Sie sind auf Seite 1von 15

UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADOR

LICENCIATURA EN TEOLOGÍA

Alumno: Marlon Alexander Cuestas Aguilar

CIF: 0507-101-0998

Nivel: Ciclo 06.

Asignatura: Exegesis II.

Docente: Lic. Mario Laínez.

Tema: Exegesis “Perícopa Habacuc 2: 2-5”.

Fecha de entrega: 11 de agosto 2018.


Crítica Textual

Es probable que el TM nunca estuviera libre de lecturas mezcladas, se precisa


que los manuscritos aporten nuevas luces al trabajo marginal de los masoretas,
aunque con todo y que sean más antiguos que el TM, no por ello gozan de más
credibilidad, como afirma R. K Harrison:

…los descubrimientos de Qumrán han realzado considerablemente el valor de


los LXX en asuntos de crítica textual. Algunos de los rollos de Qumrán
ocasionalmente concuerdan con los LXX en contraste con el Texto Masorético
en lugares en que se pensaba que los LXX parafraseaban sin tener apoyo
alguno de parte de la tradición hebrea. Sin embargo, aun en esto, hay que
insistir en que las lecturas de los rollos bíblicos de Qumrán no son
necesariamente buenas porque sean anteriores o difieran de las del Texto
Masorético […] hay que estudiar cuidadosamente las actitudes y las técnicas
de los traductores antes de conceder la superioridad de una parte o del todo de
su obra.

Con todo esto en mente, iniciamos el estudio del aparato crítico, revisando
línea por línea todos los problemas presentados en la perícopa de Ha 2,2-5 en
la BHS. La tabla 1, a continuación, contiene el texto hebreo, la transliteración
científica, el texto de la Septuaginta y la versión española RV60,
respectivamente. La tabla 2 presenta los símbolos del aparato crítico para la
perícopa seleccionada y su significado

Diferentes versiones

La Biblia de las Américas


Entonces el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión y grába la en tablas,
para que corra el que la lea. Porque es aún visión para el tiempo señalado; se
apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; porque
ciertamente vendrá, no tardará. He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta,
mas el justo por su fe vivirá. Además, el vino traiciona al hombre arrogante, de
modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol, y
es como la muerte, que nunca se sacia; reúne para sí todas las naciones, y
recoge para sí todos los pueblos.

Nueva Biblia Latinoamericana


Entonces el SEÑOR me respondió: "Escribe la visión y grábala en tablas, Para
que corra el que la lea. Porque es aún visión para el tiempo señalado; Se
apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; Porque
ciertamente vendrá, no tardará. Así es el orgulloso: En él, su alma no es recta,
Mas el justo por su fe vivirá. Además, el vino traiciona al hombre arrogante, De
modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol
(región de los muertos), Y es como la muerte, que nunca se sacia; Reúne para
sí todas las naciones, Y recoge para sí todos los pueblos.

Reina Valera Gómez


Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que
corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin
hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no
tardará. He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo
por su fe vivirá. Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio,
y no queda en casa; el cual ensancha como el infierno su alma, y es como la
muerte, que no se sacia; antes reúne para sí todas las naciones, y amontona
para sí todos los pueblos.

Reina Valera 1909


Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que
corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin
hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no
tardará. He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el
justo en su fe vivirá. Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre
soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es
como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y
amontonó á sí todos los pueblos.
Biblia Jubileo 2000
Y el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para
que corra el que leyere en ella. Aunque la visión es aún para un tiempo
señalado, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin
duda vendrá; espéralo. He aquí, se enorgullece aquel cuya alma no es derecha
en él; mas el justo en su fe vivirá. Cuanto más que el dado al vino,
transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como el Seol
su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos los
gentiles, y amontonó a sí todos los pueblos.

Sagradas Escrituras 1569


Y el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para
que corra el que leyere en ella. Aunque la visión es aún para un tiempo
señalado, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin
duda vendrá; espéralo. He aquí, se enorgullece aquel cuya alma no es derecha
en él; mas el justo en su fe vivirá. Cuanto más que el dado al vino,
transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como un
osario su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos
los gentiles, y amontonó a sí todos los pueblos.

Reina Valera 1960


2Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para
que corra el que leyere en ella. 3Aunque la visión tardará aún por un tiempo,
mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin
duda vendrá, no tardará. 4He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. 5Y también, el que es dado al vino es
traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su
alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las
gentes, y juntó para sí todos los pueblos.
Texto Hebreo de la BHS

Transliteración

Texto griego de la Septuaginta


1. «Llamar, clamar»: ‫ קרא‬q`r`a

Ha 2,2 contiene el término : qor}a, el cual aparece con una pequeña letra a ,
como se ve en el aparato crítico, referido a una variante rendida por uno o
varios manuscritos de Qumrán ; en los cuales, se lee como: H^qqor@a
(@XEWD). Con la idea de «clamar a viva voz», llamando la atención de la
persona con la que se quiere comunicar. El Diccionario Strong en español
sugiere el sentido de «acosar a una persona que uno encuentra». Según el
Diccionario Vine, se cree que la acepción referida a «leer» proviene de
anunciar y proclamar, puesto que las lecturas se hacían en alta voz, para que
otros pudiesen escuchar, como en Ex 24,765. En la BHS, el término ocurre 734
veces, y puede agruparse en cuatro categorías principales. Así:

a) Llamar un lugar (Jc 15,19).

b) Clamor. Como cuando los quiciales de las puertas del Templo se


estremecieron, por las voces de los querubines que clamaban ante la
presencia del tres veces santo (Is 6,4).

c) Llamar por nombre a alguien para darle algo muy preciado (Is 45,3).

d) Llamar a la naturaleza para que cumpla un fin determinado (Am 5,8).

De estos cuatro significados, el más parecido con el tenor de Ha 2,2 es el de


llamar por nombre a alguien, para darle algo muy importante, como un tesoro
muy valioso (cf. Is 45,3). Por supuesto que lo era: la salvación de los justos, y
el juicio de los impíos. Habacuc es cautivo de ese mensaje. Ha de mantener la
expectativa en los resultados de dicha proclamación, confiado en que el pueblo
responderá con urgencia a su exhortación, pues algo inusual está sucediendo
en su casa o en el Templo (el lugar sagrado más concurrido y donde más se
daban esta clase de mensajes). El sentido del término implica que «el que lee
la visión, corra a obedecer», pues encierra la inminente certeza de la
«visitación escatológica» de Dios, la cual anticipa, como se dijo, dos fines: (1)
salvar a los justos, y (2), castigar a los impíos. La salvación de los justos llegará
a través de la misericordia que se ofrece en el juicio retrasado cuyo mensaje
encriptado aún no capta del todo Habacuc. La profecía en sí misma contiene
un “tipo” del juicio final que vendrá sobre los incrédulos en los últimos tiempos.
Aquellos que permanezcan fieles aguardando esta promesa, escaparán de él.
De ese modo, la función del mensajero era esencial en el impacto que causaría
su mensaje. El AT se servía de tres medios para este fin: «la palabra hablada,
la palabra escrita, o la acción simbólica»66. El mensaje de Habacuc venía
codificado por la palabra escrita, consistente en un oráculo imprecatorio contra
una colectividad. Era breve y directo, iba dirigido a todo el pueblo de Judá, y a
sus enemigos, con ayes típicos de un género literario de condena profética, y
un oráculo de salvación final como recompensa para el creyente, según lo
revelan Ha 2,6-19 y 3,17-19, respectivamente.

2. «Y no»: @«LE (welo ’)

La siguiente frase, en el mismo versículo tres, es: « b l c mlt


@L¥E leído con muchos manuscritos de Qumrán, Septuaginta, Siriaca,
Tárgumes, Vulgata: “y no”».

La BHS proporciona 1.581 recuentos, en los cuales el término «@L unido a la


conjunción E («@L¥E) welo ’ («y no»), equivale a una expresión enfática de
negación. Si el término va seguido de un verbo, se trata de una negación
absoluta67. El verbo aparece conjugado como: I ya^h\r= «demorará o tardará».
Ocurre nueve veces en la BHS, con la conjunción , y otras ocho sin ella. Por
ejemplo, en Dt 7,10 se presenta el término completo en el sentido de que Dios
da el pago en persona al que le aborrece: «y no se demora» con el que le odia,
“en persona le dará el pago”.

Nótese la doble negación en Ha 2,3: «no mentirá» ( @]L, lo ’y\e^zz\B) y «no


tardará» . (lo ’ ye^j\r). Está expresando lo mismo, pero lo enfatiza. Quiere decir
que lo que Dios se propone hacer es determinante, debe darse por sentado, y
por lo tanto demanda una acción inmediata y de obediencia de parte de sus
oyentes. Tal como la visión no mentirá, ni tardará, del mismo modo, el que
escucha, no debe dar largas para obedecer.
Aunque la BHS elide la conjunción al comienzo de la negación ( ), los demás
manuscritos la retienen – y es mejor hacerlo–, pues, en todas, o en casi todas
las demás apariciones en la BHS, tienen ese sentido enfático de negación
(véase por ejemplo Gn 2,25; 8,21; Ex 1,17, etc.). Gramaticalmente, el hecho de
que dicha partícula de negación absoluta lo ’ aparezca dos veces en una
perícopa tan corta, y acompañando dos verbos importantes como «mentir y
retrasar» –y, como se dijo, cuando acompaña un verbo implica no sólo énfasis
sino certeza absoluta−; este hecho, decíamos, determina el valor trascendente
de la visión que Dios desea comunicar. El análisis gramatical añade nueva
evidencia probatoria sobre el carácter imperativo y categórico del mensaje
profético. La repetición de la partícula, precediendo un verbo, revela la
importancia y urgencia de la visión. La visitación de Dios se da como un hecho
escatológico seguro y anticipado. Por lo general, Dios repite sus mensajes
antes de un acontecimiento mayor.

3. «Derecho, recto, estirado»: (y`vr`H)


El problema que presenta el aparato crítico para esta línea es uno de los más
difíciles de interpretar debido a que el texto hebreo está muy corrompido en la
primera parte del versículo cuatro. El término y`vr`H, que aparece como sigue:
b, ocurre unas 120 veces en la BHS. Algunos de sus usos se pueden ver en Ex
15,26; Esd 8,21; Sal 107,7; Ez 1,7; Ha 2,4. La traducción es: «derecho, recto».
La lectura del aparato crítico en esta línea es: b εὐδοκεῖ, prb l D¡Z¥V¡X ;
DX[EI. Y se traduce así: «La Siriaca tiene el mismo sentido general de la
Septuaginta en este término, el verbo εὐδοκέω=“agradar, pensar bien de,
aprobar, complacer, deleitarse”, prb l probablemente leído r`x+t`H= “deleite,
contentamiento, gozo, disfrute”; Qumrán DXYEI ywvrH=estirado, recto».
Para un acercamiento exegético al texto, se debe revisar la frase completa de
esta línea: « lo ’ y`vr`H n^P=vo bô’». Con miras a aclarar la dificultad, acudimos
a otra ayuda exegética: un Diccionario. El problema radica en que el término
/\[\v (alma) casi siempre ha sido traducido como el principio vital, tanto para
seres humanos como para animales, sin considerar la característica fisiológica
cuyo significado –según el Diccionario de Moisés Chávez–, es: «garganta70»
(cf. Is 5,14, en NVI, LBLA, NBLH71 ) o «cuello» (cf. Sal 105,18 y Sal 107,9 en
NVI, BJ, PER72). En algunas versiones españolas, otras posibles traducciones
de la frase « lo ’ y`vr`H n^P=vo bô’» son las siguientes: «su alma no es recta»
(LBLA); «aquel cuya alma no es recta» (RV60); «el insolente no tiene el alma
recta» (NVI). No obstante, si se toma el significado de «estirar», según , para
y`vr`H, y el significado fisiológico de «garganta», según M. Chávez, para /\[\v, la
nueva traducción no sería «alma recta», sino «garganta estirada», de modo
que se podría reconstruir el texto como sigue: «el que tiene el cuello estirado»,
lo ’ y`vr`H n^P=vo bô’. No es fácil optar por esta decisión, pero por fortuna hay
un testigo que la apoya. Víctor Morla, en su trabajo sobre Nahúm, Habacuc y
Sofonías, sostiene que algunos intérpretes al aferrarse a una mal entendida
literalidad prefieren traducir: «no tiene el alma recta». La traducción sugerida
por Morla es: «no la espera anhelante», y aporta un pasaje bíblico para
defender su posición, Jb 6,11:
“¿Me quedan fuerzas para aguantar?
¿tengo una meta a la que aspirar? (lit. alargar el cuello) (Morla)

4. « ¿Riqueza traicionera o vino traicionero?»: ¿(CEBAI OED [Ho/ y]B^GoD] o


[H^yy^y]/ BoG}D])?

Finalmente, se trabajará en el último problema de interés en el estudio de esta


perícopa, en el versículo cinco, bajo el rubro b-b CEBAI OED (Ho/ y]B^GoD),
que alude al texto (H^yy^y]/ BoG}D). El problema principal aquí es cómo
traducir, si yayin: «vino efervescente»; o si leer según los manuscritos : OED
(Ho/: «riqueza»). El término OED (Ho/) ocurre 18 veces en la BHS, traducido
como «riqueza»; mientras que BoG}D se traduce como «traicionero o rebelde»
(48 veces). La frase completa se traduce como: «la riqueza es traicionera».

CRÍTICA DE LAS FORMAS

En el libro se destacan tres clases de géneros literarios: proféticos, poéticos e


históricos.

1. Profético

Ha 1,1 contiene la primera referencia a este género, con el título massá:


«oráculo», «carga», cuyo significado alude a una responsabilidad pesada y
difícil de sobrellevar. Algunas versiones bíblicas españolas intercambian los
términos «oráculo» y «visión profética o profecía», pero hay diferencia.
Veamos. En la visión profética, el profeta no siempre es protagonista de
primera mano. La visión puede venir por una revelación anticipada mediante
figuras, sueños o visiones; en tanto que en el «oráculo», el profeta se envuelve
en el proceso histórico que libra su pueblo. Y ése es el caso de Habacuc.

Agobiado por la oleada de muertes violentas que se yerguen en Judá, el


profeta clama a Dios: ¿hasta cuándo? Ve que la injusticia se resuelve –pero a
medias, y con métodos poco convencionales–: por la venganza y sucesión de
nuevos imperios, cada vez más crueles, sin que la justicia sea vindicada.
Comparte la angustia con su pueblo, se sabe un hombre intramundano,
capacitado experimentalmente para entender el dolor de Dios y compartir su
«carga». Dios le da tiempo para que agonice y desespere al ver las injusticias;
para que medite y se cuestione a sí mismo y discuta con Él. De ése modo está
mejor preparado para oír la voz de Dios y llevar su mensaje. Por eso decimos
que se trata de una carga profética.

Conviene hacer una digresión aquí. Se ha preguntado si Habacuc era un


profeta del templo o un profeta público. Por las alusiones a los Salmos y a
otras prácticas musicales referidas en el libro, ambos oficios fueron parte de
la vida del profeta. Los oráculos de juicio mencionados en contra de los
babilonios y otros dichos sacerdotales empleados por el profeta, así lo
demuestran. Otto Eissfeldt cita el siguiente dicho sacerdotal junto a dos
referencias más del mismo (en Za 2,13 y So 1,7): «Silencio todos ante el
Señor, que se levanta en su santa morada» −y añade−: «La exhortación la
recitaba el sacerdote cuando se esperaba la presencia de Yahvéh, por
ejemplo, durante un sacrificio, o en cualquier otra ceremonia con vistas a una
teofanía». El pasaje de Ha 2,20: «Mas Jehová está en su santo templo, calle
delante de él toda la tierra», guarda estrecha relación con los anteriores y
parece implicar la filiación del profeta con el Templo. Ésta por lo menos es
una evidencia interna fuerte para suponerlo.

Volviendo a las diferencias anotadas arriba, en ocasiones se le ha dado un


tratamiento equipolente pero inexacto a los dos términos. Por ejemplo, algunas
versiones bíblicas en español, como RV60, NVI, LBLA, usan el término
«profecía». Y la BJ, BNP, NC usan el término «carga, encargo u oráculo».
También la BHS y la HOT usan ‫ אָ ַשמ‬massa ’ =oráculo, transporte, carga, peso,
responsabilidad, profecía; los LXX usan lhmma (lemma=carga).

Respecto de las visiones, estas formaban una parte del profetismo y eran
esenciales porque develaban el futuro anticipadamente, pero no eran en sí
mismas una «carga». Por ejemplo

el profeta Jeremías (27,1-22) profetizó que era necesario que todos –incluso
Joacim y Sedequías, reyes marionetas de los egipcios en Judá– se sometieran
a Nabucodonosor, rey de Babilonia, pues de no hacerlo, morirían, ya que Dios
había decidido entregar todos los territorios: Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón y
hasta las bestias del campo, a Nabucodonosor. ¿De dónde provino este
conocimiento de Jeremías? Debe decirse, con seguridad, que lo hizo basado
en una lectura histórica e intelectiva de su realidad presente proyectada sobre
el futuro. Habacuc también leyó su propia realidad luego de retrotraerse al
pasado reciente de los babilonios y su vasta dominación en el panorama
político internacional.

Sin embargo, a diferencia de Jeremías que –sin haber experimentado la


barbarie de los babilonios profetizó su invasión, a partir de un símbolo o señal:
«Hazte coyundas y yugos, y ponlos sobre tu cabeza», Jr 27,2)–, Habacuc no
recibe siquiera una señal, más bien, vive su propio drama como una
experiencia histórica que lo interpela continuamente, y le lleva a preguntarse,
una y otra vez: ¿por qué Dios mantiene un silencio hermético frente a las
injusticias y el desmedro de la Ley?¿por qué permite que uno y otro imperio
perviertan los valores éticos de Israel y oscurezcan su identidad nacional?

De este modo se subraya la diferencia entre los dos géneros. Uno de ellos: la
«visión», se recibe oyendo la voz de Dios, bien sea en forma directa, o
mediante alguna técnica38 de profecía; mientras que el otro: el «oráculo», por
experimentar una serie de luchas y padecimientos, como testigo de excepción,
como lector obligado de su propia realidad. Como es obvio, lo anterior no
significa que el «oráculo» se limite al factor de la experiencia y que la «visión
profética» lo sea al de la revelación, o viceversa.
2. Poético

En el desarrollo de la obra, hay un vasto recuento de coplas y sátiras poéticas


(cf. 1, 6-19), y un sinnúmero de figuras literarias, que incluyen: la hipérbole
(3,6), la ironía (3,8), la personificación (3,10) y el símil (3,14). Además, recrea
los maravillosos eventos del Éxodo y posteriores. El viaje de Dios desde el
Sinaí (3,3); las plagas egipcias (3,5); el camino por el desierto (3,6); la travesía
por el mar y el río Jordán (3,8-10), y el sol que se detuvo en Gabaón (3,11)40.
Sin embargo, aunque estos aspectos literarios, sumados a los históricos y
sociales, surgen como una cronología afortunada, la crítica literaria los ha
debatido como un interpolado, e incluso, como una colcha de retazos sin orden
cronológico y carente de un único autor.

3. Histórico

Según Otto Eissfeldt, este género se distingue del poético en que «no son pura
creación literaria, sino que pretenden relatar lo que realmente aconteció, o
describir situaciones reales, […] además, está reservada a cierta clase alta».
Habacuc narra los hechos acaecidos durante el reinado de Joacím de Judá,
pero no en forma detallada como ocurre en el libro de Jeremías (cf 22,13-23).
Los problemas morales, sociales y económicos descritos por Habacuc, que son
parte de su queja, tienen que ver con el regreso de Judá a la apostasía la cual
había desaparecido durante la reforma de Josías, pero se instaló de nuevo
durante el reinado de Joacím. El reinado de éste fue notable por la traición y
derramamiento de sangre, por lo cual los caldeos serían enviados para tratar
con él y con sus nobles, en juicio y retribución, por el mal que causaron a otros
(1,6.7.11.17).

CRÍTICA DE LAS TRADICIONES

Nada se dice en el libro respecto de la ascendencia de Habacuc, el lugar de su


nacimiento o las circunstancias de su predicación. Lo que se sabe de él a
excepción de la leyenda apócrifa Bel y el Dragón (Dn 14, 33-39) proviene del
contenido ético del libro que lo destaca como una figura de personalidad fuerte
y de un grande discernimiento filosófico e histórico. Es curioso que exista este
desarraigo familiar pues Habacuc se halla estrechamente vinculado con las
necesidades de su pueblo y es un avezado lector de la realidad histórica, social
y política de su tiempo.

Estos hechos, en especial su profundo sentido ético, lo convierten en uno de


los libros más discutidos del AT por parte de la crítica textual. Los últimos
ciento cincuenta años de investigación crítica literaria, han servido para debatir
algunos aspectos importantes de la obra, como se desprende de los siguientes
análisis. Por ejemplo, se dice que el capítulo 3 difiere del 1 y 2, por lo siguiente:
(1) las indicaciones litúrgicas (Ha 3, 1.3.9.13.19); (2) la mención del “ungido” en
3,13 (quizás como un inserto posterior, que no se ve en los dos primeros
capítulos); (3) la falta de referencias históricas y, (4) la variación del género
literario dentro del texto (véase la alternancia entre la prosa de los capítulos 1 y
2, y la poesía o composición salmódica del capítulo 3). Lo anterior supone una
interpolación tardía de uno o más redactores textuales, que aporta diferencias
importantes en la estructura y género literario de la obra. Pero ¿son razones
suficientes para objetar su autenticidad en la unidad de la obra? Al parecer no.
Más bien, es parte de la madurez del profeta y del proceso gradual de la
revelación de Dios en su vida. Habacuc entiende que aunque no tenga razones
en la razón: “aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos…”, con
todo, Dios aún puede ponerlo sobre los lugares altos. El cántico final de victoria
constituye una prueba más del discernimiento y agudeza profética de Habacuc,
en el sentido de que, en realidad, «el justo por la fe vivirá». (Sicre)

Ahora bien, con respecto a la problemática social de su época, el profeta


cuestiona la justicia de Dios, pues la considera lenta e inoperante frente la
maldad; aunque siente alivio al pensar que, pese a su tardanza, ningún delito
quedará impune (Ha 3,16b). El único otro libro profético paralelo a Habacuc en
donde se observa lo mismo, es en Jeremías (cf. Jr 12,1-4). El profeta se
lamenta del triunfo de los impíos sobre los justos. Encara a Dios, lo cuestiona y
le exige una respuesta, lo mismo que Habacuc. En otros dos libros de sabiduría
sapiencial, como en Job y en los Salmos, ocurre lo mismo. Job discute en gran
detalle el problema de la teodicea, y Asaf hace lo propio en el Sal 73. Idénticos
trazos de sabiduría sapiencial se encuentran en Ha 3 y en otras partes del libro.
Por ejemplo, se pueden ver los contrastes justo/impío y el destino de ambos
(cf. Ha 1,4.13 y 2,4), referidos también en Ha 3,13. Al respecto, Edward Young
afirma: «Tanto en 1, 4.13 como en 3,13 se nombra al enemigo como impío
(rasa‛). […] El 3,2 parece tener referencia a la visión del 2,3-5». Ha 3,17-19
concluye con un cántico de victoria sobre los enemigos, algo propio de la
sabiduría sapiencial retributiva con múltiples referencias a la abundancia del
ganado y la agricultura (Young), como señales del favor de Dios, que incidan
que el tiempo de prueba ha pasado. Esto refuerza la idea de que la referencia
final al cántico de victoria, es una conclusión natural dentro de la narración
profética, que no rompe la unidad del libro. Por lo visto, es mejor suponer
(aunque no se pueda probar con certeza) que Habacuc pudo componer este
capítulo más tarde, en vez de inferir que se trata de un interpolado.

El argumento presentado por algunos autores de la crítica textual, al cuestionar


la autoría de Habacuc, aduciendo que los Rollos del Mar Muerto que incluyen
el Comentario de Habacuc no contienen el salmo del capítulo 3, es vacuo, pues
como afirma Luis Alonso Schökel: «El hecho de que el Comentario a Habacuc
de Qumrán no contenga este salmo no es argumento contra la autenticidad, ya
que la versión de los LXX lo incluye. (Alonso y Sicre)

A lo anterior se suma otro hecho importante en la obra: no existe registro


histórico alguno. No se menciona ningún rey que sirva a tal fin. Tampoco hay
una alusión directa a Judá. Se menciona al «impío», de quien se piensa,
pueden ser los asirios y algunos más del propio Judá. De hecho, muchos han
identificado al impío con los imperios que sucesivamente invadieron a
Palestina. Unos autores opinan que fueron los asirios o egipcios, y otros
sostienen que fueron los persas, griegos o seléucidas. Lo cierto es que la
misma referencia directa del texto afirma que «Dios levanta a los caldeos» (Ha
1,6); no que apenas estén surgiendo, pues desde hacía veinte años estaban en
el poder, con Nabopolasar, sino que ahora, los levanta como instrumento de
juicio contra Judá; con temibles y desalentadoras descripciones: «vienen de
lejos, pero no están fatigados por el viaje; se apresuran para establecer su
propio juicio sin someterse a nadie; son veloces, como leopardos; y caen de
repente sobre la presa como lobos hambrientos y aves de rapiña» (1,8 y ss.).
Bibliografía

1. Harrison, Introducción al AT, 266.

2. Morla, Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén: Nahúm, Habacuc,


Sofonías, 114.

3. Eissfeldt, Introducción al Antiguo Testamento I, 112.

4. Alonso y Sicre, Profetas, introducciones y comentario, Tomo II, 1091-1108.

Das könnte Ihnen auch gefallen