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LA LOGICA DEL CAPITALISMO

Marx escribiría en alguna pate de sus obras que Aristóteles era una de las mentes más brillantes de
la antigüedad, no solo por su voluminosa obra que abarca desde los aspectos más cotidianos, sino
porque suma una labor científica que trasciende el ámbito especulativo y sienta bases reales para
la compresión del mundo. Así por ejemplo, las observaciones sobre la naturaleza, el estudio sobre
la retórica, la poética, la política y la anatomía, llevan al estaragita a tener una visión global que
ningún griego había tenido antes, tanto que sus escritos sobre lógica no son el resultado de un
trabajo simple de reflexión, sino que se inscriben en una dinámica de discusión que va desde lo
cotidiano aparente, hasta lo abstracto concreto. Desde las discusiones por la verdad, que en aquella
época se sostenía con los sofistas como nueva clase social, hasta la identificación de unos principios
rectores de compresión de los fenómenos de la realidad. La lógica de Aristóteles es la formalidad de
la realidad, la expresión concreta y pura de una realidad siempre cambiante y aparente. Es por este
motivo, desde mi punto de vista, que Marx considerara a Aristóteles como una de las mentes más
brillantes, porque pone las bases de una dinámica de compresión del mundo que no partía de
considerar al mundo noumenico como real, sino por el contrario, este se está inmerso en las cosas
tangibles y vivibles.

Lo que hizo Aristóteles en la antigüedad debe ser de sobre manera admirable, porque gracias a la
lógica por primera vez se tuvo conocimiento de la estructura básica del pensamiento. De igual
manera podemos decir que paso con Marx, puede decirse que el pensador alemán hizo lo mismo
que Aristóteles, pero en una época donde la realidad capitalista dictamina que su aparición y
permanencia como sistema es natural e inevitable. El gran descubrimiento de Marx consistió en
desentrañar la lógica capitalista, mostrar cómo funciona, cuales su origen y su finalidad, dejando
claro con esa investigación que el modo de producción mercantil es tan solo una etapa más en la
historia de la humanidad. Si tan solo nos detenemos en la obra de su vida, en la crítica a la economía
política primer volumen, y nos fijamos en los dos prólogos escritos por él, ya podemos apreciar ahí
elementos que dan cuenta de la intención de todo el documento, en el cual se busca encontrar las
leyes que rigen el movimiento y la dinámicas de la sociedad que ha surgido con el despliegue de la
industria y el comercio.

En el prólogo a la primera edición se revela el propósito concreto de toda la obra, cuando se resalta
que la finalidad del libro no es determinar el grado más o menos alto de desarrollo de las
contradicciones sociales que brotan de las leyes naturales de la producción capitalistas. Nos interesa
(dice Marx) más bien estas leyes de por sí, estas tendencias, que actúan y se imponen con férrea
necesidad. (Marx, 1968, pág. XIV). Como ya se dijo y como se puede ver, el capital busca determinar
las leyes que mueven a un momento histórico, en este caso a la sociedad capitalista, es por ello que
no le interesa determinar el grado de contracción de las relaciones sociales, o sea, no le interesa
mirar el conflicto entre el trabajo y el capital de manera específica en un momento determinado,
no le interés saber el momento coyuntural del conflicto entre obreros y capitalistas, como lo podían
haber hecho otros autores y como desde bastante tiempo lo habían estado haciendo
contemporáneos de Marx adscritos a las filas socialistas. A nuestro autor lo que le interesa es mirar
las leyes, captar los hilos con los cuales se mueve la marioneta en el escenario histórico. Con la
compresión de esas leyes se podía lograr entender la dinámica del sistema que se expande por todo
el mundo, por eso, el complemento que cierra el párrafo citado es el siguiente: Los países
industrialmente más desarrollados no hacen más que poner delante de los países menos progresivos
el espejo de su propio porvenir. (Marx, 1968, pág. XIV).

Las coyunturas o los acontecimientos específicos que dan muestra del grado de confrontación social
entre el capital y el trabajo, comprendidas como contradicciones sociales, explican la dinámica
variable que adquieren en determinado momentos temas como el derecho, la guerra, la religión,
así como los asuntos morales que parecen tener un carácter natural y eterno. Por ejemplo,
entendido el derecho como la manifestación de una relación social entre los hombres que los regula,
puede decirse que el derecho laboral, la normatividad que establece las formas legales de trato
entre trabajadores y empleados, está sujeto a modificación de acuerdo al nivel de confrontación
social que exista, en otra palabras, depende de la correlación de fuerzas el derecho se inclinara en
favor de los trabajadores o en favor de los capitalistas. Si el movimiento obrero ha sido fuerte y ha
alcanzado influencia hasta el punto de cambiar las visiones y percepciones de los miembros de la
sociedad, el derecho les será favorables, sino el mismo estará a favor de los patronos, quienes
organizados, podrán inclinar la balanza del derecho en beneficio propio.

De igual manera la guerra no puede entenderse como un acontecimiento que aparece fruto del
ánimo de los hombres, ella se torna justificable o reprochable teniendo en cuenta la situación
política, económica y cultural que se viva. Para la burguesía en estado naciente, apoyado por fuerzas
continentales que pretenden expandirse a colonias o países con bajo nivel de desarrollo industrial,
la guerra de liberación son justificables hasta en sentido moral, porque son coherentes con un
momento histórico de la lógica capitalista. Dependiendo el grado de desarrollo de las fuerzas de
producción, así como el grado de confrontación de las relaciones sociales la guerra aparecerá como
algo inevitable.

Si en el prólogo a la primera edición del Capital Marx revelo el propósito de la obra y menciono
asuntos relacionados con ella, como ya se mencionó, en el prólogo a la segunda edición el autor
hace referencia al método, tanto de investigación como de escritura. En el revela que la esencia de
todo el proceso de investigación es la compresión dialéctica del movimiento real del sistema
capitalista, queriendo decir con ello que la intensión no tiene como finalidad encontrar leyes eternas
o invariables de la realidad, sino tan solo las leyes que rigen al sistema capitalista y que tiene validez
tan solo para dicho sistema, revelando así la naturaleza dialéctica y relativa de su investigación. O
sea, en ningún momento Marx pretendió encontrar leyes históricas generales del movimiento de la
humanidad, sino tan solo leyes particulares relativas a un instante, a un organismo social, que vive
tan solo un segundo en la larga historia de la humanidad.

Sin embargo, a pesar de decirnos que el método por él usado es dialectico, nos dejas dos grandes
inquietudes que surgen a partir de las siguientes citas: La primera surge al afirmar que el método de
exposición debe distinguirse formalmente del método de investigación. ¿Qué es lo que quiere decir
con eso?. (Marx, 1968) Y la segunda surge cuando afirma:

Mi método dialectico no es solo fundamentalmente distinto del método de Hegel, sino


que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso del pensamiento,
al que él convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el
demiurgo de lo real, y esto la simple forma en que toma cuerpo. Para mí. Lo ideal no
es, por el contrario, más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre
(Marx, 1968, pág. XXIII).

Si para Marx en esta cita su método es distinto del de Hegel, teniendo en cuenta que en la
dialéctica el cambio de forma revela un cambio en la esencia, no puede decirse que el método
de Hegel difiere del de Marx tan solo porque este último lo puso de pies, como generalmente
se ha dicho (Fue Engels quien lo afirmo), por el contrario el método de Marx es
completamente distinto precisamente porque una pequeña variación hace que se convierta
en la antítesis del de Hegel, por lo tanto ¿En qué se diferencia el método de Marx del de
Hegel, quiere decir esto que la dialéctica de Marx es distinta y no la misma?

Como se puede ver en los prólogos mencionados, el autor dice que la finalidad de la obra es
poder descubrir las leyes con las cuales se desenvuelve el sistema capitalista, para lo cual es
necesario usar nuevos lentes, hacerse a un nuevo instrumento que permita comprenderlo
en toda su complejidad. Así entonces, en el capital, en el desarrollo de toda la obra, se
encontrara no solo la dinámica de movimiento del sistema mercantil, sino también la
manera, el instrumento de compresión con el cual se puede entrar a diseccionar la realidad.
En ese sentido Marx se convierte en un revolucionario porque sin apartarse de los hechos
coyunturales, desciende a lo concreto para entender la lógica del movimiento social, mirar al
motor vivo actuando en carne y hueso para poder captar el alma de ese movimiento.

Marx como Aristoteles, pretendía entender lo que realmente es concreto o verdadero y lo


logro, pudo desentrañar la dinámica de un sistema que esconde su esencia bajo una
pluralidad de apariencias, esencia que nos revela a lo largo de toda la obra por él escrita. Los
dos pensadores se parecen no en forma de pensar, sino en grandeza, por ello no tiene nada
de raro que nuestro maestro de Treverich admirara al estaragita como una de las mentes
más brillantes de la antigüedad, pues Marx será una de las mentes más brillantes de la
modernidad.

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