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Tamaño: Pueden alcanzar los 50cm de largo, pero lo más habitual es que
midan unos 35 cm. Hay poblaciones de algunas zonas que son bastante
mayores que el resto.
Distribución: Tiene una amplia zona de distribución que abarca varias zonas
de Panamá, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guyana francesa, Brasil,
Bolivia, Paraguay y norte de Argentina, y algunas islas del Caribe (Trinidad,
Barbados,...). Estas zonas no están todas conectadas entre sí, por lo que
forman tres o cuatro grandes zonas de distribución, lo que ha hecho que cada
población evolucionara de forma un poco distinta al resto.
Hábitat: Su hábitat acostumbra a ser grandes praderas y sabanas húmedas.
Le gustan los ambientes espaciosos y abiertos, con una gran humedad
ambiental y un poco de calor.
Esta especie no duda en cruzar algunos ríos a nado buscando nuevas zonas
para alimentarse. Algunos investigadores han observado que tienen pequeñas
rutas donde encontrar comida de distintos tipos en distintas épocas del año.
Las tortugas criadas en cautividad suelen vivir bastante bien y no traen muchos
problemas. Los ejemplares importados recientemente pueden estar algo
tocados, por lo que se deberá vigilar mucho su estado de salud.
Los ejemplares juveniles sanos, crecerán los primeros 5 años a una velocidad
impresionante.
Esta especie se adapta bastante bien a la cautividad y no suele ser nada
agresiva.
Reproducción: Se trata de una especie que no es fácil de reproducir en
cautividad. Si se tienen a los ejemplares en las mejores condiciones, al cabo de
unos pocos años empezarán a realizar puestas. Si se consigue que empiecen
a criar, a partir de ese momento ya cada año pueden realizar puestas.
Las tortugas carboneras se reproducen durante todo el año.
La hembra puede realizar varias puestas (2 ó 3), poniendo de 2 a 7 huevos en
cada una. Los huevos miden 4'5x4'3 cm.
Los huevos se deben incubar a 29 ºC con una humedad del 80 %.
Las crías nacerán al cabo de unos 5 ó 6 meses.
Sin duda la principal función del substrato es la de imitar el suelo del hábitat
natural, ofreciendo a los animales que se protejan de las temperaturas
excesivamente altas o bajas y ayudando a prevenir la deshidratación. El acto
instintivo que tienen estos animales de enterrarse ayuda a prevenir la pérdida
excesiva de líquido en su cuerpo. Es normal que los juveniles pasen bastante
parte de su tiempo escondidos o enterrados si tiene la oportunidad de hacerlo.
Papel de periódico. Es muy higiénico ya que puede ser cambiado a diario pero
no deja al animal enterrarse y el resultado será que la tortuga no puede realizar
la función de termorregulación que en plena naturaleza realizaría con total
normalidad. Es bueno utilizarlo en alojamientos o terrarios en los que se
encuentre un animal enfermo para así mantenerlos lo más limpios posibles,
pero siempre durante cortos períodos de tiempo.
Césped artificial. Tampoco son suelos acertados para que el animal pase
largos periodos de tiempo. Pueden ser estéticamente más bonitos y fáciles de
instalar pero a la larga son iguales de perjudiciales que el papel de periódico.
También pueden resultar apetitosos para los animales y ser mordidos, con el
consiguiente peligro de que causen retenciones intestinales.
Hay que recordar que hay tierras arcillosas (tierra roja) que retienen mejor la
humedad que la tierra procedente de secano. Así dependiendo del material
utilizado, elevaremos o disminuiremos la cantidad de arena a utilizar.
A esta especie también se le debe añadir calcio a la dieta, pues crecen con
rapidez.