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04 de junio de 2018
En el evangelio de Juan el término “judíos”, que está ausente en las cartas, se usa
con varios significados casi siempre haciendo referencia a grupos de personas que pueden,
Jesús. Burge, en su comentario al evangelio, lo describe como que, “en Juan, la expresión
«los judíos» se convierte prácticamente en una frase técnica (se utiliza setenta veces) para
aludir a aquellos que rechazan a Jesús”,1 “y alude en general a los dirigentes judíos de
Jerusalén (particularmente los funcionarios del templo) hostiles a Jesús”.2 Sin embargo, no
todas las referencias están orientadas a los opositores. Entre las menciones más
significativas del término, en el evangelio, se pueden notar referencias hacia las autoridades
religiosas, casi siempre en oposición (1:19; 2:18, 20; 3:1; 5:10, 15, 16, 18); los habitantes
de Judea en general (4:9, 22; 11:19); y judíos que creen en Jesús (3:1; 8:31; 10:19; 11:45;
Para Brown, la hostilidad que el evangelio presenta hacia “los judíos” se debe a la
autoridades romana y expulsada de las sinagogas por ellos.3 Aunque no todas las menciones
hacia “los judíos” están aludiendo a esta persecución, sí es clara la connotación negativa
1
Gary M. Burge, Juan: del texto bíblico a una aplicación contemporánea, trad. de Pedro L. Gómez Florez,
Comentarios bíblicos con aplicación NVI (Miami: Vida, 2011), 26.
2
Burge, Juan, 67.
3
Raymond E. Brown, La comunidad del discípulo amado: estudio de la eclesiología juánica, trad. de
Faustino Martínez Goñi, 3.a ed., Biblioteca de estudios bíblicos, vol. 43 (Salamanca: Sígueme, 1991), 65-66.
2
dada a los que llevan este calificativo, lo cual es muy notable en los capítulos 7 y 8. Sin
mostrar un aspecto positivo hacia “los judíos” que creen en Jesús. En 12:10-11, como en
9:22, hay una distinción muy llamativa. Se trata, en el capítulo 12, de la distinción entre los
sumos sacerdotes y “los judíos”; y en 9:22 los padres del ciego les temen a “los judíos”. En
la primera cita “los judíos” no son agentes de temor como en la segunda. Estas son algunas
de las distinciones que presenta el evangelio sobre “los judíos” y que obligan al lector a ser
cuidadoso al referirse al tema para no acuñar una misma aplicación a todos los diferentes
grupos que se identifican bajo este término y todavía más cuidadosos a la hora de actualizar
estos temas porque “algunos capítulos, como Juan 8 y 10, han inspirado muchas veces
actitudes antisemitas. Tanto a los judíos como los cristianos de origen judío les
A lo largo del evangelio es posible ver que la distinción de “los judíos” tiene un
propósito teológico. Son los líderes religiosos quienes están en continua oposición al
ministerio de Jesús y los pocos que no (7:51 Nicodemo; y 19:38 José de Arimatea), no son
mencionados como aparte del calificativo. También, desde el manifiesto, ha quedado claro
que los hijos de Dios no son engendrados de la sangre, sino por haber creído en Jesús. Los
que tienen la genética de Dios son verdaderamente hijos de él. Esto se puede ver también
en la distinción que Jesús hace de ellos, ya no como hijos de Abraham (8:39), o Moisés
(5:46), o de Dios (8:41); sino como hijos del diablo (8:44; 1 Jn 3:10). De este modo queda
descartada cualquier filiación con Dios a partir de la raza para dar lugar, entonces, a recibir
4
Burge, Juan, 270.
3
evangelio de Juan, por ver las señales y, al verlas, creer que el Cristo es Jesús.
Así, aunque pareciera que “los judíos” no pueden alcanzar la misericordia de Dios
porque no creen en él, el evangelio está cargado de judíos que sí creen en Jesús y pasan a
ser discípulos comprometidos como los son sus doce (aunque Judas después lo traiciona),
Nicodemo y José de Arimatea, el ciego que recibió la vista, las mujeres y las multitudes que
le siguen. El término, entonces, es usado para describir la oposición y para crear una
continua distinción entre la religión que se endurece ante la revelación del Hijo de Dios,
Bibliografía
juánica. Trad. de Faustino Martínez Goñi. 3.a ed. Biblioteca de estudios bíblicos,
Burge, Gary M. Juan: del texto bíblico a una aplicación contemporánea. Trad. de Pedro L.
Gómez Florez. Comentarios bíblicos con aplicación NVI. Miami, FL: Vida, 2011.