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Liceo Técnico Antofagasta


Formación Instrumental
Inserción Laboral

Guía de estudio
Seguridad Social en Chile

Para asegurar que la sociedad procure protección a los individuos y sus hogares, acceso a la asistencia médica
y garantice la seguridad del ingreso, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), definió la Seguridad
Social como un Derecho Humano.

La Seguridad Social es un instrumento de justicia social. En Chile, en caso de vejez, desempleo, enfermedad,
invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia, el Estado ha propiciado un conjunto
de leyes, políticas, y medidas de protección social. A este conjunto se le llama Sistema Previsional, disponible
para las personas que en las distintas etapas de su vida deban afrontar una contingencia que les impida generar
ingresos. En este sentido lo que pretende es adelantarse o “pre ver” el futuro.

Los componentes del actual Sistema de Previsional en Chile son:

- Sistema de Pensiones, ante las contingencias de vejez, invalidez y muerte.


- Sistema de Salud, ante las contingencias de enfermedad y el embarazo.
- Seguro de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, ante la seguridad y salud en el trabajo.
- Seguro de Cesantía, ante la contingencia de desempleo.

Estos sistemas y seguros, entregan derechos frente a las contingencias sociales, asociados al pago de cotizaciones
previsionales.

SISTEMA DE PENSIONES DE CHILE

En el marco de la Seguridad Social, el Sistema de Pensiones es un mecanismo de protección social para proveer
ingresos a las personas que pierden su capacidad de autogeneración debido a la edad avanzada (derechos y
beneficios de vejez), discapacidad (derechos y beneficios de invalidez) o fallecimiento de una de las fuentes
principales de ingresos de una familia (derechos y beneficios de sobrevivencia).

Desde el Sistema de Reparto al Sistema de Capitalización Individual.

Chile fue el primer país de América Latina que estableció en 1924 una política pública de Previsión Social, bajo
la modalidad de reparto.

Sistema de Reparto: Fue administrado a través de las cajas previsionales, cada una estableció las condiciones de
afiliación y cobertura, los recursos iban a un fondo común con el cual se financiaban las diferentes prestaciones.
Este sistema se implementó hasta el año 1980. Su financiamiento consideró los aportes del empleador, recursos
estatales y un porcentaje del sueldo de los trabajadores.

En el año 1980, durante la dictadura, se instauró un modelo llamado “Sistema de AFP” o “Sistema de
capitalización individual” (Ley 3.500), impulsado por José Piñera (ministro del trabajo en ese entonces). Este
nuevo sistema ofreció la posibilidad a quienes ya cotizaban bajo el sistema de reparto, a permanecer en dicho
sistema, mientras que los nuevos cotizantes, es decir, todos aquellos que iniciaran sus actividades laborales
después del año 80, debían integrarse de manera obligatoria a alguna de las nuevas administradoras de fondos de
pensiones. Este nuevo sistema, a diferencia del anterior, mantenía un financiamiento de carácter individual, es
decir, a partir del ahorro que cada trabajador(a) pudiera realizar durante su vida laboral, con el objeto de costear
su pensión para la vejez.

Desde el año 2008, la reforma al Sistema de Pensiones (Ley 20.255), logró que 450 mil hombres y 750 mil
mujeres fueran beneficiarios del sistema de pensiones solidarias, incorporando, entre otras medidas, un Pilar
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Solidario con financiamiento Estatal, como complemento al sistema de capitalización individual para todos
aquellos casos en que las personas de menores recursos no alcanzaran a ahorrar el mínimo para pensionarse. Estas
medidas, en su conjunto, fueron tendientes a devolver al Estado, aunque sea mínimamente, su rol de garante de la
Seguridad Social que había sido desbaratado en el año 1980.

Composición del actual sistema de Pensiones

El actual sistema de Pensiones se compone de dos sub sistemas: a) el Sistema de Pensiones de las Fuerzas
Armadas y de Orden y Seguridad Pública y Gendarmería, y b) el Sistema Civil de Pensiones.

Éste último (el sistema civil) se estructura bajo tres pilares fundamentales:

I. Pilar Obligatorio: basado en el ahorro obligatorio que debe hacer cada trabajador(a) mes a mes.
II. Pilar Voluntario: permite a los afiliados al sistema de pensiones complementar sus fondos
previsionales a fin de mejorar el monto de la pensión final o bien adelantar el momento de la pensión
de vejez.
III. Pilar Solidario: financiado por el Estado y dirigido al 60 % más pobre de la población.

PILAR OBLIGATORIO:

Este pilar se organiza hoy bajo un sistema de Capitalización Individual donde las personas mes a mes traspasan de
manera obligatoria sus ahorros previsionales a entidades privadas de giro único llamadas Administradoras de
Fondos de Pensiones (AFP) quienes administran e invierten estos ahorros según los parámetros establecidos por la
ley para generar rentabilidad, de modo que lo ahorrado por cada persona aumente con los años, pudiendo así
optar a mejores condiciones y montones de pensión al momento de su jubilación.

El modo en que estas entidades (AFP) administran e invierten los ahorros previsionales se organiza a su vez bajo
un sistema de inversión denominado de MULTIFONDOS. Este sistema plantea cinco alternativas al cotizante
que van desde la letra A a la E, siendo la A el fondo de inversión más riesgoso, y el E el más conservador.

Para entender cómo las AFP invierten los fondos de pensiones ahorrados por cada cotizante, son dos los
elementos a considerar: a) cuánto de lo ahorrado (porcentaje) se invierte, y b) en qué tipo de instrumentos
financieros se realizan estas inversiones.

Para el segundo caso, las Administradoras de Fondos de Pensiones contemplan principalmente dos tipos de
instrumentos financieros (modos de invertir el dinero):

I. Instrumentos de renta fija: son aquellos títulos que al momento de la inversión entregan una
rentabilidad conocida en un periodo determinado, sin embargo, durante ese periodo su rentabilidad
varía de acuerdo a su valor de mercado. Se caracteriza por tener un menor riesgo relativo y una menor
rentabilidad esperada. Este tipo de inversiones se caracteriza, por ejemplo, por la emisión de bonos y
préstamos a un interés establecido.

II. Instrumentos de renta variable: son títulos representativos de propiedad o capital de una sociedad o
empresa, como las acciones que se transan en la bolsa de valores. Se caracterizan por tener un
mayor riesgo y una mayor rentabilidad esperada.

Composición y características de los fondos

a) Fondo A: es el fondo de pensiones más riesgoso. El Fondo A tiene un horizonte de inversión largo, una
mayor rentabilidad y por tanto, también un mayor riesgo que los otros fondos de pensiones.

Política de inversión del fondo A

- Fuerte inversión en renta variable.


- Alta diversificación para minimizar el riesgo.
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- Poca inversión en instrumentos de renta fija.


- Límites de inversión renta variable: 80 % (máximo permitido) y 40 % (mínimo obligatorio).

b) Fondo B: tiene la categoría de riesgoso. Este fondo también invierte en un elevado porcentaje en renta
variable, pero en un porcentaje menor al invertido por el Fondo Tipo B.

Política de inversión del fondo B:

- Fuerte inversión en renta variable, aunque menor que el Fondo Tipo A.


- También se caracteriza por la diversificación para disminuir el riesgo.
- Límite de inversión renta variable: 60% (máximo permitido) y 25% (mínimo obligatorio).

c) Fondo C: tiene la categoría de intermedio. El Fondo Tipo C nos permite invertir en una cartera cuya
composición y rentabilidad esperada es similar a la observada en los fondos de pensiones antes de la
creación de los Multifondos. Por eso, este fondo es la alternativa de continuidad.

Política de inversión del fondo C:

- Inversión en instrumentos de renta fija y renta variable.


- Diversificación parecida a la que históricamente han tenido los fondos de pensiones.
- Límite de inversión en renta variable: 40% (máximo permitido) y 15% (mínimo obligatorio).

d) Fondo D: tiene la categoría de Conservador. Los trabajadores que optan por el Fondo D buscan una
mayor seguridad, pero queriendo aprovechar las oportunidades que proporciona la renta variable.

Política de inversión del fondo D:

- Inversión en instrumentos de renta fija nacional e internacional y una pequeña parte en renta variable.
- Límite de inversión en renta variable: 20% (máximo permitido) y 5% (mínimo obligatorio).

e) Fondo E: tiene la categoría de MÁS CONSERVADOR. Este fondo es específico para trabajadores que
no quieren asumir ningún riesgo.

Política de inversión del fondo E:

- Inversión en instrumentos de renta fija de mediano y largo plazo.


- Límites de inversión en renta variable: 0 a 5% en renta variable y 95 a 100% en renta fija.

Costos de administración del dinero ahorrado

Cada Administradora de Fondos de Pensiones cobra un valor a sus cotizantes por administrar sus fondos
ahorrados. Este porcentaje de comisión se cobra a la renta imponible de estos últimos (es decir, al sueldo bruto de
las y los trabajadores).

Los valores que cada administradora cobra, a la fecha, a sus afiliados pueden apreciarse en el siguiente cuadro

Mayo de 2018
AFP Porcentaje de la remuneración o renta imponible
CAPITAL 1,44
CUPRUM 1,48
HABITAT 1,27
MODELO 0,77
PLAN VITAL 0,41
PROVIDA 1,45
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Comienzo de las cotizaciones

Para quienes ingresan por primera vez a un trabajo, son afiliados automáticamente a la AFP adjudicataria (en
estos momentos Plan Vital). El nuevo afiliado no tiene opción de elegir AFP durante los primeros 24 meses. La
licitación de la cartera se realiza a partir de los menores costos de administración.

El resto, y los que han cumplido los 24 meses en la AFP adjudicataria, y los que están en otra AFP (estén
cotizando o no), se pueden cambiar de AFP sin costo alguno.

Con respecto al fondo en que invierte un afiliado sus cotizaciones, si éste no escoge fondo entre las cinco
alternativas vigentes, el fondo al que pertenezca será establecido por defecto considerando su edad y su sexo.

El siguiente cuadro muestra cómo los fondos ahorrados son distribuidos progresivamente desde el fondo A en
edades tempranas, al fondo E en edades avanzadas. Entre más joven sea el cotizante, por defecto más riesgo
asumirán sus inversiones, mientras que si es más viejo, la ley tenderá a proteger sus ahorros en fondos más
conservadores.

Al momento de jubilar:

A. calculando los años.

Las edades de jubilación establecidas por la ley son a los 65 años para los hombres, y a los 60 años para las
mujeres. A contar de ese momento, el monto ahorrado por el cotizante es dividido por la AFP en una cierta
cantidad de años que tiendan a cubrir la totalidad de su vejez (esto último en términos genéricos, porque el monto
ahorrado puede agotarse antes). Dicho cálculo es realizado según las tablas de mortalidad vigentes a la fecha. Una
tabla de mortalidad establece en promedio hasta qué edad viven las personas, siendo distinto el caso para las
mujeres como para los hombres. El organismo que se encarga de establecer este cálculo promedio es la Súper
Intendencia de Pensiones, con la asesoría de otras organizaciones encargadas de aspectos demográficos. El último
cálculo, realizado el año 2016, arrojó que las mujeres viven en promedio hasta los 90,31 años, mientras que los
hombres hasta los 85,24 años. Por lo tanto, dado el caso hipotético que dos personas, un hombre y una mujer,
hayan ahorrado lo mismo durante 30 años de trabajo, este monto será dividido a 20 años en el caso del hombre
(desde los 65 a los 85), y a 30 años en el caso de las mujeres (desde los 60 hasta los 90).
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B. Escogiendo los modos de pensión.

La ley establece cuatro modalidades de pensión, pudiendo concertarse tanto con la AFP que la persona cotiza,
como con otras entidades privadas conocidas como Compañías de Seguros. Estas modalidades son:

I. Retiro Programado.
II. Renta Vitalicia Inmediata.
III. Renta Temporal con Renta Vitalicia Diferida.
IV. Renta Vitalicia Inmediata con Retiro Programado.

Retiro Programado: corresponde a aquella modalidad de pensión que paga tu AFP con cargo a tu Cuenta de
Capitalización Individual. El monto de la pensión se calcula y actualiza cada año, dependiendo del saldo de
la cuenta individual, la rentabilidad de los fondos, las expectativas de vida del afiliado y la de los beneficiarios,
además de la tasa vigente de cálculo de los retiros programados. Resumiendo, el monto de la pensión varía cada
año, y disminuye con el tiempo.

Con el Retiro Programado el afiliado mantiene la propiedad de los fondos y puede cambiarse de AFP y
de modalidad de pensión cuando quiera. Si llegara a fallecer, el saldo remanente se continuará pagando
como pensiones de sobrevivencia a sus beneficiarios y, si éstos no existen, los fondos que queden se pagarán
como herencia.

Renta Vitalicia Inmediata: es aquella en que la persona pacta con una Compañía de Seguros de Vida, en la que
esta se compromete al pago de una renta mensual, fija en UF, para toda tu vida del afiliado y, en caso
fallecimiento, a sus beneficiarios de pensión. Con esta modalidad la AFP traspasa a la Compañía de Seguros de
Vida los fondos previsionales de la persona para así financiar la pensión contratada. Es decir, al contratar
una Renta Vitalicia, la persona deja de tener la propiedad de sus fondos.

Una vez contratada esta modalidad es irrevocable, por lo que ya no es posible cambiarse de Compañía de Seguros
ni de modalidad de pensión. Es importante tener presente que la persona puede optar por esta modalidad sólo si su
pensión es mayor o igual al monto de la pensión mínima vigente.

Con la Renta Vitalicia Inmediata es posible solicitar Condiciones Especiales de Cobertura, con lo que puede
mejorarse la situación de los beneficiarios de Pensión de Sobrevivencia, en caso de que la persona fallezca.

Existen dos Condiciones Especiales de Cobertura:

A. Período garantizado: esta cobertura implica que si falleces antes del término del periodo garantizado, la
Compañía de Seguros de Vida te garantiza el pago del 100% de la pensión contratada distribuida entre tus
beneficiarios legales, por todo el tiempo remanente. Cuando finalice este período, el pago de
las Pensiones de Sobrevivencia se efectuará en los porcentajes que establecidos por la ley. Si no tienes
beneficiarios legales, el pago de las rentas mensuales garantizadas, se efectuará a aquellas personas que tu
hayas designado y, si no designaste a nadie, a tus herederos.

B. Cláusula de incremento de porcentaje: la segunda condición especial de cobertura implica que en el


caso de tu fallecimiento, la Compañía de Seguros de Vida pagará a tu cónyuge y demás beneficiarios el
monto de la Renta Vitalicia contratada, pero en un porcentaje superior al que establece la ley para los
beneficiarios de Pensión de Sobrevivencia. Esta es una opción sólo disponible para personas casadas.

Renta Temporal con Renta Vitalicia Diferida: consiste en contratar el pago de una renta vitalicia mensual (fija
en UF) a partir de una fecha futura, con una Compañía de Seguros de Vida, dejando en la cuenta individual de la
AFP un saldo para una renta temporal, por el periodo que comprende la elección la elección de esta modalidad y
cuando comienza el pago de la renta vitalicia diferida.
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Al igual que con la Renta Vitalicia Inmediata, esta modalidad incluye la posibilidad de solicitar Condiciones
Especiales de Cobertura.

Renta Vitalicia Inmediata con Retiro Programado: bajo esta modalidad el afiliado deberá indicar el monto
destinado a financiar la Renta Vitalicia, el monto de excedente de libre disposición, en su caso, y la distribución
por tipo de Fondo para el saldo destinado a Retiro Programado. Si el consultante solicita excedente, el cálculo del
Retiro Programado se efectuará con el monto remanente una vez descontado del saldo informado en el
correspondiente Certificado de Saldo, los montos asignados a excedente y Renta Vitalicia.

Si el consultante no indica monto destinado a Renta Vitalicia, no se podrá cotizar esta modalidad de pensión. Por
su parte, si el consultante no indica distribución de Tipo de Fondo, el monto del Retiro Programado se calculará
en el Fondo Tipo C.

Pensión de vejez anticipada: corresponde a un beneficio que te permite adelantar tu pensión, antes de cumplir la
edad legal, o sea, antes de los 65 años si eres hombre o de los 60 años si eres mujer, siempre y cuando que
cumplas con los requisitos mínimos de ahorro exigidos por ley.

En la pensión anticipada, al igual que en la Pensión de Vejez normal, el monto que vas a recibir dependerá de los
ahorros que hayas acumulado en tu Cuenta Obligatoria así como en otros productos que hayas contratado para
aumentar el saldo de tu pensión (como APV o Depósitos Convenidos), y los beneficios a los que tengas acceso
cuando así corresponda (Bono de Reconocimiento o AFC).

Al acceder a este beneficio puedes seguir trabajando si así lo deseas, y tú decides si quieres seguir cotizando
en AFP, lo que te incrementaría el saldo total de la cuenta.

Requisitos para la pensión de vejez anticipada:

1. El monto de tu pensión debe ser igual o superior al 80% de la pensión máxima con aporte solidario,
vigente a la fecha de la solicitud.

2. Que el monto con el que te vas a pensionar sea igual o superior al 70% de tu ingreso promedio en
los últimos 10 años.

En caso de muerte del cotizante

Las pensiones no cobradas constituyen saldos insolutos de beneficios previsionales y asistenciales pagados por el
IPS, aquellos valores de la correspondiente prestación que el beneficiario no alcanzó a percibir al producirse su
fallecimiento y que deben entregarse a las personas que la Ley señala.

A. Cuando el afiliado fallece, los integrantes de su grupo familiar (cónyuge, hijos, madre o padre de hijos
de filiación no matrimonial y a falta de éstos, los padres) pueden tener derecho a una pensión de
sobrevivencia.
B. En ausencia de beneficiarios de sobrevivencia los fondos de pensiones son heredables. En este caso,
los herederos podrán reclamar derecho sobre el ahorro previsional, siguiendo los trámites legales
necesarios, como por ejemplo solicitar la posesión efectiva. En el caso de que exista ahorro voluntario en
la AFP, como Cuenta 2 o APV, estos ahorros también podrán ser reclamados como herencia.

PILAR VOLUNTARIO:

El Pilar Voluntario brinda alternativas de ahorro complementarias a la cotización obligatoria, permitiendo con ello
aumentar el monto de la pensión o anticipar la edad de pensión.

Los instrumentos de ahorro de este pilar son: el Ahorro Previsional Voluntario o Individual (APV), Ahorro
Previsional Voluntario Colectivo (APVC), y la Cuenta de Ahorro Voluntario, alternativas que están asociadas a
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beneficios tributarios o una bonificación estatal, o incluso permite hacer retiros parciales o totales de lo ahorrado
antes del momento del retiro.

Ahorro Previsional Voluntario (APV): es una herramienta que permite aumentar el ahorro sobre lo
cotizado obligatoriamente, de cara a contar con una mejor pensión. En este esquema, es posible decidir cuánto
ahorrar y de qué forma hacerlo. Sin embargo, es recomendable hacerlo tempranamente, para que ese ahorro
genere un incremento sustancial en la futura pensión.

Es posible abrir una APV tanto con la AFP que el cotizante está afiliado, como con otra Administradora. También
es posible retirar los fondos ahorrados cuando el cotizante lo desee, pero deberá pagar el impuesto asociado al
retiro.

Además, es posible distribuir el ahorro hasta en 2 fondos de inversión.

Los valores que cobra cada AFP por administrar el Ahorro Previsional Voluntario pueden verse en la siguiente
tabla:

Beneficios tributarios del APV

Dependiendo del régimen tributario que elijas, cuentas con diferentes beneficios:

- Régimen tributario A: si eliges esta opción, el Estado te entregará una bonificación anual de un 15% del
monto ahorrado, con un tope de 6 UTM; y sólo tributarás por la rentabilidad de dichos recursos, al
momento del retiro de los fondos.

- Régimen Tributario B: implica que los aportes que efectúes se descontarán de la base imponible para el
cálculo del impuesto a la renta. De esta forma, según el tramo de renta en que te encuentres, los aportes de
APV o APVC tienen una rebaja de impuesto entre un 4% y hasta un 40%. Como contrapartida, deberás
pagar impuestos al momento del retiro.

Ahorro Previsional Colectivo (APVC): es un contrato que se suscribe entre el empleador (en representación de
sus trabajadores) y una AFP o Institución Autorizada que ofrezca planes de Ahorro Previsional Voluntario
Colectivo (APVC) para ahorrar con fines previsionales, con aportes provenientes del empleador y del trabajador.

Cuenta de Ahorro Voluntario: la cuenta de ahorro voluntario, también llamada "cuenta dos", se crea como
complemento de la cuenta de capitalización individual, con el objetivo de constituir una fuente de ahorro
adicional para los afiliados. La cuenta de ahorro voluntario es independiente de todas las demás cuentas
administradas por las AFP.

Es una cuenta independiente y distinta de la Cuenta Obligatoria que la persona abrir en forma voluntaria, con el
propósito de ahorrar para los fines que estime convenientes. Si así se desea, al momento de pensionarse, pueden
traspasarse los fondos de la Cuenta 2 a la Cuenta de Capitalización Individual, para que de esta forma la pensión
sea mejor.
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PILAR SOLIDARIO

El Sistema de Pensiones Solidarias tiene por objeto apoyar a las personas de menores ingresos (60% de la
población vulnerable) en la vejez e invalidez, a través de beneficios económicos, que permiten mejorar el monto
de las pensiones o conceder una jubilación en el caso de aquellas que no tienen derecho a este beneficio.

La población más vulnerable del país, aun cuando no haya cotizado o tenga muy pocos fondos en la AFP, recibe
financiamiento estatal para sus pensiones a través del Pilar Solidario, cuyo objetivo fundamental es la
prevención de la pobreza en la tercera edad.

Los beneficios que componen el Pilar Solidario son Aporte Previsional Solidario de Vejez e Invalidez y Pensión
Básica Solidaria de Vejez e Invalidez.

Aporte Previsional Solidario de Vejez (APSV): permite acceder a un aporte monetario mensual, financiado
por el Estado, que incrementa las pensiones base inferiores a $309.231, con lo cual se aumenta el monto de la
pensión final.

Aporte Previsional Solidario de Invalidez (APSI): permite acceder a un aporte monetario mensual a personas
que reciben una pensión de invalidez por su incapacidad física o mental, lo cual le impide desarrollar un trabajo.
El beneficiario de la Pensión Básica Solidaria de Invalidez (PBSI) o del Aporte Previsional Solidario de Invalidez
(APSI) que inicie o reinicie actividades laborales verá disminuida su pensión.

Pensión Básica Solidaria de Vejez: permite a quienes no tienen derecho a una pensión en algún régimen
previsional acceder a un monto de 104 mil 646 pesos. Éste se reajustará automáticamente el 1 de julio de cada
año, en el 100% de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los últimos 12 meses, contados
desde el último reajuste. No obstante, cuando la variación del IPC supere el 10%, el reajuste será inmediato,
aunque no hayan transcurrido 12 meses.

Pensión Básica Solidaria de Invalidez: permite acceder a un monto de 104 mil 646 pesos a personas entre
18 años y menores de 65 años que son declaradas con invalidez y que no tienen derecho a pensión en
algún régimen previsional, ya sea como titulares o beneficiarios de una pensión de sobrevivencia. Éste
se reajustará del mismo modo que la Pensión Básica Solidaria de Vejez.
Bono Por hijo: es un beneficio que incrementa el monto de la pensión de la mujer a través de la entrega de una
bonificación por cada hijo nacido vivo o adoptado; éste no se paga al momento del nacimiento del hijo, sino que
junto a su pensión.

La bonificación, que se fija y comienza a generar rentabilidad desde la fecha de nacimiento del hijo y equivale al
10% de 18 ingresos mínimos mensuales (fijado para los trabajadores mayores de 18 y hasta 65 años), se calcula
de la siguiente forma:

- Si el hijo nació antes del 1 de julio de 2009, se aplicará el ingreso mínimo vigente en julio de 2009 ($165
mil).
- Si el hijo nació después del 1 de julio de 2009, el ingreso mínimo corresponderá al monto que estaba
vigente durante el mes en que nació el hijo.

En caso de hijos adoptados, el beneficio se generará tanto para la madre biológica como para la madre adoptiva.

Es importante recordar que una vez adjudicado este bono, no se puede renunciar al beneficio (es irrevocable). Por
lo tanto, antes de solicitarlo se recomienda leer con atención los efectos previsionales que el acceso a la
Bonificación por Hijo puede generar (pérdida o merma de otros beneficios, como la cuota mortuoria o la
disminución de la pensión básica solidaria).

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