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(EDITORA)
ELTEATRO PERFORMÁTICO
Secretario Académico
Prof. Marcelo Velázquez
Secretario de Extensión
Prof. Luciano Suardi
Secretario Administrativo
Dr. Lucas Tambornini
El teatro performático
Julia Elena S agaseta......................................................................... 31
7
dad y performatividad que se podía encontrar en la fotografía. Era
una óptica distinta de la que veníamos abordando que fue aceptada
con mucho beneplácito.
8
tra ta m ie n to del e s p a c io , co n la in s ta la c ió n al c o m ie n z o y la
resignificación de la dramaturgia de Sánchez y en García Wehbi los
relatos visuales (particularmente con los cuerpos) y auditivos.
9
EL DESPLIEGUE DE LOS CONCEPTOS:
EL TEATRO PERFORMÁTICO Y
LOS DISCURSOS CRÍTICOS
Liliana B. López
' Esta observación es aplicable al arte en general, corno veremos más adelante. Este
recorte inicial es provisorio, a fines de organizar la exposición.
11
m anecerá innominada, al menos por un tiempo). Tampoco recorren
los mismos caminos, aunque, algunas veces, y en apariencia, parecen
coincidir.
No me voy a ocupar aquí de la actividad teatral, sino de los discur
sos sobre ella, que no dejan de emitir alarmas sobre su "crisis”, una
constante histórica, por otra parte, que puede datarse desde los inicios
del teatro en Occidente2.
Esta incomodidad de la crítica proviene de la continua exigencia
de (re)posicionarse frente a mi “evento” (sea éste de carácter espec
tacular o una escritura) al que necesita construir como 0 ^ 010*. Más
que sobre cuestiones de "contenido”, -que en todo caso, habilitan dis
cusiones sobre códigos sociales- el desconcierto de la crítica obedece
a lo que percibe como una desestabilización de las convenciones del
lenguaje teatral4. Quizás olvidando que las convenciones, por defini
ción, son históricas y contingentes
Es un hecho comprobable que el concepto "teatro performático”
está circulando desde hace tiempo entre la crítica y algunos leatristas.
No se trata aquí de trazar una genealogía del concepto, descifrando su
origen, ni mucho menos. Pero también se puede suponer que cuando
un concepto comienza a andar, es porque está respondiendo a una
necesidad de designar “ algo” , al que los conceptos disponibles hasta
entonces, no cubrían en todas sus posibilidades. Si el eje de este traba
jo es re s p o n d e r a e s ta p re g u n ta : ¿a qué se d e n o m in a te a tro
performático?. habría que revisar, y quizás, redefinir ambos términos
12
de esta probable ecuación. Por un lado, qué se entiende por teatro, y
p o r o tro, p or perform ático. De este planteo se despliegan otros
interrogantes derivados: ¿existe una suerte de deslizamiento, que se
produce desde un contexto preexistente o más bien, se trata una prác
tica que emerge autónoma e indiferente respecto del pasado? ¿Han
aparecido prácticas teatrales que ponen en crisis los discursos críticos
hegcmónicos? Y por último, ¿podrán crearse las condiciones discursivas
de legibilidad ante estas modalidades escénicas?
Ese uso tiene una finalidad práctica, que es la función de distin
guir. algo del campo factual, no sólo para decir qué es, sino también
qué no es para separar, deslindar, algo que pertenece al cam po
fenoménico.
Designar un hecho teatral como "teatro performático” no signifi
ca producir un enunciado tautológico (desde el punto de vista lógico)
ni un pleonasmo (desde el punto de vista retórico). Implica, en nuestra
lengua, la asignación de mía cualidad no presente en todas las posi
bles formas de teatro5. Jugando con las citas, me permito recordar el
título de un artículo de Noé Jitrik6. para plantear, a modo de proposi
ción para la discusión siguiente, que no todo es performático lo que
se presenta en la escena.
En este repaso de las posibles objeciones que pudieran ser reali
zadas al uso del concepto, resulta atendible que sea observado por
prestarse a confusión. Dado que proviene de un término inglés, cuyos
alcances semánticos son más amplios, es preciso hacer una tarea de
desambiguación. Tanto el verbo perform como los sustantivos per
5 Cabe aclarar que es de uso corriente entre los estudiosos teatrales de Brasil, donde
está institucionalizado académica y periodísticamente. Lo sucede en otros países
latinoamericanos, e incluso en Buenos Aires se dictan talleres oficiales de "Teatro
performático” , etc.
6 Me refiero a “No toda es ruptura la de la página escrita" (1996). A su vez, aparece
la remisión al ensayo de Macedonio Fernández, “No toda es vigilia la de los ojos
abiertos” (1928). En ambos casos, se trata de introducir una cuña a la mirada totaliza
dora de ciertos discursos.
13
form ance y perform er tienen varios significados, desde el más gene
ral, “ejecutar" / “ejecución” y “ejecutor”, respectivamente, hasta el
más restringido, donde los tres remiten al teatro - en tanto se utilice
como equivalente de “representar”, “representación” y “ actor” (entre
otros significados relacionados). Este uso general, resultó acotado a
partir de los años 60, a la modalidad interartística designada como
perform ance A rt, dando lugar, respectivam ente, a los abundantes
estudios que conforman la “teoría de la performance”7. Debe quedar
claro que la denominación “teatro performático” deriva de este signi
ficado más restringido. Una vez despejada la ambigüedad etimológica,
podría objetarse desde un punto de vista político, el uso de un vocablo
inglés para nombrar una práctica producida en el ámbito latinoameri
cano. Esa sería otra discusión, que se remonta al colonialismo cultural,
por un lado, y a cuestiones pragmáticas del lenguaje cotidiano, pero
también técnico, que adopta extranjerismos por comodidad8.
El transcurso del tiempo dirá si esta denominación se establece
definitivamente, o si es sustituida por otra más exitosa. Es un hecho,
que ya resulta de uso común entre los teatristas y/o perform ers de
habla hispana y portuguesa, ya que en Brasil está completamente ins
talada desde hace mucho más tiempo que aquí.
No quiero soslayar otra interpretación, también en referencia al
contexto político. En la década del sesenta, en el marco del Instituto
Di Telia, y aún antes, por fuera, el Grupo Lobo experimentaba en este
sentido. Los espectáculos Tiempo Lobo (1968) y Tiempo de fregar
(1969), de los que hay registros de la crítica -aún la más negativa-
podrían incluirse bajo esta denominación9. Los acontecimientos políti-
7Para este punto, remito al trabajo de Julia Elena Sagaseta en este volumen.
* ¿Acaso el especialista en literatura cuestiona el uso del galicismo nouvelle, que
resulta más económico y preciso que “cuento extenso” o “novela corta”?
9 Sobre sus posibles influencias, véase el reportaje a Robertino Granados (Página 12,
Suplemento Radar, 8/06/2003) “También se nos encontró conexiones con el Living
Theatre. Pero, si bien estábamos al tanto de las experiencias internacionales, lo que
14
eos locales cortaron de cuajo estas iniciativas, a diferencia de otros
campos culturales donde pudieron desarrollarse. El grupo catalán La
Fura deis Baus, denominado “ teatro performático”, recién pudo verse
en nuestro país en 1984, en la provincia de Córdoba en ocasión del
Primer Festival Latinoamericano de Teatro, ya en el contexto del re
greso de la democracia. Desde entonces, fueron varios los grupos que
experimentaron en la zona de interrelación artística, y específicamente,
en la hibridación entre el teatro y la perform ance1'1.
Este es el rasgo central que nos será de utilidad para comprender
este fenómeno, que si bien tiene antecedentes notables, resulta una
tendencia que ocupa un espacio cualitativam ente alto dentro de la
escena contemporánea. La tarea consiste en analizar cuál es ese es
pacio y en relación con qué otras prácticas artísticas.
David Lodge decía, a propósito de la literatura (pero bien puede
aplicarse a otras artes) que
hacíamos no eran copias de vanguardias extranjeras sino que hubo una analogía de
búsqueda conceptual y técnica. Con el Living Theatre trabajamos en Brasil y les
interesó mucho lo que hacíamos. También habría que hablar de la marca común de
Artaud, que es quien se da cuenta de la decadencia del teatro contemporáneo y em
prende su búsqueda del teatro sagrado, un tipo de drama donde los hechos ocurren
aquí y ahora. A Artaud se le critica no haber hecho un método. El es su método.
Cuando uno escucha la voz de Artaud entiende toda la experimentación que él hizo con
ese instrumento.”
10 La Organización Negra, De la Guarda, El Periférico de Objetos, Fuerza Bruta, entre
otros.
15
La crítica se juega en esta tensión entre lo nuevo y lo conocido,
característica de la modernidad, pero este movimiento parece debili
tarse, o al menos, nos desafía a planteamos si el concepto de novedad
y originalidad sigue sosteniendo su vigencia. Nicolás Bourriaud sostie
ne que el arte contemporáneo es innovador en varios aspectos, pero
que ya no produce rupturas sino recombinaciones', este hecho cons
tituye mi problema para los modelos críticos que, a la hora de dar
cuenta de estos cambios, resultan insuficientes y parecen estar osci
lantes entre la interpretación, una tarea herm enéutica escasam ente
argumentada o la descripción, un mero registro que renuncia a la bús
queda de sentido. M ás aún, respecto del análisis del teatro, lo que
parece haber cambiado es el objeto del discurso crítico. Según Patrice
Pavis (2007), quien unos años atrás adhería a la semiótica como he
rramienta eficaz para la “ lectura" del espectáculo, ha sobrevenido un
desplazamiento de la mirada originado en la misma práctica artística:
16
No sólo indica hacia dónde debe dirigir la mirada el investigador
sino que dibuja un panorama bastante inquietante: el cambio del objeto
incluye también su inestabilidad como tal. Si su estatuto es el de un
“devenir permanente’', debemos preguntarnos si es posible captar algo
en perpetuo movimiento, algo que fluye entre el eje de la producción y
la recepción, por ende, si no resulta inasible para el investigador.
Como respuesta, sugiere que el que debe cambiar es, más que el
método, el mismo investigador, en tanto sujeto que percibe:
17
Propongo sustituir la lógica binaria implícita en la cita de Pavis,
por mía mirada que contemple las perspectivas múltiples, lo que tradu
cido en términos de estética, nos conduce a considerar los fenómenos
de hibridación e interrelación artística. De este modo, aunque se colo
que el punto de partida en una forma particular -e n este caso, el tea
tro - no se tratará de evaluar procedimientos dominantes y/o subyuga
dos. ni se intentará la determinación de escalas jerárquicas ni nuevas
tax o n o m ías, sino que se buscará entrever los entrecruzam ientos
disciplinares, los aportes procedimentales que colaboran en la cons
trucción de un artefacto estético.
Si durante las últimas décadas los estudios de perform ance dis
currieron en forma independiente de los estudios teatrales, esa auto
nomía comienza a resquebrajarse -al menos, unidireccionalmente- en
la medida en que la perform ance se va instalando con comodidad en
el ámbito del teatro. Si pudiera gráficar la situación de la perform an
ce y el teatro hoy, diría que la primera se va colocando en el terreno
del segundo, o mejor, que el teatro del presente adopta algunos proce
dimientos de la prim era13. Este hecho no sólo ha dado como resultado
una revitalización del teatro, sino que también sus efectos redundan
en el discurso crítico, que debe "im portar" categorías: no me refiero
solamente a que muchas de ellas se originan en otros campos cultura
les, sino que son “ extranjeras" respecto de la disciplina. En la medida
en que el teatro se relaciona con otras prácticas artísticas14, es preci
so importar marcos teóricos y conceptos ya desarrollados por éstas,
con lo que al tiempo que instalan el problema de la pertinencia, enri
quecen la discusión y abren nuevas posibilidades discursivas.
Casi en forma simultánea, en el campo teatral de Buenos Aires y
particularmente en el espacio de la crítica académica, comenzó a cir
18
cular el concepto de teatro postdramático. Elaborado en la década del
noventa por Hans-Thies Lehmann, su acceso se produce a través de
la traducción francesa, del 2002 -generando intensos debates- hasta
que en 2010 el mismo Lehmann ofrece un seminario, invitado por el
Departamento de Artes del Movimiento. Algunos de los ejemplos ofre
cidos por Lehmann en su libro, podrían utilizarse para ejemplificar
acerca del teatro performático, aunque no se trata de una identidad
completa, sino de mía zona de intersecciones, que no hacen más que
dar cuenta de mi cambio de paradigma en la producción teatral con
temporánea. Como él mismo se encargó de aclarar en dicho semina
rio, no se trata de una categoría rígida, sino mi modo de distinguir mía
fase del teatro, entendiendo que la tragedia pertenece a un modo pre-
dramático y el teatro moderno, al dramático, cuya poderosa estructu
ra de principio, nudo y desenlace, “ordena" no sólo al teatro mismo,
sino a la percepción de ,1a estructura del mundo. Esto es lo que se ha
puesto en jaque, nuestra visión ya no es lineal y sucesiva, sino frag
mentaria y discontinua. Las vanguardias, la cultura mediática a partir
de los años 60 y 70, han afectado no sólo nuestra percepción, sino
también el arte mismo. El teatro (o al menos mía parte de él) borra la
idea de reproducción y repetición mimética, incluso de la palabra, la
que adquiere un carácter autónomo y cuestionador de la ilusión de
transparencia.
Esta tensión no resuelta entre texto dramático -puesta en escena
(común al teatro posdramático y al teatro performático) presenta las
siguientes consecuencias:
-la caducidad del análisis literario como pmito de partida de los
estudios teatrales, porque el texto dramático ya no funciona como el
“origen" del proceso teatral, ni como el elemento que crearía la ilusión
de “ traducir" la puesta en escena en una relación de "1 a 1”, de una
identidad perfecta.
-al mismo tiempo, la caducidad del concepto de puesta en escena
-en el sentido francés- porque ya no es percibida como el efecto o el
19
resultado de un texto previo, que ordena u organiza el resto de los
elementos. En este sentido, arrastra consigo la inactualidad del análi
sis estructuralista de la puesta en escena, que la concebía como un
s is te m a c e rra d o , u n a u n id a d m a y o r que c o n tie n e e le m e n to s
interrelacionados. En la medida en que se lee en superficie -lo que
aparece, la simultaneidad o la yuxtaposición de fenómenos especta
culares- la noción de “estructura profunda" resultará, cuando menos,
irrelevante. Estas características se encuadran en una crisis global de
la representación, que data de las vanguardias históricas. Si elegimos
para ejemplificar, uno solo de los elementos, como el personaje teatral,
vemos que es posible rastrear esa crisis desde fines del siglo XIX
(Abirached: 2000). Pero ahora ya no se trata únicamente de que el
personaje ya no representa una persona del mundo “real", lo que ha
bilitó a la interpretación de la “psicología" del mismo, sino que el actor
resulta sustituido por el p erfo rm er, que posee, en general, un carácter
presentativo y podrá ser evaluado por otros parámetros, por ejemplo,
por el nivel de riesgo de sus acciones, y no por el virtuosismo de su
interpretación del personaje.
-también entra en crisis el contenido de la noción de “ autor", ya
que la obra no es producto de una voluntad única y aún superando la
sustitución que proponía irónicamente Artaud,
-en el marco del alejamiento de la representación, la escena ya 110
refiere al mundo, sino de una manera oblicua, sesgada, o elige cons
truir un mundo propio; la autorreferencialidad es otra de las eleccio
nes que asume, examinando los límites de su propia práctica15.
Estos dos últúnos desplazamientos producirán algunas consecuen
cias en las lecturas de la crítica basadas exclusivamente en los desa
rrollos de la semiótica aplicada al teatro, en la medida en que habría
que reformularse si lo que esta escena presenta son signos, que por su
20
misma definición remiten a un significado en relación a la cultura, al
mundo circundante.
Otro problema para la crítica resulta de la incorporación (o “ irrup
ción” . citando a José A. Sánchez (2007)) de lo real en la escena con
temporánea, que en la escena argentina ha sido objeto de una amplia
experimentación, en particular en los llamados “ Biodramas", así como
la realidad virtual y la realidad aumentada, derivada de las nuevas
tecnologías aplicadas a la escena, que corren continuamente la noción
de verosímil y de ficción, ampliando los límites de lo teatral.
Más que plantear un panorama aporético, este somero recorrido
por la escena contemporánea, propone la necesidad dé elaborar nue
vos modelos de análisis, que 110 se definan por la negatividad o por los
remanidos prefijos “ post” , en referencia a categorías preexistentes.
Se tratará de repensar estos nuevos desafios, quizás desde otros pre
supuestos y desde encuadres disciplinarios ad-hoc.
Una de las posibilidades para el abordaje de estos eventos -esta
denominación no alude a ningún tipo de clasificación a priori- sería
situarse frente a él como un observador lo más despojado de catego
rías y preconceptos que sea posible. Propongo una comparación con
el campo del análisis del cine; Kristin Thompson, quien en la misma
linca de David Bordvvell ha recuperado muchos de los principios de
los fo r m a lis ta s ru s o s , d e n o m in a n d o a su a b o rd a je “ a n á lis is
neoformalista” , cuestiona la aplicación de una metodología -cualquie
ra sea ella- previa, recuperando, en cambio, la noción de enfoque:
21
que comenzamos a abordarlo sin ningún enfoque. Por el contrario,
nuestro enfoque general no impondrá por completo la manera cómo
deberíamos analizar un determinado film. Ya que las convenciones
artísticas están en constante cambio y hay infinitas variaciones
posibles dentro de las convenciones existentes en un momento
dado, difícilmente podríamos esperar que nuestro enfoque pueda
anticipar todas las posibilidades. Cuando nos topamos con filmes
que nos presentan un desafio, es señal de que éstos requieren un
análisis, y de que el análisis puede ayudar a expandir o modificar el
enfoque. O bien, podríamos sentir una carencia en el enfoque tal
como está planteado y por ende buscar deliberadamente un film
que pueda presentarle dificultades al respecto.(1988: 4)
22
(...) si se quiere percibir el arte de forma estrictamente estética,
deja de percibirse estéticamente. Unicamente en el caso de que se
perciba lo otro, lo que no es arte, y se lo perciba como uno de los
primeros estratos de la experiencia artística, es cuando se lo puede
sublimar, cuando se pueden disolver sus implicaciones materiales
sin que la cualidad del arte de ser una para-sí se convierta en
indiferencia. El arte es para sí y no lo es, pierde su autonomía si
pierde loque le es heterogéneo.(2004:11-12)
16 Respecto del hiperrealismo, José A. Sánchez (2007: 94) afirma que: “La tensión
corporal que se manifiesta en el teatro hiperrealista no debe ser meramente entendida
como una resistencia nostálgica de un medio anacrónico respecto a un medio emergen
te (en una respuesta paralela a las que se produjeron al cine o a la televisión décadas
atrás), sino más bien como un signo de un conflicto de realidades y de modelos de
com prensión de la v ida que en c u e n tra en el teatro un lu g ar p rivilegiado de
manifiestación.”
Lo define com o una escena de resistencia a la cultura de los
libros, de las imágenes, de los medios, de las prácticas artísticas tradi
cionales de carácter represenlacional, y a los discursos culturales e
ideológicos que las sostienen. En relación con el texto dramático, aclara
que su sentido final o su unidad estructural no está garantizado por la
utilización de mi soporte textual, destacando su condición procesual,
su estar-creándose en el aquí y ahora. Para Cornago, uno de sus
rasgos centrales y el motor del conflicto resulta ser la autonomía y por
ende, la tensión de los diversos lenguajes escénicos.
El problema de la jerarquía de los diversos elementos del teatro,
ya había emergido discursivamente desde un practicante del teatro,
Antonin Artaud, con su virulenta crítica del teatro occidental, al que
descalificaba por lo que estimaba que era la supremacía absoluta de la
palabra sobre los demás elementos17.
Desde la teoría teatral, los análisis semiológicos cuyos inicios se
sitúan en la década del sesenta con Tadeusz Kowzan, no ponen en
cuestión la relación entre los que denominan "sistemas de signos”, por
el contrario: establecer el carácter de esa relación (entre la redundan
cia y la rarefacción) permitiría, a través del método descriptivo de la
puesta en escena, dar con el sistema de las elecciones de la misma, es
decir, la producción de significancia.
La tensión de la escena contemporánea con el texto dramático
será caracterizada por Lehman, pero hacia un tipo de dramaturgia
ligada con la modernidad; a través de los ejemplos utilizados (Des
cripción de un cuadro, de Heiner Müller, entre otros) se deduce que
apunta sobre todo, a un tipo de estructura dramática, no a la palabra
en sí misma.
Cornago, por su parte, remite al teatro de Kantor, en el que
24
El sistema de tensiones entre unos y otros lenguajes enfatiza
el efecto de ffagmentansmo, la creación de un vacío o espacios
in tersticiales que parecen escapar a la estructura de la
obra.(2G05:196)
25
tales como E stética relacional, P ostproducción y Radicante, tra
ducidas y editadas por Adriana Hidalgo.
El cuerpo del actor debe ser leído como una de las claves que
conecta los lenguajes escénicos, las disciplinas; muchas veces cons
truye la narrativa, organiza los materiales a través de sus acciones, no
necesariamente referenciales respecto del uso cotidiano. Y este nue
vo uso del cuerpo demanda abordajes también interdisciplinarios: la
antropología del cuerpo, la lectura en clave sociológica o política, ex
ceden las lecturas semiológicas que lo remitían a un “cuerpo en el
mundo” . André Helbo señala algunas de estas posibilidades:
26
escénicas podría parangonarse al discurso de la crítica con la situa
ción que Arthur Danto analiza para la institución museo, en relación
con el arte contemporáneo:
27
campo de estudio, por ejemplo, a las puestas en escena del teatro
de arte en determinadas culturas, es algo que hoy en día no se
puede predecir con exactitud.18
28
B ib lio g rafía
Danto, Arthur C. 1999. Después del Jin del arte. E l arte contem po
ráneo y el linde de la historia. Barcelona: Paidós
29
Lehmami, Hans-Thies. “Teatro postdramático" (Entrevista) en revis
ta Funám bulos. Buenos Aires, Año 13, N° 33 (primavera 2010) .
30
EL TEATRO PERFORM ÁTICO
31
En su libro ya clásico e insoslayable, Performance Art, Goldberg
sigue el recorrido de la performance desde sus antecedentes en las
vanguardias basta la actualidad destacando siempre su actitud de rup
tura con las convenciones artísticas.
Richard Schechner, famoso director de la escena experimental de
New York de los años 60 y 70 e importante investigador de la New
York University, tiene otra mirada:
33
usualmente se utilizan como sus sinónimos: teatralidad, espectácu
lo, acción (2006).
34
formancc, así. se aleja, según Phelan del concepto de mercancía y de
la óptica capitalista.
Henry Savre, en un libro clásico sobre el tema, de fines del siglo
pasado, ubica la performance en los debates de la época:
35
tegra la palabra, el sentido, la narración aunque de manera no tradicio
nal. La experiencia del individuo, su relación con el mundo y él mismo
están en el centro de la escena. El cuerpo se desplaza a la imagen y se
convierte un elemento entre otros. Ahora importa el producto más que
el proceso y vuelve a considerarse la noción de representación.
36
Una definición más restringida de performance es la que ve al
cuerpo como el núcleo de su investigación artística (como aparece en
la caracterización de Peggy Phelan, aunque ella tiene análisis más
amplios). Esta posición suele hacer análoga la performance al body
art .
37
generalmente en el ám bito de la danza o el teatro como el Teatro
Butoh de Japón, Pina Bausch, Richard Foreman, Bob Wilson. Jan Fabre,
Squat Theatre, Ariane Mnoutchkine, La Fura deis Baus. Goldberg se
refiere a la labor de estos artistas como "performance-teatro” y seña
la que
38
... surgiendo así una serie de espectáculos de diversa proce
dencia (por el medio habitual del artista) y difícil clasificación. El
performance de intención prioritariamente expresiva tuvo su con
trapartida en los monólogos de actores-autores que hicieron de lo
autobiográfico su material de trabajo, enfrentando al público a la
necesidad de problemati/ar el límite de lo real y lo ficticio, el actor
y el personaje” (1999:184).
39
El teatro performático es una de las formas de la interrelación
artística. Cobran otro significado los lenguajes que siempre han existido
en el hecho teatral. El espacio incrementa sus posibilidades plásticas,
en sus planos visuales y de m ovim iento. O tros lenguajes de la
representación también sufren variaciones, a veces metamorfosis. La
voz del actor puede ser utilizada más en función de sonido que como
enunciación de una narrativa. Los elementos plásticos, que involucran
no sólo el espacio, los objetos, la escenografía, el vestuario, sino también
los cuerpos, así como los musicales son particularmente destacados.
El cuerpo del actor es mía pieza clave que conecta estos elementos.
E n el te a tro p e rfo rm á tic o hay u n a m arc ad a ru p tu ra con el
textocentismo. La palabra es un hecho literario que se entrama con
los otros lenguajes de la escena. No hay, entonces, ningún verticalismo
dominante, ningún plano lingüístico que sea la única vía a través de la
cual se transmita un relato. Esa ruptura con el logocentrismo implica
que se relacionen en diversas medidas pero sin que ningún lenguaje
resulte descollante, literatura, música, danza, film, actuación, plástica,
artes multimediales. Puede haber confluencia, pero no supremacía.
En las consideraciones que realiza Josette Féral sobre los límites
de la teatralidad, señala que si en el nivel inferior se diluía en la vida,
en el superior se va hacia otras formas artísticas, se encuentra con las
a rte s p lá s tic a s o co n la d a n z a . De e s ta m a n e ra se p ro d u c e n
contaminaciones, ruptura de géneros.
Richard Schechner (1994. 4-14) se plantea el tema de la teatralidad
cuando estudia el teatro de los 60, época en que se empezaba a gestar
el teatro perform ático. U tiliza el concepto de arte ampliado para
re fe rirse a las p ro p u e sta s de c ru ce e in te ra c c ió n a rtístic a que
com enzaron a realizarse en la neovanguardia de esos años. En la
búsqueda de una teatralidad nueva se produjeron los intercambios entre
artistas plásticos, actores, coreógrafos, músicos, bailarines, autores,
ritualistas. Se experimentaba y se preguntaban los artistas qué era lo
que h a c ía que algo p u d ie ra se r llam ado te a tro . R e sp o n d ie ro n
40
rcdefmiéndolo desde el cruce artístico, extendiendo radicalmente el
campo de la actuación, ampliando la posibilidad de lugares donde se
podía hacer, quién lo podía generar y a quién involucraba. Abrían el
camino y las cuestiones del teatro performático.
Las formas de ruptura y mezcla a veces tardan en ser consideradas
teatro. Sin embargo, el hecho de que aparecieran esos eventos permitió
la extensión de la representación. Después de ese período y todas
esas búsquedas, el teatro ya no vuelve a ser totalmente igual que an
tes. Hay m arcas que se incorporan (a veces h asta en las form as
canonizadas) y lo expanden.
C u a n d o a p a re c ie ro n los p rim e ro s e s p e c tá c u lo s d e te a tro
performático en nuestra escena, en la década del 80, el público y la
crítica se sintieron desorientados ante este desplazam iento de la
teatralid ad de los cán o n es conocidos. E staba pasan d o algo, un
fenómeno de cambio teatral combinado con otras artes que exigía un
tipo distinto de sensibilidad en la recepción. La crítica tuvo dificultades
para ubicarse ante lo que proponían esos espectáculos y sintió la
necesidad de catalogarlos de alguna manera como si las clasificaciones,
poco claras y siempre arbitrarias, hicieran más fácil la recepción. Desde
luego, el fenómeno artístico no era tan simple pero lentamente se iba
creando una corriente de espectadores, quienes percibían que algo
diferente pasaba y transformaba la escena de Buenos Aires. En los
90 esto ya era mucho más claro y algunos procedimientos interartísticos
empezaban a introducirse incluso en el teatro más clásico. Hacia fines
de la década algunos espectáculos (com o M áquinciham let de El
P eriférico de O b jeto s) ya se habían consagrado. En el 2000 lo
performático -si bien no es la línea escénica predominante- sigue
experimentando con nuevas búsquedas expresivas, aunque sus mejores
representantes tienen mucho reconocimiento.
"En la era del espectáculo, dice Badiou en una entrevista, la
teatralidad es un elemento esencial de nuestra cultura” . Y le da un
especial lugar a Artaud. a Kantor. a Grotovvski. Esa entrevista aparece
41
en un libro que tiene un título paradójico A theatre without theatre y
una explicación más paradójica: ‘T eatro sin teatro como una forma de
pura teatralidad, presencia de los cuerpos libres de la representación,
intención de crear arte en una inmediata experiencia de ser (o estar)
juntos"’. Badiou dice que hay teatro cuando hay una pública exhibición
con o sin escenario con la combinación de cuerpos y lenguajes. Nos
acercamos a otra manera de ver el teatro performático.
Aquí se plantea si el teatro de representación ha sido superado o
no por un teatro de operaciones, si el teatro-idea (Badiou) cede su
lugar a la construcción de la idea. La invasión en escena (lo dice
Badiou) por esquemas de la danza o de práctica corporales claramente
indica el fin del siglo del director pero eso no debe confundirse con el
fin del teatro.
Para Badiou el teatro oscila entre dos extremos: por un lado una
tendencia a la fusión colectiva, cuyo paradigma más o menos secreto
es la orgía. Por el otro lado la pasividad distante y contemplativa de un
público silencioso y cautivado que asiste a una cerem onia cuyo
paradigma es a menudo celebración de un carácter religioso. Puesto
en otros términos: la fiesta y el ritual, la farsa y la tragedia. “No creo
que happenings y tecnología afecten esta situación, introducen nuevas
lib e rta d e s ” . La p e rfo rm a n c e ap a re c e co m o un p u ro a c o n te c e r
inmanente opuesto a representación o reflexión, es la “ buena” quimera,
experimental e interesante de lo “dado para ser visto” del evento. Es
por eso que la performance está focalizada en el cuerpo. Trata de ser
una pura, indiscernible y tendenciosa realidad de un indeterminado
acontecim iento. “Aquí nos encontram os con Ducham p otra vez” .
(Badiou s/d:22-27)
El teatro performático es, creo yo, lo más interesante de la escena
actual o, por lo menos, por donde el teatro encuentra las respuestas
m ás logradas a sus inquietudes de cam bio. C uando H ans-T hies
Lehmann caracteriza el teatro postdramático destaca la ruptura con
la dramaturgia, con el textocentrismo. Este es el punto en donde se
42
en cu en tran el teatro p o std ram ático y el p erfo rm ático . El teatro
performático no reniega de la textualidad. por el contrario la incluye.
Pero no tiene que ser exclusivamente literatura dramática. Apela a
cualquier textualidad. sea mía escritura literaria o no literaria2, sea
cinem atográfica3, de artes visuales.
Desde luego, para hablar de este tipo de escena hay que salir de lo
inmediato e ir a los grandes nombres. En primer lugar, al mentor de
todo, Artaud. Su radical oposición a cualquier forma escénica que
signifique la preponderancia de la palabra4, su empeño en que el teatro
fuera mi espectáculo total que convocase diferentes artes y formas
e sp e c ta c u la re s5, su idea de que la representación debe constituir
"'poesía en el espacio”, no sólo tienen una gran actualidad sino que no
han sido en absoluto agotadas0.
Luego Kantor, para mí un nombre muy significativo, quizá el más
s ig n ific a tiv o co m o in flu e n c ia d ire c ta en las fo rm a s te a tra le s
performáticas más importantes en el pais. Si pienso en la importancia
43
que le da Lehmann a Robert Wilson y en la que también le otorga
Roselee Goldberg tengo que considerar que quizá en Europa ha pesado
m ás Wilson. pero sin Kantor no hubiera existido El Periférico de
Objetos. La huella del director polaco ha sido, en la Argentina, más
importante no sólo que Robert Wilson sino también que Eugenio Barba.
Kantor era un artista que participó de distintas esferas del arte de
su época. Pintaba, hizo happenings y performances, y en teatro, en
consonancia con su actividad de artista conceptual, daba prioridad al
proceso por sobre el producto final, no creaba personajes (o creaba
m u y p o c o s). T o m ab a te x to s de a u to re s de v a n g u a rd ia , co m o
Wietkiewicz y los deconstruía para hacer su obra y la de sus actores
que no dejaban de ser ellos (como los mellizos Janicki, por ejemplo)
p ara tran sfo rm arse en personajes. P or eso ju g a b a con los roles
fem eninos o m asculinos o con cualquier atisbo de realism o (que
destruían sus muñecos).
Desde luego hay que colocar en esta lista a Robert Wilson, a Ri
chard Foreman, a Jan Fabrc. a Pina Bausch, a la Fura del Baus, a la
Societas Raffaello Sanzio de Romeo Castellucci y, desde luego, a.
Eugenio Barba. También las obras de Angélica Lidell y el Ricardo III
de Carmelo Bene
44
conocimiento de La Fura deis Baus, renegaron de sus estudios teatrales,
se reconocían como "modelos vivos”, interrelacionaban expresiones
artísticas en sus espectáculos y trabajaban con sus cuerpos desnudos
en situaciones de riesgo. El grupo se disolvió en 1993 pero parte de
sus integrantes siguieron hasta la actualidad en sucesivas reagrupaciones
siempre en su estilo de perform ance-teatro. De la Guarda, Fuerza
Bruta, Ojalá.
Otra agrupación, ya en los 90 siguió la misma línea: el Teatro
Sanitario de Operaciones. Sus integrantes también son deudores de la
Fura del Baus con la que hicieron un seminario en 1996. Su primera
obra, M antua, la produjeron en 2001. Si bien la elaboraron a partir de
Rom eo y Julieta, el interés no estaba puesto en el relato -y lo mismo
ocurrió con las obras posteriores- sino en el trabajo con el cuerpo, en
el cruce de lenguajes artísticos, en la interrelación con el público, en el
movimiento aéreo. Se presentan en espacios no convencionales y tienen
un reconocimiento, aunque están muy lejos de la fama internacional
que alcanzó De la Guarda.
En los años 90 hay otro teatro pcrformático que se desarrolló con
mucha fuerza: el teatro de imagen. Lo inició Alberto Félix Alberto a
fines de los 80 y ya con su segunda obra. Tango varsoviano, resultó
una escena de mucho impacto. En los 90 Alberto presentó varios
espectáculos en los que el cruce entre cine (producido por los efectos
escénicos) y teatro y el cuidado formal hicieron crecer su búsqueda
estética.
También en la imagen se instalaban la obras que produjo Javier
M argulis, en quien lo plástico, cruzado con lo teatral era preponderante.
E l instante de oro y en particular E l experimento Damanthal fueron
momentos claves del teatro de imagen. Tanto Alberto como Margulis
aparecían ligados a propuestas que había presentado Robert Wilson
en muchos festivales pero en los directores argentinos la marca per
sonal era muy fuerte.
45
En los 2000 el teatro de imagen se fue apagando hasta desaparecer.
Los jóvenes tcatristas actuales lo ignoran y, dada la imposibilidad de
perduración de cada hecho teatral, no conocen ese m om ento de
esplendor que ya pertenece a la historia del teatro performático en
nuestro país7.
En los 90 se destacó también un actor performer ligado al teatro
de Barba a través de su maestra, Iben Rasmussen (importante actriz
del Odin Teatret), me refiero a Guillermo Angelclli. Clown en los 80,
unió sus dos formaciones en algunos espectáculos que también le debían
mucho a la imagen.
En la misma década se inició y empezó a tener cada vez más
relevancia un grupo que le debía mucho a Kantor y a Beckett: el
Periférico de Objetos8. Revolucionaron el teatro de objetos con sus
viejas muñecas de porcelana con la cabeza cortada y con los muñecos
androides (como los de Kantor, a quien se homenajeba) en su obra
más famosa, M áquinaham let que les abrió las puertas de los festivales
internacionales y las giras por el mundo.
Desde las prim eras piezas, el Periférico experim entó con los
muñecos, con el espacio, con la tcxtualidad, con actores y manipu
ladores. Pasaron de puestas minimalistas al uso de robótica y terminaron
con una gran instalación teatral en M anifiesto de niños. En 2005,
después que presentaron esta obra, el grupo se separó y sus tres
directores, Ana Alvarado. Emilio García Wehbi y Daniel Veronese,
siguieron las trayectorias que venían haciendo individualmente. García
Wehbi es un performer y sus puestas siguen siendo absolutamente
46
pcrformáticas. Ana Alvarado alterna puestas más logocéntricas con
otras en las que lo tecnológico tiene prioridad (como la que analiza en
este volumen). Daniel Veronese se inclinará por el teatro de texto.
Desde mediados de los 80 otro director importante va a renovar la
escena de Buenos Aires con puestas perfonnáticas en las que el cuerpo
del actor a través de los "estados de actuación" va a ser prioritario: es
Ricardo Bartís. Ese "teatro de estados" como él lo llama, alejado de
todo naturalismo, involucra también elementos musicales y plásticos
así como fuertes posturas ideológicas.
Muchas veces ha presentado puestas notables. Cito algunas para
ejemplifíar: Postales argentinas, que equivocadamente se piensa que
es un texto. Lo es, ha sido publicado, pero no es más que el testimonio
de lo que hacían los cuerpos de quienes lo crearon, Pompeyo Audivert
y M aría José Gabin. Otro gran espectáculo que cito es su versión de
Los siete locos y Los lanzallam as de Roberto Arlt que denominó E l
pecado que no se puede nombrar. Otra vez los cuerpos creaban no
sólo la historia (eso haría el teatro tradicional) sino la rebelión, la utopía
y la conjura del Astrólogo. Y su tratamiento de H amlet (Hamlet o la
guerra de los teatros lo denominó) donde sintetizó personajes e hizo
crecer la lectura política de la realidad imperante que parecía competir
con el teatro. O su puesta de M uñeca de Armando Discepolo, que
también sintetizaba los personajes y el grotesco pirandelliano tomaba
la forma de las figuras de la pintura de Francis Bacon.
Como el Periférico de Objetos. Bartís se convierte en canon de
este teatro pcrfomiático. Aunque tome textos dramáticos siempre hará,
como pedía Heiner M üller algo alejado de la reproducción uno a uno.
Siempre realizará sus creaciones con los cuerpos y el entrecruzamiento
de lenguajes.
Es im p o s ib le h a c e r e ste re c o rrid o p o r d ire c to re s y o b ra s
perfonnáticas de nuestra escena sin mencionar al artista que más ha
transitado este ámbito: Emilio García Wehbi. Perfonner. artista con
ceptual, actor y director teatral. García Wehbi ha realizado en distintos
47
lug ares p erfo rm an ces, intervenciones urbanas y óperas u obras
teatrales que siempre están concebidas desde el criterio performático
aún cuando parta de un texto teatral (como en su realización de Woycek,
de obras de Rodrigo García o su H am let con la versión textual de Luis
Cano).
García Wehbi va a trabajar con artistas performcrs como Guillermo
Angelelli o que se convierten en performers bajo su dirección como
M aricel A lvarez. B asta p en sa r la lab o r de esta actriz en D o lo r
exquisito o en Hécuba. Ha experimentado como pocos los límites de
la teatralid ad , expan d ién d o la y cru zán d o la con otras artes. Sus
propuestas son provocativas pero irradian una gran creatividad.
En los 2000 la escena perform ática ha continuado buscando
distintos horizontes. Sigue Bartís y García Wehbi continúa con las
investigaciones que había iniciado con el Periférico de Objetos. Pero
aparecen otros artistas: Federico León, director de teatro y de cine,
estrena su primera obra. Cachetazo de cam po, siendo muy joven y
sorprende por la originalidad de su propuesta. Las siguientes obras,
todas diferentes, investigan los recursos actorales, el cuerpo del actor,
el cruce cine-teatro. León es uno de los directores más originales y
comprometidos con los cruces interartísticos.
En la primera y segunda década de este siglo el teatro performático
sigue haciendo crecer la teatralidad desde miradas diferentes. Analía
Couceyro realiza un Biodrama sobre la artista Mildred Burton. Un
cruce de teatro y artes visuales en el que el ámbito teatral se convierte
en una galería que los espectadores recorren al entrar a la sala. Gustavo
Tarrío en Salir lastimado cruza teatro, danza y fotografía y convierte
la escena en un estudio desde el que se sacan fotos reales que se
exponen.
Beatriz Catani (una directora y dramatuga platense con una obra
muy original) y M ariano Pensotti realizan otro Biodrama Los 8 de
ju lio que es un teatro de presentación que cruza la realidad de los
48
actores con la realidad expresada en el video que se proyecta al
comenzar el espectáculo.
Alejandro Tantanián. otro director muy talentoso y un dramaturgo
sensible, de una escritura m uy cuidada, lia realizado varias obras
performáticas en las que predomina el cruce interartístico, especial
m ente teatro, artes visuales y m úsica con cuerpos actorales que
producen en sí un relato. Así podemos mencionar Los mansos, Los
sensuales. Las islas. Y funda Panorama Sur, mi evento que convoca
artistas argentinos y extranjeros para la presentación de propuestas
muy experimentales.
También Luis Cano es un dram aturgo que tiene una escritura
poética muy elaborada. Sus puestas trabajan con esos textos tratados
con el mismo cuidado escénico en todos los registros, entramados,
como ocurrió con C oquetos carnavales.
Lola A rias, actriz, d irec to ra y e sc rito ra (d ram atu rg a, poeta,
novelista) se destaca en todos los ámbitos por los que bucea. Desde
su primera obra, La escuálida fam ilia se distinguió por la personal
idea escénica y textual. Con M i vida después se planteó un teatro de
presentación de fuerte contenido político.
50
Lola Arias organizó una interv ención urbana. Ciudades paralelas,
que tomaba una serie de lugares de la ciudad9 : la Biblioteca Nacional,
una fábrica, el palacio de Tribunales, un shopping, una calle, una
estación de trenes, un hotel, la terraza de un edificio. La intervención
de cada lugar estuvo a cargo de un director distinto. Según los lugares,
la teatralidad la realizaban o la ponían los espectadores. En el Shop
ping seguían las instrucciones que se les daban por MP3 y resultaban
extraños actores (que bailaban, se miraban, se acercaban, etc).para
los otros paseantes; en el hotel10 recorrían habitaciones en las que,
p o r d is tin to s m e d io s (un te le v is o r, u n a n o ta , e s c e n o g ra fía o
personalmente) las empleadas del hotel comunicaban sus impresiones;
en la estación de trenes varios dramaturgos construían relatos acerca
de las personas que miraban las pantallas en las que aparecía lo que
escribían.
Mariano Pensotti, que estuvo a cargo de la estación de tren en
Ciudades paralelas, realizó dos intervenciones urbanas teatrales: La
m area e Interiores. La marea se hizo en el pasaje Rivarola. En la
calle, en negocios y en algunas viviendas se realizaban pequeñas
escenas que se iban repitiendo: peleas de una pareja, desencuentros,
reflexiones de un padre que esperaba que terminara la fiesta de su
hija adolescente, un accidente. Quienes asistían a la intervención eran
parte de la misma pero también lo eran los habitantes del pasaje, los
que salían de sus casas o llegaban a ellas y se encontraban con el
evento, a veces sin saber bien de qué se trataba. En Interiores un
grupo de espectadores recorría un edificio del centro de la ciudad y
entraba a algunos departamentos y a la terraza. En cada uno de los
lugares había actores que presentaban diversas situaciones.
Pompeyo Audivert participó del ciclo Museos en el Centro Cul
tural Ricardo Rojas y realizó el Museo Histórico. Aprovechó el espacio
51
de la antigua biblioteca con sus anaqueles de madera, ahora vacíos y
allí colocó los cuerpos de los actores vestidos con ropas de distintas
épocas. Ellos eran los testimonios de hechos y de documentos que
repetían. El museo, así construido, resultaba una instalación teatral.
M ás tarde, A udivert realizó el M useo Ezeiza, una im pactante
instalación teatral, en la que recorría distintos momentos de un hecho
histórico contundente y de fuerte marca en los años 70 del siglo pasado:
la vuelta de Perón al país en 1972, la multitud que lo fue a esperar, el
enfrentamiento entre la derecha y la izquierda peronista con su secuela
de muertos y heridos. Lo que Audivert mostraba eran los restos de
esa masacre y las voces de los enfrentamientos: cuerpos caídos, cuerpos
que se arrastraban, el espacio tomando en todas sus dimensiones por
esos d esp o jo s y los esp ectad o res que deam bulaban en tre ellos,
formando, también ellos, parte de ese momento histórico y artístico.
Ana Alvarado realizó en el Centro Cultural Recoleta una perfor
mance que denominó Spa conceptual. Era una mirada irónica a ciertos
lugares de la realidad en la que los actores, vestidos con batas,
deambulaban entre extraños objetos junto a los espectadores y éstos
podían intervenir con escrituras el cuerpo de una actriz devenida objeto.
52
En otros casos la escenografía resultaba una instalación como la
que realizó Oria Puppo para "Cuchillos en gallinas” texto de David
H arrower con dirección de Alejandro Tantanián. Esa escenografía
recreaba de manera original el ambiente rural de la obra, como si se
asistiera al crecimiento de los elementos; o la que realizó Norberto
Laino para Los murmullos, texto de Luis Cano y puesta de García
Wehbi, un lúgubre sótano/centro de detención lleno de materiales de
construcción e hilos de agua. O la carnicería hiperrealista que también
realizó Laino para FJ corte de Ricardo Bartís. O el falso museo de la
secuencia inicial de De m al en p eo r, también de Ricardo Bartís" .
L o tecnológico en escena
53
desde comienzos del siglo XX se empezó a pensar en expandir la
teatralidad apelando a tecnología. Meyerhold y después Brecht y Artaud
reflexionaron sobre la relación cine-teatro. Piscator utilizó slides y
cortos fílmicos en sus Revistas Políticas en el Berlín de los años 20 y
principios de los 30. Oskar Shlemmer dirigiendo el Taller de Teatro de
la Bauhaus renovó la concepción espacial con la geometrización de
los cuerpos y el uso de tecnología.
12 Remito al capítulo de este volumen en el que Ana Alvarado se refiere a este tema y
analiza su obra Visible.
54
ticipaban de la conversación telefónica que tenía con sus padres y de
lo que éstos le decían. Si bien la obra estaba guionada lo real penetra
ba en escena porque se veía en funcionamiento Internet.
En C iudad como botín, del dramaturgo y director alem án René
Pollesch con la dirección de Luciano Cáceres, se trabajó con las ac
ciones que se producían en el escenario y en la extraescena. Cuando
no estaban presentes los actores eran filmados y proyectados. Los
espectadores podían ver a algunos en los camarines, en los pasillos, en
la parte alta del teatro al mismo tiempo que otros estaban en escena.
Si el teatro es arte vivo aquí eso se ponía en cuestión, por lo menos
parcialmente, pero también se ampliaban las posibilidades espaciales
y dramáticas y exigía del espectador mayor percepción.
Federico León también experimentó con esta mezcla del teatro y
el cine o video en Yo y en el futuro. León, que como hem os dicho
anteriormente, es director de teatro y cine, aquí juntó de m anera pare
ja sus dos realizaciones artísticas. En la obra tres parejas de distintas
edades (desde niños a ancianos), vestidos de la misma m anera, esta
ban en escena parados, mirando la gran pantalla en la qu e se pasaban
proyecciones domésticas de la vida de una familia. Las tres parejas
eran los mismos yo escindidos por las temporalidades. L a m irada era
un procedimiento central: se observaban a ellos mismos en lo que
habían realizado en el pasado, a veces eran mirados por los persona
jes de las películas. Había un juego de espectadores que Se completa
ba con los espectadores reales que contemplaban el doble espectácu
lo fílmico-teatral. las acciones que se desarrollaban en la escena y la
pantalla.
En la puesta de Crave de Sarah Kane con la dirección de Christian
Drut, la luz, a cargo del iluminador Fabricio Costa Alisedo, era tratada
digitalmente. La luz se convertía en otro actor y era quicn dirigía todo
el movimiento, en oposición a la puesta minimalista Co n los cuatro
actores sentados, quietos, diciendo el texto. La escena s e llenaba de
climas oníricos, de paisajes diversos, de ambientes abstractos que los
55
actores no veían, porque todo eso ocurría a sus espaldas y sólo reci
bían la iluminación. Sin embargo la luz, que era escenográfica, con sus
vaivenes y las imágenes producidas, sostenía el texto que se enuncia
ba.
M argarita Bali, importante coreógrafa y videoartista, ha realizado
video instalaciones e intervenciones urbanas. En Acuario electróni-
co se asistía a disputas de una pareja que se sentaba en un sillón,
aparecía en un balcón, cambiaba de ropa pero que era sólo proyec
ción. Los espectadores miraban a esos personajes que accionaban a
pocos metros de ellos y estaban pero sólo fantasmáticamente. M ar
garita Bali ha continuado profundizando la idea de Acuario electróni
co en otra obra. Hombre rebobinado. Allí incorporó la palabra, hizo
crecer la historia, multiplicó el espacio. Las figuras proyectadas co
braban una vivacidad mayor, que se incrementaba más aún cuando el
actor protagonista aparecía en vivo e interactuaba con las figuras. En
un cruce profundamente perfonnático, la danza se mezclaba con el
teatro y con el cine.
Las fronteras entre las distintas artes se han vuelto cada vez
más tenues, se ha tendido progresivamente a la creación no tanto
de obras de arte cuanto de acontecimientos (2011: 37).
56
llevar a estudiar la relación performer-espectador, a revisar los artis
tas que realizan hechos perfomáticos (en lo que coincide con Rosclee
Goldberg). No establece diferencia en quienes hacen performance o
acciones o body art y quienes hacen teatro. Desde los años 60, seña
la, se produce esa “ difum inación de fronteras"’ y con ella “el giro
performativo” que produce acontecimientos y transform a a quienes
participan, artistas y espectadores.
Por esta actitud de juntar a quienes están en el ámbito performático
puede relacionar, como Goldberg, a Marina Abramovic, Joseph Beuys,
el grupo Fluxus, Herman Nietsch, John Cage, el Living Theatrc, el
Performance Group, Grotowski, Bob Wilson, Romeo Castellucci, Wolf
Vostell, Chris Burden, Jan Fabre, entre muchos otros.
Si nos queremos acercar al ámbito de lo performático es necesa
rio que miremos de otra manera el mundo del arte. Ya no lo podemos
separar en compartimentos estancos. Las artes visuales, la danza, el
teatro, se m ezclan y desde allí tenemos que verlas. Pero hay otra
característica que no tenemos que olvidar y es que el espectador tam
bién construye. En la gran mayoría de los casos es un arte relacional.
como lo define Nicolás Bourriaud, o bien crea “espectadores emanci
pados” como caracteriza Jacques Rancière.
“ El giro performativo” difícilmente pueda comprenderse solamente
con las herramientas tradicionales de la crítica13. Es imposible -las
estaríam os traicionando- acercarse a las obras perform áticas que
riendo interpretarlas desde el texto o clasificarlas desde los géneros
tradicionales del arte. Ellas esperan, del espectador y del crítico, una
participación. Es la única forma de relacionarse, de saber qué son.
Artaud, anticipador total de lo performático, era determinante en
el punto de la intcrrelación y la manera de mirarla:
13 Remito a las reflexiones que realiza Liliana B. López en su artículo de este volumen.
57
Hablando prácticamente, queremos resucitar una idea de es
pectáculo total, donde el teatro recobre del cine, del circo y de la
vida misma lo que siempre fue suyo. Pues esta separación entre el
teatro analítico y el mundo plástico nos parece una estupidez"
(Artaud: 1978,97)
58
recobrar la noción de una especie de lenguaje único a medio cami
no entre el gesto y el pensamiento (...) Afirmo que la escena es un
lugar físico y concreto que exige ser ocupado y que se le permita
hablar su propio lenguaje concreto” (Artaud: 1978: 97).
B ib liografía
59
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Económica.
60
Emilio García Wehbi Doctor Faustus Crédito Mariano Rapetti
Em ilio G arcía W ehbi D olor exquisito C rédito Em ilio G arcía Wehbi
61
debemos situamos en el punto de vista del proceso, en el análisis de
los caminos recorridos para llegar a dicho resultado. Por ello comen
zaremos analizando la noción de "teatro posdramático", establecere
mos una conexión entre dicha categoría y algunas de las ideas del
director polaco Tadcusz Kantor para luego detenernos en la concep
ción de dramaturgia como "tejido de acciones" que propone Eugenio
Barba y en sus particulares conceptos de "ideación" y de "montaje".
Finalmente daremos cuenta de algunos aspectos del proceso creativo
de las producciones teatrales a analizar - Arenales. Un pueblo bajo
el m ar y D esde Troya. Rapsodia para una guerra sin fin - y exa
minaremos, como emergentes de dicho proceso, el estatuto de los
personajes y los diferentes estratos del texto pcrfonnativo de dichos
espectáculos.
De acuerdo a Hans Thies Lehmann. el epíteto posdram ático in
tenta delimitar la especificidad del teatro del presente y "se aplica a un
teatro llevado a operar más allá del drama” . Por ello la categoría re
mite a una época posterior a la validez del paradigma del drama en el
teatro, remite a una época en la que se trasciende la subordinación del
teatro a la supremacía del texto. Esto implica que en el texto dramáti
co ya no está prefigurado ni el resultado ni el proceso de configura
ción de la escena. Es por ello que la noción de teatro posdramático no
define una dramaturgia o poética escénica o literaria, sino ima prácti
ca teatral, es decir, un modus operandi, una manera de entender la
creación escénica como búsqueda, como proceso.1 Este teatro es un
teatro de presente, presente de la acción escénica, de lo que ocurre
en el escenario; y su tiempo es el tiempo de la escena frente al espec
tador. En tanto teatro de presentación tiende a borrar las fronteras
entre lo real y lo ficcional al presentarse como equivalente de la vida
misma, al instaurar una verdad que se sustenta en el encuentro vivo
entre personas. Conseguir expresar una presencia, presentar algo, en
62
un espacio de re-prcsentacion por excelencia como es el teatro, en
eso consiste el tour de forcé del teatro posdrainático.
Esto no significa que una obra no cuente con la presencia de un
texto, sino que la relación que la escena mantiene con él es de tensión:
la escena interroga al texto, no lo ilustra. Puede el texto estar al co
mienzo del trabajo o puede configurarse como resultado del proceso
de construcción del espectáculo, pero siempre es un elemento más
que se encuentra en pie de igualdad con los otros estratos de la mate
ria escénica. El texto, entonces, entra a jugar como una dimensión
más de la abigarrada realidad de la escena y no como el elemento
capital que guía el trabajo. Lo que comienza a regir el proceso creativo
es una lógica que emerge del propio proceso de producción y que
tiene al sentido solamente como uno de sus componentes. El proceso
de ideación, que va acompañando y motorizando la dinámica del tra
bajo escénico a la vez que nutriéndose de ella, se trama con elementos
de otro orden y va configurando los materiales escénicos que ulterior
mente conformarán el texto espectacular.
Para el investigador español O scar C ornago (2006) la escena
posdramática es una “ constelación de lenguajes", que instaura un cam
po de fragmentación y pone en crisis las ideas de unidad y cerramien
to. Lo que impera es una lógica de experimentación que va constru
yendo un camino en el acto de comenzar a recorrerlo. Es por eso que
los textos que más se adecúan a este tipo de teatro son aquellos que
o fre c e n r e s is te n c ia a ser re p re s e n ta d o s ; te x to s que p ro v o c an
interrogantes de sentido y fracturas en el campo de la lógica formal y
dejan huecos abiertos para la irrupción de un nuevo campo asociativo.
La noción de teatro posdrainático tiene, según el investigador español,
el objetivo de contribuir a la reflexión sobre las formas de creación
propias de las prácticas teatrales contemporáneas, pero es una cate
g oría lábil que a lo sum o nos perm ite reconocer ciertos rasgos
aglutinantes. Entre estos rasgos se destacan: el valor primordial del
proceso creativo y de los ensayos por sobre el resultado final, la pues-
63
la en ju e g o del cu erp o del actor, la ex p e rim en tació n , el cruce
interartístico, el estímulo sensorial y la conexión con el público, acen
tuando la dimensión pcrformática del acontecimiento teatral.
Si el teatro posdramático supone el fin de la hegemonía del texto y
del autor del “ drama” por sobre la práctica escénica, si el texto deja
de ser allí el garante de la unidad, el hecho teatral se transforma en un
sistem a de ten siones basadas en el contraste, la op o sició n o la
complementariedad de elementos que tienen la característica central
de la fragmentariedad. El teatro posdramático cuestiona las nociones
de coherencia y totalidad, expresadas en la generación de una fábula
con suspenso e intriga, produciéndose así un conflicto con las nocio
nes de representación y referencia. La acentuación de la dimensión
performática implica la preponderancia de la presencia sobre la re
presentación, del proceso sobre el resultado, de la manifestación so
bre la significación. Es por ello que emerge una dramaturgia visual y
sonora que pone en primer plano el cuerpo del actor, quien irrumpe
como instancia de presente y de realidad. Se despliegan en escena
múltiples materiales fragmentarios que se yuxtaponen y que, como
los múltiples hilados de un tejido, van tramando el texto del espectácu
lo. El acontecimiento enraizado en el presente es lo primordial, y la
producción de sentido no supone necesariamente volver a traer a la
escena una realidad textual pasada o previa que debe ser representa
da. El sentido relumbra como resultado del montaje de esos múltiples
elementos de especies diversas: acciones, luces, sonidos, música, vo
ces. ritmos, desplazamientos, dispositivos plásticos, objetos, cancio
nes. dinámicas espaciales y, también, textos. Esta nueva concepción
de la escena fractura el estatuto tradicional de la noción de personaje
que ya no puede ser concebido como el antiguo “papel” asignado a
cada uno de los actores del elenco, como esa identidad preexistente a
la configuración espectacular que podrá ser abordada por las discipli
nas más diversas, desde una perspectiva social, literaria, psicológica o
existencial.
64
Ahora bien, esta impronta posdramática del teatro actual hunde
sus raíces en las propuestas y las revueltas de los reformadores tea
trales del siglo XX. Ya en la década del 1960. Tadeusz Kantor (1987).
en su manifiesto del Teatro Complejo (Komplexes Theater), sostenía
que el teatro no puede ser un aparato para reproducir literatura; que el
teatro posee su propia realidad autónoma y que el texto dramático no
es más que un elemento previo, encontrado, cerrado sobre sí mismo y
lejano a las peripecias imprevisibles que sacuden al material escénico.
De acuerdo a lo afirmado por este manifiesto -que formaba parte del
programa de E l Armario, espectáculo estrenado por el Teatro Cricol
en 1966- el texto dramático es un cuerpo ajeno, extraño a la escena.
Para Kantor. junto al texto, se ubican otros elementos: el espacio, los
objetos, los sonidos, los movimientos, las voces, los gestos de los acto
res; pero estos elementos no buscan ilustrar ni explicar el texto sino
que se integran a él, se traman espontánea y azarosamente con él. De
aquí se desprende que lo que acontece en el escenario no implica
traducción, ni tampoco interpretación o búsqueda de un equivalente
escénico del elemento literario. Esta concepción va acompañada de
una visión del actor que crea por cuenta propia. El actor kantoriano
construye su presencia escénica por fuera del dispositivo de la encar
nación o la interpretación de un personaje de matriz literaria. Verda
dero ser-en-escena, el actor dev iene una presencia inquietante, con
notada por un conjunto de características que denotan una poética
particular. Para Kantor el trabajo del actor no puede subordinarse al
principio de individuación que impone la ficción dramática; su propia
identidad biográfica p ersiste en la relación con el p erso n a je y se
sobreimprime a aquella identidad v irtual que nos presenta la obra lite
raria. El teatro “debe realizarse como obra de arte”, dictándose sus
propias leyes, diferentes de las de la vida c independientes de los prin
cipios que rigen la estructura del texto. En esta lógica, el actor no
tiene como tarca representar personajes, no puede ser el intérprete
de un papel preexistente. Debe, en cambio, discutir el texto, debe ser
65
-según la expresión del propio Kantor- un molino para moler el texto
con sus comportamientos y sus devenires que no necesariamente es
tarán sustentados en la espontaneidad y en la organicidad -valores
que caracterizan a otras tradiciones teatrales- sino que -aquí- pueden
nacer incluso de la monotonía, de la repetición y del automatismo del
cuerpo y de la voz, como elementos mecánicos.
Eugenio Barba, que también inicia su periplo teatral con el Odin
T ealret en los p rim ero s 60, nos habla por su parte del "te x to
performativo”, es decir de la trama de acciones que configura el lla
mado texto espectacular. En ese tejido, los textos que los actores di
cen o los episodios de un acontecimiento determinado son acciones
tanto como los son los sonidos, los movimientos, las luces o las trans
formaciones de los objetos o del espacio. La dramaturgia, entonces,
no se identifica con el texto escrito, independiente del espectáculo y
matriz del mismo, es la trama, el tejido de las acciones operantes -e s
decir de las acciones montadas y orquestadas en el plexo del texto
espectacular-. Así, podemos pensar en una dramaturgia de raigambre
escénica que envuelve en su constitución tanto a la dramaturgia del
actor como a la dramaturgia del director.
B arb a se p ro p o n e re p e n s a r la a so c ia c ió n de la n o c ió n de
dram aturgia con el texto.
66
El actor, además de trabajar con el tejido de acciones planteado
por el texto- si lo hubiere - o la fabula. o la historia que será represen
tada. construye secuencias de acciones físicas y vocales (Barba, to
mando el término de Grotovvski, llamará a esas secuencias de accio
nes: partituras). Estos materiales guiarán al actor en su integración a
la dinámica colectiva y en la construcción de su personaje. El director,
a su vez, trabajará sobre esos materiales creados por los actores, es
tableciendo relaciones entre los distintos estratos de acción que con
formarán ulteriormente el texto performaúvo. De este modo, queda
ampliado el concepto de dramaturgia que, de estar vinculado única
mente al texto dramático, pasa a remitir ahora a la variada gama de
acciones que integran una representación organizada, incluyendo en
esa categoría tanto a las acciones inscriptas en el texto dramático
como aquellas de naturaleza puramente escénica. Desde esta pers
pectiva, entonces, son acciones los sonidos, las luces, las transforma
ciones del espacio, las maneras de caminar, de tratar los objetos. Y
estas acciones sólo son operantes cuando están tramadas, tejidas; es
decir cuando se convierten en texto. El texto deja así de identificarse
con un documento hablado o impreso para pasar a ser una textura, un
tejido de acciones eficaces, dram a-ergon, obra de las acciones.
Por ello no existe un espectáculo sin texto: a diferencia del texto escri
to y constituido por palabras, el que puede ser conocido y trasmitido
antes c independientemente de la realización del espectáculo, el tex
to performativo sólo existe al final del proceso de trabajo y no puede
ser transmitido de modo independiente o autónomo del espectáculo
mismo.
Esta redcfínición del termino dramaturgia, está ligada a dos ca
tegorías centrales de la concepción barbiana: el concepto de ideación
y la noción de montaje. La categoría de ideación alude a esa com
pleja dialéctica del proceso creativo que implica seguir y respetar la
lógica de los materiales que surgen durante los ensayos, en las impro
visaciones de los actores (aún cuando esos materiales supongan lí
67
neas divergentes y hasta contradictorias), y acompañar esa marcha,
siempre confusa y a menudo am enazada por el caos . con lo que
Barba llama la deriva mental, un proceso paralelo, que tiene lugar
dentro y fuera de la sala de ensayos y en el que van surgiendo ideas,
asociaciones, nexos, perspectivas temáticas y también textos que ilu
minan y a la vez motorizan el trabajo propiamente escénico. Es preci
samente este proceso de ideación lo que pone en cuestión el horizon
te de la representación pues un proceso semejante es irrepresentable:
sólo puede plasmarse escénicamente a través del montaje. Llegamos
así a esc otro concepto clave para entender esta dramaturgia de nue
vo cuño: el concepto de montaje El montaje implica la composición,
el tejer o unir las acciones de diferente naturaleza que el proceso de
trabajo va generando. Según Barba el montaje
68
Eugenio Barba, en base a la distinción planteada entre texto dra
mático-literario y texto performativo y siguiendo el camino de investi
gación trazado por Richard Schechner. señala la posibilidad de distin
guir dos tipos de teatro, “un teatro que trabaja para el texto" en donde
el texto es la matriz, prioritaria para la puesta en escena, donde la obra
literaria es el valor principal del espectáculo y "un teatro que trabaja
con el texto” donde éste es utilizado como uno de los niveles o de los
componentes que constituyen la vida del resultado escénico, uno más
de los elementos del texto performativo.2 Este último tipo de teatro,
está caracterizado por un nuevo modo de concebir la creación escénica
y a n u e s tro e n te n d e r se lig a e s tre c h a m e n te con la n o c ió n de
posdramaticidad. con una práctica escénica -com o afirmábamos más
arriba- cuyo resultado y proceso de configuración no están inscriptos
en un texto literario pre-existente del cual el espectáculo constituya su
puesta en escena.
: Cl' Libro-programa del espectáculo del Odia Teatret Mythos. Ritual para el sigla
breve, editado por Nordisk Teaterlaboratorium, Holstebro.
lores y por un proceso de ideación que fue acercando asociaciones,
imágenes, alusiones y textos que se tejieron con los materiales escénicos
que el proceso de ensayos producía acciones, dinámicas, ritmos, etc.
En relación a la dimensión temática de la primera producción ar
tística que vam os a analizar. Arenales. IJn pueblo bajo el mar, el
inicial germen de una idea surgió leyendo un texto de la escritora fran
cesa Marguerite Duras, Aurelia Steiner. Allí leimos:
71
La idea de contar el asalto de un pueblo por el mar nos pareció en
un principio irrealizable pero finalmente - y luego de un período de
búsqueda - se logró escenificar el tsunami. Allí intervinieron todos los
componentes de la materia espectacular: los cuerpos de los actores,
sus voces, el espacio, la música y sobre todo la luz que adquiere en
esta escena una dimensión dramatúrgica. Una luz que es una acción
más a tramarse con las otras acciones, una luz que cuenta, que narra
la invasión del mar, que al depositarse como una ola inmensa sobre
los cuerpos los sumerge bajo el agua aportando una cuota más. esen
cial. de significado.
Otro fragmento textual que dejó una huella profunda en Arenales
fue un texto del escritor argentino Juan José Saer que leimos, los en
cargados de la dramaturgia, en su Tratado imaginario sobre el Río de
la Plata. El rio sin orillas. Este fragmento nos habla del genocidio y
de la decisión de los militares de tirar al mar a los secuestrados en los
campos de concentración de la dictadura. El río. el agua, y su relación
con cuerpos sumergidos. Durante bastante tiempo dudamos en explicitar
este subtexto, este hilo temático que durante un período largo se man
tuvo en el reino de lo tácito. En el último tramo de la construcción
espectacular el director y co-dramaturgo tomó la decisión de incluirlo
en la textualidad escénica. Esto hizo posible que saliera a la superficie
un significado que sobrevolaba la escena y que al explicitarse otorga
ra mayor contundencia al espectáculo. Así, uno de los actores, luego
del tsunami que hundía bajo el agua al pueblo con sus habitantes, enun
ciaba el relato de los vuelos de la muerte y la escena contraponía las
catástrofes naturales a la destrucción provocada por el hombre. El
actor, portavoz de un discurso, se hallaba al costado de los personajes
del pueblo que. subidos a la tarima, seguían dando brazadas impoten
tes en el fondo del mar.
Los personajes en Arenales .son algo cercano a chispas de identi
dad luego del estallido de la entidad psicológica propuesta por la con
cepción clásica del personaje. Así un gesto, una actitud o un compor-
72
tannento físico recurrente, se recortan como vehículo que trasmite
algo que permanece. Por momentos es un chispazo de historia -com o
en el caso de la dama del perrito o de la condesa o de la enfermera-
la que se nos hace presente patentizando una identidad de ficción tan
pasajera como fragmentaria. El personaje se configura, de este modo,
a partir del fragmento, del trazo episódico que sin embargo fija, de
modo precario, una identidad las más de las veces ligada al objeto. Es
que el objeto es una extensión del personaje, una suerte de prótesis
que, en relación dialéctica con él, logra configurar un sentido que no
termina de anclar en una interioridad sino que se resuelve en un exte
rior en el que relumbra una dimensión subjetiva. El objeto deviene así
un elemento definitorio del personaje, unido indisolublemente a él se
transforma en su partenaire necesario. Los textos, que al igual que los
objetos configuran las identidades de ficción y a través de los cuales
se presentan los personajes, se hacen patentes desde el cuerpo y la
voz de cada actor sin que éstos representen un papel previo al texto
espectacular. Dichos textos fueron el resultado de un trabajo de sínte
sis y montaje por parte de los dramaturgos pero que tomó como punto
de partida las historias de cada personaje escritas por cada actor en la
preparación de sus trabajos unipersonales.
En relación a las situaciones, en Arenales éstas se recortan de
modo pasajero de un flujo de presente que tiene que ver con el discu
rrir de ese pueblo y sus habitantes. Por momentos emergen atisbos de
situación que nos acercan algo parecido a una reminiscencia nostálgica
de la canónica situación dramática, vestigios de vínculos entre los per
sonajes -com o la discusión entre el mozo y su esposa, la mujer judía
encargada del museo del pueblo y de su biblioteca-, carcasas vacías
en las que relumbran, todavía, huellas de conflictividad.
En el proceso de trabajo partimos de la convicción de que la im
p ro v isac ió n es una h e rra m ie n ta esen cial para la co n stru c ció n
dramatúrgica, una usina que acerca materiales escénicos regidos por
ciertos códigos de trabajo pero en cuya gestación opera el azar. Los
actores asumen así un rol autoral, pues los ensay os no son pensados
como la elaboración de un resultado que apunta a poner en escena o a
representar una obra preexistente, sino como la gestación de la obra
misma. El ensay o es concebido más como creación que como prepa
ración.
Por ello los diferentes momentos del espectáculo, sus diferentes
escenas, son el resultado de un enlace de dinámicas coreográficas y
particulares disposiciones del espacio escénico, alumbradas en el pro
ceso de improvisación que se llevó a cabo a lo largo de las clases del
ciclo lectivo y que fue despejando ciertas configuraciones escénicas,
neutras a nivel expresivo al principio, sobre las que luego se imprimió
-e n el proceso de montaje- la dimensión temática y narrativa. La ex
ploración en tomo a las diferentes lógicas de ocupación y desplaza
miento en el espacio fueron fijándose de modo paulatino hasta alcan
zar mía dinámica y una utilización de las distintas áreas del espacio
escénico -las calles del pueblo llamado Arenales- que si bien no esta
ban totalmente tratadas como partituras -dado que siempre quedaban
intersticios para lo inesperado - respondían a un dinamismo formal
cuya lógica era siempre respetada.
A partir de que allí estaban, sobre la mesa, las cartas de nuestro
m azo, distintos hilos se tram an en A renales para conform ar su
textualidad espectacular. En primer término un diminuto poblado junto
al mar con sus habitantes, cada uno de ellos con mía historia fragmen
taria. recorriendo apresurados las calles del pueblo al compás de la
música ejecutada por una pianista y por actores músicos que van
describiendo el enclave de la pequeña población. Luego el tsunami
inesperado, la ola inmensa que hunde bajo el agua a los personajes,
que los arranca de sus vidas y los ubica en el fondo del mar. Pero esa
gran ola que tapa el pueblo en la bahía y hace desaparecer bajo su
furia a los habitantes de Arenales es aquí resignificada. A ella se le
sobreimprime el relato en tomo a “ los vuelos de la muerte” durante la
74
dictadura militar y el intento de los militares genocidas de hacer des
aparecer para siempre a los cuerpos de los jóvenes secuestrados y
asesinados para no tener que dar cuenta ante la justicia de sus críme
nes horrendos.
Finalmente, como último estrato de sentido, aparece en escena
una puerta hacia el más allá que van trasponiendo los personajes hun
didos que hacen fila para entrar (Los actores cantan: “ Bajo el mar
hay una puerta, que las aguas aún no han destruido. Allí van los su
mergidos a pedir que los dejen pasar. Entre peces y corales azotados
por el remolino, en harapos, los hundidos, hacen larga fila en el um
bral”). Esa mágica puerta de madera de considerables dimensiones
conecta con un espacio otro, con la posibilidad de trascendencia que
habilita la construcción de la ficción, la creación artística. Los perso
najes del pueblo van trasponiendo así. uno tras otro, la puerta para
acceder al reino de la inmortalidad entendida como memoria. Porque
los que entran a ese ámbito de trascendencia inaugurado por la puerta
ya no vuelven a salir de él. Los actores ascienden a la tarima y allí se
compone una figura colectiva de cuerpos fundidos. Así se hace pre
sente en escena el ccnolafio. una construcción funeraria que recuer
da a los que desaparecieron, a los que ya no están. Porque los que ahí
deberían yacer, reposan en ninguna parte, y ante la ausencia de los
cuerpos se erige un monumento junto al mar que recuerda a los su
mergidos cuyos cuerpos fueron sustraídos por las aguas. ("En lo alto,
proyectados hacia el mar, velan por sus sueños que 110 se dejan silen
ciar. De cara al inmenso océano, son briznas de la memoria, ráfagas
de eternidad” ) La estatua-recordatorio que se erige frente al mar, la
tumba colectiva y vacía, es construida en escena con los cuerpos de
los actores que atraviesan la puerta y componen en la tarima el cenotafio:
la misma composición que al principio del espectáculo se armó y ad
quirió voz al enunciar cada actor su nombre y su fecha de nacimien
to. Finalmente quedan todos inmov ilizados con sus brazos en alto y
sus caras que dejan trasuntar el horror de lo visto y lo vivido.
El espectáculo A renales termina y nos acerca la idea de que las
catástrofes nos ponen en contacto con la muerte, nos recuerdan que
somos finitos, que '‘todos hemos de morir” -u n a suerte de m em ento
morí, de interpelación a recordar la muerte-. Al arrancar a algunos
del aire de este mundo, al hacerlos desaparecer, al sumergirlos en
abismos sin fondo, las catástrofes, ya sean naturales o provocadas por
el hombre, nos confrontan con nuestro carácter efímero; pero a pesar
de todo nos dejan a los que quedamos la posibilidad de seguir soñan
do, de seguir produciendo sentido y de seguir recordando a los ausen
tes. Queda la memoria como lugar de recuperación y ligazón con lo
perdido, como territorio de lucha y de resistencia al olvido, como zona
en la que siguen presentes aquellos que ya no están. Tomando una
frase de Juan José Saer de su libro La Mayor, podríamos decir que el
espectáculo nos desliza la idea de que "lo que entra al mundo ya no
vuelve a salir” y de que de toda vida humana -aunque sea breve el
itinerario de su biografía- queda una huella, una presencia indetermi
nada pero imborrable. Lo ausente permanece de modo definitivo y la
muerte se convierte -m edida con la vara de la eternidad- en un acci
dente insignificante. Como afirmara en el Siglo VI antes de Cristo el
filósofo griego Heráclito de Éfeso -p o r algo apodado el oscuro- : "In
mortales mortales, mortales inmortales” . Esta idea será retomada y
desarrollada por los dramaturgos - y autores de este artículo- en un
espectáculo futuro de la Cátedra que mantiene relaciones estrechas -
en la ideación- con Arenales. Un pueblo bajo el m ar (nos referimos
a P resencias imborrables. La eternidad p o r los astros).
En el caso de Desde Troya. Rapsodia para una guerra sin fin.
la deriva temática partió de una exploración en tomo al movimiento de
los cuerpos en el espacio, en tomo a la ocupación del escenario desde
el centro hacia la periferia. El viejo tablado de la Sala M arechaI del
Departamento de Artes Dramáticas del IUNA, era un espacio vacío -
y vacante- en el que, desde el principio, irrumpieron los cuerpos. Vein
tiún actores y actrices del último año de la carrera de Actuación, sus
cuerpos en el espacio, inaugurando distintos itinerarios, probando lógi
76
cas diversas, escribiendo relatos evanescentes. Los cuerpos atrave
sados por los ritmos y los dinamismos del espacio, enmarcados por los
planos, agrupándose y dispersándose, elevándose, girando, cayendo,
saltando. Avanzando y retrocediendo, en los bordes, en la periferia, en
el centro. Los cuerpos configurando composiciones azarosas e ines
tables. Contactos, entrelazamientos, remolinos, frisos, amalgamas; los
cuerpos sacudidos por las fuerzas magnéticas de un espacio vivo y
germinal, de un espacio concebido como verdadero demiurgo de la
ficción escénica.
Era visible una recurrencia en el modo en el que los cuerpos se
agrupaban y conformaban una suerte de nudo en el centro de la es
cena. Ese nudo estallaba lanzando a todos, con mía fuerza centrífu
ga, hacia la periferia. Allí surgió una primera asociación: La bomba.
Un artefacto que explota. Un objeto que condensa energía y que, por
alguna causa externa (roce, impacto, percusión etc.), libera calor, pre
sión o radiación en un tiempo muy breve, causando estragos en los
seres vivos y en la materia inerte. En relación a este primer núcleo se
le planteó al iluminador la construcción de mía bomba que estallara en
escena.
Paralelamente la ideación de la trama narrativa y argumcntal par
tió de textos del escritor argentino Tomás Eloy M artínez que relatan el
estallido de la bomba de Hiroshima -incluidos en la obra de este autor
denom inada Lugar común la muerte- y de una versión del escritor
italiano Alessandro Baricco de la llíada de Homero- Homero. Ilíada.
una adaptación de ese canto que nos llega desde el fondo de los siglos
para ser leída públicamente- compuesta íntegramente por monólogos.
Estos textos alimentaron la escena de la Guerra de Trov a y el asesi
nato de Héctor a manos de Aquiles y donaron puntos de partida para
los tres manifiestos que se escuchan a lo largo de la obra en tomo a la
guerra. Algunos textos de Bertolt Brecht nos ofrecieron materiales
que se erig ieron en disp arad o res para co n fig u rar las diferentes
m icroescenas que describen al soldado desconocido de todos los
77
milenios y narran la partida al frente, la lucha en las trincheras y la
vuelta desesperada de los combatientes que sobrevivieron a la guerra
pero que regresan mutilados físicamente y quebrantados espiritual
m ente.
Los personajes de Desde Troya, a diferencia de los personajes de
Arenales, que si bien eran fragmentarios conservaban mi resabio de
identidad individual unida al objeto, poseen un estatuto coral. Ligado a
este carácter coral de los personajes aparece en escena un solo y
único objeto; el mismo objeto multiplicado por el número de actores.
Variados tipos de paraguas de formas y colores diversos que ora cum
plen su función habitual de preservar al portador de la lluvia, ora se
convierten en arma blanca o en anua de fuego que permite la defensa
y el exterminio en el combate. El paraguas, ese utilitario objeto de la
vida cotidiana, para Kantor un objeto fetiche, de colección,
78
en la historia seguida de su secuela inevitable de muerte y destruc
ción. Por momentos se recorta de este personaje único, colectivo,
alguna identidad de ficción específica como el forastero, o la monja o
el soldado desconocido o el cura o los paramcdicos; pero más que
personajes son escorzos identitarios portadores de una particular im
pronta expresiva. Adem ás de los personajes que rem iten al mito
fundacional de la épica guerrera -H éctor y Aquiles de la ¡liada que
luchan a matar o m orir en el marco de la Guerra de Troya y las
Andrómacas que lloran a Héctor, al compañero muerto en combate-,
se destaca un personaje de tres cabezas, "el friso colombiano" que
como necesario contrapunto distancia, ironiza y comenta -desde un
costado de la escena- la acción principal. Los personajes son, antes
que identidades de ficción particulares, portadores de un discurso que,
con sus palabras, van posibilitando el despliegue de la materialidad
escénica. Sobre este paisaje dramático habitado por un personaje co
ral. se recorta algún breve pasaje en el que a partir de diálogos míni
mos -com o el que se produce entre el soldado mutilado que regresa
quebrado del campo de batalla y su mujer que lo recibe emocionada y
le dice que todo volverá a ser como antes- nos llega un aliento de
evocación, una reminiscencia de la situación dramática tradicional junto
a sus conflictos que tan pronto como aparecen se desvanecen en el
continuum narrativo de los épicos contextos guerreros. En el desplie
gue escénico se suceden los unísonos, los textos enunciados por por
tadores plurales que arman una unidad de significado, los monólogos
compuestos por la participación de diferentes voces, las canciones,
los manifiestos y las proclamas. Los personajes luchan, sufren, mue
ren, marchan buscando huir de la tragedia, narran, cantan, manifies
tan.
En relación a las situaciones, encontramos en Desde Troya más
puntos de contacto con Arenales. En base a una estrategia compositiva
basada en el montaje de las diferentes dinámicas coreográficas y de
las distintas utilizaciones del espacio escénico que resultaron del pro
79
ceso de improvisación y de investigación en torno a las posibilidades
narrativas del espacio, se fueron tramando las múltiples escenas que
conforman la textura espectacular. Entre otras, la escena de la catás
trofe luego del estallido de la bomba con los heridos v los que intentan
ayudarlos mezclados en una amalgama infernal, la escena del cinc
donde se proyecta una película bélica en la ciudad amenazada, la calle
bajo la lluvia poblada de paraguas y el asedio de la violencia demencial,
el desplazarse impávido del hombre ancestral por una ciudad del pre
sente. por sus calles sembradas de cadáveres, la escena de la partida
al frente de batalla, el cuadrado fanático o los diferentes triángulos
que componen los que se van, los que abandonan la ciudad buscando
huir del asedio de la guerra y que van marcando los distintos mojones
del espectáculo.
De este modo a partir de una dramaturgia de montaje se tramaron
textos, materiales propuestos por los actores, canciones, partituras
musicales interpretadas por músicos presentes al costado de la esce
na, dinámicas espaciales, fotografías y materiales fílmicos proyecta
dos en foro que permitieron, a partir de la presencia de lo audiovisual
y la música en vivo, el cruce entre diferentes expresiones artísticas.
La presencia de una "constelación de lenguajes", que de algún modo
acentuó la sensación de fragmentación y puso en tela de juicio la aspi
ración a la unidad y al cierre que supone mía narración con presenta
ción, nudo y desenlace.
A partir de todos estos elementos se hizo posible convertir en ma
teria escénica la destrucción provocada por el hombre. Un cúmulo de
catástrofes bélicas quedaron tejidas en relato: desde la legendaria
Guerra de Troya, la guerra más arcaica cantada por Homero en el
inicio de los tiempos, hasta el genocidio atómico de Hiroshima que
cierra la etapa histórica de la guerra como fenómeno mundial. Así, el
espacio escénico resultó resignificado como infierno y de ese magma
caótico y en ebullición, de esc núcleo incandescente de exterminio
guerrero, pudieron surgir microhistorias, pequeñas narraciones, mani-
80
Tiestos, proclamas y alegorías que volvieron patente la experiencia
cotidiana de la barbarie. Se pudieron plasmar en escena ataques san
grientos, balaceras, ciudades devastadas, soldados en las trincheras,
bombardeos y un grupo de seres solitarios que cruza siglos y fronte
ras intentando huir de la pesadilla pero que encuentra en su marcha
sólo muerte, penuria y destrucción. Finalmente el espectáculo, a pesar
de pintar ese fondo amargo, se permite un gesto utópico y manifiesta
-con la imagen de Picasso pintando una paloma proyectada en foro-
la necesidad de iluminar la penumbra de la existencia sin apelar a la
luz cegadora de la guerra. Nos lanza un desafio, nos llama a construir
una belleza mucho más frágil pero infinitamente más apacible que la
cuestionable belleza guerrera.
Bibliografía
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TRES PROPUESTAS DE TEATRO PERFORMÁTICO
Ana Cosentino
I. D e m al en peor'
Estrenada en 2005, permaneció durante varias temporadas en cartel
y participó en el Festival Internacional de Buenos Aires, también invi
tada al Hebbel Theater (Berlín) y al Kuntz Festival (Bruselas). En
2006 continuó sus funciones en Buenos Aires, constituyendo otro hito
en la extensa trayectoria del prestigioso director argentino. Una se
cuela de la misma, fue el documental Final de obra (2007), dirigido
por José Glusman, que registró parte del proceso de los ensayos.
Si bien esta puesta se sostenía en un relato dramatúrgico domi
nante, éste no constiluia el eje de la misma porque el tratamiento del
espacio y las actuaciones resultaban medulares.
1Ficha técnica: Dramaturgia: Ricardo Bartis. Actúan: Alberto Ajaka, Matías Bringeri,
Claudia Cantero, Carlos Defeo. Flora Grò. Luciana Ladisa, Federico Martínez. Andrea
Nussembaum. Cecilia Pelult'o. Marta Pomponio. Agustín Rittano. Vestuario: Magda
Banach. Diseño de espacio: Ricardo Bartis. Música: Carmen Babero. Asistencia de
dirección: Martín Otero, Lorena Regueiro. Prensa: Guillermo Pintos. Producción:
Lorena Regueiro. Dirección: Ricardo Bartis.
85
El aspecto espacial resultó aprovechado desde múltiples posibili
dades puesto que desde el momento de ingresar al teatro, los especta
dores eran invitados a un salón acondicionado como bar donde podían
servirse diversas bebidas, lo que predisponía a un clima amable y, al
mismo tiempo, extra-cotidiano. Posteriormente, los espectadores eran
introducidos en una de las salas del teatro, preparada como un museo.
Este espacio se comportaba como una instalación teatral, en la medi
da en que era una suerte de “prólogo” al espacio escénico propiamen
te dicho.
Los objetos exhibidos, una singular mezcla de "trofeos” arrebata
dos a las tribus aborígenes y elementos propios de los "civilizados"
expedicionarios, quienes arrasaron el sur argentino durante el roquismo,
conformaban un lugar cargado de eclecticismo en el plano histórico y
cultural. Contradiciendo la especificidad de un musco convencional,
mi actor y una actriz componían, por un lado, una suerte de "cuadro
vivo” mientras, por otro, un joven posaba antes de pasar al espacio de
actuación y una actriz, reclinada en una cama, constituía el preámbulo
del entramado de las acciones futuras y representaba a Mary Helen
Hutton. una de las maestras que Sanniento trajo desde los desde Es
tados Unidos para formar a las docentes argentinas, que constituirían
el pilar fundamental para construir la educación laica, gratuita y obli
gatoria.
En tanto instalación teatral, el museo cobraba un valor de relativa
autonomía respecto de la puesta en escena ya que, una vez que los
espectadores lo atravesaban, quedaba fuera de su campo visual, pero
permanecía presente en su percepción y en las menciones, que expli
caban su existencia como mía fuente de recursos para la familia en la
situación de ruina económica2.
2“La instalación se mezcla (o puede confundirse) con la escenografía, pero tiene una
entidad y un tratamiento del espacio diferentes. Hay una propuesta plástica-espacial
(puede ocupar todo el ámbito de la representación) que se combina con la actuación,
con la ficción representada, pero mantiene la entidad artística propia." (Sagaseta. 2006).
86
Una vez que los espectadores atravesaban el “museo" se ingre
saba a la sala por el espacio escénico, sumamente comprimido, y a la
vez, con varias puertas que posibilitaban las continuas entradas y sali
das. Los once actores transitaban ese espacio mínimo, con lo que se
generaba un clima de opresión y encierro.
La extra-escena, visible sólo para algunos espectadores, se pro
longaba hacia el fondo, mostrando espacios íntimos, como el salón con
un piano o el baño. El patio del teatro también se re-significaba como
la calle desde el plano sonoro y cuando se oían las voces y los cánticos
de una manifestación anarquista, se generaba una situación de ame
naza para los habitantes del espacio interior. Éste, representaba una
casa de clase alta, venida a menos debido a ios malos negocios y a las
cíclicas crisis económicas del país. Sus habitantes no se resignaban a
d escen d er socialm ente, pese a que los hechos dem ostraban que
devenían “de mal en peor” , tal como reza su título. Podríamos leer
aquí una reminiscencia de los climas, personajes y conflictos de mu
chos de los textos dramáticos del rioplatcnse Florencio Sánchez tales
como Barranca Ahajo (1905), En fam ilia (1905) o E l pasado (1906),
sin descartar que resuenen ecos de su contemporáneo, el comedió
grafo Gregorio de Lafcrrére. Si bien el espectáculo fue presentado
como un homenaje a Sánchez, y se trabajó a partir de sus textos, las
improvisaciones fueron generando una texlualidad nueva en la que
sólo se percibía una huella de la dramaturgia del mismo.
En cuanto a las actuaciones, sin ninguna duda, resultaron el ele
mento más jerarquizado del teatro de Bartis, y en ella se justifica esta
elección en nuestra investigación sobre el teatro perfonnático.
Los actores interactuaban con el espacio de manera intensa: cons
tantes idas y venidas, corridas, relaciones de proxemia mínima, cerca
nía inquietante con los espectadores, aglomeraciones grupales en el
plano vertical u horizontal, todo ello ponía a prueba, por un lado, la
destreza de los intérpretes y por otro, la actividad del espectador, quien
debía adaptar su mirada a un ritm o vertiginoso, característico del
87
vaudeville, tanto por los movimientos, gestos y desplazamientos, como
por los rapidísimos diálogos.
El proceso que culmina en la puesta en escena, comienzo mucho
tiempo antes. Para que esos cuerpos dominen el espacio escénico con
tal ritmo y destreza, la propuesta del director se hizo presente desde
los primeros ensayos. En una investigación precedente, en la que ob
servé durante un año las clases impartidas por Ricardo Bartís, puse de
manifiesto cuáles son los objetivos centrales de la preparación de los
acto res:
Durante el entrenamiento, Bartís toma como punto de
partida la teatralidad expresada a través de formas que se
construyen en el espacio, ya que al realizar movimientos se
descubre que lo espacial "‘se construye”, permitiendo esta
blecer un sistema narrativo. El espacio ocupa el campo
escenográfico que es determinado por un territorio de repre
sentación y que se instaura en el momento que el actor entra
en escena. A partir de este momento, aquel se entrena en el
valor de las formas, la conciencia del ritmo, los impulsos y a
su vez el lugar de dominio y ubicación para conectarse con el
público3.
88
mático desde los ensayos, sugiriendo que los actores ejerzan su oficio
con autonomía. Un mundo dramático que tensiona el pasado y el pre
sente, la historia y la actualidad. En esta puesta en escena la crisis
socioeconómica de principios del siglo XX se conecta con las más
recientes, entre ellas, la del 2001: las similitudes se transparentan en
los cuerpos, más que en la fábula4. El temor a descender en la escala
social, la amenaza de lo nuevo o lo extranjero, la pérdida de privilegios,
afectan a los personajes en el plano individual, familiar y social. Los
lazos familiares devienen endogámicos, se cierran sobre sí mismos y
tratan desesperadamente de fingir un estatus social al que ya no per
tenecen. Las nuevas ideologías, los sectores sociales emergentes,
terminan por cncapsularlos en el marco de una ficción creada a su
medida, como lo revela la angustiada réplica de uno de los personajes
masculinos:
5Julia Elena Sagaseta (2007), al referirse al teatro de Ricardo Bartis. enuncia una serie
de rasgos propios del teatro performático. que podrían aplicarse perfectamente a este
caso.
90
ganados y a las mieses” , en el que el doble travestismo de una actriz
como alegoría de la patria, construye una cruel metáfora. La escultu
ra también está presente, mediante la imitación humana del Discóbolo,
una pieza griega clásica. Estos saberes dan cuenta de la pátina de
conocimientos de una familia distinguida de la época. Son citas de
citas, recitado en el teatro, imágenes dentro del plano de la escena,
que exhiben la condición ficcional dentro de la ficción. El teatro no
representa, buscando una ilusión mimética, sino que expone su propia
construcción, su "hacerse” a través de la materialidad de los cuerpos
en acción.
Como expresa Guillermo Gómez Peña (2005)
6 Ficha técnica: Dramaturgia: Sergio Sabater. Elenco: María Laura Agudo. Julia
Amadeo. Yaiza Con ti Ferreira, Luciana D ’Orazio, María Belén Fernández Díaz. Daniela
Godov, Andrea Guerrieri. Mariano Karamanian, Romina Pose Rodríguez. Malena
Salatino, Rocío Saldeña, Clara Seekel; Vestuario: Laura Cardoso; Diseño de Luces:
Pehuén Stordeur; Realización Escenográfica: Emilio Muñoz; Operación Técnica: Ale
jandra Corral. Emilia Goity; Asistencia Asistencia artística: Alejandra Corral; Aseso-
ramiento dramatúrgico: Ana Rodríguez Arana; Asistencia de escenografía: Germán
Anón Barros. Asistencia de iluminación: Emilia Goity. Héctor Zanollo Dirección:
Sergio Sabater; Departamento de Artes Dramáticas - 1UNÁ. Sala Leopoldo Marechal
Los actores estaban más cerca de ser perform ers, entre los que
se podía distinguir dos tipos o categorías:
-por una parte, las "presentadoras” : hablaban al público, presenta
ban las situaciones, organizaban las mismas. Sus acciones y movi
mientos estaban pautados, medidos, coreografiados. Lo que resultaba
clave es que sus acciones no podían pensarse por fuera de la escena,
adquirían sentido solamente dentro del espectáculo. Se apartaban de
lo psicológico y no tenían continuidad en la acción. No tenían nombre
ni ap ellid o , aparecían en el p ro g ram a de m ano com o "A gentes
maquínicos” , y una de ellas, como "Agente maquínico travestido” : sin
ninguna explicación, cambiaban su apariencia sexual como parte del
movimiento de la máquina, ya integrada al otro tipo de "intérpretes” .
-el segundo tipo de personajes, eran designados como "réplicas”,
sugiriendo que no eran los "originales” (en el teatro de representación
tampoco lo son, pero pretenden serlo): aquí aparece la idea de "co
pia”. de "duplicado” de algo que podría estar en el mundo. Dentro de
este gnipo, algunos tenían nombre y una caracterización, como por
ejemplo "Ernesto, el hombre que quería lograr el día”, o "Leonor, la
mujer de los latidos de reloj” . Otros, tenían en lugar de nombre, una
descripción general, a partir de su función: "M uchacha de la m aña
na” , "M ensajera de la noche” o "Quien desde su ventana ve pasar el
tiempo” . Estos últimos realizaban acciones, que podría decirse que
estaban enmarcadas en las de las presentadoras. Cuando hablaban,
también lo hacían al público. No llegaban a ser "'personajes”, aunque
tuvieran un nombre y una breve historia. Por momentos realizaban
breves coreograñas, marchas, subidas y bajadas, integrando un siste
ma.
La indiferenciación actor - personaje, es uno de los elementos que
el teatro toma de la performance, según José Antonio Sánchez (2000)
La textuálidad del espectáculo se armó a partir de dos disparadores:
algunas lineas temáticas del texto de Peter Handke "Ensayo sobre el
92
día logrado” (1991) y la perspectiva de la mujer contenida en un escri
to de la dramaturgista Ana Rodríguez Arana.
El director aportó además, una serie de textos, por ejemplo. Los
dos manifiestos (en idioma alemán) y el monólogo de Ernesto, El
hombre que quería lograr el día". A su vez los actores traían otros
textos elegidos por ellos, -que en algunos casos fueron modificados
durante la puesta, para realizar ‘io s unipersonales” . Por ejemplo, "Eva.
de Jos frigoríficos'’' presentó un relato de una trabajadora que faenaba
la carne durante la primera presidencia de Perón; “Lucrecia en viaje
de la in fa n cia a la d ec rep itu d " expuso un texto de Sim one de
Beauvoir y a su vez hay un intertexto proveniente de la obra de Philippe
Ariés en “ El hombre ante la muerte". Todo ello no constituía una na
rración lineal, sino esbozos de micro-narraciones fragmentarias, que
podían retomarse en otra parte del espectáculo.
La interrelación artística estaba muy presente en la puesta en es
cena. Los signos no verbales adquirían otro significado e importancia
que la que suelen tener en el teatro representativo. El espacio escénico
no remitía a un espacio en el mundo real, no era ilustrativo, era inde
pendiente, tenía valor en sí mismo. Presentaba estructuras movibles,
que lo transformaban a voluntad, creando su propia convención. Las
estructuras tenían distintas funciones: ocultar a los actores, mostrar
los, ser transitables, ser impedimentos, creando una composición plás
tica/ visual. Tomando el concepto de Tadeusz Kantor (el objeto pre
vio, el objeto de descarte, el objeto de rango inferior o el objeto que se
encuentra) se comenzaban a proyectar líneas espaciales. La improvi
sación colectiva llevó a una investigación, buscando dinámicas de
movimientos, por lo que el espacio se iba decodificando a través de los
cuerpos en el escenario, siendo un territorio abstracto atravesado por
la geometría
La música y los sonidos tenían una enorme importancia dado que
estaban en estrecha correspondencia con las acciones y los movi-
m ientos/ desplazam ientos de los actores /performers. Bajo la idea
central de la Máquina, los sonidos pretendían dar la idea de que prove
nían de ella misma, los actores se movían a su impulso, les imponía los
ritmos, la velocidad, las detenciones. En ese sentido, parecían ser en
granajes. piezas, que se movían según lo indicaba el plano sonoro.
Esto presentaba una gran diferencia respecto del uso habitual de la
música en el teatro, que suele funcionar como expresión sonora del
estado de ánimo de los personajes, y los sonidos responden a situacio
nes que pretenden ser reales. Aquí tenían autonomía y valor propio.
Los objetos incluidos en la escena eran escasos, y por eso mismo
se destacaban de manera especial. Por ejemplo, para "Quien desde
su ventana ve pasar al tiempo” , la ventana era portable y estaba con
ducida por la actriz. El objeto nos remitía parcialmente a mi objeto
real, (una ventana), pero el hecho de llevarla, subirla, bajarla, hablar
detrás de ella, la transformaba en un objeto funcional siendo una pro
yección del personaje.
Respecto del vestuario, se creaba una unidad cromática y se enla
zaba con uno de los ejes temáticos del espectáculo, que era el tiempo.
Se iban dando diversas respuestas a la preguntas sobre el día, median
te frases en latín "Carpe diem” (Vive el día) “ Tcmpus fugit” (El tiem
po huye) entre otras. La máquina se podía relacionar con mi reloj
biológico, lo que significa el tiempo para la vida corta humana y justa
mente los personajes simbólicos tenían relación con los ciclos de la
vida.
La iluminación se entramó con esta problemática, recurriendo a
efectos blancos para la máquina y de luz mortecina para los persona
jes, o ambas a la vez.
La otra idea relacionada era la del teatro como máquina de produ
cir ficción, que remitía a sí mismo y generaba y organizaba todo lo que
se veía en escena. Los "personajes” funcionaban como réplicas, que
se activaban por efecto de la máquina teatral.
94
Com o afirm a G erardo C am illetti.
' Ficha técnica: Idea, puesta en escena y dirección: Maricel Alvaro/ y Emilio García
Wehbi. Intépretes: Carolina Borca, León Dogodny, Alejandra Ferreyra Orti/.. Katharina
Haverich, Paula Jurafsky. Margarita Mollino y Florencia Vecino Materiales textua
les: Gertrude Stein, Heiner Miiller y Emilio García Wehbi /Asistencia escenotécnica:
Julieta Potenze /Asistencia de dirección y producción: Paula Baró 'Música: Marcelo
Martínez / Espacio: Sala Cancha del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la
Universidad de Buenos Aires.
95
resignificando el mito de Fausto, pone el acento en la relación del
hombre contemporáneo con la tecnología, ya que hace referencia al
momento del descubrimiento de la luz eléctrica. La riqueza del campo
semántico asociado a la luz en Occidente, le permitió jugar con los
significados: progreso, razón, ciencia, entre otros8. El texto es leído
por una p erfo rm er alemana, en inglés, tal como lo hiciera en Berlín.
La decisión de los directores Wehbi y Alvarez, respecto de que el
mismo sea dicho en otra lengua, tenía como finalidad que la actriz se
distancie del mismo, al alejarse de su lengua materna. Aún para un
espectador no muy conocedor de la lengua inglesa, es posible apreciar
las repeticiones de palabras y frases, que van creando mi ritmo muy
particular. Como afirm a Hans Thies Lehm ann respecto del teatro
p o std ram ático , "el lenguaje no aparece com o un discurso entre
personajes, sino com o una teatralidad a u tó n o m a ” (2002).
Lo más dcstacable de esta propuesta es que la narración se origi
na en los cuerpos en posición de danza contemporánea. Como la mú
sica en general, la danza tiene mi nivel de conceptualización diferente
o menor, respecto de otros signos (como la palabra). Es en el entra
mado con otros signos de la escena, que se construye mía suerte de
relato visual y auditivo. Existe una clara diferenciación entre la baila
rina que asume el rol de Mefistófeles y las otras cuatro, que se mue
ven en bloque.
La mujer-serpiente (sus movimientos ondulantes así lo indican)
guía a las otras bailarinas, en una actitud dominante. El barro en su
96
cuerpo fue un recurso plástico que el director ya había utilizado ante
riorm ente9 . Los cuerpos multiplican el concepto de lo femenino, en
oposición a la figura masculina, lo que permite reconocer una posición
acerca del género diferente a la de la tradición (el mito y los diferentes
"Faustos” )- Los cuerpos de las mujeres son jóvenes, flexibles, bellos,
se contraponen a la figura de un Fausto anciano, debilitado, ya sin
fuerzas. Aquí, el principio femenino, conducido por la mujer-serpiente
(una posible reminiscencia bíblica), se distingue de la débil Margarita
o M aría de las versiones literarias más conocidas. La animalización
está presente no sólo en esta perform er (a través de su maquillaje,
movimientos) sino que atraviesa a toda la zona de las mujeres. Si bien
no se "representa” un bosque, se lo construye a partir de varios pla
nos; en principio, el plano sonoro, que consistió en un elaborado traba
jo de composición:
97
Este espacio se opone a la zona de Fausto, que permanece senta
do frente a un tablero de ajedrez, éste introduce un elemento lúdico y
al mismo tiempo remite a la racionalidad que se requiere para jugarlo
y las habilidades estratégicas que demanda.
Así, el espacio escénico queda escindido entre el bosque, con sus
claroscuros, y la zona en primer plano, donde predomina lo racional e
iluminado.
Para la cultura occidental, el bosque tiene un significado misterio
so y oscuro. En la tragedia griega, aparece también como un espacio
sagrado, en el que se realizaban ceremonias secretas. Por ejemplo, en
Las Bacantes de Eurípides, el bosque es el ámbito de los rituales
dionisíacos, vedado a los hombres (recordemos que Penleo es despe
dazado por Agave, su propia madre, quien lo confunde con una fiera
salvaje). Este despedazamiento es producto del castigo que Dionisos
hace caer sobre Penteo, a causa de haberse introducido en el mundo
del ritual, que era exclusivo de las mujeres. Nos detenemos en este
aspecto, porque García Wehbi establece una relación intertextual con
el film de Lars Von Trier, A nticristo (2009). que retoma el tema de las
mujeres y lo mágico.
Una de las referencias a este film es a partir de imágenes, que
aparecían en una pantalla ubicada al fondo de la Sala Cancha, y otra,
con un ciervo de gran tamaño, que era desplazado por el escenario.
En dicho film, el ciervo (mejor dicho, la cervatilla) es uno de los tres
animales que aparecen de manera recurrente, conformando una cons
telación. que Von Trier denomina "Los tres mendigos”11, junto al lobo
y el cuervo. En realidad, en la poética del director danés, significan
tres estados del alma (pena, angustia y desesperación). En el film,
cargado de símbolos, el director propone una imagen negativa de lo
98
femenino, ligada al bosque y a la brujería12. En este aspecto. Wehbi
retoma, pero invierte el signo de esta lectura, ya que en su puesta, lo
femenino resulta una fuerza positiva, también muy ligada a la natura
leza. Los movimientos de las bailarinas así lo indican, especialmente
cuando se desplazan por el piso y manejan los dispositivos lumínicos.
Otra relación intertextual, en este caso con las artes visuales, se
establece con la instalación de Marcel Duchamp, Etant donnes. Se
trata de una imagen femenina que se observa a través de imas peque
ñas mirillas en una puerta. A su vez, esta instalación toma como mo
delo el cuadro de Gustave Courbet, “ El origen del mundo” (1866). El
sex o fe m e n in o es p u e s to en p rim e r p la n o , de u n a m a n e ra
descarnadamente realista, sin ninguna veladura ni censura. La insta
lación de Duchamp. en cambio, requiere la participación "curiosa'" del
espectador, ya que la imagen sólo puede ser vista a través de un orifi
cio en una puerta, es decir, espiando.
En la puesta D octor Faustus de García Wehbi y Maricei Alvarez,
los diferentes lenguajes escénicos, tales como la interacción de imá
genes proyectadas sobre una pared lateral, el desdoblamiento de Mar
garita a través de las cuatro bailarinas, la presencia del ciervo, (en
referencia a Anticristo de Lars Von Trier) como así también los soni
dos producidos y las luces, remiten a la totalidad de un bosque, pre
sente en el texto de Stein. Por lo tanto, resulta adecuado lo que sostie
ne Lehmann acerca del teatro postdramático:
12 En varios reportajes, el director afirma ser un gran admirador del dramaturgo sueco
August Strindberg (1849-1912) compartiendo su posición misógina y explorando la
lucha entre los sexos.
99
A modo de conclusión
100
res son el eje del espectáculo, desplazando la organización textocéntrica
tradicional, lo que se puede observar en los tres ejemplos analizados.
-un descentram iento del texto, que. aunque p u ed e estar p r e
sente. no residía el elem ento organizador del espectáculo: el tea
tro performático y el postdramático no reniegan del texto, pero lo uti
lizan como un material más del espectáculo. Por ejemplo, como un
elemento coral {La m áquina del día), o en otro idioma y leído por una
perform er, en un plano separado del resto de los actores (Dr. Faustus)
-m arcada interrelación artística, donde la presencia de otras
artes no tiene un mero fin ilustrativo, sino que puede adquirir un
valor autónomo', esto puede suceder con el ámbito espacial (la insta
lación teatral, fotografías, videos, pinturas, esculturas, objetos), sonoro
(música, ruidos, la palabra misma), el cine, proyecciones, la danza, el
canto, entre otras posibilidades.
Bibliografía
Camilletti, Gerardo. 2009. “La máquina del día. Una ficción crono-
e s c é n ic a ”, en vvwvv.territorioteatral.org.ar, N °5, Buenos A ires,
Departamento de Artes Dram áticas (IUNA).
101
Cornago, Óscar. 2005. "Resistir en la era de los medios. Estrategias
preformativas en literatura, teatro, cine y televisión” . En: ibero-
ame rita n a/Vervucrt, M adrid.
102
Taylor, Diana. 2006. "Hacia una definición de performance", en R e
vista Teatro Celcit, Segunda época, año 16, N° 30.
Entrevistas realizadas:
A Ana Rodríguez Arana por La máquina del día. el 22 de octubre de
2010.
103
NUEVOS MEDIOS Y TEATRO PERFORMÁTICO.
EL ESPECTÁCULO VISIBLE
Ana Alvarado
E l te a tr o P e r fo r m á tic o p a r e c e d e sc e n d e r, en e l s e n tid o
genealógico, d el arte M inim al, C onceptual y Posmoderno.
Foucault consideró a los distintos tipos de sociedades como diná
micas y en las que rigen determinados dispositivos de poder y modos
de saber. Eso nos constituye y poder y saber están en constante acti
vidad y en un juego de fuerzas dinámico que engendra formas diver
sas de pensar y actuar. La forma nace en esa zona de contacto en la
cual el individuo lucha con el otro para imponerle "su ser", decía Witold
Gombrowicz (Bourriaud 2006:22)
V ivim os en una sociedad m ulticultural. El arte perform ático,
interactivo y relaciona! en el modo en que lo postula Bourriaud, bus
ca abrir un paso, constituirse como una forma, un modelo de acción
dentro de lo que ya existe y sin buscar cambiar radicalmente lo ante
rior. En eso difiere de lo conceptual y vanguardístico y sus luchas por
generar violentas rupturas con el pasado
El arte refleja a la sociedad en el escenario. El teatro performático.
con su estética de cruce, provisional, interactivo, afectado por las nue
vas tecnologías, es mía de sus fuerzas culturales pero 110 la única.
Convive y hace crisis perm anentem ente con el tradicional teatro
burgués que está actualmente anclado en las figuras mediáticas y en
la identificación del público con el personaje/actor/famoso, con un
público mero consumidor, inmerso en la 'sociedad del espectáculo".
106
El teatro performático padece además el desinterés de la crítica esté
tica por modificar sus parámetros y la perpetua '‘alabanza de lo mis
mo” que genera sopor, adormecimiento, en la actividad creativa del
artista.
En los años 20, inicios del siglo XX y por ende de las artes que
permitían la reproducción técnica, Piscator y Brechl introdujeron la
pantalla de cine en el escenario teatral. El checoslovaco Joseph
Svoboda es probablemente el primero que utiliza imágenes de video
en directo, dentro de una representación teatral. La aparición del vi
deo permite después también a Robert Wilson, Richard Foreman y
Robert Lepagc, por ejemplo, explorar nuevas formas dramáticas y
dar origen al denominado Teatro de Imágenes, clave en el análisis del
teatro posmodemo. El teatro resulta afectado por la performance. El
teatro físico, el teatro post Artaud, se fusionan con facilidad con el
video y es de ahí en más que la escena encuentra mi primer diálogo
con esas nuevas tecnologías. De resultas de este maridaje la acción
teatral puede consistir en un relato de imágenes, la puesta en escena
es un montaje y el espacio escénico mía caja que contiene diversos
formatos. Wilson, Kosuth, Sol Lewit y Bruce Nauman, como antes
Man Rav y Marcel Duchamp probaron todas las posibilidades a su
alcance en el armado de este rompecabezas.
Probablemente el primer v ideoartista, Nam June Paik que forma
ba parte del grupo Fluxus junto con Beuys, entre otros, con sus
perform ances desafiantes fue un antecedente de lo que la escena
teatral performática es hoy en día pero la fuerza revolucionaria y la
ferocidad de la performance antiarte de Fluxus, no se corresponden
con la dinámica de estos tiempos. Las relaciones entre arte y técnica
son mucho más complejas en este momento, si pensamos que las imá
genes digitales no necesitan “una relación analógica con el sujeto”
107
I
para poder existir (Bourraud. 2006:85), como sí lo precisaban las tec
nologías anteriores, como la fotografía no digital, por ejemplo. En ge
neral, al artista le interesa la tecnología en la medida en que pueda
ponerla en perspectiva, reflexionar sobre sus efectos y dccodificar
sus principios para transmutarlos en su obra.
El video fue después de la fotografía la técnica más aceptada y
problemati/.ada por los artistas. Como reproducción, por la simpleza
de su traslado y también por la accesible “ inclusión de lo real en la
obra”, idea revisitada de distintos modos en los últimos treinta años de
diálogo entre teatro, performance y tecnología. Desde los comienzos
del uso del video en la escena lo que más claramente se afectó fue la
noción de tiempo. El videoartista Bill Viola dice:
108
lo que aquí llamamos Teatro Performático. Sigue presente como pro
blemática para mí en este nuevo formato: el cuerpo adelgazado de los
actores y la imagen virtual con tecnología digital creando mía nueva
corporalidad en la escena. El espectáculo Visible, que dirigí en 2008/
2009 parece ser un claro ejemplo del teatro performático, según el
criterio trabajado en esta investigación, e intentó reflexionar sobre
nuevos formatos para la escena perfonnática.
“La teoría modernista del arte postulaba que el arte y los me
dios técnicos eran contemporáneos. Creía que existirían lazos in
separables entre el orden social y el orden estético. Hoy podemos
ser más cautos, más circunspectos en cuanto a la naturaleza de
esos lazos (...) nuestro optimismo respecto del poder emancipa
dor de la tecnología se ha ido esfumando... (2006:79)
109
performático y la tecnología de uso cotidiano, usando a esta última
como material escénico y poético y disfrutando enormemente de "en
trar en la imagen y hacerle de todo" como pide Baudrillard en E l
Com plot deI Arte.
El colectivo La Fase se formó en el taller de Teatro de Objetos
que coordinan en Buenos Aires Ana Alvarado y Carolina Ruy. Cada
miembro traía una experiencia anterior en diversas áreas de la activi
dad artística: actuación, dirección teatral, artes visuales, arte digital,
clown. danza y teatro hindúes y títeres pero al juntarse en este taller
se orientó la búsqueda hacia el lenguaje de los objetos. En su segundo
año de trabajo el gnipo se preguntó por los objetos tecnológicos de uso
cotidiano y sus posibilidades escénicas como cosa en sí y como con
cepto dramatúrgico espectacular. De esta reflexión nace este trabajo
del que se adjunta la ficha informativa, la descripción y el formato del
texto dramatúrgico surgido de la experiencia y que es testimonio de la
misma.
Colectivo LA FASE
110
sentó durante la temporada teatral en el año 2009. en el Centro Cul
tural Carlos Gardel, de la Ciudad de Buenos Aires.
111
avanzada, procesamiento de Audio en tiempo real (vía PureData y/o
M ax/M SP) e imagen digital. Se trabajaba fusionando sincréticamente
la última generación y lo obsoleto, lo analógico y digital, el diseño de
líneas sobrias y elegantes y la evidencia de la maraña de cables. )
El espectáculo se estructuraba en doce escenas de cinco minutos.
Cada escena se construía con el encuentro de actores entre sí o de un
actor y un objeto tecnológico o dos objetos solamente y un tercero
(actor u objeto). Eran intentos de comunicación que -a través de dis
cursos diversos- se obstruían o se desplegaban lúdicamente con re
glas absurdas en una resolución ambigua. N ada terminaba, ni se defi
nía. El encuentro podía ser positivo o negativo, tanto entre los "perso
najes" entre sí como entre ellos y los objetos, los objetos entre sí. las
proyecciones y los recursos.
Asimismo se planteaba el desafío escénico de hallar una estructu
ra dramatúrgica que se correspondiera con el sistema de navegación
por internet, utilizando elementos de este procedimiento y su lengua
je.
VISIBLE
Texto Dramático de Ana Laura Suarez Cassino, llevado a
escena por el colectivo La Fase
Se inicia Windows...
Escena 1 - Powerpoint
Los intérpretes están sentados a los costados de la escena con
vestuario de desnudo color piel con el sexo pintado, pero nunca com
pleto. El panorama de fondo de la escena es una pantalla de computa
dora con el fondo de escritorio más vulgar conocido como Felicidad .
Se proyecta un pow erpoint armado con material levantado de internet
llamado “ Io reglas básicas para entender este espectáculo". Apare
cen proyectadas estas frases: pasar desapercibido puede ser la peor
112
de las pesadillas, la felicidad es una adquisición, conquistar la visibili
dad y mostrar el yo en primerísimo primer plano..., etc...
Escena 2 - Azafata.
Para que un actor entre en escena debe ser señalado su icono/
rostro en la pantalla por la flecha del mouse. Entra la primera, una
Azafata/ Actriz de piel digital. Los movimientos se entrelazan con la
virtualidad de la imagen y el sonido. Se comunica con un lenguaje
codificado que evoca a los mudras. Presenta unas tomas RCA que
conecta a diferentes partes de su cuerpo. En el pecho tiene un teclado
comando por el que tecleando en algunos puntos manipula la imagen
que se proyecta en la pantalla de fondo. Cambia el fondo en tiempo
real. A la vez, cada orden que emite se corresponde con movimientos
de diferentes partes de su cuerpo. Luego de algunos minutos el siste
ma comienza a fallar. La Azafata/Actriz 110 resiste la desconexión y
cae.
113
May I have your name, please? Thank >ou, and, how' can 1 help
you?
Did >011 follow the troubleshooting steps for the three flashing
red lights?
Ok. may I have the serial number o f the console?
Ok, the console is not registered so, first o f all, I will have to
register the console. May I have your phone number? And your
home address? And the zip code? Thank you.
(After a few minutes)
Ok, the repair order is already created so, what we are going to do
right now is, we are going to send >ou a prepaid box from UPS so you
can ship us the X-box. You will get the box with the prepaid labels,
service center address and everything you need, so don't worry. Now,
you will have to send us just the actual console so. please, remove the
hard drive, 110 cables, no controller, no p o w e r supply, check that
there is no disc inside and i f you have a customized faceplate, please
remove it and send the original one.”
Una de las telem arketers a la que llamaremos La Intérprete se
sale del grupo y emite un texto fuera de lo previsto:
La Intérprete:
1 want to kiss your lips!!!!
La escena sc interrumpe, las telem arketers salen.
114
su rostro con la cámara sacando fotos de su rostro y el interior de su
boca. A sus espadas una pantalla proyecta este triangulo sucesivo en
su morfología diversa e infinita.
Intérprete:
Yo creía que existían lazos inseparables entre el orden social y el
orden estético.
Hoy mi optimismo respecto del poder emancipador de la tecnología
se ha ido esfumando.
La imagen visible ya no constituye la huella de algo; resulta de un
encadenamiento de números y su forma j a no es la terminal de una
presencia humana.
Las imágenes funcionan...solas de ahora en m ás...so la s...y mis
propios pensamientos... hacer algo con esto ...todo ¿qué?...todo al
mismo tiem po...el cuerpo como ausente...sólo la boca...corriente de
p a la b r a s ...n u n c a in m ó v il u n s e g u n d o ...n i idea de lo que está
diciendo...y no puede parar...ella que mi momento antes no podía
articu lar un s o n id o ...a h o ra no puede p a ra r...n o p u ed e p arar la
c o rrie n te ...y todo el cerebro su p lican d o ...alg o suplicando en el
cerebro.. .suplicando a la boca que pare.. .la boca suplicando al cerebro
q ue p a r e ...p a u s a u n m o m e n to ...y si no p u d ie ra p a ra r...c o m o
enloquecida...esforzándose por escuchar...y el cerebro...delirio total
también allí...hacer posible la imaginación de mi estado ulterior de
nuestra civilización... extraer lo eterno de lo transitorio... extraer lo
transitorio de lo eterno...la boca suplicando al cerebro que pare...
I want to kiss your lips,
Your lips,
Your red lips,
Do you speak English?
Y don't speak English.
I speak Guaraní.
115
Your lips.
Your lips,
Your red lips.
Un artefacto analógico y sonoro dentro de la escena se atasca.
Repite la misma frase de la Intérprete en mi sinfín mientras la cámara
registra todo el entorno .
Entra una de las actrices y retira a la mujer de la cámara.
Ingresan tres pantallas/ventanas para la siguiente escena.
Escena 5 - MSN
Las tres actrices establecen un diálogo en la escena con el lenguaje
de chat de MSN. A través de los objetos obsoletos (un teléfono, una
cám ara con rollo fotográfico y un pasacasette) se envían fotos y
e v id en c ian su estad o co n e c ta d o /d e sc o n e c ta d o /e sc rib ie n d o . Las
intérpretes bailan al son de una cumbia tecno. Lo que se envían se ve
en cada una de las tres pantallas y pasa de una a otra como en los
envíos del MSN
117
P dice: jaja
A dice: (A U) ¿me estas cargando?
li dice: (A A) para eso tenes talento...
P dice: (A U) jaja
U dice: (A P) yo vi gente bailar con sw ing
U dice: (A P) hay gente cool
P dice: (A U) jaja
A dice: (A U) ¿por qué te metes así en mi vida?
U dice: (A A) fue una casualidad.
P dice: (A U) jaja
U dice: (A P) yo no soy cool
A dice: ( A U) ¿no cumplo tus expectativas?
U envía a P - pequeña intimidad jpg
A dice: (A U) ¿te fuiste?
Se completó la transferencia de "pequeña intimidad, jpg".
P envía a U Peluca roja. Jpg.
U dice: (A P) ¡que nombres!!!
U dice: (A Pjjijiji
P dice: (A U) jaja
Se completó la transferencia de "peluca roja.jpg“ .
P envía a U "Globo. Jpg"
U dice: (A P) parece un casquito
P dice: (A U) jaja .Si
P dice: (A U) todo se me convierte en obligación
P dice: (A U) debo dejar algo para divertirme
P dice: (A U) realmente
A dice: (A U) contame cosas
118
U dice: ( A A) ¿cosas?
U envía a P "tortuga.jpg"
Se completo la transferencia de ‘'Tortuga.,!PG"
A dice: (A U) ¿estás enojada conmigo?
U dice: (A P) tengo una laptop
A dice: (A U) ¿me quercs?
U dice: (A P) ya tenía una pero vieja
U dice: (A P) y ahora, en el viaje, la cambié por otra
P dice: (A U) ¿quién era tu amiga de la foto? La primera
U dice: (A P) un affaire
P dice: (A U) qué bien suena "affaire'' jaja
U ha enviado un zumbido a P
U ha enviado un zum bido a A
U dice: (A P) no encuentro otra palabra
P dice: (A U) jaja es genial
P dice: (A U) como “ c o c k ta il' o "refresco"
U dice: (A P) o "regio"
P dice: (AU) jaja
U dice: (A P) hace poco murió mi hámster
U dice: (A A) hace poco murió mi hámster
P dice: (A U) oh
U dice: (A P) y no lloré
P dice: (A U) oh
A dice: (A U, harta) ¡me im porta un pito que estés viviendo
situaciones que te sobrepasen!
U envía a P "coqui25.jpg”
Se completó la transferencia de “coqui25.jpg"
119
Aparecen en las pantallas tres videos amateurs de las intérpretes.
Una de ellas canta una canción
Nooooo niásss
Voz digital
Foto virtualllllll
Quiero tocar la cosa de verdad
Dame real
Te pidooooooooo
Ohhhhhhhhhhhhhhhlihh
Yooooooooooo
Tengo el poderrrrrrrr
Que con un clickkkkkkk
Estoy no estoy o no me ves
Mira mi perfil en googleeeee
Ya no sufro más
Con photoshop
Puedo ser quien yo quiero ser y hasta mejor
Y además
Es fácil de usarrrrrrrr
La pantalla se cuelga. Las intérpretes simulan el sonido del sistema
ocupado.
120
Escena 7- Nuevas Telemarketers
V u e lv e n las T e le m a rk e te rs , m ás el A c to r/H o m b re , que es
manipulado por una de ellas.
Thank you for calling X-box Customer Support, my name is Ruth,
may I have your name, please?
Thank you, and, how can I help you?
Did you follow the troubleshooting steps for the three flashing red
lights?
Ok, may I have the serial number of the console?
Ok, the console is not registered so, first o f all, I will have to reg
ister the console. May I have your phone number? And your home
address? And the zip code?
Una actriz decide no continuar con el texto previsto y dice:
- I want to kiss your lipssss!!!!
Los otros la interrumpen.
I want to kiss your lips. Your lips, lips.Your lips. Your lips.
LosTelemarketerss se retiran, dejando en escena solo a la que
habla. Ya no es la Intérprete sino la Adicta
Escena 8 - La Adicta
En la pantalla de fondo, simulando una pantalla de celular se lee el
texto que dice la A dicta, que se va com pletando con el sistem a
autocomplctado del celular, mostrando las palabras disponibles y dando
lugar a equívocos graciosos.
Sé que estas ahí. Ahí. ahí, ahí, ahí. Nada podrá separamos.
Sé que nunca me fallaras
121
Por ti miro, por ti respiro. Si tú no estás muero de tristeza. Y si
estás estallo de alegría
Sé que estas big
Y si se empaña nuestro asco iris de años se que lucharás gasta
el ego. Si.
Sé que quedo anotar contigo.
Porque soy línea Porque me quieres porque ve quiero, porque
te año.
Porque yo te crimen mi corazón.
Que nunca tem erás reparos ni atañen vengas quemo
Nunca vas a tem er que pedirme sereno. Porque eres mi pez
T en d rás un cero papa
cada día. Y estallaré cono Pop up. Una mujer con nn mar
una coñac de felicidad
co y una muñeca china que ha
bla como vendiendo... algo.
Y m e cob ra r hasta el
fe s te jo .
Me pecarás las lágrimas y me cesarás si estoy triste
Si. Polo quieres mi cien. Sé que puedo botas contigo
Porque te año
Te año. Si duele es la mejor renal. Hasta que dueña muestro arco
gris de años.
La Adicta entra en un estado de confusión ante la dificultad de
decir lo que quiere porque salen de su boca otras palabras. Otra actriz
la saca de la escena.
123
Interprete 2 /La A ctriz- ¿me reconociste'.’
Intérprete 1 - ring tone
Interprete 2/La A ctriz- ¿cómo? Mírame bien
Interprete 1 - ring tone
In te r p re te 2 /L a A c tr iz -Y o tr a b a jé m u c h ís im o en
televisión.. .Alcancé bandejas, respondí en la calle, hice de lunes, pase
caminando por atrás \ volví a pasar, dije la hora, fui pasajera de colec
tivo. ascensorista, paciente, mucama, vendedora de lotería, vecina,
bibhotecaria, secretaria de programa de juegos, portera, madre joven...
tengo mucha experiencia... ¿Qucrés que te explique cómo es? Mirame.
¿Me reconocés? Miramc. Hasta hice de ninfa de Botticelli en un co
mercial de play móvil. Era la de la derecha. Por eso me parece raro
que no... ¿Estoy tan distinta'.’.
Interprete 1 - ring ton
Interprete 2/La Actriz - si... sobre todo publicidades... Pero casi
sie m p re m e lla m a b a n p a ra h a c e r de " c a ra d e n a d a ” . V arias
veces...Cómo es una cara de nada'.’ La primera vez aparecía en unas
ventanitas. La de las ventanitas...te acordás? Estuve 15 horas soste
niendo... sonriendo Mirame. ¿Te acordás? ¿M e reconoces'.’
Interprete 1 - ring tone
Interprete 2 /LaActriz- ¿Te estoy aburriendo'.’
Intérprete I ring tone
Intérprete 2/La Actriz - ¿virgen? Algunas veces...
Intérprete 1- ring tone
124
Interprete 2/ La Actriz - No. no estoy tan confundida. ¿Me reco
noces sí o no?
Intérprete 1 - ring tone
Intérprete 2/La A ctriz- ¿Querés que te fírme? ¿Te firmo un autó
grafo?
Suena el celular. Atiende Intérprete 2 Es para Intérprete 1.
Interprete 1 - Mamá.?.. Que haces llamando a este teléfono?
¿Cómo conseguiste el número? Te dije que no vuelvas rastrearme...
Escena 10 - Video
Se prosecta en pantalla un video sobre los vínculos de todos los
actores Su identidad se confunde. Unos parecen otros o su rostro se
superpone hasta formar uno nuevo e híbrido
Escena 11 - Vidente
Una actriz. La Vidente, una vidente on line que anuncia posibili
dades de suerte a cambio de enviar SMS. Su voz y su cuerpo mutan
afectados por controladores de voz, que modifican a la vez la imagen
que se proyecta en la pantalla de atrás.
Vidente - El color de las vocales ya fue inventado. La a negra, la
e blanca, la i roja, la o azul, la u verde. La forma y el movimiento de
cada consonante. Pero yo tengo reservada la traducción. Puedo en
trar en éxtasis y hablarles de una experiencia que me expulsa de mi
propio cuerpo. Puedo abrirles la boca con las dos manos... Porque soy
la depositaría de la traducción universal, la que “ve más allá" por mi
largo, inmenso y razonado desajuste de todos los sentidos. Bienveni
dos a mí, que fui creada sólo para su disfrute. Tengo seis videntes on
line a tu disposición: Rubí, Cándida. Salomón. Tito. Nerea y Brando.
Me concentraré en ustedes y en cuanto los rodea como si fueran lo
más importante del mundo. Y cuando por fin ‘‘vea" podrán controlar
todos los acontecimientos de sus vidas y hasta fantasear con que
consiguen lo que más les importa.
Mírenme rápido antes de que me vuelva otra.
Me estoy esforzando en ser vidente, en alcanzar lo desconocido.
De la boca de cada uno de mis nombres está brotando el lenguaje
universal que descubre cosas extrañas, insondables, deliciosas y re
pulsivas. Y que sólo yo comprendo.
M ensaje I: « Gracias por su excelente serv icio, me han aclarado
todas mis dudas sobre el amor y mi pareja de un modo claro y amable.
Tuve la sensación de que una verdadera y sabia amiga me asesoró
acertadam ente.» M énica.
Vidente - Usted es un gran tonto y un malo. Voy mandarle mis
animalitos para que le estropeen su jardín. Mis animalitos le comerán
todas las flores. Salga y vea lo que le han hecho mis animalitos.
M ensaje 2\ «...Ahora soy feliz. Me sorprendió como por sms y
casi sin hacerme preguntas, conocías mi situación mejor que yo... pa
rece que sacaras radiografías del alma." Carmen.
Vidente - Usted no es malo pero es tonto. Entonces le envío
cuatro lirones y dos comadrejas embalsamadas. O prefiere un can
grejo? Tengo muchos animalitos...
M ensaje 3: «...Me dieron buen consejo en una situación de nego
cios muy difícil. Todo se desarrolló tal como predijiste. Gracias a uste
des duplique mis ingresos". Carlos
Vidente - ... no. no. No es posible contestar esta pregunta...Esta
consulta lamentablemente no se ajusta a los parámetros del lenguaje
universal.
Busquemos otro nombre, necesito otros nombres...
A rrib en a la p lay a de mi p e n s a m ie n to e so s o tro s m a ra v illo
sos n o m b re s n á u fra g o s...
No se desanimen. Envíen ahora mismo mi mensaje con su nom
bre en tercera persona del singular.
126
Pago instantáneo por SMS.
Thank you for calling X-box Customer Support. my nanic is Ruth,
may 1 have your nanic. Picase? Thank you. and. hovv can I help you?...
Bibliografía
Gerardo Caminetti
Introducción
129
po textual, es decir, están por debajo del lenguaje en el que aparecen,
y, por lo tanto, tienen más que ver con el punto de vista del espectador
(un efecto de lectura) antes que con estrategias artísticas, y por otro
lado a aquellas en las que la presencia idenlificable de teatralidad o
performatividad aparecen como principio constructivo en la composi
ción de la imagen.
Las especulaciones de este trabajo estarán hechas sobre un cor-
pus mixto en el que es posible el préstamo o apropiación de elementos
o características de lenguajes ajenos a las definiciones tradicionales
del lenguaje en el que estarían inscriptos estos textos fotográficos 1.
Lo teatral
130
(...) a teatralidad no tiene manifestaciones físicas obligadas:
no tiene propiedades cualitativas que permitirían descubrirla con
seguridad. No es un dato empírico. Es una ubicación del sujeto
con relación al mundo y con relación a su imaginario. Esta ubica
ción de las estructuras del imaginario fundadas sobre la presencia
del otro, es lo que autoriza el teatro.” (2003; 96).
131
que la identidad real de los actores aparece anulada porque se pone
por delante la construcción de otro distinto de sí. algunos aspectos
autorreferenciales pueden identificarse y tener una relativa o eventual
significación. De todos modos, parece claro que los espectáculos en
los que el carácter referencial predomina, lo presentativo, (el señala
miento de sí mismo, la autorreferencia) no modifica de modo sustan
cial la producción de sentido. Al contrario, aquellos espectáculos de
carácter presentativo (performances, happenings, por ejemplo) al po
ner el acento en la ostensión de sí mismos producen sentido cuya
referencialidad no se encuentra en otro sitio más que en el que está
ahí, frente al receptor, en mi aquí y ahora no ficcional.
La p erfo rm a n ce
132
ciones de poder y de dominación cultural, que no desaparecerían
aún cuando cambiáramos nuestro lenguaje. ‘Performance’, como
un término teórico más que como un objeto o una práctica, es algo
nuevo en el campo.
133
por lo que le es propio al actor-performer y también (según cada es
pectáculo) al público:
134
El teatro nuevo obtuvo licencia para incluir todos los medios
de comunicación, usar la danza o el sonido para redondear una
idea, o empalmar un film en medio de un texto-' (1988:196).
135
Consideraciones generales sobre la fotografía
136
fotográficos en los que estos elem entos aparecen com o efecto de
recepción de aquellos que por cuy a presencia se define la composi
ción de imagen.
Es preciso señalar la foto-performance como un caso específico
en el que la fotografía (registro) de un acontecimiento es parte de él.
tal como lo señala Rodrigo Alonso (1997):
2El aspecto político de Proyecto hábitat ha sido señalado y analizado por María Paula
Doberti (2010) en su artículo “Intervenciones urbanas y performances/ Buenos Aires/
1983/2005“ .
3 http://www.muu .fi/buenosaireshelsinki/statementfabiana.html
138
Tales pueden ser las fotografías de Dulce Pinzón o Res. Uno de
los trabajos de Dulce Pinzón es una serie que pertenece al proyecto
Superhéroes presentado en 2006. En él retrata a inmigrantes latinos
residentes en EEUU vestidos con trajes de superhéroes pero reali
zando su trabajo diario. Si bien estas fotografías podrían funcionar
como construcciones Acciónales, 110 lo son en virtud de los epígrafes
que las acompañan en los que puede leerse el nombre del modelo, la
procedencia, la ocupación y el dinero que gira anual o mensualmente
a su familia. Por ejemplo, la fotografía del trabajador de mía empresa
de limpieza, trepado a un edificio mientras limpia las ventanas vestido
de Hombre Araña y en cuyo epígrafe dice "BERNABE M EN D EZ del
estado de Guerrero, trabaja como lim piavidrios en New York. El
envía 500 dólares p o r mes''. En tal sentido, la fotografía cobra una
fuerza pcrformática singular en razón de la mención sobre los rasgos
idenlilarios del sujeto.
También Res ofrece ejemplos de este tipo de fotografía. En 2002
presenta su obra Intervalos intermitentes. En esta serie muestra dis
tintas imágenes de personas antes y después de algún acontecimiento
dando datos detallados de los sujetos y de la acción en cuestión, ac
ción que deja huellas y cambia el aspecto y la expresión del modelo.
Por ejemplo antes y después de una pelea o antes y después de hacer
mía cirugía, como en el caso de aquella en cuyo epígrafe se lee:
139
En estos ejemplos, es interesante también observar que el aconte
cimiento se hace presente en la relación entre la primera imagen y la
segunda; dada la fuerza que adquiere la huella en el sujeto fotografia
do no haría falta una imagen del acontecimiento en sí.
La teatralidad de la imagen puede ser observada claramente en la
pintura, sobre lodo en la pintura barroca, vale recordar La meninas o
Las hilanderas de Velázquez. También es cierto que no es ajeno a
nuestra percepción el hecho de encontrar teatralidad en cualquier fo
tografía en la que los sujetos "son ubicados” por el fotógrafo configu
rando una especie de puesta en escena.
Un claro ejemplo es posible observ arlo en la producción fotográfi
ca de Marcos López. En muchas de sus fotografías dispone la "esce
na” haciendo que los modelos representen personajes unas veces de
escenas reconocibles como intertexto y otras en escenas creadas por
el fotógrafo. Una de las fotografías que corresponde al trabajo con la
intertextualidad es Asado en M ediolaza (Córdoba. 2001), en ella, un
grupo de hombres comen un asado en una mesa de campo, con obje
tos y vestuarios contemporáneos, aludiendo claramente a La Ultima
Cena de Leonardo Da Vinci. produciendo, claro está, una relectura
tanto de la pintura de Leonardo como una lectura de una reunión de
tradición popular que a partir de este intertexto se carga, entre otras
cosas de sentidos del orden de los sagrado, de lo místico. De modo
parecido ocurre con su trabajo titulado A utopsia (2005) en donde los
p e r s o n a je s , v e s tid o s co n a tu e n d o s c o n te m p o rá n e o s re m ite n
in elu d ib le m en te, m ás allá de las lecturas que ex ced en la m era
intertextualidad. a La lección de anatomía de Rembrandt.
Asimismo las fotografías pueden tener claros elementos de tea
tralidad en la construcción de puesta en escena ficcional sin que impli
que intertextualidad, como "E l cum pleaños de la directora” (M ar
cos López, 2008). Allí puede observarse una disposición teatral de los
cuerpos y una perceptible construcción de personajes o tipos propios
de ciertas instituciones educativas, cuyos rasgos particulares proniue-
140
ven una relectura de lo representado agregando un plus de significa
ción por la singularidad del aspecto del sujeto y su relación con el
“escenario" construido. Ocurre esto en E l Sireno del Río de la Plata
de Marcos López o también en A ndrógino de Res.
También Liliana Porter recurre a la teatralidad fotografiando pe
queños objetos que distribuye en el espacio como Trabajo forzado
(arena roja) (2008) en la que registra la imagen de una pequeña
muñeca haciendo tareas de campo sobre granos rojos, la imagen ad
quiere cierta apariencia de movimiento que realza su carácter escénico.
Si bien es cierto que no trabaja con modelos sino con objetos (muñe
cos). la teatralidad está dada por la forma, la concepción del espacio y
la utilización de los objetos no usados como objetos teatrales sino como
personajes teatrales.
141
manifestaciones de reclamo u homenaje en las que esas fotografías
son utilizadas parecieran reponer, por fuerza del contexto, del aconte
cimiento. la "presencia'’ de los "desaparecidos” , anulando, como una
de las formas de resistencia, los estragos que la dictadura genocida
hizo sobre las personas, sobre el ser y el estar de las personas.
Pero este último caso merece un desarrollo aparte en el que se
puedan hacer consideraciones acerca de la imagen y la representa
ción en las performances políticas.
142
B ib lio g rafía
143
Tavlor. Diana. "H acia una definición de Performance” En: http://
132.248.35.1/cul tur a/ponencias/PO N PER FO R M A N C E/
Taylor.html
144
E sta e d ic ió n se term inó de im prim ir en los talleres g ráficos de El E scriba, Súnchales
72 1 , C iudad A utónom a de B uenos A ires, A rg en tin a, co n una tirada de 200 ejem plares,
durante el mes d e m arzo de 2013.
I L>i ¿ fi1 Dramáticas
9789871395453