Sie sind auf Seite 1von 10

Universidad de Guadalajara - Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.

Programa de Doctorado en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad

Seminario de Investigación XII

Profesor: Dr. Adolfo Benito Narváez Tijerina


Estudiante: Mtra. Daniela María Gallo Enamorado
19 de diciembre de 2013

Sobre la “encuesta presecuencializada, lo tangible y sus significados”

La investigación científica tiene cinco fases por las cuales se procesan los problemas
planteados en un proyecto de investigación. La primera fase es la formulación del
problema, la segunda es el diseño de la investigación, la tercera es la obtención de la
información, la cuarta se destina al análisis e interpretación de la información, para luego
pasar a la quinta fase que es el aterrizaje de los resultados en un informe formal para su
publicación e iniciar así la comunicación del avance con la comunidad científica.

Este escrito se centra en una de las técnicas utilizadas en la tercera fase, según lo
solicitado: “la encuesta presecuencializada” abordando “lo tangible y sus significados”
dentro del contexto de los imaginarios urbanos.

Antes, es muy importante aclarar ciertas ambigüedades que se encuentran en los textos
sobre metodología científica; ya que se hace uso indiscriminado respectivamente como
sinónimos de las palabras encuesta, entrevista, cuestionario y formulario, como también
de las palabras metodología, método, técnica herramienta e instrumento. Y ello causa
mucha confusión si dentro de los mismos textos no se especifica.

La metodología es la “ordenación sistemática de procedimientos de la investigación”


(Zapata, 2005, pág. 275) Según explica Zapata con base a los autores Grawitz, Ander-
Egg y Bericat, es la cual manifiesta la adopción de una posición filosófica, con la cual se
organiza la investigación con base a las tradiciones cualitativas o cuantitativas, su
influencia en las etapas de la investigación a través de métodos y su especificidad por su
aplicación dentro de ciertas disciplinas. El método es “manera de cumplir o lograr un
objetivo. Conjunto de procedimientos para el cumplimiento de metas y objetivos.” op.cit.
(p.276) Es decir, es el conjunto de pasos a seguir para responder las preguntas de
investigación planteadas. Dentro del método se especifican las distintas técnicas de
recolección de datos que especifican el cómo hacer para lograr un determinado fin. La
técnica es el “conjunto de procedimientos para realizar una acción correctamente” (p.278)
op.cit.; son los “medios que permiten operativizar los métodos” op.cit. (p.140) por medio
de elementos prácticos que viene siendo el instrumento. El instrumento, definido por el
DRAE1 (RAE, 2001) como “aquello que sirve de medio para hacer algo o conseguir un
fin”, el cual en su aplicación científica está desarrollado para medir el objeto de estudio. Y
herramienta se define como “el conjunto de estos instrumentos” op.cit.

Dentro de las investigaciones científicas sociales, como se ha mencionado anteriormente,


es común confundirse con la lectura de ciertos conceptos si no se contextualizan, debido
a que cree que se utilizan las palabras: encuesta, entrevista, cuestionario y formulario,
como sinónimos a falta de una explicación previa del autor. En el presente particular caso,
se contextualiza cada uno de estos conceptos en función del caso del método cualitativo
abordado: la encuesta; definida como “conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una
muestra representativa, para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de
hecho.” op.cit. A través del método de la encuesta se puede recolectar datos gracias a las
técnicas de la entrevista o el cuestionario, según sea el caso, con la ayuda del formulario
de preguntas como instrumento. La entrevista implica una conversación entre un mínimo
de dos personas, para la obtención de las respuestas a las preguntas del formulario
previamente diseñado con el fin del estudio, es necesario una persona como entrevistador
y una muestra de la población del universo de la investigación que figuren como los
entrevistados. Esta técnica presenta distintas variantes según sea el caso de la necesidad
de profundidad de la obtención de opiniones, y requiera hasta cierto nivel una recolección
de apreciaciones e interpretaciones por parte del entrevistador; que se limiten a describir
el entorno físico y percibir las reacciones emocionales de la muestra a entrevistar ante el
objeto de estudio. Mientras que el cuestionario se limita a obtener las respuestas del
formulario de preguntas realizadas a la muestra sin la intermediación de un entrevistador,
lo cual puede constituir una limitante si no están bien formuladas las preguntas.

Ambas técnicas tienen sus variantes, limitantes y ventajas. Para fines del presente
trabajo, se abordará el método de la encuesta, utilizando la técnica de la entrevista debido
a que el estudio de los imaginarios urbanos requieren de la mayor absorción de
información posible sobre la construcción de realidades de la ciudadanía. La entrevista
presenta tres variaciones según lo explica Adolfo B. Narváez Tijerina (2011) en su libro
de la “Etnografía para la investigación en arquitectura y urbanismo” (p.59): la

1
DRAE: Diccionario de la Real Academia Española.
estandarizada presecuencializada; la estandarizada no presecuencializada; y la no
estandarizada

Las entrevistas estandarizadas tienen consigo el objetivo específico de recolectar


información sobre elementos identificados por el equipo investigador del objeto de
estudio. Mientras que la no estandarizada, el autor la recomienda para usos previos y
exploratorios ya que “permiten un flujo de la información más creativo y natural” op.cit.
Aunque también se recomienda su utilización para profundizar sobre aspectos más
cualitativos debido a su naturaleza de apertura hacia la opinión del entrevistado.

A continuación se ofrece una explicación de la encuesta realizada con la técnica de la


entrevista, siendo esta estandarizada presecuencializada.

¿En qué consiste?

El método de la encuesta realizada con la técnica de la entrevista estandarizada


presecuencializada, según explica el autor Armando Silva Téllez (2004) en su libro de
metodología de trabajo para abordar los imaginarios urbanos, “funciona como una
entrevista cuyas preguntas son todas de naturaleza subjetiva, pues lo que tratamos de
averiguar son las emociones de los ciudadanos cuando viven su ciudad. Con ello se
busca desarrollar matrices generales que permitan recoger de la misma manera las
particularidades de cada ciudad involucrada en el estudio con el fin de lograr la
construcción de croquis ciudadanos.” (p.32)

Es decir, se presenta en un contexto en el que se recaba información verbal y no verbal, a


través de la comunicación entre dos individuos o más, donde el entrevistador tiene que
limitarse a seguir el formulario de preguntas previamente diseñado en función del objeto
de estudio, su localización geográfica y la población meta a ser entrevistada, sin sesgar
las respuestas del entrevistado. El entrevistador o equipo de entrevistadores se ven
ubicados en puntos estratégicos de la ciudad o ciudades, divididos en equipos por
cuadrantes de zonas. Éstas preguntas las formula el entrevistador en “los mismos
términos y en el mismo orden” (Zapata, 2005, p.151) a cada persona entrevistada.

Silva (2004) explica que deben de haber “dos tipos de colaboradores. El primer grupo se
dedica al trabajo de recolección de información a través de un cuestionario-encuesta -[que
a favor de la coherencia y continuidad de conceptos del presente trabajo corresponde a la
“encuesta realizada con la técnica de la entrevista estandarizada presecuencializada”]-,
de la compilación de una extensa y confiable información de otras fuentes, en especial de
aquellas que circulan de modo oficial en publicaciones de la ciudad y del país y de la
recopilación de imágenes sobre la ciudad y los ciudadanos aparecidas en diversos
medios de comunicación. El otro grupo se vincula para adelantar procesos creativos que
exigen producir materiales que van a circular como aportes para la puesta en escena de
las culturas urbanas.” (p.31-32) Silva hace hincapié en que “la elección de encuestadores
y compiladores ha de hacerse con gran tacto y cuidado.” op.cit. Preferiblemente
“estudiantes universitarios, ya que los encuestadores de oficio han sido entrenados para
otro tipo de encuestas comerciales (…) En lo que corresponde a recoger imágenes
aparecidas en los distintos medios, es oportuno vincular a jóvenes que se estén formando
en disciplinas referidas a la comunicación, la educación, el arte y la cultura. En cuanto a
las producciones creativas pensamos en profesionales como fotógrafos y video-artistas.
En lo relativo a la digitalización de la información y la construcción de las bases de datos
ha de encargarse de ello a una empresa especializada.” op.cit.

Silva (2004) sugiere para el estudio de los imaginarios urbanos, que el cuestionario conste
de cuatro partes (p.33-34):

1. Identificación: “se refiere a datos del encuestado sin registrar su nombre, que
sirven como referencias para establecer los puntos de vista desde los cuales se
percibe la ciudad.” op.cit.
2. Ciudad: en este apartado “se agrupan las referencias a la ciudad en su sentido
físico e histórico (…) tratando de captar las cualidades de cada urbe, sus
calificaciones y sus escenarios urbanos reconocidos. La apuesta ha consistido en
poder revelar en cada ciudad sus calidades identificatorias.” op.cit.
3. Ciudadanos: parte que trata de obtener información sobre “los ciudadanos mismos
en sus modos de construir sus realidades urbanas y es allí donde nos
preocupamos por las maneras como las imaginaciones grupales edifican mundos
urbanos desde deseos colectivos. Nos desplazamos entonces de la ciudad hacia
los ciudadanos, como creadores de la realidad social. (…) caracterizar acá la
actividad ciudadana como constructora de sus culturas urbanas. Seguimos a los
habitantes de la misma manera en tres apartes: tiempo, marcas y ritos
ciudadanos.” op.cit.
4. Otredades: en este apartado “nos proponemos enfrentarnos a los otros, los
vecinos, mirando hacia afuera para averiguar cómo nos imaginan y, al tiempo,
cómo imaginamos a los de otras ciudades que se agrupen en un estudio. Cada
ciudad va a proyectar sus emociones con los otros en tres apartes según sus
afectos de reconocimiento a una ciudad vecina, sus rechazos o sus indiferencias.
Utilizar la estrategia de la ´otredad´ nos pone en legítimo ejercicio moderno de
definirnos según un proceso donde el otro dice, sabe e imagina mucho del uno.
Nos sirve también como corroboración y producción de imágenes de cada ciudad
vistas desde afuera, (…) en relación con las imágenes que concibe cada ciudad
sobre sí misma.” op.cit.

¿Cómo se aplica?

La técnica implica un orden de hacer las cosas, por lo que Silva (2004) sugiere una
estrategia de división de zonas geográficas a ser abarcadas por los distintos equipos de
entrevistadores, en el que “el coordinador de cada ciudad debe examinar el mapa de su
ciudad según el eje cartesiano, y asignar a cada cuadrante las letras A, B, C, D, de
izquierda a derecha. (…) donde se caracterice la zona: tipo de población que predomina
(jóvenes, familias, estudiantes, etc.); tipos de actividades (comercio, industria, residencia,
etc.); nivel económico general de la zona; y, en general, lo que significa y representa esa
zona en el contexto de la ciudad.” (p.44)

Ahora bien, Silva resalta la importancia de establecer aproximadamente “diez zonas o


calles representativas de la ciudad a partir de los siguientes parámetros: utilizar el propio
patrimonio biográfico urbano o conocimiento previo que se tenga de la ciudad. Buscar que
queden representados los diversos patrimonios urbanos y los escenarios propios de los
distintos sectores sociales de la ciudad. Establecer variables de identificación, para lo cual
deben tenerse en cuenta diálogos con colegas y respuestas obtenidas con sondeos
previos. Reunir lugares que sean representativos de una experiencia urbana colectiva.
Por tanto, se debe tener una visión amplia de la ciudad y de sus distintos componentes
sociales. Se aconseja hacer unas pre-encuestas temáticas de donde saldrían estas
zonas” (p.45) para así obtener la ubicación estratégica de cada equipo de entrevistadores
que realizará la encuesta y que la información recabada sea representativa a la realidad
colectiva. Zapata (2005) a su vez, enfatiza que “el entrevistador no puede alterar ninguno
de los procedimientos, en razón de que su sistematicidad permite una mejor comparación
de datos y aporta todas las ventajas de los métodos estandarizados.” (p.151) Por lo que el
formulario de preguntas y tipos de respuestas deben de ofrecerse en un lenguaje
adaptado a la comprensión de la población consultada. Además que el equipo de
entrevistadores cuenten con los conocimientos de la ciudad y el estudio de investigación
que se esté llevando a cabo como también de los objetivos de la misma.

En cuanto a la configuración de las preguntas, Silva (2004) menciona “cuatro


posibilidades de registro: marcar con X dentro del cuadro, calificar de uno a cinco
colocando la calificación (número) dentro del cuadro, ordenar los enunciados de las
preguntas escribiéndolos de mayor a menor y respuesta abierta.” (p.44) El autor también
recomienda que para facilitar respuestas, debe hacerse hincapié que la identidad de las
personas encuestadas se mantendrá anónima, por lo que no se registrarán sus nombres
ni datos de identificación personal. Como también registrar los datos del entrevistador, la
fecha de realización de cada entrevista, y su respectiva codificación de zonificación del
equipo de trabajo.

La información muda también es importante, por lo que Silva resalta que “todo aquello de
la ciudad que no se mencione (zonas, olores, recuerdos) carece de existencia como
ciudad imaginada y esto es significativo. Y resaltar esto cuando se lean las estadísticas es
igualmente valioso.” (p.47) Los registros audiovisuales también sirven para complementar
la información recolectada en las encuestas durante y después ya con conocimiento de
los resultados de las encuestas para apoyar la información y la interpretación de las
realidades construidas.

Silva (2004, p.65) sugiere clasificar la información recopilada en las temáticas: Transporte,
comunicación y lugares; tiempo libre y lugares; vida privada y culto, vida en pareja,
cuerpo; imaginarios de ciudad y personajes, lugares, colores, de percepción y carácter de
la ciudad, jornada y clima; Ciudad: imaginarios de cualidades y defectos, carencias y
fortalezas; entre otros.

¿Cómo se elige el universo y muestra?

Silva (2004) ofrece una “guía general” para elegir una muestra de relación de 100
habitantes por cada millón de la población de la ciudad o ciudades que constituyen el
universo del estudio. Y enfatiza que “la cantidad escogida debe tener igual número de
encuestas según los tres puntos de vista determinantes: género, edad y nivel socio-
económico” (p.32)

Ventajas y desventajas
Dentro de las ventajas se encuentra que:

1. Se puede obtener información primaria, actual, precisa, detallada, completa y


oportuna en la medida que se ha planteado la problemática.
2. Ofrece una información representativa al presentar los resultados de la
información recaudada de una cantidad de informantes requeridos.
3. Debido al tamaño de la muestra pudieran generalizarse los resultados de acuerdo
a las condiciones del muestreo al universo prescrito al objeto de estudio con base
a los supuestos considerados de forma teórica y metodológica. Pudiendo así
cuantificar las respuestas, ofreciendo datos numéricos duros, siendo estos
complementados por las apreciaciones y resultados “mudos” o lo que no se obtuvo
de las preguntas constituyendo también una aportación valiosa a la interpretación
de los resultados y teorización del fenómeno. Razón por la cual muestra
resultados representativos a nivel estadístico. Aunque se esté consciente que no
es enteramente el objetivo de la técnica, ya que la riqueza de la misma se ve
complementada por la subjetividad percibida de la muestra. Puesto que no se
busca exclusivamente “hacer proyecciones cuantitativas basadas en abundantes
muestras como suele hacerse en los sondeos de opinión pública” (Silva, 2004,
p.47)
4. La serie de “preguntas estandarizadas, permite anotar las respuestas en forma
codificada o textual.” (Zapata, 2005, p. 151)

Algunas desventajas:

1. Si no se cuenta con un equipo de entrevistadores capacitados puede existir un


mayor porcentaje de respuestas con sesgos.
2. “Requiere de un modo de análisis especial” (Quivy & Carnpenhoudt, 2005)
Refiriéndose a que a diferencia de la información cuantitativa, ésta requiere de una
clasificación e interpretación por parte del investigador dentro de la subjetividad de
las respuestas.
3. Dependiendo de cómo se diseñen las preguntas del formulario, puede limitar las
respuestas de la media.
4. No pueden realizarse como técnica exclusiva para estudios longitudinales puesto
que no se podría encuestar a la misma muestra, que permita registrar los valores
de las realidades creadas permanentemente cambiantes de la población. Para ello
tendría que complementarse con las entrevistas a profundidad de un grupo
limitado de personas para contrastar los resultados. Como es el caso del ejemplo
a continuación. Más si representa una “observación continuada” (Silva, 2006)

Ejemplo de investigación de imaginarios donde se aplicó la técnica y sus resultados.

En el libro “Imaginarios Urbanos” (Silva, 2006), el autor describe la experiencia de la


investigación sobre los imaginarios urbanos realizados en Bogotá a lo largo de cinco
ediciones del mismo, que representan aproximadamente 15 años.

Silva concluye en esa experiencia que tras los cambios tecnológicos y sus repercusiones
sociales “hemos pasado de vivir ciudades definidas en sus límites físicos a otras donde lo
urbano define una condición ciudadana con independencia de su referencia material”;
poniendo en valor los estudios del imaginario en la cuestión urbana entendiendo “los
imaginarios como construcción de la realidad afectada” actuando como realidad misma
concebida de forma colectiva.

En el caso presentado, trabajo que Silva considera que puede servir de modelo de trabajo
para otras ciudades, el equipo de Silva y sus colaboraciones realizó, en 1989, 550
encuestas, en las cuales 260 eran mujeres (47.28%) y 290 hombres (52.72%),
representando de la totalidad 112 formularios correspondientes a la clase media alta
(20.36%), 358 de la clase media (65.09%) y 80 de la clase baja (14.54%). Por lo que tuvo
mayor representatividad la clase media.

En dicho estudio siguieron las sugerencias de división de zonas, anteriormente explicada,


para realizar las encuestas, con base al cobro de los servicios que ofrece la ciudad.
Tomando en consideración estadísticas oficiales para la contextualización y contrastar los
resultados obtenidos. Dentro de los resultados obtenidos Silva dice que “el 45.1% de los
habitantes de Bogotá reconoce vivir en la ciudad sin haber nacido en ella y sin tener
ningún ascendiente bogotano. El 54.9% nació en Bogotá, pero de este porcentaje sólo el
31% tiene algún ascendiente de origen bogotano” (p.160) Por lo que Silva observa que
Bogotá es “una ciudad de inmigrados” y sus consecuencias nostálgicas por su origen de
su población tiene sus representaciones territoriales, tomando en consideración al grupo
de conductores de buses de la ciudad, en los cuales por generaciones se vieron
inmigrando a la ciudad con comunidades campesinas; y la “observación continuada”
presenta la instalación de dichas familias y sus nexos con sus lugares de origen y su
influencia cultural en la construcción urbana, en su evolución de devenir la actual clase
media urbana, representando en sus oficios y vehículos “los deseos y anhelos de los
conductores e incluso de los usuarios” del mismo, llegando a evolucionar su comparación
de la Bogotá con sus lugares de orígenes ahora con ciudades recurrentes en el ideal
como Nueva York y París, como también con el Caribe y otras “sugerencias gráficas” que
“descubren metáforas cargadas de anhelos para los ciudadanos encerrados que deben
fantasear” (p.162) Con lo que Silva identifica que se está hablando “de la presencia
planetaria de la ciudad.” El autor justifica la presencia de los “paisajes internaciones” a la
apertura comercial, económica y turística que ha tenido la ciudad y su influencia en el
imaginario urbano.

Silva menciona “en cuanto que la radical alteración de los escenarios de producción y
consumo y sus representaciones” reconociendo la observación hecha por García Canclini
(1989, p.18-19) “´impide seguir colocando la cuestión de lo popular en asociación “natural”
con lo nacional y en oposición igualmente apriorística con lo internacional´” (citado por
Silva, 2006). Por lo que concluye Silva que para dichos estudios de lo imaginario es
necesario la convergencia y el cruce de diversas fuentes y con ello presentó la
metodología de este estudio. La información obtenida en 1989 fue procesada con el
programa Mac Work, y se utilizaron grupos de apoyo para verificar los criterios de los
formularios con un estudio previo en la ciudad de Popayán. Como también se realizó un
trabajo de campo en la ciudad de Neuva para “corroborar la operatividad de algunas
hipótesis obtenidas en la investigación”. También hicieron recolección de información
gráfica como fotografías de la ciudad y sus representaciones, levantaron fichas de
“observación continuada” en los distintos sitios previamente seleccionados “para deducir
´usos urbanos´ en la ciudad”. Como también se apoyaron en ejercicios académicos “para
ampliar aspectos en relación con la narración de la ciudad por puntos de vista y por usos
territoriales” (p.166)

De dicho proyecto de investigación, Silva identificó tres grandes temas: “acontecimientos,


identidades y ensoñaciones”; las cuales “constituyen una primera tipología de
evocaciones urbanas” (p.171) En los cuales los acontecimientos crean personajes que
identifican la ciudad y con ello presupone anhelos de la colectividad con base histórica.
Dentro de los personajes identifica a “los políticos, históricos, los eclesiásticos, los
enajenados mentales, los deportistas, los ladrones y los personajes de la farándula”
(p.172) A lo que Silva envidencia “los efectos de la publicidad y los medios de
comunicación en el reconocimiento de la memoria ciudadana.” (p.174) que complementa
el “modo de caracterizar a la urbe”: la identidad. Aduciendo los acontecimientos y
personajes con los lugares de identidad urbana. Siendo Monserrate el lugar más
mencionado junto con la Plaza de Bolívar, con un 56.4% y 43.6% respectivamente.
Identificando con un 22.5% a Bogotá con el color gris, a lo que el autor lo relaciona con “la
tristeza, a la lluvia, al frío”; aunque enfatiza que otros colores también resaltaron con una
importante identificación generacional en cuanto a la percepción de Bogotá.

En cuanto a las “ensoñaciones”, el autor manejó los subtemas belleza, aromas callejeros,
seguridad y peligro ciudadano con evocación a lo público y a lo privado. Dejando una
hipótesis que “la imagen de peligro de una calle está asociada a su necesidad de uso y
confrontación” (p.203) Dicha investigación demostró que lo que faltaba en Bogotá era
“seguridad y aseo” reconociendo por parte de la población su falta de carácter cívico. Y
concluye que “la ciudad pasa a ser el escenario de un mundo urbano que la excede, pero
que permanentemente la nombra como vestigio y deseo de aquello que sigue siendo
utopía donde evocamos el querer ser libres” (p.362) razón de las actuales luchas
sociales.

Bibliografía:

Narváez Tijerina, A. B. (2011). Etnografía para la investigación en arquitectura y


urbanismo. San Nicolás de los Garza: Universidad Autónoma de Nuevo León.

Quivy, R., & Carnpenhoudt, L. V. (2005). Manual de investigación en ciencias sociales.


México: Limusa.

Real Academia Española. (2001). Diccionario de la Lengua Española. Madrid: Real


Academia Española.

Silva Téllez, A. (2004). Imaginarios urbanos: hacia la construcción de un urbanismo


ciudadano. Metodología. Bogotá: Convenio Andrés Bello.

Silva, A. (2006). Imaginarios Urbanos. Bogotá: Arango Editores

Zapata, O. (2005). La aventura del pensamiento crítico: herramientas para elaborar tesis e
investigaciones socioeducativas. México: Editorial Pax México.

Das könnte Ihnen auch gefallen