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Introducción

Tras muchos años de continuas batallas por ver quién sería y se establecería como la potencia
hegemónica de Grecia, los beligerantes principales, es decir, Atenas, Esparta y Tebas, habían
quedado muy debilitadas. Este debilitamiento de las grandes polis griegas no duraría mucho puesto
que su lugar lo ocuparía una nueva potencia emergente que marcaría el inicio de una nueva época
que pondría fin al período clásico griego. Sería en el norte del Egeo, en Macedonia, donde surgiría
una destacada figura que había alcanzado el poder y se convertiría en el ámbito de la autonomía
griega. Esta figura sería la de Filipo II de Macedonia que comenzaría un cambio radical en el mundo
antiguo, aunque finalmente la responsabilidad recaerá en su hijo y sucesor Alejandro.

Antes de Filipo II, 20 años atrás, existió en el norte de Grecia un monarca absoluto, Jasón de Feras.
Con rapidez e inteligencia logró dominar y unir a todas las regiones de Tesalia, incluso, tenía la
ambición de emprender una gran expedición contra los persas. Sin embargo, su asesinato en el 370
pondría fin a su proyecto, pero las intenciones eran aquellas que luego más tarde se conseguirían.
Macedonia, al igual que Grecia, no era un estado unitario. Así, cuando hubo alguien capaz de
imponer una sólida estructura central al estado macedonio, se encontraría recompensado con la
adquisición de una situación preeminente en el mundo egeo

De todos los estados griegos, Macedonia era el más extenso de todos, sin embargo, apenas tenía
organización, sin cohesión política, económica y cultural, lo cual, la hacía muy vulnerable ante sus
pueblos vecinos.

En algunas ocasiones, los propios griegos incluían a los macedonios entre los pueblos que
consideraban bárbaros puesto que sus costumbres y organización política eran diferentes de las de
las ciudades griegas, aunque, por otra parte, los macedonios hablaban griego, pero que estaba poco
evolucionado en comparación.

 Alejandro y el mundo helenístico

Macedonia, la vasta región del norte de la península helénica, era un país atrasado respecto al resto
de Grecia, por lo que era considerada tierra de bárbaros, aunque contaba con una riqueza natural.
Las clases gobernantes macedonias ya habrán intentado establecer una vinculación mítica con el
mundo griego al afirmar que sus reyes descendían del héroe Heracles. Darío, al imponerle su
protectorado a fines de siglo V la pone en contacto con Persia y las guerras médicas orientan a
Macedonia hacia Grecia. A comienzos del siglo IV a.C. intentaron situarse al nivel de la cultura griega
y comenzaron a favorecer la llegada de artistas, poetas y filósofos a su corte, como Eurípides y
Aristóteles que llegaría a ser tutor de Alejandro Magno.

En el 436 a.C., Atenas envía la colonia de la Anfípolis a Macedonia para abrir camino a las minas del
Pangeo. A su contacto, la monarquía macedónica se helenizará rápidamente. Luego, la política real
se hace anti feudal orientándose hacia Grecia y el mar.

Con el acceso al poder de Filipo II (356 a.C.), la dinastía macedónica se consolidó. Filipo creó un
ejército profesional permanente, en el que los soldados se alistaban de manera voluntaria y eran
bien pagados, por lo que guardaban fidelidad absoluta al monarca.
Filipo se dedicó a acumular territorios y recursos financieros durante más de una década para
preparar su objetivo final, el dominio de la Hélade. Su intención era fundar una nueva coalición de
estados helénicos para derrotar a Persia, aunque esta vez ostentaría la dirección militar y política.
Sin embargo, el ateniense Demóstenes se opuso y coaligó con ciertas ciudades como Eubea, Acaya,
Corinto y Megara además de las regiones occidentales para enfrentarse a Filipo II. La guerra (340-
338 a.C.), concluyó en la victoria macedónica de la batalla de Queronea.

El monarca macedonio se convirtió en el dirigente máximo de la confederación griega y comenzó a


organizar la gran expedición contra Persia. Filipo fue asesinado en 336 a.C. y su hijo le sucedió en el
trono. En apenas 11 años, Alejandro III el Grande, llamado Alejandro Magno venció todo el intento
de rebelión del continente griego, se hizo con el control de Egipto, donde fundó Alejandría, acabó
con el dominio persa y fundó el gran imperio macedónico.

Con las conquistas de Alejandro surgió un nuevo mundo dotado de una civilización global, la
helenística, que abarcó todo el viejo mundo helénico y Oriente Medio. Su cultura oficial fue la griega,
impuesta por los conquistadores.

Tras la muerte de Alejandro, el imperio quedó dividido en varios reinos, aunque la cultura helenística
logró sobrevivir hasta que, en el año 30 a.C., Roma conquistó el último reducto griego, el Egipto
tolemaico. No obstante, los logros culturales de esta imponente civilización se difundieron a través
del mundo romano y han perdurado hasta la actualidad.

El ascenso de Filipo II

Filipo nació en el 382 a.C. Era el tercer hijo de Amintas III y llegaría al poder muy joven, con tan solo
23 años. Filipo se haría cargo del reino en un momento muy delicado, puesto que su hermano
acababa de morir en su enfrentamiento con los ilirios en el 359 a.C. Macedonia se encontraba en
un momento muy difícil, con amenazas externas y luchas internas, para lo cual, Filipo, no solo logró
permanecer en el trono sino que además consolidaría la monarquía, convirtiendo a Macedonia en
un país unido, poderoso y próspero. De este modo, sabía que tenía que expulsar a los ilirios de su
territorio e intentar firmar una alianza con Atenas para que este no hiciera incursiones por la costa
desde Anfípolis.

Para conseguir sus objetivos, lo primero que hizo fue hacer una profunda reforma del ejército.
Durante los tres años que había permanecido como rehén en Tebas pudo conocer de primera mano
las tácticas bélicas de Pelópidas y Epaminondas. Mejoró el armamento macedonio y la disposición
de las tropas creando nuevas falanges de compactas filas. Igualmente innovador fue en el ámbito
de la maquinaria bélica, creando nuevas máquinas de guerra. Así, conseguiría un poderoso ejército

En conclusión, Filipo había sido un gran rey para Macedonia. En los 24 años de su reinado transformó
el país, extendió y afirmó sus fronteras, consolidó una monarquía al borde de la desintegración y un
Estado unificado, organizó un poderoso ejército permanente y con él forjó un Imperio desde el
Danubio hasta el sur de Grecia. Aunque, si es cierto, que no fue muy beneficioso para los griegos
puesto que destruyó varias ciudades en la Calcídica, actuó al servicio de su conveniencia con una
grandísima ambición política, y con sus campañas bélicas acarreó numerosas muertes. No se puede
saber si sus ambiciones de extender su poder por Así llegaban tan lejos como llegaron las de su hijo
Alejandro, pero, si es cierto que sin su legado de una Macedonia unida y la hegemonía griega, así
como el formidable ejército con el que había sometido y pacificado toda Grecia, las futuras hazañas
del gran Alejandro no hubieran sido posibles.

Biografía de Alejandro Magno

Alejandro III de Macedonia, mejor conocido mundialmente como Alejandro Magno Alejandro
Magno nació en el año 356 a. C. en Pela, antigua capital de Macedonia. Hijo de Filipo II, rey de
Macedonia, y de Olimpia, princesa de Epiro. Aristóteles fue su tutor. Murió en Babilonia, en el 323
a.C. Fue rey de Macedonia y uno de los mayores conquistadores en la historia del mundo, al
extender su territorio desde Europa Central hasta el este África, y desde aquí hasta Asia Central. En
el año 336 a.C. su padre fue asesinado y subió al trono de Macedonia. Marchó sobre Tesalia, donde
los partidarios de la independencia habían obtenido el control, y restauró el dominio macedónico.
Restableció su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió comandante del
Ejército griego para la guerra contra Persia.

Luego de ser educado por Aristóteles, su padre lo nombró regente en el 340 a.C., con lo cual debió
recibir a los emisarios de Darío para que Macedonia pagara tributos. Luego fue gobernador de Tracia
para la misma fecha. Sin embargo, Filipo II contraería matrimonio poco tiempo después, poniendo
en peligro el trono de Alejandro. Debido a la furia de su padre por su conducta, Alejandro se exilió
en Epiro, la tierra de su madre, junto con esta. En el 336 a.C., Pausanias asesinaría a Filipo II debido
a una estratagema desconocida. Por ello, Alejandro pasó a ser el rey de Macedonia cuando tenía 20
años. A su padre le había tocado gobernar un estado más bien pequeño y oprimido; en cambio, a
Alejandro le tocaba gobernar un estado con un territorio extenso que tenía control sobre Grecia.
Precisamente, los griegos, al sospechar la debilidad del joven gobernante, comenzaron a sublevarse,
aunque fueron rápidamente reprimidos en Tesalia y en Tebas. Luego Alejandro se dirigió a Atenas,
donde le cerraron las puertas por temor a que se repitiera la destrucción ocurrida en Tebas. Ante
esto, Alejandro Magno entró solo con un grupo y los atenienses lo reconocieron como el rey de toda
Grecia.

Éxitos militares:

Para invadir Persia, Alejandro primero empezó una campaña contra las tribus cerca del río Danubio,
para así poder extenderse hasta la línea de demarcación construida por el caudaloso río europeo.
A medida que llevaba a cabo sus conquistas, Alejandro iba reorganizando el imperio sin destruir el
marco de las instituciones persas.

El ejército de Alejandro se destacaba por su osadía y habilidad.

Después de estas guerras con tribus empezó una sublevación en Tebas, tomando un papel muy
importante porque las ciudades-estados se estaban agitando política y socialmente, logrando
generalizarse y formar una rebelión. Alejandro al recibir esta noticia tan importante, enseguida
formó un ejército y se fue hacia Tebas. Finalmente, fue un entrenamiento muy corto, pero violento
donde los macedonios terminaron saqueando a los habitantes de Tebas.

En su ejército, Macedonia era muy fuerte. Abarcaba 43 mil soldados de infantería y 6 mil de
caballería.

Los caballeros, llamados <compañeros> estaban integrados por soldados reclutados entre la
aristocracia. Este era un grupo de caballería pesada y sus ataques obre el enemigo eran decisivos.
El comandante era Filotas, hijo de Parmenión. EL otro cuerpo de la batalla eran los <lanceros> y eran
un cuerpo de reconocimiento.

La infantería macedónica se componía de un cuerpo de ataque y de las falanges.

*cuerpo de ataque: tenía una misión específica, era una élite esencialmente ofensiva

*falanges: tropas defensivas, cuya misión era detener al enemigo

Historia militar: falanges macedonias

La falange es una formación militar masiva rectangular, generalmente compuesto en su totalidad


de la infantería pesada. Esta formación ya era utilizada por otros pueblos griegos anteriormente; sin
embargo, fue durante el reinado de Alejandro Magno donde esta rozó la perfección. El soldado de
una falange griega tradicional debía cargar con una lanza de unos 2 o 3 metros y una espada corta.
Su defensa se componía de un casco de estilo corintio, una coraza de lino con placas metálicas y las
grebas para las piernas, además, el gran hoplon (escudo), los protegía del enemigo. En el avance,
los escudos se unían por lo que los hombres tendían a avanzar con cierta cadencia hacia la derecha
para protegerse mejor con el escudo de su compañero.

La falange utilizada por Alejandro es el fruto de los desarrollos técnicos del tebano Epaminondas y
del padre del Magno, Filipo II. La tendencia a girar a la derecha en batalla fue vista por Epaminondas
como algo positivo, y así decidió atacar a sus enemigos de manera oblicua y con mayor profundidad
en las filas para favorecerse de la presión ejercida de atrás hacia delante y obtener mayor fuerza y
velocidad. Las tropas que componían la falange macedonia no tenían un armamento tan pesado
como los antiguos hoplitas. Su escudo era más pequeño y en forma de botón, su coraza también era
más fina y su casco era por lo general de estilo tracio. Las partes más retrasadas de la falange no
llevaban apenas protección.

Conquista del imperio persa

De Egipto, Alejandro partió la conquista del Imperio Persa, que se derrumbó en la batalla de Arbelas
cuando su inmenso pero complicado ejército fue derrotado por las falanges macedónicas.
Alejandro, a su paso por Persépolis prendió fuego al famoso palacio de los aqueménidas alanzando
Susa se apoderó de las inmensas reservas metálicas del Imperio. Darío II, fugitivo, fue entonces
asesinado por sus propios cortesanos.

Entre la democracia y la monarquía

En los dos casos, el contexto se dividía entre dos modelos opuestos. "La democracia ateniense y la
monarquía militarizada espartana”. Con todo, fue el bando que ganó la guerra entre las dos
potencias en busca de hegemonía. A partir de entonces Grecia entró en una lenta decadencia.

Administración persa

El sistema de gobierno era una monarquía absoluta hereditaria donde el rey era considerado la
forma antropomórfica de dios en la tierra. El rey debía ser el mejor guerrero, como también el mejor
cazador y disponía de un ejército personal. Los gobiernos persas se caracterizaron por su
despotismo militar; la autoridad del emperador era absoluta, estaba defendido y sostenido por los
Inmortales. El principal punto débil del Imperio persa era su organización militar

Polis

Aparecieron alrededor del siglo VIII a. C. Las polis son una de las características que mejor definen
la civilización griega porque representaban el centro político, cultural y ciudadano de la sociedad
griega.

CARACTERÍSTICAS COMUNES

Todas las polis, independientemente de la época o lugar, presentan elementos comunes:

- Extensión territorial reducida, con un núcleo urbano en el que se situaba el centro político,
administrativo, comercial y religioso y un pequeño territorio rural para pastos y cultivos. Las únicas
polis que consiguieron dominar extensiones considerables fueron Atenas y Esparta, las dos grandes
potencias del mundo heleno.

- Independencia económica. Cada polis producía lo suficiente para alimentar a su población.

- Independencia política. Las polis eran libres, no estaban sometidas a otra ciudad ni a ningún poder
extranjero.

- Estructura social formada por ciudadanos (con derechos) y esclavos (sin derechos).

- Gran espíritu cívico, respeto por la ley e importante participación de los ciudadanos en los asuntos
de la comunidad.

Expansión de la cultura griega


El mundo griego se ha ido ensanchando enormemente con las conquistas de Alejandro; los pueblos
de Asia y Egipto, donde hasta entonces el helenismo se había introducido con timidez, son ahora los
que, adoptando el gusto griego, renuevan los estilos con entusiasmo juvenil. Grecia renace en estas
tierras de adopción: Alejandría, Pérgamo, Antioquía, Éfeso son ahora las nuevas capitales del arte;
cada una de ellas contribuye con una nota especial. Se comprende que haya tanta variedad en el
arte griego de estos siglos, porque diversos fueron también los pueblos que lo asimilaron. A todo
este período, en un principio, se le llamó simplemente alejandrino, por creer que fue en la nueva
metrópoli africana donde el arte y la cultura griega se desarrollaron con preferencia. Pero hoy, para
hacer justicia a los pueblos de Asia que contribuyeron tanto o más que Alejandría a la última
evolución del arte griego, se ha preferido designarlo con el nombre más general de helénico.

Puede decirse que fueron tres las actividades que permitieron la expansión de la Cultura Griega.

1. La búsqueda de territorio: gran parte de los territorios de las grandes ciudades pertenecían o
estaban en manos de la nobleza. Eso llevó a las clases y grupos de personas situados por debajo de
los nobles a desplazarse a otros lugares en búsqueda de otras tierras para habitar y cultivar.

2. La navegación: los ciudadanos de la Antigua Grecia desarrollaron importante vías marítimas para
abrirse paso en la búsqueda de nuevos territorios y recursos en el Mar Mediterráneo.

3.- El Comercio: la navegación le trajo a los griegos otra actividad que los ayudaría a expandir su
cultura, el comercio. Las rutas del comercio de la Antigua Grecia fueron de las más importantes del
mundo, otras culturas las codiciaron e iniciaron grandes conflictos para hacerse con ellas. Al mismo
tiempo, constituyó una de las actividades fundamentales para la expansión a través de la economía.

Conquista de la costa oriental.

Una de las primeras zonas colonizadas por los griegos fueron las costas de Macedonia y el norte del
mar Egeo, donde fundaron numerosas colonias como Olinto y Potidea en la región llamada Calcídica.

Dichas colonias fueron principalmente factorías rurales exportadoras de cereales en gran escala.
Explotaban, además, la pesca, especialmente la del atún. El desarrollo agrícola de estas colonias hizo
de este mar el granero del mundo griego. Por el sur del Mediterráneo oriental no hubo casi
expansión griega, pues fue detenida allí por los grandes estados orientales de Asiria y Egipto. Sin
embargo, los griegos colonizaron parte de la isla de Chipre, y fundaron, en la región del delta del
Nilo, la ciudad de Naucratis. También colonizaron en la costa africana, al oeste del Egipto, frente a
la Hélade, la región de Cirenaica (Libia).

Principales ciudades colonizadoras.

La colonización fue un movimiento general en que tomaron parte casi todas las ciudades griegas.
Pero, naturalmente, las que se distinguieron más en la actividad colonial fueron las ciudades más
pobladas y de mayor desarrollo comercial. Dos ciudades marcharon a la cabeza del movimiento
colonizador: Mileto y Focea, ambas de la región de Jonia, en la Grecia asiática.
Mileto fue la gran colonizadora del Ponto Euxino, donde estableció más de ochenta factorías que la
surtían de cereales, maderas, esclavos y pescado. Focea, en cambio, expandió su comercio en el
Mediterráneo occidental, especialmente en Sicilia, Córcega, el actual territorio francés y la península
ibérica. Los focenses fueron los más audaces marinos de su época. Su actividad colonizadora fue,
sin embargo, un poco desordenada, pues debido quizá a su escaso número buscaron más bien sacar
inmediato provecho material de sus viajes en lugar de fundar colonias y mantener con ellas
relaciones constantes.

Un importante foco se da en la isla de Eubea, dos de sus ciudades, Calcis y Eretria, participaron
activamente en la colonización de la zona septentrional del Egeo. En la península griega: Megara y
Corinto, beneficiadas las dos, de modo extraordinario, por el dominio estratégico que su situación
en el istmo de Corinto les daba sobre las rutas marítimas que unían al Oriente con el Occidente. En
cuanto a Atenas, que dominaría más tarde el Egeo (siglo Va. C.), quedó al margen del proceso
colonizador de esta época, pues su desarrollo económico y su poderío político comenzó a partir del
siglo VI a. C.

Podemos establecer los siguientes conjuntos coloniales, según la ciudad fundadora y la zona de
fundación:

Colonización eubea: Magna Grecia

Colonización milesia: Mar Negro

Colonización corintia: Sicilia.

Colonización Acaiense: Sur de Italia.

Fundación Fócea: Actual Francia e Iberia

Consecuencias de la colonización

La expansión por el Mediterráneo favoreció el desarrollo de la navegación.

La colonización griega estimuló el comercio de modo extraordinario y, como necesaria


consecuencia, la industria progresó considerablemente. El comercio griego conectó los puntos más
apartados del Mediterráneo. Las colonias próximas a las regiones pobladas por pueblos bárbaros se
convirtieron en mercados de gran movimiento, en los cuales los griegos adquirían los productos
naturales del lugar, lanas, minerales, pieles, etc., y entregaban, a cambio, los productos de su
industria, armas, utensilios de metal, joyas, vasos pintados, tejidos, etc.

Por otro lado, gracias a la relación comercial todo el Mediterráneo recibió el influjo cultural griego.
Así mismo la religión griega influyó poderosamente en estos pueblos colonizados.

Antes de rey Philip hizo con el poder en el año 539 A.C., Macedonia era pobre y dividido. Philip unió
Macedonia y construyó un ejército aún más fuerte que Esparta. Con tal ejército y con su talento
para hacer la guerra, Philip capturó una griega ciudad estado tras otra.
Fuentes literarias

Cuando nos referimos a las fuentes literarias sobre Alejandro Magno tenemos que distinguir dos
tipos:

“Tradición primaria”: con esta denominación aludimos a las obras o escritos de autores
contemporáneos de Alejandro Magno, todos los cuales le conocieron personalmente y le
acompañaron en sus conquistas. Se trata de los siguientes:

Calístenes de Olinto: era sobrino de Aristóteles y fue el historiador oficial de Alejandro. Éste le
encargó que escribiera una obra propagandística destinada a transmitir a los griegos la idea de que
él pretendía vengarles de las ofensas de que habían sido objeto durante las Guerras Médicas (así
Alejandro continuaba el programa de helenización desarrollado por su padre Filipo). Calístenes
refleja en su inacabada Praxeis Alejandro la imagen de un gran conquistador defensor de la causa
griega y protegido por los dioses en todas sus empresas. La imagen que nos ofrece de Alejandro es
mítica, pues compara sus hazañas con las de héroes griegos tales como Heracles, Perseo y Aquiles.

Ptolomeo: era un noble macedonio, compañero de Alejandro Magno y uno de sus más destacados
lugartenientes. Heredó el gobierno de Egipto tras la muerte de Alejandro, inaugurando la dinastía
del Lagidas (fue el primer rey Ptolomeo). Este autor destaca las virtudes militares del conquistador.
Su obra perdida debió de consistir en la descripción de las distintas batallas y asedios que tuvieron
lugar a lo largo de la expedición militar por Oriente. Aristóbulo de Casandra: era una especie de
técnico del estado mayor macedonio. Su obra debió de centrarse más bien en las penalidades
sufridas por la tropa y en las cuestiones de intendencia. Aristóbulo refleja el lado más humano de
Alejandro Magno: su comprensión y benevolencia para con los súbditos. Además, debemos a este
autor la descripción de importantes edificios y ciudades del mundo persa.

Onesícrito: filósofo cínico que acompañó a Alejandro Magno actuando como piloto del navío real.
En su obra debió de destacar sobre todo la formación filosófica del conquistador (que había sido
educado por el filósofo Aristóteles), así como su espíritu civilizador y afán por descubrir nuevos
mundos. En la Antigüedad, Onesícrito pasó por ser un gran fabulador, debido a sus descripciones de
animales exóticos y el célebre encuentro de Alejandro con la reina de las Amazonas (fue criticado
por el geógrafo Estrabón).

Nearco: almirante (nauarchos) cretense de la flota que Alejandro mandó construir para el regreso
desde el Indo. Había sido su amigo personal desde la juventud. Escribió una especie de relato del
viaje en un tono bastante literario. Junto a aventuras marinas fantásticas poco dignas de crédito,
Nearco recogió información valiosa de tipo etnográfico sobre los distintos pueblos indígenas que se
fue encontrando a lo largo del trayecto.

Plutarco de Queronea: biógrafo griego del siglo II d. C. (contemporáneo de los emperadores Trajano
y Adriano). Escribió una obra en griego titulada Vidas paralelas, donde contrapone las biografías de
varias parejas de personajes históricos, uno de ellos siempre es griego y el otro romano. Dedicó una
de estas biografías a Alejandro Magno, que fue comparado con César. Las biografías de Plutarco se
centran en la personalidad de los personajes con una finalidad moralizante y literaria. Su obra no es
propiamente histórica, aunque puede ser utilizada por los historiadores. Utilizó varias fuentes para
describir a Alejandro, pero sobre todo a Aristóbulo.

 Alejandro Magno

Macedonia se encontraba en una debilidad por guerras ocurridas antes del mandato de Filipo II.
Cuando este hombre llegó finalmente unió a los macedonios en una nación coherente.

Las nuevas estrategias de armas de Filipo II a Macedonia hicieron que los griegos quedaran
indefensos porque ciudades-estados griegos seguían utilizando antiguos métodos de lucha.

Una de las causas que provocó la tensión política entre Macedonia y Grecia es cuando Filipo empezó
a expandir su política haciendo que en el año 348 a.C. destruyó la liga Calcídica inquietando así a los
griegos por la amenaza.

El poder de Filipo crecía hasta que Atenas y Tebas se aliaron contra Filipo II; pero sus esperanzas de
salvar a las ciudades-estados eran muy pocas cuando el ejército de Filipo logró derrotar al ejército
aliado en la batalla de Queronea.

Al morir Filipo II en el año 336 a.C., le sucedió su hijo Alejandro Magno a los veinte años.

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