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“Los tests proyectivos gráficos” E.

Hammer

Capítulo 3: “Aspectos expresivos de los dibujos proyectivos”.

Muchas veces nuestra expresión psicomotora es más elocuente que las palabras. Dentro del dominio
de las técnicas proyectivas, la actitud del individuo al enfrentar la tarea puede revelar características
de la personalidad (puede dibujar con alegría o irritación, en silencio o locuazmente, con confianza
o duda, etc.). Al psicólogo clínico también le interesa saber si la cooperación del examinado es
básica o sólo superficial, como ocurre en los casos en que se dibuja con palotes, los cuales
constituyen un índice aparente de acatamiento a la consigna, pero implican evasividad y/o
negativismo encubierto.
Es necesario considerar la estructura y el contenido de los dibujos. La fase estructural o expresiva
del dibujo abarca el tamaño de éste, la presión y calidad de la línea, el emplazamiento en la hoja de
papel, la exactitud, grado y áreas de completamiento y detalles, la simetría, perspectiva,
proporciones, sombreado, reforzamiento y el borrado.
En cambio para el análisis del contenido, se debe tener en cuenta la postura de las figuras, la
expresión facial y la importancia que se da a diferentes detalles tales como la chimenea, ventana o
puerta en la casa, ramas o raíces del árbol, partes del cuerpo y accesorios en la persona, etc.
El énfasis expresivo en los dibujos, transmite diferentes matices de significado.
Los movimientos expresivos de los niños sean amplios (trata de ocupar todo el escritorio y se
sobresale en la hoja) o estrechos (puede retirarse a un rincón del espacio o en el borde de una silla y
dibujar en rincón de la hoja) tienen un potencial diagnóstico.
En cambio los adultos, tienden a expresarse mediante el manejo del espacio en el papel y no por
conductas manifiestas como en los niños. Por esta razón, las técnicas proyectivas son más útiles con
los adultos, ya que hay cuestiones mas encubiertas. Los niños emplean menos máscaras defensivas
y se expresan de manera más directa.

Fase estructural o expresiva

Secuencia: La secuencia en que emergen los derivados del impulso, las defensas y la adaptación;
muestran cambios dinámicos y económicos que ponen de manifiesto rasgos estructurales del sujeto.
Es importante observar la secuencia en que se van sucediendo los detalles de un dibujo (primero la
cabeza, los hombros, etc.), la secuencia de dos dibujos diferentes (lo que dibuja primero y último,
cómo los dibuja), la secuencia que efectúa con la calidad de la línea (por Ej. traza una línea insegura
y la refuerza).

Tamaño: El tamaño del concepto gráfico contiene indicios acerca el realismo de la autoestima del
examinado, de su autoexpansividad característica o bien de sus fantasías de omnipotencia.
Los dibujos pequeños corresponden a personas con sentimientos de inadecuación y quizá con
tendencia al retraimiento. Estos dibujos se correlacionan con sentimientos de inferioridad según
Traub y Lenibke. Según Waehner las niñas que hacen este tipo de dibujos se relacionan la ansiedad,
la vergüenza, la limitación y el autocontrol. Otros autores consideran que tienen que ver con
conductas dependientes y de retraimiento, también con sensaciones de incomodidad, de encierro y
presión.
En cambio, los dibujos demasiado grandes tienden a presionar los bordes de la página, denotan
sentimientos de constricción ambiental acompañados de acciones o fantasías sobrecompensatorias
concomitantes. Buck confirmó la hipótesis de que el sentimiento de frustración que produce un
ambiente restrictivo se manifiesta en el tamaño de los dibujos. También se comprobó que la persona
que dibuja figuras excesivamente grandes, tiene tendencias agresivas.
Presión: Se ha considerado que es un indicador del nivel energético del individuo. Los niños que
dibujaban con trazos fuertes eran más asertivos, en cambio los trazos más livianos se debían aun
bajo nivel de energía y a restricciones y represiones. Para Buck las líneas suaves y débiles son
típicas de personas depresivas o que se sienten desubicadas. Los neuróticos temerosos, los
esquizofrénicos crónicos y los catatónicos avanzados, realizan líneas pequeñas y débiles. Los
psicópatas, casos orgánicos, epilépticos, encefalíticos y personas extremadamente tensas ejercen
una fuerte presión.
Trazo: Los trazos largos se relacionan con niños que mantienen un control firme de su conducta,
mientras que los trazos cortos hacen referencia a los más impulsivos. El trazo aumentado
caracteriza a personas inhibidas y tiende a decrecer en excitables. Los trazos rectos se relaciona con
niños autoafirmativos y con estados agresivos; los circulares con los más dependientes y emotivos
y con la femineidad. Las líneas dentadas con la hostilidad.
Buck: Líneas quebradas, indecisas o continuadas por reforzamiento se asocian a la inseguridad o
ansiedad. Las líneas tirantes y finas se refieren a sensaciones de tensión y a estados rígidos. Si las
líneas fragmentadas están muy marcadas expresan ansiedad, timidez, falta de autoconfianza y
vacilación en la conducta. Las líneas rítmicas y fluyentes, decididas y controladas caracterizan a las
personas más sanas.
El borrar excesivo implica incertidumbre, indecisión y autoinsatisfacción.
Detalles: Detalles inadecuados caracterizan a personas con tendencia al retraimiento. La ausencia
de detalles adecuados transmiten vacío, son personas que utilizan el aislamiento emocional como
defensa y a veces depresivas.
En cambio, los detalles excesivos son característicos de los obsesivos-compulsivos, personas
excesivamente prolijas, pedantes y controladas. Los adultos y niños neuróticos, que sienten que el
mundo que los rodea es incierto, imprevisible y/o peligroso, se defienden contra el caos interno o
externo creando un mundo muy estructurado y ordenado con rigidez. Esta rigidez defensiva
destierra de la personalidad la espontaneidad y la autoafirmación. Estas personas actúan bajo la
imposición del deber, buscando el perfeccionismo.
Simetría: Los dibujos con fallas en la simetría, revelan una inadecuación de los sentimientos de
seguridad en la vida emocional. En el extremo opuesto, simetría acentuada, se trata de obsesivos-
compulsivos. Es posible que los pacientes depresivos realicen dibujos con una inflexible simetría.
Emplazamiento: Los dibujos centrados en la hoja manifiestan una conducta más emotiva,
autodirigida y centrada en sí misma; los dibujos descentrados manifiestan características
dependientes e incontroladas. (Alschuler y Hattwick).
Buck: Cuánto mas a la derecha esté el dibujo, más probable es que el individuo tenga un
comportamiento estable y controlado, postergue la satisfacción de sus necesidades e impulsos y
prefiera las satisfacciones intelectuales a las emocionales. Por el contrario, cuánto más hacia la
izquierda esté, mayor es la probabilidad de que el individuo se comporte impulsivamente y busque
la satisfacción inmediata.
Wolff: El lado derecho de la página refiere a los introvertidos y el lado izquierdo a los extravertidos.
Cuanto más arriba dibuje es posible que la persona sienta que: realiza grandes esfuerzos y que sus
metas son inalcanzables, que busque sus satisfacciones en las fantasías y no en la realidad, que se
mantenga distante e inaccesible. Cuanto más abajo lo realiza es posible que se sienta insegura e
inadaptable y que se encuentre ligada a la realidad u orientada hacia lo concreto.
Teórico: La parte izquierda se relaciona con lo más anterior, con los procesos regresivos, con lo más
antiguo, con la infancia. La parte derecha se relaciona con lo posterior, con el futuro y lo actual.
Movimiento: Sólo ocasionalmente aparece movimiento en los dibujos proyectivos, los niños
dotados lo incluyen. Los depresivos dibujan pocos elementos móviles y los psicóticos muy pocos o
muchos.
Síntesis defectuosa y otros índices de psicosis: Es característica en trastornos emocionales graves.
Los pacientes psicóticos tienen producciones desordenadas, usan mucho sombreado (hace
referencia a su atmosfera gris). Los productos psicóticos son fantásticos, peculiares y extraños,
suelen mezclar dibujos y palabras (esto puede expresar el esfuerzo por compensar una sensación de
ruptura de la capacidad de comunicación básica).

El trazo del lápiz al apoyarse sobre la hoja de papel, lleva consigo “el estado exacto en que la
persona se encuentra en ese momento, ese estado permanece ahí, listo para que lo vean y lo lean
todos aquellos que sean capaces de comprender esos signos” Robert Henri.

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