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Discurso pronunciado por el

Gobernador del Estado de Jalisco,


Jorge Aristóteles Sandoval Díaz,
durante la ceremonia de
conmemoración del Día Internacional de
los Derechos Humanos. Salón México
III del Hotel Hilton. Guadalajara.
Pronunciado por:
El Gobernador del Estado de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz
Fecha:
Miércoles, Diciembre 10, 2014
Me da mucho gusto estar de nueva cuenta con ustedes en este día tan importante. Quiero por
supuesto agradecer al doctor Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, presidente de la Comisión Estatal de
Derechos Humanos en nuestro estado, por su trabajo, la invitación y siempre esa gran convicción
de seguir trabajando de manera muy horizontal con todos los defensores de las distintas
organizaciones ciudadanas de los derechos humanos. Felicidades.

Agradecer la presencia de los representantes de los poderes, el diputado José Trinidad Padilla
López, así como el magistrado Luis Carlos Vega Pámanes, presidente municipal Ramiro
Hernández, a todos los distinguidos miembros del presídium. Muchas gracias por su presencia.

Hace más de 50 años, cada 10 de diciembre, conmemoramos el Día de los Derechos Humanos,
pero no siempre nos detenemos a pensar qué hacemos el resto del año para defenderlos y hacer
que se extiendan a más ciudadanos que ven vulneradas sus garantías a diario.

Por eso el lema que estableció la ONU para este año 2014, “Derechos humanos los 365 días del
año”, es muy claro los lineamientos que debemos seguir como instituciones y como miembros de
una sociedad, que si no está basada en el respeto permanente, igualitario, difícilmente alcanzará el
progreso que busca.

El estado de derecho con certeza jurídica y bienestar no puede ser intermitente ni aleatorio, sin una
garantía plena para cualquier ser humano desde su nacimiento, pues el respeto comienza a
ejercerse en el primer núcleo social que es la familia, entre la pareja, los hijos, hermanos, evitando
cualquier tipo de violencia, sea de género o abuso de autoridad.

Así, los niños aprenden con el ejemplo que el respeto a los demás comienza en casa y
seguramente lo replicará en todo el desarrollo de su vida en la sociedad. Así es cómo se adquiere
una conciencia cívica que los hace mantenerse alerta ante las injusticias y ser promotores y
defensores de los derechos humanos.

Como los cinco ciudadanos que hoy son reconocidos con este premio Francisco Tenamaxtli,
otorgado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco a la licenciada María del
Socorro Piña Montiel, por su labor en defensa de las personas con discapacidad como presidenta
de la asociación civil Movimiento Jalisciense Pro-Personas con Discapacidad.
Así como a la señora Delia Santana Mendoza, que también se ha comprometido con la defensa de
las personas con discapacidad como presidenta de la asociación civil Grupo de Ayuda a Niños y
Ancianos.

A la maestra María Angélica Pérez García, que se ha especializado en el fomento a los derechos
de la salud desde su asociación civil Consulta y Asesoría Integral para el Tratamiento de la
Anorexia y la Bulimia.

Por su parte, la licenciada Sofía del Refugio Reynoso Delgado también es reconocida por ser una
luchadora constante a favor de los derechos de las mujeres en situación de vulnerabilidad, a través
de este Comité Promotor por una Maternidad Segura en México, Capítulo Jalisco.

Mientras que el licenciado Alfonso Ponce Varela recibe este reconocimiento por su trabajo y
desempeño en el área académica y desarrollo social como miembro del Colegio de Abogados en
Mediación y Medios Alternativos del Estado de Jalisco.

Así pues, los cinco premiados de este año nos recuerdan que el ejemplo de Francisco Tenamaxtli,
defensor de los derechos de los indígenas cuando esta tierra formaba parte de la Nueva Galicia, es
necesario tenerlo presente y retomarlo en nuestro contexto actual.

Pues nuestro país necesita que reconstruyamos el estado de derecho que se vio vulnerado
durante muchos años y que se sigue viendo vulnerado, y que ahora forma parte sustancial de las
políticas gubernamentales que encabeza el Presidente de la República Enrique Peña Nieto y que
estamos replicando en muchos estados como Jalisco.

Tanto en la presentación del Programa Nacional de Derechos Humanos 2014–2018, que se llevó a
cabo en junio de este año, como en el mensaje “Por un México en Paz”, emitido hace algunas
semanas, reafirmó la importancia del respeto a los derechos humanos como factor de desarrollo y
de bienestar.

Con la reforma al Sistema de Competencias Penales a nivel constitucional, así como el


fortalecimiento a los procedimientos y protocolos de justicia en casos de tortura, desaparición
forzada o ejecución extrajudicial, no habrá cabida ante la impunidad.

También se establecerán indicadores adicionales en materia de derechos humanos, en conjunto


con la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las organizaciones de la sociedad civil, y se
publicará el Reglamento de la Ley General de Víctimas.

Cito estas medidas no sólo porque son inéditas en la vida democrática de México, sino porque en
Jalisco nos apegaremos a su estricto cumplimiento, hasta llegar a cumplir los objetivos de paz y
respeto que nos hemos propuesto, para lo cual requerimos también del trabajo coordinado con la
Comisión Estatal de Derechos Humanos y las organizaciones de la sociedad civil de Jalisco,
porque en nuestro gobierno sabemos que no basta con acatar las recomendaciones y mirar hacia
otro lado, sino que hay que atender los factores de riesgo cuando todavía son una posibilidad y no
un hecho, cuando una persona está en situación vulnerable y evitar que se convierta en víctima de
cualquier atropello a sus derechos humanos.

Nuestra tarea, por tanto, es reforzar la colaboración entre todos los sectores que estamos
representados aquí, tanto servidores públicos como ciudadanos activos que toman parte en la
construcción de una sociedad más justa y más igualitaria, para enmendar un tejido social que ha
sido dañado sin tregua durante tanto tiempo.

Y este objetivo solamente lo vamos a lograr si hacemos del respeto y la promoción de los derechos
humanos, una tarea permanente los 365 días del año. Por ello, qué mejor homenaje podemos
ofrecer a grandes luchadores sociales de la historia como Tenamaxtli, como Mandela, célebres por
su lucha a favor de los derechos humanos, desde el derecho a la vida hasta el de la libertad de
expresión, que es evitar que otras personas sufran cualquier embate a sus derechos en cualquier
rincón del mundo. Por eso, nuestro reconocimiento.

Me enorgullece también haber escuchado que se le ha entregado un reconocimiento a mi esposa,


la presidenta del DIF, por este trabajo en favor del sector más vulnerable. Muchas gracias al
Consejo Ciudadano.

Decirles que nuestra misión es seguir pensando siempre como ciudadanos. El término es finito,
duramos solamente algunos años en la responsabilidad que ustedes nos han encomendado y con
esa sensibilidad, apertura y humildad debemos reconocer que hay muchos problemas, debemos
reconocer que son muchos los retos que tenemos por delante, pero que no hemos descansado y
hemos puesto nuestras capacidades al límite de nuestro tiempo, sin límite de nuestro tiempo para
servir a la comunidad.

En ese sentido queremos y aspiramos a lo mismo que ustedes: transformar el entorno donde
vivimos, que crezcan en una mejor sociedad nuestras futuras generaciones, que construyamos un
mundo mejor que el que a nosotros nos ha tocado vivir.

Hoy son tiempos difíciles. A quienes representamos una tarea y una responsabilidad al frente de
los gobiernos, son tiempos que debemos mirar con gran apertura y tomar decisiones más
horizontales, escuchar a todos los sectores de la sociedad, incluirlos en una gobernanza real para
tomar las mejores decisiones juntos y que al final podamos tener una país más seguro, con más
oportunidades y un mejor desarrollo.

Reconocemos a la gente buena, a los buenos ciudadanos, que destacan a diario sus servicios, su
trabajo, que con firme convicción quieren transformar la vida de los demás y aquí hay ejemplos
claros. Y así como ustedes hay muchos líderes anónimos que trabajan a diario por su entorno, su
familia, su comunidad y es a quienes debemos apoyar decididamente.

Hoy los gobiernos pueden tener errores, pero si escuchan a los ciudadanos, a las organizaciones
ciudadanas, podemos juntos evitar esos errores y actuar de manera más efectiva, más eficiente.

Los problemas que se han presentado en nuestro país nos llaman también a asumir con valentía,
responsabilidad y firmeza la actuación de los gobiernos.

Bienvenida la protesta, como bien lo señaló el presidente de la Comisión Estatal, bienvenida la


lucha, la manifestación, la inconformidad y hay que tener sensibilidad y apertura para
inmediatamente responder a esos sectores que han vivido en la desesperanza, en el hartazgo y la
indignación porque no han sido escuchados.

Muchos de ellos han sido invisibles y se notan visibles cuando a través de la delincuencia o a
través de otros actos quieren ellos buscar una oportunidad y son presa fácil de la delincuencia
organizada.

Ahí es donde debemos entender el origen de la actuación de los gobiernos y no dejar de ver la
necesidad y la pobreza, la desigualdad con la que viven millones de mexicanos y entones así
podremos entender su indignación, entonces así podremos entender su desesperanza.

Pero ahí es donde hay que actuar con responsabilidad para que lleguen los programas, los
apoyos, las acciones y juntos como sociedad salir adelante dotándolos de capacidades, de
herramientas, para que ellos puedan salir de esa pobreza y no heredarla transgeneracionalmente y
entonces puedan tener un mejor ingreso, puedan desarrollarse en su familia, en su comunidad, en
su entorno y alcanzar esa felicidad a la que todos y todas aspiramos.

Esa es la lucha ahora de los gobiernos que viven tiempos difíciles, donde somos vigilados
permanentemente por las multitudes inteligentes, por las redes sociales.

Pero sí hacemos un llamado. No podemos construir y mejorar a partir de destruir, necesitamos


unidos como mexicanos encontrar las mejores soluciones, que los jaliscienses, todos, a través del
diálogo y del consenso, porque encontrarán una apertura y de manera tolerante lleguemos a
encontrar las soluciones que por muchos años se postergaron resultados concretos.

Y desde aquí lo debo señalar con claridad, en el propio contrato social establecido en la misma
Constitución, que ha sido votada por los mexicanos y que es la que tenemos como la ley general
para poder dotar del monopolio de la seguridad y de responsabilidad a los gobiernos, debemos
utilizarla con el respeto irrestricto a los derechos humanos.

Pero también debemos utilizarla para que en esa protesta no transgreda los derechos humanos de
los demás. Ahí es donde debemos actuar con firmeza y con mucha claridad los gobiernos, sin
llegar nunca a los excesos.

Hoy en el Gobierno de Jalisco se han castigado los excesos. Escuchamos las denuncias y, como
se decía, necesitamos una capacitación permanente.

Lo vivimos con la reciente creación de la Policía Única, de la Fuerza Única de Jalisco, muchos de
los policías pasaron sus exámenes, fueron capacitados. No pasaron tres meses cuando estaban
abusando del poder, cuando estaban abusando de la seguridad y esos policías hoy están siendo
castigados.

Por eso debemos trabajar en el origen, en poder dotar de equilibrios a través de los derechos
humanos a las personas, que muchos de ellos son policías que anteriormente ganaban tres,
cuatro mil pesos, que hacían su labor con gran disposición y después de verse con todo un cuerpo
de seguridad se excedían en el uso de sus funciones.

Hay que señalarlos, pero también hay que seguir trabajando muy de la mano en la capacitación
para que estos compañeros, para que los individuos, para que la persona entienda que venimos a
cumplir factor con la sociedad y venimos a servir a la sociedad. Ese es el gran reto que tenemos y
que a diario estamos trabajando. Sí tenemos problemas de inseguridad, como en todo el país, pero
estamos avanzando.

Hoy lo que necesitamos es organizarnos mejor desde la sociedad, porque somos muchos, pero
muchos más los buenos que algunos delincuentes, que si los detectamos, que si los denunciamos,
que si nos organizamos, podemos entonces juntos hacer mejor la labor y podernos cuidar a todos.

Porque no habrá policía, no habrá ejército que nos alcance si no participamos y colaboramos, si no
cada quien asume y construye a partir de su granito de arena. Así es cómo podemos tener una
mejor sociedad, por supuesto a partir de la educación, a partir de los valores y de ese trabajo que
desde la escuela, que desde la educación estoy convencido está la solución.

Esos son los retos que tenemos. Yo por eso quiero reconocer el trabajo que ustedes a diario
despliegan, que ustedes a diario realizan, porque el cambio lo hacen ustedes, nosotros solamente
somos un instrumento que debe coordinar y facilitar el esfuerzo de los jaliscienses.

Y reitero nuestro compromiso irrestricto a seguir trabajando con la sociedad civil y sobre todo a
mantener esta promoción, este respeto permanente durante todo el año de los derechos humanos.

Felicidades a los homenajeados.

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