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SCHOPENHAUER.

El mundo es representación mía por medio del a priori y la causalidad, una labor del entendimiento, no existe
sino como representación, siempre en relación con otro, con el representante, que es él mismo, es fenómeno,
kantianamente única realidad cognoscible, pero para Schopenhauer, es una ilusión que cubre la realidad de las
cosas, el velo de maya que oculta la realidad, el noúmeno kantiano, la esencia de la realidad, para
Schopenhauer es cognoscible. La vía del conocimiento es el propio cuerpo, nuestro acto de voluntad,
movimiento del propio cuerpo, donde la voluntad se hace visible, a través de él sentimos que estamos vivos,
placer, dolor, anhelo de vivir y conservación. La esencia de nuestro ser es la voluntad, descubrir nuestra
esencia como voluntad rasga el velo de maya y permite vernos como somos. Resulta claro que no conoce el
sol ni la tierra, sino un ojo que ve el son y una mano que toca la tierra. El mundo existe como representación,
siempre en relación con otro (existe porque hay alguien que lo representa) no hay verdad mas clara. Nadie
puede salir de si y ver las cosas tal como son, puesto que el mundo se halla dentro de la conciencia, esta no es
una novedad, ya en la modernidad lo planteo Descartes (conciencia como bola de cristal), es también una
verdad antigua planteada por la filosofía vedanta, según la cual la materia no posee una realidad independiente
de la percepción mental. Todo lo comprendido en el mundo ha de tener inevitablemente por condición al sujeto,
y existe solo para el sujeto, es solamente objeto en relación con un sujeto, intuición de quien intuye,
representación “el dogma fundamental de la escuela vedanta no pretendía negar la existencia de la materia, su
solides y extensión (sería una necedad), sino en corregir el concepto usual de la misma, afirmando que la
materia no tiene una existencia independiente de la percepción mental, que la existencia y la perceptibilidad
son términos intercambiables.” Estas palabras expresan suficientemente la coexistencia de la realidad empírica
y la idealidad trascendente. El mundo como representación es una consideración unilateral y obtenida
mediante un abstracción arbitraria, lo percibe cada individuo por la aversión intima que experimenta ante la
idea de que el mundo es una mera representación. Se puede y se debe decir que el mundo es mi voluntad (¿el
hombre es la medida de todas las cosas?).
Tal representación está compuesta por:
 Sujeto: aquello que conoce todo sin ser conocido por ninguna, sostiene el mundo, la condición universal
de todo fenómeno, el cual solo existe en función del sujeto.
 Objeto: es lo conocido, condicionado por el a priori espacio- tiempo, en el que todas las cosas existe,
según Kant
El sujeto esta fuera del a priori, se halla completo e indiviso en cada ser capaz de representación. La
desaparición del sujeto trae consigo la desaparición del mundo como representación. Sujeto y objeto para el
pensamiento, existen recíprocamente.
“hay que verse abandonado por los dioses para imaginarse que el mundo existe por fuera de nosotros con una
realidad objetiva sin intervención nuestra, y que por medio de sensaciones cerebrales comenzaría a existir por
segunda vez”
De lo dicho anteriormente se sigue que el materialismo se equivoca, porque niega al sujeto, reduciéndolo a la
materia, del mismo modo el idealismo que reduce el objeto a sujeto. Schopenhauer, contrario al materialismo y
al realismo que postula que la realidad exterior se refleja tal como es en nuestra mente. Para él el mundo,
como se aparece en la inmediatez es realidad en sí misma, un conjunto de representaciones condicionadas por
los a priori de la conciencia. El entendimiento sistematiza por medio de la causalidad, los datos de la intuición a
priori.
El mundo como representación es FENOMENO, por lo que no hay distinción entre velar y soñar. El sueño se
limita a tener menos continuidad y coherencia que la vigila. “la vida y los sueños son páginas de una mismo
libro”. El MR no es en sí, es fenómeno, no en sentido Kantiano como lo cognoscible. El hombre es
representación y fenómeno, pero también es sujeto cognoscente y cuerpo que le es dado al sujeto
cognoscente de dos maneras distintas: como objeto entre objeto, y como algo conocido de inmediato por cada
uno, como voluntad. Todo acto real de su voluntad, es siempre un movimiento de su cuerpo. Cuerpo y
voluntad son una sola cosa dada de dos maneras: de forma inmediata y como intuición a través del
entendimiento. A través del cuerpo sentimos que somos parte de una única voluntad que se identifica con el
universo entero y lo agita, y el que ha comprendido todo esto vera la voluntad en la fuerza que todo lo mueve
DOLOR, LIBERACION Y REDENCION.
La vida oscila entre el dolor, la necesidad y el tedio, es siempre una tragedia. La voluntad es conflicto,
desgarramiento, dolor. La voluntad es una tención continuada, nace de una privación, un descontento ante el
propio estado, y hasta que no se vea satisfecho es un sufrir. Pero ninguna satisfacción es duradera, es el punto
de un nuevo tender; el tender, el sufrir no tienen ningún fin último. La esencia del hombre consiste en querer y
aspirar, es una sed insaciable. El hombre es el más necesitado de todos los seres, se le podría definir como
una concreción de necesidades. Si la necesidad queda satisfecha, entonces se cae en la saciedad y el tedio. El
final es algo ilusorio, con la posesión se desvanece todo lo atractivo, el deseo renace bajo una nueva forma, y
junto con él, la necesidad, en caso contrario aparecerá la tristeza, el vacío, el aburrimiento, enemigos aún más
terribles que la necesidad. De los siete días de la semana, seis los pasa entre el dolor y la necesidad, y el
séptimo en tedio. “Ningún objeto de la voluntad una vez que se ha conseguido pude brindar una satisfacción
verdadera, que ya no cambie; se asemeja a la limosna que se arroja al mendigo, prolongando hoy su vida, para
que mañana continúe su tormento”. La vida es dolor, y la historia un destino ciego. El progreso es una ilusión.
La historia no es como pretende Hegel, racionalidad y progreso. Schopenhauer sostiene que en el fondo el
hombre es un animal salvaje y feroz, pero solo conocemos al hombre civilizado, pero basta un poco de
anarquía para que se manifieste la auténtica naturaleza humana. “el hombre es el único animal que hace sufrir
a los otros con el único objetivo de hacer sufrir”. Lo real es el sufrimiento, lo ilusorio es la felicidad. Es
realmente increíble cuan insignificante y carente de sentido es la vida, vista desde fuera, y sentida desde
adentro. Los hombres se parecen a relojes, a los que se les da cuerda y andan, sin saber por qué. Cada vida
no es más que un breve sueño de un infinito espíritu de la naturaleza, de la permanente voluntad de vivir,
nueva imagen fugaz, existe durante un instante apenas perceptible, luego la borra para hacer sitio a otra. La
única salida es la muerte. La vida es siempre realmente una tragedia, pero en sus detalles tiene carácter de
una comedia, puesto que la agitación de la jornada, los deseos y temores de la semana, los accidentes
desagradables del azar, siempre dispuestos a jugarnos una mala pasada, en resumen, el ajetreo de la vida,
son como verdaderas escenas de una comedia. Dolor y tedio son los elementos constitutivos de la vida. La
vida es una incesante batalla con la certeza de una derrota final, lo que le hace perseverar en esa lucha, no es
tanto el amor, como el miedo a la muerte, que es el telón de fondo. Muerte es el puerto final de un penoso
viaje, y para él es peor que todos los escoyos de lo que ha logrado salir. Al final la muerte ha de vencer, a ella
pertenecemos por el simple hecho de haber nacido, y no hace más que jugar un rato con su presa antes de
devorarla. Pero, los dolores crecen tan fácilmente hasta el punto de que la muerte misma, de la cual huimos, se
vuelve deseosa y corremos espontáneamente hasta ella, porque es para el hombre una tregua.
Una vez cubiertas sus necesidades, se encuentra con que son una carga para sí mismos, y considera una
ganancia cada hora trascurrida, el aburrimiento acaba imprimiendo en el rostro verdadera desesperación.
Hace que seres que se aman tan poco, se busque y se conviertan así en el principio de sociabilidad.
¿Cómo liberarse?
Cuando el hombre llega a comprender que es voluntad, querer, tendencia, se halla preparado para su
redención, que se da anulando todo querer, NOLUTAS. Podemos librarnos del dolor y el tedio, a través del
ARTE y de la ASCESIS.
En la experiencia estética se aleja de sus deseos, anula sus necesidades, se aniquila en cuanto a voluntad, no
contempla los objetos como algo que puede serle útil o perjudicial. Se trasforma en puro ojo del mundo, se
sumerge en el objeto y se olvida de sí mismo y de su dolor. Es ojo del mundo, comienza a captar ideas y
esencias, fuera del a priori y la causalidad. El arte expresa la esencia de las cosas, por eso nos ayuda a
separarnos de la voluntad. En la experiencia estética dejamos de ser conscientes de nosotros mismos y solo lo
somos de los objetos intuidos. Constituye una temporal anulación de la voluntad, el entendimiento rompe su
relación con la voluntad. El arte es libertad, aunque solo fugazmente. Por eso la total liberación del hombre
debe realizarse por la vía de la ASCESIS, inspirada en los sabios hindúes y en los santos cristianos, por la que
suprimimos en nosotros mismo la raíz del mal, es decir la voluntad de vivir. El primer paso es la JUSTICIA, por
la que debemos reconocer a los demás como iguales a nosotros, lo cual significa un golpe para el egoísmo el
cual me hace considerar a los demás como diferentes a mí; pero hay que superar la justicia y tener la valentía
de eliminar toda distinción entre nuestra individualidad y la de los demás. El paso que le sigue es la BONDAD,
el amor desinteresado hacia los seres que llevan nuestra misma cruz, que comparten el mismo destino trágico,
dicha bondad es compasión, sentir dolor ajeno a través de la comprensión de nuestro dolor. “todo amor es
compasivo.
La ascesis es el horror que se experimenta ante la esencia de un mundo lleno de dolor. El primer paso de la
liberación ascética, es la elección de una libre y perfecta castidad, que nos libera de la realización fundamental
de la voluntad, que es el impulso generativo. Hacia este mismo objetivo tiende la pobreza voluntaria, la
resignación y el sacrificio. La ascesis arranca al hombre de la voluntad de vida, de las ataduras de los objetos,
y por eso le permite serenarse. Cuando la voluntad se convierte en nolutas, el hombre ya se ha redimido.
La voluntad es la fuerza que mueve todo. Hace posible ir más allá del fenómeno y alcanzar la cosa en sí.
Cuádruple principio de razón suficiente. Para Schopenhauer estas son las cuatro formas del principio de
causalidad, necesidades que estructuran con rigidez todo el mundo de las representaciones
1- DEVENIR: causalidad entre los objetos.
2- CONOCER: regula las relaciones entre los juicio en Los que la verdad de las premisas determinan la
verdad de las conclusiones.
3- SER: regula las relaciones entre las partes del a priori y determina la concatenación de los entes
aritméticos y geométricos.
4- ACTUAR: regula las relaciones entre la acción y sus motivos.

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