Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
2. EN EL CONCILIO VATICANO II
Constituciones es lo que nos constituye, cuando hablamos de constitución dogmática es qué es lo
que nos viene de la revelación sobre la Iglesia. Se están preguntando qué es lo que Dios nos dice
sobre la Iglesia. Es la primera vez que el Magisterio hace un intento global para responderse a esa
pregunta. Antes del Concilio se defendía lo que se cuestionaba, por ejemplo, la jerarquía. No se está
respondiendo a ninguna acusación, sino que se responde a esta pregunta para continuar nuestra
obra-misión. Se recoge muchas cosas que vienen por ejemplo de la tradición patrística que como
nunca fueron cuestionadas, nunca fueron desarrolladas.
I Misterio
El tema es el vínculo entre la Iglesia y Dios
II Pueblo de Dios
Es la categoría principal, generó algunos malos entendidos
En el año 85 se realizó un Sínodo, que fue la recepción de la eclesiología
Se utilizó la categoría de koinonía como la que interpreta al Concilio
Ratzinger tiene una crítica: no queda claro la novedad, Israel sigue siendo Pueblo de Dios
III Jerarquía
Especialmente trata al obispo, se venía de una perspectiva centrada en el Papa
IV Laicos
Viene esta categoría de Pueblo, con todas las dificultades para definirlo
Cómo definirlo por la positiva, no la negativa “no es esto…”
Va a haber un Sínodo que lo trate especialmente
V Santidad
Por qué el documento sobre la universal llamada a la santidad está ahí
Vuelve a trabajar lo que es común a todos
VI Religiosos
VII Escatología
Constituyen una unidad
Los religiosos son los que hacen visible la índole escatológica de la Iglesia
VIII María
Fue muy controvertido su inserción al documento
Hubo ambiente de derrota por los obispos latinoamericanos que querían un documento aparte
“Prefigurada desde el origen del mundo”, quiere decir que algo del origen del mundo es figura de
lo que tiene que ser el final. Hay algo que tiene que ser el final. ¿Qué hay en el origen del mundo
que prefigura el final de la comunión y que prefigura lo que tenemos?
¿Cómo es la relación con Dios acá? Es una relación inmediata con Dios. ¿Cómo es la relación entre
los hombres? La imagen de estar desnudos es llamativa, estamos delante del otro sin cubrir la verdad,
hay una relación transparente entre los hombres. Estos elementos que estaban desde el origen del
mundo prefiguran la Iglesia. Dios crea al hombre para que vivan en comunión entre ellos y para que
vivan en relación con Él. Eso prefigura la Iglesia. Si la Iglesia es sacramento del designio final, ya está
prefigurado al inicio.
Cuando Dios crea al hombre, ¿crea a la Iglesia? Pastor de Hermas dice que cuando Dios crea, crea
con miras a la Iglesia. Dios crea pensando en que haya estas relaciones. No es institución eclesial, la
necesidad de la institución eclesial viene con el tiempo y la institución eclesial va a desaparecer. Hay
algo en el origen del mundo que es ya eclesial, que muestra lo que es la Iglesia, que prefigura, ¿es
Iglesia? Hay algo en el origen del mundo que visualiza lo que es la intención de Dios.
“Constituida en los últimos tiempos, manifestada por la efusión del Espíritu Santo”. Manifestada
quiere decir que hay algo que ya está, que ahí se empieza a ver.
¿Qué quiere decir “los últimos tiempos”? Desde la venida de Cristo hasta la parusía. Estamos en los
últimos tiempos.
Lc 418 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva,
me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a
los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor.
Es el jubileo, es restaurar relaciones. Lo que hizo Jesús es restaurar la relación con Dios. Los
principales destinatarios, los excluidos, es el año de la misericordia. Cuánta gente estaba excluida del
culto. El año de gracia es integrar a esa relación. Por lo tanto, también, integrar a ellos a una dinámica
social. Jesús se empieza a preocupar del tipo de relaciones que tienen entre ellos, empiezan a
discutirse quién es más importante, empiezan a haber un grupo más visible, que tienen funciones
especiales. Se empieza a constituir un determinado germen social, que es propiamente el inicio de
la Iglesia.
Durante la vida pública de Jesús, tiene un vínculo con los apóstoles ¿es un vínculo de nueva alianza?
Es un vínculo de discípulo y maestro. Empezamos a hablar un vínculo de nueva alianza en el misterio
pascual. La participación de los discípulos en el misterio pascual es lo que consolida el vínculo de la
nueva alianza.
Cuando se recibe el Espíritu Santo empieza propiamente el vínculo de la nueva alianza. ¿Qué se ve
con la efusión del Espíritu Santo? Se manifiesta en la unidad en la diversidad, y hay una vocación
universalista, cada uno escucha el evangelio en su propia lengua.
“Se perfeccionará gloriosamente al fin de los tiempos”. Nuevamente la imagen del esposo con su
esposa.
¿Moisés fue parte de la Iglesia? Moisés no tenía un vínculo de la nueva alianza. No experimentó el
misterio pascual. Estaba preparando algo. Es parte del proyecto de Dios. Es incorporado al misterio
pascual en el misterio pascual. Hasta que no hay misterio pascual, no hay Iglesia.
¿Moisés es parte de la Iglesia? Sí, porque participa del misterio pascual.
¿Moisés será parte de la Iglesia? Sí. “Entonces, como se lee en los Santos Padres, todos los justos
descendientes de Adán, ‘desde Abel el justo hasta el último elegido’, se congregarán ante el Padre
en una Iglesia universal”.
El sujeto de la nueva alianza es parte del tiempo y está fuera del tiempo al mismo tiempo. Sigue
habiendo vínculo, pedimos la intercesión de los santos, el vínculo trasciende la muerte, si trasciende
la muerte, trasciende el tiempo.
Es nuevamente una comunión plena de la Iglesia con su Dios y la vivencia plena de la comunión
entre los hombres.
Lo que el Padre quiere es esto, la comunión, algo de la comunión está prefigurada en el origen del
mundo, pero queda desfigurada por el pecado.
38. La transmisión de la fe, que brilla para todos los hombres en todo lugar, pasa también
por las coordenadas temporales, de generación en generación. Puesto que la fe nace de
un encuentro que se produce en la historia e ilumina el camino a lo largo del tiempo,
tiene necesidad de transmitirse a través de los siglos. Y mediante una cadena
ininterrumpida de testimonios llega a nosotros el rostro de Jesús. ¿Cómo es posible esto?
¿Cómo podemos estar seguros de llegar al «verdadero Jesús» a través de los siglos? Si
el hombre fuese un individuo aislado, si partiésemos solamente del «yo» individual, que
busca en sí mismo la seguridad del conocimiento, esta certeza sería imposible. No puedo
ver por mí mismo lo que ha sucedido en una época tan distante de la mía. Pero ésta no
es la única manera que tiene el hombre de conocer. La persona vive siempre en relación.
Proviene de otros, pertenece a otros, su vida se ensancha en el encuentro con otros.
Incluso el conocimiento de sí, la misma autoconciencia, es relacional y está vinculada a
otros que nos han precedido: en primer lugar, nuestros padres, que nos han dado la vida
y el nombre. El lenguaje mismo, las palabras con que interpretamos nuestra vida y
nuestra realidad, nos llega a través de otros, guardado en la memoria viva de otros. El
conocimiento de uno mismo sólo es posible cuando participamos en una memoria más
grande. Lo mismo sucede con la fe, que lleva a su plenitud el modo humano de
comprender. El pasado de la fe, aquel acto de amor de Jesús, que ha hecho germinar en
el mundo una vida nueva, nos llega en la memoria de otros, de testigos, conservado vivo
en aquel sujeto único de memoria que es la Iglesia. La Iglesia es una Madre que nos
enseña a hablar el lenguaje de la fe. San Juan, en su Evangelio, ha insistido en este
aspecto, uniendo fe y memoria, y asociando ambas a la acción del Espíritu Santo que,
como dice Jesús, «os irá recordando todo» (Jn 14,26). El Amor, que es el Espíritu y que
mora en la Iglesia, mantiene unidos entre sí todos los tiempos y nos hace
contemporáneos de Jesús, convirtiéndose en el guía de nuestro camino de fe.
“Unifica en la comunión”, el Espíritu Santo suscita carismas diferentes, pero al mismo tiempo se
articulan y trabajan juntos. Una señal buena del Espíritu Santo son las diferencias armónicas, como
el mosaico.
“Y así toda la Iglesia aparece como «un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo»”. Es la síntesis de LG 2, 3 y 4.
La gran pregunta que nos estamos haciendo qué relación hay entre Dios y la Iglesia.
El Padre tiene un determinado designio, el Hijo encarnado realiza una misión en la historia de la
convocatoria inicial, el Espíritu santo que inhabita a esos convocados por el Hijo, hace que tengan
una dinámica expansiva y hace que vayan caminando en la historia.
Estas diferenciaciones son apropiaciones, porque ad extra la Trinidad actúa siempre en conjunto,
cada una de las acciones son todo de Dios. Por limitaciones del lenguaje se le atribuye a cada una
de las personas de la Trinidad ciertas acciones cuando en verdad es toda la Trinidad.