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TEMA 11. FONETICA Y FONOLOGÍA.

1. FONÉTICA
1.1. FONÉTICA ARTICULATORIA
1.2. FONÉTICA ACÚSTICA
1.3. SONIDOS VOCÁLICOS
1.4. SONIDOS CONSONANTICOS
1.5. LA SÍLABA
2. FONOLOGÍA
2.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
2.2. LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
2.2.1. Concepto de fonema
2.2.2. Delimitación de fonemas
2.2.3. Oposiciones fonológicas
3. EL SISTEMA FONOLÓGICO DEL ESPAÑOL
3.1. DESCRIPCIÓN SINCRÓNICA
3.1.1. Sistema vocálico
3.1.2. Sistema consonántico
3.2. DISTRIBUCIÓN DE LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
3.3. RASGOS PROSÓDICOS DEL ESPAÑOL
3.4. PERSPECTIVA DIACRÓNICA
4. APÉNDICE: TRANSCRIPCIONES FONÉTICA Y FONOLÓGICA

INTRODUCCIÓN

El factor esencial en la comunicación humana es el signo lingüístico; esto es, la entidad


lingüística compuesta simultáneamente por un significado y un significante. El signo
lingüístico posee dos planos: el del contenido y el de la expresión. Uno y otro tienen
sustancia y forma.

La realización concreta de los sonidos mediante los que se efectúa la comunicación oral y
el sistema de esos sonidos pertenecen al plano de la expresión. Cuando señalamos la
realización concreta de los sonidos (el habla) nos referimos, también, a la sustancia de la
expresión. En contraste, cuando señalamos el sistema de esos sonidos (la lengua), nos
referimos a la forma de la expresión.

En Lingüística, la Fonética y la Fonología son las dos disciplinas que estudian el nivel de
los sonidos y su sistematización.
La Fonética estudia la realización articulatoria de los sonidos, sus propiedades físicas y el
proceso mediante el que el oído humano los percibe. Su materia de estudio es la sustancia
de la expresión. Desde esta perspectiva, las manifestaciones sonoras reciben los nombres
de sonido o fono y olófono.

La Fonología, por su parte, estudia los sonidos desde un punto de vista funcional; esto es,
desde la función que cada sonido desempeña en el lenguaje. Su materia de estudio es la
forma de la expresión. Las manifestaciones abstractas de los sonidos, desde esta
perspectiva, reciben los nombres de fonema y archifonema.

La Fonología puede ser segmental, al analizar segmentos discretos, o suprasegmental, al


analizar los rasgos que van más allá de un segmento. También puede ser sincrónica,
cuando estudia los rasgos de un sistema independientemente del proceso histórico que lo
precede, o diacrónica, cuando ese mismo sistema se estudia a la luz de su desarrollo
histórico.

En este cuadernillo se podrán encontrar los conceptos esenciales de ambas disciplinas y


sus respectivas aplicaciones en el ámbito de la lengua española. Además, con la finalidad
de ofrecer todas las herramientas posibles para el repaso de este tema, hemos agregado
tablas y cuadros que harán más inteligibles las definiciones de vocales y consonantes o las
transcripciones fonética y fonológica. En la bibliografía hemos incluido los títulos más
importantes que, a pesar de ser a veces introducciones generales, son una referencia en
la Fonética y la Fonología españolas.

1. FONÉTICA

La Fonética centra su área de estudio en la realización


articulatoria de los sonidos, las propiedades físicas de los
mismos y el proceso mediante el que el oído humano los
percibe. Por lo tanto, no se ocupa del sistema que forman
ni de los rasgos sonoros funcionales. De acuerdo con la
perspectiva que se adopte al momento de estudiar la
realización concreta de los sonidos de la comunicación humana, podremos hablar de
Fonética articulatoria, Fonética acústica o Fonética auditiva. Puesto que las perspectivas
articulatoria y acústica son decisivas para determinar el sistema abstracto de cada lengua,
nos centraremos en ellas.

La Fonética articulatoria centra su interés en la descripción del aparato fonador; es decir, el


conjunto de órganos o cavidades que intervienen en la producción del sonido articulado. A.
Quilis distingue tres regiones que se agrupan de la siguiente manera:
1. órgano respiratorio o cavidades infraglóticas;
2. Órgano fonador o cavidad laríngea;
3. Cavidades supraglóticas.
Las cavidades infraglóticas están compuestas por los órganos de la respiración
(diafragma, pulmones, bronquios, tráquea). Entre ellos, son los pulmones los que realizan
los procesos más importantes: la inspiración y la espiración. La espiración o expulsión de
aire es el primer movimiento que realizan la mayoría de las lenguas al momento de
articular un sonido.

La cavidad laríngea, ubicada inmediatamente después de la tráquea, está compuesta, en


esencia, por la laringe y las cuerdas vocales, ubicadas en el interior de ella. Las cuerdas
vocales son dos músculos elásticos e iguales, a modo de labios; entre ellos queda una
abertura llamada glotis.

Cuando respiramos de modo normal, en reposo, la glotis permanece abierta y el aire sale
libremente sin rozamiento alguno. Por el
contrario, cuando hablamos, las cuerdas
vocales se juntan y la glotis se cierra. La
columna de aire presiona sobre estas
membranas a las que obliga a separarse,
produciéndose una abertura momentánea de la
glotis. La elasticidad de las cuerdas hace que estas tiendan a juntarse de nuevo. Este
juego de tensiones y distensiones rápidas hace que el aire vibre y al salir al exterior da
como resultado el sonido, denominado voz. De acuerdo con el comportamiento de las
cuerdas vocales, los sonidos articulados pueden clasificarse en sonoros y sordos. SI las
cuerdas vocales vibran, los sonidos serán sonoros, como en todas las vocales y en
algunas consonantes: [i], [e], [a], [o], [u], [b], [d], [g], etc. Si las cuerdas vocales no
vibran, como en el caso de algunas consonantes, los sonidos serán sordos: [p], [t], [k],
[s], [f], [ ], etc.

La región por la que el aire atraviesa después de pasar por la laringe es la de las
cavidades supraglóticas. En ellas se puede distinguir a su vez tres cavidades
estrechamente relacionadas:
 la cavidad faríngea,
 la cavidad nasal
 y la cavidad oral.

La cavidad faríngea se ubica inmediatamente después de la laringe y es el conducto que


lleva el aire a la boca y a las fosas nasales. En la parte superior de la faringe se encuentra
la úvula, velo del paladar o «campanilla» que, de acuerdo con su acción, esto es, si está o
no adherida a la pared faríngea, producirá sonidos articulados orales (el aire sólo sale por
la boca, la úvula está adherida a la pared faríngea: [p, b, s, k]) o sonidos consonánticos
nasales (el aire sólo sale por los conductos nasales: [m, n]). Para Quilis, si la cavidad
nasal y la cavidad oral están simultáneamente abiertas, se originan los sonidos vocálicos
nasales o sonidos oronasales ([ a ], [ e], etc.).

La cavidad oral, la boca, a la que llega el aire antes de ser totalmente expulsado, es una
cámara resonadora que no se mantiene siempre igual, sino que cambia según la
disposición de los órganos que la forman. Los órganos de la boca se clasifican en móviles
e inmóviles:
• Móviles: labios, lengua, velo del paladar y maxilar inferior.
• Inmóviles: dientes superiores, alvéolos y paladar duro.
Con una descripción más detallada, observaremos que la parte superior de la cavidad oral
está constituida, siguiendo el orden de la parte posterior a la parte anterior, por el paladar
blando o velo del paladar y el paladar duro. La parte inferior de la misma cavidad está
constituida por la lengua. Por último, en la parte anterior de la cavidad, entre el paladar
duro y los incisivos superiores, se encuentran los alvéolos; los dientes superiores e
inferiores o incisivos y los labios superior e inferior cierran la cavidad.

El lugar de articulación de los sonidos puede determinarse una vez que se ha


identificado las distintas zonas de los órganos articulatorios mencionados.

 Clasificación articulatoria de los sonidos. Los sonidos propios de una lengua se


caracterizan por ciertos rasgos articulatorios que permiten su diferenciación y
clasificación. Los sonidos, en la realización del habla, se clasifican de acuerdo con los
siguientes criterios:

I. Acción de las cuerdas vocales: Los sonidos son sordos si las cuerdas no vibran;
en caso contrario, son sonoros.

II. Intervención del velo del paladar: Si durante la salida del aire el velo del paladar
se adhiere a la pared faríngea, el sonido es oral o bucal. Cuando el velo del paladar
está separado de la pared faríngea y el aire sale por el conducto nasal, el sonido es
nasal.

III. Modo de articulación: Para Quilis, es la modificación del aire fonador a partir del
grado de abertura o cierre de los órganos articulatorios. En el caso de los sonidos
vocálicos, por ejemplo, la abertura es completa, el aire pasa sin ningún obstáculo.
Los sonidos consonánticos, en cambio, presentan una estrechez en el flujo del aire
que puede ser parcial o total. Esto permite clasificar los sonidos en dos grupos
generales: vocales y consonantes.

o Las vocales, por su modo de articulación, pueden ser altas, medias y bajas;
cada una de ellas, cerrada o abierta.
o Las consonantes pueden ser:
1. Oclusivas:
Cuando los órganos impiden la salida del aire y al separarse generan
una explosión.
2. Fricativas:
Cuando a través de la estrechez generada por los órganos que no
llegan a tocarse, el aire genera un ruido de fricción.
3. Africadas (o semioclusivas):
Cuando al cierre de dos órganos articulatorios sigue una abertura que
se percibe como fricación.
4. Nasales:
Cuando el aire encuentra como canal de salida sólo la cavidad nasal.
5. Líquidas:
Que comprenden a:
 las laterales (el aire sale por uno o los dos lados de la
cavidad oral),
 y a las vibrantes (realizan vibraciones entre el ápice de la
lengua y los alvéolos).

IV. Lugar de articulación: Lugar de la boca en la que los órganos se tocan o aproximan
para realizar el sonido.
• Los sonidos vocálicos se clasifican, por su lugar de articulación, en:
 anteriores,
 centrales
 posteriores.
• Los sonidos consonánticos se clasifican en:
• labiales,
• labiodentales,
• interdentales,
• dentales,
• alveolares,
• palatales
- y velares.
1.2. FONÉTICA ACÚSTICA

La Fonética acústica se ocupa del sonido en cuanto fenómeno físico y, por lo tanto,
susceptible de ser representado y descompuesto en sus diversos elementos
constituyentes. Se trata de una disciplina que ha recurrido a conceptos propios de la Física
y a los instrumentos tecnológicamente más avanzados para el estudio de su objeto. Su
concepto esencial es la onda sonora; esto es, las vibraciones que se transmiten en el aire
y conforman el sonido.

Para una descripción detallada de todos sus elementos {onda sonora simple y compleja,
ciclo, frecuencia, amplitud, periodo, frecuencia fundamental, resonancia, fuente, filtro,
formantes) lo conveniente es recurrir a Hidalgo - Quilis (2004:37-62), Martínez Celdrán
(1996:49-90) y Quilis (1999: 84-123), pues aquí revisaremos, a grandes rasgos, conceptos
como tono, timbre, cantidad e intensidad.

Además, observaremos sus aportaciones para la caracterización acústica de los sonidos.

- Tono: Es la altura musical de un sonido. El tono depende de la frecuencia de las


vibraciones: a medida que esta frecuencia aumenta o disminuye, el tono del
sonido se eleva o desciende, respectivamente. En cada individuo, la voz se eleva
o desciende según aumenta o disminuye la tensión de sus cuerdas vocales; en un
estado de equilibrio entre la tensión y la relajación, que es el estado más
frecuente en el lenguaje ordinario, las cuerdas vocales se mueven generalmente
en torno a una misma nota, que es la que en cada individuo caracteriza la
entonación normal.

- Timbre: El timbre o matiz característico de cada sonido está determinado por el


resonador predominante (bucal o nasal). Los timbres son agudos y graves no sólo
por la altura musical, sino también por la altura de la nota que corresponde a la
cavidad resonadora. El timbre viene a ser el modo particular de la resonancia del
sonido en cada persona, como ocurre con los instrumentos.
- Cantidad: La cantidad es la duración del sonido. Todo sonido, para ser percibido,
requiere un mínimum de duración. Hay sonidos largos, breves, semilargos,
semibreves. La cantidad varía según el temperamento, la edad, la emoción, la
costumbre, etc.

- Intensidad: Es el mayor o menor grado de fuerza espiratoria con que se


pronuncia un sonido y se manifiesta en la mayor o menor amplitud de las
vibraciones. En la intensidad absoluta influyen distintas circunstancias
emocionales y lógicas.

 Índices acústicos o rasgos distintivos

La Fonética acústica proporciona, merced a la estructura de la onda acústica y a la


representación gráfica de ésta, los índices acústicos o rasgos distintivos de los sonidos.
Estos índices acústicos se agrupan en dos subconjuntos: los rasgos de sonoridad y los
rasgos de tonalidad.

Los rasgos de sonoridad guardan una estrecha relación con la intensidad (que
representa la energía del movimiento vibratorio) y la cantidad (duración) del sonido. Así,
las oposiciones que se generan son las siguientes:
a) Vocálico / No vocálico
b) Consonántico / No consonántico
c) Compacto (o Denso) / Difuso
d) Tenso/Flojo
e) Sonoro / Sordo
f) Nasal/Oral
g) Interrupto / Continuo
h) Estridente/Mate
i) Bloqueado / No bloqueado
Los rasgos de tonalidad, por su parte, se relacionan con factores prosódicos relativos a la
altura o tono de voz:

a) Grave/Agudo
b) Bemolizado / No bemolizado (o Normal)
c) Sostenido / No sostenido

Para reconocer qué índices acústicos de los que acabamos de enumerar son pertinentes
en la clasificación acústica de los sonidos del español, se recomienda observar el apartado
«El sistema fonológico del español» en este mismo cuadernillo.

1.3. SONIDOS VOCÁLICOS

En la fisiología de la articulación del sonido vocálico, la lengua es un órgano decisivo


reduciendo o ampliando la cavidad de resonancia. Los sonidos vocálicos fundamentales
son cinco: a, e, ¡, o, u, pero como no se dan aislados de contexto fónico (o sea, dado que
se pronuncian precedidos o seguidos por otros sonidos), son en realidad unos diez
sonidos vocálicos los que se realizan al hablar. (Teoría de Quilis).
Sólo vamos a representar gráficamente las posiciones que adopta la lengua en los cinco
fundamentales:
a: La lengua está en posición de reposo.
e, i: La lengua avanza hacia afuera y a la vez se eleva hacia el paladar sin tocarlo,
más en la / que en e.
o, u: La lengua se retrae hacia adentro y se eleva (su parte posterior) hacia el velo
del paladar sin tocarlo.

Los labios también adoptan distintas posiciones:


e, /: Alargamiento por las comisuras, mayor en /'.
o, u: Redondeamiento abocinado, mayor en u.
a: Redondeamiento.

La mandíbula inferior se aproxima, sin tocar, a la superior, más en /, u.


Los diez sonidos vocálicos que con mayor frecuencia realizan los hablantes se estudian en
el apartado de Fonología.

1.4 SONIDOS CONSONÁNTICOS

En la fisiología del sonido consonántico es fundamental el obstáculo que el aire encuentra


al salir: siempre encuentra algún obstáculo.

En la articulación de estos sonidos intervienen dos órganos, raramente tres. Pueden ser
dos órganos activos (móviles): los dos labios en p, lengua y velo del paladar en k, etc.

Puede ser uno activo y otro pasivo: labio inferior y dientes superiores en f.

No existen sonidos articulados sólo por órganos pasivos.

Los sonidos consonánticos que más frecuentemente realizan los hablantes aparecen como
alófonos (variantes) de los fonemas consonantes en el apartado de Fonología.

1.5. LA SÍLABA

Cualquier hablante emite los sonidos mediante una sucesión de impulsos articulatorios. La
sílaba es una unidad fónica formada por la combinación de uno o varios sonidos que se
articulan juntos en un impulso articulatorio.

Estos impulsos se suceden de un modo natural sin pausas entre ellos:


«Una ciudad dormida»
/u-na-ciu-dad-dor-mi-da/
es una frase en la que aparecen siete sílabas, siete impulsos. A veces, coincide con el
monema, unidad significativa mínima.

La sílaba es una unidad fonética, no fonológica, ya que no está dotada de significación.


Responde a necesidades de carácter físico-fisiológico: la respiración.
En la formación de toda sílaba intervienen tres fases:

• Una inicial, que tiende desde la cerrazón total de los órganos articulatorios hacía
una mayor abertura. Esta fase se conoce como explosión, también llamada
intensión.
• Fase culminante o central, llamada núcleo silábico, que es el punto-eje de la
sílaba, caracterizada por ser el momento de máxima abertura, sonoridad e
intensidad. También se denomina tensión.
• Fase final, que tiende de la abertura al cierre, parcial cuando menos. Se conoce
como implosión.

Existen, pues, en la sílaba dos partes netamente diferenciadas:

• Núcleo o soporte silábico. Es la segunda fase de la articulación. Puede estar


constituido por una vocal, por un grupo polifonemático de vocales, una
consonante (en habla rápida) o una combinación de vocal más consonante.
• Fonemas asilábicos o parte marginal de la sílaba, único puesto donde pueden
aparecer las consonantes (de las vocales, sólo pueden aparecer / i/, /u/).

Por eso, desde el punto de vista fisiológico, la sílaba es un núcleo articulatorio


comprendido entre dos depresiones sucesivas de la actividad muscular.

La agrupación de sonidos vocálicos da lugar a diptongos y triptongos.

En el diptongo se agrupan dos sonidos vocálicos. Un diptongo es creciente cuando la


segunda vocal es más abierta que la primera: -ia- {diario), -ua- (cuatro). El diptongo es
decreciente cuando la segunda vocal es más cerrada: -au- (aunar), -ei- (peine). El núcleo
silábico lo forma siempre la vocal más abierta.
Un acento en el sonido más cerrado produce hiato, por lo que no hay diptongo: «-hacía» =
ha-cí-a, tres sílabas. En cambio, «hacia» = ha-cia, consta de dos sílabas, con diptongo en
-ia.

El triptongo es el encuentro de tres sonidos vocálicos en una misma sílaba. El núcleo


silábico está en la vocal central, que es la más abierta:
uai = averiguáis // uei = averigüéis

Según la Gramática de la lengua española, las reglas de delimitación silábica entre vocal
y consonante (v-c) o entre consonante y consonante (c-c) son claras y estables.
Una consonante entre vocales se agrupa con la vocal que le sigue:
a-la, e- so, i – ra

Dos consonantes entre vocales se sitúan a uno y otro lado del límite:
al - ma, es - te, es - tan – do

En el caso de que a una consonante de la relación (que comparte rasgos vocálicos y


consonánticos) /p, b, f, t, k, d, g/ le siga consonante líquida, /r, I/, ambas formarían un
grupo perteneciente a la misma sílaba {tautosilábico}:
/pr, pl, br, bl/,etc.
co - bra, co - pía
bu - ele, sue- gro

Cuando las consonantes son tres, situadas entre vocales, a menos que se trate de los
grupos tautosilábicos antes mencionados, se agrupan dos en una sílaba y la tercera en la
siguiente:
cons - ta, pers – picaz

Cuando son cuatro consonantes entre vocales, las dos últimas constituyen grupo
tautosilábico y las dos primeras se sitúan delante de la frontera silábica:
abs - tracto, obs –truir
La delimitación silábica entre consonantes o entre consonante y vocal está fundada en
principios fonológicos y no de tipo morfológico, aunque a veces coincidan.

Dos consonantes Iguales juntas se diferencian, respecto a una de la misma clase que
estuviera sola en posición intervocálica, por su mayor duración articulatoria:
in - nato, nido
in - menso, sub – venir

Las clasificaciones que se pueden hacer de la sílaba en nuestra lengua son varias,
dependiendo del criterio que se adopte:

 Según el número de fonemas que formen:


- Monofonemáticas: cuando tienen solo uno: a - é - re - o
- Polifonemáticas: cuando tienen dos o más. Pueden ser bifonemáticas,
trifonemáticas, etc., según tengan dos, tres, cuatro, etc., fonemas:
ve - la, pa - la
par - tir, sal - tos
com - pra, cla - ves

 Según sea la intensidad de la sílaba:


- Tónica o acentuada: cuando el núcleo silábico soporta ia intensidad del grupo
fónico al que pertenece:
pa - trón cor- tés
- Átona o inacentuada: aquellas que no tienen el mismo grado de intensidad
que las tónicas:
mar - cha, sol - da - do, an - tes
 Según el fonema que la termine:

- Libre o abierta: cuando la sílaba acaba en vocal (vocal libre):


ca -sa, mu - cha - cito
- Trabada o cerrada: cuando la sílaba acaba en consonante, que traba a la
vocal núcleo, por lo que se llaman también sílabas trabadas:
cons - tr..., an - tes, en - ron – ees
2. FONOLOGÍA

2.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

La ciencia que estudia los elementos fónicos funcionales se denomina Fonología,


disciplina que nace con el Círculo Lingüístico de Praga, constituido en 1926. Puede
considerarse como fundador de esta ciencia al príncipe ruso N. Sergio Trubetzkoy
(Grundzüge der Phonologie, Góttingen, 1938; versión española, Principios de Fonología,
Madrid, 1973), y como coartífice al lingüista R. Jakobson, que sentó las bases más sólidas
entre 1933 y 1939.

En el estructuralismo europeo, el principio de funcionalidad postula que será unidad de


lengua todo elemento que desempeñe una función.

En el plano de la expresión, a nivel sonoro, hallamos diversos elementos fónicos


funcionales:

 Los fonemas, que son unidades funcionales porque distinguen significantes y


significaciones: «boda i poda».
 Los acentos son unidades funcionales por su capacidad distintiva: «canto/ cantó».
 Los tonemas o entonaciones son funcionales ya que marcan el fin o no fin de un
mensaje, enunciación o pregunta:
/Te daré un premio/(enunciación)
/Te daré un premio / (pregunta)

En la glosemática de Hjelmslev, el plano de la expresión se llama «plano cenemático»


(del griego tEvós, «vacío»). Los elementos de este plano se dividen en dos grupos:
 Elementos constituyentes, los cenemos (nuestros fonemas), objeto de estudio de la
Cenémica.
 Elementos exponentes, los prosodemas, que pueden ser extensos (nuestros tonemas)
e intensos (nuestros acentos), y son objeto de estudio de la Prosodemática.
Los constituyentes o fonemas se distinguen de los prosodemas por la capacidad de admitir
segmentación:

t-e-d-a-r-é-u-n-p-r-é-m-i-o
Los fonemas son segmentos de la cadena hablada.
Los acentos y los tonemas no se parten en segmentos, son elementos suprasegmentales
presuponen la base de los fonemas.

2.2. LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL

2.2.1. Concepto de fonema

Alarcos propone la siguiente definición de fonema: «Conjunto de las propiedades


fonológicamente relevantes de un complejo fónico».

Entiende por complejo fónico el bloque de propiedades físicas articulatorias y acústicas


que caracterizan tanto a una oposición distintiva como a una oposición indistintiva.

Así, las características de [g] y de [g] constituyen un complejo fónico, siendo indistintiva la
oposición [g]/[g] pues no varía el significado si «goma» se realiza ya oclusiva, ya fricativa:
«goma/orna».

Pero dentro del complejo [g-g] opuesto a los complejos correspondientes a, por ejemplo,
/k/, /p/, /I/, etc., ya aparecen algunos rasgos relevantes que permiten distinguir /goma/,
/kóma/,/ poma/, / loma/, como son el rasgo sonoro, velar, denso, no líquido, que son los
rasgos funcionales frente a/k/,/p/,/l/.

Por tanto, en el conjunto [g-g] hay un conjunto de propiedades fonológicamente relevantes


y propiedades irrelevantes, como la de fricación.
Sebastián Mariner define así el fonema en Fonética Latina (1962): «Un conjunto de
características fónicas distintivas no susceptible de ser analizado en elementos
sucesivos».

«Par-», «sor-», «to-» son trozos fónicos diferenciales que se pueden dividir en unidades
fónicas menores. Llegamos a «p-», «s-», «t-», que ya no pueden dividirse en trozos fónicos
más pequeños. Así, los rasgos de /p/, no líquido, oral, difuso, grave, labial, oclusivo, sordo
no son segmentos de la cadena hablada, sino rasgos fonológicos simultáneos, indivisibles,
pertinentes o relevantes, aunque no funcionen todos a la vez en una misma oposición,
pues, por ejemplo, partiendo del signo, «podo», el rasgo de no líquido sólo funciona frente
a «lodo», o sea, en oposición al rasgo líquido; el rasgo orales pertinente cuando se opone
a un signo con rasgo distintivo nasal: «podo I modo».

Así pues, rasgo pertinente es la característica fónica susceptible de diferenciar por sí sola
el significado de una palabra o frase:
beso / peso
dale un beso/dale un peso

Por eso, afirma Alarcos Llorach, «son los rasgos pertinentes los que aseguran la función
distintiva y deben ser las unidades básicas de la fonología».

De ahí que el fonema no sea una realidad, sino una abstracción, un conjunto de rasgos
pertinentes.

Si revisamos una definición de fonema más cercana a nosotros, podremos comprobar que
su concepto está prácticamente inalterable. Así, A. Quilis, siguiendo a Martinet y
Jakobson, lo define como «la unidad lingüística más pequeña, desprovista de significado,
formada por un haz simultáneo de rasgos distintivos». Los rasgos distintivos, en este caso,
son aquellas unidades Inferiores al fonema que lo definen y lo distinguen de los demás en
el sistema fonológico de la lengua desde el nivel articulatorio o fonético.
El fonema /p/, por ejemplo, tiene los siguientes rasgos articulatorios:

/p/: consonante, oclusivo, bilabial, sordo,

y los siguientes rasgos acústicos:

/p/: no vocálico, consonántico, oral, denso, grave, interrupto, sordo.

Entonces, si el fonema es una abstracción, el sonido sí tiene una realidad. El sonido es,
para Mariner, «un hecho lingüístico» mientras que el fonema es «un esquema mental».

La Real Academia Española define el sonido como un segmento, y el fonema como


«una clase de sonidos», de modo que el sonido es, en la secuencia del habla, la
realización de una clase de sonidos.

Alarcos, por su parte, define el sonido como «conjunto de características distintivas e


indistintivas» pues cada sonido presenta los rasgos pertinentes del fonema del que es
realización, más otra serie de rasgos fónicos irrelevantes, por lo que un mismo fonema
puede ser realizado por diversos sonidos. Estas realizaciones se denominan variantes
fonéticas. Algunos autores las designan con el término alófonos.

Así, el fonema / n/ puede ser realizado por las siguientes variantes:

[n] interdental ante interdental: «avanzo»


[n] dental ante dental: «cante»
[n] velar ante velar: «angosto»
[n] labiodental ante labiodental: «énfasis»
[m] bilabial ante bilabial: «inmenso»
[n ] palatal ante palatal: «ancho»
[n] alveolar en posiciones varias: «don», «nube», «mano», «transbordo»
Sin embargo, todos los alófonos se producen dentro de unos límites que se denominan
campo de dispersión. El campo de dispersión está determinado por el «margen de
seguridad» que impide confundir un fonema con otros.

2.2.2. Delimitación de fonemas

En el habla, los alófonos simbolizan a los fonemas. Para obtener o segmentar los
fonemas se emplean dos procedimientos: conmutación y criterio de distribución.

 Conmutación

La conmutación permite determinar los fonemas, es decir, señalar si un sonido es alófono


o fonema. Consiste en hallar los segmentos mínimos que producen cambio de
significante y de significación cambiando trozos fónicos mínimos.
Si ante la secuencia fónica «-adre» conmutamos «p», «m», «I», obtenemos:
/ p-adre / / m-adre / / l-adre/

que son signos con significación distinta; luego /p/, /m/, /I/ son fonemas porque son
unidades distintivas.

En cambio, si en «pago» conmutamos [g] oclusiva y [g] fricativa, obtenemos:


[pago]
/pago/
[pago]
que no son dos signos distintos por no variar la significación; luego [g] / [g] son variantes
fonéticas de un mismo fonema, /g/.

 Distribución

El lugar de los sonidos en la palabra influye en su realización. La distribución es el lugar de


la palabra en que aparecen los fonemas o sus variantes. Según la distribución se obtienen
dos ciases de fonemas: centrales y marginales, denominados, en la glosemática, cenemas
centrales y cenemas marginales. En español son centrales los fonemas vocálicos, y
marginales los fonemas consonánticos. Los centrales son los que por sí solos pueden
formar sílabas e incluso palabras. Los marginales son los que por sí solos no pueden
formar ni sílabas ni palabras: los fonemas consonantes.

Como su función es diferente (formar o no formar sílaba y palabra; las vocales son centro
de sílaba, los consonantes no pueden ser centro de sílaba), vocales y consonantes no se
oponen, sino que contrastan en el decurso hablado.

Por eso hablamos en español de dos sistemas fonológicos: sistema vocálico y sistema
consonántico.

La distribución permite, por otra parte, determinar alófonos en relación con el contexto
fónico. Así, [k] explosivo aparece en principio de palabra y entre vocales, mientras [k]
implosivo aparece ante consonante.

Basándonos en el procedimiento de la conmutación y en el criterio de distribución,


obtenemos en español los siguientes fonemas:

Dado que los fonemas son unidades funcionales a nivel de lengua y que su funcionalidad
actúa por interrelación, pues forman sistema y su valor depende de aquello que opone y
diferencia a cada uno de los demás, la fonología se ocupa de la estructura del sistema
fonológico.

La estructura es el conjunto de relaciones. Las relaciones entre los fonemas son de


oposición. Para que un elemento A se oponga a un elemento B, primero A y B deben
compartir una base común de comparación. Sobre esta base común se establece la
diferencia u oposición. Así, /b/ y /p/ comparten la base común no líquido, oral, difuso,
grave, labial. Se oponen en un rasgo mínimo: /b/ es sonoro, /p/ es sordo.
2.2.3. Oposiciones fonológicas

Los tipos de oposiciones fonológicas dan la estructura del sistema. Estos tipos pueden ser:

 Según la base de comparación:

- Oposiciones bilaterales: cuando la base de comparación es exclusiva de dos


miembros opuestos y no aparece nunca en los demás miembros del sistema,
como ocurre con la oposición k/x, cuya base de comparación oral, velar, sorda no
aparece en ningún otro fonema.

- Oposiciones multilaterales: cuando la base de comparación es propia también


de otros miembros del sistema, como la base oclusiva-sonora, que aparece en
b/d, b/g, d/g. Igualmente, es multilateral la oposición e/u porque la base vocal se
da en otros fonemas como a, i, o.

 Según el papel que desempeñen en el sistema los rasgos diferenciales de los


miembros de una oposición:

- Oposiciones proporcionales: cuando la relación entre dos fonemas es idéntica a


la de otra u otras oposiciones, como en p/b, t/d, k/g.

- Oposiciones aisladas: cuando la relación entre dos fonemas no se encuentra en


ninguna otra oposición, como en r/l.

• Según la relación entre los miembros de una oposición:

- Oposiciones privativas: cuando un miembro se caracteriza por la presencia y el


otro por la ausencia del mismo rasgo pertinente. El miembro caracterizado por la
presencia se denomina «positivo» o «marcado». Así, en b/m la relación es de
ausencia de nasalidad/presencia de nasalidad, donde m es el miembro marcado.
- Oposiciones graduales: cuando dos miembros se caracterizan por un grado
diferente del mismo rasgo, como en i/e /a, a/o/u/.

- Oposiciones equipolentes: entre dos miembros que no pertenecen a una


oposición ni privativa ni gradual, por lo que son miembros equivalentes, como en
t/k, i/u.

 Según la amplitud de distribución, dada la persistencia de su validez distintiva al


formar los significantes:

- Oposiciones constantes: si la oposición funciona en cualquier posición de la


palabra, como ocurre con s/ , pero no con r/r que solo funciona en posición
intervocálica (caro/carro).

- Oposiciones neutralizables cuando la validez diferencial de un rasgo pertinente


cesa en determinadas posiciones: r/r.

En conclusión, sostiene Alarcos que tanto más coherente es la estructura de un sistema


cuantas más oposiciones neutralizables, privativas, proporcionales y bilaterales ofrezca,
pues el contenido fonológico de los miembros es mucho más preciso.

Este tipo de oposiciones forman una correlación. Dos fonemas en oposición bilateral,
privativa, proporcional forman una pareja correlativa. La marca de correlación es el rasgo
pertinente que distingue a una serie de parejas correlativas. La correlación es el conjunto
de parejas correlativas diferenciadas por un rasgo pertinente.

La neutralización es el fenómeno por el que un fonema pierde una o varias de sus


propiedades distintivas en determinadas posiciones. Así, r/r se neutralizan en cualquier
posición salvo en intervocálica:
arte/arte, amar/amar, (rata/rata, discutible, se da en lenguaje infantil)

En posiciones de neutralización sólo son relevantes los rasgos que pertenecen en común
a los dos miembros de una oposición neutralizable. Es decir, en posiciones de
neutralización funciona el archifonema.
El archifonema es el conjunto de rasgos pertinentes comunes a los dos miembros de una
oposición. Los archifonemas se representan con letras mayúsculas: /aRte/, /maNde/. Su
uso se realiza en transcripción fonológica, no en fonética.

3. EL SISTEMA FONOLOGICO DEL ESPAÑOL

La fonología general abarca la fonología sincrónica, es decir, en un momento temporal


dado, y la fonología diacrónica, esto es, la que estudia la evolución de los fenómenos
fonológicos a lo largo del tiempo.

3.1. DESCRIPCIÓN SINCRÓNICA

Desde los estudios pioneros de Tomás Navarro Tomás y Emilio Marcos Llorach a la
fecha, la perspectiva que se tiene del actual sistema fonológico del español ha cambiado
parcialmente. Tal es el caso, por ejemplo, de los rasgos que según A. Quilis configuran a
los sonidos o alófonos del sistema vocálico.

Con el ánimo de ofrecer esa perspectiva relativamente novedosa, pero también con la
finalidad de facilitar la clasificación de los fonemas y los sonidos del actual sistema
vocálico y consonántico del español, creemos conveniente el uso de las siguientes tablas
donde podrá encontrarse:

1. La clasificación articulatoria de los sonidos españoles representada con el alfabeto


de la RFE y el AFI.
2. La clasificación acústica de los fonemas españoles, nuevamente representada con
el alfabeto de la RFE en la parte inferior y el AFI en la parte superior.
3.1.1. Sistema vocálico

De acuerdo con Hidalgo y Quilis (2004: 121-144), las características de los sonidos
vocálicos en el español se basan en que, al contrastarlos con los sonidos consonánticos,
presentan una mayor apertura en el canal bucal y una mayor libertad de la lengua para
aproximarse al resto de los órganos bucales. Estos sonidos presentan una mayor
sonoridad al vibrar las cuerdas vocales más veces en una unidad de tiempo menor.
Presentan un tono más alto que las consonantes sonoras y hay mayor tensión en su
emisión. Su timbre característico depende de la distribución de los resonadores faríngeo y
bucal. Desde un punto de vista fonológico, las vocales se oponen a las consonantes
porque pueden formar núcleos silábicos.

Los fonemas vocálicos del español se definen por sus rasgos distintivos articulatoria y
acústicamente. De acuerdo con Quilis, se clasifican de la siguiente manera:
1. /i/:
- Articulatoriamente: alto, anterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no compacto, difuso, no grave, agudo.
- Ortográficamente, se transcribe con las grafías i o y.
Tiene dos alófonos en distribución complementaria:
1. [ ]: : alto, anterior, nasal. Cuando / i/ se encuentra frente a pausa y una
consonante nasal o entre dos consonantes nasales: /iNstáNte/ [instálate]
instante.
2. [i]: alto, anterior, oral. En el resto de los contornos.
2. /e/:
- Articulatoriamente: medio, anterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no compacto, no difuso, no grave, no
agudo.
- Ortográficamente, se transcribe con la grafía e. Tiene dos alófonos en distribución
complementaria:
1. [e]: medio, anterior, nasal. Cuando /e/ está entre pausa y consonante nasal o
entre dos consonantes nasales: /éNtre/ [entre] /entre/
2. [e]: medio, anterior, oral. En el resto de los casos.
3. /a/:
- Articulatoriamente: bajo, central.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, denso, no grave, no agudo.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía a. Tiene dos
alófonos en distribución complementaria:
1. [a]: bajo, central, nasal. Cuando /a/ está entre pausa y consonante nasal o entre
dos consonantes nasales: /áNbos/ [á mbos] ambos.
2. [a]: bajo, central, oral. En el resto de los casos.

4. /o/:
- Articulatoriamente: medio, posterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no difuso, no compacto, grave.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía o. Tiene dos alófono en distribución
complementaria:
1. [ o ]: medio, posterior, nasal. Cuando /o/ está entre pausa y consonante
nasal o entre dos consonantes nasales:/mono/ [mo no] mono.
2. [o]: medio, posterior, oral. En el resto de los
casos.
5- /u/:
- Articulatoriamente: alto, posterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, difuso, no compacto, grave.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía u. Tiene dos alófonos en distribución
complementaria:
1. [ u ]: alto, posterior, nasa!. Cuando / u/ se encuentra entre una pausa y una
consonante nasal o entre dos consonantes nasales: /úN soto/ [un sóto] un
soto.
2. . [ u ]: alto, posterior, oral. En el resto de los casos

El triángulo vocálico representa la posición de la lengua dentro de la cavidad cuando se


articula un sonido vocálico:
3.1.2. Sistema consonántico

Los fonemas consonantes son los constituyentes marginales de sílaba, por lo que no
pueden formar ni sílaba ni palabra.

Quilis organiza el sistema consonántico de la siguiente manera: fonemas oclusivos,


fonemas nasales, fonemas fricativos, fonemas africados y fonemas líquidos. En cada
agrupación proporciona rasgos articulatorios, rasgos acústicos, grafía con que se
representa el sonido y variaciones alofónicas, cuando es el caso.

• Definición y distribución de los fonemas oclusivos

1. /p/
- Articulatoriamente: oclusivo, bilabial, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, Interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa p.
En posición prenuclear tiene un solo alófono: [p]. En posición posnuclear se neutraliza,
/pópa/ [popa] popa

2. /b/:
- Articulatoriamente: bilabial, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa por b o v. Tiene dos alófonos
en distribución complementaria:
1) [b]: oclusivo, bilabial, sonoro. Cuando /b/ va precedido de pausa o
consonante nasal: /bóNba/ [bomba] bomba.
2) AFI: [ ]; RFE: [ ]: fricativo, bilabial, sonoro. Donde no aparece [b]. En
posición posnuclear se neutraliza.
3. /t/:
- Articulatoriamente: oclusivo, dental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por f.
En posición prenuclear, tiene un solo alófono: [t]. En posición postnuclear, se neutraliza:
/té/ [té] té.

4. /d/:
- Articulatoriamente: dental, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa pord.
Tiene dos alófonos en distribución complementaria:
1. [d]: oclusivo, dental, sonoro. Cuando /d/ está precedido de pausa, consonante
nasal o /l/:
/e duéNde/ [e] dwérnde] el duende.
2. AFI: [o]; RFE: [ d ]: fricativo, dental, sonoro. En el resto de los contornos. En
posición postnuclear, se neutraliza.

5. /k/:
- Articulatoriamente: oclusivo, velar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonantico, denso, grave, oral, interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por:
c + a,o,u;
c +l, r;
qu + e, i o k.
En posición prenuclear, tiene un solo alófono: [k].En posición postnuclear se
neutraliza./kása/ [kása] casa.
6. /g/:
- Articulatoriamente: velar, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, grave, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa por
g + a, o, u;
g + I, r,
gu + e, i.
Tiene dos aiófonos en distribución complementaria:
1. [g]: oclusivo, velar, sonoro. Cuando /g/ va precedido de pausa o nasal: /béNga/
[bérnga] venga.
2. AFI: [y]; RFE: [g]: fricativo, velar, sonoro. En el resto de los contornos. En posición
postnuclear se neutraliza.

• Definición y distribución de los fonemas nasales

1. /m/:
- Articulatoriamente: nasal, bilabial, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, no agudo, nasal, continuo.
- Ortográficamente, se representa por m.
Tiene un solo alófono: [m], se produce en posición silábica prenuclear: /mamá/[mamá]
mamá.

2. /n/:
- Articulatoriamente: nasal, alveolar, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, no grave, no agudo, nasal, continuo.
- Ortográficamente, se representa por n.
Se realiza como [n] en posición silábica prenuclear: /néne/[néne] nene.

3. AFI: / /; RFE: /n/:


- Articulatoriamente: nasal, palatal, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, agudo, no grave, nasal, continuo.
- Ortográficamente, se representa por ñ
Tiene un solo alófono: AFI: [n]; RFE: [n], aparece en posición silábica prenuclear. /m / y /
n/ se neutralizan en posición postnuclear, dando origen a los siguientes alófonos:
1. Nasal lingualveolar sonora: [n]. Cuando la nasal va seguida de vocal,
consonante alveolar(s,n,l,r,m) o de pausa.
2. Nasal bilabial sonora: [m]. Cuando la nasal va seguida de consonante
bilabial /b/, /p/ o
3. Nasal labiodental sonora: AFI: [m ]; RFE: [m]. Cuando la consonante
nasal está ante [f],
4. Nasal interdental sonora: [n]. Cuando al fonema nasal le sigue [ ]. No
existe en las zonas de seseo.
5. Nasal dental sonora: [n]. Cuando la nasal precede a [t] o [d],
6. Nasal palatalizada sonora: [n]. Cuando la consonante es seguida por
una consonante palatal. Palatalización ligera.
7. Nasal velar sonora: [n ]. Cuando una consonante nasal precede a
consonante velar.

• Definición y distribución de los fonemas fricativos

1- /f/:
- Articulatoriamente: fricativo, labiodental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por f. Tiene un solo alófono: [f].

2. /6/:
- Articulatoriamente: fricativo, interdental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por c+e, i o z + a o, u.
Tiene un alófono: [ ]. Puede sonorizarse: [á lo] hazlo.
3. /s/:
- Articulatoriamente: fricativo, alveolar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, continuo, sordo,
estridente.
- Ortográficamente, se representa por s. Tiene un alófono: [s]. Puede sonorizarse: [ísla].

4. AFI: /j/; RFE: /y/:


- Articulatoriamente: fricativo, palatal, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántica, denso, agudo, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa por y o hi + vocal. Tiene dos alófonos en distribución
complementaria:
1. AFI: [d ]; RFE: [y]: africado, palatal, sonoro. Después de pausa, consonante
nasal o [I].
2. AFI:[ j ]; RFE: [y]: frivativo, palatal, sonoro.

5. /x/:
- Articulatoriamente: fricativo, velar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, grave, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por j + a, e, i, o, u o por g + e, i. Tiene un alófono: [x].

• Definición y distribución de los fonemas africados

1. AFI: /t /; RFE: / c /:
- Articulatoriamente: africado, palatal, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, agudo, oral, interrupto, sordo,
estridente.
- Ortográficamente se representa por ch. Tiene un solo alófono.
• Definición y distribución de los fonemas líquidos

1. /I/:
- Articulatoriamente: lateral, alveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, difuso, continuo.
- Ortográficamente, se representa por/.
Tiene los siguientes aiófonos en distribución complementaria:
1. [ l ]: lateral, dental, sonoro. Cuando precede a [t] o [d].
2. [ l ]: lateral, interdental, sonoro. Cuando /l/ va seguido de / /. No existe donde
hay seseo.
3. [ l ]: lateral, palatizado, sonoro. Aparece este alófono palatalizado cuando el fonema
/I/ en posición silábica postnuclear precede a un fonema palatal. Ej.: chico.
4. [ I ]: lateral, alveolar, sonoro. En el resto de los contornos.

2. AFI: / /; RFE:/ /:
- Articulatoriamente: lateral, palatal, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonantico, denso, continuo.
- Ortográficamente, se representa por //.
Tiene un solo alófono que se produce en posición silábica prenuclear.

3. /r/:
- Articulatoriamente: vibrante simple, apicoalveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, interrupto simple.
- Ortográficamente, se representa por r en posición intervocálica o postnuclear.

4. /r/:
- Articulatoriamente: vibrante múltiple, apicoalveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, interrupto múltiple.
- Ortográficamente, se representa por rr en posición intervocálica o por r en posición
inicial de palabra o en interior precedida de l, n o s.
Los fonemas vibrantes se neutralizan en posición postnuclear.
3.2 DISTRIBUCIÓN DE LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL

Las reglas de distribución de fonemas clasifican a estos teniendo en cuenta su carácter


funcional, viendo si tienen posibilidad para constituir por sí mismos palabras o no,
describiendo cómo se sitúan y combinan en unidades como la sílaba, la palabra, o
cualquier otra unidad superior a la palabra.

Según esto, el criterio distributivo clasifica a los fonemas en dos tipos:


a) Centrales. Aquellos que por sí solos pueden constituir sílaba; estos son los fonemas
vocálicos.
b) Marginales. Aquellos que deben ir en combinación con otros para formar sílaba, esto
es, los consonánticos, que anteceden o siguen al núcleo silábico, a una vocal.

Partiendo de esta clasificación binaria, fonemas vocálicos y consonánticos, veamos


cómo aparecen unos y otros.

• Distribución de Los fonemas vocálicos

Los fonemas vocálicos pueden aparecer en cualquier posición de la palabra, inicial,


media y final:

Inicial:
ara, bala
era, vela
iba, vigila
ola, poda
urde, puso

Media:
álamo
alegar
avisa
atolón
apuro

Final:
aurora
leve
alhelí
mano
avestruz

Los fonemas vocálicos pueden adoptar, mediante combinaciones mutuas, múltiples


estructuras silábicas, los diptongos.

Existen seis diptongos decrecientes: ai, au, ei, eu, oi, ou, como en baile,
pauso, peine, boina.
Los diptongos crecientes son ocho: Ia, ie, io, iu, ua, ue, uo, como en anciano,
pie, ciudad, puerta, acuoso.

Existe todavía otra posibilidad combinatoria de vocales más compleja, el triptongo,


combinando tres vocales en una sola sílaba: sentenciáis, sentenciéis, apaciguáis,
apacigüéis.

Otra característica distribucional de los fonemas vocálicos es la posibilidad de formar


palabras por sí mismos, bien uno solo, bien en combinación con otros:
ha, he (del verbo haber,)
y, e, o, u (partículas)
hay, ay, hoy, ahí
• Distribución de los fonemas consonánticos

La distribución de las consonantes es mucho más compleja que la de las vocales y ofrece
muchas más posibilidades.

En primer lugar, las consonantes no pueden formar palabra por sí mismas si no se


combinan con alguna vocal.

- Comienzo de palabra: En principio, toda consonante puede comenzar palabra, con la


única excepción de /r/.
El fonema nasal palatal /n / aparece en escasas ocasiones en inicial de palabra:
ñandú, ñoñería, ñoñez.
Asimismo, ante vocal /i / en posición inicial no se dan las consonantes /y/ y/l/:
yambo, yegua, yugo, yo llama, llevar, llovía,
lluvia.
- Final de palabra: Los fonemas consonantes en situación final de palabra son muy
escasos. Sedan tan sólo:
/d/,/e/,/s/,/l/,/r/,/n/
Y raramente: /x/ y /k/, procedentes de préstamos:
Abad, coz, as, col, por, león boj, reloj,
bistec, coñac

La posición final de palabra excluye la posibilidad de combinar dos o más fonemas


consonánticos. En inicial sí existen grupos:
pr-, br-, ir-, dr-, cr-, gr-, pi-, bl-, fl-, el-, gl-

Los caracteres de estos grupos son:

• Exclusión de nasales, palatales y fricativas, a excepción de /f/.


• Presencia obligada de un fonema líquido, ¡\¡ o /r/, en segunda posición.
• Las dentales /t/, /d/ combinan solo con /r/ y, nunca con /I/, salvo en préstamos,
como «tlaxcaltecas:
preso, bravo, franco, trajo, drama, cruje, grano, plata, bloque, flauta, clamor,
gloria.

- Posición interna: Las posibilidades son mayores. Al igual que en situación inicial, en
interior de palabra puede hallarse todo tipo de consonante, incluso /r/ y/f/, objeto de
oposición y diferenciación significativa tras vocal:

caro, carro; para, parra Sólo aquí

aparecen los fonemas A/e /y / ante vocal / i/:


gallina, rayita

En posición final de sílaba el número de fonemas consonánticos que se pueden


encontrar es mucho menor, si bien supera a los que aparecen en final absoluto.
Aparecen fonemas y archifonemas.

• Archifonemas
B<-(p/b)
D<-(t/d)
G<-(k/g)
N<-(m/n)
L<-(l/ l )
R<-(r/ r )

• Los fonemas:/ /y/s/

Estos fonemas que aparecen en posición final de sílaba interna pueden formar
combinaciones disilábicas con los fonemas consonánticos que inician la sílaba siguiente.
A excepción de /r/ , teóricamente pueden encontrarse todos.

En la práctica es difícil delimitar en muchos casos hasta qué punto estos grupos son
disilábicos u homosilábicos. En los grupos del tipo, [t' l], [b'l], [d'l] la realización tiende a
hacerse a [tl ], [bl], [dl], de modo homosilábico, o incluso, en habla popular, con la
supresión total de las oclusivas. A pesar de todo, las posibilidades de combinación son
muchas. Algunos ejemplos:

apto, abdicar, subconsciente, submarino, subsuelo, étnico, ángel, conllevar,


gazpacho, juzgar, azteca, acceso, acto, amígdala, subjefe, abyecto, cápsula,
atleta ([t'l] o [ti] o [I]), adláteres, sublingual (lo mismo que atleta y adláteres),
etc.

Los caracteres de estos grupos bisílabos internos son:


- Primer elemento es uno de los archifonemas B, D, G, N, L, R, o de los fonemas
/q/ y /s/.
- /n /y /r/ nunca pueden ser segundo elemento del grupo.

- Pueden aparecer como segundo elemento:


- Detrás de N todos los fonemas
- todos, salvo /r/.
- todos, salvo /s/ y / l /

- Estos grupos buscan una diferenciación entre los dos miembros. De ahí que, tanto los
archifonemas como los fonemas, no suelan encontrarse junto con otros semejantes a
ellos.
- El fonema / I/ aparece tras el archifonema D, pero no detrás de B y G. Detrás de /p/, /b/,
/f/, /k/, / g/ el fonema ¡\¡ forma grupos tautosilábicos, pero nunca tras los fonemas /t/ y
/d/.
En el interior de palabra se admiten los grupos difonemáticos monosílabos siguientes:

/pr/,/br/,/fr/,/tr/,/dr/,/kr/,/gr/,/pl/,/bl/,/fl/,/kl/,/gl/

Los mismos que en inicial absoluta:

lepra, cobre, atrás, afrancesado, congruente, amplio, cable, soplo, chiflar

En interior de palabra es donde únicamente se permite el español aglutinar más de dos


consonantes, ahora bien, siempre repartidas en dos sílabas. Debido al carácter de
distensión de la sílaba, los grupos son siempre ternarios, perteneciendo la primera
consonante a una sílaba y las dos restantes a la otra.

Teóricamente, existen grupos cuaternarios, pero en la articulación el hablante tiende a


simplificarlos:
obstrucción -* «ostrución» transplante —
«trasplante»

3.3. RASGOS PROSÓDICOS DEL ESPAÑOL

Los prosodemas o unidades suprasegmentales del español son, a nivel de palabra, el


acento; a nivel de oración, los tonemas.

 El acento

El acento es un prosodema intenso suprasegmental pues no se puede descomponer en


segmentos y se realiza sobre los segmentos; consiste en un refuerzo de la intensidad
espiratoria.

El acento diferencia a las sílabas fonológicas que son los conjuntos de fonemas
susceptibles de recibir acento. La sílaba que en una palabra recibe el acento se denomina
sílaba intensiva. La sílaba o sílabas restantes de una palabra que no reciben acento se
denominan sílabas no intensivas. Funciones del acento:
o Distintiva

Por la que indica diferencia de sentido:


hacia / hacía limito / limitó
tiro / tiró limite / limité / límite

o Constitutiva

Por la que diferencia palabras llenas/palabras vacías. Normalmente se ha


venido considerando palabras llenas a aquellas portadoras de significado:

- Pronombres: yo, tú
- Sustantivos sustancia:
el cenicero
- Adjetivo cualidad: el
cenicero verde
- Verbo acción: el cenicero verde impresiona
- Adverbio circunstancia:
está allí

Y palabras vacías a los términos que sirven para relacionar a los


anteriores, pero no portan significado:

- Artículo: el cenicero
- Preposición: sobre la mesa
- Conjunción: tú y yo

o Expresiva

Por la que en la cadena hablada muchas veces marcamos con mayor


intensidad unas sílabas que en la norma no irían marcadas: ¡ando! en vez de
¡anda!
 La entonación

La entonación es el prosodema extenso suprasegmental pues se realiza sobre los


segmentos y no es divisible en segmentos; consiste en una línea melódica significativa. Es
el prosodema de la frase. Su función consiste en diferenciar significados de mensajes. Así
por ejemplo, estos tres mensajes cambian su significado merced a los tonemas o tipos de
entonación:
Hoy llega Arturo enunciación
tonema descendente ¿Hoy llega
Arturo? pregunta
tonema ascendente
¡Hoy llega Arturo! exclamación
tonema ascendente
más elevado
Pero como una oración, un mensaje, puede emitirse con pausas intermedias, es preciso
distinguir grupos de intensidad y grupos fónicos.

Los grupos de intensidad no se realizan entre pausas, salvo que su extensión sea igual a
la del grupo fónico. Los grupos de intensidad son conjuntos de sílabas no intensivas que
se apoyan en una sílaba intensiva. Los grupos fónicos son conjuntos de palabras que
van entre pausas conceptuales, se expresen o no. En la frase «En el tren que se alejaba
iba la que me dejó».

 Son grupos de intensidad:


- En el trén. - iba.
- Que se alejaba. - la que me dejó.

 Son grupos fónicos:


- En el tren que se alejaba.-la la que me dejó.

Pues bien, los grupos fónicos se ven afectados por variaciones de la curva melódica
a las que se denominan ramas. En la curva melódica se distinguen rama inicial, rama
central y rama final.
 La rama inicial termina en la primera sílaba que recibe el acento:

 La rama central comienza en la primera sílaba acentuada, se mantiene la altura


tonal hasta la última sílaba acentuada del grupo fónico:
Los niños estaban cansados
 La rama final comienza en la última sílaba acentuada del mensaje:

Se lo daré cuando venga

La rama final tiene valor fonológico, pues de su entonación depende el sentido o


significado del mensaje. Sobre esta rama recae el tonema.

Navarro Tomás distingue cinco tonemas en español:


- Cadencia: Tonema descendente que indica afirmación y fin de mensaje.
- Semicadencia: Como el anterior, pero en pausas intermedias.
- Antidecadencia: Tonema ascendente que indica no conclusión de mensaje y
pregunta.
- Semianticadencia: Igual que el anterior en pausas intermedias.
- Suspensión: Tonema mantenido a la misma altura, sin
interrupción.

La entonación diferencia oraciones al indicar su cambio de sentido:

 Enunciativas
Terminan con tonema descendente. Por ejemplo:

voy a casa

voy a casa para ver el partido

voy a casa antes de que llueva, para ver el partido

sólo sé -dijo el sabio- que nada sé


 Interrogativas
Si empieza con interrogativos, el tonema es descendente.
Por ejemplo:
¿quién canta en la casa?
Si no comienza con interrogativos, el tonema es ascendente:
¿serán aplicados?

 Imperativas y desiderativas
Llevan tonema descendente. Por ejemplo:
¡Estudia! Hazte un hombre de provecho.

 Dubitativas
Si el tono es optimista, el tonema es ascendente.
Por ejemplo: ¡Quizá apruebe esta evaluación!

Si el tono es pesimista, el tonema es descendente:


Quizá no venza en la carrera.

 Exclamativas
El tono es más elevado que en la interrogativa. Por ejemplo:
¡voy contigo!
Cuando hay interjección, parte de ella el tonema descendente:
¡ay! qué dolor
3.4. PERSPECTIVA DIACRÓNICA

Presentamos un resumen del origen y evolución del sistema fonológico castellano


basándonos en cortes sincrónicos relativos a las etapas en que se producen los cambios
más significativos en el sistema. Nuestro sistema tiene su origen en el latín.

• Sistema vocálico

El latín clásico disponía de diez fonemas vocálicos distinguidos por abertura, localización
y, además, por cantidad:

(breves) (largos)
Como los largos se realizan normalmente más cerrados, el sistema quedaría así:

En el latín vulgar se produjo una desfonologización de la cantidad (la cantidad deja de


ser distintiva) y se reducen los grados de abertura:

Los romances catalán y portugués mantuvieron este sistema, pero el castellano


distinguió muy pronto sólo tres grados de abertura:
por eliminación de /e/ /o/, aunque en el decurso hablado se realizaban como ie/ue/ para
no confundir la articulación de /e/ /o/ con la de /e/ /o/.

El sistema perdió definitivamente /e/ /o/ cuando ie / ue se identificaron con los fonemas
/i,e,u/, con lo que quedó establecido el sistema actual ya en la Edad Media:

Esta reducción de grados de abertura estuvo condicionada también por la fonologización


del acento. Ei acento latino, ligado a la cantidad silábica, se independiza al perderse el
valor distintivo de la cantidad. Se hizo intensivo y realzó las sílabas tónicas sobre las
átonas. Las átonas resultaron breves y en general, debilitadas, por lo que fue más difícil
distinguir cuatro grados de abertura.

• Sistema consonántico

En el apéndice de «Fonemática latina» en Fonética Latina, S. Mariner propone el siguiente


cuadro para representar el sistema consonántico del latín clásico:
graves | agudos

Alarcos Llorach propone este diasistema prerromance como el más generalizado en la


Romanía:
Desde la época alfonsí:
En los siglos XVI y XVII comienza a aparecer el sistema moderno. Más que un nuevo
sistema fijo, se perciben tendencias hacia un nuevo sistema:

Los cambios son:


s/z Se desfonologizan pasando a /s/y posteriormente se transfonologizan dando / /.
s/z Se desfonologizan reduciéndose a /s/.
s/z Se desfonologizan reduciéndose a /s/, y tras velarizarse, transfonologiza a /x/.
f/v (b) Dejan de oponerse porque v ( b) pasa a alófono de /b/. /h/ El discutido
espirado deja de pronunciarse, pasa a .

Para el siglo XVII puede decirse que ha cuajado el sistema actual, si bien hoy aparecen
tendencias a igualar I /y, aunque no lo admita la norma

4. APÉNDICE: TRANSCRIPCIONES FONETICA Y FONOLOGICA

Según los Principes de transcription phonologique del Círculo lingüístico de Praga, se


observa que:

a) La transcripción fonética es la reproducción gráfica de los medios más diversos que


realizan la constitución fonológica de una lengua, aunque siempre es un instrumento
auxiliar incapaz de expresar toda la riqueza de matices articulatorios y acústicos que
presenta el habla viva.
b) La transcripción fonológica es la reproducción gráfica de la constitución fonológica
de una lengua dada, haciendo abstracción de los medios que realizan dicha
constitución en el habla.

En la transcripción fonética se representarán los alófonos, las pausas y los tonemas, así
como los acentos.

En la transcripción fonológica se representarán los fonemas, las pausas, los tonemas y los
acentos.

En la obra de Antonio Quilis, citada en la bibliografía, los siguientes cuadros presentan en


paralelo los sistemas de transcripción según el Alfabeto Fonético Internacional y según la
Revista de Filología Española, es decir, AFI y RFE, respectivamente.
La obra de Antonio Quilis es muy útil para el opositor que desee ejercitarse en transcripción
fonética y fonológica. Damos, para confirmarlo, un ejemplo tomado de las páginas 201-203
y 206-208, de El comentario fonológico y fonético de textos.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no
lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de
cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con su
trotecilio alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de
ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...

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