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ATENUANTES GENÉRICAS y especificas.

Publicado: octubre 23, 2012 en DERECHO PENAL


Etiquetas:#ARREBATO, #DERECHOPENAL, #REINCIDENCIA
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La perturbación mental proveniente de la embriaguez. El Exceso (Art. 66 C.P.) El


Arrebato o intenso dolor por la provocación. La vejez.

Hay atenuantes genéricas y también agravantes genéricas: Estas atenuantes están en el


artículo 74 C.P. que ya hemos analizado y hemos aprendido a utilizar; pero, además de esas
atenuantes del Art. 74, están otras atenuantes que son para determinados tipos de delitos
que no son genéricos como las del Art. 74 que se le aplican a todo el mundo; y que se
encuentran en el Art. 64 C.P., que se refieren al estado de perturbación mental proveniente
de la embriaguez únicamente:

Art. 64 C.P. “Si el estado de perturbación mental del encausado en el momento del delito
proviniere de la embriaguez, se seguirán las reglas siguientes:

1. Si se probare que, con el fin de facilitarse la perpetración del delito, o preparar una
excusa, el acusado habría hecho uso del licor, se aumentará la pena que debiera
aplicársele le un quinto a un tercio, con tal que la totalidad no exceda del máximun
fijado por la Ley a este género de pena. Si la pena que debiere imponérsele fuere la
de presidio, se mantendrá esta.
2. Si resultare probado que el procesado sabía y era notorio entre sus relaciones que la
embriaguez le hacía provocador y pendenciero, se le aplicarán sin atenuación las
penas que para el delito cometido establece este Código.
3. Si no fuese probada ninguna de las dos circunstancias de los dos números
anteriores, y resultare demostrada la perturbación mental por causa de la
embriaguez, las penas se reducirán a los dos tercios, sustituyéndose la prisión al
presidio.
4. Si la embriaguez fuere habitual, la pena corporal que deba sufrirse podrá mandarse a
cumplir en un establecimiento especial de corrección.
5. Si la embriaguez fuere casual o excepcional, que no tenga precedente, las penas en
que haya incurrido el encausado se reducirán de la mitad a un cuarto, en su
duración, sustituyéndose la pena de presidio por la de prisión.
6. En este caso, es un agravante que está dentro de este EXCESO: este sería un
exceso. ¿Cuándo se da este caso? Cuando la persona quiere cometer un delito;
cuando quiere llegar a la casa para golpear y maltratar a la mujer, y para ello, se
embriaga y en buen criollo se pone guapo; las personas con problemas de
alcoholismo no entran dentro de esta disposición. Pero obsérvese que la norma
señala “si se probare que” lo que quiere decir que hay que probarlo a través de
exámenes toxicológicos, psiquiátricos, etc, para demostrar que la persona no es un
alcohólico habitual, sino que en ese momento lo hizo producto del exceso para
causar un daño.
7. En el segundo numeral “Si resultare probado”; Si la persona sabe, porque es
notorio, que cuando toma y se embriaga, se transforma y no toma las previsiones,
como el hombre callado que cuando toma se convierte en el más hablador y alegre,
pero también es pendenciero (busca pleitos) y provocador; si comete un homicidio,
por ejemplo, no tiene atenuantes ni agravantes sino que se le aplica la pena
correspondiente al delito, que seria entre 12 y 18 años, es decir la pena media, 15
años; porque la Ley así lo señala. Ahora si existen atenuantes estos se le aplicarán lo
que elevará el delito hacia la pena máxima.
8. Si no fuere probado ninguno de los dos ordinales anteriores (es una circunstancia
atenuante) las penas se reducirán a los 2/3, sustituyendo la prisión por presidio:
Sería el caso de la persona que por primera vez toma (se embriaga) y llega a matar
en ese estado y se demuestra que no lo hizo con el fin de causar daño se le aplica
ésta atenuante del ordinal tercero. La persona puede haber cometido el hecho
punible en un momento de arrebato, y tiene una atenuante que es por causa de la
embriaguez. La última parte del artículo señala una conversión, que si por ejemplo,
fueran dos años de prisión le correspondería uno de presidio; es como si lo quisieran
mejorar en cuanto al tiempo, pero es un contrasentido.
9. Es cuando se trata de esos “borrachitos empedernidos” que están alcoholizados, si
llegan a cometer algún delito en vez de aplicársele sanciones corporales se
mandarán a un sitio de rehabilitación que lamentablemente en nuestro país casi no
existen.
10. La última atenuante para el caso que expone puede reducir la pena de la mitad a un
cuarto, es decir si la persona debía ser condenada por el delito a 6 años la pena se va
a reducir o a la mitad que serían 3 años o a un cuarto que sería un año y medio,
haciendo la salvedad que se sustituye el presidio por la prisión.

EL ARREBATO O INTENSO DOLOR (Por injusta provocación):

Art. 67 C.P. “El que cometa el hecho punible en un momento de arrebato o de intenso
dolor, determinado por injusta provocación. Será castigado con la pena correspondiente,
disminuida desde un tercio hasta la mitad, según la gravedad de la provocación”.

Cuando estudiamos el dolo, en este mismo caso, nos referimos al dolo de ímpetu.

En este caso hay una injusta provocación, y, ese dolor, arrebato, se presenta como
consecuencia de una injusta provocación; injusta provocación que no se puede confundir
nunca, con la legítima defensa; En el ordinal tercero del Art. 65 C.P. Número 1. “Agresión
ilegitima por parte del que resulta ofendido por el hecho”: Esta es una injusta provocación
por parte del que resulta ofendido por el hecho (el muerto), que es quien hace la injusta
provocación, sin motivos para ello y es el que de paso resulta muerto; en el Art. 67 C.P. no
se da así. Veamos como se presenta es este caso:

Si fuere un homicidio, que se cometiere en un momento de arrebato o intenso dolor, la pena


se puede rebajar hasta un tercio o hasta la mitad. Ese arrebato se da cuando la persona, no
en un momento de inconciencia, sino en un momento en que ella no estaba preparada para
recibir esa noticia o para presenciar ese hecho; por ejemplo: la esposa que consigue en su
lecho al esposo con la mejor amiga y su reacción (arrebato) no es otro que matarlos a
ambos como consecuencia del impacto (Perturbación mental producto de ese intenso dolor
que no la hace reflexionar y que hace posible un proceso psicológico que transforma a la
persona) de haber visto ese hecho para lo cual no estaba preparada y que la sorprende por
que no se lo esperaba. Se puede dar tanto en el hombre como en la mujer.

Estas que hemos estudiado serían las circunstancias atenuantes; salvo los dos numerales del
Art. 64 C.P., puesto que el resto de las agravantes están señaladas en el Art. 77 C.P que son
las generales, puesto que cuando son para casos especiales la misma normas remite a ese
caso especial, pero si el mismo lleva a una circunstancia especial genérica, la pena se eleva
al máximo y caso contrario, si es una atenuante lo llevará a la pena mínima. Por ejemplo:
En el caso de la estafa Art. 462 C.P. esta tiene dos agravantes específicas que son las que se
encuentran referidas en los ordinales 1º y 2º, Y una agravante especifica agravada que se
encuentra en el último aparte, y está referida a la emisión de un cheque sin provisión de
fondos. Como también puede servir de ejemplo el Art. 407 C.P. referido al homicidio
agravado, cuyas agravantes las establece la misma norma y que no están en el Art. 77 C.P.
como por ejemplo el que mate a un Diputado, pero si lo hace con alevosía, habría que
aplicarle la agravante de acuerdo con el Art. 77 C.P. de la misma manera si lo hace con
escalamiento. Recuérdese que las penas de los delitos están establecidos entre dos límites,
si no existen circunstancias de ningún tipo se aplicará la pena media pero para bajar a la
pena mínima o subir a la pena máxima se deben constatar las circunstancias atenuantes o
agravantes de los Arts. 74 o 77 C.P. respectivamente.

La Reincidencia:

Es una agravante genérica especial que está en el Art. 100 C.P.

“El que después de una sentencia condenatoria y antes de diez años de haberla cumplido o
de haberse extinguido la condena, cometiere otro hecho punible, será castigado por este con
pena comprendida entre el término medio y máximum de la que le asigne la ley.

Si el nuevo hecho punible es de la misma índole que el anteriormente perpetrado, se


aplicará la pena correspondiente con aumento de una cuarta parte”.

Es una agravante que no entra dentro de las genéricas sino que se da para las situaciones de
la persona que ya ha cometido delito (reincidente).

Lo importante para que exista la reincidencia es que la persona ya haya pagado condena
definitivamente firme y lo cometa antes del término de los diez años de la misma. No por
una privación de libertad donde luego se demostró la inocencia y se le dio libertad plena a
la persona. (Cualquiera que sea ese delito, no importa que no sea el mismo por el que ya
pagó condena definitivamente firme). En caso de reincidir en el mismo delito (primer
aparte) se le aplicará la pena correspondiente con aumento de una cuarta parte. En el Art.
101 C.P. “Para los efectos de esta ley penal se consideran de la misma índole no sólo los
que violan la propia disposición legal, sino también los comprendidos bajo el mote del
mismo título de este Código y aún aquellos que, comprendidos en Títulos diferentes, tengan
afinidad en sus móviles o consecuencias”
Los delitos están dados por el Código en Título: En el Libro segundo (Las diversas especies
de delitos) por ejemplo; están los delitos contra las personas. Si son delitos contra las
buenas costumbres: un rapto, actos lascivos, violación, etc; pero entran dentro de los delitos
de la misma índole.

En la tradición jurídica colombiana también ha sido relevante el criterio de Reyes


Echandía43 que en un estudio sobre el fenómeno de la comunicabilidad de las
circunstancias, propone una clasificación que ya ha devenido clásica, aunque no
sobra advertir que este autor no tiene especial interés en discutir sobre los
fundamentos de las mismas; sin embargo, se resalta que incluye dentro del
concepto de circunstancias las específicas, y además reafirma como criterio de
diferenciación entre las circunstancias y los elementos propios del delito el
propuesto por Etcheberry consistente en que:
Si la descripción legal, separada hipotéticamente de tal circunstancia, sigue
constituyendo un delito (aunque sea a otro título) quiere decir que se trata sólo de
un agravante que se incorpora a la figura; si prescindiendo de la circunstancia en
cuestión, el hecho deja de ser delito o es imposible de concebir, quiere decir que
no se trata de un agravante sino de la esencia mismo (sic) del hecho delictivo.

Las circunstancias agravantes son aquellas que, cuando concurren en la


realización del comportamiento delictivo, ya sea en un aspecto objetivo, ya sea en
su vertiente subjetiva, provoca un aumento cuantitativo de la pena. El fundamento
legal a este aumento de la pena descansa en que existe un mayor reproche penal
en la conducta del agente cuando estamos ante circunstancias subjetivas del
delito, o un mayor desvalor del injusto típico cuando nos encontramos ante
aspectos objetivos del hecho.

Hay que diferenciar entre las circunstancias agravantes o atenuantes genéricas,


que son aquellas que concurren junto con el hecho delictivo como elementos
accidentales del mismo y sin el cual el delito existiría igualmente, y las
circunstancias agravantes o atenuantes específicas que contempla la norma penal
y que condicionaría la existencia del delito previsto en el tipo penal. Las
agravantes que se van a explicar son las genéricas.

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