Sie sind auf Seite 1von 14

Utilizar de forma eficiente recursos y herramientas digitales

¿Qué son las habilidades digitales?

Potencialmente pueden transformar a la totalidad del planeta, dada su rapidez,


su capacidad de interconexión total, la facilidad que ofrecen a la interactividad y
su capacidad de manipular y acceder a grandes volúmenes de información. Por
Alejandro Gallardo Cano y Venecia Quiroz Téllez

La llamada Era Digital es un concepto que alude a todos aquellos fenómenos


relacionados con la transferencia de las tecnologías analógicas a las digitales. Se
trata de un período que comenzó aproximadamente hace 30 años, propiciado por
los avances en el conocimiento científico iniciados con el siglo XX y los
consecuentes desarrollos en la tecnología. Paralelos a esos cambios tecnológicos,
son patentes cambios sociales equivalentes a los ocurridos durante las
revoluciones Agrícola e Industrial.

Hacia mediados de la década de los años 80 del siglo pasado, la intromisión de


uno de los principales desarrollos tecnológicos vinculados con la Era Digital, las
computadoras personales (PC), era un hecho palmario en prácticamente todas las
áreas productivas, y con el gradual abaratamiento de los programas “para hacer
algo” o software, también inició una rápida asimilación de la tecnología a muchas
prácticas sociales no necesariamente vinculadas con la producción o la
administración.
El campo educativo no estuvo excluido de esta “intromisión” y bien pronto los
beneficios de la tecnología digital comenzaron a transformar prácticas milenarias.
Así, en esa década (los ochentas) la computadora se introdujo al salón de
clases1 y luego vinieron las impresoras, los disquetes, el escáner y las primeras
cámaras digitales. Pronto, el término Información Tecnológica (IT), que describe a
las computadoras y sus dispositivos periféricos, se incorporó al vocabulario de
educadores, planificadores y educandos.

Esa combinación: redes informáticas y aparatos para manipular la


información a que nos dan acceso, han creado y están creado —afirman
diversos autores— nuevos modelos de sociedad.

Después el acceso al internet aceleró el cambio en la sociedad y al lenguaje


mismo. El término ICT o TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación)
aún en boga, describen el conjunto de tecnologías desarrolladas para gestionar
información y enviarla de un lugar a otro. Esas tecnologías incluyen las llamadas
aplicaciones útiles para almacenar información, recuperarla, enviarla y recibirla, sin
omitir la posibilidad cada vez más variada de procesar datos en todas las
configuraciones posibles, no sólo escritos o numéricos, sino visuales y sonoros en
todas las combinaciones imaginables.

Las TIC son resultado de la acción de diversos dispositivos electrónicos (gadgets),


las computadoras y la eficiente conexión en red a través de ondas hertzianas
(microondas), cables de fibra óptica, de cobre y otros materiales. Esa combinación:
redes informáticas y aparatos para manipular la información a que nos dan acceso,
han creado y están creado —afirman diversos autores— nuevos modelos de
sociedad donde hipotéticamente los individuos de todos los puntos del planeta
pueden compartir información y hacer crecer el conocimiento2.
En los procesos educativos, las TIC contienen al menos la promesa del tan
ansiado acceso universal, es decir, a lograr por fin la igualdad en la instrucción;
también permiten, al menos embrionariamente, el ejercicio de la enseñanza y el
aprendizaje con calidad y precisión, si se entienden estos calificativos como la
posibilidad real de facilitar el aprendizaje a los estudiantes a través de las vías que
éstos prefieran o les sean más afines para obtener o construir conocimientos. En
consecuencia, las TIC son portadores entonces de la promesa de un mayor
desarrollo profesional de los docentes quienes a través de esas tecnologías
pueden innovar y explorar nuevas maneras de enseñanza y evaluación. ¿Y qué
decir de la gestión educativa? Sin duda las tecnologías de la información y la
comunicación permiten, o deberían permitir una gestión, una dirección, planeación
o una administración de los sistemas educativos más eficientes3.

En consecuencia, las TIC son portadores entonces de la promesa de un


mayor desarrollo profesional de los docentes quienes a través de esas
tecnologías pueden innovar y explorar nuevas maneras de enseñanza y
evaluación.

Brechas y abismos digitales.


¿Por qué hemos utilizado las palabras “embrionariamente”, “deberían” o
“hipotéticamente”? Porque si bien es cierto que las maravillosas tecnologías
teleinformáticas que ahora nos ocupan potencialmente pueden transformar a la
totalidad del planeta, dada su rapidez, su capacidad de interconexión total, la
facilidad que ofrecen a la interactividad y su capacidad de manipular y acceder a
grandes volúmenes de información, en realidad esa, la interconexión y la
posibilidad de acceso universal aún son, hoy por hoy, una mera aspiración. El
sistema económico y las grandes diferencias en el acceso a los mínimos
estándares de calidad de vida en gran parte del planeta, hacen de esa posibilidad
eso, una mera posibilidad.
Sólo como un botón de muestra de lo escrito en las líneas precedentes ofrecemos
los siguientes datos publicados en un diario de la Ciudad de México:

“El presupuesto para el programa México Conectado con el que el gobierno federal
pretendía llevar Internet a 250 mil sitios, como escuelas, universidades y
hospitales, fue recortado 88 por ciento para 2017; mientras todas las áreas de
telecomunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tendrán
84.3 por ciento menos recursos…”4

De eso se habla siempre cuando se aluden a las “brechas digitales” o las “brechas
tecnológicas”, un tema que abordaremos próximamente en una nueva entrada de
este blog.

Dentro de las habilidades digitales, por supuesto, deben incorporarse


aquellas relacionadas no sólo con la búsqueda y la selección, sino con la
producción o, mejor dicho, la auto-producción.

Sin embargo, mientras la utopía de la interconexión y el acceso universal tienen


lugar, es indudable que el proceso de cambio en las aulas y los espacios
educativos tiene varios lustros de haber iniciado y las transformaciones en las
maneras de enseñar y de aprender ya son patentes en aquellos recintos y
subsistemas educativos donde esta posibilidad es una realidad.

Así, preparar una clase, planificarla, evaluarla y desarrollar modelos de enseñanza


demandan de los profesores nuevas destrezas. Lo mismo ocurre con los
estudiantes: tener acceso a los aparatos, a las redes y las TIC en general, no
garantiza el éxito en el propósito. Es preciso adquirir, desarrollar nuevas aptitudes
para mejor aprovechar las tecnologías.
¿Nuevas destrezas, nuevas aptitudes?
Búsqueda, selección y auto producción, la
clave.
Docentes y estudiantes requieren un nuevo tipo de habilidades en el siglo XXI.
Necesita desarrollar habilidades relacionadas con la búsqueda eficiente y precisa
de información a través de fuentes confiables; como identificar, evaluar y
seleccionar en el proceso de búsqueda de datos. Y en esas capacidades de
búsqueda, selección y evaluación de información, están incorporadas destrezas —
vitales— para discriminar y discernir qué información es útil y apropiada a los
propósitos personales, y si esos propósitos van vinculados con actos de
aprendizaje o enseñanza, la habilidad debe ser aún más aguda.

Dentro de las habilidades digitales, por supuesto, deben incorporarse aquellas


relacionadas no sólo con la búsqueda y la selección, sino con la producción o,
mejor dicho, la auto-producción. En efecto, los dispositivos actuales, los gadgets,
las computadoras, tienen incorporadas aplicaciones o programaciones en software
que permiten al profesor, al estudiante, al gestor o directivo, la creación de sus
propios materiales y recursos.

Acaso una de las principales transformaciones sociales que hayan propiciado la


combinación de tecnologías digitales y las redes informáticas sea el surgimiento
de un nuevo tipo de usuario de los medios de comunicación: el prosumidor, un
concepto del cual nos ocuparemos en una futura entrada de este blog, baste
recordar que es un concepto que nació hacia la segunda mitad del siglo pasado5 y
que ahora describe con precisión al internauta, al usuario de las redes, al creador
de productos para ser compartidos en red.

La Universidad Pedagógica Nacional como centro de investigación y desarrollo de


nuevos modelos educativos, ha sido sensible a la formación de sus cuadros
docentes y de sus estudiantes. Desde lustros atrás ha desarrollado productos
útiles para encaminar y fomentar la adquisición de habilidades digitales entre sus
comunidades. Como un ejemplo de ello, actualmente desarrolla a partir de
contenidos de sus académicos Cursos Abiertos Masivos en Línea (MOOC) entre
otros proyectos como son las Cátedras Virtuales.

Para ti, para los estudiantes, en este mismo portal encontrarás numerosos
desarrollos encaminados a fomentar y ejercitar tus habilidades digitales como son
los “Intelimemes” y las “Descargas de Conocimiento”. Una de tales propuestas, es
una serie de videos tutoriales que contienen recomendaciones de aplicaciones en
línea útiles para aprender idiomas, almacenar y compartir información en grandes
volúmenes, y hasta tener una agenda “en la nube” esencial para que programes
tus actividades sociales y de estudio, se trata de la sub-serie producida por
la Dirección de Difusión y Extensión Universitaria a través de la Subdirección
de Comunicación Audiovisual: “En red”. Te invitamos cordialmente a conocer todas
estas propuestas, usarlas y compartirlas.
COMPETENCIAS Y HABILIDADES
DIGITALES
Lunes, 14 Abril 2014

Pierre-Antoine Ullmo

Educación Infantil y Primaria

1408 Hits

0 Comentarios

El currículum educativo nos permite


planificar las actividades académicas respondiendo a las preguntas acerca de qué, cómo y
cuándo enseñar, y qué, cómo y cuándo evaluar. De esta manera se pretende establecer los
aprendizajes necesarios para que nuestros/as alumnos y alumnas adquieran las
competencias y habilidades necesarias para su realización personal, ejerciendo la ciudadanía
activa e incorporándose a la vida adulta con éxito.

Y ¿qué pasa con las habilidades digitales? ¿les damos tanta importancia en el aula como al
resto de las áreas? La respuesta a esta pregunta la encontraremos en la práctica diaria del
docente, y probablemente no es algo que estamos trabajando desde un asignatura, sino que
es un aprendizaje transversal que trabajamos desde las distintas áreas.

Para entender mejor a qué nos referimos cuando hablamos de habilidades digitales,
podemos decir que son el conjunto de habilidades y capacidades relacionadas con el uso de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). en los procesos
de aprendizaje, es decir cuando conseguimos que nuestros alumnos conozcan las TIC y las
utilicen de manera creativa y eficaz, buscando, analizando y evaluando la información
recibida desde diversas fuentes; las utilicen para encontrar la solución a los problemas que
se les plantean, permitiéndoles esto tomar las decisiones correctas; aprovechen las
herramientas que les proporciona internet para publicar y producir contenidos; se
comuniquen y trabajen en equipo con otros usuarios; y finalmente que sepan cómo
comportarse de forma respetuosa y responsable al utilizar las TIC.

La utilización de las TIC en el aula por lo general resulta motivador para los alumnos y las
alumnas, ya que las nuevas tecnologías están en su día a día, por lo que utilizarlas con fines
académicos permite que por medio de los mismos medios tecnológicos (ordenadores,
tablet's, internet, teléfono inteligente, etcétera) que hacen servir para comunicarse con sus
amigos, para sus momentos de ocio, para compartir experiencias o sencillamente para
informarse de la previsión del tiempo, los usen para conseguir sus objetivos escolares.

Es necesario que como profesores y profesoras sepamos reconocer la importancia de


trabajar este tipo de habilidades, ya que nuestros niños, niñas y jóvenes están inmersos en
una sociedad que cada día se vuelve más tecnológica. Ya no basta con investigar acerca de
un tema en concreto como quizás hacíamos hace una o dos décadas atrás, ya que esta
información es fácil de conseguir, por lo que solo se requerirá un "copiar y pegar" para
tener la 'investigación' realizada. Nuestros jóvenes de ahora necesitan ir un paso más allá,
buscando la forma de dar un uso significativo de esta información, utilizándola o
transformándola, y aquí es donde el rol del profesor es imprescindible, es necesario dar esta
visión a nuestros alumnos para que sus aprendizajes adquieran cada vez más significado.
Competencias digitales

1. Conocimiento digital
Capacidad para desenvolverse profesional y personalmente en la economía digital.

El profesional con la competencia de conocimiento digital es capaz de:

 Utilizar de forma eficiente recursos y herramientas digitales.


 Hacer uso de herramientas y medios digitales en su desarrollo profesional.
 Comprender la hipertextualidad y multimodalidad de los nuevos medios
digitales.
 Integrar las nuevas lógicas digitales en su trabajo profesional.
 Usar herramientas digitales para el pensamiento reflexivo, la creatividad y la
innovación.
 Gestionar de manera apropiada la identidad digital corporativa y propia.
 Intervenir de forma responsable, segura y ética en entornos digitales
corporativos o propios.
 Evaluar críticamente prácticas sociales de la sociedad del conocimiento.

Y aporta a la organización:

 Aumenta la productividad y acelera la innovación.


 Cambia la manera de gestionar el talento y los procesos.
 Mejora la flexibilidad y la capacidad de reacción y anticipación.
 Aumenta el conocimiento del entorno.
 Genera seguridad ante los cambios y la incertidumbre.

2. Gestión de la información
Capacidad para buscar, obtener, evaluar, organizar y compartir información en
contextos digitales.

El profesional con la competencia de gestión de la información es capaz de:

 Navegar por Internet para acceder a información, recursos y servicios.


 Realizar búsquedas eficientes en Internet que le permiten obtener
información relevante para sus objetivos.
 Obtener información en tiempo real y en cualquier lugar.
 Saber suscribirse a contenidos relevantes para sus objetivos y monitorizar la
Red en busca de información clave.
 Guardar y almacenar de manera organizada la información digital para
favorecer su posterior localización.
 Localizar y distinguir nuevas fuentes de información y combinarlas con las
ya existentes.
 Evaluar la calidad, la fiabilidad, la pertinencia, la exactitud y la utilidad de la
información, los recursos y los servicios obtenidos en la red.
 Sistematizar y utilizar la información y conocimiento adquirido, añadiendo
valor a los resultados obtenidos.

Y aporta a la organización:

 Genera conocimiento relevante.


 Aporta inteligencia de negocio y análisis competitivo.
 Facilita la innovación.
 Mejora la circulación de la información y la eficiencia de los procesos.
 Ayuda al posicionamiento de marca.
3. Comunicación digital
Capacidad para comunicarse, relacionarse y colaborar de forma eficiente con
herramientas y en entornos digitales.

El profesional con la competencia de comunicación digital es capaz de:

 Comunicarse de forma eficiente de manera asíncrona.


 Participar activamente en conversaciones y debates online realizando
aportaciones de valor.
 Comunicarse de forma eficaz y productiva con sus colaboradores utilizando
medios digitales.
 Comunicarse de forma eficiente de manera síncrona online.
 Generar contenido de valor y tener opiniones que ayudan a generar debate.
 Participar proactivamente en entornos digitales, redes sociales y espacios
colaborativos online, realizando aportaciones de valor.
 Identificar nuevos espacios en los que participar que puedan ser de interés.
 Establecer relaciones y contactos profesionales con medios digitales.

Y aporta a la organización:

 Genera conocimiento de mercado y de clientes.


 Aumenta la eficiencia y productividad interna.
 Favorece el posicionamiento y la construcción de marca.
 Reduce los riesgos de crisis de marca.
 Incrementa la transparencia y la visibilidad del conocimiento interno.

4. Trabajo en red
Capacidad para trabajar, colaborar y cooperar en entornos digitales.

El profesional con la competencia de trabajo en red es capaz de:

 Trabajar en procesos, tareas y objetivos compartidos con medios digitales.


 Producir documentos colaborativos en línea.
 Comunicarse, utilizando medios digitales, de forma eficaz y productiva con
sus colaboradores.
 Coordinarse y trabajar en equipo en entornos y con herramientas digitales.
 Gestionar, usando medios digitales, de forma eficiente el tiempo y los
recursos humanos asignados.
 Desarrollar e implementar estrategias personales y organizacionales para el
trabajo en red.
 Colaborar en redes formales e informales compartiendo información y
conocimientos.
 Generar interacción y relaciones de calidad en entornos y comunidades en
línea aprovechando la inteligencia social.
Y aporta a la organización:

 Mejora la circulación de la información y del conocimiento, tanto tácito


como explícito.
 Mejora la eficiencia de los procesos.
 Promueve la creatividad, la innovación y la serendipia.
 Favorece el aprendizaje informal entre miembros de la organización.
 Mejora el sentido de pertenencia y el alineamiento a los objetivos
estratégicos.

5. Aprendizaje continuo
Capacidad para gestionar el aprendizaje de manera autónoma, conocer y utilizar
recursos digitales, mantener y participar de comunidades de aprendizaje.

El profesional con la competencia de aprendizaje continuo es capaz de:

 Gestionar su propia capacitación digital.


 Emplear Internet para mantenerse actualizado respecto a su especialidad o
campo de conocimiento.
 Conocer y utilizar herramientas y recursos digitales para la buena gestión del
conocimiento.
 Participar en actividades de formación reglada o informal en línea.
 Contribuir al aprendizaje entre iguales en entornos virtuales y comunidades
de práctica.
 Transferir su capacitación en entornos analógicos a los nuevos entornos y
herramientas digitales.
 Dar visibilidad a su capacitación profesional utilizando la red.
 Establecer y mantener una red de contactos profesionales de valor en redes
virtuales.

Y aporta a la organización:

 Mejora la eficiencia y reduce los costes de la formación.


 Desarrolla la cultura interna de la organización.
 Mantiene a la organización actualizada y competitiva en el mercado.
 Favorece la creación de redes de aprendizaje interno.
 Facilita el intercambio de información y a la larga la innovación.

6. Visión estratégica
Capacidad para comprender el fenómeno digital e incorporarlo en la orientación
estratégica de los proyectos de su organización.

El profesional con la competencia de visión estratégica es capaz de:


 Conocer las principales claves y tendencias del fenómeno digital.
 Comprender cómo pueden influir las nuevas lógicas digitales en la estrategia
de su organización, usuarios y competidores.
 Aplicar a su organización los beneficios de las lógicas digitales para la
consecución de objetivos y eficiencia.
 Manejar indicadores de reputación digital de su organización y su
competencia.
 Promover acciones concretas para promover la circulación de la información.
 Tener una visión general de la información y el conocimiento necesario para
lograr los objetivos estratégicos de su organización y generar acciones
concretas para obtenerlo.

Y aporta a la organización:

 Motiva a la organización.
 Orienta y da sentido al día a día.
 Orienta hacia la excelencia a la organización.
 Abre oportunidades de negocio.
 Favorece la sostenibilidad a medio y largo plazo de la organización.

7. Liderazgo en red
Capacidad para dirigir y coordinar equipos de trabajo distribuidos en red y en
entornos digitales.

El profesional con la competencia de liderazgo en red es capaz de:

 Fomentar, impulsar y facilitar la utilización de herramientas digitales en su


equipo para la consecución de objetivos y resultados.
 Promover y facilitar estructuras organizativas que fomentan y facilitan la
circulación de la información en su equipo.
 Comunicarse con su equipo de forma efectiva a través de canales virtuales.
 Promover el uso de herramientas digitales para mantener al equipo
informado, asegurándose de que disponen de la información necesaria para
realizar su trabajo.
 Generar confianza y conseguir el compromiso de su equipo de forma no
presencial.
 Liderar de manera distribuida y virtualmente, escuchando y fomentando la
participación en las decisiones del equipo.
 Comprender las interacciones en los grupos virtuales, gestionar los conflictos
y fomentar la colaboración.

Y aporta a la organización:

 Favorece la construcción de marca internamente.


 Un liderazgo digital distribuido genera ventaja competitiva.
 Mejora la integración de los equipos de trabajo.
 Favorece la optimización de los recursos y de las habilidades de los
profesionales.
 Mejora la eficiencia de los procesos.

8. Orientación al cliente
Capacidad para entender, comprender, saber interactuar y satisfacer las necesidades
de los nuevos clientes en contextos digitales.

El profesional con la competencia de orientación al cliente es capaz de:

 Monitorizar la actividad de sus principales clientes/usuarios en la Red.


 Conocer el perfil de sus clientes y saber cómo se relacionan en la Red.
 Utilizar la Red para conocer las necesidades actuales y potenciales de clientes
y usuarios.
 Establecer mecanismos para conversar digitalmente con sus clientes y
usuarios.
 Informarse y comunicarse de manera eficaz a través de medios digitales.
 Considerar lo digital a la hora de aportar soluciones para satisfacer las
necesidades de los clientes y usuarios.
 Establecer mecanismos digitales de monitorización de la satisfacción de sus
clientes y usuarios.

Y aporta a la organización:

 Crea experiencias de valor añadido para los clientes.


 Orienta y enfoca a un mismo objetivo al resto de competencias.
 Es imprescindible para la viabilidad de la organización.
 Mejora la calidad y promueve la excelencia.
 Impulsa la innovación y la mejora continua.

Das könnte Ihnen auch gefallen