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EL CONSTITUCIONALISMO

El llamado constitucionalismo es un proceso político jurídico que, en su versión inicial,


a partir del siglo XVIII, tuvo por objetivo establecer en cada Estado un documento legal
–la constitución- con determinadas características.

a. Aspectos formales. Es un documento legal que consta de un texto escrito, único,


orgánico y con supremacía jurídica sobre el resto de las normas.
b. Aspectos de contenido. Estructura básicamente al Estado, dividiéndolo en tres
poderes y enuncia determinados derechos personales conforme a una ideología
política concreta.

Situación previa al constitucionalismo.

a. En la Gracia clásica, la distinción entee un poder legislativo ordinario y un poder


legislativo superior, encarado en ciertas nomras de mayor jerarquía.
b. El pensamiento iusnaturalista, especialmente cristiano, que grente a la tesis
romanista de que todo el derecho proviene del monarca, quien se hallaba desligado
de la ley, sostuvo en cambio la primacia de reglas supremas por sobre el derecho
soberano.
c. El aporte del derecho germánico medieval, especialmente en lanocion de “reinado
de la ley”.
d. La admicion, clara en la Edad Media, de la supremacía de ciertas normas sobre el
derecho legislado común.

El constitucionalismo individualista y liberal.

El constitucionalismo de la primera etapa (siglos XVII a XIX) está al servicio del tercer
estado (burguesía) que, a partir del siglo XVII, triunfa sobre el primer estado (rey y
aristocracia) y el segundo estado (clero). Esa victora se concreta en tres grandes
revoluciones, que producen diversos documentos constitucionales de gran rpedicamento
posterior.

a. Revolución Inglesa. Ocurrida en el siglo XVII, que produce el Agreement of the


People en 1647 y especialmente el Instrument of Government (1653).
b. Revolución Estadounidense. Tuvo lugar en 1776y produjo varias constituciones
locales y luego la federal en 1787.
c. Revolución Francesa. Iniciada en 1789, estableció primero la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano y después la Constitución de 1797.

Para afianzar su triunfo sobre la aristocracia, el rey y el clero, y para neutralizar los
avances de otro importa grupo político en auge, el tercer estado manejará una doctrina de
auto legitimación y propiciará la sanción de ciertas leyes supremas (las constituciones)
destinadas a afianzar, de modo solmene y sólido el nuevo estado de cosas. Las bases
ideológicas fundamentales son las siguientes:

a. Por su parte, Hobbes aporta la idea de sociedad posesiva de mercado. El hombre


es básicamente malo: lobo para el hombre. Una sociedad civilizada es aquella que
sustituye el apetitito primitivo de destrucción de todo hombre hacia su semejante,
por el de acumulación ilimitada de riquezas. La lucha subsiste, pero moderada y
según las reglas de juego legales que fija el Estado. Al Estado le toca velar por el
cumplimiento de los contratos.
b. A su vez, Locke subraya la presencia de derechos naturales, previos al Estado.
Éste existe fundamentalmente, para asegurar a cada uno su propiedad.
c. La escuela fisiocracia francesa añadirá la presencia de un “orden natural” en la
economía, que la regula armoniosamente. Los valores existentes en el mercado se
balancean espontáneamente. Bueno es, entonces, que el Estado no se entrometa
en ese terreno (“dejad hacer, dejad pasar, que el mundo va por sí solo”.
d. Por otro lado, Sieyes aporta la idea de la nación como sujeto del poder
constituyente.

Resultados. El producto final de este proceso ideológico es el siguiente:

a. Cualquier estado debe tener una constitución formal, de ser posible escrita y un
texto unificado, con supremacía sobre el resto del ordenamiento.
b. Se instaura constitucionalmente un orden económico individualista y liberal,
declarándose a la propiedad como derecho inviolable.
c. El constitucionalismo de la primera etapa implanta, igualmente, un nuevo orden
político. Este tiene, en primer término, directrices anti aristocráticas, que
disuelven las prerrogativas del rey, de la nobleza y del clero. Después de
descargarse contra el primer y segundo estado, este constitucionalismo anestesia
al cuarto (proletariado). Por supuesto, los nuevos derechos beneficiaban al tercer
estado, que, además de declararlos, se encontraban en condiciones culturales y
económicas para ejercerlos.

Constitucionalismo del Estado Social de Derecho.

Paradójicamente, los tres ideales supremos del constitucionalismo liberal, enunciados al


producirse la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) quedaron desvirtuados
por aplicación del propio sistema jurídico político que los proclamaba.

a. Crisis de libertad. Acontecimientos tecnológicos como la Revolución Industrial,


y económicas, como el libérrimo juego de la oferta y la demanda, así como la
capacidad de acumular ilimitadamente las riquezas, produjeron fenómenos de
enorme concertación económica que, en definitiva, extinguieron la libre
concurrencia en el mercado.
b. Crisis de igualdad. La igualdad formal que declaraban las constituciones contrastó
con enormes diferencias sociales entre la alta burguesía y el proletariado.
c. Crisis de justicia. El eslogan de la “fraternidad” fue tal vez el menos cumplido: el
sistema constitucional individualista fue cualquier cosa, menos solidario.

En resumen, emerge con toda fuerza un problema gravísimo e insoportable: la cuestión


social, lo cual provocó cambios sustanciales en la estructura vigente.

a. El constitucionalismo neoliberal social. Despuntó con la revolución de 1848 en


Francia, y dictó la Constitución del mismo año. Posteriormente se concreta en las
revoluciones mexicana de 1910 y alemana de 1918 (Constitución de Weimar de
1919).
b. El constitucionalismo marxista. Se inició con la revolución comunista rusa de
1917, y la posterior Constitución de la República Socialista Federativa de los
Soviets de Rusia (1918). Postuló inicialmente un Estado uniclasista,
unipartidocrático y autoritario, erigido como “dictadura del proletariado”.
c. El constitucionalismo corporativo. Especialmente encarnado en los gobiernos de
Mussolini en Italia (1922), Salazar en Portugal (1932) y Franco en España (1939),
del que emergen documentos constitucionales inorgánicos o dispersos y
orgánicos.

Bases ideológicas.
 Concepto positivo de la libertad. Aquí se trata de ver a la libertad como una
facultad o potencia: alguien es libre en la medida en que realmente pueda optar
entre hacer o no hacer algo.
 Concepto sustancial de la igualdad. El constitucionalismo social, reclama
asimismo una relativa igualdad de hecho entre los seres humanos.
 Participación política. A la tesis de la “democracia representativa”, según la cual
el pueblo no gobierna por sí, sino que elige a los representantes, el
constitucionalismo social añade la idea de democracia participativa: un régimen
donde la comunidad interviene también en la adopción de ciertas decisiones
políticas y económicas.
 Dignificación ética y política del trabajo. El constitucionalismo social, en lugar
de devaluar a los asalariados, procura valorizarlos. Por eso se declara al trabajo
derecho deber y se afirma el principio del sufragio universal.
 Función social de la propiedad.
 La dignidad de vida como meta gubernamental. El Estado social promete brindar
a todos, un nivel decoroso de vida. Del “estado gendarme” individualista se pasa
así al “Estado de bienestar”.
 Justicia social. La justicia social opera como una justicia protectora de los
carecientes y débiles. De hecho, es una justicia en buena medida niveladora.
 Intervencionismo estatal. Naturalmente, para cumplimentar todos los roles que
le asigna el constitucionalismo social, el Estado debe asumir un rol protagónico
en la vida económica y social.

CAPITULO II. DERECHO CONSTITUCIONAL.

El derecho constitucional es el sector del mundo jurídico que se ocupa de la organización


fundamental del Estado. El contenido de lo que es “fundamental” o “no fundamental”
para un Estado, depende del criterio jurídico político de cada comunidad. Por supuesto,
se refiere a la estructuración de los poderes básicos de ese Estado y a la delimitación de
las facultades, competencias y atribuciones de éste, así como al reconocimiento de los
derechos personales y sociales que se reputen esenciales. Por ocuparse de asuntos
fundamentales, se atribuye al derecho constitucional el carácter de causalidad del orden
jurídico total de un país. En efecto, actúa como causa formal de ese orden, al indicar quien
hace las normas y cómo debe elaborarlas, al mismo tiempo que fija ciertas directrices
mínimas de contenido de esas reglas subconstitucionales.
Principios específicos. Cabe averiguar cuáles son los principios propios del derecho
constitucional que incluyen los principios generales del derecho, válidos éstos para
cualquier rama del mundo jurídico.

a. Principio de fundamentalidad. Indica que el derecho constitucional se ocupa


solamente de lo que sea esencial para la estructura y funcionamiento del Estado.
Le toca así sancionar las bases del estatuto de poder y del estatuto de los derechos.
Del principio de fundamentalidad se desprenden estos sub principios:
- Principio de organización. La constitución tiene que diagramar los poderes
básicos del Estado y determinar cómo toman sus decisiones, cómo las cumplen y
como se coordinan entre sí.
- Principio de distribución. Asigna competencia a los órganos del poder y deslinda
las facultades del Estado y los derechos de los particulares.
- Principio de responsabilidad. Al contrario del sistema absolutista, según el cual
el gobernante es irresponsable, en el régimen constitucionalista impera el
principio de responsabilidad, que a su vez exige instrumentar dispositivos de
control.
- Principio de finalidad. La constitución debe enunciar los fines y objetivos
básicos del Estado, lo que importa definir su ideología.
b. Principio de totalidad. En sentido opuesto a las otras materias jurídicas, que
enfocan aspectos parciales del derecho, el derecho constitucional importa la
programación de los aspectos básicos de toda la vida estatal y social.
c. Principio de perdurabilidad. La constitución, a diferencia de las leyes y normas
comunes, tiene una mayor vocación de permanencia: es “un instrumento constante
de gobierno” destinada a perdurar, regulando la evolución de la vida nacional.
d. Principio de supremacía. Con relación a las normas de otras disciplinas, muchas
reglas de derecho constitucional (las insertadas en la constitución) tienen
supremacía, esto es, superioridad. El derecho opuesto a la constitución es derecho
inválido. El principio de supremacía constitucional se completa con la tesis de la
rigidez de la constitución, en el sentido de que no puede reformarse si no es por
medio de procedimientos especiales, más difíciles que los del cambio de una
norma común.
e. Principio de funcionalidad. Exige que la constitución sea útil.

Desarrollo académico.
Tal vez la cátedra en Oxford de Blackstone (1758), llamada “Sobre el estudio del
derecho” y que se ocupaba “de las leyes y Constitución” de Inglaterra, sea la primera
aproximación a la disciplina.

- Inicios en la Argentina.

En 1834 nació la primera catedra de Derecho constitucional en nuestro país, en la


Universidad de Córdoba, a cargo de Santiago Derqui. En la UBA se estableció la
disciplina en 1855, encomendándose la cátedra a Sarmiento. En rigor de verdad, no puede
hablarse de una escuela argentina de derecho constitucional. Sí es factible verificar
distintos periodos en la evolución del derecho constitucional argentino. El primero, de
formación¸ surge incluso antes del dictado de la Constitución de 1853, con los escritos
de Esteban Echeverría y de Juan B. Alberdi. El segundo, de consolidación, presenta dos
obras clave: el Manual de la Constitución Argentina de Joaquin V. Gonzales. El tercero,
de reelaboración, cuyo inicio tal vez pueda marcarse al comienzo de los años sesenta,
tuvo entonces como representantes más destacados a Bidart Campos, a Quiroga Lavié,
entro otros.

Dimensiones.

1. Dimensión normativa. Como cualquier rama del derecho, el derecho


constitucional cuenta con tres partes fundamentales: normativa, fáctica y
axiológica. La dimensión normativa comprende, obviamente, las normas de
derecho constitucional. Las hay de distinto tipo y categoría.
a. Normas de derecho constitucional primario. Son las reglas de derecho
constitucional que tienen supremacía, esto es, que gozan de superioridad con
relación a las demás reglas jurídicas. Existen reglas de derecho constitucional
formal, impresas en el texto constitucional, y reglas de derecho constitucional
primario informal, que nacen de la costumbre constitucional.
b. Normas de derecho constitucional secundario. Se trata de reglas jurídicas que
complementan de modo indispensable a las del derecho constitucional primario
(ley de ministerios, ley orgánica del Poder Judicial, reglamentos de las cámaras
legislativas, etc.). Según el caso son también de derecho formal o de derecho
informal. El derecho constitucional secundario no tiene supremacía como sí la
tiene el primario.
2. Dimensión fáctica. Se integra con las conductas de los operadores de la
constitución. Tales conductas pueden ser conformes a las normas (formales o
informales) del derecho constitucional (primario o secundario), o ser opuestas a
ellas. En el primer caso se trata de hechos constitucionales, y en el segundo, de
hechos inconstitucionales. Sin embargo, si las infracciones a la constitución se
repiten y dejan de reprimirse por los órganos encargados de vigilar la supremacía
de ella, es probable que en la dimensión fáctica del derecho constitucional se creen
normas de derecho constitucional consuetudinario modificatorias o derogatorias.
3. Dimensión axiológica. Se ocupa de los valores constitucionales. Los alores
tienen distintas cotizaciones según las diferentes ideologías. Los valores
constitucionales legitiman determinadas normas y conductas constitucionales y
deslegitiman otras. Esto se traduce en términos de obediencia y desobediencia.

Derecho constitucional y derecho de clase.

a. Teoría del derecho constitucional como derecho de clase. Esta doctrina,


postulada desde el marxismo, se basa en dos presupuestos esenciales: dependencia
del Estado y del derecho de la estructura económica de una sociedad, y concepción
del Estado como instrumento de dirección y de dominación de la clase económica
imperante. En consecuencia, el derecho es expresión de la voluntad de la clase
dominante. Según este esquema, en los Estados donde rige la propiedad privada
de los medios de producción, el Estado importa de hecho una dictadura de la
burguesía.
b. Teoría del derecho constitucional como derecho no clasista o supra clasista.
Según esta postura, el poder político es independiente del poder económico.
Además, la constitución es dictada por todo el pueblo, y no por una parte de él.

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