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INTRODUCCIÓN
Durante los años sesenta, se empieza a evidenciar una mirada crítica del fenómeno de la evaluación
en los Estados Unidos, ésta perspectiva cuestionaba la eficacia y la calidad del sistema educativo.
Las acciones que hicieron parte de esta revolución en el sistema educativo estaban relacionadas con el
desarrollo de proyectos para el mejoramiento de programas escolares, el uso correcto y eficaz de los
fondos federales y la obtención de logros educativos fijados.
A partir de estos avances, se inició un período de reflexión y cuestionamiento sobre las necesidades
que afrontaba el campo educativo, esto enriqueció el ámbito conceptual y metodológico de la
Evaluación2.
LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN
El doctor Scriven considera en sus planteamientos que la evaluación que tiene en cuenta
exclusivamente la determinación de los objetivos (Tayler) es inútil, dado que las metas propuestas
1
CARRIÓN CARRANZA, Carmen. (sin año). Valores y Principios para Evaluar la Educación. Ed. Paidós. p. 28 – 30.
2
Ibíd. p. 28 - 30
3
Joint Comittee, 1981. En: STUFFLEBEAM, Daniel y SHINKFIELD, Anthony. (1989) Evaluación Sistemática. Ed.
Paidós. P. 356
1
LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y SUMATIVA
pueden no ser representativas a las necesidades de los “consumidores”, demasiadas irreales o muy
limitadas.
Por otro lado, cuestiona las afirmaciones de Cronbach (critica a los test tipificados, comparativos entre
grupos de control y experimentales), y hace referencia a la distinción entre la meta y la función de la
evaluación, aportando la función de la evaluación sumativa.
Michael Scriven “clasifica los conceptos evaluativos establecidos en cuatro grupos (ideología
separatista, positivista, administrativa y relativista) y crítica cada uno de ellos extensamente, con la
esperanza de convencer a los evaluadores de que reconozcan y renuncien a ciertas tendencias que
según él, han debilitado el trabajo evaluativo” 4, una de las tendencias mencionadas es la valorfobia o
miedo a ser evaluado, la cual se manifiesta cuando los evaluadores pierden su perspectiva crítica,
cuando los evaluados se resisten al proceso, evitan evaluar sus evaluaciones o al valorar programas,
no evalúan al personal del programa.
Michel Scriven define la evaluación como “la valoración sistemática del valor o el mérito de las cosas,
y ha subrayado que los evaluadores deben ser capaces de llegar a juicios de valor justificables más que
de medir cosas o determinar si las metas han sido alcanzadas” 5en este sentido, el evaluador debe
identificar si las metas propuestas y alcanzadas contribuyen al bienestar de los consumidores.
En sus trabajos, se destaca la necesidad de incluir en el proceso evaluativo tanto la evaluación de los
objetivos como la determinación del grado en que éstos son alcanzados; aquí, se destaca la división
entre evaluación intrínseca y extrínseca, la primera valora el elemento por sí mismo y la segunda
evalúa los efectos que produce el elemento 6.
Así, surge la propuesta de la evaluación Formativa y Sumativa, las cuales darían cuenta de la función
de la evaluación. La función formativa proviene del tipo de evaluación continua que ayuda a valorar el
objeto una vez que está en proceso de desarrollo, proporciona información para ayudar a planificar y
luego producir algún objeto, ayuda al perfeccionamiento de lo que está operando. La evaluación
sumativa sirve para tomar decisiones, revisa productos o resultados finales; en el contexto de los
estudiantes, estaría representado por los exámenes finales, semestrales o los de promoción.
En el caso de la presencia de evaluadores, es preferible que la evaluación sumativa sea realizada por
un agente externo, dada la objetividad que requiere este tipo de procedimiento. En el caso de la
evaluación formativa, puede llevarse por un agente participe de la institución, en ese caso es un valor
que puede tener como objeto el mejoramiento.
4
Ibíd. p. 352
5
Ibíd. p. 342
6
Op. Cit. CARRIÓN (sin año). p. 29
2
LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y SUMATIVA
EVALUACIÓN
Función
FORMATIVA SUMATIVA
Subjetividad Objetividad
Scriven presenta la propuesta (técnica renovadora) de evaluación “sin metas” donde el “evaluador
permanece ignorante de las metas fijadas para el programas e investiga todos los efectos de un
programa, independiente de sus objetivos”7. La justificación de esta propuesta es que el evaluador
puede dar cuenta de efectos inesperados al desprender su preocupación de las metas fijadas
previamente. Esta evaluación tiende a ser más adaptable a los cambios de metas, más consecuente
para determinar efectos secundarios, más estimulante profesionalmente y más equitativa.
Teniendo en cuenta la evaluación sin metas, se hace necesaria una noción para valorar los resultados
obtenidos, en ese sentido, Scriven propone la valoración de las necesidades, en el cual se espera la
contrastación de los resultados observados frente a las necesidades de los consumidores. Scriven
entiende necesidad por “cualquier cosa que sea esencial para un modo satisfactorio de existencia,
cualquier cosa sin la cual este modo de existencia o nivel de trabajo no puede alcanzar un grupo
satisfactorio”8.
A partir de esas necesidades, Scriven postula la lista de control de indicadores de la evaluación, la cual
contiene 18 ítems o indicadores9:
3
LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y SUMATIVA
“La metaevaluación puede ser formativa, si ayuda al evaluador a planificar y realizar una evaluación
solvente, o sumativa, si proporciona al cliente pruebas independientes acerca de la competencia
técnica del evaluador principal y de la solvencia de sus informes”10
La evaluación Sumativa es la“…Etapa del proceso educacional que tiene por fin comprobar de modo
sistemático en qué medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se hubieran
especificado con antelación…”11, también entendida como la “… forma mediante la cual medimos y
juzgamos el aprendizaje con el fin de certificarlo, asignar calificaciones, determinar promociones,
entre otros…tiene el fin de reflejar el grado en que se han conseguido los objetivos a través de una
nota o calificación…”
De esta manera, la evaluación sumativa se encarga de evaluar tipos de aprendizajes que están
estipulados en los objetivos a propósito de los contenidos seleccionados, el cumplimiento de unos
mínimos de aprehensión de contenidos para una promoción, los programas ya aplicados o los
currículos. Eso quiere decir, que el momento en que se presenta ésta evaluación, es justo al final de
una fase del aprendizaje (período, trimestre, semestre), al terminar un grado o curso y al finalizar el
nivel educativo el nivel educativo (básica primaria, secundaria, media, universidad).
10
Ibíd. p. 352
11
LAFOURCADE (1997). En MONEDERO MOYA, Juan José (1998). Bases Teóricas de la evaluación educativa.
Ediciones Aljibe. p. 42
4
LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y SUMATIVA
Así, la evaluación sumativa requiere ser realizada por un agente evaluador externo, quien debe ser lo
más objetivo posible y publicar los resultados del proceso evaluativo. Es importante para el evaluador
y el agente que lo contrata especificar los objetivos, contenidos y habilidades a medir en el período
correspondiente y realizar actividades o pruebas sobre dichas especificaciones:
La evaluación Amateur o autoevaluación es un mecanismo para que los evaluadores sean dedicados
en la consecución del éxito y tolerantes con los objetivos vagos y los procedimientos de desarrollo
investigativo.
Por otra parte, se describe que los evaluadores profesionales son necesarios para llevar a cabo
evaluación formativa y sumativa durante las últimas etapas del desarrollo.
En conclusión ambos tipos de evaluadores, tanto interno como externos, son necesarios en ambas
etapas del proceso evaluativo (formativa y sumativa).
Hacer una valoración antes de que se llegue a culminar una meta, un objetivo o una
etapa, se puede usar tal valoración para tomar decisiones sobre el siguiente paso a dar
12
MONEDERO MOYA, Juan José (1998). Bases Teóricas de la evaluación educativa. Ediciones Aljibe. p. 42.
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LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y SUMATIVA
BIBLIOGRAFÍA
Scriven, M. (1967). The methodology of evaluation. R.W. Tyler, R M. Gagne, M. Scriven (eds.),
Perspectives of curriculum evaluation, pp.39-83. Chicago, IL: Rand McNally.
CARRIÓN CARRANZA, Carmen. (Sin año). Valores y Principios para Evaluar la Educación. Ed. Paidós.
MONEDERO MOYA, Juan José (1998). Bases Teóricas de la evaluación educativa. Ediciones Aljibe. p. 42
STUFFLEBEAM, Daniel y SHINKFIELD, Anthony. (1989). Evaluación Sistemática. Ed. Paidós. P. 356