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CÓMO PROCEDER EN CASOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y LOS INTEGRANTES DEL

GRUPO FAMILIAR SEGÚN LA LEY 30364 Y SUS ÚLTIMAS MODIFICATORIAS


A más de dos años de promulgada la Ley 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer y los integrantes del grupo familiar, han ocurrido un sinfín de modificatorias con la única
finalidad de uniformizarla con el proceso penal.

A más de dos años de promulgada la Ley 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer y los integrantes del grupo familiar, han ocurrido un sinfín de modificatorias con la
única finalidad de uniformizarla con el proceso penal.

Queda claro que el gobierno está en una lucha constante para combatir y erradicar la violencia familiar,
ello se evidencia en las reiteradas modificatorias que ha tenido la Ley 30364, el Código Penal y Código
Procesal Penal. Asimismo, la nueva jurisprudencia en casos de violencia familiar tiende a corregir los
errores de incongruencia que existe entre la Ley 30364 y el proceso penal.

Además ha establecido criterios con la finalidad de cubrir los vacíos legales que existen hasta la
actualidad, como la valoración de la prueba pericial (examen psicológico y examen médico legista), la
calificación por “el hecho de ser mujer”, y por último el dominio del hecho, análisis que deberá realizar el
juez de familia antes de dictar el auto final correspondiente.

A continuación precisaré los lineamientos a tener en cuenta en casos de violencia contra la mujer y los
integrantes del grupo familiar:

1. Paso uno: Interponer la denuncia

Es muy importante determinar si estamos frente a una denuncia por violencia familiar o un delito penal,
toda vez que de ello dependerá el tratamiento y la pena a imponer al agresor. Si bien dentro del marco
legal de la Ley 30364 explícitamente prescribe que no se necesitará la firma de abogado, y de ningún
formalismo para interponer las denuncias, a mi parecer es de suma importancia que el denunciante
tenga una asesoría legal antes de efectuar la denuncia, de manera tal que decida correctamente
ante qué órgano interponer la denuncia.

En el supuesto caso que estemos frente a una presunta figura de delito, la denuncia se deberá efectuar
en sede fiscal, a efectos que el Ministerio Público proceda de acuerdo con sus atribuciones y comunique
al juzgado de familia para su pronta evaluación (artículo 14 del reglamento de la Ley 30364).

Si la violencia es psicológica se deberá interponer la denuncia directamente al juzgado de familia para


una pronta actuación, para ello no se requerirá de ningún tipo de formalismo, no es necesaria firma de
abogado ni algún medio probatorio que pueda acreditar la violencia psicológica, toda vez que el juzgado
en coordinación con el equipo multidisciplinario se encargara de recabar las pericias correspondientes.

En el caso que el juzgado de familia no esté cerca de la víctima, se deberá optar como segunda opción
la Policía Nacional del Perú, que luego de recibir la denuncia, tendrá 24 horas para enviar al juzgado los
actuados correspondientes (ficha de valoración de riesgo, examen físico o psicológico, atestado policial
o informe policial, en los términos del CPP). En el caso que la víctima sea menor de edad, mujer o adulto
mayor deberá efectuar el llenado de la ficha de valoración de riesgo, también deberá comunicar a la
fiscalía de familia o mixta para su participación en el proceso especial cuando las víctimas sean niños,
adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y personas en situación de
vulnerabilidad (artículo 32 del reglamento de la Ley 30364).

Por último la comisaria deberá entregar los oficios correspondientes para que la víctima sea atendida en
algún centro de atención médico a efectos de recabar el resultado del informe psicológico, que
posteriormente será enviado al juzgado de familia. En el caso que haya demora a nivel policial por
negligencia de la propia Policía Nacional, se podrá interponer una denuncia por denegación o
deficiente apoyo policial prescrito en el artículo 378 del Código Penal, el cual tiene una pena no
mayor de dos ni mayor de cuatro años por tratarse de un caso de violencia familiar.

La denuncia por violencia familiar se podrá interponer en:

1. Comisaria
2. Fiscalía
3. Juzgado de familia

2. Paso dos: Respecto al Reglamento y esquema procesal de la Ley 30364

Habiendo recibido la denuncia el juzgado de familia procederá a programar una audiencia única, en la
que se llevara a cabo si se otorgan o no las medidas de protección y/o cautelares. Cabe resaltar que las
partes pueden incorporar medios probatorios, toda vez que el procedimiento especial regulado por
el Decreto Supremo 009-2016-MIMP se observan las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la
experiencia; asimismo se admiten y valoran de acuerdo a su pertinencia todos los medios probatorios
que puedan acreditar hechos de violencia, ello en concordancia con el artículo 10 del Reglamento de
la Ley 30364, por lo que las partes podrán presentar medios probatorios que crean convenientes hasta
antes de la audiencia.

Referente a los medios probatorios recopilado por el aparato judicial, si bien sabemos es muy
cuestionable, sobre todo los informes psicológicos que son el fundamento principal para dictar las
medidas de protección, en el caso que el resultado se desconozca o se presuma que no será favorable
por una mala práctica, es recomendable presentar otro informe psicológico de parte, de igual modo en el
caso que se presuma un resultado favorable, toda vez que es sumamente importante una segunda
opinión ya que mientras más podamos acreditar el daño psicología será mejor para la secuencia y
desenlace del mismo, toda vez que los certificados médicos e informes tienen valor relativo (leer Acuerdo
Plenario de la CSJ Lima Norte: Certificados médicos e informes periciales tienen valor relativo para
acreditar estado de salud física y mental en procesos de violencia familiar y de género).

Asimismo cabe precisar que el procedimiento especial de la Ley 30364 no se puede impugnar los medios
probatorios recopilados por el aparato judicial ni los medios probatorios presentados por las partes, toda
vez que los jueces de familia no dictan sentencias y solo son competentes para dictar medidas de
protección y/o cautelares.

Es sumamente importarte incorporar medios probatorios que demuestre ante el juez de familia, que las
agresiones ocasionadas fueron en un contexto que la víctima se encuentre en relaciones de dominio, de
sometimiento y subordinación con el agresor.
3. Paso tres: auto final, audiencia única donde se evaluara si se otorgan medidas de protección
y/o cautelares

Es importante precisar que todas las medidas de protección y/o cautelares siempre se deberán dictar en
audiencia única, salvo en casos de riesgo severo se prescindirá de la audiencia única según el
artículo 36 del reglamento de la Ley 30364.

El juez de familia antes de dictar el auto final que concede las medidas de protección, deberán analizar
exhaustivamente los informes médicos, psicológicos, ficha de valoración de riesgo, atestado o informe
policial, medios probatorios presentados por las partes y por último deberá identificar si la supuesta
víctima se encuentra en relaciones de dominio, de sometimiento y subordinación con el agresor, a efectos
de terminar si existen hechos de violencia que sean pasible de medidas de protección.

En el caso que unas de las partes no esté de acuerdo con las medidas de protección y/o cautelares,
podrá apelar según las reglas del procedimiento especial en su artículo 42, 43 del reglamento de la Ley
30364.

4. Paso cuatro: efectos de las medidas de protección

Las medidas de protección y/o cautelares perdurará hasta que el proceso subsista, por lo que durará
hasta que concluya el proceso ante un juez penal o juez de paz letrado penal. En el caso que la fiscalía
decida archivar el caso, las medidas de protección y/o cautelares cesaran según el artículo 23 de la Ley
30364.

Respecto a lo mencionado líneas arriba los días 26 y 27 de mayo del presente año, se realizó en Lima
el Pleno Jurisdiccional Nacional de Familia donde se abordó el tema de la vigencia de las medidas de
protección y/o cautelares en caso de darse el archivamiento a nivel fiscal, por lo que el Pleno adoptó
por MAYORÍA la segunda ponencia que enuncia lo siguiente: “No debe dejarse sin efecto las medidas
de protección y si debe dejarse sin efecto las medidas cautelares”.

Asimismo, en el artículo 41 del Reglamento de la Ley 30364, precisa que se podrá dar la variación de la
medida de protección y/o cautelares, siempre y cuando existan hechos nuevos de violencia, por lo que
el juez de familia podrá variar las medidas de protección y/o cautelares hasta que el juez penal o de paz
letrado aun no tome conocimiento.

¿EL PROCEDIMIENTO ESPECIAL DE LA LEY DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER E


INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR VULNERA EL DERECHO A LA DEFENSA?

Si bien el procedimiento especial de la Ley 30364 requiere de una pronta actuación del aparato judicial,
ello ha conllevado a que los jueces de familia decidan rápidamente la etapa preventiva que les fue
conferida, por lo que el juez deberá aplicar las máximas de la experiencia e identificar el riesgo de la
supuesta víctima antes de dictar el auto final.

Lea también: Cómo proceder en casos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo
familiar según la Ley 30364 y sus últimas modificatorias
El legislador, a más de dos años de la promulgación de la Ley 30364, no ha podido precisar qué se
entiende por riesgo en casos de violencia familiar. Mientras el legislador no precise qué se debe
entender por riesgo en casos de violencia familiar, los jueces seguirán concediendo medidas de
protección sin un análisis concreto del caso, afectando así el derecho a la defensa, toda vez que los
autos finales no tendrán una motivación debida, siendo fundamento en algunos casos tan solo la
denuncia y el llenado de la ficha de valoración de riesgo, que pueden ser altamente manipulables en la
etapa preventiva.

Lea más artículos y doctrina sobre violencia contra la mujer y el grupo familiar

En la práctica los jueces conceden medidas de protección por lo siguiente:

1. Ficha de valoración de riesgo


2. Examen psicológico
3. Examen físico
4. Declaración de la víctima en la entrevista única de cámara Gesell
5. Medios probatorios presentados por las partes donde se pueda identificar o evidenciar algún
tipo de riesgo.
6. Declaración policial que deberá ser ratificada en audiencia, cuyo fundamento del auto final
será verosimilitud en la declaración.

El Pleno Jurisdiccional Distrital en materia de Familia, realizado el último 17 de noviembre del año
2017, bajo la dirección del presidente de la Comisión de Plenos Jurisdiccionales de la Sede Distrital
de Lima Este, el magistrado Alfonso Ricardo Cornejo Alpaca, acordó lo siguiente:

No es nula la resolución que dicta las medidas de protección donde no se convoca para la audiencia oral
al denunciado; toda vez, que, el artículo 35 del Reglamento de la Ley 30364, establece que la
audiencia puede realizarse con la sola presencia de las víctimas y precisa que la entrevista a la persona
denunciada es facultad del juez; por lo tanto, no existe vulneración al derecho de defensa, porque la
norma ha visto por conveniente suspender la contradicción del denunciado a la apelación o en la
investigación penal.

El Pleno no tomó en cuenta lo siguiente:

1. Observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional

La jurisprudencia de la Corte Interamericana señaló que las garantías judiciales del artículo 8 se refieren
a las exigencias del debido proceso legal y se entiende que el debido proceso legal, como se indicó en
el párrafo 69, de la sentencia de 31 de enero del 2001, emitida por la CIDH (caso Tribunal
Constitucional vs. Perú), constituye “el conjunto de requisitos que deben observarse en las
instancias procesales, a efectos de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del estado que pueda afectar sus derechos”. Por lo tanto el proceso
especial de otorgamiento de medidas de protección en sede preventiva llevada a cabo por los jueces de
familia en audiencia única, implica la emisión de actos jurisdiccionales de un poder del estado, por lo que
dictar medidas de protección sin la presencia del denunciado afecta al debido proceso toda vez que los
filtros en la etapa preventiva aún son deficientes.
2. Derecho a ser oído en el proceso

El artículo 8.1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos prescribe que toda persona
tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal
competente independiente e imparcialmente, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación
de cualquier acusación penal formulada en contra ella o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral fiscal o de cualquier otro carácter.

Si bien al denunciado se le otorga el derecho a la defensa recién en la etapa de apelación o investigación


penal, tal como lo puntualizado el último Pleno Jurisdiccional líneas arriba mencionado, ello es
insuficiente toda vez que el denunciado tendrá que ejercer su derecho a la defensa cuando ya se
encuentre en un estado de indefensión, esto es, una de las medidas adoptadas por el juez de familia
podría ser el retiro del hogar, por lo que el denunciado tendrá que apelar y esperar que el juez superior
revoque el auto final mal emitido por el juez de familia.

De no tomar en cuenta los descargos del supuesto agresor, efectuando una interpretación sistemática a
la norma, también se estaría contradiciendo a la misma ley en mención, toda vez que las partes pueden
presentar medios probatorios que acrediten hechos de violencia hasta antes de instaurada la audiencia,
de manera tal que ya no se cumplirá, ello en concordancia con el artículo 10 del reglamento de la Ley
30364.

3. Auto final de otorgamiento de medidas de protección deberá tener una motivación debida.

Si bien los jueces de familia motivan sus resoluciones con base en lo que ellos consideran riesgo según
las reglas de juego de la Ley 30364, esto conlleva a que las soluciones en algunos casos carezcan de
una motivación debida, toda vez que al ser un proceso rápido se prescinde de la veracidad de los medios
probatorios, dejando la contradicción a la apelación o la investigación penal.

Conclusión

El Pleno adoptó el camino más fácil, con la única finalidad de cumplir los plazos establecidos en la Ley
30364 y acelerar los procesos de violencia familiar, toda vez que en aplicación al último Pleno
Jurisdiccional en mención, los autos finales no serán cuestionables por temas procesales, impidiendo así
al denunciado solicitar la nulidad del proceso al no ser debidamente notificado.

La solución no es cuestionar o apelar el auto final. Una de las muchas soluciones es encontrar un mejor
filtro en la etapa preventiva que respete el debido proceso, de modo tal que no se encargue en algunos
casos al proceso penal la solución a la violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar.

Prescindir de la participación del denunciado o de las partes cuando el caso lo amerite, conllevaría a
quitar protagonismo y participación a los jueces de familia, toda vez que sus actuaciones estarían a la
expectativa de los medios probatorios recopilados por el equipo multidisciplinario y/o medios probatorios
presentado por la víctima, para que posteriormente puedan expedir el auto final, pareciendo en algunos
casos una mesa de partes que expiden medidas de protección de manera automatizada, dejando así el
análisis a la investigación penal.
Dictar un auto final erróneamente en la etapa preventiva, conlleva a una carga procesal
innecesaria tanto al ministerio público y al poder judicial.

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