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SALA LABORAL - Sede Periférica I

EXPEDIENTE NUMERO : 00523-2012-0-2501-SP-LA-01.


MATERIA : CESES DE ACTOS DE HOSTILIDAD.
RELATOR : VENEROS LAVERIAN, ANA MARIA.
DEMANDADO : PROYECTO ESPECIAL CHINECAS.
DEMANDANTE : SARZO INGA, GLIRIO HELMAN.

RESOLUCIÓN NÚMERO: CUARENTICUATRO.


Chimbote, uno de junio
del dos mil quince.-

SENTENCIA EMITIDA POR LA SALA LABORAL DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DEL


SANTA

ASUNTO:
Viene en grado de apelación la resolución número dieciocho que declara infundada la excepción
de caducidad propuesta por la parte demandada.
Asimismo, viene en grado de apelación la sentencia contenida en la resolución número
treintiocho de fecha 16 de octubre del 2014, que infundada la demanda interpuesta por don Glirio Helman
Sarzo Inga contra la demandada Proyecto Especial Chinecas sobre cese de actos de hostilidad del
empleador. Sin costas ni costos.

FUNDAMENTOS DE LA PARTE APELANTE:


Respecto a la resolución número dieciocho: La demandada, argumenta su apelación
señalando que el plazo para accionar caduca a los treinta días de producido el hecho, considerando a ésta
como hábiles.
Respecto a la sentencia: La parte actora, argumenta su apelación señalando que: a) No se ha
tomado en cuenta la Resolución Jefatural N° 211-99-INADE-1100 y que al contratar al demandante no se
observó lo que señala dicha resolución, existiendo actos de hostilidad contra su persona por cuanto se ha
rebajado su categoría de fiscalizador y sueldo; b) No se ha analizado todos los medios probatorios, toda
vez que la norma respectiva considera como directivo a aquellos con 05 años de experiencia en cargos de
nivel directivo; entre otros argumentos que indica.

FUNDAMENTOS DE LA SALA:
PRIMERO: Que, el recurso de apelación es uno de los medios impugnatorios más importantes dentro de
nuestra normatividad procesal, pues hace viable, no sólo la revisión de los errores in iudicando sino

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también de los errores in procedendo, siendo que con dicho recurso lo que se pretende es la eliminación
de la resolución del Juez inferior y su sustitución por otra que dicte el Superior Jerárquico, para tal
finalidad, el apelante tiene como obligación la de indicar de manera clara, precisa y consistente, los
errores en los que hubiese incurrido el Juzgador.
SEGUNDO: Que, Roberto G. Loutayf Ranea en su libro “El Recurso Ordinario de Apelación en el
Proceso Civil” (Editorial Astrea, Buenos Aires Argentina, 1989, pp. 116), alude que “El principio de
congruencia –dice De la Rúa- tiene en segunda instancia manifestaciones específicas; más limitantes y
rigurosas, “porque el juicio de apelación tiene un objeto propio, que son las pretensiones impugnativas de
los recurrentes, y la voluntad de éstos limita o condiciona más al juez del recurso. Sus agravios
constituyen el ámbito exclusivo sobre el cual debe resolver: tantum devolutum quantum apellatum”; por lo
que, en aplicación del indicado principio, corresponde emitir pronunciamiento respecto a los argumentos
expresados por la parte demandada en su recurso impugnatorio.
TERCERO: Que, el artículo 188º del Código Procesal Civil, prescribe: “ Los medios probatorios tienen por
finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto de los puntos
controvertidos y fundamentar sus decisiones”; además, es de indicar respecto a los medios probatorios
que “Ellos deben ser valorados por el juzgador en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada ”
(Exp. N° 563-97-7. Primera Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 1,
Gaceta Jurídica, p. 349).
CUARTO: Que, respecto a la excepción de caducidad; el artículo 36 del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, que prescribe: “El plazo para
accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido, despido arbitrario y hostilidad caduca a los
treinta días naturales de producido el hecho. La caducidad de la acción no perjudica el derecho del
trabajador de demandar dentro del período prescriptorio el pago de otras sumas líquidas que le adeude el
empleador. Estos plazos no se encuentran sujetos a interrupción o pacto que los enerve, una vez
transcurridos impiden el ejercicio del derecho”; por su parte, el artículo 57 del Reglamento de la Ley de
Fomento al Empleo – Decreto Supremo N° 001-96-TR establece: “El plazo de treinta (30) días naturales
para accionar en caso de hostilidad, se computa desde el día siguiente de vencido el plazo otorgado al
empleador para que efectúe su descargo o enmiende su conducta, según sea el caso”; en tal contexto, el
Pleno Jurisdiccional Laboral de 1998 – Arequipa, en su tercer acuerdo señala: “El acto de hostilidad que
determina el inicio del cómputo del plazo de caducidad de treinta días para interponer la acción judicial
correspondiente se produce al vencer el plazo otorgado por el trabajador a su empleador. De no haber
precisado el trabajador dicho plazo, en su emplazamiento, la caducidad se computa a partir del
vencimiento del plazo mínimo establecido en la Ley a favor del empleador, efectuándose el cómputo de
los treinta días de caducidad a partir de ese momento ”; estando a lo expuesto, se tiene que el cómputo
del plazo de caducidad se inicia al vencimiento del plazo que otorga el trabajador cuando emplaza a su
empleador a fin que cesen los actos de hostilidad; en tal contexto, se tiene que de folios 15 obra la carta
cursada por el demandante a su empleadora, a fin que proceda, dentro del plazo de seis días, a dejar sin

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efecto la reducción inmotivada del cual considera es objeto por parte de la emplazada; misiva que fue
recepcionada por la demandada el 02 de julio del 2002 (ver folios 04); siendo así; el plazo para que la
demandada efectúe su descargo o enmiende su conducta vencía el 08 de julio del 2002; en tal contexto,
computando los 30 días hábiles desde dicho vencimiento hasta la fecha de interposición de la demanda
(09 de agosto del 2002, ver folios 01), se verifica que la caducidad invocada no se ha configurado, al no
haber excedido el plazo legal; debiendo por tanto, confirmarse dicho extremo de la sentencia.
QUINTO: Que, respecto al fondo de la controversia; conforme se tiene del escrito de demanda de
folios 25 a 31, la parte actora demanda el cese de actos de hostilidad, consistente en la rebaja del nivel
ocupacional y rebaja de nivel ocupacional, que en su oportunidad; debiendo ordenarse a la demandada lo
restituya en su nivel ocupacional con el respectivo reintegro de remuneraciones por la rebaja antes
mencionada; señalando la demandada en su contestación de folios 84 a 88 que el demandante laboró en
un cargo que correspondían ser ocupados por trabajadores con formación profesional.
SEXTO: Que, el artículo 30 del Decreto Supremo N° 003-97-TR, prescribe: “ Son actos de hostilidad
equiparables al despido los siguientes: … b) La reducción inmotivada de la remuneración o de la
categoría”.
SÉTIMO: Que, respecto a la reducción de la categoría; la Sala de Derecho Constitucional y Social
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, mediante CAS. LAB. N° 6961-2012, indica
que: “En estos términos, no es admisible que una persona que reunía en un primer momento las
condiciones y requisitos necesarios para el perfil profesional correspondiente al cargo…; posteriormente,
en un segundo momento, y sin criterio debidamente expuesto, se le rote a un puesto de menor jerarquía
…”; en tal contexto, si bien mediante Resolución Directoral N° 050-2002-INADE-8800 de fecha 13 de
marzo del 2002 se estableció como requisito para realizar la labor de fiscalizador se requería el título
profesional universitario, es de precisar que dicha condición se dio luego de que el demandante haya
empezado a realizar dichas labores, coligiéndose que antes de dicha condición se otorgó al actor el cargo
antes mencionado considerando su experiencia laboral que es mayor a 5 años, lapso requerido por la
Directiva N° 004-93-INADE-4101 para que el actor sea considerado dentro del Grupo Profesional; no
pudiéndose haber disminuido la categoría del demandante al haber ya adquirido los requisitos necesarios
para desempeñar un cargo al momento de su otorgamiento.
OCTAVO: Que, por otro lado, en el fundamento vigésimo cuarto de la Casación N° 3636-2010 CUSCO,
se señala que: “En el presente caso, el actor ingresó a laborar el uno de mayo de mil novecientos
noventa y dos, siendo promovido en el mes de febrero de mil novecientos noventa y cuatro al cargo de
Jefe de Abastecimiento, luego a Jefe de Logística, Jefe de Ventas, Jefe de Servicio Eléctrico de Vilcanota,
Jefe de Finanzas y desde el trece de mayo del dos mil nueve, en que se desenvolvió como Jefe de
Marketing, ejerció cargos con responsabilidad al interior de la empresa, esto es, por más de quince años
de labor ininterrumpida. Esta carrera ascendente y vertical a lo largo de tan dilatado récord laboral indican
no solo la existencia de confianza depositada en el trabajador, sino también la existencia de un
despliegue de habilidades y destrezas profesionales que constituyen indicativos para que la demandada

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haya extendido aquellos cargos de dirección por tal lapso de tiempo al demandante; y que justifican –
precisamente– que este haya incorporado a su patrimonio de derechos subjetivos un status remunerativo
laboral y su correlato de status social, que no puede ser quebrantado inmotivadamente por el
empleador sin utilizar el mecanismo legal previsto por la Ley Nº 9463, pues aceptar este
cambio sin que medie una aceptación expresa del trabajador, implica respaldar una decisión
inconstitucional y arbitraria que lesiona no solo el entorno laboral del trabajador, sino también
el social y familiar, al dispensarle un trato remunerativo ostensiblemente menor del que venía
percibiendo ”; en tal contexto, y con mérito a los fundamentos antes expuesto; debe revocarse la venida
en grado, y declararse fundada la demanda Por tales consideraciones, la Sala Laboral de esta Corte
Superior:

RESUELVE:
I) CONFIRMARON la resolución número dieciocho que declara infundada la excepción de
caducidad propuesta por la parte demandada
II) REVOCARON la sentencia contenida en la resolución número treintiocho de fecha 16 de
octubre del 2014, que infundada la demanda interpuesta por don Glirio Helman Sarzo Inga contra la
demandada Proyecto Especial Chinecas sobre cese de actos de hostilidad del empleador;
REFORMÁNDOLA se declara FUNDADA la misma; ordenando a la demandada cumpla con restituir al
actor en su nivel ocupacional respectivo antes de la reducción realizada; con el pago de los devengados
desde la fecha de la reducción remunerativa hasta la fecha de su regularización; más el pago de los
intereses legales, costas y costos del proceso; y, DEVUÉLVASE al Juzgado de su procedencia. Juez
Superior Ponente Raúl Rodríguez Soto.

S.S.
Cavero Lévano, C.
Rodríguez Soto, R.
García Lizárraga, D.

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