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Aislamiento de tejidos
EPIDERMIS X internos
TEJIDOS DE Intercambio de sustancias con
el medio ambiente
REVESTIMIENTO Reducción de pérdida de
(Dérmico) PERIDERMIS X agua corporal (en órganos
(Suber / Felodermis) aéreos)
Protección mecánica.
T
E CLORÉNQUIMA X Fotosíntesis
J
I TEJIDOS
D P.de RESERVA X (x) Reserva de compuestos
O PARENQUIMÁTICOS energéticos
TEJIDOS
VASCULARES FLOEMA X X Conducción de sustancias
(DE CONDUCCIÓN) elaboradas
ADAPTACION AL
AMBIENTE
TERRESTRE RETENCION DEL AGUA CORPORAL
* Impermeabilización de la epidermis
de los órganos aéreos: cutícula.
INTERCAMBIO DE SUSTANCIAS
SUSTENTACION
RADIACION ADAPTATIVA
Teniendo en cuenta la continuidad topográfica de los tejidos en los distintos órganos del cuerpo
vegetal, Sachs (1987) propuso que el cuerpo vegetal está constituido por tres sistemas de tejidos:
dérmico o de revestimiento, fundamental y vascular o de conducción.
Del sistema dérmico forman parte los tejidos que rodean a los órganos estando en relación
directa con el ambiente y aislando a los tejidos internos. En los órganos con crecimiento
primario corresponde a la epidermis la cual es reemplazada anatómica y funcionalmente por
la peridermis en los órganos que llevan a cabo un crecimiento lateral o en grosor.
En los órganos con crecimiento primario, los sistemas se originan de los meristemas apicales. De la
protodermis la epidermis, del procambium los tejidos de conducción y del meristema fundamental el
parénquima, colénquima y esclerénquima. El crecimiento secundario o lateral se lleva a cabo por la
actividad del cambium que genera el sistema vascular secundario y el felógeno (o cambium
suberoso) que da origen al tejido de revestimiento denominado peridermis cuya capa externa
corresponde al suber o corcho.
Protodermis epidermis
Crecimiento primario
Meristema parénquima, colénquima
fundamental y esclerénquima
Felógeno peridermis
(cambium suberoso)
Crecimiento secundario
Cambium vascular xilema y floema 2 rio
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Distribución de sistemas de tejidos en esquemas generalizados de raíz, tallo
y hoja de dicotiledóneas
Introducción:
Los tejidos de revestimiento son aquellos que conforman la capa más externa de los órganos
vegetales, por lo cual, al estar en contacto con el medio externo, sus funciones están destinadas a la
relación entre el cormo vegetal y el ambiente tales como intercambio de sustancias, protección de
agentes externos, etc.
Epidermis:
Es el tejido de revestimiento típico de órganos con crecimiento primario - derivado de la
protodermis- siendo reemplazado estructural y funcionalmente por la Peridermis durante el
crecimiento secundario de ciertos órganos vegetales.
La estructura y funcionalidad de la epidermis varía de acuerdo al órgano y a las características
ambientales que rodean a éste, por lo cual en platas aeroterrestres la principal diferencia se observa
entre la epidermis de los órganos aéreos y la radicular (también denominada rizodermis).
Por lo general, excepto en plantas adaptadas a condiciones ambientales particulares, el tejido
epidérmico presenta una sola capa celular constituida por distintos tipos celulares cuyas diferencias
morfológicas están relacionadas con las distintas funciones que lleva a cabo la epidermis. De
ordinario estas distintas formas celulares son clasificadas en células de revestimiento -o células
epidérmicas propiamente dichas – , células oclusivas o estomáticas y pelos o tricomas de variadas
formas y funciones.
Las células de revestimiento ordinariamente son planas y su protoplasto suele estar muy
vacuolizado careciendo en general de plástidos. Estas células se disponen sin dejar espacios
intercelulares entre ellas y se encuentan adheridas por la laminilla media, formando una superficie
que aisla a los tejidos internos de los órganos del medio externo.
El los órganos aéreos, la epidermis posee una cutícula formada por el engrosamiento de cutina y
ceras (sustancias lipídicas) de la cara externa de la pared celular de las células de revestimiento.
Dado el carácter impermeable de sus componentes, la cutícula reduce la perdida de agua corporal lo
cual representa una adaptación al medio terrestre.
Asociada a la presencia de la cutícula, la epidermis posee estomas a través de los cuales intercambia
gases con el medio. Cada estoma está constituido por dos células oclusivas que encierran un poro
llamado ostíolo a través del cual se intercambia gases entre el exterior y los tejidos internos.
A diferencia de la epidermis de los órganos del vástago, la de la raíz (“rizodermis”) ordinariamente
no posee cutícula ni estomas – asociada a su función de absorción de agua e iones.
Las células oclusivas o estomáticas suelen tener forma ariñonada, excepto en algunos grupos de
monocotiledóneas (con forma de « clava ») y su protoplasto presenta cloroplastos a diferencia del
resto de las células epidérmicas.
http://www.efn.uncor.edu/dep/biologia/intrbiol/malv4500.jpg http://www.hiperbotanica.net
Su pared celular (primaria) está engrosada diferencialmente, la cara que encierra al ostíolo es más
gruesa que el resto presentando a su vez bandas radiales. Esta desigualdad en el engrosamiento de la
pared celular lleva al cambio de forma de la célula dependiendo su estado de turgencia o
plasmolísis ; al ingresasr agua a las células estas se arquean dando como resultado la apertura del
poro, por el contrario al perde agua la célula se plasmoliza cerrándose el espacio entre ellas..
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Esq. de sistema estomático y mecanismo de apertura y cierre del ostíolo
Sistemas estomáticos
En numerosas especies rodeando los estomas se distinguen células accesorias que difieren
morfologícamente del resto de las células de revestimiento. Dependiendo del número y disposición
de estas células se identifican distintos tipos de sistemas estomáticos, asociados a determinados
grupos de plantas (« caracter sistemático »).
http://www.euita.upv.es/varios/biologia/images/Figuras_tema5/Figura5_12.jpg
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Imagendeausethwebla
SIST. ESTOMATICO TETRACICLICO EN TRADESCANTIA SIST. ESTOMATICO HELICOCITICO EN SEDUM
Los tricomas o pelos epidérmicos son derivados de las células epidérmicas con variadas estructura,
forma y función según las especies.
Según su estructura los tricomas pueden ser unicelulares o pluricelulares filamentosos o ramificados.
En muchos casos los pelos pueden producir y secretar sustancias denominándose tricomas
glandulares : secretores de aceites escenciales, sales, sustancias urticantes, etc.
La función de los distintos pelos es muy variada. Por ejemplo en ciertas especies existe una capa
pubescente en el envés de las hojas que retiene humedad reduciendo la perdida de vapor de agua por
los estomas mientras que en otros casos pueden servir como protección contra la predación como en
el caso de los tricomas punzantes. Entre estos últimos un caso particular corresponde al pelo
urticante (punzante-glandular) de las ortigas que poseen una estructura muy especializada que
permite inocular sustancias venenosas e irritantes.
En las plantas carnívoras, las estructuras de captura poseen pelos glandulares algunos de los cuales
secretan mucílagos pegasosas que retienen a la presa y otros que eliminan enzimas que la digieren.
En la rizodermis es característico en muchas especies la presencia de pelos radiculares, unicelulares,
relacionados con el aumento de superficie y campo de absorción de agua e iones.
http://thm-a03.yimg.com/nimage/e9e9670fa09853b8 www.hiperbotanica.net
Microfotografías M.E.B. (1) pelos simples y glandulares del malvón (Pelargonium sp.), MEB 250x.
(2) pelos estrellados del lapacho amarillo (Tabebuia sp.), MEB 850x – (3) Pelo glandular de Povonia
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Peridermis:
Es el tejido de revestimiento de tallos y raíces con crecimiento secundario (lateral) y se origina a
partir del felógeno o cambium suberoso. Su capa externa llamada suber o corcho está constituida por
varias capas de células apretadamente unidas, con desarrollo de paredes secundarias impregnadas
con suberina, características que otorgan al suber la función de aislamiento, protección e
impermeabilidad.
El intercambio de gases entre los tejidos interno y el medio se realiza a través de lenticelas,
estructuras en las cuales las células del suber se disponen “desordenadamente” dejando espacios
intercelulares por donde difunden los gases.
Introducción:
Tanto el xilema como el floema están constituidos por tres tipos celulares: a- células
conductoras
b- células parenquimáticas c- células de sostén
Xilema:
Entre las células conductoras (también llamadas traqueales) se encuentran las traqueadas y las
tráqueas (también denominadas elementos o células del vaso xilemático). Las tarqueidoas son células
conductoras típicas de helechos y gimnospermas, aunque también presentes en algunas familias de
angiospermas.
Ambos tipos de células conductoras poseen pared secundaria y su protoplasto desaparece a la
madurez quedando un lumen por el cual circula el agua conducida. Tanto en las paredes terminales
como laterales poseen poros que permiten el pasaje de agua entre células vecinas. En el caso de las
traqueadas la comunicación tanto terminal como lateral se da a través de puntuaciones con torus,
mientras que en las tráqueas las paredes terminales se lisan quedando una perforación. De ésta
manera al disponerse una a continuación de la otra, unidas por sus extremos, las tráqueas forman
verdaderos tubos denominados vasos xilemáticos (de ahí que a cada una de las células que forma al
vaso xilemático se lo denomina elemento o unidad del vaso).
.
Las células conductoras se disponen en un conjunto de hileras que recorren longitudinalmente el
órgano en cuestión. En cada hilera el agua y sales circula por dentro de los lúmenes y pasan a las
células vecinas a través de poros (traqueidas) o perforaciones (tráqueas) que comunican en sus
extremos una con otras. A su vez el agua que circula por una hilera de células conductoras puede
parcialmente pasar a la hilera vecina a través de los poros laterales.
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http://img695.imageshack.us/img695/9661/a25wlq.jpg (modificado)
Parénquima
El parénquima puede considerarse, desde el aspecto filogenético, el precursor de los restantes tejidos
diferenciados teniendo en cuenta que el cuerpo de las plantas más primitivas está formado casi
exclusivamente por células del tipo parenquimático. Conjuntamente con el tejido mecánico forman
el llamado sistema de tejido fundamental.
Las células parenquimáticas poseen pared primaria exclusivamente y protoplasto activo, pudiendo en
condiciones particulares sufrir desdiferenciación y dar origen a otros tipos celulares.
En Cormófitas, el tejido parenquimático es el más abundante en órganos herbáceo constituyendo el
mesófilo de las hojas, la médula y corteza de tallos y raíces con crecimiento primario, el mesocarpo
de los frutos suculentos y el endosperma de la semillas.
En relación con la función del órgano del que forma parte y de las adaptaciones de los distintos
grupos vegetales, se distinguen varios tipos de parénquimas (clorofílico, aerífero, de reserva) cuyas
células y espacios intercelulares presentan características diferenciales.
La mayor cantidad de cloroplastos que contienen las células del tejido en empalizada, como así
también la forma y disposición de las mismas, otorgan mayor eficacia fotosintética a este tipo de
clorénquima. Por su parte el mayor volumen de espacios intercelulares que presenta el parénquima
esponjoso facilita la difusión de gases dentro de la hoja.
Esta diferencia funcional está asociada a la ubicación en la hoja de ambos tipos de clorenquima.
Generalmente el clorénquima en empalizada se forma las capas superiores del mesófilo las cuales
reciben mayor incidencia lumínica, mientras que el esponjoso se dispone inferiormente, asociado a la
epidermis del envés la cual contiene mayor cantidad de estomas por los cuales se realiza el
intercambio gaseoso.
http://www.geocities.ws/ueb2001/bot_images/estruct_hoja.gif
Parénquima de reserva
En general formada por células isodiaméticas, prismáticas o globosas, cuya característica distintivas
corresponde a la presencia en el protoplasto de plástidos de almacenamiento de sustancias orgánicas,
amiloplastos, proteinoplastos o elaioplastos. Constiyen el tejido predominante en órganos de reserva
alimenticia como los tubérculos, raíces almacenadoras y bulbos. También se encuentrran en semillas
y médula de tallos herbáceos.
Aerénquima
Es característico de las plantas acuáticas con función de reserva y circulación de gases intracorpóreo
(ej. Plantas palustres) o flotación (hidrofitas flotantes). Las células dejan grandes espacios
intercelulares en el cual se aloja aire. Los espacios se conforman por disposición de las células o por
la forma irregular o estrellada que poseen.
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Parénquima acuífero
Está constituido por células parenquimáticas relativamente grandes que presenta una gran vacuola la
que almacena agua en forma de mucílago. Este tejido es característico en órganos suculentos
característicos de cierto tipo de xerófitas (« cactus », « aloe », etc).
Tejidos Mecánicos
En las plantas aeroterrestres uno de los problemas a afrontar es el mecánico, es decir cómo sostener
al cormo para poder exponer a la luz una superficie adecuada de tejido fotosintético.
El mecanismo de sostén a nivel celular está dado por la turgencia de cada célula, la cual representa la
principal sustentación de las plántulas en sus primeros estadios y en ciertos órganos y plantas
suculentas.
Durante su desarrollo en la mayoría de las plantas se forman tejidos especializados con la función de
sostén y en algunos casos protección. De acuerdo al tipo y fase de crecimiento del órgano vegetal, se
puede diferenciar dos tejidos mecánicos diferentes: el colénquima y el esclerénquima.
Colénquima: sus células son generalmente similares a las parenquimáticas cuya diferenciación está
dada por el engrosamiento de su pared primaria. El grado de aumento de las paredes celulares no
llega a impedir la capacidad de extensibilidad por lo cual el colénquima da cierta resistencia al
órgano pero no impide su elongación. Es por ello que este tejido se encuentra en órganos que no han
finalizado su crecimiento en longitud - principalmente en dicotiledóneas -.
Esclerénquima: es un tejido mecánico típico de los órganos - o cierta zonas de los mismos - que han
dejado de crecer longitudinalmente.
Sus células desarrollan una pared secundaria gruesa y lignificada, lo que lleva a la pérdida del
protoplasto a su madurez. De acuerdo a la forma pueden distinguirse dos grupos celulares: las
esclereidas o células pétreas (isodiamétricas) y las fibras (alargadas y de extremos aguzados).
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Tanto las esclereidas como las fibras pueden encontrarse asociadas a los tejidos de conducción y/o
agrupadas en cordones o anilllos constituyendo un “armazón” que sostiene o protege a los órganos.
esclerénqima
epidermis
Microfotografía de corte transversal de tallo mostrando parte del “anillo” esclerenquimático y esclerénquima
subepidérmico
T.P. ANEXO ( I )
Obtención del material: Según el tipo de órgano o especie vegetal, podrá procederse de distinta
manera.
Técnica I : realizar un corte superficial en forma de ángulo en el órgano correspondiente. Con
una pinza sujetar, por el extremo del corte, la capa epidérmica. Tirar suavemente
desprendiendo un trocito de la misma.
Técnica II : doblar el órgano (ej. hoja) sobre la superficie a analizar hasta quebrarla, dejando
unidas las partes por la epidermis. Desplazar una parte sobre la otra desprendiendo la capa
epidérmica.
Técnica III : apoyar un trozo del órgano sobre una placa de vidrio con la superficie a analizar
hacia abajo. Mojar la muestra con unas gotas de agua o lavandina diluida. Sujetando los
extremos, raspar suavemente con una hojita de afeitar ( dispuesta a 90º con respecto a la
superficie ). Realizar la operación, manteniendo húmeda la muestra, hasta desprender los
tejidos y dejar aislada la epidermis a analizar.
-Cortar transversalmente el órgano a analizar. Realizar, con una hoja de afeitar, cortes paralelos de
manera tal de obtener láminas muy delgadas.
-Lavar los cortes efectuados sumergiéndolos en agua durante unos minutos.
-Recoger uno de ellos (el más traslúcido ) con ayuda de un pincel y colocarlo sobre un cubreobjeto;
agregar una gota de agua y cubrir con un cubreobjeto. Si el agua es excesiva removerla con papel de
filtro, si es escasa agregar agua por capilaridad entre porta y cubreobjeto.
Nota : para el caso de hojas de más de 1 cm. de ancho, cortar una tira longitudinal de la misma que
incluya la nervadura central y luego proceder de acuerdo a lo indicado anteriormente.
-3- Para observación de corte transversal de órganos vegetales coloreados con safranina, azul de
metileno o lugol.
-5- Para observación de corte longitudinal de pecíolo de "apio" (coloreado con safranina).
-Realizar los cortes según las indicaciones de los puntos anteriores que correspondan.
-Previo a montar los cortes entre porta y cubreobjeto, sumergirlos durante unos segundos en alcohol
70%.
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Disociar los tejidos -disolución de laminilla media- de un trozo del órgano a analizar. Para ello
utilizar algunas de las técnicas de maceración ( a base de soluciones ácidas o acción enzimática ).
Ej. Método de Boodle :
-Hervir el material con hidróxido de potasio al 10% y luego lavarlo con agua destilada.
-Sumergirlo dentro de un tubo de ensayo con ácido crómico al 25%, durante aproximadamente 30
60 minutos, hasta que pinchando el material su consistencia sea similar a la de la manteca.
-Lavar muy bien la muestra con agua, varias veces.
-Colocar la muestra macerada sobre un vidrio de reloj, agregar unas gotas de safranina al 1% y
disgregar con agujas de disección.
-Tomar unas pequeñas muestra del material y colocarla entre porta y cubre junto a una gota de agua.
- Obtener una pequeña porción de epidermis de la catáfila de cebolla siguiendo alguna de las técnicas
del punto 1.
- Colocar la muestra en un recipiente con agua. Traspasarla con un pincel sobre un portaobjeto y
apregar una gota de azul de metileno muy diluido. Corregir, si es necesario, la posición de la muestra
para que no queden pliegues. Cubrir con cubreojeto.
- Observar al microscopio con 100 A, recorriendo el preparado hasta enfocar un campo visual donde
se observe con nitidez y con la menor superposición de estructuras.
- Desprender una muestra raspando con una espátula o bisturí la cara interna del pericardio del
tomate. Colocar el material raspado sobre el portaobjeto.
- Agregar una gota de agua y dispersar homogeneamente el material. Cubrir con un cubreobjetos.
-Arrancar una hoja joven de Elodea con una pinza (tomándola por su base). Sumergirla en un
recipiente con agua y posteriormente colocarla (sin pliegues) sobre un portaobjeto.
-Agregar una gota de agua y cubrir con un cubreobjeto.
-Observar con 100 A y recorrer el preparado hasta obtener un campo visual donde se vea con nitidez