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EL MUNDO MUSULMÁN Y LA SEXUALIDAD

Las diferencias entre las tres grandes religiones monoteístas del mundo son mínimas entre sí.
El mundo musulmán está regido por el Corán y la Sunna. Lo mismo sucede en lo referente al placer y el goce dentro
de la pareja heterosexual. En el mundo musulmán, gozo y placer aparecen totalmente unidos al concepto de
felicidad.
El sexo en el Corán es algo habitual y podemos encontrarnos con más de ochenta y dos referencias al mismo.
Veamos un ejemplo: “Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros ¡Venid, pues, a vuestro campo como
queráis, haciendo preceder algo para vosotros mismos! ‘Temed a Alá y sabed que le encontraréis! ¡Y anuncia la
buena nueva a los creyentes!”. El Paraíso es para los musulmanes su finalidad y el sexo es una forma de llegar a
él.
El derecho musulmán aparece con el tiempo y son los ulemas y los fuqashas los que elaboraron a partir de mediados
del siglo VIII y hasta finales del siglo IX toda una serie de regulaciones sobre la sexualidad, basada en las doctrinas 1
del Corán y la Sunna, marcando lo que es lícito y, lo que no se puede hacer.

LA MUJER MUSULMANA
El Corán establece que los hombres y las mujeres son iguales, pero al mismo tiempo también dice: "Los hombres
son los protectores y proveedores de las mujeres, porque Alá ha hecho que uno de ellos supere al otro, y porque
gastan de sus bienes. Las mujeres correctas son devotamente obedientes y recogidas en ausencia de su esposo
que es lo que Alá les exige”.
La ley islámica Sharia habla de la complementación, y las diferencias entre el papel de las mujeres y los hombres,
cuáles son sus derechos y obligaciones. El Corán y los hadices no mencionan que las mujeres deban ser amas de
casa. Las mujeres poseen en la mayoría de los países musulmanes un conjunto de derechos respecto al
casamiento, divorcio, derechos civiles, estatus legal, códigos de vestimenta y educación, basados en distintas
interpretaciones.
El Corán presenta dos visiones en cuanto al rol de la mujer. Ambas hablan de la igualdad de las mujeres y los
hombres ante Alá en cuanto a sus deberes religiosos y coloca a las mujeres bajo el cuidado de los hombres, es
decir, los hombres son los responsables del mantenimiento de sus esposas.
El Corán dice: “Los hombres son los proveedores y protectores de las mujeres, porque Alá ha hecho que uno de
ellos supere al otro, y porque gastan de su propiedad para mantener a las mujeres”.

El Corán explica que los hombres y las mujeres son iguales en la creación y en la vida eterna posterior a la misma,
pero no idénticos La Sura indica que los hombres y las mujeres han sido creados de una sola alma. Una persona
que se antepone a otra no es superior a la otra, y una persona no es la derivada del otro. Una mujer no ha sido
creada para servir los propósitos de un hombre, sino que ambos han sido creados para el beneficio mutuo.

EL MATRIMONIO
Alá creó al ser humano con la necesidad de tener un compañero que le inspire amor, cariño y lo contenga en
momentos de preocupación y tristeza. El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, bajo el compromiso
y consentimiento mutuo de vivir juntos según las enseñanzas de su fe.
“Y entre sus signos esta haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso
entre vosotros amor y misericordia. Por cierto, que en esto hay signos para quienes reflexionan”.
Las costumbres en cuanto al matrimonio musulmán varían entre los diversos países. Las costumbres culturales a
veces son implantadas bajo el contexto del Islam. Sin embargo, la ley islámica permite una poligamia limitada bajo
determinadas circunstancias.
Si seguimos la Sharia, el matrimonio no puede nunca ser forzado. Los primeros contactos son hechos
generalmente por los padres y debe existir la condición básica del consentimiento libre de los futuros cónyuges y
ésta debe ser respetada. El Profeta aconsejó que la elección de los cónyuges sea basada en la castidad, decencia
y religiosidad.
El contrato matrimonial es acordado entre el wali, o guardián, de la novia y el novio, no entre el novio y la novia.
Solo un musulmán libre puede ser el wali de la novia. Éste es un pariente hombre de la novia, preferiblemente su
padre. La mayoría de los estudiosos del Islam sostiene que si la novia es virgen, su padre o abuelo paterno,
pueden obligar a la novia a contraer matrimonio aun en contra de su deseo expreso.

El Corán considera, que el amor entre los hombres y las mujeres es un signo de Dios. Los esposos deben ser
buenos con sus esposas y las esposas deben ser buenas con sus esposos. Sin embargo, el Corán permite que
los hombres golpeen a sus esposas si “sospechan de la lealtad” de éstas, aunque menciona que, por lo menos en
algunas traducciones, se las debe castigar de manera “liviana”.
Se ha debatido mucho en el mundo musulmán por lo que significa un castigo “liviano”. Existen diversas posturas
en cuanto a lo estricto de las restricciones que impone la palabra “liviano”.
Está estipulado que los hombres poseen el derecho de utilizar el cuerpo de sus mujeres como una posesión,
utilizándolo como y cuando el hombre lo desee y el consentimiento de la mujer no está sujeto a discusión. El
Corán promueve la discusión y el acuerdo mutuo en las decisiones familiares, aunque la decisión del hombre es la
definitiva.

Las relaciones sexuales para los musulmanes se circunscriben exclusivamente al matrimonio, es decir, a la
relación entre la esposa y el marido. Su finalidad es tener y criar hijos y esto estimula a los musulmanes.
Además de tener hijos, las relaciones sexuales tienen un importante papel en el bienestar del matrimonio.
Leyendo el Hadiz, permite saber de todos los asuntos, incluyendo los que trataban de la sexualidad humana.
El Corán y el Hadiz aluden a la naturaleza de las relaciones sexuales como un medio de lograr satisfacción mutua,
acercamiento y compasión entre una esposa y su marido:
“Durante el mes de ayuno os es lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura para vosotros y
vosotros lo sois para ellas”.
Se aconseja a los musulmanes evitar tener relaciones sexuales durante la menstruación, para de esta forma evitar
la incomodidad a la mujer. El fin del matrimonio es crear ternura entre dos personas y satisfacer la necesidad
humana elemental del compañerismo:
"Y entre sus signos está el haberos creado esposas nacidas entre vosotros, para que os sirvan de quietud, y el
haber suscitado entre vosotros el afecto y la bondad. Ciertamente, hay en ellos signos para gente que reflexiona."
El concepto de satisfacción mutua se alude en un hadiz. Se aconseja a los maridos que hagan el amor de manera
que el juego permita a la mujer tener el orgasmo primero. El descontento sexual es considerado como base
legítima para solicitar el divorcio por parte de la esposa o del marido. El celibato y la vida monacal son rechazados
en el mundo musulmán, porque contradicen de forma clara la naturaleza del ser humano.

También se produce el llamado matrimonio de placer, por el cual un hombre paga una suma de dinero a la mujer o
su familia a cambio de una relación de esposos transitoria. Esta es una práctica antigua, que ha sido recuperada
en Irán en tiempos recientes. Los que la practican, se basan en el derecho musulmán de la Sharia. Esta indica que
es una práctica permitida.
A las mujeres no se les permite la poliandria, mientras que, a los hombres, como vemos, se les permite tener
varias esposas.

LAS RELACIONES PREMATRIMONIALES


El sexo prematrimonial está absolutamente prohibido en el Islam, no importa si es con una novia o con una
prostituta. El sexo prematrimonial es adulterio. Es una conducta sexual irresponsable para la doctrina islámica al
no existir responsabilidad en dicha relación.
El Corán dice "¡Evitad la fornicación: es una deshonestidad! ¡Mal camino…de satisfacer el instinto sexual!". La
fornicación ha sido severamente condenada tanto por Mahoma como por los Imanes. En el Islam, el sexo
premarital está considerado como un acto inmoral contra los derechos de Alá y contra los propios órganos
sexuales. Es un pecado castigado por el tribunal islámico.
Si un hombre soltero y una mujer soltera son encontrados culpables de adulterio en un tribunal islámico, su castigo
será como sigue: “Flagelad a la fornicadora y al fornicador con cien azotes cada uno. Por respeto a la ley de Alláh, 3
no uséis de mansedumbre con ellos, si es que creéis en Alláh y en el último Día. Y que un grupo de creyentes sea
testigo de su castigo".
Si un hombre o una mujer solteros cometen adulterio más de una vez, entonces serán castigados con cien azotes
hasta tres veces. Si son encontrados culpables por una cuarta vez, entonces se les dará muerte. En una relación
extramatrimonial, su castigo es aún más severo, ya que las personas casadas no tienen excusa, sea la que sea, de
cometer adulterio. La Sharia dice que las personas casadas culpables de adulterio deben ser lapidadas hasta la
muerte. Por lo tanto, el sexo premarital está fuera de toda consideración como medio de satisfacer el deseo sexual.

¿QUÉ HACER CUANDO NO SE PUEDE HACER SEXO?


Si un musulmán no puede casarse poco después de la pubertad, entonces él o ella tienen dos opciones: la
abstinencia temporal o el matrimonio temporal.
ABSTINENCIA TEMPORAL.
Si una persona decide, por cualquier razón, no casarse pronto después de que él o ella alcancen físicamente la
madurez, entonces la única vía es adoptar la abstinencia temporal. Después de recomendar enérgicamente el
matrimonio de la gente soltera, el Corán dice:

“Que los que no puedan casarse observen la continencia hasta que Alá les enriquezca con su favor”.
EL MATRIMONIO TEMPORAL
Si una persona no se casa poco después de la madurez y encuentra difícil controlar su deseo sexual, entonces la
única vía de satisfacer el deseo sexual es el matrimonio temporal.
Siguiendo las leyes islámicas el matrimonio es de dos tipos: el permanente y el temporal. Según la corriente sunita
dicen que el matrimonio temporal estuvo permitido en el Islam hasta los primeros días del califato de 'Umar ibn al
Jattab
La diferencia principal entre los dos tipos de matrimonio es que, en el permanente, el Islam tiene definidos
claramente los derechos y obligaciones entre los esposos. Por ejemplo, es el deber del marido proveer para las
necesidades básicas de la vida de su mujer, y la esposa está obligada a no rechazar las relaciones sexuales sin
ninguna razón religiosa o médica.
En el matrimonio temporal, el Islam ha dado a los respectivos esposos el derecho de desarrollar sus propios
derechos y planes esperados. El marido no está obligado al mantenimiento de la esposa a menos que haya sido
estipulado así en el contrato de matrimonio. La esposa puede poner como condición en el contrato de matrimonio
que no habrá relaciones sexuales. Tales condiciones son inválidas en un matrimonio permanente, pero están
permitidas en el matrimonio temporal. 4
No es necesario remarcar la naturaleza temporal del matrimonio. El mensaje del Islam es claro, el matrimonio debe
permanente pero si no es posible, entonces adoptar la abstinencia temporal o entonces usar el matrimonio temporal.

LA HOMOSEXUALIDAD Y LESBIANISMO
Las relaciones sexuales entre miembros del mismo sexo, homosexualidad y lesbianismo, es una vía de satisfacer
los instintos sexuales.
Todas las religiones monoteístas, Judaísmo, Cristianismo e Islam comparten casi textualmente su oposición a tales
conductas sexuales. Esto ha sido claramente condenado en la Biblia y en el Corán.
El Corán describe al pueblo de Lot como sigue:
“Y a Lot. Cuando dijo a su pueblo: ¿Cometéis una deshonestidad que ninguna criatura ha cometido antes?
Ciertamente, por concupiscencia, os llegáis a los hombres en lugar de llegaros a las mujeres. ¡Si, sois un pueblo
inmoderado!". Lo único que respondió su pueblo fue: "¡Expulsadles de la ciudad! ¡Son gente que se las da de puros”
Y les salvamos, a él y a su familia, salvo a su mujer, ¡que fue de los que se rezagaron! E hicimos llover sobre ellos
una lluvia: ¡Y mira cómo terminaron los pecadores!”.
El Corán considera que la homosexualidad es una vergüenza, y Alá tuvo que destruir a toda una nación por su
conducta sexual indecente.

En el sistema legal islámico, la homosexualidad y el lesbianismo son ambos delitos punibles contra las leyes de Alá.
En el caso de la homosexualidad, la parte activa será azotada cien veces si es soltera y matado si está casada;
mientras que la parte pasiva será matada sin atender a su estado marital. En el caso del lesbianismo, las pecadoras
serán azotadas cien veces si son solteras y lapidadas hasta la muerte si están casadas.
El Corán y el Hadiz son muy claros respecto al castigo que ha de imponer la comunidad si una persona es declarada
culpable de homosexualidad. Es preciso para ser condenados que los individuos confiesen o deben ser acusados y
vistos por cuatro testigos durante el acto homosexual. La probabilidad de que se produzcan estos requisitos es muy
pequeña y la mayoría de las parejas que cometen actos ilícitos no son castigados por la comunidad.
Se considera que las consecuencias de su conducta en esta vida les hace responsables ante Alá en el día del Juicio.
Éste es el que juzga finalmente, porque son conocidos por Alá.

LA MASTURBACIÓN.
La masturbación significa en el mundo musulmán autoestimulación de los órganos sexuales, hasta que se alcanza
la emisión del semen o el orgasmo.
La masturbación en forma de autoestimulación está prohibida. El Corán dice: “Bienaventurados los creyentes,que
custodian sus partes pudendas, salvo de sus esposas…, mientras quienes desean más allá de eso (en la
satisfacción sexual), ésos son los que violan la ley”.
Cualquier satisfacción sexual fuera del matrimonio está considerada una transgresión de la ley de Alá. La
masturbación es un pecado, por el cual una persona también puede ser castigada por el tribunal islámico. La
naturaleza del castigo está bajo la discreción del juez.
Sirva como ejemplo que una vez una persona fue cogida masturbándose y fue llevada hasta el Imam Alí. Éste le
castigó azotando sus manos hasta que se pusieron rojas.

Los musulmanes aconsejan luchar contra la masturbación a través del fortalecimiento del poder de la voluntad.
Siguiendo sus recomendaciones, esto sólo es posible únicamente si uno honesta y sinceramente desea deshacerse 5
de este hábito. Solicitan ayuda a Alá, para que les ayude a vencer este hábito, dedicándose al estudio de las
enseñanzas religiosas, y fomenta el espíritu de devoción.
Otra fórmula, que emplean, es permanecer mucho tiempo en compañía de otras personas. Si durante el día te
apetece masturbarte, levántate de tu cama o silla y ve junto a otra gente y habla con ellos. Si sucede durante la
noche, siéntate en la cama, escribe una carta o lee un libro. Haz algo para desviar tu mente a otras cosas.

EL ADULTERIO
Las relaciones sexuales en el Islam entre una mujer y un hombre con el que no esté casada es adulterio, y es
considerado un crimen religioso. El comportamiento moral dentro del mundo musulmán está catalogado un crimen
contra Dios. Sin embargo, en el caso de la violación, el hombre adulto que realizó la violación será fuertemente
castigado, pero la mujer que no consintió o que consintió de manera inválida será considerada inocente de adulterio
y liberada de cualquier castigo.
Según el Corán, el adulterio puede ser castigado con hasta cien latigazos, aunque ello no es de naturaleza
obligatoria y la decisión final siempre es decisión del juez asignado. Este castigo puede ser condonado si las partes
se arrepienten y se comprometen a enmendar sus comportamientos. En el Corán no existen referencias a la
lapidación.
Los castigos por fornicación y adulterio, a pesar de que ambos están considerados como pecados graves, han sido
valorados como algo que la ley islámica ha estimado fuera del alcance de lo que la sociedad puede castigar.

La confesión es una prueba válida, pero dicha confesión debe ser voluntaria, y basada en asesoramiento legal; la
misma debe ser repetida en cuatro ocasiones separadas, y ser realizada por una persona sana. De no ser verdad,
la denuncia al acusador, se le sentenciará por difamación, que lleva una pena de latigazos o una sentencia de
prisión, y su testimonio será excluido de todos los casos futuros que trate la corte de justicia musulmana.
No se considera adulterio a las relaciones sexuales que un hombre musulmán pueda tener con mujeres esclavas
no musulmanas. El principio de crimen religioso solo se aplica al sexo ilegal entre hombres musulmanes y mujeres
musulmanas libres.
Si un hombre confiesa el adulterio, no se requiere un testigo ocular. Sin embargo, dicha confesión, puede ser retirada
y reinstaurada la necesidad de contar con cuatro testigos oculares masculinos musulmanes.
Actualmente, es común, que a una mujer musulmana que hace una acusación de violación no solo se le niega
justicia, sino que sea procesada por fornicación o adulterio.
Las relaciones sexuales pueden tener lugar obviamente entre cualquier pareja, consintiendo o no. A causa de las
implicaciones a que dan lugar las relaciones sexuales fuera de del matrimonio, Dios las ha prohibido a los
musulmanes.
El proceso, que lleva de la atracción física a la intimidad, es parte de la naturaleza humana, se aconseja a los
musulmanes un determinado comportamiento y evitar aquellas circunstancias que podrían propiciar el sexo
prematrimonial o extraconyugal.
La modestia en el vestir y la conducta entre las mujeres y los hombres figuran en un lugar importante como medio
de ejercitar el dominio de sí. De igual manera, se desaconseja a las personas solteras pasar mucho tiempo solos
en lugares aislados donde podrían ser presa de sus deseos sexuales.
Algunos de los resultados negativos del sexo fuera del matrimonio incluyen: riesgo de embarazos no deseados,
contagio de enfermedades de transmisión sexual, ruptura de la familia y del matrimonio en los casos que se da el
adulterio, y dificultades emocionales y psicológicas que son el resultado de la falta de compromiso inherente a la
mayoría de las relaciones de este tipo. Como en otras religiones, el sexo prematrimonial es considerado ilícito.
Los musulmanes creen, que Dios no prohíbe o permite conductas caprichosamente, sino que lo hace en nuestro
propio beneficio, alejándonos de conductas y situaciones potencialmente destructivas y acercándonos a aquellas
otras conductas y situaciones que nos permitan desarrollar nuestro potencial humano. Por una razón similar, los
musulmanes evitan el consumo de alcohol debido a su fe en la sabiduría de Dios, Quien nos dice que los efectos 6
negativos pesan más que los positivos para el individuo y la comunidad en general.

ANTICONCEPTIVOS
Aunque se anima a los musulmanes a tener hijos, los métodos anticonceptivos no están prohibidos. El método usado
durante el tiempo del Profeta era el coitus interruptus, método sobre el que existen varios hadices.
La respuesta del Mahoma, cuando era preguntado sobre la legalidad de semejante práctica, era, que los individuos
pueden hacer lo que quieran, pero que si Dios quiere que un niño nazca, él o ella nacerán. Algunos pensaban, que
esto significaba, que prevenir el embarazo no era recomendable, aunque esta práctica no esté específicamente
prohibida. Otros hadices estipulan que la práctica de la anticoncepción no se podría realizar sin el consentimiento
de la esposa, pues podría afectar a su satisfacción sexual o a su deseo de tener hijos.
Por analogía, los métodos anticonceptivos que existen hoy son legales para los musulmanes, pudiendo estos usarlos
a su discreción, en consecuencia, cualquier método que no implique la interrupción del embarazo es lícito.
El Imam al-Ghazzali enumera varias razones legítimas para la planificación familiar, incluyendo entre ellas las
siguientes: la dificultad financiera, la preocupación emocional o psicológica de tener muchos hijos e incluso el
mantenimiento de la belleza y la salud de la propia mujer.
Aunque las relaciones sexuales deben confinarse al matrimonio, la anticoncepción puede considerarse como un
medio de compensar las dificultades inherentes a las relaciones extraconyugales.

EL ABORTO
El Islam, al igual que la cultura árabe pre-islámica anterior, es favorable a la vida, y promueve el nacimiento de
tantos niños como una pareja musulmana sea capaz de concebir. Sin embargo, bajo determinadas circunstancias,
la doctrina islámica permite limitar o por lo menos controlar la reproducción, sin ser penalizados por dicho acto. Se
recomienda limitar el número de hijos cuando una familia carece de los recursos necesarios para poder mantenerlos.
La opinión generalizada entre los musulmanes a veces puede ser condescendiente con el aborto cuando un
embarazo es no deseado, en especial, si su salud se encuentra amenazada o si ella ya ha dado a luz en numerosas
oportunidades. Junto a esto el Imán Al-Ghazzali (1058–1111), le agregó la cláusula, “si la mujer tiene miedo por su
belleza”.
Sin embargo, estas actitudes permisivas son contrarias a las enseñanzas de los teólogos islámicos modernos. El
aborto no se encuentra penado, siempre que el embrión tenga menos de 120 días desde su gestación, que es el
tiempo en el cual según las enseñanzas musulmanas el embarazo ha progresado demasiado como para que se
pueda permitir un aborto.

El aborto tiene sentido en su relación con los embarazos que ocurren en el matrimonio, y no como solución a los
problemas que pueda generar la concepción en las relaciones pre o extramatrimoniales.
Desde los primeros tiempos, los juristas musulmanes consideraron legal la práctica del aborto cuando concurrían
una serie de razones para ello, y siempre dentro del período comprendido entre los 40 y los 120 días después de la
concepción. Se basaban para ello en la interpretación del Corán y en el Hadiz.
La mayoría de los musulmanes de hoy creen que el aborto sólo se ha de permitir si la vida de la madre corre peligro
a consecuencia del embarazo. Algunos también consideran que la presencia de ciertas anomalías congénitas hace
legal la práctica del aborto. Asimismo, algunos estudiosos consideran recomendable el aborto en embarazos que 7
son el resultado de violación o incesto.

MUTILACIÓN DE LOS GENITALES FEMENINOS


La práctica de la circuncisión femenina existía previamente a la introducción del Islam en Arabia y en otros lugares
de África. Esta práctica modifica severamente la sexualidad de la mujer causándole la imposibilidad de lograr una
satisfacción sexual completa, que es un derecho de todo musulmán.

Por ello, esta práctica es totalmente contraria al Islam, porque entra en contradicción directa con el Corán y el Hadiz,
donde claramente se enfatiza la importancia de la satisfacción sexual para el marido y la esposa.
Debemos destacar el trabajo de Ibn al-Hajj, quien afirma que “estas prácticas eran desconocidas en los países del
Maghreb”. La mutilación genital femenina “no es un hábito instintivo, según los Malkis; por lo tanto, fue abandonada
en las regiones norte y occidental del país”.
Como vemos, las diferencias entre las tres grandes religiones monoteístas del mundo son mínimas entre sí.

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