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Universidad Abierta Para Adultos

(Uapa)

ASIGNATURA:
Psicología Educativa 1

TEMA:3

Aprendizaje, enseñanza y psicología

PARTICIPANTE: MATRÍCULA:
13-6666
Elicet Metivier

Facilitador/a:

Yasmin de la Cruz García

LUGAR:
Recinto Cibao Oriental, Nagua. Rep. Dom.
Tarea III

a. Contexto social para el desarrollo.

El primer contexto para el desarrollo es el útero de la madre.

Los científicos están aprendiendo más acerca de los efectos de este primer ambiente: el
papel que tienen en el desarrollo del bebé el nivel de estrés de la madre gestante, su
nutrición, hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol y drogas, así como el
ejercicio que realiza y su estado general de salud. Es evidente que la influencia de la
familia inicia antes del nacimiento, pero después surgen muchas nuevas influencias.
Estructura familiar.

En Estados Unidos la proporción de niños que crecen en un hogar con un solo padre
se duplicó desde la década de 1970. De hecho, se proyecta que sólo alrededor de la
mitad de los niños crecerán al lado de sus dos padres, quienes permanecerán casados
(Amato, 2006; Schoen y Canulas-Romo, 2006). En la actualidad, los niños forman parte
cada vez más de familias mezcladas o reconstituidas, con hermanastros que entran y
salen de sus vidas.

Algunos niños viven con una tía, con sus abuelos, con uno de los padres, en hogares
adoptivos o con un hermano mayor. En algunas culturas, como las asiáticas,
latinoamericanas o africanas, los niños podrían crecer en familias extensas, al vivir en la
misma casa con abuelos, tíos y primos, o al menos teniendo un contacto diario con
ellos. A menudo diferentes miembros de la familia comparten los cuidados infantiles y el
apoyo económico.

Así, el mejor consejo al hablar con sus alumnos es evitar frases como “tus padres” y “tu
mamá y tu papá”; es mejor referirse a “tu familia”.

No importa cuál sea la configuración de las familias con las que trabaje, aquí
encontrará algunas sugerencias de asociaciones familiares y comunitarias para
relacionarse con las familias.

Sin importar quién se encargue de la crianza del niño, las investigaciones han
identificado diferencias características en los estilos de crianza.
Los padres autoritativos o con autoridad (alto nivel de calidez, alto nivel de control)
establecen límites claros, hacen cumplir las reglas y esperan un comportamiento
maduro. Sin embargo, son cálidos con sus hijos; escuchan sus preocupaciones.

Una toma de decisiones más democrática. Los castigos son menos estrictos y se ofrece
mayor guía. Los padres ayudan a sus hijos a pensar en las consecuencias de sus
acciones (Hoffman, 2001).

Los padres autoritarios (bajo nivel de calidez, alto nivel de control) son fríos y
controladores en las interacciones con sus hijos. Esperan que sus hijos sean maduros y
que hagan lo que ellos dicen: “¡Porque lo mando yo.

No hablan mucho acerca de las emociones; los castigos son estrictos, aunque sin
abuso. Los padres aman a sus hijos, pero no demuestran su afecto de manera abierta.

Los padres permisivos (alto nivel de calidez, bajo nivel de control) son cálidos y
estimulantes, pero imponen pocas reglas o consecuencias para sus hijos y no esperan
un comportamiento maduro porque “sólo son niños.

Los padres rechazan tés, negligentes e indiferentes (bajo nivel de calidez, bajo nivel de
control) parece no interesarse por controlar a sus hijos, ni por comunicarse con ellos o
enseñarles algo.

Los padres autoritarios, autoritativos y permisivos aman a sus hijos y tratan de hacer lo
mejor; simplemente tienen distintas ideas acerca de la mejor forma de crianza. De
manera general, estos tres estilos de crianza están relacionados con diferentes
sentimientos y conductas en los niños.

Al menos en las familias estadounidenses de origen europeo y de clase media, los hijos
de padres autoritativos tienen mayores probabilidades de tener éxito en la escuela, de
sentirse felices con ellos mismos y de relacionarse bien con los demás. Los hijos de
padres autoritarios son más proclives a sentirse culpables o deprimidos, y los hijos de
padres permisivos podrían tener problemas para interactuar con los pares, ya que están
acostumbrados a salirse con la suya (Berger, 2006; Espera, 2005).
Desde luego, la permisividad extrema se convierte en indulgencia. Los padres
indulgentes cumplen cualquier capricho de sus hijos; quizás esto sea más fácil que ser el
adulto que debe tomar las decisiones desagradables.

Tanto el estilo de crianza indulgente como el rechazarte, negligente e indiferente


pueden ser dañinos. Por ejemplo, cuando 3,407 estudiantes estadounidenses de origen
europeo de noveno a duodécimo grado describieron los estilos de sus padres y la
orientación de su grupo de pares, especialmente las niñas que describieron a sus padres
como indiferentes eran más proclives a estar orientadas hacia los “fiesteros” y los
“drogadictos” que rechazan los valores adultos.

Los varones con padres indulgentes tendían a orientarse hacia culturas divertidas como
los “fiesteros” (Durbin, Darling, Steinberg y Brown, 1993).

En contraste, los adolescentes que describieron a sus progenitores como padres


autoritativos o con autoridad (demandante pero sensible, racional y democrática) eran
más propensos a orientarse hacia los grupos equilibrados como los “normales” y los
inteligentes que

Sucesos es la base para desarrollar conceptos morales relacionados con los derechos
individuales, la justicia y la democracia. En este caso, es probable que distintas culturas
tengan ideas muy diferentes acerca de la decisión individual, la vida privada y el papel
que desempeña la individualidad en la sociedad en general. Por ejemplo, algunas
investigaciones revelan que tanto los padres que pertenecen a culturas que destacan el
individualismo como los padres que pertenecen a culturas que destacan la pertenencia
a un grupo consideran que es necesario dar opciones a los niños con la finalidad de que
desarrollen su capacidad para tomar buenas decisiones. Sin embargo, los padres de
clase media suelen fomentar la toma de decisiones de manera má

B. Características de cada tipo de desarrollo: físico, de género, moral y personal y

social

Recompensaban tanto las normas de los padres como las de los pares.
De hecho, los adolescentes con padres autoritativos suelen verse menos influidos por la
presión de los pares para consumir drogas o alcohol, especialmente cuando sus amigos
también tienen padres con este estilo (Collins, Maccoby, Steinberg, Hetherington y
Bornstein, 2000).

Cultura y crianza. Gran parte del trabajo sobre los estilos de crianza se ha enfocado en
familias estadounidenses de origen europeo y de clase media.

Sin embargo, las culturas tienen distintos estilos de crianza. Las investigaciones indican
que una crianza autoritaria y controladora se relaciona con calificaciones más altas en el
caso de estudiantes afro estadounidenses y en algunos estudiantes asiáticos (Leung,

Lau y Lam, 1998; Espera, 2005).

Un estilo de crianza estricto y directivo, con reglas y consecuencias claras, combinado


con altos niveles de calidez y apoyo emocional, se relaciona con un mayor logro
académico y una mayor madurez emocional en niños que viven en las zonas urbanas
pobres (Garner y Spears, 2000; Garrett, 1995).

Ante los diferentes valores culturales y el nivel de peligro de algunos vecindarios, quizá
en algunos casos sea más apropiado o incluso necesario un control parental más rígido
(Semana, 2000).

Asimismo, es probable que en las culturas que sienten mayor respeto por los ancianos
y que tienen una filosofía más centrada en el grupo y no en el individuo, sería un error
interpretar las demandas de obediencia de Sucesos es la base para desarrollar
conceptos morales relacionados con los derechos individuales, la justicia y la
democracia.

En este caso, es probable que distintas culturas tengan ideas muy diferentes acerca de
la decisión individual, la vida privada y el papel que desempeña la individualidad en la
sociedad en general.

Por ejemplo, algunas investigaciones revelan que tanto los padres que pertenecen a
culturas que destacan el individualismo como los padres que pertenecen a culturas que
destacan la pertenencia a un grupo consideran que es necesario dar opciones a los
niños con la finalidad de que desarrollen su capacidad para tomar buenas decisiones.

Sin embargo, los padres de clase media suelen fomentar la toma de decisiones de
manera más temprana, antes de la adolescencia. Es probable que, en el caso de los
niños que viven en la pobreza, el hecho de tener demasiadas opciones a una edad
temprana sea una mala idea, ante los peligros tan reales que enfrentaron en sus
vecindario.

C .Divergencias del desarrollo

A pesar de estas diferencia existen algunas convergencias en muchas aéreas del


desarrollo personal y social tanto Erikcson como Bronpeabrenner destacan que los
individuos rehacen influencia de sus contexto social y cultural.

Contexto social.

(Modelo Biotecnológico).

BronpeAbrenner. Este modelo toma tanto los aspectos biológicos internos de los
individuos como el contexto social y el culturales anemados que afectan el desarrollo.

La Teoría del Desarrollo Psicosocial fue Es un lapso de la vida en el que la persona


ideada por Erik Erikson a partir de dedica su tiempo a su familia. Se prioriza
la reinterpretación de las fases la búsqueda de equilibrio entre la
psicosexuales desarrolladas productividad y el estancamiento; una
por Sigmund Freud en las cuales subrayó productividad que está vinculada al futuro,
los aspectos sociales de cada una de ellas al porvenir de los suyos y de las próximas
en cuatro facetas principales: generaciones, es la búsqueda de sentirse
Enfatizó la comprensión del ‘yo’ como una necesitado por los demás, ser y sentirse
fuerza intensa, como una capacidad útil.
organizadora de la persona, capaz de El estancamiento es esa pregunta que se
reconciliar las fuerzas sintónicas y hace el individuo: ¿qué es lo que hago
diatónicas, así como de resolver las crisis aquí si no sirve para nada?; se siente
derivadas del contexto genético, cultural e estancado y no logra canalizar su esfuerzo
histórico de cada persona. para poder ofrecer algo a los suyos o al
Puso en relieve las etapas de desarrollo mundo.
psicosexual de Freud, integrando la
dimensión social y el desarrollo
psicosocial.
Propuso el concepto de desarrollo.

Kohlberg comparte con Piaget la creencia en que la moral se desarrolla en cada


individuo pasando por una serie de fases o etapas. Estas etapas son las mismas para
todos los seres humanos y se dan en el mismo orden, creando estructuras que
permitirán el paso a etapas posteriores. Sin embargo, no todas las etapas del desarrollo
moral surgen de la maduración biológica como en Piaget, estando las últimas ligadas a
la interacción con el ambiente. El desarrollo biológico e intelectual es, según esto, una
condición necesaria para el desarrollo moral, pero no suficiente. Además, según
Kohlberg, no todos los individuos llegan a alcanzar las etapas superiores de este
desarrollo.

El paso de una etapa a otra se ve en este autor como un proceso de aprendizaje


irreversible en el que se adquieren nuevas estructuras de conocimiento, valoración y
acción. Estas estructuras son solidarias dentro de cada etapa, es decir, actúan
conjuntamente y dependen las uñas de la puesta en marcha de las otras. Kohlberg no
encuentra razón para que, una vez puestas en funcionamiento, dejen de actuar, aunque
sí acepta que se produzcan fenómenos de desajuste en algunos individuos que hayan
adquirido las estructuras propias de la etapa de un modo deficiente. En este caso los
restos de estructuras de la etapa anterior podrían actuar aún, dando la impresión de un
retroceso en el desarrollo.

Kohlberg extrajo las definiciones concretas de sus etapas del desarrollo moral de la
investigación que realizó con niños y adolescentes de los suburbios de Chicago, a
quienes presentó diez situaciones posibles en las que se daban problemas de elección
moral entre dos conductas. El análisis del contenido de las respuestas, el uso de
razonamientos y juicios, la referencia o no a principios, etc. -se analizaron treinta
factores diferentes en todos los sujetos- fue la fuente de la definición de las etapas.
Posteriormente, y para demostrar que estas etapas eran universales, Kohlberg realizó
una investigación semejante con niños de una aldea de traduciendo sus dilemas
morales al chino y adaptándolos un poco a la cultura china.

El desarrollo moral comenzaría con la etapa cero, donde se considera bueno todo
aquello que se quiere y que gusta al individuo por el simple hecho de que se quiere y
de que gusta. Una vez superado este nivel anterior a la moral se produciría el desarrollo
según el esquema que presentamos a continuación.

Al igual que Piaget, Erik Erikson (1902-1994) sostuvo que los niños se desarrollan en un
orden predeterminado. En vez de centrarse en el desarrollo cognitivo, sin embargo, él
estaba interesado en cómo los niños se socializan y cómo esto afecta a su sentido de
identidad personal. La teoría de Erikson del desarrollo psicosocial está formada por
ocho etapas distintas, cada una con dos resultados posibles.

Según la teoría, la terminación exitosa de cada etapa da lugar a una personalidad sana y
a interacciones acertadas con los demás. El fracaso a la hora de completar con éxito una
etapa puede dar lugar a una capacidad reducida para terminar las otras etapas y, por lo
tanto, a una personalidad y un sentido de identidad personal menos sanos. Estas
etapas, sin embargo, se pueden resolver con éxito en el futuro.

1. Confianza frente a desconfianza

Desde el nacimiento hasta la edad de un año, los niños comienzan a desarrollar la


capacidad de confiar en los demás basándose en la consistencia de sus cuidadores
(generalmente las madres y padres). Si la confianza se desarrolla con éxito, el niño/a
gana confianza y seguridad en el mundo a su alrededor y es capaz de sentirse seguro
incluso cuando está amenazado. No completar con éxito esta etapa puede dar lugar a
una incapacidad para confiar, y por lo tanto, una sensación de miedo por la
inconsistencia del mundo. Puede dar lugar a ansiedad, a inseguridades, y a una
sensación excesiva de desconfianza en el mundo.
2. Autonomía frente vergüenza y duda

Entre el primer y el tercer año, los niños comienzan a afirmar su independencia,


caminando lejos de su madre, escogiendo con qué juguete jugar, y haciendo elecciones
sobre lo que quiere usar para vestir, lo que desea comer, etc. Si se anima y apoya la
independencia creciente de los niños en esta etapa, se vuelven más confiados y seguros
respecto a su propia capacidad de sobrevivir en el mundo. Si los critican, controlan
excesivamente, o no se les da la oportunidad de afirmarse, comienzan a sentirse
inadecuados en su capacidad de sobrevivir, y pueden entonces volverse excesivamente
dependiente de los demás, carecer de autoestima, y tener una sensación de vergüenza
o dudas acerca de sus propias capacidades.

3. Iniciativa frente a culpa

Alrededor de los tres años y hasta los siete, los niños se imponen o hacen valer con más
frecuencia. Comienzan a planear actividades, inventan juegos, e inician actividades con
otras personas. Si se les da la oportunidad, los niños desarrollan una sensación de
iniciativa, y se sienten seguros de su capacidad para dirigir a otras personas y tomar
decisiones. Inversamente, si esta tendencia se ve frustrada con la crítica o el control, los
niños desarrollan un sentido de culpabilidad. Pueden sentirse como un fastidio para los
demás y por lo tanto, seguirán siendo seguidores, con falta de iniciativa.

4. Industriosidad frente a inferioridad

Desde los seis años hasta la pubertad, los niños comienzan a desarrollar una sensación
de orgullo en sus logros. Inician proyectos, los siguen hasta terminarlos, y se sienten
bien por lo que han alcanzado. Durante este tiempo, los profesores desempeñan un
papel creciente en el desarrollo del niño.

Si se anima y refuerza a los niños por su iniciativa, comienzan a sentirse trabajadores y


tener confianza en su capacidad para alcanzar metas. Si esta iniciativa no se anima y es
restringida por los padres o profesores, el niño comienza a sentirse inferior, dudando de
sus propias capacidades y, por lo tanto, puede no alcanzar todo su potencial.

Opinión personal:
Los niños deben de crecer al lado de sus padres porque eso afecta su vida, su futuro, el
niño tienen que vivir al lado de los padre porque es una obligación de ellos proteger, la
salud, la seguridad y la moralidad de ellos, velar que ellos estén sanos, protegidos velar
que no estén al lado de malas personas, velar por su educación, salud, y adquirir una
encomia para su educación darles todos los conocimientos posible para su aprendizaje
necesario para que pueda vivir en sociedad etc.

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