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El constitucionalismo de la primera etapa (siglos XVII a XIX) está al servicio del tercer
estado (burguesía) que, a partir del siglo XVII, triunfa sobre el primer estado (rey y
aristocracia) y el segundo estado (clero). Esa victora se concreta en tres grandes
revoluciones, que producen diversos documentos constitucionales de gran rpedicamento
posterior.
Para afianzar su triunfo sobre la aristocracia, el rey y el clero, y para neutralizar los
avances de otro importa grupo político en auge, el tercer estado manejará una doctrina de
auto legitimación y propiciará la sanción de ciertas leyes supremas (las constituciones)
destinadas a afianzar, de modo solmene y sólido el nuevo estado de cosas. Las bases
ideológicas fundamentales son las siguientes:
a. Cualquier estado debe tener una constitución formal, de ser posible escrita y un
texto unificado, con supremacía sobre el resto del ordenamiento.
b. Se instaura constitucionalmente un orden económico individualista y liberal,
declarándose a la propiedad como derecho inviolable.
c. El constitucionalismo de la primera etapa implanta, igualmente, un nuevo orden
político. Este tiene, en primer término, directrices anti aristocráticas, que
disuelven las prerrogativas del rey, de la nobleza y del clero. Después de
descargarse contra el primer y segundo estado, este constitucionalismo anestesia
al cuarto (proletariado). Por supuesto, los nuevos derechos beneficiaban al tercer
estado, que, además de declararlos, se encontraban en condiciones culturales y
económicas para ejercerlos.
Bases ideológicas.
Concepto positivo de la libertad. Aquí se trata de ver a la libertad como una
facultad o potencia: alguien es libre en la medida en que realmente pueda optar
entre hacer o no hacer algo.
Concepto sustancial de la igualdad. El constitucionalismo social, reclama
asimismo una relativa igualdad de hecho entre los seres humanos.
Participación política. A la tesis de la “democracia representativa”, según la cual
el pueblo no gobierna por sí, sino que elige a los representantes, el
constitucionalismo social añade la idea de democracia participativa: un régimen
donde la comunidad interviene también en la adopción de ciertas decisiones
políticas y económicas.
Dignificación ética y política del trabajo. El constitucionalismo social, en lugar
de devaluar a los asalariados, procura valorizarlos. Por eso se declara al trabajo
derecho deber y se afirma el principio del sufragio universal.
Función social de la propiedad.
La dignidad de vida como meta gubernamental. El Estado social promete brindar
a todos, un nivel decoroso de vida. Del “estado gendarme” individualista se pasa
así al “Estado de bienestar”.
Justicia social. La justicia social opera como una justicia protectora de los
carecientes y débiles. De hecho, es una justicia en buena medida niveladora.
Intervencionismo estatal. Naturalmente, para cumplimentar todos los roles que
le asigna el constitucionalismo social, el Estado debe asumir un rol protagónico
en la vida económica y social.
Desarrollo académico.
Tal vez la cátedra en Oxford de Blackstone (1758), llamada “Sobre el estudio del
derecho” y que se ocupaba “de las leyes y Constitución” de Inglaterra, sea la primera
aproximación a la disciplina.
- Inicios en la Argentina.
Dimensiones.