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RADIOLOGIA
DE ALTO RENDIMIENTO
BURKE • DIXON

Procedimientos
intervencionistas
Mauro Murphy Thomson Venbrux Zollikofer

E L S E V IE R www.medilibros.com
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ZZZPHGLOLEURVFRP
www.medilibros.com
RADIOLOGÍA DE
ALTO RENDIMIENTO
Procedimientos intervencionistas

E d it o r e s
C h a rle s T. B u rk e , M D K e n n e th R . T h o m s o n , M D , F R A N Z C R ,
Assistant Professor FRACR
Department o f R adiology Director, Radiology Department
University o f N orth Carolina School o f M edicine T h e A lfred Hospital
Chapel Hill, North Carolina Prahran, Victoria
Australia
R o b e rt G . D ix o n , M D
Assistant Professor A n th o n y C . V e n b ru x , M D
Department o f R adiology Director, Cardiovascular and Interventional Radiology
University o f N orth Carolina School o f M edicine T h e George W ashington U niversity
Chapel Hill, North Carolina Washington, DC

M a tth e w A . M a u ro , M D , FA C R C h ris to p h L. Z o llik o fe r, M D


Th e Ernest H. W ood Distinguished Professor Chefarzt, Institut fiir Radiologie
o f R adiology and Surgery Kantonsspital Winterthur
Chairman, Department o f Radiology Winterthur, Switzerland
University o f N orth Carolina School o f M edicine
Chapel Hill, North Carolina

K ie ra n P. J . M u rp h y , M D , F R C P C , F S IR
Director, Interventional Radiology
Johns Hopkins University
Baltimore, Maryland

ELSEVIER

Amaienlam Barcelona Bci/ing Boston Filadclfu Londre* Madrid


México Milán Munich Orlando Parlt Roma Sidney Tokio Toranlc
ELSEVIER

Edición en español de la primera edición de la obra original en inglés


High-Yield Imaging: Interventional.

Revisión científica
Dr. José Ignacio Bilbao Jaureguízar
Profesor titular de Radiología
Jefe de sección de la Unidad de Radiología Vascular e Intervencionista
Clínica Universidad de Navarra

© 2011 Elsevier España, S.L.


Travessera de Grácia, 17-21 - 08021 Barcelona, España

Fotocopiar es un delito (Art. 270 C.R)


Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo (autores, traductores,
dibujantes, correctores, impresores, editores...). El principal beneficiario de ese esfuerzo es el lector
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de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto
se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema de
recuperación de almacenaje de información.

ISBN edición original: 978-1-4160-6160-1


ISBN edición española: 978-84-8086-736-8

Depósito Legal: B.7.712 - 2011


Traducción y producción editorial: GEA C o n s u lto ría E d ito r ia l, s. l .
Impreso en España por Grafos

Advertencia
La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de
seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica
y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia,
se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre
cada fármaco para comprobar las dosis recomendadas, la vía y duración de la administración y las
contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar las dosis y el tratamiento
más indicados para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso
concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran
generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra.
El editor
Prefacio

Radiología de A lto Rendim iento: procedimientos intervencionistas el instrumental necesario para la intervención le sigue una
es un manual exhaustivo, pero de fácil consulta, dedicado a descripción resumida de la correspondiente anatom ía y del
las cada día más frecuentes intervenciones guiadas por la im a­ abordaje. Posteriormente, se describe la técnica de ejecución
gen. Se trata de una versión más resumida y condensada de práctica de la intervención, paso a paso y de manera senci­
Intervenciones guiadas p o r la im agen, el libro de texto en dos lla. Después, se revisan aquellos asuntos controvertidos que
volúm enes publicado en 2008. Radiología de A lto Rendim iento: puedan requerir de una especial consideración. Por su parte,
procedim ientos intervencionistas cubre una am plia variedad los resultados y las com plicaciones aparecen resumidos, lo que
de intervenciones vasculares y no vasculares. Los 111 p roce­ resulta im prescindible para la com unicación con los médicos
dimientos de la sección «Intervenciones vasculares» abarcan remitentes, así com o para la redacción del consentimiento
desde el im plante endoprotésico de tipo gra ft de la aorta abdo­ inform ado. Cada capítulo finaliza con un análisis de la asis­
m inal hasta la em bolización percutánea del conducto torácico. tencia postoperatoria y los cuidados de seguim iento y una lista
La sección «Intervenciones no vasculares» incluye 52 procedi­ de lecturas recomendadas.
m ientos, dedicándose 8 de ellos al com p lejo tratamiento de las La com pilación de este material en un manual accesible fue
m alform aciones vasculares. El emergente cam po del oncointer- obra de los doctores Charles Burke y Robert Dixon, radiólogos
vencionism o está extensamente representado en esta sección en intervencionistas y profesores en la University o f N orth Caro­
los 26 procedim ientos sobre las intervenciones transarteriales, lina a los que m e gustaría agradecer y felicitar p or su trabajo.
transvenosas y endoluminales y sobre las terapias de ablación Radiología de A lto Rendim iento: procedim ientos intervencio­
térmica y quím ica. Se han dedicado tam bién 10 epígrafes a las nistas servirá com o una guía útil para residentes, estudiantes
intervenciones de cabeza y cuello, incluyendo el tratamiento e intervencionistas tanto para comunicarse con los pacientes
del ictus. Además, 7 de los capítulos de esta sección comprenden com o para preparar las diferentes intervenciones.
intervenciones para el tratamiento del dolor, un área m uy con­
solidada en Europa desde hace muchos años.
M atthew A . M auro, M D
Cada capítulo describe una intervención, em pezando por
una lista de indicaciones y contraindicaciones. A l listado con
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Agradecimientos

Radiología de A lto Rend im iento: procedim ientos intervencio­ m ism o, además de nuevas im ágenes. Con la siguiente lista,
nistas está basado en Intervenciones guiadas p o r la imagen, queremos agradecer a todos nuestros com pañeros su con­
libro en dos volúm enes publicado en 2008. El libro incluye el tribución a Intervenciones guiadas p o r la im agen, sin la cual
texto actualizado en 2009 y las figuras más representativas del ninguno de los dos libros hubiera sido posible.

COLABORADORES
Hani Abujudeh Pascal Chabrot Robert C. Heng
Andreas Adam Abbas A fif Chamsuddin Joshua A . Hirsch
Hassan M . Ahm ad Richard Chang J.Todd Hobelm ann
Sun H o Ah n Lakhm ir S. Chawla A n drew H. H olden
Kamran Ahrar Hank (H an ) K. Chen Ed Horn
M orvarid Alaghm and Yung-Hsin Chen O luwatoyin R. Idowu
Agaicha Alfidja Rush H am ilton Chewning T izian a Ierace
Ahm ad I. A lo m ad Kenneth H. Cho Elizabeth An n Ignacio
Gennaro Am brosanio Albert K. Chun Z ubin Irani
Soon Ghee Ang Tim othy W.I. Clark Roberto Izzo
John Frederick A n gle Felipe B. Collares James E. Jackson
Gary M . Ansel Luca Cova Augustinus L. Jacob
Bassel Atassi Laura Crocetti Priya Jaga
Julien Auriol Charles D. Crum Francis Joffre
Juan Carlos Baez T. A n drew Currier M atthew S. Johnson
Curtis W. Bakal Ferenc Czeyda-Pom m ersheim Chauncey T. Jones
J om O liver Balzer M ichael D. Dake Sanjeeva P. Kalva
Joel E. Barbato M ichael D avid Darcy Anthony W. Kam
Brad P. Barnett L. M ark Dean Sridhar Kamath
Gamal Baroud Thierry De Baére Krishna Kandarpa
Cario B artolozzi Sudhen B. Desai Jeffrey M . Katz
Jason R. Bauer A lvaro A . Diano John A . Kaufman
Richard Arthur Baum Robert G. Dixon Alexis D. Kelekis
K evin W alter Bell Pablo D. D om inguez Frederick S. Keller
Jacqueline A. Bello Robert F. Dondelinger Robert K. Kerlan, Jr
Jennifer L. Berkeley Gregory J. Dubel D avid Kessel
M ichael A. Bettmann Clifford J. Eskey Verena Khan
M ario B ezzi Jan A . Eubig Kanika Khanna
José I. Bilbao Salom áo Faintuch N eil M . Khilnani
D en iz Bilecen Ronald N . Fairman Hyun S. Kim
Christoph A . Binkert Chieh-M in Fan Hiro Kiyosue
Haraldur Bjarnason Fabrizio Fanelli Sebastian Kos
James H. Black III M ark A . Farber Gaurav Kumar
Francine Blei Laura M . Fayad M axim Kupershmidt
Brian M . Block Peter F. Ford Vineel Kurli
Marc Bohner Brian Funaki Jeanne M . LaBerge
Am m an Bolia Andreas Gabelmann Pierre-Yves Laffy
Irene Boos Dmitri A . Gagarin Carlos Lanciego
Charles F. Botti, Jr Philippe Gailloud Elvira V. Lang
Louis Boyer Suvranu Ganguli Arcangelo L. Lavanga
Elena B ozzi Lorenzo García-García Leo Patrick Law ler
Peter Reynolds Bream, Jr Vanessa L. Gates Judy M . Lee
Rachel F. Brem Tony Geoghegan M ichael J. Lee
Mark F. Brodie Debra A . Gervais Thom as Lemettre
A llan L. Brook Jean-Francois H. Geschwind Riccardo Lencioni
Benjamin S. Brooke M atthew B. Gillbert Yean L. Lim
Duncan M ark Brooks M ark F. G iven Robert J. Lewandowski
D aniel B. Brown Y. Pierre Gobin John J. L ew in III
Karen T. Brown S. Nahum Goldberg Curtis A llen Lewis
James P. Bumes Theodore S. Grawbow Changqing Li
Patricia E. Burrows Roy K. Greenberg Eleni Liapi
Justin John Campbell Brian Grieme Rafael H. Llinas
Cohn P. Cantwell Klaus D. Hagspiel Reinhard Loose
T hierry Carreres Keith W. Ham ilton Stuart M . Lyon
John A . Carrino Klaus A . Hausegger Patrick C. M alloy
Lucie Cassagnes Markus H. Heim M ichael J. M anzano

v
vi C olabora dore s

M arie Agnes Marachet Suman W. Rathbun Mahsa R. Tehrani


Jean-Baptiste Martin Anne Ravel M ath ew M . Thom pson
A n ton io Martínez-Cuesta Charles E. Ray, Jr Kenneth R. Thom pson
M. V ictoria M arx M ahm ood K. R azavi Gina D. TYan
John M . Mathis H ow ard A . Riina Scott 0 . Trerotola
A lan H. M atsum oto Anne Roberts David TYost
M atthew A . Mauro Alain Roche N irm an Tulsyan
Gordon M cLennan Eric E. Roselli Kemal Tuncali
Simon J. M cPherson Robert J. Rosen Ulku Cenk Tlirba
Hugh McSwain Plinio Rossi Renan Uflacker
Steven Greene M eranze H ervé Rousseau Eric van Sonnenberg
Todd S. M iller Stefan G. Ruehm Prasanna Vasudevan
R obert J. M in Diego San M illán Ruiz Anthony C. Venbrux
Sally E. M itchell John H. Rundback Tom Vesely
Stephan M oll W ael E. A . Saad Bogdan Vierasu
Jeffrey I. M ondschein Tarun Sabharwal Rachel L. V ile
Laurel E. M oore Gloria M aria M artinez Salazar Isabel Vivas
Jose Pablo Morales John V ito Salerno Dierk Vorwerk
R obert A . M organ Riad Salem David L. Waldm an
H irom u M ori M arc R. Sapoval M ichael J. W allace
Paul R. M orrison Shawn N . Sarin Anthony F. Watkinson
Stefan M iiller-H iilsbeck Sanjiv Sharma Peter N . W aybill
K ieran P. J. Murphy Ashot Shekoyan Joshua L. Weintraub
T im othy P. M urphy Ji H oon Shin Robert I. W hite, Jr
M ario M uto N aom i N . Silva M ark H. W h oley
Aravinda Nanjundappa Stuart G. Silverman Bradford D. W inters
Juan C. N arvaez Charan Kam al Singh Robert W ityk
R odrigo G om es D o Nascim ento Constantinos T. Sofocleous Edward Y. W oo
A lb ert A . N em cek, Jr Luigi Solbiati Bradford J. W ood
A li N oor Stephen B. Solom on Gerald M . W yse
Luigi N ovelli Ho-Young Song Alb ert J. Yoo
Gianluigi Orgera Kean H. Soon Chang Jin Yoon
Philippe Otal Thom as A . Sos Rex C. Yung
Randall P. O w en M ichael C. Soulen Soraya Zaid
Aalpen A . Patel James B. Spies Steven M . Zangan
Sandra Pauls M.J. Bernadette Stallmeyer Grace M . Zawistow ski
M onica Smith Pearl Joseph M . Stavas Fabio Zeccolini
Giuseppe Pelle LeAnn Simmons Stokes Eberhard Zeitler
O livier Pellerin Ernst-Peter Strecker Dianbo Zhang
D aniel Picus M ichael B. Streiff Gregg H. Zoarski
Jeffrey S. Poliak Deepak Sudheendra Christoph L. Zollikofer
Rupert Horst Portugaller W alter A . Tan
Batya R. Radzik Elizabeth R. Tang
índice de contenidos

Parte l In te rv e n c io n e s v a s c u la re s T ra ta m ie n to e n d o v a s c u la r d e la is q u e m ia
c e re b ra l c ró n ic a 111
A c c e s o v a s c u la r y c a té te r e s c e n tra le s T ra ta m ie n to d e los tu m o re s b e n ig n o s
d e c a b e z a y c u e llo 1 15
P rin c ip io s d e a c c e s o a r te r ia l 1 T ra ta m ie n to d e lo s tu m o re s m a lig n o s
D is p o s itiv o s d e c ie rre a rte ria l 6 e x tra c ra n e a le s d e c a b e z a y c u e llo 1 19
T ra ta m ie n to p e r c u tá n e o d e los T ra ta m ie n to d e la e p is ta x is 1 23
s e u d o a n e u ris m a s f e m o ra le s 9 E v a lu a c ió n d ia g n ó s tic a d e un p a c ie n te
P rin c ip io s d e a c c e s o v e n o s o 13 tr a s h e m o rra g ia s u b a ra c n o id e a 1 26
C o lo c a c ió n d e c a t é t e r c e n tra l in s e rta d o D is e c c io n e s c a ro tíd e a s 1 28
p e r ifé r ic a m e n te 16
C o lo c a c ió n d e c a t é t e r v e n o s o c e n tra l
n o tu n e liz a d o 19 Venas
C o lo c a c ió n d e c a té te r v e n o s o c e n tra l tu n e liz a d o 23 T ra ta m ie n to d e la e n fe rm e d a d o clu siva
In s e rc ió n d e c a t é t e r p a ra h e m o d iá lis is 26 v e n o s a c ró n ic a d e la e x tre m id a d s u p e rio r
In s e rc ió n d e p u e rto p a ra h e m o d iá lis is 30 y d e la v e n a c a v a s u p e rio r 131
In s e rc ió n d e p u e rto s u b c u tá n e o 32 T ra ta m ie n to d e la e n fe rm e d a d o clu siva
T ra ta m ie n to d e l a c c e s o p a ra h e m o d iá lis is v e n o s a c ró n ic a d e la e x tre m id a d in fe rio r
d e fe c tu o s o 35 y d e la v e n a c a v a in fe rio r 135
T ra ta m ie n to d e l in je rto d e a c c e s o p ara T ro m b o s is v e n o s a p ro fu n d a a g u d a
h e m o d iá lis is c o a g u la d o 38 d e la e x tre m id a d in fe rio r 139
T ra ta m ie n to d e la fís tu la p a ra h e m o d iá lis is T ro m b o s is v e n o s a p ro fu n d a a g u d a
c o a g u la d a 41 d e la e x tre m id a d s u p e rio r 1 47
C o lo c a c ió n d e u n filtro d e v e n a c a v a 150
A n g io p la s tia -re v a s c u la riz a c ió n F le b o e x tra c c ió n 1 53
A b la c ió n d e la v e n a s a fe n a m a y o r 1 57
P rin c ip io s d e a n g io p la s tia /im p la n te M u e s tre o d e re n in a e n la s v e n a s re n a le s 161
d e e n d o p ró te s is 44 M u e s tre o v e n o s o s u p ra rre n a l 1 63
T ra ta m ie n to d e la r e e s te n o s is 47 M u e s tre o v e n o s o p a ra tiro id e o 166
R e v a s c u la riz a c ió n a o r to ilía c a 49
R e v a s c u la riz a c ió n s u b ín tim a d e las
e x tre m id a d e s in fe rio re s 53
Im p lan te de e n d o p ró te sis en ane u ris m as
R e v a s c u la riz a c ió n fe m o r o p o p líte a 59 T ra ta m ie n to d e lo s a n e u ris m a s a rte ria le s
R e v a s c u la riz a c ió n in fra p o p líte a 63 p e rifé ric o s 169
R e v a s c u la riz a c ió n d e la e x tre m id a d s u p e rio r 67 Im p la n te d e e n d o p ró te s is c u b ie rta
T ra ta m ie n to d e la e n fe r m e d a d a rte ria l en a n e u ris m a s d e a o rta to rá c ic a 173
o c lu s iv a d e la e x tr e m id a d s u p e rio r 70 E n d o p ró te s is p a ra a n e u ris m a
A b la c ió n e n d o v a s c u la r c o n lá s e r 73 d e a o rta a b d o m in a l 1 76
T ra ta m ie n to e n d o v a s c u la r d e la dis e c c ió n d e la
a o rta y su s ram as: im p la n te d e e n d o p ró te s is
M a lfo r m a c io n e s v a s c u la re s
en la a o rta y e n las ra m a s va s c u la re s 1 82
T ra ta m ie n to d e la s m a lfo rm a c io n e s T ra ta m ie n to e n d o v a s c u la r d e la d is e c c ió n
a rte rio v e n o s a s 76 de la a o rta y d e su s ra m a s : fe n e s tra c ió n
T ra ta m ie n to d e la s fís tu la s a rte rio v e n o s a s p e rc u tá n e a c o n b aló n 185
d e a lto flu jo 79 T ra ta m ie n to e n d o v a s c u la r d e la d ise c c ió n
T ra ta m ie n to d e la s m a lfo r m a c io n e s v e n o s a s 82 d e la a o rta y d e su s ra m a s : e n d o p ró te s is
T ra ta m ie n to d e lo s h e m a n g io m a s 86 c u b ie rta s 188
T ra ta m ie n to d e la s m a lfo r m a c io n e s c a p ila re s Im p la n te d e e n d o p ró te s is c u b ie rta
lin fá tic a s 89 fe n e s tra d a p a ra a n e u ris m a s d e la a o rta
T ra ta m ie n to d e la s m a lfo r m a c io n e s lin fá tic a s 91 y u x ta rre n a l 1 92
T ra ta m ie n to d e m a lfo rm a c io n e s m ix ta s T ra ta m ie n to d e las e n d o fu g a s 195
d e flu jo le n to 94
T ra ta m ie n to d e l h e m a n g io e n d o te lio m a
In te rv e n c io n e s p u lm o n a re s
k a p o s ifo rm e 98
E m b o liz a c ió n d e la s a rte ria s b ro n q u ia le s 1 98
T ra ta m ie n to d e las m a lfo rm a c io n e s
V a s o s s u p ra a ó rtic o s e in tra c ra n e a le s
a rte rio v e n o s a s p u lm o n a re s 201
Im p la n te d e e n d o p ró te s is c a ro tíd e a 101 In te rv e n c ió n p e rc u tá n e a p a ra la e m b o lia
T ra ta m ie n to d e l ic tu s e n fa s e a g u d a 1 07 p u lm o n a r 204

vii
In d ic e de c o n te n id o s

P ro c e d im ie n to s v a s c u la re s Q u im io e m b o liz a c ió n d el m e la n o m a o c u la r
m e ta s tá s ic o 281
g a s tro in te s tin a le s
Q u im io e m b o liz a c ió n d e s a rc o m a s y tu m o re s
T ra ta m ie n to d e la h e m o rr a g ia d ig e s tiv a b a ja 209 d e l e s tro m a d ig e s tiv o m e ta s tá s ic o s 283
T ra ta m ie n to d e la h e m o rr a g ia d ig e s tiv a a lta 214 Q u im io e m b o liz a c ió n d e m e tá s ta s is
T ra ta m ie n to d e la is q u e m ia m e s e n té ric a n e u ro e n d o c rin a s 286
a rte ria l a g u d a o c lu s iv a 218 R a d io e m b o liz a c ió n d e m e tá s ta s is h e p á tic a s 290
T ra ta m ie n to d e la tro m b o s is v e n o s a
m e s e n té ric a 222
T ra ta m ie n to d e la is q u e m ia m e s e n té ric a
O tros pro ce d im ie n tos hepáticos
no o c lu s iv a 224 y espión icos
T ra ta m ie n to d e la isq u em ia m e s e n té ric a c ró n ic a 226 B io p s ia h e p á tic a tra n s y u g u la r 293
T ra ta m ie n to d e lo s a n e u ris m a s v is c e ra le s 230
D e riv a c io n e s p o rto s is té m ic a s tra n s y u g u la re s
in tra h e p á tic a s 297
P ro c e d im ie n to s v a s c u la re s re n a le s A b la c ió n d e v a ric e s p o r o c lu s ió n re tró g ra d a
c o n b aló n 300
A n g io p la s tia tra n s lu m in a l p e rc u tá n e a E m b o liz a c ió n d e la v e n a p o rta 305
e im p la n te d e e n d o p ró te s is re n a l 233 E m b o liz a c ió n e s p lé n ic a e n e l p a c ie n te no
T ra ta m ie n to d e la is q u e m ia ren a l a g u d a 238 tra u m a tiz a d o 309
E m b o lo te ra p ia re n a l 241 T ro m b o s is v e n o s a p o rta l-m e s e n té ric a 312
B io p s ia re n a l tra n s v e n o s a 245 T ra ta m ie n to d e la tro m b o s is v e n o s a p o rta l
m e s e n té ric a 315
P ro c e d im ie n to s v a s c u la re s h e p á tic o s M u e s tre o p a n c re á tic o p a ra la d e te c c ió n
d e tu m o re s n e u ro e n d o c rin o s 319
Trasplante hepático
S e u d o a n e u ris m a d e la a r te ria h e p á tic a : P ro c e d im ie n to s d e l a p a ra to
in te rv e n c ió n e n el p a c ie n te c o n g e n ito -r e p ro d u c to r
tr a s p la n te h e p á tic o
E s te n o s is d e la a r te r ia h e p á tic a : in te rv e n c ió n Q u im io te ra p ia lo c o rre g io n a l d el c á n c e r p é lv ic o
e n e l p a c ie n te c o n tra s p la n te h e p á tic o 250 g in e c o ló g ic o 323
T ro m b o s is d e la a r te ria h e p á tic a : in te rv e n c ió n E m b o liz a c ió n d e m io m a s u te rin o s 327

e n e l p a c ie n te c o n tra s p la n te h e p á tic o 253 T ra ta m ie n to d el v a ric o c e le m a s c u lin o 331


T ra ta m ie n to d e la e s te n o s is d e la v e n a c a v a T ra ta m ie n to d el s ín d ro m e d e c o n g e s tió n
in fe rio r: in te rv e n c ió n e n e l p a c ie n te c o n p é lv ic a fe m e n in o 334
tr a s p la n te h e p á tic o 255 T ra ta m ie n to d el p ria p is m o d e a lto flu jo 338
T ra ta m ie n to d e la e s te n o s is d e la v e n a p o rta :
in te rv e n c ió n e n el p a c ie n te c o n tra s p la n te T ra u m a tis m o
h e p á tic o 257
T ra ta m ie n to d e la tro m b o s is d e la v e n a p o rta: T ra ta m ie n to d el tra u m a tis m o v a s c u la r
in te rv e n c ió n e n el p a c ie n te c o n tra s p la n te d e las e x tre m id a d e s 341
h e p á tic o 259 T ra ta m ie n to d el tra u m a tis m o h e p á tic o 344
T ra ta m ie n to d el tra u m a tis m o e s p lé n ic o 347
T ra ta m ie n to d e la h e m o r ra g ia p élv ic a 350
Tumores hepáticos T ra ta m ie n to d e le s io n e s t ra u m á tic a s d e la
Q u im io e m b o liz a c ió n d e c a rc in o m a s a o rta to rá c ic a y los g ra n d e s v aso s 353
h e p a to c e lu la re s 261 E m b o liz a c ió n d e la a rte ria c a ró tid a e x te rn a
E m b o liz a c ió n a s é p tic a p a ra n e o p la s ia s e n tra u m a tis m o s 356
m a lig n a s h e p á tic a s 2@ 5 Im p la n te d e e n d o p ró te s is e n las a rte ria s
Q u im io te ra p ia re g io n a l d e tu m o r e s h e p á tic o s 258 c a ró tid a y v e rte b ra l d e p a c ie n te s con
L ip io d o l c o n 1131 in tra a rte ria l p a ra tr a ta r tra u m a tis m o s 360
el c a rc in o m a h e p a to c e lu la r 272
E m b o liz a c ió n d e m ic r o e s fe r a s r a d io a c tiv a s
274 O tro s p ro c e d im ie n to s
p a ra c a rc in o m a h e p a to c e lu la r
Q u im io e m b o liz a c ió n p a ra n e o p la s ia s m a lig n a s R e c u p e ra c ió n d e c u e rp o e x tra ñ o 364
h e p á tic a s d ife re n te s al c a rc in o m a T ra ta m ie n to d e la a o rtitis /a rte ritis
h e p a to c e lu la r 277 in e s p e c ífic a (e n fe rm e d a d d e T a k ayasu ) 368
Q u im io e m b o liz a c ió n d e c a rc in o m a s E m b o liz a c ió n p e rc u tá n e a d e l c o n d u c to
c o lo r r e c ta le s m e ta s tá s ic o s 279 to rá c ic o 371
ín d ice de c o n te n id o s ix

Parte ll In te rv e n c io n e s n o v a s c u la re s A b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia d e la g lá n d u la
a d re n a l 458
U ltra s o n id o s fo c a liz a d o s d e a lta in te n s id a d
P ro c e d im ie n to s p e rc u tá n e o s
p a ra m io m a s u te rin o s 461
D re n a je p e r c u tá n e o d e a b s c e s o s 376
B io p s ia p e rc u tá n e a 379
G e n ito u rin a ria s
N e fro s to m ía p e rc u tá n e a 464
G a s tro in te s tin a le s
U ro d in á m ic a (p ru e b a d e W h ita k e r) 468
T ra ta m ie n to d e la s e s te n o s is e s o fá g ic a s E n d o p ró te s is n e fro u re te ra l 472
b e n ig n a s 381 C is to s to m ía s u p ra p ú b ic a p e rc u tá n e a 477
T ra ta m ie n to d e fís tu la s e s o fá g ic a s 384 D re n a je d e a c u m u la c io n e s líq u id a s re n a le s
T ra ta m ie n to d e lo s c u e r p o s e x tra ñ o s y p e rirre n a le s 4 80
e s o fá g ic o s 387 E m b o liz a c ió n d e la tro m p a d e F a lo p io 484
T ra ta m ie n to d e e s te n o s is e s o fá g ic a s m a lig n a s 389 R e c a n a liz a c ió n d e la tro m p a d e F a lo p io 488
T ra ta m ie n to d e la o b s tru c c ió n d e la s a lid a
g a s tro d u o d e n a l 392
T o rá c ic a s
G a s tro y e y u n o s to m ía p e rc u tá n e a 397
G a s tro s to m ía p e rc u tá n e a 400 D re n a je d e d e rra m e s y e m p ie m a s p le u ra le s 491
C o lo c a c ió n d e e n d o p ró te s is c o ló n ic a s 403 B io p s ia p e rc u tá n e a d e l tó r a x 494

B ilio p a n c re á tic a s M a m a r ia s
C o la n g io g ra fía tra n s h e p á tic a p e rc u tá n e a 406 B io p s ia d e m a m a e s te re o tá c tic a 497
D re n a je b ilia r p e rc u tá n e o 409 B io p s ia d e m a m a g u ia d a p o r e c o g ra fía 500
C o lo c a c ió n d e e n d o p ró te s is e n d o b ilia re s 413
T ra ta m ie n to d e e s te n o s is b ilia re s b e n ig n a s 417 M u s c u lo e s q u e lé tic a s
T ra ta m ie n to d e la s f u g a s b ilia re s 421
T ra ta m ie n to d e lo s c á lc u lo s b ilia re s 424 B io p s ia ó s e a p e rc u tá n e a 502
T ra ta m ie n to d e la s c o m p lic a c io n e s b iliares: V e rte b ro p la s tia (in te rv e n c io n is ta ) 5 06
in te rv e n c ió n en el p a c ie n te c o n tr a s p la n te C ifo p la s tia 510
h e p á tic o 428 A b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia d e lesio n es ó s e a s 515
C o le c is to to m ía p e rc u tá n e a 431 In te rv e n c io n e s d is c a le s p e rc u tá n e a s 518
T ra ta m ie n to d e la e n fe r m e d a d in fla m a to ria A b la c ió n q u ím ic a d e tu m o re s d e te jid o s
p a n c r e á tic a 435 b la n d o s n o h e p á tic o s 521
B lo q u e o s e le c tiv o d e ra íz n e rv io s a 525
B lo q u e o d e l g a n g lio e s tre lla d o 529
A b la c ió n v is c e ra l In y e c c ió n fa c e ta ría 533
A b la c ió n té rm ic a d e l c a rc in o m a h e p a to c e lu la r 438 In y e c c io n e s p e rirra d ic u la re s p e rc u tá n e a s 538
A b la c ió n té r m ic a d e m e tá s ta s is h e p á tic a s In y e c c ió n e p id u ra l d e c o rtic o id e 540
c o lo rr e c ta le s 441 In te rv e n c ió n g u ia d a p o r im a g e n p a ra q u is te
A b la c ió n té r m ic a d e m e tá s ta s is h e p á tic a s d e T arlo v s in to m á tic o 544
n o c o lo r r e c ta le s 443 B lo q u e o s e s c a lé n ic o s 547
C rio a b la c ió n d e tu m o r e s h e p á tic o s 446
D e s tru c c ió n q u ím ic a d e tu m o re s h e p á tic o s O tro s p ro c e d im ie n to s
m a lig n o s p e q u e ñ o s 449
C rio a b la c ió n d e tu m o r e s re n a le s 453 In te rv e n c io n e s e n el c o n d u c to n a s o la g rim a l 550
A b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia d e tu m o re s
re n a le s 455 ín d ic e a lfa b é tic o 555
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D
Intervenciones vasculares
ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES
CENTRALES
Principios de acceso arterial
D E F IN IC IÓ N : Uso de las arterias como punto de acceso para intervenciones vasculares.

■ Por ejem plo, una pinza; se em plea para marcar el punto de


IN D IC A C IO N E S entrada bajo radioscopia
■ An giografía diagnóstica ■ Radioscopia
■ Intervención arterial ■ Ecografía
■ Dispositivo de cierre
■ T ip o colágeno (An gioseal)
■ T ip o sutura (Perclose)
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ La punción arterial está contraindicada en los casos de seu­
doaneurisma, hem atom a o infección ya existente sobre el A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
lugar de punción.
■ Las contraindicaciones relativas com prenden la cirugía ■ El punto de acceso más frecuente para las intervenciones
reciente, la calcificación densa de la arteria y la hipertensión arteriales es la arteria fem oral común.
no controlada o coagulopatía. ■ L a arteria fem oral com ún se puede utilizar com o acceso
■ El acceso por la arteria braquial está contraindicado ante retrógrado o anterógrado.
estenosis proxim al arterial (p. ej., estenosis subclavia sos­ ■ El acceso anterógrado perm ite distancias de trabajo más cor­
pechada ante un descenso en la presión sistólica del brazo tas cuando se planifican intervenciones ipsolaterales.
afectado) o ante disminución de la m ovilidad del hombro. ■ El acceso d e la arteria braquial se usa cuando existe oclusión
■ La incapacidad del paciente para el decúbito prono, la calci­ de la arteria ilíaca, infección inguinal o hem atoma, cirugía
ficación aórtica densa y una notable escoliosis son causas de reciente que haya im plicado a la ingle y en algunas interven­
contraindicación de punción aórtica translumbar. ciones de la extremidad superior.
■ La arteria braquial izquierda ofrece un ángulo más ventajoso
de acceso y m inim iza el riesgo de disección del tronco bra-
quiocefálico o de la arteria carótida izquierda.
IN S T R U M E N T A L ■ El acceso axilar directo no es recom endable debido a la pro­
■ Anestesia local xim idad del p lexo braquial.
■ Lidocaína al 1 % sin adrenalina ■ El acceso translumbar por punción directa de la aorta fue
■ Aguja usado históricam ente cuando se requería la aortografía ante
■ Con punta biselada, de 18 G una grave oclusión ilíaca bilateral.
■ Guía
■ De 0,035” con punta flexible recta o en form a de J
■ Introductor T É C N IC A
■ De 4 o 5 Fr norm alm ente usado para la angiografía diag­
nóstica. ■ Se debe confirm ar y valorar la presencia de pulsos distales al
■ Catéter punto de punción.
■ M arcador radiopaco ■ El área a tratar se prepara con un antiséptico cutáneo.

P U N T O S CLAVE
i Se debe constatar la presencia de pulso distal al punto de acceso antes y después d e cualquier
intervención arterial.
i El punto de acceso a la arteria fem oral com ún debe realizarse sobre el cuadrante inferomedial de la cabeza
femoral.
i Los riesgos son los siguientes: hem atoma, seudoaneurism a, disección, trom bosis, em bolia distal, infección
y daños a las estructuras vecinas (p. ej., neuropatía del nervio mediano secundaria a punción de la arteria
braquial).
i La punción arterial está c ontraindicada si el paciente posee un seudoaneurism a, hem atoma o infección en
el lugar de punción.
i Las contraindicaciones relativas com prenden la cirugía reciente, la calcificación densa de la arteria y la
hipertensión no controlada o coagulopatía.
i Se puede conseguir la hem ostasia mediante com presión manual o utilizando diversos dispositivos de cierre.
i En general, los d ispositivos de cierre permiten una hem ostasia más rápida pero asociada a tasas de
com plicaciones más elevadas que con la com presión manual.

2 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


P rin cip io s de acceso a rte ria l

de
entrada
cutánea
anterógrada

Punto de
entrada
al vaso

Figura 2. Imagen radioscópica que muestra una pinza metálica


que marca el punto de entrada en la piel para la punción
retrógrada de la arteria femoral común derecha.

Figura 1. Esquema de puntos de punción para la arteria femoral


común derecha. Obsérvese que el punto de entrada del vaso
verdadero es el mismo tanto para la punción anterógrada como para
la retrógrada. (P or cortesía de Chieh-Min Fan, M .D .)

■ Se palpa el punto de m áxim o im pulso, donde se colocará un ■ Si no se observa la salida de sangre pulsátil, se avanza la
m arcador radiopaco (com o una p in za ). aguja hacia el periostio seguido de una lenta retirada (técnica
■ Se debe tener cuidado para entrar en la arteria sobre el cua­ de doble pared).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

drante inferior y m edial de la cabeza fem oral, bajo el liga­ ■ Una v e z que la punta de la aguja se encuentra en la arteria,
m ento inguinal. se introduce paulatinam ente una guía d e 0,035” con punta
■ Se debe tener cuidado retrayendo o desplazando el panículo recta flexible o en form a de J en la arteria.
adiposo antes de la punción inguinal para reducir la profun­ ■ La guía se debe avanzar bajo v isu alization directa radioscó­
didad de la arteria desde la piel. pica para asegurar su correcta localización sin que la guía se
■ Si no se puede palpar el pulso arterial, se puede puncionar deform e.
la arteria bajo radioscopia (cuando está calcificada) o con ■ El intervencionista no debería notar casi ninguna o ninguna
guiado ecográfico. resistencia; si hubiera resistencia o d eform ación en la guía,
■ Después de identificar el punto de la punción se administra esta se retirará y habrá de com probarse la p osición de la
un anestésico local por v ía subcutánea (norm alm ente lido- aguja.
caína al 1% sin adrenalina). ■ Si deja de brotar sangre pulsátil, se deben verificar los pulsos
■ Se practica una incisión pequeña y superficial. distales de nuevo y recolocar con cuidado la aguja.
■ La aguja (18 G con punta biselada) se avanza a través de ■ Si la salida de sangre es la adecuada pero la guía no se puede
la incisión con un ángulo d e 45 grados mientras se palpa el avanzar, habrá que escoger un punto diferente, usar un
pulso arterial o, si no, bajo visualization directa. equipo de acceso de m enor tam año (aguja de 21 G con guía
■ La salida de sangre pulsátil es inm ediata en la técnica de una de 0,018” ), o utilizar una inyección de contraste para evaluar
pared (cuando sólo se punciona la pared anterior del v a s o ). si existe disección, espasm o o estenosis.
4 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Figura 3. Esquema de la arteria ilíaca común derecha y bifurcación de las arterias ilíacas interna y externa con acceso retrógrado desde la
arteria femoral común. (Por cortesía de Chieh-Min Fan, M .D .)

■ L a selección de una guía recta, angulada o con form a de J


depende en gran m edida del intervencionista, pero se debe
C O M P L IC A C IO N E S
adecuar a la situación clínica. ■ Trombosis, seudoaneurisma y hem atoma
■ Una v e z la guía se encuentre en posición, se retira la aguja; ■ Acceso por la arteria braquial: síndrom e com partimental y
ya se pueden avanzar con seguridad el catéter o el introduc­ neuropatía com o resultado de lesión nerviosa directa o por el
tor vascular sobre la guía. efecto d e masa debido al crecim iento del hem atoma
■ La presencia de introductor perm ite intercam bios múltiples ■ Acceso translumbar: disección de la íntim a y trombosis;
de guía y catéter con m ínim o trauma o sin él en el punto de acceso translumbar alto: neum otorax
la arteriotomía.
■ Se puede intercam biar el introductor por otro de diámetro
superior para alojar catéteres mayores u otros instrumentos
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
requeridos durante la intervención.
Y S E G U IM IE N T O
■ A l concluir cualquier intervención arterial percutánea, la hemos­
tasia en el punto de acceso se consigue por compresión manual.
C O N T R O V E R S IA S
■ La com presión se aplica durante 15min seguida de 6 h de
■ Em pleo dispositivos d e cierre reposo en cama con la cadera del paciente en extensión (arte­
■ A l com pararlo con la com presión manual se deben sopesar ria fem oral com ú n ).
los beneficios de la reducción del tiem po de hemostasia y del ■ Norm alm ente, tras el cateterism o de la arteria braquial es
tiem po hasta la deambulación frente a los riesgos d e mayor p referible la com presión manual.
tasa de hematomas, form ación de seudoaneurismas, infec­ ■ El pulso se debería poder palpar por encim a y por debajo del
ción, oclusión, em bolia distal y otras com plicaciones que punto de entrada arterial; la presión aplicada directamente
requieran transfusión y cirugía con el introductor o el catéter se retira.
P rin cip io s de acceso a rte ria l

■ El punto de acceso se debe inspeccionar tras la intervención bus­ ■ El vaso que va a ser cerrado no debería poseer una densa
cando la formación de un hematoma o un seudoaneurisma. calcificación; tam bién debería evitarse la oclusión de una
■ Tras la intervención se reexaminan los pulsos distales a la arteriotom ía en un punto de bifurcación (p. ej., arterias
arteriotomía. femorales superficial y profunda).
■ En caso de acceso p or la arteria b raquial, cualqu ier cam ­ ■ A l com parar el dispositivo de cierre con la com presión
b io desde el exam en rea liza d o antes de la interven ción manual, se deben sopesar sus beneficios por reducción del
d ebería instar a una inm ediata exp loración quirúrgica por tiem po de hemostasia y del tiem po hasta la deambulación
p osib le hem atom a d e la vain a nerviosa y síndrom e com - frente a los riesgos de una m ayor tasa de hematomas, form a­
partim ental. ción d e seudoaneurismas, infección, oclusión, em bolia distal
■ En pacientes con acceso fem oral incapaces de mantener y otras com plicaciones que requieran transfusión y cirugía.
la cadera en extensión durante varias horas, incapaces de
tolerar una com presión prolongada o con una anom alía Lecturas recomendadas
de la coagulación incorregible se considerará el em pleo de
Hoffer EK, Bloch RD: Percutaneous arterial closure devices. J Vase
un dispositivo d e cierre. lnterv Radiol 14:865-886, 2003.
■ Todos los dispositivos de cierre requieren una verificación ini­ Spies JB, et al: Standard for diagnostic arteriography in adults.
cial del punto de entrada de la arteria mediante la realización de Standards of practice committee of the Society of Cardiovascular
una angiografía en proyección oblicua ipsolateral de 15 grados. and Interventional Radiology. J Vase lnterv Radiol 4:385-395, 1993.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Dispositivos de cierre arterial
D E F IN IC IÓ N : Mecanismos de cierre que acortan el tiempo hasta la deambulación y el alta y pueden
reducir las complicaciones por hemorragia asociadas a un alta temprana.

■ Polím ero de celulosa y de poli-N-acetilglucosam ina


IN D IC A C IO N E S
■ Quitosano (N -acetilglucosam ina que contiene glucosami-
■ Los dispositivos de cierre arterial perm iten a los pacientes ser noglucano)
som etidos a una intervención mientras están anticoagulados ■ Substancia con carga positiva, que es procoagulante
(d e ese m odo se evita el cese del efecto de la administración ■ Partículas m icroporosas de polisacárido
previa de w arfarina). ■ Gasa de fibra de alginato cálcico
■ Los dispositivos de cierre arterial tam bién perm iten que los ■ Gasa liofilizada con trombina, carboxim etilcelulosa sódica
pacientes com iencen su anticoagulación o antiagregación y cloruro cálcico
antes de finalizar la intervención. ■ Dispositivo invasivo
■ Intervenciones realizadas en pacientes obesos, en quienes ■ Paraguas de inserción arterial tem poral para estimular la
las com plicaciones inguinales son más frecuentes. hemostasia
■ Intervenciones realizadas en pacientes más graves y de ■ Sutura
m ayor edad (para incorporarlos inm ediatam ente). ■ Clip de nitinol, clip d e titanio
■ Intervenciones realizadas ante una punción involuntaria de ■ Balón de cierre
la arteria subclavia. ■ Tapón de colágeno, tapón de esponja de gelatina
■ El tapón d e colágeno del dispositivo Vasoseal se ha utilizado ■ Bioadhesivo
para cerrar el trayecto de una aguja. ■ Polipropileno en m onofilam ento

C O N T R A IN D IC A C IO N E S a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Alergia ■ Los dispositivos invasivos están diseñados para la punción
■ Cierre d e arteria braquial m otivada por posible lesión ner­ retrógrada en una arteria común.
viosa
■ Vasos demasiado pequeños (< 5 m m para la m ayoría de los
dispositivos invasivos) o gravem ente afectados
■ Arteriotom ía excesivam ente grande para el dispositivo ele­ t é c n ic a
g ido e infección sistémica o en la región de la arteriotom ía
■ Durante toda la intervención debe mantenerse una técnica
■ Introductor situado durante tiem po prolongado que pueda
de esterilidad excepcional.
aumentar el riesgo de infección
■ Todos los pacientes deben tener una preparación cutánea
■ Punción en injerto de cirugía derivativa (contraindicación
quirúrgica.
relativa)
■ La profilaxis antibiótica puede ser conveniente para evitar
■ Ingle con cicatriz
infecciones.
■ Existe una contraindicación relativa para los dispositivos que
■ Todos los dispositivos invasivos se benefician d e una angio-
colocan un tapón de colágeno fuera del vaso si se puede
grafía previa al despliegue para confirm ar que el punto de
anticipar un acceso repetido en la m ism a ingle
punción es adecuado.
■ De manera similar, los dispositivos basados en sutura que
■ La m ayoría de los dispositivos no funcionan bien en punción
pueden generar una capa fibrosa que pueda com plicar la
tangencial; el intervencionista d ebe revisar la angiografía de
subsiguiente incisión fem oral para la colocación de endo­
planificación con cuidado.
prótesis cubiertas
■ Puede ser útil realizar la punción con guiado ecográfico.
■ H ay una contraindicación relativa con el acceso anterógrado
■ El tam año del vaso es importante: la m ayoría de los dispo­
sitivos invasivos requieren que tenga de 5 m m de diámetro,
com o m ínim o.
IN S T R U M E N T A L ■ Todos los dispositivos invasivos precisan de una incisión cutá­
nea apropiada con disección roma del trayecto hasta la arteria.
■ Dispositivo de com presión ■ Casi todos estos dispositivos pueden fallar si el punto de
■ Pinzas, bandas y dispositivos de com presión neumática entrada d e la p iel no fue escogido apropiadam ente antes
■ Fárm aco tópico de su liberación.

P U N T O S CLAVE
i Los dispositivos de cierre ofrecen un sellado inm ediato de arteriotomías fem orales con una gran fiabilidad,
i Los dispositivos se deben usar con precaución en pacientes anticoagulados; su uso se debe sopesar frente
al hecho de dejar el acceso tal cual hasta que la anticoagulación se pueda detener,
i Los dispositivos presentan una serie de com plicaciones infrecuentes pero potencialm ente peligrosas que
normalmente no se observan con la com presión manual,
i Los dispositivos proporcionan una deam bulación más tem prana que con la com presión manual y pueden
mejorar el bienestar del paciente, pero no acortan el tiem po de observación hospitalario tras la intervención.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


D isp o sitivo s de c ie rre a rte ria l

Figu ra 1. Dispositivo Starclose visualizado a corta distancia desde Figura 2. Hematoma retroperitoneal.
la pared arterial con extravasación de contraste.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. Las imágenes previas al cierre muestran una leve Figura 4. Tapón de colágeno visible en la arteria femoral izquierda.
aterosclerosis. El pie izquierdo está frío inmediatamente después
del despliegue de un dispositivo Angioseal. (St. Jude Mediad,
St. Paul, M N ).
8 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

■ Todos los dispositivos requieren identificar el lím ite donde el ■ Los resultados de estos dispositivos en pacientes anticoagu-
catéter entra en el vaso. lados o antiagregados son todavía más prometedores, ya que
■ El error por no tener la posición correcta hacia el interior facilitan la hem ostasia en casos en los que no es posible con
del vaso en el punto d e entrada puede conllevar pésim as com presión manual.
consecuencias.
■ D ebe sellarse el punto d e punción.
■ A grandes rasgos, estos dispositivos dejan un m aterial trom ­
b ógeno inm ediatam ente p or fuera de la arteria o cierran la
C O M P L IC A C IO N E S
arteriotom ía con un clip o sutura.
■ Hemorragia retardada
■ Cuerpo extraño intravascular obstructivo
■ Infección vascular o fascial profunda
C O N T R O V E R S IA S
■ Tejido de granulación o cicatriz en el punto de punción que
■ Los dispositivos de cierre añaden coste a las intervenciones, cause dolor o estenosis vascular o que pueda dificultar la
pero esto puede ser compensado por el acortamiento de la repetición de acceso arterial percutáneo o quirúrgico abierto
estancia y el m enor número de reingresos por complicaciones.
■ Esta intervención causará cambios en el presupuesto hospi­
talario de las técnicas de radiología intervencionista; se debe
considerar, por lo tanto, una negociación con los administrado­ A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
res del hospital antes del uso cotidiano de estos dispositivos.
Y S E G U IM IE N T O
■ N inguno de estos dispositivos precisa un seguim iento pro­
RESULTADO S gramado.
■ Es im prescindible inform ar bien al paciente sobre los cuida­
■ Los pacientes pueden deambular tan pronto com o 1 h tras el dos de la herida y los síntomas de com plicación tardíos.
uso del parche Syvek.
■ Un ensayo aleatorizado reciente mostró beneficioso el uso
de uno de los dispositivos tópicos con quitosano frente a la
Lecturas recomendadas
com presión manual.
■ En manos experimentadas, el éxito técnico puede aproxi­ Koreny M, et al: Arterial puncture closing devices compared with
standard manual compression after cardiac catheterization:
marse al 100% , y las com plicaciones son similares o menores
systematic review and meta-analysis. JAMA 291:350-357, 2004.
que las de la com presión manual.
Nikolsky E, et al: Vascular complications associated with arteriotomy
■ En com paración con la com presión manual, con los disposi­ closure devices in patients undergoing percutaneous coronary
tivos de com presión, la deam bulación temprana y la tasa de procedures: a meta-analysis. J Am Coll Cardiol 44:1200-1209,
hemostasia son similares o superiores. 2004.
Tratamiento percutáneo de los
seudoaneurismas femorales
D E F IN IC IÓ N : Técnicas percutáneas que tratan los seudoaneurismas femorales tras un cateterismo.

IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ Seudoaneurismas femorales con cuello largo y accesible, de ■ Se realiza una valoración d e com ienzo d e las arterias distales
menos de 2 semanas d e evolución con integridad de la piel (palpación, ecografía Doppler, índice tobillo -b razo).
suprayacente ■ Se valora el tamaño global y com plejidad del seudoaneurisma
con ecografía D oppler color; de igual manera tam bién se
valoran las dim ensiones de su cuello y su hem odinámica.
■ Se evalúa la relación del seudoaneurisma con su arteria
C O N T R A IN D IC A C IO N E S fem oral de nutrición junto con lesiones asociadas arteriales
tales com o un com ponente fistuloso arteriovenoso.
■ Seudoaneurismas infectados, erosión o herida en la piel ■ La piel suprayacente se evalúa buscando necrosis o infección.
suprayacente ■ Todos estos hallazgos determ inarán si p rocede el tratamiento,
■ Seudoaneurismas rotos la identificación del punto de acceso ideal para la aguja y el
■ Com ponente asociado de fístula arteriovenosa acceso.
■ Trombosis venosa profunda ipsolateral asociada ■ Se marca el punto de acceso.
■ Tratamiento p revio o exposición a la trombina bovina; con­ ■ La piel suprayacente se esteriliza y se cubre com o en una
traindicación relativa si se tem e una reacción alérgica operación de cirugía.
■ La sonda ecográfica se cubre con un paño estéril.
■ Se conecta el m od o ecográfico en escala de grises (se desco­
necta el m od o de D oppler c o lo r).
IN S T R U M E N T A L ■ La ecografía en escala de grises en tiem po real se utiliza
para visualizar la punta de la aguja longitudinalm ente en su
■ Transductor ecográfico
extremo.
■ Para com presión con la sonda ecográfica en tiem po real
■ Una v e z la punta de la aguja llegue hasta la posición del
■ Transductor lineal con frecuencias entre 5 y 7,5 M H z (las
seudoaneurisma, se cam bia el ecógrafo a m odo de Doppler
más empleadas)
color con baja frecuencia de repetición de pulsos.
■ Frecuencias reducidas a 3,5 o 4 M H z para pacientes con
■ El flujo hem odinám ico dentro del seudoaneurisma no m odi­
obesidad m órbida o aquellos que poseen hematomas
fica la posición d e la aguja.
suprayacentes excesivam ente grandes
■ Se sigue de una inyección lenta y constante de trom bina
■ Transductores de frecuencia más elevada (7,5 a 12 M H z)
b ajo visu alization ecográfica con D oppler color en tiem po
(em pleados ocasionalm ente)
real.
■ Trombina y adhesivos tisulares
■ La velocidad de inyección debe ser lo suficientemente lenta
■ Trombina b ovina en p o lv o liofilizada, esterilizada y con
com o para form ar gradualmente un trom bo desde iso- a
inactivación vírica reconstituida con suero fisiológico
hiperecoico que rellene el seudoaneurisma.
■ Trombina humana esterilizada y con inactivación vírica,
■ La velocidad de inyección debe ser lo suficientemente rápida
com o sellador tisular para descongelar
com o para que no obstruya la punta de la aguja.
■ Trombina humana autóloga centrifugada y en suspensión
■ La velocidad de inyección referida está entre 0,1 y 0,3 ml/s de
■ Adhesivo tisular m ezcla de fibrinógeno, aprotinina, trom ­
trombina inyectada.
bina y factor XIII
■ Si la punta de la aguja quedara atrapada por una bola o m on­
■ Aguja
tón de trom bo, la inyección de más trombina en la misma
■ La m ayoría de los expertos em plean agujas con diámetro
puede resultar inútil.
entre 20 y 22 G.
■ Si ocurriera esto, la punta de la aguja deberá manipularse
■ Tam bién se ha descrito el em pleo de agujas d e 19 G y de
para deshacerse d e la bola d e trom bo dentro del lóbulo del
entre 23 y 25 G.
seudoaneurisma.
■ Una v e z se libera la punta se puede retom ar la inyección de
trombina.
■ Los pacientes experim entan una sensación de calor local con
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
cierta frecuencia (2 3 % ).
■ El m édico debe fam iliarizarse con la anatom ía vascular eco- ■ La trombosis com pleta o casi com pleta del seudoaneurisma
gráfica de la región inguinal. se consigue norm alm ente en segundos.

PUNTOS clave
> Los seudoaneurism as arteriales son la com plicación más frecuente (61 %) de las intervenciones que
requieren un cateterism o arterial femoral,
i Los dos accesos d escritos más frecuentem ente son la com presión del seudoaneurism a y la inyección
directa percutánea d e trom bina.
i El éxito definitivo para la inyección directa percutánea de trom bina se sitúa entre el 86 y 100% de los
pacientes.

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10 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Figura 1 . Ilustración esquemática de un seudoaneurisma simple (de lóbulo único) poscateterismo con su cuello y saco, a lo largo
del eje de la arteria femoral. A. Posición de la punta de la aguja referida en algunas comunicaciones iniciales sobre inyecciones de
trombina y que ahora está en desuso debido al riesgo aumentado de complicaciones tromboembólicas arteriales distales. Los expertos
ya no recomiendan esta posición de la aguja. B. Posición de la punta de la aguja en la unión hemodinámica entre el afluente del cuello y
el cuello del seudoaneurisma. Esta ubicación de la punta precisa de la administración de contraste ecográfico (aumentando el coste y la
complejidad a la intervención), que la identifica en el 42% de los casos. C. Posición de la aguja mayoritariamente aceptada y recomendada
por los expertos actuales.

Figura 3. Ilustración esquemática de un seudoaneurisma


simple poscateterismo (de lóbulo único) con su cuello y saco,
a lo largo del eje de la arteria femoral durante la inyección
directa percutánea de trombina. Localización de la punta de la
aguja en el saco seudoaneurismático, en la posición idónea para
comenzar la inyección de trombina.

Figura 2. Imagen mediante ecografía Doppler color real de


un seudoaneurisma poscateterismo antes de su obliteración
con inyección directa de trombina percutánea. Evaluación con
ecografía Doppler color de un seudoaneurisma poscateterismo
que demuestra el típico movimiento de vaivén (R [rojo], hada el
transductor; A [azul], desde el transductor) del flujo sanguíneo
(flujo bidirectional, signo del yin-yang) dentro del saco
seudoaneurismático. Se reconoce solapamiento en el origen del
cuello del seudoaneurisma (cabeza de flecha). Obsérvese que el
flujo dentro del cuello del seudoaneurisma en cualquier momento es
unidireccional (hada el saco durante la sístole y hacia fuera durante
la diástole). (Por cortesía de la Dra. Christine Menias, Mallinckrodt
Institute o f Radiology, Washington University, St. Louis, MO.)
Tratam iento percutáneo de los se u d o a n e u ris m a s fem ora les

Figura 4. Ilustración esquemática de un seudoaneurisma com plejo (de más de un lóbulo) poscateterismo con su cuello y saco,
a lo largo del eje de la arteria femoral. Hay controversia respecto a qué lóbulo abordar cuando hay un seudoaneurisma con más de
un lóbulo. A. Punta de la aguja en el lóbulo proximal (el más cercano al cuello). B. Punta de la aguja en el lóbulo más distal (el más
alejado del cuello).

■ Se deja que trombosen espontáneamente los bolsillos restantes ■ El 29 % d e estas com plicaciones consideradas com o principa­
libres de trom bo si no poseen velocidades de flujo elevadas. les requirieron intervención quirúrgica o intraluminal.
■ Los bolsillos de flujo elevado en com unicación con el cuello ■ El 71 % de los casos son transitorios en su clínica, sin secue­
del seudoaneurisma son infrecuentes, pero pueden precisar las, y no requieren de más tratamiento.
de otras punciones con aguja y sus subsiguientes inyecciones
de trombina.
■ Tras una inyección de trom bina con éxito, se aplica un apó­
sito que com prim a de suave a moderadamente. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El paciente perm anece encam ado de 4 a 6 h. Y S E G U IM IE N T O
■ L a evaluación distal arterial se repite y sus resultados se
comparan con la evaluación arterial vascular de referencia ■ Todos los m édicos m antienen a los pacientes en reposo abso­
inicial. luto entre 1 y 2 4 h, y la m ayoría recomienda entre 2 y 12 h.
■ La evaluación m ediante ecografía D oppler del seudoaneu­ ■ La gran m ayoría de los m édicos realizaron un seguim iento
risma se repite dentro de las 24 h siguientes para determinar con evaluación m ediante ecografía D oppler dentro de las
el éxito final de la intervención. 24 h tras el tratamiento inicial.
■ La técnica de la obliteración m ediante trombina de seudo­ ■ Se realiza una evaluación clínica de los pulsos distales, lo que
aneurismas es fisiológica. suele im plicar tam bién el cálculo del índice tobillo-brazo.
■ Se form a un hem atom a tem poral que se degrada de forma ■ La evaluación d e seguim iento a corto y m edio p lazo con eco-
natural por fibrinólisis y fagocitosis. grafía D oppler se realiza entre 3 y 10 días después.
■ La ecografía D oppler posterior se puede realizar entre las
3 semanas y los 6 m eses tras la intervención.

C O N T R O V E R S IA S Lecturas recomendadas
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Existe alguna controversia sobre la posición óptim a de la Corso R, Rampoldi A, Riolo F, et al: Occlusion of postcatheterization
aguja, particularmente cuando el seudoaneurisma posee más femoral pseudoaneurysms with percutaneous thrombin injection
under ultrasound guidance. Radiol Med (Torino) 108:385-393, 2004.
de un lóbulo (seudoaneurism a com p lejo poscateterism o).
Demharter J, Leissner G, Huf V, et al: Treatment of iatrogenic femoral
pseudoaneurysms with thrombin injection: Results in 54 patients.
Rofo Fortschr Geb Rontgenstr Neuen Bildgeb Verfahr 177:550-554,
2005.
RESULTADO S Edgerton JR, Moore DO, Nichols D, et al: Obliteration of femoral
artery pseudoaneurysm by thrombin injection. Ann Thorac Surg
■ El éxito defin itivo se consiguió en entre el 86 y 100% de los 74:S1413-S1415, 2002.
pacientes. Gorge G, Kunz T Thrombin injection for the treatment o f false
aneurysms after failed compression therapy in patients on fulldose
antiplatelet and heparin therapy Cathet Cardiovasc Intervent
58:505-509, 2003.
C O M P L IC A C IO N E S Gorge G, Kunz T, Kirstein M: A prospective study on
ultrasoundguided compression therapy or thrombin injection
■ La com plicación más frecuente y más preocupante son las for treatment of iatrogenic false aneurysms in patients receiving
em bolias arteriales distales. full-dose antiplatelet therapy. Z Kardiol 92:564-570, 2003.
12 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Khoury M, Rebecca A, Greene K, et al: Duplex scanning-guided Morgan R, Belh A-M: Current treatment methods for
thrombin injection for the treatment of iatrogenic postcatheterization pseudoaneurysms. J Vase Interv Radiol 14:
pseudoaneurysms. J Vase Surg 35:517-521, 2002. 697-710, 2003.
Knight CG, Healy DA, Thomas RL: Femoral artery pseudoaneurysms: Olsen DM, Rodriguez JA, Vranic M, et al: A prospective study
Risk factors, prevalence, and treatment options. Ann Vase Surg of ultrasound scan-guided thrombin injection of femoral
17:503-508, 2003. pseudoaneurysm: A trend toward minimal medication. J Vase Surg
Kruger K, Zahringer M, Sohngen F-D, et al: Femoral 36:779-782, 2002.
pseudoaneurysms: Management with percutaneous thrombin Ramsey DW, Marshall M: Treatment of iatrogenic femoral artery false
injectionssuccess rates and effects on systemic coagulation. aneurysms with ultrasound-guided thrombin injection. Australas
Radiology 226:452-458, 2003. Radiol 46:264-266, 2002.
Krueger K, Zaehringer M, Strohe D, et al: Postcatheterization Saad NEA, Saad WEA, Davies MG, et al: Pseudoaneurysms and
pseudoaneurysm: Results o f US-guided percutaneous thrombin the role of minimally invasive techniques in their management.
injection in 240 patients. Radiology 236:1104-1110, 2005. Radio-Graphics 25:S173-S189, 2005.
Lonn L, Olmarker A, Geterud K, et al: Treatment of femoral Saad NEA, Saad WEA, Rubens DJ, Fultz P: Ultrasound diagnosis of
pseudoaneurysms: Percutaneous US-guided thrombin injection arterial injuries and the role of minimal invasive techniques in
versus US-guided compression. Acta Radiol 43:396-400, 2002. their management. Ultrasound Clin N Am. Vase Ultrasound 1:
Maleux G, Hendrick S, Vaninbrouk J, et al: Percutaneous injection of 183-200, 2006.
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Middleton WD, Dasyam A, Teefey SA: Diagnosis and treatment of Potential causes. AJR 181:1301-1304, 2003.
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2005. pseudoaneurysms: comparison of treatment modalities,
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injection of pseudoaneurysms: A multicenter experience. Vase Med 230-232, 2003.
6:241-244, 2001.
Principios de acceso venoso

■ Su elección depende de la intervención planificada.


IN D IC A C IO N E S ■ Se necesita un introductor despegable largo para franquear
■ Punto de com ienzo para muchas intervenciones diagnósticas vasos tortuosos.
y terapéuticas en las circulaciones venosas sistémica y portal ■ Balón de angioplastia
■ Diagnóstico: flebografía, toma de muestras venosas y angio­ ■ Para la predilatación de la vena estenosada u ocluida antes
grafía pulm onar del paso de la vía.
■ Intervenciones venosas sistémicas: angioplastia, im plante de
endoprótesis, trom bólisis, colocación de v ía central, coloca­
ción de los filtros, ablación de venas varicosas, biopsia hepá­
tica transyugular y em bolización de varicocele y de venas A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
ováricas ■ La m ejor ruta es la más corta y directa, pero este acceso debe
■ Intervenciones en la vena porta: derivación portosistém ica ser sopesado frente a las posibles desventajas de elegir un
intrahepática transyugular, em bolización venosa portal e punto en concreto.
intervención venosa portal postrasplante ■ La vena yugular se em plea en la colocación de los filtros de
la vena cava inferior, la inserción de una vía central, el trata­
miento d e la obstrucción de la vena cava superior o inferior
y en la biopsia hepática transyugular.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La vena femoral se emplea para la toma de muestras venosas, la
angiografía pulmonar, el cambio de posición o la fleboextracción
■ Valores de coagulación notablem ente alterados.
de vías y la embolización del varicocele o de la vena ovárica.
■ La trom bosis venosa profunda iliofem oral contraindica la uti­
■ La vena transhepática se em plea en la em bolización de la
lización de la vena fem oral com o v ía de acceso para colocar
vena porta, en la intervención postrasplante de vena porta,
un filtro en la vena cava inferior.
y en el acceso transhepático a venas hepáticas guiado por
ecografía para inserción de catéter de diálisis.
■ Venas del m iem bro superior: la vena basílica ipsolateral es el
IN S T R U M E N T A L acceso más directo a las estenosis venosas centrales.
■ El transrenal (para acceso a través de un riñón no distensible) y
■ Ecógrafo con sonda d e frecuencia adecuada el translumbar (para acceso paravertebral derecho bajo guiado
■ La sonda de 4 a 9 M H z se usa para punción de vena yugular radioscópico o con TC) constituyen m étodos alternativos.
y la sonda de 3 a 5 M H z se usa para punción transhepática, ■ Otras técnicas alternativas incluyen la vena tiroidea y las vías
transrenal o transesplénica. transesplénica o transmesentérica para el acceso al sistema
■ La m ayor parte de las veces, los sistemas de ecografía por­ venoso portal.
tátiles no poseen la calidad suficiente para este propósito.

Doppler color
■ Aguja T É C N IC A
■ Para acceso fem oral o yugular no com plicado son adecua­
das las agujas de 18 G. ■ Se realiza la ecografía inicial; en caso de obstrucción y de
■ En situaciones delicadas se recom iendan sistemas de acceso tener que abordar p or la v ía colateral, la flebografía puede
pequeños, de 21 G. pon er de m anifiesto la v ía perm eable.
■ Algunos equipos patentados para la introducción de una ■ Se prepare el área con un antiséptico cutáneo.
vía utilizan guías de 0,038” ; p or lo tanto asegúrese de que ■ La m aniobra de Valsalva distenderá la vena si el paciente
la aguja utilizada se ajusta a este tamaño. es capaz de entender lo que quiere decir con com prim a su
■ El aparato debería tener una jeringa acoplada que perm ita vientre con suavidad.
la aspiración sanguínea para la com probación de la posi­ ■ Una hidratación adecuada del paciente puede ser de gran
ción intraluminal de la punta de la aguja. ayuda; si fuera necesario, la adm inistración intravenosa de
■ Guía un litro de suero fisiológico incrementará la presión venosa.
■ La guía en J es suficiente para el acceso sim ple, pero se usa ■ Una alternativa es usar la posición cabeza abajo (Trendelen­
p oco en situaciones difíciles. burg) o elevar tem poralm ente las piernas del paciente para
■ Las guías hidrófilas deberían ser manejables. incrementar el retom o venoso.
■ Se utilizan guías con gran capacidad de soporte com o la de ■ El cirujano se colocará de manera que sea capaz de visuali­
Lunderquist. zar la vena durante la punción.
■ Las guías d e 0,018” se utilizan para perm itir el uso de balo­ ■ L o ideal es que el acceso elegido perm ita observar la aguja
nes d e angioplastia con p erfil bajo. longitudinalm ente según el plano de visualization, de form a
■ Introductor y catéter que se pueda ver su trayecto por com pleto.

P U N T O S CLAVE
i O btener un acceso venoso es una habilidad básica en la radiología intervencionista guiada por la im agen,
i El guiado ecográfico mejora los resultados.
i Las c om plicaciones de relevancia se pueden prever y evitar en su mayoría.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 13


14 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

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Figu ra 1. Inserción de unas vías Tessio en una vena yugular Figura 2. Inserción de unas vías Tessio en una vena yugular
ocluida. Resto de vena yugular (cabeza de flecha) y vena colateral ocluida. La vena yugular interna ocluida ha sido repermeabilizada
pasando a la vena subclavia (flecha). (cabeza de flecha) pasando una guía desde cada una de las dos
venas (flechas) craneales a la oclusión.

Figura 4. Ecografía anormal que indica oclusión de la vena


yugular. La vena yugular y la colateral han convergido 1 cm
caudal a este punto para formar una vena única (cabeza de flecha).
Figu ra 3. Ecografía anormal que indica oclusión de la vena
yugular. En la parte más craneal de la imagen se ven la vena
yugular (cabeza de flecha) y una vena colateral (flecha larga)
anteriores a la arteria carótida común (flecha corta).
P rin c ip io s de a c c e so v e n o so

■ En circunstancias en la que el acceso ideal es im posible, es


im prescindible una v isu alization transversal y triangular
C O M P L IC A C IO N E S
para v er el trayecto d e la aguja. ■ La em bolia gaseosa es una com plicación potencialm ente
■ Cualquiera que sea la orientación elegida de la sonda, tiene letal.
que verse la punta de la aguja entrando en contacto con la ■ Las tasas de fracaso al acceso oscilan entre el 5 y 13% con la
pared anterior de la vena. punción a ciegas y entre el 0 y 1 % con la punción guiada por
■ Norm alm ente, la aguja provocará una muesca en la pared, y ecografía.
puede que las paredes anterior y posterior lleguen incluso a ■ Las tasas de m ala colocación oscilan entre el 1 y 8 % con la
contactar. punción a ciegas y entre el 0 y 12% con la punción guiada
■ Todo avance de la aguja más allá de este punto atraviesa la por ecografía.
vena. ■ Las tasas de neum otorax oscilan entre el 0 y 12% con la
■ Para puncionar la pared anterior de la vena y entrar en su punción a ciegas y entre el 0 y 1,4% con la punción guiada
lu z es p referible avanzar la aguja con una punzada corta tan por ecografía.
pronto com o se toque la pared anterior. ■ Las tasas de hem otórax oscilan entre el 0 y 2,5% con la
■ Con la jeringa acoplada, debería poderse aspirar la sangre punción a ciegas y son del 0 % con la punción guiada por
verificando una posición intraluminal. ecografía.
■ Que no sea posible la aspiración suele ser debido a que la aguja ■ Las tasas de punción arterial llegan hasta el 3 % con la pun­
se ha avanzado a través de la pared posterior de la vena. ción a ciegas y oscilan entre el 0 y 1 % con la punción guiada
■ En tal caso, se retira lentamente la aguja mientras se aspira por ecografía.
hasta que el flujo quede restaurado. ■ L a trom bosis venosa supone un m ínim o riesgo, pero de
■ Si no se tiene éxito, se habrá de com enzar de nuevo (la aguja im portante consideración, con los dispositivos largos
se lavará antes de em p ezar).

Lecturas recomendadas
Funaki B: Diagnostic and interventional radiology in central venous
RESULTADO S access. Semin Roentgenol 37:343-353, 2002.
Hind D, Calvert N, McWilliams R, et al: Ultrasonic locating devices for
■ El acceso transhepático guiado ecográficam ente para la
central venous cannulation: meta-analysis. BMJ 327:361, 2003.
inserción de un catéter en las venas hepáticas es inestable
Ruesch S, Walder B, Tramer MR: Complications of central venous
debido al gran desplazam iento hepático por la respiración. catheters: internal jugular versus subclavian access—a systematic
■ Si se utiliza otro m étodo transhepático que no sea la inser­ review. Crit Care Med 30:454-460, 2002.
ción de un catéter, puede ser im prescindible em bolizar el Weeks SM: Unconventional venous access. Tech Vase Interv Radiol
trayecto con esponja de gelatina para m inim izar el riesgo de 5:114-120, 2002.
hem orragia tras la intervención.
■ El acceso transrenal posee m enor desplazam iento por la res­
piración que el transhepático
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colocación de catéter central insertado
periféricamente
D E F IN IC IÓ N : Los catéteres centrales insertados periféricamente se emplean en tratamientos de
infusión e intercambio y para control hemodinámico.

IN D IC A C IO N E S ■ Guía d e 0,018”
■ Para acceso venoso
■ Infusión rápida d e líquidos o hem oderivados para mantener ■ Bisturí
la estabilidad hem odinám ica ■ Con hoja del n .° 11
■ Infusión de soluciones hipertónicas o esclerosantes ■ Catéter e introductor despegable
■ Adm inistración de medicam entos que producen inflam ación ■ Se com ercializan numerosos diseños de catéter
venosa, tales com o antineoplásicos, citotóxicos o inotrópicos ■ De 1,1 a 7 Fr
■ N utrición parenteral total ■ Catéteres de pequeño calibre colocados a través de una
■ Infección activa que im pide la colocación de un dispositivo vena periférica del brazo en las venas centrales
perm anente ■ Dos variedades d e puntas de catéter: de orificio terminal y
■ Coagulopatía que evita la colocación d e un dispositivo per­ de punta con válvula
manente ■ Jeringa
■ De 10 m i para aspiración
■ Lavado con heparina

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Reacciones alérgicas al contraste y creatinina sérica elevada
con guiado ecográfico
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Trombosis u oclusión venosa central ■ Venas axilares y braquiales (La punta del catéter debe situarse
■ Personas sometidas a hem odiálisis o en las que se p revé la a n ivel de la vena cava superior y la aurícula derecha.)
aplicación de la misma ■ Punción con guiado ecográfico o radioscópico de la vena
■ Pacientes con trasplante renal basílica en la parte m edial del brazo
■ Punción con guiado ecográfico o radioscópico de la vena
cefálica en la cara lateral del brazo

IN S T R U M E N T A L
■ Inserción con guiado radioscópico y flebografía
■ Unidad radioscópica T É C N IC A
■ Cánula intravenosa (inserción en el antebrazo o antecubi­
■ La colocación con guiado radioscópico o ecográfico del caté­
tal, orientada a la vena basílica)
ter central insertado periféricam ente com ienza con la inser­
■ Jeringas de 20 m i con 300m g/m l de contraste no iónico
ción de una cánula intravenosa en el antebrazo, la m ano o la
■ Pinzas m etálicas de m ango largo para localización del
fosa antecubital.
punto de entrada cutánea
■ El brazo en abducción se coloca sobre el soporte con la palma
■ Guiado ecográfico
de la m ano hacia arriba y se aplica un m anguito neumático
■ Sonda ecográfica d e 5 a 8 M H z (con o sin guía acoplable)
en la articulación del hombro.
■ Funda de plástico y gel estériles
■ Se inyecta contraste en las venas del brazo para inserción
■ Soporte para brazo, manguito neumático estéril o no estéril,
flebográfica.
guantes y bata estériles y contenedor para materiales cortantes
■ Las venas cefálica, basílica o braquial pueden identificarse
■ Manguito neum ático aplicado en torno a la región superior
radioscópicamente y el punto de entrada cutánea se identi­
del brazo
fica con pinzas metálicas.
■ Povidon a yodada y alcohol al 70% o clorhexidina al 2%
■ Se administra anestesia local.
■ Para preparación de la p iel y para cubrir al paciente
■ Inyección de contraste adicional: se coloca la aguja de calibre
■ Lidocaína al 1 o al 2 %
21 directam ente anteroposterior en el cam po del intensifica-
■ Con o sin adrenalina
dor de im agen hacia la vena distendida por el contraste.
■ Adm inistrada a través de una jeringa de 10 m i con aguja de
■ La aguja estará adecuadamente colocada cuando se aprecie el
calibre 21 tras identificación de la entrada cutánea
contraste y se constate el retomo venoso en el cono de la aguja.
■ A guja de calibre 21
■ C om o alternativa, se puede acceder a la vena con una aguja
■ Para punción venosa
de calibre 21 y guiado ecográfico.

P U N T O S CLAVE
i Los catéteres centrales insertados periféricam ente son indispensables en la práctica m édica actual y
ofrecen acceso venoso a corto y medio plazo para num erosas indicaciones,
i Son de coste relativam ente escaso, fáciles de colocar, presentan una tasa de com plicaciones baja y
aportan tasas de permeabilidad idóneas para diversas indicaciones.

16 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


C olocación de catéter central insertado periféricam ente 17

t
Figu ra 1. Ecografía transversal del antebrazo derecho. Se
identifican la vena basílica (flecha), la arteria braquial (punta de Figura 2. Se aplica compresión para confirmar la naturaleza y la
flecha) y la vena braquial (flecha hueca). permeabilidad venosa.

■ La guía de 0,018” se avanza centralmente bajo guiado radios-


cópico hasta que la punta alcanza la aurícula derecha, inm e­
C O N T R O V E R S IA S
diatam ente distal a su unión con la vena cava inferior, en ■ Inserción con guiado flebográfico o ecográfico
inspiración.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Posicionamiento idóneo de la punta del catéter venoso central


■ Se retira el m anguito neumático. ■ D iseño del catéter
■ Con el bisturí, se realiza una pequeña incisión adyacente a la
aguja de calibre 21 y, a continuación, esta se retira.
■ Se inserta un sistema de introductor y dilatador adecuados al
RESULTADO S
tamaño del catéteres centrales insertados periféricam ente.
■ La guía de 0,018” es m edida desde su extrem o hasta el punto ■ Se ha com unicado que la tasa de éxito técnico en la colo­
de entrada cutánea, a fin de definir la longitud del catéteres cación de catéteres centrales insertados periféricam ente con
centrales insertados periféricam ente necesaria. guiado radioscópico o ecográfico (o am bos) es del 98,2%.
■ Tras la retirada del dilatador y la guía de 0,018” , se hace ■ Se ha referido una duración m edia del im plante del catéter de
avanzar el catéter central insertado periféricam ente bajo 28,1 días.
guiado radioscópico hasta la vena cava superior o la unión
auricular derecha.
■ La aspiración confirm a el funcionam iento del catéter.
C O M P L IC A C IO N E S
■ Se procede al lavado con heparina para prevenir la trombosis.
■ El catéter central insertado periféricam ente puede asegurarse ■ Se diferencian com plicaciones relacionadas con la inserción
a la piel con un apósito adhesivo. del catéter y com plicaciones postoperatorias.
18 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

■ Entre las primeras cabe citar hem orragia, punción arterial, ■ Los apósitos del catéter y sus cuidados han de ajustarse a las
lesión nerviosa, lesión valvular venosa, em bolia gaseosa, directrices del hospital y del fabricante.
arritmia cardíaca, neum otorax y posición inadecuada del ■ Cada una de las luces del catéter se lava con 2 a 5 m i de
catéter. una solución de heparina de 10 a 100UI/ml inm ediatam ente
■ El riesgo de hem orragia significativa es extremadamente después de la colocación.
bajo (< 1 % ) . Las lesiones nerviosas se producen sobre todo ■ El lavado tam bién es necesario después de cada infusión
al cateterizar las venas braquiales. intravenosa o dos a tres veces por semana, cuando el catéter
■ Entre las com plicaciones postoperatorias se cuentan no se utiliza.
hem atom a, trom boflebitis, sepsis o in fección del catéter,
oclusión, d esplazam ien to, m ala coloca ción y fractura del Lecturas recomendadas
catéter.
Fletcher SJ, Bodenham AR: Safe placement of central venous
■ Las tasas d e infección de los catéteres centrales insertados
catheters: where should the tip of the catheter lie? Br J Anaesth
periféricam ente son de 1 a 2 por 1.000 catéter-días.
85:188-191, 2000.
■ La trombosis en el sitio de acceso registra tasas del 10% para Ng PK, Alut MJ, Ellrodt AG, Maldonado L: Peripherally inserted
el acceso venoso braquial; del 14% para el acceso través de central catheters in general medicine. Mayo Clin Proc 72:225-233,
la vena basílica, y del 57% para el acceso a través de la vena 1997.
cefálica. Thiagarajan RR, Bratton SL, Gettmann T, Ramamoorthy C: Efficacy
of the peripherally inserted central venous catheters placed in
noncentral veins. Arch Pediatr Adolesc Med 152:436-439, 1998.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ El registro de la circunferencia de la extremidad superior
resulta útil para establecer un n ivel basal que perm ita eva­
luar futuras com plicaciones.
Colocación de catéter venoso central
no tunelizado
D E F IN IC IÓ N : Colocación del catéter de forma que su punta se sitúe en uno de los grandes vasos del
sistema venoso central.

■ Para anestesia local.


IN D IC A C IO N E S A guja y guía
■ Tratamiento de infusión: para infusión rápida o soluciones ■ Para acceso local
inflamatorias o cuando la infección o la coagulopatía im pi­ ■ A guja de calibre 18 y guía de 0,025 a 0,035” o aguja de
den el im plante de un dispositivo perm anente calibre 21 y guía de 0,018”.
■ Tratamiento de intercam bio (hem odiálisis y aféresis a corto Jeringa de 10 m i y tubos conectores
p la zo ): sobrecarga de volum en aguda, trastornos electrolíti­ ■ Para aspiración
cos graves e hiperviscosidad Equipo dilatador d e m icropunción de 4 Fr
■ Control hem odinám ico ■ Dimensión interna: 0,018” con dilatador, 0,035” sin dilatador
■ Alternativam ente, aguja de calibre 18 y guía de 0,025 a
0,035” para acceso
Bisturí con hoja del n .° 11
C O N T R A IN D IC A C IO N E S Lavado con heparina (100UI/m l)
Dilatador
■ Se han hallado pocas contraindicaciones. La técnica es
■ Adecuados para los catéteres
segura, aunque haya coagulopatía o trom bocitopenia.
Equipo de sutura
■ En pacientes con alergia al contraste o com prom iso renal, la
■ Sutura 2-0 no absorbible m onofilam ento, con portaagujas
técnica se realiza con guiado ecográfico y sin contraste.

IN S T R U M E N T A L a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ Catéter ■ Acceso a través de la vena yugular interna; preferiblem ente


■ Catéter a corto o m edio p lazo (días a semanas) con una o la derecha.
múltiples luces ■ Otros accesos: venas fem oral o subclavia (n o para candidatos
■ De poliuretano, elastóm ero de silicona o teflón (los de a diálisis perm anen te).
cloruro de p olivin ilo y polietileno aumentan el riesgo ■ Vena yugular (localizada de form a característica en posición
de infección) m edial o anterior a la arteria carótida com ú n ).
■ Ventajas: fácil colocación, luz am plia para infusión rápida
y fácil retirada o cam bio
■ Configuraciones de la punta: orificio terminal (puede
recortarse), punta escalonada y punta de válvula (m ás T É C N IC A
costosa, pero que no requiere heparinización) ■ Se efectúa una exploración ecográfica lim itada del sitio de
■ Unidad radioscópica acceso program ado para valoración rápida de su viabilidad.
■ Para guiado y colocación d e la guía ■ Si es necesario, el paciente debe realizar la m aniobra de Val-
■ Unidad ecográfica salva o la m esa debe situarse en posición de Trendelenburg.
■ Para planificación y guiado ■ La distensión de la vena yugular anterior o externa puede
■ Sonda ecográfica d e 5 a 8 M H z (con o sin guía acoplable) indicar estenosis central, insuficiencia cardíaca ventricular
■ Funda de plástico y gel estériles derecha o sobrecarga de fluidos.
■ Para la sonda ecográfica ■ Se coloca el intensificador de im agen sobre el tórax del
■ Povidon a yodada y alcohol al 70% o clorhexidina al 2% paciente para asistir en el posicionam iento de la guía.
■ Para preparación de la p iel del paciente ■ Se localiza ecográficam ente la ventana adyacente a la claví­
■ Paño estéril cula derecha.
■ Para cubrir al paciente ■ Se identifica la vena yugular interna a través del acceso cen­
■ Guantes estériles tras lavado estéril y bata estéril tral inferior, entre las cabezas clavicular y esternal del mús­
■ Lidocaína al 1 o 2 % . culo esternocleidomastoideo.
■ Anestésico local, con o sin adrenalina ■ Se debe actuar con precaución: una presión excesiva ocluye
■ Jeringa de 10 m i d e calibre 21 la vena.

P U N T O S CLAVE
> La colocación de catéter venoso central no tunelizado es indispensable en la práctica m édica actual. Ofrece
acceso venoso a corto y medio plazo para num erosas indicaciones.
> Es de coste relativamente escaso, fácil de realizar, presenta una tasa de com plicaciones baja y aporta tasas
de perm eabilidad idónea en diversas indicaciones.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 19


20 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Figura 1. Ecografía transversal del cuello. La vena yugular F igura 2. Ecografía transversal del cuello. La vena yugular
interna derecha (flecha) se observa anterolateral a la carótida con interna derecha está comprimida con una fuerza leve.
pared engrosada (punta de flecha).

F igura 3. Ecografía transversal del cuello con angulación


caudal de la sonda. La vena yugular interna (flecha), en la
confluencia con la vena subclavia, se aprecia en posición anterior
a la arteria subclavia (punía de flecha).
C olocación de catéter ve n o so central no tunelizado

■ Se administra un anestésico local.


■ La punción se orienta en sentido transversal a la vena, diri­
C O N T R O V E R S IA S
gida a la unión con la vena subclavia, si es posible. ■ Es preferible el guiado ecográfico; la técnica ciega o la fun­
■ Se excluye la arteria carótida com ún de la trayectoria directa damentada en puntos de referencia se em plean solo en casos
de la aguja de punción. de urgencia.
■ Se angula la sonda en sentido caudal, para evitar la canula- ■ Posición de la punta del catéter: una colocación baja de la
ción craneal retrógrada. punta del catéter se asocia a taponam iento cardíaco, en tanto
■ Se guía una aguja de calibre 21 o 18 hacia la vena yugular que la colocación elevada se asocia a perforación o trombosis
interna. Se utilizará para ello la aguja con el cono abierto y de la vena central.
orientada en sentido inferior. ■ Recom endación de la National K idney Foundation: el acceso
■ La aspiración a baja presión ayuda a reconocer una punción a través d e la vena subclavia no se em plea en pacientes gra­
venosa idónea cuando se identifica el flujo. ves que puedan pasar a depender de diálisis.
■ Tras retirar el tubo conector y la jeringa, se inserta la guía ■ Selección del catéter: los catéteres im pregnados con anti­
en la unión de la vena cava superior y la aurícula derecha bióticos no son obligatorios; ofrece m ejor rendimiento una
mediante radioscopia. técnica estéril estricta.
■ Si se produce un arrollam iento repetido de la guía, es posible
que esté en posición perivenosa o adyacente a una válvula.
■ Se puede obtener una flebografía con contraste para ayudar
a dirigir la guía más allá de la posible obstrucción venosa. RESULTADO S
■ Se realiza una pequeña incisión adyacente a la aguja con
■ Las tasas de éxito técnico para la colocación program ada
un bisturí. Se dilata el trayecto superficialm ente con unas
bajo control radioscópico o ecográfico (o am bos) se estiman
pinzas.
en to m o al 100%.
■ Se sustituye la aguja por un equipo de m icropunción; se
■ En un estudio se ha com unicado una duración m edia de
coloca la punta de la guía de 0,018” en la unión de la A D y la
im plante del catéter de 109 días.
VSC, en inspiración profunda.
■ La guía se em plea para determ inar la longitud del catéter
intravascular.
■ Se elige la longitud adecuada para el catéter o se corte el
catéter a la longitud deseada. C O M P L IC A C IO N E S
■ El dilatador interno puede retirarse para pasar de un acceso ■ Entre las com plicaciones relacionadas con la técnica se
de 0,018” a uno de 0,025 a 0,035”. cuentan hem orragia, punción arterial, lesión nerviosa, lesión
■ Se avan za la guía hasta la aurícula derecha o la vena cava valvular venosa, em bolia gaseosa, arritmia cardíaca, mala
superior, en inspiración. colocación del catéter y neumotorax.
■ Se retira el dilatador de 4 Fr externo; se ensancha el tra­ ■ El riesgo de hem orragia significativa es bajo (< 1 % ).
yecto utilizando dilatadores de tam año French id ón eo para ■ La m ayoría de las com plicaciones relacionadas con la técnica
el catéter. son p oco frecuentes y pueden evitarse con guiado y técni­
■ Se m onitoriza radioscópicam ente el dilatador o los catéteres ca de im agen adecuadas.
de m ayor diám etro al avanzar, en especial si se aprecia resis­ ■ El riesgo de neum otorax disminuye con ecografía; el trata­
tencia. miento suele ser conservador.
■ En ocasiones, es útil girar el catéter mientras se avanza, para ■ Entre las com plicaciones postoperatorias cabe citar hem a­
facilitar la progresión en el trayecto. toma, trom boflebitis, sospecha de sepsis o infección del caté­
■ Se obtiene una im agen del tórax tras la colocación, a fin de ter y oclusión, desplazam iento, m ala colocación o fractura
verificar la idoneidad del posicionamiento. del catéter.
■ Se aspiran todas las luces del catéter para com probar su fun­ ■ La tasa de infección más alta es la del acceso venoso central;
cionamiento. la tasa de infección m edia es de 5,3 por 1.000 catéter-días. El
■ Se administra un lavado de heparina en la luz del catéter. m ayor riesgo se registra en el acceso femoral.
■ Se asegura con sutura m on ofilam en to 2-0 o 3-0 irreabsor- ■ Las com plicaciones por trom bosis com prenden form ación de
bible. vaina de fibrina (entre el 42 y 100% d e los casos) y trombosis
■ La sutura del catéter a la p iel de la clavícula, no a la del venosa (central: asintomática entre el 28 y 54% de los casos;
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuello, perm ite que el paciente pueda ocultar los reservorios sintomática entre el 2,8 y 16% y periférica en el 38 % ).
bajo la ropa, lo que favorece su com odidad.
■ La colocación en la vena yugular izquierda requiere una
m ayor m anipulación de la guía, por la angulación en la unión
con la vena cefálica y la vena cava superior. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El implante en la vena yugular izquierda requiere la adición de
Y S E G U IM IE N T O
1 a 2 cm de guía para la estim ación de la longitud del catéter.
■ La vena fem oral se localiza m edial a la arteria femoral; en la ■ La docum entación debe incluir fecha, indicación, localiza­
radioscopia, el punto de referencia es la fóvea de la cabeza ción, nombre del m édico o del personal de enferm ería que
del fémur. interviene y tam año, longitud y número de luces del catéter,
■ La punta del catéter im plantado a través de la vena femoral así com o posición de la punta del mismo.
debe situarse al menos a n ivel d e la vena ilíaca com ún o de ■ Los apósitos del catéter y sus cuidados han de ajustarse a las
la vena cava inferior. directrices del hospital y del fabricante.
■ El acceso a través de la vena subclavia se realiza con eco- ■ Por lo general, se recomienda el lavado de la luz con heparina
grafía; se aborda axial o longitudinalm ente, inferior a la cla­ inmediatamente después del implante, después de cada infusión
vícula. intravenosa, o dos a tres veces por semana si no se utiliza.
22 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Lecturas recomendadas Disease Control and Prevention. MMWR Recomm Rep 51


(RR-10):l-26, 2002.
Dickson CS, Roth SM, Russell JM, et al: Placement of internal jugular Teichgraber UK, Gebauer B, Benter T, Wagner HJ: Central venous
vein central venous catheters: anatomic ultrasound assessment access catheters: radiologic management of complications.
and literature review. Surg Rounds 19:102-116, 1996. Cardiovasc Intervent Radiol 26:321-333, 2003.
O’Grady NP, Alexander M, Dellinger EP, et al: Guidelines for the
prevention o f intravascular catheter-related infections. Centers for
Colocación de catéter venoso central
tunelizado
D E F IN IC IÓ N : Acceso venoso central a largo plazo seguro.

■ Punta aguda
IN D IC A C IO N E S ■ Introductor
■ Uso a m edio ( < 6 m eses) o largo p lazo (> 6 m eses) en pacien­
tes no excesivam ente debilitados.
■ Idónea en pacientes que requieren acceso frecuente y el uso
de dos o tres luces. a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Tratamiento continuo con epoprostenol sódico, dobutamina
■ En igualdad de condiciones, se prefiere la vena yugular
o magnesio.
interna derecha.
■ Otros accesos alternativos son las venas yugular externa
derecha, la yugular interna izquierda y la subclavia.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ La colocación de catéter venoso central tunelizado debe e v i­
tarse en pacientes con infección activa o bacteriem ia demos­
trada. T E C N IC A
■ Entre las contraindicaciones relativas se cuentan coagulopa-
■ Se precisa de una anamnesis detallada para optim izar la elec­
tía, ausencia de acceso venoso disponible y enferm edades
ción del sitio en cada paciente.
cutáneas graves.
■ Se obtiene una ecografía prelim inar del sitio d e acceso pro­
■ Los pacientes som etidos a tratamiento antiplaquetario deben
puesto para identificar la vena yugular y su relación con la
dejar de tom ar los fármacos correspondientes 5 días antes de
arteria carótida.
la realización de la técnica, pudiendo reanudar el tratamiento
■ A continuación, el paciente es conectado a un sistema de
inm ediatam ente después.
m onitorización hem odinám ico, que incluya m edición no
■ La alergia al material del que está fabricado el catéter cons­
invasiva d e la presión arterial, electrocardiografía y satura­
tituye una contraindicación.
ción de oxígeno.
■ Se prepara el acceso con clorhexidina al 1 o 2% y alcohol y
se cubre con paños todo el cuerpo del paciente.
IN S T R U M E N T A L ■ Se coloca el transductor lineal de 7 a 12 M h z, previam ente
situado sobre un paño estéril, en paralelo y tocando la claví­
■ Catéter cula.
■ L u z simple, doble o triple. ■ Se identifica la vena yugular interna derecha y se palpa la
■ Tecnología valvular, revestim iento antibiótico y con capa­ cabeza esternal del m úsculo esternocleidomastoideo.
cidad para inyecciones de alto flujo ■ El sitio de punción debe estar lateral a este músculo, lo que
■ Catéter Groshong con hendiduras laterales cerca de la perm ite una entrada superolateral en la vena yugular interna
punta derecha.
■ V álvula Pressure Activated Safety Valve (PASV, Boston ■ Se aplica abundante lidocaína con adrenalina y se induce la
Scientific) form ación de un habón.
■ Equipo de acceso Cope ■ Se realiza una incisión de un tamaño acorde al del catéter.
■ C ook M edical Group ■ Se em plea un hemostato acodado para diseccionar los tejidos
■ Incluye: dilatador d e 6 Fr con refuerzo interno metálico; a lo largo de la vena en la dirección del túnel.
cable mandril C ope de acero inoxidable y 0,45 m m y cable ■ La vena se observa con orientación transversal, mientras que
R osen de 1,9 mm. la aguja se sitúa con orientación longitudinal; se avanza la
■ Tiinelizador aguja hasta que contacte con la pared.
■ Plásticos: más difíciles de hacer pasar por los tejidos pero ■ Se com prueba que la angulación del transductor perm ite
más seguros visualizar toda la trayectoria subcutánea de la aguja.
■ De punta rom a o metálicos: más fáciles de tunelizar pero ■ Mientras se esté deform ando la pared, se avanza lentamente
con m ayor probabilidad de que la penetración sea dem a­ hasta percibir que la pared queda liberada y la punta de la
siado profunda o dañe las estructuras aguja sea visible en la vena

PUNTOS clave
i Los catéteres venosos centrales con balón tunelizados son esenciales para la práctica clínica.
> La colocación de los m ism os con guiado ecográfico o radioscópico perm ite que los catéteres ofrezcan su
m ejor rendim iento con escasas com plicaciones.
> Avances tecnológicos com o el revestimiento antibiótico y las válvulas de presión positiva están mejorando
la seguridad y longevidad de los catéteres.
i La infección y la trom bosis venosa central son las com plicaciones más habituales que lim itan la eficacia de
este tip o de catéter.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 23


24 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Figu ra 3. Aguja (flechas) con la punta en la vena yugula interna


(rombo).

En la m ayoría de accesos, se em plea una aguja de calibre 21 ■ Se coloca el hem ostato recto en el punto de entrada y se
con cable de 0,018”. retrae la guía bajo guiado radioscópico hasta que la punta
Si se percibe resistencia en la punta de la aguja, se retira la se alinee con el hemostato.
guía y, a continuación, se retrae la aguja. ■ El intervencionista coloca su m ano sobre cam po estéril
Se avanza de nuevo la guía hasta que no se encuentre resis­ (generalm ente, la cabeza del paciente) y sujeta la guía de
tencia; se repite la m aniobra hasta que la aguja quede fuera fijación con el hem ostato en el cono del dilatador.
de la piel. ■ Se extrae la unidad cable-hemostato y se coloqu e una llave
Si se nota resistencia al retraer la guía en la aguja, habrá que de paso en el dilatador.
parar y extraer la aguja y la guía unidos. ■ Se guarda la guía para después d e la tunelización.
Una v e z que la guía está en condiciones seguras en la vena, ■ Se selecciona un sitio de salida a varios centímetros del de
se avanza varios centímetros en la aurícula derecha, escu­ entrada.
chando con atención para detectar una posible ectopia. ■ Se infiltra con lidocaína y se induce la form ación de un habón
Tras retirar la aguja, se introduce un dilatador d e transi­ a lo largo de la trayectoria prevista del túnel; se realiza una
ción. incisión en correlación con el tam año del catéter.
Se obtiene una cuidadosa m edición desde el sitio de entrada ■ Se utilizan los hem ostatos curvados para diseccionar varios
hasta la aurícula derecha, para que sirva com o guía en el centímetros a lo largo del tracto.
posicionam iento de la punta del catéter. ■ Se avanza el catéter, asegurándose de que no queda fuera del
Después de colocar el dilatador de transición, se hace avan­ tunelizador.
zar la guía de acero inoxidable hasta el centro de la aurícula ■ Se introduce el m anguito y se desplaza hacia atrás y hacia
derecha; se dobla la guía. delante en el túnel.
C olocación de catéter ve n o so central tunelizado 25

Se deja el m agüito a 1 a 2 cm del sitio d e salida. ■ Las suturas pueden retirarse una v e z que el m anguito se ha
Utilizando la guía con la medición realizada previamente, se expandido, generalm ente 2 a 3 semanas después.
corta el catéter cubriendo la guía a lo largo del lado del catéter.
N o se debe estirar del catéter antes de cortarlo.
Una v e z cortado, se pasa el catéter por el túnel, de form a que
el manguito quede cerca del sitio de entrada. C O M P L IC A C IO N E S
Los catéteres se insertan con introductor especial denom i­
■ Tempranas: fracaso de la obtención d e acceso, canulación
nada «desm ontable».
arterial, neum otorax, ectopia con evolución a arritmias auri­
El introductor desm ontable crea un conducto transitorio a
culares o ventriculares, perforación venosa, em bolia gaseosa
través del cual puede colocarse el catéter y puede retirarse
y m ala colocación o arrollam iento del catéter.
una v e z que este está im plantado. El dilatador de transición
■ Tardías: infección, trom bosis por catéter o venosa, form ación
Cope está estructurado de form a que la guía Rosen que forma
de vaina de fibrina, estenosis u oclusión venosa, rotura del
parte de él sale a través de un orificio lateral, aproximada­
catéter o mala posición de la punta, extravasación linfática
m ente a 45 grados.
(e n el lado izqu ierdo) y trom boem bolia pulmonar.
La guía debe pasar a la vena cava inferior, p or debajo del
diafragma.
Se coloca firm em ente el introductor desm ontable sobre la
guía y en la vena cava superior. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Para evitar el arrollam iento de la guía, se aplica retrotensión Y S E G U IM IE N T O
en él mientras avanza el dilatador.
D e v e z en cuando, se detiene el avance y se m ueve la guía ■ Los catéteres venosos centrales tunelizados pueden ser inser­
de dentro afuera varias veces, con el fin de com probar que tados en condiciones seguras en régim en am bulatorio, con
discurre con suavidad. asistencia postoperatoria y seguim iento mínim os.
Si la guía no se retrae con facilidad, es posible que presente ■ Una meticulosa técnica estéril en el acceso del catéter resulta
algún arrollam iento. esencial para prevenir la infección del flujo sanguíneo rela­
La torsión debe ser retirada en el dilatador. cionada con el catéter.
Cuando la guía no pueda retirarse, debe ser sustituido utili­ ■ Los pacientes no deben sumergirse en agua por com pleto y
zando un catéter específico de intercambio. han de ser convenientem ente instruidos en lo que respecta a
Una v e z que el introductor desm ontable está en posición, se la form a de bañarse.
indicará al paciente que contenga la respiración mientras se ■ Las suturas deben ser retiradas por un profesional m édico de
retira con rapidez la guía y el dilatador. 10 a 14 días después de la colocación del catéter.
Con el pulgar se cubre el orificio o se aprieta el introductor, y ■ La retirada del catéter requiere preparación estéril, infiltra­
se posiciona el catéter a través del introductor desmontable. ción con lidocaína en torno al sitio de salida, disección rom a
Cuando el catéter se haya introducido varios centímetros, se del manguito y retirada del introductor de fibrina.
indicará al paciente que deje de contener la respiración. ■ La elim inación del catéter se realiza ejerciendo presión sobre
El catéter se posiciona y se pela el introductor. el sitio de entrada hasta lograr la hemostasia.
Se retrocede el catéter, d e m odo que el m anguito quede a l o ■ En ocasiones, es necesaria una incisión punzante para liberar
2 cm del punto de salida, alisando la porción tunelizada del el m anguito, aunque puede practicarse junto a la cama del
catéter. paciente.
Se com prueba la posición m ediante radioscopia, indicando al
paciente que realice una respiración profunda. Lecturas recomendadas
Se verifica la aspiración y se lava el catéter.
Miller DL, O’Grady NP: Guidelines for the prevention of intravascular
Se utiliza Prolene 4-0 para realizar una sutura simple en el catheter-related infections: recommendations relevant to
sitio de entrada. interventional radiology. J Vase Interv Radiol 14:133-136, 2003.
Se realiza una sutura sim ple adyacente al sitio de salida y se O’Grady NP, Alexander M, Dellinger EP, et al: Guidelines for the
asegura. prevention o f intravascular catheter-related infections. Infect
Con el resto d e malla, se aplican 4 o 5 suturas en sandalia Control Hosp Epidemiol 23:759-769, 2002.
romana en el catéter. Pieters P, Tisnado J, Mauro M: Venous Catheters: A Practical Manual
Se asegura la sutura en el punto de salida sin ocluir la luz. New York, 2003, Thieme Medical Publishers.
Inserción de catéter para hemodiálisis
D E F IN IC IÓ N : Colocación de un catéter venoso central para acceso de hemodiálisis.

■ Es obligatorio el uso de funda estéril para la sonda.


IN D IC A C IO N E S
> Bisturí
■ Pacientes con nefropatía terminal en espera de la madura­ ■ Para la incisión cutánea inicial
ción de un injerto o fístula arteriovenosos (arteria vertebral) « A guja de calibre 21
y pacientes som etidos a trasplante renal o a creación de un ■ Para punción inicial
acceso peritoneal > Cable guía de 0,018”
■ Pacientes con nefropatía terminal o con alteraciones anatóm i­ ■ Para im plante de dilatador de intercam bio
cas o patologías com órbidas en las que esté contraindicada el « Dilatador de intercam bio d e 4 Fr para m icropunción
im plante de un injerto o fístula arteria vertebral, el trasplante ■ Para colocación subsiguiente de cable guía y dilatación del
renal o la diálisis peritoneal punto de acceso
> Cable guía de 0,035”
■ Para colocación del catéter
> Hemostato
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Para marcar la guía y dilatar el tejido subcutáneo en caté­
teres tunelizados
■ La inserción de catéter para hem odiálisis no se aconseja
> Dilatadores seriados
com o tratamiento prim ario si son viables el injerto o la fís­
> Introductor desm ontable
tula arteria vertebral.
■ El introductor se usa para inserción de catéter tunelizado.
■ Su uso a largo p lazo está contraindicado en pacientes con
■ El diseño valvulado reduce el riesgo de em bolia gaseosa.
otras opciones de acceso potenciales.
■ Jeringa d e 20 mi
■ L a vena yugular es la v ía d e acceso preferida; el im plante
■ Para probar y lavar la luz del catéter
fem oral o subclavio suele estar contraindicado.
> Sutura absorbible o adhesivo cutáneo tópico quirúrgico
■ Tam bién hay contraindicación para pacientes que no son
■ Para cierre de la flebotom ía.
candidatos a hemodiálisis.
> Radioscopia
■ Para guía y confirm ación de la colocación
■ Contraste yodado
■ Posiblemente, para definir la anatomía vascular
IN S T R U M E N T A L
> Anticoagulante
■ Catéter para diálisis ■ Para m antener la perm eabilidad de la lu z del catéter
■ Es p referible uno de doble lu z de 11 a 15 Fr con punta ■ Heparina o suero salino estéril
escalonada. ■ Activador del plasm inógeno tisular (si la heparina está
■ La tasa de flujo óptim a debe ser superior a 300ml/min. contraindicada)
■ La punta d ividida puede inhibir la form ación de introduc­
tor de fibrina.
■ Durante la técnica pueden emplearse catéteres d e diversas
longitudes.
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ N o tunelizado: tem poral (1 a 3 semanas): es p referible en ■ Se prefiere el acceso yugular.
acceso yugular o fem oral (m áxim o, 5 días). ■ La m ejor opción es la vena yugular interna.
■ Túnelizado: más perm anente (m eses a años); preferible ■ La vena yugular externa es una posible alternativa.
el acceso yugular. Los manguitos de dacrón previenen la ■ Pueden utilizarse tam bién la vena subclavia, el tronco venoso
infección, el desplazam iento y la mala colocación. braquiocefálico, la vena cava superior y la aurícula derecha.
■ Ecografía ■ Otras opciones m enos aconsejables son las venas subclavia y
■ Se utiliza para elegir el acceso y guiar la punción. femoral.

P U N T O S CLAVE
i La incidencia de la nefropatía terminal aum enta en EE. UU. cada año.
i Los catéteres están proyectados com o m edios tem porales de acceso a diálisis, a la espera de la creación o
la m aduración de injertos o fístulas quirúrgicas más perm anentes o de un acceso peritoneal,
i En este contexto es preferible el acceso yugular interno con guía de imagen, a fin de potenciar la seguridad
y la funcionalidad del implante,
i El riesgo de estenosis y oclusión venosa central aum enta en proporción a la duración del acceso del catéter
permanente para diálisis.
i La infección es una frecuente com plicación a largo plazo y da lugar a tasas de m orbilidad y m ortalidad
relativamente altas, en com paración con otros accesos para diálisis,
i La bacteriem ia relacionada con catéteres tunelizados se trata con antibióticos e intercam bio de catéter
sobre cable, aunque la sepsis puede determ inar la retirada y la instauración de un período sin la línea
im plantada.

26 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Inserción de catéter para hem o d iá lisis 27

Figura 1. Bajo guiado ecográfico en tiempo real, se accede a la vena Figura 2. Con un dispositivo de tunelización metálico acoplado
yugular interna con una aguja de micropunción. a la punta del catéter, este es impulsado a través del túnel.
Esta circunstancia es un ejemplo de túnel lateral en la pared
torácica.

Figura 3. Se avanza el catéter hasta el punto en el que el manguito


de dacrón está en la porción más cefálica del túnel subcutáneo, lo
que facilita el ulterior ajuste de la posición final de la punta del
catéter.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 4. Radiografía torácica anteroposterior que muestra


un catéter para diálisis tunelizado en la vena yugular interna
derecha en buena posición. Téngase en cuenta que, con el
paciente en espiración en decúbito supino, la punta del catéter
debe asentarse en la aurícula derecha media o inferior. Obsérvese
también el catéter central permanente de pequeño calibre
adyacente a la vena yugular derecha.
28 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

■ Con m enor frecuencia se em plean los accesos transhepático ■ Se selecciona un catéter de la m ínim a longitud necesaria
y translumbar. para un túnel d e varios centímetros (al menos tres dedos por
debajo de la clavícula).
■ La m edida d e catéter más útil es la distancia de la punta al
manguito; se utiliza la m edida de la guía para confirm ación.
T É C N IC A
■ Se crea un túnel subcutáneo en la pared torácica, con orien­
■ Se examina al paciente para detectar síntomas de oclusión tación paraestem al o lateral.
venosa. ■ Se realiza una derm atotom ía cutánea similar a la efectuada
■ Se realiza una exploración ecográfica lim itada del sitio de en el sitio de flebotom ía.
acceso program ado para proceder a una rápida evaluación de ■ El catéter se introduce a través del túnel subcutáneo, desde
la viabilidad del acceso. la salida del sitio de flebotom ía.
■ Para catéteres tunelizados, la preparación debe extenderse ■ El m anguito se avanza hacia la porción superior del túnel.
desde el área del cuello m edio superior hasta el pezón. ■ Se cam bia el dilatador de intercam bio de 4 Fr por el introduc­
■ Es obligatorio el lavado quirúrgico de todos los intervencionistas, tor desm ontable sobre la guía.
que han de usar gorro, mascarilla y bata y guantes estériles. ■ En ocasiones, se requiere dilatación seriada para el im plante
■ Con una ecografía, se identifica el sitio de acceso. del introductor desmontable.
■ Se administra una com binación de anestesia local y sedación ■ El introductor desm ontable se introduce sobre la guía con
moderada. guiado radioscópico, para asegurar que no se registran arro­
■ La sedación ha de ser administrada por personal cualificado llam ientos en la guía.
en soporte cardíaco avanzado. ■ La dirección del introductor debe ajustarse a la trayectoria de
■ Se realiza una incisión pequeña y superficial con bisturí en el las venas centrales que conducen a la vena cava superior.
sitio de acceso. ■ El introductor se coloca de form a que varios centímetros de
■ Se utiliza un hem ostato para extender la fascia subyacente, su longitud queden fuera de la flebotom ía.
lo que facilita el ulterior paso del introductor y previene la ■ El introductor desm ontable externo ha de pinzarse inm edia­
torsión del catéter. tam ente por encim a d e la flebotom ía, retirando la guía y el
■ La técnica de m icropunción se efectúa con guiado ecográfico dilatador interno del introductor, a fin de evitar la em bolia
y con una aguja de calibre 21. gaseosa.
■ Se aspira la sangre venosa con una jeringa para confirm ar el ■ Se colocan las dos luces de los catéteres de punta escalonada
posicionamiento. en el introductor, por encim a del punto en el que esta está
■ Bajo guiado radioscópico, se pasa la guía de 0,018” a través pinzada.
de la aguja hasta la aurícula derecha. ■ En caso de em bolia gaseosa sintomática, se coloca al paciente
■ Puede emplearse contraste yodado para definir la anatomía en decúbito lateral izqu ierdo y posición de Trendelenburg.
vascular y en caso de que el paso de la guía se vea dificultado. ■ Se avanza el catéter de diálisis a través del introductor.
■ Se coloca sobre la guía el dilatador d e intercam bio de 4 Fr ■ Se pelan las dos mitades del introductor en sentido lateral
para micropunción. una de la otra.
■ Con la punta de la guía en la mitad superior de la aurícula ■ Se retrocede el introductor unos m ilímetros y pele la fleboto­
derecha, se m ide la guía para establecer la longitud idónea m ía externa.
del catéter. ■ A l pelar la flebotom ía interna es posible que se produzcan
■ En función d e la preferencia del intervencionista, pueden sangrado y form ación de hem atom a en torno al catéter, lo
utilizarse los dos m étodos de m edición que se plantean a que puede predisponer al paciente a infecciones.
continuación. ■ Bajo guiado radioscópico, se procede al posicionam iento
■ M étodo 1: se marca la guía en el punto en el que sale de la final del catéter.
piel; esta es la m ejor vía para catéteres no tunelizados. ■ Durante una insp iración suave, la punta del catéter debe
■ La distancia de la marca a la punta d e la guía es la longitud situarse ap roxim ad am ente en el centro d e la aurícula
de la porción intravenosa del catéter para hemodiálisis. derecha.
■ M étodo 2: se dobla la guía siguiendo una trayectoria curva ■ Durante la espiración, el catéter no d ebe tocar la porción
que simula el recorrido del catéter en el túnel. inferior de la aurícula derecha ni la válvula auriculoven-
■ Se marca la guía en el punto de salida previsto del túnel, tricular.
tres dedos por debajo de la clavícula. ■ Durante la inspiración profunda, la punta del catéter debe
■ La distancia de la marca a la punta d e la guía es la longitud asentarse en la unión de la vena cava superior y la aurícula
desde la salida del túnel hasta la porción intravenosa del derecha, o por debajo de ella.
catéter. ■ Ha de evaluarse la trayectoria com pleta del catéter para veri­
■ Se marca la guía con el hemostato. ficar la ausencia de torsiones.
■ Se retira la guía junto con el dilatador interno de 3 Fr dejando ■ Se com prueba la aspiración sin obstrucción y se lava cada
la porción de 4 Fr externa en la vena. una de las luces con la jeringa de 20 mi.
■ Se coloca la guía de 0,035” en la aurícula derecha bajo guiado ■ Se cierra el sitio de flebotom ía con una sutura o con adhesivo
radioscópico. cutáneo tópico quirúrgico.
■ Para catéteres no tunelizados, se p rocede a dilatación seriada ■ El catéter se fija a la superficie de la piel en el punto en el que
sobre la guía hasta alcanzar el tamaño French adecuado. sale del túnel.
■ Se selecciona un catéter de la longitud idónea en función de ■ Las suturas se ligan circunferencialm ente en torno al catéter,
la m edición de la guía. con la tensión suficiente para evitar los m ovim ientos pero sin
■ Se posiciona el catéter de m od o que su punta se sitúe en la inducir constricción.
unión de la vena cava superior y la aurícula derecha, o por ■ Se obtiene una radiografía anteroposterior del tórax para
debajo de ella. confirm ar la posición del catéter.
■ Para catéteres tunelizados debe crearse un túnel subcutáneo ■ Cuando no se utilizan, las luces del catéter deben llenarse de
antes de la inserción del catéter. una solución anticoagulante adecuada.
Inserción de catéter para h e m o d iá lisis

C O N T R O V E R S IA S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ Túnel subcutáneo en la pared torácica paraesternal o lateral: S E G U IM IE N T O
la técnica lateral genera m enos torsiones pero más m ovi­ ■ Las suturas cutáneas del catéter tunelizado se mantienen
mientos de la punta del catéter; la técnica paraesternal puede hasta que el m anguito queda incorporado y adherido
prevenir infecciones. (4 sem anas).
■ Catéteres tunelizados o no tunelizados: en la insuficiencia ■ El sitio de salida del túnel debe mantenerse lim pio y seco;
renal aguda de nuevo diagnóstico que requiera diálisis, los no se perm ite la inm ersión en agua, que puede causar infec­
catéteres tunelizados suelen ser más rentables y seguros. ción.
■ Los catéteres tunelizados son el m edio de tratamiento más ■ Los pacientes y el personal sanitario deben ser instruidos
idóneo para las infecciones relacionadas con catéter. para que estén alerta ante posibles síntomas de infección y,
■ La bacteriem ia relacionada con catéteres tunelizados puede si los hay, habrán de com unicarlos de inmediato.
tratarse con antibióticos intravenosos solos o com binados ■ El mal funcionam iento del catéter hace necesaria una rápida
con intercam bio de catéter sobre cable. valoración a cargo d e un radiólogo intervencionista.
■ L a sepsis requiere la inm ediata retirada del catéter y un ■ El activador del plasm inógeno tisular y el lavado pueden
p eríodo sin línea; la recolocación se efectúa solo cuando el hacer que el m al funcionam iento remita; si no es así, se ha
hem ocultivo sea negativo, a las 48 a 72 h. de proceder a angiografía.
■ En la oclusión trombótica se requiere recolocación del catéter.
■ Si en la angiografía se detecta el introductor de fibrina, es
necesario proceder a su elim inación antes de la recolocación
RESULTADO S
del catéter.
■ El catéter tunelizado registra una elevada tasa d e éxito téc­
nico en manos capacitadas y experim entadas. Lecturas recomendadas
■ La guía con im agen es esencial para prevenir el fracaso téc­
Bagul A, Brook NR, Kaushik M, Nicholson ML: I\innelled catheters
nico inducido por estenosis y oclusión vascular.
for the haemodialysis patient. EurJ Vase Endovasc Surg 33:
■ La longevidad del catéter tunelizado se ve limitada solamente por 105-112, 2007.
la permeabilidad y la infección y suele durar de 2 a 5 meses. Liangos 0, Gul A, Madias NE, Jaber BL: Long-term management of
■ Se registra infección en algún momento en el 54% de los casos. the tunneled venous catheter. Semin Dial 19:158-164, 2006.
Lok CE: Avoiding trouble down the line: the management and
prevention o f hemodialysis catheter-related infections. Adv Chron
Kidney Dis 13:225-244, 2006.
C O M P L IC A C IO N E S Trerotola SO: Hemodialysis catheter placement and management.
Radiology 215:651-658, 2000.
■ Las com plicaciones son p oco frecuentes (< 2 % ). Work J: Hemodialysis catheters and ports. Semin Nephrol 22:211-220,
■ Puede haber infección que derive en bacteriem ia y sepsis. 2002.
■ La flebitis y la trom bosis pueden dar lugar a edem a facial,
cervical, torácico o de las extremidades.
■ También se dan casos de hemorragia en el sitio de flebotomía.
■ Otra posible com plicación es la lesión vascular interna
(hem otórax, hem opericardio, taponam iento cardíaco).
■ Puede producirse em bolia gaseosa (en general, sin significa­
ción clínica).
■ En ocasiones se producen com plicaciones debidas a la seda­
ción o el contraste.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Inserción de puerto para hemodiálisis
D E F IN IC IÓ N : Colocación de puertos subcutáneos y catéteres venosos yugulares para acceso de
hemodiálisis.

■ Para la colocación subsiguiente del cable guía y la dilata­


IN D IC A C IO N E S
ción del punto d e acceso
■ Pacientes con nefropatía terminal en espera de la maduración ■ Cable guía de 0,0 3 5 ”
de un injerto o fístula arteriovenosos y pacientes som etidos a ■ Para colocación del catéter
trasplante renal o a creación de un acceso peritoneal ■ Hemostato
■ Pacientes con nefropatía terminal o con alteraciones anató­ ■ Para marcar la guía y dilatar el tejido subcutáneo en caté­
micas o patologías com órbidas en las que esté contraindi­ teres tunelizados
cado el im plante de un injerto o fístula d e arteria vertebral, ■ Dilatador seriado
el trasplante renal o la diálisis peritoneal ■ Introductor desm ontable
■ El introductor se usa para inserción de catéter tunelizado.
■ El diseño valvulado reduce el riesgo de em bolia gaseosa.
■ Jeringa de 20 mi
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Para probar y lavar la luz del catéter
■ La inserción d e puerto para hem odiálisis no se aconseja com o ■ Sutura absorbible
tratamiento prim ario si son viables el injerto o la fístula de ■ Para cierre de la incisión cutánea
arteria vertebral. ■ Radioscopia
■ Su uso a largo p lazo está contraindicado en pacientes con ■ Para guía y confirm ación de la colocación
otras opciones de acceso potenciales. ■ Contraste yodado
■ Tam bién hay contraindicación en pacientes que no son can­ ■ Posiblemente, para definir la anatomía vascular
didatos a hemodiálisis. ■ Anticoagulante
■ Para m antener la perm eabilidad de la lu z del catéter
■ Heparina o suero salino estéril
■ Activador del plasm inógeno tisular (si la heparina está
IN S T R U M E N T A L contraindicada)

■ Puerto para hemodiálisis


■ Dos reservorios subcutáneos m etálicos que se acoplan al
catéter para diálisis
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Acceso con agujas de calibre 14 ■ Se utiliza el im plante del puerto subcutáneo.
■ Catéter para diálisis ■ Para el catéter es preferible la vena yugular interna.
■ Dos catéteres de 12 Fr con múltiples orificios laterales
■ Ecografía
■ Se utiliza para elegir el acceso y guiar la punción.
T É C N IC A
■ Es obligatorio el uso de una funda estéril para la sonda.
■ Bisturí ■ Se examina al paciente para detectar síntomas de oclusión
■ Para la incisión cutánea inicial venosa.
■ A guja de calibre 21 ■ Se realiza una exploración ecográfica lim itada del sitio de
■ Para punción inicial acceso program ado, para proceder a una rápida evaluación
■ Cable guía de 0,018” de la viabilidad del acceso.
■ Para colocación de dilatador de intercam bio ■ Para catéteres tunelizados, la preparación debe extenderse
■ Dilatador de intercam bio de 4 Fr para m icropunción desde el área del cuello m edio superior hasta el pezón.

P U N T O S CLAVE
i La incidencia de la nefropatía terminal aum enta en EE. UU. cada año.
i Los catéteres están proyectados com o m edios tem porales de acceso a diálisis, a la espera de la creación o
la m aduración de injertos o fístulas quirúrgicas más perm anentes o de un acceso peritoneal,
i En este contexto, es preferible el acceso yugular interno con guía de im agen, a fin de potenciar la seguridad
y la funcionalidad del implante,
i El im plante en la sala de radiología intervencionista registra una elevada tasa de é xito clínico y una tasa muy
baja de com plicaciones relacionadas con la técnica,
i El riesgo de estenosis y oclusión venosa central aum enta en proporción a la duración del acceso del catéter
permanente para diálisis.
i La infección es una frecuente com plicación a largo plazo y da lugar a tasas de m orbilidad y m ortalidad
relativamente altas, en com paración con otros accesos para diálisis,
i La bacteriem ia relacionada con catéteres tunelizados puede tratarse (con antibióticos o intercam bio de
catéter sobre cable), mientras que la sepsis determ ina la retirada y la instauración de un período sin la línea
im plantada.

30 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Inserción de puerto para h e m o d iá lis is 31

■ Es obligatorio el lavado quirúrgico de todos los interven­


C O M P L IC A C IO N E S
cionistas, que han de usar gorro, mascarilla, bata y guantes
estériles. ■ Las com plicaciones son p oco frecuentes (< 2 % ).
■ Se administra una com binación de anestesia local y sedación ■ Puede haber infección que d erive en bacteriem ia y sepsis.
moderada. ■ Se dan casos de flebitis y trom bosis con edema.
■ La sedación ha de ser administrada por personal cualificado ■ Tam bién se producen casos de hem orragia en el sitio d e fle­
en soporte cardíaco avanzado. botomía.
■ La colocación del catéter es similar a la de los catéteres para ■ Otra posible com plicación es la lesión vascular interna
hem odiálisis tunelizados, bajo guiado por im agen. (hem otórax, hem opericardio, taponam iento cardíaco).
■ Dos catéteres son tunelizados por separado y penetran en la ■ Puede producirse em bolia gaseosa (en general, sin significa­
vena yugular a través de dos flebotomías. ción clínica).
■ Los catéteres se sitúan d e m od o que un extremo esté más ■ En ocasiones se producen com plicaciones debidas a la seda­
alto que el otro en la aurícula derecha. ción o el contraste.
■ Los reservorios se colocan en bolsillos subcutáneos, varios
centímetros por debajo d e la clavícula.
■ Se cierra la incisión de la pared torácica con capas subcutá­
neas y subcuticulares d e sutura absorbible. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Una v e z realizada la técnica, debe realizarse una radiografía Y S E G U IM IE N T O
de tórax para com probar la posición de las puntas de los
catéteres. ■ Las suturas cutáneas del catéter tunelizado se mantienen hasta
que el manguito queda incorporado y adherido (4 semanas).
■ El sitio de salida del túnel debe mantenerse lim pio y seco; no
se perm ite la inmersión en agua, que puede causar infección.
C O N T R O V E R S IA S ■ Los pacientes y el personal sanitario deben ser instruidos
para que estén alerta ante posibles síntomas de infección y,
■ En la insuficiencia renal aguda de nuevo diagnóstico que
si los hay, habrán de com unicarlos de inmediato.
requiera diálisis, los catéteres tunelizados suelen ser más
■ El mal funcionam iento del catéter hace necesaria una rápida
rentables y seguros.
valoración a cargo d e un radiólogo intervencionista.
■ La bacteriem ia relacionada con catéteres tunelizados puede
■ El activador del plasm inógeno tisular y el lavado pueden
tratarse con antibióticos intravenosos solos o com binados
hacer que el m al funcionam iento remita; si no es así, se ha
con intercam bio de catéter sobre cable.
de proceder a angiografía.
■ La sepsis requiere la inm ediata retirada del catéter y un
■ En la oclusión trombótica se requiere recolocación del catéter.
p eríodo sin línea; la recolocación se efectúa solo cuando el
■ Si en la angiografía se detecta el introductor de fibrina, es
hem ocultivo sea negativo, a las 48 a 72 h.
necesario proceder a su elim inación antes de la recolocación
del catéter.

RESULTADO S Lecturas recomendadas


Lok CE: Avoiding trouble down the line: the management and
■ El catéter tunelizado registra una elevada tasa d e éxito téc­
prevention o f hemodialysis catheter-related infections. Adv Chron
nico en manos capacitadas y experim entadas.
Kidney Dis 13:225-244, 2006.
■ La guía con im agen es esencial para prevenir el fracaso téc­ Trerotola SO: Hemodialysis catheter placement and management.
nico inducido por estenosis y oclusión vascular. Radiology 215:651-658, 2000.
■ La longevidad del catéter tunelizado se ve lim itada solam ente Whigham CJ, Lindsey JI, Goodman CJ, Fisher RG: Venous port
por la perm eabilidad y la infección y suele durar d e 2 a salvage utilizing low dose tPA. Cardiovasc Intervent Radiol 25:
5 meses. 513-516, 2002.
■ Se registra infección en algún m om ento en el 54% de los Work J: Hemodialysis catheters and ports. Semin Nephrol 22:211-220,
casos. 2002.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Inserción de puerto subcutáneo
D E F IN IC IÓ N : La inserción de puertos subcutáneos está indicada cuando el acceso venoso central es
necesario durante meses o años, de forma intermitente.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ La inserción de puertos subcutáneos está indicada cuando el ■ Vena yugular interna
acceso venoso central es necesario durante meses o años, de ■ Vena axilar
form a intermitente. ■ Vena subclavia
■ La indicación más com ún de estos puertos es la adm inis­ ■ Acceso a través de la vena subclavia con guiado ecográfico
tración d e quimioterapia. ■ Acceso a través d e la vena yugular interna con guiado eco-
■ La eritrocitaféresis (intercam bio de eritrocitos) y el intercam­ gráfico (preferible)
bio terapéutico de plasma son tam bién indicaciones. ■ Acceso translumbar o transhepático (si la oclusión venosa
■ Otras indicaciones son la profilaxis antibiótica, la adm inis­ central que afecta al tronco venoso braquiocefálico o a la
tración de productos sanguíneos y la nutrición parenteral vena cava superior es com pleta)
total.

T E C N IC A
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Se revisan la anamnesis del paciente y los estudios de im a­
■ Antes d e insertar un puerto implantable, los pacientes con gen previos que puedan ser de interés.
infección activa o bacteriem ia deben ser tratados adecuada­ ■ Han de optim izarse los mecanismos de barrera y la esterili­
mente, hasta que el proceso subyacente haya remitido. dad en todo m om ento.
■ Otras contraindicaciones son la coagulopatía no corregible y ■ Se considerará la profilaxis antibiótica preoperatoria.
la trom bocitopenia y la neutropenia graves. ■ Durante el acceso a través de la vena yugular interna con
■ El acceso venoso a través de las vías yugular interna, yugular guiado ecográfico, se optim izará la angulación del acceso,
externa y subclavia puede no ser posible tras una oclusión de form a que se evite que la arteria carótida quede en la
venosa central. trayectoria de la aguja.
■ Asim ism o, son contraindicaciones las lim itaciones anató­ ■ La distancia intravascular se m ide con un cable m andril de
micas secundarias a traumatismos, la cirugía reciente y las 0,018 ”.
quemaduras. ■ Se crea una bolsa ajustada para evitar la m igración o des­
■ N o existe un acceso seguro al sistema venoso central. plazam iento del puerto.
■ Se planifica y se form a el túnel con una leve curvatura para
evitar el arrollam iento del catéter.
■ La em bolia gaseosa se previene presionando o cubriendo el
IN S T R U M E N T A L introductor (o ambas cosas): se abre el extremo del introduc­
tor desm ontable hasta que el catéter quede insertado en el
■ Ecografía
introductor.
■ Transductor de m atriz lineal de 5 a 7,5 M Hz.
■ Se cierra la incisión de la bolsa del puerto en dos capas.
■ Radioscopia
■ Se deja el puerto accesible si se va a iniciar la administración
■ Lidocaína al 1 % con adrenalina
de quim ioterapia en los tres días siguientes.
■ Bandeja para disección venosa
■ El área se lim pia y se aplica una gasa estéril con apósito
■ H ojas de los n .° 11 y 15
oclusivo.
■ M ango de bisturí
■ Pinzas: iris, de apósitos, Adson, m osquito Halstead (cur­
vada y recta)
■ Esponja de Ballenger
C O N T R O V E R S IA S
■ Retractor traqueal
■ H em ostato Kelly recto ■ Los puertos plásticos producen artefactos de im agen escasos
■ Portaagujas de Crile o nulos; los de titano generan artefactos m ínim os en la TC y
■ Tijeras iris solo d e nivel local en la RM.

P U N T O S CLAVE
i Los puertos subcutáneos son ¡dóneos para el acceso venoso central interm itente a largo plazo.
> La indicación más frecuente es la adm inistración de quim ioterapia.
> El acceso preferido es la vena yugular interna bajo guiado ecográfico directo.
i Con guiado ecográfico directo y guiado radioscópico de alta calidad, m uchas de las com plicaciones
relacionadas con la técnica han sido básicam ente eliminadas.
> Actualm ente, el m édico debe ser capaz de identificar y tra ta r las com plicaciones agudas y crónicas
asociadas a los puertos subcutáneos.

32 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Inserción de p uerto su b cutáneo 33

Figu ra 2. Radiografía de tórax inicial que muestra la punta del


Figura 1. Puerto con acceso tras la inserción. Obsérvense la puerto subclavio derecho migrada al tronco braquiocefálico venoso
curvatura del catéter y la posición de la punta en la aurícula izquierdo.
derecha. (Por cortesía de Marcus Bryner, MD.)
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. Radiografía de tórax frontal que muestra una deformidad


de pinzamiento de grado 1 (flecha) del catéter de un puerto
subclavio izquierdo. (Por cortesía de David Hayes, MD.) Figu ra 4. Radiografía de tórax frontal que muestra una deformidad
de grado 3 con embolización de un fragmento del catéter distal.
Este puerto fue implantado varios años antes. Se aprecia el punto
de fractura del catéter (flecha blanca), con un fragmento distal
embolizado a través de las arterias pulmonares derecha e izquierda
(flechas negras). (Por cortesía de Joseph Stavas, MD.)
34 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

■ Los puertos de doble luz se reservan para situaciones en las


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
que se emplean antineoplásicos no compatibles, en las que
hay administración concomitante de productos sanguíneos o Y S E G U IM IE N T O
en las que se prevé con certeza la administración de líquidos.
■ Una v e z com pletada la técnica, los residuos de povidon a
■ Las Guidelines for the Prevention o f Intravascular Catheter-
yodada o m ezcla de gluconato del clorhexidina al 2 % y alco­
Related Infections de los Centers for Disease Control and Pre­
hol isopropílico al 70 % en la piel del paciente se lim pian con
vention no recom iendan el uso profiláctico de antibióticos.
suero salino norm al y clorhexidina.
■ El uso de puertos valvulados o no ha sido objeto de debate.
■ A continuación, la zo n a vu elve a limpiarse con la m ezcla de
gluconato y alcohol; la gasa estéril se cubre con un apósito
oclusivo.
■ Es necesario im partir al paciente instrucciones, verbales y
RESULTADO S
por escrito, sobre los cuidados y el apósito del puerto.
■ Las tasas de éxito técnico global para la inserción de puertos ■ Si no se deja un acceso al puerto, el apósito original se m an­
subcutáneos son del 95 a 100%. tiene durante 2 o 3 días, sin m ojarlo durante ese período.
■ Las com plicaciones relacionadas con la punción en la inser­ ■ Después de 2 a 3 días, retire el apósito antiguo, se lava la
ción de puertos y catéteres tunelizados se reducen casi a cero zona (con agua tibia y jab ón ), se seca y se vu elve a colocar
con el guiado ecográfico. la gasa y un apósito oclusivo.
■ Las com plicaciones relacionadas con la posición se previenen ■ Se cam biará el apósito a diario hasta que se produzca la cica­
con el uso de equipo radioscópico de alta calidad en tiem po trización.
real. Debe prestarse especial atención a la ubicación de los ■ Si el acceso al puerto se deja abierto, se le pedirá al paciente
cables guía y los catéteres. que lo m antenga lim pio, seco e intacto.

Lecturas recomendadas
C O M P L IC A C IO N E S Denny DF: Placement and management of long-term central venous
access catheters and ports. AJR Am J Roentgenol 161:385-393,
■ C om plicaciones tempranas: em bolia gaseosa, neum otorax,
1993.
punción arterial, m igración o mala colocación iniciales e
Funaki B: Central venous access: a primer for the diagnostic
infección p recoz relacionada con el im plante radiologist. AJR Am J Roentgenol 179:309-318, 2002.
■ H em atom a, hem otórax y seudoaneurisma Jaques PF, Mauro MA, Keefe B: US guidance for vascular access.
■ C om plicaciones tardías: infección, trom bosis venosa, esteno­ Technical note. J Vase Interv Radiol 3(2):427-430,1992.
sis venosa, disfunción del catéter o introductor de fibrina, Lambert MJ: Air embolism in central venous catheterization:
m igración del catéter y rotura del m ism o (síndrom e del pin- diagnosis, treatment, and prevention. South Med J 75:1189-1191,
zam iento) 1982.
■ Síndrome de la vena cava superior Mauro MA, Jaques PF: Radiologic placement of long-term central
venous catheters: a review. J Vase Interv Radiol 4:127-137, 1993.
■ Síndrome del pinzam iento, en una escala que va de 0 a 3
Mermel LA, Farr BM, Sherertz RJ, et al: Guidelines for the
■ C om plicaciones infrecuentes: perforación o taponam iento
management of intravascular catheter-related infections. Clin
cardíacos, punción inadvertida del catéter durante la sutura, Infect Dis 32:1249-1272, 2001.
m igración a posición extravascular, fractura del catéter y Weeks SM: Unconventional venous access. Tech Vase Intervent Radiol
em bolización 5(2):114-120, 2002.
Tratamiento del acceso para
hemodiálisis defectuoso
D E F IN IC IÓ N : El tratamiento del acceso para hemodiálisis defectuoso comprende su reparación
percutánea o quirúrgica, si bien la angioplastia continúa siendo la primera opción terapéutica.

■ Guía hidrófila
IN D IC A C IO N E S
■ Guía de longitud de intercam bio
■ Entre las indicaciones, se cuentan presencia de anomalías ■ Introductor largos y cepo
clínicas y hem odinámicas (p, ej., presión venosa elevada,
disminución del flujo sanguíneo intraacceso o hem orragia
prolongada tras la retirada de la aguja).
■ Presencia de estenosis que causa una reducción de más del A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
50% en el diám etro lum inal del vaso. ■ La idoneidad de la intervención percutánea depende de la loca­
■ Los hallazgos clínicos y angiográficos son anóm alos y corre­ lización, la longitud y la multiplicidad de las lesiones, así como
lativos. de la permeabilidad de las venas contiguas y adyacentes.
■ Fístulas arteriovenosas que no llegan a constituirse en acceso ■ Se procede a realizar una fistulografía diagnóstica para eva­
vascular útil a los 3 m eses de su creación. luar el injerto o fístula para hem odiálisis y el circuito com ­
■ Las endoprótesis pueden estar indicadas en caso de fracaso pleto d e acceso vascular, desde la anastomosis arterial a la
de la angioplastia y cuando la estenosis recidiva en 3 meses vena cava superior.
tras una angioplastia previam ente satisfactoria. ■ L o ideal es que el acceso inicial sea favorable para técnicas
intervencionistas ulteriores.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
T É C N IC A
■ La infección del acceso vascular es una contraindicación
absoluta. ■ Inicialm ente es necesario obtener una ecografía del acceso
■ Tam bién es contraindicación la alergia al contraste. vascular, para determ inar la localización aproximada de la
■ Entre las contraindicaciones relativas se cuentan la dilata­ estenosis antes de la fistulografía.
ción de una anastomosis nueva (< 3 0 días) y las estenosis y ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
oclusiones de segm entos venosos largos. ■ La fistulografía diagnóstica se efectúa insertando una aguja de
mariposa de calibre 21 en el injerto o fístula para hemodiálisis.
■ Se inyectan pequeñas alícuotas (< 5 m l) de contraste radio­
gráfico.
IN S T R U M E N T A L ■ Algunos m édicos utilizan un equipo de acceso vascular por
micropunción e insertan un dilatador de 5 Fr en el acceso
■ Sistema de angiografía de substracción digital vascular para la inyección del contraste.
■ El tipo depende de las preferencias del médico. ■ Inm ediatam ente después de la conclusión de la fistulografía
■ Equipo de m onitorización y reanim ación del paciente diagnóstica se ha de realizar una angioplastia.
■ Para el control de la frecuencia y el ritm o cardíaco del ■ El prim er paso d e la angioplastia consiste en avanzar una
paciente guía a través de la lesión, bajo control radioscópico.
■ Equipo y fármacos para reanim ación de urgencia ■ El catéter con balón se selecciona con un diám etro de balón
■ Catéter angiográfico inflado entre el 20 y 30% superior al de la vena adyacente
■ Guía, introductor vascular y aguja normal.
■ Balón de angioplastia de alta presión ■ El catéter con balón de angioplastia se inserta por la guía y
■ Presiones máximas de inflado de más de 15 atmósferas se posiciona de form a adecuada a través de la lesión. A con­
para estenosis hiperplásicas de la neoíntima. tinuación, se infla lentamente, con una m ezcla 1:1 de suero
■ Diámetros de balón de 5 a 14 m m para estenosis tanto peri­ salino y contraste radiográfico.
féricas com o centrales ■ El balón se mantiene inflado durante 1 a 2 m in; puede desin­
■ Endoprótesis expansible con balón y autoexpansible flarse y reposicionarse y volverse a inflar para tratar las lesio­
■ Para reparación de las com plicaciones agudas relacionadas nes más grandes.
con la técnica ■ La fistulografía final se realiza al término de la técnica, a tra­
■ Para tratamiento de las estenosis elásticas vés de un introductor vascular. La guía se deja en posición,

P U N T O S CLAVE
> La pronta identificación y reparación de un injerto o fístula para hem odiálisis defectuosos mejora la calidad
del tratam iento de hem odiálisis y reduce la trom bosis del acceso vascular.
> El tratam iento percutáneo de los injertos y fístulas para hem odiálisis d efectuosos es más sencillo, rápido y
económ ico que el del acceso trom bosado.
i La angioplastia se mantiene com o opción inicial de tratam iento de la estenosis hiperplásica de la neoíntima,
asociada a defectos en injertos y fístulas para hemodiálisis.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 35


36 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

a estenosis significativa.
Figura 4. Ausencia de estenosis residual tras inserción de u
endoprótesis autoexpansible.

para intervenir en caso de com plicaciones inducidas por la i L a intervención debe ser temprana para favorecer la madura­
angioplastia. ción de las fístulas no maduras.
i Si la angioplastia fracasa o si se observa alguna com plica­
ción, es necesario un nuevo tratamiento, m ediante im plante
de endoprótesis simple o de endoprótesis cubierta, RESULTADO S
i Antes de desplegar la endoprótesis, la estenosis debe predila-
tarse utilizando una técnica de angioplastia ordinaria, ■ El éxito anatóm ico, definido com o m enos del 30% del diá­
i La inserción y el despliegue de la endoprótesis han d e reali­ m etro residual estenótico, oscila entre el 80 y 90% tras la
zarse a través del introductor vascular; la dilatación de la angioplastia.
estenosis tras el despliegue resulta tam bién beneficiosa, ■ El éxito hem odinám ico, definido com o norm alización de los
i La fistulografía final se obtiene al térm ino de la técnica, a fin parámetros hem odinám icos, es del orden del 70 a 90%.
de reevaluar los segm entos tratados del acceso vascular, ■ Los resultados a largo p lazo tras angioplastia de las estenosis
i La sutura en bolsa de tabaco se em plea para cerrar el sitio de hiperplásicas de la neoíntim a son sustancialmente inferiores a
entrada percutánea, pero no para los injertos para hem odiá­ los obtenidos tras angioplastia de estenosis ateroscleróticas.
lisis de m enos de 2 meses de antigüedad, ■ La tasa esperada de perm eabilidad a 6 m eses es del 40 a
i La sutura es retirada por personal de enferm ería de hem odiáli­ 5 0% , mientras que la tasa de perm eabilidad prim aria
sis 2 a 3 días después de la técnica endovascular, generalmente a 12 m eses es del 23 a 51 %.
en el m om ento del siguiente tratamiento de hemodiálisis. ■ La tasa de perm eabilidad prim aria asistida disminuye con
cada dilatación sucesiva de una estenosis venosa.
■ Las tasas de perm eabilidad a largo p lazo son similares a las
obtenidas cuando se utiliza angioplastia convencional con
C O N T R O V E R S IA S
balones de alta presión y balón d e corte periférico.
■ Se utilizan endoprótesis sim ples o cubiertas para el trata­ ■ La perm eabilidad prim aria prevista a 6 m eses es del orden
m iento de los fracasos de la angioplastia. del 50% tras la inserción de endoprótesis sim ple o cubierta.
Tratam iento del a c c e so para hem o d iá lisis defectuoso

C O M P L IC A C IO N E S Lecturas recomendadas
Aruny JE, Lewis CA, Cardella JF, et al: Quality improvement
■ La rotura venosa inducida por angioplastia se produce en el guidelines for percutaneous management of the thrombosed or
2 a 3 % d e las angioplastias. dysfunctional dialysis access. J Vase Intervent Radiol 10:491-498,
■ Se registra tam bién hem orragia persistente en los sitios de 1999.
entrada del acceso vascular. Besarab A: Preventing vascular access dysfunction: which policy to
■ Pueden darse com plicaciones embólicas. follow. Blood Purif 20:26-35, 2002.
■ Asim ism o, se producen com plicaciones sistémicas secunda­ Gray RJ: Angioplasty and stents for peripheral and central venous
rias a la adm inistración intravascular d e contrastes y m edica­ lesions. Tech Vase Intervent Radiol 2:189-198, 1999.
Haage P, Vorwerk D, Piroth W, et al: Treatment of hemodialysis
mentos.
-related central venous stenosis or occlusion: results of primary
Wallstent placement and follow-up in 50 patients. Radiology
212:175-180, 1999.
Lorenz JM: Use of percutaneous transluminal angioplasty in the
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA treatment of failing hemodialysis grafts and fistulae. Semin
Y S E G U IM IE N T O Intervent Radiol 21:135-140, 2004.
Nasar GM, Nguyen B, Rhee E, Achkar K: Endovascular treatment of
■ La extensión de la observación depende del n ivel de sedación, the failing to mature arteriovenous fistula. Clin J Am Soe Nephrol
la com plejidad de la técnica, las posibles com plicaciones y el 1:275-280, 2006.
estado general del paciente. Schin SW, Do YS, Choo SW, et al: Salvage of immature arteriovenous
■ Los puntos de entrada del acceso vascular y la vasculatura fistulas with percutaneous transluminal angioplasty. Cardiovase
Intervent Radiol 28:434-438, 2005.
distal han de ser cuidadosam ente vigilados, a fin de detectar
Schwab SJ, Oliver MJ, Suhocki P, McCann R: Hemodialysis
la presencia de hem orragia o com plicaciones tardías.
arteriovenous access: detection of stenosis and response to
■ Cuando se aplica sedación consciente el paciente ha de treatment by vascular access blood flow. Kidney Int 59:358-362,
haberse recuperado por com pleto antes del alta. 2001.
■ El m édico y el personal cualificado designado deben evaluar Trerotola SO, Kwak A, Clark TWI, et al: Prospective study of balloon
y com probar el estado del paciente antes del alta. inflation pressures and other technical aspects of hemodialysis
■ El m édico debe analizar con el equipo encargado del control access angioplasty. J Vase Intervent Radiol 16:1613-1618, 2005.
del acceso vascular los hallazgos angiográficos, el resultado Vesely TM: Percutaneous transluminal angioplasty in the treatment of
de la técnica y el estado del paciente. failing hemodialysis grafts and fistulae. Semin Dialysis 11:351-359,
1998.
■ Se han de planificar adecuadamente el programa de hemodiáli­
Vogel PM, Parise C: SMART stent for salvage of hemodialysis access
sis y el plan de tratamiento del acceso vascular a largo plazo.
grafts. J Vase Intervent Radiol 15:1051-1060, 2004.
■ Las necesidades de seguim iento suelen ser mínimas, ya que
el acceso vascular es exam inado de manera rutinaria y su
función es evaluada cada 2 días cuando el paciente se som ete
a hemodiálisis.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento del injerto de acceso para
hemodiálisis coagulado

IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ Injerto del acceso para hem odiálisis coagulado ■ Valoración preoperatoria: anamnesis dirigida al acceso para
diálisis, intervenciones previas y exploración física subsi­
guiente.
■ La trom bólisis del injerto de acceso para hem odiálisis pre­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S senta dos pasos principales: la elim inación del coágulo y el
tratamiento de la lesión anatóm ica subyacente.
■ Infección del injerto de acceso para hem odiálisis o celulitis ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
superpuesta ■ Antes de la intervención en el injerto de acceso para hem o­
■ Coagulopatía no corregible diálisis, deben determ inarse los parámetros de coagulación,
■ A lergia grave al contraste verificando que se hallan en el intervalo normal.
■ Parámetros de coagulación anóm alos, pero corregibles ■ En la m ayoría de casos se administran antibióticos antes de
■ Isquem ia de la extremidad ipsolateral, ya que el restableci­ la aplicación de la técnica.
m iento del flujo puede empeorar la isquem ia al intensificar ■ Se administran entre 3.000 y 5.000 unidades de heparina
el fenóm eno de robo antes de la intervención.
■ Antecedentes de derivación de derecha a izquierda significa­ ■ Injerto de acceso: en el injerto en asa, la primera punción se
tiva, reducción sustancial de la reserva pulm onar e hiperpo- efectúa cerca del ápice y se dirige hacia la anastomosis venosa.
tasemia o acidosis grave ■ La segunda punción se realiza aproxim adam ente a 1 o 2 cm
de la anastomosis venosa y se dirige hacia la arterial.
■ En injertos rectos, la prim era punción se realiza cerca de la
anastomosis arterial y la segunda cerca de la venosa, diri­
IN S T R U M E N T A L gien d o ambas hacia la anastomosis opuesta.
■ Dispositivos mecánicos para fragmentación y eliminación de
■ A guja o equipo de acceso
coágulos: se fragmenta el coágulo y se aspiran los fragmentos.
■ Angiocatéter, aguja de calibre 19 o equipo de m icropun­
■ Un introductor de 7 Fr se coloca en y se dirige hacia la anas­
ción
tomosis venosa, mientras que un introductor 6 FR se posi-
■ Introductor
ciona en el segundo sitio de punción.
■ Introductor corto con punta marcadora de 6 Fr
■ "fras sortear la anastomosis venosa, se pasa un catéter aco­
■ Introductor corto con punta marcadora de 7 Fr
dado a las venas centrales.
■ Catéter
■ Se obtiene una flebografía retrógrada para evaluar el estado
■ Dos catéteres de infusión
de las venas centrales y del brazo hasta la anastomosis
■ Dispositivo de trom bectom ía mecánica
venosa.
■ Por ejem plo, A rro w Trerotola PTD
■ El injerto coagulado no debe inyectarse, ya que el aumento
■ Balón de angioplastia transluminal percutánea
de la presión luminal que ello induce puede dar lugar a e
■ Dispositivo de inflado
ém bolos arteriales.
■ Jeringuilla
■ M ediante un dispositivo de trom bectom ía m ecánica, el
■ Jeringuilla d e policarbonato de 1 mi
trom bo es disgregado y aspirado, o bien es fragm entado y
■ Jeringuilla d e 10 mi
aspirado con un dispositivo reolítico.
■ Interruptor de flujo
■ Para evitar dificultades en el acceso com o consecuencia de
■ Contraste
un colapso lum inal del injerto, antes de la aspiración del
coágulo se realiza una segunda punción.
■ El dispositivo m ecánico se introduce hacia la rama arterial y
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O se p rocede a una trom bectom ía m ecánica similar, sin atrave­
sar la anastomosis arterial.
■ Las fístulas arteriovenosas nativas no pueden crearse siem­ ■ A m b os pasos deben repetirse hasta que se haya elim inado la
pre, aunque son la v ía de acceso preferida. m ayor cantidad posible de trombo.
■ Se suelen utilizar las extremidades superiores. ■ Debe procederse a aspiración interm itente del trombo.
■ Los injertos se disponen en configuración recta o de asa, ■ M étodos farmacológicos: en un contexto de elevada carga
com enzando periféricam ente y desplazándose en sentido de coágulos centrales (generalm ente asociada a estenosis
central si el injerto fracasa. venosa central), se procede a lisis por infusión durante la
■ En ocasiones, se recurre a otros accesos, en cuello, tórax o noche, com pletando al día siguiente la elim inación de los
extremidades inferiores. coágulos por m edios m ecánicos o farmacomecánicos.

P U N TO S CLAVE
i Existen diversos m étodos de tratam iento de un injerto de acceso para hem odiálisis coagulado,
i La prevención de la trom bosis es la m e jo r opción de tratamiento.
i La meticulosidad y la atención a los detalles previenen com plicaciones y permiten conseguir los mejores
resultados.

38 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam iento del injerto de a c c e so para hem o d iá lisis coagulado

Figu ra 2. Flebograñ'a retrógrada. Las venas son permeables en la


Figura 1. Uno de los dispositivos de trombectomía mecánica
zona central aunque, más cerca de la anastomosis, se aprecia una
(e l dispositivo de trombectomía percutánea Arrow-Trerotola)
estenosis.
se aprecia en acción en e l tratamiento de la rama arterial. Es
importante que, tras la disgregación mecánica con el dispositivo
mecánico, el coágulo sea aspirado por completo a través de los dos
introductores. Si uno de los introductores se obstruye durante el
proceso, debe retirarse sobre la guía para ser limpiado fuera del
cuerpo y reinsertado.

Figu ra 4. Cintura en un balón en la anastomosis venosa, observada


durante la realización de una angioplastia transluminal percutánea
Figura 3. Método sobre guía de Fogarty para eliminar el tapón, destinada a tratar una estenosis en esta localización.
que puede tratarse mediante un dispositivo de trombectomía
percutánea.

■ Lisis y espera: los trom bolíticos se inyectan en el injerto de ■ Si en la exploración física se aprecia que el tratamiento es
30 min a 2 h antes de que el paciente entre en la sala de ope­ incom pleto, puede ser necesario repetir la maniobra.
raciones. ■ Suele requerirse un paso adicional a través de la rama venosa
■ Para evitar émbolos arteriales y venosos centrales, ambos extre­ para tratar el trom bo residual.
mos del injerto deben comprim irse bien durante la inyección. ■ En ocasiones el introductor se obstruye; en estos casos es
■ Pulverizaciones: se colocan dos catéteres cruzados sin atra­ retirado con la guía y extraído del cuerpo del paciente cuando
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

vesar la anastomosis. aún está en la guía, reinsertándolo posteriormente.


■ Se utiliza la técnica de pulverización con activador tisular ■ Técn ica de Fogarty: el balón de oclusión sobre guía se infla
del plasm inógeno, para tratar posteriorm ente las estenosis (arteria) y se impulsa, inflado, a través de la anastomosis
subyacentes. arterial, captando el tapón en el injerto.
■ Las técnicas mecánicas sin dispositivos com prenden la ■ Puede ser tratado m ediante disgregación con balón o disposi­
em bolización deliberada del coágulo, la trom bectom ía por tivo d e trom bectom ía percutánea y aspirado o se puede optar
aspiración o una com binación de ambas. por dejar que em bolice centralmente.
■ Tapón arterial: este m étodo es resistente a la trom bólisis far­ ■ La angioplastia transluminal percutánea se realiza una v e z
m acológica y se aplica con un dispositivo de trom bectom ía que se ha determ inado en la exploración física que hay flujo
percutánea o con balón de oclusión sobre guía. en el injerto.
■ El dispositivo de trom bectom ía percutánea se avanza más ■ Se confirm a el flujo anterógrado por inyección de contraste
allá de la anastomosis arterial a la arteria en estado de cons­ durante lm in , para, a continuación, proceder a la fistulo­
tricción, donde se desplegará paulatinamente. grafía diagnóstica.
■ La cesta se retrae hasta que se aprecia deform ación o hendi­ ■ Las estenosis identificadas en la fistulografía diagnóstica se
dura en la anastomosis arterial y, a continuación, se activa tratan m ediante angioplastia transluminal percutánea.
para proceder a la trombólisis mecánica. ■ El balón debe ser 1 mm m ayor que el injerto. Cuando hay
■ Esta técnica trata el tapón y el segm ento arterial del injerto, retracción significativa o fracasa la dilatación prolongada,
estableciendo flujo a través del mismo. pueden ser necesarios balones más grandes.
40 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

■ La angioplastia transluminal percutánea inicial a 90 s se efec­ ■ La elim inación d e coágulos adheridos a la pared da lugar a
túa en el acceso para diálisis, con inflado prolongado (ciclos pronósticos más favorables.
de 5 m in) para tratar las lesiones elásticas.
■ Si las maniobras destinadas a tratar la lesión por retracción
fracasan, pueden considerase la colocación de una endopró­
tesis o la revisión quirúrgica. C O M P L IC A C IO N E S
■ Es necesaria una fistulografía posterior a la realización de la
■ Ém bolos arteriales
técnica, en la que se evalúe todo el circuito de acceso.
■ La com plicación más com ún en la elim inación de coágulos
■ La anastomosis arterial se evalúa m ejor durante el tratamiento
en el injerto para diálisis es la rotura del injerto o vascular,
de la estenosis al flujo de salida con angioplastia translumi­
que se da en el 5% de las intervenciones. (El tratamiento de
nal percutánea, inyectando con el introductor dirigido hacia elección inicial es el taponam iento con balón.)
la anastomosis arterial.
■ Isquem ia en las manos
■ Acto seguido, se p rocede a exploración física postoperatoria;
■ Ém bolos pulmonares sintomáticos
lo ideal es apreciar una vibración uniform e sin pulsatilidad y
descartando posible ém bolos arteriales.
■ La hem ostasia se suele conseguir por com presión manual o
con variantes de la técnica de bolsa de tabaco. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ En este últim o caso, las suturas deben retirarse antes de que
S E G U IM IE N T O
el paciente abandone la sala d e intervención.
■ El control y la vigilancia posteriores a la trom bectom ía son
esenciales en la asistencia global de los injertos para diálisis.

C O N T R O V E R S IA S
Lecturas recomendadas
■ M étodos mecánicos o farm acológicos
Patel AA, Tuite CM, Trerotola SO: Mechanical thrombectomy of
■ Endoprótesis cubierta o revisión quirúrgica
hemodialysis fistulae and grafts. Cardiovasc Intervent Radiol 28(6):
■ Dilatación prolongada 2005.
■ Dilatación de la estenosis venosa central Hirmel-Rodrigues L, Pengloan J, Baudin S, et al: Treatment of
stenosis and thrombosis in haemodialysis fistulas and grafts by
interventional radiology. Nephrol Dial Transplant 15(12) :2029-
2036, 2000.
RESULTADO S Hirmel-Rodrigues L, Pengloan J, Bourquelot P: Interventional
radiology in hemodialysis fistulae and grafts: a multidisciplinary
■ La elim inación percutánea de coágulos, m ecánica o farmaco- approach. Cardiovasc Intervent Radiol 25(1):3-16, 2002.
mecánica, registra tasas iniciales de éxito del orden de entre http://www. esrdnetwork.org/new % 20docs/Professionals/
90 y 40% de perm eabilidad prim aria a 3 meses. Vascular%20Access/BeathardAVFPhysicalExam.pdf
Tratamiento de la fístula para
hemodiálisis coagulada
D E F IN IC IÓ N : Fibrinólisis local percutánea de la fístula para hemodiálisis coagulada.

■ Puede abrirse y cerrarse desplazando el catéter protector


IN D IC A C IO N E S
externo
■ Oclusiones agudas o subagudas en fístulas nativas, previ­ ■ Sistema sobre guía que acepta guías de 0,025”
niendo el uso de conexión arteriovenosa para la diálisis
■ Fístulas ocluidas en pacientes con un aloinjerto renal disten­
sible
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Fístulas nativas en región inferior: acceso venoso para fístulas
de Brescia-Cim ino; punción retrógrada (lesiones próxim as a
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
las anastom osis); acceso arterial transbraquial anterógrado
■ Sospecha de sobreinfección de un trom bo o vena ■ Fístulas nativas en región superior del brazo: punción retrógrada
■ Gran volum en de trom bo en aneurismas venosos grandes, de la vena cefálica superior (lesiones próximas a la anastomo­
que aumenta el riesgo d e em bolia pulm onar significativa sis); acceso doble (trombosis en la fístula superior del brazo)
■ Punción ipsolateral de la vena yugular interna con sondaje
retrógrado, descrito com o acceso alternativo al tronco venoso
braquiocefálico
IN S T R U M E N T A L ■ Lesiones arteriales: acceso retrógrado por punción de la arte­
ria braquial; retrógrado por v ía transvenosa tras el proceso
■ Unidad angiográfica
de fístula (fístula en región superior del brazo y sintéticas)
■ D e alta calidad
■ Pulso braquial débil: técnica de micropunción adecuada des­
■ Con radioscopia pulsada digital, con arco en C y una mesa
pués de que la im agen Doppler de bolsillo localice la estenosis
que perm ita la rotación lateral para posicionar el brazo del
■ El acceso arterial transfemoral para dilatación está indicado
paciente.
solo en caso, p oco habitual, de que se registre una estenosis
■ Guía
arterial de la arteria braquial proxim al
■ Diám etro de 0,035”
■ Balón de angioplastia
■ Disgregación con balón del coágulo
■ Tratamiento d e las estenosis subyacentes T E C N IC A
■ Prótesis endovascular
■ Catéter de 7 a 9 Fr ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Para trom bectom ía por aspiración ■ La vena fístulizada se punciona con el paciente con un apó­
■ Trom bolítico sito com presivo.
■ Activador tisular del plasm inógeno (urocinasa) ■ Vena grande y palpable: para la punción se utiliza una cánula
■ Catéter H ydrolyser de lu z amplia; puede insertarse una guía regular (0,035” de
■ Cordis, de 7 Fr diám etro).
■ Catéter Oasis ■ Vena estrecha y p oco palpable: se recomienda técnica de
■ Boston Scientific, de 7 a 8 Fr micropunción; la vena se punciona con una aguja de calibre 22
■ Catéter AngioJet y se inserta una guía de 0,018”.
■ Possis M edical, de 6 Fr ■ L a im agen debe confirm ar que la guía fina no se pliega
■ D ispositivo disolvente de coágulos (clo t buster) repentinamente, con el consiguiente riesgo de rotura.
■ Dispositivo disolvente de coágulos Am platz ■ El fiador y la guía se sustituyen por una guía de 0,035” cuando
■ Catéter flexible de 7 Fr u 8 Fr sin luz guía con impulsor la posición de la cánula de plástico queda asegurada.
alojado en su extrem o distal. ■ Trombólisis: el tratamiento lítico con urocinasa o activador tisu­
■ D ispositivo trom bolítico percutáneo Trerotola lar del plasminógeno recombinante se administra en la fístula.
■ A rrow ■ La instilación local d e activador tisular del plasm inógeno
■ Sistema de 7 Fr con cesta de nitinol que gira lentamente puede com binarse con disgregación manual, para disolver el
im pulsado por un pequeño m otor coágulo, y con angioplastia con balón.

P U N T O S CLAVE
i La trom bosis de las fístulas e injertos para hem odiálisis representa una com plicación frecuente en el acceso
de hemodiálisis.
i El tratam iento no quirúrgico (fármacos trom bolíticos, instrum entos mecánicos) tiene aplicación frecuente
en fístulas nativas com o opción terapéutica primaria, en detrim ento de la trom bectom ía quirúrgica
convencional.
i La cirugía se reserva para aneurismas trom bosados o venas de flujo de salida marcadamente dilatadas en
las que la fuerte carga de trom bos lim ita la efectividad de las técnicas con catéter.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 41


42 INTERVENCIONES VASCULARES |ACCESO VASCULAR Y CATÉTERES CENTRALES

Figura 1. Oclusión proxim al de una fístula de Brescia-Cimino


debida a trombosis extensa. Trombosis completa de una fístula
de Brescia-Cimino a partir de una anastomosis anterógrada. El
acceso se obtuvo a través de la vena basílica. Figura 2. Trombosis distal en una fístula de Brescia-Cimino
con un segmento proxim al no trombosado que permite la
canulación anterógrada. Gracias al uso del dispositivo de
trombectomía percutánea, se eliminaron mayores porciones de
trombo y el flujo pudo restablecerse. Aún se aprecian coágulos
considerables en la vena basílica.

Figura 4. Oclusión proxim al de una fístula de Brescia-Cimino


debida a trombosis extensa. El trombo es extraído con el uso del
dispositivo de trombectomía percutánea guiado con una guía de
Figura 3. Trombosis distal en una fístula de Brescia-Cimino 0,018”.
con un segmento proxim al no trombosado que permite
la canulación anterógrada. Tras la aplicación continua del
dispositivo de trombectomía percutánea, los coágulos remanentes
son eliminados, obteniéndose flujo libre.

La angioplastia con balón se realiza para trom bosis en peque­ ■ La inyección salina se lleva a cabo m ediante inyectores angio-
ños segmentos. gráficos convencionales para catéteres Hydrolyser u Oasis.
A continuación, la anastomosis arteriovenosa se atraviesa Requiere una bom ba m otorizada específicam ente diseñada
cuidadosam ente con un catéter multiusos de 5 Fr; la guía para el catéter AngioJet.
hidrófila se hace avanzar hacia la arteria aferente. ■ Disolución endolum inal del coágulo: el coágulo debe dis­
Se sustituye el catéter de 5 Fr por un catéter con balón (4 a gregarse en fragm entos mínim os, de form a que se perm ita el
6 m m ) inflado en el área de la trombosis: repita la maniobra paso capilar de los mismos.
hasta que se restablezca el flujo en la fístula. ■ D isolvente de coágulos. Un impulsor se introduce p or pre­
El tratamiento no se da por concluido hasta que se consigue sión d e aire a gran velocidad de rotación, que genera un gran
una apertura óptim a d e la zo n a estenótica subyacente. vórtice en la punta del catéter.
Trom bectom ía por aspiración: la elim inación del coágulo se ■ El trom bo es succionado hacia el impulsor y destruido; sus
realiza con un catéter de aspiración con orificio terminal sim­ fragm entos recirculan una y otra v e z en el vórtice.
ple de 7 a 9 Fr.
El flujo d e entrada arterial es interrumpido por com presión
digital en caso de que haya flu jo residual, a fin de facilitar la C O N T R O V E R S IA S
aspiración del coágulo.
■ N o existen controversias reales en lo que respecta al trata­
Se recom ienda la aplicación de guías curvas para alcanzar
m iento percutáneo de la trombólisis en fístulas nativas.
todos los segmentos, incluso en venas dilatadas.
■ Con frecuencia, los cirujanos crean una nueva fístula en v e z
Trom bectom ía hidrodinámica: utilice un catéter de doble luz,
de reparar la anterior, o form an una neoanastomosis, lo que
con inyección retrógrada de suero salino desde una lu z de
constituye el tratamiento más idón eo para los grandes aneu­
entrada reducida a una lu z de salida mayor.
rismas trombosados.
El líqu id o inyectado sale inm ediatam ente del vaso a través
de una lu z desalojada, creándose una zo n a de flu jo turbu­
lento cerca d e la punta del catéter y la succión.
El trom bo circundante es disgregado m ediante vórtices de
RESULTADO S
flujo, succionado a la lu z desalojada y elim inado com o m ez­ ■ Trombólisis: el éxito clínico fue cifrado en el 73 (Rajan et al.)
cla de suero salino y trombo. y el 92% (Schon et al.) de los casos.
Tratam iento de la fístula para hem o d iá lisis c oagu lad a

■ Trom bectom ía por aspiración: el éxito técnico se registró en


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
el 78 a 98% de los casos, dependiendo de la naturaleza de la
conexión de la fístula, mientras que la perm eabilidad prim a­ Y S E G U IM IE N T O
ria a 1 año fue del 50%. ■ N o se requiere una asistencia particular.
■ Tasas de éxito de la trombectomía hidrodinámica: para Hydroly- ■ La m ayor parte de los procedim ientos de desarrollan en régi­
ser, 90% (éxito técnico asistido total); para Oasis, 89%. men ambulatorio.
■ D isolución endolum inal del coágulo: la perm eabilidad global ■ Después de 30m in de reposo y control tras la realización
de la fístula con disolvente de coágulos fue del 75, 65 y 51 % , de la técnica, los pacientes son dados de alta y derivados al
a 3, 6 y 12 meses, respectivamente. nefrólogo para consulta ese m ism o día o el siguiente.
■ Dispositivo trombolítico percutáneo Trerotola: la tasa de éxito
técnico fue del 100%, en tanto que el éxito clínico fue del 90%.
Lecturas recomendadas
Barth KH, Gosnell MR, Palestrant AM, et al: Hydrodynamic
C O M P L IC A C IO N E S thrombectomy system versus pulse-spray thrombolysis for
thrombosed hemodialysis grafts: a multicenter prospective
■ Las com plicaciones del tratamiento de la trom bosis en fístu­ randomized comparison. Radiology 217(3):678-684, 2000.
las nativas son m ayoritariamente benignas. Haage P, Vorwerk D, Wildberger JE, et al: Percutaneous treatment of
■ Tiirm el-Rodrigues inform ó de casos de em bolia pulmonar, thrombosed primary arteriovenous hemodialysis access fistulae.
seudoaneurisma subagudo, pérdida significativa de sangre y Kidney Int 57(3): 1169-1175, 2000.
rotura venosa. TUrmel-Rodrigues L, Pengloan J, Baudin S, et al: Treatment of
■ M yayam a et al. com unicaron una serie de com plicaciones stenosis and thrombosis in haemodialysis fistulas and grafts by
menores en el 20% de 26 pacientes con fístulas de Brescia- interventional radiology. Nephrol Dial Transplant 15(12):2029-2036,
2000.
Cim ino trombosadas (rotura venosa y hem atom a).
Uflacker R, Rajagopalan PR, Selby JB, Hannegan C: Investigators
■ Liang et al. dieron a conocer casos de rotura venosa y ém bo­ of the clinical trial sponsored by Microvena Corporation.
los en la arteria radial; su tasa global de com plicaciones fue Thrombosed dialysis access grafts: randomized comparison of the
del 10%. Amplatz thrombectomy device and surgical thromboembolectomy.
■ Rajan et al. comunicaron hematomas y seudoaneurismas (7 % ). Eur Radiol 14(11) :2009-2014, 2004 Nov. Epub 2004 Jul 29.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACION
Principios de angioplastia/implante
de endoprótesis
D E F IN IC IÓ N : El implante de endoprótesis vascular sirve para repermeabilizar los vasos,
mientras que la angioplastia permite optimizar el diámetro vascular y la superficie interna de arterias
arterioescleróticas y reducir hiperplasias intimales.

i Sistema de angiografía
IN D IC A C IO N E S ■ Con un arco en C o en U para perm itir proyecciones en
■ Técn ica principal de reperm eabilización vascular de las arte­ múltiples direcciones alrededor del paciente
rias altamente estenóticas (endoprótesis) ■ Posee un tubo de rayos X bajo la mesa
■ Soluciona los problem as que surgen durante o después de ■ Características: retención de última im agen, m onitor
una reperm eabilización y una angioplastia con b alón (endo­ secundario para im ágenes de referencia, radioscopia pul­
prótesis) sada y colim ación virtual sin irradiar
■ Tratamiento de la disección intimal o de la recuperación i D etector de panel plano
elástica para m ejorar la perm eabilidad a largo p lazo (endo­ ■ Dim ensiones de hasta 40 x 40 cm
prótesis) ■ Proporciona una resolución espacial más alta, de hasta
■ O ptim ización del diám etro vascular y de la superficie interna 3,25 pares de líneas/mm
de la arteria arteriosclerótica (angioplastia transluminal per- ■ Emite una intensidad de señal hom ogénea en toda la im a­
cutánea) gen, sin distorsión geom étrica
■ En las arterias fem oral superficial (AFS) y poplítea, tratamiento ■ Posee un m ejor cociente señal/ruido con una m enor dosis
de enferm edad aneurismática (endoprótesis cubierta) de radiación
■ E vita am putaciones en pacientes diabéticos con isquem ia i Sistema detector TC de panel plano
que am enaza una extrem idad (endoprótesis reabsorbi- ■ T iene una rotación única para im ágenes sin substracción
b les) ■ Realiza dos rotaciones (adelante y atrás) para im ágenes
substraídas
■ Perm ite la reconstrucción de hasta 2.000 cortes finos de TC
■ Tarda d e 5 a 20 s para una rotación de 240 grados
IN S T R U M E N T A L ■ La dosis de radiación al paciente no supera la de una TC
■ Sala de radiología intervencionista multicorte convencional
■ Equipada com o un quirófano, con instrumental para
monitorizar, soporte vital y reanim ación para pacientes en
estado crítico
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Perm ite un acceso rápido al material de diagnóstico e
intervencionista norm alm ente utilizado com o catéteres, ■ La arteria fem oral com ún es la localización más frecuente
guías, endoprótesis, fármacos y contrastes para la punción de acceso al sistema arterial.
■ Ilum inación brillante y sin sombra con pedal de encendido ■ El acceso de la arteria braquial sirve para cateterizar la aorta,
al lado de la mesa sus ramas colaterales y arterias de la extremidad inferior en
■ Sistema buscapersonas para el contacto inm ediato con el ciertas circunstancias clínicas desde una posición retrógrada.
personal d e la UCI y con el servicio de anestesia

P U N T O S CLAVE
i Los pacientes con enfermedad vascular oclusiva periférica necesitan pasar p o r una evaluación con
ecografía dúplex de las arterias carótidas,
i Los factores de riesgo tales com o diabetes e hipertensión arterial se deben controlar en to d o s los pacientes
con enfermedad vascular oclusiva periférica,
i La presión arterial del tob illo se debe controlar en tod o s los pacientes con enfermedad vascular oclusiva
periférica.
i Es im portante expresar las estenosis en térm inos de porcentaje y las obstrucciones en térm inos de
longitud.
i La m edida del gradiente de presión a través de la lesión antes del tratam iento con endoprótesis ayuda a
determ inar si hay una indicación clara para la angioplastia.
i El seguim iento tras 1, 3 y 12 meses es im portante, y son necesarios el índice tob illo-bra zo y ecografías
dúplex antes de realizar intervenciones de repetición,
i El intervencionista debe estar cualificado, la cooperación interdisciplinar es esencial.

44 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


P rin c ip io s de angioplastia/im plante de en d o p róte sis 45

Figura 1. Estenosis única en la porción superior de la arteria Figu ra 2. Estenosis única en la porción superior de la arteria
femoral (TASC 2000 tipo A ) antes de angioplastia con balón. femoral (TASC 2000 tipo A) tras angioplastia con balón.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. Oclusión de 3 cm de la arteria femoral superficial Figu ra 4. Oclusión de 3 cm de la arteria femoral superficial
(TASC tipo B) antes de angioplastia transluminal percutánea. (TASC tipo B) tras angioplastia transluminal percutánea.
46 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

■ La AFS, siendo un vaso largo de conducción y alta resisten­ ■ Los resultados dependen del estadio clínico d e la clasifi­
cia, posee una anatomía, una función y unas características cación d e la enferm edad (Fontaine, R uth erford), de la
intervencionistas particulares. localización anatómica (ilíaca, femoral, poplítea, tronco tibio-
■ La angioplastia de las arterias ilíacas, renales y de otras ramas peroneo), de la longitud de la estenosis u oclusión, de la integri­
aórticas así com o de la aorta se realiza usando la técnica de dad de las arterias colaterales y de si el paciente es diabético.
punción retrógrada.
■ La angioplastia de las arterias de las extremidades inferiores,
especialm ente de la AFS, incluye la punción anterógrada de
la arteria fem oral com ún o la punción retrógrada de la arteria C O M P L IC A C IO N E S
fem oral com ún contralateral con una m anipulación del sis­
■ Estas son hem atoma en la zo n a d e punción, lesión vascular
tem a del catéter en la bifurcación aórtica.
(disección, ruptura, seudoaneurisma, fístula arteriovenosa) y
■ Las com plicaciones inguinales locales se reducen utilizando
nefropatía por contraste.
un introductor d e catéter.
■ Una dilatación excesiva puede rom per la arteria. La m ejor
técnica para controlar la hem orragia es inflar el balón en la
zona de perforación o, tras retirar el catéter y el introductor,
T É C N IC A pon er un m anguito de presión arterial en esta m ism a zona,
■ Antes de la intervención se administran entre 100 a 330 m g alrededor del muslo.
de ácido acetilsalicílico oral. ■ Otras complicaciones son trombosis temprana (entre en 2 y
■ Tras una punción arterial satisfactoria, se administran 5.000 10% ), reestenosis (entre el 20 y 4 0 % ) y posible em bolia
U I de heparina para prevenir la trom bosis temprana. distal (entre el 2 y 8 % ).
■ Se realiza una angiografía previa al tratamiento con localiza­
ción de la obstrucción arterial.
■ Para prevenir el espasm o arterial se em plearán antagonistas
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
del calcio, nifedipino o aerosol de nitroglicerina, lidocaína al
1 % (3 m i) o nitroglicerina intraarterial. S E G U IM IE N T O
■ Se franquea la lesión con una guía o catéter de punta flexible.
■ Tras una angioplastia transluminal percutánea con éxito,
■ Se avanza el catéter de tratamiento o el dispositivo sobre la
administrar anticoagulantes (heparina o warfarina) o antia-
guía y se confirma la permeabilidad de las arterias colaterales.
gregantes (100 m g de ácido acetilsalicílico dos o tres veces al
■ Se cam bia el catéter de diagnóstico por el catéter con balón o
día y clopidogrel durante 3 a 6 sem anas).
endoprótesis.
■ Es necesario aplicar apósitos estériles y vendajes, reposar en
■ Se dilata la estenosis con el balón de angioplastia y, a conti­
cama y m antener en extensión las piernas para m antener la
nuación, se desinfla.
hemostasia, especialm ente si no se ha utilizado un disposi­
■ Se realiza una angiografía de m onitorización final.
tivo de cierre.
■ Se tratan los vasos colaterales con distintos catéteres con
■ Es obligatorio verificar la presencia de pulso pedio; se reco­
balón o endoprótesis.
m ienda repetir la m edición del índice tobillo-brazo trimes­
■ Tras cambiar los m ateriales del catéter, se ocluye el punto de
tralmente durante el prim er año y, luego, semestralmente
punción por com presión manual o dispositivo de cierre.
durante los prim eros 5 años.
■ Se coloca el apósito com presivo sobre la zona d e punción.
■ Para evitar la progresión de la arteriosclerosis y la reesteno­
■ Se m onitoriza al paciente en la sala de cuidados postinter­
sis, es im portante: dejar de fumar, seguir una dieta adecuada
vención.
y realizar suficiente ejercicio físico.
■ Pueden tratarse a los pacientes con m edicación anticoagu­
lante o antiagregante durante otros 2 días.
Lecturas recomendadas
Abah ji T N , Tató F, R ieger J, et al: Stenting o f the Superficial
C O N T R O V E R S IA S Femoral Artery A fte r Suboptimal Balloon Angioplasty. I n t A n g io l
25:184-189, 2006.
■ Es discutible si el im plante de una endoprótesis está indicado Ascher E, Markus N A , Schutzer RW, et al: Duplex-guided
com o norm a general o tan sólo se debe utilizar conjunta­ Balloonangioplasty and Stenting for Fem oropopliteal Arterial
m ente con el balón d e angioplastia. Occlusive Disease: A n Alternative in Patients w ith Renal
Insufficiency. J Vase S urg 42:1108-1113, 2005.
■ En la AFS, diversos estudios han demostrado que los resultados
Athanasoulis CH A: In terven tion a l Radiology Philadelphia, 1982,
a largo plazo tras el implante de endoprótesis no son mejores.
W B Saunders.
■ El uso am pliam ente extendido de las recom endaciones del
Dotter CT, G riintzig AR , Schoop W, Zeitler E: Percutaneous
TransAtlantic Inter-Society Consensus (TASC) incluye las T ranslum inal A ngioplasty Berlin, 1984, Springer-Verlag.
nuevas tecnologías; los estudios de seguim iento podrían Reekers JA: Short-term Results o f Fem oropopliteal Subintimal
cambiar las indicaciones. Angioplasty. B r J Su rg 87:1361-1365, 2000.
■ La técnica de angioplastia subintim al p osee éxito clínico a Silber S: W h en are Drug-eluting Stents Effective. A Critical Analysis o f
corto p lazo y perm ite la curación de la herida y el alivio the Presently Available Data. Z K ardiol 93:649-663, 2004.
tem poral del dolor en reposo. Tettero E, van der Graaf Y, Bosch JL: Randomised Com parison o f
■ El uso de endoprótesis que liberan fármacos en la periferia se Prim ary Stent Placem ent Versus Prim ary An gioplasty Follow ed by
Selective Stent Placem ent in Patients w ith Iliac Artery Obstructive
encuentra aún en fase de investigación.
Disease. Lancet 351:1153-1159, 1998.
Zeitler E, G riin tzig A , Schoop W : Percutaneous Vascular
Recanalization N e w York, 1978, Springer-Verlag, Technique,
RESULTADO S Application; Clinical Results.

■ Se consigue una reducción del coste; de las tasas de m orbili­


dad y mortalidad, y de las com plicaciones relacionadas con
la intervención.
Tratamiento de la reestenosis

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento de la reestenosis se realiza básicamente mediante angioplastia


transluminal percutánea convencional con implante de endoprótesis, angioplastia de balón cortante,
crioplastia y braquiterapia.

■ Endoprótesis convencional o liberadora de fármacos


IN D IC A C IO N E S ■ Para implantarlas
■ La reestenosis ocurre cuando el diám etro, m edido por angio­ ■ Emisores 7 y 0 m ediante sistemas de catéter
grafía cuantitativa o ecografía, se reduce en > 5 0 % . ■ Se em plean com o braquiterapia
■ La angioplastia transluminal percutánea convencional es la
terapia básica en el tratamiento de la reestenosis en los vasos
periféricos.
■ La angioplastia de b alón cortante cada v e z se usa más para A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
estenosis estrechas, especialm ente en coronarias y fístulas ■ La reestenosis es un proceso m ultifactorial que im plica tres
arteriovenosas de diálisis. mecanismos principales: rem odelación, hiperplasia neointi-
■ El im plante de endoprótesis convencionales o liberadoras de mal y trombosis.
fármacos se usa en reestenosis renales del ostiu m y en rees­ ■ La rem odelación vascular es el proceso por el cual las arte­
tenosis en vasos grandes o m edianos com o la arteria carótida rias se adaptan estructuralmente en tamaño y com posición.
y la bifurcación aortoilíaca. ■ La proliferación y m igración d e las células de músculo liso de
■ Los m ejores resultados en braquiterapia intravascular se las capas m edia y adventicia de la pared del vaso a la íntima
logran en el sistema arterial coronario, especialm ente en el es un fenóm eno universal en la reestenosis.
tratamiento de reestenosis intraendoprotésicas. ■ La m ayoría de las lesiones p or reestenosis arterial se abordan
desde la arteria fem oral com ún, siempre según la localiza­
ción y anatom ía específica de cada paciente.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ La angioplastia transluminal percutánea no es adecuada ante
sospecha de oclusiones trom bóticas agudas. T É C N IC A
■ Se identifica el punto de acceso y se prepara el área con un
antiséptico cutáneo.
■ Se realiza una angiografía diagnóstica para confirm ar el diag­
IN S T R U M E N T A L nóstico de reestenosis.
■ Balón de angioplastia ■ Si la angiografía es dudosa, las m ediciones de la presión a lo
■ Empleado en angioplastia transluminal percutánea con­ largo de la lesión pueden ayudar a determ inar el alcance de
vencionales la reestenosis.
■ M edicación ■ Se franquea la lesión con la guía y el catéter habituales.
■ C ilostazol, bloqueantes de los canales del calcio, inhibido­ ■ La angioplastia transluminal percutánea convencional es la
res de la enzim a conversora de angiotensina, pemirolast, técnica básica para el tratamiento de la reestenosis, especial­
rapamicina y paclitaxel mente en lesiones no calcificadas ni difusas.
■ Tratamiento farm acológico necesario ■ La angioplastia transluminal percutánea convencional tam­
■ Catéter con balón cortante bién es la técnica básica para la intraendoprótesis locali­
■ Con tres o cuatro cuchillas microquirúrgicas y un balón zada.
■ Para angioplastias de balón cortante ■ Otras técnicas que pueden reducir la incidencia de reestenosis
■ Balón de angioplastia inflado con óxido nitroso son angioplastia de balón cortante, crioplastia, braquiterapia
■ Para angioplastias con criobalón endovascular y endoprótesis liberadora d e fármacos.

P U N T O S CLAVE
1 La reestenosis sigue siendo una de las principales lim itaciones de muchas intervenciones endovasculares.
> En vasos no coronarios la reestenosis se observa principalm ente en arterias de mediano y pequeño tam año.
1 El im plante de una endoprótesis no sólo elimina virtualm ente la recuperación elástica del vaso y su
remodelación constrictiva, sino que tam bién estim ula la hiperplasia celular m ediante mecanism os
neointimales, creando la intraendoprótesis.
1 Una e ndoprótesis liberadoras de fárm acos con sirolim ús o paclitaxel ha sido una terapia clínicam ente
alentadora, particularm ente de los ensayos coronarios.
> La angioplastia translum inal percutánea convencional es una terapia básica en el tratam iento de reestenosis
en vasos periféricos, sobre tod o en lesiones no calcificadas ni difusas y en la intraendoprótesis focal.
> El im plante de endoprótesis, la angioplastia de balón cortante, la crioplastia y la braquiterapia han
dem ostrado potencial en la reducción de la reestenosis en situaciones concretas.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 47


48 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

■ En ensayos clínicos preliminares, la crioplastia fue técnica­


C O N T R O V E R S IA S m ente satisfactoria en el 93% de los pacientes, con un 0%
■ Cabe destacar la elevada tasa de reestenosis tras angioplastia de reestenosis binaria a los 6 meses.
transluminal percutánea de repetición. ■ Los fármacos antitrom bóticos se asociaron con mejores
■ La angioplastia de balón cortante tiene una tasa de reeste­ resultados, especialm ente con cilostazol.
nosis menor, pero sus com plicaciones abarcan la disección y ■ Los pacientes que recibieron braquiterapia tuvieron una tasa
perforación del vaso. m enor de reestenosis que los controles.
■ N o existen datos disponibles con el uso de braquiterapia para ■ En intervenciones coronarias, se ha introducido la endopró­
intraendoprótesis en arterias periféricas. tesis liberadora de fármacos con éxito para la prevención o
■ El beneficio clínico en la reestenosis con las estatinas, inhibi­ tratamiento de reestenosis.
doras de la H M G -CoA reductasa, todavía es dudoso.
■ El solapam iento de endoprótesis por im plantes repetidos
tiene la desventaja conceptual d e provocar sobreexpansión
de la pared arterial, lo que actúa com o estímulo de prolifera­ C O M P L IC A C IO N E S
ción neoíntima. ■ La disección arteriográfica es la principal com plicación de
■ La eficacia de las endoprótesis liberadoras de fármacos en la angioplastia transluminal percutánea, especialm ente en
vasos periféricos aún se encuentra en fase de investigación. lesiones de la arteria fem oral superficial, norm alm ente aso­
ciada a un alto grado de disección (6 9 % ).
■ Las com plicaciones potenciales de la angioplastia de balón
cortante son las disecciones vasculares y la perforación.
RESULTADO S
■ La repetición de la angioplastia para reestenosis e intraendo­ Lecturas recomendadas
prótesis se asocia con una alta tasa de éxito, aproxim adam ente
Bauters C, M eurice T, H am on M , et al: M echanism s and Prevention
el 95% (entre el 85 y 9 9 % ) para la prim era reestenosis. o f Restenosis: From Experimental M odels to Clinical Practice.
■ Los pacientes con intraendoprótesis central, difusa o avan­ Cardiovasc Res 31:835-846, 1996.
zada, o cualquier com binación, tienen un m ayor riesgo de Linde J, Strauss BH: Pharm acological Treatment for Prevention o f
reestenosis recidivante. Restenosis. Expert O p in Em erg Drugs 6:281-302, 2001.
■ L a angioplastia de balón cortante se ha relacionado con Togni M , W in deck er S, M eie r B: Treatment o f Restenosis. C urr Interv
resultados más satisfactorios; esto es, con una tasa de rees­ Cardiol Rep 3:306-310, 2001.
tenosis m enor que la angioplastia transluminal percutánea
convencional.
Revascularización aortoilíaca

D E F IN IC IÓ N : La revascularización endovascular proporciona un tratamiento seguro y efectivo de la


enfermedad arterial periférica.

i M on itor de presión hem odinám ica


IN D IC A C IO N E S
i Instrumental de reanim ación de emergencia
■ Enferm edad sintomática oclusiva aortoilíaca, claudicación, i M on itor cardíaco
dolor en reposo o pérdida tisular por isquemia i Pulsioxímetro
i E sfigm om anóm etro automático

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Coagulopatía incorregible
■ Incapacidad para perm anecer en supino ■ Consiga la anamnesis del paciente y su exam en físico para
■ Insuficiencia renal grave no dependiente de hemodiálisis determ inar la presencia y gravedad de la enferm edad arterial
■ Presencia d e infección sistémica periférica.
■ Intervenciones limitadas con contrastes alternativos (p. ej., ■ Es m uy frecuente el acceso por la arteria fem oral común.
dióxido de carbono o gadolinio) en caso de insuficiencia ■ El pulso fem oral ausente en el lado sintomático determina si
renal en función de la clínica la obstrucción ocurre a n ivel de la arteria ilíaca com ún, de la
externa o de ambas.
■ Se puede necesitar un acceso braquial o practicar un acceso
fem oral guiado por radioscopia si los pulsos femorales bila­
IN S T R U M E N T A L terales se encuentran ausentes.
■ La angiografía diagnóstica de la aorta abdom inal y pelvis se
■ Sala de angiografía convencional
obtiene m ediante un catéter multiperforado de lavado.
■ Radioscopia de proyección única
■ Los gradientes de presión se pueden obtener simultánea­
■ M esa m ovible
mente con un acceso único o doble.
■ Bom ba de inyección de contraste
■ Oclusión crónica: el transversal tiene más éxito en uso retró­
■ Ecografía
grado desde un acceso ipsolateral, sobre todo en la oclusión
■ C om o guía en el acceso m ediante im agen
proxim al de la arteria ilíaca común.
■ Balón de angioplastia
■ Catéter direccional
■ Para el tratamiento de estenosis u oclusiones com plejas
■ T ip o Kum pe (C ook) T É C N IC A
■ Guía hidrófila
■ Para el tratamiento de estenosis u oclusiones com plejas ■ Se debe realizar una evaluación previa a la intervención del
■ Guía deslizante (glid ew ire) (Terum o) paciente.
■ Endoprótesis ■ Se recom ienda una dieta líquida durante al m enos las últimas
■ Autoexpansibles: de m ayor flexibilidad, agarre y aposición 6 h antes de la intervención.
a la pared vascular, así com o m ayor resistencia al colapso ■ Debe realizarse una evaluación antes de la sedación cons­
■ W allstent RP ciente, es necesario un acceso intravenoso periférico.
■ Expansibles con balón: compuestas de acero inoxidable y ■ Se administra ácido acetilsalicílico a los pacientes que aún no
con m ayor fuerza radial y resistencia del aro lo estén tomando.
■ Palm az Genesis ■ Se afeitan ambas ingles y se preparan con un antiséptico
■ Montadas sobre balón: m ayor capacidad para una coloca­ cutáneo.
ción precisa, com o se requiere en las lesiones del origen ■ La lateralidad del acceso no es crucial si es con propósito
de la arteria ilíaca com ún o lesiones con extensión a la diagnóstico; lo m ejor es entrar por el lado cuyo pulso sea
bifurcación de la arteria ilíaca más palpable.
■ Introductor vascular ■ Una v e z se consigue el acceso, se coloca un introductor corto
■ Pueden ser im prescindibles entre 5 y 10 Fr y hasta 90 cm de 5 Fr y se irriga.
de largo para liberar endoprótesis y balones del tamaño ■ Se realiza una angiografía diagnóstica.
adecuado. ■ Se debe valorar la estenosis según su im portancia hem odiná­
■ Instrumental para la m onitorización del paciente mica; se m iden las presiones.

P U N T O S CLAVE
> La revascularización percutánea se acepta com o primera opción terapéutica para la mayoría de los
pacientes con enfermedad aortoilíaca.
> La enfermedad aortoilíaca oclusiva puede ser tratada con seguridad y efectividad m ediante endoprótesis
con tasas de permeabilidad a largo plazo similares a las de la cirugía derivativa.
i La consulta previa a la intervención y el seguim iento posterior por el m édico intervencionista son cruciales
para un cuidado óptim o del paciente.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 49


50 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 1. La an giografía d e substracción digital demuestra una


estenosis d e alto grado d e la arteria ilíaca com ún izqu ierd a con
Figura 2. A n g io g r a fía fin a l d espu és d e im p la n ta r una
extensión hacia la bifurcación. e n d o p ró tes is m o n ta d a s ob re b a ló n c o n c o n s e r v a c ió n d e la
p erm e a b ilid a d de la a r te r ia ilía c a in te rn a izq u ie rd a . Este tipo
d e endoprótesis perm itió una colocación precisa a la altura de
' " de la arteria ilíaca com ún sin cubrir el origen
ilíaca interna izquierda.

Figu ra 3. E n d o p rótes is e n e s p e jo p a ra tr a ta r u n a o c lu s ió n d e la a r te r ia ilía c a c o m ú n d ere c h a . La angiografía de substracción digital


dem ostró una oclu sión crónica p roxim al de la arteria ilíaca com ún, flb m a d o de M u rp h y TP, Vorwerk D : Advanced a orto ilia c interventions,
Tech Vase In te rven t R a d io l 3:195-207, 2000.)
Revascularización a o rto ilía ca

Figu ra 4. E n d o p rótes is en e s p e jo p a ra tra ta r u n a o c lu s ió n de la a r te r ia ilía c a c o m ú n d erech a . La endoprótesis se colo có tras insertar


el balón. Se im plan tó una endoprótesis en la arteria ilíaca com ún izq u ierd a com o protección. (T om ado de M u rp h y TP, Vorwerk D :
Advanced a ortoilia c in terventions, Tech Vase Interven t R a d iol 3:195-207, 2000.)

■ Tan pronto com o se decide el tratamiento endovascular, se ■ A m enudo se requiere colocar la endoprótesis a través del
administrará heparina intravenosa para conseguir una anti­ origen de la arteria ilíaca interna; esta perm anece perm eable
coagulación completa. a pesar de estar cubierta entre un 89 y 100%.
■ Se coloca correctam ente una endoprótesis para cubrir la ■ Las oclusiones de la arteria ilíaca interna tras el im plante de
lesión y se despliega una v e z que se franquea la estenosis endoprótesis son norm alm ente resultado del solapam iento
con una guía. de endoprótesis en el área d e su origen.
■ Las estenosis com plejas y las oclusiones son franqueadas ■ El tamaño del b alón de angioplastia y de las endoprótesis
más fácilm ente con catéteres dirigibles y guías hidrófilas. vien e definido p or las características de la lesión: la arteria
■ El inflado para el im plante de una endoprótesis se realiza a 6 u ilíaca com ún, con un diám etro de 7 a 10 mm y la externa, con
8 atmósferas de presión; la sensación de incom odidad del un diám etro de 6 a 9 mm.
paciente debe servir com o guía del grado de inflado. ■ Generalmente se recom ienda aumentar lm m el tamaño
■ En casos de dolor grave, se debe evitar una dilatación enér­ debido a que se prevé una fina capa de hiperplasia intimal.
gica. ■ Es deseable un diám etro m ínim o de 6 m m para la m ayoría
■ Un n ivel de sedación consciente adecuado será crucial para de los pacientes, para evitar que se presenten gradientes de
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

conseguir un respuesta del paciente en tiem po real. relevancia en reposo.


■ Las endoprótesis autoexpansibles a m enudo requieren dilata­ ■ Los pacientes con isquem ia crónica más avanzada requerirán
ción hasta el diám etro deseado; se usará un balón de angio­ una dilatación m enos enérgica de sus obstrucciones.
plastia. ■ La claudicación interm itente requiere vasos de un diámetro
■ Lesión del orificio de la arteria ilíaca común: se requieren m ayor para adaptarse a los altos flujos que requiere la pierna
unos pocos m ilímetros de extensión en la aorta distal. en actividad para su alivio sintomático.
■ El im plante de una endoprótesis contralateral para evitar el ■ Tras una angioplastia o im plante de endoprótesis se debe
estrechamiento de la arteria ilíaca com ún contralateral puede realizar una angiografía final.
ser necesario si la placa se extiende proxim alm ente fuera de ■ Se debe m antener la guía en el interior del vaso tratado hasta
la arteria ilíaca común. que se haya conseguido una angiografía final satisfactoria.
■ N orm alm ente se debe evitar la extensión de la endoprótesis ■ El éxito en la revascularización se p revé ante una reducción
por debajo del ligam ento inguinal (puede interferir con una del gradiente de presión prom edio bajo 5 mmHg.
futura endoarterectom ía fem oral o una cirugía derivativa ■ El gradiente de presión final debe ir junto con la angiografía
fem oral distal planificada). tras la intervención.
■ Se recom ienda una endoprótesis autoexpansible si el im plante ■ Oclusiones largas: se puede em plear un lazo para tirar de la
debe atravesar el ligam ento inguinal. guía desde la dirección contraria.
52 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

■ Las endoprótesis se despliegan para restaurar la perm eabili­ ■ Angioplastia aortoilíaca (raramente com plicada con rupturas
dad lum inal a su diám etro deseable una v e z que se franquea arteriales)
la oclusión.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
C O N T R O V E R S IA S S E G U IM IE N T O
■ Se han entablado debates sobre el papel de im plantar inicial­ ■ A l término de la intervención, retire los catéteres o introduc­
m ente una endoprótesis en la revascularización endovascu- tores tras el tiem po necesario para reducir los efectos de la
lar. heparina.
■ El Dutch Iliac Stent Trial no m ostró diferencias significativas ■ Se recom ienda reposo en cama durante las siguientes 6 h y
en las tasas de perm eabilidad ni a corto ni a largo p lazo entre deambulación lim itada durante las prim eras 24 h.
im plantes de endoprótesis selectivos o de inicio. ■ El punto d e acceso, los pulsos femorales, los pulsos distales,
la diuresis y el índice tobillo-brazo deben ser vigilados seria­
damente.
■ La alim entación se puede reintroducir com enzando con una
RESULTADO S
dieta líquida absoluta, pasando a otras conform e se toleran
■ Varios estudios concluyeron con tasas de perm eabilidad de 3 a los efectos de la sedación consciente.
5 años d e entre el 60 y 90% con angioplastia respecto a la ■ Se cita para seguim iento (1 a 2 semanas); se dan las ins­
cirugía derivativa. trucciones al alta, proporcionando un número de contacto
■ La intervención con endoprótesis ha demostrado unas tasas para emergencias.
de perm eabilidad d e 2 a 10 años del 74 al 90% en varios ■ Las visitas de seguim iento rutinario se suceden a los 3 meses,
metaanálisis. al año y a los 2 años.
■ Bosch et al. inform an de un éxito técnico y una perm eabili­ ■ Si hubiera recidiva o empeoram iento de los síntomas, se
dad inicial a 4 años superior con endoprótesis que con angio­ deberían realizar pruebas no invasivas para identificar la
plastia. enferm edad si ha recurrido; se repite la angiografía ante una
■ C olocar una endoprótesis solo en la arteria ilíaca externa sospecha d e reestenosis.
(frente a una solo en la arteria ilíaca com ún) y en la arteria
ilíaca com ún con arteria ilíaca externa o aorta descendieron Lecturas recomendadas
el riesgo de pérdida de la perm eabilidad inicial.
Bosch JL, Hunink MG: M eta-analysis o f the results o f percutaneous
■ La edad avanzada y la presencia de isquem ia crítica de la transluminal angioplasty and stent placem ent fo r aortoiliac
extremidad contribuyeron al m antenimiento de la perm eabi­ occlusive disease. Radiology 204:87-96, 1997.
lidad inicial. De Vries SO, Hunink MG: Results o f aortic bifurcation grafts for
■ La superior com plejidad de la lesión y la superior categoría aortoiliac occlusive disease: a meta-analysis. J Vase Surg 26:558-
TransAtlantic Inter-Society Consensus tam bién se han rela­ 569, 1997.
cionado con un riesgo m ayor de pérdida de la perm eabili­ Leung DA, et al: Selection o f stents for treating iliac arterial occlusive
dad. disease. J Vase ln terv R adiol 14(2 pt 1):137-152, 2003.
Pentecost MJ, et al: Guidelines fo r peripheral percutaneous
■ Las estenosis comparadas con las oclusiones poseen una
transluminal angioplasty o f the abdom inal aorta and low er
m ayor perm eabilidad a largo plazo.
extrem ity vessels. A statement for health professionals from
■ La revascularización endovascular es efectiva para la cura­ a Special W ritin g Group o f the Councils on Cardiovascular
ción de la enferm edad distal aórtica aislada. R adiology, Arteriosclerosis, Cardio-Thoracic and Vascular
Surgery, Clinical Cardiology, and E pidem iology and Prevention,
the Am erican Heart Association. J Vase ln terv Ra diol 14(9 pt 2):
S495-S515, 2003.
C O M P L IC A C IO N E S Rutherford RB, et al: R ecom m ended standards for reports dealing with
lo w e r extrem ity ischemia: revised version. J Vase Surg 26:517-538,
■ Hematom as en el acceso, seudoaneurismas, disecciones, 1997.
embolias, trombosis, rupturas arteriales y disecciones tras la Tetteroo E, et al: Randomised com parison o f prim ary stent placement
dilatación versus prim ary angioplasty follo w ed by selective stent placem ent
■ H em orragia digestiva alta, septicem ia, edem a agudo de pul­ in patients w ith iliac-artery occlusive disease. Dutch Iliac Stent
m ón, insuficiencia renal e infarto de m iocardio THal Study Group. La n cet 351:1153-1159, 1998.
■ Infección de la endoprótesis: fiebre, dolor, hem ocultivos posi­ Y ilm a z S, et al: Prim ary stenting o f focal atherosclerotic infrarenal
tivos; puede terminar con resultados catastróficos (am puta­ aortic stenoses: lo ng-term results in 13 patients and a literature
review. Cardiovasc Interven t Ra diol 27:121-128, 2004.
ción o la m uerte)
Revascularización subíntima
de las extremidades inferiores

D E F IN IC IÓ N : La angioplastia subíntima es una intervención para la revascularización de la


extremidad inferior mediante la disección a través de su capa íntima.

Catéter de Van A n del de 5 Fr (C ook Letch w orth ), de 80 cm


IN D IC A C IO N E S de largo; catéter de 4 Fr de ángulo corto (Bolia Mini-cath de
■ Oclusiones crónicas totales Terum o), de 20 cm de largo
■ Oclusiones largas de las arterias fem oral superficial y tibiales; ■ El catéter de Van Andel está fabricado de teflón (duro, bajo
oclusión con el vaso subyacente difusamente afectado; per­ coeficiente de fricción), lo que permite el paso a través de
foración arterial durante un intento de franquear la oclusión las oclusiones más complicadas e incluso algunas lesiones
intraluminal calcificadas.
■ Intentos de angioplastia intraluminal previam ente fallidos ■ El minicatéter de Bolia es útil sobre todo en oclusiones al
■ Oclusiones m uy proxim ales de la arteria fem oral superficial ras de la arteria fem oral superficial o cuando existe afecta­
con solo un p equeño muñón o nada ción proxim al de la arteria fem oral superficial.
■ Presencia de un gran vaso colateral proximal a la oclusión que Guía recubierta de teflón convencional de 0,035” y 180 cm de
carezca de muñón (la disección subíntima por encima de la largo
colateral evita la entrada persistente de la guía en la colateral) ■ Empleada para conseguir entrar a la arteria a través de la
■ Oclusión de la fem oral com ún que se extiende hacia la aguja
profunda y la fem oral superficial; oclusión poplítea que se ■ Con punta curva y extrem o de 3 cm flexible
extiende en vasos de la trifurcación Guía hidrófila (Terum o, Tokio, Japón), bien convencional o
■ Reperm eabilización de la arteria fem oral superficial nativa, rígida
oclusiones tibiales en pacientes que hayan tenido derivación Catéteres con balón: de 5m m x 4 cm con 80 cm de largo, de
fem oropoplítea o femorodistal con injerto tam bién ocluido 3m m x 2 cm con 120 cm de largo de catéter, de 5 Fr
Dispositivo de inflado
■ Jeringa de 10 mm de alta presión con interruptor de flujo
para inflar y desinflar con rapidez.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S Á cid o acetilsalicílico
■ Se administran 150mg al día.
■ Las oclusiones recientes (de m enos de 3 m eses) están con­
Entre 3.000 y 5.000 UI de heparina
traindicadas.
Tolazolina (vasodilatador)
■ El paso a través de un trayecto de la arteria fem oral super­
■ Adm inistrado por v ía intraarterial en dosis de 5 m g antes
ficial notablem ente calcificado es a veces difícil, si bien no
del franqueo de la lesión y, norm alm ente, 5 m g al final de
supone en sí una contraindicación.
la intervención.
■ La presencia de calcificación cilindrica fina, com o en los
Parche de nitroglicerina
pacientes con insuficiencia renal, puede provocar un aumento
■ Se aplican 5 m g sobre la pierna tratada durante 24 h para una
de la dificultad al reentrar en la luz verdadera.
vasodilatation mantenida en el m om ento postintervención.
■ Las oclusiones de la arteria fem oral com ún calcificada pue­
Dispositivo de cierre: Angioseal
den ser difíciles de franquear debido a que precisan de un
■ El dispositivo de cierre es más útil para los pacientes con
acceso contralateral.
punción alta.

IN S T R U M E N T A L
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Aparato de angiografía de substracción digital con aplicacio­
nes d e aproxim ación o am pliación ■ El acceso por las arterias fem oropoplítea o tibial se realiza
■ Útil; sobre todo, cuando se trabaja con los pequeños vasos mediante la punción anterógrada ipsolateral, a menos que
del pie. exista una razón concreta para no hacerlo así.

P U N T O S CLAVE
i La angioplastia subíntim a produce resultados duraderos sobre la claudicación interm itente en el segm ento
fem oropoplíteo.
> La angioplastia subíntim a sirve, sobre todo, para el tratam iento de los vasos tibiales ante isquemia crónica
crítica de la extrem idad.
« Se pueden esperar tasas de conservación de la extrem idad de aproxim adam ente el 90% con la angioplastia
subíntima.
> Se alcanzan tasas de é xito prim ario del 80 al 90% ; las com plicaciones q ue precisan de cirugía no alcanzan
el 1% .
> La angioplastia subíntim a desempeña un papel im portante en el tratam iento de situaciones difíciles en que
puede fracasar la angioplastia intraluminal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 53


54 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 1. L a d ise cc ió n s e in ic ia a l c o m ie n z o d e u n a o c lu sió n , le jo s d e to d as la s c o la te ra le s im p o rta n tes , p o r m e d io de un a g u ía


q u e s o b re sa le d e u n c a té te r d e V an A n d e l. El em pu je hacia delante de esta com bin ación suele provocar una disección. Una v e z en la
disección, la gu ía hidrófila se m aneja com o un asa, qu e se avan za a través de la longitu d d e la oclu sión y, de nuevo, gracias al asa, se
consigue una reentrada en la luz.

■ Si el punto d e punción d e la ingle no se encuentra disponi­ N o se recom ienda un introductor para las oclusiones m uy
b le debid o a cicatriz de una cirugía anterior, infección u proxim ales.
obesidad grave, un acceso transversal o p op líteo es más La angiografía diagnóstica se lleva a cabo a través de la posi­
adecuado. ción de este catéter delineando la longitud com pleta de la
■ Cuando la longitud de la arteria femoral superficial queda oclusión y todos los vasos hasta el pie.
5 cm antes del segm ento afectado, la punción se suele dirigir Se inyectan entre 3.000 y 5.000 UI d e heparina por vía intra-
a la mitad de la parte inferior de la arteria femoral com ún o a arterial tan pronto com o se decida realizar la angioplastia en
la superficial proximal. la arteria.
■ Para oclusiones m uy proxim ales, o cuando solo se encuentra Se inyectan, a la v e z, 5 m g de tolazolina para evitar el
presente un pequeño muñón de la arteria fem oral superficial, espasm o en vasos distales.
se recom ienda la punción alta de la fem oral com ún (borde Se retira la punta del catéter lentamente desde la arteria pro­
más alto de la rama superior del p u b is). funda hacia la fem oral com ún sirviéndose de una proyección
■ La punción alta se tiene que dirigir aproxim adam ente a 1 cm oblicua adecuada (oblicua anterior derecha para la oclusión
debajo del borde palpable de la rama superior del pubis para de la fem oral superficial derecha) y de pequeños bolos de
evitar puncionar la arteria ilíaca externa. contraste.
La punta del catéter se aleja desde la profunda hacia el ori­
gen ocluido de la fem oral superficial.
Cuando se dispone de un pequeño m uñón, se avanza una
T É C N IC A
guía curva hidrófila dentro del origen de la arteria fem oral
■ Se prepara el punto d e acceso con un antiséptico cutáneo. superficial sirviéndose de la aplicación road m ap («m apa de
■ Tras una punción alta, se avanza una guía de teflón conven­ carreteras» o m apa arterial d igital).
cional en la arteria fem oral profunda dentro de la cual se Si no existiera un muñón es posible hacerse una idea de
coloca un catéter corto de 4 Fr. dónde debería situarse el origen de la fem oral superficial: a
Revascularización su b ín tim a de las extre m id a d e s in fe rio re s 55

Figura 2. L a r g a o c lu s ió n d e la a r te ria fe m o r a l s u p e rfic ia l. La p osición d el catéter en la disección se confirm a con una pequeña cantidad
de contraste. Tías una reperm eab ilización con éxito, se observa un vaso liso libre de afectación. Las colaterales n o se rellenan porque el
flu jo discurre a través d el segm ento reperm eabilizado.

la altura don de la profunda se separa hacia abajo del trayecto Un m ínim o giro y em puje hacia delante perm ite conseguir la
de la fem oral común, según se observa en una proyección reentrada en la parte distal de la arteria, y en la m ayoría de
oblicua. casos, esto ocurre sin esfuerzo.
■ Se pasa una guía curva hidrófila a lo largo de la unión de las Si el asa fracasa al reentrar es norm alm ente por causa de
arterias fem orales com ún y profunda. alguna enferm edad difusa que se encuentra más allá del final
■ Norm alm ente, la guía se introduce en el punto de origen de de la oclusión.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la arteria fem oral superficial. An te esta situación, se puede extender la disección hasta
■ Una v e z se haya conseguido esta introducción, se avanza la alcanzar la parte de la arteria libre de afectación, donde el
guía hacia la oclusión. asa posee la situación más favorable para entrar.
■ Si fuera im prescindible, se posiciona un m inicatéter (m in i- Existe una tendencia natural a que el asa reentre en la unión
ca th ) en el punto de entrada de la arteria fem oral superficial entre segm entos arteriales con y sin afectación (lín e a de
para perm itir un apoyo para la guía al penetrar en la oclusión dem arcación).
y evitar ser rechazada. Una v e z se ha atravesado por com pleto la oclusión el catéter
■ Se avanza el minicatéter dentro de la oclusión y se manipula de Van Andel, se sustituye por un catéter con balón, norm al­
la guía para form a un asa. mente de 5 m m de diám etro y 4 cm de largo.
■ Se avanza el asa 5 o 10 cm; una v e z en esta posición, el m ini­ Se realizan inflados breves, pero a presión elevada (10 a
catéter se rem plaza p or un catéter de Van A n del de 5 Fr. 12 atm ), a lo largo d e toda la oclusión, com enzando desde
■ El asa se avanza algo más y el catéter d e Van A n del lo sigue su parte distal hasta su parte proximal.
inm ediatam ente por detrás. Los inflados se repiten habitualmente cuando toda la oclu­
■ Cuando se detenga el avance del asa, se avanza el catéter de sión ha sido dilatada; el catéter con balón se posiciona más
Van A n del hacia el borde d e avance del asa dando apoyo a allá de la oclusión antes de la retirada de la guía.
esa parte del asa que le perm itirá avanzar más. Una inyección de contraste a través del catéter confirm ará un
■ La longitud del asa se va acortando frecuentemente; al alcan­ flujo rápido en los vasos más allá del segm ento repermeabi­
zar el final de la oclusión debe ser de 5 cm o menos. lizado, lo que es síntoma de éxito en el resultado.
56 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 3. E xten s a a fe c ta c ió n d ifu sa y c o r ta o c lu s ió n d e la s a r te ria s t ib ia l a n te rio r y p ero n e a . Am bos vasos fueron reperm eabilizados
con éxito.

Figura 4. L a r g a o c lu s ió n d e la a r te ria t ib ia l p o s te rio r iz q u ie rd a y c o r ta o c lu s ió n de la a r te r ia p ero n e a . La b ifurcación d el tronco


tib ioperon eo se reconstituyó con éxito.
Revascularización su b ín tim a de las extre m id a d e s in fe rio re s 57

■ El catéter se retira gradualmente hacia una posición proxi­ ■ Poplíteo: la enferm edad del vaso tibial no se puede tratar a
m al al segm ento reperm eabilizado y, durante su retirada, se la v e z que la lesión de la arteria fem oral superficial sin una
inyectan pequeños bolos de contraste para asegurarse de que punción adicional, y tratar un é m b olo de la arteria poplítea
la v ía se encuentra abierta y con flujo. o por debajo requiere una segunda punción.
■ Se lleva cabo una angiografía final del segm ento recién reper­ ■ El uso d e introductor intravascular en su posición dificulta
m eabilizado. las maniobras con oclusiones al ras d e la arteria femoral
■ Aunque el segm ento reperm eabilizado casi siempre aparece superficial o enferm edad de la arteria fem oral superficial
uniform e y libre de afectación, la velocidad del flujo, más proximal.
que la apariencia visual, es el determ inante del éxito resul­
tante.
■ La angiografía final de los vasos distales asegura la detección
y adecuado tratamiento d e los trom bos liberados. RESULTADO S
■ A l terminar la intervención, se administra otra dosis de tola-
■ La angioplastia subíntim a tiene una m arcada curva de
zolina (5 m g ).
aprendizaje: las tasas de éxito iniciales son del 80% incre­
■ Esta m edicación facilita la vasodilatation periférica y reduce
m entándose hasta entre un 90 y 100% según se gana expe­
la resistencia periférica al flujo aum entado a través del seg­
riencia.
m ento reperm eabilizado.
■ Lon d on realizó el prim er estudio am plio de la técnica de
■ Salvo contraindicación, se prescribe ácido acetilsalicílico
angioplastia subíntima en 200 oclusiones arteriales femo-
para los pacientes que hayan tenido una reperm eabilización
ropoplíteas con una longitud prom edio de la oclusión de
con éxito (150m g diarios durante 3 m eses).
11 cm.
■ Oclusiones tibiales: la angioplastia subíntim a es aplicable en
■ Las perm eabilidades hem odinámicas actuariales de interven­
oclusiones más largas (m ayores de 3 c m ).
ciones con éxito técnico a 12 y 36 m eses fueron del 71 y
■ La técnica para atravesar la lesión es similar a la usada en el
58% respectivamente, con perm eabilidad sintomática del 73
segm ento fem oropoplíteo, salvo que en lugar del catéter de
y 61 % respectivamente.
Van A n del se em plea un catéter con balón para atravesar y
■ La m ayoría de los estudios obtienen tasas de éxito primario
dilatar la lesión.
de entre el 80 y 90 %.
■ El catéter más utilizado para esta intervención es uno de 3 mm
■ Florences et al. citan un 64% de perm eabilidad secundaria
de diám etro con balón de 3 cm de largo sobre un cuerpo de
a 60 m eses en pacientes con claudicación tratados con
120 cm de largo y 5 Fr de diámetro.
éxito.
■ De nuevo, el objetivo es form ar un asa con la guía hidrófila
■ En la isquem ia crítica d e la extremidad, la técnica consigue
que perm ita atravesar la lesión por com pleto con el m ínim o
su m ayor repercusión porque juega un papel m uy efectivo
riesgo de perforación.
en la reperm eabilización de las oclusiones largas de la
■ Esta asa, adecuada para lograr una disección de la longitud
arteria tibial.
com pleta de la arteria tibial, consigue distalm ente su reen­
■ Ingle dem ostró que las tasas de conservación de la extre­
trada en la luz.
m idad del 94% a 36 m eses fueron conseguidas en pacien­
■ Ya que la íntima se adelgaza al acercarse al árbol arterial
tes con isquem ia crítica y afectación de la arteria tibial.
distal, la reentrada en la luz verdadera no es norm alm ente
difícil en la arteria tibial distal.
■ Sin em bargo, m antener corta la longitud del asa es im por­
tante, de m anera que la parte más suave de la guía (la punta C O M P L IC A C IO N E S
flexib le) sirva com o borde de avance del asa.
■ Tras atravesar la lesión se realiza la dilatación con balón de ■ La angioplastia subíntima parece poseer una incidencia lige­
form a similar a la del segm ento fem oropoplíteo. ramente superior de algunas com plicaciones, principalmente
■ En caso de enferm edad oclusiva tibial es im portante em plear de perforación y em bolia (las com plicaciones que requieren
una guía de 0,035” y un catéter con balón de 5 Fr de cuerpo cirugía apenas alcanzan el 1% ).
para superar la resistencia a la guía o a su com b inación con ■ La perforación ocurre en entre el 5 y 8 % de los casos.
el catéter, lo que es clave para atravesar lesiones tibiales ■ Las com plicaciones em bólicas ocurren en entre el 5 y 8 % de
largas. los casos.
■ El sistema puede ser reforzado con una guía hidrófila rígida ■ Otras com plicaciones son el hem atom a retroperitoneal y el
retroceso elástico; esta últim a provoca el fracaso del seg­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

si fuera preciso.
m ento ocluido para perm anecer abierto (apenas el 1% ).

C O N T R O V E R S IA S
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El pensam iento tradicional afirm a que todas las angioplastias
Y S E G U IM IE N T O
deben ser realizadas intraluminalmente, y que cuando ocurre
una disección existe una com plicación y se debe parar la ■ Á cid o acetilsalicílico a dosis diarias de 150mg durante al
intervención; la angioplastia subíntima, sin embargo, posee menos 3 meses, salvo contraindicación.
unos resultados excelentes. ■ Si la in tervención subíntim a com prende los vasos tibiales
■ Se ha debatido sobre el tipo d e acceso: fem oral com ún ipso- se c oloca un parche d e nitroglicerin a en el p ie tratado
lateral, cruzado o poplíteo. durante 24 h.
■ Cruzado: la capacidad d e realizar manipulaciones delica­ ■ Se deberá inform ar a la enferm era d e la planta de que v igile
das queda reducida; realizar una em bolectom ía percutánea la presión arterial y el pulso del paciente si se realizó una
es difícil y eleva el riesgo de embolia. punción alta.
58 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

El m édico debe ser inform ado rápidamente de cualquier des­ Lecturas recomendadas
censo de la presión arterial o ascenso del pulso.
Bolia A : Percutaneous Intentional Extraluminal (Subintim al)
En situaciones sencillas en que no se realizó una punción Recanalisation o f Crural Arteries. E u r J Radiol 28:199-204, 1998.
alta, los pacientes pueden com enzar su deam bulación tras Bolia A , Bell PRF: Fem oropopliteal and Crural artery recanalisation
4 h de descanso en cama. using Subintimal Angioplasty. Seminars in Vascular Surgery 3:253-
Se sigue a los pacientes en la consulta a las 3 semanas y 264, 1995.
3 m eses tras la intervención, tras los cuales se les da el alta Reekers JA, Bolia A : Percutaneous Intentional Extraluminal
si no se detecta ningún problema. (Subintimal) Recanalisation: H o w to do it yourself. E u r J Radiol
Se recom ienda una ecografía dúplex a 1, 3, 6 y 12 m eses tras 28(3):192-198, 1998.
la intervención y, posteriormente, de año en año.
Revascularización femoropoplítea

D E F IN IC IÓ N : Las intervenciones endovascuiares para la revascularización de la enfermedad arterial


periférica (EAP) femoropoplítea son angioplastia, implante de endoprótesis convencionales y cubiertas,
aterectomía, ablación de la placa con láser y crioplastia.

■ La disponibilidad de endoprótesis largas de bajo p erfil ha


IN D IC A C IO N E S m ejorado considerablem ente los resultados técnicos inm e­
■ La angioplastia, el implante de endoprótesis convencional o de diatos de las intervenciones del segm ento fem oropoplíteo.
tipo cubierta, con o sin aterectomía y crioplastia se emplean ■ Endoprótesis cubierta
para tratar la EAP que afecta a las extremidades inferiores con ■ La m ejora de los m ateriales d e las endoprótesis cubierta,
claudicación intermitente e isquemia crónica de la extremidad. tales com o el PTFEe, poseen m enor respuesta inflam atoria
■ La angioplastia es la técnica más apropiada para los pacien­ y trom bógena que cuando se comparan con los dispositi­
tes con claudicación interm itente e isquem ia crónica de la vos más antiguos.
extremidad y ha sido el pilar de la terapia endovascular para ■ La principal ventaja de Viabahn respecto a la generación
lesiones de las arterias fem oral superficial y tibial. actual de endoprótesis metálicas es su flexibilidad y relativa
■ La angioplastia se em plea en estenosis únicas con longitud resistencia a la fractura, lo que la hace especialm ente ade­
<10 cm y en oclusiones únicas con longitud < 5 cm (enferm e­ cuada para im plante en el segm ento fem oropoplíteo distal
dad de clase A del segm ento fem oropoplíteo según el Trans- y en el trayecto de la arteria poplítea detrás de la rodilla.
Atlantic Inter-Society Consensus [TASC ]). ■ Las principales desventajas son un largo catéter de libera­
■ Esta técnica se em plea tam bién para lesiones múltiples (este­ ción y el bloqu eo de una potencial circulación colateral.
nosis u oclusiones), cada una con longitud < 5 cm y estenosis ■ Catéter con balón
única u oclusión <15 cm sin afectación de la arteria poplítea ■ Para la crioplastia se em plea un catéter polar (PolarC ath).
por debajo de la rodilla (enferm edad clase B del segm ento ■ Láser de p u n ta fría
fem oropoplíteo según el TASC). ■ Este láser se em plea para la ablación de la placa.
■ Esta técnica se em plea tam bién para lesión única o múlti­ ■ Actualmente, se generan láseres de p u n ta fría de diferentes
ple en la ausencia de vasos continuos tibiales para mejorar longitudes de onda y mecanismos de liberación, superando
el flujo para una derivación distal (enferm edad clase B del así las lim itaciones de sus antecesores.
segm ento fem oropoplíteo según el T ASC ). ■ El más frecuente de los sistemas de láser em pleados hoy
■ Oclusión notablem ente calcificada con longitud < 5 cm y en día para la revascularización de la extremidad inferior
estenosis única poplítea (ambas, enferm edades clase B del es el de Spectranetrics.
segm ento fem oropoplíteo según el T ASC ). ■ Dispositivo de aterectomía
■ Para la aterectom ía por escisión se usa Silverhawk (FoxHo-
llo w ).
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ El tratamiento recom endado para los pacientes d e la clase D
es la derivación quirúrgica en los candidatos adecuados. A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Los factores determinantes del resultado son localización
anatómica, extensión de la lesión, calidad de los vasos,
IN S T R U M E N T A L
oclusión frente a estenosis, estadio clínico de la enferm edad,
■ Endoprótesis presencia de diabetes o de insuficiencia renal, tecnología
■ La experiencia actual favorece claramente el em pleo de terapéutica y tratamiento antiagregante plaquetario.
endoprótesis autoexpansibles de nitinol en el territorio ■ Tam bién influyen en el resultado los trastornos fisiopatológi-
vascular fem oropoplíteo. cos que afectan a la pared vascular, com o la inflam ación.

P U N T O S CLAVE
i La EAP es una patología frecuente que afecta a entre el 15 y 2 0% de los mayores de 70 años; una
localización preferente es el segm ento fem oropoplíteo.
> Las manifestaciones de la EAP son muy variadas y pueden oscilar desde la ausencia d e síntomas hasta la
pérdida de sustancia y gangrena.
> El plan de tratam iento debe abordar la epidemiología, la evolución natural de la enfermedad, y los riesgos
y beneficios de la terapia propuesta.
> La m odificación de los factores de riesgo de aterosclerosis debe ser una parte integral del tratam iento para
tod o s los pacientes con EAP.
> Cuando se precisa revascularización, el conocim iento actual indica q ue se debe considerar primero el
acceso endovascular; si fracasa, se tom arán en cuenta las opciones quirúrgicas.
i Los tratam ientos endovascuiares actualm ente disponibles y en investigación son angioplastia con balón,
im plante de endoprótesis, reducción del volum en de material aterosclerótico con láser, aterectomía,
crioplastia, endoprótesis cubierta, endoprótesis liberadoras de fárm acos y endoprótesis bioabsorbibles.
i Algunos estudios indican que las endoprótesis de nitinol y las cubiertas d e politetrafluoroetileno expandido
(PTFEe) han tenido mejores resultados que la mera angioplastia; no obstante, la supremacía d e una sobre la
otra aún no se ha e stablecido claramente.

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60 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 1. Las angiografías de substracción digital d e la extrem idad Figura 2. M ism o paciente qu e en la figu ra 1. Se realiza una
in fe rio r izq u ierd a en un hom bre d e 76 años con lim itaciones para reconstitución d e la arteria pop lítea po r encim a d e la rodilla.
la vida cotidiana p o r claudicación demuestran una oclu sión total
crónica d e la arteria fem oral superficial izquierda

Figura 3. El segm ento oclu ido fue in icialm ente dilatado con balón Figura 4. Se im plantaron endoprótesis de n itin ol en la totalidad
tras la reperm eabilización. d el segm ento.
R evascularización fe m o ro p o p líte a

■ Para las endoprótesis simples, las endoprótesis cubiertas y la ■ En su form a actual el láser de excim eros puede crear tan solo
crioplastia se recom ienda que el tratamiento del segm ento se un diám etro luminal lim itado, de aquí que precise además de
extienda más allá de la propia lesión focal y que abarque todo una angioplastia, im plante de endoprótesis o de los dos en la
el segm ento afectado entre dos áreas adyacentes normales. m ayoría de casos.
■ Para las estenosis cortas del segm ento fem oropoplíteo la ■ Nuevas versiones del láser de excim eros capaces de tratar
angioplastia sigue siendo el tratamiento de elección; en vasos más grandes se encuentran en evaluación para el trata­
lesiones más largas o más com plejas deben emplearse otras miento de la enferm edad del segm ento fem oropoplíteo.
técnicas. ■ La ventaja teórica de esta técnica es que, potencialmente, la
pared vascular no sufre barotraumatismo.
■ Otra ventaja principal de la escisión de la placa consiste en
evitar o lim itar el im plante de endoprótesis.
T É C N IC A ■ A s í el dispositivo es bueno para tratar áreas anatómicas
donde el im plante de endoprótesis es indeseable, lo que com ­
■ El punto de acceso se determ ina según la localización d e la
prende lesiones de las arterias fem oral com ún y poplítea.
enferm edad y las condiciones específicas de cada paciente.
■ El dispositivo d e aterectom ía posee un perfil m ayor y más
■ El acceso puede ser anterógrado ipsolateral o retrógrado con­
tiem po de intervención al com pararlo con el im plante de
tralateral.
endoprótesis.
■ El área de acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ Posee una capacidad lim itada para lim piar grandes placas
■ El uso de heparina durante las intervenciones vasculares es
intraluminales apreciablem ente calcificadas.
una práctica bien establecida.
■ Aunque puede ocurrir una disección con este dispositivo, el
■ La angioplastia se puede realizar sola o junto con otras terapias.
colgajo disecado se puede cortar y retirar.
■ La lesión se franquea con guías de entre 0,014” y 0,035”.
■ Se debe tener cuidado para evitar cortar la placa de manera
■ Para confirm ar la posición intraluminal de la guía se usa una
muy enérgica ya que la perforación del vaso es una com ­
inyección d e contraste.
plicación conocida con este dispositivo.
■ El diám etro del balón de angioplastia se escoge según el diá­
■ Estas técnicas se em plean en un intento de m ejorar las tasas
m etro de un vaso adyacente normal.
de reperm eabilización ante oclusión total crónica o de redu­
■ Se realiza una angiografía de com probación tras la dilatación
cir la longitud de arteria con endoprótesis.
con balón para determ inar si se requiere un tratamiento adi­
■ Aunque se suponía que estos dispositivos iban a reem plazar
cional.
a las angioplastias y endoprótesis, la experiencia ha demos­
■ Implante de endoprótesis, convencionales y de endoprótesis
trado que sirven m ejor com o técnica com plem entaria.
cubiertas: para una correcta dilatación tras el despliegue se
■ Ocasionalmente la aterectomía se puede utilizar com o téc­
recom ienda el em pleo d e balones de alta presión.
nica única sin necesidad de endoprótesis.
■ Es m uy recom endable la predilatación para franquear la oclu­
■ El dispositivo más frecuentem ente em pleado para la aterec­
sión o la estenosis del segm ento fem oropoplíteo fácilmente
tom ía por escisión es Silverhawk.
con los catéteres de liberación de endoprótesis cubiertas.
■ Este dispositivo es una versión m ejorada de las primeras
■ En caso de oclusión crónica total d e algún segm ento del
generaciones de dispositivos de aterectom ía en los que la
vaso, la predilatación es inevitablem ente obligatoria.
cuchilla se coloca contra la placa m ediante angulación de
■ Se recom ienda un solapam iento de aproxim adam ente 1 cm si
la punta del catéter.
fuera im prescindible implantar más d e un dispositivo.
■ Para reducir el riesgo de em bolización distal se pueden seguir
■ A l tratar a los pacientes con enferm edad del segm ento fem o­
los siguientes consejos:
ropoplíteo m ediante endoprótesis cubierta, se debe sopesar
■ Se debe avanzar el catéter con un m ovim ien to lento y uni­
detenidam ente la relación riesgo-beneficio de cubrir los vasos
form e hacia delante durante la escisión de la placa.
colaterales.
■ Se debe evitar el m ovim iento de retroceso mientras se
■ El despliegue de estos dispositivos sobre segmentos largos,
encuentre la cuchilla expuesta.
especialmente sobre los más distales, puede com prom eter el
■ En lesiones estrechas, se debe probar prim ero con una
punto de reentrada de algunos vasos colaterales importantes.
angioplastia con balón pequeño o escisión con un disposi­
■ Crioplastia: el sistema actual em pleado para crioplastia (Polar-
tivo menor, con el fin de dejar un diámetro suficiente para
Cath) es un catéter con b alón capaz de enfriar la superficie
el paso d e dispositivos mayores, lo que evita el salto hacia
entre el balón y la pared arterial hasta -10 °C m ediante la
delante del dispositivo que puede conllevar a la em b oliza­
liberación de óx id o nitroso dentro del balón de dilatación.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ción de la placa.
■ El inflado y la liberación del óxido nitroso es automática y
■ L a ojiva del dispositivo deberá vaciarse con frecuencia,
se regula m ediante una unidad de inflado suministrada junto
sobre todo cuando se hacen escisiones largas.
con los catéteres.
■ Se debe evitar la rotación del catéter durante la escisión.
■ Aterectom ía: en los últimos años se han introducido mejoras
■ Además, com o Silverhawk em plea un ensamblaje m ediante
en la tecnología d e aterectom ía percutánea, que incluyen la
m onorraíl un exceso de rotaciones en una dirección puede
escisión de la placa y la ablación de la placa con láser.
e n volver la guía sobre el catéter, lo que d ebe ser evitado.
■ El láser de excim eros de Spectranetics funciona prim aria­
m ente m ediante la fotoablación de contacto, con virtiendo la
placa y el trom bo en vap or de agua y dióxido de carbono.
■ Las ventajas de los catéteres con láser de excim eros actual
incluyen la capacidad para la ablación de coágulos y placas
C O N T R O V E R S IA S
(reducción de volum en del material aterosclerótico) y la ■ Persiste la controversia sobre el m ejor m étodo de tratamiento,
reperm eabilización de la oclusión crónica total. fundam entalmente por el m otivo de los costes económ icos
■ El láser parece lim piar cualquier trom bo o placa inestable de las endoprótesis u otros dispositivos.
reduciendo, por tanto, el riesgo de em bolia distal tras la ■ La intervención endovascular para tratar las lesiones del
reperm eabilización de la oclusión total crónica m ediante segm ento fem oropoplíteo es un área de investigación y desa­
técnicas de guía hidrófila o de catéter. rrollo m uy activa marcada p or un cam bio rápido.
62 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

■ La com paración entre angioplastia y cirugía derivativa es ■ La fotoablación por láser en malos candidatos a cirugía alcanzó
difícil debido a la relativa escasez de ensayos aleatorizados un flujo directo en el 89% de los miembros; el índice de con­
prospectivos. servación del miem bro entre los supervivientes fue del 93 %.
■ Por lo tanto, la inform ación contenida en este libro, sobre
todo en lo referente a los resultados, es m uy probable que
cam bie en p oco tiem po; se anim a al lector a buscar actuali­
C O M P L IC A C IO N E S
zaciones en la bibliografía actual.
■ Puede haber una perforación de la pared vascular.
■ Em bolia distal; el riesgo d e ém bolos se incrementa en lesio­
nes largas y complejas.
RESULTADO S
■ El éxito técnico de la angioplastia transluminal percutánea
en estenosis de arteria fem oral superficial supera el 95 % en A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
todas las series comunicadas.
Y S E G U IM IE N T O
■ El im plante prim ario de endoprótesis posee m ejor resultado
al compararlo con la angioplastia sola; la angioplastia sola ■ Se mantendrá un tratamiento antitrom bótico y antiagregante
posee lim itaciones, com o la escasa perm eabilidad en lesio­ para evitar la trom bosis aguda y los episodios isquémicos
nes largas o en oclusiones totales crónicas. adversos.
■ Las tasas de perm eabilidad com unicadas para las endopró­
tesis de nitinol fueron del 76 y 60% a 12 y 24 meses, respec­
Lecturas recomendadas
tivam ente, usando criterios convencionales de velocidad en
Hirsch AT, Haskal ZJ, Hertzer NR, et al: ACC/AHA 2005 Practice
m odo dúplex.
Guidelines for the management o f patients with peripheral arterial
■ Viabahn (endoprótesis cubierta) ha logrado una perm eabili­
disease (low er extremity, renal, mesenteric, and abdominal aortic):
dad a 1 y 2 años del 82 y 77% respectivamente, permeabilidad
a collaborative report from the Am erican Association for Vascular
prim aria y secundaria del 57 y 80% tras 3 años y del 45 y Surgery/Society for Vascular Surgery, Society for Cardiovascular
69% tras 5 años Angiography and Interventions, Society for Vascular Medicine and
■ Las oclusiones tempranas de las endoprótesis cubiertas Biology, Society o f Interventional Radiology, and the ACC/AHA
suelen estar provocadas norm alm ente por fallos técnicos Task Force on Practice Guidelines (W riting Committee to Develop
(anticoagulación insuficiente, dilatación incom pleta de la Guidelines for the Management o f Patients W ith Peripheral Arterial
endoprótesis y tamaño excesivo con redundancia de la endo­ Disease): endorsed by the Am erican Association o f Cardiovascular and
prótesis y disecciones inadvertidas). Pulmonary Rehabilitation; National Heart, Lung, and Blood Institute;
Society for Vascular Nursing; TransAtlantic Inter-Society Consensus;
■ N o se han encontrado diferencias estadísticamente signifi­
and Vascular Disease Foundation. Circulation 113:e463-e654,2006.
cativas entre la cirugía y la angioplastia transluminal percu­
M ew issen M W : Stenting in th e fem oropopliteal arterial segment. Tech
tánea en los parámetros de perm eabilidad, supervivencia y Vase ln te rv R a diol 8:146-149, 2005.
conservación de la extremidad. Norgren L, Hiatt W R , et al: Inter-Society Consensus for the
■ La técnica de crioplastia fue exitosa en el 94% de los pacien­ M anagem ent o f Peripheral-Arterial Disease (TASC I I ) . J Vase Surg
tes, con una perm eabilidad del 82% a los 9 meses. 45:1S-68S, 2007.
Revascularización infrapoplítea

D E F IN IC IÓ N : La revascularización es el único método que permite la prevención de la amputación y,


por lo tanto, la prolongación de la vida.

■ De 0,014” para una oclusión calcificada (Cross-it [Abbott],


IN D IC A C IO N E S
interm edia P ilo t [Guidant])
■ Isquem ia crónica crítica de la extremidad ■ Endoprótesis
■ Inperia (Sorin B iom edic), com o se com unicó en el estudio
de Viena (expansible con b a ló n ).
■ Cypher Select (C ordis) ha sido aprobada para su empleo
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
por debajo d e la rodilla (2,25 a 3,5 m m de diámetro; 8 a
■ Contraindicaciones de la revascularización (raras) 33 m m de largo, autoexpansible).
■ Ulceración am plia y gangrena ■ Explorador Prokinetic (B iotronik), recubierto con crom o
■ Pacientes con infección cobalto y pasivo (carbonato de silicio) (2 a 5 m m de diám e­
tro; 8 a 4 0 mm d e largo; expansible con balón).
■ Self-Xpert (A b b ott) (expansible con balón)
IN S T R U M E N T A L ■ Contraste
■ Se prefiere contraste de baja osmolaridad: X enetix 320 o
■ Ecografía Yodixanol.
■ Dúplex color ■ Balón
■ TC ■ Balón de 0,014 o 0,018”
■ Angiografía ■ Balón de 0,035 (dispositivo d e inflado de Bolia [K im la])
■ TC m ultidetector ■ Balón cortante (Boston Scientific) (2 a 4 m m de diámetro,
■ RM 15mm de largo)
■ An giografía por RM
■ Aguja
■ A guja de teflón de 18 G
■ M etálica (para la entrada subíntima) A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Catéter
■ Acceso anterógrado, en función del nivel de bifurcación de la
■ Para ayudar a pasar la lesión: p ig ta il o cobra; algunas
arteria fem oral común.
veces, de m amaria interna.
■ Acceso contralateral y cruzado cuando la arteria femoral
■ Para ayudar a entrar en el orificio de la fem oral superficial:
com ún es corta, en pacientes obesos o cuando la punción
cualquiera con la punta doblada com o el vertebral, in k
anterógrada se considera peligrosa.
(Terum o, M allinckrodt).
■ Con guiado ecográfico; obligatorio cuando se plantea la pun­
■ M inicatéter Bolia (Terum o), catéter de Van A n del para téc­
ción poplítea, recordando la relación de estructuras nerviosas
nica subíntim a (C ook).
a esta altura.
■ Introductor
■ Acceso anterógrado: de 18 cm, de 4 a 5 Fr (Terum o) (hay
quien no usa introductor para la técnica subíntim a).
■ Acceso cruzado: de 5 Fr (C ordis); Destination d e 5 a 6 Fr T É C N IC A
(Terum o); Shuttle-SL flexor (C ook)
■ Guía ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ De reperm eabilización (end olu m in al): recta y m etálica de ■ Se realiza una punción arterial.
0,035 o 0,014” ■ Es obligatorio em plear heparina; se administran por vía
■ De repermeabilización (subíntim a): de 0,035” en J y recta intraarterial entre 3.000 y 5.000 UI, según el peso del paciente
(rígida para algunos casos) (Terum o); recientemente desa­ tras la punción arterial.
rrollada, de rigidez m edia micro-J y convencional (Terumo) ■ Se realiza la inserción del introductor.

P U N T O S CLAVE
> Todos los pacientes deben som eterse a una prueba d iagnóstica de imagen para valorar la posibilidad de
revascularización; el método de referencia sigue siendo la angiografía digital.
■ Solo los pacientes con gangrena o úlcera muy avanzada o en m uy mal estado clínico deberían ser
som etidos a am putación directa,
i La angiografía intraarterial de alta calidad es el único método que permite un correcto estudio anatóm ico
antes de una angioplastia infrapoplítea u otras técnicas endovascuiares.
i Los pacientes diabéticos con úlcera en el pie deben som eterse a exploración radiológica vascular para
detectar cualquier lesión arterial que pueda ser tratable,
i Hasta la fecha, la revascularización es el único m étodo que perm ite la prevención de la am putación y, p o r lo
tanto, la prolongación de la vida.
> Un óptim o tratam iento m édico es crucial y consiste en fárm acos hipolipidem iantes, tratam iento
antiagregante y cese del tabaquism o.
> La terapia génica y con células madre para estim ular la angiogenia se encuentra en estudio.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 63


64 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 1. M u je r
re m itid a p o r __ _______ _______ ________________ _____
diagnóstica; oclu sión de la arteria p oplítea inferior.
Figura 2. M u je r d e 82 añ o s c o n d ia b etes in s u lin o d e p e n d ie n te
re m itid a p o r u n a ú lc e ra e n e l p ie iz q u ie r d o . O clusión de la
arteria p oplítea in ferio r y d el tronco tibioperoneo.

■ Se pasa la lesión con la guía. ■ Tras la intervención, todos los pacientes deben ser tratados
■ Se realiza una angioplastia transluminal percutánea. con ácido acetilsalicílico, clopidogrel o dipiridam ol.
■ Se retira el b alón (con la guía en su sitio) y se realiza una
angiografía de m onitorización.
■ Se retira la guía y se repite la angiografía de m onitorización
en dos proyecciones oblicuas. C O N T R O V E R S IA S
■ En determ inados casos, un inflado prolongado del balón
■ Una de las discusiones más importantes es decidir qué grupo
(3 m in a 3 atm ) puede vencer a una disección grave sin
de pacientes debe someterse prim ero a qué intervención.
im plante d e endoprótesis.
■ Ensayo BASIL: el acceso endovascular se prefiere en pacientes
■ Para repermeabilizar, se com ienza con una guía recta metá­
con esperanza de vid a relativam ente corta y elevado riesgo
lica de 0,035” y se cam bia a una de tipo J o recta en caso de
para la cirugía.
que no se consiga.
■ La am putación debe quedar com o últim a opción y debería
■ La revascularización subíntima: se accede al m uñón en caso
ser analizada caso por caso con un cirujano experto.
de oclusión proxim al o se captura la placa por encim a de la
■ Estrategia de seguim iento por im agen: angiografía por RM,
oclusión.
por TC y de substracción digital.
■ Se entra al espacio subintimal con la punta del catéter, y se
crea un asa con la guía de tipo J, la cual se empuja.
■ Tras la reentrada a la luz verdadera, la guía en J cam bia de
form a y el em puje anterógrado se vu elve más fácil.
■ El inflado del balón debe ser breve; el dispositivo de inflado
RESULTADO S
de Bolia puede ser de utilidad para ahorrar tiempo. ■ Ensayo BASIL: la supervivencia libre de am putación fue del
■ El im plante de endoprótesis está recom endado en el caso del 71 y 52 % a 1 y 3 años respectivamente.
fracaso por grave disección o retroceso tras la angiografía. ■ W agner y Rager (1998): tasa de conservación de la extremi­
■ El balón cortante se puede utilizar para lesiones cortas y dad del 86% a 2 años en un metaanálisis que incluía 1.284
calcificadas. m iembros.
R evascularización in fra p o p líte a

Figura 4. M u je r d e 82 a ñ o s c o n d ia b etes in s u lin o d e p e n d ie n te


r e m itid a p o r un a ú lc e ra e n e l p ie iz q u ie r d o . A n gio grafía tras la
reperm eab ilización con gu ía con ven cional d e la arteria poplítea
in fe rio r y del tronco tibioperoneo.

Figu ra 3. M u je r d e 82 a ñ o s c o n d ia b etes in s u lin o d e p e n d ie n te


r e m itid a p o r un a ú lc e ra e n e l p ie iz q u ie r d o . Resultado tras
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

reperm eab ilización con gu ía m etálica con ven cional de angioplastia


de 0,035” , b alón d e 4 m m e im plan te de endoprótesis en la arteria
p oplítea superior.

■ Registro Cirse-Fire: tasa de conservación de la extremidad del C O M P L IC A C IO N E S


77% a 6 m eses con 390 pacientes.
■ Peeters et al. com unicaron una perm eabilidad clínica (con ■ Se ha com unicado una m ortalidad de entre el 2 y 3% (un
endoprótesis) del 89% y una conservación de la extremidad 2,3% registrado por la Fundación Cirse).
del 100% de las tratadas. ■ Ensayo aleatorizado BASIL: la m ortalidad a 30 días fue del
■ Endoprótesis liberadoras de sirolimús: la supervivencia total 5 % tras la derivación y del 3 % tras la angioplastia.
y la conservación de la extremidad a 6 m eses fueron del 94,4 ■ La tasa de com plicación tras la angioplastia fue del 32% .
y 94% respectivamente en 18 pacientes consecutivos. ■ Las com plicaciones inmediatas más frecuentes son infarto de
■ Calidad de vida: los pacientes que se som etieron a la revascu­ m iocardio e infección de la herida, seguidas de las infeccio­
larización por isquem ia crítica de extremidad han m ejorado nes urinarias y pulm onares.
en vitalidad, estado em ocional, dolor, sueño y motilidad. ■ El fracaso inm ediato de la angioplastia se relaciona con la
■ La angioplastia es m enos cara que la cirugía derivativa a anatom ía de las lesiones, la experiencia local y la capacidad
corto y m edio plazo. de realizar una reperm eabilización subíntima.
66 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y ■ Análisis de sangre en los días 1 o 2 con hem ograma, estudio


de coagulación y concentración d e la creatinina sérica.
S E G U IM IE N T O ■ Un control m ínim o de la función cardíaca debe incluir un
■ Todos los pacientes deben ser considerados com o d e riesgo electrocardiograma, una ecocardiografía de esfu erzo o una
cardiovascular elevado y deben estar con un régim en de man­ gam m agrafía miocárdica y una ecografía dúplex de las arte­
tenim iento de antiagregantes, fármacos hipolipidem iantes e rias carótidas.
inhibidores de la enzim a conversora de angiotensina (IE C A ).
■ O bjetivo a corto plazo: m antener la perm eabilidad de la zona Lecturas recomendadas
tratada y evitar las com plicaciones agudas.
Ad am DJ, Beard JD, Cleveland T, e t al: Bypass versus angioplasty
■ Objetivos a m edio y largo p lazo: proporcionar el p eríodo más in severe ischaemia o f the le g (B A S IL): multicentre, randomised
largo de conservación de la extremidad y evitar los episodios controlled trial. L a n cet 366:1925-1934, 2005.
cardiovasculares. Dorm andy JA: Rutherford RB. M anagem ent o f peripheral arterial
■ El tratamiento del dolor es importante: junto con un anestesista, disease (PAD ). TASC W orking Group. TtansAtlantic Inter-Society
se establecerá un protocolo que consista en analgesia a demanda Consensus (TASC). J Vase Surg 31:S1-S296, 2000.
del paciente, pauta ajustada de morfina u otro método. Norgren L, Hiatt W R , et al: Inter-Society Consensus for the
■ Es m uy im portante el cuidado específico de las heridas para M anagem ent o f Peripheral Arterial Disease (TASC I I ) . J Vase Surg
43(Suppl A ): 1A-116A, 2007.
asegurar la protección del pie (desbridam iento y am putación
local).
Revascularización de la extremidad superior

D E F IN IC IÓ N : Implante endovascular y angioplastia de las arterias de la extremidad superior


estenosadas u ocluidas.

■ Endoprótesis expansibles con balón


IN D IC A C IO N E S ■ Capaces de conseguir de 4 a 10 mm de diám etro y 20 a
■ Isquem ia crónica sintomática de la extremidad superior 40 m m de largo
■ Síndrome del robo de la subclavia desde la arteria vertebral ■ Endoprótesis cubiertas de tamaños similares
sintomático ■ Para el tratamiento de reestenosis o para usos de em ergen­
■ Síndrome del robo de la subclavia desde la arteria coronaria cia ante perforación
sintomático ■ Endoprótesis coronarias de 3, 3,5 y 4 m m (junto con guía de
■ Estenosis u oclusión subclavia asintomáticas y pacientes que 0,014” com patible)
van a som eterse a una derivación de la arteria coronaria con ■ Para el rescate de la arteria vertebral o de la arteria m ama­
injerto de arteria m amaria interna izquierda ria interna izquierda
■ Conservación de un acceso vascular para diálisis u otros usos ■ Contraste no iónico: yodado de 300mg/ml

C O N T R A IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Enferm edad asintom ática (en general, salvo cuando el ■ La enferm edad sintomática es de 8 a 10 veces más frecuente
paciente se vaya a som eter a d erivación de la arteria corona­ en la subclavia izquierda que en la arteria subclavia derecha
ria con injerto con arteria m amaria interna izquierda) o en la braquiocefálica.
■ Insuficiencia renal, aterosclerosis grave del arco aórtico (rela­ ■ La intervención en las arterias braquiocefálica o en la subcla­
tiva) via izqu ierda supone trabajar en la proxim idad de la arteria
carótida común.
■ En general, el acceso femoral conlleva una probabilidad más
elevada de éxito con m enor riesgo de com plicaciones en los
IN S T R U M E N T A L puntos de acceso y de intervención.
■ El acceso braquial debe ser considerado com o prim era opción
■ Introductores de 6 a 9 Fr, de 45 y 90 cm
para aquellos casos con vasos iliofem orales tortuosos o m uy
■ Los introductores deben ser lo suficientemente largos para
afectados y arcos aórticos notablem ente tortuosos.
extenderse por el área de la intervención desde el punto de
■ A m enudo, el acceso braquial sirve tam bién cuando no se
acceso.
consigue el avance anterógrado de la guía desde un acceso
■ Guías hidrófilas recta y angulada
femoral.
■ Las guías hidrófilas rectas o anguladas serán necesarias
para franquear la m ayoría de las oclusiones.
■ Catéteres de diagnóstico d e diversas conform aciones tales
com o el JR4, multiusos, headhunter («c a z a d o r»), de arteria T É C N IC A
m amaria interna izquierda, V TK , Am p latz y Simmons
■ Desde un acceso fem oral o braquial, un catéter JR4 o de ■ Se identifica y se prepara el punto de acceso con un antisép­
arteria m amaria interna izquierda puede ser suficiente tico cutáneo.
para guiarse a través de la lesión estenótica. ■ Se obtiene un acceso vascular.
■ La oclusión, sobre todo cuando se aborda desde el arco, ■ Se selecciona un catéter de diagnóstico según la angulación
puede precisar una ayuda adicional de respaldo com o la que presente y la necesidad d e apoyo coaxial.
permiten los catéteres de tipo V TK , Am platz o Simmons. ■ Se debe, por lo menos, considerar el acceso braquial cuando se
■ Se debe pon er gran cuidado en evitar el desprendimiento quieran emplear catéteres tipo VTK, Am platz o Simmons.
de una placa con estos catéteres de formas tan peligrosas ■ La selección de la guía adecuada puede incluir una guía de
■ Un catéter recto o angulado deslizante con guía de intercam­ transición de 0,018 a 0,035” , una guía W h ole y u otras guías
b io de 0,035” , catéteres con balón atraumáticos, rectos o con metálicas similares para estenosis.
punta en J. ■ El guiado radioscópico con ayuda de road m ap («m ap a de
■ 4 a 10 m m d e diám etro, 2 a 4 cm de largo y 110 cm de lon ­ carreteras» o m apa arterial digital) es im prescindible para
gitud corporal asegurar el paso seguro de la guía más allá de la oclusión.

P U N T O S CLAVE
> La insuficiencia arterial de la extrem idad superior es frecuente en la práctica vascular.
> Los síntomas pueden aparecer com o isquemia cerebral, coronaria o de la extrem idad superior.
i Una arrolladora mayoría d e los casos son por causa aterosclerótica; otras causas son las arteritis
inflam atorias, las disecciones espontáneas y el síndrome del desfiladero torácico.
> La intervención endovascular es el método de elección para la revascularización.
i Existen diferencias clave entre la intervención de la subclavia derecha y la izquierda d ebido a la salida de la
carótida com ún derecha desde el tronco braquiocefálico.
i Se pueden esperar tasas de éxito elevadas y tasas bajas de c om plicaciones si hay buena correlación entre
la selección de los casos y la experiencia.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 67


68 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

Figura 1. R ob o d e la su b c la v ia . Una in yección d e contraste en la Figura 2. R o b o d e la s u b c la v ia . It a s el im plan te de endoprótesis


arteria subclavia izquierda muestra directam ente una estenosis se aliv ia la estenosis.
crítica. Obsérvese la ausencia aparente de la arteria vertebral
debida al flu jo retrógrado sin opaquificar.

Figura 3. R ob o d e la s u b c la v ia . El flu jo anterógrado de la arteria vertebral (flech a s) regresa tras e l im plante d e endoprótesis.

Se debe tener cuidado en evitar la propagación del plano de ■ Existen algunas pruebas de que el im plante de endopróte­
disección bien hacia la arteria vertebral o hacia la aorta. sis directo (es decir, sin dilatar) puede estar asociado a una
Aunque puede ser de utilidad en la revascularización infrain- m enor tasa de reestenosis.
guinal, es preferible evitar el acceso subintimal en la enfer­ ■ En general, las oclusiones deben predilatarse con m odera­
m edad braquiocefálica. ción mediante balones de tamaño inferior al defin itivo e debe
En la enferm edad oclusiva se recom ienda pasar el catéter implantarse prim ariam ente endoprótesis en la m ayoría de
diagnóstico a través de la oclusión una v e z que la guía hidró­ estenosis que no estén m uy calcificadas.
fila se encuentra libre en la luz distal. ■ C om o con las enferm edades de la m ayoría de las ramas aór­
Se retira la guía y se confirm a la localización lum inal aspi­ ticas, la enferm edad de la subclavia se localiza en el orificio
rando sangre e inyectando colorante paulatinamente. o en su proxim idad.
Se coloca la guía d e largo de intercambio. ■ Esta enferm edad com prende la arteria subclavia derecha,
La predilatación em ite una visibilidad mejor, pero incurre en donde la lesión típicam ente se encuentra en la bifurcación
el riesgo de em bolia de la arteria vertebral. braquiocefálica.
Revascularización de la e xtrem idad sup e rio r

■ Estas lesiones poseen un elevado grado de resistencia a la ■ En los pacientes con seguim iento hasta 10 años, se ha com u­
dilatación y un posterior retroceso; p or lo tanto, se prefieren nicado una tasa de éxito del 93% , el 8 % de reestenosis y solo
las endoprótesis expansibles con balón. una com plicación principal.
■ Cuando se posiciona la endoprótesis, es im portante una ■ El 6 % más de los pacientes posee reestenosis de entre el 50 y
cobertura com pleta de la lesión. 70% asintomáticas.
■ D ebe evitarse atravesar el orificio de la arteria carótida común
izquierda, de la m amaria interna o de la vertebral.
■ Es posible que ni la arteria vertebral ni la mamaria sean visi­
bles. C O M P L IC A C IO N E S
■ Si alguno de esos orificios se encuentran com prometidos,
■ Las tasas de com plicaciones principales para las intervencio­
se debe considerar una angioplastia de rescate con o sin
nes en vasos no carotídeos del arco han sido uniform em ente
im plante de una endoprótesis de tam año similar a las arte­
bajas, oscilando entre el 0 y 1%.
rias coronarias.
■ La m ayoría son problem as neurológicos que probablem ente
■ En caso d e com prom iso del orificio de la arteria subclavia
aparecen tan a m enudo por la em bolia del arco com o por el
derecha, se considerará colocar una guía adicional en la arte­
lugar de la intervención.
ria carótida com ún derecha proximal.
■ Otras complicaciones infrecuentes son los accidentes isquémi­
■ El riesgo d e migración de la endoprótesis puede ser reducido
cos transitorios, la em bolización distal hacia el brazo, la hem o­
mediante el avance de un dilatador y de un introductor a
rragia significativa y la perforación del vaso (todos < 1 % ).
través d e la lesión antes de avanzar la endoprótesis.
■ Las com plicaciones m enores, comunes a las intervenciones
■ De esta manera, la endoprótesis se puede im plantar mientras
endovascuiares, son hem orragia del punto de acceso, infec­
aún se encuentra protegida dentro del introductor.
ción, reacción al contraste y em bolia de colesterol.
■ Se retira el introductor y se despliega la endoprótesis.
■ Tras el despliegue de la endoprótesis, se realiza otra angio­
grafía para valorar el tamaño óptim o y las com plicaciones
potenciales. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Si fuera precisa, se puede realizar una posdilatación que pro­
Y S E G U IM IE N T O
cure no superar en más d e 1:1 la proporción del tamaño del
b alón frente al del vaso. ■ Se logra antiagregación a largo p lazo con ácido acetilsalicí­
lico, clopidogrel o ambos.
■ Es necesaria una m odificación intensiva de los factores de
riesgo: abandono del tabaquismo y tratamiento con estatinas
C O N T R O V E R S IA S en todos los pacientes.
■ D ebe prestarse una im portante atención a la evaluación coro­
Predilatar o implantar una endoprótesis de entrada naria y carotídea ya que la enferm edad d e los vasos del arco
■ Las ventajas de la predilatación son la m ejor visualization es un m arcador de aterosclerosis avanzada.
del punto de aterrizaje de una endoprótesis, que se prueba ■ Se recom ienda realizar un seguim iento m ediante ecografía
la distensibilidad y, en tercer lugar, la capacidad para m edir no invasiva de las endoprótesis en la circulación braquioce-
visualm ente el tamaño del balón. fálica durante al menos 2 años.
■ Las desventajas d e la predilatación son la posibilidad de
propagar la disección y que, teóricam ente, se puede aliviar Lecturas recomendadas
tanto el gradiente subclavio que se restaure el flujo vertebral
Am ann-Vestí BR, Koppensteiner R, Rainoni L, et al: Im m ediate and
anterógrado con un incremento del riesgo de em bolia verte­
Long-Term Outcom e o f Upper Extremity Balloon A n gioplasty in
bral.
Giant Cell Arteritis. J Endovasc T h er 10:371-375, 2003.
■ D ebe realizarse un em pleo profiláctico del im plante de DeVries JP, Jager LC, VandenBerg JC, et al: Durability o f Percutaneous
endoprótesis en la arteria subclavia para el uso de la arteria Transluminal A n gioplasty fo r Obstructive Lesions o f Proxim al
mamaria interna y la subsiguiente cirugía derivativa. Subclavian Artery: Long-Term Results. J Vase Surg 41:19-23, 2005.
■ Este es un acceso para tratar lesiones graves, pero asintomá- Fields W S, Lem ak N A : Joint Study o f Extracranial Arterial Occlusion:
ticas. VH, Subclavian Steal— A Review o f 168 Cases. J A M A 222:1139-
1143, 1972.
Gray BH: Endovascular Treatment o f Peripheral Arterial Disease.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

J A m Osteopath Assoc 100(20 Suppl pt 2 ): S15-S20, 2000.


Hadjipetrou P, Cox S, Piem on te T, Eisenhauer A: Percutaneous
RESULTADO S Revascularization o f Atherosclerotic Obstruction o f A ortic Arch
Vessels. Com m ent in . J A m C oll C ardiol 33:1246-1247, 1999.
■ El éxito clínico inicial se observa generalm ente en casi el Keshava SN, Falk A : Revascularization o f A ortic Arch Branches
100% de las lesiones estenóticas y entre el 60 y 100% de las and Visceral Arteries Using M inim ally Invasive Endovascular
oclusiones. Techniques. M t Sina i J M e d 70:401-409, 2003.
■ Sin duda, algunos de estos resultados son consecuencia del Olsen CO, Dunton RF, M aggs PR, Lahey SJ: R eview o f
paso del tiem po, con un éxito incrementado con las mejoras Coronary-Subclavian Steal Follow in g Internal M am m ary
tecnológicas, sobre todo con la aparición de las guías hidró- Artery-Coronary Artery Bypass Surgery. Com m ent in. A n n Thorac
filas. Surg 46:675-678, 1989.
Phatouros CC, Higashida RT, M alek A M , et al: Endovascular
■ Entre los estudios recientes, las diferencias en el éxito reflejan
Treatment o f Noncarotid Extracranial Cerebrovascular Disease.
probablem ente las diferencias de la experiencia del m édico y
N eurosurg C lin N o rth A m 11:331-350, 2000.
tam bién de la selección de los pacientes. W esterband A , Rodrigu ez JA, Ramaiah VG, Diethrich EB:
■ La perm eabilidad prim aria al año se observa en entre el 91 y Endovascular Therapy in Prevention and M anagem ent o f
100% de los casos, descendiendo a entre el 82 y 86 % a los Coronary-Subclavian Steal. J Vase Surg 38:699-703, 2003.
3 años y hasta el 77% a los 5 años. discussion 704.
Tratamiento de la enfermedad arterial
oclusiva de la extremidad superior

D E F IN IC IÓ N : La evaluación de la extremidad superior, que comprende el examen clínico, la serología,


los estudios vasculares no invasivos y la angiografía están indicadas en todo paciente con claudicación
del brazo, dolor en reposo, úlceras vasculares, gangrena y síndrome de Raynaud.

extienden hasta el m argen lateral del redondo m enor deno­


IN D IC A C IO N E S m inándose arterias braquiales a partir de ese punto.
■ Pacientes con claudicación braquial, d olor en reposo, úlceras ■ Las ramas de la arteria axilar com prenden las arterias toráci­
vasculares, gangrena o síndrom e de Raynaud cas superior y lateral, toracoacromial, subescapular, circun­
■ Isquem ia de la extremidad superior de nueva aparición fleja escapular y circunfleja humeral.
■ En presencia de estenosis u oclusión, muchas ramas de las
arterias subclavia y axilar son potenciales caminos colatera­
les.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La arteria braquial tien e a la braquial p rofunda com o
■ Las coagulopatías no controlables son contraindicaciones p rim era ram a en la p orción superior del b ra zo y p rop or­
absolutas para las intervenciones angiográficas, sobre todo si cion a ramas colaterales alreded or del c od o; term in a en las
se contem pla la posibilidad d e administrar trombolíticos. arterias radial, cubital e interósea, en la articulación del
■ Las contraindicaciones relativas son la insuficiencia renal y codo.
la infección en el punto d e punción. ■ Las arterias radiales y cubitales descienden por el antebrazo
para form ar los arcos palmares superficial y profundo, pro­
porcionando aporte sanguíneo a la mano.
■ El arco palm ar profundo es más proxim al y posee com o prin­
IN S T R U M E N T A L cipal aporte la arteria radial; p or su parte, el arco palmar
■ Introductor d e 5 a 6 Fr superficial es más distal y posee com o principal aporte la
■ Guía hidrófila angulada arteria cubital.
■ Catéter p ig ta il, Hinck, D avis-T y Simmons ■ Dentro de la m ano, cada pareja formada por una arteria
■ Sistema m icrocatéter Progreat m etacarpiana palm ar y una digital palm ar común, originadas
■ Balón de angioplastia (6 a 10 m m de diám etro) desde cada arco, se unen en los espacios interdigitales para
■ Endoprótesis autoexpansible o expansible con balón form ar las arterias digitales palm ares propias, que proporcio­
■ Las endoprótesis expansibles con balón deben ser utiliza­ nan el aporte a los dedos.
das para las estenosis que abarquen los orígenes de las ■ La arteria radial proporciona aporte al pulgar (arteria prin­
arterias braquiocefálica o subclavia, ya que se pueden des­ cipal del pulgar) y al segundo dedo, mientras que la arteria
p legar con m ayor precisión. cubital proporciona aporte a los dedos cuarto y quinto; el
■ Las endoprótesis autoexpansibles se pueden utilizar en las tercer dedo posee un aporte arterial variable.
porciones más periféricas de estos vasos.
■ Dispositivo de trom bectom ía mecánica o catéter de trom bec­
tom ía con balón liberador de fármaco
T É C N IC A
■ M edicación anticoagulante, trom bolítica y antiespasmódica
■ Contraste no iónico ■ Antes de realizar una angiografía de la extremidad superior,
■ Yodado, 300mg/ml se debe com probar la existencia de pulsos axilar, braquial,
radial y cubital.
■ Se deben apuntar las m ediciones de presión arterial bilate­
ral.
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ El área de acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ L a irrigación arterial de la extrem idad superior tiene su ■ Para realizar una aortografía del arco, debe colocarse un
origen en las arterias subclavias; las ramas de las arterias catéter de tipo p ig ta il de 5 Fr justo proxim al a la salida de la
subclavias son la vertebral, la m amaria interna, el tronco arteria braquiocefálica.
tirocervical, el tronco costicervical y las arterias intercosta­ ■ La proyección oblicua anterior derecha mostrará la bifurca­
les supremas. ción de la arteria braquiocefálica, mientras que la oblicua
■ Los vasos subclavios se denom inan arterias axilares cuando anterior izquierda se requiere para mostrar los orígenes de
alcanzan el borde lateral de la clavícula; estas arterias se las arterias carótida com ún y subclavia izquierdas.

P U N T O S CLAVE
i La enfermedad arterial de la extrem idad superior no es frecuente,
i Se afectan más los vasos de pequeño calibre.
i Puede ser la manifestación de una enfermedad sistém ica o de una em bolia a distancia,
i Las técnicas que sirven para la extrem idad inferior tam bién sirven para el brazo,
i El espasmo aparece más frecuentem ente en la extrem idad superior que en la inferior.

70 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la enferm edad a rte ria l oclu siva de la e xtrem idad sup e rio r

Figu ra 1. L a a n g io g r a fía d e la p a rte s u p e rio r d e l b ra z o


iz q u ie rd o , r e a liz a d a d es d e u n c a té te r s u b c la v io iz q u ie rd o ,
m u es tra un a e n fe rm e d a d d ifu sa c o n o c lu s ió n d e la a r te ria
b ra q u ia l p ro fu n d a . N o se dispone d e venas para realizar una Figura 2. Se h a in te n ta d o r e a liz a r un a a n g io p la s tia re tró g ra d a
s u b in tim a l d es d e a rrib a , p ero esta in te rv e n c ió n n o h a te n id o
derivación . Se ha conseguido un segundo acceso p or la arteria
é x it o . Se re alizó otro in tento desde el c od o con am bos catéteres en
braquial con otro catéter en el codo.
la posición mostrada.

a 3. La angioplastia subintim al desde el codo ha concluido


m a lu z irregu lar pero p erm eable y con buen flujo.

Figura 4. El resultado fin a l tras angioplastia con un balón de 10 cm


d e largo y 5 m m de diám etro demuestra una lu z am pliam ente
perm eable; sin em bargo la perfusión de la m ano resultó deficiente.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Una inyección con dispositivo m otorizado de aproximada­ ■ Para radiografiar los vasos subclavios y axilares, la punta del
m ente 30 m l a 20ml/s debería ser suficiente para visualizar catéter se posiciona distal al origen de la arteria vertebral.
estos vasos. ■ Se puede em plear una guía angulada para avanzar el catéter
■ D ebe haber un solapam iento de las im ágenes para que los por la arteria axilar proxim al, donde se realizará una angio­
vasos se observen p or com pleto y se eviten errores, puesto grafía para evaluar la arteria braquial.
que la descripción anatóm ica clásica de las arterias más ■ El catéter no se debe colocar en la arteria braquial antes de
proxim ales de la extremidad superior presenta variaciones, este m om ento; de lo contrario se podrían pasar por alto una
sobre todo en los orígenes de sus ramas. salida alta de las arterias radial o cubital, así com o una placa
■ Para el cateterism o selectivo d e las arterias subclavias se proxim al, que puede ser una fuente de em bolia distal.
debe utilizar un catéter angulado de 5 Fr, com o el Hinck o ■ Para observar los vasos de la extremidad superior basta con
el Davis, junto con una guía en J larga o una guía hidrófila entre 12 y 16 m i de contraste no ión ico a una velocidad de 5 a
angulada. 8 ml/s con angiografías solapadas.
■ Si los grandes vasos aparecen form ando un ángulo agudo ■ La angiografía de los vasos del antebrazo y de la mano se
desde el arco, puede ser im prescindible utilizar un catéter realiza con el catéter en la mitad de la arteria braquial con la
preform a do com o el Sim m ons-1 o -2. m ano en posición anatómica.
72 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

■ La vasodilatación, con toallas calientes o con vasodilatadores


C O M P L IC A C IO N E S
(p. ej. 25 m g de tolazolin a) pueden ser imprescindibles para
obtener las m ejores vistas de los vasos digitales. ■ Las principales com plicaciones com prenden las asociadas
■ El cateterism o selectivo de los vasos del antebrazo se puede con la angiografía en general, tales com o el hem atom a en
conseguir con microcatéteres y guías para disminuir el riesgo el sitio d e la punción, la form ación de seudoaneurismas, la
de espasmo. disección, la fístula arteriovenosa, etc.
■ El vasoespasmo se puede tratar con bolos de 100 m g de nitro­ ■ La tasa aceptable de estos efectos adversos para una punción
glicerina. de la arteria fem oral oscila entre el 0,2 y 0,5% .
■ Si se identifica la lesión, se puede tratar con angioplastia o ■ Las com plicaciones específicam ente asociadas con un acceso
colocando una endoprótesis cuando proceda. braquial com prenden el vasoespasmo, la lesión nerviosa y el
■ Precaución: debido al riesgo de fractura, las endoprótesis no riesgo de ictus debido a que el catéter atraviesa el origen de
deben ser colocadas dentro de la arteria subclavia cuando los grandes vasos.
pasa detrás de la clavícula o de la prim era costilla. ■ La incidencia total d e com plicaciones, incluidas las hemo-
rrágicas, neurológicas y oclusivas, tiende a ser superior en la
punción braquial que en la femoral.
■ Si se ocluye el sitio de punción braquial, trátese com o una
C O N T R O V E R S IA S sim ple reparación arterial; extraiga rápidamente el trombo
tras la intervención.
■ La angiografía invasiva puede estar lim itada a la que se
realice durante la intervención definitiva, tanto si se practica
una angioplastia com o un im plante de endoprótesis o trom-
bólisis. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Resulta polém ico el uso de angioplastia o el im plante de una
endoprótesis frente a las técnicas de reconstrucción quirúr­ Y S E G U IM IE N T O
gica en ciertas lesiones, en particular en aquellas secundarias ■ Se aplican los cuidados habituales tras una intervención de
a radioterapia. angiografía fem oral o braquial.
■ El pulso radial debe ser anotado en la anamnesis antes de la
retirada del acceso.
■ Se deben realizar y anotar en la anamnesis los exámenes
RESULTADO S neurovasculares regulares y, en el caso de punciones femora­
les, se registrará que se ha guardado reposo durante 4h.
■ La m ayoría d e las intervenciones percutáneas en el sistema
■ El paciente podrá cam inar antes si se ha utilizado un dis­
arterial de la extrem idad superior para el tratam iento d e la
positivo de cierre o si sólo se ha realizado una punción bra­
oclusión crónica son angioplastias o im plantes de endo­
quial.
prótesis para la estenosis de arteria braquiocefálica o sub­
■ Si el paciente es am bulatorio se recomienda un vendaje en
clavia.
cabestrillo triangular para restringir el uso del vaso puncio-
■ La tasa de éxito técnico de la angioplastia y del implante
nado.
de endoprótesis en esta región se encuentra por encim a del
■ A la m ayoría de los pacientes se les puede dar el alta dom i­
9 0% , con una tasa de com plicaciones inferior al 1%.
ciliaria el m ism o día de la intervención; puede que algunos
■ Si la m ano es viab le se puede realizar una trom bólisis diri­
requieran anticoagulación tras la intervención en función de
gida con un catéter convencional de 5 Fr o con un micro-
los hallazgos y tratamientos angiográficos.
catéter desde un acceso braquial o fem oral con resultados
excelentes.
■ Los dispositivos m ecánicos de trom bectom ía se pueden des­ Lecturas recomendadas
plegar con precaución en vasos más proximales. Edwards JM , Porter JM: Upper extrem ity arterial disease: etiologic
■ Si la fuente d e em b o lización p ro vien e de una placa ate- considerations and differential diagnosis. Sem in Vase Surg 11(2):
rosclerótica proxim al, esta lesión d ebe ser tratada d efin i­ 60-66, 1998.
tivam ente b ien con angioplastia o b ien con im plante de Kaufman JA, Lee MJ: Vascular and Interven tion a l Radiology: The
endoprótesis. Requisites. St. Louis, 2003, Mosby.
Ablación endovascular con láser

D E F IN IC IÓ N : El láser endovascular sirve para reducir parcialmente el material aterosclerótico


con el fin de repermeabilizar un vaso estenosado.

■ Acceso anterógrado, retrógrado o cruzado para las arterias


IN D IC A C IO N E S infrainguinales e infrapoplíteas
■ Oclusiones y estenosis graves, cuando una reducción de ■ Acceso contralateral, con la subsiguiente reperm eabilización
volum en del material aterosclerótico antes de la angioplastia cruzada del acceso convencional d e la oclusión, para reper­
pueda ser de utilidad m eabilizar oclusiones largas de la arteria fem oral superficial
■ Isquem ia crítica de una extremidad con enferm edad ateros-
clerótica en múltiples localizaciones
■ Claudicación o isquem ia crónica crítica de una extremidad T É C N IC A
en los estadios 2, 3 y 4 de Rutherford
■ Se punciona la arteria fem oral com ún previa infiltración con
■ Síntomas persistentes durante > 6 meses
anestésico local.
■ Distancia cam inando entre 100 a 300 m, con calidad de vida
■ Según la localización de la lesión, se elige un acceso anteró­
notablem ente reducida
grado, retrógrado o cruzado.
■ Estenosis subtotal única o m últiple y oclusiones en arterias
■ Dependiendo del vaso a tratar y del tamaño del catéter láser,
ilíacas, fem orales y poplíteas, con segm ento vascular de
se colocará un introductor de 6 a 8 Fr.
conexión aceptable y suficiente flujo colateral
■ Se com prueba la condición aterosclerótica con angiografía
■ Oclusiones largas > 2 0 cm
intraarterial con substracción digital.
■ Se inserta el catéter láser sobre la guía y se coloca proxim al
a la lesión.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Si se desea, puede visualizarse el avance del catéter con
■ N o existen contraindicaciones específicas para la angioplas­ ayuda de una radioscopia o em pleando la técnica road map
tia m ediante láser. («m ap a de carreteras» o m apa arterial d igita l).
■ D eben considerarse las contraindicaciones generales de la ■ Se avanza el catéter láser activado apenas los prim eros m ilí­
reperm eabilización percutánea. metros de la oclusión sin la guía.
■ N o se debe avanzar el catéter láser > 1 m m, que es la distan­
cia requerida para la ablación m áxim a del tejido objetivo.
IN S T R U M E N T A L ■ Según la morfología de la lesión, se pueden aplicar dos técnicas
láser: la técnica sobre la guía y la técnica paso a paso (v. más
■ Láser adelante).
■ Sistema láser de excimeros (p. ej., CVX 300, Spectranetics) ■ El láser debe lavarse continuamente con suero fisiológico.
■ Catéter con láser ■ Tras em plear el contraste y antes de aplicar el láser, se lavan
■ Sistemas sobre la guía bien el vaso y el catéter.
■ Catéteres de intercam bio rápido ■ Según la m edicación anticoagulante administrada profilác­
■ Tamaños disponibles: diámetro externo de la punta del ticamente y el estado de coagulación del paciente, habrá de
catéter de 0,9 a 2,5 mm administrarse heparina (5.000 a 10.000 U I) antes, durante y
■ Introductor después de la intervención.
■ Catéter ■ Se realizarán múltiples pases sobre la lesión con el catéter láser
■ De angioplastia transluminal percutánea para asegurar una ablación completa sin causar lesión parietal.
■ Guía ■ La posición del láser se puede controlar con su punta radiopaca
o con las imágenes obtenidas a través de la técnica road map.
■ Se pasa el láser repetidam ente m oviend o el catéter hacia
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O adelante y atrás.
■ La reperm eabilización finaliza con éxito cuando se vu elve a
■ Acceso cruzado de la arteria ilíaca externa entrar en la arteria nativa.
■ Acceso bilateral ante oclusión de la arteria ilíaca com ún o de ■ Si fuera necesario, se realizará una dilatación posterior usando
ambas arterias, la ilíaca com ún y la externa un balón para tratar estenosis residuales o disecciones menores.

P U N T O S CLAVE
i Se puede realizar una revascularización segura de oclusiones largas cuando el paso inicial de la oclusión no
es técnicam ente franqueable con una guía.
> La reperm eabilización m ediante láser de excim eros consiste en una fotoablación del material aterosclerótico
con luz UV.
> Los principales vasos a tra ta r comprenden, entre o tros territorios vasculares, las arterias ilíacas,
infrainguinales y poplíteas.
i La aplicación más im portante es reducir el efecto de enfermedad vascular difusa periférica asociada a
isquem ia crítica de una extrem idad.
i El sistem a de láser d e excim eros funciona bien para la ablación de placas lipídicas, enfermedad del injerto
de vena safena, placa calcificada, placa fibrótica e hiperplasia neointimal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 73


74 INTERVENCIONES VASCULARES |ANGIOPLASTIA-REVASCULARIZACIÚN

Figura 1. La an giografía intraarterial con substracción digital F igu ra 2. La an giografía intraarterial con substracción digital
en proyección oblicua (20 grados) muestra una oclusión en p royección oblicua (20 grados) muestra una oclusión
larga de la arteria fem oral superficial izqu ierd a con una larga de la arteria fem oral superficial izquierda con una
longitu d total de 25 cm y un m u ñón arterial proxim al aún longitu d total de 25 cm y un m u ñón arterial p roxim al aún
perm eable. perm eable.

Técnica sobre la guia ■ La angioplastia m ediante láser de excim eros en obstruccio­


■ La técnica sobre la g u ía se utiliza en oclusiones largas que, nes largas es costosa en tiem po y dinero.
inicialm ente, se pueden franquear con la guía.
■ Tras asegurar la posición intraluminal de la guía, el láser
puede avanzar p or esta d e form a segura.
RESULTADO S
Técnica paso a paso ■ El resultado más importante es el efecto de reducción de volu­
■ L a técnica paso a paso perm ite tratar lesiones que de otra m en del material aterosclerótico en la enfermedad vascular
manera no se podrían tratar al no p od er ser franqueadas con difusa periférica asociada a isquemia crítica de la extremidad.
una guía. ■ La tasa de rescate es del 93 % del total de extremidades trata­
■ Con el láser activado, se avanza el catéter de manera escalo­ das.
nada durante una corta distancia sin la guía, la cual se pasa ■ Se pudo establecer flujo directo hasta el pie en el 89% del
posteriormente. total de extremidades tratadas.
■ Se atraviesan los últim os 2 cm de la obstrucción sólo con la
guía antes de utilizar el láser.

C O M P L IC A C IO N E S
C O N T R O V E R S IA S ■ La disección significativa o el vasoespasm o asintomático
ocurren con una incidencia aproxim ada del 2 % .
■ Los estudios realizados en las décadas de los ochenta y los ■ Aproxim adam ente en el 1% de los pacientes pueden darse
noventa obtuvieron m alos resultados debido a la inapropiada una m ínim a hem orragia en el punto de punción y trom boem-
selección del láser y las imprecisas técnicas existentes. bolias.
Ablació n e n d o va sc u la r con láser

Figu ra 3. La an giografía in traarterial con substracción


digital tras una exitosa reperm eabilización p o r lá ser paso a F igura 4. La angiografía tras angioplastia transluminal
paso (catéter de láser F7, cuatro pasos) presenta un buen percutánea adicional (tam año d el balón 5/80 m m )
conducto para el láser con cierta estenosis residual en la demuestra un buen resultado d e la intervención.
arteria fem oral superficial distal.

■ La perforación o ruptura del vaso se p rovoca más frecuen­ Das T: Optim al therapeutic approaches to fem oropopliteal artery
tem ente por la m anipulación con la guía que por la propia intervention. Catheter Cardiovasc Inte rv 63:21-30, 2004.
reperm eabilización con el láser. Laird JR: Limitations o f percutaneous transluminal angioplasty and
stenting for th e treatment o f disease o f the superficial femoral and
popliteal arteries. J Endovasc T h er 13(Suppl 2): II30-II40, 2006.
Leung DA, Spinosa DJ, Hagspiel KD, et al: Selection o f stents for
treating iliac arterial occlusive disease. J Vase Inte rv Radiol
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

14(2 pt 1): 137-152, 2003.


Y S E G U IM IE N T O Lyden SP, Shimshak T M : Contemporary endovascular treatment for
disease o f the superficial femoral and popliteal arteries: an integrated
■ Postintervención: se recom iendan 100mg/día de ácido acetil­ device-based strategy. J Endovasc Ther 13(Suppl 2): II41-II51, 2006.
salicílico oral de p or vid a y 75 mg/día de clopidogrel durante M uhs BE, Gagne PJ, M aldonado T, Sheehan P: M inim ally in vasive
1 mes. revascularization strategies fo r chronic lo w e r lim b ischemia. In t J
■ En caso de que haya un im plante de endoprótesis adicional, Lo w E x trem W ounds 5 (1 ): 35-39, 2006.
N orgren L, Hiatt W R , Dorm andy JA, et al: Inter-Society Consensus for
se requerirá además una dosis de 300 m g de clopidogrel.
the M anagem ent o f Peripheral A rterial Disease (TASC I I ) . J Vase
■ La reperm eabilización de las arterias fem oral superficial y
Surg 45 (Suppl): 5-67, 2007.
poplítea requiere un seguim iento clínico. Ruef J, Hofm ann M , Haase J: Endovascular interventions in iliac and
■ El objetivo es repetir la intervención en un tiem po apropiado infrainguinal occlusive artery disease. J Interv Cardiol 17:427-435,
en caso d e reestenosis o reoclusión. 2004.
Tepe G, Schmehl J, H eller S, et al: Superficial fem oral artery: current
treatment options. E u r R adiol 16:1316-1322, 2006.
Lecturas recomendadas W iesin ger B, H eller S, Schmehl J, et al: Percutaneous vascular
Bates M C, Aburahm a AF: A n update on endovascular therapy o f the interventions in the superficial fem oral artery: a review. M in erva
lo w er extremities. J En dova sc T h er ll(S u p p l 2 ): II107-II127, 2004. C ardioangiol 54:83-93, 2006.
MALFORMACIONES VASCULARES
Tratamiento de las malformaciones
arteriovenosas

■ Para angiografía y cateterism o bajo guiado radioscópico


IN D IC A C IO N E S ■ An giografía p or RM
■ Masa sintomática, dolor, hem orragia, isquem ia, trastorno del ■ Para el diagnóstico y la evaluación de fístulas
crecim iento, estado cardíaco de alto gasto

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Las m alform aciones arteriovenosas son lesiones congénitas
■ A lergia a alguno d e los em bólicos habituales que aparecen por un fallo focal en la diferenciación vascu­
lar.
■ El estudio diagnóstico de elección para mostrar estas lesiones
es la RM ; en im ágenes en T2 aparecen en hiperseñal.
IN S T R U M E N T A L ■ Las lesiones se pueden abordar transarterialmente o con
punción directa.
■ Catéter selectivo
■ Independientem ente de su acceso, el objetivo es la oclusión
■ Cobra, SOS, Sim mons, etc.
del lecho de la m alformación.
■ M icrocatéter
■ Renegade, Tracker, Transit, etc.
■ Guía
■ Guía deslizante, convencional, de intercam bio, etc. T E C N IC A
■ Introductor y catéter guía
■ M aterial específico para ciertos agentes ■ Las m alform acion es arterioven osas d e alto flu jo requieren
■ El N-butil-2-cianoacrilato requiere una preparación y ais­ de la elim in ación del sum idero de baja p resión o lecho
lam iento en un m edio no iónico, com o dextrosa al 5 % en que estim ula la rec id iv a m ed ian te la in co rp oración de
agua, jeringas especiales, etc. colaterales.
■ A guja con introductor ■ La oclusión proxim al de los vasos de nutrición más que no
■ D e 20 a 22 G resolver nada, lo em peora, porque conlleva la inm ediata
■ Angiocath o similar incorporación d e colaterales y la recidiva de la lesión.
■ Jeringa pequeña ■ La em bolización proxim al de los vasos de nutrición con espi­
■ De 3 y 1 mi rales u otros dispositivos equivale a la ligadura proxim al y no
■ Tlibo de conexión corto debe realizarse.
■ D e tipo hep-lock ■ Las partículas o m icroesferas proporcionan solo resultados
■ Esclerosante temporales; la recidiva se desarrolla en semanas o meses.
■ A lcoh ol, sotradecol, polidocanol, etc. ■ Los agentes líquidos son la solución ideal para el problem a
■ L lave de paso de tres vías de la penetración en el lecho y su oclusión.
■ Para la preparación del agente com o espuma ■ Cuando los agentes se em plean intraarterialm ente deben
■ Sotradecol inyectarse supraselectivam ente en los vasos que conducen
■ Opaquificante solo al lecho de la lesión, si no pueden dañar seriamente
■ Etiodol, contraste hidrosoluble otros tejidos.
■ Torniquete autom ático o m anguito de presión arterial ■ Si em p lea alcoh ol, lim ite el volu m en d e esclerosante
■ Colágeno inyectad o según el p eso corp oral, con una dosis m áxim a
■ Equipo de radioscopia de 0,5 ml/kg.

P U N T O S CLAVE
i El diagnóstico correcto es la clave del tratam iento: el intervencionista debe aprender la variabilidad de estas
patologías y su evolución natural,
i Las m alform aciones vasculares son lesiones congénitas habitualm ente esporádicas, sin antecedente
familiar; crecen con el paciente y ja m ás involucionan espontáneamente,
i Las m alform aciones arteriovenosas de alto flujo pueden provocar isquemia distal, hipertensión venosa,
hemorragia y, en raras ocasiones, estados de alto gasto,
i El tratam iento de las lesiones de alto flujo debe estar dirigido a reducir o eliminar el lecho; la oclusión
proximal de los vasos nutricios es inefectiva o contraproducente,
i El tratam iento de las lesiones de alto flujo im plica el cateterism o supraselectivo y la em bolización con
adhesivos, m oldeadores o tóxicos tisulares.

76 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de las m a lfo rm a cio n e s a rteriovenosas

Figura 2. E m b o liz a c ió n de u n a m a lfo rm a c ió n a r te rio v e n o s a


p é lv ic a iz q u ie r d a c o n e l a d h e s iv o N -b u til-2 -c ian o ac rilato .
La an giografía in icial muestra una lesión típica de alto flu jo con
aporte de ramas hipogástricas izquierdas.
Figu ra 1. E l a lc o h o l a b s o lu to e s u n e m b o liz a n te e fic a z , p e ro su
e x tre m a to x ic id a d tis u la r re p res en ta u n r ie s g o c on s id e ra b le .
Esta m u jer de 34 años se som etió a una e m b o lización p o r alcohol
de una m alform ación arteriovenosa p élv ica derecha. La angiografía
postem b olización aparenta m ejoría; sin em bargo, m ás adelante
se com plicó con p erforación cólica, esfacelación d el p erin é y
espasticidad d e la pierna derecha.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. E m b o liz a c ió n d e un a m a lfo rm a c ió n a r te rio v e n o s a


p é lv ic a iz q u ie rd a c o n e l a d h e s iv o N -b u til-2 -c ia n o a c rila to .
Radiografía sim ple tras la e m bolización de las ramas nutrientes
con N-butil-2-cianoacrilato m ediante una técnica con microcatéter.
Figura 4. E m b o liz a c ió n de u n a m a lfo rm a c ió n a r te rio v e n o s a
p é lv ic a iz q u ie r d a c o n e l a d h e s iv o N -b u til-2 -c ian o ac rilato .
A n gio grafía postem b olización qu e muestra una p osterior falta de
repleción d e la lesión y la conservación de ramas sanas.
78 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

■ Es esencial realizar cuidadosas pruebas de inyección de con­ ■ Una gran m ayoría de los pacientes requiere de múltiples
traste antes y después de la inyección de alcohol para asegu­ tratamientos, entre el 2 y el 10% , en un período de tiem po
rar una correcta distribución del agente y la p revención del com prendido entre m eses y años.
reflujo.
■ Los adhesivos acrílicos líquidos se em plean a través de un
microcatéter e incluso a través de agujas de 22 G para usos
de punción directa. C O M P L IC A C IO N E S
■ El N-butil-2-cianoacrilato se p olim eriza instantáneamente
■ Las tasas de com plicación documentadas oscilan entre el 3 y
al contacto con m edio iónico, lo que com prende el suero
20%.
fisiológico, el contraste, la sangre y los tejidos.
■ Es posible la em bolia pulmonar.
■ El N-butil-2-cianoacrilato se usa norm alm ente com binado
■ Otras com plicaciones son la em bolia de tejido no deseado, la
con el etiodol.
isquem ia por em bolización excesiva, la em bolia pulm onar, el
■ Las proporciones d e aceite y acrílico se pueden m odificar
ictus, las úlceras cutáneas o mucosas, las lesiones nerviosas
para variar el tiem po de polim erización.
y el síndrome compartimental.
■ El agente se puede inyectar bien m ediante técnica de em bo­
■ Cuando se usan esclerosantes (alcoh ol absoluto) puede ocu­
lada o m ediante técnica de inyección continua.
rrir una toxicidad local de los tejidos o un síncope cardiovas­
■ Técn ica de embolada: una alícuota de adhesivo se libera
cular.
em pujándola a través del catéter con una em bolada de dex-
■ Puede tener lugar cualquier tipo de com plicación asociada a
trosa al 5 % en agua.
una intervención angiográfica.
■ El volum en prom edio de adhesivo por inyección oscila entre
0,2 y 0,8 mi.
■ Inyección continua: em pleada para la oclusión de lechos
m uy grandes o lesiones de flujo m uy alto. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ Se conecta una jeringa a un microcatéter.
S E G U IM IE N T O
■ La inyección continua se realiza bajo control radioscópico
hasta que se obtiene un m olde satisfactorio. ■ La m ayoría de los pacientes perm anecen ingresados la noche
■ El catéter coaxial externo debería ser suficientemente selec­ posterior a la intervención, recibiendo el alta a la mañana
tivo y poder emplearse para elim inar cualquier agente que se siguiente.
adhiera al microcatéter durante su retirada. ■ El d olor m oderado y el d olor a la palpación local en la zona
■ C opolím ero de etileno y alcohol de vinilo: se form a un m olde tratada se controlan con la m edicación; si hay una sensación
no adherente según se inyecta durante un período de varios de incom odidad notable, esta debe ser exam inada rápida­
minutos. mente.
■ Esto perm ite una inyección prolongada con un relleno gra­ ■ Las precauciones del punto de punción y el seguim iento en
dual del lecho. consulta deben realizarse a las 2 y 6 semanas tras la interven­
■ Tras la em bolización: eleve la extremidad durante 24 a 48 h ción.
y administre un b reve tratamiento de corticoides con dosis ■ La repetición de intervenciones requiere de un espacio tem­
decrecientes. poral de 6 a 8 semanas; se debe establecer una nueva refe­
rencia clínica y radiográficam ente (norm alm ente con R M ).
■ Serán necesarios la elevación, los apósitos elásticos de la
parte afectada y un tratamiento breve con corticoides desde
C O N T R O V E R S IA S el m om ento de la intervención en dosis decreciente durante
■ La principal fuente de controversias provien e de la elección 3 días.
del em bolizante y del ob jetivo del tratamiento. ■ Se debe pon er un cuidado especial y realizar un acceso con­
■ Algunos cirujanos defienden tratamientos enérgicos intra- servador si existe riesgo de síndrome com partimental, sobre
arteriales con alcohol y otros agentes tóxicos para la com pleta todo en la pantorrilla y el antebrazo.
erradicación de la lesión.
■ Otros em plean agentes m enos tóxicos y aceptan una m enor Lecturas recomendadas
probabilidad de cura, si bien exponen a los pacientes a un Kerber C: Intracranial cyanoacrylate: a n ew catheter therapy for
riesgo m enor de com plicaciones graves. arteriovenous m alform ation. Invest R adiol 10:536-538, 1975.
M itchell S, Shah A , Schw engel D: P ulm onary artery pressure
changes during ethanol em bolization procedures to treat vascular
malformations: can cardiovascular collapse be predicted? J Vase
RESULTADO S Inte rv R a diol 17:253-262, 2006.
Num an F, O m eroglu A , Kara B, et al: E m bolization o f peripheral
■ En total, aproxim adam ente el 80% de los pacientes m os­ vascular malform ations w ith ethylene vin y l alcohol copolym er
trarán una m ejoría notable en sus síntomas clínicos tras la (O n yx ). J Vase Interv R adiol 15:939-946, 2004.
em bolización. Yakes WF, Haas DK, Parker SH, et al: Symptomatic vascular
■ Se conseguirá una curación radiográfica com pleta d e la m al­ malformations: ethanol embolotherapy. Radiology 170:1059-1066,
form ación en menos del 20 % de los casos. 1989.
Tratamiento de las fístulas arteriovenosas
de alto flujo

■ An giografía p or RM
IN D IC A C IO N E S ■ Para el diagnóstico y la evaluación de fístulas
■ Hem orragia
■ D olor
■ Isquem ia distal
■ Úlcera secundaria a hipertensión venosa A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Formación de aneurismas ■ La con exión anóm ala entre una arteria y una vena conduce
■ Estados de alto gasto al crecim iento y tortuosidad de la arteria de nutrición y de las
venas de drenaje.
■ La fístula roba el flujo de sangre nutriente desde los tejidos
normales y revierte el flujo arterial distal a ella.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Los tejidos blandos y cam bios cutáneos son consecuencia de
la hipertensión venosa.
■ A lergia a alguno d e los em bólicos habituales
■ Las fístulas arteriovenosas estimulan el desarrollo de colaterales.
■ La m ayoría de las fístulas son yatrógenas o traumáticas, pero
tam bién pueden ser congénitas o espontáneas.
■ La m ayoría de las fístulas arteriovenosas se abordan por
IN S T R U M E N T A L vía arterial y pueden precisar ocasionalm ente de un acceso
■ Catéter selectivo venoso para controlar el efluente mientras se cierra la fís­
■ Cobra, SOS, Simmons, etc. tula.
■ M icrocatéter
■ Renegade, Tracker, Transit, etc.
■ Guía
■ Guía deslizante, convencional, de intercam bio, etc.
T É C N IC A
■ Introductor y catéter guía ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ M aterial específico para ciertos agentes ■ Ocluir el lecho real de la lesión requiere un acceso individua­
■ El N-butil-2-cianoacrilato requiere una preparación y ais­ lizad o para cada paciente.
lam iento en un m edio no iónico, com o dextrosa al 5% en ■ El tratamiento intervencionista o endovascular de las fístulas
agua, jeringas especiales, etc. congénitas o adquiridas precisa de un cuidadoso estudio de
■ A guja con introductor la anatom ía vascular.
■ De 20 a 22 G ■ Una fístula laterolateral puede cerrarse quirúrgicam ente o
■ Angiocath o similares mediante una endoprótesis cubierta.
■ Jeringa pequeña ■ La fístula con un aflu en te arterial d eterm in ad o se cierra
■ D e 1 y 3 mi d istalm en te en la ú ltim a ram a an terior a la fístula p ro p ia­
■ Túbo de conexión corto m en te dicha.
■ D e tipo hep-lock ■ Las fístulas carotidocavernosas se pueden cerrar colocando
■ Esclerosante el dispositivo em bólico por el lado venoso.
■ A lcoh ol, sotradecol, polidocanol, etc. ■ Las verdaderas fístulas arteriovenosas y m alformaciones
■ L lave de paso de tres vías similares a estas se tratan con dispositivos macroocluyentes
■ Para la preparación del agente com o espuma (espirales, balones y otros más novedosos, com o el oclusor
■ Sotradecol A m p la tze r).
■ M edio opaquificante ■ Las situaciones con flujo extremadamente alto requieren una
■ Etiodol, contraste hidrosoluble com binación de estrategias tales com o construir un anda­
■ Torniquete autom ático o m anguito de presión arterial m iaje con espirales grandes e ir depositando sobre este otros
■ Conjunto de dispositivos para ocluir grandes vasos cada v e z menores.
■ Espirales-propulsores o desmontables ■ Se pueden em plear balones de oclusión para controlar el
■ Tapón de oclusión Am platzer flujo mientras se coloca el em bolizante.
■ Balones de oclusión ■ Los agentes de polim erización rápida (p. ej. el N-butil-2-
■ Equipo de radioscopia cianoacrilato) asociados a la oclusión con balón pueden ser
■ Para angiografía y cateterism o bajo guiado radioscópico tam bién efectivos en esta situación.

P U N T O S CLAVE
> La mayoría d e las fístulas crecen con el tiem po; por ello su tratam iento se in dica habitualm ente.
i Las fístulas arteriovenosas son mayoritariamente adquiridas, pero tam bién pueden ser congénitas o
espontáneas.
■ El tratam iento definitivo requiere el cierre o aislamiento del auténtico punto de conexión arteriovenosa.
i La em bolización proximal de ramas afluentes es ineficaz y com plica los tratam ientos posteriores.
> Los dispositivos oclusivos m acroscópicos (espirales, dispositivo Amplatzer, balones desm ontables) son los
más eficaces en el tratam iento de las fístulas.

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80 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

Figura 2. Fístula arteriovenosa yatrógena.

Figura 1. E je m p lo d e fra c a s o d e un a lig a d u ra p ro x im a l p a ra e l


tr a ta m ie n to d e u n a fís tu la a r te rio v e n o s a d e l a m a n o . La lesión
englobaba a numerosas colaterales y el paciente fue som etido a
varias am putaciones po r úlceras y hem orragias. A m enos qu e la
fístula propiam ente dicha se ocluya o se aísle, se puede garantizar
prácticam ente una recid iva y una dificultad mucho m a yo r para su
tratamiento ulterior.

■ Es posible la em bolia pulmonar.


C O N T R O V E R S IA S
■ Otras com plicaciones son em bolia de tejido no deseado,
■ Las principales áreas de controversia son la elección del isquem ia por em bolización excesiva, em bolia pulmonar,
em bolizante y el ob jetivo del tratamiento. ictus, úlceras cutáneas o mucosas, lesiones nerviosas y sín­
drom e compartimental.
■ Existen com plicaciones asociadas con la intervención angio-
gráfica.
RESULTADO S
■ Dado el am plio espectro de lesiones y variaciones en loca­
lización y anatom ía vascular, el análisis de los resultados A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
cuantitativos apenas se considera significativo.
S E G U IM IE N T O
■ La mayoría de los pacientes pasan la noche siguiente a la inter­
vención ingresados para recibir el alta a la mañana siguiente.
C O M P L IC A C IO N E S ■ El d olor m oderado y el d olor a la palpación local en el lugar
■ Las tasas de com plicación docum entadas oscilan entre el 3 y tratado se controlan con la m edicación; la sensación de inco­
20%. m odidad notable debe ser exam inada rápidamente.
T ratam iento de las fís tu la s a rteriovenosas de a lto flu jo

Figura 3. F ís tu la a r te rio v e n o s a y a tró g e n a tra ta d a c o n u n a e n d o p ró tes is c u b ie rta . Excluyendo este tipo de fístulas latero-laterales, las
endoprótesis cubiertas apenas sirven para el tratamiento d e las fístulas y m alform aciones arteriovenosas porque representan una oclusión
p roxim al e im p iden el futuro acceso a las ramas.

■ L os cuidados del punto de punción y e l seguim iento en Lecturas recomendadas


consulta deben realizarse 2 y 6 semanas después d e la
H olm an E: T h e anatomic and p hysiologic effects o f an arteriovenous
intervención .
fistula. Surgery 8:362, 1940.
■ La repetición de intervenciones precisa de un espaciado de 6 a John HT, Warren R: T h e stimulus to collateral circulation. Surgery
8 semanas; se debe establecer una nueva referencia clínica 49:14-25, 1961.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y radiográficam ente (norm alm ente con R M ). S zilagyi DE, Elliott JP, DeRusso FJ, et al: Peripheral congenital
arteriovenous fistulas. Surgery 57:61-81, 1965.
Tratamiento de las malformaciones venosas

D E F IN IC IÓ N : Las malformaciones venosas se pueden tratar endovascularmente con escleroterapia,


embolización venosa (para ocluir su efluente) y ablación endovenosa con láser.

■ Radiografía digital
IN D IC A C IO N E S ■ La radiografía de substracción digital se utiliza norm al­
■ Este tratamiento está justificado para los pacientes con m al­ m ente com o control durante la escleroterapia de m alfor­
form aciones venosas con síntomas de im portancia m al con­ m aciones venosas.
trolados m ediante tratamiento conservador. ■ Esclerosante
■ Las indicaciones para el tratamiento invasivo son el dolor ■ A lcoh ol del 96 al 98% y sulfato sódico de tetradecilo al 3%
secundario al edem a y el efecto d e masa con incapacidad ■ El alcohol no se debe em plear sin algún tipo de control del
funcional y deform idad. efluente en lesiones adyacentes a los nervios principales,
n i en lesiones cutáneas, ni en conductos venosos confluen­
tes o no excluidos.
■ Aguja
■ Las agujas útiles son angiocatéteres, agujas de pared única
C O N T R A IN D IC A C IO N E S de 21 G y agujas en m ariposa de 25 y 27 G.
■ La hipertensión pulm onar y los defectos del tabique auricular ■ Sistema de torniquete autom ático con manguitos estériles
están contraindicados para la escleroterapia de las m alform a­ ■ Es im portante para el control del flujo en algunas m alfor­
ciones venosas a menos que la m alform ación se encuentre m aciones venosas de las extremidades.
excluida de la circulación venosa por com pleto. ■ Tubo conector d e plástico, llave de paso de tres vías
■ Contraindicaciones relativas: afectación difusa en un espacio ■ Si se em plea contraste oleoso, se debe com probar la com ­
cerrado (p. ej. órbita, com partim ento m uscular), m alform a­ patibilidad de las llaves de paso.
ciones venosas confluyentes o no excluidas y coagulopatías ■ Contraste
de consumo graves. ■ Se puede em plear etiodol o lip iod ol para opaquificar los
■ En pacientes con m alform aciones vasculares en las vías res­ esclerosantes con una dilución mínima.
piratorias, o adyacentes a estas, deben tomarse precauciones ■ Microespiral
para su protección durante la escleroterapia. ■ Empleada para ocluir el flujo en m alform aciones venosas
■ Los pacientes que hayan sufrido com plicaciones cardiovas­ con un drenaje venoso rápido o espacios venosos de gran
culares por el em pleo d e alcohol no deberían recibirlo de tamaño de manera que se m inim ice el riesgo de trom boem-
nuevo com o tratamiento. b olia pulmonar.
■ Polím ero acrílico (p. ej. N-butil-2-cianoacrilato)
■ Se utilizan para ocluir el flujo.
■ Láser de diodo
■ Las fibras del láser de diodo se pueden em plear para la
IN S T R U M E N T A L ablación del endotelio d e las m alform aciones venosas a
■ Sala de angiografía través d e catéteres o de grandes cánulas.
■ Esta sala perm ite realizar la técnica de road m ap («m apa
de carreteras», o m apa arterial digital) y tiene equipo de
anestesia.
■ Ecografía
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Sondas de alta frecuencia ■ La angioarquitectura de las m alform aciones venosas abarca
■ Cubierta y g el estéril para la sonda formas focales, m ultifocales y difusas.
■ Para la colocación de la aguja ■ Las m alform aciones venosas con m ínim a com unicación se
■ El guiado m ediante ecografía resulta más práctico y eficaz pueden considerar excluidas, mientras que las que poseen un
que la radioscopia para las lesiones que se com ponen de drenaje libre son confluyentes o no excluidas.
quistes menores. ■ El grado con el que la lesión se com unica con las venas de
■ RM conducción adyacentes es el factor determinante en la prepa­
■ Ventajosa para la colocación d e la aguja en lesiones p ro­ ración del tratamiento.
fundas que no resultan fácilm ente visibles m ediante eco- ■ La escleroterapia se realiza m ediante canulación percutánea
grafía. directa de los conductos vasculares, norm alm ente con una
■ La R M se em plea para determ inar la localización y exten­ aguja convencional.
sión de las lesiones y para preparar el acceso percutáneo y ■ Las lesiones pequeñas o localizadas pueden ser inyectadas
guiar la colocación de la aguja en las lesiones profundas. con detergentes esclerosantes bajo anestesia regional.

P U N T O S CLAVE
i Las m alform aciones venosas se pueden tra ta r endovascularm ente con escleroterapia, embolización venosa
(para ocluir su efluente) y ablación endovenosa con láser,
i La radiología previa y los cuidados tras la intervención son elem entos im portantes del tratam iento.

82 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam iento de las m a lfo rm a cio n e s venosas

Figu ra 1. M a lfo r m a c ió n v e n o s a fo c a l m ín im a m e n te c o n flu e n te


é
en u n a n iñ a d e 9 a ñ o s c o n d o lo r a la m o v iliz a c ió n . Im agen
axia l en T2 qu e p on e de m anifiesto un com ponente de la _______________________ V______________
m alform ación venosa qu e protruye en e l espacio prerrotuliano. _ „ ,, „ ., , , , . _
Figura 2. M a lfo rm a c ió n ven o sa foc a l m ín im a m en te con flu en te
e n una n iñ a d e 9 añ os con d o lo r a la m o v iliza c ió n . La inyección
intralesional de contraste a través de un angiocatéter de 20 G vista
con angiografía de substracción digital muestra una acumulación
focal de espacios de drenaje interconectados hacia las venas colectoras
musculares qu e comunican con la vena femoral. En esta paciente, se
colocaron dos angiocatéteres de 16 G y se em pleó para cada uno de
ellos una fibra de láser de diodo 980. Se inyectó espuma opacificada
d e sulfato sódico de tetradecilo al 3 % con control de torniquete.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. Im a g e n c o r o n a l c o n s ec u e n cia d e Figura 4. N iñ a de 8 añ os co n d o lo r en la ro d illa causad o p o r una


in v e rs ió n -r e c u p e r a c ió n d e la r o d illa en u n a n iñ a de 8 añ os m a lfo rm a ció n ven o sa en e l m ú scu lo ga stro cn em io lateral. Gracias
con d o lo r en la m is m a q u e m u es tra u n a m a lfo rm a c ió n al control de un torniquete se inyectó una pequeña cantidad de
v e n o s a en e l m ú sc u lo ga s tro c n e m io la te r a l. Esta m alform ación alcoh ol opacificado hasta qu e alcan zó el espiral.
ven osa parece com ponerse d e conductos longitudinales que
probablem ente confluyan con las venas profundas.
84 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

■ La escleroterapia de m alform aciones venosas extensas y con ■ La escleroterapia se ha asociado a com plicaciones catastrófi­
alcohol requiere de anestesia y pretratamiento con corticoes- cas; entre ellas, m uerte y necrosis extensa de los tejidos.
teroides; asim ism o, requiere una sonda de Foley. ■ La escleroterapia seriada, com binada con una resección
■ El paciente debe m antenerse bien hidratado para compensar correctiva conservadora, supone un tratamiento más prolon­
la hem olisis provocada por el esclerosante. gado, pero perm ite la conservación funcional y una aparien­
cia óptim a.

T É C N IC A
■ Se practica una técnica estéril (las extremidades implicadas
RESULTADO S
se preparan a conciencia). ■ El análisis ob jetivo de los resultados de la escleroterapia es
■ La com presión de las venas proxim ales es útil para distender d ifícil porque apenas se consigue la curación.
la m alform ación antes de su canalización. ■ La satisfacción en los casos en los que se usa alcohol es alta;
■ Los conductos o espacios anóm alos se canalizan con una más del 75 % de los pacientes con lesiones faciales refieren
aguja tras su localización m ediante palpación o ecografía. resultados buenos o excelentes.
■ Tras la canalización se inyecta contraste y se visualiza por ■ Los pacientes que al com ienzo del tratamiento tienen menos
radioscopia de substracción digital. de 16 años y los controlados por los médicos especializados en
■ Se calcula el volu m en necesario d e esclerosante. Se inyecta malformaciones venosas poseen m ejor una calidad de vida.
ese volu m en de esclerosante; el proceso se repite hasta ■ La m ayoría de las series publicadas com unican resultados de
que se inyecten todos los com ponentes de la m alform ación éxito con la escleroterapia en lo referente al alivio del dolor.
elegidos.
■ Los esclerosantes pueden ser opaquificados m ediante guiado
radioscópico.
■ L a inyección del esclerosante opacificado puede ser com ­ C O M P L IC A C IO N E S
probada por substracción digital para vigilar una posible
extravasación y esclerosis d e venas adyacentes. ■ Los déficits nerviosos periféricos ocurren en el 1% de las
■ Una v e z el esclerosante alcanza la vena efluente, se debe intervenciones y en el 10% de los pacientes tras esclerotera­
detener la inyección durante unos pocos minutos para per­ pia con alcohol; la m ayoría de los pacientes con neuropatías
m itir su oclusión. se recuperan.
■ Con un esclerosante no opacificado se puede inyectar nueva­ ■ La aparición de am pollas cutáneas es frecuente; con el alco­
m ente esclerosante pasados 5 min. hol, la necrosis cutánea y la cicatriz aparecen en aproxim a­
■ La salida de esclerosante desde las venas de drenaje se puede dam ente entre el 10 y 15 % de los pacientes.
m inim izar m ediante com presión manual (en cabeza y cue­ ■ El edem a acusado puede provocar una obstrucción de las
llo) y torniquetes (en las extrem idades). vías respiratorias o disfagia, sobre todo en pacientes m uy
■ L a oclusión perm anente del efluente se puede conseguir jóvenes.
m ediante la colocación de espirales seguida de más esclero­ ■ El síndrom e com partimental se observa frecuentem ente
sante o adhesivo tisular en los puntos de com unicación con tras la escleroterapia en porciones distales de las extremi­
las venas de conducción. dades; deben com probarse el relleno capilar, la sensibilidad
■ Cuando se esclerosen las m alform aciones venosas de una y la m ovilidad; si los síntomas van en progreso, puede ser
extrem idad, se puede tom ar una v ía venosa p eriférica en im prescindible un tratamiento quirúrgico.
la extremidad afectada para constatar su permeabilidad venosa ■ La em bolia pulm onar puede ocurrir tras la liberación d e tor­
antes y después del tratamiento. niquetes, con el m ovim iento precedente al despertar de la
■ La escleroterapia de las m alform aciones vasculares super­ anestesia y tras el alta.
ficiales se realiza con esclerosante sin opaquificar, a veces ■ Tras la escleroterapia con alcohol de m alform aciones venosas
diluido, observando el color de la piel com o indicador. extensas puede aparecer edem a pulmonar.
■ La inyección debe detenerse si aparecen cam bios isquémicos ■ El síncope agudo cardiovascular puede ocurrir durante las
tales com o la palid ez o el oscurecimiento. intervenciones de ablación con alcohol, norm alm ente cuando
■ La aplicación de suero fisiológico frío sobre la superficie de se ha inyectado más de 0,5m l/kg de alcohol.
la piel para inducir una vasoconstricción local parece m ini­
m izar la lesión.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
C O N T R O V E R S IA S
■ Tras la escleroterapia, se aplica una pom ada antibiótica y un
■ Se supone que el alcohol es más eficaz que los detergentes apósito estéril holgado en los puntos de punción; las áreas
para esclerosar las m alform aciones venosas. tratadas se colocan en alto.
■ Es más probable que se provoquen com plicaciones catas­ ■ Los pacientes que se encuentren en riesgo de obstrucción de
tróficas con el alcohol que con los detergentes. las vías respiratorias o de síndrom e com partimental pasarán
■ La resección es el tratamiento más rápido y perm anente de la noche ingresados.
las m alform aciones vasculares, pero la recidiva es frecuente ■ Los pacientes con m alform aciones venosas en que exista
cuando se resecan parcialmente lesiones de gran tamaño. participación del cuello o las vías respiratorias se manten­
■ En las extremidades, la resección de neuromas dolorosos y drán intubados; los corticoesteroides sistémicos, la elevación
las contracturas son com plicaciones frecuentes. de la parte tratada y el hielo ayudan a m inim izar el edema.
■ En m alform aciones faciales, las resecciones amplias pueden ■ Los pacientes deben recibir abundantes cantidades de flui­
provocar deform ación grave con una posible parálisis facial. dos intravenosos (habitualmente, el doble que para mante­
Tratam iento de las m a lfo rm a cio n e s venosas

nim iento) durante y tras la escleroterapia; se debe v igilar la D onnelly LF, Bissett GS 3rd, Adam s DM : Combined sonographic and
diuresis con detenim iento. fluoroscopic guidance: a m od ifi ed technique for percutaneous
■ La hem oglobinuria repentina se trata m ediante la hidratación sclerosis o f lo w -fl o w vascular malformations. AJR A m J
Roentgenol 173:655-657, 1999.
y alcalinización de la orina.
Rautio R, Saarinen J, Laranne J, et al: Endovascular treatment o f
■ M edicación al alta: dosis decrecientes de corticoesteroides
venous malformations in extremities: results o f sclerotherapy and
durante 1 semana, así com o analgésicos. the quality o f Ufe after treatment. Acta R adiol 45:397-403, 2004.
■ Si hubiera lesiones cutáneas, se reevaluaría a los pacientes Siniluoto T M , Svendsen PA, W ik h o lm GM , et al: Percutaneous
con frecuencia para buscar posibles infecciones; en caso con­ sclerotherapy o f venous malformations o f the head and neck using
trario, la valoración se realiza 2 m eses después de la inter­ sodium tetradecyl sulphate (sotrad ecol). Scand J Plast Reconstr
vención. Surg H and Surg 31:145-150, 1997.
Sidhu M K, Perkins JA, Shaw DW, e t al: Ultrasound-guided
endovenous d iode laser in the treatment o f congenital venous
Lecturas recomendadas m alformations: prelim inary experience. J Vase Inte rv Radiol
Burrows PE, M ason KP: Percutaneous treatment o f lo w -flo w vascular 16:879-884, 2005.
malformations. J Vase Interv R a diol 15:431-434, 2004. Yamaki T, N o za k i M , Fujiwara O, Yoshida E: Duplex-guided foam
De Lorim ier A A : Sclerotherapy fo r venous malformations. J Pediatr sclerotherapy for the treatment o f the symptomatic venous
Surg 30:188-193, 1995. malform ations o f the face. D erm atol Surg 28:619-622, 2002.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de los hemangiomas

■ Lesión subcutánea: pierde su color característico, se expande


IN D IC A C IO N E S rápidamente y la masa de tejido es firm e y blanda.
■ Hem angiom as grandes o que causan deform ación ■ Para confirm ar el diagnóstico puede ser im prescindible la
■ Control de hemorragias o de estados de alto gasto radiología.
■ Lim itación funcional de las vías respiratorias ■ La ecografía demostrará una masa hom ogénea de tejidos
■ C om plicaciones oculares, de las extremidades y cardíacas blandos con un flujo arterial rápido y, probablem ente, vasos
de nutrición y de drenaje agrandados.
■ Los estudios con TC o R M con contraste muestran una lesión
extremadamente hipervascular bien definida con arterias de
C O N T R A IN D IC A C IO N E S nutrición y venas de drenajes agrandadas.
■ A lergia a alguno d e los em bolizantes de uso habitual ■ Según la localización de la lesión, el tratamiento puede ser la
em bolización a través d e catéter o la escleroterapia m ediante
punción directa.

IN S T R U M E N T A L
■ A guja con introductor
■ D e 20 a 22 G T É C N IC A
■ Angiocath o similar ■ La localización de la lesión determinará el acceso a través de
■ Jeringa pequeña catéter o por punción directa.
■ D e 3 y 1 mi ■ Em boliza ción transcatéter: la ruta de acceso habitual es la
■ Túbo de conexión corto arteria fem oral común.
■ De tipo hep-lock ■ Se realiza una angiografía de diagnóstico para hacer un mapa
■ Esclerosante del aporte sanguíneo a la lesión.
■ A lcoh ol, sotradecol, polidocanol, etc. ■ Se cateterizan selectivam ente los vasos nutricios; esto puede
■ L lave de paso de tres vías precisar del uso d e microcatéteres coaxiales de 3 Fr.
■ Para la preparación del agente com o espuma ■ Se em b oliza la lesión hasta la estasis.
■ Sotradecol ■ Los em bolizantes utilizados más frecuentem ente son las
■ Opaquificante microesferas calibradas.
■ Etiodol, contraste hidrosoluble ■ Para tratar las lesiones superficiales puede emplearse la p u n ­
■ Catéter guía, introductor y microcatéter ció n directa.
■ Para em bolización a través del catéter ■ Se realiza una ecografía para identificar la lesión y se marca
■ M icroesfera calibrada la zona.
■ Para em bolización a través del catéter ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ Se accede directam ente a la lesión m ediante guiado ecográ­
fico con una aguja con introductor.
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O ■ Lentamente, se inyecta el contraste y se opaquifican los con­
ductos tubulares con aspecto venoso.
■ La correlación histológica con la fase del crecim iento demues­ ■ El esclerosante se inyecta paulatinam ente bajo control radios­
tra que la involución se caracteriza por un increm ento del cópico.
tejido conjuntivo dérm ico y del tejido adiposo subcutáneo. ■ Se puede añadir una pequeña cantidad de agente radiopaco
■ Cuando su localización es superficial, el hem angiom a apa­ para controlar su distribución.
rece com o una lesión indolora, ligeram ente elevada y roja
brillante con márgenes irregulares pero bien definidos.
■ La com presión lesional la em palidece y se sigue de un relleno
inm ediato; no se acom paña ni de pulso palpable ni de fré­
m ito, ya que se com ponen de vasos pequeños.

P U N T O S CLAVE
i El diagnóstico correcto es la clave del tratam iento.
i Los hem angiom as son tum ores endoteliales benignos de la infancia, con evolución natural hacia su
involución espontánea.
i La mayoría de los casos no precisan de un tratam iento específico.
i El diagnóstico puede realizarse con tan solo la anamnesis y el examen físico en la gran mayoría de los
pacientes.
i Cuando es preciso, el tratam iento es normalmente farm acológico.
i La em bolización se necesitará de manera excepcional para controlar la hemorragia o los estados de alto
gasto (normalmente, lesiones hepáticas).

86 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de los hem angiom as

Figura 1. T íp ic o h e m a n g io m a in fa n til, c lá s ic a m a n c h a e n fre s a d e


n a c im ie n to . La gran m ayoría in volu cion ará espontáneamente y no
requerirá un tratam iento específico.

C O N T R O V E R S IA S ■ Pueden producirse em bolia d e tejido no deseado, ictus, úlce­


ras cutáneas o mucosas, lesiones nerviosas y síndrome com ­
■ La evolución de los tratamientos farmacológicos, entre ellos los partimental, así com o aquellas com plicaciones asociadas con
corticoides, los citotóxicos y el interferón, ha sido continua. la intervención angiográfica.
■ Los citotóxicos se reservan para lesiones extensas o inva­ ■ Se ha descrito el síncope cardiovascular cuando se usan
sivas. esclerosantes com o el alcohol absoluto.
■ Se ha demostrado que los interferones p rovocan com plica­ ■ Se han descrito efectos secundarios cardiovasculares cuando
ciones neurológicas específicas; por lo tanto, se em plean en el alcohol alcanza la circulación pulmonar.
raras ocasiones.
■ Se aumenta el tratamiento enérgico inm ediato de los heman­
giom as infantiles grandes o que p rovocan deform aciones en
v e z de esperar a su involución espontánea. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ L a m ayoría d e los pacientes pasan la noche hospitali­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

RESULTADO S zad os tras la intervención y se les da el alta a la mañana


siguiente.
■ Tras la em bolización, aproxim adam ente el 80% d e los
■ La sensación de incom odidad notable es p oco frecuente y
pacientes mostrará una m ejora significativa en la sintomato-
debe ser exam inada rápidamente.
logía clínica.
■ N o es necesario lim itar la actividad del paciente de manera
■ Se conseguirá una cura radiográfica com pleta de la m alfor­
sustancial tras una intervención de em bolización.
m ación en m enos del 20%.
■ Las visitas de seguim iento se program an norm alm ente para
■ La gran mayoría de los pacientes precisa de múltiples tratamien­
2 y 6 semanas tras la intervención.
tos, entre 2 y 10 por paciente en un período de meses o años.
■ La repetición de intervenciones precisa de un espaciado de
6 a 8 semanas para perm itir la com pleta recuperación del
tratamiento anterior; se debe establecer una nueva referencia
C O M P L IC A C IO N E S clínica y radiográficam ente (norm alm ente con R M ).
■ La elevación de la parte afectada y los apósitos elásticos son
■ La tasa de com plicaciones oscila entre el 3 y 20% . útiles para reducir las molestias y el edema.
■ Una em bolización excesiva puede conducir a isquem ia ■ Se administrará un tratamiento breve de corticoides con
y em bolia pulm onar com o resultado de un cortocircuito de com ienzo en el m om ento de la intervención y retirada paula­
em bolizante a través de la m alformación. tina en un período de 3 días.
88 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

Lecturas recomendadas Hand JL, Frieden D: Vascular birthmarks o f infancy: resolving


n osologic confusion. A m J M e d Genet 108:257-264, 2002.
Blei F, Chianese J: Corticosteroid toxicity in infants treated for Mulliken JB, G lowacki J: H em angiom as and vascular malformations
endangering hem angiomas: experience and guidelines for in infants and children: a classification based on endothelial
m onitoring. In tP e d ia tr 14:146-153, 1999. characteristics. Plast R econstr Surg 69:412-422, 1982.
Boon LM , M acDonald D M , M ulliken JB: Complications o f systemic Orlow SJ, Isakoff MS, Blei F: Increased risk o f symptomatic hemangiomas
corticosteroid therapy for problem atic hem angioma. Plast Reconstr o f the airway in association with cutaneous hemangiomas in a
Surg 104:1616-1623, 1999. “ beard” distribution. JP ed ia tr 131:643-646,1997.
Greenspan A , McGahan JP, Vogelsang P, Szabo RM: Im aging strategies Paltiel HJ, Burrows PE, K ozakew ich HP, et al: Soft-tissue vascular
in the evaluation o f soft tissue hem angiomas o f the extremities: anomalies: utility o f US for diagnosis. Radiology 214:747-754, 2000.
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21:11-18, 1992. R oentgenol 41:1047-1051, 1983.
Tratamiento de las malformaciones
capilares linfáticas

D E F IN IC IÓ N : La escleroterapia consiste en obliterar los conductos anómalos lesionando el endotelio


con la subsiguiente inflamación o fibrosis.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ M alform aciones capilares linfáticas con síntomas significati­ ■ Las m alform aciones linfangíticas se com binan norm alm ente
vos que no se puedan controlar bien con tratamiento conser­ con m alform aciones capilares linfáticas cutáneas.
vador ■ La escleroterapia se realiza por canulación percutánea directa
de los conductos vasculares, norm alm ente con una simple
aguja.
■ Las im ágenes previas obtenidas m ediante R M se utilizan para
C O N T R A IN D IC A C IO N E S determ inar la localización y extensión de la lesión y ayudar
a planificar el acceso percutáneo.
■ D eben tomarse precauciones en pacientes con m alform a­
■ El guiado ecográfico es útil para la colocación de la aguja.
ciones vasculares adyacentes o con participación de las vías
■ Se puede inyectar un detergente esclerosante a las lesiones
respiratorias para su protección durante la escleroterapia.
pequeñas y localizadas bajo anestesia regional.
■ Aqu ellos pacientes que hayan tenido com plicaciones car­
diovasculares por el uso d e alcohol no deberían recibirlo de
nuevo com o tratamiento.
■ La neuropatía relacionada con la lesión puede empeorar con
T E C N IC A
la escleroterapia.
■ C om o prem edicación, se administran antibióticos a los
pacientes.
■ Se esteriliza (las extremidades afectadas se preparan a con­
IN S T R U M E N T A L ciencia).
■ Los quistes individuales se canalizan con una aguja guiada
■ Sala de angiografía
ecográficam ente.
■ Con la posibilidad de em plear la técnica road, m ap («m apa
■ Se vacían de su fluido p or com pleto.
de carreteras» o m apa arterial digital) y con equipo de
■ La sustancia esclerosante se inyecta m ediante guiado eco-
anestesia.
gráfico o radioscópico.
■ Ecografía
■ El proceso se repite hasta que se hayan inyectado con escle­
■ Para la colocación de la aguja
rosante todos los com ponentes de la m alformación.
■ Sondas de alta frecuencia y cubiertas estériles para la
sonda y el gel
■ Esclerosante
■ Se pueden em plear alcohol, doxiciclina, bleom icina u
C O N T R O V E R S IA S
OK-432.
■ Aguja ■ Se puede ofertar la resección com o un tratamiento más rápido
■ Angiocatéteres, agujas de pared única de 21 G y agujas en y perm anente de la m alform ación vascular; hay desventajas
m ariposa de 25 y 27 G com o la recidiva y la deform idad.
■ Túbo de conexión d e plástico, con llave de paso de tres vías ■ La escleroterapia se ha asociado a terribles com plicaciones
■ Si se usa contraste oleoso se debe com probar su com pati­ com o la m uerte y una extensa necrosis tisular.
bilidad con las llaves de paso de plástico. ■ La escleroterapia en serie com binada con resección correc­
■ RM tiva supone un tratamiento prolongado, pero con una preser­
■ El guiado por R M puede presentar ventajas para las lesio­ vación funcional y un óptim o aspecto externo.
nes profundas que no se reconozcan fácilm ente con la ■ El tratamiento de las m alform aciones linfáticas macroquísti-
ecografía. cas se basa en la escisión frente a la escleroterapia.

P U N T O S CLAVE
i Las m alform aciones vasculares de bajo flujo susceptibles de ser tratadas endovascularm ente incluyen las
m alform aciones combinadas.
> Los estudios de imagen previos y los cuidados posteriores a la intervención son elem entos im portantes del
tratam iento.
> La escleroterapia es una técnica útil para el tratam iento de las m alform aciones com binadas.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 89


90 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

Figura 1. M ateriales em pleados para la escleroterapia de las


m alform acion es linfáticas.

RESULTADO S ■ Los pacientes con riesgo de obstrucción de las vías respirato­


rias o síndrome com partimental pasan la noche en observa­
■ El análisis objetivo de la escleroterapia es difícil puesto que ción hospitalaria.
casi nunca se consigue una curación. ■ El sulfato de m orfina y el ketorolaco son analgésicos apropia­
■ La satisfacción del paciente con alcohol o sulfato sódico de dos; durante el ingreso se suele em plear analgesia a demanda
tetradecilo es elevada. para tratar el dolor.
■ La escleroterapia d e las m alform aciones linfáticas con OK-432 ■ Los pacientes que reciben doxiciclina para la escleroterapia
o doxiciclina se traduce en un control com pleto o excelente de m alform aciones linfáticas precisan analgesia con narcóti­
en aproxim adam ente el 75% de los pacientes. cos durante aproxim adam ente 2 h tras la intervención.
■ Se desconoce la tasa de recidiva de las m alform aciones linfá­ ■ Los pacientes con m alform aciones linfáticas se mantienen
ticas tras una escleroterapia con éxito. con profilaxis antibiótica durante 1 semana.
■ Si hay lesión cutánea, los pacientes deben ser reexaminados
con frecuencia en busca de alguna posible infección.
■ Si no es así, la valoración clínica se lleva a cabo 2 meses
C O M P L IC A C IO N E S después de la intervención.
■ Las deficiencias nerviosas periféricas ocurren en el 1 % de las
intervenciones y en el 10% de los pacientes tras esclerotera­ Lecturas recomendadas
pia con alcohol.
Burrows PE, M ason KP: Percutaneous treatment o f lo w -flo w vascular
■ La aparición d e ampollas, necrosis y cicatrices ocurre en malformations. J Vase Interv Ra diol 15:431-434, 2004.
aproxim adam ente entre el 10 y 15% de los pacientes. Don nelly LF, Bissett GS 3rd, Adam s DM : Com bined sonographic and
■ Se ha descrito el síncope cardiovascular agudo en pacientes fluoroscopic guidance: a m od ified technique for percutaneous
som etidos a la intervención de ablación con alcohol. sclerosis o f lo w -flo w vascular malformations. AJR A m J Roentgenol
■ Los niños que se som eten a escleroterapia con alcohol oca­ 173:655-657, 1999.
sionalm ente muestran desaturación y bradicardia. Don nelly LF, Bisset GS 3rd, Adam s DM: M arked acute tissue
■ Con el OK-432 se ha observado com presión de las vías respi­ sw elling fo llo w in g percutaneous sclerosis o f lo w -flo w vascular
malformations: a predictor o f both prolon ged recovery and
ratorias por edema.
therapeutic effect. P ediatr Ra diol 30:415-419, 2000.
■ En pacientes tratados con doxiciclina por m alform ación lin­
H o lt P, Burrows P: In terventional radiology in the treatment o f
fática circunferencial de la pared torácica se han descrito sín­ vascular lesions. Facial Plast Surg C lin N orth A m 9:585-599, 2001.
dromes compartimentales torácicos. M ulliken JB, Fishman SJ, Burrows PE: Vascular anomalies. Curr Probl
Surg 37:517-584, 2000.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
S E G U IM IE N T O
■ Se aplica sobre los puntos de punción una pom ada antibió-
tica y un apósito estéril holgado; los sitios tratados deben
ponerse en alto.
Tratamiento de las malformaciones linfáticas

D E F IN IC IÓ N : La escleroterapia consiste en obliterar los conductos anómalos mediante la lesión del


endotelio con la subsiguiente inflamación o fibrosis.

■ El sulfato sódico de tetradecilo se puede em plear para


IN D IC A C IO N E S esclerosar las m alform aciones linfáticas intraorbitarias y
■ El tratamiento endovascular o percutáneo está justificado en las vesículas cutáneas.
los pacientes con síntomas de im portancia m al controlados ■ Tam bién se ha docum entado que el ácido acético es un
con tratamiento conservador. esclerosante eficaz para las m alform aciones linfáticas.
■ En el caso d e las m alform aciones linfáticas macroquísticas ■ El OK-432 p rovoca una reacción inflamatoria, con la subsi­
se prefiere el tratamiento con escleroterapia antes que la guiente contracción de los quistes.
resección. ■ La bleom icina es eficaz para el tratamiento de las m alfor­
■ Las m alform aciones linfáticas microquísticas responden peor maciones linfáticas macroquísticas, pero debe ser adm inis­
a la escleroterapia, si bien muestran buenos resultados en trada en pequeñas dosis debido a su potencial toxicidad
algunos casos, com o en las m alform aciones linfáticas orbita­ sistémica.
rias y en quistes de 5 m m o en conductos. ■ Radioscopia
■ Las indicaciones de escleroterapia para las m alformaciones ■ Para la colocación de la aguja
linfáticas macroquísticas son la presencia de dolor, infección ■ Agujas (angiocatéteres, agujas de pared única d e 21 G, agujas
recidivante y efecto de masa notable en presencia de macro- en mariposa d e 25 y 27 G)
quistes en la radiología. ■ Tubos conectores de plástico, llave de paso d e tres vías
■ Si se usa contraste oleoso, se debe com probar la com pati­
bilidad de las llaves de paso.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ D eben tomarse precauciones en pacientes con m alform acio­ A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
nes vasculares adyacentes o con afectación de las vías respi­
ratorias para su protección durante la escleroterapia. ■ Las m alform aciones linfáticas se clasifican en microquísticas
■ Los pacientes que hayan sufrido com plicaciones cardiovas­ (com ponente quístico m enor de 1 a 2 cm ), macroquísticas o
culares por el uso de alcohol no deberían recibirlo de nuevo de form a combinada.
com o tratamiento. ■ Las lesiones macroquísticas son más frecuentes en el cuello,
■ La neuropatía relacionada con la lesión puede em peorar con la axila y la pelvis.
la escleroterapia. ■ La escleroterapia se realiza m ediante canulación percutánea
■ Las contraindicaciones relativas son la afectación difusa en directa de los conductos vasculares, norm alm ente con una
un espacio cerrado y las coagulopatías de consumo graves. aguja convencional.
■ Las im ágenes previam ente obtenidas con R M se emplean
para determ inar la localización o extensión de la lesión y
ayudan a preparar el acceso percutáneo.
IN S T R U M E N T A L ■ Resulta útil colocar la aguja guía m ediante ecografía.
■ Se puede realizar el guiado con una R M y puede resultar
■ Sala de angiografía
ventajoso para lesiones profundas que no se observan fácil­
■ Ecografía
mente con ecografía.
■ Para la colocación de la aguja
■ Las lesiones pequeñas y localizadas pueden ser inyectadas
■ Más práctica y eficaz que la radioscopia en lesiones com ­
con detergentes esclerosantes bajo anestesia regional.
puestas d e quistes menores
■ Esclerosantes (alcohol, doxiciclina, bleom icina, Ethibloc,
OK-432, ácido acético, sulfato sódico de tetradecilo)
■ El alcohol es eficaz para tratar m alform aciones linfáticas T É C N IC A
macroquísticas localizadas y conlleva un riesgo de lesión
nerviosa y de necrosis cutánea. ■ Para planificar el acceso la R M previam ente realizada puede
■ La doxiciclina puede ser usada más eficazm ente en gran­ servir de guía; habrá que tenerla a m ano en la sala de inter­
des m alform aciones linfáticas ya que se toleran bien los vención.
grandes volúm enes administrados en sesión única. ■ Los pacientes reciben antibióticos com o prem edicación.
■ La doxiciclina se em plea norm alm ente com o disolución de ■ Los quistes individuales se canalizan con aguja bajo guiado
10 m g/m l en volúm enes de hasta 100 mi. ecográfico; después, se aspira su fluido tanto com o se pueda.

P U N T O S CLAVE
i Las m alform aciones linfáticas son las m alform aciones vasculares de bajo flujo tratables endovascularmente.
> La escleroterapia es el tratam iento de elección para las malform aciones linfáticas macroquísticas.
> Los estudios radiológicos previos y los cuidados posteriores a la intervención son elem entos im portantes
del tratam iento.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 91


92 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

Figura 1. N iñ o d e 3 sem a n as c o n u n a m a lfo rm a c ió n lin fá tic a


m a c ro q u ís tic a c rec ie n te. Los quistes fueron canalizados bajo
control ecográfico con angiocatéteres de 20 G y se aspiró el fluido.

Figura 2. N iñ o de 3 sem a n as c o n un a m a lfo rm a c ió n lin fá tic a


m a c ro q u ís tic a c rec ie n te. Ttas la aspiración del fluido, se inyectó
d oxiciclin a m ezclad a con contraste h idrosoluble bajo guiado
ecográfico. El flu id o inyectado puede verse deb ido a las pequeñas
burbujas presentes dentro de la disolución.

F igu ra 3. N iñ o d e 3 s em a n as c o n u n a m a lfo rm a c ió n lin fá tic a


m a c ro q u ís tic a c re c ie n te . Una radiografía tom ada tras la
in yección d e esclerosante opacificado con firm a la in yección en la
m alform ación.
T ratam iento de las m a lfo rm a cio n e s lin fá tic a s 93

■ Los quistes pueden ser opaquificados con una pequeña can­


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
tidad de contraste, que será aspirado.
■ La posición de la aguja se puede confirm ar m ediante eco- Y S E G U IM IE N T O
grafía sin necesidad de otros medios. ■ Se aplica una pom ada antibiótica junto con un apósito estéril
■ Se puede inyectar el esclerosante m ediante guiado ecográfico holgado en los puntos de punción tras la escleroterapia; las
o radioscópico. áreas tratadas se colocan en alto.
■ Tam bién se pueden colocar catéteres p ig ta il y emplearlos ■ El edem a norm alm ente es m áxim o a las 24 h tras la interven­
para inyectar o drenar quistes secuencialmente durante ción; por lo tanto, durante la noche del ingreso, se observará
varios días.
una probable obstrucción de las vías respiratorias o el sín­
drom e compartimental.
■ Los pacientes tratados con doxiciclina para la escleroterapia
de m alform aciones linfáticas precisan de analgesia durante
C O N T R O V E R S IA S
aproxim adam ente 2 h tras la intervención.
■ El OK-432 y Ethibloc no tienen aprobado su uso en EE. UU.; ■ Durante el ingreso se em plea habitualmente analgesia a
el OK-432 se utiliza en Japón, Canadá y Europa. demanda para tratar el dolor.
■ El OK-432 se está som etiendo a evaluación clínica en un ■ El ketorolaco y el sulfato de m orfina son analgésicos adecua­
ensayo clínico de cabeza y cuello bajo la supervisión d e la dos.
University o f Iowa. ■ Los pacientes con m alform aciones linfáticas reciben profila­
■ Es más probable que aparezcan com plicaciones catastróficas xis antibiótica durante 1 semana.
con el alcohol que con los detergentes. ■ Si hubiera lesiones cutáneas se reevaluaría a los pacientes
■ Las lesiones macroquísticas responden a la escleroterapia frecuentemente para buscar posibles infecciones; en caso con­
al m enos tan bien com o a la cirugía, pero con una m orbili­ trario, la valoración se realizaría 2 meses tras la intervención.
dad menor.
■ Las m alform aciones linfáticas microquísticas responden peor Lecturas recomendadas
a la escleroterapia.
Bloom DC, Perkins JA, M anning SC: M anagem ent o f lymphatic
malformations. C v rr O pin O tolaryngol Head N eck Surg 12:500-504,
2004.
Burrows PE, M ason KP: Percutaneous treatment o f lo w -flo w vascular
RESULTADO S malformations. J Vase Interv Ra diol 15:431-434, 2004.
D on nelly LF, Bissett GS 3rd, Adam s DM : Com bined sonographic
■ El análisis ob jetivo de los resultados de la escleroterapia es
fluoroscopic guidance: a m od ified technique for percutaneous
difícil porque apenas se consigue la curación.
sclerosis o f lo w -flo w vascular malformations. AJR A m J Roentgenol
■ La escleroterapia para las m alform aciones linfáticas con 173:655-657, 1999.
OK-432 o doxiciclina concluye con un control com pleto o D onnelly LF, Bisset GS 3rd, Adam s DM: M arked acute tissue
excelente en aproxim adam ente el 75% de los pacientes. sw elling fo llo w in g percutaneous sclerosis o f lo w -flo w vascular
■ Las lesiones macroquísticas responden m ejor que las m icro­ malformations: a predictor o f both prolonged recovery and
quísticas o combinadas. therapeutic effect. Pediatr R a diol 30:415-419, 2000.
■ Se desconoce cuál es la tasa de recidiva de m alformaciones Giguere CM , Baceman N M , Sato Y, et al: Treatment o f lym phangiom as
linfáticas tras una escleroterapia con éxito. w ith OK-432 (P icibanil) sclerotherapy: a prospective
multi-institutional trial. A rch O tolaryngol Head N eck Surg
■ La recidiva tras la respuesta inicial al OK-432 y la doxiciclina
128:1137-1144, 2002.
parece ser infrecuente en el caso de lesiones sim ples m acro­
H o lt P, Burrows P: In terventional radiology in the treatment o f
quísticas. vascular lesions. Facial Plast Surg C lin N orth A m 9:585-599, 2001.
M olitch HI, Unger EC, W itte CL, vanSonnenberg E: Percutaneous
sclerotherapy o f lymphangiomas. Radiology 194:343-347, 1995.
M ulliken JB, Fishman SJ, Burrows PE: Vascular anomalies. C urr Probl
C O M P L IC A C IO N E S Surg 37:517-584, 2000.
Sung M W , Lee DW, K im DY, et al: Sclerotherapy w ith picibanil (OK-
■ Las com plicaciones de la escleroterapia d e m alformaciones 432) for congenital lym phatic m alform ation in the head and neck.
linfáticas son infrecuentes. Laryngoscope 111:1430-1433, 2001.
■ Se puede m inim izar el riesgo d e infección con profilaxis anti- W o n JH, Kim BM , K im CH, et al: Percutaneous sclerotherapy o f
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

biótica durante 1 semana tras la intervención. lym phangiom as w ith acetic acid. J Vase Interv Radiol 15:595-600,
■ Se ha descrito la com presión de las vías respiratorias por 2004.
edema.
■ En pacientes con m alform aciones linfáticas circunferenciales
de la pared torácica tratadas con doxiciclina puede ocurrir un
síndrom e com partimental torácico.
Tratamiento de malformaciones mixtas
de flujo lento

D E F IN IC IÓ N : La escleroterapia consiste en obliterar los conductos anómalos mediante la lesión del


endotelio con la subsiguiente inflamación o fibrosis.

■ Sistema de torniquete autom ático con manguitos estériles


IN D IC A C IO N E S ■ Para controlar el flujo en algunas m alform aciones venosas
■ Indicado para m alform aciones linfáticas-venosas o capilares- de las extremidades.
linfáticas-venosas con síntomas importantes m al controlados ■ Esclerosante
con el tratamiento conservador. ■ A lcoh ol del 96 a 98% y sulfato sódico de tetradecilo al 3%
■ Las indicaciones adicionales para el tratamiento invasivo son para las m alform aciones venosas
el dolor secundario a edem a y el efecto de masa con incapa­ ■ D oxiciclina, OK-432 o alcohol para las m alform aciones
cidad funcional y deform idad. linfáticas
■ Estas sustancias se pueden opaquificar para su guiado
radioscópico.
■ Etiodol o lipiodol
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Usados para opaquificar los esclerosantes.
■ La hipertensión pulm onar y los defectos del tabique auri­ ■ Agujas (angiocatéter, aguja d e pared única d e 21 G, aguja en
cular son contraindicaciones para la escleroterapia d e las m ariposa de 25 y 27 G)
m alform aciones venosas a menos que la m alform ación se ■ Tubos conectores de plástico, llave de paso d e tres vías
encuentre excluida por com pleto. ■ Si se usa contraste oleoso, se debe com probar la com pati­
■ Las contraindicaciones relativas abarcan la afectación difusa bilidad de las llaves de paso.
en un espacio cerrado, las malformaciones venosas confluyen- ■ Este instrumental es útil para obtener im ágenes con inyec­
tes o no excluidas y las coagulopatías de consumo graves. ción manual.
■ Los pacientes que hayan sufrido com plicaciones cardiovascu­ ■ Espiral de platino o de fibra
lares por alcohol no deben ser tratados con este de nuevo. ■ Se em plean ante un drenaje venoso rápido o espacios
■ Las m alform aciones venosas orbitarias no se deben tratar venosos de gran tamaño.
m ediante escleroterapia p or la posibilidad de síndrom e com ­ ■ P rovocan una esclerosis perm anente; m inim izan el riesgo
partimental orbitario y la subsiguiente pérdida de visión. de trom boem bolia pulmonar.

IN S T R U M E N T A L A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Sala de angiografía ■ En pacientes con m alform aciones vasculares en las vías res­
■ La angiografía de substracción digital se em plea para el piratorias o adyacentes se deben tomar precauciones para
control durante la intervención. protegerla.
■ La radiología se usa para evitar la canalización arterial y ■ Las im ágenes obtenidas previam ente con R M se emplean
para la evaluación d e la cantidad de la lesión a la que se para determ inar la localización y extensión de la lesión y
accede, d e los vasos de drenaje y del fluido necesario para ayudar a planificar el acceso percutáneo.
el desplazamiento. ■ Las lesiones pequeñas localizadas pueden ser inyectadas con
■ Ecografía (con sondas de alta frecuencia, cubierta y gel esté­ detergentes esclerosantes usando anestesia regional.
ril para la sonda) ■ Los pacientes som etidos a escleroterapia por m alformaciones
■ Resulta ideal para la colocación d e la aguja. venosas deben mantenerse bien hidratados para compensar
■ El guiado ecográfico es más práctico y efica z para las lesio­ la hem olisis provocada por el esclerosante.
nes superficiales, que se com ponen de quistes menores. ■ El alcohol no se debe em plear sin algún tipo de control del
■ RM efluente en lesiones adyacentes a los nervios principales, ni
■ Esta técnica d e im agen resulta ventajosa para la coloca­ en lesiones cutáneas, ni en conductos venosos confluentes o
ción de la aguja en lesiones profundas difícilm ente visibles no excluidos.
m ediante ecografía. ■ La inyección de esclerosante en presencia de un drenaje
■ Es la m ejor m odalidad de im agen para confirm ar el diagnós­ venoso rápido o espacios venosos de gran tamaño resulta
tico y la extensión de las malformaciones de flujo lento. ineficaz y es arriesgada.

P U N T O S CLAVE
i Las m alform aciones venosas de flujo lento susceptibles de tratam iento endovascular son las combinadas,
tales com o las m alform aciones capilares-linfáticas-venosas y el síndrome de Klippel-Trénaunay.
i Las técnicas útiles son la escleroterapia y la ablación endovenosa con láser,
i La radiología previa y los cuidados tras la intervención son elem entos im portantes del tratam iento.

94 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam iento de m a lfo rm a cio n e s m ixta s de flu jo lento 95

Figura 2. R M de la r o d illa d e u n p a c ie n te de 1 2 a ñ o s con


s ín d ro m e de K lip p e l-T ré n a u n a y y an tec ed e n tes d e e d e m a
d o lo ro s o y e m b o lia s p u lm o n a re s m ú ltip les . La im agen axial

Figu ra 1. Secuencia de RM coronal de tip o inversión-recuperación a través d e la porción p roxim al d e la pantorrilla muestra la
de las rodillas de un paciente de 12 años con síndrom e de loca liza ción superficial (extrafascial) d e las venas anómalas.

Klippel-Trénaunay y antecedentes d e edem a doloroso y em bolias


pulm onares múltiples.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. P a c ie n te de 1 2 añ os c o n s ín d ro m e de Figura 4. P a c ie n te d e 8 añ os c o n d o lo r en la r o d illa . IVas avanzar


K lip p e l-T ré n a u n a y y a n tec ed e n tes d e e d e m a d o lo ro s o y los angiocatéteres sobre una guía, se colo có un m icroespiral de
e m b o lia s p u lm o n a re s m ú ltip les . La flebografía ascendente platin o o h elicoidal de fibra cerca de la confluencia con la vena
muestra un sistema ven o so profu ndo perm eable y múltiples fem oral.
conductos anóm alos tortuosos; entre ellos, un llam ativo sistema
ven o so marginal.
96 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

T É C N IC A ■ En las lesiones con drenaje venoso rápido o espacios venosos


de gran tamaño, se utilizan espirales de fibra antes de la
■ Los pacientes con m alform aciones venosas extensas y que inyección d e esclerosante.
se som eten escleroterapia con alcohol son anestesiados, pre- ■ Los espirales se colocan en la m alform ación o en la unión de
tratados con corticoesteroides y se les pon e una sonda de la m alform ación y sus venas de drenaje.
Foley. ■ Los microespirales pueden ser colocados directam ente a tra­
■ Los pacientes con m alform aciones linfáticas son prem edica- vés de la aguja de acceso.
dos con profilaxis antibiótica. ■ Se puede em plear un catéter de oclusión con balón por vía
■ Las extremidades afectadas se preparan a conciencia para fem oral o yugular interna para el control del em plazam iento
perm itir la observación de la piel, la colocación de una cánula de los microespirales.
intravenosa periférica, un torniquete u otros dispositivos de ■ Se puede inyectar esclerosante alrededor de los espirales.
oclusión. ■ En m alform aciones extensas de las venas de conducción (es
■ La com presión de las venas proxim ales sirve para distender decir, síndrome d e Klippel-Trénaunay, m alform aciones capi-
la m alform ación antes de su canulación. lares-linfáticas-venosas) el catéter o el m icrocatéter puede
■ Los conductos o espacios anóm alos se canalizan con una ser situado percutáneam ente dentro de la vena.
aguja tras su localización m ediante palpación o ecografía. ■ El catéter se avanza hacia la confluencia entre las venas anó­
■ Tras la canalización d e la m alform ación venosa se inyecta malas y las profundas.
contraste y se radiografía con radioscopia de substracción ■ Tras la oclusión d e las anastomosis con espirales, el escle­
digital. rosante se puede inyectar a lo largo del trayecto de la vena
■ Entonces, se inyecta el correspondiente fármaco esclero­ anóm ala con form e se retira el catéter.
sante. ■ Los polím eros acrílicos com o el N-butil-2-cianoacrilato pue­
■ El volum en inicialm ente inyectado es m enor que la cantidad den emplearse para la oclusión de efluentes rápidos junto
de contraste que se precisa para opaquificar la vena de dre­ con una inyección de esclerosante.
naje. ■ Se pueden em plear las fibras de láser de diodo para la abla­
■ El volum en total de alcohol inyectado en una sesión no debe ción del endotelio de las m alform aciones venosas a través de
superar los 0,5 ml/kg o 40 mi. catéteres o de grandes cánulas.
■ El volum en d e sulfato sódico de tetradecilo al 3% debe ser ■ Esta intervención es particularmente útil para tratar conduc­
inferior a 0,5 ml/kg o 20 m i en cada sesión. tos anóm alos largos en pacientes con m alform aciones capi-
■ El sulfato sódico de tetradecilo se puede diluir con suero lares-linfáticas-venosas.
fisiológico (p. ej., del 0,5 al 1 % ) para su inyección en las ■ Parece ser más eficaz cuando se com bina con la inyección de
lesiones cutáneas. esclerosante.
■ Los esclerosantes pueden ser opaquificados para su guiado ■ Los quistes individuales de las m alform aciones linfáticas
radioscópico. se canalizan con aguja bajo guiado ecográfico; se aspira el
■ Los detergentes esclerosantes se pueden m ezclar con con­ fluido tanto com o se pueda.
trastes líquidos oleosos o hidrosolubles. ■ De otra manera, se pueden colocar catéteres p ig ta il y
■ El contraste oleoso se añade al esclerosante en una propor­ emplearlos para inyectar o drenar quistes secuencialmente
ción entre 1:10 y 3:10 (contraste:esclerosante); se m ezcla con durante varios días.
aire a través de la llave d e paso. ■ Los quistes pueden ser opaquificados con una pequeña can­
■ L a inyección del esclerosante opacificado se controla tidad de contraste, que será aspirado, o se puede confirm ar la
m ediante radioscopia de substracción para observar una posición de la aguja m ediante ecografía sin usar otros medios
posible extravasación y esclerosis de las venas adyacentes. de imagen.
■ El control del drenaje venoso conocido para m inim izar la ■ Se puede inyectar el esclerosante m ediante guiado ecográfico
salida del esclerosante se puede realizar en la cabeza y el o radioscópico.
cuello m ediante com presión manual. ■ El proceso se repite hasta que se inyectan todos los com po­
■ En las extremidades, esta labor se realiza con torniquetes. nentes elegidos de la m alformación.
■ Un torniquete estéril automático ortopédico inflado a una
presión m enor que la presión arterial prom edia perm ite un
control más eficaz.
■ Una v e z que el esclerosante alcanza la vena efluente, se debe C O N T R O V E R S IA S
detener la inyección durante unos minutos para perm itir la
■ Se supone que el alcohol es más eficaz que los detergentes
oclusión del efluente.
para esclerosar m alform aciones venosas, pero la reperm eabi­
■ Se inyecta más esclerosante opacificado hasta que la lesión se
lización ocurre con am bos medios.
rellena por com pleto, lo cual se verifica con una radioscopia.
■ Es más probable que aparezcan com plicaciones catastróficas
■ Tras 5 m in, se inyecta más esclerosante, esta v e z no opacifi­
con el alcohol que con los detergentes.
cado.
■ La resección es el tratamiento más rápido en casos de lesio­
■ Indicadores de una correcta repleción: la lesión se palpa
nes de gran tam año, pero la recidiva es frecuente, a menos
dura y no se obtiene más sangre a la aspiración; la ecografía
que se consiga una resección com pleta.
demuestra una adecuada repleción.
■ La resección com pleta a m enudo es causa de neuromas dolo­
■ La escleroterapia superficial de las m alform aciones vascu­
rosos y contracturas, grave deform idad y parálisis facial.
lares se realiza con esclerosante sin opaquificar, a veces
■ Por otro lado, la escleroterapia se ha asociado con com pli­
diluido, vigilando el color de la piel.
caciones catastróficas, entre ellas la necrosis extensa de los
■ La inyección debe detenerse si aparecen cam bios isquémicos
tejidos y la muerte.
tales com o la palid ez o el oscurecimiento.
■ La escleroterapia seriada, combinada con una resección correc­
■ La aplicación de suero fisiológico sobre la superficie d e la
tiva conservadora supone un tratamiento prolongado, pero
p iel para provocar vasoconstricción local parece m inim izar
perm ite la conservación funcional y una apariencia óptima.
la lesión.
Tratam iento de m a lfo rm a cio n e s m ixta s de flu jo lento

i Las m alform aciones linfáticas microquísticas responden peor i En pacientes con m alform aciones linfáticas circunferenciales
a la escleroterapia, pero en algunos casos se han tratado con de la pared torácica tratadas con doxiciclina puede ocurrir un
buenos resultados. síndrom e com partimental torácico.

RESULTADO S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ El análisis ob jetivo de los resultados de la escleroterapia es S E G U IM IE N T O
difícil porque apenas se consigue la curación. ■ Tras la escleroterapia, se aplica una pom ada antibiótica junto
■ En com paración con la escleroterapia sola, la escleroterapia con un apósito estéril holgado en los puntos de punción; las
asociada a ablación endovenosa con láser consiguió una áreas tratadas se colocan en alto.
disminución del edem a tras la intervención así com o ■ El edem a norm alm ente es m áxim o a las 24 h tras la interven­
una recuperación más rápida. ción; por lo tanto, durante la noche del ingreso, se observaría
■ Los resultados relativos a la calidad de vida mostraron que una probable obstrucción de las vías respiratorias o el sín­
la m ayoría de los pacientes m ejoraron tras el tratamiento drom e compartimental.
endovascular. ■ Los pacientes con m alform aciones venosas en las vías respi­
■ Los resultados más deficientes ocurrieron con las m alform a­ ratorias se m antienen intubados; el relleno capilar y la sensi­
ciones con lesiones mayores y las que afectaban por com ­ bilidad se vigilan frecuentem ente en los pacientes con riesgo
pleto a un músculo o a un com partim ento muscular. de sufrir síndrom e compartimental.
■ En conclusión, los parámetros de calidad de vida fueron simila­ ■ Los pacientes deben recibir abundantes cantidades de fluidos
res a los de la p oblación general salvo en lo referente al dolor. intravenosos durante y tras la escleroterapia de m alform acio­
■ La escleroterapia para las m alform aciones linfáticas con nes venosas; se debe prestar mucha atención la diuresis.
OK-432 o doxiciclina concluye con un control com pleto o ■ El ketorolaco y el sulfato de m orfina son analgésicos adecua­
excelente en aproxim adam ente el 75% de los pacientes. dos; durante el ingreso se em plea habitualmente analgesia a
■ Las lesiones macroquísticas responden m ejor que las m icro­ demanda para tratar el dolor.
quísticas o combinadas. ■ Los pacientes reciben profilaxis antibiótica durante 1 semana;
si hubiera lesiones cutáneas se les reevaluará con frecuencia
para buscar posibles infecciones.
■ En caso contrario, la valoración se realizará 2 m eses tras la
C O M P L IC A C IO N E S
intervención.
■ Aparecieron com plicaciones en el 12% de las intervenciones
y en el 28% de los pacientes que se som etieron a sesiones de Lecturas recomendadas
escleroterapia con alcohol seriadas.
Burrows PE, M ason KP: Percutaneous treatment o f lo w -flo w vascular
■ Los déficits nerviosos periféricos ocurren en el 1% de las malformations. J Vase Interv Ra diol 15:431-434, 2004.
intervenciones y en el 10% de los pacientes tras esclerotera­ D on nelly LF, Bissett GS 3rd, Adam s DM : Com bined sonographic and
pia con alcohol. fluoroscopic guidance: a m od ified technique fo r percutaneous
■ Con la extravasación de m icroespum a puede ocurrir un sclerosis o f lo w -flo w vascular malformations. A JR A m J Roentgenol
edem a desproporcionado, sobre todo en el antebrazo, la 173:655-657, 1999.
pantorrilla y el pie. D on nelly LF, Bisset GS 3rd, Adam s DM: M arked acute tissue
■ Cuando se em plea alcohol, la necrosis cutánea y la cicatri­ sw elling fo llo w in g percutaneous sclerosis o f lo w -flo w vascular
malformations: a predictor o f both prolon ged recovery and
zación excesiva aparecen en aproxim adam ente entre el 10 y
therapeutic effect. Pediatr R a diol 30:415-419, 2000.
15% de los pacientes.
H o lt P, Burrows P: In terventional radiology in the treatment o f
■ En las intervenciones d e ablación con alcohol se han docu­ vascular lesions. Facial Plast Surg C lin N orth A m 9:585-599, 2001.
mentado síndrom e com partimental, em bolia pulmonar, K on ez O, Burrows PE: M agnetic resonance o f vascular anomalies.
edem a pulm onar y síncope cardiovascular agudo. M a g n Reson Im a ging C lin N A m 10:363-388, 2002: vii.
■ Con el em pleo de OK-432, se ha observado la com presión de M ulliken JB, Fishman SJ, Burrows PE: Vascular anomalies. Curr Probl
las vías respiratorias provocada por edema. Surg 37:517-584, 2000.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento del hemangioendotelioma
kaposiforme

■ Los lugares predilectos de la anatomía son la pared torácica,


IN D IC A C IO N E S el hom bro, desde la ingle hasta la pierna, el retroperitoneo y
■ Control de coagulopatía grave provocada por el atrapamiento la cara.
plaquetario y de las hemorragias espontáneas (fenóm eno de ■ La lesión se suele abordar transarterialmente, si bien la punción
Kasabach-Merritt) directa puede ser empleada para las lesiones superficiales.
■ Control del crecim iento y del dolor si la terapia con fármacos
fracasa

T É C N IC A
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ El tratamiento de inicio es farm acológico, pero la em b oliza­
ción puede ser vital para algunos pacientes.
■ A lergia a los em bolizantes de uso habitual ■ Em boliza ción transcatéter: la ruta de acceso habitual es la
arteria fem oral común.
■ Se realiza una angiografía de diagnóstico para hacer un mapa
del aporte sanguíneo a la lesión.
IN S T R U M E N T A L ■ Se cateterizan selectivam ente los vasos nutricios; esto puede
■ A guja con introductor precisar del uso d e microcatéteres coaxiales de 3 Fr.
■ D e 20 a 22 G ■ Se em b oliza la lesión hasta la estasis.
■ Angiocath o similar ■ Los em bolizantes utilizados más frecuentem ente son las
■ Jeringa pequeña m icroesferas, lo que es eficaz para casos graves de heman-
■ D e 3 y 1 mi gioendoteliom as kaposiformes para reducir el atrapamiento
■ Tubo de conexión corto plaquetario y el cortocircuito.
■ D e tipo hep-lock ■ Para tratar las lesiones superficiales puede emplearse la p u n ­
■ Esclerosante ció n directa.
■ A lcoh ol, sotradecol, polidocanol, etc. ■ Se realiza una ecografía para identificar la lesión y se marca
■ L lave de paso de tres vías la zona.
■ Para preparar el agente com o espuma ■ Se accede directam ente a la lesión m ediante guiado ecográ-
■ Sotradecol fico con una aguja con introductor.
■ Opaquificante ■ Lentamente, se inyecta el contraste y se opaquifican los con­
■ Etiodol, contraste hidrosoluble ductos tubulares con aspecto venoso.
■ Catéter guía, introductor y microcatéter ■ El esclerosante se inyecta paulatinam ente bajo control radios­
■ Para em bolización a través del catéter cop ia).
■ M icroesfera calibrada ■ Se puede añadir una pequeña cantidad de agente radiopaco
■ Para em bolización a través del catéter para controlar su distribución.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O C O N T R O V E R S IA S
■ El acceso cursa con el atrapamiento de plaquetas y otros ■ N o se ha establecido un protocolo actualmente aceptado.
elem entos sanguíneos (fenóm eno de Kasabach-Merritt) aso­ ■ La evolución de los tratamientos farm acológicos, entre ellos
ciado con el hem angioendoteliom a kaposiforme. los corticoides, los citotóxicos y el interferón, ha sido con­
■ Las características diagnósticas de la biopsia son las células tinua.
endoteliales fusiformes que recuerdan al sarcoma d e Kaposi ■ Los citotóxicos se reservan para lesiones extensas o invasivas
sin asociación con el VIH. tales com o el hem angioendoteliom a kaposiforme.
■ A l examinarla, a m enudo la lesión es edem atosa, suave y ■ Se ha demostrado que los interferones p rovocan com plica­
equimótica. ciones neurológicas específicas.
■ La lesión es consistente, indurada y se asocia con un rápido ■ El papel y el tiem po de em bolización de estas lesiones no
crecim iento e invasión local. está demasiado definido.

P U N T O S CLAVE
i La clave para el tratam iento reside en un diagnóstico correcto.
i Los hem angioendoteliom as kaposiform es se com ponen de células endoteliales fusiform es q ue recuerdan al
sarcoma de Kaposi pero que no se asocian con la infección con el virus de la inm unodeficiencia humana,
i Existe una diversidad de posibilidades de tratam iento farm acológico, entre ellos los c orticoides y los
citotóxicos.
i La em bolización puede ayudar a controlar la grave coagulopatía debida al atrapam iento plaquetario.

98 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento del hem ang io e n d o te lio m a kapo sifo rm e 99

Figu ra 1. E l hem an gioendoteliom a k aposiform e p u ed e o cu rrir h ipervascularidad difusa y m al definida. El tratamiento de esta
en c u a lq u ier parte d el cuerpo, p ero e s m ás c om ún e n e l tronco lesión m p(m e a m m|ldo ^ combinaci(Sn de m odalidades. com o
y la po rción pro x im a l de las extrem idades. Es la única form a em b o lización y tratam iento farm acológico,
de hem an giom a asociada con el fen óm en o d e Kasabach-M erritt
(atrapam iento p laqu etario ).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. E m bolización de u n a lesión de hem angioendoteliom a k aposiform e con asiento e n el h om bro y a x ila derecha. Obsérvese
la h ipervascularidad difusa y m al definida. El tratamiento d e esta lesión supone a m enudo una com bin ación de m odalidades, com o
e m b o lización y tratamiento farm acológico.
100 INTERVENCIONES VASCULARES |MALFORMACIONES VASCULARES

RESULTADO S ■ Las visitas de seguim iento se program an norm alm ente para
2 y 6 semanas tras la intervención.
■ Se han recopilado m uy pocos datos sobre la eficacia de la ■ La repetición de intervenciones precisa de un espaciado de
em bolización. 6 a 8 semanas para perm itir la com pleta recuperación del
■ Puede quedar hem angioendoteliom a kaposiform e residual tratamiento anterior; se debe establecer una nueva referencia
tras la resolución de los trastornos hem atológicos. clínica y radiográficam ente (norm alm ente con R M ).
■ La elevación de la parte afectada y los apósitos elásticos son
útiles para reducir las molestias y el edema.
■ Se administrará un tratamiento breve de corticoides con
C O M P L IC A C IO N E S com ienzo en el m om ento de la intervención y retirada paula­
■ La tasa de com plicaciones oscila entre el 3 y 20% . tina en un p eríodo de 3 días.
■ Una em bolización excesiva puede conducir a isquem ia y
embolia pulmonar com o resultado de un cortocircuito de embo-
Lecturas recomendadas
lizante a través de la m alformación.
■ Pueden producirse em bolia d e tejido no deseado, ictus, úlce­ Enjolras O, W assef M , M azo yer E, et al: Infants w ith Kasabach-Merritt
syndrom e do n ot have “ true” hem angiomas. J Pediatr 130:631-640,
ras cutáneas o mucosas, lesiones nerviosas y síndrom e com ­
1997.
partimental, así com o aquellas com plicaciones asociadas con
Greenspan A , McGahan JP, Vogelsang P, Szabo RM: Im aging strategies
la intervención angiográfica.
in the evaluation o f soft tissue hem angiomas o f the extremities:
■ Se ha descrito el síncope cardiovascular cuando se usan correlation o f the findings o f plain radiography, CT, M R I and
esclerosantes com o el alcohol absoluto. ultrasonography in 12 h istologically proven cases. Skeletal R adiol
■ Se han descrito efectos secundarios cardiovasculares cuando 21:11-18, 1992.
el alcohol alcanza la circulación pulmonar. Hand JL, Frieden U: Vascular birthmarks o f infancy: resolving
n osologic confusion. A m J M e d Genet 108:257-264, 2002.
M ulliken JB, G lowacki J: H emangiomas and vascular malformations
in infants and children: a classification based on endothelial
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA characteristics. Plast Reconstr Surg 69:412-422, 1982.
Orlow SJ, Isakoff MS, Blei F: Increased risk o f symptomatic hemangiomas
Y S E G U IM IE N T O o f the airw ay in association w ith cutaneous hem angiomas in a
“beard” distribution. J Pediatr 131:643-646, 1997.
■ La m ayoría de los pacientes pasan la noche hospitalizados
Paltiel HJ, Burrows PE, K ozakew ich HP, et al: Soft-tissue vascular
tras la intervención y se les da el alta a la mañana siguiente.
anomalies: utility o f US for diagnosis. Radiology 214:747-754,
■ La sensación de incom odidad notable es p oco frecuente y 2000.
debe ser exam inada rápidamente. Stanley P, Grinnell VS, Stanton RE, et al: Therapeutic em bolization o f
■ N o es necesario lim itar la actividad del paciente de manera infantile hepatic hem angiomas w ith polyvin yl alcohol. AJR A m J
sustancial tras una intervención de em bolización. R oentgenol 41:1047-1051, 1983.
VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES
Implante de endoprótesis carotídea

D E F IN IC IÓ N : Intervención percutánea endovascular para la revascularización de las áreas irrigadas


por una arteria carótida estenosada.

■ La angiografía por R M (A R M ) y la angiografía p or TC (ATC)


IN D IC A C IO N E S probablem ente sustituirán a la angiografía diagnóstica en
■ Pacientes de a lto riesgo quirúrgico con estenosis igual o supe­ el futuro.
rior al 70% ■ Aunque la ecografía y la AR M , así com o la ATC, se han
■ Pacientes asintomáticos con estenosis iguales o superiores al aceptado para la exploración, no han sido los m étodos
80% o lesiones preoclusivas de alto grado con com promiso definitivos para el im plante de endoprótesis carotídea.
de la arteria carótida interna (estudio de investigación) ■ Guía: AngioGuard, Accunet, Emboshield, Boston Scientific
■ Endoarterectom ía anterior con estenosis recidivante, este­ Filter W ire EZ, M ednova-Neuroshield, Rubicon, SpideRX,
nosis ipsolateral con oclusión contralateral, antecedente de Sci-Pro
radioterapia o de disección radical cervical, cuello hostil y ■ Guía d e 0,035”
lesiones quirúrgicam ente no accesibles ■ Guía Am p latz extrarrígida de 260 cm (Boston Scientific) o
guía W h o le y Plus (M allinkrodt)
■ Guía coronaria de 0,014” (guía flexible o com pañera) para
la rectificación de la porción plegada de la arteria carótida
C O N T R A IN D IC A C IO N E S durante la colocación del filtro
■ Catéter
■ Se contraindica en los pacientes asintom áticos qu e no
■ Catéter de 5 Fr con una suave curvatura tales com o el ver­
reúnen criterios para de inclusión en un estudio d e inves­
tebral, el multiusos o los d e forma tipo H I , JB3, o JR4
tigación.
■ Catéteres Simmons I, II o de Vitek en caso de configuracio­
■ Se contraindica en lesiones asintomáticas < 7 0 % m ediante
nes del arco más complicadas
ecografía y < 6 0 % m ediante angiografía, así com o en lesiones
■ Catéter m onorraíl con balón de angioplastia coronaria per-
sintomáticas < 7 0 % m ediante ecografía y < 5 0 % m ediante
cutánea transluminal para la predilatación lesional de 3,
angiografía.
3,5 o 4m m
■ Se deben abordar con cuidado las lesiones largas, los grandes
■ Introductor
trombos, las calcificaciones globulares y los arcos de tipo III
■ Endoprótesis: R x Acculink, Xact, NexStent, Precise
y tipo IV.
■ Las endoprótesis carotídeas son básicamente todas d e nití-
■ Si el m édico no ha accedido al vaso deseado en 20m in, se
nol autoexpansible, salvo la Wallstent, que es una malla
debe desistir de la intervención y considerar otras posibilida­
metálica m onofilam ento inoxidable.
des de tratamiento.
■ La geom etría de la celda de estas endoprótesis puede ser
■ Se contraindica ante función renal en el lím ite (contraindica­
tanto abierta com o cerrada.
ción relativa), incapacidad de abordar las arterias femorales
■ Dispositivo d e protección cerebral: oclusión con balón o fil­
(si bien se realizan punciones braquiales y carotídeas directas)
tros para em bolia fabricados en malla de poliuretano o de
y presencia de gran cantidad de material quirúrgico cervical.
alambre
■ Otras contraindicaciones serían ictus en evolución, intoleran­
■ El filtro se diseña para avanzar más allá de la lesión en un
cia al ácido acetilsalicílico o el clopidogrel y diátesis hemo-
estado cerrado, de manera que luego se abra durante la
rrágica activa.
intervención para recoger los residuos embólicos.
■ Tam bién hay contraindicación absoluta ante anticoagulación,
■ Cuando se termina la intervención, el filtro se p liega gra­
dem encia severa o hipertensión arterial sin controlar.
cias al catéter de retirada que va con él y se extraen las
partículas del cuerpo.
■ Algunos filtros, com o el de Boston Scientific EPI, funcionan
según el principio de que u n solo tam año vale para todo.
IN S T R U M E N T A L
■ Anticoagulante: heparina, bivalirudina
■ Equipo de angiografía fijo de alta calidad ■ M edicación com plem entaria
■ Para la evaluación de los pacientes para im plante de endo­ ■ N itroglicerin a para el vasoespasmo
prótesis carotídea; la prueba de referencia actual es la ■ Atropina, fenilefrina y dopam ina ante una posible bradi-
angiografía de substracción digital. cardia o hipotensión

P U N T O S CLAVE
i El im plante de endoprótesis carotídea es una intervención profiláctica diseñada para evitar el ictus en
los pacientes que, o bien han sufrido un ictus o un accidente isquém ico transitorio, o bien poseen una
estenosis asintom ática de alto grado.
> Para justificar el im plante de endoprótesis carotídea se deben conseguir tasas aproxim adas de ictus y
de m ortalidad periintervencionistas del 3 a 6 % respectivamente, en pacientes tanto a sintom áticos com o
sintom áticos.
> Aún no están claras las in dicaciones en pacientes asintom áticos y octogenarios.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 101


102 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Figu ra 1. D iversas con figu ra c ion e s en d o protésicas d isp o n ib les para


im p la n te c a ro tíd e o . A . NexStent. B. W allstent. C. P recise stent.

precisa, así com o el aum ento en el riesgo por manipulación


a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
del catéter y por el volum en de contraste.
■ Consiga una proyección de angiografía de substracción digi­ ■ Para las angiografías de diagnóstico de enferm edad ateros-
tal oblicua anterior izquierda para v er el arco aórtico y para clerótica, el catéter se deja en la arteria subclavia, cerca de
una angiografía selectiva de las arterias cervicales, cerebrales su origen, con un m anguito de presión sanguínea inflado en
y vertebrales, prestando especial atención en el p olígon o de el brazo para estimular preferentemente el flujo vertebral.
W illis. ■ Todos los pacientes se prem edican con ácido acetilsalicílico
■ Habitualmente, el im plante de una endoprótesis carotídea (325m g/día p or v ía oral) y clopidogrel (75m g/día por vía
em plea un acceso percutáneo desde la arteria fem oral dere­ oral) los 3 a 5 días previos a la intervención, sin im portar qué
cha. (El acceso braquial se puede em plear cuando fracasa el dispositivo de protección cerebral o técnica se emplee.
fem oral.) ■ Los pacientes deben encontrarse bien hidratados; sus m edi­
■ Interesa la anatomía de la arteria carótida y su bifurcación, caciones para la hipertensión deben ser retiradas el día de la
así com o la circulación cerebral. intervención.
■ La angiografía carotídea proporciona inform ación clave sobre ■ N o se administra ninguna sedación o, si acaso, la mínim a.
el estado del origen de los grandes troncos y de la circulación ■ A l paciente se le deja un juguete de com presión manual para
cerebral. evaluar durante la intervención sus funciones motoras y cog-
■ El exam en clínico d ebe recoger un repaso cuidadoso de la nitivas.
enferm edad vascular periférica para definir el grado de afec­ ■ En la m ayoría de casos, se em plea un acceso retrógrado con­
tación aortoilíaca. vencional.
■ Se precisa de un exam en neurológico com pleto para conocer ■ Se administran aproxim adam ente 5.000 unidades de hepa-
el estado funcional de referencia inicial de las capacidades rina para m antener el tiem po d e coagulación activada entre
cognitívas, lingüísticas, sensitivas, de respuesta m otora y de los 250 y 300 s.
los nervios craneales. ■ La arteria carótida común se selecciona m ediante un catéter
de diagnóstico de 5 Fr y una guía dirigible de 0,035”.
■ Frecuentemente, para cateterizar selectivam ente la arteria
carótida se em plea un catéter de 5 Fr con una suave curva­
T É C N IC A
tura, tales com o el vertebral, el multiusos o H I, JB3, o JR4.
■ La angiografía diagnóstica se realiza de manera separada ■ En caso de configuraciones del arco más com plicadas se
a la intervención, debido a la gran cantidad de tiem po que recom iendan los catéteres Simmons I, II o de Vitek.
Im plante de en d o p ró te sis carotídea

Catéter guia de 8 Fr
o introductor de 6 Fr

Figu ra 2. Esquema que muestra la colocación del introductor en la arteria carótida común seguida del avance del filtro más allá de la lesión.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ E vite la excesiva manipulación de los catéteres dentro del arco y 135 cm de largo, mientras se m antienen el introductor o el
aórtico debido al aumento en el riesgo de ictus em bólico. catéter guía en la aorta torácica.
■ Una v e z el catéter de diagnóstico se encuentra en su posición ■ El introductor o el catéter guía se avanza, m ediante una téc­
dentro de la arteria carótida com ún se consigue una im agen n ica telescópica, sobre el catéter de diagnóstico de 135 cm,
de road m ap («m ap a de carreteras») y se selecciona la arteria dentro de la arteria carótida común.
carótida externa con una guía dirigible de 0,035”. ■ Se realizan m odificaciones de la técnica en los pacientes con
■ El catéter de diagnóstico se avanza entonces dentro de una bifurcaciones gravem ente afectadas en que la carótida externa
rama vascular; por ejem plo, la arteria occipital posterior. está ocluida o la arteria carótida com ún distal, incluida su
■ Una v e z en la rama vascular, la guía dirigible se sustituye por bifurcación, se encuentra afectada.
una guía rígida d e apoyo de 0,035”. ■ En situaciones en que la carótida externa no se puede emplear
■ El introductor largo de 6 Fr o el catéter guía de 8 Fr se com o anclaje, una guía rígida (p. ej., la A m p latz extrarrígida
avanza sobre la guía rígida d e 2 a 3 cm desde la bifurcación de 0,035” , 260cm de largo y punta flexible de 1 cm ) se coloca
carotídea. debajo de la bifurcación.
■ Se carga el catéter largo de diagnóstico de 5 a 6 Fr coaxial­ ■ Con la guía en una posición estable, se retira telescópica­
m ente con el catéter guía para evitar que la lu z interna de mente y con suavidad el catéter guía sobre el catéter diagnós­
este últim o lesione el endotelio carotídeo. tico de 5 a 6 Fr hacia el sitio deseado, bajo la bifurcación.
■ De otra forma, las arterias carótidas com ún y externa se ■ Una v e z el introductor o el catéter guía se encuentran en su
seleccionan con una guía dirigible y un catéter de 5 a 6 Fr posición, se inyecta una pequeña cantidad de contraste para
104 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Después del despliegue


de la endoprótesis

Figura 3. Hallazgos angiográficos típicos tras un implante Figura 4. Hallazgos angiográücos característicos tras un
satisfactorio de endoprótesis carotídea. Antes del despliegue implante satisfactorio de endoprótesis carotídea. Después
de la endoprótesis. del despliegue de la endoprótesis.

asegurarse de que existe suficiente flujo a través de la arteria dos satisfactoriamente, la guía flexible se puede retirar antes
carótida común. d el despliegue de la endoprótesis.
Se atraviesa la lesión con el filtro de protección distal plegado, Una v e z que el dispositivo de protección distal se encuentre
siguiendo las indicaciones de las im ágenes del road map. en su sitio, se predilata la estenosis con un catéter con balón
Se avanza el filtro hasta un segm ento 2 cm distal a la lesión de angioplastia coronaria percutánea transluminal monorraíl,
com o m ínim o, idealm ente en la porción petrosa de la caró­ de 3, 3,5 o 4m m .
tida. Los beneficios de la predilatación son m ayor facilidad de
Se escoge el segm ento en que el filtro se pueda desplegar con paso, despliegue más preciso y expansión más com pleta
facilidad; deben evitarse las curvas tortuosas en que el filtro de la endoprótesis.
se pueda plegar y, consecuentem ente, dificulten su recupera­ La predilatación perm ite tam bién una m edida final de la
ción posterior. lesión en lo referente al calibre y longitud de la endoprótesis
Se m ide el diám etro de la arteria carótida donde será des­ que se desea desplegar.
plegado el filtro; se expande el filtro ligeram ente hasta un Se avan za la endoprótesis con m ucho cuidado b ajo radios­
punto por encim a del diám etro de la lu z vaso. c op ia asegurándose d e qu e n i el catéter guía, n i el intro­
Una v e z que se ha desplegado el filtro, se inyecta una pequeña d uctor en la arteria carótida com ún retroced en hacia la
cantidad de contraste para asegurar que el filtro se encuentra aorta.
en una correcta posición, que todos sus marcadores rígidos Mientras se avanza la endoprótesis, debe mantenerse en todo
están abiertos y que no existe espasmo. m om ento el filtro en la parte superior de la im agen d e radios­
Los dispositivos de protección distal deben ser empleados copia y el catéter guía o el introductor en la parte inferior de
con precaución cuando la lesión es notablem ente angulada o la pantalla.
cuando se precisa de una gran fuerza para realizar el paso. Una v e z el sistema de liberación de la endoprótesis quede
Se puede em plear una guía d e ayuda (guía flexib le), que atravesando la lesión, se inyecta un p oco de contraste para
perm ita otro apoyo para la rectificación d e curvas com pli­ posicionar la endoprótesis con precisión.
cadas que puedan aparecer en el segm ento cervical de la Si existiera oclusión, se pueden em plear referencias óseas
carótida. para el posicionam iento de la endoprótesis.
La guía flexible se posiciona más allá de la lesión que se Antes de la liberación definitiva de la endoprótesis autoex-
desea tratar, seguida por el paso del dispositivo de protección pansible, se retira la porción laxa del sistema y se despliega
distal. lentamente la endoprótesis.
Si las lesiones son extremadamente estrechas, se pueden La m ayoría de las endoprótesis autoexpansibles de nitinol
predilatar con un catéter de angioplastia transluminal percu­ tienden a saltar hacia delante debido a laxitud en el sistema;
tánea con balón de 1,5 o 2 m m , lo que perm itirá el posterior por lo tanto, es im portante anticiparse a ese posible m ovi­
paso del dispositivo de protección. miento.
Cuando el dispositivo de protección distal y el posterior caté­ Una apertura paulatina de la endoprótesis ayudará a reducir
ter de liberación de la endoprótesis se encuentren posiciona- este posible salto de la endoprótesis hacia delante.
Im plante de en d o p ró te sis carotídea

■ Una v e z que la endoprótesis se haya desplegado, se dilata ■ Otras maniobras son ajustar la posición del catéter guía,
con un catéter con balón d e angioplastia coronaria percutá­ hacer que el paciente tosa o, incluso, com prim ir ligeram ente
nea transluminal (m onorraíl) de 5 o 5,5 mm. al paciente con una presión externa.
■ Se dilata solo dentro de los lím ites de la endoprótesis; deben ■ Una v e z el introductor de recuperación se encuentra en posi­
tenerse preparados atropina, fenilefrina, dopam ina y líquidos ción (a la altura del relleno o lím ite d e la cesta del filtro), se
para una posible bradicardia o hipotensión. llevará la cesta parcial o totalm ente hacia dicho introductor
■ Se vigila la presión arterial cuidadosamente, em pleando el de recuperación.
puerto lateral del introductor com o transductor para conse­ ■ Se recupera el sistema por com pleto bajo observación por
guir un control en tiem po real de la presión arterial. radioscopia.
■ Es im portante m antener la presión arterial estabilizada para ■ Una angiografía cerebral final evaluará la arteria carótida
disminuir el riesgo de síndrom e de hiperperfusión. cervical y la circulación intracraneal.
■ Se realiza una angiografía de seguimiento.
■ Si en la angiografía no existe flujo a través del filtro, habrá
de pensarse en una de las siguientes posibilidades: espasmo
arterial grave, disección debido a la guía o a la endoprótesis,
C O N T R O V E R S IA S
seudoobstrucción consecuencia de un pliegue en la endo­
prótesis capaz de doblarla y cesta repleta con un filtro lleno ■ Indicaciones de la intervención, sobre todo, la inclusión de
de residuos. los octogenarios
■ En la m ayoría de ocasiones, la ausencia de flujo es conse­ ■ Paciente de a lto riesgo
cuencia del espasmo. ■ Am p liación de las aplicaciones de esta intervención a pacien­
■ Generalmente, el espasmo se percibe porque la arteria caró­ tes asintomáticos
tida tiene form a de rosario, sobre todo allí donde se desplegó ■ Tecnología óptima: endoprótesis de celda abierta frente a
el filtro; si la situación es lo suficientemente grave, puede las de celda cerrada y protección frente a embolias (ninguna
que haber oclusión completa. frente a filtros o frente a dispositivos que revierten el flujo o
■ Se inyectan pequeñas cantidades de contraste durante la que ocluyen con balones)
intervención para asegurarse de que existe buen flujo y de
que no hay espasmo.
■ Un signo de aparición del espasmo es la presencia de un
agrupamiento de los marcadores rígidos del filtro.
RESULTADO S
■ A n te espasmo, lo más fácil es retirar el agente causante (nor­
malmente, suele ser el filtro al final de la in terven ción ). ■ Los resultados clínicos del im plante de endoprótesis carotí­
■ Con frecuencia el espasm o se resolverá por sí solo. dea son relativamente heterogéneos debido a la diversidad
■ Otras maniobras consisten en tirar hacia atrás el introductor de indicaciones y d e tecnologías en evolución.
o el catéter guía. ■ La mayoría de los ensayos recogen una minoría de pacientes
■ Se puede administrar nitroglicerina (150 a 200 m g) p or vía sintomáticos (en general, aproxim adam ente el 2 5 % ) y entre
intraarterial; habrá que tener cuidado con la posible cefalea, el 4 y 8 % describen riesgo de ictus y m ortalidad a los
ya que puede aparentar síntomas d e hiperperfusión y des­ 30 días.
censo de la presión arterial. ■ Los ensayos de reciente publicación SPACE y EVA-3S en
■ Si apareciera un espasmo grave hacia la m itad de la interven­ pacientes sintomáticos describen tasas d e ictus y m ortalidad
ción, se administrará nitroglicerina por vía intraarterial. periintervencionistas del 6,8 y 3 ,4% , respectivamente.
■ Si no aparece flujo después de implantar la endoprótesis y ■ Se han descrito tasas de reestenosis del 2,7% a los 12 meses
tras la dilatación, posiblem ente sea debido a un gran volu­ y del 5,6% a los 48 meses.
men d e residuos con origen en la placa.
■ Otra causa podría ser una heparinización incorrecta provo­
cada por una intervención excesivam ente prolongada.
■ Si la cesta está llena, es preferible em plear un catéter de
C O M P L IC A C IO N E S
extracción (PercuSurge, A b b ot Vascular), catéter de doble
lu z coaxial em pleado para aspirar residuos con el sistema ■ Las intervencion es qu e ocupan un tiem po excesivam ente
PercuSurge. p ro lon gad o aum entan el riesgo de soltar residuos em b ó b ­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Este catéter se em plea por separado y se debe avanzar hasta eos desde el arco hacia la carótid a deseada o d e enviarlos
el filtro para aspirar tantos residuos com o sea posible. a la carótida contralateral o las arterias verteb rales adya­
■ Cuando se visualizan residuos dentro de o adyacentes a la centes.
endoprótesis y proxim ales al filtro es obligatorio em plear un ■ Los episodios adversos se clasifican com o secuelas neuroló-
catéter de extracción para realizar una com pleta aspiración. gicas o no neurológicas.
■ La presencia de residuos dentro del aspirado es un im por­ ■ Entre las com plicaciones neurológicas se encuentran los
tante indicador de que la cesta tam bién contiene una copiosa accidentes isquém icos transitorios, el ictus y la muerte.
cantidad de estos y puede ser la causa del descenso en el ■ Los accidentes isquém icos transitorios que aparecen habi­
flujo tualmente durante el curso de un im plante d e endoprótesis
■ La m anera habitual de retirar el dispositivo de protección consisten en breves interrupciones de la visión y del habla o
consiste en el avance del introductor de recuperación con en deficiencias transitorias m otoras o sensitivas.
cuidado a través de la endoprótesis. ■ Las muertes vienen definidas com o en relación con la inter­
■ Si hubiera resistencia, la cabeza del paciente se girará d e un vención o sin relación con la misma, estando provocadas
lado para otro o se elevará su mandíbula. estas últimas por causas cardiopulmonares o d e otros órga­
■ Estas m edidas iniciales ayudarán a reducir la posible resis­ nos.
tencia consecuencia de la tendencia de la guía a atrapar el ■ Los episodios adversos no neurológicos son com plicaciones
borde del introductor de recuperación en la porción rígida de inguinales del punto de acceso, hem orragias retroperitonea-
la endoprótesis. les e infecciones.
106 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

■ La hipotensión, las arritmias cardíacas y la bradicardia, prin­ Bates ER, Babb JD, Casey DE Jr, et al: ACCF/SCAI/SVMB/SIR/ASITN
2007 clinical expert consensus document on carotid stenting:
cipales episodios no neurológicos, pueden evolucionar hacia
a report of the American College of Cardiology Foundation
un episodio neurológico si no se tratan. Task Force on Clinical Expert Consensus Documents (ACCF/
SCAI/SVMB/SIR/ASITN Clinical Expert Consensus Document
Committee on Carotid Stenting). J Am Coll Cardiol 49:126-170,
2007.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Bosiers M, Deloose K, Verbist J, et al: Carotid artery stenting: which
Y S E G U IM IE N T O stent for which lesion? Vascular 13:205-210, 2005.
Bosiers M, Deloose K, Verbist J, et al: Review of stents for the carotid
■ Después de que el tiem po de coagulación activada regrese artery. J Cardiovasc Surg (Ibrin o) 47:107-113, 2006.
a su nivel habitual (cuando se em plea heparina), se puede Cunningham EJ, Fiorella D, Masaryk TJ: Neurovascular rescue. Semin
realizar la com presión manual o em plear un dispositivo de Vase Surg 18:101-109, 2005.
cierre en el punto d e acceso inguinal. Eskandari MK: Cerebral embobe protection. Semin Vase Surg 18:95-
100, 2005.
■ Se ingresa al paciente en una unidad de vigilancia para su
Faries punción lumbar, Chaer RA, Patel S, et al: Current management
observación durante esa noche. of extracranial carotid artery disease. Vase Endovasc Surg 40:165-
■ Se da el alta al paciente con una pauta de administración de 175, 2006.
aspirina indefinida y de 75mg/día de clopidogrel durante al Macdonald S: The evidence for cerebral protection: an analysis and
menos 3 meses. summary of the literature. Ear J Radiol 60:20-25, 2006.
■ Com o seguim iento, se realizan ecografías de referencia a 1,3 a Narins CR, Illig KA: Patient selection for carotid stenting versus
6 y 12 m eses y, después, anualmente. endarterectomy: a systematic review. J Vase Surg 44:661-672,
■ Todas las intervenciones carotídeas deben ser consultadas 2006.
con un neurólogo. Wholey MH, Wholey MH: History and current status of endovascular
management for the extracranial carotid and supraaortic vessels.
J Endovasc Ther ll(Suppl 2): II43-II61, 2004.
Lecturas recomendadas
Ali OA, Bhindi R, McMahon AC, et al: Distal protection in
cardiovascular medicine: current status. A m Heart J 152:207-216,
2006.
Tratamiento del ictus en fase aguda

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento del ictus en fase aguda minimiza la lesión cerebral mediante la restauración
del flujo sanguíneo al tejido cerebral isquémico de la manera más eficaz y segura que se pueda.

IN D IC A C IO N E S ■ Trom bolítico
■ tPA
■ Deficiencia neurológica significativa (escala del ictus de los ■ Abcixim ab
National Institutes o f Health = 8) o territorio vascular amplio ■ Urocinasa
en riesgo ■ Dispositivo de em bolectom ía mecánica
■ Oclusión com probable m ediante angiografía d e un vaso ■ Recuperador L5 M erci
accesible por vía endovascular ■ Balón de angioplastia
■ Ausencia de hem orragia y de evidencia d e infarto en las ■ M averick
pruebas radiológicas no invasivas ■ Endoprótesis intracraneal
■ T iem p o desde la instauración de los síntomas igual o inferior ■ W ingspan
a 3 h con contraindicación del tratamiento con activador tisu- ■ Microcatéter
lar del plasm inógeno (tPA) ■ M icrocatéter 14X
■ Entre 3 y 6 h (trom bólisis por vía intraarterial) u 8 h (trom ­ ■ Para navegar más allá de la oclusión
bectom ía m ecánica) desde la instauración de los síntomas ■ M icroguía
■ Fracaso de una recuperación clínica significativa tras la trom ­ ■ Transend-14
bólisis intravenosa
■ Oclusión de la arteria basilar de hasta 12 h desde la instaura­
ción de los síntomas

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ An te oclusiones de las arterias carótida interna o cerebral
C O N T R A IN D IC A C IO N E S m edia se em plea la arteria fem oral com ún a través de la aorta
■ H em orragia cerebral, infarto com pleto sin territorio recupe­ abdom inal y de la torácica para alcanzar la carótida interna.
rable ■ Para tratar la trom bosis de las arterias vertebral, basilar y
■ Infarto establecido de gran extensión (>1 /3 del territorio de cerebral posterior se accede por las arterias subclavia o verte­
la arteria cerebral m edia, hipodensidad en TC u anom alía en bral.
R M en difusión)
■ Tratamiento endovascular del ictus no valorado en menores
de 18 años
■ Hipertensión mantenida e incontrolable (sistólica >180 m mHg T É C N IC A
o diastólica > 105 m m H g)
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Se adquiere e interpreta la angiografía diagnóstica cerebral.
■ El introductor fem o ral debe ser sustituido b ajo radios­
IN S T R U M E N T A L cop ia p or otro de 8 a 9 Fr para p erm itir la introducción
de un catéter guía con b alón con cén trico de las mismas
■ An giografía digital biplano dim ensiones si se em p lea el d ispositivo d e recuperación de
■ Introductor fem oral M erci.
■ D e 5 a 9 Fr, con 11 a 90 cm de largo ■ La trom bectom ía m ecánica se realiza con el dispositivo de
■ Se m antiene con un lavado continuo de suero fisiológico recuperación Merci.
heparinizado. ■ El catéter guía con balón se avanza sobre una guía de 0,035 a
■ Catéter guía 0,038” y se coloca en el vaso d e interés según el área de la
■ Envoy, de 6 Fr oclusión.
■ Introductor lanzadera ■ En el m om ento de la recuperación del coágulo, se infla el
■ Catéter guía con balón extrem o distal del catéter guía con balón con una m ezcla al

P U N T O S CLAVE
i La finalidad del tratam iento endovascular del ictus consiste en una restauración rápida de la perfusión
cerebral para m inim izar la pérdida de tejido cerebral durante la fase aguda de un ictus,
i Las intervenciones endovascuiares sobre el ictus son infusión por vía intraarterial de trom bolíticos y
em bolectom ía mecánica.
i El tratam iento endovascular del ictus en fase aguda se indica en aquellos pacientes que poseen una
contraindicación para el tratam iento sistém ico con tPA o aquellos en que ha fracasado la repermeabilización
con tPA intravenoso con oclusión arterial accesible y tejido cerebral recuperable,
i Dispositivos com o el recuperador Merci permiten restaurar la permeabilidad vascular sin necesidad de
trom bolíticos.
i La hemorragia cerebral se puede minim izar con una cuidadosa selección de los pacientes, un uso razonado
de los trom bolíticos y un control estricto de la presión arterial tras la intervención.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 107


108 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAORTICOS E INTRACRANEALES

Figura 1. Proyección anteroposterior intracraneal de u n a Figura 2. Proyección anteroposterior intracraneal de una angiografía
a n gio grafía de l a a rteria c arótida com ún izqu ierda. Oclusión de la arteria carótida común izquierda. Se consiguió la completa
aguda de la parte media del segmento M I de la arteria cerebral repermeabilización con una combinación de infusión intraarterial de tPA
media en un hombre de 65 años con fibrilación auricular. y embolectomía mecánica con el recuperador Merci L5.

Figu ra 4. Fotografía de un recuperador Merci de la serie X con un


coágulo rojo ensartado.

Figura 3. Proyección lateral intracraneal de u n a a n gio grafía de


la a rteria v erteb ral izqu ierda. La inyección de contraste durante
la detención del flujo pone de manifiesto un halo alrededor del
trombo capturado.
T ratam iento del ic tu s en fase aguda 109

50% de contraste y solución fisiológica con una jeringa de RESULTADO S


3 mi.
■ El m icrocatéter M erci se avanza en la arteria deseada sobre la ■ Los resultados tras el tratamiento endovascular se m iden
m icroguía m ediante la técnica road map. com o éxito técnico y beneficio clínico.
■ La m icroguía se gobierna dentro d e la gran rama perm eable ■ En el ensayo PR O ACT II, la revascu larizació n con prouro-
más allá de la oclusión y el m icrocatéter se avanza coaxial­ cinasa intraarterial se con sigu ió en el 6 6 % de los pacien ­
m ente sobre la microguía. tes.
■ La inyección de contraste a través del m icrocatéter pon e de ■ En el ensayo MERCI, se obtuvo la reperm eabilización arterial
m anifiesto la perm eabilidad de las ramas distales a la oclu­ por m edio del recuperador de la X serie M erci, con o sin
sión. tratamiento trom bolítico com plem entario intraarterial, en el
■ La m icroguía se reem plaza por el dispositivo de recuperación 57 y 48% de los pacientes, respectivamente.
Merci. ■ En el ensayo multi-MERCI se consiguió la revascularización
■ El dispositivo M erci se avanza a través del microcatéter y en el 54,1% de los casos, aum entando al 69,4% cuando se
se desenvainan de dos a cuatro vueltas del recuperador que em pleaba un trom bolítico com plem entario.
asoman por la punta del microcatéter. ■ El resultado clínico tam bién se beneficiaba de las mayores
■ El recuperador y el microcatéter se retiran com o un todo den­ tasas de revascularización, de ahí una m enor m orbilidad y
tro del trom bo; el dispositivo se deform ará ligeram ente al mortalidad en el ensayo Multi-MERCI si se com paraba con el
entrar en contacto con el coágulo. ensayo MERCI.
■ Se aprieta la h élice M erci con dos giros en sentido antiho­ ■ Se com probó una reperm eabilización satisfactoria con el
rario y las vueltas restantes se despliegan dentro del coá- catéter de infusión EKOS MicroLysUS en el 57% de un total
guio. de 14 pacientes tratados en un ensayo de fase I.
■ El recuperador se gira hasta conseguir que cinco revolucio­
nes más ensarten el coágulo.
■ En este m om ento, el flujo sanguíneo anterógrado se detiene
mediante el inflado del balón del catéter guía con balón. C O M P L IC A C IO N E S
■ El conjunto m icrocatéter-recuperador-trombo se retira dentro ■ Puede aparecer una hem orragia cerebral sintomática.
de la lu z del catéter guía con balón mientras se aspira con ■ Puede darse una hem orragia por reperfusión dentro del tejido
una jeringa d e 60 m i que se encuentra en el extrem o proxim al cerebral infartado.
del catéter guía. ■ Puede tener lugar una disección o perforación vascular.
■ La inyección de contraste durante la retirada del coágulo se ■ Las trom boem bolias hacia territorios arteriales no im plica­
puede visualizar com o un halo alrededor del trom bo, lo que dos y las roturas del dispositivo pueden aparecer durante la
indica una captura satisfactoria del trombo. revascularización endovascular.
■ Se desinfla el balón del catéter guía con balón y se realiza ■ Entre las reacciones adversas al contraste está la alergia.
una angiografía cerebral para com probar la reperm eabiliza­ ■ Puede aparecer una insuficiencia renal aguda, sobre todo en
ción vascular. pacientes con insuficiencia renal crónica de base.
■ Se pueden precisar de diversos pases con el dispositivo de
M erci para conseguir una com pleta reperm eabilización vas­
cular.
■ El fabricante no recomienda más de seis pases; por encim a A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
de tres, norm alm ente no se obtiene resultado. Y S E G U IM IE N T O
■ Se administran los trom bolíticos por v ía intraarterial.
■ Cuando se em pleen trom bolíticos por v ía intraarterial, se ■ Tras una intervención endovascular por ictus, la hemostasia
suelen realizar pases consecutivos de la m icroguía a través se consigue m ejor con un dispositivo de cierre; se realiza una
del trombo. evaluación rápida para com probar m ejoría o empeoram iento
■ El trom bolítico se infunde lentamente sobre el coágulo a tra­ clínico.
vés del microcatéter, lo que dura de 30m in a 2h. ■ Es obligatorio realizar una observación postoperatoria y un
■ La angiografía cerebral a través del catéter guía se realiza tratamiento en una UCI, preferiblem ente en una con dedica­
de form a seriada (habitualmente, cada 15m in) durante la ción a los pacientes neurológicos.
infusión de trom bolítico. ■ En las prim eras 24 h debe realizarse al paciente una evalua­
ción neurológica horaria; ante el m ínim o deterioro clínico,
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La infusión de trom bolítico es d e ayuda sobre todo para la


reperm eabilización de las oclusiones en las ramas más dista­ se le debe realizar una TC craneoencefálica de form a inm e­
les, inaccesibles a los dispositivos mecánicos. diata.
■ La angioplastia con balón y el im plante de endoprótesis ■ Tras una intervención para tratar el ictus, es crucial la v igi­
poseen lim itaciones para el tratamiento del ictus agudo lancia de las constantes vitales y de la glucosa sanguínea
isquém ico. para optim izar el resultado clínico.
■ El resto del ingreso se dedica a continuar con la prevención o
tratamiento de las com plicaciones postictales.
■ La amplitud de la evaluación postictal se realiza en función
C O N T R O V E R S IA S de la supuesta causa del ictus y de la edad del paciente.
■ L a clave de la prevención de otro nuevo ictus es el trata­
■ Resulta controvertido si el beneficio clínico del tratamiento
miento de una estenosis sintomática en las arterias carótida
endovascular del ictus justifica los costes y riesgos de la
extracraneal, vertebral y, posiblem ente, en las cerebrales.
intervención.
■ El papel del tratam iento tem poral del ictus y la posibilidad
de adm inistrar dosis reducidas d e trom bolítico IV previas al Lecturas recomendadas
tratam iento intraarterial tam bién es m otivo d e controver­ Albers GW, Amarenco P, Easton JD, et al: Antithrombotic and
sia. thrombolytic therapy for ischemic stroke: the Seventh ACCP
110 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Conference on Antithrombotic and Thrombolytic Therapy. Chest Molina CA, Saver JL: Extending reperfusion therapy for acute
126(3 Suppl):483S-512S, 2004. ischemic stroke: emerging pharmacological, mechanical, and
Furlan A, Higashida R, Wechsler L, et al: Intra-arterial prourokinase imaging strategies. Stroke 36:2311-2320, 2005.
for acute ischemic stroke. The PROACTII study: a randomized Ringer AJ, Qureshi AI, Fessler RD, et al: Angioplasty of intracranial
controlled trial: prolyse in acute cerebral thromboembolism. JAMA occlusion resistant to thrombolysis in acute ischemic stroke.
282:2003-2011, 1999. Neurosurgery 48:1282-1288, 2001.
Gobin YP, Starkman S, Duckwiler GR, et al: MERCI1: a phase 1 Ramee SR, Subramanian R, Felberg RA, et al: Catheter-based
study of mechanical embolus removal in cerebral ischemia. Stroke treatment for patients with acute ischemic stroke ineligible for
35:2848-2854, 2004. intravenous thrombolysis. Stroke 35:el09-elll, 2004.
Kase CS, Furlan AJ, Wechsler LR, et al: Cerebral hemorrhage after Smith WS, Sung G, Starkman S, et al: Safety and efficacy of
intraarterial thrombolysis for ischemic stroke: the PROACT II trial. mechanical embolectomy in acute ischemic stroke: results of the
Neurology 57:1603-1610, 2001. MERCI trial. Stroke 36:1432-1440, 2005.
Tratamiento endovascular de la isquemia
cerebral crónica

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento endovascular de la isquemia cerebral crónica se basa en angioplastia


e implante de endoprótesis.

IN D IC A C IO N E S ■ El clopidogrel se sigue recibiendo tras la intervención


durante el período de endotelización de la endoprótesis
■ La indicación es la estenosis arterial carotídea en pacientes para evitar su trombosis.
cuyo riesgo d e ictus sea superior que el riesgo de la inter­ ■ En el acceso transradial se administran inyecciones de
vención. verapam ilo, lidocaína cardíaca y nitroglicerina a través del
■ El paciente sintomático con una estenosis superior al 70% es introductor.
una indicación clara para la revascularización carotídea. Telem etría cardíaca, pulsioximetría y m edición continua de
■ El paciente sintomático con una estenosis superior al 50% la presión arterial m ediante una vía arterial radial
y el paciente asintom ático con estenosis superior al 60% se ■ Para la m onitorización del paciente
pueden beneficiar de la revascularización carotídea. Anestesia
■ Otras indicaciones son estenosis arteriales entre moderadas ■ Se prefiere la sedación consciente para el im plante de
y graves de la arteria vertebral extracraneal y estenosis arte­ endoprótesis en la estenosis arterial carotídea y en la arte­
riales intracraneales. ria vertebral extracraneal.
■ Tam bién son indicaciones las disecciones arteriales trau­ ■ Se precisa de anestesia general endotraqueal para el
máticas o idiopáticas sintomáticas carotídeas, vertebrales o im plante d e endoprótesis intracraneal.
cerebrales en pacientes en los que un correcto tratamiento Heparina
m édico haya fracasado. ■ Las intervenciones se realizan bajo heparinización sisté-
■ Tam bién se encuentran las estenosis no ateroscleróticas que m ica para que el tiem po de coagulación activada quede
aparecen en la arteritis de Takayasu, en la enferm edad moya- entre dos y tres veces su tiem po de referencia.
m oya y en las enferm edades del tejido conjuntivo com o la Introductor largo de 6 Fr
displasia fibromuscular. ■ El acceso vascular se realiza habitualmente con un intro­
ductor largo de 6 Fr colocado en la arteria carótida o sub­
clavia m ediante un acceso transfemoral.
Radiografía digital
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La angiografía digital biplano es preferible en las interven­
■ La alergia al contraste y la insuficiencia renal crónica son con­ ciones de estenosis arterial carotídea y resulta im prescindi­
traindicaciones relativas, ya que ambas poseen profilaxis. ble en las intervenciones intracraneales.
■ Otra contraindicación relativa es la alergia o la intolerancia ■ La m edida del diám etro de la lu z norm al debe obtenerse a
(p or aparición de muchas equim osis) al tratamiento con partir de una reconstrucción rotacional tridimensional por
ácido acetilsalicílico o clopidogrel. ordenador de la arteria afectada.
■ Las contraindicaciones relativas anatómicas se deben a una Catéter diagnóstico de 5 Fr
excesiva tortuosidad, calcificación o enferm edad ateroscleró- ■ Torcon Vert (C ook)
tica del arco aórtico y de los orígenes d e los grandes vasos. Guía d e 0,035”
■ Terumo Glidewire (Boston Scientific)
Contraste yodado no iónico
■ Yohexol para la angiografía
IN S T R U M E N T A L Catéter guía de apoyo
■ La angioplastia y el im plante de endoprótesis precisan de
■ m edicación un apoyo con un catéter guía rígido.
■ Es preciso instaurar un tratamiento con ácido acetilsalicí­ ■ Es adecuado para la inserción de un introductor carotídeo
lico y clopidogrel antes de implantar la endoprótesis. de 9 0 cm y 6 Fr (Cordis).

P U N T O S CLAVE
i La revascularización endovascular carotídea, vertebral extracraneal o intracraneal intenta dism inuir el riesgo
de ictus.
> El im plante de endoprótesis carotídea parece equivalente a la endoarterectom ía en lo referente a seguridad
y eficacia, sobre tod o en los pacientes con riesgo quirúrgico entre m oderado y alto.
> La enfermedad aterosclerótica intracraneal posee una gran m orbilidad asociada al tratam iento m édico y no
existe ninguna posibilidad quirúrgica beneficiosa.
i El im plante de endoprótesis intracraneal está instaurándose com o nueva posibilidad de tratam iento en
pacientes sintom áticos en los q ue un correcto tratam iento m édico haya fracasado.
> La introducción de los dispositivos de protección frente a embolias distales para el im plante de endoprótesis
carotídea ha disminuido significativamente la incidencia del ictus por trom boem bolia periintervencionista.
> La hemorragia por reperfusión y el síndrome de hiperperfusión cerebral se pueden minim izar mediante una
correcta selección de los pacientes y un precoz control enérgico de la presión arterial perioperatoria.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 111


112 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Figura 1. Reconstrucción m ediante o rd enador a partir d e u n a


an gio grafía rotacion al tridim ension al d e l a a rteria carótida
interna izqu ierda q u e m uestra u n a estenosis g rav e y corta
de la m itad del segm ento M I de l a a rteria cerebral m edia
izqu ierda. Los diámetros de la luz arterial calculados a partir de
estas reconstrucciones permiten una selección precisa del calibre
del balón y de la endoprótesis, lo que es necesario para realizar
intervenciones intracraneales con seguridad.

Figura 2. Proyección anteroposterior sin substracción del cráneo


que muestra los ocho marcadores radiopacos, cuatro proximales
y cuatro distales, de la endoprótesis Wingspan (asteriscos).

Figura 3. A ngioplastia e im plante de endoprótesis


intracraneal. Proyección anteroposterior de una angiografía de
la arteria carótida derecha que muestra una estenosis crítica Figu ra 4. A n gio pla stia e im plante d e endoprótesis
de la arteria cerebral media en esta mujer de 57 años con intracraneal. La repermeabilización completa se consigue tras
hipoperfusión y múltiples infartos distribuidos por el territorio la angioplastia con un balón Gateway de 2,5 mm y el implante de
de la arteria cerebral media en un estudio con TC de perfusión. una endoprótesis Wingspan (Boston Scientifc) de 3 * 20 mm.
T ratam iento e n dovascular de la isquem ia ce re b ra l c ró n ica

■ Cuando se necesita un apoyo m ayor debido a la gran tor­ ■ Un catéter de diagnóstico de 125 cm y 5 Fr dentro del intro­
tuosidad vascular, se puede em plear un introductor Shuttle ductor puede facilitar la navegación sobre la guía de 0,035 o
(C ook ). 0,038” en la arteria carótida común.
■ D ispositivos de protección frente a embolias ■ El dispositivo de protección frente a em bolias distales se
■ Los filtros poseen las ventajas de un flujo sanguíneo ante­ avanza con cuidado más allá de la estenosis dentro del seg­
rógrado ininterrum pido junto con la capacidad de realizar m ento cervical distal de la arteria carótida interna.
una angiografía mientras el dispositivo está desplegado. ■ El d ispositivo E m boshield precisa prim ero de una navega­
■ Los sistemas de protección con filtros son Accunet, Embos- ción d e la m icroguía junto con el catéter más allá de la
hield, AngioGuard y FilterW ire EZ. estenosis para su posterior c oloca ción coaxial sobre la
■ El tam año del filtro se escoge d e tal manera que exceda m icroguía.
ligeram ente el diám etro de la arteria carótida interna cervi­ ■ Si la estenosis es m uy acusada para la inserción de un dis­
cal distal. positivo de protección frente a em bolias distales, se puede
■ Se puede desplegar e inflar un catéter guía con balón antes realizar una preangioplastia dilatando la estenosis crítica con
de la angioplastia (M erci BGC de 9 Fr, Concentric M edical). un b alón M averick de 1,5 o 2 m m
■ Los dispositivos de protección frente a embolias no están ■ La preangioplastia conlleva el riesgo de em bolia distal sin
actualmente disponibles para su em pleo intracraneal. protección; por lo tanto, se puede necesitar una protección
■ Balón de angioplastia proxim al, em pleando un BCG M erci en lugar de un introduc­
■ Se puede em plear un pequeño balón de angioplastia tor carotídeo.
(M averick, Boston S cientifc). ■ El balón de angioplastia se avanza sobre la m icroguía com o
■ La angioplastia intracraneal em plea balones de diámetros por un m onorraíl, se coloca a través de la estenosis, se infla
menores (1,5 a 4 m m ) com o los M averick y Gateway. con el dispositivo inflador y luego se desinfla.
■ Para tratar las placas carotídeas con calcificación concén­ ■ La posición del balón se conoce gracias a la presencia de
trica y las reestenosis de la endoprótesis puede ser más marcadores radiopacos proxim ales y distales.
eficaz un balón cortante (p. ej., Ultra2 M onorail, Boston ■ El rendimiento de otra angioplastia, en otro segm ento de la
Scientific). estenosis o con un balón mayor, se puede calcular con una
■ D ispositivo inflador angiografía.
■ Dispositivos infladores con m ezcla de contraste al 50 % en ■ Cuando se consigue el resultado deseado con angioplastia
suero fisiológico (Aviator, Viatrac 14 plus) se avanza la endoprótesis sobre la m icroguía com o por un
■ M icroguía monorraíl a través de la estenosis.
■ Guía d e intercam bio flexible Transend de 0,014” ■ La radioscopia muestra la posición de la endoprótesis, visua­
■ Endoprótesis lizad a gracias a los marcadores radiopacos proxim ales y dis­
■ Se em plean con un tamaño que exceda de 0,5 a 1 mm el tales, después se desenvaina la endoprótesis en la posición
diám etro norm al del vaso deseado. deseada.
■ Entre las endoprótesis carotídeas se encuentran Acculink y ■ Se debe pon er cuidado en evitar una m igración distal de la
Xact. endoprótesis durante su despliegue.
■ W ingspan es actualmente la única endoprótesis disponible ■ Una angiografía posterior valora la precisión de la colocación
que la Food and Drug Adm inistration norteamericana ha de la endoprótesis y el grado de estenosis residual.
aprobado para el tratamiento de las estenosis intracranea­ ■ Se puede realizar otra angiografía más si la estenosis residual
les. persiste com o significativa (< 5 0 % ).
■ Las endoprótesis liberadoras de fármacos, com o las que ■ Tras conseguir el resultado deseado, se recupera el dispo­
liberan paclitaxel (Taxus, Boston Scientific) y sirolimús sitivo de protección frente a em bolias distales m ediante su
(Cypher, Cordis), se em plean en las intervenciones de dispositivo de captura y se extrae del paciente.
revascularización extracraneal de la arteria vertebral. ■ Se realiza una angiografía cervical e intracraneal tras la inter­
vención para evaluar el grado final d e revascularización y
valorar si existe disección arterial, vasoespasmo u oclusión
de alguna rama distal intracraneal.
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o ■ El im plante de endoprótesis en la arteria vertebral extracra­
neal y en las arterias cerebrales se realiza de manera sim i­
■ Se em plea un acceso transfemoral.
lar sin el dispositivo de protección frente a em bolias (n o se
■ El acceso transradial sirve de alternativa al transfemoral, si
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

encuentra d ispon ib le).


bien es preciso realizar la prueba de A lien (con pulsioxime-
■ Durante el despliegue de una endoprótesis W ingm an, el esta­
tría) para corroborar una adecuada circulación colateral.
b ilizad or se avanza hasta el marcador proxim al de la endo­
■ El acceso transbraquial es otra segunda alternativa; sin
prótesis; al llegar allí, se sostiene en ese lugar mientras se
embargo, las posibilidades de lesión del nervio m ediano y de
retira el introductor.
trombosis de la arteria braquial hacen que sea menos favora­
ble.
■ Se debe realizar una angiografía cervical e intracraneal antes
de la intervención para evaluar las estenosis en tándem y las
oclusiones iniciales en las ramas distales. C O N T R O V E R S IA S
■ Se ha debatido el papel de la endoarterectom ía carotídea,
intervención quirúrgica relativamente segura cuyos benefi­
T É C N IC A cios a largo p lazo han sido demostrados.
■ El desconocim iento del b eneficio y de los posibles riesgos
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo. de un im plante de endoprótesis intracraneal actualmente
■ Durante las intervenciones para tratar la estenosis arterial constituyen lím ites para que la intervención se restrinja a
carotídea se coloca un introductor largo de 6 Fr dentro de la aquellos pacientes con síntomas recidivantes a pesar de un
arteria carótida común. tratamiento m édico correcto.
114 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAORTICOS E INTRACRANEALES

RESULTADO S ■ Tras el tratamiento d e la estenosis arterial carotídea, se da el


alta dom iciliaria a los pacientes al día siguiente.
■ La m ayoría de los estudios demuestran que el tratamiento ■ La observación en el hospital puede resultar más prolongada
endovascular de la estenosis arterial carotídea posee una tasa en el caso de im plante de endoprótesis intracraneal, ante
de éxito técnico elevada con una tasa de protección frente al múltiples com orbilidades y en pacientes con alto riesgo de
ictus com o m ínim o equiparable a la tasa de la endoarterecto- hiperperfusión cerebral.
m ía carotídea. ■ Se recom ienda un tratamiento con ácido acetilsalicílico y clo-
■ El im plante d e endoprótesis intracraneal puede ser más eficaz pidogrel durante 1 a 3 m eses tras la intervención de estenosis
que el tratamiento m édico correcto para la prevención del arterial carotídea y durante un m ínim o d e 3 m eses tras el
ictus en aquellos pacientes con enferm edad aterosclerótica im plante de endoprótesis intracraneal; el ácido acetilsalicí­
intracraneal. lico se tomará de por vida.
■ El seguim iento d e los pacientes con estenosis arterial carotí­
dea supone principalm ente su control con ecografía dúplex
para detectar las reestenosis de la endoprótesis.
C O M P L IC A C IO N E S ■ La ecografía de seguim iento se realiza a los 6 m eses y, des­
■ Puede aparecer un ictus por trom boem bolia. pués, anualmente.
■ Puede aparecer una hem orragia por reperfusión. ■ Se recom ienda una evaluación postoperatoria m ediante
■ El síndrom e de reperfusión cerebral es una com plicación angiografía con catéter de la arteria vertebral extracraneal y
infrecuente en el 1, 1% de las intervenciones de estenosis de las arterias cerebrales tras el im plante de endoprótesis.
arterial carotídea.
■ La bradicardia y la hipotensión se observan con frecuencia Lecturas recomendadas
en hasta el 33% de los pacientes, pero norm alm ente son Boulos AS, Levy El, Bendok BR, et al: Evolution of neuroendovascular
transitorias; es raro que sean sintomáticas o que tengan otras intervention: a review of advancement in device technology.
consecuencias. Neurosurgery 54:438-453, 2004.
■ Pueden aparecer com plicaciones com unes a todas las inter­ Intracranial angioplasty & stenting for cerebral atherosclerosis: a
venciones endovasculares (disección vascular, vasoespasmo position statement of the American Society of Interventional and
provocado por el catéter, hem atom a en la ingle y lesión de la Therapeutic Neuroradiology, Society of Interventional Radiology,
arteria fem oral com ú n ). and the American Society of Neuroradiology. AJNR Am J
Neuroradiol 26:2323-2327, 2005.
Sacco RL, Adams R, Albers G, et al: Guidelines for prevention of
stroke in patients with ischemic stroke or transient ischemic
attack: a statement for healthcare professionals from the American
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Heart Association/American Stroke Association Council on Stroke:
Y S E G U IM IE N T O Co-sponsored by the Council on Cardiovascular Radiology and
Intervention. Stroke 37:577-617, 2006.
■ Se recom ienda la telem etría cardíaca y la m onitorización
continua de la presión arterial junto con exám enes neuroló-
gicos cada 1 a 2 h.
Tratamiento de los tumores benignos
de cabeza y cuello

D E F IN IC IÓ N : Las intervenciones endovasculares para tratar los tumores benignos de cabeza y cuello
son la embolización, el implante de endoprótesis y la prueba de oclusión con balón.

IN D IC A C IO N E S IN S T R U M E N T A L
■ An giografía preoperatoria para los tumores benignos alta­ ■ Catéter guía
m ente vascularizados (paragangliom as, tumores del cuerpo ■ Para prueba de oclusión con balón, angiografía y em boli­
carotídeo, angiom iom as) para trazar un m apa de la anatomía zación
del aporte vascular ■ Balón no separable (p. ej., H yperform M icro Therapeutics)
■ E m bolización preoperatoria de las ramas de aporte vascular ■ Para prueba de oclusión con balón
de los paragangliomas, tumores del cuerpo carotídeo m ayo­ ■ M icrocatéter
res a 3 cm, angiofibrom as nasales juveniles, neurofibromas, ■ Para em bolización
hem angioendoteliom as y m eningiom as extracraneales ■ Pueden ser dirigidos por el flujo, guiados por m icroguía o
■ E m bolización transarterial o m ediante punción directa de de diseño híbrido.
paragangliom as irresecables o cuya resección podría resultar ■ Las intervenciones de em bolización norm alm ente se reali­
debilitante zan a través de un sistema de m icrocatéter de 0,014”.
■ Prueba de oclusión con balón de la arteria carótida interna ■ Endoprótesis expansible con balón o autoexpansible, cubierta
en la resección d e un paragangliom a con participación de y no cubierta
dicha arteria, sobre todo, tumores yugulotim pánicos de gran ■ Para im plante de endoprótesis
tamaño y grandes tumores del cuerpo carotídeo ■ E m bolizante (espirales separables GDC [G n -g lie lm i Detacha­
■ E m bolización endovascular o escleroterapia de las m alfor­ ble C oil], partículas de alcohol de polivin ilo , espirales líqui­
m aciones vasculares que afectan a estructuras vitales en las dos, adhesivo N-butil-2-cianoacrilato [N B C A ], ónix, glucosa
que no se puede realizar la escleroterapia m ediante punción hipertónica y alcohol deshidratado)
directa ■ El N BC A se em plea en las m alform aciones arteriovenosas.
■ Hem angiom as superficiales fungiform es hem orrágicos con ■ Esclerosante
tamaño suficiente com o para secuestrar plaquetas u obstruir ■ El alcohol se em plea para las m alform aciones vasculares
la visión o estructuras vitales que puedan precisar de em bo­ congénitas de m enor tamaño.
lización con alcohol de p olivinilo ■ Instrumental general de angiografía
■ Se utiliza en todas las intervenciones.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ La em bolización se contraindica en aquellos tumores cuyo
aporte sanguíneo se extienda intraduralmente, com o ocurre ■ La angiografía debe realizarse a am bos lados ya que los para­
con el aporte d e las arterias cerebelosas inferiores anterior o gangliom as multicéntricos aparecen hasta en el 80% de los
posterior. casos fam iliares y en el 10 a 20 % de los no familiares.
■ La em bolización de la arteria carótida interna está contrain­ ■ La prevención de las complicaciones tras la intervención supone
dicada cuando el aporte de sangre colateral es insuficiente, que durante las intervenciones de embolización se preste aten­
la prueba de oclusión con balón ha fracasado y el sistema ción a las comunicaciones colaterales de la arteria carótida
carotídeo contralateral ha sido em bolizado o ligado. externa con la interna y con el sistema vertebrobasilar.
■ Para otras m alform aciones vasculares congénitas diferentes a ■ La dinám ica del flujo será m odificada m ediante la em b oliza­
las descritas, la escleroterapia percutánea se puede conside­ ción, lo que puede hacer que las conexiones colaterales se
rar un tratamiento inicial. vayan m anifestando durante la intervención.

P U N T O S CLAVE
i Una actuación apropiada ante tum ores benignos de cabeza y cuello puede realizarse con cirugía,
tratam iento endovascular, terapia superficial y punción directa,
i Con frecuencia, el acceso con un equipo m édico de diversas especialidades ofrece los mejores resultados
con una mínima m orbilidad,
i Se debe prestar atención a los flujos colaterales que desde la arteria carótida externa fluyen hacia los
sistemas de la arteria carótida interna y de la vertebral, ya q ue pueden ser claves para evitar com plicaciones
del tratam iento embolizante.
i Ante sospecha de paraganglioma, una angiografía bilateral previa a la intervención dism inuye la
probabilidad de com plicaciones hem orrágicas im previstas y ayuda a d etectar tum ores bilaterales,
i Los angiofibrom as nasales juveniles se abordan m ejor con una angiografía preoperatoria ju nto con una
posible embolización.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 115


116 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Figura 1. Itamor d el c u e ip o carotfdeo. Secuencia de RM axial Fi9u,a 2' 1' lm or del cuerp0 Angiografía lateral que
en T2 con eco de espln rápido que muestra los mismos hallazgos muesaa la p a c i ó n entre las arterias carótidas externa e interna,
de vacío de señal, relacionados con el flujo, inmersos en la
tumoración central.

Figura 4. A n gio fib rom a n asofarín geo ju ven il. Angiografía


Figura 3. A n gio fibrom a nasofarín geo ju ven il. TC axial con anteroposterior que muestra el aporte arterial de la carótida interna
contraste que muestra una masa realzada que expande la fosa y el realce del tumor.
pterigopalatina y se extiende por sus agujeros. Los agujeros están
ensanchados y el hueso, erosionado.
T ratam iento de los tum o re s benignos de cabeza y cuello

■ O bsérvese la dirección del flujo de la arteria oftálm ica y de ■ Angiografía: tras la colocación de un introductor en la arteria
las posibles anastomosis d e las arterias m axilar interna y fem oral se em plea un catéter de diagnóstico de 4 Fr ade­
occipital con la circulación cerebral. cuado para el acceso cerebrovascular para realizar el estudio
■ La arteria faríngea ascendente y sus ramas llevan habitualmente de diagnóstico.
el aporte sanguíneo craneocaudal de los paragangliomas. ■ Una v e z mostrados los vasos de interés se com prueba el
■ Los angiofibromas nasales juveniles reciben su aporte de ramas tiem po d e coagulación activada y se administra la heparina.
de las arterias maxilar interna y faríngea ascendente, a las que ■ Se em plea una guía Bentson o G lidewire d e intercam bio para
se incorporan otras arterias conform e se extiende el tumor. situar con seguridad un catéter guía de 5 Fr con la adecuada
■ Los tumores del cuerpo carotídeo se originan en la bifurca­ conform ación.
ción de la arteria carótida común. ■ Un sistema de microcatéter (0,014” ) y microguía (0,010” ) se
utiliza para conseguir los estudios selectivos y supraselectivos.
■ Prueba de oclusión con balón: se infla con cuidado un balón
no separable a través del sistema com pletam ente purgado.
T É C N IC A ■ Se realiza una oclusión vascular tem poral tan distal com o se
pueda con seguridad a un punto en el centro del segm ento
■ Se deben extremar las precauciones en no m ezclar el instru­ de la carótida intrapetrosa.
mental que se dedique a la em bolización con aquellos caté­ ■ Un neurólogo evalúa la situación clínica del paciente con
teres que se puedan em plear para inyecciones diagnósticas periodicidad mientras se ocluye la circulación.
en otros vasos. ■ La sensibilidad de la prueba puede verse reforzada con un
■ Se deben tomar las precauciones preoperatorias convencio­ control electroencefalográfico simultáneo.
nales, con una com probación de norm alidad de la función ■ E m bolización: las intervenciones se realizan norm alm ente a
renal y de la coagulación. través de un sistema de m icrocatéter d e 0,014”.
■ Si se pretende utilizar anestesia general se aconseja pasar ■ Los agentes que se pueden liberar a través de este sistema
antes por una evaluación cardiopulm onar y de las vías respi­ son espirales GDC, partículas de alcohol de p olivinilo, espi­
ratorias. rales líquidos, adhesivo N BC A, ónix, glucosa hipertónica y
■ Con frecuencia, la anestesia general se instaura al com ienzo alcohol deshidratado.
de la intervención diagnóstica y se continúa durante la fase
de em bolización.
■ Los pacientes de angiofibrom as nasales juveniles más jó v e ­
nes se pueden beneficiar de una anestesia general iniciada en C O N T R O V E R S IA S
la sala de angiografía y transportada hasta el quirófano.
■ La inyección directa percutánea de adhesivo acrílico posee
■ La intervención endovascular se ejecuta según lo que precise
elevadas tasas de éxito y d e seguridad, así com o notables
cada enfermedad.
ventajas.
■ N o obstante, la m ayoría de los casos se inician de manera
■ Cuanto m ayor sea la oportunidad de desvascularización
similar.
total, con el relleno in tratu m oral com o u n m olde de su lecho
■ Las técnicas convencionales de acceso endovascular se
vascular, más fácil resulta la discrim inación intraoperatoria
em plean para obtener las radiografías diagnósticas en la cir­
entre el tum or y el tejido norm al circundante.
culación deseada.
■ Su principal desventaja reside en el control de la m igración
■ El tratamiento se suele llevar a cabo a través de microcatéter.
del adhesivo, lo que puede conllevar distintas patologías o,
■ La estabilidad del sistema de microcatéter se basa en su
incluso, la muerte.
excursión coaxial desde el catéter guía, que sustituye al caté­
■ El entrenamiento para el empleo de adhesivo se ha limitado;
ter de diagnóstico p revio intercambio.
muchos cirujanos aún carecen de la experiencia y poseen dudas
■ Para reducir las com plicaciones embólicas se administra
sobre cuáles son sus indicaciones y mejor técnica de empleo.
heparina antes del despliegue del microcatéter.
■ El em pleo de una inyección intratumoral de adhesivo puede
■ Se vigila el tiem po de coagulación activada con la finalidad
conducir a un tum or que se adhiera y que dificulte su resec­
de conseguir un intervalo de trabajo entre 1,5 y 2 veces el de
ción quirúrgica.
referencia.
■ Quizá el adhesivo se debería reservar para los tumores
■ Se em plea el microcatéter para obtener radiografías y liberar
mayores en los que el tratamiento endovascular com pleto es
los diversos agentes terapéuticos tales com o esponja de gela­
de difícil consecución o ante un fracaso de la em bolización
tina, alcohol de p olivinilo, NBC A, alcohol y espirales.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

endovascular.
■ Es de particular im portancia saber que el material em bolizante
se debe liberar hacia la arteria carótida externa con pequeñas
emboladas durante la fase sistólica del ciclo cardíaco, ya que
esta arteria carece de flujo diastólico anterógrado.
RESULTADO S
■ Este últim o aspecto dism inuye la probabilidad de reflujo de
material durante esta fase del ciclo cardíaco. ■ El 80% d e los paragangliom as em bolizados antes de la ciru­
■ Se debe tener cuidado con la arteria oftálm ica, pues su oclu­ gía mostraron una reducción en el tamaño del tumor.
sión incorrecta suele provocar ceguera. ■ Con frecuencia, la reducción del tam año alcanza el 25% , lo
■ Se tiene cuidado en no com prom eter el aporte sanguíneo que dism inuye la necesidad d e transfusión así com o la hem o­
al músculo tem poral si se pretende em plear un colgajo del rragia y m anipulación de las estructuras adyacentes durante
músculo tem poral para una reconstrucción. la cirugía.
■ Se recom ienda heparinizar durante el cateterism o para evitar ■ Se ha descrito una reducción de la pérdida prom edio d e san­
la form ación d e coágulos. gre por caso desde los 2.000 m l a m enos de 1.000 mi.
■ Los corticoides se em plean solo ante intervenciones m uy ■ Con la em b olización preoperatoria, el tamaño del tum or y el
prolongadas o cuando se prevé una im portante inflam ación, tiem po operatorio se han disminuido significativamente, la
en función del ob jetivo de la em bolización y de la extensión tasa de resección quirúrgica com pleta ha sido m ayor y la de
del territorio vascular im plicado. recidiva, menor.
118 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAORTICOS E INTRACRANEALES

C O M P L IC A C IO N E S ■ La resección quirúrgica de los paragangliomas se practica 1 a


2 días después de la em bolización , pero nunca más tarde
■ Pueden aparecer ictus, isquem ia cerebral, ceguera y parálisis de 2 semanas.
de los nervios craneales del territorio vascular que irrigan los ■ Para los angiofibrom as nasales juveniles se recom ienda rese­
vasos involucrados. car en las primeras 12 a 48 h, antes d e la instauración de
■ La em bolización endovascular de las lesiones de cabeza y cualquier inflam ación por revascularización tras la em boli­
cuello se asocia a una tasa de deficiencias neurológicas gra­ zación y el edema.
ves m enor del 1 % . ■ Se puede plantear la resección inm ediata tras la angiografía
■ Otras posibles com plicaciones principales de la em bolización de diagnóstico y tratamiento, con disminución del tiem po de
son necrosis de la mucosa, de la lengua o de la piel; ulcera­ administración d e anestesia y de intubación.
ción; neuropatías periféricas, e isquem ia muscular aguda. ■ Este acceso de resección inm ediata tam bién reduce el impacto
■ El m úsculo es notablem ente sensible a la isquem ia, lo que em ocional del tratamiento, sobre todo en los pacientes más
puede desencadenar un intenso d olor del mismo. jóvenes.
■ Las posibles com plicaciones más específicas del tratamiento ■ Una em bolada de 10 m g de dexam etasona junto con dosis
de los paragangliom as son síndrome del seno carotídeo y de m antenim iento d e 8 m g/8 h durante los 3 días siguientes
excesiva secreción de catecolaminas. a la em bolización sirven para m itigar el d olor inflam atorio
■ Algunas com plicaciones menores transitorias pueden ser fie­ tras la em bolización.
bre postem bolización o d olor de oídos secundario a la isque­
m ia tumoral.
Lecturas recomendadas
Fiorella D, Thiabolt L, Albuquerque FC, et al: Antiplatelet therapy in
neuroendovascular therapeutics. Neurosurg Clin N A m 16:517-540,
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA 2005. vi.
Y S E G U IM IE N T O Johnson MH, Chiang VL, Ross DA: Interventional neuroradiology
adjuncts and alternatives in patients with head and neck vascular
■ Se puede dejar un tratamiento prolongado con corticoides lesions. Neurosurg Clin N Am 16:360-547, 2005. vii.
tras el tratamiento endovascular si se espera una inflam ación Parkinson RJ, Bendok BR, O’Shaughnessy BA, et al: Temporary and
de relevancia. permanent occlusion of cervical and cerebral arteries. Neurosurg
■ N o obstante, lo esperable es que la inflam ación tras la em bo­ Clin N Am 16:249-256, 2005.
lización disminuya tras 1 a 2 días; d e acuerdo con ello, se
program a la cirugía subsiguiente.
Tratamiento de los tumores malignos
extracraneales de cabeza y cuello

D E F IN IC IÓ N : Los tratamientos endovasculares de los cánceres de cabeza y cuello son prueba de


oclusión con balón, embolización preoperatoria o tras el tratamiento, tratamiento de emergencia del
sindrome de rotura carotidea, quimioterapia intraarterial y ablación guiada radiológicamente. Estos
tratamientos intentan mejorar la supervivencia tras cirugia, radioterapia o ambas de los pacientes con
neoplasias malignas en fase terminal.

IN D IC A C IO N E S ■ Tam bién está contraindicado el tratamiento de tumores con


aporte parcial por m edio de la arteria carótida interna que no
■ Afectación de la arteria carótida en un carcinoma de cabeza se deban tratar con quim ioterapia intraarterial.
y cuello que dificulta una resección tumoral segura ■ La enferm edad sin tratar en la que sea im probable que la téc­
■ Arterias carótidas invadidas por carcinomas apenas radio- nica Radplat (radioterapia concom itante con quim ioterapia,
sensibles: adenocarcinoma, carcinom a adenoideo quístico y cisplatino con tiosulfato sódico intraarterial) resulte curativa
m elanom a; carcinomas de cabeza y cuello residuales o reci­ tam bién es una contraindicación.
divantes, incluido el epiderm oide
■ Para facilitar la resección de la arteria carótida sin recons­
trucción y la em bolización preoperatoria con espirales de
la arteria carótida interna, con el ob jetivo de m inim izar la
IN S T R U M E N T A L
pérdida de sangre y las com plicaciones trom boembólicas ■ Catéter guía con su conveniente balón
■ Síndrome de rotura carotídea: lesión, exposición o am enaza ■ Para prueba de oclusión con balón
de hem orragia de cualquier rama de las arterias carótidas ■ Catéter guía, microcatéter y guía, partículas, acrilato y espirales
com ún, interna o externa ■ Para em bolización
■ Hemorragia intratumoral según los hallazgos d e la angiogra­ ■ Endoprótesis expansible con balón o autoexpansible, cubierta
fía o la TC y no cubierta
■ Estadios III y IV d e los carcinomas epiderm oides de laringe, ■ Para im plante de endoprótesis
faringe, cavidad oral y lengua ■ Desplegadas en vasos anóm alos donde la oclusión está
contraindicada
■ Catéter de gran calibre, catéter p equeño y guía
■ Para Radplat o quim ioterapia intraarterial
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Cateterismo arterial selectivo para liberación de cisplatino
■ Las contraindicaciones son arteria carótida invadida con mala en el sitio de interés
circulación colateral según determ ine la prueba de oclusión
con balón.
■ Tam bién se contraindica la em bolización d e aquellos casos
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
de síndrom e de rotura carotídea en que ya existe una liga­
dura u oclusión aterosclerótica por afectación de la arteria ■ El tratamiento endovascular precisa de un buen conocim iento
carótida contralateral. de la anatom ía vascular extracraneal y de sus anastomosis
■ Asim ism o, se contraindica en aquellos pacientes en que se con los vasos intracraneales.
ha com probado el fracaso de la prueba de oclusión con balón ■ La m ayoría de los síndrom es de rotura carotídea aparecen en
junto con una hemorragia asociada a síndrome de rotura caro­ las arterias carótidas interna (4 3 ,6 % ) y externa (2 3 ,4 % ).
tídea del sistema de las arterias carótida interna o común. ■ Otras localizaciones posibles para el síndrom e de rotura son
■ Si se im planta una endoprótesis cubierta, el lecho de fijación el tum or en sí (e l 5,3% de los casos descritos) y la vena
en un área estéril y sin exponer se encuentra no expuesto. yugular interna.

P U N T O S CLAVE
> El carcinom a d e cabeza y cuello en fase term inal es un problem a clínico com plejo que puede precisar
de cirugía, quim ioterapia, radioterapia, intervenciones endovasculares o com binaciones de diversos
tratam ientos.
i La TC con contraste m uestra la am plitud de la invasión tum oral de la arteria carótida, ayudando a la
planificación y tratam iento endovascular.
> La prueba de oclusión con balón es el siguiente paso en la planificación de los tratam ientos de los
pacientes con una neoplasia maligna que rodea a la arteria carótida.
> En casos escogidos es conveniente un cateterism o selectivo para quim ioterapia intraarterial.
> El tratam iento de las com plicaciones hem orrágicas puede precisar de otra embolización o de la colocación
de una endoprótesis.
> El em pleo de endoprótesis cubiertas para mantener la perm eabilidad de la arteria carótida evitando su
oclusión endovascular puede a yudar a controlar las com plicaciones locales.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 119


120 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

Figura 2. P ru e b a de o clusión con balón. Proyección lateral de una


angiografía que muestra un balón de oclusión en la arteria carótida
interna (flecha oblicua). La flecha horizontal apunta hacia un
estancamiento de contraste en el bulbo carotídeo. La flecha vertical
apunta al catéter guía en la arteria carótida común distal.

Figura 1. Estudio d e TC a x ia l con contraste d e u n tu m or q ue


invade la arteria carótida. La flecha indica la necrosis tumoral
alrededor de la arteria carótida interna (arteria carótida interna
derecha con una afectación circunferencial >200°). Existe una
alta probabilidad de que el tumor la haya invadido.

■ Para e l tratamiento y planificación es im prescindible un com ­ Prueba de oclusión con balón


pleto estudio del aporte vascular. ■ La angiografía carotídea bilateral se realiza para exam inar la
circulación colateral en pacientes conscientes.
■ Con frecuencia, los pacientes son m onitorizados con elec-
T É C N IC A troencefalografía; la situación neurológica se controla de
manera continuada a lo largo de los 30m in de una sesión de
■ El área de acceso se prepara con un antiséptico cutáneo. oclusión convencional.
■ El m om en to d e la com probación de una inadecuada circu­
Cateterismo y embolización selectivos lación colateral supone la inm ediata fin alización del estudio
■ Se administra anestesia general para aumentar la seguridad y para evitar posibles crisis provocadas p or la isquem ia.
acortar la intervención. ■ El balón se despliega si los vasos colaterales en la arteria
■ La intervención convencional precisa de una angiografía carótida interna proxim al son apropiados; el paciente se
diagnóstica con un catéter pequeño seguido d e un catete­ hepariniza par disminuir las com plicaciones em bólicas; el
rism o selectivo con un microcatéter, guía y catéter guía de un inflado del balón se mantiene durante 30 min.
calibre mayor. ■ Para valorar nuevam ente el flujo cerebral sanguíneo se
■ Los pacientes se heparinizan para disminuir el riesgo de em plean la tom ografía de em isión de positrones (PE T) o la
em bolia p or el acceso con microcatéter y guía coaxiales. TC con xen ón 133.
■ Las intervenciones de em bolización se guían por m edio de la ■ Se practica la prueba de la arteria con una inyección de tec-
técnica road m ap («m ap a de carreteras»). necio seguida de la realización una TC por em isión de fotón
■ El tejido distal se desvasculariza em pleando partículas de único (SPECT) antes de las 6 h; la arteria se ocluye durante
alcohol de p olivin ilo (150 a 250 ^ m ). 15 m in para predecir el riesgo de ictus.
■ El estancam iento del flujo dentro de los vasos de nutrición, ■ Si no se detectan posibles com plicaciones, la arteria se
demostrado con contraste, se considera un éxito técnico. puede em bolizar de manera program ada con espirales
Tratam iento de los tum o re s m alignos e xtracraneales de cabeza y c u e llo

Figu ra 3. Lesión de la arteria c arótida de b id a a u n tum or y


a s u tratam iento. Angiografía anteroposterior que muestra una
grave irregularidad de las arterias carótidas interna y externa.

F igura 4. Síndrom e de rotura carotídea. Angiografía lateral que


muestra la fuga del contraste hacia los tejidos blandos alrededor
de la arteria carótida afectada.

de platino de gran diám etro con o sin adhesivo, asegurán­ ■ Las partículas de gelatina absorbibles perm iten restablecer
dose de la ligadura com pleta del dispositivo endovascular. satisfactoriamente la circulación local, perm itiendo el trata­
■ Se realiza una angiografía convencional tras una TC con con­ m iento endovascular ante una recidiva contralateral
traste, angiografía por TC, angiorresonancia o angiografía por ■ El em pleo de endoprótesis no cubiertas, sobre todo si se sola­
R M con contraste. pan y en conjunción con la em b olización con espirales, com o
■ Se escoge la endoprótesis adecuada y se despliega una v e z tratamiento de elección del síndrom e de rotura carotídea
que se localiza la anom alía vascular; la técnica dependerá
del dispositivo.

RESULTADO S
■ La reconstrucción o em bolización preoperatoria supone
Radplat y quimioterapia intraarterial menos del 5% de m ortalidad perioperatoria en la resección
■ En un paciente bien hidratado, se examina la anatomía de un carcinoma que afecta a la arteria carótida.
carotídea con una angiografía de substracción digital trans- ■ El em p leo de la prueba de oclusión con b alón para iden­
femoral. tificar los pacientes que precisan de reconstrucción carotí­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Se realiza un cateterism o supraselectivo de las arterias de dea h iz o descender el riesgo de ictus desde el 30 hasta el
nutrición im plicadas seguido de una TC simultánea a la 10- 2 0 % .
angiografía para identificar dichas arterias de nutrición. ■ El tratamiento endovascular del síndrome de rotura carotídea
■ Tras un cateterism o satisfactorio, se adm inistra rápidam ente ha disminuido la m orbilidad y mortalidad.
cisplatino en infusión intraarterial y, además, una infusión ■ La Radplat ha disminuido la extensión de una posterior resec­
intravenosa más lenta d e tiosulfato de sodio. ción y ha m ejorado la función del órgano tras la operación,
■ Se realizan infusiones bilaterales en aquellas neoplasias perm itiendo la resección quirúrgica de tumores inicialm ente
malignas que crucen la línea media. irresecables.
■ Se retira el catéter tras la infusión de cisplatino para evitar la
form ación de coágulos.

C O M P L IC A C IO N E S
■ El ictus es una preocupación en aquellos pacientes que se
C O N T R O V E R S IA S som eten a una oclusión carotídea y em bolización tumoral
■ N u evo m étodo: im plante endovascular de endoprótesis en seguidas de una resección.
arterias carótidas que no toleren la ligadura o reconstrucción, ■ La isquemia transitoria, el síndrome de Homer, la hemiplejía
antes de su resección quirúrgica temporal, la hemiparesia permanente y la oclusión de la arteria
122 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAORTICOS E INTRACRANEALES

facial son complicaciones descritas debidas al síndrome de ■ Los pacientes de alto riesgo o a los que se les haya im plan­
rotura carotídea. tado una endoprótesis cubierta más trom bógena se m antie­
■ La quim ioterapia intraarterial junto con radioterapia pueden nen con una pauta de clopidogrel y ácido acetilsalicílico.
dejar secuelas neurológicas por las lesiones en relación con ■ Los pacientes tratados con im plante de endoprótesis cubierta
el cateterismo, la quim iotoxicidad o los efectos cardiopulmo- deben recibir profilaxis antibiótica.
nares, tales com o la neumonía. ■ Los pacientes son hidratados tras la quim ioterapia intraarte­
■ Las com plicaciones renales del cisplatino son raras, segu­ rial; reciben 1 1 de suero fisiológico, 20 m g de cloruro potá­
ramente debido a la presencia de tiosulfato de sodio en la sico y 2 g de sulfato de m agnesio cada 6 h.
orina, lo que protege a los riñones. ■ Los pacientes reciben 4 m g de dexametasona cada 6 h por vía
■ Se describió toxicidad hematológica en grados III y IV en el 0 a oral o intravenosa hasta la mañana siguiente.
38% de los pacientes com o consecuencia de la quim iotoxi­ ■ Algunos pacientes precisan de una sonda de gastrostomía
cidad del cisplatino intraarterial. percutánea endoscópica si siguen con problem as deglutorios
■ La quim ioterapia intraarterial puede causar sepsis neutropé- tras la Radplat o si aparecen trastornos hem atológicos.
nica, que puede ser mortal.
Lecturas recomendadas
Alkureishi LW, de Bree R, Ross GL: RADPLAT: an alternative to
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA surgery? Oncologist 11:469-480, 2006.
Ensley JF, Gutkind S, Jacob JA, Lippmann S: Head and Neck Cancer:
Y S E G U IM IE N T O Emerging Perspectives San Diego, CA, Academic Press, 2003
Freeman SB: Advanced cervical metastasis involving the carotid
■ Tras la oclusión preoperatoria, los pacientes se quedan en la
artery. Curr Opin Otolaryngol Head Neck Surg 13:107-111, 2005.
UCI durante 3 días para heparinización y vigilancia de los Freeman SB, Hamaker RC, Borrowdale RB, Huntley TC: Management
líquidos, a la espera de la resección tumoral. of neck metastasis with carotid artery involvement. Laryngoscope
■ El tratamiento antiagregante se administra a la v e z que el de 114:20-24, 2004.
endoprótesis salvo en pacientes con alto riesgo de recidiva Johnson MH, Chiang VL, Ross DA: Interventional neuroradiology
hem orrágica, en los que se evita la heparinización durante o adjuncts and alternatives in patients with head and neck vascular
tras el implante. lesions. Neurosurg Clin N Am 16:547-560, 2005:vii.
Tratamiento de la epistaxis

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento endovascular de la epistaxis supone la embolización bilateral de la arteria


maxilar interna distal con micropartículas calibradas y partículas de esponja de gelatina o, cuando se
identifica una anomalía arterial focal, la embolización selectiva con adhesivo de N-butil-cianoacrilato.

■ Los microcatéteres se hacen avanzar más allá de la rama


IN D IC A C IO N E S
infraorbitaria.
■ Epistaxis incoercible: producida por com plicaciones postope­ ■ La angiografía de substracción digital de alta resolución es
ratorias, traumatismo facial, neoplasias, coagulopatía, m al­ necesaria para identificar sitios anastom óticos de riesgo
form aciones vasculares, hipertensión arterial y telangiectasia potencial.
hem orrágica hereditaria. ■ Las anastomosis importantes se sitúan en el tronco inferola-
■ Origen posterior de hem orragia nasal. teral, las colaterales etm oidales, las arterias m eningohipofi-
■ Causas inusuales: aneurisma gigante de la arteria carótida sarias y las occipitales-vertebrales.
interna que erosiona en el hueso esfenoides, quiste óseo ■ En ocasiones, las ramas nasales de las arterias faciales son
aneurismático, seudoaneurisma, angiofibrom a juvenil y fís­ embolizadas, com o consecuencia de hemorragias anteriores.
tula arteriovenosa etmoidal.

T É C N IC A
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Para el desarrollo d e la técnica son necesarios dos médicos
■ Incapacidad de evitar anastomosis potencialm ente peligrosas experim entados: un especialista en otorrinolaringología y un
que perm iten que el material em b ólico pase de la circulación neurorradiólogo intervencionista.
extracraneal a la intracraneal durante la em bolización. ■ Los tamaños de los distintos com ponentes del instrumental
deben ser com patibles y se deben realizar los ajustes perti­
nentes (tam años de cables, espirales, etc.).
■ Se explica la técnica al paciente para obtener su consenti­
IN S T R U M E N T A L miento.
■ Se administra anestesia para proteger las vías respiratorias.
■ Microcatéter, catéter o cable guía y espiral.
■ El catéter guía d e 6 Fr se inserta en la arteria carótida externa
■ El m icrocatéter debe ser trenzado y con extrem o distal
para facilitar el uso de microcatéteres y definir la distribución
blando y flexible.
de las inyecciones.
■ Los microcatéteres puede ser preform ados o moldearse
■ Se lim pia y lavan los catéteres para evitar posibles accidentes
con vapor.
cerebrovasculares durante la inyección.
■ A lcoh ol de p olivinilo
■ Para evitar accidentes cerebrovasculares se inyecta heparina
■ Es un em b ólico biocom patible perm anente (partícula em-
(b olo de 5.000 unidades prim ero y 1.000UI/h después).
b ólica de referen cia).
■ M ediante los microcatéteres y microguías, se accede a la
■ Esponja de gelatina
arteria m axilar interna distal a la rama infraorbitaria.
■ Gelatina purificada com binada con suero salino y contraste,
■ Los m ateriales de em bolización se m antienen separados del
inyectada en un vaso para obtener su em bolización.
resto del equipo para evitar accidentes.
■ M icroesfera de gelatina tris-acrílica (em bosfera)
■ La inyección en el m icrocatéter se realiza con jeringas de
■ Pequeñas esferas plásticas, hidrófilas, biocom patibles, no
3 m i claramente etiquetadas, con suero salino, contraste o
reabsorbibles aplicadas a través de m icrocatéter para redu­
micropartículas d e 250 a 350 (xm.
cir el flujo sanguíneo.
■ En ocasiones es necesaria la em b olización de la arteria m axi­
■ 250 a 350 |xm
lar interna o las ramas nasales de las arterias faciales.
■ N-butil-cianoacrilato (N B C A)
■ Cuando se identifica, una anom alía angiográfica focal puede
■ Adhesivo líquido insertado a través de un catéter suprase-
ser em bolizada selectivam ente con NBCA.
lectivo para obstruir o reducir el flujo sanguíneo.
■ Los pacientes tratados previam ente con em bolización con
espiral han de ser som etidos a estudio para detectar más
ramas colaterales posteriores.
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O ■ Los sitios anastom óticos de riesgo potencial se identifican
mediante angiografía d e substracción digital de alta resolu­
■ Un catéter guía de 6 Fr se im planta en la arteria carótida ción y se revisan con precaución.
externa; para acceder a la arteria m axilar interna se emplean ■ A l final de la técnica, la actividad de la heparina es revertida
microcatéteres y microguías. con protamina.

P U N T O S CLAVE
i La epistaxis incoercible que requiere em bolización transarterial es poco frecuente,
i La em bolización endovascular es m ínimamente invasiva y resulta eficaz com o tratam iento de la epistaxis,
i La técnica correcta y el conocim iento de la anatomía son esenciales para m inim izar los riesgos.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 123


124 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAORTICOS E INTRACRANEALES

Figura 1 . A n gio grafía de s ubstracción digital. Proyección Figura 2. A n gio grafía de substracción digital. La proyección
lateral de la arteria infraorbitaria derecha en la última fase de lateral de la arteria carótida externa no muestra opaquificación
la inyección de NBCA que muestra la distribución del adhesivo de la red displásica tras embolización.
alcanzando la fuente sospechada de hemorragia (flecha) y el
reflujo a la arteria esfenopalatina (puntas de flecha). Obsérvese
la presencia de clips quirúrgicos, compatible con antecedentes
de ligadura maxilar y etmoidal previa.

Elden L, Montanera W, Terbrugge K, et al: Angiographic embolization


RESULTADO S for the treatment of epistaxis: a review of 108 cases. Otolaryngol
Head Neck Surg 111:44-50, 1994.
■ Se elegirá la técnica idónea para garantizar la em bolización
Kucik C, Clenny T: Management of epistaxis. Am Fam Physician
transarterial satisfactoria.
71:305-311, 2005.
■ La identificación angiográfica de la hem orragia seguida de la Loftus BC, Blitzer A, Cozine K: Epistaxis, medical history, and the
em bolización supraselectiva de vasos aislados es un acceso nasopulmonary reflex: what is clinically relevant? Otolaryngol
adecuado para la epistaxis incoercible. Head Neck Surg 110:363-368, 1994.
■ El uso de N BC A se adapta a la perfección al acceso rápido a Luo C, Teng M, Lirng J, et al: Endovascular embolization of
la causa localizada de hem orragia arterial. intractable epistaxis. Zhonghua Yi Xue Za Z h i 63:205-212,
2000.
Mahavedia A, Murphy K, Obray R, Gailloud P: Embolization for
intractable epistaxis. Tech Vase Interv Radiol 8:134-138, 2005.
C O M P L IC A C IO N E S Manthey DE, Harrison BP: Otolaryngologic procedures. In Roberts JR,
Hedges JR, editors: Clinical Procedures in Emergency Medicine,
■ C om plicaciones p oco frecuentes: d olor tem porofacial, cefa­ Philadelphia, 1998, WB Saunders.
lea, necrosis de tejidos blandos, parálisis facial y accidente McFerran DJ, Edmonds SE: The use of balloon catheters in the
cerebrovascular. treatment of epistaxis. J Laryngol Otol 107:197-200, 1993.
Merland JJ, Melki JP, Chiras J, et al: Place of embolization in the
treatment of severe epistaxis. Laryngoscope 90:694-704, 1980.
Oguni T, Korogi Y, Yasunaga T, et al: Superselective embolization
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A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA 2000.
Y S E G U IM IE N T O Papel ID, Scott JC, Fairbanks DNF: Comphcations of nasal surgery
and epistaxis management. In Eisele DW, editor: Complications in
■ A l acabar la intervención, un otorrinolaringólogo retira el Head Neck Surgery, St. Louis, 1993, CV Mosby, pp. 447-456.
taponam iento nasal, y la heparina es revertida para reducir Remonda L, Schroth G, Caversaccio M, et al: Endovascular treatment
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Otolaryngol Head Neck Surg 126:1255-1261, 2000.
Schaitkin B, Strauss M, Houck JR: Epistaxis: medical versus surgical
Lecturas recomendadas therapy: a comparison of efficacy, complications, and economic
Babin E, Moreau S, Goullet de Ruby M, et al: Anatomic variations considerations. Laryngoscope 97:1392-1396, 1987.
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Tratam iento de la e p is ta x is 125

Sokoloff J, Waskom T, McDonald D, et al: Therapeutic percutaneous Tseng E, Narducci C, Willing S, Sillers M: Angiographic embolization
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Toner JG, Walby AP: Comparison of electro and chemical cautery in Wehrli M, Liieverherr U, Valavanis A: Superselective embolization for
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1990. 13:415-420, 1988.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Evaluación diagnóstica de un paciente
tras hemorragia subaracnoidea

D E F IN IC IÓ N : Modalidad de imagen invasiva basada en la manipulación de catéteres para inyectar


contraste radiográfico en los vasos intracraneales para la visualización de los mismos.

■ Se avanza el catéter diagnóstico hacia el cayado aórtico.


IN D IC A C IO N E S ■ Se obtienen im ágenes del cayado aórtico y las arterias verte­
■ La evaluación inicial de la hem orragia subaracnoidea incluye brales y carótidas bilaterales.
TC sin contraste. ■ Se visualizan las áreas en las que los aneurismas son fre­
■ La punción lumbar se realiza en pacientes con TC negativa cuentes (arterias comunicantes anterior y posterior y arteria
y elevada sospecha clínica de hem orragia subaracnoidea. cerebral m edia).
■ La angiografía cerebral es necesaria tras una punción lumbar ■ Tam bién habrán de visualizarse las arterias cerebelosa infe-
en la que haya sangre. roposterior, basilar y vertebral.
■ Se anotan la forma, el tam año, la localización y la orienta­
ción de los aneurismas en el área del cuello.
■ Los aneurismas, rotos o no, han de ser tratados de inm ediato
C O N T R A IN D IC A C IO N E S con clips quirúrgicos o espirales endovasculares.

■ N o se han hallado contraindicaciones absolutas.


■ Entre las contraindicaciones relativas se cuentan alergia al
contraste, hipotensión, hipertensión grave, coagulopatía,
insuficiencia renal e insuficiencia cardíaca congestiva. C O N T R O V E R S IA S
■ La relación riesgo y beneficio (sensibilidad diagnóstica) en
la angiografía por TC o R M no invasiva y la angiografía de
substracción digital invasiva han sido objeto de debate.
IN S T R U M E N T A L
■ El uso de la R M en el diagnóstico de la hem orragia subarac­
■ Equipo de angiografía noidea es controvertido.
■ Se realiza una angiografía de substracción digital. ■ En la actualidad, la angiografía por TC o R M resulta proble­
■ La angiografía d e substracción digital tridimensional ofrece m ática en la detección de aneurismas de m enos de 3 mm.
m ejor visualización y tipificación del aneurisma. ■ Mientras no m ejore la sensibilidad de la angiografía por TC o
■ Catéter diagnóstico R M para los aneurismas de menos de 3 m m , la angiografía de
■ Introductor arterial substracción digital es el m étodo de referencia en el diagnós­
■ Suero salino heparinizado tico de los aneurismas intracerebrales.
■ Contraste radiológico

A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O RESULTADO S
■ La angiografía de substracción digital es el m étodo de diag­
■ M odalidad de im agen invasiva que se basa en la manipu­
nóstico defin itivo para el aneurisma secundario a hem orragia
lación de catéteres en las arterias carótida y vertebral para
subaracnoidea.
inyección d e contraste.
■ Aspecto norm al en el 10 a 20% de las angiografías de subs­
■ Acceso arterial femoral.
tracción digital que se realizan tras la confirm ación de la
hem orragia subaracnoidea, que puede ser de etiología no
aneurismática.
T É C N IC A ■ El International Study o f Unruptured Intracraneal Aneurysms
com unicó que el uso de espirales da m ejores resultados que
■ Se colocan los introductores arteriales y los catéteres diag­ el de clips.
nósticos en la arteria femoral. ■ El Internacional Study o f Unruptured Intracraneal Aneurysms
■ Se lava el introductor de form a continua con suero salino puso de m anifiesto que las espirales tam bién son preferibles
heparinizado. para este tipo d e aneurismas.

P U N T O S CLAVE
> Una TC craneal negativa no descarta la hem orragia subaracnoidea.
■ Tras una TC negativa, un paciente q ue padece la «cefalea más intensa de su vida» debe ser som etido a
punción lum bar y, posiblemente, a angiografía de substracción digital.
> La angiografía d e substracción digital es el patrón de referencia para el diagnóstico de aneurismas
causantes de hemorragia subaracnoidea.

126 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Eva lua ción d ia g n ó stica de un paciente tras h em orra gia su b arac n o id e a

C O M P L IC A C IO N E S ■ Los pacientes han de ser tratados con clips o espirales, para


reducir la m orbilidad y la m ortalidad p or hem orragia suba­
■ La tasa de com plicaciones se estableció en el 1,8% y la pro­ racnoidea.
babilidad de déficit neurológico perm anente tras angiografía
de substracción digital fue interior al 0,2 %.
Lecturas recomendadas
■ La incidencia de déficits neurológicos aumenta en ancianos
con aterosclerosis extensa. Brisman JL, Song JK, Newell DW: Cerebral aneurysms. N Engl J Med
■ Los riesgos no neurológicos son lesión de la arteria femoral, 355(9):928-939, 2006:wAug 31.
Shah KH, Edlow JA: Distinguishing traumatic lumbar puncture
hem atoma, reacciones alérgicas al contraste, neurotoxicidad
from true subarachnoid hemorrhage. J EmergMed 23(l):67-74,
y muerte.
2002:Jul.
van Gijn J, Kerr RS, Rinkel GJ: Subarachnoid haemorrhage. Lancet
369(9558):306-318, 2007:Jan 27.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ Los pacientes con aneurismas diagnosticados en la angio­
grafía de substracción digital requieren tratamiento, a no ser
que esté contraindicado.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Disecciones carotídeas

D E F IN IC IÓ N : Disección de la arteria carótida que se produce cuando la sangre se acumula en la


pared vascular, generalmente entre la íntima y la media de la arteria, creando un hematoma intramural.

H A L L A Z G O S A N A T Ó M IC O S D A T O S D IA G N Ó S T IC O S
Arteria carótida ■ Rasgos propios de las disecciones son el
■ La disección se inicia de 2 a 3 cm por encim a de la bifurca­ estrechamiento en form a de llama de la luz y el
ción y continúa en varios tramos hasta la porción petrosa. súbito ensanchamiento distal a la disección.
■ Presenta estrechamiento en form a de llam a y un repentino ■ Es típico que las disecciones se inicien de 2 a 3 cm
ensanchamiento distal a la disección. por encima de la bifurcación y continúen hasta la
porción petrosa.
■ Es característico que la primera m anifestación sea el
E S T U D IO S D E IM A G E N dolor; el tiempo m edio transcurrido entre el inicio
del dolor y los síntomas neurológicos es de 4 días.
Radiología intervencionista ■ El dolor se suele percibir sobre la arteria carótida
H a llazg o s en el cuello, aunque también puede haber dolor
■ La disección en form a de llam a de la arteria carótida interna referido en la órbita, la frente o la sien ipsolaterales.
derecha se observa en sentido distal al bulbo carotídeo.
■ El ensanchamiento de la lu z se aprecia en sentido distal a la
disección de la arteria carótida interna derecha.
Utilidad
■ Ocasionalmente, en la falsa luz se observa un colgajo de la íntima.
■ Detecta la disección causante de estenosis u oclusión.
Utilidad
■ La angiografía es una excelente herramienta diagnóstica para
RM
las disecciones de la arteria carótida más sutiles.
H a lla zg o s
■ En la disección aguda, el hem atom a intramural es visible en
Ecografía form a de «cuarto creciente» d e señal hiperintensa en la pared
H a llazg o s de la disección aórtica con estrechamiento de la luz.
■ Detecta el patrón de flujo de alta resistencia.
Utilidad
Utilidad ■ Tal v e z, el patrón de referencia para el diagnóstico de la
■ Las disecciones no suelen visualizarse directam ente en la disección de la arteria carótida es el uso de im ágenes axiales
ecografía. en T I y T2 del cuello, con supresión grasa.

Angiografía por TC
H a llazg o s
■ Detecta la disección causante de estenosis u oclusión. P R E S E N T A C IO N C L IN IC A
Utilidad ■ Las disecciones pueden ser asintomáticas o producir diferen­
■ Puede detectar disecciones causantes de estenosis u oclusión. tes com binaciones de isquem ia cerebral (accidente isquém ico
transitorio o accidente cerebrovascular), dolor en cabeza y
Angiografía por RM cuello y neuropatía craneal.
H a llazg o s ■ Estudios prelim inares indican que las disecciones inducen
■ Detecta la disección causante de estenosis u oclusión. isquem ia cerebral o retiniana en el 90% de los casos.

L O Q U E N E C E S IT A S A B E R E L M É D IC O R E M IT E N T E
i La disección de una arteria cervical que afecta a las arterias carótida y vertebral extracraneales es
responsable del 20 a 25% de los a ccidentes cerebrovasculares en adultos de menos de 45 años, pero solo
del 2% del total de este tip o de patologías,
i Es característico que se registren disecciones recidivantes en otra arteria dentro de un período de entre
6 y 12 meses.
i El tratam iento farm acológico actualm ente aceptado se basa en la anticoagulación con warfarina durante
varias semanas o meses.
i El tratam iento endovascular está justificado en los infrecuentes casos que presentan síntomas recidivantes
a pesar de la anticoagulación, com o consecuencia de lesiones estenóticas persistentes,
i Los aneurismas desecantes pueden form arse com o dilataciones segm entarias (tipo fusiform e) o com o
sacos extraluminales (tipo sacular). Cuando la disección se cura, los aneurismas pueden desaparecer
espontáneamente con el tiem po,
i Los pequeños aneurismas desecantes persistentes se abordan preferiblemente con tratamiento antiplaquetario;
los aneurismas desecantes gigantes pueden tratarse mediante colocación de endoprótesis o espirales (o ambos),
i El accidente cerebrovascular por disección arterial cervical se debe a embolia de arteria a arteria o a hipoperfusión.

128 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


D ise c c io n e s c arotíd eas

Figura 1. Aspecto a n giográfico de las disecciones. Disección


en forma de llama de la arteria carótida interna derecha distal al Figu ra 2. A specto an giográfico d e las disecciones. Dilatación
bulbo carotídeo. postestenótica distal a la disección de la arteria carótida interna
derecha.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 4. Típico aspecto de los an eurism as desecantes.


Aneurisma disecante sacular de la arteria carótida interna izquierda.

Figura 3. RM axial en T I que muestra depósito de hemosiderina en


forma de «cuarto creciente» (flecha) en la pared de una disección
carotídea con un estrechamiento en la luz arterial.
130 INTERVENCIONES VASCULARES |VASOS SUPRAAÓRTICOS E INTRACRANEALES

■ Algunos ensayos sostienen, en cam bio, que apenas el 50% ■ Las disecciones se asocian a displasia fibromuscular, trastor­
de las disecciones se asocian a m anifestaciones isquémicas. nos del tejido conjuntivo, hiperhom ocisteinem ia, déficit de
■ En accidentes cerebrovasculares causados por disecciones aj-antitripsina, migraña y, posiblemente, infección reciente.
carotídeas, la m ayoría de los pacientes presentan síntomas
transitorios previos, com o d olor en cabeza, cara, órbita o
cuello, síndrom e de H om er parcial, acúfenos pulsátiles o
parálisis de nervios craneales (siendo el n ervio hipogloso el IN C ID E N C IA /P R E V A L E N C IA
más frecuentem ente afectad o). Y E P ID E M IO L O G ÍA
■ Es característico que el d olor sea la m anifestación inicial; el
tiem po m edio desde su aparición a la de los síntomas neuro- ■ La disección de la arteria cervical que afecta a las arterias
lógicos es de 4 días. carótida y vertebral extracraneales es responsable del 20 a
■ En la disección carotídea el dolor se suele percibir sobre la 25% de los accidentes cerebrovasculares en adultos de
arteria carótida en el cuello, aunque tam bién puede haber menos de 45 años, pero solo del 2 % del total de este tipo
dolor referido en órbita, frente o sien ipsolaterales. de patologías.
■ El pronóstico depende en buena m edida de si el paciente ■ La incidencia es igual en hombres y mujeres y es m áxim a en
ha padecido un accidente cerebrovascular y del tamaño y la torno a los 40 años de edad.
localización del infarto. ■ Se han publicado incidencias del 2,5 a 3% por 100.000 para
la disección carotídea, y del 1,5 a 2 % , para la vertebral.
■ Los episodios isquém icos recidivantes son p oco frecuentes,
aunque las disecciones recidivantes en otra arteria se dan
D IA G N Ó S T IC O D IF E R E N C IA L con frecuencia dentro de un período comprendido entre los 6 y
12 meses.
■ D isecciones de la arteria vertebral ■ La tasa de disección recidivante en otra arteria a lo largo de
la vid a se sitúa entre el 5 y 10%.
■ L a gran m ayoría de los casos se debe a un traumatismo
m enor causado, por ejem plo, al girar la cabeza conduciendo
a n a t o m ía p a t o l ó g ic a
marcha atrás o tras un ataque de tos intensa.
■ Las disecciones se producen cuando la sangre se acumula en ■ Entre los factores riesgo se cuentan displasia fibromuscular
la pared vascular, generalm ente entre la íntima y la m edia de (10 a 1 5 % ) y trastornos del tejido conjuntivo, com o los sín­
la arteria, creando un hem atom a intramural. dromes de Ehlers-Danlos o M arfan (1 a 5 % ).
■ El efecto de masa del hem atom a puede dar lugar a estenosis ■ Se cree que entre el 10 y 20% d e los casos presentan una
u oclusión del vaso y puede afectar a estructuras adyacentes, anom alía del tejido conjuntivo aún no tipificada.
com o los nervios craneales.
■ El accidente cerebrovascular por disección de una arteria Lecturas recomendadas
cervical puede deberse a una em bolia de arteria a arteria o a
Caplan LR, Biousse V: Cervicocranial arterial dissections.
hipoperfusión. J Neuroophthalmol 24:299-305, 2004.
■ La causa subyacente a la disección de una arteria cervical Rubenstein SM, Peerdeman SM, van Tulder MW, et al: A systematic
que afecta a las arterias carótida y vertebral extracraneales es review of the risk factors for cervical artery dissection. Stroke
desconocida, aunque se han propuesto dos mecanismos. 36:1575-1580, 2005.
■ Es posible detectar un desgarro verdadero de la íntima, lo que Savitz SI, Caplan LR: Vertebrobasilar disease. N Engl J Med 352:2618-
permite que la sangre pase de la luz a la pared vascular. 2626, 2005.
■ C om o alternativa, un hem atom a intramural puede for­ Schievink WI: Spontaneous dissection of the carotid and vertebral
marse a partir de la rotura de los vasos vasculares en la arteries. N Engl J Med 344:898-906, 2001.
Schievink WI: The treatment of spontaneous carotid and vertebral
propia pared arterial.
artery dissections. Curr Opin Cardiol 15:316-321, 2000.
■ Las disecciones de la arteria carótida interna se suelen iniciar
a una distancia de 2 a 3 cm de la bifurcación y se prolongan
a lo largo de varios tramos hasta la porción petrosa.
■ Los traumatismos graves de cabeza y cuello, com o los causa­
dos por accidentes de tráfico, u otros traumatismos menores,
com o el producido por un giro brusco de la cabeza, pueden
dar lugar a disección arterial cervical. Otros casos son califi­
cados com o espontáneos.
VENAS
Tratamiento de la enfermedad oclusiva
venosa crónica de la extremidad superior
y de la vena cava superior

D E F IN IC IÓ N : La detección y el tratamiento por trombólisis y colocación de endoprótesis son útiles en


las obstrucciones de la vena cava superior y sus tributarias.

■ Utilizados sobre todo para atravesar la obstrucción venosa.


IN D IC A C IO N E S ■ Guía sem irrígida de tipo Am platz
■ Estenosis por cáncer de la vena cava superior y sus tributa­ ■ Para obtener la m áxim a estabilidad durante el im plante de
rias venosas la endoprótesis.
■ Estenosis en la vena cava superior antes de quimioterapia nefro-
tóxica, dada la necesidad de un alto volum en de hidratación
■ Invasión tumoral venosa transmural de endoprótesis cubiertas A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Obstrucción benigna de la vena cava superior
■ En las estenosis en la vena cava superior o el tronco venoso
braquiocefálico derecho, es preferible colocar las endopróte­
sis m ediante acceso fem oral o yugular derechos.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ En las estenosis del tronco venoso braquiocefálico izqu ierdo el
■ Entre las contraindicaciones cabe citar la trom bosis venosa tratamiento se realiza p or acceso fem oral o axilar izquierdo.
crónica extensa y las consideraciones anatóm icas que predis­ ■ Los traumatismos en el p lexo braquial se evitan utilizando
ponen a una intervención técnica difícil, así com o la enfer­ un acceso en la unión entre las venas axilar y subclavia.
medad avanzada en pacientes preterminales. ■ Las endoprótesis venosas han de colocarse secuencialmente,
■ Los orificios de las grandes tributarias del sistema cava, com o prim ero en sentido distal y después en sentido proxim al al
las venas yugulares, no deben ser cubiertos deliberadam ente sitio de punción.
con una endoprótesis para preservar la vía de acceso. ■ Las endoprótesis flexibles y blandas puede implantarse simul­
■ El deterioro del flujo venoso (causado, p.ej., por parálisis de una táneamente en los troncos venosos derecho e izquierdo, con
extremidad) es una contraindicación relativa para la colocación evolución paralela a la vena cava superior.
de endoprótesis en las tributarias de la vena cava superior. ■ En el caso de las endoprótesis rígidas, la vena cava superior
■ La invasión tumoral venosa transmural es una contraindica­ y el tronco venoso braquiocefálico derecho se tratan en línea.
ción para endoprótesis no cubiertas. Las endoprótesis se colocan en el tronco venoso braquiocefá­
■ Los pacientes con obstrucción grave de la vena cava supe­ lico izquierdo, lo más cerca posible del eje cava.
rior tienen dificultad para estar en posición horizontal; estos ■ En ocasiones, la ecografía transesofágica contribuye al
casos requieren anestesia general. im plante correcto de la endoprótesis en la vena cava supe­
■ Para casos benignos, la colocación de endoprótesis debe limitarse rior, aunque com plica la técnica.
a la vena cava superior y el tronco venoso braquiocefálico.

T É C N IC A
IN S T R U M E N T A L
■ La detección flebográfica de la estenosis y las vías colaterales
■ Introductor con válvula hemostática es obligatoria inm ediatam ente antes del tratamiento.
■ El tamaño depende de la endoprótesis que se vaya a insertar. ■ La flebografía confirm a la localización y la extensión de la
■ Catéteres 5 Fr m ultiuso o de tipo cobra estenosis, la presencia de trombos endoluminales o la pro­
■ Utilizados sobre todo para atravesar la obstrucción venosa. liferación tumoral; el alcance de la circulación colateral; la
■ Guías hidrófilas de 0,035” significación hem odinám ica, y las variantes congénitas.

P U N T O S CLAVE
> La angioplastia translum inal percutánea de estenosis benignas o malignas de venas grandes suele ser
ineficaz.
> El im plante endolum inal de endoprótesis va seguido de una significativa reducción de los síntomas
discapacitantes en el 70 a 90% de los casos.
i Los pacientes con cáncer deben ser tra ta d os con colocación endolum inal de endoprótesis antes de q ue se
desarrollen plenamente los síntomas de obstrucción de la vena cava superior.
> La infusión endolum inal de un trom bolítico ha de ser anterior al im plante de la endoprótesis si se ha
registrado una trom bosis de la vena cava superior.
■ En pacientes con enfermedad benigna, la proliferación de tejido en el interior de la endoprótesis cava debe
tratarse mediante angioplastia transluminal percutánea en el interior de la misma, sin endoprótesis adicional.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 131


132 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 1 . En una mujer de 53 años con cáncer de mama se Figura 2. En una mujer de 53 años con cáncer de mama se
evaluó la inflamación grave de ambos brazos. La flebografía evaluó la inflam ación grave de ambos brazos. La dilatación
bilateral de ambas extremidades superiores muestra una estenosis con balón a alta presión fue necesaria para reducir las estenosis
pronunciada de la porción distal de ambos troncos venosos fibrosas.
braquiocefálicos, inducida por catéteres de infusión venosa central
para quimioterapia. Obsérvese la repleción de las múltiples
colaterales mediastínicas y parietales.

Figura 3. En una mujer de 53 años con cáncer de mama se Figura 4. En una mujer de 53 años con cáncer de mama
evaluó la inflamación grave de ambos brazos. La dilatación se evaluó la inflamación grave de ambos brazos. Dos
con balón a alta presión fue necesaria para reducir las estenosis endoprótesis Wallstent fueron colocadas en ambos troncos
fibrosas. venosos braquiocefálicos y protruidos a la vena cava superior.
La cavografía mostró un óptimo flujo de drenaje.
T ra ta m ie nto de la enferm edad oclu siva venosa c ró n ica de la extre m id a d s u p e rio r y de la vena cava s u p e rio r

■ Se obtienen cavografías superiores m onoplano o biplano de ■ En malas condiciones de flujo puede observarse trombosis
rutina. pericatéter, aunque la em bolia pulm onar no suele constituir
■ La venocavografía superior se realiza m ediante inyección un problem a clínico.
bilateral simultánea de 25 m i de contraste no ión ico en la ■ El tratamiento anticoagulante en dosis bajas se administra a
vena basílica o en una más periférica, en la extremidad supe­ veces al tiem po que la trombólisis local, sobre todo cuando el
rior. introductor con válvula hemostática es colocado en las venas
■ La flebografía con dióxido d e carbono (C 0 2) puede efectuarse pequeñas del brazo con flujo reducido.
con inyección manual de 60 m i de C 0 2 en una vena pequeña ■ Para mantener el catéter de infusión libre de trombos, se pro­
de la m ano, a fin de localizar una vena proxim al m ayor para cede a infusión continua de 300 U/h de heparina a través del
punción en caso de edema. introductor con válvula hemostática.
■ Cuando una trom bosis venosa enmascara la lesión, la trom- ■ Los parámetros de coagulación se com prueban dos veces al
bólisis local o la trom bectom ía m ecánica deben anteceder a día.
la colocación de la endoprótesis. ■ Los pacientes som etidos a infusión trom bolítica venosa local
■ La infusión local de un trom bolítico puede lograr mejores no son ingresados en la UCI, ya que no hay necesidad de
resultados que la infusión sistémica. controlarlos en lo que se refiere a una posible isquem ia crí­
■ Los activadores del plasm inógeno (urocinasa, activador tisu- tica de la extremidad.
lar recombinante u otros) se infunden a través d e una vena ■ Cuando en la flebografía de m onitorización se detecta una
del brazo o, en caso de que no sea posible, p or punción en la estenosis, se procede d e inm ediato a im plante percutáneo de
vena axilar. una endoprótesis para asegurar el flujo y la colocación de la
■ Un introductor con válvula hem ostática de 5 Fr se coloca en endoprótesis.
el lugar d e punción. ■ En pacientes aprensivos resulta útil la prem edicación.
■ Un catéter 3 o 5 Fr con múltiples orificios laterales o una guía ■ Dado que la colocación de una endoprótesis endovascular
inyectable se aloja en el segm ento caudal del trom bo, tras lo no es dolorosa, solo es necesaria anestesia local en el sitio de
cual se inicia la infusión. punción.
■ La trombosis de la vena cava superior no suele suponer una ■ La angioplastia transluminal percutánea puede ser dolorosa
situación de riesgo vital inm ediato. En consecuencia, se reco­ cuando se distiende la adventicia d e la vena cava superior o el
m ienda la trom bólisis progresiva en v e z de la trom bectomía tronco venoso braquiocefálico durante la dilatación máxima.
mecánica. ■ La dilatación de las estenosis de fístulas de hemodiálisis
■ La urocinasa com o activador del plasm inógeno se adminis­ periféricas tam bién es a veces dolorosa, por lo que es útil la
tra con una velocidad de infusión de 75.000 a 100.000Ul/h, infiltración con un anestésico local.
mediante una bom ba automática. ■ Asim ism o, es posible que los pacientes experim enten un
■ La infusión de urocinasa con pautas posológicas moderadas dolor breve tras la expansión súbita de la endoprótesis metá­
se asocia a escasos efectos secundarios, presuponiendo que lica en la vena cava superior, por lo que deben ser advertidos
se conocen las principales contraindicaciones. de ello.
■ Toda la extensión del trom bo es atravesada por la guía, a fin ■ Si se prevé que la intervención se prolongue, se deben adm i­
de detectar una posible estenosis subyacente. nistrar 5.000 UI de heparina para prevenir la trombosis aguda
■ La estenosis o la oclusión atravesada por la guía puede en de la vena cava superior, potencialm ente mortal.
últim a instancia Usarse; en consecuencia, el hecho de limitar ■ En algunos casos, la colocación de la endoprótesis produce
los intentos de trom bólisis a estas lesiones reduce al m ínim o sobrecarga debido a la reperfusión: el control de la presión
el riesgo de fracaso d e la técnica. arterial es obligatorio durante el im plante en pacientes de
■ El trom bo se infiltra con una dosis m edia de 225.000 U I de riesgo.
urocinasa antes de iniciar la infusión. ■ Todas las guías y catéteres han de retirarse del segm ento
■ Si la guía atraviesa con facilidad la obstrucción, ello supone afectado antes de desplegar la endoprótesis, excepto la guía
un buen indicador de éxito operatorio. contenida en el catéter de implante.
■ La aspiración percutánea del trom bo se ha llevado a cabo, ■ L a recanalización d e las oclusiones m uy cerradas en el
tanto sola com o en com binación con trom bólisis local. tronco venoso braquiocefálico a veces requiere un acceso
■ Tam bién se han em pleado otros dispositivos com o el disgre- com binado fem oroaxilar o axilar bilateral.
gador de coágulos Am platz, el catéter H ydrolizer y otros para ■ Cuando la guía ha atravesado la oclusión, se sujeta con un
eliminar trombos venosos. cepo, una cesta o una p inza flexible por el otro lado.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ L a m ayoría de estos dispositivos son válidos para venas ■ L a guía se recupera a través del introductor con válvula
pequeñas, pero no funcionan bien en grandes vasos com o la hemostática en el segundo punto de entrada percutánea.
vena cava. ■ Este proceso hace posible la introducción del catéter de
■ Ente 6 y 12 h después del inicio de la infusión de activador del angioplastia transluminal percutánea o cualquier otro catéter
plasm inógeno se realiza una flebografía de m onitorización. introductor sobre la guía, controlado y enderezado en ambos
■ Si no se han registrado avances a pesar de la colocación extremos.
correcta del catéter y de la infusión adecuada, el segm ento ■ Cuando la colocación de la endoprótesis en la vena cava
venoso es sondado de nuevo con la guía para detectar la superior consigue la inm ediata restauración del flujo, no es
estenosis subyacente. necesaria la ulterior heparinización
■ En ocasiones, se produce dilatación con balón para fragmentar
los coágulos y exponer una m ayor superficie a la acción del
activador del plasm inógeno, acelerando así la trombólisis.
■ Si se consigue una lisis parcial, el catéter de infusión se
C O N T R O V E R S IA S
coloca más distalm ente en el trom bo.
■ Durante el cateterism o de las venas braquiales obstruidas, se ■ Tratamiento conservador frente a endoprótesis: existe riesgo
ha de prestar atención a infundir en la vena basílica y a evitar de form ación d e colaterales venosas; la naturaleza no m ortal
el cateterism o y la lisis de las ramas colaterales menores, ya de la obstrucción favorece el tratamiento conservador que,
que ello retrasa la trombólisis. no obstante, no alivia los síntomas con eficacia.
134 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

■ Radioterapia externa frente a endoprótesis: la radioterapia ■ Se han comunicado casos de edema pulm onar por reperfu­
solo tiene efecto terapéutico tardío. sión.
■ Angioplastia transluminal percutánea frente a endoprótesis: ■ La lesión de la pared venosa, la com presión del n ervio frénico
la angioplastia transluminal percutánea registra tasas eleva­ y las disritmias o la parada cardíacas se deben a dilatación de
das de reestenosis. la vena cava superior con balones sobredimensionados.
■ En los puntos de punción puede haber trombosis venosa,
fístula arteriovenosa y seudoaneurisma venoso.
■ Se han com unicado déficits neurológicos tras im plante de
RESULTADO S endoprótesis a pacientes en hemodiálisis.
■ En caso de neoplasia maligna m ediastínica, el alivio sintomá­
tico es el principal objetivo y se obtiene en el 68 a 100% de
los pacientes.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Los resultados se m antienen en un seguim iento de 16 meses,
sin necesidad de reintervención. Y S E G U IM IE N T O
■ Se han publicado resultados m enos favorables en caso detec­ ■ Si quedan trom bos residuales adheridos a la endoprótesis
ción por TC de envoltura tumoral circunferencial o cuando o a la pared vascular tras la trom bólisis local, o si solo se
las endoprótesis se colocan en localizaciones más periféricas, alcanza un flujo subóptim o, se instaura una heparinización
com o la vena subclavia. plena durante varios días.
■ Los signos y síntomas en la extremidad superior y la cara ■ Debe m antenerse un tiem po parcial de tromboplastina de 1,5 a
desaparecen entre 1 y 3 días después de la expansión de la 2 veces el valor normal.
endoprótesis; el alivio de la tensión en cara y cuello es casi ■ La heparinización va seguida de tratamiento anticoagulante
inmediato. oral y dosis bajas de ácido acetilsalicílico durante varios
■ El drenaje de solo una vena yugular es a m enudo, aunque no meses, aunque no se han confirm ado los beneficios de este
siempre, suficiente para tratar los síntomas clínicos discapa- tratamiento.
citantes en cabeza y cuello. ■ Si se produce una trom bosis de la endoprótesis inm ediata­
■ En las estenosis benignas se han publicado tasas de perm ea­ m ente después de colocarla, puede procederse a infusión de
bilidad a 1 año del 4 0 % , para estenosis centrales, y del 25% un trom bolítico.
a 2 años, para estenosis tanto centrales com o periféricas. ■ Cuando hay reoclusión, se deben establecer la causa y el
■ Para m antener la perm eabilidad son necesarias frecuentes correspondiente tratamiento.
reintervenciones.

Lecturas recomendadas
Davenport D, Ferree C, Blake D, et al: Radiation therapy in the
treatment of superior vena cava obstruction. Cancer 42:2600-2603,
C O M P L IC A C IO N E S 1978.
■ Pueden producirse colocación incorrecta de la esteno­ Dondelinger RF: Clinics in interventional radiology. Invited
commentary. Clin Radiol 49:207, 1994.
sis, m igración, trom bosis y fragm entación (Gianturco y
Dondelinger RF, Goffette P, Kurdziel JC, Roche A: Expandable metal
W allstent).
stents for stenoses of the venal caval and large veins. Semin
■ Perforación cava, hem orragia mediastínica y taponam iento Intervent Radiol 8:252-263, 1991.
pericárdico son com plicaciones excepcionales. Whithy EH, Gaines PA: Superior vena cava occlusion. In Kadir S,
■ Otros posibles problem as son infección de la endoprótesis, editor: Teaching Atlas o f Interventional Radiology, New York, 1999,
bacteriem ia, septicem ia y shock. Thieme, pp. 114-117.
Tratamiento de la enfermedad oclusiva
venosa crónica de la extremidad inferior
y de la vena cava inferior

D E F IN IC IÓ N : Las enfermedades oclusivas crónicas de la extremidad inferior pueden tratarse


mediante trombólisis, angioplastia o implante de endoprótesis.

■ Endoprótesis Wallstent de 16 mm
IN D IC A C IO N E S ■ Si se necesitan endoprótesis mayores
■ Pacientes sintomáticos con obstrucción de la vena ilíaca par­
cial o com pleta (unilateral o bilateral)
■ Flujo de entrada y salida adecuado para garantizar la per­
m eabilidad del segm ento venoso reconstruido a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ En la fosa poplítea, la vena es a m enudo superficial a la arte­


ria, por lo que es conveniente usarla com o acceso.
■ Tam bién pueden utilizarse otras venas que entran en la
C O N T R A IN D IC A C IO N E S poplítea (venas safena menor, vena del soleo o venas que
■ Pacientes asintomáticos drenan el gastrocnem io).
■ Oclusión de las venas fem oral com ún y fem oral (flujo de ■ Es necesaria una revisión m inuciosa de los estudios venosos
entrada inadecuado) prelim inares (ecografía, R M y TC).
■ Oclusión d e la vena cava inferior; flujo de salida inadecuado
(a no ser que la vena cava inferior pueda ser tam bién tratada
com o parte d e la reconstrucción)
T É C N IC A
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ El paciente es colocado en decúbito prono sobre la m esa de
IN S T R U M E N T A L angiografía.
■ Ecografía ■ La ecografía se em plea para la revisión prelim inar de la ana­
■ Guía para acceso venoso inicial tom ía venosa de la fosa poplítea.
■ Sistema de m icropunción ■ Una v e z identificado el acceso venoso, se punciona la vena
■ Para acceso venoso con una aguja de calibre 21 G bajo guiado ecográfico directo.
■ Introductor 6 Fr ■ Se identifica específicam ente la arteria poplítea, para que no
■ Pueden ser necesarios para aumentar la capacidad de quede en la trayectoria de acceso de la aguja.
empuje ■ C om o la vena puede colapsarse, para penetrar en la vena se
■ Catéter angulado 5 Fr aplica un im pulso enérgico y seco.
■ Para recanalización inicial de los segm entos ocluidos ■ Puede aplicarse un m anguito inflable por encim a de la rodilla
■ Convencionales e hidrófilos, además de guías hidrófilas para favorecer la distensión venosa.
■ Balones de angioplastia ■ Una v e z que la punta de la aguja se aprecia en el interior de
■ Para la dilatación prelim inar de los segm entos venosos la vena, puede insertarse una guía de de 0,018”.
■ Los balones de 10 a 14m m requieren introductores 7 Fr ■ Si la posición de la punta es dudosa, es necesario proceder a
■ Endoprótesis de nitinol de 10 a 14 m m aspiración y ulterior inyección del contraste para identificar
■ Las endoprótesis largas se em plean para reducir al m ínim o la posición intraluminal.
el número de estos dispositivos. ■ Tras la inserción de la guía de 0,018” , se inserta el introduc­
■ Las endoprótesis de nitinol son preferibles por la precisión tor de m icropunción seguido de una guía convencional de
de su despliegue. 0,035”.

P U N T O S CLAVE
> Dos im portantes factores responsables de los problem as venosos crónicos son el reflujo valvular y la
obstrucción venosa.
i La oclusión crónica de la vena ilíaca es una consecuencia frecuente de la trom bosis venosa profunda
iliofemoral previa.
> Los pacientes con oclusión crónica de la vena ilíaca presentan inflam ación crónica de la pierna, dolor,
lim itación de la actividad e incluso úlceras p o r estasis venosa.
> Los pacientes con flujo adecuado de entrada (flujo anterógrado en la vena femoral) y de salida (vena cava
inferior permeable) son candidatos a reconstrucción de la vena ilíaca.
> La colocación de endoprótesis en la vena ilíaca perm ite restablecer el flujo anterógrado y aliviar el edema
y el dolor.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 135


136 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 1. Flebografía con contraste de la extremidad inferior Figura 2. Imagen después de atravesar y predilatar con éxito
izquierda que muestra cambios atribuibles a trombosis venosa la oclusión. No se aprecia extravasación del contraste. Puede
profunda previa, aunque con flujo anterógrado continuo. La precederse a colocar la endoprótesis.
oclusión se aprecia en el borde del estrecho superior de la pelvis.

A continuación, se inserta un introductor corto 6 Fr y se Para asegurar la posición intraluminal del catéter se requie­
conecta a la infusión salina heparinizada a través d e la rama ren inyecciones intermitentes del contraste.
lateral. N o es infrecuente un introductor guía largo 6 Fr colocado en
A través del introductor se procede a flebografía con con­ el borde de avance de la oclusión para m ejorar el soporte y la
traste de los segm entos p oplíteo, fem oral y fem oral común. capacidad de empuje.
Si esta es satisfactoria, el catéter acodado 5 Fr se avanza a la Una v e z que la guía penetra en la vena cava inferior perm ea­
vena fem oral común. ble, el paso del catéter se v e facilitado.
Después, se obtiene una flebografía del segm ento ilíaco. La guía debe introducirse bien en la vena cava inferior para
A m enudo son necesarias múltiples proyecciones oblicuas dar soporte al avance del catéter.
para identificar la trayectoria real del segm ento venoso ilíaco Una v e z que el catéter ha penetrado en la vena cava inferior,
ocluido. se inyecta el contraste para confirm ar que se ha atravesado
Dado que con frecuencia hay varios conductos colaterales, el segm ento ocluido.
la identificación del conducto venoso ocluido resulta a veces Cuando ello se ha constatado, se introduce en la vena cava
compleja. inferior una guía de intercambio reforzada (Rosen, Am platz).
A continuación, se inicia la anticoagulación sistémica. Se p rocede a continuación a dilatación progresiva con balón
La punta del catéter debe incrustarse en el origen del seg­ de todo el segm ento obstruido.
m ento obstruido en la vena ilíaca. Las im ágenes de R M o TC de la vena ilíaca contralateral pre­
Las guías y catéteres hidrófilos resultan a m enudo útiles para vias a la intervención perm iten deducir las correspondientes
atravesar los segm entos ocluidos; tam bién es útil perm itir estimaciones de tamaño.
que el catéter se com be y form e un nudo (en un caso similar Se suelen realizar dos o tres dilataciones graduales hasta que
al de las técnicas de recanalización subintim al). se alcanzan las dimensiones finales.
Se consigue un notable progreso al avanzar varios centím e­ Durante la dilatación se d ebe vigilar el posible dolor del
tros la guía y con avance subsiguiente del catéter. paciente.
T ra ta m ie nto de la en ferm edad oclu siva venosa cró n ica de la extre m id a d in fe rio r y de la vena cava in fe rio r 137

Figu ra 3. Se han realizado la colocación de la endoprótesis y la


posdilatación. Figura 4. F leb o grafía fin al en la q u e s e aprecia u n flujo
an terógrado activo e n e l sistem a venoso ilíaco. Los síntomas del
paciente mejoraron de manera manifiesta.

■ El introductor largo se hace avanzar en el segm ento ocluido ■ La recanalización se plantea desde el segm ento cavo ocluido
para proceder a la inyección retrógrada de contraste, que a la vena cava inferior suprarrenal permeable.
perm ita descartar una posible perforación vascular. ■ La predilatación se realiza com o se indicó anteriorm ente y,
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ A continuación, se colocan las endoprótesis. después, se procede a flebografía a través del introductor
■ Si se prevé el uso d e distintos diámetros, las endoprótesis posdilatación, para descartar perforaciones.
más pequeñas deben implantarse en prim er lugar. ■ La colocación d e endoprótesis en la cava se desarrolla con
■ La endoprótesis situada en la posición más central debe colo­ técnica ordinaria.
carse con precaución, de form a que no se vea afectado el ■ En ocasiones son necesarias endoprótesis en Z Wallstent o
flujo de la vena ilíaca contralateral. Gianturco (traqueobronquiales).
■ De manera similar, la endoprótesis más periférica no debe ■ Si se requiere reconstrucción de la bifurcación d e la vena
interferir en el m ovim iento de la cadera. cava inferior, se obtiene un acceso bilateral.
■ Tras el despliegue de las endoprótesis en todo el segm ento ■ Tras la colocación de las endoprótesis en la vena cava infe­
ocluido, se dilatan con balones de las dimensiones idóneas. rior, se establecen accesos a través de cada una de las venas
■ Después del despliegue se obtienen flebografías en las que se ilíacas.
confirm a que el segm ento está debidam ente perm eabilizado ■ La bifurcación se reconstruye con endoprótesis en espejo,
y dilatado con endoprótesis, con buen flujo anterógrado. com enzando por la porción periférica de la vena cava infe­
■ Según las necesidades, se procede a la colocación y dilata­ rior con endoprótesis y extendiéndose a las venas ilíacas
ción de endoprótesis adicionales. comunes.
■ En algunos pacientes, la oclusión venosa se extiende a la ■ A continuación, se com pleta la colocación de endoprótesis
vena cava inferior infrarrenal. en las venas ilíacas.
138 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

C O N T R O V E R S IA S C O M P L IC A C IO N E S
■ La realización de la técnica en pacientes con síntomas solo ■ N o se ha com unicado mortalidad.
leves o m oderados es objeto de controversia, ya que no se ha ■ La m orbilidad se lim ita a hematomas secundarios a perfora­
constatado la viabilidad a largo p lazo de la endoprótesis. ción del segm ento venoso ilíaco, con presunta lesión de d e la
■ Asim ism o, es objeto de debate el tiem po durante el cual es arteria adyacente.
necesaria la anticoagulación. Algunos investigadores indican
que debe ser de 3 a 6 meses, mientras que para otros es
necesaria durante toda la vid a del paciente.
■ La hiperplasia de la neoíntim a da lugar en últim a instancia A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
a reestenosis. Algunos clínicos defienden en uso extensivo Y S E G U IM IE N T O
del control fisiológico no invasivo, por ejem plo, m ediante
pletism ografía gaseosa. ■ En el curso de la intervención los pacientes son som etidos de
■ Diversos investigadores se muestran favorables al uso de form a sistemática a anticoagulación.
antiagregantes plaquetarios. ■ Inm ediatam ente antes del alta los pacientes reciben la pri­
■ Se puede crear una fístula arteriovenosa, m antenida durante m era dosis de heparina d e bajo peso m olecular y em piezan a
3 m eses para favorecer el flujo en el área con im plante de tomar warfarina oral al día siguiente.
endoprótesis, aunque no se trata de un recurso de colocación ■ El tratamiento con heparina de bajo peso m olecular se mantiene
generalizado. hasta que el índice internacional normalizado es terapéutico.
■ La anticoagulación se mantiene durante al menos durante 3 a
6 meses.
■ Los pacientes con estados de hipercoagulación o episodios
recidivantes de trom bosis venosa tom an anticoagulantes
RESULTADO S durante toda su vida.
■ Los pacientes han de ser controlados clínicam ente, así com o
■ Las tasas de perm eabilidad prim aria a 1 año para segmentos m ediante ecografía dúplex, 3, 6 y 12 m eses después de la
venosos ilíacos con endoprótesis oscilan entre el 50 y 85%. intervención.
■ Las de perm eabilidad secundaria superan el 90 % . ■ Después el seguim iento se realiza cada 6 a 12 meses.
■ Las tasas de perm eabilidad prim aria y secundaria a 24 meses
son, respectivamente, del 71 y 90% .
Lecturas recomendadas
■ En un subgrupo de pacientes con segmentos venosos con
oclusión crónica las tasas de perm eabilidad a 24 m eses pri­ Hansch E, Razavi M, Semba C, Drake M: Endovascular strategies for
marias, asistidas primarias y secundarias fueron, respectiva­ inferior vena cava obstruction. Itch. Vase Interv Radiol 3:40-44, 2000.
Krishnan S, Nicholls S: Chronic venous insufficiency: clinical
mente, del 49, 62 y 76% , con significativas mejoras del dolor
assessment and patient selection. Intervent Radiol 22:169-177, 2005.
y el edem a de la extremidad.
O’Sullivan G: Endovascular management of chronic iliac vein
■ El 62 % de los pacientes con úlceras o dermatitis por estasis occlusion. Tech Vase Interv Radiol 3:45-53, 2000.
venosa experim entaron rem isión del cuadro. Sharafuddin M, Sun S, Hoballah J, et al: Endovascular management of
■ La hiperplasia de la neoíntim a puede registrarse dentro de la venous thrombotic and occlusive diseases of the lower extremities.
endoprótesis. J Vase Interv Radiol 14:405-423, 2003.
Trombosis venosa profunda aguda
de la extremidad inferior

D E F IN IC IÓ N : La trombosis venosa profunda aguda de la extremidad inferior puede tratarse mediante


trombólisis dirigida por catéter, con o sin trombectomía mecánica.

IN D IC A C IO N E S IN S T R U M E N T A L
■ Trombosis venosa profunda iliofem oral aguda ■ Unidad radioscópica con capacidad d e captura de im agen
■ Trombosis venosa profunda fem oropoplítea con síntomas ■ Es p referible una estructura de arco en C fijada al suelo o
graves; progresión de la trombosis, a pesar de la anticoagula­ al techo con un receptor grande.
ción ■ Pueden emplearse unidades radioscópicas m óviles.
■ Trombosis venosa ilíaca subaguda ■ El equipo radioscópico se em plea en la obtención de las
■ Flegm asía cerúlea dolorosa flebografías necesarias y para guiar el im plante de los caté­
■ Trombosis aguda de la vena cava inferior teres de infusión y la trom bectom ía mecánica.
■ Ecografía
■ Es necesaria una ecografía para guiar el acceso venoso,
en especial cuando este se produce a través de las venas
poplítea o tibial posterior.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ La ecografía previene la punción inadvertida de la arteria
■ Contraindicaciones absolutas: hem orragia interna activa y o la punción en la vena que no puede utilizarse para el
coagulación intravascular diseminada: accidente cerebrovas­ acceso, con potenciales com plicaciones hemorrágicas.
cular reciente, accidente isquém ico transitorio, neurocirugía ■ Equipos de acceso por m icropunción
y traumatismo craneal (< 3 m eses), y contraindicación abso­ ■ A guja de calibre 20 G con guía de 0,018” dilatador coaxial
luta de anticoagulación 4 Fr que acepta una guía de 0,035”.
■ Reanim ación cardiopulmonar, cirugía mayor, parto instru­ ■ Guía multiusos (0,035” ) o guía con revestim iento deslizante
mental, biopsia o traumatismo m ayor recientes (< 1 0 días); (0,035”)
cirugía ocular reciente (< 3 m eses) y tum or o lesiones intra­ ■ Pueden utilizarse guías multiusos com o la Bentson (Cook,
craneales o convulsiones B loom ington).
■ H ipertensión no controlada con presión sistólica superior a ■ Para las venas trombosadas pueden utilizarse guías con
180 m m H g y presión diastólica superior a 110 m mHg revestim iento deslizante com o Glidew ire (Terum o).
■ Hemorragia digestiva m ayor reciente (< 3 m eses) y tromboci- ■ Catéter angiográfico (5 Fr) con revestim iento deslizante
topenia grave ■ Facilita el paso a través de los coágulos.
■ Reacciones graves, alérgicas o de otra naturaleza, al con­ ■ Ayuda a dirigir la guía al pasar a través d e la vena
traste (no controladas por pretratamiento con corticoides o ocluida.
antihistamínicos) ■ Introductor
■ D erivación cardíaca o pulm onar de derecha a izquierda o ■ El introductor debe tener un calibre al m enos 1 Fr mayor
trom bo en el corazón izquierdo, ém bolos pulmonares masi­ que el catéter de infusión, de form a que la heparina pueda
vos con com prom iso hem odinám ico y trom bo venoso infec­ infundirse a través de la rama lateral rodeando al catéter de
tado infusión.
■ Insuficiencia renal (creatinina sérica > 2 m g / d l), em barazo o ■ Si se utiliza trom bectom ía mecánica, es necesario un intro­
lactancia, disfunción hepática grave, endocarditis bacteriana ductor de m ayor tamaño, que puede dejarse implantado
y retinopatía hem orrágica diabética durante la infusión posterior.

P U N T O S CLAVE
> Entre las in dicaciones se cuentan la trom bosis venosa ilíaca y fem oral proximal y la trom bosis de la vena
cava inferior, en especial en pacientes jóvenes con duración breve de trom bosis.
> Las contraindicaciones son las mismas que para cualquier o tra trom bólisis (cuadro que hace q ue los
pacientes sean especialmente propensos a la hemorragia).
i En la actualidad se utiliza casi de form a universal el acceso venoso poplíteo; si el tro m b o se extiende a la
vena poplítea o más allá, se recurre tam bién a la vena tibial posterior.
i Al adm inistrar la trom bólisis para la trom bosis venosa profunda de la extrem idad inferior, el catéter o
catéteres de infusión deben cu brir el tro m b o en su totalidad.
i El alteplasa (tPA) en dosis de 5 m g /h se em plea en EE. UU.; la urocinasa, tam bién disponible, se utiliza en
dosis de 2.000 U l/kg/h.
> Los filtros de vena cava inferior recuperables no se consideran indicados para la trom bólisis, aunque su uso
puede evaluarse en casos de baja reserva cardiopulm onar y de trom bos libres.
> La trom bectom ía m ecánica puede acortar el tratam iento y probablem ente reduce el riesgo de
com plicaciones, aunque no se ha llegado a confirmar.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 139


140 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

F ig ira 1. Diagrama de u n paciente en decúbito prono con trombosis en las venas ilíaca común, ilíaca externa, femoral común y proximal
derechas. El trombo se extiende a la vena cava inferior como trombo flotante libre. Se ha colocado un filtro en posición infrarrenal.
Trom bosis venosa p rofunda aguda de la e xtrem idad in fe rio r 141

ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 2. D ia gram a que m uestra e l im plante de u n introductor e n u n a v en a p oplítea p erm eable. Un catéter de infusión se ha avanzado
a través de todo el segmento trombosado. Después de ello, puede infundirse heparina a través del introductor mientras el trombolítico se
infunde por el catéter de infusión.
142 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Catéter
de infusión
procedente
de la vena
poplítea

Catéter
de infusión

Figura 3. En este caso, el trom bo s e extiende d istal a la s venas fem oral y poplítea y en las v enas de l a pantorrilla. El acceso se ha
obtenido en la vena tibial posterior a través del tobillo, donde se ha colocado un introductor. Se ha implantado un catéter de infusión.
El catéter de infusión debe solaparse con el otro catéter de infusión ya introducido en la vena poph'tea.
Figura 4. Paciente con u n trom bo en las v enas fem oral proxim al e ilíaca com ún del lado izquierdo. El acceso se ha obtenido a través de
la vena poplítea y el contraste se ha inyectado desde abajo mostrando un trombo que ocupa la porción proximal de la vena femoral.

■ Catéter de infusión (5 o 4 Fr) ■ La urocinasa no se com ercializa en EE. UU, pero sí en otros
■ La longitud del segm ento de infusión se ajusta a la del países.
trom bo tratado. ■ Las trombólisis con urocinasa y alteplasa registran tasas
■ La m ayoría de los catéteres están disponibles en longitudes de eficacia sim ilares y las de com plicaciones son pocas y
de 5, 10, 20, 30, 40 o 50 cm. tam bién con escasas diferencias.
■ Su principal propiedad es la distribución uniform e del fár­ ■ En el contexto de una trombosis venosa, urocinasa, alte­
m aco a lo largo del segm ento de infusión. plasa y reteplasa registran tasas d e éxito semejantes, sin
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ D ispositivo de trom bectom ía mecánica diferencia en la incidencia de com plicaciones.


■ Pueden distinguirse entre los dispositivos de contacto ■ La tenecteplasa se está consolidando com o posible alter­
pa rieta l o sin contacto parietal. nativa en el tratamiento trom bolítico; su dosis caracterís­
■ Los de contacto con la pared com prenden el dispositivo de tica es d e 0,25 mg/h, sin heparina o con dosis bajas de la
trom bectom ía percutánea Arrow, el cepillo M TI-Castaneda misma.
y el cepillo Cragg. ■ Otro nuevo trom bolítico que está siendo som etido a ensa­
■ Entre los que no presentan contacto se cuentan el HELIX yos clínicos es la alfimeprasa, metaloproteinasa fibrino-
Clot Buster, el catéter Rotarex, el AngioJet, el Oasis, el lítica directa que degrada de form a directa la trombina
H ydrolyzer y el Trellis Reserve. y es neutralizada en el flujo circulatorio uniéndose a la
■ Numerosos dispositivos han sido som etidos a evaluación a 2-m acroglobulina.
preclínica y clínica para su uso contra la trom bosis venosa
profunda y se han m ostrado eficaces, con escaso trauma­
tism o de los elem entos vasculares.
■ Fárm acos trom bolíticos: urocinasa, activador tisular del
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
plasm inógeno (tPA, alteplasa: Activase) activador tisular ■ El acceso para la trom bólisis venosa o la trom bectom ía
del plasm inógeno recom binante (rtPA, reteplasa: Retavase, mecánica dependen en buena m edida de la localización y el
Centocor) y tenecteplasa ( T N K ). alcance el trom bo y de las áreas de trom bosis crónica.
144 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

■ Los principales puntos de acceso son las venas yugular dere­ ■ En caso de que un coágulo se extienda en la vena poplítea y
cha, femorales comunes, poplíteas, safena m enor y tibiales distal a ella, puede efectuarse la punción de la vena tibial pos­
posteriores. terior, detrás del m aléolo m edial, im plantándose un segundo
■ El par de venas tibiales posteriores pasa por detrás del sistema d e infusión (adem ás del de la vena p op líte a ).
m aléolo m edial; a este nivel, es posible obtener un acceso ■ La parte de infusión del catéter de infusión debe ser lo sufi­
para trom bólisis de la vena poplítea. cientem ente larga com o para solaparse al catéter de infusión
■ Las venas profundas de la pierna se com unican con las desde la vena poplítea. Suelen ser suficientes de 40 a 50 cm
superficiales por m edio de la venas perforantes, que se han de largo.
em pleado para la colocación de catéteres de infusión en las ■ Cragg describió una técnica alternativa para acceder a las
venas profundas trombosadas. venas profundas de la pantorrilla.
■ L a vena safena m enor se form a a partir del arco venoso ■ Su m étodo se basaba en la inyección de contraste en la vena
dorsal, pasa a n ivel subcutáneo entre las cabezas del gas- superficial dorsal del pie, con guiado radioscópico de la aguja
trocnem io y penetra en la fascia, para después entrar en la a la vena tibial posterior distal.
fosa poplítea alcanzando la vena poplítea o la femoral. ■ Cuando no se localizaba la vena tibial posterior, se optaba
■ La vena safena m en or resulta útil com o vena de acceso para por una vena superficial y se introducía el catéter en el sis­
trombólisis cuando el trom bo no se extiende más allá en sen­ tem a profundo por las venas comunicantes o perforantes.
tido distal de la zo n a central de la vena fem oral distal. ■ Una v e z obtenido el acceso al sistema profundo, preferible­
■ La vena femoral, que a veces se d ivide o presenta conductos m ente a través de la vena tibial posterior, se colocaba un
múltiples, se funde con la fem oral profunda, form ando la introductor, utilizando el catéter de infusión com o se ha des­
fem oral común. crito previamente.
■ A m enudo hay estenosis en el punto en el que la arteria ilíaca ■ Para el acceso a la vena poplítea, el paciente se sitúa en decú­
com ún derecha atraviesa la vena ilíaca com ún izquierda. b ito prono sobre la mesa.
■ Cuando esté indicado, puede implantarse un filtro en la vena
cava a través de la vena yugular con el paciente en decúbito
supino, antes de pasar a decúbito prono para proceder al
T É C N IC A acceso venoso poplíteo.
■ Se marca el punto de acceso y se prepara el área con un ■ Alternativam ente, se han colocado filtros a través del acceso
antiséptico cutáneo. para trom bólisis en la vena fem oral com ún o en la poplítea.
■ El sitio de acceso preferido en la vena poplítea. Ocasional­ ■ Una v e z logrado el acceso, se im planta un introductor de 5 a
m ente se em plean tam bién las venas tibial posterior y yugu­ 6 Fr; cuando se realiza una trom bectom ía mecánica, suele
lar, a m enudo en conjunción con la poplítea. ser necesario un introductor más grande.
■ Cuando se prevé una trombólisis, siempre se ha de utilizar ■ Para atravesar la porción central del coágulo se em plea una
ecografía com o guía para el acceso. guía y un catéter de angiografía, am bos con revestim iento
■ La vena yugular se utiliza m uy rara v e z en la trombólisis de la deslizante.
vena cava inferior y en la trombosis de la vena ilíaca aislada. ■ Por el introductor se inyecta contraste, a fin de evaluar la
■ Por regla general, en la trom bosis de la vena ilíaca aislada es porción distal del trombo.
fácil atravesar el trom bo agudo desde la vena yugular. ■ Cuando el catéter alcanza la parte más proxim al o central del
■ Los catéteres de infusión colocados a través de este acceso trom bo, se obtiene una flebografía.
abarcan con facilidad la longitud del trom bo aislado de la ■ En ocasiones, el catéter tiene que introducirse en la vena
vena ilíaca. ilíaca contralateral para evaluar el sistema venoso y, posi­
■ Durante la m anipulación d e los catéteres existe riesgo de que blem ente, la vena cava inferior contralaterales.
form en un nudo en la aurícula o el ventrículo derechos. ■ Se ha de seleccionar la longitud óptim a para el catéter, sim i­
■ En tal caso pueden desarrollarse arritmias, casi siempre auto- lar a la del trom bo, de form a que toda la extensión del mismo
limitadas cuando se retira el catéter con el nudo. quede cubierta por los orificios de infusión.
■ Cuando es necesario un filtro en la vena cava inferior, puede ■ La heparina puede infundirse por el introductor. Cuando se
colocarse al m ism o tiem po a través de la vena yugular. em plean dos accesos, en el introductor rem anente se infunde
■ El filtro podría quedar en el recorrido del sistema de infu­ suero salino heparinizado.
sión, aunque ello se soluciona utilizando introductores que ■ Antes de la trom bólisis o durante la misma, la trom bectomía
se extiendan más allá del filtro. m ecánica puede usarse para retirar o, más habitualm ente,
■ Los trom bos situados en posición más distal, es decir, en la para reducir m ucho el tamaño del trombo.
vena fem oral o incluso en la poplítea, causan dificultades ■ Tras la trom bectom ía mecánica, en la m ayoría de casos sigue
cuando se em plea el acceso venoso yugular. siendo necesaria la infusión trom bolítica, aunque la duración
■ En este caso, las válvulas de las venas femorales han de ser de la trom bólisis puede reducirse.
atravesadas en sentido retrógrado, lo que resulta com plejo, ■ Cuando el trom bo se extiende más allá de la vena femoral
ya que las guías y catéteres tienden a asentarse en el seno, distal es a veces necesario tratar las venas profundas de la
más que a pasar a través de la abertura de la válvula. pantorrilla.
■ El acceso p oplíteo se consigue fácilm ente con guiado eco- ■ Esto puede efectuarse por punción de la vena tibial posterior,
gráfico y con el sistema de acceso de micropunción. cerca del m aléolo m edial, o por punción de la vena super­
■ La vena poplítea se sitúa típicam ente superficial a la arteria ficial pasando a través de las venas perforantes a las venas
en la fosa poplítea. profundas d e la pantorrilla.
■ Una alternativa al acceso directo a la vena poplítea es la ■ En la vena tibial posterior se utiliza una sonda ecográfica
punción en la vena safena menor, que se localiza superfi­ lineal (preferiblem ente de 10 m H z) para la identificación del
cialm ente en los tejidos subcutáneos, entre las cabezas del par venoso a cada lado de la arteria, inm ediatam ente detrás
gastrocnemio. del m aléolo medial.
■ La trom bosis de las venas ilíacas suele ir acom pañada de ■ Puede incorporarse un introductor de 5 a 6 Fr, y un catéter
trombosis de la vena fem oral com ún, aunque la vena femoral de infusión de 5 Fr suele hacerse pasar a las venas tibiales
puede mantenerse permeable. posteriores.
Trom bosis venosa p rofunda aguda de la e xtrem idad in fe rio r

■ En ocasiones, sobre todo en mujeres, los espasmos dificultan ■ El tamaño del introductor puede adaptarse al alza, para
la introducción d e los catéteres de infusión. adecuarse al diám etro del sistema de despliegue de la endo­
■ A continuación se pasa un G lidewire a la vena fem oral, y el prótesis y al tamaño del eje del balón.
catéter de infusión se coloca de form a que se solape ligera­ ■ M uchos pacientes con trom bosis en la vena ilíaca izquierda
m ente con el catéter de la vena poplítea. padecen un síndrome de May-Thurner, que requiere coloca­
■ El orificio lateral más distal (e l más próxim o al acceso) debe ción de endoprótesis.
situarse justo por encim a de la punta del introductor.
■ Los regím enes de infusión com prenden la infusión periódica
de pulverizaciones, que no obstante ha perdido aceptación
tras com unicaciones ocasionales de fragm entación de trom ­ C O N T R O V E R S IA S
bos, que aumenta la posibilidad de em bolia pulmonar.
■ Se ha debatido la preferencia por la trombosis sistémica y la
■ Las dosis trombolíticas varían de form a significativa: para la
dirigida con catéter.
infusión de urocinasa se han publicado dosis de entre 60.000 y
■ Uso de dispositivos mecánicos: se han obtenido m uy pocos
370.000unidades/h y de entre 2.000 y 3.000unidades/kg/h.
datos al respecto, aunque en general estos dispositivos acele­
■ De manera similar, se ha com unicado una significativa varia­
ran la trombólisis.
ción en las tasas de infusión de alteplasa y reteplasa, aunque
■ Uso de los filtros de vena cava inferior con trombólisis:
dosis de 1 unidad/h para alteplasa y de 1 mg/h para reteplasa
«la trom bólisis no es indicación para inserción de un filtro
parecen ser las más habituales.
en la vena cava inferior; si está disponible, debe utilizarse
■ Cuando se em plean dos o más catéteres de infusión, dicha
un filtro recuperable».
infusión se suele d ividir entre los distintos sistemas para
■ La aplicación concom itante de com presión neumática inter­
conseguir las dosis mencionadas.
mitente m ejora el efecto trom bolítico y los resultados a largo
■ En todas las trom bólisis se administra heparina concom i­
plazo.
tante.
■ En el caso de la urocinasa, se consiguió una anticoagulación
com pleta con un tiem po parcial de tromboplastina activada
de 60 a 80s. RESULTADO S
■ Para alteplasa y reteplasa, p or consenso im plícito se han
fijad o dosis de 300 a 500 unidades/h y m antenimiento del ■ Com paración de los de la U niversity o f M innesota, 1977 con
tiem po parcial de trom boplastina activada por debajo de los los del Venous Registry, 1999: la tasa de éxito fue similar
60s. para la trom bólisis dirigida con catéter de trombosis venosa
■ La infusión suele m antenerse durante 8 a 12 h, o hasta que se profunda de la extremidad inferior.
considera conveniente que el paciente vuelva a quirófano. ■ L a similitud de ambos estudios se m antuvo en el seguim iento
■ Llegado a este punto, en función de la flebografía, se toma la a 1 año, tras el cual la tasa de perm eabilidad prim aria fue del
decisión de mantener o no la infusión. 63 y 64% para las venas ilíacas y del 40 y 4 7 % , para las
■ Entre los factores a considerar cabe citar la duración de la femorales.
infusión del trom bolítico, la posible antigüedad del coágulo ■ La tasa de perm eabilidad prim aria a 1 años se relacionó con
(probabilidad de lisis) y otros factores com órbidos. el grado de lisis obtenido al final d e la técnica de trombólisis.
■ Algunos autores defienden la noción de vena lim p ia (elim i­ Una trom bosis venosa profunda previa es un indicador de
nación de todo el trom bo), en especial en las venas femoral p eor pronóstico.
y poplítea. ■ En el 33 % de los pacientes del Venous Registry se im planta­
■ En las venas ilíacas e incluso en las femorales comunes, ron endoprótesis, siendo este un indicador de m ejor pronós­
puede implantarse endoprótesis en las áreas que parecen tico a largo plazo.
resistentes a la trombólisis. ■ El tiem po de tratamiento de la trom bosis venosa profunda
■ N o se dispone de mucha bibliografía referida a en qué debe iliofem oral fue significativam ente más corto (16,8 h) cuando
basarse la consideración de la significación hem odinám ica se em pleó el HELIX Clot Buster; fue necesario com plem entar
de la estenosis venosa. la trom bectom ía m ecánica con trombólisis.
■ Si hay vasos colaterales en torno a la vena estenosada, ello ■ N o existen datos a largo p lazo sobre los resultados clínicos y
suele indicar que el segm ento estrechado es hemodinámica- anatóm icos de la trom bólisis dirigida con catéter.
m ente significativo.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Pueden medirse las presiones a través de dicho segm ento. Un


gradiente de presión de más de 3 m m H g se ha citado com o
significativo en el sistema venoso.
C O M P L IC A C IO N E S
■ La angioplastia sola es a m enudo inadecuada para la dilata­ ■ Las com plicaciones hemorrágicas fueron la principal razón
ción de la estenosis venosa de las extremidades inferiores y de suspensión de la trom bólisis sistémica para trombosis
la pelvis. venosa profunda (6,5 a 11%).
■ Los cirujanos suelen em plear endoprótesis autoexpansibles ■ Pueden registrarse em bolia pulm onar-hem orragia intracra­
de 12 a 14 m m de anchura en las venas ilíacas. neal (0 a 1% ).
■ Las endoprótesis cubren el segm ento estenosado com pleto ■ La muerte por trombólisis se registra en el 0,4% de los casos.
desde la vena cava inferior hasta tan abajo com o sea necesa­
rio, llegando incluso a la fem oral profunda y al origen de la
vena safena mayor.
■ Las endoprótesis se dilatan a continuación con un balón A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
de angioplastia del diám etro d e la endoprótesis correspon­ Y S E G U IM IE N T O
diente.
■ La colocación de endoprótesis y la angioplastia se realizan ■ La asistencia postoperatoria tras la trombólisis es la misma
fácilm ente por la vena poplítea, em pleando el m ism o acceso que la aplicada cuando se administra anticoagulación sola.
que para la trombólisis. ■ Se recom ienda el uso de m edias de com presión elásticas.
146 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

■ El seguim iento suele efectuarse con ecografía de las venas Goldhaber SZ, et al: Pooled analyses of randomized trials of
profundas de la extremidad afectada y la pelvis, así com o con streptokinase and heparin in phlebographically documented acute
visitas clínicas a los 3, 6 y 12 meses. deep venous thrombosis. A m J Med 76:393-397, 1984.
Grossman C, McPherson S: Safety and efficacy of catheter-directed
■ En función de la situación clínica, solo es necesario proceder
thrombolysis for iliofemoral venous thrombosis. AJR Am
a un seguim iento anual o bianual, aunque siempre con con­
J Roentgenol 172:667-672, 1999.
trol ecográfico. Murphy KD: Mechanical thrombectomy for DVT. Tech Vase Interv
■ Se ha de indicar a los pacientes que se m antengan física­ Radiol 7:79-85, 2004.
m ente activos. Vedantham S, et al: Reporting standards for endovascular treatment of
■ Cuando se colocan endoprótesis, varios centros se muestran lower extremity deep vein thrombosis. J Vase Interv Radiol 17:417-
favorables al tratamiento antiagregante plaquetario (clop id o­ 434, 2006.
grel, en dosis de 75m g/día durante 6 semanas).

Lecturas recomendadas
Baglin TP, Brush J, Streiff M: Guidelines on use of vena cava filters.
B rJ Haematol 134:590-595, 2006.
Comerota AJ, Aldridge SC: Thrombolytic therapy for deep venous
thrombosis: a clinical review. Can J Surg 36:359-364, 1993.
Trombosis venosa profunda aguda
de la extremidad superior

D E F IN IC IÓ N : Trombosis que afecta a las venas centrales de la extremidad superior y que puede
tratarse con trombólisis farmacológica, mecánica o combinada.

■ Guía de punta acodada o guía de punta blanda hidrófilas


IN D IC A C IO N E S (Bentson, N ew ton )
■ Las indicaciones para el tratamiento de la trombosis venosa ■ Para atravesar el trom bo o la oclusión
profunda aguda de la extremidad superior (TVPES) se esta­ ■ Catéter direccional (Berenstein, Kumpe, palo de hockey o
blecen en función de la causa de la trombosis. Cobra)
■ A grandes rasgos, la TVPES puede diferenciarse en primaria ■ Para atravesar el trom bo o la oclusión
y secundaria. ■ Guía d e instrumentación con longitud de intercam bio (Rosen,
■ TVPES prim aria (síndrom e d e Paget-Schroetter): los candi­ Bentson)
datos a trombólisis son pacientes jóvenes sin otra patología ■ Para atravesar el trom bo o la oclusión
más que la TVPES. ■ Catéter de infusión de trombólisis: con múltiples orificios
■ La TVPES secundaria es bastante más frecuente (con m úl­ laterales (varios proveedores; de 5, 10 y 20 cm)
tiples factores de riesgo subyacentes, de los cuales, los más ■ Estos sistemas de infusión pueden emplearse para técnicas
habituales son el cateterism o venoso central y la neoplasia de pulverizaciones, así com o para infusión continua. La
m align a). longitud debe equipararse con la del trombo.
■ Pacientes sintomáticos con síndrom e de la vena cava supe­ ■ Catéteres de trom bectomía: AngioJet (Possis M edical), dispo­
rior sintomáticos. sitivo Arrow-Trerotola (Arro w M edical Systems), Trellis (Bac­
■ Tam bién se incluyen los pacientes que requieren preserva­ chus M edical), Oasis (Boston Scientific), etc.
ción obligada del catéter venoso central. ■ Los catéteres de trom bectom ía se em plean para la trom bó­
lisis m ecánica de la TVPES.
■ Estos dispositivos pueden emplearse solos o en com bina­
ción con fármacos trom bolíticos (tal es el caso del disposi­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S tivo Ttellis).
■ Cuando se em plean para usos no aprobados, la naturaleza
■ H em orragia interna activa, antecedentes de accidente cere­
de su utilización ha de ser com entada con el paciente, los
brovascular hem orrágico y coagulopatía conocida
familiares y el m édico remitente.
■ N eurocirugía en los 2 m eses previos y cirugía en los 10 días
■ Trombolíticos: activador tisular del plasm inógeno recombi-
anteriores
nante, reteplasa, urocinasa, tenecteplasa y heparina
■ N eoplasia intraaxial o metástasis
■ Para cada uno de ellos existen diversos regímenes.
■ Endocarditis bacteriana
■ La Society o f Interventional R adiology ha desarrollado
■ Embarazo
directrices de consenso sobre su utilización.
■ H ipersensibilidad a los trom bolíticos
■ Contraindicación para la colocación de endoprótesis veno­
sas: TVPES prim aria en paciente no som etidos a resección
quirúrgica de palanca com presiva (prim era costilla o cabeza A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
de la clavícula).
■ Vena cefálica: del sistema venoso dorsal de la m ano a la vena
axilar, cerca de la clavícula; com unica con la vena basílica
■ Vena basílica: desde la cara m edial del antebrazo distal,
IN S T R U M E N T A L uniéndose a la vena braquial para form ar la vena axilar
■ Vena axilar: com ienza en el borde inferior del músculo
■ Punción de una sola pared venosa con guiado ecográfico o
redondo m ayor y se convierte en vena subclavia en el borde
flebográfico
exterior de la prim era costilla, uniéndose a la vena yugular
■ Para acceso vascular
interna para form ar el tronco venoso braquiocefálico
■ Equipo de m icropunción
■ Venas profundas: pequeñas venas pares que intercom unican
■ Para acceso vascular
y acom pañan a las arterias de la extremidad superior, dre­
■ Introductor (5 a 7 Fr) de 10 a 30 cm de largo
nando a la vena axilar
■ Para acceso vascular
■ Si es posible, la trom bólisis dirigida con catéter se realiza
■ Debe ser capaz de contener los catéteres de trom bólisis y
de form a anterógrada p or vía braquial (preferible) o trans­
trom bectomía
femoral

P U N T O S CLAVE
i La TVPES es a m enudo infradiagnosticada y tratada inadecuadamente.
i La trom bólisis dirigida con catéter (farmacológica, mecánica o combinada) es el tratam iento establecido
para los pacientes que la presentan,
i La angioplastia y la colocación de endoprótesis debe reservarse para los pacientes con estenosis
recidivante o trom bosis tras resección de la primera costilla.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 147


148 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 1 . Flebografía de la extremidad superior derecha de un Figura 2. La oclusión trombótica fue atravesada con un catéter y
hombre de 26 años que experimentó inflamación del brazo 2 días una guía, y se implantó un catéter de infusión de 10cm alrededor de
después de una sesión de ejercicio intenso con pesas. El trombo la misma (extensión de la infusión entre las flechas) con inicio
se sitúa en las venas axilar y subclavia (puntas de flecha), con de una trombólisis con urocinasa a 125.000unidades/h.
oclusión del tronco venoso braquiocefálico (flecha).

Figura 3. Flebografía tras 48 h de trombólisis en la que se aprecia


la remisión del trombo. Una estenosis focal persiste en la vena
subclavia derecha en la salida torácica (flecha). El paciente fue
dado de alta con tratamiento de heparina de bajo peso molecular
y, posteriormente, fue sometido a anticoagulación durante 6 meses
con warfarina oral. Se mantenía asintomático 9 meses después y
no requirió resección de la primera costilla.

■ El catéter d e infusión se posiciona en el interior del trombo


T É C N IC A
en toda su extensión.
■ Se marca el sitio. ■ La longitud d e infusión del catéter (p. ej., 10 o 20 cm ) se
■ El acceso venoso se consigue con un equipo d e agujas de equipara con la del trombo.
micropunción. ■ El catéter de trom bectom ía puede aplicarse antes de la infu­
■ Se procede a flebografía para definir la anatom ía venosa y la sión lítica, m anteniendo el acceso con la guía; a veces son
localización y longitud del trombo. necesarios varios pasos del dispositivo.
■ Se recom ienda encarecidam ente el im plante de un introduc­ ■ El trom bo residual tras la trom bectom ía puede requerir trom ­
tor (5 a 7 Fr). bólisis.
■ El trom bo es atravesado por una guía, preferiblem ente con ■ En la bibliografía m édica no se ha llegado a un consenso en
revestim iento hidrófilo. lo que respecta a las dosis d e los trombolíticos.
Trom bosis venosa profu n d a aguda de la e xtrem idad sup e rio r

■ Se repite la inyección a través del catéter o se obtiene una ■ Puede registrarse em bolia pulm onar por manipulaciones en
flebografía en 6 a 12 h; así, se recoloca el catéter según las la vena trombosada.
necesidades. ■ Entre las com plicaciones de la angioplastia cabe citar rup­
■ Se suelen administrar dosis bajas de heparina por vía intra­ tura, disección o trom bosis vasculares.
venosa (400 a 1.000unidades/h). ■ Tam bién se han dado casos de m igración intracardíaca del
■ Las concentraciones d e fibrinógeno son controladas en filtro y oclusión de la vena cava superior.
pacientes que reciben infusiones largas ( > 12 h ).
■ La angioplastia se reserva para casos en los que la estenosis
subyacente pon e al paciente en riesgo de retrombosis.
■ N o se em plean endoprótesis, dadas las elevadas tasas de A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
fractura de las mismas y de reestenosis en esa localización. S E G U IM IE N T O
■ El tratamiento definitivo tras trombólisis o trom bectomía satis­
factorias puede requerir la resección de la primera costilla. ■ Mientras reciben tratamiento trom bolítico, los pacientes han
de perm anecer bajo control.
■ Se administra heparina para prevenir la form ación de trom ­
bos en to m o al catéter. El tiem po parcial de tromboplastina
C O N T R O V E R S IA S se m antiene en 2 a 2,5 veces su valor normal.
■ Es necesario obtener flebografías seriadas a intervalos de 6 a
■ Las funciones d e la angioplastia con balón y las endoprótesis 12 h, a fin de valorar el efecto de la trombólisis.
en el tratamiento de la estenosis venosa residual intrínseca (y ■ La trom bólisis se suspende una v e z alcanzado el n ivel de
la determ inación de qué técnicas resultan más beneficiosas) perm eabilidad deseado, cuando se presentan com plicaciones
han sido objeto d e debate. hemorrágicas, cuando hay síntomas de coagulación intravas-
■ El resultado a largo p lazo de la endoprótesis im plantada en cular disem inada o cuando se cum ple un p lazo de 72 h.
la unión axilosubclavia en un individuo activo no se conoce ■ Tras el tratamiento, se instaura un anticoagulación com pleta
con precisión. con warfarina durante 3 a 6 meses.
■ La elección del m om ento apropiado para la descompresión ■ Se recom ienda un seguim iento con ecografía D oppler color
quirúrgica (inm ediata o tras un tiem po) y el uso de la misma de las regiones axilar y subclavia.
tam bién son objeto de controversia. ■ Asim ism o, se aconseja la descompresión quirúrgica en el
curso del m ism o ingreso hospitalario o 3 meses después de
la anticoagulación.

RESULTADO S
Lecturas recomendadas
■ Continúan desarrollándose protocolos multim odales, con
Adelman MA, Stone DH, Riles TS, et al: A multidisciplinary approach
niveles de éxito variables. to the treatment of Paget-Schroetter syndrome. Ann Vase Surg
■ M olina et al. han descrito un protocolo con trom bólisis diri­ 11:149-154, 1997.
gida p or catéter seguida de intervención quirúrgica inm e­ Baarslag HJ, Koopman MM, Reekers JA, van Beek EJ: Diagnosis and
diata. management of deep vein thrombosis of the upper extremity: a
■ En este estudio, la cirugía consistía en descom presión y review. Eur Radiol 14:1263-1274, 2004.
angioplastia con parche venoso en una m ism a intervención. Joffe HV, Goldhaber SZ: Upper-extremity deep vein thrombosis.
■ Los pacientes fueron anticoagulados durante 8 semanas. Circulation 106:1874-1880, 2002.
■ En el seguim iento tanto a corto com o a largo p lazo (intervalo Kommareddy A, Zaroukian MH, Hassouna HI: Upper extremity deep
venous thrombosis. Semin Thromb Hemost 28:89-99, 2002.
de 2 a 21 años; m edia 5,2 años), se registró una perm eabili­
Molina JE, Hunter DW, Dietz CA: Paget-Schroeter syndrome treated with
dad d e la vena subclavia del 100%. thrombolytics and immediate surgery. J Vase Surg 45:328-334,2007.
Nemcek A A Jr: Upper extremity deep venous thrombosis:
interventional management. Tech Vase lnterv Radiol 7:86-90, 2004.
Rosovsky RP, Kuter DJ: Catheter-related thrombosis in cancer
C O M P L IC A C IO N E S patients: pathophysiology, diagnosis, and management. Hematol
Oncol Clin North Am 19:183-202, 2005: vii.
■ Entre las com plicaciones del acceso vascular se cuentan
Shah MK, Burke DT, Shah SH: Upper-extremity deep vein thrombosis.
hem atoma, punción arterial y lesión del nervio mediano. South Med J 96:669-672, 2003.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Las com plicaciones de la trom bólisis com prenden sangrado Sharafuddin MJ, Sun S, Hoballah JJ: Endovascular management of
o hem atom a en el lugar de la punción, hem orragia en m em ­ venous thrombotic diseases of the upper torso and extremities.
branas mucosas y hem orragia retroperitoneal o intracraneal. J Vase lnterv Radiol 13:975-990, 2002.
Colocación de un filtro de vena cava

D E F IN IC IÓ N : Técnica endovascular para capturar un coágulo en la trayectoria desde la extremidad


inferior y la pelvis a los pulmones.

IN D IC A C IO N E S ■ Las variaciones com prenden vena cava inferior ausente con


continuación de la ácigos, vena cava inferior izquierda o
■ Trom boem bolia venosa demostrada con fracaso o contraindi­ duplicada y venas renales izquierdas circumaórticas o retro-
cación de la anticoagulación aórticas.
■ Indicaciones relativas: trom bos flotantes grandes y libres ■ La vena cava inferior en el lado izquierdo suele terminar en la
durante la trombólisis para tratar la trom bosis venosa pro­ vena renal izquierda, que atraviesa en posición anterior a
funda iliocava la aorta para unirse a la vena cava inferior derecha.
■ Trom boem bolia venosa con reserva cardiopulmonar limitada, ■ Todos los filtros aprobados por la Food and Drug Adm inis­
cum plim iento terapéutico insuficiente de la anticoagulación tration estadounidense pueden implantarse m ediante acceso
y alto riesgo de com plicaciones de la anticoagulación fem oral o yugular.
■ Indicaciones profilácticas: paciente con traumatismo con alto
riesgo de trom boem bolia venosa y técnicas quirúrgicas en
pacientes con riesgo alto d e trom boem bolia venosa
■ Trastorno que im plique alto riesgo de trom boem bolia venosa t é c n ic a

■ El área de acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.


■ El prim er paso es la cavografía, para confirm ar la anatomía y
C O N T R A IN D IC A C IO N E S la perm eabilidad de la vena cava inferior.
■ Los filtros en la vena cava inferior se sitúan en posición infra-
■ C olocación del filtro en la vena cava inferior: ausencia de rrenal, con el fin de prevenir la trombosis de la vena renal en
localización para colocar el filtro (oclusión o ausencia de la caso de trombosis del filtro.
vena cava inferior) ■ Para un im plante infrarrenal cuidadoso, es necesario identifi­
■ Falta de acceso a la vena cava inferior en casos en los que car la localización de las venas renales.
todos los posibles sitios de acceso están ocluidos ■ Para evitar la m igración del filtro, es necesario m edir el diá­
■ A lergia a los contrastes yodados o insuficiencia renal: posi­ m etro de la vena cava inferior antes del implante.
ble uso de contraste alternativo, com o dióxido de carbono o ■ Debe detectarse el posible trom bo en la vena cava inferior.
gadolinio ■ Los filtros se im plantan por encim a de la extensión más cra­
neal del coágulo, con el fin d e que la protección contra la
em bolia pulm onar sea máxima.
■ Un coágulo que se extiende más allá de las venas renales
IN S T R U M E N T A L requiere colocación de un filtro suprarrenal.
■ Filtro ■ Debe evitarse la colocación del filtro de la vena cava inferior
■ Greenfield Over- the-W ire SS, Greenfield Titanium (Boston en el trom bo, ya que el filtro puede no abrirse adecuada­
Scientific) m ente o no fijarse a la pared de la vena cava inferior.
■ VenaTech LP (B. Braun) ■ La m odalidad de guiado más frecuente en el im plante del
■ Bird’s Nest, Gunther Tulip (C ook) filtro de la vena cava inferior es la flebografía.
■ Simon Nitinol, R ecovery G2 (Bard Peripheral) ■ En determinadas circunstancias, es posible em plear ecografía
■ TrapEase, OptEase (Cordis) intravascular para colocar el filtro, aunque se trata d e una
práctica que da lugar a una m ayor incidencia d e colocación
incorrecta del filtro.
■ El intervencionista debe encargarse no solo de la colocación
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o del filtro sino tam bién d e su recuperación.

■ El ob jetivo de la colocación del filtro de la vena cava inferior


es capturar el coágulo en el trayecto desde la extremidad
inferior y la pelvis a los pulmones. C O N T R O V E R S IA S
■ La em briogénesis de la vena cava inferior im plica la form a­
ción de diversas anastomosis entre las tres venas embriona­ ■ La principal controversia referida a los filtros en la vena cava
rias pares que causan variaciones de la anatom ía venosa. inferior es la indicación del implante.

P U N TO S CLAVE
i El objetivo de la colocación del filtro de vena cava es prevenir la em bolia pulm onar,
i La colocación del filtro de vena cava está indicada cuando el riesgo de em bolia pulm onar es elevado, en
com binación con la contraindicación o el alto riesgo de la coagulación,
i La valoración de la anatomía y el conocim iento de la trom bosis venosa profunda existente son im portantes
para la cuidadosa colocación del filtro,
i Recientemente se han introducido filtros opcionales, de im plante permanente y con opción de recuperación
cuando ya no son necesarios.

150 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Colocación de un filtr o de vena cava 151

Figu ra 1. Anom alía de la vena cava inferior: vena cava inferior Figura 2. Anom alía de la vena cava inferior: vena cava inferior
accesoria izquierda. La cavografía inicial muestra un relleno accesoria izquierda. En la reevaluación al día siguiente, la vena
débil de la vena cava inferior accesoria izquierda, parcialmente cava inferior accesoria izquierda se observó con claridad (flechas).
oculto tras los tomillos pediculares (flechas). Se implantó un filtro (Por cortesía del Dr. John Kaufman, Dotter Institute.)
infrarrenal Gunther Hilip, ya que la vena cava inferior accesoria
izquierda no se reconoció en ese momento. (Por cortesía del
Dr. John Kaufman, Dotter Institute.)

■ Tam bién han sido objeto de debate las diferencias entre los ■ La tasa acumulada de em bolia pulm onar sintomática des­
distintos tipos de filtro, la colocación del filtro en la vena pués de 8 años fue del 6, 1% en el grupo de pacientes con
cava superior y la colocación del filtro suprarrenal en m uje­ filtro y del 15,1% en el d e pacientes sin filtro.
res en edad fértil. ■ La tasa de trom bosis venosa profunda recidivante fue mayor
■ Existen dudas sobre la colocación exacta de la punta del filtro en el grupo con filtro (3 5 ,7 % ) que en el de pacientes sin filtro
en relación con las venas renales. (2 7 ,5 % ).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Por lo que respecta a la colocación del filtro en la vena cava ■ Los filtros no alteran la incidencia de síndrom e postrombó-
superior, la cantidad de trom bo localizado en la trombosis tico.
venosa profunda de la extremidad superior puede ser lo sufi­ ■ Las com plicaciones con riesgo vital acumuladas y las muer­
cientem ente grande para dar lugar a una em bolia pulm onar tes relacionadas con warfarina registraron tasas del 1% a
sintomática, o incluso mortal. 6 meses, del 5% a 1 año y del 7% a 2 y 3 años.
■ Las posibles ventajas han de sopesarse con el posible riesgo
de im plante de un filtro en la vena cava superior.

C O M P L IC A C IO N E S
■ Relacionadas con la técnica: nefropatía y alergia inducidas
RESULTADO S
por el contraste y problem as en el sitio de acceso (hem o­
■ En un metaanálisis, se publicó que la incidencia de em bo­ rragia, trombosis)
lia pulm onar recidivante con filtro im plantado era del 2,8 a ■ Hematom as inguinales
3,8% . ■ Relacionadas con el dispositivo: m igración del filtro, shock
■ En un extenso estudio m onocéntrico, la tasa de em bolia pul­ cardíaco por m igración intracardíaca del filtro, rotura del fil­
monar recidivante fue del 5,6% para distintos tipos de filtros tro y penetración d e partes del filtro a través de la vena cava
y del 7,5 % para el ’RapEase. inferior
152 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 3. A n o m a lía d e la v en a cava inferior: v en a c ava inferior Figura 4. Técnica p a ra colocación d el filtro en la v en a cava
accesoria izqu ierda . Con la localización infrarrenal del filtro, inferior. Una regla se pega a la mesa de angiografía, paralela
el trombo de la extremidad inferior izquierda puede sortear el a la vena cava inferior para estimar el diámetro de la misma
filtro a través de la vena cava inferior accesoria izquierda. En y ayudar a determinar la localización del filtro. La cavografía se
consecuencia, el filtro fue desplazado a una posición suprarrenal. inyecta a través de un pigtail marcador para obtener una medición
(Por cortesía del Dr. John Kaufman, Dotter Institute.) exacta del diámetro de la vena cava inferior. El flujo de entrada
no opaquificado procedente de ambas venas renales permite la
localización de la vena renal (flechas).

■ Seudoaneurisma aórtico, perforación duodenal y trom bosis u Lecturas recomendadas


oclusión cava
Athanasoulis CA, Kaufman JA, Halpern EF, et al: Inferior vena
■ Atrapam iento de la guía en el interior de los filtros de la vena
cava filters: review of 26-year single-center clinical experience.
cava inferior Radiology 216:54-66, 2000.
Binkert C.A. The role of optional filters. Endovascular Today, 50-56,
2006 September.
Decousus H, Leizorovicz A, Parent F, et al: A clinical trial of vena
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA caval filters in the prevention of pulmonary embolism in patients
Y S E G U IM IE N T O with proximal deep-vein thrombosis. Prevention du Risque
d’Embolie Pulmonaire par Interruption Cave Study Group. N Engl
■ Filtros opcionales: los pacientes son reevaluados dentro del J Med 338:409-415, 1998.
intervalo de tiem po de recuperabilidad para un determ inado Kaufman JA, Kinney TB, Streiff MB, et al: Guidelines for the use
dispositivo, si aún existe indicación de interrupción cava. of retrievable and convertible vena cava filters: report from the
Society o f Interventional Radiology multidisciplinary consensus
■ Si la indicación para colocación del filtro de vena cava ya no
conference. J Vase lnterv Radiol 17:449-459, 2006.
existe, la retirada del filtro debe ser analizada en función de
Kinney TB: Update on inferior vena cava filters. J Vase lnterv Radiol
las directrices establecidas al respecto. 14:425-440, 2003.
■ La decisión de dejar o retirar un filtro opcional debe tomarse
siguiendo un planteamiento multidisciplinar.
Fleboextracción

D E F IN IC IÓ N : La fleboextracción es la extirpación de segmentos venosos varicosos.

■ Ganchos de fleboextracción
IN D IC A C IO N E S ■ Algunos ganchos de fleboextracción son rom os y se
■ Tratamiento de venas varicosas que persisten a pesar de la em plean pasándolos por debajo de la vena para tirar de
extirpación adecuada de la vena safena m ayor ella y extraerla.
■ Tratamiento prim ario para venas varicosas, cuando hay com ­ ■ Otros presentan una lengüeta o arpón afilados en la punta
prom iso d e las venas profundas y no debe extirparse la vena (Oesch, R am elet).
safena ■ Los gachos rom os suelen requerir una incisión algo más
■ Venas varicosas alimentadas p or una fuente focal, com o una grande y más disección perivenosa.
vena perforante ■ Los ganchos son de tamaño variable, para poder ajustarse
■ Tratamiento paliativo de síntomas locales en pacientes que a las dimensiones de la vena tratada.
no pueden ser som etidos a tratamiento defin itivo de la causa ■ Dispositivo de fleboextracción m otorizado TriVex (Smith and
subyacente de reflujo N ep h ew ).
■ U tilizado en fleboextracción m otorizada transiluminada
(TIPP, p or sus siglas en inglés), una opción alternativa a la
técnica con ganchos.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Pinzas y tijeras pequeñas
■ Para ayudar a sujetar y diseccionar las venas
■ Celulitis en un cam po operatorio program ado
■ Apósitos
■ Coagulopatía, anticoagulación y otras diátesis hemorrágicas
■ Tiras adhesivas estériles y gasas absorbentes
(contraindicaciones relativas)
■ Medias de com presión gradual de clase 2
■ Antecedentes de trom bosis venosa profunda (contraindica­
■ Presión de 30 a 40 m mHg
ción relativa)
■ A lergia al anestésico local, si no es posible cambiar a otra
fam ilia de anestésicos
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ La fleboextracción puede realizarse en grandes venas varico­


IN S T R U M E N T A L sas troncales o en pequeñas venas reticulares.
■ Estas venas se localizan en el tejido subcutáneo superficial,
■ Ecografía
por lo que son fácilmente accesibles con ganchos.
■ Para m apeo de venas varicosas y perforantes
■ Las venas del pie son pequeñas y frágiles y, en consecuencia,
■ Rotulador marcador
más difíciles de abordar. Esta característica y la alta densidad
■ Para m apeo de venas varicosas y perforantes
de nervios cutáneos en el pie hacen que en esta localización
■ Anestesia tumescente (25 o 50 m i de lidocaína al 1% en
sean más frecuentes las parestesias.
500 m i de suero salino)
■ Los hematomas son más habituales en la zona poplítea,
■ L a anestesia tum escen te suele recom endarse aplicada
por la dificultad de aplicar en ella apósitos que aporten una
en grandes volú m en es d e lid ocaín a diluida, qu e inunda
buena com presión postoperatoria.
los tejid os p e riven o so s y ayuda a diseccion ar la vena
libre.
■ Para reducir las molestias, la solución debe taponarse aña­
diendo 5 m i de bicarbonato sódico al 8,4%. T É C N IC A
■ La lidocaína con adrenalina puede emplearse para reducir
la hemorragia; no obstante, a esta com binación se le ha ■ Con el paciente en pie para que las venas estén distendidas,
atribuido potencial d e necrosis cutánea. se p rocede al m apeo de las venas varicosas que se vayan a
■ Bisturí del n ° 11, aguja 19 G o bisturí Beaver tratar y se señala con un m arcador las varices a extirpar.
■ Estos instrumentos se em plean para realizar pequeñas ■ Con el paciente en decúbito supino, se prepara el área con un
incisiones punzantes. antiséptico cutáneo.
■ El bisturí Beaver es el más adecuado para la fleboextrac­ ■ Se infiltre el área con anestesia tumescente.
ción, por su pequeño tamaño, y lim ita las dimensiones de ■ Para lograr m ejores resultados estéticos, se realiza una inci­
la incisión. sión m uy pequeña (1 a 2 m m ).
■ La hoja del bisturí tiene conectada una pinza que lim ita la ■ Estas incisiones pequeñas no necesitan sutura, lo que facilita
penetración. su cierre sin cicatrización significativa.

P U N TO S CLAVE
i La fleboextracción es una técnica am pliam ente reconocida de extirpación de venas varicosas,
i Las herramientas necesarias para la fleboextracción son sim ples y poco costosas,
i La fleboextracción puede realizarse en régim en am bulatorio, con anestesia local,
i En la mayoría d e pacientes se consiguen excelentes resultados d e alivio de síntomas y estéticos.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 153


154 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 1. Las venas varicosas grandes de la pantorrilla posteromedial Figura 2. Con el paciente en decúbito supino las venas varicosas
son fácilmente visibles cuando el paciente está de pie. son mucho menos evidentes.

Figura 3. Vena varicosa enrollada en unas pinzas mientras es


extraída mediante tracción suave a través de la incisión.

Figura 4. Áreas hiperpigmentadas bajo las incisiones de


fleboextracción. Con el tiempo, estas zonas desaparecen dando
paso a una coloración cutánea normal.
Fleboextracción

■ Para las incisiones quirúrgicas puede emplearse un bisturí ■ Tam bién es objeto de debate el m om ento oportuno para la
del n ° 11, aunque con cuidado de no penetrar demasiado con realización de la fleboextracción en correlación con la extir­
la hoja. pación de la vena safena mayor.
■ También pueden practicarse las incisiones con una aguja 18 G ■ La fleboextracción inm ediatam ente posterior a la extirpación
o un bisturí Beaver. de la vena safena m ayor elim ina las varicosidades con rapi­
■ La m ayoría de las incisiones (con dos excepciones) pueden dez, pero puede exponer innecesariam ente al paciente a una
realizarse en paralelo al eje largo de la pierna, excepto en intervención adicional.
torno a la rodilla y el tobillo. ■ Una espera de un mes tras la extirpación de la vena safena
■ En rodilla y tobillo, las incisiones se realizan horizontal­ m ayor parece que evita la fleboextracción, ya que las varico­
mente, siguiendo las líneas de la piel. sidades rem iten por sí solas.
■ La atención a la dirección de las incisiones facilita la cica­
trización y reduce la visibilidad de las cicatrices.
■ Las incisiones no se practican directam ente sobre la tinta
de las marcas señaladas previam ente, para evitar un efecto de RESULTADO S
tatuaje.
■ Los resultados de la fleboextracción ambulatoria son en
■ Se introduce el gancho a través de la incisión y se efectúa
general buenos, ya que la técnica consigue la extirpación de
un m ovim ien to de barrido hasta que la vena se sujete con el
las venas varicosas.
gancho.
■ Sadick com unicó tasas de éxito del 9 0% , con una incidencia
■ A l sujetar la vena se perciben niveles de tensión diferentes y
de recidivas de solo el 10%.
crecientes.
■ Otros autores han publicado inform es sobre venas varicosas
■ Se aplica una tracción suave y continua para extraer la vena
recidivantes o residuales en el 9 a 21 % de los casos.
a través de la incisión.
■ En el 87 a 91 % de los casos, los pacientes refieren estar satis­
■ Las tijeras pequeñas y las pinzas m osquito ayudan a disec­
fechos con los resultados.
cionar la vena del tejido circundante.
■ Se ha inform ado de que las tasas de recidiva son menores
■ Las pinzas se utilizan tam bién para la extracción de la vena
que en la escleroterapia por compresión.
a través de la incisión.
■ Una v e z extraída la vena, se sujeta próxim a a la p iel con las
pinzas y se aplica tracción para extraer una porción venosa
mayor. C O M P L IC A C IO N E S
■ A m edida que los segm entos venosos vayan quedando
expuestos, se vu elve a pinzarlos junto a la p iel y se veu vle a ■ La hiperpigm entación se registra en el 5 a 7 % de los pacien­
aplicar tracción. tes, aunque suele rem itir en pocos meses.
■ El proceso se repite aplicando una técnica d e «m an o sobre ■ Los hematomas son relativamente frecuentes y son más
m ano», hasta conseguir la avulsión de la vena. habituales en áreas com o la fosa poplítea.
■ C om o alternativa, la vena puede enrollarse en la pinza ejer­ ■ El edem a transitorio en la región quirúrgica se registra en el
ciendo una tracción suave y continua. 10% de los casos.
■ Con esta técnica pueden extraerse segmentos venosos de 5 a ■ La infección da lugar a flebitis de los segm entos no extirpa­
10 cm. dos por com pleto; tam bién se producen infección de heridas
■ Si se aplica una tensión demasiado intensa o demasiado y celulitis, para las que se han publicado tasas del 6 y 3,5% ,
rápida, la avulsión de la vena se produce antes de que la respectivamente.
m ayor parte de la m ism a se haya extraído. ■ Las telangiectasias en telaraña son una com plicación infre­
■ La T IP P es una alternativa más com pleja que la fleboextrac­ cuente, que se da en el 3 a 4 % de los casos.
ción con gancho. ■ Se han registrado ocasionales casos de lesión nerviosa
■ El transiluminador o el irrigador aportan infiltración anesté­ ( 0,6 % ), que pueden dar lugar a parestesias y d olor postope­
sica y transiluminación de las venas cuando el dispositivo es ratorio y a p ie caído transitorio (n ervio p e ro n e o).
introducido en profundidad bajo las varicosidades. ■ En la T IP P se han com unicado casos de perforación cutánea
■ El resector m oto riza d o con cuchilla rotatoria corta las por parte del resector.
venas varicosas y un condu cto d e succión extrae los frag­
m entos.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Una v e z concluida la técnica, las incisiones se cierran con


tiras adhesivas estériles.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
S E G U IM IE N T O
■ A l final de la intervención se aplican apósitos com presivos
C O N T R O V E R S IA S (m edias com presivas de clase 4 sobre un apósito absorbente
aplicado sin demasiada tensión sobre el área de la in cisión ).
■ La preferencia p or la fleboextracción ambulatoria convencio­ ■ Ha de fomentarse la deambulación: cuando el paciente
nal o la T IP P es objeto de debate. esté en reposo, la elevación de la pierna ayuda a reducir el
■ L a fleboextracción con gancho es una técnica a ciegas, edema.
pero resulta menos costosa y se practica con anestesia local ■ Los antiinflam atorios y analgésicos de libre dispensación
tumescente. suelen ser suficientes, ya que el dolor postoperatorio es gene­
■ L a T IP P ofrece una m ejor visualización de las venas con ralmente m uy leve.
menos incisiones, pero resulta más costosa, se realiza bajo ■ La prim era visita de seguim iento debe tener lugar 24 a 48 h
anestesia espinal o general, produce más d olor y en el post­ después de la intervención, retirando los apósitos para com ­
operatorio se form an equim osis. probar la lim pieza e inspeccionar las heridas.
156 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

■ Después de 2 días, el paciente puede ducharse aplicando agua Lecturas recomendadas


sobre las incisiones, aunque la inm ersión en baño, piscina o
Sadick NS: Advances in the treatment of varicose veins: ambulatory
aguas libres no se recom ienda hasta 1 semana después. phlebectomy, foam sclerotherapy, endovascular laser, and
■ Las m edias com presivas deben usarse 1 semana para varices radiofrequency closure. Dermatol Clin 23:443-455, 2005.
convencionales y 2 semanas para casos de extracción de Scavee V: Transilluminated powered phlebectomy: not enough
venas varicosas grandes. advantages? Review of the literature. Ear J Vase Endovasc Surg
31:316-319, 2006.
Ablación de la vena safena mayor

D E F IN IC IÓ N : La ablación de la vena safena mayor se realiza aplicando energia láser en la pared


venosa interna, generando lesión térmica.

IN D IC A C IO N E S ■ Funda para sonda ecográfica estéril y g el ecográfico


■ Cuenco estéril
■ Síntomas por varices que persisten a pesar de los m étodos ■ Anestesia tumescente (lidocaína al 1% , suero fisiológico y
conservadores, com o la com presión gradual o el ejercicio bicarbonato sódico al 8 ,4% )
■ Tratamiento o prevención de com plicaciones derivadas de ■ Para tratar un segm ento venoso de 45 cm se requieren
la hipertensión venosa crónica, com o hem orragia, trom bo­ aproxim adam ente de 100 a 150 m i d e lidocaína al 0, 1%.
flebitis superficial y lesiones cutáneas ■ M ezcla de 50m i de lidocaína al 1% , 450m i de suero fisio­
■ Pacientes que no pueden o no desean soportar la com presión lógico y de 5 a 10 m i de bicarbonato sódico al 8,4%.
a largo p lazo, o bien que desean m ejoras estéticas ■ Jeringuilla d e 20 mi
■ A guja de 3,75 cm calibre 25
■ M edia de com presión gradual de clase 2 (30 a 40 m m Hg)
■ Gasa
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Esparadrapo de papel
■ D ependencia del sistema safeno para el drenaje venoso, cau­ ■ M esa de exploración/tratamiento
sada p or obstrucción venosa profunda
■ Trombosis venosa profunda activa
■ Pulso p edio no palpable, incapacidad para caminar, mal
estado de salud general y, en mujeres, em barazo y lactancia
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Contraindicaciones relativas adicionales para las técnicas ■ La ablación de la vena safena mayor se realiza con el paciente
de ablación endovenosa con catéter: segm entos venosos no en decúbito supino o en posición oblicua, con la cadera ligera­
atravesables, por trombosis o p or tortuosidad excesiva mente girada para exponer el trayecto de la vena safena mayor.
■ Se penetra la vena a tratar o se accede a ella a través de una
de sus venas tributarias directas.
■ La entrada a través de la tributaria solo debe practicarse si la
IN S T R U M E N T A L vena es lo suficientemente recta y del diám etro adecuado.
■ Fuente de energía láser ■ La vena se punciona al n ivel más bajo de reflujo troncal o
■ Se han utilizado con éxito láseres de longitudes de onda de periférico al m ism o, determ inado m ediante ecografía Dop­
810, 940, 980 y 1.320nm. pler.
■ Equipo de fibra óptica láser ■ Puede haber incom petencia segmentaria de la vena safena.
■ Aunque se dispone de dispositivos d e extracción autom áti­ ■ Se debe acceder al segm ento venoso incom petente más bajo,
cos, constituyen un gasto innecesario. y todos los segmentos venosos con reflujo han de someterse
■ La sim ple retirada manual perm ite tam bién adaptar la a ablación a través de la m ism a punción.
energía láser al segm ento venoso tratado. ■ Durante los prim eros 10 a 15 cm de la vena safena m ayor es
■ Introductor y guía marcados más probable que se registre fracaso del tratamiento y son
■ La m ayoría de los fabricantes de equipos de ablación endo­ menos susceptibles al venospasm o.
venosa con láser ofrecen introductores vasculares marca­
dos.
■ U tilizados con tem porizador del sistema láser es fácil
determ inar con ellos la velocidad de extracción.
T É C N IC A
■ Esta com binación perm ite una aplicación precisa y estan­ ■ Antes del tratamiento, se exploran las vías venosas anómalas
darizada de la energía láser. con guiado ecográfico.
■ Equipo de acceso percutáneo ■ Se marcan las venas a tratar sobre la p iel suprayacente, con
■ Rotulador cutáneo el paciente en pie.
■ Paños estériles ■ Se señalan puntos de referencia tales com o punto de entrada,
■ Antisépticos cutáneos uniones, segm entos aneurismáticos y áreas de flujo significa­
■ Ecografía dúplex con D oppler color tivo procedente d e las tributarias o las perforantes.

P U N T O S CLAVE
i La insuficiencia venosa superficial es un trastorno de prevalencia extrem adam ente alta.
> La m ayor parte de los pacientes que padecen insuficiencia venosa superficial son mal evaluados y
tratados de form a errónea.
> Los avances en la exploración no invasiva, en particular por eco Doppler, han m ejorado el conocim iento
de la insuficiencia venosa superficial.
i La mejora del diagnóstico ha supuesto una mejora paralela del tratam iento.
> En la actualidad se dispone de nuevas y mejores técnicas mínim amente invasivas para tra ta r la
enfermedad venosa superficial.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 157


158 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Figura 2. Ecografía transaxial en la que se observa un halo de


líquido tumescente que rodea la vena safena comprimida sobre la
fibra láser.

Figura 3. Extremidad inferior izquierda con grandes venas Figura 4. Evidente mejoría en el aspecto de la pierna 1 mes después
varicosas causadas por incompetencia de la unión safenopoplítea, de la ablación,
con reflujo en la vena safena mayor.
Ablació n de la ve n a sa fe n a m ayor

■ Se introduce en la vena a tratar una aguja de calibre 19 o 21, ■ Dado que la fibra láser puede desplazarse durante la adm inis­
con guiado ecográfico en tiem po real y técnica de una sola tración de la anestesia tumescente, antes de aplicar la energía
pared. láser la fibra debe reposicionarse.
■ La posición d e Trendelenburg inversa y el m antenimiento de ■ Para la vena safena mayor, la fibra se posiciona en la vena
una temperatura cálida en la sala de operaciones hasta que epigástrica superficial, debajo de la m ism a o 5 a 10 cm en
se consiga el acceso ayudan a m inim izar la constricción. sentido periférico a la unión safenofem oral.
■ Otras técnicas que perm iten obtener un m áxim o tamaño ■ En la vena safena menor, detectar la punta de la fibra puede
venoso son el uso d e una manta eléctrica o la aplicación de resultar difícil, debido al ángulo agudo con el que esta vena
pasta de nitroglicerina en el punto de acceso. se une a la poplítea.
■ Se inserta un introductor vascular 5 Fr con marcas sobre la ■ Tras la administración de la anestesia tumescente y el apla­
guía en la vena. namiento de este ángulo, visualice la punta de la fibra láser
■ Se atraviesa todo el segm ento anóm alo hasta alcanzar una mediante ecografía.
vena más central. ■ Esta lu z roja se aprecia incluso en pacientes obesos, aunque
■ Se inserta en el introductor la fibra óptica láser con punta a veces es necesario reducir la ilum inación ambiental.
desnuda. ■ La punta de la fibra láser se sitúa 10-15 cm en sentido perifé­
■ Se retrae el introductor exponiendo la punta de la fibra y se rico a la unión safenopoplítea, donde la vena safena m enor
fija la fibra en posición. se hace paralela a la piel.
■ M ediante guiado ecográfico, se retira el introductor y la fibra ■ El introductor vascular marcado y la fibra se retiran juntos
láser de las venas más profundas y se sitúan en el sistema de durante la activación del láser.
venas superficiales, en la unión. ■ Se estima que la cantidad de energía láser necesaria para
■ Se mantiene la fibra en posición durante la administración el cierre venoso es al m enos de 70julios/cm a lo largo del
de la anestesia tumescente y se vu elve a posicionarlas justo segm ento tratado.
antes de la liberación de la energía láser. ■ La velocidad de retirada m edia para ello es d e 2 mm/s.
■ Se confirm a la posición p or visualización directa del haz de ■ La retirada manual del láser perm ite que la aplicación de
lu z roja a través de la piel. energía se adapte al segm ento venoso tratado.
■ La aplicación idónea de la anestesia tumescente hace que ■ Los prim eros 10-15 cm de la vena safena m ayor se tratan con
el láser endovenoso sea indoloro, sin necesidad de sedación 140 julios/cm, con una retirada de la fibra láser a 1 mm/s.
intravenosa o anestesia general. ■ Dosis elevadas de energía láser se administran tam bién en
■ Se ponen en contacto, en sentido circunferencial, las paredes regiones de flujo de entrada (cerca de las uniones con tribu­
de la vena y la punta de la fibra de láser, para perm itir la tarias incompetentes o perforantes con reflujo).
adecuada transmisión de la energía láser a las paredes de la ■ A l tratar segm entos próxim os a la piel, se han de aplicar
vena tratada. tasas de retirada más rápidas, del orden de 3 mm/s, para
■ Algunos médicos recomiendan la inyección del anestésico m inim izar el riesgo de lesión de tejidos no tratados.
tumescente a ciegas, o utilizando dispositivos de alta presión.
■ Aunque quizá sean más rápidos, estos dispositivos ofrecen
m enor control que la inyección manual.
■ Se administra la anestesia tumescente con presión manual C O N T R O V E R S IA S
y una jeringuilla de 20 m i unida a una aguja de 3,75 cm y
■ Algunos investigadores consideran que la absorción de ener­
calibre 25.
gía láser p or la sangre desem peña una función destacada en
■ Para intervencionistas diestros, el líquido tumescente se
la distribución de las lesiones térmicas, aunque hay m odelos
administra en sentido distal-proximal.
matemáticos que no parecen dar apoyo a tal aseveración.
■ Son necesarias punciones cutáneas cada 3 a 5 cm hasta que el
■ El éxito del láser endovenoso depende de la dosis de energía
plano del tejido p erivenoso esté adecuadamente localizado.
láser, sin que se registren prácticamente fracasos con ener­
■ Tras esta técnica, con cada punción pueden cubrirse áreas
gías de al menos 70 julios/cm.
extensas.
■ N o parece que exista un lím ite de tamaño superior que no se
■ Si son necesarios m ayores volúm enes de anestesia tumes­
pueda tratar con éxito con láser endovenoso.
cente, puede emplearse una concentración de lidocaína del
■ Las longitudes de onda de 810, 940, 980,1.064 y 1.320nm se
0,05%.
han em pleado con resultados satisfactorios.
■ Tal concentración se encuentra dentro de los lím ites de
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

seguridad, indicados por dosis de 4,5 ml/kg de lidocaína sin


adrenalina y de 7 ml/kg de lidocaína con adrenalina.
■ Tras la adm inistración d e la anestesia tumescente, la idonei­ RESULTADO S
dad de la situación se com prueba m ediante ecografía.
■ Es suficiente un halo de 1 cm de líquido rodeando la vena a ■ A los 3 y 6 m eses de seguim iento, la ecografía D oppler mues­
tratar o separando la vena d e la p iel suprayacente. tra una oclusión continua de la vena tratada, con una mar­
■ La idoneidad d e la separación de las ramas arteriales de la cada reducción del diámetro venoso.
vena a tratar puede verificarse m ediante D oppler color. ■ En la ecografía D oppler realizada 1 año, o más tarde, la vena
■ La colocación del paciente en posición de Trendelenburg puede estar ausente o ser apenas perceptible de form a resi­
(cab eza ab ajo), antes o después de la administración de la dual.
anestesia tumescente, facilita el vaciado venoso. ■ En un seguim iento d e 60 meses, el tratamiento satisfactorio
■ La anestesia tumescente adecuada y la posición d e Trende­ con láser endovenoso se registró en el 98 % de las extremida­
lenburg perm iten en general un contacto suficiente entre la des tratadas.
fibra láser y la pared venosa. ■ El 99% d e los segm entos venosos tratados se m antuvieron
■ También pueden plantearse otras maniobras com o la elevación ocluidos a lo largo de un seguim iento de 2 años.
de la pierna, la compresión manual o la aplicación de succión ■ La m ayoría de los tratamientos fracasados se registraron
al introductor. Si es necesario, puede refrigerarse la sala. antes de 1 año.
160 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

■ Todas las venas tratadas con al m enos 70julios/cm de ener­ A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y


gía láser perm anecieron cerradas.
■ La exploración clínica se correlacionó bien con los hallazgos
S E G U IM IE N T O
de la ecografía Doppler, con m ejora de las varices visibles y ■ Inm ediatam ente después del tratamiento endovenoso con
alivio o rem isión del dolor en la pierna. láser, se le dan al paciente unas medias de com presión gra­
dual d e clase 2 (30 a 40 m m H g).
■ El paciente debe utilizar las m edias com presivas durante al
m enos 2 semanas de form a continua, excepto para dorm ir o
C O M P L IC A C IO N E S para ducharse.
■ En una cuarta parte de las extremidades examinadas se ■ En ocasiones, son necesarias técnicas com plem entarias que
observó equim osis en localizaciones diferentes del punto de perm itan erradicar por com pleto las varices visibles de las
punción en el p lazo de 1 semana, que, no obstante, rem itió tributarias y pon er de m anifiesto el efecto pleno del trata­
antes de 1 mes. miento.
■ La m ayoría de los pacientes experim entó tensión retardada, ■ Los m édicos deben hacer ver al paciente que la insuficiencia
con m áxim os entre los días 4 y 7 tras la intervención y que venosa es una patología crónica.
se prolongaba entre 3 y 10 días.
■ La flebitis superficial de las tributarias varicosas superficiales Lecturas recomendadas
se registró en aproxim adam ente el 5% de las extremidades M in R, Khilnani N : Endovenous laser ablation o f varicose veins.
afectadas tras ablación con láser. J Cardiovasc Surg 4 6 (4 ): 395-405, 2005.
■ Tras el tratamiento de la vena circunfleja fem oral anterior se M in RJ, Khilnani N M , G olia P: Duplex ultrasound o f lo w er extrem ity
apreciaron parestesias cutáneas transitorias. venous insufficiency. J Vase Interv Radiol 14:1233-1241, 2003.
Muestreo de renina en las venas renales

D E F IN IC IÓ N : La toma de muestras de renina en la vena renal puede ayudar a determinar si la


estenosis arterial renal es un importante factor de contribución a la hipertensión del paciente.

IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ D eterm inación de qué pacientes con hipertensión vascular ■ Se suspenden los m edicam entos antihipertensivos al menos
renal pueden beneficiarse d e la revascularización quirúrgica 2 semanas antes del muestreo de renina venosa renal.
o percutánea ■ Todos los p-bloqueantes y los inhibidores de la enzim a con-
■ D eterm inación de la significación fisiológica de una estenosis versora de la angiotensina (E C A ) han de retirarse varios días
anatómica de grado indeterminado antes del muestreo.
■ Valoración de si un tum or secreta renina ■ Se administra captopril (lm g / k g de peso corporal) por vía
oral, entre 60 y 90m in antes del muestreo.
■ El acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ El acceso más recom endable es a través de la vena femoral
C O N T R A IN D IC A C IO N E S com ún derecha, aunque, si es necesario, pueden utilizarse la
fem oral com ún izquierda o la yugular.
■ Pacientes que no son candidatos a revascularización por nin­
■ Las venas renales se cateterizan con 2 catéteres Cobra de 4 o
gún m edio
5 Fr con orificio lateral en la punta.
■ Pacientes sin acceso a las venas renales, por oclusión venosa
■ El catéter debe introducirse en la vena renal derecha princi­
o anom alías anatómicas
pal, de m od o que se tom en muestras de sangre del conjunto
■ Coagulopatía grave no corregible
del riñón.
■ El catéter ha de colocarse a la suficiente profundidad en la
vena renal izquierda, d e form a que esté en posición proxim al
IN S T R U M E N T A L al flujo de entrada de la vena gonadal.
■ Es característico que la vena gonadal acceda a la vena renal
■ Catéter izquierda proxim al al tercio m edio de esta.
■ Catéter Cobra de 4 o 5 Fr (varios p roveedores), con orificio ■ En ocasiones se requiere un catéter Simmons, u otro catéter
lateral próxim o al extrem o distal acodado, para acceder a las venas renales.
■ Alternativam ente, catéter Simmons u otro catéter acodado ■ Toda la vena cava debe ser revisada para identificar y mues-
que se ajuste m ejor a la anatom ía del paciente trear cualquier posible vena accesoria o atípica.
■ Guía ■ Si se sospecha que una estenosis de la rama arterial puede
■ Bentson (varios proveedores) ser la causa d e la hipertensión vascular renal, debe prece­
■ Rosen (C ook) derse a muestreo segm entario selectivo.
■ A n gled G lidewire (Terum o) ■ Cada muestra venosa selectiva debe ir acom pañada d e una
muestra no selectiva de la vena cava.
■ Antes de la toma de cada muestra, deben desecharse los
prim eros 5 m i de sangre para garantizar la precisión de la
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O medida.
■ Las venas renales se sitúan en posición anterior a las arterias ■ Todas las muestras deben obtenerse lo más rápidamente posi­
renales y entran en la vena cava a la altura de L1-L2. ble, ya que las concentraciones de renina varían d e form a
■ La vena izquierda es más larga que la derecha y pasa frente considerable en el tiempo.
a la aorta, inm ediatam ente inferior al origen de la arteria
mesentérica superior.
■ La vena renal izquierda es ligeram ente más cefálica que la
derecha y recibe drenaje de la vena gonadal izquierda, la
C O N T R O V E R S IA S
vena frénica inferior y las venas suprarrenales. ■ A ú n es objeto de debate el hecho de que el muestreo de
■ Las anomalías de las venas renales son frecuentes, com o renina en las venas renales ayude a determ inar si un paciente
venas renales izquierdas circumaórticas o retroaórticas y venas con estenosis arterial renal puede beneficiarse de la revascu­
renales que parten de los vasos ilíacos. larización.

P U N T O S CLAVE
i La renina es un potente regulador de la presión arterial a través del sistem a
renina-angiotensina-aldosterona.
i La renina es producida por el aparato yuxtaglom erular del riñón y p o r algunos tumores,
i La tom a d e muestras selectiva de sangre venosa puede ayudar a determ inar si la estenosis de la arteria
renal es fisiológicam ente significativa.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 161


162 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

RESULTADO S ■ Lesión de la vena cava y sus ramificaciones


■ Nefropatía inducida por el contraste
■ Vaughan et al.: cada riñón secreta un increm ento del 25% , ■ Reacción alérgica al contraste
hasta un incremento total del 50% , con respecto a las con­
centraciones sistémicas de renina.
■ El uso de la fórm ula de Vaughan para la determ inación de
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
la actividad de la renina d e las venas renales (V-A/A < 5 0 % ;
siendo V, la renina venosa renal y A , la renina sistémica) Y S E G U IM IE N T O
presenta una sensibilidad del 75% y una especificidad del
■ Las precauciones de rutina tras flebotom ía fem oral son la
100% . única m edida a adoptar tras el muestreo de la renina venosa
■ Considerando com o anóm ala una relación > 1,5:1, la sensi­
renal.
bilidad es del 63% y la especificidad, del 60% .
■ Las diferencias entre am bos riñones se acentúan por el uso
de inhibidores de la ECA. Lecturas recomendadas
Trost DW, Sos TA: Percutaneous transluminal angioplasty and stenting
in renal artery stenosis. Renal artery thrombolysis. In Pollack,
M cClennan, editors: C lin ical Urography, 2nd ed, Philadelphia.,
C O M P L IC A C IO N E S W B Saunders, 2000.
Trost DW, et al: Renal A ngioplasty and Stenting, 3rd ed, Handbook
■ Lesión en el sitio de punción venosa o f Interventional Radiology, Philadelphia, Lippincott W illiam s &
■ Lesión de la arteria adyacente W ilkins, 2002, pp 194-210.
Muestreo venoso suprarrenal

D E F IN IC IÓ N : Técnica percutánea para la determinación precisa de la causa de la producción excesiva


de aldosterona.

IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ D etección de la excreción excesiva de aldosterona (síndrom e ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
de Conn) ■ Se practica un pequeño orificio lateral lo más cerca posible
■ D iferenciación de la hiperplasia bilateral, el adenom a secre­ de la punta de cada catéter.
tor de aldosterona y la hiperplasia suprarrenal primaria ■ Si no se dispone de perforadora para practicar el orificio late­
■ C onfirm ación del hiperaldosteronism o unilateral antes de la ral, puede efectuarse una pequeña V en la punta del catéter,
adrenalectomía a fin de reducir el colapso venoso.
■ Se accede a la vena cava inferior, m ediante técnica de Seldin-
ger desde la vena fem oral derecha.
■ La vena renal izquierda se cateteriza con un catéter Cobra 2,
C O N T R A IN D IC A C IO N E S que se gira en sentido antihorario y se retrae hasta que la
punta del catéter está hacia arriba.
■ N o se han establecido contraindicaciones significativas.
■ El catéter se inserta más allá de la confluencia con la vena
■ El riesgo de rotura de la vena y de infarto de las glándulas
frénica izquierda.
suprarrenales está aum entado durante las inyecciones rápi­
■ Se p rocede a inyección manual suave del contraste, con con­
das o enclavadas de contraste en la flebografía suprarrenal.
firm ación radiográfica d e su posición.
■ A continuación se realiza una aspiración lenta e intermitente,
obteniendo una muestra de 5 a 8 ml, a fin de evitar el colapso
IN S T R U M E N T A L venoso.
■ Los principales problem as son el hallazgo de la vena supra­
■ Bandeja de angiografía rrenal derecha y el muestreo erróneo de la vena hepática.
■ Introductor d e acceso de 5 Fr ■ En el catéter HÚal SI se practica un orificio lateral d e dim en­
■ Catéteres angiográfico siones similares.
■ Catéteres Cobra 2 a 5 Fr, espinal H ilal HS1, RDC o Sidewin­ ■ El catéter es más inestable en la vena suprarrenal derecha
der corta, por lo que su posición debe com probarse m ediante
■ Perforadora pequeña inyección de una pequeña cantidad de contraste y obtención
■ Contraste no ión ico (25 a 50 m i) de una placa.
■ A continuación, se realiza la aspiración y se obtiene una
muestra de 4 a 5 mi.
■ Si no se encuentra la vena suprarrenal derecha, las muestras
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O se tom an de la vena renal derecha o en cava inferior, entre la
■ Glándulas suprarrenales: cara anterosuperior del p olo supe­ vena renal derecha y la aurícula derecha.
rior de cada riñón; incluidas en la fascia renal.
■ Glándula suprarrenal derecha: aproxim adam ente triangular;
el ápice y la porción m edial de la superficie anterior en con­
tacto con la cara posterior de la vena cava inferior. C O N T R O V E R S IA S
■ Vena suprarrenal derecha: vena corta; em erge del borde
■ La flebografía suprarrenal no es estrictamente necesaria, pero
anterior de la glándula suprarrenal; penetra en la cara pos­
evita cualquier duda sobre el sitio de obtención de la muestra.
terolateral de la vena cava inferior por encim a de la vena
■ En algunos países, la angiografía debe abonarse, mientras
renal.
que el muestreo venoso no.
■ Glándula suprarrenal izquierda: superficie anterior rela­
■ Antes de que las conclusiones del muestreo sean concluyen-
cionada con el estóm ago el b azo por encim a y con el pán­
tes y perm itan descartar otras causas d e la concentración
creas o la arteria esplénica por debajo; superficie posterior
elevada de aldosterona, es conveniente efectuar un estudio
relacionada con el pilar izqu ierdo del diafragma o el riñón
bioquím ico.
izquierdo.
■ Vena suprarrenal izquierda: em erge desde la porción infe­
rior y la superficie anterior; se une a la vena frénica inferior
izquierda, drenando a la vena renal.
RESULTADO S
■ Vena suprarrenal izquierda: lateral a las venas frénicas infe­
riores; form ada a partir del rem anente de la vena subcardinal ■ El muestreo venoso es la form a más precisa de determ inar la
izquierda; se sitúa cerca de la colum na vertebral. causa de la producción excesiva de aldosterona.

P U N TO S CLAVE
> El conocim iento de la anatom ía es la clave para el éxito del m uestreo suprarrenal,
i Cada glándula tiene una única vena de drenaje.
> Los resultados del m uestreo venoso suprarrenal son m uy precisos en la determ inación del aldosteronism o.
i Las muestras bilaterales se obtienen en el 95% de los casos.

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164 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Arteria
m esentérica superior

Vena y arteria
renales

Riñón izquierdo
y arteria renales
izquierdas
Riñón
Vena cava Aorta
inferior abdominal

Figura 1. Diagram a de las glándulas suprarrenales.

Figura 2. A n gio grafía del tronco frenicosu prarrenal. Obsérvese Figura 3. Flebografía hepática derecha para com paración con la
la v álvu la en e l extrem o in fe rio r de la ven a frénica inferior. figura 4.
C O M P L IC A C IO N E S Lecturas recomendadas
Geisinger M A , Zelch M G, Bravo EL, et al: Prim ary
■ El cateterism o brusco puede dar lugar a espasmos, fracaso de
hyperaldosteronism: com parison o f CT, adrenal venography, and
la técnica o rotura venosa.
venous sampling. AJR A m J Roentgenol 141:299-302, 1983.
■ La rotura de la vena suprarrenal induce en ocasiones infarto Stowasser M , G ordon RD, Gunasekera TG, et al: High rate o f
y pérdida de de la función glandular. detection o f prim ary aldosteronism, including surgically treatable
forms, after “ n on-selective” screening o f hypertensive patients.
J Hypertens 21:2149-2157, 2003.
W h ee ler M H , Harris DA: D iagnosis and m anagem ent o f primary
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA aldosteronism. W orld J Surg 27:627-631, 2003.
Young W F, Stanson AW, Thom pson GB, et al: R ole for adrenal venous
Y S E G U IM IE N T O
sam pling in prim ary aldosteronism. Surgery 136:1227-1235, 2004.
■ Se recom ienda un período de observación de 2 h después de
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la realización del muestreo.


■ Si el paciente ha sido sedado, d ebe trasladarse a su dom icilio
acompañado.
■ A l día siguiente puede reanudar su actividad normal.
Muestreo venoso paratiroideo

D E F IN IC IÓ N : Muestreo de sangre venosa para pruebas inmunorreactivas de hormona paratiroidea


(PTH) de venas que drenan la glándula paratiroides para localizar adenomas residuales.

■ Las muestras de sangre deben ser introducidas en hielo de


IN D IC A C IO N E S
inmediato.
■ Localización del exceso de secreción de horm ona paratiroi­ ■ Sonda urinaria
dea por muestreo venoso selectivo antes de una reinterven­ ■ Probablem ente sea requerida si se prevé una intervención
ción program ada de parotidectom ía prolongada.
■ Diferenciación entre la hiperplasia difusa y un adenoma ■ Registro
paratiroideo aislado ■ Una persona debe encargarse d e registrar cada muestra
cuando es obtenida.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Se conocen m uy pocas contraindicaciones para el muestreo
venoso paratiroideo. ■ Las glándulas paratiroides inferiores se form an a partir de la
■ El muestreo venoso no debe utilizarse com o parte del cri­ tercera hendidura branquial junto con el tim o y, durante el
bado que determ ina cuáles son los pacientes que deben ser desarrollo, descienden con este.
derivados a cirugía. ■ En el mediastino, las glándulas sueles situarse anteriormente.
■ Las glándulas paratiroides superiores suelen estar en posi­
ción posterolateral al p olo superior de la glándula tiroides.
■ El muestreo de las venas principales no es suficiente.
IN S T R U M E N T A L ■ L a vena tiroidea inferior derecha puede drenar al tronco
venoso braquiocefálico izquierdo, mientras que los adenomas
■ Catéter
m ediastínicos drenan a las venas cervicales, y viceversa.
■ El sistema coaxial se recom ienda, ya que la anatom ía nor­
■ Las venas yugulares anteriores rara v e z drenan los adenomas
m al a veces se ve m odificada por la cirugía previa.
paratiroideos y deben ser evitadas.
■ El catéter guía ayuda a prevenir el prolapso del catéter de
■ Suele emplearse la técnica d e Seldinger ordinaria desde la
muestreo en la aurícula y el ventrículo derechos.
vena fem oral común.
■ Se utilizan un catéter guía de 7 Fr y 80 cm de largo y un
catéter interior de 4 Fr d e diámetro externo y 100 cm de
largo.
■ En casos complicados, suele ser necesario utilizar diversos T E C N IC A
catéteres específicamente adaptados a la forma de las venas.
■ C om o alternativa, pueden emplearse microcatéteres. ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Guía ■ Suele emplearse la técnica d e Seldinger ordinaria desde la
■ Para el acceso venoso general se utiliza una guía acodada vena fem oral común.
convencional de 0,035” , recubierta de teflón, con punta en J ■ Deben tomarse muestras periféricas de las venas ilíacas con
con radio curvo de 1,5 m m y 145 cm de largo, o similar. el fin de obtener un valor basal al principio y al final de la
■ En casos difíciles tam bién son necesarias, a veces, guías intervención.
con punta deflectora o guías de torsión. ■ La m ejor vena para iniciar la técnica es la tiroidea inferior, en
■ Una guía de calibre fino (0,018” de diám etro) puede especial si está presente un único tronco tiroideo inferior.
emplearse con un adaptador de Tuohy-Borst, a fin de evitar ■ Las muestras deben obtenerse de ambas venas tiroideas infe­
que la punta del catéter de 4 Fr obstruya la pared venosa al riores, ya que constituyen la vía de drenaje norm al para las
obtener una muestra d e una vena pequeña. glándulas paratiroides superiores e inferiores.
■ Contraste ■ A no ser que hayan sido ligadas previam ente, se toman mues­
■ N o iónico, 300 m g de yodo/m l tras de las venas tiroidea m edia, tiroidea superior, vertebral,
■ An giografía de substracción digital tímica y m amaria interna, de ambos lados.
■ Se puede obtener una breve secuencia de im ágenes para ■ Se procederá a la inyección venosa de una pequeña cantidad
disponer de un road m ap («m ap a de carreteras») y docu­ de contraste con angiografía de substracción digital, con
mentar las posiciones d e los catéteres. 2 exposiciones p or segundo durante 1 a 2 s, con cada canula-
■ Cubeta con hielo ción venosa.

P U N T O S CLAVE
i El m uestreo venoso requiere paciencia y un acceso meticuloso,
i Es un precursor de la paratiroidectom ía preoperatoria programada.
i Si es posible, deben som eterse a muestreo tod a s las venas disponibles en la región paratiroidea y el
m ediastino superior,
i Son necesarias muestras basales periféricas.
i Las muestras deben ser refrigeradas inmediatamente después de obtenerse.

166 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


M u e stre o ve n o so paratiroideo

Figura 1. U n diagra m a c om o e l e jem p lifica d o en la ilu stración d eb e cop iarse y u tiliza rse c om o p atrón al to m a r m uestras d e sangre
v en o sa paratiroid ea. Se puede marcar el sitio de cada muestra sanguínea para adjuntar e l fo rm u la rio a las muestras d e sangre al enviarlas
al laboratorio, a fin d e garantizar su correcta localización .

■ Las muestras del tronco venoso braquiocefálico y d e la vena ■ El muestreo intraoperatorio perm ite confirm ar con rapidez
yugular interna tam bién se incluyen, aunque no es frecuente la presencia de adenomas en operaciones prim arias, aunque
que resulten útiles en la lateralization. parece m enos útil en intervenciones subsiguientes.
■ La localización de cada sitio de muestreo debe ser marcada
en un diagrama im preso, y una copia de dicho diagrama
debe adjuntarse a las muestras de sangre, a fin de garantiza
la localización correcta. RESULTADO S
■ Una muestra positiva se defin e com o un increm ento de 1,5
veces en la concentración de la P T H i en relación con la mues­
C O N T R O V E R S IA S tra tomada en la vena ilíaca.
■ En la actualidad, el muestreo venoso paratiroideo es el
■ Se cuestiona la posibilidad de que sean necesarios exám e­ m étodo más sensible para la localización de adenomas para-
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nes adicionales (gamm agrafía, ecocardiogram a, TC, R M ); el tiroideos etióp icos o pasados por alto.
orden de dichos exámenes es tam bién objeto de debate.
■ Una v e z establecido el diagnóstico por m edios bioquím icos,
la cirugía puede llevarse a cabo sin ulteriores investigacio­
nes. C O M P L IC A C IO N E S
■ En casos en los que se ha practicado ya la cirugía, debe
■ Pueden producirse la rotura de las venas o la extravasación
procederse a an giografía selectiva tiroidea y de la arteria
del contraste, aunque la técnica no suele dar lugar a com ­
m am aria interna, a fin de detectar las posibles venas anó­
plicaciones.
malas.
■ Con TC m ultidetector de 64 filas es posible evitar la angiogra­
fía; la fase retardada proporciona un mapa venoso básico.
■ Para los adenomas mediastínicos, la sobreinyección inten­ A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
cionada de la glándula con contraste hipertónico puede dar
Y S E G U IM IE N T O
lugar a infarto y curación del hiperparatiroidismo.
■ La aspiración directa de las lesiones sospechosas con deter­ ■ Los cuidados postoperatorios norm ales para la punción
m inación rápida de la P T H i ofrece una alternativa a las pro­ venosa fem oral de 7 Fr se lim ita al control de paciente en
longadas técnicas de muestreo venoso. reposo en decúbito supino durante 2 h.
168 INTERVENCIONES VASCULARES |VENAS

Lecturas recomendadas procedures and re vie w o f the literature. A rch Surg 139:1331-1338,
2004.
S eehofer D, Steinmuller T, Rayes N , e t al: Parathyroid horm one W in zelberg GG: Parathyroid im aging. A n n In te rn M ed 107:64-70,
venous sam pling before reoperative surgery in renal 1987.
hyperparathyroidism: com parison w ith n oninvasive localization
IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS
EN ANEURISMAS
Tratamiento de los aneurismas arteriales
periféricos

D E F IN IC IÓ N : Alternativa frente a la cirugia convencional para la oclusión endovascular de los


aneurismas periféricos.

■ Espirales de oclusión
IN D IC A C IO N E S
■ Se prefieren los espirales de fibra con alambres de diám e­
■ Falsos aneurismas tro de 0,018” o de 0,035” (C ook)
■ Grandes aneurismas ■ Espirales desm ontables
■ Aneurism as sintomáticos por com presión d e los nervios y ■ M icro Therapeutics; Cook
arterias a su alrededor ■ C opolím ero de alcohol de vinilo
■ Onyx; M icro Therapeutics
■ Adhesivo N BC A y aceite yodado
■ Cordis Corporation
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Trombina
■ 1.000UI/ml o 5.000UI/5 m i (Trombina-JMI)
■ Arteritis o infección activa o incontrolada
■ Aneurism a que probablemente no crezca ni se vaya a romper

A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
IN S T R U M E N T A L ■ El acceso del aneurisma se decide según su localización.
■ Es posible puncionar el aneurisma directam ente con una
■ Equipo de m icropunción
aguja de 22 G si no se puede acceder angiográficamente.
■ Cook, AngioD ynam ics
■ Entre los aneurismas viscerales, los más frecuentes son los
■ Guía
de la arteria esplénica.
■ D e 0,035”
■ Se puede ocluir la arteria esplénica principal sin causar un infarto
■ En J de 1,5 mm o guía deslizante de Terumo, (Cook; Terumo)
esplénico debido al aporte de las arterias gástricas cortas.
■ Introductor d e acceso
■ La conservación del aporte sanguíneo pancreático es crucial
■ D e 5 Fr
para evitar una pancreatitis.
■ Cook
■ Se prefiere la em bolización de la arteria esplénica proxim al
■ Catéter de diagnóstico
sobre la distal para reducir el riesgo de infarto esplénico.
■ D e 4 o 5 Fr
■ Para los aneurismas de las extremidades, se debe mantener
■ Cobra 2 (Cook, AngioD ynam ics, Terum o)
el aporte sanguíneo a la extremidad distal y evitar la em boli­
■ M icrocatéter
zación de los vasos distales.
■ Terumo Progreat o equivalente
■ Contraste no iónico
■ Ultravist 370 o equivalente
■ Endoprótesis arterial T E C N IC A
■ Expansible con b alón o autoexpansible, suponiendo que
los espacios de la malla de la endoprótesis perm itan el ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
paso de un catéter. ■ Se administra una inyección directa de trombina en el falso
■ Endoprótesis cubierta periférica aneurisma (aguja de 22 G introducida directam ente en el
■ Sym biot (Boston Scientific), Atrium (A trium ), Jo-Graft falso aneurisma).
(Abbott) ■ La inyección de trombina se realiza bajo v isu alization con
■ Catéter con balón de angioplastia ecografía Doppler.
■ Para su em pleo con copolím ero de alcohol de vinilo (Onyx; ■ La cantidad de trom bina necesaria prom edio se encuentra en
M icro Therapeutics) el intervalo d e 100 a 500 UI.

P U N T O S CLAVE
> El térm ino periférico excluye a los aneurismas intracraneales y aórticos,
i Existe más de una manera de ocluir un aneurisma.
> Excluye la posibilidad de infección y arteritis.
> Cuando es posible, se mantiene el flu jo arterial.
i La oclusión arterial proximal puede ser suficiente en emergencias.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 169


170 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

Figura 1. Im plante de una endoprótesis cubierta a través del cuello


d el aneurisma.
Figura 2. Im plante de una endoprótesis cubierta a través del cuello
d el aneurisma.

■ La trom bina se debe inyectar m uy lentamente usando una ■ Las endoprótesis cubiertas deben ser de tamaño ligeram ente
jeringa hipodérm ica de 1 m i, de m od o que se dé tiem po sufi­ sobreestim ado para evitar fugas endovasculares de tipo I.
ciente para que se form e el trombo. ■ Para realizar el despliegue de un espiral en un aneurisma de
■ Se puede v e r cóm o se form a el trom bo en la punta de la cuello estrecho, se introduce un m icrocatéter dentro del saco
aguja m ediante ecografía. aneurismático, si es posible.
■ Se debe pon er cuidado para no com prim ir el trom bo en for­ ■ Se introduce prim ero un espiral que proporcione el volum en
m ación durante este proceso. para form ar la estructura sobre la que se depositen los pos­
■ Los trom bos exprim idos desde el falso aneurisma hacia su teriores.
arteria p rovocan una extensa trombosis de las arterias dista­ ■ Se prefieren espirales de fibra, ya que facilitan la trombosis
les más allá del falso aneurisma. en caso de que se queden espacios libres entre los espirales.
■ La trom bina no debe ser inyectada inadvertidamente en el ■ Se continúa depositando espirales en el aneurisma hasta que se
circuito de retorno sanguíneo porque puede inducir una demuestre por angiografía su completa repleción o trombosis.
trombosis venosa sistémica. ■ N o es necesario depositar el espiral en el cuello del aneu­
■ Los aneurismas com plejos multilobulados pueden precisar rism a si es m uy corto.
más altas dosis d e trombina. ■ En aneurismas m uy grandes, las guías de núcleo m óvil se
■ Se coloca la endoprótesis cubierta periférica a través del cue­ pueden utilizar com o una alternativa m enos cara frente a la
llo del aneurisma (m étodo seguro para la exclusión de un em bolización con espirales.
aneurisma cuando su anatom ía es adecuada). ■ Se retira la parte extraíble del núcleo de la guía, se curva su
■ La endoprótesis cubierta debe ser autoexpansible en áreas com ponente externo en espiral sobre el borde posterior de un
donde el vaso esté sujeto a com presión. bisturí y se reem plaza el núcleo.
Tratam iento de los a n e u rism a s arteriales periférico s 171

Figu ra 4. In yección d e trom bina dentro d el falso aneurisma.


Figu ra 3. In yección d e trom bina dentro d el falso aneurisma.

■ Mientras se introduce la guía dentro del saco del aneurisma, ■ Se em plea un espiral de volum en sobre el que se depositarán
se retira el núcleo m óvil progresivamente. los siguientes espirales.
■ Se em puja la porción final d e la guía hacia su lugar m ediante ■ Se recom ienda un sistema de espirales extraíbles cuando exis­
una nueva guía. tan dudas sobre si estos aguantarán dentro del aneurisma.
■ Se introducen espirales en el aneurisma m ediante una endo­ ■ M ediante esta técnica, el últim o espiral sobresaldrá un poco
prótesis im plantada a través del cuello (para aneurismas de dentro del vaso original.
cuello an ch o). ■ El seguim iento se realiza tras 3 m eses m ediante TC multide-
■ Se puede implantar una endoprótesis arterial no cubierta a tector o angiografía de substracción digital.
través del cuello para m antener los espirales en su posición ■ Una repleción recidivante del aneurisma significa que los
dentro del aneurisma. espirales se han contraído y que es necesario pon er más.
■ Los intersticios de la malla de la endoprótesis deben ser lo sufi­ ■ Si hay em bolización de las arterias de nutrición del aneu­
cientemente anchos com o para permitir que pase un catéter de risma, se ocluirá la arteria proxim al y distal al aneurisma
4 Fr o un microcatéter y que se pueda extraer con seguridad. cuando no se pueda tratar directam ente el aneurisma.
■ Se posiciona la punta del catéter en el punto más distal del ■ Se usan espirales o adhesivo N-butil-2-cianoacrilato (N B C A )
aneurisma y se introducen espirales hasta que el aneurisma para ocluir la arteria.
queda repleto. ■ Situación de em ergencia (aneurism a roto, paciente hem odi-
■ La capacidad para im plantar la endoprótesis a través del cue­ námicam ente inestable); es suficiente la oclusión de la arte­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

llo del aneurisma es una limitación. ria proximal.


■ Las endoprótesis autoexpansibles son menos adecuadas que ■ Tratamiento de los aneurismas relacionados con el flujo que
las expansibles con balón porque tienden a poseer inters­ se asocian a las m alform aciones vasculares de alto flujo: los
ticios más estrechos. aneurismas pueden desaparecer una v e z subsanada la situa­
■ Para la oclusión del aneurisma con O nyx protegida mediante ción de alto flujo.
balón, se rellena el aneurisma con Onyx mientras un balón ■ Es preferible reducir el flujo en la m alform ación m ediante
se encuentra en adyacente a la arteria. em bolización antes d e intentar tratar directam ente el aneu­
■ Se cateteriza el aneurisma con microcatéter antes de llenar el risma.
b alón en la arteria original.
■ Se necesita Onyx viscoso; se inyecta O nyx m uy lentamente de
manera que la superficie expuesta al balón repose un poco.
■ Más inyecciones de O nyx expandirán la acumulación de Onyx C O N T R O V E R S IA S
y rellenarán el aneurisma; se desinfla y se retira el balón una
v e z que el O nyx ha fraguado. ■ M uchos cirujanos creen que los aneurismas se deben tratar
■ En casos de introducción de espirales en aneurismas de cue­ quirúrgicamente.
llo estrecho, la anatomía vascular im pide la colocación de ■ Con espirales, otros materiales de em bolización y técnicas
una endoprótesis cubierta; el im plante de una endoprótesis a más novedosas, los aneurismas se tratan más fácil y efectiva­
través del cuello del aneurisma no es practicable. mente m ediante tratamiento endovascular.
172 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

■ La efectividad depende de la suficiente fam iliaridad, del crítico, es im prescindible realizar una trom bólisis o una
entrenam iento y de la experiencia con los distintos catéteres, trom bectom ía urgente.
guías y espirales. ■ El tratamiento con espirales es permanente, pero precisa un
■ El em pleo de trombina para el tratamiento de los falsos seguimiento para excluir la reperfusión o la trombosis vascular.
aneurismas requiere notificación d e uso com pasivo, consen­ ■ La reperfusión de un aneurisma puede ocurrir especialm ente
tim iento del paciente y aprobación por parte de la institución en la región poplítea si se usa una endoprótesis cubierta y el
correspondiente. área del aneurisma se som ete a flexión.
■ N o se han publicado estudios aleatorizados que com paren ■ Los resultados a largo p lazo en un pequeño número d e casos
las técnicas endovascuiares frente a la cirugía abierta. demostraron la perm eabilidad prim aria de solo el 55% y
varias oclusiones agudas de las endoprótesis cubiertas.

RESULTADO S
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Un aneurisma com pletam ente trom bosado se reduce y
encoge hasta el tamaño de los espirales en su interior o el Y S E G U IM IE N T O
que le perm ita su calcificación parietal. ■ Puede haber dolor y febrícula en casos de aneurismas gran­
■ El seguim iento se realiza más fácil y efectivam ente con angio­ des.
grafía por TC multidetector, ya que con ello es suficiente para ■ Se recom ienda profilaxis antibiótica antes, durante y después
demostrar el aneurisma al com pleto. de la intervención en casos de riesgo de contam inación com o
■ Si los espirales metálicos provocan artefactos que inutilizan el heridas por arma de fuego o lesiones penetrantes.
seguim iento con TC, se puede utilizar la ecografía Doppler. ■ Una v e z se ha trom bosado el aneurisma, se puede realizar un
■ L a m ayoría de los espirales, si bien son com patibles con exam en con R M de las otras partes del cuerpo.
la RM , p rovocan artefacto de susceptibilidad en la R M que ■ Los pacientes que tienen endoprótesis en áreas m uy super­
em peora la visualization del aneurisma. ficiales pueden notarse los espirales bajo la piel y necesitar
una reevaluación.

C O M P L IC A C IO N E S Lecturas recomendadas
Sueyoshi E, Sakamoto I, Nakashim a K, et al: Visceral and peripheral
■ La com plicación más frecuente es la em bolización ectópica arterial pseudoaneurysms. A J R A m J Roentgenol 185:741-749,
del trom bo o d e material em bólico desde el aneurisma 2005.
durante o después d e la intervención. Tipsy PV, Callum MJ: Surgery versus non-surgical treatment for
■ Los espirales m etálicos se pueden recuperar con facilidad fem oral pseudoaneurysms. Cochrane Database Syst Rev 2006:
pero, si se escapa un coágulo o trombina hacia un vaso CD004981.
Implante de endoprótesis cubierta
en aneurismas de aorta torácica

D E F IN IC IÓ N : El implante de endoprótesis cubierta de la aorta torácica se realiza como tratamiento


de las anomalias en la aorta torácica descendente.

IN D IC A C IO N E S ■ En alguna ocasión se puede necesitar un balón aórtico no


distensible.
■ Indicado en el tratamiento de los aneurismas de la aorta torá­ ■ Sala de intervenciones equipada funcionalm ente com o un
cica descendente. quirófano
■ Indicado en el tratamiento de los aneurismas torácicos con ■ La plataform a fija debe poseer una resolución superior a la
calibre de 6,5 cm. de un sistema m óvil.
■ La técnica se ha em pleado para las disecciones aórticas, ■ Las prestaciones de un quirófano son im portantes, ya que
úlceras penetrantes, secciones traumáticas, fístulas y roturas la m ayoría de las intervenciones precisarán de un acceso
aórticas. fem oral y, a m enudo, de un acceso retroperitoneal a la
arteria ilíaca.
■ Pueden surgir situaciones de emergencia que precisen de la
necesidad inmediata de pasar a una intervención quirúrgica.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ TC
■ Ausencia de zonas de fijación proxim ales o distales, com o en ■ Angiografía por TC previa a la intervención en cortes finos
los aneurismas del arco o en los toracoabdominales ■ Reconstrucciones tridimensionales para mediciones precisas
■ Aortas pequeñas (< 2 2 m m de diám etro) ■ Ecografía intravascular
■ Contraindicaciones relativas: pacientes jóvenes, pacientes ■ La ecografía intravascular es útil para m inim izar la dosis
inestables y pacientes con insuficiencia renal crónica avan­ de contraste.
zad a (por el em pleo excesivo de contraste) ■ Se puede definir la anatom ía aórtica y la localización
exacta de las ramas vasculares.
■ Se pueden v olv e r a m edir los diámetros si no hubieran
quedado claros antes de la intervención.
IN S T R U M E N T A L ■ Además, el em pleo de la ecografía intravascular perm ite
asegurar que todas las guías y catéteres se encuentren en
■ Endoprótesis cubierta torácica (TAG, Talent, Variant, Valor,
la lu z escogida.
Zenith, etc.)
■ La endoprótesis Talent es una malla endoprotésica metálica
p roxim al que sirve para aumentar la fijación; está disponi­
b le en diámetros m ayores para aortas de hasta 42 mm. a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ La endoprótesis Zenith em plea una endoprótesis expuesta
■ El acceso para la endoprótesis se realiza norm alm ente por la
distalmente para m ejorar su fijación; las características de
arteria fem oral o por la ilíaca común.
su tela es perm iten que se vaya estrechando.
■ El acceso angiográfico se puede conseguir a través de la ingle
■ La endoprótesis TAG posee un balón con tres lóbulos que
contralateral o d e la arteria braquial izquierda.
perm ite el flujo aórtico continuo mientras se infla el balón.
■ El acceso a través del brazo es útil porque el catéter mostrará
■ Guía rígida (Lunderquist)
la localización de la arteria subclavia en todo m om ento.
■ Son importantes para el desplazam iento del dispositivo.
■ N ecesitan tener al m enos 260 cm de largo para acceder
desde la ingle.
■ Catéter
T É C N IC A
■ Los catéteres marcadores de tipo p ig ta il pueden ser de uti­
lidad para m edir las longitudes durante la intervención. ■ Se consigue un acceso adecuado.
■ Balón ■ La endoprótesis se introduce en la aorta torácica, donde será
■ Empleado para el alisado de la endoprótesis. desplegada.

P U N T O S CLAVE
> La radiología anterior a la intervención (angiografía por TC m ultidetector con reform ateado tridimensional)
es crucial; no obstante, normalmente no se precisa de una angiografía previa a la intervención.
> Las e ndoprótesis cubiertas torácicas se han empleado para las d isecciones aórticas, úlceras penetrantes,
secciones traum áticas, fístulas y roturas aórticas; si bien, los aneurismas han sido las lesiones más
tratadas.
> Incluso en circunstancias en las que se puede tolerar un tratam iento quirúrgico, el im plante de endoprótesis
cubierta se está convirtiendo en el tratam iento de elección.
i La ecografía intravascular es de utilidad para minim izar la dosis de contraste.
> Aunque persiste el riesgo de paraplejia, las endoprótesis cubiertas poseen una incidencia menor que la que
tiene la cirugía abierta.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 173


174 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

Figura 3. Vasos d el arco vistos com o convergentes en un penacho Figura 4. A rco b ien extendido con una oblicuidad mayor.
debido a una incorrecta oblicuidad rotacional d el intensificador de
im agen.
Im plante de endo p ró te sis cu b ie rta en aneurism as de ao rta to rá c ic a

■ La endoprótesis se llevará a su correcta posición antes de ■ Se necesita una ecografía dúplex de las arterias carótidas para
aplicar la técnica road m ap («m ap a d e carreteras») debido a descartar cualquier enferm edad concom itante que lim ite el
que la arquitectura aórtica cam bia por la rigid ez de la endo­ flujo de las arterias carótidas com ún o interna.
prótesis. ■ Para evitar las endofugas de tipo II es im portante la interrup­
■ Se deben conseguir angiografías con una oblicuidad sufi­ ción del flujo retrógrado por m edio de la arteria subclavia
ciente com o para visualizar toda la aorta torácica correcta­ izquierda.
mente; sobre todo, para visualizar el arco. ■ En casos de transposición esta intervención se realiza
■ El despliegue de la endoprótesis cubierta se debe realizar de cerrando el muñón del vaso proximal.
acuerdo con las instrucciones de uso de cada fabricante. ■ Si se realiza la derivación, se puede practicar la ligadura de
■ Además, el paso del balón tras el despliegue se realiza según la arteria subclavia proxim al o la em bolización con espirales
cada endoprótesis. del vaso proximal.
■ Si se realiza un paso del balón es im portante prestar atención
al control hem odinám ico debido a que el pulso de presión
aórtica puede m over la endoprótesis.
■ El número de piezas necesarias depende de la anatom ía aór­ RESULTADO S
tica y de la endoprótesis escogida.
■ Suele ser deseable un solapam iento m ínim o de 5 cm para ■ La m orbilidad y m ortalidad del im plante de endoprótesis
evitar una endofuga en la unión entre estas. cubiertas torácicas son bajas, y los resultados a m edio plazo
■ En caso de estrechamiento progresivo d e la aorta, las endo­ han resultado prometedores.
prótesis deben colocarse desde el borde distal hacia el proxi­ ■ Parece que la paraplejia, una de las com plicaciones más
m al (la m ayor se introduce dentro d e la m en or). temidas, es m enos frecuente.
■ C óm o evitar las lim itaciones de los accesos: las técnicas para ■ N o se ha determ inado aún su duración a largo plazo.
evitar las lim itaciones en los accesos (tam año, placas, etc.) ■ La reparación endovascular de un aneurisma torácico per­
im plican la punción de los conductos de las arterias ilíacas o m ite un tratamiento m ínim am ente invasivo para diversas
punción directa de la arteria ilíaca. anomalías aórticas.
■ En caso de avulsión o desgarro de la arteria ilíaca externa y ■ La endoprótesis se aplican a un gran espectro de patologías
de la fem oral com ún se debe inflar el balón aórtico grande com o las disecciones aórticas, rupturas y aneurismas del arco.
para su control proximal.
■ La exposición y reparación arterial deben realizarse con rapi­
dez.
■ Esta intervención im plica con mucha frecuencia una deriva­ C O M P L IC A C IO N E S
ción desde la arteria ilíaca com ún a la fem oral común.
■ Lesión arterial: puede aparecer una avulsión o desgarro de
■ La exposición d e la arteria ilíaca se realiza a través del retro-
la arteria ilíaca externa y de la arteria fem oral com ún tras la
peritoneo.
entrada o retirada del introductor.
■ Se realiza una incisión curvilínea a lo largo del flanco.
■ Algunas posibles com plicaciones son pérdida de sangre
■ Se disecan los músculos y los contenidos del peritoneo, se
im portante e hipotensión, infarto de m iocardio, isquem ia
apartan hacia los bordes craneal y medial.
renal y lesión medular.
■ L a punción directa se puede cerrar inicialm ente con una
■ Pueden aparecer una isquem ia aguda braquial, accidentes
sutura en bolsa de tabaco o con un parche.
isquém icos de la circulación posterior e isquem ia medular.
■ Los conductos se em plean norm alm ente cuando existe una
■ Se han descrito casos de claudicación braquial crónica.
enferm edad im portante en la arteria ilíaca com ún, lo que
im pide su punción directa.
■ Se cose el conducto de 10 m m a la arteria. Lecturas recomendadas
■ Se liga el conducto al final de la intervención, si no existe Cambria RP, Brewster DC, Lauterbach SR, et al: E volving experience
lesión ilíaca que precise de derivación. with thoracic aortic stent graft repair. J Vase Surg 35:1129-1136, 2002.
■ Túnelizar hacia la ingle ipsolateral puede facilitar el paso de Elefteriades JA: Natural history o f thoracic aortic aneurysms:
indications for surgery, and surgical versus nonsurgical risks. A n n
las endoprótesis, tanto si los conductos se emplean com o si
T horac Surg 74:S1892-S1898, 2002: S1877-S1880 discussion.
no.
G reenberg RK, O ’N e ill S, W alker E, et al: Endovascular repair o f
■ Cuando la cobertura se extiende en el arco distal, se precisa
thoracic aortic lesions w ith the Zenith TX1 and TX2 thoracic
de una revascularización de la arteria subclavia izquierda.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

grafts: intermediate-term results. J Vase S urg 41:589-596, 2005.


■ La intervención se realiza a través de la subclavia izquierda M itchell RS, M iller DC, Dake M D , et al: T horacic aortic aneurysm
hacia la arteria carótida com ún izqu ierda com o una trans­ repair w ith an endovascular stent graft: the “ first generation.”
posición o derivación entre esos vasos. A n n Thorac Surg 67:1979-1980,1999: 1971-1974 discussion.
Endoprótesis para aneurisma de aorta
abdominal

D E F IN IC IÓ N : El implante de endoprótesis es una técnica intervencionista para el tratamiento de los


aneurismas de aorta abdominal.

IN D IC A C IO N E S ■ Las endoprótesis pueden tener fijación supra o infrarrenal.


■ Algunas endoprótesis tienen ganchos, lengüetas o ambos
■ Aneurism as de aorta abdom inal > 5 cm (m ujeres) o 5,5 cm de para obtener una fijación adicional.
diám etro (hom bres) ■ El uso de endoprótesis m onobloque apenas está extendido,
■ Aneurism a de rápido crecim iento (> 0 ,5 cm en 6 m eses) y la m ayoría de las endoprótesis bifurcadas (dispositivos
■ Aneurism as d e aorta abdom inal cuyo tamaño supere el doble aortoüíacos) tienen varios módulos.
del diám etro aórtico normal ■ Siempre que sea posible, deben utilizarse endoprótesis
■ M orfología indicativa de alto riesgo d e ruptura cubiertas bifurcadas.
■ Aneurism a sintomático (doloroso) ■ Los dispositivos aortom onoilíacos están indicados si una
■ También se tratan con técnica endovascular: aneurismas de arteria ilíaca está notablem ente afectada u ocluida o si la
aorta abdom inal rotos, aneurismas micóticos, úlceras pene­ aorta distal es demasiado estrecha para las dos ramas de
trantes, fístulas aortoentéricas y lesiones aórticas traumáticas la endoprótesis bifurcada.
■ Introductor
■ Los introductores d e m ayor tamaño pueden servir para
adaptarse a la tortuosidad ilíaca.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Ah ora que la m ayoría de las endoprótesis se diseñan para
ser im plantadas sin necesidad d e introductores, estos están
■ Diám etro del cuello > 33 m m o < 1 8 m m
dejando de ser im prescindibles.
■ Cuellos cortos (n o se ha definido una longitud m ínim a); cue­
■ Los introductores de pequeño calibre m iden de 5 a 8 Fr con
llos angulados > 6 0 grados
punta brillante; los de gran calibre m iden de 12 a 24 Fr.
■ Trom bo mural circunferencial, calcificación del cuello del
■ Guía
aneurisma o ambos
■ Algunas de las guías utilizadas en cirugía de aneurismas
■ Arterias ilíacas m uy calcificadas y tortuosas; arterias ilíacas
de aorta abdom inal son Bentson, Newton-J, Am platz
estrechas (< 7 m m de diám etro)
Superstiff, Glide, Meier, Lunderquist y Rosen, todas ellas
■ A lergia a algún material del implante
de 0,035”.
■ Pacientes crónicam ente anticoagulados que no puedan tole­
■ Para el acceso inicial se em plean las guías de entrada y los
rar una pausa corta de su anticoagulación durante la inter­
introductores de calibre de 5 a 8 Fr.
vención inicial
■ Se pueden utilizar tres grados de rigidez distintos; según su
■ A lergia al contraste radiológico (se puede evitar con el uso de
grado de rigidez se diferencian las guías Superstiff, M eier y
contrastes alternativos com o el dióxido de carbono)
Lunderquist d e tipo Am platz.
■ Aunque algunas endoprótesis pueden introducirse sobre
guías de 180 cm de largo, habitualm ente se necesitan lon ­
IN S T R U M E N T A L gitudes de 260 cm o más.
■ Catéter de diagnóstico
■ Endoprótesis cubierta ■ Catéteres de lavado aórtico rectos o tipo pig ta il (Cobra,
■ Algunas de las disponibles son AneuRx, Zenith, Excluder, Kumpe/Bernstein d e 5 Fr, C l o C2 de 5 Fr, Om ni Sizing
Aorfix, E ndologix Pow erlink y Anaconda. Flush de 5 Fr, SOS-1 o SOS-2 de 5 Fr)
■ La endoprótesis cubierta ideal debe tener una amplia ■ Balón
variedad de diámetros y longitudes y un sistema de des­ ■ Balones de angioplastia (6 a 16m m )
p liegue de pequeño calibre, y debe p od er desplegarse con ■ Balones m oldeadores (CODA, Reliant, Equializer, Z-M ed)
precisión y facilidad y ser duradera. ■ Balones oclusivos (W . Cook)

P U N T O S CLAVE
i La selección del paciente es el aspecto más im portante de la reparación endovascular d e aneurismas,
i Las dim ensiones apropiadas se determinan m ejor con im ágenes multiplano reformateadas que con
imágenes axiales.
i La vigilancia y com paración con las im ágenes iniciales son cruciales para evaluar a los pacientes e
identificar c om plicaciones antes de que tengan efectos perjudiciales,
i Los cuellos a fectados (aneurismáticos, cortos y trom bosados) de la aorta infrarrenal lim itan la capacidad
para lograr fijación y sellado duraderos con las endoprótesis cubiertas disponibles en la actualidad,
i Existe una gran variedad de dispositivos disponibles para la reparación endovascular (REV), aunque
ninguno cum ple tod o s los requisitos para considerarse el ideal,
i Las fugas de tip o 1 o 3 visualizadas en la angiografía final de monitorización se deben tra ta r sobre la
marcha.
i Las fugas de tip o 3 y la m igración son los factores más im portantes del fracaso tardío de la endoprótesis.

176 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


E ndoprótesis para a n eurism a de aorta abdom inal

Figu ra 1. C o lo c a c ió n d e u n a e n d o p ró tes is Z e n ith b ifu rca d a . Figura 2. C o lo c a c ió n d e u n a e n d o p ró tes is Z e n ith b ifu rca d a . Tras
La an giografía se realiza para loca liza r las arterias renales y se el despliegue d e la parte principal d el cuerpo, se can aliza la rama
d espliega el extrem o superior de la endoprótesis. contralateral, seguido de la inserción de las ramas endoprotésicas
en am bas arterias ilíacas.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. C o lo c a c ió n d e u n a e n d o p ró tes is Z e n ith b ifu rca d a . Figura 4. C o lo c a c ió n d e u n a e n d o p ró tes is Z e n ith b ifu rca d a . La
Después d el d espliegu e del cuerpo principal, se can aliza la rama angiografía final con firm a endoprótesis perm eable, arterias renales
contralateral, segu ido por la inserción de las ramas endoprotésicas perm eables y fu ga no reconocible.
en ambas arterias ilíacas.
178 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

■ Catéteres con balón de gran calibre para dilatar endopróte­ ■ Algunas endoprótesis se pueden adaptar más específica­
sis m odeladoras para cuello aórtico o arterias ilíacas. m ente a casos concretos gracias a las peculiaridades del cue­
■ Dilatador llo proxim al, la aorta distal o las arterias ilíacas.
■ Se utilizan dilatadores hidrófilos C ook (16 a 24 Fr) o dila- ■ En general, la endoprótesis cubierta debería tener entre el 10 y
tadores de fascia renal. 2 0 % del diám etro del vaso nativo m edido desde una pared
■ Para facilitar el paso de la endoprótesis es necesario dilatar externa a la otra.
la estenosis ilíaca. ■ Si se visualiza una calcificación abundante, el diám etro de la
■ Inyector m ecánico autom ático de contraste lu z puede servir para elegir el tamaño de la endoprótesis.
■ Im prescindible para reparación endovascular de aneu­
rismas convencional y para implantar una endoprótesis
cubierta fenestrada.
■ Ecografía intravascular
■ En pacientes con insuficiencia renal, la ecografía intravas­ T É C N IC A
cular sirve para localizar las arterias renales e implantar la
■ Los m ejores resultados se consiguen m ediante el trabajo en
endoprótesis con m enos uso de contraste.
equipo entre cirujanos vasculares y radiólogos intervencio­
■ Es necesario tener experiencia con esta técnica para asegu­
nistas.
rar una correcta visualization.
■ El área debe prepararse con un antiséptico cutáneo.
■ Dispositivo de cierre
■ La m ayoría de las intervenciones se realizan con anestesia
■ Cuando es oportuno se utilizan dispositivos de cierre (Per-
general para que el m ovim ien to del paciente no interfiera
close o Prostar) del acceso percutáneo.
con las maniobras complejas.
■ Otro instrumental para las intervenciones
■ La anestesia local o regional puede utilizarse en pacientes en
■ Para el m anejo de posibles com plicaciones que com prom e­
los que está contraindicada la anestesia general; se logran
tan los grandes vasos, arterias renales y com plicaciones de
tasas de éxito similares, con m enor número de com plicacio­
acceso a vasos.
nes cardiorrespiratorias y m enor tiem po de recuperación.
■ Endoprótesis Palm az grande (cord is)
■ El acceso al sistema arterial se consigue norm alm ente con
■ Se em plean para el tratamiento de fugas de tipo 1.
una arteriotom ía fem oral bilateral.
■ Catéter SOS Om ni y catéter tipo Sidewinder
■ Con la m ejora en calidad de los dispositivos d e cierre percu­
■ Pueden necesitarse si la canulación retrógrada con ven cio­
táneo, la REV puede realizarse actualmente por vía percutánea,
nal d e la extremidad contralateral no tiene éxito.
puesto que los puntos de acceso se pueden cerrar m ediante
■ Lazo
dichos dispositivos.
■ Si la canulación retrógrada convencional de la extremidad
■ Algunos expertos prefieren la arteriotom ía fem oral para la
contralateral n o tiene éxito, puede necesitarse junto con el
inserción de un sistema de liberación del cuerpo principal,
catéter un lazo (tipo Gooseneck, 25 m m de d iám etro).
de gran calibre, y un acceso percutáneo para la rama con­
■ Sala de angiografía
tralateral.
■ L o ideal es realizar la intervención en una sala de angio­
■ Aunque las ventajas de la oclusión percutánea son obvias,
grafía con condiciones de quirófano.
las arteriotomías puras perm iten un m ejor control, particu­
■ Se puede utilizar un quirófano si la im agen m óvil es de la
larmente si se desarrollan com plicaciones.
calidad más alta y posee, al menos, 12” de diámetro.
■ N orm alm ente se prefieren las incisiones oblicuas, a menos
■ Equipo de im agen (TC o RM )
que esté previsto realizar reconstrucciones femorales por
■ Es necesaria una im agen global (principalm ente T C ) de la
enferm edad oclusiva preexistente.
aorta y las arterias ilíacas para valorar la conveniencia de
■ Una v e z atravesada la vaina fem oral, identifique la arteria
la reparación endovascular de aneurismas o de la REV, así
fem oral a su salida bajo el ligam ento inguinal.
com o para ayudar a la selección de la endoprótesis.
■ Rodee la arteria con Silastic o con cintas de tela, tanto proxi­
■ La R M es la opción preferida por algunos centros y, ade­
m al com o distalmente.
más, es el equipo de elección en caso de que el paciente
■ La m ayoría de los expertos com ienzan la heparinización
sea alérgico al contraste radiográfico.
sistémica en este m om ento; tam bién se ha utilizado la hepa­
rinización local m ediante los introductores de acceso.
■ Una v e z com pletada la heparinización, establezca un acceso
aórtico bilateral con técnicas intervencionistas con ven cio­
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o nales.
■ Después, puede realizar el intercam bio de catéter: coloque
■ Todos los pacientes requieren un estudio de im agen global
una guía rígida a través de la arteria fem oral ipsolateral y el
de la arteria aorta y de las arterías ilíacas para valorar la
catéter arteriográfico en el lado contrario.
conveniencia y planificar la REV.
■ Siga los principios intervencionistas generales, especialm ente
■ La im agen debería abarcar desde el diafragma hasta el ace­
en lo que respecta al control del extremo de la guía rígida y
tábulo, con colim ación fina; nuestro protocolo arteriográfico
a la im agen radioscópica, durante la inserción de la endo­
usa 70 a 120 m i contraste inyectado a 4 a 5ml/s.
prótesis.
■ El acceso supone la exposición, percutánea o quirúrgica,
■ Una v e z que el dispositivo principal se encuentre preparado
de las arterias fem orales com unes (arteriotom ías femorales
y se haya determ inado su orientación inicial, insértelo a tra­
bilaterales).
vés de la arteria ilíaca ipsolateral.
■ Cuando los vasos no pueden ser recorridos retrógradamente,
se pueden colocar la guía y el catéter de protección utilizando
el acceso braquial izquierdo. Técnica de inserción de la endoprótesis (endoprótesis
■ Los aneurismas sim ples, sin trombos, ni calcificaciones, ni bifurcadas)
anatom ía vascular com plicada, pueden ser tratados satisfac­ ■ En la m ayoría de casos, el cuerpo principal se inserta a tra­
toriam ente con cualquiera de las endoprótesis com ercializa­ vés de la arteria fem oral derecha y la rama contralateral se
das. inserta a través de la arteria fem oral izquierda.
E ndoprótesis para a n eurism a de aorta abdom inal

■ El cirujano puede decidir pasar el cuerpo principal de la ■ El o b jetivo es desplegar la ram a de m od o que quede inm e­
endoprótesis por el lado izqu ierdo si el derecho está m uy diatam ente proxim al a la bifurcación de la arteria ilíaca
afectado (inadecuado para el paso del sistema de gran calibre común.
de liberación del cuerpo principal). ■ Si la endoprótesis posee secciones para las dos ramas (p. ej.,
■ Se punciona la arteria fem oral izquierda y se inserta un intro­ Zenith Trifab), la ipsolateral se inserta tras la contralateral.
ductor de 6 Fr. ■ Se pueden colocar extensiones de las ramas si la distancia
■ Por este acceso, se avanza el catéter convencional de lavado entre el extrem o inferior de la rama y la bifurcación de la
aórtico hacia la aorta abdominal con la punta a la altura de L l. ilíaca común es larga.
■ Se cateteriza la arteria fem oral derecha y se avanza un caté­ ■ Si los pacientes tienen aneurismas en las arterias ilíacas
ter selectivo (p. ej., Cobra) y una guía convencional hasta la com unes que no perm itan una zo n a d e sellado para las
aorta torácica superior. ramas de la endoprótesis, resultará im prescindible colocar
■ La guía convencional se cam bia p or la guía m uy rígida con extensiones de las ramas en las arterias ilíacas externas.
longitud de intercam bio (p. ej., Lunderquist, C ook ) y se retira ■ Será preciso em bolizar la arteria ilíaca interna antes de reali­
el catéter. zar esta maniobra, para evitar fugas retrógradas hacia dicha
■ Se avanza el cuerpo principal de la endoprótesis sobre la guía arteria tras la intervención.
Lunderquist hasta la altura d e L l (aproxim adam ente, donde ■ Los catéteres de liberación se retiran y pueden ser reem pla­
se encuentran las arterias renales). zados con introductores de gran calibre (18 Fr) para perm itir
■ Se realiza una aortografía de lavado con p oco volum en de el acceso y la hemostasia.
contraste (p. ej., 7 a lO m l a 10ml/s) para localizar los oríge­ ■ Algunas endoprótesis deben colocarse m ediante introducto­
nes de las arterias renales. res (p. ej., Excluder).
■ D ebe revisarse la TC para valorar si es necesario angular ■ Otras endoprótesis tienen una válvu la hem ostática en el
el intensificador (proyección oblicua o craneocaudal) para catéter de liberación que perm ite que este funcione com o
visualizar los orígenes de la arteria renal. introductor tras el despliegue de la endoprótesis (p. ej.,
■ M uchos pacientes tienen una función renal deficiente; por Z en ith ).
ello, habrá de ponerse mucho cuidado en lim itar la cantidad ■ Todos los puntos de fijación y conexiones se dilatan con
de contraste. balones distensibles de gran calibre (p. ej., balón C oda).
■ El dióxido de carbono es un contraste m uy efectivo para la ■ Por últim o, se lleva cabo una angiografía final para valorar
aortografía y se puede em plear en lugar del contraste yodado la perm eabilidad de la endoprótesis, de las arterias ilíacas y
en muchos m om entos d e la intervención. renales, así com o para descartar la presencia de fuga en el
■ La parte superior del cuerpo principal se despliega de manera saco aneurismático.
que la endoprótesis quede inm ediatam ente debajo de las ■ Se realizará una angiografía com pleta con las guías rígidas
arterias renales. retiradas. (Las curvas o las estenosis d e las ramas pueden
■ Se pueden realizar más aortografías para lograr un desplie­ quedar ocultas si las ramas se enderezan m ediante guías
gue preciso del cuerpo de la endoprótesis. rectas.)
■ Tras el despliegue del cuerpo principal, se puede realizar ■ El catéter de lavado se coloca en una rama ilíaca de la endo­
una aortografía para confirm ar la localización correcta de prótesis y el catéter o el balón se dejan en la otra.
la endoprótesis y la perm eabilidad continua de las arterias ■ Esta m aniobra se realiza para mantener el acceso a la endo­
renales. prótesis desde cada ingle para tratar cualquier problem a que
■ El siguiente paso es el cateterism o de la rama contralateral. muestre la angiografía.
■ El catéter p igta il, fuera de la endoprótesis, se retira sobre la ■ Si al final de la angiografía se detectan fugas d e tipo 1 o 3,
guía en la aorta inferior y se intercam bia por un catéter de deberían tratarse de inm ediato.
punta angulada (p. ej., catéteres tipo Cobra, Vanshee [C ook] ■ El extrem o angulado o curvado de la prótesis debe corregirse
o Berenstein [Cordis]). con una endoprótesis autoexpansible sin cubierta.
■ Con la ayuda d e una guía h idrófila con punta angulada o
de una angulación oblicua del intensificador de im agen (o de Inserción de endoprótesis aortomonoiliacas
am bos) se can a liza la abertura en el cuerpo prin cipal para ■ L a m ayoría d e las endoprótesis aortom onoiliacas, aunque
la ram a contralateral. no todas, constan d e dos piezas, y tienen el cuerpo superior
■ Los factores que dificultan la canulación son aneurisma y la rama inferior diseñados para colocarlos inm ediatam ente
grande con trom bo intramural pequeño, arterias ilíacas tor­ por encim a de la bifurcación de la arteria ilíaca com ún ipso­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tuosas y angulación de aneurisma en el plano anteroposte­ lateral.


rior. ■ Se coloca el obturador o tapón vascular en la arteria ilíaca
■ En algunos casos, no se puede canular por vía retrógrada la com ún contralateral para evitar la fuga por flujo retrógrado
abertura de la rama contralateral. en la arteria ilíaca común.
■ La abertura para la rama contralateral se puede canular en ■ La prim era parte de la intervención es igual que la de las
sentido anterógrado con una guía en lazo pasada a través de endoprótesis bifurcadas hasta que el com ponente proxim al
la abertura ipsolateral. de la endoprótesis se ha desplegado.
■ Se avanza el catéter de punta angulada invertida (p. ej., Sos ■ Se introduce y despliega el com ponente distal.
Om ni [Angiodynam ic] o el catéter tipo Sidewinder [C ordis]) ■ El punto de la bifurcación de la arteria ilíaca com ún ipsola­
hasta el cuerpo principal desde el acceso ipsolateral. teral se determ ina m ediante angiografía con un catéter p ig ­
■ Se pasa la guía hidrófila inferiorm ente a través de la abertura tail, que queda in s itu tras el despliegue de la endoprótesis
en la rama contralateral y se enlaza desde el lado contrario. proxim al.
■ Esta m aniobra perm ite introducir un catéter seguido por otra ■ Se retira el catéter p ig ta il sobre la guía.
guía Lunderquist en el cuerpo principal desde el lado con­ ■ La guía Lunderquist se pasa por encim a del acceso femoral
trario para preparar la inserción de la rama contralateral. contralateral, de manera que su punta quede colocada en el
■ La rama contralateral se inserta de manera que su porción saco del aneurisma.
superior se solape con los marcadores en la abertura para la ■ Se dilatan los sitios d e fijación y la conexión de la endo­
rama contralateral del cuerpo principal. prótesis aortom onoilíaca con un balón distensible.
180 INTERVENCIONES VASCULARES |IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

■ El introductor que contiene el obturador se avanza hasta la ■ Se puede colocar un introductor grueso al com ien zo del des­
arteria ilíaca contralateral, y el obturador se asom a de manera pliegue de la endoprótesis para evitar la excesiva manipula­
que queda desplegado en la arteria ilíaca común proximal. ción de la anastomosis.
■ En la m edida de lo posible, se debe implantar una endopró­ C a te te ris m o d e la a rte ria braquial
tesis convencional a los pacientes con estenosis de la arteria ■ Se enlaza la guía y se saca p or la arteria fem oral com ún ipso-
renal preexistente al finalizar la intervención o durante el segui­ lateral.
miento. ■ Si se coloca la guía en tensión por sus dos extremos, la endo­
■ Cuando se encuentren afectadas las arterias ilíacas o si son prótesis se inserta más fácilmente a través de los vasos tor­
tortuosas, pueden ser necesarias maniobras adicionales para tuosos.
perm itir la inserción d e un catéter de liberación.
■ Esta intervención puede requerir una guía más rígida o una
guía secundaria contigua, una angioplastia de una estenosis
aislada, una endoarterectom ía ilíaca retrógrada y la coloca­ C O N T R O V E R S IA S
ción de un conducto ilíaco.
■ Endoprótesis m onobloque o modular: las modulares perm i­
ten una m ejor adaptación a la anatomía; las versiones anti­
Tratamiento de la estenosis guas tienen más riesgo de fuga endovascular.
■ La estenosis en el vaso de acceso se soluciona m ejor durante ■ Fijación infrarrenal o transrenal: en caso de que sea necesa­
el im plante de la prótesis endovascular. rio retirar la endoprótesis, las transrenales presentan mayor
■ Las estenosis de la arteria ilíaca se tratan al com ienzo de dificultad.
la intervención m ediante dilatación secuencial Dotter m ejor ■ Se prefiere la fijación activa a la pasiva.
que m ediante angioplastia. ■ El im plante de la endoprótesis demasiado caudal a las arterias
■ Se avanza paulatinam ente un dilatador de 16 Fr a través de renales se asocia a m igración y m ayor incidencia de fracasos.
la lesión y se insertan secuencialmente dilatadores cada v e z ■ Selección de pacientes: no hay evidencia de que los pacientes
mayores hasta alcanzar el tamaño deseado. inoperables tengan m ejor resultado con REV.
■ Una v e z que se ha dilatado con éxito la arteria, se inserta la ■ Tamaño del aneurisma: si bien el umbral de referencia para la
endoprótesis. intervención se establece en 5,5 cm, muchos m édicos opinan
■ Tras el despliegue del dispositivo, si procede, se puede reali­ que los pacientes con aneurismas de m enor tamaño también
zar una angioplastia. deberían ser tratados.
■ A l final, se deben realizar angiografías detalladas de todo el sis­ ■ Los criterios de inclusión anatóm icos podrían ser demasiado
tema ilíaco con introductores pequeños en posición (< 8 Fr). estrictos, porque es posible una REV exitosa en pacientes con
■ Evalúe las lesiones hem odinám icas residuales, disecciones o dimensiones del cuello fuera de esos parámetros.
rupturas de los vasos. ■ Estos procedim ientos aumentan la seguridad de la em b oliza­
■ Las guías de acceso deben ser los últim os instrumentos intra- ción bilateral de las arterias ilíacas internas.
vasculares en retirarse del paciente antes del cierre de los
vasos femorales.
■ Se suele dejar la guía en posición durante varios minutos tras
la retirada del introductor. RESULTADO S
■ Se vigila al paciente prestando atención a posibles síntomas
de hem orragia causados por una com plicación del acceso ■ Tras reparación endovascular d e aneurismas, los pacientes
vascular no diagnosticada. son dados de alta del hospital y regresan por com pleto a su
■ Cuando existen problem as residuales de disección o esteno­ actividad mucho más rápidamente que tras una reparación
sis, puede ser necesaria una endoprótesis convencional para quirúrgica abierta.
asegurar la perm eabilidad y viabilidad de la extremidad. ■ Con las endoprótesis de últim a generación, el éxito técnico se
■ Si ocurriera una extravasación de contraste, debería desple­ acerca al 100% , con una tasa de m ortalidad < 1 % en manos
garse una endoprótesis convencional cubierta o una exten­ experim entadas.
sión m odular d e la endoprótesis cubierta para evitar una ■ Las tasas de m orbilidad se reducen > 5 0 % en com paración
hem orragia activa. con la cirugía abierta, incluso con intervenciones secunda­
rias que añaden m orbilidad total.
T o rtu o sid ad
■ N o obstante, es probable que los efectos beneficiosos duren
■ La tortuosidad d e los vasos se m aneja m ejor empleando
poco.
guías más rígidas.
■ Con un seguim iento de entre 7 y 48 meses, la tasa de m or­
■ Añadir una lenta contra-tensión sobre la guía durante la
talidad relacionada con el aneurisma es del 3 % y la tasa de
inserción de la endoprótesis cubierta ayuda a reducir la posi­
m ortalidad global es del 15,1%.
bilidad de plegado de la guía.
■ Las tasas sin m uerte relacionada con aneurisma a los 5 años
■ Las opciones para superar la tortuosidad abarcan el uso de
fueron del 97, 95 y 87,9% para los grupos pequeño, mediano
introductor; la disección digital; el enderezam iento de la
y grande, respectivamente.
arteria; la endoarterectom ía ilíaca cerrada; el acceso braquio-
fem oral y el conducto ilíaco.
C o n d u c to s ilíacos
■ La exposición retroperitoneal de los vasos ilíacos podría C O M P L IC A C IO N E S
realizarse con anestesia regional si fuera necesario.
■ Se exponen los vasos ilíacos com ún y externo. ■ Las incidencias de fugas de tipo 1, 2 y 3 en la angiografía
■ Se suturan entre 8 y 10 m m de endoprótesis cubierta sobre final son del 4, 10 y 2 % , respectivamente.
la arteria ilíaca por encim a de la zona d e estenosis crítica o ■ M igración de la endoprótesis: m igraciones > 10m m desde su
tortuosidad. posición inicial ocurren rara v e z durante el prim er año tras la
■ El conducto se dirige habitualmente hacia la ingle y se saca colocación.
bajo el ligam ento inguinal. ■ Ruptura: incidencia extremadamente baja (< 0 ,5 % / a ñ o).
E ndoprótesis para a n eurism a de aorta abdom inal

■ Trombosis de una rama: posible tras la inserción de la endo­ ■ El protocolo habitual de im agen tras REV consiste en TC pre­
prótesis com o consecuencia de una retracción del saco y de via al alta o a las 6 semanas y TC o ecografías posteriores a los
los cam bios m orfológicos que acontecen. 3, 6 y 12 meses, pasando luego a ser anuales.
■ Com plicaciones del acceso vascular: fracaso al acceder, lesio­ ■ Un protocolo alternativo de im agen consiste en TC y radiogra­
nes del vaso (disecciones, ruptura, avulsión de arterias ¡Ha­ fía simple de abdom en antes del alta; ecografías regulares a
cas) y problem as hem odinám icos ( 6 % ). los 3, 6 y 12 meses y radiografía sim ple de abdom en anual.
■ Com plicaciones inmediatas relacionadas con la endoprótesis ■ Si la ecografía o la radiografía sim ple indican un problem a,
com o trom bosis y m igración de la endoprótesis: 2,6 %. se realiza una TC con la consiguiente intervención para resol­
■ D eterioro de la función renal por oclusión de la arteria renal verlo.
por la endoprótesis, un trom bo o em bolia de las ramas dista­
les de la arteria renal: 2 % . Lecturas recomendadas
Beebe H: Selection criteria fo r endovascular treatment o f abdom inal
aortic aneurysm. In Ernst C, Stanley J, editors: Current Therapy in
Vascular Surgery, St Louis, 2001, M osby, pp 280-285.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA D rury D, M ichaels JA, Jones L, Ayiku L: Systematic review o f recent
Y S E G U IM IE N T O eviden ce fo r the safety and efficacy o f elective endovascular repair
in the m anagem ent o f infrarenal abdom inal aortic aneurysm. B r J
■ La m ayoría de los pacientes son dados de alta entre las pri­ Surg 9 2 (8 ):937-946, 2005.
meras 48 h y unos pocos días después d e la intervención. K aviani A , G reenberg RK: T h e Zenith A A A endovascular graft. Expert
■ Prim ero, se realiza una evaluación clínica rutinaria en los Rev M e d Devices 1:175-180, 2004.
prim eros 30 días; después, entre los 6 y 12 meses, y, luego, Rockman C: Reducing com plications b y better case selection:
anualmente. anatomic considerations. Sem in Vase Surg 17(4):298-306, 2004.
■ Los pacientes con más riesgo de com plicaciones deberían Zarins CK, H eikkinen M A , Lee ES, et al: Short- and long-term
ser controlados a intervalos más breves, según el criterio del outcom e follo w in g endovascular aneurysm repair. H o w does it
com pa re to o p e n surgery. J C ardiova sc Su rg (T o r in o ) 4 5 (4 ):
médico.
321-333, 2004.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento endovascular de la disección
de la aorta y sus ramas: implante de
endoprótesis en la aorta y en las ramas
vasculares

D E F IN IC IÓ N : El implante de endoprótesis dentro de ramificaciones vasculares isquémicas se puede


usar solo o junto con implante de endoprótesis cubierta o fenestración percutánea con balón para
restaurar la perfusión de los lechos vasculares isquémicos.

■ Cuando se afectan múltiples ramas abdom inales, prim ero


IN D IC A C IO N E S se trata la obstrucción de las arterias celíaca o m esentérica
■ Restaurar la perm eabilidad de la lu z verdadera gravem ente superior, seguidas de, por lo m enos, una renal.
colapsada y ayudar a que el flujo sanguíneo alcance las
ramas distales irrigadas únicamente por la luz verdadera.
■ Restaurar la perfusión de las ramas vasculares aórticas im pli­
cadas en la extensión del colgajo que estrecha u ocluye la luz T É C N IC A
verdadera.
■ Antes de tratar las ramas vasculares, trate prim ero el com po­
■ Restaurar el flujo desde la luz falsa aórtica a la auténtica luz
nente isquém ico.
de las ramas vasculares con situaciones anatómicas infre­
■ Las endoprótesis expansibles con balón se colocan dentro de
cuentes.
las arterias renales, mesentéricas y braquiocefálicas isqué­
micas, mientras que para la aorta y las arterias ilíacas se
prefieren las endoprótesis autoexpansibles.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La lu z verdadera proxim al se debe examinar angiográfica y
hem odinám icam ente tras la intervención.
■ N o hay contraindicaciones específicas para el im plante de ■ Cuando no es practicable el tratamiento del com ponente
endoprótesis en ramas vasculares. isquém ico aórtico que afecta a la luz verdadera de una rama,
■ Son contraindicaciones la ruptura vascular evidente o la se puede em plear preferentem ente la lu z falsa aórtica com o
trombosis com pleta de una rama y todos sus vasos distales fuente de afluencia para las ramas m al perfundidas m ediante
dentro de su lecho vascular. la colocación d e una endoprótesis que conecte la luz falsa
aórtica con la del vaso afectado.

IN S T R U M E N T A L
■ Sala de angiografía C O N T R O V E R S IA S
■ Con instrumental convencional de angiografía
■ La posible desventaja puede estar en relación con la posible
■ Guía rígida y dirigible
inestabilidad y el com prom iso que conlleva para una cirugía
■ Endoprótesis expansible con balón y autoexpansible
futura un im plante de endoprótesis aórtica convencional.
■ Endoprótesis de las dimensiones apropiadas según la
■ Su uso pued e resultar ventajoso en situaciones en las que la
localización anatómica: aorta, visceral y ramas renales o
luz falsa tenga una gran cantidad de trombo, en las que la luz
ilíacas
aórtica falsa no pueda ser abordada o en las que exista un
gran colapso de la luz verdadera.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Se encuentran afectadas la aorta y sus ramas.
RESULTADO S
■ El im plante d e endoprótesis se hace dentro de ramas isqué­
micas solas o junto con un im plante de endoprótesis cubierta ■ Se desconocen los resultados de perm eabilidad a largo
o fenestración percutánea con balón. plazo.

P U N T O S CLAVE
i La disección aórtica es la patología más catastrófica que afecta a la aorta; es d os veces más frecuente que
la ruptura aórtica.
i Las estrategias de tratam iento para la disección aórtica han sido interés de una destacada innovación
tecnológica desde 1992.
i La prótesis ideal para el tratam iento de la disección aórtica aún no está disponible.
i Es poco razonable la idea de que con solo un d ispo sitivo se puedan solven tar to d a s las m anifestaciones
de la enfermedad.

182 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratamiento endovascular de la disección de la aorta y sus ramas

Figura 2. Im p la n te d e e n d o p ró tes is e n u n a ra m a v a s c u la r p a ra
tr a ta r u n a o b s tru c c ió n está tic a . A n gio grafía selectiva de la
arteria renal derecha en una m u jer de 75 años con d isección aguda
d e tipo B que p on e de m anifiesto una afectación de dicha arteria.
Figu ra 1. Im p la n te d e e n d o p ró tes is e n u n a ra m a v a s c u la r pa ra
tr a ta r u n a o b s tr u c c ió n e s tá tic a . A o rto grafía en una m u jer de
75 años con d isección aguda de tipo B que p on e de m anifiesto una
afectación de la arteria renal derecha.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. Im p la n te d e e n d o p ró tes is e n u n a ra m a v a s c u la r pa ra Figura 4. Im p la n te d e e n d o p ró tes is e n u n a ra m a v a s c u la r p a ra


tr a ta r u n a o b s tru c ció n está tic a . Aortografía qu e demuestra buen tr a ta r u n a o b s tru c c ió n está tic a . Aortografía qu e demuestra buen
flu jo al riñ ón derecho sin estrecham iento residual tras el im plante flu jo al riñ ón derecho sin estrecham iento residual tras el im plante
de una endoprótesis con ven cional sobre la lon gitu d d e una d e una endoprótesis con ven cional sobre la longitu d d e una
obstrucción estática. obstrucción estática.
184 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

C O M P L IC A C IO N E S Chavan A , L o tz J, Oelert F, Galanski M , Haverich A , Karck M:


Endoluminal treatment o f aortic dissection. European Radiology
■ N o se han descrito com plicaciones específicas por im plante 1 3(2): 2521-2534, 2003.
de endoprótesis en ramas vasculares. Cigarroa JE, Isselbacher EM, DeSanctis RW, Eagle KA: Diagnostic
im aging in the evaluation o f suspected aortic dissection - old
■ Puede darse una sobreexpansión de las endoprótesis den­
standards and n ew directions. N En gl J M ed 328:35-43, 1993.
tro d e una arteria debilitada, lo que puede afectar al trombo
Crawford ES: T h e diagnosis and m anagem ent o f aortic dissection.
de la lu z falsa, que, a su v ez, puede provocar em bolia si se
J A M A 264(19): 2537-2541, 1990 N o v 21.
dilata enérgicamente. Henning RJ, Eikman E, Siddique Patel M: Acute and chronic aortic
dissection. H eart D is 4(4 ): 231-241, 2002 Jul-Aug.
Iyer VS, M ackenzie KS, Tse LW, Abraham CZ, Corriveau M M , Obrand
DI, Steinm etz OK: Early outcom es after elective and emergent
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA endovascular repair o f the thoracic aorta. J Vase Surg 4 3(4):
Y S E G U IM IE N T O 677-683, 2006 Apr.
Khan IA , N a ir CK: Clinical, diagnostic, and m anagem ent perspectives
■ Se realiza un protocolo de seguim iento radiológico de la o f aortic dissection. Chest 122(1): 311-328, 2002 Jul.
disección aórtica a los 3, 6 y 12 meses. Leurs U , Bell R, D egrieck Y, Thom as S, H obo R, Lundbom J:
Endovascular treatment o f thoracic aortic diseases: com bined
■ El seguim iento subsiguiente es anual, salvo que el paciente
experience from the EUROSTAR and United K ingdom Thoracic
sufra una com plicación.
Endograft registries. J Vase Surg 4 0(4 ): 670-679, 2004 Oct.
Szeto W Y , Gleason TG: Operative m anagement o f ascending aortic
dissections. Sem in Thorac Cardiovasc Surg 17(3): 247-255, 2005
Lecturas recomendadas Fall.
A hm ad F, Cheshire N , H am ady M: Acute aortic syndrome: pathology W estaby S, Bertoni GB: Fifty years o f thoracic aortic surgery:
and therapeutic strategies. Postgrad M ed J 82(967): 305-312, 2006 lessons learned and future directions. A n n Thorac Surgery 8 3(2):
May. S832-S834, 2007 Feb.
Tratamiento endovascular de la disección
de la aorta y de sus ramas: fenestración
percutánea con balón

D E F IN IC IÓ N : Método para descomprimir la luz falsa dominante responsable de isquemia de las


ramas vasculares mediante la práctica de orificios de la porción distal del colgajo de disección.

IN D IC A C IO N E S ■ A guja transeptal, aguja de un equipo TIPS (derivación porto-


sistémica intrahepática transyugular), etc.
■ Tratar el com prom iso crítico de las ramas arteriales. ■ Para la punción a través del colgajo
■ Descom prim ir la luz falsa dom inante responsable de la ■ Catéter de entrada subíntima (Outback de Cordis o Pioneer
isquem ia de las ramas vasculares m ediante la práctica de de M edtronic)
orificios de la porción distal del colgajo de disección. ■ Para intervenciones periféricas
■ Increm entar la perfusión en los territorios vasculares isqué­ ■ Para la punción desde una lu z m ínim a hacia una lu z falsa
micos en disecciones aórticas agudas del tipo B o del tipo A mayor
tratadas con cirugía. ■ Guía convencional
■ Opción viable en pacientes que no son candidatos para la ■ D e 0,014” y d e 0,035”
colocación de una endoprótesis cubierta (cuando el desgarro ■ Catéter con balón
prim ario está m uy próxim o al origen de la arteria subclavia, ■ Debe encontrarse disponible en distintos diámetros.
la lu z aórtica es m uy grande o existe un sellado incorrecto
[endofuga] dejando a la falsa lu z bajo presión o cuando la
endoprótesis cubierta apropiada no se encuentra disponible
ante una urgencia). A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Definición inicial de los extremos craneal y caudal del colgajo
de disección
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Prueba de la causa y grado de obstrucción de las ramas vas­
culares
■ N o hay contraindicaciones rigurosas. ■ Identificación de los orígenes de las ramas desde las luces
■ N o es deseable que el flujo aumente a través de la falsa luz verdadera y falsa
por una intervención.

T E C N IC A
IN S T R U M E N T A L
■ Puede ser im prescindible la anestesia general (p or la hiper­
■ Cánula curva (com o las de los equipos de Rosch-Uchida, tensión incontrolada, las molestias del paciente o la escasa
Ring, Hawkins y Haskal) cooperación del pacien te).
■ Se em plea para dirigir coaxialm ente la aguja orientada ■ L a fenestración con balón se debería probar prim ero con
hacia la localización deseada para la punción del colgajo. el cateterism o de una fenestración nativa del colgajo de la
■ Ecografía intravascular íntima a la altura de una rama com prometida.
■ Perm ite una guía precisa para apuntar con la aguja. ■ La ecografía intravascular o una aguja directional son útiles
■ Catéter de ecografía intravascular para guiar el cateterism o hasta una rama com prometida.
■ T iene una frecuencia y parámetros de profundidad del ■ Una aortografía servirá para determ inar el punto por el que
campo adecuados para la visualization a través de la aorta. atravesar el colgajo.

P U N T O S CLAVE
> La disección aórtica es la patología más catastrófica que afecta a la aorta; es d os veces más frecuente que
la ruptura aórtica.
> Las estrategias de tratam iento para la disección aórtica han sido interés de una destacada innovación
tecnológica desde 1992.
> Investigaciones recientes han explorado la colocación de endoprótesis cubiertas com o alternativa a la
reparación quirúrgica.
i Se han descrito com plicaciones anecdóticas en la experiencia inmediata con colocación de endoprótesis
cubiertas en disecciones agudas.
> La prótesis ideal para el tratam iento de la disección aórtica aún no está d isponible; es poco razonable la
idea de que con solo un dispositivo se puedan solventar todas las manifestaciones de la enfermedad.
> La fenestración percutánea con balón es una intervención de larga ejecución, arriesgada y potencialm ente
complicada.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 185


186 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

Figura 1. F en es tra ció n p erc u tá n e a c o n b a ló n d e u n c o lg a jo d e


d ise cc ió n . Im agen d e un estudio de TC torácica de un hom bre de Figura 2. F en es tra ció n p erc u tá n e a c o n b a ló n d e u n c o lg a jo
72 años con disección aguda d e tipo B y obstrucción dinám ica de de d ise cc ió n . P royección lateral con cánula curva m etálica en la
las ramas vasculares con colapso d e la lu z verdadera. lu z verdadera y catéter de ecografía intravascular en la lu z falsa
posterior.

Figura 4. F en es tra ció n p erc u tá n e a c o n b a ló n d e u n c o lg a jo de


d ise cc ió n . Aortografía tras la fenestración con balón qu e muestra
Figura 3. F en es tra ció n p erc u tá n e a c o n b a ló n d e u n c o lg a jo d e
la repleción tanto d e la lu z falsa com o de la verdadera en el
d ise cc ió n . Un balón de 2 0 m m se in fla a través d el colgajo para
abdom en con flu jo a través de la fenestración.
practicar una fenestración.
T ra ta m ie nto e nd o v a s cu la r de la d ise cció n de la aorta y de sus ram as: fe n e s tra c ió n p ercutánea con balón

■ D ebe medirse la presión intravascular entre la rama vascular ■ La University o f M ichigan obtuvo el 92% de éxito en 24 ca­
afectada y la falsa. sos de disección aórtica com plicada tratados m ediante la fe­
■ Si no hay obstrucción ni gradiente de presión, la fenestración nestración percutánea con balón, im plante de endoprótesis
aórtica no será d e utilidad. cubierta o ambos.
■ La aguja introductora se sitúa sobre una guía rígida a través ■ Se describió que una mitad poseía una tasa de mortalidad
de un introductor guía colocado en la luz verdadera. a 30 días del 25% y que se encontraba en relación con la
■ Se avanza la aguja por encim a de la altura que va a puncio- acusada o irreversible isquem ia ya existente en los órganos
nar; posteriormente, se retira hasta la posición deseada. abdominales.
■ El catéter de ecografía intravascular se debería avanzar pre­ ■ Se observaron tasas de m ortalidad más bajas cuando se aso­
ferentem ente hacia la lu z aórtica falsa m ayor desde el acceso ciaban una revascularización aguda percutánea seguida de
arterial fem oral contralateral. una intervención quirúrgica diferida en pacientes selecciona­
■ Otras ayudas que se han descrito para guiar la fenestración dos con disección de tipo A.
son los lazos, las cestas para cálculos, los balones inflados y ■ La Stamford University consiguió el 93% de éxito técnico
el guiado por radioscopia. con fenestración percutánea con balón com binada con el
■ La fenestración está indicada a llí donde la luz verdadera está im plante de endoprótesis en 10 casos de disección del tipo A
notablem ente estrechada o existe com prom iso de una rama y en 30 del tipo B.
vascular. ■ Vedantham et al. consiguieron un 91 % de éxito técnico en las
■ Para un guiado radioscópico bajo o mediante ecografía intra­ disecciones agudas d e tipo B con los m étodos de experiencia
vascular, se pasa la aguja directional desde la luz aórtica menor inicial d e revascularización percutánea; no se com unicó nin­
(normalmente, la verdadera) a través del colgajo de la íntima. guna m uerte a los 30 días. El com ponente aórtico puro que
■ Se guía la punción de la aguja del tabique de disección con provocaba isquem ia en un territorio vascular fue evidente en
una cánula directional m etálica de las presentes habitual­ el 83 % de los pacientes tratados.
m ente en los equipos para biopsia transyugular o TIPS.
■ Se guía m ediante la cánula directional metálica una aguja
larga de Chiba de 22 G.
■ Una v e z que se ha avanzado la guía a través del colgajo, se C O M P L IC A C IO N E S
intercambia la aguja p or un catéter.
■ Incluso una conveniente m anipulación puede conllevar a una
■ La aortografía se utiliza para evaluar el acceso transeptal.
extensión catastrófica del colgajo y hasta la rotura debido a
■ El trayecto se dilata hasta un diám etro de 15 a 20 mm
la afectación de la pared aórtica.
mediante un balón de angioplastia.
■ La verdadera tasa de com plicaciones es difícil de conocer
■ La fenestración se oblicua según el eje del colgajo de la íntima.
debido a la escasez de datos a largo plazo.
■ H ay que asegurarse de que la fenestración se encuentra en el
origen o m uy cerca de una rama com prom etida o distalmente
para evitar un colapso m ayor de la luz verdadera.
■ A través de la angiografía se evalúa el flujo; si es escaso, se A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
realiza una segunda o tercera fenestración.
Y S E G U IM IE N T O
■ En las disecciones aórticas crónicas con isquemia asimétrica de
las extremidades inferiores se coloca una endoprótesis ilíaca a ■ La viabilidad intestinal debe ser constantemente exam inada
través de los puntos de fenestración en la bifurcación aórtica. en los pacientes.
■ La endoprótesis no debería atravesar el colgajo en otra loca­ ■ En caso de dolor abdom inal persistente o de acidosis meta-
lización aórtica debido a los posibles problem as de inestabi­ bólica se necesitará una laparotomía.
lidad d e las endoprótesis y su migración. ■ La isquem ia p eriférica prolongada puede precisar de una fas-
■ Algunos cirujanos recom iendan practicar esta técnica solo en ciotom ía inm ediata para tratar el síndrom e compartimental.
la bifurcación aórtica para tratar la isquem ia de la extremidad
inferior; creen que las fenestraciones más proxim ales fraca­
Lecturas recomendadas
san en su intento por favorecer una adecuada redirección del
Ahm ad F, Cheshire N , H am ady M: Acute aortic syndrome: pathology
flujo sanguíneo.
and therapeutic strategies. Postgrad M ed J 82(967): 305-312, 2006
May.
Chavan A , L o tz J, Oelert F, Galanski M , Haverich A , Karck M:
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

E ndoluminal treatment o f aortic dissection. European Radiology


C O N T R O V E R S IA S 13(2):2521-2534, 2003.
Crawford ES: T h e diagnosis and m anagement o f aortic dissection.
■ La intervención es de larga ejecución, arriesgada y potencial­
J A M A 2 6 4 (19 ):2537-2541, 1990 N o v 21.
m ente com plicada. Iyer VS, M ackenzie KS, Tse LW, Abraham CZ, Corriveau M M , Obrand
■ A diferencia del im plante de endoprótesis cubierta, pocos D I, Steinm etz OK: Early Outcomes after elective and emergent
m édicos consiguen una experiencia apenas superior a unos endovascular repair o f the thoracic aorta. J Vase S urg 43 (4 ):
pocos casos. 677-683, 2006 Apr.
■ Es obligatorio poseer experiencia en el m anejo d e todos los Leurs LJ, Bell R, Degrieck Y, Thom as S, H obo R, Lundbom J:
dispositivos posibles (ecografía intravascular, balones de Endovascular treatment o f thoracic aortic diseases: com bined
angioplastia y agujas transeptales). experience from the EUROSTAR and United K ingdom Thoracic
E ndograft Registries. J Vase Surg 40(4):670-679, 2004 Oct.
Szeto W Y, Gleason TG: Operative Management o f Ascending Aortic
Dissections. Sem in Thorac Cardiovasc Surg 17(3):247-255,2005 Fall.

RESULTADO S
■ La intervención habitualmente no es exitosa por com pleto
en la elim inación del gradiente de presión hem odinám ico a
través del colgajo de la íntima.
Tratamiento endovascular de la disección
de la aorta y de sus ramas: endoprótesis
cubiertas

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento con endoprótesis cubiertas está indicado para pacientes con disección
aórtica tipo B aguda o crónica; su fundamento consiste en cubrir el desgarro de entrada primario por
completo y eliminar el principal aflujo a la luz falsa, favoreciendo así su trombosis.

IN D IC A C IO N E S ■ M edtronic Valiant (M edtronic)


■ En la actualidad, realizando ensayos en EE. UU.
■ D isecciones aórticas tipo B agudas o crónicas complicadas
con ruptura aórtica u otros síntomas de am enaza de ruptura
■ Am enaza de ruptura asociada a: hipertensión refractaria,
progresión de la enferm edad, form ación de un aneurisma, A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
síntomas de isquem ia en órganos distales y dolor torácico o
■ Los estudios de im ágenes axiales han suplantado a la aorto-
de espalda
grafía en la evaluación habitual de los pacientes con disec­
■ Pacientes seleccionados con disección aórtica tipo A con
ción aórtica.
demostración de desgarro prim ario en la aorta torácica des­
■ La finalidad es determ inar las dimensiones de las luces falsa
cendente; posible b eneficio d e la intervención m ediante el
y verdadera; encontrar los sitios de entrada y reentrada;
reem plazam iento quirúrgico d e la aorta ascendente y la repa­
determ inar qué ramas están en continuidad con la luz falsa y
ración endoluminal con endoprótesis cubierta simultánea­
cuáles por la lu z verdadera, y evaluar el diám etro y extensión
m ente desde el punto de entrada en la aorta descendente
de la disección dentro de las arterias ilíaca y femoral.
■ Se realiza una aortografía torácica para determ inar zonas de
despliegue proxim ales y distales.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se accede a la aorta torácica descendente usando un introduc­
tor de 30 cm de largo, habitualmente desde un acceso femoral.
■ Contraindicación absoluta: alergia conocida a los materiales ■ Cuando los vasos de conducción sean inaccesibles, se fija a
de las endoprótesis la arteria ilíaca o la aorta infrarrenal la rama lateral de una
■ Contraindicaciones relativas: desgarro de entrada a m enos de endoprótesis cubierta creada mediante cirugía de manera que
2 cm desde el origen de la arteria subclavia izquierda, arterias se alcance el punto elegido puenteando el aneurisma por
fem orales o ilíacas inaccesibles y extremadamente tortuosas completo.
o estenóticas ■ Se realiza una angiografía para determ inar el em plazam iento
exacto del sistema de liberación por catéter.
■ Se hepariniza al paciente con entre 80 y 100unidades/kg.
■ La presión arterial sistólica se reduce aproxim adam ente a
IN S T R U M E N T A L 70 m m H g m ediante fármacos.
■ Endoprótesis Gore TAG (W. L. Gore and Associates)
■ Endoprótesis autoexpansible con N itinol recubierto con
politetrafluoroetileno expandido (P TFEe) T É C N IC A
■ Contorno festoneado de los extremos de esta endoprótesis
cubierta adaptado a las tortuosidades y angulaciones aórticas ■ La dim ensión correcta del dispositivo se elige o se ajusta al
■ 26 a 40 m m de diámetro; 10 a 20 m m de largo diám etro de la aorta inm ediatam ente proxim al al desgarro
■ C ook Zenith TX2 (C ook) de entrada; se añade un 2 0 % más para asegurar un firm e
■ En la actualidad, realizando ensayos en EE. UU. anclaje y un sellado circunferencial ceñido.

P U N T O S CLAVE
i La disección aórtica es la patología más catastrófica que afecta a la aorta; es d os veces más frecuente que
la ruptura aórtica.
i Las estrategias de tratam iento para la disección aórtica han sido interés de una destacada innovación
tecnológica desde 1992.
i Investigaciones recientes han explorado la colocación de endoprótesis cubiertas com o alternativa a la
reparación quirúrgica.
i Se han descrito com plicaciones anecdóticas en la experiencia inmediata con colocación de endoprótesis
cubiertas en disecciones agudas.
i La prótesis ideal para el tratam iento de la disección aórtica aún no está disponible.
i Es poco razonable la idea de que con solo un dispositivo se puedan solventar tod a s las manifestaciones de
la enfermedad.
i El im plante de endoprótesis cubierta es útil en disecciones aórticas tip o B com plicadas con ruptura aórtica
o síntomas de amenaza de ruptura.

188 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ra tam iento endova scu la r de la d ise cció n de la a o rta y de sus ram as: endop ró te sis c u b ie rta s 189

Figura 2. Disección a órtica a g u da tipo B y ruptura e n u n hom bre


de 56 añ os. Aortografía tras el im plan te de endoprótesis cubierta sin
Figura 1. Disección aórtica a g u d a tipo B y ru ptu ra e n u n qu e el contraste opaqu ifique la falsa lu z de la aorta torácica.
hom bre de 56 años. La loca liza ción d el desgarro d e entrada se
iden tifica en una aortografía oblicua an terior izquierda.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

F igura 3. Disección aórtica ag u d a tipo B y ruptura en un hom bre


de 56 años. TC tras e l im plante d e endoprótesis cubierta que
con firm a la trom bosis de la falsa luz.

■ El diám etro prom edio de la lu z verdadera se calcula a partir ■ L os d ispositivos se im plantan con lon gitudes m ayores
de las dim ensiones m áxim a y m ínim a de la luz verdadera en que el desgarro d e entrada, norm alm ente, de entre 12 y
los casos de extensión proxim al retrógrada o disección desde 15 cm.
el sitio de entrada (com o alternativa, seleccione un diámetro ■ Se tiende a evitar una longitud total del dispositivo que se
arbitrario que corresponda con un valor superior al de la luz extienda más allá del tercio distal d e la aorta torácica debido
verdadera, pero m enor que el diám etro aórtico to tal). a que aumenta el riesgo de isquem ia medular.
190 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

■ Tras verificar la perm eabilidad de la arteria vertebral, se perspectiva de gran valor que guiará los tratamientos del
puede colocar un dispositivo cuyo segm ento proxim al sea siglo xxi y que, en últim o lugar, m ejorará los beneficios de
una endoprótesis convencional a través de la arteria sub­ los pacientes.
clavia izquierda en aquellos casos en los que el punto de
entrada inicial de la disección aórtica se sitúe en el istm o y su
desgarro entre 10 m m en la arteria subclavia izquierda, para
m axim izar la longitud previa al desgarro de la endoprótesis RESULTADO S
cubierta en contacto con la pared aórtica.
■ El im plante de la endoprótesis cubierta sobre la rama con ■ Disección aguda de tipo B (y disección aórtica aguda de tipo A
su m argen delantero entre las arterias carótida y subclavia en la que el desgarro prim ario se identifica distal a la arteria
izquierdas puede ser necesaria en caso de extensión proxi­ subclavia izqu ierd a).
m al retrógrada de la disección desde el desgarro a la arteria ■ La obliteración del flujo de entrada a la falsa luz se consigue
subclavia. en más del 90% de los casos.
■ La aorta torácica debe ser explorada detenidam ente para ■ La trombosis com pleta del segm ento con la falsa luz de la
excluir la perfusión persistente de la falsa lu z m ediante flujo aorta torácica proxim al es aparente entre el 80 y 100% de los
retrógrado alrededor del dispositivo desde la subclavia hasta casos.
el arco. ■ La trom bosis torácica distal es m enos frecuente.
■ Se debe evitar la oclusión con endoprótesis cubierta d e las ■ En la m ayoría d e casos, ocurre una retracción progresiva de
arterias intercostales entre la octava vértebra torácica hasta la falsa lu z torácica a 1, 6 y 12 m eses de seguimiento.
la prim era lumbar para no provocar isquem ia medular. ■ Se da una m ortalidad temprana del 16% entre los pacientes
■ A l colocar dos dispositivos diferentes, se debe desplegar pri­ con disecciones agudas com plicadas de tipo B de Stamford.
m ero el m enor y, luego, injertar el m ayor en el m enor con ■ La tasa de éxito inicial es del 90 % co n trombosis com pleta o
un solapam iento coaxial, consiguiendo un sellado ajustado parcial de la falsa luz. (N o obstante, se han encontrado pro­
entre ambos. blem as p or dilatación aneurismática durante el seguimiento
■ A l colocar múltiples endoprótesis cubiertas con iguales diá­ de disecciones crónicas d e tipo B.)
m etros conocidos d e antemano, el dispositivo proxim al se ■ Una investigación controlada que com paró el tratamiento
despliega prim ero, seguido de la colocación distal sucesiva m ediante endoprótesis cubierta frente a la cirugía abierta
de las endoprótesis cubiertas restantes coaxialm ente con un de disecciones crónicas de tipo B describió la m ejoría en la
solapam iento recom endado de 5 cm. supervivencia y la disminución de las com plicaciones neuro-
■ Tras la colocación de la Gore TAG se retiran el tirador adya­ lógicas con intervenciones m ínim am ente invasivas.
cente al eje del catéter y la sutura de fijación; así se abre un
cierre desde su centro hasta ambos extremos y se despliega
la endoprótesis.
■ Se retira el catéter de liberación. C O M P L IC A C IO N E S
■ Las arrugas y pliegues de la endoprótesis cubierta se alisan
m ediante un b alón de diseño trilobulado, que com ienza pri­ ■ Las incidencias de paraplejia e ictus varían entre el 0 y 1,6%
m ero con el cuello distal y después con el proxim al y con y entre el 0 y 2,8 % , respectivamente.
cualquier zona de solapam iento de los módulos. ■ La tasa de conversión a reparaciones abiertas varía entre el 0 y
■ Se finaliza la intervención cuando se consigue la posición 4% .
deseada de la endoprótesis cubierta sin ninguna prueba de ■ La aparición de endofuga tardía varía entre el 2 y 3 % .
sellado deficiente, ni de flujo residual en el saco aneurismá- ■ La m igración o el plegado del dispositivo, si bien rara, es
tico ni en la lu z falsa. p osible (se ha observado con el m al u s o ).
■ Se deben realizar algunas maniobras correctivas si el dispo­ ■ Pueden ocurrir tanto fallos hepáticos com o esplénicos, así
sitivo está posicionando deficientem ente; no se encuentra com o infartos pancreáticos, en casos d e cobertura intencio­
en expansión com pleta, o existieran endofugas. Esto im plica nal del la arteria celíaca.
la colocación de otra endoprótesis cubierta o expansiones ■ Pueden desarrollarse lesiones en arterias de conducción.
con balón sobre el segm ento afectado donde se sospeche la ■ Se encontró una tasa de fracaso del 8,7% para la exclusión
fuga del desgarro de entrada prim ario con el uso de dispositivos
■ Si se em plea la endoprótesis M edtronic Talent, se colapsa artesanales.
sobre el segm ento distal del catéter de liberación y se retiene ■ El síndrom e postim plantación (fiebre, leucocitosis moderada,
m ediante un introductor transparente que la envuelve. dolor de espalda y concentraciones elevadas de proteína C
■ Tras el correcto posicionam iento de la endoprótesis cubierta, reactiva) se encontró hasta en el 75 % de los pacientes.
se retira lentamente el introductor que la envuelve.
■ Una v e z que el dispositivo se despliega p or com pleto, un
balón integral se expande bajo control angiográfico dentro de
los segm entos proxim al y distal, y la arteriotom ía se repara A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
quirúrgicamente.
Y S E G U IM IE N T O
■ Se realiza una TC de m onitorización tras la intervención
para confirm ar el sellado com pleto y la trom bosis de la falsa
luz.
C O N T R O V E R S IA S
■ El seguim iento radiológico a 1 año ha demostrado una cura­
■ Todas aquellas partes con intereses en las enferm edades aór­ ció n aparente en casos d e disección aguda (siem pre que
ticas necesitan urgentemente definir cuál es el óptim o papel la trombosis de la falsa lu z de la aorta torácica ocurra tras la
de las técnicas endovascuiares en la actualidad. colocación de la endoprótesis cubierta), sin demostración en
■ L a futura acum ulación de datos de ensayos prospectivos la TC de falsa luz residual o colgajo de disección en la aorta
controlados e id ealm ente aleatorizados proveerán de una torácica.
T ra tam iento endova scu la r de la d ise cció n de la aorta y de sus ram as: endop ró te sis cu b ie rta s

Lecturas recomendadas Iyer VS, M ackenzie KS, Tse LW, Abraham CZ, Corriveau M M , Obrand
D I, Steinm etz OK: Early outcomes after elective and emergent
Ahm ad F, Cheshire N , H am ady M: A cu te a ortic syndrome: pathology endovascular repair o f the thoracic aorta. J Vase Surg 43(4):
and th erapeutic strategies. Postgrad M ed J 82(967): 305-312, M ay 677-683, 2006 Apr.
2006. Khan IA , N a ir CK: Clinical, diagnostic, and m anagem ent perspectives
Chavan A , L o tz J, Oelert F, Galanski M , H averich A , Karck M: o f aortic dissection. Chest 122(1): 311-328, 2002 Jul.
Endoluminal treatment o f aortic dissection. European Radiology Leurs LJ, Bell R, D egrieck Y, Thom as S, H obo R, Lundbom J:
13(2): 2521-2534, 2003. Endovascular treatment o f thoracic aortic diseases: com bined
Cigarroa JE, Isselbacher EM, DeSanctis RW, E agle K A : D iagnostic experience from the EUROSTAR and United K ingdom Thoracic
im a gin g in the evaluation o f suspected aortic dissection - old E ndograft registries. J Vase S urg 4 0(4 ): 670-679, 2004 Oct.
standards and n ew directions. N E n g l J M ed 328:35-43, 1993. Szeto W Y, Gleason TG: Operative management o f ascending aortic
Crawford ES: T h e diagnosis and m anagement o f aortic dissection. dissections. Sem in Thorac Cardiovasc Surg 17(3): 247-255, 2005 Fall.
J A M A 264(19): 2537-2541, 1990 N o v 21. W estaby S, Bertoni GB: Fifty years o f thoracic aortic surgery:
Henning RJ, Eikman E, Siddique Patel M : Acute and chronic aortic lessons learned and future directions. A n n Thorac Surgery 83(2):
dissection. Heart D is 4 (4 ): 231-241, 2002 Jul-Aug. S832-S834, 2007 Feb.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Implante de endoprótesis cubierta fenestrada
para aneurismas de la aorta yuxtarrenal

D E F IN IC IÓ N : Las endoprótesis cubiertas configuradas a medida se diseñan para incorporar las


arterias renales y viscerales dentro de la reparación, extendiendo, por lo tanto, la zona proximal de sellado
hasta un segmento más estable de la aorta.

IN D IC A C IO N E S ■ Endoprótesis cubierta Zenith


■ Cook, Bloom ington
■ Aneurismas mayores de 5,5 cm, con crecim iento mayor de 1 cm ■ Base de la endoprótesis fenestrada
en el últim o año y con m orfología del saco sugestiva de alto ■ Compuestas de endoprótesis en Z autoexpansibles acero
riesgo de ruptura inoxidable y fibra de poliéster.
■ Tamaño del aneurisma grande relativo al vaso nativo ■ Endoprótesis m odular bifurcada, que perm ite la posibili­
■ Cuello de la aorta infrarrenal con longitud m enor de 15mm, dad d e elección de la endoprótesis cubierta para un am plio
grave angulación dentro de la zona de sellado proxim al y intervalo de la anatom ía de la arteria ilíaca.
trom bo circunferencial dentro del cuello aórtico ■ Dispositivo fenestrado
■ Enferm edad pulm onar obstructiva crónica grave ■ Inicialm ente, construido a partir de sistemas bifurcados en
■ Isquem ia coronaria no quirúrgica, valvulopatía grave y arrit­ dos piezas.
m ia cardíaca grave ■ P osteriorm ente, transform ado en un com p on en te fen es­
■ Insuficiencia renal crónica trado tubular pro xim al qu e se une más ad elante con
un com p on en te distal b ifu rcad o y una ram a ilíaca c o n ­
tralateral.
■ El com ponente proxim al tubular incorpora los orificios
C O N T R A IN D IC A C IO N E S deseados de la aorta visceral según fenestraciones hechas
■ Aneurism as sintomáticos o dolorosos con la palpación a medida.
■ Rotura de aneurisma aórtico ■ Fenestraciones pequeñas: con diámetros entre 6 y 8 mm;
■ Aneurism as m icóticos yuxtarrenales o arteritis m icrobiana empleados junto con endoprótesis expansibles con balón
junto con aneurisma yuxtarrenal para asegurar el flujo anterógrado dentro del vaso visceral
■ Ectasia aórtica en su segm ento visceral, calcificación notable correspondiente.
y trom bo importante ■ Fenestraciones grandes: con diámetros entre 8 y 10 mm;
■ Gran cantidad d e residuos dentro de la aorta visceral o peri- uno o más puntales de endoprótesis en Z que atraviesan el
rrenal (riesgo aum entado de ateroem bolia) orificio (e l em pleo de endoprótesis expansibles con balón
no es posible).
■ Fenestraciones festoneadas: con una altura de 6 a 12 mm,
anchura de hasta 10 m m y hem ióvalos situados en el mar­
IN S T R U M E N T A L gen superior del tejido.
■ Contraste
■ TC ■ Isoosm olar no iónico
■ TC helicoidal de alta resolución ■ Inyector de contraste m otorizado automático
■ R ealizado desde la aorta torácica descendente hasta el ori­ ■ Introductor
gen de las arterias femorales profundas. ■ De 20 a 24 Fr
■ Angiografía ■ Introductores cortos de 5 y 8 Fr
■ Se usa inicialm ente ante un contexto de enferm edad arte­ ■ Guía rígida
rial oclusiva visceral, p élvica o de ambas. ■ Guías Am p latz o Lunderquist

P U N T O S CLAVE
i Es necesario un cuello sano, no aneurismático, de la aorta Infrarrenal de una longitud apropiada para una
reparación endovascular duradera de un aneurisma aórtico,
i Los cuellos enferm os de la aorta infrarrenal comprom eten la capacidad de lograr un sellado o fijación
duraderos con las endoprótesis cubiertas actualm ente comercializadas,
i Los pacientes con cuellos de la aorta infrarrenal enfermos, considerados de alto riesgo quirúrgico, pueden
ser c andidatos al im plante de endoprótesis cubierta fenestrada.
i Las e ndoprótesis cubiertas fenestradas tienen en cuenta a las arterias renales en la reparación
endovascular.
i Las e ndoprótesis cubiertas fenestradas son capaces de conseguir un sellado de la aorta perirrenal con
fijación alta en el segm ento aórtico visceral,
i Las e ndoprótesis cubiertas fenestradas pueden ser im plantadas con un éxito técn ico excelente en manos
de especialistas endovasculares experim entados,
i La insuficiencia renal previa a la intervención es un marcador de elevada m ortalidad relacionada con la
intervención y el em peoram iento de la función renal tras la intervención entre los pacientes que se someten
a un im plante de e ndoprótesis cubierta.

192 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Im plante de en d o p ró te sis c ubierta fen estrada para a n e u rism a s de la aorta yuxtarrenal

Figura 1 . Im a g e n p o r r a d io s c o p ia d e l c o m p o n e n te p ro x im a l
tu b u la r fe n e stra d o a m e d io d esp lega r. Obsérvense los cuatro Figu ra 2. Im a ge n in tra o p e ra to ria d e l com p o n en te p ro x im a l
marcadores que id entifican las fenestraciones renales a am bos tu b u lar fe n estrad o d esplegado. Obsérvese el acceso a ambas arterias
lados. TVes m arcadores longitudinales ayudan para la correcta renales a través de sendas fenestraciones, con la presencia de una
orientación rotatoria. Los marcadores proxim ales h orizontales endoprótesis expansible con balón en la arteria renal derecha.
sirven para iden tificar el m argen p roxim al del tejido. La endoprótesis renal derecha se ha ensanchado en su posición
intraaórtica para servir com o un remache contra la endoprótesis
cubierta. Se ha desplegado una endoprótesis en la arteria renal
izquierda. Un catéter guía de 8 Fr perm anece en su posición para el
ensanchamiento posterior del margen proxim al d e la endoprótesis.

■ Guía semirrígida torácica distal (1 a 2 cm por encim a del diafragm a) hasta el


■ Guía d e Rosen origen de la arteria fem oral profunda (sínfisis pubiana).
■ Catéter ■ El paciente se mantiene bajo anestesia local, regional o general.
■ Catéter C2, deslizante angulado y VS-1 ■ Se consigue un acceso arterial fem oral abierto o percutáneo.
■ Catéter lateralmente m ultiperforado para aortografía ■ Se anticoagula a los pacientes hasta m antener un tiem po de
■ Guía hidrófila coagulación activado superior a los 300 s durante la inter­
■ D e 0,035” vención.
■ Catéter guía ■ Se coloca la guía rígida en la aorta ascendente a través de la
■ An gulado y con doble curva renal arteria fem oral seleccionada para el despliegue defin itivo del
■ Endoprótesis expansibles con balón com ponente fenestrado.
■ Entre 6 y 8 mm de diámetro ■ La arteria contralateral se em plea para propósitos radioló­
■ Entre 17 y 28 m m de largo gicos, así com o para la canalización o el im plante de endo­
■ Endoprótesis autoexpansible prótesis en los vasos viscerales.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Para tortuosidad ilíaca ■ Se punciona dos veces la arteria fem oral contralateral o se
■ Generalmente, con un diám etro entre 12 y 14 mm coloca un introductor de 20 o 24 Fr.
■ Balón de angioplastia ■ La válvula del introductor se punciona seriadamente (en posi­
■ De 6 a 8m m * 2m m ciones diametralmente opuestas) con agujas de entrada de
■ De 10 mm una sola pared cuando se utiliza punción única e introductor
grande; se sigue de la colocación de un introductor de 5 Fr.
■ En el otro caso, se practica una d ob le punción de la arteria
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O fem oral contralateral con colocación de dos introductores
de 8 Fr para propósitos radiológicos o intubación del vaso
■ Evaluación detallada previa a la intervención de la m orfología
visceral.
aórtica, crucial para un tratamiento endovascular seguro y
■ El catéter de lavado lateralmente m ultiperforado se coloca a
con éxito técnico de los aneurismas de la aorta yuxtarrenal
través de la lu z central del introductor Check-Flo inm ediata­
■ Acceso arterial fem oral abierto o percutáneo
mente craneal al segm ento aórtico visceral.
■ Se realiza una angiografía de los vasos viscerales usando una
em bolada corta de contraste no ión ico (7 m l a 30ml/s) para
T É C N IC A
visualizar los vasos deseados.
■ Para un diseño de endoprótesis cubierta preciso p revio a ■ Se em plea un com ponente fenestrado proxim al orientado
la intervención se realiza una TC helicoidal desde la aorta extracorpóreamente para confirm ar el diseño preciso de la
194 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

endoprótesis cubierta y la correcta alineación d e los marca­ ■ Ningún paciente m urió dentro de los prim eros 30 días tras el
dores radiopacos. im plante d e endoprótesis cubiertas.
■ El com ponente proxim al se introduce a través de la arteria ■ Ningún paciente padeció ruptura aguda ni crónica del aneu­
fem oral seleccionada y se orienta dentro del segm ento aór­ risma tras el im plante de endoprótesis cubierta; no hubo
tico visceral, em pleando los marcadores anteroposteriores y muertes tardías asociadas con el aneurisma, y ninguna inter­
fenestrados. vención pasó a ser una cirugía abierta.
■ El despliegue parcial del com ponente se realiza con angio-
grafías periódicas para verificar su correcta posición.
■ Se realizan las mínimas manipulaciones rotacionales y longitu­
dinales de la endoprótesis cubierta para alinear correctamente C O M P L IC A C IO N E S
las fenestraciones con los orificios de los vasos viscerales.
■ La tasa de m ortalidad perioperatoria es del 0,84%.
■ El acceso a la lu z del com ponente tubular se consigue a tra­
■ Endofugas: la tasa de endofugas a los 30 días fue del 10%,
vés de la arteria fem oral contralateral con la posterior canali­
todas ellas atribuidas a flujo retrógrado (endofugas de tipo 2).
zación de la fenestración u orificio renal.
■ El trastorno en la función renal tras la intervención se atri­
■ Los catéteres guía se insertan posteriorm ente sobre la guía
buyó a estenosis y oclusiones de la arteria renal.
semirrígida dentro de cada arteria renal.
■ Una tasa de filtración glom erular previa a la intervención de
■ La guía lim itante posterior se libera con la retirada del asa de
60m l/m in/l,73 m 2 es un factor predisponente de mortalidad
una prim era guía resorte una v e z se ha obtenido el acceso
(riesgo relativo de 8,02).
dentro del vaso visceral deseado.
■ Los pacientes con insuficiencia renal pero función renal con­
■ Entonces, se libera el capuchón superior del dispositivo.
servada antes de la intervención sufrieron un descenso en su
■ Las endoprótesis expansibles con balón se emplean con una lon­
tasa de filtración glom erular durante el seguimiento.
gitud mínima de 17mm montadas sobre balones de 7 x 2mm,
se colocan a través de las fenestraciones renales y se despliegan.
■ Dos tercios de la endoprótesis están dentro de la arteria renal
y un tercio sobresale dentro de la luz aórtica. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ Las endoprótesis más largas se usan para las arterias renales
S E G U IM IE N T O
sin tortuosidades y sin ramas cercanas a su orificio.
■ La porción aórtica de la endoprótesis se ensancha con un ■ Algunos pacientes precisan de una vigilancia atenta en una
balón de 10 m m y, después, selectivam ente, con un balón UCI; otros tan solo precisan estar en observación entre 4 y 6 h
distensible de látex. en una sala de recuperación.
■ El com ponente bifurcado se posiciona dentro del fenestrado ■ Los pacientes con insuficiencia renal ya conocida son cuida­
con un m ínim o de 2 m m de solapam iento de endoprótesis. dosam ente hidratados y tratados con N-acetilcisteína durante
■ Se recomienda colocar una endoprótesis autoexpansible de 24 h tras la intervención.
transición para que quede sobre el extremo distal de la endo­ ■ Los estudios postoperatorios consisten en angiografía por TC
prótesis expansible con balón y evitar el pliegue del vaso renal. helicoidal, ecografía dúplex de los vasos viscerales, m edidas
■ Se finaliza el despliegue de la endoprótesis cubierta sola­ del índice tobillo-brazo y radiografías sim ple del abdomen.
pando los segm entos entre sus com ponentes tubular y ■ Las consultas postoperatorias se realizan antes del alta, a
bifurcado m ediante balones para reducir la incidencia de 1 mes, a los 6 meses, a 1 año y, luego, anualmente.
endofugas d e tipo 3. ■ Dichos estudios evalúan las endofugas, la perm eabilidad
■ La angiografía final se realiza tras la retirada de las guías vascular visceral, la perfusión de los órganos distales, los
rígidas. (Se verifica la perm eabilidad vascular visceral y se pliegues d e las endoprótesis cubiertas, los cam bios en el
valora la presencia de endofugas y de pliegues en las endo­ tamaño del saco aneurismático y la perfusión apropiada de
prótesis cubiertas.) la extremidad inferior.
■ Se retiran todas las guías y catéteres antes de cerrar las arte­ ■ L a intervención secundaria debe plantearse ante casos de
rias femorales de la form a habitual. endofugas de los tipos 1 y 3, flujo com prom etido de los vasos
viscerales o crecim iento del saco aneurismático.

Lecturas recomendadas
C O N T R O V E R S IA S
Beebe H: Selection criteria fo r endovascular treatment o f abdom inal
■ El em pleo de los dispositivos com ercializados está limitado aortic aneurysm. In Ernst C, Stanley J, editors: Current Therapy in
a m édicos clínicos con experiencia suficiente en intervencio­ Vascular Surgery, St. Louis, 2001, M osby, pp 280-285.
nes endovascuiares. Kaviani A , G reenberg RK: T h e Zenith A A A endovascular graft. Expert
■ El riesgo de com plicaciones renales es m ayor com parado con Rev M ed Devices 1:175-180, 2004.
Rockman C: Reducing com plications b y better case selection:
la reparación abierta de un aneurisma yuxtarrenal.
anatom ic considerations. Sem in Vase S urg 17:298-306, 2004.

RESULTADO S
■ En la Cleveland Clinic Foundation no se logró el éxito técnico
con todos los pacientes; no se perdieron vasos viscerales en
la intervención inicial.
Tratamiento de las endofugas

D E F IN IC IÓ N : Las endofugas se pueden describir como un flujo sanguíneo continuo en el interior del
saco aneurísmátíco tras la reparación endovascular del aneurisma; se clasifican según su punto de origen.

IN D IC A C IO N E S a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ Las endofugas se definen com o un flujo continuo de sangre ■ Las endofugas de tipo 1 son consecuencia del paso de flujo
dentro del saco aneurism ático tras la reparación endovascu­ sanguíneo por entre los puntos de fijación dentro del saco
lar del aneurisma. aneurismático.
■ La reparación inm ediata de la endofuga está indicada en ■ Las endofugas de tipo 1 se tratan m ediante el apuntalamiento
todos los pacientes con fugas de los tipos 1 y 3. de los puntos de fijación, lo que se consigue m ediante el
■ La reparación está indicada para los pacientes con endofugas inflado de un balón sobre las fijaciones ya existentes o aña­
de tipo 2 que posean un saco aneurism ático creciente o que diendo más com ponentes para asegurar un sellado ajustado.
persista durante más d e 6 meses. ■ Las endofugas de tipo 2 son consecuencia del flujo dentro del
■ Todas las endofugas (incluidas las de tipo 2 ) necesitan ser saco aneurismático desde las ramificaciones vasculares aórti­
reparadas de inm ediato si se im planta con carácter urgente cas y pueden ser tratados em pleando un acceso intraarterial
una endoprótesis en un paciente con ruptura de un aneu­ o translumbar.
risma. ■ Las endofugas d e tipo 3 son consecuencia del fallo de la
endoprótesis, com o agujeros, desconexiones u otros defectos
estructurales.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ N o existen contraindicaciones absolutas para la reparación
de endofugas.
T É C N IC A
■ La alergia al contraste, la insuficiencia renal y los problemas
Embolización translumbar de la endofuga
de coagulación son contraindicaciones relativas.
■ El paciente se coloca en prono sobre la m esa de radioscopia.
■ Además, algunos pacientes pueden tener dificultades para
■ Se marca el punto.
colocarse en prono (si se requiriera para el acceso a la endo-
■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
fuga). ■ La intervención se realiza con sedación consciente y aneste­
■ La consulta con un anestesista es de gran utilidad en el
sia local.
m anejo de estos pacientes durante los 30 a 60m in de la inter­
■ La localización de la aguja y su ángulo de introducción se
vención.
eligen según el estudio de la TC anterior a la intervención y
se guía m ediante radioscopia.
■ Para guiarse hasta la cavidad de la endofuga, hay que guiarse
con las marcas de la endoprótesis y las referencias óseas.
IN S T R U M E N T A L
■ Se avanza lentamente una aguja de 19 G y 20 cm con capa
■ Endoprótesis y balón de gran diámetro protectora de 5 Fr de teflón hacia el cuerpo vertebral corres­
■ Para endofugas de tipo 1 pondiente.
■ Para el ajuste de los puntos de fijación a la aorta o vasos ■ Tras el contacto de la aguja con el cuerpo vertebral, se angula
ilíacos nativos lentamente hacia la colum na anterior para introducirse en el
■ Aguja translumbar de 19 G y 20cm, con capa protectora de 5 Fr saco aneurismático.
de teflón ■ Se deben evitar los pedículos vertebrales, que desviarían el
■ Para el acceso a las endofugas de tipo 2 translumbares trayecto de la aguja.
■ Espiral de em bolización convencional de 0,035” y adhesivo ■ La entrada en el saco puede sentirse com o un chasquido; a con­
N-butil-2-cianoacrilato tinuación, la aguja se avanza hacia la cavidad de la endofuga.
■ Para el bloqu eo del flujo en la cavidad de la endofuga ■ Es m uy útil, llegado este m om ento, colocar el arco en C en
■ Angiografía posición lateral para guiar su colocación más adelante.
■ Para la localización de los puntos de fuga del injerto y la ■ Cuando la aguja se encuentra en la posición del ob jetivo, se
reparación de la endofuga retira su fiador.

P U N T O S CLAVE
> Las endofugas son frecuentes tras la reparación endovascular de aneurismas,
i Las endofugas se clasifican según su punto de origen.
> Todas las endofugas, independientem ente de su tipo, transm iten presión sistém ica dentro del saco
aneurismático.
i Los tratam ientos para las endofugas dependen del tip o y estado del saco aneurismático.
> La reparación de la endofuga tip o 2 es segura y efectiva.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 195


196 INTERVENCIONES VASCULARES | IMPLANTE DE ENDOPRÓTESIS EN ANEURISMAS

Figura 2. Endofugas. Las angiografías p o r TC dinám ica


c on contraste demuestran presencia de contraste en e l saco
Figura 1. E ndofugas. Las an giografías po r TC dinám ica
aneurism ático en cualquier punto entre la pared d el aneurism a y
con contraste demuestran presencia d e contraste en e l saco
la endoprótesis cubierta. D esde una arteria lumbar, en posición
aneurism ático en cualquier p unto entre la pared d el aneurism a
posterior.
y la endoprótesis cubierta. Puede ser an terior a la endoprótesis
cubierta desde una an giografía m esentérica inferior.

Figura 4. E m b o liza c ión d e una e n d o fu ga d e tip o 2. TC


postintervención qu e muestra la cavidad de una end ofu ga rellena
c on espirales y adhesivo.

Figura 3. E ndofu ga d e tip o 2 c om p le ja. A n gio grafía qu e muestra


una endofu ga d e tip o 2 com pleja con m últiples vasos lumbares
de n utrición y drenaje.
T ratam iento de las endofugas 197

■ Un potente flujo a través de la capa protectora indicará que


C O M P L IC A C IO N E S
la aguja se encuentra correctamente posicionada en la endo-
fuga. ■ Las tasas de com plicación de las intervenciones de reparación
■ Si no brota sangre tras la colocación de la aguja, se reajusta de endofugas son bajas y se relacionan con la hem orragia y
un p oco hasta que reposicionarla. la infección.
■ Se realiza una angiografía con inyección manual para deter­
minar el tam año y la anatom ía de la endofuga.
■ Los espirales y el adhesivo se em plean para em bolizar la
cavidad de la endofuga. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
S E G U IM IE N T O
■ Se precisa de un cuidado local de la ingle para aquellos
C O N T R O V E R S IA S pacientes con accesos percutáneos o femorales abiertos.
■ N o se requiere ningún cuidado específico para los pacientes
■ Se ha debatido sobre el tratamiento de las endofugas de tipo 2 con acceso translumbar.
que poseen aneurismas estables. ■ Todos los pacientes con endofuga deben realizarse un estu­
■ Algunos autores creen que si el saco aneurism ático no se dio con TC a los 30 días para confirm ar que su tratamiento
expande tras la reparación endovascular del aneurisma no tuvo éxito.
hay necesidad d e intervenir.
■ Si la endofuga está presente durante más de 6 meses, puede
que nunca llegue a trombosarse espontáneamente, incluso si el Lecturas recomendadas
saco no está creciendo; la reparación puede estar justificada. Baum R A, et al: Endoleaks after endovascular repair o f abdom inal
■ N o han aparecido controversias sobre las endofugas de los aortic aneurysms. J Vase Inte rv R adiol 14(9 Pt 1): 1111-1117, 2003.
tipos 1 y 3. Baum RA, et al: Translumbar em bolization o f type 2 endoleaks after
endovascular repair o f abdom inal aortic aneurysms. J Vase Interv
R adiol 1 2(1): 111-116, 2001.
Veith FJ, e t al: Nature and significance o f endoleaks and endotension:
summary o f opinions expressed at an international conference.
RESULTADO S J Vase Surg 35(5 ): 1029-1035, 2002.
■ El éxito de la reparación de las endofugas se define por la
resolución de la fuga en la radiología tras la intervención.
■ Se han descrito tasas de éxito por encim a del 90 % mediante
la reparación translumbar de endofugas.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
INTERVENCIONES PULMONARES
Embolización de las arterias bronquiales

D E F IN IC IÓ N : Embolización de la arteria bronquial para el tratamiento de la hemoptisis.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Hemoptisis masiva: 300 m i o más de sangre expectorada en ■ Arterias bronquiales: su origen habitual queda en la cara
24 h anterolateral de la aorta torácica descendente a la altura de
■ H emoptisis m oderada: tres o más episodios de 100 m i en una T5 y T 6 .
semana ■ Se pueden em plear vasos colaterales sistémicos.
■ H emoptisis leve: episodios crónicos o en aum ento paulatino ■ Se puede em plear un acceso femoral.
■ H emoptisis recidivantes o debilitantes ■ Se puede em plear un acceso axilar o braquial alto, lo que
ayuda con el cateterismo de los vasos que aparecen de la
subclavia o de sus ramas.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Una contraindicación es la hem optisis que aparece de una
T É C N IC A
fuente no bronquial (arteria colateral sistémica o arteria pul­
m onar) . ■ Prim ero se realiza una aortografía torácica para guiar el cate­
■ Preocupación por la p osible aparición d e em bolización no terism o selectivo.
deseada, sobre todo en la médula espinal, con la consiguiente ■ Se em plea la punta del catéter elegido d e 5 o 6 Fr para engan­
deficiencia neurológica permanente. char el origen vascular.
■ La introducción coaxial de un m icrocatéter perm ite una
posición estable y segura del catéter bastante más allá de
cualesquiera posibles ramas medulares.
IN S T R U M E N T A L ■ La angiografía bronquial se realiza con inyección manual del
contraste antes, durante y después de la em bolización.
■ Catéter
■ Se examina con cuidado la angiografía bronquial buscando
■ P ig ta il de 6 Fr
los hallazgos de la hemoptisis masiva y las ramas medulares
■ Con form a para tira r hacia abajo (invertida) (M ikaelson,
presentes.
tipo Shepherd’s hook, Simmons 1)
■ Tras una em bolización satisfactoria, la angiografía de con­
■ Con form a hacia adelante (Cobra, RC, H I)
clusión debería mostrar la estasis del flujo.
■ Guía
■ A n te la ausencia de aporte vascular bronquial, se deben estu­
■ M icrocatéter
diar otras posibles fuentes de aporte sistémico.
■ Ayuda a im pedir la em bolización no selectiva
■ Si dicho estudio resultara anodino, se deben estudiar las
■ Contraste no iónico
arterias pulmonares com o posible fuente de hemoptisis.
■ M inim iza el riesgo de mielitis transversa
■ Em bolizante
■ Partículas (alcohol de p olivinilo, 300 a 500 |xm)
■ Espirales (para una e m b o liza c ión que qu ed e m u y p ro xi­
RESULTADO S
m al)
■ Esponja de gelatina (agente temporal; liberado com o solu­ ■ Se consigue un buen control d e la hem optisis con tasas de
ción acuosa) n o recidiva del 73 a 98% hasta el m es tras la intervención.

P U N T O S CLAVE
i La hemoptisis, típico problema que conlleva a la embolización de la arteria bronquial, posee múltiples causas,
i En un episodio de hem optisis, la muerte sobreviene más p o r asfixia que por hemorragia: la sangre rellena
los espacios aéreos pulm onares y ahoga al paciente,
i Por lo general, la hem optisis tiene su origen en la circulación bronquial o en otras ramas colaterales
sistémicas; la arteria pulm onar es el vaso con menos frecuentem ente im plicado,
i La em bolización de e stos vasos es una posibilidad de tratam iento paliativo eficaz en pacientes q ue en su
m om ento son malos candidatos quirúrgicos,
i Com o em bolizante de elección se prefieren antes las partículas q ue los agentes líquidos o los espirales,
i Una com plicación poco frecuente, pero tem ida, es la lesión de la m édula espinal, lo q ue provoca una
deficiencia neurológica permanente.

198 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


E m bolización de las a rte ria s b ronquiales

Figu ra 1. A p o r te v a s c u la r a r te r ia l s is té m ic o q u e p ro v o c a Figura 2. A p o r te v a s c u la r a r te ria l s istém ic o q u e p ro vo c a


h em op tis is . A rteria b ronquial variante (flech a h ueca) con origen en h em op tis is . Ap orte sistém ico no b ronquial desde la arteria
la arteria m esentérica in fe rio r derecha (flech a negra). Obsérvese el toracodorsal (flech a negra). Obsérvese el acceso in guin al em pleado
acceso axilar para el cateterismo. La arteria bronquial es tortuosa con para e l cateterismo. Existe una am plia penetración hacia el
un trayecto central a lo largo d e las vías respiratorias. pulm ón atravesando la pleura, con una n otable derivación hacia la
circu lación pulm on ar (p u n ta s de flech a ).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. A p o r te s is té m ic o n o b ro n q u ia l. Una in yección frénica Figura 4. U tilid a d de la a o rto g ra fía to rá cic a . Una aortograíía
izqu ierd a muestra una n otable penetración dentro d el pu lm ón a torácica muestra una estructura vascular entre las flechas.
través de la pleura qu e rodea al ló bu lo inferior. La flecha muestra
e l en rojecim ien to d e una rama d e la arteria pulmonar, qu e indica
una derivación.
200 INTERVENCIONES VASCULARES |INTERVENCIONES PULMONARES

■ Se han descrito tasas de recidiva a largo p lazo del 10 a 52 % ■ L os p acientes deben ser in form ad os d e que p u ed e que se
con seguim ientos d e hasta 46 meses. repita la interven ción si se incorporan nu evos vasos cola­
■ En tales casos de hem optisis recidivantes, se pueden realizar terales.
de nuevo em bolizaciones de la arteria bronquial. ■ L a causa subyacente debe ser tratada, si es posible, con
■ Determinadas enferm edades com o tuberculosis crónica, m edios más permanentes.
aspergilom a, fibrosis quística y neoplasias muestran tasas de
recidiva mayores. Lecturas recomendadas
Cohen A M , Doershuk CF, Stem RC: Bronchial artery em bolization to
control hem optysis in cystic fibrosis. Radiology 175:401-405, 1990.
C O M P L IC A C IO N E S Fem ando HC, Stein M , B enfield JR, et al: R ole o f bronchial
artery em bo lizatio n in the m anagem ent o f hem optysis. A rch
■ Relacionadas con la embolización: dolor torácico, disfagia, Su/gl33:862-866, 1998.
deficiencia neurológica de la extremidad inferior, necrosis Hsiao EL, Kirsch CM , Kagawa FT, et al: Utility o f fiberoptic
bronchoscopy before bronchial artery em bolization for massive
aórtica, necrosis bronquial, fístula broncoesofágica e infección
hem optysis. AJR A m J R oentgenol 177:861-867, 2001.
pulmonar
Jean-Baptiste, E: Clinical assessment and m anagem ent o f m assive
■ Relacionadas con la angiografía general: complicaciones del
hemoptysis. C rit Care M e d 28:1642-1647, 2000.
punto de acceso (hematoma en la ingle), lesión vascular, disec­ Kato A , Kudo S, M atsum oto K , et al: Bronchial artery em bolization
ciones con la guía o con la manipulación del catéter y pro­ for hem optysis due to ben ign diseases: im m ediate and lon g term
blemas relacionados con el contraste (reacciones y nefropatía) results. Cardivasc Interven t Ra diol 23:351-357, 2000.
■ Otras: isquem ia m edular consecuencia del contraste, capaz Katoh O, Kishikawa T, Yamada, H, et al: Recurrent bleeding after arterial
de provocar una m ielitis transversa o em b olización no embolization in patients with hemoptysis. Chest 97:541-546, 1990.
deseada de la arteria m edular anterior M al H, Rullon I, M ello t F, et al: Im m ediate and lon g term results o f
bronchial artery em bolization for life threatening hemoptysis.
Chest 115:996-1001, 1999.
McGuinness G, Beacher JR, Harkin TJ, et al: Hemoptysis: prospective
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA high-resolution CT/bronchoscopic correlation. Chest 105:1155-
1162, 1994.
Y S E G U IM IE N T O Naidich DP, Harkin TJ, Airways and lung: correlation o f C T with
fiberoptic bronchoscopy. Radiology 197:1-12, 1995.
■ La asistencia inmediata tras la intervención es la misma que para
Najarían KE, M orris CS: Arterial em bolization in the chest. J Thorac
cualquier paciente al que se le ha realizado una angiografía; tam­
Im a gin g 13:93-104, 1998.
bién se comprueba el punto de acceso buscando hemorragia. Tamura S, Kodam a T, Otsuka N , et al: Em bolotherapy for persistent
■ Por lo que se refiere a la em bolización en sí misma, se debe hemoptysis: th e significance o f pleural thickening. Cardiovasc
realizar un exam en neurológico para buscar cualquier posi­ Interven t R a diol 16:85-88, 1993.
ble deficiencia en las extremidades. Tonkin ILD , Hanissian AS, Boulden TF, et al: Bronchial arteriography
■ Se precisa de un seguim iento clínico para asegurarse del cese and em bolotherapy for hem optysis in patients w ith cystic fibrosis.
de la hemoptisis. Cardiovasc Interven t R a diol 14:241-246,1991.
Tratamiento de las malformaciones
arteriovenosas pulmonares

D E F IN IC IÓ N : La angiografía pulmonar diagnóstica con múltiples proyecciones y la emboloterapia


se emplean para diagnosticar y tratar las malformaciones arteriovenosas pulmonares.

IN D IC A C IO N E S ■ Para ocluir m alform aciones arteriovenosas pulmonares


pequeñas en que los catéteres blandos son menos traumá­
■ Exploración y tratamiento de las m alform aciones arteriove­ ticos que los convencionales de 5 Fr.
nosas pulm onares. ■ Catéter de Judkins d e coronaria izquierda 9 (Cordis) y JL 3.5
■ Las m alform aciones arteriovenosas pulmonares grandes, de 5 Fr y 100 cm
que aparecen en niños m enores de 12 años, se deben tratar ■ Ú til para acceder al lóbulo m edio derecho o a la língula
debido al elevado riesgo de hem orragia pulmonar. ■ Espiral de fibra em pujable d e 0,035 o 0,038” o balones de
■ En adolescentes y adultos se deben tratar todas las m alfor­ silicona desprendibles (Target Therapeutics)
maciones arteriovenosas pulm onares cuyo diámetro arterial ■ Para finalizar la oclusión
sea m ayor de 3 mm. ■ M icrocatéter en m od o triaxial y catéter coronario de Judkins
de 5 Fr
■ Para su uso si la arteria de la m alform ación arteriovenosa
pulm onar en língula o en lóbulo m edio derecho fuera
C O N T R A IN D IC A C IO N E S pequeña
■ H iperten sión arterial pulm onar: se d ebe v igila r la presión ■ Catéter de oclusión con balón de Boston Scientific
de la arteria pulm onar antes del cierre d e una m alform a­ ■ Empleado para la oclusión tem poral de m alform aciones
ción para dism inuir el riesgo d e insuficiencia cardíaca dere­ arteriovenosas pulmonares en pacientes con hipertensión
cha. pulm onar (inferior a la mitad de la presión sistém ica).
■ Se debe considerar el cierre del saco que conecta la arteria y ■ Catéter de oclusión con doble luz (Boston Scientific)
la vena en los pacientes con arterias de alto flujo y longitud ■ Para ocluir m alform aciones arteriovenosas pulmonares de
m enor de 2,5 cm. alto flujo y gran lu z (> 1 0 mm de diám etro)
■ La alergia al contraste contraindica la intervención. ■ Catéter de oclusión con balón (Boston Scientific); m icrocaté­
ter doble m arcador R enegade 0,021 (Boston Scientific); espi­
ral de la vena de Galeno (Boston Scientific), y microespiral
com plejo helicoidal de fibra
IN S T R U M E N T A L ■ Para pacientes con arterias cortas (< 2 ,5 cm de largo) de
alto flujo
■ Introductor d e 7 Fr ■ Para la em bolización con el m icrocatéter doble marcador
■ Colocado en cualquier vena fem oral y conectado a suero Renegade 0,021 y el despliegue de espirales d e la vena de
fisiológico heparinizado. Galeno y microespirales com plejos helicoidales de fibra
■ Catéter p ig ta il de 5 Fr ■ Espiral de gran tamaño de acero inoxidable o de tipo MREYE
■ Para la angiografía diagnóstica pulm onar (C ook)
■ Catéter guía Lum ax (C ook ) coaxial de 5 o 7 Fr ■ Se pueden colocar a través de un catéter de oclusión con
■ Reem plazado p or un catéter p ig ta il m ediante una guía de b alón para formar un andam iaje proxim al al saco.
intercam bio reforzada.
■ Multiusos, de 100 cm y 5 Fr, con un agujero en su extremo;
em pleado para la m ayoría de las oclusiones.
■ Catéter guía de 80 cm y 5 Fr colocado inm ediatam ente p ro­ a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
xim al al catéter de 5 Fr
■ Proporciona estabilidad para el despliegue de espirales ■ La conexión del saco aneurismático a sus venas de drenaje
fuertem ente com prim idos m ediante la técnica de anclaje o se puede realizar de manera sencilla o com pleja según el
la de andamiaje. número d e arterias d e nutrición.
■ Catéter blando hidrófilo (catéter deslizante de Terum o), con ■ El objetivo de la terapia es ocluir la arteria de nutrición tan
100 cm de largo cerca del saco com o se pueda.

P U N T O S CLAVE
> Las m alform aciones arteriovenosas pulm onares son un m arcador de un trastorno genético relativamente
frecuente: la telangiectasia hem orrágica hereditaria.
> El tratam iento de las m alform aciones arteriovenosas pulm onares se realiza con técnicas de em boloterapia
mediante catéteres guía y espirales de fibra empujables.
i El seguim iento es im portante para detectar recidivas y para vigilar el crecim iento de pequeñas
m alform aciones arteriovenosas pulm onares hasta el tam año en que se precisa su tratam iento.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 2 01


202 INTERVENCIONES VASCULARES |INTERVENCIONES PULMONARES

■ La m orfología de la arteria según entra en el saco es determ i­ ■ Se finaliza la oclusión transversal d e la m alformaciones
nante para la elección del m étodo de oclusión ( a nclar o no arteriovenosas pulmonares anidando los espirales blandos
ancla r). de platino dentro del andam iaje m ediante el sistema Lum az
■ Resulta im prescindible realizar una angiografía diagnóstica convencional de 5 o 7 Fr.
pulm onar antes de la emboloterapia. ■ D ebido a la posible aparición de una pleuritis autolimitada,
es p referible la oclusión de cada pulm ón en intervenciones
diferidas.
■ El paciente regresa a las 6 semanas para tratar el otro lado;
T É C N IC A así es viab le la detección de la reperm eabilización en el pri­
m er lado ocluido.
■ Se consigue una anamnesis correcta del paciente y se eva­
lúan sus estudios radiológicos anteriores.
■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ Se realiza una angiografía pulm onar diagnóstica.
■ Se m iden las presiones arteriales pulm onares, si estuviera
C O N T R O V E R S IA S
indicado. ■ Se ha debatido el umbral a partir del cual las m alformaciones
■ Se administran 50 o 100UI/kg de heparina a los pacientes arteriovenosas pulmonares deben ser tratadas.
con m alform ación arteriovenosa pulm onar única o múltiple, ■ En algunos países, una arteria de 3 m m de diám etro es el
respectivamente. u m bra l de tamaño que justifica la oclusión.
■ Se cateteriza selectivam ente la arteria nutricia. ■ Dispositivo de oclusión: se han descrito resultados similares
■ Se realizan una pequeña serie de inyecciones a m ano con entre los espirales de fibra empujables y los balones de sili-
contraste en la arteria nutricia en múltiples proyecciones. cona desmontables. (El em pleo del tapón Am p latzer Nitinol
■ Se elige la proyección que perm ita una m ejor visión de la todavía se encuentra en evaluación.)
m orfología de la arteria nutricia según entra en el saco aneu­
rismático.
■ La im agen se conserva en la pantalla adyacente a la pantalla
en tiem po real para guiar el despliegue del espiral. RESULTADO S
■ Para acceder a la língula o al lóbulo m edio derecho, resultan
útiles un catéter de coronaria izqu ierda de Judkins de 5 Fr y ■ En diversas series unicéntricas con resultados prospectivos
100cm (Cordis) y el catéter JL 3.5. se ha observado con detenim iento un total de 155 pacientes
■ Una v e z se entra en el lóbulo m edio derecho o en la língula, durante un prom edio de 6,5 años.
se avanza el Lum ax de 7 Fr sobre el JL 3.5 hacia una posición ■ Se com unicaron reducciones en el diám etro de la derivación
segura. cuando eran m edidos m ediante estudios con radionúclidos y
■ Se cierra la m alform ación arteriovenosa pulm onar con oxígeno.
microespirales a través de un m icrocatéter en m od o triaxial o ■ Se han descrito recidivas provocadas por la reperfusión de
se reem plaza el catéter coronario JL 3.5 p or un catéter con­ arterias ocluidas de form a incom pleta o por arterias acceso­
vencional de 5 Fr. rias.
■ Se finaliza la oclusión con espirales de fibra empujables de ■ Todavía existe riesgo de infección debido a la existencia de
0,035 o 0,038”. m alform aciones arteriovenosas pulmonares sin ocluir.
■ Los espirales de fibra empujables, con un diám etro superior
en 2 m m al de la arteria, se depositan y se anidan en una
maraña d e espirales para provocar una oclusión transversal.
■ Si la arteria se ensancha antes de entrar en el saco, se entrará C O M P L IC A C IO N E S
selectivam ente por otra arteria pequeña adyacente, que será
■ Puede ocurrir que el aire pase a través de la m alform ación
ocluida por la maraña de espirales.
arteriovenosa pulm onar de form a inadvertida durante el
■ Se despliegan el espiral N ester o espiral MREYE de acero
lavado de las guías, espirales u otros dispositivos.
inoxidable (C ook ), de manera que al m enos 2 cm del prim er
■ Un trom bo estéril que se form e en los catéteres puede pasar
espiral queden anclados a esta rama del ancla.
a través de una m alform ación arteriovenosa pulm onar y pro­
■ Si la arteria de la m alform ación arteriovenosa pulm onar de
vocar graves lesiones distales.
la língula o del lóbulo m edio derecho es pequeña, resulta
■ Puede darse una em bolia paradójica del dispositivo.
preferible em plear un microcatéter en m odo triaxial a través
■ El accidente isquém ico transitorio y la angina son actual­
del catéter coronario de Judkins de 5 Fr.
m ente com plicaciones infrecuentes que aparecen en menos
■ La oclusión de la m alform ación arteriovenosa pulm onar se
del 1 % d e los pacientes.
realiza con los espirales M icronester o Tornado (C ook ) de
■ La pleuritis autolim itada aparece en el 10 a 20% de los
0,018”.
pacientes, y com ienza entre las 48 y 96 h siguientes a la
■ La técnica del andamiaje es posible cuando la arteria tiene
intervención.
10 m m de diám etro o más.
■ La pleuritis tardía aparece en una pequeña proporción de
■ Los catéteres de oclusión con doble lu z (Boston Scientific)
pacientes tras una intervención satisfactoria a los 2 a 4 meses.
se em plean para ocluir las m alform aciones arteriovenosas
pulmonares de alto flujo y gran lu z (diám etro > 10 m m ).
■ Espirales de gran tam año de acero inoxidable o de tipo
MREYE (C ook) se pueden depositar a través del catéter de A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
oclusión con balón para form ar un andam iaje proxim al al
Y S E G U IM IE N T O
saco.
■ Una v e z que se depositan varios espirales con fuerza radial ■ Se da el alta al paciente aproxim adam ente 4 a 5 h después de
elevada, se retira el balón de oclusión. la emboloterapia d e un pulmón.
T ratam iento de las m a lfo rm a cio n e s arte rio ve n o sa s pulm onares

■ Se realiza una revisión a los 2 días de la intervención para Lecturas recomendadas


com probar su evolución.
Gossage J, Kanj G: State o f the art: pulm onary arteriovenous
■ El seguim iento consiste en una TC torácica (sin contraste) a malformations. A m J Respir C rit Care M ed 158:643-677, 1988.
los 6 m eses y al año tras el tratamiento. Guttmacher AE, M archuk DA, W h ite R I Jr: Hereditary hem orrhagic
■ En pacientes con múltiples m alform aciones arteriovenosas telangiectasia. N E n g l J M ed 333:918-924, 1995.
pulmonares en am bos pulm ones, se realiza un seguimiento Shovlin CL, Guttmacher AE, Buscarini E, et al: D iagnostic criteria for
con angiografía pulm onar al año de la intervención. hereditary hem orrhagic telangiectasia. A m J M ed Genet 91:66-67,
■ Todos los pacientes deben ser reexaminados cada 5 años tras 2000.
la oclusión.
■ Los pacientes deben regresar para el tratamiento del otro pul­
m ón cuando las m alform aciones arteriovenosas pulm onares
bilaterales así lo precisen.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Intervención percutánea para la embolia
pulmonar

D E F IN IC IÓ N : Las intervenciones percutáneas, tales como trombólisis, embolectomia, trombectomía


e implante de endoprótesis dirigidas mediante catéter, en raras ocasiones se realizan ante una embolia
pulmonar masiva.

IN D IC A C IO N E S ■ Es lo suficientemente largo com o para alcanzar la arteria


pulm onar y con bajo perfil sin renunciar al tratamiento de
■ Afectación igual o superior al 50% d e la circulación pulm o­ un gran vaso.
nar. (Una manera de cuantificarla es m ediante el índice de ■ Es barato.
gravedad de M iller.) ■ Dispositivo de em bolectom ia de Greenfield
■ Concentraciones de troponina T cardíaca (TnTc) persistente­ ■ Catéter dirigible trenzado d e 10 Fr con una ventosa de
m ente aumentadas ( > 0,01 ng/ml) plástico de 5 o 7 m m en su punta
■ H ipotensión arterial (sistólica < 9 0 m m H g o caída de >4 0 ■ Retira el coágulo m ediante succión manual.
m m H g ), shock cardiogénico o síncope circulatorio con nece­ ■ Catéter d e an gioplastia con b alón (6 a 16 m m d e d iá­
sidad de reanim ación cardiopulmonar m etro)
■ H allazgos ecocardiográficos indicativos de aum ento de la ■ Empleado para la fragm entación del coágulo mediante
poscarga ventricular derecha o de hipertensión pulm onar angioplastia con balón.
■ D iagnóstico de hipertensión pulm onar precapilar (presión ■ Dispositivo dinám ico de Kensey (dispositivo de "frac-W right)
prom edio de la arteria pulm onar > 2 0 m m H g en presencia de ■ C atéter fle x ib le con punta rotatoria fab ricad o a p artir de
presión norm al d e la arteria pulm onar enclavada) un catéter fle x ib le de p oliu retan o, con tam años d e 5 y
■ Gradiente arterioalveolar de oxígeno aum entado (> 5 0 8 Fr.
m m H g) ■ Posee un álabe que gira a altas velocidades en su punta
■ Em bolia pulm onar grave con contraindicación de anticoa­ distal alcanzando velocidades de 5.000 a 100.000rpm para
gulación o fracaso del tratamiento trom bolítico tratable generar un rem olino en la punta del catéter perm itiendo la
m ediante dispositivos m ecánicos para implantar una endo­ fragm entación del trombo.
prótesis ■ Catéter de trom bectom ía m ediante efecto Venturi: sistema de
catéter Hydrolyser; catéter Oasis, y catéter de trom bectomía
reolítica (AngioJet)
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Debido a su diseño, potencia y tamaño lim itados tienen
una aplicación reducida en los vasos grandes.
■ La trombólisis dirigida m ediante catéter se puede contraindi­ ■ El sistema de catéter Hydrolyser es un catéter de avance
car tras una cirugía m ayor general o intracraneal reciente. sobre guía, de 7 Fr, con entre 65 y 80 cm de largo, recto
pero relativamente flexible, con un gran agujero lateral
p róxim o a su punta distal.
■ El AngioJet consiste en un sistema de doble luz, cuyo diá­
IN S T R U M E N T A L
m etro oscila entre 4 y 6 Fr; el catéter se puede avanzar
■ Dispositivo de trom bectom ía idón eo (v. más adelante). sobre una guía.
■ Resulta fácil de em plear y colocar dentro de los coágulos y ■ El AngioJet se ha relacionado a bradiarritmias graves y
las ramas de la arteria pulmonar. bloqueos cardíacos de tercer grado.
■ Posee una apropiada capacidad de m anejo durante la inter­ ■ Dispositivo de rotación mecánica: dispositivo de cesta
vención o se puede em plear sobre la guía. impulsora; catéter trombosante e im pulsor m odificado; caté­
■ Perm ite una com pleta retirada de los coágulos o su frag­ ter p ig ta il girable; dispositivo de trom bólisis percutánea de
m entación en partículas m uy pequeñas sin lesión vascular Arrow-Trerotola; dispositivo de trom bectom ía Am platz, y
n i perforación. catéter Aspirex

P U N T O S CLAVE
i La tasa de m ortalidad en directa relación con la em bolia pulm onar es inferior al 8% cuando la patología se
d iagnostica y tra ta correctam ente,
i El restablecim iento rápido del flujo arterial pulm onar es crucial para superar la disfunción hem odinám ica
aguda y reducir la alta tasa de mortalidad,
i Las concentraciones persistentemente aum entadas de troponina T (>0,01 ng/ml) en pacientes con embolia
pulm onar predicen un im portante riesgo de com plicaciones clínicas y de desenlace mortal, precisando de
un tratam iento más enérgico,
i En general, el límite de tiem po del tro m b o es de 3 semanas cuando se considera la opción de un dispositivo
de trom bectom ía m ecánica o reolítica.
i La adm inistración intravenosa inicial de heparina es la terapia de elección para tra ta r todas las form as de
trom boem bolia pulmonar.

204 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


In te rve n ció n p ercutánea para la e m bolia pulm onar

Figu ra 1. P a c ie n te c o n e m b o lia p u lm o n a r m a s iv a y s ín co p e. Figura 2. P a c ie n te c o n e m b o lia p u lm o n a r m a s iv a y síncope.


Ob sérvese la e m b o lia pu lm o n ar m asiva de la arteria p ulm on ar La angiografía pulm on ar tras el tratamiento m ostró una m ejoría
derecha con un gran trom bo oclu yend o la m a yo r parte de im portante en la circulación arterial pulm on ar de am bos
la arteria, dejand o tan solo una p orción d el ló bu lo superior pulm ones. El paciente experim entó una acusada recuperación
derecho. de sus síntomas y una reducción de las presiones en las arterias
pulmonares.

G r a v e d a d d e la e m b o lia
D e rech a Iz q u ie r d a

Flujo

0123
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Afectación 0 -9 Afectación 0-7


Reducción del flujo 0 - 9 Reducción del flujo 0 - 9

Puntuación total 0- 18 Puntuación total 0 -1 6

Suma total 0 - 34

Figura 3. D ib u jo d e lo s s eg m en to s a r te ria le s p u lm o n a re s u sad o p a ra v a lo r a r la g ra v e d a d d e la e m b o lia segú n lo s h a lla zg o s


a n g io g r á fic o s a n tes y d espu és d e l tra ta m ie n to c o n tr o m b o lític o s o d e la tr o m b e c to m ía m e cá n ica . Los segm entos oclu idos y la
reducción d el flu jo se puntúan p o r separado. (T om ado de M ille r G AH, S u tton GC, K err IH , e t a l: C om parison o f streptokinase and heparin
in trea tm ent o f is olated acu te massive p u lm o n a ry em bolism , BMJ 2:681-684, 1971.)
206 INTERVENCIONES VASCULARES |INTERVENCIONES PULMONARES

Lóbulo superior derecho


Lóbulo superior izquierdo

intermedia
derecha

Tronco de la arteria pulmonar

Figura 4. E sq u em a d e l m o d elo de flu jo s q u e m u estra có m o se fo rm a un re m o lin o in m e d ia ta m en te p r o x im a l a l p u n to d e obstrucción .


Obsérvese qu e la m ayoría d el fluido se dirige hacia la arteria pulm on ar izq u ierd a n o ocluida y hacia el rem olin o pró xim o a la oclusión,
con un evanescente contacto d e un m ín im o flu jo entre este y el é m b o lo qu e ocluye. (Ib m a d o de Schm itz-Rode T, K ilb in g er M , G ün th er
R W : Sim u la ted flo w pa ttern in massive p u lm o n a ry em bolism : significance f o r selective in tra p ulm on a ry thrombolysis, Cardiosvasc Intervent
Radiol 21:199-204, 1998.)

■ Estos dispositivos se basan en la rotación de la porción de


la punta del catéter para conseguir la fragm entación del
T E C N IC A
trombo. ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Han sido em pleados mayoritariamente en situaciones ■ Se cateterizan las arterias pulmonares, se m iden las presiones
experim entales. arteriales pulmonares y se realiza una angiografía pulm onar
■ Dispositivos de trom bectom ía pulm onar m ediante succión diagnóstica.
■ Dispositivo artesanal (Lan g et al.) fabricado con catéteres ■ Una v e z se ha com probado el diagnóstico, el m édico puede
com ercializados de distintos tamaños. escoger entre realizar la trombólisis dirigida m ediante catéter
■ Se puede emplear un catéter Ultrathane sin punta de 14 Fr y con o la trom bectom ía percutánea.
90 cm de largo; un introductor estacionario de 16 Fr y con 40 cm ■ El tratamiento trom bolítico dirigido m ediante catéter se
de largo, y una jeringa de 50 mi. realiza con una infusión arterial intrapulmonar de fármacos
■ Endoprótesis metálica trom bolíticos para acelerar la lisis del coágulo y conseguir
■ Usado para im plantes endoprotésicos pulmonares. una rápida reperfusión de la circulación pulmonar.
■ U tilizados para el tratamiento d e ém bolos en la arteria ■ La técnica precisa de la colocación del catéter de manera que
pulm onar organizados y resistentes al tratamiento cuando quede enclavado dentro del trom bo de la arteria pulmonar,
coexisten con cardiopatía pulm onar, hipoxem ia arterial en donde se inyecta una em bolada de trom bolítico seguido
profunda, hipotensión y patología que no responda a otros de una infusión continua durante 12 a 24 h.
tratamientos. ■ La heparinización sistémica se em plea habitualmente junto
con el tratamiento trom bolítico.
■ El uso com plem entario de otras técnicas, com o la fragmenta­
ción mecánica del trom bo con ráfagas de aerosol y catéter de
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
angioplastia con balón u otros dispositivos puede reducir la
■ Es im portante conocer la anatom ía vascular pulm onar seg­ duración total de la trombólisis.
mentaria para la m anipulación intrapulmonar del catéter y ■ Las pautas propuestas de trombólisis intrapulmonar dirigidas
de los dispositivos de trom bectomía. m ediante catéter para la embolia pulmonar son las siguientes:
■ El cateterism o selectivo de las arterias pulmonares principales ■ Una infusión d e 250.000 Ul/h de urocinasa m ezclada con
derecha e izquierda se realiza com o se hace habitualmente. 2.000 UI de heparina durante 2 h seguida d e una infusión
■ El cateterism o subselectivo de los segm entos pulmonares es de 100.000 Ul/h d e urocinasa entre 12 y 24 h
a m enudo im prescindible para su posterior tratamiento. ■ Activador tisular del plasm inógeno recom binante (rtPA):
■ Se prefiere un acceso fem oral en la m ayoría de pacientes una em bolada de 10 m g seguida de 2 0 mg/h durante 2 h
candidatos a trom bólisis o trom bectom ía dirigida mediante (50 m g en total) o 100 m g en 7h
catéter. ■ Otra pauta de rtPA: una em bolada de 20 m g seguida por la
■ El acceso yugular interno derecho es tam bién practicable y fragm entación mecánica y 80 m g durante un período de 2 h
más apropiado cuando el paciente p osee un filtro de vena (100 m g en total)
cava inferior y trom bos oclusivos en la vena cava inferior. ■ Una infusión de 1.000UI/h de heparina m anteniendo el
■ La m ayoría de los dispositivos de trom bectom ía se avanzan tiem po d e trom boplastina parcial entre 1,5 y 2,5 veces los
con facilidad por la vena yugular interna derecha hacia el límites superiores (además de las pautas anteriorm ente
ventrículo derecho y la arteria pulmonar. com entadas).
In te rve n ció n percu tá n e a para la e m bolia p u lm o n a r 207

■ Durante la trom bólisis, las concentraciones de fibrinógeno ■ Un estudio reciente demostró una rápida lisis del coágulo
deben ser controladas cada 4 a 6 h. con trom bólisis dirigida m ediante catéter con rtPA en el 94%
■ Si las concentraciones de fibrinógeno caen a menos del 30 a de los casos, m uy acusada en el 6 6 %.
40% de su valor inicial, se debe detener o reducir a infusión ■ Se ha descrito una tasa de recuperación del 87,5% con el
para m inim izar el riesgo de com plicación hemorrágica. em pleo de angioplastia con balón junto con trom bólisis cons­
■ La fragm entación del trom bo rotando el catéter dentro del tatado con m ediciones de presión de la arteria pulm onar,
m ism o o m ediante su ablandamiento con balón se puede valores de oxígen o y resultados clínicos.
em plear com o com plem ento del tratamiento trom bolítico. ■ Los coágulos recientes que hayan causado em bolia hace
■ La fragm entación del coágulo expone nuevas superficies a la p oco deberían ser susceptibles a la trom bectom ía mecánica,
urocinasa endógena y a los fármacos trom bolíticos infundi- con flujo y oxigenación periféricos aumentados.
dos para una m ayor descom posición del ém bolo. ■ Los coágulos antiguos, más organizados, que hayan causado
■ E m bolectom ía mecánica: el dispositivo de em bolectom ía de em bolia hace p oco, responden peor a la trom bectomía;
Greenfield se diseñó para insertarse a través de una fleboto­ existe, sobre todo, una buena oportunidad de m ejoría en un
m ía en las venas fem oral o yugular. contexto de asociación a trombólisis.
■ Ejerciendo una succión manual con una jeringa grande, el ■ Los coágulos antiguos organizados de una em bolia pulm onar
dispositivo retira cualquier coágulo no organizado a través del crónica con reciente empeoram iento debido a la recidiva de
punto de flebotom ía o de un introductor vascular sin válvulas. em bolia pulm onar tam poco responden bien a la trom becto­
■ En circunstancias extremas, una endoprótesis metálica se mía mecánica.
puede implantar junto a la em bolia pulm onar organizada y ■ Se puede conseguir una reperm eabilización aguda de las
resistente al tratamiento; esta intervención se reserva para arterias pulmonares principales con la colocación de una
los casos de cardiopatía pulmonar, hipoxem ia arterial pro­ endoprótesis en casos con trombos más organizados y resis­
funda e hipotensión. tentes al tratamiento.

C O N T R O V E R S IA S C O M P L IC A C IO N E S
■ Verstraete et al. demostraron que la liberación intrapulm onar ■ Se debe tener precaución cuando se em pleen los dispositivos
transcatéter no ofrecía m ejores beneficios de importancia de trom bectom ía reolítica ya que pueden aparecer bradicar-
que la v ía intravenosa, con lo que se perdió el interés por
dias e incluso bloqueos cardíacos, sobre todo con el disposi­
esta técnica. tivo AngioJet.
■ Pruebas experim entales recientes apoyan la inyección directa ■ En caso de aparición de bradicardia, se debe interrumpir la
dentro del trom bo de los fármacos trom bolíticos o la infusión utilización del dispositivo y dejar que el paciente se recu­
local tras las técnicas de fragm entación del ém bolo, a pesar pere.
de la carencia d e ensayos clínicos controlados. ■ Si el problem a persiste, se debe realizar un tratamiento de
■ La m ayoría de los nuevos dispositivos m ecánicos, si no todos, form a discontinua o escoger otro dispositivo distinto.
no han sido probados aún para el tratamiento de la em bolia ■ La hem orragia pulmonar, consecuencia de una perforación o
pulmonar. reperfusión, puede aparecer en raras ocasiones; no es acon­
■ Parece p oco probable que lleguen a estar disponibles datos sejable el em pleo simultáneo de tratamiento trom bolítico en
de ensayos de gran tamaño muestral o aleatorizados debido estos casos.
a los contextos de em ergencia en que se em plean esos dispo­ ■ La m ayor tasa de hem orragia ha sido del 6 % con una infu­
sitivos. sión de rtPA dirigida m ediante catéter.
■ Algunos dispositivos m ecánicos y reolíticos se han asociado
a com plicaciones de im portancia que pueden contraindicar
su uso en determinadas situaciones.
■ El dispositivo AngioJet se ha relacionado con bradiarritmias A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
graves y con bloqueos cardíacos de tercer grado, pero se ha
em pleado satisfactoriamente sin com plicaciones en diversas Y S E G U IM IE N T O
y pequeñas series. ■ La anticoagulación oral se debe com enzar entre 3 y 4 días,
■ En este m om ento, las endoprótesis serían aconsejables antes de que se elim ine la heparina, para perm itir una suave
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuando existiera una situación de riesgo vital real que pre­ transición entre ambos fármacos.
cisara de la inm ediata reperm eabilización de la circulación ■ Los anticoagulantes orales, warfarina, se em plean durante
pulm onar ante el fracaso d e otras técnicas. un período de 3 a 6 m eses a dosis de 7,5 a lOmg/día, o de
2,5 mg/día en pacientes de m enor talla, buscando mantener
un índice internacional norm alizado (IN R ) de 2 a 3.
■ La profilaxis de escasa intensidad con warfarina, con un
RESULTADO S objetivo de IN R de 1,5 a 2 es eficaz para la p revención de la
■ La fragmentación mecánica mediante catéter de angioplastia trom boem bolia venosa recidivante.
con balón, junto con la trombólisis farmacológica en la embolia ■ La m ayoría de los centros recom iendan la colocación de un
pulmonar masiva, poseen una tasa de recuperación del 87,5 % filtro de vena cava inferior anterior o posterior al tratamiento
constatado con m ediciones de presión de la arteria pulmonar, ante una em bolia pulm onar grave.
valores de oxígeno sanguíneo y resultados clínicos. ■ Los filtros de vena cava inferior recuperables suponen una
■ La rápida resolución de la obstrucción central fue com pro­ opción satisfactoria frente a los filtros d e vena cava inferior
bada m ediante un cateterism o de seguim iento y con estudios permanentes en aquellos pacientes con riesgo de em bolia a
de perfusión pulmonar. corto plazo.
208 INTERVENCIONES VASCULARES |INTERVENCIONES PULMONARES

Lecturas recomendadas oiui JW: Pulm onary embolism. Rev Cardiovasc M ed 3:S68-S75, 2002.
Uflacker R: Interventional therapy for pulm onary embolism. J Vase
Barrit DW, Jordan SE: Anticoagulant drugs in th e treatment o f Interv R adiol 12:147-164 2001.
pulm onary embolism: a controlled trial. La n cet 1:1309-1312, 1960.
E lliot CG: Pulm onary physiology during pulm onary embolism. Chest
101 (S up pl): 1635-1715, 1992.
PROCEDIMIENTOS VASCULARES
GASTROINTESTINALES
Tratamiento de la hemorragia digestiva baja

D E F IN IC IÓ N : La angiografía con posterior embolización se emplea para identificar y tratar la


hemorragia digestiva baja.

■ SOS Om ni (Angiodynam ics) sirve bien para la arteria


IN D IC A C IO N E S
mesentérica superior o el tronco celíaco en dirección cau­
■ La angiografía está indicada ante la hem orragia digestiva dal.
baja con hem orragia activa demostrada. ■ Cobra o L e v i (C ook) son m ejores para los orígenes vascu­
■ Las pruebas de hem orragia activa son la inestabilidad hemo- lares en ángulo agudo o cefálico.
dinám ica (frecuencia cardíaca > 100 o presión sanguínea sis- ■ Catéter de 5 Fr para la arteria mesentérica inferior
tólica <100 m m H g); la gamm agrafía con hematíes marcados ■ Rosch; para la mesentérica inferior (id ón eo para la arteria
positiva, y la angiografía por TC positiva. mesentérica inferior) (C ook)
■ Es más probable que una angiografía sea positiva si la presión ■ Raras veces: SOS Om ni o Cobra (Angiodynam ics)
sanguínea es <9 0 m m H g, si hay necesidad de transfusión de ■ M icrocatéter de 3 Fr
5 o más unidades d e sangre o si la hem oglobina cae más ■ Para el cateterismo supraselectivo anterior a la em b oliza­
de 5 g/dl respecto de lecturas anteriores. ción
■ En todo caso, la angiografía no debería retrasarse para cuando ■ Se introduce coaxialm ente a través de un catéter angio­
el paciente esté gravem ente hipotenso. gráfico de 5 Fr.
■ En caso de hem orragia digestiva baja crónica de escasa ■ Microcatéteres modernos: m uy flexibles y a m enudo recu­
im portancia en la que diversas endoscopias y otras pruebas biertos para disminuir la fricción, lo cual les perm ite avan­
no han alcanzado un diagnóstico, la angiografía puede poner zar hasta los vasos rectos.
de m anifiesto lesiones estructurales que inform en de la ■ Progreat (Terum o)
hem orragia o extravasación actual. ■ Mass Transit (Cordis)
■ Guía para microcatéter
■ Guía deslizante GT (Terum o)
■ Transcend (Boston Scientific)
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Embolizantes
■ Los microespirales son radiopacos; por lo tanto se visuali­
■ El antecedente d e urgencia vital por alergia al contraste
zan fácilmente, lo que perm ite su correcto implante, pero
es una contraindicación bastante firm e para la angiografía
dejan poca posibilidad a la dirección del flujo una v e z
inmediata.
fuera del catéter.
■ Se deben sopesar la insuficiencia renal conocida y el riesgo
■ Glidewire de 0,025” (Boston Scientific); para empujar los
aumentado de agudización de esta frente a la necesidad de
microespirales
una em b olización con la que se pueda salvar la vida.
■ El alcohol de p olivin ilo (> 3 0 0 a 500 |xm) perm ite un trata­
■ Las coagulopatías son contraindicaciones relativas, ya que
miento con su inyección en la dirección del flujo incluso
aumentan el riesgo de la hem orragia en el punto de acceso
si el catéter no puede ser avanzado hasta el punto de la
y disminuyen significativam ente la eficacia de la em b oliza­
hemorragia.
ción.
■ Tam bién se ha e m p lead o el N -bu til-2 -cianoacrilato
(C o r d is ).

IN S T R U M E N T A L
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Introductor d e 6 Fr
■ Asegura que se mantenga un acceso arterial durante toda ■ La arteria mesentérica superior nutre generalm ente al intes­
la intervención. tino delgado por com pleto, así com o al ciego, al colon ascen­
■ Catéter de 5 Fr para la arteria mesentérica superior dente y a una porción variable del colon transverso.

P U N T O S CLAVE
i El uso eficaz de la angiografía precisa de un examen cuidadoso del paciente para determ inar la presencia
de hemorragia activa y evaluar la relación riesgo-beneficio.
> La em bolización supraselectiva es eficaz, segura y se ha convertido en el tratam iento intervencionista de
elección para la hem orragia digestiva baja.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 209


210 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

Figura 2. P ro y e c c ió n m u y a m p lia d a qu e m u es tra q u e la


p u n ta d e l m ic ro c a té te r (fle c h a ) s e h a a v a n z a d o h asta lo s
v a s o s recto s e n la p a re d in te s tin a l, m u y p ró x im o a l p u n to de
h em o rra g ia . En este punto, los vasos rectos se oclu yeron con un
ún ico m icroespiral y cesó la hem orragia.

Figura 1. A n gio grafía d e la arteria m esentérica in ferio r con


extravasación d el contraste (fle c h a ) en el colon descendente.

Figura 3. A n g io g r a fía d e la a r te ria m e s e n té ric a in fe r io r q u e m u es tra e x tra v a s a c ió n (fle c h a p e q u e ñ a ) h a c ia e l recto . Los intentos por
acercar un m ic rocatéter hasta la hem orragia fracasaron debido al pequeño tam año de la rama hem orroidal superior m edia (p u n ta de flech a).
Sin em bargo, la opaquificación de la com unicación con la rama hem orroidal m edia (flech a g ra n d e) indica qu e p uede existir otro acceso.
T ratam iento de la hem o rra g ia d ig e s tiv a baja

Figura 4. Proyección am pliada qu e muestra qu e la punta del m icrocatéter (fle c h a ) se ha avan zado a través de la arteria ilíaca interna justo
hasta el punto d e hem orragia rectal.

■ El territorio de la arteria mesentérica inferior se extiende ■ Los m édicos siempre com enzarán con su catéter preferido
norm alm ente desde el ángulo esplénico hasta el recto. y, después, cambiarán a otro si su prim era elección falla al
■ La variante de la rama cólica m edia que sale de la rama pan­ enganchar correctam ente la arteria buscada.
creática dorsal de tronco celíaco requerirá una angiografía ■ El catéter se debe avanzar lo suficiente dentro del vaso para
celíaca para evaluar una porción del colon transverso. evitar su retroceso hacia la aorta.
■ Esta variante se puede sospechar m ediante la com paración ■ Por otra parte, el catéter no se debe avanzar tanto com o para
de la distribución vascular de las arterias mesentérica supe­ inyectar más allá d e las ramas colaterales proximales.
rior e inferior, buscando espacios entre ellas en la región del ■ La velocidad de inyección de contraste se debe elegir en
colon transverso distal. función del tamaño del vaso y de la velocidad relativa de la
■ En caso de oclusión orificial (ancianos con cam bios ateros- sangre, según se observa radioscópicamente con una prim era
cleróticos en la aorta) se buscarán vasos colaterales. inyección d e prueba.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La arcada pancreatoduodenal suele perm itir una com unica­ ■ L a arteria mesentérica superior e inferior norm alm ente
ción libre entre la arteria mesentérica superior y el tronco precisan de 5 a 6 ml/s y de 3ml/s respectivam ente para su
celíaco. correcta opaquificación.
■ Es im portante conocer los vasos colaterales en toda su exten­ ■ Se debe elegir un volum en total de contraste para que la
sión. inyección dure 5 s.
■ Esto optim izará el volum en de contraste que llega al punto de
extravasación (incrementando, por lo tanto, la visualización
de la extravasación) sin solapam iento con la fase venosa.
T É C N IC A
■ Una v e z se identifica la hem orragia, se pueden necesitar
■ Habitualmente, la angiografía de la hem orragia digestiva baja repetir las angiografías con diferentes oblicuidades para pre­
debe com enzar con cateterismos selectivos. cisar qué rama es la que sangra particularmente.
■ La aortografía no se realiza habitualm ente, pero puede ser ■ Después se deja un catéter angiográfico de 5 Fr en el orificio
útil hacer una angiografía de prueba con los orígenes de los y se avanza un m icrocatéter de 3 Fr coaxialm ente a través del
vasos mesentéricos cuando estos no sean fácilm ente cateteri­ catéter de 5 Fr.
zados y cuando se sospeche una oclusión orificial. ■ El m icrocatéter es im prescindible debido al pequeño tamaño
■ Sin la aortografía lateral no se suele averiguar la orientación (particularmente si existe vasoconstricción) y tortuosidad de
del origen de los vasos antes de engancharlos con un catéter. las ramas mesentéricas.
212 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

■ La técnica road m ap («m ap a d e carreteras») puede ser útil ■ Los valores de éxito técnico apenas se han m odificado
para guiar el paso del microcatéter, pero puede tener una uti­ durante los últim os 30 años debido a la defin ición más res­
lidad lim itada en caso de m ovim ien to respiratorio amplio. trictiva y com plicada para conseguirlo.
■ Se necesitan inyecciones de contraste a través del m icrocaté­ ■ El éxito clínico (cese de la hem orragia) ocurre con una tasa
ter de v e z en cuando para asegurar que se está introduciendo ligeram ente inferior (71 a 100%) que el éxito técnico en las
en la rama correspondiente. series más recientes.
■ Se debe avanzar el m icrocatéter tan cerca com o se pueda al ■ El éxito técnico inicial p uede sobreestim ar los beneficios
punto de extravasación, incluso dentro de los vasos rectos de de la em b o lización ; la hem orragia recid iva en entre el 0 y
la pared intestinal. 52% d e los pacientes; este am plio intervalo probablem ente
■ L o siguiente es la liberación de los embolizantes. es consecuencia de diferentes p eríodos de seguim iento.
■ Los microespirales se pueden inyectar a través de un catéter ■ Se ha constatado que la hem orragia recidivante provien e de
m ediante una em bolada enérgica con una jeringa de Luer- otro punto diferente al de la lesión inicialm ente tratada en
Lok, lo cual puede ser difícil si la punta del catéter se encuen­ entre el 50 y 66% de los casos.
tra enclavada en los pequeños vasos rectos. ■ La eficacia se puede ver m odificada por las diferencias ana­
■ La guía hidrófila de 0,025” (Boston Scientific) es eficaz para tómicas regionales y diversas lesiones (angiodisplasias).
el em puje de microespirales.
■ Una guía de un diám etro m ayor (respecto de las destinadas a
empujar espirales) evita el enclavam iento junto al microespi-
ral.
■ El recubrimiento hidrófilo de la guía perm ite el avance de la C O M P L IC A C IO N E S
punta del catéter alrededor de curvas tortuosas. ■ C om plicaciones típicas de la angiografía: hematomas del
■ Si el m icrocateterismo es supraselectivo, norm alm ente solo punto de punción, reacciones al contraste, insuficiencia renal
se precisan uno o dos espirales. inducida p or el contraste
■ Si se em plea alcohol de p olivinilo, debe ser resuspendido en ■ Nefropatía por contraste
contraste para perm itir su visibilidad radioscópica. ■ Espasmo o disección del vaso tratado
■ La inyección debe ser suave y observada con cuidado para ■ Em bolización indeseada provocada por un em pleo sin funda­
evitar el reflujo de las partículas en ramas no deseadas. m ento de alcohol de p olivin ilo o de espirales excesivamente
■ Solo se deberían inyectar pequeñas alícuotas de 1 a 2 m i cada grandes para el vaso tratado
vez. ■ Isquem ia intestinal en entre el 5 y 70% de los casos (tasa
■ Si el flujo del vaso em bolizado se reduce, se recomienda prom edio del 21 % ), la gran m ayoría sin relevancia clínica
esperar un p oc o antes de reinyectar el alcohol d e polivinilo; ■ D escenso de las com p licaciones isquém icas principales
se lo contrario, podría formarse un trom bo que podría com ­ (q u e requieren tratam iento) con los m icroem b olizan tes
pletar la oclusión del vaso. y m icrocatéteres más n oved osos hasta casi el 0 % (0 a
■ La reinyección de alcohol de p olivin ilo en este m om ento 5 ,9 % ).
podría suponer una em bolización no deseada. ■ D olor abdom inal autolim itado y pequeños parches de mucosa
isquém ica sin otros síntomas que solo se demuestran ante
una endoscopia realizada p or otros m otivos

C O N T R O V E R S IA S
■ La em bolización se está convirtiendo en la terapia de pri­
mera línea más frecuente, pero existe incertidumbre sobre
qué lesiones específicas y regiones anatómicas deberían ser
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
tratadas m ediante otros métodos. Y S E G U IM IE N T O
■ Los em bolizantes más frecuentes son los microespirales; el
■ Dejar el introductor arterial en su posición es útil si el
alcohol de p olivin ilo o la esponja de gelatina se em plean a
paciente posee una coagulopatía o si se desea un control
m enudo en algunos ensayos; no existen estudios aleatoriza-
intraarterial.
dos que com paren estos agentes.
■ Los fluidos intravenosos y los derivados sanguíneos se adm i­
■ Hasta qué punto em bolizar: en o proxim al a la arteria margi­
nistran de continuo en cantidades determinadas según los
nal, la hem orragia recidivó en el 52 % de los pacientes en que
valores de m onitorización del pulso, la presión arterial y el
no se alcanzó dicho punto frente al 0 % de aquellos en que se
hem atocrito después de la intervención.
fue más allá de la arteria marginal.
■ Se deben anotar las pérdidas rectales así com o las constantes
■ Em bolizar d e m od o distal a la arteria m arginal no es técni­
vitales y recuentos de células sanguíneas en busca de hem o­
camente posible en todos los casos; la em bolización en la
rragias persistentes.
arteria m arginal se ha realizado sin isquem ia, aunque esta
■ El abdom en se debe inspeccionar buscando hipersensibili-
terapia no se acepta frecuentemente.
dad, rigidez, rebote u otros síntomas de isquem ia intestinal.
■ Se administrará oxígeno p or m edio de gafas nasales o masca­
rilla.
RESULTADO S ■ Una v e z ha cesado la hem orragia y la situación del paciente
se ha estabilizado, se debe planificar el tratamiento defini­
■ Para la hem orragia digestiva baja el éxito técnico (oclusión tivo.
satisfactoria del vaso deseado) para la em bolización oscila ■ Si la causa de la hem orragia no quedó clara durante la angio­
entre el 80 y 100%. grafía, se debe realizar una colonoscopia para definir la
■ El espasm o vascular y la tortuosidad son las causas más fre­ enferm edad; asim ism o, tam bién es útil com o inspección de
cuentes del fracaso técnico. los cam bios isquém icos postem bolización.
T ratam iento de la hem o rra g ia d ig e s tiv a baja

Lecturas recomendadas Zuckerman DA, Bocchini TP, Birnbaum EH: M assive hem orrhage in
the lo w er gastrointestinal tract in adults: diagnostic im aging and
Darcy M: Treatment o f low er gastrointestinal bleeding: vasopressin intervention. AJR A m J S o m tg a w l 161:703-711,1993.
infusion versus embolization. J Vase Interv R adiol 14:535-543, 2003.
Funaki B: Microcatheter em bolization o f lo w e r gastrointestinal
hem orrhage: an old idea w h ose tim e has com e. Cardiovase
Interven t R a diol 27:591-599, 2004.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la hemorragia digestiva alta

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de la hemorragia digestiva alta; es decir, la hemorragia en el intestino


proximal al ligamento de Treitz.

■ Guía hidrófila
IN D IC A C IO N E S ■ Microcatéter
■ La intervención se utiliza para detectar la hem orragia diges­ ■ Em bolizante
tiva activa. ■ Su uso depende de una com binación de la patología que se
■ La angiografía se realiza m ejor ante una hem orragia diges­ trate, la anatom ía vascular, la posición conseguida para el
tiva alta aguda refractaria al tratam iento endoscópico m ien­ catéter y la elección del intervencionista.
tras aún existe hem orragia activa del paciente y no debería ■ Espirales metálicos: deben estar disponibles ambos
retrasarse por las m aniobras de reposición de fluidos que microespirales, los convencionales de 0,035” y los m icroes­
pueden continuarse en la sala de angiografía. pirales de platino.
■ Pacientes con traumas, postqu irúrgicos y con hem orragia ■ Se pueden emplear partículas de alcohol de polivinilo (300 a
transpapilar: se p ued e encontrar una an om alía aún cuando, 500 |xm).
aparentem ente, no haya hem orragia activa. H em orragia ■ Esponja de gelatina (Gelfoam , Spongstan), cortada en bor­
d igestiva alta recid ivan te sin causa detectada en endosco- las de 1 a 2 m m; se em plean para form ar un com puesto
p ia rep etid a o en una TC con contraste (con fases arterial y acuoso o inyectadas com o proyectiles diferenciados.
retard ad a): d ebería considerarse una p o s ib le causa trans­ ■ N o se em plea en p o lv o porque las partículas de tamaño
p ap ilar o p or reflu jo d e una fuerte hem orragia d igestiva mucho m enor ocluyen o cierran los capilares.
baja. ■ Los agentes líquidos (cianoacrilato y esclerosantes com o
Ethibloc) rara v e z están indicados.
■ Antiperistáltico
■ Butilbromuro de hioscina o glucagón
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Para m inim izar los artefactos del m ovim ien to intestinal
■ Vasodilatador local
■ Las contraindicaciones absolutas son raras, si es que exis­ ■ Tolazolina o nitroglicerina
ten. ■ Si la situación hem odinám ica perm ite su uso.
■ Las reacciones graves al contraste yodado son posibles; se ■ Puede revertir el espasm o inducido por catéter, que podría
pueden utilizar contrastes alternativos (d ióx id o de carbono y provocar una deficiente visualización angiográfica del
gad olinio). punto de hem orragia o evitar el acceso del catéter al punto
■ La diátesis hem orrágica grave norm alm ente es corregible a de hem orragia activa.
tiem po, y los introductores de acceso se pueden dejar en su ■ Angiografía
posición hasta dicha corrección. ■ La angiografía supraselectiva resulta muchas veces impres­
■ Aunque una oclusión vascular satisfactoria m ediante em bo­ cindible para demostrar la hem orragia activa.
lización es más com plicada en el paciente con coagulopatía,
norm alm ente es p referible a la cirugía abierta.
■ Las contraindicaciones relativas incluyen cirugía o radiote­
rapia digestiva alta previa extensa y aterosclerosis visceral A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
arterial grave.
■ El tronco celíaco y la arteria mesentérica superior surgen por
la pared abdom inal anterior a la altura de T12 y L l-2 , respec­
tivamente.
■ Las arterias gástrica izquierda, esplénica y hepática común
IN S T R U M E N T A L
salen del tronco celíaco.
■ Catéter ■ La arteria hepática común se con vierte en la hepática propia
■ Cobra, Sidewinder y catéteres viscerales con gancho; más allá el origen de la arteria gastroduodenal.
hidrófilos ■ La arteria gástrica izqu ierda nutre al esófago distal y al fondo
■ N o deberían tener orificios laterales. gástrico.

P U N TO S CLAVE
i La seguridad y la eficacia de la em bolización en la hemorragia digestiva alta con riesgo vital está bien
establecida.
i La em bolización ha reemplazado desde hace tiem po a la cirugía en la hemorragia gastroduodenal
refractaria al tratam iento endoscópico.
i Es el tratam iento de elección en la hemorragia transpapilar y las com plicaciones vasculares de la
pancreatitis.
i El éxito del diagnóstico depende de los estudios radiológicos de m ejor calidad que se puedan obtener y de
un com pleto conocim iento de la anatom ía normal y sus variantes,
i El tiem po es crucial, ya que la mayoría de estas hem orragias son intermitentes.
i El éxito terapéutico depende del éxito en el diagnóstico, las patologías de base y una cuidadosa técnica de
embolización.

214 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la h em orragia d ig e s tiv a alta

Figu ra 1. E m b o liz a c ió n c o n e s p o n ja d e g e la t in a d e u n a
h e m o r ra g ia d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l m e d ia n te u n c a té te r
d e 5 Fr. Esta in terven ción se re alizó antes de la aparición de
los microcatéteres. El lavado aórtico discurre mostrando el
seudoaneurism a (fle c h a ).

F igura 2. E m b o liz a c ió n con e s p o n ja d e g e la tin a d e una


h e m o r ra g ia d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l m e d ia n te u n caté te r
d e 5 Fr. Esta in terven ción se realizó antes de la aparición d e los
microcatéteres. Extravasación activa (fle c h a ) d e una inyección
selectiva en la arteria gastroduodenal.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. E m b o liz a c ió n c o n e s p o n ja d e g e la tin a d e u n a


h e m o r ra g ia d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l m e d ia n te u n c a té te r
d e 5 Fr. Esta in terven ción se re alizó antes de la aparición de los
microcatéteres. El catéter n o se pudo avan zar más allá del p unto de
hem orragia.

F igura 4. E m b o liz a c ió n con e s p o n ja d e g e la tin a d e una


h e m o r ra g ia d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l m e d ia n te u n caté te r
d e 5 Fr. Esta in terven ción se realizó antes de la aparición d e los
microcatéteres. A n gio grafía final tras la em bolización con esponja
de gelatina con éxitos técnico y clínico.
216 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

■ La arteria gástrica derecha nutre al píloro y a la curvatura ■ Se deben visualizar todas las posibles ramas nutrientes del
m enor del estóm ago y surge desde las arterias hepáticas punto de la hemorragia.
com ún, propia o izquierda. ■ Los agentes particulados se pueden em plear para reducir la
■ La arteria esplénica discurre p or la cara superior del páncreas presión de perfusión (la región de la hem orragia se conoce
y nutre al b azo, estóm ago y páncreas. por endoscopia; no por una anom alía an giográfica).
■ La arteria esplénica da las arterias pancreática dorsal, pan­ ■ En el duodeno, esto a m enudo precisa de protección de cir­
creática m agna y gástricas cortas. culación norm al con el im plante de espirales en la arteria
■ La prim era rama de la arteria gastroduodenal es la arteria gastroepiploica derecha proxim al y en las arterias pancreato-
pancreatoduodenal superior posterior y nutre al duodeno por duodenales antes d e la inyección de partículas en la arteria
la derecha y al páncreas por la izquierda. gastroduodenal.
■ La arteria pancreatoduodenal inferior surge posteriormente ■ La hem orragia gástrica requiere del cateterism o de la arteria
desde la porción proxim al de la arteria mesentérica superior gástrica izquierda.
o de la prim era arteria yeyunal. ■ El catéter Sidewinder se avanza en la arteria esplénica (o
■ El am plio aporte vascular d e la hem orragia digestiva alta arteria hepática) luego se retira gradualmente hasta que se
hace que la em b olización en este territorio sea m uy seguro, engancha en el origen d e la arteria gástrica izquierda.
pero existe una contrapartida: la hem ostasia es más difícil de ■ Hem obilia: el vaso hem orrágico debe em bolizarse tanto dis­
conseguir. tal com o proxim alm ente al punto de hem orragia para evitar
■ El acceso arterial se hace m ediante la arteria fem oral común la incorporación de las colaterales distales intrahepáticas.
en la m ayoría d e casos; a veces, se precisa de acceso braquial ■ Si el vaso distal al punto de hem orragia no se puede cateteri­
o radial para vasos tortuosos, estenóticos o notablemente zar con m icrocatéter se utilizan agentes particulados para el
angulados. b loqu eo distal.
■ Seudoaneurismas de a lto flu jo: se rellenan rápido en la angio­
grafía; se tratan m ejor m ediante im plante proxim al y distal
de espirales.
T E C N IC A ■ Los seudoaneurismas de bajo flu jo se identifican en la TC con
contraste; se tratan m ejor m ediante inyección percutánea de
■ Angiografía: se deben conseguir im ágenes con múltiples trombina con guiado ecográfico o m ediante TC.
máscaras en los pacientes incapaces de cooperar o de conte­ ■ Aneurism as verdaderos d e la arcada pancreatoduodenal: la
ner el aire. em bolización debería realizarse por la arteria pancreatoduo­
■ A los pacientes incapaces de cooperar o con inestabilidad denal inferior durante la hem orragia activa. De todas formas,
hem odinám ica se les ofrece la posibilidad de anestesia. e l riesgo de necrosis del territorio celíaco aumenta si las cola­
■ Los vasodilatadores locales son útiles (si existe estabilidad terales adicionales son insuficientes.
hem odinám ica) para tratar el vasoespasmo.
■ Técn ica de em bolización: los catéteres se lavan con suero
fisiológico no heparinizado; con frecuencia se realizan angio-
grafías de com probación. C O N T R O V E R S IA S
■ Antes de la em bolización, debe com probarse la posición
estable del catéter m ediante la prueba del paso de una guía ■ Realizar preferentemente la angiografía mientras el paciente se
para empujar espirales o una inyección de prueba en el caso encuentra en hemorragia activa no se acepta uniformemente.
de los agentes particulados. ■ L a TC m ultidetector desem peña un papel crucial en los
■ Las partículas no radiopacas de em bolizante deben juntarse pacientes postraumatizados gracias a su elevada sensibilidad
con un 50% de contraste yodado (yodixan ol). de contraste.
■ Este se inyecta con control continuo de radioscopia de alta ■ Los pacientes hem odinám icam ente inestables son sometidos
calidad en un cam po de pequeño tamaño para m inim izar el a una TC con contraste con fases arterial y retardada con
reflujo del em bolizante hacia vasos no deseados. antiperistálticos pero sin contraste oral.
■ Paciente hem odinám icam ente inestable: en la em bolización ■ La angiografía solo se realiza si se identifica una hem orragia
con espirales se puede subestimar su tamaño con una pos­ activa o su posible origen.
terior reperm eabilización una v e z restablecido el volum en ■ Se siguen publicando algoritm os de tratamiento de la hem o­
intravascular. rragia digestiva alta aguda que om iten la em b olización en su
■ Se debe evitar el intento de rellenar el saco del seudoaneu­ plan terapéutico.
risma con espirales puesto que es ineficaz y la recidiva es
casi inevitable.
■ A veces se puede utilizar una disección arterial intencionada
RESULTADO S
con la guía.
■ Hemorragia gástrica y duodenal: para alcanzar la trombosis los ■ En las guías d e práctica clínica se afirma que el umbral para
espirales, asociados a los agentes particulados, son de elección. el éxito clínico del tratamiento de la hem orragia de úlcera
■ Una única arteria grande erosionada por una úlcera péptica duodenal benigna es del 60 % .
se puede excluir de la circulación m ediante espirales distal y ■ En las mayores series publicadas se com unica un éxito clí­
proxim alm ente. nico en 52 de 57 pacientes (9 1 % ), pero 8 (1 5 % ) precisaron
■ La gastritis difusa hem orrágica o la duodenitis son más com ­ de una segunda em bolización para homeostasis.
plicadas de tratar endovascularmente. ■ Schenker et al. hicieron una revisión retrospectiva de 163
■ La hem orragia difusa precisa de suficiente reducción en la pacientes con hem orragia digestiva alta tratada m ediante
presión de perfusión com o para perm itir que ocurra la trom ­ em bolización durante un período d e 11 años; la m ortalidad
bosis sin provocar necrosis. total fue del 33%.
■ La m ezcla acuosa de partículas de esponja de gelatina en ■ Se observó un efecto notable cuando la em b olización fue
p olv o o partículas mayores de alcohol de p olivin ilo son de satisfactoria sin ninguna m anifestación clínica posterior de
elección habitual ante este contexto. hem orragia y una concentración de hem oglobina estable.
T ratam iento de la h em orragia d ig e s tiv a alta

■ Los pacientes tenían 17,7 más posibilidades de m orir si ■ El seguim iento debería continuar hasta al m enos 30 días des­
sufrían fallo m ultiorgánico, con independencia del resultado pués d e la intervención.
de la intervención. ■ Las intervenciones deberían registrarse de m anera prospec­
■ Los efectos adversos son más probables ante un contexto de tiva para su com paración con m odelos de referencia d e cui­
coagulopatía, cuando se emplean espirales com o embolizantes dados.
y en los pacientes con las mayores necesidades de transfusión. ■ El tratam iento de las estenosis isquém icas tras la em b o liza­
ción solo se justifica si los pacientes poseen síntomas.
■ N o hay indicación de realizar estudios radiológicos habituales
para detectar las estenosis del tubo de hem orragia digestiva
C O M P L IC A C IO N E S alta tras la em bolización.
■ Complicaciones generales de la angiografía: hematoma y falso
aneurisma en el punto de acceso, disección y perforación arte­ Lecturas recomendadas
rial, reacciones alérgicas al contraste yodado y nefrotoxicidad Frisoli JK, Sze DY, Kee S: Transcatheter em bolization for the treatment
■ C om plicaciones específicas tras la em bolización: isquem ia o f upper gastrointestinal b leeding. Tech Vase Interv Radiol
crítica gástrica o duodenal que puedan provocar estenosis, 7:136-142, 2005.
úlceras y necrosis (rara) Green M H A , Duell R M , Johnson CD, et al: Haem obilia. Br J Surg
■ Infarto esplénico 88:773-786, 2001.
■ Infarto hepático: riesgo aum entado ante oclusión de vena H astings GS: A n gio grap h ic lo ca liza tio n and transcatheter treatm ent
o f gastrointestinal bleedin g. RadioGraphics 20:1160-1168, 2000.
porta o ante trasplante hepático.
Jackson JE, Stabile B: V isceral em bolization . In D yet JF, Ettles DF,
Nich olson A A , W ilso n SE, editors: Textbook o f Endovascular
Procedures, Philadelphia, 2000, Churchill Livingston e,
pp. 328-340.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Ledermann HP, Schoch E, Jost R, et al: Superselective espiral
Y S E G U IM IE N T O e m bolization in acute gastrointestinal hem orrhage: personal
experience in 10 patients and re vie w o f the literature, 1998
■ Controle diariamente a todos los pacientes intervenidos que personal experience in 10 patients and re vie w o f th e literature.
perm anecen hospitalizados para detectar y tratar la hem o­ JVIR 9:753-760, 1998.
rragia recidivante y las com plicaciones.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la isquemia mesentérica
arterial aguda oclusiva

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de la obstrucción arterial para restaurar un flujo sanguíneo mesentérico


suficiente y evitar la muerte por necrosis intestinal.

■ Heparina
IN D IC A C IO N E S
■ Urocinasa, activador tisular del plasm inógeno (tPA) y acti­
■ Las indicaciones son la trom bólisis, la angioplastia o el vador tisular del plasm inógeno recombinante (rtPA)
im plante de endoprótesis para la oclusión arterial mesenté­ ■ Vasodilatador
rica aguda y la trom boem bolia que provocan isquemia. ■ Papaverina, alprostadilo o tolazolin a junto con heparina
■ Si bien se defiende su em pleo para las em bolias distales, las sódica
lesiones proxim ales se reservan para el tratamiento quirúr­ ■ Se ha descrito la precipitación de la papaverina cuando se
gico; no obstante, tam bién se han obtenido buenos resulta­ m ezcla con la heparina, la solución de lactato sódico com ­
dos con estos tratamientos ante em bolias proximales. puesta, fármacos trom bolíticos o el contraste yoxaglato.
■ Los vasodilatadores son un tratamiento de apoyo de la inter­
vención quirúrgica para reducir el vasoespasmo asociado
pre- y postoperatorio en casos de oclusión total.
■ El tratamiento endovascular se debe plantear pronto, durante A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
el estadio isquém ico reversible y antes del infarto intestinal. ■ La arteria mesentérica superior es más susceptible a la em bo­
lia (9 0 % ) debido a su bajo ángulo de salida desde la aorta y
su m ayor flujo.
■ En el 50 % de los casos, los ém bolos se enclavan 6 a 8 cm más
C O N T R A IN D IC A C IO N E S allá del origen arterial.
■ Sospecha de infarto intestinal o concentraciones elevadas de ■ L a arteria mesentérica inferior raras veces es el punto de
ácido láctico con síntomas d e peritonism o enclavam iento de un ém bolo debido a su m en or luz com pa­
■ Insuficiencia renal o cardíaca rada con la de la arteria mesentérica superior.
■ A lergia al contraste yodado ■ Los orígenes del tronco celíaco, de las arterias m esentérica
■ Enferm edad vascular grave que im pida el cateterism o seguro superior e inferior se visualizan m ejor con la aortografía late­
de los vasos viscerales ral.
■ Trastornos hem orrágicos incorregibles ■ Los vasos colaterales y procesos patológicos asociados con
■ Shock séptico la aorta u otras arterias viscerales se analizan m ejor con la
■ Trombólisis en pacientes con trastornos hem orrágicos, hem o­ aortografía anteroposterior.
rragia activa, cirugía reciente, hipertensión grave, accidente ■ La arteria mesentérica superior puede ser abordada siguiendo
cerebrovascular o proceso activo intracraneal un trayecto femoral o braquial según su ángulo de origen
■ El b loqu eo ventricular com pleto contraindica la papaverina respecto la aorta.

IN S T R U M E N T A L T É C N IC A
■ Catéter ■ La situación cardiovascular se m ejora con la reposición de
■ Catéter p ig ta il de 4 Fr para aortografía fluidos intravenosos, el control del d olor y la administración
■ Catéteres de tipo shepherd’s hook y Simmons para catete­ de antibióticos de am plio espectro.
rism o selectivo de la arteria mesentérica superior ■ Se revisan los estudios radiológicos disponibles que resulten de
■ Catéteres con balón cuando para angioplastia o implante interés: TC dinámica con contraste y angiografía diagnóstica.
de endoprótesis
■ Guía Angiografía diagnóstica
■ Angulada hidrófila de 0,035” y 260 cm de largo (Terumo) para ■ El área se prepare con un antiséptico cutáneo.
repermeabilización o angioplastia del segmento ocluido ■ Se realiza una aortografía lateral con un catéter p ig ta il de
■ Contraste 4 Fr para visualizar los orígenes del tronco celíaco y de las
■ M edicación fibrinolítica o trom bolítica arterias m esentéricas superior e inferior.

P U N T O S CLAVE
i La isquem ia mesentérica es una urgencia vital que requiere un tratam iento inm ediato antes del infarto
intestinal.
i La TC es muy útil para su diagnóstico y posee la clave para valorar las posibilidades de tratam iento,
i Los vasodilatadores son un valioso tratam iento de apoyo para reducir el vasoespasm o en los pacientes
quirúrgicos.
i El tratam iento percutáneo (fibrinólisis, angioplastia translum inal percutánea con balón o im plante de
endoprótesis) es una alternativa razonable frente al acceso q uirúrgico habitual, dada la alta mortalidad
asociada a este últim o.

218 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la isquem ia m e se n té rica a rte ria l aguda oclu siva 219

Figu ra 1. H om bre de 66 a ñ os e n tratam iento con w arfarin a


F igura 2. H om bre d e 6 6 añ os e n tratamiento con w arfarin a
po r fibrilación au ricu lar, ingresado con dolor a b d om inal
po r fib rilac ión a u ricu lar, ingresado con d o lo r a bd om inal
agu do y hem orragia digestiva b aja. N o se constataron síntomas
agu do y hem orragia digestiva b aja. N o se constataron síntomas
de p eritonism o n i contraindicaciones para la fibrinólisis. La
d e peritonism o n i contraindicaciones para la fibrinólisis. La
aortografía oblicua muestra un d efecto d e repleción de 3 cm
aortografía oblicua muestra un defecto d e repleción d e 3 cm
redondeado distal al orificio con oclusión de la arteria mesentérica
redondeado distal al o rificio con oclu sión d e la arteria mesentérica
superior (fle c h a ). Se adm inistraron 3 0 m g de fibrin ólisis in situ
superior (fle c h a ). Se adm inistraron 30 m g d e fibrin ólisis in situ

F igura 4. H om bre d e 6 6 años e n tratamiento con w a rfa rin a p or


fib rilac ión au ricu lar, ingresado con d o lo r a bd om inal agudo
y h em orragia digestiva b aja. N o se constataron síntom as de
peritonism o n i contraindicaciones para la fibrinólisis. A l segundo
día, el d olor abd om inal había desaparecido y una inyección
Figu ra 3. H om bre de 66 a ñ os e n tratam iento con w arfarin a
selectiva en la arteria m esentérica superior dem ostró una total
p o r fibrilación au ricu lar, ingresado con dolor a b d om inal
reperm eabilización de todas las ramas de la arteria mesentérica
agu do y hem orragia digestiva b aja. N o se constataron síntomas
superior.
de p eritonism o n i contraindicaciones para la fibrinólisis. La
aortografía oblicua muestra un d efecto d e repleción de 3 cm
redondeado distal al o rificio con oclusión de la arteria mesentérica
superior (fle c h a ). Se adm inistraron 30 m g de fibrin ólisis in situ
(rtPA ).
220 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

■ Los vasos colaterales y los procesos patológicos asociados Técnicas combinadas para la repermeabilización
con la aorta u otras arterias viscerales se analizan m ejor con arterial
la proyección anteroposterior. ■ La fragm entación m ecánica intraarterial se asocia a la trom ­
■ Se mantendrán las im ágenes de adquisición tardía para eva­ bólisis local de la arteria ocluida.
luar la vena mesentérica superior. ■ Si fuera preciso, se realiza una angioplastia y un im plante de
■ Para el cateterismo selectivo de la arteria mesentérica supe­ endoprótesis.
rior, el acceso braquial puede ser útil en casos de orientación ■ Wakabayashi et al. describen el em pleo del b alón de angio­
caudal de la arteria mesentérica superior; esto, a m enudo, plastia 30 min después de la lisis con urocinasa (inflado a
precisa de introductores de brazo alargado.
baja presión durante 30 s).
■ Un catéter de coronaria derecha es una herramienta útil
cuando se em plea un acceso braquial o axilar.
■ Los catéteres de tipo shepherd’s hook y Simmons son habi­
tualmente eficaces para el cateterism o de la arteria mesenté­ C O N T R O V E R S IA S
rica superior.
■ Un ém bolo aparece com o un defecto redondeado brusco y ■ Resulta m uy controvertido el tratamiento percutáneo frente a
una interrupción del flujo próxim a al origen de la arteria la cirugía en pacientes con síntomas de peritonism o.
cólica m edia frecuentem ente asociada a un grave vasoes­ ■ La angiografía es una prueba diagnóstica útil, pero su uso es
pasmo y a otros ém bolos arteriales. controvertido debido al tiem po que requiere en situación de
■ Un trom bo aparece com o una oclusión más afilada próxim a urgencia.
al origen de la arteria mesentérica superior y se asocia con ■ Los pacientes con peritonitis a m enudo se envían directa­
ateromatosis difusa y una circulación colateral desarrollada. m ente al quirófano sin realizar una angiografía.
■ La angiografía perm ite el tratamiento del vasoespasmo a tra­
vés del catéter durante el período perioperatorio.
Infusión de vasodilatadores mediante angiografia
■ Las indicaciones concretas de los tratamientos percutáneos y
■ La papaverina se disuelve en suero fisiológico a una concen­
la elección de la técnica todavía son controvertidas.
tración de 1 mg/ml, si bien se pueden em plear concentracio­
■ N o se ha alcanzado ningún consenso sobre la elección del
nes más elevadas.
trom bolítico óptim o, dosis y m od o de liberación y papel de
■ Norm alm ente, se administra selectivam ente en la arteria
la anticoagulación coadyuvante.
mesentérica superior un b olo d e 60 m g de papaverina a través
de un catéter de angiografía (hacia delante desde la arteria
hepática derecha si esta existiera) inm ediatam ente después
de la angiografía diagnóstica.
RESULTADO S
■ Esto se sigue de una infusión de 30 a 60mg/h; se ajusta la
dosis para conseguir una respuesta clínica durante 24 h com o ■ N o se han dirigido ensayos com parativos, ni diagnósticos, ni
mínim o. terapéuticos de la isquem ia intestinal aguda.
■ Se puede continuar hasta 12 a 24 h tras la cirugía. ■ Se considera que el alivio del dolor abdom inal en una hora
■ En la m ayoría de casos, la infusión de papaverina se m an­ es el factor más determ inante para predecir el éxito de la
tiene durante 24 h. fibrinólisis.
■ Después, se lava el catéter con suero fisiológico durante ■ L os resultados d e la trom b ólisis son m ejores con la e m b o ­
30 min y se repite la angiografía. lia qu e con la trom b osis d e la arteria m esentérica supe­
■ Si persistiera el vasoespasmo, se debería repetir el ciclo cada rior.
24 h durante un m áxim o de 5 días. ■ Se observó éxito clínico en cinco de ocho pacientes con
isquem ia mesentérica aguda tras la trombólisis.
Trombolíticos en infusión angiográfica ■ Los trom bolíticos administrados con rapidez en unas horas
■ Se infunde una em bolada inicial de 20 m g de rtPA a través de tras la instauración de los síntomas, pero p revios al infarto
un catéter de angiografía en contacto con el coágulo. intestinal, pueden lim itar e incluso revertir la isquem ia
■ Si se consigue una lisis parcial, se infunde una em bolada mesentérica.
más distal de 20 mg. ■ Sim onetti et al. trataron con éxito a cinco d e siete pacientes
■ Se administrará una em bolada d e heparina intraarterial de con isquem ia mesentérica oclusiva m ediante angioplastia
4.000 unidades seguida de una infusión continua intrave­ transluminal percutánea o trombólisis.
nosa. ■ Sim onetti et al. observaron la rem isión de los síntomas clí­
■ Si los síntomas no m ejoran en 4 h o aparece una peritonitis, nicos en cuatro d e cinco pacientes (8 0 % ) tratados con éxito
habrá que plantearse la cirugía. m ediante angioplastia transluminal percutánea, trombólisis
■ Roberts defiende la liberación rápida, com o una ráfaga de o ambas.
aerosol, con altas dosis en un b reve tiem po d e infusión
em pleando un trom bolítico de corta acción.

C O M P L IC A C IO N E S
Angioplastia
■ Durante la intervención se administra heparina. ■ Puede ocurrir un síndrom e posrevascularización.
■ El segm ento ocluido se reperm eabiliza con una guía hidrófila ■ Puede ocurrir la hipotensión sistémica si el catéter de
de 0,035” y 260cm de largo. infusión del vasodilatador se desliza hacia la aorta; esto se
■ Con una angiografía a través de la punta de un catéter Sim­ detecta con una vigilancia atenta de las constantes vitales y
mons o de M ichaelson, se verifica que la guía queda intralu­ se confirm a m ediante angiografía.
minal. ■ Puede tener lugar una em b olización distal.
■ Se reem plaza el catéter por un catéter con balón para perm i­ ■ El catéter puede trombosar.
tir la dilatación y el im plante de endoprótesis. ■ Es posible que haya com plicaciones del punto de punción.
T ratam iento de la isquem ia m ese n té rica a rte ria l aguda oclusiva

■ A veces se dan reacciones alérgicas a la estreptocinasa, uro­ Lecturas recomendadas


cinasa o al contraste.
Hirsch AT, et al: ACC/AHA 2005 Guidelines for the Management
o f Patients w ith Peripheral Arterial Disease (L o w e r Extremity,
Renal, M esenteric, and Abdom inal Ao rtic): Executive Summary:
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA A Collaborative Report from the Am erican Association for Vascular
Surgery/Society for Vascular Surgery, Society for Cardiovascular
Y S E G U IM IE N T O Angiography and Interventions, Society for Vascular M edicine and
Biology, Society o f Interventional Radiology, and the ACC/AHA
■ Se realiza una vigilancia continua del dolor abdom inal y de
Task Force on Practice Guidelines (W ritin g Committee to Develop
las constantes vitales.
Guidelines for the M anagem ent o f Patients W ith Peripheral Arterial
■ Es necesaria una evaluación de laboratorio de los electrolitos Disease) Endorsed by the Am erican Association o f Cardiovascular
y de la función hepática. and Pulm onary Rehabilitation; National Heart, Lung, and Blood
■ Se precisa de un com ienzo tem prano de la nutrición parente­ Institute; Society for Vascular Nursing; TransAtlantic Inter-Sodety
ral. Consensus; and Vascular Disease Foundation. J A m Coll Cardiol
■ Los pacientes que se som eten a tPA o a im plante de endo­ 47:1239-1312, 2006.
prótesis deberían recibir heparina de bajo peso m olecular L o ck G: Acute Intestinal Ischaemia. Best Pract Res Clin Gastroenterol
15:83-98, 2001.
durante 2 días junto con antiagregantes orales (ácido acetil­
Oldenburg W A , et al: Acute M esenteric Ischemia: A Clinical Review.
salicílico y ticlopidina)
Arch Intern Med 164:1054-1062, 2004.
■ Se precisa de una angiografía por TC al m es del tratamiento
Roberts A : Throm bolysis: Clinical Applications. In Baum S, Pencost
de la obstrucción proxim al, incluso si el paciente posee una MJ, editors: Abrams’ Angiography Interventional Radiology, 2nd
situación clínica buena y posteriorm ente a los 6 meses tras ed, Philadelphia, 2006, Lippincott W illiam s & W ilkins, 233-256.
im plante de endoprótesis para detectar reestenosis leves ini­ Sreenarasimhaiah J: D iagnosis and M anagem ent o f Intestinal
ciales. Ischaemic Disorders. BMJ 326:1372-1376, 2003.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la trombosis venosa
mesentérica

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento no quirúrgico de la isquemia mesentérica aguda secundaria a trombosis


en la vena mesentérica.

■ Los hallazgos de la angiografía son el trom bo venoso, el


IN D IC A C IO N E S reflujo de contraste dentro d e la aorta y la prolongación de la
■ Trombosis levem ente sintomáticas d e diagnóstico inicial, fase arterial.
siempre y cuando no exista ninguna contraindicación. ■ Los hallazgos de la angiografía son la acum ulación del con­
■ El tratamiento se realiza, en condiciones ideales, en un esta­ traste, el engrasamiento de la pared intestinal y la extravasa­
dio isquém ico inicial, antes del infarto intestinal. ción del contraste en la lu z intestinal.
■ Los hallazgos de la angiografía también son el defecto de reple­
ción en la vena porta o la ausencia com pleta de fase venosa.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ A lergia al contraste yodado
T É C N IC A
■ Insuficiencia renal o cardíaca ■ La situación cardiovascular se m ejora con la reposición de
■ Infarto intestinal o concentraciones de ácido láctico notable­ fluidos intravenosos, el control del dolor y la administración
mente elevadas con síntomas de peritonism o de antibióticos de am plio espectro.
■ Trastornos hem orrágicos incorregibles ■ Se revisan los estudios radiológicos disponibles que resulten de
■ Shock séptico interés: TC dinámica con contraste y angiografía diagnóstica.
■ Trombólisis en pacientes con trastornos hem orrágicos, hem o­
rragia activa, cirugía reciente, hipertensión grave, accidente
cerebrovascular o proceso activo intracraneal
Angiografia diagnóstica
■ Se realiza una aortografía lateral con un catéter p ig ta il de
4 Fr para visualizar los orígenes del tronco celíaco y de las
arterias m esentéricas superior e inferior.
■ Los vasos colaterales y los procesos patológicos asociados
IN S T R U M E N T A L con la aorta u otras arterias viscerales se analizan m ejor con
la proyección anteroposterior.
■ Catéter
■ Se mantendrán las im ágenes de adquisición tardía para eva­
■ Catéter p ig ta il de 4 Fr para aortografía
luar la vena mesentérica superior.
■ Catéteres de tipo shepherd’s hook y Simmons para catete­
■ Se realiza un cateterismo selectivo de la arteria m esentérica
rism o selectivo de la arteria mesentérica superior
superior.
■ Dispositivo de trom bectom ía (AngioJet o Am platz)
■ Un catéter de coronaria derecha es una herramienta útil
■ Catéter con balón
cuando se em plea un acceso braquial o axilar.
■ Contraste
■ El acceso braquial puede ser necesario cuando la arteria
■ M edicación fibrinolítica o trom bolítica
mesentérica superior se orienta con un ángulo de salida muy
■ Heparina
agudo.
■ Urocinasa, activador tisular del plasm inógeno (tPA) y acti­
■ Los catéteres de tipo shepherd’s hook y Simmons son habi­
vador tisular del plasm inógeno recombinante (rtPA)
tualmente eficaces para el cateterism o de la arteria mesenté­
rica superior.
■ Las im ágenes de adquisición tardía se obtienen para evaluar
la vena mesentérica superior.
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ El acceso puede ser a través de las arterias femoral o braquial, Repermeabilización venosa
para la angiografía diagnóstica, o percutáneo transhepático, para ■ Para reperm eabilizar la vena mesentérica superior a través
la repermeabilización. del acceso transhepático percutáneo se empleará una infu­
■ La trom bosis venosa se puede diagnosticar m ediante TC. sión de urocinasa y un balón de oclusión (Yankes et a l.).

P U N T O S CLAVE
i La trom bosis venosa mesentérica afecta a menudo a los pacientes más jóvenes, muchos d e los cuales
poseen un facto r o más de riesgo de hipercoagulabilidad.
i La TC es útil para diagnosticar y hacer un pronóstico de la isquemia mesentérica aguda, sobre tod o ante
trom bosis de la vena m esentérica superior,
i La isquem ia mesentérica aguda es una urgencia vital que precisa de tratam iento precoz antes del infarto
intestinal.
i El tratam iento percutáneo es una alternativa razonable frente al acceso quirúrgico habitual, dada su alta
m ortalidad asociada.

222 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la tro m b o s is venosa m esentérica

Figura 2. H allazgos en TC en u na m u jer de 4 5 años con dolor


Figura 1. H allazgo s en TC en u n a m u jer de 45 años con dolor
abdom inal intenso y persistente con empeoramiento progresivo.
abdom inal intenso y persistente con em peoram iento progresivo.
H om bosis aguda de la vena mesentérica superior (flecha ).
lio m b o s is aguda de la vena mesentérica superior (flech a ).

■ Para tratar la trom bosis de la vena mesentérica superior y la ■ N o se han dirigido ensayos com parativos ni sobre el diagnós­
venosa portal se infunde tPA en la arteria mesentérica supe­ tico ni el tratamiento de la isquem ia intestinal aguda; ningún
rior con un catéter AngioJet (Rosen y Sh eim an ). estudio ha contrastado los diferentes trombolíticos.
■ Se reperm eabiliza la trombosis de la vena mesentérica supe­
rior con los dispositivos de trom bectom ía AngioJet y Am platz,
el balón de angioplastia y la fibrinólisis con pulverización de
rtPA a través del acceso transhepático (Goldberg y K im ). C O M P L IC A C IO N E S
■ Takahashi et al. describieron la trom bectom ía percutánea
transhepática con urocinasa a través del catéter. ■ H em orragia digestiva
■ Crouch em pleó una infusión mesentérica intraarterial de ■ Shock séptico
urocinasa para tratar la trom bosis venosa mesentérica. ■ H em orragia y trom bosis refractaria (reperm eabilización
venosa)

C O N T R O V E R S IA S
■ Si b ien la an giografía sigue siendo la técnica diagnóstica de
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
referencia, la TC es m uy útil para el diagnóstico de isque­ Y S E G U IM IE N T O
m ia m esentérica aguda, sobre todo ante trom bosis d e la
■ Vigilancia clínica del dolor abdom inal y de las constantes
vena m esentérica superior.
vitales
■ N o se ha alcanzado ningún consenso sobre el trom bolítico
■ Evaluación de laboratorio de los electrolitos y de la función
óptim o, dosis y m étodo de liberación, duración del trata­
hepática
miento y papel de la anticoagulación coadyuvante.
■ Instauración temprana de nutrición parenteral total
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Lecturas recomendadas
RESULTADO S Hollingshead M , et al: Transcatheter throm bolytic therapy for acute
m esenteric and portal vein thrombosis. JVIR 16:651-661, 2005.
■ Se ha com unicado la reperm eabilización con éxito sin reci­
K im HS, et al: Transhepatic catheter-directed throm bectom y and
diva tras 42 m eses de la trom bólisis o trom bectom ía percu­ throm bolysis o f acute superior mesenteric venous thrombosis.
tánea en 10 sobre un total de 11 pacientes sin síntomas de JVIR 16:1685-1691, 2005.
peritonism o (K im et al.). Roberts A , Baum S, Pencost MJ: Throm bolysis: C lin ical Applications.
■ El 85 % de los pacientes tuvieron una resolución de los sín­ A b ra m s’ A ngiography Interven tion a l Radiology, 2nd ed,
tomas tras tratamiento trom bolítico, y ninguno precisó de Philadelphia, 2006, Lippincott W illiam s & Wilkins. 233-256.
resección intestinal (H ollingshead et al.).
Tratamiento de la isquemia mesentérica
no oclusiva

D E F IN IC IÓ N : Administración transcatáter de vasodilatador en un área de vasoespasmo en pacientes


con isquemia intestinal provocada por medicamentos o sustancias vasoconstrictoras, pero no por
obstrucción vascular.

■ Se ha descrito la precipitación de la papaverina cuando se


IN D IC A C IO N E S m ezcla con heparina, solución de lactato sódico com ­
■ Está indicado ante sospecha de isquem ia mesentérica no puesta, fármacos trom bolíticos o contraste yoxaglato.
oclusiva que no m ejora rápidamente con tratamiento de la ■ Contraste
enferm edad de base.
■ La adm inistración de un vasodilatador transcatéter está indi­
cada en los pacientes que no responden a los tratamientos
sistémicos d e apoyo. a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ La administración de un vasodilatador transcatéter también ■ El cateterism o selectivo de la arteria mesentérica superior se
está indicada en pacientes con isquem ia intestinal provocada puede abordar desde un acceso braquial o femoral.
por intoxicación por cocaína o ergotamínicos. ■ El acceso braquial es más útil cuando existe una marcada
■ Idealm ente, el tratamiento debe ser administrado en un esta­ angulación caudal en el origen de la arteria m esentérica
dio isquém ico inicial, p revio al infarto intestinal. superior.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ Sospecha de infarto intestinal con síntomas de peritonism o ■ La situación cardiovascular se m ejora con la reposición de
■ A lergia al contraste yodado fluidos intravenosos, el control del d olor y la administración
■ Insuficiencia renal o cardíaca de antibióticos de am plio espectro.
■ Enferm edad vascular grave que im pida el cateterism o seguro ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
de los vasos viscerales ■ Se revisan los estudios radiológicos disponibles que resulten
■ Trastornos hem orrágicos incorregibles de interés: TC dinám ica con contraste y angiografía diagnós­
■ Shock séptico tica.
■ El b loqu eo ventricular com pleto contraindica la papaverina.
Angiografía diagnóstica
■ Se realiza una aortografía lateral con un catéter pig ta il de 4 Fr
para visualizar los orígenes del tronco celíaco y de las arterias
IN S T R U M E N T A L
mesentéricas superior e inferior.
■ Catéter ■ Los vasos colaterales y los procesos patológicos asociados
■ Catéter p ig ta il de 4 Fr para realizar aortografía con la aorta u otras arterias viscerales se analizan m ejor con
■ Catéteres d e tipo shepherd’s hook y Sim mons; para cate­ la proyección anteroposterior.
terismo selectivo de la arteria mesentérica superior con ■ Se realiza después la angiografía selectiva.
acceso femoral ■ Un catéter de coronaria derecha es una herramienta útil
■ Catéter de coronaria derecha; una herramienta valiosa cuando se em plea un acceso braquial o axilar.
cuando se em plean los accesos braquial o axilar ■ Los catéteres de tipo shepherd’s hook y Simmons son habi­
■ Guía tualmente eficaces para el cateterism o de la arteria mesenté­
■ Guía angulada hidrófila de 0,035” y 260cm de largo rica superior.
(Terum o) ■ Deberían obtenerse im ágenes de adquisición tardía para
■ Vasodilatador valorar el estado de la vena mesentérica superior.
■ Se emplean papaverina, alprostadilo o tolazolina en aso­ ■ En la angiografía se valoran la ralentización del flujo y el
ciación con heparina sódica estrechamiento de los orígenes de las múltiples ramas de

P U N T O S CLAVE
i La isquem ia mesentérica es una urgencia vital que requiere un tratam iento inm ediato antes del infarto
intestinal.
i La isquem ia mesentérica no oclusiva ocurre habitualm ente en pacientes ancianos con patologías clínicas
graves y vasoconstricción esplácnica.
i Se debe considerar el diagnóstico de isquemia mesentérica no oclusiva ante pacientes q ue ingieren
sustancias y medicam entos vasoconstrictores (p. ej., cocaína, ergotamínicos, vasopresina o noradrenalina)
en los que aparece dolor abdom inal.

224 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la isquem ia m e se n té rica no o c lu siva 225

la arteria mesentérica superior, el espasmo de las arcadas


C O M P L IC A C IO N E S
mesentéricas y las deficiencias en el relleno de los vasos
intramurales. ■ Puede ocurrir la hipotensión sistémica si el catéter de infusión
■ Se pueden observar dilataciones y estrechamientos de las del vasodilatador se desliza hacia la aorta; esto se detecta con
asas intestinales. una vigilancia atenta de las constantes vitales y se confirm a
m ediante angiografía.
Vasodilatadores en infusión angiográfica ■ El catéter puede trombosar.
■ Se disuelve papaverina en suero fisiológico a una concen­ ■ Es p osible que haya com plicaciones del punto de punción.
tración d e 1 mg/ml.
■ Se administra una em bolada de 60 m g de papaverina a través
de un catéter de angiografía (distal desde la arteria hepática
derecha, si esta existiera). A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Se continúa con una infusión d e 30 a 60mg/h. Y S E G U IM IE N T O
■ Se ajusta la dosis para conseguir una respuesta clínica durante
■ Se realiza una vigilancia continua del dolor abdom inal y de
24 h com o m ínim o; se puede continuar hasta 12 a 24 h tras la
las constantes vitales.
cirugía
■ Es necesaria una evaluación de laboratorio de los electrolitos
■ Se lava el catéter con suero fisiológico durante 30 min.
y de la función hepática.
■ Se repite la angiografía.
■ Se precisa de un com ienzo temprano de la nutrición parenteral.
■ Si persistiera el vasoespasmo, se debería repetir el ciclo cada
■ Si no ceden los síntomas u ocurre el infarto mesentérico,
24 h durante un m áxim o de 5 días.
puede que aún sea im prescindible una exploración qui­
■ Se han em pleado otros vasodilatadores en el tratamiento de
rúrgica (laparotomía, laparoscopia, resección del intestino
la isquem ia mesentérica no oclusiva.
necrosado).
■ H uw er et al. trataron a 23 pacientes con una inyección en
em bolada intraarterial más una posterior infusión de tolazo-
lina asociada a heparina sódica. Lecturas recomendadas
Ernst S, et al: Current diagnosis and therapy o f non-occlusive
m esenteric ischemia. Rofo 175:515-523, 2003.
Hirsch AT, et al: AC C /AH A 2005 Guidelines for th e M anagem ent
C O N T R O V E R S IA S o f Patients w ith Peripheral Arterial Disease (L o w e r Extremity,
Renal, M esenteric, and Abd om inal A o rtic ): Executive Summary:
■ Es m uy controvertido el tratamiento percutáneo frente a la A Collaborative Report from the Am erican Association for Vascular
cirugía en pacientes con síntomas de peritonism o. Surgery/Society for Vascular Surgery, Society for Cardiovascular
■ N o se ha alcanzado ningún consenso sobre la elección del Angiography and In terventions, Society for Vascular M edicine and
vasodilatador óptim o, dosis, v ía de adm inistración y dura­ Biology, Society o f Interventional Radiology, and the ACC/AHA
ción del tratamiento. Task Force on Practice Guidelines (W ritin g Committee to D evelop
Guidelines fo r the Managem ent o f Patients W ith Peripheral Arterial
Disease) Endorsed by the Am erican Association o f Cardiovascular
and Pulm onary Rehabilitation; N a tional Heart, Lung, and Blood
RESULTADO S Institute; Society fo r Vascular Nursing; TransAtlantic Inter-Society
Consensus; and Vascular Disease Foundation. J A m Coll Cardiol
■ N o se ha demostrado la eficacia de la papaverina intraarterial 47:1239-1312, 2006.
con estudios aleatorizados controlados. Kozuch P L , Brandt LJ: R eview Article: Diagnosis and m anagement
■ En varios ensayos clínicos realizados, se han observado tasas o f mesenteric ischaem ia with an emphasis on pharmacotherapy.
de m ortalidad disminuidas (5 4 % ) cuando se em pleaba papa­ Aliment Pharmacol Ther 21:201-215, 2005.
L o ck G: Acute intestinal ischaemia. Best Pract Res Clin Gastroenterol
verina frente a un tratamiento tradicional (70 a 8 0 % ).
15:83-98, 2001.
■ En cuatro de cuatro pacientes tratados con alprostadilo, Sreenarasimhaiah J: D iagnosis and m anagem ent o f intestinal
hubo un éxito clínico inicial y resolución de su isquem ia ischaem ic disorders. BMJ 326:1372-1376, 2003.
mesentérica.
■ Los pacientes tratados con tolazolina poseen una tasa total
de m ortalidad del 30% (7 de 23 pacientes).
Tratamiento de la isquemia mesentérica
crónica

Catéter: RC 1, Simmons 1, Rosch de mesentérica inferior o


IN D IC A C IO N E S
SOS O m ni 2
■ Una indicación es el tratamiento de la estenosis o la oclusión ■ Para cateterismo selectivo de la arteria mesentérica; según
de los vasos m esentéricos acom pañada d e síntomas isquém i­ la anatomía
cos. Introductor o catéter guía del correcto tamaño y forma
■ Otra indicación es la corrección de la enferm edad vascular Catéter guía deform able y trenzado (M orph, Biocardia)
mesentérica durante una reconstrucción de aorta por aneu­ ■ El catéter sirve para los casos en que no es posible el avance
rism a o enferm edad oclusiva. de un balón y una endoprótesis a través de la lesión debido
■ En los pacientes asintomáticos la presencia de enferm edad a un ángulo arterial agudo, junto con una estenosis estre­
avanzada oclusiva en los tres troncos mesentéricos supone cha.
un argumento de peso para la revascularización. ■ Su form a puede ser m odificada m anualmente para optim i­
zar su ángulo y proporcionar estabilidad dentro de la aorta
para perm itir el avance del balón y la endoprótesis a través
de la lesión.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S Transductores d e presión
■ M iden el gradiente de presión a través de la lesión para
■ El síndrom e de com presión del ligam ento arqueado m edio se
determ inar la im portancia clínica de las estenosis dudo­
trata m ejor m ediante endoprótesis con cirugía en el tronco
sas.
celíaco; de lo contrario, solo puede agravar los síntomas.
Guías d e 0,035 o 0,014”
■ La enferm edad ateromatosa aórtica grave con riesgo de
■ Sirven d e plataform a para la angioplastia y el im plante de
em bolia de colesterol durante la intervención endovascular
endoprótesis en las intervenciones renales.
está contraindicada; en estos pacientes se debe plantear una
■ Los dispositivos com patibles con guías de 0,014” son nor­
derivación quirúrgica extraanatómica.
m almente más flexibles y manejables; sirven para avanzar
m ejor que las plataformas mayores.
Sistemas de balón y de endoprótesis com patibles
IN S T R U M E N T A L ■ Se prefieren las endoprótesis expansibles con balón para
las estenosis arteriales mesentéricas orificiales.
■ 50 a 100 m i de contraste yodado ■ En las lesiones de los troncos se em plean endoprótesis
■ Contraste expansibles con balón o autoexpansibles según la longitud
■ 40 m i d e contraste con gadolinio y configuración de la lesión.
■ Para pacientes con riesgo de nefropatía inducida por con­ Heparina
traste ■ Una dosis em pírica de 3.000 a 5.000 U I en em bolada m an­
■ Catéter lateralmente m ultiperforado tendrá el tiem po de coagulación activado por encim a de
■ Para aortografía los 220 s.

P U N T O S CLAVE
i Los síntomas clínicos clásicos son el d olo r abdom inal posprandial, anorexia y pérdida de peso.
> El objetivo es realizar el diagnóstico antes de que los síntomas se vuelvan dem asiado incapacitantes y
antes de la progresión hacia la isquemia m esentérica aguda, lo q ue em peora su pronóstico.
> Aunque la prueba de referencia para la evaluación del sistem a vascular m esentérico es la angiografía
mediante cateterism o, se reserva inicialm ente para el tratam iento endovascular d e los estudios no invasivos
dudosos.
> La angiografía por TC empleada para la evaluación de la isquemia m esentérica crónica o scila entre el 95 y
100% de precisión; entre sus desventajas se encuentran el uso de contraste yodado, las radiaciones
ionizantes y la dificultad de las grandes calcificaciones.
> La ventaja de la angiografía por RM es la ausencia de radiaciones ionizantes y de contraste yodado;
entre sus desventajas se encuentran la incapacidad para e studiar pacientes portadores de marcapasos
o claustrofóbicos, así com o su incapacidad para determ inar las estenosis recidivantes dentro de las
endoprótesis.
> La ecografía dúplex se usa para la exploración de la estenosis u oclusión arterial m esentérica; un pico
sistólico superior a 2 7 5 cm /s y una velocidad telediastólica superior a 4 5 c m /s son altam ente específicos.
> Las ventajas iniciales de la ecografía dúplex son amplia disponibilidad, bajo coste, ausencia de radiación,
ausencia de necesidad de contraste yodado y capacidad para visualizar la luz de los vasos incluso ante una
endoprótesis metálica im plantada; entre sus desventajas se encuentran que depende de la habilidad del
m édico y la d ificultad de visualizar los vasos m esentéricos con fiabilidad.

226 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la isquem ia m e se n té rica c ró n ic a 227

Figu ra 1. H ay u n a g ra n v aried ad de estilos y tam años de introductores gu ía p reforinados disponibles. Estos introductores
preform ados y reforzad os facilitan la liberación d e sistemas de catéteres con balón y de endoprótesis d e 0,035” o m enores, a la v e z que
perm iten la realización de an giografías por sus vías laterales.(Por cortesía de C ook, In c., B loom ington, IN .)

B io C a k d ia

------------------ ¡

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( i í i i i u - h i - m i ¡ ij h t u i
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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Figura 2. U n catéter d e 8 Fr, reforzado y d efo rm able (catéter M o rp h , B iocardia) pu ed e ser controlado m an u alm ente p ara
adaptarse a u n a diversidad d e cu rvas o form as, m ientras p roporciona u n soporte sobre e l c u a l se a va n z a u n sistem a de b a ló n y
de catéter cu ando existe u n a com plicación con e l á n gu lo de la cu rv atu ra d el vaso desde la aorta. Este catéter gu ía puede d ism inuir
la necesidad de em plear un acceso p o r la arteria braquial para realizar las in terven cion es con endoprótesis d e la arteria mesentérica.
(M orph Vascular Access Catheter; p o r cortesía de Biocardia, M ou ntain V iew , CA .)
228 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

6-12 H E R C U L I N K

Figura 3. A n gio grafía selectiva del tronco celíaco que pone


de m anifiesto u n a g rav e estenosis (flech a) y u n a d ilatación
postestenótica d el vaso (punta de flecha). {Nota: existe un
Figura 4. Se desplegó una endoprótesis expansible con balón
efecto extrínseco sobre la luz provocado por el ligamento arqueado
Herculink (Guidant) de 6 x 12mm en el tronco celíaco tras el
medio distal a la dilatación postestenótica.)
resultado subóptimo de una angioplastia transluminal percutánea.

■ Nitroglicerina La arteria m esentérica elegida se cateteriza con un catéter de


■ Adm inistrada por vía intraarterial en alícuotas de 100 a punta invertida com o SOS Om ni 2, RC 1 o con el catéter
200 p,g m inim iza el vasoespasmo. Simmons 1.
■ Dispositivo de cierre de la arteriotom ía Una angiografía selectiva perm itirá asegurar una localización
■ Instrumental de angiografía de alta resolución intraluminal.
■ Perm ite obtener im ágenes multiplano. Se avanza el catéter o introductor con la form a adecuada
sobre la guía hasta el origen de la arteria mesentérica.
La angioplastia y el im plante d e endoprótesis son similares
a los d e las intervenciones renales, m ediante plataform a de
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o 0,035 o 0,014”.
Se prefieren las endoprótesis expansibles con balón para las
■ La planificación del tratamiento es crucial: la angiografía por
lesiones orificiales.
TC y R M pueden ser excelentes road m ap («m ap a de carre­
En las lesiones de los troncos, se em plean endoprótesis
tera») en la planificación del tratamiento.
expansibles con balón o autoexpansibles según sea la longi­
■ Con la disponibilidad de los introductores guía y catéteres
tud y la configuración de la lesión.
guía preform ados, casi todos los pacientes pueden ser trata­
Las guías de 0,014” , más flexibles y manejables, se emplean
dos desde un acceso por la arteria femoral.
para accesos endovascuiares com plicados (arteria mesenté­
■ An te un contexto de oclusión aórtica infrarrenal, se realizará
rica superior), arteria mesentérica inferior y tronco celíaco
un acceso por la extremidad superior.
(con ángulo m uy agudo en su origen aórtico).
■ Las lesiones se reconocen m ejor con la aortografía lateral.
Los gradientes de presión translesionales se m iden simultá­
■ El tronco celíaco que nace de la aorta con una proyección
neam ente desde la aorta y más allá d e la lesión de interés.
ligeram ente izquierda y anterior (10 a 15°) precisa de una
En general, un gradiente de presión sistólica por encim a de
proyección oblicua adaptada para su visualización.
20 m mHg se considera de importancia y por debajo de 5 mmHg,
■ La arteria m esentérica inferior que nace de la aorta con
despreciable.
orientación izquierda y anterior precisa de una proyección
Los gradientes entre 5 y 20 m m H g se tratan según las parti­
oblicua derecha anterior de 60° para su visualización.
cularidades de cada caso.
Siempre que sea posible, se tratarán múltiples vasos de una
sola vez.
T É C N IC A A n te la presencia de oclusión y estenosis, prim ero se trata la
estenosis y después la oclusión, según lo tolere el paciente.
■ El paciente debe recibir ácido acetilsalicílico y clopidogrel Otra posibilidad será dejar al paciente que regrese para el
desde el día p revio a la intervención. tratamiento de la oclusión si persisten los síntomas tras tratar
■ En el peor de los casos, se administrarán 325 m g de ácido la estenosis.
acetilsalicílico y 300 m g de clopidogrel por v ía oral en la ante­ Se administra heparina con una dosis empírica de 3.000 a
sala antes de la intervención. 5.000 UI en embolada; la dosis se determ ina con la intención
T ratam iento de la isquem ia m e se n té rica c ró n ica

de mantener un tiem po de coagulación activado superior a ■ Una v e z se reconoce la reestenosis, se pueden realizar nue­
los 220 s. vas intervenciones con seguridad y con un buen alivio de los
■ La nitroglicerina intraarterial en alícuotas de 100 a 200 |xg síntomas a corto p lazo en la m ayoría de pacientes.
m inim iza el vasoespasmo.
■ Se planteará el uso de un dispositivo de cierre arterial para la
arteriotomía.
■ El paciente tomará ácido acetilsalicílico el resto de su vida y C O M P L IC A C IO N E S
75 mg/día de clopidogrel durante al menos 30 días.
■ La frecuencia de efectos adversos oscila entre el 0 y 16%, la
mayoría de los cuales son com plicaciones relacionadas con
el punto de acceso.
■ Otra c om plicación posible es la disección inducida por angio­
C O N T R O V E R S IA S
plastia transluminal percutánea (en raras ocasiones, también,
■ N o se han demostrado beneficios en los resultados clínicos la isquem ia mesentérica aguda).
de la revascularización mesentérica en pacientes asintomáti­ ■ La lesión por reperfusión p rovoca d olor abdom inal, edem a
cos. de la m ucosa y ascitis.
■ Aunque algunos autores defienden que la cirugía es m ejor ■ Puede ocurrir una insuficiencia renal tras la intervención
que el tratamiento endovascular para la isquem ia m esen­ debida a nefropatía inducida por contraste.
térica crónica, la relevante m orbilidad postoperatoria y el
riesgo de m ortalidad favorecen el acceso endovascular com o
prim era opción de tratamiento.
■ Aunque Landis et al. encontraron buenos resultados con A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
angioplastia transluminal percutánea o con im plante de Y S E G U IM IE N T O
endoprótesis para las oclusiones totales, la m ayoría de los
investigadores todavía creen que es preferible el uso de endo­ ■ Durante las primeras 12 h, el paciente no tomará nada o
prótesis. seguirá una dieta líquida.
■ Los pacientes han experim entado buenos resultados clínicos ■ El alta hospitalaria se dará entre 1 y 3 días después la inter­
con el tratamiento de estenosis aisladas de la arteria mesen­ vención, según la com plejidad de la clínica.
térica inferior o del tronco celíaco en presencia de oclusión de ■ Es necesario realizar una m odificación de los factores de
la arteria mesentérica superior; por lo tanto, el tratamiento riesgo y la adm inistración de hipolipidemiantes.
de la arteria mesentérica superior no es im prescindible para ■ El paciente tomará ácido acetilsalicílico el resto de su vida
aliviar los síntomas de la isquem ia mesentérica. (si lo tolera) y 75 mg/día de clopidogrel durante al menos
■ De manera similar que con las lesiones renovasculares, aún 30 días.
no se ha determ inado el papel exacto de las m edidas de pre­ ■ El clopidogrel puede prorrogarse si existe enferm edad cardio­
sión a través d e la lesión. vascular avanzada.
■ El papel de los antiagregantes tras una intervención endo­ ■ Es necesario realizar un seguim iento cuidadoso de los sínto­
vascular no se ha delim itado con claridad en este grupo de mas y un estudio radiológico no invasivo para buscar posi­
pacientes. bles síntomas de recidiva de la enfermedad.
■ Si reaparecen los síntomas o se constata una estenosis signi­
ficativa ( > 7 0 % ) , el paciente deberá someterse d e nu evo a la
intervención.
RESULTADO S
■ D esde las primeras com unicaciones de éxito en los casos de
Lecturas recomendadas
angioplastia transluminal percutánea de la arteria mesenté­ Behar JV, Pearce W H , Yao JST, et al: Endovascular interventions
rica superior, publicadas en 1980 por Uflacker et al. y por for chronic mesenteric ischemia. In Matsum ora JS, Pearce W H ,
Furrer et al. se ha com unicado de manera continuada una Yao JST, editors: Trends in Vascular Surgery, Los Angeles, 2003,
Precept Press, pp 237-247.
im portante m ejoría en los síntomas tras la angioplastia con
Cognet F, Ben Salem D, Dranssart M , et al: Chronic m esenteric
balón.
ischemia: im aging and percutaneous treatment. RadioGraphics
■ Las tasas de m ortalidad a 30 días son inferiores con la angio­ 22:863-879, 2002.
plastia o im plante d e endoprótesis que con la cirugía.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Leung, Baum S, Pentecost MJ, e t al: Endovascular interventions for


■ La tasa de éxito técnico para el tratamiento de la isquem ia acute and chronic m esenteric ischemia. In Baum S, Pentecost MJ,
mesentérica crónica m ediante revascularización endovascu­ editors: Abrams’ Angiography: Interventional Radiology, 2nd ed,
lar oscila entre el 80 y 100% ; recientem ente se han observado Philadelphia, 2005, Lippincott W illiam s & W ilkins, pp 398-414.
tasas de éxito técnico superiores, probablem ente debidas a M atsum oto A H , A n gle JF, Spinosa DJ, et al: Percutaneous
transluminal angioplasty and stenting in the treatment o f chronic
mejorías en los dispositivos y en la técnica.
mesenteric ischemia: results and long-term follow -up. J Am Coll
■ El beneficio clínico oscila entre el 40 y 90% ; la m ayoría de
Surg 194(1 Suppl): S22-S31, 2002.
las series describen beneficio clínico en entre el 72 y 84% de
R azavi M , Chung HH: Endovascular managem ent o f chronic
los pacientes. m esenteric ischemia. Tech Vase lnterv Radiol 7:155-159, 2004.
■ Las tasas d e reestenosis tras angioplastia transluminal percu­ Uflacker R: Atlas o f Vascular Anatomy: An Angiographic Approach,
tánea, el im plante de endoprótesis o ambas oscilan entre el 2nd ed, Philadelphia, 2006, Lippincott W illiam s & W ilkins,
15 y 25% a 1 año. p p 405-605.
■ Se ha comunicado una permeabilidad prim aria de entre el 75 y
85 % , con tasas de perm eabilidad prim aria asistida próximas
al 100%.
Tratamiento de los aneurismas viscerales

D E F IN IC IÓ N : La embolización es el tratamiento de primera elección para los seudoaneurismas de las


arterias viscerales; la mayoría de estas intervenciones serán tratadas con éxito por este método.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Seudoaneurisma de arteria visceral ■ La em bolización se puede realizar en los principales vasos
■ Aneurism as viscerales que m idan > 2 cm de diám etro en viscerales sin provocar un infarto orgánico gracias a la rica
mujeres no embarazadas en edad fértil circulación colateral de las visceras abdominales.
■ Aneurism as viscerales que m idan > 2 cm de diám etro en ■ Es im portante conocer la red de colaterales local para evitar
mujeres más allá de la edad fértil y en hombres que la reperfusión del aneurisma p rovoque el fracaso de la
■ Aneurism as sintomáticos em bolización.
■ Cualquier aneurisma visceral cuyo crecim iento sea demos­ ■ La m ayoría de los aneurismas de las arterias viscerales que
trado radiológicam ente durante su seguim iento precisen de tratamiento se abordarán con una punción de la
■ Pacientes de cualquier sexo que se vayan a som eter a tras­ arteria fem oral común.
plante hepático ■ Un acceso axilar o braquial pueden perm itir una ruta más
■ Aneurism as d e la arteria renal que sean causa de hiperten­ favorable en alguna ocasión (enferm edad aneurismática que
sión vasculorrenal afecte a la arteria mesentérica superior).
■ El más frecuente de los aneurismas viscerales es el de la
arteria esplénica, a m enudo cerca del hilio esplénico con
afectación de su bifurcación vascular.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La TC multicorte se realiza durante la fase arterial del realce
del contraste con los objetivos de com probar la anatom ía y
■ Diátesis hem orrágica incorregible
planificar la terapia endovascular.
■ Pacientes con antecedentes de riesgo vital p or anafilaxia al
contraste yodado

T É C N IC A
IN S T R U M E N T A L ■ Con una angiografía visceral se verifica p or com pleto la ana­
tom ía del segm ento vascular afectado.
■ Angiografía
■ Se administran relajantes musculares (butilbrom uro de hios­
■ Catéter
cina) para conseguir una parálisis intestinal.
■ Relajante muscular
■ En algunas ocasiones no se consigue la parálisis com pleta
■ Butilbromuro de hioscina
del intestino solo con el butilbrom uro de hioscina; puede que
■ Contraste
sea im prescindible administrar tam bién glucagón.
■ Espiral
■ El paciente mantendrá su respiración «e n una posición
■ Metálicos
c óm oda», hacia la mitad de su amplitud respiratoria.
■ Endoprótesis
■ En cada excursión respiratoria, el paciente tratará de dejar de
■ Cubiertas
respirar en el m ism o punto.
■ Introductor guía
■ Tam bién se puede m ejorar notablem ente la inm ovilización
■ M icrocatéter
abdom inal com prim iendo la nariz (con una p inza nasal)
■ Endoprótesis de malla
durante la contención de la respiración.
■ Aguja
■ Para la em bolización del vaso afectado, se depositan espira­
■ De calibre fino (22 G)
les m etálicos a cada lado del defecto arterial.
■ Trombina
■ La elección del catéter para obtener una posición lo suficien­
■ Concentrada a 500 a 1.000unidades/ml
tem ente distal com o para perm itir la em bolización dependerá
■ Ecógrafo
de cada anatomía.
■ TC
■ Se precisará de un catéter coaxial en diversas situaciones.
■ Radioscopia

P U N T O S CLAVE
i Los seudoaneurism as de las arterias viscerales tienen un elevado riesgo de ruptura y siempre precisan de
tratam iento, independientem ente de su tam año,
i Los aneurismas verdaderos d e las arterias viscerales son infrecuentes; la mayoría de los aneurismas son
hallazgos incidentales de estudios tom ográficos q ue no requieren tratam iento,
i Los aneurismas verdaderos con > 2 cm de diám etro en mujeres no embarazadas en edad fértil y en
pacientes que van a som eterse a un trasplante hepático precisan de tratam iento,
i La em bolización es la intervención de primera elección para el tratam iento de seudoaneurism as de las
arterias viscerales; la mayoría de los casos se tratan satisfactoriam ente con esta intervención.

230 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de los a n eurism as visce ra le s

Figura 1. S eu d o a n e u rism a d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l e n e l


c o n tex to d e u n a p a n crea titis c ró n ic a . Corte de TC qu e muestra
un seudoaneurism a d e la arteria gastroduodenal qu e consta de una
pequeña lu z perm eable rodeada p o r una gran cantidad de trombo. Figura 2. S eu d o a n e u rism a d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l e n e l
c o n te x to d e u n a p a n crea titis c ró n ic a . Im agen d e reconstrucción
d e una TC frontal qu e muestra el m ism o seudoaneurisma de
la arteria gastroduodenal. Otras im ágenes (n o mostradas)
demuestran una variación en la anatom ía d e la arteria visceral,
con la arteria gastroduodenal surgiendo de una arteria hepática
com ún sustituida originada, a su v ez , en la arteria mesentérica
superior.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. S eu d o a n e u rism a d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l e n e l Figura 4. S eu d o a n e u rism a d e la a r te ria g a stro d u o d e n a l


c o n te x to de u n a p a n c r e a titis c ró n ic a . A n gio grafía selectiva d e la en e l c o n tex to d e u n a p a n crea titis c ró n ic a . R adiografía de
arteria m esentérica superior qu e pon e de m anifiesto la anatom ía m o n ito rización tras la em b o lización con m icroespirales de platino.
y muestra e l seudoaneurisma. Obsérvese qu e la lu z perm eable del Obsérvese qu e los espirales se han depositado en cada un o de
seudoaneurism a es considerablem ente m ayor qu e lo qu e aparecía los tres vasos más allá d el cu ello del seudoaneurisma, así com o
en la TC realizada 24 h antes, dem ostrando así la rapidez d e los p roxim al a este, dentro d e la arteria gastroduodenal para asegurar
cambios. su exclusión de la circulación.
232 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES GASTROINTESTINALES

■ La oclusión com pleta del vaso más allá del seudoaneurisma ■ La tortuosidad de los vasos viscerales aumenta el riesgo de
se debe realizar antes de la em b olización proxim al para e v i­ reperfusión del saco m ediada por flujo turbulento a través
tar la reperm eabilización m ediante colaterales. del cuello del seudoaneurisma.
■ Relleno del seudoaneurisma con espirales: ■ Si ocurriera una reperm eabilización del saco, el paciente
■ Se debe evitar una repleción del saco del seudoaneurisma v olvería a tener el m ism o riesgo hem orrágico p revio al trata­
con material em bolizante, ya que eso provocaría su expan­ m iento fallido.
sión y posible ruptura.
■ De otra manera, el hem atom a de alrededor se lisiaría y la
bola de espirales se saldría del vaso.
■ Esto desem bocaría en una reperm eabilización del seudoa­ RESULTADO S
neurisma, con su consecuente riesgo hem orrágico.
■ Los aneurismas d e las arterias viscerales se pueden tratar
■ Im plante de una endoprótesis cubierta a través del cuello del
con un alto grado d e éxito.
seudoaneurisma:
■ Las endoprótesis cubiertas se pueden em plear para tratar
los aneurismas y los seudoaneurismas en vasos de gran
calibre. C O M P L IC A C IO N E S
■ El aneurisma será excluido por com pleto mientras se m an­
tiene la perm eabilidad distal del vaso original. ■ Infarto esplénico parcial o total
■ Asociación de endoprótesis no cubiertas y em bolización: ■ Pancreatitis
■ La intervención supone la asociación d e endoprótesis ■ Isquem ia o infarto hepático
no cubierta (d e m a lla desnuda) im plantada a través del ■ Infarto gástrico, duodenal o del intestino delgado
defecto arterial y el relleno del saco del seudoaneurisma ■ Riesgo de insuficiencia renal en cualquier intervención que
con espirales m ediante microcatéter. suponga el em pleo de contraste yodado
■ Esta técnica es útil cuando la conservación de la lu z de la
arteria visceral es im prescindible o existe alguna razón que
im pide em plear la endoprótesis cubierta.
■ La inyección de trom bina percutánea supone la introducción
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
de una aguja de escaso calibre dentro de la lu z perm eable Y S E G U IM IE N T O
del seudoaneurisma bajo guiado ecográfico, radioscópico o
■ Los seudoaneurismas tratados mediante em bolización con
m ediante TC.
espirales y exclusión del saco comprobada en el m om ento de la
■ Una v e z se ha com probado la correcta posición de la aguja,
angiografía no precisan de seguim iento radiológico habitual.
se inyecta la trombina lentamente hasta que se consigue la
■ Se deberían realizar estudios tom ográficos en un contexto de
trombosis del saco.
enferm edad subyacente en el que se com probara la trom bo­
■ Se inyectan solo pequeños volúm enes de solución con trom ­
sis del seudoaneurisma.
bina para disminuir el riesgo de derrame dentro del vaso
■ El seguim iento radiológico será necesario en aquellos seudo­
original, evitando así un posible infarto de órgano terminal.
aneurismas tratados m ediante inyección percutánea de
trombina hasta que la posibilidad de su reperm eabilización
sea baja.
■ Los aneurismas verdaderos tratados m ediante em bolización
precisan de un seguim iento radiológico a largo p lazo mayor
C O N T R O V E R S IA S
pero todavía dependen de la técnica endovascular que se
■ El debate se centra sobre el em pleo de la trom bina para el em pleó.
tratamiento de los seudoaneurismas viscerales. ■ En los pacientes cuyo saco fue rellenado con espirales se pre­
■ La exclusión com pleta de la circulación de los seudoaneu­ cisará de técnicas tom ográficas (ecografía o TC) para com ­
rismas m ediante la oclusión vascular proxim al y distal con probar que el tamaño del aneurisma perm anece invariable.
espirales está sobradamente probada. ■ Los pacientes con aneurismas verdaderos com pletamente
■ La correcta realización de la intervención provoca la trom bo­ trom bosados pueden ser dados de alta de posteriores segui­
sis del saco y evita la hem orragia en cualquier caso. mientos.
■ La inyección de trom bina funciona bien para los seudoa­
neurismas poscateterism o de la arteria fem oral porque las Lecturas recomendadas
lesiones en un vaso recto y norm al en todo lo demás son, por
M endelson R M , Anderson J, M arshall M , et al: Vascular com plications
lo general, menores.
o f pancreatitis. A N Z Jou rna l o f Surgery 75:1073-1079, 2005.
■ El riesgo de una lesión de un órgano terminal aumenta cuando Pilleu l F, Beuf O: D iagnosis o f splanchnic artery aneurysms and
el seudoaneurisma se encuentra en un vaso pequeño, ya que pseudoaneurysms, w ith special reference to contrast enhanced
precisará d e una m enor cantidad de vertid o de trombina para 3D m agnetic resonance angiography: a review. Acta Radiológica
provocar su trom bosis habitual. 45:702-708, 2004.
PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES
Angioplastia transluminal percutánea
e implante de endoprótesis renal

■ Balón
IN D IC A C IO N E S
■ Se deben escoger según la lu z de la guía; deben poseer
■ Estenosis de la arteria renal > 5 0 % con indicación de trata­ extremos cortos y puntiagudos, y su longitud debe cubrir
miento (anatóm ico y clínico) la lesión sin dañar la arteria renal distal
■ Indicaciones anatómicas: gradiente transestenótico si existe una ■ Endoprótesis
gravedad de la lesión en el límite, nefroarterioloesclerosis ausente ■ Las endoprótesis deberían ser expansibles con balón.
o leve, longitud renal > 7 a 8 cm, aorta y acceso no afectados ■ Se debería em plear la endoprótesis más corta posible que
■ Indicaciones clínicas: hipertensión progresiva, insuficiencia perm ita una cobertura com pleta de la porción orificial de
renal, atrofia renal, edem a pulm onar de instauración rápida la arteria.
y síndromes cardiovasculares que precisan de la prescripción ■ Las endoprótesis deberían p oseer una extensión de apro­
de antagonistas de angiotensina II o de los receptores de xim adam ente 5 m m más allá del lím ite distal de la esteno­
angiotensina sis.
■ Estenosis de la arteria renal > 8 0 % con riesgo elevado de ■ Dispositivo de protección
oclusión espontánea de la masa distensible renal total ■ En estudios unicéntricos se ha demostrado que estos dis­
positivos alivian la caída de la función renal tras la inter­
vención.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ La intervención es habitualmente segura en aquellos pacien­
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
tes elegidos adecuadamente.
■ Las contraindicaciones relativas son hipersensibilidad al con­ ■ El acceso habitual se realiza p or la arteria fem oral com ún
traste, alergia a la heparina o al acero inoxidable, acceso vas­ derecha o izquierda, norm alm ente p or el lado ipsolateral a la
cular lim itado y riesgo de nefropatía inducida por contraste. arteria renal que va a ser tratada.
■ Las contraindicaciones absolutas son atrofia renal avanzada, ■ En algunos casos con una marcada angulación caudal puede
acceso arterial peligroso y com orbilidad avanzada. ser im prescindible el acceso braquial.
■ La intervención no está contraindicada ante insuficiencia
renal, proteinuria y estenosis de la arteria renal unilateral.

T É C N IC A

IN S T R U M E N T A L ■ Una angiografía diagnóstica identificará la localización y el


m ejor p erfil para el tratamiento.
■ A guja y guía de acceso vascular ■ Se avanzará el catéter conform ado o el catéter guía hacia
■ Introductor o guía vascular la arteria renal con una pequeña longitud de guía (aproxi­
■ Se deberían em plear introductores conform ados de 30 a madamente, 3 m m ) sobresaliendo más allá de la punta del
45 cm de largo, de 6 a 7 Fr de diám etro o guías de 7 a 8 Fr catéter.
con una trenza interior que proporciona control de torque ■ Para atravesar la lesión, el catéter debería alinearse junto con
al eje del catéter y con punta blanda. el eje longitudinal de esta.
■ Catéter conform ado d e 5 Fr ■ Se avanza una guía de punta flexible a través de la lesión.
■ Usado para introducirse por el orificio renal con el catéter ■ Si se encuentra resistencia, el intervencionista puede emplear
antes del paso de la guía. una guía con una suave curva en la punta para facilitar su
■ Se suelen em plear los catéteres SOS Om ni y Cobra. control direccional.
■ Guías d e cruce y d e intervención ■ En el caso de lesiones excéntricas, puede ser im prescindible
■ Las guías de 0,018” y 0,014” suelen tener una punta blanda recolocar el catéter orificial para optim izar la orientación de
conformable de 3 a 5 cm para permitir el paso hacia la lesión. la guía con la luz restante perm eable.

P U N T O S CLAVE
> La estenosis d e la arteria renal puede estar provocada p o r una diversidad de patologías; la causa más
frecuente es la enfermedad aterosclerótica.
> Las técnicas radiológicas no invasivas y la revascularización percutánea están cam biando el tratam iento
clínico de la estenosis de la arteria renal.
i Existe una controversia muy notable al respecto de la utilidad clínica de la revascularización renal.
> Hay pruebas muy convincentes que apoyan el im plante de e ndoprótesis d e la arteria renal para tra ta r la
estenosis de la arteria renal, la hipertensión, la insuficiencia renal (sobre tod o la de instauración rápida) y la
insuficiencia cardíaca congestiva.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 233


234 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

Figura 1. T é c n ic a d o n ’t to u ch (« s in to c a r » ) p a ra p r o te c c ió n fren te a e m b o lia s . El orificio de la arteria renal se identifica con un


catéter con form ado com o Cobra o catéter de curva inversa y la estenosis orificial se atraviesa con un balón de protección frente a
em bolias G uardwire (M ed tro n ic ), qu e se in fla para p roporcionar protección distal antes de la reducción del catéter o la m anipulación
de cualesquiera balones o endoprótesis a través de la lesión. El balón de d ispositivo de protección frente a em bolias perm anece inflado
durante toda la intervención.

Figura 2. T é c n ic a d e g u ía c o m p a ñ e ra p a ra fa c ilita r e l im p la n te d e e n d o p ró tes is e n a r te r ia re n a l p ro te g id a . La angulación d e la


arteria renal provoca un asentam iento incorrecto d e la gu ía renal qu e im p ide atravesar la lesión con un d ispositivo d e protección frente a
em bolias. Tías la colocación d e una gu ía de 0,014” d e punta flexib le m ejora la orientación d e la gu ía y hay éxito al posicion ar e l d ispositivo
de protección frente a em bolias.
A n g io p la s tia tra n s lu m in a l p ercutánea e im p la n te de endo p ró te sis renal 235

Figura 3. T é c n ic a d e g u ía c o m p a ñ e ra p a ra f a c ilita r e l im p la n te de e n d o p ró tes is e n a r te ria r e n a l p ro te g id a . La angu lación de la


arteria renal provoca un asentam iento incorrecto de la gu ía renal que im p ide atravesar la lesión con un d ispositivo de protección frente
a embolias.

Figura 4. T é c n ic a d e g u ía c o m p a ñ e ra p a ra f a c ilita r e l im p la n te de e n d o p ró tes is e n a r te ria r e n a l p ro te g id a . La angu lación de la


arteria renal provoca un asentam iento incorrecto de la gu ía renal que im p ide atravesar la lesión con un d ispositivo de protección frente
a em bolias. An tes d e desplegar la endoprótesis, se recupera la gu ía compañera.
236 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

■ T écnica d on ’t touch («s in to ca r»): la guía pasa a través de la ■ En un estudio de Plouin et al., el 27% de los pacientes asig­
lesión sin un cateterismo directo d e la arteria renal. nados al tratamiento m édico fueron tratados con angioplastia
■ La intención es m inim izar el riesgo de causar daños durante en un análisis provisional.
el paso inicial de la lesión; se puede realizar de dos m ane­ ■ El 44% de los pacientes del ensayo DRASTIC se som etieron
ras. a angioplastia por hipertensión incontrolada, insuficiencia
■ Prim er m étodo: se colocan dos guías a través del catéter renal progresiva y em peoram iento de su gamm agrafía renal
guía, la prim era se coloca de manera ascendente dentro de en 3 meses.
la aorta, para evitar el com prom iso lesional por el catéter ■ Numerosos ensayos y metaanálisis apoyan el im plante de
guía, y con la segunda se atraviesa la lesión. endoprótesis para tratar la estenosis de la arteria renal, la
■ Segundo m étodo: se utiliza un catéter con curva inversa hipertensión, la insuficiencia renal y la insuficiencia cardíaca
que perm anece fuera del orificio de la arteria renal. congestiva.
■ Antes del cateterism o del orificio, se pasa a través de la lesión
un dispositivo de protección frente a em bolias m ediante la
técnica de volteo rápido.
■ El dispositivo d e protección frente a em bolias se despliega, lo RESULTADO S
que perm ite el filtrado del flujo distal antes de que el catéter
■ Para el tratamiento de la hipertensión, se observa beneficio
se em puje a través del orificio renal.
en casi dos tercios de los casos, tom ando una definición de la
■ La técnica d e guía com pañera se em plea para estenosis difí­
m ejora en la presión arterial según la Organización M undial
ciles d e atravesar inicialm ente con dispositivo de protección
de la Salud.
frente a em bolias o con balón debido al retroceso del catéter
■ Recientem ente, se ha p od id o aum entar la tasa de m ejoría
o introductor guía desde el orificio renal.
en la hipertensión con el em p leo de técnicas de protección
■ Una segunda guía de 0,014” se avanza a través de la lesión;
distal, sobre todo con la captura de residuos em bólicos.
así, asegura la posición del catéter guía y facilita un avance
■ El im plante d e endoprótesis en la arteria renal puede tam­
posterior del dispositivo.
bién m odificar algunas alteraciones fisiopatológicas observa­
■ L legado este punto, se p rocede con la predilatación con balón
das en los pacientes con estenosis de la arteria renal; puede
o con el im plante prim ario de endoprótesis.
asim ism o aumentar los episodios cardiovasculares.
■ L a m ayoría de las lesiones se pueden tratar con im plante
■ Las m edidas del flujo sanguíneo del antebrazo, las enzim as
prim ario de endoprótesis gracias al bajo perfil de cruce de las
del estrés oxidativo, la noradrenalina sérica y el péptido
endoprótesis expansibles con balón actuales.
natriurético atrial tipo B muestran m ejoría tras un implante
■ La predilatación con balón puede ser útil ante placas densas
de endoprótesis de la arteria renal satisfactorio.
y calcificadas en el origen d e la arteria renal.
■ Los pacientes cuya función renal m ejoró tras el im plante de
■ Cuando se im planta una endoprótesis, se d ebe elegir la más
endoprótesis mostraron m ejoría en su supervivencia en com ­
corta que cubra la lesión.
paración con aquellos sin m ejoría en la función renal.
■ Se prefieren las endoprótesis expansibles con balón debido a
su m ayor fuerza circunferencial.
■ La endoprótesis debe situarse de manera que se extienda 1 a
3 m m dentro de la aorta cuando se traten lesiones orificiales. C O M P L IC A C IO N E S
■ El m argen distal de la endoprótesis debería extenderse com o
m ínim o 1 a 2 m m más allá de la lesión. ■ En total, la com plicación por hem atom a fem oral es d e entre
■ El inflado del balón para la endoprótesis se debe realizar el 10 y 15% ; los principales efectos adversos clínicos se
lentamente para evitar la lesión aórtica. encuentran p or debajo del 5% .
■ Cuando el balón tom e una configuración en reloj de arena, ■ Las com plicaciones posibles son lesión del punto de punción,
el catéter se debería avanzar para que el balón se coloque lesión arterial y aórtica, nefropatía inducida por contraste e
horizontal a la arteria renal (y perpendicular a la aorta). insuficiencia renal.
■ En la intervención final, la guía de intervención se debe man­ ■ La disección residual con lim itación del flujo tras im plante
tener a través de la arteria renal para la angiografía final a de endoprótesis es p oco frecuente si se usa la técnica ade­
través del catéter guía. cuada.
■ Cualesquiera lesiones residuales limitantes del flujo pueden ■ La ruptura de la arteria renal ocurrió e n < l % de los casos.
tratarse con otras angioplastias o, con m enor frecuencia, con ■ La em boba renal supone uno de los mayores riesgos de la
endoprótesis adicional. intervención.
■ El espasm o o la trom bosis asociada a la intervención se pue­
den tratar, si procede, m ediante tratamiento transcatéter.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
C O N T R O V E R S IA S ■ Se d ebe prestar aten ción en tratar los factores d e riesgo
■ Existe una gran controversia en lo que respecta a la utilidad subyacentes: h ip ertensión y otros factores d e riesgo car­
clínica de la revascularización renal. d iovascular asociados com o hip erlipid em ia y diabetes
■ Un ensayo de angioplastia sin im plante de endoprótesis en m ellitus.
pacientes no urémicos fracasó al intentar demostrar el bene­ ■ Esta precaución se utiliza para evitar episodios cardíacos
ficio estadísticamente significativo de la revascularización. tardíos, así com o para reducir el riesgo de reestenosis.
■ Los ensayos fueron lim itados por la carencia de em pleo de ■ Se ajustarán los fármacos antihipertensivos antes y después
endoprótesis, los pequeños tamaños muéstrales y un diseño de la intervención.
del análisis que enmascaraba los auténticos beneficios de la ■ El paciente com enzará un tratamiento antiagregante a largo
revascularización. p lazo tras la intervención renal.
A n g io p la s tia tra n s lu m in a l p ercutánea e im p la n te de endo p ró te sis renal

■ Se lleva a cabo un estudio dúplex renal para referencia tras el treatment o f renal artery stenosis. Circulation 115(2): 263-269,
im plante d e endoprótesis en 1 a 2 semanas con estudios de discussion 270, 2007.
D w orkin LD, Jamerson KA: Is renal artery stentin g the correct
seguim iento a los 6 m eses y, después, anualmente durante
treatment o f renal artery stenosis? Case against angioplasty and
3 años.
stenting o f atherosclerotic renal artery stenosis. Circulation 115(2):
■ La ecografía dúplex se realiza tam bién en los pacientes que
271-276, discussion 276, 2007.
padecen una reducción de la función renal o un em peora­ H olden A , H ill A , Jaff M R, P ilm ore H: Renal Artery Stent
miento tras el im plante de endoprótesis. Revascularization w ith em bolic protection in patients with
ischem ic nephropathy. Kidney In terna tiona l 70:948-955, 2006.
Lecturas recomendadas
Cooper CJ, M urphy T P : Is renal artery stenting the correct treatment
o f renal artery stenosis? T h e case for renal artery stenting for
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la isquemia renal aguda

D E F IN IC IÓ N : Intervención endovascular para restaurar la perfusión renal ante la interrupción


aguda del flujo sanguíneo renal.

■ Traumatismo de la arteria renal u oclusión aguda ateroscleró-


IN D IC A C IO N E S tica: se pasa una guía de 0,014” o 0,018” a través de la lesión
■ Traumatismo con disección o avulsión de la arteria renal hasta situar la punta en la rama lobular o segmentaria.
■ Trom boem bolia de la arteria renal ■ Se debe pon er cuidado en evitar el avance de la guía hacia
■ Isquem ia renal aguda con aterosclerosis de la arteria renal la localización más periférica por el riesgo de perforación
■ D isección aórtica con hipoperfusión renal renal.
■ Oclusión d e la arteria renal tras intervención endovascular ■ Sobre esta guía se pueden liberar endoprótesis expansibles
con balón, de p erfil bajo y rápido intercambio.
■ A veces se precisa de una angioplastia prelim inar con un
b alón de perfil bajo.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se puede realizar una trombólisis dirigida con catéter cuando
existe trom bosis parcial o total de la arteria renal ante un
■ Lesiones isquémicas importantes e irreversibles parenquim a-
traumatismo d e la arteria renal.
tosas que ya se hayan establecido
■ Se vigila atentamente al paciente durante la trom bólisis para
evitar una descom pensación provocada por una hem orragia
retroperitoneal desde la arteria renal lesionada.
■ Se diagnostica la disección arterial traumática y se trata la
IN S T R U M E N T A L
entrada con im plante d e endoprótesis, m ediante el posible
■ Catéter o introductor guía em pleo de endoprótesis cubierta.
■ Renales de doble curva, multiusos ■ En caso de em bolia aguda de la arteria renal, se realiza una
■ Balón de angioplastia trombólisis y una trom bectom ía con aspiración m ediante
■ Endoprótesis catéter.
■ De gran fuerza radial, endoprótesis expansibles con balón ■ En casos de deterioro agudo de la función renal debido a
■ Guía ulceración de la placa aterosclerótica, se debe plantear el uso
■ D e 0,014 o 0,018” de un dispositivo de protección frente a embolias.
■ D e 0,035” ■ Inicialm ente, se pueden em plear un filtro o un balón de
oclusión distal; la técnica del paso in icia l debe realizarse
mediante catéter guía o con gu ía com pañera de bajo perfil.
■ Trate una disección aórtica de tipo B ante una isquem ia
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O renal aguda con reperfu sión d e la lu z verdadera aórtica
abdom inal m ediante im plante d e endoprótesis cubierta
■ La angiografía por TC o R M anterior a la intervención per­
para el flu jo d e entrada al desgarro intim al de la aorta torá­
m ite la conveniente selección del acceso y de la form a del
cica.
catéter.
■ El tratamiento de la isquem ia renal persistente y la revascula­
■ El acceso por la ingle ipsolateral perm ite un m ejor acceso en
rización se consiguen reconectando la luz verdadera aórtica
la m ayoría de casos.
con la luz verdadera renal por m edio de una endoprótesis.
■ El acceso por la arteria radial puede ser im prescindible para
■ Se pueden necesitar endoprótesis cubiertas para excluir el
orígenes m uy angulados d e las arterias renales.
com ponente d e la falsa lu z aórtica.
■ Las técnicas de fenestración intraarterial y otros accesos
alternativos para la reparación con endoprótesis de la disec­
ción aórtica de tipo B se em plean para m ejorar la perfusión
T É C N IC A
de la lu z verdadera.
■ Se recom ienda una aortografía de lavado para localizar con ■ La angiografía final tras la angioplastia de la arteria renal es
precisión los orificios de las arterias renales respecto de las im portante para identificar resultados subóptim os (estenosis
referencias anatómicas. residual de im portancia o disección arterial tras la angioplas­
■ Se posiciona un catéter con la form a adecuada en el orificio tia).
de la arteria renal d e interés y se administran heparina y ■ Para detectar com plicaciones es im portante contar con una
nitroglicerina por v ía intraarterial. angiografía de alta velocidad de fotogram as y con m edidas

P U N T O S CLAVE
i Las técnicas endovasculares se emplean poco ante un contexto de isquemia renal aguda,
i La revascularización endovascular puede p erm itir beneficios mejores en casos escogidos,
i La isquem ia renal aguda en un contexto de aterosclerosis se debe norm alm ente a ulceración de la
placa; los pacientes tratados con inhibidores de la enzim a conversora de la angiotensina (ECA) se
benefician de la revascularización,
i La isquem ia renal aguda com o com plicación de una intervención vascular puede ser normalmente tratada
con otras técnicas endovasculares.

238 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Figu ra 2. Is q u e m ia ag u d a e n u n c o n te x to d e atero s c lero s is
d e la a r te ría re n a l. H om bre de 68 años con oclu sión conocida
de larga evolución de la arteria renal derecha e insuficiencia
renal aguda provocada por una progresión rápida d e una lesión
Figu ra 1. Is q u e m ia ag u d a e n u n c o n te x to d e atero s c lero s is aterosclerótica de la arteria renal izquierd a, probablem ente p or
d e la a r te ría re n a l. H om bre de 68 años con oclu sión conocida ulceración d e una placa. Im plante prim ario de endoprótesis de la
de larga evolución de la arteria renal derecha e insuficiencia estenosis de la arteria renal izquierda. Obsérvese la endoprótesis
renal aguda provocada por una progresión rápida d e una lesión expan sible con balón (flech a blanca la rg a ) con un catéter guía
aterosclerótica de la arteria renal izquierda, probablem ente p or para control an giográfico (flec h a h ueca). Se coloca un filtro de
ulceración d e una placa. La aortografía ab dom inal confirm a la ém bolos (flec h a blanca co rta ) en la arteria prin cipal renal distal.
oclusión de la arteria renal derecha y una estenosis de alto grado
de la arteria renal izqu ierd a (flech a ).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. D is e c c ió n a ó rtic a de tip o B d e S ta n fo rd c o n is q u e m ia


r e n a l ag u d a. Se m aneja una gu ía desde la lu z aórtica verdadera
dentro d e la arteria renal izquierda. Obsérvese qu e la arteria
renal izq u ierd a proxim al está com prim ida p o r la falsa lu z
(flecha s).
Figura 4. Is q u e m ia r e n a l a g u d a en u n p a c ie n te qu e c o m e n zó
a to m a r u n in h ib id o r d e la e n z im a c o n v e r s o ra de la
a n g io te n s in a (E C A ). A n gio grafía tras im plante de endoprótesis.
En este paciente se reinstauró e l in h ibid or de la ECA sin mostrar
caída d e la fun ción renal.
240 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

de gradientes de presión arterial translesional (m ediante un ■ Los 11 pacientes con arterias renales perm eables mostraron
catéter de 4 Fr o una guía de presión ). una im portante m ejora en su función renal; tres pacientes
■ El im plante secundaria de endoprótesis puede tratar correc­ dejaron d e precisar hemodiálisis.
tam ente la estenosis y disección residuales tras una angio­ ■ Los datos del tratamiento endovascular ante traumatismos
plastia. y trom boem bolias son escasos, no obstante los resultados
■ Durante el im plante de endoprótesis de la arteria renal se tra­ prelim inares parecen prometedores.
tan con endoprótesis cubiertas la ruptura arterial y la fractura ■ H ay escasos datos publicados sobre la eficacia de las técni­
de la endoprótesis. cas de revascularización de la arteria renal en el contexto de
■ El despliegue incom pleto endoprotésico con oclusión de la una disección aórtica de tipo B, pero los resultados iniciales
arteria renal precisa de derivación quirúrgica. parecen prometedores.
■ El trom bo mural em igrado se ha tratado con trom bólisis y
trom bectom ía con aspiración.
■ Para tratar un m al im plante de una endoprótesis que cubre
parcial o totalm ente el orificio d e la arteria renal principal se C O M P L IC A C IO N E S
tira del punto de fijación proxim al de la endoprótesis bajo el
■ D isección tras la angioplastia
orificio de la arteria.
■ Rotura arterial
■ Se infla el balón dentro del cuerpo de la endoprótesis cubierta
■ Estenosis residual
o se atraviesa con la guía la bifurcación de la endoprótesis y
■ Ateroem bolia distal
se enlaza con la ingle contralateral.
■ C om plicaciones del acceso arterial: hem atoma, falso aneu­
■ Si el orificio de la arteria renal se cubre p or com pleto se
risma y fístula arteriovenosa
realiza una revascularización renal introduciendo la guía en
la arteria y se realiza el im plante prim ario de endoprótesis.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
C O N T R O V E R S IA S Y S E G U IM IE N T O
■ Se precisa de una hidratación intravenosa continuada, prefe­
■ Las técnicas endovascuiares no están bien establecidas en la
rentemente durante 12 a 24 h.
m ayoría de casos de isquem ia renal aguda.
■ Se recomienda la antiagregación, pero la anticoagulación en
■ La reparación endolum inal para la disección aórtica de tipo B
pacientes convenientem ente revascularizados norm alm ente
no ha sido validada.
no es imprescindible.
■ El em pleo selectivo de dispositivos de protección frente a
■ La perm eabilidad de la arteria renal tras la intervención
em bolias parece beneficioso, pero la experiencia se lim ita
endovascular se controla norm alm ente con ecografía D op­
a com unicaciones unicéntricas.
pler; se realiza un estudio de referencia aproxim adam ente al
mes de la intervención.

RESULTADO S Lecturas recomendadas


Bokhari SW, Faxon DP: Current ad vances in the diagnosis and
■ Los pacientes con deterioro reciente de la función renal o con treatment o f renal artery stenosis. Rev Cardiovasc M ed 5:204-215,
deterioro tras el com ien zo del tratamiento con inhibidores 2004.
de la ECA constituyen un grupo de m ejor pronóstico para la Leertouw er TC, Gussenhoven EJ, Bosch JL, et al: tent placem ent
angioplastia de la arteria renal. for renal artery stenosis: w h ere d o w e stand? A meta-analysis.
■ Se ha descrito la reperm eabilización endovascular para la Radiology 216:78-85, 2000.
Nordm ann AJ, W o o K, Parkes R, Logan AG: Balloon angioplasty or
oclusión d e la arteria renal.
m edical therapy for hypertensive patients w ith atherosclerotic
■ La circulación colateral es crucial en la reperm eabilización
renal artery stenosis? A meta-analysis o f random ised controlled
endovascular de las arterias renales ocluidas para la conser­ trials. A m J M ed 114:44-50, 2003.
vación del parénquim a renal a pesar de la oclusión del flujo Palm az JC: T h e current status o f vascular in tervention in ischaemic
de entrada. nephropathy. JVIR 9:539-543, 1998.
■ En un estudio con 21 intentos de recanalización, se logró el éxito Textor SC, W ilc o x CS: Renal artery stenosis: a com m on, treatable
en 13 y se reocluyeron dos arterias en los primeros 6 meses. cause o f renal failure. A n n Rev M ed 52:421-442, 2001.
Emboloterapia renal

D E F IN IC IÓ N : Embolización de la arteria renal.

■ A lcoh ol (o agentes líquidos)


IN D IC A C IO N E S
■ Ethibloc (T hicon ) o bucrilato (H isoacryl) m ezclados con
■ Em bolización total: hipernefroma, pacientes inoperables, lipiodol
pacientes con hematuria (hem orragia del tum or) y síndro­ ■ Glucosa
mes paraneoplásicos (hipercalcem ia-síndrom e d e Stauffer) ■ Suero glucosado al 40%
■ Em bolización prequirúrgica: pacientes que rechazan las ■ Junto con Ethibloc y bucrilato
transfusiones de sangre (Testigos de Jehová) ■ Endoprótesis cubiertas
■ Ab lación parcial tumoral m ediante em bolización: pacientes ■ Expansibles con balón o autoexpansibles (Graftmaster
con un único riñón distensible y tum or renal [Jom ed], Fluency [C.R. Bard])
■ Pacientes con tumores renales benignos hem orrágicos o frac­
turados (angiomas, an giom iolipom as)
■ D esfuncionalización: pacientes con gran pérdida d e proteí­
nas debida a síndrom e nefrítico u otras com plicaciones del A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
estadio final de la insuficiencia renal ■ Es im prescindible la fam iliaridad con la anatom ía arterial
■ D eficiente control hem orrágico consecuencia de un trauma­ renal.
tism o o de una lesión yatrógena ■ Em bolización renal total: hay una destrucción del tejido renal
■ Pacientes con fracasos del trasplante renal y fuga urinaria distensible completa.
persistente en casos de la insuficiencia renal ■ La em bolización parcial se realiza para conservar la función
■ Tratamiento de los aneurismas o las fístulas arteriovenosas renal y m inim izar la pérdida tisular.
de la arteria renal ■ En la em bolización de la arteria renal se em plea una técnica
coaxial para aumentar la seguridad de la intervención y e v i­
tar com plicaciones.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Pacientes con infección aguda T É C N IC A
■ Contraindicaciones relativas: función renal total deficiente,
reacciones alérgicas a los contrastes, tirotoxicosis aguda, ■ Se realiza una angiografía diagnóstica renal.
terapia con radioyodo planeada y pacientes con un solo ■ Se cateteriza selectivam ente la arteria renal con un catéter
riñón guía de 6 Fr y un catéter coaxial interno de 4 Fr.
■ Para una em bolización selectiva, el m icrocatéter coaxial se
avanza tan cerca com o se pueda al punto de la em b oliza­
ción.
IN S T R U M E N T A L ■ L a em bolización total se realiza con alcohol absoluto al
95% .
■ Equipo de angiografía ■ La técnica en dosis única precisa que la arteria renal sea blo­
■ Con radioscopia pulsada queada con un balón de oclusión.
■ Catéter ■ Después se inyectan entre 10 y 15 m i de alcohol dentro de la
■ Catéter guía de 6 Fr arteria renal bloqueada.
■ Catéter de diagnóstico de 4 Fr ■ Tras 10 min, el contraste se inyecta cuidadosam ente para
■ M icrocatéter buscar la trom bosis arterial tras desinflar el balón
■ Em bolizante ■ En el caso de que todavía no haya ocurrido la trombosis
■ Adhesivo puede continuarse con otra inyección.
■ Partículas de 20 a 50 |xm ■ Técnica alternativa: igual que en el caso anterior, salvo que
■ Espiral sin balón de oclusión.

P U N T O S CLAVE
i La em bolización de la arteria renal se realiza igual que una embolización total de la arteria renal a m odo de
terapia paliativa o prequirúrgica tum oral y desfuncionalizante.
> La em bolización parcial se realiza principalm ente para el tratam iento de una lesión traum ática o para
conservar la función renal.
i La lesión de la arteria renal puede ser yatrógena p o r punción, biopsia o tratam iento de urolitiasis.
> La selección de los materiales de embolización depende de la indicación para el tratam iento y de la
localización lesional.
i La em bolización total renal puede practicarse con partículas, adhesivo o alcohol.
> La em bolización parcial puede practicarse con adhesivo, espirales y partículas, sobre tod o para
desvascularizar tum ores.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 2 41


242 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

Figura 1. E m b o liz a c ió n s e le c t iv a tu m o ra l en u n p a c ie n te c o n Figura 2. E m b o liz a c ió n s e le c t iv a tu m o ra l en u n p a c ie n te con


u n s o lo riñ ó n . A n gio grafía qu e muestra las arterias patológicas u n s o lo riñ ó n . A n giografía supraselectiva d e la rama de nutrición
en el p olo superior, sugestivo de h ipem efrom a. d el tu m or antes de la em b o lización con partículas.

Figura 3. H e m o rra g ia tra u m á tic a tras n efro s to m ía . An giografía


selectiva qu e muestra con claridad la extravasación.
Figura 4. H e m o rra g ia tra u m á tic a tras n efro s to m ía . Tras
e m b o lizar con un espiral asociado a la aplicación d e adhesivo,
se con sigue e l sellado de la fuga.
E m boloterapia renal

■ Se inyectan pequeñas fracciones de 4 a 10 m i de alcohol abso­ ■ Las fístulas de gran calibre pueden ser ocluidas con balones
luto lentamente en aproxim adam ente 2 min. separables o dispositivos especiales com o el tapón oclusor
■ Se realiza una inyección interm itente del contraste; el obje­ Am platzer.
tivo final es la detención del flujo por com pleto. ■ El efluente venoso se puede bloquear con catéter de oclusión
■ Para ambas técnicas no se deberían em plear más de 20 m i de con b alón durante la em bolización.
alcohol en prom edio ni de 50m i com o m áxim o.
■ La dosis individual es d e aproxim adam ente 0,5 ml/kg.
■ Otras alternativas: se puede em plear Ethibloc m ezclado con
lip iod ol ( 1:1 a 1:2) o bucrilato m ezclado con lip iod ol ( 1:2 a C O N T R O V E R S IA S
1:4).
■ N o existen controversias de im portancia sobre la utilidad de
■ Para ambos, es im prescindible una inyección d e suero glu-
la em bolización selectiva en los pacientes con traumatismo o
cosado al 40% para evitar la precipitación del Ethibloc o el
con hem orragia p or otros m otivos.
bucrilato dentro del catéter de liberación.
■ Existe algún debate sobre la em bolización total de la arteria
■ El Ethibloc es m uy viscoso; para reducir su viscosidad se
renal com o intervención prequirúrgica para reducir la pér­
puede calentar en agua hirviendo antes de la inyección.
dida de sangre antes de una nefrectom ía total.
■ Para su em pleo seguro se puede usar un catéter de oclusión
con balón y así evitar que se desparrame el adhesivo dentro
de las arterias.
■ Partículas pequeñas: calibre entre 20 y 300 p,m; seguidas de RESULTADO S
una inyección de adhesivo dentro de las arterias segmenta­
rias y la arteria renal principal. ■ La em bolización tumoral paliativa posee mucho éxito habi­
■ La elección del m edio adecuado depende de la enferm edad tualmente para controlar la hem orragia si se ha escogido el
subyacente en la em bolización renal selectiva. em bolizante adecuado.
■ La velocidad de precipitación del bucrilato depende de la ■ El tiem po de supervivencia se incrementa en los pacientes que
proporción lipiodol:bucrilato (1:1 a 1:5). se someten a em bolización renal de tumores inoperables.
■ El bucrilato-lipiodol se puede aplica de dos maneras: técnica ■ La desfuncionalización posee tam bién éxito técnico en la
del sándwich y técnica en bloque. mayoría de ejemplos.
■ Técn ica del sándwich: de ayuda cuando el catéter debe ser ■ Degado et al. recomendaron la em bolización del injerto com o
em pleado para diversas aplicaciones en la m ism a área o si prim era línea de tratamiento del síndrome de intolerancia al
resulta difícil la canalización. injerto.
■ El catéter se lava con suero glucosado al 4 0 % , 0,05 a 0,1 m i ■ Chatziioannou et al. analizaron la función renal tras la
de bucrilato-lipiodol inyectado a través del catéter y se lava em bolización; la concentración de creatinina se norm alizaba
de nuevo con suero glucosado al 40% . durante la semana siguiente a la em bolización.
■ Técn ica en bloque: se em plea si es precisa solo una aplica­ ■ Hagiwara et al. concluyeron que, en una gran m ayoría de
ción. los pacientes con traumatismo renal grave, se podía evitar la
■ El catéter se lava con suero glucosado al 4 0 % ; la solución nefrectomía.
de bucrilato-lipiodol se inyecta continuamente a través del
microcatéter hasta que se alcanza la cantidad deseada.
■ El m icrocatéter se retira rápidamente para evitar el pegado de
su punta en el m om ento de liberación y se saca a través del
C O M P L IC A C IO N E S
catéter guía. ■ Las com plicaciones suponen la aparición de hipertensión
■ En casos en que el punto d e hem orragia no sea detectable grave tras la em bolización de un segm ento (m uy raro).
a pesar de una angiografía selectiva correcta, el introductor ■ Puede aparecer el síndrome postem bolización (d olo r abdo­
vascular se deja en su posición. minal, náuseas y fie b re ).
■ Si el paciente perm anece estable, se realiza una angiografía ■ El síndrom e postem bolización es casi un hallazgo constante
de repetición entre 6 y 12 h más tarde. tras una em bolización total renal.
■ En caso de traumatismo arterial secundario a la inserción de ■ La em bolización de tejidos no deseados por la fuga de partí­
un tubo de nefrostom ía el catéter se retira sobre la guía que culas puede provocar lesiones necróticas en la piel, glándulas
se deja en su posición. adrenales, colon y m édula espinal.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Aneurism as de la arteria renal: la técnica de elección para ■ La tasa de com plicaciones fue del 4 % con una m ortalidad del
la exclusión d e los aneurismas de pequeños segmentos 0,07%.
arteriales es la em bolización con espirales o la aplicación de ■ Otras complicaciones son la embolización transvenosa, la
adhesivo. tromboembolia, la hipertensión aguda y las lesiones arteriales.
■ Se recom ienda una endoprótesis cubierta para la exclusión
de los aneurismas de la arteria renal principal, si es técnica­
m ente posible.
■ De otra manera, la em bolización con espirales (preferen­ A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
temente con espirales desmontables con mecanismo de se­ Y S E G U IM IE N T O
guridad) se realiza junto con la ayuda de im plante de
endoprótesis a través del cuello del aneurisma. ■ Em bolización renal total: el tratamiento del síndrom e post­
■ Fístulas arteriovenosas: deberían sellarse con pequeñas partí­ em bolización im plica la adm inistración de antiinflamatorios
culas o con adhesivo antes d e la em bolización. y antiem éticos asociados a una infusión de líquidos intrave­
■ Las pequeñas fístulas se pueden ocluir m ediante espirales nosa.
del tam año adecuado. ■ El control del d olor es im prescindible m ediante un catéter
■ Con las fístulas de m ayor tamaño se prefieren los espirales peridural durante un período de 24 a 48 h o con analgesia a
desmontables y pueden ser recuperados si no es posible con­ demanda intravenosa m ediante una bom ba de infusión.
seguir una posición estable del espiral dentro de la fístula. ■ Se recom ienda administrar profilaxis antibiótica.
244 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

■ Em bolización selectiva: se necesita realizar un seguimiento Perini S, G ordon R L, LaBerge JM , et al: Transcatheter em bo lizatio n
habitual tras la intervención intravascular. o f biop sy-related vascular in jury in th e transplant kidney:
■ Si se han em bolizado los mayores segm entos del territorio im m ed iate and lon g-term outcom e. J Vase In te rv R a d iol 9:1011-
1019, 1998.
renal, se puede plantear la profilaxis antibiótica por v ía oral.
Sofocleous CT, Hinrichs C, Hubbi B, et al: Angiographic findings
and em bolotherapy in renal arterial trauma. Cardiovasc Intervent
Lecturas recomendadas R adiol 28:39-47, 2005.
M aleux G, Messiaen T, Stock L, et al: Transcatheter embolization of
biopsy-related vascular injuries in renal allografts. Long-term technical,
clinical and biochemical results. Acta Radiol 44:13-17,2003.
Biopsia renal transvenosa

D E F IN IC IÓ N : Intervención que determina la causa de una enfermedad renal ante contraindicación


de biopsia renal percutánea, como en casos de diátesis hemorrágica y anticoagulación oral que no se
puede detener.

■ A guja de biopsia encerrada en un catéter recto de angiografía


IN D IC A C IO N E S
de 5 Fr
■ D eterm inación de la causa de una enferm edad renal cuando ■ Para cortar la longitud necesaria y, así, facilitar el avance a
exista contraindicación de la biopsia renal percutánea (p. ej., través del introductor transyugular.
diátesis hem orrágica, anticoagulación oral que no se pueda ■ A guja con punta rom a Quick-Core
interrumpir) ■ M odificación del dispositivo
■ Insuficiencia renal aguda o agudización de una insuficiencia ■ Perm ite tom ar una muestra histológica cortical suficiente
renal crónica que necesite de un diagnóstico histopatológico para el diagnóstico histopatológico.
en aquellos pacientes a los que se les vaya a colocar un caté­ ■ Posiblemente, reduce su penetración capsular y, por lo
ter para hem odiálisis tanto, la im portancia de la hemorragia.
■ Pacientes con enferm edad hepática y renal intercurrentes ■ Guía
para los que se precisan biopsias de am bos órganos ■ Guía hidrófila o guía convencional de Bentson y guía
■ Pacientes obesos m órbidos con enferm edad renal que precise A m p latz extrarrígida
de biopsia ■ Espiral de em bolización
■ Pacientes con ventilación mecánica
■ Tras el fracaso de una biopsia renal percutánea
■ Pacientes con un solo riñón distensible o un microaneurisma
renal conocido a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ R iñón derecho (preferentemente, el que se biopsia)


■ Vena renal derecha
■ Acceso transyugular
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Obstrucción de la vena cava superior
■ Ausencia congénita u oclusión de la vena yugular interna
■ Trombosis de la vena cava inferior o de la vena renal T E C N IC A
■ Los tiem pos de protrom bina y de trom boplastina parcial, el
recuento de plaquetas y las concentraciones de creatinina
sérica deben conseguirse antes de la intervención.
IN S T R U M E N T A L
■ La intervención se realiza con el paciente en supino en una
■ A guja de biopsia transyugular Quick-Core (C ook) sala de angiografía con radioscopia mono- o biplano.
■ Los estudios iniciales em plearon una m odificación de la ■ La cabeza del paciente se gira alejándola ligeram ente del
aguja de aspiración de Colapinto (C ook ). lado de la punción.
■ La aguja de biopsia Q vick-Core p osee un diám etro menor, ■ L a p iel se lim pia con una solución yodada o con clorhexi-
p erm itiendo una introducción más profunda; de este dina.
m odo, se obtiene una muestra más periférica y cortical, ■ Se cubre al paciente con un paño quirúrgico.
con lo que hacen falta menos pases para conseguir tejido ■ Se prefiere el acceso por la vena yugular derecha frente a la
suficiente. izquierda, ya que el prim ero está en continuidad casi directa
■ La técnica es más sencilla de aprender, por lo que se precisa con la vena cava superior e inferior.
de un m enor entrenam iento para realizarla con eficacia. ■ Tras inyectar un anestésico local se punciona la vena yugular
■ Introductor transyugular de 7 Fr y 50,5 cm con cánula interna interna bajo guiado ecográfico.
endurecida d e 14 G ■ Se inserta un introductor vascular de 7 a 9 Fr.
■ Catéter curvo multiusos de 5 Fr y 80 cm ■ Entonces, una guía hidrófila o guía de Bentson convencional
■ A guja de biopsia de 19 G y 60 cm con una longitud de disparo se avanza hacia la vena cava inferior.
de 2 cm ■ La vena renal se cateteriza selectivam ente m ediante un caté­
■ Posee un fiador interno y una muesca para la muestra con ter Cobra o multiusos curvo de 5 Fr insertado p or el intro­
una terminación biselada. ductor.

P U N T O S CLAVE
> La biopsia transyugular percutánea es otro m étodo de conseguir una m uestra histológica en pacientes con
contraindicación de biopsia renal percutánea.
i Teóricamente, la intervención es más segura que otras intervenciones ya q ue cualquier hemorragia que
aparezca lo hará en el sistem a venoso, con lim itación de las pérdidas sanguíneas extravasculares,
i La seguridad y eficacia de la biopsia renal transyugular son com parables a las de la biopsia renal
percutánea.
■ La biopsia renal transyugular en pacientes con insuficiencia renal repercute sobre su tratam iento.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 245


246 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES RENALES

Figura 3. La aguja de biopsia d e 19 G ha sido insertada con un Figura 4. Se ha avan zad o e l núcleo interno d e la aguja
catéter de cobertura para perm itir atravesar la le ve curva. transyugular.
B iopsia renal transvenosa

■ Se maniobra con el catéter hacia la rama posterior d e la vena ■ La principal ventaja de esta intervención es perm itir un diag­
renal derecha. nóstico histológico en pacientes con contraindicaciones a la
■ La guía hidrófila o de Bentson se reem plaza por una guía biopsia percutánea.
de 145 cm Am p latz superrígida (Boston Scientific) y, bajo ■ La biopsia renal transyugular puede no ser practicable en
guiado radioscópico, se avanza un introductor vascular sobre pacientes con ausencia congénita o trom bosis d e las venas
la guía rígida dentro de la vena renal. yugular derecha, cava inferior o renal y tam poco si hay un
■ Una v e z el introductor se ha avanzado a través de la vena trayecto recidivante de la vena renal.
renal, se inserta una aguja de biopsia Quick-Core con su caté­
ter recto protector por el introductor.
■ El catéter se debería avanzar paulatinam ente tan distal com o
se pueda dentro de la vena periférica cortical del p olo inferior C O M P L IC A C IO N E S
renal.
■ Las principales com plicaciones de la biopsia renal transyugu­
■ La localización periférica óptim a se com prueba m ediante el
lar, incluida la hem orragia que precisa de reanimación o inter­
lavado con una pequeña cantidad de contraste a través del
vención, ocurren tan solo entre el 1 y 2 % de los pacientes.
introductor vascular (< 3 0 m i de contraste yodado; con una
■ Las principales hem orragias ocurren dentro del espacio peri-
concentración de 300 m g/ m l).
rrenal o en el sistema de cavidades renales.
■ A l retirar el catéter recto, se desenvaina la aguja de biopsia
■ La punción del sistema de cavidades renales puede provocar
(18 a 19 G).
una fístula entre el vaso sanguíneo y un cáliz renal.
■ Las muestras histológicas se pueden tom ar con la ayuda de
■ La perforación capsular ocurre entre el 74 y 90% de los casos.
un disparador accionado por una espiral.
■ La incidencia total de hem atom a perirrenal es < 3 0 % , frente
■ De otra manera, se puede avanzar un fiador interno con una
al descrito para el acceso percutáneo, que oscila entre el 57 y
muesca para la muestra inicialm ente dentro d e la corteza
85% .
renal y avanzar la cánula cortante sobre ello.
■ Se retira la aguja con la muestra histológica.
■ Se inyecta contraste a través del catéter recto para identificar
cualquier perforación capsular. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Si se encuentra una perforación capsular, el trayecto d e la
biopsia se puede em bolizar profilácticam ente con espirales.
Y S E G U IM IE N T O
■ Las muestras histológicas se procesan de m anera conven­ ■ La intervención se tolera bien y la mayoría de los pacientes
cional para la evaluación con m icroscopía óptica, inmuno- regresa a su actividad diaria el día posterior a la intervención.
fluorescencia y m icroscopía electrónica. ■ El paciente perm anece encam ado en reposo durante 12 h;
■ Se ejecutan un prom edio de cuatro a seis pases para conse­ durante este período, se lleva a cabo una vigilancia hemodi-
guir suficiente cantidad de muestra histológica. nám ica convencional.
■ Las constantes vitales se deben controlar cada 15 m in durante
las primeras 6 h tras la intervención.
■ El hem atocrito se evalúa al día siguiente a la biopsia si el
C O N T R O V E R S IA S paciente se encuentra hem odinám icam ente estable.
■ La perforación capsular ocurre entre el 74 y 90% de las veces; ■ Para evaluar la hematuria, se recogen muestras de orina
de ahí, la em bolización del trayecto con espirales o espuma seriadas.
de gelatina. ■ Habitualmente, el paciente es dado de alta al día siguiente si
■ N o es una práctica habitual en todas las series publicadas, todos los parámetros perm anecen estables y no hay caída del
pero esto puede incrementar la seguridad de la interven­ hematocrito.
ción.
Lecturas recomendadas
Cluzel P, M artinez F, B eilin MF, et al: Transjugular versus
percutaneous renal biopsy for the diagnosis o f parenchymal
RESULTADO S disease: com parison o f sam pling effectiveness and com plications.
Radiology 215:689-693, 2000.
■ La biopsia transyugular perm ite obtener tejido renal en el
Hergesell O, Felten H , Andrassy K, et al: Safety o f ultrasound-guided
92% de los pacientes.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

percutaneous renal biopsy— retrospective analysis o f 1090


■ La calidad del tejido histológico con la biopsia renal trans­ consecutive cases. N ephrol D ia l Transplant 13:975-977, 1998.
yugular es excelente, oscilando entre el 94 y 100%. M al F, M eyrier A , Callard P, et al: T h e diagnostic yie ld o f transjugular
■ El éxito diagnóstico total de la intervención oscila entre el 89 y renal biopsy: experience in 200 cases. Kidney I n t 41:445-449, 1992.
97% , con m ejores muestras para la inmunofluorescencia. M eyrier A : Transjugular renal biopsy: update on hepato-renal
■ Es una intervención segura para los pacientes con coagulopatías. n eedlew ork. N ep hrol D ia l Transplant 20:1299-1302, 2005.
PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS
Tr a s p l a n t e h e p á t ic o
Seudoaneurisma de la arteria hepática:
intervención en el paciente con trasplante
hepático

D E F IN IC IÓ N : La formación de un seudoaneurisma en la arteria hepática se puede tratar mediante


embolización endovascular o percutánea.

i Em bolizante
IN D IC A C IO N E S
■ Trombina
■ Seudoaneurisma de la arteria hepática, incluido el m icótico ■ Esponja de gelatina

A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Acceso endovascular: norm alm ente m ediante acceso por la
■ N o se han descrito contraindicaciones absolutas, excepto
arteria fem oral común
las asociadas a cualquier intervención angiográfica (p. ej.,
■ Acceso percutáneo: punción percutánea directa bajo guiado
coagulación anóm ala grave incorregible, alergia grave al con­
radiológico
traste yodado, insuficiencia renal, e tc .).
■ E m bolización a través de catéter o percutánea con em bolizan­
tes com o espirales, balones separables, trombina y esponja de
gelatina
IN S T R U M E N T A L
■ Equipo básico de angiografía
■ Introductor
T E C N IC A
■ Largo, de 5 Fr ■ Se marca el punto para el acceso percutáneo directo.
■ Catéter ■ Se aplica un antiséptico cutáneo en el punto de acceso.
■ H id rófilo de 5 Fr, Cobra (o Sim mons) ■ Para realizar el tratamiento a través del catéter, se consigue
■ Guía un acceso vascular y se realiza una angiografía diagnóstica.
■ H idrófila d e 0,035” ■ Se cateteriza selectivam ente el vaso con el seudoaneurisma.
■ M icrocatéter ■ Si es posible, se utilizan microespirales para rellenar el aneu­
■ Coaxial risma y se mantiene la perfusión arterial hepática distal.
■ M icroespiral ■ En la punción percutánea directa, se punciona el aneurisma
■ Endoprótesis cubierta coronaria bajo guiado radiológico (preferentem ente con ecografía).
■ Recubierta de politetrafluoroetileno expandido ■ Se sueltan espirales o trombina (junto con em bolización con
■ Ecografía espirales) y se m antiene la aguja en el seudoaneurisma.
■ Para el acceso percutáneo ■ La punción directa se debería reservar para casos escogidos en
■ Radioscopia los que el acceso convencional no es técnicamente posible.
■ Aguja ■ El inflado del balón en la arteria hepática a la altura del cuello
■ A guja de 18 G si se em plean espirales del aneurisma durante la inyección del material de oclusión
■ A guja de 22 G si se em plea trombina ayuda a reducir el riesgo de em bolización distal intrahepática.
■ Balón ■ Se ha descrito el tratamiento m ediante im plante de una
■ Intervalo de tamaños: 2 a 6m m endoprótesis cubierta coronaria recubierta de politetrafluo­
■ Para acceso endovascular y percutáneo simultáneo roetileno expandido.

P U N T O S CLAVE
> El seudoaneurism a de la arteria hepática es un raro suceso que suele tener lugar durante el prim er mes tras
un trasplante hepático.
i Sus síntomas de aparición son hem obilia, fiebre inexplicable o disfunción del injerto y oclusión de la arteria
hepática.
i Los aneurismas intrahepáticos están muchas veces relacionados con una intervención percutánea
(intervenciones biliares y de biopsia).
i Los aneurismas extrahepáticos normalmente son m icóticos y secundarios a septicem ia fúngica; aparecen
en las anastomosis.
i Todos los seudoaneurism as de la arteria hepática se asocian con una elevada m ortalidad si no se tratan.

248 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Seud o aneurism a de la a rte ria he p á tica : in te rv e n c ió n en el p aciente con tra s p la n te h epático

■ Riesgo potencial d e infarto hepático (m en or en pacientes con


C O N T R O V E R S IA S vena porta perm eable que en aquellos con estenosis)
■ En pacientes som etidos a un trasplante hepático, se evita ■ M igración de espirales hacia la v ía biliar — com plicación
el tratamiento de em bolización con espirales de la arteria rara, pero descrita— que puede provocar colangitis o pan­
hepática proxim al y distal al seudoaneurisma. creatitis.
■ La falta de vasos colaterales hacen que un hígado trasplan­
tado sea más susceptible a desarrollar estenosis de origen Lecturas recomendadas
isquém ico que un hígado nativo.
Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagement o f
com plications after liv er transplantation. E u r Ra diol 14:431-439,
2004.
Karani JB, Yu DF, Kane PA: Interventional radiology in liver
C O M P L IC A C IO N E S transplantation. Cardiovasc Interven t Radiol 28:271-283, 2005.

■ Riesgo de em bolización distal intrahepática por m igración


de espirales y oclusión de la rama de la arteria hepática que
nutre al seudoaneurisma.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Estenosis de la arteria hepática: intervención
en el paciente con trasplante hepático

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de la estenosis de la arteria hepática por angioplastia transluminal


percutánea e implante de endoprótesis.

■ La m ayoría de las lesiones se pueden tratar con un acceso


IN D IC A C IO N E S transfemoral; se puede necesitar un acceso braquial en arte­
■ Angioplastia transluminal percutánea de la arteria hepática: rias celíacas marcadamente anguladas caudalmente.
estenosis focal solitaria y candidatos no quirúrgicos con otros
tipos de lesiones (lesiones en tándem, plegado arterial)
■ Terapia endolum inal repetitiva: reestenosis tras una angio­
T É C N IC A
plastia transluminal percutánea
■ Revisión quirúrgica: fracaso técnico de la angioplastia trans­ ■ Se aplica un antiséptico cutáneo en el punto de acceso.
luminal percutánea y trombosis de la arteria hepática ■ Se consigue un acceso vascular y se realiza una angiografía
diagnóstica.
■ Antes de la dilatación con el balón, puede ser de utilidad
avanzar un introductor alargado hasta el origen del vaso de
C O N T R A IN D IC A C IO N E S nutrición.
■ El tamaño del balón varía de 4 a 6 m m y se puede elegir
■ Una contraindicación relativa es la estenosis asociada a p lie­
autom áticam ente tom ando com o referencia el introductor.
gues de la arteria hepática (lesiones en tándem ).
■ Tras atravesar la lesión con una guía de 0,014 a 0,018” , se
administra la heparina.
■ Algunos intervencionistas son partidarios de un im plante de
IN S T R U M E N T A L endoprótesis inicial para disminuir el riesgo de trombosis o
disección aguda.
■ Equipo básico de angiografía ■ Las actuales m ejoras técnicas, com o el material monorraü o
■ Introductor el uso de endoprótesis coronarias, hacen la intervención más
■ Largo, de 5 Fr segura.
■ Catéter ■ Tras el tratamiento se repite la angiografía para asegurar un
■ H id rófilo de 5 Fr, Cobra (o Sim m ons) resultado satisfactorio y valorar posibles com plicaciones.
■ Guía
■ H idrófila d e 0,035”
■ D e 0,014 o 0,018”
■ Catéter con balón C O N T R O V E R S IA S
■ 4 a 6 mm
■ El tratamiento de la estenosis de la arteria hepática es con­
■ Endoprótesis
trovertido porque un gran número de pacientes son asinto-
■ 4 a 6 mm
máticos.
■ Sala de angiografía
■ Si no se trata, la estenosis de la arteria hepática duplica la
tasa de com plicaciones biliares, con una reducción, por lo
tanto, en la esperanza de vid a del injerto.
■ Progresión de estenosis a trombosis: la tasa de trombosis
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
ante estenosis significativa no tratada d e la arteria hepática
■ La m ayoría de las estenosis arteriales hepáticas son anas- es del 65 % a los 6 meses.
tomóticas (46 a 7 5 % ), con un cóm puto de estenosis distales ■ La trombosis de la arteria hepática se asocia a una m ayor mor­
de entre el 40 y 46% . bilidad y mortalidad que la estenosis de la arteria hepática.

P U N T O S CLAVE
i La estenosis de arteria hepática ocurre entre el 5 y 13% de los pacientes trasplantados,
i La mayoría de las estenosis de arteria hepática son anastom óticas.
i Su presentación clínica es variable y oscila desde una form a a sintom ática con una mínim a repercusión en
las pruebas de función hepática hasta la insuficiencia hepática aguda o las com plicaciones biliares,
i La ecografía Doppler permite un diagnóstico precoz.
i Las arterias hepáticas derecha e izquierda deben ser evaluadas para d ete cta r estenosis distal.
i El tratam iento con angioplastia o im plante de e ndoprótesis puede evitar la trom bosis de arteria hepática o
las c om plicaciones biliares.

250 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Estenosis de la a rte ria he p á tica : in te rv e n c ió n en el p aciente con tra s p la n te h e p á tico 251

Figura 2. A n g io p la s tia tra n slu m in a l p erc u tá n e a de una


esten o sis a n a sto m ó tica d e la a r te ria h ep á tica . El catéter con
balón se avan za sobre una gu ía d e 0,018” y se infla.

Figura 1. A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e un a


esten o sis a n a s to m ó tic a d e la a r te ria h ep á tica . A n giografía
selectiva de la arteria hepática qu e confirm a el diagnóstico D oppler
de estenosis en el o rigen d e la arteria d el injerto.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e un a


e sten o sis a n a sto m ó tica d e la a r te r ia h ep á tica . An giografía
tras la in terven ción que muestra un resultado satisfactorio. N o se
desplegó ninguna endoprótesis y la arteria hepática se demostró
p erm eable en un seguim iento a 3 años.
252 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ Después del tratamiento de la estenosis, se ha demostrado


C O M P L IC A C IO N E S
que existe m ejoría en los síntomas y en los resultados d e las
pruebas de función hepática. ■ La tasa de com plicaciones inmediatas (ruptura y disección)
■ Las tasas de supervivencia del injerto y de com plicaciones en oscila entre el 7 y 9,5% .
pacientes seleccionados tratados m ediante radiología inter­ ■ La tasa de trombosis de la arteria hepática es del 5% a los
vencionista o cirugía son similares a las de los pacientes con 30 días y del 19% al año.
flujo arterial normal.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
RESULTADO S Y S E G U IM IE N T O
■ La angioplastia arterial hepática tiene una tasa de éxito téc­
■ La anticoagulación y la antiagregación tras la intervención
nico de hasta el 81 % .
pueden ser beneficiosas a la hora de disminuir la tasa de
■ Las causas de fracaso son la tortuosidad de la arteria hepá­
trombosis de la arteria hepática.
tica y la incapacidad de atravesar la lesión.
■ Se recom ienda una ecografía D oppler m ensual durante los
■ Las tasas d e reestenosis tras angioplastia transluminal percu­
6 m eses inm ediatos tras la angioplastia.
tánea de la arteria hepática y tras im plante de endoprótesis
son las mismas (aproxim adam ente, el 3 0 % ).
■ La reestenosis prim aria ocurrió dentro de un intervalo tem ­ Lecturas recomendadas
poral cuyo prom edio fue 2,7 m eses desde una angioplas­ Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagement o f
tia transluminal percutánea inicial y 5,3 meses desde un com plications after liv er transplantation. E u r R a diol 14:431-439,
im plante d e endoprótesis. 2004.
Karani JB, Yu DF, Kane PA: In terventional radiology in liver
transplantation. Cardiovasc Interven t Radiol 28:271-283, 2005.
Trombosis de la arteria hepática: intervención
en el paciente con trasplante hepático

D E F IN IC IÓ N : La trombosis de la arteria hepática se puede tratar mediante trombólisis local


transcatéter y angioplastia transluminal percutánea, con o sin implante de endoprótesis.

IN D IC A C IO N E S T E C N IC A
■ D isfunción hepática ■ Se prepara el punto d e acceso con un antiséptico cutáneo.
■ C om plicaciones biliares: colangitis, estenosis de la v ía biliar ■ Tras conseguir el acceso vascular, se realiza una angiografía
y necrosis biliar selectiva para confirm ar el diagnóstico.
■ Isquem ia biliar con estenosis anastom ótica o fuga ■ Se avanza el catéter o microcatéter, si es posible, dentro del
trombo.
■ La dosis y el tiem po de trombólisis es variable; Zhou et al. reco­
miendan una administración en embolada de entre 100.000
C O N T R A IN D IC A C IO N E S y 250.000 UI, seguida de una segunda infusión (250.000 a
750.000 U I) a los 30m in ante un resultado insatisfactorio.
■ Las únicas contraindicaciones son las relacionadas con cual­
■ Se realiza una perfusión continua de urocinasa (50.000 a
quier intervención angiográfica (p. ej., grave anom alía de la
100.000Ul/h) durante 12 a 2 4 h.
coagulación, grave alergia al contraste yodado, insuficiencia
■ Durante la perfusión, se repite una angiografía para controlar
ren al).
el resultado.
■ El tratamiento se interrumpe tan pronto com o el coágulo se
disuelva y las ramas periféricas de la arteria hepática se per-
IN S T R U M E N T A L fundan.
■ La angioplastia transluminal percutánea con o sin im plante
■ Equipo básico de angiografía de endoprótesis evita una rápida recidiva de la trombosis.
■ Introductor (La estenosis de la arteria hepática se pon e de m anifiesto tras
■ Largo, de 5 Fr la reperfusión.)
■ Catéter ■ Algunos autores recom iendan dejar el catéter durante 2 a
■ H id rófilo de 5 Fr, Cobra (o Simmons) 3 días para reinstaurar la trombólisis en caso de que el trombo
■ Guía reaparezca.
■ H idrófila de 0,035” ■ N orm alm ente se prescribe profilaxis antibiótica para reducir
■ D e 0,014 o 0,018” el riesgo de absceso hepático.
■ Urocinasa o activador tisular del plasm inógeno recombi-
nante
■ Catéteres con balón y endoprótesis
■ Intervalo de tamaños: 4 a 6m m C O N T R O V E R S IA S
■ Para el tratamiento de la anom alía subyacente
■ El tratamiento quirúrgico d e la trombosis de la arteria hepá­
tica frente al endovascular resulta controvertido.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Habitualmente, la arteria hepática se puede tratar mediante un
RESULTADO S
acceso femoral com ún; en el caso d e una im portante angula-
ción caudal del tronco celíaco, puede ser necesario un acceso ■ La m ayor serie publicada consiguió una revascularización
braquial. satisfactoria en sus ocho casos.

P U N T O S CLAVE
i La trom bosis de arteria hepática es una com plicación, rara pero grave, que sucede tras el trasplante
hepático y que precisa de retrasplante en casi el 50% de los pacientes,
i La técnica clave para el diagnóstico es la ecografía Doppler, que debe ser verificada p o r una TC con
contraste.
> Es necesario un tratam iento precoz de la trom bosis de la arteria hepática para evitar posibles
com plicaciones biliares o por disfunción del injerto.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 253


254 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ Dos pacientes fallecieron por razones no relacionadas con la ■ Se recom ienda una ecografía D oppler m ensual durante los
intervención, y los otros seis m antuvieron un buen estado de 6 meses siguientes a la angioplastia transluminal percutánea o
salud durante su seguimiento. el im plante de endoprótesis.

Lecturas recomendadas
C O M P L IC A C IO N E S Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagement o f
com plications after liv er transplantation. E u r Ra diol 14:431-439,
■ N o se ha inform ado de com plicaciones graves. 2004.
■ N o se constató hem orragia anastom ótica o intraabdominal, a Karani JB, Yu DF, Kane PA: In terventional radiology in liver
pesar de la proxim idad a la cirugía. transplantation. Cardiovasc Intervent R adiol 28:271-283, 2005.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ La anticoagulación y antiagregación tras la intervención pue­
den evitar una trom bosis recidivante.
Tratamiento de la estenosis de la vena cava
inferior: intervención en el paciente con
trasplante hepático

D E F IN IC IÓ N : La estenosis de la vena cava inferior se trata con angioplastia con implante de


endoprótesis.

■ El im plante d e endoprótesis es im prescindible en los casos de


IN D IC A C IO N E S
estenosis anastomótica cavocaval significativa, com presión o
■ Estenosis de la vena cava inferior, con síntomas tales com o torsión d e la vena cava inferior.
edem a de extremidad inferior, ascitis y anomalías en las ■ Las endoprótesis deben tener un diám etro suficiente com o
pruebas de función hepática para evitar su migración.
■ Se ha descrito un sistema de guía con doble soporte (p u ll-
throu gh ) m ediante un doble acceso transyugular y trans­
fem oral para facilitar un im plante preciso y seguro d e la
C O N T R A IN D IC A C IO N E S endoprótesis venosa.
■ W ittich et al. presentaron el m étodo d e anclaje m ediante un
■ N o existen contraindicaciones absolutas.
fijador en T de gastrostomía percutánea.
■ Puede darse una reacción grave al contraste intravenoso que
■ En este caso, el acceso transhepático guiado por ecografía
no pueda ser adecuadamente pretratada.
y radioscopia perm ite una inserción percutánea segura del
fijador en T de la endoprótesis dentro de la cava.
■ Sus puntos de sutura se fijan en el tejido subcutáneo de la
IN S T R U M E N T A L pared anterior del abdom en.

■ Equipo básico de angiografía


■ Guía hidrófila d e 0,035”
■ Catéter pig ta il C O N T R O V E R S IA S
■ Endoprótesis autoexpansible de 15 a 30 m m de diám etro con
introductor adaptado ■ Un gradiente > 10 m m Hg se considera norm alm ente anóm alo,
■ Para evitar la m igración de la endoprótesis, el diámetro pero los gradientes < 10 m m Hg son suficientes en algunos
tiene que exceder el diám etro no obstruido de los vasos casos para provocar síntomas.
que se desean tratar.

RESULTADO S
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ El im plante primario de una endoprótesis para estenosis tras de
■ N orm alm ente se prefiere un acceso fem oral para una anas­ la vena cava inferior un trasplante hepático es segura y eficaz.
tomosis de vena cava laterolateral. ■ Un estudio describió un 100% de perm eabilidad primaria
■ Para las anastomosis terminolaterales o cavoatriales, un después de 491 días en prom edio desde el im plante d e endo­
acceso yugular parece ser lo más apropiado. prótesis.

T É C N IC A C O M P L IC A C IO N E S
■ Se prepara el punto d e acceso con un antiséptico cutáneo. ■ La com plicación más frecuente d e la angioplastia de vena
■ Tanto la vena fem oral com o la yugular pueden servir para el cava es la m igración d e la endoprótesis (las endoprótesis
acceso. tienden a acabar alojándose en la aurícula o ventrículo dere­
■ La intervención se realiza con anestesia local. chos y en el lecho arterial pulm onar).
■ Se realizan m ediciones del gradiente de presión tras el catete­ ■ Otras com plicaciones relacionadas con el im plante de endo­
rism o para estimar qué grado de repercusión hem odinám ica prótesis venoso son p oco frecuentes com o la trom bosis aguda
p osee la estenosis. y la sepsis.
■ N orm alm ente se prefieren las endoprótesis autoexpansibles ■ En la literatura médica no se han publicado comunicaciones de
porque su im plante es preciso y se pueden redilatar en caso ruptura de anastomosis de cava tras una intervención percutá­
de gradiente d e presión residual significativo. nea ni siquiera durante el período postoperatorio inmediato.

PUNTOS CLAVE
i La intervención percutánea es una manera efectiva para el tratam iento de las estenosis sintom áticas de la
vena cava inferior, incluso durante el período postoperatorio inmediato.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 255


256 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1 . E sq u em a d e re c o n s tru c c ió n d e v e n o c lis is e n Y d e la v e n a h ep á tica . A partir d e la confluencia de las venas hepáticas izquierda
y m edia del receptor, se crea un m anguito com ún y se anastom osa con la vena cava in fe rio r suprahepática d el donante.

Orons PD, et al: Throm bolysis and endovascular stent placement


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA for in ferior ven a caval thrombosis in a liv e r transplant recipient.
Y S E G U IM IE N T O Transplantation 6 4(9 ): 1357-1361, 1997.
W eeks SM, et al: Prim ary Gianturco stent placem ent for in ferior vena
■ Se puede controlar la recidiva de los síntomas clínicos en los cava abnormalities fo llo w in g liv er transplantation. J Vase Interv
pacientes. R a diol 11(2 Pt 1): 177-187, 2000.
■ Se puede em plear la ecografía D oppler para el seguimiento W itü ch GR, et al: An ch oring a m igrating inferior vena cava stent with
radiológico d e la endoprótesis. use o f a T-fastener. J Vase Inte rv R a diol 12(8): 994-996, 2001.

Lecturas recomendadas
Denys A , et al: Interventional radiology in the management o f
com plications after liv er transplantation. E u r R a diol 14:431-439,
2004.
Karani JB, Yu DF, Kane PA: Interventional radiology in liver
transplantation. Cardiovasc Intervent R adiol 28:271-283, 2005.
Tratamiento de la estenosis de la vena porta:
intervención en el paciente con trasplante
hepático

D E F IN IC IÓ N : La estenosis de la vena porta se trata mediante fleboplastia con o sin endoprótesis.

■ La zo n a se prepare con un antiséptico cutáneo.


IN D IC A C IO N E S ■ El hígado trasplantado se punciona bajo guiado ecográfico y
■ Estenosis d e vena porta con síntomas de hipertensión portal radioscópico.
(es decir, hem orragia varicosa, ascitis o esplenom egalia) ■ El ob jetivo d e la aguja será la vena porta derecha, en el caso
de un trasplante hepático total, o la vena porta izquierda, en
el caso de que sea parcial.
■ Tras acceder a la vena porta, se realiza una flebografía portal
C O N T R A IN D IC A C IO N E S y se tom an las m edidas de presión venosa portal.
■ Una v e z identificada la estenosis, se puede administrar hepa­
■ N o se han descrito contraindicaciones específicas.
rina directam ente en la vena porta.
■ Antes de la intervención, se deberían corregir los trastornos
■ Se dilata el segm ento estenótico, se vu elve a m edir el gra­
de la coagulación (índice internacional norm alizado > 1 ,5 ) o
diente de presión y se realiza una flebografía portal de repe­
el recuento plaquetario<50.000/m m 3
tición.
■ La ascitis en el punto de punción es una contraindicación
■ El im plante de una endoprótesis metálica se reserva para los
relativa; debería drenarse prim ero para reducir el riesgo de
casos de retroceso elástico de la estenosis y ante la persis­
hem orragia postintervención.
tencia de un gradiente de 5 m m Hg o superior o ante lesiones
recidivantes.
■ Para lim itar el riesgo de hem orragia tras la intervención a
través del trayecto de la punción portal, algunos autores
IN S T R U M E N T A L
recom iendan la em bolización con esponja de gelatina.
■ Sistema ecográfico ■ Tam bién se ha descrito el em pleo de un acceso sim ilar al
■ Introductor d e 6 o 7 Fr de una derivación portocava intrahepática transyugular para
■ Guía hidrófila d e 0,035” evitar la hem orragia del trayecto de la punción portal.
■ Catéter pig ta il
■ Catéter multiusos
■ Balón (8 a 14 m m )
■ Endoprótesis autoexpansibles RESULTADO S
■ La fleboplastia percutánea es eficaz, con una tasa de éxito a
largo p lazo del 76% d e los pacientes.
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O ■ Parece que los resultados a largo p lazo con endoprótesis
son mejores, con una tasa de perm eabilidad a los 3 años del
■ La fleboplastia percutánea se ha establecido com o el tra­ 100 % , pero sin ningún estudio controlado disponible.
tam iento de elección para la estenosis de la vena porta en
muchas unidades.
■ Se puede acceder a la vena porta tanto m ediante un acceso
transhepático com o transyugular. C O M P L IC A C IO N E S
■ Si se em plea el acceso transhepático, se hace por la vena
■ Hasta la fecha no se ha descrito ningún caso de ruptura de
porta derecha, en el caso d e un trasplante hepático total, o
anastomosis, ni siquiera cuando la fleboplastia se realizó en
por la vena porta izquierda, si el trasplante es parcial.
el período postoperatorio inm ediato.

T E C N IC A
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ La intervención m ediante el acceso transhepático norm al­
Y S E G U IM IE N T O
m ente se realiza bajo anestesia general o regional.
■ Se marca con un punto la zo n a de acceso. ■ El seguim iento radiológico se realiza con ecografía Doppler.

PUNTOS CLAVE
i La angioplastia translum inal percutánea es eficaz para el tratam iento de una estenosis de la vena porta,
pero debería reservarse para los pacientes con síntomas de hipertensión portal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 257


258 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1 . A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e una


esten o sis a n a s to m ó tic a d e la v e n a p o rta , p u e sta d e m a n ifie s to
9 m eses d espu és d e u n tra s p la n te o rto tó p ic o h e p á tic o p o r un a
h e m o r ra g ia d e v a ric e s e so fá g ic a s . Ecografía D oppler qu e muestra
una estenosis avanzada d e la anastom osis y restos d e coagulación en
la vena porta receptora.

Figura 2. A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e u n a


e sten o sis a n a s to m ó tic a d e la v e n a p orta, p u e sta d e m a n ifie s to
9 m eses d espu és d e u n tra s p la n te o rto tó p ic o h e p á tic o p or
u n a h e m o r ra g ia d e v a ric e s eso fá gic a s . Im agen de TC del
sistema portal con reform ateo m u ltiplano frontal qu e con firm a los
h allazgos d e la ecografía.

Figura 3. A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e una


esten o sis a n a s to m ó tic a d e la v e n a p o rta , p u e sta d e m a n ifie s to
Figura 4. A n g io p la s tia tr a n s lu m in a l p erc u tá n e a d e u n a
9 m eses d espu és d e u n tra s p la n te o rto tó p ic o h e p á tic o p o r un a
e sten o sis a n a s to m ó tic a d e la v e n a p orta, p u e sta d e m a n ifie s to
h e m o r ra g ia d e v a ric e s e so fá g ic a s . Portografía transhepática que 9 m eses d espu és d e u n tra s p la n te o rto tó p ic o h e p á tic o p or
muestra anastom osis preoclusiva y relevan cia de la v ía colateral, u n a h e m o r ra g ia d e v a ric e s eso fá gic a s . A n giografía tras la
en particular en e l territorio d e la ven a gástrica izquierda. El in terven ción qu e con firm a la com pleta restauración d el flu jo de
gradiente de presión transestenótica era de 19 m m H g. la ven a porta y la n orm alización de la dirección d el flu jo en la vía
colateral. En un seguim iento realizad o con ecografía D oppler 1 año
después, la estenosis n o había recidivado.

Lecturas recomendadas Karani JB, Yu DF, Kane PA: Interventional radiology in liver
Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagem ent o f transplantation. Cardim asc Interven t Radial 28:271-283,
com plications after liv er transplantation. E u r R a diol 14:431-439,
2004.
Tratamiento de la trombosis de la vena
porta: intervención en el paciente con
trasplante hepático

D E F IN IC IÓ N : La trombosis de la vena porta se ha tratado mediante asociación de trombólisis quimica,


implante de endoprótesis y fragmentación mecánica.

■ De form a alternativa, se puede utilizar un acceso transyugu­


IN D IC A C IO N E S
lar con TIPS (derivación portosistém ica intrahepática trans-
■ Trombosis de la vena porta que p rovoca síntomas de hiper­ yugular).
tensión portal o disfunción del injerto ■ Una v e z conseguido el acceso a la vena porta, se realiza una
flebografía porta para verificar el diagnóstico.
■ Entonces, se avanza el catéter a lo largo del segm ento trom ­
bosado y se coloca el catéter d e infusión.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La dosis y el tiem po de trombólisis pueden variar.
■ Zhou et al. recom iendan una adm inistración en em bolada de
■ N o se han descrito contraindicaciones absolutas.
entre 100.000 y 250.000 UI.
■ Las coagulopatías graves se deben corregir antes d e com en­
■ Esta se sigue de una segunda infusión (250.000 a 750.000 UI)
zar la intervención.
30 min más tarde en caso de un resultado insatisfactorio.
■ Los pacientes con grave alergia al contraste deberían reci­
■ Tras la segunda em bolada se administra una infusión conti­
bir prem edicación antes de com enzar la intervención o
nua de urocinasa (50.000 a 100.000Ul/h) durante 12 a 2 4 h.
emplearse con ellos otros tipos de contraste.
■ Durante la infusión se repiten de manera interm itente fle-
■ La ascitis perihepática es una contraindicación relativa que
bografías portales con el fin de controlar el resultado para
se debería drenar antes de la punción hepática.
detener el tratamiento tan pronto com o el coágulo se haya
lisado.
■ Si se pone de m anifiesto una estenosis subyacente, se realiza
IN S T R U M E N T A L una angioplastia transluminal percutánea con o sin im plante
de endoprótesis para evitar la retrombosis.
■ Equipo básico de angiografía ■ Las derivaciones nativas com petitivas tam bién se pueden
■ Introductor largo de 5 Fr em bolizar con espirales para ayudar a evitar la trombosis
■ Catéter hidrófilo Cobra (o Sim m ons) de 5 Fr recidivante.
■ Guía hidrófila d e 0,035” ■ Algunos autores tam bién recom iendan dejar el catéter en su
■ Guía d e 0,014 o 0,018” posición durante 2 a 3 días para reintroducir la trom bólisis en
■ Urocinasa o activador tisular del plasm inógeno recombinante caso de retrombosis.
(rtPA)
■ Balón de angioplastia y endoprótesis vascular
■ Pueden ser necesarios en caso de existir una anom alía
subyacente C O N T R O V E R S IA S
■ Resulta controvertido el em pleo de trom bolíticos en un con­
texto perioperatorio.
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Se puede acceder a la vena porta tanto m ediante un acceso
transhepático com o transyugular. RESULTADO S
■ Si se em plea el acceso transhepático, se hace por la vena
porta derecha, en el caso d e un trasplante hepático total, o ■ El tratamiento endovascular de la trombosis de la vena porta
por la vena porta izquierda, si el trasplante es parcial. se ha realizado con resultados satisfactorios.

T É C N IC A C O M P L IC A C IO N E S
■ La zo n a de acceso se marca con un punto y se prepare con ■ Hemorragia: al em plear infusiones locales o dentro de los
un antiséptico cutáneo. coágulos, las dosis de trom bolítico pueden m antenerse rela­
■ Para el acceso transhepático, se accede a la vena porta tivam ente bajas, con lim itación del riesgo de com plicaciones
mediante guiado ecográfico. hemorrágicas, incluso durante el período perioperatorio.

PUNTOS CLAVE
i La trom bólisis percutánea es un m étodo seguro y eficaz para tra ta r un trom bo en la vena porta, incluso
durante el período perioperatorio.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 259


260 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Lecturas recomendadas
Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagement o f
Y S E G U IM IE N T O
com plications after liv er transplantation. Em Radiol 14:431-439,
■ La radiología de seguim iento se realiza con ecografía Dop­ 2004.
pler. Karani JB, Yu DF, Kane PA: In terventional radiology in liver
transplantation. Cardiovasc Interven t Radiol 28:271-283, 2005.
Tu m o r e s h e p á t ic o s
Quimioembolización de carcinomas
hepatocelulares

D E F IN IC IÓ N : La quimioembolización combina los efectos de la isquemia dirigida junto con una alta
concentración y un prolongado tiempo de retención de antineoplásicos locales en el tumor.

IN D IC A C IO N E S ■ Con los microcatéteres se emplean guías de 0,014 a 0,018”.


■ Contraste y suspensión lipídica
■ Carcinoma hepatocelular no resecable ■ Ethiodol (Savage Laboratories)
■ Terapia neoadyuvante adicional para personas que esperan ■ Em bolizante
un trasplante hepático ■ Entre 150 y 250 |xm de partículas de alcohol de p olivin ilo
convencional
■ Em bolizantes esféricos, norm alm ente de 300 a 500 |xm,
pero tam bién de tamaños m ayores o m enores, según la
C O N T R A IN D IC A C IO N E S situación concreta
■ Función hepática basal deficiente y tumores grandes (más de ■ Antineoplásico
un 50 % de invasión hepática por tum or) ■ Cisplatino
■ Lactato deshidrogenasa superior a 425 UI/1, aspartato amino- ■ Doxorrubicina
transferasa superior a 100UI/1, y bilirrubina total superior a ■ M itom icina-C
2 mg/dl
■ Contraindicaciones relativas: enferm edad hepática clase C
en la escala de Child-Pugh, hem orragia digestiva activa,
encefalopatía hepática, ascitis refractaria y extensión extra- a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
hepática ■ El carcinom a hepatocelular se nutre fundam entalmente de
■ Contraindicaciones relativas: derivación portosistém ica intra- sangre de la arteria hepática, mientras que el hígado norm al
hepática transyugular o quirúrgica, flujo sanguíneo hepató- consigue la m ayor parte de su flujo sanguíneo de la circula­
fugo y cáncer en fase terminal ción portal.
■ Anom alías de la v ía biliar y trombosis de vena porta ■ Es esencial visualizar las distribuciones celíaca y de la arteria
■ Contraindicaciones de la intervención angiográfica: reacción mesentérica superior para evitar el infarto gástrico o de intes­
anafiláctica al contraste, insuficiencia renal, coagulopatía tino delgado.
incorregible y enferm edad vascular periférica ■ La arteria cística se origina a m enudo de la arteria hepática
■ Contraindicaciones de la quim ioterapia: citopenia grave e derecha.
insuficiencia cardíaca

T É C N IC A
IN S T R U M E N T A L
■ Los pacientes se m antienen en dieta absoluta desde 12 h
■ Unidad d e radioscopia
antes de la intervención; pueden ser adm itidos la misma
■ Perm ite realizar angiografías de substracción digital de
mañana de la intervención.
suficiente calidad com o para evaluar cuidadosam ente la
■ Se coloca una sonda de Foley y se inicia la hidratación
vascularización visceral.
mediante suero fisiológico a 200 a 300ml/h.
■ Catéter o guía visceral
■ Se administran antibióticos profilácticos ( l g de cefazolina,
■ Con un catéter Cobra hidrófilo de 4 Fr y una guía hidrófila
500 m g de m etronidazol), antieméticos (24 m g de ondanse­
bastará en aproxim adamente la mitad de las intervenciones.
tron), dexam etasona (10 m g) y difenhidramina (50 m g) por
■ Se utilizan catéteres viscerales convencionales de curva
vía intravenosa.
inversa (Simmons, SOS, Rosch).
■ An te anastomosis bilioentérica o endoprótesis biliar, el
■ Los microcatéteres con 105 a 130 cm de largo y con luz
paciente recibe tratamiento de levofloxacino y m etronidazol
interna de 0,025 a 0,027” han sido diseñados específica­
oral durante 2 días, y una preparación intestinal con neomi-
m ente para la quim ioem bolización.
cina-eritromicina oral previa a la intervención.

P U N T O S CLAVE
> El carcinom a hepatocelular es prevaiente en tod o el mundo, con una creciente incidencia en las naciones
desarrolladas.
i La quim ioem bolización posee un papel en el tratam iento del carcinom a hepatocelular no resecable com o
terapia paliativa con potencial para increm entar el tiem po de supervivencia.
■ Sirve de terapia neoadyuvante para evitar la progresión del tum or en pacientes que esperan un trasplante
hepático.
> Se necesitan más ensayos aleatorizados controlados para abordar la cuestión de cuál es la terapia
intraarterial con más ventajas y la pauta de tratam iento ante carcinom a hepatocelular avanzado.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 2 61


262 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Hepática derecha

Espié nica

Hepática derecha

Gastroduodenal

Arteria
gástrica derecha

Hepática

Figura 1. A . A rteria hepática derecha reem plazada con o rigen en la arteria m esentérica superior (A S M ). B. A rteria hepática izquierda
accesoria qu e se origin a de la arteria gástrica izquierd a. C. O rigen d e la arteria gástrica derecha desde localizacion es anatóm icas variables.
D . O rigen variable de las arterias gastroduodenal y supraduodenal desde la rama hepática derecha. (R eproducid o a p a rtir de la Society o f
In te rven tion a l R a diology 2004 A n n u a l M e e tin g W orkshop Book, p 402.)

■ Se realiza una angiografía visceral com pleta d e diagnóstico ■ Se repite la angiografía para verificar la anatom ía cuando la
para determ inar la vascularización hepática y com probar el punta del catéter se posiciona en el vaso antes de la inyectar
flujo venoso portal al hígado. el quim ioem bolizante.
■ Se deben cateterizar selectivam ente las arterias hepáticas ■ La inyección selectiva puede pon er de m anifiesto la salida
accesorias o reem plazadas más allá de cualquier rama gás­ desde la arteria hepática de las arterias cística, gástrica dere­
trica o mesentérica durante el proceso de em bolización. cha y falciform e o un espasmo provocado p or la guía en la
■ C oloque la punta del catéter pasado el origen de la arteria arteria que se desea tratar.
gastroduodenal. ■ Los microcatéteres se pueden inyectar a 4ml/s tras disminuir
■ Se realiza un cateterism o superselectivo de la arteria hepática el umbral de presión del inyector a 300 psi.
de aporte tumoral. ■ Conocida la anatomía, el siguiente paso es la inyección de
■ Un catéter Cobra hidrófilo (4 Fr) empleado con una guía hidrófila la em ulsión antineoplásica, seguida de la inyección de las
resulta satisfactorio en aproximadamente la mitad de los casos. partículas embolizantes.
■ Se inyecta con rapidez la emulsión de quim ioem bolización ■ Solución de quim ioterapia: 100 a 150mg de cisplatino, 50 m g
con un catéter convencional de lu z de 0,035 a 0,038” ; es de doxorrubicina y 10 m g de mitomicina-C disueltos en 10 m i de
im probable que se atasque con las partículas. contraste radiográfico.
Q uim ioem bolización de carcinom as h e p atocelulares

Figura 3. La in yección celíaca en un pacien te con cáncer de colon


Figura 2. S e h a a v a n z a d o s e le c tiv a m e n te u n c a té te r pa ra
metastásico ilustra unas variaciones anatómicas extrem as y las
q u im io e m b o liz a c ió n e n l a a r te r ia h e p á tic a d ere c h a . Una
estructuras qu e no se desean em bolizar. Una gran arteria hepática
in yección selectiva muestra ahora una llam ativa arteria cística
izq u ierd a qu e surge desde la arteria gástrica izq u ierd a (flecha
n o vista con la in yección celíaca (flech a n eg ra). El catéter se
n eg ra ); trifurcación d e la arteria hepática com ún sin segm ento
debería avan zar más allá de esta antes d e inyectar la em ulsión de
h epático propio (flech a bla n ca ) y arteria gástrica derecha que
qu im ioem bolización .
aparece d e la rama d el segm ento IV (p u n ta de flecha negra).

■ La solución de quim ioterapia (2,5 m i) se emulsiona con ■ N o existen pruebas dentro de los grupos de em bolización
2,5 m i de aceite para crear alícuotas de 5 m i e inyectarlas en de las intervenciones que respalden el em pleo de un agente
el vaso hepático. particulado concreto sobre otros.
■ Esto se realiza m ediante jeringas de policarbonato o cristal y ■ Para prevenir la recidiva del tum or sin riesgo de insuficiencia
una llave de paso de metal. hepática provocada por la isquem ia, es conveniente dejar un
■ La proporción exacta de solución antineoplásica y aceite se intervalo de 2 o 3 semanas entre tratamientos.
puede ajustar en función del tamaño y la vascularización del ■ Las recomendaciones actuales son el em pleo de tres a cuatro
tum or o tumores a embolizar. sesiones de quim ioem bolización anuales en aquellos pacien­
■ Para tumores m uy vascularizados puede ser adecuada una tes con función hepática conservada.
proporción de dos partes de aceite por una de solución de ■ Los metaanálisis realizados p or Llovet et al. mostraron un
antineoplásico. beneficio d e supervivencia con quim ioem bolización, pero no
■ La quim ioem bolización se puede ajustar en fracciones divi­ con em bolización aislada.
diendo la dosis total en alícuotas de 5 m i de aceite que la repar­
ten a la v e z que se consigue la reducción de flujo deseada.
■ Se inyecta lidocaína intraarterial (30 a 200 m g) antes y des­
pués de cada alícuota para reducir el d olor y el espasmo. RESULTADO S
■ Se inyecta la emulsión de quim ioem bolización hasta que se
consigue ralentizar el flujo sanguíneo. ■ Dos ensayos aleatorizados mostraron un m odesto beneficio
■ Se añaden las partículas embolizantes (0,2 mi de partículas de en la supervivencia con tratamiento por quim ioem bolización
alcohol de polivinilo de 150 a 250|xm/lm l de partículas em bo­ de carcinom a hepatocelular.
lizantes esféricas de 300 a 500 |xm) hasta conseguir una alícuota ■ Se ha descrito una m ejora significativa de la supervivencia a
final de 5 mi. 2 años con quim ioem bolización, pero ninguna con em b oliza­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ M om ento de la finalización: aspecto de «á rb ol en invierno», ción aislada.


con elim inación del realce tumoral, pero preservación del ■ Las m ejorías más notables en la supervivencia tras quim io­
flujo en las arterias lobulares o segmentarias. em bolización se consiguen cuando existe una buena selección
■ Dentro del catéter se quedan de 1 a 1,5 m i de emulsión. de los pacientes.
■ Se debe tener en cuenta el lavado final del catéter al valorar ■ L a supervivencia a tres años de estos pacientes puede supe­
el m om ento de la finalización deseado para evitar una estasis rar el 50%.
total.

C O M P L IC A C IO N E S
C O N T R O V E R S IA S
■ Las com plicaciones más importantes son insuficiencia o
■ N o existe consenso sobre los antineoplásicos o embolizantes infarto hepático, absceso hepático, necrosis biliar, ruptura
más eficaces para la quim ioem bolización. tumoral, colecistitis quirúrgica y em bolización no deseada.
■ Los ensayos aleatorizados controlados que comparan direc­ ■ Otras toxicidades más raras incluyen alteraciones cardíacas,
tam ente los citotóxicos han demostrado que no existe un insuficiencia renal y anem ia, con incidencias m enores al 1 %
incremento significativo de supervivencia relativa al emplear para cada una de ellas.
unos u otros. ■ La m ortalidad a los 30 días es de aproxim adam ente del 1 %.
264 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA ■ Los estudios de laboratorio se repiten a las 3 semanas para eva­


luar la recuperación de la función hepática, la toxicidad hema-
Y S E G U IM IE N T O
tológica o renal y los cambios en los marcadores tumorales.
■ Se pueden repetir las intervenciones en otros segm entos o
en el otro lóbulo en 3 a 4 semanas en pacientes con función Lecturas recomendadas
hepática conservada.
Bosch FX, Ribes J, Cleries R, D iaz M : E pidem iology o f hepatocellular
■ El paciente se som ete a entre dos a cuatro quim ioem boliza- carcinoma. C lin Liv e r D is 9:191-211, 2005.
ciones para tratar la carga tum oral com pleta; la respuesta se Breedis C, Young G: Blood supply o f neoplasms o f th e liver. A m J
valora con estudios radiológicos repetidos, exam en clínico y Pathol 20:969-985, 1954.
marcadores tumorales. Charnsangavej C: C hem oem bolization o f liv er tumors. S em in Invest
■ Se sigue con la hidratación con suero fisiológico (31/24 h ), y R adiol 10:150-160, 1993.
se continúan las terapias intravenosas antibiótica y antiemé­ Liu DM , Salem R, Bui JT, et al: Angiographic considerations in
tica. patients undergoing liver-directed therapy. J Vase ln terv Radiol
16:911-935, 2005.
■ Además, se suministran opioides, perclorpromacina y para­
L lo ve t JM, Fuster J, Bruix J: T h e Barcelona approach: diagnosis,
cetam ol para controlar el dolor, las náuseas y la fiebre, res­
staging, and treatment o f hepatocellular carcinoma. L iv e r Transpl
pectivamente. 10:115-120, 2004.
■ A la mañana siguiente, se retira temprano la sonda de Foley L lo ve t JM, Bruix J: A systematic re vie w o f ra ndom ized trials for
si existe diuresis suficiente. unresectable hepatocellular carcinom a chem oem bolization
■ El alta se da una v e z que el paciente ha reinstaurado una im proves survival. Hepatology 37:429-442, 2003.
suficiente ingesta oral; no necesita opioides parenterales para Soulen MC: C hem oem bolization o f hepatic malignancies. O ncology
el dolor, y puede orinar tras la retirada del catéter. (H u n tin g t) 8:89-90, 1994. 77-84, discussion.
Embolización aséptica para neoplasias
malignas hepáticas

D E F IN IC IÓ N : Embolización solo con partículas sin necesidad de utilizar quimioterapia a altas dosis
para tratar neoplasias hepáticas hipervasculares primarias y secundarias.

■ Embospheres
IN D IC A C IO N E S ■ La m icroesfera de gelatina tris-acrílica hidrófila no se aglu­
■ Indicada para el tratamiento d e neoplasias hepáticas hiper­ tin a y puede penetrar más distal en los vasos terminales.
vasculares no resecables ■ Tamaños de 40 a 120 |j,m o de 100 a 300 |xm
■ Para tratar procesos tanto benignos com o m alignos ■ M icroesferas de alcohol de p olivinilo
■ Tratamiento de cáncer prim ario hepatocelular en pacientes ■ En evaluación
considerados no resecables
■ Pacientes con cirrosis en escala d e Child A o B
■ Para tratar la enferm edad hepática metastásica de los tum o­
res neuroendocrinos, tumores del estroma digestivo, otros a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
sarcomas y m elanom a ocular ■ Se debe estar fam iliarizado con la anatom ía segmentaria
■ Metástasis hepáticas hipervasculares de otros tumores pri­ del hígado, el aporte vascular arterial hepático, el sistema
marios com o el cáncer de mama, células renales o próstata, venoso portal y la vascularización extrahepática.
que puedan responder a este tratamiento ■ L a TC trifásica se utiliza para conocer la extensión de la
enferm edad, la anatom ía arterial, el sistema venoso portal y
el aporte vascular tumoral colateral no hepático.
■ N orm alm ente se em plea un acceso desde la arteria femoral
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
com ún derecha.
■ N o se han encontrado contraindicaciones absolutas.
■ En general, el tratamiento de prim era elección en los pacientes
con cirrosis en escala de Child C no debe ser la embolización.
■ La em b olización se debería realizar en distintas sesiones en T E C N IC A
pacientes no cirróticos con metástasis hepáticas si existe un
■ C om o parte del trabajo p revio a la intervención, la TC trifá­
reem plazo tumoral superior al 75% del hígado.
sica se realiza durante el mes anterior a la fecha prevista de
■ A l valorar al paciente para la em bolización, tenga en cuenta
em bolización.
la gravedad d e su enferm edad hepática subyacente, así com o
■ Se prepara la ingle con un antiséptico cutáneo.
la extensión tum oral que se desea tratar.
■ Una v e z conseguido el acceso arterial, se coloca el introduc­
tor vascular.
■ Se realiza una angiografía celíaca y mesentérica superior para
conocer la anatom ía arterial, pon er de m anifiesto el tumor
IN S T R U M E N T A L
hipervascular y evaluar la dirección del flujo sanguíneo.
■ Catéter selectivo de 4 o 5 Fr ■ Si el paciente p adece una enferm edad bilobular m ultifocal,
■ Catéteres conform ados de tipo Cobra y catéteres d e curva se selecciona un lado del hígado para su tratamiento durante
inversa (catéteres Simmons o SOS) la prim era sesión; norm alm ente se escoge el lado con mayor
■ Catéter coaxial de 3 Fr volum en tumoral.
■ Cuando sea necesaria la em bolización supraselectiva ■ Se coloca el catéter selectivam ente en la arteria hepática
■ Contraste no ión ico convencional derecha o izquierda y se realiza una angiografía.
■ El gadolinio o el yodixanol se puede sustituir en pacientes ■ Para tumores únicos, el tum or se debería em bolizar tan
con insuficiencia renal. selectivam ente com o se pudiera.

P U N T O S CLAVE
i La em bolización solo con partículas para efectuar un bloqueo de los vasos terminales es eficaz para el
tratam iento de las neoplasias hepáticas hipervasculares primarias y secundarias,
i Hasta la fecha, ningún estudio ha dem ostrado ventajas en la supervivencia con quim ioem bolización
respecto de la em bolización solo con partículas,
i La em bolización solo con partículas es fácil de realizar con el instrum ental convencional de una sala de
radiología intervencionista,
i La em bolización se realiza de form a selectiva o supraselectiva para tra ta r un tum or y posee un resultado
final reproducible.
i Aunque aparezca síndrome de postem bolización, por lo general se resuelve en 48 h sin tener que actuar
contra los efectos sistém icos de la quim ioterapia,
i El uso exclusivo de partículas en la em bolización arterial hepática no causa una oclusión permanente de los
vasos originales.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 265


266 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. Fase arterial de una TC trifásica qu e muestra un


carcinom a hepatocelular hipervascu larizado solitario en el Figura 2. A n gio grafía m esentérica superior qu e muestra am plias
segm ento V I (a sterisco). colaterales pancreatoduodenales qu e reperm eab ilizan la arteria
hepática com ún (fle c h a ) después de una oclusión arterial hepática.

estancam iento d e contraste (asteriscos) en lo qu e parecen ser


grandes espacios dentro de un tu m or después de una oclusión de
los vasos pequeños.
Em boliza ción a sé p tic a para n e o p la sia s m a lig n a s hepáticas

■ Se selecciona cada vaso de nutrición con el catéter coaxial de


C O M P L IC A C IO N E S
3 Fr.
■ Se em b oliza después el vaso deseado con la m enor cantidad ■ El síndrome postem bolización ocurre en aproxim adam ente
disponible de partículas suspendidas en contraste. el 80% de los pacientes y se debería considerar un efecto
■ Se realiza la em b olización hasta que se demuestra la estasis, secundario, no una com plicación.
persistencia superior a un período d e 3 a 5 min, o hasta que ■ El absceso hepático es una com plicación rara, que aparece
se hayan em pleado 10 cm3 de partículas. con m ayor frecuencia en pacientes con una intervención
■ La estasis se define com o la falta de flujo anterógrado, con la biliar previa.
constatación del reflujo de la inyección o incluso de peque­ ■ La com plicación más tem ida es la em bolización no deseada.
ñas cantidades de contraste.
■ Se finaliza la intervención y se realiza una angiografía de
conclusión para com probar la oclusión del vaso deseado, con
conservación de flujo sanguíneo en los vasos no deseados. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ Si el flujo anterógrado persiste tras emplearse 10 cm 3 d e las S E G U IM IE N T O
partículas d e m enor tamaño, se continúa la em bolización
con partículas mayores. ■ Los pacientes se m antienen en observación en una unidad de
■ Cuando o si se encuentra la d ism in ución de la em bolización, cuidados postanestésicos durante varias horas.
se em plean partículas de alcohol de p olivin ilo de 50 a 100 |xm ■ Se controlan las necesidades farm acológicas analgésicas y
para detener el flujo anterógrado. se instaura, cuando esté justificada, una pauta de analgesia
■ Cuando se finaliza la em b olización del vaso o vasos desea­ controlada por el paciente con sulfato de morfina.
dos, se realiza una angiografía final. ■ Se administran antibióticos intravenosos durante 24 h.
■ Habitualmente los carcinomas hepatocelulares con ■ Se da el alta a los pacientes cuando toleran adecuadamente
tamaño < 5 cm se pueden som eter a ablación (quím ica o tér­ la nutrición por v ía oral; controla el dolor m ediante opiáceos
m ica) al día siguiente. orales, y su temperatura es <38,5 °C.
■ Se realiza un seguim iento por TC entre las 2 a 4 semanas
siguientes a la em bolización.
■ Si no se demuestra enferm edad residual los pacientes se
C O N T R O V E R S IA S realizan una TC de seguim iento cada 3 m eses durante el
prim er año y cada 6 m eses a partir de entonces.
■ La principal controversia versa sobre el em pleo d e fármacos
antíneoplásicos.
■ Apenas existen pruebas que apoyen el uso habitual de la
Lecturas recomendadas
quim ioem bolización. Brown KT, Koh BY, Brody LA , Getrajdman GI, Susman J, Fong Y,
■ La em b olización aséptica puede ser más rentable y posee Blumgart LH: Particle em bolization o f hepatic neuroendocrine
metastases for control o f pain and horm onal symptoms. JVTR
menos efectos secundarios.
10:397-403, 1999.
L lo ve t JM, Real M I, M ontana X, e t al: Barcelona Clinic Liver
Cancer Group. Arterial Embolisation o r chem oem bolisation
versus sym ptom atic treatment in patients w ith unresectable
RESULTADO S hepatocellular carcinoma: a random ized controlled trial. Lancet
359:1734-1739, 2002.
■ Con la em bolización aséptica del carcinom a hepatocelular, la
L o CM , Ngan H , Tso W K , et al: R andom ized controlled trial o f
supervivencia total a 1, 2 y 3 años fue del 70, 46 y 32% res­ transarterial lip iod ol chem oem bolization fo r unresectable
pectivamente. hepatocellular carcinoma. Hepatology 35:1164-1171, 2002.
■ Excluyendo a los pacientes con enferm edad extrahepática o M aluccio M A , C ovey A M , BenPorat L, Brody LA, Sofocleous CT,
invasión tum oral de la vena porta, la supervivencia total a 1, Getrajdman GI, Brown KT. Particle em bolization for hepatocellular
2 y 3 años fue del 85, 65 y 50% respectivamente. cancer in 322 patients. W CIO m eeting, June 12-16, Cem obbio, Italy.
■ El único carcinom a hepatocelular se trató con ablación tér­ M aluccio M , C o vey A M , Ghandi R, Gonen M , Getrajdman GI, Brody
L A , Fong Y, Jam agin W, D’An gelica M, Blumgart LS, DeM atteo R,
m ica el día posterior a la em bolización y obtu vo unos resul­
Brown K T Com parison o f survival rates after bland em bolization
tados de supervivencia similares a aquellos obtenidos con la
and ablation versus surgical resection for treating patients with
resección quirúrgica.
solitary hepatocellular carcinom a up to 7cm. J Vase Inte rv R adiol
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Los resultados descritos al tratar a los pacientes con tumor 16:955-961, 2005.
neuroendocrino m etastásico (17) y los sarcomas metastási- M aluccio M A , C ovey A M , Schubert J, B rody L A , Sofocleous CT,
cos (18) son similares a los descritos con tratamientos de Getrajdman GI, Dem atteo RP, Brow n KT. Treatment o f metastatic
em bolización arterial transcatéter y quim ioem bolización. sarcoma to the liv e r with bland em bolization. Cancer, In press.
Quimioterapia regional de tumores
hepáticos

D E F IN IC IÓ N : Las técnicas de quimioterapia regional poseen la principal ventaja de aumentar las


concentraciones de fármaco que se deposita en el tumor.

■ Catéter perm anente y reservorio


IN D IC A C IO N E S ■ Celsite ST 305C (B. Braun): equipo venoso; el m édico
■ Quim ioterapia hepática intraarterial: cáncer hepático sin deberá tener el instrumental necesario para practicar un
enferm edad extrahepática orificio lateral.
■ Fracaso de los tratamientos intravenosos contra las metás­ ■ Catéter Toray d e 5 Fr (B. Braun)
tasis ■ Antineoplásico
■ Terapia de inducción en el paciente que aún no ha recibido ■ Oxaliplatino, 5-fluoracilo, cisplatino, doxorrubicina
quim ioterapia con metástasis hepáticas casi resecables
■ Tratamiento adyuvante tras una hepatectom ía curativa
■ Pacientes que no han respondido o que no son candidatos a
quim ioem bolización transarterial A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ La canulación retrógrada de la arteria gastroduodenal es una
v ía sin igual para la inserción del catéter.
■ La v ía de la técnica percutánea es la arteria axilar o femoral.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ El reservorio se coloca en la pared torácica o en la pared
■ Oclusión o estenosis grave de la arteria hepática anterior del abdom en.
■ Flujo retrógrado provocado por estenosis grave del tronco ■ La fem oral es la vía preferida para el implante; su acceso es
celíaco que no perm ita una técnica convencional de im plante necesario para reorganizar el flujo.
de reservorio con catéter ■ La reorganización del flujo es im prescindible para infundir la
■ Arteria de acceso gravem ente enferm a (fem oral o axilar) quim ioterapia a toda (y únicamente) la extensión hepática a
■ Presencia d e infección o sepsis través d e una sola arteria.
■ O clusión de la ven a porta (con traindicación relativa, ya ■ Para la inserción del catéter se em plea la arteria hepática,
que un catéter perm anente p ued e p ro vocar la trom bosis que conduce hasta la arteria gastroduodenal.
de la arteria hepática e increm entar el riesgo d e necrosis
hepática)

T É C N IC A
■ Se realiza una angiografía de referencia inicial.
IN S T R U M E N T A L
■ Se ocluyen las arterias hepáticas sustituidas (si las hubiera)
■ Catéter con espirales de acero inoxidable proxim alm ente para mante­
■ D e 5 Fr ner una sola arteria perm eable en donde se inserte el catéter
■ Para angiografía visceral permanente.
■ Guía ■ El catéter de quim ioterapia hepática intraarterial se debe
■ Para angiografía visceral colocar flotando en la lu z de la arteria hepática o se puede
■ Guía rígida de intercam bio de 0,035” , guía hidrófila de dejar fijo en la arteria gastrointestinal.
intercambio ■ La fijación de la punta del catéter se consigue m ediante la
■ Guía d e 0,016” inserción distal del catéter en la arteria gastrointestinal junto
■ Guía d e intercam bio de 0,025” para los casos difíciles con un depósito de espirales y/o adhesivo de cianoacrilato (o
■ Microcatéter am bos) a su alrededor.
■ D e 2,4 Fr ■ En ese catéter fijo se practica un agujero lateral a unos pocos
■ Con lu z de 0,025” para los casos difíciles centímetros de la punta para perm itir la liberación del fár­
■ Para su implante con manguito hemostático (Smith Medical) maco.
■ Microespiral ■ El agujero lateral se coloca más proxim al en la arteria hepá­
■ De 0,018” , con diámetros de 2/5 a 4/8 mm tica desde la arteria gastroduodenal.
■ Macroespiral ■ Se cateteriza la arteria gastroduodenal tan distal com o sea
■ De 0,035” , con diámetros de 4/6 a 5/10mm posible hasta llegar a la arteria epiploica derecha distal.

P U N T O S CLAVE
i Se puede realizar quim ioterapia intraarterial hepática m ediante un reservorio percutáneam ente im plantado,
i Se deben ocluir las arterias hepáticas accesorias (si las hubiera),
i Se deben ocluir las ramas extrahepáticas que nacen de la arteria hepática.
i Los pacientes que no responden al oxaliplatino intravenoso poseen una tasa de respuesta al oxaliplatino
intraarterial aproxim adam ente del 40% .

268 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Q uim io te ra p ia regional de tu m o re s hepáticos

Arteria hepática
propia

Arteria gástr
derecha

Punta
del catéter
implantado

___ Catéter
implantado

Arteria gastroduodenal

Figu ra 1. E sq u em a q u e m u es tra e s p ira le s en la a r te ria h e p á tic a s u stitu ida , e n la a r te ria gá s tric a d e re c h a y a lr e d e d o r d e l c a té te r


im p la n ta d o e n la a r te ria ga stro d u o d e n a l. El antineoplásico flu ye a través del agujero lateral del catéter hacia la arteria hepática.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. A n gio grafía obtenida a través d el agu jero lateral de


ira 2. Obsérvese el agujero lateral del catéter (flec h a n
un catéter (p u n tas de flecha blancas) im plantado en la arteria
n desde su punta distal.
gastroduodenal, ocluida con espirales (flech a b la n ca ), qu e muestra
la perm eabilidad de las arterias gástrica derecha (p u n ta de flecha
n eg ra ) y supraduodenal (flech a negra).
270 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 4. La punta del m ic rocatéter (flech a n eg ra ) se encuentra en la arteria supraduodenal gracias a su introducción a través del agujero
lateral (flech a b la n ca ) d el catéter im plantado (p u n ta s de flecha b lancas), qu e apenas se reconoce.

■ Se reem plaza el catéter d e diagnóstico de 5 Fr sobre la guía C O N T R O V E R S IA S


rígida de 0,035” por un catéter perm anente con su agujero
lateral en la arteria hepática com ún distal. ■ El em pleo de la arteria fem oral para la inserción del reservo­
■ Si el cateterism o de la arteria distal gastroduodenal no fuera rio con catéter es un reto técnico, pero se puede conseguir.
posible, se puede conseguir m ediante un m icrocatéter con ■ El acceso fem oral será im prescindible en la m ayoría de
lu z d e 0,025”. ocasiones para la reorgan ización endovascular del flujo,
■ Esto perm itirá el reem plazo sobre la guía rígida de intercam­ incluso si el catéter perm anente se inserta a través de la v ía
bio de 0,025”. axilar.
■ Después, se ocluirá la arteria gastroduodenal alrededor del ■ Se ha descrito el acceso por una arteria intercostal en una
catéter permanente. sola serie; la técnica parece de difícil reproducción.
■ Esta oclusión se puede conseguir con un segundo catéter ■ La vía axilar perm ite una inserción más sencilla del catéter
introducido a través de una punción fem oral contralateral en la arteria hepática; tam bién con lleva una tasa más elevada
(izqu ierda). de com plicaciones totales y de gravedad.
■ De otra manera, puede utilizar el agujero lateral del catéter
perm anente para insertar el microcatéter que perm itirá la
oclusión de la arteria gastroduodenal con espirales de 0,018”
o N-butil-2-cianoacrilato.
RESULTADO S
■ Si la cateterización de la arteria gastroduodenal no es posi­
ble, se coloca el catéter de flotación libre, con el extremo ■ Las tasas de éxito técnico de las inserciones de catéter son
distal en la arteria hepática; la m igración del extrem o distal m uy elevadas, próxim as al 100% en la m ayoría de series.
es frecuente ■ Se describen tasas d e perm eabilidad tras los im plantes
■ Otra posibilidad es el im plante de la punta distal de un caté­ de catéteres percutáneos del 91 (6 m eses), 81 (1 año) y 58%
ter de 5 Fr profundam ente en la rama segmentaria hepática. (2 años).
■ Se realiza el agujero lateral hacia la zona de la arteria hepá­ ■ La técnica perm ite entre 3 y 102 ciclos de quim ioterapia (pro­
tica propia. m edio = 35).
■ Con una angiografía, se controla la correcta posición del ■ La tasa de reintervención para m antener la perm eabilidad
catéter buscando la perfusión exclusiva de todo el hígado. del sistema de reservorio con catéter se ha estimado en hasta
■ Se tuneliza el catéter y se une al reservorio im plantado sobre el 37% .
la pared torácica o la pared pélvica, según la v ía de acceso. ■ El oxaliplatino intraarterial asociado a 5-fluorouracilo sis-
■ El cuidado del catéter im plica su lavado con suero heparini- tém ico obtu vo una respuesta objetiva del 64% en pacientes
zado (500UI/10m l) después de finalizar cada quim ioterapia sin tratamiento p revio y en el 45% de los pacientes resis­
hasta el siguiente ciclo. tentes al oxaliplatino o irinotecán intravenoso.
■ Se libera el oxaliplatino p or vía intraarterial asociado a ácido ■ La tasa de respuesta del carcinom a hepatocelular osciló entre
folín ico y 5-fluorouracilo por v ía intravenosa durante 2 h el el 39 y 41 % en dos series que emplearon una asociación de
prim er día, seguido de otras 4 8 h de 5-fluorouracilo. cisplatino, doxorrubicina y 5-fluorouracilo.
Q uim io te ra p ia regional de tu m o re s hepáticos

■ La drástica respuesta en frecuencia y amplitud tras el oxa­ ■ Se ha descrito una tasa de lesiones d e la m ucosa gástrica
liplatino intraarterial perm ite actuar sobre el 20% de los en pacientes som etidos a quim ioterapia hepática intraarterial
pacientes que inicialm ente tenían metástasis colorrectales sin em bolización de la arteria gástrica derecha del 36% .
irresecables m ediante la asociación de ablación con radio­ ■ La tasa descendió al 3 % en pacientes con una em bolización
frecuencia y hepatectomía. de la arteria gástrica derecha.
■ Sin embargo, la quim ioterapia hepática intraarterial afecta
notablem ente a la función hepática, com o se demuestra con
un aclaramiento insuficiente de verde indocianina, con tasas
de hasta el 60% a los 15min. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ La interrupción de la quim ioterapia hepática intraarterial S E G U IM IE N T O
perm ite la norm alización progresiva de su aclaramiento en
un período de 2 a 4 meses. ■ Se recom ienda un exam en clínico del m iem bro inferior
■ Por lo tanto, una hepatectom ía tras quim ioterapia hepá­ cuando se em plea un acceso femoral.
tica intraarterial conlleva una dificultad técnica con mayor ■ Algunos intervencionistas em plean sistemáticamente ácido
riesgo. acetilsalicílico o clopidogrel en pacientes con un reservorio
■ Los nuevos desarrollos de otros tratamientos com o quim ioin- arterial im plantado.
munoterapia, vasopresores com o la noradrenalina e, incluso, ■ El reservorio y el catéter se enjuagan con heparina tras el
terapias dirigidas com o los antiangiógenos o los factores im plante y tras cada perfusión de quim ioterapia con el fin de
inhibidores del crecim iento del endotelio vascular suponen evitar la trom bosis del sistema.
una nueva esperanza para la terapia intraarterial. ■ La perm eabilidad del catéter se com prueba con angiografía
de substracción digital antes de la perfusión de la quim iote­
rapia.
■ Durante las pruebas anteriores a la quim ioterapia se em plea
C O M P L IC A C IO N E S la angiografía de substracción digital para com probar que el
catéter está perfundiendo todo el hígado y ningún otra parte
■ La salida de la punta del catéter se describe hasta el 20% de de la anatomía.
los catéteres que se han dejado flotar librem ente en la arteria ■ Si se encuentra una rama extrahepática se debe em bolizar
hepática. utilizando un acceso fem oral contralateral.
■ Los catéteres en libre flotación son más proclives a inducir
trombosis con el m ovim ien to de la punta, lo que puede lesio­ Lecturas recomendadas
nar la pared arterial.
Elias D , d e Baere T, Sideris L, Ducreux M: Regional chemotherapeutic
■ Es digno de m en ción que no se hayan descrito colecistitis
techniques for liver tumors: current k now ledge and future
en tres series, con tan solo 8 de 153 pacientes colecistec-
directions. Surg C lin N o rth A m 84:607-625, 2004.
tom izados, con im plantes percutáneos de catéteres o de Fiorentini G, P oddie DB, Cantore M , et al: Locoregional therapy
reservorios. for liv er metastases from colorectal cancer: the possibilities o f
■ Quimioterapia hepática intraarterial: úlcera gástrica en pacien­ intra-arterial chemotherapy, and n ew hepatic-directed modalities.
tes cuyas arterias gástricas derechas no se pudieron ocluir. Hepatogastroenterology 48:305-312, 2001.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Lipiodol con 1131 intraarterial para tratar
el carcinoma hepatocelular

D E F IN IC IÓ N : Empleo de una inyección intraarterial de lipiodol con 1131 en el lecho vascular


neoplásico para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no resecable.

IN D IC A C IO N E S a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ Carcinoma hepatocelular no resecable ■ Se realizan una aortografía y una angiografía celíaca y m esen­
térica superior para delimitar el aporte vascular del tum or y
seleccionar la arteria de nutrición de interés.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ N eoplasia m aligna concomitante T É C N IC A
■ Esperanza de vid a inferior a 1 mes, encefalopatía hepática,
carcinoma hepatocelular estadio de Okuda III y alergia al ■ Se realizan inicialm ente una aortografía y una angiografía
contraste celíaca y mesentérica superior.
■ Contraindicaciones relativas: riesgo m édico inaceptable de ■ Tras posicionar el catéter dentro de la arteria hepática corres­
aislam iento, coagulopatía no controlable e insuficiencia renal pondiente a la zona de em bolización deseada, se puede
aguda o grave (aclaram iento de creatinina<30m l/m in ) administrar con seguridad el lip iod ol con 1131.
■ Si es necesario, se puede em plear un sistema coaxial de 3 Fr
(0,0325” o m ayor).
■ La exposición de los dedos a la radiación no aumenta signi­
IN S T R U M E N T A L ficativam ente durante la com presión del punto de punción
tras la intervención.
■ Introductor vascular ■ Si se desea y es factible, se puede em plear un dispositivo de
■ D e 5 Fr cierre para m inim izar el tiem po de com presión.
■ Guía ■ Reduzca la exposición de los dedos em pleando una jeringa
■ De Bentson protegida cuyo volum en supere el del lip iod ol y sosteniendo
■ Catéter p ig ta il la jeringa por su extrem o no radiactivo.
■ D e 5 Fr ■ El radiólogo debería situarse al lado izquierdo del paciente y
■ Catéter Simmons 1 la com presión debería realizarse alternando las manos o con
■ D e 5 Fr, deslizante los dispositivos mecánicos.
■ Guía deslizante
■ Terumo de 0,35” (Terum o)
■ M icrocatéter
■ De 3 Fr (p.ej., Renegade), si fuera necesario C O N T R O V E R S IA S
■ Guía del microcatéter
■ Papel del lip iod ol con 1131 en el tratamiento de carcinoma
■ Transend
hepatocelular no resecable frente a otras terapias m ínim a­
■ L lave de paso de tres vías
m ente invasivas
■ Resistente a los antineoplásicos
■ Utilización del lip iod ol con 1131 en pacientes con trombosis
■ L ip iod ol con 1311
de vena porta
■ L ipiodol: m ezcla de ésteres de etilo yodados de ácidos gra­
sos de aceite de la semilla de am apola con un contenido
del 37% d e yod o en peso
■ 1131: radionúclido fi-em isor con una vid a física m edia de
RESULTADO S
8,04 días
■ Se suministra en solución para su em pleo a temperatura ■ La intervención se tolera mucho m ejor (efectos secundarios
ambiente. m enores) que la quim ioem bolización.
■ Se puede diluir con 2 a 10 m i d e lip iod ol no radioactivo ■ Un análisis retrospectivo dem ostró una m ediana de super­
para incrementar el volum en total inyectado. v iven cia total de 203 días (intervalo de confianza del 95%:
■ Actividad d e referencia d e 2,22 GBq (60 mCi) 83 a 322 días).
■ Se inyecta lentamente con una jeringa protegida de vidrio ■ La tasa de m ortalidad relacionada con el tratamiento en este
o plástico. estudio fue del 6,9 %.

P U N T O S CLAVE
i La adm inistración directa de una sustancia radioactiva em bolizante intraarterial a los vasos que nutren el
carcinom a hepatocelular perm ite una radioterapia de eficacia aum entada d entro del tum or y sin afectación
del parénquim a hepático circundante,
i Las sustancias de radioembolización más em pleadas son los cristales radioactivos de Y90 o las
m icroesferas de resina y el lipiodol con 1131.

272 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Lipiodol con 1131 intraarterial para tratar el carcino m a hepatocelular

C O M P L IC A C IO N E S ■ D ebería evitarse el em barazo hasta al menos 4 m eses des­


pués del tratamiento.
■ Las com plicaciones son fiebre m oderada temporal, alteracio­ ■ El personal de enferm ería debe estar form ado en radioprotec-
nes de la función hepática moderadas y temporales y dolor ción.
en el punto de inyección. ■ Se recomienda una im agen cuantitativa de todo el cuerpo
■ Otras com plicaciones son leucopenia m oderada y reversible 1 semana después del tratamiento para verificar la distribución
(7 % ) y neumopatías infiltrativas difusas graves (2 % ). del lip iod ol con 1131.
■ Las neumopatías infiltrativas difusas aparecen aproximada­
m ente 1 mes después de la inyección y, con más frecuencia,
Lecturas recomendadas
tras una segunda inyección.
Borbath I, Lhom m el R, Bittich L, et al: 1311-Labelled-iodized oil
for palliative treatment o f hepatocellular carcinoma. E u r J
Gastroenterol H epatol 17:905-910, 2005.
Lam bert B, Van d e W iele C: Treatment o f hepatocellular carcinoma
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
b y means o f radiopharmaceuticals. E u r J N u c l M e d M o l Im a ging
Y S E G U IM IE N T O 32:980-989, 2005.
R aoul J, Guyader D, Bretagne J, et al: Prospective random ized
■ El paciente debe ser adm itido en una unidad de aislamiento trial o f chem oem bolization versus intra-arterial injection o f
autorizada con una habitación debidam ente protegida con 1311-labelediodized oil in the treatment o f hepatocellular
baño dentro la misma. carcinoma. H epatology 26:1156-1161, 1997.
■ Se recomienda que el personal sanitario y las visitas de los
familiares eviten la exposición innecesaria a la radiación.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Embolización de microesferas radioactivas
para carcinoma hepatocelular

D E F IN IC IÓ N : La inyección intraarterial con microesferas cerámicas de itrio 90 en el lecho vascular


neoplásico se emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no resecable.

■ Guía d e microcatéter
IN D IC A C IO N E S
■ De 0,014 a 0,018”
■ Carcinoma hepatocelular no resecable ■ Llave de paso de tres vías
■ Resistente a los antineoplásicos
■ Equipo de administración
■ Los com ponentes apirógenos son suero fisiológico, tubos
C O N T R A IN D IC A C IO N E S sellados, blindajes acrílicos, dosímetros de radiación, herra­
mientas de m ano y vías de entrada y salida.
■ N eoplasia m aligna concomitante
■ Es m uy im portante m ontar con cuidado el equipo de lib e­
■ Contraindicaciones para el cateterismo: anomalías vasculares
ración porque cualquier error en su preparación puede dar
y diátesis hemorrágicas
lugar a una incorrecta administración.
■ Insuficiencia hepática grave o insuficiencia pulm onar
■ Jeringa
■ An tecedente de radiación con haz exterior
■ Jeringa M O N A RC H 25 (M erit M edical Systems)
■ Evidencia de flujo al tubo digestivo no corregible
■ Sistemas de conexión de tres vías
■ Riesgo previsto de más de 30 G y en un solo tratamiento o de
■ El rojo indica un flujo de control desde el transportador de
una dosis acumulada depositada en los pulm ones de 50 Gy
fluido al vial con la dosis que perm ite que la m icroesfera
sea transportada a lo largo del tubo de salida hacia el caté­
ter.
IN S T R U M E N T A L ■ El a zul perm ite la purga de aire del sistema de liberación
y que pueda cargarse con el fluido en preparación para la
■ M icroesfera radioactiva infusión de las microesferas.
■ Microesferas de cristal de Y90 (Theraspheres; MDS Nor-
dion)
■ M icroesfera no biodegradable que contiene Y90 en un cris­
tal m atriz del cual no se puede escapar el itrio.
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Diám etro prom edio: 25|xm ( ± 10|xm );lm g = d e 22.000 a
73.000 microesferas ■ La evaluación pretratamiento incluye revisar la anamnesis
■ Microesferas d e cristal de Y90 a base de resinas (SIR-Sphe- habitual, exam en físico, hem ogram a com pleto, análisis de
res; Sirtex M edical) laboratorio y determ inación analítica d e la a-fetoproteína.
■ Biocom patible, no degradable y a base de resinas con un ■ Se em plea una angiografía celíaca y hepática de referencia
diám etro de 29 a 35 |xm para delimitar la anatom ía vascular; planificar el tratamiento
■ P rom edio de actividad de 40Bq/esfera; se pueden resus- a m edida, y detectar una posible derivación extrahepática.
pender en agua estéril y contraste hasta lograr la actividad ■ La evaluación de una posible fuga por derivación a los pul­
total deseada. m ones es crucial antes de com enzar el tratamiento.
■ Introductor vascular ■ Se realiza una gamm agrafía con m acroagregados de albú­
■ D e 5 Fr m ina Tc99m (Tc99m -M AA) con una inyección a través de la
■ Guía arteria hepática derecha o izquierda.
■ D e Bentson ■ La fracción de d erivación se calcula com o la relación entre
■ Catéter p ig ta il el recuento de los pulm ones y el total, si se aprecia actividad
■ D e 5 Fr pulmonar.
■ Catéter Simmons 1 ■ Las técnicas tomográficas son necesarias para calcular los
■ De 5 Fr, deslizante volúm enes hepáticos al de evaluar la cantidad final de
■ Guía deslizante radioactividad a depositar en el área tumoral.
■ De 0,35” Terumo (Terum o) ■ Las m icroesferas de Y90 pueden ser depositadas a través de
■ M icrocatéter la arteria hepática en segm entos, subsegmentos, regiones o
■ 3 Fr (p.ej., Renegade), si fuera necesario todo el hígado.

P U N T O S CLAVE
i La adm inistración directa de una sustancia radioactiva em bolizante intraarterial a los vasos que nutren el
carcinom a hepatocelular perm ite una radioterapia de eficacia aum entada d entro del tum or y sin afectación
del parénquim a hepático circundante,
i Las sustancias de radioembolización más em pleadas son los cristales radioactivos de Y90 o las
m icroesferas de resina y el lipiodol con 1131.

274 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Em boliza ción de m ic roe sfe ras rad ioa ctivas para c arcin o m a hepatocelular

Figu ra 2. V ista a m p liad a con m icroscopía electrónica de


m icroesferas Y90 de r esina (SER-Spheres). (P or cortesía de
Figura 1. V ista am p liad a con m icroscopía electrónica de
m icroesferas de cristal de Y90 (TheraSp heres) en com paración SIR-Spheres; Sirtex M ed ica l Inc., Lake Forest, IL.)

con el tam año de u n c abello. Las microesferas de cristal de


Y 90 son microesferas n o biodegradables qu e contienen Y90
e n un cristal m a triz d el cual n o se puede escapar el itrio.
Diám etro prom edio: 25 m m ( ± 1 0m m ); l m g = 22.000 a
73.000 microesferas. (P or cortesía de MDS N ord ion, Ottawa,
Ontario, Canadá.)
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. Im agen de R M (secu en cia e n T I , fase a rterial) al mes Figu ra 4. TC rea liza da 3 m eses después del tratamiento.
de la radio em bo lizació n con m icroesferas d e v idrio Y90 en un La lesión presenta una sign ificativa necrosis y una moderada
paciente con c arcinom a h epatocelular. Obsérvese la dism inución dism inución d el tamaño. (Tom ado d e Geschw ind JF, Salem
del realce de la lesión tratada, después de la radioem bolización , R, C arr BI, e t a l: Yttrium-90 microspheres fo r the treatment
lo qu e se corresponde con una respuesta favorable al tratamiento o f hepatocellular carcinom a, Gastroenterology 127[5 Suppl
(50% de necrosis, sin cam bio de tam año). 1]:S194-S20S, 2004.)
276 INTERVENCIONES VASCULARES I PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPÁTICOS

■ Las tasas de m ortalidad a los 90 días fueron de entre el 49 y


T É C N IC A 7% en grupos de alto y bajo riesgo, respectivamente.
■ Se prepara el punto d e acceso con un antiséptico cutáneo. ■ La mediana tem poral de supervivencia para los grupos de
■ El acceso se practica en la arteria fem oral com ún derecha o alto y bajo riesgo fue de 3,6 y 15,5 meses, respectivamente.
izquierda. ■ Los efectos secundarios más frecuentes fueron ascitis, con­
■ Se realizan una aortografía y angiografías celíaca y mesenté­ centraciones de bilirrubina elevadas y concentraciones de
rica superior. aminotransferasa elevadas.
■ Si el tratamiento con m icroesferas de Y90 no se puede adm i­ ■ Geschwind et al. describieron la m ediana tem poral de super­
nistrar con seguridad debido a la relación anatómica vascular v iven cia y tasas de supervivencia al año en los estadios de
gastroduodenal, gástrica izquierda o derecha considere la Okuda I (628 días, 6 3 % ) y II (384 días, 51% ).
em bolización vascular con espiral.
■ Para depositar las microesferas radioactivas (m icroesferas de
Y 90) en el hígado se precisa de un catéter con un diámetro
interno de, p or lo m enos, 0,5 mm. C O M P L IC A C IO N E S
■ Cuando el catéter esté correctam ente posicionado en la ■ Elevación de la bilirrubina, dolor, ascitis, hiperglucem ia y
arteria hepática, se pueden administrar con seguridad las elevación transitoria d e las enzim as hepáticas.
microesferas de Y90 en el área deseada para su correspon­ ■ Descom pensación hepática y edem a, descenso en el recuento
diente tratamiento. plaquetario, síntomas digestivos (d olor abdom inal, náuseas,
■ Se debería aplicar la suficiente presión para m antener las vóm itos, anorexia, gastritis) y úlcera gástrica o duodenal.
esferas en suspensión, perm itiendo el paso sin problem a a
través del catéter al ob jetivo previsto.
■ Si se precisa, se puede utilizar el sistema coaxial de 3 Fr
(0,0325” o m ayor). A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
■ Con los catéteres de 3 Fr se debería mantener una presión de
S E G U IM IE N T O
40 a 60 psi en la jeringa M O NARC H 25 durante la duración
de cada lavado. ■ Tras una em bolización por m icroesferas Y90, los pacientes
■ El lavado debería ser continuo hasta que se consiga un depó­ se trasladan a la sala de recuperación durante 4 a 6 h en
sito óptim o d e las TheraSpheres; se recom ienda un lavado observación postangiográfica y, si fuera necesario, para su
m ínim o de 160 mi. ingreso esa noche.
■ Para catéteres de 5 Fr, se puede realizar el lavado inicial ■ Se realizan un estudio radiológico de seguim iento y pruebas
mediante dos o tres chorros a una presión en la jeringa de 15 a de laboratorio y de marcadores tumorales a las 4 o 6 sema­
25 psi. nas.
■ El lavado debería ser continuo hasta que se consiga un depó­ ■ Se program a un breve exam en clínico para com probar la
sito óptim o d e las TheraSpheres; se recom ienda un lavado respuesta del tum or al tratamiento y para evaluar la función
m ínim o de 100 mi. hepática del paciente y los resultados de la intervención.
■ Con el control d e la radiación del equipo de administración ■ La respuesta tumoral, los resultados de la intervención y la
de los TheraSpheres y el catéter se puede com probar cuándo función hepática son los principales factores que determ inan
se ha logrado la óptim a liberación. (tras la angiografía) si se precisa de más tratamiento.

Lecturas recomendadas
C O N T R O V E R S IA S Geschwind JF, Salem R, Carr BI, et al: Yttrium-90 microspheres
for the treatment o f hepatocellular carcinoma. Gastroenterology
■ L a terapia con m icroesferas de Y90 solo ha conseguido 127(5 Suppl 1): S194-S205, 2004.
recientem ente una creciente aceptación y m ayor uso clínico. Goin JE, Salem R, Carr BI, et al: Treatment o f unresectable
■ Varios estudios han proporcionado pruebas definitivas de la hepatocellular carcinom a with intrahepatic yttrium 90
microspheres: a riskstratification analysis. J Vase Inte rv Radiol
seguridad y eficacia de la terapia con Y90 ante enferm edad
16:195-203, 2005.
hepática prim aria y metastásica.
Goin JE, Salem R, Carr BI, et al: Treatment o f unresectable
■ La seguridad y eficacia de la terapia con Y90 necesitan de hepatocellular carcinom a with intrahepatic yttrium 90
una m ayor evaluación frente a otras terapias locorregionales microspheres: factors associated w ith liv er toxicities. J Vase Interv
para carcinom a hepatocelular. R adiol 16:205-213, 2005.
Lam bert B, Van d e W iele C: Treatment o f hepatocellular carcinoma
b y means o f radiopharmaceuticals. E u r J N u c l M ed M o l Im a ging
32:980-989, 2005.
RESULTADO S
■ Goin et al. describen los factores de riesgo asociados con la
toxicidad y la m ortalidad p recoz después de la administración
hepática de Y90 arterial para el carcinoma hepatocelular.
Quimioembolización para neoplasias
malignas hepáticas diferentes al carcinoma
hepatocelular

D E F IN IC IÓ N : Embolización y quimioembolización aséptica arterial hepática transcatéter que se


emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no quirúrgico y de otras neoplasias malignas
hepáticas primarias y secundarias mediante isquemia y necrosis selectiva sin afectar
al parénquima hepático normal nutrido por la vena porta.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Pacientes con tumores m alignos no resecables con aporte ■ El intervencionista debe estar fam iliarizado con la arteria
vascular a través de las ramificaciones arteriales hepáticas hepática, sus ramas y las frecuentes variantes anatómicas.
■ Progresión rápida de la enferm edad hepática ■ La TC con contraste puede ayudar a identificar el tam año, la
■ Síntomas relacionados con la masa tumoral localización y el aporte arterial al tumor.
■ Durante la angiografía siempre se debe visualizar la arteria
mesentérica superior al buscar arterias hepáticas sustituidas
o accesorias.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Habitualmente, se realizan im ágenes retardadas para com ­
■ Enferm edad extrahepática extensa y progresiva probar el estado de la vena porta.
■ Infiltración del parénquim a hepático > 7 5 % por el tum or que
hace al paciente vulnerable a la em bobzación con alto riesgo
de desarrollo de insuficiencia hepática
■ Enferm edad aterosclerótica grave que no perm ita una reali­
T É C N IC A
zación segura de angiografía y em bolización
■ Insuficiencia renal (a no ser que el paciente ya se esté som e­ ■ Se revisan los últimos estudios tom ográficos d e im agen para
tiendo a hem odiálisis y se haya planificado una sesión de el tam año, ubicación y riego del tum or antes de cualquier
hem odiálisis antes y después del intervención) intervención de em bolización.
■ Alergia al contraste que no se pueda pretratar con corticoides ■ El punto de acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ H iperbilirrubinem ia (> 3 m g / d l), leucopenia (< 3 .0 0 0 células/ ■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca el introductor
mm 3) y coagulopatía (índice internacional norm alizado > 2) vascular.
■ Embarazo ■ Antes de la em bolización, siempre se realizan una angiogra­
fía hepática y del tronco celíaco.
■ Será necesaria una angiografía selectiva para identificar los
tumores con escaso com ponente vascular y los tumores hiper-
IN S T R U M E N T A L
vascularizados no visualizados en la angiografía celíaca.
■ Sala de angiografía ■ Se avanza el catéter a través d e la guía en los vasos que
■ An giografía de substracción digital con aplicación d e técni­ supuestamente irrigan el tum or diana según los hallazgos de
cas de road m ap («m ap a de carreteras») la TC trifásica.
■ Catéter ■ Cuando se trate a un paciente con enferm edad m ultifocal
■ D e 5 Fr: C-2 Cobra; Simmons II; SOS 2; deslizante de 4 Fr y bilobular se seleccionará en prim er lugar el lóbulo más
■ Microcatéter enferm o para su tratamiento.
■ De 0,018 a 0,025” ; Tracker, Renegade, Progreat ■ Prim ero, se realiza la angiografía con el catéter situado selec­
■ Guías tivam ente en la arteria hepática derecha o izquierda.
■ De 0,035” : Benson, guía deslizante angulada, guía desli­ ■ El catéter se coloca tan selectivam ente com o sea posible para
zante conform able tratar el tum or por com pleto; esto puede precisar de una téc­
■ Introductor nica coaxial con microcatéteres de 3 Fr.
■ 6 Fr ■ Se pueden em plear diversos em bolizantes para el tratamiento
■ Contraste e incluso m ayor variedad en pautas d e adm inistración de una
■ Yohexol 140 y 300 em bolización o quim ioem bolización arterial transcatéter.
■ Embolizantes ■ La selección del em bolizante para el tratamiento se funda­
■ A lcoh ol de p olivinilo, de 50 a 300 |j,m menta en la preferencia del radiólogo intervencionista.
■ Embospheres, 40 a 300 ^m ■ Se escoge el m en or tamaño deseado de las partículas, que
■ Contour SE, 50 a 300 |xm luego se vierten sobre un pequeño vaso o un recipiente de
■ BeadBlock, 100 a 300 |xm acero inoxidable.

PUNTOS CLAVE
i La em bolización arterial hepática es un tratam iento paliativo efectivo para pacientes con colangiocarcinoma.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 277


278 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ Se enjuaga el vial d e partículas residuales llenándolo con


C O M P L IC A C IO N E S
contraste y vertiendo luego el contenido en el recipiente con
todas las partículas. ■ En aproximadamente el 5 % de los pacientes aparecen com pli­
■ La suspensión se administra dentro del vaso escogido bajo caciones de im portancia, com o el absceso e infarto hepático.
control radioscópico continuo para confirm ar su flujo anteró­ ■ Los pacientes con anastomosis bilioentérica o esfinterotom ía
grado desde el tum or hasta la estasis. previa sufren un riesgo aum entado de aparición de absceso.
■ Se evalúa el flujo tras la adm inistración de 10 cm3 de partícu­ ■ La com plicación más seria de la em b olización es la oclu­
las menores. sión inadvertida de vasos no deseados (em b olización no
■ Si existe flujo anterógrado se continúa em bolizando con las deseada).
partículas de tamaño inm ediatam ente superior a las menores ■ Puede darse la em bolización no deseada de la arteria cística
(100 a 300jjnn); administre 10 cm3 de partículas. y puede provocar un síndrom e postem bolización prolongado
■ Se emplean las partículas del tamaño inm ediatam ente supe­ (fiebre, dolor, náusea, vóm itos).
rior si persiste el flujo anterógrado; se inyectan de nuevo ■ Otras com plicaciones son un am plio reem plazo hepático por
hasta 10 cm3 y se repite la maniobra. el tum or (> 7 5 % ), una tendencia hacia un peor resultado y
■ A l lograr la estasis, se finaliza la em bolización y se realiza una una tasa de com plicaciones graves aum entada (incluida la
angiografía para confirm ar la oclusión del vaso deseado. muerte).
■ Se identifica cualquier aporte al tum or que se desea emboli- ■ La m ortalidad a los 30 días es aproxim adam ente del 1 % .
zar desde otros vasos; después, se selecciona y se embola. ■ Las com plicaciones menores son colecistitis, insuficiencia
■ La angiografía mostrará estasis en el vaso em bolizado, con renal transitoria inducida p or contraste, embolias arteriales
una apariencia de «á rb ol p odado». periféricas, infección postintervención y hem atoma local.
■ Se debe conservar el flujo sanguíneo anterógrado en los
vasos no deseados, com o en la arteria gastroduodenal, y, si
se visualiza, en la arteria cístíca.
■ Se puede apreciar la dism inución d e la em b olización A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
(encharcam iento del contraste dentro del tum or durante la Y S E G U IM IE N T O
e m b o liza c ió n ).
■ Los pacientes con hasta tres tumores de diám etro < 5 cm pue­ ■ Se recom ienda una m onitorización atenta tras la intervención
den someterse a ablación el día siguiente a la em bolización. y reposo en cam a durante 2 a 4 h para evitar una hem orragia
■ Mientras se realiza la quim ioem bolización, el antineoplásico desapercibida en la zona de punción.
se m ezcla con el lip iod ol y se administra antes o al mismo ■ Durante la recuperación, se estabilizan las constantes vitales
tiem po que el embolizante. y se m onitoriza y controla el n ivel del dolor con la adminis­
tración d e sulfato de m orfina intravenoso.
■ Se administran antibióticos intravenosos antes de la inter­
vención y continuadamente durante 24 h.
■ Se controla la temperatura; si se desarrolla fiebre se toman
muestras para hem ocultivo y se continúa con cobertura anti­
C O N T R O V E R S IA S biótica mientras sea necesaria.
■ La m ayor controversia en relación con la em bolización hepá­ ■ Se administran antipiréticos según la necesidad, y se re-
tica de neoplasias malignas hepáticas es el valor que supone introduce la dieta líquida absoluta tan pronto com o sea
añadir un antineoplásico embolizante. p osible tras la intervención.
■ Hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado b eneficio clí­ ■ Se program a una exploración de TC de seguim iento a las 4 o
nico p or añadir antineoplásicos o lipiodol. 6 semanas tras la intervención.
■ El tipo de partícula que se debe em plear en la em bolización ■ La TC trifásica se continúa realizando cada 3 meses durante
arterial transcatéter es controvertido. el prim er año y, posteriormente, cada 6 m eses si el paciente
no posee una progresión tumoral.
■ Los pacientes con enferm edad bilobular se program an para
realizar el tratamiento del otro lóbulo a las 6 a 8 semanas tras
el tratamiento inicial.

RESULTADO S
Lecturas recomendadas
■ La evolución natural del colangiocarcinom a posee una super­ Brown DB, Geschwind JF, Soulen M C, M illw ard SF, Sacks D:
viven cia de 5 a 8 meses. Society o f Interventional R ad iology position statement on
■ La enferm edad resecable tam bién tiene m alos resultados, chem oem bolization o f hepatic malignancies. J Vase ln te rv Radiol
con una tasa d e supervivencia a 3 años tras el tratamiento 17:217-223, 2006.
del 50% com o m ejor resultado. Burger I, H on g K, Schulick R, et al: Transcatheter arterial
■ Una serie de quim ioem bolización arterial transcatéter descri­ chem oem bolization in unresectable cholangiocarcinom a: initial
experience in a single institution. J Vase ln terv R a diol 16:353-361,
bió un prom edio d e 23 m eses de supervivencia en pacientes
2005.
no resecables.
D odd GD 3rd, Soulen M C, Kane R A, et al: M inim ally in vasive
■ En ese m ism o estudio, 2 de 17 pacientes tuvieron una treatment o f m alignant hepatic tumors: at the threshold o f a m ajor
disminución significativa de la carga tum oral hepática con breakthrough. R adioGraphics 20:9-27, 2000.
conversión en resecables tras la quim ioem bolización arterial Sullivan KL: H epatic artery chem oem bolization. Sem in O n col 29:145-
transcatéter. 151, 2002.
Quimioembolización de carcinomas
colorrectales metastásicos
D E F IN IC IÓ N : Embolización y quimioembolización aséptica arterial hepática transcatéter que se
emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no quirúrgico y de otras neoplasias malignas
hepáticas primarias y secundarias mediante isquemia y necrosis selectiva sin afectar
al parénquima hepático normal nutrido por la vena porta.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Metástasis hepáticas d e carcinomas colorrectales ■ El intervencionista debe estar fam iliarizado con la arteria
■ Pacientes con tumores m alignos no resecables con aporte hepática, sus ramas y las frecuentes variantes anatómicas.
vascular a través de las ramificaciones arteriales hepáticas ■ La TC con contraste puede ayudar a identificar el tam año, la
■ Progresión rápida de la enferm edad hepática localización y el aporte arterial al tumor.
■ Síntomas relacionados con la masa tumoral ■ Durante la angiografía siempre se debe visualizar la arteria
mesentérica superior al buscar arterias hepáticas sustituidas
o accesorias.
■ Habitualmente, se realizan im ágenes retardadas para com ­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S probar el estado de la vena porta.
■ Enferm edad extrahepática extensa y progresiva
■ Infiltración del parénquim a hepático > 7 5 % por el tum or que
hace al paciente vulnerable a la em bolización con alto riesgo
de desarrollo de insuficiencia hepática T É C N IC A
■ Enferm edad aterosclerótica grave que no perm ita una reali­
■ Se revisan los últimos estudios tom ográficos de im agen para
zación segura de angiografía y em bolización
el tam año, ubicación y riego del tum or antes de cualquier
■ Insuficiencia renal (a no ser que el paciente ya se esté som e­
intervención de em bolización.
tiendo a hem odiálisis y se haya planificado una sesión de
■ El punto d e acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
hem odiálisis antes y después del intervención)
■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca el introductor
■ A lergia al contraste que no se pueda pretratar con corticoi­
vascular.
des
■ Antes de la em bolización siempre se realizan una angiografía
■ Hiperbilirrubinemia ( > 3 mg/dl) ,leucopenia (<3.000células/mm3)
hepática y del tronco celíaco.
y coagulopatía (índice internacional normalizado > 2)
■ Será necesaria una angiografía selectiva para identificar los
■ Embarazo
tumores con escaso com ponente vascular y los tumores hiper-
vascularizados no visualizados en la angiografía celíaca.
■ Se avanza el catéter a través d e la guía en los vasos que
supuestamente irrigan el tum or diana según los hallazgos de
IN S T R U M E N T A L
la TC trifásica.
■ Sala de angiografía ■ Cuando se trate a un paciente con enferm edad m ultifocal
■ An giografía de substracción digital con aplicación d e técni­ y bilobular se seleccionará en prim er lugar el lóbulo más
cas de road, m ap («m ap a de carreteras») enferm o para su tratamiento.
■ Catéter ■ Prim ero, se realiza la angiografía con el catéter situado selec­
■ D e 5 Fr: C-2 Cobra; Simmons II; SOS 2; deslizante d e 4 Fr tivam ente en la arteria hepática derecha o izquierda.
■ M icrocatéter ■ El catéter se coloca tan selectivam ente com o sea posible para
■ De 0,018 a 0,025” ; Tracker, Renegade, Progreat tratar el tum or por com pleto; esto puede precisar de una téc­
■ Guías nica coaxial con microcatéteres de 3 Fr.
■ De 0,035” : Benson, guía deslizante angulada, guía desli­ ■ Se pueden em plear diversos em bolizantes para el tratamiento
zante conform able e incluso m ayor variedad en pautas d e adm inistración de una
■ Introductor em bolización o quim ioem bolización arterial transcatéter.
■ 6 Fr ■ La selección del em bolizante para el tratamiento se funda­
■ Contraste menta en la preferencia del radiólogo intervencionista.
■ Yohexol 140 y 300 ■ Se escoge el m en or tamaño deseado de las partículas, que
■ Embolizantes luego se vierten sobre un pequeño vaso o un recipiente de
■ A lcoh ol de p olivinilo, de 50 a 300 |j,m acero inoxidable.
■ Embospheres, 40 a 300 ^m ■ Se enjuaga el v ial d e partículas residuales llenándolo con
■ Contour SE, 50 a 300 |j,m contraste y vertiendo luego el contenido en el recipiente
■ BeadBlock, 100 a 300 |xm con todas las partículas.

PUNTOS CLAVE
i La em bolización arterial hepática es eficaz com o tratam iento de las neoplasias colorrectales malignas
metastásicas.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 279


280 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ La suspensión se administra dentro del vaso escogido bajo ■ La com plicación más seria de la em b olización es la oclu­
control radioscópico continuo para confirm ar su flujo anteró­ sión inadvertida de vasos no deseados (em b olización no
grado desde el tum or hasta la estasis. deseada).
■ Evalúe el flujo tras la administración de 10 cm3 de partículas ■ Puede darse la em bolización no deseada de la arteria cística
menores. y puede provocar un síndrom e postem bolización prolongado
■ Si existe flujo anterógrado continúe em bolizando con las (fiebre, dolor, náusea, vóm itos).
partículas de tamaño inm ediatam ente superior a las menores ■ Otras com plicaciones son un am plio reem plazo hepático por
(100 a 300jjim ); administre 10 cm3 de partículas. el tum or (> 7 5 % ), una tendencia hacia un peor resultado y
■ Se emplean las partículas del tamaño inm ediatam ente supe­ una tasa de com plicaciones graves aum entada (incluida la
rior si persiste el flujo anterógrado; se inyectan de nuevo muerte).
hasta 10 cm3 y se repite la maniobra. ■ La m ortalidad a los 30 días es aproxim adam ente del 1 %.
■ A l lograr la estasis, se finaliza la em bolización y se realiza una ■ Las com plicaciones menores son colecistitis, insuficiencia
angiografía para confirm ar la oclusión del vaso deseado. renal transitoria inducida p or contraste, embolias arteriales
■ Se identifica cualquier aporte al tum or que se desea emboli- periféricas, infección postintervención y hem atoma local.
zar desde otros vasos; después, se selecciona y se embola.
■ La angiografía mostrará estasis en el vaso em bolizado, con
una apariencia de «á rb ol p odado».
■ Se debe conservar el flujo sanguíneo anterógrado en los
vasos no deseados, com o en la arteria gastroduodenal, y, si A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
se visualiza, en la arteria cística.
■ Se puede apreciar la disminución de la em bolización (enchar-
Y S E G U IM IE N T O
cam iento del contraste dentro del tum or durante la em b oliza­ ■ Se recom ienda una m onitorización atenta tras la intervención
ción ). y reposo en cam a durante 2 a 4 h para evitar una hem orragia
■ Los pacientes con hasta tres tumores de diám etro < 5 cm pue­ desapercibida en la zona de punción.
den someterse a ablación el día siguiente a la em bolización. ■ Durante la recuperación, se estabilizan las constantes vitales
■ Mientras se realiza la quim ioem bolización, el antineoplásico y se m onitoriza y controla el n ivel del dolor con la adminis­
se m ezcla con el lip iod ol y se administra antes o al mismo tración de sulfato de m orfina intravenoso.
tiem po que el embolizante. ■ Se administran antibióticos intravenosos antes de la inter­
vención y continuadamente durante 24 h.
■ Se controla la temperatura; si se desarrolla fiebre se toman
muestras para hem ocultivo y se continúa con cobertura anti­
C O N T R O V E R S IA S biótica mientras sea necesaria.
■ La m ayor controversia en relación con la em bolización hepá­ ■ Se administran antipiréticos según la necesidad, y se rein­
tica de neoplasias malignas hepáticas es el valor que supone troduce la dieta líquida absoluta tan pronto com o sea posible
añadir un antineoplásico embolizante. tras la intervención.
■ Hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado b eneficio clí­ ■ Se program a una exploración de TC de seguim iento a las 4 o
nico p or añadir antineoplásicos o lipiodol. 6 semanas tras la intervención.
■ Un estudio aleatorizado que com paró la quim ioem bolización ■ La TC trifásica se continúa realizando cada 3 meses durante
y la em b olización arterial transcatéter no dem ostró ventajas el prim er año y, posteriormente, cada 6 m eses si el paciente
de una técnica sobre la otra en el caso de las metástasis colo- no posee una progresión tumoral.
rrectales. ■ Los pacientes con enferm edad bilobular se program an para
■ El tipo de partícula que se debe em plear en la em bolización realizar el tratamiento del otro lóbulo a las 6 a 8 semanas tras
arterial transcatéter es controvertido. el tratamiento inicial.

Lecturas recomendadas
Dodd GD 3rd, Soulen M C, Kane R A, et al: M inim ally in vasive
RESULTADO S treatment o f m alignant hepatic tumors: at the threshold o f a m ajor
■ Las tasas de supervivencia m ejoran notablem ente en pacien­ breakthrough. R adioGraphics 20:9-27, 2000.
tes con lesión única, buen estado general y ausencia de Salman HS, Cynam on J, Jagust M , et al: R andom ized phase II trial
o f em bolization therapy versus chem oem bolization therapy in
enferm edad extrahepática.
previously treated patients w ith colorectal carcinom a metastatic to
the liver. C lin Colorectal C ancer 2:173-179, 2002.
Sanz-Altamira P M , Spence LD, Huberman MS, et al: Selective
chem oem bolization in the management o f hepatic metastases in
C O M P L IC A C IO N E S refractory colorectal carcinoma: a phase II trial. D is Colon Rectum
40:770-775, 1997.
■ En aproximadamente el 5 % de los pacientes aparecen com pli­
Sullivan KL: H epatic artery chem oem bolization. Sem in O n col 29:145-
caciones de im portancia, com o el absceso e infarto hepático.
151, 2002.
■ Los pacientes con anastomosis bilioentérica o esfinterotom ía
previa sufren un riesgo aum entado de aparición de absceso.
Quimioembolización del melanoma
ocular metastásico

D E F IN IC IÓ N : Embolización y quimioembolización aséptica arterial hepática transcatéter que se


emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no quirúrgico y de otras neoplasias malignas
hepáticas primarias y secundarias mediante isquemia y necrosis selectiva sin afectar
al parénquima hepático normal nutrido por la vena porta.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Metástasis hepáticas d e carcinomas colorrectales ■ El intervencionista debe estar fam iliarizado con la arteria
■ Pacientes con tumores m alignos no resecables con aporte hepática, sus ramas y las frecuentes variantes anatómicas.
vascular a través de las ramificaciones arteriales hepáticas ■ La TC con contraste puede ayudar a identificar el tam año, la
■ Progresión rápida de la enferm edad hepática localización y el aporte arterial al tumor.
■ Síntomas relacionados con la masa tumoral ■ Durante la angiografía siempre se debe visualizar la arteria
mesentérica superior al buscar arterias hepáticas sustituidas
o accesorias.
■ Habitualmente, se realizan im ágenes retardadas para com ­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S probar el estado de la vena porta.
■ Enferm edad extrahepática extensa y progresiva
■ Infiltración del parénquim a hepático > 7 5 % por el tum or que
hace al paciente vulnerable a la em bolización con alto riesgo
de desarrollo de insuficiencia hepática T E C N IC A
■ Enferm edad aterosclerótica grave que no perm ita una reali­
■ Se revisan los últimos estudios tom ográficos de im agen para
zación segura de angiografía y em bolización
el tam año, ubicación y riego del tum or antes de cualquier
■ Insuficiencia renal (a no ser que el paciente ya se esté som e­
intervención de em bolización.
tiendo a hem odiálisis y se haya planificado una sesión de
■ El punto d e acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
hem odiálisis antes y después del intervención)
■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca el introductor
■ Alergia al contraste que no se pueda pretratar con corticoides
vascular.
■ H ip erb ilirru b in em ia (> 3 m g / d l), leu cop enia (< 3 .0 0 0 c é lu -
■ Antes de la em b olización siempre se realizan una angiografía
las/m m 3) y c oagu lopa tía (ín d ic e in ternacional norm ali­
hepática y del tronco celíaco.
za d o > 2)
■ Será necesaria una angiografía selectiva para identificar los
■ Embarazo
tumores con escaso com ponente vascular y los tumores hiper-
vascularizados no visualizados en la angiografía celíaca.
■ Se avanza el catéter a través d e la guía en los vasos que
supuestamente irrigan el tum or diana según los hallazgos de
IN S T R U M E N T A L
la TC trifásica.
■ Sala de angiografía ■ Cuando se trate a un paciente con enferm edad m ultifocal
■ An giografía de substracción digital con aplicación d e técni­ y bilobular se seleccionará en prim er lugar el lóbulo más
cas de road m ap («m ap a de carreteras») enferm o para su tratamiento.
■ Catéter ■ Prim ero, se realiza la angiografía con el catéter situado selec­
■ D e 5 Fr: C-2 Cobra; Simmons II; SOS 2; deslizante de 4 Fr tivam ente en la arteria hepática derecha o izquierda.
■ Microcatéter ■ El catéter se coloca tan selectivam ente com o sea posible para
■ De 0,018 a 0,025” ; Tracker, Renegade, Progreat tratar el tum or por com pleto; esto puede precisar de una téc­
■ Guías nica coaxial con microcatéteres de 3 Fr.
■ De 0,035” : Benson, guía deslizante angulada, guía desli­ ■ Se pueden em plear diversos em bolizantes para el tratamiento
zante conform able e incluso m ayor variedad en pautas d e adm inistración de una
■ Introductor em bolización o quim ioem bolización arterial transcatéter.
■ 6 Fr ■ La selección del em bolizante para el tratamiento se funda­
■ Contraste menta en la preferencia del radiólogo intervencionista.
■ Yohexol 140 y 300 ■ Se escoge el m en or tamaño deseado de las partículas, que
■ Embolizantes luego se vierten sobre un pequeño vaso o un recipiente de
■ A lcoh ol de p olivinilo, de 50 a 300 |j,m acero inoxidable.
■ Embospheres, 40 a 300 ^m ■ Se enjuaga el v ial d e partículas residuales llenándolo con
■ Contour SE, 50 a 300 |xm contraste y vertiendo luego el contenido en el recipiente
■ BeadBlock, 100 a 300 |xm con todas las partículas.

PUNTOS CLAVE
i La em bolización arterial hepática es eficaz com o tratam iento de las m etástasis hepáticas hipervasculares.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 281


282 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ La suspensión se administra dentro del vaso escogido bajo


control radioscópico continuo para confirm ar su flujo anteró­
C O M P L IC A C IO N E S
grado desde el tum or hasta la estasis. ■ En aproximadamente el 5 % de los pacientes aparecen compli­
■ Evalúe el flujo tras la administración de 10 cm3 de partículas caciones de importancia, com o el absceso e infarto hepático.
menores. ■ Los pacientes con anastomosis bilioentérica o esfinterotom ía
■ Si existe flujo anterógrado continúe em bolizando con las previa sufren un riesgo aum entado de aparición de absceso.
partículas de tamaño inm ediatam ente superior a las menores ■ La complicación más seria de la em bolización es la oclusión
(100 a 300jj,m ); administre 10 cm3 de partículas. inadvertida de vasos no deseados (em bolización no deseada).
■ Se emplean las partículas del tamaño inm ediatam ente supe­ ■ Puede darse la em bolización no deseada de la arteria cística
rior si persiste el flujo anterógrado; se inyectan de nuevo y puede provocar un síndrom e postem bolización prolongado
hasta 10 cm3 y se repite la maniobra. (fiebre, dolor, náusea, vóm itos).
■ A l lograr la estasis, se finaliza la em bolización y se realiza una ■ Otras complicaciones son un amplio reemplazo hepático por el
angiografía para confirm ar la oclusión del vaso deseado. tumor (> 7 5 % ), una tendencia hacia un peor resultado y una
■ Se identifica cualquier aporte al tum or que se desea emboli- tasa de complicaciones graves aumentada (incluida la muerte).
zar desde otros vasos; después, se selecciona y se embola. ■ La m ortalidad a los 30 días es aproxim adam ente del 1 % .
■ La angiografía mostrará estasis en el vaso em bolizado, con ■ Las com plicaciones menores son colecistitis, insuficiencia
una apariencia de «á rb ol p odado». renal transitoria inducida p or contraste, embolias arteriales
■ Se debe conservar el flujo sanguíneo anterógrado en los periféricas, infección postintervención y hem atoma local.
vasos no deseados, com o en la arteria gastroduodenal, y, si
se visualiza, en la arteria cística.
■ Se puede apreciar la dism inución d e la em b olización
(encharcam iento del contraste dentro del tum or durante la
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
e m b o liza c ió n ).
■ Se em b olizan selectivam ente los tum ores únicos con técnica Y S E G U IM IE N T O
coaxial con m icrocatéteres de 3 Fr.
■ Se recom ienda una m onitorización atenta tras la intervención
■ Los pacientes con hasta tres tumores de diámetro < 5 cm pueden
y reposo en cam a durante 2 a 4 h para evitar una hem orragia
someterse a ablación el día siguiente a la embolización.
desapercibida en la zona de punción.
■ Mientras se realiza la quim ioem bolización, el antineoplásico
■ Durante la recuperación, se estabilizan las constantes vitales
se m ezcla con el lip iod ol y se administra antes o al mismo
y se m onitoriza y controla el n ivel del dolor con la adminis­
tiem po que el embolizante.
tración d e sulfato de m orfina intravenoso.
■ Se administran antibióticos intravenosos antes de la inter­
vención y continuadamente durante 24 h.
C O N T R O V E R S IA S ■ Se controla la temperatura; si se desarrolla fiebre se toman
muestras para hem ocultivo y se continúa con cobertura anti­
■ La m ayor controversia en relación con la em bolización hepá­ biótica mientras sea necesaria.
tica de neoplasias malignas hepáticas es el valor que supone ■ Se administran antipiréticos según la necesidad, y se rein­
añadir un antineoplásico embolizante. troduce la dieta líquida absoluta tan pronto com o sea posible
■ Hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado b eneficio clí­ tras la intervención.
nico p or añadir antineoplásicos o lipiodol. ■ Se program a una exploración de TC de seguim iento a las 4 o
■ Un estudio aleatorizado que com paró la quim ioem bolización 6 semanas tras la intervención.
y la em b olización arterial transcatéter no dem ostró ventajas ■ La TC trifásica se continúa realizando cada 3 meses durante
de una técnica sobre la otra en el caso de las metástasis colo­ el prim er año y, posteriormente, cada 6 m eses si el paciente
rrectales. no posee una progresión tumoral.
■ El tipo de partícula que se debe em plear en la em bolización ■ Los pacientes con enferm edad bilobular se program an para
arterial transcatéter es controvertido. realizar el tratamiento del otro lóbulo a las 6 a 8 semanas tras
el tratamiento inicial.

RESULTADO S Lecturas recomendadas


■ Tan solo la quim ioem bolización arterial transcatéter asociada D odd GD 3rd, Soulen M C, Kane R A, et al: M inim ally in vasive
treatment o f m alignant hepatic tumors: at the threshold o f a m ajor
a em boloterapia y quim ioterapia con cisplatino concluyó con
breakthrough. R adioGraphics 20:9-27, 2000.
una tasa de respuesta útil del 34% .
M avligit GM , Cham sangavej CS, et al: Regression o f ocular melanoma
■ Un estudio anterior com unicó una tasa de respuesta del 46% metastatic to the liv er after hepatic arterial chem oem bolization
y una supervivencia m edia total de 11 m eses en un grupo de with cisplatin and polyvin yl sponge. JAMA 260:974-976, 1988.
30 pacientes tratados por quim ioem bolización arterial trans­ Sullivan KL: H epatic artery chem oem bolization. Sem in O n col 29:145-
catéter. 151, 2002.
Quimioembolización de sarcomas
y tumores del estroma digestivo
metastásicos

D E F IN IC IÓ N : Embolización y quimioembolización aséptica arterial hepática transcatéter que se


emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no quirúrgico y de otras neoplasias malignas
hepáticas primarias y secundarias mediante isquemia y necrosis selectiva sin afectar
al parénquima hepático normal nutrido por la vena porta.

IN D IC A C IO N E S i Contraste
■ Yohexol 140 y 300
■ Metástasis hepáticas d e carcinomas colorrectales i Embolizantes
■ Pacientes con tumores m alignos no resecables con aporte ■ A lcoh ol de p olivinilo, de 50 a 300 |j,m
vascular a través de las ramificaciones arteriales hepáticas ■ Embospheres, 40 a 300 jxm
■ Progresión rápida de la enferm edad hepática ■ Contour SE, 50 a 300 |j,m
■ Síntomas relacionados con la masa tumoral ■ BeadBlock, 100 a 300

C O N T R A IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Enferm edad extrahepática extensa y progresiva ■ El intervencionista debe estar fam iliarizado con la arteria
■ Infiltración del parénquim a hepático > 7 5 % por el tum or que hepática, sus ramas y las frecuentes variantes anatómicas.
hace al paciente vulnerable a la em bolización con alto riesgo ■ La TC con contraste puede ayudar a identificar el tam año, la
de desarrollo de insuficiencia hepática localización y el aporte arterial al tumor.
■ Enferm edad aterosclerótica grave que no perm ita una reali­ ■ Durante la angiografía siempre se debe visualizar la arteria
zación segura de angiografía y em bolización mesentérica superior al buscar arterias hepáticas sustituidas
■ Insuficiencia renal (a no ser que el paciente ya se esté som e­ o accesorias.
tiendo a hem odiálisis y se haya planificado una sesión de ■ Habitualmente, se realizan im ágenes retardadas para com ­
hem odiálisis antes y después del intervención) probar el estado de la vena porta.
■ A le rg ia al con traste qu e no se pueda pretratar con c orti­
coides
■ H ip erb ilirrub in em ia (> 3 m g / d l), leu cop enia (< 3 .0 0 0 célu-
las/m m 3) y coagulopatía (ín d ice internacional n orm ali­ T É C N IC A
za d o > 2)
■ Se revisan los últimos estudios tom ográficos d e im agen para
■ Embarazo
el tam año, ubicación y riego del tum or antes de cualquier
intervención de em bolización.
■ El punto d e acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
IN S T R U M E N T A L ■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca el introductor
vascular.
■ Sala de angiografía ■ Antes de la em bolización siempre se realizan una angiografía
■ An giografía de substracción digital con aplicación d e técni­ hepática y del tronco celíaco.
cas de road m ap («m ap a de carreteras») ■ Será necesaria una an giografía selectiva para identificar
■ Catéter los tum ores con escaso com p onen te vascular y los tum o­
■ D e 5 Fr: C-2 Cobra; Simmons II; SOS 2; deslizante de 4 Fr res hipervascularizados no v isu alizad os en la an giografía
■ Microcatéter celíaca.
■ De 0,018 a 0,025” ; Tracker, Renegade, Progreat ■ Se avanza el catéter a través d e la guía en los vasos que
■ Guías supuestamente irrigan el tum or diana según los hallazgos de
■ De 0,035” : Benson, guía deslizante angulada, guía desli­ la TC trifásica.
zante conform able ■ Cuando se trate a un paciente con enferm edad m ultifocal
■ Introductor y bilobular se seleccionará en prim er lugar el lóbulo más
■ 6 Fr enferm o para su tratamiento.

PUNTOS CLAVE
i La em bolización arterial hepática es eficaz com o tratam iento de las metástasis hepáticas de los sarcomas y
tum ores del estrom a digestivo.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 283


284 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ P rim e ro , se r e a liza la a n g io g ra fía c o n e l c a téter si­


RESULTADO S
tu ado s e lec tiv a m e n te en la arteria hep ática derech a o iz ­
quierda. ■ Con los sarcomas metastásicos se consiguió una tasa de
■ El catéter se coloca tan selectivam ente com o sea posible para respuesta del 70% con una m ezcla de alcohol de polivinilo,
tratar el tum or por com pleto; esto puede precisar de una téc­ cisplatino y vinblastina.
nica coaxial con microcatéteres de 3 Fr. ■ Rajan et al. describieron una tasa de respuesta parcial del 69 %
■ Se p ued en em plear diversos em b olizan tes para el trata­ y 20 meses de supervivencia m ediana desde el m om ento del
m ien to e incluso m ayor variedad en pautas de adm inis­ diagnóstico m ediante la quim ioem bolización arterial trans­
tración de una em b o lización o q u im ioe m b olizac ió n arterial catéter del sarcoma metastásico.
transcatéter. ■ Un estudio reciente com unica una tasa de respuesta del 60%
■ La selección del em bolizante para el tratamiento se funda­ con la em bolización aséptica.
menta en la preferencia del radiólogo intervencionista.
■ Se escoge el m en or tamaño deseado de las partículas, que
luego se vierten sobre un pequeño vaso o un recipiente de
acero inoxidable. C O M P L IC A C IO N E S
■ Se enjuaga el vial d e partículas residuales llenándolo con
contraste y vertiendo luego el contenido en el recipiente ■ En aproxim adam ente el 5 % de los pacientes aparecen com ­
con todas las partículas. plicaciones de importancia, com o el absceso e infarto hepá­
■ La suspensión se administra dentro del vaso escogido bajo tico.
control radioscópico continuo para confirm ar su flujo anteró­ ■ Los pacientes con anastomosis bilioentérica o esfinterotom ía
grado desde el tum or hasta la estasis. previa sufren un riesgo aum entado de aparición de absceso.
■ Evalúe el flujo tras la administración de 10 cm3 de partículas ■ La com plicación más seria de la em b olización es la oclu­
menores. sión inadvertida de vasos no deseados (em b olización no
■ Si existe flujo anterógrado continúe em bolizando con las deseada).
partículas de tamaño inm ediatam ente superior a las menores ■ Puede darse la em bolización no deseada de la arteria cística
(100 a 300jjiin); administre 10 cm3 de partículas. y puede provocar un síndrom e postem bolización prolongado
■ Se emplean las partículas del tamaño inm ediatam ente supe­ (fiebre, dolor, náusea, vóm itos).
rior si persiste el flujo anterógrado; se inyectan de nuevo ■ Otras com plicaciones son un am plio reem plazo hepático por
hasta 10 cm3 y se repite la maniobra. el tum or (> 7 5 % ), una tendencia hacia un peor resultado y
■ A l lograr la estasis, se finaliza la em bolización y se realiza una una tasa de com plicaciones graves aum entada (incluida la
angiografía para confirm ar la oclusión del vaso deseado. m uerte).
■ Se id en tifica cualqu ier aporte al tum or que se desea ■ La m ortalidad a los 30 días es aproxim adam ente del 1 %.
e m b o liza r d esd e otros vasos; después, se seleccion a y ■ Las com p lica cio n es m enores son colecistitis, in su ficien cia
se em bola. renal transitoria in d u cid a p o r contraste, e m b olias arteria­
■ La angiografía mostrará estasis en el vaso em bolizado, con les p eriféricas, in fe c c ión p os tin te rv e n c ión y hem atom a
una apariencia de «á rb ol p odado». local.
■ Se debe conservar el flujo sanguíneo anterógrado en los ■ La introducción de lip iod ol y fármacos antineoplásicos en
vasos no deseados, com o en la arteria gastroduodenal, y, si la pauta d e em b olización no demuestra una m ejora de los
se visualiza, en la arteria cístíca. resultados.
■ Se puede apreciar la disminución de la em bolización (enchar-
cam iento del contraste dentro del tum or durante la em b oliza­
ción ).
■ L os p acientes con hasta tres tum ores de diám etro < 5 cm A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
p ueden som eterse a ab lación el día sigu ien te a la e m b o li­ Y S E G U IM IE N T O
zació n .
■ Mientras se realiza la quim ioem bolización, el antineoplásico ■ Se recom ienda una m onitorización atenta tras la interven­
se m ezcla con el lip iod ol y se administra antes o al mismo ción y reposo en cama de 2 a 4 h para evitar una hem orragia
tiem po que el embolizante. desapercibida en la zona de punción.
■ Durante la recuperación, se estabilizan las constantes vitales
y se m onitoriza y controla el n ivel del dolor con la adminis­
tración d e sulfato de m orfina intravenoso.
■ Se administran antibióticos intravenosos antes de la inter­
C O N T R O V E R S IA S
vención y continuadamente durante 24 h.
■ La m ayor controversia en relación con la em bolización hepá­ ■ Se controla la temperatura; si se desarrolla fiebre se toman
tica de neoplasias malignas hepáticas es el valor que supone muestras para hem ocultivo y se continúa con cobertura anti-
añadir un antineoplásico embolizante. biótica mientras sea necesaria.
■ Hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado b eneficio clí­ ■ Se administran antipiréticos según la necesidad, y se re-
nico p or añadir antineoplásicos o lipiodol. introduce la dieta líquida absoluta tan pronto com o sea posible
■ Un estudio aleatorizado que com paró la quim ioem bolización tras la intervención.
y la em b olización arterial transcatéter no dem ostró ventajas ■ Se program a una exploración de TC de seguim iento a las 4 o
de una técnica sobre la otra en el caso de las metástasis colo­ 6 semanas tras la intervención.
rrectales. ■ La TC trifásica se continúa realizando cada 3 meses durante
■ El tipo de partícula que se debe em plear en la em bolización el prim er año y, posteriormente, cada 6 m eses si el paciente
arterial transcatéter es controvertido. no posee una progresión tumoral.
Q uim ioem bo lización de sa rc o m a s y tu m o re s del e strom a d ige stivo m e ta stá sic o s 285

■ Los pacientes con enferm edad bilobular se program an para Rajan DK, Soulen MC, Clark T W , e t al: Sarcomas metastatic to
realizar el tratamiento del otro lóbulo a las 6 a 8 semanas tras the liver: response and survival after cisplatin, doxorubicin,
mitom ycin-C, Ethiodol, and p oly vin yl alcohol chem oem bolization.
el tratamiento inicial.
J Vase ln terv R a diol 12:187-193, 2001.
Sullivan KL: H epatic artery chem oem bolization. Sem in O ncol 29:145-
Lecturas recomendadas 151, 2002.
D odd GD 3rd, Soulen M C, Kane R A, et al: M inim ally in vasive
treatment o f m alignant hepatic tumors: at the threshold o f a m ajor
breakthrough. RadioGraphics 20:9-27, 2000.
M aluccio M A , C ovey A M , Schubert J, e t al: Treatment o f metastatic
sarcoma to the liv er w ith bland em bolization. C ancer 107:1617-
1623, 2006.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Quimioembolización de metástasis
neuroendocrinas
D E F IN IC IÓ N : Embolización y quimioembolización aséptica arterial hepática transcatéter que se
emplea para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no quirúrgico y de otras neoplasias malignas
hepáticas primarias y secundarias mediante isquemia y necrosis selectiva sin afectar
al parénquima hepático normal nutrido por la vena porta.

■ Contour SE, 50 a 300 |j,m


IN D IC A C IO N E S
■ BeadBlock, 100 a 300 |xm
■ Pacientes con tumores m alignos no resecables con aporte
vascular a través de las ramificaciones arteriales hepáticas
■ Progresión rápida de la enferm edad hepática
■ Síntomas relacionados con la masa tumoral a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Síntomas relacionados con el exceso hormonal
■ El intervencionista debe estar fam iliarizado con la arteria
hepática, sus ramas y las frecuentes variantes anatómicas.
■ La TC con contraste puede ayudar a identificar el tamaño, la
localización y el aporte arterial al tumor.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Durante la angiografía siempre se debe visualizar la arteria
m esentérica superior al buscar arterias hepáticas sustituidas
■ Infiltración del parénquim a hepático > 7 5 % por el tum or que
o accesorias.
hace al paciente vulnerable a la em bolización con alto riesgo
■ Habitualmente, se realizan im ágenes retardadas para com ­
de desarrollo de insuficiencia hepática
probar el estado de la vena porta.
■ Enferm edad aterosclerótica grave que no perm ita una reali­
zación segura de angiografía y em bolización
■ Insuficiencia renal (a no ser que el paciente ya se esté som e­
tiendo a hem odiálisis y se haya planificado una sesión de
hem odiálisis antes y después del intervención)
T É C N IC A
■ A lergia al contraste que no se pueda pretratar con corticoi­ ■ Se revisan los últim os estudios tom ográficos d e im agen para
des el tamaño, ubicación y riego del tum or antes de cualquier
■ Hiperbilirrubinemia (>3m g/dl), leucopenia (<3.000células/mm3) intervención de em bolización.
y coagulopatía (índice internacional norm alizado > 2) ■ El punto d e acceso se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ Embarazo ■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca el introductor
vascular.
■ Antes de la em bolización siempre se realizan una angiografía
hepática y del tronco celíaco.
■ Será necesaria una angiografía selectiva para identificar los
IN S T R U M E N T A L
tumores con escaso com ponente vascular y los tumores hiper-
■ Sala de angiografía vascularizados no visualizados en la angiografía celíaca.
■ An giografía de substracción digital con aplicación d e técni­ ■ Se avanza el catéter a través d e la guía en los vasos que
cas de road m ap («m apa de carreteras») supuestamente irrigan el tum or diana según los hallazgos de
■ Catéter la TC trifásica.
■ D e 5 Fr: C-2 Cobra; Simmons II; SOS 2; deslizante d e 4 Fr ■ Cuando se trate a un paciente con enferm edad m ultifocal
■ Microcatéter y bilobular se seleccionará en prim er lugar el lóbulo más
■ De 0,018 a 0,025” ; Tracker, Renegade, Progreat enferm o para su tratamiento.
■ Guías ■ Prim ero, se realiza la angiografía con el catéter situado selec­
■ De 0,035” : Benson, guía deslizante angulada, guía desli­ tivam ente en la arteria hepática derecha o izquierda.
zante conform able ■ El catéter se coloca tan selectivam ente com o sea posible para
■ Introductor tratar el tum or por com pleto; esto puede precisar de una téc­
■ 6 Fr nica coaxial con microcatéteres de 3 Fr.
■ Contraste ■ Se pueden em plear diversos em bolizantes para el tratamiento
■ Yohexol 140 y 300 e incluso m ayor variedad en pautas d e adm inistración de una
■ Embolizantes em bolización o quim ioem bolización arterial transcatéter.
■ A lcoh ol de p olivinilo, de 50 a 300 |xm ■ La selección del em bolizante para el tratamiento se funda­
■ Embospheres, 40 a 300 p,m m enta en la preferencia del radiólogo intervencionista.

PUNTOS CLAVE
i La em bolización arterial hepática es eficaz com o tratam iento de pacientes convenientem ente seleccionados
con tum ores neuroendocrinos metastásicos.

286 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Q uim ioem bo lización de m e tá sta sis n e u ro e n d o c rin a s 287

AHD
AHI r Esplénica

Figu ra 1. A n gio grafía celíaca que m uestra la an atom ía n orm al.


(AG D, arteria gastroduodenal; AGDR arteria gástrica derecha; AGI
Figura 2. A n gio grafía c elíaca q u e m uestra q u e la arteria
arteria gástrica izquierda; A HD , arteria hepática derecha; A H I arteria
hepática com ún s e d ivide e n u n a h epática iz qu ierd a y en las
hepática izqu ierd a.)
arterias gastroduodenales. N o se identifica una arteria hepática
derecha.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. A n gio grafía p rev ia a l a e m bo lizació n e n u n p aciente Figura 4. A n gio grafía p revia a l a e m bo lizació n e n u n paciente
con m etástasis h epática n eu roen docrina ú n ica (fle c h a ). El con m etástasis h epática n eu roen docrina ú n ica (fle c h a ). El
estudio muestra claram ente cóm o se origin a la arteria cística desde estudio muestra claramente c óm o se origin a la arteria cística
la arteria hepática derecha. desde la arteria hepática derecha; tam bién se observan un tum or
vascular (T ) y la vesícula biliar (V B ).
288 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ Se escoge el m en or tamaño deseado de las partículas, que ■ Los pacientes con un tum or carcinoide poseen una super­
luego se vierten sobre un pequeño vaso o un recipiente de v iven cia notablem ente prolongada tras la em bolización
acero inoxidable. respecto a los que padecen un carcinoma de células de los
■ Se enjuaga el vial de partículas residuales llenándolo con con­ islotes.
traste y vertiendo luego el contenido en el recipiente con todas ■ Se han descrito m alos resultados y tasas de respuesta en
las partículas. pacientes con com prom iso hepático > 7 5 %
■ La suspensión se administra dentro del vaso escogido bajo ■ Los pacientes con un tum or carcinoide y com prom iso hepá­
control radioscópico continuo para confirm ar su flujo anteró­ tico > 7 5 % poseen una tasa de respuesta del 43% y una
grado desde el tum or hasta la estasis. supervivencia total de 20,1 meses.
■ Evalúe el flujo tras la administración de 10 cm3 de partículas ■ Los pacientes con carcinomas de células de los islotes y com ­
menores. prom iso hepático > 7 5 % poseen una tasa de respuesta del
■ Si existe flujo anterógrado continúe em bolizando con las 25% y una supervivencia total de 16 meses.
partículas de tamaño inm ediatam ente superior a las menores ■ Los pacientes con un com prom iso de m enos del 50% del
(100 a 300¿Jim); administre 10cm3 de partículas. hígado suelen poseer una supervivencia más prolongada.
■ Se emplean las partículas del tamaño inm ediatam ente supe­
rior si persiste el flujo anterógrado; se inyectan de nuevo
hasta 10 cm3 y se repite la maniobra.
■ A l lograr la estasis, se finaliza la em bolización y se realiza una
angiografía para confirm ar la oclusión del vaso deseado.
C O M P L IC A C IO N E S
■ Se identifica cualquier aporte al tum or que se desea em boli­ ■ En aproxim adam ente el 5 % de los pacientes aparecen com ­
zar desde otros vasos; después, se selecciona y se embola. plicaciones de importancia, com o el absceso e infarto hepá­
■ La angiografía mostrará estasis en el vaso em bolizado, con tico.
una apariencia de «á rb ol p odado». ■ Los pacientes con anastomosis bilioentérica o esfinteroto-
■ Se debe conservar el flujo sanguíneo anterógrado en los m ía previa sufren un riesgo aum entado de aparición de abs­
vasos no deseados, com o en la arteria gastroduodenal, y, si ceso.
se visualiza, en la arteria cístíca. ■ La com plicación más seria de la em b olización es la oclu­
■ Se puede apreciar la disminución de la em bolización (enchar- sión inadvertida de vasos no deseados (em b olización no
cam iento del contraste dentro del tum or durante la em b oliza­ deseada).
ción ). ■ Puede darse la em bolización no deseada de la arteria cística
■ Los pacientes con hasta tres tumores de diám etro <5 cm pue­ y puede provocar un síndrom e postem bolización prolongado
den someterse a ablación el día siguiente a la em bolización. (fiebre, dolor, náusea, vóm itos).
■ Mientras se realiza la quim ioem bolización, el antineoplásico ■ Otras com plicaciones son un am plio reem plazo hepático por
se m ezcla con el lip iod ol y se administra antes o al mismo el tum or (> 7 5 % ), una tendencia hacia un peor resultado y
tiem po que el embolizante. una tasa de com plicaciones graves aum entada (incluida la
m uerte).
■ La m ortalidad a los 30 días es aproxim adam ente del 1 % .
■ Las com p licaciones m enores son colecistitis, insuficiencia
C O N T R O V E R S IA S renal transitoria inducida p or contraste, em b olias arteria­
■ La m ayor controversia en relación con la em bolización hepá­ les p eriféricas, in fe c c ión p ostin terven ción y hem atom a
tica de neoplasias malignas hepáticas es el valor que supone local.
añadir un antineoplásico embolizante.
■ Hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado b eneficio clí­
nico p or añadir antineoplásicos o lipiodol.
■ Un estudio aleatorizado que com paró la quim ioem bolización
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
y la em b olización arterial transcatéter no dem ostró ventajas
de una técnica sobre la otra en el caso de las metástasis colo­ Y S E G U IM IE N T O
rrectales. ■ Se recom ienda una m onitorización atenta tras la interven­
■ El tipo de partícula que se debe em plear en la em bolización ción y reposo en cam a de 2 a 4 h para evitar una hem orragia
arterial transcatéter es controvertido. desapercibida en la zona de punción.
■ Durante la recuperación, se estabilizan las constantes vitales
y se m onitoriza y controla el n ivel del dolor con la adminis­
tración d e sulfato de m orfina intravenoso.
RESULTADO S
■ Se administran antibióticos intravenosos antes de la inter­
■ La m ayoría de las neoplasias malignas hepáticas se tratan vención y continuadamente durante 24 h.
con quim ioem bolización O em bolización arterial transcaté­ ■ Se controla la temperatura; si se desarrolla fiebre se toman
ter. muestras para hem ocultivo y se continúa con cobertura anti-
■ La m edia de supervivencia de los pacientes con tum or carci- biótica mientras sea necesaria.
noide m etastásico es de tan solo 3 años. ■ Se administran antipiréticos según la necesidad, y se re-
■ Se han descrito mortalidades superiores al 70% en los 5 años introduce la dieta líquida absoluta tan pronto com o sea posible
posteriores al diagnóstico. tras la intervención.
■ Se han descrito en la literatura m édica tasas de respuesta ■ Se program a una exploración de TC de seguim iento a las 4 o
parcial o com pleta de quim ioem bolización y em bolización 6 semanas tras la intervención.
arterial transcatéter que oscilan entre el 6,7 y 100%. ■ La TC trifásica se continúa realizando cada 3 meses durante
■ Se ha descrito una m ediana de supervivencia tras la em boli­ el prim er año y, posteriormente, cada 6 m eses si el paciente
zación de 13 a 80 meses. no posee una progresión tumoral.
Q uim ioem bo lización de m e tá sta sis n euro end oc rinas

■ Los pacientes con enferm edad bilobular se program an para Gupta S, Johnson MM, Murthy R, et al: Hepatic arterial embolization
realizar el tratamiento del otro lóbulo a las 6 a 8 semanas tras and chemoembolization for the treatment of patients with
el tratamiento inicial. metastatic neuroendocrine tumors: variables affecting response
rates and survival. Cancer 104:1590-1602, 2005.
Madoff DC, Gupta S, Ahrar K, et al: Update on the management
Lecturas recomendadas of neuroendocrine hepatic metastases. J Vase lnterv Radiol
Brown KT, Koh BY, Brody LA, et al: Particle embolization of hepatic 17:1235-1250, 2006.
neuroendocrine metastases for control of pain and hormonal Sullivan KL: Hepatic artery chemoembolization. Semin Oncol
symptoms. J Vase lnterv Radiol 10:397-403,1999. 29:145-151, 2002.
Dodd GD 3rd, Soulen MC, Kane RA, et al: Minimally invasive
treatment of malignant hepatic tumors: at the threshold of a major
breakthrough. RadioGraphics 20:9-27, 2000.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Radioembolización de metástasis hepáticas

D E F IN IC IÓ N : La radioembolización es la inyección de partículas embolizantes del tamaño de varios


micrómetros cargadas con un radioisótopo.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Tiimores hepáticos no resecables ■ Todos los intervenidos de radioem bolización se deben som e­
■ Correctas funciones hem atológica y hepática ter prim ero a una angiografía mesentérica y a una gamma-
■ Enferm edad hepática dom inante y buen estado general grafía de cortocircuito pulm onar con Tc99m -M AA.
■ La angiografía abdom inal facilita la selección adecuada del
catéter visceral y evalúa la tortuosidad aórtica y la enferm e­
dad aterosclerótica de la pared vascular.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se estudia la arteria mesentérica superior para evaluar cual­
■ Malestar general: paciente sintomático; paciente con limita­ quier variante vascular de la circulación hepática.
ciones en su autocuidado; paciente que pasa más del 50% ■ Se realizan angiografías selectivas gastroduodenal y hepáti­
del tiem po encamado o que está discapacitado por completo; cas izquierda y derecha.
paciente sin capacidad de autocuidado y postrado en la cama. ■ Se d ebe estar fam iliarizado con las posibles com unicacio­
■ Se contraindica en pacientes que muestran algún flujo no nes hepatoentéricas, com o las arterias falciform e, frénica
corregible en el sistema digestivo. izquierda o accesoria, y la gástrica derecha o accesoria.
■ Se contraindica en pacientes con un excesivo cortocircuito ■ Es m uy recom endable una em bolización vascular enérgica
pulm onar (> 3 0 Gy por tratamiento o > 5 0 Gy en dosis acu­ con carácter profiláctico previa al tratamiento con el fin de
mulada) . que todas las com unicaciones arteriales hepatoentéricas que­
■ La mala función hepática se determina según el tiempo de pro- den cerradas.
trombina, las concentraciones de albúmina y de bilirrubina. ■ Se prefiere un acceso lobular para m inim izar el riesgo de des­
com pensación hepática.

IN S T R U M E N T A L
T É C N IC A
■ Equipo de administración TheraSphere
■ Equipos de entrada y de salida ■ El catéter se elige de acuerdo con la angiografía anterior al
■ V ial vacío tratamiento y, tanto el dispositivo de administración de T he­
■ Unidades engranadas: Aguja guía de posicionam iento y de raSphere com o el de SIR-Sphere se em plean para la infusión
preparación, ambas detrás de un blindaje de Lucite de microesferas.
■ Jeringa ■ Técn ica de infusión de TherasPhere: las infusiones se debe­
■ Jeringa M O N A RC H de 30 cm3 (M erit M edical Systems) rían realizar mediante sistemas de 3 Fr; las presiones necesa­
■ Para infundir suero fisiológico a través del sistema rias son mayores, norm alm ente de 24-40 psi.
■ Equipo de administración d e SIR-Spheres ■ Independientem ente del tamaño del sistema de catéter, es
■ Blindaje Perspex necesario asegurarse de que la velocidad de infusión se apro­
■ V ial para la dosis xim a a la velocidad de flujo arterial hepático.
■ Tubos de entrada y salida con agujas ■ Esta velocidad se calcula m ediante inspección visual de una
■ Jeringas de inyección dosis de prueba d e infusión de contraste antes de la adminis­
■ Jeringas de inyección convencionales de 10 o 20 cm3 pre- tración d e TheraSphere.
cargadas con agua estéril ■ La inyección a una velocidad de infusión más rápida que
■ Son im prescindibles para infundir las microesferas en el la que el vaso puede soportar puede provocar reflujo y una
catéter de distribución. administración hacia destinos no deseados.
■ Los m anómetros no están disponibles mientras se infun­ ■ El intervencionista debe asegurarse de que el catéter no
den las SIR-Spheres. ocluye el vaso que lo aloja.

P U N T O S CLAVE
i Las metástasis hepáticas son frecuentes, sobre todo, las de neoplasias primarias colorrectales y
neuroendocrinas.
i La radioem bolización de las metástasis hepáticas es segura y eficaz en los pacientes convenientem ente
seleccionados.
i Un programa de radioem bolización precisa de un equipo interdisciplinar con participación de oncología
m édica, quirúrgica y radioterápica; radiología intervencionista; medicina nuclear; y radioprotección.

290 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Radio em bolizació n de m e tá sta sis hepá ticas

Figura 2. Se ha embolizado la arteria gastroduodenal antes de


la radioembolización. La angiografía hepática izquierda muestra
Figu ra 1. Angiografía celíaca que muestra la permeabilidad de las una arteria falciforme (flecha).
arterias gastroduodenal y hepáticas derecha e izquierda.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. La inyección retardada de la arteria hepática izquierda Figura 4. Angiografía final de la hepática común que muestra
pone de manifiesto el complejo falciforme, la red de vasos en el la embolización total de las arterias gastroduodenal y
ligamento falciforme, que posee anastomosis con las arterias falciforme. Se ha preparado al paciente para la radioembolización.
musculofrénica de la pared abdominal anterior y epigástrica
superior.
292 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ Técn ica d e infusión de SIR-Sphere: se realiza a través de un ■ Las puntuaciones del Eastern C ooperative Oncology Group
sistema de catéter de 3 Fr; no se u tiliza el m anómetro, p or lo (ECOG) de 0 o 1; el número de nodulos tumorales < 4 , y la
tanto, no se puede controlar la presión. ausencia de enferm edad extrahepática se relacionaban con
■ La liberación de las SIR-Sphere depende del flujo sanguíneo una m ejor supervivencia en pacientes con metástasis colo­
a través de los vasos hepáticos distales a la punta de catéter. rrectales.
■ El intervencionista debe asegurarse de que el catéter no ■ Un estudio de 208 pacientes con metástasis colorrectales
ocluye el vaso que lo aloja para im pedir el flujo. puso de m anifiesto tasas de respuesta radiológica del 35% ,
■ Antes de la infusión, se debe m odificar el lecho vascular que mediante TC, y del 9 0 % , m ediante PET.
proporciona el flujo sanguíneo al hígado hasta ser compara­ ■ Las microesferas Y90 com o tratamiento de rescate d e pacien­
ble al que se consigue con técnicas quirúrgicas de im plante tes con metástasis hepáticas colorrectales son alentadoras en
de bombas. lo referente a la tasa de respuesta, el perfil de seguridad y la
■ Se realiza una em b olización profiláctica de las arterias gas­ posible m ejora de la supervivencia.
troduodenal y gástrica derecha, falciform e supraduodenal ■ En pacientes con cánceres colorrectales metastásicos las
y gástrica izquierda accesoria y frénica inferior accesoria microesferas de resina perm iten respuestas radiológicas
(extrahepática). objetivas significativas con una toxicidad clínica aceptable y
■ El guiado p or radioscopia es im prescindible durante la infu­ tasas d e supervivencia prometedoras.
sión.
■ Se realiza una infusión alternante de agua estéril y contraste,
siempre evitando el contacto directo de las SIR-Spheres® con
el contraste. C O M P L IC A C IO N E S
■ Esta técnica perm ite al usuario autorizado controlar con pre­
■ Síndrome postem bolización
cisión la inyección y asegurarse de que no se ha alcanzado la
■ Gastritis por radiación, úlcera gastrointestinal y pancreatitis
saturación vascular.
■ Neum onitis por radiación
■ La infusión se finaliza cuando la dosis entera prevista ha
■ Hepatitis por radiación, fibrosis hepática e hipertensión portal
sido infundida sin llegar a la estasis o si se ha alcanzado la
■ Linfopenia
estasis.
■ Lesiones biliares
■ N o se recom ienda la infusión continua debido al riesgo de
■ Colecistitis por radiación
reflujo y de irradiación no indiscrim inada una v e z se ha
alcanzado la estasis.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
C O N T R O V E R S IA S S E G U IM IE N T O
■ Son precisas más investigaciones para com parar la radioembo- ■ Se administrarán profilácticamente fármacos antiulcerosos e
lización con otros tratamientos com o la quim ioem bolización, inhibidores d e la bom ba de protones en todos los pacientes
la em bolización aséptica, la ablación por radiofrecuencia y la cuando se ejecute la descarga para m inim izar los riesgos por
crioterapia. irritación digestiva.
■ H ay que investigar más las características radiológicas, el ■ En algunos casos, tam bién se administrará un tratamiento de
tamaño y la ubicación tumoral ideales para su radioemboli- corticoides durante 5 días para contrarrestar el cansancio.
zación. ■ Los pacientes deben acudir a revisión en la consulta de onco­
■ Los pacientes con trom bosis de la vena porta son una pobla­ logía 2 semanas después tras la intervención porque la radiac­
ción que puede beneficiarse notablem ente con la radioembo- tividad de las microesferas ya habrá decaído en 12 días.
lización. ■ La revisión en la consulta perm ite un seguim iento de los
efectos adversos tales com o cansancio, lisis tumoral, fiebre
paraneoplásica y toxicidad hepática, digestiva o pulmonar.
■ Treinta días después del prim er tratamiento se lleva a cabo la
RESULTADO S evaluación d e la respuesta a la prim era infusión y se valora
el estado clínico general.
■ Herba observó la estabilización o la disminución en el ■ Si los pacientes presentan dolor abdom inal crónico, náuseas,
tamaño tum oral en 22 de 30 pacientes (7 3 % ) con metástasis vóm itos y hemorragias después de la radioem bolización
colorrectales. puede estar indicado un exam en endoscópico para descartar
■ Se llevó a cabo un estudio de escalada de segunda dosis con una úlcera digestiva.
43 pacientes con cáncer colorrectal tratados con Thera- ■ La aparición de gastritis, úlceras y enferm edad hepática
Sphere®; dosis mayores se asociaron a una m ejor respuesta inducida por radiación es posible, particularmente en aque­
tum oral y un aum ento en la supervivencia. llos pacientes con función hepática com prometida.
■ Un estudio realizado por W ong daba a entender que utilizar
el tamaño tum oral com o un indicador de respuesta al tra­
tam iento subestimaría el efecto de TheraSphere cuando se Lecturas recomendadas
com paraba m ediante tom ografía por em isión de positrones
Liu DM, Salem R, Bui JT, Courtney A, Barakat O, Sergie Z, et al:
(P E T) con 18F-fluorodesoxiglucosa. Angiographic considerations in patients undergoing liver-directed
■ Un reem plazo del tum or <25 % se asoció a un aum ento esta­ therapy. J Vase Interv Radiol 16(7) :911-935, 2005.
dísticamente significativo en la supervivencia mediana; los Salem R, Thurston KG: Radioembolization with 90Yttrium
efectos secundarios consistían en cansancio, náuseas y dolor microspheres - a state of the art brachytherapy treatment for
abdominal. primary and secondary liver malignancies. J Vase Interv Radiol.
OTROS PROCEDIMIENTOS HEPÁTICOS
YESPLÉNICOS
Biopsia hepática transyugular

D E F IN IC IÓ N : La biopsia hepática mediante acceso transyugular es una alternativa a la de acceso


percutáneo para el diagnóstico de las diversas patologias hepáticas y de sus etiologías.

IN D IC A C IO N E S IN S T R U M E N T A L
■ Coagulopatía grave (trom bocitopenia <7 0 .0 0 0 células/mm3; ■ A guja de biopsia
tiem po de protrom bina < 6 0 % respecto de la cifra d e nor­ ■ Agujas de corte lateral, com o las Q uick-Core (C ook Europa,
m alidad), ascitis m asiva, obesidad m órbida y sospecha de C ook M edical)
tum or vascular o púrpura hepática ■ Agujas Quick-Core insertadas mediante protectores de 7 Fr
■ Necesidad de otras intervenciones com o derivación portosis- curvos con una cánula metálica de guiado y enderezamiento
tém ica transyugular intrahepática, biopsias (p.ej., d e riñón) ■ Entre 18 y 20 G; poseen un m ecanism o semiautom ático
o de intervenciones diagnósticas (p.ej., flebografía, m edición con disparador accionado m ediante espiral para conseguir
del gradiente de presión venoso hepático) el tejido; fácil de usar si hay diagnóstico de alto rendi­
■ Fracaso de una biopsia hepática percutánea anterior y m iento
pacientes con ventilación mecánica ■ A guja de Ross m odificada (C ook M edical), que se coloca a
■ D iagnóstico de enferm edades hepáticas no infecciosas (p .ej., través de un protector curvo de 9 Fr
esteatohepatitis no alcohólica) e infecciosas (p.ej., hepatitis ■ Catéter de 7 Fr con cánula m etálica para enderezam iento
crónica B o C) ■ Catéter recto de 5 Fr
■ Clínica de inicio de insuficiencia hepática aguda o de fiebre ■ Catéter curvo multiusos de 5 Fr (C ook Europa)
de origen desconocido y detección de efectos secundarios ■ Guía
farm acológicos ■ Guía hidrófila (p.ej., Terum o)
■ Evaluación d e pruebas bioquím icas anómalas asociadas a ■ Guía Bentson convencional (C ook Europa)
pruebas serológicas no concluyentes, estado hepático tras el ■ Guía Am platz extra-rígida de 180 cm y 0,035” (Cook Europa)
trasplante y estado del hígado donante antes del trasplante ■ Guía Lunderqvist de 260 cm (C ook Europa).
■ Diagnóstico de cirrosis biliar primaria, colangitis primaria ■ Dispositivo de aguja d e aspiración (Hakko)
esclerosante, hemocromatosis con análisis cuantitativo del hierro, ■ N u evo dispositivo, todavía en evaluación, que aún no está
enfermedad de W ilson con análisis cuantitativo del cobre disponible en el mercado

C O N T R A IN D IC A C IO N E S a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ Las contraindicaciones son insuficiencia renal grave, hiperti- ■ El acceso más frecuente es el venoso yugular interno dere­
roidism o y alergia conocida al contraste yodado. cho, que ofrece una continuidad casi directa con la aurícula
■ Dado el em pleo de radiaciones ionizantes, la indicación de la derecha y las venas cavas superior e inferior.
intervención se debería discutir con los m édicos remitentes ■ En raras ocasiones se emplean para el cateterismo las venas
en los casos de niños y mujeres embarazadas. yugular interna izquierda, yugular externa o incluso femorales.
■ La oclusión, obstrucción o ausencia congénita de las venas ■ Para obtener éxito y evitar com plicaciones com o la perfora­
yugular derecha, cava inferior y hepáticas puede limitar la ción de la cápsula de Glisson es im prescindible una cuidadosa
accesibilidad de la intervención transyugular. colocación del dispositivo de biopsia en la vena hepática.

P U N T O S CLAVE
> La biopsia hepática transyugular es una intervención segura y muy eficaz para o btener m uestras hepáticas
de diagnóstico en pacientes con enfermedad hepática difusa.
i La intervención transyugular lleva más tiem po y costes de ejecución que el empleo del acceso percutáneo
(intervención de referencia); sirve com o intervención alternativa cuando el acceso percutáneo no es
practicable o ha fracasado.
> Que tanto el tam año de la m uestra (15 a 20 mm) com o el número (dos a tres cilindros) sean adecuados son
cruciales para un diagnóstico, gradación y estad if icación satisfactorios de la enfermedad subyacente.
> El acceso transyugular lateral derecho se emplea más q ue el acceso a través de las venas fem orales, la
vena yugular interna izquierda y las venas yugulares externas.
i Los pacientes que se someten a una biopsia hepática sufren a m enudo una enfermedad hepática avanzada
o maligna; la m ortalidad global en un estudio fue del 19% a los 3 meses; la m ortalidad no se m odifica p or
las intervenciones de biopsia hepática actuales.
i M edir el gradiente de presión venoso hepático al realizar la biopsia proporciona una inform ación interesante
para valorar la probabilidad de hem orragia p o r varices esofágicas y determ inar la eficacia del tratam iento
farm acológico de la hipertensión portal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 293


294 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. Instrumental clave: (a) Dispositivo de biopsia; (b) catéter recto de 5 Fr; (c) catéter con cánula metálica de enderezamiento,
y (d) catéter multiusos de 5 Fr.

/
y

F igura 2. Punción guiada por ecografía de la vena yugular interna derecha.

■ Las biopsias se obtienen norm alm ente desde la vena hepá­ ■ La intervención se realiza con el paciente en supino utili­
tica derecha. zando guiado radioscópico en la sala de angiografía con
■ Utilizando solo pequeñas dosis (< 1 0 m i) de contraste yodado m onitorización cardíaca y de presión arterial.
(300m g/m l), puede m inim izarse el riesgo de nefropatía. ■ N orm alm ente se gira la cabeza del paciente desde el lado de
la punción, para alejarla, y se expone la parte derecha del
cuello de su paciente.
■ La p iel se lim pia con solución yodada o clorhexidina y, des­
T É C N IC A
pués, se cubre con un paño estéril.
■ Antes de com enzar la intervención, se obtienen el tiem po de ■ Se prefiere el acceso por la vena yugular interna derecha, ya
protrom bina, el recuento plaquetario y la concentración y que ofrece una continuidad casi directa a la aurícula derecha
aclaramiento d e creatinina sérica. y las venas cavas superior e inferior.
■ La sedación consciente y la profilaxis antibiótica se emplean ■ Tras inyectar un anestésico local, se punciona la vena bajo
según el criterio del médico. guiado ecográfico, según la técnica de Seldinger.
B iopsia h epática tra n s y u g u la r 295

Figu ra 3. Comprobación radioscópica previa a la medida del F igura 4. Retirada del catéter recto de 5 Fr con el catéter de 7 Fr y
gradiente de presión venosa hepática. Se infiltran 2 mi de la cánula de enderezamiento en la vena hepática derecha.
contraste con el catéter enclavado. Obsérvese cómo aparece un
relleno parenquimatoso (punta de flecha) y el drenaje venoso
(flecha).

■ La cam illa se reclina m oderadam ente en posición de Tren­ ■ La muestra tisular se consigue m ediante un m ecanism o semi-
delenburg para perm itir un m ejor relleno venoso durante la automático de disparo accionado por espiral.
punción de la vena yugular interna. ■ Se retira la aguja que contiene la muestra tisular, y se repite
■ Después la guía hidrófila o la guía de Bentson convencional la m aniobra hasta obtener tres muestras.
(C ook Europa) se avanza m ediante un introductor vascular ■ Las muestras tisulares se procesan de inm ediato para su pos­
transyugular de 7 a 9 Fr. terior análisis histológico, citológico, inm unohistoquím ico o
■ Se introduce a través del protector un catéter multiusos curvo de m icrobiológico, según precisen.
5 Fr (Cook Europa), dirigido hacia la vena hepática derecha. ■ Se inyecta contraste a través de un catéter recto para descar­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Se puede llevar el catéter a una posición enclavada para tar cualquier posible perforación capsular.
m edir el gradiente venoso hepático. ■ Luego, se retiran el catéter, la cánula y el introductor y,
■ La guía insertada se reem plaza después por una guía extra- mediante com presión manual, se realiza la hemostasia
rrígida A m platz (C ook E uropa). local.
■ En cambio, la guía de Lunderqvist (Cook Europa) se emplea ante
ángulos m uy agudos entre las venas cava inferior y hepática.
■ Se inserta un catéter de 7 Fr con cánula m etálica de endereza­
miento bajo guiado radioscópico m ediante uso interm itente
C O N T R O V E R S IA S
de catéter recto en la vena hepática.
■ Su correcta posición (aproxim adam ente, 3 a 4 cm desde la ■ H ay controversias entre la biopsia percutánea hepática y la
vena cava inferior) se com prueba con un solo lavado a través biopsia percutánea con em bolización inm ediata del trayecto
del catéter de 5 a 6 m i de contraste ion izado (a 300m g/ml). de punción.
■ Con el catéter en su sitio, el dispositivo de biopsia trans- ■ Algunos estudios han demostrado que la biopsia percutánea
venosa Quick-Core se inserta hasta que su punta alcanza la con em b olización inm ediata del trayecto d e punción es tan
del catéter. segura y satisfactoria com o el acceso transyugular.
■ Entonces, se desvía la punta del catéter del eje venoso y se ■ Otros estudios recom iendan la biopsia percutánea con em bo­
avanza el dispositivo d e biopsia aproxim adam ente 5m m lización del trayecto solo com o alternativa en casos de im po­
dentro del parénquim a. sibilidad o fracaso del acceso transvenoso.
296 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

RESULTADO S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Las biopsias hepáticas transyugulares consiguen muestras Y S E G U IM IE N T O
satisfactorias en entre el 80 y 90 % de los casos y solo repre­ ■ El paciente debería perm anecer en posición supina durante
sentan 1/50.000 de la masa hepática total. las primeras 4 a 6 h de los cuidados tras la intervención.
■ En general, si se em plean agujas de 18 a 19 G, las biopsias ■ Las constantes vitales se controlan cada 30 m in durante 4 a
transyugulares de hígado son diagnósticas en entre el 85 y 6 h.
100% d e los casos. ■ Si hay estabilidad hem odinám ica al día siguiente, se realiza
■ Con dos o tres cilindros no fragmentados, se debería conse­ una valoración de control de creatinina y hem oglobina antes
guir una correcta interpretación histológica con pocos errores del alta.
muéstrales. ■ Los resultados del análisis de la muestra deben ser congruen­
■ La duración de las biopsias hepáticas transyugulares oscila tes con los hallazgos clínicos del paciente.
entre 30 y 60 min.

Lecturas recomendadas
C O M P L IC A C IO N E S Bravo AA, Sheth SG, Chopra S: Liver Biopsy. N Engl J Med 344:495-
500, 2001.
■ La tasa de com plicaciones asociadas varía entre el 1,3 y 20% , Edmison JM, McCullough AJ: How good is transjugular liver biopsy
con una m ortalidad de hasta el 0,5% . for the histological evaluation of liver disease. Nat Clin Pract
■ Las com plicaciones en el punto d e acceso son hem atoma Gastroenterol Hepatol 4:306-307, 2007.
del cuello, punción carotídea accidental, síndrome Horner McAfee JH, Keeffe EB, Lee RG, Rosch J: Transjugular liver biopsy.
transitorio y disfonía transitoria; las com plicaciones pueden Hepatology 15:726-732, 1992.
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ser m inim izadas m ediante guiado por ecografía.
key hole to the liver world. Dig Liver Dis 39:105-116, 2007.
■ Pueden ocurrir d olor abdom inal (1 3 % ), fiebre transitoria,
Sheela H, Seela S, Caldwell C, Boyer JL, Jain D: Liver biopsy:
neum otorax y arritmias cardíacas ( 10% ). evolving role in the new millennium. J Clin Gastroenterol
■ Es raro observar perforación capsular, hem orragia intraperi- 39:603-610, 2005.
toneal y aparición de fístulas entre la vena hepática, la arteria Strassburg CP, Manns MP: Approaches to liver biopsy
hepática y la vena porta o la vía biliar. techniques-revisited. Semin Liver Dis 26:318-327, 2006.
Derivaciones portosistémicas
transyugulares intrahepáticas
D E F IN IC IÓ N : La derivación postosistémica transyugular intrahepática es uno de los tratamientos
utilizados para controlar las complicaciones de la hipertensión portal.

■ Multiusos de 5 Fr, 65 cm
IN D IC A C IO N E S
■ Cobra de 5 Fr, 65 cm
■ Hemorragia por varices no controlada m ediante tratamiento ■ Balón de angioplastia
endoscópico ■ Balón de predilatación: 8 * 40 mm
■ Varices grandes persistentes no ocluidas con tratamiento ■ Balón de posdilatación: 10 x 4 0m m , 12 x 4 0m m
endoscópico optim izado ■ Endoprótesis
■ Gradiente de presión venosa hepática superior a 12 m mHg ■ Viatorr (W .L.Gore & Associates)
■ Ascitis de gran volum en no controlada con tratamiento far­ ■ Endoprótesis cubiertas específicas para derivación p orto­
m acológico y que requiere paracentesis de gran volum en sistémica transyugular intrahepática de nitinol y politetra-
repetida con periodicidad al m enos mensual fluoroetileno expandido (PTFE e).
■ H idrotórax hepático ■ La superficie interna es idéntica a la d e las endoprótesis
■ Síndrome de Budd-Chiari vasculares convencionales.
■ La superficie externa, m enos porosa, está diseñada para
resistir la intrusión de bilis en la luz.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La endoprótesis está reforzada por un esqueleto alám brico
de nitinol.
■ Trastornos cardíacos: insuficiencia cardíaca, presión del ■ El extremo portal es un segm ento no cubierto de nitinol,
corazón derecho elevada e hipertensión pulm onar muy flexible, que fija el dispositivo en la vena porta sin
■ Insuficiencia hepática d e progresión rápida obstruir el flujo portal.
■ Coagulopatía grave no corregible ■ Equipo de m icropunción
■ Sepsis no controlada ■ A guja Chiba de 22 G.
■ Obstrucción biliar no corregida ■ M andril con punta de platino, d e 0,021”
■ N eoplasia hepática prim aria extensa o metastásica ■ Transductor de m edición invasiva de la presión
■ Encefalopatía clínicam ente significativa ■ Equipo para la m onitorización del paciente
■ Angiografía
■ De substracción digital de alta calidad
IN S T R U M E N T A L ■ Ecografía

■ Equipo de derivación portosistémica transyugular intrahepática


■ Equipo C ook RUPS (C ook)
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Introductor de 10 Fr y 40 cm de largo
■ Introductor acodado de 10 Fr con refuerzo m etálico ■ El acceso ordinario en la derivación portosistém ica trans­
■ Catéter recto de 5 Fr y 47 cm de largo, con trocar central yugular intrahepática es la vena yugular interna.
afilado de 0,035” ■ Se prefiere el acceso desde la vena hepática derecha a la vena
■ Guía porta derecha.
■ A m p latz extrarrígida: 0,035” , 260 cm
■ G lidewire acodada: 0,035” , 150cm
■ Guía Bentson: 0,035” , 145 cm T É C N IC A
■ Catéter
■ D avis T de 5 Fr, 65 cm ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.

PUNTOS clave
> La derivación portosistém ica transyugular intrahepática es una técnica mínim amente invasiva diseñada para
tra ta r las c om plicaciones de la hipertensión portal.
> Además, es un tratam iento de segunda línea para hem orragias agudas por varices no controladas mediante
el tratam iento endoscópico.
i También es eficaz en el tratam iento de la ascitis no controlada con medicam entos.
> La derivación portosistém ica transyugular intrahepática con endoprótesis no cubierta es eficaz com o
tratam iento puente a corto plazo previo a trasplante.
i Las e ndoprótesis cubiertas para derivación portosistém ica transyugular intrahepática proporcionan una
elevada permeabilidad a largo plazo y constituyen un tratam iento viable a largo plazo para pacientes no
candidatos a trasplante.
> Puede considerarse entre los posibles tratam ientos de la hem orragia por varices.
i Esta derivación se com bina con un tratam iento farm acológico óptim o, en el marco de un acceso
m ultidisciplinar para mejorar el pronóstico.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 297


298 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPÁTICOS

Figura 1. Canulación de la vena hepática derecha. Obsérvese Figura 2. Cánula de derivación portosistémica transyugular
que un marcador de platino se ha colocado al lado de la vena porta intrahepática dirigida anterior e inferiormente para alcanzar la
derecha. vena porta derecha.

Figura 3. Segmento descubierto de una endoprótesis Viatorr, Figura 4. Viatorr totalmente desplegada.
retraído al punto de entrada en la vena porta.
D erivaciones p o rto s is té m ic a s tra n s y u g u la re s in tra h e p á tica s

■ Se coloca el introductor d e 10 Fr y 40 cm en la vena cava


RESULTADO S
inferior.
■ El catéter multiusos de 5 Fr es m anipulado en la vena hepá­ ■ La tasa de éxito de la técnica es del 95%.
tica derecha. ■ La m ortalidad aguda asociada es del 1 % , aproximadamente.
■ A continuación, el catéter es sustituido sobre una guía rígida ■ El control de la hem orragia se consigue en el 90% de los
por la cánula de derivación portosistém ica transyugular casos, aproximadamente.
intrahepática. ■ La m ejora del control de la ascitis se registra en entre el 60 y
■ La cánula m etálica acodada se introduce 2 cm en la vena 85 % de los pacientes.
hepática y se dirige anterior e inferiormente hacia la vena porta ■ La encefalopatía se da en el 30% d e los casos, mientras que
derecha. la incidencia de la encefalopatía de n ovo es del 12%.
■ La com binación de trocar afilado y catéter de 5 Fr se intro­
duce unos centímetros a través del parénquim a hepático en
la vena porta derecha.
■ El trocar es retirado del catéter. C O M P L IC A C IO N E S
■ Si la sangre puede aspirarse librem ente, se inyecta contraste
■ La hem orragia puede producirse com o consecuencia de la
para confirm ar que el catéter ha penetrado en la vena porta.
perforación de la cápsula hepática o de la punción extra-
■ En ocasiones, es necesario repetir el paso de la com binación
hepática de la vena porta.
trocar-catéter.
■ Entre las com plicaciones agudas postintervención se cuen­
■ Para los pasos siguientes, el catéter es redirigido, avanzando,
tan insuficiencia hepática, encefalopatía e insuficiencia car­
retrayendo o girando la cánula d e derivación portosistém ica
díaca.
transyugular intrahepática en el interior de la vena hepática.
■ Tam bién pueden registrarse fracaso del control de la hem o­
■ Una v e z que se ha penetrado en la vena porta, el catéter es
rragia debido a trombosis aguda de la d erivación portosisté­
avanzado sobre la guía Glidewire hacia la vena porta principal.
m ica transyugular intrahepática, elevación persistente de la
■ A continuación, la guía es sustituida por un guía Am p latz
presión portal a pesar de la derivación portosistém ica trans­
extrarrígida de 260 cm.
yugular intrahepática, coagulopatía y hem orragia debida a
■ El resto del sistema de derivación portosistém ica transyugu­
otras causas.
lar intrahepática, incluido el introductor de 10 Fr, se hace
■ Las principales com plicaciones a largo p lazo son la encefalo­
avanzar por la guía rígida hasta la vena porta principal.
patía y la insuficiencia hepática progresiva.
■ Después, se retiran todos los com ponentes, excepto el intro­
■ La encefalopatía puede controlarse con fármacos; no obs­
ductor y la cable. El introductor es retraído sobre el guía y se
tante, si se hace resistente al tratamiento, es posible proceder
p rocede a la m edición d e la presión auricular derecha.
a revisión o inversión de la derivación portosistém ica trans­
■ El balón de angioplastia (8 m m ) se infla a través del trayecto
yugular intrahepática. La revisión d e la derivación porto­
parenquimatoso.
sistémica transyugular intrahepática se consigue m ediante
■ Los sitios de form ación de estrechamientos en el balón son
oclusión parcial de la derivación con una endoprótesis de
buenos indicadores de las terminaciones venosas portal y
m enor diámetro.
hepática en el trayecto.
■ La infección por d erivación portosistém ica transyugular
■ Un catéter graduado se em plea para m edir la longitud d e la
intrahepática (endotipsitis) se ha referido en el 1% de los
endoprótesis requerida.
casos.
■ Endoprótesis cubierta Viatorr: el segm ento cubierto de
la endoprótesis se extiende desde el punto de entrada en
la vena porta hasta la unión con la vena hepática o la vena
cava inferior. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El segm ento cubierto ha d e ser 1 cm más largo que la lon­
gitud m edida desde la pared de la vena porta hasta la vena Y S E G U IM IE N T O
cava inferior. ■ El tratamiento inicial tras la intervención es la continuación
■ Las variaciones anatómicas individuales hacen que a veces de la reanim ación previa a la misma.
se utilicen otros vasos. ■ La estabilización de los cambios hem odinám icos puede dar
lugar a presión venosa central elevada, con inducción de
insuficiencia cardíaca y rehemorragia aguda.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ El paciente estabilizado se deriva a una clínica ambulatoria


C O N T R O V E R S IA S para pacientes hepáticos crónicos.
■ Las derivaciones directas de la vena porta a la vena cava ■ Los elem entos clave del seguim iento clínico relacionados con
inferior pueden representar una alternativa viab le a las deri­ la derivación portosistém ica transyugular intrahepática son
vación portosistém ica transyugular intrahepática. ascitis, rehemorragia y encefalopatía.
■ El acceso venoso portal percutáneo se utiliza para asistir en ■ La ecografía D oppler se realiza antes del alta, 3 m eses des­
casos difíciles y para ayudar a seleccionar el sitio de punción pués y, luego, cada 6 meses.
venosa portal óptim o. ■ La flebografía de la derivación portosistém ica transyugular
■ Los pacientes con una puntuación MELD (M od el for End intrahepática y la m edición de la presión se llevan a cabo
Stage L iver Disease) superior a 17, o con otros indicadores ante cualquier posible indicio clínico o de im agen d e reeste­
de m al pronóstico para la d erivación portosistém ica trans­ nosis.
yugular intrahepática, pueden recibir un tratamiento eficaz
de las varices hemorrágicas m ediante com binación de espira­ Lecturas recomendadas
les esclerosantes y de em bolización, que pueden introducirse Rossle M, Grandt D: TIPS: an update. Best Pract Res Clin Gastroenterol
por v ía transhepática o a través de las venas fem oral y renal 18:99-123, 2004.
izquierda. Zaman A, Chalasani N: Bleeding caused by portal hypertension.
■ N o es probable que se establezca una com paración directa Gastroenterol Clin North Am 34:623-642, 2005.
entre la d erivación portosistém ica transyugular intrahepática
con Viatorr y la derivación quirúrgica protésica.
Ablación de varices por oclusión
retrógrada con balón

D E F IN IC IÓ N : Esclerosante inyectado mediante un catéter con balón en la salida venosa que drena las
varices gástricas, con repleción y estancamiento de una derivación por oclusión con balón.

IN D IC A C IO N E S ■ A lcoh ol para ocluir las venas de forma instantánea; con


frecuencia asociado a efectos secundarios com o arritmias
■ Varices aisladas con alto riesgo de rotura (varices grandes, graves.
con manchas rojas o de rápido crecim iento) o ya rotas ■ Glucosa al 50% : asociada con m enor frecuencia a efectos
■ Tratamiento de la encefalopatía portosistém ica secundarios com o arritmias graves.
■ Varices ectópicas, com o las duodenales ■ TC
■ Realizada 1 a 2 semanas después de la obliteración trans-
venosa retrógrada p or oclusión con balón.
■ Utilizada para predecir la eficacia a largo p lazo de la oclu­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S sión con balón.
■ Oclusión venosa portal
■ Ascitis refractaria
■ Varices esofágicas
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Insuficiencia renal (creatinina sérica > 1 ,5)
■ Las varices gástricas aisladas suelen hallarse en el fon do o en
el cardias y el fondo; se desarrollan com o parte de una gran
d erivación portosistémica.
IN S T R U M E N T A L ■ En una derivación portosistém ica (gastrorrenal), se utili­
■ Catéter con balón zan las venas gástricas aferentes y la vena frénica inferior
■ Catéter con balón tipo Simmons d e 6 a 7 Fr con lu z amplia izquierda, con drenaje a la vena renal izquierda (80 a 8 5 % ).
y diám etro de balón grande (> 1 5 m m ) para derivaciones ■ En una derivación portosistém ica (gastrocava), se utilizan las
gastrorrenales. venas gástricas aferentes y la vena frénica inferior izquierda,
■ Catéter en C de 5 a 6 Fr con balón para derivaciones gas- con drenaje directo a la vena cava inferior (10 a 15% ).
trocavas. ■ La derivación portosistém ica puede drenar a la vena renal o
■ Catéter con balón coaxial de 5 a 9 Fr para infusión selectiva a la vena cava inferior.
de esclerosante en varices gástricas con drenaje colateral ■ Las venas colaterales (venas peridiafragmáticas: pericardiofré-
de flujo m oderado o alto. nica izquierda, intercostal, ácigos) drenan las varices gástricas
■ Esclerosante y suponen un obstáculo para la repleción con esclerosante.
■ Oleato de alcoholam ina con yopam idol (OEI) al 5 % : m ez­ ■ Entre el plexo venoso paravertebral y la vena frénica infe­
cla de oleato de alcoholam ina al 10% y una dosis igual de rior izqu ierda es posible hallar una pequeña com unicación
contraste (yop am idol 300). venosa.
■ Oleato de alcoholam ina: induce hem olisis en los vasos ■ En varices paragástricas (venas con derivación directa), las
sanguíneos y genera hem oglobina libre, induciendo tras­ venas gástricas aferentes se conectan directam ente con
tornos tubulares renales e insuficiencia renal aguda. las venas de drenaje; es posible un m ayor n ivel de repleción
■ Adm inistración intravenosa de 4.000 U de haptoglobina con esclerosante.
durante la intervención, a fin de prevenir la insuficiencia
renal por com binación con la hem oglobina libre.
■ Espiral
T É C N IC A
■ Utilizadas para la em bolización de las venas colaterales
con diámetro de 2 a 7 mm. ■ Se prepara el área de acceso (generalm ente, la vena fem oral)
■ Oclusivo líquido con un antiséptico cutáneo.
■ U tilizados para pequeñas venas colaterales de menos de ■ Un catéter con balón se inserta en la salida de la derivación
2 m m o para las que no pueden ser cateterizadas. gastrorrenal.

P U N T O S CLAVE
i La oclusión con balón es un tratam iento mínimamente invasivo, eficaz contra las varices del fundo gástrico
asociadas a una gran derivación venosa portosistém ica.
i Las varices gástricas son obliteradas por inyección de esclerosante a través de la derivación en sentido
retrógrado, en las varices m ediante oclusión con balón de la derivación,
i La obliteración com pleta d e las varices, de notable eficacia a largo plazo, se consigue cuando el
esclerosante llena y estanca las varices,
i Las venas peridiafragm áticas asociadas a varices mantienen correlación con la dificultad de realización y la
reducción de la eficacia d e la oclusión con balón.

300 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


A blación de va rice s por oclu sió n re tró g ra d a con balón

V e n a s p e r id ia f r a g m á t ic a s

D e r iv a c ió n g a s t r o c a v a

Venas subcostal
e intercostal
Vena cava inferior

Plexo esofágico V a r ic e s g á s t r ic a s q u e
p r o t r u y e n e n la lu z
del e st ó m a g o

D e r iv a c ió n g a s t r o r r e n a l
Varices paragástricas

prarcenal

Vena frénica
inferior izquierda

Vena renal izquierda

Figu ra 1. Esquema de varices gástricas aisladas que drenan a través de las diversas trayectorias de drenaje peridiafragmático.
Las varices gástricas aisladas pueden drenar a través de la derivación gastrorrenal a la vena renal izquierda, o bien a través de la derivación
gastrocava a la cava inferior o a la pericardiofrénica (o a ambas), y a las venas intercostal, ácigos o hemiácigos.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Flebografía ocluida con balón: tras la oclusión de la deriva­ ■ Las técnicas de oclusión de las venas de drenaje colaterales
ción se inyectan 8 m i de contraste (yop am idol 370) a través com prenden em bolización con espirales, infusión de oclu­
del catéter con balón. sivo líquido (alcohol o glucosa al 50 % ) y oclusión con doble
■ El 5% del OEI se inyecta de form a lenta e interm itente a balón.
través del catéter con balón hasta que las varices gástricas ■ La técnica de d ob le b alón utiliza un catéter con balón en la
están llenas por com pleto. derivación gastrorrenal y otro introducido en sentido retró­
■ De 30 a 50 m in después d e la inyección, el OEI se aspira a grado en la derivación gastrocava.
través del catéter con balón en la m ayor m edida posible. ■ A continuación, un microcatéter se avanza a través del catéter
■ El balón se desinfla y el catéter se retira. hasta las varices gástricas; por m edio de él se inyecta el escle­
■ La técnica modificada, para varices gástricas con drenaje cola­ rosante.
teral de flujo m oderado o alto, utiliza un catéter con balón
coaxial de 5 o 9 Fr con infusión selectiva de esclerosante.
■ Oclusión con balón proxim al: un catéter con balón coaxial C O N T R O V E R S IA S
de 5 Fr se hace avanzar más allá de las venas colaterales y el
esclerosante se infunde en las varices. ■ Oclusiones con b alón de 30 a 60 m in frente a oclusión durante
■ En el caso de que el balón de 5 Fr no pueda hacerse avanzar toda la noche: la prim era da resultados similares a los de
proxim alm ente más allá de las colaterales, es necesaria la la segunda, con m enor incidencia de m ala colocación del
oclusión de estas. catéter con balón o d e trom bogenia inducida por este.
302 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Esclerosante (color rosa)

Figura 2. Esqu em a de la técnica de o bliteración transven osa r etrógrada p o r o clusión con b alón . Un catéter con balón se introduce en
la salida de la derivación gastrorrenal desde un acceso ven oso fem oral y, a continuación, se inyecta lentam ente el esclerosante a través del
catéter con balón, con oclu sión con balón de la d erivación. El esclerosante llena las varices.

■ La infusión de alcohol antes de la de oleato de alcoholam ina ■ La rehemorragia tras oclusión con balón se da en el 0 a 9 %
(tratam iento del drenaje colateral) im plica riesgo de com ­ de los casos (en dos estudios sobre oclusión con balón para
plicaciones (dolor torácico, intoxicación, arritm ia). tratar varices gástricas sangrantes).
■ El tratamiento endoscópico o la derivación portosistém ica ■ Se ha com unicado m ejora de la función hepática, la concen­
transyugular intrahepática (tratamiento de varices esofá­ tración de albúm ina sérica, la cardiografía p or im pedancia y
gicas) es p oco eficaz para varices aisladas con derivación los síntomas de encefalopatía portosistém ica causados por
portosistém ica y baja presión portal. aum ento del flujo portal hepatófugo.
■ La m ejora de la función hepática y de la encefalopatía por­
tosistém ica es transitoria en pacientes con cirrosis hepática
subyacente.
RESULTADO S ■ La eficacia a largo p lazo depende del alcance de la función
hepática residual.
■ L a oclu sió n con b alón registra tasas de é x ito d el 90 a
100% ; la en d oscop ia p erm ite ob servar rem isión o desa­
p arició n d e las varices gástricas en el 80 a 100% d e los
pacientes.
C O M P L IC A C IO N E S
■ La recidiva de las varices gástricas se produce en entre el 0 y
10% de los casos; tales casos muestran trom bosis parcial de ■ Es posible que se registren hem oglobinuria, dolor abdom inal
las varices gástricas en el seguim iento m ediante TC. o lum bago y febrícula durante la oclusión con balón y pocos
■ La presencia de carcinoma hepatocelular (riesgo relativo: días después.
24,342) y la clasificación de Child-Pugh (riesgo relativo: 5,780) ■ La incidencia de insuficiencia renal aguda es del 1,2%.
se asocian a reducción de la supervivencia tras la oclusión ■ Se han com unicado casos p oco frecuentes de shock cardió-
con balón. gen o, fibrilación auricular y em bolia pulmonar.
A blación de va rice s por oclu sió n re tró g ra d a con balón

Figura 3. E sq u em a d e u n a té c n ic a d e o clu sió n c o n b a ló n p ro x im a l m e d ia n te u n sistem a d e c a té te r co n d o b le b a ló n c o a x ia l. Un catéter


con balón de 9 Fr se im planta en la salida de la derivación gastrorrenal, un catéter con balón flex ib le de 5 Fr se hace avan zar más allá de las
venas de drenaje colaterales y, a continuación, un microcatéter es introducido a través d el catéter de 5 Fr en las varices. El esclerosante (c o lo r
rosa) se inyecta lentamente p or el microcatéter en las varices, bajo oclusión con balón de la d erivación en las porciones proxim al y distal.

■ Con frecuencia se registra aum ento de la presión venosa por­ ■ La gastroendoscopia debe realizase 1 semana y 1 y 3 meses
tal tras oclusión con balón secundaria a obliteración de una después de la oclusión con balón, para valorar los cambios
derivación portosistém ica grande. en las varices gástricas o esofágicas y la posible gastropatía
■ El incremento d e la presión venosa portal da lugar a ascitis y por hipertensión portal.
agravamiento de las varices esofágicas. ■ La rem isión insuficiente o el recrecim iento de las varices en
■ Este agravamiento se ha com unicado en el 27% de los casos la gastroendoscopia de seguim iento requiere la repetición del
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a 1 año y en el 58% d e los casos a 3 años. tratamiento.


■ L a ascitis transitoria se ha constatado en el 15% de los ■ Cuando las varices se m antienen o recidivan y drenan a
pacientes. través de una derivación portosistém ica grande, pueden ser
tratadas de nuevo con oclusión con balón.
■ Cuando la derivación accesible ya ha sido trombosada
mediante oclusión con balón previa, puede optarse por otros
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA tratamientos (derivación portosistém ica transyugular intra-
Y S E G U IM IE N T O hepática o endoscopia).

■ En caso de insuficiencia renal com pruebe las concentracio­


Lecturas recomendadas
nes de creatinina sérica y de nitrógeno ureico en sangre, 1, 3 y
7 días después de la oclusión con balón. Chikamori F, Kuniyoshi N , Shibuya S, Takase Y: Correlation betw een
endoscopic and angiographic findings in patients w ith esophageal
■ Si hay lesión hepática, se deben com probar las concentracio­
and isolated gastric varices. D ig Surg 18:176-181, 2001.
nes de transaminasas y los recuentos eritrocitario y plaqueta-
Kanagawa H , M im a S, Kouyam a H, et al: Treatment o f gastric fundal
rio, 1, 3 y 7 días después de la oclusión con balón. varices by balloon-occluded retrograde transvenous obliteration.
■ L a TC se realiza 2 semanas después de la intervención, a J Gastroenterol H epatol 11:51-58, 1996.
fin de evaluar el grado de trom bosis de las varices y para Kato T, Uematsu T, Nishigaki Y, e t al: Therapeutic effect o f
detectar posibles com plicaciones. balloonoccluded retrograde transvenous obliteration on
304 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Embolización
con espiral

Varices
gástricas

Microcatéter
C atéter con balón
en la derivación
gastrorrenal

Figura 4. Esqu em a d e u n a técnica de em bo lizació n con e spiral de u n a v en a colateral. Un catéter con balón se coloca en la salida de
la derivación gastrorrenal. Las venas colaterales son ocluidas con espirales y, a continuación, el m icrocatéter es introducido a través del
catéter con balón en las varices gástricas. El esclerosante (c o lo r rosa ) es inyectado lentam ente en las varices b ajo oclusión con balón de la
derivación.

portal-systemic encephalopathy in patients w ith liv er cirrhosis. Shiba M , Higuchi K , Nakamura K, et al: E fficacy and safety o f
Intern M ed 40:688-691, 2001. b alloon-occluded endoscopic in jection sclerotherapy as a
K iyosue H, M ori H , M atsum oto S, et al: Transcatheter obliteration prophylactic treatment for high-risk gastric fundal varices: a
o f gastric varices. Part 1. An atom ic classification. RadioGraphics prospective, random ized, com parative clinical trial. Gastrointest
23:911-920, 2003. Endose 56:522-528, 2002.
N in o i T, Nishida N , Kaminou T, et al: Balloon-occluded retrograde Takahashi K, Yamada T, H yodoh H, e t al: Selective balloon-occluded
transvenous obliteration o f gastric varices w ith gastrorenal shunt: retrograde sclerosis o f gastric varices using a coaxial microcatheter
long-term follow -up in 78 patients. AJR A m J Roentgenol 184:1340- system. AJR A m J Roentgenol 117:1091-1093, 2001.
1346, 2005.
Embolización de la vena porta

D E F IN IC IÓ N : Oclusión de la vena porta para inducir una hipertrofia selectiva en el futuro higado
remanente durante el periodo prequirúrgico.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Resección hepática prequirúrgica cuando se espere un futuro ■ Es im prescindible un com pleto conocim iento de la anatomía
hígado rem anente inferior al 25 a 40% segmentaria hepática y venosa portal.
■ Carcinoma hepatocelular ■ El tronco de la vena porta se d ivide en las ramas derecha e
■ Colangiocarcinoma izquierda.
■ Metástasis hepáticas ■ L a rama derecha de la vena porta nutre a los segmentos
■ Adenom atosis hepática v-vm.
■ Adenom a gigante ■ L a rama izquierda de la vena porta nutre a los segmentos
■ Colangitis prim aria esclerosante II-IV.
■ El lóbulo caudado se nutre d e diversas pequeñas ramas pro­
venientes d e las venas porta derecha e izquierda.
■ Cuando el ob jetivo de la em bolización de la vena porta es
C O N T R A IN D IC A C IO N E S la oclusión de las ramas derechas, el acceso preferido es el
subxifoideo izqu ierdo anterior.
■ Ascitis m asiva
■ Se realiza la punción bajo guiado ecográfico con un catéter
■ Trastornos graves d e la coagulación sanguínea
aguja de 5 Fr.
■ Obstrucción biliar; se puede realizar la em bolización de la
■ El receso de Reix es el punto de entrada en la vena porta
vena porta tras el drenaje biliar
cuando no hace falta ocluir las ramas del segm ento IV.
■ Si la em bolización de la vena porta afectara al segm ento IV,
se accederá a la rama del segm ento III más proxim al al receso
IN S T R U M E N T A L para facilitar el cateterism o de las ramas del segm ento IV.

■ A rco en C
■ Ecografía
■ Equipo con ecografía D oppler para el acceso a la vena
T É C N IC A
porta
■ Aguja ■ La intervención se puede realizar bajo sedación intravenosa
■ Catéter aguja de 5 Fr, de 27 cm (C ook) y analgesia, pero la m ayoría de los equipos prefieren la anes­
■ A guja Echotip a demanda, de 18 G y 20 cm (Allegiance) tesia general.
■ Catéter ■ Se marca el punto de entrada sobre la piel.
■ Catéter de 5 Fr del catéter aguja ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Guía ■ Se realiza un cateterism o retrógrado de la vena porta para
■ Kayak de 0,035” J G lidew ire (Boston Scientific) realizar una portografía e identificar las ramas intrahepáticas
■ G lidewire conform able de 0,035” (Terum o) individuales y las variantes anatómicas.
■ Em bolizante ■ Se debe m edir la presión portal antes de la em bolización en
■ Cianoacrilato: Histoacryl en viales de 0,5 m i de (B. Braun todos los pacientes que tienen con un hígado cuyo deterioro
M edical) es con ocido o sospechado, ya que supone un parámetro de
■ L ip iod ol Ultrafluide de 10 m i (Guerbet) pronóstico.
■ Em bogold (700 a 900 |xm) ■ El cateterism o de cada rama se sigue de la em bolización
■ L lave de paso de tres vías con un catéter de 5 Fr con ayuda d e una Glidew ire en J de
■ Com patible con lip iod ol (C ook) 0,035”.
■ Suero glucosado isotónico ■ Si se em plea un acceso izqu ierdo y existe una bifurcación
■ Jeringa portal m uy estrecha, el cateterism o de la vena porta derecha
■ Dos jeringas d e 1 m l (Terum o) puede precisar de una conform ación de la punta del catéter
■ Jeringa de 20 m i realizada con antelación.

P U N T O S CLAVE
i La em bolización de la vena porta sirve para aum entar las in dicaciones de resecciones curativas frente a
neoplasias malignas hepáticas,
i Las in dicaciones de la embolización de la vena porta se basan en el índice del volum en del futuro hígado
remanente/volum en funcional hepático total, y dependen del estado del hígado,
i Si es posible, se accederá al sistem a portal a través del segm ento que no requiere ser embolizado.
< Se prefiere la embolización distal frente a la proximal, ju nto con el uso de un em bolizante q ue induzca una
fuerte reacción inflamatoria,
i Se embolizará paso a paso con mezcla de cianoacrilato-lipiodol siguiendo la técnica d el sándwich.
> No se recomienda la em bolización de la vena porta en pacientes con hipertensión portal superior a 20 cm
de suero fisiológico.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 305


306 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. Em bolización de la v en a porta com o p reparación


de u n a hepatectom ía derecha. La técnica em pleada es una
p ortografía m ediante acceso anterior.

Figura 2. Em bolización d e la ven a porta como p rep aració n de


u n a h epatectom ía derecha. Portografía de m o n ito rización que
muestra la com pleta oclu sión d e todas las ramas derechas y la
redistribución portal hacia el lóbu lo izq u ierd o y el segm ento IV.

Figu ra 3. Em bolización de la v en a porta com o prep aración de


u n a h epatectom ía derecha. Cateterism o e im pregnación distal
de los pedículos portales derechos con una m e zc la radiopaca de
cianoacrilato y lipiodol.
E m bolización de la vena porta

Figu ra 4. H ip e rtro fia in d u c id a e n e l ló b u lo h e p á tico iz q u ie r d o (a m a r illo ) 1 m es d espu és de e m b o liz a c ió n d e la v e n a p orta


con c ia n o a c rila to in d ic a d a p re v ia m e n te a u n a h e p a te c to m ía d e re c h a e x te n d id a a l s eg m en to I V p o r m e tá stas is co lo rrec ta les .
Reconstrucción m ediante TC 1 m es más tarde e inm ediatam ente antes de la cirugía.

■ En función de la anatom ía individual una punta de 1 a 2 cm ■ Esta m aniobra se repite tantas veces com o sea necesario para
de largo angulada con entre 30 y 90° conform ada m ediante obtener una oclusión distal y com pleta.
vapor puede facilitar otras maniobras. ■ La dosis total de cianoacrilato oscilará entre 1 y 3 m i adm inis­
■ Cada tronco principal que se desee ocluir se cateteriza selec­ trada entre cuatro y seis inyecciones sucesivas de mezcla.
tivam ente m ediante em bolización distal e independiente del ■ Un riesgo de esta técnica es la oclusión del catéter con la
flujo. repetición de las inyecciones de adhesivo.
■ Siempre que existan las m ejores condiciones para la em boli­ ■ El em puje de la Glidew ire de 0,035” a través del catéter lim ­
zación independiente del flujo, habrá de asegurarse la posi­ pia la pared interna del catéter de los restos de la m ezcla de
ción estable y selectiva del catéter para cada vena y se evitará adhesivo o Lipiodol.
el reflujo desapercibido de material embólico. ■ La llave de paso de tres vías tam bién precisa de lim pieza de
■ El reflujo m asivo del em bolizante en el futuro hígado rema­ restos de adhesivo tras cada inyección.
nente anularía su hipertrofia o provocaría una oclusión por­ ■ Tanto la llave de paso de tres vías com o el catéter deben ser
tal casi total. reem plazados antes de la oclusión al menos cada tres o cinco
■ Las ramas derechas con orígenes próxim os a la bifurcación inyecciones.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

portal deberían ser cateterizadas hiperselectivamente. ■ La portografía d e m onitorización se realiza al final de la inter­
■ Se debería tener cuidado para evitar el reflujo en las venas vención y se anota la presión portal tras la em bolización.
del lóbulo izqu ierdo al ocluir las venas del segm ento IV.
■ Las venas del segm ento IV deberían ocluirse prim ero para
aportar seguridad, incluso cuando se em plea un em bolizante
particulado en v e z de cianoacrilato.
C O N T R O V E R S IA S
■ Los autores de este libro, al igual que otros muchos, realizan
mayoritariamente las em bolizaciones con una m ezcla de cia­ ■ Acceso: se pueden em plear otros muchos m étodos además
noacrilato y lipiodol. del percutáneo para acceder a la vena porta.
■ Dicha m ezcla (proporción cianoacrilato:lipiodol cercana al ■ El acceso transyugular se ha em pleado satisfactoriamente
0,5) se prepara en una jeringa de insulina justo antes de la cuando la ejecución de la técnica transhepática convencional
prim era em bolización. resultaba imposible.
■ Se puede incrementar la dilución añadiendo más lipiodol si se ■ Aunque el acceso quirúrgico transileocólico requiere una
necesitara durante la intervención. laparotomía, según algunos autores perm ite evaluar m ejor
■ La m ezcla se empuja con suero glucosado isotónico siguiendo prequirúrgicamente la extensión tumoral.
la técnica del sándwich. ■ Se ha demostrado la eficacia de la em bolización frente a la
■ El volum en d e cada inyección de m ezcla debe ser inferior al ligadura de la vena porta antes de una extensa hepatectomía
contenido del catéter. derecha.
308 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ N o existe un respaldo definitivo a ningún em bolizante con­ ■ Pueden aparecer neum otorax; hem atom a subcapsular; seu­
creto; eso sí, este deberá proporcionar una oclusión distal. doaneurism a arterial tras una punción arterial desapercibida,
■ La em b olización d e la vena porta puede acelerar el creci­ y trombosis de la vena porta.
m iento tumoral de las lesiones que se localicen en el futuro ■ Los riesgos son superiores en los pacientes con hipertensión
hígado remanente. portal o con trastornos de la coagulación sanguínea.
■ La em bolización de la vena porta se puede realizar sin riesgo
de absceso hepático en pacientes som etidos a duodenopan-
createctomía o que sufrieron una infección crónica del árbol
RESULTADO S biliar.
■ La em bolización de la vena porta p rovoca isquem ia suave;
apoptosis o necrosis de algunos hepatocitos, y disyunción
intercelular.
■ Está demostrado que un incremento en volum en supone un
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
incremento funcional paralelo en el futuro hígado remanente. Y S E G U IM IE N T O
■ La m ejoría funcional tras la em bolización d e la vena porta se
■ La tolerancia clínica habitualm ente es excelente con tan solo
ha demostrado a través de la evaluación del efecto de prim er
un leve d olor o m olestia abdom inal y febrícula, los cuales
paso de la lidocaína y gamm agrafía con albúm ina sérica con
desaparecen en < 3 días.
Tc99m-galactosilo.
■ En pacientes con tum or carcinoide prim ario, puede darse un
■ Se ha descrito un increm ento m edio del 70% en el tamaño
síndrom e carcinoide en el p eríodo siguiente a la em b oliza­
del futuro hígado remanente.
ción que se debería evitar de manera sistemática.
■ El índice del volum en del futuro hígado remanente/volumen
■ Durante el p eríodo posterior a la em bolización d e la vena
funcional hepático total se incrementó en un 12,4% y fue de un
porta el tiem po de protrom bina debe perm anecer por encim a
32% a las 4 semanas tras la embolización de la vena porta.
del 70% de su valor de referencia.
■ En las series más relevantes, se ha notificado un aum ento del
■ Las concentraciones de aspartato- y alaninotransaminasas
volum en del futuro hígado rem anente de entre el 30 y 42% y
pueden triplicarse durante el prim er día tras la em bolización
un increm ento del 19-36% al 31-59% del volum en funcional
de la vena porta.
hepático total.
■ La duración total de hospitalización para la intervención no
■ Todos los pacientes alcanzaron un índice crítico del volum en
supera los 3 días.
del futuro hígado rem anente/volum en funcional hepático
total del 25% después de 4 a 5 semanas.
■ Las tasas de supervivencia son comparables a las de los pacien­ Lecturas recomendadas
tes sometidos a resección sin embolización de la vena porta. Abdalla EK, Hicks ME, Vauthey JN: Portal vein em bolization:
rationale, technique and future prospects. B r J Surg 88:165-175,
2001.
Ad am R, Lucidi V, Bismuth H: H epatic colorectal metastases: methods
C O M P L IC A C IO N E S o f im p rovin g resectability. Surg C lin N orth A m 84:659-671, 2004.
Kokudo N , M akuuchi M: Current role o f portal vein em bolization/
■ La tasa de com plicaciones en raras ocasiones supera al 1,5% hepatic artery chem oem bolization. Surg C lin N orth A m
sin ninguna m uerte comunicada. 84:643-657, 2004.
Embolización esplénica en el paciente
no traumatizado

D E F IN IC IÓ N : La embolización esplénica interrumpe el flujo arterial a la arteria esplénica o a una de


sus ramas; se puede considerar una alternativa a la esplenectomía o a la ligadura de la arteria esplénica.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Su indicación principal es el hiperesplenism o secundario a ■ Acceso fem oral
hipertensión portal ■ Acceso axilar o braquial (m ucho m enos habituales)
■ H em orragia consecuencia de varices gastroesofágicas (aun­
que hay quien lo defiende, pero no se ha demostrado que la
hipertensión portal se m odifique significativam ente en todos
los casos de em bolización arterial esplénica)
■ Hemorragia gastroesofágica en niños com o m anifestación de T E C N IC A
la enferm edad d e Gaucher, atresia de vías biliares intrahepá-
ticas o trom bosis d e la vena porta ■ Se realiza una preparación aséptica del sitio de la punción
■ Pacientes en hem odiálisis con esplenom egalia y pancito- con un baño de povidon a yodada el día anterior a la em boli­
penia, receptores de trasplante renal en los que la terapia zación.
inm unodepresora se ha com plicado con hiperesplenism o ■ Se administran antibióticos por vía sistémica desde el mismo
■ Pacientes con talasemia (una esplenectom ía supone un riesgo día de la em bolización.
particularmente elevado en estos casos) ■ Se recomienda cateterizar la arteria esplénica desde un punto
■ Otras patologías com o púrpura trom bocitopénica idiopática, tan distal com o se pueda para reducir cualquier posible
linfom a esplénico, leucem ia linfática crónica, leucemia mie- reflujo de material em bólico.
loide, m ielofibrosis, tricoleucem ia, policitem ia vera, esferoci- ■ La técnica coaxial se puede usar en las arterias esplénicas
tosis hereditaria, anem ia hem olítica autoinmune tortuosas para optim izar el cateterism o distal.
■ La em bolización esplénica parcial preoperatoria, defendida ■ Se debe m antener un flujo anterógrado en la arteria esplénica
com o intervención previa a la esplenectom ía laparoscópica durante la em b olización para evitar el reflujo d e los em boli­
del b azo tumoral zantes.
■ El intervencionista prepara las borlas de gelatina durante la
intervención.
■ Se inyectan partículas de distintos tamaños: las pequeñas
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ocluirán las arterias intraesplénicas más distales y las gran­
des bloquearán las arterias en el hilio esplénico.
■ N o se han encontrado contraindicaciones absolutas. ■ Durante la intervención, se ha de evitar la form ación tem­
■ Es aconsejable realizar dos o tres sesiones de em bolización en prana de un tapón de partículas de gelatina ya que puede
serie para que sea m ejor tolerada y m inim izar el riesgo de com ­ im pedir una correcta em b olización posterior.
plicaciones cuando existe una esplenomegalia significativa. ■ Suelen ser necesarias entre 20 y 40 borlas de gelatina en fun­
ción del volum en esplénico.
■ Las borlas de esponja d e gelatina se empapan en una solu­
ción antibiótica antes de su inyección.
IN S T R U M E N T A L
■ Durante la intervención se debe evaluar la extensión del
■ Catéter infarto.
■ Cobra o Sidewinder de 5 Fr ■ La em bolización se detendrá cuando se reduzca significativa­
■ Sidewinder tipo I o II mente el flujo del contraste en la arteria esplénica.
■ Guía ■ La extensión del infarto se corresponde generalm ente con el
■ H idrófilas rígida y flexible 70 a 80% del volum en esplénico.
■ M icrocatéter ■ Se puede realizar una angiografía durante la intervención
■ Coaxial, (M icroferret, Radifocus) para evaluar el avance y la extensión de la em bolización.
■ M aterial de em bolización ■ Se evitan los reem plazos del catéter angiográfico durante la
■ Borlas de esponja de gelatina: normalmente, de 1 x 1 x 5mm intervención para evitar com plicaciones sépticas.

P U N T O S CLAVE
■ La em bolización parcial de la arteria esplénica, en que una porción del parénquim a esplénico se mantiene
viable, conserva la función inm unológica del bazo.
■ La em bolización parcial del 50 a 70% del tejido esplénico produce resultados sim ilares ai infarto esplénico
total (alteraciones hem atológicas, hiperesplenismo).
■ La em bolización parcial del tejido esplénico se asocia con una m enor tasa de com plicaciones.
■ El riesgo de com plicaciones tras la em bolización esplénica debería evitarse con profilaxis antibiótica y una
rigurosa asepsia de la técnica angiográfica.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 309


31O INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. H om bre de 61 años, testigo de J ehová, que Figura 2. H om bre de 61 años, testigo de J ehová, q u e rechaza
rechaza l a transfusión sangu ín ea y se encuentra e n lista la transfusión s ang u ín ea y se encuentra e n lista de espera
de espera de trasplante hepático debid o a u n a cirrosis en de trasplante h epático debido a u n a cirrosis e n estadio final
estadio fin al r ela cio n ad a con u n a infección p o r v iru s de la relacio nad a con u n a infección p o r v irus de la hepatitis C.
hepatitis C . T ien e un b ajo recuento p laqu etario (22.000/m i) T ien e un b ajo recuento plaqu etario (22.000/m i) p o r su
p o r su hipertensión portal y el p osterior hiperesplenism o. hipertensión portal y e l posterior h iperesplenism o. An giografía
A n gio grafía selectiva previa a la e m b o lización qu e muestra una esplénica selectiva realizada tras la em b o lización con borlas
esp len om egalia moderada. d e esponja de gelatina qu e muestra un b azo heterogéneo con
estasis de contraste en las ramas arteriales intraesplénicas
y d esorganización d el parénquim a esplénico periférico. La
e xtensión del in farto se estim ó en un 80% .

Figura 3. H om bre de 61 años, testigo de J ehová, q ue r echaza la transfusión s ang u ín ea y se encuentra e n lista de espera de
trasplante h epático d ebid o a u n a cirrosis en estadio fin al r ela cio n ad a con u n a infección p o r v iru s d e la hepatitis C. T ien e un bajo
recuento p laqu etario (22.000/m i) p or su hipertensión portal y el p osterior hiperesplenism o. El recuento plaqu etario ascendió hasta las
4 00.000/ml a los 4 días de la em b o lización esplénica. TC con contraste qu e muestra un am plio infarto esplénico y unas pequeñas áreas
persistentes d e tejido viab le cercanas al h ilio esplénico.
E m bolización e sp lé n ica en el p aciente no tra u m a tiza d o

■ La em bolización com pleta del b azo con lleva una no despre­


C O N T R O V E R S IA S
ciable tasa de mortalidad; la em b olización parcial conlleva
■ El debate se centra en el fundam ento d e las indicaciones, la una m ortalidad del 9% en los casos publicados.
elección del em bolizante, la extensión de la em bolización y el ■ Algunas com plicaciones que pueden darse son rotura del
tratamiento m édico alternativo. b azo, necrosis de la pared gástrica, insuficiencia renal, pan­
■ Las alternativas a la esponja de gelatina (coágulos antólogos, creatitis aguda, neum onía y trombosis de la vena esplénica.
alcohol de p olivinilo, microesferas de silicona, isobutil-2-cia- ■ Las com plicaciones menores son d olor abdom inal en hipo­
noacrilato o alcoh ol), no suponen m ejores ventajas que este. condrio izquierdo, febrícula, náuseas, vóm itos, íleo paralí­
■ La em bolización de un gran b azo puede im plicar com plica­ tico, derram e pleural o ascitis y atelectasias laminares (lóbulo
ciones de im portancia; p or lo tanto, se puede practicar una inferior izq u ierd o ).
esplenectom ía laparoscópica tras una em bolización arterial
rápida com o alternativa con p oco riesgo hem orrágico.
■ La em bolización del 70 a 80% del tejido esplénico conlleva
una m ejoría más constante que la provocada p or un infarto A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
del 30 a 50%. Y S E G U IM IE N T O
■ En los pacientes con púrpura trom bocitopénica idiopática, los
■ El d olor abdom inal tras la em bolización norm alm ente se
corticoides a altas dosis pueden corregir la trom bocitopenia y
controla bien con m edicación.
hacer que la em b olización esplénica parcial sea innecesaria.
■ Los pacientes que se som eten a una em bolización para tratar
■ La extensión del infarto esplénico Solo se puede evaluar con
un trastorno hem atológico con o sin esplenom egalia necesi­
precisión m ediante el seguim iento con técnicas radiológicas
tan una breve estancia hospitalaria (4 a 6 d ías).
tomográficas.
■ Los pacientes con esplenom egalia o enferm edad subyacente
com pleja pueden necesitar un ingreso más prolongado.
■ Tras la finalización de la intervención, el efecto local de la
RESULTADO S em bolización esplénica se puede evaluar con estudios de
m edicina nuclear, ecografía, TC o RM.
■ Estudios experim entales (en animales) demostraron que la ■ Las gamm agrafías con Tc99m-azufre coloidal y la ecografía
inyección de partículas de gelatina en las arterias esplénicas sufren lim itaciones en su capacidad para demostrar con pre­
inducía obliteración persistente de los vasos a las 8 semanas cisión la amplitud de la em bolización.
de la em bolización. ■ La TC y la R M perm iten una valoración precisa del volum en
■ Datos experim entales (en animales) con bazos normales no esplénico infartado.
demostraron ninguna influencia en la esperanza de vida de los ■ L a TC y la R M son capaces de valorar la transform ación del
hematíes y ningún incremento en las plaquetas circulantes. tejido infartado hacia la fibrosis.
■ Se ha demostrado que la frecuencia de episodios de hem orra­
gia por varices gastroesofágicas en adultos y niños se reduce
Lecturas recomendadas
a 0,4/año tras la em b olización esplénica.
■ En el 96% de los pacientes se consiguió un aum ento de las Jonasson O, Spigos DG, M ozes MF: Partial splenic em bolization:
experience in 136 patients. W orld J Surg 9:461-467, 1985.
plaquetas, incluso cuando se em plearon espirales.
Kimura F, Itoh H , Am biru S, et al: Long-term results o f initial and
repeated partial splenic em bolization for the treatment o f chronic
idiopathic th rom bocytopenic purpura. AJR A m J Roentgenol
179:1323-1326, 2002.
C O M P L IC A C IO N E S M a d off DC, Denys A , W allace MJ, et al: Splenic arterial interventions:
anatomy, indications, technical considerations, and potential
■ La esplenectom ía realizada para el tratamiento de las esfero-
com plications. R adioGraphics 25:S191-S211, 2005.
citosis conlleva una tasa d e m orbilidad del 3,52% y una tasa
M ozes MF, Spigos DG, Poliak R, et al: Partial splenic em bolization, an
de m ortalidad por sepsis del 2,23 % . alternative to splenectom y: results o f a prospective, random ized
■ La esplenectom ía realizada para el tratamiento de la talase- study. Surgery 96:694-702, 1984.
m ia conlleva una tasa de m orbilidad del 24,8% y una tasa de N io M , Hayashi Y, Sano N , et al: Long-term efficacy o f partial splenic
mortalidad por sepsis del 11 % . e m bolization in children. J Pediatr Surg 38:1760-1762, 2003.
■ Los pacientes esplenectom izados se encuentran en riesgo de Papidimitriou J, Tritakis C, Karatzas G, Papaionnou A : Treatment o f
septicem ia, meningitis bacteriana y neum onía incontrolable. hypersplenism by em bolus placem ent in the splenic artery. Lancet
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La m ayoría de las septicemias m ortales aparecen durante los 2:1268, 1976.

2 años siguientes a la esplenectomía.


Trombosis venosa portal-mesentérica

D E F IN IC IÓ N : Trombosis de las venas portales y mesentéricas.

H A L L A Z G O S A N A T Ó M IC O S D A T O S D IA G N Ó S T IC O S
Vena porta ■ E n la e c o g r a fía c o n e s c a la d e g ris e s se o b s e rv a n
■ El trom bo de grado I se lim ita a la vena porta. tr o m b o s e c o ic o s e n la lu z d e la v e n a p o rta
■ El trom bo de grado II se extiende a la vena mesentérica supe­ (tr o m b o s c ró n ic o s y tu m o r e s ).
rior.
■ U n á re a d e a u s e n c ia d e flu jo e n e l in t e r io r d e la
■ El trom bo de grado III se extiende por el sistema venoso
lu z d e la v e n a p o r ta res u lta a lta m e n te s e n s ib le y
esplácnico con colaterales grandes.
e s p e c ífic a .
■ El trom bo de grado IV se difunde por el sistema venoso sin
colaterales grandes. ■ E l flu jo a rte ria l e n lo s tr o m b o s tie n e u n a e le v a d a
■ Tam bién se aprecia incremento del diám etro (> 1 5 m m ) de la e s p e c ific id a d p ara e l d ia g n ó s tic o d e tro m b o s is
vena porta. tu m oral.
■ La presencia de colaterales portoportales y la ausencia de ■ E l tr o m b o a p a r e c e c o m o p e rs is te n te m e n te
una vena porta principal identificable tam bién se observan h ip o d e n s o tras la a d m in is tr a c ió n d e l co n tra ste y se
en ocasiones. s u e le a s o c ia r a r e a lc e p e r ifé r ic o c o r re s p o n d ie n te a
la p a re d v e n o s a .

E S T U D IO S D E IM A G E N TC
H a lla zg o s
Ecografía Doppler color ■ Los trombos m uy recientes son hiperdensos en im ágenes sin
H a llazg o s realce.
■ En la ecog rafía con escala d e grises se ob serva un trom bo ■ Se observan calcificaciones en la íntim a de la vena porta.
ec oic o en la lu z de la ven a porta (trom b os crónicos y ■ Un trom bo aparece com o persistentem ente hipodenso tras la
tum ores). administración del contraste y suele asociarse a realce perifé­
■ Un trom bo agudo puede resultar marcadamente hipoecoico y rico correspondiente a la pared venosa.
pasar desapercibido en la ecografía con escala de grises. ■ Un trom bo tum oral puede presentar realce tras la adminis­
■ Un área de ausencia de flujo en el interior de la lu z de la vena tración del contraste, en especial en la fase arterial.
porta es de alta sensibilidad y especificidad. ■ La coexistencia de hipodensidad en la vena m esentérica
■ El flujo arterial en el interior d e los trom bos es altamente superior, el engrosamiento de la pared intestinal y la ascitis
específico de trombosis tumoral. indican infarto intestinal transmural.
Utilidad ■ Se registra realce heterogéneo del parénquim a hepático, con
■ L a ecografía D oppler color es una técnica eficaz para la áreas claramente definidas de hipodensidad.
valoración d e la trombosis venosa portal y resulta asimismo ■ En otras ocasiones, en la fase arterial pueden observarse
rápida, económ ica y segura. áreas de m ayor realce del parénquim a hepático.
■ La valoración ecográfica puede verse lim itada en pacientes Utilidad
obesos, en los que tienen un hígado pequeño o en los casos ■ La TC o la R M son necesarias para evaluar con m ayor preci­
en los que hay gas intestinal. sión el alcance de la trom bosis y para detectar la isquem ia
■ La ecografía D oppler color se u tiliza para evaluar la anatomía intestinal y las causas abdom inales de trom bosis venosa pro­
vascular, el tamaño del trom bo, los síntomas de isquem ia funda.
intestinal, las colaterales y las posibles causas locales de ■ M uchos autores consideran la TC com o técnica de elección,
trombosis venosa profunda. en especial en su m odalidad multicorte.
■ Si e l flujo portal es m uy lento, es posible que no se detecte en ■ La TC helicoidal aporta com o ventaja un alto n ivel de detalle
un estudio D oppler y puede confundirse con una trombosis. anatómico.
■ El Doppler pulsado pone de manifiesto el flujo lento continuo. ■ Entre los inconvenientes están la exposición a radiaciones y
■ L os contrastes intravenosos han dem ostrado qu e m ejoran el contraste de yodo intravenoso.
la sensibilidad d e la d etecció n d e la trom bosis venosa p ro­ ■ La fase inicial sin contraste hace posible la detección de
funda, una tip ificación d e los trom bos en diversos estu­ trom bos recientes y la observación de realce en una im agen
dios. poscontraste.

L O Q U E N E C E S IT A S A B E R E L M É D IC O R E M IT E N T E
i De la extensión de la trom bosis en las ramas venosas mesentéricas (grados III y IV) se deduce el riesgo de
infarto intestinal y, en consecuencia, de muerte,
i Incluso cuando existen causas locales de trom bosis venosa profunda, siempre se ha de descartar la
existencia de predisposición protrom bótica o un trastorno m ieloproliferativo latente,
i En caso de pileflebitis supurativa, el pronóstico es malo y la m ortalidad puede alcanzar el 80% .
i La hem orragia por varices es la principal com plicación de la trom bosis venosa profunda,
i En pacientes con hemorragia por varices digestivas en presencia de cirrosis, la mortalidad oscila entre el 30 y 70%.

312 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Trom bosis venosa p o rta l-m e s e n té ric a

Figura 1 . Proyección d e m áx im a intensidad de u n a TC a x ia l Figura 2. Sarcom a m esentérico que req u irió m últiples
con cortes finos y con contraste q ue d efine u n a trifurcación intervenciones q uirúrgicas abdom inales, entre ellas u na
portal. Se aprecian clips metálicos, presentes com o consecuencia duodenopancreatectom ía cefálica, en u n a paciente de 75 años
d e una adrenalectom ía para tratar una metástasis d e carcinom a de de edad. La TC multicorte con contraste en la fase portal muestra
células renales. un trom bo hipodenso qu e distiende la vena porta con realce de la
pared d e la m ism a y heterogeneidad en e l realce del parénquim a
hepático. También se observan metástasis hipervasculares hepáticas
y peritoneales (flecha s), una endoprótesis en el conducto
pancreático y atrofia del riñón izquierdo.

T V
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. F leb o grafía h epática e n clavada con dióxido de


carbono. La anatom ía d e la vena porta se aprecia con claridad.
Se observa una ven a porta derecha doble, con la rama in ferio r
conectada a la ven a porta extrahepática.
314 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPÁTICOS

Angiografía por RM ■ En niños, la presentación clínica es similar, con la diferencia


H a llazg o s de que se registra tam bién retraso del crecim iento, por razo­
■ Un trom bo de m enos de 6 semanas suele ser hiperintenso en nes no com pletam ente establecidas.
las secuencia de eco-espín y en T I con eco de gradiente. ■ El pronóstico de los pacientes con trombosis venosa profunda
■ El trom bo crónico es isointenso en la secuencia en T I e hipe­ es determ inado p or las anomalías que la causan y, en casos
rintenso en T2. agudos, por el grado d e afectación mesentérica.
■ En ausencia de neoplasia m aligna, cirrosis, sepsis o trom bo­
Utilidad
■ La angiografía por R M es un excelente m edio de detección de sis de la vena mesentérica, el pronóstico es bueno.
la trombosis portal, con elevadas sensibilidad y especificidad.
■ Para valorar el sistema porta, la angiografía por R M utiliza
secuencias tridimensionales ultrarrápidas con substracción
a n a t o m ía p a t o l ó g ic a
digital obtenidas en la fase venosa o de equilibro temprano.
■ N o utiliza radiaciones ionizantes, el contraste intravenoso ■ En niños, la trom bosis venosa profunda puede deberse a
que se em plea no es neurotóxico y solo en ocasiones excep­ infección abdom inal (sobre todo onfalitis) y a anomalías
cionales induce reacciones alérgicas. congénitas.
■ En com paración con la TC helicoidal, su resolución espacial ■ En adultos, la trom bosis venosa profunda está causada por
es m enor y es menos sensible en la detección d e calcificacio­ cirrosis, hepatocarcinoma, otras neoplasias, trastornos de la
nes d e la íntim a portal. coagulación y trastornos abdom inales, inflam atorios o infec­
■ Otros inconvenientes son que el grado de estenosis puede ciosos.
estimarse en exceso, que la lu z de las endoprótesis metálicas ■ Cuando la causa es infecciosa, puede registrarse flebitis sép­
no puede evaluarse y que el tiem po de exploración en mucho tica de la vena porta asociada a trombosis, proceso conocido
más prolongado. com o pileflebitis.

Radiología intervencionista
H a llazg o s
■ Presencia d e defectos de repleción intraluminal
IN C ID E N C IA /P R E V A L E N C IA
■ Retraso de la visualización del sistema venoso Y E P ID E M IO L O G ÍA
■ Espasmo secundario de las arterias mesentéricas u opaquifi-
■ En niños, hasta el 50 % de las trombosis venosa profunda son
cación prolongada de las arcadas arteriales mesentéricas
secundarias a infección abdom inal (on falitis); las anomalías
■ Trombosis venosa profunda crónica: colaterales portosisté-
congénitas de la vena porta son la siguiente causa.
micas
■ En adultos, la trom bosis venosa profunda se asocia bási­
Utilidad camente a cirrosis; su incidencia aumenta a m edida que la
■ Las técnicas invasivas se reservan para casos en los que otras enferm edad avanza.
técnicas no aportan resultados concluyentes. ■ La prevalencia en pacientes con cirrosis y hepatocarcinom a
■ La portografía indirecta es la técnica más sensible para valo­ es del orden del 44% .
rar la trom bosis en las venas m esentéricas menores. ■ El proceso es idiopático en el 8 a 20% de los casos.
■ La portografía directa no se v e lim itada por colaterales, en ■ La trom bosis venosa profunda es el principal m otivo de
ella puede medirse la presión y es posible realizar interven­ hipertensión portal prehepática en el m undo occidental.
ciones terapéuticas, aunque im plica riesgos de hemorragia, ■ Asim ism o, es la principal causa de hipertensión portal de
trombosis e infección. cualquier tipo en pacientes no cirróticos en los países indus­
■ La flebografía hepática enclavada con dióxido de carbono se trializados, en los que es responsable de aproxim adam ente el
com para con la portografía transyugular directa y la porto- 8 a 10% de los casos.
grafía arterial indirecta; el m étodo es seguro y eficaz.

Lecturas recomendadas
Bilbao JI, V ivas L, D elgado C, e t al: Portal thrombosis. In Rossi P,
P R E S E N T A C IÓ N C L IN IC A Ricci P, Broglia L , editors: Portal Hypertension: Diagn ostic Im a ging
and Imaging-guided. Therapy. Berlin, Springer, 2000, pp. 233-248.
■ La form a crónica incluye trastornos de la función hepática, Bradbury MS, Kavanagh PV, Chen MY, et al: N on in vasive assessment
varices digestivas sangrantes, esplenom egalia e hiperesple- o f portom esenteric venous thrombosis: current concepts and
nismo. im aging strategies. J C om put Assist Tom ogr 26(3):392-404, 2002.
■ La forma aguda es asintomática o, en general, inespecífica. Gallego C, Velasco M , M arcuello P, et al: Congenital and acquired
■ Puede observarse un trom bo extendido a las ramas mesenté­ anom alies o f the portal venous system. Radiographics 22(1):141-
159, 2002.
ricas distales y que, en ocasiones, produce d olor abdominal,
Hidajat N , Stobbe H, Griesshaber V, et al: Im aging and radiological
náuseas, vóm itos y ascitis leve.
interventions o f portal vein thrombosis. Acta R adiol 46(4):336-343,
■ En casos de pileflebitis, tam bién se presentan fiebre, leucoci­ 2005.
tosis y d olor abdominal.
Tratamiento de la trombosis venosa portal
mesentérica

D E F IN IC IÓ N : Las técnicas intervencionistas para el tratamiento de la trombosis venosa portal


incluyen fibrinólisis local, trombectomía mecánica, angioplastia e implante de endoprótesis y derivación
portosistémica transyugular intrahepática.

venosa profunda y trasplante ortotópico en los que se observa


IN D IC A C IO N E S flujo portal insuficiente tras trom bectom ía quirúrgica.
■ Técnicas diagnósticas invasivas para casos en los que otros
procedim ientos no son concluyentes o cuando se va a reali­
zar una intervención percutánea.
■ Trombosis venosa portal-mesentérica aguda en pacientes no C O N T R A IN D IC A C IO N E S
cirróticos en los que el tratamiento sistémico no es efica z y,
com o prim era opción, en pacientes sintomáticos: fibrinólisis ■ La trom bosis portal se considera una contraindicación rela­
endovascular, recanalización y derivación portosistém ica tiva para la derivación portosistém ica transyugular intrahe­
transyugular intrahepática. pática, debido a su gran com plejidad técnica.
■ Cirrosis con trom bosis venosa profunda aguda, trombosis
venosa profunda que se extiende a las ramas intrahepáticas
y flujo portal lento, a pesar del tratamiento de las colatera­
les portosistémicas: derivación portosistém ica transyugular IN S T R U M E N T A L
intrahepática.
■ Trombosis venosa profunda con pileflebitis: la intervención ■ Sala y equipo de angiografía
percutánea p recoz puede considerarse para insertar drena­ ■ Ecografía
jes, destruir y aspirar el trom bo y administrar fibrinolíticos y ■ La ecografía se em plea com o guiado por de im agen para el
antibióticos directamente. acceso transhepático percutáneo.
■ Trombosis venosa profunda crónica con varices gastroeso- ■ La ecografía convencional o intravascular reduce conside­
fágicas hemorrágicas: ligadura endoscópica de varices con rablem ente la frecuencia d e com plicaciones por punción
banda, trom bectomía, recanalización mecánica, colocación errónea.
de endoprótesis y em bolización de varices o derivación porto­ ■ Agujas Chiba (calibre 21)
sistémica transyugular intrahepática, o ambas (en especial, ■ Para punción transhepática
en pacientes cirróticos). ■ Catéter
■ Paliación d e com plicaciones derivadas de la hipertensión ■ Catéter m ultiperforado para fibrinólisis local
portal en trom bosis venosa profunda causada p or un trombo ■ Catéter de 8 o 9 Fr con lu z interna am plia para extracción
relacionado con hepatocarcinoma: endoprótesis y derivación del trom bo
portosistém ica transyugular intrahepática. ■ Catéter p ig ta il posiblem ente usado com o dispositivo de
■ Trombosis venosa profunda aguda subsiguiente a trasplante de trom bectomía
hígado: trombólisis, angioplastia, endoprótesis y embolización ■ Guía hidrófila
de colaterales portosistémicas, si mantienen flujo hepatófugo. ■ Dispositivo de trom bectomía
■ Trombosis venosa profunda en pacientes som etidos a tras­ ■ Dispositivos que realizan la trom bectom ía por contacto
plante de hígado ortotópico, con flujo portal insuficiente tras directo (balones de angioplastia de 8 a 10 m m , cables con
trom bectom ía quirúrgica. cesta fija o rotatoria y catéteres p ig ta il)
■ Técnicas intraoperatorias percutáneas intervencionistas que ■ Dispositivos de trom bectom ía hidrodinámica
han sido utilizadas con éxito en pacientes con trombosis ■ Dispositivos de trom bectom ía reolítica (basados en flujos)

P U N T O S CLAVE
> El objetivo del tratam iento de la trom bosis venosa portal es revertir la trom bosis y tratar sus com plicaciones,
sobre to d o la hemorragia por varices en su form a crónica, y prevenir la retrombosis.
i Si es posible, deben tratarse tam bién las causas de la trom bosis venosa profunda.
> Las técnicas d iagnósticas invasivas se reservan para casos en los que o tras técnicas no son concluyentes o
en las que se va a realizar una intervención terapéutica percutánea.
> Entre las in dicaciones para las técnicas percutáneas cabe citar la progresión o persistencia de los síntomas
de trom bosis venosa profunda aguda, a pesar del tratam iento, y la trom bosis venosa profunda con
síntomas m anifiestos en la q ue no está indicada la cirugía.
i Las técnicas percutáneas com prenden fibrinólisis farm acológica selectiva, trom bectom ía mecánica o
angioplastia con balón (o ambas), colocación de e ndoprótesis en la vena porta y em bolización de las
colaterales con flujo hepatófugo.
i Entre las com plicaciones cabe m encionar la hem orragia intraperitoneal, el daño endotelial en la trom bólisis
mecánica, la disfunción y el desgarro de la arteria hepática o la vena porta y la insuficiencia cardíaca
derecha en la derivación portosistém ica transyugular intrahepática.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 315


316 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. H om bre de 55 añ os de edad con dolor abdom inal. Figura 2. H om bre de 5 5 añ os de ed ad con d o lo r a bdom inal.
Portografía directa tras rotura m ecánica de los trom bos. N o se Punción transyugular directa de la vena porta.
observa flujo.

Figura 3. H om bre de 55 añ os de edad con dolor abdom inal. Figura 4. H om bre d e 55 añ os d e e d ad con dolor a bdom inal.
Prótesis (d erivación portosistém ica transyugular intrahepática) Portografía directa tras realización de la derivación portosistémica
implantada d e la ven a porta a la ven a hepática derecha. transyugular intrahepática que muestra un flu jo adecuado en el
interior de la prótesis.

■ Tam bién utilizados: cesta de fragm entación de nitinol Tre- ■ El C 0 2 se utiliza com o contraste para opaquificar las venas.
rotola, dispositivo de trom bectom ía Am platz, dispositivo ■ El C 0 2 es más seguro que el constaste yodado para llevar a
de trom bectom ía Xpeedier AngioJet cabo una inyección enclavada.
■ Trom bolítico ■ El C 0 2 tiene una baja viscosidad, lo cual significa que la
■ Urocinasa rotura capsular es casi imposible.
■ Activador de tromboplastina recom binante (rTPA) ■ El C 0 2 no p rovoca reacciones alérgicas ni efecto nefrotóxicos,
■ Contraste yodado, C 0 2 su costo es bajo y su dosis no tiene límites.
T ratam iento de la tro m b o s is venosa po rta l m esentérica

■ El C 0 2 se difunde más fácilm ente a través de los vasos más ■ La asociación de la trombólisis intraportal con los m étodos
pequeños, haciendo posible visualizar el árbol portal con mecánicos de recanalización perm ite que la patología remita
m ayor precisión. más rápidamente que con la trom bólisis sistémica.
■ Endoprótesis ■ La fibrinólisis local puede realizarse a través de la arteria mesen­
■ Las endoprótesis cubiertas reducen la frecuencia de las térica superior colocando el catéter desde la arteria femoral o
estenosis y las trombosis. directamente a través de la vena porta, por vía transhepática
o transyugular.
■ Según parece, la fibrinólisis a través de la arteria m esentérica
superior es el m étodo más aconsejable en casos de trombosis
a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o venosa profunda com pleta y en casos en los que se ven afec­
tadas las venas mesentéricas pequeñas.
■ Portografía indirecta: síntomas d e trombosis com o defectos
■ Si la trombosis venosa profunda se localiza en el eje esple-
de repleción intraluminal, retraso en la visualización del sis­
noportal o en el segm ento proxim al de la vena m esentérica
tem a venos, espasm o de las arterias mesentéricas y opaquifi-
superior, y cuando las venas distales son perm eables, se
cación prolongada de las arcadas arteriales.
recomienda el acceso portal transhepático.
■ Trombosis venosa profunda crónica: las colaterales porto-
■ D icho acceso tam bién perm ite realizar una trom bectomía
sistémicas pueden limitar el alcance de la visualización del
mecánica.
árbol portal si el contraste escapa a través de ellas en direc­
■ Aunque se em plean con m enor frecuencia, son asimismo
ción hepatófuga.
viables los accesos transesplénico y transileocólico (por
■ Portografía directa: las im ágenes no se ven limitadas por las
m inilaparotom ía).
colaterales con flujo hepatófugo, puede medirse la presión y
■ En general, el acceso transhepático es el más usado.
es posible realizar intervenciones terapéuticas.
■ Resulta más fácil que la vía transyugular, aunque com porta
■ Inconvenientes de la portografía directa son el riesgo de
m ayor riesgo d e hem orragia, sobre todo en pacientes trata­
hem orragia en el punto de punción, en especial si esta es
dos con anticoagulantes o con ascitis.
transhepática, y el riesgo, por lo demás leve, de trombosis o
■ Si se va a realizar tam bién una derivación portosistém ica
infección de la vena porta.
transyugular intrahepática, la vía transyugular perm ite llevar
■ En la derivación portosistém ica transyugular intrahepática es
a cabo ambas técnicas a partir de una sola vía de acceso.
im portante elegir la vena hepática derecha para intervenir, y
■ La punción transhepática d e la rama portal intrahepática se
determ inar su relación con las ramas portales y la posición
efectúa bajo anestesia general, utilizando agujas Chiba (21 G)
de la cápsula hepática frente a la bifurcación portal.
y con guiado ecográfico.
■ El conocim iento de la anatomía hepática y portal evita las
■ Una v e z asegurado en acceso, el trom bo portal es recana-
punciones extracapsulares de la vena porta y el consiguiente
lizad o con guías hidrófilas, y el catéter m ultiperforado se
riesgo de hem orragia peritoneal.
inserta para perfundir la urocinasa o el activador tisular del
■ En la derivación portosistém ica transyugular intrahepática,
plasm inógeno recombinante (A P tr ).
la punción de la rama portal 2 a 3 cm por encim a de la bifur­
■ Cuando se efectúa la fibrinólisis local com o m edida única, la
cación portal se considera segura.
duración del tratamiento depende de la rem isión de la trom ­
bosis.
■ Sin em bargo, suele utilizarse en asociación con trom becto­
T É C N IC A mía mecánica, efectuada antes o después d e la fibrinólisis.
■ Si la trom bectom ía m ecánica se va a realizar después de la
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
fibrinólisis, se administra un ciclo corto de infusión de uro­
cinasa (p. ej., 250.000UI/2h o 100.000UI/6h) o rTPA (0,25-
Técnicas diagnósticas lm g / h ).
■ La portografía indirecta consiste en valorar el tiem po de ■ Tras la infusión del trom bolítico, se extrae la m ayor cantidad
retom o venoso del contraste inyectado en la arteria mesenté­ de trom bo posible, m ediante un catéter de 8 o 9 Fr de luz
rica superior o la arteria esplénica. interna amplia.
■ En la portografía directa, se inyecta un contraste yodado ■ Una v e z conseguida la perm eabilidad, cuando se detecta
directam ente en las ramas de la vena porta por v ía trans­ flujo hepatófugo en las colaterales portosistémicas, estas
hepática o transyugular, o a través de la vena um bilical per­ deben em bolizarse para aumentar el flujo de entrada portal.
meable. Tras m inilaparotomía, tam bién pueden emplearse la
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Si se detectan estenosis, han de ser tratadas.


vía transesplénica o la vena mesentérica. ■ En pacientes cirróticos (y en algunos no cirróticos) resulta
■ En la flebografía hepática enclavada con C 0 2, el gas es inyec­ útil la derivación portosistém ica transyugular intrahepática
tado a través del catéter con el balón enclavado en la vena para m ejorar el flujo portal.
hepática, generalm ente en la vena m edia o en la derecha. ■ A l concluir la técnica percutánea, el trayecto parenquimatoso
■ El C 0 2 se expande en sentido retrógrado por el árbol portal, es em bolizado con espirales o borlas de esponja de gelatina.
actuando com o contraste negativo. ■ La trom bectom ía m ecánica y la angioplastia con balón per-
■ Solo es necesaria una punción venosa (fem oral o yugular) y cutáneas resultan especialm ente útiles en la trom bosis aguda
es posible m edir las presiones hepáticas libre y de enclava- de pacientes con síntomas graves o en los de alto riesgo
m iento, así com o obtener biopsias hepáticas transvenosas a hem orrágico.
través del m ism o acceso. ■ En esta técnica se utilizan dispositivos m ecánicos en m inia­
tura para m odificar o destruir el trom bo con la m enor invasi-
Técnicas percutáneas vidad posible.
■ Fibrinólisis local: la administración selectiva asegura que ■ Las vías de acceso habituales son la transyugular (con m enor
una elevada concentración del fibrinolítico está presente en riesgo de hem orragia y preferible si se va a efectuar una deri­
el sistema venoso portom esentérico, con bajas concentracio­ vación portosistém ica transyugular intrahepática) o la trans­
nes sistémicas. hepática.
318 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ En casos de trom bosis crónica, la v ía transhepática favorece profunda. La supervivencia a 1 año tras la derivación p orto­
el control del tratamiento del trombo. sistémica transyugular intrahepática oscila entre el 48 y 90%
■ En la vena porta, se em plea un balón de 8 a 10 m m , que se en diferentes estudios.
infla repetidamente, rom piendo y com prim iendo el trombo ■ El éxito técnico de la derivación portosistém ica transyugular
contra las paredes de la vena, dilatando la estenosis, o apli­ intrahepática se consigue en el 95 % de los pacientes, m ien­
cando am bos métodos. tras que el éxito clínico se alcanza en el 90%.
■ Esta acción crea un conducto central perm eable en el que se ■ La trom bectom ía mecánica consigue una rem isión más
inserta una endoprótesis, generalm ente autoexpansible, para rápida d e la trombosis y favorece el uso de dosis más bajas
m antener la perm eabilidad. de fibrinolíticos, reduciendo el riesgo asociado de hemorra­
■ Antes de utilizar la angioplastia con balón, es posible elim i­ gia.
nar parte del trom bo por aspiración, m ediante fibrinolíticos ■ La trom bectom ía m ecánica resulta m uy eficaz en el trata­
o por trom bectom ía m ecánica percutánea. m iento de los trom bos recientes y se ha em pleado con éxito
■ La dilatación con balón y con colocación de endoprótesis es en el tratamiento de la trom bosis venosa profunda. Puede
la técnica d e elección para la trombosis residual tras trom ­ ser eficaz en casos en los que la anticoagulación sola haya
bectom ía mecánica, en presencia de estenosis venosa fija fracasado.
subyacente a la propia trombosis. ■ En pacientes con trombosis venosa profunda crónica, tra­
■ D erivación portosistém ica transyugular intrahepática: antes tamientos percutáneos com o trom bectomía, recanalización
de realizar una d erivación portosistém ica transyugular intra­ m ecánica, colocación de endoprótesis, em bolización de vari­
hepática, es necesario obtener un estudio de im agen (eco- ces o d erivación portosistém ica transyugular intrahepática
grafía D oppler color, TC o R M ), para analizar la anatomía tam bién se han m ostrado eficaces.
vascular y planificar la operación.
■ La v ía d e acceso preferida es la vena yugular interna dere­
cha, y su perm eabilidad debe probarse m ediante ecografía
antes de que se com ience la operación. C O M P L IC A C IO N E S
■ En ocasiones es necesario com plem entar esta v ía con una vía
■ La trom bectom ía m ecánica daña el endotelio, lo que eleva
de acceso transhepática, sobre todo si hay trom bosis venosa
el riesgo de retrombosis, hem oglobinem ia y hem oglobinuria,
profunda.
que pueden confundirse con una reacción hem olítica inmu-
■ En estos pacientes, tam bién se aplican técnicas orientadas a
nológica postransfusional.
destruir el trom bo o em bolizar las colaterales.
■ Las principales com plicaciones del tratamiento fibrinolítico
local se relacionan con la punción transhepática que puede
dar lugar a hem orragia intraperitoneal.
■ La com plicación más frecuente de la derivación portosisté­
C O N T R O V E R S IA S m ica transyugular intrahepática es la disfunción inducida
■ En trom bos relacionados con hepatocarcinom a, el riesgo por oclusión, estenosis o trombosis; la siguiente com plica­
teórico de hem orragia o disem inación tumoral y la esperanza ción más habitual es el desarrollo o el em peoram iento de la
de vid a lim itada han de ser sopesados con especial cuidado encefalopatía hepática (20 a 31 % de los casos).
frente a las ventajas de la d erivación portosistém ica trans­ ■ La frecuencia de la estenosis y la trom bosis en la derivación
yugular intrahepática. portosistém ica transyugular intrahepática se reduce signifi­
■ En determ inados casos de trom bosis venosa profunda tras cativam ente si se em plean endoprótesis cubiertas.
trasplante hepático, a veces es útil proceder a derivación por­ ■ La frecuencia de las com plicaciones letales de la derivación
tosistém ica transyugular intrahepática en la fase aguda, para portosistém ica transyugular intrahepática (com o hem orragia
m ejorar tem poralmente el flujo, aunque el alcance real de intraperitoneal, desgarro d e la arteria hepática o la vena
esta intervención ha d e ser analizado más en profundidad. porta e insuficiencia cardíaca derecha) alcanza una m edia de
■ La trombosis portal se considera contraindicación relativa de 1,7% (rango 0,6 a 4 ,3 % ).
la derivación portosistém ica transyugular intrahepática por
su gran com plejidad técnica, aunque si el especialista cuenta Lecturas recomendadas
con la necesaria experiencia, puede llevarse a cabo. Bilbao JI, Quiroga J, Herrero JI, Benito A: Transjugular intrahepatic
portosystem ic shunt (T IP S ): current status and future possibilities.
Cardiovasc Interven t R a diol 2 5 (4 ):251-269, 2002.
Bilbao JI, V ivas L, D elgado C, e t al: Portal thrombosis. In Rossi P,
RESULTADO S R icci P, Broglia L , editors: Diagn ostic Im a gin g and Im aging-guided
Therapy. Berlin, Springer, 2000, pp 233-248.
■ La portografía directa ha demostrado ser segura y efica z en Hidajat N , Stobbe H, Griesshaber V, et al: Im aging and radiological
la valoración de la vena porta, aunque no muestra las colate­ interventions o f portal vein thrombosis. Acta R adiol 46(4):336-343,
rales portosistémicas com o lo hacen otras técnicas. 2005.
■ La fibrinólisis, la trom bectom ía m ecánica y la colocación de Uflacker R: Applications o f percutaneous m echanical thrombectom y
endoprótesis se han confirm ado com o m edios eficaces para in transjugular intrahepatic portosystem ic shunt and portal vein
thrombosis. Tech Vase ln terv Ra diol 6(l):5 9 -6 9 , 2003.
tratar la trom bosis venosa profunda, aunque no siempre se
Valla DC, Condat B: Portal vein thrombosis in adults: pathophysiology,
logra la perm eabilidad com pleta del sistema venoso porto-
pathogenesis and management. J H epatol 32(5):865-871, 2000.
m esentérico.
W ebster GJ, Burroughs AK , Riordan SM: R ev iew article: portal vein
■ La derivación portosistém ica transyugular intrahepática es thrombosis - n ew insights in to etio lo gy and management. A lim e n t
un tratamiento eficaz para el control de la ascitis refractaria Ph arm acol T h er 2 1 (l):l- 9 , 2005.
y la hem orragia varicosa en pacientes con trom bosis venosa
Muestreo pancreático para la detección
de tumores neuroendocrinos

D E F IN IC IÓ N : El proceso consiste en la inyección de un secretagogo en determinadas arterias


pancreáticas y hepáticas y en el muestreo para la determinación de la hormona pertinente (insulina o
gastrina) en las venas hepáticas.

■ Secretina en form a sintética (p. ej., SecreFlo)


IN D IC A C IO N E S ■ La liberación de gastrina por los gastrinomas es simulada.
■ Fracaso en la localización de gastrinom a con técnicas de ■ El aum ento asociado de la concentración de calcio hace
im agen no invasivas que las células del gastrinom a y el insulinom a se desgra­
■ Identificación de tum or o tumores secretores de gastrina en nulen y secreten sus respectivas hormonas.
pacientes con síndrome de Zollinger-E llison (SZE) o neopla­ ■ Gluconato cálcico al 10%
sia endocrina m últiple tipo 1 (candidatos quirúrgicos), que ■ Probable m ejora del gluconato con respecto a la secretina
presentan numerosos tumores endocrinos pancreáticos ■ Sin aum ento significativo de la concentración plasmática
■ Localización preoperatoria de insulinom a cuando las técni­ de calcio
cas de im agen no invasivas resultan negativas

a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ El acceso más frecuente se produce a través de la arteria


femoral.
■ N o se han detectado contraindicaciones absolutas.
■ Se obtienen las siguientes angiografías selectivas: celíaca, esplé­
■ Entre las contraindicaciones relativas cabe citar la hiperten­
nica, hepática común, gastroduodenal y mesentérica superior.
sión no controlada, la coagulopatía no corregible, la alergia
■ La angiografía esplénica, en proyección oblicua anterior
grave al contraste yodado, la insuficiencia renal grave y la
izquierda, ofrece un p erfil del páncreas y evita el efecto
insuficiencia cardíaca congestiva.
sumatorio.
■ Para el muestreo venoso tras estimulación arterial de secre-
■ De la arteria esplénica arrancan numerosas arterias pequeñas
tina, la alergia a la secretina y la pancreatitis aguda son con­
que irrigan el cuerpo y la cola del páncreas.
traindicaciones relativas.
■ La arteria gastroduodenal da origen a las arterias pancreato-
■ Para el muestreo venoso tras estimulación arterial de calcio,
duodenales superiores, que irrigan la cabeza y el cuello del
la presencia de glucósidos cardíacos constituye una contrain­
páncreas.
dicación relativa, ya que la com binación puede dar lugar a
■ De la arteria mesentérica superior parte la arteria pancreato­
arritmias.
duodenal inferior, que tam bién irriga la cabeza y el cuello del
páncreas.
■ El relleno tumoral p recoz en la fase arterial se mantiene
durante un p eríodo variable.
IN S T R U M E N T A L
■ Catéter Cobra 2 de 4 Fr, SOS Om ni, Simmons 1 y 2
■ M icrocatéter de diám etro interno de 0,027” , com o Renegade
T É C N IC A
H i-Flo y Progreat O
■ Para arterias extremadamente tortuosas ■ Se marcan los puntos d e acceso.
■ Preferibles porque perm iten un bolo más com pacto de ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
secretagogo ■ Se im plantan catéteres en las venas hepáticas derecha e
■ Contraste yodado no iónico, com o yopam idol izquierda por el acceso venoso femoral.

P U N TO S CLAVE
i Los tum ores endocrinos pancreáticos funcionales, com o gastrinom as e insulinomas, tienden a ser
pequeños o estar ocultos en su presentación.
i La angiografía visceral con muestreo venoso tras estim ulación arterial tiene una sensibilidad elevada en la
localización de gastrinom as e insulinomas.
> La ecografía endoscópica com pite con el m uestreo venoso tras estim ulación arterial en la localización de
gastrinom as e insulinomas.
> El gluconato cálcico es secretagogo en el muestreo venoso tras estim ulación arterial, tanto para
gastrinom as com o para insulinomas
i Las in dicaciones para el m uestreo venoso tras estim ulación arterial de secretina incluyen el fracaso de las
técnicas de imagen no invasivas en la localización de un insulinoma y regionalización de un tum or secretor
de gastrina, en presencia de m últiples tumores.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 319


320 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

Figura 1. A n g io g r a fía e s p lé n ic a s e le c t iv a q u e m u es tra re lle n o Figura 2. A n g io g r a fía g a stro d u o d e n a l s e le c tiv a qu e m u estra


tu m o ra l d e 1 cm e n la c o la d e l p á n crea s (f le c h a ). En un paciente re lle n o tu m o ra l d e 3 c m en la c a b e z a d e l p á n crea s (f le c h a ). En
con indicios bioquím icos d e in sulinom a, el rellen o es com patible con un paciente con síntom as b ioquím icos de in sulinom a, el relleno
el insulinom a. El m uestreo ven oso tras estim ulación arterial con in dica la presencia d e este tip o d e tumor.
calcio m ostró gradientes positivos d e insulina en las in yecciones en
la arteria esplénica m edia y proxim al.

Tiem po (s)

Figura 3. R es u lta d os d e l m u es tre o v e n o s o tra s e s tim u la c ió n a r te ria l c o n s ec re tin a e n u n p a c ie n te c o n s ín d ro m e d e Z o llin g e r-E llis o n
esp o rá d ic o y g a s trin o m a e n l a c a b e z a d e l p án crea s. El gradiente d e gastrina en una muestra tom ada de la ven a hepática es d el 162% a
60s tras estim ulación d e la arteria m esentérica superior y del 31% a 2 0 s tras estim ulación d e la arteria gastroduodenal.
M u e stre o pancreático para la detección de tu m o re s n euro endoc rinos

Tiempo (s)

Figu ra 4. Resultados del m uestreo venoso tras estim ulación arterial con calcio e n u n paciente con n eop lasia en docrina m últiple
tipo 1 con indicios b ioq u ím icos de gastrinom a e insu linom a. Los gradientes de gastrina positivos tras estim ulación de las arterias
m esentérica superior y gastroduodenal loca liza n gastrinom as en la cabeza y el cu ello d el páncreas o en el duodeno (o en am b o s ).

■ An giografía visceral convencional: se administran inyeccio­ ■ Variaciones en los vasos afectados: solo se muestrea la vena
nes selectivas d e contraste en las arterias mesentérica supe­ hepática derecha; la inyección en la arteria hepática propia
rior, esplénica proxim al, gastroduodenal proxim al y hepática se om ite en los insulinomas ocultos.
propia. ■ Otra variación: se tom an 2 muestras basales con una diferen­
■ Si se visualiza el relleno tumoral; en la arteria que lo irriga, cia d e tiem po de 1 m in antes de inyectar el calcio, asegurando
se inyecta el secretagogo en últim o lugar. la recuperación del valor basal de insulina.
■ Después de cada angiografía selectiva, se tom an muestras de ■ M uestreo de 180 s; localización positiva si se registra un
4 m i de las venas hepáticas derecha e izquierda, para medir incremento doble o superior d e la insulina en un intervalo de
las concentraciones basales de gastrina. 30 a 120 s después de la inyección.
■ Se inyecta una em bolada de 30 U I de secretina diluida en ■ Algunos grupos controlan las concentraciones de glucosa
5 m i de suero fisiológico en la arteria seleccionada. periódicam ente durante la técnica.
■ Las muestras de ambas arterias hepáticas se obtienen 20, 40 ■ El d ia zó xid o u tilizad o para tratar a pacientes con insuli­
y 60 s después de la inyección de secretina para la determ ina­ nom a debe retirarse antes del m uestreo ven oso tras esti­
ción de gastrina. m ulación arterial con calcio, ya que inhibe la lib eración de
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Una localización positiva requiere un gradiente de gastrina insulina.


del 25% a 2 0 s; del 78% a 4 0 s, y del 109% a 60s.
■ El gradiente positivo perm ite localizar el gastrinoma en el
territorio arterial estudiado.
■ El gluconato cálcico se em plea a veces com o alternativa a la C O N T R O V E R S IA S
secretina en la localización de gastrinomas.
■ En la actualidad, las indicaciones para la angiografía con
■ Para la localización de insulinomas se usa gluconato cálcico
muestreo venoso tras estimulación arterial en pacientes
al 10% diluido en 5 m i de suero salino.
con SZE son objeto de controversia.
■ El tiem po entre las inyecciones de gluconato cálcico debe ser
■ La sensibilidad de todas las técnicas d e im agen para la detec­
de al m enos 5 min.
ción preoperatoria de gastrinomas duodenales es baja.
■ Se obtienen muestras d e las venas hepáticas 20, 40 y 60s
después de la inyección de calcio.
■ Las muestras se m antienen en hielo hasta su centrifugación
y el plasma resultante se conserva a 20 °C. RESULTADO S
■ Las concentraciones de insulina se m iden p or radioinmuno-
análisis: una concentración doble o superior del aum ento de ■ El muestreo venoso tras estimulación arterial con secretina
insulina perm ite localizar un insulinom a en el área arterial presenta una sensibilidad del 89% en la localización de gas­
estudiada. trinomas.
322 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS VASCULARES HEPATICOS

■ La sensibilidad en la detección de gastrinomas extrahepáticos ■ Otras posibles com plicaciones se relacionan con la técnica
del muestreo venoso tras estimulación arterial con secretina angiográfica.
es superior a la del muestreo aleatorio simple.
■ La sensibilidad del muestreo venoso tras estimulación arterial
con secretina para la detección de metástasis extrahepáticas
es del 41 %. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Sensibilidad de la angiografía: 57% (p or paciente) y 30% Y S E G U IM IE N T O
(p or lesión) en el gastrinoma; 60% en el insulinoma.
■ La sensibilidad del muestreo venoso tras estimulación arte­ ■ Se retiran el catéter arterial o leal introductor y se alcanza la
rial con calcio en la localización de insulinomas oscila entre hemostasia antes de la retirada de los catéteres venosos.
el 78 y 100%.
Lecturas recomendadas
Grant CS: Insulinoma. Best Pract Res C lin Gastroenterol 19:783-798,
2005.
C O M P L IC A C IO N E S Grossman AB , R eznek RH: Commentary: im aging o f islet-cell
tumours. Best Pra ct Res C lin E n docrin ol M eta b 19:241-243, 2005.
■ Las com plicaciones del muestreo venoso tras estimulación
Jackson JE: An giography and arterial stimulation venous sam pling in
arterial son escasas.
the localization o f pancreatic neuroendocrine tumours. Best Pract
■ La pancreatitis es una com plicación potencial del muestreo Res C lin E n docrin ol M eta b 19:229-239, 2005.
venoso tras estimulación arterial con calcio. Norton JA, Jensen RT: R esolved and unresolved controversies in the
■ En el muestreo venoso tras estimulación arterial con calcio se surgical m anagement o f patients w ith Zollinger-Ellison syndrome.
han com unicado dos casos de hipoglucem ia sintomática. A n n Surg 240:757-773, 2004.
PROCEDIMIENTOS DEL APARATO
GENITO-REPRODUCTOR
Quimioterapia locorregional del cáncer
pélvico ginecológico

IN D IC A C IO N E S IN S T R U M E N T A L
■ Para la administración de quim ioterapia intraarterial local se ■ A guja de Seldinger
precisa repetidam ente de un acceso intraarterial. ■ Guía
■ Una indicación es el carcinoma d e cuello uterino. ■ De 0,035” u otro tamaño, según la luz interna del catéter
■ Las indicaciones de la quim ioterapia intraarterial son las mis­ perm anente
mas que las de la quim ioterapia intravenosa; la quim iotera­ ■ Catéter perm anente
pia, en general, es útil ante carcinomas de células escamosas ■ Características útiles: radiopaco, buena visibilidad bajo
y en adenocarcinomas del cuello uterino. radioscopia, flexibilidad y fabricación en un material resis­
■ C om o terapia inicial, la radioquim ioterapia presenta mejores tente a la infusión de fármacos peligrosos
resultados que la radioterapia sola. ■ Sistema de reservorio subcutáneo
■ Se recom ienda la radioquim ioterapia adyuvante asociada ■ Sistema de reservorio de bajo p erfil de titanio (T-port L ow
tras la cirugía cuando no existen contraindicaciones para Profile)
administrar cisplatino. ■ Cámara del reservorio, catéter de 4,8 Fr, aguja de punción
■ La quim ioterapia es eficaz com o tratamiento neoadyuvante sin extracción de muestra
para un cáncer de cuello avanzado inoperable. ■ Contraste
■ La intervención se considera paliativa en casos de carcinoma ■ Contraste yodado convencional para intervenciones angio-
de cuello avanzados, metastásicos o recidivantes. gráficas
■ Está indicado en caso de metástasis a distancia. ■ Manguito inflable
■ Otra indicación es el cáncer de endom etrio. ■ Para aplicarlos a los m iem bros inferiores durante la infu­
■ Los efectos de la quim ioterapia adyuvante sistémica no son sión de los fármacos; se acom paña de un dispositivo de
prometedores en general. m edida de presión
■ Una posible excepción puede ser para aquellos casos de ■ Sistema de perfusión
adenocarcinoma papilar seroso que posee un m al pronóstico
incluso en las fases iniciales de la enferm edad (todavía sin
demostrar cuando se escriben estas líneas).
■ La quim ioterapia asociada a radioterapia puede estar indi­ a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
cada cuando la recidiva tum oral local o las metástasis no se
■ Se em plea un acceso por la arteria fem oral para acceder a las
puedan tratar con cirugía ni con radioterapia; consecuente­
arterias d e nutrición del cáncer pélvico ginecológico.
mente, el paciente se encuentra gravem ente enfermo.
■ Otra indicación son los casos de progresión tumoral bajo
terapia endocrina sistémica.
T É C N IC A
■ Se obtiene el consentimiento del paciente.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Se tomarán las precauciones generales.
■ Se contraindica en pacientes con síntomas de infección local ■ Ha de aplicarse una técnica estéril; las necesidades de asep­
o sistémica y ante coagulopatías. sia y esterilidad son m uy superiores a las de una angiografía
■ Está contraindica tam bién cuando el vaso donde se desea simple.
colocar o el acceso no son aptos para el cateterismo. ■ La anestesia será local.
■ N o debe realizarse en pacientes en situación no apta por su ■ Para puncionar la arteria fem oral, se em plea la técnica de
tratamiento antiagregante o anticoagulante. Seldinger con acceso unilateral percutáneo inguinal.
■ Se evitará en casos de intolerancia conocida a algún com po­ ■ Se introduce el catéter perm anente sobre una guía y se
nente del sistema de reservorio con catéter (titanio, silicona). avanza dentro d e la aorta abdominal.

pu n to s clave
i La quim ioterapia intraarterial locorregional se debería realizar en régimen de tratam iento interdisciplinar
entre un oncólogo, un ginecólogo, un patólogo, un radiólogo intervencionista y un radioterapeuta.
i Los pacientes que se someten a quim ioterapia son propensos a las infecciones,
i Habrá de verificarse la correcta posición del catéter y el adecuado funcionam iento del sistem a antes del
cierre cutáneo tras el im plante del reservorio y antes de cada uso.
i El sistem a se lavará antes y después de cada uso y durante la retirada de la aguja de punción,
i El sistem a se lavará entremedias cuando se emplee más de un fármaco,
i No debe emplearse el sistem a de reservorio con catéter para extraer sangre.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 323


324 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

Figura 1. Im agen por R M de u na paciente de 44 a ñ os con


carcinom a d e c élu las escam osas de cuello u terino inoperable
en estadio 4 de la FIGO. Situación an terior a la quim ioterapia F igu ra 2. Im ag en p o r R M de u n a p acien te de 42 añ os con
in traarterial locorregion al neoadyuvante a través de la aorta distal ad en o ca rcin o m a de cu ello u terino a va n z ad o q ue m uestra
y de am bas ilíacas para reducir el estadio. (FIGO , Fédération u n c arcin o m a ce rv ic al in o p era b le c o n in va sió n tu m oral
Inte rn a tio n a le de Gynécologie Obstétrique.) del param etrio, la v a g in a y la v ejig a. Situación an terior a la
qu im ioterap ia in traarterial lo co rregio n al n eoadyu van te a través
d e la aorta distal y de am bas ilíacas para redu cir e l estadio.
(Tom ado d e Strecker EP, H eb er R, Boos I, e t a l: P relim in a ry
experience w ith lo coreg ion a l in tra -a rte ria l chem oth erapy o f u terin e
ce rvica l o r e n d om etria l ca n cer u sin g th e Perip h era l Im p la n ta b le
P o r t System [PIPS™]: a fea sibility study, Cardiovasc In terven t
R ad iol; 26:118-122, 2003.)

Figura 3. Im agen por R M de u na paciente de 44 a ñ os con c arcinom a de c élu las escam osas d e cu ello uterino in o perable en estadio
4 de la FIGO. Situación tras cuatro ciclos d e quim ioterapia intraarterial qu e in dica una reducción del estadio exitosa. La paciente está
preparada para la resección quirúrgica.
Q uim ioterapia locorregional del c á n c e r pélvico gin e c o ló gico

Figu ra 4. Im ag en p o r R M de u n a p aciente de 42 a ñ os con adenocarcinom a de c u ello u terino ava n zad o q u e m u estra u n c arcinom a
ce rvic al in o p era b le con invasión t u m oral del param etrio, la v ag in a y la v ejiga. Aspecto a los 5 m eses d e seguim iento. La situación
tras cin co ciclos de qu im ioterapia intraarterial p on e de m anifiesto una reducción d el estadio satisfactoria, lo qu e p erm itió realizar la
cirugía. Los órganos resecados no presentaban en ese m om en to ninguna prueba de enferm edad m etastásica n i de extensión region al de
la n eoplasia in icial. (T om ado de Strecker EP, H eber R, Boos I, e t a l: P re lim in a ry experience w ith lo coreg ion a l in tra -a rteria l chem otherapy o f
u terin e cervical o r en d om etria l ca n cer u sing the Perip hera l Im p la n ta b le P o r t System [PIPS™]: a fea sib ility study, Cardiovasc In terven t R adiol;
26:118-122, 2003.)

■ Se rea liza una an giografía d e orientación aortoilíaca de ■ Se com ienza con la quim ioterapia el día siguiente al im plante
las arterias pélvicas m edian te la técnica de substracción del reservorio.
digital. ■ Tras una desinfección cutánea local, la mem brana del reser­
■ Para evitar reservorios bilaterales, se inserta el catéter de vorio se punciona con una aguja sin capacidad de extracción
infusión unilateralmente; luego, se coloca en la aorta abdo­ de muestras.
m inal distal. ■ Se com prueba la perm eabilidad del sistema y la ausencia de
■ Se coloca la punta del catéter en la mitad inferior de la aorta fugas por m edio de una radioscopia con una pequeña canti­
infrarrenal. dad d e contraste.
■ La punta del catéter no debe colocarse en proxim idad a las ■ Se inflan ligeram ente un m anguito en cada glúteo por encim a
arterias lumbares o mesentérica inferior para evitar los efec­ de la presión arterial suprasistólica; así se redistribuye el flujo
tos tóxicos en los nervios espinales o en el intestino. sanguíneo hacia los órganos pélvicos.
■ N o se colocará la punta del catéter estirada dentro de los ■ La administración del antineoplásico se realiza m ediante un
vasos para evitar la m ovilización del paciente con los m ovi­ sistema d e perfusión según las recomendaciones para dicha
mientos corporales. sustancia.
■ Tam poco se colocará la punta del catéter excesivam ente cur­ ■ El dolor en la pierna que no se pueda tolerar se trata con
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

vada para evitar que se salga. analgésicos.


■ La punta del catéter debe colocarse de m odo que el antineo­ ■ Tras su em pleo, el sistema se debe lavar con suero fisiológico
plásico se distribuya igualm ente por ambas arterias ilíacas. o heparina diluida en suero fisiológico.
■ Se realiza una angiografía de substracción digital inyectando ■ Se recom ienda el lavado tam bién durante la retirada d e la
contraste a baja presión (4m l/s). aguja para evitar el reflujo de la sangre dentro del catéter.
■ Tras la retirada de la guía el catéter, se acorta por su extremo ■ Si se administra más de un fármaco, se recomienda el lavado
exterior y se conecta con el reservorio. después de cada administración individual para evitar las
■ Se crea el túnel subcutáneo, con una localización lateral y interacciones entre fármacos.
distal al punto de punción. ■ Se em plea una jeringa de 10 m i para evitar la presión dentro
■ La perm eabilidad del reservorio y del catéter se com prueban del sistema.
con contraste y radioscopia. ■ La infusión reiterada se realiza con intervalos de 3 a 4 sema­
■ El sistema del reservorio se lava con suero fisiológico hepari- nas, en función del estado del paciente y de la pauta de qui­
nizado (aproxim adam ente, 1.000 UI de heparina). mioterapia.
■ El reservorio se introduce dentro del túnel; se cierra la herida ■ Antes, durante y después de la infusión de quim ioterapia se
de la p iel p or com pleto, se asegura con una sutura y se aplica infunde suero fisiológico para m antener la diuresis.
un apósito. ■ Para la retirada del sistema de reservorio, se practica una
■ Se recom ienda al paciente que haga reposo en cama durante incisión distal a la ventana de punción palpable bajo anes­
24 h y evite los m ovim ientos inguinales excesivos. tesia local.
326 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

■ La cámara del reservorio se agarra con pinzas y se m oviliza


C O M P L IC A C IO N E S
dentro del tejido subcutáneo.
■ El reservorio y el catéter se extraen conjuntamente m ediante ■ Sistemas de reservorio con catéter: en relación con problemas
m ovim ientos de giro. del catéter e infección; incidencia de hasta 0,01 episodios por
■ La hemorragia desde la arteria de acceso se detiene mediante la cada 100 catéter-días
compresión manual, se sutura la piel y se aplica un apósito. ■ Salida, plegado y oclusión del catéter
■ D esplazam iento, m igración o rotación de la cámara del reser­
v orio dentro del tejido celular subcutáneo (más probable en
pacientes obesos)
C O N T R O V E R S IA S ■ Fuga en el punto de conexión entre el catéter y la cámara del
■ L a superioridad clínica de la quim ioterapia intraarterial reservorio o por la m em brana d e punción autosellante
regional ha sido demostrada en pacientes con otros tipos de ■ C om plicaciones trom bóticas o infecciosas (incidencia: 0,06 y
neoplasias malignas. 0,03 por cada 100 catéter-días, respectivam ente)
■ Este efecto es postulado com o probable para el cáncer ute­ ■ C om plicaciones generales provocadas por los antiblásticos
rino o endom etrial. que causan m ielodepresión, con la subsiguiente leucopenia
■ Se interpreta que una infusión ilíaca interna bilateral asociada o trom bocitopenia
a oclusión con balón incrementa la eficacia local del fármaco. ■ C om plicaciones locales provocadas por los antineoplásicos:
■ La quim ioterapia intraarterial regional se realiza fácilmente neurotoxicidad local y oclusión d e los vasos de interés por su
y supone una m enor cantidad d e tiem po, sin necesidad de lesión tóxica (vasculitis quím ica)
otras intervenciones.
■ La infusión selectiva o supraselectiva se realiza solo en raras
ocasiones en casos en que se ponen de m anifiesto tumores
con marcada unilateralidad.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
RESULTADO S ■ Se em pleará un antibiótico de am plio espectro para la profi­
laxis de com plicaciones infecciosas.
■ La quim ioterapia intraarterial neoadyuvante para reducir el
■ Se pautan 100 m g de ácido acetilsalicílico durante 4 semanas
estadio de las neoplasias ginecológicas es satisfactoria en
para evitar com plicaciones trombóticas.
hasta el 95% de los casos de cáncer avanzado.
■ Revise la herida cutánea en el lugar de im plantación del
■ La quim ioterapia intraarterial es eficaz en la reducción del
reservorio en la ingle en busca de una posible infección.
volum en tumoral, con un incremento de las tasas de res­
■ Durante el seguim iento a largo plazo, se com prueba la herida
puesta com pleta clínica e histopatológica, m ejorando su
cutánea sobre el sitio de im plantación del reservorio en la
posibilidad de cirugía.
ingle en busca de infección, inflam ación, adelgazam iento,
■ La quim ioterapia adyuvante no m ejora el tiem po de super­
atrofia o necrosis.
viven cia; sin embargo, resulta valiosa cuando se asocia a
■ El sistema de catéter con reservorio se lava tras cada uso.
radioquim ioterapia.
■ Se realiza una hidratación intravenosa infundiendo suero
■ N o se han realizado estudios aleatorizados en pacientes con
fisiológico tras la quim ioterapia para m antener la diuresis.
neoplasias malignas ginecológicas en las que la quim iotera­
pia intraarterial supusiera una m ejora de su supervivencia.
■ La adm inistración intraarterial ofrece, al m enos, la posibili­ Lecturas recomendadas
dad d e reducir los efectos secundarios sistémicos tóxicos. Strecker EP, Boos I: Im proved vessel access w idens therapy options.
■ La quim ioterapia intraarterial puede desem pañar un im por­ D iagn ostic Im a gin g Europe 25-31, 1999.
tante papel en la calidad de vid a del paciente cuyo régim en
de tratamiento individual sea imprescindible.
■ El éxito técnico se aproxim a al 100%.
Embolización de miomas uterinos

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento minimamente invasivo de los leiomiomas uterinos alternativo a la


histerectomía y la miomectomia.

■ Em bolizante
IN D IC A C IO N E S ■ Requisito central para la intervención
■ Las indicaciones son los síntomas asociados a los leiom io­ ■ Esponja de gelatina en borlas o com o com puesto acuoso
mas uterinos: hem orragia menstrual abundante, dismeno- (rara v e z utilizados)
rrea, dolor y presión pélvicos, frecuencia m iccional elevada e ■ Microesferas de gelatina tris-acrílica (Embosphere M icro­
hidronefrosis. spheres, Biosphere M edical)
■ La intervención está indicada en mujeres que desean evitar ■ Partículas de alcohol de p olivin ilo convencional (Contour,
una cirugía m ayor o la pérdida definitiva de la capacidad Boston Scientific; Ivalon, Cook; etc.)
reproductiva y en aquellas con una enferm edad extensa. ■ A lcoh ol polivin ilo esférico (APVe) (Contour SE) e hidrogel
■ En general, el tam año, la localización y la extensión de de A P V e (Bead Block)
los m iom as determ inan la idoneidad de la paciente para la
em bolización de m iom as uterinos.

A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O

C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La arteria ilíaca interna proporciona la m ayor parte del aporte


sanguíneo a la p elvis y cara interna del muslo.
■ La em bolización de m iom as uterinos está contraindicada en ■ La arteria ilíaca interna se bifurca en una división anterior y
pacientes embarazadas o con sospecha de neoplasia m aligna una posterior en el 57 a 77% de la población general.
uterina, cervical o endometrial. ■ La arteria uterina es la prim era o segunda rama de la división
■ Algunos subtipos específicos de m iom as (grandes, de base anterior de la arteria ilíaca interna en el 51 % d e la población,
estrecha, m iom as serosos com pletam ente pedunculados) lo que se visualiza m ejor en una proyección oblicua anterior
pueden ser tratados m ejor con cirugía. contralateral.
■ En aquellas mujeres con un útero grande (tam año > 2 4 sema­ ■ La arteria uterina nace de la trifurcación de la arteria ilíaca
nas) o en con un grado de contracción uterina que no es interna en aproxim adam ente el 40% de las mujeres, lo que
suficiente para su satisfacción a largo plazo, se obtiene un se visualiza m ejor con una proyección oblicua anterior ipso­
resultado m ejor con cirugía. lateral.
■ Los m iom as uterinos tienen su principal fuente de aporte
sanguíneo periférico casi exclusivam ente de la arteria ute­
rina.
IN S T R U M E N T A L ■ En el 1% d e la población la arteria uterina se encuentra
ausente, siendo sustituida a m enudo por la arteria ovárica
■ Unidad d e angiografía con sistema de película o digital
ipsolateral.
■ Las im ágenes digitales son de prim era opción y los actuales
road m ap («m ap a de carreteras») o un sistema de guiado
digital similar son im prescindibles para la seguridad.
■ Catéter angiográfico T E C N IC A
■ La elección de los catéteres depende más de las preferen­
cias del m édico que de los requisitos de la intervención. ■ Una v e z se obtiene un acceso femoral, el catéter se avanza
■ N orm alm ente se em plean catéteres angiográficos selecti­ sobre la bifurcación de la aorta hacia la arteria hipogástrica
vos convencionales de 4 o 5 Fr para el acceso a las arterias contralateral.
hipogástricas. ■ La mayoría de los expertos emplean un solo catéter para tratar
■ M icrocatéter ambas arterias uterinas (prim ero un lado y luego el otro ).
■ Se precisan catéteres de gran calibre (con luces de 0,025 a ■ El prim er vaso al que se accede norm alm ente es el contrala­
0,028”) en la m ayoría de intervenciones, si no en todas. teral al punto de punción.
■ M icroguía ■ Para acceder a la arteria uterina ipsolateral, se em plea siem­
■ Tam bién se necesitan microguías adecuadas para su pre un asa de Waltman; otra posibilidad es el acceso con dos
em pleo con los microcatéteres. catéteres, cada uno para una arteria fem oral común.

P U N T O S CLAVE
i La em bolización de m iomas uterinos se ha establecido com o tratam iento eficaz para los miomas uterinos,
con un alivio sintom ático en el 80 a 9 0% de las pacientes,
i La em bolización uterina es segura, con una tasa de c om plicaciones graves inferior al 3 % .
i La mayoría d e pacientes con miomas sintom áticos son candidatas a em bolización de m iomas uterinos,
i No están bien delim itados los resultados en mujeres que desean quedar embarazadas después de la
em bolización uterina.
i La decisión de si la m ejor opción es la em bolización o la m iom ectom ia debe ser objeto de consideración
según cada caso.

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328 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

Submucoso
pedunculado
Subseroso

Subseroso
pedunculado

Transmural

Del
ligamento
ancho

Submucoso

Figura 1. T ipos d e leiom iom as uterinos. (P o r cortesía de


D avid K lem m , 1998.)

Figura 2. A n g io g r a fía d e u n le io m io m a u te r in o an tes d e su


e m b o liz a c ió n . Las flechas apuntan a la arteria uterina antes de la
em bolización .

Figura 3. A n g io g r a fía d e u n le io m io m a u te r in o a n tes d e su e m b o liz a c ió n . Im agen tras la em b o lización d el m ism o m iom a


desvascularizado con una perfusión n orm al m antenida del m iom etrio (flechas negras). La flecha blanca indica la rama cervicovaginal de
la arteria uterina perm eable tras fin a liza r la em bolización .
Em bolización de m io m a s uterinos

■ Una v e z que el catéter se encuentra en la arteria hipogástrica,


RESULTADO S
se aplica la técnica road m ap («m ap a de carreteras») para
pon er de m anifiesto el origen de la arteria uterina y facilitar ■ Se logró el 91 % de satisfacción de las pacientes con em boli­
la entrada del catéter o microcatéter. zación de m iom as uterinos usando partículas de alcohol de
■ Tras obtener una im agen adecuada del origen, se puede p olivinilo. (El 83% de las pacientes mostraron una m ejoría
avanzar una guía (o m icroguía) angiográfica en la arteria de la m enorragia; el 77% , en su dismenorrea; el 8 4% , con
uterina y deslizar el catéter sobre esta. síntomas relacionados con el volum en, y el 86 % , con sínto­
■ Se puede utilizar un catéter de 4 o 5 Fr; no obstante, si pro­ mas urinarios.)
voca espasmo, se deberá em plear un m icrocatéter coaxial ■ A l final del prim er año, de 182 pacientes, el 87% declararon
retirando el catéter externo hacia la arteria hipogástrica. una m ejoría; el 5% no m ejoraron, y en el 7% se fracasó y
■ Por otra parte, pueden emplearse microcatéteres de forma precisaron cirugía o reem bolización.
rutinaria para prevenir el vasoespasmo. ■ Después de 5 años, el 73 % de las pacientes continuaron con
■ Si el vaso no es excesivam ente tortuoso, se avanza el catéter m ejora sintomática; el 11 % tuvieron recidiva o se som etieron
al principal giro m edial de dicho vaso y se coloca en la por­ a histerectomía, y el 5% declararon no haber mejorado.
ción proxim al del segm ento transverso de la arteria uterina. ■ Los m iom as em bolizados disminuyen significativam ente de
■ Si el vaso es tortuoso se puede avanzar el catéter hasta que volum en, con un intervalo entre el 40 y 70% , según la serie
quede inm ediatam ente proxim al al prim er segm ento con y el tiem po de seguim iento.
fuerte angulación para evitar el espasmo. ■ Tam bién se ha encontrado que la m agnitud de la pérdida
■ N o debería com enzarse a em bolizar hasta que el catéter se de volum en del m iom a y del útero tras la em bolización son
encuentre bien situado en la arteria uterina, ya que podría equivalentes a largo plazo, pero no los resultados sintomáti­
ocurrir una em b olización no deseada por otras ramas. cos a corto plazo.
■ Antes de la em bolización , se realiza una angiografía para ■ La clave del éxito a largo p lazo es el infarto final total o casi
confirm ar la posición del catéter y para pon er d e m anifiesto total del tejido del mioma.
el aporte vascular del mioma. ■ En dos estudios clínicos com binados se com unicaron com pli­
■ Escoja el agente em bolizante que va a utilizar: las recom en­ caciones prenatales o perinatales inconstantes en 53 embara­
daciones actuales para las microesferas de gelatina tris-acrí- zos de 1.226 pacientes.
lica son com enzar con un tamaño de 500 a 700 |xm y un
aum ento posterior hasta 700 a 900 |xm, una v e z se hayan
em pleado dos viales en cada lado.
■ Para las partículas de alcohol de polivin ilo , la m ayoría de C O M P L IC A C IO N E S
los expertos em plean un tamaño de 355 a 500 |xm; con las
■ Las complicaciones tras la embolización de miomas uterinos
APV e más novedosas (Contour SE) la recom endación actual
son poco frecuentes, y rara v e z estas complicaciones son raras.
es em plear un tamaño de 700 a 900 |xm o superior.
■ Los principales episodios adversos son hospitalización pro­
■ Para el hidrogel de alcohol de p olivin ilo (Bead Block, Terum o)
longada a más de 48 h, necesidad de acudir a urgencias,
el tamaño más frecuentem ente em pleado es de 500 a 700 |xm,
reingreso hospitalario o reintervención (quirúrgica o inter­
aumentando hasta 700 a 900 |xm cuando sea necesario.
vencionista) .
■ Actualm ente se determ inan dos criterios de valoración para
■ Uno de los prim eros estudios con 400 pacientes consecutivas
la em bolización:
tuvo una tasa d e m orbilidad total del 5 % y una tasa de epi­
■ Prim ero: se continúa la em bolización hasta lograr la estasis
sodios adversos graves del 1,25%.
o casi estasis en la arteria uterina, que se corresponde con
■ La com plicación grave más frecuente tras la em bolización
la com pleta oclusión de todas sus ramas principales, lo que
de m iom as uterinos es traspasar un m iom a intracavitario,
se consigue m ejor con partículas de alcohol de polivinilo.
parcialmente intracavitario o con una superficie com ún con
■ Segundo: asociado con las m icroesferas de gelatina tris-
la cavidad endometrial.
acrílica en las que el em bolizante se inyecta lentamente y
■ Después de la em bolización, se pueden producir infecciones
se transporta con el flujo arterial de los vasos que nutren
uterinas graves a corto p lazo, así com o trayectos fistulosos y
los m iom as hasta que el flujo anterógrado se ralentiza
lesiones arteriales o nerviosas en el lugar de la punción.
notablem ente en la arteria uterina.
■ La trom boem bolia venosa es una com plicación — se estim a
■ Las ramas que nutren el m iom a se ocluyen en su parte dis­
que se produce después de la em bolización de m iom as ute­
tal, pero las arterias uterinas y las partes proxim ales de sus
rinos en el 0,5% de las pacientes— cuyos factores predispo­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ramas quedan perm eables, a veces con una apariencia en


nentes son el tabaquismo y el uso de anticonceptivos orales.
á rb ol podado.
■ Disfunción ovárica con la pérdida transitoria o perm anente
■ Cuando se haya inyectado el material em bolizante, se espe­
del ciclo menstrual: se relaciona con la edad, con mayores
ran unos minutos para asegurarse de que no tiene lugar una
tasas en pacientes m ayores de 45 años.
reperm eabilización temprana, lo que podría perm itir la con­
tinuidad de la perfusión de los miomas.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
C O N T R O V E R S IA S Y S E G U IM IE N T O
■ La principal controversia es la elección de los embolizantes. ■ En la m ayoría de casos, las pacientes pasan una noche ingre­
■ Las partículas de alcohol de p olivin ilo y las microesferas sadas, si bien algunos expertos realizan la em bolización de
de gelatina tris-acrílica han demostrado ser eficaces y tener m iom as uterinos com o intervención en el m ism o día.
tasas d e m ejoría sintomática comparables. ■ El tratamiento del dolor se basa en administrar opiáceos
■ Las APV e (C ontour SE) obtuvieron una tasa d e infarto de m io­ com o analgesia a demanda m ediante una bom ba de per­
mas significativamente m enor en un ensayo aleatorizado. fusión intravenosa; en las primeras horas siguientes a la
■ El papel d e la em bolización de los m iom as en com paración intervención se pueden necesitar dosis com plem entarias
con la m iom ectom ía sigue siendo controvertido. (denom inadas «em boladas clín icas»).
330 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

Adem ás de analgesia a demanda, las pacientes tam bién reci­ Lecturas recomendadas
ben 30 m g por vía intravenosa de ketorolaco cada 6 h.
Spies J, M yers ER, Worthington-Kirsch R, et al: T h e FIBROID Registry:
Para las náuseas se administran antieméticos por v ía intra­ sym ptom and quality-of-life status 1 year after therapy. Obstet
venosa según necesidad y, en algunas ocasiones, de forma Gynecol 106:1309-1318, 2005.
profiláctica. Spies JB, Pelage JP, editors: Uterine Artery Em boliza tion, Philadelphia,
Las pacientes son dadas de alta con prescripción de antiinfla­ 2005, Lippincott W illiam s & Wilkins.
matorios no esteroideos, opiáceos orales y un antiemético. Spies JB, Patel A A , Epstein NB, W h ite AM : Recent advances in uterine
Instrucciones al alta: la paciente deberá acudir al radiólogo fibroid em bolization. C urr O p in Obstet Gynecol 17:562-567, 2005.
intervencionista de guardia en caso de d olor persistente o Worthington-Kirsch R, Spies J, M yers E, et al: T h e Fibroid Registry for
Outcomes Data (FIBROID) for uterine artery em bolization: short
grave, fiebre alta o cualquier otro síntoma de relevancia.
term outcomes. Obstet Gynecol 106:52-59, 2005.
En la m ayoría de casos se practican estudios radiológicos de
seguim iento y una revisión de la paciente entre 3 y 6 meses
después de la intervención para valorar el resultado.
Tratamiento del varicocele masculino

D E F IN IC IÓ N : El varicocele tiene una incidencia de entre el 15 y 17% de la población masculina; tiene una
incidencia menor al 1% en niños menores de 10 años y alcanza el 15% en los adolescentes, incidencia
que se mantiene en la población adulta masculina.

■ Sulfato sódico de tetradecilo (sotradecol) al 3 % , morruato


INDICACIONES sódico (5 5 m g/m l), glucosa hipertónica (70 a 8 0 % ) con
■ Infertilidad o subfertilidad en hombres adultos con alteracio­ m onoalcoholam ina, alcohol absoluto, contraste caliente
nes en las características seminales o con pareja fem enina
con fertilidad norm al o tratada por infertilidad
■ Varicocele con atrofia testicular en pacientes adolescentes o
pediátricos ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO
■ D olor
■ El testículo drena en el p lexo pam piniform e o p lexo venoso
■ Varicocele recidivante tras ligadura quirúrgica
espermático que confluye a la altura de la cabeza femoral
■ Hom bres adultos, con varicocele palpable u anom alía de los
constituyendo la vena espermática interna.
análisis seminales, sin deseo de concepción en ese m om ento
■ La vena espermática interna izquierda drena en la renal
(se le ha ofrecido la reparación del varicocele com o posibili­
izquierda; la derecha lo hace en la cava inferior anterolateral-
dad)
mente.
■ El drenaje venoso testicular se realiza fundamentalmente
mediante la vena espermática interna, seguido p or las venas
CONTRAINDICACIONES pudenda externa, deferente y cremastérica en orden decre­
ciente de importancia.
■ Antecedentes de alergia grave al contraste ■ Existe una com unicación colateral entre el drenaje venoso
testicular y la circulación sistémica en una alta proporción de
la p oblación masculina.
■ Las colaterales com unican con las retroperitoneales, perito-
INSTRUMENTAL neales, ureterales y adrenales, así com o con la circulación
portal, a través de las venas esplénica, mesentérica superior
■ Radioscopia
y del colon sigm oideo.
■ Radioscopia digital d e alta resolución
■ En el 55 % d e los hombres se ha demostrado una com unica­
■ Equipo radiográfico para la flebografía espermática interna
ción cruzada entre las venas espermáticas internas a la altura
■ Catéter
de L3 y las divisiones d e la vena espermática medial.
■ Conform ados com o un palo de hockey
■ La entrada en ángulo recto d e la vena espermática izquierda
■ Catéter curvo de Hopkins (m odificado de un catéter Cobra)
hacia el sistema de alta presión de la vena renal izqu ier­
de 7 u 8 Fr
da parece ser causa de varicocele.
■ Catéter Simmons 1 d e 7 Fr sin punta
■ Se ha descrito la com presión d e la vena renal izquierda entre
■ Acceso yugular interno derecho: catéter ligeram ente curvo
la aorta y la arteria mesentérica superior com o una causa de
conform ado com o un palo de hockey (JB1 o H1H)
varicocele izquierdo.
■ Guía
■ Guías convencional e hidrófila, com o las de Bentson,
Terumo y Roadrunner
■ Ecografía
TÉCNICA
■ Para el acceso vascular
■ Contraste no iónico ■ El tratamiento habitualm ente se realiza en régim en ambula­
■ Introductor vascular torio con sedación consciente.
■ D e 7 a 9 Fr ■ Se administra atropina en aquellos pacientes sin antece­
■ M icrocatéter dentes cardíacos para disminuir la incidencia d e reacciones
■ Espiral y microespiral de em bolización vagales.
■ Cook ■ Se coloca un delantal radioprotector para las gónadas y
■ Espirales de wolfram io nalgas y se lim ita la radioscopia para m inim izar la dosis de
■ Balón desm ontable radiación gonadal.
■ Adhesivo tisular ■ Se puede em plear un acceso inguinal o yugular derecho.
■ Tapón ■ Acceso femoral: se accede por la vena fem oral com ún dere­
■ Tapones com prim idos de Ivalon cha, se inserta un introductor vascular de 7 a 9 Fr y, después,
■ Esclerosante u oclusivo se realiza una flebografía espermática interna.

PUNTOS CLAVE
> El varicocele es una dilatación anómala del plexo pam piniform e escrotal, lo que, a su vez, supone la
anomalía más frecuente en los hom bres que son evaluados por infertilidad.
■ Los tratam ientos posibles son la reparación quirúrgica, con accesos inguinal, subinguinal y retroperitoneal,
o la em boloterapia percutánea transcatéter.

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332 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

Figura 1 . F leb o grafía go n a d al izquierda. (Tomado de Kim SH:


Uroradiology. In Eisenberg RL [ed.]: Radiology an illustrated history,
Philadelphia, 1995, Mosby-Year Book.)

i Si se em plea el acceso fem oral, se cateteriza selectivam ente i Se com ienza con la em bolización desde esa altura hasta el ori­
la vena renal izquierda con un catéter curvo de Hopkins de gen de la vena espermática interna; la em bolización finaliza
7 u 8 Fr, seguido por el cateterism o del orificio de la vena con la oclusión com pleta de dicha vena y sus colaterales,
espermática interna izquierda, i Si las venas colaterales son grandes, se recomienda un cate­
i Varicoceles derechos tratados m ediante acceso femoral: un terismo selectivo con em bolización,
catéter Simmons 1 sin punta se introduce por el origen d e la i Tras la em bolización de la vena espermática interna izquierda
vena espermática interna derecha, se debería intentar una em bolización selectiva de la derecha,
i Una v e z cateterizado el orificio de la vena espermática i Si existe una incom petencia venosa, se debería realizar la
interna, se inyectan de 10 a 20 m i de contraste mientras el em bolización, incluso ante ausencia de varicocele clínico en
paciente realiza la m aniobra de Valsalva, ese lado.
i Se realizan una o dos radiografías visualizando desde la altura i Embolización de la vena espermática interna derecha desde un
del orificio de la vena espermática interna hasta la sínfisis acceso femoral: puede ser necesario un microcatéter dirigido
pubiana. coaxialmente a través del catéter de diagnóstico Simmons 1.
i La colim ación cuidadosa, la lim itación en el número de i Los microespirales se pueden desplegar de igual manera que
radiografías y la protección gonadal y d e las nalgas son indis­ en el lado izquierdo,
pensables para m inim izar la dosis de radiación testicular, i La em bolización con un agente esclerosante se realiza
i Si se identifica la vena espermática interna y se reconoce su mediante un catéter con balón de oclusión posicionado en la
incompetencia, se puede proceder a la em boloterapia trans­ vena espermática interna, por encim a de la rama superior del
catéter. pubis.
i Cuando se em plean espirales, un catéter con orificio terminal i El contraste que se inyecta por el extrem o craneal de la vena
recto sin punta de 5 Fr se avanza coaxialm ente a través del espermática interna vena espermática interna se em plea para
catéter guía hacia la porción distal de la vena espermática calcular el volum en adecuado de agente esclerosante que se
interna sobre la sínfisis pubiana. necesita para rellenar la vena.
Tratam iento del v a rico ce le m asculino

■ Otra posibilidad, en v e z de la oclusión con balón, es la oclu­ ■ L a recidiva del varicocele oscila entre el 4 y 11 % .
sión de la parte distal d e la vena con un nid o de espirales ■ Una serie retrospectiva calculó un riesgo de cáncer mortal
anterior a la inyección del agente esclerosante. para los años de vid a restantes del 0, 1% tras una em bolote­
■ Se realiza una com presión manual d el conducto inguinal con rapia transcatéter.
un guante plom ado durante la inyección del agente esclero­
sante y los lO m in posteriores.

ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
CONTROVERSIAS
■ Tras la em b olización se consigue la hemostasia m ediante
■ Resulta controvertida la im portancia del varicocele subclínico com presión manual.
en lo referente a la fertilidad. ■ Se m antiene en observación al paciente durante 4 a 6 h antes
de darle el alta; se continúa con los fluidos intravenosos
hasta que se toleran los líquidos.
■ Se recomienda el reposo durante el resto del día; al día
RESULTADOS siguiente se pueden retom ar las actividades habituales.
■ Las tasas de éxito técnico varían entre el 90 y 97%. ■ Los síntomas después de la intervención son náuseas, dolor
■ La m ejoría en el recuento de esperm atozoides y en su moti- testicular o de espalda (o am bos) y febrícula.
lidad ocurre en un 27 a 78% tras la em boloterapia, lo que ■ Se trata el d olor con antiinflam atorios no esteroideos.
se puede comparar favorablem ente respecto de la corrección ■ Se pueden v olv e r a levantar pesos y practicar deporte en un
quirúrgica (24 a 84 % ). período de 2 a 3 semanas.
■ Cuanto peores son las características seminales de referencia,
más notable se muestra la m ejoría tras la varicocelectom ía. Lecturas recomendadas
■ El éxito la reparación quirúrgica de varicocele m otivada por
Benoff S, Gilbert BR: Varicocele and male infertility: Part I. Preface.
dolor oscila entre el 48 y 86 %. Hum Reprod Update 7:47-54, 2001.
Diamond DA: Adolescent varicocele: emerging understanding. BJU Int
92(Suppl 1):48-51, 2003.
Evers JLH, Collins JA: Assessment of efficacy of varicocele repair for
COMPLICACIONES male subfertility: a systematic review. Lancet 361:1849-1852, 2003.
Jarow JP: Effects of varicocele on male infertility. Hum Reprod Update
■ Las náuseas, el hem atom a inguinal, la reacción al contraste
7:59-64, 2001.
y la trom bosis de la vena fem oral son com plicaciones infre­ Kass EJ: Adolescent varicocele. Pediatr Clin North A m 48:1559-1569,
cuentes, que ocurren en m enos del 5% de los casos. 2001.
■ La trom bosis del plexo pam piniform e oscila entre el 1 y 4% Redmon JB, Carey P, Pryor JL: Varicocele—the most common cause of
de los casos cuando se em plean esclerosantes, lo que se aso­ male factor infertility? Hum Reprod Update 8:53-58, 2002.
cia con un im portante dolor, edem a o ambos. Silber SJ: The varicocele dilemma. Hum Reprod Update 7:70-77, 2001.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento del síndrome de congestión
pélvica femenino

D E F IN IC IÓ N : La emboloterapia percutánea de las venas pélvicas es una terapia mínimamente


invasiva para el tratamiento de las varices pélvicas, la incompetencia de la vena ovárica y el síndrome de
congestión pélvica.

■ Catéter deslizante de Bentson-Hanafee-W ilson JB-1 de 4 o


IN D IC A C IO N E S 5 Fr o con el conform ado en palo de hockey (Terum o)
■ La flebografía y em bolización están indicadas en pacientes ■ Para la introducción en la vena ovárica izquierda
con dolor p élvico crónico y síntomas clínicos indicativos de ■ Catéter en cuña de Berman (A rro w ), de 7 Fr
síndrom e de congestión pélvica com o causa subyacente. ■ Para la introducción en la vena ilíaca interna izquierda
■ Guía deslizante
■ De 0,035” de diámetro
■ M orruato sódico (al 5 % ) y esponja de gelatina
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se utilizan com o agentes de em bolización o de em bolote­
rapia o en solución esclerosante, para provocar la trom bo­
■ Las pacientes con enferm edad inflam atoria p élvica activa o
sis de las varices pélvicas en sus afluentes.
infecciones de gravedad deberían recibir tratamiento antes
■ Espiral de acero inoxidable o platino
de la em bolización.
■ De 0,035” de diám etro (C ook)
■ La intervención se contraindica en pacientes con antece­
■ Para la posterior em bolización del trayecto com pleto de las
dentes de reacciones alérgicas a contrastes yodados; estas
venas ováricas derecha e izquierda
pacientes deberían recibir m edicación profiláctica antes d e la
flebografía.
■ Se precisa una vía de acceso segura para realizar la flebo­
grafía y la em bolización. a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ El drenaje venoso de la p elvis se hace por m edio de las venas


ilíacas comunes, externas e internas y las ováricas.
■ La vena ovárica izqu ierda asciende desde la pelvis para
IN S T R U M E N T A L
desem bocar en la renal izquierda.
■ Intensificador de im agen con arco en C ■ La vena ovárica derecha desem boca en la cava inferior justo
■ Para la exploración radiológica por debajo de la renal derecha.
■ Sala de angiografía de alta calidad ■ Existen com unicaciones entre las venas ováricas derecha e
■ Lidocaína al 1 % izquierda, entre las venas ováricas y las ilíacas y entre las
■ C om o anestésico local venas pélvicas derecha e izquierda.
■ M idazolam , fentanilo ■ Criterios de diagnóstico: diámetro de la vena ovárica, uterina
■ Para una sedación consciente m oderada o de la arcada uteroovárica igual o superior a 5 mm.
■ Contraste yodado ■ Flebografía diagnóstica (realizada m ediante acceso trans-
■ Yohexol fem oral [preferible] o yu gu lar).
■ Contraste para una óptim a visualization ■ Emboloterapia para las varices pélvicas m ediante acceso a
■ A guja percutánea través de la vena ilíaca interna (realizado para reducir el
■ D e pared única, de 18 o 21 G riesgo d e recidiva de las varices).
■ Para el acceso p or la vena fem oral común
■ Guía
■ D e 0,035” de diámetro
T É C N IC A
■ Guía que se em plea con un catéter de 4 o 5 Fr deslizante
de B entson-Hanafee-W ilson JB-1 o con uno conform ado ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
en palo de hockey (Terum o) para la flebografía selectiva ■ Se induce una sedación consciente moderada.
ovárica izquierda. ■ Se administra un antibiótico intravenoso con un espectro de
■ De 0,018” de diámetro para accesos con aguja de 21 G cobertura que abarque los grampositivos.
■ Catéter guía ■ El paso inicial es una flebografía diagnóstica em pleando un
■ De Hopkins personalizado, de 7 Fr (Cordis) acceso transfemoral o transyugular.
■ Catéter guía para la flebografía renal izquierda ■ Se accede a la vena m ediante la técnica de Seldinger con una
■ Catéter aguja de pared única de 18 o 21 G.

PUNTOS clave
i El síndrome de congestión pélvica es una patología que conlleva una im portante m orbilidad,
i Ei patrón de referencia es la evaluación directa con flebografía.
i La em boloterapia percutánea ofrece una terapia mínim amente invasiva, segura y eficaz para la congestión
pélvica con incom petencia de la vena ovárica.

334 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam iento del síndrom e de conge stió n p é lv ic a fem enino

Figura 2. Flebografía directa con inyección desde el origen


de la vena ovárica izquierda que muestra una vena ovárica
Venas vaginales izquierda tortuosa y notablemente dilatada (flech a). Obsérvese
la ausencia de competencia valvular.
Figu ra 1. Drenaje anatómico de las varices pélvicas hacia las venas
ilíacas y ováricas bilaterales.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. Flebografía directa de la vena ovárica izquierda que


muestra una vena ovárica izquierda incompetente y dilatada
(flecha blanca) con relleno de varices pélvicas y relleno cruzado de
la pelvis derecha con drenaje hacia la vena ilíaca interna derecha
(flecha negra).

Figura 4. Proyección anteroposterior de una flebografía directa


de la vena ovárica izquierda que muestra varices pélvicas
notablemente dilatadas (flechas blancas) con drenaje por medio
de la vena ovárica derecha (flechas negras).
336 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

Se inserta un introductor vascular (7 F r). ■ Se em plea la m ism a técnica de tratamiento para las varices
Se avanza un catéter guía de Hopkins personalizado de 7 Fr de la p elvis derecha.
dentro de la vena renal izqu ierda apuntando al origen de la
vena ovárica izquierda.
Se realiza una flebografía renal izqu ierda a través del catéter
guía. CONTROVERSIAS
Se introduce un catéter de 4 o 5 Fr deslizante de Bentson-
Hanafee-W ilson JB-1 o uno conform ado en palo de hockey ■ La flebografía directa no puede distinguir entre el dolor cró­
en la vena ovárica sobre la guía deslizante de 0,035”. nico provocado por las varices pélvicas y el dolor pélvico
Se realiza una flebografía ovárica izquierda proxim al con crónico con un hallazgo fortuito de varices pélvicas.
inyección manual del contraste yodado.
La paciente realiza una m aniobra de Valsalva para intentar
aumentar la presión intraabdominal, lo que puede acentuar
las varices pélvicas. RESULTADOS
Una v e z que se com prueba la incom petencia valvular de la
■ El tratamiento de las varices m ediante su cateterism o es
vena ovárica, se avanza el catéter hidrófilo recubierto hacia
seguro y eficaz.
la vena ovárica distal.
■ Los estudios a gran escala han puesto de m anifiesto una
Cuando se ha avanzado el catéter a la altura de la pelvis, se
notable m ejoría prolongada de los síntomas.
realiza una flebografía ovárica distal.
■ La emboloterapia es eficaz tanto en mujeres nulíparas com o
Se inyecta manualmente el contraste para evaluar el volum en
en las que ya han tenido hijos.
sanguíneo en las varices que cruzan la pelvis.
■ Los estudios diagnósticos anteriores a la em bolización son
Se realiza em boloterapia de las varices pélvicas profundas
engañosos; la sensibilidad de la R M y la laparoscopia antes
m ediante una solución acuosa de morruato sódico y esponja
de la em bolización es del 58,6 y 40% respectivamente, según
de gelatina.
se dem ostró en un estudio de gran tamaño muestral.
Tras la administración del esclerosante, se esperan 5 min para
■ Los resultados clínicos son similares en pacientes con diag­
que aparezcan sus efectos de desnaturalización proteica y de
nóstico negativo frente a pacientes con diagnóstico positivo
trombosis.
antes de la em bolización.
Se em boliza el trayecto com pleto de la vena ovárica izquierda
con espirales d e acero inoxidable o platino mientras se retira
el catéter.
Tras la introducción en el origen de la vena ovárica derecha,
se realiza una flebografía proxim al de esta con un catéter
COMPLICACIONES
guía Simmons 2. ■ Las com plicaciones menores son form ación de hematomas
Se introduce un catéter de 4 o 5 Fr deslizante JB-1 o uno en el punto de acceso, dolor, náuseas y vóm itos asociados
conform ado en palo de hockey en la vena ovárica derecha con los fármacos durante la intervención.
distal con una guía deslizante. ■ Se deben tener en consideración las reacciones alérgicas al
La técnica es similar a la del lado izquierdo: se inyecta con­ contraste yodado.
traste en las varices que cruzan la p elvis para calcular el ■ Las principales com plicaciones son em bolia pulmonar, trom ­
volum en hasta que refluya en las venas ilíaca interna u ová­ bosis venosa profunda y m igración del agente em bolizante al
rica contralateral. pulm ón; todas las com plicaciones se han descrito com o de
Se inyecta lentamente la solución acuosa de morruato sódico escasa relevancia.
o de esponja de gelatina en las varices pélvicas. ■ En un estudio a largo p lazo se describió una tasa de recidiva
Tras esperar 5 m in, se em b oliza toda la longitud de la vena del 5% en pacientes que m ejoraron tras la em bolización,
ovárica derecha con espirales de acero inoxidable o platino según comunicaba.
con diámetro de 0,035”.
Segundo tratamiento: se coloca un introductor vascular de 7 Fr
en la vena fem oral o yugular derecha; se usa un catéter en
cuña de Berman de 7 Fr para introducirse en la vena ilíaca ASISTENCIA POSTOPERATORIA
interna izquierda. Y SEGUIMIENTO
Se infla el balón del catéter.
Se realiza una flebografía de la vena ilíaca interna izquierda ■ Se establece una analgesia intravenosa a demanda para que
ocluida con el balón realizando una inyección manual del la paciente la em plee desde el m om ento en que finaliza la
contraste. intervención.
Se avanza el catéter dentro de los afluentes de la vena ilíaca ■ Tras la intervención, las pacientes son ingresadas durante
interna y, si se necesitan otros estudios, se realiza una flebo­ una noche para su observación y para controlar su d olor (se
grafía subselectiva mientras se ocluye con el balón. espera un dolor de leve a m oderado).
Una v e z qu e se diagnostican las varices, se calcula el ■ Las pacientes a m enudo reciben analgesia intravenosa a
volu m en de las varices que cruzan la p elvis para estimar demanda con m orfina (dosis de 1 m g) o fentanilo (dosis de
el volum en de contraste que ha alcanzado la vena ilíaca 20 m g).
interna contralateral. ■ Todas las pacientes reciben tam bién 30 m g de ketorolaco
Posteriormente, se cateteriza la vena ilíaca interna derecha para intravenoso cada 6 h durante las primeras 24 h.
realizar una flebografía con balón de oclusión, a través de un ■ A n te un insuficiente alivio del dolor con analgesia intrave­
asa de Waltman, con un catéter en cuña de Berman de 7 Fr. nosa a demanda se administra una dosis más de opiáceo por
La solución acuosa de morruato sódico o esponja de gelatina v ía intravenosa cada 15 m in hasta que el dolor mejore.
se inyecta lentamente en las varices pélvicas mientras se ■ Se recom iendan revisiones de seguim iento a los 3 meses, a
infla el balón para ocluir la principal vena ilíaca interna. los 6 meses, a 1 año y, luego, anualmente.
Tratam iento del síndrom e de conge stió n p é lv ic a fem enino

Lecturas recomendadas Kim HS, Malhotra AD, Rowe PC, et al: Embolotherapy for pelvic
congestion syndrome: Long-term results. J Vase Interv Radiol
Beard RW, Highman JH, Pearce S, Reginald PW: Diagnosis of pelvic 17:289-297, 2006.
varicosities in women with chronic pelvic pain. Lancet 2:946-949, Robinson JC: Chronic pelvic pain. Curr Opin Obstet Gynecol 5:740-
1984. 743, 1993.
Beard RW, Reginal PW, Wadsworth J: Clinical features of women with Venbrux AC, Chang AH, Kim HS, et al: Pelvic congestion syndrome
chronic lower abdominal pain and pelvic congestion. Br J Obstet (pelvic venous incompetence): impact of ovarian and internal iliac
Gynaecol 95:153-161, 1988. vein embolotherapy on menstrual cycle and chronic pelvic pain.
Hobbs JT The pelvic congestion syndrome. Br J Hosp Med 43:200- J Vase Interv Radiol 13:171-178, 2002.
206, 1990.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento del priapismo de alto flujo

D E F IN IC IÓ N : El priapismo es una erección persistente patológica del pene no asociada


a estimulación sexual; es consecuencia de un desequilibrio entre los flujos arterial de entrada y venoso
de salida de los cuerpos cavernosos.

■ Sus ramas son las ramas rectales inferiores o hem orroidales


IN D IC A C IO N E S inferiores y, tam bién, las ramas perineal, bulbar, uretral y
■ El tratamiento intervencionista p recoz perm ite m ejores resul­ cavernosa y la arteria dorsal del pene.
tados para las fístulas de alto flujo. ■ La arteria pudenda se puede identificar correctamente, ya
que atraviesa a través del agujero obturador.
■ Existe una variante anatóm ica que consiste en una arte­
ria pudenda accesoria que nace de una arteria pudenda
C O N T R A IN D IC A C IO N E S interna.
■ La fístula norm alm ente es unilateral; la em bolización unila­
■ N o se han encontrado contraindicaciones específicas para
teral se realiza para reducir el riesgo de gangrena cavernosa
este tratamiento.
y disfunción eréctil.

IN S T R U M E N T A L
■ Sala de angiografía T É C N IC A
■ Para guiado por im agen durante la intervención
■ Acceso angiográfico convencional con un introductor de 5 Fr ■ Antes de la intervención se identifica la fístula con ecografía
■ Catéter de tipo Cobra 2 dúplex o TC.
■ Para el cateterism o de la ilíaca interna ■ Se prepara la ingle con un antiséptico cutáneo.
■ G lidewire 038” angulada d e Terumo (Terum o) ■ Se realiza una angiografía d e la arteria fem oral que se pre­
■ M icrocatéter Progreat de Terumo (Terum o) fiera (norm alm ente, la derecha) y se em plea la técnica del
■ La intervención angiográfica resulta sencilla gracias a la nudo para el acceso ipsolateral.
actual generación de microcatéteres. ■ Si se em plea un microcatéter, no se precisa del cateterismo
■ Los autores de este libro consideran que la mayor luz del profundo de la arteria ilíaca interna con catéter angiográfico
Progreat de Terumo hace que este sea el catéter de elección. de 4 o 5 Fr.
■ Inyección de nitroglicerina (10 m m/ml) ■ Se deben cateterizar y realizar una angiografía selectiva de
■ Se inyecta por v ía intraarterial com o vasodilatador. las arterias pudendas externa e interna.
■ Contraste no ión ico (con yod o a 300 mg/ml) ■ Se debe pon er cuidado para evitar el vasoespasmo.
■ Se em plea para visualizar la red vascular y localizar el sitio ■ Se obtendrá una angiografía m ejor si se em plea un vasodi­
de la hemorragia. latador (alícuotas de 10 m m de nitroglicerina) inyectado por
■ Borlas de esponja de gelatina cortadas a m ano a partir de una v ía intraarterial.
lám ina (UPS [U pjoh n]) ■ El enrojecim iento capilar norm al dentro del cuerpo esponjoso
■ Se em plean com o borlas de pequeño tamaño para la em b o­ puede aparecer localizado e indicar el punto de hemorragia.
lización. ■ El enrojecim iento norm al no persiste durante la fase venosa.
■ La esponja de gelatina (G elfoam ) se asocia con el 74% de ■ Se debe realizar una angiografía con una proyección m uy
los casos d e resolución del priapism o de alto flujo y el 5 % oblicua para obtener proyecciones ortogonales del pene.
de la disfunción eréctil posterior. ■ La em bolización debería realizarse en una posición alta­
■ Los coágulos autólogos son p oco fiables y difíciles de emplear, m ente selectiva, en el m ínim o número de ramas arteriales
pues no se puede prever el volum en de cada coágulo. y tan cerca com o se pueda del punto de la hemorragia, lo
■ El em pleo d e espirales en v e z de espuma de gelatina con­ que evita las com plicaciones isquém icas y conserva el aporte
lleva tiem pos más prolongados para la recuperación de la sanguíneo de los cuerpos cavernosos, así com o la función
función eréctil. eréctil.
■ Se em plea esponja de gelatina en borlas m uy pequeñas a
través del microcatéter.
■ La angiografía se debe realizar tras la inserción de cada borla
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
para asegurar que los ém bolos quedan en el sitio adecuado.
■ El acceso se realiza m ediante la arteria femoral. ■ En las fístulas grandes, se pueden em plear los microespirales
■ La arteria pudenda interna nace a cada lado de la división además de la esponja de gelatina, si b ien es posible que des­
anterior de la arteria ilíaca interna. pués se palpen.

P U N T O S CLAVE
i Hay d os tip os de priapism o: de bajo y de alto flujo.
> Tan solo el priapism o de alto flujo se puede tra ta r mediante embolización.
> La causa del priapism o de alto flujo es una fístula arteriolagunar sin ningún tip o de control,
i Muchos priapism os de alto flujo se resuelven espontáneamente.
> La em bolización selectiva con esponja de gelatina es eficaz.
i Puede haber recidivas y puede que, entonces, sea necesaria una nueva embolización.

338 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam ie nto del pria p ism o de alto flu jo 339

Figu ra 1. TC que muestra la situación tras un traumatismo con


una extravasación de los cuerpos cavernosos (flecha gruesa);
enrojecimiento normal dentro del cuerpo esponjoso (flecha firm).
F igura 2. A n gio grafía d e la p u denda que m uestra la
lo calizació n d e la fístula. Obsérvese que, en esta proyección, la
arteria pudenda atraviesa el agujero obturador. Esto es útil para
cateterizar la arteria correcta. No se emplearon vasodilatadores.

F igura 3. L a a rteria inm ediatam ente p ro x im a l a la


localización de la fístula se o clu yó con espirales, por s er este
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

caso consecuencia de u n traum atism o agu do. Obsérvese el


contraste en los cuerpos cavernosos. Una angiografía de la arteria
pudenda derecha no demostró mayor repleción.
340 INTERVENCIONES VASCULARES | PROCEDIMIENTOS DEL APARATO GENITO-REPRODUCTOR

■ Tras el tratamiento de la fístula, se debe visualizar el lado ■ La recuperación de la función eréctil aparece en prom edio
contralateral para buscar la fístula contralateral. entre unas pocas semanas y 3 m eses después de la interven­
■ An te una fístula pequeña contralateral, se puede adoptar una ción.
conducta expectante y, si resultase sintomática, em bolizarla ■ La función eréctil se conserva en el 80 a 90% de los pacientes
posteriormente. tras la em bolización cuando se m ide según el International
Index o f Erectile Function (IIEF-5).

CONTROVERSIAS
COMPLICACIONES
■ Embolizante: la oclusión irreversible con m ateriales perm a­
nentes pueden potenciar mayores consecuencias en la dis­ ■ La em bolización no deseada puede provocar im potencia o
función eréctil. alguna disfunción eréctil si se ocluye la arteria del pene.
■ Las posibles dificultades aparecen con la colocación de ■ Es frecuente el espasmo de las arterias pudendas a menos
esponja de gelatina absorbible (n o opaca), con una posible que se em pleen antiespasmódicos.
m ayor tasa de recidiva de fístula. ■ Pueden aparecer las com plicaciones típicas de la angiografía.
■ En el priapism o arterial, la em bolización se debe realizar
antes de la intervención m ejor que después, para evitar un
em peoram iento del pronóstico de la recuperación eréctil.
■ Se ha debatido sobre si la em b olización debe ser unilateral o ASISTENCIA POSTOPERATORIA
bilateral. Y SEGUIMIENTO
■ Los riesgos de la em bolización supraselectiva no se han esta­
■ Se recom iendan revisiones clínicas y ecografías dúplex suce­
b lecido estadísticamente, son m eram ente teóricos.
sivas hasta que se establezca un flujo sanguíneo cavernoso
normal.
■ La reperm eabilización de las fístulas se trata repitiendo la
em bolización.
RESULTADOS
■ La em bolización altamente selectiva satisfactoria se asocia a Lecturas recomendadas
una resolución del 79% de los priapism os de alto flujo y a un
Bookstein JJ: Penile angiography: the last angiographic frontier. AJR
riesgo del 39% de disfunción eréctil posterior.
Am J Roentgenol 150:47-54,1988.
■ La reperm eabilización de las fístulas aparece en el 10 a 30%
Sadeghi-Nejad H, Seftel AD: The etiology, diagnosis, and treatment of
de los casos y se trata satisfactoriamente repitiendo la em bo­ priapism: review of the American Foundation for Urologic Disease
lización. Consensus Panel Report. Curr Urol Rep 3:492-498, 2002.
■ El priapism o se resuelve cuando sobreviene la descongestión Savoca G, Pietropaolo F, Scieri F, et al: Sexual function after highly
de los cuerpos cavernosos dentro de las prim eras 24 h tras la selective embolization of cavernous artery in patients with
intervención. highflow priapism: long-term follow-up. J Urol 172:644-647, 2004.
TRAUMATISMO
Tratamiento del traumatismo vascular
de las extremidades

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento de las lesiones vasculares traumáticas de la extremidad comprende el


implante de endoprótesis y la embolización.

■ El desgarro vascular se diagnostica habitualmente m ediante


IN D IC A C IO N E S angiografía com o extravasación activa de contraste, form a­
■ Síntomas graves de lesión vascular: hem orragia pulsátil, ción de fístulas arteriovenosas traumáticas y form ación de
hem atom a expansivo, ausencia de pulsos distales, frío, pali­ seudoaneurismas.
d e z de la extremidad, vibración palpable, rumor audible ■ El desgarro vascular puede ser tratado m ediante em bolización
■ Síntomas leves de lesión vascular: deficiencia nerviosa peri­ de ramas vasculares secundarias o, cuando es im portante
férica, antecedente de hem orragia m oderada en el escenario conservar la perfusión distal, con endoprótesis cubiertas.
del traumatismo, pulso reducido pero palpable o lesión en ■ La oclusión vascular puede estar causada por disección y
la proxim idad de una arteria principal así com o hipotensión trombosis arterial y se puede tratar con el uso de endopróte­
inexplicable sis convencionales o cubiertas.
■ La em bolia por cuerpo extraño casi siempre se asocia a heri­
das por arma d e fuego.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
T É C N IC A
■ Investigación incorrecta o retrasada
■ Confianza en la ecografía Doppler ■ Tras identificar el punto de acceso, se prepara el área con un
■ R echazo a realizar una angiografía en el quirófano antiséptico cutáneo.
■ D iagnóstico de isquem ia causada por espasmo ■ Se consigue un acceso vascular y se realiza una angiografía
diagnóstica.
■ Para determ inar la terapia apropiada, se identifica la localiza­
ción y el tipo de lesión.
IN S T R U M E N T A L ■ Los desgarros vasculares y seudoaneurismas del extremo
arterial pueden ser tratados m ediante la em bolización d e las
■ Angiografía
ramas vasculares secundarias.
■ Catéteres de angiografía diagnóstica
■ Los seudoaneurismas traumáticos tam bién han sido tratados
■ La m ayoría de lesiones pueden ser abordadas con catéteres
mediante inyección de trombina y endoprótesis cubiertas.
convencionales de 5 Fr.
■ Fístulas arteriovenosas traumáticas o seudoaneurismas:
■ Se pueden necesitar microcatéteres para las lesiones distales.
exclusión del área lesional m ediante em bolización distal y
■ Materiales de em bolización
proxim al de los extremos arteriales lesionados.
■ Espirales
■ Oclusiones vasculares: im plante de endoprótesis convencio­
■ Esponja de gelatina
nales o cubiertas para reperm eabilizar con rapidez la oclu­
■ Endoprótesis cubierta
sión traumática d e la extremidad com o reparación definitiva
o conjunta con una derivación programada.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
C O N T R O V E R S IA S
■ Las lesiones vasculares se han clasificado com o contusión,
disruption de la íntim a, punción, ruptura lateral, sección ■ El tratamiento de falsos aneurismas con inyección de trom ­
com pleta, fístulas arteriovenosas y form ación de seudoaneu­ bina p rovoca controversias, sobre todo tras intervenciones
rismas. con acceso arterial.

P U N T O S CLAVE
i El diagnóstico de las lesiones vasculares sig nificativas casi siempre se basa en el examen físico,
i El espasmo nunca es consecuencia del traum atism o y no debe ser presupuesto com o una causa de
isquem ia de una extrem idad,
i La señal Doppler en extrem idades sin pulso tan solo da una falsa sensación de seguridad; no resta
gravedad ni urgencia a ningún tip o de lesión,
i La angiografía sigue siendo el criterio de referencia para un mayor estudio y definición de la lesión vascular,
i La angiografía se realiza m ejor en un quirófano, con un traslado a la sala d e radiología vascular solo en
pacientes hem odinám icam ente estables,
i El desgarro, con sección com pleta o in com pleta del vaso, es la form a más frecuente de lesión vascular.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 341


342 INTERVENCIONES VASCULARES |TRAUMATISMO

Figura 1. Embolización con espiral de una rama hemorrágica de la Figura 2. Embolización con espiral de una rama hemorrágica de
arteria femoral profunda izquierda. la arteria femoral profunda izquierda con hemostasia inmediata.

Figura 3. Seudoaneurisma traumático de la arteria mamaria


interna derecha formando una fístula arteriovenosa hacia la vena Figura 4. Has la embolización y exclusión del seudoaneurisma no
innominada adyacente. se reconoce extravasación residual de contraste ni flujo hacia la
luz venosa.

RESULTADOS COMPLICACIONES
■ En la m ayoría de casos de traumatismo agudo, el resultado ■ Isquem ia
vien e determ inado por factores ajenos al trabajo radio­ ■ Síndromes compartimentales
lógico. ■ El traum atism o sistém ico reacciona según lo haga la aci­
■ Se pueden conseguir excelentes resultados a largo p lazo con dosis láctica y la reperfusión tardía del tejid o en isquem ia
intervenciones percutáneas. grave.
T ratam iento del tra u m a tis m o v a scu la r de las extrem idades

■ Puede existir una lesión neurológica significativa en algunas Frykberg ER: Advances in the diagnosis and treatment of extremity
ocasiones, incluso si otros tejidos se han conservado gracias vascular trauma. Surg Clin North Am 75:207-222, 1995.
a la intervención. Hanks SE, Pantecost MJ: Angiography and transcatheter treatment of
extremity trauma. Semin Intervent Radiol 9:20-25, 1992.
■ Em bolización indiscrim inada o isquem ia relacionada con la
Henry M, Amor M, Henry I, et al: Occlusive and aneurysmal
em bolización
peripheral arterial disease: assessment of a stent-graft system.
Radiology 201:717-724, 1996.
Hilfiker PR, Razavi MK, Kee ST, et al: Stent-graft therapy for
subclavian artery aneurysms and fistulas: single-center mid-term
ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y results. J Vase Interv Radiol 11:578-584, 2000.
Hunt CA, Kingsley JR: Vascular injuries of the upper extremity. South
SEGUIMIENTO Med J 93:466-468, 2000.
■ El cuidado tras la intervención y el seguim iento vienen regi­ Jindal R, Dhanjil S, Carrol T, Wolfe JHN: Percutaneous thrombin
dos por otras lesiones que el paciente haya sufrido más que injection treatment of a profunda femoris pseudoaneurysm after
femoral neck fracture. J Vase Interv Radiol 15:1335-1336, 2004.
por la em bolización o los hallazgos d e la angiografía.
Karim Brohi: Peripheral vascular trauma. Trauma 7:3, 2002.
■ Considere la posibilidad de form ación de falsos aneurismas
Keen JD, Dunne PM, Keen RR, Langer BG: Proximity arteriography:
al realizar las pruebas radiológicas de seguimiento. Cost-effectiveness in asymptomatic penetrating extremity trauma.
■ Las endoprótesis cubiertas no están exentas de reestenosis; J Vase Interv Radiol 12:813-821, 2001.
estos pacientes deben ser observados para asegurarse de que Panetta T, Sclafani S, et al: Percutaneous transcatheter embolization
no desarrollan com plicaciones tardías. for arterial trauma. J Vase Surg 2:54-64, 1985.
Rich NM, Baugh JH, Hughes CW: Acute arterial injuries in Vietnam:
1000 cases. J Trauma 10:359-369, 1970.
Lecturas recomendadas Schwartz M, Weaver F, et al: Refining the indications for arteriography
Chung VP, Wallace S, Gianturco C: A new improved coil for in penetrating extremity trauma: a prospective analysis. J Vase
tapered-tip catheter for arterial occlusion. Radiology 135:507-509, Surg 17:116-122, 1993. discussion 122-124.
1980. Sirinek KR, Gaskill HV, Dittman WI, Levine BA: Exclusion
Devarapalli S, Cline S, Kalaria V: Percutaneous management of a angiography for patients with possible vascular injuries of the
saphenous venous graft leaking pseudoaneurysm. J Invasive extremities—a better use of trauma center resources. Surgery
Cardiol 17:187-188, 2005. 94:598-602, 1983.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento del traumatismo hepático

D E F IN IC IÓ N : La embolización arterial hepática es una técnica que se puede aplicar a los pacientes
con hemorragia continua demostrada que permanecen en el limite de la normalidad tras la reposición
con fluidos.

■ A veces las arterias hepática y esplénica pueden poseer orifi­


IN D IC A C IO N E S
cios separados con origen en la aorta abdom inal.
■ Pacientes en que se demuestre hem orragia continua que ■ El acceso angiográfico se realiza m ediante un acceso femoral
sigan en el lím ite de la norm alidad tras la reposición de flui­ o axilar izquierdo.
dos
■ Pacientes con hem orragia continua p recoz tras hemostasia
quirúrgica primaria
■ Pacientes tras laparotom ía de emergencia T É C N IC A
■ Pacientes con recidiva de hem orragia tras una em bolización
inicial satisfactoria ■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
■ Pacientes con otras lesiones hepáticas vasculares, com o ■ Tras conseguir un acceso arterial, se coloca un introductor
seudoaneurismas o fístulas arteriovenosas, y con un riesgo vascular.
elevado de hem orragia tardía ■ Se realiza una angiografía diagnóstica hepática con un catéter
Sidewinder de 5 Fr para mostrar el punto de extravasación
del contraste o la lesión vascular.
■ La em bolización hemostática se realiza con microcatéteres
C O N T R A IN D IC A C IO N E S coaxiales de 2 a 3 Fr y m ediante em bolizantes com o borlas
de esponja de gelatina, partículas o m icroespirales.
■ Pacientes con inestabilidad hem odinám ica que precisen de ■ A l em plear los espirales, cada uno debe ser com prim ido con
una laparotom ía urgente convencional o para controlar la fuerza individualm ente sin que parte de su longitud sobre­
lesión salga hacia la arteria hemorrágica.
■ Todos los espirales deben ser com prim idos con fuerza juntos
sin intersticios para evitar su m igración o una reperm eabili­
zación tardía.
IN S T R U M E N T A L
■ En el caso d e em bolizaciones hepáticas, el intervencionista
■ TC debe em plear la técnica del sándwich, que consiste en el
■ Angiografía im plante de un espiral proxim al y otro distal al saco aneuris­
■ Perm ite un diagnóstico rápido y el tratamiento de los mático.
pacientes politraum atizados ■ La técnica del sándwich evita la recidiva hem orrágica por
■ Catéter de angiografía una repleción retrógrada del aneurisma.
■ Catéteres angiográficos Sidewinder o Cobra (em pleados a ■ En el caso de los seudoaneurismas arteriales, los espirales
m enudo) no deberían ser depositados dentro del saco del aneurisma,
■ Para el cateterism o de las arterias hepática o esplénica puesto que se ha descrito la posibilidad de ruptura tardía en
■ Em bolizante los segm entos extraparenquimatosos arteriales.
■ Borlas d e esponja de gelatina o espirales
■ Microcatéteres coaxiales (M icroferret, Radifocus)

C O N T R O V E R S IA S
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O ■ Existen controversias sobre el tratamiento quirúrgico de las
lesiones hepáticas traumáticas cerradas frente al tratamiento
■ Las arterias hepáticas derecha y derecha accesoria y el tronco conservador.
celíaco pueden tener su origen desde la arteria m esentérica ■ Los cirujanos son más proclives a adoptar un tratamiento
superior. conservador ante las lesiones hepáticas traumáticas cerradas
■ Las arterias hepáticas izquierda e izquierda accesoria pueden siempre que se pueda llevar a cabo una vigilancia intensiva
tener su origen en la arteria gástrica izquierda. (es decir, con técnicas tom ográficas).

P U N T O S CLAVE
i El tratam iento conservador de las lesiones hepáticas cerradas se debería establecer según los hallazgos de
una T C com pleta de tórax, abdom en y pelvis,
i La extravasación de contraste o un realce de alta densidad en una T C indica hem orragia persistente y
precisa de una intervención hem ostática,
i La em bolización arterial hem ostática se debería realizar en pacientes con estabilidad hem odinám ica que
sufran una hemorragia arterial continua,
i Los pacientes con hem orragia y estabilidad marginal pueden ser tratados p o r un radiólogo de la unidad de
politraum atism o especialista en embolización hem ostática.

344 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento del tra u m a tis m o hepático

Figura 1 . Paciente que se sometió a una laparotomía de


emergencia en otro hospital, donde ingresó tras un accidente
de tráfico. TC obtenida tras el traslado del paciente que muestra
un taponamiento perihepático y gran extravasación del contraste
(asterisco) dentro de la extensa zona de contusión hepática. El
paciente sobrevivió y precisó de otra embolización 24 h más tarde,
puesto que el contraste rezumaba desde las ramas arteriales del
lóbulo izquierdo.

Figu ra 2. Paciente que se sometió a una laparotomía de


em ergencia en otro hospital, donde ingresó tras un
accidente de tráfico. Angiografía hepática urgente que confirmó
la gran extravasación con origen en las ramas arteriales
intrahepáticas derecha (punta de flecha) e izquierda (flecha). El
paciente sobrevivió y precisó de otra embolización 24 h más tarde,
puesto que el contraste rezumaba desde las ramas arteriales del
lóbulo izquierdo.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. Paciente que se sometió a una laparotomía de


em ergencia en otro hospital, donde ingresó tras un
accidente de tráfico. Se consiguió la embolización mediante la
oclusión selectiva de las ramas arteriales hepáticas izquierdas
(flecha) y una embolización más proximal de la arteria hepática
derecha (punta de flecha) con borlas de esponja de gelatina. El
paciente sobrevivió y precisó de otra embolización 24 h más tarde,
puesto que el contraste rezumaba desde las ramas arteriales del
lóbulo izquierdo.
346 INTERVENCIONES VASCULARES |TRAUMATISMO

■ La em bolización arterial selectiva conlleva un riesgo m enor


de necrosis hepática am plia y com plicaciones sépticas que la
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
ligadura de la arteria hepática. Y SEGUIMIENTO
■ Son im prescindibles los estudios radiológicos de seguimiento
tras la em bolización arterial hepática hemostática.
■ Los pacientes con hem atom a central o subcapsular deberían
RESULTADOS
ser controlados durante 1 m es por lo menos.
■ Diversas comunicaciones han puesto de m anifiesto el valor de ■ Los pacientes que tom an anticoagulantes deben ser observa­
la em bolización arterial para la hemorragia continua o recidi­ dos m uy atentamente.
vante a pesar de la laparotomía inicial o reintervención. ■ La aparición de hallazgos en la TC de cicatrización com pleta
■ Se dem ostró una eficacia del 100% m ediante tratamiento con de las lesiones hepáticas más graves pueden llevar entre 12 y
em bolización arterial de la extravasación del contraste en el 15 meses.
hígado tras lesión hepática cerrada.
■ Dieciséis de 30 pacientes notablemente inestables con lesión Lecturas recomendadas
hepática cerrada se som etieron a em bolización arterial
Ciraulo DL, Luk S, Palter M, et al: Selective hepatic arterial
hemostática sin ninguna com plicación de relevancia.
embolization of grade IV and V blunt hepatic injuries: an
■ La oclusión transcatéter fue satisfactoria en el 8 8 % d e los
extension o f resuscitation in the nonoperative management of
pacientes con lesiones vasculares postraumáticas. traumatic hepatic injuries. J Trauma 45:353-358, 1998.
■ El tratamiento fue efectivo en 10 de 11 pacientes con lesiones Hashimoto S, Ido K, Hiramatsu K, et al: Expanding role of emergency
hepáticas de grados 4 o 5 que perm anecieron estables. embolization in the management of severe blunt hepatic trauma.
Cardiovasc Intervent Radiol 13:193-197, 1990.
Hagiwara A, Yukioka T, Ohta S, et al: Nonsurgical management of
patients with blunt hepatic injury: efficacy o f transcatheter arterial
COMPLICACIONES embolization. AJR A m J Roentgenol 169:1151-1156, 1997.
Kos X, Fanchamps JM, Trotteur G, Dondelinger RF: Radiologic damage
■ El seudoaneurisma postraumático hepático aparece con una control: evaluation of a combined CT and angiography suite with a
frecuencia estimada del 2 a 3 % , sobre todo, en pacientes con pivoting table. Cardiovasc Intervent Radiol 22:124-129, 1999.
lesión de grado 4. Murakami R, Tajima H, Kumazaki T: Transcatheter hepatic arterial
■ Las fístulas arterioportales o arteriovenosas se observan con embolization for the treatment of blunt hepatic injury. Nippon
una frecuencia igual a la de los seudoaneurismas durante el Igaku Hoshasen Gakkai Zasshi 53:395-402, 1993.
Schwartz RA, Teitelbaum GP, Katz MD, Pentecost MJ: Effectiveness
tratamiento conservador.
of transcatheter embolization in the control of hepatic vascular
■ La hem orragia interna retardada se puede observar tras una
injuries. J Vase Interv Radiol 4:359-365, 1993.
laparotomía inicial en un pequeño número de casos. Yitzhak A, Shaked G, Lupu L, et al: Selective embolization of hepatic
■ Necrosis hepática inducida por la oclusión portal asociada a arteries, an additional precaution to control hemorrhage in the
una oclusión arterial. management of severe liver trauma. Harefuah 140:193-196, 2001.
■ Pueden aparecer abscesos hepáticos varios meses e incluso
años después del traumatismo.
■ Se pueden encontrar retracción capsular, calcificaciones u
obstrucción de las vías biliares.
Tratamiento del traumatismo esplénico

D E F IN IC IÓ N : Embolización arterial de las lesiones esplénicas postraumáticas.

■ A veces las arterias esplénicas pueden tener orificios separa­


IN D IC A C IO N E S
dos con origen en la aorta abdominal.
■ Las indicaciones son síntomas de hem orragia continua o ■ El acceso angiográfico se consigue m ediante un acceso fem o­
hem orragia libre intraperitoneal. ral o axilar izquierdo.
■ Tam bién se encuentra indicada en los pacientes con pruebas
de hem orragia continua que perm anecen en el lím ite de la
norm alidad tras la reposición de fluidos.
■ Los pacientes con hem orragia continua temprana tras una T É C N IC A
hemostasia quirúrgica inicial, así com o aquellos que se rem i­ ■ Todos los pacientes con sospecha de lesión abdom inal debe­
ten tras una laparotom ía de emergencia, deberían someterse rían som eterse a un exam en de TC a su ingreso.
a angiografía. ■ El síntoma de la hem orragia continua es la extravasación
■ Los seudoaneurismas o las fístulas arteriovenosas en el bazo del contraste denso, su localización dentro del parénquim a
están provocadas por el riesgo relativamente elevado de esplénico o su difusión a través de la cápsula.
hem orragia diferida. ■ La angiografía esplénica se realiza con catéteres Sidewinder
■ La vasoconstricción arterial grave (com p lejo de hipoperfu- conform ados de 5 Fr.
sión) puede sim ular una ruptura d e la arteria esplénica por ■ Los signos angiográficos definitivos son la demostración de la
la disminución o la ausencia com pleta de realce esplénico. extravasación del contraste o lesión vascular (seudoaneuris­
mas o fístulas arteriovenosas) sin extravasación del contraste.
■ La em bolización hemostática se realiza con microcatéteres
coaxiales de 2 a 3 Fr, borlas de esponja de gelatina, partículas o
C O N T R A IN D IC A C IO N E S microespirales com o embolizantes, solos o en combinación.
■ Está contraindicado en pacientes hem odinám icam ente ines­ ■ Cada espiral debe ser com prim ido con fuerza, individual­
tables que precisan de una laparotom ía urgente. mente, sin elongación residual en la arteria hemorrágica.
■ Todos los espirales deben com prim irse con fuerza, juntos,
sin intersticios, para evitar la reperm eabilización tardía o su
migración.
IN S T R U M E N T A L ■ Los espirales no deberían ser colocados dentro del saco del
aneurisma debido a la posibilidad de ruptura tardía en el
■ An giografía p or TC tratamiento de seudoaneurismas arteriales.
■ Perm ite un diagnóstico y tratamiento inm ediato de los ■ En v e z de ello, se debería em plear la técnica del sándwich,
pacientes politraumatizados. que consiste en el im plante de un espiral proxim al y distal al
■ Instrumental de angiografía convencional saco aneurismático.
■ Catéter angiográfico conform ado (Sidewinder, Cobra) ■ La oclusión vascular com pleta y persistente del vaso original
■ Utilizado para el cateterismo de la arteria esplénica. proxim al y distal al seudoaneurisma debería ser com probada
■ Borla de esponja de gelatina o espiral angiográficam ente antes de la retirada del catéter.
■ Em bolizantes hemostáticos ■ En la práctica, la oclusión arterial con catéter se debería reali­
■ M icrocatéter coaxial (M icroferret, Radifocus) zar cuando la lesión vascular persiste, aumenta de tamaño o
■ Los microespirales se liberan selectivam ente en el punto es sintomática.
de hemorragia. ■ An te el fracaso técnico de la em bolización, se precisa de una
esplenectom ía posterior.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
C O N T R O V E R S IA S
■ El b azo está vascularizado habitualmente a través de una
sola arteria esplénica que se ram ifica en el hilio. ■ Resulta controvertida la em b olización arterial hemostática
■ Un b azo accesorio posee su propia pequeña arteria con ori­ frente a la esplenectom ía o cirugía conservadora del bazo
gen en el hilio de la arteria esplénica principal. ante la lesión esplénica de grado m edio o alto.

P U N T O S CLAVE
i El tratam iento conservador de las lesiones esplénicas cerradas se debería establecer según los hallazgos
de una TC com pleta del tórax, abdom en y pelvis.
> El tratam iento expectante no quirúrgico de las lesiones esplénicas no debería basarse solo en las
características de TC o en la gradación mediante TC.
> La em bolización hem ostática arterial debería realizarse en pacientes hem odinám icam ente estables.
> Los pacientes estables con una hemorragia arterial continua deberían ser tratados en centros con una
unidad de politraum atizados con radiólogos.
> El tratam iento conservador de las lesiones esplénicas conlleva un riesgo de hem orragia retardada; por lo
tanto, precisa de una vigilancia atenta y de pruebas radiológicas repetidas.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 347


348 INTERVENCIONES VASCULARES |TRAUMATISMO

Figura 2. Hombre de 30 años ingresado tras una contusión


Figura 1. Angiografía celíaca realizada inmediatamente tras la TC abdominal. Angiografía esplénica que muestra extravasación
que muestra compresión y desplazamiento medial del bazo por un del contraste (flecha) en el polo inferior esplénico y escaso
hematoma, pero fracasa al demostrar la extravasación del contraste reconocimiento de los vasos intraesplénicos habituales debido a
en el bazo (lo que sí es detectable con la TC). una grave vasoconstricción.

Figura 3. Fístula arteriovenosa postraumática intraesplénica


con retom o venoso precoz (asterisco) y diversas lesiones
seudoaneurismáticas (flechas). El tratamiento consistió en una
embolización arterial selectiva.
T ratam iento del tra u m a tis m o esplénico

■ El tratamiento conservador de la lesión esplénica m ediante ■ Los hem atomas intraesplénicos o subcapsulares pueden
la em bolización arterial hemostática es costoso y tiene riesgo resolverse espontáneam ente y evolucionar hacia un seudo-
de una ruptura esplénica secundaria. quiste crónico sobreinfectado; el riesgo de form ación d e un
■ La TC no puede proporcionar inform ación directa sobre las absceso es superior cuando no se trata.
lesiones vasculares intraesplénicas, y tam poco puede identi­ ■ Los hem atomas esplénicos crónicos pueden crecer, denom i­
ficar el riesgo de hem orragia secundaria. nados entonces hematomas crónicos en expansión, y v o l­
■ N o existe un sistema de clasificación que muestre si la lesión verse sintomáticos.
esplénica debería ser controlada con técnicas radiológicas o
si la em b olización o la cirugía están indicadas.

ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
RESULTADOS
■ Los pacientes deben som eterse a una nueva TC 3 semanas
■ Se ha com unicado el éxito de la em b olización arterial ante tras la em bolización.
lesión esplénica en el 87 a 95% de los casos, sin necesidad ■ Los pacientes con hem atom a central o subcapsular que no se
de cirugía. som etan a em bolización deberían ser controlados durante al
■ Las lesiones postraumáticas vasculares (seudoaneurism a o menos 1 mes.
m alform aciones arteriovenosas) esplénicas pueden aparecer ■ Los pacientes que tom an anticoagulantes deben ser observa­
tras el tratamiento conservador del órgano ante lesión pos- dos m uy atentamente.
traumática. ■ Los pacientes con lesiones d e grado 4 o 5 normalmente
■ Las lesiones vasculares esplénicas pueden conducir a una necesitan unos seguim ientos clínicos más próxim os y más
ruptura retardada del b azo, pueden involucionar espontá­ pruebas radiológicas que los pacientes con grados menores.
neam ente y trombosarse después de semanas o meses. ■ Los signos de curación en la TC pueden llevar entre 1 y
■ La presencia de lesiones vasculares esplénicas durante el 6 meses.
seguim iento debería considerarse un factor pronóstico del ■ Casi e l 75% de los falsos aneurismas del b azo se detectan tan
fracaso del tratamiento no quirúrgico. solo en exám enes por TC de seguim iento.
■ En la práctica, la oclusión arterial con catéter se debería
realizar cuando la lesión vascular es persistente, crece en Lecturas recomendadas
tamaño o es sintomática.
Emery KH: Splenic Emergencies. Radiol Clin North Am 35:831-843,
1997.
Kluger Y, Paul DB, Raves JJ, et al: Delayed rupture of the spleen,
myths, facts, and their importance— case reports and a literature
COMPLICACIONES review. J Trauma 36:561-568, 1994.
■ Se ha descrito un 1% de incidencia d e resangrado tras la Mirvis SE, Shanmuganathan K: Abdominal computed tomography in
blunt trauma. Semin Radiol 27:150-183, 1992.
reparación quirúrgica; el sangrado tras un tratamiento no
Rees CR: Blunt splenic trauma and the angiographer: will we go back
quirúrgico retardado aparece dentro de la prim era semana en
to the future? Radiology 181:12-14, 1991.
el 6 % d e los casos. Sclafani SJ, Shaftan GW, Scalea TM, et al: Nonoperative salvage of
■ La ruptura esplénica retardada o secundaria es una causa computed tomography-diagnosed splenic injuries: utilization of
potencial de m ortalidad en el traumatismo abdom inal angiography for triage and embolization for hemostasis. J Trauma
cerrado. 39:818-825, 1995.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la hemorragia pélvica

D E F IN IC IÓ N : La angiografía pélvica con embolización es el tratamiento intervencionista para la


hemorragia pélvica.

■ El equipo debe estar dotado con dispositivos de protección


IN D IC A C IO N E S frente a la radiación, tanto para el paciente com o para el
■ Fracturas pélvicas de im portancia con síntomas de hem o­ m édico, así com o con tecnología de reducción de dosis.
rragia, que precisen de transfusión continua, en las que se ■ Catéter
excluyan otras fuentes de hem orragia aparte de las pélvicas ■ La m ayor parte de la angiografía diagnóstica se realiza
■ Fracturas pélvicas de im portancia con o sin otras lesiones m ediante catéteres p ig ta il o con luz de 0,035 o 0,038”
asociadas en las que no se pueda controlar la hem orragia debido a la necesidad de inyecciones con flujo relativa­
p élvica solo con la cirugía m ente elevado.
■ Traumatismos p élvicos con pruebas de extravasación activa ■ Se emplean a m enudo microcatéteres coaxiales para apli­
de contraste en la TC caciones selectivas y supraselectivas.
■ Traumatismos pélvicos con inestabilidad hem odinám ica en ■ Se prefieren los catéteres de 0,018” debido a su capacidad
los que se excluyan otras fuentes de hem orragia no pélvicas para desplegar microespirales de em bolización, espirales
incluso sin demostración en la TC desmontables, solución acuosa o pequeñas borlas de
esponja de gelatina.
■ Los microcatéteres de luz mayor, de 0,027” , perm iten la
ventaja de velocidades de flujo de contraste más altas, pero
C O N T R A IN D IC A C IO N E S son subóptimos para el despliegue de microespirales.
■ Espiral o esponja de gelatina para la em bolización
■ Paciente politraum atizado agudo extremadamente inestable
■ Cuando se identifica una pequeña área de extravasación o
■ Paciente con m odificaciones de su anatom ía vascular cau­
un seudoaneurisma, es preferible la em bolización selectiva
sadas por cirugía vascular anterior, com o una derivación
con espirales que la em bolización regional con partículas.
aortofem oral o una intervención endovascular (contraindi­
■ Las borlas o la solución acuosa de esponja de gelatina se
cación relativa m otivada p or una anatomía notablemente
em plean com o un com plem ento a la em bolización con
m odificada)
espirales o com o tratamiento inicial en un contexto de
■ Coagulopatía (contraindicación relativa)
inestabilidad hem odinám ica grave.
■ A lergia al contraste (contraindicación relativa)
■ Contraste no iónico
■ En las fracturas del cuello femoral, se contraindica la em bo­
■ Se em plea contraste tanto para el diagnóstico com o para la
lización de la arteria glútea superior ipsolateral o de la d ivi­
intervención.
sión posterior de la arteria ilíaca interna ipsolateral, ya que
■ Se em plea el yodixanol, m onóm ero isoosmolar, debido a
se pueden asociar con necrosis avascular o retardo de la
que su incidencia es algo más baja de nefropatía inducida
consolidación ósea tras cirugía ortopédica.
p or contraste.
■ En el adulto estable sin depleción de volum en se pueden
em plear dim éricos com o el yohexol.
IN S T R U M E N T A L ■ Para la angiografía p élvica selectiva y supraselectiva es
preferible el contraste yodado antes que el dióxido de car­
■ Sistema de angiografía bono.
■ Norm alm ente, el equipo debe contar con un intensificador
de imagen de 14 a 16” con una elevada velocidad de paso de
fotogram as y angiografía de substracción digital con reso­
lución de 1024 x 1024. A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Es necesario disponer de una radioscopia con am pliación
de alta calidad. ■ Se siguen las guías de práctica de angiografía diagnóstica de
■ Los detectores de panel plano poseen la capacidad de la aorta abdominal.
adquirir im ágenes en rotación, que produce cortes tomo- ■ Norm alm ente, se consigue un acceso arterial por la femoral
gráficos similares a los de una TC, lo que es de utilidad com ún derecha o izquierda.
para com probar el tratamiento del punto de hem orragia ■ La elección del lado derecho o izquierdo puede venir deter­
p élvica reconocido en la TC previa a la intervención. m inada p or los hallazgos de los estudios tom ográficos
■ Se requiere una evaluación de presencia de la hem orragia anteriores a la intervención así com o por la experiencia y
tanto durante com o después de la em bolización. preferencia del m édico.

P U N T O S CLAVE
i La angiografía pélvica y la em bolización forman parte del tratam iento habitual en pacientes que sufren una
hemorragia pélvica traum ática,
i La TC m ultidetector con contraste es eficaz para la d etección y localización de la hemorragia pélvica activa,
i La em bolización pélvica posee una elevada tasa de é xito técnico y clínico para tra ta r la hemorragia pélvica
activa.
i La em bolización pélvica posee una baja tasa de com plicaciones y relativamente pocas contraindicaciones.

350 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la h em orragia pélvica

Figura 1. Lesión p élv ica p o r aplastam iento tras vueltas de Figura 2. L a fase arterial tardía m uestra u n s eudoaneurism a.
cam pana. Angiografía pélvica de lavado que pone de manifiesto Obsérvese la notable vasoconstricción pélvica secundaria a la
la extravasación activa de la división anterior izquierda. hipotensión.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a 3. Cateterismo supraselectivo con un microcatéter. F igu ra 4. Resultado tras una embolización no selectiva.

■ Algunos intervencionistas encuentran técnicam ente más


sencillo el cateterism o de la arteria ilíaca interna y de sus
T É C N IC A
ramas desde un acceso contralateral.
■ En un contexto d e traumatismo por contusiones, a m enudo ■ Se utiliza una técnica de esterilización y se prepara el área
se precisa de la angiografía bilateral selectiva de las ilíacas con un antiséptico cutáneo.
internas debido a la frecuente presencia de colaterales que ■ El estudio se realiza con un catéter de lavado colocado en la
cruzan la pelvis. porción m edia de la aorta abdom inal infrarrenal.
352 INTERVENCIONES VASCULARES |TRAUMATISMO

■ Se sigue con una angiografía selectiva de las arterias ilíacas ■ En ausencia de lesión, se debe evitar o abordar con precau­
internas; el lado de com ienzo vien e determ inado por el pro­ ción extrema la em bolización con partículas de la división
blem a de m ayor repercusión según la TC y la angiografía de posterior de la ilíaca interna.
lavado.
■ Se puede realizar un cateterism o de la ilíaca interna contrala­
teral con un catéter p ig ta il sin conform ar sobre la bifurcación
aórtica y reem plazarlo por un catéter angulado. RESULTADOS
■ Será necesario un cateterism o más subselectivo según las
■ La em bolización ante un contexto de lesión p élvica aguda
anomalías que se encuentren en las angiografías iniciales o
no penetrante ha resultado altamente eficaz para un control
en la TC previa a la intervención.
perm anente de la hem orragia p élvica aguda.
■ El cateterism o supraselectivo d e los vasos de las ramas de la
■ Se ha demostrado, además, que la em bolización es igual de
división anterior o posterior a m enudo precisa del em pleo de
e ficaz en los traumatismos p élvicos penetrantes.
un m icrocatéter para evitar el vasoespasmo o la disminución
■ La em bolización transcatéter urgente ha m ejorado positiva­
del flujo.
m ente los resultados totales.

Técnica de cateterismo supraselectivo


■ Se cateteriza inicialm ente la rama vascular con un catéter de
diagnóstico de 4 Fr. COMPLICACIONES
■ Se avanza el m icrocatéter distal a la punta y se retire el caté­
■ Se han descrito pocas com plicaciones:
ter de 4 Fr hasta por encim a del origen de la rama vascular.
■ Un caso de necrosis avascular de la cabeza fem oral tras
una em b olización por traumatismo pélvico
Estudio radiográfico ■ Un caso de necrosis vesical tras la em bolización p or trau­
■ Se deben realizar al menos dos proyecciones con una separa­
m atismo pélvico
ción de 45 a 60° en cada lado.
■ Tres casos de paresia d e la extremidad inferior tras em boli­
■ Una proyección oblicua anterior ipsolateral perm ite visuali­
zación de un tum or p élvico
zar la arteria glútea m edia superior a su salida de la p elvis a
■ Necrosis de los músculos glúteos en 5 de 151 pacientes tras
través d e la escotadura ciática.
em bolización p or traumatismo pélvico
■ La proyección oblicua anterior contralateral separa las rami­
■ En com paración, en diversas series quirúrgicas y en una
ficaciones anteroposteriores de las ramas de la división ante­
oncológica tras la ligadura de la arteria ilíaca interna se han
rior.
descrito necrosis vesicales, glúteas, rectales, escrotales y
perineales.
Cateterismo selectivo de la arteria ilíaca interna
ipsolateral
■ La intervención se puede realizar m ediante la form ación de
un asa de Waltm an o con un catéter SOS conform ado en la ASISTENCIA POSTOPERATORIA
aorta torácica o abdom inal. Y SEGUIMIENTO
■ Los introductores vasculares se retiran tan pronto com o sea
Embolización
posible para evitar com plicaciones por em bolización distal y
■ La em bolización con espirales se consigue m ediante la colo­
del punto de acceso.
cación d e la punta del catéter inm ediatam ente proxim al al
■ Actualm ente se dispone de una variedad de dispositivos de
área de lesión y la oclusión vascular proximal.
cierre vascular que pueden ser usados convenientemente.
■ Se puede em plear la solución acuosa d e esponja de gelatina,
■ Las necesidades de transfusión deben disminuir p oco des­
m ezclada al 50% con contraste o solo con este, a través de
pués d e la intervención.
catéteres y microcatéteres de 4 o 5 Fr.
■ Los cam bios en los fluidos y en su equilibrio debidos a la
■ L a m ezcla se inyecta repetidam ente de una jeringa a otra
rápida reposición de líquidos pueden provocar la necesidad
entre dos jeringas conectadas a una llave de paso de tres vías
de una transfusión posterior a pesar de la ausencia de extra­
hasta conseguir una solución acuosa con apariencia gelati­
vasación activa continuada.
nosa.
■ Una atenta y continuada vigilancia hem odinám ica está jus­
■ Borlas m ayores de esponja de gelatina en g el se pueden des­
tificada tras la em bolización.
plegar a través de catéteres con lu z de 0,038” ; la intervención
■ Si el paciente se desestabiliza tras una em bolización pélvica
es particularmente eficaz para la oclusión rápida de grandes
satisfactoria se debe realizar una nueva TC abdom inal y pél­
vasos.
vica.

Lecturas recomendadas
CONTROVERSIAS Lang EK: Transcatheter embolization of pelvic vessels for control of
intractable hemorrhage. Radiology 140:331, 1981.
■ Puede ocurrir la em bolización no selectiva de la arteria
Savage C, Cohen A, Moore I: Invited commentary. RadioGraphics
ilíaca interna en ausencia de extravasación activa a pesar de
24:1605-1606, 2004.
localizar en una TC hallazgos que indiquen una hem orragia Tomacruz RS, Bristow RE, Montz FJ: Management o f pelvic
p élvica con anterioridad. hemorrhage. Surg Clin North A m 81(4): 925-984, 2001.
■ Se han descrito y publicado casos de necrosis glútea y de Yoon W, Kim JK, Yong YJ, et al: Pelvic arterial hemorrhage in patients
necrosis avascular de la cabeza fem oral tras la em bolización with pelvic fractures: detection with contrast-enhanced CT.
de la arteria ilíaca interna. RadioGraphics 24:1591-1605, 2004.
Tratamiento de lesiones traumáticas
de la aorta torácica y los grandes vasos

D E F IN IC IÓ N : Las lesiones traumáticas de la aorta torácica y de los grandes vasos se pueden tratar
mediante el implante endovascular de endoprótesis cubierta.

■ La angiografía por TC abdom inal y p élvica anterior a la inter­


IN D IC A C IO N E S vención (realizada simultáneam ente con una angiografía por
■ El im plante endovascular de endoprótesis cubierta se indica TC torácica) perm ite una precisa evaluación de las caracterís­
ante aquellos traumatismos penetrantes o cerrados de la aorta ticas anatómicas de la aorta y de las arterias ilíacas.
torácica y de los grandes vasos que provoquen su disrupción ■ El exam en inicial debe buscar la identificación de las lesiones
o sección. estenóticas u oclusivas y la determ inación del grado d e tor­
■ En la actualidad no se han desarrollado guías de práctica tuosidad arterial.
universalmente aceptadas para determ inar qué pacientes son ■ El m ínim o diámetro de la arteria ilíaca para perm itir el paso
candidatos a la reparación endovascular de la lesión torá­ de la endoprótesis depende del tamaño y tipo de la endo­
cica. prótesis cubierta escogida (7 a 8 m m com o m ín im o).
■ Para eludir una enferm edad ilíaca oclusiva unilateral se
escoge com o punto de acceso arterial el sistema iliofem oral
contralateral, que no está enfermo.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se puede em plear una disección extraperitoneal supraingui-
nal para exponer la arteria ilíaca com ún en el caso d e esteno­
■ Diám etro del vaso excesivam ente grande para ser sellado
sis (< 7 m m ) u oclusiones arteriales ilíacas bilaterales.
con las endoprótesis cubiertas torácicas actuales (> 4 2 mm
■ Tras la exposición de la arteria ilíaca com ún, se sutura un
de diám etro)
conducto de Dacrón de 10 m m de form a terminolateral, lo
■ Diám etro del vaso excesivam ente p equeño para ser sellado
que facilita el acceso directo hasta la aorta abdominal.
con las endoprótesis cubiertas torácicas actuales (< 2 0 mm
■ Una grave lesión p élvica con rotura de los vasos iliohipogás-
de diám etro)
tricos se considera contraindicación para un acceso iliofem o­
ral p or el lado de la lesión.

IN S T R U M E N T A L
■ Guía de 0,018” M andril, de 0,035” y 150 a 300cm de largo T É C N IC A
(Bentson, Newton-J, Am p latz SuperStiff, Meier, LES-3 Lun­
■ Se coloca al paciente en supino sobre una m esa com pati­
derquist)
ble con radioscopia, con la extremidad superior derecha en
■ A guja para el acceso: de 18 y 21 G, con de 7 cm de largo
paralelo a su flanco y la izquierda extendida sobre el soporte
■ Equipo de m icropunción de 5 Fr
del brazo.
■ Introductor vascular de 5 Fr y 10 cm; de 8 Fr y 20 cm; de 20,
■ Esta posición perm ite el acceso del equipo d e radioscopia
22 y 24 Fr
desde el lado derecho del paciente, el acceso a la arteria bra­
■ Bandeja para instrumental vascular
quial izquierda y el acceso a las regiones femorales.
■ Radioscopia con arco en C o sala de intervenciones equipada
■ Se coloca una sonda de Foley.
con radioscopia
■ Se preparan y cubren las regiones fem orales de ambos lados
■ Endoprótesis cubierta aórtica (22 a 46 mm de diám etro y 10 a
y el abdom en según la técnica estéril convencional.
15 cm de largo)
■ El m iem bro superior izqu ierdo se prepara y se cubre cuando
■ Balón de m odelado aórtico
se precise de un acceso retrógrado p or la arteria braquial.
■ Conducto de D acrón d e 10 mm
■ Se realiza sobre la piel una incisión oblicua que m ida 5 cm
de largo aproxim adam ente hacia la porción interm edia de la
arteria fem oral com ún principal.
■ Luego, se disecan los tejidos subcutáneos y las capas fas-
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
ciales m ediante electrocauterización hasta alcanzar la vaina
■ Las actuales endoprótesis cubiertas se introducen habitual­ femoral.
m ente en sentido retrógrado a través del sistema iliofem oral ■ Se abre la vaina fem oral y la arteria fem oral com ún se rodea
hasta la aorta abdom inal y, luego, hasta la aorta torácica. con lazos de mareaje vascular.

P U N T O S CLAVE
i Las lesiones traum áticas de la aorta torácica y de los grandes vasos suponen un riesgo vital,
i Estas lesiones pueden ser tratadas satisfactoriam ente p o r vía endolum inal con menos morbilidad y
m ortalidad que con cirugía abierta,
i El éxito de la reparación mediante im plante de endoprótesis cubierta radica en la precisa determ inación de
la localización lesional, caracterización de la anatom ía vascular y adecuado tam año del dispositivo.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 353


354 INTERVENCIONES VASCULARES | TRAUMATISMO

Figura 2. Endoprótesis cubiertas torácicas comercializadas:


A. Talent (Medtronic). B. Zenith TX-2 (Cook) C. TAG
(W. L. Gore & Associates). D. Relay (Bolton Medical).

Figura 1. Hallazgos puestos de manifiesto con angiografía por TC


compatibles con una sección aórtica.

Se accede a la cara anterior de la arteria fem oral com ún con ■ Se obtienen im ágenes del arco aórtico y de la aorta torácica
una aguja de 18 G. descendente con una inyección de contraste radiopaco a tra­
Se avanza la guía de Newton-J de 0,035” a través d e la aguja vés de un catéter Omni-Flush con un inyector m otorizado de
y, posteriormente, a través del sistema arterial ilíaco bajo alta presión.
control radioscópico. ■ La v isu alization ideal se consigue cuando el contraste se
Se reemplaza la aguja por un introductor vascular corto de 8 Fr. libera con una velocidad de 20 ml/s y un contraste total de
En ese m om ento, se realiza el acceso percutáneo retrógrado 40 mi.
de la arteria fem oral com ún contralateral secundaria, con o ■ En la m ayoría de casos se puede conseguir la m ism a infor­
sin guiado ecográfico. m ación con una velocidad de 15ml/s y un contraste total de
Se coloca el introductor de 5 Fr y 10 cm dentro d e la arteria 30 mi.
fem oral com ún contralateral. ■ Las im ágenes con substracción digital delinean la anato­
Tras establecer un acceso fem oral bilateral, hay que conside­ m ía del arco, verificando la localización y naturaleza de la
rar la decisión individualizada d e anticoagulación sistémica lesión.
sopesando sus riesgos y beneficios. ■ La siguiente parte de la intervención será distinta según el
Si no existe ninguna contraindicación para la anticoagula­ tipo de endoprótesis cubierta empleada.
ción, se realiza una heparinización sistémica del paciente. ■ Algunas endoprótesis com o Gore TAG emplean un introduc­
Se avanzan ambas guías a la altura de la aorta ascendente tor de acceso vascular d e gran calibre que se avanza sobre la
bajo guiado radioscópico con la ayuda d e un catéter de guía inicial en la aorta abdom inal.
Kum pe de 100 cm y 5 Fr. ■ La endoprótesis se avanza después a través del introductor
Se avanza el catéter m arcador Omni-Flush de 100 cm y 5 Fr dentro de la aorta torácica.
sobre la segunda guía y se deja dentro de la porción ascen­ ■ Otras, com o Talent de M edtronic, se precargan dentro del
dente del arco aórtico proxim al al punto de la lesión. introductor y luego se avanzan com o un todo.
Se avanza la guía rígida de 0,035” (p. ej., de Lunderquist LES-3) ■ Tras el despliegue de la endoprótesis torácica, se realiza habi­
a través del catéter de Kumpe en el prim er acceso; se coloca la tualmente una aortografía de substracción digital final.
guía dentro de la porción ascendente del arco aórtico. ■ Este estudio sirve para com probar la perm eabilidad luminal
Es m ejor doblar la punta flexible de la guía alejándola de la de la endoprótesis cubierta, confirm a que la endoprótesis no
válvula aórtica para no dañar los orificios coronarios ni en el se ha plegado y valora la presencia de endofugas.
corazón. ■ A m en ud o se p recisa d e una in terven ción m ás sobre la
Se gira la mesa para que quede el lado derecho abajo y el e n d op rótesis con b alón d e m od elad o o el d esp liegu e de
arco de la radioscopia en lateral consiguiendo, así, una pro­ otros com p on en tes d e la en d op rótesis para descartar
yección oblicua izqu ierda anterior del arco aórtico. lesiones.
T ratam iento de lesiones tra u m á tic a s de la ao rta to rá c ic a y los grandes vasos

C O N T R O V E R S IA S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Actualm ente no se han desarrollado guías de práctica um ver­ Y S E G U IM IE N T O
salmente aceptadas para definir qué pacientes son candida­ ■ El tratamiento tras la intervención de reparación con endo­
tos a la reparación endoluminal de las lesiones torácicas. prótesis cubiertas de las lesiones traumáticas en la aorta
■ Las dificultades técnicas en la realización de la intervención torácica vien e determ inado p or la extensión y naturaleza de
com o resultado de las características anatómicas en los las lesiones asociadas.
pacientes más jóvenes, las menores com orbilidades y una ■ El tratamiento d e las lesiones sin com prom iso vital norm al­
m ayor resistencia fisiológica son argumentos para seguir mente se puede diferir.
aplicando la técnica quirúrgica abierta. ■ El paciente se ingresa en la UCI para su estabilización y repo­
■ La evacuación del aire de un neum otorax mediante una tora- sición de fluidos.
costom ía con tubo puede ser vital en un contexto de insufi­ ■ Actualm ente no existe un consenso uniform e sobre el m étodo
ciente ventilación-oxigenación o de síncope hem odinám ico. de seguim iento ideal.
■ Sin em bargo, la toracostom ía con tubo puede ser arries­ ■ Se realiza una nueva angiografía por TC torácica tras la esta­
gada p or la ruptura directa d e un hem atom a periaórtico y b ilización o recuperación de otras lesiones.
puede reducir indirectamente el efecto de taponam iento del ■ Se recom iendan angiografías de seguim iento por TC y radio­
m ediastino, aum entando potencialm ente el riesgo de desan­ grafías d e tórax m ultiplano a los 6 y 12 m eses tras la inter­
grarse. vención, con estudios anuales a partir de entonces.
■ Por lo tanto, en un contexto de ventilación y oxigenación ■ Una evaluación radiológica frecuente perm ite la identifica­
estable, una toracostom ía con tubo se debe realizar tras la ción de endofugas, evalúa la posición e integridad de la endo­
finalización de la reparación aórtica. prótesis cubierta y perm ite una oportuna reintervención, si
■ La ecografía intravascular coadyuvante se puede emplear fuera precisa.
para definir las características anatómicas de la lesión y para
guiar la colocación de la endoprótesis cubierta.
■ Aunque la aplicación de esta tecnología se encuentra bien
Lecturas recomendadas
establecida para el tratamiento endovascular de la disección Amabile P, Collart F, et al: Surgical versus endovascular treatment of
aórtica, el papel de la ecografía intravascular en el tratamiento traumatic thoracic aortic rupture. J Vase Surg 40:873-879, 2004.
de las lesiones por sección aórtica está m enos definido. Iannelli G, Piscione F, et al: Thoracic aortic emergencies: impact of
endovascular surgery. Ann Thorac Surg 77:591-596, 2004.
Jamieson WR, Janusz MT, et al: Traumatic rupture of the thoracic
aorta: third decade of experience. Am J Surg 183:571-575, 2002.
Kasirajan K, Heffernan D, et al: Acute thoracic aortic trauma: a
RESULTADO S comparison of endoluminal stent grafts with open repair and
nonoperative management. Ann Vase Surg 17:589-595, 2003.
■ La reparación endovascular de las lesiones traumáticas de la Lin PH, Bush RL, et al: Endovascular treatment of traumatic thoracic
aorta torácica se puede realizar con altas tasas de éxito aortic injury—should this be the new standard of treatment?
técnico inicial (92 a 100%). J Vase Surg 43(Suppl A): 22A-29A, 2006.
■ Se han descrito tasas bajas de m orbilidad y m ortalidad en Macura KJ, Corl FM, et al: Pathogenesis in acute aortic syndromes:
relación con la intervención. aortic aneurysm leak and rupture and traumatic aortic transection.
AJR Am J Roentgenol 181:303-307, 2003.
■ N o se han com unicado casos de paraplejia tras el despliegue
Neuhauser B, Czermak BV, et al: Type A dissection following
de endoprótesis cubiertas para reparar una sección aórtica.
endovascular thoracic aortic stent-graft repair. J Endovasc Ther
■ Las tasas de paraplejia tras la intervención con endoprótesis 12:74-81, 2005.
cubierta son bajas cuando se comparan con las de las técni­ Ott MC, Stewart TC, et al: Management of blunt thoracic aortic
cas de cirugía abierta. injuries: endovascular stents versus open repair. J Trauma 56:565-
570, 2004.
Pacini D, Angeli E, et al: Traumatic rupture of the thoracic aorta: ten
years of delayed management. J Thorac Cardiovasc Surg 129:880-
884, 2005.
C O M P L IC A C IO N E S Peterson BG, Matsumura JS, et al: Percutaneous endovascular repair
of blunt thoracic aortic transection. J Trauma 59:1062-1065, 2005.
■ Las com plicaciones asociadas a la reparación con endopró­
Rousseau H, Dambrin C, et al: Acute traumatic aortic rupture: a
tesis cubiertas de las lesiones aórticas son endofuga, insufi­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

comparison of surgical and stent-graft repair. J Thorac Cardiovasc


ciencia renal, ictus, m igración de la endoprótesis, infección y Surg 129:1050-1055, 2005.
muerte. Sayed S, Thompson MM: Endovascular repair of the descending
■ Las tasas de endofugas tras la reparación de una sección thoracic aorta: evidence for the change in clinical practice.
aórtica con endoprótesis cubiertas oscilan entre el 0 y 25 % . Vascular 13:148-157, 2005.
Embolización de la arteria carótida externa
en traumatismos

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de las lesiones craneales vasculares traumáticas que pueden causar


accidentes cerebrovasculares potencialmente catastróficos, pérdida de sangre grave e, incluso,
exanguinación.

■ Espirales desmontables de fibra (p. ej. GDC [G u -g lielm i


IN D IC A C IO N E S Detachable C oil], de fibra) para lesiones arteriales distales
■ Síntomas evidentes de traumatismo, entre los que se cuentan ■ Espirales de im pulsión de fibra (0,35” ) para lesiones arte­
fractura facial y heridas penetrantes riales proximales
■ Epistaxis; hem orragia en boca, órbitas u oídos; equim osis ■ Espirales desmontables de 0,18” y 0,14” para oclusión del
periorbitaria o signo d e Battle saco seudoaneurismático
■ Antecedentes de lesión significativa p or elem ento contun­ ■ Im pulsor de espirales
dente en cabeza y cuello ■ Benson (0 ,35” )
■ D olor en cuello, cara, cuero cabelludo o cráneo, en un con­
texto de traumatismo cuestionable o m enor

a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Las regiones cervical, facial y craneal son irrigadas p or un


extenso árbol vascular.
■ Presencia de colaterales o rutas del flujo sanguíneo de riesgo
■ Pueden utilizarse las arterias carótidas externa e interna, la
hacia las órbitas o el cerebro (contraindicación relativa)
arteria vertebral, el tronco tirocervical o el tronco costocer-
vical.
■ La angiografía p or TC, em pleada para evaluar el alcance de
la lesión ósea e identificar las potenciales localizaciones
IN S T R U M E N T A L
de lesión arterial, ayuda a m enudo al tratamiento definitivo.
■ Bandeja de angiografía ■ La arteria facial arranca d e la rama proxim al de la arteria
■ V álvula hemostática rotatoria carótida externa, asciende en sentido superficial a la mandí­
■ Sistema de lavado continuo bula y discurre m edialm ente en los tejidos blandos superfi­
■ Se em plea suero salino heparinizado (2.000 a 4.000 unida- ciales de la cara.
des/1) para introductores, catéteres y microcatéteres. ■ La arteria m axilar interna nace com o una de las ramas termi­
■ Introductor nales de la arteria carótida externa a la altura del ramo d e la
■ Introductor d e acceso 6 Fr (o m ayo r). mandíbula.
■ Introductor de guía de entrada d e 6 Fr (o m ayor), de 90 a ■ La porción más distal de la arteria m axilar interna atraviesa
100 cm de largo, para im plante de endoprótesis la fisura pterigom axilar y la fosa pterigopalatina y da lugar a
■ Catéter guía numerosas ramas.
■ D e 5 a 6 Fr ■ Las ramas del segm ento distal de la arteria m axilar interna
■ M icrocatéter puede lesionarse en las fracturas faciales (fracturas de
■ Con ventana terminal LeFort).
■ M icroguía ■ Dos accesos generales son 1) la angiografía diagnóstica
■ 0,014” de todos los vasos que pueden ser fuente de hemorragia,
■ Puede ser necesaria una m icroguía con longitud de inter­ seguida d e em bolización de las principales arterias, y 2) la
cambio. angiografía y em b olización de un vaso, pasando a continua­
■ M aterial em bólico particulado ción a otro.
■ Para epistaxis y hem orragia facial ■ El segundo acceso se recom ienda solo cuando la fuente de
■ Espiral hem orragia es evidente, en virtud de los antecedentes clíni­
■ Espirales de im pulsión de fibra (0,18”) cos o las técnicas de imagen.

P U N T O S CLAVE
i El conocim iento de la anatom ía vascular cervical y cerebral, incluidas las variantes vasculares y las
colaterales de riesgo, es esencial para el tratam iento endovascular seguro de las lesiones,
i La elección del tratam iento (médico, endovascular o quirúrgico) se basa en la naturaleza y la localización de
la lesión.
i Dicho tratam iento de elección está fuertem ente influido por la presencia de lesiones asociadas, cerebrales,
viscerales u ortopédicas.
i La TC sin contraste y la angiografía p o rT C de cabeza y cuello, destinadas a evaluar la lesión neurovascular,
son precursores útiles de la angiografía.
i La angiografía por TC resulta a menudo determ inante para la detección de la lesión.

356 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


E m bolización de la a rte ria c a ró tid a externa en tra u m a tism o s

Figura 1 . Sistema de lavado continuo de muestras para técnicas


neurointervencionistas. A la izquierda, una llave de una vía se
interpone entre el catéter guía y una válvula hemostática rotatoria,
destinada a evitar la hemorragia retrógrada durante la inserción del
microcatéter. Una llave de tres vías está conectada a la rama lateral
de la válvula hemostática rotatoria, para conectar un sistema de
lavado continuo y para la inyección del contraste. El microcatéter
también está conectado a una válvula a fin de favorecer el lavado
continuo durante la inserción de la microguía.

Figu ra 2. Angiografía lateral de la arteria carótida extema en la que


se aprecian las ramas principales; entre ellas, 1) la arteria lingual;
2) la arteria facial; 3) la arteria faríngea ascendente; 4) la arteria
maxilar interna; 5) la arteria esfenopalatina; 6) la arteria meníngea
media; 7) la arteria temporal superficial, y 8) la arteria occipital.

■ A continuación se p rocede a obtención de im ágenes selecti­


T É C N IC A
vas del road m ap de la arteria carótida externa, seguida del
■ Resulta prudente asegurar las vías respiratorias del paciente paso de la m icroguía y el microcatéter a través del punto de
mediante intubación. extravasación, o en un punto m uy proxim al a él.
■ Se penetra en la arteria fem oral com ún usando la técnica de ■ Posteriorm ente se obstruyen las ramas pequeñas con partícu­
Seldinger, y se im planta una introductor 6Fr o mayor. las de alcohol de polivin ilo de más de 250 |xm.
■ El catéter guía (5 o 6 Fr) se hace pasar a continuación a ■ La oclusión de la rama desgarrada se realiza con espirales
través de una guía (0, 9 o 0,96 m m ) hacia el cayado aórtico. de fibra de 0,018” , utilizando bien la m icroguía o bien el
■ Un diám etro interno grande para los catéteres guía resulta im pulsor de espirales.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

adecuado para la consecución de una buena im agen de road ■ En muchos casos de epistaxis o hem orragia producidas por
m ap («m apa de carreteras»), por inyección en torno al micro- fractura facial, la angiografía de la arteria carótida común
catéter colocado coaxialmente. inicial no muestra síntomas evidentes de hemorragia.
■ La arteria carótida com ún se selecciona con atención para ■ Con frecuencia, dicha fuente solo se detecta m ediante angio­
mantener el catéter y la guía por debajo de los potenciales grafía selectiva o supraselectiva.
puntos de lesión. ■ La angiografía selectiva de la arteria carótida interna se lleva a
■ A continuación se p rocede a angiografía d e substracción digi­ cabo para descartar un desgarro de esta arteria, para evaluar las
tal en cuello, base del cráneo y cráneo. ramas etmoidales de la arteria oftálmica y para detectar colate­
■ Los desgarros grandes de la rama de la arteria carótida externa rales de riesgo potencialmente.
que provocan una hem orragia profusa se tratan m ejor con ■ La angiografía d e la arteria carótida externa se realiza para
em bolización particulada seguida de oclusión con espiral. evaluar posibles truncamientos arteriales, extravasación, seu­
■ El tronco principal de la arteria carótida externa y las ramas doaneurismas o regiones con congestión vascular inusual.
de las porciones proxim ales pueden ocluirse con espirales de ■ Antes de la em bolización se obtienen angiografía de la arteria
fibra d e 0,035 o 0,018”. carótida externa o selectiva de las ramas, a fin de proceder
■ La rama d e la arteria carótida externa que produce el daño a una com pleta evaluación de la presencia de ramas que se
puede continuar llenándose a través de las colaterales retró­ proyecten hacia la órbita y de ramas colaterales que llenen la
gradas del lado opuesto. arteria carótida interna.
358 INTERVENCIONES VASCULARES | TRAUMATISMO

Figura 3. Angiografía anteroposterior de la arteria carótida externa Figura 4. Angiografía lateral de la arteria carótida externa en la
en la que se aprecian las ramas principales; entre ellas, 1) la arteria que se observa un pequeño seudoaneurisma (punta de flecha) ei
lingual; 2) la arteria facial; 3) la arteria faríngea ascendente; 4) la una rama de la arteria maxilar interna.
arteria maxilar interna; 5) la arteria esfenopalatina; 6) la arteria
meníngea media; 7) la arteria temporal superficial, y 8) la arteria
occipital.

■ L a oclusión terapéutica de pequeñas arterias en un contexto Si se observan colaterales, se ha de prestar atención a evitar
de epistaxis o traumatismo se lleva a cabo con diversas pre­ el reflujo, o bien se puede optar por abandonar la em b oliza­
paraciones particuladas de alcohol de p olivinilo, que suele ción de esta rama.
tener un tam año de 250 a 355 jxm. Si la actuación parece segura, el m icrocatéter se hace avanzar
■ Las partículas de más de 250 (xm tam bién ayudan a evitar la hacia la rama esfenopalatina terminal.
em bolización inadvertida de vasos perineurales y de algunas Técn ica para la arteria facial: tras obtener la im agen de road
colaterales potencialm ente peligrosas. m ap de la arteria carótida externa, el microcatéter y la micro-
■ La concentración de arginina vasopresina (AVP) en suspen­ guía se pasan coaxialm ente a la arteria facial.
sión debe estar lo suficientemente diluida com o para evitar Se procede a angiografía de substracción digital con inyección
la aglutinación y la obturación del microcatéter. m anual para evaluar los desgarros que requieren oclusión
■ Las fuentes de hem orragia más evidentes en la angiografía con espiral y las colaterales potencialm ente peligrosas hacia
diagnóstica son las primeras en embolizarse. la órbita.
■ Si el punto d e hem orragia está oculto, pero es manifiesta­ Se procede a em b olización para lesión nasal o epistaxis: el
m ente unilateral, la arteria m axilar interna y la arteria facial catéter se desplaza en sentido lo suficientemente distal, a fin
ipsolateral pueden em bolizarse de form a empírica. de prevenir el reflujo inadvertido al tronco principal de la
■ Cuando la fuente de una hem orragia de difícil control no es arteria carótida externa o a la arteria carótida interna.
evidente, con frecuencia ello se relaciona con ramas de la Técn ica para la arteria m axilar interna o la arteria facial: se
arteria m axilar interna. obtiene una im agen de técnica road m ap en blanco.
■ Un máximo de tres de las cuatro arterias de las que irrigan la línea El microcatéter se desconecta del sistema de lavado continuo.
media de la porción central de la cara deben ser embolizadas. La inyección a m ano de partículas se realiza con una jerin­
■ Técnica para la arteria m axilar interna: tras obtener la im agen guilla de lm l, inyectando alícuotas de 0,1 a 0,3 m i cada v e z
de la ruta de la arteria carótida externa, el microcatéter y la bajo visualización radioscópica directa.
microguía se pasan coaxialm ente por m edio del catéter guía El intervencionista puede em plear el sistema cerrado: una
hacia la arteria m axilar interna. llave de tres vías se interpone entre el cono del microcatéter
■ Antes de la em bolización, se puede obtener una angiografía y la jeringuilla d e lm l, con una jeringuilla de depósito que
supraselectiva anteroposterior y lateral, para com probar las contiene la suspensión particulada conectada a la rama late­
posibles colaterales de riesgo. ral de la llave de tres vías.
E m bolización de la a rte ria c a ró tid a externa en tra u m a tism o s

■ Otros intervencionistas sim plem ente tom an la suspensión ■ Entre las potenciales com plicaciones cabe m encionar pér­
em bólica de un vaso para m edicam entos pequeño dida d e visión o parálisis nerviosa craneal ( < 2 % ), o déficit
■ La alternancia de inyección de suspensión particulada y de neurológico ( < 1% ).
suero salino ayuda a evitar la obturación del microcatéter.
■ La em bolización debe continuar hasta que las ramas distales
queden podadas. La congestión nasal disminuirá de forma
concomitante. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ A continuación, se deben obtener angiografías d e monitori-
Y S E G U IM IE N T O
zación intermitentes a través del m icrocatéter u del catéter
guía durante la em bolización. ■ Todos los pacientes han de ser som etidos a control cardíaco
continuo, pulsioximetría y m edición interm itente de la
presión arterial durante la realización de la técnica y en el
período de recuperación.
C O N T R O V E R S IA S ■ La arteriotom ía se cierra por presión manual o con un dispo­
■ La em bolización d e la arteria carótida externa para el control sitivo de cierre, dependiendo de su tamaño, del tratamiento
de hemorragias es segura y eficaz. anticoagulante o antiagregante plaquetario y de la enferm e­
■ Se ha de asegurar que el em b ólico se introduce en los vasos dad específica del paciente.
adecuados. ■ El punto de punción debe ser vigilado periódicam ente para
■ Asim ism o, es necesario evitar que sea introducido en ramas detectar posibles hematomas y com probar el estado de las
intracraneales y colaterales de riesgo. arterias distales a dicho punto.
■ Si el introductor se deja im plantado, el control debe correr
a cargo de personal de enferm ería experim entado, a fin de
asegurar el flujo continuo y la perm eabilidad del mismo.
RESULTADO S ■ El control neurológico postoperatorio es necesario para evaluar
el deterioro neurológico retardado: el m édico ha de evaluar el
■ El éxito de la técnica se define com o la oclusión de los vasos idó­ estado del paciente tras la intervención.
neos y, en la mayoría de estudios publicados, supera el 90%. ■ En caso de lesión de la arteria carótida interna tratada con
■ El éxito clínico se define en la m ayor parte de los casos com o endoprótesis o espirales para seudoaneurisma, el m édico
la interrupción o el control de la hem orragia, que se consigue debe estar disponible para desarrollar una asistencia conti­
mayoritariamente. nua del paciente después del alta.
■ Suelen ser apropiadas las im ágenes de seguim iento mediante
angiografía por TC o de angiografía convencional.

C O M P L IC A C IO N E S
Lecturas recomendadas
■ Las com plicaciones son infrecuentes si se m antiene una v igi­
Ray CE Jr, Spalding SC, Cothren CC, et al: State of the art:
lancia continua d e las colaterales del riesgo.
noninvasive imaging and management of neurovascular trauma.
■ Colaterales no apreciadas previam ente pueden abrirse al
World. J Emerg Surg 2:1-21, 2007: Jan 9.
ocluirse las ramas distales de la arteria m axilar interna. Smith TP: Embolization in the External Carotid Artery. J Vase Interv
■ Si una nueva rama colateral aparece de repente en la órbita o Radiol 17:1897-1913, 2006.
la región paraselar, se realiza una angiografía de substracción Stallmeyer MJB, Morales RE, Flanders AE: Imaging of traumatic
digital tras la aspiración del contenido del microcatéter. neurovascular injury. Radiol Clin North Am 44(1): 13-39, 2006.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Implante de endoprótesis en las arterias
carótida y vertebral de pacientes con
traumatismos

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de las lesiones cervicales vasculares traumáticas que pueden causar


accidentes cerebrovasculares potencialmente catastróficos, pérdida de sangre grave e, incluso,
exanguinación.

■ M icroguía
IN D IC A C IO N E S ■ 0,014”
■ Síntomas evidentes d e traumatismo, com o fractura facial y ■ Puede ser necesaria una m icroguía con longitud de inter­
heridas penetrantes cambio.
■ Hem atom a cervical o masa pulsátil en expansión, fractura o ■ M aterial em bólico particulado
dislocaciones de la colum na cervical, abrasiones o equim osis ■ Para epistaxis y hem orragia facial
en el cuello o soplo cervical en pacientes jóvenes ■ Espiral
■ Antecedentes de lesión significativa p or elem ento contun­ ■ Espirales de im pulsión de fibra (0,18”)
dente en cabeza y cuello ■ Espirales desm ontables de fibra (p . ej. GDC [G u -g lie lm i
■ D éficit neurológico agudo en un contexto de traumatismo D eta ch able C o il], de fibra) para lesiones arteriales
cuestionable o m ínim o, en especial en pacientes normales al distales
ingreso ■ Espirales de im pulsión de fibra (0,35” ) para lesiones arte­
■ D olor en cuello, cara, cuero cabelludo o cráneo, en un con­ riales proximales
texto de traumatismo cuestionable o m enor ■ Espirales desmontables de 0,18” y 0,14” para oclusión del
■ N u evo accidente cerebrovascular d e causa no explicada saco seudoaneurismático
detectado en la TC craneal de un paciente con antecedentes ■ Im pulsor de espirales
de traumatismo ■ Benson (0 ,35” )
■ Guía
■ Endoprótesis
■ Para colocación en las arterias carótida interna y vertebral
C O N T R A IN D IC A C IO N E S extracraneales en tratamiento de disección o seudoaneu­
■ Presencia de colaterales o rutas del flujo sanguíneo de riesgo rism a arterial cervical
hacia las órbitas o el cerebro ■ Endoprótesis cubierta: para colocación en la arteria caró­
■ Reapertura de una oclusión vascular traumática aguda tida interna extracraneal en el tratamiento de desgarros y
secciones arteriales cervicales.

IN S T R U M E N T A L
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Bandeja de angiografía
■ V álvula hemostática rotatoria ■ Pueden utilizarse la arteria carótida com ún, la carótida
■ Sistema de lavado continuo interna y la vertebral.
■ Se em plea suero salino heparinizado (2.000 a 4.000 unida- ■ El tratamiento se plantea dos objetivos: el control de la
des/1) para introductores, catéteres y microcatéteres. hem orragia y la p revención de accidentes cerebrovasculares
■ Introductor trom boembólicos.
■ Introductor d e acceso 6 Fr (o m ayo r). ■ La TC sin contraste es la técnica de exploración de referencia
■ Introductor de guía de entrada d e 6 Fr (o m ayor), de 90 a para la valoración inicial de los traumatismos craneales y de
100 cm de largo, para im plante de endoprótesis las lesiones en el cuello, tanto penetrantes com o no pene­
■ Catéter guía trantes.
■ D e 5 a 6 Fr ■ La angiografía por TC es un precursor útil de la angiografía
■ M icrocatéter con catéter cuando los hallazgos físicos o el m ecanismo de
■ Con ventana terminal lesión inducen sospecha d e lesión neurovascular.

P U N T O S CLAVE
i El conocim iento de la anatom ía vascular cervical y cerebral, incluidas las variantes vasculares y las
colaterales de riesgo, es esencial para el tratam iento endovascular seguro de las lesiones,
i La elección del tratam iento (médico, endovascular o quirúrgico) se basa en la naturaleza y la localización de
la lesión.
i Dicho tratam iento de elección está fuertem ente influido por la presencia de lesiones asociadas, cerebrales,
viscerales u ortopédicas.
i La TC sin contraste y la angiografía p o rT C de cabeza y cuello, destinadas a evaluar la lesión neurovascular,
son precursores útiles de la angiografía.
i La angiografía por TC resulta a menudo determ inante para la detección de la lesión.

360 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Im p la nte de endo p ró te sis en las a rte ria s c a ró tid a y ve rte b ra l de pa cie n te s con tra u m a tism o s

Figura 1 . Angiografía lateral de la arteria carótida común Figu ra 2. Angiografía lateral de la arteria carótida común
que muestra una endoprótesis endovascular en un segmento que muestra una endoprótesis endovascular en un segmento
postraumático largo debido a disección de la arteria carótida postraumático largo debido a disección de la arteria carótida
interna. El microcatéter ha sido inducido a través del segmento interna. Aspecto de la arteria carótida interna tras el despliegue de
diseccionado. La inyección manual en el microcatéter verifica la la endoprótesis.
implante en la luz verdadera.

i La arteria carótida com ún, la carótida interna y la vertebral i N o se debe im pulsar la guía o el catéter a una región con
recorren distancias considerables en el cuello sin emitir nin­ sospecha de lesión sin antes proceder a evaluación angio-
guna rama de consideración, gráfica.
i Las arterias normales m antienen una sección transversal i La inyección inicial en todos los vasos para determ inar su
circular y un calibre casi constante. trayectoria debe ser manual suave,
i La heparinización sistémica con bolo d e 2.000 a 4.000 uni­
dades, seguida de adm inistración de 21.000 unidades/h, se
T E C N IC A administra cuando las otras lesiones del paciente lo perm i­
ten.
■ En pacientes gravem ente lesionados o no colaboradores, es
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

i La eficacia puede medirse en función de los valores seriados


necesario asegurar las vías respiratorias m ediante intuba­ del tiem po de coagulación activada,
ción. i Im plante de endoprótesis en la arteria carótida interna: para
■ Obtenga una TC craneal sin contraste 2 h antes de la inter­ dimensionar la endoprótesis se m iden la longitud de la lesión
vención en aquellos pacientes que no puedan ser valorados y el diám etro del segm ento n orm al o el diám etro de la arteria
neurológicam ente en condiciones adecuadas. contralateral.
■ La arteria fem oral com ún se penetra m ediante la técnica de i Las endoprótesis para arterias carótida o vertebral se im plan­
Seldinger y se coloca un introductor 6 Fr o mayor. tan m ediante un introductor guía de 6 Fr largo o m ediante un
■ La evaluación de los orígenes del cayado aórtico y los gran­ catéter guía d e 7 Fr sobre un m icrocatéter de 0,014”.
des vasos puede realizarse con un catéter pig ta il 5 Fr antes i La m icroguía pasa con cuidado a través de la disección, e v i­
de la angiografía selectiva. tando cualquier tipo de resistencia,
■ El catéter diagnóstico (5 o 6 Fr) es pasado a través de una i Si la luz residual es pequeña o tortuosa, el microcatéter
guía de 0,35 o 0,38” en una vía con lavado continuo con puede pasar sobre la microguía.
suero salino. i D ebe establecerse la posición en la luz verdadera, verificada
■ La angiografía diagnóstica de cabeza y cuello se lleva a cabo por inyección manual del microcatéter.
con el fin de valorar la posible lesión en las arterias carótida i El sistema de im plante de endoprótesis debe lavarse con
y vertebral cervicales, incluida la extensión intracraneal. suero salino, siguiendo las instrucciones del fabricante,
■ Tam bién debe evaluarse la circulación colateral intracraneal. con cuidado de eliminar todo el aire presente en el mism o.
362 INTERVENCIONES VASCULARES | TRAUMATISMO

Figura 3. Angiografía lateral de la arteria carótida común de un Figura 4. Angiografía lateral de la arteria carótida común de un
paciente con disección traumática de la arteria carótida interna paciente con disección traumática de la arteria carótida interna
antes de la colocación de una endoprótesis y la embolización del después de la colocación de una endoprótesis y la embolización
seudoaneurisma residual con espirales desmontables. del seudoaneurisma residual con espirales desmontables (punta de
flecha).

A continuación, el sistema de im plante de endoprótesis (de


ventana terminal o m onorraíl) es cargado sobre la microguía,
C O N T R O V E R S IA S
colocado en el segm ento lesionado y desplegado siguiendo ■ Queda por determ inar la eficacia a largo p lazo y la durabili­
las instrucciones del fabricante. dad de la colocación de endoprótesis en lesiones traumáticas
Después se obtienen angiografías de m onitorización de la de las arterias carótida y vertebral extracraneales.
carótida cervical e intracraneal, con el fin de evaluar la per­
m eabilidad de la endoprótesis y las oclusiones de las ramas
intracraneales.
También debe tomarse una angiografía retardada en 10 a
15 min tras el despliegue de la endoprótesis, con el fin de eva­
RESULTADO S
luar la expansión de la misma y la agregación plaquetaria. ■ La m ayoría de los estudios refieren tasas d e éxito del 90 a
A m enudo, pequeños seudoaneurismas se ven obstruidos 95 % en el alcance de la lesión diana y en el despliegue de la
solo con la expansión de la endoprótesis. endoprótesis a través de ella, con buen posicionamiento.
En seudoaneurismas de m ayor tamaño, el m icrocatéter puede
posicionarse a través de los intersticios de la endoprótesis en
el saco seudoaneurismático.
La lu z del saco es posteriorm ente ocluida con espirales des­
C O M P L IC A C IO N E S
montables.
D isecciones de la arteria vertebral: en la m ayoría de casos, ■ La oclusión de la arteria de origen es p oco o m uy p oco fre­
serán necesarias endoprótesis pequeñas, diseñadas para cuente.
im plante coronario o intracraneal. ■ La incidencia del accidente cerebrovascular perioperatorio es
Sección arterial y fístulas arteriovenosas en el cuello: coloca­ tam bién baja.
ción de endoprótesis cubiertas o sacrificio de los vasos de ori­ ■ En un estudio se com unicó una tasa d e oclusión a largo plazo
gen por oclusión con espirales desmontables o de impulsión. del 45% .
Im p la nte de endo p ró te sis en las a rte ria s c a ró tid a y ve rte b ra l de pa cie n te s con tra u m a tism o s

■ En caso de lesión de la arteria carótida interna tratada con


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA endoprótesis o espirales para seudoaneurisma, el m édico
Y S E G U IM IE N T O debe estar disponible para desarrollar una asistencia conti­
nua del paciente después del alta.
■ Todos los pacientes han de ser som etidos a control cardíaco
■ Suelen ser apropiadas las im ágenes de seguim iento mediante
continuo, pulsioximetría y m edición interm itente de la
angiografía por TC o de angiografía convencional.
presión arterial durante la realización de la técnica y en el
p eríodo de recuperación.
■ La arteriotom ía se cierra por presión manual o con un dispo­ Lecturas recomendadas
sitivo de cierre, dependiendo de su tam año, del tratamiento Cohen JE, Ben-Hur T, Gomori JM, et al: Stent-assisted arterial
anticoagulante o antiagregante plaquetario y de la enferm e­ reconstruction of traumatic extracranial carotid dissections. Neurol
dad específica del paciente. Res 27(Suppl 1): S73-S78, 2005.
■ El punto de punción debe ser vigilado periódicam ente para Cothren CC, Moore EE, Ray CE Jr, et al: Carotid artery stents for blunt
detectar posibles hematomas y com probar el estado de las cerebrovascular injury: risks exceed benefits. Arch Surg 140(5):
485-486, 2005. 480-485, discussion.
arterias distales a dicho punto.
Ray CE Jr, Spalding SC, Cothren CC, et al: State of the art:
■ Si el introductor se deja im plantado, el control debe correr
noninvasive imaging and management of neurovascular trauma.
a cargo de personal de enferm ería experim entado, a fin de World J Emerg Surg 2:1-21, 2007: Jan 9s.
asegurar el flujo continuo y la perm eabilidad del mismo. Smith TP: Embolization in the external carotid artery. J Vase Interv
■ El control neurológico postoperatorio es necesario para evaluar Radiol 17:1897-1913, 2006.
el deterioro neurológico retardado: el m édico ha de evaluar el Stallmeyer MJB, Morales RE, Flanders AE: Imaging of traumatic
estado del paciente tras la intervención. neurovascular injury. Radiol Clin North Am 44(l):13-39, 2006.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
OTROS PROCEDIMIENTOS
Recuperación de cuerpo extraño

D E F IN IC IÓ N : Recuperación percutánea de un cuerpo extraño intravascular (p. ej., endoprótesis,


espiral o fragmento de catéter).

■ Perm ite planificar la táctica de intervención en lo que res­


IN D IC A C IO N E S pecta a cóm o actuar y cóm o extraer el cuerpo extraño.
■ Fragmentos de catéter venoso central intravasculares
■ Posición incorrecta de una endoprótesis
■ Espirales de em bolización descolocados a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o
■ Guías y filtros de la vena cava que puedan producir lesiones
■ Los cuerpos extraños intraarteriales suelen ser abordados
perforantes en la pared vascular
m ediante acceso femoral.
■ Todo cuerpo extraño intravascular que suponga riesgo de
■ En el caso de los intravenosos, el acceso se produce a través
secuelas graves (infección, em bolia, trombosis, arritmias o
de las venas yugular o femoral.
lesiones vasculares)
■ En ocasiones es útil un segundo acceso contralateral (uno
para el posicionam iento y la presentación del cuerpo extraño
y el otro para enlazarlo y recuperarlo).
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ A pesar de las diferencias estructurales y m ateriales que
■ N o se han especificado contraindicaciones generales para la caracterizan a los cuerpos extraños, la técnica para su extrac­
extirpación de cuerpos extraños. ción es equiparable en todos los casos.
■ Cada caso ha de considerarse individualm ente, sopesando los
posibles beneficios y los riesgos asociados a la maniobra.
■ Contraindicación relativa en caso de endoprótesis m igrada a
T É C N IC A
la arteria pulm onar; dado que estas endoprótesis se m antie­
nen perm eables, la intervención en este caso es dudosa. ■ Se obtiene un acceso venoso transyugular o femoral: el acceso debe
aportar la aproximación más ventajosa posible al cuerpo extraño.
■ Tanto en el sistema venoso como en el arterial, se utilizan introduc­
IN S T R U M E N T A L tores vasculares convencionales (5 Fr a 14 Fr) en todas las técnicas.
■ El diám etro del asa del cepo se adapta al diám etro vascular y
■ Cepo en asa de alam bre de nitinol la angulación del cepo se adecúa a la posición intravascular
■ El instrumento de elección en la mayoría de casos es el cepo del cuerpo extraño.
de nitinol en cuello de ganso (Am platz G oose N eck Snare). ■ Si es necesario, la dirección del cepo puede m odificarse
■ Catéter guía de 5 Fr con configuración Cobra o curvada verte­ m ediante un catéter guía de 5 Fr con configuración Cobra o
bral curvada vertebral.
■ M anipulación de la dirección del cepo ■ C om o alternativa se em plea la técnica de doble guía descrita
■ Cesta de recuperación por prim era v e z p or D awson et al.
■ Catéter multiusos trenzado de 9 Fr ■ El uso adicional de pinzas de agarre flexibles o de una cesta
■ Para proporcionar la v ía de acceso a los dispositivos intra­ D orm ía es necesario a veces.
vasculares ■ Para acceder a de todos estos dispositivos, el instrumento de
■ Pinzas de agarre elección suele ser un catéter multiusos trenzado de 9 Fr.
■ Guía deflectora ■ El cuerpo extraño puede ser capturado con el instrumento
■ Dispositivo de presión o instrumentos fijados al catéter multiusos y, si es posible,
■ Introductor o catéter sobredim ensionados (introductores vas­ introducido en el catéter.
culares convencionales de 5 Fr a 14 Fr) ■ En caso de que ello no sea viable, puede utilizarse un intro­
■ TC con reconstrucción multiplano ductor largo adaptado a las dimensiones del objeto.
■ La imagen preoperatoria ofrece información sobre posibles com­ ■ Cuando el avance del cepo hacia el borde de una endopróte­
plicaciones (perforación de la pared vascular, procesos locales sis es difícil, un asa del cepo puede hacerse pasar alrededor
de formación de trombo o reformación de la pared vascular). del extremo externo de la guía.

P U N T O S CLAVE
i Las in dicaciones para la extracción o la recolocación de un cuerpo extraño son m uy variables. Entre ellas,
cabe citar las com plicaciones sépticas inminentes, la trom bogenia local y las lesiones perforantes de la
pared vascular.
i El im plante de endoprótesis vasculares se asocia a com plicaciones com o mala colocación o descolocación
de las mismas, que requieren revisión de la posición incorrecta,
i La consideración prim aria en cuanto a las endoprótesis mal colocadas es la recolocación en su ubicación
correcta o el desplazam iento a una posición estable alternativa,
i Los resultados del tratam iento percutáneo de los cuerpos extraños intravasculares corroboran el éxito de
esta técnica.

364 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


R ecuperación de cuerpo extraño

Figu ra 1. M ujer de 59 años con seudoaneurisma de la arteria Figura 2. M ujer de 5 9 años con seudoaneurisma de la arteria
mesentérica superior. Radiografía que muestra el relleno amplio mesentérica superior. Radiografía que muestra que el espiral fue
del aneurisma con múltiples espirales de acero inoxidable. retirado junto con el catéter fuera del acceso femoral derecho.
Obsérvese el desprendimiento de un espiral en la porción central
de la arteria mesentérica superior tras la pérdida inadvertida de
la posición del catéter. Un cepo en cuello de ganso (flecha) fue
manipulado hasta rodear la espiral. Se fijó el espiral cerrando el
cepo y retrayéndolo al catéter guía.

■ Esta configuración se em plea com o frente de avance para ■ En el caso de un espiral de em bolización suelto o m al situado,
dirigir el cepo hacia la endoprótesis. el uso simultáneo de la técnica de cepo y pinzas de agarre se
■ C om o alternativa, un catéter con balón se inserta en la endo­ ha demostrado eficaz.
prótesis. ■ La técnica de recuperación de la endoprótesis depende en
■ El catéter con balón es inflado parcialm ente com o guía para buena parte d e sus características intrínsecas.
dirigir el cepo alrededor de la endoprótesis.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Por ejem plo, la flexibilidad y la com presibilidad de una pró­


■ En caso de que se trate d e una endoprótesis d e flotación libre tesis tipo Wallstent, hace que la técnica de cepo de nitinol
en la aorta abdom inal, se puede em plear un cepo en cuello sea la más adecuada para este tipo de endoprótesis.
de ganso para m antener en posición la endoprótesis durante ■ Si el diám etro del cepo es demasiado pequeño, la guía puede
la inserción del catéter con balón. adaptarse a un cepo de dimensiones adecuadas.
■ La técnica de recuperación puede iniciarse con pinzas o ■ Una técnica alternativa para la recuperación de una prótesis
cesta, para situar el fragm ento de endoprótesis en una posi­ tipo W allstent es el uso de una única guía desde el sitio de
ción más favorable. acceso original.
■ La técnica se com pleta recuperando el fragm ento d e endo­ ■ La guía se pasa a través de la prótesis, es retraída fuera de la
prótesis con el cepo. misma de modo retrógrado y enlazado desde el sitio de acceso.
■ La técnica del cepo es el m étodo de elección para capturar ■ El asa creada en la guía tira de la endoprótesis capturada
fragm entos de guía o de catéter sueltos o rotos. para conseguir su recuperación percutánea a través de una
■ Lo difícil es alcanzar el extrem o libre del objeto que vaya a pequeña incisión.
capturarse. ■ Dada su rigidez, la endoprótesis Palm az puede parecer difícil
■ Tam bién puede recurrirse al uso de catéteres de d ob le curva de extraer p or v ía percutánea; sin embargo, es posible si el
o p ig ta il para desalojar el fragm ento en un vaso remoto. dispositivo no está expandido.
■ Girando el catéter, el cuerpo extraño es traído para situarlo ■ Si lo está, este tipo de prótesis se reposicionan preferible­
en una posición en la que pueda ser enlazado. mente con técnica de catéter con balón.
366 INTERVENCIONES VASCULARES | OTROS PROCEDIMIENTOS

Figura 3. Hombre de 61 años de edad con neumonía. Radiografía


que muestra un catéter venoso central roto durante su
extracción. Obsérvese el fragmento de catéter (flechas pequeñas)
embolizado en el ventrículo derecho. Utilizando un catéter
multiusos, el fragmento fue enlazado con el asa.

Figura 4. Radiografía que muestra la punta enlazada de un


fragmento de catéter (flecha) a la altura de la vena cava
inferior durante su recuperación. Todo el sistema fue extraído
a través de un acceso venoso femoral.

La corrección percutánea de las endoprótesis de nitinol mal ■ Deutsch ideó una técnica que em pleaba un introductor
colocadas resulta aun más problemática. A m p latz d e 24 Fr y un dilatador Am p latz de 24 Fr para la
Esas endoprótesis presentan tres inconvenientes: incapacidad recuperación.
para expandirse más allá de su diám etro nominal, alto grado ■ El asa del cepo se form ó con una guía de 0,038” doblada
de autoexpansibilidad y considerable tamaño de la malla. sobre sí m ism a a través de un dilatador Am p latz de 24 Fr
Los dos últim os de estos tres criterios hacen que la prótesis invertido.
adopte una configuración en reloj de arena al ser com prim ida ■ La guía con asa fue pasada sobre las varillas del filtro, y un
con un cepo de nitinol. introductor de 24 Fr fue avanzado sobre esta, envainando las
Para eludir la expansión propia d e la prótesis, esta puede ramas del mismo.
limitarse anclándola con la Wallstent. ■ La m ejora de los dispositivos perm ite la recuperación de los
Para la recuperación de los filtros de la vena cava inferior que filtros ubicados en la vena pulmonar, enlazando el filtro por
migran a la aurícula derecha o a la arteria pulm onar se han ambos extremos con un p equeño introductor de 15 Fr.
descrito diversas técnicas.
Greenfield inform ó del uso de una guía doblada y un cilindro
acampanado para enlazar y reposicionar el filtro de Greenfield
desde la aurícula derecha a la vena cava inferior suprarrenal. C O N T R O V E R S IA S
Tsai et al. inform aron del uso de un tubo torácico de 34 Fr
■ Las pinzas pueden presentar el inconveniente de no agarrar
cortado en ángulo de 4 5 ° para extraer el filtro.
únicamente el objeto deseado, sino tam bién partes de la
El filtro fue en este caso asegurado con un catéter de cesta.
pared vascular circundante; la construcción es rígida.
El tubo torácico angulado se hizo avanzar sobre el ápice
■ Las cestas no pueden dirigirse y son difíciles de manipular,
del filtro mientras se giraba el catéter de cesta, dirigiendo la
en especial en vasos de gran calibre, com o la vena cava.
parte superior del filtro hacia el tubo torácico.
R ecuperación de cuerpo extraño

RESULTADO S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ N o se registraron diferencias entre los pacientes en los que Y S E G U IM IE N T O
las endoprótesis fueron desplazadas a una posición alterna­ ■ Todos los pacientes deben ser heparinizados durante 48 h
tiva estable y en los que las endoprótesis fueron recuperadas tras la intervención.
percutáneamente. ■ La ecografía dúplex o la angiografía se recomiendan, tras la
■ El tratamiento percutáneo de un cuerpo extraño intravas­ intervención y durante el seguim iento, a fin d e com probar
cular presenta una alta eficacia; se ha publicado una tasa de la perm eabilidad de los segmentos vasculares y la posición
éxito atraumático del 90 % . final de la endoprótesis.
■ D iversos dispositivos de rescate disponibles pueden adap­
tarse a las distintas situaciones, perm itiendo la recuperación
segura de cuerpos extraños, incluso en condiciones difíciles.
Lecturas recomendadas
■ La recuperación percutánea de cuerpos extraños es una téc­ Egglin TK, Dickey KW, Rosenblatt M, Poliak JS: Retrieval of
nica am pliam ente establecida, con excelentes tasas de éxito intravascular foreign bodies: experience in 32 cases. AJR Am J
y baja incidencia d e com plicaciones. Roentgenol 164:1259-1264, 1995.
Gabelmann A, Kramer S, Gorich J: Percutaneous retrieval of lost or
misplaced intravascular objects. AJR Am J Roentgenol 176:1509-
1513, 2001.
Uflacker R, Lima S, Melichar AC: Intravascular foreign bodies:
C O M P L IC A C IO N E S percutaneous retrieval. Radiology 160:731-735, 1986.
■ Solo se han publicado com plicaciones escasas y, en general,
de alcance menor.
■ Hasta la fecha, la única com plicación m ortal es la rotura de
la arteria pulmonar.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de la aortitis/arteritis
inespecífica (enfermedad de Takayasu)

D E F IN IC IÓ N : Técnica endovascular que restaura el flujo en el vaso obstruido, permite el control


farmacológico de la presión arterial y sirve de tratamiento de apoyo.

■ An giografía p or TC
IN D IC A C IO N E S ■ RM
■ Hipertensión renovascular
■ Estenosis aórtica en presencia de aortitis inespecífica

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ H ay una arteritis d e la aorta inespecífica que afecta todas las
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
capas de la pared vascular.
■ Enferm edad activa: signos o síntomas de vasculitis o isque­ ■ Histopatológicam ente, se observan cambios inflamatorios,
mia, anom alías angiográficas, síntomas sistémicos (fiebre, destrucción tisular marcada, proliferación del tejido conec­
poliartralgia, p olim ialgia), velocidad d e sedim entación g lo­ tivo.
bular o proteína C reactiva elevadas ■ H ay endoarteritis obliterante con fibrosis en capas de cebolla
en los vasos vasculares.
■ Aparece un engrasamiento de la íntima consecuencia d e la
substancia fundam ental y la proliferación del tejido conec­
IN S T R U M E N T A L tivo.
■ La inflam ación crónica subyacente, la fibrosis periarterial,
■ Introductor arterial
el engrasamiento y las adherencias se com binan formando
■ Para su colocación en ambas arterias femorales
paredes vasculares duras, no distensibles y rígidas.
■ Catéter p ig ta il
■ Se prefiere la ruta fem oral para el acceso a las lesiones fem o­
■ Se coloca en la aorta abdom inal por encim a del origen de
rales y aórticas.
las arterias renales con el fin de obtener una m edición con­
■ El acceso braquial se em plea cuando el ángulo de la arteria
tinua de la presión arterial y para realizar una angiografía
im plicada es agudo o la arteria fem oral se encuentra tam bién
de substracción digital diagnóstica.
afectada por la enferm edad obstructiva.
■ Catéter de angiografía selectivo
■ Para la m edida del gradiente a través de la estenosis
■ Catéter con balón de tamaño adecuado
■ Sin estar sobreestimado
T É C N IC A
■ Catéter guía preconfigurado
■ Para la técnica coaxial alternativa ■ El uso de guías hidrófilas anguladas reduce el riesgo de com ­
■ Balón en espejo plicaciones relacionadas con el vasoespasmo y la perforación.
■ Técn ica alternativa em pleada cuando una rama vascular ■ Se requiere la predilatación con un catéter de teflón en la
se origina o se encuentra en la estenosis usando un acceso m ayoría de pacientes antes de que el catéter con balón pueda
coaxial. ser situado en m edio de la estenosis.
■ Radioscopia ■ Los inflados múltiples y prolongados del balón son norm al­
■ Para angiografía de substracción digital m ente necesarios para conseguir una disminución sustancial
■ Ecografía de la estenosis.

P U N T O S CLAVE
i La enfermedad de Takayasu es una enfermedad crónica y progresiva de causa desconocida que afecta a la
aorta, ramas principales y arterias pulm onares,
i La enfermedad comienza en individuos predispuestos genéticam ente en un am biente hormonal
posiblem ente determ inado y desarrolla una respuesta inmunitaria que afecta a los vasos,
i Los resultados de varias técnicas d e revascularización se ven afectados adversamente por la presencia
de la enfermedad activa.
i La inflam ación crónica subyacente, la fibrosis periarterial, el engrasam iento y las adherencias se combinan
form ando paredes vasculares duras, no distensibles y rígidas,
i Las lesiones estenóticas soportan distensiones mecánicas repetidas y prolongadas antes de responder a la
dilatación con balón.
i Las técnicas de angioplastia convencional, cuidando no sobredilatar las lesiones, provocan tasas
acum uladas de permeabilidad del 67 al 71 %.
i El estudio de imagen con cortes transversales in dica extensos cam bios en la pared en áreas normales en la
angiografía, lo que podría afectar al resultado de la terapia localizada.

368 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la a o rtitis /a rte r itis in e sp e cífica (enferm edad de Takayasu)

Figura 1 . M ujer de 22 años con hipertensión y claudicación.


La angiografía de substracción digital muestra una estenosis de la
arteria renal derecha y estenosis aórtica yuxtarrenal.

F igura 2. Misma paciente que en la figura 1. Se realizó una


angioplastia de la arteria renal derecha.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 4. Misma paciente que en la figura 1. Angiografía de


monitorización que muestra una buena abertura de la arteria
Figura 3. Misma paciente que en la figura 1. Se realizó una renal derecha. Se constató un colgajo no obstructivo en la aorta.
angioplastia de la aorta.
370 INTERVENCIONES VASCULARES | OTROS PROCEDIMIENTOS

■ Los vasos no deben ser sobredistendidos durante la angioplas­ ■ Reestenosis (1 7 % ) debido a la frecuente reorganización lesio-
tia debido al elevado riesgo de desgarro o de ruptura arterial. nal tras la angioplastia (m enos probable de lo esperado)
■ El uso electivo de endoprótesis no se recom ienda, salvo en el ■ Hem atom a en la ingle, espasmo transitorio de la arteria renal
rescate por disección o reestenosis. y lesión de la vena renal

C O N T R O V E R S IA S A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El patrón m orfológico de afectación en la enferm edad de Y S E G U IM IE N T O
Takayasu muestra diferencias raciales y geográficas. ■ La m edicación antihipertensiva se interrumpe 24 h antes de la
■ Las com unicaciones de incidencia fam iliar de arteritis de angioplastia, excepto los fármacos de acción corta cuando
Takayasu pueden apuntar a un origen genético. la presión arterial es de más de 170/110 m mHg.
■ La ocurrencia predominante en las mujeres ha estimulado a los ■ Adm inistración de ácido acetilsalicílico diario durante 3 días
investigadores a estudiar el papel de las hormonas sexuales. antes y hasta 6 m eses después de la angioplastia.
■ En la m ayoría de estudios que han evaluado la m orfología ■ Heparina administrada p or v ía intravenosa durante la inter­
angiográfica predom inaban las lesiones obstructivas. vención y no interrumpida posteriormente.
■ Los aneurismas fusiformes probablem ente poseen una predi­ ■ Presión arterial mantenida las 24 h antes de la intervención,
lección genética porque se observan en distintos subconjun- salvo fármacos de acción corta si es mayor de 160/100 mmHg.
tos raciales. ■ Si se considera la colocación d e una endoprótesis, es reco­
m endable un pretratamiento adicional con clopidogrel que
em piece 3 días antes de la angioplastia y continúe durante
6 semanas después d e la intervención.
RESULTADO S
■ El seguimiento con evaluación de la presión arterial y de la
■ El éxito técnico se consiguió en el 96% d e las técnicas radio­ m edicación se realiza 1 día, 1 semana y 4 o 6 semanas después
lógicas intervencionistas referidas a las arterias renales. del tratamiento; posteriormente, a intervalos de 6 meses.
■ El beneficio clínico se v io en el 91% de los pacientes, con ■ Angiografías de seguim iento en pacientes con recidiva de la
curación en el 32% y m ejoría en el 68 %. hipertensión y nefrectom ía contralateral planificada de un
■ Las necesidades de fármacos para el control de la hipertensión riñón escasa o nulamente distensible para descartar hiper­
disminuyeron desde 3,9 (± 0 , 5 ) a 1,1 (± 0 , 9 ), la presión arte­ tensión residual.
rial sistólica m ejoró desde 181 ( ± 1 6 ) a 136 ( ± 2 5 ) mmHg.
■ La presión arterial diastólica cayó desde 115 (± 1 0 ) a 86 Lecturas recomendadas
( ± 1 6 ) mmHg.
Aggarwal A, Chag M, Sinha N, Naik S: Takayasu’s arteritis: role of
■ La angioplastia transluminal percutánea de la arteria renal Mycobacterium tuberculosis and its 65 kDa heat shock protein. Int
tuvo éxito al tratar la hipertensión en el 86% de los casos. J Cardiol 55:49-55, 1996.
■ Tyagi et al. docum entaron un beneficio clínico com probado Chopra P, Datta RK, Dasgupta A, Bhargava S: Nonspecific
en el 92% de los casos. aortoarteritis (Takayasu’s disease): an immunologic and autopsy
■ En el caso de la estenosis aórtica, el éxito técnico se ha com ­ study. Jpn Heart J 24:549-556, 1983.
probado en el 84% de los casos y el éxito clínico, en el 89%. Ishikawa K: Diagnostic approach and proposed criteria for the clinical
diagnosis of Takayasu’s arteriopathy. J Am Coll Cardiol 12:964-972,
1988.
Lupi-Herrera E, Sanchez-Torres G, Marcushamer J, et al: Takayasu’s
C O M P L IC A C IO N E S arteritis: clinical study of 107 cases. Am Heart J 93:94-103, 1977.
Park JH, Chung JW, Im JG, et al: Takayasu arteritis: evaluation
■ C om plicaciones generales de la angiografía y de la angioplas­ of mural changes in the aorta and pulmonary artery with CT
tia (esperables) angiography Radiology 196:89-93, 1995.
■ Principales com plicaciones: disección de la íntima obstruc­
tiva provocada por la guía y rotura vascular causada por la
sobredistensión por gran tamaño del balón
Embolización percutánea del conducto
torácico

D E F IN IC IÓ N : Primera de las fases de la técnica de ablación torácica percutánea en dos fases


utilizada en el tratamiento del quilotórax.

■ De 4 a 6 m m de diám etro (C ook)


IN D IC A C IO N E S ■ Adhesivo intravascular
■ Derram e de quilo verdadero docum entado y que no remite, ■ Adhesivo intravascular Trufill (C ordis)
en un contexto clínico d e sospecha de lesión del conducto
torácico
■ Producción de más de 1.000 m i de quilo al día durante 24 h A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Aum ento de la producción durante 5 días, con tratamiento
conservador ■ A la altura de D12-L2, las cadenas paraaórticas y paracavas
■ Quilotórax persistente tras 2 semanas de tratamiento conser­ se unen para form ar la cisterna del quilo.
vador ■ La cisterna del quilo es visible en la linfografía en el 80% de
los pacientes y se localiza en la cara posterior derecha de la
aorta abdominal.
■ El conducto torácico arranca de la cisterna del quilo en su
C O N T R A IN D IC A C IO N E S extrem o cefálico y cursa superiorm ente en sentido posterior
al esófago y ligeram ente a la derecha de la línea m edia en el
■ Ausencia de derram e quiloso verdadero
tórax inferior, cruzando a la izqu ierda de la línea m edia en
■ Quilotórax que responde positivam ente al tratamiento con­
torno a D5-D6.
servador
■ El conducto torácico termina en una posición variable, en
■ A lergia a los contrastes linfangiográficos (azu l de m etileno y
la región d e la confluencia de las venas subclavia y yugular
etiodol)
interna izquierdas.
■ Falta de adecuación anatómica
■ El 10% d e los pacientes presenta un sistema de conducto
■ Posible inaccesibilidad del conducto torácico a la canulación
torácico bilateral.
percutánea, com o consecuencia de una posición com pleta­
■ La ablación percutánea del conducto torácico es una técnica
m ente retroaórtica
de dos fases.
■ Diátesis hem orrágica, anticoagulación y trom bocitopenia
■ La fase inicial im plica la obtención d e una linfangiografía
pedia para visualizar la cisterna del quilo o los vasos lin­
fáticos lumbares superiores dom inantes com o potenciales
objetivos d e canulación.
IN S T R U M E N T A L ■ La linfografía pedia derecha determ ina una visualización
■ Colorante de azul d e m etileno más efica z y definitiva de la cisterna del quilo.
■ Am erican Regent ■ La segunda fase de la ablación percutánea del conducto
■ Catéter torácico com prende la canulación y em b olización del con­
■ Catéter de linfografía de calibre 27 (C ook ). ducto torácico desde un acceso transabdominal anterior. Si
■ Catéter de infusión Slipcath de 3 Fr el conducto torácico no puede canularse, es posible poner
■ Equipo de disección venosa en práctica una segunda estrategia de disgregación con
■ Ligaduras de seda aguja y ruptura de la cisterna del quilo, para desviar el
■ Ligaduras de seda del 0 (E thicon) flujo de quilo hacia el retroperitoneo.
■ Etiodol (Altana) ■ A la cisterna del quilo se accede desde un acceso oblicuo
■ Bom ba de jeringa anterior derecho d e 10 a 20 grados, para evitar la aorta.
■ Sutura
■ Sutura prolene 3-0
■ Aguja T É C N IC A
■ A guja Chiba de calibre 21 (C ook)
■ Cable ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Cable V-18 de 145cm (Boston Scientific). ■ El m apeo preoperatorio de la cisterna del quilo se obtiene
■ Espiral Nestor con una R M en T2.

P U N T O S CLAVE
> El quilotórax de alto volum en postoperatorio es una com plicación, poco frecuente pero grave, de la cirugía
torácica, asociada a tasas elevadas de m orbilidad y m ortalidad si no se trata.
> La ablación percutánea del conducto torácico es un método mínim amente invasivo para tra ta r el quilotórax
postoperatorio sin reintervención.
> Es una técnica segura, asociada a mínima m orbilidad, a pesar de im plicar el paso transabdom inal del
sistem a de canulación.
■ Se com pone de dos fases: em bolización y ruptura con aguja de los vasos linfáticos.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 371


372 INTERVENCIONES VASCULARES | OTROS PROCEDIMIENTOS

fj
Figu ra 1. R a d io g ra fía q u e m u es tra la s e c u e n c ia d e p as os d e l Figura 2. R a d io g ra fía qu e m u es tra la s ec u e n cia d e pasos d el
ac c es o a l c o n d u c to to rá cic o . Acceso transabdom inal oblicuo a c c e s o a l c on d u c to to rá c ic o . Acceso d e la gu ía al conducto
anterior derecho con aguja d e calibre 21. torácico.

Figu ra 3. Inyección en el conducto torácico qu e muestra la Figura 4. Inyección en el conducto torácico que muestra la oclusión
loca liza ción de la lesión y la fu ga en el conducto. satisfactoria del escape m ediante em bolización con espirales.

i Se com prueba el p erfil de coagulación del paciente, ya que es i Se infunde etiodol a una tasa de 8 a 12ml/h, hasta un volu­
probable que se produzca transgresión de los órganos visce­ men m áxim o de 20 mi.
rales y el intestino, i Durante la infusión, se obtienen im ágenes radiográficas
i Se inyecta entre de 0,5 a 1 m i de azu l d e m etileno en los puntuales seriadas de la extremidad inferior, la p elvis y el
espacios interdigitales de los pies, abdomen.
i El colorante es absorbido p or los vasos linfáticos, que se i Una v e z visualizado el conducto intratorácico, se interrumpe
visualizan com o estrías azuladas bajo la piel, la infusión y se identifica la cisterna del quilo o el vaso linfá­
i La disección venosa se realiza con anestesia local (lidocaína tico seleccionado (o am bos), para su canulación con aguja,
al 1% ) en el dorso del pie. i La incisión en el p ie se cierra con suturas de prolene 3-0,
i El vaso linfático se aísla y se canula con un catéter d e linfo- interrumpidas simples o de colchonero, y se cubre con un
grafía de calibre 27. apósito.
E m bolización p ercutánea del co n d u cto to rá c ic o

■ A la cisterna del quilo se accede desde un acceso oblicuo ■ De los 16 pacientes sometidos a disgregación de tipo 2, 5 (31%)
anterior derecho a 10 a 20 grados, para evitar la aorta. presentaron curación; 2 (1 2 ,5 % ) fueron de respuesta parcial,
■ El uso d e la técnica gu n site ayuda en la guía en el área y 9 (5 6 % ) supusieron un fracaso clínico.
objetivo retroperitoneal profunda. ■ En este estudio no se com unicaron com plicaciones ni m orta­
■ Una v e z realizada la punción de la cisterna del quilo, se lidad o m orbilidad asociadas a la técnica.
introduce un cable V-18 de 0,018” en el conducto; la aguja es ■ Aunque la reintervención con ligadura del conducto torácico
sustituida por un catéter de 3 Fr. en bloqu e presenta una tasa de éxito más alta (90 a 9 2 % ),
■ Se realiza una inyección manual directa de contraste yodado ello se ve contrarrestado p or la m ayor m orbilidad del acceso
para determ inar la localización del escape. quirúrgico, que registra tasas de com plicaciones del 38 a
■ Se recom ienda la cobertura antibiótica de la técnica y que el 43% y una m ortalidad de aproxim adam ente el 2% .
sistema d e acceso se lim ite a 3 Fr o menos. ■ Las com plicaciones del acceso quirúrgico son arritmias car­
■ El catéter se dispone lo más cerca posible de la lesión del díacas, infección, insuficiencia respiratoria y dependencia
conducto torácico, si es posible, sorteando el punto d e extra­ prolongada de la ventilación, y fuga de aire persistente.
vasación.
■ La em bolización con espirales se realiza utilizando espirales
de 4 a 6 mm de diám etro a lo largo de la longitud del con­
ducto torácico, hasta llegar a 2 cm del sitio de entrada. C O M P L IC A C IO N E S
■ Se inyecta adhesivo intravascular de n-butilcianoacrilato
■ Entre las com plicaciones de la linfografía se cuentan efecto
(T h ifill) en etiodol, en una proporción de 2:1 para la m ezcla
de tatuaje perm anente de la p iel del pie, com plicaciones
de Thifill, para sellar el conducto torácico inferior y el sitio
pulmonares relacionadas con el etiodol (hipoxia, neumonitis
de entrada.
quím ica), reacción alérgica o anafilaxia por los contrastes,
■ Si el conducto torácico no puede ser canulado satisfactoria­
infección de heridas y extravasación linfática persistente.
mente, se p rocede a la ruptura intencionada de la cisterna
■ C om o en cualquier otra técnica de em bolización, la em boli­
del quilo y los vasos linfáticos adyacentes, m ediante pasos
zación no selectiva es una com plicación potencial.
de aguja seriados. Esta técnica da lugar a la disgregación
de la cisterna del quilo, con descompresión intencionada del
conducto torácico hacia el espacio retroperitoneal.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
S E G U IM IE N T O
C O N T R O V E R S IA S
■ El paciente debe ser mantenido bajo restricciones dietéticas y
■ La em bolización percutánea del conducto torácico es una la producción de líquido pleural debe ser controlada a diario.
técnica relativamente infrautilizada en el tratamiento del ■ El drenaje de la sonda torácica puede disminuir de form a
quilo tórax postoperatorio, problem a ciertamente com plejo brusca, aunque es más frecuente la reducción gradual del
desde el punto de vista clínico. mism o a lo largo de varios días.
■ La reducida morbilidad de la ablación percutánea del conducto ■ Cuando el derram e quiloso va rem itiendo y la producción
torácico constituye una significativa ventaja con respecto a la diaria total de la sonda torácica se reduce a m enos de 500 mi,
tasa de complicaciones quirúrgicas, del orden del 40% . las lim itaciones dietéticas pueden irse reduciendo con pre­
■ Cuando se em plea la ablación percutánea del conducto torá­ caución.
cico com o tratamiento de prim era línea en pacientes refrac­ ■ Cualquier incremento en la producción de quilo al atenuar
tarios, el 45% de los casos de quilotórax postoperatorio es las restricciones dietéticas justifica el restablecim iento de las
capaz de evitar la reintervención. lim itaciones de ingesta oral y lípidos.
■ La asistencia de rutina del sitio de disección pedia com porta
cam bio diario de los apósitos y retirada de la sutura a los
10 días d e la realización de la técnica.
RESULTADO S
■ En un estudio de 42 pacientes som etidos a ablación percu­ Lecturas recomendadas
tánea del conducto torácico, en 26 de ellos se procedió a Cerfolio RJ, A lle n MS, Deschamps C, et al: Postoperative chylothorax.
realizar técnicas de em bolización de tipo 1 y en 16 se realizó
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

J Thorac Cardiovasc Surg 112:1361-1366, 1996.


una disgregación de tipo 2. Cope C, K aiser LR: M anagem ent o f unrem itting chylothorax by
■ Em bolización de tipo 1 (26 pacientes): 16 casos (615) regis­ percutaneous em bolization and b lockage o f retroperitoneal
traron curación satisfactoria; 6 (2 3 % ) exhibieron una res­ lym phatic vessels in 42 patients. J Vase ln te rv Ra diol 13:1139-
puesta parcial, y 4 (1 5 % ) experim entaron fracaso clínico. 1148, 2002.
E sta p á g in a se d e jó e n b la n c o in te n c io n a lm e n te .

www.medilibros.com
D
Intervenciones no vasculares
PROCEDIMIENTOS PERCUTÁNEOS
Drenaje percutáneo de abscesos

DEFINICIÓN: Técnica de drenaje primario para la mayoría de las


acum ulaciones de líquido abdominales y pélvicas infectadas.

■ Técn ica de Seldinger o técnica de trocar: se em plean para


INDICACIONES obtener acceso a la cavidad de la acumulación.
■ Presencia d e acum ulación líquida ■ Junto con estas dos técnicas, se emplea también la radioscopia.
■ Cualquiera de las siguientes: sospecha de presencia de líquido ■ Aguja
infectado, necesidad de tipificación de un líquido o sospecha ■ Las acum ulaciones superficiales suelen ser accesibles con
de existencia de una acum ulación líquida que justifique el agujas espinales.
drenaje ■ Las más profundas se perforan con agujas Chiba de 10 a
25 mm.
■ El diámetro de la aguja oscila entre los calibres 18 y 22.
■ Si se sospecha que la acum ulación puede ser viscosa, se
CONTRAINDICACIONES pueden em plean agujas de m ayor calibre.
■ Cable guía
■ Coagulopatía que no pueda corregirse adecuadamente ■ De 0,018 a 0,038”
■ Flem ones o acum ulaciones que contengan gran cantidad
de residuos
■ Inestabilidad hem odinám ica que im pida la rea lización de
la técnica com pleta a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ Incapacidad del paciente para cooperar adecuadam ente o
situarse en la posición idónea ■ Se considerará la trayectoria más directa que no afecte a
■ Reacción adversa al contraste, cuando es necesario adm inis­ órganos y estructuras vitales.
trarlo para que la técnica dé resultado ■ El catéter suele implantarse en la posición más pendiente
■ Ausencia de v ía de acceso segura para el drenaje posible, para facilitar el drenaje.
■ Com prom iso cardiovascular grave ■ El acceso inicial a la cavidad del absceso se obtiene con
guiado ecográfico o por TC.
■ Las acumulaciones pélvicas profundas pueden drenarse por
v ía transglútea, transrectal o transvaginal.
INSTRUMENTAL ■ Cuando se utiliza la prim era, el catéter se introduce a través
del agujero ciático mayor, manteniéndose lo más cerca posi­
■ Catéter de drenaje ble del sacro.
■ Fabricado con material de poliuretano patentado y m od ifi­
cado para que sea resistente a la torsión
■ D isponible en calibres com prendidos entre 8 y 16 Fr
■ Constituido por un trocar m etálico punteado, cargado coa­ TÉCNICA
xialm ente sobre un refuerzo m etálico dentro de un catéter
de poliuretano flexible ■ Antes de la realización de la técnica, se ha de instaurar una
■ Con revestim iento hidrófilo para facilitar su im plante y profilaxis antibiótica idónea.
despliegue ■ Antes d e la intervención tam bién es necesario verificar y
■ Con configuración p ig ta il con b loqu eo de la punta para corregir los factores de coagulación (tie m p o de protrom -
una m ejor retención. b ina, tiem po d e trom boplastina parcial y recuento de plaque­
■ Dilatador tas).
■ Dispositivos de refuerzo con extremos cónicos colocados ■ A l planificar la trayectoria del drenaje, se d ebe considerar la
sobre la guía de instrumentación v ía más directa que no afecte a órganos y estructuras vita­
■ TC o ecografía les.

PUNTOS CLAVE
i El drenaje percutáneo de abscesos es la primera técnica de drenaje para la mayor parte de acum ulaciones
de líquido abdom inales y pélvicas infectadas,
i El drenaje puede efectuarse con la técnica de Seldinger o técnica de trocar.
i Pueden realizarse diversos accesos, entre los que cabe citar el transglúteo, el transvaginal, el transrectal
y el transhepático. Estas técnicas permiten al radiólogo drenar la mayoría de acum ulaciones líquidas en el
abdom en y la pelvis.
i La tasa de éxito del drenaje percutáneo dism inuye al aum entar la com plejidad de la acum ulación, así com o
en los abscesos pancreáticos.

376 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


D renaje p ercutáneo de abscesos 377

Figura 2. Tras u tiliza r el sistema one-stick («u n in trod uctor») para


agrandar el espacio n ecesario para un cable A m p la tz de 0,9 m m ,
un catéter p ig ta il de 10 Fr con bloq u eo se avan za sobre la guía
Figura 1. Una aguja d e calibre 18 (flec h a b la n ca ) se avanza
hasta la acum ulación, aspirándose 30 cc d e m aterial purulento.
hasta la acum ulación b ajo guiado con TC y se aspiran 2 cm3
d e m aterial purulento.

■ Se decide la m odalidad de im agen a utilizar.


RESULTADO S
■ Se coloca al paciente en la posición más adecuada para el
im plante del catéter. ■ En el drenaje curativo, el éxito de la intervención se evalúa
■ La sedación se inicia siguiendo las pautas propias del centro. en función de la rem isión de la acumulación líquida y de la
■ El acceso exacto se determ ina m ediante la m odalidad de m ejora clínica del paciente sin que sean necesarias interven­
im agen seleccionada. ciones ulteriores.
■ Se prepara y cubre la p iel con técnica estéril. ■ Se considera que se ha obtenido un éxito parcial cuando el
■ La aguja guía se introduce en el absceso con guiado eco- drenaje es adecuado o cuando la intervención se considera
gráfico o por TC. com o fase transitoria para estabilizar al paciente antes del
■ Se aspira una muestra de líquido y se envía a laboratorio tratamiento quirúrgico.
para cultivo. ■ Los abscesos discretos y uniloculares son los más fáciles de
■ En la p iel adyacente al punto de entrada d e la aguja guía, drenar y, en ellos, la curación se da en el 90%.
se realiza una pequeña incisión, procediéndose a disección ■ Las tasas de curación para abscesos más com plejos oscilan
rom a del tejido subcutáneo subyacente. entre el 30 y 80%.
■ Se utilizan las técnicas de Seldinger o de trocar. ■ Los abscesos relacionados con tumores no pueden ser trata­
■ Técn ica de trocar: el catéter se avanza hasta la cavidad adya­ dos de forma definitiva m ediante drenaje percutáneo.
cente a la aguja guía, hasta alcanzar la profundidad predeter­
minada adecuada.
■ El catéter se alimenta a través de la aguja del trocar y el refuerzo
metálico. C O M P L IC A C IO N E S
■ Puede procederse a aspiración con jeringa para com probar la
■ Puede producirse shock séptico.
posición del catéter.
■ En pacientes con coagulopatías no corregidas, la hemorragia es
■ A continuación, la posición se verifica por im agen, antes de
consecuencia del desgarro de arterias viscerales, bazo o hígado.
proceder a la fijación del dispositivo.
■ Se dan casos de sobreinfección de cavidades estériles.
■ Una v e z confirm ada la corrección de la posición del catéter,
■ Entre las com plicaciones entéricas se cuenta la perforación,
se retira la aguja guía.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con o sin form ación de fístula o peritonitis subsiguientes.


■ Técnica de Seldinger: se sitúa la aguja en la cavidad y, a través
■ La transgresión de la pleura al colocar el catéter puede dar
de ella, se introduce la guía.
lugar a acum ulaciones de líquido pleural o neumotorax.
■ A continuación, la aguja se retira sobre la guía y el tracto se
■ Puede producirse perforación vesical, con form ación de
som ete a dilatación seriada hasta conseguir el tamaño ade­
urinoma.
cuado para la inserción del catéter.
■ Para introducir el catéter sobre la guía en la acumulación
puede procederse a dilatación adicional.
■ Se drena la acumulación. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ Inm ediatam ente después de la técnica, se obtienen imágenes
C O N T R O V E R S IA S para evaluar la idoneidad del drenaje y la colocación final del
catéter.
■ Uso com plem entario de fibrinolíticos intracavitarios ■ Cuando se confirm a la posición correcta d e este, la acumu­
■ D renaje percutáneo del absceso en un contexto de coagulo­ lación se som ete a descompresión con una jeringa de aspi­
patía ración grande, hasta que cesa la recuperación de líquido o
■ Uso de técnica de trocar o técnica de Seldinger residuos.
378 INTERVENCIONES NO VASCULARES | PROCEDIMIENTOS PERCUTAMEOS

Se p rocede a irrigación de la cavidad con pequeñas cantida­ Lecturas recomendadas


des alícuotas de suero salino hasta que el líquid o de irriga­
Cinat ME, W ilso n SE, D in A M : Determinants for successful
ción recuperado sea transparente. percutaneous im age-guided drainage o f intra-abdominal abscess.
Se confirm an la descompresión de la cavidad y la posición A rch Surg 137(7):845-849, 2002.
del catéter; se form a una espiral con el catéter pig ta il y dicho Gervais D A, H o CH, O ’N e ill MJ, et al: Recurrent abdom inal and pelvic
catéter es fijado a la piel. abscesses: incidence, results o f repeated percutaneous drainage,
El catéter se lava con 10 cc de suero salino cada 8 a 12 h, a fin and underlying causes in 956 drainages. AJR A m J Roentgenol
de evitar que el material drenado obstruya la luz. 182(2) :463-466, 2004.
Se inspeccionará el catéter a diario, evaluando las conexio­ M aher M M , Gervais DA, Kalra MK, et al: T h e inaccessible or undrainable
abscess: how to drain it. Radiographics 24(3) :717-735, 2004.
nes y determ inando la cantidad y naturaleza del material
M aher M M , K ealey S, M cNam ara A , et al: M anagem ent o f visceral
drenado, así com o el estado del paciente.
interventional radiology catheters: a troubleshooting guide for
Las pruebas de laboratorio postoperatorias deben ir m ejo­ interventional radiologists. Radiographics 22(2):305-322, 2002.
rando con el tiem po y sus resultados han de norm alizarse en vanSonnenberg E, W ittich GR, Goodacre BW, et al: Percutaneous
48 a 72 h. abscess drainage: update. W orld J Surg 25 (3 ):362-369, 2001;
discussion 370-372.
Biopsia percutánea

DEFINICIÓN: Técnica de biopsia escasam ente invasiva.

i Sin embargo, en caso de lesiones hepáticas periféricas, la


INDICACIONES trayectoria de la biopsia ha de seleccionarse de form a que
■ Establecim iento de diagnóstico d e neoplasia maligna se atraviese el hígado norm al hasta la cápsula hepática y la
■ Establecim iento de diagnóstico benigno lesión.
■ Obtención de material para cultivo u otras pruebas de labo­ i En algunas lesiones es conveniente utilizar técnicas no con­
ratorio vencionales.
i El acceso transintestinal es necesario a veces en lesiones
situadas en el mesenterio.
i La biopsia transesplénica es necesaria en lesiones situadas
CONTRAINDICACIONES en el abdom en superior y a las que no se accede tan siquiera
con trayectoria craneocaudal.
■ Absolutas: coagulopatía grave no corregible e incapacidad i En ocasiones, las biopsias retroperitoneales y pélvicas son
del paciente para cooperar más seguras cuando se abordan desde un acceso posterior,
■ Relativas: coagulopatía objetivo de la biopsia no seguro y i Determ inados órganos requieren consideraciones especiales
ausencia de una v ía segura desde la p iel hasta el objetivo de antes de proceder a la biopsia.
la biopsia ■ Biopsia suprarrenal: los posibles feocrom ocitom as han de
manipularse con precaución y, a veces, se consideran con­
traindicación para la biopsia.
■ Biopsia pancreática: los pacientes están expuestos a un
INSTRUMENTAL m ayor riesgo de pancreatitis.
■ Ecografía
■ La ecografía es la m odalidad preferida para la biopsia per-
cutánea en numerosos centros.
■ Las lesiones m óviles y las que requieren im ágenes desde TÉCNICA
múltiples ángulos múltiples se adecúan m ejor a la biopsia
con ecografía. ■ Se revisan las im ágenes de la lesión en cuestión.
■ TC ■ Si no se han rea lizad o estudios d e im agen previos, d ebe
■ La TC se em plea en pacientes que son m alos candidatos p roced erse a una evaluación d iagnóstica con la m od ali­
para ecografía (p. ej., por su hábito corporal o por presen­ dad d e im agen que sea más p rob ab lem en te u tilizad a en la
cia de cicatrices de cirugía p re v ia ). biopsia.
■ Los gases intestinales pueden ocultar lesiones profundas. ■ Han de tenerse en cuenta algunas consideraciones clínicas
■ El contraste intravenoso resulta útil para visualizar lesio­ com o síntomas iniciales y localización de los más significati­
nes dudosas y para una m ejor definición de las estructuras vos, alergias a fármacos, patologías com órbidas y anteceden­
vasculares adyacentes. tes quirúrgicos.
■ Radioscopia ■ Los parámetros y los resultados de las pruebas de laboratorio
■ La radioscopia en la obtención de biopsias se em plea con deben obtenerse en un intervalo d e tiem po razonable.
menos frecuencia que en el pasado. ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Puede usarse en lesiones (p. ej. pulm onares) más fáciles ■ Para la biopsia con aguja fina, se com ienza con una técnica
de biopsiar con im ágenes radiográficas en tiem po real. sin aspiración (sin succión), utilizando una aguja de tipo
■ Aguja Chiba o cortante, de calibre 20 a 25.
■ Agujas de tipo Chiba o cortantes, de calibres com prendidos ■ Está técnica depende del m ovim ien to rápido de la punta de
entre 20 y 25. la aguja en la lesión ob jetivo, con desplazam ientos de 0,5 a
■ Agujas de aspiración de calibre reducido, agujas de lc m .
p equeño calibre para biopsia central o agujas para biopsia ■ El tejido penetra en la lu z de la aguja y es presionado con una
central de calibre mayor. jeringa para pasar a un porta, que será rem itido de inm ediato
para su análisis citopatológico.
■ Biopsias centrales: un dispositivo d e biopsia central se sitúa
en el borde de la lesión en cuestión, a m edida que la aguja
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO de se avanza desde la punta del dispositivo.
■ En general, se utiliza la trayectoria más corta de la p iel a la
■ En general, ha d e abordarse la trayectoria más breve de la lesión, siempre que no se interpongan en ella estructuras u
p iel a la lesión. órganos vitales.

PUNTOS CLAVE
> Factores im portantes son la técnica de aspiración, la preparación de la muestra y la cooperación entre el
m édico y el anatom opatólogo para favorecer la precisión diagnóstica de la aspiración.
> La biopsia guiada por imagen se em plea con frecuencia creciente, en detrim ento de la guiada p o r palpación
o la ciega.

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380 INTERVENCIONES NO VASCULARES | PROCEDIMIENTOS PERCUTAMEOS

Figu ra 1. B io psia de u n a lesión tiroidea b ajo guiado


ecográfico. La aguja (p u n tas de fle ch a ) se visu aliza con facilidad
en e l plan o del transductor y se orienta casi perpendicularm ente
al h az ecográfico.

Figura 2. B io psia de u n a m asa d u oden al. Una aguja de biopsia


d e calibre 20 se introdujo a través del colon hasta la lesión. Tras
la biopsia n o se registraron com plicaciones.

■ En algunas lesiones se utilizan accesos no convencionales, como ■ Específicas d e órganos: solo o habitualmente asociadas a la
el transintestinal para lesiones que se sitúan en el mesenterio. biopsia de un órgano específico
■ Se determ inan las concentraciones séricas de am ilasa o lipasa
tras la biopsia, en caso de que poco después de la m ism a se
desarrollen dolor abdom inal, anorexia, náuseas y vóm itos.
■ Si se prevén m últiples pasos, pueden considerase los m éto­ A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
dos en tándem o coaxial. Y S E G U IM IE N T O
■ M étodo en tándem: para acceder a la lesión se em plea una
aguja de pequeño calibre; a continuación, se dispone un ■ Debe procederse a la evaluación frecuente de las constantes
dispositivo de calibre grueso adyacente y paralelo a la pri­ vitales, en función de la localización de la biopsia, el riesgo
mera aguja. asociado a la técnica, el calibre de la aguja y la responsabili­
■ M étodo coaxial: Una aguja de calibre grueso se hace avan­ dad del paciente.
zar cuidadosam ente hacia la lesión. ■ En casos pediátricos, con frecuencia se establece un período
■ Una v e z posicionadas las agujas, se desarrollan los múltiples de observación tras una biopsia de órganos sólidos.
pasos de biopsia de las agujas de p equeño calibre, a fin de ■ Los pacientes som etidos a biopsia renal deben ser examina­
ob ten er m uestras sin atravesar una trayectoria d e biopsia dos por un nefrólogo, pasando una noche en observación y
de potencial riesgo. con evaluación de laboratorio postoperatoria.
■ Las biopsias negativas o no concluyentes deben repetirse si
la sospecha de carácter m aligno es elevada.

C O M P L IC A C IO N E S Lecturas recomendadas
■ M ayores: ingreso hospitalario o program ado para recibir Ansari N A , Derias N W : Origins o f fin e needle aspiration cytology.
tratam iento, increm ento no program ado del n iv e l de asis­ J C lin Pathol 50:541-543, 1997.
tencia, h ospitalización prolon gada, efectos adversos perm a­ Dupas B, Frampas E, Leaute F, et al: Com plications o f fluoroscopy-,
ultrasound-, and CT-guided percutaneous interventional
nentes o m uerte
procedures. J R adiol 86:586-598, 2005.
■ Menores: com plicaciones que requieren tratamiento nominal
Gupta S: N e w techniques in im age-guided percutaneous biopsy.
o una hospitalización breve para observación Cardiovasc Interven t R a diol 27:91-104, 2004.
■ Generales: com unes a todos los tipos de biopsia, com o hem o­
rragia, infección y lesiones orgánicas imprevistas
GASTROINTESTINALES
Tratamiento de las estenosis esofágicas
benignas

DEFINICIÓN: Tratamiento de estenosis esofágicas causadas por enfermedades benignas mediante


dilatación con balón guiada por radioscopia.

■ La estenosis esofágica es un estrechamiento de la lu z cau­


INDICACIONES sado por una anom alía d e la pared esofágica.
■ Tratamiento de estenosis esofágicas benignas secundarias a ■ La estenosis esofágica benigna aparece com o consecuencia
anillo de Schatzki, ingestión corrosiva, radioterapia, esclero­ de la producción de depósito de colágeno y la form ación de
terapia, terapia fotodinám ica, reacción a un cuerpo extraño, tejido fibroso estim ulada p or una lesión esofágica.
esofagitis infecciosa o traumatismo quirúrgico ■ La acalasia es un trastorno m otor esofágico, caracterizado
■ Tratamiento de la acalasia por aum ento de la presión del esfínter esofágico inferior,
■ Estenosis esofágicas en niños tras reparación de una atresia peristaltismo disminuido o ausente y falta de coordinación
esofágica de la relajación del esfínter esofágico inferior en respuesta
a la deglución.
■ La evaluación diagnóstica a m enudo com ienza con una eso-
fagografía con bario, que ayuda en la evaluación endoscópica
CONTRAINDICACIONES y la intervención.
■ La localización, el tam año y la com plejidad de la lesión, así
■ N o se han encontrado contraindicaciones absolutas para la
com o la presencia de anomalías asociadas, influyen en la
intervención en la enferm edad esofágica.
elección del tratamiento.
■ Entre las contraindicaciones relativas cabe citar radioterapia
en las 6 semanas previas, estenosis p or encim a del músculo
cricofaríngeo, com presión traqueal empeorada por la intuba­
ción esofágica y debilidad grave.
TÉCNICA
■ Se obtiene una esofagografía inicial con contraste no iónico
hidrosoluble, a fin de identificar la localización y la extensión
INSTRUMENTAL de la lesión.
■ Radioscopia ■ El paciente es colocado sobre una m esa de radioscopia en
■ Contraste hidrosoluble no iónico posición lateral izquierda.
■ Equipo de m onitorización ■ Se administran sedación (m idazolam ) y analgesia (fentanilo)
■ Pulsioxím etro y m edios de m edición d e presión arterial y intravenosas, en función de las necesidades.
pulso ■ Se anestesia la orofaringe con lidocaína y se inserta un pro­
■ Equipo de succión tector bucal.
■ Oxígeno ■ Un catéter de m anipulación biliar de 6,5 Fr se avanza sobre
■ Regla radiopaca una guía Bentson hasta el n ivel de la unión gastroesofágica.
■ A erosol de lidocaína ■ Se inyecta contraste para perfilar el segm ento estenosado y
■ Protector bucal para facilitar la m anipulación segura del catéter y la guía en el
■ Catéteres y guías estómago.
■ Catéter de m anipulación biliar; catéter multiusos d e 6 Fr y ■ El catéter se suele introducir hasta el duodeno, ya que ello
100cm; guía Bentson de 0,035” ; guía hidrófila de 0,035” ; proporciona estabilidad y facilita el cam bio de catéteres.
guía de intercam bio rígida de 0,035” de 260cm ■ Si el esófago está m uy dilatado, p or presencia d e residuos de
■ Balón alim ento o líquido, se inserta una sonda nasogástrica y se
■ Balones de 14,18, 30 y 40 mm. p rocede a la aspiración del contenido.
■ La guía Bentson se utiliza para atravesar la estenosis, si
bien, cuando la estenosis es tortuosa o m uy estrecha, puede
emplearse una guía hidrófila.
■ A continuación, se inserta la guía de intercam bio rígida, sobre
ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO
la cual se avanza un catéter con balón hasta el cardias.
■ Las estenosis pépticas son responsables del 70 a 75 % de las ■ La elección del diám etro del balón se basa en la gravedad
estenosis esofágicas benignas. y la longitud de la estenosis y en la causa de la enfermedad.

PUNTOS CLAVE
> Las estenosis pueden deberse a enferm edades tanto benignas com o malignas.
• Se pueden tra ta r mediante dilatación con balón o inserción de endoprótesis bajo radioscopia,
i La dilatación gradual con balón en pacientes con acalasia ayuda a reducir el riesgo de perforación.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 381


INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

Figura 3. E sofagografía en la qu e se aprecia una estenosis


corrosiva.
Tratam iento de las estenosis e sofágicas benignas

■ El balón se infla parcialmente hasta que aparece la «cintura», ■ L a gravedad de la esofagitis es un determ inante también
indicando la posición del anillo muscular del esfínter esofá­ im portante de la disfagia, a la que tam bién contribuye la falta
gico inferior. de m otilidad.
■ El balón siempre se infla bajo guiado radioscópico continuo, ■ En la acalasia, la tasa de éxito com unicada para la dilatación
y su posición se reajusta si com ienza a deslizarse. con balón es alta (70 a 8 0 % ) y las com plicaciones son relati­
■ El balón se infla con presión manual utilizando contraste vam ente infrecuentes.
diluido. ■ Entre los factores pronósticos se cuentan los estudios mano-
■ La elim inación de la cintura sirve com o indicación de dilata­ métricos y con bario.
ción satisfactoria. ■ El cuidadoso posicionam iento del balón a través del esfínter
■ El balón se m antiene inflado durante 1 min. esofágico inferior y el m antenim iento de la posición durante
■ Inm ediatam ente después de la dilatación, se inyecta el con­ el inflado, valorado con guiado radioscópico, son esenciales
traste hidrosoluble para descartar la posible perforación. para el éxito de la intervención.
■ La esofagografía con bario se repite de 4 a 6 h después de la
intervención, con el fin de descartar posibles desgarros o
perforaciones de la mucosa.
C O M P L IC A C IO N E S
■ Las tasas publicadas de perforación oscilan entre el 0 y
18%.
C O N T R O V E R S IA S
■ El tratamiento óptim o de la acalasia es objeto de debate.
■ La m iotom ía laparoscópica o toracoscópica ha acortado el
tiem po de hospitalización y ha reducido la m orbilidad con A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
respecto a la m iotom ía tradicional, sin incrementar las com ­ Y S E G U IM IE N T O
plicaciones.
■ La inyección de toxina botulínica constituye una alternativa, ■ A los pacientes se les practica un tránsito de verificación
aunque la respuesta a la m ism a es de duración breve, por lo al día siguiente de la intervención, para descartar la posi­
que son necesarias varias inyecciones repetidas; esto incre­ ble perforación y para com probar que el flujo a través del
menta los costes globales. esófago es correcto.
■ La dilatación neumática es la prim era opción en el trata­ ■ Si los estudios de im agen no muestran indicios d e perfora­
miento de la acalasia esofágica en numerosos centros. ción, se perm ite que el paciente beba líquidos y recupere
■ Algunos investigadores no consideran que el uso de rutina de gradualmente la dieta normal.
la radioscopia sea necesario para las dilataciones con balón.
■ N o obstante, las directrices de la Am erican Society for Gas­ Lecturas recomendadas
trointestinal Endoscopy establecen que la radioscopia es de Ferguson DD: Evaluation and m anagem ent o f benign esophageal
uso obligado para el im plante de dilatadores con balón. strictures. D is Esophagus 18:359-364, 2005.
M organ R , A d am A : U se o f m e ta llic stents and b allo o n s in the
esophagus and gastrointestin al tract. J Vase In te rv R a d iol
2:283-297, 2001.
RESULTADO S
■ Las estenosis corrosivas, en especial si son largas, a m enudo
inducen disfagia grave, incluso para líquidos; la lu z puede
quedar com pletam ente obstruida.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de fístulas esofágicas

D E F IN IC IÓ N : Técnica de radiología intervencionista para fistulas esofágicas malignas mediante


colocación de endoprótesis metálicas.

IN D IC A C IO N E S ■ Guía d e intercam bio rígida de 0,035” , de 260cm


■ Endoprótesis
■ Fístula traqueoesofágica en un contexto de tum or m aligno. ■ Las endoprótesis m etálicas cubiertas son las de elección
■ Las endoprótesis m etálicas autoexpansibles cubiertas son para las fístulas, que se expanden al total del diám etro del
la prim era opción de tratamiento en pacientes con fugas o esófago y el material de cobertura sella el defecto.
fístulas malignas. ■ La endoprótesis Ultraflex (Boston Scientific) presenta una
cubierta de poliuretano que perm ite sellar la fístula esofá­
gica; disponible en diámetros de 23 y 28 mm.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ Las fugas y fístulas de enferm edades benignas no han de
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
protetizarse, ya que el escape se produce alrededor de la
endoprótesis. ■ La identificación d e la localización exacta de la fístula o la
■ N o se han hallado contraindicaciones absolutas para la inter­ perforación por inyección de contraste en el esófago suele ser
vención en la enferm edad esofágica; las contraindicaciones posible.
relativas son las siguientes: ■ Cualquier estenosis coexistente no debe dilatarse, ante el
■ Radioterapia en las 6 semanas previas, asociada a incre­ eventual riesgo de aumentar el tamaño del defecto esofágico
m ento de las tasas de hem orragia y perforación cuando se asociado.
han insertado endoprótesis
■ Obstrucción m aligna de la salida gástrica o del intestino
delgado
■ Estenosis p or encim a del n ivel del músculo cricofaríngeo T É C N IC A
■ Com presión traqueal grave que puede em peorar con la
■ Tras obtener una esofagografía para definir la posición y la
intubación esofágica
extensión de la fístula, el paciente es situado en posición
■ D ebilidad grave
lateral izquierda.
■ La orofaringe se anestesia con aerosol de lidocaína y el caté­
ter se introduce por la boca en el esófago.
IN S T R U M E N T A L ■ La fístula puede ser atravesada por diversos catéteres de
punta acodada y con guías normales o hidrófilas.
■ Contraste no ión ico hidrosoluble ■ Se form a un asa con una guía de 180 o 260 cm en el estóm ago
■ M esa de radioscopia reclinable o se avanza hasta el duodeno proxim al.
■ Equipo de m onitorización ■ Cualquier posible estenosis coexistente no debe predilatarse
■ Pulsioxím etro y m edios de m edición d e presión arterial y con el balón, para no dar lugar a aum ento del tamaño del
pulso d efecto esofágico.
■ Equipo de succión ■ Una endoprótesis de amplitud y longitud adecuadas se hace
■ Oxígeno avanzar sobre su sistema de despliegue a través de la fístula
■ Regla radiopaca o la estenosis asociada.
■ Aerosol de lidocaína ■ La endoprótesis se despliega de form a que una pequeña parte
■ Protector bucal de la m ism a se sitúe más por encim a de la fístula o esteno­
■ Catéteres sis que p or debajo, con el fin de reducir la probabilidad de
■ Catéter de m anipulación biliar migración.
■ Catéter m ultiuso de 6 Fr y 100 cm ■ La endoprótesis debe cubrir al m enos 2 cm del esófago nor­
■ Guía m al por encim a y por debajo de la fístula o la estenosis.
■ Guía Bentson de 0,035” ■ Una estenosis larga puede requerir más d e una endoprótesis,
■ Guía hidrófila de 0,035” con un tercio de solapam iento entre los dispositivos.

P U N T O S CLAVE
i Numerosas enferm edades del esófago pueden tratarse con técnicas guiadas por radiología
intervencionista.
i La colocación de endoprótesis esofágicas produce un rápido alivio de los síntomas en pacientes con
neoplasias malignas del esófago,
i Las endoprótesis metálicas autoexpansibles son las más utilizadas en este contexto.

384 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam iento de fís tu la s esofágicas

Figu ra 1. E sofagografía en la qu e se aprecia una fístula esófago- Figura 2. E sofagografía qu e muestra endoprótesis esofágica
(flech a bla n ca ) traqueal (flech a n eg ra). y traqueal in sita, sin extravasación d e contraste.

■ Después de desplegar la endoprótesis, se inyecta contraste


C O M P L IC A C IO N E S
para confirm ar su correcto em plazam iento y descartar una
p osible perforación. ■ Las principales com plicaciones de la técnica son perfora­
■ Se recom ienda que al día siguiente se obtenga una esofago­ ción, aspiración, hemorragia, m igración de la endoprótesis y
grafía que perm ita verificar que la endoprótesis se ha des­ dolor.
plegado adecuadam ente y que se mantiene en una posición ■ Las com plicaciones más habituales asociadas a la c oloca­
idónea. ción de la endoprótesis son hem orragia, fístula, perforación,
■ En los pacientes en los que el tratamiento fracasa se puede d olor intenso, m igración y crecim iento hacia el interior o
proceder a la inserción de endoprótesis cubiertas en la trá­ sobrecrecim iento (m uy p oc o frecuente con endoprótesis
quea. cubiertas).
■ La m igración es m ucho m enos frecuente con los nuevos dise­
ños de endoprótesis cubiertas.
■ Tam bién pueden registrarse fuga anastom ótica, fístula recidi­
RESULTADO S vante, estenosis y reflujo gastroesofágico.
■ Las fístulas o fugas recidivantes se registran en el 8 a 20% de
■ El éxito clínico, d efin ido com o cierre d e la fístula o de la
los pacientes y suelen poderse tratar m ediante inserción de
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

extravasación con alivio de los síntomas de aspiración, se


endoprótesis adicionales.
consigue en el 67 a 100% de los pacientes.
■ El fracaso del tratamiento se da en lesiones próxim as al mús­
culo cricofaríngeo y en los casos en los que el esófago está
muy dilatado, lo que da lugar a una aposición inadecuada A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
entre la endoprótesis y la pared esofágica.
Y S E G U IM IE N T O
■ Las fístulas o fugas recidivantes se registran en el 8 a 20% de
los pacientes y, en general, suelen tratarse m ediante inser­ ■ Si la colocación d e la endoprótesis resulta satisfactoria y
ción de endoprótesis adicionales. no se presentan com plicaciones inmediatas, ese m ism o día
■ Las endoprótesis metálicas cubiertas presentan una tasa de puede perm itirse la ingesta de líquidos.
éxito clínico que supera el 95 % en la paliación de las fístulas ■ A l día siguiente puede reinstaurarse la dieta normal.
y perforaciones esofagorrespiratorias malignas. ■ N o obstante, se debe indicar al paciente que evite la ingesta
■ El despliegue de la endoprótesis cubierta en la fístula o en la de trozos grandes d e alim entos.
fuga casi siempre da lugar a un cierre rápido y com pleto del ■ Ingerir bebidas carbonatadas con las com idas ayuda a m an­
defecto. tener la perm eabilidad de la endoprótesis.
■ Dado que la m ayoría de estos pacientes presentan estenosis ■ Inhibidores d e la bom ba de protones, com o el om eprazol,
malignas, la inserción de endoprótesis no solo sella la fístula pueden administrarse a los pacientes que desarrollen reflujo
o la fuga, sino que tam bién m ejora la disfagia. tras el im plante de la endoprótesis.
386 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

■ Los antiácidos se utilizan com o profilaxis en pacientes en los que Sabharwal T, M orales JP, Irani FG, Adam A : CIRSE: Cardiovascular
endoprótesis sin válvulas se despliegan a través del cardias. and In terventional Radiological Society o f Europe. Quality
im provem ent guidelines for placem ent o f esophageal stents.
Cardiovasc Interven t R a diol 28:284-288, 2005.
Lecturas recomendadas W oltm an TA, Pellegrini CA, Oelschlager BK: Achalasia. Surg C lin
Ferguson DD: Evaluation and m anagem ent o f benign esophageal N orth A m 85:483-493, 2005.
strictures. D is Esophagus 18:359-364, 2005.
M organ R, Adam A: Use o f metallic stents and balloons in the esophagus
and gastrointestinal tract. J Vase Interv Radiol 12:283-297, 2001.
Tratamiento de los cuerpos extraños
esofágicos

D E F IN IC IÓ N : Retirada de un cuerpo extraño alojado en el esófago, bien por extracción mediante


catéter con balón guiada por radioscopia o bien mediante dilatación con sonda, para impulsar el cuerpo
extraño hacia el estómago.

IN D IC A C IO N E S T E C N IC A
■ El tratamiento inm ediato de un lactante o un niño en el que ■ Se o b tien e una es ofa g og ra fía in icial con contraste no
se sospeche de posible cuerpo extraño esofágico es im por­ ió n ic o h id rosolu ble, para id e n tific a r la loc a liz a c ió n del
tante para evitar com plicaciones graves. cuerpo extraño y cu alqu ier p o s ib le com p lica ció n rela cio­
nada c o n él.
■ El paciente es colocado sobre una m esa de radioscopia en
CONTRAINDICACIONES posición lateral izquierda.
■ Se administran sedación (m idazolam ) y analgesia (fentanilo)
■ N o se han detectado contraindicaciones absolutas para la intravenosas, en función de las necesidades.
intervención en las enferm edades esofágicas. ■ La orofaringe es anestesiada con lidocaína y se inserta un
■ Entre las contraindicaciones relativas cabe citar radioterapia protector bucal.
en las 6 semanas previas, estenosis p or encim a del músculo ■ Pueden utilizarse diferentes estrategias, dependiendo del tipo
cricofaríngeo, com presión traqueal empeorada por la intuba­ y la localización del cuerpo extraño y del tiem po que este
ción esofágica y debilidad grave. haya perm anecido en el esófago.
■ Se consideran contraindicaciones los hallazgos radiográficos ■ Extracción m ediante catéter con balón: el balón se hace
torácicos de edem a con com prom iso de las vías respiratorias, avanzar más allá del cuerpo extraño, es inflado y se extrae
perforación esofágica o neumomediastino. bajo guiado radioscópico.
■ Dilatación con sonda: el balón impulsa el cuerpo extraño
hacia el estóm ago. La indicación más idónea para esta téc­
INSTRUMENTAL nica se da cuando el cuerpo extraño está alojado en la por­
ción distal del esófago.
■ Radioscopia
■ Contraste hidrosoluble no ión ico
■ Equipo de m onitorización
■ Pulsioxímetro y m edios de m edición de presión arterial y C O N T R O V E R S IA S
pulso
■ Equipo de succión ■ En la m ayoría de casos, los cuerpos extraños son recuperados
■ Oxígeno mediante esofagoscopia rígida.
■ Regla radiopaca ■ Las ventajas de la esofagoscopia son alta tasa de éxito, visua­
■ A erosol de lidocaína lización directa del cuerpo extraño y visualización directa del
■ Protector bucal esófago después de la retirada del mismo.
■ Catéter y guía
■ Catéter de m anipulación biliar; catéter multiusos d e 6 Fr y
100cm; guía Bentson de 0,035” ; guía hidrófila de 0,035” ;
guía de intercam bio rígida de 0,035” de 260cm RESULTADO S
■ Balón ■ La tasa d e éxito de la extracción d e cuerpos extraños eso­
■ Balones de 14,18, 30 y 40 m m de diámetro fágicos es del 95 a 100%, con independencia de la técnica
empleada.

A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Las técnicas intervencionistas suelen em plear un acceso
C O M P L IC A C IO N E S
transoral.
■ La estrategia elegida depende del tipo y la localización del ■ La com plicación más grave es el com prom iso transitorio
cuerpo extraño y del tiem po que este haya perm anecido en de las vías respiratorias causado p or el desplazam iento del
el esófago. cuerpo extraño a las mismas.

PUNTOS CLAVE
i La mayoría d e los cuerpos extraños esofágicos se extraen endoscópicam ente.
> Los cuerpos extraños esofágicos pueden extraerse m ediante técnicas intervencionistas con una notable
tasa de éxito.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 387


388 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Lecturas recomendadas
M organ R, A d am A : U se o f m eta llic stents and b allo o n s in the
Y S E G U IM IE N T O
esophagus and gastrointestin al tract. J Vase ln te rv R a d iol
■ A los pacientes se les practica un tránsito de verificación al 12:283-297, 2001.
día siguiente de la intervención, para descartar la posible
perforación si se ha utilizado dilatación con balón.
Tratamiento de estenosis esofágicas
malignas

D E F IN IC IÓ N : Técnica intervencionista para tratar las estenosis esofágicas malignas basada en la


colocación de endoprótesis en el esófago.

■ Endoprótesis
IN D IC A C IO N E S
■ Se utiliza una am plia variedad de endoprótesis m etálicas o
■ Obstrucción esofágica intrínseca plásticas autoexpansibles
■ Com presión esofágica extrínseca por tumores mediastínicos
prim arios o secundarios
■ Recidiva tum oral anastomótica tras cirugía
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ L a causa d e la estenosis es determ inada por los signos y
síntomas del paciente, el aspecto radiográfico y endoscópico
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
de la estenosis y el anáfisis histológico de las muestras de
■ N o se han hallado contraindicaciones absolutas para la inter­ biopsia endoscópicas.
vención en la enferm edad esofágica; las contraindicaciones ■ La evaluación diagnóstica a m enudo com ienza con una eso-
relativas son: fagografía con bario, que ayuda en la evaluación endoscópica
■ Radioterapia en las 6 semanas previas, asociada a incre­ y la intervención.
m ento de las tasas de hem orragia y perforación cuando se ■ La localización, el tam año y la com plejidad de la lesión, así
han insertado endoprótesis com o la presencia de anomalías asociadas, influyen en la
■ Obstrucción m aligna de la salida gástrica o del intestino elección del tratamiento.
delgado ■ Si la esofagografía indica que la estenosis p uede ser
■ Estenosis p or encim a del n ivel del m úsculo cricofaríngeo m aligna, suele p rocederse a end oscop ia diagnóstica con
■ Com presión traqueal grave que puede empeorar con la biopsia.
intubación esofágica
■ Debilidad grave

T É C N IC A
■ Tras obtener una esofagografía para definir la posición y la
IN S T R U M E N T A L
extensión de la estenosis, el paciente es situado en posición
■ Contraste no ión ico hidrosoluble lateral izquierda.
■ M esa de radioscopia reclinable ■ La orofaringe se anestesia con aerosol de lidocaína y el caté­
■ Equipo de m onitorización (pulsioxím etro y m edios de m edi­ ter es introducido por la boca en el esófago.
ción de presión arterial y pulso) ■ La localización del tum or se determ ina m ediante inyección
■ Equipo de succión de contraste, por encim a y p or debajo de la estenosis, y utili­
■ Oxígeno zando puntos de referencia anatómicos.
■ Regla radiopaca ■ La estenosis es atravesada por diversos tipos de catéteres de
■ A erosol de lidocaína punta acodada y guías norm ales o hidrófilas.
■ Protector bucal ■ Se form a un asa con una guía de 180 o 260 cm en el estóm ago
■ Catéteres o se avanza hasta el duodeno proxim al.
■ Catéter de m anipulación biliar; catéter multiusos d e 6 Fr y ■ La estenosis puede ser predilatada hasta 15 mm, lo que faci­
100 cm. lita la introducción del sistema de despliegue, perm ite una
■ Guía rápida expansión de la endoprótesis y favorece la mayor
■ Guía Bentson de 0,035” precisión de su colocación.
■ Guía hidrófila d e 0,035” ■ Una endoprótesis del tamaño y la longitud adecuados se
■ Guía d e intercam bio rígida de 0,035” , de 260cm hace avanzar a través de la estenosis sobre el sistema de des­
■ Balón pliegue y se despliega de form a que quede en m ayor parte
■ Diámetros de 14 y 18mm por encim a de la estenosis en v e z de p or debajo, a fin de
■ Balones de 30 y 40 mm (R igiFlex, Boston Scientific) reducir la probabilidad de migración.

P U N T O S CLAVE
> En la actualidad, pueden tratarse numerosas enfermedades del esófago con una técnica guiada por
radiología intervencionista.
> Las estenosis esofágicas pueden ser causadas por enferm edades tanto benignas com o malignas y se
tratan m ediante dilatación con balón o colocación de e ndoprótesis bajo guiado radioscópico.
i La colocación de endoprótesis en el esófago da lugar a un rápido alivio y a la paliación de los síntomas en
pacientes con enfermedad esofágica maligna.
i Las e ndoprótesis metálicas autoexpansibles son las más utilizadas en el esófago.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 389


390 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

Figura 3. S obrecrecim iento tum oral (fle c h a ) inm ediatam ente por Figura 4. Segunda colocación de endoprótesis coaxial para tratar
encim a d e una estenosis esofágica profetizada. la disfagia indu cida por sobrecrecim iento tumoral.
T ratam iento de e stenosis e sofágicas m alignas

■ La en d op rótesis d e b e cub rir al m en os 2 cm del e sófago ■ La m ayoría de los pacientes refieren ciertas molestias toráci­
norm al p or encim a y p or d eba jo d e la fístu la o la este­ cas; sin embargo, el dolor torácico a largo p lazo se registra
nosis. solo en el 13% de los casos.
■ Una estenosis larga puede requerir más d e una endoprótesis, ■ El d olor es más intenso en pacientes con estenosis altas y en
con un tercio de solapam iento entre los dispositivos. los que se im plantan prótesis de diám etro ancho.
■ Después de desplegar la endoprótesis, se inyecta contraste ■ La incidencia de la m igración d e endoprótesis no cubiertas
para confirm ar su correcto em plazam iento y descartar una es baja (0 a 3 % ) cuando el extrem o inferior del dispositivo
p osible perforación. queda en el esófago, mientras que asciende hasta el 6 %
■ Se recom ienda que al día siguiente se obtenga una esofago- cuando las endoprótesis llegan al estómago.
grafía que perm ita verificar que la endoprótesis se ha des­ ■ Los prim eros m odelos de endoprótesis presentaban tasas
plegado adecuadam ente y que se mantiene en una posición elevadas de m igración (25 y 32% en sendos estudios), en
idónea. especial si se implantaban a través del cardias.
■ L a m igración es m ucho m enos habitual con los nuevos
m odelos de prótesis cubiertas.
■ Se ha publicado que el crecim iento tumoral hacia el interior
RESULTADO S es del 17 a 36% con endoprótesis no cubiertas, mientras que
es m uy infrecuente con las cubiertas.
■ Las tasas de éxito técnico de la colocación de endoprótesis
■ La inserción de endoprótesis m etálicas registra una tasa de
bajo guiado radioscópico se aproxim an al 100%.
mortalidad relacionada con la técnica m uy baja, que oscila
■ Los resultados se expresan en virtud de la puntuación de
entre el 0 y 1,4%.
disfagia: grado 0, dieta normal; grado 1, algunos alimentos
sólidos; grado 2, solo alim entos semisólidos; grado 3, solo
líquidos; grado 4, disfagia com pleta.
■ La disfagia se a livia con una m ejora de al m enos un grado en
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
el 92 a 98% d e los pacientes.
■ A u n qu e la m ayor parte d e los pacientes m ueren en un Y S E G U IM IE N T O
p la zo d e 4 m eses después de la colo ca ció n d e la en d op ró­ ■ Si la colocación d e la endoprótesis resulta satisfactoria y
tesis, exp erim entan una sustancial m ejora d e su calidad de no se presentan com plicaciones inmediatas, ese m ism o día
vida. puede perm itirse la ingesta de líquidos.
■ Las endoprótesis m etálicas cubiertas registran una tasa de ■ A l día siguiente puede reinstaurarse la dieta normal.
éxito clínico que supera el 95 % en la paliación de las fístulas ■ N o obstante, se debe indicar al paciente que evite la ingesta
y perforaciones esofagorrespiratorias malignas. de trozos grandes d e alim entos.
■ Ingerir bebidas carbonatadas con las com idas ayuda a m an­
tener la perm eabilidad de la endoprótesis.
■ Inhibidores d e la bom ba de protones, com o el om eprazol,
C O M P L IC A C IO N E S
pueden administrarse a los pacientes que desarrollen reflujo
■ Las principales com p licaciones de la técnica son aspira­ tras el im plante de la endoprótesis.
ción, hem orragia, m igración de la endoprótesis, dolor, ■ Los antiácidos se utilizan como profilaxis en pacientes en los que
crecim iento hacia e l interior o sobrecrecim iento tum oral, endoprótesis sin válvulas se despliegan a través del cardias.
oclusión de la endoprótesis p or b o lo alim entario, reflujo,
esofagitis, ulceración de la m em brana m ucosa, form ación
de fístula y sepsis.
Lecturas recomendadas
■ Las com plicaciones relacionadas con la técnica son menores Ferguson DD: Evaluation and m anagem ent o f benign esophageal
en pacientes tratados con endoprótesis metálicas que en los strictures. D is Esophagus 18:359-364, 2005.
que se im plantan dispositivos plásticos rígidos. M organ R, Adam A: Use o f metallic stents and balloons in the esophagus
and gastrointestinal tract. J Vase lnterv Radiol 12:283-297, 2001.
■ La hem orragia se da en entre el 3 y 8 % de los casos, aunque
Sabharwal T, M orales JP, Irani FG, Adam A : CIRSE: Cardiovascular
suele ser leve y autolimitada.
and In terventional Radiological Society o f Europe. Quality
■ El tratamiento más idón eo de la hem orragia grave, por lo im provem ent guidelines for placem ent o f esophageal stents.
demás infrecuente, es la em bolización arterial. Cardiovasc Interven t Ra diol 28:284-288, 2005.
■ Las fístulas y perforaciones atribuibles a la inserción de W oltm an TA, Pellegrini CA, Oelschlager BK: Achalasia. Surg Clin
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

endoprótesis son p oc o habituales. N o rth A m 85:483-493, 2005.


Tratamiento de la obstrucción de la salida
gastroduodenal

D E F IN IC IÓ N : La obstrucción gastroduodenal puede tratarse mediante colocación de endoprótesis


bajo guiado radioscópico y endoscópico o por vía transgástrica.

orden del 4 0 % ), que no está disponible en versión cubierta


IN D IC A C IO N E S y que presenta unos extremos potencialmente traumáticos.
■ La indicación prim aria es la obstrucción de estóm ago, duo­ ■ La prótesis Ultraflex está form ada por una m alla de alam ­
deno o yeyuno proxim al p or tumores a m alignos no reseca- bre de nitinol que se expande lentamente al ser desplegada
bles. a la temperatura corporal; está disponible en versiones
■ Otra posible indicación es la obstrucción m aligna anastom ó­ cubierta y no cubierta.
tica tras gastrectomía o esofagectomía. ■ La endoprótesis Ultraflex presenta una fuerza de expansión
■ La colocación de endoprótesis en caso d e obstrucción benigna radial significativam ente inferior a la de otros dispositivos,
está actualmente en estudio, pero puede considerarse una pero es m uy flexible, por lo que puede implantarse en este­
alternativa terapéutica cuando las patologías com órbidas nosis m uy anguladas.
lim itan las opciones. ■ Está disponible con un diám etro central de 23 m m , pre­
senta un extremo proxim al en form a de embudo de 28 mm,
y está montada sobre un catéter de despliegue de 16 Fr.
■ Se dispone asim ism o de varios m odelos de endoprótesis
C O N T R A IN D IC A C IO N E S enterales cubiertas fabricadas en Corea del Sur, por ejem ­
p lo, los m odelos Niti-S, Hanaro y endoprótesis duodenal
■ L a principal contraindicación absoluta es la perforación Dual.
intestinal con peritonitis o neum operitoneo a tensión. ■ Sala de radioscopia o de radiología vascular intervencionista
■ La obstrucción del intestino delgado distal es asim ism o con­ ■ Es recom endable que cuente con una m esa reclinable.
traindicación para la colocación de endoprótesis. (La carcino­ ■ Catéter angiográfico con guía
matosis peritoneal im plica un elevado riesgo de obstrucción ■ Los más utilizados son los catéteres angiográficos curvos
m últiple del intestino delgado.) de 100 cm, com o el multiusos de 5 Fr o el Head Hunter, y
las guías de punta blanda de 0,035” y 260cm (R adiofocus,
T eru m o).
■ Guía rígida de intercam bio
IN S T R U M E N T A L
■ Guía superrígida A m p latz larga (260 cm ) (M icroinvasive o
■ Endoprótesis gastroduodenal Boston Scientific) o guía extrarrígida Lunderquist (C o o k ).
■ Se dispone de endoprótesis Wallstent específicam ente dise­
ñadas para el tubo digestivo, con diámetros com prendidos
entre 18 y 22 mm.
■ La W allstent enteral es una endoprótesis no cubierta,
A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
trenzada con múltiples filam entos de alam bre d e acero
inoxidable, de gran flexibilidad longitudinal y con fuerza ■ Antes de la colocación de la endoprótesis, debe obtenerse un
radial adecuada. También em plea un p equeño sistema de tránsito esofagogastroduodenal para valorar la anatom ía y la
introducción. localización, la naturaleza y el alcance de la obstrucción.
■ Entre los inconvenientes de la Wallstent enteral cabe m en­ ■ En caso de obstrucción com pleta, es necesario utilizar con­
cionar su sustancial acortamiento tras el despliegue (del traste no ión ico hidrosoluble.

P U N T O S CLAVE
i La causa más frecuente de obstrucción gastroduodenal es el cáncer gástrico o pancreático. Entre sus
síntomas se cuentan náuseas, vóm itos, deshidratación, ictericia y dolor,
i La resección curativa no resulta posible en el 40% de los cánceres gástricos y en el 80 a 90% de los
pancreáticos.
i La colocación peroral de e ndoprótesis en ei estóm ago o el duodeno registra elevadas tasas d e éxito técnico
com o consecuencia de las mejoras en el diseño de las prótesis y de los sistemas de implante,
i El principal problem a asociado a las e ndoprótesis no cubiertas es el progresivo crecim iento hacia en el
interior del tum or a través de los filam entos de alambre, que puede dar lugar a disfagia recidivante,
i En cam bio, los principales problem as asociados a las e ndoprótesis cubiertas son la rotura de las
membranas de cobertura y la m igración de la prótesis,
i Cabe prever una tasa de fracaso clínico del orden del 10% , a pesar del resultado técnico satisfactorio.
La principal causa de fracaso clínico es la obstrucción del intestino delgado secundaria a disem inación
peritoneal.
i La colocación de endoprótesis gastroduodenales es una alternativa atractiva a la gastroyeyunostomía
paliativa en caso de obstrucción gastroduodenal maligna sintom ática no resecable, sin obstrucción del
intestino delgado.

392 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de la o b s tru cció n de la s a lid a gastroduodena l

Figu ra 2. D ia gram a e n e l que se representa l a colocación de


Figura 1. D ia gram a e n e l que se representa l a colocación de
u n a endoprótesis gastroduodenal b a jo g u iad o radioscópico. El
u n a endoprótesis gastroduodenal b a jo g u iad o radioscópico.
extrem o distal d e la obstrucción queda perfilad o p or la inyección
U n catéter y una gu ía an giográficos se introducen en el estóm ago
de una cantidad lim itada d e contraste.
y son m anipulados para atravesar la obstrucción.

Sistema de implante
de la endoprótesis
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de intercambio

Figu ra 3. D ia gram a en e l q ue se representa la colocación de Figura 4. D ia gram a e n e l q u e se representa la colocación de


u n a endoprótesis g astrodu odenal b ajo gu iad o radioscópico. u n a endoprótesis g astrodu odenal b ajo gu iad o radioscópico. La
Una gu ía rígida de intercam bio se coloca en la posición más distal endoprótesis se d espliega para e lim in ar la obstrucción. La p osición
posible. El catéter an giográfico se retira y e l sistema de im plante d e la m ism a se com prueba p o r in yección de contraste.
de la endoprótesis se avan za sobre la guía.
394 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

■ El bario dificulta ulteriores técnicas de im agen e intervencio­ ■ La dilatación con balón resulta d e ayuda en la determ inación
nes; los contrastes iónicos pueden inducir edem a pulm onar de la longitud y la localización exactas de la obstrucción pro­
si son aspirados. xim al y distal, cuando estas no queden claramente definidas
■ La TC es el estudio de im agen de elección para el diagnóstico por la inyección de contraste.
y estadificación de la enferm edad; aporta inform ación im por­ ■ Debe seleccionarse una endoprótesis de un diám etro (al
tante sobre la presencia de obstrucción distal en el intestino m enos 16m m ) y una longitud adecuados, a fin de que cubra
delgado. la obstrucción en toda su extensión.
■ Aunque la endoscopia con biopsia es recom endable antes de ■ La endoprótesis debe ser al m enos de 2 a 4 cm más larga que
la colocación de una endoprótesis, puede resultar com pleja la obstrucción, d e manera que cubra de 1 a 2 cm distales y
en pacientes con obstrucción com pleta de la salida gástrica. otros tantos proxim ales a su extensión, a fin de lim itar el
■ Dado que el tratamiento paliativo suele haberse establecido sobrecrecim iento tumoral.
en el m om ento del im plante de la endoprótesis, la biopsia ■ Se recomienda una endoprótesis de diám etro ancho (al
diagnóstica no es obligatoria. m enos 1 8 m m ), de m od o que se establezca una luz amplia
que facilite el paso del alim ento a través del dispositivo.
■ El sistema d e despliegue de la endoprótesis se hace avanzar
sobre la guía a través de la obstrucción.
■ Durante el despliegue de la endoprótesis, el extrem o distal de
T É C N IC A
la m ism a tiende a acortarse hacia la obstrucción.
Guiado radioscópico ■ El sistema de despliegue puede hacerse retroceder si está
■ La técnica puede llevarse a cabo sobre una mesa de radiosco­ colocado demasiado distalmente.
pia convencional o en una sala de radiología vascular inter­ ■ N o obstante, una endoprótesis parcialmente desplegada no
vencionista. debe ser avanzada.
■ C om o consecuencia de la obstrucción prolongada, el estó­ ■ Cuando se requieren varias endoprótesis, la más distal debe
m ago suele estar distendido y alargado, lo que puede hacer implantarse en prim er lugar, confirm ando que se extiende
que el cateterism o d e las lesiones resulte imposible. más allá de de la lesión.
■ La descompresión del estóm ago con una sonda nasogástrica ■ Las endoprótesis deben solaparse al menos 1 o 2 cm, a fin de
durante 1 o 2 días antes de la intervención es obligatoria. evitar la migración.
■ La técnica suele practicarse con el paciente bajo sedación ■ N o suele ser necesario dilatar la endoprótesis después de su
consciente y con vigilancia continuada de las constantes despliegue, ya que la m ayor parte de estos dispositivos se
vitales y la saturación de oxígeno. autoexpande lentamente en el tiempo.
■ Tras anestesiar la faringe con aerosol tópico, el catéter angio- ■ Se procede a un estudio de im agen con contraste que perm ita
gráfico con guía se hace pasar por la boca al estóm ago o al valorar la p osición de la endoprótesis.
duodeno, cerca de la obstrucción.
■ Una cantidad lim itada de contraste yodado se inyecta a Guiado endoscópico-radioscópico
través del catéter para determ inar el alcance proxim al de la ■ Los pacientes deben situarse en posición d e decúbito lateral
estenosis. izquierdo o prono.
■ El catéter se manipula a través de la obstrucción con técnicas ■ M ediante uso de la sedación consciente intravenosa, el esó­
de catéter y guía convencionales. fago y el estóm ago son intubados con un endoscopio.
■ Cuando el paciente presenta una manifiesta distensión gás­ ■ Si el endoscopio pasa a través de la obstrucción con facili­
trica, la m anipulación de la obstrucción resulta a veces com ­ dad, una guía y un catéter de 0,035” se hacen pasar a través
pleja, ya que el catéter y la guía se em olían a m enudo en la del conducto del endoscopio.
curvatura m ayor del estómago. ■ N o es necesario aplicar demasiada fuerza al endoscopio para
■ D irigir el introductor puede resultar de utilidad para prevenir atravesar la obstrucción.
el enrollam iento de la guía en estos casos. ■ Si el endoscopio no puede atravesarla, la guía y el catéter se
■ Por otra parte, la descompresión gástrica varios días antes de hacen pasar a través de la obstrucción con guiado radios­
la técnica m inim iza este problema. cópico; el propio endoscopio sirve com o introductor para
■ Después de que el catéter se haga avanzar lo más distal- aportar la necesaria estabilidad en el estómago.
m ente que sea posible, el contraste vu e lv e d e nu evo a ■ La extracción del contenido gástrico por succión facilita el
inyectarse para p on er de m anifiesto el b ord e distal de la acceso a la obstrucción y reduce el riesgo de aspiración.
obstrucción. ■ El contraste hidrosoluble se inyecta para identificar la longi­
■ Con el uso de un catéter digestivo de reciente desarrollo, el tud y la localización de la obstrucción.
contraste puede inyectarse sin retirar la guía del catéter. ■ Un guía de intercam bio rígida y extralarga se coloca lo más
■ La guía se cam bia por una guía rígida larga. distalm ente posible.
■ En ocasiones, la guía d e intercam bio es demasiado corta ■ Debe seleccionarse una endoprótesis de diám etro (al menos
para la técnica, debido al enrollam iento del catéter en el 16m m ) y longitud (al m enos 2 cm más larga que la estenosis)
estómago. adecuados.
■ En tales casos, un guía superrígida A m p latz de 500 cm de ■ Una prótesis Wallstent enteral se monta sobre un sistema de
largo puede resolver la situación. im plante de 10 Fr y se aplica a través del conducto para ins­
■ Una v e z que se ha im plantado la guía de intercam bio, es trumental del endoscopio.
probable que el enrollam iento haya desaparecido, por lo que ■ Cuando se em plea un sistema de im plante grande, el endos­
se puede establecer una trayectoria de acceso recta. c opio debe ser retirado.
■ La dilatación con b alón previa a la colocación d e la endo­ ■ La endoprótesis se carga en la guía y se avanza abajo guiado
prótesis no suele ser necesaria. radioscópico.
■ N o obstante, en ocasiones, una suave dilatación con balón ■ El endoscopio puede reinsertarse al lado del sistema de des­
(10 a 15m m ) facilita la rápida expansión de la endoprótesis pliegue de la endoprótesis, para guiado endoscópico durante
en presencia d e una obstrucción m uy pronunciada. el despliegue.
T ratam iento de la o b s tru cció n de la s a lid a gastroduodena l

■ La endoprótesis se despliega bajo m onitorización radioscó- ■ Las endoprótesis cubiertas tienen la ventaja de que resisten
pica y su extremo distal debe quedar al m enos 1 o 2 cm más al crecim iento del tum or hacia el interior a través de la malla,
allá de la obstrucción. pero son propensas a la m igración, son rígidas y requieren
■ La localización proxim al de la prótesis puede comprobarse sistemas de implantes grandes, por lo que su despliegue
radioscópica y endoscópicamente. resulta más difícil.
■ Si es necesario, se insertan endoprótesis adicionales. ■ Las endoprótesis no cubiertas son más flexibles (por lo que
■ La correcta posición de la endoprótesis se confirm a m ediante presentan un sistema de implante más pequeño) y más resis­
inyección d e contraste tras la intervención. tentes a la m igración que las cubiertas, si bien son más pro­
pensas a la obstrucción por crecimiento del tumor hacia el
Colocación de endoprótesis transgastrostomia interior.
■ C om o alternativa al acceso oral, el acceso al estóm ago puede
conseguirse m ediante gastrostomía percutánea.
■ Este acceso perm ite la colocación de un introductor rígido,
que aporta un m ejor control del catéter y la guía. RESULTADOS
■ En consecuencia, este acceso directo perm ite un cateterismo
■ Las endoprótesis de pared gastroduodenal registran tasas de
satisfactorio prácticamente en todos los casos.
éxito técnico elevadas, con tasas de éxito clínico ligeramente
■ Sin embargo, la gastrostomía percutánea es una técnica inva­
inferiores.
siva, que com porta riesgos y com plicaciones, por lo que debe
■ En casi todos los casos en los que la colocación oral de la
reservarse com o última opción.
endoprótesis fracasa, la técnica puede desarrollarse con éxito
■ Tras la colocación d e una endoprótesis por gastrostomía, la
a través de un acceso de gastrostomía.
sonda de gastrostom ía se deja im plantada hasta que se desa­
■ El éxito clínico inicial se alcanza en el 80 a 100% de los
rrolle un trayecto maduro, generalm ente a los 10 días de la
casos.
intervención.
■ Aunque se alcance el éxito técnico, cabe prever una tasa de
■ Tam bién se han com unicado casos de colocación de endo­
fracaso clínico del orden del 10% ; las causas más habituales
prótesis duodenales y biliares a través de un acceso trans-
de dicho fracaso se asocian a obstrucción intestinal distal.
hepático.
■ La experiencia inicial con endoprótesis cubiertas pone de mani­
■ Esta alternativa resulta útil en pacientes con anastomosis
fiesto dos problemas fundamentales: la alta tasa de migración
quirúrgicas com plejas, cuando no es posible el im plante
y las dificultades técnicas inducidas por el sistema de implante
oral.
rígido.
■ Con las m ejoras en el diseño, los estudios más recientes han
Colocación de endoprótesis duodenales y biliares puesto de m anifiesto una m ejora de las tasas de éxito técnico
combinadas y m igración de la endoprótesis; las tasas de perm eabilidad de
■ En pacientes con obstrucción duodenal secundaria a cáncer las endoprótesis cubiertas tam bién m ejoraron con respecto a
pancreático o ampular, una obstrucción biliar coexistente las no cubiertas.
suele preceder a la obstrucción de la salida gástrica.
■ Cuando una obstrucción biliar coexiste con la duodenal, en
la m ayoría de casos es posible la paliación com binada de
ambas. COMPLICACIONES
■ Se prefiere el im plante endoscópica, ya que perm ite la palia­
ción com binada simultánea, sin necesidad de proceder a una ■ Las com plicaciones intraoperatorias son m uy p oco frecuen­
intervención percutánea biliar por separado. tes y se relacionan con la sedación y las com plicaciones inhe­
■ En pacientes con endoprótesis duodenal que cubre la papila, rentes a las maniobras endoscópicas.
la colocación de una endoprótesis biliar a través de una malla ■ La m igración o la m ala posición de las endoprótesis durante
de la endoprótesis por vía endoscópica es imposible. su despliegue se dan en menos del 5 % d e los casos.
■ A s í pues, en pacientes con obstrucción biliar conocida o ■ Entre las com plicaciones tardías cabe citar perforación,
inminente, las endoprótesis biliares deben insertarse antes hemorragia, m igración y obstrucción de la endoprótesis.
de la colocación de la endoprótesis duodenal. ■ Las com plicaciones mayores, com o la perforación o la hem o­
rragia graves, son extremadamente infrecuentes.
■ La obstrucción de la endoprótesis es la com plicación tardía
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

más com ún en las endoprótesis gastroduodenales y suele


CONTROVERSIAS deberse a crecim iento del tum or hacia el interior o el exte­
rior; hiperplasia o prolapso de la mucosa, o im pactación del
■ Se ha generado cierto debate sobre la preferencia por la colo­ b olo alimentario.
cación de endoprótesis o la cirugía d e derivación, en lo que ■ Se han publicado tasas globales de obstrucción por creci­
a coste y tiem po invertido respecta, en pacientes con espe­ miento tum oral hacia el interior del 3 a 2 5 % , con endopróte­
ranza de vida lim itada som etidos a tratamientos paliativos. sis no cubiertas.
■ Tam bién se ha discutido sobre la preferencia por la cirugía ■ La obstrucción b iliar es una com p licación p oten cial cuando
laparoscópica o el im plante d e endoprótesis. una endoprótesis cubierta está situada sobre la papila duo­
■ La laparoscopia es una técnica quirúrgica p oco invasiva aso­ denal.
ciada a m enor duración de la hospitalización, recuperación
más rápida y menores m orbilidad y m ortalidad que la cirugía
abierta, aunque requiere anestesia general. Está contraindi­
cada en la ascitis maligna. ASISTENCIA POSTOPERATORIA
■ Son necesarios estudios com parativos que determ inen cuál
es el m ejor acceso terapéutico.
Y SEGUIMIENTO
■ Tam bién existen controversias sobre el uso de endoprótesis ■ N o debe perm itirse que el paciente ingiera alimentos por la
cubiertas o no cubiertas. boca hasta el día siguiente a la intervención.
396 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

■ A l día siguiente suele obtenerse un tránsito esofagogastro- Lecturas recomendadas


duodenal.
Baron T H , H arew ood GC: Enteral self-expandable stents. Gastrointest
■ Si en la exploración se determ ina que la colocación de la Endose 58:421-433, 2003.
endoprótesis es adecuada y que el contraste fluye libremente Dormann A , M eisn er S, Verin N , W enk Lang A : Self-expanding metal
a través de la luz, el paciente puede reanudar la ingesta oral, stents fo r gastroduodenal m alignancies: systematic re vie w o f their
pasando de alim entos líquidos a semisólidos. clinical effectiveness. Endoscopy 36:543-550, 2004.
■ Instrucciones dietéticas: suele recom endarse una dieta Lopera JE, Brazzini A , Gonsales A , Castaneda-Zuniga W R:
sem isólida o en puré. C on vien e evitar las verduras de hoja, Gastroduodenal stent placement: current status. RadioGraphics
en especial crudas, y la carne p oc o hecha o cruda, a fin de 24:1561-1573, 2004.
Mauro M A , Koehler RE, Baron TH : Advances in gastrointestinal
reducir el riesgo d e obstrucción p or b olo alim entario.
interventions: the treatment o f gastroduodenal and colorectal
■ Cuando un paciente con una endoprótesis gastroduodenal
obstructions w ith metallic stent. Radiology 215:659-669, 2000.
presenta síntomas recidivantes, es conveniente obtener M organ R, Ad am A : Use o f m etallic stents and balloons in the
un tránsito esofagogastroduodenal o una TC, o proceder a esophagus and gastrointestinal tract. J Vase Interv R adiol 12:283-
endoscopia. 297, 2001.
■ La obstrucción p re c o z d e la endoprótesis suele ser secun­ Song HY, Shin JH, Yoon CJ, et al: A dual expandable nitinol stent:
daria a acortam iento o m igración de la m ism a, im pactación experience in 102 patients w ith malignant gastroduodenal
alim entaria o, m en os frecuentem ente, hiperplasia mucosa. strictures. J Vase Inte rv R adiol 15:1443-1449, 2004.
■ La obstrucción de la endoprótesis que tiene lugar más de Zo llik o fe r CL, Jost R, Schoch E, Decurtins M : Stents in
gastrointestinal cancer. In In te rv e n tio n a l R a diology in Cancer.
2 semanas después de su implante puede estar causada por un
Berlin, Springer.
crecim iento del tum or hacia el interior o el exterior.
Gastroyeyunostomía percutánea

D E F IN IC IÓ N : Técnica bien tolerada que proporciona soporte nutricional cuando es necesario.

i Dilatador
IN D IC A C IO N E S ■ Dilatadores fasciales seriados
■ Gastroparesia relacionada con diabetes. i Contraste
■ La conversión a gastroyeyunostom ía puede considerase en i Pinzas
pacientes que experim entan reflujo del alimento. ■ Pinzas arteriales curvas
■ La gastroyeyunostom ía percutánea se utiliza en la descom ­
presión de las obstrucciones del intestino delgado.

A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
C O N T R A IN D IC A C IO N E S
■ El sitio de punción program ado d ebe situarse sobre el antro
■ En el marco de una gastroyeyunostom ía primaria, las con­ o el cuerpo m edio del estóm ago.
traindicaciones son similares a las d e la gastrostomía. ■ La punción en el estóm ago se orienta hacia el píloro.
■ La interposición colónica, la cirugía previa, una gran canti­
dad de ascitis, las varices gástricas o la hipertensión portal y
la diálisis peritoneal son contraindicaciones.

T E C N IC A
■ La sonda nasogástrica se coloca en el estóm ago la noche
IN S T R U M E N T A L
anterior a la intervención.
■ Sonda nasogástrica ■ Aproxim adam ente 12 h antes de la intervención se adm inis­
■ Suspensión de bario diluida tran unos 200 m i de suspensión d e bario diluida, para definir
■ 200 mi el perfil del colon.
■ Equipo de m onitorización no invasiva ■ Si no se administra bario, la exploración radioscópica del
■ Antiespasm ódico abdom en perm ite identificar el colon; otra posibilidad es
■ N-butilbromuro de hioscina insuflar aire a través del recto.
■ Glucagón ■ La profilaxis antibiótica de rutina no se administra, a no ser
■ Lidocaína que esté program ada una intervención híbrida de gastrosto­
■ A l 1% m ía endoscópica percutánea.
■ Suturas T-fastener ■ Si el im plante nasogástrica no es técnicam ente viable, se pro­
■ (Boston Scientific/M editech) cede a punción directa del estóm ago bajo guiado con im agen
■ Fiador (ecografía o TC).
■ Jeringa ■ Se establecen m ediciones no invasivas de m onitorización,
■ 10 m i tales com o las de frecuencia y ritm o cardíacos, presión arte­
■ Suero salino rial, saturación de oxígeno y frecuencia respiratoria.
■ Estéril ■ Cuando proceda, se administran m idazolam o citrato de fen-
■ Catéter tanilo com binados para obtener sedación y analgesia.
■ Catéter angiográfico de 5 Fr ■ La p iel del abdom en se lava con una solución de povidon a
■ Catéter gastroyeyunal yodada y se colocan paños estériles.
■ Aguja ■ A través de la sonda nasogástrica se insufla aire para disten­
■ Calibre 18 der la luz gástrica.
■ Guía ■ Las pinzas arteriales curvas se sitúan en el sitio d e punción
■ Guía hidrófila d e 0,035” program ado bajo radioscopia, a fin de confirm ar la posición
■ Guía superrígida A m p latz de 0,035” (Boston Scientific) de gastropexia propuesta.

P U N TO S CLAVE
i El radiólogo intervencionista desem peña un papel fundam ental en el sum inistro de nutrición enteral a través
del im plante de sondas de gastrostom ía o gastroyeyunostomía.
i Las ventajas de la inserción guiada con im agen de las sondas de alimentación enteral se centran en las
bajas tasas publicadas de m orbilidad y mortalidad.
> Los catéteres percutáneos con guiado radioscópico se im plantan en pacientes en los q ue la colocación a
través de otras vías resulta com pleja o inviable.
> La técnica tam bién se aplica a pacientes en los que no puede realizarse una endoscopia.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 397


398 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

Figura 1. C a té te r a n g io g r á fic o d e 5 F r q u e s e e m p le a p a ra c a n u la r e l p ílo r o y es m a n ip u la d o a tr a v é s de un a g u ía h id r ó fila h asta


s itu a rlo m á s a llá d e l lig a m e n to d e U reitz. La guía hidrófila se retira y se inserta una guía superrígido. U n catéter gastroyeyunal con
dispositivo de retención pigtail se ha insertado sobre la guía.

■ La punción en el estóm ago de dirige hacia el píloro.


■ Se utilizan glucagón o n-butilbromuro de hioscina, para faci­
RESULTADO S
litar la gastroparesia en pacientes en los que el aire no queda ■ Los catéteres de gastroyeyunostom ía son a veces más pro­
retenido en el estómago. pensos a la oclusión.
■ El m antenimiento de una distensión gástrica adecuada es
esencial a lo largo del desarrollo de la técnica.
■ Se infiltran de 5 a 10 m i de lidocaína en las esquinas del cua­
drado de 2 cm que rodea el punto de punción. C O M P L IC A C IO N E S
■ Una aguja perforada de calibre 18 conteniendo una sutura
■ Similares a las registradas en la gastrostomía
T-fastener se inserta en el estóm ago distendido en cada una
de las esquinas del cuadrado.
■ La posición intragástrica se confirm a por aspiración de aire
en una jeringa con agua estéril.
■ El píloro se canula utilizando un catéter angiográfico de 5 Fr
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
y una guía hidrófila de 0,035”. Y S E G U IM IE N T O
■ El catéter (5 Fr) se c o lo ca en el yey u n o p ro xim al y la
■ El paciente se m antiene en ayunas 12 h después de la inter­
gu ía h id ró fila se sustituye p or una gu ía A m p la tz super-
vención, tras lo cual se inicia la nutrición enteral.
rígida.
■ Si se ha realizado una gastropexia, las suturas T-fastener
■ Tras la dilatación del trayecto, se im planta un catéter gas­
deben retirarse 48 h después de la intervención (en la sala de
troyeyunal.
operaciones).
■ La sonda nasogástrica se retira a las 12 h.
■ El lavado de rutina de la gastrostom ía o de la gastroyeyunos­
tom ía está indicado para prevenir la oclusión por presencia
de residuos.
■ En ocasiones, una guía insertada a través de la sonda facilita
C O N T R O V E R S IA S el lavado; si esta m edida no resulta satisfactoria, cam bie la
sonda.
■ La colocación prim aria de una sonda gastroyeyunal es objeto ■ La escoriación de la piel por extravasación de jugos gástricos
de controversia. a través de la sonda puede resultar problem ática; la neu­
■ Los catéteres situados distalmente se asocian a una m enor tralización del ácido con antiácidos convencionales resulta
estimulación gástrica y a m enos secreciones gástricas. beneficiosa y, a veces, el uso de pom adas antibióticas de
■ N o obstante, no existe protección contra la aspiración de aplicación local es necesario para el tratamiento d e las infec­
secreciones orofaríngeas. ciones locales.
■ Los catéteres de gastroyeyunostom ía son más largos y estre­ ■ Después del alta, se debe proceder a revisión regular a cargo
chos que los colocados en el estóm ago y pueden ser más de profesionales convenientem ente formados.
propensos a la oclusión. ■ Las com plicaciones relacionadas con el im plante de la gas­
■ El incremento de los costes y del tiempo relacionados con la troyeyunostomía deben ser derivadas al radiólogo interven­
técnica pueden influir en el aprovechamiento de los recursos. cionista que hizo la intervención.
G astro yeyu nostom ía percutánea

Lecturas recomendadas Lyon SM, Pascoe DM : Percutaneous gastrostom y and


gastrojejunostomy. Sem in Inte rv Ra diol 21:181-189, 2004.
GI tract intervention. In Kaufman J, Lee MJ, editors: Vascular and
Interven tion a l Radiology: Th e Requisites. St. Louis, M osby, 2004,
pp 521-557.
Gastrostomía percutánea

D E F IN IC IÓ N : Técnica bien tolerada que proporciona soporte nutricional cuando es necesario.

■ 200 mi
IN D IC A C IO N E S
Equipo de m onitorización no invasivo
■ Pacientes que requieren nutrición parenteral a largo plazo Antiespasm ódicos
■ Trastornos d e la d eglu ción inducidos p or alteracion es neu- ■ N-butilbromuro de hioscina
rológicas, entre las que se cuentan accid en te cerebrovas­ ■ Glucagón
cular, enferm ed ad cerebral degen erativa o lesión cerebral Lidocaína
anóxica ■ A l 1%
■ Pacientes con tumores de cabeza y cuello y neoplasias Suturas T-fastener
malignas esofágicas y pacientes con patologías crónicas ■ (Boston Scientific/M editech)
debilitantes Fiador
■ Pacientes con m alabsorción intestinal (enferm edad intestinal Jeringa
inflam atoria, enteritis por radiación y escleroderm ia) ■ 10 m i
■ Pacientes con quemaduras que requieren soporte enteral Suero salino
suplementario ■ Estéril
■ Pacientes con trastornos alimentarios psicológicos o depre­ Balón
sión profunda. ■ Balón de insuflación con aire
■ Descom presión de una obstrucción del intestino delgado Aguja
(generalm ente con extensión yeyunal) ■ Calibre 18
■ Gastroparesia relacionada con diabetes (gastroyeyunostomía) Guía
■ Guía superrígida A m p latz de 0,035”
(Boston Scientific)
Dilatador
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Dilatadores fasciales seriados
■ Interposición del color entre el estóm ago y la pared abdom i­ Catéter de gastrostomía
nal anterior. ■ De 14 a 18 Fr (C ook)
■ D eben evitarse el acceso infracólico y la fijación gástrica. ■ Catéter de 10 a 14 Fr con dispositivo de retención de asa
■ La cirugía previa se considera una contraindicación relativa, Cope
com o consecuencia de la distorsión anatómica. ■ Balón de retención: botón M IC-KEY G (M edical Innova­
■ La ascitis m asiva está contraindicada. tions Corp)
■ Los pacientes con varices gástricas o hipertensión portal ■ CORFLO-Cubby (Corpak M edical System)
están contraindicados. ■ Punta de seta: Flexilo (A b b ot Laboratories)
■ Los pacientes som etidos a diálisis peritoneal están contrain­ Contraste
dicados. Pinzas
■ El estado de coagulación ha de evaluarse antes de la reali­ ■ Pinzas arteriales curvas
zación de la técnica, con la consiguiente corrección de cual­
quier posible anomalía.

IN S T R U M E N T A L A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Sonda nasogástrica ■ El sitio d e punción program ado debe situarse sobre el antro
■ Suspensión de bario diluida o el cuerpo m edio del estóm ago.

P U N T O S CLAVE
i El radiólogo intervencionista desem peña un papel fundam ental en el sum inistro de nutrición enteral a través
del im plante de sondas de gastrostom ía o gastroyeyunostomía.
i Las ventajas de la inserción guiada con im agen de las sondas de alimentación enteral se centran en las
bajas tasas publicadas de m orbilidad y mortalidad,
i Los catéteres percutáneos con guiado radioscópico se im plantan en pacientes en los q ue la colocación a
través de otras vías resulta com pleja o inviable.
i Esta técnica tam bién se aplica a pacientes en los q ue no puede realizarse una endoscopia.
i Entre los recientes avances técnicos en la colocación de la sonda de gastrostom ía se encuentra la
colocación por vía oral de las sondas de gastrostom ía endoscópica percutánea y la colocación del catéter
de botón de gastrostom ía primaria,
i Una de las desventajas de la gastrostom ía radioscópica percutánea es el aspecto poco estético de la sonda
de gastrostom ía, la posibilidad de oclusión y el desplazam iento y salida accidentales de la sonda.

400 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


G astro stom ía percutánea

Figura 1. Se h a p rocedido a l a colocación de u n a s on da n asogástrica y a la d istensión del estóm ago con aire. Dos p inzas señalan las
uniones costocondrales. Un par de tijeras indican e l sitio propuesto para la inserción d e la sonda d e gastrostomía.

■ El m antenimiento de una distensión gástrica adecuada es


T É C N IC A
esencial a lo largo del desarrollo de la técnica.
■ La sonda nasogástrica se coloca en el estóm ago la noche ■ Se infiltran de 5 a 10 m i de lidocaína en las esquinas del cua­
anterior a la intervención. drado de 2 cm que rodea el punto de punción.
■ Aproxim adam ente 12 h antes de la intervención se adminis­ ■ Una aguja perforada de calibre 18 conteniendo una sutura
tran unos 200 m i de suspensión d e bario diluida, para definir T-fastener se inserta en el estóm ago distendido en cada una
el perfil del colon. de las esquinas del cuadrado.
■ Si no se administra bario, la exploración radioscópica del ■ La posición intragástrica se confirm a por aspiración de aire
abdom en perm ite identificar el colon; otra posibilidad es en una jeringa con agua estéril.
insuflar aire a través del recto. ■ El fiador se introduce a través d e la aguja perforada, avan­
■ La profilaxis antibiótica de rutina no se administra, a no ser zando la sutura T-fastener al estómago.
que esté program ada una intervención híbrida de gastrosto­ ■ A continuación se retiran el fiador y la aguja, y el estóm ago
m ía endoscópica percutánea. se aproxim a suavemente a la pared abdom inal anterior por
■ Si el im plante nasogástrica no es técnicam ente viable, se pro­ m edio de una leve tracción sobre la sutura T-fastener.
cede a punción directa del estóm ago bajo guiado con im agen ■ Las suturas T-fastener se aseguran en posición cerrando un
(ecografía o TC). tubo de m etal en la base de la sutura de nailon.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Se es ta b le ce n m ed ic io n e s n o in v a s iv a s d e m o n ito r iza ­ ■ El centro de la gastropexia se anestesia, se practica una incisión


ción , tales c o m o las d e frecu en cia y ritm o cardíacos, con una hoja del n° 11 y se disecciona el tejido subcutáneo.
p re s ió n arteria l, satu ración d e o x íg e n o y fre c u e n c ia res­ ■ Una aguja (calibre 18) se inserta a través del centro del recua­
pira toria. dro de gastropexia.
■ Cuando proceda, se administran m idazolam o citrato de fen- ■ Un catéter guía A m p latz superrígido es introducido a través
tanilo com binados para obtener sedación y analgesia. de la aguja y enrollado en el interior de la lu z gástrica.
■ La p iel del abdom en se lava con una solución de povidon a ■ A continuación, se p rocede a la dilatación del trayecto uti­
yodada y se colocan paños estériles. lizan do dilatadores fasciales de un diám etro 1 a 2 Fr más
■ A través de la sonda nasogástrica se insufla aire para disten­ ancho que el del catéter seleccionado.
der la luz gástrica. ■ U n catéter de gastrostomía de 14 a 18 Fr se introduce en el
■ Las pinzas arteriales curvas se sitúan en el sitio d e punción estóm ago p or m edio de un introductor desm ontable en caso
program ado bajo radioscopia, a fin de confirm ar la posición de que se em plee el catéter de retención con balón blando.
de gastropexia propuesta. ■ En caso de que se em plee un catéter de retención pigtail,
■ La punción en el estóm ago de dirige hacia el píloro. sitúe el catéter de gastrostom ía directam ente sobre la guía.
■ Se utilizan glucagón o n-butilbromuro de hioscina, para faci­ ■ Tras retirar la guía, se inyecta contraste, con el fin de confir­
litar la gastroparesia en pacientes en los que el aire no queda mar la posición intraluminal d e la sonda de gastrostomía.
retenido en el estómago. ■ La sonda nasogástrica se retira a las 12 h.
402 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

■ La colocación prim aria del botón de gastrostom ía y la gas­ ■ La tasa de com plicaciones relacionadas con el im plante del
trostomía endoscópica percutánea y la gastrostomía radios- catéter en la gastrostom ía radioscópica percutánea ( 12,1% )
cópica percutánea híbridas constituyen sendas alternativas a fue significativam ente inferior a la registrada en el caso de la
la gastrostomía radioscópica percutánea tradicional. endoscópica (1 6 % ).

C O N T R O V E R S IA S C O M P L IC A C IO N E S
■ La realización de la gastropexia es objeto de controversia,
■ Menores: fuga perisonda, desalojo d e la sonda e infección
dado que los m édicos no habituados a efectuarlas registran
superficial d e heridas
ciertas tasas de com plicaciones, en cualquier caso bajas.
■ Mayores: infección de heridas, aspiración, septicem ia, p erfo­
■ Sin embargo, en un estudio en el que se comparaba la gas­
ración gastrointestinal, septicem ia, hemorragia, peritonitis,
trostomía con y sin gastropexia, la gastrostom ía resultó
y desplazam iento del catéter que requiere repetición de la
satisfactoria en todos los pacientes som etidos a gastropexia,
técnica
mientras que fue insatisfactoria en cuatro pacientes que no
fueron som etidos a ella.
■ Cuando se colocan sondas de gastrostom ía finas (p. ej., de
10 Fr o m enos), es posible que la gastropexia no sea necesaria.
■ A l colocar sondas más gruesas, la gastropexia evita que el A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
estóm ago se desplace de la pared abdom inal anterior durante Y S E G U IM IE N T O
la dilatación del trayecto.
■ El paciente se m antiene en ayunas 12 h después de la inter­
■ La gastrostom ía endoscópica percutánea y la gastrostomía
vención, tras lo cual se inicia la nutrición enteral.
radioscópica percutánea se utilizan con profusión com o
■ Si se ha realizado una gastropexia, las suturas T-fastener
m edios m ínim am ente invasivos de colocación de sondas de
deben retirarse 48 h después de la intervención (en la sala de
gastrostomía; no obstante se ha generado cierto debate en
operaciones).
torno a cuál de las dos técnicas resulta más segura.
■ El lavado de rutina de la gastrostom ía o de la gastroyeyunos­
■ La gastrostom ía radioscópica percutánea resulta más segura
tom ía está indicado para prevenir la oclusión por presencia
en determinadas subpoblaciones d e pacientes (p. ej., en
de residuos.
pacientes con esclerosis lateral am iotrófica en los que el
■ En ocasiones, una guía insertada a través de la sonda facilita
riesgo de aspiración hace que la endoscopia suponga un
e l lavado; si esta m edida no resulta satisfactoria, cam bie la
m ayor riesgo para el p acien te).
sonda.
■ La escoriación de la p iel por extravasación de jugos gástricos
a través de la sonda puede resultar problem ática; la neu­
tralización del ácido con antiácidos convencionales resulta
RESULTADO S
beneficiosa y, a veces, el uso de pom adas antibióticas de
■ L a m ayoría de los estudios refieren tasas de éxito técnico aplicación local es necesario para el tratamiento d e las infec­
com prendidas entre el 98 y 100% para la gastrostom ía con ciones locales.
botón. ■ Después del alta, se debe proceder a revisión regular a cargo
■ Lyon et al. com unicaron una tasa de éxito técnico del 98% de profesionales convenientem ente formados.
para el im plante prim ario de catéteres de gastrostom ía con ■ Las com plicaciones relacionadas con el im plante de la gas­
botón en trayectos recientes. troyeyunostomía deben ser derivadas al radiólogo interven­
■ Borge et al. dieron a conocer una tasa de éxito del 93 % para el cionista que hizo la intervención.
im plante de botones de gastrostomía en trayectos maduros.
■ W olm an et al. publicaron que la tasa de éxito de la gastros­ Lecturas recomendadas
tom ía radioscópica percutánea fue del 99,2% , en tanto que
GI tract intervention. In Kaufman J, Lee MJ, editors: Vascular and
la de la gastrostomía endoscópica percutánea fue del 95,7%
Interventional Radiology: The Requisites. St. Louis, Mosby, 2004,
( p < 0,001). pp 521-557.
■ La tasa de m ortalidad asociada a la gastrostom ía radioscópica Lyon SM, Pascoe DM: Percutaneous gastrostomy and
percutánea fue del 0 ,3% , dato tam bién favorable en com ­ gastrojejunostomy. Semin lnterv Radiol 21:181-189, 2004.
paración con el registrado para la gastrostom ía endoscópica O’Dowd M, Given MF, Lee MJ: New approaches to percutaneous
percutánea. gastrostomy. Semin lnterv Radiol 21:191-197, 2004.
■ Estas técnicas se asocian a tasa de mortalidad sensiblemente
inferiores a los del implante quirúrgico de gastrostomía (tasa de
mortalidad de 2,5, p < 0,001.)
Colocación de endoprótesis colónicas

D E F IN IC IÓ N : Se utiliza como puente a la cirugía por su rápido alivio de la obstrucción y para permitir
que el paciente esté preparado para una resección tumoral programada con anastomosis primaria.

IN D IC A C IO N E S a n a t o m ía y v ía d e a c c e s o

■ Descom presión colónica en una obstrucción del colon reseca- ■ El enem a de bario, la colonoscopia y la biopsia ayudan a
ble, para favorecer la lim pieza intestinal eficaz y la resección determ inar la localización precisa y la naturaleza de la obs­
quirúrgica en una sola intervención trucción.
■ D esco m p resió n c o ló n ic a p aliativ a a largo p la zo , a fin de ■ Puede utilizarse guiado radioscópico.
ev ita r la c olo stom ía en p acientes con obstrucción no rese- ■ El guiado endoscópico-radioscópico también puede emplearse.
cable ■ Si la lesión no puede ser atravesada m ediante acceso trans­
■ C olocación preoperatoria de endoprótesis en la enferm edad anal, es posible considerar la intervención percutánea.
diverticular
■ Estenosis anastomóticas o inducidas por radiación
■ Fístulas colónicas (tratadas si es posible con endoprótesis
cubiertas) T É C N IC A
■ Los pacientes se tratan m ejor bajo sedación leve y colocados
en posición lateral izquierda sobre la m esa de radioscopia.
■ Guiado radioscópico: se introducen en el colon un catéter
C O N T R A IN D IC A C IO N E S angiográfico de alta torsión (7 Fr) o un catéter guía; los diver­
■ Síntomas clínicos o radiológicos de perforación intestinal sos segmentos del colon se alcanzan m ejor con una com bi­
■ Consideraciones anatómicas: tumores demasiado largos o nación de catéter y guía.
que no pueden ser atravesados por una guía y un catéter y, ■ Para visualizar la lu z del intestino y el área de la estenosis se
en consecuencia, no pueden tratarse utiliza contraste hidrosoluble.
■ Para atravesar la estenosis se pueden usar guías convencio­
nales o hidrófilas (o am bas).
■ Una v e z atravesada la lesión, se inyecta contraste a través
de un catéter con múltiples orificios laterales para localizar
IN S T R U M E N T A L
la lesión. A continuación, el paciente es girado a la posición
■ Catéter angiográfico más idónea, antes de insertar la endoprótesis.
■ De tipo Cobra o H ead Hunter ■ Guiado endoscópico-radioscópico: el endoscopio se hace avan­
■ Guía zar hasta el extremo distal de la estenosis; la obstrucción se
■ Orientable e hidrófila atraviesa con la guía, con guiado endoscópico y radioscópico.
■ Rígida o superrígida (Am platz, Superstiff, Lunderquist W ire) ■ Un catéter endoscópico con múltiples orificios laterales se
■ Endoprótesis colónica im planta con la punta superando la obstrucción.
■ Flexibles ■ Para colocar el sistema de la endoprótesis se introduce un
■ Endoprótesis de calibre ancho, de 18 a 22 m m de diámetro, catéter de intercam bio superrrígido, hasta un punto que
y de 60 y 90 cm de longitud supere am pliamente la lesión.
■ Enteral Unistep W allstent (M icrovasive/Boston Scientific) ■ Tras introducir la endoprótesis hasta la localización deseada
■ Endoprótesis colónica M em otherm (CR Bard) con guiado radioscópico, se im planta la endoprótesis.
■ Utraflex O esophageal Stent (2 2 ), Niti-S Colorectal Stent ■ Se evita la dilatación con balón de la estenosis antes de colocar
(Taewoong M edical), y endoprótesis en Z m odificadas con la endoprótesis, ya que ello incrementa el riesgo de perforación
poliuretano o potencial extensión metastásica.

P U N T O S CLAVE
> La obstrucción aguda con íleo del intestino grueso se considera una urgencia, por lo que requiere
tratam iento inmediato.
> El uso preoperatorio de endoprótesis metálicas autoexpansibles en el cáncer colorrectal obstructivo es una
alternativa rentable y m ínimamente invasiva a la cirugía d e urgencia.
i La colocación preoperatoria de endoprótesis puede reducir la elevada tasa de com plicaciones de la cirugía
de urgencia en la d iverticulitis y la obstrucción colónica grave.
i En pacientes con cáncer no resecable, la colocación de endoprótesis aporta en ocasiones una paliación a
largo plazo adecuada, elim inando la necesidad de cirugía o colostomía.
i Las e ndoprótesis cubiertas están in dicadas en el tratam iento de las fístulas del colon rectosigm oide.
> Las e ndoprótesis pueden colocarse mediante acceso com binado endoscópico-radioscópico, tan
proxim alm ente com o en el colon derecho.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 403


404 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GASTROINTESTINALES

Guía

Catéter para angiografía

Figura 1. Esquema del paso a través de una lesión tumoral en la Figu ra 2. La guía se ha hecho pasar a través de la obstrucción
unión rectosigmoidea con guía y catéter. (defecto en la columna rellena de aire en el colon descendente,
entre flechas) a través del conducto para instrumental del
endoscopio. (Tomado de Jost RS, Jost R, Schoch E, et a t Colorectal
stenting: an effective therapy for preoperative and palliative
treatment. Cardiovasc Intervent Radiol 2007 Jan 12; [publicación
electrónica previa a la edición impresa].)

Guía rígida de
intercambio

montada

Figura 3. Esquema del instrumento de la endoprótesis avanzado Figu ra 4. Endoprótesis enteral Unistep Wallstent avanzada a través
sobre guía extrarrígida, con expansión de la prótesis en su lugar. de la obstrucción por el conducto para instrumental del
endoscopio. Obsérvese que la guía se ha avanzado hasta situarse
proximalmente a la obstrucción para conseguir una expansión segura
de la endoprótesis (flechas).
C olocación de en d o p ró te sis c o ló n ica s

■ La dilatación con balón tras el im plante de la prótesis solo es


C O M P L IC A C IO N E S
necesaria en contadas ocasiones.
■ 24 a 48 h después del im plante se obtienen radiografías sim­ ■ Las principales com plicaciones de la colocación de endopró­
ples, para verificar la posición y la expansión de la endo­ tesis colónicas son perforación, m igración de la endoprótesis
prótesis. y descompresión intestinal inadecuada.
■ Técnica alternativa: cuando la lesión no puede ser atravesada ■ La tasa global de com plicaciones graves en la bibliografía
por vía transanal, se considera la intervención percutánea. reciente, referida a la perforación con sepsis y a la m igración
■ Esta perm ite acceder al ciego o al colon transverso bajo guiado de prótesis, oscila entre el 0 y 32%.
radioscópico. ■ La perforación con un rango de 0 a 18% es a m enudo produ­
■ El cirujano debe fijar firm em ente el colon a la pared abdom i­ cida por la m anipulación de la guía.
nal, con el fin de evitar la peritonitis fecaloidea. ■ Se dan casos de fractura y m igración de la endoprótesis, gene­
■ Para reducir el riesgo de peritonitis o de fístula enterocutánea, ralmente asociados al diámetro de la misma
es esencial dejar que el trayecto percutáneo madure durante ■ La descompresión intestinal inadecuada suele relacionarse
6 a 10 días antes de la retirada del catéter percutáneo. con mala posición, expansión incom pleta o m igración de la
endoprótesis.
■ En ocasiones se registran hemorragia grave o dolor excesivo.
■ Entre las com plicaciones menores cabe m encionar dolor
abdom inal leve y hem orragia rectal transitoria, que no sue­
C O N T R O V E R S IA S len requerir tratamiento.
■ Para tratar la obstrucción colorrectal se han em pleado endo­
prótesis cubiertas y no cubiertas.
■ Las prim eras tienen la ventaja potencial de prevenir el creci­
miento tum oral hacia el interior, que puede dar lugar a obs­
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
trucción de la endoprótesis. Y S E G U IM IE N T O
■ En estas lesiones es indispensable el guiado endoscópico en la
■ La asistencia postoperatoria inm ediata se centra en el con­
colocación de la prótesis en el colon descendente proxim al o en
trol de las constantes vitales, el tratamiento del desequilibrio
el transverso.
electrolítico y la adm inistración de líquidos intravenosos.
■ Tratamiento de tumores en el colon derecho: el guiado com ­
■ Los pacientes en los que está prevista la cirugía program ada
binado radiológico y endoscópico es a veces la única forma
en una sola intervención deben som eterse a una preparación
de manipular la estenosis y de introducir la endoprótesis.
intestinal adecuada.
■ 24 a 48 h después del im plante se obtienen radiografías sim­
ples de abdom en, para verificar la posición y la expansión de
la endoprótesis, así com o la rem isión del íleo.
RESULTADO S
■ Los emolientes fecales se em plean para prevenir la impacta-
■ Dos recientes artículos de revisión refieren tasas de éxito ción fecal cuando no se prevé cirugía o im plante paliativo de
técnico para esta intervención del 93 a 95 %. endoprótesis ulterior.
■ La m ejora clínica se registra en el 90 a 96% de los casos.
■ Según los mism os trabajos, la tasa de infección recidivante Lecturas recomendadas
se produce en el 25 a 29% de los pacientes, sobre todo en
Baron TH: Colonic stenting: technique, technology, and outcomes for
endoprótesis paliativas.
malignant and benign disease. Gastrointest Endose Clin North Am
■ Las complicaciones predominantes fueron sobre todo la migra­
15(4):757-771, 2005 Oct: Review.
ción y la perforación de las endoprótesis, registradas en el 14 y Baron TH: Minimizing endoscopic complications: endoluminal stents.
el 10% de los casos, respectivamente. Gastrointest Endose Clin North Am 17(1): 83-104, 2007 Jan.
■ La tasa global de com plicaciones fue del 14,6%. Mauro AM, Koehler RE, Baron TH: Advances in gastrointestinal
■ L a m ayoría de los pacientes fueron tratados con prótesis intervention: the treatment of gastroduodenal and colorectal
Wallstent, con tasas de éxito inicial del 96 a 100%. obstructions with metallic stents. Radiology 215:659-669, 2000.
■ Las tasas de éxito técnico de la descompresión paliativa de neo­ Zollikofer CL, Jost R, Schoch E, Decurtins M: Gastroduodenal and
plasias malignas primarias no resecables, colorrectales o metas- colonic stents: Review Article. Semin Intervent Radiol 18:265-280,
2001.
tásicas, fue de en tom o al 91%.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
BILIOPANCREÁTICAS
Colangiografía transhepática percutánea

D E F IN IC IÓ N : La colangiografía transhepática percutánea es una técnica no invasiva utilizada para


valorar la resecabilidad tumoral y para programar el acceso más adecuado para la descompresión
quirúrgica, la opaquificación directa y el drenaje del árbol biliar.

■ Tres com ponentes: revestim iento, introductor cónico inte­


IN D IC A C IO N E S
rior y cánula metálica más interna
■ Valoración de la resecabilidad del tum or y program ación de ■ Guía
tratamiento de carcinom a pancreático, colangiocarcinom a y ■ Guía d e 0,018”
carcinoma d e vesícula biliar causante de obstrucción biliar ■ Guía Radiofocus M hidrófila de 0,035” (Terum o)
■ Paso inicial del drenaje biliar percutáneo ■ Guía extrarrígida A m p latz de 0,035” (W illia m Cook
■ Diferenciación de la ictericia obstructiva tratable mediante Europe)
cirugía o técnicas no invasivas de la enferm edad que requiere ■ Catéteres de 4 y 5 Fr
tratamiento m édico ■ Cobra C2, MP, Bernstein (Cordis-Johnson & Johnson)
■ Tras colangiografía retrógrada endoscópica fallida, evalua­
ción de las com plicaciones de las maniobras endoscópicas
■ Valoración p reoperatoria d e la exten sión d e la neoplasia A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
m align a b iliar en la con flu en cia h iliar o en los conduc­
tos intrahepáticos, cuando la colan gio grafía retrógrada ■ El acceso al sistema biliar puede realizarse por el lado
end oscóp ica no p erm ite d efin ir la exten sión com p leta de izquierdo o por el derecho.
la p ato logía ■ El acceso derecho es intercostal; el izqu ierdo es subxifoideo.
■ El hígado consta de ocho segm entos: lóbulo caudado (I),
izquierdo (II-IV ) y derecho (V -V III), separados por la vena
C O N T R A IN D IC A C IO N E S hepática media.
■ El lóbulo izqu ierdo está d ividid o en un sector anterior y uno
■ Coagulopatía no corregible posterior, separados por la vena hepática izquierda.
■ Antecedentes de alergia a los contrastes yodados ■ El lóbulo derecho está d ividid o en los sectores anteromedial
■ Ascitis significativa y posterolateral, por un plano centrado en la vena hepática
■ V ía de acceso insegura por interposición del intestino o de un derecha.
pulm ón ■ El conducto hepático izquierdo drena los segm entos I-IV; el
conducto hepático derecho está form ado por el conducto
sectorial posterolateral, que drena el V I y el VII, y por el
conducto sectorial anteromedial, que drena el V y el VIII.
IN S T R U M E N T A L ■ El conducto sectorial posterolateral derecho puede penetrar
directam ente en el coléd oco o unirse con el conducto hepá­
■ Equipo de m onitorización del paciente tico izquierdo.
■ Electrocardiografía ■ Los conductos posterior y anterior derechos se unen
■ Dispositivos de m onitorización de la saturación de oxí­ cerca del hilio, p or lo que el derecho es más corto que el
geno izquierdo.
■ Unidad radioscópica o unidad con arco en C con radioscopia
pulsada
■ El arco en C es más aconsejable, ya que los tiem pos de
intervención pueden ser prolongados. T É C N IC A
■ Contraste hidrosoluble no iónico
■ 300 a 370m g de yodo/m i. ■ Aproxim adam ente 1 h antes de la intervención debe adminis­
■ Anestésico local trarse tratamiento antibiótico profiláctico.
■ 5 a 10 m i de lidocaína al 2% ■ En pacientes con antecedentes d e reacciones alérgicas a las
■ A guja Chiba penicilinas y cefalosporinas, puede utilizarse ciprofloxacino.
■ D ebe aceptar una guía de 0,018” ■ La intervención se desarrolla con técnica estéril bajo guiado
■ Cánula de 4 o 5 Fr con vaina plástica radioscópico.
■ D ebe aceptar una guía de 0,035” ■ El guiado ecográfico resulta útil en pacientes con obstrucción
■ Sistema de introducción coaxial de conductos segm entarios o con una anatomía inhabitual.
■ Equipo de acceso percutáneo N e ff ■ La lidocaína al 2 % se em plea para la anestesia en el punto de
■ W illia m C ook Europe punción.

PUNTOS CLAVE
i La colangiografía transhepática percutánea es una valiosa herram ienta en la evaluación de la obstrucción o
la lesión biliar.
i Es el paso inicial de num erosas intervenciones biliares percutáneas.

406 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


C olangiografía tra n s h e p á tic a percu tá n e a 407

Figu ra 1. Anatomía biliar. Anatomía segmentaria del hígado. Se muestra esquemáticamente la irrigación venosa portal de cada segmento.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 2. Anatomía biliar. Variantes anatómicas habituales en la confluencia de los conductos segmentarios a la altura del hilio hepático. Se
indica la incidencia de cada una de las variantes, [chi, conducto hepático izquierdo; csad, conducto sectorial anterior derecho; cspd, conducto
sectorial posterior derecho).

■ Para el acceso al lóbulo derecho, la punción inicial se realiza ■ L a aguja se inserta en un espacio intercostal anterior a la
con una aguja Chiba de 15 cm, flexible y de calibre 22 línea medioaxilar, en paralelo a la superficie de la mesa, en
(0,7 m m ). dirección craneal a 20 o 30 grados.
■ La punción es más fácil si los conductos biliares están dila­ ■ El movimiento de la aguja debe realizarse cuando el paciente
tados; aunque la opaquificación sin dilatación es posible, contenga la respiración o mantenga una respiración superficial.
puede requerir más pasos de la aguja. ■ Durante la retirada de la aguja se inyecta paulatinamente
■ Bajo guiado radioscópico, se controla el m ovim iento del dia­ contraste diluido, hasta que los conductos quedan opaquifi-
fragma durante la respiración. cados.
■ El punto de punción se selecciona en un n ivel situado por ■ Una v e z hallado el conducto, el contraste sale lentam ente de
debajo del ángulo costofrénico lateral en inspiración plena. la aguja y llena la estructura tubular.
408 INTERVENCIONES VASCULARES | BILIOPANCREÁTICAS

■ Cuando el contraste no sale por la punta de la aguja, cabe


C O M P L IC A C IO N E S
sospechar una posible extravasación parenquimatosa.
■ La extravasación debe evitarse, ya que puede oscurecer el ■ El dolor no es infrecuente en los pacientes, en especial si la
cam po de visión. anestesia local no es adecuada.
■ La colangiografía transhepática percutánea en el lado izquierdo ■ La colangitis puede dar lugar a form ación de un absceso
está indicada cuando se requiere una colangiografía izquierda intrahepático, que suele rem itir con tratamiento antibiótico.
y no puede obtenerse por el lado derecho. ■ La bacteriem ia y el shock endotóxico son inhabituales durante
■ La p osición del lóbulo izqu ierdo es variable y difícil de locali­ la colangiografía transhepática percutánea diagnóstica, pero
zar con seguridad, por lo que es conveniente que la punción pueden producirse durante el drenaje biliar percutáneo.
inicial se realice bajo guiado ecográfico. ■ La hem obilia se reconoce inicialm ente por la presencia de bilis
■ El conducto seleccionado se som ete a punción periférica­ teñida de sangre y, más tarde, por la de defectos de repleción
m ente y se efectúa una colangiografía directa. intraluminales en la colangiografía.
■ Para la punción del lóbulo izqu ierdo es p referible una aguja ■ En caso de punción derecha alta, es posible el desarrollo de
corta de calibre 22, a fin de perm itir que el intensificador de neumotorax.
im agen esté más cerca del paciente.

A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
C O N T R O V E R S IA S
■ Se recom ienda reposo en cama durante 2 a 3 h.
■ La utilización del acceso del lado izquierdo o del derecho ■ Si se sospecha infección, debe administrarse tratamiento
para la colangiografía transhepática percutánea y el drenaje antibiótico durante 3 a 5 días.
subsiguiente es objeto de controversia.
■ En numerosos centros, el estudio inicial suele realizarse
accediendo al lóbulo derecho. Lecturas recomendadas
■ Inconvenientes de la colangiografía transhepática percutá­ Burke DR, Lew is CA, Cardella JF, et al: for the Society o f
nea en el lado izqu ierdo: el conducto hepático izquierdo In terventional R adiology Standards o f Practice Committee.
tiende a form ar un ángulo más agudo con el coléd oco que el Quality im provem ent guidelines for percutaneous transhepatic
cholangiography and biliary drainage. J Vase ln terv Radiol
derecho.
14:S243-S246, 2003.
■ La punción del lóbulo izqu ierdo hace que para el m édico sea
C ovey A M , Brow n K T Palliative percutaneous drainage in malignant
más difícil mantener las manos fuera del haz principal de biliary obstruction. Part 1: indications and preprocedure
rayos X. evaluation. J Support O ncol 4:269-273, 2006.
■ La colangiografía transhepática percutánea en el lado Fasel JH, Selle D, Evertsz CJ, T errier F: Segmental anatomy o f the
izquierdo está indicada cuando el lóbulo izquierdo no se ve liver: p oor correlation w ith CT. Radiology 1998:151-156, 2006.
bien en la del lado derecho. Ferrucd JT Jr, M ueller PR, Harbin W P: Percutaneous transhepatic
■ Otras indicaciones de colangiografía transhepática percutá­ biliary drainage: technique, results, and applications. Radiology
nea del lado izqu ierdo son drenaje inadecuado por resección 135:1-13, 1980.
Freeman M L, Sielaff TD : A m o d em approach to malignant hilar
lobular derecha, atrofia lobular o infiltración extensa del
biliary obstruction. Rev Gastroenterol D isord 3:187-201, 2003.
lóbulo derecho.
Hunerbein M , Stroszczynski C, U lm er C, et al: Prospective
■ Algunos radiólogos utilizan el acceso al lóbulo izquierdo com parison o f transcutaneous 3-dimensional US cholangiography,
com o m edio de rutina para la colangiografía transhepática magnetic resonance cholangiography, and direct cholangiography
percutánea inicial y el ulterior drenaje. in the evaluation o f m alignant biliary obstruction. Gastrointest
Endose 58:853-858, 2003.
Rinsurongkawaong S: M od ified single step guided percutaneous
transhepatic biliary drainage: experience w ith 102 patients. J M ed
RESULTADO S Assoc T h ai 83:169-173, 2000.
W in ick AB , W aybill P N , Venbrux AC: Complications o f percutaneous
■ Las tasas de éxito de la penetración en el sistema ductal dila­ transhepatic biliary interventions. Tech Vase ln terv R adiol 4:
tado son del 95 a 100%. 200-206, 2001.
■ Las mismas tasas para un sistema no dilatado son del 67 a
80% .
■ Si no se consigue acceder al conducto tras 20 pasos de la aguja,
deben considerarse otras estrategias.
Drenaje biliar percutáneo

D E F IN IC IÓ N : El drenaje biliar transhepático percutáneo se emplea preoperatoriamente para


descomprimir el árbol biliar y prevenir las complicaciones agravadas por el vertido de bilis.

■ D ebe aceptar una guía de 0,018” y una cánula de 4 o 5 Fr


IN D IC A C IO N E S con vaina plástica (d ebe aceptar un guía de 0,035” )
■ Tratamiento de la ictericia obstructiva cuando el acceso retró­ ■ Cánula de 4 o 5 Fr con revestim iento plástico
grado endoscópico fracasa o no está indicado ■ D ebe aceptar una guía de 0,035”
■ Tratamiento de las com plicaciones infecciosas de la obstruc­ ■ Equipo de acceso percutáneo N eff
ción biliar, com o la colangitis o la sepsis ■ W illia m C ook Europe
■ Descompresión preoperatoria del árbol biliar y asistencia al ■ Tres com ponentes: revestim iento, introductor cón ico y
cirujano durante las disecciones y reconstrucciones quirúrgicas cánula m etálica más interna
■ Paso inicial de otras intervenciones en los conductos biliares, ■ Guía
com o las biopsias de conductos biliares o de tumores peribi- ■ Guía d e 0,018”
liares ■ Guía Radiofocus M hidrófila de 0,035” (Terumo Corporation)
■ Paliación definitiva de la estenosis biliar por m edio de la ■ Guía extrarrígida A m platz de 0,035” (W illiam Cook Europe)
colocación de una endoprótesis ■ Catéter de 4 y 5 Fr
■ Acceso de braquiterapia transhepática para tratar el colangio- ■ Cobra C2, MP, Bernstein (Cordis-Johnson & Johnson)
carcinoma. ■ Catéter de dilatación con balón
■ Perfil bajo de 6 a 10 mm
■ Catéter de drenaje biliar
■ D e 8 y 10 Fr
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ T ip o Flexima (Boston Scientific)

■ Coagulopatía no corregible
■ Antecedentes de alergia a los contrastes yodados
■ Ascitis significativa (en este caso es preferible el acceso
endoscópico) A N A T O M IA Y V ÍA D E A C C E S O
■ V ía de acceso insegura por interposición del intestino o de un ■ El acceso al sistema biliar puede realizarse por el lado
pulm ón izquierdo o por el derecho.
■ Pacientes con múltiples segm entos biliares obstruidos y ais­ ■ El hígado consta de ocho segmentos: lóbulo caudado (I),
lados, com o los que presentan metástasis hepáticas lóbulo izqu ierdo (II-IV ) y lóbulo derecho (V -V III), separados
■ Descompresión quirúrgica, posiblemente más apropiada si la por la vena hepática media.
ictericia obstructiva se asocia a obstrucción de la salida gástrica ■ El lóbulo izqu ierdo está d ividid o en un sector anterior y uno
posterior, separados por la vena hepática izquierda.
■ El lóbulo derecho está d ividid o en los sectores anteromedial
y posterolateral, por un plano centrado en la vena hepática
IN S T R U M E N T A L derecha.
■ Electrocardiografía ■ El con du cto h ep ático izq u ierd o drena los segm entos I-IV;
■ D ispositivos de m onitorización de la saturación de oxígeno el con du cto h ep ático d erecho está form a d o p or el con ­
■ Unidad radioscópica o unidad con arco en C con radioscopia ducto sectorial p osterolateral, que drena e l V I y el V II,
pulsada y p or el con du cto sectorial an terom edial, qu e drena el
■ El arco en C es más aconsejable, ya que los tiem pos de V y e l V III.
intervención pueden ser prolongados. ■ El conducto sectorial posterolateral derecho puede penetrar
■ Contraste hidrosoluble no iónico directam ente en el coléd oco o unirse con el conducto hepá­
■ 300 a 370m g de yodo/m l tico izquierdo.
■ Anestésico local ■ Los conductos posterior y anterior derechos se unen
■ 5 a 10 m i de lidocaína al 2% cerca del hilio, p or lo que el derecho es más corto que el
■ A guja Chiba izquierdo.

P U N T O S CLAVE
> Las técnicas endoscópicas retrógradas han reemplazado en buena m edida al drenaje biliar transhepático
percutáneo.
> El drenaje biliar transhepático percutáneo se continúa recomendando, no obstante, en pacientes con
obstrucción hiliar.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 409


410 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Figura 1. P u n c ió n y c a te te ris m o d e c on d u c to b ilia r. Los Figura 2. P u n c ió n y c a te te ris m o d e c on d u c to b ilia r. Se


conductos biliares d e un paciente con ictericia se som etieron seleccion ó un conducto más periférico en e l segm ento lateral
a pun ción con aguja Chiba (calibre 22) y se opaquificaron posterior, som etién dolo a una segunda punción con aguja Chiba.
m ediante in yección suave d e contraste yod ad o diluido.
El conducto som etido a punción es dem asiado central e
inadecuado para e l cateterismo.

Figura 4. S u p era c ió n d e u n a esten o sis e n u n c on d u c to b ilia r.

Figu ra 3. S u p era c ión de un a esten o sis e n u n con d u cto Un catéter de drenaje d e 10 Fr con revestim iento hidrófilo se hace

b ilia r. La punta d el catéter se sitúa ante la estenosis d e form a avan zar al duodeno. El catéter presenta un m ecanism o de bloqueo

qu e una gu ía d e 0,035” puede hacerse avan zar a través de para evitar qu e se desenrolle el asa d e retención distal. Los orificios

ella. El uso de un catéter an giográfico hace qu e sea más fácil de drenaje están por encim a y po r debajo d e la estenosis.

atravesar la estenosis.
Drenaje biliar percutáneo 411

■ Los conductos segm entarios están a m enudo aislados.


T É C N IC A
■ L a elección del acceso puede verse condicionada por la
■ Aproxim adam ente 1 h antes de la intervención debe adminis­ presencia de atrofia, la extensión tumoral o la existencia de
trarse tratamiento antibiótico profiláctico. múltiples segm entos aislados.
■ En pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas a ■ El drenaje de más de un lóbulo o segm ento es necesario solo
las penicilinas y cefalosporinas, puede utilizarse cip roflo- en casos específicos, p oco habituales.
xacino.
■ El prim er lugar se efectúa una colangiografía transhepática
percutánea.
■ Tras la opaquificación apropiada del árbol biliar, se selec­ RESULTADO S
ciona el conducto segm entario para drenaje.
■ Si el conducto abordado para la colangiografía transhepática ■ El drenaje biliar percutáneo puede establecerse de form a
percutánea es idón eo para drenaje biliar percutáneo, la inter­ satisfactoria en el 70 a 97% de los pacientes.
vención continúa a través de este acceso con aguja.
■ Si la colangiografía transhepática percutánea se realiza a tra­
vés del conducto central, se inserta una segunda aguja en el
conducto periférico. C O M P L IC A C IO N E S
■ Los conductos biliares de tercer orden periféricos son preferi­
bles a los conductos centrales, a fin de reducir el riesgo de ■ El dolor no es infrecuente en los pacientes, en especial si la
hem obilia y facilitar la inserción del catéter de drenaje. anestesia local no es adecuada.
■ Una v e z seleccionado el conducto biliar para el drenaje, se ■ L a colan gitis p uede dar lugar a form a ció n de un absceso
elige un punto específico para la canulación. intrah epático, qu e suele rem itir con tratam iento an tib ió­
■ A continuación se accede al conducto con una aguja metá­ tico.
lica de p equeño calibre (20 a 22) o con una aguja con vaina ■ L a bacteriem ia y el shock end otóxico son inhabituales
plástica. durante la colan giografía transhepática percutánea diag­
■ Si se utiliza la aguja de p equeño calibre, deberá aplicarse nóstica, pero p ued en producirse durante el drenaje biliar
un dilatador de transición para intercam bio con la guía de percutáneo.
0,035”. ■ La hem obilia se reconoce inicialm ente por la presencia de
■ A continuación se atraviesa la estenosis y se ob tien e un bilis teñida de sangre y, más tarde, por la de defectos de
acceso al intestino con un catéter an gio gráfico y guías repleción intraluminales en la colangiografía.
hidrófilas com binadas con una guía acodada h id rófila de ■ En caso de punción derecha alta, es p osible el desarrollo de
0,035”. neumotorax.
■ Si el avance del catéter resulta d ifícil, utilice un introductor ■ La probabilidad de peritonitis biliar es m ayor cuando los ori­
desm ontable de 8 Fr, insertando a continuación un catéter de ficios laterales del catéter quedan inadvertidam ente fuera del
manipulación biliar a través de este. hígado, perm itiendo el flujo de bilis al peritoneo.
■ Una v e z atravesada la obstrucción, el catéter angiográfico se ■ Derrame biliar o acum ulación subfrénica: si se perciben sín­
introduce en el duodeno. tomas d e sepsis y presencia de líquido en el espacio pleural,
■ Si la estenosis es m uy estrecha, es p referible dilatar con un el derrame o la acum ulación han de ser drenados.
catéter de perfil bajo de 5 o 6 m m , a fin de facilitar el posicio­
namiento del catéter de drenaje biliar percutáneo.
■ La guía hidrófila se sustituye por una guía m etálica rígida
con revestim iento de teflón, de 0,9 a 1 mm. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ El catéter d e drenaje defin itivo es posicionado, de forma que
Y S E G U IM IE N T O
los orificios laterales atraviesen el punto de obstrucción y el
asa p ig ta il se encuentre en el duodeno. ■ Es recom endable proceder a m onitorización postoperatoria
■ Si el catéter de drenaje no avanza a través de la estenosis, en una unidad de recuperación próxim a a la sala de angio­
aplique dilatación adicional (hasta 10m m en el coléd oco). grafía, con m antenimiento o no del tratamiento antibiótico,
■ Use una guía o una cánula rígidas. según el estado del paciente.
■ Inserte el catéter a través del introductor desmontable. ■ El cráter de drenaje se deja en el drenaje biliar externo al
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Inserte un catéter d e p equeño diámetro (p. ej., de 4 a 5 Fr menos durante 24 h.


recto) y repita la intervención a las 24 h. ■ La reposición de la pérdida de bilis con líquidos intravenosos
es obligatoria en las primeras 24 h.
■ El trayecto de drenaje biliar percutáneo ha de ser va lavado
suavemente con 10 m i de suero salino cada 6 a 12 h, a fin de
C O N T R O V E R S IA S evitar su obstrucción.
■ Las colangiografías por catéter se realizan durante la hospita­
■ El uso de drenajes m últiples o de un único drenaje en la obs­
lización.
trucción biliar ha sido objeto de debate.
■ Antes del alta, es necesario impartir las pertinentes instruc­
■ En pacientes con obstrucción biliar hiliar, los conductos
ciones en lo que respecta al catéter.
biliares del lóbulo derecho e izqu ierdo suelen estar total o
■ La fiebre y los escapes por el catéter son indicios de oclusión
parcialmente separados.
y puede hacer necesaria su sustitución.
412 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Lecturas recomendadas Ferrucci JT Jr, M ueller PR, Harbin W P : Percutaneous transhepatic


biliary drainage: technique, results, and applications. Radiology
Burke DR, Lew is CA, Cardella JF, et al: for the Society o f 135:1-13, 1980.
Interventional R adiology Standards o f Practice Committee. M organ R A, Ad am A N : M alignant biliary disease: percutaneous
Quality im provem ent guidelines for percutaneous transhepatic interventions. Tech Vase ln terv R adiol 4:147-152, 2001.
cholangiography and biliary drainage. J Vase ln terv Radiol Rinsurongkawaong S: M od ified single step guided percutaneous
14:S243-S246, 2003. transhepatic biliary drainage: experience w ith 102 patients. J M ed
C ovey A M , Brow n KT: Palliative percutaneous drainage in malignant Assoc T h a i 83:169-173, 2000.
biliary obstruction. Part 1: indications and preprocedure
evaluation. J Support O ncol 4:269-273, 2006.
Colocación de endoprótesis endobiliares

D E F IN IC IÓ N : La colocación de endoprótesis endobiliares es una técnica indicada para el tratamiento


paliativo definitivo de la obstrucción maligna del tracto biliar.

■ Cobra C2, MP, Bernstein (Cordis-Johnson & Johnson)


IN D IC A C IO N E S ■ Catéter de dilatación con balón
■ Paliación de los síntomas de la obstrucción biliar maligna ■ Perfil bajo de 6 a 10 m m
■ Pacientes que no son candidatos para cirugía com o conse­
cuencia de la extensión de la enferm edad, la edad o las pato­
logías com órbidas
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ El acceso al sistema biliar puede realizarse por el lado
izquierdo o por el derecho.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ El hígado consta de ocho segmentos: el lóbulo caudado (I),
■ Sepsis no tratada el lóbulo izqu ierdo (II-IV ) y el lóbulo derecho (V -V III), sepa­
■ D iagnóstico de neoplasia m aligna dudoso (el diagnóstico rados p or la vena hepática media.
ha de establecerse antes de la colocación de la endoprótesis ■ El lóbulo izqu ierdo está d ividid o en un sector anterior y uno
endobiliar) posterior, separados por la vena hepática izquierda.
■ N eoplasia m aligna resecable quirúrgicamente ■ El lóbulo derecho está d ividid o en los sectores anteromedial
y posterolateral, por un plano centrado en la vena hepática
derecha.
■ El conducto hepático izqu ierdo drena los segmentos I-IV;
IN S T R U M E N T A L el conducto hepático derecho está form ado por el conducto
sectorial posterolateral derecho, que drena el V I y el V II, y
■ Electrocardiógrafo
por el conducto sectorial anteromedial derecho, que drena el
■ D ispositivos de m onitorización de la saturación de oxígeno
V y el VIII.
■ Unidad radioscópica o unidad con arco en C con radioscopia
■ El conducto sectorial posterolateral derecho puede penetrar
pulsada
directam ente en el colédoco o fundirse con el conducto hepá­
■ El arco en C es más aconsejable, ya que los tiem pos de
tico izquierdo.
intervención pueden ser prolongados.
■ Los conductos posterior y anterior derechos se funden
■ Endoprótesis metálica
cerca del hilio, p or lo que el derecho es más corto que el
■ Pueden insertarse plegadas a través d e un trayecto de
izquierdo.
p equeño calibre y pueden llenar una lu z interna amplia
tras su expansión.
■ Endoprótesis plástica
■ Las primeras endoprótesis utilizadas en el árbol biliar. T E C N IC A
■ Endoprótesis de doble seta M iller de 12 Fr (W illia m Cook
Europe) ■ Aproxim adam ente 1 h antes de la intervención debe adminis­
■ Algunas de las endoprótesis plásticas de uso frecuente son trarse tratamiento antibiótico profiláctico.
la Carey-Coons y la Miller. ■ En pacientes con antecedentes d e reacciones alérgicas a las
■ Son menos costosas que otros m odelos y pueden ser recu­ penicilinas y cefalosporinas, puede utilizarse ciprofloxacino.
peradas y reim plantadas endoscópicam ente en caso de ■ En la m ayor parte de los centros, para la sedación y la anal­
oclusión. gesia se em plean m idazolam y fentanilo.
■ Contraste hidrosoluble no iónico ■ Los pacientes han de ser m onitorizados con pulsioxímetro,
■ 300 a 370m g de yodo/m l de m odo que el radiólogo pueda v igilar la respiración y el
■ Anestésico local estado circulatorio del paciente.
■ 5 a 10 m i de lidocaína al 2% ■ El diagnóstico d e neoplasia m align a ha de confirm arse
■ Guía antes de la c oloca ción d e una endoprótesis m etálica. Si
■ Guía Radiofocus M hidrófila de 0,035” (Terum o Corpora­ dicho diagnóstico es dudoso, es necesario ob ten er una
tion) biopsia.
■ Guía extrarrígida A m p latz de 0,035” (W illia m Cook ■ La biopsia de la pared del conducto biliar puede realizarse
Europe) con pinzas de biopsia avanzadas a través del introductor, a
■ Catéter de 4 y 5 Fr nivel d e la estenosis.

P U N T O S CLAVE
> Las e ndoprótesis endobiliares inducen una paliación eficaz de la obstrucción biliar maligna.
i Las e ndoprótesis pueden im plantarse percutáneam ente, con elevada tasa de éxito técnico y baja tasa de
com plicaciones.
> Com paradas con las endoprótesis plásticas, las metálicas proporcionan un drenaje a largo plazo más
eficaz.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 413


414 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Figura 1. A n ato m ía biliar. A n ato m ía s egm entaria d el h ígado. Se muestra esquem áticam ente la irrigación venosa portal de cada
segm ento.

Figura 2. A n ato m ía biliar. Variantes anatómicas habituales en la confluencia d e los conductos segm entarios a la altura d el h ilio hepático.
Se in dica la in cidencia de cada una d e las variantes, [ch i, conducto h epático izq u ierd o; csad, conducto sectorial an terior derecho; cspd,
conducto sectorial p osterior dere c h o ).

Las pinzas se abren y se presionan contra la pared a n ivel de ■ La colangiografía se obtiene para determinar con exactitud
la estenosis y, a continuación, se cierran para obtener una la extensión proxim al y distal de la obstrucción y para esta­
muestra de biopsia. b lecer dónde ha de posicionarse la endoprótesis.
Las muestras patológicas tam bién pueden obtenerse ■ En obstrucciones malignas, la endoprótesis debe situarse de
m ediante biopsia con aguja, y la confirm ación citológica de form a que se extienda más allá de los bordes tumorales, a fin
la patología puede efectuarse m ediante cepillado de la pared de m antener la perm eabilidad de la endoprótesis si el tumor
del conducto. se expande distal y proxim alm ente.
Endoprótesis metálicas: si no se ha im plantado previam ente ■ El punto de entrada al árbol biliar debe, pues, ser lo más
un catéter de drenaje biliar, el acceso biliar debe obtenerse periférico posible, a fin de asegurar la cobertura de toda la
m ediante colangiografía transhepática percutánea. extensión de la estenosis.
C olocación de en d o p róte sis endo biliares

Figu ra 3. Colocación de u n a endoprótesis m etálica. Paciente F igura 4. Colocación de u n a endoprótesis m etálica. La


con carcinom a pancreático 4 días después del drenaje biliar. La endoprótesis ya ha sido implantada y expandida. Los marcadores
estenosis m align a afecta a la m itad distal del colédoco. d e referencia indican los extrem os proxim al y distal d e las
endoprótesis. El extrem o distal protruye aproxim adam ente
1 cm en e l duodeno, m ientras qu e el p roxim al se loca liza
aproxim adam ente 1,5 cm p o r encim a d e la estenosis. La
opaqu ificación d el árbol b iliar demuestra e l flu jo adecuado del
contraste al intestino.

■ La guía rígida se inserta a través del trayecto transhepático ■ Endoprótesis plásticas: la técnica de colocación com ienza
en los conductos biliares, atraviesa la estenosis y pasa al con un drenaje biliar transhepático percutáneo, en el que se
duodeno. im planta un catéter interno-externo de 10 Fr.
■ A continuación, se inserta un introductor de dim ensiones ■ El catéter se m antiene en drenaje por gravedad de 2 a 3 días,
adecuadas. para perm itir que el trayecto transhepático madure.
■ La estenosis se predilatan m ediante un catéter con balón ■ En la segunda intervención, el catéter de 10 Fr es retirado y
para facilitar la introducción de los dispositivos, en especial reem plazado por una guía rígida Am p latz de 0,035”.
si se van a usar endoprótesis metálicas. ■ A continuación, el tracto transhepático se dilata con un dila-
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La rama lateral del introductor puede utilizarse durante la tador biliar de 12 Fr.
técnica para inyectar contraste y para definir con precisión la ■ Posteriormente, la endoprótesis se introduce coaxialm ente
anatomía. sobre la guía A m p latz d e 0,035” hasta la posición adecuada
■ En la m ayoría de casos, se despliegan el prim er 0,5 a 1 cm de de la misma.
la endoprótesis, com probando de nuevo la posición m ediante ■ El flujo a través de la endoprótesis se evalúa m ediante inyec­
colangiografía. ción de contraste a través del catéter de 4 a 5 Fr situado por
■ Una v e z que la endoprótesis está adecuadam ente situada en encim a d e la endoprótesis.
la estenosis, se obtiene otra colangiografía para verificar el ■ El catéter debe mantenerse en posición durante 24 h, hasta
flujo del contraste a través d e la estenosis. que la colangiografía confirm e que el flujo a través de la
■ Si el flujo no es correcto, es necesario proceder a una nueva endoprótesis plástica es idóneo.
dilatación con balón.
■ Tras la colocación de la endoprótesis, puede introducirse
a través de ella un catéter angiográfico pig ta il de 4 Fr con
C O N T R O V E R S IA S
orificios laterales, con su porción distal en el duodeno, para
proceder a una colangiografía d e seguimiento. ■ Se ha discutido la preferencia p or las endoprótesis plásticas
■ En caso de posicionam iento incorrecto, la endoprótesis o metálicas.
metálica puede extenderse, incorporando una segunda a la ■ En la m ayoría de situaciones, las endoprótesis m etálicas son
ya implantada. más adecuadas que las plásticas.
416 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

■ La principal ventaja de las endoprótesis m etálicas es que


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
pueden introducirse plegadas a través de un trayecto de
pequeño calibre. S E G U IM IE N T O
■ Si se utiliza una endoprótesis plástica, la más apropiada es la
■ Cuando se em plea una endoprótesis m etálica, el tratamiento
de doble seta M iller de 12 Fr (W illia m Cook Europe).
antibiótico ha de m antenerse de 4 a 5 días.
■ Después del alta, la función hepática y, en especial, la
concentración de bilirrubina se evalúan m ediante análisis
bioqu ím ico sanguíneo, a fin de confirm ar la idoneidad del
RESULTADO S drenaje.
■ La tasa de éxito de las endoprótesis metálicas, con el drenaje
biliar transhepático percutáneo ya en posición, es del orden Lecturas recomendadas
del 100%.
C ovey A M , Brow n KT: Palliative percutaneous drainage in malignant
■ En neoplasias malignas, la principal causa de fracaso tardío biliary obstruction. Part 1: indications and preprocedure
es el crecim iento del tum or más allá d e los bordes de la endo­ evaluation. J Support O ncol 4:269-273, 2006.
prótesis. H ii M W , Gibson RN: Role o f ra diology in the treatment o f malignant
■ El crecim iento tumoral hacia el interior puede ser otra de las hilar biliary strictures. 1: re vie w o f the literature. Australas Radiol
causas de obstrucción d e la endoprótesis. 48:3-13, 2004.
■ Para m ejorar la perm eabilidad se han em pleado endoprótesis Ring EJ: R ad iologic approach to malignant biliary obstruction: review
cubiertas. and commentary. Cardiovasc Interven t R adiol 13:217-222, 1990.
Shapiro MJ: M anagem ent o f malignant biliary obstruction:
nonoperative and palliative techniques. Oncology (W illis to n Pa rk)
9:493-496, 1995. 499; discussion 499-500, 503.

C O M P L IC A C IO N E S
■ Endoprótesis metálicas: crecim iento tum oral externo
■ Endoprótesis plásticas: m igración y obstrucción de la endo­
prótesis biliar, que se da en el 30 a 40% de los pacientes con
una supervivencia superior a 6 meses
Tratamiento de estenosis biliares benignas

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de las estenosis biliares benignas mediante técnicas quirúrgicas o


intervencionistas; la técnica percutánea consiste en dilatación con balón y colocación de endoprótesis.

■ Cepo en asa
IN D IC A C IO N E S ■ Cepo en asa de 30 m m (M icrovena)
■ A lto riesgo quirúrgico (edad avanzada, m al estado general, ■ Catéter de drenaje biliar de tipo Flexima
disfunción cardíaca, abdom en hostil, etc.) ■ D e 10 Fr (Boston Scientific)
■ Fracaso de las reparaciones quirúrgicas previas ■ Sutura
■ Colangitis purulenta, con o sin presencia de cálculos intrahe- ■ Cutánea 3-0
páticos ■ Balón de corte
■ R echazo de los pacientes a someterse a intervención quirúr­ ■ Boston Scientific
gica ■ Ú til en pacientes con estenosis dura pronunciada o esteno­
sis fibrosa
■ D ebe reducir la incidencia d e la retracción elástica.
■ Balón no distensible con cuatro aterotomos en ángulos
C O N T R A IN D IC A C IO N E S rectos enfrentados
■ Cuando el balón se infla, las hojas cortan el tejido fibroso
■ Trastornos hem orrágicos no corregibles
adyacente, mientras que el balón no distensible tensa la
■ Ascitis de gran volum en
pared del conducto y aumenta el diámetro luminal interno
■ Sepsis sin tratamiento
■ Endoprótesis
■ Plásticas
■ De 10 Fr de diámetro; 12 cm de largo
IN S T R U M E N T A L
■ Aparato de radioscopia específico o arco en C m óvil
■ Jeringa
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ D e 5 y 10ml
■ Contraste ■ La m ayoría de las lesiones de los conductos biliares asociadas
■ H idrosoluble no iónico a colecistectom ía laparoscópica son debidas a una anatomía
■ 300 a 370m g d e yodo/m l biliar m al definida.
■ Anestésico local ■ La clasificación de las estenosis biliares benignas establecida
■ 5 a 10 m i de lidocaína al 2% por Bismuth se basaba en la distancia desde la confluencia
■ Aguja de los conductos hepáticos derecho e izquierdo.
■ A guja de acceso de acero inoxidable y d e pequeño calibre, ■ Bergman clasificó las lesiones biliares en cuatro grupos prin­
con fiador interior (aguja Chiba, calibre 22, 15 cm ) cipales:
■ Guía ■ T ip o A : fuga del conducto cístico o las vías biliares hepáti­
■ Guía d e 0,018” cas periféricas
■ Guía angulada Radiofocus M hidrófila de 0,035” y 180cm ■ T ip o B: fuga del conducto colédoco
(Terum o) ■ T ip o C: estenosis aislada
■ Sistema de introducción coaxial ■ T ip o D: sección com pleta del conducto biliar
■ Integrado por tres com ponentes: revestim iento, introductor ■ La ecografía abdom inal, la TC y la colangiopancreatografía
cónico interior y cánula metálica rígida más interna por R M son las principales m odalidades d e im agen no inva­
■ Catéter siva para la evaluación del parénquim a hepático y el árbol
■ D e 4 Fr biliar.
■ C2 o Bern (Cordis-Johnson & Johnson) ■ La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica se em plea
■ Introductor para evaluar las características m orfológicas del árbol biliar y
■ De 9 Fr, 25 cm (Terum o) el grado y nivel d e estenosis.

P U N T O S CLAVE
> Las estenosis biliares constituyen un im portante problem a d iagnóstico y terapéutico por sus consecuencias,
potencialm ente graves, com o la cirrosis hepática biliar.
> La enfermedad inflamatoria, la lesión hepática aguda y las estenosis biliares yatrógenas tras cirugía
hepatobiliar son responsables del 95% de las entidades benignas en este contexto.
• Según la localización y la causa, en el tratam iento de las estenosis biliares se usan técnicas quirúrgicas o
intervencionistas.
■ Las e ndoprótesis plásticas son las más utilizadas para las estenosis biliares benignas.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 417


418 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Conducto de CRE
y guía introducidos
a 1. Endoprótesis de Huibregtse, c ti diámetro de 10 Fr y en el colédoco lesionado
i de largo (Cook).
Figura 2. Representación esquemática de la técnica combinada
radiológica-endoscópica (técnica de rendezvous) . CRE,
colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.

Figura 3. El trayecto lesionado es dilatado con un catéter con


balón de 8 mm (Wanda, Boston Scientific).

Figura 4. Endoprótesis plásticas de tipo endoscópico, de 10 Fr o


de 12 cm, insertadas percutáneamente desde ambos lados, con
los extremos distales en el duodeno. Las endoprótesis se dejan
implantadas durante un período que oscila entre 12 y 36 meses.
Tratam iento de e ste n o sis b ilia re s benignas

distal del con du cto b iliar p rin cipa l en e l espacio p eribi-


T É C N IC A
liar.
■ Todos los pacientes reciben antibióticos intravenosos al ■ Entre tanto, tam bién se aborda el espacio periductal por
menos 12 h antes del tratamiento. acceso percutáneo derecho.
■ M ediante ecografía o radioscopia, se localiza y marca el sitio ■ A través del acceso percutáneo se inserta un cepo con asa de
de acceso. 30 m m en el espacio peribiliar, para atrapar la guía hidrófila
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo. bajo control endoscópico.
■ Se accede al árbol biliar m ediante una punción con guiado ■ Una v e z atrapada la guía, se extrae del cuerpo a través del
ecográfico o técnica de colangiografía transhepática percutá­ acceso percutáneo.
nea convencional. ■ Después d e dilatar el trayecto lesionado con un balón de
■ Una v e z conseguido el acceso adecuado al sistema biliar, para 8 m m , se inserta un catéter biliar de 10 Fr o de 35 cm, con la
atravesar la estenosis se u tiliza una guía hidrófila acodada de porción distal situada en el duodeno.
0,035” con catéter de 4 Fr. ■ El drenaje biliar se m antiene durante al m enos 6 a 10 días
■ Después de atravesar dicha estenosis, se procede a su dilata­ para cubrir la fase aguda.
ción con balón. ■ A m edida que el estado del paciente m ejora, pueden
■ La dilatación se lleva a cabo con un catéter con b alón de alta emplearse dos opciones terapéuticas para la lesión en el
presión, que soporta presiones de inflado elevadas en caso colédoco: la cirugía o el tratamiento percutáneo.
de que se presenten estenosis fibrosas graves. ■ La técnica percutánea se basa en el im plante, durante un
■ El p erfil del balón se caracteriza por la cintura en el punto período prolongado, de endoprótesis que perm itan consoli­
de estenosis, que suele desaparecer a m edida que la presión dar la restauración de la continuidad del colédoco.
aumenta y la estenosis remite. ■ Una semana después de la intervención inicial, se procede a
■ La dilatación se efectúa de form a progresiva, con el fin de drenaje biliar izqu ierdo y el trayecto lesionado se dilata con
prevenir el desgarro del conducto y la hem orragia m asiva en un b alón de 8 mm.
el sistema biliar. ■ Transcurridos 4 días, de tres a seis endoprótesis plásticas
■ En p acientes con estenosis fib ro sa grave, la dilatació n endoscópicas de 10 Fr o de 12 cm se insertan percutánea-
se rep ite varias veces para op tim iza r el calib re d el con ­ mente desde ambos lados, con los extremos distales en el
ducto. duodeno.
■ La duración del inflado puede variar, aunque el balón suele ■ Las endoprótesis plásticas se dejan implantadas durante un
mantenerse inflado d e 2 a 3 m in antes de desinflarlo. período de entre 12 y 36 meses.
■ En cam bio, en caso de estenosis blanda, un inflado de 30 s ■ Después de 1 año, se p rocede a colangiopancreatografía por
suele ser suficiente para la recanalización. R M y colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, con el
■ Las dimensiones del b alón dependen del tam año y la locali­ fin de evaluar el aspecto m orfológico del colédoco.
zación de la estenosis: la estenosis en el colédoco se trata con ■ En caso de que se aprecie estenosis grave, es necesario un
balón de 10 mm y las lesiones en el conducto intrahepático, nuevo acceso percutáneo con un catéter con balón de 8 a
con balón de 6 a 8 mm. 10 m m para dilatar el colédoco.
■ Anastom osis bilioentéricas: es útil la dilatación con balones ■ Tam bién vu elven a implantarse endoprótesis plásticas en el
grandes, de 10 a 20 mm. colédoco, durante al m enos 6 meses.
■ Los balones de corte pueden resultar de utilidad para esteno­
sis duras o fibrosas, reduciendo la incidencia de la retracción
elástica.
■ En presencia de litiasis biliar, es necesaria la dilatación d e la C O N T R O V E R S IA S
papila para facilitar el tránsito de los cálculos al intestino.
■ La dilatación papilar se lleva a cabo con un catéter con balón ■ La preferencia por la cirugía o el tratamiento percutáneo ha
de alta presión con un diámetro de 10 a 14 mm. sido objeto de debate.
■ Si los cálculos son de m enos de 1 cm de diámetro, pueden ■ L illem oe et al.: la reconstrucción quirúrgica de las lesiones y
ser fácilm ente impulsados al intestino a través de la papila estenosis de los conductos biliares mayores ofrece excelentes
mediante un catéter con balón. resultados, aun en pleno auge d e la colecistectom ía laparos-
■ Los cálculos de más de l c m deben ser fragm entados para cópica.
facilitar el paso al intestino. ■ Cuando el tratamiento quirúrgico inicial fracasa, el trata­
miento secundario, generalm ente m ediante dilatación con
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Tras la colangioplastia, se implanta una endoprótesis plástica


para prevenir la recidiva de la estenosis y m antener la per­ balón, arroja resultados satisfactorios prácticamente en todos
m eabilidad de la lu z durante el proceso de cicatrización. los pacientes.
■ Las endoprótesis plásticas se m antienen duran un período de ■ El papel de la colocación de endoprótesis para tratar esteno­
2 a 6 m eses y, a continuación, se retiran. sis biliares benignas continúa siendo objeto de controversia.
■ Para m antener un calibre adecuado en el colédoco, suelen
desplegarse más d e una endoprótesis, generalm ente de tres a
cinco, dependiendo del tamaño del conducto.
RESULTADO S
■ Cuando la estenosis se localiza en la parte superior del colé­
doco, es necesario un acceso percutáneo bilateral, a fin de ■ La recidiva de la estenosis benigna tras colangioplastia puede
facilitar la colocación correcta de las endoprótesis. deberse a inflam ación crónica o a falta de distensibilidad de
■ En lesiones biliares mayores se utiliza la técnica d e rendez­ la estenosis inducida p or el com ponente elástico en el tejido
vous. cicatricial.
■ Se trata de una técnica com binada radiológica-endoscópica, ■ En la m ayoría de estudios, el éxito es definido com o ausencia
que puede aplicarse para restablecer la continuidad del sis­ de síntomas tras la retirada de las endoprótesis, con concen­
tem a biliar y m ejorar el estado clínico del paciente. traciones norm ales d e bilirrubina y fosfatasa alcalina.
■ Tras canu lación retrógrada e n d oscóp ica d e l c o lé d o c o , se ■ En la bibliografía se han publicado tasas de éxito que oscilan
introdu ce una guía h id ró fila a través d el con du cto para entre el 70 y 100%, para una m edia de seguim iento de 23 a
instrum ental del en d oscop io , en el in terior d el m uñón 59 m eses (rango: 6 a 78 meses).
420 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

■ N o obstante, en estudios de seguim iento más largo (5 a 7,5


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
años) se han com unicado tasas más bajas (5 5 % ).
Y S E G U IM IE N T O
■ Debe procederse a exploración clínica y realización de prue­
bas de laboratorio cada mes, a fin de valorar los parámetros
C O M P L IC A C IO N E S
de función hepática.
■ La m ayoría de las com plicaciones relacionadas con la técnica ■ Cada 3 m eses se realiza una exploración ecográfica de la
se asocian con el acceso transhepático. parte superior del abdom en, destinada a analizar el árbol
■ Se han referido com plicaciones vasculares en el 2 a 20% b iliar y el aspecto m orfo lóg ico del parénquim a hepático.
de los pacientes som etidos a punción biliar percutánea, en ■ Cuando se hace patente la disfunción d e una endoprótesis,
m uchos casos con presencia de hem obilia que no requirió ha de efectuarse una exploración más detallada m ediante
transfusión ni intervención. TC.
■ La elevada incidencia d e las hem orragias arteriales se hace ■ Solo en casos de m al funcionam iento debe procederse a
patente en casos d e estenosis benignas. colangiografía percutánea o colangiopancreatografía retró­
■ L a m uerte relacionada con la técnica es extremadamente grada endoscópica, seguidas de drenaje biliar.
infrecuente (0 ,3 % ).
■ C om plicaciones mayores: shock séptico, septicem ia y hem o­ Lecturas recomendadas
rragia que requiere transfusión o em b olización de la arteria
Lillemoe KD, Melton GB, Cameron JL, et al: Postoperative bile duct
hepática.
strictures: management and outcome in the 1990s. Ann Surg
■ Se han registrado episodios de colangitis cuando las endo­
232:430-441, 2000.
prótesis están colocadas (1 de 17 casos) o después de su
retirada (2 de 17 casos).
■ La estenosis recidivante tras dilatación con balón de esteno­
sis biliares benignas se da en el 29 a 58% de los casos.
Tratamiento de las fugas biliares

D E F IN IC IÓ N : La fuga biliar se define como desviación de la bilis a consecuencia de un defecto en la


pared del conducto, que causa la formación de bilomas o fistulas y el vertido libre a la cavidad peritoneal.

IN D IC A C IO N E S A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ Fuga biliar de cierta entidad, que no es probable que remita ■ La fuga biliar debe sospecharse en un contexto de flujo de
espontáneam ente aspecto bilioso persistente en el drenaje abdominal.
■ Tratamiento quirúrgico lim itado por las adherencias tisulares ■ L a inyección d e contraste a través del drenaje puede dar
extensas o por el m al estado del paciente, con elevado riesgo lugar a la opaquificación del conducto biliar.
anestésico ■ Antes del drenaje biliar transhepático percutáneo, la TC o la
■ Tratamiento endoscópico inviable en casos d e anastomosis R M con contraste aportan una valiosa inform ación anató­
en Y de Roux entérica, duodenotom ía reciente e im posibili­ mica.
dad de sondar la papila duodenal, el coléd oco o el conducto ■ Los bilomas, las fístulas y los abscesos se visualizan espe­
biliar hepático cialm ente bien m ediante colangiopancreatografía por RM;
■ Tratamiento endoscópico inviable en caso de incapacidad por m edio de ella, se puede establecer provisionalm ente la
para superar una estenosis biliar adicional de form a retró­ localización de la fuga biliar.
grada ■ El sitio de acceso percutáneo se selecciona en función d e la
localización de la fuga; un catéter de drenaje biliar puede
atravesar el sitio d e la lesión del conducto biliar.

C O N T R A IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ Coagulopatía no corregible ■ Se marca el sitio.
■ Antecedentes de alergia al contraste ■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ La técnica de punción única es aceptable para conductos
biliares no dilatados y requiere que la punción inicial sea
id ónea para el im plante del catéter definitivo.
■ Tras la punción hepática, la aguja de acceso se retira lenta­
IN S T R U M E N T A L mente mientras se inyecta contraste p oc o a poco.
■ Si el sitio de acceso es apropiado, se hace avanzar una guía
■ Unidad con arco en C m oderna con radioscopia pulsada de 0,018” al sistema biliar.
■ Contraste ■ En ocasiones, el sitio de punción inicial muestra un conducto
■ H idrosoluble no iónico biliar demasiado central para el drenaje definitivo, debido a
■ Equipo de acceso percutáneo N e ff la presencia de grandes vasos.
■ Consta d e tres com ponentes: revestim iento, introduc­ ■ En tales casos, la colangiografía puede efectuarse por m edio
tor cónico interior y cánula m etálica rígida más interna de la aguja de punción.
(W illia m C ook Europe) ■ A continuación, con técnica de doble punción, el conducto
■ A guja de acceso biliar pertinente es puncionado d e nuevo con la aguja de
■ En acero inoxidable y de pequeño calibre, con fiador acceso, bajo guiado radioscópico.
interno ■ Tras el posicionam iento de la guía de 0,018” , un sistema de
■ Guía introducción coaxial se avanza sobre la guía al conducto
■ Guía d e 0,018” biliar.
■ Guía extrarrígida A m p latz de 0,035” (W illia m Cook ■ L a guía es sustituida por una guía orientable hidrófila de
Europe) 0,035” , que se avanza a la lu z intestinal.
■ Catéter de drenaje ■ Cuando esta ha penetrado en el intestino, la guía hidrófila es
■ A n illo de 8,3 Fr, catéter d e drenaje biliar Lunderquist sustituida por una guía extrarrígida tipo A m p latz de 0,035”.
■ Catéteres de drenaje M unich de 10 y 12 Fr (Peter Pflugbeil): ■ Tras la dilatación del trayecto de punción hepática, se intro­
drenaje biliar perforado con pestaña especial (distancia de duce un catéter de 8,3 Fr con asa de autorretención para
perforación: 7,5 o 10 o 15 cm ) proceder a drenaje biliar interno o externo.

P U N T O S CLAVE
i Los pacientes ancianos pueden presentar ausencia de síntomas d e fuga biliar.
> Las fugas pequeñas pueden tratarse de form a conservadora; las fugas en curso requieren descompresión
biliar endoscópica o percutánea y, posiblemente, reparación quirúrgica.
> El drenaje biliar percutáneo, más invasivo, se reserva para casos en los q ue no es viable el acceso
endoscópico.
■ Se recom ienda un im plante prolongado del catéter de drenaje tras el cierre de la fuga biliar.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 421


422 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Figura 1. M ujer de 88 años con perforación contenida de la Figura 2. M ujer de 8 8 años con perforación contenida de la
vesícula b iliar inflamada sometida a colecistectomía abierta. vesícula biliar inflamada sometida a colecistectomía abierta.
La operación se complicó por alteraciones tisulares inflamatorias Imagen tras sondaje del sistema biliar con guía de 0,018”.
extensas. En el postoperatorio, una punción única percutánea
del conducto biliar intrahepático derecho puso de manifiesto
extravasación biliar en el muñón del conducto cístico (puntas
de flecha) y una estenosis en el conducto hepático común o el
colédoco (flecha).

Figura 3. M ujer de 88 años con perforación contenida de la Figura 4. Mujer de 8 8 años con perforación contenida de la
vesícula b iliar inflamada sometida a colecistectomía abierta. vesícula biliar inflamada sometida a colecistectomía abierta.
Se insertó un catéter de 8,3 Fr para drenaje interno o externo. Tras 2 semanas, los marcadores inflamatorios habían disminuido
y solo se observaba el muñón del conducto cístico sin ulterior
extravasación de bilis. Se implantó un catéter de drenaje Munich
de 12 Fr mantenido para drenaje interno.
T ratam iento de las fugas b ilia re s

■ Los orificios laterales del catéter se localizan a am bos lados ■ Otra com plicación es la acidosis m etabólica secundaria a
de la fuga biliar a fin d e mantener la resistencia intraluminal pérdida biliar continua por el drenaje externo.
lo más baja posible. ■ La estenosis biliar residual se registra en el 31 % de los pacientes.
■ Cuando hay ascitis biliar, el escape de líquido ácido a lo largo
de la trayectoria de punción percutánea causa a m enudo irri­
tación de la piel.
■ El drenaje adicional del líquid o peritoneal ayuda a reducir al A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
m ínim o la extravasación en el trayecto. Y S E G U IM IE N T O
■ La analgesia con opioides y antiinflam atorios no esteroideos,
así com o la profilaxis antibiótica, han de mantenerse o no en
función de la evolución clínica.
C O N T R O V E R S IA S
■ La vigilancia del paciente y la reposición de las pérdidas
■ Existen controversias sobre cuál es el tiem po óptim o de reti­ mediante administración intravenosa de líquidos y electróli­
rada del catéter de drenaje biliar. tos son necesarias durante el drenaje biliar externo.
■ Ernst et al. indican que el uso de un catéter de drenaje grande ■ El catéter de drenaje biliar percutáneo puede som eterse a
o un drenaje durante al m enos 7 u 8 semanas pueden p reve­ irrigación durante los prim eros días del postoperatorio,
nir la estenosis biliar secundaria tras el cierre de la fuga. actuando siempre con precaución para prevenir cualquier
sobrepresión intraductal que mantenga activa la fuga.
■ Durante la hospitalización del paciente se obtienen varias
colangiografías por catéter; cuando se percibe una significa­
RESULTADO S tiva reducción de la extravasación biliar, el drenaje se inter­
naliza.
■ La Society o f Intenventional Radiology ha establecido un ■ Antes del alta, el catéter de 8,3 Fr es reem plazado por otro
umbral de éxito del 70% para la canulación percutánea de m ayor y más blando, com o el catéter M unich de 10 o 12 Fr.
conductos biliares no dilatados. ■ U tilizando un tubo conector especial, son posibles el drenaje
■ En un estudio desarrollado en 130 pacientes con conductos bilia­ externo o la irrigación adicionales. La lim pieza estéril o la
res no dilatados, se refirió una tasa de éxito técnico del 90%. colocación de apósitos en el acceso ha de llevarse a cabo
■ El éxito de la técnica im plica el cierre de la fuga biliar solo regularmente para evitar infecciones relacionadas con el
con drenaje biliar percutáneo o una m ejora del estado del m ismo.
paciente que perm ita la reparación quirúrgica definitiva. ■ Los catéteres se cam bian cada 2 m eses en régim en am bulato­
■ Se ha com unicado que, para las fugas biliares, el drenaje rio, realizándose pruebas de evaluación de su perm eabilidad;
biliar transhepático percutáneo es eficaz en el 50 a 100% de asim ism o, se cam bian cuando se registran d olor abdom inal o
los pacientes sin cirugía adicional. síntomas de infección.
■ Entre las razones del fracaso del drenaje biliar transhepático ■ Tras com probar el sellado de la fuga en una colangiografía de
percutáneo se cuentan la necrosis, la rotura o el desgarro seguim iento, el catéter es sustituido por uno menor.
extenso del conducto biliar. ■ El drenaje puede retirarse a las 4 a 8 semanas, siempre que el
■ Después de un trasplante de hígado, el pronóstico de los estado de los conductos biliares sea normal.
pacientes con fugas biliares anastomóticas o por necrosis es
relativam ente malo.
Lecturas recomendadas
Ernst O, Sergent G, Mizrahi D, et al: Biliary leaks: treatment by means
of percutaneous transhepatic biliary drainage. Radiology 211:345-
348, 1999.
C O M P L IC A C IO N E S Kaufman SL, Kadir S, Mitchell SE, et al: Percutaneous transhepatic
■ La frecuencia de las com plicaciones oscila entre el 0 y 25% . biliary drainage for bile leaks and fistulas. Am J Roentgenol
■ Las com plicaciones graves relacionadas con la técnica se dan 144:1055-1058, 1985.
Tsukamoto T, Hirohashi K, Osugi H, et al: Percutaneous management
en el 4 % de los casos.
of bile duct injuries after cholecystectomy. Hepatogastroenterology
■ Se han registrado casos de hem obilia secundaria a lesión y
49:113-115, 2002.
hem orragia arterial tras la retirada del catéter. Vecchio R, MacFadyen BV, Ricardo AE: Bile duct injury: management
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Tam bién pueden producirse hem atom a hepático subcapsular options during and after gallbladder surgery. Semin Laparosc Surg
y hem orragia digestiva. 5:135-144, 1998.
Tratamiento de los cálculos biliares

D E F IN IC IÓ N : Tratamiento de cálculos sintomáticos en pacientes no candidatos a cirugia mediante


drenaje percutáneo y extracción de cálculos por etapas.

■ Láser con colorante d e verde de cumarina pulsado


IN D IC A C IO N E S ■ MDL-1 Lasertripter (Candela Laser)
■ Tratamiento de cálculos sintomáticos en pacientes no candi­ ■ Para disgregar los cálculos resistentes
datos a cirugía ■ Opera a una longitud de onda de 504 nm
■ Cálculos retenidos en los conductos biliares tras fracaso d e la ■ Salida de potencia de entre 40 y 100 mJ
colangiopancreatografía retrógrada endoscópica
■ Cuando la hepatolitiasis ha sido diagnosticada p oco después
de la cirugía y el paciente m antiene im plantada una sonda
en T, puede ser derivado directamente a radiología intervencio­ A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
nista ■ La colecistolitotom ía percutánea utiliza un acceso transhepá­
■ Cálculos periféricos al hilio hepático e intraductales más allá tico o transperitoneal.
del alcance de cualquier intervención endoscópica ■ La vesícula biliar puede ser exam inada con guiado radioscó­
p ico, ecográfico o por TC.
■ La v ía d e entrada debe situarse al final del fondo de la vesí­
cula.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Los estudios de im agen no invasivos resultan útiles para
■ Coagulopatía no corregible determ inar la carga de cálculos y la distribución de los mis­
■ Vesícula biliar no distensible m os, al program ar el acceso.
■ Presencia d e infección activa

T É C N IC A
IN S T R U M E N T A L
■ Los pacientes son sedados y se les administran antibióticos
■ Catéter intravenosos (3,375g de piperacilina-tazobactam o 3 g de
■ Catéter de retención con asa de bloqueo ampicilina-sulbactam) antes de la intervención.
■ Catéter de drenaje biliar ■ Algunos m édicos prefieren la adm inistración de atropina (0,6
■ Contraste iónico a 1 m g) para lim itar la potencial respuesta vagal secundaria a
■ Coledocoscopio flexible la dilatación de la vesícula.
■ M od elo CHF-4B (O lym pus) ■ C olecistolitotom ía percutánea: el acceso inicial puede ser
■ Diám etro externo de 15 Fr transhepático o transperitoneal
■ El coledocoscopio contiene un conducto de instrumenta­ ■ La vesícula puede examinarse con guiado radioscópico, eco-
ción que perm ite el uso de instrumental convencional que gráfico o por TC.
m ida un diám etro de hasta 5 Fr. ■ V ía de entrada: fondo de la vesícula; ello sim plifica el acceso
■ Dispositivo alternativo: un coledocoscopio de 11 Fr (P2 a la sonda de litotricia electrohidráulica y facilita la retirada
tipo URF, Olym pus) puede atravesar más fácilm ente las de todos los cálculos d e la luz intestinal con cestas.
estenosis en los conductos biliares intrahepáticos. ■ Técn ica d e Seldinger: se coloca un catéter con asa de reten­
■ Este coledocoscopio presenta un conducto de instrumenta­ ción de 10 a 14 Fr.
ción de m enor diámetro, d e 3 Fr. ■ En pacientes con colecistitis crónica, la dilatación del trayecto
■ Dilatadores de teflón y la extracción de los cálculos se realizan al día siguiente.
■ Cook ■ En pacientes con drenajes implantados para tratar la cole­
■ Lavado con suero fisiológico cistitis aguda, es necesario dejar pasar un tiem po hasta que
■ Litotricia electrohidráulica se recuperen d e sus síntomas antes de la extracción d e los
■ Controlada con pedal, generador de ondas de choque (EL- cálculos.
115; Am erican A M C I) con salida de potencia d e 70-80 W ■ Una guía de seguridad se deja en la lu z de la vesícula fuera
■ Electrodo de litotricia electrohidráulica (N orthgate) de 3 Fr del conducto d e instrum entación de 18 Fr.

P U N T O S CLAVE
i El tratam iento percutáneo de cálculos biliares afecta a d os grupos d e pacientes: los que presentan
cálculos sintom áticos y no son apropiados para colecistectom ía y los que padecen cálculos en el sistema
ductal extra- o intrahepático y que no pueden ser tratados endoscópicam ente, a m enudo som etidos a
colecistectom ía reciente.
i Con experiencia y variedad de instrum ental es posible eliminar los cálculos en más del 90% de los
pacientes.
i Los pacientes con cálculos biliares sintom áticos presentan una mayor probabilidad de recidiva que los
afectados por hepatolitiasis, si se conserva la vesícula biliar.

424 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


T ratam iento de los cá lc u lo s b ilia re s 425

Figu ra 1. A c c e s o p erc u tá n e o p a ra c o le c is to lito to m ía . En


la colan giografía practicada a través d e la aguja d e acceso se
observa un conducto cístico perm eable.
Figura 2. A c c e s o p erc u tá n e o p a ra c o le c is to lito to m ía . A la
m añana siguiente, el trayecto fu e dilatado hasta un calibre de
18 Fr, y se in trodujo una cesta. Obsérvese el cálculo atrapado en
la cesta (flech a la rg a ) y la gu ía de seguridad fuera del introductor
d e acceso (flech a co rta ).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

F igura 4. S o n d a d e lito t r ic ia e le c tro h id rá u lic a . Im agen


Figu ra 3. S o n d a d e lito t r ic ia e le c tro h id rá u lic a . Antes de radioscópica que muestra la sonda de litotricia electrohidráulica
ser in troducida a través d el conducto de instrum entación del adecuadamente posicionada más allá del extrem o del
coledocoscopio. coled ocoscopio (fle c h a ).
426 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

■ En casos en los que la dilatación del trayecto es difícil, se ■ La colangiografía, la endoscopia, o ambas, sirven para con­
dispone d e suturas T-tac. firm ar que todos los cálculos han sido tratados.
■ Los cálculos que son demasiado grandes para ser extraídos ■ A través de la am polla se im planta un drenaje biliar interno
a través de un introductor resistente a la fragm entación con o externo en el intestino delgado.
cesta pueden ser disgregados con una sonda de litotricia ■ Durante la noche, el catéter se m antiene abierto para drenaje
electrohidráulica. por gravedad, cerrándolo p or la mañana si el paciente está
■ La sonda de litotricia electrohidráulica debe situarse a l o afebril y asintomático.
2 m m de distancia de la punta del coledocoscopio para pre­
venir el daño del mismo.
■ La sonda ha de dirigirse directam ente sobre el cálculo, no
sobre la pared de la vesícula. C O N T R O V E R S IA S
■ Se p rocede a una coledocoscopia final para com probar que
■ C oledocoscopia intrahepática de rutina
no quedan cálculos residuales cuando el m édico considera
que ya se han extraído todos.
■ Se realiza una colangiografía con contraste para valorar los
conductos cístico y biliar. RESULTADO S
■ Los cálculos detectados en estas estructuras se extraen a tra­
vés del acceso a la vesícula biliar, si es posible, o por colan­ ■ El m antenimiento de un drenaje biliar interno o externo a
giopancreatografía retrógrada endoscópica, si es necesario. través de la vesícula biliar y el conducto cístico en el colé­
■ El catéter con asa de retención (14 a 16 Fr) se deja de nuevo d oco y el duodeno induce la fragm entación pasiva de los
en la vesícula al final de la intervención. cálculos.
■ Se deja un catéter de calibre am plio para taponar el trayecto ■ El drenaje perm ite que los cálculos fragmentados pasen al
utilizado en la endoscopia, lo que perm ite tam bién drenar la d uodeno o salgan por el catéter d e colecistotomía.
gra villa generada por la fragm entación de los cálculos. ■ C olecistolitotom ía percutánea: la elim inación com pleta de
■ El catéter se m antiene para drenaje por gravedad. los cálculos se consigue en más del 90% de los pacientes.
■ H epatolitotom ía percutánea: si se usa una sonda en T, se ■ Con un seguim iento m edio de 33 meses, Courtois et al. apre­
obtiene una colangiografía inicial a través del catéter exis­ ciaron que 8 de 65 pacientes (1 2 % ) desarrollaron síntomas
tente. de recidiva.
■ La sonda en T es retirada sobre un guía tras proceder a seda­ ■ M cDerm ott et al. observaron que 13 de 23 pacientes se man­
ción preoperatoria y administración de profilaxis antibiótica. tenían libres de cálculos tras 19 meses.
■ Para perm itir la introducción del endoscopio, se insertan un ■ Las tasas estimadas de recidiva para pacientes som etidos a
introductor vascular o dilatadores d e teflón telescópicos. colecistolitotom ía oscilaban entre el 40 y 70% a los 3 a 4 años
■ Si se va a utilizar el acceso transhepático de novo, se accede de la intervención.
al conducto izquierdo, al derecho o a ambos. ■ H epatolitotom ía percutánea: el éxito se alcanza en más del
■ En la visita inicial se im planta un catéter interno o externo. 90% de los casos.
■ Si el paciente se selecciona para intervención program ada y
no presenta enferm edad aguda, la dilatación y la litotom ía
pueden realizarse al día siguiente.
■ Cuando el paciente está en fase aguda, puede ser necesario
C O M P L IC A C IO N E S
un períod o de e nfria m ien to antes de la extracción de los cál­ ■ La activación d e la sonda d e litotricia electrohidráulica
culos. cuando está en contacto con el endotelio biliar puede causar
■ En caso de que el paciente presente septicem ia y los cálculos hem orragia o fuga biliar.
estén im pactados en el colédoco, se deja im plantado un dre­ ■ C olecistolitotom ía percutánea: se registran com plicaciones
naje externo. m ayores en aproxim adam ente el 6 % de los casos, en su
■ A continuación se procede a enrollar la guía de seguridad en m ayor parte relacionadas con fugas biliares.
el intestino delgado. ■ La m ortalidad a 30 días es del 3 % .
■ La colangiografía confirm a la localización del cálculo o cál­ ■ H epatolitotom ía percutánea: Stokes et al. com unicaron una
culos. tasa de com plicaciones mayores del 17% y una m ortalidad a
■ El balón (10 a 12 m m ) se infla a través de la am polla de Vater 30 días del 4 % .
durante 45 a 90 s, una o dos veces, a fin de facilitar el paso ■ Otro grupo dio a conocer una m ortalidad a 30 días del 8 % y
del cálculo. una incidencia de hem obilia grave del 12%.
■ Luego, se usa un balón de tamaño aproxim ado al cálculo de ■ La im pulsión de los cálculos al intestino delgado se asocia a
mayores dimensiones para proceder a su fragmentación. un riesgo, escaso pero definido, de pancreatitis.
■ El balón se desinfla y se retrae cuidadosam ente sobre el cál­ ■ Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica: se registran
culo, se infla de nuevo y se utiliza para im pulsar los residuos complicaciones en el 8 a 12% y una mortalidad del 0,5 a 1%.
al intestino delgado.
■ Si los cálculos están en posición periférica al sitio de inser­
ción de la sonda en T, se em plean técnicas de catéter y guía
convencionales para atravesar los cálculos. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ Los cálculos son impulsados hacia el colédoco con un balón Y S E G U IM IE N T O
de Fogarty.
■ A continuación son fragm entados e impulsados al intestino ■ Después de unas 2 semanas, el paciente es citado para proce­
delgado. der a una inyección por catéter en régim en ambulatorio.
■ Cuando los cálculos son de un diám etro superior a 15mm, ■ Si no se detectan cálculos residuales y la vesícula drena ade­
se utilizan fragm entación con cesta y litotricia electrohidráu­ cuadamente a los conductos biliares centrales, el catéter se
lica. cierra para simular el drenaje interno.
T ratam iento de los cá lc u lo s b ilia re s

■ Después de que el paciente haya tolerado el drenaje interno Lecturas recomendadas


durante 2 semanas, el catéter se inyecta sobre la guía
Akiyam a H, O kazaki T, Takashima I, et al: Percutaneous treatments
para verificar la presencia de un trayecto colecistocutáneo for biliary diseases. Radiology 176:25-30, 1990.
maduro. Burhenne HJ: Percutaneous extraction o f retained biliary tract stones:
■ Cuando el trayecto está maduro, el catéter se retira, quedando 661 patients. AJR A m J Roentgenol 134:888-898, 1980.
confirm ada la elim inación d e todos los cálculos. Fache JS: Transcholecystic intervention. R adiol C lin N orth A m
■ El paciente suele ser exam inado en la unidad de radiología 28:1157-1169, 1990.
intervencionista, com o parte del seguim iento y en función de M alon e DE: In terventional ra diologic alternatives to cholecystectomy.
las necesidades. R adiol C lin N orth A m 28:1145-1156, 1990.
Picus D: Intracorporeal biliary lithotripsy. R a diol C lin N o rth A m
■ Los casos que presentan cuadros más com plejos son tratados
28:1241-1249, 1990.
conjuntamente con el cirujano que ha derivado al paciente o
con un gastroenterólogo.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento de las complicaciones biliares:
intervención en el paciente con trasplante
hepático
D E F IN IC IÓ N : Las complicaciones biliares, tales como las estenosis biliares y las fugas biliares, se
tratan con bilioplastia y drenaje biliar.

■ El acceso dependerá, en gran m edida, del lugar de la obs­


IN D IC A C IO N E S trucción o fuga y de la anatom ía del trasplante.
■ Estenosis anastomóticas biliares ■ Puede ser im prescindible un drenaje bilateral si la fuga com ­
■ Fugas biliares postrasplante prom ete a la confluencia biliar.
■ C om plicaciones biliares tardías, com o estenosis no anasto­
móticas hiliares o estenosis biliares intrahepáticas
■ Acceso para intervenciones posteriores com o litotripsia o
cálculos intrahepáticos
T É C N IC A
■ El área se prepara con un antiséptico cutáneo.
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ Se accede al sistema biliar con una técnica convencional de
colangiografía transhepática percutánea.
■ Coagulopatía irreversible ■ En sistemas dilatados, se puede usar la ecografía para acce­
■ Grave alergia al contraste intravenoso que no puede ser pre- der a las vías biliares.
tratada ■ Se realiza una colangiografía para determ inar el punto de
obstrucción o fuga.
■ El tratamiento d e las estenosis biliares consiste en bilioplas­
tia con balón de inicio seguida de drenaje a largo p lazo con
IN S T R U M E N T A L tubos de gran calibre.
■ Equipo de ecografía ■ El drenaje durante 1 año reduce el riesgo de recidiva, pero
■ A guja de 22 G para realizar una colangiografía precisa de cam bios frecuentes de los tubos para evitar su
■ A guja de 18 G (diám etro interno: 0,035”) oclusión o infección.
■ Guía hidrófila d e 0,035” ■ Si el paciente no reacciona al program a de drenaje durante
■ Catéter introductor multiusos de 5 Fr 1 año, se puede proponer una opción más breve, pero son
■ D renaje interno o externo d e 12 Fr necesarias sesiones de bilioplastia con balón (una a tres).
■ Tamaño del balón: de 4 a 10 m m ■ Para el drenaje de fugas biliares, se c oloca un gran catéter
■ Para la bilioplastia de drenaje interno d e 12 Fr dentro de los conductos bilia­
■ Catéter de drenaje sum idero de 12 a 14 Fr res (serie superior de orificios laterales en las vías biliares
■ Para drenaje de un bilom a intrahepáticas por encim a de la fuga, orificios inferiores en
el duodeno para conseguir una com pleta exclusión de la
fuga).
■ El drenaje biliar se debería asociar a un drenaje del bilom a.
A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O ■ Tan pronto com o se consiga un correcto drenaje biliar interno
■ El drenaje biliar se trata endoscópica o percutáneamente, y se excluya la fuga, el catéter se tapará para evitar la mal-
según el tipo d e anastomosis. nutrición calórico-proteica y la depleción de líquidos y elec­
■ El acceso percutáneo se utiliza en niños con injertos seg­ trolitos.
mentarios o en adultos con hepatoyeyunostom ías que no se ■ El drenaje interno se com prueba cada m es hasta la curación
pueden alcanzar m ediante endoscopia. y, entonces, se retira, a menos que se encuentre una este­
■ En caso de anastomosis de vía a v ía se prefiere un acceso nosis de la anastomosis, lo que precisa del tratamiento ya
endoscópico. descrito.
■ El diagnóstico de la estenosis biliar tardía puede ser difícil
con ecografía; la colangiopancreatografía m ediante resonan­
cia m agnética resulta útil.
■ Para las com plicaciones tardías, a m enudo se em plea la
C O N T R O V E R S IA S
radiología intervencionista; en presencia de una lesión pro­
gresiva biliar y del injerto, se em plea una m edida transitoria ■ Tratamiento endoscópico de estenosis biliares frente a percu­
antes del retrasplante. táneo

PUNTOS CLAVE
i El tratam iento de las estenosis biliares anastom óticas consiste en una bilioplastia con balón de inicio
seguida d e un drenaje a largo plazo con tub o s de gran calibre,
i Las fugas biliares se pueden tra ta r percutáneam ente con drenaje biliar o del biloma.

428 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Tratam ien to de las c o m p lica cio n e s b ilia re s : in te rv e n c ió n en el p aciente con tra s p la n te h epático 429

Figu ra 1. T ra ta m ie n to p erc u tá n e o de un a esten o sis d e Figura 2. T ra ta m ie n to p erc u tá n e o de u n a e sten o sis d e


an a stom os is b ilio e n té ric a . C olangiografía con aguja fina qu e an a stom os is b ilio e n té ric a . Bilioplastia con un balón d e 10 m m
muestra una estenosis anastom ótica. de diámetro.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

F igura 4. T ra ta m ie n to p erc u tá n e o de u n a e sten o sis h ilia r,


p ro b a b le m e n te is q u é m ic a , e n u n h íg a d o tra s p la n ta d o con
o c lu s ió n d e la a r te ria h ep á tica . Tras com pletar la dilatación
d el conducto h epático izq u ierd o, se re alizó un im plante de
endoprótesis biliar a los 6 meses para rem odelar las estenosis.

Figu ra 3. T ra ta m ie n to p erc u tá n e o d e u n a esten o sis h ilia r,


p ro b a b le m e n te is q u é m ic a , e n u n h íg a d o tra s p la n ta d o con
o c lu s ió n d e la a r te ria h ep á tica . Se prefirió el acceso percutáneo
a una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica p orque se
precisó d e un acceso bilateral. D ilatación con balón del conducto
hepático derecho.
430 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

RESULTADO S ■ El em pleo de un gran drenaje dism inuye la frecuencia de obs­


trucción, pero incrementa el riesgo d e hem orragia secundaria
■ Las tasas de éxito son de entre el 70 y 80% en ambas series, a la erosión arterial.
endoscópica y percutánea, para el tratamiento de estenosis
anastomó ticas.
■ Se observa una reestenosis sobre la estenosis biliar no anas­
tom ótica tardía en más del 66% de los casos. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
Y S E G U IM IE N T O
■ Las estenosis recidivantes o los fracasos intervencionistas se
tratan m ediante reconstrucción quirúrgica.
C O M P L IC A C IO N E S ■ La erosión arterial puede precisar d e em bolización de una
■ La tasa de com plicaciones en ambas series, endoscópica y rama de la arteria hepática.
percutánea, es de entre el 5 y 8 %.
■ Las complicaciones de las intervenciones biliares son perito­ Lecturas recomendadas
nitis biliar, bacteriem ia y septicem ia, hem obilia y neum o­
Denys A , et al: Interventional radiology in the m anagement o f
torax. com plications after liv er transplantation. E u r R a diol 14:431-439,
■ El riesgo de hem obilia disminuye cuando se em plea la eco- 2004.
grafía para dirigir la punción tan rápido com o sea posible Karani JB, Yu DF, Kane PA: In terventional radiology in liver
desde un vaso principal hasta la v ía biliar periférica. transplantation. Cardiovasc Intervent R adiol 28:271-283, 2005.
Colecistotomía percutánea

D E F IN IC IÓ N : Técnica minimamente invasiva de acceso a la vesícula y al sistema biliar para


descomprimir la vesícula en el tratamiento de la colecistitis aguda y para acceder al sistema biliar.

■ Puede emplearse con un equipo Jeffrey, que perm ite la


IN D IC A C IO N E S transición a un sistema de 0,035”
■ La colecistectom ía percutánea se em plea para descomprimir ■ Equipo Jeffery (C ook)
la vesícula biliar para el tratamiento de la colecistitis aguda y ■ Dilatadores de trayecto tisular de 8 a 10 Fr
para el acceso al sistema biliar. ■ Guía Rosen de 0,035” y 145 cm o guía superrígida de 0,035”
■ El objetivo de la colecistotom ía percutánea con drenaje de y 75 cm tipo Am platz
la vesícula biliar es evitar la perforación de la vesícula y la ■ T ienen la rigidez necesaria para servir d e soporte en la
sepsis. colocación de la sonda de drenaje, aunque tam bién pue­
■ O frece una vía m ínim am ente invasiva de acceso a la vesícula den formar un asa dentro de la vesícula
y al sistema biliar para otras intervenciones. ■ Drenaje multiusos de autorretención con aguja trocar (dre­
■ La colecistotom ía empírica puede estar indicada para fiebre naje Flexim a)
de origen desconocido ■ Para drenaje por gravedad y conectada a una bolsa
■ Puede estar indicada com o acceso para colocación de endo­
prótesis biliares o para extracción de cálculos.

A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ■ La vesícula puede alcanzarse m ediante acceso transperito-
■ Intestino interpuesto, com o el propio del síndrome de Chilai- neal, infrahepático y transhepático.
diti, que im pide el acceso seguro a la vesícula biliar. ■ Generalmente, la v ía transhepática form a un arco desde la
■ La diátesis hem orrágica grave puede im pedir el acceso trans­ línea m edioaxilar a la línea m edioclavicular derechas.
hepático. ■ Se selecciona una v ía por debajo del diafragm a que puede o
■ Entre las contraindicaciones relativas se cuentan el tum or de no ser intercostal.
vesícula biliar o la distensión im portante d e la vesícula por ■ El acceso intercostal se realiza inm ediatam ente por encim a
cálculos. de la costilla para eludir el paquete neurovascular.
■ La colocación de una sonda de colecistotom ía percutánea ■ Es im portante excluir cualquier posible segm ento colónico
en una vesícula perforada descom prim ida puede ser difícil o interpuesto entre el hígado y la pared abdom inal a lo largo
im posible. de la trayectoria prevista.
■ El acceso transhepático suele atravesar los segm entos V y
VI y penetra en la vesícula biliar a través de la fosa d e la
misma.
IN S T R U M E N T A L ■ El acceso transperitoneal es en general anterior o anterolateral
y, de form a análoga, se debe evitar el intestino interpuesto.
■ Ecografía
■ La ecografía se realiza con una sonda sectorial de frecuen­
cia m edia (6 a 8 H z).
■ TC
T É C N IC A
■ Puede utilizarse TC axial sin realce con contraste; la radios­
copia por TC es útil pero no necesaria. ■ El tiem po de protrom bina, el tiem po parcial de tromboplas-
■ Lidocaína al 1 % tina y el recuento plaquetario deben com probarse y corre­
■ Para anestesia local girse en función d e las necesidades.
■ M idazolam , fentanilo ■ Es necesario revisar todas las im ágenes disponibles para
■ Para sedación valorar las potenciales vías de acceso.
■ D iatrizoato sódico y diatrizoato de m eglum ina ■ El paciente se coloca en decúbito supino o con el hombro
■ Contraste yodado para la opaquificación del sistema biliar derecho levantado; se realiza una ecografía para valorar y
■ Aguja percutánea de 7 cm del calibre 18 o aguja trocar de 15 cm marcar el sitio de acceso.
■ Dependiendo de la profundidad de la vesícula biliar ■ Se m iden las trayectorias transhepática y transperitoneal
■ Guía de 0,035” o m icropunción de calibre 21 o aguja Chiba hasta la vesícula biliar, para la correspondiente selección de
de calibre 22 y guía d e 0,018” las agujas.

P U N T O S CLAVE
i La colecistitis es una anomalía frecuente que, en determ inados pacientes, com porta un alto riesgo de
morbilidad y m ortalidad.
i La colecistotom ía es un tratam iento de la colecistitis aguda mínim amente invasivo, seguro y eficaz,
i Esta técnica constituye una alternativa de acceso intervencionista al sistem a biliar para otras intervenciones
biliares.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 431


432 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Figura 1. TC axial con contraste qu e muestra una vesícu la b iliar


distendida e in filtración d e grasa pericolecística (flech a ).

Figu ra 2. TC axial con contraste qu e muestra las potenciales vías


de acceso intercostales (lín ea s blancas) para una colecistotom ía
transhepática.

Pm S*
0 - ■4
^ *11

Figura 3. T C c o ro n a l c o n con tras te qu e m u es tra u n a v ía Figura 4. Im a g e n d e T C a x ia l s in c o n tra s te q u e m u es tra b a rro


tra n sh e p á tic a in te rc o s ta l de a c c e s o a la v e s íc u la b ilia r e n la v e s íc u la b ilia r, e n g ro s a m ie n to d e la p a re d d e la m ism a
(lín e a b la n c a ). Obsérvese la estrecha relación entre el colon y líq u id o p e ric o le c ís tic o (f le c h a la r g a ) e n u n p a c ie n te con
(p u n ta de fle ch a ) y el intestino delgado (fle c h a ). c o le c is titis a c a lc u lo s a . O bsérvese la estrecha relación d el colon
transverso (flecha s cortas) con los potenciales accesos an terior o
posterior.
C olecistotom ía percutánea

■ El paciente se preparado y cubre con paños, siguiendo una ■ Algunos investigadores consideran que la sim ple aspiración
técnica estéril. de la vesícula puede ser suficiente, aunque los estudios que
■ Bajo guiado radioscópico, se marcan el nivel del diafragma y apoyan esta tesis son limitados.
el nivel de acceso, y se tom a una im agen de exploración. ■ Si la aspiración no consigue hacer que remita la inflam ación,
■ Se induce sedación consciente y, por v ía intravenosa, se la descompresión lim ita la colocación de la sonda; la falta de
administra un antibiótico con cobertura para gramnegati- intubación dificulta la colangiografía y el acceso biliar.
vos.
■ Se aplica lidocaína al 1 % com o anestésico local, se practica
una pequeña incisión y se p rocede a disección rom a de la
grasa y el músculo con pinzas curvas.
■ El acceso a la vesícula biliar puede producirse por vía trans­ RESULTADO S
hepática o transperitoneal. ■ Se han publicado tasas de éxito en más del 95% de los
■ Existen dos m étodos de realización de la colecistotom ía per- pacientes.
cutánea: la técnica de Seldinger y la de trocar. La primera ■ El éxito clínico es más variable, con una eficacia que oscila
se adapta m ejor a los accesos difíciles y a las vesículas de entre el 60 y 90 %.
tamaño reducido. ■ Asim ism o, se han referido tasas de éxito clínico altas para la
■ Una aguja Chiba de calibre 22, o una de pared única de cali­ aspiración de la vesícula y el uso de sondas de colecistotom ía
bre 18, se hace avanzar hacia la vesícula bajo guiado con en pacientes de alto riesgo.
im agen, con visualización de la punta de la aguja en todo ■ Los m ejores resultados clínicos se consiguen en casos con
mom ento. síntomas claros d e colecistitis, tanto clínicos com o de im a­
■ La posición de la aguja en el interior de la vesícula se con­ gen.
firm a aspirando una pequeña cantidad de bilis e inyectando ■ La respuesta es rápida, en las 72 h siguientes al implante.
otra, tam bién pequeña, d e contraste.
■ Una aguja de calibre 22 y una guía d e 0,018” o una com bina­
ción de equipo Jeffrey son introducidos en la vesícula biliar.
■ A continuación, se introduce una guía Rosen de 0,035” , o
una guía A m p latz extrarrígida corta, enrollada en la vesícula, C O M P L IC A C IO N E S
pero sin distensión ni estiramiento.
■ La colecistotom ía percutánea es generalm ente una técnica de
■ D espués se pasa a la vesícula un drenaje m ultiusos d e 8 a
bajo riesgo.
10 Fr con autorretención o bloqueo.
■ La com plicación más frecuente es la fuga biliar, que puede
■ El drenaje precisa un soporte para form arlo; puede ser nece­
producirse durante la colocación o la retirada de los catéte­
sario un dilatador del trayecto.
res.
■ La técnica de trocar se ajusta m ejor a los pacientes con
■ Tam bién se registran neum otorax, perforación intestinal y
vesícula distendida grande, que puede ser visualizada con
form ación de fístula.
facilidad.
■ Otras posibles com plicaciones son reacciones y derrames
■ En la técnica d e trocar, la punta de la aguja se coloca en
pleurales.
el drenaje multiusos y todo el sistema se hace avanzar a la
■ En ocasiones se produce lesión arterial o venosa por im plante
vesícula.
transhepático (hem obilia).
■ Esta técnica tiene la ventaja de realizarse en un solo paso y
■ A veces, la inyección de grandes cantidades de contraste en
de acceder a la vesícula sin intercam bios sobre una guía.
la vesícula biliar produce escalofríos y sepsis.
■ Con cualquiera de las técnicas, el drenaje im plantado se
■ Entre las com plicaciones menores cabe citar el desplaza­
forma, se bloqu ea y se inyecta con una cantidad reducida de
miento o el desprendimiento de la sonda.
contraste, del orden de 3,5 mi.
■ Se sutura a la p iel y se conecta a una bolsa de gravedad.
■ La muestra de bilis es enviada a laboratorio para cultivo y
tinción d e Gram.
■ Cuando se contem pla la posible extracción de cálculos, pue­
den utilizarse balones, cepos y litotricia. A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA Y
S E G U IM IE N T O
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La sonda se lava dos veces al día; se drena m ediante la bolsa


de gravedad sin tapón; el trayecto madura en u n período de
3 a 8 semanas.
C O N T R O V E R S IA S
■ En la colecistitis acalculosa, la colecistotom ía percutánea
■ El acceso transhepático a través de la fosa de la vesícula puede resultar definitiva; la sonda se retira una v e z que el
biliar resulta más aconsejable, ya que crea un trayecto más episodio ha pasado y el trayecto ha madurado.
seguro para retener la sonda d e drenaje. ■ Se puede obtener una colangiografía por sonda a fin de des­
■ Con el acceso transhepático, la vesícula descom prim ida se cartar la obstrucción del conducto cístico o la presencia de
colapsa hacia la sonda, evitando la extravasación de bilis; cálculos extrahepáticos en el tracto.
cualquier posible fuga tiende a ser extraperitoneal. ■ Antes de la retirada de la sonda, esta puede mantenerse
■ El avance en una vesícula de dimensiones reducidas es más tapada durante 48 h, com o prueba clínica que descarte la
sencillo con el acceso transhepático; además, es más ade­ colecistitis recidivante.
cuado para las técnicas intervencionistas. ■ Si se considera la aplicación de litotricia o la extirpación de
■ Se han com unicado resultados satisfactorios con el acceso cálculos, el trayecto se dilata y los cálculos son extraídos o
transperitoneal. fragmentados, bajo guiado radioscópico o coledoscópico.
■ N o obstante, esta v ía puede aumentar el riesgo de fuga biliar ■ Las sondas bloqueadas pueden ser limpiadas y cambiadas o
y, con ella, el trayecto tarda más tiem po en madurar. agrandadas con el tiempo.
434 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Lecturas recomendadas vanSonnenberg E, Wittich GR, Casóla G, et al: Diagnostic and therapeutic
percutaneous gallbladder procedures. Radiology 160:23-26, 1986.
Akhan O, Ak in ci D, O zm en M N : Percutaneous cholecystostomy. E u r J Yusoff IF, Barkun JS, Barkun A N : Diagnosis and m anagem ent o f
Radiol 43:229-236, 2002. cholecystitis and cholangitis. Gastroenterol C lin N orth A m 32:1145-
Bortoff GA, Chen MY, Ott DJ, et al: G allbladder stones: im aging and 1168, 2003.
intervention. RadioGraphics 20:751-766, 2000.
Tratamiento de la enfermedad inflamatoria
pancreática

D E F IN IC IÓ N : El tratamiento de la pancreatitis comprende drenaje pancreático, desbridamiento


quirúrgico y colocación de endoprótesis de drenaje transgástrico.

■ A guja de calibre 18 a 22 para acceso inicial


IN D IC A C IO N E S
■ Puede ser necesario un equipo coaxial para pasar de un sis­
■ Necrosis pancreática: tratamiento defin itivo o de transición tem a de 0,018” a uno de 0,035 a 0,038”.
antes del desbridamiento quirúrgico ■ Cable guía rígido
■ Acum ulaciones líquidas agudas: aspiración con aguja para ■ Dilatadores fasciales
descartar la infección ■ Catéteres d e orificios laterales m últiples d e calibre grueso
■ Seudoquistes d e más de 5 cm y que aumentan de tamaño; (14 a 16 Fr)
dolor intenso y obstrucción gastrointestinal o biliar y seudo­ ■ Los catéteres de calibre relativam ente reducido (8 a 10 Fr)
quistes no infectados pueden ser adecuados para el drenaje d e acumulaciones
■ Abscesos pancreáticos de líquido transparente y de seudoquistes no infectados.
■ Necrosis infecciosa: el drenaje con catéter puede servir com o ■ Los seudoquistes infectados, los abscesos y la necrosis
transición preoperatoria; se han publicado inform es de cura­ con licuefacción se drenan m ejor con catéteres de calibre
ción com pleta solo con drenaje por catéter grueso (12 a 16 Fr).
■ Bolsa de drenaje o sistema de succión

C O N T R A IN D IC A C IO N E S A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Cateterismo crónico de necrosis pancreática estéril
■ Los accesos para el drenaje d e acumulaciones líquidas pan­
■ D renaje de necrosis pancreática infecciosa sin licuefacción
creáticas son quirúrgicos, radiológicos y endoscópicos.
significativa
■ Desde el punto de vista radiológico, las acumulaciones se
■ Seudoaneurismas (tratados por em bolización transcatéter)
drenan externam ente con catéteres de drenaje percutáneos y
transabdominales.
■ El drenaje interno transgástrico de seudoquistes reduce el
riesgo de desarrollo de fístula pancreatocutánea y disminuye
IN S T R U M E N T A L
el uso de catéteres externos.
■ TC o ecografía ■ El drenaje quirúrgico se lleva a cabo creando una anastom o­
■ L a TC aporta más inform ación sobre la extensión, el sis am plia entre el tubo digestivo y la acumulación.
número y la localización de las estructuras adyacentes. ■ Las localizaciones óptimas para la colocación del catéter son
■ Las acumulaciones superficiales pueden drenarse bajo los puntos en los que las acumulaciones líquidas son m ayo­
guiado ecográfico si la TC previa de localización se ha res y están en contacto con el peritoneo parietal.
obtenido en un p lazo de 72 h. ■ Las acumulaciones pancreáticas contienen enzim as proteolí-
■ A guja de tipo Chiba de calibre 20 a 22 o aguja envainada de ticas que favorecen la extensión del proceso inflam atorio a lo
calibre 18 (Yueh) largo d e los planos faciales establecidos.

P U N TO S CLAVE
> La aspiración de la necrosis pancreática puede emplearse com o guía en el tratam iento antim icrobiano, en
especial en infecciones polim icrobianas o por organismos resistentes a antibióticos.
i La aspiración con aguja fina para análisis bacteriológico permite diferenciar la necrosis pancreática estéril o
infecciosa en pacientes con síndrome séptico.
> Puede realizarse drenaje percutáneo de acum ulaciones de líquido peripancreático, de abscesos
pancreáticos y de seudoquistes infectados.
> El drenaje percutáneo inicial desem peña un papel lim itado en la necrosis pancreática infecciosa, ya que los
elem entos tisulares sólidos com plejos suelen requerir desbridam iento quirúrgico.
» En ocasiones, el drenaje percutáneo se em plea com o m edida de transición en pacientes críticos con
necrosis infecciosa, hasta que dism inuya el riesgo quirúrgico.
> Los residuos inflam atorios pueden requerir catéteres de drenaje percutáneo de gran calibre y tiem po
prolongado de aplicación, a m enudo con dilatación y reposicionam iento adicionales.
i Los seudoquistes se drenan percutáneam ente o por cistogastrostom ía (percutánea o endoscópica).
> Los trom bolíticos desempeñan una función en creciente desarrollo en las acum ulaciones de líquido
complejas.
i Los seudoaneurism as arteriales viscerales grandes pueden ser enm ascarados por acum ulaciones líquidas
y han de analizarse con técnicas de imagen adecuadas, para prevenir la com plicación de la inserción de un
catéter de drenaje en un seudoaneurism a, infrecuente pero potencialm ente mortal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 435


436 INTERVENCIONES NO VASCULARES | BILIOPANCREATICAS

Figura 1 . P a n crea titis n ec ro s a n te a g u d a e n u n h o m b re de Figu ra 2. T C tras e l im p la n te d e u n c a té te r d e d ren a je d e


71 añ o s tra s c o la n g io p a n c re a to g ra fía re tró g r a d a en d o sc ó p ic a . 10 F r qu e re cu p e ró p us sin resid u os. En los cultivos se hallaron
Una acum ulación líqu ida peripancreática (flech a s) se detectó crecim ientos d e K lebsiella y Escherichia coli. La acum ulación
2 semanas después del d esbridam iento abierto. Durante la rem itió tras 2 semanas de drenaje percutáneo.
cirugía se observó una m ín im a necrosis pancreática. El paciente
desarrolló leucocitosis y alcan zó una temperatura d e 39 °C 48 h
antes d e obtener la TC. D esde el acceso subcostal derecho se
aprecia una estrecha ventana percutánea para el drenaje.

■ La bolsa om ental es la localización im plicada con m ayor fre­ ■ A continuación, el catéter de drenaje se monta sobre un caté­
cuencia, seguida del espacio pararrenal anterior izquierdo, el ter con balón, que actúa com o dilatador cónico, y se avanza
b azo y el lóbulo hepático izquierdo. hasta la acumulación.
■ La endoscopia facilita el drenaje interno con colocación de
endoprótesis plásticas transgástrica o transduodenal.
■ El drenaje interno transgástrico utiliza guiado radioscópico,
T É C N IC A ecográfico o por TC (o com binaciones) para implantar la
aguja a través del estóm ago y en el seudoquiste.
■ Se p rocede a la aspiración con aguja fina para orientar el
■ Tras dilatar el tracto, se coloca una endoprótesis en doble J
diagnóstico.
con un catéter de im pulsión para favorecer la com unicación
■ En la muestra enviada para cultivo se debe incluir el análisis
y el drenaje del contenido del quiste en el estómago.
de anaerobios y hongos.
■ A continuación, se retiran todos los catéteres.
■ Los catéteres de drenaje se insertan con la técnica de Seldin­
ger.
■ Pueden emplearse trom bolíticos para facilitar el drenaje de
acumulaciones loculadas o com plejas (uso fuera de las indi­ C O N T R O V E R S IA S
caciones del prospecto).
■ El trom bolítico (p. ej., activador del plasm inógeno tisular, 5 a ■ El acceso transgástrico reduce el riesgo de fístula pancreato-
10 m g en 20 m i de suero salino) se instila a través del catéter. cutánea, no requiere el m antenimiento de un catéter externo
■ Se deja que el trom bolítico actúe de 30 a 60 m in, con el caté­ y m ejora la com odidad del paciente.
ter pinzado. ■ La v ía percutánea es de tratamiento más fácil, aunque es
■ A continuación, se restablece el drenaje. discutible el hecho de que el riesgo de fístula pancreatocutá-
■ Este proceso se repite tres o cuatro veces, el m ism o día o en nea sea lo suficientemente alto com o para justificar el acceso
días consecutivos. transgástrico de rutina.
■ Las acumulaciones múltiples o com plejas requieren en oca­
siones más de un catéter.
■ Con frecuencia, el drenaje de la necrosis pancreática hace nece­ RESULTADO S
sario el uso de catéteres de calibre grueso (de hasta 30 Fr), así
com o diversos cambios y lavados de los catéteres. ■ El tratamiento con catéter transcutáneo de acum ulaciones de
■ Los catéteres de calibre grueso no cónicos pueden im plan­ líquido no infectadas y seudoquistes pancreáticos estériles
tarse percutáneamente, con una dilatación agresiva previa registra tasas de éxito superiores a las del drenaje de acumu­
del tracto. laciones infectadas.
Tratam iento de la enferm edad inflam atoria pan creática

■ Se han publicado índices de rem isión com pleta d e los seudo-


quistes en el 90% de los casos.
A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
■ En un estudio retrospectivo realizado en 92 pacientes se regis­ Y S E G U IM IE N T O
traron las mismas tasas de éxito en los drenajes quirúrgico y
■ Con frecuencia, es necesario un estrecho control del ajuste,
percutáneo de seudoquistes pancreáticos.
el tam año y el reposicionam iento de los catéteres.
■ Los estudios sobre pacientes con pancreatitis com plicada
■ Es im portante la irrigación diaria con suero salino hasta que
(p or abscesos pancreáticos o necrosis pancreática y para-
el líquido recuperado sea transparente.
pancreática) tratados percutáneam ente son de dim ensiones
■ La irrigación se realiza 3 o más veces al día.
reducidas.
■ La técnica incluye la aspiración de todo el líquido que pueda
■ Los resultados publicados refieren tasas de éxito del 65 a
recuperarse, seguida de una instilación suave de 20 m i de
90% para el drenaje percutáneo de abscesos pancreáticos y
suero salino.
del 40 a 60% para la necrosis pancreática.
■ El líquido se retira después de cada infusión de 20 m i y se
■ Un estudio inform ó de una tasa de éxito del 100% en 20 pacien­
desecha; el proceso se repite hasta que el líquido recuperado
tes con necrosis pancreática con catéteres de gran calibre.
sea transparente.
■ El drenaje percutáneo d e acum ulaciones líquidas pancreáti­
■ El cateterismo se m antiene hasta que cesa el drenaje (gen e­
cas idóneas puede ser curativo o servir com o com plem ento
ralmente, cuando hay < 2 0 ml/día durante 2 días consecuti­
de los accesos quirúrgicos o endoscópicos.
vos).
■ Antes de retirar los catéteres, se repite la TC o la absceso-
grafía (o am bas), con el fin de docum entar la ausencia de
C O M P L IC A C IO N E S acumulación residual.

■ Perforación d e órganos
■ Infección secundaria de una acum ulación estéril
Lecturas recomendadas
■ Rotura de seudoquistes Shankar S, vanSonnenberg E, Silverman SG, et al: Im aging and
■ Fístula pancreatocutánea percutaneous m anagem ent o f acute com plicated pancreatitis.
■ Hem orragia Cardiovasc Interven t Ra diol 27:567-580, 2004.
vanSonnenberg E, Casóla G, Varney R, W ittich G: Im aging and
■ Inserción de un catéter de drenaje en un seudoaneurisma
interventional radiology fo r pancreatitis and com plications. Radiol
(com plicación infrecuente pero potencialm ente m ortal)
C lin N o rth A m 27:65-72, 1989.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ABLACIÓN VISCERAL
Ablación térmica del carcinoma
hepatocelular

D E F IN IC IÓ N : Destrucción de un tumor hepático maligno por aplicación local de calor o frió.

IN D IC A C IO N E S T É C N IC A
■ Tratamiento de pacientes no quirúrgicos con carcinoma ■ Se localiza la lesión utilizando una m odalidad de direcciona­
hepatocelular m iento.
■ Lesión hepática focal d e tipo nodular sin invasión vascular ni ■ La planificación com prende el sitio y la v ía de inserción y el
metástasis extrahepáticas m apeo de la esfera de ablación.
■ Lo idón eo es establecer un m argen d e ablación de 360 grados
y de 0,5 a 1 cm d e grosor en torno al tumor.
■ Se administra sedación intravenosa y se instauran m edi­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S das convencionales de m onitorización cardíaca, presión y
oxígeno.
■ Coagulopatía no corregible y paciente no colaborador
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo.
■ Contraindicaciones relativas: tum or en fase avanzada, de
■ Se insertan la aguja y la sonda en la posición predeterm i­
gran tamaño y en estrecha proxim idad con las estructuras
nada, con guiado ecográfico, por TC o p or RM.
adyacentes
■ Se verifica la posición de la punta de la sonda antes de iniciar
■ Lesiones en la superficie del hígado y adyacentes al hilio
la ablación.
hepático, la vesícula biliar o la pared intestinal, generadoras
■ Se controla el desarrollo de la ablación m ediante un estudio
de un alto riesgo d e com plicaciones
de im agen.
■ Lesiones extensas y lesiones adyacentes a los vasos hepáti­
■ La term inación puede ser automática, en algunos sistemas, o
cos, que puedan dar lugar a una ablación incompleta
m ediante control por imagen.
■ La retirada de la aguja o la sonda se realiza con ablación de
trayectoria.
IN S T R U M E N T A L
■ Ecografía, TC o R M
■ Para direccionamiento, planificación y control C O N T R O V E R S IA S
■ La elección depende de las preferencias del m édico y de la
disponibilidad local de equipo específico ■ Ab lación por radiofrecuencia o inyección percutánea de alco­
■ Im agen de fusión de ecografía-TC en tiem po real o eco- hol: la ablación por radiofrecuencia ejerce un control local
grafía-RM (óptim a) más idón eo del tumor.
■ Sistema de ablación térmica ■ El uso de ablación por radiofrecuencia o em bolización arte­
■ Sistema de ablación p or radiofrecuencia, m icroondas o rial transcatéter y quim ioem bolización para pacientes en
láser o sistema de crioterapia. espera de trasplante ha sido objeto de debate.
■ El sistema de radiofrecuencia utiliza un cam po eléctrico ■ L o m ism o sucede con la opción entre ablación por radio­
alternante aplicado en el interior del paciente para generar frecuencia o por láser.
calor.
■ La radiofrecuencia se ha valorado am pliamente y produce
buenos resultados.
RESULTADO S
■ La ablación por radiofrecuencia es el tratamiento percutáneo
preferido con carcinom a hepatocelular en fase inicial.
A N A T O M IA Y V IA D E A C C E S O
■ El tamaño del tumor y la presencia de grandes vasos adyacen­
■ Acceso transhepático percutáneo tes ( > 3 m m ) afectan significativamente al tratamiento local.

P U N T O S CLAVE
i La ablación percutánea es la m ejor opción terapéutica para pacientes con carcinom a hepatocelular en fase
inicial que no sean candidatos a resección quirúrgica o trasplante de hígado,
i La inyección percutánea de alcohol es la técnica más utilizada, aunque se ve lim itada por una elevada tasa
de recidiva local.
i Entre los m étodos recientemente desarrollados d e ablación térm ica se cuentan las energías de
radiofrecuencia, láser y microondas.

438 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Ablació n térm ica del c arcin o m a hepatocelular 439

Figu ra 1. R es p u es ta c o m p le ta d e u n p e q u e ñ o c a rc in o m a h e p a to c e lu la r tra ta d o c o n a b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia . TC previa al


tratamiento qu e muestra un tu m or hipervascular.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 2. R es p u es ta c o m p le ta d e u n p e q u e ñ o c a rc in o m a h e p a to c e lu la r tra ta d o c o n a b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia . Un electrodo de


punta m ú ltip le autoexpansible se coloca en la lesión con ayuda de un sistema d e n avegación virtual. El tu m or es perfilad o y localizado
con im agen de fusión de ecografía en tiem po real y TC.
440 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

Figura 3. R esp u esta c o m p le ta d e u n p eq u e ñ o c a rc in o m a Figura 4. R es p u es ta c o m p le ta d e u n p e q u e ñ o c a rc in o m a


h e p a to c e lu la r tra ta d o c o n a b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia . TC de h e p a to c e lu la r tra ta d o c o n a b la c ió n p o r ra d io fre c u e n c ia . TC de
seguim iento a 1 m es qu e confirm a la ablación com pleta del tumor. segu im iento a 1 m es qu e confirm a la ablación com pleta del tumor.

■ La necrosis tumoral com pleta fue com unicada en el 83 % de


A S IS T E N C IA P O S T O P E R A T O R IA
los tumores de m enos de 3 cm y en el 8 8 % de los tumores
en localización no perivascular. Y S E G U IM IE N T O
■ Los pacientes con cirrosis A (C hild) y carcinom a hepatocelu­
■ Se recom iendan una atenta vigilancia m édica y hospitaliza­
lar tratados m ediante ablación por radiofrecuencia presentan
ción de una noche tras la intervención.
una tasa global de supervivencia a 5 años del 61 %.
■ El paciente es reevaluado por ecografía 1 o 2 h tras la inter­
■ En pacientes con carcinom a hepatocelular solitario de menos
vención, para controlar las com plicaciones y la respuesta
de 5 cm, no se observó diferencia entre la ablación p or radio­
tumoral.
frecuencia y la resección quirúrgica en la supervivencia sin
■ La ecografía con contraste puede pon er de m anifiesto pérdida
recidiva, glob al y acumulada.
de la señal intratumoral e hipoatenuación con borde realzado
■ En pacientes con carcinoma hepatocelular m oderada o esca­
(respuesta tum oral).
samente diferenciado, las tasas de supervivencia a 3 y 5 años
■ La TC helicoidal, realizada 1 mes después de la técnica, es el
tras ablación por m icroondas fueron del 73 y el 5 7% , respec­
m étodo más fiable de evaluación del pronóstico.
tivamente.
■ Se considerará la repetición de la ablación por radiofrecuencia
■ Se dispone d e pocos datos sobre la eficacia de la ablación por
si en las im ágenes se observan indicios de tum or residual.
láser.
■ Se recom ienda la realización de ecografía y TC helicoidal a
intervalos de 3 o 6 meses.

C O M P L IC A C IO N E S Lecturas recomendadas
Bruix J, Sherman M : M anagem ent o f hepatocellular carcinoma.
■ Tasa d e m ortalidad m uy baja: 0,1 a 0 ,5% )
Hepatology 42:1208-1236, 2005.
■ Causas más frecuentes de muerte: sepsis, insuficiencia hepá­
Lencioni R, Cioni D, B artolozzi C: Focal L iv e r Lesion: Detection,
tica, perforación de colon y trom bosis venosa portal. Characterization, A b la tio n N e w York, Springer, 2005.
■ Tasa d e com plicaciones mayores: 2,2 a 3,1% Lencioni R, D ella Pina C, Bartolozzi C: Percutaneous im age-guided
■ C om plicaciones más frecuentes: hem orragia intraperitoneal, radiofrequency ablation in the therapeutic m anagem ent o f
absceso hepático, lesión en los conductos biliares, descom ­ hepatocellular carcinoma. A b d om Im a gin g 30:401-408, 2005.
pensación hepática y quemadura por alm ohadilla d e aterri­ Lin SM, Lin CJ, Lin CC, et al: R adiofrequency ablation improves
za je a tierra prognosis com pared w ith ethanol injection for hepatocellular
■ Tasa de com plicaciones menores: 5 a 8,9% (transitorias y carcinom a < 4 cm . Gastroenterology 127:1714-1723, 2004.

autolimitadas)
■ C om plicaciones tardías p oco habituales (0 ,5 % ): disem ina­
ción tumoral a lo largo de la trayectoria de la aguja; más
riesgo: lesiones subcapsulares y p oco diferenciadas
Ablación térmica de metástasis hepáticas
colorrectales
D E F IN IC IÓ N : Ablación de metástasis hepáticas de tumores colorrectales mediante energia térmica
(de radiofrecuencia).

■ Los electrodos de punta refrigerada son más rápidos y más


IN D IC A C IO N E S sencillos de usar técnicamente.
■ Metástasis hepáticas o tum or recidivante o residual tras su ■ Los electrodos con ganchos múltiples perm iten un control
resección y pacientes no candidatos a cirugía o que la recha­ preciso de la temperatura en tiem po real en la periferia
zan de los objetivos tratados (las estructuras adyacentes están
■ M áxim o d e cinco lesiones (diám etro m áxim o individual < 4; expuestas a ries g o ); por otra parte, resultan técnicam ente
lesiones > 4 cm tratadas tras citorreducción m ediante quim io­ más com prom etidos, debido a la dificultad de controlar la
terapia sistémica o regional) posición exacta de cada gancho en tiem po real.
■ Metástasis identificadas m ediante ecografía en m odo B o con ■ Ecografía
contraste (e l guiado por TC es otra alternativa) ■ La ecografía es la m odalidad de im agen preferida, por su
■ Acceso percutáneo viab le y seguro control en tiem po real, su bajo coste y la ausencia de radia­
ción ionizante.
■ El estudio con contraste es útil para la planificación del
pretratamiento, la identificación d e lesiones y la evalua­
C O N T R A IN D IC A C IO N E S ción inm ediatam ente posterior a la intervención.
■ Los estudios en m odo B y Doppler son p oco fiables en la
■ Entre las contraindicaciones se cuentan coagulopatía grave,
evaluación de la necrosis por coagulación.
insuficiencia renal o hepática, trom bosis neoplásica de la
■ Radioscopia con TC
vena porta e ictericia obstructiva.
■ Aceptable com o m odalidad de im agen alternativa
■ Otra contraindicación es la enferm edad extrahepática activa.
■ Im ágenes d e fusión de ecografía en tiem po real y TC
■ Las contraindicaciones de la anestesia general son una con­
■ Esta técnica de im agen perm ite el direccionam iento de
traindicación relativa; se suele usar sedación consciente.
lesiones visibles solo por TC.
■ Lesiones adyacentes al h ilio hepático, la vesícula biliar, el
■ Puede realizarse el cálculo en tiem po real del volum en a
estóm ago y el colon requieren una planificación cuidadosa y
tratar.
precisa que evite lesiones.
■ Sirve para guiar la inserción de nuevos electrodos en un
■ Las lesiones adyacentes a estructuras vasculares pueden ser
m ism o objetivo y es a m enudo difícil en la ecografía,
difíciles de tratar, debido al efecto de d isipación de calor.
debido al gas form ado durante la ablación por radiofre­
cuencia, que oculta la visualización.

IN S T R U M E N T A L
■ Equipo de ablación A N A T O M ÍA Y V ÍA D E A C C E S O
■ Ab lación por radiofrecuencia o crioablación (La ablación
■ Ab lación térmica percutánea
p or m icroondas se está investigando en la actualidad.)
■ Hígado
■ Electrodos únicos o agrupados de calibre 16, refrigerados
internamente y conectados a un sistema generador de
radiofrecuencia d e 200 W y 480 kH z (Radionics)
■ Electrodo único de punta expuesta de 3 cm o agrupado de
T É C N IC A
3 agujas
■ Alternativa: de cuatro a ocho electrodos de gancho de ■ Planificación previa a la técnica: se identifican las lesiones
calibre 14, conectados a un generador de 100-200 W (RITA- objetivo y la vía de acceso m ediante estudios de imagen.
AngioD ynam ics y Boston Scientific) ■ La evaluación del paciente es realizada p or el anestesiólogo.

P U N TO S CLAVE
> El tratam iento local resulta útil solo en lesiones originadas a partir de tum ores colorrectales que
metastatizan m ayoritariamente (cuando no exclusivamente) en el hígado.
i Una cuidadosa selección de pacientes y lesiones mediante guiado por imagen apropiado resulta esencial
para la consecución de buenos resultados.
> En manos expertas, el control local se consigue en el 85 a 90% de las lesiones tratadas.
i La ablación térm ica repetida de recidivas locales o de nuevas m etástasis es técnicam ente viable y realizada
con frecuencia.
i Los estudios a largo plazo muestran que las tasas de supervivencia son equiparables a las d e pacientes
som etidos a resección quirúrgica.
i Los efectos adversos, el coste y el tiem po de hospitalización suelen ser menores que los de la resección
quirúrgica.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 441


442 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

■ Antes del tratamiento se administra profilaxis antibiótica. ■ Los estudios muestran control local del tum or en el 83 a 90%
■ Suele administrarse sedación consciente; la anestesia general de las lesiones (< 3 c m ).
se reserva para los pacientes con lesiones adyacentes a la ■ La m ediana de tiem po de la recidiva local es de 9,3 m eses y
cápsula de Glisson o para los que presentan estructuras ana­ es posible proceder a ablación por radiofrecuencia repetida.
tómicas de riesgo. ■ Las metástasis m etacrónicas a distancia se registran hasta en
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo. un 36% de los casos.
■ Se insertan los electrodos con guía de imagen. ■ La ablación por radiofrecuencia em pleada tras la aplicación
■ La lesión es identificada con la modalidad de im agen elegida. de regím enes de quim ioterapia se asocia a una peor tasa de
■ La elección del electrodo y del número de aplicaciones de supervivencia.
energía dependen del tamaño de la lesión.
■ Para lesiones d e m enos de 2 cm es p referible la inserción de
un solo electrodo.
■ Para lesiones de 2 a 3 cm, una única inserción d e electrodos COMPLICACIONES
agrupados o múltiples inserciones d e un solo electrodo de
■ Las com plicaciones m ayores (hem orragia, colecistitis, afec­
3 cm constituyen la opción más recomendable.
tación de la pared intestinal) se dan en el 0,7 a 2,6% de los
■ Para lesiones de más d e 3 cm se aconsejan una o dos inser­
pacientes.
ciones de un electrodo agrupado o múltiples inserciones de
■ La tasa de m ortalidad es inferior al 0,5 %.
un solo electrodo.
■ Es posible que se experim ente dolor abdom inal derecho leve
■ Energía aplicada: 1.600-1.800 m A para los electrodos únicos
o m oderado durante 2 a 5 días (puede administrarse una
y de 1.800 a 2.000 m A para electrodos agrupados.
inyección anestésica pericapsular profiláctica para las lesio­
■ Cada aplicación dura d e 8 a 12 min.
nes subcapsulares).
■ El tiem po total de la técnica es de 12 a 15 m in para lesiones
■ En los 2 o 3 prim eros días se registra fiebre.
reducidas y solitarias y de 45 a 60 m in para ablaciones exten­
■ Pueden darse casos de derrame pleural m ínim o, que rem ite
sas o múltiples.
en 1 semana.
■ La ablación es controlada con una técnica de imagen.
■ La ecografía en m odo B y la ecografía D oppler o Doppler
color no son fiables para la valoración del tamaño y la exten­
sión de la necrosis por coagulación inducida al término de la ASISTENCIA POSTOPERATORIA
aplicación de energía.
■ En consecuencia, algunos cirujanos adoptan com o técnica de
Y SEGUIMIENTO
rutina la ecografía con contraste obtenida al término previsto del ■ Se ofrecen antieméticos y analgesia a demanda.
tratamiento, con el fin de hacer posible la valoración rápida ■ Tías la intervención se recom ienda la obtención de hemo-
del alcance de la ablación tisular y detectar cualquier posible grama com pleto y parámetros de coagulación y la realización
tumor que pueda requerir un tratamiento adicional inmediato. de pruebas de función hepática.
■ La intervención concluye cuando se consiguen las dim ensio­ ■ La TC helicoidal con contraste (o la RM , específicam ente si
nes deseadas de la necrosis por coagulación (es necesario un es en difusión) se realizan a las 24 h, a fin de evaluar la res­
m argen m ínim o de ablación de 0,5 cm, aunque, cuando es puesta al tratamiento.
viable, se recom ienda un m argen de 1 c m ). ■ Los estudios d e im agen transversal se llevan a cabo a inter­
■ Por últim o, se procede a evaluación subsiguiente a la técnica valos de 3 a 4 meses, junto con pruebas de función hepática
m ediante la m odalidad de im agen elegida. y determ inación de las concentraciones de antígeno carci-
noem brionario sérico, para evaluación de posibles recidivas.
■ La tom ografía d e em isión de positrones marcada con fluoro-
desoxiglucosa es una m odalidad de im agen com plem entaria
CONTROVERSIAS en casos d e respuesta al tratamiento dudosa.
■ La resección hepática es aún la opción más eficaz; la abla­ ■ La R M en difusión se ha convertido en una valiosa opción
ción se utiliza solo en casos no resecables. diagnóstica.
■ La ablación térmica se utiliza para metástasis limitadas pero
no resecables confinadas al hígado, mientras que la qui­ Lecturas recomendadas
m ioem bolización y la quim ioterapia intraarterial hepática se
Berber E, Pelley R, Siperstein AE: Predictors o f survival after
em plean en caso d e afectación hepática extensa.
radiofrequency thermal ablation o f colorectal cancer metastases to
■ El incremento de la posibilidad d e tratamiento curativo o la
the liver: a prospective study. J C lin O ncol 23:1358-1364, 2005.
cirugía repetida para tratar la recidiva tras hepatectomía han Gillams AR , Lees W R : Radio-frequency ablation o f colorectal liver
sido objeto de debate. metastases in 167 patients. E u r Radiol 14:2261-2267, 2004.
■ Los datos referidos a crioablación y ablación por microondas Jakobs TF, H offm ann RT, T him m C, et al: R adiofrequency ablation
son lim itados y p oco concluyentes. o f colorectal liv er metastases: mid-term results in 68 patients.
A n tican cer Res 26:671-680, 2006.
Lencioni R, Crocetti L, Cioni D, et al: Percutaneous radiofrequency
ablation o f hepatic colorectal metastases: technique, indications,
RESULTADOS results, and n ew promises. Invest Radiol 39:689-697, 2004.
Sorensen SM, M ortensen FV, Nielsen DT: R adiofrequency ablation
■ Las tasas de supervivencia a 5 años son com parables a las o f colorectal liv er metastases: long-term survival. Acta Radiol
comunicadas para la resección quirúrgica. 48:253-258, 2007.
Ablación térmica de metástasis hepáticas
no colorrectales

DEFINICIÓN: Ablación de metástasis hepáticas de tumores no colorrectales mediante energía térmica


(radiofrecuencia).

INDICACIONES INSTRUMENTAL
■ Está indicado en metástasis hepáticas de cánceres tratados ■ Instrumental de ablación
previam ente, cuyo control local puede ser beneficioso desde ■ Ab lación m ediante radiofrecuencia o crioablación (la abla­
el punto de vista on cológico p or m ejora de la supervivencia ción p or m icroondas está en fase de investigación)
o de la calidad de vida. ■ Electrodo único o múltiple calibre 16 agrupado interna­
■ La ablación mediante radiofrecuencia ha obtenido buenos resul­ m ente conectado a un sistema generador de 200 W, 480 kHz
tados en las metástasis de cáncer gástrico, pancreático, renal, (Radionics)
pulmonar y uterino u oválico, así com o de los melanomas ■ Electrodo único o conjunto de tres electrodos con extremo
■ Tumores neuroendocrinos: com plem ento intraoperatorio de expuesto de 3 cm
la resección, pacientes en los que no está indicada la cirugía ■ Otra opción es usar cuatro a ocho electrodos en form a
con enferm edad lim itada no sensible a la em bolización o que de gancho calibre 14 conectados a un generador de 100 a
recidiva tras la resección 200 W (RITA-Angiodynam ics y Boston Scientific)
■ Metástasis hepáticas nuevas o enferm edad residual o recidi­ ■ Los electrodos con punta refrigerada son más rápidos y
vante tras el tratamiento más fáciles de usar
■ Metástasis hepáticas de tumores de mama si las metástasis ■ L os electrodos m ultigancho p erm iten controlar en tiem po
extrahepáticas son estables o están en fase de regresión real y con p recisión la tem peratura en la p eriferia de
■ R echazo o contraindicación de la cirugía las zonas tratadas (estructuras adyacentes en riesgo) y
■ M áxim o cinco lesiones ( < 4 cm de diámetro m áxim o indivi­ son técnicam ente más com p lejos debid o a la dificultad
dual; lesiones > 4 cm tratadas tras citorreducción m ediante para controlar la localización exacta d e cada gancho en
quim ioterapia regional o sistémica) tiem po real
■ Metástasis identificadas m ediante ecografía con contraste o ■ Ecografía
en m odo B (otra opción es el guiado m ediante TC) ■ La ecografía es el estudio de im agen preferido para con ­
■ Acceso percutáneo viab le y seguro trolar en tiem po real, a bajo p recio y sin radiación ion i­
zante
■ La ecografía con contraste es útil para planificar el trata­
m iento, identificar la lesión y para evaluación inmediata
CONTRAINDICACIONES
tras la intervención
■ Coagulopatía grave, insuficiencia hepática o renal, trombosis ■ La ecografía en m odo B y la ecografía D oppler son poco
neoplásica de la vena porta e ictericia obstructiva fiables para evaluar la necrosis p or coagulación
■ Enferm edad extrahepática activa (con la posible excepción ■ Radioscopia con TC
del cáncer de m ama m etastatizante con enferm edad extrahe­ ■ Alternativa aceptable com o estudio de im agen
pática sensible al tratamiento o estable) ■ Fusión de im agen TC-ecografía en tiem po real
■ Contraindicaciones relacionadas con la anestesia general (se ■ Esta técnica de im agen perm ite alcanzar lesiones solo visi­
em plea sedación consciente) bles m ediante TC
■ Lesiones adyacentes al h ilio hepático, vesícula biliar, estó­ ■ Puede calcularse en tiem po real el volum en que precisa
m ago y colon que precisan precaución y planificación minu­ tratamiento
ciosa para evitar daños ■ Guiado de la introducción de electrodo adicional en el
■ Lesiones adyacentes a estructuras vasculares que pueden ser m ism o objetivo que a m enudo resulta difícil mediante
menos susceptibles com o consecuencia del efecto de disipa­ ecografía p or la interferencia del gas form ado durante la
ció n de calor ablación m ediante radiofrecuencia

PUNTOS CLAVE
> La ablación térm ica de metástasis hepáticas no colorrectales puede utilizarse para control local de
metástasis con crecim iento lento de tum ores tratados m ediante quim ioterapia con respuesta incom pleta
(p. ej., cánceres endocrinos y de mama)
> La selección correcta del paciente y de la lesión con guiado por imagen apropiado tiene una im portancia
crucial para o btener buenos resultados
> La repetición de la ablación térm ica p o r recidiva local o m etástasis nuevas es técnicam ente factible y se
emplea m uy a menudo
> Los efectos adversos, coste y duración del ingreso hospitalario suelen ser menores que los de la resección
quirúrgica

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 443


444 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

■ El incremento de la posibilidad d e tratamiento curativo o la


ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO cirugía repetida para tratar la recidiva tras hepatectomía han
■ Ablación térmica percutánea sido objeto de debate.
■ Hígado ■ Los datos referidos a crioablación y ablación por microondas
son lim itados y p oco concluyentes.

TÉCNICA
■ Planificación previa a la técnica: se identifican las lesiones RESULTADOS
objetivo y la vía de acceso m ediante estudios de imagen. ■ Un estudio encontró una necrosis com pleta en el 92% de
■ La evaluación del paciente es realizada p or el anestesiólogo. las metástasis hepáticas del cáncer de mama. Por tanto, la
■ Antes del tratamiento se administra profilaxis antibiótica.
ablación térmica es una alternativa efectiva a la cirugía para
■ Suele administrarse sedación consciente; la anestesia general el control local.
se reserva para los pacientes con lesiones adyacentes a la ■ La ablación m ediante radiofrecuencia puede ser m uy útil
cápsula de Glisson o para los que presentan estructuras ana­ para la recidiva del tum or tras hepatectomía, sobre todo en
tómicas de riesgo. la recidiva lim itada al hígado en pacientes con cáncer de
■ Se prepara el área con un antiséptico cutáneo. mama.
■ La lesión es identificada con la modalidad de im agen elegida. ■ En este tipo de pacientes es necesario un tratamiento com bi­
■ Se insertan los electrodos con guía de imagen. nado m ediante horm onoterapia y quim ioterapia sistémica o
■ La elección del electrodo y del número de aplicaciones de intraarterial.
energía dependen del tamaño de la lesión. ■ La tasa d e erradicación de las metástasis neuroendocrinas
■ Para lesiones d e m enos de 2 cm es p referible la inserción de tratadas con ablación m ediante radiofrecuencia sola o com ­
un solo electrodo. binada con cirugía es del 28,5%.
■ Para lesiones de 2 a 3 cm, una única inserción d e electrodos
agrupados o múltiples inserciones d e un solo electrodo de
3 cm constituyen la opción más recomendable.
■ Para lesiones de más d e 3 cm se aconsejan una o dos inser­
ciones de un electrodo agrupado o múltiples inserciones de
COMPLICACIONES
un solo electrodo. ■ Las com plicaciones m ayores (hem orragia, colecistitis, afec­
■ Energía aplicada: 1.600-1.800 m A para los electrodos únicos tación de la pared intestinal) se dan en el 0,7 a 2,6% de los
y de 1.800 a 2.000m A para electrodos agrupados. pacientes.
■ Cada aplicación dura de 8 a 12 min. ■ La tasa de m ortalidad es inferior al 0,5%.
■ El tiem po total de la técnica es de 12 a 15 m in para lesiones ■ Es posible que se experim ente d olor abdom inal derecho leve
reducidas y solitarias y de 45 a 60 m in para ablaciones exten­ o m oderado durante 2 a 5 días (puede administrarse una
sas o múltiples. inyección anestésica pericapsular profiláctica para las lesio­
■ La ablación es controlada con una técnica de imagen. nes subcapsulares).
■ La ecografía en m odo B y la ecografía D oppler o Doppler ■ En los 2 o 3 prim eros días se registra fiebre.
color no son fiables para la valoración del tamaño y la exten­ ■ Pueden darse casos de derram e pleural m ínim o, que rem ite
sión de la necrosis por coagulación inducida al término de la en 1 semana.
aplicación de energía.
■ En consecuencia, algunos cirujanos adoptan com o técnica de
rutina la ecografía con contraste obtenida al término previsto
del tratamiento, con el fin de hacer posible la valoración
rápida del alcance de la ablación tisular y detectar cualquier
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
posible tum or que pueda requerir un tratamiento adicional Y SEGUIMIENTO
inmediato.
■ Se ofrecen antieméticos y analgesia a demanda.
■ La intervención concluye cuando se consiguen las dim ensio­
■ Tras la intervención se recom ienda la obtención de hem o-
nes deseadas de la necrosis por coagulación (es necesario un
gram a com pleto y parámetros de coagulación y la realización
m argen m ínim o de ablación de 0,5 cm, aunque, cuando es
de pruebas de función hepática.
viable, se recom ienda un m argen de 1 c m ).
■ La TC helicoidal con contraste (o la RM , específicam ente si
■ Por últim o, se procede a evaluación subsiguiente a la técnica
es en difusión) se realizan a las 24 h, a fin d e evaluar la res­
m ediante la m odalidad de im agen elegida.
puesta al tratamiento.
■ L os estudios de im agen transversal se llevan a cabo a inter­
v alos de 3 a 4 meses, junto con pruebas de función hepá­
tica y determ inación de las concentraciones de antígeno
CONTROVERSIAS
carcinoem brionario sérico, para evaluación de posibles
■ La resección hepática es aún la opción más eficaz; la abla­ recidivas.
ción se utiliza solo en casos no resecables. ■ La tom ografía d e em isión de positrones marcada con fluoro-
■ La ablación térmica se utiliza para metástasis limitadas pero desoxiglucosa es una m odalidad de im agen com plem entaria
no resecables confinadas al hígado, mientras que la quim io­ en casos d e respuesta al tratamiento dudosa.
em bolización y la quim ioterapia intraarterial hepática se ■ La R M en difusión se ha convertido en una valiosa opción
em plean en caso d e afectación hepática extensa. diagnóstica.
A blación té rm ic a de m e tá sta sis he p á tica s no c o lo rre cta le s

Lecturas recomendadas Nord lin ger B, Rougier P: Nonsurgical methods fo r liv er metastases
including cryotherapy, radiofrequency ablation and infusional
De Baere T, Elias D , D rom ain C, et al: R adiofrequency ablation o f 100 treatment: w h at’ s n ew in 2001. C u rr O p in O ncol 14:420-423, 2002.
hepatic metastases w ith a m ean fo llow -up o f m ore than 1 year. Rhim H, G oldberg SN, D odd GD 3rd, et al: Essential techniques for
AJR A m J R oentgenol 175:1619-1625, 2000. successful radio-frequency therm al ablation o f malignant hepatic
Livragh i T, G oldberg SN, Solbiati L , et al: Percutaneous tumors. R adioGrapMcs 21:S36-S39, 2001, discussion S17-S35.
radiofrequency ablation o f liv e r metastases from breast cancer:
in itial experience in 24 patients. Radiology 220:145-149, 2001.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Crioablación de tumores hepáticos

DEFINICIÓN: La crioablación es la inducción de la destrucción del tumor enfriándolo con criosondas.

■ Inconveniente de la TC: en ocasiones la lesión no es visible


INDICACIONES en una exploración sin contraste.
■ Enferm edad m etastásica confirm ada m ediante anatomía ■ El tum or puede distinguirse casi siempre en la RM sin
patológica en la que no es posible el tratamiento quirúrgico necesidad de contraste; la capacidad m ultiplano perm ite
curativo colocar la criosonda con precisión.
■ Lesiones hepáticas malignas primarias com o carcinoma ■ Los sistemas abiertos perm iten obtener im ágenes casi en
hepatocelular cuando no hay posibilidad de trasplante hepá­ directo durante la ablación y son más precisos para con­
tico trolar la bola d e hielo que se va formando.
■ Lesiones benignas, com o hem angiom as y adenomas hepáti­ ■ Con un R M puede valorarse la temperatura en los tejidos,
cos sintomáticos con persistencia de los síntomas a pesar de pero los márgenes son transicionales desde la bola de hielo
suspender el tratamiento con anticonceptivos orales hasta el tum or en el parénquim a normal.
■ Manta térmica Bair Hugger (A rizan t Healthcare)
■ Para evitar la hipoterm ia
■ Agujas
CONTRAINDICACIONES ■ Para biopsia
■ C om o marcadores
■ Coagulopatía incorregible
■ Anestesia general o sedación consciente
■ Paciente no colaborador

INSTRUMENTAL ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO


■ Sistema de crioablación m ediante argón o helio (G alil M edi­ ■ El sistema Couinaud d ivide el hígado en ocho segmentos
cal, W allingford, C T y Endocare) irrigados por la triada portal y drenados por las venas hepá­
■ En la actualidad, el sistema Galil es el único com patible ticas.
con la RM. ■ Las estructuras vasculares son rela tivam en te resistentes
■ El sistema Galil puede alojar y activar simultáneamente a la crio ab lación d ebid o a los efectos de calentam iento
hasta siete sondas con un diám etro de 1,5 a 3,2 mm. de la sangre fluyente, m ientras qu e el sistem a b ilia r es
■ El sistema Endocare puede alojar hasta ocho sondas de 2 a vulnerable.
8 m m de diámetro. ■ El hígado tiene tam bién una relación íntim a con el diafragma
■ A m b os sistemas tienen una interfaz com putarizada que Esta circunstancia debe tenerse presente para evitar las com ­
muestra las m edidas de las sondas y las temperaturas res­ plicaciones intratorácicas.
pectivas. ■ Se identifican y evitan las estructuras vasculares grandes
■ Guiado por im agen: ecografía, TC o RM (vena cava inferior y venas porta y hepáticas), el hilio hepá­
■ La ecografía perm ite obtener im ágenes en directo durante tico y los conductos biliares principales.
la colocación de la sonda, con un margen nítido entre la ■ Evitar el intestino que puede estar interpuesto entre el hígado
b ola de hielo y el tejido. y la pared abdom inal (variante de C hilaiditi).
■ La ecografía no puede penetrar más allá de la bola de hielo ■ En ocasiones, la colocación del paciente (p ronación frente
ecoica por lo que las estructuras más allá de esta no se a supinación) puede proporcionar una distancia adecuada
visualizan. para evitar lesionar estructuras críticas.
■ El m argen entre la bola de hielo y los tejidos blandos, así ■ Tam bién es necesaria la p recaución para no dañar estruc­
com o la bola de hielo y el tumor, se identifica con claridad turas extrahepáticas com o el estóm ago o el c o lo n adya­
m ediante TC. centes.

PUNTOS CLAVE
i La crioablación percutánea se ha convertido en una técnica efectiva para destruir tum ores hepáticos
prim arios y metástasis.
i Con planificación y tratam iento adecuados, la mayoría de las lesiones hepáticas pueden eliminarse de
m odo seguro m ediante crioablación com o alternativa a la resección hepática,
i Para guiar la colocación de las criosondas y vigilar la form ación de la bola de hielo se han empleado la TC,
la ecografía y la RM.

446 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


C rioablación de tu m o re s h epáticos 447

Figu ra 1. Im agen axial de R M o i contraste qu e muestra una Figura 2. Im agen sagital oblicua de la colocación guiada p o r RM
metástasis hepática grande d e u i cáncer de m am a prim ario d e m últiples criosondas (flech a s) en el tu m or (hiperintenso
(v. tam bién figs. 2 a 4). en esta R M ) y la b ola de h ielo hipointensa resultante tras 15 min
d e con gelación (v. tam bién fig. 3).

Figu ra 3. Im agen sagital oblicua de la colocación guiada po r RM Figura 4. Imagen de R M con contraste en fase más avanzada que
de m últiples criosondas (flechas en la fig. 2 ) dentro del tu m or muestra el tum or original rodeado por un margen de ablación (puntas
(hiperintenso en esta R M ) y la b ola d e h ielo hipointensa resultante de flech a) 24 h después de la intervención (v. también figs. 1 a 3).
tras 15 m in d e congelación.

■ El ciclo de congelación alcanza temperaturas entre -110 y


TÉCNICA -120 °C mientras que la temperatura del ciclo de descongela­
■ U tilizando el estudio de im agen apropiado (TC, ecografía o ción sube a 40 °C aproximadamente.
R M ) se identifica el objetivo y se defin e la vía de acceso más ■ Se continúan obteniendo im ágenes a lo largo d e la interven­
segura. ción para supervisar la form ación de la bola de hielo.
■ Se realiza profilaxis antibiótica. ■ La precaución es esencial para evitar una torsión o manipu­
■ Se hace una biopsia de la lesión con una aguja pequeña cali­ lación innecesaria de las criosondas durante la congelación
bre 22 a 25 si no se ha realizado con anterioridad. que pueden provocar fisuras en la bola de hielo y el hígado.
■ Se deja otra aguja en la localización apropiada com o marca­ ■ Se retira la sonda tras la ablación satisfactoria de la lesión
y se acabe el proceso de descongelación.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dor.
■ Se introduce la crioaguja en el tum or utilizando una técnica ■ Se obtienen im ágenes tras la intervención para documentar
de tándem adyacente al marcador. la idoneidad de la ablación y si son necesarios más ciclos de
■ Otra posibilidad es utilizar la técnica de Seldinger m od ifi­ congelación-descongelación.
cada.
■ Para la cobertura adecuada de lesiones más grandes pueden
colocarse criosondas adicionales (hasta c in c o ).
■ Si la lesión está cerca de las ramas principales del sistema
biliar puede hacerse circular líquido caliente a su través
CONTROVERSIAS
mediante un catéter. ■ Los candidatos a la ablación tienen peor pronóstico inherente
■ Puede interponerse una barrera de suero fisiológico estéril que los candidatos a resección quirúrgica, por lo que resulta
para separar de m odo adecuado las estructuras adyacentes. difícil com parar la supervivencia.
■ Esta m aniobra se consigue m ediante inyección percutánea de ■ A ú n no se han efectuado estudios prospectivos am plios para
suero fisiológico a través de una aguja fina entre la lesión y el com parar la efectividad y la mortalidad.
intestino que quiere desplazarse. ■ La seguridad d e la crioablación com prende inform ación
■ Tras colocar en posición correcta las criosondas, se com ­ sobre la supervivencia, así com o tasas de m ortalidad y com ­
pletan uno o dos ciclos de congelación-descongelación para plicación calculadas para la cirugía abierta, no para la vía
conseguir la necrosis de la lesión. percutánea.
448 INTERVENCIONES NO VASCULARES |ABLACION VISCERAL

■ La bibliografía inicial sobre la crioablación percutánea mues­ ■ Las com plicaciones m enores son dolor ligero a m oderado
tra una baja tasa de com plicación. en hipocondrio derecho, hem orragia, lesión diafragmática,
neum otorax, absceso hepático y hem atom a subcapsular.
■ Otras com plicaciones son la lesión del sistema biliar y la
hipotermia.
RESULTADOS
■ En numerosos estudios el éxito inicial de la crioablación de
tumores hepáticos está entre el 60 y 85%.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
■ La recidiva local en el seguim iento oscila entre el 3 y 53 %.
■ La crioablación abierta o laparoscópica no aumenta la tasa Y SEGUIMIENTO
de supervivencia a 2 ni a 5 años en el cáncer de colon metas- ■ Inm ediatam ente después de la intervención debe realizarse
tatizante respecto al tratamiento quirúrgico convencional. una TC o R M con contraste para evaluar el efecto de la abla­
■ Los estudios sobre la crioablación quirúrgica de metástasis ción.
neuroendocrinas en el hígado muestran una tasa alta de ■ A continuación se envía al paciente a una unidad de recupe­
desaparición com pleta de los síntomas. ración durante 2 h para recuperarse de la anestesia general.
■ Hasta ahora no se han efectuado estudios sobre la tasa de ■ Luego pasa a una habitación convencional para observación
supervivencia de los pacientes con hepatocarcinom a o metás­ nocturna.
tasis hepáticas de tumores primarios neuroendocrinos o de ■ Se saca sangre para análisis d e laboratorio (hem oglobina,
colon tratados m ediante crioablación percutánea. hem atocrito, leucocitos, transaminasas, pruebas de coagula­
ción, creatinina y m ioglob in a).
■ Si la evolución tras la ablación es norm al la m ayoría de los
pacientes reciben el alta al día siguiente con instrucción de
COMPLICACIONES perm anecer en contacto telefónico frecuente.
■ Los estudios muestran que la tasa d e m ortalidad global de ■ El paciente acude a la consulta externa 1 semana después de
la crioablación quirúrgica oscila entre el 1,2 a 7,5% con una la intervención.
tasa de com plicación seria entre el 5,9 a 45 %. ■ Se recom ienda seguim iento a los tres m eses m ediante estudio
■ Los estudios han demostrado que si se destruye mediante de im agen (TC, R M , tom ografía p or em isión de positrones o
crioablación aproxim adam ente el 30 a 35% del volum en cualquier com b inación ).
hepático se produce un aum ento considerable de las com ­
plicaciones. Lecturas recomendadas
■ Las com plicaciones serias son fractura del parénquim a, coa­ A tw ell T D , Charboneau JW, Que FG, et al: Treatment o f
gulopatía, insuficiencia renal aguda secundaria a m ioglobi- neuroendocrine cancer metastatic to the liver: the role o f ablative
nuria y crioshock. techniques. Cardiovasc Interven t Radiol 28:409-421, 2005.
■ Puede haber m ioglobinem ia aunque por lo general es transito­ Jain S, Sacchi M , Vrachnos P, et al: Recent ad vances in the treatment
ria. En pocos casos la m ioglobinem ia puede progresar a necro­ o f colorectal liv er metastases. Hepatogastroenterology 52:1567-
sis tubular aguda e insuficiencia renal por m ioglobinuria. 1584, 2005.
Jansen M C, van H illegersberg R, Chamuleau R A, et al: Outcom e o f
■ Las causas de m ortalidad son hem orragia, crioshock, infarto
regional and loca l ablative therapies for hepatocellular carcinoma:
de m iocardio postablación, em bolia pulmonar, septicemia,
a collective review. E u r J Surg O ncol 31:331-347, 2005.
perforación de colon e insuficiencia hepática.
vanSonnenberg E, M cM ullen W, Solbiati L: Tu m or A b la tion : Principles
■ Tam bién se han identificado casos de síndrom e hepatorrenal, a n d Practice N e w York, 2005, Springer.
trombosis venosa portal, obstrucción intestinal, hem orragia W eb er SM, Lee F T Jr: Expanded treatment o f hepatic tumors with
por varices y rotura al interior de la cavidad abdom inal de la radiofrequency ablation and cryoablation. Oncology (W illis to n
zo n a tratada m ediante ablación. P a rk ) 19(11 Suppl 4 ): 27-32, 2005.
Destrucción química de tumores hepáticos
malignos pequeños

■ El alcohol produce deshidratación citoplásm ica, desnatu­


INDICACIONES ralización de las proteínas celulares y trom bosis de vasos
■ Carcinoma hepatocelular hasta con cinco lesiones, cada una pequeños.
de 3 a 5 cm com o m áxim o ■ La inyección percutánea de ácido acético disuelve las m em ­
■ Lesiones de carcinom a hepatocelular im posibles o difíciles branas basales celulares y el colágeno intersticial, destru­
de tratar por otros m edios por sus características anatómicas yen do esencialmente los tabiques internos del tumor.
(adyacentes a un vaso o al diafragm a)

TECNICA
CONTRAINDICACIONES ■ Se realiza un estudio de im agen prelim inar para localizar la
■ Enferm edad metastásica extrahepática com o problem a clí­ lesión y marcar la posición.
nico predom inante ■ Se prepara la zona con una sustancia para lim piar la piel.
■ Coagulopatía incorregible ■ Inyección de alcohol: la ablación percutánea con alcohol se
realiza por lo general bajo guiado por ecografía en tiempo real.
■ N o se em plea profilaxis antibiótica de m od o sistemático.
■ En caso de guiado ecográfico, la aguja de infusión puede
INSTRUMENTAL colocarse con técnica de manos libres o con una guía de
aguja utilizando un transductor curvo de 3,5 o 5 M Hz.
■ Estudio de im agen (ecografía con transductor curvo d e 3 a ■ Para las lesiones pequeñas (< 2 c m ), la aguja se introduce
5 M H z o TC o R M ) hasta el borde del tum or más alejado del transductor de
■ La ecografía perm ite un guiado por im agen excelente. ecografía.
■ En ocasiones se utiliza la TC para las lesiones difíciles. ■ En las lesiones más grandes puede ser necesario introducir la
■ A guja calibre 20 a 22 con orificio en el extrem o o de punta aguja en más de un punto o introducir más de una aguja.
cónica con múltiples orificios laterales ■ La m ayoría de los investigadores utilizan el volum en diana
■ Adm inistre el volum en apropiado de alcohol al 98% o de defin itivo basándose en el volum en del tum or con un margen
ácido acético al 50% quirú rgico de 1 cm por fuera de la p eriferia de la lesión.
■ A guja de titanio si se em plea R M para reducir el artefacto ■ El volum en de alcohol inyectado se calcula com o V = 4/3n
■ A guja «e n tened or» con un sistema de aguja calibre 27 (r + 0,5)3, donde V es el volum en diana de alcohol, r es
■ Permite emplear una sola aguja con un sistema esférico de e l radio de la lesión (en centím etros) y 0,5 es el factor de
múltiples orificios laterales en la inyección percutánea de ácido corrección para el margen quirú rgico adicional.
acético ■ La infusión se hace lentamente en partes iguales de 0,1 a
■ A lcoh ol o ácido acético 0,2 m i con control ecográfico continuo.
■ Sustancia quím ica para ablación ■ Cuando una zo n a del tum or se hace ecoica se retira la aguja
a la zona del tum or más próxim a al transductor y se reanuda
la infusión.
■ H ay que tener cuidado de que no entre aire en el sistema
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO porque esta circunstancia produce sombras acústicas no
■ Si las lesiones están cerca de la cúpula del hígado puede ser deseadas.
p referible el guiado por TC o R M para m ejorar la visualiza­ ■ Un punto im portante que debe recordarse es que la ecografía
tion. suele sobrevalorar la difusión del alcohol.
■ L a inyección percutánea de alcohol se difunde de m odo ■ Cuando se observa relleno de la v ía biliar, vena porta, vena
secundario a través del intersticio de un tum or de tamaño hepática o rama de la arteria hepática se detiene la infusión,
< 5 cm. se retira la aguja y se recoloca.

PUNTOS CLAVE
> La ablación quím ica percutánea es una técnica contrastada de tratam iento regional para los tum ores
m alignos hepáticos irresecables.
i La ablación quím ica tiene varias ventajas evidentes respecto a otras técnicas regionales debido en parte a
su relativa sencillez, coste reducido y seguridad.
> Las técnicas d e ablación quím ica tienen la ventaja de que no precisan instrumental específico en
com paración con la ablación m ediante radiofrecuencia.
> La ablación quím ica puede perm itir la destrucción de tum ores resistentes a la ablación mediante
radiofrecuencia por proxim idad a otros órganos o al pronunciado efecto de disipación de calor.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 449


450 INTERVENCIONES NO VASCULARES |ABLACIÓN VISCERAL

Volumen de ¡nfus¡ón=4/37r (r+0,5)3

Figura 1. V olum en diana final para in yección percutánea de alcohol.

Figura 2. A b lac ió n con ácido acético g u iad a p or e cografía e n Figura 3. A b la c ió n con ácido acético g u iad a p or e cografía en
paciente de 59 añ os con hepatitis B y c arcinom a h epatocelular. paciente d e 59 a ñ os c o n hepatitis B y c arcinom a h epatocelular.
Guiado ecográfico en tiem po real para introducir una aguja d e Se aprecia la d ifusión de ácido acético com o zon as confluentes de
infu sión en una masa p osterior a la ven a porta. ecogenicidad. Ya no se v en las porciones distales de la masa.
D estrucción q uím ica de tum o re s h epáticos m alignos pequeños

■ La intervención debe suspenderse si se observa relleno de la ■ La intervención finaliza cuando se alcanza el volum en diana
vesícula biliar porque se asocia a aparición de hem obilia. o toda la lesión se convierte en ecoica, y la inyección adicio­
■ Si la inyección se realiza guiada por TC o RM no es posible nal produce ecos que refluyen hacia las venas hepáticas o el
controlar en tiem po real el relleno de estructuras distintas del sistema porta.
tumor. ■ Tras la inyección se retira la aguja.
■ En estas circunstancias, muchos expertos obtienen una o dos ■ Si el tum or está adyacente a la superficie hepática puede
im ágenes durante la inyección para com probar la distribu­ realizarse una oclusión del trayecto de la aguja m ediante
ción de la sustancia inyectada. inyección de esponja quirúrgica de gelatina, trombina, colá­
■ Cuando se consigue que el tum or sea com pletam ente ecoico gen o o cualquier com binación de estos productos a través de
o se alcanza el volum en diana o ambos, se deja la aguja en la aguja.
posición durante 1 a 2 m in y después se retira manteniendo ■ Se vigila al paciente durante un m ínim o de 4 h para detectar
la aspiración. posibles com plicaciones.
■ En casos de carcinoma hepatocelular la recidiva tras inyec­ ■ Las inyecciones se llevan a cabo una o dos veces por semana
ción percutánea d e alcohol suele com enzar en la p eriferia de con un intervalo m ínim o de 2 días hasta com pletar el trata­
la lesión, lo que im plica que es frecuente que esta zona no miento o hasta que el tum or residual no es adecuado para
hay recibido el tratamiento adecuado. tratamiento adicional con ácido acético.
■ Técn ica de dosis ú nica (Livragh i et a l.): el volum en de alcohol
inyectado es m ayor que el volum en diana defin itivo previsto
y pueden tratarse lesiones > 3 cm.
■ Inm ediatamente antes de la intervención se realiza una infu­ CONTROVERSIAS
sión intravenosa de fructosa 1,6-difosfato (FDP) y de glutatión
■ Inyección percutánea de alcohol frente a ablación por radio­
para aumentar la velocidad de oxidación hepática del alcohol
frecuencia: la inyección percutánea de alcohol tiene una tasa
(la FDP y el glutatión no están disponibles en EE. U U .).
de respuesta más baja y precisa más sesiones de tratamiento
■ Esta técnica es más dolorosa que la ablación con alcohol
pero la tasa d e efectos adversos es menor.
convencional y por esta razón se lleva a cabo con anestesia
■ Ab lación quím ica frente a resección de un tum or <3 cm: la
general.
ablación quím ica tiene tasas de respuesta y de supervivencia
■ Inyección de ácido acético (pretratamiento con N-acetilcis-
más bajas pero m enos com plicaciones.
teína): se administra por v ía oral 600 m g dos veces al día
durante 3 días em pezando 1 día antes de la intervención.
■ Pretratamiento con bicarbonato sódico: se inyectan 100mEq/l
a 150ml/h antes y durante un m ínim o de 2 h después de RESULTADOS
la ablación o hasta que desaparezca la hem aturia m icros­
cópica. ■ Se han publicado tasas de supervivencia a los 3 años del 60 a 70 %
■ Se recomienda sedación intravenosa conscientes con una y tasas de supervivencia a los 5 años del 30 a 50% en la cirrosis
dosis en b olo justo antes de administrar el ácido acético por­ clase A de Child-Pugh y en las lesiones solitarias de 3 cm.
que la inyección es dolorosa. ■ N o hay diferencia en la tasa de supervivencia a los 5 años
■ Se inyecta solución d e ácido acético al 50% bajo guiado en los pacientes con tres o m enos lesiones carcinoma hepa­
ecográfico en tiem po real o TC con una aguja con múltiples tocelular < 3 cm d e diám etro tratados m ediante inyección
orificios laterales calibre 20 o 22. percutánea de alcohol o resección quirúrgica.
■ El cálculo del volum en necesario para el tratamiento es ■ La tasa de supervivencia era del 59 % en el grupo de inyección
em pírico porque el ácido acético penetra en el tejido tumoral percutánea de alcohol y del 61 % en el grupo de resección.
con más facilidad que el alcohol. ■ La tasa de supervivencia a los 3 años con la técnica de dosis
■ Una fórm ula para determ inar el volum en inyectado (en m ili­ ú n ica era del 74%.
litros) en cada tum or es añadir 1 m i al diámetro m áxim o del ■ La tasa total de supervivencia a los 3 años de los pacientes
tum or (es decir, un tum or de 3 cm de diámetro precisa 4 m i). con una sola lesión carcinom a hepatocelular < 5 cm de diá­
■ Si se encuentra resistencia, se aprecia un relleno com pleto m etro era del 82%.
de la lesión m ediante ecografía en tiem po real o se produce ■ El ácido acético se asocia a menos sesiones terapéuticas y a
intravasación se inyecta un volum en más reducido. un volum en total inyectado más bajo en com paración con el
■ En casos de intravasación debería recolocarse la aguja antes alcohol en todas las lesiones.
■ Las tasas de supervivencia sin cáncer a 1 y 2 años eran del
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de reanudar la inyección.
■ El volum en total inyectado en cada sesión terapéutica no 83 y 63 % en el grupo de ácido acético frente al 59 y 33 % en
debería superar los 10 m i porque aumenta el riesgo de lesión el grupo de alcohol respectivamente.
renal o d e acidosis metabólica.
■ Se avanza la aguja hasta un punto cercano a la pared distal
de la lesión y se introduce la sustancia para ablación con­
COMPLICACIONES
form e se retira la aguja con lentitud.
■ La difusión del ácido por el tum or se m anifiesta com o zonas ■ C om plicaciones m enores: dolor local, fiebre transitoria y
ecoicas confluentes. rubor facial
■ Para facilitar la identificación del grado de difusión puede ■ C om plicaciones mayores (< 2 % ): hem orragia intraperito­
m ezclarse un volum en pequeño de contraste yodado con el neal, derrame pleural, hem obilia, absceso hepático, necrosis
ácido acético durante la inyección (proporción 1:9 de con- hepática, descom pensación hepática, colangitis, hem orragia
traste:ácido acético). esofágica e hipotensión
■ En estos casos el m apeo de difusión ex vivo ha revelado que ■ A lcoh ol: intoxicación
la distribución del ácido acético es algo m ayor que la dis­ ■ Á cid o acético: hem olisis, hem oglobinuria e insuficiencia
tribución observada del contraste. renal aguda
452 INTERVENCIONES NO VASCULARES |ABLACION VISCERAL

ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y Lecturas recomendadas


Clark TW , Soulen MC: Chem ical ablation o f hepatocellular carcinoma.
SEGUIMIENTO J Vase Inte rv R a diol 13:S245-S252, 2002.
■ La TC con contraste es la técnica más utilizada para evaluar la Cormier JN, Thom as KT, Chari RS, Pinson CW: M anagem ent o f
respuesta al tratamiento. hepatocellular carcinoma. J Gastrointest Surg 10:761-780, 2006.
Goldberg SN, Ah m ed M : M inim ally in vasive im age-guided therapies
■ L a lesión debería ser hipoatenuada y sin captación de con­
for hepatocellular carcinoma. J C lin Gastroenterol 35:S115-S129,
traste en la TC con contraste.
2002.
■ La presencia de realce arterial tem prano es un indicador tisu­ Lin SM, Lin CJ, Lin CC, et al: R andom ized controlled trial com paring
lar viab le residual. percutaneous radiofrequency therm al ablation, percutaneous
■ Es probable que el uso de la R M aumente conform e evolucio­ ethanol in jection, and percutaneous acetic acid injection to treat
nen las técnicas funcionales. hepatocellular carcinom a o f 3 cm or less. G ut 54:1151-1156, 2005.
■ Se recomienda un seguim iento sistemático a intervalos de Shields A , Reddy KR: H epatocellular carcinoma: current treatment
3 m eses tras la ablación satisfactoria durante el prim er año, strategies. C u rr Treat O ptions Gastroenterol 8:457-466, 2005.
am pliando después el intervalo a cada 6 meses. W righ t AS, M ah vi DM , H aem m erich DG, Lee FT Jr: M inim ally
in vasive approaches in management o f hepatic tumors. Surg
■ Control frecuente de la concentración de a-fetoproteína en
Technol I n t 11:144-153, 2003.
los tumores que la producen.
Crioablación de tumores renales

DEFINICIÓN: Técnicas de ablación térmica que destruyen los tumores mediante energia frigorifica.

INDICACIONES ANATOMIA Y VIA DE ACCESO


■ Pacientes con función renal alterada o en los que no es posi­ ■ La TC y la R M son útiles para planificar, guiar, vigilar y con­
ble la cirugía por com orbilidad o edad avanzada trolar la ablación.
■ Pacientes con carcinoma renal m ultifocal ■ El paciente suele estar en pronación con una v ía de acceso
■ Pacientes con nefrectom ía previa y escaso parénquim a renal percutánea para apuntar al tum or y no lesionar estructuras
distensible restante adyacentes
■ Pacientes con enferm edad de von Hippel-Lindau u otros tras­ ■ Pueden utilizarse otras posiciones (p. ej., decúbito lateral)
tornos que predisponen a los tumores multifocales para m ejorar la relación con las estructuras adyacentes.
■ Ab lación de tumores recidivantes en el lecho de nefrectomía

TÉCNICA
CONTRAINDICACIONES ■ Debe realizarse una evaluación previa a todos los pacientes,
con determ inación d e la creatinina sérica, recuento de pla­
■ Contraindicación absoluta: coagulopatía incorregible quetas y perfil de coagulación.
■ Enferm edad sistémica o sepsis, que se trata antes de la abla­ ■ Se coloca al paciente en pronación (habitualm ente).
ción ■ Se marca el sitio en el que va a insertar la sonda.
■ Extensión tum oral a las venas, órganos adyacentes y gan­ ■ Se prepara la zona con un desinfectante para la piel.
glios linfáticos o metástasis a distancia (a menos que la inter­ ■ La intervención puede llevarse a cabo con anestesia local y
vención se haga por razones diferentes de la erradicación del sedación consciente; por lo general, el paciente sufre escaso
tum or com o dolor o hematuria) o nulo d olor durante la crioablación.
■ Estructuras vitales adyacentes com o el intestino que no pue­ ■ Se coloca la sonda por v ía percutánea y se avanza a la lesión
den separarse de la zona de ablación con técnicas aceptadas diana guiada por TC o RM.
■ Se suele em plear un ciclo doble de congelación-descongela­
ción para aumentar el tam año de la zo n a de ablación.
■ Las estructuras vitales adyacentes pueden alejarse de las
lesiones diana m ediante introducción de balones.
INSTRUMENTAL
■ H ay que evaluar los márgenes para garantizar que la ablación
■ TC o RM ha sido completa.
■ Para planear, guiar, vigilar y controlar la técnica de abla­ ■ D ebe realizarse ablación de un m argen d e 5 a 10 m m de
ción parénquim a renal norm al alrededor de la lesión tratada.
■ Criosonda ■ La bola de hielo debe extenderse al m enos 3,1 m m más allá
■ Icerod (Oncura); con diám etro de 1,47 m m (calibre 17); del m argen del tumor.
ventaja adicional d e com patibilidad RM ■ La aplicación única de una criosonda grande puede ser ade­
■ Dispositivo Cryocare (Endocare); con diám etro d e 2,4 mm cuada para una ablación com pleta.
■ Gas argón ■ Si se usa una criosonda más pequeña o se trata una lesión
■ Para alcanzar temperaturas extremadamente frías más grande puede ser necesario introducir varias sondas
■ Gas helio individuales que puedan activarse de m od o simultáneo.
■ La descongelación activa con gas helio ayuda a acelerar ■ Durante la crioablación puede visualizarse con claridad
este proceso sin com prom eter los efectos de la ablación. mediante TC la localización y el tamaño de la bola de hielo.

PUNTOS CLAVE
» Todos los pacientes precisan una evaluación previa.
> La imagen tiene gran utilidad antes y después de la ablación percutánea guiada por imagen,
i La mayoría d e los protocolos de seguim iento por im agen com prenden RM o TC con contraste.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 453


454 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

■ Es posible lesionar el sistema colector si se punciona de


CONTROVERSIAS m odo inadvertido con una criosonda.
■ La biopsia sistemática antes de la ablación térmica tiene una ■ Las com plicaciones leves son dolor o parestesia en la zo n a de
utilidad lim itada para caracterizar las masas renales peque­ entrada d e la sonda e infección de la herida.
ñas. ■ La contam inación del trayecto de la aguja es una com plica­
■ Por el contrario, Túncali observó que el 37% de los pacien­ ción posible.
tes rem itidos para ablación de un supuesto carcinom a renal ■ El neum otorax es otra com plicación posible si se em plea una
tenían lesiones benignas. v ía de acceso intercostal.
■ Si se hace una biopsia para facilitar la decisión, debería reali­
zarse com o intervención independiente de la ablación para
una revisión histopatológica adecuada.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
RESULTADOS ■ Los estudios de im agen son la única técnica disponible para
identificar recidiva o tum or o residual.
■ El éxito de la ablación com pleta se manifiesta por la ausencia ■ La evaluación inicial se hace 1 mes después de la interven­
de realce por contraste en TC o RM. ción con im agen d e seguim iento a los 3, 6 y 12 meses, y cada
■ Shingleton et al. no hallaron realce tras el tratamiento; 20 de año a partir de entonces.
22 lesiones habían dism inuido de tamaño durante el segui­ ■ Si se identifica recidiva o tum or residual puede repetirse la
miento. ablación.
■ Silverm an et al. observaron una crioablación com pleta en
24 de 26 tumores tratados.
■ G upta et al. ob tu vie ro n un resultado satisfactorio en las
27 lesiones tratadas m ediante crioablación. Lecturas recomendadas
Aron M , Gill IS: Renal tum or ablation. Curr O p in U rol 15:298-305,
2005.
Gervais D A, Arellano RS, M ueller P: Percutaneous ablation o f kidney
COMPLICACIONES tumors in nonsurgical candidates. Oncology (W illis to n Pa rk) 19(11
Suppl 4): 6-11, 2005.
■ Las com plicaciones son infrecuentes tras la ablación térmica Goldberg SN, Grassi CJ, Cardella JF, et al: Im age-guided tumor
percutánea; las tasas globales oscilan entre el 3 y 12%. ablation: standardization o f term inology and reporting criteria.
■ La com plicación más frecuente es la hemorragia. J Vase Inte rv R adiol 16:765-778, 2005.
Ablación por radiofrecuencia de tumores
renales

DEFINICIÓN: Las técnicas de ablación térmica destruyen los tumores con energía térmica.

■ El paciente suele estar en pronación con una v ía de acceso


INDICACIONES percutánea para apuntar al tum or y no lesionar las estructu­
■ Pacientes con función renal alterada o en los que no es posi­ ras adyacentes.
ble la cirugía por com orbilidad o edad avanzada ■ Pueden utilizarse otras posiciones (p. ej., decúbito lateral)
■ Pacientes con carcinoma renal m ultifocal para m ejorar la relación con estructuras adyacentes (intes­
■ Pacientes con nefrectom ía previa y escaso parénquim a renal tino, pulm ón).
distensible restante ■ Para las lesiones en el polo superior puede utilizarse una vía
■ Pacientes con enferm edad de von Hippel-Lindau u otros tras­ de acceso transtorácica después de provocar un neumotorax.
tornos que predisponen a los tumores multifocales ■ Para no lesionar el sistema colector puede introducirse agua
■ La ablación por radiofrecuencia se ha empleado com o tra­ fría en el sistema colector mediante un acceso anterógrado o
tamiento paliativo de la hematuria que no responde al trata­ retrógrado.
miento convencional y para destruir tumores en el lecho de
nefrectomía

TÉCNICA
■ Debe realizarse una evaluación previa a todos los pacientes,
CONTRAINDICACIONES con determ inación d e la creatinina sérica, recuento de pla­
■ Contraindicación absoluta: coagulopatía incorregible quetas y perfil de coagulación.
■ Enfermedad sistémica o sepsis, que se trata antes de la ablación ■ Se coloca al paciente en pronación (habitualm ente).
■ Extensión tum oral a las venas, órganos adyacentes y gan­ ■ Se marca el sitio en el que va a insertar la sonda.
glios linfáticos o metástasis a distancia (a menos que la inter­ ■ Se prepara la zona con un desinfectante para la piel.
vención se haga por razones diferentes a la erradicación del ■ Se aplican varios electrodos de dispersión en la región supe­
tum or com o dolor o hematuria) rior del muslo.
■ Estructuras vitales adyacentes com o el intestino que no pue­ ■ H ay que vigilar el m uslo periódicam ente para evaluar posi­
den separarse de la zona de ablación con técnicas aceptadas bles quemaduras alrededor de los electrodos de dispersión.
■ La sonda se coloca por vía percutánea y se avanza a la lesión
diana guiada por TC o RM.
■ Se separan las estructuras vitales adyacentes d e las lesiones
INSTRUMENTAL introduciendo dióxido de carbono o líquido (agua estéril).
■ H ay que evaluar los márgenes para garantizar que la ablación
■ Generador eléctrico
es completa.
■ Corriente alterna de alta frecuencia
■ Debe destruirse un m argen de 5 a 10 m m de parénquim a
■ Longitud de onda d e 460 a 500 kHz
renal norm al alrededor de la lesión tratada.
■ Rango de potencia de 150 a 200 W
■ La ablación m ediante radiofrecuencia con electrodo único
■ Ap licad or (electrodo de aguja)
requiere una ablación secuencial más que simultánea.
■ Rango de calibre 14 a 17
■ Se introducen de m od o simultáneo tres electrodos de abla­
■ Diseño: configuración d e electrodo expansible de varilla
ción m ediante radiofrecuencia con punta fría con una caja de
múltiple a diseño de sonda recta con configuración in d ivi­
cam bio especial para lograr zonas amplias de ablación.
dual o en grupo de tres
■ Justo antes de acabar la ablación m ediante radiofrecuencia
■ Electrodos múltiples: sonda en lluvia de estrellas Rita (Rita
debe realizarse una TC con contraste.
M edical Systems); sonda LeVeen (Boston Scientific)
■ Sistema Valley Lab: diseño de sonda recta con un conducto
que perm ite la circulación de líquid o frío
■ Electrodos d e dispersión (alm ohadillas de aterrizaje a tierra)
CONTROVERSIAS
■ La biopsia sistemática antes de la ablación térmica tiene una
utilidad limitada para caracterizar las masas renales pequeñas.
a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ Por el contrario, Tuncali observó que el 37% de los pacientes
■ Se utiliza TC o R M para planificar, guiar, v igilar y controlar la (10 de 27) rem itidos para ablación de un supuesto carcinoma
ablación. renal tenían lesiones benignas.

PUNTOS CLAVE
i Todos los pacientes precisan una evaluación previa.
> La imagen tiene gran utilidad antes y después de la ablación percutánea guiada por imagen.
i La mayoría d e los protocolos de seguim iento por im agen com prenden RM o TC con contraste.
> La posición exofítica del tum or es la más favorable para la ablación.

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456 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

Figura 1. M u je r de 42 años diagnosticada de tum ores renales Figura 2. M u je r de 42 años diagnosticada de tum ores renales
sólidos b ilaterales con realce p o r contraste. También tenía sólidos bilaterales con realce p o r contraste. También tenía
quistes renales bilaterales y múltiples quistes pancreáticos. La quistes renales bilaterales y múltiples quistes pancreáticos. La
evaluación genética con firm ó e l diagnóstico d e enferm edad de von evaluación genética con firm ó e l diagnóstico de enferm edad de von
Hippel-Lindau. Precisó una nefrectom ía derecha po r carcinoma Hippel-Lindau. Precisó una n efrectom ía derecha po r carcinom a renal
renal grande qu e ocupaba la m ayor parte del riñ ón derecho. Dos grande que ocupaba la m ayor parte del riñ ón derecho. Dos tumores
tumores independientes en e l tu m or izq u ierd o fueron tratados independientes en e l tu m or izq u ierd o fu eron tratados m ediante
m ediante ablación po r radiofrecuencia percutánea. ablación p o r radiofrecuencia percutánea.

V *
Figura 3. Im agen TC axia l a los 2 años (m ism a paciente de las Figura 4. Im agen TC axia l a los 2 años (m ism a paciente d e las
figs. 1 y 2 ) sin realce p o r contraste en las zonas d e ablación en figs. 1 y 2 ) sin realce p o r contraste en las zon as d e ablación en
e l riñ ón izquierd o. e l riñ ón izquierd o.

■ Si se hace una biopsia para facilitar la decisión, debería reali­ ■ Gervais et al.: la tasa de ablación tumoral com pleta con cri­
zarse com o intervención independiente de la ablación para terios de im agen era 90% con tumores entre 1,1 y 5,5 cm.
una revisión histopatológica adecuada.

COMPLICACIONES
RESULTADOS
■ Las com plicaciones son infrecuentes tras la ablación térmica
■ La tasa de éxito de la ablación está entre el 79 y 100%. percutánea; las tasas globales oscilan entre el 3 y 12%.
■ La mayoría de las tasas de ablación completa superan el 90%. ■ La com plicación más frecuente es la hemorragia.
■ La ablación com pleta satisfactoria se manifiesta por la ausen­ ■ Es posible lesionar el sistema colector y el uréter, con fuga de
cia de realce por contraste en TC o RM. orina u obstrucción.
■ Pavlovich et al. obtuvieron la tasa de ablación com pleta más ■ Las com plicaciones leves son el d olor o la parestesia en la
baja (7 9 % ) en tumores entre 1,5 y 3 cm. zona de entrada de la sonda y la infección d e la herida.
A blación por ra d io fre c u e n c ia de tu m o re s renales

■ La contam inación del trayecto de la aguja es una com plica­ ■ La evaluación inicial se hace 1 mes después de la interven­
ción posible. ción con im agen de seguim iento a los 3, 6 y 12 meses, y cada
■ Existe la posibilidad de lesionar estructuras vitales circun­ año a partir de entonces.
dantes, com o intestino y glándula adrenal, si no se toman ■ Si se identifica recidiva o tum or residual puede repetirse la
medidas para garantizar una distancia de seguridad adecuada ablación.
(o si no se crea artificialmente) entre el margen previsto d e la
zona de tratamiento y la estructura vital. Lecturas recomendadas
■ El neum otorax es otra com plicación posible si se em plea una
Aron M , Gill IS: Renal tum or ablation. Curr O pin U rol 15:298-305,
vía de acceso intercostal.
2005.
Gervais D A, A rellano RS, M ueller P: Percutaneous ablation o f kidney
tumors in nonsurgical candidates. O ncology (W ilU ston Pa rk) 19(11
Suppl 4): 6-11, 2005.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA G oldberg SN, Grassi CJ, Cardella JF, et al: Im age-guided tumor
Y SEGUIMIENTO ablation: standardization o f term inology and reporting criteria.
J Vase ln terv R adiol 16:765-778, 2005.
■ Los estudios de im agen son la única técnica disponible para
identificar recidiva o tum or o residual.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Ablación por radiofrecuencia de la glándula
adrenal

DEFINICIÓN: Opción terapéutica alternativa mínimamente invasiva de una neoplasia adrenal primaria
o metastásica.

INDICACIONES ■ La proxim idad estrecha a vasos principales produce preocu­


pación debido al am plio efecto de disipación de calor que
■ N eoplasia adrenal prim aria o metastásica com o carcinoma puede ocurrir y al tratamiento inadecuado.
adrenocortical, feocrom ocitom a y metástasis extra-adrenales ■ H ay que tener en cuenta el desplazam iento de los órganos
de una neoplasia adrenal que se produce al cambiar de posición (p. ej., el tumor
■ Pacientes inoperables: riesgo quirúrgico elevado, com orbili- adrenal está cerca de la aorta abdom inal y del intestino en
dad múltiple, tumores irresecables, tum or con crecim iento posición de pronación).
agresivo y con m últiples cirugías previas ■ Se planifica la im agen específica de posición apropiada antes
■ Hiperaldosteronismo prim ario y feocrom ocitom a metastásico de la intervención con TC o R M para evitar com plicaciones.
■ Lesiones < 5 cm diámetro y lesiones de mayor tamaño mediante
superposición de las ablaciones (aunque la tasa d e éxito dismi­
nuye conform e aumenta el tamaño)

TÉCNICA
■ La ablación adrenal puede realizarse por una vía de acceso
CONTRAINDICACIONES anterior, lateral o posterior.
■ Las coagulopatías que no pueden corregirse y las diátesis ■ Se elige la v ía de acceso apropiada en función d e la localiza­
hemorrágicas son contraindicaciones relativas ción de la lesión, estructuras circundantes y desplazamiento
■ N o debería emplearse ablación por radiofrecuencia en de los órganos en cada posición.
pacientes con enferm edad o infección aguda ■ Las lesiones adrenales derechas y la invasión a través del
■ La com orbilidad com o la enferm edad pulm onar obstructiva riñón y el hígado pueden crear una ventana hacia la lesión
crónica y la insuficiencia cardíaca congestiva no son con­ diana en la v ía d e acceso anterior o lateral.
traindicaciones, pero pueden aumentar el riesgo ■ El riesgo d e lesión térmica renal y hepática suele ser intras­
■ La crisis hipertensiva previa o una concentración elevada de cendente y, de hecho, a menudo es ideal la vía transhepática
catecolaminas pueden aumentar el riesgo, pero no son con­ o transrenal.
traindicaciones absolutas ■ Las lesiones adrenales izquierdas pueden precisar (pocas
veces) un acceso transesplénico con más riesgo d e hem o­
rragia.
■ La intervención debería finalizar con una ablación agresiva
INSTRUMENTAL de tejido esplénico al retirar la aguja, en ocasiones durante
12 a 15 min.
■ Generador de radiofrecuencia d e corriente alterna de 200 W y ■ Los puntos de acceso m uy próxim os al borde de dianas en
460 a 480 kH z m ovim iento aumentan el riesgo de lesionar un órgano.
■ Electrodos d e radiofrecuencia (electrodo único o agrupado) ■ Para proteger el estóm ago puede estar indicado el uso fárma­
■ Conectado a cuatro alm ohadillas de aterrizaje a tierra o cos properistálticos, el lavado orogástrico con suero salino
electrodos de dispersión frío o la instilación percutánea de dextrosa al 5% entre el
■ Suero salino frío tum or y el estóm ago.
■ Guiado TC o ecográfico (o am bos) ■ En las ventanas estrechas es esencial la inform ación en
■ Tam bién puede utilizarse instrumental de m icroonda, crio- tiem po real con ecografía o radioscopia TC, com o sucede a
ablación y de ultrasonido focalizado de alta intensidad m enudo con la ablación m ediante radiofrecuencia adrenal.
■ Una v e z el paciente está en la posición adecuada, se colocan
de dos a cuatro alm ohadillas de aterrizaje a tierra en sus
muslos.
ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO ■ Se marca la zona para facilitar la inserción del electrodo en la
■ La ablación adrenal puede realizarse p or v ía de acceso poste­ piel.
rior, lateral o anterior. ■ Se prepara la piel de la zo n a con un desinfectante.
■ A l elegir la v ía de acceso tenga en cuenta los órganos (p. ■ Se usa sedación consciente o anestesia general.
ej., hígad o), vasos (p. ej., vena porta, vena cava inferior) y ■ M ediante com binación de guiado TC y ecográfico se coloca el
nervios cercanos. electrodo apropiado en el tumor.

PUNTOS CLAVE
i Habrá de ser cauteloso al aplicar la ablación cerca del intestino o de estructuras vitales,
i La ablación mediante radiofrecuencia adrenal es segura en manos expertas,
i Hay que asegurarse de q ue la prem edicación es adecuada antes d e tratar feocrom ocitom as y otras
neoplasias con actividad funcional u hormonal.

458 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


A blación por ra d io fre c u e n c ia de la g lá n d u la adrenal

Tumor
destruido

Figu ra 1. TC con contraste antes d e la ablación p or radiofrecuencia F igura 2. TC con contraste qu e muestra necrosis pericava d e un
que muestra un tu m or adrenal derecho m u y cerca d el h ígado, vena tu m or adren al con una ven a cava in fe rio r (V C I) perm ea ble
porta (V P ) y vena cava in fe rio r (V C I). 2,5 años después de la ablación.

Figu ra 3. TC con contraste de una recid iva de una lesión


suprarrenal izq u ierd a con una ventana estrecha (re cu a d ro ) para
colocar el electrodo.
Figura 4. . Reconstrucción oblicua m ultip lan o de un electrodo
p or radiofrecuencia en el tumor.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Por lo general, los electrodos no expansibles (C ool Tip, ■ A continuación, puede realizarse una TC con contraste para
Valley Lab) perforan con más facilidad las dianas m óviles o confirm ar la ablación com pleta del tumor.
pequeñas. ■ Si se trata un feocrom ocitom a, el paciente debería recibir
■ Se hace una estimación d e la zo n a probable de tratamiento b loqu eo a-adrenérgico con o sin bloqu eo (5-adrenérgico para
en la ecografía o TC con form e se formula un plan m ental de evitar las crisis hipertensivas.
tratamiento.
■ El generador de radiofrecuencia se activa habitualmente
durante 12 a 16 m in en los tratamientos superpuestos cuando
el paciente perm anece estable hemodinámicamente.
■ Durante la intervención, se repite la exploración durante los CONTROVERSIAS
pequeños bolos de contraste de 50 m i entre la recolocación
de la aguja para definir la geom etría del tejido diana. ■ Resección quirúrgica frente a ablación m ediante radiofre­
■ A l acabar, se cauteriza el trayecto de la aguja para evitar la cuencia com o tratamiento d e las metástasis adrenales aisla­
contam inación y la hemorragia. das clínicam ente
460 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

RESULTADOS ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y


■ La ablación m ediante radiofrecuencia es una opción terapéu­ SEGUIMIENTO
tica efectiva y segura para control local de tumores adrenales ■ La TC con contraste puede realizarse inm ediatam ente des­
prim arios y metastásicos de p equeño tamaño. pués d e la ablación para evaluar la respuesta al tratamiento.
■ Los resultados son m ejores en los tumores < 5 cm. ■ La ausencia de realce por contraste en el lecho tumoral indica
por lo general una ablación satisfactoria del tumor; el realce
residual indica tratamiento incom pleto o recidiva tumoral.
■ El ob jetivo principal de los estudios de im agen de segui­
COMPLICACIONES m iento es identificar la posible recidiva tum oral cuando aún
■ Las com plicaciones son infrecuentes si la intervención la es de pequeño tamaño y más fácil de tratar.
realiza un m édico experto; suelen ser hem orragia, malestar, ■ La frecuencia de los estudios de im agen de seguimiento
infección, quemaduras por las alm ohadillas de aterrizaje a depende de la enferm edad, evolución natural y otros aspec­
tierra y disem inación del tumor. tos específicos del paciente, todos ellos determ inados en
■ Pueden haber lesiones específicas de órgano com o perfora­ conjunto por un equipo multidisciplinar.
ción intestinal, neum otorax, pancreatitis y fístula.
■ Otras com plicaciones posibles son hem atoma, infarto, uri- Lecturas recomendadas
noma, fístula cutánea, estenosis ureteral, hem orragia retro­
Brow n DB: Concepts, considerations, and concerns on the cutting
peritoneal y lesiones d e b azo, riñón y páncreas.
edge o f radiofrequency ablation. J Vase Interv Ra diol 16:597-613,
■ La com plicación más relevante es la lesión térmica intestinal; 2005.
si n o se detecta puede conducir a perforación intestinal, peri­ Depu y DE, G oldberg SN: Im age-guided radiofrequency tumor
tonitis y posible muerte. ablation: challenges and opportunities: II. J Vase Inte rv Radiol
■ Se han observado crisis hipertensivas asociadas a ablación 12:1135-1148, 2001.
m ediante radiofrecuencia hepática o adrenal. Goldberg SN, Grassi CJ, Cardella JF, et al: Im age-guided tumor
■ Aunque es infrecuente, puede lesionarse el nervio subcostal, ablation: standardization o f term inology and reporting criteria.
Radiology 235:728-739, 2005.
ilioinguinal, iliohipogástrico o genitofem oral al realizar abla­
N g L, Libertino JM: Adrenocortical carcinoma: diagnosis, evaluation
ción en la zona del músculo psoas.
and treatment. J U rol 169:5-11, 2003.
■ El síndrom e postablación con síntomas seudogripales pueden
aparecer varios días tras la intervención y dura 1 semana.
Ultrasonidos focalizados de alta intensidad
para miomas uterinos

DEFINICIÓN: Los leiomiomas uterinos son tumores benignos del músculo liso dependientes de
esteroides gonadales que se asientan en el músculo uterino.

■ Transductor de ultrasonidos localizado en el tanque de agua


INDICACIONES dentro de la m esa E xAblate y cubierto por una membrana
■ Los m iom as sintomáticos producen m enorragia y síntomas plástica delgada
por presión com o distensión pélvica, urgencia y frecuencia ■ Perm ite que el haz de ultrasonido se propague a través del
miccional, y dispareunia. paciente desde la mesa
■ El tamaño uterino debería ser m enor que el de un embarazo
de 20 semanas y el m iom a a tratar no debería ser > 1 2 cm.
■ Los m iom as con señal hipointensa hom ogénea en la R M con
eco de espín en T2 responden bien al ultrasonido focalizado a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
de alta intensidad guiado por R M (U F G R M ).
■ Se coloca a la paciente en pronación con la pared abdom inal
anterior sobre el tanque de agua.
■ Se usa gel para m ejorar el acoplam iento acústico.
CONTRAINDICACIONES ■ El transductor se m ueve a lo largo de tres ejes, lo que perm ite
localizar bien el punto focal dentro de la diana.
■ Pacientes con otras enferm edades pélvicas: adenom iosis o ■ Tam bién es p osib le alejar e l transductor para una ap li­
endom etrosis extensa responsable de los síntomas cación d e ultrasonido angulada para evitar o reducir el
■ Pacientes con m iom as calcificados, derm oides y clips quirúr­ calentam iento de las estructuras próxim as y alejadas del
gicos o dispositivos intrauterinos
cam po.
■ Pacientes a las que no puede realizarse R M com o aquellas ■ Se com prueba el cam po proxim al antes del tratamiento;
con marcapasos es posible dañar las estructuras críticas interpuestas en el
■ Embarazadas y pacientes con fibrosis d e la pared abdom inal cam po de tratamiento.
que interfiere con el trayecto del haz acústico hacia los m io­ ■ El volum en tratado no debería ser superior al 50% del volu­
mas a tratar men de cada m iom a tratado.
■ El tejido fibroide hiperintenso en las secuencias de eco de ■ L a aplicación de ultrasonido no debería realizarse a menos
espín en T2 constituye una contraindicación relativa, pues de 15m m de la superficie serosa del útero por m otivos de
responde peor al ultrasonido convencional seguridad.

INSTRUMENTAL
TÉCNICA
■ RM
■ Im agen en T2 sin contraste ■ La paciente debe ayunar desde 6 h antes de la intervención.
■ Im agen con eco de espín en T I con contraste postinterven­ ■ Se coloca a la paciente bajo la luz con sedación consciente.
ción ■ Se coloca una sonda Foley para drenar y m antener vacía la
■ Sistema UFGRM (exAblate 2000) desarrollado por InSightec vejiga.
■ Acoplado a la m esa de R M m odificada; puestos con un apa­ ■ Se afeita el v e llo d e la pared abdom inal hasta la sínfisis del
rato de R M de 1,5 o 3 T pubis.

PUNTOS CLAVE
i Los leiomiomas o m iomas uterinos son tum ores de músculo liso benignos dependientes de esteroides
gonadales q ue asientan en el tejido muscular del útero.
» Se calcula que afectan al 20 a 50% de las mujeres en edad fértil.
i Los síntomas relevantes relacionados con estos tum ores están presentes en el 25% de las mujeres con
miomas.
> El UFGRM es una técnica nueva para tra ta r los m iomas sintom áticos.
i El UFGRM perm ite una definición precisa del objetivo así com o la m onitorización de la tem peratura durante
tod o el proceso de ablación.
i La term om etría RM, una potente técnica com plem entaria, se usa para garantizar una coagulación térm ica
efectiva de la lesión diana y para no dañar las estructuras colindantes.
i El UFGRM se ha empleado en el ám bito clínico con resultados prom etedores pero es necesaria más
inform ación para determ inar su aplicación clínica óptim a.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 461


462 INTERVENCIONES NO VASCULARES | ABLACION VISCERAL

tiempo (s)

Figura 2. T e rm o m e tría R M . C u rva s té rm ic a s : g rá fic a


d e te m p era tu ra e n e l tie m p o q u e m u es tra la su b id a de
tem p era tu ra d u ra n te la a p lic a c ió n d e u ltra s o n id o . La

' i temperatura registrada es de la zo n a más caliente en e l plan o de


im agen (triá n g u lo verd e). La curva verde muestra la temperatura
m edia en la regió n y la curva naranja la temperatura m áxim a en
la región. Las temperaturas superiores a 54 °C durante m ás de 1s
Figura 1 . Im a ge n sagital en T2 con la pacien te en p ro n a ció n sob re
producen necrosis tisular.
la m esa d e u ltraso n ido fo c a liz a d o qu e m u estra la ap lic a c ió n de
ultraso n ido an gu lad a. En este caso se em pleó para elim inar con
éxito la irritación de una ra íz nerviosa causada p o r calentamiento
fuera del m iom a p or energía acústica, y para evitar la fibrosis en la
pared abdom inal an terior (flecha bla n ca ). El recuadro verde delinea
el punto focal y la sombra azul, tanto delante com o detrás del
recuadro, representa el trayecto del h az de ultrasonido. Los recuadros
rojos son las aplicaciones de ultrasonido previstas en las qu e se ha
calculado que, sin alterar la aplicación de ultrasonido, es probable
la irritación de la raíz nerviosa. Para completar estas aplicaciones de
ultrasonido fue necesario inclinar el haz.

EXCITE 3T LX3TOCO P 193 Cornell CBIC 3T


UF017-23308
H ^ I F 0 1 7 -23308

Figura 3. V e rific a c ió n d e l e fe c to d e l tra ta m ie n to . Im agen RM Figura 4. V e rific a c ió n d e l e fe c to d e l tra ta m ie n to . Im agen RM


axia l en T2 pretratam iento de una paciente en pronación que axial en T I con contraste qu e demuestra segm entos n o perfundidos
revela un m iom a intenso en la izqu ierd a (flec h a blanca co n tin u a ) dentro de lo s m iom as correspondientes a las aplicaciones de
y un m iom a más pequeño y oscuro en la derecha (flech a blanca ultrasonido administradas. Obsérvese de nuevo la p osición del
d iscon tinu a). Obsérvese la posición d el transductor de ultrasonido transductor de ultrasonido en la mesa (flech a blanca d iscon tinu a)
(flech a negra co n tin u a ) en la m esa y la película d e ge l acústico por así com o la película de ge l (flech a blanca co n tin u a ).
encim a d e la mesa (asterisco n egro).
U ltra so n id o s fo c a liza d o s de a lta in te n sid a d para m iom as u te rin o s

■ Se tiene cuidado de evitar el aire entre la mem brana de aco­ ■ Pretratamiento de las pacientes con agonistas de la horm ona
plam iento y la fina capa de aire p or encim a, incluyendo la liberadora de gonadotropinas para inducir reducción volu­
p iel de la paciente. métrica horm onal y desvascularización
■ Planificación del tratamiento: se obtienen im ágenes R M en ■ Seguridad al tratar porcentajes más altos de tejido mioma-
T2 sin contraste en tres dimensiones ortogonales. toso y de tratar la superficie serosa
■ El m édico revisa las im ágenes; se usa el program a inform á­ ■ Uso del UFGRM en mujeres que quieren quedar embarazadas
tico para apuntar a las partes de los m iom as a tratar. en el futuro
■ Los parámetros de cada aplicación de ultrasonido se determ i­ ■ Utilidad del UFGRM en el tratamiento de los m iom as (es una
nan de m odo manual para garantizar la seguridad alterando técnica cara, laboriosa y delicada)
el trayecto o la intensidad del haz, o para elim inar manchas
y no lesionar las estructuras adyacentes.
■ Los parámetros que puede controlar el m édico son la inclina­
ción craneocaudal y m ediolateral del transductor (balanceo RESULTADOS
y cabeceo), frecuencia, potencia y tamaño del punto focal.
■ Es factible y segura para tratar los m iom as uterinos sin com ­
■ El program a inform ático avisará al m édico de cualquier apli­
plicaciones relevantes.
cación de ultrasonido que pueda provocar una lesión fuera
■ En un estudio clínico m ulticéntrico logró una m ejoría signifi­
del objetivo.
cativa de los síntomas en el 71 % de las pacientes a los 6 meses
■ Aplicación de ultrasonido: se defin e el volum en diana dentro
y en el 51 % a los 12 meses.
del volum en de tratamiento planificado.
■ Otros estudios señalan m enos com plicaciones que con la
■ Se realiza una aplicación de ultrasonido para verificación
histerectom ía y las pacientes reanudaron la actividad normal
geom étrica a dosis baja que se m onitoriza m ediante mapa
al día siguiente de la intervención.
térmico RM.
■ Se realiza y después se verifica cualquier corrección del obje­
tivo del transductor.
■ Se administra la dosis terapéutica en el m ism o punto para COMPLICACIONES
ver si se consigue la temperatura apropiada para lograr la
destrucción del tejido. ■ Las com plicaciones son raras durante el tratamiento.
■ Se realizan aplicaciones de ultrasonido múltiples para produ­ ■ Las más relevantes son quemaduras cutáneas y lesión de las
cir una zo n a única más am plia de tejido lesionado dentro del raíces nerviosas lumbares o sacras con dolor neuropático
volum en diana definido con anterioridad. transitorio.
■ Se determ inan las elevaciones de la temperatura de la ■ H ubo un ep iso d io d e parálisis d e la exten sión del p ie
paciente durante la aplicación de ultrasonido m ediante im á­ transitoria qu e se res o lvió por com p leto en las semanas
genes R M sensibles a la temperatura en el plano coronal, siguientes.
axial o sagital. ■ Se ha observado parálisis del nervio ciático que estaba recu­
■ El m édico inspecciona con atención las im ágenes térmicas perada a los 12 m eses de seguimiento.
para asegurar un calentamiento adecuado del ob jetivo sin
calentamiento significativo fuera del objetivo.
■ Se evalúan las im ágenes para identificar el m ovim ien to de la
paciente.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
■ Toda la intervención se lim ita a 3 h aproxim adamente. Y SEGUIMIENTO
■ La intervención puede repetirse otro día para tratar más volu­
■ Obsérvese a la paciente para detectar com plicaciones asocia­
men d e mioma.
das al tratamiento.
■ Se verifica el efecto del tratamiento.
■ L a paciente se mantiene en observación un corto período
■ La paciente perm anece en la m ism a posición para las secuen­
antes del alta.
cias R M con eco de espín en T I con contraste para confirm ar
■ Se recom ienda obtener im ágenes de seguim iento en las
el éxito del tratamiento.
pacientes con respuesta inadecuada o síntomas recidivantes.
■ Una zona sin perfusión en el ob jetivo determ ina el éxito.
■ Se explora la pared abdom inal para com probar si hay lesión
en la piel. Lecturas recomendadas
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ L a paciente perm anece en observación un corto período


Bachmann G: Expanding treatment options for w om en with
antes del alta.
sym ptom atic uterine leiom yom as: tim ely m edical breakthroughs.
Fértil Steril 85:46-47, 2006. discussion 48-50.
Fennessy FM , Tempany CM : MRI-guided focused ultrasound surgery
o f uterine leiom yom as. Aca d R adiol 12:1158-1166, 2005.
CONTROVERSIAS H indley J, Gedroyc W M , Regan L, et al: M R I guidance o f focused
ultrasound therapy o f uterine fi broids: early results. AJR A m J
■ Uso de sustancias químicas durante UFGRM con la intención
Roentgenol 183:1713-1719, 2004.
de lograr más temperatura y con más rapidez en el punto K ennedy JE, Ter Haar GR, Cranston D: H igh in tensity focused
focal deseado ultrasound: surgery o f the future? B r J R a diol 76:590-599, 2003.
GENITOURINARIAS
Nefrostomía percutánea

DEFINICIÓN: El acceso percutáneo al sistema colector renal es una técnica útil en el tratamiento de
niños y adultos con problemas urológicos complejos, desde una obstrucción por cáncer a la presencia
de cálculos o a la obstrucción congénita de la unión ureteropélvica.

■ Estudio p or im agen adecuado para identificar la zo n a de


INDICACIONES acceso apropiada y guiar la colocación de la aguja
■ Corrección de obstrucción urinaria: sepsis urinaria o sos­ ■ Radioscopia
pecha de infección, insuficiencia renal aguda y d olor resis­ ■ Com binado con ecografía o TC, un intensificador d e im a­
tente al tratamiento gen rotatorio es útil porque la posición oblicua perm ite ver
■ Derivación urinaria: cistitis hemorrágica, lesión ureteral trau­ en directo las manipulaciones de la guía y del catéter.
mática o yatrógena y fístula urinaria inflamatoria o por cáncer ■ Yoversol al 68 %
■ Pruebas diagnósticas: pielografía y perfusión ureteral anteró­ ■ Equipo para acceso percutáneo N e ff (C ook)
grada (prueba d e W hitaker) y biopsia de una lesión urotelial ■ Para acceso percutáneo a la p elvis renal para colocar un
■ Acceso para técnicas endoscópicas urológicas: extracción de catéter de drenaje
cálculos, dilatación o colocación de endoprótesis en una este­ ■ Sistema introductor Accustik (Boston Scientific) con una
nosis ureteral, endopielotom ía y extracción de cuerpo extraño aguja calibre 21 o 22 y un fiador
■ Acceso a oclusión ureteral causada por fístula urinaria, ■ Para acceso percutáneo a la p elvis renal para colocar el
extracción de un m icetom a e infusión directa de fármacos catéter de drenaje
antifúngicos ■ Equipo de m icropunción rígido de 5 Fr (C ook)
■ Para acceder al sistema colector renal en pacientes delgados
■ Catéter de nitinol de 80 cm y 0,018” (ev3)
■ Más fácil de avanzar a través de la aguja de acceso que
CONTRAINDICACIONES un catéter mandril de 0,018” y m uy útil cuando el sistema
colector no está m uy dilatado
■ Las contraindicaciones son la coagulopatía grave, hiper-
■ A guja calibre 18 con fiador
potasem ia grave (concentración de potasio > 7 mEq/1) y
■ En pacientes obesos o en aquellos con excesivo tejido
tratamiento presente con antiagregantes plaquetarios o anti­
fibroso en el retroperitoneo porque es más firm e o menos
coagulantes.
probable que se doble durante el acceso inicial
■ Los pacientes alérgicos al contrastes deberían recibir prem e-
■ Catéter A m platz 0,035 o 0,038” (Boston Scientific/Meditech)
dicación (corticoides p or vía oral o intravenosa).
■ Facilita mucho la dilatación del trayecto para colocar el
■ Tam bién está contraindicada en pacientes con una variante
catéter de drenaje
anatómica, com o colon retrorrenal, que im pida el acceso
■ Drenajes de b loqu eo m ultiuso d e 8 a 12 Fr
percutáneo seguro al riñón.
■ Sondas de nefrostom ía usadas principalm ente por los
■ D eben tenerse en consideración la extensión de la enferm e­
radiólogos intervencionistas
dad subyacente del paciente y la enferm edad terminal con
esperanza de vid a reducida.
■ La nefrostom ía percutánea ambulatoria no está indicada en
personas ancianas o debilitadas ni en las que v iv en solas.
a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ La nefrostom ía percutánea am bulatoria no debería estar indi­ ■ Se accede al sistema colector renal a través de la línea de
cada en los pacientes con alto riesgo de com plicaciones com o Brodel, entre los territorios irrigados por las divisiones ante­
los cálculos coraliformes, hipertensión avanzada y diabetes. rior y posterior de la arteria renal principal.
■ La división anterior proporciona los dos tercios ventrales del
riñón; la división posterior, el tercio dorsal, y el plano avas­
cular se dispone con una angulación de 30 a 45 grados de la
INSTRUMENTAL línea media.
■ Ecografía ■ Se accede al sistema colector en la periferia a través del
■ Transductor de baja frecuencia de 3,5 M H z para una pene­ fon do o del extrem o papilar del cáliz y del cáliz posterior
tración suficiente en los tejidos blandos retroperitoneales elegido para colocar el tubo de nefrostom ía o m ediante otros
■ TC o ecografía procedim ientos endourológicos.

■ La nefrostom ía percutánea se ha convertido en un elem ento relevante de una am plia variedad de técnicas
e ndoscópicas urológicas diagnósticas y terapéuticas desde 1955.
■ Los cálculos renales son la indicación más frecuente para la nefrostom ía percutánea, que es muy útil para
tra ta r las lesiones o estenosis ureterales, fugas urinarias y c istitis hemorrágica.
■ La nefrostom ía percutánea urgente puede salvar la vida a los pacientes con obstrucción urinaria y sepsis
urinaria sepsis o insuficiencia renal aguda.
■ La tasa de éxito de la nefrostom ía percutánea oscila entre el 85% con un sistem a co lecto r no dilatado o con
cálculos m ixtos hasta el 90% en los riñones dilatados y obstruidos.

464 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Ne frostom ía percutánea 465

Figu ra 1. P ru e b a de W h ita k e r tra s p ie lo p la s tia d e l a u n ió n


F igura 2. P ru e b a d e W h ita k e r tras p ie lo p la s tia de la u n ió n
u r e te ro p é lv ic a izq u ie rd a . La proyección con intensidad
u re te ro p é lv ic a izq u ie rd a . A pesar de la notable d ilatación del
m áxim a curva d el abdom en muestra un riñ ón en herradura con
sistema colector renal izq u ierd o, n o había gradiente de presión
hidronefrosis y ad elgazam ien to cortical de la m itad izquierda:
entre la pelv is renal izq u ierd a y la vejiga.
La urografía con furosem ida era indicativa de obstrucción en la
izquierd a, p or lo qu e se solicitó una prueba d e Whitaker.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. T é c n ic a d e in tro d u c to r d o b le p a ra n e fro s to m ía F igura 4. P a c ie n te jo v e n c o n e sp in a b ífid a , c á lc u lo s re n a le s


p erc u tá n e a . l i a s un acceso directo a la pelv is renal izq u ierd a con y v e s ic a le s , y fie b re . Se form ó un absceso retroperitoneal que
aguja calibre 22 se in yectan contraste y aire para iden tificar el precisó un catéter de drenaje El drenaje de nefrostom ía ha sido
lugar apropiado para colocar el drenaje d e nefrostom ía. Se aprecia recolocado en la pelvis renal pero la p ig ta il no está bien form ada.
un cá liz p osterior delin ead o po r aire y señalado con la p in za de
hem ostasia para acceso con una segunda aguja calibre 22.

■ Se inyecta aire o dióxido de carbono en los cálices posteriores ■ En ocasiones es necesario em plear el acceso supracostal para
no declives en el paciente en pronación cuando los cálices conseguir un acceso óptim o para el tratamiento de los cálcu­
posteriores están opaquificados. los en el p olo superior renal.
■ Se determina la posición del pulm ón, el hígado, el bazo y el ■ El punto d e entrada cutáneo ideal está aproxim adam ente
colon en relación con el riñón para valorar el riesgo de lesión 10 cm lateral a la línea m edia sin sobrepasar la línea axilar
cuando se requiere una vía de acceso infracostal o supracostal. posterior.
466 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

TÉCNICA Intervención
■ Se infiltran con anestésico local la p iel y el tejido subcutáneo
■ Durante la preparación se administran antibióticos profilácti­ en el trayecto d e la nefrostomía.
cos que son útiles para bajar la incidencia d e sepsis tanto en ■ Para el acceso se emplea inicialm ente una aguja calibre 20
pacientes de alto com o de bajo riesgo. con un fiador.
■ La administración intravenosa de una sola dosis de cefalos- ■ El catéter m andril de 0,018” se avanza a través de la aguja y
porina de prim era generación se realiza en las dos horas pre­ se enrolla en el sistema colector renal un introductor coaxial
vias al inicio d e la intervención, suficiente para los pacientes de 6 Fr y un catéter de 0,038”.
de riesgo bajo. ■ Si el sistema no está m uy dilatado es mucho más fácil mani­
■ En los pacientes de alto riesgo se em plea cobertura antibió­ pular en la p elvis renal un catéter de nitinol de 0,018”.
tica de am plio espectro y se m antiene durante 48 a 72 h o ■ Se avanza el catéter al uréter para un acceso más estable.
más tiem po si es necesario. ■ Se em plea guiado por radioscopia porque ayuda a confirm ar
■ Se em plea sedación consciente m ediante una com binación la posición apropiada y la perm eabilidad del catéter durante
de fármacos de acción corta com o fentanilo y m idazolam . los pasos siguientes de la intervención.
■ A lo largo de la intervención se efectúa m onitorización con­ ■ Una v e z que el catéter d e 0,018” está en posición se cam bia
tinua de la frecuencia cardíaca, presión arterial y saturación la aguja de acceso sobre el catéter por el introductor coaxial
de oxígeno por personal d e enferm ería. de 6 Fr.
■ Se canaliza una v ía intravenosa para administrar los m edica­ ■ Se retiran el catéter de 0,018” y los refuerzos internos.
m entos previos a la intervención y reanim ación en caso de ■ Se introduce un catéter con punta en J m uy resistente en el
sepsis, y se administra oxígeno m ediante cánula nasal. sistema colector renal y se efectúa una dilatación progresiva
■ Se coloca al paciente en posición de pronación o de pro­ del trayecto sobre el catéter.
nación oblicua con el m ism o lado a tratar elevado 20 a ■ Se avanza el catéter de drenaje percutáneo (drenaje en p ig ­
30 grados. ta il de bloqu eo) sobre el catéter y se retiran el catéter y el
■ Se prepara la piel de la zo n a con un desinfectante. refuerzo interno.
■ Se elige el punto de acceso. ■ Se form a la p ig ta il y se cierra.
■ Si se sospecha infección, se aspira orina del sistema colector
y se inyecta un pequeño volum en de contraste para confir­
Nefrostomía percutánea guiada por ecografía mar la posición del drenaje.
■ Se explora ai paciente m ediante ecografía antes de la prepa­
■ Se lava el drenaje y se fija a la p iel con una sutura o un dis­
ración estéril para m ejorar la colocación.
positivo retentivo adhesivo.
■ Se marca la zona.
■ Se coloca un rodillo o una alm ohada bajo el abdom en para
esterilizar la lordosis norm al de la colum na lum bar y mejorar Técnica de introductor doble y acceso guiado por
la visualización ecográfica. radioscopia en el sistema no dilatado
■ La sonda de ecografía se orienta a lo largo del eje m ayor del ■ Se administra contraste intravenoso para opaquificar el sis­
riñón y el extremo de la aguja se visualiza desde la zona tem a colector.
de entrada hasta el punto de entrada en el cáliz. ■ Se inserta con rapidez una aguja calibre 22 directam ente en
el interior de la p elvis renal.
Uso exclusivo de radioscopia ■ Se usa una aguja para distender el sistema colector con un
■ La elección del punto d e acceso está basada en la referencia p equeño volum en de contraste y aire.
anatómica de los estudios de im agen previos disponibles; se ■ Se lleva a cabo la nefrostom ía percutánea com o se ha des­
apunta al cálculo o se opaquifica el sistema colector con con­ crito con anterioridad.
traste intravenoso. ■ En los pacientes con insuficiencia renal está contraindicado
■ Se marca el punto. el contraste y se em plea ecografía para acceder a la pelvis
■ Se rota el arco en C y se ve la punta de la aguja con form e renal.
avanza hacia el cá liz apropiado; después se rota el arco en C
hasta la proyección ortogonal para determinar la profun­
didad.
■ Cuando se accede al sistema colector se aspira un pequeño
CONTROVERSIAS
volum en de orina para cultivo y se inyecta contraste para ■ Ninguna
determ inar el punto de entrada exacto.
■ Si el punto de entrada está en el infundíbulo o en la pelvis
renal se usa la primera aguja para opaquificar aún más el sis­
tem a colector con contraste y aire. RESULTADOS
■ Se determ ina el punto de entrada más apropiado con la
segunda aguja. ■ Es posible realizar una nefrostom ía percutánea con éxito en
■ Se tiene cuidado de aspirar un volum en m ayor de orina que el 98 a 99% d e los riñones obstruidos y dilatados.
de contraste inyectado para evitar una distensión excesiva y ■ La tasa de éxito baja al 85 % en los pacientes con un sistema
una posible sepsis. colector no dilatado, cálculos m ixtos o cálculos coralifor-
mes.
■ La tasa de éxito baja a alrededor del 91 a 92% si se em plea
Nefrostomía percutánea guiada por TC en pacientes con solo guiado ecográfico para la intervención.
variante anatómica ■ El tiem po de radioscopia y la duración d e la intervención dis­
■ Se coloca el paciente en posición supina oblicua o en prona­ m inuyen de m odo significativo en manos expertas.
ción. ■ Entre el 20 y 33 % de las intervenciones realizadas por m édi­
■ Se selecciona el cáliz más fácil de abordar en el plano hori­ cos inexpertos debieron repetirse al día siguiente por des­
zontal. colocación o posición incorrecta del catéter.
Ne frostom ía percutánea

■ Los pacientes con sepsis urinaria antes de la intervención


COMPLICACIONES son vigilados en la UCI para intubación rápida y adm inis­
■ La tasa global de com plicación de la nefrostom ía percutánea tración intensiva de líquidos si fuera necesario.
es del 10% aproxim adam ente y las com plicaciones más fre­ ■ Los drenajes d e nefrostom ía percutánea se dejan con grave­
cuentes son la sepsis y la hem orragia de m uy diversa grave­ dad externa hasta el tratamiento o la resolución del problem a
dad. subyacente.
■ La tasa de sepsis con necesidad de tratamiento adicional ■ Se enseña bien al paciente el cuidado y m anejo del drenaje
considerable es del 1 a 3% . en caso d e b loqu eo o desplazamiento.
■ La tasa de hem orragia con necesidad de transfusión es del ■ Los drenajes se lavan dos veces al día y se inform a el
1 a 4% . paciente de la necesidad de hidratación suficiente para evitar
■ La lesión vascular con necesidad de em bolización o nefrecto­ la form ación de costra; el cam bio habitual de la nefrostom ía
mía, perforación intestinal, com plicaciones pleurales y lesión percutánea se lleva a cabo a intervalos de 2 a 3 meses.
de la p elvis renal es del 1 % .
■ La descolocación del catéter afecta al 1 a 2 % de los pacientes Lecturas recomendadas
en los prim eros 30 días y posiblem ente al 11 a 30% a largo
Am erican College o f Radiology (AC R) Practice guideline for the
plazo. perform ance o f percutaneous nephrostomy. ACR Practice
■ La obstrucción de la nefrostom ía percutánea afecta al 1% Guideline^Res. 25):463-471, A m ended 2004.
de los pacientes aproxim adam ente, con más probabilidad a D yer RB, Chen MY, Zagoria RF, et al: Complications o f ureteral stent
aquellos con orina m uy cristalina y p oco colaboradores. placement. R adioGraphics 22:1005-1022, 2002.
Farrell TA, Hicks ME: A re vie w o f ra diologically guided percutaneous
nephrostomies in 303 patients. J Vase Interv Radiol 8:769-774,
1997.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA Hausegger KA: Percutaneous nephrostom y and antegrade ureteral
stenting: technique-indications-complications. E u r Ra diol 16:2016-
Y SEGUIMIENTO 2030, 2006.
M illw ard SF: Percutaneous nephrostom y: a practical approach. J Vase
■ Tras la intervención, el paciente pasa a la sala de recupera­
Interv R a diol 11:955-964, 2000.
ción, donde se m onitorizan las constantes vitales cada 15 a
Parvati R, Cardella JF, Grassi CJ, et al: Quality im provem ent
30 m in durante 4h. guidelines for percutaneous nephrostomy. J Vase Interv R adiol
■ Se registra el volumen recogido por la nefrostomía para com ­ 14:S277-S281, 2003.
probar un drenaje adecuado y la desaparición de la hematuria. Sandhu C, An son K M , Patel: U rinary tract stones. Part II: current
■ Se continúa el tratamiento antibiótico apropiado. status o f treatment. C lin R a diol 58:422-433, 2003.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Urodinámica (prueba de Whitaker)

DEFINICIÓN: La urodinámica tiene mucha utilidad para evaluar el sistema colector renal y los
uréteres porque analiza tanto la presión como el flujo de liquido a través de estos sistemas.

INDICACIONES ANATOMIA Y VIA DE ACCESO


■ M egauréter congénito, m egacálices congénitos, obstrucción Técnica clásica con dos agujas
congénita de la unión ureteropélvica e hidronefrosis congé- ■ Se introduce una aguja pequeña calibre 21 a 23 por vía pos­
nita que precisa evaluación de la obstrucción terior en la p elvis renal para inyectar contraste.
■ Postoperatorio de reparación de la unión ureteropélvica, ■ Se introduce en la p elvis renal una aguja más grande calibre
recolocación ureteral distal y dilatación con balón de esteno­ 18 a 20 por la v ía de acceso infundibular posterior.
sis urinaria ■ Esta vía de acceso perm ite m onitorizar de m odo continuo los
■ Evaluación de riñones trasplantados con sospecha d e obs­ cam bios de presión durante la inyección de contraste.
trucción
■ Evaluación de estenosis ureterales tras lesión traumática o
Técnica de acceso único
quirúrgica
■ Puede utilizarse el tubo de nefrostom ía presente sin acceso
■ Evaluación de la corrección de una obstrucción por cáncer
adicional.
tras quim ioterapia o radioterapia
■ Otra opción es colocar un catéter recto pequeño con múlti­
■ Evaluación de una posible obstrucción no definida con clari­
ples orificios laterales (introductor de m icropunción con
dad m ediante estudios de im agen
orificios laterales adicionales) por la vía de acceso del flanco
para nefrostom ía convencional.
■ Con esta técnica las m ediciones de la presión son más pre­
cisas, disminuye el riesgo de hem orragia y el introductor de
CONTRAINDICACIONES m icropunción puede convertirse en tubo de nefrostom ía o en
otro catéter intervencionista que sea necesario.
■ Coagulopatía no corregible
■ Infección de las vías urinarias

TÉCNICA
■ Debería introducirse en la vejiga con técnica estéril un caté­
INSTRUMENTAL
ter urinario del tamaño apropiado.
■ Suero fisiológico ■ Debe prepararse un tubo de nefrostom ía o la región de la fosa
■ Inyector m otorizado o bom ba Harvard renal para el acceso al sistema colector con técnica estéril
■ Contraste yodado convencional.
■ Dilución al 50 a 60% ■ El paciente puede estar en supinación si es portador de un
■ M anóm etro desechable tubo de nefrostom ía permanente.
■ Conector Simms ■ Por lo general se usa la posición en pronación para introducir
■ Tubos de conexión ureteral la aguja o el tubo o si es necesaria alguna m anipulación a
■ Vías d e presión través del acceso de nefrostomía.
■ Llaves de paso de tres vías ■ En la técnica clásica con dos agujas para m onitorización
■ Perforador estéril continua de la presión con grabadores urodinámicos, se
■ Equipo de m icropunción, introductor de 5 Fr o aguja Huey o introduce en la pelvis renal una aguja calibre 21 a 23 p or vía
equipo de introductor posterior.

PUNTOS CLAVE
i La prueba de W hitaker urinaria m ide la presión en la pelvis renal respecto a la presión vesical durante la
infusión de contraste diluido en la pelvis renal,
i La prueba de W hitaker se usa para determ inar la presión y el grado de obstrucción entre la pelvis renal y I;
vejiga.
i La velocidad de infusión en la pelvis renal debería ajustarse en los pacientes infantiles,
i La com binación de medición de la presión e imagen del sistem a co lecto r renal es el patrón de referencia
para evaluar la presencia o ausencia de o bstrucción.

468 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


U rodinám ica (prueba de W hitaker)

inyector —
gotero i.v. - tubo para
el contraste

2 manómetros

sonda conector
ureteral

conector López

llave de paso de 3 vías a la sonda Foley

Figu ra 1. D ib u jo de la prep aración p a ra l a p ru eb a de W h ita k e r u rin aria. Los m anóm etros se conectan al tubo d e nefrostom ía y a
la sonda Foley y se colocan a la m ism a altura qu e la pelv is renal y la vejiga . Se conecta el in yector al m anóm etro d e nefrostom ía y una
b olsa Foley al sistema vesical con llaves d e paso de tres vías. Esta configuración perm ite girar la llave de paso al in yector al tiem p o que
se in troduce contraste d ilu id o en la pelv is renal y después se gira para la presión tras cada 25 m i in yectados para evaluar las presiones de
W hitaker. Para la sonda Foley, esta llave d e paso de tres vías debería estar siem pre en presión hasta qu e la v ejiga esté llena y se acabe el
estudio. En ese m om ento, debe girarse la llave de paso hacia la bolsa de drenaje. Cuando se vacía la vejiga , la presión en la pelv is renal
debería disminuir. A continuación se registran estas presiones com o presiones finales después d e vaciar la vejiga.

■ Se introduce en la p elvis renal una aguja calibre 18 a 20 por el ■ Se coloca otro m anómetro a la altura de la vejiga y se conecta
acceso del flanco a través del acceso infundibular posterior, a una sonda Foley con una llave de paso de tres vías conec­
lo que perm ite m onitorizar de m od o continuo los cam bios de tada a la bolsa de drenaje.
presión. ■ El inyector m otorizado se llena con contraste al 50% o suero
■ Adaptando un único acceso, se em plea el tubo de nefrosto­ salino al 50% y se ajusta a 700 psi.
m ía presente sin v ía de acceso adicional. ■ Se leen los niveles líquidos en am bos m anómetros y se regis­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Otra posibilidad es colocar un catéter recto p equeño con tran en centímetros de agua com o presiones d e apertura ini­
múltiples orificios laterales por la vía de acceso del flanco ciales.
para nefrostom ía convencional. ■ Se cierra la llave de paso del m anóm etro en el tubo de nefros­
■ Se usa un introductor de m icropunción con orificios latera­ tom ía y se inicia la inyección.
les adicionales creados cerca del extremo con un perforador ■ El m anómetro vesical perm anece abierto para m edir la pre­
estéril. sión de m od o continuo durante la prueba de Whitaker.
■ Puede utilizar un introductor de 4 o 5 Fr porque los orificios ■ Se m iden las presiones en la p elvis renal y en la vejiga en
laterales múltiples se hacen o están en el extrem o del intro­ distintos m om entos durante la prueba de Whitaker.
ductor para m onitorización precisa de la presión. ■ La diferencia entre la presión en la p elvis renal y en la vejiga
■ A l infundíbulo posterior y habitualm ente al inferior se accede se denom ina presión diferencial.
periféricam ente con una aguja de micropunción.
■ La guía (0,018” ) se avanza a la p elvis renal, seguida de un
introductor de m icropunción m odificado. RESULTADOS
■ El catéter en la p elvis renal se conecta con tubos estériles a
una llave de tres oasis sobre un m anóm etro colocado a la ■ Conform e se inyecta el líquido a distinta velocidad se m iden
altura del riñón. las presiones en la p elvis renal y en la vejiga urinaria.
■ Después, se conecta por el otro extrem o de la llave de paso al ■ Se han determ inado distintas velocidades de flujo para eva­
inyector m otorizado. luar de m od o apropiado el sistema colector.
470 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

Figu ra 2. M u je r d e 52 a ñ os con antecedentes de lesión u reteral Figura 3. N iño de 2 añ os con hidronefrosis b ilateral. A pesar
derecha 8 a ñ os antes, tras histerectom ía. La obstrucción se de las nefrostom ías bilaterales (dos en diferentes cálices, en
trató con nefrostom ías, intento de tratamiento n o quirúrgico la derecha) y una sonda Foley, sus uréteres perm anecían m u y
y reparación. Finalm ente se h izo un reim plante ureteral. dilatados. Se solicitó una prueba de W h itak er urinaria para evaluar
N o obstante, presentó d e nuevo d olo r en flan co derecho e la presencia de obstrucción en la un ión ureterovesical. Proyección
hidronefrosis tratada con prótesis. M ejo ró clínicam ente p ero la e n supinación del sistema colector izq u ierd o durante la prueba
pielogra fía intravenosa m ostró un estrecham iento en e l uréter de W h itak er urinaria izquierda. Obsérvese la hidronefrosis en la
medio-distal. Fue rem itida desde otro hospital para evaluación y izquierd a, el uréter dilatado y la v ejiga trabeculada.
prueba urinaria de W hitaker. Im agen en pronación del sistema
colector renal durante la prueba de W h itak er urinaria. Obsérvese
el uréter distal ligeram ente estrechado con ligera d ilatación por
encima. Obsérvese la v ejig a llena d e contraste.

■ Respecto a las m ediciones de la presión, se han establecido


lím ites superiores para determ inar el aum ento fisiológico
ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y
apropiado frente a una presión excesivam ente elevada en la SEGUIMIENTO
p elvis renal.
■ Según la edad y el estado del sistema urinario subyacente, el
■ La prueba de W hitaker original describía una velocidad de
paciente puede quedar ingresado una noche para tratamiento
infusión fija: 10ml/min en adultos y 5 o 2m l/m in en niños.
antibiótico intravenoso.
■ D esde entonces se han hecho estudios para determ inar la
■ Después de la prueba de Whitaker, se vigila la presencia de
em isión fisiológica m áxim a de orina.
hematuria en la sonda vesical. Si es así, se m antiene la sonda
■ La prueba d e W hitaker se considera el patrón de referencia
hasta que se aclare la orina; si no, se retira la sonda.
para evaluar la obstrucción urinaria.
■ La prueba de W hitaker perm ite determ inar con precisión la
fisiología así com o la anatom ía urinaria. Lecturas recomendadas
Aruny JE: T h e W h itaker test. In Kandarpa K, Aru n y JE, editors:
H andbook o f Interven tion a l R adiologic Procedures, 3rd ed.
Philadelphia, Lippincott W illiam s and W ilkins, 2002, p p 738-741.
COMPLICACIONES Fung LCT, Lakshmanan Y: Assessm ent o f renal obstructive disorders:
urodynam ics o f the upper tract. In D ocim o SG, Canning DA,
■ H em orragia si se hace un acceso nuevo al sistema colector K houry AE , editors: C lin ical P ediatric Urology, 5th ed. London,
■ Infección si aparece una infección de la v ía urinaria en pre­ 2006, M artin Dunitz.
sencia de aum ento de la presión en el sistema colector con Lee MJ: Percutaneous genitourinary intervention. In Kaufman JA, Lee
las infusiones de contraste MJ, editors: Vascular and In terven tion a l Radiology: The Requisites,
■ Rotura del sistema colector si se perm ite que la presión intra- Philadelphia, Elsevier, 2004, pp 602-635.
rrenal suba por encim a de los 20 a 25 cm de agua
U rodinám ica (prueba de W hitaker) 471

F igura 4. N iño de 2 años con hidronefrosis bilateral. A pesar de


las nefrostom ías bilaterales (dos en diferentes cálices en la derecha)
y una sonda Foley, sus uréteres perm anecían m u y dilatados. Se
solicitó una prueba de W h itaker urinaria para evaluar la presencia de
obstrucción en la un ión ureterovesical. P royección en supinación
d el sistema colector derecho durante la prueba d e W h itak er urinaria
derecha. Obsérvese la h idronefrosis en la derecha, el uréter derecho
dilatado y m u y tortuoso y la proyección con más rellen o d e una
v ejig a m u y trabeculada.
Endoprótesis nefroureteral

DEFINICIÓN: La colocación de una endoprótesis nefroureteral en una estenosis puede realizarse


mediante una via de acceso percutánea al riñón.

■ Más fácil de avanzar a través de la aguja de acceso que


INDICACIONES un catéter mandril de 0,018” y m uy útil cuando el sistema
■ Anastom osis ureteroentérica en una ileostom ía colector no está m uy dilatado
■ Obstrucción ureteral por cáncer ■ A guja calibre 18 con fiador
■ Estenosis ureterales benignas recidivantes ■ En pacientes obesos o con tejido fibroso abundante en
■ Uréter m uy estrecho, afilado y aperistáltico considerado con el retroperitoneo; es más firm e o m enos probable que se
obstrucción parcial en pacientes con trasplante renal doble durante el acceso inicial
■ Acceso para intervenciones urológicas adicionales com o ■ Catéter Am platz de 0,035 o 0,038” (Boston Scientific/Meditech)
extracción de cálculo y endopielotom ía ■ Facilita mucho la dilatación del trayecto para colocar el
catéter de drenaje
■ Catéter Kum pe de 5 Fr (C ook ) y catéter-guía regular o rígido
de 0,035” (Boston Scientific)
CONTRAINDICACIONES ■ Para facilitar el acceso al uréter y a la vejiga
■ Catéter deslizante de 4 Fr (Boston Scientific) o catéteres Van
■ Posibilidad de infección o de hem orragia significativa tras
A n del de 6,3 a 8 Fr
nefrostom ía percutánea
■ En presencia de una estrechez ureteral rígida, bajar a 3 o
■ Im posibilidad para intercam bio retrógrado cistoscópico de
5 Fr respectivamente; puede ser útil para atravesar la
una endoprótesis doble J para colocación de una endopróte­
lesión
sis interna
■ Balón no distensible
■ Obstrucción de la salida de la vejiga urinaria
■ Cuando sea necesario dilatar la estrechez con un balón
■ Vejiga irritable o neurógena
antes de colocar la endoprótesis ureteral
■ Incontinencia
■ Introductores con orificios laterales
■ Tumores vesicales
■ Para ayudar a atravesar la estenosis
■ Introductores despegables
■ Para colocar endoprótesis ureterales internas
■ Sistema de endoprótesis doble J (Boston Scientific, Cook)
INSTRUMENTAL
■ Consiste en una cánula de plástico interna, un catéter para
■ Ecografía empujar, una endoprótesis, una sutura de nailon conec­
■ Transductor de baja frecuencia y 3,5 M H z para penetración tada al extrem o proxim al d e la endoprótesis y un marcador
suficiente de los tejidos blandos retroperitoneales radiopaco
■ TC o ecografía
■ Im agen apropiada para identificar la zo n a de acceso ade­
cuada y para guiar la colocación de la aguja
■ Radioscopia
ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO
■ Com binado con ecografía o TC, un intensificador d e im a­
gen rotatorio es útil en posición oblicua porque perm ite ver ■ Se accede al sistema colector renal a través de la línea de Bró-
en tiem po real las m anipulaciones de la guía y del catéter. del, entre los territorios irrigados por las divisiones anterior y
■ Yoversol al 68 % posterior de la arteria renal principal.
■ Equipo de acceso percutáneo N e ff (C ook) ■ Se accede al sistema colector en la periferia a través del
■ Para acceso percutáneo a la p elvis renal para colocar un fon do o del extrem o papilar del cáliz y del cáliz posterior
catéter de drenaje elegido para colocar el tubo de nefrostom ía o m ediante otros
■ Sistema introductor Accustik II (Boston Scientific,) con aguja procedim ientos endourológicos.
calibre 21 o 22 y fiador ■ Se inyecta aire o dióxido de carbono en los cálices poste­
■ Para acceso percutáneo a la p elvis renal para colocar un riores no declives en el paciente en pronación cuando los
catéter de drenaje cálices posteriores están opaquificados.
■ Equipo de m icropunción reforzado de 5 Fr (C ook) ■ Una variante anatóm ica com o la espina bífida, los riñones
■ Para acceder al sistema colector renal en pacientes delga­ ectópicos o en herradura o los trasplantes renales alteran el
dos acceso para la intervención y pueden precisar guiado TC para
■ Catéter de nitinol de 80 cm y 0,018” (ev3) el acceso.

PUNTOS CLAVE
i Las endoprótesis nefroureterales percutáneas son muy útiles en el tratam iento de las lesiones ureterales,
estenosis, fugas urinarias y c om plicaciones ureterales en pacientes con trasplante renal,
i Las e ndoprótesis nefroureterales permiten acceso para intervenciones urológicas adicionales com o
extracción de cálculo y endopielotomía.

472 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


E ndoprótesis n e fro u re te ra l

Figura 1. P a c ie n te p o c o c o la b o ra d o ra con c á lc u lo re n a l Figura 2. In te rc a m b io re tró g r a d o d e p ró te sis u retera les


in te rn a s d o b le J b ila te ra le s c o lo c a d a s a tr a v é s de a n a stom osis
d ere c h o , fie b re y d o lo r lu m b a r d u ra n te e l e m b a ra z o .
ile o u re te ra l tras d e riv a c ió n u r in a ria ile a l p o r cis titis g ra v e
Inicialm ente se colo có un drenaje de nefrostom ía percutánea que
in d u cid a p o r ra d ia ció n . El extrem o distal d e la prótesis d ob le J se
después se cam bió p o r una endoprótesis nefroureteral p orque el
ha retraído al in terio r del conducto ileal y n o es posible cog erlo a
drenaje de n efrostom ía se desplazó. Perdimos a la paciente para
través d el estoma. Se u tilizó un catéter en p ig ta il y un catéter con
e l seguim iento y v o lv ió varios meses después d el parto con fiebre
d eflector en la punta para tirar de la endoprótesis y sacarla p o r la
y d olo r lumbar. La p ig ta il distal d e la endoprótesis nefroureteral
ostom ía para p od er cambiarla.
está com pletam ente incrustada y no era posible avanzar
un catéter a través de la prótesis. Se introdujo en la v ejiga un
catéter-guía rígid o de 0,035” ju n to a la prótesis.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 3. N e fr o s to m ía p erc u tá n e a e n p a c ie n te c o n h id ro n e fro s is


y c re a tin in a e le v a d a tras re v is ió n de la an a stom os is u retera l
de u n tra s p la n te re n a l d ere c h o c o n u retero u reteros to m ía .
La urografía anterógrada tras colocación de un drenaje p ig ta il
d e bloq u eo d e 8 Fr muestra una obstrucción ureteral distal,
p robablem ente de o rigen isquém ico.
474 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

■ V ía de acceso supracostal: se evita la pleura parietal y la vis­ ■ Se tiene cuidado de aspirar un volum en m ayor de orina que
ceral manteniéndose junto a la m itad lateral de la duodécima de contraste inyectado para evitar una distensión excesiva y
costilla. una posible sepsis.
■ El punto d e entrada cutáneo ideal está aproxim adam ente ■ N efrostom ía percutánea guiada por TC en pacientes con
10 cm lateral a la línea m edia sin sobrepasar la línea axilar variante anatómica: se coloca el paciente en posición supina
posterior. oblicua o en pronación.
■ El trayecto debería evitar el borde externo de la costilla para ■ Se selecciona el cáliz más fácil de abordar en el plano hori­
disminuir el riesgo de lesionar una arteria intercostal. zontal.
■ C olocació n d e una en d op rótesis nefroureteral: una v e z
o b ten id o el acceso al sistem a co le c to r ren al se intenta
TÉCNICA c olo ca r una en d op rótesis nefroureteral interna-extern a o
una en d op rótesis ureteral d ob le J interna según sea apro­
■ Durante la preparación se administran antibióticos profilácti­ piad o.
cos que son útiles para bajar la incidencia d e sepsis tanto en ■ Se usa el catéter Kum pe de 5 Fr más el catéter-guía rígido de
pacientes de alto com o de bajo riesgo. 0,035” para atravesar el uréter hasta la vejiga o el conducto
■ La administración intravenosa de una sola dosis de cefalos- ileal.
porina de prim era generación se realiza en las dos horas pre­ ■ Si el catéter atraviesa la lesión pero el catéter no se utiliza
vias al inicio d e la intervención, suficiente para los pacientes un catéter deslizante de 4 Fr o un catéter Van A n del que se
de riesgo bajo. disminuye progresivam ente de 6,3 a 3 Fr.
■ En los pacientes de alto riesgo se em plea cobertura antibió­ ■ La vaina larga de brazo lateral se coloca extendiéndola en el
tica de am plio espectro y se m antiene durante 48 a 72 h o uréter para proporcionar soporte adicional al tiem po que se
más tiem po si es necesario. empuja el catéter sobre el catéter cuando los catéteres no son
■ Se em p lea seda ció n con scien te m ed ian te una com b in a­ suficientes.
ción de fárm acos d e acción c orta com o fen tan ilo y m ida­ ■ Si resulta difícil atravesar la lesión, es necesario dilatar la
zo lam . estenosis con balón antes d e colocar la endoprótesis nefro­
■ A lo largo de la intervención se efectúa m onitorización con­ ureteral.
tinua de la frecuencia cardíaca, presión arterial y saturación ■ Una v e z que el catéter alcanza la vejiga o el conducto se
de oxígeno por personal d e enferm ería. cam bia el catéter-guía por un catéter más rígido; un catéter
■ Se canaliza una v ía intravenosa para administrar los m edica­ A m p latz de 0,035 a 0,038” facilita el avance del balón a tra­
m entos previos a la intervención y reanim ación en caso de vés de la lesión.
sepsis, y se administra oxígeno m ediante cánula nasal. ■ La dilatación con un balón de 4 m m perm ite colocar la endo­
■ Se coloca al paciente en posición de pronación o de pro­ prótesis nefroureteral de 8 Fr.
nación oblicua con el m ism o lado a tratar elevado 20 a ■ Si estas m aniobras fracasan al p rin c ip io hay que p erm itir
30 grados. q u e el sistem a co le c to r se descom p rim a m ed ian te nefros­
■ Se prepara la piel de la zo n a con un desinfectante. tom ía p ercutánea durante 24 a 48 h y se v u e lv e a in ten ­
■ Se elige el punto de acceso. tar.
■ Acceso al sistema colector renal guiado por ecografía: se ■ Si no es posible atravesar la estenosis ureteral se realiza una
explora al paciente m ediante ecografía antes de la prepara­ recanalización m ediante derivación portosistém ica trans­
ción estéril para m ejorar la colocación. yugular intrahepática o con aguja transeptal.
■ Se marca la zona. ■ Puede realizarse una técnica de punto de encuentro con
■ Se coloca un rodillo o una alm ohada bajo el abdom en para acceso anterógrado y retrógrado a la estenosis.
esterilizar la lordosis norm al de la colum na lum bar y mejorar ■ Si se coloca la endoprótesis en la vejiga se extiende una
la visualización ecográfica. p ig ta il distal suficientemente lejos de la unión ureterovesical
■ La sonda de ecografía se orienta a lo largo del eje m ayor del para evitar la retracción en el uréter.
riñón y el extrem o de la aguja se visualiza desde la zo n a de ■ La endoprótesis nefroureteral se avanza sobre el catéter
entrada hasta el punto de entrada en el cáliz. hasta que la p ig ta il distal está más allá del orificio ureteral y
■ Uso exclusivo de radioscopia para acceder al sistema colector los orificios laterales de la p ig ta il proxim al están justo más
renal: la elección del punto d e acceso está basada en la refe­ allá de la unión ureteropélvica.
rencia anatómica de los estudios de im agen previos disponi­ ■ Se tira hacia atrás del catéter y del refuerzo interno, lo que
bles; se apunta al cálculo o se opaquifica el sistema colector perm ite form ar prim ero la p ig ta il distal y después la proxi­
con contraste intravenoso. mal.
■ Se marca el punto. ■ Si la p ig ta il proxim al está en posición correcta en la pelvis
■ Se rota el arco en C y se v e la punta de la aguja conform e renal se extraen el catéter y el refuerzo y se bloqu ea el caté­
avanza hacia el cáliz apropiado; después se rota el arco en ter.
C hasta la proyección ortogonal para determ inar la profundi­ ■ Si la p ig ta il proxim al no está en buena posición se usa un
dad. catéter y un refuerzo para recolocar la endoprótesis antes de
■ Cuando se accede al sistema colector se aspira un pequeño la extracción.
volum en de orina para cultivo y se inyecta contraste para ■ C olocación de una endoprótesis ureteral interna en doble J:
determ inar el punto de entrada exacto. la técnica es la m ism a que para colocar una endoprótesis
■ Si el punto de entrada está en el infundíbulo o en la pelvis nefroureteral hasta el paso en que el catéter-guía rígido se
renal se usa la prim era aguja para opaquificar aún más el enrolla en la vejiga.
sistema colector con contraste y aire. ■ Se avanza el introductor despegable de 9 Fr sobre el catéter
■ Se determ ina el punto de entrada más apropiado con la hasta está en la unión ureteropélvica o en el uréter proxi­
segunda aguja. mal.
E ndoprótesis n e fro u re te ra l

■ Se m onta la endoprótesis sobre la cánula d e p lástico ase­ el 80% de los uréteres puede colocarse una endoprótesis de
gurándose de qu e la sutura no está enrollada y el extrem o m od o prim ario.
pro xim al de la endoprótesis no se solapa con el em puja­ ■ Si no es p osib le colocar una endoprótesis inicialm ente, un
dos segundo intento tras descom presión suele ser satisfactorio.
■ Se avan za el con junto ensam blado sobre el catéter hasta ■ El éxito de la endoprótesis ureteral depende de la causa de
que el m arcador en el catéter em p ujador está en la p elvis la estenosis ureteral; las tasas d e éxito a largo p lazo son
renal. más altas en la obstrucción intrínseca que en la obstrucción
■ Se retira el catéter y la cánula de plástico dejando el empuja­ extrínseca.
dor y la endoprótesis sobre el introductor despegable. ■ Las estenosis benignas presentaron una tasa d e perm eabili­
■ Se retira el catéter y el refuerzo, y la p ig ta il distal se forma de dad del 67 y 57% a los 12 y 36 m eses d e seguim iento, frente
m odo automático. al 18 y 14% de las estenosis malignas.
■ Se form a la p ig ta il proxim al tirando de la sutura de nailon ■ Otro estudio halló una tasa de perm eabilidad del 90% a los
mientras se aplica presión con el empujador. 2 años tras dilatación con balón de estenosis benignas.
■ Una v e z que se ha form ado la p ig ta il proxim al, se corta la
sutura y se retira el empujador, dejando el introductor despe­
gable.
■ La nefrostom ía percutánea con tapón se deja en la pelvis COMPLICACIONES
renal 24 a 48 h después de colocar la endoprótesis ureteral
■ El problem a más frecuente asociado a las endoprótesis
interna, lo que garantiza el drenaje interno.
nefroureterales y en doble J es la obstrucción relacionado
■ Se hace una urografía anterógrada a través de la nefrostom ía
con la form ación de costra en la endoprótesis.
percutánea, que confirm a el funcionam iento de la endopró­
■ Los síntomas de irritación vesical y el dolor lum bar son en
tesis interna
ocasiones tan intensos que justifican la retirada de la endo­
■ Se recom ienda la visualización radioscópica durante la
prótesis.
extracción del drenaje en p ig ta il de b loqu eo para no descolo­
■ Puede haber hematuria leve, infección ascendente de la vía
car la endoprótesis ureteral con la pigtail.
urinaria y posición anómala.
■ C olocació n d e la endoprótesis en pacientes con anastom o­
■ Puede ser necesaria la nefrostom ía percutánea con extracción
sis ureteroentérica: se rea liza una n efrostom ía percutánea
mediante cepo de una endoprótesis en posición anóm ala si
con ven cio n al en p o s ic ió n d e p ron ación después d e m ani­
la endoprótesis emigra a una zona en la que no es posible la
pular el catéter-guía a través d e la anastom osis al interior
extracción cistoscópica.
de la ostom ía; co lo q u e al p aciente en p osición d e decúbito
■ La endoprótesis puede romperse, en cuyo caso la endopró­
lateral.
tesis es frágil y una técnica percutánea-endoscópica com bi­
■ Se recupera el catéter con pinza de hem ostasia una v e z que
nada tiene muchas probabilidades de conseguir la extracción
está en la ostomía para acceso de lado a lado.
completa.
■ Se avanza de m odo retrógrado un drenaje en p ig ta il de 70 cm
■ La endoprótesis puede erosionar la p elvis renal con form a­
y de 7 Fr sobre el catéter y se form a en la pelvis renal.
ción de un urinoma.
■ El catéter se deja fuera de la ostomía en la bolsa de ostomía
■ Es p o s ib le la h em orra gia en vasos del h ilio renal o un
para facilitar el intercam bio del drenaje cuando sea necesa­
absceso retro p eriton eal o en la arteria ilíaca con la con si­
rio.
gu ien te hem aturia interm iten te o m asiva.
■ Pacientes con trasplante renal: se hace una urografía anteró­
grada previa para determ inar el diagnóstico.
■ Se colo ca una nefrostom ía percutánea o un drenaje nefro­
ureteral con d ilatación de las estenosis si está indicado.
■ El resto de la técnica es el m ism o que en el riñón nativo.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
■ En los pacientes con trasplante renal se em plean endopró­ Y SEGUIMIENTO
tesis nefroureterales cortas con 8 a 10 cm entre las colas de
■ El drenaje externo se m antiene hasta que desparezca la
cerdo (C ook ).
hematuria, después se tapona el drenaje para favorecer el
drenaje interno.
■ Si el paciente tolera el taponado del drenaje nefroureteral
CONTROVERSIAS se intercam bia por una nefrostom ía percutánea o doble J
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

interno con nefrostom ía percutánea de seguridad según sea


■ Es d iscu tible la necesidad de una nefrostom ía percutánea apropiado.
de seguridad; en un estudio reciente la c olo ca ció n prim aria ■ Si el paciente continúa con un buen drenaje interno se retira
de una endoprótesis ureteral interna com o técnica única la nefrostom ía percutánea.
fu e satisfactoria en el 83% d e los pacientes seleccion a­ ■ Taponar la prueba al m enos de 24 a 48 h asegura un drenaje
dos. interno adecuado.
■ Se ha evaluado el im plante endoureteral de endoprótesis ■ Si el paciente presenta fiebre o escalofríos, dolor lumbar o
metálicas para el tratamiento de lesiones benignas y m alig­ fuga alrededor del drenaje en cualquier m om ento mientras
nas pero los resultados han sido variados. se está taponado el drenaje, se vu elve a convertir en drenaje
por gravedad externa.

RESULTADOS Lecturas recomendadas


Am erican College o f Radiology (AC R) Practice guideline for the
■ La colocación anterógrada de una endoprótesis ureteral fue perform ance o f percutaneous nephrostomy. ACR Practice
técnicam ente satisfactoria en el 88 a 96% de los casos y en Guidelin e, A m ended (Res. 25): 463-471, 2004.
476 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

D yer RB, Chen MY, Zagoria RF, et al: Complications o f ureteral stent M illw ard SF: Percutaneous nephrostomy: a practical approach. J Vase
placement. RadioGraphics 22:1005-1022, 2002. Interv R a diol 11:955-964, 2000.
Farrell TA, Hicks ME: A review o f radiologically guided percutane-ous Parvati R, Cardella JF, Grassi CJ, et al: Quality im provem ent
nephrostomies in 303 patients. J Vase Interv Radiol 8:769-774, 1997. guide-lines fo r percutaneous nephrostomy. J Vase Inte rv Radiol
Hausegger KA: Percutaneous nephrostom y and antegrade ureteral 14:S277-S281, 2003.
stenting: technique-indications-complications. E u r R a diol 16:2016- Sandhu C, An son K M , Patel U: U rinary tract stones. Part II: current
2030, 2006. status o f treatment. C lin R a diol 58:422-433, 2003.
Cistostomía suprapúbica percutánea

DEFINICIÓN: La cistostomía suprapúbica se emplea comúnmente para la obstrucción de la salida


de la vejiga urinaria secundaria a hipertrofia prostética benigna o cáncer prostético y disfunción vesical
neurógena.

■ El acceso por la línea m edia vertical o ligeram ente parame-


INDICACIONES diano evita la lesión de la arteria epigástrica situada junto al
■ Tratamiento de la retención urinaria aguda cuando no es borde lateral del introductor del recto.
posible o está contraindicado el sondaje vesical transuretral ■ Se evita la región del trígono para evitar el espasm o vesical.
■ Obstrucción de la salida d e la vejiga urinaria secundaria a
hipertrofia prostática benigna o cáncer prostático y disfun­
ción vesical neurógena
■ Traumatismo uretral, cistitis por radiación, fístula vesicocoló- t é c n ic a
nica o vesicovaginal e incontinencia urinaria
■ La preparación previa consiste en corregir las anom alías de
la coagulación, administrar profilaxis antibiótica y colocar
una sonda de Foley transuretral si es posible.
CONTRAINDICACIONES ■ La cistostomía suprapúbica percutánea puede realizarse en
régim en am bulatorio en pacientes seleccionados.
■ Coagulopatía, múltiples cirugías abdom inales y pélvicas
■ Debe estar presente personal con form ación apropiada y se
previas con form ación abundante de tejido fibroso, tumor
vigila al paciente durante y después de la intervención.
vesical y obesidad m órbida
■ Se em plea sedación consciente.
■ Im posibilidad para distender la vejiga de m odo adecuado
■ Se distiende la vejiga al com pleto o d e m odo suficiente con
para desplazar las asas de intestino delgado superpuestas
una sonda de Foley transuretral si está presente.
■ La cistostomía suprapúbica percutánea puede realizarse
guiada por ecografía m ediante la técnica del trocar si la vejiga
INSTRUMENTAL está distendida al com pleto.
■ En caso contrario se em plea guiado ecográfico y radioscópico
■ Ecografía com binado con técnica de Seldinger modificada.
■ Transductor de baja frecuencia de 3,5 M H z para una pene­ ■ Si la vejiga no está bien distendida se introduce en la vejiga
tración adecuada de los tejidos blandos retroperitoneales una aguja calibre 19 guiada por ecografía asegurándose de
■ Radioscopia que no se atraviesa ningún asa intestinal.
■ Intensificador de im agen rotatorio que perm ite visualiza­ ■ Se accede a la vejiga aproxim adam ente 2 a 3 cm por encim a
tio n en tiem po real de las m anipulaciones con la guía y el de la sínfisis púbica o en la unión del tercio m edio de la
catéter pared vesical anterior
■ A guja calibre 19 ■ Esta aguja se utiliza para distender la vejiga con 150 a 500 mi
■ Usada para acceder a la vejiga de contraste diluido antes de colocar el catéter.
■ Catéter Am platz rígido de 0,035” (Boston Scientific/Meditech) ■ Una v e z distendida la vejiga al com pleto se introduce un
■ Dilatadores fasciales secuenciales catéter Am p latz de 0,035” a través de la aguja y se enrolla en
■ D renaje en p ig ta il de b loqu eo de 8 o 10 Fr el interior d e la vejiga urinaria guiado por radioscopia.
■ Catéter de drenaje d e diámetro pequeño ■ Se dilata el trayecto con dilatadores fasciales secuenciales o
■ Sonda de Foley de 16, 18 o 20 Fr (C R Bard) con un catéter con balón.
■ Sonda de diám etro grande para drenaje a largo plazo ■ Se introduce sobre el catéter un introductor despegable de
■ Equipo de catéter suprapúbico percutáneo Stamey (C ook ) de 2 Fr m ayor que la sonda Foley que se va a colocar.
8 a 16 Fr ■ Se hace un orificio terminal en el extrem o de la sonda Foley y
■ Realización de la cistostomía suprapúbica m ediante téc­ después se introduce sobre el catéter a través del introductor
nica con trocar despegable.
■ Se retira el catéter y el introductor despegable, y se hincha el
balón de la sonda Foley con suero fisiológico y se tira hacia
atrás hasta contactar con la pared anterior de la vejiga.
a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ Se con ecta la sonda Foley a una bolsa de drenaje p or gra­
■ El acceso a la vejiga se realiza aproxim adam ente 2 a 3 cm vedad.
por encim a de la sínfisis púbica o en la unión entre el tercio ■ Deben evitarse las suturas de retención porque pueden pro­
m edio de la pared vesical anterior. ducir irritación cutánea local y suelen ser innecesarias.

PUNTOS CLAVE
> La cistostom ía suprapúbica percutánea consigue solucionar con rapidez la retención urinaria aguda cuando
no es posible el sondaje transuretral de la vejiga.
> La cistostom ía suprapúbica se em plea por lo general para la obstrucción de la salida d e la vejiga urinaria
secundaria a hipertrofia prostática, cáncer prostático y disfunción vesical neurógena.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 477


478 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

Figura 1. Paciente an cian o con retención u rin aria ag u da tras


lesión uretral yatrógena. Im agen ecográfica sagital qu e muestra
una guía rígid a de 0,035” in troducida a través d e una aguja de
acceso calibre 19.

Figura 2. Paciente a n cian o con retención u rin a ria a g u da tras


lesión u retral y atrógena. Tras dilatar la fascia se avan za sobre el
catéter un drenaje p ig ta il de bloq u eo d e 10 Fr.

Figura 3. Paciente an cian o con retención u rin a ria a g u da Figura 4. Paciente a n cian o con retención u rin a ria a g u da tras
tras lesión u retral y atrógena. A sp ecto d el drenaje p ig ta il tras lesión u retral y atrógena. La in yección de contraste demuestra la
aspiración de l.OOOml d e orina. posición apropiada de la sonda Foley.

Para la descom presión vesical urgente suelen ser adecuados ■ La realización de una cistostomía suprapúbica perm ite colo­
una sonda de diám etro pequeño y un drenaje en p ig ta il de car una sonda Foley transuretral en los pacientes con lesión
b loqu eo de 10 a 12 Fr. uretral traumática o yatrógena.
Se coloca una sonda Foley de 16 Fr necesaria para un drenaje ■ Después de lograr el acceso a la vejiga se usa un catéter
vesical efectivo a largo plazo. Kum pe de 5 Fr y una guía rígida de 0,035” para sondar la
Si resulta difícil colocar la sonda gruesa puede ser necesaria uretra.
una técnica en dos pasos. ■ Otra opción es introducir el catéter y la guía hacia adelante a
Inicialm ente se coloca un drenaje en p ig ta il p equeño que través d e la uretra creando un acceso de lado a lado.
puede aumentarse de diámetro después de que se haya for­ ■ L a sonda Foley transuretral se coloca en el acceso retró­
m ado un trayecto. grado.
C istostom ía supra p ú b ica p ercutánea 479

■ Se enseña a los pacientes o a sus cuidadores el manteni­


RESULTADOS miento de la sonda de drenaje y a ponerse en contacto en
■ La tasa de éxito de la cistostomía suprapúbica percutánea es caso de que el drenaje deje de funcionar, tenga fugas o se
aproxim adam ente del 100%. desplace.
■ La técnica en dos pasos consigue casi siempre dilatar el ■ Los pacientes deben recibir dosis bajas de trimetoprim-sulfa-
trayecto en los pacientes obesos o en aquellos con fibrosis m etoxazol y se cam bia la sonda cada 2 a 3 meses.
extensa. ■ Cuando el trayecto ha m adurado la sonda puede cambiarse a
■ Dos series con seguim iento de 18 y 36 meses: todas las son­ la cabecera del paciente.
das se toleraron bien y perm anecían funcionales hasta que
dejaron d e ser necesarias. Lecturas recomendadas
Aguilera Patrick A , Choi T, Durham Brittan A : Selected topics:
E mergency radiology. J Em er M ed 26(3 ): 319-321, 2004.
Lee MJ, Papanicolaou N , Nocks BN, et al: Fluoroscopically guided
COMPLICACIONES percutaneous suprapubic cystostom y for long-term bladder
■ Puede haber hematuria (transitoria por lo general), sepsis y drainage: an alternative to surgical cystostomy. Radiology 188(3):
787-789, 1993 Sept.
lesión del intestino.
Papanicolaou N , Pfíster RC, Nocks B: Percutaneous, large-bore
■ Las sondas de larga duración aumentan el riesgo de infección
suprapubic cystostom y: technique and results. A JR A m J
y form ación de cálculos. Roentgenol 152:303-306, 1989 Feb.
■ Puede producirse b loqu eo o desplazam iento de la sonda de
cistostomía suprapúbica.

ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
■ En las 4 h siguientes a la intervención se com prueban las cons­
tantes a intervalos de 15 a 30 m in en todos los pacientes.
Drenaje de acumulaciones líquidas renales
y perirrenales

DEFINICIÓN: El drenaje percutáneo guiado por imagen es una técnica útil para el tratamiento de
numerosas acumulaciones de fluido en la porción proximal del aparato urinario.

■ Catéter directional para dirigir la guía a la posición especí­


INDICACIONES fica guiado por radioscopia
■ Sospecha de acumulación líquida infectada ■ Acepta una guía de 0,038”
■ Necesidad de caracterizar el fluido ■ Dilatadores
■ Sospecha de que la acum ulación provoca síntomas que jus­ ■ Usados en la técnica d e Seldinger
tifican el drenaje ■ Dispositivos rígidos con extremos afilados colocados sobre
■ Curación com pleta de la acumulación o drenaje com o m edida la guía operativo
transitoria antes del tratamiento quirúrgico definitivo
■ Tratamiento de urinomas causados por obstrucción

ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO


CONTRAINDICACIONES ■ La fascia que rodea los riñones engloba los espacios peri­
rrenales que contienen las glándulas adrenales, uréteres pro­
■ Coagulopatía que no puede corregirse de m odo adecuado xim ales y grasa que rodea el riñón.
■ Inestabilidad hem odinám ica que im pide com pletar la inter­ ■ En algunos pacientes existe perm eabilidad de la fascia que
vención perm ite un flujo bidirection al de fluido entre los com parti­
■ Im posibilidad para colocar al paciente o para lograr su cola­ mentos perirrenal y pélvico.
boración durante la intervención ■ El p lano retroperitoneal o el interfascial posterior puede estar
■ Reacción adversa conocida al contraste si su uso se considera ocupado por fluido procedente de cualquiera de los com par­
necesario para el éxito de la intervención tim entos que limita.
■ Ausencia de v ía de acceso segura para drenar la acumulación ■ La fusión de la fascia perirrenal anterior crea un espacio vir­
■ Función cardiorrespiratoria m uy com prom etida en pacientes tual adicional, el plano interfascial anterior o plano de fusión
que precisan intervenciones con riesgo de empeoram iento retromesentérico, que tam bién puede contener fluido.
cardiorrespiratorio inherente ■ El plano interfascial anterior retromesentérico, el espacio
interfascial posterior retrorrenal y el p lano conal lateral se
com unican en la trifurcación fascial y representan otros espa­
cios virtuales.
INSTRUMENTAL
■ La m ayoría de los abscesos en el espacio renal y perirrenal
■ Catéter de drenaje d e 8 a 16 Fr están causados por pielonefritis.
■ Material de poliuretano resistente al plegado
■ Colocado con técnica de Seldinger o de trocar
■ Numerosos orificios rectangulares grandes en el extremo
del catéter para facilitar el drenaje TÉCNICA
■ L a m ayoría de los catéteres tienen en su extrem o una
configuración en p ig ta il con b loqu eo en cinta para la Preparación del paciente
retención ■ Se com prueban los parámetros de coagulación com o tiem po
■ Existen otros dispositivos de retención interna com o los de de protrom bina, tiem po parcial d e tromboplastina y recuento
tipo balón y seta plaquetario.
■ Agujas de calibre 18 a 22 ■ Se corrige la coagulopatía antes de la intervención.
■ Agujas espinales para acumulaciones superficiales ■ En presencia de infección se inicia el tratamiento antibiótico
■ Agujas Chiba de 10 a 25 cm para acumulaciones más p ro­ adecuado.
fundas
■ Usadas com o guía en la técnica de trocar doble Planificación de la vía de acceso
■ Ring (C ook ) y Accustick (M editech/Boston Scientific): ■ Se identifica la vía más directa sin órganos ni estructuras
diseñado para aceptar una guía de 0,038” vitales interpuestos com o intestino, visceras sólidas, vasos
■ Catéter Kum pe o cobra de 5 Fr sanguíneos y nervios.

PUNTOS CLAVE
> El drenaje percutáneo es efectivo com o tratam iento de m uchas acum ulaciones renales y perirrenales
infectadas.
i La técnica puede ser curativa o una medida transitoria antes del tratam iento quirúrgico definitivo.
> Muchos urinom as pueden tratarse m ediante drenaje percutáneo com o m edida única o com binado con
técnicas de derivación urinaria.

480 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Drenaje de a c u m u la cio n e s líqu ida s rena les y perirrenales 481

a? •• *

Figu ra 2. C o lo c a c ió n d e a g u ja C h ib a c a lib re 20 (flecha) g u iad a


Figura 1. Im a g e n TC a x ia l c o n con tras te in tra v e n o s o qu e p o r TC e n la z o n a d e h ip o a te n u a c ió n d e lim ita d a . Se aspiraron
m u es tra u n lig e r o au m e n to de ta m a ñ o d e l riñ ó n iz q u ie rd o en 2 m i de m aterial purulento.
c o m p a ra c ió n c o n e l d ere c h o . Se ven zonas de realce heterogéneo
con una zo n a delim itada de hipoatenuación con una pared
perceptible en la región interpolar del riñ ón izq u ierd o (flech a ).
Estos h allazgos son in dicativos d e pielon efritis aguda y absceso en
este paciente con fiebre, d olo r en fosa renal izquierda y leucocitosis.

Figura 3. Im agen TC axia l con contraste intravenoso qu e muestra


una acum ulación con gas y líqu ido en e l espacio pararrenal
an terior izq u ierd o (fle c h a ) sospechosa de absceso en este paciente
con pancreatitis.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 4. M edian te guiado TC se coloca en la acum ulación una


aguja Chiba calibre 20 (fle c h a ).

■ Se hace todo lo posible para no contam inar las regiones esté­ ■ Se prepara la piel y el cam po quirúrgico con técnica estéril.
riles. ■ Se em plea sedación intravenosa (com binación de benzodia-
■ Se presta atención especial a la p osib ilid ad de atravesar cepina y narcótico) según las recomendaciones del hospital.
la pleura aunque no siem pre es p osib le evitar el espacio ■ El acceso inicial a la cavidad del absceso se realiza con guiado
pleural. TC o ecográfico con independencia de si se usa la técnica de
■ El catéter debe colocarse en la posición más declive para Seldinger o la de trocar.
facilitar el drenaje. ■ Para colocar el catéter se usa la radioscopia com binada con
cualquier otra m odalidad según la disponibilidad y la prefe­
Colocación del catéter rencia del usuario.
■ Se coloca al paciente en la posición más apropiada para colo­ ■ La técnica del trocar suele realizarse en tándem con la aguja-
car el catéter. guía.
482 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

■ Se introduce la aguja guía en la acumulación m ediante ■ La irrigación debe interrumpirse de inm ediato si el volum en
guiado TC para colocar el catéter. irrigado no vu elve por com pleto con la aspiración.
■ Se aspira una muestra del fluido y se en vía para análisis de ■ Cuando se confirm a la descompresión de la cavidad y la
laboratorio. posición del catéter se form a una pig ta il y se fija el catéter a
■ Si no se aspira fluido, la acum ulación puede ser m uy viscosa, la piel.
lo que indica la necesidad de usar un catéter más grande. ■ Se conecta el catéter a una bolsa de drenaje; puede colo­
■ Otra posibilidad, si el fluido no es purulento a la vista y se carse una llave de tres pasos entre el catéter y la bolsa de
sospecha que no está infectada, es realizar una tinción de drenaje.
Gram. ■ Se lava el catéter con 10 m i de suero salino cada 8 a 12 h para
■ Una v e z tomada la decisión de colocar un catéter se hace evitar que se obstruya la lu z del catéter.
una incisión cutánea m ínim a en la piel adyacente al punto ■ Además, se lava el tubo de conexión con la bolsa porque
de entrada de la aguja guía. tam bién puede obstruirse.
■ Se em plea disección rom a en el tejido subcutáneo subya­
cente.
■ Se avanza el catéter que contiene el refuerzo m etálico hueco
y la aguja trocar interna al interior de la cavidad adyacente a CONTROVERSIAS
la aguja guía hasta la profundidad predeterminada.
■ Cuando la punta del catéter está dentro de la cavidad se ■ Uso de fibrinolíticos intracavitarios
separa el catéter d e la aguja trocar y del refuerzo metálico. ■ Drenaje en presencia de coagulopatías o de tratamiento anti­
■ Se aspira con jeringa para confirm ar la posición del catéter. coagulante
■ Se aspira escaso fluido parta facilitar la recolocación subsi­ ■ Uso de la técnica d e Seldinger o la d e trocar
guiente si fuera necesaria.
■ Se confirm a la posición del catéter con im agen antes de fijar
el dispositivo.
■ La aguja guía se retira después de confirm ar una posición RESULTADOS
correcta del catéter.
■ Se han obtenido resultados diversos con el drenaje percutá­
■ Con la técnica d e Seldinger el acceso inicial puede efectuarse
neo de abscesos renales.
con la aguja m ediante guiado ecográfico o TC.
■ Las causas de fracaso en un estudio son acumulaciones com ­
■ Para el acceso inicial pueden utilizarse dos tipos diferentes
plejas con múltiples tabiques, cálculos renales, osteomielitis,
de agujas.
tejido renal necrótico y tumor.
■ El sistema one-stick («u n introductor») requiere una aguja de
■ Existe una relación inversa entre la com plejidad de la acumu­
calibre 21 o 22 y acepta un guía de 0,018”.
lación renal o perirrenal y el éxito del drenaje percutáneo.
■ Sobre este guía se coloca un dispositivo de tres com ponentes
que contiene introductor, dilatador y refuerzo
■ Cuando se confirm a la posición de la aguja dentro de la cavi­
dad se introduce la guía en la cavidad a través de la aguja.
■ Se retira la aguja sobre la guía y se dilata el trayecto de m odo COMPLICACIONES
progresivo hasta lograr el tamaño apropiado para colocar el
■ Sepsis que precisa intervención
catéter.
■ H em orragia con necesidad de transfusión
■ A l retirar el refuerzo y el dilatador puede introducirse a tra­
■ Sobreinfección de las acumulaciones de fluido estériles
vés del introductor una guía operativa de 0,035 o 0,038”.
■ Perforación intestinal con form ación d e fístula o peritonitis
■ Después se am plía la dilatación para colocar el catéter dentro
■ Invasión pleural que precisa intervención
de la acum ulación sobre este guía
■ Shock séptico y bacteriem ia que precisa nueva intervención
■ Otra opción es colocar una aguja más grande com o la aguja
R ing (C ook ); acepta guías d e 0,035 o 0,038”.

Después de colocar el catéter ASISTENCIA POSTOPERATORIA


■ Se obtienen im ágenes para evaluar la idoneidad del drenaje Y SEGUIMIENTO
de la cavidad, así com o la posición definitiva del catéter.
■ La TC ofrece una visualización excelente de la cavidad y del ■ El servicio d e radiología intervencionista está im plicado para
catéter. evaluar la necesidad de recolocar, cambiar, colocar catéteres
■ Para confirm ar la posición del catéter puede inyectarse con­ adicionales y retirar el catéter.
traste con radioscopia. ■ En la visita diaria el radiólogo inspecciona el catéter, com ­
■ Durante el drenaje inicial hay que tomar la precaución de prueba las conexiones y determ ina el volum en y el tipo de
inyectar menos volum en que el volum en extraído. drenaje así com o el estado del paciente.
■ Se aspira el contraste inyectado y se lava el catéter con suero ■ Si el drenaje disminuye, se evalúa la perm eabilidad del caté­
fisiológico para evitar la obstrucción. ter m ediante lavado con 3 a 5 m i de suero salino estéril.
■ Además, es posible confirm ar de m od o independiente la ■ Si el problem a no puede resolverse está indicado obtener
posición del catéter por el flujo de fluido apropiado (p. ej., im ágenes adicionales para evaluar la posición del catéter y el
pus de un absceso). tamaño d e la acumulación.
■ Cuando se confirm a la posición correcta del catéter se des­ ■ La recolocación o el cam bio del catéter y la terapia fibrinolí-
com prim e la acumulación con una jeringa de aspiración tica se em plean según necesidad.
grande hasta que cesa el retom o de fluido o de restos. ■ Si en las im ágenes de seguim iento no está solucionada la
■ En cavidades grandes se irriga la cavidad con pequeños obstm cción o el urinoma, debería valorarse la derivación de
volúm enes de suero fisiológico estéril hasta que el líquido de la orina para perm itir la curación del defecto en el sistema
retom o sea claro. colector.
D renaje de a cum ulaciones líq u id a s renales y p e rirre n a le s

Lecturas recomendadas Lang EK: Renal, perirenal, and pararenal abscesses: percutaneous
drainage. Radiology 174:109-113, 1990.
Bernardino ME, Baumgartner BR: Abscess drainage in the Sacks D, Banner MP, M eran ze SG, et al: Renal and related
genitourinary tract. R adiol C lin N orth A m 24:539-549, 1986. retroperitoneal abscesses: percutaneous drainage. Radiology
Deyoe L A , Cronan JJ, Lam bíase RE, D orfm an GS: Percutaneous 167:447-451, 1988.
drainage o f renal and perirenal abscesses: Results in 30 patients. Talner LB, D avidson AJ, L e b o w itz RL, et al: Acute pyelonephritis: can
AJR A m J R oentgenol 155:81-83,1990. w e agree on terminology? Radiology 192:297-305, 1994.
Gore R M , Balfe DM , Aizen stein RI, Silverman PM : T h e great escape: Titton RL, Gervais D A, Hahn PF, et al: Urine leaks and urinomas:
in terfascial decom pression planes o f th e retroperitoneum. AJR A m diagnosis and im aging-guided intervention. RadioGraphics
J Roentgenol 175:363-370, 2000. 23:1133-1147, 2003.
Lam bíase RE, D eyoe L , Cronan JJ, D orfm an GS: Percutaneous vanSonnenberg E, W ittich GR, Goodacre BW, et al: Percutaneous
drainage o f 335 consecutive abscesses: results o f prim ary drainage abscess drainage: update. W orld J Surg 25:362-369, 2001.
with 1-year follow -up. Radiology 184:167-179, 1992. discussion 370-372.
Lang EK, Glorioso L 3rd: M anagem ent o f urinomas b y percutaneous
drainage procedures. R a diol C lin N orth A m 24:551-559, 1986.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Embolización de la trompa de Falopio

DEFINICIÓN: Esterilización tubárica bilateral mediante colocación histeroscópica por via


transcervical de un dispositivo Essure para anticoncepción permanente.

■ Tenáculo cervical
INDICACIONES
■ Estéril
■ Cuando la m ujer no quiere o no puede tolerar el embarazo ■ Para tracción
■ Mujeres cuya condición m édica empeora o cuyas vidas ■ Dilatadores cervicales
corren peligro durante un em barazo ■ Estériles, desechables (C ook)
■ Pinzas
■ Pinzas para hisopo de m ango largo
■ Para m antener la cúpula vaginal seca durante y después de
CONTRAINDICACIONES la intervención
■ D eseo de m antener la capacidad fértil o cualquier duda sobre ■ Contraste yodado
la esterilidad perm anente ■ Yodixanol
■ Embarazo ■ Para realizar histerosalpingografía inicial con salpingogra­
■ Infección pélvica presente o reciente fía selectiva
■ Dispositivo Essure: ligadura de trompas previa e interrupción ■ Espiral
del em barazo o parto 6 semanas antes de la colocación ■ Dispositivo Essure
■ Dispositivo Essure: solo puede colocarse una espiral, inmu- ■ Aprobado por la Food and Drug Adm inistration para este­
nodepresión, y m enorragia o m enom etrorragia sin diagnos­ rilización tubárica bilateral transcervical
ticar ■ M ide 4 cm d e largo con un diám etro m áxim o de 2m m
■ A lergia conocida a los contrastes yodados e hipersensibilidad cuando está com pletam ente expandido
conocida al níquel confirm ada con pruebas cutáneas ■ La espiral de nitinol externa que contiene fibras d e terefta-
■ A lergia al níquel lato de polietileno (Dacrón) rodea un catéter central flexi­
b le de acero inoxidable
■ El Dacrón produce una reacción inflam atoria en las trom ­
pas de Falopio con la consiguiente fibrosis que lim ita la
INSTRUMENTAL posibilidad de recanalización tubárica

■ Sala de radioscopia
■ Multiuso con arco en C rotatorio
■ Estribos de fitotom ía
ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO
■ Equipo para preparación estéril del perineo y la vagina
■ Sábanas ■ L a trom pa d e F alop io es un con du cto desde el ov a rio al
■ Para piernas y abdom en útero, form a do p rin cip a lm en te p or fibras m usculares lisas
■ Espéculo circulares o lon gitu d in ales con m ú ltip les p liegu es e p ite­
■ Espéculo de plástico desechable o de metal reesterilizable liales.
■ Para acceder al cuello uterino ■ Las capas de m úsculo liso se adelgazan desde el útero al
■ Catéter ovario mientras que el diám etro d e la trompa aumenta.
■ Transcervical ■ La trompa de Falopio m ide 11 cm (rango: 7 a 16 cm ) y está divi­
■ de 12 Fr con diám etro interno de 5 Fr y rama lateral dida en cuatro segmentos: intramural (intersticial), ístmico,
(C ook) ampular e infundibular.
■ Para inyectar contraste y suero fisiológico ■ El segm ento intramural está dentro de la pared uterina,
■ Punta angulada de 4 Fr y 40 cm (C ook ) preferible para com ienza en el orificio uterotubárico y acaba en la unión
salpingografía selectiva uterotubárica.

PUNTOS CLAVE
> El único dispositivo aprobado p o r la Food and Drug Adm inistration para esterilización transcervical es el
Essure, aprobado en noviembre de 2002 para colocación mediante histeroscopia.
> Esta técnica está indicada en mujeres q ue desean anticoncepción permanente.
i Las espirales son inertes y no alteran las concentraciones hormonales de las mujeres.
> Se han llevado a cabo más de 40.000 intervenciones m ediante histeroscopia en to d o el m undo con una
tasa de éxito del 99,8% .
i También se ha realizado esta intervención fuera de indicación guiada por radioscopia aunque todavía no s
ha validado mediante un estudio prospectivo a largo plazo.
> Las pacientes deben volver a los 3 meses de la intervención para histerosalpingografía de seguim iento y
m ientras debe utilizar otro m étodo anticonceptivo.
> Cuando la histerosalpingografía confirm a la oclusión tubárica y la colocación correcta de la espiral, la
paciente puede confiar en esta técnica com o método anticonceptivo principal.

484 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


E m bolización de la tro m p a de Falopio 485

C u a t r o s e g m e n t o s d e la t r o m p a d e F a lo p io

yfrm \ \ \
' ^ ístmico ' A m pular ' Infundibular
\ \,

Figu ra 1. A n a to m ía u terotu b á ric a re lev a n te. Los segm entos etiquetados de la trompa de Falopio son 1) intramural (intersticial), 2 ) ístmico,
3) am pular y 4) infundibular. Obsérvese la unión uterotubárica, que es la porción más estrecha de la trompa de Falopio. La unión uterotubárica
debería quedar ocupada po r la espiral para oclu ir la trom pa de m odo efectivo.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 2. H is te ro s a lp in g o g ra fía c o n a n a to m ía u tero tu b á ric a


re le v a n te . Los segm entos señalados d e la trom pa d e Falopio son
1) intramural (intersticial), 2 ) ístmico, 3) am pular y 4) infundibular.
Obsérvese la un ión uterotubárica, qu e es la porción m ás estrecha
de la trom pa de Falopio La un ión uterotubárica debería quedar Figura 3. C o lo c a c ió n d e l d is p o s itiv o E ssure en la tr o m p a de
ocupada por la espiral para oclu ir la trom pa de m o d o efectivo. F a lo p io d e re c h a c o n m a rca d o re s ra d io p a c o s n u m e ra d o s
d e 1 a 4. Se ha introducido el d ispositivo hasta qu e el marcador
n úm ero 3 está en el o rificio tubárico (fle c h a ). A l conseguir la
posición adecuada, se expande el dispositivo.
486 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

Figura 4. Tras c o lo c a c ió n d e e s p ira l b ila te ra l e n o tra p a cien te.


Obsérvese la aproxim ación d e los marcadores radiopacos n úm ero 3 a
los orificios tubáricos (flecha s).

■ El punto más estrecho de la trompa de Falopio es la unión ute- ■ Se preparan la vagina y el cuello uterino con solución
rotubárica, el istmo es el segmento extrauterino más estrecho, yodada.
el ampular es el segmento más variable y el infundíbulo se abre ■ Se usa una cánula con balón de 12 Fr para acceder a la cavi­
a la cavidad peritoneal. dad uterina por v ía transcervical.
■ La preparación com prende revisión de la docum entación de ■ Se hincha el balón interno para evitar fugas del contraste.
la exploración p élvica reciente con una citología de Papani­ ■ El tenáculo cervical puede utilizarse para tirar del útero si es
colaou y cultivos negativos para gonococo y clamidias. necesario.
■ La em bolización debería realizarse en la fase folicular (días ■ La histerosalpingografía se efectúa inyectando contraste por
7 a 14) del ciclo menstrual para reducir la probabilidad de la rama lateral d e la cánula.
em barazo en fase lútea. ■ Si no se identifica ninguna o solo una de las trompas de Falo­
p io en la histerosalpingografía, se usa un catéter con punta
angulada de 4 Fr para realizar una o más salpingografías
selectivas.
TÉCNICA ■ Am bas trompas de Falopio deben verse al com pleto con cla­
ridad antes de colocar el dispositivo.
■ El día de la intervención se hace una determ inación cualita­ ■ Después de identificar las trompas de Falopio, se elige la que
tiva de la gonadotropina coriónica humana 3 que debe ser parezca más difícil para colocar el dispositivo.
negativa antes de iniciar la intervención. ■ Basado en la recom endación de Conceptus: si no pueden
■ Se administran 3 0 m g de ketorolaco y l g de ceftriaxona por colocarse microespirales bilaterales debería suspenderse la
v ía intravenosa antes de la intervención. intervención.
■ Se administran antibióticos para todas las intervenciones ■ El dispositivo Essure se coloca a través del portal de trabajo
ginecológicas. de la cánula cervical de 5 Fr.
■ La intervención se realiza con sedación consciente intrave­ ■ Se coloca el dispositivo en el orificio tubárico mediante
nosa (m idazolam y fentanilo) o con anestesia local mediante radioscopia.
b loqu eo paracervical. ■ Después se introduce el dispositivo en la trom pa de Falopio
■ Si se usa un b loqu eo anestésico paracervical se recom iendan hasta que el tercer m arcador radiopaco alcanza el orificio
las inyecciones d e 3 a 4 m i de lidocaína en las 4 y las 8 del tubárico.
reloj o las 5 y las 7 para potenciar la anestesia. ■ Se despliega la espiral y se repite el proceso con otro dis­
■ Se coloca a la paciente en los estribos d e litotom ía sobre la positivo Essure para ocluir la otra trompa.
m esa de angiografía. ■ Se deshincha el balón interno y después se retira la cánula
■ Se realiza una preparación estéril de la región vulvar y peri­ cervical.
neal con solución yodada. ■ Si es necesario, se utilizan pinzas de hisopo con m ango largo
■ Se colocan sábanas estériles sobre las piernas y el abdomen. para extraer el contraste o la sangre d e la cúpula cervical.
■ Se coloca un espéculo estéril en la cúpula vaginal y se iden­ ■ Después de la intervención, la paciente pasa a la sala de
tifica el cuello uterino. recuperación, donde es vigilada por una enfermera.
E m bolización de la tro m p a de Falopio

CONTROVERSIAS ASISTENCIA POSTOPERATORIA


■ La Food and Drug Adm inistration obliga un seguim iento tri­ Y SEGUIMIENTO
mestral m ediante histerosalpingografía; esta intervención no ■ Es previsible la hem orragia leve vaginal y el d olor o los
es deseable en la m ayoría de pacientes. cólicos pélvicos (o am bos); los cólicos pueden tratarse con
■ El seguim iento m ediante radiografías se lim ita a las pacientes antiinflam atorios no esteroideos.
en las que la colocación inicial fue considerada satisfactoria ■ Se explica a la paciente de que d ebe usar un m étodo anti­
por el m édico responsable. conceptivo alternativo durante 3 m eses tras la colocación de
■ N i las radiografías ni la ecografía de la p elvis están aprobadas la espiral hasta realizar una histerosalpingografía de segui­
en la actualidad por la Food and Drug Adm inistration y en miento.
EE.UU. no se consideran alternativas a la histerosalpingo­ ■ Tras la histerosalpingografía de seguim iento se inform a a la
grafía. paciente del resultado y d e si puede fiarse solo de las espira­
■ D ebido a que la espiral Essure tiene un com ponente en la les com o único m étodo anticonceptivo.
cavidad uterina ha surgido preocupación por la ablación ■ Si no puede fiarse de las espirales en ese m om ento, hay que
endom etrial futura. explicar las opciones y las consecuencias.
■ Todas las pacientes deben realizarse una prueba d e emba­
razo en su dom icilio ante la ausencia de menstruación.
■ Si el resultado es positivo, hay que evaluar a la paciente de
RESULTADOS inm ediato para detectar un embarazo, con atención especial
■ La tasa de eficacia del dispositivo para evitar el embarazo a una localización ectópica.
es del 99,8% , igual que la ligadura de trompas bilateral y la
vasectomía. Lecturas recomendadas
■ La tasa de colocación tras la intervención inicial es del 86%.
A b b ott J: T ranscervical sterilization. Best Pra ct Res C lin Obstet Gynecol
■ La tasa sube al 90% incluyendo una segunda intervención,
19:743-756, 2005.
igual que la de la colocación histeroscópica. K odam an PH , A r id A , Seli E: Evidence-based diagnosis and
management o f tubal factor infertility. C arr O pin Obstet Gynecol
16:221-229, 2004.
M agos A , Chapman L: H ysteroscopic tubal sterilization. Obstet
COMPLICACIONES G ynecol C lin N o rth A m 31:705-719, 2004.
Peterson HB, Curtis KM: Long-acting methods o f contraception. N
■ Pueden producirse expulsión de la espiral (2 ,9 % ) y perfora­ En gl J M e d 353:2169-2175, 2005.
ción ( 1, 1% ). Pollock A : ACOG practice bulletin: benefi ts and risks o f sterilization.
■ Tras la colocación de la espiral son previsibles los cólicos y el O bstet Gynecol 102:647-658, 2003.
dolor p é lvic o (o am bos) y la hem orragia leve vaginal. Thurm ond AS, M achan LS, M aubon AJ, et al: A re vie w o f selective
■ H ay posibilidad de em barazo a partir del m om ento en que se salpingography and fallopian tube catheterization. RadioGraphics
em plea com o m étodo anticonceptivo principal. 20:1759-1768, 2000.
■ Con todas las técnicas de esterilización tubárica la probabi­ W orld Health O rganization : Selected Practice Recom m endations fo r
Contraceptive Use, 2nd ed. Geneva, W orld Health Organization,
lidad de em barazo a los 10 años de la esterilización tubárica
2004.
es del 1,3%.
■ La tasa de com plicación de la colocación radioscópica es de
1 de cada 35 intervenciones.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Recanalización de la trompa de Falopio

DEFINICIÓN: Recanalización transcervical de la trompa de Falopio con bloqueo proximal.

■ Yodixanol
INDICACIONES ■ Para realizar histerosalpingografía inicial con salpingogra­
■ B loqueo tubárico proxim al bilateral en la histerosalpingogra­ fía selectiva
fía inicial para evaluación de la esterilidad ■ Guía
■ Guía de 0,018 y 0,035” hidrófilas con punta angulada
(Terum o)
■ Para atravesar la trompa de Falopio obstruida
CONTRAINDICACIONES ■ M icrocatéter
■ M icrocatéter de 3 Fr (Boston Scientific)
■ Embarazo
■ Para aportar resistencia a la m icroguía
■ Infección p élvica activa en el m om ento de la intervención
■ Para inyectar contraste y evaluar m ejor la región distal de
■ B loqueo tubárico distal conocido
la trompa
■ Trompas de Falopio perm eables en la histerosalpingografía o
en la salpingografía selectiva realizada inm ediatam ente antes
de la recanalización de la trom pa de Falopio
ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO
■ La trom pa d e Falopio es un conducto desde el ovario al útero,
INSTRUMENTAL form ado principalm ente p or fibras musculares lisas circula­
res o longitudinales con múltiples pliegues epiteliales.
■ Sala de radioscopia
■ Las capas de m úsculo liso se adelgazan desde el útero al
■ Multiuso, con un arco en C rotatorio
ovario mientras que el diám etro d e la trompa aumenta.
■ Estribos de litotom ía
■ La trom pa d e Falopio m ide 11 cm (rango: 7 a 16cm ) y está
■ Equipo para preparación estéril de perineo y vagina
dividida en cuatro segmentos: intramural (intersticial),
■ Sábanas
ístm ico, ampular e infundibular.
■ Para piernas y abdom en
■ El segm ento intramural está dentro de la pared uterina,
■ Espéculo
com ienza en el orificio uterotubárico y acaba en la unión
■ Espéculo de plástico desechable o de metal reesterilizable
uterotubárica.
■ Para acceder al cuello uterino
■ El punto más estrecho de la trom pa de Falopio es la unión
■ Catéter
uterotubárica, el istm o es el segm ento extrauterino más estre­
■ Transcervical
cho, el ampular es el segm ento más variable y el infundíbulo
■ De 12 Fr con diám etro interno de 5 Fr y rama lateral
se abre a la cavidad peritoneal.
(C ook)
■ Para inyectar contraste y suero fisiológico
■ Punta angulada de 4 Fr y 40 cm (C ook ) preferible para
salpingografía selectiva TECNICA
■ Tenáculo cervical
■ Estéril ■ La intervención se realiza durante la fase folicular del ciclo
■ Para tracción menstrual.
■ Dilatador cervical ■ Se administra doxiciclina com o profilaxis antibiótica: 100 m g
■ Estériles, desechables (C ook) dos veces al día durante 5 días em pezando dos días antes de
■ Pinzas la intervención.
■ Pinzas d e hisopo de m ango largo ■ El día de la intervención se realiza una prueba de embarazo
■ Para m antener la cúpula vaginal seca durante y después de para confirm ar que es negativa.
la intervención ■ La intervención puede realizarse con anestesia local m ediante
■ Contraste yodado b loqu eo paracervical.

PUNTOS CLAVE
i La esterilidad lleva a entre el 10 y 15% de las parejas o ccidentales a solicitar asistencia sanitaria.
> Los tra stornos de las trom pas de Falopio causan el 10 a 35% de los casos de esterilidad femenina.
i La recanalización de la trom pa de Falopio es un tratam iento seguro y efectivo para la oclusión tubárica
proxim al.
> Las contraindicaciones absolutas de la recanalización de la trom pa de Falopio son el embarazo y la
infección pélvica activa.
> La recanalización de la trom pa de Falopio tiene una tasa de éxito técnico del 80 a 90% .
> Alrededor de un tercio de las pacientes con recanalización de la trom pa d e Falopio satisfactoria consiguen
un embarazo espontáneo.
> La tasa de com plicación de la recanalización de la trom pa de Falopio es baja y no se han descrito
com plicaciones graves.

488 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


R ecanalización de la tro m p a de Falopio

Figu ra 2. S alpingografía selectiva de la trom pa derecha con trom pa


p erm eable y contraste intraperitoneal libre.

Figu ra 1. La h isterosalpingografía pon e de relieve qu e n o se v e la


trom pa derecha y el rellen o de la trom pa izq u ierd a sin escape de
contraste.

Figura 3. Se ha introducido una gu ía d e 0,035” m ás allá de la F igu ra 4. La salpingografía selectiva repetida demuestra la
oclusión. perm eabilidad de la trom pa izqu ierd a con contraste intraperitoneal
qu e delinea asas d e intestino delgado.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Se recom ienda sedación consciente intravenosa con m idazo­ ■ Se usa una cánula con balón de 12 Fr para acceder a la cavi­
lam y fentanilo para conseguir la m ayor com odidad y relaja­ dad uterina por v ía transcervical.
ción de la paciente. ■ Se hincha el balón interno para evitar fugas del contraste.
■ Puede administrarse 30 m g de ketorolaco por vía intravenosa ■ El tenáculo cervical puede utilizarse para tirar del útero si es
o intramuscular antes de la intervención para reducir el dolor necesario.
y los cólicos pélvicos a m enos que esté contraindicado. ■ La histerosalpingografía se efectúa inyectando contraste por la
■ Se coloca a la paciente en los estribos d e litotom ía sobre la rama lateral de la cánula.
mesa de angiografía. ■ Si no se identifica ninguna o solo una d e las trompas de Falo­
■ Se realiza una preparación estéril de la región vulvar y peri­ p io en la histerosalpingografía, se usa un catéter con punta
neal con solución yodada. angulada de 4 Fr para realizar una o más salpingografías
■ Se colocan sábanas estériles sobre las piernas y el abdomen. selectivas.
■ Se coloca un espéculo estéril en la cúpula vaginal y se iden­ ■ Se realiza una salpingografía selectiva con un catéter de
tifica el cuello uterino punta angulada de 4 Fr si existe b loqu eo tubárico persistente
■ Se preparan la vagina y el cuello uterino con solución yodada. u opaquificación insuficiente de la trompa.
490 INTERVENCIONES NO VASCULARES | GENITOURINARIAS

■ Si se produce el b loqu eo tubárico proxim al persistente tras ■ La infección es rara y el riesgo puede reducirse con profilaxis
salpingografía selectiva, la recanalización de la trom pa de antibiótica.
Falopio puede realizarse con guía hidrófila. ■ La inmensa m ayoría de las hemorragias tras la intervención
■ Para atravesar la obstrucción se usa una guía 0,035” o una son p oco im portantes y pueden durar 2 a 3 días.
m icroguía de 0,018” (con o sin m icrocatéter) ■ Puede aparecer cáncer o un defecto genético asociado a la
■ Se repite la salpingografía selectiva tras la recanalización de la radiación durante la intervención; el riesgo oscila entre el 4,3
trompa de Falopio para confirm ar la perm eabilidad tubárica. y 13,5% y entre el 1,9 y 5,9% respectivamente.
■ Criterios de finalización: una trom pa perm eable con fuga
intraperitoneal de contraste y una trom pa proxim al perm ea­
ble con b loqu eo distal, y la im posibilidad de recanalizar la
trompa con éxito. ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
■ Tras la intervención la paciente pasa a la sala de recuperación
CONTROVERSIAS
donde es vigilada p or una enfermera.
■ Se ha debatido m ucho el uso de contrastes hidrosolubles o ■ Se explican a la paciente y sus allegados los resultados y sus
liposolubles para histerosalpingografía y recanalización de la consecuencias.
trompa de Falopio. ■ Se inform a a la paciente de la evolución previsible tras la
■ La presión de perfusión tubárica ha recibido atención recien­ intervención; las actividades normales pueden reanudarse
tem ente en el ám bito de la esterilidad femenina. según tolerancia al día siguiente de la intervención.
■ El concepto de la presión de perfusión tubárica para evaluar ■ Se explican los efectos adversos posibles y que es necesario
la función de la trom pa es interesante pero no ha recibido solicitar asistencia en caso de hem orragia o dolor intensos,
atención en la bibliografía radiológica. flujo m aloliente o fiebre.
■ Si no hay problem as la paciente debería continuar el segui­
m iento con su especialista en esterilidad.
RESULTADOS ■ Si la paciente con trompas de Falopio anormales queda
em barazada se recom ienda consultar al obstetra o al ginecó­
■ Aproxim adam ente el 30% de todas las histerosalpingografía log o sin demora para descartar un em barazo ectópico.
muestran un b loqu eo tubárico proxim al bilateral. ■ Es necesario repetir la histerosalpingografía con salpingo­
■ La salpingografía selectiva puede restablecer la perm eabili­ grafía selectiva o recanalización de la trom pa de Falopio si la
dad tubárica en un tercio de las trompas bloqueadas. paciente no queda em barazada en los 5 a 12 m eses siguien­
■ En el b loqu eo tubárico proxim al persistente tras salpingo­ tes a la intervención inicial.
grafía selectiva la recanalización de la trompa de Falopio
consigue el éxito técnico en el 80 a 90% de los intentos.
■ La tasa de em barazo es del 10 a 60% aproximadamente. Lecturas recomendadas
■ En general, la tasa de em barazo espontáneo tras recanaliza­
A b b ott J: T ranscervical sterilization. Best Pra ct Res C lin Obstet Gynecol
ción de la trom pa de Falopio oscila entre el 30 y 35%.
19:743-756, 2005.
■ Las pacientes con trompas normales perm eables tras salpin­
Kodam an PH , A r id A , Seli E: Evidence-based diagnosis and
gografía selectiva o recanalización de la trom pa de Falopio m anagement o f tubal factor infertility. C arr O p in Obstet Gynecol
tienen una probabilidad del 50 a 60% de recidiva del bloqueo 16:221-229, 2004.
tubárico en el prim er año tras la recanalización de la trompa M agos A , Chapman L: H ysteroscopic tubal sterilization. Obstet
de Falopio. Gynecol C lin N o rth A m 31:705-719, 2004.
M aubon AJ, G raef M , Boncoeur MP, et al: Interventional radiology in
infertility: technique and role. E u r R a diol 11:771-778, 2001.
Papaioannou S, A fn an M , Sharif K: T h e role o f selective
COMPLICACIONES salpingography and tubal catheterization in th e m anagem ent o f
the infertile couple. C urr O p in Obstet Gynecol 16:325-329, 2004.
■ N o se han notificado com plicaciones graves por la recanali­
Papaioannou S, Bourdrez P, Varma R, et al: Tubal evaluation in the
zación de la trompa de Falopio.
investigation o f subfertility: a structured com parison o f tests.
■ Las com plicaciones leves son perforación tubárica, infección, B r J O bstet Gynaecol 111:1313-1321, 2004.
hemorragia, em barazo ectópico y reacción al contraste. Thurm ond AS, M achan LS, M aubon AJ, et al: A re vie w o f selective
■ La perforación tubárica ocurre en el 2 % de los casos con ins­ salp ingography and fallopian tube catheterization. RadioGraphics
trumental y técnicas modernas. 20:1759-1768, 2000.
TORÁCICAS
Drenaje de derrames y empiemas pleurales

DEFINICIÓN: Tratamiento percutáneo de las acumulaciones líquidas torácicas como derrames


y abscesos pleurales.

INDICACIONES ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO


■ Los síntomas del paciente ayudan a determ inar la urgencia ■ Se usa la técnica d e Seldinger o la de trocar para colocar el
de la intervención. catéter de drenaje.
■ Los pacientes con hipotensión; disnea; taquicardia; fiebre ■ La técnica del trocar en tándem usa una aguja de referencia
alta o picos febriles, o leucocitosis intensa requieren drenaje que se coloca en la acum ulación líquida guiada p or im agen.
lo antes posible. ■ La técnica del trocar directa no usa aguja de referencia y suele
■ Los pacientes con dolor, febrícula y leucocitosis ligera no reservarse para las acumulaciones superficiales grandes.
requieren tratamiento urgente.

CONTRAINDICACIONES TÉCNICA
■ Ausencia de un trayecto seguro para introducir el catéter ■ Determ ine la vía de acceso: debe elegirse la distancia más
■ Coagulopatía que no puede corregirse corta y segura entre la zo n a de acceso cutáneo y la acumula­
ción de líquido.
■ Para evitar las estructuras deben revisarse los estudios de
im agen disponibles, hay que conocer las referencias anató­
INSTRUMENTAL micas así com o la localización previsible de vasos sanguí­
■ Ecografía neos, nervios y otros tejidos.
■ La ecografía se usa para colocar la aguja en el derram e o ■ Se marca, prepara y delimita la zo n a de acceso con técnica
absceso. estéril.
■ Es más rápido, sencillo y accesible con radiación no ioni­ ■ A continuación se infiltra anestésico local en la zo n a de
zante; además, perm ite v e r en tiem po real la colocación de acceso.
la aguja. ■ Se hace una incisión pequeña con bisturí y una disección
■ N o obstante, es dependiente del intervencionista; puede local de los tejidos para facilitar la colocación del catéter.
ser difícil ver las acumulaciones líquidos pequeñas y p ro­ ■ Para colocar el catéter de drenaje se usa la técnica de Seldin­
fundas. ger o la de trocar.
■ Radioscopia ■ Técn ica de Seldinger: se introduce en la acum ulación líquida
■ La radioscopia se usa para visualizar la colocación del la aguja de acceso.
catéter de drenaje. ■ Se pasa un guía a través de la aguja de acceso y se enro­
■ El derrame o el absceso debe diagnosticarse en la im agen lla en la acumulación; la dilatación progresiva sobre al guía
transversal previa. precede a la colocación del catéter sobre la guía.
■ TC ■ Se avanza el catéter sin fiador (en su lugar se usa un refuerzo
■ L a TC se reserva para las lesiones que no son visibles plástico o m etálico), se retira la guía y se fija en posición el
m ediante ecografía o radioscopia catéter.
■ A guja de acceso ■ La técnica del trocar no usa un guía de acceso; se pasa un fia­
■ La aguja de acceso p referible es al m enos varios centím e­ dor afilado a través del catéter para facilitar la introducción.
tros más larga de lo necesario para alcanzar la acumula­ ■ La técnica del trocar en tándem usa una aguja de referencia
ción líquida. colocada en la acum ulación líquida guiada por imagen.
■ Debe perm itir el paso de una guía de 0,035 a 0,038”. ■ El catéter de drenaje se avanza a la cavidad adyacente a la
■ Guía aguja de referencia en la m ism a dirección que la aguja de
■ Perm ite dilatar de m od o progresivo y colocar después el referencia hasta que se entra en la acum ulación líquida.
catéter ■ El acceso del trocar directo no usa aguja de referencia.
■ Dilatador ■ El catéter de drenaje se avanza al interior de la acumulación
■ D eben tener al m enos el diám etro del catéter de drenaje líquida basándose en estudios de im agen previos.
■ Catéter de drenaje ■ Derram e p leu ral m a lig n o recidivante: se coloca un catéter de
■ Catéter p ig ta il de b loqu eo d e 10 Fr drenaje tunelizado; se usa una sustancia esclerosante (talco,
■ Acum ulación líquida pequeña: drenaje de 8 Fr bleom icina o tetraciclina/doxiciclina) para unir m ediante
■ Fluido viscoso: > 12 Fr fibrosis la pleura visceral y parietal (pleurodesis).

PUNTOS CLAVE
i El tratam iento percutáneo de abscesos y derram es es efectivo y seguro,
i La utilidad del tratam iento percutáneo va en aumento.
i El tratam iento percutáneo debe realizarse en colaboración con el m édico remitente.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 491


492 INTERVENCIONES NO VASCULARES | TORACICAS

Figura 2. Im ágenes correlativas tras colocación d e un


d ren aje m ediante rad io lo gía intervencionista y tratamiento
trom bolítico. M ejora notable d e la acum ulación líqu ida izquierda.
Figura 1. Acum ulación líqu ida pleural izqu ierd a tabicada com o
com plicación de neumonía.

Figura 4. Im ágenes correlativas tras colocación d e un


Figura 3. Im ágen es correlativas tras colocación de un d ren aje m ediante rad io lo gía intervencionista y tratamiento
dren aje m ediante radio lo gía intervencionista y tratam iento
trom bolítico. M ejora notable d e la acum ulación líqu ida izquierda.
trom bolítico. M ejora n otable de la acum ulación líqu ida izquierda.

■ El e m p ie m a se trata con drenajes percutáneos; la infu sión RESULTADOS


d e fárm acos trom b olíticos en los drenajes se usa para
elim in ar los com p on en tes fib rin osos d el p ro ceso in flam a­ ■ La eficacia del tratamiento percutáneo de los derrames ha
torio. quedado demostrada en múltiples series.
■ Absceso p u lm o n a r: el tratamiento percutáneo puede ser una ■ El éxito del drenaje percutáneo depende no solo d e la técnica
alternativa a la toracotom ía; el riesgo de fístula broncopleu- de drenaje y del tratamiento de estos pacientes.
ral disminuye reduciendo el calibre del catéter de drenaje y ■ La tasa de éxito varía debido a la com plejidad de las acumu­
evitando atravesar el parénquim a normal. laciones líquidas, así com o a la com orbilidad del paciente.
■ Estimaciones de la Society on Interventional R adiology (S IR ):
drenaje curativo en más del 80% de los casos; éxito parcial
en el 5 a 10% de los casos.
CONTROVERSIAS ■ La SIR establece un lím ite del 85% para el drenaje con éxito
(curativo y éxito parcial).
■ El tratamiento fibrinolítico com plem entario disminuye la vis­
■ El fracaso y la recidiva están presentes el 5 a 10% de los
cosidad de la acum ulación líquida y teóricam ente facilita su
pacientes.
evacuación.
■ Estudios in v itro con urocinasa han obtenido resultados pro­
m etedores al reducir la viscosidad del líquid o drenado.
■ U n estudio publicado hace p oc o tiem po en N ew England
COMPLICACIONES
Jo u rn a l o f M e d icin e no halló m ejoría de las infecciones
pleurales tratadas con estreptocinasa en pacientes no selec­ ■ La tasa global de com plicaciones m ayores asociadas al dre­
cionados. naje percutáneo de abscesos y derrames es del 10% .
Drenaje de d e rra m e s y e m p iem a s pleurales

■ Estas com plicaciones son hem orragia, infección, neum otorax ■ Si el paciente no tiene respuesta clínica al drenaje percutáneo
y fístula broncopleural. la im agen transversal puede detectar nuevas acumulaciones
de líquido o un drenaje inadecuado de las previas.
■ Habrá de inform ar de los planes sobre el catéter al m édico de
referencia o al servicio de cirugía antes de retirar el catéter
ASISTENCIA POSTOPERATORIA para que no sea necesario volver a colocarlo.
Y SEGUIMIENTO
■ Tras introducir el catéter y aspirar el líquid o el catéter debe
Lecturas recomendadas
fijarse a la piel del paciente para evitar el desplazam iento o K lein JS, Schultz S, H effn er JE: Interventional radiology o f the chest:
la salida inadvertidos. im age-guided percutaneous drainage o f pleural effusions, lung
■ Se vigila y registra el volum en drenado a intervalos periódi­ abscess, and pneum othorax. AJR A m J Roentgenol 164:581-588,
1995.
cos.
M ueller PR, vanSonnenberg E, Ferrucci JT Jr: Percutaneous drainage
■ En caso de acum ulación torácica, m ateria en partículas o
o f 250 abdom inal abscesses and fluid collections. Part II: current
líquido m uy viscoso se em plea aspiración continua suave procedural concepts. Radiology 151:343-347, 1984.
(Teleflex M e d ic a l). vanSonnenberg E, M ueller PR, Ferrucci JT Jr: Percutaneous drainage
■ Los drenajes se lavan a m enudo con 5 a 10 m i de suero fisio­ o f 250 abdom inal abscesses and fluid collections. Part I: results,
lógico cada 8 h para m antener su perm eabilidad. failures, and complications. Radiology 151:337-341, 1984.
■ El catéter y el sistema de fijación deben inspeccionarse a dia­ vanSonnenberg E, D ’A gostin o H, Casóla G, et al: Lung abscess:
rio durante la visita m édica; tam bién hay que inspeccionar el CT-guided drainage. Radiology 178:347-351, 1991.
líquido recogido en la bolsa colectora.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Biopsia percutánea del tórax

DEFINICIÓN: Biopsia percutánea del tórax guiada con el estudio de imagen de elección (TC,
radioscopia, ecografia) para evaluar una lesión pulmonar.

■ Activada p or resorte, calibre 18 a 20


INDICACIONES ■ M icroscopio, portaobjetos, tinciones y bote para la muestra
■ Estadificación del carcinoma bronquial (aire y form ol)
■ D iagnóstico de lesiones pulm onares localizadas (nodulos o ■ Sistema de drenaje percutáneo de hem otórax
consolidaciones)
■ D iagnóstico de lesiones pulmonares metastásicas
■ Evaluación de procesos infecciosos crónicos cuando la bron-
a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
coscopia es insuficiente
■ D iagnóstico de masas o adenopatías mediastínicas ■ Debe elegirse el trayecto más corto a la lesión que evita las
■ D iagnóstico del engrasamiento pleural localizado o difuso estructuras vitales.
■ En una biopsia pulm onar es preferible la v ía de acceso ver­
tical directa percutánea, con el punto superior de entrada en
la p iel arriba.
CONTRAINDICACIONES ■ La biopsia mediastínica se realiza solo cuando se dispone de
un estudio de im agen adecuado y existe un trayecto seguro.
■ Enfisema avanzado ■ En presencia d e masa subcarinal, la técnica de elección
■ Capacidad pulm onar insuficiente en pacientes con neum oto­ puede ser una biopsia guiada por ecografía transesofágica.
rax unilateral ■ La masa pleural precisa casi siempre una aguja de corte.
■ Contraindicación relativa: diátesis hem orrágica (IN R > 1 ,5 o
plaquetas <50.000/mm3)
■ Pacientes no colaboradores, incluyendo los que tienen tos
resistente al tratamiento TÉCNICA
■ Ventilación con presión positiva
■ Hipertensión arterial pulm onar cuando está indicada una ■ H ay que asegurarse de que el paciente es suficientemente
biopsia central colaborador y puede evitar la tos tras la biopsia.
■ Sospecha de quiste hidatídico intacto por riesgo posible de ■ Los anticoagulantes, incluso el ácido acetilsalicílico, deben
anafilaxia suspenderse de 3 a 5 días antes de la biopsia.
■ Debe evaluarse el estado de la coagulación 24 h antes de la
biopsia; si es anormal, se administra plasma fresco conge­
lado, plaquetas o vitam ina K.
■ Si se usa TC, se colocan marcadores en la piel y se realiza
INSTRUMENTAL
la exploración en la fase de la respiración que sea fácil de
■ TC, ecografía, radioscopia reproducir.
■ D epende del estudio de im agen apropiado para guiar la ■ Si se usa guiado radioscópico la lesión debe ser visible en dos
biopsia proyecciones.
■ V ía intravenosa ■ Es p referible planificar una v ía de acceso al objetivo atrave­
■ Instrumental de reanim ación sando lo m enos posible el pulm ón aireado.
■ A guja de aspiración ■ Si se sospecha cáncer, probablem ente sea suficiente con una
■ Chiba, calibre 20 a 25 biopsia por aspiración.
■ A guja de aspiración o de fragm ento ■ Para las lesiones benignas es preferible la técnica coaxial a
■ Calibre 20 a 22 m enos que se haga una biopsia con aguja gruesa.
■ Sistema de aguja coaxial ■ Tras preparar la p iel con un antiséptico y el cam po quirúrgico
■ Calibre externo 19, interno 22 estéril, se infiltra hasta la pleura con un anestésico local con
■ A guja de corte central cuidado de no atravesar la pleura.

PUNTOS CLAVE
> La biopsia percutánea es una técnica rápida y eficiente para lograr un diagnóstico citológico e histológico,
i Los resultados diagnósticos son más frecuentes en las lesiones malignas; las lesiones benignas suelen
precisar una biopsia con aguja gruesa m ejor que una biopsia por aspiración,
i La técnica de elección en la actualidad para biopsia pleural, mediastínica o pulm onar percutánea es la
biopsia guiada por TC d ebido a su mayor rendim iento,
i Es preferible que el citopatólogo esté presente en el mom ento de la biopsia para indicar si es necesario más
material.
> El uso de una aguja coaxial reduce el número de punciones pleurales y dism inuye el riesgo de neumotorax,
i El neum otorax provocado por una biopsia pleural o pulm onar puede tratarlo por lo general un radiólogo
intervencionista.
> Al acabar hay que girar al paciente sobre el lado de la biopsia para reducir la incidencia de neumotorax.

494 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


B io p sia percutánea del tórax 495

l i stance 8 (m , angle 3B
l i stance SOiéi, angle 74

Figu ra 1. A g u ja s de b iop sia ap ro piad as p a ra uso e n e l tórax.


F igura 2. B io psia g u iad a p o r TC. P lan ificar la vía de acceso con
El calibre oscila entre 22 y 18 y pueden ser de aspiración o de
TC perm ite evaluar e l im pulso de una aguja de corte. Im agen de
corte (la más in fe rio r).
planificación.

_____

Figura 3. Biopsia g u iad a p o r TC. Plan ificar la v ía d e acceso con


TC perm ite evaluar el im p ulso de una aguja de corte. A gu ja en
posición dentro de la masa.

■ Se inserta la aguja en la trayectoria planeada hacia el obje­ ■ A guja de corte: debe perm itirse el im pulso del dispositivo al
tivo, evitando las estructuras vasculares principales. colocar la aguja.
■ Si se usa TC, habrán de obtenerse varios cortes finos alrede­ ■ Si se usa TC, se confirm ará que se obtiene una im agen la
dor del punto previsto para la aguja para confirm ar la posi­ posición definitiva de la punta de la aguja antes de hacer la
ción dentro de la lesión. biopsia.
■ Si se usa radioscopia, debería ser visible el paso de la aguja ■ Usar una aguja larga puede afectar al pórtico de la TC en
al interior de la lesión. algunas posiciones.
■ Se hace la biopsia; se retira el fiador con aspiración y se ■ Se com prueba con el citólogo que la muestra es adecuada; si
m ueve la aguja con suavidad mientras se aspira con una es necesario, se repite la biopsia.
jeringa de 10 mi. ■ Si se hace una biopsia con aguja gruesa y la punta de la aguja
■ Se evite llenar la jeringa con sangre y se deja de aspirar antes está dentro d e la lesión suele ser suficiente un pase de la
de retirar la aguja. aguja.
496 INTERVENCIONES NO VASCULARES | TORACICAS

■ Se coloca un apósito oclusivo sobre la zo n a de punción y se ■ Es frecuente la hem orragia alrededor de la lesión y a lo largo
gira al paciente de m od o que el punto de punción esté en del trayecto de la aguja, sobre todo en la im agen de TC.
declive para reducir la incidencia de neumotorax. ■ Durante una biopsia m ediastínica puede producirse tapo­
namiento cardíaco dentro del si se punciona la aorta o los
grandes vasos dentro del saco pericárdico.

CONTROVERSIAS
■ La controversia principal respecto a la biopsia pulm onar es
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
quién debe realizarla.
■ H a dism inuido el uso de la radioscopia TC. Y SEGUIMIENTO
■ Com binar la tom ografía p or em isión de positrones con una ■ Se obtiene siempre algún estudio d e im agen del tórax des­
biopsia percutánea ha elim inado casi por com pleto la necesi­ pués de la biopsia para detectar un neum otorax; si no hay
dad d e mediastinoscopia. neum otorax, el paciente puede recibir el alta.
■ Existe debate sobre si es más útil realizar una biopsia con ■ Se p id e al paciente que respire despacio y que se mantenga
aguja de corte con la muestra en formol. en reposo durante 2 a 3 h.
■ En el neum otorax a tensión puede usarse una cánula intrave­
nosa (Jelco) para reducir la presión, y el neum otorax puede
aspirarse por com pleto.
RESULTADOS ■ Si el neum otorax es significativo (> 2 5 % ), debería drenarse
■ Si se obtiene suficiente cantidad d e tejido suele lograrse un bien con una cánula intravenosa y una jeringa o con un caté­
diagnóstico definitivo. ter y una válvula de una sola v ia (H eim lich) o bajo drenaje
■ La incidencia de m uerte es baja (1 de cada 5.000) tras biop­ de agua.
sia torácica con aguja. ■ Si aparece hemoptisis, es im portante tranquilizar la paciente
■ La tasa de com plicación es más alta con agujas de corte que inform ándole de que se detendrá.
con agujas d e aspiración, aunque la incidencia de neum oto­ ■ Si se produce un sangrado abundante puede ser útil una
rax fue similar en un estudio. angiografía urgente; no obstante, en la m ayoría de circuns­
■ La biopsia con aguja de corte guiada por TC tiene una pre­ tancias es innecesaria.
cisión global del 9 5% ; una sensibilidad, del 93% ; especifi­ ■ La muestra debe estar correctam ente rotulada y la identifica­
cidad, del 9 8% ; tasa de positivo falso, del 0 ,7% , y tasa de ción del paciente debe ser correcta.
negativo falso del 15%.
■ La biopsia guiada por TC tiene un alto grado de seguridad y Lecturas recomendadas
una m orbilidad mínima.
Anderson JM, M urchison J, Patel D: CT-guided lung biopsy: factors
influencing diagnostic yie ld and com plication rate. C lin Radiol
58:791-797, 2003.
H eck SL, B lom P, Berstad A: Accuracy and com plications in com puted
COMPLICACIONES tom ography fluoroscopy-guided n eedle biopsies o f lung masses.
E u r R a diol 16:1387-1392, 2006.
■ La com plicación más frecuente es el neum otorax con una
House AJS: Biopsy techniques in the in vestigation o f diseases o f
incidencia del 12 a 3 0% , aunque la m ayoría de los casos no
the lung, mediastinum and chest wall. Radiol C lin N orth A m
precisan drenaje. 17:393-412, 1979.
■ Puede haber hem optisis y, en ocasiones es significativa, pero
suele desaparecer de m odo espontáneo aunque ha habido
algunas muertes.
MAMARIAS
Biopsia de mama estereotáctica

DEFINICIÓN: Técnica mínimamente invasiva para biopsia de lesiones no visualizadas mediante ecografía.

■ Los lóbulos están separados por tejido interlobular colágeno


INDICACIONES denso; no obstante, el tejido que rodea los conductos dentro
■ Lesiones visibles solo en la m am ografía com o m icrocalcifica- de los lóbulos tiene vascularización adicional
ciones y algunas masas no visualizadas m ediante ecografía ■ El estroma interlobular está form ado por una m ezcla de
tejido adiposo con tejidos conjuntivo fibroso denso.
■ El estroma intralobular es tejido sensible a horm onas con
escasos linfocitos dispersos.
CONTRAINDICACIONES ■ Tras la menopausia las mamas se atrofian e involucionan.
■ Si la paciente no puede m antenerse en pronación durante 30 ■ Más del 90 % de los cánceres de mama se originan en el con­
a 60 min ducto, principalm ente en la unidad lobular ductal terminal.
■ Si la m ama se com prim e a m enos de 2 cm
■ Si el peso de la paciente supera el lím ite de la m esa de biop­
sia (135 kg) TÉCNICA
■ Pacientes con diátesis hem orrágica o con tratamiento anti­
coagulante que no puede interrumpirse de m odo transitorio ■ Se localiza la lesión.
■ Se prepara la piel de la zo n a con un desinfectante.
■ Se introduce una sonda individual.
■ Se obtiene la m ayor cantidad de tejido posible para reducir la
INSTRUMENTAL
subestimación del cáncer en la muestra.
■ Sonda de biopsia ■ La biopsia puede hacerse asistida con vacío.
■ Asistida por vacío, calibre 9 u 11 ■ Si el objetivo es una masa, se obtienen im ágenes antes y
■ M esa especial en pronación después del disparo para confirm ar la inclusión de la lesión.
■ Más cóm oda para las pacientes, m enos intimidante y sin ■ Si el objetivo son calcificaciones, se obtienen solo imágenes
riesgo d e reacción vasovagal antes del disparo porque la radiografía de la muestra verifi­
■ Proporciona una zona operativa más amplia para el radiólogo cará la presencia de calcificación.
■ Dificultad para colocar a las pacientes con mamas peque­ ■ En lesiones pequeñas puede colocarse un m arcador m etálico
ñas, lesiones m uy posteriores, o, en ocasiones, lesiones pequeño tras la biopsia.
m uy superficiales ■ El marcador indica la zona de biopsia para una intervención qui­
■ D ispositivos com plem entarios a las unidades de mamografía rúrgica definitiva si la biopsia detecta síntomas de malignidad.
■ Más rentables que las unidades específicas; no precisa una ■ Se envía la biopsia a anatom ía patológica; los cilindros con
sala específica las lesiones diana se colocan en un contenedor separado del
resto de la muestra.

ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO


CONTROVERSIAS
■ Las mamas masculinas y femeninas se desarrollan por igual
hasta la pubertad; sin embargo, la mama fem enina se desa­ ■ La neoplasia lobular (hiperplasia lobular atípica [H LA ] y
rrolla más com o consecuencia de las hormonas hipofisarias carcinoma lobular in s itu [C LIS ]) son lesiones de riesgo alto
y oválicas. asociadas a aum ento del riesgo de carcinom a de mama.
■ La m ama contiene aproxim adam ente 6 a 10 sistemas ductales ■ La neoplasia lobular va desde un hallazgo casual no rela­
tapizados inicialm ente con epitelio escamoso queratinizado cionado a una lesión prem aligna con capacidad para trans­
que se transforma en epitelio cuboideo doble. formarse en un tum or invasivo.
■ Estos conductos se ramifican en las unidades lobulares ■ Los estudios m oleculares del CLIS con pérdida del estado
ductales terminales, cada una con form ación de un lóbulo heterocigótico en los brazos crom osóm icos indican que el
mediante ram ificación en ácinos más pequeños CLIS es un m arcador d e aum ento del riesgo de cáncer.

PUNTOS CLAVE
i El guiado estereotáctico localiza la lesión mamaria basándose en dos im ágenes estereotácticas.
i La radiografía de la m uestra es esencial para evaluar y c onfirm ar la presencia de suficientes calcificaciones
y la idoneidad de la muestra,
i El 8% de las lesiones indeterminadas son benignas en la biopsia.
i Están en estudio nuevas técnicas terapéuticas com o la crioablación o la ablación por radiofrecuencia,
i Es posible q ue las lesiones próxim as a la pared torácica o las m uy laterales no sean abordables por medios
estereotácticos.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 497


498 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MAMARIAS

Figura 1 . M a n ejo de la m uestra e n u na biop sia estereotáctica


asistida po r vacío. Correlación d e la radiografía de la muestra con
la muestra real.

Figura 2. M a n ejo de la m uestra e n u n a b io p sia estereotáctica


asistida p o r vacío. Las muestras con calcificaciones se colocan en
un con ten edor independiente para d irigir al an atom opatólogo a las
muestras con calcificaciones.

Figura 3. M a n ejo de la m uestra en u n a biop sia estereotáctica


asistida p o r vacío. El resto de las muestras se en vían flotando
librem ente en el contenedor de muestras.

Tras el diagnóstico de H L A , CLIS o am bos, el riesgo d e cán­ Si los resultados de la biopsia indican benignidad se solicita
cer de m am a se m ultiplica p or 4, 5 u 11 respectivam ente. m am ografía de seguimiento.
Es difícil obtener inform ación para determ inar la escisión Si los resultados indican cáncer se envía a la paciente para
quirúrgica debido a la escasa frecuencia de H L A y CLIS (0,5 tratamiento integral.
a 2,7% de las biopsias quirúrgicas benignas). Se repite la biopsia d e las calcificaciones en pacientes con
Últim am ente se considera razonable la escisión quirúrgica en una puntuación de 4 a 5 en el Breast Im aging Reporting and
todos los diagnósticos de H L A y CLIS m ediante biopsia con Data System si no se identifican calcificaciones en la radio­
aguja gruesa y biopsia asistida p or vacío. grafía de la muestra obtenida con aguja gruesa.

RESULTADOS COMPLICACIONES
■ Los hallazgos de im agen e histológicos se consideran concor­ ■ Hem orragia
dantes si los histológicos suponen una explicación aceptable de ■ Con escasa frecuencia infección que suele solucionarse fácil­
las características de im agen y discordantes, en caso contrario. m ente con antibióticos
B io p sia de m am a estereotáctica

■ D olor persistente que suele desparecer con el tiem po Lecturas recomendadas


■ Secuelas m amográficas com o distorsión de la arquitectura en
Berg W A: Im age-guided breast biop sy and m anagem ent o f high-risk
las m amografías tras biopsia asistida por vacío lesions. R a diol C lin N o rth A m 42:935-946, 2004.
Brem RF, Schoonjans JM , G atew ood OMB: Local anesthesia in
stereotactic breast biopsy. Breast J 7:72-73, 2001.
Jackman RJ, M arzon i FA: Stereotactic histologic biop sy with patients
ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y prone: technical feasibility in 98% o f m am m ographically detected
SEGUIMIENTO lesions. AJR A m J Roentgenol 180:785-794, 2003.

■ Se coloca un apósito en la herida.


■ La paciente debe evitar las actividades enérgicas durante 72 h
tras la intervención; pasado ese tiem po vu elve para conocer
el resultado anatom opatológico.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Biopsia de mama guiada por ecografía

DEFINICIÓN: Biopsia con aguja de masas mamarias guiada por ecografia.

i Se identifica la lesión y se marca el punto para la biopsia.


INDICACIONES
i Se prepara la p iel de la zo n a con un desinfectante,
■ Masas y lesiones mamarias visibles m ediante ecografía i Para la aspiración con aguja fina se usa una aguja calibre 22
a 25; se aplica aspiración cuando se obtiene la muestra,
i Para una biopsia con aguja gruesa se usa una aguja con
resorte calibre 12 a 20; el calibre 14 ha resultado óptimo,
CONTRAINDICACIONES i Se inserta la aguja en la lesión guiada por ecografía en tiem po
real y se obtiene un m ínim o d e tres muestras de biopsia.
■ Lesiones específicas que no se ven con ecografía com o
i Las muestras deben extraerse de distintas zonas del interior
m icrocalcificaciones
de la masa.
i Se envían las muestras a anatom ía patológica; la presencia
de un anatom opatólogo puede reducir el número de mues­
INSTRUMENTAL tras inadecuadas.

■ Sonda
■ A lta frecuencia, habitualmente > 10 M H z
■ Facilita una visión óptim a de la aguja conform e avanza a CONTROVERSIAS
través d e la mama
■ L a neoplasia lob u la r (h ip erpla sia lob u la r atípica [H L A ] y
■ Aguja
carcinom a lobular in s itu [C L IS ]) son lesion es d e riesgo
■ Aspiración con aguja fina: es adecuado el m enor calibre
alto asociadas a aum ento del riesgo d e carcinom a de
(23 o 25)
mama.
■ Dispositivo de elección: calibre 14, cargada con resorte
■ La neoplasia lobular va desde un hallazgo casual no rela­
cionado a una lesión prem aligna con capacidad para trans­
formarse en un tum or invasivo.
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO ■ Los estudios m oleculares del CLIS con pérdida del estado
heterocigótico en los brazos crom osóm icos indican que el
■ Las mamas masculinas y femeninas se desarrollan por igual hasta CLIS es un m arcador de aum ento del riesgo de cáncer.
la pubertad; sin embargo, la mama femenina se desarrolla más ■ Tías el diagnóstico de H LA, CLIS o ambos, el riesgo de cáncer
como consecuencia de las hormonas hipofisarias y ováricas. de mama se multiplica p or 4, 5 u 11 respectivamente.
■ La mama contiene aproxim adam ente 6 a 10 sistemas ductales ■ Es difícil obtener inform ación para determ inar la escisión
tapizados inicialm ente con epitelio escamoso queratinizado quirúrgica debido a la escasa frecuencia de H L A y CLIS (0,5
que se transforma en epitelio cuboideo doble. a 2,7% de las biopsias quirúrgicas benignas).
■ Estos conductos se ramifican en las unidades lobulares ■ Últim am ente se considera razonable la escisión quirúrgica en
ductales terminales, cada una con form ación de un lóbulo todos los diagnósticos de H L A y CLIS m ediante biopsia con
m ediante ram ificación en ácinos más pequeños aguja gruesa y biopsia asistida p or vacío.
■ Los lóbulos están separados por tejido interlobular colágeno
denso; no obstante, el tejido que rodea los conductos dentro
de los lóbulos tiene vascularización adicional
■ El estroma interlobular está form ado por una m ezcla de RESULTADOS
tejido adiposo con tejidos conjuntivo fibroso denso.
■ El estroma intralobular es tejido sensible a horm onas con ■ Los hallazgos de im agen e histológicos se consideran concor­
escasos linfocitos dispersos. dantes si los histológicos suponen una explicación aceptable de
■ Tras la menopausia las mamas se atrofian e involucionan. las características de im agen y discordantes, en caso contrario.
■ Más del 90 % de los cánceres de mama se originan en el con­ ■ Si los resultados de la biopsia indican benignidad se solicita
ducto, principalm ente en la unidad lobular ductal terminal. m am ografía de seguimiento.
■ Si los resultados indican cáncer se envía a la paciente para
tratamiento integral.

TECNICA
■ Se realiza una ecografía previa de la m ama con una sonda
de alta frecuencia que facilita la visualización óptim a de la
COMPLICACIONES
aguja conform e avanza a través de la mama. ■ Hem orragia

PUNTOS CLAVE
> El 8% de las lesiones indeterminadas son benignas en la biopsia.
> La biopsia con aguja gruesa guiada por ecografía es fiable (96,3% ) para el diagnóstico de las masas.
i Aproxim adam ente el 14% de los cánceres observados mediante RM no se visualizan mediante ecografía.
> En la actualidad están en estudio nuevas técnicas terapéuticas com o la crioablación o la ablación por
radiofrecuencia.

500 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


B iopsia de mam a guiada por ecografía

Figura 1. B io p sia con a g u ja gru e s a c a lib re 14 g u ia d a p or Figura 2. B io p s ia c o n a g u ja gru e s a c a lib re 1 4 g u ia d a p o r


e c o g ra fía . Im agen p revia al disparo de la biopsia qu e con firm a la e c o g ra fía . Im agen tras e l disparo d e la biop sia qu e con firm a la
identificación precisa de la lesión. id entificación precisa d e la lesión.

■ Con escasa frecuencia infección que suele solucionarse fácil­ Lecturas recomendadas
m ente con antibióticos
Berg W A: Im age-guided breast biop sy and m anagem ent o f high-risk
■ D olor persistente que suele desparecer con el tiem po
lesions. R a diol C lin N o rth A m 42:935-946, 2004.
■ N eum otorax Liberm an L: Percutaneous im age-guided core breast biopsy. Radiol
C lin N o rth A m 40:483-500, 2002.
L ib erm an L , C o d y HS: Percutaneou s b io p s y and sentinel
lym p h ad en ecto m y: m in im a lly in va siv e d iagn osis and treatm ent
ASISTENCIA POSTOPERATORIA o f n on p alp ab le breast cancer. AJR A m J R oen tg en ol 177:887-
Y SEGUIMIENTO 891, 2001.
Liberm an L , D orfm an M , M orris EA, et al: Im aging-histologic
■ Se cierra la herida con tiras adhesivas estériles y apósito discordance at percutaneous breast biop sy an in dicator o f missed
adhesivo. cancer. Cancer 89:2538-2546, 2000.
■ Es norm al la aparición de un ligero malestar o equimosis.
■ La paciente debe evitar las actividades enérgicas durante 72 h
tras la intervención; pasado ese tiem po vu elve para conocer
el resultado anatom opatológico.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
MUSCULOESQUELÉTICAS
Biopsia ósea percutánea

DEFINICIÓN: Técnica precisa, efectiva y segura para diagnosticar lesiones osteomusculares.

INDICACIONES ■ La radioscopia TC permite combinar de m odo adecuado el


guiado en tiempo real y la anatomía transversal instantánea.
■ Determinar si una lesión osteomuscular es benigna o maligna ■ RM
■ Obtener material para análisis m icrobiológico en pacientes ■ La R M se usa a m enudo para lesiones que no se identifican
con sospecha o infección conocida con otros estudios d e im agen y para acceder a una anom a­
■ Estatificar a los pacientes con sospecha o cáncer conocido lía en la m édula ósea localizada.
cuando se sospecha la propagación local o metástasis a dis­ ■ Se necesitan agujas com patibles con RM.
tancia ■ Dispositivos de biopsia
■ Determ inar la naturaleza y extensión de enferm edades sisté- ■ Aspiración con aguja fina: aguja calibre 25 o 22
micas (p.ej., enferm edades del tejido conjuntivo) ■ Biopsia con aguja gruesa: para una lesión ósea agujas de
trepanación calibre 12 a 14
■ Sistema coaxial con trocar externo que perm anece fijado
CONTRAINDICACIONES en la cortical, y aguja de trepanación interna, que hace
múltiples pases
■ Coagulopatía conocida que no puede corregirse de m odo
■ Para lesiones de tejidos blandos la biopsia puede hacerse con
adecuado
agujas de corte o dispositivos de biopsia con aguja gruesa
■ Incapacidad del paciente para cooperar o para la colocación
com o pistolas automáticas y agujas asistidas por vacío.
para la intervención
■ Reacción adversa conocida a un m edicam ento que pueda ser
necesario durante la intervención
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO
■ Inestabilidad hem odinámica
■ Ausencia de un trayecto seguro hasta la lesión ■ El trayecto de biopsia debería evitar los haces nerviovasculares,
■ Embarazo las cavidades pleural y peritoneal, y el conducto vertebral.
■ La biopsia guiada p or im agen debería dirigirse por el trayecto
más corto a la región con más actividad biológica.
INSTRUMENTAL ■ Las zonas con más actividad biológica son áreas de tejidos
blandos (s ólid os) d e la periferia de lesiones quísticas grandes
■ Ecografía
y áreas de realce con contraste o regiones con más captación
■ Para lesiones de tejidos blandos superficiales o lesiones
en la tom ografía por em isión de positrones.
con disruption cortical, perm itiendo una ventana acústica
■ Lesiones condroides: es esencial evaluar en la lesión las
para el paso de la aguja
zonas atípicas con sospecha de desdiferenciación.
■ Radioscopia
■ Para una lesión id e n tifia b le radiográficam ente que no
requiere un cuidado especial con las estructuras nervio-
TÉCNICA
vasculares
■ Perm ite visualizar de m od o rápido, m ultidirectional y en ■ El paciente está en supinación o en pronación según la loca­
tiem po real con sencillez y m en or coste que la TC o RM lización d e la lesión y la trayectoria a seguir.
■ TC ■ Si es posible, se elige el plano perpendicular a la superficie
■ La TC se usa habitualmente para lesiones líticas o blásticas plana del hueso evitando estructuras nerviovasculares, el
con o sin com ponente d e tejidos blandos. intestino y los grandes vasos.

PUNTOS CLAVE
i La biopsia con aguja guiada por imagen se ha convertido en una técnica segura, efectiva y precisa para
d iagnosticar lesiones osteomusculares.
i El conocim iento de la anatom ía com partim ental es crucial para el éxito de la intervención,
i Las técnicas de biopsia están basadas en la localización de la lesión, su anatom ía circundante y la
visibilidad de la lesión con cada e studio de imagen,
i La selección del sistem a de guiado por imagen apropiado es a m enudo la clave para obtener muestras
adecuadas.
i La selección de la biopsia guiada por imagen basada en el rendim iento diagnóstico es im portante para el
resultado y las expectativas del paciente,
i La integración de la planificación de la biopsia con el cirujano ortopédico oncológico es esencial para
planificar la vía de acceso apropiada,
i La colaboración con personal de anatomía patológica con experiencia en el aparato locom otor es
im portante para garantizar una asistencia óptim a al paciente.

502 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


B io p sia ó se a percutánea 503

Figu ra 1 . M u je r d e 53 añ os con antecedentes d e s arcoide y F igura 2. M u je r d e 53 añ os con antecedentes de sarcoide y


ca rcin o m a de m am a ev a lu a d a p o r d o lo r p élvico . Im agen carcinom a de m am a e va lu ad a p o r dolor pélvico. La im agen
R M en T I p revia qu e muestra una lesión bien d elim itada en el con recuperación de la inversión d e tau corto (S TIR ) muestra
ilíaco izq u ierd o (fle c h a ) que n o es visib le en la TC. (Reproducido de una lesión bien delim itada en el ilía c o izq u ierd o (fle c h a ) no
C a n in o JA, B lanco R : M a g n etic resonance-guided, musculoskeletal visib le en la TC. (R eproducido d e C a n in o JA, B la nco R : M ag n etic
in terv en tion a l radiology. S em in M uscu loskel R a d iol 10(2):159-174, resonance-guid ed m usculoskeletal in terv en tion a l radiology. Sem in
2006. E-pu b A p r i l ) M usculoskel R a d iol 10(2):159-174, 2006. E-pu b A p ril.)
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. M u je r d e 53 añ os con antecedentes d e s arcoide y carcinom a d e m am a e v a lu ad a p or dolor pélvico. Im agen STIR durante la
in terven ción con la paciente en pronación que muestra un artefacto de susceptibilidad p o r una aguja de trépano de 6 m m con la punta en
la lesión üíaca (fle c h a ). (R eproducido d e C arrino JA, B lanco R : M a g n etic resonance-guid ed musculoskeletal in terv en tion a l radiology. Sem in
M usculoskel R a d iol 10(2):1S9-174, 2006. E-pub A p ril.)
504 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ Con cortes TC de 5 o 3 mm se obtienen im ágenes de la lesión ■ La precisión en las neoplasias malignas es m ayor que en
y se colocan marcadores de localización. las benignas; la precisión en la enferm edad metastásica es
■ Se administra anestesia local. m ayor que en la enferm edad primaria.
■ En condiciones estériles se hace una incisión pequeña y se ■ Las lesiones en las que el diagnóstico histológico es difícil
inyecta p or vía subcutánea lidocaína al 0,5 a 2% . son aquellas con hem orragia y niveles líquidos, lesiones con-
■ Habitualmente se em plea sedación consciente. droides y tumores fibrosos.
■ Se avanza una aguja espinal calibre 22 hasta la cortical del ■ La biopsia de lesiones óseas con com ponentes de tejidos
hueso seguida de inyección de lidocaína para atravesar el blandos tiene más precisión diagnóstica que la biopsia de
periostio. lesiones líticas.
■ Se obtienen nuevas im ágenes de la lesión para com probar la ■ La localización puede ser un factor relevante: en una serie la
posición correcta d e la aguja. tasa de precisión era más alta en las biopsias pélvicas (81 % )
■ Después se introdu ce el trépano o una aguja de corte a que en las vertebrales (61% ).
través d e la cortical para crear un trayecto a través del
periostio.
■ Se fija en la cortical el revestim iento coaxial de la cánula para
pases múltiples.
■ Cuando se dispone d e análisis citopatológico in situ puede COMPLICACIONES
realizarse prim ero biopsia aspiración con aguja fina seguida
■ Las com plicaciones notificadas de la biopsia percutánea
de biopsia con aguja gruesa.
guiada por im agen oscilan entre el 0,2 y 11% en la litera­
■ Las muestras obtenidas con aguja huesa de una lesión ósea
tura m édica, aunque en la práctica están probablem ente por
esclerótica se conservan a m enudo en form ol y se descalcifi­
debajo del 1 % .
can para los consiguientes cortes en parafina.
■ En un estudio sin guiado de im agen la tasa de com plicación
■ Las muestras obtenidas con aguja gruesa de una lesión de
era del 15,9%.
tejidos blandos no precisan descalcificación.
■ Las com plicaciones son dolor, infección, propagación de la
■ Si se sospecha infección el líquido aspirado se introduce en
enferm edad, fractura ósea y hematoma.
tubo de cultivo para pasarlo a placas de cultivo y análisis.
■ Las com plicaciones específicas d e la localización están rela­
cionadas con la anatom ía circundante.
■ Neum otorax, lesión m edular espinal y lesión vascular son
sucesos infrecuentes relacionados con la biopsia de la
colum na torácica.
CONTROVERSIAS ■ La anestesia local o incluso la general no suelen provocar
■ Si la biopsia es negativa o no diagnóstica se produce un problemas.
dilem a terapéutico. ■ La m ortalidad a asociada a la biopsia es m uy baja (0 ,02 % ),
■ Los hallazgos de biopsia normales, no concluyentes o ines- relacionada con meningitis tras una biopsia vertebral.
pecíficos pueden deberse a una técnica incorrecta, lesiones
inadvertidas, m anejo inadecuado de la muestra o a que se ha
obtenido una muestra de una zo n a no representativa de la
lesión.
■ La eficacia de la técnica y el porcentaje de biopsias no diag­
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
nósticas están relacionados con la experiencia de radiólogos, Y SEGUIMIENTO
citopatólogos e histopatólogos.
■ Se aplica com presión directa en el sitio de punción durante
■ La R M se usa com o alternativa a la TC en las lesiones invisi­
10 m in aproximadamente, seguida de un apósito para cubrir
bles con TC y otras modalidades convencionales.
la zona alrededor de la punción.
■ La ecografía puede ser una alternativa rápida a una biopsia
■ En las lesiones de la colum na torácica se obtienen imágenes
convencional guiada por radioscopia o TC.
del tórax, radiografía o TC, ara descartar un neumotorax.
■ En lesiones profundas la ecografía debe utilizarse con pre­
■ Se observa al paciente durante la recuperación para vigilar
caución por la posibilidad de invadir com partimentos de
el control analgésico; tam bién se com prueba la presencia de
tejidos blandos.
mareo, dolor, debilidad, capacidad para andar, hem orragia y
estado general.
■ El paciente recibe el alta con instrucciones sobre m edicación
y para contactar con el departamento o con el m édico si
surge alguna com plicación.
RESULTADOS
■ D ebería realizarse una correlación d e seguim iento entre el
■ La precisión notificada de la biopsia osteomuscular guiada estudio de im agen y los resultados anatom opatológicos.
por im agen está entre el 72 y 97% .
■ La precisión publicada de la biopsia m ediante aspiración con
aguja fina tiene un rango más am plio (23 a 9 7 % ), con menos Lecturas recomendadas
precisión en las lesiones benignas; el rendimiento diagnós­ Anderson M W , Tem ple HT, Dussault RG, Kaplan PA: Compartmental
tico es elevado en las infecciones (80 a 9 0 % ) a pesar de la anatomy: relevance to staging and biopsy o f musculoskeletal
baja tasa de cultivos positivos. tumors. AJR A m J Roentgenol 173:1663-1671, 1999.
Bellaiche L, H am ze B, Parlier-Cuau, et al: Percutaneous biopsy o f
■ Aproxim adam ente el 10% de los aspirados producen resul­
musculoskeletal lesions. Sem in M uscnloskel Ra diol 1:177-187,
tados no concluyentes, la m ayoría (7 5 % ) por lesiones benig­
1997.
nas. Bickels J, Jelinek JS, S hm ookler BM , et al: Biopsy o f musculoskeletal
■ El rendimiento diagnóstico es m ayor en las lesiones neoplá- tumors: current concepts. C lin O rth op R elat Res 368:212-219,
sicas que en las no neoplásicas. 1999.
B io p sia ó se a percutánea

Choi JJ, Davis KW , Blankenbaker DG: Percutaneous musculoskeletal Toom ayan GA, Robertson F, M ajor NM : L o w e r extremity
biopsy. Sem in R oentgenol 39:114-128, 2004. com partmental anatomy: clinical relevance to radiologists. Skeletal
Ghelm an B: Biopsy o f the musculoskeletal system. R adiol C lin N orth R adiol 34:307-313, 2005.
A m 36:567-580, 1998. Toom ayan GA, Robertson F, M ajor N M , Brigman BE: Upper extrem ity
Kattaparum SA, Rothensal DI: Percutaneous biop sy o f skeletal lesions. com partmental anatomy: clinical relevance to radiologists. Skeletal
AJR A m J R oentgenol 157:935-942, 1991. R adiol 35:195-201, 2006.
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Surg A m 87:1400-1410, 2005.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Vertebroplastia (intervencionista)

DEFINICIÓN: Para eliminar el dolor en pacientes con fracturas por compresión vertebrales asociadas
a osteoporosis y en aquellos en los que el tratamiento farmacológico o conservador es insuficiente.

■ Sistemas trocar-cánula calibre 10 a 15


INDICACIONES ■ Estos sistemas son los que ofrecen m enos resistencia
■ La vertebroplastia está indicada en las fracturas por com ­ durante la inyección con los calibres más grandes.
presión vertebral asociadas a osteoporosis que no responden ■ Las agujas más pequeñas son útiles en pedículos pequeños
al tratamiento farm acológico o conservador. o en la colum na cervical.
■ Tam bién está indicada en las fracturas por com presión verte­ ■ Puede colocarse una cánula calibre 13 a través del pedículo
bral causadas por neoplasia. adulto desde la colum na torácica a la lumbar.
■ Si la causa es dudosa la vertebroplastia percutánea debería ir ■ H oja d e bisturí n.° 11
acom pañada o precedida por una biopsia. ■ Para la incisión cutánea para el sistema trocar-cánula
■ Jeringa de 1 m i o dispositivos específicos para inyectar
cemento
■ Perm ite controlar con facilidad la introducción de cemento
CONTRAINDICACIONES ■ Abrazadera
■ Para introducir la aguja guía y evitar la radiación en las
■ L a vertebroplastia no está indicada en la com presión sin
manos del intervencionista
dolor ni com o intervención profiláctica para prevenir la frac­
tura futura.
■ Nunca debería realizarse en presencia de coagulopatía no
corregida ni infección sistémica. a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ D ebería evitarse si un tum or se extiende al conducto verte­
bral p or el riesgo de com presión nerviosa. ■ La vía transpedicular proporciona una referencia anatómica
■ La destrucción de la pared vertebral posterior o la extensión clara para introducir la aguja; es efectiva para la vertebro­
tumoral al espacio epidural son contraindicaciones relativas. plastia y biopsia de lesiones en el interior del cuerpo verte­
bral.
■ La v ía transpedicular es segura, sin ninguna estructura adya­
cente que pueda dañarse con la aguja.
INSTRUMENTAL ■ La v ía parapedicular o transcostovertebral perm ite el acceso
si no puede utilizarse la v ía transpedicular, com o en el pedícu­
■ Radioscopia
lo pequeño.
■ La radioscopia es la técnica de guiado por im agen prefe­
■ La v ía parapedicular aumenta el riesgo de neum otorax y de
rida para la vertebroplastia percutánea y suele emplearse
hem atom a paraespinoso tras extraer la aguja.
un aparato de radioscopia en dos planos.
■ La vía transpedicular es m uy difícil en la colum na cervical;
■ El aparato de radioscopia en dos planos perm ite visualizar
por tanto, puede usarse la vía de acceso anterolateral (solo
en tiem po real y en múltiples planos la introducción de la
cervical).
cánula y la inyección de cemento.
■ Tam bién puede usarse la v ía de acceso posterolateral (solo
■ El aparato de radioscopia en dos planos perm ite alternar
lum bar) com o trayecto de introducción para la aguja.
con rapidez entre planos de im agen pero es varo y no
siempre está disponible.
■ TC
■ Usado de m odo independiente o combinado con radioscopia
TECNICA
■ N o perm ite v er en tiem po real la intervención
■ Reservado para casos m uy difíciles ■ Los anáfisis de laboratorio deberían ser norm ales; hay que
■ Antibiótico: l g de cefazolina o 500 m g d e ciprofloxacino revisar con atención la m edicación y hacer los cam bios opor­
■ La ciprofloxacino es la alternativa en pacientes con alergia tunos.
a penicilina. ■ Se administra antibiótico intravenoso (p. ej., l g de cefa zo­
■ Anestesia: m ida zolam y fentan ilo intravenosos, y anesté­ lina) 30 min antes de iniciar la intervención.
sico local (lid ocaín a 0 ,5 % , bicarbonato, con o sin adrena­ ■ En pacientes alérgicos puede emplearse otro antibiótico
lina) (p. ej., ciprofloxacino 500 m g dos veces al día) que se mantiene
■ Es p referible anestesia local con sedación consciente. durante 24 h después d e acabar la intervención.
■ N o suele emplearse anestesia general porque aumenta el ■ L o ideal es iniciar la profilaxis antibiótica oral 12 h antes de
riesgo y el coste la vertebroplastia percutánea.
■ Cem ento de polim etilm etacrilato (Stryker, Kyphon, Cardinal ■ Se em plea tanto anestesia local com o sedación consciente
Health, Biom et, O ptim ed, Teknimed y otros) para que el paciente esté relajado durante la intervención.
■ El cem ento viscoso es más seguro que el cem ento de con­ ■ Se elige la v ía de acceso apropiada para introducir el
sistencia m uy líquida. cemento.

PUNTOS CLAVE
i La vertebroplastia es una técnica segura y rentable para reforzar el cuerpo vertebral debilitado por
osteoporosis, tum or o hemangioma.

506 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


V e rte b ro p la stia (in te rv e n c io n is ta ) 507

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Figu ra 1 . Im agen R M con recuperación de la inversión. La señal
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de la m édu la ósea es baja debido a la supresión grasa. L a fractura
F igura 2. D ib u jo q u e m uestra l a v ía de acceso con a g u ja
aguda (fle c h a ) tien e una señal alta por el edem a agudo en la médula
transpedicu lar a l cuerpo vertebral. Esta vía de acceso es la
ósea.
m ás frecuente y segura para introducir la aguja. (Reproducido
de M a th is J M [e d ]: Im age-guided Spine Interventions. New York,
Springer, 2004.)

■ Se infiltra abundantem ente con anestésico loc al la p ie l y el ■ Cualquier fuga de cem ento fuera del cuerpo vertebral es una
tejid o subcutáneo en el trayecto p revisib le d e la aguja y indicación para detener la inyección y esperar a que fragüe el
el p e rio stio en el punto d e entrada. cemento.
■ Se realiza una pequeña incisión cutánea. ■ Si se usa un cem ento de p olim e riza ció n rápida, com o Spi-
■ Se introduce el sistema trocar-cánula a través de la incisión neplex, p ued e ser suficiente d etener la in tervención 1 a
hasta el periostio. 2 m in.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ En la colum na cervical, el m édico puede empujar de m odo ■ Se reinicia la inyección.


manual la carótida para alejarla del trayecto de la aguja y ■ Si sigue habiendo fuga, se interrumpe la inyección a través
evitar el com p lejo carótida-yugular. de esta aguja y se pasa a la segunda aguja para com pletar el
■ Otra opción es usar la TC para visualizar la carótida. relleno.
■ Puede utilizarse una abrazadera estéril para facilitar la intro­ ■ Si se desea cem ento adicional puede introducirse (más allá
ducción y guiar la aguja durante la radioscopia para evitar la de lo que perm iten los dispositivos d e inyección) reintrodu-
radiación. ciendo el trocar y empujando el cem ento dentro de la cánula
■ Puede usarse un m artillo para avanzar la aguja si el hueso es en la vértebra.
denso y firme. ■ La cantidad de cem ento que debe inyectarse es aproxim a­
■ La punta de la aguja se coloca más allá del punto m edio dam ente la necesaria para rellenar el 50 a 70% del volum en
vertebral en proyección lateral o incluso más anterior. residual de la vértebra com prim ida.
■ Pueden colocarse dos agujas en la salida a través de la v ía de ■ Cuando el cem ento fragua la cánula, puede retirarse sin rein-
acceso transpedicular para garantizar un relleno adecuado y troducir el trocar.
uniforme. ■ Se gira la aguja varias vueltas para desprender el cem ento en
■ Después de colocar todas las agujas se prepara el cemento. la punta.
■ El cem ento se inyecta con control en tiem po real. ■ Si no se deja fraguar suficiente el cem ento antes d e la reti­
■ El cemento se añade en volúm enes de 0,1 a 0,2 m i, con visua­ rada, puede quedar en los tejidos blandos y producir dolor
lización del resultado entre inyecciones antes de añadir más. local.
508 INTERVENCIONES NO VASCULARES |MUSCULOESQUELÉTICAS

Figura 4. Im agen TC tras vertebroplastia. Se aprecia una fuga


m oderada en e l espacio epidural an terior (flech a s) a través d e los
conductos vasculares grandes en el dorso y centro de la vértebra.
Este tip o de fuga puede extenderse a lo s agujeros intervertebrales
y com prim ir o irritar la ra íz n erviosa em ergente. Si la fu ga es
grande, el cem en to p uede com prim ir la médula o los nervios y
p rodu cir lesión neu rológica perm anente.

Figura 3. R adiografía lateral después de introducir cem ento en


el cuerpo vertebral fracturado m ediante acceso bipedicular.
Obsérvese qu e la vértebra no está rellena com pletamente de cemento.
Se aprecia un h alo de hueso sin rellen o alrededor del cemento
central. Usando estas proyecciones, h ay qu e intentar conseguir
un rellen o d el 50 a 70% del volu m en residual de la vértebra
tratada.

CONTROVERSIAS COMPLICACIONES
■ Se discuten las ventajas de la vertebroplastia sobre la cifo- ■ Los riesgos son hem orragia, infección, dolor, parálisis, em bo­
plastia. lia pulm onar y muerte.
■ Los elem entos esenciales de la cifoplastia son el restableci­ ■ En las fracturas vertebrales osteoporóticas las com plicaciones
m iento de la altura, la inyección a baja presión y la mayor están alrededor del 1 % (p or lo general, aumento del dolor
seguridad por m enor relleno venoso. local al introducir el cem en to).
■ Se han publicado numerosos artículos de series de vertebro­ ■ Con escasa frecuencia la fuga de cem ento fuera de la vértebra
plastia percutánea con un restablecim iento de la altura igual al espacio epidural y raíz nerviosa adyacente puede causar
al de la cifoplastia. dolor radicular.
■ N o se han encontrado diferencias en la capacidad analgésica ■ Las fugas de cem ento pueden estar implicadas en la em bolia
de estas dos técnicas. pulm onar aunque no suele ser sintomática.
■ Son necesarios estudios aleatorizados prospectivos para ■ La infección es infrecuente tras la vertebroplastia percutánea.
identificar los criterios de idoneidad de cada técnica. ■ Las fugas de cem ento afectan al 10% de los pacientes con
fracturas por com presión causadas por cáncer.
■ La tasa de m ortalidad asociada a vertebroplastia percutánea
y cifoplastia es de aproxim adam ente 1/50.000; las causas
RESULTADOS son reacción alérgica grave y em bolia pulmonar.

■ Analgesia adecuada y descenso del consumo de analgésicos,


sobre todo en el d olor asociado a fracturas por com presión
causadas por osteoporosis. ASISTENCIA POSTOPERATORIA
■ En un estudio prospectivo reducido, 22 de 23 pacientes
Y SEGUIMIENTO
m ejoraron tras la intervención y perm anecieron satisfechos
durante 15 a 18 m eses de seguimiento. ■ La aguja se retira tras conseguir un relleno vertebral adecuado.
V e rte b ro p la stia (in te rv e n c io n is ta )

■ L a hem ostasia se con sigue con p resión loc al durante ■ Está indicado el seguim iento para evaluar los resultados del
5 m in; después se ap lica p o v id o n a yod ad a y un apósito tratamiento y debería incorporarse a un programa de control
estéril. de calidad.
■ El paciente se mantiene tumbado de 1 a 2 h después de la
intervención y se vigilan los cambios de la función neuroló- Lecturas recomendadas
gica o cualquier com plicación.
Cortet B, Cotten A , Boutry N , et al: Percutaneous vertebroplasty in the
■ Puede haber dolor transitorio que obliga a prolongar la
treatment o f osteoporotic vertebral com pression fractures: an open
vigilancia o a ingresar al paciente, si es intenso, y a realizar
prospective study. J R heum atol 26:2222-2228, 1999.
estudios de im agen para descartar otras causas. Cotten A , Boutry N , Cortet B, et al: Percutaneous vertebroplasty: state
■ El dolor se trata con antiinflamatorios no esteroideos, anal­ o f the art. RadioGraphics 18:311-323,1998.
gésicos o corticoides, pero las fugas de cemento voluminosas Deramond H , Depriester C, Galibert P, L e Gars D: Percutaneous
o la disfunción neurológica pueden precisar el tratamiento vertebroplasty w ith polym ethylm ethacrylate: technique,
quirúrgico. indications, and results. R adiol C lin N o rth A m 36:533-546, 1998.
■ L a intervención se realiza en régim en am bulatorio y el Peh W C , G ilula LA , Peck DD: Percutaneous vertebroplasty for severe
paciente recibe el alta 1 a 2 h después de una recuperación osteoporotic vertebral bod y com pression fractures. Radiology
223:121-126, 2002.
sin incidencias.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Cifoplastia

DEFINICIÓN: Técnica mínimamente invasiva guiada por imagen para aliviar el dolor en pacientes
que no responden al tratamiento conservador, con cifoplastia y vertebroplastia como los dos tipos más
frecuentes.

INDICACIONES ■ En algunos pacientes es necesaria la anestesia general para


una com odidad y seguridad apropiadas.
■ La cifoplastia está indicada en la fractura p or com presión ■ Antibiótico
no consolidada dolorosa con fracaso del tratam iento con­ ■ 1 g de cefazolina o 600 m g d e clindam icina por v ía intrave­
vencion al nosa
■ Tam bién pueden tratarse las vértebras si no hay fractura ■ Anestésico local
pero sí una neoplasia dolorosa o un tum or vascular com o un ■ Lidocaína al 1 %
hem angiom a ■ Bicarbonato sódico al 8,4%
■ Preparación estéril
■ Recom endaciones convencionales de quirófano para pre­
paración estéril d e la piel, cam po quirúrgico, instrumen­
CONTRAINDICACIONES tista, batas, mascarillas y guantes
■ Equipo de acceso para cifoplastia
■ Contraindicaciones absolutas: infección general o vertebral ■ Sistema introductor óseo KyphX (Kyphon)
presente, diátesis hem orrágica incorregible, estado cardiorres- ■ Agujas (punta diamante y biselada) y cánulas calibre 11
piratorio inadecuado para tolerar la sedación o la anestesia ■ Balón de cifoplastia
general, y alergia al cem ento o a la sustancia opaquificante ■ KyphoPak Express Tray (K yphon)
de relleno ■ Pisón óseo hinchable KyphX Express y jeringas de hin­
■ M ielopatía o radiculopatía secundaria a com prom iso del con­ chado KyphX Xpander de 15mm
ducto vertebral o de los agujeros intervertebrales secundario ■ Cem ento de polim etilm etacrilato (P M M A ) percutáneo
a la fractura (algunos expertos consideran la radiculopatía ■ M uchos com ercializados com o el cem ento KyphX HV-R
una contraindicación relativa) ■ Dispositivo de aplicación de cemento
■ C ontraindicaciones relativas: disrupción de la cortical p os­ ■ La m ayoría de los expertos usan dispositivos para relleno
terior, extensión epidural de un tum or y estrechamiento óseo suministrados por Kyphon para inyectar cemento
considerable del conducto vertebral (sin disfunción neuro- KyphX
lógica) ■ Una alternativa es el sistema inyector jeringa-tornillo
■ Pérdida notable de altura del cuerpo vertebral (> 7 0 % ) y P M M A del sistema de aplicación de cem ento óseo Ava-Tex
visualización inadecuada de las estructuras óseas en la (Cardinal Health)
radioscopia ■ Analgesia tras intervención
■ Trometamina de ketorolaco
■ Sistema hem ostático
■ Parche Syvek (M arine Polym er Technologies)
INSTRUMENTAL
■ Sistema de im agen
■ Sistema de radioscopia individual o biplano de alta calidad ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO
■ Aparato de TC
■ Sedación consciente ■ La colum na está form ada por 7 vértebras cervicales, 12 torá­
■ Fentanilo y m idazolam se em plean en la m ayoría de cicas y 5 lumbares; cada vértebra tiene un cuerpo vertebral y
pacientes. un arco vertebral posterior.

PUNTOS CLAVE
> Las fracturas osteoporóticas por com presión son una causa frecuente de d olo r y pérdida de independencia
en pacientes de edad mediana y avanzada.
> La cifoplastia es una técnica percutánea para tra ta r las fracturas p o r com presión que no responden bien al
tratam iento convencional.
i El objetivo principal es aliviar el d olo r con la consiguiente mejora de la movilidad.
> Aunque el refuerzo vertebral no está validado m ediante estudios clínicos com parativos aleatorizados existe
abundante bibliografía que m uestra una tasas sorprendente de alivio del dolor.
> Los beneficios clínicos del restablecimiento de la altura son menos conocidos.
i Las c om plicaciones son infrecuentes y, por lo general, se deben a fuga extraósea inadvertida del PMMA
com o radiculopatía, parálisis y em bolia pulmonar.
> La imagen de alta calidad, preferiblemente en una sala de radioscopia biplano, es necesaria para llevar a
cabo estas técnicas de m odo seguro.

510 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


C ifo p la s tia 511

Figu ra 1. Enferm edad d e K ü m m ell e n u n a m u jer de 74 años


con u n a fractu ra p o r com presión de L4. Durante la colocación
de la aguja se produce una expansión d e la hendidura con Figura 2. E nferm edad de K ü m m ell e n u n a m u jer de 74 años
aum ento de la altura del cuerpo vertebral qu e demuestra la con u n a fractu ra p o r com presión de L4. Balón d e cifoplastia
naturaleza dinám ica de estas lesiones. hinchado al volu m en m áxim o. Obsérvese el aum ento ad icional
del tam año de la hendidura qu e se extien de d e derecha a
izqu ierd a a través de todo e l cuerpo vertebral.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. E nferm edad d e K ü m m ell e n u n a m u jer de 74 años


con u n a fractu ra p o r com presión de L4. El cem ento rellena
la hendidura y, en este proceso, ha aum entado la altura del
cuerpo vertebral. Com o se demuestra aquí, el aum ento d e la
Figura 4. Enferm edad de Kü m m ell en u n a m u je r de 74 años
altura depende principalm ente d e la m ovilida d dinám ica de los
con u n a fractura p o r com presión d e L4. El cem ento rellena
fragm entos de fractura.
la hendidura y, en este proceso, ha aum entado la altura del
cuerpo vertebral. C om o se demuestra aquí, el aum ento de la
altura depen de principalm ente de la m ovilida d dinám ica d e los
fragm entos d e fractura.
512 INTERVENCIONES NO VASCULARES |MUSCULOESQUELÉTICAS

■ L os pedícu los form an el p uente entre el cuerp o y el arco ■ El intensificador de im agen se rota 20 grados ipsolateral al
posterior, y están en la cara lateral del condu cto v e rte ­ pedículo diana de m od o que la cortical m edial del pedículo
bral. esté en el tercio m edio del cuerpo vertebral.
■ El espacio de la médula ósea del hueso trabecular comunica ■ Esta rotación puede continuarse solo si la cortical m edial del
con una red de conductos venosos; los conductos venosos pedículo perm anece claramente visible.
pueden ser la vía para la fuga extraósea del PM M A . ■ El pedículo tendrá una form a ovoide u estrecha y debería
■ En la vía de acceso transpedicular la aguja alcanza la super­ estar centrado en el cam po de visión para evitar las im preci­
ficie posterior del pedículo, atraviesa el pedículo y entra en siones por paralaje.
el cuerpo vertebral. ■ La aguja se coloca de m odo que quede en el extrem o en el
■ En la v ía de acceso parapedicular la aguja discurre sobre la intensificador de im agen y aparezca com o un punto.
superficie lateral del pedículo y entra en el cuerpo vertebral ■ V ía de acceso transpedicular: se centra la aguja dentro del
en su unión con el pedículo. círculo form ado por la cortical del pedículo.
■ La decisión para realizar esta intervención debe estar ■ V ía de acceso parapedicular: la aguja está lateral a la corti­
basada en una buena anamnesis, exploración física, y cal lateral del pedículo, lo que perm ite una colocación más
pruebas diagnósticas de laboratorio y estudios de im agen m edial de la punta.
apropiados. ■ Se anestesia la p iel y el periostio con lidocaína o bupivacaína
■ La R M es el estudio de elección para am pliar la evaluación subcutánea m ediante una aguja calibre 22 a lo largo de la
y debería emplearse en todos los pacientes si no hay con­ trayectoria prevista.
traindicación. ■ Se hace una pequeña incisión en la p iel y se coloca un fiador
■ En los pacientes en los que no puede realizarse R M (p. ej., de aguja con punta de diam ante calibre 11 o 13 (dentro de
con marcapasos) la prueba de elección es una gammagrafía una cánu la).
ósea. ■ Después de alcanzar la superficie ósea con la aguja pueden
■ Se realiza una evaluación previa para identificar a los pacien­ hacerse pequeñas correcciones en la angulación craneocau­
tes que se beneficiarán del refuerzo vertebral así com o para dal en la proyección lateral verdadera.
detectar las contraindicaciones. ■ V ía de acceso parapedicular: el punto en que se alcanza el
hueso es más anterior en la proyección lateral.
■ Una v e z en el hueso avance la aguja con un m ovim iento de
perforación o m ediante presión hacia delante controlada, se
TECNICA golpea con suavidad el m ango de la aguja con un martillo
ortopédico.
■ Se administra analgesia con una com binación de analgésicos ■ Se avanza la aguja a través del pedículo m anteniendo el
locales y sedación m oderada; en algunos pacientes, es nece­ aspecto e n e l extrem o de la aguja en la proyección oblicua
saria la anestesia endotraqueal. ipsolateral.
■ En todos los pacientes se em plea m onitorización continua ■ La aguja debe estar lateral a la cortical m edial del pedículo
con un m ínim o de electrocardiografía, m edición de la pre­ hasta que haya atravesado todo el pedículo en la proyección
sión arterial y pulsioximetría. lateral.
■ El paciente debería ayunar al menos 4 s 6 h antes de la inter­ ■ Cuando la aguja ha atravesado el pedículo puede sustituirse
vención. la aguja con punta de diamante p or una aguja con punta
■ La posición en pronación o en pronación oblicua es ideal biselada para m ejorar la m aniobrabilidad.
para las intervenciones torácicas y lumbares. ■ Se avanza más la aguja hasta el tercio o el cuarto anterior del
■ D ebe ponerse m ucha atención al transferir ancianos u cuerpo vertebral usando la proyección lateral.
osteoporóticos para evitar nuevas fracturas costales o verte­ ■ Se saca la cánula hasta la cara posterior del cuerpo vertebral
brales. para poder introducir el pisón de balón.
■ Técn ica estéril: normas de quirófano convencionales para ■ Después de retirar el fiador de la aguja se introduce el pisón
piel, cam po quirúrgico, la instrumentista, bata, mascarillas de balón a través de la cánula y se hincha lentamente con
y guantes. contraste yodado.
■ La profilaxis antibiótica consiste en cefazolina o clindam icina ■ Se conecta el balón a una jeringa d e bloqu eo con un m anó­
por v ía intravenosa durante la intervención. m etro digital.
■ El P M M A puede m ezclarse con un antibiótico (tobram icina) ■ Se controla el hinchado con un transductor de presión y
al preparar el cem ento (m uchos expertos han abandonado la radioscopia intermitente.
m edida popular en el pasado de m ezclar antibióticos con el ■ El hinchado continúa hasta que el sistema alcanza la pre­
c em en to). sión m áxim a o el volum en m áxim o del balón o hasta que
■ V ía de acceso transpedicular: se mantiene la trayectoria de se corrige la deform idad en cifosis, y a menudo se hace de
la aguja lateral a la cortical m edial y superior a la cortical m odo bipedicular.
inferior del pedículo. ■ Después se deshincha el balón y se retira.
■ Dos posibles tácticas de im agen son la proyección del extremo ■ El tiem po operativo oscila de 10 a 20 m in según la tempera­
(fin a l del tu b o ) y la anteroposterior. tura y el preparado de P M M A específico que se utilice.
■ La proyección del extrem o consiste en una proyección oblicua ■ Existen numerosos sistemas para aplicar el cemento.
ipsolateral para colocar el haz de radioscopia y el trayecto de ■ La cavidad creada p or el pisón de balón perm ite inyectar una
la aguja perfectam ente paralelos entre sí. m ezcla de cem ento más viscosa que la usada para vertebro­
■ El intensificador de im agen se coloca prim ero en posición plastia.
anteroposterior verdadera, con las apófisis espinosas alinea­ ■ Se espera el tiem po suficiente para que el cem ento alcance
das en el punto m edio entre los pedículos. un estado pastoso, con pérdida del brillo del cem ento m ez­
■ Se cam bia la angulación craneocaudal para colocar los pedí­ clado inicialm ente.
culos en la porción m edia del cuerpo vertebral.
C ifo p la stia

■ La m ayoría utiliza dispositivos de relleno suministrados por función m iocárdica, neum otorax y empeoram iento del dolor
Kyphon para inyectar cem ento KyphX. o fracaso técnico.
■ Otra opción es usar un sistema inyector de vertebroplastia ■ Cifoplastia: se crea una cavidad am plia de baja resistencia
convencional para inyectar el P M M A para la cifoplastia. que se rellena prim ero, lo que teóricam ente disminuye la
■ El sistema de aplicación se conecta a la cánula y el cemento tasa de fuga de cem ento aunque es p osible una fuga sinto­
se inyecta lentamente con guiado radioscópico. mática.
■ El cem ento rellena la cavidad en dirección anteroposterior
y debería adaptarse o superar ligeram ente el volum en del
pisón de balón hinchado.
■ Si se produce una fuga de cem ento fuera del cuerpo verte­ ASISTENCIA POSTOPERATORIA
bral, se detiene la inyección de cemento.
Y SEGUIMIENTO
■ Inm ediatam ente después de la intervención se aplica com ­
presión manual en los puntos de entrada de la aguja durante
CONTROVERSIAS 5 m in para favorecer la coagulación y evitar com plicaciones
hemorrágicas.
■ K im et al.: sin diferencias estadísticamente significativas
■ La transferencia a la cama puede realizarse inm ediatam ente
entre la vía de acceso bipedicular y unipedicular.
después d e la intervención excepto en los pacientes con
■ La flebografía no disminuye la frecuencia, la m agnitud ni las
enferm edad de K üm m ell, que se m antienen en pronación
consecuencias clínicas de la extravasación de cemento.
sobre la mesa de radioscopia durante 15 a 20 min.
■ Un volum en m ucho m enor de cem ento puede conseguir el
■ El paciente yace en supinación con la cam a plana durante 2 h
m ism o resultado clínico que la inyección de un volum en
después de la intervención.
mayor.
■ Adm inistre 15 a 30 m g de ketorolaco por vía intravenosa para
■ Cuando el cuerpo vertebral pierde el 70% de si altura origi­
aliviar el dolor postoperatorio inm ediato, a m enos que pre­
nal, resulta difícil colocar la aguja.
sente insuficiencia renal.
■ La posición en pronación durante la intervención favorece la
■ El paciente p uede perm anecer en observación durante
recuperación de la altura por la tracción aplicada a través del
la noche en el hospital o puede recibir el alta al final del
cuerpo vertebral.
m ism o día.
■ Cáncer o estenosis vertebral: debe aumentarse la atención
■ D ebería hacerse un seguim iento a corto p lazo tras la inter­
sobre las posibles com plicaciones neurológicas relaciona­
vención para evaluar el dolor, la m ovilidad y la necesidad de
das con la presencia de cem ento epidural o foram inal; el
analgésicos.
paciente debería estar despierto, hay que limitar el volum en
■ H ay que inform ar al paciente de que debe notificar cualquier
de cem ento y puede estar indicado usar contraste intratecal
aum ento brusco del dolor de espalda o la aparición de un
para visualizar el efecto masa sobre el saco tecal.
dolor de espalda nuevo porque puede indicar una nueva
■ Seguridad del tratam iento en m últiples niveles: una buena
fractura.
regla de oro es tratar un m áxim o de tres n iveles por
sesión.
Lecturas recomendadas
Coumans JV, Reinhardt M K, Lieberm an IH: Kyphoplasty for vertebral
com pression fractures: 1-year clinical outcomes from a prospective
RESULTADOS study. J N eurosurg 99(1 Suppl) :44-50, 2003.
D iam ond TH , Cham pion B, Clark W A : M anagem ent o f acute
■ El dolor m ejora en el 75 a 90% de los pacientes con fracturas osteoporotic vertebral fractures: a nonrandom ized trial com paring
secundarias a osteoporosis o a un tum or benigno y a fractu­ percutaneous vertebroplasty w ith conservative therapy. A m J M ed
ras patológicas por com presión secundarias a cáncer. 114:257-265, 2003.
■ El alivio del dolor y la m ejora de la m ovilidad com ienzan por Evans AJ, Jensen ME, Kip KE, et al: Vertebral com pression
lo general en 24 a 72 h. fractures: pain reduction and im provem ent in functional
m ob ility after percutaneous polym ethylm ethacrylate
■ Zoarski observó una m ejoría de la función psíquica y física
vertebroplasty— retrospective report o f 245 cases. Radiology
con m ejor calidad de vid a a las 2 semanas del refuerzo verte­
226:366-372, 2003.
bral que se m antuvo 18 meses. Groen RJM, du Toit DF, Phillips FM , e t al: Anatom ical and
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ La altura aumenta una m edia de 4 mm y el ángulo de cifosis pathological considerations in percutaneous vertebroplasty and
disminuye una m edia de 6 grados aproximadamente. kyphoplasty: a reappraisal o f the vertebral venous system. Spine
29:1463-1471, 2004.
H odler J, Peck D, Gilula L A : M idterm outcom e after vertebroplasty:
predictive value o f technical and patient related fractures.
COMPLICACIONES Radiology 227:662-668, 2003.
H u M M , Eskey CJ, Tong SC, et al: Kyphoplasty for vertebral
■ Si se sigue una técnica meticulosa y se consigue una visua­ com pression fracture via a uni-pedicular approach. Pa in Physician
lización óptim a el riesgo de m orbilidad y de m ortalidad es 8:363-367, 2005.
bajo. L edlie JT, Renfro M: B alloon kyphoplasty: one-year outcomes in
vertebral bod y height restoration, chronic pain, and activity levels.
■ El riesgo es más alto en las fracturas relacionadas con cáncer,
J N eurosurg 98:36-42, 2003.
con una tasa de com plicación global del 5 a 10% frente al 1
Lieberman IH , D udeney S, Reinhardt M K, Bell G: Initial outcom e and
a 3 % en las fracturas osteoporóticas. efficacy o f “ kyphoplasty” in the treatment o f painful osteoporotic
■ Las com plicaciones son fuga de cem ento, lesión del nervio vertebral com pression fractures. Spine 26:1631-1638, 2001.
o de la médula espinal, em bolia pulmonar, infección, hem a­ Mathis JM, Ortiz AO, Zoarski GH: Vertebroplasty versus kyphoplasty: a
toma paravertebral, fractura, hipotensión o deterioro de la comparison and contrast. AJNR A m J Neuroradiol 25:840-845, 2004.
514 INTERVENCIONES NO VASCULARES |MUSCULOESQUELÉTICAS

Ortiz AO, Zoarski GH, Beckerman M: Kyphoplasty. Tech Vase lnterv Teng M M , W ei CJ, W ei LC, et al: Kyphosis correction and height
Radiol 5:239-249, 2002. restoration effects o f percutaneous vertebroplasty. AJNR A m
P hillips FM: M inim ally in vasive treatments o f osteoporotic vertebral J N euroradiol 24:1893-1900, 2003.
com pression fractures. Spine 28:S45-S53, 2003. T heodorou DJ, T heodorou SJ, Duncan TD , et al: Percutaneous balloon
S ilverm an SL: T h e clinical consequences o f vertebral com pression kyphoplasty fo r the correction o f spinal d eform ity in painful
fracture. B one 13:S27-S31, 1992. vertebral b od y com pression fractures. J C lin Im a gin g 26:1-5, 2002.
Ablación por radiofrecuencia
de lesiones óseas

DEFINICIÓN: La ablación por radiofrecuencia consiste en destruir una lesión mediante una corriente
de radiofrecuencia.

■ Trocar
INDICACIONES ■ Para crear el acceso en el que se coloca la sonda de radio­
■ C om o tratamiento curativo de lesiones óseas pequeñas y frecuencia
com o tratamiento para reducir el volum en de lesiones más ■ Broca ósea
grandes ■ Para perforar el hueso para acceder a la lesión
■ Osteom a osteoide ■ Anestesia
■ Quiste óseo aneurismático
■ Control tumoral local de lesiones líticas
■ Para reducir el posible efecto masa del com ponente de tejidos
blandos de la lesión ANATOMIA Y VIA DE ACCESO
■ Técn ica com plem entaria a la técnica de refuerzo óseo (verte­ ■ El lugar apropiado para la ablación debería evaluarse por
broplastia, osteoplastia) su proxim idad a los haces nerviovasculares para valorar la
posibilidad de daño nervioso.
■ La vía d e acceso debería com prender un volum en razonable
de grasa subcutánea para evitar las quemaduras cutáneas.
CONTRAINDICACIONES ■ L a técnica de punción ósea (golp eo m ecánico, brocado)
■ Las contraindicaciones son coagulopatías, infección cutánea, depende del grosor de la cortical y de la distancia entre la
inm unodepresión y ausencia de un trayecto seguro hasta la lesión y la superficie ósea.
lesión ■ D ebería ser lo más vertical posible al hueso para evitar que
■ Las contraindicaciones relativas dependen de la anatomía resbale sobre la superficie cortical.
regional y de la relación de la lesión con la superficie cutánea ■ Si la lesión está m uy próxim a a la piel, puede ser necesario
y las estructuras críticas enfriar la piel.
■ Se elige la trayectoria que precisa atravesar m enos hueso
cortical normal.
■ Si se va a extirpar la lesión, la v ía de acceso debe decidirse con
INSTRUMENTAL el cirujano de m odo que el trayecto d e la ablación mediante
radiofrecuencia quede dentro del cam po quirúrgico.
■ D ispositivo m onopolar (con electrodo único o m últiple),
■ Si la localización es intraarticular puede realizarse una vía
bipolar y de coblación
de acceso directa siempre que la aguja de punción no sea
■ Los monopolares son los usados con más frecuencia; la des­
superior al calibre 18 a 20.
ventaja principal es la form ación de corrientes aberrantes.
■ Los m onopolares con un electrodo único tienen la ven­
taja del m enor calibre pero con un radio de ablación más
pequeño. TÉCNICA
■ Los dispositivos con electrodo único pueden usarse de
m odo independiente o agrupado. ■ Se planifica la vía de acceso y se com enta con el cirujano si
■ En el dispositivo m onopolar con electrodos en haces, los va a ir seguida de escisión.
haces se abren para producir una zona de coagulación más ■ Se prepara la piel de la zo n a con antiséptico.
amplia ■ Se utiliza abundante anestesia local, sedación controlada o
■ El dispositivo bipolar tiene menos riesgo de crear corrien­ ambas.
tes aberrantes. ■ Se coloca al paciente en una posición cóm oda sobre la
■ La coblación disuelve el tejido a una temperatura relati­ mesa.
vam ente baja y p rovoca una extracción volum étrica del ■ Se sigue un trayecto directo a la lesión y se intenta no atrave­
tejido diana. sar los haces nerviovasculares.

PUNTOS CLAVE
> La ablación mediante radiofrecuencia está indicada para las masas dolorosas en el hueso o en los tejidos
blandos.
i La relación de la lesión con los haces nerviovasculares y el tam año de la lesión son aspectos im portantes.
> Debe usarse el estudio de imagen adecuado para acceder a la lesión y la tecnología de ablación apropiada,
i Debería alcanzarse una tem peratura de 50 a 100 °C y mantenerse a lo largo de tod o el volum en diana.
> La ablación mediante radiofrecuencia puede com binarse con otras técnicas terapéuticas com o
vertebroplastia, cifoplastia y radioterapia.
> Es necesario evaluar el resultado neurológico y del d olo r tras el tratam iento.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 515


516 INTERVENCIONES NO VASCULARES |MUSCULOESQUELÉTICAS

4/14 Acc:
8 /1 5 ,,"' 2006 Sep 20
S290.0 AcqTm: 13:56:03.714524

refobs,reconMatrix=512
512x512
BONE

Figura 1. Paciente e n p osición d e p ronación. Im agen d e TC que


muestra una lesión hipodensa con un borde escleroso (flech a s). La
lesión es característica de osteom a osteoide.

Figura 2. Lesión metastásica lítica dolorosa de cáncer de pulm ón.

Figura 3. Colocación d e l a a g u ja g u iad a po r radioscopia. Se Figu ra 4. TC tras in yección d e cem en to dentro de la lesión lítica
observa la coblación p o r radiofrecuencia dentro de la aguja de (p u n ta s de flech a).
p unción (flech a s).

■ Se atraviesa la m enor cantidad posible de hueso normal, las m edidas conservadoras son el tratamiento principal (las
aunque en ocasiones es inevitable. lesiones pueden desparecer de m od o espontáneo).
■ El extremo activo de la sonda no debería estar en contacto ■ N o tiene una indicación com o técnica principal, sigue siendo
con el trocar externo para evitar una descarga eléctrica en la una técnica intervencionista com plem entaria.
p iel a través del eje del trocar.

RESULTADOS
CONTROVERSIAS
■ La ablación m ediante radiofrecuencia puede ser útil para
■ Es una técnica nueva que aún no está contrastada. reducir el tamaño de los tumores, sobre todo d e los que se
■ H ay dudas sobre si puede aliviar el d olor y m antener una extienden a los tejidos blandos, y debería ir seguida de una
buena resistencia ósea. técnica de refuerzo óseo com o la vertebroplastia
■ Es un com plem ento a otras técnicas para reforzar el hueso. ■ El d olor m ejora a las 2 4 h de la ablación aunque el dolor
■ Se considera el tratamiento de referencia de los osteomas superficial en la zo n a d e punción puede durar de 5 a 7
osteoides, aunque algunos investigadores defienden que días
Ablació n por radiofrecue ncia de le sio n e s ó se a s

■ El d olor aumenta al aplicar presión local por lo que los ■ D eben evaluarse los resultados d e 7 a 10 días después del
pacientes deberían recibir analgésicos. tratamiento con com probación de los umbrales dolorosos y
de la cicatrización del punto de entrada.
■ El seguim iento a largo p lazo consiste en R M y TC 1, 3 y
6 m eses después de la intervención.
COMPLICACIONES
■ Las com plicaciones asociadas a esta técnica son infección, Lecturas recomendadas
colocación incorrecta de la aguja y efectos de la corriente.
Dupuy DE, G oldberg SN: Im age-guided radiofrequency tumor
■ L a infección cutánea u ósea pueden precisar tratamiento
ablation: challenges and opportunities-part II. J Vase ln terv Radiol
antibiótico prolongado.
12:1135-1148, 2001.
■ La colocación incorrecta de la aguja puede lesionar nervios o Gangi A , Basile A , Buy X, et al: R adiofrequency and laser ablation o f
vasos, puede causar hidrartrosis o hemartrosis y puede dañar spinal lesions. Sem in Ultrasound C T M R 26:89-99, 2005.
el cartílago. G oldberg SN, G azelle GS, M ueller PR: Therm al ablation therapy for
■ El daño nerviovascular de los haces puede producir lesión focal malignancy: a unified approach to underlying principles,
neurológica o trombosis vascular. techniques and diagnostic im aging guidance. AJR A m J Roentgenol
■ El daño térm ico puede causar osteonecrosis, atrofia muscu­ 174:323-331, 2000.
lar y fibrosis o quemadura cutánea, sobre todo si la lesión es Kelekis A D , Som on T, Y ilm a z H, et al: Interventional spine
procedures. E u r J R adiol 55:362-383, 2005.
superficial.
Nakatsuka A , Yamakado K , M aeda M , et al: R adiofrequency ablation
com bined w ith bon e cem ent in jection fo r the treatment o f bone
malignancies. J Vase ln te rv Ra diol 15:707-712, 2004.
Posteraro AF, Dupuy DE, M ayo-Smith W W : R adiofrequency ablation
ASISTENCIA POSTOPERATORIA o f b on y metastatic disease. C lin Ra diol 59:803-811, 2004.
Y SEGUIMIENTO Sabharwal T, Salter R, Adam A , Gangi A : Image-guided therapies in
orthopedic oncology. O rthop C lin N orth A m 37:105-112, 2006.
■ El paciente puede recibir el alta el m ism o día, aunque por lo Siepstein A , Gotomirski A : A history and technological aspects o f
general se recom ienda observación durante 24 h. radiofrequency thermoablation. Cancer J 6:S293-S301, 2000.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Intervenciones discales percutáneas

DEFINICIÓN: Intervenciones no quirúrgicas para tratar la lumbalgia y sus causas.

INDICACIONES CONTRAINDICACIONES
Criterios de selección ■ Están contraindicados el síndrome de cola de caballo agudo,
■ Clínica: lum balgia o dolor d e raíz nerviosa resistente al trata­ la ciática paralizante y el pie caído rápidamente progresivo.
m iento farm acológico, fisioterapia y otras terapias durante ■ La inyección intradiscal d e quim opapaína puede provocar un
3 m eses com o m ínim o daño grave en las estructuras m eníngeas o nerviosas y está
■ En la terapia electrotérm ica intradiscal, lum balgia con predo­ contraindicada en la fuga venosa o epidural observada en la
m inio sobre dolor radicular, sin síntomas radiculares verdade­ discografía.
ros durante un m ínim o d e 6 meses ■ La D LPA, la nucleoplastia y la terapia electrotérm ica intradis­
■ Consideraciones psicológicas: deseo firm e del paciente de cal no están indicadas en el fragm ento extruido.
recuperarse, con voluntad de colaborar y realizar fisioterapia ■ La DLPA, la nucleoplastia y la terapia electrotérm ica intra­
m ediante rehabilitación m otora y postural discal no están indicadas en presencia de signos TC o R M de
■ Consideraciones neurológicas: parestesia o hipoestesia en el fragm ento discal herniado con síntomas de trastorno m otor
derm atom a im plicado, ligera debilidad muscular y síntomas o esfinteriano.
de irritación de raíz o ganglio ■ La coagulopatía y la trom bocitopenia son contraindicaciones
■ Consideraciones neurorradiológicas (TC, R M o am bas): her­ para todas estas técnicas.
nias discales d e tamaño pequeño o m ediano correlacionadas
con cambios degenerativos discales intravertebrales
■ Para algunas técnicas (terapia electrotérm ica intradiscal,
nucleoplastia y discectom ía lumbar percutánea automati­
INSTRUMENTAL
zad a) es recom endable un discogram a con provocación de ■ Guiado radioscópico (terapia electrotérm ica intradiscal,
dolor con reproducción concordante del d olor tras la inyec­ nucleoplastia y DLPA, quim ionucleólisis)
ción de baja presión en uno o más niveles discales ■ Expone al intervencionista a una dosis de radiación más
alta que la TC intermitente
Indicaciones de las distintas técnicas ■ Guiado TC (terapia con ozono-oxígeno)
■ La nu cleoplastia, la D ekom pressor (Stryk er), la discectom ía ■ De elección; perm ite v e r la distribución del gas ozono
lum bar p ercutánea autom atizada (D LP A ) y la quim ionu-
cleólisis son similares: p equeña hernia de nú cleo pulposo
con tenida, sin calcificaciones y sin estenosis d e conducto
vertebral pronunciada; es p e rm isible la exten sión intrafo-
ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO
raminal. ■ La v ía de acceso al disco es la m ism a que la usada para
■ La quim ionucleólisis, DLPA y terapia electrotérm ica intra­ discografía y otras intervenciones discales intervertebrales
discal requieren discografía obligatoria antes del tratamiento percutáneas.
(sobre todo la quim ionucleólisis; las com plicaciones están ■ La terapia con ozono-oxígeno se realiza con una aguja Chiba
m uy relacionadas con los síntomas d iscográficos). calibre 18 a 20.
■ Terapia con ozono-oxígeno intradiscal: los resultados son ■ Para otras intervenciones discales com o con el dispositivo
m ejores en las hernias discales pequeñas o medianas, estre­ Arthrocare o la terapia electrotérm ica intradiscal, se intro­
cham iento ligero a m oderado del conducto vertebral y sin duce una aguja más gruesa de calibre 17 o 15 desde una vía
calcificaciones en la hernia discal. de acceso oblicua paravertebral posterior.
■ La terapia con ozono-oxígeno puede emplearse en pacientes ■ N o siempre es fácil alcanzar el espacio L5-S1 y puede ser
con dolor residual tras cirugía (m icrodiscectom ía) con hernia necesario una inclinación craneocaudal adicional de 30 gra­
de núcleo pulposo recidivante o con fibrosis hipertrófica. dos de la aguja.

PUNTOS CLAVE
i La lum balgia y el dolo r en el territorio de la raíz nerviosa son trastornos muy frecuentes de la colum na
lumbar.
i El porcentaje de fracaso tras la cirugía ha llevado a los cirujanos a ser m ucho menos agresivos a la hora de
llevar al paciente a quirófano (excepto en la ciática paralizante, síndrome de cola de caballo, fragm entos
discales libres, déficit neurológico rápidam ente progresivo y síntomas clínicos que no responden al
tratam iento farm acológico ni a la fisioterapia durante más de 3 meses),
i Los avances en las técnicas percutáneas han dism inuido la naturaleza invasiva de las técnicas quirúrgicas,
i Reducir el tam año del disco intervertebral mediante aspiración m ecánica de los fragm entos discales o
mediante disolución parcial de la hernia por desecación (con quim opapaína y ozono-oxígeno) dism inuye la
presión crónica sobre el anillo y crea el espacio necesario para q ue la porción desplazada hacia atrás vuelva
al interior del disco.
i La intervención elegida debería garantizar siempre una ablación mínima del volum en discal.

518 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


In te rve n cio n e s d is ca le s percutáneas

Figu ra 1. Im agen R M sagital en T2 de un disco degenerado a n ive l Figura 2. Im agen R M sagital en T2 de un disco degenerado a n ivel
L4-L5 con una hernia pequeña-m ediana d el n úcleo pulposo y L4-L5 con una hernia pequeña-m ediana d el núcleo pulposo y
com presión d el saco tecal. com presión d el saco tecal.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

4. Terapia electrotérm ica intradiscal. Bajo control


radioscópico es posible con firm ar la p osición correcta del catéter
antes de aplicar calor.

Figu ra 3. Terapia electrotérm ica intradiscal. Bajo control


radioscópico es posible con firm ar la p osición correcta d el catéter
antes de aplicar calor.
520 INTERVENCIONES NO VASCULARES |MUSCULOESQUELÉTICAS

■ Sin embargo, un am plio estudio prospectivo riguroso con el


TECNICA dispositivo terapia electrotérm ica intradiscal no halló efecto
■ Se revisan todos los estudios d e im agen disponibles y se hace beneficioso.
una exploración neurológica com pleta al paciente.
■ Se realiza una TC para descartar la presencia de un asa intes­
tinal retropsoas que podría lesionarse al introducir la aguja.
■ Se marca la zona COMPLICACIONES
■ Se em plea anestesia local y sedación consciente con fentanilo
y m idazolam . ■ Las com plicaciones dependen del tipo de intervención percu­
■ Terapia con ozono-oxígeno con aguja Chiba calibre 18 a 20; tánea.
para otras intervenciones discales se em plea una aguja más ■ La quim ionucleólisis con quim opapaína se usa m enos debido
gruesa calibre 17 o 15. a las com plicaciones com o la fuga dural y a la reacción infla­
■ Para otras intervenciones discales com o con el dispositivo m atoria de las raíces nerviosas.
Arthrocare (ArthroCare Corporation) o terapia electrotérm ica ■ La DLPA puede dañar la duramadre y la raíz nerviosa.
intradiscal las agujas se introducen con un ángulo oblicuo ■ Otras com plicaciones observadas con todas las técnicas
paravertebral posterior. discales percutáneas están relacionadas con el proceso infla­
■ N o siempre es fácil alcanzar el espacio L5-S1 y puede ser m atorio.
necesaria una inclinación craneocaudal adicional de 30 gra­ ■ N o se han descrito efectos colaterales con el ozono-oxígeno
dos de la aguja. intradiscal-intraforaminal.
■ Una v e z colocada la aguja en el centro del disco se adm inis­
tra la m ezcla gaseosa o la enzim a o la ablación por radio­
frecuencia.
■ Con ozon o , que es la técnica más sencilla y m enos invasiva ASISTENCIA POSTOPERATORIA
de tratamiento discal, se inyectan de 2 a 3 m i de gas con una
jeringa de 10 mi.
Y SEGUIMIENTO
■ Tam bién se inyecta gas en el espacio epidural e intraforami- ■ El paciente debe perm anecer tum bado en plano 2 h después
nal con form e se retira la aguja. de cualquier tipo de intervención discal percutánea.
■ La discografía no es necesaria antes de la terapia con ozono- ■ Se administran antibióticos d e am plio espectro durante
oxígeno pero sí lo es antes de otras intervenciones percutáneas. 7 días a todos los pacientes excepto a los tratados con ozono-
■ Si el intervencionista no es experto en discografía, es m uy oxígeno.
recom endable que haga prácticas en cadáveres o en cerdos. ■ La terapia con ozon o no precisa profilaxis antibiótica porque
el ozon o tiene propiedades antisépticas y antibacterianas.
■ Se realiza fisioterapia durante un m ínim o de 2 semanas tras
la intervención para recuperar las estructuras musculares del
CONTROVERSIAS paciente y corregir la alteración funcional.
■ Las intervenciones discales m ínim am ente invasivas son
alternativas a la discectom ía y artrodesis vertebral que son
técnicas realizadas por los cirujanos de columna. Lecturas recomendadas
■ La necesidad de discectom ía a los 40 años puede precisar Anderson PA, Rouleau JP: In tervertebral disc arthroplasty. Spine
sustitución discal a los 50. 29:2779-2786, 2004.
■ Tras la discectomía, el disco puede desecarse y los platillos Andreula CF, Simonetti L, D e Santis F, Leonardi M : M inim ally
vertebrales pueden aplastarse entre ellos. in vasive oxygen-ozon e therapy fo r lum bar disk herniation. AJNR
■ El núcleo pulposo distribuye las fuerzas de un m odo que no A m J N euroradiol 24:996-1000, 2003.
podem os reproducir. Davis GW, Onik G: Clinical experience w ith automated percutaneous
■ D ebe eliminarse el m ínim o volum en discal, sea cual sea la lumbar discectomy. C lin O rthop 238:98-103, 1989.
Iliakis E, M acheras G, Kostakos A : O zon e treatment in lo w back pain.
intervención, porque es necesario al envejecer.
Ortopaedichs 8:29-33, 1995.
Lon g M D : D ecision m aking in lum bar disc disease. C lin Neurosurg
39:36-51, 1991.
M uto M , Andreula CF, Leonardi M: T h e treatment o f herniated lumbar
RESULTADOS disk by intradiscal and intraforaminal oxygen-ozon e. J N euroradiol
31:183-189, 2004.
■ N o se ha alcanzado a un acuerdo sobre la escala, puntuación
Saal JA, Saal JS, W etzel FT, et al: IDET related complications: a
o m étodo de recogida de la inform ación para evaluar el resul­
multicenter study o n 1675 treated patients w ith a re vie w o f the
tado d e las intervenciones vertebrales. FDA M D R data base. Presented at North Am erican Spine Society,
■ Los resultados globales de las distintas técnicas percutáneas Seattle, W A, O ctober 2001.
oscilan entre el éxito en el 80% de la quim ionucleólisis y el W einstein J: Mechanism o f spinal pain: the dorsal root ganglion and
75% con otras técnicas. its value as a mediator o f lo w back pain. Spine 11:999-1001, 1986.
Ablación química de tumores de tejidos
blandos no hepáticos

DEFINICIÓN: La ablación quimica percutánea puede emplearse para tratar tumores no hepáticos
como los desmoides.

INDICACIONES ■ Punta cónica con orificios laterales que perm iten la difu­
sión y dispersión de la sustancia química.
■ Tlim or desm oide confirm ado por biopsia ■ N o obstante, la ablación quím ica puede efectuarse también
■ Tum or desm oide en crecim iento o sintomático (dolor, lim ita­ con agujas Chiba convencionales calibre 20 a 22.
ción de la m ovilidad de la extrem idad) o tum or recidivante ■ Sistema de inyección: tubos de con exión de baja presión,
tras escisión previa jeringa Luer-Lok de policarbonato calibrada de 1 mi, jeringa
■ Accesible por v ía percutánea sin atravesar hígado, intestino de policarbonato de 20 mi
u otros órganos vitales ■ La jeringa de policarbonato sirve com o reservorio de la
■ Ausencia de invasión de estructuras nerviovasculares princi­ sustancia quím ica (p. ej., ácido acético).
pales ni órganos vitales en la zo n a de tratamiento prevista ■ Una llave d e paso de tres vías perm ite rellenar la jeringa de
■ H im or desm oide con diám etro < 10 cm 1 m i desde la jeringa reservorio durante la intervención.
■ La jeringa Luer-Lok calibrada de l m l perm ite controlar
con precisión la velocidad y presión de inyección. (Es muy
im portante inyectar m uy lentamente.)
CONTRAINDICACIONES ■ Sustancia para ablación quím ica
■ Afectación nerviovascular ■ El ácido acético lo prepara la farmacia del hospital com ­
■ Infiltración de estructuras vitales com o afectación por el binando 10 m i de ácido acético glacial y 10 m i de agua
tum or de intestino, uréteres, aorta y vena cava inferior estéril.
■ H im ores desm oides que desplazan pero no engloban estruc­ ■ La solución obtenida de ácido acético al 50% se filtra a
turas vitales (posiblem ente) través de un filtro M illex-G V de 0,22 |xg (M illip ore) para
■ Volum en tumoral grande, con tum or desm oide >1 0 cm de garantizar la esterilidad.
diám etro m áxim o según los criterios de evaluación de la res­ ■ Después se en vía esta solución al departamento de radio­
puesta en tumores sólidos (RECIST, por sus siglas en inglés) logía intervencionista en una botella de cristal estéril con
■ Infección intercurrente tapón.
■ Coagulopatía incorregible
■ Embarazo

ANATOMIA Y VIA DE ACCESO


INSTRUMENTAL ■ Los tumores desm oides, o fibromatosis agresiva, son sarco­
mas de bajo grado form ados por fibroblastos m onoclonales
■ Ecografía en tiem po real con transductor de configuración muy diferenciados con abundancia de colágeno.
lineal de alta resolución; guiado TC o RM ■ Los tumores desm oides producen infiltración local y aunque
■ Para obtener imágenes no suelen producir metástasis pueden causar m orbilidad
■ Para vigilar la dispersión d e la sustancia quím ica durante considerable e incluso m ortalidad por com presión de órga­
la inyección y reducir el riesgo de lesionar tejidos distintos nos adyacentes.
del tum or ■ El crecim iento de los tumores desm oides se caracteriza por
■ Puede usarse TC o R M si el tum or no está en una región extensión a lo largo de planos fasciales con invasión de
accesible a la ecografía. estructuras nerviovasculares.
■ La difusión de ácido acético produce una zo n a d e atenua­ ■ La ablación quím ica percutánea con ácido acético al 50% o
ción baja en el centro de la lesión en la TC. alcohol absoluto se ha em pleado para destrucción in situ de
■ La difusión de ácido acético produce una zo n a de señal los tumores desmoides.
alta en el centro del tum or en las secuencias R M con TR ■ Los efectos citotóxicos del ácido acético y del alcohol están
largo. causados por deshidratación citoplásm ica, desnaturalización
■ A guja de infusión (p. ej., aguja Bernardino, Cook) de proteínas celulares y trom bosis d e pequeños vasos.

PUNTOS CLAVE
> Los tum ores desm oides (fibromatosis agresiva) son sarcom as d e bajo grado.
> Los tum ores desm oides e sporádicos pueden asentar en cualquier parte del cuerpo, con más frecuencia en
extrem idades, cuello, tronco o pared abdom inal.
> Para la ablación quím ica de los tum ores desm oides es necesaria una técnica por etapas, lim itando el
tratam iento al centro del tumor.
i El descenso de tam año del tum or desm oide es gradual a lo largo de un período de semanas a meses.
> Puede ser necesario repetir el tratam iento si la imagen de seguim iento m uestra una reaparición del realce
interno o un crecim iento clínico del tum or o ambos.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 521


522 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

Figura 1. R M a x ia l de u n tu m or d esm oide glúteo de 9 cm Figura 2. R M en T2 a x ia l tras tres sesiones de a blación


(fle c h a s ) q u e reapareció tras u n a escisión a m plia. El tum or quím ica con ácido acético. El tu m or se redujo a 2,5 cm
estaba p rodu ciendo un efecto masa en el n ervio ciático sin (flech a s) con cierto grado de edem a circundante. El d olor y la
englobarlo. ciática del paciente desparecieron.

Figura 3. Im agen ecográfica de un tu m or desm oide d e 8 cm en la


Figura 4. Im agen ecográfica inm ediatam ente después de
extrem idad superior después de introducir una aguja d e infu sión inyección g ra d u al de 2,5 mi de ácido acético a l 50% durante
(flech a s) en e l centro d el tumor. 5 min. Se ha form ad o una am plia zo n a h iperecoica alrededor de
la punta de la aguja (p u n ta s de flech a ).
Ablació n qu ím ic a de tum ores de tejid os b lan d o s no hepá ticos

■ Estos efectos culm inan en una necrosis por coagulación, ■ Esta técnica es un tratamiento emergente en un grupo de pacien­
indistinguible de la provocada con técnicas de ablación tér­ tes oncológicos especialmente delicados, muchos de ellos jóve­
mica. nes y con alta demanda funcional.
■ La consistencia extremadamente fibrosa de los tumores des­ ■ Queda p or determ inar la idoneidad de la ablación quím ica
m oldes dificulta la introducción d e la aguja y a menudo pro­ percutánea com o tratamiento d e prim era línea en pacientes
voca que las agujas de ablación térmica se doblen o tuerzan. en los que puede estar indicada la resección o que no han
recibido quim ioterapia.
■ El objetivo subyacente debería ser disminuir el d olor y m ejo­
rar la función en todos los pacientes, con el objetivo terapéu­
TÉCNICA tico realista d e conseguir una enferm edad estable gracias al
tratamiento.
■ H ay que inform ar al paciente de que el ácido acético no está
■ Es poco frecuente una respuesta completa a la ablación quím ica
aprobado para inyección por la Food and Drug Adm inistra­
percutánea y suele ser necesario un tratamiento combinado.
tion.
■ Se prepara la p iel con un antiséptico.
■ El paciente recibe sedación consciente (citrato de fentanilo y
m idazolam por vía intravenosa) durante la intervención para RESULTADOS
el dolor local provocado por la inyección.
■ Con guiado ecográfico, las agujas se colocan en el centro del ■ Observaciones no publicadas indican que el volum en del
tum or antes de inyectar la sustancia quím ica. tum or disminuye un 30% en el 60% de los pacientes.
■ Después de colocar una a tres agujas dentro del centro del ■ Los pacientes logran una m ejoría de la función y un descenso
tum or se inyecta ácido acético. del dolor.
■ Es preferible el control con ecografía en tiem po real. ■ De hecho, estos pacientes no muestran ya realce central del
■ Es esencial em plear una velocidad d e inyección lenta. tum or en la im agen R M en T i con gadolinio.
■ Generalmente el ácido acético se inyecta a una velocidad ■ En la actualidad el tratamiento se lim ita a los tumores des­
aproxim ada de 0,lm l/15-20s. m oides con un diám etro m áxim o < 10 cm, con tumores
■ Es indeseable inyectar bruscamente la sustancia; la técnica accesibles p or v ía percutánea y con tumores que no englo­
consiste en una dispersión uniform e y gradual de la sustan­ ban ninguna estructura nerviovascular principal ni órgano
cia quím ica. vital.
■ Conform e el ácido acético penetra a través del tumor, la ■ Los pacientes con síntomas recidivantes y realce intratu-
textura hipoecoica inicial del tum or cam bia de inm ediato a moral en la R M y crecim iento local pueden lograr un buen
hiperecoica. resultado con ablación quím ica percutánea adicional.
■ Se sigue inyectando con form e se retira la aguja con lenti­
tud fuera del centro del tum or para intentar dejar el aspecto
interno del tum or con una ecogenia lo más uniform e
posible.
COMPLICACIONES
■ Se retira la aguja después de aspirar para reducir el vertido de ■ Las com plicaciones están relacionadas con lesión de la piel,
ácido acético durante la retirada d e la aguja. nervios, órganos adyacentes y vasos sanguíneos.
■ Se repite el m ism o proceso con la aguja o agujas restantes. ■ Tam bién puede producirse infección en las zonas necróticas
■ En total se inyectan no más de 10 m i de ácido acético al 50% del tum or desmoide.
durante una intervención. ■ Todo paciente con fiebre tras ablación quím ica percutánea
■ La inyección se realiza para conseguir que la ecogenia de los precisa una evaluación para descartar un absceso intratu-
dos tercios centrales del tum or sea lo más uniform e posible. moral.
■ H ay que tener m ucho cuidado de no perm itir la extravasa­ ■ Otras com plicaciones son la hem oglobinuria transitoria por el
ción de la sustancia quím ica por los intersticios del tumor efecto del ácido acético intravascular, eritem a local y dolor a
porque estos tumores desm oides no están encapsulados. la palpación durante varios días después de la intervención.
■ Tam bién hay que asegurarse de que el ácido acético se dis­ ■ La hem oglobinuria es ligera y desparece dos o tres micciones
tribuye por los márgenes periféricos. después de la intervención.
■ Si la periferia del tum or se vu elve hiperecoica durante la inyec­ ■ La m ayoría de los pacientes sufren un síndrom e postablación
ción se detiene la infusión y se recoloca o retira la aguja. con febrícula, d olor local y d olor a la palpación, cansancio y
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Todos los pacientes reciben una dosis parenteral de anti­ malestar.


b iótico de am plio espectro (p. ej., cefazolina, vancom icina) ■ Los pacientes con quemadura cutánea precisan crema tópica
durante la intervención. de sulfam ida y consulta con el cirujano plástico.
■ Es im portante realizar un tratamiento por etapas.
■ Las sesiones terapéuticas se separan de 4 a 5 semanas.
■ Cuando se reintroducen las agujas en las siguientes sesiones
terapéuticas puede encontrarse un líquido estéril m arrón por
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
tejido tumoral necrótico com o consecuencia del tratamiento Y SEGUIMIENTO
previo.
■ Los pacientes reciben el alta tras 4 h de observación con pres­
■ Antes de inyectar más ácido acético se aspira este líquido.
cripción de analgésicos narcóticos orales, antiinflamatorios
no esteroideos y antibióticos.
■ Los pacientes vuelven a la consulta de radiología intervencio­
nista el día siguiente de la intervención para evaluar la inte­
CONTROVERSIAS
gridad de la p iel suprayacente y la presencia de inflamación.
■ La ablación quím ica percutánea es más apropiada para los ■ Los estudios de im agen se repiten aproxim adam ente 4 sema­
pacientes con tumores desm oides relativamente pequeños nas después de la última intervención (preferentemente, RM
(diám etro < 10cm ). con realce por gadolinio).
524 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ El criterio d e im agen de un resultado satisfactorio del trata­ Lecturas recomendadas


m iento es la conversión del tum or en una lesión con señal
Clark SK, Phillips RK: Desmoids in fam ilial adenomatous polyposis.
baja en T I y sin realce p or gadolinio.
B r J Surg 83:1494-1504, 1996.
■ Tras un descenso suficiente del tamaño del tum or para
Reitamo JJ, Scheinin T M , H ayry P: T h e desm oid syndrome: n ew
m ejorar la función o el d olor local, la evaluación clínica y de aspects in th e cause, pathogenesis, and treatment o f the desmoid
im agen se repite a intervalos d e 6 meses. tumor. A m J Surg 151:230-237, 1986.
Bloqueo selectivo de raíz nerviosa

DEFINICIÓN: Inyección de anestésico alrededor de una raiz nerviosa para identificar la localización
de la causa del dolor y aliviar el dolor radicular.

INDICACIONES ■ La localización y distribución del dolor puede representarse


en un mapa de dermatomas y puede ayudar a determ inar si
■ Prueba diagnóstica para identificar el nivel específico donde están afectados uno o varios niveles.
se localiza la causa del dolor ■ El agujero intervertebral es la v ía d e salida del n ervio raquí­
■ Tratamiento del d olor radicular deo desde el conducto central.
■ El b orde anterior del agujero está form ado por la articulación
uncovertebral y el cuerpo vertebral; el pedículo del cuerpo
vertebral superior form a el techo y el pedículo y la lámina del
CONTRAINDICACIONES cuerpo vertebral inferior forman el suelo.
■ Si el paciente tiene sensibilidad a los contrastes, debe reali­ ■ La cara posterior del agujero intervertebral está formada por
zarse profilaxis o puede usarse gadolinio. las facetas articulares superior e inferior de las vértebras
■ Contraindicado con coagulopatía incorregible. adyacentes.
■ Contraindicado con infección vertebral y paravertebral. ■ Los cinco orígenes posibles del d olor son disco, com plejo
■ El neum otorax contralateral o enferm edad pulm onar obs­ articular facetario, m édula espinal y su prolongación com o
tructiva crónica avanzada son contraindicaciones; antes del raíz nerviosa, hueso o cuerpo vertebral y miofascia.
b loqu eo torácico se recom ienda depuración pulm onar para ■ Excepto el dolor m ediado por el hueso que es transmitido
evitar una crisis intraoperatoria. por los nervios segm entarios dentro de la columna, el dolor
es transmitido por la raíz nerviosa.
■ Para la inyección del n ervio C2 se em plea una v ía de acceso
lateral directa o posterior; para la colum na torácica la aguja
INSTRUMENTAL se inclina a lo largo del acceso inferolateral.
■ Fármacos para bloqu eo nervioso (anestésico local, adrena­
lina, corticoide)
■ Los anestésicos se inyectan alrededor de los nervios; el
líquido debe difundir a través de las capas de tejido fibroso
TÉCNICA
antes de alcanzar los axones. ■ El b loqu eo selectivo de raíz nerviosa puede realizarse en la
■ Se consigue una absorción sistémica de anestésico local colum na cervical, torácica, lumbar y sacra.
y el efecto anestésico se prolonga con un vasoconstrictor ■ Posición del paciente: el bloqu eo puede efectuarse con el
(ep in efrin a). paciente sentado, tumbado o en posición oblicua.
■ Las preparaciones de acción prolongada de corticoide epi­ ■ La m ayoría de las inyecciones torácicas y lumbares se reali­
dural prolongan el efecto anestésico local. zan con el paciente en pronación mientras que el bloqueo
■ La dosis recom endada no debería superar 50 m g de trianci- cervical puede efectuarse en posición tumbada o de pie.
nolona u 80 m g de metilprednisolona. ■ Se elige la posición óptim a para lograr la m áxim a exposición
■ Im agen (radioscopia o TC) de la colum na y del agujero intervertebral.
■ La mayoría de las inyecciones se realizan guiadas por radios­ ■ Puede colocarse un cilindro pequeño bajo las caderas o el
copia, pero también puede usarse la TC para guiar la aguja. tórax en posición de pronación y bajo el cuello en posición
■ A guja espinal calibre 22 o 23 con punta biselada de supinación.
■ Si se usa TC, el acceso se hará en el plano axial directo a
menos que se incline el pórtico de la TC.
■ Usar TC perm ite evitar la vasculatura principal de las arterias
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO
vertebrales y carótidas y las ramas d e la arteria subclavia,
■ La fascia circundante, lipom atosa o vascular, puede influir en especialm ente la arteria tiroidea superior.
la selección de la m edicación y determ inar si deberían utili­ ■ H ay que v igilar la arteria medular durante la inyección cervi­
zarse com plem entos com o corticoides o vasoconstrictores. cal para evitar com plicaciones graves.

PUNTOS CLAVE
> El bloqueo selectivo de raíz nerviosa es una técnica excelente para crear una zona de anestesia sobre una
región específica del cuerpo con fines diagnósticos o terapéuticos.
> El mapa de los derm atom as es esencial para determ inar qué nervio debería bloquearse porque la mayor
parte del d olo r se irradia a distancia desde la raíz afectada.
i Debe determinarse el alcance distal de los síntomas en el m apa de los derm atom as y este punto identifica
el nivel que debe tratarse.
> A pesar de cierta uniform idad en la región que cubre el nervio puede haber variaciones entre los pacientes
por la cobertura redundante por la raíz nerviosa adyacente.
> La preparación y colocación correcta del in tensificador de imagen antes de colocar la aguja es clave para
que la inyección sea satisfactoria.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 525


INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

Figura 2. Representación d e los derm atom as neuromusculares


posteriores.

Figura 3. La alin eación paralela de los platillos vertebrales aumenta . , ,


, , , , . . . _ . . , , Fi gur a 4. Proyección frontal de la colum na cervical para b loqueo
el aspecto circular del agujero m tervertebral en p royección obncua. 3 , / - , , , ,
selectivo de la ra íz nerviosa C6 tras m yección de 1 m i con la raíz
n erviosa C6 bien rodeada de contraste.
Blo queo se lectivo de raíz n erviosa

■ D ebería localizarse con precisión la arteria vertebral tortuosa, ■ Se accede a la cara m edial del agujero intervertebral desde la
sobre todo cerca de la base del cráneo y en la base del cuello, cara inferior de la apófisis transversa.
antes de entrar en el agujero transverso. ■ Se usa una aguja curva para tocar la apófisis transversa y
■ En presencia de una masa en el cuello o en el hombro, la TC después se desliza sobre su borde.
es una opción excelente para evitar la transgresión directa de ■ Justo en profundidad a la cara anterior de la apófisis trans­
la masa y para acceder a la raíz nerviosa cervical. versa la aguja cederá hasta contactar con el hueso.
■ Se identifica y m arca el sitio. ■ Se avanza la aguja en dirección lateral a medial.
■ Se preparan la piel y el cam po quirúrgico con técnica esté­ ■ En la proyección anteroposterior la posición de la aguja es
ril. adecuada cuando se aproxim a al tercio lateral del pedículo.
■ Se inyecta anestésico local en los tejidos subcutáneos ■ En la proyección lateral la aguja no debería avanzar por
■ Se coloca el radioscopio para m ejorar la posición y alineación delante de la pared posterior del cuerpo vertebral o del borde
del agujero intervertebral. anterior del agujero intervertebral.
■ Si el ob jetivo es el agujero intervertebral, se usa la proyección ■ N o obstante, puede ser difícil ver el borde anterior del agujero
sitio de p istola o a l fin a l del tubo. intervertebral si la proyección no es una proyección lateral
■ El objetivo es colocar la aguja en posición perineural. verdadera.
■ Se estabiliza una aguja calibre 22 o 23 con el pulgar y el ■ Se inyecta contraste para localizar la raíz nerviosa y verla en
índice o con una pinza de hemostasia mientras se avanza la proyección frontal y lateral.
punta de la aguja. ■ En la colum na lumbar los cuerpos vertebrales son cuadrados
■ Para no puncionar la raíz nerviosa, se visualiza el avance de y sus platillos deben quedar paralelos con el intensificador
la punta de la aguja en proyección lateral y frontal. de imagen.
■ Cuando la aguja está en posición, se inyectan de 0,5 a 1,5 m i ■ El ob je tiv o está b ajo el p edícu lo d e la vértebra y está en la
de contraste para delinear la raíz nerviosa. región de un triángulo de seguridad descrito p or Bogduk
■ El volum en de anestésico inyectado debería ser similar al et al.
volum en de contraste. ■ Esta región está por encim a de la raíz nerviosa emergente.
■ El ob jetivo del contraste es localizar la raíz nerviosa, demos­ ■ Es m ejor el acceso p o r el tubo; la aguja se introduce en los
trar la extensión de propagación de la m edicación, y, quizá, tejidos en dirección paramediana a través del músculo.
evitar la inyección en el espacio epidural. ■ Esta vía de acceso inm ediatam ente por debajo del pedículo
■ L a colocación ideal de la aguja depende del nivel de la y a lo largo del borde superior del agujero intervertebral per­
colum na tratado. m ite evitar la raíz nerviosa emergente.
■ En la colum na cervical, la punta d e la aguja se coloca pos­ ■ En la vía de acceso anteroposterior la aguja no debe sobrepa­
terior al agujero intervertebral. sar en dirección m edial el cuarto lateral del pedículo.
■ Cuando la punta de la aguja se aproxim a al agujero interver- ■ Cuando está en posición, se aspira con la aguja para evitar
tebral hay que tener cuidado para no perforar la raíz nerviosa sangre o líquido cefalorraquídeo.
ni la arteria vertebral. ■ Inyección en la colum na sacra: los agujeros intervertebrales
■ Para la inyección en la colum na cervical, la punta de la aguja son directam ente posteriores y están alineados de m od o que
se coloca cerca de la cara superior externa del agujero inter­ el agujero intervertebral anterior y el posterior se solapan.
vertebral en la posición de las 10 del reloj en la derecha del ■ Está v ía de acceso crea una proyección cefalocaudal m uy
paciente y de las 2 del reloj en la izqu ierda del paciente. inclinada en el intensificador de imagen.
■ El paciente puede colocarse en posición oblicua o puede ■ Tam bién puede inclinarse el intensificador de im agen en
maniobrarse con el intensificador de im agen para abrir el ligera posición oblicua lateral para obtener un círculo más
agujero intervertebral y conseguir el círculo más amplio. am plio del agujero intervertebral.
■ El n ervio sale del agujero intervertebral en dirección antero­ ■ En esta técnica, el intensificador de im agen se coloca en
lateral e inferior para form ar los segm entos del p lexo bra­ posición perpendicular al agujero intervertebral y puede
quial. predecirse la localización de las raíces nerviosas sacras indi­
■ La aguja debe dirigirse para que alcance el borde del agujero viduales.
intervertebral en la cara posterior. ■ La aguja espinal entra en el agujero intervertebral perpendi­
■ La arteria vertebral está por delante de los nervios y atraviesa cular a la superficie posterior del sacro.
el conducto o el agujero transverso; por detrás de la aguja ■ Se avanza la aguja a través del espacio epidural viénd ola en
están las facetas articulares. proyección lateral.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ Para la raíz nerviosa C2 se em plea una vía de acceso lateral ■ La posición de la aguja es adecuada cuando se v e que la
directa o posterior. aguja se acerca al agujero intervertebral anterior y al espacio
■ El trayecto está centrado en un rectángulo creado entre presacro.
la línea lam inar vertebral por detrás y la odontoides por ■ Puede inyectarse contraste para ver el contorno del nervio
delante. sacro.
■ El borde superior está form ado por la lám ina de C l; el suelo ■ En cada n ivel se inyecta una pequeña cantidad de contraste
está form ado por la lámina de C2. (1 a 2 m i) para identificar la raíz nerviosa.
■ Usando una proyección posteroanterior se avanza la punta ■ Esta inyección confirm a tam bién la ausencia de propagación
de la aguja hasta que pase el tercio lateral de la articulación epidural y vascular del contraste.
facetaría. ■ Se inyecta una solución anestésica y un corticoide alrededor
■ A m enudo es necesario abrir la boca del paciente para lograr de la vaina de la raíz nerviosa.
una posición adecuada y determ inar las referencias apropia­ ■ El valor diagnóstico d e la inyección se m antiene si se evita la
das. propagación epidural del contraste.
■ En la colum na torácica la aguja se angula a lo largo d e la vía ■ Con una jeringa de l m l se inyecta l m l d e solución anes­
de acceso inferolateral. tésica.
■ Se inclina el intensificador de im agen para que quede para­ ■ El anestésico inyectado puede ser lidocaína al 1% en la
lelo a los platillos de los cuerpos vertebrales del n ivel que se región cervical o hasta al 4 % en la región lumbar; puede
va a tratar. usarse bupivacaína al 0,5% .
528 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ El contraste inyectado se v e en dos proyecciones para confir­ ■ Es posible la fuga de líquido cefalorraquídeo a través de un
mar la ausencia de com unicación vascular. desgarro en la vaina d e la raíz nerviosa, así com o la punción
■ La inyección debe ser suave y sin presión excesiva. directa del nervio y la inyección directam ente en la raíz ner­
■ Se inyectan volúm enes pequeños para evitar efectos adversos viosa.
respiratorios o cardíacos. ■ Puede producirse una lesión isquém ica medular, sobre todo
■ D ebe vigilarse al paciente para detectar cam bios en la per­ en la región paravertebral izquierda, si se laceran o se inyecta
cepción del dolor. directam ente en las arterias medulares.
■ En la región cervical, la inyección en la arteria vertebral o en
la arteria m edular conlleva riesgo de em bolia gaseosa que
puede causar un ictus.
RESULTADOS ■ El efecto colateral más frecuente de la inyección es el dolor
cervical o en la espalda por colocación de la aguja a través de
■ Los volúm enes más grandes pueden extenderse a la rama
los músculos paravertebrales.
m edial del n ervio en dirección posterior o anterior, pueden
■ Puede haber una reacción tóxica sistémica cuando se usa
afectar al n ervio simpático y entorpecer la inform ación diag­
un volum en grande d e anestésico con parestesia perioral,
nóstica.
náusea y mareo.
■ Pang et al. estudiaron la eficacia d e los bloqu eos selectivos y
los usaron para determinar el nivel im plicado com o causa del
dolor radicular.
■ Se ha observado que la agina no isquém ica y el dolor torá­
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
cico anterior crónico tienen una respuesta positiva al bloqueo
selectivo de raíz nerviosa en la región T5, T 6 o T7. Y SEGUIMIENTO
■ N o solo se ha com probado que el m apa tiene valor diagnós­ ■ Después de la intervención, el paciente perm anece en obser­
tico, sino que D erby et al. usaron tam bién el m apa y el b lo­ vación durante un corto p eríodo de tiem po; si no se aprecia
queo selectivo de raíz nerviosa para pronosticar el resultado debilidad m otora puede recibir el alta.
quirúrgico.
■ N orth et al. hallaron que el fracaso d e un b loqu eo temporal
para aliviar el d olor pronostica el fracaso de la intervención
Lecturas recomendadas
quirúrgica. Bogduk N , A p ril C, D erby R: Selective n erve root blocks. In W ilson
■ Slipman et al. observaron un descenso significativo del dolor DJ, editor: Interven tion a l Radiology o f the M usculoskeletal System,
a una media de 5,8 m eses en el 60% de los pacientes con radi­ London, Edward Arnold, 1995, pp. 122-132.
Derby R, Garrett K, Saal JA, et al: Response to steroid and duration o f
culopatía cervical y dolor espondilótico cervical atraumático.
radicular pain as predictors o f surgical outcome. Spine 17:176-183,
■ La pericia del m édico experto com binada con el uso de un
1992.
m apa de d olor para evaluación puede alcanzar un alto grado Kikuchi S: Anatom ical and experim ental studies o f nerve root
de fiabilidad respecto al efecto beneficioso del b loqu eo selec­ infiltration. N ip p on Seikeigecka Gakkai Za ssh i 567:605-614, 1982.
tivo de raíz nerviosa. North RB, K idd DH, Zahurak M , Piantadosi S: Specificity o f diagnostic
nerve blocks: a prospective, random ized study o f sciatica due to
lum bosacral spine disease. Pa in 65:77-85, 1996.
Pang W W , H o ST, Huang M H: S elective lum bar spinal n erve block, a
COMPLICACIONES review. A cta A nesthesiol Sin 37:21-26, 1999.
Slipm an CW, Lip etz JS, Jackson HB, et al: Therapeutic selective
■ Puede haber infección, hem orragia y reacciones alérgicas al nerve root block in th e nonsurgical treatment o f atraumatic
contraste o al anestésico; si se introduce demasiado la aguja cervical spondylotic radicular pain: a retrospective analysis with
puede producirse perforación intestinal o visceral. independent clinical review. A rch Phys M e d Rehabil 81:741-746,
■ En los bloqueos torácicos puede producirse un neumotorax. 2000.
Bloqueo del ganglio estrellado

DEFINICIÓN: El bloqueo del ganglio estrellado consiste en inyectar anestésico en una zona del
ganglio estrellado para tratar neuropatias y dolor en la extremidad superior, tórax, cara y cuello.

INDICACIONES ANATOMIA Y VIA DE ACCESO


■ Isquem ia, vasoespasmo arterial y lesiones p or congelación ■ El ganglio estrellado es la porción fusionada del séptimo ganglio
en la extremidad superior simpático cervical y del primer ganglio simpático torácico.
■ Síndrome de dolor regional complejo (SDRC): SDRC-I (también ■ El ganglio estrellado está por delante del músculo largo del
denominado distrofia simpática refleja) y SDRC-n (también deno­ cuello que está justo anterior a las apófisis transversas de la
minado causalgia) séptima vértebra cervical y de la primera vértebra torácica.
■ D olor neuropático ■ El ganglio está en posición anteromedial respecto a la arteria
■ Tratamiento de síndromes dolorosos com o la enferm edad de vertebral; m edial a la arteria carótida común, vena yugular
Raynaud y la triada de M éniére y nervios laríngeos recidivantes, y lateral a la tráquea y el
■ Herpes zóster agudo y neuralgia postherpética en la cara o en esófago.
las regiones cervical inferior o torácica superior ■ El vértice pulm onar está p or delante y por debajo del ganglio
■ D olor de extremidad fantasma estrellado.
■ La vía de acceso usada con más frecuencia para bloqu eo del
ganglio estrellado es la anterior.
■ Aunque este bloqu eo es bastante rápido y sencillo utilizando
CONTRAINDICACIONES solo referencias anatómicas, muchos cirujanos prefieren
■ Coagulopatía, trom bocitopenia o tratamiento anticoagulante hacer el b loqu eo con guiado radioscópico o TC.
■ N eum otorax contralateral u otros trastornos respiratorios ■ Antes de hacer el bloqu eo, debe realizarse una selección ade­
■ Parálisis d e la cuerda vocal contralateral cuada del paciente m ediante anamnesis y exploración física
■ M iocardiopatía, infarto de m iocardio reciente o defecto de exhaustivas.
conducción
■ Glaucoma (contraindicación relativa)

TÉCNICA
■ El paciente se coloca en posición d e supinación con un cilin­
INSTRUMENTAL
dro bajo el hom bro para extender el cuello.
■ Bandeja para intervención y paños estériles ■ La cabeza debe estar en posición neutra o ligeram ente rotada
■ A guja de 3,75 cm calibre 22 hacia el lado contrario.
■ Preferible con bisel-B ■ P or lo general se conectan sondas d e tem peratura cutánea
■ T\ibos de extensión a los dedos d e ambas m anos y se m ide la tem peratura
■ Contraste radiopaco cutánea antes, durante y después d e b loqu eo del ganglio
■ Bupivacaína al 0,25 % , lidocaína al 1 % o ambos estrellado.
■ Si se usa lidocaína el bloqu eo com pleto se consigue en ■ Con técnica estéril se identifica la cara m edial del músculo
15 m in y dura hasta 90 min esternocleidom astoideo del m ism o lado a n ivel de la hendi­
■ Con bupivacaína el bloqu eo com pleto tarda hasta 30 m in y dura cricotiroidea.
dura hasta 4 o 6 h ■ Se desplaza el músculo hacia lateral con dos dedos de la
■ Si se m ezcla lidocaína y bupivacaína, se logra el inicio del m ano no dom inante mientras se com prim en simultánea­
b loqu eo de la lidocaína y la duración de la bupivacaína mente los tejidos suprayacentes.
■ M onitores cardiovasculares ■ Deberá ser palpable la apófisis transversa de C6 (tubérculo
■ V ía intravenosa de Chassaignac).
■ Instrumental para las vías respiratorias (laringoscopios, ■ Esta com presión del tejido se hace para reducir la distancia
tubos endotraqueales, oxígen o) entre la p iel y el hueso y desplazar el vértice pulm onar hacia
■ Fármacos para reanim ación inferior y la arteria carótida o la vena yugular hacia lateral.

PUNTOS CLAVE
> El bloqueo del ganglio estrellado es un com plem ento útil para d iagnosticar y tratar síndromes dolorosos
faciales y de la extrem idad superior.
> Las in dicaciones son d olo r neuropático, SDRC y vasoespasmo, incluyendo el fenóm eno de Raynaud,
i El bloqueo del ganglio estrellado es relativamente seguro en pacientes con función respiratoria
y cardiovascular normal.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 529


530 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

hioides
tiroides
cervical medio

Hendidura
cricotiroidea

estrellado
Tubérculo de
Chassaignac
(apófisis
transversa C6)

Figura 1. A n ato m ía y técnica. (Tom ado de W aldm an SD: Atlas


o f Interventional Pain M anagem ent, ed 2. Phila delp hia, W B
Saunders, 2001.)

Figura 2. Proyección posteroanterior de la colocación de la


a g u ja p a ra b lo qu e o del g a n g lio estrellado derecho. La aguja
se coloca lateral al cuerpo vertebral C6 y se conecta a un tubo de
extensión.

Largo del cuello -

„ Masa lateral
Cuerpo vertebral-------- >•

Músculo escaleno

Figura 3. Proyección posteroanterior tras inyección de 1 m i de


yohexol. El contraste esb oza el m úsculo largo d el cu ello y también
se propaga hacia abajo p or el m úsculo escaleno.
Figura 4. P royección lateral con propagación de contraste por
delante d e la colum na vertebral.
Blo queo del g a n glio estrellado

■ Es im portante identificar las pulsaciones de la arteria carótida ■ Otra técnica que puede ser útil es la ablación por radiofre­
mientras se desplazan los tejidos para disminuir el riesgo de cuencia del ganglio estrellado.
inyección intraarterial.
■ Se conecta la aguja a una jeringa con anestésico local y tubos
de extensión, y se expulsa el aire antes de la inyección.
■ Se inyecta una pequeña cantidad de anestésico local en el RESULTADOS
tejido subcutáneo.
■ Se avanza la aguja de 3,75 cm calibre 22 m edial a la arteria ■ El éxito del b loqu eo simpático de la cara se manifiesta por
carótida y lateral a la tráquea hasta contactar con la apófisis síndrom e de Horner en el m ism o lado: miosis, ptosis, anhi­
transversa de C6 (habitualm ente < 2 ,5 cm ). drosis y enoftalm os.
■ Si la aguja entra más de 2,5 cm, su punta puede estar locali­ ■ Otros síntomas asociados al bloqu eo simpático d e la cara son
zada entre las apófisis transversas de C6 y C7 congestión nasal e hiperem ia conjuntival.
■ Si es así, debería retirarse hasta la piel y avanzarla ligera­ ■ Es posible que no haya b loqu eo simpático de la extremidad
m ente más hacia arriba, hasta alcanzar la apófisis trans­ superior a pesar de un bloqueo facial com pleto.
versa. ■ El b loqu eo simpático efectivo de la extremidad superior
■ Cuando se alcanza el hueso, se retira la aguja lm m apro­ aumenta la temperatura de la p iel en la misma.
xim adam ente para sacar su punta del vientre del músculo ■ La temperatura cutánea alcanza por lo general el lím ite infe­
largo del cuello. rior de la temperatura central; p or lo general, una elevación
■ Tras una aspiración suave, se hace una prueba con 0,5 m i de tan escasa com o 1,5 °C indica un b loqu eo efectivo.
lidocaína con adrenalina para descartar la inyección intra­ ■ Otros síntomas adicionales son la dilatación de las venas
vascular en la arteria vertebral. de la m ano y antebrazo, una prueba de sudor positiva, la
■ La inyección intravascular produce lenguaje confuso, dete­ presencia de reflejo p sicogalvánico y los cam bios pletism o-
rioro cognitivo o convulsiones. gráficos.
■ Después de confirm ar la colocación extravascular, deberían ■ La ausencia de m ejoría del dolor no indica que el bloqueo
inyectarse de 10 a 12 m i de lidocaína m ezclada con bupiva- del ganglio estrellado haya sido un fracaso; es posible que el
caína en proporción 1:1 dolor no m ejore a pesar de que se consiga el bloqueo.
■ Se realizará una aspiración creciente cada 3 a 4 m i inyectados
para descartar el desplazam iento intravascular de la punta de
la aguja.
■ Puede usarse guiado radiográfico para facilitar la interven­ COMPLICACIONES
ción.
■ Puede haber hem orragia inespecífica e infección; pocos
■ Por lo general, se usa radioscopia para identificar el tubér­
pacientes presentan hem atoma que puede llegar a obstruir
culo de C6.
las vías respiratorias.
■ A continuación, se introduce la aguja con la técnica explicada.
■ La difusión de anestésico local alrededor del n ervio laríngeo
■ Se inyecta contraste antes que anestésico local para determ i­
recidivante cercano puede provocar ronquera, disnea subje­
nar la propagación probable del material inyectado.
tiva, disfagia o un n udo en la garganta.
■ El contraste debe estar anterior a las apófisis transversas y
■ Puede producirse disfagia por una lesión en el esófago; el
lateral al cuerpo vertebral.
neum otorax es otra posible com plicación.
■ D ebe realizarse la prueba con lidocaína incluso si se usa
■ L a afectación del n ervio frénico puede causar disnea o
guiado radioscópico.
incluso insuficiencia respiratoria, sobre todo en paciente con
■ Si la aguja está demasiado m edial, el material inyectado
enferm edad pulm onar previa.
puede quedar sobre los cuerpos vertebrales.
■ La inyección intraarterial accidental puede provocar convul­
■ Un b loqu eo simpático adecuado de la extremidad superior
siones de inm ediato.
debe abarcar la cadena sim pática torácica.
■ El avance incorrecto de la aguja en dirección cefálica puede
■ Para garantizar la propagación torácica se inyectan de 10 a
provocar una inyección epidural, subdural o intratecal.
15 m i d e anestésico local.
■ Aunque es infrecuente, se han observado cam bios hem odi-
■ Otras m edidas para facilitar la propagación inferior de la
námicos com o hipertensión grave.
m edicación son colocar al paciente en posición de 30 grados
cabeza arriba inm ediatam ente después de la inyección y
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

colocar la aguja en C7.


■ El riesgo de neum otorax es m ayor al colocar la aguja en C7.
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
■ Tras bloqu eo del ganglio estrellado hay que m onitorizar al
CONTROVERSIAS
paciente para confirm ar la estabilidad respiratoria y cardio­
■ El bloqu eo del ganglio estrellado tiene varias indicaciones y vascular.
puede haber algunas más en el futuro. ■ La duración de la m onitorización depende del tipo de anes­
■ El estudio com plem entario de su aplicación en el control tésico local usado para b loqu eo del ganglio estrellado.
del dolor postoperatorio puede ofrecer otra técnica efectiva ■ La respuesta a largo plazo tras bloqu eo del ganglio estrellado
contra el d olor regional que puede m ejorar la evolución del es diversa; habitualm ente se realizan dos o tres bloqueos
paciente. antes de decidir si el bloqu eo es efectivo.
■ El guiado TC para b loqu eo del ganglio estrellado puede ser ■ En los pacientes en los que el bloqu eo del ganglio estrellado
más seguro y perm ite distinguir m ejor los tejidos blandos y es efectivo puede ser necesario repetirlo cada pocas semanas
la vasculatura. o m eses durante un período de varios años.
532 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ En los síndromes dolorosos específicos suele ser más efectivo Galer BS, Schwarta L, A llen RJ: Com plex regional pain
un tratamiento com binado (fármacos, fisioterapia y orienta­ syndromes— type I: reflex sympathetic dystrophy, and type II:
ción psicológica). causalgia. In Loesser JD, Butler SH, Chapman CR, T\irk DC,
editors: B onica ’s M an a gem en t o f Pain, 2nd ed. Philadelphia,
Lippincott W illiam s & W ilkins, 2001, pp 388-411.
Raj PP, Anderson SR: Stellate ganglion block. In W aldm an SD, editor:
Lecturas recomendadas Interven tion a l P a in M anagem ent, 2nd ed. Philadelphia, W B
Cepeda M S, Carr DB, Lau J: Local anesthetic sympathetic blockade Saunders, 2001, pp 363-372.
for com plex regional pain syndrome. Cochrane Database Syst Rev Raja SN, G rabow TS: Com plex regional pain syndrom e I (reflex
4:CD004598, 2005. sympathetic dystrophy). Anesthesiology 96:1254-1260, 2002.
Inyección facetaría

DEFINICIÓN: Anestesia de la articulación facetaría mediante inyección de anestésico local para


aliviar el dolor por síndrome facetario.

■ Anestésico local
INDICACIONES ■ Para b loqu eo facetario
■ El síndrom e facetario es una anom alía d e la articulación face­ ■ Inyección diagnóstica: lidocaína al 2% (0,5 a lm l ) o bupi­
taría que produce dolor agudo o crónico en la región torácica vacaína al 0,25% a 0,5% (0,5 a lm l)
posterior, espalda o cuello. ■ Inyección terapéutica: bupivacaína al 0,25 % con corticoide
(inyección extracapsular: 2 a 3 m i volum en total; inyección
intraarticular: 1 a 2 m i volum en total
■ Corticoide
CONTRAINDICACIONES ■ Para inyección facetaría
■ Acetón ido d e triancinolona, 20 a 40 m g
■ Rechazo del paciente, infección sistémica, infección de la piel
■ Acetato de m etilprednisolona, 20 a 40 m g
en la zo n a d e inyección, coagulopatía (IN R > 1 ,2 ) y trombo-
■ Acetato de betametasona, 3 a 6 mg
citopenia (plaquetas <50.000/mm3)
■ Im posibilidad para decúbito prono o para tolerar la interven­
ción p or otro m otivo
■ Embarazo
■ A lergia al contraste o a anestésico local
■ D isfunción psicológica sin tratamiento y déficits neurológicos ANATOMIA Y VÍA DE ACCESO
p revios que pueden confundirse u ocultar las com plicaciones ■ La faceta es una zo n a plana y lisa de hueso que por lo gene­
de la intervención ral está cubierta por cartílago y se articula con otro hueso.
■ Cada vértebra tiene cuatro facetas articulares, dos superiores
y dos inferiores, que se proyectan desde la lám ina vertebral.
■ Cada faceta articula con una faceta opuesta de la vértebra adya­
INSTRUMENTAL
cente, sacro o cráneo para formar una articulación facetaría.
■ M onitores ■ Las articulaciones facetarías vertebrales son verdaderas arti­
■ Presión arterial culaciones sinoviales con cápsulas fibrosas que lim itan el
■ Pulsioximetría arco de m ovilidad y distribuyen el peso axial.
■ Electrocardiografía ■ La articulación tiene una orientación sagital en la región
■ M aterial para preparación estéril de la piel y del cam po qui­ lumbar, coronal en la torácica y cefalocaudal en la columna
rúrgico cervical.
■ Aguja ■ La porción anterior de la articulación está muy próxima al ligamento
■ Calibre 25, para infiltrar la p iel con lidocaína al 1% amarillo y en realidad puede fusionarse con dicho ligamento.
■ Agujas espinales ■ Está inervada por la rama m edial cervical, rama m edial pos­
■ Calibre 22; 9 cm de largo para la m ayoría de los bloqueos y terior torácica y rama m edial del n ivel vertebral de la articu­
12,5 para pacientes obesos o grandes lación y de un n ivel por encim a.

PUNTOS CLAVE
i El dolor de espalda o de cuello es uno de los síntomas más frecuentes y provoca bastante malestar y coste
económ ico.
i La articulación facetaría o cigapofisaria es una articulación sinovial verdadera q ue com prende d os de las
tres superficies articulares de la vértebra.
> La articulación facetaría recibe su inervación de las ramas mediales de los ramos prim arios posteriores.
i Una anomalía en la articulación facetaría puede causar d olo r agudo o crónico en la región torácica posterior,
espalda o cuello denom inado síndrome facetario; la afectación del cuello puede causar cefalea de origen
cervical.
i Las inyecciones en las articulaciones facetarías y los bloqueos de la rama medial pueden tener fines
diagnósticos o terapéuticos.
i La regla de oro para el diagnóstico es la respuesta positiva repetida al bloqueo facetario.
> El tratam iento consiste en inyectar un corticoide en la articulación o en la neuroablación del nervio.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 533


534 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

Figura 1. A n ato m ía d e la articu lación cigapofísaria lu m bar. (Tom ado de W aldm an SD : Atlas o f In terven tion al Pain M anagem ent, ed 2.
Phila delphia, W B Saunders, 2001.)
In yección fa c e ta ría 535

Figura 2. Radioscopia anteroposterior de un bloq u eo de la rama


m edial L3 con la aguja en la un ión entre apófisis transversa y
apófisis articular superior L4 bilateral.

F igura 3. Proyección o blicu a lateral derecha de u n b lo qu eo de


ram a m ed ial L3. Los asteriscos marcan los puntos de b loqueo
para las ramas m ediales L4 y L5.

Apófisis espinosa

Rama medial
principal
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

superior

Ramo anterior

anterior
Ganglio Arteria vertebral
raquídeo

Figura 4. A n ato m ía d e l a articu lación cigapo fisaria cervical. (R eproducido d e W aldm a n SD: Atlas o f Interventional Pain M anagem ent,
ed 2. Phila delp hia, W B Saunders, 2001.)
536 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ Se inyecten de 0,25 a 0,5 m i de lidocaína o bupivacaína para


TÉCNICA anestesiar la rama medial.
■ El paciente debe colocarse en pronación con alm ohadas ■ Bloqueo diagnóstico de ram a m edial torácica: se coloca al
bajo el abdom en y el tobillo para su com odidad y para dism i­ paciente en pronación sobre la mesa de radioscopia.
nuir la lordosis lumbar. ■ Pueden usarse marcadores radiopacos para identificar los
■ D eben utilizarse m onitores y oxígeno com plem entario, y puntos de entrada de la aguja adecuados.
puede ser necesario sedar al paciente. ■ Se anestesia la piel con lidocaína al 1 %.
■ Para el bloqu eo diagnóstico debería evitarse la sedación si es ■ En proyección anteroposterior se inserta una aguja calibre 22
posible porque puede dificultar la evaluación de la respuesta hasta que contacta con el borde superolateral de la apófisis
del paciente a la inyección. transversa y se inyectan 0,5 m i de anestésico local.
■ Preparación estéril de la piel y del cam po quirúrgico. ■ H ay que tener cuidado para no producir un neum otorax
■ Se usa radioscopia para identificar la referencia anatómica. durante el bloqu eo de rama m edial torácica.
■ B loqueo dia gnóstico de la ram a m edial lum bar: se usa un
m arcador radiopaco para identificar el punto de entrada en
la piel.
■ Se anestesia la p iel con lidocaína al 1% con una aguja cali­ RESULTADOS
bre 25.
■ La inyección facetaría es diagnóstica de síndrom e facetario si
■ En proyección anteroposterior se introduce una aguja calibre 22
el paciente logra un descenso del 50% en la puntuación del
con fiador, y se dirige la punta a la apófisis transversa y a la
dolor 30 min después de la intervención.
apófisis articular superior.
■ Se considera un éxito si el paciente está sin d olor a los
■ Se consigue entrando en contacto d e m odo intencionado con
3 m eses de la intervención.
la lám ina sobre el pedículo y deslizando después la aguja
■ Los pacientes con cambios en la articulación facetaría en la
sobre el hueso en dirección superior.
gam m agrafía ósea responden m ejor a la inyección d e corti­
■ Tam bién puede colocarse la punta de la aguja, o confirmarse
coide en la faceta que los que no presentan dichos cambios.
su posición, con una proyección oblicua.
■ Tras una aspiración sin sangre, se hace una inyección diag­
nóstica con 0,5 a 1 m i de lidocaína o bupivacaína.
■ Para el b loqu eo de la rama m edial L5 debería identificarse el
ala sacra.
COMPLICACIONES
■ Los bloqueos deberían realizarse al n ivel y un n ivel por ■ D olor postintervención
encim a d e la articulación facetaría afectada. ■ Infección
■ Inyección de la a rticulación facetaría lum bar: se rota el apa­ ■ Rotura capsular facetaría
rato de radioscopia a posición oblicua hasta que está en el ■ Punción dural con o sin anestesia m edular o m edular total y
plano de la región posterior de la articulación. cefalea medular
■ Es p osible que la articulación facetaría no esté en un plano, ■ Reacciones alérgicas
que tenga form a de C y, por tanto, no se vea toda la articula­ ■ Respuesta vasovagal
ción en una proyección radioscópica. ■ N eum otorax y hem orragia
■ Con una inclinación apropiada los bordes de la articulación
quedarán bien definidos.
■ Se rota el aparato d e rad ioscop ia en p o s ic ió n ob licua
hasta qu e está en el p lan o d e la región p osterior de la ASISTENCIA POSTOPERATORIA
articulación.
Y SEGUIMIENTO
■ Se avanza una aguja espinal a la articulación y se inyectan
0,1 a 0,3 m i de contraste para confirm ar la posición intraarti- ■ Después de la inyección de la articulación facetaría o blo­
cular. queo de rem a m edial se vigila al paciente durante 15 a 30 min
■ Una v e z confirm ada la posición correcta, se administra un para detectar m ejoría o em peoram iento del d olor cervical o
volum en total < 1-2 mi. de espalda.
■ La inyección debería realizarse con lentitud, y si el paciente ■ Si se em plea sedación, es precisa una m onitorización de
nota dolor no debe inyectarse más volum en. al m enos 30 m in después de la intervención o hasta que el
■ B loqueo diagnóstico de ram a m edial cervical: se coloca el paciente cum pla los criterios d e alta.
paciente en pronación con el cuello en posición neutra (es ■ Antes del alta deben evaluarse las puntuaciones de dolor en
decir, mirando directam ente al suelo). reposo y al andar.
■ Puede usarse un colocador específico o pueden colocarse ■ Deberían darse instrucciones d e alta con un diario de dolor;
almohadas bajo el tórax y la frente. se inform ará al paciente de que debe solicitar asistencia
■ Se usa un marcador radiopaco para identificar el punto de m édica si aparecen signos o síntomas d e com plicaciones.
entrada en la piel. ■ Los pacientes con b loqu eo diagnóstico deberían ser revisa­
■ Se anestesia la p iel con lidocaína al 1 %. dos en la consulta en 2 a 6 semanas.
■ En proyección anteroposterior se inserta una aguja calibre 22 ■ Los pacientes con b loqu eo terapéutico deberían ser revisados
con fiador hasta que contacta con el punto m edio o la cintura en 2 a 4 meses.
del m acizo articular en su borde lateral.
■ En proyección lateral se avanza la punta de la aguja fuera del Lecturas recomendadas
m acizo hasta que está justo por delante del borde posterior
Berven S, Tay BB, Colman W, H u SS: T h e lum bar zygapophyseal
de las articulaciones facetarías.
(facet) joints: a role in the pathogenesis o f spinal pain syndromes
■ N o es necesario avanzarla más para un b loqu eo diagnóstico
and degenerative spondylolisthesis. Sem in N eu ro l 22:187-196,
pero sí para neurólisis facetaría. 2002.
In yección fa ce ta ría

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Inyecciones perirradiculares percutáneas

DEFINICIÓN: Las inyecciones periganglionares lumbares y cervicales son una técnica empleada con
frecuencia por su seguridad, eficacia y bajo coste en pacientes con dolor radicular lumbar y artropatía
facetaría.

INDICACIONES TÉCNICA
■ Por lo general, los pacientes tienen una pequeña hernia de ■ Se marca la zona
núcleo pulposo con dolor radicular causado por com presión ■ Se prepara la piel con un antiséptico.
del n ervio adyacente. ■ H ay que canalizar una v ía intravenosa a todos los pacientes
por si sufren una reacción vagal.
■ Se emplea una aguja Chiba calibre 20 a 22 para controlar mejor
la punta de la aguja y lograr un control adecuado de la aguja.
CONTRAINDICACIONES ■ Cuando la punta está en el agujero intervertebral cerca del
ganglio, se inyecta lentam ente aproxim adam ente l m l de
■ Hipertensión contraste para evitar las estructuras vasculares.
■ Glaucoma ■ Puede inyectarse corticoide (acetato d e m etilprednisolona, 20
■ Úlcera gástrica a 40 m g) lentamente para evitar el reflujo cerca de la aguja.

Terapia con ozono-oxígeno


■ La posición de la aguja es la m ism a pero se inyectan 10 m i de
INSTRUMENTAL una m ezcla de ozono-oxígeno de 30 a 35mg/ml.
■ Radioscopia convencional ■ A n ivel lum bar se añade anestesia local (p. ej., lidocaína al
■ TC 1 a 2 % ), pero debería evitarse en la zo n a cervical
■ Es im portante realizar una TC antes de la radioscopia para ■ Es necesario conocer bien la anatom ía antes de poner la
descartar un asa intestinal retropsoas. punta de la aguja en la región posterior del agujero interver­
■ A guja Chiba calibre 20 a 22 tebral para evitar el contacto con la arteria vertebral.
■ Contraste
■ Corticoide
■ Acetato de m etilprednisolona, 20 a 40 m g
■ M ezcla ozono-oxígeno CONTROVERSIAS
■ 10 m i de 30 a 35mg/ml ■ La eficacia de este tratamiento a largo plazo difiere cuando se
revisan los datos publicados.
■ La seguridad y la sencillez de la técnica indican que es una
buena técnica m ínim am ente invasiva antes d e em plear un
a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o tratamiento más agresivo.
■ L a raíz nerviosa posterior recibe fibras nerviosas por los
ligamentos longitudinales posteriores directamente desde el
anillo fibroso, articulación facetaría, estructuras musculares
RESULTADOS
y saco tecal.
■ Las fibras nerviosas im plicadas en la transmisión del dolor ■ Se han publicado muchos estudios con buenos resultados en
medular son A 8 y C. el seguim iento a corto plazo.
■ Las fibras A 8 son responsables de la transmisión del dolor ■ Los resultados a largo p lazo son insatisfactorios en el 40 a
punzante mientras que las fibras C transmiten el d olor pro­ 65 % de los pacientes tratados.
fundo y constante. ■ Los pacientes con lum balgia y ciática tienen m ejores resul­
■ El núcleo pulposo puede provocar un proceso inflam atorio tados tras tratamiento com binado m ediante inyección de
m ediante un m ecanism o no inm unitario m ediado por sus­ corticoide y terapia con ozono-oxígeno periganglionar que
tancia inflam atorias identificadas en el núcleo. solo con corticoide periganglionar.

PUNTOS CLAVE
i Las inyecciones periganglionares cervicales y lumbares son una técnica usada con frecuencia por su
seguridad, eficacia y bajo coste,
i La terapia con ozono-oxígeno y la inyección de corticoide tienen mejores resultados q ue solo inyección de
corticoide periganglionar.

538 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


In y e cc io n e s perirrad icu lare s perc utáneas 539

F igura 2. TC a x ia l e n u n p a c ie n te e n p o s ic ió n d e p ro n a ció n .
Figu ra 1. T C a x ia l e n u n p a c ie n te e n p o s ic ió n d e p ro n a ció n . La
A ñ a d ir 1 m i de contraste a la m ezcla d e corticoide y anestésico
aguja está en el agujero in tervertebral L4-L5 izquierdo.
p erm ite observar la distribución perigan glion ar y epidural del
corticoide.

Bowm an SJ, W edderburn L, W h aley A , et al: Outcom e assessment


COMPLICACIONES after epidural corticosteroids injection for lo w back p ain and
sciatica. Spine 18:1345, 1993.
■ N o se han descrito com plicaciones graves con esta interven­
Buchner M , Zeifan g F, Brocai DR, S chiltenw olf M: Epidural
ción si se em plea una técnica correcta.
corticosteroid in jection in the conservative management o f
■ Es útil evitar la anestesia periganglionar durante la infiltra­ sciatica. C lin O rthop Relat Res 375:149-156, 2000.
ción cervical para evitar com plicaciones respiratorias. Furman M B, O ’ Brien EM, Zgleszew ski T M : Incidence o f intravascular
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Karppinen J, M alm ivaara A , Kurunlahti M , et al: Periradicular
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■ Los pacientes pueden ponerse en p ie inm ediatam ente des­ 2001.
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discectom y m ay predispose to infection. S pine 25:516-519, 2000.
■ Por lo general no es necesario añadir medicación.
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Inyección epidural de corticoide

DEFINICIÓN: La inyección epidural de corticoide puede ser una alternativa efectiva a la cirugía en
algunos pacientes y puede mejorar a otros en los que la cirugía ha fracasado.

■ Preparado de corticoide
INDICACIONES ■ Diacetato d e triancinolona, 40 a 80 mg
■ Radiculopatía o radiculitis: por hernia del núcleo pulposo y ■ Acetato de m etilprednisolona, 20 a 40 m g
estenosis degenerativa ■ Betametasona, 6 a 12 m g
■ Estenosis vertebral: central o neuroforaminal ■ Anestésico local sin conservante
■ Espondilosis que produce dolor axial ■ Lidocaína
■ D olor axial no irradiado ■ Bupivacaína
■ Síndrome de dolor miofascial ■ Suero salino para diluir el corticoide
■ Artropatía facetaría y sacroilíaca ■ V ía intravenosa para inyección cervical o torácica
■ Claudicación neurógena ■ Instrumental de reanim ación y de v ía respiratoria
■ Pulsioximetría
■ M onitor de presión arterial
■ Electrocardiografía
CONTRAINDICACIONES
■ Coagulopatía
■ Trom bocitopenia ANATOMIA Y VIA DE ACCESO
■ Paciente en tratamiento anticoagulante
■ Infección local o sistémica ■ La vía de acceso interlaminar es la más utilizada hacia el espacio
■ Contraindicaciones relativas: diabetes mal, glaucoma e inmuno- epidural, en ocasiones se denomina vía de acceso translaminar.
depresión ■ La v ía de acceso interlam inar es la m ejor elección en pacien­
■ Riesgo elevado d e hem orragia o infección tes con síntomas cervicales o lumbares bilaterales.
■ Corticoides inyectados que pueden em peorar el glaucom a y ■ La v ía de acceso transforaminal es adecuada para los sín­
el control de la glucem ia en diabéticos tomas unilaterales pero se asocia a aum ento del riesgo de
lesión del n ervio y de la médula espinal.
■ La v ía de acceso caudal es la v ía de acceso más segura al
espacio epidural.
INSTRUMENTAL
■ TC
■ Radioscopia TECNICA
■ Paños
■ Estériles Interlaminar
■ A guja Touhy ■ Se accede a la colum na lumbar.
■ Para inyección en la línea m edia ■ Se coloca al paciente en pronación con una alm ohada bajo
■ Calibre 17 a 18 para inyección lumbar la parte inferior del abdom en para disminuir la curva de la
■ Calibre 20 para inyección cervical colum na lumbar y abrir el espacio interlaminar.
■ A guja espinal ■ Se usa la proyección radioscópica anteroposterior para iden­
■ Calibre 22 para inyección transforaminal o caudal tificar el n ivel afectado en la línea media.
■ Tubos de extensión ■ Tras lim pieza y preparación estéril se infiltra la piel con lido­
■ Para inyección transforaminal caína.
■ Solución de contraste inyectable ■ Se introduce con cuidado una aguja Touhy calibre 17 o 18
■ Yohexol con fiador a través de la zo n a de la p iel anestesiada y se
■ Yopam idol avanza hasta el ligam ento supraespinoso.

PUNTOS CLAVE
i La inyección epidural de corticoide se usa de m odo generalizado para tratar m uchos síndromes vertebrales
lumbares.
i Está in dicada para radiculopatía, estenosis vertebral, discopatía degenerativa, síndrome doloroso
poslaminectom ía, espondilosis e incluso lumbalgia inespecífica.
i Pueden inyectarse corticoides en el espacio epidural cervical, torácico o lumbar.
i La localización anatóm ica debería corresponder a la anomalía.
i Las tres vías de acceso al espacio epidural son interlam inar en la línea media, transforam inal lateral
y caudal.
i La elección de una técnica concreta debería e star basada en los síntomas, trastorno y anatom ía del
paciente.
i El guiado radiológico y la radioscopia o la TC aumentan m ucho la tasa de é xito de cualquier vía de acceso.

540 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Inyección e p id u ra l de c o rtic o id e 541

L2
H
P e d íc u lo L3

Apófisis espinosa L3

f
, P ro p a g a c ió n d e l contraste

■ £ / G r a s a epidural

Punta de la aguja —

Figu ra 1. R adioscopia lateral qu e muestra la p osición de la aguja


justo an terior a la lín ea facetaría.

L á m in a L4
* A
HH
Figura 2. Im a g e n ra d io s c ó p ic a p o s te rio r tras in y e c c ió n e p id u ra l
in te rla m in a r d e c o r tic o id e . La punta d e la aguja y la propagación
d el contraste están ligeram ente desplazadas a la derecha. La grasa
epidural se aprecia com o glób u los radiotransparentes dentro del
contraste radiopaco.

■ D ebería utilizarse radioscopia para verificar la posición de la Columna cervical


aguja en la línea media. ■ En las inyecciones cervicales debe emplearse siempre guiado
■ Se retira el fiador y se conecta una jeringa de 5 m i bien lubri­
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

radiológico.
cada con suero salino sin conservante o aire. ■ La colum na cervical im plica más riesgo de com plicaciones
■ Se usa la técnica de pérdida de resistencia com binada con leves y graves.
guiado radiológico. ■ En la colum na cervical hay que ser m uy cuidadoso para e v i­
■ Se avanza la aguja con lentitud y de m odo progresivo a tra­ tar una punción dural.
vés de los ligamentos. ■ Si la punta de la aguja entra m ucho sin notar pérdida de
■ Cuando la punta de la aguja alcanza el ligam ento amarillo resistencia es posible que esté demasiado lateral y conven­
puede notarse una resistencia aún mayor. dría recolocarla.
■ Cuando la aguja atraviesa el ligam ento am arillo se nota una ■ Inyectar una pequeña cantidad (0,3 m i) de contraste revela si la
pérdida de resistencia tanto para avanzar la aguja com o para aguja está en el espacio epidural o todavía demasiado posterior.
inyectar con la jeringa. ■ Una v e z com probada la posición epidural se inyecta lenta­
■ El guiado con TC o radioscopia en proyección lateral es m uy mente la m ezcla de corticoide
útil para identificar el verdadero espacio epidural. ■ Virtualm ente no debería notarse resistencia ni d olor al inyec­
■ Si no se aspira sangre ni líquido cefalorraquídeo se inyectan tar; cualquier cam bio de resistencia justifica la repetición de
0,5 a 3 m i de contraste. la intervención en un n ivel diferente.
■ El contraste debería propagarse a lo largo del espacio epidural ■ El corticoide debería diluirse en suero salino sin conservante
posterior y debería confirm arse en la proyección anteropos­ o en anestésico local diluido (lidocaína al 0,5% o bupiva-
terior. caína al 0 ,25 % ).
542 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

de la aguja j

■ Punta de la aguja

■ Raíz nerviosa L4

L5

______
Figura 4. P ro y e c c ió n a n te ro p o s te rio r d e u n a in y e c c ió n ep id u ra l
Figura 3. P ro y e c c ió n la te r a l de u n a in y e c c ió n e p id u ra l
tr a n s fo ra m in a l d e c o r tic o id e . La aguja choca contra el p edículo
tr a n s fo ra m in a l d e c o r tic o id e . O bsérvese qu e la punta de la
L4 y e l contraste se propaga tanto hacia proxim al en e l espacio
aguja está solo ligeram en te an terior a la lín ea facetaría (flech a s) y
epidural com o hacia distal siguien do la ra íz nerviosa.
justo in fe rio r al pedícu lo L4 (a sterisco). Tam bién está dibujado el
triá n g u lo seguro para el agujero intervertebral L5-S1.

Columna torácica ■ A continuación, se inyecta un volum en reducido (2 a 5 m i)


■ La trayectoria paramediana es una alternativa a la colocación de corticoide diluido después de com probar que no se aspira
en la línea media. sangre ni líquido cefalorraquídeo.
■ V ía de acceso paramediana: la aguja se introduce 1 a 2 cm ■ Puede utilizarse la im agen TC para una inyección transfora­
fuera de la línea m edia y ligeram ente inclinada hacia atrás m inal segura.
para perforar el ligam ento am arillo en la línea media.
■ La m édula espinal es vulnerable a una lesión directa igual Caudal
que en la colum na cervical; por eso se recom ienda obtener ■ El paciente se coloca en pronación con una alm ohada bajo la
im ágenes en proyección lateral. región inferior del abdomen.
■ Se palpan los cuernos sacros mientras la radioscopia antero­
Transforaminal posterior muestra el borde superior del hiato sacro en forma
■ Se coloca al paciente en pronación y se lim pia y prepara el de U invertida.
cam po quirúrgico con técnica estéril. ■ Por lo general se usa radioscopia lateral para introducir la
■ En proyección oblicua el punto de inserción de la aguja está aguja porque el hiato sacro y el espacio epidural caudal se
justo por debajo de la barbilla del perro escocés. ven con facilidad.
■ Se anestesia la p iel y se inserta una aguja espinal calibre 22 ■ Se prepara un cam po quirúrgico estéril am plio, sobre todo en
de 9 a 12,5 cm de largo. la hendidura glútea y se infiltra la p iel sobre el hiato sacro
■ Con guiado radioscópico interm itente se avanza la aguja al con lidocaína.
agujero intervertebral. ■ Se introduce una aguja espinal calibre 22 con un ángulo de
■ En proyección lateral, la punta debe estar en la m itad pos­ 45 grados y se avanza en dirección cefálica hasta el ligamento
terior del agujero intervertebral, justo anterior a la línea face­ sacrococcígeo.
taría y justo inferior al pedículo. ■ A l atravesar el ligam ento y entrar en el espacio epidural
■ En la proyección anteroposterior la punta de la aguja no caudal se nota una pérdida d e resistencia al avance de la
debería superar el punto m edio del pedículo superior en aguja.
dirección medial. ■ En este m om ento se disminuye la inclinación de la aguja y se
■ D ebería inyectarse contraste con im agen en directo para avanza 1 cm.
detectar cualquier propagación vascular. ■ H ay que confirm ar que no se aspira sangre ni líquido cefalo­
■ El contraste debería propagarse en dirección m edial al inte­ rraquídeo.
rior del espacio epidural y en dirección distal hacia abajo por ■ En proyección radioscópica lateral se inyecta contraste que
la raíz nerviosa. debería propagarse en dirección cefálica.
Inyección e p id u ra l de c o rtic o id e 543

■ Se realiza radioscopia anteroposterior para verificar la propa­ ■ Un b loqu eo intenso de las fibras simpáticas puede producir
gación bilateral de la solución inyectada una hipotensión pronunciada, sobre todo en la inyección
■ En ocasiones es deseable una propagación unilateral en el cervical y algo m enos en la inyección torácica.
paciente con síntomas unilaterales. ■ En la inyección cervical es posible tam bién una anestesia
■ Una v e z confirm ada la posición de la aguja se inyecta una medular total con com prom iso respiratorio inm ediato.
m ezcla de anestésico y corticoide. ■ Puede haber absceso epidural, hem atom a epidural y m en in­
■ El volum en inyectado debería ser de 10 a 20 m i para garanti­ gitis.
zar una propagación adecuada a las raíces nerviosas lumbo- ■ Puede ocurrir una parálisis y un síndrome de la arteria medu­
sacras. lar anterior.
■ Puede aparecer toxicidad sistémica por corticoide.

CONTROVERSIAS
■ Una revisión a corto p lazo halló que el 12% de los pacientes
ASISTENCIA POSTOPERATORIA
tenían resultados excelentes, el 46% regulares y en el 25% el Y SEGUIMIENTO
tratamiento fracasó.
■ H ay que m onitorizar al paciente en la sala de recuperación
■ Otros estudios han observado que la inyección epidural de
durante 30 m in com o m ínim o.
corticoide ofrece beneficios a corto p lazo y que su eficacia a
■ Debe realizarse una exploración neurológica y hay que pedir
largo p lazo es dudosa.
al paciente que anda bajo supervisión antes del alta.
■ Las inyecciones transforaminales pueden ser más efectivas
■ Todos los pacientes deben ser reevaluados en 2 a 3 semanas.
que las de otro tipo.
■ En los pacientes con m ejoría transitoria puede ser apropiado
repetir las inyecciones.
■ La repetición d e la inyección debería estar basada en la
RESULTADOS respuesta del paciente y no en un plan terapéutico prees­
tablecido.
■ Un estudio com parativo aleatorizado d e 228 pacientes con ■ En general, los expertos recom iendan no superar las tres
ciática reveló que la inyección epidural de corticoide tenía inyecciones de corticoide en un período de 6 m eses para
efecto beneficioso a las 3 semanas. limitar los efectos colaterales sistémicos.
■ La inyección epidural de corticoide no m ejoró de m odo
prolongado el dolor ni la función, ni redujo la necesidad de
Lecturas recomendadas
cirugía a los 12 meses.
■ El dolor axial responde p eor a la inyección epidural de corti­ Abram SE: Treatment o f lum bosacral radiculopathy w ith epidural
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ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Intervención guiada por imagen para quiste
de Tarlov sintomático

DEFINICIÓN: La intervención guiada por imagen para el quiste de Tarlov consiste en aspiración
percutánea del quiste e inyección de adhesivo de fibrina.

■ La prim era aguja se introduce más profunda y la segunda


INDICACIONES más superficial en el quiste.
■ Quistes de Tarlov con cuello estrecho sintomáticos ■ Las agujas atraviesan la duramadre y la delgada lámina resi­
dual suprayacente.
■ Después se retiran los fiadores de ambas agujas.
■ Con la aguja más profunda se aspira el líquido del quiste.
CONTRAINDICACIONES ■ Durante la aspiración, la aguja más superficial actúa com o
tubo de ventilación y el aire rellena el quiste.
■ Los quistes pequeños <1 ,5 cm no suelen ser sintomáticos.
■ Se observa el quiste d e m odo interm itente con radioscopia
■ Los quistes con cuello ancho precisan reparación quirúrgica.
TC durante varios minutos para com probar si se rellena, lo
que indica la presencia d e un cuello ancho.
■ Si el quiste tiene un cuello estrecho o una válvula esférica el
aire se m antiene en la cavidad del m ism o.
INSTRUMENTAL
■ La estabilidad se alcanza a la altura del n ivel hid roaéreo en
■ TC o radioscopia TC el quiste que indica un cuello estrecho.
■ Para identificar el quiste y guiar la técnica con dos agujas ■ Se inyectan de m od o secuencial 4 m i de adhesivo de fibrina
■ Adhesivo de fibrina Tisseel V H (Baxter Healthcare Corp) Tisseel V H (Baxter Healthcare) en la cavidad del quiste.
■ Agujas calibre 18 o agujas espinales calibre 13 ■ El relleno apropiado del quiste se manifiesta por la aparición
■ Una para aspirar el quiste y otra para evitar cam bios de de síntomas o dolor que indican que la cavidad del quiste
presión dentro de la cavidad aspirada está distendida.
■ Anestesia local ■ Esto coincide habitualmente con el reflujo del adhesivo de
■ A guja espinal calibre 18 fibrina por la segunda aguja.
■ Inyección de anestésico local ■ La radioscopia TC determ ina si la cavidad está llena de mate­
■ Pom ada antibiótica rial de fibrina.
■ Campo quirúrgico estéril ■ Se retiran ambas agujas y coloque un apósito en las zonas
de punción con pom ada de bacitracina y Opsite T M (Smith &
N ep h ew )

a n a t o m í a y v ía d e a c c e s o
■ Si el hueso sobre el quiste d e Tarlov es demasiado grueso
para atravesarlo con una aguja calibre 18 es m ejor un acceso
coaxial a través de una aguja espinal calibre 13.
CONTROVERSIAS
■ L a literatura m édica sobre la eficacia de la aspiración y
relleno con adhesivo de fibrina revela resultados diversos.
■ Esta técnica m ejora los síntomas en pacientes bien seleccio­
TÉCNICA nados y se asocia a m ínim as molestias y m orbilidad para el
■ Se lim pia la p iel con un desinfectante y prepare el campo paciente.
quirúrgico estéril.
■ Se infiltra anestesia local en la piel, grasa y músculos sobre la
región de la columna/sacro en la que se localiza el quiste.
■ Tam bién hay que infiltrar con anestésico el periostio sobre el
RESULTADOS
quiste.
■ Se realiza una TC diagnóstica para identificar la lesión. ■ Seguim iento a los 3 meses: el 63% (19/30) de los pacientes
■ A continuación se usa radioscopia TC con 13 im ágenes por estaban m ejor; el 20% (6/30), igual, y el 17% , (5/30) peor.
segundo de tres niveles con grosor d e corte de 4m m . ■ Seguim iento a los 12 meses: el 6 6 % estaban bastante m ejor;
■ Se avanzan en paralelo dos agujas calibre 18 al interior del el 16% , m ejor; el 8 % igual, y se perdió un paciente para el
quiste. seguimiento.

PUNTOS CLAVE
i Los quistes de Tarlov con cuello estrecho pueden ser sintom áticos.
i Los quistes con cuello estrecho tienen una señal más intensa que el líquido cefalorraquídeo alrededor de l¡
m édula en las im ágenes RM en T2.
i La inyección de adhesivo de fibrina es un tratam iento satisfactorio en pacientes apropiados.

544 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


In te rve n ció n guiada por im agen para q u iste de Tarlov sin to m á tic o 545

Figu ra 1. TC axial a través de la zo n a m edia d el sacro con un quiste


grande y un rem odelam ien to óseo extenso.

F igura 2. T C a x ia l d espu és d e c o lo c a r dos a g u ja s e sp in a le s


c a lib r e 18 d en tro d e l qu iste. Una aguja está más profu nda para
aspirar y la otra está más superficial para actuar com o tubo de
v entilación.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figu ra 3. T C a x ia l tras a s p ira c ió n d e u n qu iste c o n n iv e l


F igura 4. TC axia l después de inyectar adh esivo de fibrina.
h id ro a éreo . Esta im agen perm aneció estable durante varios
minutos, lo qu e in dica un quiste d e cuello estrecho.
INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

■ Se hace un seguim iento a la semana.


COMPLICACIONES ■ Es esencial vigilar a estos pacientes com plicados m ediante
■ N o se han observado com plicaciones tras la inyección de consultas clínicas sucesivas o consultas telefónicas.
fibrina.
■ En el prim er estudio con una técnica de una sola aguja, tres Lecturas recomendadas
de cuatro pacientes presentaron m eningitis aséptica.
Acosta FL Jr, Quin ones-Hinojosa A , Schmidt M H , W einstein PR:
Diagnosis and management o f sacral Tarlov cysts. Case report and
re vie w o f the literature. N eurosurg Focus 15:E15, 2003.
Voyadzis JM , Bhargava P, Henderson FC: Tarlov cysts: a study o f 10
ASISTENCIA POSTOPERATORIA cases w ith re vie w o f the literature. J N eurosurg 95(1 Suppl):25-32,
Y SEGUIMIENTO 2001.

■ Se observa al paciente durante 1,5 h según el protocolo de


sedación consciente y después recibe el alta a su dom icilio.
Bloqueos escalénicos

DEFINICIÓN: El bloqueo del músculo escaleno anterior es una técnica pronostica, diagnóstica o
terapéutica para determinar qué pacientes con sindrome de la salida torácica neurógeno (SSTn) pueden
beneficiarse de la descompresión quirúrgica.

INDICACIONES ANATOMÍA Y VÍA DE ACCESO


■ Intervención pronostica, diagnóstica o terapéutica para el ■ El músculo escaleno anterior está adyacente al m acizo arti­
SSTn cular C6 y anterior al agujero intervertebral.
■ Pacientes con síntomas de SSTn pero sin confirm ación elec- ■ El músculo escaleno anterior está directam ente por delante
trodiagnóstica de los troncos del plexo braquial.
■ Para que la inyección tenga valor pronóstico debe evitarse la
anestesia del p lexo y de la cadena simpática adyacentes.

CONTRAINDICACIONES
■ Las contraindicaciones del b loqu eo del músculo escaleno TÉCNICA
anterior son las alergias a la anestesia local o a la toxina
■ Se exam ina al paciente con atención espacial a la exploración
botulínica
neurológica y osteomuscular.
■ Está contraindicado en pacientes desconfiados (es necesario
■ Se obtiene inform ación sobre fuerza, sensibilidad, reflejos,
que el paciente colabore para determ inar la eficacia terapéu­
pulsos radiales y maniobras provocadoras d e dolor, inclu­
tica de la inyección)
yen do una prueba de sobrecarga con el brazo elevado y la
m aniobra costoclavicular.
■ Se coloca al paciente en supinación sobre el pórtico de TC.
■ Se obtiene una tom ografía lateral desde C4 a T I o una im a­
gen TC única a n ivel del cartílago cricoides (C 6) .
INSTRUMENTAL
■ Se identifica el m úsculo escaleno anterior com o adyacente al
■ TC, radioscopia TC o ecografía m acizo articular C6 y anterior al agujero intervertebral.
■ Puede usarse cualquiera de las tres para las inyecciones ■ Se coloca cinta marcadora tom ográfica en el cuello.
guiadas por im agen ■ Se em plea una técnica estéril.
■ La radioscopia TC com bina las ventajas de la TC con ven­ ■ Se conecta el tubo de extensión a la aguja antes d e insertarla
cional con el valor añadido de la im agen en tiem po real. para lim itar al m ínim o el m ovim iento de la aguja una v e z
■ La ecografía y la radioscopia convencional tam bién ofrecen situada en el músculo escaleno anterior.
im ágenes en tiem po real. ■ Se inserta la aguja a través de la piel y después al interior del
■ La TC convencional no tiene capacidad de guiado en tiem po músculo escaleno anterior con guiado TC intermitente.
real; además, prolonga la duración de la intervención. ■ Cuando la aguja está en el m úsculo escaleno anterior, se
■ La im agen TC continua ofrece una visión óptim a durante inyecta yohexol diluido 1:1 con suero fisiológico sin conser­
la intervención pero con una dosis de radiación más alta. vantes.
■ Cinta marcadora tom ográfica ■ Se obtienen tres cortes de m odo simultáneo: uno centrado, uno
■ A guja para inyección 4 m m por arriba y otro 4m m por abajo de la imagen central.
■ Túbo de extensión ■ Las im ágenes de TC deberían mostrar el contraste dentro del
■ Yohexol, dilución 1:1 con suero fisiológico sin conservantes músculo escaleno anterior a lo largo de 3 cm de la im agen
■ 2 m i de bupivacaína al 0,25% con 16m g de triancinolona cefálica a caudal.
■ Toxina botulínica ■ Por últim o, se inyectan 2 m i d e bupivacaína al 0,25% con
■ Para bloqu eo terapéutico 16m g de triancinolona.

PUNTOS CLAVE
i El síndrome de la salida torácica tiene com ponentes nervioso y vascular,
i El guiado por imagen es esencial,
i Puede usarse TC, radioscopia TC o ecografía,
i Debe evitarse el nervio frénico y conocerse su anatomía.

© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 547


548 INTERVENCIONES NO VASCULARES | MUSCULOESQUELÉTICAS

Figu ra 2. M úsculo escaleno an terior después de inyectar 0,25 mi


Figura 1. Im a g e n T C a n iv e l C6. Se introdujo una aguja espinal
de yohexol.
calibre 22 en el m úsculo escaleno an terior izq u ierd o y se v e la
cinta m arcadora tom ográfíca en la piel.

Figura 3. M ism o pacientes de la figura 1 después d e inyectar 2 mi


d e bupivacaína y triancinolona.

Figura 4. Im agen TC 15 m m más caudal qu e la de la figura 3.

■ Igual que en otros grupos de pacientes con d olor crónico, la


CONTROVERSIAS m inoría de los estudios refieren dolor considerable durante
■ Los datos son preliminares, pero las inyecciones deberían ser la intervención, mientras que otros no aprecian dolor.
al m enos tan eficaces com o las inyecciones guiadas por elec- ■ N o ha habido com plicaciones aparte de dolor durante la
tromiografía. colocación de la aguja.
■ El valor predictivo positivo fue excelente: el 94% de los
pacientes que m ejoraron con el bloqu eo transitorio consi­
guieron un buen resultado con descom presión quirúrgica.
■ El valor predictivo negativo fue peor: a pesar de un bloqueo
RESULTADOS
músculo escaleno anterior negativo, el 50% lograron un
■ Los resultados son coherentes con las características perso­ buen resultado con descom presión quirúrgica.
nales habituales de los pacientes con SSTn: 93% mujeres con ■ La quim iodenervación con toxina botulínica consigue una
una m edia de edad de 39,7 ( ± 2 , 1 ) años. m ejoría prolongada, con una duración de 88 días.
Blo queos e scalénicos

COMPLICACIONES Lecturas recomendadas


Braun R M , Sahadevan DC, Feinstein J: Confirm atory needle
■ Lesión del n ervio frénico placem ent technique for scalene m uscle block in the diagnosis o f
■ D isfagia thoracic outlet syndrome. Tech Hand U p Extrem Surg 10:173-176,
■ N eum otorax 2006.
■ B loqueo o lesión del p lexo braquial Dem ondion X, Herbinet P, Van Sint Jan S, et al: Im aging assessment
■ Inyección en la arteria vertebral o carótida o f thoracic outlet syndrome. RadioGraphics 26:1735-1750, 2006.
Huang JH, Zager EL: T horacic outlet syndrome. Neurosurgery 55:897-
902, 2004.

ASISTENCIA POSTOPERATORIA
Y SEGUIMIENTO
■ Tras la intervención se realiza un seguim iento frecuente.
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
OTROS PROCEDIMIENTOS
Intervenciones en el conducto nasolagrimal

DEFINICIÓN: Entre las intervenciones en el conducto nasolagrimal se cuentan la colocación de


endoprótesis y la dacriocistoplastia.

■ M odificación de endoprótesis de Song: se corta el extremo


INDICACIONES de la endoprótesis (en form a de seta), de manera que
■ Epífora de grados II o IV según la escala de M unk quede una abertura d e form a cónica.
■ Obstrucción localizada en el saco, el conducto nasolagrim al ■ Contraste yodado
o la unión saco- conducto
■ Epífora en pacientes que no pueden o no desean ser som eti­
dos a cirugía
ANATOMIA Y VIA DE ACCESO
■ Pacientes con epífora antes de cirugía d e cataratas
■ Saco medio o grande, determinado en la dacriocistografía (La ■ La exploración se realiza m ediante dacriocistografía, prefe­
dacriocistoplastia se emplea para lesiones aisladas y obstrucciones riblem ente en proyecciones anteroposterior y lateral o solo
parciales cortas y situadas por debajo de la unión saco-conducto.) lateral.
■ En la im agen se perciben el n ivel de obstrucción y la anato­
m ía del sistema nasolagrimal.
■ La dacriocistografía se lleva a cabo en pacientes selecciona­
CONTRAINDICACIONES dos con obstrucción del conductillo, del conductillo com ún o
■ Epífora de grado I o II en la escala de Munk de ambos.
■ Edad inferior a 18 años ■ En ocasiones se registran anom alías o variantes anatómicas
■ Obstrucción localizada a la altura del conductillo o el con- del sistema lagrim al, relacionadas con el vaciam iento del
ductillo común saco lagrim al y las desviaciones com o consecuencia de inter­
■ Sospecha de tum or en el saco lagrim al venciones quirúrgicas previas.
■ Presencia d e infección activa (dacriocistitis aguda) ■ En pacientes con otras anomalías en esta región (m ucocele,
■ Dacrioestenosis congénita sinusitis crónica, pólipos, cirugía p revia), antes del im plante
■ Saco lagrim al de pequeño tamaño de la endoprótesis se obtiene una TC.

INSTRUMENTAL TÉCNICA
■ Sala de radiología intervencionista con equipo de radioscopia ■ Solo se requiere anestesia local; no es necesaria sedación de
con arco rutina.
■ Povidon a yodada ■ El paciente no necesita estar en ayunas y tam poco es necesa­
■ Anestésico local (anestésico doble de asociación de tetra- rio un tratamiento antibiótico preoperatorio.
caína y oxibuprocaína) ■ El único requisito necesario es tranquilizar a los pacientes
■ Clorhidrato de tetraciclina + adrenalina en dilución a 1:1.000 que muestren ansiedad; se les puede prescribir un ansiolítico
(anestesia tópica de Braun al 1 % ). débil 1 h antes de su llegada al hospital.
■ Anestésico local para la m ucosa nasal ■ El paciente se sitúa en decúbito supino con el arco de radios­
■ Equipo de Cook: endoprótesis nasolagrimales, catéter de copia en posición lateral, de form a que la cabeza del paciente
sialografía Rabinov, cable guía, cánula quede alineada dentro del arco en C.
■ La cánula se m odela manualmente, dándole una forma ■ La técnica evoluciona según la anatom ía nasolagrim al del
levemente curvada (complemento útil de la técnica original). paciente.
■ Corte una bola de 0,8 m m de un cable guía de 0,018” con ■ La zona de trabajo (área palpebral y nasogeniana) se lim pia
cortacables. cuidadosam ente con povidon a yodada.

PUNTOS CLAVE
i Resultan esenciales los c riterios de selección de los pacientes adecuados,
i Es necesario un conocim iento idóneo de la anatom ía del sistem a lagrimal.
i Los procedim ientos deben ser rigurosos desde el punto de vista técnico, evitando la excesiva manipulación
del sistem a lagrimal.
i Las variaciones técnicas aquí descritas mejoran los resultados, en especial en lo que respecta a la
m odificación de las endoprótesis.
i El seguim iento cercano y el cuidado regular de las endoprótesis son fundam entales,
i Resulta muy beneficiosa la estrecha relación con el oftalm ólogo integrado en el equipo multidisciplinar,
i La inform ación oral y escrita detallada favorece la confianza en la técnica y hace que el paciente se
tranquilice, lo que repercute en la tranquilidad del médico.

550 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


In te rve n cio n e s en el co n d u cto n a so la g rim a l 551

Figu ra 1. D acriocistografía (vista lateral) qu e muestra la anatom ía n orm al d el sistema lagrim al izq u ierd o, (cci, con d ucidlo lagrim al inferior;
ccs, con ductillo lagrim al superior; eme, con ductillo com ún; d; conducto nasolagrim al; im , m eato in ferio r en la fosa nasal; s, saco lagrim al;
vH , v álvu la d e Hasner.).
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
552 INTERVENCIONES NO VASCULARES | OTROS PROCEDIMIENTOS

i Se aplica anestesia local sobre la mucosa nasal con una bola i Trabajando bajo guiado radioscópico lateral continuo y con
de algodón impregnada en clorhidrato de tetraciclina con adre­ ayuda d e dacriocistografía prelim inar para localizar el saco,
nalina en dilución 1:1.000 (anestesia tópica de Brown al 1 % ). la guía se hace avanzar paulatinam ente a través d e la
i Para m ayor com odidad del paciente, se le aplican en el ojo obstrucción hasta penetrar en el m eato inferior de la cavidad
dos gotas de anestésico local (anestésico doble de asociación nasal.
de tetracaína y oxibuprocaína). i La aguja de la cánula del equipo (con una ligera curvatura
i N o es necesaria una anestesia de m ayor nivel, dado que la realizada m anualmente) se em plea com o soporte de la guía
técnica es rápida y lim pia y no dura más de 10 min. durante la recanalización,
i N o son necesarios el b loqu eo de los nervios supraorbital e i Un gancho se coloca en la cavidad nasal y se orienta lateral­
infraorbital ni la sedación intravenosa general, m ente hacia el m eato inferior para sujetar la guía,
i La dacriocistografía prelim inar se realiza con contraste i Se percibe contacto m etálico y puede escucharse un leve
yodado, con repleción com pleta del saco, para identificar el ruido.
conductillo más adecuado para la introducción de la guía, i La guía se agarra con el gancho (dicho gancho se prefiere
i Se m odifica el equipo de C ook cortando una b ola d e 8 mm de com o conducto d e soporte de la g u ía ).
la guía con un cortacables, precintando la guía a través de la i En este punto, el asistente clínico avanza paulatinam ente la
cánula y dándole manualmente una ligera form a curvada, guía hacia los orificios nasales para evitar traumatismos en
i Para solventar algunas de las lim itaciones de la endopróte­ la mucosa nasal (una desviación de la técnica de S o n g ).
sis d e poliuretano diseñada p or Song, se lleva a cabo una i A continuación, se corta la bola terminal de 0,6 m m de la
pequeña m odificación «casera» del dispositivo, guía. Un introductor de 6 Fr con el dilatador del equipo se
i Esta consiste en cortar el extremo term inal de la endoprótesis pasa a través de la lesión hasta que la punta proxim al del
(a m odo de seta), de form a que a la abertura adopte una dilatador está en el saco,
form a cónica. i Para colocar correctam ente la punta del introductor en el
i C olocación de la endoprótesis: la guía preform ada de 0,018” saco y confirm ar su localización (uno de los principales
se introduce a través del punto superior en el conductillo. pasos de la técnica), se introducen contraste y aire a través
i Si es necesario, se procede a la dilatación del punto superior, del introductor, m ediante un adaptador de Hiohy-Borst, y se
i Aplicando tensión lateral en el párpado para evitar la torsión del p rocede a visualización radioscópica.
conductillo, la guía se avanza hasta que llega al hueso, lo que i Cuando se utilizaban las endoprótesis originales, la introduc­
significa que ha alcanzado la pared nasal del saco lagrimal, ción de aire y contraste era una fase crucial de la técnica,
i Llegados a este punto, se retrotrae levem ente y su dirección aunque solo en casos difíciles,
se m odifica verticalm ente en un ángulo d e 90 grados, hacia i En la actualidad, este paso no es necesario con las nuevas
una punta de bola caudalm ente y con un ángulo posterior de endoprótesis m odificadas y con las técnicas radioscópicas de
15 a 20 grados. alta calidad de las que hoy se dispone.
In te rve n cio n e s en el co n d u cto naso la g rim a l

■ El dilatador se retira del introductor y, en su lugar, se intro­


duce la endoprótesis a través de la guía, siendo ulteriormente
RESULTADOS
avanzada con ayuda de un catéter impulsor, hasta que la ■ La anestesia general no es necesaria; la técnica es sim ple y
punta radiopaca de la endoprótesis se localiza en la punta del segura y no se han com unicado casos de cicatrices faciales,
introductor. hem orragia o alteraciones anatómicas sustanciales. Se trata
■ El im pulsor se m antiene en su lugar mientras se retira el de un procedim iento bien tolerado, que se practica en régi­
introductor, con lo que la endoprótesis, que queda liberada, men am bulatorio y que resulta p oco costoso.
adopta su forma d e seta. ■ Se han publicado tasas de perm eabilidad prim aria a 18 meses
■ L a verificación visual de la expansión de la seta es im por­ del 8 5 % ; de b loqu eo de la endoprótesis, del 15% , y de per­
tante para confirm ar que la endoprótesis está adecuadamente m eabilidad secundaria a 15 m eses del 67%.
colocada en el saco lagrim al (otro d e los principales pasos de ■ Estos resultados son prelim inares (con un p eríodo d e segui­
la técnica). miento relativam ente b reve), aunque resultan prometedores
■ El introductor y el impulsor se retiran a través de la fosa nasal, com parados con los de la bibliografía actual. La m odifica­
mientras que la guía se retira a través del punto superior. ción del diseño de la intervención ha dado lugar a una tasa
■ Retirada y reinserción de la endoprótesis: en ocasiones, algu­ inferior de obstrucción de la endoprótesis (15 frente a 3 3 % ),
nas endoprótesis deben ser retiradas com o consecuencia de a la opción de proceder a desbloqueo m ecánico de la obs­
la recidiva de la epífora, indicativa de que se ha producido trucción de la endoprótesis y a la posibilidad de recuperación
una obstrucción en ella. y reinserción de la misma.
■ En estos casos, antes de retirar el dispositivo, se obtiene una ■ Aunque la tasa de perm eabilidad prim aria es inferior a la
dacriocistografía para confirm ar la obstrucción. quirúrgica, es ligeram ente superior a la deseada (8 0 % ) para
■ Cuando se efectúa con guiado radioscópico, la retirada de la la adopción d e la nueva intervención.
endoprótesis es más fácil que su colocación. Se lleva a cabo
a través d e la nariz, em pleando un gancho de Song, pinzas,
un asa o una cesta de Dormía.
■ La técnica im plica la introducción de la punta del gancho
en uno de los dos orificios redondeados (1 m m de diám etro)
situados en la porción biselada de la endoprótesis, im pul­ COMPLICACIONES
sándola paulatinam ente a través de los orificios nasales
■ C om plicaciones inmediatas: dolor leve o m oderado (1 0 % ),
externos.
epistaxis m ínim a (9 % ) edem a palpebral (3 % ) y hem atoma
■ En la m ayoría d e casos, el extrem o distal abierto de la endo­
(2 %)
prótesis perm ite la introducción de la guía.
■ Pérdida de visión (m uy poco frecuente): la progresión rápida
■ A continuación, la endoprótesis se pasa a la fosa nasal y
de celulitis orbital del periostio a la base del glob o ocular
es retirada a través de los orificios nasales con el gancho,
produce isquem ia del nervio óptico
utilizando la m ism a técnica que en la colocación.
■ Com plicaciones en el seguim iento a m edio y largo plazo: obs­
■ Este procedim iento facilita sensiblem ente la retirada d e la
trucción (b loqu eo) de la endoprótesis y consiguiente recidiva
endoprótesis obstruida.
de la epífora (15 a 3 3 % ), y m igración de la endoprótesis
■ Dado que las endoprótesis m odificadas no están inm óviles
(«3%)
en el saco lagrim al, es fácil deslizarías hacia fuera con la
■ C om plicaciones inmediatas infrecuentes: sensación de
guía.
cuerpo extraño, dacriocistitis, posición incorrecta de la endo­
■ La endoprótesis retirada puede limpiarse de las granulaciones o
prótesis, con recidiva de la epífora, y paso incorrecto d e la
el tejido m ucoso adheridos y ser reinsertada, si es necesario.
guía ( < 1% ).
■ Mientras la endoprótesis se prepara para la reinserción, se
irriga el sistema lagrim al hasta la punta por m edio del intro­
ductor ya im plantado en el saco.
■ De este m odo, el sistema lagrim al queda lo más intacto posi­
ble, dispuesto para la reinserción de la nueva endoprótesis.
■ La recolocación de la endoprótesis se lleva a cabo con la
mism a técnica em pleada en la primera inserción. ASISTENCIA POSTOPERATORIA Y
■ En algunos casos, tras la retirada de la endoprótesis, se SEGUIMIENTO
ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aprecia una excelente repermeabilidad del sistema lagrim al


(evaluada m ediante dacriocistografía). ■ A l final de la técnica se p rocede a la com probación con irri­
■ En tales casos, la recolocación se pospone, controlando bien gación salina en la sala de radiología intervencionista, antes
el tiem po, ante la posible recidiva d e la epífora. de dar el alta hospitalaria al paciente.
■ Inm ediatam ente después de la intervención, se administra
un régim en profiláctico con antibiótico tópico ocular (tobra-
micina, 3 gotas cada 8 h durante 7 días) y colirio.
■ N o se utilizan antibióticos no esteroides orales.
CONTROVERSIAS
■ Se p rocede a com probación clínica (incluida la irrigación)
■ El corte del extrem o de la endoprótesis reduce la tasa de 1 semana después de la irrigación; en los m eses 1, 3 y 6, y
obstrucción, dejando abierta la posibilidad de desbloqueo posteriormente, cada 6 meses.
m ecánico, retirada y reinserción; no obstante, la m odifica­ ■ El seguim iento por parte del oftalm ólogo se centra en la irri­
ción hace que el intervencionista y el centro asuman una gación d e ambos puntos lagrim ales con suero salino fisioló­
m ayor responsabilidad en esta indicación. gico.
■ La adm inistración oral d e antibióticos y esteroides en to m o a ■ El lavado se realiza una o dos veces, con 2 m i de suero
1 semana antes y después de la intervención previenen posi­ salino.
bles infecciones, aunque rara v e z es necesario si se aplican ■ En caso de fracaso de la endoprótesis se obtiene una dacrio­
correctam ente los criterios de selección pertinentes. Durante cistografía; el m ism o seguim iento clínico se desarrolla tras la
la técnica, la m anipulación no es excesiva. retirada de la endoprótesis.
554 INTERVENCIONES NO VASCULARES | OTROS PROCEDIMIENTOS

Lecturas recomendadas Pinto I, Paul L, Grande C, D e la Cal M A : Nasolacrim al polyurethane


stent placem ent for epiphora: technical long-term results. J Vase
Kang SG, Song HY, Lee DH , et al: Nonsurgically placed nasolacrimal Interv R adiol 12:67-71, 2001.
stents fo r epiphora: long-term results and factors favoring stent Pulido-Duque JM, Reyes R, Carreña JM , e t al: Treatment o f
patency. J Vase Interv R adiol 13:293-300, 2002. com plete and partial obstruction o f the nasolacrimal system with
K o GY, Song HY, Seo TS, et al: Obstruction o f the lacrim al system: polyurethane stents: in itial experience. Cardiovasc Interven t Radiol
treatment w ith a covered, retrievable expandable nitinol stent 21:41-45, 1998.
versus a lacrimal polyurethane stent. R adiology 227:270-276, 2003. Song HY, Ah n HS, Park CK, et al: Com plete obstruction o f the
Lanciego C, De M iguel S, Padilla M , et al: Nasolacrim al stenting: nasolacrimal system. Part II: treatment w ith expandable metallic
towards im p rovin g outcomes w ith a simple m odification o f the stents. Radiology 186:372-376, 1993.
Song stent. Cardiovasc Interven t R adiol 29:586-594, 2006. Yazici Z, Yazici B, Parlak M , et al: Treatment o f nasolacrimal duct
Lanciego C, De M iguel S, Perea M , et al: Nasolacrimal stents in the obstruction w ith polyurethane stent placement: long-term results.
m anagement o f epiphora: medium -term results o f a multicenter AJR A m J Roentgenol 179:491-494, 2002.
prospective study. J Vase Inte rv R a diol 12:701-710, 2001.
Lee DH, Song HY, A h n S, et al: Balloon dacryocystoplasty: results and
factors influencing outcom e in 350 patients. J Vase Interv Radiol
12:500-506, 2001.
Indice alfabético

Nota: los números de página seguidos de / indican figuras.

Biopsia (cont.) Disección


hepática transyugular, 293, 294/-295f aórtica, 182, 183f, 185, 186f 188, 189/
Ablación mama, 497,498/, 500, 501/ carotídea, 128, 129/
endovascular con láser, 73, 74f-75f ósea, 502, 503/ Dispositivo (s)
química percutánea, 502, 503/ aortouniilíaco, 179-180
tumores percutánea, 379, 380/ de cierre arterial, 6, 7/
hepáticos, 449, 450/' renal transvenosa, 245, 246f Drenaje
de partes blandas no hepáticos, 521, 522f torácica, 494, 495/ de absceso percutáneo, 376, 377f
por radiofrecuencia transvenosa renal, 245, 246f biliar percutáneo, 409, 410/
glándula suprarrenal, 458, 459f Bloqueo de colección líquida
lesiones óseas, 515, 516f escalénico, 547, 548/ perirrenal, 480, 481f
tumores renales, 455,456/ ganglio estrellado, 529, 530/ renal, 480, 481/
retrógrada de varices con balón de oclusión, 300, músculo escaleno anterior, 547, 548/ de líquido torácico, 491, 492/
301f-304f nervioso selectivo, 525, 526/ percutáneo biliar, 409,410/
térmica selectivo de raíz nerviosa, 525, 526/
carcinoma hepatocelular, 438, 439/-440/
metástasis hepáticas
colorrectales, 441
no colorrectales, 443 Ecografía
de varices Cabeza y cuello, tumores biopsia, mama, 500, 501f
gástricas, 300, 301/-304/ benignos, 115,116f focalizada de alta intensidad para miomas
mediante oclusión con balón retrógrada, 300, malignos, 119, 120f-121f uterinos, 461, 462f
301f-304f Cálculos biliares, 424, 425/ Embolia pulmonar, 204, 205/, 206/
Absceso, drenaje, 376, 377/ Cáncer pélvico ginecológico, 324/, 325f, 232 Embolización
percutáneo, 376, 377f Carcinoma
Acceso colorrectal metastásico, 279 bronquial, 198, 199/
arterial, 2, 3-4f hepatocelular, 261, 262f-263/, 272, 274, 275/, carótida externa, 356, 357f-358f
hemodiálisis 438, 439/-440/, 446, 449, 450f. Véase aséptica, cáncer hepático, 265, 266/
coagulado, 38, 39f también Hígado, cáncer conducto torácico, 371, 372f
fracaso, 35, 36/ metastásico colorrectal, 279 percutánea, 371, 372/
venoso, 13,14f Catéter esplénica, 309, 310f
Alto flujo central periférico, 1 6,17f con microesferas radioactivas, carcinoma
fístula arteriovenosa, 79, 80f-81f para diálisis, inserción, 26, 27f hepatocelular, 274, 275/
priapismo, 338, 339f venoso central de mioma uterino, 327, 328/
Aneurisma tunelizado, 23, 24/ vena porta, 305, 306/-307/
aórtico no tunelizado, 19, 20/ Emboloterapia renal, 241, 242/
abdominal, 176, 177f Cerebro, isquemia crónica, 111,112/ Empiema, 491, 492f
endoinjerto, 176, 177f Cierre arterial, dispositivos, 6, 7/ Endofuga, tratamiento, 195, 196/
torácica, 173, 174f Cifoplastia, 510, 511/ Endoinjerto, aneurismas de aorta torácica, 173,
yuxtarrenal, 192, 193/ Cistostomía suprapúbica percutánea, 477, 478f 174/
arterial periférico, 169, 170-171/ Colangiografía Endoprótesis
visceral, 230, 231f percutánea transhepática, 406, 407/
Angiofibroma nasofaríngeo juvenil, 115, 116/ transhepática percutánea, 406, 407/ carótida, 102/-104/, 356
Angioplastia Colecistectomía percutánea, 431,432/ traumatismo, 360, 361f-362f
arteria femoral, 45f Complicaciones biliares, trasplante hepático, 428,429/ vertebral, traumatismo, 360, 361/-362/
principios, 44 Compresión, fractura, 510, 511/ colónica, 403, 404f
para reestenosis, 47 Conducto nasolagrimal, 550, 551/-552/' nefroureteral, 472, 473/
renal y endoprótesis transluminal percutánea, Conn, síndrome, 163 principios, 44
233, 234f-235f Corticoides, inyección epidural, 540, 541/-542/ Enfermedad
transluminal percutánea Crioablación, tumores inflamatoria pancreática, 435, 436f
reestenosis, 48 [Dummy] oclusiva
renal, 233, 234/-235/ hepáticos, 446, 447/ arterial, extremidad superior, 70, 71/
renales, 453 extremidad inferior, 135, 136/-137/
aneurisma Cuello, tumores benignos, 115, 116/ vena cava inferior, 135, 136/-137/
abdominal, 176,177/ Cuerpo (s) Epífora, 550
torácica, 173, 174f carotídeo, tumor, 115, 116/ Epistaxis, tratamiento, 123, 124f
yuxtarrenal, 192, 193/ extraño (s) Esófago
disección, 182, 183/, 185, 186/, 188, 189/ esofágico, 387 cuerpos extraños, 387
Aortitis inespecífica, 368, 369/ extracción, 364, 365/-366/ estenosis
Arteria(s) vertebral, fractura, 506, 507/-508/ benignas, 381, 382/
carótida externa malignas, 389, 390f
disección, 128, 129f Estenosis
embolización, 356, 357f-358f arteria femoral, 45/
hepática biliar benigna, 417-418/
estenosis, 250, 251/ Derivaciones portosistémicas esofágica
seudoaneurisma, 248 intrahepáticas transyugulares, 297, 298f benigna, 381, 382f
trombosis, 253 transyugulares intrahepáticas, 297, 298f maligna, 389, 390/
mamaria, seudoaneurisma traumático, 342f Derrame vena porta, 257, 258/
principios de acceso, 2, 3/-4/ pleural, drenaje, 491,492/ Extremidades
Arteritis inespecífica, 368, 369/ quiloso, 371 inferiores
Diálisis enfermedad oclusiva, 135, 136/-137/
acceso revascularización subíntima, 53, 54/-56f
coagulado, 38, 39/ tratamiento del traumatismo, 341, 342f
defectuoso, 35, 36f trombosis venosa profunda, 139, 140/-141/,
Bazo, traumatismo, 347, 348/ coagulada, fístula, 41,42f 143f
Biopsia Disco intervertebral, intervenciones percutáneas, superiores
estereotáctica, mama, 497, 498/ 518, 519f enfermedad oclusiva

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556 ín d ic e a lf a b é t ic o

Extremidades (cont.) Inyección (cont.) Quimioembolización (cont.)


arterial, 70, 71f perirradicular, 538, 539f carcinoma colorrectal metastásico, 279
venosa, 131, 132f percutánea, 538, 539f melanoma ocular metastásico, 281
revascularización, 67, 68f vertebral, 538, 539f metástasis neuroendocrinas, 286, 287f
trombosis venosa profunda, 147, 148f Isquemia sarcomas metastásicos, 283
cerebral crónica, 111, 112f tumores del estroma digestivo, 283
mesentérica Quimioterapia
F crónica, 226, 227f-228f cáncer pélvico ginecológico, 324f, 232
no oclusiva, 224 tumores hepáticos, 268, 269f-270f
Falopio, trompa oclusiva arterial, 218, 219f
embolización, 484, 485f-486f aguda, 218, 219f
recanalización, 488, 489f renal aguda, 238, 239f
Filtro cava, 150, lSlf-152/7
Fístula Radioembolización de metástasis hepáticas,
K
arteriovenosa, flujo alto, 79, 80f-81f 290, 291f
esofágica, 384, 385f Raíz nerviosa, bloqueo selectivo, 525, 526f
Kasabach-Merritt, fenómeno, 98
hemodiálisis coagulada, 41,42f Recanalización, trompa de Falopio, 488, 489f
Klippel-TTénaunay, síndrome, 94, 95f
traqueoesofágica, 384, 385f Reestenosis, tratamiento, 47
Fleboextracción, 153, 154f Renina, muestra, vena renal, 161
Flujo lento, malformaciones mixtas, 94, 95f L Revascularización
Fracaso de acceso, hemodiálisis, 35, 36f aortoilíaca, 49, 50f-51f
Fractura Láser, ablación endovascular, 73, 74f-75f extremidad superior, 67, 68f
compresión, 510, 511/ Leiomioma uterino, 327, 328f femoropoplítea, 59, 60f
cuerpo vertebral, 506, 507f-508f Lesiones infrapoplítea, 63, 64f-65f
Fugas biliares, 421,422f aórticas traumáticas, 353, 354f subíntima, extremidad inferior, 53, 54f-56f
óseas, ablación por radiofrecuencia, 515, 516f Riñón, emboloterapia, 241, 242f

M
Ganglio estrellado, bloqueo, 529, 530f
Gastrostomía percutánea, 400, 401f Malformaciones Sarcoma metastásico, 283
Gastroyeyunostomía percutánea, 397, 398f arteriovenosas, 76, 77f Seudoaneurisma
Glándula suprarrenal, ablación por radiofrecuencia, pulmonares, 201 arteria hepática, 248
458, 459f linfáticas, 91, 92f femoral, 9,
Grandes vasos, lesión traumática, 353, 354f capilares, 89, 90f, 94, 95f tratamiento percutáneo, 9,
mixtas de bajo flujo, 94, 95f traumático, 342f
venosas, 82, 83f Síndrome
H Mama, biopsia, 497, 498f, 500, 501f de congestión
Melanoma metastásico ocular, 281 pélvica, 334, 335f
Hemangioendotelioma kaposiforme, 98, 99f Metástasis venosa femenina, 334, 335f
Hemangiomas, 86, 87f colorrectales hepáticas, 443 del estallido carotídeo, 121f
Hematoma retroperitoneal, 7f hepáticas, 290, 291f neurógeno de la salida torácica (SnST), 547,
Hemodiálisis neuroendocrinas, 286, 287f 548f
acceso ocular, melanoma, 281 de la salida torácica, 547, 548f
coagulado, 38, 39f Microesferas, embolización, carcinoma SnST. Véase Síndrome neurógeno de la salida
fracasado, 35, 36f hepatocelular, 274,275f torácica (SnST)
colocación Mioma uterino, 327, 328f, 461, 462f Starclose, dispositivo, 7f
de catéter, 26, 27f Muestra
de portal, 30 pancreática, tumores neuroendocrinos, 319,
fístula coagulada, 41, 42f 320f-321f
Hemoptisis, embolización arteria bronquial, de renina, vena renal, 161
198, 199f venosa suprarrenal, 163, 164-165f Takayasu, enfermedad, 368, 369f
Hemorragia Músculo escaleno anterior, bloqueo, 547, 548f Tapón de colágeno, 7f
digestiva Tarlov, quiste, 544, 545^
alta, 214, 215f Tórax, biopsia, 494, 495f
baja, 209, 210f-211f N
Trasplante hepático
pélvica, 350, 351f complicaciones biliares, 428, 429f
subaracnoidea, 126 Nefropatía terminal, 26, 30
estenosis
Hígado Nefrostomía percutánea, 464, 465f
arteria hepática, 250, 251f
biopsia transyugular, 293, 294f-295f
cáncer cava inferior, 255, 256f
O
embolización aséptica, 265, 266f porta, 257, 258f
quimioembolización, 277, Véase también seudoaneurisma, arteria hepática, 248
Obstrucción
Carcinoma hepatocelular trombosis
de la salida gastroduodenal, 392, 393f
quimioterapia, 268, 269f-270f arteria hepática, 253
inferior, 44f, 214
Hiperaldosteronismo, 163 vena porta, 259
superior, 209, 210f-211f
Hiperparatiroidismo, 166, 167f Tratamiento, ictus agudo, 107,108f
vía biliar, 413,414f-415f
Traumatismo
embolización, arteria carótida externa, 356,
P 357f-358f
endoprótesis, arteria
1311-lipiodol, carcinoma hepatocelular, 272 Paratiroides, muestra venosa, 166,167f carótida, 360, 361f-362f
Ictus agudo, tratamiento, 107, 108f Partes blandas, tumores no hepáticos, 521, 522f vertebral, 360, 361f-362f
Injerto con endoprótesis fenestrada, aneurisma Pelvis, cáncer ginecológico, 232, 324f, 325f esplénico, 347, 348f
aórtico yuxtarrenal, 192, 193f Priapismo, alto flujo, 338, 339f extremidad inferior, 341, 342f
Inserción portal Principios, acceso venoso, 13, 14f hemorragia pélvica, 350, 351f
para diálisis, 30 Prótesis endobiliar, 413,414f-415f hepático, 344, 345f
hemodiálisis, 30 torácico y lesiones de grandes
subcutánea, 32, 33f vasos, 353, 354f
Intervenciones discales percutáneas, 518, 519f Q Trombosis
Inyección arteria hepática, 253
corticoide epidural, 540, 541f-542f Quimioembolización filtro cava, 150, 151f-152f
facetaría, 533, 534f-535f cáncer hepático, 277 venosa
ín d ic e a lf a b é t ic o 557

Trombosis (cont.) Vena(s) (cont.)


mesentérica, 222, 223f porta, trombosis, 259
portomesentérica, 312, 313f, 315, 316f Urodinámica, 468, 469f-471f safena mayor, ablación, 157, 158/
profunda varicosas, 153, 154f
extremidades yugular, oclusión, 14f
inferiores, 139, 140f-141f, 143f Vertebroplastia intervencionista, 506, 507f, 508f
superiores, 147,148f Visceras, aneurisma, 230, 231f
vena porta, 259 Varices, ablación, oclusión con balón retrógrada
1\imor(es) 300, 301f-304f
benignos de cabeza y cuello, 115,116f Varicocele, 331, 332f
desmoides, 521, 522f Vena(s)
del estroma digestivo, 283 Whitaker, prueba, 468, 469/-471f
hepático, crioablación, 446,447f inferior
neuroendocrinos, muestra pancreática, 319, enfermedad oclusiva, 135,136f-137f
320f-321f estenosis, 255, 256f
superior, enfermedad oclusiva, 131, 132f
ablación por radiofrecuencia, 455,456f venosa, 131, 132 Zollinger-Ellison, síndrome, 319
crioablación, 453 malformaciones, 82, 83f
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