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Bioquímica de la Caries Dental

Autores: Villagómez Olea José Guillermo1, Arroyo Cruz Santa Rita1, Zaldívar Martínez
Víctor2
1
Facultad de Odontología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F.
2
Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y a la Industria, Facultad de Química, Universidad
Nacional Autónoma de México, México, D.F.

Las bacterias de la biopelícula dental utilizan azúcares para obtener energía principalmente
(aunque no exclusivamente) mediante la ruta metabólica conocida como glucólisis; y una
vez que se generan los productos de dicha ruta se puede terminar el proceso de
fermentación donde se da la síntesis de compuestos como ácidos orgánicos, los cuales
deben ser expulsados al exterior de la célula bacteriana con el objetivo de no comprometer
su supervivencia. Este fenómeno puede representar un problema cuando se sintetizan una
gran cantidad de ácidos, pues entran en contacto con las superficies minerales del diente y
reaccionan con la hidroxiapatita, produciendo su disolución (Figura 1). Si se sobrepasa la
capacidad y protección contra dicho daño, se conduce al establecimiento de la caries
dental, que desde una perspectiva bioquímica, es una enfermedad producida por la pérdida
del balance en el metabolismo de la biopelícula.

Figura 1. Esquema general sobre la proceso de desmineralización

TRANSPORTE DE AZÚCARES

Las bacterias orales tienen en su superficie presente dos sistemas transportadores de


azúcares: el sistema fosfotransferasa dependiente de fosfoenolpiruvato (PEP-PTS) y el
sistema de transporte de unión a proteína (BPTS). Ver figura 2.

El PEP-PTS tiene un dominio específico de azúcar y un dominio de fosforilación -no


específico de azúcar- y cuando estos son transportados, son inmediatamente fosforilados
transfiriendo un grupo fosfato a partir de fosfoenolpiruvato, el cual un compuesto de alta
energía que proviene de glucólisis.
El BPTS es un transportador mediado por ATP y los azúcares transportados por este
sistema deben ser fosforilados al interior de la bacteria.

ETAPAS DE GLUCÓLISIS

Las primeras cinco reacciones de glucólisis desde la fosforilación de la glucosa


corresponden a la fase de inversión (Figura 2). Una vez que la glucosa es importada y
fosforilada para quedar como glucosa-6-fosfato, esta es isomerizada de la forma
aldohexosa a la forma cetohexosa: fructosa-6-fosfato con el objetivo de dejar libre, para ser
fosforilado al carbono 1 de la molécula, en una reacción reversible catalizada por la enzima
glucosa-fosfato-isomerasa.

La fructosa-6-fosfato sufre una segunda fosforilación en el grupo hidroxilo unido al carbono


1 para quedar como fructosa-1,6-bisfofato, en una reacción reversible llevada a cabo por la
enzima fosfofructocinasa. Este grupo fosfato transferido proviene del ATP, el cual queda
como ADP al final de la reacción. Este segundo fosfato “cargado” desestabiliza la molécula
al traer dos grupos con carga negativa en cercana proximidad y esto servirá para que en la
siguiente reacción la enzima aldolasa escinda a la fructosa-1,6-bifosfato en dos moléculas
de tres carbonos cada una, unidas a un grupo fosfato, el gliceraldehído-3-fosfato (G3P) y la
dihidroxiacetona fosfato (DHAP).

El G3P es un intermediario de glucólisis mientras que la DHAP no lo es, por lo que después
de su producción, la DHAP es isomerizada para formar otro G3P; esto con el objetivo de
formar otra molécula más de G3P y así puedan continuar a través de la ruta. Esta reacción
es reversible y es catalizada por la enzima triosafosfato isomerasa. A partir de este paso,
todas las reacciones subsecuentes corresponden a la fase de generación de energía.

El grupo aldehído del G3P es oxidado a su correspondiente grupo carboxilo en una reacción
reversible catalizada por la enzima gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa con la
concomitante reducción de NAD+ a NADH; esta enzima toma fosfato inorgánico Pi (H3PO4)
para que se lleve a cabo la transferencia del hidruro (H-) del grupo aldehído al NAD-, por lo
que la reacción no requiere del gasto de ATP para dar como producto glicerato-1,3-bifosfato
(o también denominado 1,3-bifosfoglicerato.)

El siguiente paso es la desfosorilación del 1,3-bifosfoglicerato por medio de una reacción


reversible llevada a cabo por la enzima fosfoglicerato cinasa la cual transfiere el grupo
fosfato, unido al carboxilo, a una molécula de ADP, generando ATP y glicerato-3-fosfato.
Como las reacciones se cuentan al doble, por cada hexosa que ingresa a la vía, en realidad
se obtienen 2 moléculas de ATP.

Este nuevo intermediario (glicerato-3-fosfato) es isomerizado a 2-fosfoglicerato en una


reacción reversible catalizada por la enzima fosfoglicerato mutasa. El objetivo de esta
reacción es tener una molécula que pueda ser blanco de una reacción de deshidratación,
por lo que la siguiente reacción es eliminar una molécula de agua del 2-fosfoglicerato para
formar fosfoenolpiruvato, más una molécula de agua liberada por medio de una reacción
reversible catalizada por la enzima enolasa.
La formación de fosfoenolpiruvato facilita (bioenergéticamente) la síntesis de ATP durante el
último paso de glucólisis ya que esta molécula es desfosforilada en una reacción reversible
catalizada por la enzima piruvato cinasa, la cual transfiere el grupo fosfato del
fosfoenolpiruvato a una molécula de ADP, para dar piruvato y ATP.

Estas reacciones mencionadas en la fase de ganancia donde se sintetizó ATP, se


denominan fosforilación a nivel de sustrato. Figura 2.

Figura 2. Sistemas transportadores presentes en bacterias orales y pasos de glucólisis.

FERMENTACIÓN Y DESTINOS DEL PIRUVATO

Uno de los efectos del metabolismo de las bacterias propias de la biopelícula es que varias
de las que la conforman pueden modular un ambiente ya sea en presencia o ausencia de
oxígeno, y esto tendrá un efecto subsecuente en el destino final de los piruvatos generados
en la ruta. Aunque suele existir la idea generalizada de que en ausencia de oxígeno el
destino del piruvato es la subsecuente formación de ácido láctico, la realidad es que
dependiendo de los mecanismos de regulación y la presencia abundante o escasa de
azúcares, pueden existir diferentes vías de ramificación con la generación de diferentes
ácidos como fórmico, acético y el mismo láctico, así como la formación de alcohol,
específicamente, etanol. Ver figura 3.

La producción de piruvato por glucólisis cuando las bacterias se encuentran creciendo en un


medio, en el que el suministro de azúcares es continuo, representa un problema metabólico
ya que esto agota las reservas de NAD+, indispensable para que vuelva a repetirse
continuamente esta ruta y también para otros tipos de reacciones. En condiciones
anaerobias (ausencia de oxígeno) o aerobias, las bacterias poseen no sólo una vía de
eliminación del piruvato, sino además de regeneración del NAD+, estos procesos son los de
fermentación que pueden ser ya sea homoláctico o heterolácticos.
1. Fermentación homoláctica. En este proceso el piruvato se reduce a ácido láctico en
una sola etapa. La enzima lactato deshidrogenasa cataliza esta reacción reversible.
Asimismo mediante este proceso también se lleva la oxidación de NADH para
regenerar los niveles de NAD+.

2. Fermentación heteroláctica. En este tipo de fermentación, además del ácido láctico,


también se producen compuestos tales como ácido acético, fórmico, dióxido de
carbono, ATP y etanol.

Si ocurre esta fermentación en presencia de oxígeno se puede dar la conversión de piruvato


en ácido acético en dos pasos. Primero, la enzima piruvato oxidasa sintetiza acetil-fosfato a
partir del piruvato y posteriormente la enzima acetato cinasa toma a este intermediario y lo
convierte en ácido acético, transfiriendo el grupo fosfato hacia una molécula de ADP - estas
reacciones dan un rendimiento energético extra para la bacteria ya que genera como
subproductos ATP, además de CO2 y H2O2.

Un tercer destino en fermentación heteroláctica es la formación de ácido fórmico, el cual es


un elemento volátil. Este se sintetiza en una reacción llevada a cabo por la enzima piruvato
formato liasa, que utiliza una coenzima A (CoA-SH); sin embargo, esta enzima es
extremadamente sensitiva a oxígeno, siendo inhibida en presencia de dicho compuesto.

Finalmente, un destino más del piruvato es su conversión en etanol; un proceso que


además de ser llevado a cabo en levaduras también puede ser efectuado por bacterias de
la biopelícula dental. En dicho proceso el piruvato se convierte en los intermediarios acetil-
CoA y acetaldehído para finalmente ser catalizado hacia etanol. Dichas reacciones son
llevadas a cabo por las enzimas piruvato deshidrogenasa, acetaldehído deshidrogenasa y
alcohol deshidrogenasa, respectivamente. También, el intermediario acetil-CoA puede tener
como vía alternativa el Ciclo de Krebs (que ocurre de manera incompleta en bacterias
orales), así como también puede ser tomado como sustrato por la enzima fosfato acetil
transferasa y ser catalizado hacia acetil fosfato, teniendo como destino su conversión en
ácido acético.

Figura 3. Esquema simplificado sobre los mecanismos de fermentación (homoláctica y heteroláctica)


en bacterias orales.
EXPULSIÓN DE LOS PROTONES

Los protones (H+) producidos por la disociación de los ácidos generados por las bacterias
orales son expulsados a través de complejos proteicos de tipo ATPasas, uno de ellos es la
F0F1-ATPasa (ATPasa tipo F), mientras que otros es la denominada ATPasa de H+
(ATPasa tipo P). Se establece que la ATPasa tipo F es la principal determinante en el poder
acidúrico de estreptococos (mutans y sanguis, principalmente) y por lo tanto la que
incrementa su resistencia al poder acidogénico. De manera interesante, la ATPasa de tipo F
es una enzima análoga a la enzima presente en eucariotas utilizada para la síntesis de ATP
por el proceso de fosforilación oxidativa, pero en especies bacterianas como S. mutans, la
única función de dicho complejo es la extrusión de protones al exterior. Ver figura 1.

METABOLISMO ESPECÍFICO DE DISTINTOS AZÚCARES

Metabolismo de la sacarosa

La sacarosa, es un disacárido muy especial e importante para el metabolismo de las


bacterias de la biopelícula dental. En primer lugar, al igual que otros disacáridos puede ser
metabolizado al interior de la bacteria al entrar por medio del PEP-PTS (Figura 4), quien la
fosforila para quedar como sacarosa 6-fosfato, posteriormente la enzima sacarosa-6-fosfato
hidrolasa la separa en glucosa 6-fosfato (para derivarla a glucólisis) y fructosa, esta última
es tomada como sustrato por la enzima fructocinasa, para fosforilarla en el carbono 6 y así
puede también continuar a través de la ruta glucolítica.

Figura 4. Metabolismo de la sacarosa, al entrar por el PEP-PTS.


En caso de entrar por el BPTS (Figura 5), la sacarosa sufre una reacción de
transfosforilación para quedar libre glucosa-1-fosfato y fructosa. La primera será
isomerizada por la enzima fosfoglucomutasa para quedar como glucosa-6-fosato y continuar
a través de glucólisis, mientras que la fructosa, será fosforilada por la fructocinasa, para así
también derivarse hacia la ruta.

Figura 5. Transporte y metabolismo de sacarosa por medio del BPTS.

También este disacárido es utilizado como sustrato por enzimas extracelulares de la placa
para sintetizar un polímero complejo, el cual es crucial en las interacciones adhesivas de la
bacteria y como reserva extracelular de energía, razones por las cuales se le considera
como el principal azúcar cariogénico.
Metabolismo de la lactosa

Este disacárido puede entrar a través de los dos sistemas transportadores. En caso de
utilizar el PEP-PTS, entra como lactosa-6-fosfato, para posteriormente ser escindida en
glucosa y galactosa-6-fosfato, por la enzima fosfo-beta-galactosidasa. Mientras que la
glucosa es fosforilada para entrar a glucólisis, la galactosa-6-fosfato entra a la vía de la
tagatosa, que converge con glucólisis. Ver figura 6.

Figura 6. Reacciones de la vía de la tagatosa.

En caso de entrar por el sistema BPTS a la célula bacteriana sin ser fosforilada, la lactosa
primero debe entrar a la vía de Le-Loir, que a su vez también converge con glucólisis
(Figura 7).

Figura 7. Reacciones de la vía de Le-Loir.

Además, existe la evidencia que ciertas bacterias pueden secretar beta-galactosidasas al


exterior para escindir el disacárido antes de interiorizarlo.
Metabolismo del sorbitol

El sorbitol es un polialcohol derivado de la glucosa (glucitol) que puede ser metabolizado


por algunas bacterias orales. Su ingreso puede ser por medio del BPTS o del PEP-PTS
(Figura 8). En caso de ingresar por medio del BPTS, primero se convierte a fructosa por
medio de la enzima sorbitol deshidrogenasa, para posteriormente ser catalizado hacia
fructosa-6-fosfato por medio de la enzima fructocinasa, lo que le permite ingresar a la ruta
de glucólisis. En caso de entrar por el PEP-PTS, su ingreso incluye su fosforilación a
expensas de una molécula de fosfoenolpiruvato para dar sorbitol-6-fosfato (S6P). El
siguiente paso es catalizado por la enzima sorbitol-6-fosfato deshidrogenasa, quien toma
como sustrato al S6P para convertirlo en fructosa-6-fosfato, el cual puede continuar a
través de la ruta de glucólisis.
A pesar de existir un interés en su uso como sustituyente de azúcares y sugerirse como
agente inhibidor de la caries, sus propiedades anticariogénicas no son sólidas e incluso se
ha aportado evidencia que puede favorecer el crecimiento bacteriano a una tasa mayor
comparada con otros monosacáridos como la glucosa.

Figura 8. Transporte y metabolismo del sorbitol.


Metabolismo del xilitol

Algunas bacterias orales como S. mutans pueden importar este polialcohol al convertirlo en
xilitol-5-fosfato por medio del PEP-PTS. Esta molécula no puede continuar siendo
metabolizada o incorporada a glucólisis por lo que es desfosforilada y excretada por medio
una fosfatasa, por lo que se considera un proceso ineficiente para la bacteria pues requiere
de un gasto energético para fosforilar al xilitol sin obtener ningún beneficio posterior al no
poder degradarlo.

Dicho proceso mencionado previamente no es el único que compromete la supervivencia de


la bacteria, pues el xilitol-5-fosfato puede inhibir a la fosfofructocinasa, además de que
disminuye indirectamente la concentración de PEP y de Pi necesario en otras reacciones de
fosforilación que no son dependientes de ATP.

Por esto, el xilitol ha sido ampliamente promovido como un sustituyente de azúcar en


productos diarios, como gomas de mascar.

Figura 9. Transporte y metabolismo del xilitol


SÍNTESIS DE POLISACÁRIDOS INTRA- Y EXTRACELULARES

El papel de los polisacáridos es crítico para la formación de la biopelícula dental y


asimismo para el desarrollo de caries dental pues cumple con funciones esenciales para la
colonización y supervivencia de las bacterias, así como la modulación de la biopelículas.
Estos pueden ser clasificados como intracelulares y extracelulares. Ver figura 10.

La sacarosa es el disacárido crítico para la formación tanto de los polisacáridos intra- como
extracelulares y a diferencia de otros azúcares, es el que tiene mayor contribución en el
desarrollo y establecimiento de la caries así como de la virulencia de organismos
cariogénicos.

Figura 10. Esquema general sobre polisacáridos intra- y extracelulares presentes en


bacterias orales.

Polisacáridos intracelulares

Los polisacáridos intracelulares tienen como objetivo principal servir de reserva energética.
En bacterias cariogénicas como S. mutans se ha identificado la presencia de las enzimas
que participan en la glucogenólisis: tanto la enzima glucógeno sintasa como la enzima
ramificante, que sirven para la sintésis del glucógeno a partir de la unión de glucosas libres
a un extremo libre de una cadena de polisacárido en formación, así como de los puntos de
ramificación para dar salidas laterales. Así también se ha identificado a la glucosa-
fosforilasa 1, la cual participa en la glucogenólisis, al permitir la liberación de glucosas libres,
pero en forma de glucosa-1-fosfato, misma que posteriormente serán modificadas para
ingresar finalmente a glucólisis.

Polisacáridos extracelulares

Los polisacáridos extracelulares, -también denominados exopolisacáridos- tienen un papel


relevante en la formación de la biopelícula dental y en la supervivencia de las bacterias; su
formación va dirigida a diferentes funciones, como estructural, permitir la adherencia de
microorganismos y como reserva de energía. Las bacterias que forman parte de la
biopelícula tienen la capacidad de secretar enzimas y proteínas que pueden permanecer
unidas a la superficie externa de la bacteria y que sirven tanto para su formación,
degradación y unión de los sacáridos simples para formar estas estructuras complejas
(polisacáridos extracelulares). Estos polímeros son sintetizados en mayor medida por las
enzimas glucosiltransferasas y en menor proporción por las denominadas
fructosiltransferasas.

Algunas bacterias como S. mutans poseen fructosiltransferasas (FTF), las cuales son
enzimas que pueden tomar como sustrato a la sacarosa y transferir a la fructosa a dos
tipos polisacáridos en formación: fructano y glucano. Si las uniones en cadena son de tipo
beta-(2-6), se forma levano; mientras que si son beta-(1-3), se forma inulina. Enzimas
denominadas fructanasas (exofructidasas) degradan rápidamente a la fructanos, por lo que
se probablemente la función de este polisacárido es servir como reserva energética.

Asimismo, bacterias de la placa dental poseen una enzima denominada glucosiltransferasa


(GTF) que toma como sustrato a la sacarosa para sintetizar a dos polisacáridos
denominados glucanos: el dextrano y manano. El dextrano es un polisacárido lineal unido
mediante enlaces alfa-(1-6), mientras que el manano es un polisacárido insoluble unido
mediante enlaces alfa-(1-3). Dentro de las funciones de estos glucanos está la formación de
interacciones adhesivas ya sea célula-célula o célula-superficie dental.

Las enzimas que pueden degradar a ambos glucanos, para liberar isomaltosacáridos,
(constituidos de 3 a 4 glucosas) son las dextranasas y mutanasas respectivamente.

Asimismo, las bacterias pueden secretar a proteínas de unión a glucano (GBP), de las
cuales se ha investigado poco sobre su función. Sin embargo, se sabe que aparte de
mediar el proceso de unión a glucano, también podrían estar asociadas a procesos que
favorezcan un ambiente acidogénico.

También se ha caracterizado que un dominio de las GTF tiene función de unión a glucano,
lo que permite incluir a dichas enzimas como GBP. Una característica relevante de estas
proteínas es que pueden inducir la respuesta inmune en el huésped, conduciendo a la
producción de anticuerpos solubles tipo IgA específicos contra las GTF y las GBP, lo que ha
generado interés en el desarrollo de una vacuna contra este tipo de microorganismos en el
tratamiento contra la caries dental.
EFECTOS DEL FLÚOR EN EL METABOLISMO DE LAS BACTERIAS ORALES

A pesar de asociarse principalmente con su efecto a nivel de los tejidos minerales del
diente, también se ha demostrado que el flúor tiene un efecto en detrimento del
metabolismo propio de las bacterias orales. Este elemento se difunde a través de las
membranas en su forma asociada (ácido fluorhídrico, HF) y una vez al interior, se disocia a
sus formas iónicas liberándose el ión fluoruro (F-). Se sabe que inhibe a la enzima enolasa,
reduciendo los niveles de fosfoenolpiruvato (PEP) y por lo tanto también inhibe el ingreso de
sacáridos a través del PEP-PTS, pues como se mencionó previamente dicho transportador
utiliza a este metabolito (PEP).

También tiene como efecto indirecto inhibir la formación del glucógeno intracelular, pues al
disminuir la concentración de glucosa-6-fosfato, no se puede llevar a cabo la
gluconeogénesis.

Asimismo, este elemento inhibe la actividad de la H+-ATPasa, lo que tiene como efecto la
acumulación intracelular de ácido, que eventualmente conduce a la muerte de la bacteria.

Por otro lado, existe evidencia que el xilitol puede ser un sustituyente efectivo de azúcares
cariogénicos, ya que dicho polialcohol tiene un efecto sinérgico al combinarse con fluoruros,
teniendo como consecuencia la disminución en la producción de ácido láctico por parte de
las bacterias.

A nivel del ecosistema oral, podemos decir que el fluoruro previene el crecimiento de
bacterias como S. mutans y Lactobacillus mediante efectos directos, es decir, de sus
propios procesos metabólicos, pero también entre las especies bacterianas reduciendo la
acidificación de la biopelícula (efecto indirecto), lo que conlleva a modular los tipos de
bacterias que predominan en la placa del hospedero.

METABOLISMO DE LAS BACTERIAS QUE CONDUCE A LA PRODUCCIÓN DE BASES

Aparte de la capacidad de síntesis de ácidos entre los microorganismos de la biopelícula


dental, también muchos tienen la capacidad de sintetizar bases o álcalis. Esto es
sumamente importante para la supervivencia de aquellos microorganismos que no tienen la
capacidad de sobrevivir en un ambiente ácido e indirectamente lo es también, como un
mecanismo de protección contra la caries dental.

La fuente primaria de estas síntesis es gracias a la urea la arginina y agmatina. Ver figura
11.

Metabolismo de la Urea

Algunos microorganismos como S. salivarius y A. naeslundii pueden catalizar la conversión


de urea en amoníaco que será exportado a un destino extracelular y por lo tanto
incrementará el pH de la placa dental. Esta reacción se lleva a cabo mediante la
metaloenzima ureasa, la cual toma como sustrato a la urea y a una molécula de agua y
cataliza su conversión a dos moléculas de amoníaco y CO2. La expresión de dicha enzima
está regulada por diferentes factores medioambientales como la diminución del pH, la
presencia de urea y una fuente limitada de nitrógeno.

Sistema Arginina Desiminasa

El aminoácido arginina es abundante en la saliva y puede ser metabolizado por medio del
Sistema Arginina Desiminasa (ADS) para dar como productos ornitina (el cual es un
aminoácido no codificante), amoníaco (que actúa como una base) CO2 (elemento volátil) y
H2O.

Este sistema se ha identifica que está presente ampliamente distribuido en diferentes


bacterias orales, pero se ha estudiado específicamente en organismos presentes en la
placa dentobacteriana como S. sanguinis, S. gordonii y S. parasanguis. Aparte de la
producción de sustancias básicas, también tiene como beneficio la producción de energía
en forma de ATP.

Una proteína antiporte arginina/ornitina es la encargada del intercambio de arginina al


interior de la célula por cada ornitina que es expulsada.

Una vez que ha ingresado la arginina al interior de la bacteria, la enzima arginina


desiminasa hidroliza a la arginina generando citrulina (que también es un aminoácido no
codificante) y amoníaco; posteriormente la citrulina es convertida ornitina y carbamoilfosfato
por medio de la enzima carbamoiltransferasa y a continuación la enzima carbamato cinasa
transfiere un grupo fosfato proveniente del carbamoilfosfato a una molécula de ADP, para
dar como productos ATP, CO2, amoníaco y agua.

Los genes que codifican para este sistema están en un operón que se encuentra regulados
positivamente por cambios en el pH y la presencia de arginina, así como negativamente por
la presencia de catabolitos de carbono (CCR) y el incremento de oxígeno.

Sistema Agmatina Desiminasa

La agmatina es una aminoaguanidina que puede obtenerse mediante la dieta o por la


descarboxilación de la arginina. Este sistema solamente se ha identificado en algunas
especies bacterianas como S. Sobrinus, downeii, cricetus y L. Brevis, a diferencia del ADS,
que se encuentra ampliamente distribuido.

La agmatina libre puede entrar a la célula por medio de una proteína antiporte agmatina-
putrescina (AguD), para ser inmediatamente hidrolizada al interior en N-carbamoilputrescina
y amoníaco por la enzima agmatina desiminasa. La N-carbamoilputrescina puede ser
metabolizada por la putrescina carbamoiltransferasa para dar como producto putrescina y
carbamoilfosfato. Finalmente la carbamato cinasa, transfiere un grupo fosfato de
carbamoilfosfato al ADP para generar como productos ATP, CO2 y nuevamente amoníaco
(NH3). La putrescrina puede ser intercambiada por más agmatina por el antiporte
previamente mencionado.
Figura 11. Sistemas que conducen a la producción de bases.

MECANISMOS DE REGULACIÓN MEDIOAMBIENTAL QUE PARTICIPAN EN LA


HOMEOSTASIS DE LA BIOPELÍCULA DENTAL

Actualmente se reconoce la existencia del impacto que tienen los factores


medioambientales en la modulación del metabolismo de las bacterias de la biopelícula
dental, incluyendo tanto a las bacterias cariogénicas como a las no cariogénicas.

Un aspecto a considerar sobre las bacterias de la biopelícula dental es que cuentan con una
gran variabilidad fenotípica, es decir, que pueden adaptar sus características funcionales a
los cambios medioambientales presentes como ausencia/presencia de oxígeno,
disponibilidad de azúcares, cambios en el pH y en potencial redox (óxido-reducción).

Cuando el huésped consume alimentos, se incrementa drásticamente la disponibilidad de


azúcares para las bacterias de la cavidad oral, lo que también incrementa las
concentraciones de los intermediarios de glucólisis, entre ellos fructosa-1,6-bifosfato, el cual
es un regulador alostérico positivo de la enzima lactato deshidrogenasa (LDH), conduciendo
al cambio de una fermentación heteroláctica hacia una homoláctica.

En contraparte un regulador alostérico negativo de la LDH es el AMP (Adenosín


monofosfato) y ADP (Adenosín Difosfato) por lo que el incremento en la concentración de
estos metabolitos indica lo disminución en la concentración de ATP y por lo tanto conduce a
la fermentación heteroláctica pues cuando se da esta producción ramificada se produce
ácido fórmico y acético, y también se provee a la célula bacteriana con más ATP.

Por su parte, otros intermediarios de glucólisis como G3P y la DHAP inhiben a la enzima
piruvato liasa, encargada de la síntesis de ácido acético, fórmico y etanol, lo que también
favorece la derivación hacia la fermentación homoláctica.

También el incremento de fructosa-1,6-bifosfato y glucosa-6-fosfato, incrementa la actividad


de las tasas del metabolismo glucolítico en la bacteria. De esta manera la bacteria puede
seguir lidiando con la entrada masiva de azúcares.

Por otro lado, se establece que al existir un factor limitante de crecimiento (como ausencia
de azúcares entre comidas), las bacterias orales realizan principalmente fermentación
heteroláctica y debido a que algunos de los demás ácidos tienen un pKa mayor -a mayor
pKa, los ácidos son más débiles- que el ácido láctico, esto favorece un ambiente “menos
agresivo” a pesar de producirse ácido de manera permanente.

También se ha caracterizado que ciertas bacterias del género Actinomyces y Lactobacillus


pueden importar al lactato (la forma ionizada del ácido láctico) extracelular y convertirlo en
ácidos más débiles como propionato y acetato.

Como se ha mencionado, la sacarosa tiene un papel crucial en desarrollo, establecimiento y


la virulencia cariogénica. Sumado a esto se da demostrado que dicho disacárido puede
participar en fenómenos como tolerancia al estrés, comunicación célula-célula y evolución
bacteriana por medio de transferencia horizontal de la información genética.

Otra fuente de azúcares para las bacterias son las glicoproteínas del hospedero pues
pueden degradar rápidamente los azúcares que tienen unidos de manera covalente a sus
aminoácidos.

Como se mencionó previamente, también existen vías metabólicas emprendidas por


bacterias de la biopelícula dental que tienen como objetivo neutralizar la acidez en la placa,
lo que pone en evidencia estos mecanismos relacionados al mantenimiento de un pH
saludable de la placa, estas vías caracterizadas son: el Metabolismo de la Urea, Sistema
Arginina Desiminasa y el Sistema Agmatina Desiminasa, que conducen a la producción de
la base amoníaco (NH3) y además también aportan energía a la bacteria pues también se
da la síntesis de ATP.

CAMBIOS EN EL PARADIGMA SOBRE LA COMPRESIÓN DEL ECOSISTEMA ORAL

Es latente la evidencia que posterior a la revolución industrial, donde se dio un incremento


exponencial en el consumo de azúcares refinados y la disponibilidad de alimentos ricos en
estos, trajo como consecuencia la pérdida de las capacidades inherentes del organismo
para responder de manera eficiente a los cambios drásticos en el pH (por ejemplo, mediante
la capacidad amortiguadora) y esto conllevo al incremento de la incidencia de la caries
dental.
El ecosistema oral ha surgido a través de una larga relación endosimbiótica evolutiva entre
los cientos de microorganismos que lo conforman (entre bacterias, virus, hongos y arqueas)
y el huésped y aún estamos comprendiendo etapas de la comprensión profunda de los
mecanismos de regulación genética, proteica y del metabolismo tanto individidualmente así
como colectivamente (ecosistema).

En 1994, Marsh propuso la hipótesis de la placa ecológica, donde establece que la


microbiota de la biopelícula dental cambia de un estado sano hacia uno patogénico debido a
las interacciones entre la actividad bacteriana y el medio ambiente, donde específicamente
un pH bajo (ácido) inducido por la fermentación de sacarosa desencadena este cambio en
el balance de la microbiota residente de la placa dental favoreciendo el desarrollo de una
más cariogénica.

En el 2008, Takahasi y Nyad modificaron y actualizaron dicha hipótesis para establecer la


hipótesis de la placa ecológica extendida, tomando en cuenta que la actividad metabólica
regula en gran medida las adaptaciones y selecciones bacterianas y cuando se pierde el
balance del ecosistema se cambia hacia un ambiente acidogénico, lo que tiene como
consecuencia el establecimiento último de la caries dental, por la pérdida del equilibrio en el
metabolismo de la placa dentobacteriana. Ver Figura 12.

Figura 12. Esquema sobre en el ecosistema que conduce a la supervivencia de bacterias


acidogénicas y acidúricas, debido a la alteración en la homeostasis (1) del metabolismo,
que conduce a un cambio en el ecosistema de biopelícula dental (2) y como efecto último al
establecimiento de la caries dental.
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