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Sobre psicoanálisis

Los síntomas en la histeria son reminiscencias de las vivencias más conmovedoras y que han
sido apartadas de la conciencia, su forma es determinada por las particularidades de dichos
efectos traumáticos.
El objetivo de la terapia es eliminar la represión, haciendo consciente lo inconsciente y
despojándolo de su poder patógeno.
En la histeria, el proceso de conversión traspone una cantidad de mociones anímicas en
inervaciones somáticas, generando un síntoma.
Las disociaciones son mantenidas por las resistencias internas y tienen su origen en un
conflicto interior, que deviene en la represión de la moción subyacente.

Todos los síntomas patológicos son resultado de los conflictos que llevaron a la represión y a la
escisión anímica.
Se generan por diversos mecanismos:
a) formaciones que sustituyen fuerzas reprimidas
b) compromisos entre las fuerzas represoras y las reprimidas
c) formaciones reactivas y resguardos contra las fuerzas reprimidas

La inhibición del desarrollo anímico pueden producir la disposición a la neurosis en la vida


adulta
En la neurosis, las pulsiones sexuales caen bajo la represión y los síntomas son sustitutos de su
satisfacción.

Cit. Ensayo/investigación
El desarrollo cultural impuesto a la humanidad es el factor que vuelve necesarias las
restricciones y represiones de la pulsión sexual, demandando sacrificios mayores o menores de
acuerdo a la constitución individual. (p 213).
En el desarrollo puede haber perturbaciones que dejen tras de sí una predisposición a futuras
neurosis, que quizá sean inocuas si la vida adulta es satisfactoria, pero devienen patógenas si
se excluye la satisfacción de la libido o exigen sofocarla en exceso.

La sublimación es la capacidad de que las metas sexuales de las pulsiones sean desviadas hacia
objetivos artísticos, por ejemplo.

Hay tres factores:


a) infantilismo (la importancia de la vida infantil)
b) la sexualidad (entendida de forma mucho más amplia)
c) represión (el producto del conflicto interno entre fuerzas opuestas)

No hay diferencia tajante, solo gradual, entre la vida anímica normal y la patógena. La
diferencia radica en cómo sobrellevar los acontecimientos de la vida con mayor o menos éxito.

En el psicoanálisis se ha podido descubrir los nexos entre lo patológico y lo normal, de forma


que se ha visto su relación con las equivocaciones de la vida cotidiana, los chistes, mitos, el arte
y los sueños, mismos que son cumplimientos de deseos reprimidos y cuya interpretación busca
remover el disfraz impuesto sobre el deseo y los pensamientos del soñante.

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