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En el texto de Joan W. Scott.

Se observa en primer lugar una crítica con razón a la


historiografía en general, ya que esta se ha basado únicamente en la vida de los hombres,
para hacer la historia, dejando a un lado y ocultando los roles que la mujer cumplía, esto lleva
a una transformación de la historia en un relato eminentemente y hegemónicamente machista,
por lo que el primer punto que ella trata es dar a conocer que existe un trabajo de intelectuales
feminista que buscan introducir nuevas categorías de análisis al trabajo intelectual, siendo
una de estas el género, que deja de lado el determinismo biológico. Junto con esta nueva
categoría de análisis, se ve que se puede levantar una nueva forma de interpretación:

“Las estudiosas feministas pronto indicaron que el estudio de las mujeres no sólo
alumbraría temas nuevos, sino que forzaría también a una reconsideración crítica de
las premisas y normas de la obra académica existente" (Scott, pág. 3).

Junto con lo anterior Joan W. Scott. nos muestra las dificultades que ha tenido en la
identificación del concepto de género, dando variados usos del término desde el usado como
sinónimo de mujer y que implica necesariamente al hombre dentro de su definición

“Pero esto es, sólo una faceta. "Género", como sustitución de "mujeres" se emplea
también para sugerir que la información sobre las mujeres es necesariamente
información sobre los hombres, que un estudio implica al otro.” (Scott, pág. 6),

también se puede entender como una construcción cultural o para entender la relaciones y
roles de los hombres y las mujeres, también se le atribuye el uso de para definir los estudios
relativos a las mujeres y así se puede seguir teorizando sobre el tema, sin embargo, a nuestro
parecer es clave cuando ella nos habla de lo que las intelectuales feministas han logrado y
remarca tres enfoques diferentes:

“La primera, esfuerzo completamente feminista, intenta explicar los orígenes del
patriarcado. La segunda se centra en la tradición marxista y busca en ella un
compromiso con las críticas feministas. La tercera, compartida fundamentalmente
por posestructuralistas franceses y teóricos angloamericanos de las relaciones-
objeto, se basa en esas distintas escuelas del psicoanálisis para explicar la
producción y reproducción de la identidad de género del sujeto.” (Scott, pág. 8).
Esto tres puntos que mencionamos nos parecen claves para entender el texto de Joan W.
Scott, ya que parte reconociendo la invisibilización de la mujer en el campo intelectual y que
con su inclusión se daría un cambio en esto, luego nos muestra las dificultades que ha tenido
en la identificación y la variedad de formas que puede tomar el concepto de género, para
luego mostrar cuales han sido los avances mas relevantes de las intelectuales feministas. A
nuestro parecer esto es clave en texto, ya que nos sitúa históricamente en el problema del
genero desde estos tres puntos que hemos mencionado.

El segundo texto de este informe nos habla desde la masculinidad y de como esta esta siendo
cambiada por los intelectuales, debido a la inclusión del tema del género, este texto es más
bien una enumeración de autores que tratan la masculinidad, esta en congruencia con la
relevancia del texto de Joan W. Scott, sin embargo, no esta ni cerca de la complejidad, que
le da la autora al tema de género, aunque en varios puntos concuerdan, como en el avance en
el tema, y en la predominancia de un trabajo intelectual eminentemente patriarcal.

Los dos textos son sumamente relevantes a la hora de mirar a nuestra sociedad actual, es
claro que desde hoy el género es una categoría de análisis valida para los trabajos
intelectuales y específicamente en los históricos, el entender el patriarcado de una forma
histórica, nos da pistas de como se han enfrentado las mujeres a siglos de opresión, consiente
e inconsciente por parte de los hombre y de mujeres, y es aquí donde tomamos las palabra de
Foucault, que ya nos decía que la opresión no solo es vertical, sino que puede ser aplicada de
forma horizontal y lo hemos podido ver en la historia, en donde las mujeres adoptan y se
alienan con comportamientos machistas, asumiendo y dándole un rol social a la mujer, de
acuerdo a lógicas de dominación patriarcal, es desde aquí que vemos que el desarrollo de
muchas naciones se de en la escencia del hombre de bien, ideado por los burgueses ilustrados,
haciendo este pequeño análisis y claramente llegando a profundizarlo podemos dar pistas de
la tardía inclusión del sufragio femenino, son estos lugares reservados para los hombres que
se han ido rompiendo gracias a los planteamiento de las intelectuales feministas.

Finalmente remarcar el punto que trata Joan W. Scott, sobre el marxismo, es claro que el
marxismo clásico, ya es una categoría de análisis que carece de cualidades para dar respuesta
a las problemáticas más contemporáneas y es aquí, que la autora nos plantea que el marxismo
no abarca la opresión patriarcal hacia las mujeres, es decir las invisibiliza, pues este se enfoca
en el obrero de la fábrica, este es un punto clave y debe ser incluido para tener un análisis
mas completo.

En cuanto al texto de Michael Kimmel, nos pareció que era un texto más bien de enumeración
de autores, como ya hemos dicho anteriormente, y no de mucho trabajo crítico, sin embargo,
frente al texto de Joan W. Scott se complementan muy bien, pues nos entrega mirada de la
evolución del trabajo centrado desde la masculinidad y como los aportes que se están
haciendo pueden ser de utilidad para la creación de una teoría feminista.
Bibliografía
Kimmel, M. (1991). Reading Men: Men, Masculinity and Publishing. Feminist collections Women´s,
11-17.

Scott, J. W. (1996). El género: una categoría útil para el análisis histórico. En M. Lamas, El género:
la construcción cultural de la diferencia sexual (págs. 265-302).

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