La indiscutible intersección que existe entre la economía se manifiesta en las
diversas situaciones que abarca la primera, o en la simple transmisión de conocimientos que esta genera, siempre y cuando se presenten algunos elementos de la segunda. De ese modo, y por las condiciones necesarias que requieren las múltiples situaciones de índole económica, se puede hacer calzar de manera casi precisa la clasificación de los tipos de comunicación que interfieren –o desenvuelven– en los diversos objetivos de la economía. Siendo la economía, por definición, una de las ciencias que estudia cómo las personas se interrelacionan entre sí (Mankiw 1997) es necesaria una parada en la forma y el proceso en los que se manifiesta esta interrelación: La comunicación. Debido a esto no es casualidad que algunos de los elementos vitales para la existencia de la comunicación sean también necesarios para la existencia del estudio económico. A estos elementos podemos denominarlos como polifacéticos, puesto que suponen un equivalente en otra ciencia o disciplina y desempeñan la misma función. Estos elementos inscritos en la economía nos brindan, por el contexto y propósito en el que son empleados, un panorama, y acaso un sendero para nuestro cometido. Es importante diferenciar, en primera instancia, entre las labores que son ‘meramente’ económicas –que utilizan en su mayoría elementos abstractos y/o estadísticos– y en las que interfiere el proceso comunicativo. Por ejemplo, la construcción de teoría económica a diferencia del estudio de una transacción. Es decir, la comunicación no está omnipresente en la economía. Sin embargo esta fue una de las cosas que infundió vida a la economía, y ha sido la razón por la que es considerada como ciencia, cubriendo sus cuestiones empíricas. Hasta este punto, lo último por considerar es el desenvolvimiento que se da en los elementos polifacéticos con respecto al contexto y al nivel en el que se abarquemos a la economía, para así poder establecer qué tipo de comunicación es la que ha sido utilizada. Para este fin, dividiremos en dos partes esenciales a la economía en las cuales intervenga el proceso comunicativo. La primera estará enfocada en los tipos de comunicación que se suscitan en la parte netamente académica de la economía, ya sea en la codificación y transmisión de conocimientos. La otra, por necesidad, estará enfocada en los tipos de comunicación que ocurren en un ambiente en donde los conocimientos económicos son puestos en práctica, es decir, en una empresa. La elección de ambos lineamientos supone –o eso se intenta–, por sus generalidades una cobertura de todos los tipos de comunicación que se logran alcanzar en la economía. Estos pueden repetirse en cada sección, pues de lo que se trata es abarcar lo máximo de ellas. 2.2.1 Tipos de comunicación económica en el ámbito académico
a) Comunicación verbal: Como bien se sabe, este tipo de comunicación gira
en torno al uso de las palabras. Sin embargo, según el medio y la forma en la que se emiten, una bifurcación inevitable aparece en su clasificación en la economía. - Comunicación oral: Podemos encontrarla en la enseñanza de la teoría económica, en forma directa, con un emisor y receptor presentes. El uso de la palabra mediante el signo lingüístico hablado puede cumplir un fin didáctico sorprendente, y constituir un tipo de comunicación muy útil, al que la economía, y en general, todo sistema de conocimiento no es indiferente. - Comunicación escrita: Del mismo modo se la puede hallar en la enseñanza, así como en la presentación de algún tipo de conocimiento; sin embargo, la diferencia está en la forma en que se manifiestan los elementos de la comunicación. Mientras que en el primer tipo, el emisor se encontraba en el mismo espacio y/o tiempo con el receptor, en este caso, estos se encuentran en tiempos y espacios distintos. Otro elemento que varía con respecto al primer tipo de comunicación es el canal en el que se envía la información, esto es el conocimiento codificado en letras.