Sie sind auf Seite 1von 1

Conclusiones.

La seguridad ciudadana es concebida por la Comisión como aquella situación donde las personas
pueden vivir libres de las amenazas generadas por la violencia y el delito, a la vez que el Estado
tiene las capacidades necesarias para garantizar y proteger los derechos humanos directamente
comprometidos frente a las mismas. En la práctica, la seguridad ciudadana, desde un enfoque de los
derechos humanos, es una condición donde las personas viven libres de la violencia practicada por
actores estatales o no estatales.

Contrariamente a lo que se entendió durante mucho tiempo, la seguridad ciudadana no sólo


depende de la policía. La seguridad ciudadana está relacionada a la presencia interrelacionada de
múltiples actores, condiciones y factores. Entre ellos: la historia y la estructura del Estado y la
sociedad; las políticas y programas de los gobiernos; la vigencia de los derechos económicos,
sociales, culturales; y el escenario regional e internacional. Sin embargo, la policía es un engranaje
insustituible para las garantías de los derechos humanos comprometidos ante la violencia y el
delito. En los regímenes democráticos, las fuerzas policiales tienen un papel central en esas
garantías, contrariamente a lo que ocurre en los regímenes autoritarios. Además, la policía tiene un
papel relevante en el adecuado funcionamiento de la administración de justicia: tiene
responsabilidad en la investigación criminal, la identificación de los agresores, las víctimas, los
testigos, la recolección y el análisis de las pruebas materiales, y la elaboración de informes para
fiscales y jueces.

Las políticas públicas sobre seguridad ciudadana se relacionan con la creación o consolidación de
una institucionalidad estatal que proporcione respuestas eficaces y eficientes a las demandas de una
sociedad democrática en esta materia. Esto se refleja, principalmente, en la respuesta que esta
estructura institucional brinde a los siguientes temas que se consideran prioritarios: la atención a las
víctimas de la violencia y el delito; el funcionamiento de las empresas privadas de seguridad; la
gobernabilidad democrática de la seguridad ciudadana; la profesionalización y modernización de
las fuerzas policiales; y la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad ciudadana.

Es necesario que todos participemos de la seguridad de nuestra sociedad contribuyendo en ella de


alguna forma ya que esto repercutirá en beneficios de nosotros mismos, por cuanto un lugar seguro
para vivir es un lugar donde nos podemos desarrollar adecuadamente como personas.

Debemos tener conciencia de que quien comete un delito en contra de la sociedad y/o de sus
integrantes es un enemigo de la paz y la lucha debe ser contra estos sin importar que la lesión fue
directamente contra nosotros porque en algún momento podemos ser víctimas de los delincuentes.

La seguridad ciudadana es parte de la seguridad humana, ya que en este se incluye tantas


enfermedades, plagas, asaltos, dictaduras, etc. Esta trata de luchar en contra de situaciones que
amenacen tanto su seguridad personal como la seguridad de sus bienes. En el Perú la principal
amenaza que va en contra de la seguridad ciudadana son la delincuencia, incluyendo en esta misma
asesinatos, robos y asaltos; por eso es que las personas sienten temor por este tipo de amenazas y
de alguna manera tratan de luchar contra esto. ¡LA SEGURIDAD CIUDADANA ES TAREA DE
TODOS!

Das könnte Ihnen auch gefallen