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OBJETIVOS
En este sentido, el arte del tatuaje debe verse desde tres perspectivas (para ser
comprendido o al menos aceptado) partiendo de su propia historia y sus
portadores primarios: mundo antiguo, mundo moderno y hoy. Estas tres visiones,
vigentes cada una a su manera y dependiendo del sujeto que observe la práctica
constituyen la historia del tatuaje que debe ser contada para llegar al objetivo
principal de esta investigación, mostrar cómo un pigmento de color o a blanco y
negro narra la historia de vida de su portador.
No hay fecha exacta del primer hombre tatuado, se han encontrado “cuerpos
labrados” en diversas culturas y el “cuerpo labrado” más antiguo data del 3.300
A.C (Otzi, el “hibernatus” austríaco encontrado en un glaciar en 1991 quien
presentaba escarificaciones), esto sin dejar a un lado importantes civilizaciones
como la Egipcia, quienes pintaban sus rostros con pigmentos de colores no solo
para embellecerse sino también como acto religioso (como muestra Amunet, una
momia de sacerdotisa egipcia portadora de patrones de tatuaje en la piel), siendo
así dentro de los motivos principales del tatuaje en el mundo antiguo se
establecieron las siguientes condiciones:
Del mundo antiguo pasamos a la edad media, en donde este arte fue reprimido
y reducido a la oscuridad de lo prohibido por lo menos en Europa (sin embargo, se
hace alusión a un tipo de tatuaje cristiano a manera de devoción). Mientras
perduró este periodo de “oscuridad” el mundo y sus tribus hacían del tatuaje su
carta de presentación; los periodos de conquista llevaron a los viajeros a lugares
como Filipinas, Polinesia, Borneo, Nueva Zelanda e Isla de Pascua en donde las
tribus se tatuaban como símbolo de poder y estatus, además de representarles en
su vida religiosa y como rito de iniciación en la vida adulta.
De los tatuajes de estas tribus destacan los Polinesios y los Maoríes por su
compleja elaboración; tanto el tatuaje polinesio como el maorí (encontrado en
Nueva Zelanda) cubrían la totalidad del cuerpo de los guerreros, entre más
tatuajes, más respeto se le confería, este tatuaje tradicional fue prohibido durante
la conquista por misioneros cristianos, más, una vez libres las tribus retomaron su
tradicional arte nunca abandonado a pesar de las presiones religiosas de sus
conquistadores.
El descubrimiento del tatuaje polinesio fue documentado hasta 1769, cuando el
Capitán Cook llega a las bautizadas Islas Marquesas junto al naturalista Joseph
Banks, quien describe la elaboración de un tatuaje tradicional así:
The color they use is lamp black which they prepare from the smoke of
a kind of oily nuts used by them instead of candles. This is kept in
coconut shells and mixed with water occasionally for use. Their
instruments for pricking this under the skin are made of bone and shell,
flat, the lower part of this is cut into sharp teeth from 3 to 20 according to
the purpose into the skin so deep that every stroke is followed by a
small quantity of blood, or serum at least, and the part so marked
remains sore for many days before it heals (Banks, 2008).1
Banks y Cook fueron los primeros europeos en hablar del tatuaje y sus
implicaciones tanto físicas como culturales llevando el tatuaje al mundo moderno.
Esta información fue ilustrada no solo en sus escritos sino también en varios
de los tripulantes de la nave; marineros que regresaron con tatuajes dando
comienzo al viaje del tatuaje tornándolo en algo “popular” entre marines (tanto de
bajo rango como de alto) y soldados. Otorgándole el nombre de “tattoo” en la
lengua inglesa derivado de la onomatopeya “tau” que evoca el golpeteo del estilete
en la piel (actualmente este anglicismo está presente en castellano como “tatú” o
tatuaje). Estos marines se tatuaron en primera instancia las marcas tribales de
guerreros y luego de aprender la técnica del tatuado los motivos empezaron a
variar convirtiéndose este arte en uno de los primeros intercambios culturales.
1
“El color que utilizaban era carbón que preparaban del humo de unas “nueces
aceitosas” utilizadas por ellos en lugar de velas. Esto era conservado en cáscaras de
coco mezclado con agua. Sus instrumentos para “picar” esto bajo la piel eran hechos
de hueso y cáscara, la parte de abajo es cortada en 3 o 20 dientes filudos con el
propósito de profundizar con cada trazo en la piel para que sea seguido por una
pequeña cantidad de sangre, o suero al menos, la parte marcada permanece irritada
por muchos días antes de curarse”. Traducción propia.
Una vez adoptada la técnica, se le adaptó una nueva tradición u motivo, así las
razones del tatuaje de marines eran en su mayoría remembranzas de sus largos
viajes, los lugares en los que habían estado, las personas con las que compartían,
etc. Extendiendo la práctica del tatuaje a sus medios más cercanos,
principalmente prostitutas y estas a su vez a criminales.
Sin embargo, muchas personas han desmentido el tabú del tatuaje y le han
acogido como una “nueva” forma de arte llevándolo aún más allá de una práctica
antigua; ahora palabras como moda, arte o excentricidad son las cartas de
presentación de un tatuaje y su portador; pero hay algo más en ellos, hay historias
de vida plasmadas en tinta, recuerdos y vivencias que las personas deciden
mostrar y que nos muestran narraciones del ser.
2
En esta investigación, los términos “relato” y “narración” serán utilizados como
sinónimos.
Guiado por estos principios el individuo aprende a contar lo que es socialmente
correcto y aceptado por quienes le rodean, clasificando los espacios en los que se
puede o no compartir un poco de lo que es, esto, con el propósito de ser aceptado
socialmente y aceptarse a sí mismo con la imagen que proyecta haciendo de sus
acciones un texto, es así como convierte a ese “YO” personal en un asunto público
y los acontecimientos del día a día en narraciones extraordinarias de sí mismo,
relatado por sí para los demás. A partir de observar este comportamiento del ser
humano socialmente Bruner define así a la narrativa:
Ricoeur integra estos tres conceptos de manera tal que no existen el uno sin el
otro, la historia vivida se desarrolla en un determinado espacio de tiempo y la
narración de ese hecho remonta a ese espacio temporal por medio del sujeto que
narra; las teorías de Ricoeur no distan mucho de las Bruner en este sentido, pero
sí son afectadas directamente por la filosofía así, mientras Bruner analiza al
sujeto, Ricoeur habla de la historia de ese sujeto y como ha contribuido la
narratividad a la construcción histórica del ser humano.
Relacionando la cita anterior con el tatuaje se puede decir que éste goza en
cada ser humano de carácter temporal y conlleva una historia particular del ser
humano portador además de remitir a este y a los que compartan su historia a un
tiempo pasado específico de su portador (donde se evidencia cómo el hombre ha
hecho suyo el tiempo). La narrativa entonces va de la mano con el tiempo y su
reconstrucción ayuda a estructurar el orden sintagmático de dicha narración (lo
que Ricoeur denomina “el orden diacrónico de la historia”, es decir la trama,
entendida como “la disposición de los hechos”). Ricoeur aportará a esta
investigación la descripción de la temporalidad de las historias de vida contadas a
través de tatuajes, para comprender como éstos transportan a un “tiempo
humano” personal.
Trazos y símbolos
Desde esta definición se toma al tatuaje como ese signo que representa algo
para su portador pero que a su vez puede ser interpretado de diversas maneras
por los que le observan; estos distintos puntos de vista determinan al tatuaje como
objeto (que en este caso sería el signo). Este signo esta en lugar de algo (un
objeto, el tatuaje), este objeto puede o no concordar con el signo y una primera
representación de éste, pero en el caso del tatuaje pueda que el objeto sea
distinto al signo, la llamada “semiosis ilimitada” en donde un signo crea a otro
signo y este a su vez otro (y así infinitamente).
Para estos casos Peirce determina que debe haber una argumentación del
porqué, este porque de la semiosis ilimitada se centra en lo multifacético que
puede llegar a ser un símbolo como un tatuaje y sus diferentes interpretaciones y
significados ya que, su discordancia torna al signo en un “signo más amplio”;
siendo así cada signo debe tener un “precepto de explicación” donde el signo será
entendido como una representación misma de su objeto teniendo en cuenta que
“el signo sólo puede manifestar al objeto pero no puede ir más allá, no nos puede
dar conocimiento o reconocimiento del objeto” (Peirce, 1974: 24); esta
reinterpretación del signo es la semiosis ilimitada.
3
En esta investigación se hará uso de la segunda tricotomía propuesta en sus
“Collected Papers” citada en la bibliografía.
como el caso del tatuaje de cuerpo entero maorí llamado “moko” que con diseños
tribales diferencia el rango de la persona dentro de la tribu para ser leído
fácilmente por los integrantes de dicha comunidad.
El tatuaje podría ser considerado como un índice en tanto pueda hacer actuar
por convención o más bien prejuicio, por ejemplo, un motorista lleno de tatuajes
asusta o previene a la mayoría de las personas, pero pueda que esa persona no
represente mayor peligro del que un niño pandillero perteneciente a los maras
salvatruchas del Salvador4 puede representar; este peligro nos pone en conexión
real con el objeto que identifica al sujeto (sus lágrimas tatuadas), el tatuaje es a su
vez ícono, índice y símbolo.
4
Los Maras se tatúan el rostro con lágrimas que representan sus asesinatos.
cualquier palabra común que represente al ser humano en relación directa con su
imaginación (en la medida en que asocia las palabras con las cosas respectivas)
concluye…
Para entender mejor este fenómeno Eco utiliza el campo literario y lo relaciona
con la intención; la intención del autor, la intención del intérprete y la intención del
texto, dentro de este texto un intérprete puede encontrar miles de interpretaciones
y significados diferentes, la intención del autor se pierde dentro de los mundos
posibles que crea un intérprete, por su parte el texto mismo es un mundo en
capacidad de producir otros textos por medio de su intérprete.
Esta triada (signo, objeto e interpretante) puede verse en el contexto del tatuaje
en relación con lo que la imagen representa; así el signo (la imagen tatuada) es la
representación de algo (en el caso del tatuaje puede ser una experiencia para el
tatuado o una representación icónica para un observador), esta imagen se torna
objeto y adquiere una significación dada por el interpretante (sujeto que siempre
será diferente y le otorgará nuevas significaciones a la imagen) lo que resulta en
un fenómeno semiósico de infinitas interpretaciones de significado tanto para el
usuario como para sus observadores; todas estas reinterpretaciones del concepto
del tatuaje son las que construyen y reconstruyen al tatuaje como relato y a su vez
como archivo personal de una historia de vida. Por lo tanto la triada propuesta por
Peirce es válida para interpretar el tatuaje como signo y fenómeno semiósico.
Barthes concluye:
Di Folco
Tinta y piel
En ocasiones se selecciona uno de esos capítulos para leerlo todos los días, es
aquí cuando el tatuaje se convierte en un texto personal y si así se decide, público.
Una imagen que recoge fragmentos de quien es la persona que lo porta y sus
memorias. “La recuperación de la memoria a través del tatuaje permite al joven
convocar la experiencia vivida, la que puede ser revisada y traída al presente para
replantear estrategias de tratamiento y proyectos futuros”. (Hourquebie, citado en
Palleiro, 2005: 206)
Bruner, Jerome. (1986). Actual minds, possible worlds. United States of America:
Cambridge.
Di Folco, Philippe. (2004). Piel, Alizé Traduction (trad.). Paris: Fitway Publishing.
Banks, Joseph. (2008). Polynesia: The world largest´s online tattoo museum.
Extraído el 12 de abril de 2009 desde
www.vanishingtattoo.com/tattoo_museum/polynesian_tattoos.html.
Bruner, Jerome. (2002). Making stories: law, literature, life. United States of
America: Harvard University Press. Extraído el 1 de diciembre de 2009 desde
http://books.google.com/books?
id=7p2ApsvrclcC&printsec=frontcover&dq=making+stories#v=onepage&q=&f=fals
e
Coma Reverte, José Manuel. (2007). Biografía Dr. Salillas y el tatuaje. Panamá.
Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud - Entomología Médica.
Extraído el 9 de marzo de 2009 desde
http://www.gorgas.gob.pa/museoafc/loscriminales/biografias/salillas.html
www.epsfros.org.ar/archivo/archivo/trazos_en_el_cuerpo_a_vallone.pdf
www.tahititatou.com/historia-es.html
www.elcuerpo.es/articulo_item.php?numero=16
www.vanishingtattoo.com/tattoo_museum/chinese_japanese_tattoos.html
www.vanishingtattoo.com/tattoo_museum/polynesian_tattoos.html
www.vanishingtattoo.com
www.tatuajes-tatoo.net/category/historia-del-tatuaje