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NO PERDER LA MEMORIA

Tercer resumen sobre las jornadas del Histórico Juicio


Por Diego Sánchez - La COOPE (San Rafael)

A continuación, les presentamos el tercer resumen del histórico juicio por delitos de Lesa Humanidad que se que se lleva adelante en la ciudad de
San Rafael. Las jornadas que van desde el 23 de agoto al 15 de septiembre1 han sido de gran hondura. A través de ellas y de los testimonios que
se han continuado presentando, San Rafael ha dado un paso más hacia su propia verdad. Esta historia es parte de su espejo roto que debe volver
a reconstruir. Es nuestro espejo. De allí la necesidad de profundizar en una memoria activa que acompañe siempre como aquel espejo retrovisor
que nos recuerda que hay detrás, pero que nos ayuda a seguir con cuidado y sin peligro en el camino, y siempre hacia adelante. De allí el título de
esta tercer entrega. Como dice Teresa Parodi en una de sus canciones: ‘Aprender la lección de historia, debe ser no perder la memoria’. No olvidar
a los compañeros, no olvidar los testimonios, no olvidar a personajes oscuros que aun hoy perviven en sus segundas generaciones, no olvidar un
modo de entender la política…en fin NO PERDER LA MEMORIA, para seguir caminando honestamente y en una misma dirección mas nacional y
mas popular. Eso es lo que soñaron nuestros compañeros desaparecidos.

I- IGLESIA Y DICTADURA, UNA VEZ MAS

De la soberbia y otros pecados capitales: el cura Álvarez

En el contexto de las estremecedoras testimoniales de Sergio Chaki, Hugo Riera y Roberto Flores, acerca de la participación del sacerdote Franco
Revérberi en los CCD de ‘Infantería’ y ‘la Departamental’, el vocero de la diócesis de San Rafael, José Antonio Álvarez, salió al cruce de los juicios
haciendo publicas ciertas declaraciones que llamaron la atención al tribunal. Por tal motivo, fue citado a declarar.
Recordemos algunas de sus afirmaciones:
‘Todo el mundo sabía lo que estaba ocurriendo’ y se intentaba ayudar en lo que se podía, es decir, ver hasta dónde se podía influir, aunque no
siempre se podía, ya que a veces era imposible identificar a los detenidos, porque ‘no existían’. (Diario El Sol)
‘Hubo autodesaparecidos que después aparecieron’, al momento de cobrar su indemnización. (Diario El Sol)
En el Sur provincial la situación era diferente a la de muchos lugares ya que prácticamente era ‘un sitio de descanso’ para grupos guerrilleros y
para quienes los combatían. (Diario El Sol)
‘Que en Argentina hubo autodesaparecidos, es una cosa que todo el mundo sabe, por ejemplo la Dra. Carmen María Argibay -Juez de la Corte
Suprema-’2. (Diario Digital Media Mendoza)
Reverberi ‘no era capellán militar, porque en esa época no había ningún capellán militar, eso es un hecho no una suposición. Él afirma no haber
tenido ningún conocimiento de nada de eso y yo le creo porque es un hombre creíble. Para mi estos señores que dicen haberlo visto no son
creíbles. (Diario Digital Media Mendoza)

Todos hemos escuchado alguna vez al Padre Álvarez frente al micrófono de la Televisión local. Con sus palabras, el vocero de la diócesis se ha
encargado de dejar bien claro cuál es su posicionamiento ideológico: ha defendido a Julio Grassi, a criticado el avance en los Juicios por delitos de
lesa humanidad, ha reclamado la ‘Memoria Completa’ (cuya vocera principal es Cecilia Pando, explicita defensora de la dictadura cívico-militar), ha
denostado la integración latinoamericana, a tratado de ‘perversas y enfermas’ a las minorías homosexuales entre muchas otras afirmaciones. Las
declaraciones hechas a los medios locales en relación a los juicios son parte de este concierto de barbaridades..
La declaración de Álvarez se extendió por más de dos horas. A continuación, lo que fue uno de los diálogos de ‘síntesis’ finales. Esta textual.

Burad (presidente del Tribunal): -Como sacerdote usted ha comparecido y las preguntas no están referidas a la fe que usted sostiene, sabe, ni a la
función sacerdotal de dentro de la iglesia. Pero hay un aspecto que quisiera preguntarle: ¿usted es vocero de la Iglesia en San Rafael? Álvarez: -
En este momento soy el responsable de la oficina de prensa del obispado de san Rafael, habitualmente a eso se le llama vocero de prensa.
B: -Bien, cuando usted hizo esas declaraciones libre y voluntariamente frente al periodista ¿lo hizo como vocero de la Iglesia? A: -El periodista me
llamó en esa condición para ver si el obispado iba a hacer alguna clase de comunicado oficial sobre los dichos en este tribunal, a lo que respondí
que el obispado no iba a hacer ninguna declaración oficial porque no entendía que correspondiera y que en todo caso si el tribunal tenía necesidad
de llamar o citar a quien fuera de la Iglesia, al ser citado vendríamos como lo he hecho en este momento. Hasta ahí lo oficial como vocero. Lo
siguiente fue un error, la impericia de seguir hablando con el periodista pensando que había terminado, claro porque yo soy eso siempre, debía
haberle pedido aclaración de que iba a pronunciar, lo hice porque habíamos tenido una amable conversación: Pero no me retracto de lo que dije…
B: -Por eso, en esa amable conversación usted admite ‘a contrario sensus’ por decirlo de alguna manera como lo ha hecho en esta audiencia que
hubo desaparecidos porque al mismo tiempo usted dice hubo ‘autodesaparecidos’ palabra que no es del periodista sino de usted ¿es así? A: -Es
así, ya aclare en qué sentido la dije
B: -Bien, esteeee….El hecho de ‘decirlo’ de esta manera y le insisto…¿es la voz de la Iglesia también? A: -No, ya le dije
B: -No, no me dijo nada todavía. A: -Si, había empezado…Mi error en esa entrevista fue mantener una conversación tan larga, evidentemente el
periodista tenía que recortar para hacer la nota. Habitualmente eso no es un comunicado oficial, no lo debería haber hecho en esas circunstancias
pero no lo medí en ese momento y mucho menos pude calcular que pudiera ocasionar perjuicio a alguien.

1 Los dos primeros resumenes enteriores pueden encontrarse en la red. El primero en http://www.scribd.com/doc/34784383/Resumen-Primeras-10-Jornadas-Del-
Juicio-San-Rafael y el segundo en http://www.scribd.com/doc/36310962/2da-Parte-Resumen-Juicio-San-Rafael.
2 Nº CONADEP:299 [Desaparecida el 24/3/76. Secuestrada sin indicación de lugar. No hay testimonio de su paso por un C.C.D.] . Además del caso de la Jueza,

existen otros casos de personas que fueron detenidas-desaparecidas, que figuraron en el Nunca Mas inicial y que más tarde aparecieron con vida. Los motivos son
complejos, basta con saber que el derrotero de cada sobreviviente fue, en más de una ocasión…una verdadera odisea. El problema en torno a esto no es que en la
CONADEP aparezcan estos casos a los que Álvarez ‘cínicamente’ les llama autodesaparecidos. El problema es que esta barbaridad la dijo justamente en el
contexto de un juicio donde se ventilan historias de personas que ‘NUNCA APARECIERON’. El problema es Álvarez y su desprecio por las víctimas.

1
B: -¿Recibió de sus superiores alguna observación respecto a la declaración que hizo? A: -No, el obispo me dijo que podía ser mal interpretado y
que ‘cuando te llamen andá ya aclarálo’…nada más que eso, por otro lado no hay nada más que decir al respecto.
B: -Ahora, en esa condición en la que usted ha colocado lo hechos en el sentido de que la entrevista fue más larga y se han omitido cosas…¿usted
recuerda realmente cual fue el meollo de la entrevista, en ‘su versión’, no en la del periodista que va a ser convocado para ver si tiene las
grabaciones de los dichos, ¿me comprende? , lo que va a ser ordenado a través de secretaría Entonces, ¿me contesta por favor? A: -El periodista
me llamó y… (interrumpe el Presidente del Tribunal)
B: -En su versión, no la del periodista, SU VERSION. A: -(Repite lo mismo) me llamó el periodista…Se presentó como periodista del diario El Sol y
me pregunto si el obispado de San Rafael iba a hacer un comunicado oficial…
B: -El artículo, ¿usted lo leyó padre? A: -Si lo leí lo leí…bien.
B: ¿En ese contexto, ha dicho mentiras el periodista? A: -No, lo que yo creo que ha hecho es hacer una síntesis a su criterio y poner las palabras
que le parecieron, no más…en la del diario el sol, porque después hubo otros comentarios…
B: -Dijo usted anteriormente que, por comentarios escuchados, aquí en Mendoza ‘no había combates en relación con actividades guerrilleras’ es
por eso que mencionó que este sería un lugar de ‘descanso’ repitiendo lo que ha escuchado. ¿Está compenetrado de la Doctrina Social de la
Iglesia? A: -Lo más que he podido.
B: -¿Y de los comunicados de la más alta jerarquía eclesiástica? A: -¿A qué comunicados se refiere?
B: -Me refiero por ejemplo a esa necesidad de reconciliación entre los argentinos ¿me puede explicar cómo es, dado que…¿Por qué pone esa
cara? A: -No, es que no entiendo.
B: -¿Qué no entiende? A: -Que me pide…que le explique todos los documentos de la Iglesia sobre el tema (medio murmurando)
B: -Le estoy hablando si usted conoce los documentos de la Iglesia y si conoce usted la palabra reconciliación me dijo que sí. A: -Sí, por supuesto.
B: -Abonada por la Iglesia. A: -Sí
B: -Bien, por la más alta jerarquía eclesiástica. A: -Sin duda, siempre.
B: -Bien, respecto de esta situación que se ha vivido en la Argentina donde podemos apreciar que había enfrentamientos ideológicos,
persecuciones, desapariciones o ‘autodesapariciones’ etc Bien respecto de eso, usted tiene, ‘desde la jerarquía eclesiástica’ , no desde lo que
usted haya interpretado de estos hecho ¿si se alienta la reconciliación entre los argentinos, entre los dos bandos, este…? A: -Se alienta la
reconciliación entre los argentinos…
B: -Bien, ¿qué significa? A: -Yo no he leído en ningún lado que diga ‘de los dos bandos’
B: -Bien, no diga dos bandos. A: -Me parece que la reconciliación que se busca es más amplia…
B: -Escúcheme, usted no está en la Iglesia, esta en los tribunales y es probable que muchas de sus frases podrían ser corregidas por el Tribunal y
‘no lo hago’. Usted está interpretando lo que yo estoy tratando de decirle…A: -Estoy tratando de entender lo que usted me pregunta.
B: -Bien, buenoooo. A: -Es queeee, todavía no le entiendo, no entiendo su pregunta discúlpeme
B: -¿Qué es lo que no entiende? A: -No entiendo que me pregunta…
B: -Mire…vamos por parte ¿ha habido en la Argentina que usted conozca como hace mención, documentos, diarios, en los que usted dice ‘yo lo leí
por diarios’ ¿ha habido enfrentamientos en la Argentina entre el gobierno militar de Videla , y los que le sucedieron con grupos ideológicos que
sustentaban otra postura del gobierno nacional? A: -No seeee
B: -¿¿No lo sabe?? A: -Supongo que sí, enfrentamientos ¿de que clase?…todos los días hay enfrentamientos en la Argentina, basta leer el diario…
B: -Siiii, pero, no se trata de eso. A: -No sé de qué se trata discúlpeme
B: -Álvarez, Álvarez…¿Hubo guerrilleros en Tucumán? A: -Calculo que si, está muy bien anunciado es ¿no?
B: -¿¿Anunciado?? A: -Sí, por la prensa.
B: -¿Anunciado? ¿¡O muy bien probado!? A: -Sí, supongo que probado. No es mi tema ese.
B: -¿Hubo guerrilleros en Tucumán? De lo que usted conozca. A: -No yo no los conocí.
B: -De lo que usted haya leído…A: -¿Si hubo un operativo? Sí.
B: -Bueno…¿hubo personas que no pensaban como el gobierno militar y que a su vez tenían otras ideas? A: -Seguro.
B: -Desde el gobierno militar ¿conoció usted que hubiera persecuciones a los que no compartían su criterio militar? A: -Claro que sí.
B: -No importa el número de desaparecidos… ¿supo usted por los diarios, por lo que sea, que en la Argentina hubo desaparecidos? A: -Si.
B: -Bien. Eh…la Iglesia como institución ‘que usted conoce’; frente a ese panorama que se ha descripto, que usted ha aceptado ¿Alienta la
reconciliación? A: Si, hay una cantidad de documentos que han sido editados en toda esa época…
B: -¡Eeeesooo, bien! A: -En esa época y actualmente.
B: -Si si, en esa época también los hubo. Bien, correcto, comencemos por esa época ya que usted lo ha anunciado ¿Cómo era esa especie de
reconciliación? A: ¿De la invitación a la reconciliación? ¿Eso?
B: -Que usted recuerde los documentos que…A: -No! puntualmente no!
B: -¿Que no los recuerda? ¿Cuál seria el contenido de la palabra reconciliación? A: -Buenooo, en el sentido cristiano la reconciliación es buscar la
paz, el perdón…en fin. ¡El hacer la paz, el poner orden! La paz es siempre tranquilidad en el orden, esa es una definición cristiana de San Agustín,
bueno por lo tanto poner orden implica muchas cosas, ver la verdad de los hechos, juzgar culpabilidades…bien, todo eso.
B: -Bien…está bien. A: -Bueno, eso es lo que se ha propuesto desde la jerarquía en los documentos, estee… el camino para lograrlo eso no es
algo que pueda determinar la Iglesia, eso lo determinan los poderes de la república.
B: -Claro…A: -La Iglesia insta a que eso se dé, y que se deeee…prooonto…para sanar las heridas del pasado sin dudas.
B: -¿Eso no significa no hacer este tipo de juicios? A: -Al contrario, significa establecer el orden por la vía que los poderes de la república
entiendan que conviene, no es tema de la Iglesia decir cuáles son esos caminos. La justicia es uno de los caminos de la república y que deben
actuar.
B: -¿Tiene usted alguna mención de algún documento actual que usted memorice respecto de la reconciliación de este pasado histórico que todos
hemos conocido y de los que no somos ajenos? A: -No no tengo presente ninguno en particular pero…
B: -¿Ninguno? A: -No, en este momento no Doctor.
B: -¿Y usted Álvarez es vocero de la Iglesia…?

2
El Mandamiento olvidado: El cura Revérberi

‘Juro que nunca supe que en San Rafael ocurrían estas cosas, que había desaparecidos o que torturaban a la gente’. Con esta frase comenzó su
declaración el cura Franco Revérberi convocado a declarar a raíz de las denuncias formuladas por testigos que lo vieron mientras ellos estaban
detenidos. En torno a esto, el sacerdote recalcó que tales afirmaciones no podían ser posibles porque él se había desempeñado como capellán
militar a partir de 1980. ‘Estuve solamente en ese cargo un año y cuatro meses, por eso desconozco si hubo desaparecidos como también puedo
asegurar que nunca pise la Casa Departamental’, agregó.
Más adelante el religioso fue interpelado por el abogado querellante Pablo Salinas, quien le mostró varios documentos que firmados por el mismo y
pertenecientes a la Vicaria Castrense3 de la cual él habría quedado formando parte. Si bien el sacerdote reconoció su firma en los mismos, negó
terminantemente conocer un acta de compromiso de servicio. ‘Comencé a cobrar salario como capellán del ejército con el grado de capitán, pero
salvo la misa, sermones y el darles la comunión a los soldados, nunca participé de nada y jamás vi a un prisionero político’, agregó.
Luego de que la defensoría leyese una declaración del ex detenido Mario Bracamonte quien aseguró que ‘una tarde cuando nos estaban dando
una 'pasada', y por los golpes que nos daban los torturadores (Mussere, Fierro, López, Guevara y Suárez) caí al piso y vi al cura Revérberi entre
ellos’, el fiscal y la querella pidieron que se investigue al religioso por crímenes de lesa humanidad, ‘ya que hay pruebas suficientes para
procesarlo’. Se solicitó por lo tanto compulsa criminal contra el sacerdote, para ser citado por el Juzgado Federal de San Rafael.

Un comentario personal: Amargo fue el sabor de quienes esa mañana participamos como testigos, mas aun para quienes nos confesamos
católicos: dos integrantes de la Iglesia dando vergüenza del Evangelio de Jesús.
El desprecio de Álvarez por las victimas y la mentira de Revérberi sobre la pasado hicieron de esa mañana una triste síntesis del presente que vive
la Iglesia. Que uno sea el vocero de la diócesis y el otro todavía celebre la eucaristía -símbolo de la fraternidad humana-, es la mejor expresión de
ello.

Excurso - Algunas ‘aclaraciones necesarias’: El Padre Vicente Reale

Luego de las declaraciones del Padre Álvarez, y en medio de la tormenta en la que se vio envuelta la Iglesia local, un reconocido medio digital
consultó al vocero del Arzobispado de Mendoza, el padre Marcelo De Benedectis quien dio un paso más allá y reclamó escuetamente que, para ‘un
tema tan delicado’ hace falta ‘justicia, verdad y reconciliación’.
Ante estas declaraciones, el Padre Vicente Reale, conocido por su participación religiosa en medios de comunicación y por su militancia entre los
‘Sacerdotes en la Opción por los Pobres’, quiso formular unas ‘aclaraciones necesarias’ -tal como tituló a su mensaje- frente a las palabras del
vocero oficial. Aquí, textualmente, la carta de Reale4:

Al leer, en MDZ, la Nota del 18 de agosto “La Iglesia mendocina en el juicio por los desaparecidos” me surgieron diversas consideraciones que,
ahora, las presento como aclaraciones que juzgo necesarias.
Entiendo que es del todo procedente, y estoy en total acuerdo, sobre el hecho de que la Justicia Penal de San Rafael cite a declarar -en el marco
del juicio por desapariciones- al sacerdote católico José Antonio Álvarez a fin de que éste profundice en sus dichos referidos a que no hubo presos
políticos durante la dictadura del ’76 al ’83 y que hubo ‘autodesaparecidos’ que luego aparecieron al momento de cobrar una indemnización. Si en
serio se está buscando la verdad y la justicia sobre aquel período de nuestra historia, es importante y necesario que el padre Álvarez -en su doble
calidad y responsabilidad de ciudadano y de sacerdote- haga conocer a la justicia lo que sabe.
Coincido con la opinión del sacerdote Marcelo De Benedectis -vocero del Arzobispado de Mendoza- en el sentido de que lo ocurrido en aquella
época ‘es todavía en nuestra sociedad un tema delicado y muy doloroso y que, por lo tanto, merece una opinión de la iglesia’.
De mi parte, agregaría que, además de una “opinión” es necesaria una “toma de posición” concretada en hechos. El vocero agregó que ‘tenemos
que lograr una reconciliación” y que “esta reconciliación implica necesariamente justicia, verdad y reparación’.
Compartiendo plenamente lo de “verdad, justicia y reparación”, me suenan extrañas -por decir lo menos- la explicación y la justificación que hace
De Benedectis sobre las personas que ingresan al ámbito eclesial, sosteniendo que ‘la gente no presenta certificado de buena conducta al ingresar,
ni se lo pedimos’. El vocero, ¿está hablando de la Iglesia? ¿De la comunidad de Jesús que debe ser luz y sal de nuestro mundo? ¿Que debe ser el
ejemplo para otros?
Ciertamente, y sin duda alguna, quienes integramos la comunidad de Jesús no somos santos y estamos llenos de debilidades. Pero el esfuerzo de
nuestra vida está centrado en mejorar cada día, en arrepentirnos del mal realizado y en reparar -en lo que sea posible- el perjuicio realizado. El
certificado de buena conducta está en la vida y en la conciencia de cada cristiano y es responsabilidad de los dirigentes de cada comunidad el que
ese “certificado” pueda ser evaluado y validado.
Discrepo totalmente con De Benedectis en su afirmación y convicción de que ‘una cosa es el ámbito en el que una persona desarrolla su actividad
cívica cotidiana y otro totalmente diferente es el de la iglesia, lugar al que la gente entra para hacer el bien a los demás’. ¿Es que, entonces, los
cristianos tenemos el “privilegio” de tener dos conciencias: una para lo civil y las actividades de cada día y otra para lo que hacemos dentro del
ámbito eclesial? Ciertamente no fue eso lo que hizo y nos enseñó Jesús. La gente cristiana es y se comporta como tal dentro y fuera del templo.
Espero y deseo que lo dicho por De Benedectis en esta frase no sea el parecer y la convicción de nuestros obispos.
En todo lo que llevo dicho existe un substrato de praxis cristiana que nos ha llevado -y nos lleva aun- a cometer grandes y repetidas
contradicciones y aberraciones. Substrato del que deberíamos hacer una profunda y severa crítica.

3 Es una diócesis ‘supraterritorial’ que se encarga del apoyo espiritual a las FFAA en toda la geografía nacional. Los curas castrenses se forman en un seminario

para tal fin. El caso de la Iglesia Argentina y su vicariato es de los pocos casos del mundo y nos ha traído mas problemas que otra cosa. La participación de los
sacerdotes en los ‘vuelos de la muerte’, en los CCD de la Esma, de Campo de Mayo…y de la ‘Departamental de San Rafael’, tiene que ver con esta ideología ta
subyacente al vicariato.
4 El lector podrá inferir al leer dicha carta, cuáles fueron las afirmaciones fundamentales del vocero oficial del Arzobispado de Mendoza. No dijo mucho más de lo

que Reale ‘cita textualmente’.


3
Una realidad de nuestra vida cristiana es la “falta o pecado privado”, cuyo alcance no llega a dañar a otras personas. Y otra muy distinta es la “falta
o pecado público o social”, que sí tiene efectos circundantes que dañan a terceros. Para mejor entendernos: una cosa es reconocer que soy
perezoso para rezar o que tengo la inclinación a la gula, y otra muy distinta es estafar económicamente a otros, no pagar los sueldos justos y
convenidos, evadir impuestos, torturar, desaparecer y dar muerte.
De estos últimos casos y faltas, la Iglesia tiene la obligación de indagar a sus feligreses sobre su actuar. Los pecadores públicos –según la moral y
el derecho eclesiásticos- no pueden ser admitidos en la comunidad si “antes” no han pedido perdón públicamente y han reparado el mal causado
hasta donde ha sido posible.
Aquí, volviendo al comienzo, es donde afirmo que la Iglesia Católica debe pedir cuentas a sus fieles y debe tomar posición concreta ante estos
hechos.
¿Cómo catalogar, entonces, la actitud de algunas jerarquías de la Iglesia frente a los responsables de crímenes de lesa humanidad a quienes
admite a la Confesión, a la Comunión, a la celebración de la Misa sin que éstos se hayan arrepentido públicamente y hayan intentado reparar el
daño causado? Por caso, Videla y Von Wernich. Quizás también, Mussere.
Han pasado muchos años desde la última dictadura y las certezas de fe que la Iglesia me regaló nunca me han abandonado. Sigo pensando que
Dios no es neutral, ni ambiguo ni indiferente. Sin embargo, dudo que la Iglesia que me ayudó a entender eso sea la misma Iglesia que hoy aparece
pregonando una “reconciliación” que se asimila más a un esconder la basura debajo de la alfombra.

II – HACIENDO LA HISTORIA CON MEMORIA (Parte I)

La interna peronista: el hijo de Martínez Baca5

Juan Alberto Martínez Baca explicó las circunstancias en las que detuvieron a su padre,
el ex Gobernador y a su esposa horas antes del golpe de Estado. ‘Cuando esto sucedió
yo estaba en Mendoza y me quise comunicar con mis padres pero ya habían sido
detenidos, dijo Juan. Fue por tal motivo es que decidió viajar a San Rafael.
Su madre había sido librada horas después de la detención y ya estaba en casa cuando
llegó su hijo Juan Alberto desde Mendoza. Le contó que estando detenida vio muy
pálido al ahora desaparecido Roberto Osorio. Desesperado, el hijo de don Alberto fue a
la Departamental a preguntar por su padre y por Osorio, que era empleado de la
farmacia familiar. Allí lo atendieron dos soldados junto al entonces Teniente Guevara,
que lo acompañó a hablar con el Mayor Suárez, quien le dijo que su padre y Osorio no
se encontraban allí, que habían sido trasladados a otro centro de detención. Cabe
aclarar que esos mismos soldados le dijeron que se trataba del “Teniente Guevara”, pero hoy en la audiencia no lo reconoció en una foto de la
época.
De su padre, después supo que se lo llevaron a Buenos Aires en un avión. A Osorio no lo vieron nunca más. Luego él mismo fue detenido en
Mendoza y llevado en un camión al Liceo Militar General Espejo donde permaneció detenido junto a su hermano y varios periodistas. ‘En el camión
en que me trasladaron, viajé junto al cuerpo sin vida de un hombre al que no conocía’. Con ese relato, el Fiscal pidió compulsa penal para que se
investigue ese hecho en Mendoza.
Si bien detenido sufrió algunas “palizas”, a su hermano lo torturaron más duramente dado que había sido funcionario del gobierno de su padre.
Respecto al rol político de su padre, Martínez Baca dijo ‘Chafi Félix, Héctor Massini, Oscar Sat, Donatti y Hugo Tabares se enojaron con mi padre
porque se puso en la línea de la Tendencia Revolucionaria’6. Y agregó que ‘aunque Félix no hubiera matado o torturado a nadie sabía
perfectamente lo que estaba pasando en San Rafael’.

Huir para no volver: la esposa de Sandobal

‘No estuve cuando lo detuvieron a Armando, mi marido, pero sí vinieron ellos a mi casa donde yo vivía con mi madre y mis 4 hijos. Eran cinco
personas, tres entraron y dos se quedaron en la puerta. Todos estaban con uniforme verde. Comenzaron a romper todo, a tirar todo al suelo.
Nunca me mostraron ninguna orden. El único que hablaba era un militar medio gordito y de bigotes que anotaba cosas en un cuaderno’. Así, y a
modo de introducción, Angélica Escobar, viuda de Sandobal le relató al tribunal los tormentos por los cuales debió atravesar toda la familia luego de
la desaparición de Armando, el sostén del hogar. ‘A los 4 días de haber hecho el allanamiento, supe que a mi marido se lo habían llevado mientras
cosechaba en la finca’. ‘Fui a verla a mi suegra, a preguntarle, pero nadie entendía nada’, contó Angélica quien además agregó que para entonces
ella tenía 4 hijos, de 10, 8, 4 y 2 respectivamente y que por miedo a que les pasara algo a ellos, decidió huir a Buenos Aires. ‘Me quedé sola, murió

5 Para comprender mejor las fracciones peronistas de los 70’ y el porqué de la detención de Martínez Baca (y quizás el porqué de tantos desaparecidos en el Sur de

la provincia), recomiendo leer el Anexo.


6 Surgido de las entrañas del peronismo, y elegido por el propio Héctor Cámpora por su reconocida militancia y amistad con Isabel Perón, don Alberto Martínez

Vaca fue electo gobernador por el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación) con más del 70% de los votos el 15 de abril de 1973. El abanico de alianzas que lo
llevó al poder era demasiado heterogéneo en lo ideológico como para sostener semejante patriada. De clara cercanía con la JP, en especial a ‘la tendencia’, tan
solo un año bastó para que los sectores de la derecha del propio movimiento, congeniados con el vicegobernador Carlos “el gordo” Mendoza -un sindicalista
histórico y peronista proveniente de la UOM- , le asestaran un golpe interno al entonces gobernador (1973-1974). Sometido a juicio político, hecho único en la
historia de la provincia, don Alberto fue finalmente destituido por la legislatura provincial. Tamaña crisis institucional llevó al gobierno nacional a intervenir. Antonio
Cafiero, un as de espadas del peronismo histórico, tomó las riendas para domar la convulsión. Cabe destacar en torno a este desenlace que todos los
gobernadores electos en la ‘oleada camporista’ y pertenecientes al FREJULI terminaron aislados por este movimiento peronista cada vez mas cooptado por la
derecha. En el caso de Buenos Aires, el gobernador Oscar Bidegain fue destituido como consecuencia del ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) al
Regimiento X Húsares de Pueyrredón del Ejército; en el caso cordobés, Ricardo Obregón Cano fue retirado de sus funciones por medio de un "golpe policíaco" y
luego intervenida la provincia por orden del Poder Ejecutivo Nacional.
4
mi mamá de un infarto por lo mismo que me pasó a mí y por eso decidí irme de aquí’. En torno a este parte del doloroso relato, se entabló un
interesante dialogo con el Dr. Cortez:
-¿Cuánto tiempo después de lo que le pasó a su marido murió su mamá? -A los 8 meses.
-¿Y relaciona esto con lo que le pasó a su marido? -Ella lo quería como mucho, era como un hijo. Lo sintió mucho.
-Que es lo que sintió para decidir partir a Buenos Aires? –Me fui para que tuvieran una vida tranquila, para que no vieran tanta maldad. Y a medida
que ellos crecieron, yo les fui contando hasta que ellos entendieron. Con un equipo de psicólogos fuimos diciéndoles la verdad.
Para terminar, Angélica preciso sobre algunas averiguaciones que supo que hizo la madre de Armando mientras ella estaba en Buenos Aires.
‘No sé, no entiendo que pasó. Yo me lo pregunto todos los días y todavía no lo sé’. Así terminó Angélica su doloroso relato, agregándole finalmente
un eterno agradecimiento al Tribunal por llevar a término ‘¡por fin!’ esta dolorosa parte de su historia

Desde las ventanas de mi oficina: El Juez Domingo Mauricio

Luego del testimonio de Angélica Escobar de Sandobal, declaró el Dr. Domingo Mauricio, quien para la fecha del golpe militar del 24 de marzo de
1976 estaba a cargo de la 2ª Fiscalía Correccional y que en noviembre de ese año asumió como Juez de Instrucción.
‘Mientras me dirigía al trabajo, unos empleados me avisaron del golpe militar. Me junté con colegas y no ingresé a tribunales. Me fui a casa y al
mediodía me convocaron para una reunión en la Cámara del Crimen. No recuerdo con precisión pero estaban el Mayor Suárez, el Delegado de la
Corte Gardos y el Dr. Bernardo de Quiroz. Fue ahí que nos dijeron que iban a hacer uso de los calabozos de Tribunales’, contó el magistrado
quien además relató que en esos años se vivía con mucho miedo. ‘A mi hijo lo hacía dormir en la cocina por miedo a las bombas’ las cuales según
su juicio ‘no eran colocadas por elementos subversivos sino más bien de la derecha peronista’
Vale recordar que Domingo Mauricio fue acusado en otro testimonio de haber visto como se llevaban a un empleado que trabajaba en esa fiscalía,
Sergio Chaki, quien fuera detenido y llevado a punta de pistola desde su oficina hasta los calabozos de ese mismo edificio. En torno a ese punto, el
magistrado intentó desligarse aduciendo que era cierto que se lo habían llevado así pero que él no lo había visto. Por el contrario, si pudo
especificar que quien lo detuvo fue el ex comisario Trentini. ‘Yo pensé en que Chaki hubiese cometido alguna insensatez en torno a su desempeño
laboral, pero Guevara me dijo que no tenía que ver con Tribunales. Se que estuvo tres meses detenido, que en el patio de su casa habían
encontrado material subversivo’ -Que eran de su amigo Héctor Massini, precisó el querellante Dr. Héctor Chávez.
El citado Sergio Chaki, en su declaración, fue uno de los que nombró al cura Franco Revérberi, recientemente procesado por delitos de lesa
humanidad. En torno a este tema, el Dr. Mauricio confesó no haber visto al sacerdote, aunque sabe que fue Capellán de Caballería, e incluso
contó que ‘fue echado de esa capellanía por abusar de los soldados’. Categórico fue Mauricio al especificar que eso le constaba porque
cuando su hijo estaba haciendo la secundaria en Marista ‘tenía a un capellán jovencito que lo mandaron a estudiar a otro lado y por eso el obispado
designó al padre Revérberi. Eso generó un malestar muy grande porque se sabía que este sacerdote era homosexual. El padre de un compañero
de mi hijo que era militar, el Mayor Menéndez, en una reunión dijo que en el Ejercito ellos tenían el acta por el cual el padre Franco había sido
echado de la capellanía al poco tiempo de haber asumido por inconductas sexuales y acoso a soldados.
Interesante en torno a esto último fue un llamado a la reflexión del presidente del Tribunal, el Dr. Burad quien preguntó si el malestar de los padres
con dicho sacerdote era por el modo de satisfacer sus apetitos sexuales o por su condición homosexual, a lo que el Mauricio respondió que ‘nadie
quisiera de asistente de pastoral de sus hijos a un sacerdote que se hubiese valido de su condición para abusar de soldados. Además hubo
contra este mismo sacerdote dos actas judiciales’. Finalmente y en relación a su conocimiento sobre posibles desapariciones, el ex magistrado dijo
que supo de detenciones para mayo del ’76. ‘Sólo recuerdo el caso de una chica Luna, de alguien del Pueblo Diamante y de una pareja
interceptada camino a Malargüe’. Por el contrario, dijo no saber ni de torturas ni de desapariciones.
‘Antes del 76’ las cosas en la justicia ya eran confusas. A partir de marzo del 76’ las funciones quedaron restringidas. Los militares no recurrían a
los jueces’. Con estas palabras, Domingo Mauricio intentó convencer al tribunal de que no hubo complicidad de la justicia. Por el contrario, si pudo
precisar que desde la ‘Sala de Debates’ se veían a los detenidos y que además había conscriptos y centinelas armados.
Para finalizar dejo expuesto un ‘por demás’ interesante dialogo entre el abogado defensor Troyano y el Dr. Mauricio:
T: -¿Usted cree que luego del Golpe hubo más seguridad que antes? M: -Mire, en lo individual sí. Yo era fiscal cuando supe que el mayor Suarez
hablo mal de mí y creo que me…
Interrumpe el Dr. Burad: -Usted está hablando de que ‘en forma individual’ sentía más seguridad, pero imagínese a un empleado que lo sacan a
punta de pistola ¿qué seguridad podría haber?
T: -Le pregunto ¿Usted cree que la población esperaba el golpe? M: -Yo considero que sí, los golpes no suceden en forma espontanea. Algo
pasaba antes.
T: -¿Usted cree entonces que Isabel y López Rega serían los culpables? M: - Y, como decía Borges…’nadie quería ser gobernado por una bailarina
y un brujo. Pensé que un uniforme sería mejor’ Pero…

El amigo, del amigo, del amigo: el Dr. Roca

Humberto Roca Soler estuvo detenido desde el 1º de setiembre del ’76 hasta el 28 de diciembre de ese mismo año. Junto a Ríos, Barahona y
Flores son trasladados a Mendoza y de allí a la Unidad 9 de La Plata. Ese es el último traslado desde la departamental. Con ellos se levanta el
CCD.
Roca tenía 21 años cuando se lo llevaron junto a su novia de la casa de la joven. ‘Hicieron un operativo como si fueran a detener a Bin Laden’, dijo
el testigo dada la magnitud del procedimiento. Quien parecía haber estado a cargo del mismo, fue el nombrado Fernando Cuervo, que decidía que
había que llevarse en el allanamiento. ‘A mi novia le llevaron un guardapolvo con la cara de Mafalda dibujada en él’, contó.
La chica fue liberada al otro día, pero Roca permaneció detenido e incomunicado lo que le significó una tortura psicológica. Un día también lo
torturaron físicamente: ‘López y Fierro me pusieron una toalla en la cabeza y lo llevaron a Bomberos donde le dieron una fuerte paliza’. Le
preguntaban por su amistad con otro detenido llamado Germán Ríos, quien a su vez estaba detenido por ser amigo de algunos presuntos
miembros del ERP.

5
Recordó que durante su cautiverio lo vio al actual desaparecido José Guillermo Berón, junto al artista Hugo Montenegro7. ‘La noche que se lo
llevaron a Berón, también se lo llevaron a Montenegro. Luego de cenar le dijeron que armaran sus cosas. Había dos posibilidades: que volvieran a
su casa o que los trasladasen a otra unidad; y una tercera, que no manejábamos, que era que los hicieran desaparecer. Finalmente salieron con
Montenegro y ya nunca supe mas nada de los dos’, contó.
En relación a los imputados, el Dr. Roca señaló que a Labarta lo conocía porque él le hizo la inteligencia previa a su detención y que a Guevara lo
veía asiduamente en el CCD, aunque los que siempre estaban eran López y Mussere. En torno a la personalidad de este último, Roca comentó
que el oficial se enfundaba en un personaje que le gustaba y agregó que muchas veces cumplía órdenes, pero otras lo hacía por placer, le gustaba
agredir, torturaba psicológicamente. ‘Recuerdo una noche en la que no pasaba nada y de repente apareció vestido medio como de Rambo, con
casco y ramas, con una itaka recortada y con granadas; entró pateando puertas y a nuestra celda entró golpeando. No sé, lo hizo como para
terminar la jornada’ concluyó.
Luego de un tiempo Mussere los trasladó hasta Mendoza donde estuvo otros 10 días y finalmente en un Hércules a La Plata donde luego de 20
días fue liberado. En ese avión los torturaron y les robaron sus pertenencias -relojes, joyas y algo de dinero-.
‘Mi delito fue ser el amigo, de un amigo que tenía otros amigos’ dijo con lágrimas en los ojos a la vez que para terminar, le contó al Tribunal que si
bien estaba allí sentado tenía un certificado médico que lo habilitaba para no ir a declarar, pero que aún así, había decidido comparecer. Sin
embargo les pidió a los jueces que lo liberen de hacer el reconocimiento en los calabozos de Tribunales, lugar en donde sufrió tanto. El Dr. Burad
estuvo de acuerdo junto con el resto de los magistrados, elogiando la actitud que tuvo Roca al declarar a pesar del certificado.
A la pregunta final de si quería agregar algo mas, Roca lanzó una frase que nuevamente hizo reflexionar a la audiencia: ‘Felicito a todos los
magistrados. Ustedes podrán contarle a sus nietos que participaron de este histórico juicio’8.

1º Descanso: ‘Sólo sé que no sé nada’

Nunca viene mal un poco de humor, más en un contexto tan especial como este, donde uno se carga de tantas emociones. Veamos a continuación
un extraño suceso:

Hacía varias jornadas que el Tribunal venía rastreando la pista de un abogado de apellido Cuervo, que había sido nombrado por muchos testigos
como ‘aquel que tomaba nota’. Al término de la declaración de Mauricio y antes del cuarto intermedio, el Tribunal habló de que se buscaría por los
colegios de abogados al citado abogado. En medio del pedido, un hombre mayor pegó un grito que calló la audiencia:
Personaje: ¡Se equivocan con ese Cuervo del que hablan! El tal Cuervo que buscan vive en…
Burad: -¡Señor! ¡Señor! ¡No puede gritar así! ¡Acérquese adelante que se le tomará declaración…esto es un tribunal! P: -¡Pero cómo!
B: - ¡Señor! Acérquese, le voy a tomar juramento. P: -¡A mí! ¡Pero por favor!
B: - ¡¡¡¡Le voy a tomaaarrrr juramentoooo!!!!! P: -¡Sí Señor!
B: - Dígame su nombre por favor. P: - Francisco Lozano, viejo albañil y viejo bolichero (risas)
B: - ¿Que tiene para decir señor Lozano? P: - Que yo conocí a un abogado Cuervo, que tiene que ver con lo que ustedes están hablando, y vivía
en…………Ese hombre era grande, ahora debería tener como 108 años. B: - ¿108 años? P: - Sí, pero debe ser el hijo que también era abogado,
ahora tendría 70 y pico y vivió en esa dirección que le digo.
B: Bien Señor, se tomará nota de eso. Le agradecemos. (y mirando al publico sentenció entre risas…’todo esto pasa en un juicio oral’)

De lejos: Guillermo Romano

La declaración del actual Director de Cultura de San Rafael sirvió como para ambientar la época, mas aun teniendo en cuenta que ejercía su
profesión de abogado en el estudio de la ‘renombrada’ Susana Sanz de Llorente con quien militaba en la Juventud Peronista.
‘Desde el 72’ que ejercíamos junto a Susana Sanz. Hacíamos laboral. Se estaban terminando los diques, había miles de obreros y se presentaban
muchos casos de derechos laborales violados’, contó Romano quien además agregó que ‘desde allí se fue gestando la Juventud Peronista. Venían
al estudio, muchos de estos jóvenes fueron nuestros defendidos. En aquella época además de ser militantes habíamos formado una verdadera
camaradería. Éramos militantes peronistas y estábamos convencidos del mensaje del Gral. Perón y de Evita’.
Si bien conoció a algunos de los militantes cuyas desapariciones se investigan en este proceso legal, como Tripiana y Berón, no estaba en San
Rafael para cuando no se supo más de ellos. Romano tuvo que exiliarse en España y luego en Italia, y recién regresó al país con la vuelta de la
democracia. ‘En Argentina fui custodiado mucho tiempo y finalmente conseguí el exilio gracias a la comunidad hebrea’, contó.
El testimonio de Guillermo romano dejó también en claro que en esta ciudad no hubo guerrilleros y que las únicas bombas que existieron, fueron
puestas por los mismos policías9. Remarcó además, una y otra vez, el espíritu solidario de sus compañeros desaparecidos. ‘Estos muchachos son
verdaderamente mártires’, concluyó.

Doble cara: el caso de Radio Municipal

Desde la vuelta a la democracia comenzó a hacerse ‘vox populi’ que en la radio del municipio se infringieron torturas a varios detenidos en el
proceso. Con el transcurrir del juicio, esto se fue confirmando. Basta recordar las escalofriantes declaraciones de don Luis Barahona para no dudar
que en esa radio en la que de día habitaba la música, por las tardes y las noches… habitaba el terror.
Es a partir de esta realidad que el tribunal convocó a declarar a algunos de los que por entonces, eran empleados de la radio.

7 Ya se ha hecho referencia en más de una oportunidad de este detenido-desaparecido que fue traído en condiciones infrahumanas desde Alvear, sin ropa y todo
lastimado por las torturas. Los testigos han ido contando como lo fueron curándole a poco, dándole comida y cambiándole de ropa para poder curarlo. Al igual que
con Berón, no se supo mas nada de él.
8 Claro…también algún día yo se lo podré contar a mis hijos
9 Cabe recordar que Susana Sanz sufrió dos atentados en su oficina de trabajo.

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-El periodista del poder: Ángel Ismael Orbelli

Periodista de oficio, Orbelli fue corresponsal jefe del Diario Mendoza para el año 75 y estuvo a cargo de la Radio Municipal siendo además jefe de
prensa de Chafi Félix. ‘El día del golpe se tomó el control de las radios, de la televisión y se trasmitió en cadena nacional. La mañana del golpe
llegué a mi trabajo y la municipalidad ya estaba tomada. Subí a la radio y ahí llegó un suboficial. Después subió el intendente militar y me dijo que
hasta nueva orden, la radio debía seguir funcionando y que hasta que se organizara con su nueva gente yo debía, por mi responsabilidad como
director, quedarme unos días más’. Así Orbelli contó como vivió el traspaso de funciones agregando además que en su función de periodista
nunca tuvo la posibilidad de manejar información de la existencia de desaparecidos. ‘La información la daban las Fuerzas Armadas, había
versiones que detenían a una persona, a otra u a otra. Las fuentes de información estaban muy restringidas’.
El relato de Orbelli era importante porque apuntaba, entre otras cosas a relevar información sobre este espacio físico de la Radio en donde más de
un testigo declaró haber sufrido de torturas. Nombres de empleados, horarios de la radio, espacios físicos, todos ellos eran datos importantes de
relevar. En este sentido, el testimonio tuvo doble cara porque si bien en cuanto a horarios de funcionamiento y espacio físico Orbelli dijo algo (se
transmitía de 7 a 14 hs y había en el piso de la radio una habitación amplia) , cuando tocó el turno de dar nombres sufrió de una repentina
desmemoria: no supo quien asumió luego de él y tampoco pudo precisar mucho sobre sus compañeros de radio, por el contrario, sólo habló de un
colaborador suyo ya fallecido (César Robles), de Norma Sarmiento y de un tal Juanjo Martínez que sabe que era periodista por esos años. Sobre
Maunas (quien trabajaba allí y ha aparecido recientemente como integrante del batallón de inteligencia 601), dijo no recordar nada. Tampoco de
Edgar Martín Ferreira quien fuera militar y luego conocido locutor. ‘Con él solo recuerdo haber trabajado en la LV4 10’, precisó.
‘El capitán Studelher asumió la intendencia en la municipalidad. Como en cualquier organismo del estado había movimiento militar y policial. La
primera persona detenida en la municipalidad fue Héctor Massini a cargo de la intendencia. Estuvo uno o dos días retenido en el despacho
municipal. También recuerdo el caso del Dr. Porras aunque no puedo precisar más circunstancias’, agregó Ismael Orbelli quien precisó que ‘recién
en los 80’ se comenzó a hablar de que en la Radio había existido un centro de torturas’.
Muchos fragmentos del testimonio de Orbelli fueron interesantes, sobre todo en lo que respecta al quehacer periodístico. Extraño resultó a la
audiencia el hecho de que el testigo, teniendo un cargo tan importante y ejerciendo además una profesión ‘tan clave’ para esos años…de repente
haya sabido tan poco.

-Juanjo Martínez y las aventuras del Señor Tijeras

Al momento en que Ismael Orbelli señalaba a Juanjo Martínez como uno de los trabajadores de la radio de aquellos años, llego a oídos del tribunal
que ‘el mismo’ se encontraba presente en la audiencia, como periodista. Por tal motivo fue citado instantáneamente a comparecer. Con su
testimonio se buscaba seguir armando el rompecabezas de la Radio Municipal de aquellos años.Al igual que el testigo anterior, no fue mucho lo
que pudo (o quiso) revelar. ‘Para el golpe de estado yo era menor de edad y no trabajaba en la radio, recién comencé a trabajar en el año 80. Yo
era muy amigo de Cesar Robles, era disc jockey y por eso concurría a la radio esporádicamente en ese año 76. Iba de 7 a 14 hs ya que era el
momento en donde había gente trabajando’. A la pregunta de si veía militares aseguró que en la radio no los había, pero en el edificio municipal sí.
‘Estaban por todas partes’, agregó. Precisando más sobre la radio, Martínez dijo no haber visto allí personas detenidas. ‘Si hablábamos mucho de
la lista negra de música, la que no se podía pasar y la cual estaba indicada por temas, intérpretes y autores: León Gieco, Mercedes Sosa, Los
Jaivas, Los Fronterizos, Charly García…todos ellos estaban censurados’, contó el testigo quien además no pudo recordar el nombre del sucesor de
Orbelli en la radio11. Al final de este breve testimonio y luego de haber descripto un poco las instalaciones generales de la radio (muy similar a las
de la actualidad) se dio un pequeño debate en torno a si allí, podría haber cabido una mesa o cama de tortura. Fue claro en este sentido el testigo
(a pesar de intentar esquivar un poco el compromiso de tal afirmación) quien precisó que si bien en los controles era imposible, si podría haber
sucedido esto en la ‘Dirección’.Para terminar, transcribo un ilustrativo dialogo con el presidente del Tribunal con el cual culminó la testimonial:
Burad: -Usted conoce a Charly García…¿recuerda uno de sus temas? Martínez: -Sí, el de ‘Los Dinosaurios’ B: -Ese, ese… M: -El autor contó una
vez que a Videla le había encantado la canción…¡y hablaba de él!.B: -¿Y recuerda que dice la canción? M: -No, no recuerdo.B: -Mi vecino va a
desaparecer, en la calle va a desaparecer. Habla de los ‘desaparecidos’ Charly. M: -Sí, sí. También hubo otra, la del Señor Tijeras (Nota: que
paradoja…el Señor Tijeras de la canción de Charly, fue justamente el que le mandó la lista negra a Juanjo Martínez).

-Disque: 0-601- Maunás

Señalado en testimonios anteriores como un hombre que trabajó durante los años del Golpe en Radio Municipal Julio César Maunás Lobo prestó
declaración. Cabe recordar que este señor apareció en las listas del batallón de Inteligencia 601 como colaborador de las FFAA. Nada pudo aportar
del quehacer de la Radio ya que aseguró que en 1976 él era aún alumno de secundaria en Córdoba, y que llegó a San Rafael en 1981. Por ser de
oficio técnico en electrónica y comunicaciones es que pudo trabajar en ese mismo año que llegó en el Servicio de Inteligencia como radioescucha.
Despegándose entonces de ser acusado de posible complicidad en la desaparición de personas, Maunás aclaró que su actividad ‘estaba dentro del
plan estratégico militar sobre el marco regional externo, es decir Chile, país al que se “espiaba’.

-¿Todo tiempo pasado fue mejor?: Norma Sarmiento

Por último prestó declaración la locutora y periodista Norma Edith Sarmiento, mujer que trabajó durante 32 años en Radio Municipal.
Verdaderamente polémica fue su declaración de principio a fin.
Comenzó diciendo que nunca vio militares en el Municipio en esos años, y que jamás vio algún tipo de irregularidad en nada. Relató además que
luego de muchos años se enteró lo que se decía de su querida radio Municipal, sobre que allí había funcionado un centro de torturas. ‘Esto

10Todavía tiene un programa en la LV4 dedicado al folclore.


11Esta situación de la desmemoria repentina sobre ciertos ‘jefes de áreas’ ha sido una constante del juicio. Al igual que con los miembros de la policía, del personal
carcelario, o del ejercito que nunca recuerdan con el caso de la radio sucedió lo mismo. ¿O acaso alguien puede imaginarse que Ismael Orbelli no sabía quién le
sucedió? ¿Y Juanjo Martínez que nunca dejó de ir en esos años?
7
realmente me dolió mucho’ confesó la locutora a la vez que desmintió lo que para ella es una verdadera calumnia. ‘Allí no hubo ninguna
irregularidad’, sentenció Norma a la vez que aseguró que ‘hay muchos que especulan por dinero o por poder’. En torno a esto último agregó que
muchos funcionarios se colocaban en esos años y en la actualidad por acomodo, e incluso nombró a Juanjo Martínez (quien la había nombrado en
su indagatoria), como uno de los que ‘acomodó’ la política. También aseguró que ‘Orbelli estuvo un tiempo desmanejando la radio’
A las de por sí polémicas declaraciones hechas hasta ese momento, la locutora y periodista le sumo el broche de oro: ‘Yo voy a atestiguar a favor
de los militares porque mi mejor época de trabajo con cultura, respeto y educación fue esa, y lo digo a costa de que pueda pasarme algo mañana’.
Seguramente esto último lo dijo olvidando el hecho de que por suerte…ya estamos en democracia.

Documentos perdidos: ‘El Flaco’ Luquez

Omar Rodolfo Luquez, conocido por sus compañeros como ‘el Flaco’ aun sigue trabajando como ordenanza en el palacio de tribunales. Desde
junio 1975 hasta el 30 de abril de 1976 le tocó reemplazar en el archivo a un empleado que pidió un año de licencia. Luquez recordó, entre otras
cosas, cuando Sergio Chaki fue detenido: ‘El día de la detención de Chaki estaba la puerta cerrada, había militares, cuando llego al hall, lo veo a él
con las manos en la nuca, dos soldados que lo apuntaban con la carabina en la espalda. A Chaki lo bajaron a los calabozos de la departamental,
ahí también estaban el Dr. Dauverné, el Dr. Porras y el Dr. Massini’. Sobre si desde los empleados de tribunales veían a los detenidos, Luquez
precisó que si bien el nunca los vio, si sabía que estaban. Y que probablemente quienes trabajaban en el piso alto si los podían ver. ‘El juzgado de
faltas estaba al comienzo del pasillo y los ventanales de ese juzgado dan al patio de bomberos, así que desde ahí se podría haber visto a los
detenidos’, comentó el Flaco a la vez que agregó un dato que se estaba rastreando desde hacía tiempo: el paradero de las hojas arrancadas de un
libro de guardia policial. ‘Respecto de los libros posteriores que faltan, cuando estaba Alfonsín en la presidencia, me dijeron que buscara el libro de
guardia y que lo tenían que mandar a Buenos Aires, faltaban todas las hojas del 24 de marzo del 76 hasta el fin del golpe. Ese libro se remitió a
Buenos Aires. El señor Vilches era el secretario. Posiblemente dicho libro esté en la CONADEP’ concluyó.

Un conocido de Perón: el caso de Héctor Massini

Héctor Massini fue detenido en el año 76’, y al igual que mucho de sus compañeros su itinerario culminó en la Unidad 9 de La Plata, luego de más
de un año de su detención. Como Héctor falleció hace dos años, fueron llamados a comparecer sus familiares más cercanos en esa etapa de su
vida.

-Un ‘aparente’ mal de familia: su hermano Carlos

‘El 24 de marzo del 76 fue detenido mi padre que estaba a cargo de la municipalidad y en agosto mi hermano Héctor. Con él compartíamos el
estudio jurídico’. Así comenzó su testimonial, Carlos Massini quien con el correr del tiempo pudo ir precisando datos de las dos detenciones. En
relación a su padre que para ese momento era el intendente, contó que a las 7 am del mismísimo 24 de marzo fue detenido por una comitiva militar
y trasladado a la Municipalidad donde quedó retenido por más de tres días. ‘Al salir me comentó que había sido bien tratado y que este señor
Studleher había sido respetuoso con el. Entiendo que sabían de quien se trataba. Era una persona muy respetada socialmente’. Respecto a su
hermano, relató que el allanamiento se produjo en el estudio jurídico que se encontraba en el centro de la ciudad. ‘Para cuando llegué, toda la
planta alta estaba cubierta por militares. No estaba preparado para eso, me imaginaba que éramos nosotros los destinatarios’ relató Carlos quien
precisó además que el objeto de esa persecución era Héctor. Por lo que pudieron ir averiguando, a Héctor se lo llevaron a Infantería y de allí a la
Departamental para ser luego trasladado a Mendoza y finalmente a la U9 de La Plata. ‘El siempre fue muy reservado y no quiso que su familia se
enterara, pero si me contó que en alguna ocasión en el edificio de tribunales había sido víctima de golpes. Eso me lo habrá contado en una noche
de mucha intimidad porque él no era de querer preocupar a su gente. Lo que sí estoy seguro, es de que fue torturado’, contó con lagrimas en los
ojos el testigo quien no pudo aguantar las ganas de recordar a su hermano y valorarlo públicamente: ‘el era un hombre que le brotaba la política, un
hombre muy estudioso muy formado políticamente, me atrevo a decir que el peronismo no tuvo un dirigente de la talla de mi hermano, hecho y
derecho, sabiendo dimensionar la política’. En relación a los detenidos, Carlos contó que tuvo ocasión de verlos en el patio de bomberos y que fue
allí donde además logró ver a Alfredo Porras, a López y a Sergio Chaki. ‘Habíamos creado la asociación de abogados peronistas hicimos
gestiones por los detenidos, no teníamos respuesta, nos decían que estaban a disposición del PEN y se agotaba allí lo que podíamos hacer.
Siempre pensamos que podía desaparecer, era un momento donde nadie se jugaba adie, donde el “por algo será” no dejaba de ser la frase.
Algunos nos dieron su apoyo y otros no. Pienso que por las gestiones hubo alguien que se la jugó por él y por ello salió en libertad’, precisó
Massini.
El relato de Carlos hubiese finalizado sin muchas más novedades si no fuera porque casi al final lanzó un dato importante nacido de su propia
experiencia en su trabajo como asesor de la policía en aquellos años. Además de explicar que, hasta la detención de su hermano en donde vio a
policías, nunca antes había vinculado a dicha fuerza con el ejército, Massini precisó que fue el mismo Ruiz Soppe quien le pidió la renuncia al cargo
por tener un hermano detenido y por ser de una familia de reconocidos militantes peronistas12: ‘Creo que él ya había pasado a Mendoza en un
cargo de jerarquía. Yo en ese momento no me puse a pensar si dependía directamente de Ruiz Soppe, en ese momento daba para cerrar los ojos
y firmar donde fuese. A mí me dijeron que iba a una reunión jurídica y terminé en esa reunión en calle Patricias Mendocinas y Montevideo con Ruiz
Soppe que me pedía la renuncia’. Interesante este último dato para tomar conciencia de hasta donde llegaba la influencia y el poder del actual
‘imputado’.

-Luna de Hierro: la esposa del Héctor

Ana María Sueta, viuda de Héctor Massini comenzó su testimonio de un modo conmovedor. Luego de juramentar, tomó la palabra y embargada por
la emoción habló con estas palabras: ‘Para mí es importante este juicio, enmarcado en la búsqueda de la verdad y de la justicia, porque me permite

12 Los Massini siempre fueron reconocidos por su militancia en el llamado ‘Peronismo Ortodoxo’.

8
decir cosas que antes no pude. Esta situación que apela a la MEMORIA, a mi memoria, me hace pensar en la figura de mi esposo que pocas veces
hacía mención sobre lo que le había sucedido. Estas imágenes diurnas y nocturnas, me hacen verlo enfrentando la figura de la muerte con sus
manos atadas y sus ojos vendados…Nuestra vida fue signada por el episodio de su detención y este juicio me permite a mí decir verdad de lo que
sé y a él descansar en paz y a mis hijas y a mi seguir con el testimonio que él nos dejó: el de la valentía y la verdad.’Precisando más sobre la
detención de su marido, Ana María relató que el 02 de agosto del 76’ fue el día que allanaron el estudio jurídico donde él trabajaba: ‘Fueron varias
personas de la policía y del ejercito, fue un movimiento exagerado: cortaron la avenida (Hipólito Irigoyen) revisaron todo, su agenda, sus libros,
todo…’, el estaba en el estudio en ese momento, luego lo llevaron a nuestra casa, lloviznaba y escuché el ruido de botas, me acerqué para ver y lo
vi a el que me dijo ‘no te preocupes que van a entrar a revisar la casa’A la pregunta de un magistrado acerca de si en algún momento ella o su
marido dedujeron el motivo de su detención, la viuda de Massini expresó con mucha claridad: ‘la hipótesis de mi esposo era que tanta crueldad en
el modo en que se daban las cosas era una manera de domesticar a dirigentes y personas de otra ideología política. Las personas pensantes, y
que tenían ideas renovadoras o distintas a las gentes de la dictadura o el mal llamado proceso de reorganización nacional, podían ser peligrosas
para ellos, creo que algo de eso había. En el fondo el ensañamiento era eso, era decir: las ideologías las manejamos nosotros, ustedes métanse
en sus cosas’En relación a los imputados y a su posible identificación, Ana María precisó que fue su marido había sido interrogado durante 4 horas
y en el Concejo Deliberante por López, por Mussere y por el Teniente Guevara, acerca de su actividad política, de su ideología y de sus contactos
locales, provinciales y nacionales. ‘Fue golpeado y lastimado…digo golpeado porque desconozco el nivel de esas torturas’, agregó la testigo quien
también contó que habló con el Mayor Suarez y le dio una mala impresión ‘porque era una persona soberbia, eso me daba miedo; me decía que
había que tener paciencia porque los detenidos por algo estaban ahí”. El testimonio de Ana María culminó con una anécdota muy especial que dio
cuenta, de ‘cuan adentro del corazón’ se llevaba el Movimiento y la figura de Su General: ‘En el 72 mi esposo se reunió con Perón. Era nuestro
viaje de bodas. Cuando nos casamos, a la salida de la iglesia estaban los compañeros de mi esposo, y nos cantaron la marcha. Al primer lugar que
fuimos en España en nuestra luna de miel fue a Puerta de Hierro. Allí mi esposo le explicó al General que formaba parte de un grupo que editaban
la revista “El Justicialista”, de ahí que Perón luego envió una carta al diario “Las Bases” para que incluyeran al grupo en el equipo de trabajo’.

No saben no contestan: los testimonios de 5 milicos

Como ha pasado a lo largo y a lo ancho de todo el proceso judicial a la hora de las testimoniales de los agentes de cualquiera de las fuerzas de
seguridad y/o represión, las declaraciones de Hugo Oscar Acaya, Juan Carlos Gallardo, Hugo Jesús Orihuela, Ángel Videla Morcón y Ciro Isidro
Maza, siguieron en una misma línea, marcada por el silencio y la negación.
En primero de los cinco se desempeñó en el cuerpo de infantería durante todo el año 76’ y le tocó custodiar a los presos políticos de la
Departamental entre los meses de septiembre, octubre y noviembre. Además de negar todo tipo de maltratos por parte de sus superiores y de
desconocer a todos los imputados (sólo dijo conocer a Labarta de quien era compañero), Acaya se dedico a contradecirse todo el tiempo con una
declaración suya del año 86’. Por ejemplo: en esa primer declaración afirmo que ‘el mayor Suárez y Guevara iban a pedir novedades de los
presos’, por el contrario, en esta segunda declaración expresó: ‘no recuerdo a ninguno de los dos’. Por eso y por otras ‘evidentes mentiras’, se le
pidió compulsa por falso testimonio.
En relación a Isidro Maza, el segundo declarante, fue convocado a declarar porque durante el año del golpe fue comisario en Malargüe, localidad
en la que fue detenido Luis Barahona. En consonancia con el anterior declarante, sólo recordó algunas cuestiones más generales como el hecho
de que en Malargüe se designó intendente al comandante de gendarmería y que la policía quedó a disposición de ellos para cuando la
necesitasen, o que le consta que se produjeron algunas detenciones políticas, como por ejemplo la de su intendente Vicente Sapurian, etc. Pero a
la hora de recordar el hecho preciso de la detención de Barahona se limitó a decir que de ese 28 de abril, no recordaba nada y que podía haber
sido la misma Gendarmería artífice de su detención. Interesante fue el dato que arrojó Maza sobre el uso de los uniformes que tanto han
confundido a los testigos a la hora de recordar los hechos: ‘Cuando fue el golpe nos proveyeron uniforme verde a toda la policía de Mendoza, creo
que fue un poco antes del golpe. Es similar al uniforme militar’. También precisó que en el año 76 estaba a cargo de Ruiz Soppe: ‘el era mi jefe’,
concluyó.
El ex policía -retirado con el grado de sargento- Juan Carlos Gallardo, quien trabajó en Infantería en 1976 como chofer de todo tipo de vehículos,
fue convocado a declarar por haber sido él mismo, el encargado de llevar y traer detenidos desde Infantería hasta y desde la Departamental. Como
ha sucedido con la mayoría de las declaraciones de sus colegas, Gallardo no supo precisar quien fue su jefe: ‘posiblemente mi superior haya sido
David Masachesi u Orlando Gutiérrez, no sé, no lo recuero bien’ expresó. Tampoco recordó haber visto a ninguno de los imputados en los lugares
donde llevó detenidos, incluso se animó a decir que al ex Teniente Guevara ni siquiera lo conoció. ‘Los traslados se hacían en horas del día, un
militar se sentaba a mi lado y mi único rol era transportarlos’, aseguró el testigo quien además sólo expresó haber escuchado al pasar alguno de los
nombres de los ‘hasta hoy’ desaparecidos.
Por su parte el ex Comisario General, Hugo Jesús Orihuela Moreno manifestó en su declaración ser en la actualidad, amigo personal de los
imputados Ruiz Soppe y Labarta, no conocer a Guevara y ubicar sólo de vista a quien fuera abogado de la policía, el imputado Egea Bernal. ‘No
recuerdo haber tenido relación vincular con el ejercito, ni haber tenido ningún tipo de tarea especial. Lo mío fueron delitos comunes’. Amparado en
esta excusa, Orihuela no dijo nada más, tanto que a lo dicho por uno de sus antecesores sobre cómo se procedía en los allanamientos, se animó a
decir que tampoco sabía nada de eso. Esto generó la indignación de la audiencia la cual quedo expresada en las palabras del juez Nasif: ‘Orihuela,
se hacían operativos en los que participaban fuerzas conjuntas y de esto sabían hasta los vecinos ¡¿Y usted que era oficial no sabía nada?!’
Finalmente declaró el ex Comisario Inspector Ángel Videla Morcón quien trabajó en la Unidad Regional 2º desde 1972 hasta 1977. Ni siquiera pudo
recordar si en esa época era Oficial Ayudante o Suboficial Inspector aunque casi por error se animó a decir que desde arriba si los habían instruido
sobre las “actividades subversivas” que había en el país, aunque también expresó que en San Rafael no hubo tales manifestaciones.
Por demás agotadoras fueron estas dos jornadas llenas de vueltas, contravueltas, silencios y contradicciones. Sin embargo eso no fue lo peor.
Verdaderamente indignante fue escuchar de la boca de estos 5 personajes que recién supieron de los desparecidos ‘en este último tiempo y a
partir de los medios’. Sin palabras.

9
III – EL JUICIO ‘NO SE MANCHA’

No me pierdan la pista: Tíndaro Fernández

‘Antes de que yo asumiera era vox populi de que en tribunales había detenidos pero lo que no se sabía era en condición de que. En mi caso, yo me
enteré de eso por ser amigo de Alfredo Porras. Cuando a él lo detienen le dice a su esposa que me avise a mí; que no le perdiera la pista para
saber de su integridad física’. Así comenzó hablando el Dr. Tíndaro Fernández quien a su vez pudo relatarle al tribunal como fue todo el proceso de
seguimiento de su amigo. Hice contacto con todos los que pude y finalmente el Dr. Germanó me averiguó que Alfredo estaba en el calabozo del
Colegio de Martilleros, en una dependencia contigua a Bomberos13.
‘Los detenidos eran vistos por los auxiliares desde las ventanas y ellos nos pasaban a nosotros el dato de cómo estaban’, contó el testigo quien a
su vez recordó la triste anécdota de la caja de ajedrez con el S.O.S grabado14 que recibió de parte del detenido su esposa Susana. Desde ese
momento, agudizaron aun más la búsqueda hasta que finalmente se enteraron que Porras había quedado a disposición del PEN. Para entonces,
Alfredo ya estaba en la U9 de La Plata. “No advertí el alcance de esa noticia. Recién tomé cuenta de la importancia del quedar a disposición del
PEN cuando vi un programa de televisión en el cual don Alfredo Bravo contaba que estando detenido con una venda escucho que alguien le decía:
‘Don Alfredo, usted está salvado’. Confundido por las voces y creyendo que quien le hablaba era algún alumno, se le acercó quien en realidad era
un soldado y le dijo ‘usted esta salvado porque ha quedado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”
Con esto el Dr. Fernández podría haber terminado su declaración. No lo hizo, porque desde la querella y la defensa comenzaron a pedirle precisión
sobre el cargo que asumiera en agosto del año 76’. Relatando entonces como fue el procedimiento por el cual accedió al cargo del Fiscal de
Instrucción y precisando además que nunca recibió órdenes militares y que su tarea sólo quedó afectada al trabajo con ‘delitos comunes
solamente y a su relación con las comisarías’15, las declaraciones del amigo de Porras terminaron sirviendo de carnada para una nueva estrategia,
que al menos a la audiencia…le cayó como una bomba.

1º Planteo de Nulidad: El Juez ‘y parte’ Acosta

La declaración del doctor Tíndaro Fernández fue el testimonio que en realidad


encendió la mecha, por cuanto narró al Tribunal presidido por el Dr. Roberto Burad
que en agosto de 1976, en el inicio de la dictadura, asumió el cargo de Fiscal de
Instrucción de la Segunda Circunscripción Judicial, y que en esa oportunidad también
lo hizo el Dr. Héctor Raúl Acosta pero como Juez de Faltas. Del conocimiento de ese
hecho fue de donde se tomaron los abogados defensores de los imputados, quienes
recordaron que el artículo 55 del Código Procesal Penal en su inciso primero apunta
que "el magistrado deberá inhibirse de conocer en la causa cuando exista uno de los
siguientes motivos: en primer lugar, si hubiera intervenido en el mismo proceso como
funcionario del Ministerio Público, defensor, denunciante, querellante o actor civil, o
hubiera actuado como perito o conocido el hecho como testigo, o si en otras
actuaciones judiciales o administrativas hubiera actuado profesionalmente a favor o en
contra de algunas de las partes involucradas".
Precisamente, y coincidiendo con lo señalado por la defensa, en otras oportunidades se había mencionado que el doctor Raúl Acosta (instructor de
la causa que llevó a los imputados al juicio oral), mientras se desempeñaba como Juez de Faltas de la provincia podía observar desde las ventanas
de su despacho todo lo que pasaba con los detenidos que eran ingresados a la Casa Departamental (actual edificio de Tribunales) y que por lo
tanto ‘la defensa cree que este magistrado conocía o estaba en conocimiento de lo que sucedía en esos años’. Para aclarar esto que ocurría, los
defensores solicitaron la comparecencia ante el Tribunal del actual Juez Federal para que ofreciera su propia versión, a lo que el doctor Burad no
accedió por cuanto consideraba que el doctor Acosta no podía ser llamado como testigo.
En otro orden de cosas, la defensa consideró que la etapa instructiva no estuvo completa, ya que durante ella no pasaron testigos fundamentales
como el doctor Armando Dauverné, quien durante su presencia en el juicio oral hizo declaraciones que terminaron siendo trascendentales.
Sumado finalmente a todo lo anterior, el Dr. López, abogado defensor de Aníbal Guevara, manifestó en el transcurso de la discusión que hubo falta
de imparcialidad, ‘ya que Berón desapareció el 28 de agosto de 1976, cuando el doctor Acosta estaba al frente del juzgado de Faltas’, agregando
que ‘si no se hace lugar a este pedido de nulidad, hago reserva de recurrir ante el Tribunal de Casación por denegatoria de la nulidad planteada’.
Por todo lo planteado y luego de escuchar los correspondientes rechazos de los abogados querellantes y de la fiscalía, el tribunal pidió cuarto
intermedio hasta el día siguiente para procesar el pedido y tomar una determinación.

Aparición en escena: el desembarco de San Emeterio

Luego de que los defensores de los imputados pidieran la nulidad del proceso y la libertad de los mismos, tocó el turno de la palabra de Fiscalía.
Fue entonces cuando el Dr. Dante Vega, antes de manifestar las razones por las cuales se oponía al pedido de la Defensa, aprovechó para
arremeter -sin nombrarlo explícitamente- contra el abogado Eduardo Sinforiano San Emeterio quien justamente una semana antes de estos hechos
apareció en la escena local desprestigiando al juicio, a la fiscalía y al mismo Tribunal En este contexto el Dr. Vega señaló: ‘quiero hablar sobre otro
episodio que ha ocurrido en ausencia mía y que se vinculan con un letrado. He contabilizado tres episodios: el primero es que este abogado se
arrima al juicio y anda comunicando a un auxiliar del Tribunal presuntas acciones legales futuras a adoptar en contra del juicio, del Tribunal y de los

13 La Departamental.
14 Más datos sobre este hecho, en el I Resumen del Histórico Juicio en el testimonio de Humberto Calívar.
15 Debo confesar que, en lo personal, estas aseveraciones sobre la autonomía de la Justicia durante el Proceso se me hacen difíciles de creer. Se me vienen

imágenes de algunos de los testigos que con lagrimas en los ojos han asegurado que ‘todos los jueces sabían lo que sucedía a sus espaldas’.

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otros magistrados que intervenimos de este Ministerio Público. Otro episodio es la interposición de una denuncia, por el delito de homicidio en
contra del Tribunal y de cuatro miembros del Ministerio Público Fiscal en relación a la muerte de uno de los imputados (se refiere a
José Mussere). Y el tercer episodio es estar anunciando a través de los medios de comunicación que va a asumir la defensa de uno de los
imputados y después no aparece por el juicio. Todo esto implica ear las normas procesales y la recta normatividad que hace a un juicio oral’.
No contento con esto, San Emeterio salió nuevamente a los medios manifestando en primer lugar que el juicio no se iba a anular y que seguiría
normalmente. Ya este letrado en otras declaraciones públicas había puesto en duda la capacidad jurídica de los jueces de esta causa
públicamente, y también había dicho que esos magistrados ‘dejaron morir a Mussere’. En cuanto a lo dicho por el Fiscal, el Dr. San Emeterio
agregó que ‘el Dr. Vega va a tener que verme la cara’ el próximo lunes, cuando asuma la defensa de Aníbal Guevara.

1º Revés: la extemporalidad de los planteos

Como era de esperarse, los planteos de nulidad absoluta del juicio fueron rechazados. Las defensas hablaron de la falta de garantía de un juez
imparcial (refiriéndose a la etapa de Instrucción hecha por el Juez Raúl Acosta), ya que éste era Juez de Faltas y podría haber visto desde su
despacho a los ahora desaparecidos. Al respecto el Tribunal que preside el Dr. Burad se manifestó sosteniendo que ‘Acosta asumió como Juez el
1º de agosto de 1976, es el único conocimiento cierto que concuerda con los dichos de la defensa, sin embargo no hay ninguna prueba que permita
aseverar que dicho magistrado haya tenido un conocimiento cierto de los hechos puntuales que constituye el objeto procesal de esta causa, o el
nombre de los detenidos, o los modos o razones de detención, como tampoco las torturas que habrían sufrido según el relato de la Fiscalía. Que
Acosta haya tenido un despacho allí, no significa que necesariamente haya visto a los detenidos’. Además, aunque hubiese visto a los detenidos, el
Tribunal señaló que la parcialidad indica ser parte en el hecho que se juzga y es improbable que haya visto al único de las cuatro víctimas cuya
desaparición se investiga en esta causa, José Guillermo Berón, por cuanto el mismo se encontraba en la celda de la Departamental sin contacto
con el Dr. Acosta. Las restantes víctimas, Sandoval, Tripiana y Osorio al momento de la asunción de su cargo como Juez de Faltas ‘no se habrían
encontrado en esas dependencias carcelarias, ya que habrían desaparecido con anterioridad’, señaló también el Tribunal.
A lo dicho anteriormente, agregó que ambas partes conocían el cargo que desempeñaba el Dr. Acosta en esos años. ‘Si el hecho en que fundan
esta nulidad ya era conocido por las defensas, ellos podrían haber utilizado las vías procesales correspondientes, lo cual tampoco fue realizado.
Han desaprovechado las instancias anteriores y los recursos que tenían a su alcance’.
Para que la declaración de invalidez de un acto procesal resulte procedente es indispensable que se verifique un perjuicio real y concreto, esto es
que se haya producido una efectiva limitación de un derecho del imputado. Además las defensas no señalaron con precisión los actos de la
Instrucción que pudieron provocar una duda razonable en cuanto a la actuación del Dr. Acosta en esa etapa de la causa en perjuicio de los
imputados, como tampoco se citaron hechos concretos para anular lo investigado con anterioridad.
Los impugnantes también habían sostenido que el sumarle pruebas y testigos la causa a lo largo del debate había significado una violación del
derecho de defensa. Sin embargo, según el tribunal ‘ellos no se opusieron a la implementación probatoria, sino que por el contrario aprovecharon
las pruebas producidas formulando interrogatorios a los nuevos testigos’. Específicamente, la defensa ayer citó el caso de un testigo importante
que no pasó por la Instrucción, el Dr. Dauverné. Al respecto el Tribunal manifestó que su comparecencia se dispuso luego del testimonio de
Mariano Tripiana. ‘Ese testimonio no fue cuestionado inguna de las partes en su oportunidad, por lo que se vuelve ex temporal que hagan un
planteamiento de esta naturaleza ahora. No existe por eso, pruebas que sorprendan a las defensas ya que las nuevas pruebas son producto de la
dinámica natural del juicio’.

2º Planteo de Nulidad: Pedido de Recusación

La jornada nº 29 (del lunes 6 de septiembre) se reanudó con la llegada de los abogados defensores Eduardo San Emeterio y Ricardo Curuchet
para representar al imputado Aníbal Guevara y reemplazar de esa forma al defensor oficial.
La llegada de ambos profesionales convulsionó la sala de debates, ya que después de la presentación formal plantearon la nulidad del juicio y
recusaron al tribunal por distintas razones, entre ellas, una denuncia penal presentada por San Emeterio contra los jueces Roberto Burad, Héctor
Cortez y Roberto Nasif (integrantes del Tribunal Oral Federal Nº 2), entendiendo que hubo homicidio agravado en la muerte del imputado José
Mussere, quien falleció semanas atrás en la Cárcel de Encausados de San Rafael.
Seguidamente, San Emeterio apuntó contra el fiscal Dante Vega, al recordar que la titular era la doctora Gloria André y que él, siendo sólo
adyuvante del ministerio público, se estaba extralimitando de sus funciones.
La flamante ‘defensa’ arremetió nuevamente contra es el juez Cortez por considerarlo parcial, al concurrir en mayo pasado a una conferencia de
prensa del reconocido periodista Horacio Verbitsky, quien en esa oportunidad advirtió que en Mendoza iría ‘por todos los jueces federales’ y Cortéz
no presentó ningún tipo de denuncia. ‘La simple asistencia da temor de parcialidad’, manifestó San Emeterio, quien por tercera vez recusó al juez
por pesar sobre él un juicio político. Esta última recusación también cayó sobre el juez Nacif quien todavía está en etapa de apelación16.
Tras los planteos de San Emeterio y la contestación de los querellantes y el fiscal, el tribunal pasó a cuarto intermedio a fin de deliberar los pedidos
del defensor

2º Revés: la dinámica de la Justicia

Pasadas las dos de la tarde se leyó la resolución de los magistrados, quienes se expidieron en contra de cada uno de los pedidos de San Emeterio.
La recusación por el deceso de Mussere fue rechazada por el Tribunal por cuanto ‘pedidos de esta naturaleza sólo pueden ser tramitados a
solicitud de la parte interesada’. Y en ese sentido, el Tribunal entendió que el abogado ‘no reviste carácter de interesado’ ya que el Código Procesal
Penal exige en su artículo 55 que un juez sólo pueda inhibirse de entender en una causa si hubiese sido acusado por un ‘interesado’. Y, dado que
el artículo 56 considera ‘interesados’ al imputado, al ofendido y/o al damnificado, el abogado defensor de Guevara reviste no reviste dicho carácter.

16 El juicio político fue pedido por el Dr. Otilio Romano, quien está siendo investigado (junto a Luis Miret, Guillermo Max Petra, Gabriel Fernando Guzzo, Francisco

Lucena Carrillo y Walter Bento) por el Consejo de la Magistratura por complicidad en delitos de Lesa Humanidad.
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En relación al intento de la defensa de correr del juicio al fiscal adjunto Dante Vega, el Tribunal rechazó el pedido fundando su negativa en que
Vega ‘fue designado por el Procurador General de la Nación para representar a una oficina creada puntualmente para intervenir en causas en que
se investiguen delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la dictadura militar, agregando además que sí reemplaza en el debate a la Fiscal
Federal de Mendoza, María Gloria Andrés, quien oportunamente solicitó no asistir a este juicio que se desarrolla en San Rafael.
Finalmente el tribunal tampoco dio lugar al pedido de recusación de los jueces Nacif y Cortez, argumentando que recién en junio de este año hizo
el pedido de juicio político contra los jueces integrantes del Tribunal los cuales ‘no prosperaron al ser rechazado en su momento por el plenario del
Consejo de la Magistratura de la Nación’.
Y de lo haber asistido a la conferencia de Verbistky, el tribunal simplemente se limitó a recordarle al abogado defensor de que cuando uno está en
democracia es libre de asistir a cualquier conferencia o debate.

2º DESCANSO: ROBARLE LA IMPUNIDAD A LOS MILICOS

En el marco del Primer Juicio por delitos de Lesa Humanidad en la provincia de Mendoza, el Espacio MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA’ presentó
la charla testimonial ‘Imágenes de la Memoria’, a cargo de Víctor Basterra.
El público colmó el hall principal de la biblioteca Mariano Moreno para escuchar las palabras de un ex detenido y desaparecido en la Escuela de
Mecánica de la Armada con una historia muy particular.
En su relato contó que fue secuestrado y llevado a la ESMA el 10 de agosto de 1979 junto con su esposa y su hija, a quienes liberaron poco tiempo
después. Raúl fue duramente torturado al punto de quedar con una lesión grave en la columna, y permaneció más de 4 años allí. No estaba solo, o
al menos eso intuía por estar esposado, con una capucha y con grilletes. Recién a los 10 días se las empezaba a rebuscar para levantarse un poco
la capucha e intentar visualizar dónde estaba. “No era sólo tortura física, sino que también lo era la incertidumbre de no saber lo que iba a pasar en
media hora. Había una determinación para destruir al individuo”.
Basterra contó habló de las torturas sufridas por él y por otras personas, Vale destacar que por la ESMA pasaron más de 5000 detenidos y muchos
de ellos nunca volvieron a aparecer.
Los militares usaban identidades falsas para robar autos, hacer procedimientos o transacciones comerciales, pero para eso necesitaban fotos para
armar las documentaciones. Dado que Basterra era obrero gráfico calificado, lo utilizaron como mano de obra. Pero ellos no contaron con la astucia
de Raúl, que de cada uno guardó una foto. ‘Yo había recibido un mandato de mis compañeros detenidos, me dijeron ‘negro, si zafas de esta que no
se la lleven de arriba’ y eso para mí fue un mandato que yo tomé y esperé la oportunidad’.
Tomaba la fotografía de represores e iba escondiendo el material. A veces a los prisioneros les permitían ir a ver a la familia, y allí Basterra
aprovechaba para sacar ese material de la ESMA para guardarlo. Contó que un un militar bajaba frecuentemente al lugar donde el detenido hacía
los revelados, y apuntándole con un arma le decía ‘un día te vas a equivocar y ahí voy a estar yo para matarte’. Evidentemente no se equivocó.
También hay imágenes de desaparecidos, ya que encontró negativos que iban a quemar y también sacó ese material, arriesgándose severamente.
Estas fotos están en muchos juzgados de Argentina y del mundo, y han servido como prueba en juicios de lesa humanidad, entre ellos el Juicio a
las Juntas de 1985. Fue un honor para San Rafael, haber tenido a Víctor entre nosotros.

IV - HACIENDO LA HISTORIA CON MEMORIA (parte II)

¿Yo Señor? ¡No Señor!: El Consejero municipal Oscar Pérez

La declaración del comisario general retirado Oscar Pérez había concitado la atención, no sólo del
público que se dio cita en la sala donde se realiza el juicio por desapariciones, sino también del Tribunal
Federal Oral Nº 2, de la parte querellante y la defensa, porque el ex titular de la Distrital Sur había sido
nombrado en varias oportunidad por testigos por haber sido jefe local del D2 de Policía durante la
dictadura militar.
Marcado por la contradicción y los intentos de escabullirse por callejones sin salida, el actual Asesor del
Consejo de Seguridad Municipal explicó que fue nombrado jefe del D2 para ‘septiembre u octubre de
1976’, y para la fecha del golpe de estado ‘solo tenía trabajos de tipo administrativo y cumplía horario
de oficina, aunque también salía a trabajar en la calle en controles de rutas y de personas’.
No recordó que hubiera personas detenidas para esa fecha de marzo del 76 y recién cuando estuvo en
el D2 supo de las detenciones y de algunas desapariciones. ‘Me sorprendió la desaparición de Osorio
con quien no tuve nunca una relación fluida pero a quien si conocía desde chico del barrio’. Pérez
agregó que el sabía que Osorio había sido detenido pero que nunca supo cuando fue su desaparición ni
en que circunstancia. En relación a esto agregó: ‘No me dejo influenciar por lo que he leído; pero
presumo de que a esa persona que se ha desaparecido alguien la mató, no puede desaparecer así’.
Interesante fue la respuesta a la pregunta del juez Burad sobre si se imaginaba quien o quienes las
podrían haber matado: ‘No…no sé, no sé’, respondió el ex jefe del D2 en plena dictadura.
Acerca de los imputados, el testigo declaró haber trabajado con Labarta cuando asumió en su cargo17 y de haber sido subordinado de Ruiz Soppe
-su jefe- a quien calificó de ‘ser un hombre de carácter al cual había que obedecerle’. Sobre el actual imputado agregó: ‘el jefe de la URII era el que
mandaba; y Ruiz Soppe era una persona con capacidad de mando’. De Mussere solo agregó que lo conocía pero que no tuvo nunca contacto
porque para cuando asumió en el D2, este ya estaba trabajando para el ejército.
El testigo también manifestó que había conocido al jefe del D2 Militar, que estaba a cargo de un tal Rizzo Avellaneda, pero no pudo recordar que
rango tenía dentro de la fuerza de ejército. Cabe señalar que este militar, designado en esa función a partir del golpe de 1976 tenía el rango de

17También con Fierro, Labarta, Puebla, López y Rubio Más tarde se incorporó una mujer, la Sra. de Tenconi, y después González y Magallanes y dejaron el
servicio Labarta y Fierro. Con Sosa, declaró no haber trabajado.
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mayor, el mismo cargo que ostentaba Luis Faustino ‘el Colorado’ Suárez, el jefe de esa Subzona a quien varios testigos consideraron como ‘quien
mandaba en el sur mendocino y todo lo que se hacía estaba bajo su responsabilidad’. Pérez también apuntó que cuando se hizo cargo del D2
tenía solo 26 años y era oficial ayudante, y recordó el paso del comisario general Pacheco Talquenca por la URII -el que le siguió a Ruiz Soppe- , a
quien consideró como un hombre ‘sin valores, y que aunque no tuvo una conducta que haya sido delictiva, su estilo de vida no condecía con el
cargo con que había sido designado’.
Finalmente y en relación a la vestimenta utilizada en esos años, señaló que desconocía porque se los obligó durante la dictadura a usar el uniforme
militar verde oliva: ‘el nuestro siempre fue azul’ recalcó, agregando el comentario de que ‘quizás se tomó esa determinación para que en los
operativos los participantes tuvieran el mismo color en sus ropas’18.

En desespero fiel: Ángel Tripiana

Ángel Tripiana no vivía en San Rafael para comienzos del 76’. Habiéndose enterado por un vecino que el golpe era inminente y que como habría
persecuciones le avisara a su hermano que este militaba en el peronismo, decidió llegarse a la ciudad. Pero ya era tarde, al ‘Negro’ lo acababan de
detener. ‘Mi cuñada me dijo que la noche anterior personal de las fuerzas de seguridad habían allanado su vivienda y que aunque no habían
encontraron nada de igual manera se llevaron a Francisco’, relató Tripiana.
Desde ese momento Ángel comenzó a investigar junto a un amigo el paradero de su hermano, dirigiéndose a diferentes instituciones. Estando en
Mendoza fueron a ver a un sacerdote quien de manera irónica les dijo que el detenido en cuestión seguramente ya habría sido liberado y que si no
había llegado a su hogar ‘era por que de seguro se habría ido con mujeres’. Cabe destacar que el testigo declaró que en una oportunidad cuando
fueron a la Departamental, el personal militar que se encontraba allí los apuntó con armas. Entre otras cosas, el tribunal le mostró el acta de
libertad de su hermano, pero Ángel no reconoció la firma del mismo. ‘Recorrimos los centros de detención de San Rafael, también los de Mendoza,
y hasta llegamos a preguntar por Francisco en la ESMA (Buenos Aires), pero de ningún lado obtuvimos respuesta favorable’ concluyó don Ángel.

¡Noticias del Cuervo!: el hermano del abogado

Finalmente se logró dar con un familiar de tan renombrado abogado militar. El hermano de Fernando Cuervo, Guillermo relató al tribunal que su
hermano había fallecido el 2 de mayo del 2004. Contó además que Fernando se recibió y prestó prorroga del Servicio Militar primero en Córdoba y
después en San Rafael. ‘Yo lo vine a visitar aquí, todavía lo recuerdo’ relató Guillermo a la vez que pudo explicar que el lugar de trabajo era en los
cuarteles de Cuadro Nacional.
Finalmente explicó que los Cuervo viven en Mendoza y que hay 11 abogados con ese apellido19. Agregó también que cree que su hermano prestó
servicios durante no más de 4 meses y detalló finalmente su condición física: ‘Fernando mediría 1,74 más o menos, era flaco, de tez blanca y de
pelo corto castaño’, concluyó.

Compañero de farras… ya nunca te volví a ver: Daniel Navarro

Daniel Elías Navarro comenzó su declaratoria y explicó: ‘Con el Pepe me conocía por ser vecino y habernos criado juntos; cuando nos detienen
estábamos en una farra, de joda. Fue en la noche, no recuerdo muy bien. Fue el 28 de agosto de 1976 y de madrugada, estábamos en una fiesta
en la calle Comodoro Pi, enfrente de la Bodega Tomeli. Nos detuvieron y nos llevaron a la 8va’.
Había como 6 o 7 amigos en la fiesta y a todos se los llevaron detenidos. A Daniel lo soltaron y allí nomás dio aviso a los padres de Berón.
A la pregunta de si sabía que hacía el Pepe, Navarro explicó que sabía que pintaba carteles ya que andaban juntos gran parte del día. ‘No pintaba,
sólo pegaba carteles que no se que decían porque nunca supe leer ni escribir’ relató el amigo quien a su vez recordó como él mismo había sido
detenido en una oportunidad anterior (abril) y trasladado a Infantería, donde se encontró con muchos otros detenidos. No lo maltrataron ni nada,
pero nunca supo el motivo de su permanencia allí. Luego de esa noche de farra, Elías ya no supo mas nada de Berón. ‘Luego de esa detención,
nunca más supe de él’ agregó el amigo emocionado por el recuerdo.

Que vengan los bomberos que la Departamental es un incendio: Tomás Luis Rojas

Así podrían haber gritado muchos de los compañeros detenidos al lado del galpón de los ‘apaga incendios’, pero probablemente tampoco los
hubieran escuchado. Al menos, si nos dejamos guiar por el relato de este testigo quien fuera, nada más y nada menos, que el jefe del cuartel
durante los primeros meses del Golpe. ‘Los detenidos no ocupaban los baños de Bomberos mientras yo estuve, que yo sepa’…expresó Tomás
quien también declaró ‘no haber observado tampoco ningún cambio a partir del 24 de marzo de 1976’. Si dijo haber visto militares donde estaba la
8º y policías en su patio, el de bomberos. ‘Si hubieran llevado a detenidos al baño de bomberos yo los tendría que haber visto y eso no pasó, lo
mismo con las mujeres detenidas’.
En relación a posibles desapariciones20 el testigo declaró ‘no haber tomado conocimiento de que hubieran personas desaparecidas ni por su
trabajo ni después’. Y en torno precisiones del lugar comentó que a Bomberos ‘se ingresaba por la calle donde estaba la entrada de automóviles
por calle Independencia; a la 8va se entraba por Las Heras y por Independencia si uno daba la vuelta. La Comisaría estaba separada de
Bomberos por un patio todo abierto en el cual nunca vio soldados uniformados’.
De los imputados sólo declaró haber tenido una relación de jefe a jefe con Ruiz Soppe, al cual nunca lo vio en la departamental; de Egea al cual
conoció solo de vista, supone que era asesor de la policía; de Labarta al cual vio en el 76, dijo saber que trabajaba en la Brigada de Investigaciones

18 Esta testimonial se extendió por casi tres horas. Además de la repetida desmemoria –un clásico de los agentes de seguridad de aquella época- otra nota ‘común’
y por demás interesante de la declaración de Pérez fue el hecho de que sólo vinculó con la posible represión (recordemos que aseguró no saber quién podía hacer
desaparecer) a aquellos agentes que los sabe fallecidos. De los que viven, sólo se remitió a decir ‘no sé’, ‘no recuerdo’ ‘el no estaba’ ‘no me consta’, ‘no lo vi’…etc.
19 Se cree que le hacen honor a su apellido.
20 Recordemos que en tiempo en que el estuvo, desaparecieron de la Departamental Osorio, Tripiana y Sandobal, entre otros.

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y vestía ropa de civil. ‘Uno se enteraba…que este es Rojas, que este es Labarta, etc’, señaló quien concluyó negando haber conocido al ex
Teniente Aníbal Guevara.
Para finalizar, fiscalía le preguntó a Rojas si sabía si en bomberos se hubiesen producido ‘interrogatorios’ a lo que respondió que si eso hubiese
sucedido, el se hubiera enterado ‘Se llevaban libros de novedades que estaban a cargo del oficial de guardia, a él se le pasaban todas las
novedades que se anotaban en el libro; si hubieran ingresado entonces personas en horas de la noche se hubiera anotado y si la hubieran
interrogado el se hubiera enterado, y yo también’, señaló. Fue por causa de haber citado el libro, que se le leyeron algunas novedades del mismo,
como por ejemplo cuando lo citaron a la noche por un inconveniente: ‘No lo recuerdo’, se remitió a decir a la vez que tampoco dijo recordar de una
constancia que le leyeron en en la que se le pedía personal de bomberos para presentarse en Infantería. Si esto de la ‘cómplice’ desmemoria ya
era evidente, peor fue cuando al finalizar se dio lectura de un acta del libro de bomberos donde decía que el Ejército haría uso de unas oficinas de
bomberos: no lo recuerdo aseguró. O sea, le ocuparon las oficinas a él que era el jefe y nunca se enteró. Quizás para salvarse de la compulsa fue
que tuvo que corregir lo que ya para entonces era evidente: ‘No lo recuerdo, pero lo que se registraba en el libro era verdad, concluyó.

V- ESOS, NUESTROS HUESOS

Este apartado está dedicado a dos testimoniales en particular, que hablaron sobre el destino de los cuerpos y sobre posibles lugares de
allanamiento. Recordemos que al comienzo del juicio se habló de una mina de Yeso cercana al Nihuil y de una finca ubicada en la zona de El
Usillal. En este último, el tribunal realizó una inspección. También recordemos que don Carlos Berón declaró saber que en el cementerio de la
ciudad se habían echado cuerpos a una fosa ampliada y que dos municipales de la época se lo habían contado. Estos últimos fueron citados a
declarar y negaron todo lo dicho por el testigo Berón.
Es muy importante este punto, en donde se manifiesta de sobremanera el horror de la época. Por eso el intento de darle un lugar especial en el
relato, para exponer posibles huellas hacia la esperanza.

Posiblemente entre mis manos: el testimonio de Alejandro Pérez Curtó

Pérez Curtó fue llamado a declarar porque en el año 1983 comenzó a realizar un curso de
enfermería en la Cruz Roja porque su padre estaba enfermo. En ese contexto de prácticas medicas
y aprendizajes específicos fue que le solicitaron a la Municipalidad un esqueleto -que de hecho se
tratan siempre de NN-. ‘Pasados unos días nos avisaron que estaban listos para hacernos la
entrega de un NN el que estaba con una piedra fracturada. Se sacó otro que tenía fractura de
cadera; finalmente el tercero estaba en condiciones’ relató el testigo agregando que le entregaron
finalmente ese que estaba bien. Los hirvieron en cal viva para desinfectarlo y quedó finalmente en
un fuentón durante 9 o 10 años. El Dr. Lagiglia le pidió el esqueleto y éste se lo devolvió pero está
seguro de que lo reconocería. En este sentido el testigo expresó: ‘mi intensión es colaborar por si
ese esqueleto correspondiese a alguno de los desaparecidos’. En relación a los cuerpos NN,
Alejandro recordó que fueron sacados de distintos lugares del cementerio.
Para el momento del Golpe, Pérez Curtó prestaba servicio en el edificio de la Municipalidad.
Después de marzo del 76, marcaban la tarjeta en el reloj en donde había un soldado que le pedía
diariamente los documentos. Trabajó en la planta alta en la otra punta de la Radio. Así y todo nunca
vio ingresar a los detenidos pero sí los vio parados en la galería de la secretaría. ‘Allí estaban todos
los detenidos con los brazos en alto, apoyados contra la pared, custodiados por soldados’ relató el
testigo quien aseguró a su vez que ese clima se extendió durante varios meses.

Imágenes del horror: el amigo del ‘testigo’

Juan Funes fue enfermero de la policía en los años 70’. Su declaración fue de suma importancia para los magistrados ya que dio a conocer datos
fundamentales de dos posibles lugares de entierro de cuerpos. Uno fue la existencia de tumbas sin cruces ni identificación en un campo ubicado a
unos 15 kilómetros del ingreso a El Nihuil, al pie del cerro Nevado. El otro, en un campo de Las Salinas (muy cerca del sitio anterior), dato que le
fuera aportado en 1988 por el agente policial ya fallecido Rodolfo Puebla cuando ambos trabajaban en la dirección de Tránsito.
‘Una vez vi como le temblaban las manos y él me confesó que estaba muy nervioso y con problemas psicológicos porque tenía mucho cargo de
conciencia, dado que en la época de los militares pasó muchos días alojado en una casilla rodante en la zona de Las Salinas a la espera de que la
policía trajera a las personas que iban a desaparecer’, le comentó el enfermero a los magistrados.
Según su relato, Puebla le comentó aquel día ‘que había un gran pozo, muchas bolsas de cal viva y un bidón de agua, y que cuando llegaban los
detenidos los arrojaban ahí, algunos hasta vivos y con los ojos vendados, y que luego le echaban cal viva y agua. ‘Cuando me enteré en 1988 no lo
denuncié porque pensé que era mentira, pero en el 2002 anduve por ese lugar y vi las tumbas y enseguida las relacioné con el pozo’, agregó el
enfermero en el transcurso del juicio donde justamente se ventilan 4 historias de desaparecidos.
Funes declaró además que las áreas de Sanidad e Informaciones de la policía ‘estaban juntas’, y una vez vio ‘un fichero con datos personales y la
afiliación a partidos políticos, donde cada escrito tenía una línea azul, verde o rojo, color que se les colocaba a quienes iban a desaparecer’. Según
dijo, fue el agente Edgardo Silva quien le permitió ver una vez ese fichero, a la vez que recordó el día en que el jefe del servicio de Informaciones
del D2 dio la orden de romper y arrojar a un pozo del tamaño de una baldosa gran parte de la documentación existente21. ‘Con permiso de Silva yo

21 Este hecho ya fue mencionado anteriormente. Por tal motivo, el tribunal ya acordó con los actuales dueños de la casa ubicada en Comandante Salas 123,
realizar un relevamiento en los próximos días.

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busqué en el fichero si había algún familiar mío y encontré a mi hermano que estaba afiliado al Partido Comunista. Así que agarré su ficha y la
rompí. Luego a él no le paso nunca nada’, aseveró Funes.

VI- BODAS DE SANGRE ENTRE EL PASADO Y EL PRESENTE (de un mismo apellido)

Este último apartado sobre las testimoniales, está dedicado a lo terminó siendo el eje de las últimas jornadas: el rol de Chafí Félix en los años de la
sangre y el terror. A partir de la declaración de una de las mujeres que integró el grupo de las ‘5 presas políticas’, el tribunal finalmente citó a
declaración al octogenario ex intendente. Estaba todo listo para que por fin se hiciera presente cuando, ‘de la galera’, lograron un certificado médico
con el cual impidieron su testimonio. El pueblo de San Rafael espera saber la verdad y eso incluye la palabra de viejo Chafí. Parece que su familia
quiere no lo considera conveniente. Mientras tanto, panfletos por la ciudad y piñas entre los radicales y los peronistas de Félix, que hacen uso
político del juicio.
¿Y la memoria de los compañeros? Tranquilos…hay muchos que en silencio todavía la protegen.

Una clara dictadura ‘cívico-militar’: María Esther Dauverné

‘Yo vengo de familia peronista. Desde antes de nacer era peronista y todavía lo soy. Me casé un 17 de octubre’. De este modo comenzó lo que
sería un dramático y contundente relato María Esther Dauverné quien fuera detenida en 1976, cuando se encontraba en la casa de su madre, unos
días después de que su padre fuera también detenido y finalmente encerrado en el centro de detención conocido como la Casa Departamental. Allí,
el que la fue a buscar fue el imputado Labarta, que formaba parte del D2 de San Rafael, quien primero le dijo que la iban a interrogar en la
municipalidad por su marido, Hugo Adelmo Riera, quien era gremialista y que sería detenido pocas horas después que ella. Ester comentó que al
m om e nto de su d ete nc ión tení a 2 8 añ os y u n hi jo de un añ o y cua tr o m es e s: ‘por ese entonces me habían informado que
estaba embarazada nuevamente, así que con esa alegría fui; me dijeron que me llevaban y me traían’ .Tras estar en la comuna, Dauverné explicó
que la trasladaron hasta el edificio del Correo y, en el camino, Labarta ‘quien de repente se transformó’22 le señaló que tuviera cuidado con lo que
decía y que una vez que llegaran se iba a encontrar con el teniente Guevara, quien le informaría de su situación. Eso fue lo que efectivamente
ocurrió, ya que Aníbal Guevara le comunicó que quedaba detenida y se la trasladó junto con su pequeño hijo a ‘cuartucho’ de Infantería donde
pasó la noche junto a Amalia Magallanes quien ya tenía a su marido detenido -delegado de ATE en Malargue-. ‘De allí me llevaron a la
Departamental (Tribunales), donde quedé detenida con otras mujeres. Éramos cinco: Yaya Cosarinsky -hija del médico de ideología comunista
Gregorio Cosarinsky- , la señora de Chaki, la señora de Bracamonte y una mujer mayor, Rosa Heredia’ relató María Ester, a la vez que recordó de
un modo especial a Yaya quien de algún modo les enseñó a vivir en esos días. ‘Recuerdo que ni bien llegué Yaya nos dijo: no los miren a la cara
ni lloren’. Dauverné estuvo una semana en tribunales y de ahí pasó finalmente a la cárcel de encauzados prolongándose su detención por el lapso
de 15 días más. Allí estuvo junto a la señora de Osorio y a las otras tres compañeras ya que Cosarinky ya había sido liberada. Con lagrimas en los
ojos María Esther recordó que en esa cárcel ‘llorábamos todo el día, todas estábamos lejos de nuestros hijos’.
Mientras estuvo encerrada en Tribunales, Dauverné aseguró que fue custodiada, junto con otras mujeres, por personal femenino de la Policía, por
lo que se preguntó cómo era posible que el imputado Ruiz Soppe, quien era jefe de la Unidad Regional II, no supiera nada. Una noche, los captores
vinieron a sacar a Rosa Heredia y se la llevaron a “marcar casas”. A la noche siguiente sintió como entraban a los golpes a dos mujeres cuyos
nombres según pudo escuchar, eran Rosa y Guerrero. ‘Esa fue la misma noche en que llegaron con un chico pelado todo golpeado y que a su vez,
hicieron salir a Ortemberg con una frazada para llevárselo. A esta chica Luna la hicieron desvestirse delante de ellos, estaba también el médico
Ruiz Pozo; fue ahí cuando decidí no mirar más por la ventanilla de la celda y meterme llena de miedo debajo de mi cama ¿qué me pasará a mí?,
me pregunte’, relató la testigo a la vez que contó que fue en ese momento de escuchar sus nombre que esa mujer Rosa se tiró al piso temblando y
sin parar de llorar no dejo de repetir ¡¿Qué he hecho, yo fui quien las señalé?!23. María Ester aclaró que no fue esa noche en la cual se la llevaron a
estas dos chicas, sino después. Ambas, aun siguen desaparecidas.
Con todo lo relatado, que ya de por sí había sido mucho y muy denso…maría Esther Dauverné todavía no había confiado lo peor. Una vez en
libertad y tras un meses de haber estado encerrada fue a la municipalidad a pedir un certificado para no perder su trabajo como docente. Allí,
mientras esperaba que el mayor Luis Suárez y el intendente militar capitán Luis Stuhldreher -quien también fue funcionario de Julio Cobos- se
desocuparan, la mujer escuchó una ‘inimaginable’ conversación. ‘Fue en ese momento que me di cuenta quien era el otro demonio; era una voz
conocida y hablaba del Nevado que iban a traer piches, que iban a comer choiques y que iban a hacer una chaya…yo conocía esas voces.
‘Suarez, lo que necesite, nombres o cuerpos; estamos a su servicio’ escuché. Todavía lo recuerdo hoy y me estremezco, miren me tiemblan los
pies…ellos eran Chafí Félix, Strojan de la Alimentación y Chávez de la construcción. Estaban ofreciendo piches y choiques, junto con nombres y
cuerpos. Los demonios eran ellos, los civiles. Chafí Félix debería haber actuado para evitar tantas muertes, el conocía a Fajeti, a Osorio, a Tripiana
¡a Berón!. Imagínense que mientras estaban matando gente, ellos los ofrecían’. Al ya estremecedor relato María Ester agregó: ‘no sé si comieron
choique o si hicieron la chaya…pero si se que los ofrecieron. Más estremecedor es saber que ninguno de ellos apareció.
Por último, Dauverné también señaló que le quitaron su casa durante la dictadura y que quien redactó el acta fue Egea Bernal.
Por esta declaración y por pedido de fiscalía, el tribunal finalmente llamó a declarar a Chafí.

Las otras mujeres del grupo: Epifanía Torres y Marta Chaki

También en las últimas jornadas, tomaron la palabra algunas de las mujeres que integraron el grupo de las cinco presas políticas. Hay una nota
común en casi todas estas detenciones: ninguna de ellas tenía participación política sino que fueron detenidas por ser ‘esposas o hijas de’, más
todavía, en los casos de las señoras de Chaki, Bracamonte y Riera (María Esther), las detuvieron por el hecho de que no encontraron a sus
maridos en primer instancia; por este motivo se las llevaron como prenda extorsiva, para asegurarse que no escaparían.

22 La testigo hace esta referencia de la transformación de Labarta porque, tal como ya contaron su hermano Armando y su madre maría Julia, este policía del D2
era asiduo visitante de la casa de su padre con el cual tenía una cordial relación.
23 De esta mujer que se fallecida, se ha perdido el paradero.

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Primero habló Epifanía Torres quien señaló las torturas psicológicas sufridas, aunque aclaró que nunca la torturaron físicamente, ni a ella ni al resto
de las mujeres con las que compartió cautiverio. A ella la detuvieron en su casa de Rama Caída, precisando además que el encargado de tan
brusco allanamiento fue Daniel López, a quien ella conocía del colegio. Confirmó también muchos de los datos arrojados por su compañera de
cautiverio María Esther Dauverné en torno a lo sucedido con las chicas Rosa Luna y Marta Guerrero. Precisó que un día, debe haber sido
setiembre, estaba parado un móvil, un furgón, en la puerta de tribunales y salió un chico esposado, este le dijo hola doña, y al mirarlo confirmó que
era Pepe Berón, a quien conocía de antes. ‘Lo llevaban dos personas, lo sacaban de adentro de Tribunales, por la puerta grande. Eran
uniformados de color verde, militar, el de policía era azul. Lo noté nervioso, con miedo. Esto habrá sido más o menos una semana o diez días antes
de que lo trasladaran a su marido a Mendoza el día 26 de setiembre’, agregó.
También Epifanía contó que fue el director de la cárcel, el Sr. Navarro Chirinos, quien recién llegadas a la penitenciaría les reclamó buen
comportamiento porque el ‘no iba a perder el cargo por ellas’.
Por su parte, Marta Agazzini, volvió a contar algunas partes sobre la detención de su marido, Sergio Chaki empleado de tribunales por aquellos
años. ‘Llegaron 2 patrulleros a lo de mi suegra en donde había ido a buscar a mis dos hijas de 2 años y 4 meses y me llevaron a mi domicilio;
estaba lleno de militares, policías, etc. El domicilio fue allanado, me pidieron que me cambiase la ropa y me trasladaron a tribunales’, de esta
manera recordó Marta el día de su detención a la vez que pudo precisarle al tribunal que fue ella la primera de las mujeres del grupo en llegar y que
no obstante ya había en las celdas dos mujeres grandes que la hicieron sentar y la calmaron24. Para cuando llegaron las otras cuatro detenidas,
estas ya no estaban más.
En torno a los imputados, pudo relatar que Mussere iba siempre junto con Alonso, y que también hacía visitas Guevara, aunque bastante menos.
También relató que las mujeres estaban en la celda 3 y sus maridos junto con otros detenidos en la celda 1 y que una noche oyó que trajeron a un
chico jovencito que había sido detenido en la terminal –aparentemente estudiante- y que también sabe que sus compañeras vieron por la mirilla a
Rosa Luna y a esa tal Guerrero.
Para finalizar y luego de haberse sucedido un hecho un tanto graciosos con las fotos de los imputados y su reconocimiento por parte de la testigo
(insistía en que esos muchachos estaban demasiado bonitos en las fotos y que con esos trajes de gala era imposible reconocerlos), Marta explicó
que creía que su detención se debía a las revistas que le encontraron en su casa y que había sido entregadas a su marido por Héctor Massini.
‘¡Eran revistas! ¿Qué daño podían causar? ¡Qué nefasto!’

Culpable por su detención y más: Mario Bracamonte

Actualmente Sereno del Museo de Historia Nacional de esta ciudad, Mario Bracamonte comenzó su declaración contando que la noche anterior a
declarar se sintió asustado porque había un vehículo sospechosos enfrente del Museo. Esto le llamó la atención por ser una circunstancia nunca
dada.
Luego de precisar ese detalle ‘no menor’ dado algunos antecedentes, Bracamonte relato que en los 70’ el era empleado municipal y que militaba en
la línea de Martínez Baca. Un día, Chafí Félix le pide la renuncia por andar con el pelo largo25 a lo que él se comunicó con el gobernador, escribió
una carta a Buenos Aires y finalmente fue reincorporado. ‘Al poco tiempo me volvieron a echar, y esta vez no supe porque’, contó don Mario quien
además le explicó al tribunal que como cobraban tan poca plata en la municipalidad, en épocas de cosecha tenían que partir a los distritos y que un
día, cuando volvió de allí, su madre le avisó que se habían llevado a su mujer y que debía presentarse en la municipalidad. ‘Así lo hice, y mientras
esperaba al Capitán Stuhldreher llegaron dos uniformados y me dieron golpes; fue como la bienvenida, luego me echaron a un Falcon y me
trasladaron a infantería’ contó el testigo quien agregó que luego fue trasladado a la Departamental donde finalmente se encontró con Riera,
Barahona, Dauverné, Chaki y Rosales, entre otros.
En relación a los imputados, recordó que por las noches sabía llegar el mayor Suárez, con Fierro, Mussere, Labarta o Guevara y que en más de
una oportunidad los sacaban al pasillo, los hacían hacer flexiones y los golpeaban. Otro día les pegaron una paliza desde la dos de la tarde hasta
las 6 de la tarde. A Castro, del gremio de la alimentación, le metieron la cabeza en un balde y lo ahogaban. Lo tuvieron secando 4 horas el piso,
tiraban agua y había que secarlo. También recordó una noche de torturas: ‘los sacaron a Chacón, Rosales, Flores, y Berón, les vendo los ojos el
Romerito26 y se los llevaron a torturar a bomberos’. En medio de ese relato, Bracamonte pudo precisar que vio al cura Revérberi al menos en 4
oportunidades, y que salvo una vez que estaba con ropa militar de fajina, el resto de las veces vestía de negro. ‘Lo conozco a Revérberi porque yo
soy católico y lo ubicaba de la Iglesia’ precisó.
Lo mismo que con mucho de sus compañeros, el derrotero del ‘Mono’ Bracamonte finalizó en la U9 de La Plata. Allí también sufrió de muchas
torturas. ‘No oigo bien hasta el día de hoy porque en La Plata me hicieron el submarino, y me reventaron los oídos’, relató el testigo al tribunal a la
vez que mostro las marcas que le quedaron en las muñecas de las manos por las esposas que le pusieron en el traslado del avión. En la U9
estuvo hasta el día 24 de marzo. Los últimos momentos los vivió junto a don Antonio Di Benedetto a quien le vivnieron a avisar a la noche que lo
venían a buscar y que lo esperaba afuera su hermano. ‘Recuerdo que le di una carta a don Antonio para que se la diera a su hermano. Yo creí que
eso era un traslado. Nadie sabía si uno se iba a la casa o a otro lado’. Contó don Mario quien a su vez lanzó una tajante afirmación cargada de
angustia y de dolor: ‘yo no deseo ni a mi mas mal enemigo que pasen lo que pasamos nosotros; ni siquiera a estos señores se los deseo, que hoy
están presos y nadie los castiga, que están presos y nadie los tortura. Porque no sólo nos destruyeron a nosotros sino también a nuestra familia.
Hasta el día de hoy nos cuesta, yo le he pedido al psicólogo que me ayude a dejar el alcohol. La audiencia había quedado perpleja al ver a
semejante hombre, de gran estatura y porte, sumido por la angustia de las marcas del dolor. ‘Todo esto que viví gracias al padre del Chafí Félix,
quien fue el que me señaló frente a un juez diciendo que le iba a poner una bomba ¡si yo no tenía problemas con nadie!’
Finalmente, el relato de Bracamonte se situó en sus meses en la U9: ‘Ahí en la Plata, hasta el más hombre se quebraba y si bien eran difíciles
todos los pabellones, el 1 y el 2 eran los de la muerte’ .Luego de detallar algunas de las torturas sufridas, contó que el día que le dieron la libertad

24 No se logró asociar a estas mujeres con ninguna de las anteriormente señaladas ya que Bracamonte, Dauverné, Cosarinsky y Heredia, llegaron después.
25 Interesante de ver que ese obrero municipal que se enfrentaba al Padre hace mas de 30 años, reclamándole mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo,
y que por esto fue dos veces suspendido, también sufrió algo similar cuando en el 2009 se enfrentó esta vez al hijo, Omar Felix reclamándole que del municipio
echaba gente que ganaba 630 pesos y contrataba otras que ganaba 1500. ¡El municipio está lleno de ñoquis y de milicos! (recordemos que en este municipio
trabaja Oscar Pérez, un ex jefe del D2). Aparentemente esto no le cayó bien al Chafí hijo, el cual terminó reaccionando como su padre, pero esta vez obligando al
jefe de Bracamonte a sacarlo del gremio
26 Se ha hablado bien en el juicio de este ‘custodio’. Esa noche, luego deponerles las vendas, no fue él quien los trasladó.

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lo sacaron junto a dos de los hermanos Berón y a Rubinstein. Luego de buscar la ropa salieron por el frente de la cárcel, allí se encontraron con un
jardín que daba hasta la vereda y un guardia cárcel los acompañó una cuadra. ‘Cuando nos dimos vuelta el nos gritó: ¡¿hijos de puta se quieren
volver?! ¡¡acá el que quiere se va y el que quiere se vuelve!!’, relató el testigo quien contó que luego vieron en un diario de La Plata que en una
rotonda se encontraban tirados un montón de compañeros muertos que, según decían, se habían querido fugar’.
Luego de muchas complicaciones, Bracamonte pudo llegar nuevamente a San Rafael. ‘Ahí comenzó el problema para la familia, porque después
de tantas torturas, tantos golpes no vinimos bien. Nunca había tomado alcohol hasta que salí de la cárcel que fue cuando empecé a tomar. Le pide
a Dios que me ayude a salir…¡necesito salir!’, expresó don Mario quien más adelante retomó sobre el tema de su familia y agregó: Después de
salir de la cárcel con mi mujer jamás volvimos a tocar el tema, lo borramos, lo guardamos en una caja y la cerramos porque seguir en esa caja
abierta era seguir torturándolos y ya nos habían torturado bastante.
A la de por sí emociónate declaración de este humilde hombre con tan sólo tercer grado, se le sumaron algunas otras palabras del corazón, esta
vez…del corazón militante y peronista: ‘la única línea política que he tenido es la de ser peronista; yo me inicié en la línea de Eva Perón y no en la
del General. Esto porque Eva fue lo más bueno y lo más grande que tuvo la Argentina, donde se acordó del más pobre y se pasó horas con las
compañeras cociendo para los pobres. Hay Socialismo y hay gente Social, yo soy social, no soy socialista. Nos juntamos en la unidad básica para
ver que podíamos hacer por el vecino. Nosotros trabajamos por una causa que era que no nos faltara de comer…y nos faltó muchas veces. Les
hicimos campañas a cada atorrantes que después usaron eso y no les dieron al pueblo ni las migajas. Que Dios los ayude y Dios los perdone pero
no yo, yo no soy Dios, pueda ser que Dios los perdones. Yo le pido a Dios por ellos’.

Defender lo indefendible: Lucio Olmedo

El actual funcionario municipal y ex JP, fue detenido el 1º de julio de 1976 cuando se prestaba a salir a la fiesta de despedida que le habían
organizado sus compañeros de La Colina. ‘Subieron a los techos y rodearon la casa con soldados del ejército’, contó Olmedo quien pudo recordar
al teniente Guevara y al policía Trentini como dos de los agentes que participaron de la detención. Luego de revisarle la casa fue trasladado a la
sección de canes, en Infantería donde se encontró con algunos otros detenidos como tales como ‘Ibañez y Carroso ambos del gremio de correos’.
Olmedo contó que estuvo 5 o 6 días detenido, que no fue maltratado y que considera que logró su libertad por haber sido parte de un circulo de
influencia: a mi padre lo conocían los policías desde hacía 20 años ya que él era secretario del juez de Instrucción27’, relató el testigo a la vez que
precisó que apenas lo detuvieron, un primo suyo que era miembro de las Fuerzas Armadas se vino desde Buenos Aires a San Rafael para
presionar por su libertad, la que finalmente logró.
‘¿Sabes porque estás preso? Por ser peronista…me dijo Stuldreher’, me extraña que me diga eso porque nosotros estamos en contra de todo eso
(en relación a la lucha armada), con esas palabras se refirió el intendente militar a la situación de Olmedo. ‘Eso evidencia que la información con la
que contaban los militares no era muy buena, expreso Olmedo, quien a su vez recordó que fue detenido con la excusa de que en el allanamiento
se le había encontrado un libro peligroso, el cual paradójicamente se llamaba ‘Acción contrarrevolucionaria’28 y había sido regalado por esos
parientes militares de Buenos Aires.
En relación a los imputados, Olmedo señaló a Guevara como partícipe de su detención, a Labarta como miembro de la Inteligencia local y a
Mussere como aquel que le dio preaviso en La Colina unos días antes de su detención. ‘A mí me señaló el señor Chimeno29…vos zurdito te vas a
tener que ir de acá’ contó Olmedo mientras detallaba al tribunal el hecho de que a los pocos días de sucedido eso, le exigieron la renuncia y
finalmente lo fueron a buscar.
No fue mucho más lo que pudo aportar el actual funcionario de Emir Félix. No obstante la declaratoria se extendió por un par de horas ya que el
tribunal dejó que el testigo expresara puntos de vista políticos sobre el pasado y el presente del movimiento peronista. Cabe recordar que el fue
miembro de la JP en la línea del Trasvasamiento Generacional por lo cual tenían sus serias diferencias con La Tendencia. Será por eso que se
llevaba tan bien con Chafí Félix, a quien se encargó de defender una y otra vez, lo mismo que a Mons. León Kruk30. Tanto lo defendió al ex
intendente que en un momento, uno de los abogados querellantes lo quiso interrumpir situación que impidió el presidente del tribunal avalando la
libertad de expresión: ‘Déjelo doctor a Chafí lo defiende, está en su derecho, el es funcionario de su hijo’, sentenció Burad.

VII – MÁS QUE MIL PALABRAS

 ‘Que fue lamentable, no sé qué más quiere que diga sobre eso, no se a que se refiere’ – José Álvarez en respuesta a sobre que le parecía los
asesinatos de Mons. Angelelli, el padre Mujica y los padres Palotinos.
 ‘Kruk era un hombre sencillo, cualquiera podía acercarse a hablar con el mientras barria la vereda’ - José Álvarez.
 Kruk era un hombre seco, que nadie quería sentarse con el en las reuniones de los sacerdotes’ - Franco Reverberi
 ‘Jamás entré en la departamental’ - Franco Reverberi
 ¡Un pobre cura de campo que va a saber de esas cuestiones!’ – Franco Reverberi
 ‘Por terror a que le pasara algo a mis hijos me fui a Buenos Aires’ – Angélica Escobar de Sandobal.
 ‘A medida que fueron creciendo yo les fui hablando hasta que ellos entendieron’ - Angélica Escobar de Sandobal.
 ‘Uno se enteraba de lo que pasaba. Se estaba operando de una forma ilegal y clandestina’ – Domingo Mauricio.
 ‘El estado de sitio se estableció desde el 74’ y de ahí en forma continua hasta el fin de los militares’ - Domingo Mauricio.
 ‘Labarta y Fierro eran emblemáticos, conocidos en Información’ - Domingo Mauricio.
 ‘Ustedes señores policías son portadores de armas por derecho divino’ - Domingo Mauricio, recordando las arengas de Stuldeher.
 ‘Montenegro era un eximio caricaturista, tanto que los guardiacarceles le pidían dibujos’ – Humberto Roca.
 ‘Una tercera posibilidad, que no manejábamos, era la de desaparecer’ - Humberto Roca.
 ‘A Labarta lo conozco porque era arquero de un conocido club, era como uno de mis ídolos desde la infancia’ – Humberto Roca.

27 Fugo para fines del 75’, Bernardo De Quiroz en el momento del golpe.
28 Un famoso libro de un autor francés de contenido táctico antiguerrillero.
29 El Chimeno de la funeraria.
30 De los dos habló en términos de ‘amistad personal’.

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 Que se me libere por favor de ir al lugar de detención. Paso por las puertas del lugar a diario y jamás, jamás he querido volver a acercarm,e a
ese sector’ - Humberto Roca.
 ‘Buscábamos el Hombre Nuevo’ – Guillermo Romano.
 ‘El furgón de traslado era el Papa 12, también llamado Cuartito Azul’ – Juan Carlos Gallardo.
 ‘Suarez se sentía crujir, no oir’ – Leonardo Pelloni31
 ‘Suarez se había instalado en la cámara del Crimen’ – Tíndaro Fernández.
 ‘El Dr. Chávez me adelantó que el Golpe iba a ser el 16. Fue ahí donde Alfredo nos pidió que no le perdiéramos la pista’ - Tíndaro Fernández.
 ‘Para mí era toda una señal, era decir “yo soy el que tengo el pode’” – Tíndaro Fernández en respuesta a porque el creía que Suarez se había
instalado en Tribunales.
 ‘Había igualmente un comentario general, en el ambiente de Tribunales, de que había personas que desaparecían’ - Tíndaro Fernández.
 ‘Es importante lo que usted dice porque aquí hay mucha gente que dice que nadie sabía nada…y usted está diciendo que no es así’ – Dr. Nacif
en respuesta a Fernández.
 ‘Para mí eran presos políticos. Si tienen patas de león, cuerpo de león, cola de león…¡es un león! - Tíndaro Fernández.
 ‘En situaciones normales, las cosas son normales…pero en situaciones anormales, las cosas son anormales. Yo pedí la renuncia y me fui’ –
Ismael Orbelli en respuesta a porque se fue de director de la Radio Municipal.
 ‘ Lo primero que sucedió fue que se tomó el control de la radio y se transmitió en cadena nacional’ – Ismael Orbelli.
 ‘¿¿¿No recuerda nada???’ – Pablo Salinas (abogado querellante) a Ismael Orbelli quien se resiste a dar nombres de empleados de esa época.
 ‘No recuerdo haber visto detenidos pero si quizás mis compañeros Gladis Molina, Elena Sepúlveda, Gonzalo Fuentes…’ - Omar Luquez.
 ‘Nos pusieron un libro de la Masacre de Trelew que no era nuestro’ – Carlos Massini.
 ‘Presentamos algunos habeas corpus pero no obtuvimos respuestas, nos decían que estaban a cargo del PEN’ – Carlos Massini.
 ‘Creo que había un gran equivoco en el creer que Héctor era el ideólogo de un movimiento subverisvo’ – Carlos Massini.
 ‘Eran situaciones violentas que sobrepasan lo que uno podía imaginar’ – Maria Esther Dauverné.
 ‘A nosotros nos cuidaban policías mujeres, recuerdo la Sra de Fernández y de Bidaurre’ - María Esther Dauverné.
 ‘De Ortemberg no se supo nada. Nunca llegó el paquete de cigarrillos…fue salada la noche anterior, les pegaron un baile…’ - María Esther
Dauverné.
 ‘Había sido el gobernador elegido de Mendoza, estaba ciego y era un hombre de edad. Creo que se merecía respeto al menos por eso. No lo
tuvieron’ - María Esther Dauverné, hablando de don Alberto Martínez Baca.
 ‘Alguien comentaba que al Aldo Fajetti lo habían ensartado con una bayoneta. Se corría el rumor en la cárcel y decían que había sido Mussere
y Guevara’ - María Esther Dauverné.
 ‘Todavía estoy esperando las 5 preguntas queme iba a hacer Labarta’ - María Esther Dauverné.
 ‘Mussere desplegaba armas como quien despliega una tiza’ - María Esther Dauverné.
 ‘Yo casi pierdo a mi hija en el embarazo, perdimos una casa del INV en Malargue…amigos perdimos’ - María Esther Dauverné.
 ‘No he sido Montonera, ni subversiva, ni guerrillera. Fui…soy peronista’ - María Esther Dauverné.
 ‘Cuando vino mi hermano a Infantería a buscar a mi hijo, me arrancaron el alma’ - María Esther Dauverné.
 ‘Yo a mi hijos los puedo mirar a la cara, no se ellos’ - María Esther Dauverné.
 ‘Los comunistas tuvieron mejor trato que nosotros, los peronistas de la línea de la justicia social’ - Maria Esther Dauverné en relación a que a
Yaya Cosarinsky la largaron a los 6 días.
 ‘Ellos nos arruinaron la vida. Se la arruinaron a esos chicos y a toda su familia. Pero también se la arruinaron ellos mismos, que volvían a la
noche y besaban a sus hijos’ - María Esther Dauverné.
 ‘Flaca, te llegó la ‘precisa’ me dijo mi suegra ¿llegó mi marido? – No, vinieron a buscarte’ – Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘En infantería había un atril con muchas fotos. Me preguntaban por ellos. Se que estaba la Arrostito y Firmenich, pero yo no conocía a ninguno’
- Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘En la cárcel nos cuidaban dos mujeres, recuerdo que se llamaban Sara y Lucía como mis hermanas’ - Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘Mi niña era extrovertida y luego la maestra me contó que se había encerrado desde que se había enterado de que me habían llevado’ -
Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘Eso de haber estado tan de rodillas nos hizo sacar fuerzas para resurgir’ - Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘Me faltaron libros en mi casa, una colección de Premios Nobel. Nunca la recuperamos’ - Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘Había un crucifijo, a él le pedíamos uestros hijos, uestros miedos’ - Epifanía Torres de Bracamonte.
 ‘La revista del ERP la tenía Susana Sanz de Llorente, creo que el símbolo era la hoz y el martillo’ – Armando Paya Funes.
 ‘Tenía que pagar, cada semana, por haber pertenecido a la JP’ – Armando Paya Funes.
 ‘Mussere me dijo alguna vez…no se preocupe señora, que al final del pasillo hay una lucecita. No entendía que quería decir’ – Marta Agazzini.
 ‘¡Me van a comer la comida de mi mamá! Gritaba ese jovencito que trajeron una noche desde la terminar. Se ve que era estudiante. Lo
tuvieron solo un día’ - Marta Agazzini.
 ‘Si, desde la mirilla de la celda era posible ver’ - Marta Agazzini, confirmando que daba el ángulo para haber visto, por ejemplo el suceso de
Rosa Luna.
 ‘Para nosotros todos eran <ellos>’ - Marta Agazzini, en relación a la identificación del personal.
 ‘Mis padres vinieron desde Rosario a pasar con nosotros las Pascuas. Estábamos presos’ - Marta Agazzini
 ‘¿Y mi marido? le dije al capitán Stuldeher…El va a salir cuando lo agarremos a Massini’ - Marta Agazzini
 ‘Aquí es donde yo me divierto de noche, me dijo Mussere cuando subió a la Municipalidad. Yo no me di cuenta en ese momento pero después
supe que allí daban picana’ - Marta Agazzini
 ‘Es conocida la defensa de genocidas por parte de San Emeterio. Esta reivindicación del terror sistemático…(interrumpe S.E. ¡Esto es
personal!), que hacen estos personajes en sus viajes por el interior del país, pidiendo además arrestos a querellantes, como a mí
persona…Digo, el pez por la boca muere, no vaya a ser que termine arrestado aquel que pedía arresto’ – Dr. Alfredo Guevara en su negativa

31 No aparece el testimonio de este conocido empresario porque porque su declaración no tuvo relación con el objeto procesal.
18
al pedido de nulidad del juicio y en relación a las causas por delitos de lesa Humanidad que pesan sobre este abogado, ex agente de
Automotores Orletti (uno de los CCD mas importantes del país).
 ‘Bajo presión uno puede cambiar la firma, lógico’ – Un perito caligráfico venido de Mza en relación a la falsificación del a firma del ‘negro’
Tripiana.
 ‘Luego del suceso del Suárez apuntándome en la cabeza con su pistola, el tío Dauverne se cayó al piso y le dio un infarto. Se lo llevaron al
hospital y ya no supimos de él’ – Mario Bracamonte
 ‘Era el 9 de julio, estaban torturando a Castro con el submarino húmedo…Cuando levante la mirada, estaba Revérberi’ - Mario Bracamonte
 ‘Todo esas obras que le cuento, las hicimos con mi mujer ad honores en Rama Caída. Eso es lo que siempre hemos hecho. Si eso es
subversivo, entonces me moriré así’ - Mario Bracamonte.
 ‘Para nosotros, los de la JP, el plato de comida debía ser para todos’ - Mario Bracamonte
 ‘Con Berón me trasladaron a Mendoza. Allí me torturaron. Me hicieron la parrilla con agua y corriente’ - Mario Bracamonte.
 ‘En una celda habíamos 14 personas, en la otra dos y en la nº 3, estaban las mujeres’ - Mario Bracamonte.
 ‘Nos parecía riesgoso que nos dieran la libertad porque de alguna manera Ortemberg, Berohiza, Fajetti o Tripiana, no habían llegado a casa’ -
Mario Bracamonte.
 ‘Las únicas armas que teníamos eran la pala, la cuchara y el pincel’ - Mario Bracamonte
 ‘¿Quien no la conocía de nombre a la Norma Arrostito?’ - Mario Bracamonte.
 ‘Antes del golpe fueron detenidos Tripiana, Sandoval, Rios, Pitingo Osan, y a todos los dejaron en libertad vigilada’ - Mario Bracamonte.
 ‘A ver subversivos yo no voy’ - Mario Bracamonte, sobre lo oque Mons. León Kruk le había dicho a una esposa de detenido-desaparecido.
 ’Me puse a llorar porque yo siempre fui boxeador, siempre tire guantes. Lloraba porque ellos me pegaban con las manos atadas. Después
supe que hacían otras cobardias mayores’ - Mario Bracamonte.
 ‘Me llevaron en silencio a Bombreos, allí me torturaron’ - Mario Bracamonte.
 ‘Te van a dar la libertad, me dijeron ¡tené cuidado’! – Lucio Olmedo.
 ‘Se ha dicho que Chafí Felix era colaboracionista ¡una locura!’ - Lucio Olmedo.
 ‘Yo venía del MUN (Mov. Universitario Nacional), una agrupación dentro del Nacionalismo Católico, del Padre Leonardo Castelani’ - Lucio
Olmedo.
 ‘Gente de la SIDE también había aquí, recuerdo a Sony’ - Lucio Olmedo.
 ‘Los militantes del Partido Comunista recibían un trato diferente del resto ¿Cuándo el PC fue maltratado en Argentina?’ - Lucio Olmedo.
 ‘A la Bodega fui a presentarme ante las autoridades militares unas 6 – 7 – 8 veces’ - Lucio Olmedo.
 ‘Este juicio me parece muy bueno pero no su instrumentación’ - Lucio Olmedo
 ‘Yo estaba protegido por mi padre que era parte de la sociedad política, pero digo…¿estos chicos? Estos chicos estaban indefensos’ – Lucio
Olmedo.
 ‘Al Chiche Illia lo conocía de la secundaria, había sido compañero mío’ - Luis Sabez.
 ‘Militábamos en el PRT, nos juntábamos a leer El Combatiente que llegaba a San Rafael’ - Luis Sabez.
 ‘Señor presidente que pregunte de una buena vez, porque habla todo el tiempo el doctor Curutchet y el testigo no alcanza a responder! –
Maldonado al flamante abogado defensor.

3º DESCANSO: DIALOGOS

• Dante Vega: -¿A qué subversivos conoció señora?


María Esther Dauverné: -A Labarta, a Fierro, a Suárez, a Mussere, a Guevara…Creo que subversivos es levantarse contra el pueblo que había
elegido democráticamente, porque si había que sacar a esa mujer, debería haberse hecho por otros medios. Los únicos que se alzaron siempre
contra la democracia fueron los militares. Entonces, ellos fueron los subversivos.

• Burad: - ¿Usted participaba en Caza Mayor? ¿Qué es eso?


Montilla: Era ir a cazar a la zona del Nevado y se pagaba al que sacaba la presa más grande. Yo era el presidente de la asociación en esos años.
B. Ha habido testigos que hablaron de participación de políticos y militares allí ¿Es así? M: -Si puede ser, iban muchísimos…
B: ¿Recuerda a Chafí Félix? M: -No lo recuerdo
B: -¿A Strojan de Alimentación? M: -Ahhh, ahí me mató
B: - ¡¿Lo maté?! (risas)

• Lucio Olmedo: -Existe desde afuera en los medios una instrumentación. Hay intereses. Yo me pongo por ejemplo en el lado del tribunal y
podría preguntarme ¿A quien estoy sirviendo con esto después de tantos años?
B: ¿Y si usted da vuelta la pregunta y se dice a usted mismo ‘a quien estoy sirviendo’?

19
ANEXO
Para entender un poco la llegada de Martínez Baca y su relación con la JP
32
LA COMPETENCIA ELECTORAL DE 1973: CANDIDATURAS, PARTIDOS Y FRACCIONES

La apertura democrática en 1973 se desencadenó como consecuencia del fracaso del proyecto de la denominada "Revolución Argentina". Las
fuerzas armadas decidieron conducir el país detentando un discurso "prescindente de la política" (De Riz 2000:183), orientado a la lógica de la
eficiencia y de la política-gestión. Por lo tanto, suprimieron los partidos y con ello los canales de expresión popular. La represión y la censura fueron
los mecanismos utilizados para contener el conflicto social. Por su intermedio, se eliminó la pluralidad de ejes de conflicto (Waldmann 1982:223),
polarizando el enfrentamiento político entre militares y el arco popular integrado por actores heterogéneos. Obstruidos los canales tradicionales de
expresión, proliferó un clima de convulsión y radicalización política.
En ese clima, Mendoza, al igual que otros centros urbanos del país como Córdoba y Rosario, experimentó fenómenos de protesta social y
movilización política con altos grados de violencia. El denominado" Mendozazo" en abril de 1972, protesta social de algunas características
similares a las exhibidas en los sucesos de Córdoba en mayo de 1969, conllevó a la dimisión del gobernador Gabrielli y el recambio de las
autoridades provinciales. Esa manifestación de masas donde se desbordaron los canales de representación de los intereses sociales, mostraba
una enconada oposición al gobierno militar por las medidas antipopulares tomadas en los primeros meses de 1972. La protesta puntual
circunscripta al aumento tarifario de la luz aglutinó a las fuerzas opositoras manifestando el peso que poseían para la determinación de políticas
gubernamentales. Entre los sectores movilizados se encontraban los maestros adheridos al SUTE bajo el liderazgo de Marcos Garcetti, quienes
reclamaban al gobierno provincial por mejoras salariales. En este sentido, la composición social de quienes se movilizaron en el "Mendozazo",
reviste algunas diferencias significativas con la presentada en Córdoba en 1969. La particular composición de la estructura económico-social
cordobesa, donde la industria automotriz era el polo más dinámico de la economía regional (Brennan 1996), llevó a que la representación obrera
fuera mayor que la presentada por el caso mendocino. Asimismo, el peso y la densidad de la institución universitaria fue mayor que en Mendoza.
De esta manera, la participación de masas, ocluida por el gobierno del presidente Lanusse, fue el escenario propicio para engrosar las filas del
peronismo. Perón se erigía como la figura que podía apaciguar los ánimos exacerbados y devolver la gobernabilidad a un país anómico. Las
fuerzas sociales se habían convertido en poder de veto ante el gobierno de la "Revolución Argentina". A partir de las tratativas en el seno del Gran
Acuerdo Nacional, Lanusse buscaba incorporar nuevamente al peronismo a la vida política del país para frenar a los grupos radicalizados
encauzando el conflicto político por canales institucionales. Si bien el presidente quería conservar una cuota de poder para las FFAA, el desgaste
sufrido por el gobierno y el escenario de conflicto impidieron esa posibilidad. Levantada la proscripción del peronismo, el partido se preparaba para
las elecciones planificadas para marzo de 1973.
El llamado a elecciones generales aceleró el proceso de organización interna de los partidos políticos. En Mendoza, los tres partidos mayoritarios –
el peronista, el radical y el partido demócrata– se encontraban con posibilidades reales de ganar las elecciones. Dentro del proceso de
reconstrucción partidaria planteado por el calendario electoral, el partido demócrata rápidamente logró flanquear sus diferencias internas4 y
establecer líneas concretas en la campaña a través de un acuerdo interno entre grupos que permitiría llevar adelante candidaturas consensuadas
por un amplio espectro del partido. En este escenario, Eduardo Vicchi fue proclamado candidato a gobernador y Amadeo Frúgoli candidato a
senador nacionaL. Se trató de los máximos representantes de las fuerzas que polarizaban el partido.
En cambio, los radicales solucionaron sus diferencias a través de elecciones internas. El escenario provincial mostró algunas divergencias con el
panorama nacional, ya que el sector balbinista era ampliamente mayoritario. La fórmula Alfredo Mosso-Erminia Ramos de Vázquez se impuso en
las contiendas partidarias ante la oposición alfonsinista, liderada en la provincia por el Dr. Santiago Felipe Llaver, diputado nacional durante el
gobierno de Illia.
El escenario pre electoral del peronismo se mostró más complejo respecto de sus adversarios. Si bien se logró una fórmula de consenso que
contemplara los sectores con mayor poder, la selección de los candidatos no estuvo ajena a conflictos. Había cinco posibles candidatos disputando
el cargo de gobernador: Ernesto Corvalán Nanclares, candidato a gobernador del justicialismo en 1966, Carlos Evans, gobernador de Mendoza
entre 1952 y 1955, Pedro Cámpora, hermano de Héctor, Horacio Farmache, militar retirado y Alberto Martínez Baca. La primera alternativa que
surgió fue llevar adelante la candidatura de Horacio Farmache, dirigente que contaba con una destacada trayectoria política dentro del partido. Su
alejamiento del cargo estuvo dado por la "compleja" relación con Cámpora, el elegido de Perón para las elecciones presidenciales de marzo de
1973. Evans entendió que era difícil competir con el hermano del candidato a presidente, por lo que se conformó con integrar en primer término la
lista de candidatos a senadores nacionales. Según el testimonio de Alfredo Guevara, "Pedro Cámpora, el hermano de Héctor J., él era el candidato,
el candidato real, porque era el delegado de Perón en Mendoza (…) él era el delegado, el tipo que tenía más apoyo en ese momento de la
estructura política, y además era hermano de Héctor (…) era el candidato que iba seguro al cargo. Lo de Martínez Baca lo decidió Héctor. Y si
querés te digo los motivos por los cuales no eligió a su hermano. (…) Héctor se lo dijo a Pedro directamente 'y, disculpame, porque yo soy
candidato a presidente vos no podés ser candidato a gobernador'".
Finalmente la candidatura para gobernador cayó sobre Alberto Martínez Baca. Frente al problema ético que revestía la candidatura de Pedro
Cámpora, Martínez Baca contaba con el apoyo de Isabel Perón, vínculo que provenía de 1966. La mujer de Perón conocía de cerca a Martínez
Baca ya que en las elecciones de abril de 1966 éste fue candidato a vicegobernador acompañando en la fórmula a Ernesto Corvalán Nanclares.
Martínez Baca pertenecía a la rama política. Nacido en la provincia de Buenos Aires, obtuvo el título de farmacéutico y residió luego en General
Alvear y San Rafael donde empezó su carrera política. El candidato a gobernador se desempeñó previamente como concejal, legislador provincial y
candidato a vicegobernador (Cueto et al. 1996:23). Su trayectoria dentro del partido le permitió distanciarse del neoperonismo, encabezado en la
provincia por Serú García8. Martínez Baca se presentaba como el candidato de la Juventud; no obstante, las tensiones entre el líder y el sector
juvenil estaban presentes. Martínez Baca no contaba con una base de apoyo propia que le permitiera enfrentar al sector sindical. Por ello, encontró
en este sector el sostén para su candidatura.

32 Capítulo nº 1 de un articul tenso de María Virginia Mellado, Los trazos de la disgregación: el juicio político al Gobernador Martínez Baca (Mendoza, 1973-
1974). Laboratoire de Démographie Historique (LDH). Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS)/UNCuyo. Este artículo constituye un avance de una
investigación más extensa sobre la morfología de las élites provinciales a partir de 1970, mailto: vmellado@lab.cricyt.edu.ar

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El acercamiento con la «Tendencia Revolucionaria» se circunscribe a un acuerdo coyuntural. En referencia al apoyo recibido por Martínez Baca, el
testimonio de un dirigente de Montoneros, Alfredo Guevara, es clarificador en cuanto argumenta que si bien había acercamientos entre el sector de
la juventud y el candidato a gobernador, éste no pertenecía a sus filas; a su juicio, su trayectoria política más bien se adecua a la de un peronista
histórico. Martínez Baca "no fue alguien puesto por Montoneros, sólo porque era simpático con ellos. Era el presidente del partido en San Rafael.
Había velado a Balbuena, un militante de las FAP, en el partido y había muchas cosas por las cuales nosotros lo considerábamos como cercano a
la Tendencia (…) cercano, pero no de ella (…) Martínez Baca no era montonero, no respondía a las líneas montoneras".
Por directivas del partido, el cargo para vicegobernador debía ser asignado a un gremialista. A través de reiteradas negociaciones, las 62
organizaciones provinciales decidieron integrar las listas de candidatos con sus funcionarios, consumando la fórmula Alberto Martínez Baca-Carlos
Mendoza. Mendoza era obrero metalúrgico y secretario General de Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Mendoza a partir de 1957. Su trayectoria
gremial lo ubicaba en los años de la "resistencia peronista", sufriendo la represión de los años "duros" de la "revolución libertadora". A través del
plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), el dirigente gremial fue detenido en 1960, recuperando su libertad durante el gobierno de Illia. En
esos años retomó la actividad sindical, siendo designado secretario general de las 62 organizaciones hasta el año 66, donde pasó a ser secretario
adjunto de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Mendoza. Durante el gobierno de Illia se desempeñó como senador provincial (Cueto et
al. 1996:5) y a partir de 1967, fue secretario de Previsión de la Unión Obrera Metalúrgica. Mendoza recuerda que su peso político derivaba del
apoyo que le ofrecía la UOM por su militancia: "me propuso la UOM, se hizo un congreso acá, en realidad dos congresos, se cambiaba el candidato
a gobernador pero me dejaban a mí. O sea, con los antecedentes que yo tenía del Plan CONINTES, de estar preso, acusado de poner bombas y
todas las historias esas".
Las elecciones del 11 de marzo de 1973 mostraron resultados claros tanto a nivel nacional como provincial. El justicialismo obtuvo una abultada
victoria en la contienda electoral frente a demócratas y radicales. La fórmula encabezada por Alberto Martínez Baca obtuvo 245.010 votos frente a
111.153 del partido demócrata. En la elección provincial, el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) no alcanzó a reunir el caudal de votos
necesarios para evitar el ballotage. No obstante, el 15 de abril, este partido se quedó con la victoria definitiva a través de un apoyo masivo en las
urnas, obteniendo el 71,46% de los sufragios. Los votos del radicalismo confluyeron en el apoyo al peronismo durante el ballotage. De esta
manera, el éxito electoral del FREJULI se traducía en un apoyo popular importante y mayoría en las dos cámaras legislativas. Sólo el Partido
Demócrata, asociado con un sector de la Iglesia católica, se mostró opositor al nuevo gobierno.

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