Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1-Estudio:
2-Meditación:
En la medida que nos volvemos más claros y menos reactivos, además nos
tornamos mucho más eficientes e inclusivos en nuestros actos, situación que se
plasma, como no podría ser de otra manera, en un mejor vínculo para con toda la
naturaleza.
A través de la meditación es viable erradicar la raíz de todo engaño, la
pauta que hoy dirigiendo nuestra vida desde la tan sentida percepción de falta -
inherente a la noción de un yo personal- configura la que creemos ser; un centro
apartado del resto…
Dice la doctora Sara Lazar, una de las investigadoras que llevó a cabo en el
hospital general de Massachusetts, ciertos estudios sobre los efectos de la
meditación en el cerebro:- “aunque la práctica de la meditación está asociada a
una sensación de tranquilidad y relajación física, los médicos han confirmado
durante mucha tiempo que la meditación también proporciona mejoras
cognitivas y psicológicas. Las nuevas investigaciones demuestran que los cambios
en la estructura del cerebro pueden estar detrás de esos beneficios
demostrables, y que no se siente mejor solo porque se han relajado.”
El análisis de imágenes por resonancia magnética sobre individuos que con
regularidad meditan encontró -con respecto a quienes no lo hacen y a ellos
mismos antes de empezar- un incremento de la densidad de materia gris en el
hipocampo, una zona del cerebro importante para el aprendizaje y la memoria, y
en estructuras asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección.
Además, se descubrió cierta disminución de la materia gris en la amígdala
cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de
los lóbulos temporales, lo que estaría relacionado con una mengua del estrés.
Los efectos de 8 semanas de meditación en el cerebro, según estudio
efectuado por el Hospital general de Massachusetts, son:
-en el Lóbulo frontal izquierdo, vinculado a las emociones positivas y el estado de
calma, incrementa su actividad, creando un mayor estado afectivo de bienestar y
disminuyendo la ansiedad y la cólera. Se produce el aumenta de los niveles de
GABA, un neurotransmisores que implica menos distracción por los estímulos
exteriores, cuestión que amplifica la concentración.
-en el Hipocampo, encargado de regular el medio interno del organismo, de
controlar parámetros como la presión arterial, la temperatura, el ritmo del
corazón y el proceso emocional; acrecentó su funcionamiento ocasionando una
reducción de la frecuencia cardíaca, respiratoria y la presión arterial. Se ha
detectado una superior producción de serotonina, un neurotransmisor cuyo
déficit se encuentra asociado a la depresión.
- en el lóbulo parietal, que regula el sentido de sí mismo, la orientación física y a
partir del cual se genera una imagen tridimensional del cuerpo en el espacio, y
proporciona la ubicación espacial, se notó una disminución de su actividad.
-en el sistema límbico, región encargada también de procesar las emociones,
constituida por el hipocampo, la amígdala y el hipotálamo; aumentó la
receptividad emocional y la posibilidad de visualización de imágenes. Se ha
estimulado, asimismo, la producción de endorfinas, química producida por el
organismo que reduce el miedo e incrementa la sensación de felicidad.
“Es fantástico ver la plasticidad del cerebro y cómo mediante la práctica de
la meditación, podemos jugar un papel activo en el cambio del cerebro y puede
aumentar nuestro bienestar y calidad de vida.”- cuenta una de las doctoras, Britta
Hotzel, otra de las profesionales que llevó adelante el estudio al que nos
referimos.
A saber, la meditación trae efectos positivos para la salud psíquica y física
en general.
“El silencio creado por el pensamiento está estancado, muerto, pero el silencio
que se instala cuando el pensamiento ha comprendido su propio comienzo, la
naturaleza de sí mismo -ha comprendido de qué modo todo pensamiento no es
nunca libre y siempre es viejo-, ese silencio es una meditación en la que el
meditador está ausente por completo, pues la mente se ha vaciado del pasado.”-
Krishnamurti
Cuando la mente se acalla, no por un retroceso al estado animal o vegetal
sino por trascendencia, las fronteras desaparecen y entonces no se puede definir
ninguna cosa porque las descripciones necesitan límites y dependen de opuestos.