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COGNITIVO – DE 7 A 13 AÑOS
Jean Piaget dedicó varios de sus trabajos al estudio de las estructuras cognitivas en el
niño. El niño desde que nace, va desarrollando sus estructuras cognitivas por medio de
las experiencias. Decía Ortega y Gasset que “somos lo que hacemos”. El pensamiento del
niño corre secuencialmente y en paralelo a su crecimiento, llevando a cabo varias
funciones de coherencia como son las de clasificación, simulación, explicación y relación.
Piaget concibe la inteligencia como la capacidad de adaptación al medio que nos rodea.
Esta adaptación consiste en un equilibrio entre dos mecanismos indisociables: la
acomodación y la asimilación.
El ser humano estaría siempre en constante desarrollo cognoscitivo, por lo tanto con cada
experiencia nueva de deberá reestablecer un equilibrio. Julián Marías dice que la
identificación de cada persona se basa en sus “experiencias radicales”. ¿Cuál es el papel
que juegan la acomodación y la asimilación para poder llegar a un estado de equilibrio?.
El niño, al irse relacionando con su medio ambiente, irá incorporando las experiencias a
su propia actividad, y es aquí donde interviene el mecanismo de la asimilación puesto que
el niño asimilaría el medio externo a sus estructuras cognoscitivas ya construidas, sin
embargo las tendrá que reajustar con las experiencias ya obtenidas, lo que provoca una
transformación de estructuras, es decir, se dará el mecanismo de la acomodación.
La asimilación de los objetos externos es progresiva y se realiza por medio de todas las
funciones del pensamiento: la percepción sensitiva, la memoria, la inteligencia práctica, el
pensamiento intuitivo y la inteligencia lógica.
Al conocer la evolución de las estructuras cognoscitivas se torna más fácil comprender el
papel que juegan los mecanismos de adaptación y acomodación en el desarrollo
educativo.
El niño, desde que nace, mediante percepciones de movimientos irá entrando poco a
poco a una asimilación sensorio-motriz.
Al llegar a las dos o tres semanas el niño comenzará a presentar lo que Piaget llamó
“inteligencia práctica” que se construye exclusivamente con la manipulación de objetos.
Esta manipulación le permitirá percibir movimientos, estos estarán organizados en
“esquemas” de acción.
Por ejemplo: el niño se da cuenta de que cuando tira de un mantel y algún objeto se
encuentra encima de éste, el objeto caerá al suelo, o si tira de un cordón a cuyo extremo
hay atada una campana, sabrá que la campana sonará. O si aprieta un interruptor se
enciende la luz. Por lo tanto, el niño reconoce las relaciones de causalidad ante su
objetivo y localiza, pues, las causas.
Este es el momento en que el niño se relacionará más cercanamente con el medio social.
Otro suceso interesante presente también en esta primera etapa es la interiorización de la
palabra, es decir, que el niño tendrá en la mente su propia interpretación de una palabra,
hasta llegar a interiorizar acciones, lo cual hace que se genere el pensamiento.
Primer mes
Desarrollo físico
Los movimientos de piernas, brazos y manos son todavía reflejos.
Cuando los dedos están abiertos agarra un objeto, pero lo deja caer
rápidamente.
Desarrollo intelectual
Mirada y expresión vagas, impasivas e indirectas durante las horas en que se
encuentra despierto.
Desarrollo social
La mayoría de las reacciones responden a estímulos internos, pero otras son
debidas a estímulos del medio (calor, frio).
Segundo mes
Desarrollo físico
Los controles reflejos comienzan a desaparecer, mientras que las acciones se
van volviendo mas voluntarias.
Los objetos que se mueven o balancean retienen su atención por mas tiempo.
Desarrollo intelectual
Se excita ante la anticipación de los objetos.
Desarrollo social
Es capaz de manifestar angustia, excitación y placer.
Observa a una persona directa y atentamente y la sigue con los ojos si esta
moviéndose.
Se mantiene despierto por mas tiempo si las personas interactúan con el.
Tercer mes
Desarrollo físico
Mueve brazos y piernas vigorosamente, puede llegar a mover los brazos
juntos, luego las piernas o el brazo y la pierna de un lado y luego los del otro.
Busca con la mirada de donde salen los sonidos, volteando la cabeza y cuello.
Desarrollo intelectual
Comienza a mostrar evidencia de memoria a mas largo plazo.
Desarrollo social
Sonríe fácilmente y de manera espontánea.
Cuarto mes
Desarrollo físico
Se extiende sobre el estomago con las piernas extendidas.
Desarrollo intelectual
Tiene lapsos de memoria de cinco a siete segundos.
Desarrollo social
Inicia la socialización emitiendo sonidos, tosiendo o moviendo la lengua.
Quinto mes
Desarrollo físico
Sobre la espalda levanta la cabeza y hombros correctamente.
Alcanza el objeto tanto con una como con las dos manos.
Desarrollo intelectual
Permanece alerta durante casi dos horas continuas.
Desarrollo social
Responde a los sonidos humanos definitivamente, voltea la cabeza, parece
buscar la persona que habla.
Sonríe y vocaliza para establecer contacto con la gente para asi ganar su
atención.
Sexto mes
Desarrollo físico
Se voltea y gira en todas las direcciones.
Puede llegar a tener equilibrio cuando esta sentado; puede inclinarse hacia
delante y hacia atrás.
Inicia el palmoteo
Desarrollo intelectual
Es capaz de alcanzar algo muy rápidamente y sin “tropezar”.
Desarrollo social
Prefiere jugar con personas.
Balbucea y se vuelve activo cuando oye sonidos que le alteren.
Séptimo mes
Desarrollo físico
Se levanta sobre manos y rodillas. Va adquiriendo posición de gateo.
Tendera a gatear.
Desarrollo intelectual
Su atención es mas fija; hay gran interés por los detalles.
Comienza a aprender las implicaciones de actos familiares.
Desarrollo social
Muestra deseos de ser incluido en interacción social.
Octavo mes
Desarrollo físico
Al comienzo del gateo puede hacerlo hacia delante y hacia atrás.
Desarrollo intelectual
Recuerda un evento pasado y una acción propia.
Desarrollo social
Grita para llamar la atención.
Noveno mes
Desarrollo físico
Gatea con una mano ocupada o levantada.
Desarrollo intelectual
Reconoce las dimensiones de los objetos.
Desarrollo social
Vive ansioso de ser aprobado.
Inicia el juego.
Décimo mes
Desarrollo físico
Tiende a ponerse de pié.
Da pequeños pasos entre los muebles.
Desarrollo intelectual
Busca un objeto que ve que esta escondido.
Desarrollo social
Busca ser acompañado y recibir atención.
Undécimo mes
Desarrollo físico
Puede llegar a ponerse de pié solo.
Trepa escaleras.
Se acurruca y se inclina.
Desarrollo intelectual
Compara un mismo acto hecho por cada lado de su cuerpo.
Desarrollo social
Imita movimientos de adultos.
No siempre coopera.
Desarrollo físico
Muestra una combinación de estar de pie, caminar y pasear.
Aunque camina, a veces prefiere gatear como una manera más eficiente de
locomoción.
Construye una torre de dos s tres bloques después que ha observado una
demostración.
Desarrollo intelectual
Desenvuelve los juguetes; encuentra un juguete que ha sido escondido dentro
o debajo de algo.
Desarrollo social
Expresa muchas emociones y las distingue en otros.
Segundo año
Desarrollo motor
Tiene una gran soltura al subir y bajar. Buen equilibrio en todos sus
movimientos.
Desarrollo cognoscitivo
Tiene incipientes nociones de tiempo y espacio
Tercer año
Desarrollo motor
es capaz de caminar armoniosamente y con elegancia.
Desarrollo cognoscitivo
Ya es capaz de predecir que después del desayuno ira al colegio.
Construirá torres de mas de 10 cubos y armara trenes y torres cada vez mas
complejos.
Desarrollo socioafectivo
Será capaz de comprender que todo juego en grupo tiene reglas.
Estadio preoperatorio
El estadio preoperatorio es el segundo de los cuatro estados. Sigue al estado
sensoriomotor y tiene lugar aproximadamente entre los 2 y los 7 años de edad.
o Transducción
o Yuxtaposición.
o Sincretismo.
o Centración.
o Estatismo.
o Irreversibilidad.
o Egocentrismo
Finalismo.
Animismo.
Artificialismo.
Alrededor de los 7/8 años el niño desarrolla la capacidad de conservar los materiales. Por
ejemplo: tomando una bola de arcilla y manipulándola para hacer varias bolillas el niño ya
es consciente de que reuniendo todas las bolillas la cantidad de arcilla será prácticamente
la bola original. A la capacidad recién mencionada se le llama reversibilidad.
Jean Piaget dedicó varios de sus trabajos al estudio de las estructuras cognitivas en el
niño. El niño desde que nace, va desarrollando sus estructuras cognitivas por medio de
las experiencias. Decía Ortega y Gasset que “somos lo que hacemos”. El pensamiento del
niño corre secuencialmente y en paralelo a su crecimiento, llevando a cabo varias
funciones de coherencia como son las de clasificación, simulación, explicación y relación.
Piaget concibe la inteligencia como la capacidad de adaptación al medio que nos rodea.
Esta adaptación consiste en un equilibrio entre dos mecanismos indisociables: la
acomodación y la asimilación.
El ser humano estaría siempre en constante desarrollo cognoscitivo, por lo tanto con cada
experiencia nueva de deberá reestablecer un equilibrio. Julián Marías dice que la
identificación de cada persona se basa en sus “experiencias radicales”. ¿Cuál es el papel
que juegan la acomodación y la asimilación para poder llegar a un estado de equilibrio?.
El niño, al irse relacionando con su medio ambiente, irá incorporando las experiencias a
su propia actividad, y es aquí donde interviene el mecanismo de la asimilación puesto que
el niño asimilaría el medio externo a sus estructuras cognoscitivas ya construidas, sin
embargo las tendrá que reajustar con las experiencias ya obtenidas, lo que provoca una
transformación de estructuras, es decir, se dará el mecanismo de la acomodación.
La asimilación de los objetos externos es progresiva y se realiza por medio de todas las
funciones del pensamiento: la percepción sensitiva, la memoria, la inteligencia práctica, el
pensamiento intuitivo y la inteligencia lógica.
PLASTICIDAD EN EL CEREBRO
“Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro” lo dijo el doctor
Santiago Ramón y Cajal y el filósofo español Ortega y Gasset afirmaba “somos lo que
hacemos”. Las últimas investigaciones neurológicas parecen demostrar sus asertos de
hace más 70 años. La capacidad Intelectual de una persona puede incrementarse. Según
el profesor Mercado, director del Neural and Cognitive Plasticity Laboratory de la
Universidad de Búfalo, “la experiencia puede resultar tan importante como la genética en
la determinación de la capacidad intelectual”. Ramón y Cajal afirmó que el aprendizaje
involucra cambios plásticos funcionales en las propiedades de las neuronas o en sus
interconexiones. El aprendizaje, pues, podría ser el resultado de una modificación
morfológica entre las interconexiones de las neuronas, similar a los fenómenos que
ocurren durante la formación de sinapsis en la vida embrionaria.
Definición
El término “plasticidad del cerebro o plasticidad cognitiva” hace referencia a la capacidad
para aprender y mejorar nuestras habilidades cognitivas, como cuando aprendemos a
resolver problemas o cuando recordamos cualquier detalle o evento. La plasticidad es la
capacidad del cerebro para remodelar las conexiones entre sus neuronas. Está en la base
de los procesos de memoria y de aprendizaje, pero a veces también interviene para
compensar los efectos de lesiones cerebrales estableciendo nuevas redes. Estas
modificaciones locales de la estructura del cerebro dependen del entorno y permiten al
cerebro adaptarse.
Durante años se pensó que una vez que morían neuronas (tras un accidente cerebro
vascular ACV por ejemplo) éstas se perdían para siempre. Sin embargo, recientes
investigaciones han demostrado que el cerebro es mucho más plástico de lo que se creía,
y que las secuelas de un accidente, son en cierta forma reversibles. Tal plasticidad se
refiere a su capacidad para renovar o reconectar sus circuitos neuronales para así realizar
nuevas tareas.
La multiplicidad de las circunstancias por las que se ocasiona un nuevo aprendizaje, nos
hace preguntarnos si el cerebro va a cambiar cada vez que se aprende algo nuevo. La
investigación sugiere que esto es así.
Tal vez lo más importante para potenciar la plasticidad cerebral sea el grado en que una
experiencia de aprendizaje resulta gratificante. Por ejemplo, aprender utilizando juegos
interactivos es especialmente útil para potenciar la plasticidad cerebral.
Dieta y cerebro
La dieta es fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro, empezando por el
desayuno. Se debe dedicar tiempo al desayuno, incluir lácteos, frutas, cereales (un 25%
del total de calorías necesarias para cada persona).
Evite la hipoglucemia, es decir, una bajada de glucosa porque es el único combustible del
cerebro, si el azúcar está bajo el cerebro funciona mal y pueden morir neuronas.
Evite las grasas, lo que es malo para el corazón tambien lo es para el cerebro.
Si sigue una dieta de hambre, el cerebro pasa hambre, procure hidratarse bien tomando
de 8 a 10 basos de agua a día.
Condiciones que inducen la plasticidad cerebral
¿En qué momento de la vida del cerebro está más abierto al cambio? Parece que los
patrones de plasticidad son diferentes dependiendo de la edad y, realmente, todavía
queda mucho por descubrir acerca de la interacción entre el tipo de actividad inductora de
la plasticidad y la edad del sujeto. Sin embargo, sabemos que la actividad intelectual y
mental induce la plasticidad cerebral cuando se aplica tanto a personas mayores sanas
como cuando se aplica a ancianos con alguna enfermedad neurodegenerativa.
Más importante aún, parece que el cerebro es susceptible de cambio, tanto positivo como
negativo, incluso antes del nacimiento de su portador. Los estudios en animales muestran
que cuando las madres embarazadas se establecen en un entorno rico en estímulos
positivos, su descendencia posee un mayor número de sinapsis en regiones específicas
del cerebro. Y a la inversa, cuando se ha aplicado luz estresante a las embarazadas, se
ha comprobado que su descendencia muestra un reducido número de neuronas en el
córtex prefrontal (PFC). Además, parece que el córtex es más sensible a las influencias
ambientales que el resto del cerebro. Estos descubrimientos son de suma importancia
para el debate “naturaleza” vs. “entorno”, ya que parece que el “entorno” puede inducir
cambios en la expresión génica neuronal.
Los módulos corticales pueden ser observados directamente, tanto con técnicas
histológicas (estudio de los tejidos) como electrofisiológicas (estudio de los fenómenos
eléctricos del organismo), por lo que se sabe que varían estructuralmente a través de las
diversas regiones corticales, tanto en el número como en la diversidad de neuronas que
contienen. Los cambios estructurales de los módulos corticales generados por el
desarrollo y las experiencias de aprendizaje podrían contribuir –de la misma forma que lo
hacen algunos factores genéticos- a marcar las diferencias entre la inteligencia de un
individuo y la de cualquier otro. A medida que las redes de neuronas se desarrollan con el
tiempo, su diversidad aumenta, con el correspondiente aumento de la plasticidad
cognitiva.
La inteligencia fluida, por otro lado, recurre a la habilidad de comprender las relaciones
entre varios conceptos, independiente de cualquier conocimiento o destreza previos, para
resolver nuevos problemas. La investigación muestra que esta parte de la inteligencia
puede ser mejorada a través del entrenamiento de la memoria.
Tras una fase de entrenamiento de tres meses, los científicos comprobaron que había
crecimiento en distintas regiones cerebrales de las personas sometidas al experimento.
Las regiones que crecieron fueron las tienen importancia para el aprendizaje y la
percepción de movimientos así como las zonas que regulan el sistema de auto-
recompensa del cerebro.
Los resultados de esas 44 personas fueron comparados con los de un grupo de control de
25 personas no sometidas a ningún entrenamiento especial y en cuyos cerebros no
registraron transformaciones en los dos períodos.
“Los resultados muestran que las transformaciones cerebrales no se limitan a los cerebros
jóvenes sino que la estructura anatómica del cerebro adulto todavía puede cambiar en
edades más avanzadas”, explicó el director del estudio, Arne May.
“Por eso, para las personas es importante asumir nuevos desafíos y aprender nuevas
cosas”.
Las regiones que registraron crecimiento con los “malabaristas” fueron el hipocampo,
región importante para el aprendizaje y que además puede producir nuevas células
cerebrales, y el “nucleus accumbens”.
Cada vez que el cerebro aprende algo nuevo se modifican las fuerzas de las
conexiones entre las células.
Aunque el cerebro está preparado para aprender durante toda su vida, al igual
que los músculos hay que ejercitarlo.
Cuando nuestro cerebro imagina que estamos haciendo una actividad activa
las mismas regiones cerebrales que cuando hacemos esa actividad.
Plasticidad sináptica
El cerebro cuando está ocupado en un nuevo aprendizaje o en una nueva
experiencia, establece una serie de conexiones neuronales. Estas vías o circuitos
neuronales son construidos como rutas para la intercomunicación de las neuronas. Estas
rutas se crean en el cerebro a través del aprendizaje y la práctica, de forma muy parecida
a como se forma un camino de montaña a través del uso (“Caminante no hay camino/se
hace camino al andar”). Las neuronas de una misma vía neural se comunican entre sí en
un punto de encuentro llamado sinapsis. Cada vez que se adquieren nuevos
conocimientos (a través de la práctica repetida), la comunicación o la transmisión
sináptica entre las neuronas implicadas se ve reforzada. Una mejor comunicación entre
las neuronas significa que las señales eléctricas viajan de manera más eficiente a lo largo
del nuevo camino. Una vez la comunicación entre las neuronas mejora, la cognición se
hace más y más rápida..
Neurogénesis
La neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en el
cerebro. Durante mucho tiempo la idea del nacimiento neuronal constante en el cerebro
adulto era considerada casi una herejía. Los científicos creían que las neuronas morían y
no eran reemplazadas por otras nuevas. En los últimos años, la existencia de la
neurogénesis se ha comprobado científicamente y ahora sabemos que ocurre cuando las
células madre, un tipo especial de célula que se encuentra en el giro dentado, el
hipocampo y, posiblemente, en la corteza prefrontal, se divide en dos células: una célula
madre y una célula que se convertirá en una neurona totalmente equipada, con axones y
dendritas. Luego, estas nuevas neuronas migran a diferentes áreas (incluso distantes
entre sí) del cerebro, donde son requeridas, permitiendo de esta forma que el cerebro
mantenga su capacidad neuronal. Se sabe que tanto en los animales como en los
humanos la muerte súbita neuronal (por ejemplo después de una apoplejía) es un potente
disparador para la neurogénesis.
Las lesiones que ocurren en el sistema nervioso (agudo, crónico, traumático, vascular,
infeccioso) pueden ser destructivas en mayor o menor medida, permitiendo que una
población neuronal sobreviva.
Cuando una neurona queda aislada funcionalmente, sin conexión sináptica, se atrofia y
muere. Ocurren intercambios metabólicos en las terminales sinápticas de los axones y en
la producción de factores de protección y crecimiento en las regiones sinápticas
afectadas, actuando estos en una interacción constante entre las neuronas
sinápticamente relacionadas y entre las neuronas y sus efectores o receptores y dicha
interacción se realiza mediante elementos químicos que viajan en el flujo axonal, en
ambos sentidos.
De aquí que cuando una neurona queda aislada o se interrumpe su conexión sináptica
degenera y muere. Esta interacción protectora disminuye con el tiempo y debe
representar un factor importante en el envejecimiento y en algunas enfermedades
degenerativas en las cuales la enfermedad neuronal tiene una marcada sistematización.
El sustrato neural.
La edad.
El tiempo.
La motivación.
El ambiente (entorno).