ESCEIFICACION FUNDACION INCAICA DE AREQUIPA

Narradora: El origen del nombre de Arequipa se remonta al idioma quechua y cuenta la leyenda que Mayta
Cápac, el cuarto inca de la Dinastía Hurin Cuzco; allá por el año 1170 se encontraba conquistando las regiones
de Puno, Moquegua y Arequipa.
Hacen su ingreso los mitimaes y seguidamente los soldados y el inca en actitud de guerra sobre los pobladores
(mitimaes).

Narradora.- Al llegar al valle del Chili y antes de regresar al Cuzco, el inca determinó, bajar hacia el mar; en
esta trayectoria tocó con sus huestes el valle de Arequipa, hasta entonces sin nombre, silencioso y despoblado.
Apenas si se oía el susurro de su río y el trino de las aves, y los mitimaes conquistados quedaron en cantados
por la belleza del paisaje.
Ingresa el paisaje o campiña de Arequipa

Pueblo (mitimaes).- Murmuran entre ellos la posibilidad de quedarse en ese paraje y entra el curaca.

Uno del Pueblo.- Curaca queremos quedarnos en este lugar por su gran belleza y su clima cálido.
El curaca hace un gesto de haber entendido el petitorio y se dirige al inca Mayta Cápac quien hace su ingreso
cargado en su anda junto a sus soldados.

Curaca.- Gran Sapa Inca estaos encantados con la belleza de este paisaje y la suavidad de clima, por eso
queremos poblar esta comarca.

Inca Mayta Cápac.- Observa el paisaje y asienta con la cabeza, luego exclama: ¡Ari Qquepay! , Si quédense.
El inca es trasladado por sus soldados frente a la campiña desde donde observara todo

Narradora: Los pobladores se establecieron en este lugar luego que el inca repartiera los terrenos fundándose
así los primeros caseríos o pueblos como el de Yanahuara, Tiabaya, Paucarpata, Socabaya, Characato y
Chiguata.
Cada dos parejas se traslada con el letrero correspondiente
 ESCEIFICACION FUNDACION INCAICA DE AREQUIPA

Narradora: En 1539 el Gobernador del Perú don Francisco Pizarro se encontraba en el Cuzco tratando de
aplacar el levantamiento de Manco Inca. Ante la necesidad de un lugar que sirviera de unión entre el Cuzco y
Lima ordenó a los cordobeses Díaz Arias y Gómez de León la fundación de una villa cercana del litoral y que
contara con una ubicación estratégica militar y comercial. El lugar elegido fue un antiguo poblado denominado
por los nativos como Huacapuy, cerca del valle de Camaná, allí fue fundada Villa Hermosa.
En Camaná las fiebres y epidemias causaron muchos estragos en la población indígena y española. Por lo que
Pizarro había recibido varias cartas de los vecinos quejándose de esta situación obligando a ordenar que se
traslade a un lugar más adecuado.
Después de seis meses de su fundación y realizado el plebiscito a cargo de Don Garcí Manuel de Carbajal se
procede al cambio.
Ingresan al escenario con fondo de iglesia y con los pobladores españoles e indígenas quienes murmuran las
incomodidades y problemas de la villa, diciéndole bajo juramento a Don Garcí Manuel de Carbajal sus
inquietudes.

Un vecino español.- Bajo juramento manifiesto que los indígenas huyen debido a las epidemias.

Una vecina.- La insalubridad de la zona perjudica nuestra salud.

Don Garcí Manuel de Carbajal.- Lo que me habéis manifestado bajo juramento lo informaré a la brevedad
posible.

Francisco Pizarro.- Señor Don Garcí Manuel de Carbajal, presentadme el informe sobre el valle de Camaná.

Don Garcí Manuel de Carbajal.- Ilustrísimo Márquez Don Francisco Pizarro, en cumplimiento del mandato de
vuestra merced se reunieron todos los vecinos del pueblo en la Iglesia; en presencia del Padre Rodrigo Bravo,
el alcalde Juan de la Torre Díaz Chacón y el escribano de su majestad Alonso de Luque. Donde todos ellos
juraron sobre una cruz, ante Dios, Santa María y los Santos Evangelios decir la verdad a todo lo preguntado y
después de decir si juro y amen solicitaron su deseo de abandonar la villa de Camaná.

Francisco Pizarro.- Os mando a que juntéis a todos que juraron ante el escribano que el valle de Arequipa era
más sano y os demanda a que los trasladéis con todos sus ensenes y bienes al valle del Collasuyo al pie del
volcán y allí estableceréis la villa.
Ejecutareis el trazado de la ciudad que os envío en el lugar que mejor os parezca, mientras tato tomare como
inexistente el valle de Camaná.

Narrador: El 15 de Agosto de 1540, Don Garcí Manuel de Carbajal, Teniente de Gobernados y Gobernador,
por mandato del Conquistador Don Francisco Pizarro, fundó la Villa Hermosa de Nuestra Señora de la
Asunción, Arequipa con el ceremonial estilo en el sitio denominado La Chimba, donde hoy en día es el barrio
de San Lázaro a la margen izquierda del río.
Ingresan al escenario los frailes Bartolomé de Ojeda y Diego Manso, el cura Rodrigo Bravo llevando consigo
una cruz, hidalgos conquistadores con una picota y testigos (vecinos españoles e indígenas les rodeaban)

Don Garcí Manuel de Carbajal.- En nombre de su majestad y el señor gobernador Don Francisco Pizarro fundo
Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunción del valle de Arequipa, coloque la cruz en la parte norte donde
se edificara la iglesia mayor y aquí la picota donde será la plaza de la villa. Todo aquel vecino que tenga
solares cerca de aquí deberá poblar en un plazo máximo de seis meses, pregónese así públicamente.

Escribano Alonso de Luque: Procederemos a repartir los solares:

Uno para el seos

Se hizo entonces el reparto de solares y—porque Francisco Pizarro lo facultaba por nueva provisión del 21 de
junio— el reparto de chacras sólo se verificó el 15 de setiembre, víspera de san Cipriano. En este tiempo eran
alcaldes el Trece del Gallo Juan de la Torre (nombrado en remplazo de Garcí Manuel) y el ya citado Juan
Flores, actuando de regidores Luis de León, Gómez de León, Hernando de Torres y Francisco de Montenegro.
Primer cura de la nueva urbe y de su iglesia mayor advocada a san Pedro fue el bachiller Rodrigo Bravo, que
también tenía título de Vicario y Protector de Naturales. La ciudad se llamó, como al comienzo, Villa Hermosa
del Valle de Arequipa, pero por conmemorar su última fundación también dio en llamarse Villa de la Asunción
de Nuestra Señora del Valle de Arequipa. Para conseguir el título de ciudad, el 16 de octubre de 1540, el
Cabildo nombró su procurador ante el Rey al conquistador Alonso Ruiz, uno de los captores del Inca en
Cajamarca.

La primera descripción de la urbe se debe a Pedro Cieza de León, de quien sospechamos que no llegó a
conocerla y se refirió a ella sólo de oídas. Por eso la ubica en el valle de Quilca, aunque luego da a entender
que es el de Chili, y afirma: “esta dudad está puesta y edificada en la mejor parte y más fresca que se halló
conveniente para le edificar; y es tan bueno el asiento y temple de esta ciudad, que se alaba por ser la más sana
del Perú y más pasible para vivir. Nace en ella muy excelente trigo, del cual hacen pan muy bueno y sabroso...
En lo tocante a la fundación de Arequipa no tengo que decir más de que cuando se fundó en otro lugar, y por
causas convenientes se pasó a donde ahora está. Cerca de ella hay un volcán, que algunos temen no reviente
y haga algún daño. En algunos tiempos hace en esta ciudad grandes temblores de tierra”. Si algo hubiera que
añadir sería la presunción de que las tres primeras fundaciones de la villa se deben al conquistador Alonso de
Cabrera, quien en 1539 era el alcalde mayor de los españoles errabundos que buscaban asentarse en la comarca
arequipeña.

La gestión del procurador Alonso Ruiz se vio culminada por el éxito, porque consiguió para Arequipa las
siguientes armas otorgadas por el Rey: en campo de gules un río que fluye delante de un volcán humeante
flanqueado por dos grupos de árboles, emergiendo de cada grupo, hasta tocar el volcán, un león rampante; y
por bordura ocho flores de lis sobre fondo de azur. Esta merced se otorgó en Fuensalida, el 7 de octubre de
1541. El virrey Francisco de Toledo otorgó a Arequipa, el 7 de noviembre de 1575, el título de Muy Noble y
Muy Leal, concesión que ratificó el Rey por cédulas de 20 de setiembre de 1580 y 28 de enero de 1594
expedidas en Badajoz y Madrid, respectivamente.