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¿Cómo incentivar la lectura de nuestros niños?

La lectura es una actividad que impacta en el


desarrollo personal, social y cultural de las personas.
Invitar a los niños a participar de este mundo es abrirle
la puerta a un aprendizaje lúdico y afectivo.

Hoy vivimos en una realidad muy compleja debido a la


gran cantidad de información que producimos y recibimos a
diario. Nuestros niños aprenden y crecen en este escenario,
enfrentándose a múltiples experiencias que van configurando su
visión de mundo. Para poder participar en esta realidad,
necesitan desarrollar su lenguaje, proceso durante el cual la
comprensión lectora resulta crucial.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2003) indica que
“la lectura es un prerrequisito cada vez más esencial para alcanzar el éxito en las sociedades
actuales. El interés, la actitud y la capacidad de los individuos para acceder adecuadamente,
administrar, integrar, evaluar y reflexionar sobre la información escrita son centrales para la
participación plena de los individuos en la vida moderna” 1.
Por esto resulta importante preguntarse de qué manera los padres y/o apoderados pueden
potenciar las habilidades de lectura y el goce lector en sus hijos. En ocasiones, se piensa que esta
es una tarea difícil, sin embargo, mediante sencillas acciones podemos ayudarlos a formarse
como buenos lectores.

Los padres y/o apoderados como mediadores de la lectura

La familia es el núcleo donde las personas adquirimos nuestros primeros aprendizajes. El


lenguaje se aprende poco a poco, interpretando el rostro de quienes nos miran y luego repitiendo
las palabras que otros dicen. Con la lectura sucede lo mismo; el goce puede aprenderse mediante
la enseñanza o la imitación.
El núcleo familiar es, por lo tanto, el llamado a hacer de la lectura una actividad común
durante la infancia. La familia cumple un rol fundamental a la hora de cultivar en ellos el goce
por la lectura y el ejercicio imaginativo de leer.
Rebeca Domínguez, Directora de la Fundación Había Una Vez 2, sostiene que la familia
como mediadora de la lectura debe establecer puentes entre los libros y los niños, y ayudarlos a
descifrar las pistas que entregan los textos, a fin de que se genere una construcción compartida
de su significado.
Es sabida la relación existente entre las experiencias positivas de lectura vividas en la
infancia y el gusto por leer. Al respecto, Domínguez señala que “la afición a la lectura depende
de la relación estrecha y significativa con personas que valoren y disfruten, que contagien con su
entusiasmo al lector en ciernes”.
Si bien la lectura suele ser una actividad íntima con el texto, también puede dar origen a
momentos para compartir y dialogar en familia sobre los temas que esta les presenta. En ese
sentido, Neva Milicic 3 precisa que “lo más importante es motivar adecuadamente a leer,
ofreciendo a los niños la posibilidad de tomar contacto con textos de acuerdo a su edad, intereses
y género, y proporcionarles un clima afectivo que garantice lograr una buena experiencia”.
_________________________________________
1
OCDE. (2003). Aptitudes básicas para el mundo de mañana. Otros resultados del Proyecto PISA 2000. Resumen ejecutivo. París.
2
Fundación chilena dedicada a la promoción del valor de la lectura, a través de programas y acciones de fomento lector que
aporten al desarrollo y bienestar personal, comunitario y social de niños y jóvenes.
3
Milicic, Neva. (2001). Creo en ti: La construcción de la autoestima en el contexto escolar. Editorial LOM, Santiago de Chile.
¿Cómo podemos fomentar la lectura en el hogar?

A continuación, te entregamos siete importantes claves para propiciar la lectura de


tus hijos de acuerdo a la recomendación de los expertos dedicados al fomento de la
lectura en el país.

1- La lectura por placer: Para formar buenos lectores, la lectura debe hacerse por placer. Se
pierde el placer cuando la lectura se usa como un espacio de castigo u obligación.
Mirentxu Anaya, Directora de política educativa de Educación 2020, acota que el ideal es que “a
las mamás o papás les gusten los cuentos que van a contar y que se elijan temáticas de interés
de los niños. El hábito se crea desde el gusto por la lectura. Ojalá que sea una rutina diaria que
sea muy entretenida, dinámica y participativa. El niño tiene que ser muy protagonista de este
momento”.

2- Desde los primeros años: “Familiarizar a los niños con los libros desde la primera infancia
sin duda va a traer beneficios cuando ya aprendan a leer. En las casas, que los libros no estén
en alturas y cerrados con ventanas o puertas, sino que estén bien accesibles, que los niños
puedan saber que los libros son cotidianos. Eso va a significar que van a despertar cierta
curiosidad y que cuando ya aprendan a leer no van a aprender sólo a decodificar, sino que va a
estar cargado con un cariño de por medio”, dice Mónica Bombal, experta del Mineduc y
coordinadora del Plan nacional de fomento a la lectura.

3- Predicar con el ejemplo: Los expertos coinciden en que uno de los aspectos principales
para el fomento lector es la influencia indirecta de los padres al tener hábitos lectores en la casa,
desde leer libros a comentar las noticias del diario.
“Es bastante clave y determinante que los niños vean a sus padres leyendo. Los padres pueden
saber y les pueden contar cuentos, pero lo que más impacta al niño es ver esa práctica en sus
padres y verlos disfrutando, gozando de la lectura. Y no tiene que ser un tratado teórico, puede
ser una revista, un diario, en fin”, aconseja Mirentxu Anaya de Educación 2020.
El ejemplo es siempre mucho más efectivo que una orden racional. “Decirles a los niños
que es importante leer si es que a uno nunca lo ven leyendo es tremendamente contraproducente.
El niño no va a aprender el mensaje, se está comunicando algo que no tiene su correlato”,
comenta Mónica Bombal del plan nacional de fomento de la lectura.
4- Generar espacios: Los expertos coinciden en que no hay un lugar perfecto, que no es
necesario un lugar con silencio absoluto, pero sobre todo que hay que generar un espacio con el
niño o niña, aunque se tenga mucho trabajo.
Mirentxu Anaya dice que “más que un ambiente físico, se trata de crear un espacio
sagrado frente al tema de la lectura. No tiene que haber tanto silencio porque a veces las
condiciones en el hogar no nos permiten que así sea. Pero sí decir ‘éste es nuestro momento’, el
momento en que yo como adulto estoy a tu entera disposición”. Agrega que “puedes elegir
ponerte abajo de la mesa con un mantel blanco, en la noche antes de acostarse o hacer ejercicios
de lectura y cuentacuentos mientras estás cocinando un plato de comida y le cuentas un cuento
de acuerdo a esa historia o las recetas de cocina que estás preparando”.
Paula Larraín agrega que “más que generar un tipo de ambientes, uno tiene que poder
adaptarse a los que vive. Uno lee en el metro, en un espacio de espera, cuando está en el
dentista, en una biblioteca, incluso el libro que no quisiste dejar de leer en la calle. Lo más
importante es que quieras tanto hacer eso que logres abstraerte un poco de lo que estaba
pasando”.

5- La variedad en la lectura: De acuerdo a Paula Larraín, no hay ninguna lectura ni formato


más importante que el otro cuando se trata de leer. Lo más importante es exponerse a distintos
tipos de lecturas y tener la posibilidad de elegir los que más nos gustan desde pequeños. “Yo
creo que a través del computador también estamos haciendo una lectura de un material que a ti
te interesa. Creo que los seres humanos somos súper diversos, no creo que determinados tipos
de lecturas hacen a algunos lectores y otros no. Todos somos potenciales lectores, tenemos que
elegir finalmente lo que nos gusta y tener la libertad de ir picoteando entre uno y otro. Podemos
tomar un libro y si no nos gustó dejarlo a la mitad. Quizás una revista, desde algo súper banal
hasta después leer un clásico”.

6- El uso de las bibliotecas: La labor de las bibliotecas es fundamental cuando no se cuenta


con los recursos suficientes o se vive con grandes familias. La única clave para esto es la
voluntad de los más grandes.
Paula Larraín enfatiza “Si bien muchas veces no hay tiempo o no tenemos los recursos
económicos para hacerlo, para eso existen las alternativas de bibliotecas públicas, bibliotecas
escolares, bibliotecas en los malls, el bibliobús que hay en varias regiones de Chile. Entonces esas
mismas alternativas de material se pueden tener a disposición en la casa a través de un préstamo
sin tener que incurrir en grandes montos de plata”, propone Mónica.
Algo que también pueden hacer los más grandes gracias al acceso gratuito a un gran
número de volúmenes a través de bibliotecas comunales o dentro de sus propios
establecimientos. “Busque en las bibliotecas públicas, en los centros culturales, en las bibliotecas
escolares. Hoy existe una gran cantidad de variedad de libros que están disponibles
gratuitamente. Solo hay que salir a buscarlos”, aconseja Mónica Bombal.

7- Los rezagados también pueden formar un hábito lector: Según Mónica Bombal, siempre
se puede formar un hábito lector, aunque se haya tenido una mala educación, siempre que exista
la disposición:
“Existe gente que no ha tenido la oportunidad de tener buenos libros, buenos papás o
abuelas o profesores que te hayan leído y se transforman en buenos lectores después. La vida
tiene muchos giros”, agrega la profesora de Historia y experta en fomento lector.
La lectura no es la única habilidad que debemos desarrollar a lo largo de nuestras vidas.
No hay que desestimar procesos como la socialización, el desarrollo de actividades
extracurriculares, la disciplina del trabajo y actividades culturales. Al contrario, es bueno visitar
museos y centros culturales con frecuencia, sobre todo cuando no se tiene la posibilidad de viajar.
La lectura, sin embargo, es la única habilidad transversal al currículum escolar en todos los
sectores y subsectores y la herramienta más importante para insertarse en la sociedad del
conocimiento.

Fuente: educarchile

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