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CAPÍTULO 1: EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UNSOMBRERO

El doctor P era músico. Mostraba incapacidad de reconocer las caras de sus estudiantes,
losreconocía por la voz y creía que algunos objetos eran personas. Después de varios años
lediagnosticaron diabetes y acudió a un oftalmólogo porque la diabetes podía afectar a su vista.No
se le detectó nada anómalo en los ojos pero se le informó de que podía tener problemasen las
zonas visuales del cerebro y se le derivó a un neurólogo. El neurólogo no detectósíntomas de
demencia pero si descubrió que el doctor P era incapaz de reconocer objetos ensu totalidad sólo
podía percibir y describir partes de los mismos. Sólo veía los rasgos distintivosy elaboraba
esquemas de los objetos pero era incapaz de reconocerlos. Los lóbulos temporalesy el córtex
musical estaban bien. Se le diagnosticó una agnosia visual profunda debido a unproceso
degenerativo o un tumor en las zonas visuales del cerebro. Era capaz de formularhipótesis
cognitivas pero era incapaz de realizar juicios cognitivos ya que esto suponeestablecer relaciones
entre los objetos que se perciben y al doctor P le faltaban estasrelaciones. Tenía dañada la
percepción visual, la memoria, la imaginación visual y lasfacultades de representación visual. El
doctor P era incapaz de reconocer, imaginar y recordarcaras por ello buscaba indicadores visuales,
por ejemplo: su mujer llevaba siempre unsombrero grande y muy característico y el doctor P
buscaba los rasgos característicos ydistintivos del sombrero y entonces asociaba ese sombrero con
su mujer
.CAPÍTULO 2: EL MARINERO PERDIDOJimmie era un marinero que acudió al neurólogo porque
creía tener pequeños problemas dememoria. El neurólogo descubrió que Jimmie vivía estancado
en 1945. Recordaba su nombre,fecha de nacimiento y el nombre del pueblecito de Connecticut
donde había nacido incluso ledibujó un plano del lugar al neurólogo (memoria topográfica).
También recordaba los númerosde teléfono, las misiones en las que había participado en su época
de marine, el código morsey su utilización. Sin embargo, mostraba desorientación en el año en el
que se encontraba en laactualidad y en su edad. El neurólogo le aplicó algunas pruebas para ver el
estado de lamemoria. Los resultados en la prueba de inteligencia fueron excelentes. Jimmie era
capaz deresolver rompecabezas y problemas complejos, sin embargo sólo podía resolverlos de
maneraeficaz si lo hacía deprisa ya que si la tarea exigía mucho tiempo se olvidaba de lo que
estabahaciendo. El neurólogo también escondio tres objetos y al cabo de un tiempo le pidió a
Jimmieque los recordara. Jimmie fue incapaz de recordar los tres objetos que el neurólogo
habíaescondido, tampoco recordaba las instrucciones que le habían dado para la prueba e
inclusofue incapaz de recordar los objetos aún habiendo escrito las respuestas en un papel.
Elneurólogo recopilando información sobre el pasado de Jimmie descubrió que había
sidoalcohólico y su diagnóstico fue que Jimmie tenía un síndrome de Korsakoff debido a una
etapaalcohólica y la degeneración alcohólica de los cuerpos mamilares del cerebro. El síndrome
deKorsakoff explica la alteración severa de la memoria que presenta Jimmie. Tiene
amnesiaanterógrada (dificultad para formar nuevos recuerdos, le resulta muy difícil aprender
palabrasy hechos nuevos) también presenta síntomas de amnesia retrógrada lo que dificulta
queJimmie acceda a hechos pasados de su vida (no recuerda nada a partir de 1970).
Puedeproporcionar datos autobiográficos ( etapa escolar, servicios prestados a la marina) pero
tieneuna seria limitación para evocar sucesos acaecidos recientemente (no recuerda
laconversación que ha mantenido con el doctor, ni las instrucciones de las pruebas una vez queha
transcurrido cierto tiempo). Presenta problemas en la memoria de trabajo (se olvida de loque está
haciendo, no recuerda los tres objetos que ha escondido el neurólogo).

CAPITULO 3. LA DAMA DESENCARNADA


Christina era una joven de 27 años que tenía un dolor abdominal. Tras ir al
médicodescubrieron que tenía piedras en la vesícula y se la aconsejó su extirpación.
Antes de laoperación se la sometió a un régimen de antibióticos como profilaxis
microbiana. El día antesde la intervención tuvo un sueño muy extraño. Se tambaleaba y
no era capaz de sostenerse enpie, apenas sentía el suelo, apenas tenía sensibilidad en las
manos y se le caía todo lo quecogía. Este sueño la produjo tal malestar que pidieron una
opinión al psiquiatra el cual dijo quese trataba de una simple angustia preoperatoria. El
sueño se tornó en realidad y Christina seencontró con que era incapaz de mantenerse en
pie, sus movimientos eran torpes einvoluntarios, se le caían las cosas de las manos. Se
avisó de nuevo al psiquiatra y el psiquiatrala diagnosticó «Histeria de angustia» y que
presentaba síntomas típicos de conversión.El día de la operación Christina estaba peor
aún. No podía mantenerse en pie salvo que mirasehacia sus pies. No podía sostener nada
en las manos a no ser que mantuviese la vista fija enellas. Parecía que no recibía ninguna
información de la periferia y que los mecanismos quecontrolaban el tono y el movimiento
de los músculos habían desaparecido. Se plantearonvarias hipótesis para explicar lo que le
había pasado a Christina. Podría tener un síndromebiparietal ya que parecía que los
lóbulos parietales no recibían la información de los sentidos.Tras una prueba sensorial
llegaron a la conclusión de que los lóbulos parietales funcionaban deforma correcta pero
descubrieron que Christina había perdido toda la propiocepción (sentir elcuerpo como
propio, como nuestro) es decir, no tenía sensibilidad en los músculos, tendones
yarticulaciones. La causa era una polineuritis que afectaba a las raíces sensitivas de los
nervioscraneales y espinales. El sentido del cuerpo lo componen la visión, los órganos del
equilibrio(sistema vestibular) y la propiocepción. En condiciones normales estos tres
sistemas operan ala vez pero como esta paciente había perdido la propiocepción el déficit
lo compensó con lossistemas restantes. Por ello, Christina para poder caminar y hacer una
vida más o menosnormal tenía que fijar la vista en la parte del cuerpo que quería mover.
CAPÍTULO 4: EL HOMBRE QUE SE CAYÓ DE LA CAMA.
En el hospital ingresó un chico joven que se había caído de la cama y no sabía cómo.
Cuando levisitó el médico le encontró tirado en el suelo dando voces y se negaba a volver
a acostarse.Cuando el médico le preguntó por que no quería volver a la cama el joven le
contesto quealguien le había metido una pierna humana cortada en su cama. El paciente
miraba su propiapierna con desagrado y pavor e hizo ademanes de querer arrancársela.
Su diagnóstico fue quesufría una pérdida completa de conciencia de una extremidad
hemipléjica.-> anosognosia(no reconoce una parte del cuerpo como propia) pérdida de
orientaciónsomatopsíquica.
CAPÍTULO 5: MANOS.
Madeleine J. de 60 años ingresó en el hospital debido a que decía textualmente que no
sentíalas manos y que estas eran como de pasta, no sentía que fuesen parte de ella. La
mujer sufríaceguera congénita con parálisis cerebral y además tenía espasmodismo
(movimientosinvoluntarios en ambas manos) y atetosis (fallo en el desarrollo de la vista).
Hablaba confluidez. El doctor se extrañó porque la parálisis cerebral no suele afectar a las
manos adiferencia de las piernas. Las manos de esta mujer tenían la capacidad sensorial
intacta ya queal hacerle una serie de pruebas el médico comprobó que respondía
correctamente al dolor, ala temperatura y al movimiento pasivo de los dedos. Sin
embargo, tenía un profundo trastornode la percepción. Era incapaz de reconocer o
identificar nada y tampoco tenía tendencia a laexploración. Madeleine sufría una agnosia
del desarrollo. Tenía que construir un sistema de

reconocimiento que nunca había tenido y además tenía que recuperar la utilidad de
susmanos. El médico ordenó a las enfermeras que pusieran la comida ligeramente alejada
deMadeleine para que ésta adoptase conductas de exploración. Con esto se consiguió
queMadeleine mostrase interés por las cosas que la rodeaban y así poder ayudarla a
construir susistema gnósico. Empezó a utilizar sus manos para tocar los objetos y
reconocerlos. Elreconocimiento tenía que lograrlo a través de deducciones ya que al ser
ciega de nacimientono tenía las imágenes internas más simples.En definitiva, Madeleine
tenía una neuropatía guante-media. Dependiendo de la gravedad lospacientes pueden
pasar de la sensación de adormecimiento (guante-media) a una sensaciónde
desvinculación o ausencia completa. Es muy importante conseguir que estos pacientes
usenlas manos y los pies para no perder la funcionalidad, sin embargo hay que ser cautos
ya que sise hace de forma inadecuada el uso excesivo de los miembros puede producir
fatiga de lafunción nerviosa dañada y provocar de nuevo una desvinculación. Hay que
tener en cuenta elgrado de neuropatía, si es muy grave puede que las partes distales de
los nervios esténmuertas, que la información no llegue al córtex sensorial y por lo tanto
sea imposibleconseguir una revinculación.
CAPÍTULO 6: FANTASMAS
Los fantasmas (recuerdo o imagen persistente de una parte del cuerpo, normalmente de
unaextremidad que tiene una persona durante meses o años después de haber sufrido su
pérdida)Se pueden producir por lesiones en el córtex prefrontal sobre todo de los lóbulos
parietales.Dedo fantasmaUn marinero que perdió en un accidente de coche el dedo índice
de la mano derecha sufriódurante años la presencia de su fantasma hasta que sufrió una
neuropatía diabética sensorialgrave y perdió toda sensación de tener dedos. Por lo tanto,
la presencia de una neuropatíagrave puede curar un fantasma.Miembros fantasmas que
desaparecenLos pacientes que han sufrido alguna amputación tienen que incorporar el
fantasma delmiembro amputado a su imagen corporal. Un paciente necesitaba despertar
al fantasma de supierna todas las mañanas al ponerse la prótesis para poder
caminar.Fantasmas posicionalesCharles D. acudió a consulta porque tropezaba, se caía y
sufría vértigos. Pero el médicodescubrió que no tenía vértigos sino una agitación de
ilusiones posturales en continuo cambio.Le parecía que el suelo se inclinaba hacia delante,
se agitaba y por ello él se tambaleaba amenos que fijase la vista en sus pies para ver su
verdadera posición y la del suelo. Teníailusiones propioceptivas en un acceso agudo de
tabes.
CAPÍTULO 7: A NIVEL.
El señor Mc Gregor era una anciano de 93 que tenía parkinson y llegó a consulta porque
susfamiliares le decían que caminaba inclinado hacia un lado aunque él mismo afirmaba
que no sedaba cuenta. Había perdido la propiocepción (conciencia del tronco y las
extremidades).También había perdido el sentido del equilibrio más concretamente el
poder integrar elsentido laberíntico (localizado en el oído interno), el propioceptivo y el
visual debido a laenfermedad de Parkinson que padecía. Para ayudar al señor Mc
Gregor el doctor le colocóunas gafas que tenían un pequeño peso atado con un cordel en
la montura de las gafas, deesta manera, el anciano al principio no sin esfuerzo podía
caminar derecho. Con el paso deltiempo se acostumbró a las gafas y paso a caminar
derecho de forma inconsciente ya que notenía que fijarse todo el tiempo en las gafas y lo
hacía de forma automática.

CAPÍTULO 8: VISTA A LA DERECHA.La señora S. había sufrido un ataque que afecta a las
partes posteriores y más profundas del
hemisferio cerebral derecho. Había perdido la noción de “ izquierda” por lo que sólo se
comía
la parte derecha del plato. No puede girar a la izquierda asi que lo que hace es girar a
laderecha y hacer un círculo completo. Por eso se le facilitó una silla de ruedas giratoria.
Yahora, si no puede encontrar algo que sabe que debería estar, gira la derecha, haciendo
uncírculo hasta que lo ve.CAPÍTULO 9: EL DISCURSO DEL PRESIDENTE.Emily D. tenía una
agnosia tonal o aprosodia. Este tipo de agnosia se caracteriza porquedesaparece la
capacidad de captar las cualidades expresivas de las voces (el tono, el timbre,
elsentimiento) mientras que se entienden perfectamente las palabras. Otros pacientes
que seencontraban en otro pabellón del hospital tenían afasia global que consiste en que
este tipo depacientes puede captar los gestos, el tono, la emoción es decir, el sentido del
discurso y sinembargo no captar ni una sola palabra del habla de otra persona. Los
pacientes afásicos, EmilyD. incluida no se dejaron engañar por el discurso del presidente
ya que los afásicos globalesdetectaron que el tono del discurso del presidente era
engañoso y Emily D. por su parte, apesar de ser incapaz de captar el tono del discurso
descubrió que el presidente cometíaerrores en la prosa ya que utilizaba las palabras de
forma incorrecta y su discurso eraincoherente.SEGUNDA PARTE: EXCESOS.CAPÍTULO 10:
RAY EL TICQUEUR INGENIOSO.Ray de 24 años sufría el síndrome de Tourette, tenía tics
cada pocos segundos y los padecíadesde que tenía 4 años. Era muy inteligente, estudió en
la universidad y consiguió sacarse conéxito una carrera. Tenía una notable sensibilidad
musical, y muy buenos reflejos de reaccióncon lo que disfrutaba de la música y del ping
pong. El doctor le recetó Hadol, un medicamentoque reducía los niveles de dopamina y a
la semana siguiente de haber tomado Hadol aparecióen consulta con un ojo morado y la
nariz rota. Como a casi todos los enfermos del síndrome deTourette le atraían las cosas
giratorias. Con el Hadol se habían reducido sus reflejos dereacción y al pasar por una
puerta giratoria no coordinó sus movimientos y sufrió el impactode la puerta en la cara.
Tras ver los efectos secundarios que el medicamento había ocasionadoen Ray, el
especialista le propuso hacer terapia durante 3 meses centrándose en cómo sería suvida
sin el síndrome de Tourette, y después de esos meses se le administraría otra dosis
deHadol. Tras los 3 meses de terapia y la administración de Hadol los resultados
fueronsorprendentes. Ray ya no tenía tics, tenía un matrimonio estable, le dieron un
puesto detrabajo y fue padre pero Ray ya no disfrutaba con el ping pong, ni con la música
debido a lamedicación que había influido también en su sensibilidad musical y en sus
reflejos. Por ello,acordó con el médico que tomaría Hadol de lunes a viernes para poder
concentrarse en eltrabajo y tener una vida marital satisfactoria, pero los fines de semana
no lo tomaría ya queesos dos días quería disfrutar de sus dos grandes aficiones la música y
el ping pong.

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