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Luis Felipe Arias Soto 2015-1618

Ensayo de Lectura de la Obra


“Robinson Crusoe” de Daniel Defoe
Estudiada antes como un simbolismo del arquetipo del europeo perfecto en el nuevo mundo, del
gran colonizador que supera la adversidad y clava la bandera de su imperio sobre las tierras
salvajes, esta historia será vista para el propósito del estudio de los aspectos psicológicos del ser
humano en momentos de crisis y desastres, y no hay mejor obra para ello que este clásico de la
literatura inglesa.
La mejor forma de analizar esta obra en el contexto de las crisis y desastres, es compararla con una
población que se enfrente a una situación de desastre. Primero Robinson es despojado de todo lo
que tenía, no sale de su zona de confort, es arrojado fuera de ella con violencia y sin previo aviso,
contra su voluntad. Así se sienten las personas que son despojadas de todo aquello que conocían,
no se alejan de ello de forma voluntaria, un factor externo y fuera de su control se los arrebata, y
se quedan varado en la isla que es la incertidumbre de si las cosas volverán a ser como antes o no.
Algo interesante en el libro es la actitud de Crusoe al principio de quedar varado en la isla, la de
esperar y tener esperanzas de que llegaran a su rescate, aquello es muy parecido a la actitud que
probablemente tenga mucha gente luego de un desastre de desear que todo vuelva a la normalidad,
a ser como antes. Pero realísticamente hablando nada volverá a ser como antes, pueden alcanzar
una calidad de vida al nivel de la anterior, pero los cambios ocurridos serán innegables.
Las cosas van dando el giro por el cual es famosa la historia, Robinson empieza aceptar su situación
y en vez de quedarse negado sufriendo sus últimos días en la isla, decide incursionar en ella y
domarla para su supervivencia. Así vemos la mejoría que implica que una comunidad devastada
se haga cargo de su supervivencia no desde la perspectiva de que la perdición ha llegado y
resignarse a no hacer nada, sino usando cualquier herramienta que el medio pueda darles para
levantarse de nuevo. Incluso podríamos ir más lejos y considerar a Robinson Crusoe como un
símbolo del liderazgo, que reúne a sus aliados en lo que puede verse como un signo de la unión de
la comunidad para su supervivencia. Robinson sigue el arquetipo de líder comunitario, y es
justamente con este que él psicólogo que interviene de forma comunitaria trabaja más de cerca. Es
fácil ver como el líder motiva a la reunión de fuerzas y procura la supervivencia de todos.
Si hubiera una palabra que me dejara describir el libro de Robinson Crusoe, sería “resiliencia”,
una palabra que, aunque ignorada, sostiene un increíble peso y una indiscutible importancia a la
hora de hablar de crisis y desastres y de cómo los seres humanos se manejan ante ellas. Robinson
siempre se muestra fuerte, valiente, decisivo, cauteloso… algo curioso es la resaltación de todas
esas cualidades positivas sin darle protagonismo ni una vez a alguna cualidad negativa,
específicamente a los sentimientos. Esto da la idea de que la idiosincrasia demanda que durante
una situación crisis, nosotros debemos dejar a un lado las emociones y actuar solo de forma
racional ante la adversidad, buscar soluciones en vez de darnos el lujo de descanso. ¿Será esta la
mejor forma de lidiar con las crisis? Tal vez en el momento lo sea, pero posteriormente esa será
otra historia, al final de lo que estoy seguro es que Robinson Crusoe es el ejemplo vivo de alguien
que sobrevive tomando la adversidad por los cuernos y domando el territorio a través del trabajo
duro y su gran sentido de supervivencia.

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