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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1227/2012

Sucre, 7 de septiembre de 2012

SALA PLENA
Magistrada Relatora:Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Conflicto de competencias jurisdiccionales

Expediente: 00983-2012-02-CCJ
Departamento: La Paz

En el conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre Zulema León Helguero, Jueza de


Partido y Sentencia y Johnny Escobar, Juez Agrario, ambos de Caranavi del Departamento de La
Paz, conflicto remitido al Tribunal Constitucional Plurinacional por el Presidente del Tribunal
Supremo de Justicia.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICO-CONSTITUCIONAL

I.1. Antecedentes procesales sustanciados ante la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi

Por memorial cursante de fs. 17 a 18 vta. de obrados, Plácido y Tomás Vásquez Cailes, presentan
querella y formalizan acusación particular contra Elena Márquez Márquez, Pedro Patana y Cindy
Karen Vázquez Márquez, por la presunta comisión de los delitos de acción penal privada
referentes a despojo y perturbación de la posesión, argumentando para este efecto, ser desde
1986, poseedores de un terreno agrícola ubicado en la av. Cívica y Cañavi de Caranavi.
Posteriormente, por Auto de 11 de septiembre de 2009 cursante a fs. 101, se admite la acusación
particular formulada, y luego de varios actos ulteriores de procedimiento, Elena Márquez
Márquez, mediante memorial de 12 de marzo de 2010, cursante de fs. 245 a 246, pide la
declinatoria de la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi en razón a la materia, en base a los
siguientes antecedentes: “que el objeto material del delito atribuido es un TERRENO AGRÍCOLA (…)
teniendo la presente querella en su origen un Título Ejecutorial, su tratamiento corresponde a la
Justicia Agraria… (sic), argumentación amparada en los arts. 30, 39.5 y 76 de la Ley del Servicio
Nacional de Reforma Agraria (LSNRA).

Por auto de 17 de marzo de 2010 cursante a fs. 248, la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi,
se inhibe de conocer el proceso señalando que la circular 17/2000 emitida por la entonces Corte
Superior de Distrito Judicial de La Paz, establece que “todos los procesos de fundos rústicos aún
en delitos de Despojo, Usucapión y Mejor Derecho Propietario son de competencia de los juzgados
agrarios (sic).

I.2. Antecedentes procesales sustanciados ante el Juez Agrario de Caranavi

En virtud a la declinatoria de la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi, luego de la remisión de


antecedentes ante el Juez Agrario de la referida localidad, esta autoridad, mediante Resolución
06/2010 de 23 de abril de 2010, cursante a fs. 258 y vta., se declara incompetente para el
conocimiento de procesos penales, ordenando la remisión de antecedentes ante la Jueza de
Partido y Sentencia de Caranavi, antecedentes que fueron recepcionados por el Juzgado de
Partido y Sentencia de Caranavi el 18 de mayo de 2010.

En mérito a esta resolución, por Auto de 3 de septiembre de 2010, cursante a fs. 270, la Jueza de
Partido y Sentencia establece que el Juez Agrario, incumplió las disposiciones insertas en los arts.
17 y 18 del Código de Procedimiento Civil (CPC), por lo que dispone se devuelva el proceso al Juez
antes referido para que agilice el trámite que corresponde.

En virtud a esta remisión, el Juez Agrario de Caranavi, por Auto de 24 de septiembre de 2010,
cursante a fs. 248, determina la remisión de la causa al Juzgado de Partido y Sentencia de
Caranavi, alegando la existencia de un recurso de apelación pendiente formulado por la parte
querellante y la inexistencia de conflicto de competencias por haberse declarado esta autoridad
incompetente.

Posteriormente, por Resolución de 19 de octubre de 2010, cursante a fs. 288, la Jueza de Partido y
Sentencia de Caranavi, nuevamente, al amparo de la circular 17/2000 de la Corte Superior de
Distrito, se inhibe del conocimiento del proceso, por razón de materia, al tratarse de bienes
rústicos, y dispone su devolución al “Juzgado Competente.

Nuevamente, mediante Auto de 5 de noviembre de 2010, cursante a fs. 294, el Juez Agrario,
devuelve antecedentes al Juzgado de Partido y Sentencia de Caranavi.

Por auto de 8 de noviembre de 2010, cursante a fs. 297, la Jueza de Partido y Sentencia de
Caranavi, señala que suscitado el conflicto de competencias y la inhibitoria, se remiten
antecedentes a la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz.

I.3. Procedimiento sustanciado ante la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz y el Tribunal
Supremo de Justicia

Por decisión de 31 de enero de 2011, suscrita por el Presidente de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz, cursante a fs. 300, se establece la existencia de un conflicto de competencia,
suscitado entre un Juez de la jurisdicción ordinaria y el Juez de la judicatura agraria, por lo cual, en
aplicación del art. 55.17 de la Ley de Organización Judicial (LOJ.1993) se ordena la remisión de
antecedentes ante la Corte Suprema de Justicia para su resolución.

Los antecedentes procesales, son recepcionados por la Corte Suprema de Justicia, el 3 de febrero
de 2011, tal como consta por nota de constancia cursante a fs. 303.

Luego de la extinción de la Corte Suprema de Justicia y una vez constituido el Tribunal Supremo de
Justicia, el 27 de febrero de 2012, tal como lo evidencia la providencia cursante a fs. 307, se
designa tramitador al Magistrado Rómulo Calle Mamani.

Por Auto Supremo 119/2012 de 14 de mayo, suscrito por Jorge Von Borries Méndez, Rómulo Calle
Mamani, Pastor Segundo Mamani Villca, Fidel Marcos Tordoya Rivas, Antonio Campero Segovia y
Rita Susana Nava Durán, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, declina competencia para
conocer y resolver el asunto, disponiendo su remisión al Tribunal Constitucional Plurinacional. Esta
instancia sustenta su decisión en la aplicación directa de la Constitución de 2009.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

En este estado de cosas, corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la
presente problemática; en ese orden, se tiene que el objeto de la misma, es la activación del
control plural competencial de constitucionalidad, para el conocimiento y resolución de un
conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la “jurisdicción agraria; asimismo, la
causa de la activación de este mecanismo, constituye en la especie, las resoluciones de inhibitorias
de competencia realizadas por la Jueza de Partido y Sentencia y el Juez Agrario, ambos de
Caranavi, las cuales generaron un conflicto de competencias, el cual fue remitido para su
definición a la entonces Corte Suprema de Justicia, ahora Tribunal Supremo de Justicia, instancia
jurisdiccional que mediante Auto Supremo 119/2012, emitido en Sala Plena, activó ante el
Tribunal Constitucional Plurinacional, al amparo del art. 202.11 de la Constitución Política del
Estado (CPE), el control competencial de constitucionalidad, para que se dirima el conflicto
jurisdiccional suscitado entre la jurisdicción ordinaria penal y la “jurisdicción agraria, controversia
que versa sobre el conocimiento y procesamiento de hechos referentes a despojo y perturbación
de posesión de fundos rústicos.

Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la presente problemática, con la finalidad de desarrollar
una coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo desarrollará las siguientes
problemáticas: a) La refundación del Estado, el diseño de modelo de Estado y su organización; b)
La Organización Judicial pre-existente a la refundación del Estado y la implantación plena del
Órgano Plural de Justicia en un contexto comparativo con el control de constitucionalidad y los
roles del control plural de constitucionalidad; y, c) Los conflictos de competencia. El momento
procesal de inicio del conflicto de competencias y reglas procedimentales para su sustanciación.
Estos problemas jurídicos serán resueltos y desarrollados de manera específica infra.

II.1. La refundación del Estado, el diseño de modelo de Estado y su configuración orgánica

El Estado Plurinacional de Bolivia, fue refundado a partir de la Constitución aprobada por


Referendo Constitucional de 25 de enero de 2009 y promulgada el 7 de febrero del mismo año.
A partir de esta reforma constitucional de 2009, se refunda un nuevo modelo de Estado, el cual se
diseña a partir del “pluralismo como elemento estructurante del Estado; en ese orden, la clausula
estructural de la Constitución plasmada en su art. 1, en armonía con el preámbulo de ésta Norma
Suprema y en estricta concordancia con el principio de “libre determinación plasmada en el art. 2
del texto constitucional, consolida, bajo criterios de interculuralidad y complementariedad, el
pluralismo como el eje esencial de la reforma constitucional.

En ese sentido, el preámbulo de la Constitución, señala que la construcción del nuevo Estado, está
basada en el respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios de
complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del
producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien, con respeto a la pluralidad
económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra y en convivencia
colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos.

A partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del Estado, el modelo de Estado,
se estructura sobre la base de derechos individuales y también derechos con incidencia colectiva,
pero además, la concepción del pluralismo y la interculturalidad, configuran un diseño de valores
rectores en mérito de los cuales se concibe una Constitución axiomática.

En efecto, la Constitución aprobada en 2009, se caracteriza no sólamente por su “Valor


Normativo, sino esencialmente por su “Valor Axiomático. En efecto, ésta característica tipifica a la
Norma del Estado Plurinacional de Bolivia como una Constitución Axiomática, en mérito de la cual,
el fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico, es decir, el proceso de irradiación
de contenido en las normas infra-constitucionales y en todos los actos de la vida social, no
solamente comprende normas constitucionales positivizadas, sino también, valores supremos
directrices del orden constitucional.

En este contexto, es pertinente señalar que el pluralismo y la interculturalidad, constituyen los


elementos de refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, en mérito de los cuales, el Valor
Axiomático de la Constitución, adquiere un matiz particular, ya que las directrices principistas y los
valores plurales supremos en el Estado Plurinacional de Bolivia, irradiarán de contenido a todos los
actos infra-constitucionales; además, en virtud al principio de complementariedad que postula la
interculturalidad, estos valores supremos irradiados en toda la vida social se integrarán
armoniosamente para solidificar las bases sociológicas de una sociedad plural, consolidando así
una verdadera cohesión y armonía social.

En efecto, el pluralismo como elemento fundante del Estado Plurinacional de Bolivia, implica el
reconocimiento de una pluriculturalidad y por ende un pluralismo axiomático, que postula valores
plurales supremos insertos en el Preámbulo de la Constitución y también en el art. 8 de esta
norma suprema.

Así, se puede destacar que entre los valores plurales supremos que guían al Estado Plurinacional
de Bolivia, se encuentran la igualdad, la complementariedad, la solidaridad, reciprocidad, armonía,
la inclusión, transparencia, igualdad de condiciones, bienestar común, responsabilidad entre otros,
los cuales, a su vez, en el marco de la interculturalidad, se complementan con los valores ético-
morales plasmados en el art. 8.1 de la Constitución, como ser el suma qamaña (vivir bien), el
ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan
(camino o vida noble) entre otros, los cuales, al encontrarse insertos en la parte dogmática de la
Constitución, irradiarán de contenido a la parte orgánica de la Norma Suprema y también al orden
infra-constitucional y a los actos de la vida social, para consolidar así el valor esencial y fin
primordial del Estado Plurinacional de Bolivia, que es el “vivir bien.

A la luz de estos valores plurales supremos, que brindan un valor axiomático a la Constitución, es
imperante precisar que la parte Orgánica de la norma suprema, en la cual la Función
Constituyente, plasma la estructura institucional emergente del principio de separación de
funciones, se encuentra irradiada por las citadas pautas axiomáticas.

En efecto, la reforma constitucional de 2009, diseña un modelo de Estado, el cual, sustenta y


legitima el ejercicio del Poder, a través de la asunción de la teoría contemporánea de la “fractura
del poder, en virtud de la cual, la Norma Suprema en su parte orgánica -que en sus bases
ontológicas responde a la parte dogmática de la Constitución-, distribuye competencias específicas
para el ejercicio del poder entre los cuatro órganos diseñados, por tal razón, la Asamblea
Legislativa Plurinacional, ejerce roles legislativos; el Órgano Ejecutivo, ejerce roles reglamentarios,
de administración y ejecución; el Órgano Judicial ejerce roles jurisdiccionales propios de
administración plural de justicia y el Órgano Electoral, ejerce atribuciones de índole electoral
propias del sistema democrático representativo participativo y comunitario imperante.

En el marco de lo señalado, de acuerdo a postulados propios de teoría constitucional, es menester


señalar que esta Constitución axiomática, como Norma Suprema del Estado, tiene dos partes
esenciales: 1) La parte dogmática; y, 2) La parte orgánica de la Constitución.

La parte dogmática de la Constitución, plasma los valores supremos; principios rectores; derechos
fundamentales y garantías normativas, jurisdiccionales y de defensa. Asimismo, la parte orgánica
de la Constitución, estructura como ya se dijo precedentemente la ingeniería institucional que en
el Estado Plurinacional de Bolivia, deberá responder al pluralismo, la interculturalidad y a los
postulados propios del Estado Constitucional de Derecho.

En el contexto antes señalado, debe precisarse que en todo Estado Constitucional de Derecho, que
es un elemento que caracteriza al Estado Plurinacional de Bolivia, la parte dogmática de la
Constitución, se caracteriza por su directa aplicación, es decir, que su materialización y por ende el
fenómeno de constitucionalización en el ordenamiento jurídico no necesita ley de desarrollo
previa; por el contrario, a la luz del principio de legalidad, que constituye uno de los pilares para el
ejercicio de la función pública y merced al principio de seguridad y certeza jurídica, como ejes
esenciales del Estado Constitucional de Derecho, la parte orgánica de la Constitución, para su
aplicación necesita leyes orgánicas de desarrollo, las cuales, para asegurar la garantía de “reserva
de ley, deben ser emanadas de la Asamblea Legislativa Plurinacional, por cuanto, la parte orgánica
-a diferencia de la dogmatica-, una vez en vigencia de la normativa orgánica de desarrollo, podrá
ser aplicada.

Este criterio fue utilizado y desarrolado por el Tribunal Constitucional, que en el periodo de
transición inter-orgánico, el cual será explicado en el siguiente acápite, a través de la SC
0044/2010-R de 20 de abril, entre otras, de manera uniforme consolidó el principio de aplicación
directa de la Constitución en cuanto a su parte dogmática.

En el orden de ideas expresado, es menester resaltar que a la luz de la Constitución Axiomática y


en el marco de los principios de pluralismo e interculturalidad, como elementos de construcción
estructural del Estado, es imperante realizar un redimensionamiento y una interpretación
extensiva del bloque de constitucionalidad disciplinado por el art. 410.II de la Constitución; por
tanto, para una real materialización de la Constitución Axiomática, se tiene que este bloque,
amparado por el principio de supremacía constitucional, estará conformado por los siguientes
compartimentos: i) Por la Constitución como texto escrito; ii) Los tratados internacionales
vinculados a Derechos Humanos; iii) las normas de derecho comunitario ratificadas por el país; y,
iv) En una interpretación sistémica, extensiva y acorde con el valor axiomático de la Constitución,
se establece además que el Bloque de Constitucionalidad, debe estar conformado por un
compartimento adicional: los principios y valores plurales supremos inferidos del carácter
intercultural y del pluralismo axiomático contemplado en el orden constitucional imperante.

Ahora bien, en este estado de cosas, de acuerdo a los compartimentos antes referidos,
corresponde precisar que este bloque de constitucionalidad es directamente aplicable en cuanto a
la parte dogmática de la Constitución, los derechos humanos insertos en Tratados Internacionales
y los principios plurales supremos; empero, la parte orgánica de la Constitución, comprendida
como elemento del bloque de constitucionalidad, no es directamente aplicable, sino que para su
materialización, se necesitan leyes orgánicas de desarrollo.

II.2.La organización jurisdiccional pre-existente a la refundación del Estado Plurinacional de Bolivia


y la implementación plena del Órgano plural de justicia

En coherencia con el aspecto desarrollado en el punto anterior, debe precisarse con claridad que
en armonía con la parte dogmática de la Constitución, la función constituyente, en el marco del
principio de separación de funciones plasmado en el art. 12.I de la CPE, disciplina en los arts. 178 y
ss., la estructura y atribuciones del Órgano Judicial, por lo que a la luz del pluralismo e
interculturalidad, se colige que la administración plural de justicia, es única en el Estado
Plurinacional de Bolivia y ha sido encomendada al Órgano Judicial, quien en el marco del Principio
de Unidad Jurisdiccional, génesis constitucional de la función jurisdiccional plural, es ejercida por
la jurisdicción ordinaria; la jurisdicción agroambiental, la jurisdicción indígena originaria y
campesina y las jurisdicciones especializadas.

En el marco de lo señalado, es imperante establecer que el pluralismo jurídico, genera como


efecto en el modelo de Estado, la consagración de un pluralismo de fuentes jurídicas, aspecto que
implica la superación del Estado monista; en este orden, en mérito a este aspecto, se tiene que el
orden jurídico imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia está conformado por dos elementos
esenciales: a) La Constitución como primera fuente directa de derecho; y, b) Las normas y
procedimientos de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, también como fuente
directa de derecho. En base a estos dos aspectos y en el marco del alcance de la Constitución
Axiomática en armonía con los postulados propios del pluralismo y la interculturalidad, se colige
que el sistema jurídico imperante, está compuesto por normas de carácter positivo y también por
normas no positivizadas, las cuales merced a la Constitución Axiomática, configuran lo que en
teoría constitucional contemporánea se conoce como inter-legalidad, concepto en virtud del cual,
se entiende que las fuentes jurídicas plurales son autónomas pero interdependientes
axiomáticamente en aplicación al principio de complementariedad, el cual a su vez encuentra
razón de ser en la interculturalidad y el pluralismo como elementos fundantes del Estado; en ese
orden, a partir de los alcances de los elementos teóricos descritos, se establece que precisamente
el pluralismo jurídico y la inter-legalidad, son conceptos que sustentan en el marco del principio de
unidad jurisdiccional y a la luz del pluralismo y la interculturalidad como elementos estructurantes
de la refundación del Estado, el diseño del ejercicio tripartito de la jurisdicción ordinaria; la
jurisdicción agroambiental y la jurisdicción indígena originaria campesina.

Entonces, si bien la parte dogmática de la Constitución está caracterizada por su directa aplicación;
empero, el Órgano Judicial y el ejercicio en particular de la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
agroambiental, al estar disciplinados en la parte orgánica de la Constitución, para su
implementación, necesitan leyes orgánicas y procesales de desarrollo; en este contexto, en
resguardo de la garantía de Reserva de Ley, la Asamblea Legislativa Plurinacional, genera un
“Bloque de Legalidad destinado a la implementación del nuevo Órgano Judicial y al periodo de
transición inter-orgánico.

En el orden de ideas señalado, se tiene que la Ley del Órgano Judicial, constituye la norma de
carácter orgánico que regula los roles institucionales y competenciales del Órgano Judicial en el
marco de los principios de plurinacionalidad, independencia, imparcialidad, idoneidad, celeridad,
gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, armonía social, respeto a los derechos y cultura
de la paz, los cuales a su vez responden a los valores plurales supremos insertos en el bloque de
constitucionalidad y a la Constitución Axiomática.

La citada disposición, en armonía con el art. 179.I de la CPE, en su art. 31, señala que la jurisdicción
ordinaria se ejercerá por el Tribunal Supremo de Justicia, los Tribunales Departamentales de
Justicia y los Tribunales de Sentencia y Jueces con jurisdicción donde ejerzan competencia en
razón de territorio, naturaleza o materia. Asimismo, también en el marco del mandato
constitucional inserto en el art. 182.I de la CPE, los arts. 20.VII de la Ley del Órgano Judicial (LOJ),
señala que las Magistradas y Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, serán elegidas y
elegidos por voto popular, disposición en mérito de la cual, y el 33, señala que el Tribunal Supremo
de Justicia, estará integrado por nueve Magistradas o Magistrados titulares que conformarán Sala
Plena y por nueve Magistradas y Magistrados suplentes.
En el marco de la igualdad jerárquica de jurisdicciones que postula el art. 179.II de la CPE, el art.
131.1 de la LOJ, consolida este postulado, señalando que la jurisdicción agroambiental ejerce sus
funciones conjuntamente las jurisdicciones ordinaria, especializada y jurisdicción indígena
originario y campesina, relacionándose con éstas a través de la coordinación y cooperación, en el
marco de los principios de función social, integralidad, inmediación, sustentabilidad,
interculturalidad, responsabilidad ambiental, equidad y justicia social, y defensa de los derechos
de la Madre Tierra entre otros postulados rectores de esta jurisdicción plasmados taxativamente
en el art. 132 de la mentada normativa orgánica. En esta perspectiva, el art. 133 de la LOJ,
establece que la jurisdicción agroambiental, se ejerce por el Tribunal Agroambiental, como
máximo tribunal especializado de esta jurisdicción y por los Juzgados Agroambientales. En este
orden, el art. 134 de la LOJ, concordante con el art. 20.VII, del mismo cuerpo normativo, se señala
que el Tribunal Agroambiental, estará compuesto por siete Magistradas o Magistrados titulares y
siete suplentes, todos electos por sufragio popular.

En el marco de lo señalado, es pertinente precisar que la disposición transitoria primera de la LOJ,


regula las disposiciones de aplicación inmediata a la promulgación de la citada ley, entre las cuales
se encuentran las prescripciones del Capítulo I, IV y V del Título I, excepto los arts. 9, 10, 23 y 25;
Capítulo I y Sección I del Capitulo II del Título II, excepto el numeral 3 del art. 31 y art. 32; Capítulo
I, Sección I del Capítulo II del Título III; los títulos IV y V; y el capítulo I del Título VI, con excepción
de los arts. 176 y 177.

Por su parte, la disposición transitoria segunda de la Ley del Órgano Judicial, establece una
aplicación condicionada para la vigencia plena de la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
agroambiental en el marco de la estructura orgánica inserta en la Constitución de 2009, así la
referida disposición, señala que una vez posesionadas las Magistradas y Magistrados electos del
Tribunal Supremo de Justicia entrará en vigencia toda la citada normativa.

De acuerdo al tenor gramatical de las prescripciones normativas antes referidas, se establece que
a partir de la promulgación de la LOJ, se genera por mandato de esta ley, un periodo de transición
para la implementación plena de la parte orgánica de la Constitución en lo referente a la
jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental, razón por la cual, infra, se desarrollará los
mandatos normativos insertos dentro del “Bloque de Legalidad transitorio y previo a la
implementación plena de la Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Agroambiental.

En efecto, la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, denominada Ley de Necesidad de Transición a los
nuevos entes del Órgano Judicial y del Ministerio Público, de 13 de febrero de 2010, forma parte
de este “Bloque de legalidad transitorio y previo a la implementación plena de la Jurisdicción
Ordinaria y la Jurisdicción Agroambiental, en ese orden, se tiene que esta disposición, tal como
prescribe su artículo primero, establece previsiones para asegurar y garantizar el funcionamiento y
la continuidad de la administración de justicia, teniendo además como finalidad, disciplinar
procedimiento y condiciones para la convocatoria a elecciones de Magistrados y Magistradas del
Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Tribunal Constitucional Plurinacional y
miembros del Consejo de la Magistratura.

Ahora bien, por el tenor literal del art. 6 de la LOJ y por las características de la parte orgánica de la
Constitución que fueron desarrolladas en el acápite precedente, se establece que para este
periodo de transitoriedad previo a la implementación plena de la jurisdicción ordinaria y la
jurisdicción agroambiental, subyace una organización jurisdiccional preexistente a la refundación
del Estado, así, la mentada disposición, señala que “Las competencias y funciones de la Corte
Suprema de Justicia, del Tribunal Constitucional, del Consejo de la Judicatura, del Tribunal Agrario
Nacional y del Ministerio Público, se regirán por la Constitución Política del Estado y por las leyes
respectivas, hasta que entren en vigencia las leyes a las que hace referencia la Disposición
Transitoria Segunda de la Constitución Política del Estado.

Al margen de la disposición antes citada, es imperante integrar a este “Bloque de Legalidad


transitorio y previo a la implementación plena de la Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción
Agroambiental, las prescripciones normativas plasmadas en la Ley 040 de 1 de septiembre de
2010, denominada “Ley de Adecuación de plazos para la elección de los Vocales Electorales
Departamentales y la Conformación del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional,
disposición que en su art. 1, modifica el art. 2 de la Ley 003 y encomienda al Tribunal Supremo
Electoral, convocar a elecciones de Magistradas y Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia,
del Tribunal Agroambiental, del Tribunal Constitucional Plurinacional y Consejeros de la
Magistratura. Además, esta normativa, en su artículo 2.II, de manera taxativa prevé lo siguiente:
“El Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental, el Consejo de la Magistratura y el
Tribunal Constitucional Plurinacional, entrarán en funcionamiento una vez hayan sido elegidas y
posesionadas sus autoridades en el marco de lo dispuesto por los Artículos 182, 188, 194 y 198 de
la Constitución Política del Estado (resaltado nuestro).

Es imperante señalar también que dentro de este “Bloque de Legalidad transitorio y previo a la
implementación plena de la Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Agroambiental, se encuentra
contemplada la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, denominada “Ley de Transición para el
Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal
Constitucional Plurinacional; esta disposición, tal como lo establece su art. 2, regula la conclusión
de funciones, la extinción institucional y la posesión de nuevas autoridades señalando de manera
expresa el parágrafo primero de la referida disposición lo siguiente: “Se dispone la conclusión de
funciones y extinción institucional de la Corte Suprema de Justicia, Tribunal Agrario Nacional,
Consejo de la Judicatura y Tribunal Constitucional al 31 de diciembre de 2011 (resaltado nuestro).

Asimismo, el segundo parágrafo del art. 2 de la Ley 212, establece que la fecha de posesión oficial
e inicio de actividades de las nuevas autoridades electas del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal
Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional, será el 3 de
enero de 2012.
Interpretando las disposiciones precedentemente señaladas a la luz del principio “de y desde la
Constitución y de acuerdo una pauta gramatical o exegética de interpretación, se establece lo
siguiente: 1) Que la organización judicial preexistente al momento de la refundación del Estado
Plurinacional de Bolivia, es aplicable en este periodo transitorio previo a la implementación plena
de la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental, por cuanto persiste en este periodo
interorgánico, la estructura y atribuciones de la Corte Suprema de Justicia, como máximo tribunal
de la jurisdicción ordinaria y también las competencias del Tribunal Agrario, como última instancia
de la judicatura agraria; 2) Al ser solamente la parte dogmática de la Constitución directamente
aplicable a partir de la promulgación de la Constitución, sus postulados serán aplicables a esta
organización judicial preexistente antes de la refundación del Estado y vigente transitoriamente
por este periodo de transición interorgánica; y, 3) La jurisdicción ordinaria y agroambiental y la
demás estructura del Órgano Judicial disciplinada en la parte orgánica de la Constitución, se
encuentran sujetos a una aplicación condicionada; es decir, a una implementación plena a partir
de la posesión de las Magistradas y Magistrados electos por sufragio popular; la transición
interorgánica concluirá con el ejercicio pleno de roles competenciales de la jurisdicción ordinaria y
agroambiental, en el marco de las reformas orgánicas plasmadas en la Constitución de 2009, roles
que fueron implementados y por ende plenamente aplicables tanto para la jurisdicción ordinaria
como para la jurisdicción agroambiental, a partir del 3 de enero de 2012, fecha de posesión de las
autoridades jurisdiccionales electas.

II.3Análisis de la evolución diacrónica del control de constitucionalidad y alcance del control


competencial de constitucionalidad. Incidencia de la organización jurisdiccional preexistente a la
refundación del Estado en cuanto al control de constitucionalidad

La teoría constitucional, ha sistematizado dos grandes modelos de control de constitucionalidad: i)


El sistema de control político de constitucionalidad; y, ii) el sistema jurisdiccional de control de
constitucionalidad.

El sistema político de control de constitucionalidad, encomienda el resguardo de la Constitución ya


sea al Órgano Legislativo o al Órgano Ejecutivo; así, Bolivia en su primera Constitución aprobada
en 1826, adopta este mecanismo de control de constitucionalidad, ya que la tutela de la
Constitución fue encomendada a la Cámara de Censores. Actualmente pocos países mantienen
este sistema de control de constitucionalidad, entre ellos, puede destacarse el caso de Cuba, Suiza
y Suecia.

Por su parte, el sistema jurisdiccional de control de constitucionalidad, tiene a su vez tres


modalidades específicas: a) El sistema jurisdiccional difuso de Control de Constitucionalidad; b) El
sistema jurisdiccional concentrado de control de constitucionalidad; y, c) El sistema mixto de
control de constitucionalidad.

El sistema difuso de control de constitucionalidad, tiene génesis en Estados Unidos en el conocido


caso “Marbury vs. Madison, a partir del cual la Suprema Corte de este Estado Federal, encomendó
el cuidado de la Constitución a todos los Jueces y además una vez verificada la incompatibilidad de
una norma con la Constitución, en mérito a esta concepción, ésta se inaplica al caso concreto,
debiéndose aplicar para todos los casos análogos, el precedente judicial vinculante.

En un contexto contemporáneo, Estados Unidos mantiene este mecanismo de control de


constitucionalidad, asimismo, en Latinoamérica, solamente Argentina adopta un sistema difuso de
control de constitucionalidad.

La teoría constitucional, desarrolla también el sistema jurisdiccional concentrado de control de


constitucionalidad, mediante el cual, el cuidado de la Constitución, se encuentra encomendado a
un Órgano con roles jurisdiccionales y con la característica de su imparcialidad, independencia y
especialidad en lo que se refiere a justicia constitucional, bajo esta visión, en un análisis
comparado, se crea verbigracia la Corte Constitucional Italiana, el Tribunal Constitucional Federal
Alemán, el Tribunal Constitucional Español, la Corte Constitucional Colombiana o el Tribunal
Constitucional en Perú.

De la misma forma, la teoría constitucional, dentro de este sistema jurisdiccional de control de


constitucionalidad, ha desarrollado el modelo mixto de control de constitucionalidad, el cual se
caracteriza por ser un control difuso en razón al órgano que ejerce el control de
constitucionalidad, empero, los roles del control de constitucionalidad, son equiparados a aquellos
asignados a un control concentrado de constitucionalidad, en esta perspectiva y en un análisis
comparado, se establece que Costa Rica y Venezuela adoptan este sistema de control de
Constitucionalidad, ya que el ejercicio del control de constitucionalidad en última instancia, se
encuentra encomendado a sus Cortes Supremas, quienes realizan tutela constitucional a través de
salas especializadas en justicia constitucional.

Ahora bien, Bolivia, a partir de la reforma constitucional de 1994, adoptó un sistema


preminentemente concentrado de control de constitucionalidad en manos del Tribunal
Constitucional, el cual, ejerció roles preventivos y reparadores de control de constitucionalidad.

En efecto, el ejercicio del control de constitucionalidad, fue desarrollado orgánica y


competencialmente por la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, denominada Ley del Tribunal
Constitucional, la cual de manera específica, en su brazo reparador de constitucionalidad,
contemplaba el ejercicio del control competencial de constitucionalidad, a cuyo efecto, en su art.
71, establece que “Los casos en los que se suscite conflictos de competencias y controversias
entre los poderes públicos, la Corte Nacional Electoral, las administraciones departamentales y los
gobiernos municipales, respecto del conocimiento de determinado asunto, serán resueltos por el
Tribunal Constitucional, cuando no haya sido posible por vía de la inhibitoria o de la declinatoria.

En este contexto, debe precisarse que Tribunal Constitucional Plurinacional, ejerce sus roles
propios del control plural de constitucionalidad a partir de la posesión de sus Magistradas y
Magistrados con composición plural y electos por sufragio popular, roles que en cuanto al control
competencial, difieren sustancialmente de aquellos asignados al extinto Tribunal Constitucional, el
cual no era competente para el conocimiento de conflictos entre la jurisdicción ordinaria y la
judicatura agraria.

En el marco de lo señalado, se establece que el control plural de constitucionalidad, cuya máxima


instancia está encomendada al Tribunal Constitucional Plurinacional, ejerce todos los roles
jurisprudenciales disciplinados en la parte orgánica de la Constitución y sus leyes de desarrollo,
incluidos sus roles de control plural competencial en casos de conflictos de competencias entre la
jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental, a partir del 3 de enero de 2012, fecha de
posesión de las autoridades electas.

Ahondando más en la problemática, es imperante precisar que el art. 196.I de la Constitución,


encomienda al control plural de constitucionalidad dos roles esenciales: 1) El cuidado de la
Constitución; y, 2) El resguardo a los derechos fundamentales. En el marco de estas atribuciones,
se establece que el último y máximo contralor de la Constitución y los Derechos fundamentales,
tiene roles tanto preventivos como reparadores de control de constitucionalidad.

En este contexto y en este estado de cosas, es imperante precisar que el art. 202.1 de la
Constitución, en el marco del control reparador y competencial de control de constitucionalidad,
establece que el Tribunal Constitucional Plurinacional, es competente para conocer “Los conflictos
de competencia entre la jurisdicción indígena originario campesina y la jurisdicción ordinaria y
agroambiental.

En base a esta atribución, debe establecerse que los conflictos de competencia suscitados a partir
del 3 de enero de 2012, entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental, serán
conocidos y resueltos por el Tribunal Constitucional Plurinacional; empero, toda vez que para el
periodo de transición interorgánico, subyace la organización jurisdiccional preexistente a la
refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, considerando que la jurisdicción agroambiental
entró en plena vigencia a partir de la fecha de posesión de sus autoridades electas, el Tribunal
Constitucional Plurinacional, no es competente para conocer conflictos de competencia suscitados
entre la jurisdicción ordinaria y la otrora jurisdicción agraria, ya que para estos supuestos, debe
aplicarse el bloque de legalidad subyacente en el periodo de transición.

En el marco de lo señalado, debe establecerse además que para todos los conflictos de
competencia suscitados en vigencia del periodo de transición interorgánico, es decir antes de la
implementación plena del Órgano Judicial y del control plural de constitucionalidad, la normativa
aplicable será aquella contemplada en el “Bloque de legalidad vigente para este periodo, siendo
parte del mismo -tal como se señaló-, la Ley del Tribunal Constitucional, norma que no
encomienda al control competencial de constitucionalidad, su ejercicio para conflictos de
competencia entre la jurisdicción ordinaria y la Agraria, por lo que dichos conflictos a suscitarse en
estos casos, no pueden ser sometidos a control competencial de constitucionalidad ante el
Tribunal Constitucional Plurinacional.
II.4.Los conflictos de competencia. El momento procesal de inicio del conflicto de competencias y
reglas procedimentales para su sustanciación

En todo Estado Constitucional de Derecho, sometido a un bloque de constitucionalidad amparado


por el principio de supremacía de la Constitución, uno de los pilares que asegura esta
característica, es la vigencia plena de los derechos fundamentales y garantías constitucionales.

La teoría constitucional, disciplina los alcances de las garantías normativas que a su vez
constituyen garantías individuales y sociales o colectivas; las garantías adjetivas, dentro de las
cuales se encuentran las acciones y mecanismos tutelares de defensa; y las garantías
institucionales que emergen de los sistemas democrático-representativos participativos
establecidos por cada Estado.

En este orden, la competencia, constituye una verdadera garantía normativa, que en su faceta
individual, asegura un debido procesamiento en el marco de roles previamente establecidos por la
Constitución o la ley a autoridades jurisdiccionales o administrativas.

Ahora bien, la función judicial, podría generar conflictos de competencia ya sea positivos o
negativos. Positivos, cuando en aplicación de mecanismos intra-procesales para el resguardo de
esta garantía normativa, dos o más autoridades jurisdiccionales se consideran competentes para
el conocimiento y resolución de una problemática determinada. Por el contrario, el conflicto
jurisdiccional negativo, opera cuando mediante la utilización de mecanismos intra-procesales para
el cuestionamiento de la competencia, dos o más autoridades jurisdiccionales se inhiben del
conocimiento de la causa por considerarse incompetentes.

En las dos situaciones antes descritas y de acuerdo al objeto y causa de la presente problemática y
para determinar el “Bloque de Legalidad aplicable, es imperante a la luz de la teoría de derecho
procesal, precisar el momento procesal en el cual se inicia “el conflicto de competencias, a cuyo
efecto, de acuerdo a presupuestos procesales pertinentes para esta temática, se colige que
agotados los procedimientos jurisdiccionales de “inhibitoria o “declinatoria y luego de existir dos
resoluciones jurisdiccionales en mérito de las cuales, se plasmen decisiones que plasmen una
decisión de asunción de competencia para el conocimiento de una causa o para la declinatoria de
competencia, se genera un conflicto de competencia positivo o negativo, el cual debe ser resuelto
por una autoridad jurisdiccional competente para dirimir y definir la controversia competencial. En
este orden de ideas, con la finalidad de establecer la autoridad encargada de dirimir el conflicto y
la normativa orgánica aplicable para este efecto, es menester precisar que desde un punto de vista
procesal, el inicio del conflicto de competencias negativo, está dado por el momento en el cual, la
autoridad jurisdiccional a la cual, por declinatoria de competencia se le reenvía el conocimiento de
una causa, no se allane al conocimiento de la misma. Por otro lado, el momento procesal para el
inicio de un conflicto de competencias positivo, será aquel en el cual, la autoridad jurisdiccional
que está conociendo una causa, rechaza una inhibitoria de un segundo juez que se considera
competente para el conocimiento de la misma, en este contexto y en armonía con lo señalado en
el Fundamento Jurídico II.3 del presente fallo, es menester precisar lo siguiente: i) Si el inicio del
conflicto de competencias negativo o positivo entre la jurisdicción ordinaria y la judicatura agraria
data de una fecha anterior al 3 de enero de 2012, aún cuando la causa haya ingresado para su
análisis al Tribunal Constitucional Plurinacional después de esta fecha, el control competencial
plural de constitucionalidad, no es competente para dirimir las controversias en el marco del art.
202.11 de la CPE; y, ii) Si el momento de inicio del conflicto positivo o negativo de competencias es
posterior al 3 de enero de 2012, el Tribunal Constitucional Plurinacional, deberá ejercer los roles
propios del control plural competencial de constitucionalidad encomendado por el art. 202.11 de
la CPE.

En el primer caso, al no tener competencia el Tribunal Constitucional Plurinacional para conocer


causas que deberán ser sustanciadas en el marco del bloque de legalidad aplicable al periodo
inter-orgánico de transición, sin definir competencias, por no encontrarse facultado para ello,
deberá remitir antecedentes a la autoridad o autoridades que activaron el control de
constitucionalidad, para la definición de competencias en el marco del Bloque de Legalidad
imperante para el periodo interorgánico de transición.

II.5.Armonización de terminología para decisiones que emanen del control competencial de


constitucionalidad

Toda vez que el control plural competencial de constitucionalidad ha sido plenamente


implementado a partir del 3 de enero de 2012, fecha de posesión de las Magistradas y los
Magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional electos por sufragio popular, es necesario
para efectos de pedagogía constitucional, armonizar los términos a ser utilizados en el ejercicio de
esta atribución; por tanto, se tiene que en situaciones en las cuales se ingrese al análisis
competencial para dirimir la controversia competencial, en la parte dispositiva de la resolución, se
deberá definir la autoridad o autoridades competentes para la resolución de la problemática y
ordenarse la remisión de antecedentes a la autoridad que sea definida como competente;
empero, cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional, no sea competente para el análisis de
fondo de una controversia competencial, al estar imposibilitado de dirimir y definir la controversia
competencial, declarará improcedente la activación del control plural competencial de
constitucionalidad y remitirá antecedentes de la causa a la autoridad o autoridades activantes del
control de constitucionalidad.

II.6.Análisis del caso concreto

En la presente problemática, se procede a la activación del control competencial plural de


constitucionalidad, para el conocimiento y resolución de un conflicto de competencia entre la
jurisdicción ordinaria y la “jurisdicción agraria; en ese contexto, en la especie, son sometidas a
este mecanismo constitucional de definición de competencias, las resoluciones de inhibitorias de
competencia realizadas por la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi y el Juez Agrario también
de esta localidad, las cuales generaron un conflicto de competencias, el cual fue remitido para su
definición a la otrora Corte Suprema de Justicia, ahora Tribunal Supremo de Justicia, instancia
jurisdiccional que mediante Auto Supremo 119/2012, emitido en Sala Plena, activó ante el
Tribunal Constitucional Plurinacional, al amparo del art. 202.11 de la CPE, el control competencial
de constitucionalidad, para que se dirima el conflicto jurisdiccional suscitado entre la jurisdicción
ordinaria penal y la “jurisdicción agraria, controversia que versa sobre el conocimiento y
procesamiento de hechos referentes a despojo y perturbación de posesión de fundos rústicos.

Ahora bien, de acuerdo a la fundamentación jurídica realizada en el presente fallo y en mérito a


los antecedentes procesales del caso objeto de análisis, se establece lo siguiente:

a)De acuerdo a la fundamentación realizada, se estableció que el conflicto jurisdiccional negativo,


opera cuando mediante la utilización de mecanismos intra-procesales para el cuestionamiento de
la competencia, dos o más autoridades jurisdiccionales se inhiben del conocimiento de la causa
por considerarse incompetentes. En la especie, de la compulsa de antecedentes, se evidencia que
tanto la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi y el Juez Agrario también de esta localidad, luego
de recurrentes re-envios de antecedentes procesales, se declaran ambos incompetentes para
conocer la problemática planteada referente a atribución de hechos delictivos referentes a
despojo y perturbación de posesión de fundos rústicos, por cuanto, el análisis de la temática, debe
versar sobre el conflicto negativo de competencias.

b)Desde un punto de vista procesal, el inicio del conflicto de competencias negativo, está dado por
el momento en el cual, la autoridad jurisdiccional a la cual, por declinatoria, se le reenvía el
conocimiento de una causa, no se allane al conocimiento de la misma. En la especie y de la
compulsa de antecedentes, se tiene que en virtud a la declinatoria de la Jueza de Partido y
Sentencia de Caranavi, luego de la remisión de antecedentes ante el Juez Agrario de esta localidad,
esta autoridad, mediante Resolución 06/2010 de 23 de abril, cursante a fs. 258 y vta., se declara
incompetente para el conocimiento de procesos penales, ordenando la remisión de antecedentes
ante la Jueza de Partido y Sentencia de Caranavi, antecedentes que fueron recepcionados por el
Juzgado de Partido y Sentencia de Caranavi el 18 de mayo de 2010.

Por lo señalado y aunque en el presente caso existan recurrentes reenvios de antecedentes


procesales entre ambas autoridades que se consideran incompetentes para conocer y resolver la
causa en cuestión, debe considerarse que desde una óptica procesal y de acuerdo al Fundamento
Jurídico II.4 del presente fallo, en la especie, el 18 de mayo de 2010, se inicia la controversia
jurisdiccional competencial, es decir antes del 3 de enero de 2012, fecha de posesión de las
autoridades judiciales electas por voto popular.

c)La parte orgánica de la Constitución, a diferencia de su parte dogmática, tal como se explicó en
el Fundamento Jurídico II.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no es
directamente aplicable, sino que para su materialización, se necesitan leyes orgánicas de
desarrollo. En el caso de Bolivia, tal como se desarrollo en el Fundamento Jurídico II.2 de la
presente decisión constitucional, existe una Organización Judicial preexistente al momento de la
refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, por cuanto, hasta antes del 3 de enero de 2012,
persiste en este periodo interorgánico, la estructura y atribuciones de la Corte Suprema de
Justicia, como máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria; por tanto, la jurisdicción ordinaria y
agroambiental y la demás estructura del Órgano Judicial disciplinada en la parte orgánica de la
Constitución de 2009, se encuentran sujetos a una aplicación condicionada; es decir, a una
implementación plena a partir de la posesión de las Magistradas y Magistrados electos por
sufragio popular; es decir, a partir del 3 de enero de 2012. Para causas anteriores, será aplicable el
“bloque de legalidad imperante para la transición interorgánica descrito en el Fundamento
Jurídico II.2 del presente fallo.

Por lo señalado, en la especia, al haberse iniciado el conflicto negativo de competencias el 18 de


mayo de 2010, se concluye que la definición del conflicto de competencias suscitado, no está
encomendada al Tribunal Constitucional Plurinacional.

d)En la especie, se tiene que por Auto Supremo 119/2012, suscrito por Jorge Von Borries Méndez,
Rómulo Calle Mamani, Pastor Segundo Mamani Villca, Fidel Marcos Tordoya Rivas, Antonio
Campero Segovia y Rita Susana Nava Durán, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
alegando ser aplicable directamente la Constitución de 2009, declina competencia para conocer y
resolver el asunto, disponiendo su remisión al Tribunal Constitucional Plurinacional, siendo
recepcionados los antecedentes de la causa por esta instancia, el 31 de mayo de 2012; en este
contexto, en el Fundamento Jurídico II.4 del presente fallo, se estableció que si el inicio del
conflicto de competencias negativo entre la jurisdicción ordinaria y la judicatura agraria data de
una fecha anterior al 3 de enero de 2012, aún cuando la causa haya ingresado para su análisis al
Tribunal Constitucional Plurinacional después de esta fecha, el control competencial plural de
constitucionalidad, no es competente para dirimir las controversias en el marco del art. 202.11 de
la CPE, situación que se verifica en la presente problemática.

e)Cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional, no sea competente para el análisis de fondo de


una controversia competencial, al estar imposibilitado de dirimir y definir la controversia
competencial, declarará improcedente la activación del control plural competencial de
constitucionalidad y remitirá antecedentes de la causa a la autoridad o autoridades activantes del
control de constitucionalidad, por tanto, en la especie, al no tener competencia el Tribunal
Constitucional Plurinacional para el ejercicio de la atribución inserta en el art. 202.11 de la CPE,
por haberse iniciado el presente conflicto de competencias en el periodo de transición-
interorgánico, la activación en la presente causa del control plural competencial de
constitucionalidad es improcedente, debiendo remitirse antecedentes al Tribunal Supremo de
Justicia, para su definición de competencias en el marco del “bloque de legalidad imperante para
el periodo de transición inter-orgánico.

POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confieren
los arts. 202.1 de la CPE, 12.3, 28.I.3, 119 y 120 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
resuelve:

1° DECLARAR IMPROCEDENTE la activación del control plural competencial de constitucionalidad,


por no tener el Tribunal Constitucional Plurinacional competencia para resolver un conflicto de
competencia entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción “Agraria;y,

2ºORDENAR la remisión de antecedentes al Tribunal Supremo de Justicia, al haber activado esta


instancia el control plural competencial de constitucionalidad.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

No interviene el Presidente, Dr. Ruddy José Flores Monterrey, por estar declarado en comisión
oficial.

Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños


MAGISTRADA

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Dra. Soraida Rosario Chánez Chire


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Efren Choque Capuma


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani


MAGISTRADO

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