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CAPACIDADES EMPRENDEDORAS

El perfil “ideal” de una persona emprendedora es disponer de un nivel de desarrollo


adecuado de todas las capacidades emprendedoras. Pero esto no es posible y, además,
no todas las capacidades tienen el mismo peso a la hora de emprender.

Todas son importantes, pero algunas son la base del desarrollo de las otras, por lo que
pueden ser consideraras claves.

– Autoconfianza. La autoconfianza es la capacidad del individuo en creer en sí mimo, y en


la posibilidad de conseguir sus metas personales.

La persona emprendedora tiene que tener confianza absoluta en su proyecto y en que está
preparada para sacarlo adelante. Va tomar decisiones y lo tiene que hacer de manera
decidida, sin miedo y confiando en sí misma, aunque puedan ser erróneas o el resultado
no sea el esperado.

La confianza debe extenderse también a las personas que van a formar parte de la
empresa. Y es que esta capacidad (estrechamente relacionada con la autoestima personal)
se relaciona directamente con algunas habilidades de liderazgo como la motivación.

– Orientación al logro. Se entiende como la persistencia para conseguir metas y objetivos


personales, en este caso, emprender un negocio.

El emprendedor o emprendedora tiene que saber dónde quiere llegar y estar en disposición
de realizar todo lo necesario para lograrlo. Por eso, esta capacidad se relaciona con otras
como la voluntad de finalizar correctamente las tareas que se comienzan, y con la energía
vital y con el entusiasmo, necesarios para conseguir logros de largo recorrido.

– Asunción de riesgos. Supone una predisposición a no evitar situaciones que impliquen


incertidumbre o riesgo potencial.

La persona emprendedora va a asumir riesgos, pero éstos deben ser calculados. El proceso
de creación de una empresa no se acomete (o, al menos, nunca debería hacerlo) de manera
aleatoria. La o el emprendedor ha analizado el entorno, ha diseñado su producto o servicio,
ha analizado la viabilidad de su negocio y ha establecido unos

Resultados previsibles para su actividad. Resultará contraproducente asumir demasiados


riesgos si la realidad lo desaconseja, o trabajar en un ambiente de total inseguridad. Por
tanto, es necesario calcular los riesgos de cada decisión que se tome y, por supuesto, evitar
los que sean innecesarios.

– Expectativa de control. Se relaciona con la capacidad de la persona para asumir la


responsabilidad de sus propias acciones.

En ocasiones, la persona emprendedora puede culpabilizar de sus propias decisiones a


otras personas o circunstancias. Esto sucede porque su expectativa de control es externa,
esto es, considera que el resultado de sus acciones se debe a la suerte o a causas no
relacionadas con su conducta.
Pero realmente es necesario que su expectativa de control sea interna y asuma la
independencia de sus acciones con respecto al entorno y la relación entre su conducta y el
resultado.

– Tolerancia a la frustración. Pude definirse como la capacidad de persistir en la conducta


encaminada a obtener un resultado, a pesar de las dificultades o retrasos que hayan de
enfrentarse.

Esta es una cualidad fundamental en la persona emprendedora, porque va a tener que


enfrentarse a retrasos, dificultades o imprevistos que le pueden llevar al desengaño y al
fracaso. Es normal que no todo salga bien a la primera y tropezar varias veces, pero es
necesario saber afrontar los obstáculos que se pueden interponer en el camino y
perseverar.

– Orientación comercial. Tiene que ver con la preferencia por las relaciones interpersonales
laborales, lo que incluye la capacidad de comunicación y de obtención de la información
adecuada para lograr los objetivos que se persiguen, o para la generación de relaciones de
colaboración.

Las habilidades o competencias más directamente relacionadas con este rasgo son las que
tienen que ver con las habilidades de comunicación interpersonal, negociación y venta.

La o el emprendedor no actúa aislado: el desarrollo de su proyecto, su puesta en marcha y


su crecimiento y éxito van a depender de las relaciones que establezca en diferentes
ámbitos, por lo que conviene que tenga facilidad para las relaciones personales, para la
comunicación y para la negociación. Por supuesto, debe tener habilidades para la venta y
una fuerte orientación al servicio a su cliente.

– Trabajo en equipo. Tiene que ver con varias capacidades organizativas y de coordinación,
necesarias para lograr los objetivos planteados.

La persona emprendedora no va a trabajar sola. Normalmente, contará con otras que


realizarán diversas labores dentro de la empresa: formarán un equipo que persigue un
objetivo común. La capacidad de motivar al equipo y de liderarlo, de organizar y delegar el
trabajo será también fundamental.

Pero el nivel de desarrollo “óptimo” de cada capacidad emprendedora clave es diferente.


Por ejemplo, es preciso que el nivel de tolerancia a la frustración tenga un límite, porque
una persona emprendedora debe avanzar y no enfrentarse continuamente a problemas que
no le permiten desarrollar su proyecto.
VALORES Y HABILIDADES SOCIALES DE LAS PERSONAS
EMPRENDEDORAS
En el Libro Blanco sobre la Iniciativa Emprendedora, de la Fundación Príncipe de Girona,
se señalan una serie de valores y actitudes que se identifican con los emprendedores y con
niveles altos de iniciativa emprendedora en una sociedad. Entre estos destacan: 1) la
actitud hacia el riesgo; 2) no tener miedo al fracaso; 3) la creatividad; 4) el control interno
(es decir, la creencia de que aquello que nos acontece viene determinado por nuestras
propias acciones y no por las de otros o por causas externas); 5) la percepción de las
oportunidades existentes; 6) la confianza en la capacidad de emprender; y, finalmente, 7)
la imagen del emprendedor y de la actividad emprendedora por parte de la sociedad.
Son diversas las teorías que se han desarrollado sobre la figura del empresario. Unas se
han basado en los rasgos de su personalidad, y otras se han basado en un enfoque
sociocultural o institucional. Entre las teorías que hacen referencia a los rasgos de la
personalidad del empresario, se encuentran la teoría del beneficio del empresario, propia
de los economistas del siglo XIX, que afirmaban que la decisión de ser empresario se
basaba únicamente en la propensión o aversión al riesgo de las personas; la teoría de
Schumpeter, que consideraba al empresario un innovador, una persona que realiza nuevas
combinaciones de los medios de producción; o la teoría de Kirzner que consideraba que lo
que caracteriza a un empresario es la perspicacia o capacidad para identificar
oportunidades de negocio. Las teorías basadas en un enfoque sociocultural o institucional,
hablan de la necesidad de romper con un modo de vida previo (teoría de la marginación),
desarrollar una red de relaciones sociales (teoría de la red), o en la incubación de ideas o
proyectos mientras se está trabajando en otra empresa.
Las últimas investigaciones se centran cada vez más en identificar y describir los
comportamientos del empresario; lo que hace, en vez de como es. Señalan como
características de su comportamiento:
La capacidad de buscar y recoger información,
La habilidad para manejar riesgos,
La capacidad para establecer relaciones,
La capacidad para tomar decisiones en la incertidumbre,
La capacidad de liderazgo,
La capacidad de aprender de la experiencia.
Estas teorías ponen de relieve distintos rasgos del emprendedor, como son la proactividad,
la iniciativa, la autonomía, la creatividad, la innovación, la visión de futuro, la confianza en
uno mismo, la tenacidad, la responsabilidad, la autodisciplina, el sentido crítico, la
motivación de logro.
Además, se considera que el empresario ha de contar con las siguientes habilidades:
flexibilidad, capacidad para asumir riesgo, saber compatibilizar los objetivos de la empresa
con los objetivos personales, saber rodearse de las personas adecuadas, conocer el sector
y la actividad específica que se desea desarrollar. Entre las habilidades sociales y de
dirección que debe tener, encontramos las habilidades comunicativas, las habilidades
negociadoras, el espíritu de equipo, la solidaridad, el liderazgo.
María Eugenia Caldas y María Isabel Murias, en el libro Iniciativa emprendedora, dirigido a
alumnos de 4º de ESO, presentan un test sobre las habilidades emprendedoras. Entre las
preguntas que se hacen a los chicos, se encuentran las siguientes:
¿Me considero preparado para responder a situaciones nuevas?,
¿Me planteo desafíos a la altura de mi capacidad?,
¿Adapto mis planteamientos según se presenten las situaciones?,
¿Premio mis progresos?,
¿Pienso en todas las posibilidades antes de tomar decisiones o evaluar los hechos?,
¿Miro las cosas desde diferentes puntos de vista?,
¿Puedo mantener un nivel de actividad elevado a diario sin sentirme excesivamente
cansado después?,
¿Adopto una actitud autocrítica ante mis errores, suelo aprender de ellos?,
¿Puedo convertir una situación negativa en una oportunidad profesional para mí?
En el libro Emprender es posible se seleccionan cinco características que constituyen el
círculo emprendedor. Estas cinco características son la creatividad (tengo una idea), la
propensión al riesgo (me la juego por mi idea), la iniciativa (paso de la idea a la acción), la
confianza en uno mismo (creo en mí y en mi proyecto) y el control interno (creo que mi vida
está determinada por mis propias acciones, y no por las de otros o por la suerte; soy el
responsable de mi proyecto). Cuando se pone en marcha un proyecto, se inicia este círculo
emprendedor. Y, aunque son necesarias unas predisposiciones internas, es posible
enseñar y desarrollar la habilidad emprendedora.
¿Cómo podemos fomentar la actitud emprendedora de nuestros jóvenes? D. Kirby proponía
que la formación en emprendimiento se centrara en cuatro puntos clave:
Dar más autonomía a los estudiantes respecto a su proceso de aprendizaje, lo que incluye
fijar sus propios objetivos, recursos, actividad, métodos, y, sobre todo, su posterior
evaluación,
Involucrarlos en la resolución de problemas en situaciones reales, preferiblemente en
equipos. Se trata de desarrollar a la vez el pensamiento intuitivo y el racional, fomentando
la comunicación y el trabajo en equipo,
Motivar a los estudiantes a formular decisiones con información incompleta e incierta, para
estimular su capacidad de hacer frente a la incertidumbre,
Ofrecer modelos de referencia que se involucren en todo el proceso, desde el aprendizaje
a la evaluación.
ARGUMENTACIÓN SOBRE ESTILOS DE VIDA
Tener hábitos y estilos de vida saludable son importantes para el ser humanos. De allí
dependen una vida sana, prevención de enfermedades y un correcto funcionamiento de
todos los sistemas de nuestro cuerpo. Una ayuda muy importante para mantener estos
hábitos y estilos de vida, son las guías alimentarias pues ellas contienen planeamientos
que orientan a la población sobre el consumo de alimento y un completo bienestar
nutricional. Además estas guías ofrecen una completa información sobre lo que la población
debe consumir dependiendo la edad y los requerimientos de cada una de ellas, indicando
a su vez los aspectos que deben ser modificados. Como ya se mencionó, estas guías
apuntan al bienestar nutricional y para ello es necesario pensar en el tipo de nutrientes
requiere el ser humano para el normal funcionamiento de su cuerpo. Estos nutrientes llegan
al cuerpo a
travésde los alimentos, de allí la importancia de tener un balance en lo que seconsume. L
os nutrientes es el compuesto de todos los alimentos necesarios para las diversas
funciones del organismo y se dividen en macronutrientes
ymicronutrientes. En los macronutrientes, es decir aquellos nutrientes que elcuerpo
necesita en gran cantidad, encontramos: Los carbohidratos quienes hacen el mayor aporte
energético de la dieta humana, las proteínas
quecumplen funciones metabólicas, de crecimiento e inmunológicas de granimportancia
para el organismo y los lípidos que ayudan al buen funcionamiento de los seres vivos y
representan la mayor fuente de energía para el organismo al aportar 9 calorías por gramo.
Los micronutrientes por su parte no aportan energía, pero son factores de colaboración
esenciales para que el metabolismo funciones. Están
compuestospor las vitaminas y los minerales. Se les llama micronutrientes por que senece
sitan en cantidades muy pequeñas, sin embargo son esenciales para
elorganismo.Aunque todos estos nutrientes son tan indispensables para el correctofuncion
amiento del cuerpo humano, en la mayoría de hogares de nuestro país, no se tiene en
cuenta este balance de nutrientes a la hora de alimentarse. Hay muchas razones que
influyen en esto, como la parte económica, las
diversaszonas geográficas pero creo que el mas importantes es que no hay unaadecuada
enseñanza en el desarrollo de hábitos saludables, pues se puede comer bien y saludable
sin necesidad de tanto dinero. Creo que se ha creado una mentalidad de comer para
llenarse y no para nutrirse. La población colombiana necesita desarrollar estos hábitos
saludables, y una manera de hacerlo es teniendo en cuanta las guías alimenticias
propuestas para cada edad, ya que estas incluyen no solo alimentos indicados para cada
edad, sino también la información del aporte nutricional que cada uno de ellos hace ala
persona.Una forma de animar a la población en general a llevar una alimentaciónsaludabl
e es mostrar los beneficios que trae a la salud y a la vida individual y familiar como tal. Se
puede comer bien sin necesidad de tener mucho dinero.
SITUACIÓN FINANCIERA PERSONAL Y COLECTIVA
La planeación financiera personal es una parte integral de nuestro plan de vida, ya que nos
ayuda a alcanzar aquello que queremos lograr y que implica recursos económicos. Como,
por ejemplo, tener un retiro cómodo o tener la posibilidad de darles a nuestros hijos mejores
oportunidades en la vida.
En este sentido, la planeación financiera personal se podría definir como el proceso que
nos ayuda a darnos cuenta de nuestra situación financiera, determinar nuestras metas y
objetivos, y desarrollar estrategias que nos guiarán hacia el logro de esas metas. Sin
embargo, la planeación financiera comienza con el reconocimiento que cada uno de
nosotros haga, de que todos tenemos necesidades y objetivos diferentes.
Recuerde que una buena planeación financiera cubre un número importante de áreas
fundamentales, incluyendo la planeación para el retiro, planeación testamentaria,
administración de riesgos y seguros, planes de salud, impuestos, inversiones, manejo de
efectivo y presupuestos.
Es decir que, dependiendo de nuestras necesidades particulares, puede también incluir
planes para garantizar la educación de nuestros hijos, para donaciones de caridad,
filantropía, entre otros.
No obstante, el proceso de planeación financiera personal debe ser un proceso integral. A
pesar de que existen diferentes áreas o partes del mismo, el cambio en una de éstas puede
impactar la habilidad para lograr nuestras metas. Por ello, es importante ver la fotografía
completa antes de tomar alguna decisión que pueda impactar nuestro bienestar financiero
futuro.
¿Por qué es importante planear nuestras finanzas personales? Mientras más escasos sean
nuestros recursos, más tenemos que cuidarlos y administrarlos de manera eficiente.
Muchas veces he visto cómo las personas con más bajos ingresos se esfuerzan
en ahorrar aunque sea unas monedas, para los tiempos difíciles y con ello mejorar su
calidad de vida.
La realidad es que un buen salario con dinero suficiente para gastar no es garantía de éxito
financiero, ni un modesto salario tiene necesariamente que prometer fracaso en estos
menesteres.
Por ello pienso que el elemento más importante para poder lograr un futuro exitoso no tiene
que ver con el ingreso de cada uno de nosotros, sino con empezar a establecer un
plan financiero personal .
Para la mayoría de las personas, cumplir metas financieras y acumular patrimonio requiere
tiempo y planeación.
No obstante, sin importar nuestro punto de partida, el conocimiento y las decisiones
inteligentes que tomamos a lo largo de nuestra vida pueden incrementar de manera
importante nuestras oportunidades de lograr los objetivos que nos trazamos.
El tiempo es un aliado. Una buena planeación financiera personal puede ayudarnos a evitar
graves equivocaciones, como podrían ser: incurrir en un endeudamiento excesivo, ignorar
nuestras oportunidades para tener un retiro cómodo, no tener el efectivo suficiente cuando
se requiere, o tener algunos seguros que no correspondan con nuestras necesidades
reales.
La planeación financiera personal nos apoya a tomar decisiones inteligentes acerca de
ahorrar para comprar una vivienda, para garantizar la educación de nuestros hijos o para
cubrir adecuadamente contingencias.
Pero además, puede apoyarnos en lidiar con cambios trascendentales en nuestro estilo de
vida, como puede ser el matrimonio, un divorcio, el nacimiento de un hijo, cambio de
trabajos o el retiro.
PROYECTO DE VIDA

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