales ejemplo: “Hábleme acerca de...” hasta las preguntas de contraste como,
¿en qué es diferente la promoción comunitaria del desarrollo comunitario?, que
son preguntas que tratan de establecer semejanzas o diferencias entre las
propiedades o atributos de un concepto.
La etnografía descriptiva, como la desarrollada por Spradley (op. cit.),
identificará la complejidad social que fundamenta la sociedad. Sin embargo,
señalan Morse y Field (op. cit.), la mayoría de las etnografías revelan más
profundidad en el momento que el investigador explica los patrones sociales o
conductas observadas que pueden no ser evidentes para los miembros del grupo
cultural. Así, la descripción densa, de la que nos habla Geertz (1994), permite el
desarrollo de una etnografía interpretativa o analítica. Los etnógrafos no toman en
este enfoque los datos literalmente, pero sí los asumen como inferencias a partir
de las cuales los patrones culturales pueden ser identificados y probados. De esta
manera, el producto final de la etnografía debe informar al lector acerca de los
patrones conductuales de comportamiento del grupo estudiado.

- La propuesta metodológica de la teoría fundada

Aquí al igual que con el caso de la etnografía, el punto de partida definido


por la elección del tópico de investigación ya define un deslinde muy concreto
desde el punto de vista metodológico. Su preocupación está más centrada en el
abordaje de lo que denomina un área sustantiva particular como podría ser el
trabajo, la delincuencia juvenil, la educación médica o la salud mental. Sin
embargo, reconoce que la teoría sustantiva es solo un eslabón estratégico en la
formulación y generación de la teoría formal o teoría general.
Señala que aunque la teoría formal puede ser generada directamente
desde los datos, es más deseable y usualmente necesario, arrancar la teoría
formal desde una teoría sustantiva.
Al emplear la teoría fundada, el propósito primario es generar modelos
explicativos de la conducta humana que se encuentren apoyados en los datos. La
recolección de información y su análisis tiene lugar de manera simultánea. La
generación de la teoría se basa en los análisis comparativos entre o a partir de
grupos en el interior de una área sustantiva mediante el uso de métodos de
investigación de campo para la captura de datos. Mediante el uso de la teoría

92
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

fundada, el investigador trata de identificar patrones y relaciones entre esos


patrones (Glaser, 1978, 1992).
Un ejemplo de lo anterior que presentan Morse y Field (1995), es el estudio
de las conductas de apego que desarrollan madres que no trabajan con sus hijos
prematuros (Brady-Fryer, 1994), investigación a partir de la cual emerge la teoría
denominada “Ser la Madre de un Bebé Prematuro”. Los datos obtenidos, proveen
una teoría tentativa a partir de entrevistas y observaciones en escenarios
naturales.
Una característica de la teoría fundada, que comparte con otras formas de
investigación cualitativa es, que el desarrollo del proceso investigativo no es lineal.
La dinámica de trabajo es tanto jerárquica como recursiva, porque los
investigadores han de categorizar sistemáticamente los datos y limitar la
teorización hasta que los patrones en los datos emerjan de la operación de
categorización. Este método requiere la recolección de datos, la categorización
abierta, la elaboración de memos o elaboraciones preliminares que interpretan los
datos obtenidos, la determinación o identificación de una categoría núcleo, y
haciendo un reciclaje de los primeros pasos en términos de la categoría núcleo, el
ordenamiento de los memos y la escritura de la teoría emergente.
La recolección de datos y los análisis se ligan así de manera más estrecha
a partir de la observancia de cuatro criterios centrales: Pertinencia, efectividad,
relevancia y modificabilidad. (Glaser, 1992). Esto se relaciona con el hecho de que
el escenario elegido para la observación influye en la forma como la conducta se
evidencia, por lo que esto ha de ser tenido en cuenta en el análisis de los datos;
de otro lado es importante contemplar un muestreo adecuado de participantes que
provean un rango completo de variaciones en relación con el fenómeno así como
sobre las definiciones y las significaciones que se pretendan fundar en los datos
obtenidos. Si los participantes se restringieran a un grupo homogéneo por alguna
razón, este hecho debe explicitarse.
En cuanto al muestreo empleado por la teoría fundada es necesario señalar
que el mismo es de tipo teórico, lo que significa, que no está predeterminado y
que se va haciendo en dependencia de las necesidades evidenciadas por la teoría
emergente y de las claridades que se van obteniendo conforme avanza el proceso
investigativo. Si la teoría fundada estuvo bien formulada, el lector hallará las
explicaciones pertinentes sobre las conductas observadas comprensiva e
inductivamente atada a los datos a través de las hipótesis emergentes que
hubiesen resultado más apropiadas y plausibles.
El muestreo teórico es el proceso de recolección de datos que permite la
generación de teoría a través de sucesivos estadios, determinados por los
cambios en los criterios para seleccionar los entrevistados de acuerdo con los
aprendizajes que se hubiesen podido derivar de las fuentes de datos previos. Los
participantes se escogen a partir de estos hallazgos más que con base en un
diseño previo.

93
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Las descripciones de las conductas sociales han de realizarse tal y como


ellas ocurren en sus ambientes naturales, lo cual significa que en las entrevistas el
investigador deberá contestar las preguntas que identifican el “Qué” y el “Dónde”
de cada situación descrita. Todas las conductas deben entenderse desde la
perspectiva de los participantes. Esto le implica al investigador adoptar la doble
perspectiva de observador y participante del mundo para enriquecer este nivel de
entendimiento.
Por todo lo dicho, es difícil ser muy específico acerca del problema hasta
que se realice la recolección de datos de esta manera. El investigador va al campo
o terreno de investigación para realizar las observaciones que le harán posible
categorizar o explicar el fenómeno, para así generar la teoría y los conceptos
asociados con él.
Una consecuencia importante de lo expuesto, y que ya se había
mencionado al hablar del diseño, es que las preguntas de investigación pueden ir
cambiando en la medida que el estudio avanza y cómo ellas van siendo influidas
por los procesos de recolección y análisis de datos en progreso.
En cuanto al proceso de análisis, como ya se ha dicho antes, el método que
sigue la teoría fundada es la comparación constante. De acuerdo con éste, cada
pieza de datos se compara con cada una de las otras piezas de datos relevantes.
Los datos que se derivan de las entrevistas y observaciones se resumen por el
investigador a partir de las notas de campo o las transcripciones verbales de las
grabaciones magnetofónicas realizadas. Todos los conceptos relevantes se
identifican con códigos que les son asignados a cada pieza o trozo de datos.
Una recomendación importante es análoga a la del trabajo etnográfico en el
sentido de que los datos deben examinarse lo más próximo en el tiempo,
inmediatamente después de haberlos recogido o de haber estado en contacto con
el fenómeno o realidad objeto de análisis, esto con el fin de reducir el deterioro en
la evocación de datos significativos por causa del olvido o la interferencia con
nuevas situaciones observadas.
De otra parte, los datos deben analizarse con sumo cuidado para todos los
casos en que el fenómeno parece ser similar ya sea que esté o no acorde, con el
propósito de la categoría desarrollada. Por ejemplo, si se le han realizado tres
entrevistas a una misma persona, la comparación de los datos a través delas tres
entrevistas podría requerirse para identificar todos los ejemplos de las categorías
de persona, conducta o evento para marcarla o saturarla. Las comparaciones
deben hacerse también a través de las entrevistas realizadas a informantes
diferentes. Se dice que una categoría se ha saturado, cuando no hay en la
información que se está acopiando nada nuevo acerca de las características de la
categoría en cuestión.

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La codificación en la teoría fundada

Uno de los procesos básicos en la dinámica de recolección y análisis de


información es la categorización de los datos recogidos conforme a patrones y
tendencias que se descubren tras la lectura repetida de los mismos. Para
identificar las distintas piezas de información de acuerdo a esos criterios de
ordenamiento, se emplea el mecanismo que Glaser (1978) denomina
“Codificación”. Este va a tener características diferentes, conforme progresa la
tarea investigativa, iniciándose, con un primer nivel que él denomina de
codificación sustantiva o abierta, pasando luego a un segundo nivel que denomina
de codificación selectiva o axial.

La codificación descriptiva o abierta


En el curso del primer nivel de codificación, las transcripciones de las
entrevistas realizadas se analizan línea por línea para a partir de ello, descubrir las
categorías que permitirán agrupar el conjunto de la información allí consignada.
Cada categoría será distinguida con un nombre que la describe, el cual se
colocará en el margen derecho de cada línea, frase, o párrafo transcritos; este
nombre es el que se denomina código descriptivo o código abierto. De esta
manera, segmentos diferentes de la transcripción quedarán vinculados entre sí a
través del sistema de categorías generado.
Un principio básico en la aplicación de este primer nivel de codificación es,
el asegurar tanto como sea posible, el mayor grado de proximidad entre, el
registro de los hechos y las palabras de los participantes, o las características de
los fenómenos y documentos observados. Los códigos abiertos se agrupan por su
similitud o disimilitud de contenido. El propósito primario de estos es elucidar las
propiedades teóricas de cada categoría. La codificación abierta llegará a su final,
cuando se logre identificar una categoría núcleo. En razón a que esta codificación
se ha de basar estrictamente en los hechos observados y registrados se
constituirá en una poderosa estrategia para controlar o limitar las posibles
inclinaciones o sesgos del investigador.
Paralelo al proceso de codificación descriptivo se adelantará una tarea de
elaboración de notas marginales o “memos” donde quedan registradas las
impresiones, comprensiones súbitas37, sentimientos, y conclusiones parciales del
investigador. De acuerdo con Morse y Field (1995), este trabajo complementario a
la codificación cumple las siguientes funciones:

37
Comprensión súbita o “insight” es lo que en lenguaje coloquial suele describirse con la expresión “se me
encendió el bombillo

95
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Ayudar a que el investigador obtenga una comprensión súbita dentro de los


supuestos tácitos que lo guían.
Incrementar el nivel conceptual de la investigación alentando al investigador a
pensar más allá de los incidentes simples que lo lleven a identificar temas y
patrones en los datos.
Capturar especulaciones acerca de las propiedades de las categorías, las
relaciones entre las categorías o los posibles criterios para la selección de
participantes adicionales que enriquezcan los datos.

Habilitar al investigador para guardar pistas y preservar ideas que puedan


ser potencialmente valiosas un poco más tarde en el proceso de investigación,
pero que podrían ser prematuras en este momento de la misma. Señalar
pensamientos acerca de las similitudes o convergencias entre la teoría emergente
y las teorías y conceptos ya establecidos.

La codificación axial
Tras ese primer nivel de codificación abierta, se avanza hacia una segunda
etapa de codificación, en la cual se condensan todos los códigos descriptivos,
asegurándose que los conceptos permanezcan inmodificables a menos de que
ellos resulten irrelevantes ante el análisis e interpretación de los nuevos datos que
se incorporen al proceso de investigación. La meta es identificar las relaciones
entre las dimensiones de las propiedades de las categorías. La categorización se
mueve, entonces, hacia un nivel más alto de abstracción. La base del esquema de
codificación es constantemente revisada para determinar su validez y
confiabilidad.
Una vez identificados los conceptos que muestran alguna relación, se hace
una revisión de la literatura para ayudar a generar otras preguntas y problemas de
investigación. En un proceso cíclico y continuo en el cual algunos conceptos
comienzan a aparecer como más prominentes que otros. Las conexiones entre las
categorías comienzan a aflorar con ciertos patrones y nexos que se identifican.
Algunas propiedades básicas se inician con la definición dentro de ellas mismas a
partir de “ciertas diferencias entre incidentes que crean límites y relaciones entre
las categorías que se han clarificado.
La siguiente tarea consiste en revisar la documentación analítica y ordenar
los “memos” para sintetizar las explicaciones teóricas. El investigador busca
alcanzar la saturación del contenido en el cual solamente unos pocos incidentes
nuevos podrán adicionarse a las categorías que demostrarán una nueva
dimensión del problema. En este estadio, todos los niveles de códigos producirán
una información que no es nueva, todas las variables y conductas son
consideradas para darle al investigador la certeza de exhaustividad. La saturación
se enriquece cuando no hay nueva información identificada que pueda indicar la

96
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emergencia de nuevas categorías o que señalen la necesidad de expandir los


códigos ya existentes.
Después que la saturación se ha logrado, el investigador sintetiza las
explicaciones teóricas tras realizar comparaciones con la literatura existente. Dos
preguntas siguen a este proceso: ¿qué constituye la base social del problema
examinado? y ¿cuáles son las características del proceso social de base?
La base social del problema deberá explicar todas las variaciones posibles
en el problema que está siendo estudiado, predecir las conductas y mostrar cómo
ese proceso puede desarrollarse en el tiempo. Cuál es el soporte de la teoría, el
informe debe ya estar escribiéndose.
La emergencia de las relaciones hipotéticas representan el comienzo del
afloramiento de la teoría. Como las interrelaciones llegan a ser más aparentes, las
categorías llegan a ser evidentes y otras categorías se combinan y cambian de
posición en la estructura emergente. Una vez que la categoría núcleo ha sido
identificada, la variable núcleo llegan a guiar la ulterior recolección de datos y el
muestreo teórico. Códigos, “memos”, e integración se desarrollan en relación con
la variable núcleo. En el proceso analítico de delinear las etapas y las
características de cada etapa, se diagraman y trazan en un mapa las
interrelaciones entre las categorías mediante un proceso de clarificación que
habilita un creciente nivel de abstracción.
Una estrategia de diagramación es la construcción de tipologías. El
investigador identifica primero dos variables o conceptos emergentes que parecen
contribuir a la variabilidad del fenómeno y usando una matriz de 2x2, explora los
efectos de la presencia o ausencia de cada variable en las cuatro combinaciones.
Finalmente, los diagramas o modelos del proceso o secuencia, sirven para ilustrar
las relaciones de varios conceptos, o el proceso de traslado a través de varias
etapas y fases de la experiencia.

97
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UNIDAD 3
PROCESOS Y PRÁCTICAS EN
INVESTIGACION CUALITATIVA

CAPÍTULO 5: DISEÑO DE INVESTIGACIÓN Y MANEJO DE INFORMACIÓN.

El diseño es una estrategia general de trabajo que el investigador determina una


vez que ya ha alcanzado suficiente claridad respecto a su problema y que orienta
y esclarece las etapas que habrán de realizarse posteriormente. Es por ello que
en este capítulo se profundiza en explicar qué significa el diseño de una
investigación y cuáles son los pasos a seguir al diseñar la investigación, a fin de
que el estudiante se apropie de los conceptos que le permitan un diseño concreto
de la investigación.

Este capítulo se enfoca en hacer un recorrido sobre el significado del diseño de


una investigación, toda vez que es un factor indispensable al momento de iniciar
un trabajo investigativo. Para ello se abordan los distintos tipos de diseño y se dan
a conocer los pasos a seguir para hacer un adecuado diseño de la investigación.

En este capítulo se busca desarrollar en los estudiantes habilidades que le


permitan conceptualizar lo que significa el diseño de la investigación y permitir que
realicen un adecuado diseño al momento de iniciar un trabajo de investigación.

Lección 12: ¿Qué significa el diseño de una investigación?

El diseño es una estrategia general de trabajo que el investigador determina una


vez que ya ha alcanzado suficiente claridad respecto a su problema y que orienta
y esclarece las etapas que habrán de realizarse posteriormente. Así, por ejemplo,
si nuestra investigación teórica nos lleva a suponer que la desnutrición de niños en
edad escolar tiene un origen en la falta de apoyo o políticas de orden
gubernamental, tendremos que elaborar un método para poder comprobar si tal
afirmación se corresponde o no con la realidad. Definir qué pruebas de laboratorio,
qué observaciones y qué datos son los pertinentes para llegar a esa
comprobación, es lo que llamamos elaborar un diseño. Es el momento
metodológico de la investigación; en él, ya no se trata de definir qué vamos a
investigar, sino cómo vamos a hacerlo.

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Realizar el diseño de una investigación significa llevar a la práctica los postulados


generales del método científico, planificando una serie de actividades sucesivas y
organizadas donde se encuentran las pruebas que se han de efectuar y las
técnicas que se van a utilizar para recolectar y analizar los datos.

- Ciclo y formulación del proyecto

La ejecución de una fase de proyecto se efectúa en varias etapas que, juntas,


constituyen el ciclo del proyecto. ¿Por qué un ciclo? Porque el esquema no es
lineal y constituye, en realidad, una espiral donde cada etapa es alimentada por la
anterior como, por ejemplo, cuando una evaluación propone ciertos reajustes, o
una nueva identificación reinicia un nuevo proceso de planificación /
programación.

Ninguna situación en la que intervenimos es estática y, de hecho, el diagnóstico


de partida no proporciona más que una instantánea de lo que acontece en un
momento dado. El proyecto es presentado como un ciclo porque es repetido para
adaptarse a un contexto que cambia continuamente.

El ciclo del proyecto proporciona también una estructura que apunta a garantizar
la consulta de todas las partes involucradas y pone a disposición informaciones
pertinentes con el fin de facilitar la toma de decisiones adecuadas en cada etapa
de la vida del proyecto a partir de documentos claves. Aunque un proyecto tenga
que ser interrumpido durante su ejecución o si su fase se reduce, el ciclo y sus
etapas permanecen idénticos.

Usualmente, se formulan ciclos de proyectos como el que se destaca a


continuación:

1. Diseño y formulación
2. Gestión de recursos
3. Ejecución
4. Evaluación

Diseño: El diseño parte del diagnóstico que se haga para el trabajo de


investigación, el cual corresponde a un análisis que realizamos para detectar las
falencias y potencialidades del ámbito donde vamos a actuar. A partir del
diagnóstico definimos el objetivo general del proyecto, el cual corresponde al
principal logro que pretendemos alcanzar con el proyecto. Por ejemplo:

Diagnóstico: No existen iniciativas para el desarrollo de las capacidades artístico


culturales de los habitantes de la comuna 13 de la Ciudad de Medellín

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Objetivo General: Desarrollar las capacidades artístico culturales de los habitantes


de la comuna 13 de Medellín a través de la realización de un Programa de
Actividades para la Comuna”.

Formulación: De acuerdo a lo expresado por Jairo Chaparro Valderrama en el


texto “Metodología para la construcción comunitaria: la generación de proyectos”,
resulta fundamental en la formulación del proyecto, no apegarse a ningún formato
o guía para la presentación de proyectos. Lo importante es tener claridad sobre el
problema u oportunidad al cual se quiere responder, en torno a los objetivos y la
forma como realmente se puede y se quiere llevar adelante el trabajo del proyecto
en cada caso concreto. Si existe claridad en estos aspectos, otorgada por una
reflexión amplia y suficiente en las fases previas a la formulación, se estará en
condiciones de diligenciar cualquier formato o guía de proyectos.38

No obstante en la formulación del proyecto se recomienda tener en cuenta los


siguientes aspectos:

1. Objetivo general
2. Objetivos específicos
3. Fundamentación
4. Descripción
a) Beneficiarios
b) Localización
5. Plan de Difusión
6. Actividades
7. Cronograma de actividades
8. Equipo de trabajo
9. Requerimientos técnicos
10. Presupuesto
11. Reseña de los responsables y ejecutores del proyecto.

Objetivo general

¿Qué es lo que buscamos con nuestro proyecto?

• Debe ser un solo gran enunciado, expresado de la manera más clara y


sencilla posible; ejemplo: “Desarrollar las capacidades artístico culturales
de los habitantes de la comuna 13 de la ciudad de Medellín a través de la
realización de un Programa de Actividades para la comuna”.

• Debe comenzar con un verbo en infinitivo. ejemplo: Promover, Generar,


Desarrollar, Incentivar, Conocer, Crear, Motivar, Buscar, etc.

38
CHAPARRO, Jairo. Metodología para la construcción comunitaria: la generación de proyectos. Nuevas
Ediciones Ltda. Santafé de Bogotá, 1997, Pág. 65

100
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Objetivos específicos

La pregunta a investigar ha de ser clara, concisa y relevante, es decir que sea útil
en el terreno práctico, en la clínica. Ejemplo: Objetivo concreto: evaluar la relación
existente entre indicadores sociales y de pobreza (paro, analfabetismo, núm. de
coches y clase ocupacional) y la mortalidad prematura (RME menor de 65 años),
en diferentes niveles de agrupación.

Se suelen poner por orden de importancia aunque también se pueden ordenar


según la cronología.

Una vez definido el “Qué se quiere hacer” hay definir mediante que estrategia voy
a realizarlo: ¿Cómo voy a realizarlo?

Ejemplos:

Objetivo general: Desarrollar capacidades artístico-culturales de los jóvenes del


barrio Las Margaritas a través de la realización de un Programa de actividades
culturales para la comunidad.

Objetivos específicos:

• Motivar las manifestaciones culturales de los artistas del barrio


• Implementar talleres artísticos de interés para los jóvenes del barrio
• Formar y capacitar agrupaciones culturales del barrio
• Realizar muestras artístico-culturales que permitan descubrir los talentos
artísticos del barrio

En todo caso, es muy importante la coherencia entre los objetivos específicos y el


objetivo general

3. Fundamentación

• Expresa por qué es necesario hacer este proyecto.


• Debiera responder a la pregunta: ¿que necesidad va a satisfacer?

Ejemplo: La necesidad de generar espacios para las manifestaciones artístico-


culturales en el barrio Las Margaritas se debe a la gran demanda por parte de los
diversos grupos artísticos que en ella se desarrollan. Existe una serie de escuelas
de teatro, danza y pintura que no tiene un lugar donde llevar a cabo sus muestras.

4. Descripción del proyecto

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• Contenido de la actividad a realizar


• Etapas
• ¿Cómo el proyecto va a satisfacer las necesidades de su público objetivo?

Beneficiarios

• Debe responder a la pregunta ¿A quiénes está dirigido nuestro proyecto?


• Pueden haber beneficiarios directos e indirectos.

Ejemplo:

En un taller artístico para jóvenes de 15 a 29 años de la Comuna 13, los


beneficiarios directos serán los jóvenes que participen directamente de este y los
beneficiarios indirectos el público asistente a la muestra final

Localización

Responde a la pregunta: ¿Dónde se va a hacer el proyecto?

Definir el lugar específico donde se llevará a cabo el proyecto:

Ejemplo: el taller artístico se llevará a cabo en la Caseta Comunal del barrio Las
Margaritas

Plan de Difusión

Componentes:

• Impresos: afiches, volantes, pendones, etc.


• Redes: bases de datos, socios, amigos, etc.
• Medios de comunicación: TV, radios, diarios, revistas, Internet.

Actividades

• Definir mediante cuáles estrategias y acciones pretendemos alcanzar los


objetivos específicos.

Ejemplo:

Objetivo específico: realizar muestras artístico-culturales en el barrio

Actividades:

• .Determinar áreas de interés de las muestras.

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• .Proponer actividades de las muestras.


• .Definir lugares y fecha
• .Conseguir auspiciados
• .Realizar un catastro de posibles artistas
• .Convocar artistas
• .Confirmar participación
• .Difundir muestra
• .Implementar el evento
• .Realización de la muestra
• .Evaluar los resultados

Cronograma de actividades

El cronograma presenta gráficamente la duración en días, semanas o meses de


las fases y actividades señaladas en el desarrollo del proyecto; por ejemplo:

ACTIVIDADES MES MES MES MES MES MES RESPONSABLE


1 2 3 4 5 6
Proponer actividades ***
específicas de la
muestra
Definición de locaciones ***
y fechas
Realizar catastro de *** ***
posibles artistas
Convocar artistas ***

Confirmar participación ***


de artistas
Conseguir ***
financiamiento
Difundir la muestra ***

Realización de la ***
muestra
Evaluación de los ***
resultados y logros

Equipo humano de trabajo

El equipo de personas que trabaja en el proyecto tiene que tener claramente


especificadas sus funciones. En el Cronograma de Actividades se debe incluir una
columna con el responsable de cada actividad

Requerimientos técnicos

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Elaborar una lista con requerimientos necesarios para la producción del proyecto:
Iluminación, amplificación, escenografía, sistema de venta de entradas, equipo de
oficina, transporte, habilitación camarines, alimentación, etc.

Presupuesto:

Se desprende de todas las partes anteriores y presenta debidamente relacionados


y desagregados por rubros los aportes de las distintas partes que van a intervenir
con recursos en el proyecto.39

Otros aspectos a tener en cuenta

Significación:

Es la razón por la que a juicio de los autores, el estudio merece la pena realizarlo.
En el proyecto FIS se llama relevancia y quiere decir que va a aportar la
investigación al mundo científico. Es la aplicabilidad práctica del proyecto o de la
materia investigada. Consta de la exposición de los antecedentes y del estado
actual de la cuestión.

No ha de ser ampulosa, sino claras, concretas, con la máxima economía de


palabras. Características: claridad y brevedad. Expresar el estado de la cuestión y
al final decir: “dado que las cosas están así, nuestra línea de investigación va a
mejorar...”

No tiene que estar lleno de citas bibliográficas ni palabras difíciles de entender. No


es un resumen.

Métodos:

Aparece la población, el diseño, variables, definición operacional de las variables,


fuente de datos, análisis de datos, limitaciones y dificultades del estudio, debe
contener:

Generalidades del diseño: marco conceptual y naturaleza del control.

Sujetos del estudio; criterios de inclusión y exclusión, diseño para muestrear y


planes para reclutar sujetos.

• Mediciones.
• Planes de pruebas previas.

39
VALDERRAMA, Jairo. Metodología para la construcción comunitaria: la generación de proyectos. Nueva
Ediciones Ltda. Santafé de Bogotá, 1997

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• Cuestiones previas.
• Cuestiones estadísticas.
• Control de calidad y gestión de datos.
• Calendario y organigrama.

Consideraciones éticas:

En toda investigación que se va a llevar a cabo, el investigador previamente


deberá valorar los aspectos éticos de la misma, tanto por el tema elegido como
por el método seguido, así como plantearse si los resultados que se puedan
obtener son éticamente posibles, ante cualquier duda sobre este respecto, una de
las posibles soluciones podría ser someterlo a la opinión de un Comité de Ética.

Bibliografía:

Al final del trabajo de investigación deberá reseñarse la bibliografía utilizada y/o


consultada para llevar a cabo la realización del mismo.

- Etapa de recolección de la información

Esta etapa consiste en acudir a diversos lugares informativos como archivos,


bibliotecas, hemerotecas, librerías, videotecas, filmotecas, museos, institutos de
investigación, Internet, etcétera. Para ello es importante tener presentes las
diversas fuentes que nos pueden ser útiles en la tarea de recabar información
para nuestra investigación.
Los instrumentos, al igual que los procedimientos y estrategias a utilizar, los dicta
el método escogido, aunque, básicamente, se centran alrededor de la entrevista
semi-estructurada y la observación participativa. Hay que describir los que se
vayan a utilizar y justificarlos. Sin embargo, la metodología cualitativa entiende el
método y todo el arsenal de medios instrumentales como algo flexible, que se
utiliza mientras resulta efectivo, pero que se cambia de acuerdo al dictamen,
imprevisto, de la marcha de la investigación y de las circunstancias.
Al hablar sobre la muestra, vemos que cada uno de los métodos señalados tiene
su forma propia de entender la muestra que nos ofrecerá la información necesaria
para realizar la investigación. Pero, en general, la opción ontológica asumida por
todos ellos (que es estructural-sistémica) nos exige una muestra que no podrá
estar constituida por elementos aleatorios descontextualizados (como es, la
mayoría de las veces, la información recogida a través de cuestionarios
preconcebidos), sino por “un todo” sistémico con vida propia, como es una
persona, una institución, una etnia o grupo social, etc. Por ello, se impone la
profundidad sobre la extensión y la muestra se reduce en su amplitud numérica, y
se explicitan los criterios conceptuales para su escogencia, según su relevancia
para los objetivos de la investigación. Sin embargo, conviene escogerla de forma
que estén representadas de la mejor manera posible las variables de sexo, edad,

105
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nivel socioeconómico, profesión, etc., según el caso, ya que su información puede


ser diferente y hasta contrastante.

En el proceso de recolección de la información se da una segunda etapa de


estructuración. Esta segunda parte tiene por finalidad describir las etapas y
procesos que permitirán la emergencia de la posible estructura teórica, “implícita”
en el material recopilado en las entrevistas, observaciones de campo,
grabaciones, filmaciones, etc. El proceso completo implica la categorización, la
estructuración propiamente dicha, la contrastación y la teorización. Al reflexionar y
concentrarse en la información, en esa contemplación, irán apareciendo en
nuestra mente las categorías o las expresiones que mejor las describen y las
propiedades o atributos más adecuados para especificarlos y, poco a poco,
también la estructura teórica que los integra en un todo coherente y lógico.

Si la información señalada, que constituye el material primario o protocolar, es lo


más completa y detallada posible, la etapa de la categorización o clasificación
exige una condición previa: el esfuerzo de “sumergirse” mentalmente, del modo
más intenso posible, en la realidad ahí expresada.

Cada nueva revisión del material escrito, audición de los diálogos o visión de las
escenas filmadas, nos permitirá captar aspectos o realidades nuevas, detalles,
acentos o matices no vistos con anterioridad o no valorados suficientemente y
que, ahora, quizá con otro enfoque o contexto, son determinantes y parecen
cambiar o enriquecer el significado. En la práctica, en cada revisión del material
disponible es útil ir haciendo anotaciones marginales, subrayando los nombres,
verbos, adjetivos, adverbios o expresiones más significativos y que tienen mayor
poder descriptivo, poniendo símbolos pictográficos, nemónicos o numéricos,
elaborando esquemas de interpretación posible, diseñando y rediseñando los
conceptos de manera constante.

Ahora se trata de “categorizar” o clasificar las partes en relación con el todo, de


asignar categorías o clases significativas, de ir constantemente integrando y
reintegrando el todo y las partes, a medida que se revisa el material y va
emergiendo el significado de cada sector, evento, hecho o dato. Categorizar es
clasificar, conceptualizar o codificar mediante un término o expresión breve que
sean claros e inequívocos (categoría descriptiva), el contenido o idea central de
cada unidad temática; una unidad temática puede estar constituida por uno o
varios párrafos o escenas audiovisuales.

Toda observación de “algo” es “de ese algo” porque preexisten unos factores
estructurantes del pensamiento, una realidad mental fundante o constituyente, un
trasfondo u horizonte previo en los cuales se inserta y que le dan un sentido. Si
ese marco referencial falta, la observación no es tal, el dato no es dato y el hecho
no es nada. Son realidades neutras o plenamente ambiguas.

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Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Todo esto hace que el investigador se aproxime a cualquier expresión de la vida


humana, no con la famosa tabula rasa de Locke, sino con expectativas y prejuicios
sobre lo que pudiera ser el objeto observado. Debido a ello, la interpretación
implica una “fusión de horizontes”, una interacción dialéctica entre las expectativas
del intérprete y el significado de un texto o acto humano. En términos de la
psicología de la Gestalt, aunque no siempre, diríamos que la realidad exterior
tiende a sugerirnos la figura, mientras que nosotros le ponemos el fondo (contexto,
horizonte, marco teórico).

Heidegger sostiene que “ser humano es ser interpretativo”; es decir, que la


interpretación, más que un “instrumento” para adquirir conocimientos, es el modo
natural de ser de los seres humanos, y todos los intentos cognoscitivos para
desarrollar conocimientos no son sino expresiones de la interpretación sucesiva
del mundo.

Por todo ello, es fácil comprender que el proceso de estructuración y teorización


constituyen como el corazón de la actividad investigativa: ilustran el procedimiento
y el producto de la verdadera investigación, es decir, cómo se produce la
estructura o síntesis teórica de todo el trabajo y, también, cómo se evalúa.

Una metodología adecuada para descubrir estructuras teóricas no puede consistir


en un procedimiento típicamente lineal, sino que sigue básicamente un
movimiento en espiral, del todo a las partes y de las partes al todo, aumentando
en cada vuelta el nivel de profundidad y de comprensión. La visión del todo da
sentido a las partes y la comprensión de éstas mejora la del todo: conociendo el
bosque se comprenden mejor los árboles y, captando las particularidades de
éstos, se mejora la comprensión del bosque.

El proceso de estructuración nos lleva, generalmente, a usar metáforas y


analogías. Aunque las analogías y los modelos han constituido
incuestionablemente una fecunda fuente de teorías científicas, conviene señalar
también el peligro que representa su mal uso. Hay analogías fructuosas, pero
también engañosas; esto sucede cuando no hay homología estructural entre la
realidad simbolizante y la simbolizada.

El mejor modo de comenzar la estructuración es seguir el proceso de integración


de categorías menores o más específicas en categorías más generales y
comprehensivas. En última instancia, la estructura podría considerarse como una
“gran categoría”, más amplia, más detallada y más compleja, como el tronco del
árbol que integra y une todas las ramas. Igualmente, debe considerarse como una
ayuda inestimable la elaboración frecuente de diseños gráficos (con flechas, tipos
de nexos, relaciones, etc.), ya que permiten integrar y relacionar muchas cosas y
ayudan a captarlas en forma simultánea.

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La etapa de contrastación de la investigación consiste en relacionar y contrastar


sus resultados con aquellos estudios paralelos o similares que se presentaron en
el marco teórico referencial, para ver cómo aparecen desde perspectivas
diferentes o sobre marcos teóricos más amplios y explicar mejor lo que el estudio
verdaderamente significa.

Aunque el “marco teórico referencial” sólo nos informa de lo que han realizado
otras personas, en otros lugares, en otros tiempos y, quizá, también con otros
métodos, sin embargo, el comparar y contraponer nuestras conclusiones con las
de otros investigadores, igualmente rigurosos, sistemáticos y críticos, no sólo nos
permitirá entender mejor las posibles diferencias, sino que hará posible una
integración mayor y, por consiguiente, un enriquecimiento del cuerpo de
conocimientos del área estudiada, como se verá en el sector siguiente de la
teorización.

Debido a esto, habrá que tener muy presente que el proceso de categorización-
análisis-interpretación deberá estar guiado fundamentalmente por conceptos e
hipótesis que provengan o emerjan de la información recabada y de su contexto
propio, que muy bien pudieran ser únicos, y no de teorías exógenas, las cuales
sólo se utilizarán para comparar y contrastar los resultados propios.

Esta comparación y contrastación pudieran llevarnos hacia la reformulación,


reestructuración, ampliación o corrección de construcciones teóricas previas,
logrando con ello un avance significativo en el área; es decir, que algunas
teorizaciones ya existentes cumplirían en gran parte la función de proveer algunas
líneas directrices para interpretar los nuevos datos.

De aquí, se deriva la importancia que tiene el diálogo con los autores que nos han
precedido en nuestra área de estudio, no para seguir ciegamente lo que ellos
digan (marco teórico dogmático), sino para corregir, mejorar, ampliar o reformular
nuestras conclusiones; es decir, para enfocarlas desde otros puntos de vista y con
el uso de otras categorías, lo cual enriquecerá y profundizará nuestra comprensión
de lo que estamos estudiando.

Einstein, solía decir, que “la ciencia consiste en crear teorías”. Pero una teoría es
un modo nuevo de ver las cosas, y puede haber muchos modos diferentes de
verlas. El proceso de teorización utiliza todos los medios disponibles a su alcance
para lograr la síntesis final de un estudio o investigación. Más concretamente, este
proceso tratará de integrar en un todo coherente y lógico los resultados de la
investigación en curso, mejorándolo con los aportes de los autores reseñados en
el marco teórico referencial después del trabajo de contrastación.

En el campo de las ciencias humanas, la construcción y reconstrucción, la


formulación y reformulación de teorías y modelos teóricos o de alguna de sus

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partes, mediante elementos estructurales de otras construcciones teóricas, es el


modo más común de operar y de hacer avanzar estas ciencias.

Einstein llegó a afirmar en repetidas ocasiones que su teoría de la relatividad


especial no encontró entidades aisladas ni hechos anteriormente desconocidos,
ya que todos sus elementos (los conceptos de espacio, tiempo, materia, fuerza,
energía, partículas, gravitación, onda, corpúsculo, velocidad y otros) estaban en el
ambiente desde hacía cincuenta años; lo que él propuso fue una nueva manera de
clasificar y relacionar cosas ya conocidas. Y Leibniz afirmó: “mi sistema toma lo
mejor de todas partes”.

La mayoría de los investigadores manifiestan dificultades en describir qué es lo


que hacen cuando teorizan; pero un análisis cuidadoso de sus actividades
mentales hará ver que son similares a las actividades cotidianas de una persona
normal: las actividades formales del trabajo teorizador consisten en percibir,
comparar, contrastar, añadir, ordenar, establecer nexos y relaciones y especular;
es decir, que el proceso cognoscitivo de la teorización consiste en descubrir y
manipular categorías y las relaciones entre ellas.

La transición de los datos a la teoría requiere de imaginación creadora. Popper


observa que las teorías son el “resultado de una intuición casi poética” (1963, p.
192). Las hipótesis y teorías científicas no se derivan de los hechos observados,
sino que se inventan para dar cuenta de ellos; son conjeturas relativas a las
conexiones que se pueden establecer entre los fenómenos estudiados y las
uniformidades y regularidades que subyacen a éstos. Las “conjeturas felices” de
este tipo requieren gran inventiva, especialmente si suponen una desviación
radical de los modos ordinarios del pensamiento científico, como ocurrió con las
grandes teorías que fundamentan a cada una de las ciencias.

Einstein precisa que “están en un error aquellos teóricos que creen que la teoría
se obtiene inductivamente a partir de la experiencia” (Hanson, 1977, p. 229). Al
contrario, una teoría es una construcción mental simbólica, verbal o icónica, de
naturaleza conjetural o hipotética, que nos obliga a pensar de un modo nuevo al
completar, integrar, unificar, sistematizar o interpretar un cuerpo de conocimientos
que hasta el momento se consideraban incompletos, imprecisos, inconexos o
intuitivos.

La teoría es, por tanto, un modelo ideal, sin contenido observacional directo, que
nos ofrece una estructura conceptual inteligible, sistemática y coherente para
ordenar los fenómenos; de manera más concreta, suele consistir en un sistema de
hipótesis, fórmulas y hasta leyes ya establecidas, de modo que su síntesis puede
incluir desde lo plenamente conocido hasta lo meramente sospechado.

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En conclusión, Knapp (1986) puntualiza muy bien, como resumen de toda la


Metodología Cualitativa, las actitudes con que debe proceder el investigador
cualitativo:

1. Un enfoque inicial exploratorio y de apertura mental ante el problema a


investigar.
2. Una participación intensa del investigador en el medio social a estudiar.
3. Uso de técnicas múltiples e intensivas de investigación con énfasis en la
observación participativa y en la entrevista con informadores clave.
4. Un esfuerzo explícito para comprender los eventos con el significado que
tienen para quienes están en ese medio social.
5. Un marco interpretativo que destaca el papel importante del conjunto de
variables en su contexto natural para la determinación de la conducta, y
que pone énfasis en la interrelación global y ecológica de la conducta y de
los eventos dentro de un sistema funcional.
6. Resultados escritos en los que se interpretan los eventos de acuerdo con
los criterios señalados y se describe la situación con riqueza de detalles y
tan vívidamente que el lector pueda tener una vivencia profunda de lo que
es esa realidad.

Lección 13: Consideraciones éticas en el manejo de la información.

En todo trabajo de investigación los ojos están puestos en los resultados u


objetivos alcanzados. Es poco lo que se piensa en la responsabilidad ética que
tiene el investigador para el registro, presentación y archivo de la información. Es
por ello que esta lección se enfoca en resaltar cuál debe ser el compromiso del
investigador y las consideraciones éticas que debe tener en cuenta para el registro
y archivo de la información.

Se hace énfasis en la responsabilidad ética que tiene el investigador para el


registro, presentación y archivo de la información, toda vez que el investigador es
responsable de describir las condiciones en que obtiene los datos, justificar los
pasos analíticos seguidos y procurar, en todo momento, que el proceso no sea
tendencioso, en el sentido de favorecer cierta clase de hallazgos en detrimento de
otros. De igual manera se dan las orientaciones teóricas y metodológicas para la
construcción de una base de datos, que conlleve a una buena presentación y
archivo del informe final.

Finalmente se busca crear conciencia en el investigador de la responsabilidad


ética que tiene frente al objeto investigado, y durante las fases del trabajo de
investigación, donde es fundamental hacer un adecuado registro de la
información.

110
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

• Consentimiento informado: Los informantes o participantes en el proceso


investigativo deben ser consultados y lograr acuerdos con el investigador
sobre la utilización de técnicas de registro no intrusivas (notas de campo),
intrusivas como grabadora, videograbadora, cámara fotográfica. Igualmente
tienen derecho a conocer que información va a ser registrada, con qué
propósitos, si va a ser compartida con otros investigadores y a qué público
va a llegar.

• Confidencialidad y anonimato: Con el fin de salvaguardar los derechos


de los informantes, y a veces la integridad del investigador es necesario en
el proceso de registro de la información utilizar seudónimos, "limpiar" la
información de aquellos datos (nombres, lugares, fechas) que permitan la
identificación del informante o de personas a las que él se refiere y utilizar
códigos que permitan los cruces y análisis de la información. Igualmente en
algunos casos es recomendable guardar la información por un tiempo
prudencial (muerte del informante) hasta que se considere que su
utilización de no vulnera la integridad física o moral de los participantes.
Esta recomendación es especialmente significativa en el caso de
informantes estigmatizados y vulnerados como menores en conflicto con la
ley, niños y adolescentes envueltos en explotación sexual, migrantes
ilegales, desplazados, retardados o débiles mentales, personas bajo el
efecto de la droga o el alcohol.

• Retorno social de la información obtenida: Mantener informados a los


participantes sobre el curso de la información que proporcionó: utilización
de la información en conferencias, publicaciones Biblioteca, premios
obtenidos con el reporte de investigación.

• Analizar, prever y minimizar los efectos del registro sobre los informantes y
sobre el investigador y estar preparado a modificar las estrategias de
registro cuando las condiciones de desarrollo de la investigación lo
demanden. 40

• Los archivos institucionales y en mayor medida los personales contienen


información valiosa y sensible para su "dueño" por tanto el investigador
deberá diseñar estrategias de acceso a los archivos, respetando las "reglas
de juego" que previamente se establecen entre investigador y archivista.
Estas reglas de juego implican definir qué información se busca, con qué
propósito, cuál es el destino final de la misma, cómo se socializará la
información guardando la confidencialidad y definiendo si es o no posible
fotocopiar documentos o apartes de los mismos.

40
Hammersley, Martyn y Atkinson Paul.. Etnografía. Métodos de investigación, Barcelona: Piados, 1994

111
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

- Responsabilidad del Investigador:

El investigador es responsable de describir las condiciones en que obtiene los


datos, justificar los pasos analíticos seguidos y procurar en todos los momentos
que el proceso no sea tendencioso, en el sentido de favorecer cierta clase de
hallazgos en detrimento de otros. Es necesario que el proceso sea explícito para
que otros puedan evaluar su labor, reproducir dicho proceso o restringir sus
hallazgos.

En otras palabras, el investigador tiene la responsabilidad fundamental de


proteger a todas las personas que participan en la investigación y de colocar el
bienestar de los participantes por encima de los intereses de la ciencia y la
sociedad. El investigador debe considerar esta responsabilidad no sólo como un
requisito regulador o jurídico, sino también como una exigencia para llevar a cabo
la investigación de conformidad con las normas y los principios éticos universales.

El investigador debe elaborar protocolos de investigación, técnicamente correctos


basados en los mejores métodos. Las Normas del Consejo de Organizaciones
Internacionales recomiendan que "el protocolo sea evaluado éticamente por uno o
más comités de ética apropiadamente constituidos". Es la obligación del
investigador presentar el protocolo que sea revisado por un comité de ética
reconocido.

Además, el investigador debe asegurarse de que cada participante dé su


consentimiento informado antes de ser admitido al estudio. Además, el
investigador debe proteger la confidencialidad de los participantes, según los
términos declarados en el consentimiento informado.

El investigador tiene la responsabilidad de llevar a cabo la investigación en plena


conformidad con el protocolo que fue examinado y aprobado por el(los) comité(s)
de ética. Bajo ninguna circunstancia debe el investigador hacer algún cambio al
protocolo sin la aprobación previa del comité de ética. El investigador debe
presentar al comité de ética todos los cambios que desee hacer al protocolo
original de manera que el comité pueda revisarlos y aprobarlos antes de que se
efectúen. El investigador debe cumplir con todas las decisiones o
recomendaciones del comité de ética que supervisa la investigación, incluso
cumplir con brindar al participante el tratamiento y/o la asistencia acordada, si se
estipula en el protocolo.

En los últimos años ha aumentado la importancia prestada a las responsabilidades


del investigador para con los participantes y la comunidad durante el estudio y
después de éste. Estas responsabilidades no deben ser imprecisas; deben
declararse explícitamente como parte del protocolo de investigación y del
consentimiento informado.

112
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Por último, una vez que se haya concluido el estudio, el investigador debe
comunicar los resultados del estudio a los participantes y a la comunidad en
general. Los representantes comunitarios pueden ser muy útiles en la planificación
de la difusión los resultados a la comunidad.

Por lo general, el patrocinador proporciona los fondos y otros recursos necesarios


para realizar la investigación. Por tanto, los patrocinadores se encargan de brindar
un ambiente que promueva la integridad, la objetividad y los estándares éticos
más estrictos.
Los patrocinadores pueden crear este ambiente de varias maneras:

• Garantizar la revisión, aprobación y supervisión apropiadas por parte de un


comité de ética y un grupo de representantes comunitarios (donde se
encuentre disponible).
• Colaborar exclusivamente con investigadores calificados y proporcionarles
toda la capacitación necesaria para llevar a cabo la investigación en forma
adecuada.
• Colaborar con los investigadores para formular políticas, procedimientos y
normas por escrito antes de que se inicie la investigación.
• Monitorear la investigación, colaborar para garantizar que todos los datos
sean auténticos, y procesados y analizados correctamente.
• Apoyar técnica y económicamente el establecimiento y el funcionamiento
de un grupo apropiado de asesoría a la comunidad siempre que sea posible
y necesario. Colaborar con colegas locales de investigación para garantizar
la publicación y difusión de los resultados de la investigación.

Aspectos que debe tener en cuenta el investigador

• La Contextualización: La información contenida en los archivos requiere


de su contextualización. Este contexto lo construye el investigador con el fin
de ubicar históricamente el dato, y analizar las condiciones circundantes,
los antecedentes, coexistentes o consecuentes. La necesidad de delinear el
contexto del análisis es importante, cualquier trabajo de investigación debe
definir los límites más allá de los cuales no podrá extenderse el análisis.

• Confrontación de Fuentes y Técnicas: La información recolectada en los


archivos debe ser confrontada y complementada con otras fuentes
primarias o secundarias y con otras técnicas de recolección y análisis de
información (entrevista a informantes claves, cuestionarios, historias
institucionales).

• El Ritual de Salida: El archivista espera una "devolución" por parte del


investigador, de sus "hallazgos" en el archivo. Salir del archivo "dejando las

113
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

puertas abiertas" es fundamental para mantener una buena relación y


garantizar la continuidad del trabajo.

Lección 14: Derechos de autor y propiedad del material de investigación

Como lo establece hoy la ley, los derechos de autor del material dependen de
cuando fue realizada la investigación, el tipo de material, y quien financió o
comisionó el trabajo. La ley de patentes y derechos de autor (1988) especifica que
el primer dueño de los derechos de autor es usualmente la persona que hizo el
trabajo. En la mayoría de los casos en investigación académica el investigador (o
empleador o financiador) es quien tiene los derechos de autor y los puede
transferir a quien desee. La sociedad de historia oral ha producido un documento
detallando los derechos de autor de las grabaciones de historia oral.

Algunos investigadores desean retener los derechos de autor, otros están


dispuestos a transferirlos a instituciones o centro de investigación o
documentación. En cualquiera de las dos opciones se puede hacer acuerdos entre
el depositante y el depositario.

Es de anotar que el derecho de autor y Copyright, constituyen dos concepciones


sobre la propiedad literaria y artística. El primero proviene de la familia del derecho
continental, particularmente del derecho francés, mientras que el segundo
proviene del derecho anglosajón.

El ''derecho de autor'' se basa en la idea de un derecho personal del autor,


fundado en una forma de identidad entre el autor y su creación. El derecho moral
está constituido como emanación de la persona del autor: reconoce que la obra es
expresión de la persona del autor y así se le protege.

La protección del ''copyright'' se limita estrictamente a la obra, sin considerar


atributos morales del autor en relación con su obra, excepto la paternidad; no lo
considera como un autor propiamente tal, pero tiene derechos que determinan las
modalidades de utilización de una obra.

Propiedad Intelectual

Las leyes de propiedad intelectual protegen las obras literarias, artísticas y


científicas que cumplan los requisitos de originalidad y creatividad, no siendo
objeto de protección las ideas, fórmulas matemáticas, obras no originales y en
general todo aquello que no cumpla con los requisitos establecidos en la Ley.

Dentro del término "Propiedad Intelectual" se engloban dos tipos de derechos: los
"derechos de autor" y los "derechos conexos". Los derechos de autor establecen
la protección a las personas creadoras de obras del intelecto, mientras que los

114
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

derechos conexos protegen a los que de algún modo, realizan trabajos y


aportaciones que el legislador también ha entendido que deben ser protegidas,
categoría que incluye el derecho de los artistas intérpretes y ejecutantes, de los
productores de fonogramas, de los productores de grabaciones audiovisuales, de
las entidades de radiodifusión, de las meras fotografías y de determinadas
producciones editoriales.

En general, desde un punto de vista jurídico, pueden distinguirse dos clases de


derechos inherentes al derecho de autor:

Derechos morales

Son derechos inalienables e intransmisibles que engloban principalmente el


derecho a la paternidad de la obra (ser reconocido autor de una obra), el derecho
a la integridad de la misma (impedir cualquier deformación, modificación,
alteración o atentado contra ella) y el derecho a decidir en qué forma se difundirá
la obra. Del mismo modo, la ley española, ha decidido ampliar dichos derechos
intransmisibles a otros de menor importancia, como el derecho a retirar la obra del
mercado, o el derecho a acceder al ejemplar único o raro de la misma.

Derechos patrimoniales

Son los derechos de explotación sobre la obra, generalmente con contenido


económico. Se incluyen entre ellos los derechos de reproducción, distribución,
comunicación pública, puesta a disposición y transformación, aunque ésta
clasificación no es numerus clausus ya que la práctica del sector incluye otros
como el derecho de sincronización.

A diferencia de otras formas de propiedad, que se mantienen eternamente en el


tiempo, pasando a lo largo de distintas personas, los derechos de propiedad
intelectual tienen un límite temporal que dependerá del tipo de derecho (moral o
patrimonial, de autor o conexo), aunque, por regla general, los derechos morales
son perpetuos y los patrimoniales expiran, como mínimo y según el [Convenio de
Berna] 50 años tras la muerte del autor, aunque la mayoría de los países de la
[Unión Europea], incluida España, han establecido un plazo de 70 años ''post
mortem auctoris''. Una vez transcurrido este plazo, la obra se considerará en el
[dominio público], siendo posible la libre utilización de la misma, siempre y cuando
se respeten los derechos morales del autor, en particular el de reconocimiento de
la autoría.

Son muchos, como la fundación [GNU], los que piensan que el uso de este
término es desafortunado, pues establece una similitud entre la propiedad sobre
las cosas materiales y la propiedad sobre la cultura, el pensamiento o las ideas.

115
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

CAPITULO 6: REFERENTES DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN


COMUNICACIÓN SOCIAL Y PSICOLOGIA SOCIAL.

En este capítulo se presentarán algunos escritos resultados de investigaciones


cualitativas, que se espera sirvan de motivación y ejemplo para los estudiantes de
psicología social comunitaria y de Comunicación social de la UNAD.

Lección 15: Experiencia de investigación en historia oral

CONSTRUCCIÓN NARRATIVA EN LA HISTORIA ORAL

DARÍO MUÑOZ ONOFRE41


Desde una mirada transdisciplinar, que articula componentes de orden epistemológico, ético y
metodológico, este artículo prescrita un análisis integral de tres momentos de la producción
narrativa de la historia oral: primero, muestra su prefiguración tanto en las anécdotas e historias
fragmentarias que circulan en la cultura como en los planes que formulo el investigador antes de
desarrollar su estudio; segunde), examina su configuración en la entrevista y los relatos que
resultan de ésta; tercero, describe algunos procedimientos para integrar los relatos obtenidos en
una trama narrativa global, la cual se propone como el resultado final de las investigaciones que
acuden a la historia oral.

La historia oral y la investigación cualitativa

La historia oral es un recurso narrativo empleado por las personas a la hora de dar
cuenta de sus experiencias vitales, es la manera que tienen de interpretar y
explicarse a sí mismas dichas experiencias, no sólo para encontrarles sentido,
sino también para procurar que ese sentido sea inteligible para los semejantes con
quienes comparten un entorno vital yo una actividad cotidiana Como tal, es un
recurso indispensable para la pervivencia histórica de la cultura en la medida en
que implica el ejercicio de la comunicación en el marco de relaciones sociales
cotidianas y su circulación contribuye, en sí misma, al mantenimiento o renovación
de los ámbitos culturales y las tradiciones humanas. No obstante, desde el campo
de la investigación social nos resulta relevante reflexionar sobre dicho recurso
debido a que se perfila como un enfoque cualitativo potente en la aproximación
comprensiva a eso que en nuestras prácticas científicas solemos llamar mundos
posibles”.

El propósito de este texto es que avancemos desde las ciencias sociales en la


reflexión mencionada. Para ello, vamos a explorar fundamentos epistemológicos y
metodológicos aportados desde diversas disciplinas que, en su articulación y

41
* Psicólogo, investigador de la Línea de Género y Cultura del DIUC. E-mail: darmuz@

116
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

reflexión ética, nos lleven a entender la historia oral como algo más que un simple
método instrumental de recolección de información.
En el campo de la investigación cualitativa, los relatos de historia oral nos
permiten comprender cuales son los significados culturales que el narrador oral
reconstruye en su relato y, además, rastrear narrativamente el proceso histórico y
social mediante el cual se construyeron dichos significados, en el devenir de la
comunidad cultural en la que se inscribe el narrador. También nos permiten
aprehender estos dos aspectos, en el proceso mismo de su reconstrucción
narrativa durante el diálogo que sostenemos en las entrevistas con actores
testimoniales. Por último, nos habilitan para producir una trama narrativa integral
que articule la diversidad de relatos obtenidos en las entrevistas, a partir de
relacionar los significados que cada relato porta entretejidos.

No obstante, la perspectiva que asumimos aquí nos invita a entender la historia


oral de manera más amplia y a reconocer el proceso mismo de su construcción
narrativa, el cual comienza incluso antes de las entrevistas en la que se obtienen
los relatos orales durante el desarrollo de la investigación. Dicha historia aparece
desde ya prefigurada; por una parte, en los intercambios comunicativos situados
en comunidades culturales específicas y en los relatos y anécdotas que allí
permanentemente se generan; y, por otra, en el bagaje teórico del investigador y
en el problema que formula antes de realizar su estudio.

También forman parte del mencionado proceso, como es obvio, el diálogo durante
las entrevistas, las formas de análisis e interpretación de los relatos obtenidos en
ellas y los estilos de escritura científico-narrativa con los que se publica y se da
cuenta de dichos análisis e interpretación

Todos estos aspectos que, en su progresión, constituyen el proceso de


construcción narrativa de la historia oral, deben ser entendidos como el devenir de
una obra narrativa cuyo carácter es necesariamente colectivo; en su generación,
dicha obra es atravesada por múltiples voces que la complejizan y enriquecen. En
efecto, como entendamos la historia oral, el estatuto epistemológico que le
asignemos a las narraciones comunitarias que la hacen posible y el tratamiento
investigativo que le demos a dicha historia en los momentos de entrevista, de
análisis e interpretación de relatos y de escritura científica, determinarán su
utilidad y riqueza para los estudios que hagan uso de ella.

Historia “todavía no narrada”

Antes de ser configurada como tal, la historia oral aparece prefigurada en el


ámbito de la vida social cotidiana y circula de manera fragmentaria como
opiniones y pequeños relatos acerca de experiencias vitales personales o sobre
acontecimientos comunitarios trascendentales. Este flujo de actividad social es el
ámbito en el que real izamos nuestros intercambios comunicativos cotidianos para

117
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

hallar sentido a nuestra experiencia temporal42 , así como también para intentar
explicarnos entre todos y, si corremos con suerte, lograr un entendimiento mutuo.
En este ir y venir de tránsitos sociales y rutinas culturales vamos conformando en
el día a día un mundo de sentido socialmente compartido, en la medida en que
utilizamos el lenguaje como herramienta común para desenvolvemos en nuestras
actividades y dotarlas de significado.

Vigotsky fue precursor en reconocer la comunicación como “la función primaria del
lenguaje” y propuso que la génesis de éste proviene de la “necesidad” humana de
“intercomunicación durante el trabajo” (1983: 26). En su concepción histórico-
cultural de la psicología, se destaca la actividad humana compartida
comunicativamente como el ámbito privilegiado de la producción de significados y
se señala, a su vez, el significado como un “producto” del “desarrollo histórico” de
la cultura.

En esta perspectiva, los significados, a la vez que condensan históricamente las


producciones de sentido de las relaciones intersubjetivas situadas culturalmente,
son el recurso simbólico que las personas emplean en sus actividades sociales de
comunicación. De manera semejante, Bruner sostiene que las narraciones son
“instrumentos especialmente indicados para la negociación social” de significados
(1991: 65). Esto quiere decir que las personas apropian subjetivamente los
significados disponibles en su cultura y, en dicha apropiación, ellas mismas los
recrean de modo narrativo y contribuyen a la pervivencia y transformación cultural;
de manera simultánea, las personas se desarrollan y cambian en el proceso
histórico y cultural de apropiación narrativa de significados.
En este tipo de actividades sociales cotidianas, en las cuales circulan de manera
comunicativa y permanente los significados, hallamos precisamente el ámbito en
el que se prefiguro la historia oral43 . Los componentes de dicha historia
comienzan a construirse en las actividades comunicativas espontáneas y
cotidianas mediante las cuales las personas producen y circulan significados; en
efecto, en dichas actividades se perfilan los indicios todavía vagos de una
narración en potencia.
Sin embargo, hay que decir que la comunicación, sobre todo la que se da en los
márgenes institucionales y en los umbrales de la tradición44, no es una actividad
transparente, ni se produce en con textos completamente ordenados; por el
contrario, surge y se desarrollo en ámbitos diversos, a veces ambiguos y
contradictorios. Por esto es preciso reconocer el planteamiento de Rommetveit

42
Para Ricoeur la experiencia humana está atravesada por su carácter temporal, el cual, lejos de alud ir a un tiempo
humano y universal, en cuanto se articula de modo narrativo” (1995: 39).
43
Ricoeur afirma que los recursos simbólicos que circulan en la cultura constituyen uno de los rasgos que prefiguran toda
narración (1995: 113-30)
44
En ámbitos sociales con mayores niveles de institucionalización la comunicación y el uso de los significados son
prácticas más estables, en estos la gente cuenta con unos recursos simbólicos menos ambiguos y polisémicos. Shotter
diferencia entre la “práctica social estable”, propia de los centros institucionales ordenados, y las prácticas conversacionales
sometida al cambio y a la diversidad permanentes las cuales se ubican en los márgenes o zonas “fronterizas” de dichos
centros (2001: 266).

118
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

que presenta “la vaguedad, la ambigüedad y la incompletud aunque por lo tanto


también la versatilidad, la flexibilidad y la negociabilidad”, como características
inherentes del lenguaje corriente (citado por Shotter, 2001: 266)45. Esta
heterogeneidad dispersa caótica de significados circulantes en la vida cotidiana es
justamente como lo veremos más adelante, un aspecto que suscita la
configuración narrativa de los acontecimientos.
A pesar del modo disperso e incompleto de la circulación social de los
significados, la cultura en la que participamos nos proporciona en cada momento
los recursos simbólicos necesarios para hacer de nuestras vivencias una
experiencia inteligible. Si bien dichos recursos nos preexisten, en el sentido en
que han sido elaborados históricamente por nuestros predecesores46 y se han
sedimentado en un “depósito objetivo de vastas acumulaciones de significado”
(Berget y Luckmann, 1979: 56), estamos capacitados para hacer un uso
significativo de ellos y apropiarlos para nuestros fines explicativos actuales47. El
empleo de estos recursos es público y compartido y, por eso mismo, es una
oportunidad inigualable para ponernos en contacto con nuestros semejantes e
intentar mediar nuestras diferencias mientras participamos en la cultura; como lo
explica Bruner, “por ambiguo o polisémico que sea nuestro discurso, seguimos
siendo capaces de llevar nuestros significados al do mimo público y negociarlos
en él” (1991: 29).
El carácter público de los significados y de la cultura e historia que estos
condensan, así como su circulación cotidiana como recursos narrativos que las
personas usan para interpretar su experiencia social, son una garantía para los
que hemos realizado investigación Social a través de la historia oral. Lo que una
persona cuenta al narrar una historia está mediado por los significados disponibles
en los ámbitos culturales en los que se ha desenvuelto, no sólo porque los hereda
de una tradición, Sino fundamentalmente porque participa cotidianamente, junto
con sus semejantes, en su recreación. De esta manera, las anécdotas, relatos
fragmentarios, opiniones y demás elementos conversacionales que circulan en la
vida cotidiana, son los insumos dispersos y heterogéneos que el narrador en
potencia está presto a recuperar y articular para encontrarle sentido a su vida y
explicar el acontecer social que lo envuelve, en el momento mismo en que
despliega su habla. La narración revela la organización cultural de la experiencia
humana y la posición que ocupa en la cultura quien la efectúa; como afirma
Gergen, narrar “es participar en una forma cultural de contar historias x de
participar en una forma de narración cultural” (1996: 137. El resaltado es propio).

45
La concepción de lenguaje corriente que retorna Shotter establece una diferencia crítica con respecto a los
planteamientos de Berger y Luckmann, en los cuales la vida cotidiana puede ser “aprehendida” como una “realidad
ordenada” en las objetivaciones del lenguaje (1979: 39).
46
Utilizo la noción de predecesores” para introducir una diferenciación histórica de las intervenciones humanas en la
cultura Distingo los “predecesores” de los “congéneres”, los “contemporáneos” y los “sucesores”, tal y como lo propone
Schütz (1991: 169-173).
47
Coincido con Larrosa (1995: 309) en el reconocimiento de la preexistencia de estructuras narrativas que anteceden a las
personas, a las cuales ellas se articulan para organizar de un modo particular experiencia, esto es, para otorgarles
significado.

119
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Este precisamente es el sentido que adquiere la memoria en los procesos de


elaboración de historia oral48 . La memoria no es un reservorio de recuerdos que
se suman en el transcurso de un tiempo lineal y que permanecen intactos y
aislados en la “mente” hasta que son vehiculizados y reflejados idénticamente en
el habla de quien los evoca. Más que un reflejo de la realidad pasada, la memoria
es una reconstrucción de la misma en el presente a través del empleo significativo
del lenguaje, teniendo en cuenta todas las implicaciones históricas y culturales
que ya hemos reconocido. Por esto podemos decir, por absurdo que parezca y en
contraste con lo que plantean Santamarina y Marinas (1995:
258), que la historia oral se encuentra prefigurada, de algún modo, antes del
proceso mismo de su elaboración narrativa; dicha historia existe como posibilidad
en esas “sagas” y “relatos” que estos mismos autores reconocen como bases para
la articulación de las historias que recogemos.

Prefiguración en los planes de investigación

Además de los significados entrelazados en relatos anecdóticos y conversaciones


que circulan públicamente en la cotidianidad cultural, la historia oral también
aparece prefigurada en el proyecto de investigación que diseñamos. El problema
de estudio, el paradigma teórico de arranque, los objetivos y los procedimientos
que conforman desde un principio los intereses de toda investigación social, tienen
el poder de predeterminar los relatos que obtendremos. Es nuestra
responsabilidad como investigadores sociales reflexionar detenidamente sobre el
grado de poder que le concedemos a la estructura de nuestros proyectos y
paradigmas que, no sobra decirlo, son nuestro propio modo de producción de
significados, o, como lo reconoce Geertz (1994) desde una postura reflexiva y
ética sobre su trabajo antropológico: nuestras matrices disciplinares son nuestras
formas de ser en el mundo.
En esta vía, Medina plantea que el investigador cualitativo que recurre a la historia
oral tiene la responsabilidad de justificar “por qué lo hace y cuáles son las
herramientas analíticas que elige para ello” (1994: 130), y reconoce que los
argumentos de dicha justificación juegan un papel crucial en el desarrollo de la
investigación misma. Esto es importante porque las justificaciones delimitan
nuestro problema de estudio y este, a su vez, prefigura los criterios Con los que
seleccionaremos a los actores testimoniales que necesitamos para que a través
de sus relatos nos ilustren sobre dicho problema. Desde un primer momento, las
condiciones de producción de las narraciones testimoniales aparecen corno
determinadas, en la medida en que “cuando un historiador oral elige un tema, en
primer lugar elige un problema, no un individuo” (Ibid: 131). Solamente después de
la definición metodológica de nuestro trabajo, nos ocupamos de la búsqueda de

48
Para una aproximación amplia y variada al problema de la memoria en la historia oral, ver Alted (1996).

120
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

los narradores testimoniales que reúnan los requisitos que definimos y de la labor
de contactarlos y entrevistarlos.
Estos mismos aspectos también influyen en la estructuración de las pautas y
temáticas más o menos explícitas con las que orientaremos el proceso de
recolección de relatos durante la entrevista de historia oral. No obstante, tenemos
que mantener una mirada crítica sobre la rigidez de nuestros planes de
investigación, para no caer en la paradoja de construir el conocimiento social
sobre la base de nuestros propios prejuicios. En la investigación social corremos
siempre el riesgo de terminar el proceso “viendo lo que esperábamos ver”, según
nuestras creencias teóricas. Esto es un error, dice Shotter, porque “al pasar de un
uso conversacional corriente del lenguaje a la construcción de un discurso textual
sistemático, se pasa del respaldo en los significados particulares, prácticos y
únicos, negociados ‘ahí mismo’, con referencia al contexto inmediato, a un
respaldo en los lazos con cierto cuerpo de significados ya determinados; un
cuerpo de recursos interpretativos especiales que se han inculcado en el lector
profesional debidamente formado, a fin de interpretar tales textos” (2001: 47).
Si bien es cierto que construimos nuestro propio mapa para orientarnos al ingresar
en un territorio de significados que en principio desconocemos, tenemos que
privilegiar la necesidad permanente de construir dicho mapa a lo largo de todo el
proceso investigación. Esta acomodación continua de nuestros esquemas
cognitivos a las significaciones emergentes, revela una tensión49 que atraviesa
dicho proceso desde el momento de las entrevistas de historia oral, hasta los
momentos de análisis e interpretación de relatos y de escritura de la narración
globalizante. De aquí en adelante, dicha tensión aparece analizada críticamente
en cada uno de los momentos de construcción narrativa de historia oral durante el
proceso de investigación.

Construcción conjunta de relatos


Si antes aludimos a la historia “todavía no narrada” como la circulación de
anécdotas y relatos diversos y dispersos en la cultura, a partir de este momento
tenernos que referirnos a los relatos de historia oral como una síntesis articulada
de esa heterogeneidad de recursos narrativos. De esta manera, nos aventuramos
a comprender el movimiento de interrelación de secuencias de frases y anécdotas
que un narrador realiza a petición de un interlocutor y que provoca que
significados aislados conformen unidades narrativas con mayores niveles de
integralidad.

49
Este parece ser uno de los problemas ético y metodológicos que atraviesa la investigación cualitativa contemporánea, la
cual suele expresarse en la tensión paradójica y sistémica observador - observado la cual, a su vez, resulta ser un
problema epistemológico (ver Shotter, 2001; Rosaldo, 1991; Gergen, 1994, 1989; Geertz, 1994; Coffey y Atkinson, 2003).

121
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Para Ricoeur (1995), dicho movimiento le proporciona al campo práctico de la


acción y el orden sintagmático de la narración. Así, la particularidad del momento
de configuración narrativa que aquí nos interesa comprender tiene que ver
directamente con un proceso de diálogo (entrevista), en el que el producto
resultante (relato) es una obra colectiva.
Por lo general, diversas perspectivas metodológicas identifican la entrevista como
el momento configurante de la historia oral (Santamarina y Marinas, 1995; Sacipa,
2001; Uribe, 1992; Medina 1994); es decir, como el “aquí y ahora” de la
reconstrucción narrativa de acontecimientos pasados. Tales enfoques le conceden
al encuentro “cara a cara” de la entrevista una importancia que nos resulta útil
considerar, un la medida en que dicho encuentro posibilita la emergencia de un
relato que sólo de esta forma se constituye. En este sentido, Medina (1994) nos
exhorta a entender que con la demanda deliberada de historia oral que ejercemos
los investigadores y mediante la entrevista que conducimos, contribuimos a que
un individuo común se convierta en un sujeto histórico,
Desde el punto de vista configurante de la entrevista y retomando los elementos
desarrollados en el apartado anterior, podemos entender la historia oral como un
proceso de construcción conjunta que compromete a dos personas, narrador
testimonial e investigador, en un diálogo que se orienta hacia la paciente labor de
producir un relato integrador que articule los significados construidos socialmente
en el transcurso histórico de una comunidad cultural específica y que tiene como
referencia permanente lo acontecimientos pasados que la primera de dichas
personas recuerda.
No obstante su carácter conjunto, la historia oral se produce a pene ión de
nosotros los Investigadores (Medina, 1 994; Santamarina y Marinas, 1995), y
Somos también nosotros los que orientamos los pasos de la configuración
narrativa de dicha historia, a medida del diálogo que sostenemos con la persona
que entrevistamos. Para que no polaricemos esta orientación de manera
excluyente hacia el extremo de nuestros intereses Investigativos y mentalidades
teóricas o hacia el lado de las anécdotas que espontáneamente fluyen y tienden a
seguir su propia dirección, durante la entrevista es fundamental mantenernos en
tensión dialéctica entre estos dos aspectos 50. Así, lograremos que nuestros
intereses de estudio —que ya reconocimos como prefigurantes de los relatos— se
mantengan sensibles a la narración que poco a poco emerge y se transformen si
es necesario. Sólo de este modo podremos lograr realmente una construcción
narrativa conjunta de la historia oral 51
En este diálogo intersubjetivo, es preciso que tengamos en cuenta el manejo de la
presuposición como elemento implicado en la narrativa y consideremos las pistas
que se deducen del estudio que hace Bruner de la modalidad narrativa del
pensamiento, aspectos que resultan importantes para un buen desempeño

50
Esta propuesta es semejante a la “visión doble” que plantea Rosaldo (1991).
51
Para la definición que propongo de historia oral como producto y producción intersubjetiva y dialógica, tomo en cuenta la
noción de “acción conjunta” desarrollada por Shotter (2001).

122
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

investigativo si pretendemos lograr una historia oral que llene nuestras


expectativas. Este autor aborda los procesos creativos del pensamiento
narrativo52’’ y describe la manera como el escritor de novelas psicológicas narra la
acción a partir del “desencadenamiento de presuposiciones” y de lograr una
perspectiva “subjuntiva” (1996: 31-41). Tomando en cuenta estos elementos de
su análisis literario, podemos reconocer que la presuposición y la perspectiva
subjuntiva también están presentes cuando los narradores cuentan sus historias
en el proceso de la entrevista de historia oral. En efecto, quien narra tina historia
siempre lo hace desde su familiaridad cultural con los acontecimientos y desde
sus atribuciones particulares sobre las acciones sociales de las que fue testigo;
generalmente le resulta irrelevante dar una explicación adicional sobre el sentido
de la situación narrada o sobre por qué interpreta de tal modo las acciones de sus
congéneres, debido simplemente a que los “da por sentado”, en el sentido que
Schütz (1991) le da a este término. Es posible que el narrador pase a “vuelo de
pájaro” por detalles claves que necesitarían ser desentrañados para obtener una
comprensión amplia del sentido que entreteje en su relato53.Aquí es donde
adquiere importancia la escucha atenta que mencionamos atrás. Sobre estas
presuposiciones es que debemos instaurar las preguntas necesarias para que
podamos auscultar el sentido implícito en el devenir narrativo. Tenemos que
abandonar la pretensión de que dicho sentido será aprehendido adecuadamente
cuando, en el proceso de interpretación, nos enfrentemos a una narración ya
concluida. Anticipándonos a cuando abordemos los procesos (le análisis e
interpretación en el siguiente apartado, esta postura nos acerca a Gergen cuando
plantea que el problema hermenéutico surge “cuando consideramos el texto (o
cualquier otra acción social) como algo opaco, y se supone un segundo nivel
(lenguaje interno) que debe determinarse para hacerlo transparente” (1989: 164).
La convocatoria de pensamiento narrativo oral sobre la historia durante la
entrevista, es el momento preciso en el que es posible resolver el problema de los
“sentidos Ocultos” de una narración; la resolución exitosa de este dilema
dependerá en gran medida de la receptividad y las intervenciones oportunas que
realicemos durante el proceso de entrevista.
No obstante, sabemos que estos vacíos de sentido se logran solventar de algún
modo si logramos tener el privilegio de un segundo encuentro con el mismo
narrador. Una lectura minuciosa del relato obtenido nos permitirá descubrir
aquellos apartes narrativos que para nosotros son todavía confusos y detectar,
quizá, temas inadvertidos que de repente cobran interés y los cuales resulta

52
El “pensamiento narrativo” es un concepto que desarrolla Bruner (1991, 1996) a lo largo de las dos obras que este
artículo referencia. A mi modo de ver, dicho concepto está claramente inspirado en la concepción dialéctica de pensamiento
y lenguaje que planteó Vigotsky en la década del treinta del siglo pasado, en especial, en lo que este último denominó
como “pensamiento verbal” (1986).

53
Un abordaje de la importancia de ser conscientes de los fenómenos de la presuposición y la abreviación narrativas en la
convocatoria de historia oral, a partir de los planteamientos de Vigotsky (1983) y de Schütz (1993), se encuentra en Muñoz
(2001: 20-27).

123
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

relevante ampliar. Una lectura por parte del narrador también resulta
enriquecedora para la historia oral, en la medida en que él es el más indicado para
ajustar su propia producción discursiva. Propiciar un nuevo encuentro dotados de
estos insumos seguramente hará posible la generación de nuevos despliegues
narrativos que amplíen y aclaren la historia oral en su conjunto.

Configuración de la trama narrativa

Sin ánimo de menospreciar el protagonismo que tienen los narradores de historia


oral en el proceso investigativo, a pesar de que su participación quede
virtualmente congelada en el relato ya producido, nos adentramos aquí en un
momento en el que el protagonismo de los investigadores se realza. Mediante el
análisis y la interpretación de los relatos obtenidos en las entrevistas, nos
encaminamos a la creación de nuestra propia obra narrativa, teniendo como
referencia permanente el diálogo con obras diversas ya construidas.

El análisis comprensivo de los relatos es un paso intermedio obligado en nuestra


pretensión creativa, el cual abordaremos rápidamente, pues su consideración más
amplia exigiría una extensión con la que aquí no contarnos. Para el análisis de la
narrativa, Coffey y Atkinson nos sugieren “evitar leer sólo buscando el contenido”
(2003: 68) y, con ello, nos invitan a comenzar dicho análisis a partir del rastreo de
la forma de los relatos que, en nuestro caso particular, consta de una estructura
netamente histórica.

Como vimos atrás, el relato histórico oral se compone de secuencias específicas


de acontecimientos ya sucedidos, que emergen narrativamente al ser suscitados
por los tópicos de la entrevista. En él, unos acontecimientos explican otros que les
son posteriores y los primeros adquieren sentido a partir de ser considerados a la
luz de los segundos: “la narrativa enfatiza la inteligibilidad retrospectiva,
demostrando la forma en que los eventos posteriores fueron condicionados,
ocasionados o facilitados por sucesos previos” (Rosaldo, 1991: 127). Esta
perspectiva analítica nos introduce en el camino de desentrañar la estructura
causal del relato histórico oral.

No tenemos por qué resistirnos a dicha estructura y argumentar que la causalidad


es una ley de tipo formal que nada tiene que ver con narrar una historia o con
interpretarla. La causalidad a la que nos referimos, es el tipo de explicación que
dan los mismos narradores —y la tradición narrativa condensada en sus relatos—
a los acontecimientos que experimentan y han experimentado en su devenir
histórico, frente a preguntas del tipo “¿cómo sucedió?” y “por qué sucedió de tal
manera?”, En el mundo de la historia “todavía no narrada” que describimos al
principio, las personas buscan organizar su propia experiencia, de modo que
adquieren la capacidad para explicar narrativa- mente lo que les sucede a sí
mismas y a las otras, así como también a la “sociedad en general”, en respuesta a

124
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

quienes las interrogan por ello54. Así es como las explicaciones humanas
adquieren tina forma retórica. Bruner afirma que esta forma de organizar las
historias que narramos “cumple una función retórica en el proceso de
reconstrucción del pasado” (1991: 68).

Las narrativas como retórica pueden llegar a tener, además de estructuras


causales, estructuras paradójicas, circulares, espiraladas, rizomáticas... Pero lo
que tenemos que tener en cuenta es que dichas estructuras de relato deben
moldear nuestras propias formas narrativas, si es que nuestras pretensiones
comprensivas e investigativas son rigurosas. El primer paso, entonces, consiste
en lograr una comprensión analítica suficiente de cada uno de los relatos por
aparte, con el objetivo de explorar las secuencias temporales y estructuras
semánticas que nos sugieren y comprender los énfasis, hitos, giros narrativos,
personajes y circunstancias que señalan. Esto puede lograrse mejor si, como lo
sugieren Coffey y Atkinson (2003), interrogamos los relatos mismos. Nuestro
privilegio en este proceso consiste en haber asistido a la emergencia de dichos
relatos y participado en su desencadenamiento y, ahora, en leerlos ya terminados
y conocer tanto su final, como los acontecimientos dramáticos, personajes y
demás elementos narrativos contenidos en la historia.

Una vez leídos y releídos, comenzamos a advertir en los relatos aquellos pasajes
comunes por los que unos y otros transitan narrativamente desde su propia
perspectiva y a encontrar, corno las llama Sacipa, esas “redes de comunicación
entre los textos” (2001: 78); lo cual no es extraño pues, de hecho, dichos relatos
se refieren a un mismo modo de habitar el mundo y de narrar la experiencia. En
investigación social solemos darles el nombre de “dominios” (Coffey y Atkinson,
2003), “complejos de significad o” (Schüttz, 1996; Muñoz, 2001), o “datos
convergentes” (Geertz, 1994) a dichos pasajes narrativos. Con base en los
complejos de significado identificados, aglutinamos los fragmentos de relato
semejantes y descubrimos tanto su complementariedad, como sus divergencias.

Es preciso que entendamos que el análisis de relatos a la luz de la generación de


complejos de significado, es una instancia mediadora entre el relato “en bruto” y la
configuración narrativa de la trama de historia oral, en la que se procura integrar la
heterogeneidad de relatos de manera relacional y sintagmática. Si al inicio del
proceso de configuración de la trama contábamos con relatos completos y, hasta
cierto punto, diferenciados entre sí por ser producciones únicas e irrepetibles,
ahora que finalizamos dicho proceso, la trama narrativa aparece como la creación
de una nueva totalidad integradora de la historia oral. La creación de esta obra,
debe ser el horizonte que nos movilice en este tipo de investigaciones.

54
Las explicaciones prácticas que tienen un carácter justificatorio de los acontecimientos y las acciones, son denominadas
por Shotter (2001) como la “realidad retórico - respondiente” de las actividades sociales humanas,

125
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Al final del proceso de construcción narrativa, emerge una trama llena de


tensiones que relaciona e integra las diversas voces que la componen; en efecto,
toda una obra de creación colectiva. A pesar de que como investigadores le
darnos su forma final, no debemos caer en el equívoco narcisista que nos
convence de considerarnos “autores originales” y únicos de esta compleja trama
de voces. Es preciso que seamos conscientes de que, cuando mucho, no somos
sino instrumentos y mediadores activos para su constitución, de modo que
podemos decir, en contraste con la concepción del “antropólogo como autor” que
nos propone Geertz (1989), que la trama narrativa de historia oral es el resultado
de una vasta coautoría, de la que los investigadores formamos tan solo una parte.

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Lección 16: Experiencia etnográfica de investigación

CAMINANTES, ARTISTAS Y ESPEJOS: ACTORES DE


UN VIAJE IN SITU EN LOS MUNDOS DE LA LOCURA

Este artículo recoge algunas reflexiones de la experiencia de investigación etnográfica en el


Hospital Neuropsiquiátrico Julio Manrique de Sibaté, y las inquietudes y propuestas que generó;
entre ellas, un proyecto práctico que nos vinculó con esta comunidad a partir de la experimentación
artística. Nos interesó reconocer los mundos al interior del hospital y a los pacientes como
personas con historias y universos de sentido singulares que ampliaban nuestros sistemas de
referencia y modos de aprehender el mundo. Desde nuestro lente antropológico la locura fue un
espacio privilegiado para visualizar la ruptura de los códigos que establecen un orden político,
económico, social, individual y hasta gramatical; reconocer este desplazamiento, nos permitió
comprender los mecanismos de inscripción de la cultura.
55
Ana María Arango C.
56
Gisela Castro C.

55
Antropóloga Universidad Nacional de Colombia. Investigadora asistente, Departamento de Investigaciones de la
Universidad Central, Línea de Jóvenes y culturas juveniles. E-mail: anamarangoc@hotmail.com
56
Antropóloga Universidad Nacional de Colombia. E-mail: grispurpura@hotmail.com

127
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

En este texto evocamos una experiencia de investigación etnográfica en el


Hospital Neuropsiquiátrico Julio Manrique, para resaltar la pertinencia de algunas
reflexiones sobre la práctica científica cualitativa, que en las últimas décadas ha
contribuido al cambio en los modos clásicos de producción del conocimiento en
las ciencias sociales. La matriz desde la cual asimilamos y transmitimos la
experiencia de campo fue el contexto ritual. En nuestra aproximación a la locura,
nombrarnos como ritual al proceso en el cual percibirnos el movimiento de ajuste
entre un cuerpo de conceptos aprendidos desde la antropología y el terreno real
donde estos son herramientas de exploración. Desde esta perspectiva, la
experiencia de “estar allí”, atravesar y ser atravesadas por las configuraciones
culturales, definió el posicionamiento a partir del cual como científicas, quisimos
evidenciar una realidad y producir sentidos: decidimos hacernos visibles, develar
nuestra participación en el escenario que pretendíamos describir, y expresar los
propios modos de ser para ubicarnos en una red de relaciones dentro del hospital.
Esto hizo del ritual un correlato desde el cual fue posible, por un lado, leer los
mecanismos de inscripción social, y por el otro, realizar un ejercicio autorreflexivo
sobre los múltiples capitales con los cuales conocemos. Según Renato Rosaldo
los recursos cognoscitivos, emocionales y éticos que maneja el analista social
inciden en los procesos de producción de conocimientos (Rosaldo, 1991: 168), y
fue la reflexión sobre estos recursos, la pauta metodológica con la cual
elaboramos y dimos a conocer a la comunidad científica el trabajo de
investigación. En este artículo, la metáfora del Viaje es el hilo conductor que
traduce en momentos y herramientas la eficacia de los capitales mencionados
para abordar un contexto socio-cultural determinado.

La Brújula: El sujeto ubicado y el otro visible

En esta investigación, dos de los principios metodológicos fueron la observación


de la experiencia persona y el énfasis en la narrativa de los informantes. Así, el
análisis social tendría un carácter procesual y transversal donde la diferencia,
necesaria para reconocer al otro, sería vivida a través del ritual propio y de la
valoración plástica de los discursos narrados. Estas perspectivas, sumadas a la
reflexión sobre el componente subjetivo que nos impulsó a elegir el objeto de
investigación y el lugar desde el cual lo haríamos, delinearon los recursos éticos
del trabajo.

Un viaje es una apertura de las fronteras imaginarias y físicas que delimitan el


contorno de lo “conocido”, el espacio cotidiano por donde realizamos
habitualmente recorridos; es desplazarse y absorber las cualidades únicas de los
territorios, imaginarios o reales, físicos o emocionales; es dejar algo y llegar a
algo, es una diferencia. Más que un fenómeno visible, objetivo, viajar es una
situación del ser-estar, es impregnarse de instante.

Las variables de alteración que produce un viaje, tanto afuera como adentro del
viajero: en los otros y el contexto con que interactúa, y al interior de sí mismo, en

128
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

sus universos significantes y emociones, hacen de la investigación y del


conocimiento57 que se produce, un acontecimiento, una creación colectiva, que
más allá de una pretendida exposición de la realidad, es tina apertura hacia la
diferencia y hacia la construcción de nuevos sentidos.

En el año 1999 decidimos que el rito de paso que nos transformaría en


antropólogas y develaría las coordenadas que nos posicionan como sujetas de la
ciencia y de la cultura, fuera un viaje multidimensional al entonces llamado
Hospital Neuropsiquiátrico Julio Manrique de Sibaté58 , que haría emerger los
devenires de los diferentes dispositivos de subjetivación59. A este proceso de
apertura queríamos llegar para confrontar la contradicción, los sentidos
divergentes, la existencia de lo negado, la palabra que es acto y la plasticidad en
la producción de la cultura. Buscábamos aquel lo que nos costaba trabajo
entender y hacía vibrar el sistema de referencia que nos explica el mundo;
acercarnos a construcciones de realidad singulares que reflejan las
configuraciones culturales y que amplían los umbrales de comprensión. Con el
propósito de desnaturalizar nuestros códigos cotidianos, pretendíamos lograr el
reconocimiento de que la aproximación al otro no conlleva a su aprehensión o su
descripción, más bien, compromete la creación de espacios de encuentro y
expresión colectivos, donde los múltiples saberes se despliegan para alimentar y
tejer un conocimiento académico desde el arte, los afectos y las emociones. En
otras palabras. la observación permanente sobre nuestra ubicación como sujetas
en terreno, fue la brújula que nos permitió guiar la dirección de nuestro viaje; con
ello no sólo evitaríamos la pretensión de abarcar sistemas totales, sino dar un
carácter singular al encuentro donde la expresión estética, los sentimientos, y el
conocimiento parcial y subjetivo, fueran elementos metodológicos de
Investigación60.

El hecho de adentramos en un campo poco abordado por la antropología, nos


permitió flexibilizar nuestro rol como científicas y tomarnos muy en serio el juego,
la risa y la imaginación. No desconocimos que las relaciones que establecimos

57
En una guía de una estrategia llamada ‘Actos de Fabulación Arte, cuerpo y pensamiento”, se hace referencia a dos
conceptos básicos que ayudaron a la definición del propósito de esta obra: presentación y acontecimiento. El primer
concepto parte de la ruptura de la lógica de la representación. Con respecto al segundo, y siguiendo a Deleuze, se señala
como hablar de acontecimiento implica quebrar con la linealidad de lo que acontece. El acontecimiento es el instante, es el
tiempo que se afirma en el presente, peri) eludiéndolo, desdoblándolo, abriéndolo hacia exploraciones temporales múltiples
[...] El esplendor del acontecimiento es el sentido. Proyecto Pentágono, Ministerio de Cultura, Curadora Consuelo Pabón.
Bogotá: 2001.
58
Los cambios en las instituciones encargadas de la administración del lugar, han generado que el hospital viva
constantes transformaciones. Actualmente, el estatuto de hospital ha sido cambiado por “Centro Especial de Rehabilitación
en Salud Mental Julio Manrique”.
59
Estos dispositivos son, entre otros: la historia familiar, los saberes académicos, la condición (le ciudadanía, la memoria,
los imaginarios sociales, las ficciones literarias etc.
60
Una coordenada que gula nuestro viaje fue la noción (le sujeto ubicado que desarrollo Renato Rosaldo, para referirse al
posicionamiento particular y cultural de los analistas en los procesos de investigación. El antropólogo como sujeto ubicado
en una red de posiciones sociales (marcadas en grado sumo por relaciones (le poder) posee un ángulo particular de
observación y ocupa un lugar especifico desde el cual construye cartografías. Características personales como la edad, el
género, las raíces socioculturales, etc., van a influir en lo que el investigador aprende, permitiendo e inhibiendo
determinadas percepciones (Rosaldo, 1991:30-31).

129
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

estaban condicionadas por el hecho de ser visitantes, y por pertenecer al ámbito


que legitima los discursos sobre la realidad social. Sin embargo, sin autoridad
médica para decir algo sobre los pacientes del hospital, nos dedicamos a decir
con ellos y a tratar de hacer visible la plasticidad de sus relatos; la narración y el
diálogo fueron la principal fuente para encontrar en los discursos personales,
lecturas o transcripciones de diferentes dimensiones sociales61 . La riqueza de
matices en las historias y experiencias que nos narraban, permitió reconocer que
la locura es creativa, construye realidad y amplía nuestros mundos posibles; es
una manifestación más del devenir cultural.

Sueltas del sistema institucional, nuestra ubicación gozaba de cierta movilidad y


libertad a la hora de establecer lazos, ritmos y rituales. Cuando comenzamos el
viaje de iniciación, nuestro pensamiento fue abandonando las clasificaciones y
esquemas para privilegiar el hablar y el recorrer: no nos era posible organizar y
conversar con los locos. Preferimos los actos de encuentro donde lo real se
produce a cada instante y en cada uno, donde se establecen relaciones de
autenticidad con los otros. Plantearnos diversas estrategias metodológicas, como
la construcción de dramas e historias de vida; sin embargo, estas nunca fueron un
producto final, sino piezas que nos permitieron bordear el dolor, el amor, la
amistad, la exclusión y la muerte—vida que configuran experiencias cotidianas en
el hospital.

Para cruzar esta institución, seguirnos los pasos de catorce personas con quienes
por muchas razones tuvimos la posibilidad de encontrarnos más frecuentemente;
ellas, en su mayoría, pasan de los cincuenta años, llevan mucho tiempo recluidas
en este lugar y han sido diagnosticadas como esquizofrénicas. Favorecer los
encuentros y la sorpresa que estos nos producían, nos hizo vivir la diversidad a
partir de las singularidades: por ejemplo, conocimos los gobiernos de Mariano, el
arco iris-cuerpo de Tránsito, las aventuras de Jorge y las poesías de Gilberto.

Para establecer una relación de horizontalidad entre diferentes voces, y


transliterar un código emocional a uno gramatical, distinguimos en la escritura dos
lugares de enunciación a través de una marca estética: utilizamos un mismo estilo
de letra para los autores e informantes, y otro, para nuestra producción de
sentidos62

El Vehículo: La incertidumbre, las emociones y el deseo

Cuando el investigador reconoce qué es lo que lo emocional en el encuentro con


el otro y abre un espacio para la sorpresa, hace de su deseo un puente desde el sí

61
En el discurso de Mariano la realidad y la sociedad son leídas desde la dimensión política, en el de Gilberto desde la
religión católica, y en el de otros, por ejemplo desde la demanda o el amor.
62
En este artículo no fue posible hacer esta distinción de letra, por motivo del requerimiento para unificar los Criterios de
edición de una publicación periódica. El uso (le cursivas intenta cumplir este propósito, y las negrillas marcan niveles de
abstracción.

130
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

mismo para acercarse al movimiento de los límites referenciales sobre el inundo y


la realidad, y así, percibir la diferencia. Considerarnos la diferencia que existe
entre el acercamiento que global iza y cuadricula la locura en casillas
clasificatorias, el acercamiento que e bifurca en las singularidades y reconoce lo
diverso; buscábamos algo más general, más social, más cultural y mundial, algo
que nos permitiera conocer las multiplicidades y reconocer la historia y sus gentes;
algo que uniera este devenir antropólogas y la pulsión-emoción de aquello que no
se puede nombrar pero que reconoce las etnicidades, las dimensiones sociales y
las elaboraciones personales sobre el mundo.

Le dimos estatuto a la duda como cualidad del pensamiento en la construcción de


conocimiento: hicimos de ese ¡ no sé ! de los locos y de ese ¡ no sé ! nuestro, el
motor de la experiencia de investigación. El desdibujamiento de las certezas y de
una seguridad pretendida de comprensión, hizo del control algo irrelevante. La
duda como posibilidad de indeterminación y co-producción de sentidos, no
significó, sin embargo, un caos total en los encuentros (de hecho, las rutinas del
hospital marcaban las pautas para estos); más bien, permitió aprender a través de
fragmentos y vivir lo impredecible; fluir con el movimiento nomádico del
pensamiento que va en sentidos encontrados y genera la verticalidad de las
intensidades —el devenir de las emociones. Esta es la acción maquínica del
deseo que según Deleuze y Guattari (1985), produce todo lo real, y recorre
siempre y primero el campo social: hace parte de su infraestructura, de las catexis
inconscientes. El deseo fue lo que nos conectó con las personas del hospital y
movilizó el proceso de bricolaje que combinó diferentes voces en la escritura.
La incertidumbre como búsqueda-escape hizo que este viaje hacia la locura
tuviera un destino de pérdida y de estar pérdidas: pérdida de las estructuras, de
las organizaciones, de los lazos; y pérdidas del sentido que nos arrebata la
polivicidad63. Esto nos condujo a ese estado parecido a la embriaguez del que
habla Mariano: “yo también nazco eso, nazco un borracho, un vicioso. Los
gobiernos que ganan en cada elección nacen eso, un borracho, un bohemio,
mejor dicho un perdido. ¿Qué sientes con el vicio Mariano? Lo embriaga, lo pone
a uno chévere, lo pone elegante. Con el vicio me siento contento; a la vez
contento y triste a la vez. Se pierde uno también con el vicio, se pierde... ¿Y te
gusta perderte con el vicio? Me gusta perderme bien perdido. ¿Y por qué? Porque
nacen esas cosas para perderlo a uno ¿entiende? Y por lo que uno encuentra
todo”

63
La noción de polivicidad es tomada de Deleuze y Guattari, quienes hacen referencia con ella al código fluido que usa el
esquizo: Los signos aquí son de cualquier naturaleza, indiferentes a su soporte. [m] Carecen de plan previo, trabajan a
todos los niveles y en todas las conexiones; cada uno habla su propia lengua y establece con los otros síntesis tanto más
directas en transversa en cuanto permanecen indirectas en la dimensión de los elementos. El Anti - Edipo: capitalismo y
esquizofrenia. Editorial Paidós, Barcelona: 1985. p44

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Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

El Equipaje: El mito y las ficciones

En el escenario de investigación donde interactuamos, la diferencia fue el valor


cualitativo para asimilar y elaborar la experiencia. Gracias a ella logramos el
vaivén entre los preconceptos y el ahora, entre los repertorios Cognoscitivos que
nos describían o explicaban la locura desde afuera, y el mundo visto y hablado por
las personas nombradas culturalmente como portadoras de ella.
Los repertorios imaginarios que aprendimos de la antropología y aquellos que
sobre la locura nos ha dado la cultura, particularmente, los que le otorgan un
estatuto positivo y han configurado experiencias particulares en nuestras
biografías personales, fueron nuestro equipaje. Revisamos en nuestro imaginario
las ficciones del loco, aquellas que le otorgan un carácter ambivalente: como ser
que posee un poder y conocimiento oculto, y como ser en quien se han
desdibujado algunas cualidades humanas. Esta comprensión aclaró el camino de
la diferencia para aproximarnos al otro, al loco del hospital que produce ficciones y
discursos de realidad.

Nos desplazarnos desde las ficciones -e laboradas-culturalmente - para-el loco y


su función mítica, hacia el individuo clasificado como tal, debido a su manera
particular de elaborar y expresar elementos culturales bajo la creación de su
propio sistema de referencia. Corno entidad mítica, el loco podría representar la
función paradigmática del mito: establece criterios de verdad pero desconoce la
verdad sobre sí mismo. Es una paradoja: la máscara que no oculta, la cultura
desnuda, el límite construido que desconoce su naturaleza; en otras palabras el
paradigma de lo irreal que da la explicación a la realidad.

El mito también se despliega en la ciencia, la cual, al explicarse a sí misma crea


su propio mito: la ciencia se ocupa de aquello que dice la ciencia. Entendemos
mito como un mapa mental con una lógica particular que se basa en el juego de
tautologías y contradicciones, y que tiene la capacidad de autocontenerse; lo
dotamos de verdad en tanto tiene realidad dentro de nuestro sistema de
referencia. Cuando pensarnos que la realidad está explicada en la teoría,
debemos considerar que además la teoría nos dice qué es la realidad: es un juego
de espejos. El mito y el rito son elementos de nuestro sistema de referencia; bien
sea desde la teoría o desde la praxis, nos sirven de reflejo para conocer el
mundo64. En este viaje, fueron los instrumentos conceptuales que llevamos para
producir sentidos desde la performancia misma del campo social.

64
Los planteamientos sobre el mito, expresado en este texto, son tomados del profesor Luis Guillermo Páramo. Departa
meno (le Antropología, Universidad Nacional (le Colombia.

132
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El Viaje: El trance, el rizoma y la locura

El modo de composición con el cual se transmite un ejercicio investigativo moldea


tanto el conocimiento como el análisis social (Rosaldo, 1991). La propuesta
estética en el acto discursivo, fue la estrategia metodológica para hilvanar los
diferentes capitales con los cuales contamos como sujetas, y que en un contorno
totalmente nuevo, se desplegaron en diferentes dimensiones. Además, la escritura
fue el acto de vida-muerte en el rito de iniciación y el medio de transmisión de
otros actos de vida-muerte en el proceso de inscripción social.

Los espacios físicos y observables mantienen una correspondencia con nuestras


geografías emocionales; sobre los primeros construirnos topografías imaginarias
por las cuales sobrevolamos los abismos, los misterios y paradas de territorios
que delimitan las fronteras hacia los miedos, el asombro y la sorpresa.
Para quienes nacimos o llevamos la mayor parte de nuestras vidas en Bogotá,
salir por el sur de la ciudad implica recorrer parajes imaginarios de nuestra
memoria, asociados a linderos de humanidad que nos causan temor y
maravillamiento. Además del Salto del Tequendama y de la Nariz del Diablo65, que
nos trasladan de manera oscilante a la sensación de vida y muerte, y a la visión
casi simultánea de lo sagrado y aterrador, hay un momento de desvío en la
carretera que señala la proximidad de otro lugar cargado también de fascinación y
misterio. El camino divergente conduce a Sibaté, “pueblo de locos” al que algunos
adultos aluden cuando bromean—amenazan a los niños con un viaje sin retorno.
Los tránsitos hacia las afueras de la ciudad, materializan una transposición entre
lo físico e imaginario donde la locura mantiene cierta identidad con la muerte; con
el “mundo del más allá”.

Esta relación estuvo muy presente en los relatos de nuestros informantes, y fue
corroborada con los argumentos de autores como Foucault, Deleuze y Guattari.
De estos últimos tomarnos los conceptos de Molaridad y molecularidad aplicados
a su análisis al proceso esquizo66, para comprender cómo la muerte, instancia de
vida en la dimensión molecular y momento definitivo de la experiencia molar, tiene
su correlato en la locura, espejo viviente de estas dos caras: aquella que
manifiesta lo inorganizado, y aquella que nos dice de un mundo configurado con
otras leyes y regímenes diferentes al nuestro. Para estos autores: La experiencia
de la muerte es la cosa más corriente del inconsciente, precisamente porque se

65
El salto del Tequendama, caída de las aguas del río Bogotá, es cuna mítica de la cultura Muisca, lugar casi obligado (le
paso por la sabana, y paraje ritual de suicidas y enamorados. La Nariz del Diablo es un perfil rocoso que adquirió la
montaña cuando se construyó la carretera que conduce al sur del país
66
En el Anti Edipo, estos autores señalan cómo, de las dos direcciones de la física: la dirección molar que va hacia los
grandes números y los fenómenos de masa, -s la dirección molecular que, al contrario, se hunde en las singularidades, sus
interacciones y sus vinculaciones a distancia o de diferentes órdenes, el paranoico ha escogido la primera: hace la macro
física. El esquizo, al contrario, va en la otra dirección, la de la microfísica, de las moléculas en tanto que ya no obedecen a
las leyes estadísticas; ondas y corpúsculos, flujos y objetos parciales que ya nos son tributarios de los grandes números,
líneas de fuga infinitesimales en lugar de las perspectivas de grandes conjuntos. Deleuze, Gilles y Guatrari, Félix. El Anti
Edipo: capitalismo y esquizofrenia. Editorial Paidós, Barcelona: 1985. p.289.

133
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realiza en la vida y para la vida, en todo devenir, en toda intensidad como paso y
devenir (Deleuze y Guattari, 1985: 340).

El loco narra en su experiencia las dos caras de la muerte: la muerte social o la


muerte en vida, y el devenir muerte en las intensidades del cuerpo: “este gobierno
jamases se han matado la porra en muchas cosas, en esto mismo se ha matado
la porra de que yo soy un ser ya digno, ya estoy corregido, yo soy un ser estricto,
soy un ser muy bueno, yo de malo no tengo nada; no tengo nada porque aquí a
horas exactas allá llegan y me pasan al paredón, me ahorcan, me dan vida; o sea
que ellos, ellos por ignorantes pensaron que es matar, pero para mi no es matar
sino es vida; entonces hacen muchas cosas conmigo, hacen muchas cosas
conmigo, me dan ases maje los gobiernos, el gobierno a horas exactas como ésta
me está dando un... un ocho por ocho, que llaman ellos, el gobierno. Nos
enlazamos con Mariano, quien además rastrea el punto cero donde nacimiento y
muerte convergen: Nací en los infiernos porque yo vengo de la nada. Estos
luceros un día pensaron la verdad; dijeron, estos luceros y estos gobiernos que ya
existían, los que existían en ese tiempo dijeron: vete, a estudiar, vete, a ser lindo,
vete, a tener todo algún día. Entonces me tocó irme a la nada, inclusive yo voy a
la nada; ahora sesenta me bajan estos luceros, me entregan a la nada, a ese
planeta de la nada, a la tierra, a tantos planetas que nacen. ¿Y cómo es el planeta
de la nada? El planeta de la nada es muy lindo, el planeta de la nada para todo es
nada... nada. Que hay que hacer cualquier cosa, nada de eso, nada de eso; no lo
hagáis o hágalo o hágalo, pero hágalo en la nada; eso se llama nada, que nada es
nada. ¿Y dónde queda? Eso queda abajo, en lo penúltimo, eso es lo penúltimo
que hay. ¿Y lo último qué es? ¿Y lo último? ¿o sea lo primero?” Nacer y morir son
los viajes del esquizo por las intensidades, no existe comienzo ni fin. El esquizo
sabe partir: ha convertido la partida en algo tan simple como nacer o morir. Pero al
mismo tiempo su viaje es extrañamente in situ (Deleuze y Guattari, 1985: 136).

Al desplazarnos a las afueras de la ciudad, pero al interior mismo de los


entrecruzamientos culturales, traspasamos umbrales no vividos hasta entonces.
Este viaje como ritual, corno experiencia de vida- muerte, hizo que entre la partida
y la llegada haya ocurrido una diferencia; paso entre un antes y un después que
produjo cambios. Este paso-trance nos conectó y permitió recorrer en los relatos,
las huellas de los viajes in situ que hacen los locos. En nuestro tránsito
experimentarnos la condensación imágenes-palabras-sensaciones, que a
semejanza del Aleph de Borges, nos permitió entrever múltiples conexiones y
ensanchar nuestros universos de sentido. Decidimos hacer rizoma: fuimos y
vinimos, nos disgregamos y fugamos cabalgando en palabras que eran
intensidades emocionales; aprendimos a cortar allí y saltar acá para traer esto...
fragmentos de poesías, recuerdos infantiles y risas que nos destornillaban del
anda de la cordura, el nombre y el saber. Huimos para imaginar las maravillas que
encuentra Jorge en sus aventuras: sí sumercé, me encanta mucho la aventura
porque no lo amarran a uno así de buenas a primeras, pues de aventuras
sumercé uno no permanece en un solo lugar sino viaja por ahí a diferentes partes

134
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del santo universo. Entonces puede uno en el cielo cazar un elefante en el Congo
Belga del África un hipopótamo o en otras partes un percherón.

Erráticos, los locos recorren las formaciones sociales y permiten evidenciar lo que
es la locura para la vida y la existencia: el movimiento nomádico de los flujos de
deseo descodificados que velozmente atraviesan el mundo, recorren geografías e
historias, culturas y sistemas políticos. En la locura se reconocen los procesos que
construyen y de- construyen la cultura; es el viaje por diferentes fragmentos de
formaciones sociales descodificados que buscan inscripción dentro de la
axiomática del sistema capitalista67 En los relatos de los locos, la identidad
individual y cerrada se diluye y el nombre identifica múltiples caras del campo
social: por ejemplo, el viaje de despersonalización que emprende Mariano, es el
paso por los rostros que representan poderes establecidos y rebeldes en nuestra
cultura: Yo soy el Santo Papa a una hora exacta. ¿Y a otras horas exactas qué
gobiernos eres? A otras horas exactas soy el Ché, Fidel Castro, El Ché Guevara,
Tirofijo, Sangre Negra, bueno, tantos otros gobiernos... ¿Y puedes presentarte en
estos gobiernos cuando quieras? Eso no es cuando quiera uno, sino que los
gobiernos tienen horas exactas, exactas para presentarse en puro gobierno. ¿Y
cuáles son esas horas, por ejemplo? No, eso si es secreto. Esos son secretos de
los gobiernos.

El meridiano Cero, ubicación geográfica precisa que establece Mariano para el


hospital, es el campo visual secreto donde poesía, arte y emociones se vuelven
cuerpo. Recorrer intensamente este espacio durante dos meses, nos permitió
conocer historias, dolores, pensamientos y reflexiones; tuvimos la posibilidad de
ver y compartir (en el sentido más físico y material), mundos posibles e
imaginados, terrenos de creación a través de los cuales los seres humanos nos
insertamos de manera singular en el devenir de la vida y de la existencia. Estos
mundos posibles, que pueden ser discursivos, literarios, corporales, son la
manifestación misma del acontecer arte.

Tránsito siempre está trabajando con sus manos, cosiendo su ruana o su gorro,
haciéndose medias o pintando sus zapatos; se engancha lo que encuentre:
botones, hilos, paqueticos (le comida, pisto. litas de plástico; su cuerpo es color,
es arco iris. El artista es el señor de los objetos; integra en su arte objetos rotos,
quemados, desarreglados para devolverlos al régimen de las máquinas descantes
en las que el desarreglo, el romperse, forma parte del propio funcionamiento
(Deleuze y Guattari, 1985: 38). ¿Qué sientes cuando coses Tránsito? No, eso es
como el que está sacando fique, tiene que tener uno sus cinco sentidos bien para
saber donde deja las cosas y todo. ¿Y por qué te gusta coser? Porque me

67
Esta axiomática sólo inscribe las cantidades abstractas que lo alimentan: el capital y la fuerza de trabajo. Deleuze,
Gmllcs y Guattari, Félix. El Anti Edipo: capitalismo y esquizofrenia. Editorial Paidós, Barcelona: 1985. p. 240-260. Durante
nuestro trabajo en el hospital, fue evidente cómo los locos están por fuera de estos sistemas abstractos de inscripción. Ellos
están territorializados como los resquicios no productivos de la dinámica social.

135
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aliviano, me sirve el trabajo mucho, yo me aliviano y me aliento. ¿Cómo es estar


alivianado? Con vida y sin vida. ¿Qué piensas de ti? Nada, dejar a ver, mano de
Dios; toca dejar a ver porque más mal no se puede. Y para el cuerpo, para el
esqueleto, para el escudo, la bandera: las cositas, todo toca tener, aunque sea
poquito pero algo tiene uno. Un trapacito, un taleguito, un trapitito; algo tiene uno
enredado allí. El arte como arma de defensa, Como arma de protección, como
armar el sentido, fue una de las vivencias más bellas que nos dejó este viaje.
Desde allí, lanzamos las piedritas de Pulgarcito que nos ayudaron a volver a casa-
volver al hospital-volver a casa-volver...

El Regreso: dos sentidos a la vez

El posicionamiento desde el cual nos aproximamos a la locura, produjo el


reconocimiento de que los procesos de investigación no se agotan, no tienen un
final definido; posibilitó que de los encuentros nacieran inagotables rutas de
exploración. Los despliegues subjetivos del deseo, y el reconocimiento del otro y
la diferencia, hicieron de la producción de conocimiento un espacio creativo donde
las nuevas búsquedas se conjugan con los afectos y la retribución.

Volver a las prácticas cotidianas soñando con regresar al hospital, fue una de las
improntas que nos dejaron los locos; ellos no sólo compartieron y abrieron sus
mundos, también nos regalaron imágenes sobre nosotras, permitiéndonos sentir lo
singular y polívoco del encuentro. En el hospital, Ana y Gisela, rara vez fueron Ana
y Gisela: fuimos Patricia y Carmencita, fuimos Inravisión, las doctorcitas o
práctica- práctica y práctica-teórica.

Las huellas emocionales que dejó el primer acercamiento, motivaron la


construcción de tina segunda propuesta de investigación y acción, que quiso
soñar mundos posibles con la comunidad del hospital. Básicamente, los lazos de
afecto con las personas posibilitaron la realización en el año 2001 de la estrategia
“Máquina Mágica”, la cual buscó, a través de diferentes escenarios de encuentro
creativos, provocar reflexiones, sorpresas que motivaran la construcción de
nuevos sentidos para la vida en un lugar donde habita la muerte social. Durante
tres meses buscamos ensamblar diferentes escenarios de expresión artística que
abrieran campo a la subjetividad y a las diversas matrices culturales; con ello,
quisimos fortalecer las redes comunitarias dentro del hospital y establecer nuevos
canales de comunicación entre los diferentes profesionales que allí trabajan y los
pacientes. En estos escenarios vivirnos acontecimientos creativos: conversar
sobre los hechos del mundo, leer cuentos, participar en diferentes juegos, pintar
un mural, producir un noticiero o elaborar un periódico, fueron las excusas para
estar juntos, para compartir y fortalecer redes de afecto.

Los objetivos no alcanzaron a ser desarrollados en su totalidad, pues la


incertidumbre y la improvisación fueron otra vez las protagonistas del encuentro:
era difícil centrar la atención y el deseo de las personas hacia un propósito común,

136
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por ello tuvimos que desdoblar los escenarios y nuestras manos, para hacer
realizables múltiples inquietudes; ellas, acostumbradas al nomadismo, hacían de
la experiencia grupal un cuerpo difuso. Este segundo encuentro afianzó la
sensación de que la locura es positiva, que está en todos, y que en la encrucijada
a la que nos empuja, es posible la verdad de la belleza. Así lo expresa Gilberto
Guerrero y Borja, altísimo poeta, que compone sus vivencias a través de sonetos,
en aquel meridiano cero de luceros y luceras:

A la cruz de mi locura. Soneto

Bien voy llevando la cruz de mi locura


Con animo alegre y buena voluntad
Reconociendo que Dios en su bondad
Cuando corrige su vara no tortura.

Vislumbrando bellísima la aurora


Mi bajel siempre dirijo a la verdad,
Aplacando la horrible tempestad
Que en el fondo del alma se acalora.

La cruz de mi locura es llevadera


Con absoluta e insondable calma
Al reino aquel de vida verdadera.

Es portadora de verdad sublime


Es portadora de verdad que coIma
Los anhelos de Dios cuando redime.

Bibliografía
DELEUZE, Gules, Lógica del Sentido, Barcelona, Paidós, 1989.

DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Félix, El Anti Edipo: capitalismo y esquizofrenia. Barcelona,


Paidós, 1985

FOUCAULT, Michel, Historia de la locura en la época clásica, Tomo 1, Bogotá, FCE, 1998.

ROSALDO, Renato, Cultura y verdad. Nueva propuesta de análisis social, México, Grijalbo, 1991

PABON, Consuelo (curadora), Guía de la obra: Actos de fabulación. Arte, cuerpo y pensamiento,
Proyecto Pentágono, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2001.

137
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Lección 17: Experiencia de análisis cualitativo de entrevistas

ANÁLISIS CUALITATIVO DE ENTREVISTAS

Cuatro años después de la Conferencia Internacional sobre la Investigación Cualitativa


(Melbourne, 1999), la sociología y la pedagogía están entre las disciplinas que menos han
aceptado el software cualitativo. Este artículo muestra cómo mediante el uso del programa Nud-ist
se puede mejorar la capacidad de análisis y captar mejor la complejidad del discurso. Nud-ist,
gracias a nuevos métodos basados en la codificación de textos y en el análisis de contenido,
permite usar el ordenador, potenciando la investigación de la relación entre categorías y nuevas
formas de análisis con textual. Se evalúa el apoyo actual de los ordenadores para el análisis de
información cualitativa muy rica, característica de los proyectos de investigación social.

68
Lluis Balleste r
69
Carmen Orte
70
Joseph Lluis Oliver

1. Introducción: El estudio de las opiniones sobre necesidades


sociales
La perspectiva teórica que fundamenta el presente análisis cualitativo, aquí
presentado esquemáticamente y sólo en relación con el uso del programa Nud-ist,
se basa en que las opiniones y las representaciones son parte de la identidad
social de los diferentes grupos sociales. Esta identidad social, de acuerdo con los
trabajos de Bourdieu, está constituida por diferentes capitales (social, cultural,
económico y simbólico). La posición en un determinado espacio social que
determinan los diferentes capitales, posibilita a los sujetos construir un conjunto de
disposiciones y expectativas (hábitus) que son estructurados y a su vez
estructurantes de este (Bourdieu, 1994, 1999). La opinión que se expresa, la
manera en que se manifiesta y los posicionamientos de los sujetos, se podrán
explicar a partir de dichos capitales. Pero para poder analizar los aspectos
semánticos y pragmáticos implicados en la comunicación, se debe utilizar una
metodología que permita captar toda la complejidad de las diversas situaciones.
Por eso se decidió elaborar entrevistas y analizarlas con el programa Nud-ist-
QSR71.

El trabajo que se presenta, desarrollado con varias metodologías cualitativas


(entrevistas, observación contextual y análisis de información cualitativa), forma

68
Estudios de Filosofía (UIB), Sociología (UNED-UAB) y Trabajo Social (UIB). Desde 1996 es Profesor TU de Métodos de
Investigación, Departamento de Ciencias de la Educación, Universidad de las Islas Baleares. E-mail: dcelbb0@uib.es
69
Psicóloga (UIB). Profesora TU de Inadaptación Social, Departamento de Ciencias de la Educación, Universidad de las
Islas Baleares. E-mail: carmen.orte@uih.es
70
Pedagogo (UIB). Profesor interino de Pedagogía Social, Departamento de Ciencias de la Educación de las Islas Baleares.
E-mail: oliverjl@atlas-jap.es
*Los tres profesores forman parte del Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social
71
Para ampliar la información sobre el programa puede consultarse la página oficial http://www.qsrinternational.com.
También son muy recomendables los trabajos de Richards y Richards (1993), Miles y Weitzman (1994) o Gahan y Hannibal
(1998) en inglés; así como los de Rodríguez et al (1993), Gil et al (1999) y Gil y Perera (2001), en castellano.

138
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

parte de una investigación sobre parejas de hecho, parejas que conviven sin
formalizar ni legalizar su relación; fue realizado el año 1999 por el grupo de
investigación GIFES (Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social) del
Departamento de Ciencias de la Educación de la UIB, financiada por el Gobierno
de las Islas Baleares.

A partir de la reflexión sobre la metodología se seleccionó una metodología


cualitativa como la entrevista (Colás, 97); la reflexión se basaba en los trabajos de
Pierre Bourdieu, quien ha criticado la encuesta. Pero no se la critica en sí misma
sino por el uso irreflexivo que se hace de ella, especialmente desde la “ingenuidad
positivista” que no se plantea qué significa investigar y cual es la relación que
establecen el “investigador y el investigado”:

“Sucede con mucha frecuencia que, por no haber cuestionado el


cuestionario o, más profundamente, la posición de quien lo redacta o lo
evalúa (...), se pide a las personas interrogadas que sean sus propios
sociólogos y se les plantean de buenas a primeras las cuestiones que
los sociólogos se plantean respecto a ellas”. (Bourdieu, 1999: 83) “... les
erreurs scientifiques (...) comme par exemple le fait de demander aux
enquêtés (...) d’être leur propres sociologues..” (Bourdieu, 1994: 221)

Es especialmente crítico con tres tipos de preguntas (1999, 83):

a. Las que demandan las opiniones sobre complejas categorías sociológicas, por
ejemplo, sobre las “clases sociales”;

b. Las que dan la opción de contestar con un sí o un no (dicotómicas) a cuestiones


que nunca antes se habían planteado los encuestados, de tal manera que el
resultado es completamente inverosímil;

c. Las que plantean cuestiones de alcance general pero sólo pueden ser
respondidas desde situaciones personales, cuestiones que son interpretadas
como opiniones fundadas sólo tienen como fundamento una experiencia
anecdótica.
Esta crítica plantea directamente la insuficiencia del uso positivista de las técnicas
de investigación, de la desepistemologización. Su propuesta, superando las
limitaciones mediante un abordaje metodológicamente más riguroso, se presenta
en sus propias investigaciones, tanto en La distinción (1979) como en La Misère
du monde (1993). En estas las que se trata:

“mde neutralizar, a costa de un esfuerzo permanente de introspección,


las distorsiones que el desfase estructural inherente a determinadas
formas de relación de encuesta puede introducir en la comunicación”.
(Bourdieu, 1999: 84)

139
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¿Cómo se supera la limitación apuntada? Hay dos líneas de trabajo, la


introspección y la modificación de la relación con el encuestado.

La introspección es la objetivación del sujeto empírico que conoce, es el proceso


por el que el investigador debe hacerse consciente de qué significa conocer, de
qué pretende conocer, de cual es su posición corno sujeto de conocimiento.

“Practicar la introspección significa poner en tela de juicio el privilegio de


un sujeto conocedor arbitrariamente excluido de la labor de objetivación.
Significa tratar de dar cuenta del ‘sujeto’ empírico de la práctica científica
(...), situarlo en un punto determinado del espacio- tiempo social y de
dotarse con ello de una conciencia más aguda...” (Bourdieu, 1999: 158)

En las encuestas deben considerarse dos factores, por un lado, “las posibilidades
de dar o no una respuesta”, por el otro, “las respuestas”. Es decir, debe tenerse en
cuenta algo más que las respuestas, debe considerarse

“... el problema de las condiciones económicas y sociales del


acceso a la opinión...” (Bourdieu, 1999: 93)”

Este planteamiento de Bourdieu parte de la certeza de que no todos opinan en


iguales condiciones; es más, de que no todo el mundo tiene una opinión sobre lo
que se le la encuesta de opinión, es decir, de aquella encuesta que no solo
pretende descripciones, es que todo el mundo tiene una “opinión preestablecida”,
elaborada después de una detenida evaluación de la información, pero esa
suposición, aparentemente muy democrática, en realidad es una falacia.

“al reconocer a todos un mismo derecho a la opinión personal sin


proporcionar a todos los medios reales de ejercer ese derecho
formalmente universal”. (Bourdieu, 1999: 95)

Por todo ello se prepararon entrevistas y no encuestas altamente


estructuradas. Entrevistas hechas a sujetos de los que se conoce su
situación social y cultural. Además, se consideró la necesidad de utilizar un
apoyo técnico, basado en Nud-ist, para poder captar toda la complejidad de
las respuestas y de los contextos en que se producen.

2. Un análisis diferente de las entrevistas

Cuando se realiza investigación social basada en entrevistas, al margen de otros


objetivos de investigación, se plantea la cuestión sobre cómo ocurrieron las cosas
“en realidad”. Se buscan datos que no dependan de las subjetividades del
investigador y del entrevistado, y en ocasiones se llega a asumir la existencia de

140
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

verdades universales sobre la forma de actuación humana, se vuelve al modelo


positivista.

Ciertamente, la investigación basada en entrevistas no encaja en los presupuestos


positivistas clásicos, desde los cuales la evidencia puede ser en todo caso
“manipulada” pero nunca fabricada. En efecto, en la investigación basada en
entrevistas la evidencia se “hace”, en el sentido de que es el resultado del
discurso subjetivo del entrevistado guiado a su vez por las cuestiones planteadas
subjetivamente por el entrevistador. La evidencia no existía hasta que no se
grabó. Incluso después de ser grabada sufre nuevas alteraciones. Primero en las
transcripciones, luego en el tratamiento de la información (creación de categorías,
codificación, establecimiento de relaciones, etc.) y, más tarde, en la publicación,
puesto que lo transmitido a través del habla no queda igual al ponerse por escrito
una vez —y menos, sucesivas veces—. La “traducción” nunca es absolutamente
fiel. (Raleigh, 1994: 4)

Las objeciones a la investigación basada en entrevistas, tienen cada vez menos


peso. Las ciencias sociales dejan de situarse en el viejo esquema que distinguía
un mundo verdadero de otro falso y reconocen la necesidad de los referentes
heurísticos alternativos. En ese contexto surgen y son escuchadas las propuestas
de Bourdieu, y antes las de Foucault: detrás de lo que sabemos y somos no hay
evoluciones lineales o destinos, no hay verdad, sino “la exterioridad del accidente”.
(Foucault, 1988: 28) El investigador debe hacer surgir la historia de los conceptos
que utiliza como acontecimientos en “el teatro de los métodos”. (Ibídem, 42)

La entrevista, por su particular puesta en escena, ¿no estará especialmente


indicada para esa dramatización de contradicciones y de las tensiones que se
dibujan y desdibujan en la memoria del entrevistado?

Sin embargo, el fenómeno complejo de la desacralización de las ciencias —y de


sus repercusiones para los métodos, y en particular para la entrevista— está
ligado también a los problemas que suscita el cambio social y cultural en las
últimas décadas. El presupuesto por excelencia de la entrevista es la identidad del
sujeto. Se entrevista a sujetos identificables, suponiendo una identidad definida
como fundamento de las certezas. Pero sabemos que la identidad consiste en una
yuxtaposición de papeles sociales que cada uno representa, como hijo o padre,
como hombre o mujer, como alumno o profesor.

Desde hace un tiempo esos papeles sufren un proceso de desestructuración.


Tanto en la familia como en la escuela, las dos agencias socializadoras clásicas,
se tienen problemas para llevar a cabo la labor de orientación de los niños y los
adolescentes en el terreno de las normas de acción y los valores morales que las
informan. De ahí que autores como Touraine glosen el final de los días del horno
sociologicus convencional, de ese sujeto inventado por los investigadores sociales
(Touraine, 447-449). Si a esta tendencia añadimos el nacimiento de nuevos

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Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

valores culturales, tales como la impredictibilidad creciente de los sucesos


sociales o la apuesta por una concepción de la personalidad dúctil en aras del
ideal de la autorrealización (O’Connor, 1989: 175 y ss), estaremos en condiciones
de entender mejor la recuperación actual del protagonismo de la subjetividad.

Es lógico que en este contexto la investigación basada en entrevistas aparezca


como método de investigación pertinente cumpliendo la función ritual de una
“confesión”. Algunos han llegado a hablar, pensando en el uso creciente de las
entrevistas para la reconstrucción de trayectorias, del “síndrome biográfico” en el
cual se apoyarían los desarrollos recientes de la metodología, al darse cada vez
más importancia a los procesos de memoria individual y colectiva, a los relatos
que recogen las experiencias vitales de los sujetos. (Santamarina y Marinas, 1995:
260)

El proceso de flexibilización y debilitamiento de las estructuras sociales básicas


permite otra lectura positiva, para la investigación basada en entrevistas, al
analizarse el concepto “flexibilización”. Los papeles sociales suelen apoyarse en
oposiciones bipolares —administrador/administrado, padre/hijo, hombre/mujer,
adulto/niño, empleador/ trabajador, etc— articuladas en relaciones de
subordinación. La pérdida de fuerza coercitiva implica la difuminación del objeto
de poder en las relaciones sociales tal y como se presentaba al investigador
social. Las formas de flexibilización son diversas, pero se puede considerar que al
margen de casos extremos — de los cuales es fácil pensar que nos hemos
alejado en términos generales— como el del sometimiento físico del esclavo, hay
que contemplar las relaciones de subordinación desde la óptica de cierta
reciprocidad compleja.

Estos cambios afectan a los métodos de investigación. Las relaciones se hacen


más complejas, la flexibilización evoluciona haciéndose menos visible
socialmente, se vuelve, diríamos, más eficaz. La observación empírica, el análisis
de los ficheros de gestión de poblaciones (censos, datos educativos, datos
económicos, etc.) y los documentos escritos no son suficientes para dar cuenta de
esta complejidad. El análisis de los discursos se hace necesario para desvelar el
entramado de intereses y valores a que da lugar el sistema de comportamientos.

En este contexto hay que recordar que, los investigadores que utiliza entrevistas,
deben tener presentes siempre unos presupuestos autolimitadores —el
etnocentrismo, los motivos profundos para la realización de las entrevistas a los
grupos “sin voz”, la “violencia simbólica” que suponen los valores y sentimientos
que filtra el investigador—. Sociólogos como Bourdieu han desarrollado en este
punto los conceptos de “vigilancia epistemológica” o “vigilancia de la vigilancia” de
O. Bachelard. Esta no se refiere sólo a la aplicación exhaustiva de las técnicas
objetivas de investigación o a la búsqueda de los adecuados procedimientos de
análisis estadísticos y formulación de resultados sino, sobre todo, al conocimiento
y estudio de las condiciones de producción y aplicabilidad de las mismas a los

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objetos de la investigación. Bourdieu recomienda evitar la “sociología


espontánea”, romper con la “ciencia infusa” que representa el “sentido común”.
Pero al mismo tiempo no debemos caer en un artificialismo absoluto según el cual
asumamos que los hechos sociales tienen una naturaleza totalmente
independiente de la voluntad de los individuos; deberíamos descubrir las
conexiones entre el fenómeno cultural concreto y las condiciones sociohistóricas
en las que cobra vida.

También plantea la necesidad de aspirar a “construir el objeto” que estudiamos


más allá de posiciones empiristas o positivistas. Las hipótesis no surgen
espontáneamente, sino partiendo de construcciones teóricas previas.

Las entrevistas no constituyen una solución para la tentación objetivista, porque la


historia que reconstruyen no puede tomarse corno la única o “la auténtica”
construcción de la realidad. Ni lo real evocado es siempre real (en general o en
sus consecuencias), ni en las interacciones los actores sociales dotan ex novo de
significado a sus prácticas. De la misma manera, tampoco es el actor social
entrevistado un mero títere de estructuras socioeconómicas e ideológicas. Los
sujetos de la entrevista no se someten dócilmente a las categorías de la historia o
de la sociología —o de cualquier otra disciplina—; “mas bien tratan de contar los
restos que aquéllas no logran ahormar”. (Santamarina y Marinas, 1993: 14)

Otra posibilidad poco explorada aun, es la de extraer una lección útil de la crítica
postestructuralista, el aprovechamiento de la obra de Derrida a favor del uso
crítico de la entrevista y su reivindicación de la escritura frente al habla. Como se
sabe, su crítica al “logocentrismo” es una crítica a lo que él denomina
“fonologocentrismo”, basado en las estructuras de poder que históricamente se
han mantenido a través del vehículo de la “voz de la verdad” (“en el principio era la
palabra”). A la escritura le queda el papel de resistencia; siempre, claro está, que
no sea “escritura sagrada”. (Derrida, 1989272).

El mismo esquema podría invertirse sin alterar su sentido fundador, crítico. Así
como la escritura de la resistencia es en realidad un arma de subversión contra las
estructuras fuertes de autoridad — del documento oficial que registra lo importante
para el sujeto de poder, podríamos decir—, así también las hablas y las
conversaciones pueden superar, desbordar, los discursos oficiales siendo
discursos alternativos. O en el caso de la cinta magnetofónica que graba la
entrevista, la apropiación de un sentido único es algo quizás imposible de obtener,
pues el juego de los objetivos de investigación y de la improvisación hacen difícil
la reconstrucción completa y posterior del investigador.

72
Ver la sección titulada “Lo que quiere decir hablar” 123-144, en la que siguiendo la semiología de Hegel vuelve a pensar
sobre las relaciones entre escritura y habla.

143
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Cabe, pues, asignar a las entrevistas —y sobre todo a una manera de hacerlas
que siguiera las estrategias subversivas recomendadas para la escritura y la
lectura por Derrida, las cuales deben aplicar- se directamente a la fase de la
transcripción—, el papel de alternativa crítica al sentido auténtico asignado por la
metodología tradicional a los textos y las respuestas presentadas sobre soportes
escritos (en- cuesta estructurada, autoinformes, etc.). Es más, los registros orales
remiten unos a otros, entrecruzan sus significados y testimonian la dificultad de
fijar una “verdad”, de modo que esa forma de trabajar con las entrevistas se
adapta mejor a la imagen de “diseminación” que defiende Derrida de la escritura,
diseminación que supone sencillamente el extremo de la concepción de la ciencia
como interpretación.

Pese a que ninguna etiqueta recoge de forma clara y general las nuevas
propuestas, las tendencias que se han apuntado muestran una cierta coherencia.
tenemos una crisis de los roles sociales tradicionales que nos instalaban
cómodamente a todos —como horno sociologicus— en el orden social, definiendo
estructuras con los límites claros del refugio (familia, empresa, estado, partido,
sindicatos, barrio). Tenemos también una crisis de la moral de las certezas
universales, así como una liquidación del paradigma positivista, refugio en el que
se instalaban confortablemente las ciencias naturales y menos cómodamente las
ciencias sociales. Tenemos, en fin, una conciencia de la crisis de los modelos,
universalistas o académicos —es decir, de las distintas escuelas—. En este
contexto analizar qué significan realmente —y de dónde vienen— el relativismo o
las metodologías cualitativas

“...existe una pluralidad de interpretaciones, o de sentidos, no se puede


decidir la superioridad de una sobre las otras por su ligadura con la
objetividad del mundo. Esto no es necesariamente relativismo, sobre todo
porque se puede definir exclusivamente sobre la base de la creencia
precisamente en la existencia de esa unívoca realidad objetiva.”
(González, 1989: 12)

La connotación revolucionaria, en el sentido de dar la vuelta a los parámetros que


habían definido nuestros marcos de actuación y pensamiento como investigadores
sociales, se observa claramente en las obras de Bourdieu. La entrevista puede
encajar en esta lectura desde el momento en que, a su manera, hace visible
aquello que quedaba oculto y olvidado, al hacer públicas las versiones de los
dominados, de quienes habían resistido “sin voz” entre los bastidores de la historia
de los grandes acontecimientos.

El relato, la interpretación, narrados en primera persona, suscitan en el lector


cuestiones insolubles ¿es un cuento?, ¿qué clase de cuento?—, suspende la
oposición entre lo verdadero y lo no verdadero, des- califica el proyecto
hermenéutico que postulo el sentido verdadero del texto.

144
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

3. Procedimientos metodológicos

El cambio de perspectiva epistemológica, de acuerdo al discurso crítico planteado,


requiere de su traducción metodológica. Es en el terreno del cambio de enfoque
en el que tiene sentido el uso de herramientas como Nud-ist. Para todos los que
conocen el programa, es evidente que una de las potencialidades que ofrece Nud-
ist es la posibilidad de comprender el significado contextual que se desprende de
un conjunto de oraciones, expresiones, que no se han producido en forma de un
discurso coherente (Van Dijk, T. 1978). Sabemos que en las entrevistas se va
produciendo, se va construyendo, el significado, se va expresando, a lo largo de
diversas intervenciones.

Habitualmente el discurso oral ha sido menos abordado que el escrito, tal vez por
la dificultad metodológica que implica su estudio. También por el supuesto
implícito de que los procesos de base de la comunicación verbal pueden ser
similares a los utilizados en la comprensión de textos escritos. Con las
herramientas de análisis que ofrece Nud-ist, se puede abordar el tratamiento del
discurso verbal, dado que se trabaja descubriendo cómo se comunica, incluyendo
análisis sobre la dimensión pragmática, y no exclusivamente semántica, de la
comunicación.

A partir de las entrevistas realizadas en nuestra experiencia como investigadores


sociales siempre se obtuvieron las respuestas de cada sujeto (individuos), así
como las respuestas del conjunto (conjunto informantes). Los resultados obtenidos
del uso crítico de las entrevistas, en relación al análisis cualitativo realizado,
permiten obtener dos grandes conclusiones:

1) Como se indicó en la introducción, los actores sociales construyen diferentes


representaciones desde las cuales perciben la realidad en la que actúan, a otros
actores y a sí mismos73 . Estos modelos de referencia de carácter social también
son los principios desde los cuales se definen los posicionamientos y las
conductas de los actores. Se trata no sólo de explicaciones, sino también
prenociones (que son racionalizadas a posteriori).

2) La expresión de las representaciones en las entrevistas, se puede comprender,


sin reducir su complejidad semántica y pragmática, de forma muy operativa con el
apoyo de programas de análisis cualitativo como Nud-ist.

Las conclusiones anteriores corroboran la importancia que la comprensión de


discursos orales, mediante el apoyo del software adecuado, puede tener para el
investigador social y educativo. Debe destacarse que incluso la comprensión de
discursos sencillos y breves puede convertirse en una tarea muy compleja,

73
Un buen ejemplo de análisis de representaciones se encuentra en el trabajo de Fermín Bouza (1998).

145
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especialmente cuando se trata de trabajar con unos cuantos sujetos en


situaciones de entrevista o de grupos de discusión. Al respecto, se puede destacar
que dichos discursos son, como mínimo, ‘dialógicos’ en cuanto a que son dos
“enunciadores” los responsables de la estructuración, el investigador y cada uno
de los entrevistados o participantes en los grupos. En ese sentido se convierte en
un trabajo complejo el análisis en profundidad y sólo la simplificación ignorante del
investigador reduce dicha complejidad. Si además se incluye la comprensión de
los capitales simbólicos implicados, los aspectos de construcción de significados,
los aspectos pragmáticos implicados en la comunicación, etc., el análisis sin
ningún apoyo puede exigir de una gran simplificación para poder abordarlo.

Al margen de todo ello, el procesamiento del discurso (partiendo del significado de


las oraciones hasta construir el significado global del texto en un contexto
sociohistórico concreto) implica una serie de habilidades cognitivas y opciones
críticas que debe poseer el investigador. Habilidades, conocimientos y opciones
que se deben formar para poder considerarse investigadores, pero que serán
potenciados, al menos parcialmente, con el uso del software para el análisis
cualitativo. Este planteamiento, completamente aceptado cuando se trata del
análisis de datos cuantitativos, habiéndose desarrollado exponencialmente el uso
de programas corno SPSS u otros, todavía no es evidente en el contexto de la
investigación cualitativa. Textos de referencia para el uso crítico de la entrevista,
como los que forman La misère du monde (Bourdieu, 1993), fueron
completamente desarrollados al estilo tradicional, obteniendo resultados
impresionantes, pero estamos seguros que el tratamiento realizado hubiera sido
potenciado, permitiendo nuevas opciones de análisis, con el uso de herramientas
como Nud-ist.

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147
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Lección 18: Experiencia investigativa en tecnologías e informática

TECNOLOGÍAS INFORMÁTICAS: HERRAMIENTAS,


METÁFORAS Y ESPACIOS CULTURALES DE INVESTIGACIÓN

74
Rocío Rueda Ortiz

En el momento en que las tecnologías cibernéticas comienzan a actuar sobre y a


penetrar en los cuerpos de las personas, empiezan a generar nuevos tipos de
subjetividades y nuevos tipos de organismos: organismos cibernéticos: cyborgs.

Donna Haraway

Uno de los cuestionamientos actuales a la investigación cualitativa tiene que ver con su
potencial para describir adecuadamente la complejidad del mundo social contemporáneo.
Dos aspectos por lo menos llamados a redefinirse: los objetos de estudio, y los modos y
medios de recolección Y presentación de información En segundo lugar, se analiza el
ciberespacio como una realidad emergente, como escenario social objeto de investigación
y como una nueva metáfora para comprender el tránsito hacía teorías sociales de
conocimiento mucho más complejas.

1. Uso de software en la investigación cualitativa. El caso del hipertexto

Una de las discusiones constantemente citadas sobre el uso de software en el


tratamiento y análisis de información cualitativa, es la planteada en 1996 por A.
Coffey, B. Holbrook y P. Atkinson en su texto Qualitative data analysis:
technologies and representations y la respuesta a éste, el mismo año, por
Raymond Lee y Nigel Fielding. Amanda Coffey y su equipo, ven con desconfianza
la creciente oferta de software para el análisis de información cualitativa (CAQ-
DAS, Computer-assisted data analysis), pues para ellos la mayoría de éstos sólo
sirven para codificar, almacenar y recuperar información, convirtiéndose su uso en
una nueva ortodoxia metodológica afín con una tradición investigativa basada en
el análisis lineal e inductivo que, en últimas, produce una especie de sobre-
cuantificación de los registros y crea la ilusión de formalización en el momento del
análisis cualitativo. El hipertexto, sin embargo, es considerado como una
herramienta de investigación con un potencial de flexibilidad y reflexividad que
supera las limitaciones de otros tipos de software, e incluso permite mayores
niveles de expansión y profundización del conocimiento social. Raymond Lee y
Nigel Fielding, por su parte, comparten el entusiasmo por el hipertexto, pero dudan
sobre la posibilidad de que una nueva ortodoxia metodológica, o una clase de

74
Psicopedagogía, Master en Tecnologías de la Información Aplicadas a la Educación. Profesora Departamento de
Investigaciones, Universidad Central (DIUC). Actualmente, finaliza estudios de Doctorado en Educación , Universidad de
las Islas Baleares, España, con una beca de la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECI –becas MAE y apoyo
de la Universidad Central. E-mail: rruedaortiz@yahoo.com

148
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

discurso dominante, se está propiciando por el uso de software. Para estos


autores es más importante la discusión en torno a cómo tal tecnología permite o
no descubrir la teoría desde los datos y se adapta al método de análisis
comparativo, como es el caso de la teoría fundada. De hecho, Udo Kelle (1997),
retomando tal debate enfatiza en que algunos programas como el Nudist,
HyperResearch, Atlas/ti, o Aquad, ofrecen sólo expandir y, más o menos
complejizar, las versiones anteriores de software.

Nuestro interés no es reabrir esta discusión, lo que queremos resaltar es que en


general, hoy día, los investigadores cualitativos como parte la exigencia de
renovación y atemperamiento tecnológico de los métodos y técnicas de
recolección de información, aunque haya dudas sobre sus verdaderos alcances.
Nuestro punto de vista es que dicho debate debe considerar una comprensión
más compleja de la realidad, donde lenguajes, medios, sujetos y narraciones
estén íntimamente relacionados, y donde el uso de una u otra tecnología (el diario
de campo, CAQ-DAS, o el hipertexto), vaya más allá de su dimensión meramente
instrumental. Alrededor del uso de una u otra tecnología, deberíamos
preguntarnos qué tanto se transforma la lógica textual de interpretación de la
realidad, o si se siguen aplicando viejos modelos analíticos, La tecnología requiere
ser entendida más que como una herramienta, como un lenguaje, que narra y
(re)presenta la realidad.

De la representación a la hiper-presentación

La realidad es cambiante, dinámica. “El etnógrafo inscribe discursos sociales, los


pone por escrito, los redacta”. (Geertz, 1990: 31). La mayor parte de mis estudios
etnográficos son libros, documentos, artículos, eventualmente acompañados de
fotografías, dibujos, diagramas. La escritura es el modo de representación por
excelencia de la “etnografía”, allí se trata de rescatar “lo dicho” por los actores y
fijarlo en términos de consulta. El libro, la escritura, la fija, la hace perdurable. Sin
embargo, es una escritura que, aunque pretende dar cuenta de tina realidad en su
totalidad, paradójicamente se restringe a un lenguaje y a tina voz. El lenguaje de
la escritura (del logos, la razón, de la argumentación), aunque esté lleno de
matices, de descripciones que hagan más vívida la realidad estudiada, capta lo
“dicho”, pero no alcanza a dar cuenta del cómo se dijo, en qué circunstancias, en
qué lugar, cómo era el/la que lo dijo, cómo eran las particularidades del contexto
de la entrevista, etc. De otro lado, hegemoniza la visión del autor/investigador,
como autoridad que unifica la realidad representada; así, a pesar de que se
inserten las voces de los sujetos a través de fragmentos textuales, el informe
etnográfico es la representación que un autor (idad) ha dado a una realidad, por lo
que la distancia respecto de los enfoques cuantitativos, o del positivismo científico,
es bastante difusa. En ambos casos, la objetividad —aunque sea intersubjetiva—
oculta al sujeto, sacrifica la diversidad y la complejidad por la unidad y la identidad.
Más que un dilema entre métodos, hay una clara dependencia de la epistemología

149
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del proyecto moderno de la representación y sus correlatos: causalidad,


simplificación y objetividad (distancia del observador/investigador de la realidad).

Si bien existen diversos dispositivos informáticos para el análisis cualitativo75 ,


ante tal panorama no nos debe extrañar que el hipertexto esté teniendo cierta
acogida favorable por parte de los científicos sociales. Veamos por qué: su
naturaleza tecnológica se viste de una nueva escritura, un nuevo lenguaje y de un
nuevo espacio de participación y construcción social de conocimiento, más
próximo a las epistemologías postmodernas postestructuralistas, que al modelo de
la representación. De hecho, para nosotros, el hipertexto (re) (tra)duce categorías
desarrolladas por J. Derrida y R. Barthes sobre la escritura abierta, plena,
intertextual, polimodal; sin centro o jerarquía; en los límites o márgenes; una
escritura diseminada en funciones, roles, medios y sujetos de lectura y escritura76
. Estamos pues hablando de la emergencia de una nueva escritura que se sale de
los límites del libro, donde cada elemento de lenguaje es suplemento de otro, y
donde el centro siempre está diferido, siempre es relativo. Siguiendo a Gregory
Ulmer (1985), consideramos la hipertextualidad como una gramatología aplicada,
otorgándole a ésta un fundamento teórico que no sólo confía de nuevo en las
imágenes (recordemos que el logos desconfía de ellas), sino que al integrar
diferentes sistemas de signos, voz, imagen, texto, sonido, video, animaciones,
etc., establece una nueva condición de toda forma de lenguaje, liberado de
cualquier privilegio del sentido y articulado a diferentes experiencias
comunicativas. La hipertextualidad, desde una perspectiva gramatológica, se
convierte entonces en un producto (en proceso permanente), abierto e intertextual,
dotado de un fuerte carácter suplemental de lenguajes. Los fragmentos o lexias,
los enlaces o nexos, las tramas o trayectos de navegación y las redes, se
convierten en una forma de textualidad donde la multiplicidad y la ambigüedad de
los significados se conservan despiertos, como expresión de la inabarcable
perplejidad, confusión y complejidad de la cultura contemporánea.

75
Una descripción de los programas que actualmente están disponibles en el mercado de sus características específicas,
sus requerimientos de hardware y software, así como su precio se encuentra en AAVV. Métodos técnicas cualitativas de
investigación en ciencias sociales. Madrid, Síntesis, 1 995 Y, Carlos Sandoval investigación Cualitativa, Serie: Teoría,
Métodos y Técnicas de Investigación Social, Bogotá, CFES, 1996. Solamente añadiremos el hipertexto ha sido
generalmente desarrollado en un campo diferente al del software de análisis de datos; este hecho y la política comercial
detrás de estas tecnologías, debe considerarse a la hora de comparar su aplicación en la mitología cualitativa
76
El contexto de la de construcción derridiana nos aporta una comprensión de las tecnologías como lenguaje, como
textualidad, ligado a un proyecto más amplio que se propone desconstruir el mito de la razón y su discurso de la identidad y
la homogeneidad, para recuperar lo que designamos negativamente como la diferencia , la sin razón y lo que no se deja
someter a lo idéntico. La revolución contra la razón sólo puede hacerse desde ella misma, por el pensamiento Derrida opta
por servirse de una estrategia de atenta lectura del pensamiento occidental, que tiene como objetivo des-sedimentar todo
tipo de estructuras lingüísticas, logocéntricas , fonocéntricas, sociales, sociales, institucionales, políticas, culturales y sobre
todo filosóficas. Con esta estrategia se está haciendo patente que el significado de un texto no es sencillamente una función
de unos sentidos preestablecidos para cada término y unas reglas sintácticas con cuya ayuda se construyen enunciados.
Adicionalmente, Derrida nos propone una nueva textualidad al amparo de la gramatología, esto es, un programa que abre
la posibilidad de una teoría general de la escritura, que remite a la noción de grama como posibilidad de toda inscripción en
general. De ahí la denominación de gramatología para el estudio y análisis de la misma: El grama —o el grafema—
nombraría de este modo al ele— memo. En efecto, la gramatología es “postestructuralista” porque sustituye el signo
(compuesto de significante y significado -la unidad más básica del significado segun el estructuralismo) por una unidad aun
más básica, el gram que no pretende unidad de significado, sino su diseminación.

150
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

Con este presupuesto de una gramatología aplicada, el hipertexto deja de ser una
mema herramienta de apoyo al análisis de datos, e introduce, como lenguaje, dos
aspectos relacionados y problemáticos a la investigación cualitativa: cómo se
escriben (o re-presentan) las realidades estudiadas, y quién(es) la escribe(n). Esto
a su vez implica una tensión entre una mayor complejización del proceso de
investigación (objeto, análisis, resultados), la necesidad de explorar formas más
participativas y dialógicas de representación de las realidades sociales, y la
exigencia académica del uso de una línea de argumentación que asegure la
coherencia en la presentación de resultados y, al mismo tiempo, dé cuenta de su
intertextualidad y diseminación.

El cómo se escribe

El hipertexto, como ambiente de investigación, permite conectar diferentes tipos


de textos, desde los datos “puros”, los datos “interpretados”, hasta los comentarios
del investigador (Cf. Bella Dicks; Bruce Mason:1998). De hecho, podemos decir
que amplía los límites de la investigación a través de conexiones a toda clase de
resonancias intertextuales, la inclusión de las voces de los participantes (como
registro textual y/o audio-visual), y los comentarios del investigador (autor), en un
todo integrado creativamente. Además, las ayudas que actualmente tienen los
hipertextos, como mapas, diagramas, o sistemas de navegación y seguimiento,
permiten al lector crear su propia secuencia de lectura y línea argumentativa, así
como interpretar y reinterpretar los datos de un modo innovador, tanto en la fase
de análisis, como en la fase de presentación de los mismos. En igual sentido, los
sistemas de seguimiento automático del hipertexto, pueden ser también
interesantes registros sobre las huellas, los caminos (o cadenas de enlaces) que
han recorrido los lectores, emergiendo nuevas preguntas, nuevas interpretaciones
no previstas por el investigador. El hipertexto entonces, en potencia, integra la
complejidad del objeto de estudio y su modo de presentación, al estar ambos
flexiblemente articulados; de hecho, algunos autores destacan su ventaja para
manipular referencias cruzadas y múltiples enlaces, informando así no sólo del
producto de la investigación, sino de las fases de la misma.

Para otros autores, una de las condiciones quizás más prometedoras y


desafiantes del hipertexto es la integración de diferentes medios (Marcus: 1994).
Sin embargo, más allá del “espectáculo”, la presencia de diversos registros debe
superar la idea de la mema ilustración de un argumento textual, y asumir lo visual
integrado como lenguaje, esto es, como gramatología, como suplemento. En
consecuencia, se trata de explorar nuevas vías interpretativas surgidas de la
integración simultánea de narraciones textuales, visuales, sonoras; la lógica, en

151
Universidad acional Abierta y a Distancia Curso: Investigación Cualitativa

sentido y la narratividad de los relatos se transforman77. Es una nueva manera de


“densificar la interpretación”, o de complejizarla desde diversos lenguajes y
narrativas, reconociendo tanto el rol de la imagen en la representación del mundo
social, así como la lógica comunicativa que cada medio provee, sus efectos
retóricos, su nivel de sensibilización y expresión en su lectura intertextual y global.

¿Quién escribe?

Veamos ahora el segundo aspecto, esto es, el quién(es) escribe(n). La mirada


crítica y sospechosa, sobre el lugar que ocupa el investigador corno voz que
representa otras voces (Atkinson, 1990; Coffey y otros, 1996), ha develado un
cierto interés egoísta del investigador por ser el protagonista, quien en un tono
impersonal que le hace invisible (realismo literario), borra u oculta la diversidad y
complejidad de las realidades sociales a un punto de vista (a la presencia
indeleble de un autor singular). Sin embargo, existen algunos enfoques de
etnografía “manos afuera”, que pretenden mayor complejidad y diversidad,
mostrando no sólo las voces de los sujetos, sino evidenciando el punto de vista
del investigador, diferenciando el “narrar del mostrar” (Marcus& Fischer, 1986;
Hertz, 1997). Estas nuevas perspectivas de escritura experimental aspiran a
superar el control del autor y de su interpretación objetiva, a través de una
escritura más consciente, relativa y reflexiva. Podemos considerar también el
hipertexto como un entorno que renueva y descentra los procesos escriturales, al
generar ambientes para “lectoaurores”, o de hipertextualidad plena, donde cada
lector individual o colectivamente— puede adicionar nuevos textos (u otros
elementos lingüísticos), dejar “su huella”, así como ver las huellas, las marcas de
otros, en una suerte de palimpsesto electrónico. Ejemplos clásicos de este tipo de
hipertextos son Intermedia, Afternoon y Learning Constelarions 2.O78. Traducido
desde la teoría gramatológica, se trata de un ambiente en el que cada elemento,
cada nueva trama narrativa, se constituye a partir de la voz de los demás sujetos
en una tendencia permanente al descentramiento, excediendo al ser como
presencia, como autor-verdad última.

77
Algunos antropólogos ven en el hipertexto la promesa de la integración del cine a sus notas de campo (Cf. Seaman y
Williams, 1992; los sociólogos, en cambio, parecen estar más concentrad os en desarrollar aproximaciones más
sofisticadas del análisis de datos (Cf. Weaver y Atkinson, 1994; Coffey y otros, 1996).

78
Nos referimos aquí al estudio en torno a una cultura informatizada en una escuela en la isla de Vancouver en la
Columbia Británica, llamada Bayside Middle School. En esta escuela se ha venido realizando tina investigación etnográfica,
desde 1992, en la que participan los niños/as, jóvenes y adultos en un proyecto colaborativo. Entre todos han llevado a
cabo en retrato multimedia de la cultura escolar junto con un equipo de etnógrafos, encabezados por Ted Riecken de la
Universidad de Victoria. En Learnmg Constellations, se pueden añadir comentarios y establecer enlaces y yuxtaposiciones
entre diferentes medios en documentos multimedia. El acceso a múltiples formas para representar la información —vídeo,
texto, sonido— es un factor complementario para consumir distintos niveles interpretativos. El diario de campo deja de ser
impreso para ser electrónico, abriendo las posibilidades para que todos los que quieran participar dentro de la investigación
lo hagan, dejando su registro en éste. Véase: Edward Barret, Redmond Marie, Medios contextuales de la práctica cultural,
Barcelona, Paidós, 1997.

152
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En consecuencia, la cualidad polifónica de voces y textos de la hipertextualidad


incluye la diferencia: esto es, no hay una reducción a una sola identidad, sino que
nos encontramos ante el despliegue de subjetividades, de diferencias, de
minorías. Es por ello que para Landow (1995), por ejemplo, la hipertextualidad es
un entorno comunicativo en el que se puede ejercer una nueva politeia, y se
puede aspirar a una cultura mucho más democrática y democratizante. En este
sentido y dado que uno de los aspectos más novedosos de los ambientes
hipertextuales es su giro hacia lo colectivo, hacia la intersubjetividad, la
investigación se produce a través de movimientos cooperativos con otros sujetos,
con otros discursos, en definitiva, con otros textos, generándose una suerte de
inteligencia conectiva y colectiva, como la han denominado Kreckhove (1999) y
Levy (1999), respectivamente. Diremos entonces que el principio fundamental de
trabajar con información hipertextual es la posibilidad de reconstruir los
fragmentos para crear espacios culturales compartidos para nosotros y para
nuestro público (Goldman Segail. 1997: 54). El hipertexto, en consecuencia, no
puede ser considerado solamente como un dispositivo tecnológico, pues tiene
implicaciones políticas, culturales, sociales y educativas que nos obligan a tener
una visión compleja de su inserción en la cultura y como medio de investigación.

Como se ve, nuestro punto de vista es bastante optimista sobre las posibilidades
del hipertexto en la redefinición y atemperamiento de la metodología cualitativa;
sin embargo, es evidente que la superación del paradigma de la representación y
sus correlatos no se logra con el uso de una tecnología “postmoderna”. Ante tal
rendición determinista debemos estar alertas. De hecho, la crítica de Raymond
Lee y Nigel Fielding (1996) sobre la tendencia a confundir mayor riqueza de
información con una masa amorfa de datos interconectados y presentados
espectacularmente en un hipertexto, no se debe pasar por alto, debemos estar
alertas ante el simulacro. Por lo tanto, una actitud crítica y reflexiva durante todo el
proceso de investigación, que involucre y reflexione sobre el punto de vista del
investigador, corno observador, así como sobre la participación activa de los
sujetos en la comprensión de las realidades estudiadas, a través de una
conversación honesta, son fundamentales, con o sin tecnologías hipertextuales.
No es un tránsito fácil, tenemos nuevas teorías, pero nuestras prácticas, nuestro
lenguaje y nuestros métodos, están cargados del modelo simplificador. Por
supuesto, también queda por resolver cómo se devuelve la información a los
sujetos y para qué les sirve a ellos. En este sentido, Jesús Ibáñez y Alfonso Ortiz
(1990) aportan una vía para resistir a las representaciones totalizantes y a las
vanidades intelectuales desde la investigación de segundo orden, añadiendo
complejidad y sentido ético y político a la investigación social79.

79
El esfuerzo teórico en que se inscribe la investigación de segundo orden es el del paradigma de la complejidad, el cual
intenta trabajar naturalmente sobre la relación sujeto-objeto, y al mismo tiempo, sobre la relación entre el investigador y el
objeto de su conocimiento, al tener como horizonte un principio de incertidumbre y de autorreferencia, así como un principio
de actuación auto-crítico y auto-reflexivo; a través de esos dos rasgos, consideramos se encuentra su mayor potencialidad
epistemológica.

153
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2. De la vida en la pantalla al cyborg: un nuevo campo de investigación80

La idea que queremos sustentar aquí es que las tecnologías de la información


están inextricable- mente unidas a nuestra naturaleza humana, política,
económica, social y ecológica, por lo que reducirlas sólo a herramientas creemos
que favorece rendiciones extremas, tecnófilas o tecnófobas, En este sentido,
vemos que éstas más bien nos proporcionan un nuevo objeto evocador , una
metáfora, una realidad para nuestra autorreflexión, Como individuos y como
sociedad, y por lo tanto, Son un nuevo ámbito para la investigación. Posición que
no descarta el horror, pero que mantiene la esperanza.

Las tecnologías informáticas hoy tienen poco que ver Con el cálculo y las reglas
con las que se les asoció durante mucho tiempo; más bien, se interesan por la
simulación, la navegación y la interacción. Entonces, los nuevos espacios de
interacción social que ha abierto internet y, en general, la llamada cibercultura, son
ya hoy ámbitos de investigación social que modifican el “campo” del “trabajo de
campo”. Veamos a través de autores como Nardi (1996), Scribano (2000) y
Henríquez (2002), algunas de las potencialidades y las limitaciones de su uso
corno herramienta para la investigación cualitativa. Entre otros aspectos,
destacan: las facilidades para establecer contactos con una amplia y diversa
muestra de sujetos y la superación de límites de lugar y tiempo; el registro
instantáneo de las interacciones (que elimina errores de transcripción); el carácter
reflexivo de la comunicación escrita por el nivel de distanciamiento y (le
estructuración, así como la integración de otros elementos extratextuales —
emotíconos; y la posibilidad de establecer canales privados para profundizar la
interacción con ciertos sujetos. También resaltan cómo el grupo virtual no está
sometido a las mismas presiones que un grupo convencional respecto a la
intervención del investigador, ni de los otros participantes, ni de los espacios
físicos compartidos durante una sesión grupal, contando con una mayor libertad
de expresión (incluso de irse o quedarse), que en otras situaciones dialógicas cara
a cara.

En cuanto a las limitaciones, se subrayan problemas técnicos corno la velocidad


de comunicación, fallos, demoras o saturaciones en la línea, que ciertamente
afectan el proceso de interacción; el carácter temporal y la falta de continuidad de
ciertos grupos y su salto de un cuarto de conversación a otro; la pérdida de

80
Este numeral toma prestado los títulos de los trabajos de dos interesantes mujeres que vienen investigando el impacto de
las tecnologías informáticas en la cultura y en las subjetividades. Una de ellas es Sherry Turkle, situada en uno de los
centros más importantes de producción de conocimiento “oficial”, el Instituto Tecnológico de Massachussets, MIT, quien a
través de su etnografía de/en/con la red internet, La vida en la pantalla, nos describe el tránsito y las tensiones entre el
mundo real, moderno y el mundo virtual, postmoderno. Tensiones que atraviesan diversas dimensiones de la actividad
humana y que nos enfrentan a los problemas y posibilidades propios del paso de una cultura del cálculo a tina cultura de la
simulación. Donna Haraway, situada del lado de la lucha política radical feminista, ha denunciado, en textos llenos de ironía
y crítica, las posibilidades que abren las nuevas tecnologías a las minorías, a los “otros”, a los “excluidos”, pero al mismo
tiempo, hurga en las desigualdades, en las hegemonías de poder y saber, ahora ligadas a las tecnologías cibernéticas.
Para Haraway, la metáfora que mejor nos describe hoy es la del cyborg, mezcla transgresora de humano, máquina y
organización. Son estas dos mujeres las inspiradoras de las ideas que aquí se exponen.

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lenguaje corporal y al mismo tiempo la dificultad de algunos participantes para


escribir rápidamente y/o adaptarse a temas profundos de conversación; el
problema de la privacidad de la información (así corno número real de
observadores); y la falta de un código ético para la investigación en línea (aunque
ya existe una declaración de etiqueta en la red, o netiquette). En particular,
preocupa el carácter público o privado de las discusiones, correos y listas
electrónicas. De hecho, Gaiser (1987) y Clarke (2000), a partir de fallos judiciales
sobre la privacidad en internet, señalan que si bien legalmente se considera que
éste es un ámbito público, que registra automáticamente las interacciones del
usuario, el investigador debe estar alerto para asegurar la protección de los
sujetos, en particular, en el tratamiento de ciertas problemáticas de riesgo
personal. Tanto potencial ida— des como limitaciones nos pintan un novedoso
escenario de renovación de técnicas, con las complejidades que conllevo ingresar
a un entorno desconocido. Es por ello que vemos que si bien es importante ir
resolviendo asuntos instrumentales, es también necesaria una comprensión de la
cultura emergente alrededor de las tecnologías informáticas o de la cibercultura.

En primer lugar, estos nuevos espacios virtuales replantean muestra relación


sujeto/máquina, nuestra idea de identidad y nuestros modos de estar con otros.
Son lugares en los que la gente y las máquinas tienen una nueva relación, donde
podemos tomar lo uno por lo otro, y donde el yo es múltiple y construido a través
del lenguaje. Al aceptar el parentesco entre los ordenadores y las mentes
humanas, surge un grupo de cuestiones fronteras en torno a los objetos y las
personas; de hecho, la inteligencia artificial ha pasado de preguntar ¿qué significa
pensar?, a ¿qué significa estar vivo?81. En segundo lugar, los espacios de
comunicación e interacción virtual pueden ser comprendidos para la participación,
compensación e incluso para la resistencia. La lógica de la compensación sugiere
que el objetivo de la experiencia virtual es sentirse mejor; la lógica de la
resistencia puede conducir hacia un objetivo de concientización política, y la lógica
de la participación sugerir desde la libre expresión, hasta la necesidad de estar en
contacto con otros. Desde nuestro punto de vista, si la política de la virtualidad
significa la democracia en conexión y la apatía en desconexión, hay razones para
preocuparnos. También hay razones para estar alertas cuando el acceso —y el
desarrollo (le las habilidades correspondientes— a la nueva tecnología reproduce
las tradicionales divisiones de clase, sexo, raza, región, país, etc. Aunque hay

81
A finales de los 80 estaba claro que muchos de aquellos que habían sido más críticos con la Inteligencia Artificial (lA) del
procesamiento de información fueron desarmados por el encanto postmoderno romántico del conexionismo y por su nuevo
énfasis ene1 aprendizaje a través de la experiencia. La I.A. emergente vive en un estado natural de tensión. Entre las
razones por las que las teorías de la mente son poderosas está la de que nos ofrecen un lenguaje del yo que refleja nuestro
sentido de la fragmentación. Por otra parte, también están bajo la presión de nuestro sentido cotidiano de nosotros mismos
como algo unificado. No importan nuestros compromisos teóricos con una noción de yo descentrado: cuando decimos “yo
hago, yo digo, yo quiero” estamos utilizando una voz que implica unicidad y centralidad. Hoy en día las máquinas que
prometen aprender en el mundo nos desafían con inventar nuevas imágenes del yo híbridas, construidas con materiales
animales, mentales y mecánicos. En los años 90, la I .A .Aparece sugerir no tina mente modernista como mecanismo, sino
una mente postmoderna como un nuevo tipo de máquina, situada de alguna manera entre la biología y el artefacto. (Sherry
Turkle, 1997:173-174).

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experiencias virtuales de construcción de una comunidad de apoyo para la “vida


real”, también es cierta la tendencia general de creación de elites de la
información, al tiempo que los muros en torno a las tradicionales iniquidades y
desigualdades de clase, se mantienen. Quizás la gente está siendo excluida con
mayor facilidad de la participación, los privilegios y la responsabilidad en la
sociedad de la información de lo que lo había sido por parte de los grupos
dominantes del pasado.

Estos cambios sugieren muchas preguntas en torno a la cibercultura: ¿cuál es


nuestro compromiso con otras personas, en medio del anonimato?, ¿satisfará
nuestras necesidades de conexión y participación social, o minará aún más las
relaciones frágiles?, ¿qué clase (le responsabilidad asumiremos para nuestras
acciones virtuales?, ¿qué tipo de identidades interpretarnos?, ¿qué relaciones
tienen con lo que tradicionalmente hemos pensado como la persona global?,
¿aprenden nuestros yo reales de nuestros personajes virtuales?, ¿estos
personajes virtuales son fragmentos de tina personalidad coherente con la vida
real?, ¿cómo se comunican entre ellos?, ¿es un juego superficial, o una pérdida
de tiempo? Ahora bien, tales preguntas tienen como contexto el reconocimiento de
que la actividad tecnocientífica del mundo contemporáneo, cualquier tecnología,
se determina por su uso y por la interpretación que (le éstos hacen los sujetos. En
consecuencia, como insiste Pierre Levy (1999), ninguna técnica tiene significación
intrínseca, un “ser” estable, sino Solamente el sentido que le dan, sucesiva y
simultáneamente, múltiples actores. En definitiva, no es ni un ser supremo, ni la
objetivación o la conexión mecánica entre la causa y el efecto, o el despliegue
ciego de un “sistema técnico”, pretendidamente inhumano, lo que mejor califica a
la tecnología hoy, sino más bien la incesante y compleja actividad hermenéutica
de los colectivos heterogéneos.

Por supuesto, para la investigación cualitativa, dicho escenario representa nuevos


desafíos metodológicos, tales como: el cambio de temporalidad y espacialidad de
su “trabajo de campo”; la redefinición del concepto de “comunidad”, ahora
transitoria, o nómada; los informantes clave y la diversidad de identidades; el uso
o no de las entrevistas electrónicas; la caracterización de los sujetos cuando
modifican sus identidades entre un encuentro y otro, y el paso de los datos locales
a las Interpretaciones globales. Sherry Turkle ha elegido no informar sus
descubrimientos a menos que h uva conocido en persona al usuario de internet y
no simplemente su personaje, o nick— name; esto le obligó a sumergirse y
participar activa y diariamente, durante varios años, en tales comunidades
virtuales y ganarse la confianza de los sujetos, jugando sus empatía, siendo
también un personaje, desdoblando su yo. Betty Sharf (1999) también jugó
siempre el rol de participante e investigadora, haciéndolo explícito en cada uno de
los entornos virtuales y luego, con el grupo de mayor estabilidad, discutió los
resultados así como ideas complementarias para la interpretación de su estudio.
En ambos casos, se hizo evidente la parcialidad de las opiniones de los sujetos y

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las investigadoras, así como el carácter situacional de cada interacción, de cada


diálogo.

Creemos que más que en otros contextos o realidades, la cibercultura exige con
mayor radicalidad el carácter situado y parcial del conocimiento. Tal postura
epistemológica, frente al relativismo, no niega la posibilidad de conocimiento, pero
sí rechaza las visiones esencialistas que transforman la objetividad en un punto de
vista, de una voz, en una verdad válida para todos. Para Donna Harawy (1995),
ésta debe ir acompañada de una lucha política que evidencie los mecanismos de
poder/conocer que constituyen los sujetos postmodernos; o, en otras palabras,
requiere de una conciencia de los nuevos límites que están emergiendo dentro de
una realidad marcada por la cibernética, y tina lucha por los atributos de su textura
y las formas de su despliegue (o diseño).

En este sentido, para Donna Haraway el problema es cómo lograr simultáneante


una versión de la contingencia histórica radical para todas las afirmaciones del
conocimiento y de los sujetos conocedores; una práctica crítica capaz de
reconocer nuestras propias “tecnologías semióticas” para lograr significados; y un
compromiso con sentido que consiga versiones de un mundo pleno de realidad,
parcialmente compartidas, que insista en la diferencia irreductible y en la
multiplicidad radical de los conocimientos locales. “Necesitamos el poder de las
teorías críticas modernas sobre cómo son creados los significados y los cuerpos,
no para negar los significados y los cuerpos, sino para vivir en significados y en
cuerpos que tengan una oportunidad en el futuro” (Haraway, E). 1995:3 22). Si
comprendemos bien las implicaciones de este planteamiento, la objetividad
investigativa debe favorecer la contestación, la deconstrucción, la construcción
apasionada, las conexiones entrelazadas y la transformación permanente de los
sistemas de conocimiento y de los modos y medios de observación. No es una
tarea fácil, pues no se trata de rendirse ante los relativismos o a los holismos que
tienden a ser al final una visión totalizadora y totalizante, que desconoce la
cualidad de las partes. Se trata de buscar una perspectiva que acepte puntos de
vista que no se conocían de antemano, que prometen algo extraordinario, y que
permiten construir mundos menos organizados en torno a ejes de dominación. Lo
imaginario y lo racional, lo visionario y lo objetivo, la ficción y la ciencia, rondan u
ritos, siempre como narraciones posibles o paralelas de realidad.
En consecuencia, vemos que el estudio de estas nuevas realidades cibernéticas
no puede hacerse desligado de una comprensión histórica de lo que han sido
viejas y nuevas tecnologías, ni de un llamado a la generación de un foro público
sobre las decisiones que en torno a éstas tomemos, como herramientas, o como
ámbitos de investigación, o de educación, esto es, no podríamos comprender hoy
las tecnologías ausentes de una dimensión política. Cualquier decisión técnica
redunda en tina organización social. Los poderes construyen nuevas redes socio-
técnicas con el fin de construir los puntos de paso obligados en el seno de estas
redes. Nuestros ciudadanos deberían estar formados y tener voto en estas

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transformaciones; en consecuencia, la investigación en dichos entornos ha de ser


conocimiento para la acción y la transformación de éstas y otras realidades de
actuación social. Esta relativa apertura debe ofrecer la ocasión para interrogarnos
por la cultura que queremos construir. Tarea que no es exclusiva de una
institución o de un campo de conocimiento, es una labor concertada y conjunta de
la sociedad.

En suma, la invocación por un estado de alerta ante la relación tecnología-


lenguaje-conocimiento poder así como de su deconstrucción y co-construcción,
como un rasgo de la investigación contemporánea, no es una “nueva teoría” en el
sentido convencional del término, es decir, objetiva, libre de valoraciones,
distanciada, cuya validez está dada por su habilidad para “representar”. Quizás se
trate ahora más de un representar tachado, es decir, de un “presentar”, en tanto
múltiples perspectivas, en tanto parcialidades. En efecto, la lectura del presente no
es ni podrá ser inocente, o neutral, y esto podemos asumirlo como una esperanza.
Por una parte, al negar tal neutralidad o inocencia, reconocemos la parcialidad de
nuestras propias visiones, evitando los impulsos que han orientado la historia de
Occidente a esencializar, para transformar toda cosa en la imagen de uno mismo
(nos referimos, claro está a esa historia escrita por una única voz omnívora de los
discursos sesgados por la clase, el sexo, la raza, la región, etc.) Y, por otra parte,
tal parcialidad se traduce en una posición epistemológica que invita a la
permanente transformación y complejización de nuestras categorías, a que su uso
y expansión sean sometidos a una constante conversación con otras voces; es
decir, exige de nuestra parte una actitud de reflexividad perseverante y
profundamente honesta y comprometida con nuestro pensamiento (entendido en
tanto acción), y con la transformación de las realidades que investigamos. La
investigación se puede convertir entonces en instrumento de movilización política,
en un movimiento estratégico cuyo último objetivo tiene una promesa de
emancipación y de enriquecimiento genuino. En otras palabras, la metáfora del
cyborg es nuestra ontología y, en consecuencia, nos otorga una política, que
como hemos dicho antes, debe ser construida colectivamente, debe ser motivo de
foro público. Solamente nuestra comprensión de cómo la cibernética penetra en
cada aspecto de nuestra realidad social, el darnos cuenta del cambio de nuestras
subjetividades y de las fuerzas que las constituyen, nos permitirá desarrollar una
estrategia de resistencia y de liberación. Como describe Donna Haraway en Su
manifiesto cyborg, ha de ser “un canto al placer en la confusión de las fronteras y
a la responsabilidad en su construcción”.

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