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LOS ORÍGENES DE LA CIVILIZACIÓN

V. Gordon Childe

VII. LA REVOLUCIÓN URBANA

HACIA el año 4000 a.C., la enorme comarca de tierras se- cobre, sino que el mismo pedernal, del cual había una exce-
miáridas que bordea el Mediterráneo oriental y se extiende lente provisión en los farallones del Nilo, era igualmente di-
hasta la India se encontraba poblada por un gran número de fícil de obtener. En realidad, en las llanuras de aluvión y en
comunidades. Entre ellas debemos imaginar que existía una los pantanos hasta las guijas duras, apropiadas para fabricar
diversidad de economías, adecuadas a la variedad de condi- hachas, eran cosa rara. Desde un principio, los sumerios tu-
ciones locales, comprendiendo cazadores y pescadores, agri- vieron que importar obsidiana armenia u otras piedras exóti-
cultores de azada, pastores nómadas y agricultores sedenta- cas para tallar instrumentos. El Sind y el Penjab sufrían de la
rios. A su alrededor podemos añadir otras tribus dispersas en misma escasez de materias primas esenciales, como Sumer.
la inmensidad del desierto. Entre todas estas comunidades se En las extensas llanuras de aluvión y en los terrenos llanos
había aumentado el capital cultural del hombre con los des- de las riberas, la necesidad de realizar grandes obras públi-
cubrimientos e invenciones señalados en el capítulo anterior. cas para drenar y regar la tierra y proteger los poblados hizo
Habían acumulado laboriosamente un conjunto importante que la organización social tendiera a consolidarse y el siste-
de conocimientos científicos —topográficos, geológicos, as- ma económico a centralizarse. Al mismo tiempo, los habi-
tronómicos, químicos, zoológicos y botánicos— de saber y tantes de Egipto, Sumer y la cuenca del Indo se vieron obli-
destreza prácticos, aplicables a la agricultura, la mecánica, la gados a organizar algún sistema regular de comercio o de
metalurgia y la arquitectura, y de creencias mágicas que trueque para asegurarse el abastecimiento de materias pri-
también eran consagradas como verdades científicas. Como mas esenciales. La fertilidad de las tierras dio a sus habitan-
resultado del comercio y de las migraciones de pueblos que tes los medios de satisfacer su necesidad de importaciones,
hemos indicado, la ciencia, las técnicas y las creencias se pero tuvieron que sacrificar su autosuficiencia económica y
habían propagado con amplitud; el conocimiento y la destre- crear una estructura económica completamente nueva. El
za eran aprovechados. Al propio tiempo se venía quebran- excedente de productos domésticos no sólo debió ser sufici-
tando la exclusividad de los grupos locales, se relajaba la ri- ente para intercambiarlo por materiales exóticos; también
gidez de las instituciones sociales y se sacrificaba la inde- debió servir para sostener un cuerpo de comerciantes y de
pendencia económica de las comunidades autosuficientes. trabajadores de los transportes, encargados de obtenerlos, y
Este desarrollo avanzaba con mayor rapidez en las gran- un cuerpo de artesanos especializados para trabajar las pre-
des depresiones de los ríos, en el valle del Nilo, en las gran- ciosas importaciones con mejor provecho. Pronto se hicie-
des llanuras de aluvión comprendidas entre el Tigris y el Eu- ron necesarios los soldados para proteger por la fuerza los
frates, y en las que bordean el Indo y sus afluentes, en las re- convoyes y la retaguardia de los comerciantes, los escribas
giones de Sind y Penjab. En ellas, una dotación generosa e para llevar registro de las transacciones cada vez más nume-
infalible de agua y un suelo fértil renovado cada año por las rosas y complicadas, y los funcionarios del Estado para con-
avenidas aseguraba un abastecimiento superabundante de ciliar los intereses en conflicto.
alimentos y permitía el crecimiento de la población. Por otra Así, hacia el año 3000 a.C., el cuadro arqueológico de
parte, tanto el avenamiento original de los pantanos y caña- Egipto, Mesopotamia y el valle del Indo ya no concentra la
verales que crecían junto a los ríos como la subsecuente atención sobre las comunidades de simples agricultores, sino
conservación de las tajeas y de los diques de protección im- en Estados que comprenden varias profesiones y clases. El
ponían exigencias excepcionalmente pesadas, requiriendo primer plano está ocupado por sacerdotes, príncipes, escri-
un esfuerzo continuo y disciplinado de las comunidades que bas y funcionarios y por un ejército de artesanos especializa-
disfrutaban de estas ventajas. Como lo explicamos en la p. dos, soldados profesionales y trabajadores de diversos ofi-
156, la irrigación puso en manos de las comunidades un me- cios, todos ellos apartados de la ocupación primaria de pro-
dio eficaz para fortalecer la disciplina. ducir los alimentos. Los objetos más notables que se desen-
A pesar de su abundancia de alimentos, los valles de alu- tierran ahora ya no son instrumentos para la agricultura y la
vión son extraordinariamente pobres en otras materias pri- cacería u otros productos de la industria doméstica, sino or-
mas fundamentales para la vida civilizada. El valle del Nilo namentos de los templos, armas, vasijas hechas a torno (p.
carecía de madera para construcción, de piedra suelta, de 178), joyas y otros objetos producidos en gran escala por ex-
minerales y de piedras mágicas. Sumer se encontraba en pertos artesanos. Como monumentos, en vez de chozas y al-
condiciones todavía peores. La única madera nativa era la querías, tenemos tumbas grandiosas, templos, palacios y ta-
suministrada por las palmeras datileras, y las canteras de pi- lleres. Y en ellos encontramos toda suerte de sustancias exó-
edra para construcción estaban más alejadas y eran menos ticas, no como rarezas, sino como cosas importadas regular-
accesibles que en Egipto; no sólo faltaban yacimientos de mente y utilizadas en la vida cotidiana.

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Obviamente, el cambio en el material arqueológico refleja mer, en todos los sitios, los sistemas económicos no sólo son
una transformación en la economía que produjo el material. similares desde el principio hasta el fin, sino que son idénti-
También es obvio que la transformación debió estar acom- cos; y, en último término, se demuestra que esta identidad se
pañada por el crecimiento de la población. Los sacerdotes, fundaba en la comunidad de lengua, religión y organización
funcionarios, mercaderes, artesanos y soldados representan social. Los acontecimientos revelados por las excavaciones
nuevas clases que, como tales, no podían encontrar su sub- hechas en Erech deben tomarse, por lo tanto, como ilustra-
sistencia en una comunidad autosuficiente de productores de tivos de lo que ocurrió en otros sitios.
alimentos, ni aun en una partida de cazadores. La sola evi- Erech fue primero un poblado de agricultores neolíticos.
dencia arqueológica es suficiente para confirmar esto. Las El derrumbe y la renovación sucesiva del poblado, en la for-
nuevas ciudades ocupan más espacio y tienen capacidad pa- ma descrita en la p. 63, formó gradualmente un montículo o
ra una población más densa que los poblados agrícolas ab- tell, el cual se elevó lentamente sobre el nivel del terreno ce-
sorbidos por ellas o que siguen subsistiendo a su lado. Mo- nagoso. Los primeros 15 metros de esta colina artificial es-
henjo-daro, en Sind, por ejemplo, se extendía sobre una mi- tán formados, por entero, con las ruinas de chozas de carrizo
lla cuadrada de superficie, y estaba formada por una estre- o de casas de adobe. Las simples reliquias que allí se han en-
cha aglomeración de casas de dos pisos, dispuestas pulcra- contrado ilustran el progreso sintetizado en el capítulo ante-
mente a lo largo de amplias calles o de estrechos callejones. rior; tal como el empleo creciente del metal, la introducción
A más de esto, los cementerios urbanos testimonian no sólo del torno de alfarería y otras cosas semejantes. El poblado
un incremento de la riqueza, sino también la multiplicación fue creciendo en magnitud y en riqueza, pero siguió siendo
de la población. En el Nilo encontramos no sólo aldeas se- un poblado.
pulcrales que se remontan a la época prehistórica, sino tam- Después, en sustitución de los muros y fogones de chozas
bién grandes cementerios con tumbas monumentales reser- modestas, aparecen los cimientos de construcciones verda-
vadas a las personas reales y a los funcionarios. El llamado deramente monumentales —de un templo o de un grupo de
"cementerio real" de Ur probablemente fue utilizado sola- templos—. Y, cercada por otras alturas, una colina artificial,
mente por una parte de la corporación urbana y, de acuerdo el prototipo del "zigurat", o torre escalonada, el cual era par-
con la estimación más amplia, durante menos de tres siglos te indispensable de un templo sumerio histórico. Este primer
(la mayor parte de los investigadores autorizados reducen zigurat está enteramente construido con terrones de barro
esta cifra a la mitad). No obstante, comprende más de 700 formados a mano y unidos con capas de betún. Aun así, se
entierros, todavía reconocibles en el momento de su descu- elevaba más de 10 metros sobre la superficie del suelo —el
brimiento, número superior con mucho al de los que se han nivel de las calles del poblado actual— y medía en su cús-
hallado en cualquier cementerio puramente prehistórico. pide más de 800 m2. Las pronunciadas laderas tenían el re-
La conversión de la producción autosuficiente de alimen- lieve de los contrafuertes, alternados con nichos, y estaban
tos a una economía basada también en la manufactura espe- adornadas y consolidadas con millares de pequeñas copas de
cializada y en el comercio exterior promovió, en consecuen- arcilla cocida. Éstas eran colocadas unas al lado de otras en
cia, un notable crecimiento de la población. Tuvo un efecto hileras cerradas, dentro del barro del zigurat, cuando todavía
tal sobre la estadística demográfica como para merecer el estaba húmedo. Servían para consolidar las caras al secarse
título de revolución, en el sentido en que ya definimos. y, luego, formaban dibujos decorativos de hoyuelos redon-
En el dominio económico, los resultados de la segunda re- dos, cuando se terminaba el monumento.
volución en Egipto, Mesopotamia y la India, fueron seme- En la cumbre del montículo estaba ubicada una capilla pe-
jantes, pero sólo de, un modo abstracto. Sus resultados con- queña, con muros de adobe encalados y una escalera por la
cretos fueron notablemente diferentes en cada una de estas cual pudiera descender la deidad del cielo. Al pie de la coli-
regiones. Los detalles de la estructura económica de los sis- na había otros templos más imponentes.
temas políticos y religiosos que se apoyan sobre ella diver- La erección de la colina artificial y de los templos; la ex-
gen en forma notable. Esta divergencia se extiende hasta los tracción y el transporte de los materiales, y la fabricación de
objetos arqueológicos más simples. En cada región, los for- millares de copas y adobes requería un conjunto grande y
jadores trabajaban las mismas sustancias químicas, valién- disciplinado de trabajadores y artesanos. Como éstos no to-
dose de procedimientos simples análogos para fabricar ins- maban parte activa en la producción de alimentos, tenían
trumentos y armas destinadas a satisfacer necesidades huma- que ser mantenidos, o recibir algún pago, de algún depósito
nas comunes. Pero sus productos —hachas, cuchillos, dagas común de alimentos excedentes. ¿De quién era este depósi-
y puntas de lanza— asumen formas enteramente distintas en to? Es de presumir que ya estaba controlado por el poder, di-
el Nilo, en el Eufrates y en el Indo. No es menor el contraste ciéndose, tal vez, que pertenecía a la "deidad", a cuyo honor
entre la cerámica hindú, sumeria y egipcia, a pesar de que el y gloria estaba dedicada la construcción. La fertilidad del
oficio de alfarero fue común a las tres regiones. Parecidos suelo y las piadosas supersticiones de sus cultivadores deben
contrastes pueden descubrirse en todos los aspectos de la ac- haber aportado riquezas a su divino señor, por lo menos en
tividad humana. Por lo tanto, una explicación abstracta de la productos alimenticios excedentes.
revolución en general no puede subsistir a la descripción de Pero la erección de un monumento semejante no sólo re-
su desarrollo en las diversas regiones. quirió trabajadores y alimentos. Todo fue planeado cuidado-
En Mesopotamia, el arqueólogo puede observar las diver- samente: la colina artificial tiene sus cuatro esquinas orien-
sas fases de la revolución en varios sitios diferentes del sur, tadas hacia los puntos cardinales. Para ello, se necesitó de
en Sumer, Eridu, Ur, Erech, Lagash, Larsa y Shuruppak; las una fuerza dirigente centralizada. Siendo el dios una proyec-
etapas posteriores también pueden observarse en el norte, en ción ficticia de la voluntad comunal, esta fuerza tenía que
Akkad, Kish, Jemdet, Nasr, Opis, Eshnunna y Mari. En Su- ser suministrada por sus servidores. Naturalmente, el dios

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imaginario encontraba bastantes representantes e intérpretes animales modeladas en arcilla. Luego fueron sustituidas por
dispuestos a administrar y a ensanchar sus posesiones terri- frisos de platos decorativos labrados en piedra o en concha y
toriales, a cambio de una modesta participación en sus in- montados en betún. En la aurora de la historia, las figuras
gresos. Los magos y hechiceros, cuya existencia hemos su- modeladas en arcilla son sustituidas por grupos de animales
puesto en los poblados neolíticos, han llegado a constituir u- de grandes dimensiones, hechos en cobre colado o batido y
na corporación sacerdotal, santificada con la autoridad divi- colocados sobre un fondo de betún.
na y emancipada de cualquier trabajo mundano en la agri- La etapa representada por la tercera fase principal de re-
cultura o en la ganadería. Los sacerdotes interpretan la vo- construcción en Erech se reconoce igualmente en Akkad (al
luntad divina para las masas trabajadoras o, dicho en otras norte de Babilonia), particularmente en Jamdet Nasr. Para
palabras, embrollan las ceremonias mágicas, por medio de esta época, el aumento de la riqueza, el conocimiento más
las cuales la sociedad cree obligar a las fuerzas naturales, profundo de la química y la geología aplicadas, y un comer-
convirtiéndolas en ritos cada vez más complicados para con- cio más regular y extendido se muestran en la importación y
ciliar la potencia que ellos personifican ahora. Y es en este el empleo de plomo, plata y lapislázuli. El desarrollo de la
proceso de invención donde son revelados los planos de los destreza técnica se señala en la fabricación de artículos de
templos, tal como los reyes históricos relatan que se les ha pasta vidriada y de carros ligeros de guerra. Los símbolos
revelado en sueños el plano de un templo. son principalmente retratos —aun cuando incluyen también
Entonces podemos suponer que, como en el periodo histó- signos convencionales, cuya semejanza con objetos concre-
rico más primitivo, a este primer templo corresponde ya una tos es difícilmente reconocible—, pero deben haber tenido
corporación de sacerdotes. Por analogía con las constancias ya una significación convencional. Hay diversos signos nu-
de los documentos escritos, estos sacerdotes también deben méricos para las unidades, las decenas y las centenas, o bien
haber sido los administradores del tesoro divino. Ahora bien, las unidades sexagesimales. En las tablillas ya aparecen fór-
la administración de los ricos tesoros del templo impo-ne mulas simples de aritmética —por ejemplo, se tiene la fór-
una nueva tarea a las personas que se ocupan de ella. Los mula para hallar la superficie de un terreno, por el producto
documentos escritos pondrán pronto al descubierto en qué de dos lados adyacentes—.
consistía esta tarea: se hizo necesario inventar alguna mane- El incremento en las rentas del dios, con el consiguiente
ra de registrar las diversas ofrendas recibidas y el modo co- aumento en la complejidad de las cuentas, deben haber obli-
mo se utilizaban, por temor de que la deidad pidiera cuentas gado a los administradores sacerdotales a inventar sistemas
a sus sacerdotes acerca de la administración. Y, en efecto, en de escritura y de notación numérica que resultaran inteligi-
las excavaciones de la capilla del zigurat se encontró una ta- bles para sus colegas y sucesores, dentro de la corporación
blilla en la cual se conserva la impresión de un sello y las permanente de los funcionarios del templo. Para simplificar
huellas de algunas cifras numéricas. Se trata de la tablilla de y abreviar sus labores tuvieron que descubrir y formular re-
cuentas más antigua del mundo, precursora inmediata de una glas para calcular y "leyes" de geometría.
larga serie de cuentas halladas en los templos sumerios. En la fase siguiente, bastante después del año 3000 a.C., el
De este modo, el primer templo de Erech revela la existen- "cementerio real" de Ur ilustra brillantemente la culmina-
cia de una comunidad, elevada al rango de ciudad, teniendo ción de este proceso. Los orfebres pueden hacer hilos y sol-
a su disposición un excedente de riqueza real, acumulada en dar, produciendo cadenas delicadas y elaborados ornamen-
manos de una deidad y administrada por una corporación sa- tos en trabajos de granalla y de filigrana. El artífice del co-
cerdotal. Su existencia implica una fuerza organizada de tra- bre es maestro en el martilleo y en el colado, y, probable-
bajadores, industrias especializadas y algún sistema rudi- mente, emplea el procedimiento de la cera perdida. Así, pue-
mentario de comercio y transportes. Es en este momento de suministrar a los otros artesanos una variedad de instru-
crucial cuando surgen los rudimentos del cálculo y aun de la mentos delicados y especializados —hachas, azuelas, cince-
escritura. Desde luego Erech no se encontraba aislada; en las les, gubias, taladros, cuchillos, sierras, clavos, grapas, agujas
ruinas de las otras grandes ciudades sumerias se han encon- y otras cosas—. Los joyeros podían taladrar ahora las pie-
trado reliquias de la misma etapa cultural y de una antigüe- dras más duras y tallarlas para hacer sellos. Los escultores
dad absolutamente semejante. A partir de entonces, el desa- comenzaron a cincelar copas y estatuillas de piedra caliza y
rrollo de la civilización urbana puede seguirse continuamen- aun de basalto. El carpintero pudo construir barcas, carros y
te hasta el momento en que la plena luz de la historia escrita lechos, lo mismo que arpas y liras. Naturalmente, existen
irrumpe en su interior. Su curso comprende la acumulación músicos profesionales para tocar los instrumentos, y tienen
de riqueza, el mejoramiento de la habilidad técnica, la cre- efectivamente asignados sus lugares, al lado de sus señores
ciente especialización del trabajo y la dilatación del comer- reales!
cio. Todo este lujo y refinamiento significa algo más que la
El templo de Erech sufrió averías y fue reconstruido, por acumulación de la riqueza y la intensificación de la especia-
lo menos, cuatro veces. En cada ocasión, el templo se hacía lización. Se funda en el enriquecimiento del saber artesano y
más grande que el anterior. Las copas incrustadas en los mu- en nuevos descubrimientos de ciencia aplicada. Los finos
ros del primer zigurat fueron sustituidas por conos de arcilla vaciados de los forjadores sumerios no hubieran podido lo-
cocida, cuyos extremos estaban pintados de negro, rojo y grarse con cobre puro. Difícilmente serían concebibles si no
blanco. Estos conos incrustados forman dibujos en mosaico se hubiera descubierto la aleación de cobre y estaño a la cual
sobre los muros de adobe. Al iniciarse la época histórica, el damos el nombre de bronce y, en realidad, el análisis ha de-
mosaico de conos de arcilla es sustituido por nácar y corne- mostrado el empleo de esta aleación. Sin embargo, no por
rina embutidos en betún negro. En un principio, el interior ello se debe atribuir a los sumerios ese descubrimiento; por
de los muros del santuario estaba decorado con figuras de esa misma fecha, el bronce era usado también en la India:

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Presumiblemente empezó como una aleación accidental, re- los fardos de mercancías de un lugar a otro. En las estacio-
sultante de la fusión de un mineral de cobre que contuviera nes terminales y en las de tránsito, las caravanas y los barcos
estaño como impureza natural, o de la mezcla casual de mi- mercantes deben haber hecho escalas prolongadas. Los re-
nerales de cobre y de estaño. Pero sólo una industria urbana presentantes del país exportador, probablemente colonos,
que utilizara "cobre" proveniente de diversas fuentes pudo deben haber recibido las mercancías en el lugar de su desti-
descubrir por comparación la superioridad del "cobre" de no y preparado cargas para el viaje de regreso, entreteniendo
una región o de un yacimiento. Tal observación debe haber a los viajantes mientras tanto. Del mismo modo que existen
sido el primer paso para llegar a aislar la impureza causante colonias permanentes de comerciantes británicos en Oporto,
de tal superioridad, para poder preparar después la aleación Estambul y Shanghai, debemos imaginar colonias de merca-
en forma deliberada. El bronce únicamente se pudo descu- deres hindúes establecidas en Ur y Kish. En tales condicio-
brir por medio de la comparación y de la experimentación nes, el comercio es verdaderamente un medio de intercam-
deliberadas. bio, una cadena por la cual se pueden propagar las ideas en
Otra prueba de experimentación la tenemos en una peque- una escala internacional.
ña daga de hierro perteneciente al mismo periodo. No está Además, las caravanas transportaban no sólo mercancías
hecha de hierro meteórico o telúrico natural, sino de metal —realizaciones concretas de las nuevas invenciones—, sino
reducido de un mineral. Debe haber sido el resultado de un también hombres —artesanos e inventores—. En el Oriente,
experimento aislado, y no hay prueba de que el descubri- el trabajador experto es, por tradición, extraordinariamente
miento fuera seguido después. No fue sino hacia el año 1300 móvil. Los artesanos gravitan alrededor de centros en los cu-
a.C. cuando el hierro se empleó industrialmente de un modo ales pueden practicar provechosamente su destreza. Y esto
regular y no sólo en Mesopotamia, sino en toda Asia Menor. debe haber ocurrido así desde la antigüedad. La nueva clase
Otro descubrimiento de la misma época fue el del vidrio de hábiles artesanos, creada por la segunda revolución, se
transparente. Las piedras vidriadas y la loza esmaltada ya había liberado de las tareas de la producción primaria de ali-
habían sido conocidas por los egipcios prehistóricos, y el mentos y, por consiguiente, del apego al suelo. Tal vez se
arte de su manufactura fue introducido en Mesopotamia an- había liberado al mismo tiempo de los vínculos tribales, sin
tes del año 3000 a.C. Un poco después de esta fecha tene- adherirse con firmeza a los Estados locales nacientes. Así,
mos ejemplares de vidrio transparente. Debemos considerar- los artesanos podían ir a cualquier parte en donde se les
lo como un descubrimiento sumerio resultante de los experi- ofreciera ocupación conveniente. O bien, cuando se trataba
mentos hechos con otros vidrios, y dependiente de las pro- de esclavos, eran enviados como mercancías a donde su des-
piedades de los silicatos alcalinos. treza hacía que se pagara el precio más alto por sus perso-
El empleo de una variedad tan amplia de sustancias im- nas. En todo caso, este movimiento explica la rápida propa-
portadas, extrañas a las tierras de aluvión, implica el hecho gación de los procedimientos técnicos.
de que las relaciones comerciales, apuntadas en época más Tales fueron las etapas de la segunda revolución en Meso-
primitiva, se habían extendido y eran más regulares. Parte potamia, y ésas fueron sus consecuencias industriales y eco-
del cobre provenía de Omán, al sur del Golfo Pérsico. La nómicas para la cultura material del hombre. Las diversas e-
plata y el plomo eran traídos, probablemente, de las monta- tapas son, indudablemente, momentos de un proceso orgáni-
ñas del Tauro, en Asia Menor, ya que existen testimonios de co de acumulación económica y de avance científico y técni-
que esta región se convirtió en un gran centro exportador co. Sin embargo, esta continuidad no se aplica, necesaria-
poco después del año 2500 a.C. Las grandes conchas eran mente, a los dominios etnológico y político. En rigor, exis-
extraídas del Golfo Pérsico y del Mar de Omán. La madera ten indicaciones de que esta acumulación y este avance fue-
se obtenía de las montañas que recogen las lluvias: de Za- ron interrumpidos o acelerados por el advenimiento de nue-
gros o, tal vez, del Líbano o de la costa mediterránea. Se vos pueblos, tal vez en la forma de conquistas o invasiones.
cree que el lapislázuli era traído desde Afganistán. Así, por ejemplo, cambiaron los ritos funerarios. Los agri-
El comercio no se limitó a las materias primas. En Egipto cultores neolíticos eran enterrados, generalmente, tendidos,
y la India ya se había consumado la segunda revolución; las descansando por completo sobre sus espaldas. En la tercera
ciudades de Sumer mantenían relaciones comerciales con las fase cultural (representada en Jemdet Nasr), los muertos e-
del Nilo y el Indo. Las mercancías fabricadas por las indus- ran enterrados en cuclillas, con la barba descansando encima
trias especializadas de un centro urbano eran vendidas en los de las rodillas; en el cementerio real de Ur, los esqueletos se
bazares de otro. En varias ciudades mesopotámicas se han hallan encorvados, en actitud de dormir, mientras que algu-
hallado algunos sellos, cuentas y hasta vasijas cuyas caracte- nos personajes, supuestamente reales, descansan en tumbas
rísticas no son sumerias pero que, por lo demás, eran comu- monumentales, rodeados de víctimas humanas, sacrificadas
nes en las ciudades contemporáneas del Sind y del Penjab. en sus funerales. Algunos cambios arquitectónicos también
Estos objetos constituyen una prueba concluyente del co- parecen indicar algo más que nuevos progresos técnicos. El
mercio internacional que enlazaba al Tigris con el Indo, sal- segundo conjunto de templos en Erech se apoya en cimien-
vando una distancia de cerca de 2000 km. Nos señalan la tos formados por bloques de piedra caliza, material que pa-
existencia de caravanas que cruzaban regularmente la des- rece ser exótico en las llanuras de aluvión. En el siguiente
mesurada distancia y los desiertos salados que separan am- grupo se abandonó la piedra, utilizándose en su lugar ladri-
bos valles, o bien de flotas de embarcaciones que navegaban llos planos cocidos en horno. En cambio, el último grupo de
siguiendo el árido litoral del Mar de Omán, entre las desem- templos, al igual que todos los monumentos de la época, es-
bocaduras de los dos ríos. tá construido con absurdos ladrillos plano-convexos, o sea,
Ahora bien, en el Oriente, esta clase de comercio no con- planos por un lado y en forma de almohadilla por el otro. Se
siste, ni ha podido consistir nunca, en el mero transporte de considera que los nuevos recursos arquitectónicos represen-

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tan estilos extranjeros, introducidos en Sumer por algunos mienzo de la historia, la sociedad proyectó su voluntad co-
invasores. Los sellos dan indicios ciertos de guerras y bata- lectiva, sus temores y esperanzas generales, en esta persona
llas. Por último, cuando los testimonios escritos se tornan ficticia, a la cual veneraba como Señor de su territorio.
explícitos, nos encontramos a Babilonia ocupada por dos En todo caso, cada dios tenía su morada terrena; el templo
grupos lingüísticos distintos: una parte de sus habitantes ha- en la ciudad, una propiedad territorial, servidores humanos y
bla un dialecto semítico —el acadio— conectado con el he- la corporación sacerdotal. Los documentos descifrables más
breo y el árabe, pero radicalmente diferente del sumerio. antiguos de Mesopotamia son, en efecto, las cuentas lleva-
No es posible determinar con precisión la naturaleza y los das por los sacerdotes acerca de los ingresos de los templos.
efectos de las perturbaciones étnicas y raciales, más bien Por ellas se pone de manifiesto que el templo era no sólo el
problemáticas. Con certeza, ellas no interrumpieron seria- centro de la vida religiosa de la ciudad, sino también el nú-
mente la continuidad de la cultura material. Por su parte, los cleo de la acumulación de capital. El templo funcionaba co-
dioses y sus templos sobrevivieron a las crisis; las corpora- mo un gran banco; el dios era el principal capitalista del te-
ciones sacerdotales conservaron su identidad, independien- rritorio. Los archivos más antiguos de los templos registran
temente de lo que ocurriera a las otras estructuras sociales. Y los préstamos hechos por el dios a los agricultores, en si-
esto ha sido cierto también para toda la historia subsecu- mientes o animales de labranza; los campos concedidos a los
ente. Las relaciones escritas de Babilonia describen frecuen- arrendatarios, los salarios pagados a los cerveceros, a los
tes cambios de dinastía y conquistas repetidas por parte de constructores de embarcaciones, a los hilanderos y a otros
invasores extranjeros. En estas catástrofes, los templos po- empleados, y los adelantos hechos, en grano o en metálico, a
dían ser saqueados y destruidos; pero, generalmente, el nue- los comerciantes viajeros. El dios era el miembro más rico
vo rey o el conquistador victorioso mostraba justamente su de la comunidad. Su riqueza se encontraba a disposición de
piedad y su poder reconstruyendo y enriqueciendo con nue- la comunidad, de cuya piedad, en rigor, provenía. Pero la
vas rentas al templo de la ciudad. Todavía en el año 323 a. misma piedad exigía que el deudor no sólo debiera pagar lo
C., Alejandro de Macedonia selló su conquista del Asia con prestado, sino que añadiera una pequeña limosna en agrade-
la reconstrucción de Esagila, el gran templo de Babilonia. cimiento. Los ministros del dios recordaban escrupulosa-
La reconstrucción repetida de los templos históricos en mente, sin duda, las deudas contraídas y hasta estipulaban
Erech y en otras ciudades constituye un testimonio concreto previamente lo que la decencia requería ofrecer como limos-
de esa misma continuidad de las corporaciones religiosas, na. Tales limosnas serían llamadas réditos en la actualidad y
con sus tradiciones culturales inquebrantables, que la his- es posible que la tarifa del templo fuera considerada como
toria atestigua inequívocamente después. usuraria, por parte de los impíos.
A medida que las corporaciones sacerdotales continuaron Este sistema económico que hizo del dios un gran capita-
aumentando sus riquezas, a través de todas las vicisitudes, se lista y terrateniente, convirtiendo su templo en un banco ur-
hizo cada vez más pesada la tarea de administrar los crecien- bano, se originó, evidentemente, en una remota época pre-
tes ingresos. Los administradores tuvieron que inventar me- histórica. La tablilla de yeso con figuras del primer templo
dios todavía mejores para registrar sus complicadas transac- de Erech y las tablillas de Jemdet Nasr, con sus inscripcio-
ciones comerciales. Por último, llegaron a crear un sistema nes, son, sin duda, precursoras de las cuentas de templos que
de escritura que no sólo pudieron leer sus colegas y suceso- ahora podemos leer. En consecuencia, estas últimas justifi-
res inmediatos, sino también los investigadores modernos. can la descripción del desarrollo económico de Sumer que
En la época del cuarto conjunto de templos de Erich surgen antes hemos inferido. Asimismo, servirán de base para el a-
los primeros documentos escritos descifrables, para comple- nálisis de las consecuencias científicas de la segunda revo-
mentar las inferencias de la arqueología prehistórica. lución, que exponemos en el capítulo siguiente.
Poco después del año 3000 a.C., los primeros textos escri- Hacia el año 3000 a.C., ya había surgido en cada ciudad,
tos nos proporcionan un cuadro de la organización social y junto con la deidad, un potentado temporal. Se presentaba
económica de Sumer y Akkad. El territorio estaba dividido humildemente como "vicegerente" del dios, aun cuando
entre 15 o 20 ciudades-Estado, cada una de ellas autónoma también se ostentaba como "rey". Tal vez había personifica-
desde el punto de vista político, pero disfrutando todas de do anteriormente al dios en aquellos dramas sagrados que
una cultura material común, lo mismo que de una religión y hemos imaginado anteriormente como factores en la génesis
un lenguaje también comunes, y siendo económicamente in- de la deidad. En realidad, seguía representando el papel del
terdependientes en gran medida. El centro de cada una de dios en algunos actos del drama. Pero se había emancipado
estas ciudades lo constituía el témenos sagrado, o sea, la ciu- del destino del actor original —el ser enterrado en una tum-
dadela, que contenía los templos del dios de la ciudad y de ba, tal como se hace con la semilla—. Lo cierto es que usur-
otras deidades. Si así nos parece, podemos inferir que el dios pó una buena parte del poder temporal del dios sobre los
es una personificación de las fuerzas mágicas; las represen- hombres. Desde los primeros documentos, aparece oprimi-
taciones dramáticas de la muerte y la resurrección de la ve- endo a sus súbditos. En realidad, el Estado había "surgido de
getación, de la siembra y la cosecha se deben haber ejecuta- la sociedad, colocándose por encima y aparte de ella".
do como ritos mágicos destinados a lograr la germinación de Con todo, el rey desempeñó ciertas funciones económicas
las simientes. Con el tiempo, los actores que simbolizan el esenciales en el desarrollo de la sociedad sumeria. Se encon-
grano y su mágica fertilidad deben haber sido considerados traba en posesión del poder material de un gobernante civil
como desempeñando el papel de una deidad que controlaba y de un comandante militar. Uno de los usos de este poder
a las fuerzas mágicas. La fuerza mágica a la cual el hombre debe haber sido el de velar que "los antagonismos" genera-
había tratado de obligar debe haber sido personificada como dos por la revolución, "las clases con intereses en conflicto
un dios, al cual se le debía servir y propiciar. Antes del co- no se consumieran a sí mismas, y a la propia sociedad, en u-

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na lucha estéril". Pero, acerca de esto, las relaciones guardan Al propio tiempo, el contraste que existe entre el estrecho
silencio. Lo que se menciona en ellas es el empleo del poder valle del Alto Egipto y la amplitud del Delta, en el Bajo
estatal para complementar la obra de las "empresas priva- Egipto, es fundamental. Desde el punto de vista histórico, la
das", satisfaciendo las necesidades económicas del país. Los unificación de Egipto significa la unión de estos dos territo-
primeros reyes se jactaban de sus actividades económicas — rios en un solo reino. Este acontecimiento antecedió a la uni-
la excavación de canales, la construcción de templos, la im- ficación de Babilonia, por parte de Sargón, en unos cinco si-
portación de madera de Siria, y de cobre y granito de O- glos; así que la segunda revolución es aproximadamente
mám—. Algunas veces se les representaba en los monumen- contemporánea en ambas regiones.
tos con vestiduras de enladrilladores o albañiles, o de arqui- A más de esto, Egipto depende menos de las importacio-
tectos recibiendo del dios los planos de un templo. nes extranjeras que Mesopotamia. Particularmente, los yaci-
Indudablemente, el poder real aceleró la acumulación de mientos locales de pedernal excelente, hicieron que el metal
capital, en forma de alimentos y de verdaderas riquezas. Con resultara menos fundamental para propósitos industriales; en
el excedente así obtenido eran mantenidos los cortesanos, realidad, los agricultores y artesanos egipcios todavía se-
ministros, músicos y hombres de armas. El ejército cumplía guían utilizando la piedra un millar de años después de que
una función económica al proteger la ciudad, sus canales y los babilonios venían empleando únicamente instrumentos
sus campos cultivados y de pastura contra las incursiones de de metal. En efecto, lo que Egipto tuvo que importar, pri-
los nómadas hambrientos de las estepas circundantes o de mordialmente, fueron artículos de lujo y de magia —mala-
las tribus salvajes de las montañas. Al final acabó por crear quita, gemas, oro, especias—. Por lo tanto, sólo la demanda
un orden político más compatible con las realidades econó- en gran escala de dichas sustancias fue lo que hizo inevita-
micas que el sistema de las ciudades-Estado. ble la organización sistemática del comercio exterior y la es-
La parte inferior de Mesopotamia es una unidad geográfi- pecialización de las industrias manufactureras. Tal demanda
ca que depende, para la vida, de las aguas de sus ríos geme- se hizo efectiva únicamente por el surgimiento de una clase
los y, para la vida civilizada, de la importación de las mis- que concedió un valor extravagante a los materiales exóti-
mas sustancias exóticas de fuentes comunes. Precisamente cos, para fines mágicos, y que, al mismo tiempo, disponía
por su dependencia respecto a las aguas de los mismos ríos, del excedente de riqueza necesario para satisfacer sus de-
las diversas ciudades autónomas estaban expuestas al surgi- seos.
miento de disputas sobre tierras y acerca de sus derechos al En estas condiciones, las reservas de provisiones reque-
uso de las aguas. Debido, justamente, a que todos confiaban ridas para la transformación del sistema económico no se
en el mismo comercio exterior para hacerse de los artículos acumularon en los templos de una deidad comunal, sino en
necesarios para sus industrias, eran inevitables las rivalida- manos de un monarca, quien ya se había colocado por en-
des comerciales entre los distintos Estados soberanos; la cima de la sociedad de la cual había surgido. La unificación
contradicción entre un sistema económico que debería ser de Egipto y la creación de un Estado basado en una industria
unitario y el separatismo político se ponía de manifiesto en y en un comercio secundarios, al igual que en la producción
las interminables guerras dinásticas. Los documentos más de alimentos, se lograron finalmente cuando un rey del Alto
antiguos de que disponemos, después de las cuentas de los Egipto, Menes, conquistó el Delta. Sus antecesores no deja-
templos, registran las guerras entre las ciudades adyacentes ron memorias concretas de su ascenso al poder, comparables
y los tratados que las hacían cesar temporalmente. La ambi- con las de los templos prehistóricos de Sumer. Por consi-
ción de cada una de las dinastías urbanas consistía en obte- guiente, tenemos que reconstruir el curso de la revolución, y
ner la hegemonía sobre sus vecinos. el establecimiento de la monarquía, por medio de arriesga-
Sin embargo, no se logró resultado permanente alguno por das inferencias hechas a partir de textos escritos concretos
estos conflictos intestinos, sino hasta el año 2500 a.C. (o en las reliquias arqueológicas.
después). Entonces, el gobernante semita o acadio, a quien A continuación damos una explicación aceptable de la gé-
conocemos con el nombre de Sargón de Agade, estableció nesis de la monarquía egipcia, aun cuando es más bien espe-
un imperio sobre toda Babilonia, el cual duró cerca de un si- culativa y, con seguridad, demasiado simplificada. En los
glo, con algunos intervalos de sublevaciones. Su proeza fue poblados prehistóricos, las comunidades autosuficientes de
imitada después, con mayor o menor éxito, por los reyes de clanes productores de alimentos, cuyos cementerios se ali-
Ur y de otras ciudades. Pero, sólo un poco después (o antes) nean en el valle del Nilo, deben haber caído bajo el dominio
del año 1800 a.C., se convirtió Babilonia en una realidad po- de una clase de hechiceros. Por aquel tiempo, la mayor parte
lítica, constituyéndose en una nación unificada con un capi- de los pobladores, habiendo visto que sus magias individua-
tal común, un código común de leyes escritas, un calendario les eran ineficientes, estaban dispuestos a confiar en la ma-
común y un sistema permanente de gobierno, bajo el domi- gia de personas más hábiles, y algunos de ellos adquirieron
nio de Hammurabi, rey de Babilonia. Entonces fue cuando cierta autoridad al tener éxito en sus pretensiones de influir
las ciudades-Estado quedaron absorbidas dentro del territo- la fertilidad de los campos, el estado atmosférico y la aveni-
rio de un estado, el cual correspondía por entero a la reali- da del Nilo. La invención de un calendario que hacía posible
dad de las necesidades económicas. la predicción exacta de la llegada de la avenida, como se su-
En Egipto, parece ser que la unificación política coincidió giere en la p. 195, debe haber sido seguramente un medio de
con la consumación de la segunda revolución económica. justificar tales pretensiones y de consolidar esa autoridad. El
Geográficamente, el valle del Nilo constituye una unidad poder de interrumpir verdaderamente el curso de las aguas,
económica natural, en forma todavía más acusada que la obstruyendo los canales de riego, debe haber sido un medio
planicie del Tigris y el Eufrates; y, por lo tanto, los factores eficaz para esa consolidación.
naturales que tendían a unificarla eran también más eficaces.

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No obstante, es probable que nuestros hipotéticos caudi- administrado por ellos, constituyeron efectivamente elemen-
llos-hechiceros sólo hayan gozado de una autoridad limita- tos de continuidad. A través del Antiguo Imperio, la autori-
da, como ocurría con los caudillos que gobernaban las tribus dad del faraón como dios y su poder mágico para garantizar
del Nilo en el siglo pasado. Sus poderes mágicos deben ha- la prosperidad del territorio, se consolidaron continuamente
ber sido considerados como correlativos a sus poderes físi- con la invención de nuevos ritos y el acrecentamiento de a-
cos. Únicamente un caudillo saludable y vigoroso podía eje- tributos. Con el encumbramiento de la tercera dinastía y el
cutar con eficiencia los ritos requeridos; antes de que la ve- traslado de la capital, de Abidos —en el Alto Egipto—, a
jez dañara su potencia, se le tenía que matar, para dejar el si- Menfis —cerca del vértice del Delta—, el rey empezó a ab-
tio a un sucesor joven y viril. Este destino sólo se eludía cu- sorber las cualidades vivificantes del sol; de la fuerza que a-
ando el caudillo lograba convencer a sus secuaces de que su parecía a los ojos de los egipcios, junto con el Nilo, como la
magia secreta le permitía asegurarse inmunidad respecto a fuente de fertilidad y de abundancia. Ya en la quinta dinas-
los achaques físicos. Uno de los antecesores de Menes debe tía, el faraón se había convertido en Hijo del Sol y se le tenía
haber establecido, en efecto, tal pretensión de rejuvenecimi- como consubstancializado con esta fuerza benéfica.
ento mágico. De cualquier manera, todos los faraones histó- Desde luego, el faraón no se captaba la obediencia de sus
ricos ejecutaban periódicamente un rito —el festival de Sed súbditos con sólo otorgarles beneficios ficticios. Su autori-
—, cuyo propósito parece haber sido el de asegurar la re-no- dad se consolidaba con los beneficios económicos tangibles
vación de la juventud, por medio de una muerte y resu- que concedía a su reino. Al igual que las deidades inmateria-
rrección simuladas. Con este rito, inspirado en los festivales les de Mesopotamia, este dios corpóreo dedicaba parte de su
agrícolas mencionados en la p. 215, el faraón después de su poder y de sus riquezas a lograr la prosperidad material de
muerte simbólica surgía con la juventud restaurada mágica- su reino; una porción de sus rentas era invertida en empresas
mente, tal como el grano que se siembra. auténticamente reproductivas. Existe la representación de un
Tal vez el caudillo-hechicero trataba, al mismo tiempo, de faraón de la segunda dinastía "dando el primer azadonazo"
identificarse con el tótem de su clan, monopolizando la co- para un nuevo canal de riego. Tenemos mención de las ope-
munión con el animal u objeto que todos los miembros del raciones instituidas por el rey para el control de las avenidas.
clan veneraban como antecesor común. En todo caso, Menes Desde la fundación del imperio unificado, bajo Menes, se
y sus sucesores se identificaron con el halcón, Horus, que construyó una escala graduada especial, el nilómetro, para
era justamente el tótem de su clan. Pero, como indicamos en medir la altura del caudal de agua del Nilo, llevándose regis-
la p. 145, los otros clanes tenían distintos tótems. La unifi- tro de las crecidas. Estas mediciones y registros tenían el
cación de Egipto significó, por lo tanto, la victoria de Horus, propósito primordial de servir de base para la imposición de
personificado ahora en el caudillo del clan del halcón, sobre impuestos. Pero al igual que el calendario, ayudaban al agri-
todos los otros tótems; estos últimos fueron degradados al cultor, indirectamente, al mismo tiempo que al recaudador
rango de dioses de segunda categoría o deidades locales. de impuestos.
Ahora bien, los egipcios siempre mantuvieron ideas parti- La importación de materias primas, necesarias para el de-
cularmente vivas acerca de la continuación de la existencia senvolvimiento de las industrias egipcias y para las ceremo-
después de la muerte. En las épocas prehistóricas se com- nias funerarias, era financiada con las rentas reales. El cobre
portaron como si creyeran que el hombre muerto necesitaba y la turquesa provenían de las minas del Sinaí. Con el pro-
tener en su tumba los alimentos, vasijas y ornamentos de pósito de extraerlos se enviaban periódicamente expedicio-
que había disfrutado o utilizado en la vida rea. En la época nes, a través del desierto, equipadas por el Estado y escolta-
histórica actuaban como si el cadáver del rey les pudiera das por soldados reales. Lo mismo ocurría con la importa-
todavía asegurar, desde su tumba, los beneficios que les ha- ción de madera de cedro y las resinas traídas del norte de Si-
bía conferido en vida. Y, por su parte, el rey procedía como ria. Los buques que hacían la travesía a Biblos eran equipa-
si pudiera seguir gozando después de la muerte, por medios dos y provistos de mercancías por el Estado. Análogamente,
mágicos, de los importantes placeres de que había disfrutado eran funcionarios del gobierno quienes dirigían las expedi-
sobre la tierra. ciones del Alto Nilo, para retornar con oro y especias.
La monarquía egipcia debía su poder, por un lado, a las El objeto principal de este comercio exterior era, induda-
victorias materiales —al haber vencido a los caudillos y re- blemente, el de hacerse con sustancias de lujo o mágicas y
yezuelos rivales— de las que fue la última la conquista del con materiales de guerra; en tanto que los campesinos y ope-
Delta; y, por otra parte, debía su autoridad a las ideas, más rarios seguían empleando instrumentos de piedra, los solda-
bien contradictorias, que acabamos de describir acerca de la dos ya usaban armas metálicas. A más de esto, el comercio
inmortalidad del rey. La conquista hizo de Menes el amo de trajo consigo materiales fundamentales para el progreso de
estupendos recursos —del botín de sus conquistas y, por la civilización y de la ciencia. Ofreció maneras de vivir a
consiguiente, del tributo permanente de las tierras, de las cu- clases nuevas —comerciantes, marineros, conductores de
ales era, teóricamente, propietario absoluto y, prácticamente, bestias, soldados, artesanos y empleados— mantenidas con
señor feudal—. Por lo demás, esta riqueza concentrada era las rentas excedentes recaudadas por el faraón.
empleada, primordialmente, para salvaguardar la inmortali- Finalmente, desde su fundación, la monarquía aportó a los
dad que la garantizaba. egipcios beneficios reales, de los cuales carecían los sume-
Por supuesto, los reyes morían realmente y eran sucedidos rios. El conjunto de poblados situados en las márgenes de un
por sus hijos o hermanos. Incluso llegó a haber cambios de mismo río estaba expuesto a verse envuelto en mutuas dis-
dinastías, en circunstancias que eludiremos aquí. Sin embar- putas sobre límites y derechos al uso de las aguas. En reali-
go, la idea del rey divino, la jerarquía de funcionarios desig- dad, durante toda la historia egipcia, hasta los tiempos mo-
nados por el rey y la organización del Estado creado por él y dernos, estas disputas provinciales adquirieron un carácter

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violento cada vez que el gobierno central se mostraba débil. es de presumir que se les dio muerte para acompañar a su
Menes y sus sucesores reprimieron estos ruinosos conflictos señor.
mientras se mantuvo el Antiguo Imperio. Además de mante- Se debe haber empleado una multitud de operarios para
ner la paz interior, los faraones protegieron al territorio de excavar los fosos de las tumbas, preparar y transportar los
las agresiones extranjeras. Las áridas mesetas que se extien- ladrillos y tablones y erigir las tumbas y mastabas. La deli-
den a ambos lados del valle del Nilo estaban pobladas por cadeza en la fabricación de los artículos depositados allí es,
tribus desparramadas de pastores y cazadores pobres, las que indudablemente, resultado de la existencia de carpinteros,
se encontraban dispuestas a invadir, en cualquier momento, forjadores, canteros, grabadores, orfebres y joyeros especia-
el fértil valle. El Delta estaba expuesto al ataque de los li- lizados y con gran adiestramiento. Estos operarios y artesa-
bios, por el oeste, y de los beduinos, por el este. Los nublos, nos expertos, apartados de la producción primaria, eran pa-
tal vez todavía en la etapa de la agricultura hortense nóma- gados con el excedente recaudado por el monarca —el botín
da, presionaban constantemente, aguas abajo, dentro del Al- de las conquistas y los tributos regulares—. Este sobrante
to Egipto. El ejército, que había sido el instrumento de la u- debe haber sido empleado para obtener los materiales ex-
nificación forzosa, se empleaba después para detener a estos tranjeros, como la madera de cedro, el cobre, la obsidiana y
saqueadores y violadores. En textos primitivos se revela la el lapislázuli, que se utilizaban con tanta prodigalidad. Las
organización de un sistema regular de defensa, por medio inscripciones en las tumbas atestiguan ya la existencia de es-
del establecimiento de puestos fronterizos, con guarniciones cribas y funcionarios encargados de la recaudación y la ad-
permanentes, dominando los accesos al valle del Nilo. ministración de las rentas reales, de la planeación y direc-
Por supuesto, fueron estas medidas realistas las que pro- ción de las obras de construcción, y de otras funciones. La
movieron el extraordinario crecimiento de la riqueza y de la unificación de Egipto evoca, en efecto, las mismas clases
población, reflejado en los testimonios arqueológicos poste- nuevas y las mismas profesiones también nuevas, que surgi-
riores a la conquista de Menes. Pero ha sido necesario expli- eron con la revolución urbana en Sumer. Pero, al parecer,
car la peculiar ideología asociada con dichas medidas, ya sus servicios se destinaban primordialmente a la conserva-
que las conquistas económicas y los descubrimientos cienti- ción de los cuerpos reales.
ficos sólo aparecen, en los testimonios arqueológicos, como A este mismo fin se aplicaron los crecientes recursos y los
aplicados a fines mágicos y desfigurados en un medio ideo- nuevos descubrimientos científicos de los subsecuentes rei-
lógico. nados. Para dar mayor seguridad y permanencia a la última
Antes del año 2000 a.C., los testimonios arqueológicos morada del rey, se tallaron las tumbas en la roca viva duran-
consisten casi solamente en tumbas y sus accesorios. Apro- te la tercera dinastía. El cantero aprendió, así, a tallar las ro-
ximadamente entre el año 5000 y el 3000 a.C., se extendie- cas más duras con instrumentos rudimentarios; los arquitec-
ron los cementerios predinásticos de simples tumbas excava- tos tenían que planear y proyectar una serie de galerías y fo-
das en el suelo, equipadas más o menos ricamente con artí- sos complicados que nunca les era dable observar en su con-
culos de manufactura doméstica (véase lo dicho antes, p. junto (es decir, debían resolver los mismos problemas que se
223). Las modestas mejoras en la construcción de las tum- presentan para perforar un túnel o la galería de una mina).
bas, la aparición de artículos de lujo en número creciente y, Las bóvedas en voladizo, hechas de adobe, se siguieron em-
ocasionalmente, de instrumentos de cobre y de cuentas de pleando hasta la segunda dinastía; durante la tercera dinastía
loza esmaltada ilustran los avances y descubrimientos des- se logró dominar y aplicar el principio del arco verdadero
critos en el cap. VI. La unificación de Egipto, con Menes y (con clave).
sus sucesores inmediatos (primera dinastía), se encuentra Los monumentos edificados sobre el suelo —mastabas y
simbolizada por la construcción, cerca de Abidos, de tumbas capillas funerarias— se construían de una manera análoga.
monumentales, las cuales únicamente tienen precursoras re- Durante la tercera dinastía la piedra sustituyó al adobe para
motas y vagas entre las tumbas predinásticas más recientes. dar mayor permanencia a la estructura. Los haces de tallos
Las tumbas reales de Abidos eran palacios en miniatura de secos de papiro que soportaban antes el palacio terrenal del
ladrillo y madera, construidos en el fondo de grandes fosos rey se convirtieron así en columnas estriadas de piedra im-
cavados en la arena del desierto. También existen mastabas perecedera —idea que hemos heredado, a través de Grecia,
de adobe, construidas sobre el terreno, para servir como ca- de la tercera dinastía egipcia—. Las esteras de carrizo pinta-
pillas funerarias en el culto al muerto y como almacenes pa- do que se suspendían anteriormente en las columnas de pa-
ra las ofrendas mortuorias. Las tumbas están equipadas con piro se copiaron en azulejos vidriados, durante el gobierno
una riqueza enteramente sin precedentes, incluyendo gran de Zoser. Con el mismo monarca se amplió la mastaba, con-
variedad de accesorios exquisitamente trabajados, de armas, struida ahora de piedra, convirtiéndose en la llamada pirámi-
vasijas, artículos de tocador y ornamentos labrados con una de escalonada. Durante la cuarta dinastía, Keops la transfor-
perfección magistral, de madera de cedro, oro, cobre, ala- mó en verdadera pirámide.
bastro, obsidiana, lapislázuli, turquesa y otros selectos mate- La ejecución de estas obras requirió una gigantesca fuerza
riales, tanto nativos como extranjeros. Las despensas están de trabajo. Los inmensos bloques de piedra caliza o de gra-
atestadas de vasijas muy bien hechas, conteniendo aceite, nito empleados en la pirámide, algunos de los cuales pesan
cerveza, grano y otros alimentos. Las inscripciones en sellos más de 350 toneladas, fueron extraídos de las canteras de
y en tablillas de madera, registrando los acontecimientos Tura, en la margen derecha del Nilo, llevados en balsas, a-
más destacados del remado, demuestran que ya se había in- guas abajo, hasta Gizeh, arriba de El Cairo, y luego arras-
ventado un sistema de escritura, aun cuando los signos toda- trados sobre una rampa hasta el nivel de la meseta, elevada
vía son primitivos. Los servidores y funcionarios están ente- unos 30 metros por encima del río. Herodoto dice que, sólo
rrados en aposentos adyacentes a la real cámara mortuoria, y para extraer los bloques de las canteras, se utilizaron conti-

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nuamente 100.000 hombres durante 10 años. A pesar de que y se generalizó después. Estos cuadros constituyen ahora la
el ejército de canteros, albañiles y conductores no estaba mejor fuente para conocer la vida secular y la organización
formado por "trabajadores libres", todos ellos tuvieron que económica de Egipto en los últimos días del Antiguo Impe-
ser provistos de alimentos y abrigos, con cargo a las rentas rio. Representan una unidad económica que no es una ciu-
reales. Aun cuando muchos de ellos deben haber perecido, dad, sino una gran finca, semejante a un feudo medieval. La
es de presumir que esta distribución de riqueza promovió el finca es trabajada por campesinos, bajo la administración de
crecimiento de la población. mayordomos o sobrestantes. Las escenas incluyen las labo-
Con todo, no fueron los trabajadores lo único requerido: res del campo, la cría de ganado, la caza y la pesca. Pode-
los arquitectos tuvieron que aprender a coordinar y controlar mos ver a los campesinos yendo a pagar sus rentas o sus de-
esta enorme fuerza de trabajadores, y a resolver los diversos udas, siempre en especie, en tanto que un escriba anota en
problemas mecánicos planteados por la aplicación de esta un papiro lo que cada hombre entrega y un sobrestante pro-
fuerza humana al levantamiento de bloques pesados y difíci- visto de un látigo comprueba lo entregado por los tributa-
les de manejar. A más de esto, parece que se atribuyó una rios. Pero la propiedad no era puramente agrícola; incluía ta-
significación mística a la exactitud en la orientación y la lleres de alfarería, forja, carpintería y joyería. Así vemos,
proporción de la estructura. El éxito obtenido es sorprenden- también, a los sobrestantes pesando las cantidades de mate-
te. Se tuvo la intención de que la base de la gran pirámide rial entregadas a los artesanos, y a los escribas anotándolas
fuera un cuadrado perfecto, de 236.45 metros de lado. De a- en su registro.
cuerdo con las mediciones modernas, el error no excede de
dos centímetros en ningún lado.
La precisión de la mano de obra egipcia fue lograda con
una paciencia inagotable, a base de ensayos y equivocacio-
nes. Monumentos tales como las pirámides deben haber sido
planeados previamente a escala y medidos con exactitud. Es
difícil concebir su ejecución sin la previa realización de cál-
culos que implican fórmulas geométricas. Los textos mate-
máticos que han llegado a nosotros confirman esta suposi-
ción. Contienen, por ejemplo, todo un grupo de problemas
dedicados a calcular los taludes de una pirámide. Los monu- FIGURA 9. Taller de un orfebre, según la pintura mural de
mentos sepulcrales implican, en realidad, la aplicación de un una tumba del Reino Antiguo.
considerable conjunto de conocimientos matemáticos. Las La comunidad feudal parece una unidad autosuficiente,
peculiares creencias de los egipcios acerca de los reyes mu- con trabajadores especializados y clases jerárquicas. En rea-
ertos, parecen haber inspirado descubrimientos científicos, lidad, es inconcebible aislada del gran sistema económico
los cuales también tuvieron más aplicaciones prácticas. formado por el Estado egipcio. Este sistema suministra los
La preocupación de la cuarta dinastía por la conservación artesanos al feudo, con sus materias primas, y absorbe los
de los cuerpos condujo al desenvolvimiento de la momifica- productos excedentes de la finca. Además, sabemos que en
ción, dando ocupación a toda una clase de embalsamadores esta época existieron ciudades auténticas, aun cuando las ex-
y ofreciendo oportunidades excepcionales para la acumula- cavaciones hechas hasta ahora no hayan descubierto todavía
ción de conocimientos sobre anatomía humana. En las tum- ninguna.
bas predinásticas, el contacto con la seca arena del desierto Con la unificación política de Egipto surge en el valle del
fue suficiente para preservar la carne y el cabello de los cu- Nilo un sistema económico en el cual la manufactura y el
erpos. Naturalmente, los cuerpos encerrados en féretros de comercio ocupan una posición semejante a la producción de
madera o de alabastro y en las tumbas construidas después alimentos, por medio de la agricultura, la ganadería, la caza
de la revolución no se podían preservar de la putrefacción. y la pesca. Esta revolución en Egipto tuvo los mismos efec-
Para impedir sus estragos, se elaboraron gradualmente pro- tos sobre la población que la ocurrida en las ciudades de
cedimientos químicos de embalsamamiento y un ritual de Mesopotamia. Igualmente, coincidió con la iniciación del
conjuros mágicos. desarrollo de la escritura y de las matemáticas. No obstante,
La supervivencia del muerto se podía asegurar, además, ahora que los hemos examinado en sus detalles, los dos sis-
tallando su efigie en madera o en piedra; es decir, haciendo temas muestran notables diferencias. El contraste no se limi-
estatuas que lo representaran. Éstas tenían que ser "anima- ta a los productos individuales de los diversos oficios, sino
das" por medios mágicos. Y, para que resultaran efectivas, que también afecta a los fundamentos: en una región el foco
debían ser tan semejantes al vivo como fuera posible. De a- de la concentración es una corporación sacerdotal en la otra
quí el soberbio naturalismo de algunas estatuas y bajorre- es un monarca individual; en Sumer, la unidad económica es
lieves del Antiguo Imperio. una ciudad con campos distantes y aldeas que pueden fun-
El muerto necesitaba en el otro mundo de los objetos y cionar, y funcionan, por sí mismas. En Egipto, por lo contra-
servicios de que había disfrutado en éste. Por lo tanto, no só- rio, la unidad es el imperio como una propiedad real; los
lo se proveía a las tumbas, con liberalidad, de accesorios y feudos o ciudades en los cuales se subdivide dejarían de fun-
ofrendas, sino que se destinaban algunas propiedades a abas- cionar si se aislaran o, más bien, volverían a convertirse en
tecer permanentemente al muerto de las ofrendas requeridas. comunidades autosuficientes de campesinos. La civilización
Para garantizar el disfrute de esta provisión, se pintaban en egipcia no es, en sentido alguno, una avanzada colonial de la
los muros de la tumba representaciones mágicas de esas pro- civilización sumeria, ni viceversa.
piedades; esta costumbre ya seguía durante la cuarta dinastía

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Eclipsando todas las coincidencias abstractas, se revelan los mismos descubrimientos científicos y resultó del hecho
probablemente los mismos contrastes en los documentos es- de haber surgido entre la población las mismas clases nue-
critos, complementados por los testimonios arqueológicos, vas. Es difícil creer en la independencia de estos acontecimi-
en el valle del Indo. La segunda revolución fue, probable- entos, particularmente cuando recordamos las pruebas del
mente, contemporánea de las revoluciones en Egipto y Su- prolongado intercambio entre dichas regiones. Además, este
mer y, en todo caso, ya se había consumado para el año 2500 intercambio se hizo más estrecho que nunca en el momento
a.C. Para esta fecha ya se habían establecido grandes de ocurrir la revolución, o inmediatamente después de ella.
ciudades en el Sind y el Penjab. Su superficie debe haber si- Justamente en la época de la unificación de Egipto, algunas
do de más de 260 hectáreas. La construcción de los edificios invenciones cuyo origen debe ser considerado lógicamente
era, principalmente, de ladrillos cocidos en horno, y su altu- como mesopotámico —sellos cilíndricos, ciertos motivos ar-
ra era, por lo menos, de dos pisos. Las calles y los callejones tísticos, arquitectura almenada de ladrillo, un nuevo tipo de
en los cuales se alineaban estaban trazados, evidentemente, embarcación— aparecen por primera vez en el Nilo. Poco
conforme a un plan preconcebido, que se conservó a través después de la revolución, los artículos manufacturados en la
de varias reconstrucciones. Los edificios contaban con el India eran exportados a Sumer.
servicio de un sistema de alcantarillado. Entre los edificios Obviamente, existía algún medio de propagación. No obs-
se pueden distinguir talleres y fábricas, las suntuosas mora- tante, ninguna teoría de dependencia unilateral es compati-
das de los comerciantes ricos y de los funcionarios, y las ble con los contratos que revela un examen más minucioso.
chozas de los artesanos y de los trabajadores del transporte. La civilización urbana no fue simplemente trasplantada de
Los edificios y artículos hallados fueron construidos por un centro a otro, sino que en cada uno de ellos constituyó un
artesanos especializados —ladrilleros, carpinteros, alfareros, desarrollo orgánico enraizado en su suelo. Si quisiéramos
forjadores de cobre, vidrieros, canteros, orfebres y joyeros— establecer una analogía moderna, no nos sería útil el caso de
La regularidad de las calles implica la existencia de una au- la introducción de la industria mecanizada y de la produc-
toridad cívica, con funcionarios encargados de hacer cum- ción fabril, hecha por los capitalistas europeos en África y
plir sus decisiones. Se requerían servidores públicos para en la India. Más bien, debemos referirnos al surgimiento de
limpiar los drenajes. Debe haber existido una clase de em- este sistema de producción en los países situados en ambos
pleados, ya que se utilizaba un sistema de escritura y de no- lados del Atlántico. Los Estados Unidos, Gran Bretaña,
tación numérica, y existían normas de pesas y medidas. Francia y los Países Bajos, compartían una tradición científi-
Todas estas clases, evidentemente muy numerosas, se de- ca, cultural y mercantil común desde mucho antes de la Re-
ben haber mantenido con el excedente de alimentos produci- volución industrial. A pesar de las guerras y de las barreras
dos por los campesinos que vivían en la ciudad o en las al- migratorias, se realizaba un intercambio continuo de merca-
deas suburbanas. Pero hasta los pescadores que vivían en los derías, ideas y personas. En realidad, Inglaterra fue el país
sitios más alejados del Mar de Omán hacían su contribución, que se colocó a la vanguardia de la Revolución; pero las o-
ya que se importaba pescado seco. Los artesanos urbanos, tras naciones no se limitaron a copiar simplemente sus in-
por su parte, deben haber producido un sobrante de artículos venciones mecánicas o su organización económica; todas e-
manufacturados, para permutarlos por las materias primas llas habían estado experimentando conforme a los mismos
necesarias a la industria que no se podían obtener en la lla- lineamientos y habían hecho contribuciones independientes,
nura de aluvión. No sólo en las ciudades de esta llanura ha- cuando llegó el momento. En cambio, el establecimiento de
bía objetos labrados en madera de cedro, importada del Hi- fábricas y ferrocarriles, en China e incluso en Rusia, le acu-
malaya, lo mismo que objetos de metal y de piedras precio- erdo con la experiencia occidental y con la dirección de ad-
sas traídas de montañas distantes, sino que también se han ministradores y técnicos europeos y norteamericanos, fue un
encontrado en los poblados prehistóricos de las colinas de proceso enteramente diferente.
Beluchistán, y hasta en Mesopotamia, artículos fabricados Así, Egipto, Sumer y la India no se mantenían aislados o
en aquellas ciudades. independientes antes de la revolución. Todos ellos compar-
La prehistoria de la civilización hindú sigue siendo desco- tían, más o menos, una tradición cultural común, a la cual
nocida; las aldeas y poblados más simples, de los cuales sur- había contribuido cada uno. Y ésta se había conservado y
gieron las ciudades, no se han podido identificar. Hacia el enriquecido por una relación continua, que comprendía el
año 2500 a.C. se extiende la misma civilización uniforme, intercambio de mercancías, ideas y artesanos. Tal es la ex-
desde la desembocadura del Indo hasta el pie de las monta- plicación del paralelismo observado en su desarrollo.
ñas, pasando por las tierras bajas del Penjab; pero no se co- Pero, una vez que la nueva economía se hubo establecido
noce cuál haya sido la unidad política correspondiente a esta en los tres centros primarios, se extendió hacia los centros
uniformidad cultural. Todavía no se ha podido determinar secundarios de un modo más similar a la dilatación del capi-
cuál fue el núcleo para la acumulación de capital. Tenemos talismo occidental en las colonias y en los países económi-
indicaciones de una división en clases ricas y clases pobres, camente dependientes. Primero, en los sitios cercanos a las
pero es incierto el saber si tal jerarquía estaba encabezada fronteras de Egipto, Babilonia y el valle del Indo —en Creta
por un rey o por un dios. Entre las ruinas no se destacan re- y las islas griegas, Siria, Asiría, Irán y Beluchistán— y lue-
almente construcciones que puedan ser consideradas como go en lugares más alejados, en la Grecia continental, la me-
templos o palacios, de tal manera que existen dudas hasta de seta de Anatolia y el sur de Rusia, vemos a los poblados
su misma existencia. convertirse en ciudades y a los productores autosuficientes
Las revoluciones que hemos descrito ocurrieron casi si- de alimentos volverse hacia la especialización industrial y el
multáneamente en Egipto y en Sumer y, probablemente, comercio exterior. Y este proceso se repitió en órbitas cada
también en la India. En cada caso, la revolución se apoyó en

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vez más amplias, alrededor de cada núcleo secundario o ter- de su autosuficiencia económica. Biblos debió su prosperi-
ciario. dad, por lo tanto, a la producción para un mercado exterior.
En las nuevas ciudades no sólo las coincidencias abstrac- Los artículos importados de manufactura egipcia, encon-
tas en la estructura económica y en la ciencia subyacente, si- trados en Biblos, se remontan al periodo inmediato anterior
no también la identidad en las formas de los productos artifi- a la unificación hecha por Menes e ilustran la participación
ciales, como amuletos, sellos y cartas, demuestran cuántos de los gibleos en la prosperidad de Egipto. Desde luego,
elementos vitales de la civilización habían sido tomados de mercaderes o funcionarios egipcios tuvieron que instalarse
los centros primarios del Nilo, el Eufrates y el Indo. La se- allí para vigilar este comercio vital, de la misma manera que
gunda revolución se propagó, obviamente, por difusión; en las casas comerciales inglesas tienen sus representantes en
los centros secundarios, la economía urbana se inspiró o fue Oporto. Los egipcios instruyeron a los gibleos en la admi-
impuesta por los focos primarios. Y es fácil mostrar que este nistración de su ciudad en crecimiento y en el manejo de sus
proceso era inevitable. ingresos; aún más, deben haber establecido una especie de
Las civilizaciones de las llanuras de aluvión dependían de protectorado. Se edificó un templo de piedra en la ciudad,
la importación de materias primas del exterior; parte de su siendo decorado por artesanos egipcios emigrados. Para ha-
riqueza excedente tenía que ser consumida en la obtención cer frente a las necesidades del comercio, los gibleos apren-
de las importaciones requeridas. Pero los materiales apeteci- dieron la escritura egipcia.
dos rara vez se encontraban en yermos deshabitados. Por De este modo, los gibleos adoptaron los descubrimientos
consiguiente, las comunidades dentro de cuyos territorios se de los egipcios, asimilaron su economía a las normas de la
encontraban los materiales reclamaban una participación en segunda revolución y aumentaron su número. Su poblado se
los beneficios. En realidad, debe haber sido necesario per- transformó en una ciudad y, pronto, fue suficientemente
suadirlas para que produjeran cantidades mayores que las grande como para convertirse en mercado de materias pri-
necesarias para su consumo doméstico, de sus metales, ma- mas provenientes de otras regiones, o sea, llegó a ser uno de
deras, especias o piedras preciosas, con objeto de permutar- los núcleos secundarios para la difusión de la nueva econo-
las a los egipcios, sumerios o hindúes, o por lo menos para mía. Sin embargo, la civilización giblense no fue precisa-
que prestaran sus servicios a estos últimos como guías, con- mente un trasplante de la egipcia; se conservaron las tradi-
ductores y operarios. ciones nativas en la arquitectura, en la alfarería y otras arte-
De esta manera se abrieron nuevas oportunidades en mo- sanías, así como en la vestimenta y en la religión. Lo que to-
dos de vivir a los poseedores de los materiales industriales. maron de Egipto fueron los refinamientos sobreañadidos. A-
Pero para aprovechar estas oportunidades se hizo necesaria demás, su inspiración también debe haber tenido otros oríge-
la especialización industrial. La riqueza excedente en las lla- nes. Por otro lado, la civilización giblense siguió siendo pro-
nuras de aluvión servía para mantener a las familias que ha- vincial, comparada con la egipcia. Los refinamientos de que
bitaban las montañas metalíferas, siempre que éstas abando- se apropiaron no se desarrollaron como en el sitio de su pro-
naran la producción de alimentos para dedicarse a la extrac- cedencia. Los egipcios, por ejemplo, mejoraron su escritura
ción y el transporte de minerales. En la práctica, desde lue- con el transcurso del tiempo; en cambio, los gibleos conser-
go, la producción local de alimentos no se detuvo, sino que varon los caracteres arcaicos adoptados durante las primeras
la nueva riqueza fue empleada para mantener una nueva po- dinastías y los mantuvieron inmutables por cerca de un mi-
blación, la cual, en la economía anterior, hubiera resultado llar de años.
superflua y se hubiese visto condenada a la inanición o a la En forma enteramente análoga, la importación de cobre,
emigración. La nueva función de proveedores de materias plata y plomo de las montañas del Tauro a Mesopotamia
primas se tradujo en el incremento de la población y, tam- produjo el desenvolvimiento de una civilización urbana en
bién, en la división en clases. Un par de ejemplos servirá pa- Capadocia, sobre la meseta del Asia Menor. Antes del año
ra ilustrar el proceso operado. 2.500 a.C., los poblados nativos apenas si habían avanzado
Los egipcios necesitaban grandes cantidades de madera de un poco más allá de la economía neolítica. Los aldeanos lo-
cedro para sus tumbas, sus embarcaciones y sus muebles. La cales o los habitantes de los poblados se contentaban con los
obtenían del Líbano y del norte de Siria, embarcándola en el utensilios de piedra y las vasijas hechas a mano por una in-
puerto de Biblos (cerca de Beirut). Pero, desde mucho antes dustria doméstica no especializada. Poco después del año
del establecimiento de las dinastías egipcias, Biblos, al igual 2.500 a.C., sabemos de comerciantes asirios radicados en los
que otros puertos sirios, era el asiento de un poblado. Sus poblados nativos y dedicados a comerciar con minerales. U-
habitantes, los gibleos de la Biblia, presumiblemente eran nos cuantos siglos después, la correspondencia de dichos co-
pescadores y agricultores más o menos autosuficientes. Par- merciantes muestra que se dedicaban a permutar productos
ticiparon en el intercambio esbozado en el capítulo VI y es- manufacturados en Babilonia por metales y otros artículos
tuvieron en contacto con Egipto y, probablemente, también locales. Desde luego el excedente de riqueza de Mesopota-
con Mesopotamia antes de la segunda revolución. mia abastecía a los mineros y fundidores que no contribuían
Por efecto de la revolución en Egipto, se debe haber pro- directamente a la provisión comunal de alimentos. Al propio
ducido una tremenda demanda de las materias primas que tiempo, las excavaciones revelan que los poblados converti-
Biblos podía suministrar. Al satisfacerla, los gibleos tuvie- dos en ciudades dependían de la industria y del comercio. El
ron oportunidad de participar en la riqueza sobrante de Egip- metal se hizo común y las vasijas fueron fabricadas en torno
to; su consumo inauguró medios de vivir para familias a las por profesionales del oficio, en lugar de ser hechas en la ca-
cuales no podían ofrecer sustento la agricultura y la pesca sa por la mujer. Las invenciones mesopotámicas fueron co-
locales. Pero su aceptación significó el definitivo abandono piadas para satisfacer las exigencias de la nueva situación
económica. El sello cilíndrico fue adoptado como medio de

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marcar la propiedad y de firmar los documentos. Pronto se gó a la región metalífera de Elam y extendió sus dominios
adoptó la escritura babilonia para transcribir las lenguas lo- desde el Mar Superior (el Mediterráneo o el Caspio) hasta el
cales. Sin embargo, la civilización de Capadocia, al igual Mar Inferior (el Golfo Pérsico), abarcando así las regiones
que la giblense, conservó sus peculiaridades locales. Asimis- de las cuales dependía Babilonia.
mo, los elementos apropiados se desenvolvieron mucho más En algunos casos, por lo menos, las conquistas tuvieron
lentamente que en Mesopotamia. Los sellos locales, por como resultado el que se implantara por la fuerza la civiliza-
ejemplo, seguían repitiendo los mismos diseños un millar de ción urbana, convirtiendo a los poblados más o menos auto-
años después de que se había tomado la idea de Babilonia. suficientes en ciudades industriales y comerciales. En Níni-
Con frecuencia, la segunda revolución se propagó por me- ve, Asiría (frente a Mosul), el nieto de Sargón fundó un tem-
dio de la violencia y fue impuesta por la fuerza del imperia- plo en Ishtar, el cual fue el primero de una larga serie de
lismo. Algunas comunidades estaban demasiado atrasadas y templos erigidos en el mismo sitio. Tal fundación simbolizó
eran muy poco emprendedoras para apreciar las ventajas de una revolución económica, ya que, como en Sumer, el tem-
la nueva economía y de sus productos. Los nómadas que ca- plo constituyó un centro permanente para la acumulación de
zaban o apacentaban sus rebaños en los flancos del Sinaí no la riqueza y el desarrollo de la industria. Su erección y orna-
se dejaron seducir por los cereales o las chucherías que les mentación implicó el consumo de un excedente, para man-
ofrecían los egipcios a cambio del cobre de su suelo. Las tener a un proletariado prolífico, aunque en situación de ser-
minas eran explotadas, entonces, por trabajadores enviados vidumbre. Así, se debe haber creado una nueva demanda de
desde Egipto, y el ejército real tenía que protegerlos contra lapislázuli, madera, metal y otros artículos, convirtiendo a
los nómadas. Desde la segunda dinastía, los faraones eran Nínive en un centro secundario de propagación. Este mismo
representados sobre las rocas del Sinaí "destruyendo al mi- proceso se debe haber repetido, bajo el gobierno de Sargón o
serable beduino". En este caso, la intervención armada no un poco después, en otros poblados asirios. Por la misma é-
extendió la civilización ni creó nuevos centros urbanos. poca se introdujeron en Asiria la escritura babilonia y otras
En otros casos, no obstante, las víctimas del imperialismo invenciones, ya enteramente constituidas.
se educaban de ese modo para competir con los agresores en De esta manera, Sargón y sus sucesores pudieron procla-
cultura material. Los sumerios tenían que importar sus mate- marse "fundadores de ciudades", a pesar de que los poblados
rias primas de territorios habitados por comunidades avanza- ya existieran desde mucho tiempo atrás. Es realmente cierta
das, como los elamitas, enviando hasta ellos sus caravanas a la frase bíblica: "De aquesta tierra (Shinar o Sumer) salió
través de territorios similares. Con frecuencia, las comunida- Assur, y edificó a Nínive, a Rehoboth y a Calah..." El pue-
des afectadas de este modo habitaban territorios adecuada- blo asirio no provenía de Babilonia, pero los templos más
mente regados y habían prosperado bajo el régimen neolí- primitivos de las ciudades históricas de Asiria fueron funda-
tico. En consecuencia, adoptaron los inventos, como el carro dos por acadios (Nínive) o por sumerios, o, por lo menos,
con ruedas y el torno de los alfareros, e importaron oro, la- estuvieron provistos para el culto de estatuas de tipo sumerio
pislázuli y otros artículos de lujo. (Assur).
Pero, en general, quedaban satisfechos con los productos Ahora bien, ciertamente Siria y Asiria eran países populo-
de fabricación doméstica y podían vivir con sus propios re- sos mucho antes del año 3000 a.C. y, al parecer, aun antes de
cursos dentro de una modesta comodidad. Su demanda de que Sumer fuera colonizada. Pero aquellos países estepa-
artículos de lujo era demasiado débil para persuadirlos a rios gozan de una precipitación pluvial regular, de tal mane-
producir madera o metal en las grandes cantidades requeri- ra que no existe el incentivo para estrechar la organización
das por las ciudades sumerias, o para tolerar que las carava- social que operó de modo tan eficaz en la porción inferior de
nas perturbaran sus campos de cultivo o de pastura. En últi- Mesopotamia. La población se repartía entre numerosas al-
mo término, pueden haber resistido a las insinuaciones de deas permanentes que se habían desarrollado a partir de po-
los mercaderes sumerios, atacando sus caravanas. Entonces blados pequeños, como ocurre actualmente con las aldeas
los sumerios enviarían expediciones punitivas para asegurar- kurdas. Sus prósperos habitantes adoptaron la rueda y otros
se el abastecimiento de materias primas y proteger sus rutas inventos, utilizando en forma ocasional sustancias importa-
comerciales. das, como el lapislázuli, el oro y el cobre. No obstante, por
Textos muy antiguos refieren las guerras emprendidas por lo menos hasta el año 3000 a.C. mantuvieron su independen-
las ciudades de Sumer y Akkad, en contra de los elamitas y cia económica; se siguieron contentando con utensilios y ar-
otros vecinos "bárbaros". Estas noticias se pueden referir mas de piedra, y no hicieron nada para contar con materiales
tanto a irrupciones de los montañeses empobrecidos sobre importados. Pero después del año 3000 a.C. —tal vez, en
las ricas llanuras como pueden indicar, igualmente, luchas realidad, en la época de Sargón— comenzaron, de pronto, a
de la naturaleza que acabamos de mencionar. Además de ha- emplear el metal con regularidad. Todas sus herramientas y
ber unificado a Babilonia, Sargón de Agade se embarcó en armas son de una forma sumeria inconfundible, no dejando
campañas de conquista sobre las regiones circundantes, cu- dudas acerca de quiénes fueron sus instructores en metalur-
yos motivos económicos eran bastante claros. Sus propias gia. El sacrificio, así atestiguado, de su autosuficiencia se
inscripciones mencionan explícitamente como objetivos las encuentra acompañado por otros signos familiares de la se-
Montañas de Plata (del Tauro) y los Bosques de Cedro (¿el gunda revolución; pronto algunos poblados crecieron hasta
Líbano?). Un documento posterior relata cómo fue invitado convertirse en ciudades, y otros quedaron absorbidos por sus
a Capadocia para apoyar a los comerciantes en metal radica- vecinos más prósperos. Es enteramente incierto que la revo-
dos allí y, también, se refiere a una montaña de lapislázuli. lución se haya producido aquí como resultado de la conquis-
En una tablilla más reciente se proclama a la "Tierra del Es- ta real por parte de Sargón o de alguno de sus precursores
taño", entre las conquistas de Sargón. Evidentemente, sojuz- sumerios. Aun las ciudades que se pueden considerar más

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probablemente fundadas por los acadios no se mantuvieron Gran Bretaña y Alemania. Y únicamente cinco siglos des-
en calidad de colonias durante mucho tiempo. Nunca perdie- pués, había penetrado hasta Escandinavia y Siberia.
ron su cultura nativa y pronto se convirtieron en centros de Sin embargo, en este proceso de propagación, la cultura se
sublevaciones, hasta transformarse finalmente en capitales fue degradando. Quienes aprendieron la nueva técnica la
de nuevos Estados, como ocurrió con la propia Assur. aplicaban en forma desmañada; la pericia requiere varias ge-
Empero, el imperialismo económico no propagó la segun- neraciones de práctica y de disciplina. A más de esto, la ci-
da revolución únicamente por medio de la conquista. La re- vilización superior no se adoptó en su integridad; el pueblo
sistencia venturosa a sus ataques o a sus amenazas sólo fue receptor siente la necesidad de asimilar sólo algunos aspec-
posible asimilando, en parte, la civilización de los agresores. tos del nuevo equipo cultural, y así lo hace. Por ejemplo, es
Las armas de piedra no pudieron contender con el armamen- posible aprender bastante de la metalurgia y del modo de ex-
to de bronce de las tropas babilonias, del mismo modo como traer los minerales para fabricar armamentos, sin aprender a
los arcos y las hachas de los indios pieles rojas no resultaron escribir o a establecer una organización comercial tal que
eficaces contra las armas de fuego de los europeos. Para te- haga indispensable la escritura. De este modo surgen dife-
ner éxito en la defensa de su independencia, los pueblos que rentes grados de civilización, varios niveles de aproxima-
hasta entonces se contentaban con los utensilios neolíticos ción a las normas establecidas por los centros primarios. Y
tuvieron necesidad de adoptar las armas de metal. Esto sig- estos grados tienden a ordenarse en zonas alrededor de los
nificó, en la práctica, el aprendizaje de la metalurgia y el a- núcleos primarios.
juste de su economía a las exigencias de ellas. No fue sufi- Hacia el año 2500 a.C., los minoanos de Creta habitaban
ciente con comprar o arrebatar algunas hachas, lanzas y yel- en ciudades y vivían de la industria y el comercio. Con estas
mos fabricados en Babilonia, sino que debieron capturar al- ocupaciones aprovechaban, en realidad, el excedente de ri-
gunos forjadores para encargarlos de adiestrar a sus propios queza de Egipto y Siria, llegando a levantar una ciudad en
trabajadores; tuvieron que producir un excedente de alimen- una pequeña isla, carente de tierra cultivable, únicamente
tos para mantener a los nuevos artesanos y asegurar el abas- porque ofrecía un puerto conveniente. Los minoanos se
tecimiento de las materias primas requeridas, y se vieron apropiaron de varios elementos del necesario equipo técnico
obligados a organizar el comercio para contar con un apro- de Egipto o Sumer, ya sea directamente o a través de Siria.
visionamiento regular. En una palabra, tuvieron que some- Desde una época muy primitiva habían adoptado el sello co-
terse a la segunda revolución y debieron adoptar una econo- mo artificio para marcar sus tinajas de aceite y sus fardos de
mía urbana. mercancía. Pero los primitivos sellos nativos eran productos
Los comienzos de la metalurgia y de una vida urbana rudi- más bien burdos. Más tarde inventaron una escritura picto-
mentaria en Asiría se deben explicar muchas veces de esta gráfica desmañada para auxiliarse en sus cuentas. Sabían
manera. Y no sólo en Asiría: en todas las regiones abarcadas fundir y trabajar los metales, empleando el tipo sumerio de
por las rutas comerciales sumerias y expuestas a las campa- hacha, con un agujero para introducir el mango. Sólo que los
ñas de Sargón —en el norte de Siria, en Luristán y en Elam utensilios metálicos de los minoanos parecen demasiado tos-
— encontramos centros metalúrgicos, surgidos poco cos al lado de los modelos originales. Utilizaron los carros
después del año 3000 a.C., en donde eran copiados local- con ruedas, pero no los tornos de alfarero.
mente los tipos sumerios y, con frecuencia, modificados El pueblo heleno de la Grecia continental comenzó a vivir
conforme a los gustos del lugar. De una manera o de otra, el en ciudades después que los cretenses, dependiendo menos
comercio sumerio y el imperialismo inspirado en él propa- del comercio y la manufactura. Carecía de sellos de su pro-
garon la metalurgia y la nueva economía implicada por ella. pia invención, presumíblemente debido a que el comercio lo
Entre el año 3000 y el 2000 a.C. se establecieron civiliza- practicaban en una escala demasiado pequeña como para ha-
ciones que empleaban el bronce en Creta, en la Grecia conti- cerlos necesarios. Desde luego, no sabían escribir. La piedra
nental, en Troya, en los Dardanelos, en la cuenca del Kubán todavía competía efectivamente con el cobre como material
al norte del Cáucaso, en la meseta del Asia Menor, en Pales- para fabricar instrumentos, y las armas metálicas eran po-
tina y Siria, en Irán y en Beluchistán. Cada una de estas civi- bres imitaciones de las minoanas.
lizaciones tenía un carácter propio, pero todas ellas mostra- Finalmente, hacia el año 2000 a.C., los bárbaros que vi-
ban tantos rasgos concretos de coincidencia con los produc- vían al norte de los Balcanes, en la región que llegaría a ser
tos de Egipto, de Sumer, de la cuenca del Indo o de alguno después el Imperio Austro-Húngaro, principiaban apenas a
de los centros secundarios que sus deudas con focos más an- utilizar el metal para armas y ornamentos y, ocasionalmente,
tiguos de civilización son indudables. para fabricar utensilios. Pero seguían viviendo en poblados
Esas civilizaciones secundarias y terciarias no son origina- pequeños, formando comunidades casi autosuficientes. Por
les, sino que resultaron de la adopción de tradiciones, ideas supuesto, no sabían escribir, ni siquiera tenían sellos. La me-
y procedimientos recibidos por propagación desde los cen- talurgia la habían aprendido de los griegos y los troyanos,
tros más antiguos. En la mayor parte de los casos se ha per- sólo que estaban muy lejos de alcanzar el nivel de sus maes-
dido el mecanismo de esta transmisión. Las páginas anterio- tros. Por lo demás, sus vecinos del norte todavía eran neolí-
res deben haber revelado cuan efectivos fueron los mecanis- ticos.
mos de propagación operantes. Una vez establecida, la se-
gunda revolución tuvo que esparcirse. Y cada uno de los po- LOS ORIGENES DE LA CIVILIZACION
blados, convertido en ciudad por esta propagación, se trans- V. Gordon Childe
formó a su vez en un nuevo centro de infección. Antes de Capítulo VII
1500 a.C., la nueva estructura industrial llegó hasta España,
LA REVOLUCIÓN URBANA
Fondo de Cultura Económica.

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México 1.997

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