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Existieron varias iniciativas en distintos países de la unión para lograr un concepto holístico de

sostenibilidad ambiental. Como desarrollo de la iniciativa emblemática hacia una Europa eficiente en
el uso de los recursos, la Comisión Europea propuso en la Hoja de Ruta correspondiente, entre otras
medidas, elaborar una Comunicación sobre alimentación sostenible para finales de 2013.
Protocolo Europeo ENVIFOOD (análisis del Impacto ambiental de los alimentos)
La Mesa redonda por la producción y el consumo europeos de alimentos sostenibles (European Food
Sustainable Consumption and Production) presentó el 20 de Noviembre de 2013 el Protocolo
ENVIFOOD para ayudar a los consumidores europeos involucrados con el medio ambiente a tomar
decisiones informadas acerca de su comida y bebida.
Este protocolo proporciona una guía específica para la evaluación del impacto ambiental de los
alimentos, piensos y bebidas durante todo su ciclo de vida. Las evaluaciones realizadas mediante el
protocolo ENVIFOOD son científicamente comprobables, fiables y fáciles de entender por el
consumidor y evitan el riesgo de obtener información engañosa. El protocolo es de gran importancia
estratégica para el mercado y la política europea, desde el punto de vista económico y ambiental.
Este Protocolo ha sido desarrollado por la Comisión Europea y más de 20 organizaciones europeas
pertenecientes a toda la cadena alimentaria en igualdad de condiciones. Ha sido desarrollado y
redactado por un grupo de trabajo dirigido por el Joint Research Center (JRC) de la UE mediante una
serie de talleres, consultas y pruebas piloto.
Además de la agenda mundial de la European Food Sustainable Consumption and Production (SCP),
también se ha tenido en cuenta las iniciativas de otras organizaciones europeas y mundiales, como
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Agencia Europea de Medio
Ambiente (AEMA).
La metodología del protocolo se basa en tanto en la norma ISO de Huella de Carbono como en la de
la Unión Europea Environmental Product Footprint (PEF), también desarrollada por el JRC, y es el
primer marco armonizado de la UE para la evaluación ambiental de los alimentos y bebidas.
Representa un paso intermedio entre las normas ISO, la Huella Ambiental de Producto de la Comisión
Europea y las normas específicas del producto. No es un documento independiente o una regla de
categoría de producto para alimentos y bebidas. Adicionalmente buscara promover y alentar a los
usuarios de este Protocolo a realizar evaluaciones de consumo que sean científicamente fiables y
coherentes. El lanzamiento finaliza así una serie de 19 pruebas piloto y una consulta pública que se
llevó a cabo entre los años 2013-2016.
La fase piloto de la Huella Ambiental, tuvo tres objetivos principales como medir el proceso para
desarrollar reglas específicas de productos y sectores; probar diferentes enfoques para la
verificación; desarrollar vehículos de comunicación para anunciar el desempeño ambiental del ciclo
de vida a socios comerciales, consumidores y otras partes interesadas de la compañía.
Falta de confianza de los consumidores en las alegaciones ecológicas
La consulta pública y encuestas revelaron que los consumidores de la UE están dispuestos a comprar
más productos ecológicos, pero también ponen de manifiesto una falta de coherencia entre los
valores y las acciones en el ámbito de la ecología, así como un déficit de confianza. Una muestra de
esto es que mientras que el 75 % de los ciudadanos de la UE asegura estar dispuesto a comprar
productos ecológicos, solo el 17 % lo hizo realmente en el mes previo a la encuesta. Las razones
aducidas respecto a esta incoherencia van desde la falta de confianza en la información ambiental
facilitada por productores y minoristas hasta la limitada disponibilidad de productos ecológicos a
precios asequibles. Además, a menudo el comportamiento ambiental de los productos no se
comunica en términos comparables, lo que limita la capacidad de tomar decisiones fundadas. Las
alegaciones ecológicas van en aumento, pero al mismo tiempo se extiende la superficialidad y
vaguedad en el uso de la terminología. Esta situación contribuye a mermar la confianza del
consumidor: el 48 % de los consumidores no confía en la información sobre comportamiento
ambiental que figura en los productos. Crece la percepción de que las empresas están compitiendo
sobre la base de sus alegaciones, más que sobre la base del comportamiento ambiental subyacente.
(Mesa redonda sobre alimentación y agricultura -UE, 2018)

También hay que mencionar que con respecto a las penalidades, una abrumadora mayoría de los
encuestados está de acuerdo con infligir sanciones a compañías que proceden
malintencionadamente. Si una compañía ha desinformado intencionalmente al consumidor sobre el
desempeño ambiental de un producto, la mayoría de los encuestados considero que la compañía
debe ser nombrada y avergonzada en público (80% de acuerdo) o pagar una multa (84% de acuerdo)
Evaluación técnica de la fase piloto , fue llevada a cabo por el servicio de asistencia medioambiental
en abril de 2017, y por último el Informe final sobre la etapa de verificación, llevado a cabo por Ernst
& Young en septiembre de2017. El 19 de febrero de 2018, la Mesa Redonda sobre SCP de Alimentos
lanzó un nuevo informe titulado “Mejorando la contribución de la cadena de valor agroalimentaria a
la economía circular". Para alcanzar los objetivos anteriores, Se garantizará el cumplimiento de las
normas del mercado único de la UE y evitará distorsiones de la competencia. La información
ambiental voluntaria se comunicará a los consumidores y otras partes interesadas de manera
objetiva y no discriminatoria.

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