Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El espacio público
de los movimientos sociales
Introducción
1
Véanse en ese sentido los capítulos 4, 5, 6, 7 y 8 de este libro, respectivamente.
94
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
La esfera pública
2
Entre otros, véase a Bolos (2003), Ramírez Kuri (2003), Olvera (2003), Avritzer (2002),
Low (2000), Panfichi (2002), Dagnino (2002), Álvarez (1997).
95
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
3
En una misma lógica, la definición de John Rawls parte de las ideas intuitivas de los individuos,
que se orientan hacia la búsqueda de consensos sobre principios generales en torno a la justicia.
96
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
4
Aunque, en efecto, el descubrimiento de la opinión pública no puede adjudicársele exclusi-
vamente a Habermas (Gingold, 2000; Tomas, 2001; Sennet, 1979), sus escritos han sido refe-
rencia obligada para su estudio.
97
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
98
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
6
Coutterau y Quéré (2003), al contrario, consideran que no debe hablarse de distintas esfe-
ras públicas, como si lo importante fuese calificarlas por grupos a los que perteneciera: por ejemplo
un espacio público burgués y otro plebeyo. Más bien, son las condiciones, o los arreglos institu-
cionales los que se diferencian. Por ejemplo, la publicidad, el lugar público, las formas de gestión
pública, la forma en que se da la copresencia, los repertorios de la movilización, y en general lo
que McAdam, Tarrow y Tilly (2003) llaman la política de la contención (Dynamics of Contention,
etc. Esto significa que las condiciones pueden cambiar de una situación a otra, al interior del
mismo espacio público, como puede observarse en el contenido de los discursos y en la diferen-
ciación de los actos analizados en este capítulo, y particularmente en el capítulo cuatro sobre el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
99
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
102
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
7
Entendemos a la ciudadanía en una relación multidimensional y dialéctica entre Estado y
sociedad civil, en el ejercicio conflictivo de derechos y obligaciones, que norman la posición y el
comportamiento colectivo de los ciudadanos, en la participación, y en la tensión exclusión-in-
clusión de ciudadanos en la toma de decisiones. Esta relación multidimensional es conflictiva en
esencia, porque van implícitas la diversidad, la lucha de contrarios, y la confrontación política.
De ese modo, estas experiencias de ciudadanía le han dado un carácter específico e histórico al
espacio público (Tamayo, 1999; 2010).
104
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
105
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
Valores
8
Habría que precisar que las valoraciones y principios normativos que se desprenden como
arreglos institucionales para el funcionamiento de la esfera pública y que calificaron la especificidad
de la esfera pública de la burguesía ilustrada en los siglos xviii y xix, ya no son válidos en la ac-
tualidad. Como tampoco puede decirse que lo que sucede hoy es la existencia de distintas esferas
independientes entre sí.
107
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
108
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
Medios
9
Recordemos que tanto para los liberales como para los comunistas la comunicación era
fundamental en la agitación política. También para los activistas de la Primera Internacional,
109
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
110
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
El espacio físico
112
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
12
Véase el capítulo de Alejandro López (2013) sobre “Cultura y política: un enfoque de dis-
curso público”, que retoma lúcidamente el análisis de Gamson.
114
E l espacio p ú blico de los movimientos sociales
115
E L E S PA C I O S I M B Ó L I C O D E L A P ROT E S TA
Consideraciones finales
118