Sie sind auf Seite 1von 3

Derecho de acrecer voluntario.

La primera cuestión a resaltar es, como antes apuntaba, que el derecho de

acrecer puede ser previsto expresamente por el testador, aunque en sus

disposiciones testamentarias no se den los requisitos que establecen (y luego

veremos con detenimiento) los arts. 982 y 983 C

Por ello, el testador puede dejar sus bienes, por herencia o legado, con asignaciones

de cuotas diferentes entre los distintos herederos o legatarios (por ejemplo, a uno le

atribuye el 40% de los bienes, a otro el 25 % y a un tercero el 35 % restante) y, pese

a ello, preveer expresamente que si cualquiera de los llamados o beneficiarios

premuere, renuncia a la herencia o al legado o se incapacita legalmente para

recibirlos, pese a ello disponer que se produzca el derecho de acrecer a favor de los

otros herederos o legatarios designados.

Y, como quiera que los preceptos que regulan en el Código Civil el derecho de

acrecer deben considerarse como supletorios de esa libre voluntad del testador,

como bien señala la DGRN, antes de aplicar los criterios objetivos que el CC

establece, “procede resolver si del propio testamento resultan elementos suficientes

para decidir acerca de si existe o no una voluntad ‘real’ de la testadora favorable

a dicho derecho (el de acrecer)…en caso de vacante por premoriencia o renuncia de

uno de los llamados” (Fundamento de Derecho 10, párrafo primero).

No admite, sin embargo, la DGRN que sea el albacea o el contador-

partidor quien efectúe esa interpretación integradora del testamento. Si en él no

queda clara la voluntad del testador a favor del derecho de acrecer, su


interpretación favorable a éste se considera como correctora o contraria al

testamento. Y, precisamente, es al registrador de la propiedad a quien corresponde

calificar esa actuación del contador-partidor y denegar el acceso al Registro de la

escritura de partición hereditaria, si considera que aquél se ha extralimitado en su

función (Fundamento de Derecho 10, párrafo cuarto). Y cita en apoyo de esta

aseveración las RR DGRN 26 febrero 2003, 10 septiembre 2003, 8 octubre 2013 y 1

marzo 2014.

Porque, ante la duda de cuál haya podido ser la real voluntad del testador en esta

materia, sólo caben dos interpretaciones correctoras o integradoras: la

extrajudicial de los herederos o la efectuada por el Juez en el juicio

correspondiente.

Los herederos, siempre que actúen unánimemente, en la medida en que, de algún

modo, se subrogan en la posición jurídica de su causante, pueden, al igual que éste,

determinar y concretar la existencia, en un caso determinado, de un derecho de

acrecer por causa de vacante en el primer llamamiento del testador.

Un derecho éste que sólo tienen los herederos, pero no los legatarios. En

cualquier procedimiento sucesorio, éstos no son sino meros acreedores de la

herencia, de la que son titulares exclusivos los herederos llamados a ella.

Esa interpretación integradora de los herederos tanto pueden hacerla éstos de

forma directa en el momento de aceptar la herencia, como de forma indirecta

aprobando la partición hecha por el contador-partidor que, al elaborar el cuaderno


particional, ha interpretado la existencia de un derecho de acrecer en la herencia o

en el legado del causante (Fundamento 10, párrafo quinto y RDGRN 4 abril 1903).

Fuera de ello, sólo una sentencia judicial puede decidir acerca de la existencia de un

posible derecho de acrecer en una determinada herencia, en la que una porción de

la misma o de un bien legado queda vacante.

Das könnte Ihnen auch gefallen